preferiria no hacerlo nº5
Post on 06-Mar-2016
230 Views
Preview:
DESCRIPTION
TRANSCRIPT
Año 3 Número 5 2008
Josefina Irurzun
Números
1
Cifras del reino de la carne y los huesos
Nadie en casa
que resuene
ante el espíritu del arrullo
No hay anticuerpo
para el abatimiento
Silencio
Retorno
2
Mira que soy
iniciada
en la aritmética del consuelo
advertencia
de la vida que continúa
en la coagulación
de la aflicción.
3
prometo
miraremos con irreverencia
las luces que nos dejaron
la velocidad del aluvión
la melodía acabada
el espiral del río
en el que bañamos
la simiente.
4
Con los bolsillos
llenos de tiempo
he salido a divagar
por la sombra
del viento
que no tiene rumbo
y las calles solitarias
se disfrazan
con mi cuerpo.
5
Digna luz
de tu elegía
invitada de honor
en mi larga noche
divaga oculta en
las entrañas
de una ciudad
que ignora
la paciencia
de sus jardines
me contiene
mientras la carne
engaña
al espíritu
prometiendo
su reposo.
6
Una extraña dolencia
invencible
se expande
talentosa
juega
con todo el vestuario
de la resignación
mientras
todas las líneas
incontables
de las manos
almacenan
la claridad
de la tarde
mientras
la aflicción
es reina
provisoria
del aliento.
7
Presentimiento de claridad
consumación
de la sonrisa
que altera
el rumbo diáfano
de las sombras
fundidas
en el hecho
imperfecto.
8
En el olvido
un átomo correteando
los días veloces
creen
evitar
la desolación circular.
9
La carga eterna
de un reloj
siente
el impulso
veleidoso
de arrojarse
a otra tierra.
10
Luego encontré
envuelta
en otro cuerpo
igual al mío
la luminiscencia
exacta
del universo.
11
La compañía
de la belleza urbana
desafinada
abrumado
en la residencia
de lo real,
el día
descree
del polvo
apaciguado.
12
Figuración de la savia
del árbol
enraizado
en la intemperie
del amor.
13
El brote de un cactus
implacable
en la inmensidad
la serenidad
del velero perdido
que se mece
sin pausa
entre el viejo y el mar.
14
Contrapunto de autopistas
y aves migratorias
Concordancia del
pulso vital corroído
pulso vital perseguido
pulso rimado
en un devenir de fuga.
15
Las manos que usamos para escribir
unir, tocar, pulverizar,
apretar, fregar, levitar…
van dibujando las almas.
La melodía tiene agujeros
excavados hace tiempo
agujeros aprendices
de frugalidad.
16
Poder de experiencia
despierta y duerme
pulsa y deserta
oculto
en los edificios
demolidos
en los ritmos de las pupilas
encandiladas.
17
Frecuencia
del sudor del río,
reminiscencia
del miedo,
el frío que retorna
para devolver
la fragilidad
del instante desnudo.
18
Toda la apesadumbrada
resistencia
en la inconsistencia
de las horas
que agitan el sueño
flota
un abrazo
aferra
la línea de vida.
19
Fuera de foco
la intransigente dama
se desvanece
con la chance
de volver
a estrechar
el infinito.
20
en el humo blanco
el humo negro
en la inmediatez
del aburrimiento
deseaba tenerte
resplandor
de un día
siempre imperfecto
palidecías
como
humo negro
humo blanco.
21
queríamos deslizarnos
descalzos
sobre el pasto húmedo
dibujando corderitos
entonces
el pequeño príncipe
enamorado
nos guió
hacia la rosa
nos contagió de la rosa
frágil y eremita.
22
ese viento pagano de la ruta
pensamiento
desgastado de tanto
surgir
entre carteles
de muros
escritos con frases
23
pero háblame igual
cuéntame rápido!
que se desarman los días
llevando
la mirada enmudecida
del misterio
la distancia y la ausencia
de la piel endurecida.
Jerónimo Ruiz
Selección de los cuadernos:
Espacios para llenar; Poemas cantados; Voz y Hueco
-Espacios para llenar-
soy un bandido
del oeste luminaria
mi caballo estrecho como una grieta
hecho de polvo y tierra
mis dientes
mis espuelas de plata
reflejan el enorme desierto
planchado por un sol que blanquea
y reseca todo a mi paso
de golpe
ante mi
las cosas comenzaban a tener significado
no necesitaba retener
nada más
y las fotos, el paisaje
las cosas expuestas
estaban en mi
y dentro todo mi cansancio
enamora
recae en la hondonada
como una almohada llena de plomo
y un tenue remolino de trapos
viene a acompañarlo
los codos helados apuntan al cielo
y la saliva tibia
se desliza hacia el suelo
su último aliento es el gas
la inauguración de la tormenta
Un día
brotarás dormida sobre la hierba roja
te conoceré porque ya te conocía.
La niebla traerá detrás suyo la lluvias
y lavaremos la paz de las mutilaciones
con calma y felicidad.
Bajo nuestras cascaritas
en cicatrices está escrito.
-Poemas cantados-
Brotan una a una
plumas firmes por mi columna
como si fuera toda a lo largo
un penacho zodiacal
un ala única.
Han nacido para que me levante el viento
como a una cosa más del mundo
tirándome de las plumas como a un piel roja.
Recorro otras ciudades
otros campos aéreos con sus dibujos en el maizal,
zonas nevadas
zonas dispersas.
Estas plumas son la escafandra de mis vértebras
mi traje volátil
y se llenan de pintas negras
por cada punto en los mapas.
Soy barrilete de carne,
remontándome en el aire como una alfombra mágica.
Y en mi pecho siento la emoción de subir
con toda
la fuerza de mi alma.
- Chica que baila-
Chica que bailaahora esta cerca de mitodo lo demás puede esperartu estas aquíconmigo.
