pabellón de chile presentación en la 14° muestra internacional · ganadora del concurso de ideas...
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Presentación:
Un mes y medio viajó en barco un panel de hormigón des-
de Chile hasta Italia, lugar donde se presenta como princi-
pal atractivo del Pabellón de Chile en la Bienal de Venecia, el
mayor encuentro del mundo en materia de arquitectura, esta
vez bajo la dirección del arquitecto holandés Rem Koolhaas
y el título de Fundamentals, concepto que busca rescatar los
elementos básicos utilizados por cualquier arquitecto en cual-
quier lugar y en cualquier momento.
Monolith Controversies es el nombre de la propuesta chilena
ganadora del Concurso de Ideas Pabellón de Chile, organizado
por el Área de Arquitectura del Consejo Nacional de la Cultura
y las Artes, basada en un proyecto de investigación iniciado
hace siete años por el arquitecto Pedro Alonso y el diseña-
dor Hugo Palmarola (académicos de la Pontificia Universidad
Católica de Chile), que trata sobre la construcción de paneles
de hormigón prefabricados, técnica de origen francés que per-
feccionó luego la Unión Soviética, que adaptó después Cuba,
y que llegó finalmente a Chile en tiempos de la Unidad Po-
pular. Esta es una propuesta curada por Alonso y Palmarola,
con diseño de pabellón de Gonzalo Puga, identidad visual de
Martín Bravo, y producción general de Felipe Aravena, José
Hernández, Francisco Hernández y Micol Riva.
Monolith Controversies pone en valor un hito olvidado en la
historia de la vivienda social en Chile: la instalación de la
KPD, una fábrica donada por la Unión Soviética en 1972 para
construir edificios de departamentos tras el terremoto que
azotó al país en 1971. La elección de la pieza busca enfocarse
en un elemento tan fundamental de la arquitectura global
del siglo XX como es la pared de hormigón, pero, por sobre
todo, mostrar cómo este mismo elemento se convirtió en Chi-
le en un intenso objeto de controversias, de alta carga sim-
bólica: durante la inauguración de la KPD, Salvador Allende
y el embajador soviético pusieron sus firmas en el hormigón
fresco del panel, acción que lo convirtió en un bloque único,
el que se instaló más tarde en la entrada de la nueva fábrica,
ubicada en Av. Industrial con Av. El trabajador en la pequeña
LA BIENNALE DI VENEZIA - 7 DE JUNIO – 23 DE NOVIEMBRE, 2014
localidad de El Belloto, Quilpué. Tras el golpe de Estado en
septiembre de 1973, la fábrica pasó a manos de la Armada,
institución que borró las rúbricas de Allende y del embajador,
agregando al panel un retablo de la Virgen del Carmen con el
Niño Jesús, además de dos lámparas de estilo colonial. Luego
del cierre de la KPD, este panel quedó abandonado.
La invitación que Rem Koolhaas hizo a los pabellones na-
cionales es a representar el concepto “Absorbing Modernity:
1914-2014”, buscando explicar el desarrollo de la arquitectura
de cada nación en el último siglo a partir de sus diferentes
sistemas políticos, estados de desarrollo, movimientos nacio-
nales e internacionales de arquitectura, filosofías educativas y
avances tecnológicos que permitan ilustrar cómo se ha asimi-
lado la modernidad a expensas de una pérdida en las singula-
ridades de las arquitecturas locales. En este contexto el panel
elegido para erigirse como pieza central del pabellón chileno
representa significativas controversias políticas, ideológicas
y estéticas, y es considerado fundamental por los curadores
respecto de discusiones más amplias sobre la modernización
durante el siglo XX.
La muestra chilena incluye también la recreación de un de-
partamento construido por la KPD, y una serie de 28 ma-
quetas que explican cómo se adoptó esta misma tipología
de construcción con paneles prefabricados en otras partes
del mundo, donde más de 170 millones de departamentos
han sido construidos con estos sistemas. Además, hay una
proyección con la recreación de una cinta transportadora de
paneles, cuatro videos realizados por el artista visual Gian-
franco Foschino sobre el estado actual de conjuntos KPD
construidos en Quilpué, Viña del Mar y Santiago, y una pro-
yección con imágenes de archivo y recortes de prensa que
grafican el contexto político, social e ideológico de la época.
