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Revolución de 1854 en España
La Revolución de 1854, conocida con el nombre de Vicalvarada, por ser su inicio desde el acuartelamiento del pueblo madrileño de Vicálvaro, fue una sublevación civil y militar, que tuvo lugar en España durante el reinado de Isabel II a finales de junio de 1854, y que engloba tanto el pronunciamiento ocurrido el 28 de junio, como los sucesos de julio, que dieron lugar al Bienio Progresista (1854–1856).
En febrero de 1854, militares adeptos al Partido Democrático trataron de llevar a término una sublevación en Zaragoza, con el apoyo de elementos civiles, pero fracasaron. La situación de tensión con el gobierno moderado, más proclive a sus elementos autoritarios, no impidió que miembros de la burguesía industrial y el progresismo mantuviesen, no obstante, sus intenciones de hacer caer a los gabinetes.
El 28 de junio un nutrido grupo de altos mandos del ejército encabezados por Leopoldo O'Donnell y Domingo Dulce se encararon a las tropas leales al Gobierno. El general O'Donnell y sus tropas se retiraron hacia el Sur, donde conectaron con las del general Serrano. Juntos publicaron el Manifiesto de Manzanares el 7 de Julio. El Partido Progresista instó al general Espartero a unirse al movimiento y liderarlo. Junto a Madrid y Zaragoza, se produjeron alzamiento en Barcelona, zonas de Valencia y Logroño. La sublevación fue financiada por distintos sectores de la economía emergente y, sobre todo, por el banquero Juan Bruil.
En junio de 1854, al frente de un batallón de Infantería, O´Donnell junto al general Dulce, se levanta contra el
Gobierno; éste envía al general Blaser a enfrentarse
con él. El encuentro tuvo lugar en Vicálvaro.
Según publicaba el diario ABC de Sevilla, el 11 de
julio de 1.854, el General Blaser salido de Madrid en
persecución de las fuerzas de O´Donnell, que se
retiraban por la Mancha hacia la frontera con
Portugal, estuvo estacionado en TEMBLEQUE hasta
el 7 de julio.
No hemos podido encontrar cuando llegó a Tembleque, pero por otras lecturas
realizadas sospecho que debió ser alrededor de tres o cuatro días antes.
TRASLADO DE LOS RESTOS DE EMILIO
CASTELAR A MADRID A SU PASO POR
TEMBLEQUE
Político español, último presidente de la Primera República (Cádiz, 1832 -
San Pedro del Pinatar, Murcia, 1899). Tras estudiar Derecho y Filosofía en la Universidad de Madrid, se dedicó a la lucha política, canalizada a través del periodismo (pasó por varios periódicos hasta fundar el suyo propio en 1864:
La Democracia).
Desde esas posiciones luchó tenazmente contra el régimen de Isabel II, llegando a criticar directamente la conducta de
la reina en su artículo «El rasgo» (1865). Luego intervino en la frustrada insurrección del Cuartel de San Gil de 1866, consiguió huir a Francia al
tiempo que recaía sobre él una condena a muerte.
Participó en la Revolución de 1868 que destronó
a Isabel II. Fue diputado en las inmediatas Cortes constituyentes, en las que destacó por
su capacidad oratoria. Siguió defendiendo la opción republicana dentro y fuera de las Cortes
hasta que la abdicación de Amadeo de Saboya provocó la proclamación de
la República (1873).
Durante el primer gobierno republicano, presidido por Estanislao Figueras, ocupó la cartera de Estado, la Presidencia fue pasando de mano en mano -
de Figueras a Pi y Margall en junio y de éste a Salmerón en julio- hasta llegar a Castelar en septiembre. Para tratar de salvar el régimen disolvió las Cortes y actuó con la diligencia de un dictador, movilizando hombres y
recursos y encargando el mando de las operaciones a militares profesionales.
A comienzos de 1874, Castelar presentó su dimisión tras perder una
votación parlamentaria.
Tras recordar al protagonista de la noticia publicada en el diario Blanco y Negro el 30 de mayo de 1.899, conozcamos la noticia en sí:
“En Tembleque, una muchacha muy bonita cortó algunas flores del jardín de la
estación, hizo con ellas un ramo, atándole con una cinta de su pelo, y lo
colocó entre las coronas que cubrían el féretro. Bajó del coche, y allí quedó en
el andén viendo con especial interés perderse a lo lejos el vagón, hasta
quedar borrado en la lejanía del camino. Esta, para mí, ha sido una nota la
más tierna y sentida del viaje, tributo sincero …..”
MANIOBRAS MILITARES GENERALES, OCTUBRE DE 1.904,
LA BRIGADA DEL BANDO NORTE - TEMBLEQUE
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