Chica que baila cerca de mi.Yo te palpolas mejillas calientes,sudas mi amora través de tu espaldade tu vestidoy tus mejillas irradian.Todo lo demáspuede esperar.
British Song
Sigues aquí…por favor toma mi mano.Acércate dentro mío,entre lágrimas corriendo, no mientas.
Toma mi manopasea.Ladéate de un lado a otro,permanece junto a mi.No dejes de balancearteno sueltes mi manovamos.¿Realmente sigues aquí?Estoy conmovido hasta los huesos.
Suelta mi manoy deshácela en mi pechohasta tocar la fibra en mi corazón.
Sostenlo con fuerzapara hacerme recordar.
Se la quito y le aprietoallí donde no llego con el cuerpo.No llego en mi ceremonia
y más aprieto
la sigo adentro hasta silenciar la tarde.
Bracea su bombacha entre las sábanas
cuando nos quedamos quietos como perros
oliendo a bosques de piel
recién asesinados.
Los peces de aguas oscuras
se sumergen en la hiel.
Murmuran burbujas
que tardan horas en subir al aire exterior.
Los peces de aguas oscuras
penetran en la espesura de su lago
y cada tanto, buscan el aire allá arriba.
Luego de mucho esfuerzo, saltan.
Los peces de aguas oscuras
menean como rayos
los hilos de barro en el aire
y desean destrozarse en el cielo
para que la luna magnetice su ingravidez
y mientras tanto caen
a la negrura de su lago
donde pueden volver a respirar
y espiar entre los camalotes.
Así mis palabras van mejor,
distinto si te las digo y se les va el gas,
se mueren en la boca.
Lo que digo
sólo es masa en el aire.
Pero no voy a poder escribirlo todo
así sean las mil maravillas no más
no voy a poder escribirlo.
-Voz-
Sólo sedimentos inefables
para esta triste desesperanza.
Una desnudez entrañable
e insular,
para jamás saber
para jamás lograr que
aún la fauna y la flora internas
sean el cántico indescripto
y la forma.
Sólo indescriptibles dibujos
sólo hilos de baba en el viento que se desprende
de la fauna
y la flora eternas.
Emerge desde mis años venidos
en silencio sin que nadie lo note
una fiebre emocional
y yo hundo en el mar
las noches del sol
despedazo mis ilusiones en la coraza del viento.
Ante el viento marino y su sal viejísima
todo se disipa.
Un tibio vapor que resuma a través del cañaveral
para que se limpien de ideas
los nervios de mi piel.
La negrura de las almas
flota como una brisa canela.
Dibuja nadas
que se destrozan en los pechos
y sólo se respira el aire.
Paseando
golpeando el polvo estático
los perros van
sonriéndose sus dientes.
Y cedo lugar a un instinto
que nos une paso a paso.
Durante el día, el viento alza las montañas
y por elevación
corre un alto sendero de humo.
La deriva del silencio trota
y destroza los paisajes
dejando que por si sola la luna se descosa
penetrando en el aire con el vigor de una fruta sin piel
dejando sentir la pulsión
desnudando su pequeña imagen transparente.
Es aquel
que en su interior detiene
un centro de nuez abovedado
en donde una pelusa interior ilumina
la imprecisión de las cavernas
los parajes las casas
y un infinito derrumbe emocional.
Desea
que durante breves pausas, la canción
se vuelque silenciosa sobre los trozos dispersos
y sobre la pálida ceremonia.
-Hueco-
hoy me colgué el corazón al cuello
para no olvidármelo en ninguna parte
lo arrastro como una madeja pequeña
¿cómo es que hay tanto amor en esos nudos?
hay hombres que abrazan a sus parejas
con fragilidad
como si fuesen grandes vasos
y nadie nota el terror en sus ojos
el miedo a que estallen
tengo un nudo en la garganta
pienso en ti
las horas pasan
como cangrejos bajo mi espalda
y los días
se vuelven para verme ir
mis manos tantean este entripado
pienso en ti sin hablarte
sin llamarte
hablo a nadie
no estás
Juan Ignacio Bazoberri Gandolfo
Porción de mundo
Esperando el sueño
la tregua de la noche
veo en las cortinas
el último esfuerzo del día
Abandonamos el cielo
para esperar los días
con cuerpos blancos
La vieja casa del recuerdo
es cada vez más pequeña
hasta que ya no podemos
perdernos en ella
Leímos el guión del destino
pero no encontramos nada nuevo
Es el mismo dolor
mil veces repetido
La tensa armonía
nos esta desequilibrando
y al final de la caída
son nuevos rostros
los que se roban viejos llantos
La melodía cambiante del paisaje
me lleva a la calle
para buscar
lo que otros abandonan
Esperar
la luz perfecta
acechando la ventana
Una señal secreta
para iniciar la partida
Desconociendo el trayecto
el final nos será anunciado
Las celdas
las tumbas
los cuerpos
son el territorio
claro y conocido
desde el que gritamos
hacia nosotros mismos
para sembrar espejos
en todas las aguas
Así se fue la tarde
en silencio
por la ventana incendiada
para que floreciera la noche
Esta persecución
que nos arrastra por los días
nos llena de ausencias
pero la satisfacción
es obligatoria
Detrás de los árboles
que se tuercen con el viento
las antenas en los techos
como insectos dormidos
De esta lado de la ventana
con un escudo de humo
la seguridad de nuestro nombre
justifica el encierro
En la calle
la guerra asesina las palabras
el cielo pesa como una cúpula
tocamos nuestro cuerpo
y sentimos una tumba antigua
Ya nada es posible
salgamos al mar
para retornar a la vida
prendamos fogatas
para hacer el día
en nuevas tierras
Mientras duermo
el polvo cae sobre mi cuerpo
lentamente me cubre
y al despertar
la nube que estalla
me ciega
Las acusaciones del sentido
caen como un telón
sobre lo que quedaba de inocencia
La deforme ilusión
en el mediodía de los sentidos
nos muestra la calle
escoltada por árboles
Es demasiada complejidad
permanecer dormido
cuando en los patios caen bombas
y una pequeña sonrisa
nos llena de impulso
La solución más gris
es este silencio
sostenido por nuestro honor
falso y vencido
Nuestro idioma
son dos palabras
imposibles de pronunciar
sin abandonar la sombra
Niños presos en balcones
escupen el asfalto
La pared cede al paisaje
y se derrumba
Los ríos desbordan
las palabras se secan
Se quiebra el último cristal
del edificio dorado
Los sonámbulos llevan sus pasos
hacia el mar oscuro
todos marchan en silencio
ya abandonaron las oraciones
Una ciudad vacía entre el humo
deja escuchar el nuevo canto
de los pájaros liberados
A Pedro
En la playa
el hombre espera
que suba el mar
En la habitación más húmeda del mundo
se prende un cigarrillo
que ilumina la noche tensa
Dos cuerpos separados por el sueño
pierden el misterio lentamente
Ahora
esta luz nos domina
La evasión
es más dolorosa
Cae sobre nosotros
la incógnita
que nos atornilla
a la saludable costumbre
de creernos
Pedro Ruiz
El árbol
El árbol se acerca
con pasos teñidos
-terrones húmedos y oscuros-.