La decimocuarta edición de la Bienal de Arquitectura de Ve-
necia se desarrolla entre el 7 de junio y el 23 de noviembre de
este año en El Arsenal, un histórico astillero naval industrial
que ha sido declarado patrimonio de la humanidad.
FICHA EQUIPO PABELLÓN:
Título de la exposición:Monolith Controversies
Curadores:Pedro Alonso y Hugo Palmarola
Comisario:Cristóbal Molina(Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile)
Diseño de pabellón:Gonzalo Puga
Identidad visual:Martín Bravo
Producción:Felipe Aravena y José Hernández
Multimedia:Francisco Hernándezy Micol Riva
Comunicación:Marcela Velásquez
Producción y montaje:Luigi D’Oro y ARGUZIA SLR
Organiza:Consejo Nacionalde la Cultura y las Artes de Chile
Auspiciadores:Fundación Imagen de ChileDIRACCSAVSAAM
FICHA LIBRO:
Título del libro:Monolith Controversies
Editado porPedro Alonso y Hugo Palmarola
El libro contieneentrevistas y ensayosoriginales de Pedro Alonso, Hugo Palmarola, Servando Mora, Boris Groys, Catherine Ingraham, Alberto Arenas, Adrian Forty, Nolberto Salinas, Patricio Núnez, Eden Medina, Manuel Corrada y David Edgerton.
Diseño gráfico ydiagramación Martín Bravo.Ediciones en inglés (2.500 copias) y español (500 copias).352 páginas, 245 ilustraciones, 17 x 21 cm.Editorial Hatje Cantz Verlag, impreso en Ostfildern, Alemania, 2014.www.hatjecantz.com
Web:Para mayor informaciónsobre la exposición y el libro, visitar:www.monolith-controversies.com
Pabellón de Chile en la 14° Muestra Internacional
de Arquitectura de VeneciaCHILEAN PAVILION AT THE 14TH INTERNATIONAL ARCHITECTURE EXHIBITION, VENICE
PROYECTOS
Las fotografías del Pabellón Chileno publicadas en esta edición fueron tomadas por Gonzalo Puga.
DISEÑA PROYECTOS 1312
Durante el gobierno de la Unidad Popular, la U.R.S.S. donó a Chile una industria para prefabricar paneles de hormigón destinados al programa de vivienda social. Este sistema constructivo, conocido como KPD (gran panel constructivo) y derivado del sistema francés Camus, fue asimilado en dos etapas antagónicas de transformación del país, tanto en el proyecto socialista como en el neoliberal y contiene, por tanto, controversias que transforman a los paneles en piezas centrales en los debates sobre modernización que están implícitos en la propuesta de Rem Koolhaas, director de la decimocuarta Bienal de Arquitectura de Venecia. Este artículo da cuenta de las vicisitudes y carga semántica de uno de estos paneles, firmado por el Presidente Salvador Allende y luego resignificado durante la dictadura militar, el que será exhibido en el Pabellón de Chile en la decimocuarta Bienal de Venecia.
During the Unidad Popular government, the Soviet
Union donated to Chile a concrete panel prefabricating
industrial system destined for the social housing
program. This construction system known as KPD (great
construction panel) which was derived from the French
Camus System, was assimilated in two antagonistic
stages of transformation of the country, both in the
socialist project as well as in the neoliberal one and
contains, therefore, controversies that transform these
panels in central pieces in the debates on modernization
that are implicit in Rem Koolhaas proposal as director of
the Fourteenth Architecture Biennale in Venice.
This article tells about the vicissitudes and semantic
burden of one of these panels, signed by president
Salvador Allende and later re-signified during the
military dictatorship, which will be exhibited at Chile
Pavilion in the Fourteenth Venice Biennale.
Bienal de Venecia _ modernización _ panel prefabricado KPD _ vivienda social _ tipología _ ruina _ Salvador Allende _ dictadura militar.Venice Biennale _ modernization _ KPD prefabricated panel _
public housing _ typogy _ ruins _ Salvador Allende _ Military
dictatorship.