Mide sus pasos en otoño
sus saltos en verano
pero en invierno
simplemente gatea.
Busca desesperado
por todos los rincones del parque
a la primavera
la misma amante.
La penumbra lo asusta
le habla por lo bajo
y retira
asustado
sus manos del fuego.
Yo me pregunto
¿sabrá cuál es el peligro
de acercarse al fuego del amor?
Los monjes
Los monjes pasaban sus días
criando perros policías…
Todos deben cuidar de la fe.
La plenitud
la plenitud de la mariposa
se esconde en un capullo
en el río Amarillo
-más extenso que la misma China-
tras su corriente
en su aleteo constante
de colores prendidos
y aromas apagados
río y mariposa son uno
el paseo de la mariposa
ondulante desfile de moda
me despierta la santa envidia
de aquellas que metamorfosean
su espíritu en alas
en deseos de nada sobre el río Amarillo
-más profundo que la propia China-
apropiándose del humo de las fogatas
que la ayudan a elevarse
río ribera y mariposa son uno
El sol sobre su espalda
¿Cuándo ella toma sol?
¿lo bebe
lo atrapa
lo desea
lo siente
lo hiere
lo toma?
su piel es de primavera
su piel es de verano
es llanto de otoño
desesperación de invierno
cuando ella toma sol sobre la arena
el rocío se niega
los marineros que pescan cerca de la costa
se alejan de sus redes
y buscan rubias cabalgaduras escandinavas
que los alejen hacia un infierno mítico
le gritan al sol
renacuajos y ranitas
capullos cerrados
farsante estrellas transparentes
cuando ella toma sol sobre el césped
Si tu pecho
si tu pecho…
el examen perfecto
de la geometría euclidiana
las circunferencias aún ignoradas
de los escolásticos
el semen de los eunucos
si tu pecho…
el accidente menos acabado
el aroma
de todos los jardines de mi calle
el paisaje que se pierde
en la penumbra del pensamiento
si tu pecho
si tan sólo tu pecho…
Te prefiero
te prefiero niña
con la voz fresca
defendiendo el amor
que adulta
con la boca rendida de negar sueños
Para nombrarte
para nombrarte utilizo el silencio
ya que nadie te conoce
o al menos eso creo yo
porque todos te saludan
todos te miran
algunos te escuchan
y yo te amo
nombrándote en silencio
Si Elvis viviera
seguro sería amigo mío
porque llevo el ritmo en todo el cuerpo...
usaríamos el mismo tipo de ropa y de zapatos
y llamaríamos la atención por nuestros peinados.
Si Elvis viviera
tomaría mate amargo
como los guapos
y dejaría escapar una sonrisa
como quién no esconde nada.
¡Eso sí!
Si Elvis viviera
nunca la presentaría a mi novia.
Me he mudado a Bosnia
La voz muda de los bosques me confiesan sus pecados
sus miembros de nieve y barro
no han escuchado el grito de ninguna bala en mucho tiempo
solo el silencio del pasado que busco en todos los rincones
aturde -me aturde-
los bosques de Bosnia se despiertan penitentes
con la cruz de la historia sobre sus espaldas
y sus habitantes renuevan al calor de sus frases
la vida de una etnia de un pueblo de una nación
jornada tras jornada
sin que el grito de las balas los asombren...
Me he mudado a Bosnia
El paisaje es tan blancoautoritario o así me lo han descrito los periodistas
que aquí todos usan ropa de diferentes colores como forma de protesta
y no es necesario tener los ojos abiertos para poder ver
como la autoridad hace respetar sus poderes
de forma azarosa sus tormentas barren con todos los grupos que quieren subvertir la
realidad
pobres rebeldes pelean contra el viento blanco con los rezagos de otros combates
con las granadas de mano de otros regímenes que todavía no se han caído de la cama
Me he mudado a Bosnia
Su ruinas no me conmueven
ni se conmueven ante la presencia extranjera
ya es parte del paisaje -también yo soy parte del paisaje-
es aquel testigo que grita la falta de justicia
y la abundancia de señores justicieros
“si la paz desfila por el camino que transito...
que más quiero que me dejen caminar tranquila...”