* Nota: Publicado originalmente en: Monolith Controversies, Pedro Alonso y Hugo Palmarola (eds.), (Hatje Cantz, Ostfildern, 2014). Adaptado para su publicación en Revista Diseña. _ Note: Originally published in: Monolith Controversies, Pedro Alonso and Hugo Palmarola (Eds.), (Hatje Cantz, Ostfildern, 2014). Adapted for publication in Diseña magazine.
Pedro AlonsoArquitecto, Pontificia Universidad Católica de Chile _ PhD, Architectural Association _ Profesor Escuela de Arquitectura, Pontificia Universidad Católica de Chile.Architect, Pontificia Universidad Católica de Chile _ PhD, Architectural Association _ Professor, Pontificia Universidad Católica de Chile School of Architecture.
Hugo PalmarolaDiseñador, Pontificia Universidad Católica Chile _ Magíster en Historia del Diseño, Universidad Nacional Autónoma de México _ Investigador y Profesor Escuela de Diseño, Pontificia Universidad Católica Chile.Designer, Pontificia Universidad Católica Chile _ Master in Design History, Universidad Nacional Autónoma, Mexico _ Investigator and Professor, Pontificia Universidad Católica Chile School of Design
Un panel de hormigón armado, aislado y en posición vertical, ocupa el centro del
Pabellón de Chile en la decimocuarta Bienal de Arquitectura de Venecia. Este objeto
fue producido en la pequeña ciudad de Quilpué en 1972 por una industria donada
por la Unión Soviética a Chile para prefabricar paneles de hormigón, los que serían
destinados al programa de vivienda social que el Gobierno de la Unidad Popular
comenzaba a implementar. El sistema constructivo fue conocido como KPD, derivado
de la sigla rusa КПД, que literalmente significa “gran panel constructivo” (krupno-
panel-noye domostroyenie)1.
Este panel es un remanente de una tradición marginal al canon historiográfico de
la arquitectura moderna (a pesar de que más de 170 millones de departamentos de
este tipo fueron construidos en todo el mundo entre 1945 y 1985)2, pero central en los
debates sobre modernización que están implícitos en la propuesta de Koolhaas, direc-
tor de la decimocuarta Bienal de Arquitectura de Venecia, dedicada a la «adopción y
adaptación de un repertorio universal de tipologías», particularmente sobre «arqui-
tecturas anónimas y en tránsito que se volvieron intercambiables» en el contexto de
«procesos de globalización y de supresión de características nacionales a favor de una
manera casi universal de adopción de un único repertorio de tipologías» (Koolhaas,
citado en CNCA, 2013, pág. 3).
1 Ver Alonso & Palmarola, 2014.2 Ver Meuser, 2002; Hoffmann, 1999.
*
Monolith Controversies fue
premiado con el León de Plata
por su participación nacional
como Pabellón de Chile en
la 14° Muestra Internacional
de Arquitectura de Venecia,
convirtiéndose así en el
reconocimiento internacional
más importante que ha recibido
nuestro país en el campo de la
arquitectura en Venecia.
15DISEÑA PROYECTOS 14
En efecto, esta pieza —única y univer-sal a la vez— representa una genealogía internacional de sistemas constructivos basados en la prefabricación de grandes paneles de hormigón armado, familia ini-ciada con el sistema francés Camus (1948), destinado a la reconstrucción de posgue-rra, y desarrollada a través de hitos como su posterior rediseño en la Unión Sovié-tica como el sistema I-464 (1955), la do-nación de este a Cuba y su readaptación como el sistema Gran Panel Soviético (1964), así como su posterior arribo a Chi-le, donde este sistema fue asimilado en dos etapas antagónicas de transformación del país, tanto en el proyecto socialista como en el neoliberal, sistemas denomi-nados KPD (1972) y VEP (1976).
La transición de KPD a VEP significó que, por primera vez a nivel mundial, una tipología de esta clase fuese readaptada a un contexto arquitectónico y urbano post-socialista (más de una década antes del colapso de la Unión Soviética). Las su-cesivas transformaciones y ajustes técni-cos y tipológicos de estos sistemas, en su travesía por Francia, la Unión Soviética, Cuba y Chile, muestran que este lengua-je único de tipologías corresponde inevi-tablemente a sucesivas readaptaciones a los distintos contextos locales donde estas fueron implementadas.