Me he mudado a Bosnia
Vayas donde vayas la lluvia siempre esta presente
como una vieja historia que nunca termina
una vieja historia que relatan las madres a sus hijos antes de dormir
un obsequio que ellas te permiten disfrutar aunque seas extranjero
un compañero que recita de memoria los nombres de todos los habitantes del país
un compañero que no usa palabras cuando habla contigo
Me he mudado a Bosnia
Miles de gatos duermen desafiantes
en las calles atiborradas de ...
el agotado aliento transita las calles jugosas de nievebarro
se adormecen en los escondites de las ruinas
cubriéndose de la nevisca que calma los impulsos
como viejos sabios comprenden que toda esa humanidad que los rodea
forma parte de un escenario móvil e inquieto
donde las balas no son omnipresentes...
ya no se escuchan cantar viejas melodías de pólvora.
Me he mudado a Bosnia
Después de la tormenta
camino por las calles con esta carta
que te dará mil razones para venir a quedarte conmigo:
siestas coronadas por el canto de pájaros sin nombre
árboles que se agitan tan solo con el susurro de las voces de los niños
nubes miles de nubes que increpan al sol con el gris de sus voces
voces de fantasmas que te invitan a almorzar platos típicos de reinos olvidados
y la razón más importante
la paz la paz que fluye por el cielo de Bosnia y que gotea en todas las miradas que te
antojes ver.
Te espero...me he mudado a Bosnia.
Alberto Gagetti Inconclusiones No puedo entenderme en ese temor a volver a casa esa aversión a la muerte doméstica cuando los amigos partieron o están vaciando sus memorias en habitaciones vacías están las mujeres de ojos al borde del abismo con su corazón franco y sensual en los bares la madrugada recorre los vasos y suena la locomotora de la medianoche entonces rasguear calles como nervios trabados en las sienes cuando el viento golpea las puertas que exudan su frío sudor arrastrando paisajes de desacompasada pasión No se qué pensar del tiempo y los espacios que va dejando la naturaleza tiene su tercer ojo probablemente estamos en su interior y nos proyecta como a seres borrosos tratando de descifrar el devenir Una tentación por vez eso significa inconcluir o sea aplazar el resto en la inconclusión de lo inconcluso Breve es tu hora feliz animal de astas de luna No te culpo de nada nada tenemos que adivinar intuir finalmente embrutece si me decís que somos viento estelar o ráfagas de la ilusión te lo creo todo Hoy hice todo bien di al aire mi ser de aire entretuve a mi ordenadora mascota me quedé despierto y tarde escribí en la alta mansa noche comprendí la ley muerta en su ley
El eje del mal
El hamster en la rueda de la pecera
es como la inverosímil vanidad:
no va a ningún lado pero cansa
Nada lo persigue
su corazón le envía
mensajes codificados de su instinto
e intenta rastrearlos
a través de la sangre
Si tuviera más lugar se haría una pista
Para el hamster la rueda
es un dispositivo que lo transporta
a espacios diferidos. ¿O es que cuenta
sus pulsaciones en la barra de la rueda?
Eso el hamster persigue: sus latidos
Hibernación
Vivimos en pozos
habiendo tanta cordillera y tanta pampa
vivimos en un pozo
el corazón de piedra está partido
el mundo que vivimos no es nuestro mundo
se diluye entre sus quiebres
o es un laboratorio donde impera el caos
el individuo no puede más no existe
y la sociedad está en su contra
eso indica que vivimos en un pozo
que somos periféricos de nuestra propia suerte
vivimos en pozos
donde vemos caer las horas muertas
en un ritual funerario
cavamos en relojes detenidos
perpetuamos los mismos infortunios
densos e insolubles pospuestos
para las futuras generaciones
en la boca del pozo aguardan
los lobos y los vulgares bandidos
vivimos en un pozo de cuyos bordes donde colgaba el musgo
brillan ahora las estalactitas de un frío letal violento
a la gente se le congela el diafragma
o se le tapa la bomba de nafta
y llega tarde a cancelar obligaciones
más bien somos como continentes borrosos
latidos tardíos ecos demorados
el viento dice lo que las casas dicen
la nieve es alucinante y ya no moja
vivimos en un pozo
donde las familias hacen rondas ante la pantalla
de llama azul gaseosa como en los viejos tiempos
para no estar tan solos
para estar algo más apartados de los demás
los perros duermen ante el baile de las llamas
los niños aprenden del temible apocalipsis
masacres a sangre fría
filmadas de antemano
colapsos múltiples accidentes masivos
opiáceo natural para adultos
cansados e insatisfechos en la medianoche
los ángeles tienen una risilla sospechosa
vivimos en un pozo
molestandonos unos a otros
habitantes notoriamente malhumorados
pensando que deberían llegar más velozmente
a través de la ciudad como una masa densa intraspasable
cada uno demorado en sí mismo
transportados en medios ensimismamntes
desesperados por noticias
Vivimos en Pozos y Cochabamba
cuando eras chico querías ser vagabundo
y la ciudad tu casa
interminables veredas de baldosas flojas te llevan
una batería suena con inflada por tus cachetes
un rock que escupís desde la lengua
las calles de Buenos Aires giran en espiral
las cúpulas se inflaman las torres emiten
te aterran las muertes presentidas
la piel es como una débil cáscara
no somos sino como insectos para los grandes proyectos
Vivimos en un pozo
descendemos sin saberlo
hacia puertas cuya extraña geometría
nos devuelven a un terror animal
breve la hora feliz de un hombre
la comprime y la aviva
un fuelle de mil años
entre el primer hombre y el último
entre la mujer ancestral expulsada del bosque
y que va por agua cargando su hijo
o lo deja en un pequeño pozo mientras labra el campo
entre el hombre que sale a cazar
y regresa como forastero de ambas orillas de la noche
el ciudadano concreto ante la materia transferida
y el técnico fantasmal en sus rigurosas mediaciones
ellos encienden un fuego muy lejos uno de otro
se amansan tratando de entender de adivinar
en las llamas de sus corazones ofrendados
Vivimos en un pozo
hemos excavado en nuestra decadencia
sin hallar demorándonos
perdimos el tiempo y el tiempo nos perdió
debemos ahora estar perdiendonos algo
alguna fiesta mientras algo trama el mundo
sin saberse sujeto a sus consecuencias
sabemos que la vida retoma a su cauce
y da las notas más bajas
Vivimos en un pozo
el mundo inunda la estrechez de la mente
no hay allí en los lóbulos en las circunvalaciones cerebrales
sustancia suficientemente veloz
como para sintetizar la parte ni el todo
ni la relación que los aparta
el clamor universal de la sangre de los débiles
Vivimos en un pozo
ahora el pozo está al revés
es una profundidad ascendente
en el hondo cielo
donde las cosas son como son
y los hechos resisten como pueden
las múltiples lecturas del universo disgregado
mientras nos vamos rodeando de desiertos
Consorcio de la fibra óptica
el chico genial transforma la materia en su deseo
una rebanada de pan lactal lo hace funcionar como a un disco de música
la muchacha que es todo deseo y cuyo deseo es ser deseada
la mujer cuyo agotamiento nervioso al cuidado de los niños
se resume en un dulce rostro cansino
señora de una gran sensata belleza
el señor jubilado que ha apilado años de salarios
y usa a diario ropa industrial de trabajo
deplora que su nieto gaste las corneas en los juegos
el muchacho que encaneció de un saque
en una ráfaga que le brotó del monitor
como un vendaval de años y envejeció de repente
espera en su ordenador graves asuntos y resultados
valijas de información paquetes paquebotes contrabandos
los eternos adolescentes que no pisan la calle por chatear
los estudiantes que ya no estudian obtienen y concluyen
los que se demoran horas curioseando
y reproducen en la pantalla su cautiverio virtual
familias enteras cumpliendo rutinas a la velocidad del transporte informativo
la existencia como deporte banal
todos ellos se refugian en su saturada intimidad
todos somos universos en disolución
territorio de fuerzas en disputa
en el campo de la comunicación
donde mucho es simulacro y saturación
por ello que se ha reunido el consorcio de la fibra óptica
con el objetivo urgente y primordial de abrirse paso en la autopista de la información
y demostrar que la comunidad es un cerebro
rodeado de cables y postes cajas de medición y drenajes
ya que si la fibra continúa colapsada
los paquetes de navidad se harán un moño
y las salutaciones y augurios no arribados
arderán con el éter
expulsados del sometimiento atroz
de la materia inconducente
lo que habría de ocurrir
de todos modos
Camino a la planta de trituración
Juan y Pisky vayamos a un cerro
dejemos atrás la vibrante melancolía de la ciudad irascible
conmocionada por sus muertes transitoriamente artificiales
contrahechos deseos mortales aburrimientos
sin embargo indolentes a la muerte real
Salgamos al sol de esta tarde como una promesa de primavera
las olas polares se han cansado y la tibieza del aire
llena los caminos de deseosa luz
Salgamos a los caminos a encontrar un camino
no podremos entrar por el club de planeadores
aunque hagan explotación de cielo
debemos tomar por el camino hacia la planta de trituración
estos hacen explotación de cerros
allí en la planta trituran músicos
por eso no pisamos en terreno de la cantera
ni franqueamos por el puesto de vigilancia
como prófugos cortamos antes
pasando alambradas y campos roturados
estos hacen explotación de suelo
en cualquier caso podrían permitir senderos
Entramos a un monte atravesado por un cauce seco
y a través de pastizales siguiendo las huellas de vacas y caballos
ahora es el momento de una pequeña liberación dejando atrás
el momento urgente en que debemos alejarnos pronto
para no ser ya blancos móviles de las escopetas de los paisanos
ni de los canteristas ni de los ortibas del club de planeadores
estos han quedado abajo y nosotros hemos perdido el aliento
remontando un bajío donde descienden las lluvias
en los primeros impulsos hasta la primera altura
después de tanto arroyo y piedras detenidas y pastizales
que hay que ir bajandolos ahuellandolos hasta quedar sin piernas
pronto estamos atrapados por meandros de juncos
perdido el sentido de orientación pero subiendo
vamos a limpiar esos pulmones a destilar esas resacas
a llegar a hacer un avance y preguntar ¿podremos seguir subiendo?
y ya aquí los pastizales menguan y estos no cubren las rocas
las que ahora tenemos que salvar saltando trepando
No venimos a hablar de como nos trata la marea de los días
ni a mezclar en la vida verdadero y falso
y a poco de andar nos damos cuenta que estamos subiendo por lo más difícil
por la zona más escarpada o no quizás debíamos subir más gradualmente
por el lado del club de planeadores por ejemplo
pero nosotros nos remolcamos con alas propias
y nos soltamos en lo limitado como por sobre lo ilimitado
y vemos salir la avioneta que luego suelta allá arriba un planeador plateado
que se demora en las tibias corrientes del mantel de los campos
a veces van de a dos como dos danzantes con los brazos entablillados
y en tanto el aire los eleva aquí rueda por las quebradas
y remonta con nosotros las laderas de macizos y abruptos roquedales
El sol entibia pero el viento trae el fresco del mar
hemos recorrido la mitad del ascenso
vemos que podríamos haber hecho un camino más directo y sencillo
a través de una cava abandonada
desde el aire todo es más simple
tal vez por allí regresemos tal vez por allí nos lleve la bajada
y a un costado la trituradora pequeña como un juguete descansa
de sus fauces de múltiples mandíbulas
Extracción explotación uso y conversión
usinas de materiales reducidos como en este caso triturados
compuestos armados sofisticados dispositivos en serie
nuestras usinas mezclándolo todo haciendo complejo lo simple
colocándonos al borde de la consecuencia prehistórica
y nosotros trepamos involucionando
hacia un vago recuerdo primitivo
cuando todo es dado de otras manos
no era así cuando éramos incivilizados
todos corrían una presa todos metían la mano en único plato
un buen día al amanecer hacían una fiesta