El panel representa también un aspecto característico de este tipo de tecnologías constructivas: la transferencia del peso estructural y las demandas técnicas de la construcción al panel mismo. En el caso chileno, a este panel se transfirió tam-bién un peso ideológico, convirtiéndose en símbolo y agente de transformación
social. El 22 de noviembre de 1972, el pa-nel que se expone en Venecia fue firmado sobre el cemento fresco por el Presidente Salvador Allende, para luego ser instala-do como monumento en la entrada de la fábrica. Tras el golpe de Estado de 1973, la nueva administración de la fábrica KPD, a cargo de la Armada de Chile, dio la or-den de cubrir la firma, pintar el panel y agregar en su ventana un retablo religio-so tradicional con la imagen de la Virgen María con el Niño Jesús, acompañado de dos lámparas coloniales.
Allende, con su gesto inicial, le otorgó a un objeto reproducido mecánicamente el “aura” famosamente teorizada por Walter Benjamin, transformándolo en un monu-mento único, en un monolito. Una ope-ración análoga a la de Marcel Duchamp cuando, bajo el seudónimo de R. Mutt, firmó un urinario de fabricación indus-trial, transformándolo en obra de arte. La posterior operación de la Armada borró el “pecado original” del panel para adap-tarlo a un lenguaje propio de los valores religiosos y de la casa colonial chilena. La poderosa y peligrosa identidad inicial fue radicalmente intervenida y resignificada. No por casualidad la imagen del retablo corresponde a la Virgen del Carmen, la patrona local de las Fuerzas Armadas, y tampoco por azar la restauración de la casa de campo chilena —encarnada en los faroles coloniales— fue la primera inicia-tiva sobre patrimonio cultural de la dicta-dura, un acto de desagravio de los grupos conservadores frente a la reforma agraria impulsada por el Estado chileno desde mediados de los años sesenta, tal como señalan Errázuriz y Leiva (2012).
En el caso chileno, a este panel se transfirió también un peso ideológico, convirtiéndose en
símbolo y agente de transformación social.
Allende, con su gesto inicial, le
otorgó a un objeto reproducido
mecánicamente el “aura”
famosamente teorizada por Walter
Benjamin, transformándolo en un
monumento único, en un monolito.
17DISEÑA PROYECTOS 16
El monolito en Venecia, sin embargo, está desprovisto de firmas o vírgenes. Es un original, pero también una ruina sin restaurar, porque no se trata de recuperar la memoria, ya que posiblemente «todo intento por recordar solo aumenta el olvi-do, y solo destruye, aún más, el original» (Groys, 2012, pág. 93).
El panel en ruina, «si bien parece ha-ber perdido su función o significado, aún mantiene un potencial semántico suge-rente e inestable que permite libertad individual, imaginación y subjetividad» (Hell & Schönle, 2010, págs. 6-8). Se pro-pone, entonces, rastrear las controversias contenidas en el panel en vez de tratar de decidir, a través de su restauración, resolverlas. Se trata, en efecto, de recons-truir el mundo social permitiendo —a través del panel— el libre flujo de esas controversias3. Así entonces, al dibujar un diagrama —no unívoco— de distin-tas discusiones ideológicas, industriales, artísticas, religiosas o patrimoniales, el panel permite extender la ontología polí-tica a los objetos y sus imágenes. Este es el propósito del libro que da origen a este texto: presentar simultáneamente las vo-
Referencias
Alonso, P., & Palmarola, H. (2014). Panel. Londres: Architectural Association.
Errázuriz, L., & Leiva, G. (2012). El golpe estético. Santiago de Chile: Ocho Libros.
Groys, B. (2012). Introduction to Antiphilosophy. Londres: Verso.
Hell, J., & Schönle, A. (2010). Ruins of Modernity. Durham: Duke University Press.
Hoffmann, H. W. (1999). Aus Fehlern lernen. Erbe des komplexen Wohnungsbaus: Wie Berlin seinen Nachbarn bei der Sanierung der Platte hilft. Berlín: Stadtforum.
Huyssen, A. (2006). Nostalgia for Ruins. Grey Room (23, primavera), 6-21.