casaban una pareja y le levantaban una casa
todo era objeto de celebración
como ellos nosotros encenderemos un fuego
en lo más alto del cerro para dividir el tiempo
Hemos ya subido y descubrimos el otro lado del cerro
expansión y euforia humilde infinita
toda la masa del cerro bajo nuestros pies
lo que hemos hecho lo hemos hecho con nuestros propios pies
así que ahora juntamos ramas y hacemos un fuego
contemplamos las formas los cerros lejanos como animales echados
en una tardía y tibia siesta del fin del invierno
aéreo regocijo ilimitado ante los límites concentrados en su finitud
entonces es hora de avivar el fuego
al borde de la quebrada en el sitio más alto
y demorarnos con el sol y extraer de los arbustos secos
que quemamos los cautivos impulsos de la savia
y los aromas de estas ramas en ofrenda a los dioses
Contemplando nos adentramos como por cielos bajos
el fuego de los antiguos habita nuestra sangre
azuzado por vientos de ímpetus nativos
galopando en el silencio de cauces aéreos
que intermitentes se buscan y reúnen hacia el mar
o se demoran bajo el sol
en cuyo influjo el viento pastor arrastra azules lejanías
y aromas de húmedas manadas nubiles
por lomadas y cuchillas requebradas
Estamos enceguecidos por la hermosura indócil y protectora del paisaje
abajo atrás de otro cerro la ciudad cubierta por su reflejo fantasmal
sus plateadas y auríferas emanaciones y humaredas
rodean torres plaquetas catalizadoras y procesadoras
usinas centrales y dependencias
es imposible no ver la ciudad como un complejo industrial en detrimento
plateas sobre plateas ruinas sobre ruinas
apuntando al corazón de madre tierra
capas históricas bajo el casco de la ciudad
que refulge como la medalla de un viejo soldadito de frontera
En definitiva todos somos forasteros
todo buscan algo un instante alguien
o están perdidos en las calles en sí mismo
en un instante alguien
interviene en la idea
todos buscan algo
compartiendo de incógnito
lo que hacen o dejan de hacer o son
eso que buscan alguien un instante
en las casas en los jardínes
o están perdidos
pero entonces hallan
y lo hallado tenía un nombre
un secuencia de sensaciones
en la que se encuentran o se pierden
en cada umbral se incendia toda vana soledad
en el atardecer de sal
todos son y cesan
todo es y deja de ser
Ahora hagamos y juzguemos como los hombres del bosque
veamos la profundidad el peso y el alrededor de las cosas
rindamos tributo a los astros en sus ciclos
veamos el punto de fuga del instante impráctico
donde aletean las niñas de los ojos
Es extraño lo que la mente capta en esos momentos
pero en verdad no lo es para nada
es como volver a la intemperie al aire
a la increíble sensación de ser un cuerpo
de humores ágiles y pesados
y aéreos o insustanciales deseos
recirculando la sombras de infancia
cuerpo como una llama con piernas
confusa emergencia de una lerda desesperación
por apagarse y por estar a la vez encendido
para entender el propósito vital
la singularidad total
he de concentrarme en mi ser
como en una fiebre de palabras
he de reunir todas las potencias bondadosas
las que dan dolor y placer
el cuerpo las contiene en su gratitud
De vuelta por el camino de la cava en descenso
las cosas que nombramos las humoradas
y ocasionales comentarios los hemos dejado atrás
descendemos la quebrada barrida por inmemoriales tormentas
haciendo equilibrio en las piedras el declive nos apura
hay que ir como reptando entre las rocas
buscando los caminos del agua
conteniendo el impulso
atemperar el descenso
hasta entrar de nuevo en lo tupido
cortando a través de pastizales
caemos en una abrupta hondonada
en un cauce oscuro donde solo corre el rumor de las largas sombras del atardecer
y perturbamos bandadas de pechitos amarilllos disparados de susto
que retienen los últimos brillos del sol escondido tras los cerros
y ya estamos otra vez desorientados perdidos entre bajíos de juncos y pastizales
en cursos anegadizos bajando juncos quedándonos sin aliento
pronto un cauce exiguo al que convergen los terrenos aluvionales
y el ocaso volcando azul sobre celeste
la compacta foresta de cerradas retamas
nos retiene en su marea imperceptible
De vuelta la ciudad nos espera
bajo su niebla real irreal
la ciudad conteniendo el humor voluble
de la masa de su sueños
Ya a través de la oscuridad y en el llano
el rumor de la máquina urbana turba nuestra sangre
hemos descendido a un cierto nivel de impaciencia
pero hemos ventilado el alma allá arriba
y ahora que somos sólo sombras y andar cansado
vemos que no estamos solos y a nuestro costado los caballos
nos avisan que estamos invadiendo territorio
los oímos galopar en lo oscuro cortando el monte bajo
y en nuestro camino se ha detenido un potrillo
aspecto niño y últimos relumbrones del atardecer en el lomo
llama a su madre a la que oímos contestando
y su galope conmueve la oscuridad frondosa
comprendemos que estamos usurpando su tiempo y sus senderos
y no debemos seguir sino permitirles que se encuentren
así nos escondemos en el monte en una cantera pequeña
y el potrillo y la madre se contestan ella es la más nerviosa
si bien el miedo de los caballos es gentil con nuestro miedo
por momentos creemos que la madre nos busca
y viene en nuestra dirección. Hemos perturbado su anochecer
justo en la primera oscuridad plena las más alarmante
y ya la tenemos cerca sus vasos resuenan sobre nosotros
que no alcanzamos a saber por dónde viene
son instantes de sigilosa calma
hasta que su majestuosa figura se presenta
pasando ante nuestro escondite lerdamente su ojo nos advierte
sabe evidentemente que aquí estamos
y sigue llamando a su potrillo
acompasando resoplidos con el trote grave y sentencioso
hasta reunirse con su hijo
para luego mantener una prolongada conversación
Ahora todo es negrura en la planta de trituración
montañas de terrenos removidos y de piedras rotas
huellas en el camino de las palas y camiones
nuestras sombras son como un eco lerdo
y al fondo las mandíbulas de acero de la planta de trituración.
Caminamos en la oscuridad desconocida
Sabemos somos intrusos que estamos en el último tramo el más riesgoso
cuando vemos la salida junto a la casa de vigilancia
seguramente el cuidador nos recibirá con fuego
pero en la casa hay sólo un televisor encendido
y una figura se pierde tras las ventanas empañadas
debe haber niños y una madre pelando papas en la cocina
por suerte un perro se muestra amigo
un pastorcito alegre y rojizo que nos lleva hacia la entrada
y pronto estamos ya en el camino de vuelta a la ciudad anochecida
regresqando al centro de nuestro de ser y nuestros pasos
vibrando en nuestra sangre aún el episodio de los caballos
su conversación de relinchos y soplidos
Por eso dejen que los niños vuelvan a sus madres
y ellas los abracen plenas de felicidad
Dejen que la sombra del cerro nos envuelva
y nuestras sombras rueden con la noche
Dejen que los niños regresen a su madres
y ellas los abracen plenas de felicidad
Avistajes nubiles
Todo para último momento
Mi vida la dejé para el último momento
No se trata de un principio de placer
más bien los hechos se adelantan
con su conclusión defectuosa
El viento decide la suerte de las nubes
después de seguir el sol alargando el día
las aves se resguardan de sus sombras
Tan pronto como me pongo a viajar dormido
los paisajes abren un mundo inofensivo y claro
las calles desenrollan sus lenguas
y ponen coche tras coche en el final
Ya sea que dejen su mar de perlas blancas y cobrizas
o vayan hacia pueblos increíblemente aislados
los destinos se hacen más y más pequeños
Me parece que las palabras me estallan en la cara
pero luego receden en el iris
O se trata de la noria espectral de la ciudad
cuya arquitectura de piedra infranqueable
arde bajo la niebla ilusoria
Se festejan logros y grandes consuelos
pero hay demasiada gente triste por ello
Luna llena confusa en la tempestad
majestuosa
serena y parca
los cuerpos como humores domina
El cansancio de los afligidos
como el de los contrariados consigo mismo
en sus celestes atracciones
ígneos alientos
claras respiraciones
diurno ensueño
soledad que camina hacia atrás
acompañada
por la fuga del sentido de las cosas
KIT DE EMERGENCIA
Ç
E l p i a n o s i l e n c io s o L o u i s S im p s o n
U n a a b e ja P e te r D id s b u r y
L o s C a b a l l o s E d w in M u i r
G h e t to M i c h a e l L o n g l e y
A g u a P h i l i p L a r k in
N o e s ta b a s a lu d a n d o s i n o h u n d ie n d o m e S te v i e S m i th
B u c e a n d o e n e l n a u f r a g io A d r i e n n e R i c h
El piano silencioso
Hemos vivido como gente civilizada
¡Oh ruinas, tradiciones!
Y hemos visto a los bárbaros
destructores de esculturas y vidrios
Y ahora nosotros hablamos de la "vida interior"
y me pregunto, ¿dónde queda eso?
Aquí no, entre estas calles y casas
así que pienso que debe hallarse
en indolencia, en pura indolencia,
un océano de tinieblas,
en silencio, un brazo de la luna,
una mano que entra despaciosa.
............
Recuerdo una historia, a la que solía referir Camus
acerca de un hombre en un campo de concentración.
Había construido un piano con un clavo
en una pieza de madera.
Y se sentaba allí a tocar el piano.
La música estaba compuesta enteramente de silencio.
Louis Simpson
Una abeja
Al final me volví abeja
fuí desnudo al pueblo con bolsas plásticas
llenas de amarilla cúrcuma
encintadas a mis arrugados muslos.
He estado comprando eso por semanas
junto con otros alimentos de los cuales no tenía ya necesidad
los había comprado en distintos negocios
y en pequeñas cantidades para no alzar sospechas.
No es fácil corretear y zumbar
y hacer la danza de las abejas. Todo me dolía
en la raíz de mis alas, apenas discerní
que iba camino a mi reparación
cuando en la colmena se estaba preparando mi cura.
Las palabras que usan en el panal. Me parece aún
que matas de altas flores azules
ríen y a la vez nos usurpan,
y habiendo nacido éstas de mi voluntad de mono
en la cual para mi vergüenza luché por un momento
y manché el aire con nubes de mi querido oro comprado.
Peter Didsbury
Los caballlos
Apenas doce meses después
La guerra de los siete días puso al mundo a dormir,
Tarde en la noche los extraños caballos llegaron.
Para entonces habíamos hecho nuestro convenio con el silencio,
Pero en los primeros días todo estuvo tan quieto
escuchábamos nuestra respiración y teníamos miedo.
En el segundo día
Las radios dejaron de andar, corríamos el dial sin respuesta.
En el tercer día un acorazado avanzó hacia nosotros y luego giró hacia el norte
Había cuerpos apilados en el muelle. En el sexto día
Un avión se incrustó en el mar, lo vimos desde la costa. Luego en adelante
Nada. Las radios muertas
Aún en los rincones de nuestras cocinas
Se mantienen quizás encendidas en millones de cuartos
Alrededor del mundo. Pero ahora debieran hablar
Si de repente tuvieran que volver a hablar otra vez
Si en el latiente mediodía una voz fuese a hablar,
No escucharíamos, no dejaríamos que vuelva
Ese viejo y mudo mundo que devoraba rápido a sus niños
De un sólo golpe. No podríamos soportarlo nuevamente.
A veces pienso en naciones recostadas dormidas
Enrolladas ciegamente en su impenetrable pena,
Y entonces el pensamiento nos confunde en su extrañeza.