Latour, B. (2005). Reensamblar lo social. Buenos Aires: Manantial.
Meuser, P. (2002). The Aesthetics of the Plattenbau: Historical heritage and perspectives. Project Russia (25, Microrayon. Post-Soviet Housing Districts), 73-79.
Roth, M. S.; Lyons, C., & Merewether, C. (1997). Irresistible Decay: Ruins Reclaimed. Los Angeles: Getty Research Institute.
CNCA. (2013). Bases del Concurso de Ideas Pabellón de Chile en la 14.ª Bienal de Arquitectura de Venecia. Valparaíso: CNCA.
ces y cultura material de ex trabajadores, técnicos y habitantes de KPD, así como autores reaccionando a la presencia del panel en Venecia.
Sin embargo, siguiendo a Arendt, «la estatización de las ruinas es inevitable» (Arendt, citada en Hell & Schönle, 2010, pág. 1). Nunca el siguiente comentario de Friedrich Schlegel sobre el ritmo de transformación de las ruinas modernas ha parecido más apropiado: «muchas de las obras de los antiguos se han vuelto fragmentos. Muchas de las obras de los modernos son fragmentos desde el mismo momento en que son creadas» (Schlegel, citado en Roth, Lyons y Merewether, 1997, pág. 72). Y el monolito en Venecia, así como todos los paneles de hormigón pre-fabricado, es por definición un fragmento y, por lo tanto, una ruina desde el prin-cipio. Precisamente debido a que es una ruina, el monolito confirma su absoluta modernidad «estéticamente y política-mente como una cifra arquitectónica que articula en sí la pesadilla de la Ilustración donde toda la historia será definitiva e irremediablemente consumida por la na-turaleza» (Huyssen, 2006, pág. 13).
Es precisamente esta condición de frag-mento racionalizado como componente estándar de dimensión acotada —con-cebido para ser transportado desde la industria al lugar donde se ensamblaría la obra— lo que permite comprender el traslado desde Quilpué a Venecia. Este movimiento, consustancial a la raciona-lidad del panel (originalmente diseñado para ser transportado terrestre, aérea y marítimamente), es también conceptual e histórico, desplazando tipologías y tec-nologías desde Francia a Rusia, a Cuba y finalmente a Chile. Su exposición en Ve-necia es también inherente a un objeto cuyo destino nunca fue el de componer un edificio, sino que desde el principio estu-vo destinado a su exposición pública en la entrada de la fábrica. En su condición central, vertical e inmóvil, es comprendi-do como ventana de observación histórica y del material visual y documental que lo soporta a nivel histórico, cultural, social, político y estético.
El panel, del latín “pannus”, “paneau” en francés, o “paño” en español, posee una condición primordial como “pedazo de tela” que nos permite, además, eludir la
DNA
3 Basado en el uso de las “controversias” en Latour, 2005, págs. 42-44.
recepción moderna del mito del origen de la arquitectura en la “cabaña primitiva” de Marc-Antoine Laugier —1753—, para si-tuarlo en cambio en la tradición descrita por Gottfried Semper y su idea de que el origen se encuentra en los textiles —1851—.El Monolito en Venecia abre así un debate más profundo sobre los orígenes mismos de la arquitectura, lo que lo ubica en direc-ta relación al título elegido por el director general de la bienal: fundamentals.
Por supuesto, en un cierto nivel, pre-sentar la modernidad —y la historia reciente de Chile— a través de las vicisi-tudes de un panel de hormigón armado puede ser visto como una simplificación extrema, pero al mismo tiempo no debe-mos olvidar que la firma de Allende y la adición de la Virgen con el Niño corres-ponden a una confrontación visual, y por lo tanto operan a nivel estético. Tal como ocurre con la absorción de la modernidad a través de la estetización de las ruinas, solo se puede lograr un ideal político a través de medios estéticos. Y por lo tan-to, solo cuando estas controversias sean discutidas estéticamente, el panel podrá rearticular todo su poder político.
El Monolito en Venecia
abre así un debate más
profundo sobre los
orígenes mismos de la
arquitectura, lo que lo
ubica en directa relación
al título elegido por el
director general de la
bienal: fundamentals.
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