Los tractores han quedado por ahí en nuestros campos; al atardecer
Parecen viscosos monstruos marinos, agazapados y expectantes.
Los hemos dejado allí donde están dejándolos que se oxiden
"Con el tiempo se pondrán mohosos como cualquier otro aceite vegetal"
Hemos con nuestras herraduras arrastrado los herrumbrados arados,
largo tiempo ya dejados a un lado del pasado. Hemos regresado
Más allá de la tierra de nuestros padres.
Y después, aquel atardecer
Tarde en el verano los extraños caballos vinieron.
Escuchamos un distante tamborilleo en las calles
Y cada golpe ahondandose, se detuvo, y volvió a iniciarse
Y en la esquina devino un hueco trueno.
Vimos las cabezas
Como una ola salvaje cargando, y tuvimos miedo.
Habíamos vendido los caballos en los tiempos de mis padres
Para comprar nuevos tractores. Ahora ellos eran
Como fabulosos corceles grabados en antiguos escudos
O ilustraciones de un libro de caballeros.
No nos atrevimos a ir cerca de ellos. Y esperamos
Tozudos y tímidos, como si nos estuviesen inspeccionando
Habiendo sido enviados por un viejo comando para hallar nuestros campamentos
Y nuestra largamente perdida camaradería
En el primer momento no tuvimos ni siquiera idea
Que eran criaturas para ser poseídas y usadas.
Entre ellos había media docena de potrillos
Arrojados en algún lugar agreste de este quebrado mundo
Aún así, nuevo, como si arribaran desde su propio Edén
Desde que dejaron nuestros arados y gastaron nuestra carga
Aquella libertad servil aún atraviesa nuestros corazones.
Nuestras vidas han cambiado, ellos han regresado a nuestro principio.
Edwin Muir
Ghetto
I
Porque pronto estarás sufriendo y muerto, tus opciones
No son ni buenas ni erradas: una cuchara te nutrirá,
Una toalla te mantendrá limpio, un cepillo de dientes te devolverá
A la vista de chimeneas y jardines desde tu baño.
Con nada de tiempo para inventarios o para hacer valijas,
Estás empacando para el resto de tu vida
fotos, medicinas, una muda de ropa interior, un libro,
una vela, un pan, sardinas, agujas e hilo.
Estas son tus reliquias, perecederos bienes mundanos.
Lo que llevas es lo mismo que dejas atrás,
Tus últimas pertenencias una lista de tus pertenencias.
II
Como si estuviera en contra de la ley dormir sobre almohadas
Han llenado una catedral con plumas confiscadas
Silencio inviolable, sin espacio para alas de ángeles
Toneladas de plumas sofocando querubines y serafines.
III
La pequeña niña sin madre se comporta como una madre
A su pequeña muñeca de trapo le habla del miedo y la angustia,
de la escasa ración de pan, como hacerla durar,
Como volver a la casita de muñecas y alzar el techo
Y, antes que los lanzallamas y dinamiteros la destruyan,
Como rescatar de separados cuartos amor y piedad,
obras maestras del tamaño de una estampilla, pequeñas fortunas.
IV
Por entre los cientos de miles yo puedo imaginar uno
Detrás de los alambrados de púas mientras mi tren cruza Polonia.
Yo lo veo durante suficiente tiempo como para ver salpicar los copos de nieve
En su cabello y en su valija de escolar, y entonces soy transportado
Fuera del mundo de los caballos de colección quebrados y los silenciosos
juguetes.
El se vuelve un pequeño hombre de nieve y se rehúsa a derretirse.
V
Por cantantes callejeros, por tejedores, trenzadores,
Aquellos que sufren detrás de su máquinas de coser en talleres de reparación,
Trabajadores removiendo excrementos, no hay suficientes vegetales
Remolachas, nabos, calabazas, no para los cocedores de cuero
Que están cocinando cueros para que sus hijos tengan algo de comer;
Quienes vuelven una gruesa tajada de pan de papa
Como a esta página, que es todo lo que sé acerca de las papas:
Mi deseo de Irlandesa Paz, Bellezas Hébreas, Hogar
Guardia, estandartes de Arran, Kerr's Pinks, resistentes a la sanguijuela,
Resignación, costras comunes, terror, heladas, apestadas papas.
VI
Habrá performances en las salas de espera, y tiempo
Para saltar a la soga, y tiempo para ajustarse
Como para una clase de danza el moño en tus cabellos.
Este cuarteto de cuerdas es la cosa más natural del mundo.
VII
Dedos dejan sombras sobre un violín, armonías,
Un pájaro negro revolotea entre alambres electrificados.
VIII
Las lecciones estaban prohibidas en esa terrible escuela.
Había pena de muerte para quien leyera o escribiese,
O supiera de aritmética, incluso los más pequeños,
Se volvieron viejos y sabios estudiando estos temas.
Lecciones de dibujo, y dibujos de cocinas
Y huertos, granjas, mariposas, madres, padres
Que sobrevivieron en crayón, en biromes y en tinta
Torturando y derribando incluso a estas enjutas figuras.
Había dibujos de depósitos y letrinas también
Y las únicas ventanas que habían eran las que ellos dibujaron.
Michael Longley
Agua
Si fuera llamado
A construir una religión
Yo haría uso del agua.
Ir a la iglesia
Implicaría vadear
Hasta secarse, atuendos diversos
Mi liturgia emplearía
Imágenes sumergidas
Un furioso empapamiento devoto
Elevaría en el este
Un vaso de agua
En el que cualquier incidencia de la luz
Se congregue incesantemente.
Philip Larkin
No estaba saludando sino hundiéndome
Nadie lo escuchó, y ahora el hombre está muerto
Su expresión desencajada aún parece decirnos algo:
Estaba mucho más lejos de lo que Ustedes creían
Pero no estaba saludando, estaba hundiéndome
Pobre tipo, le gustaba gorjear como un pajarito
Y ahora está completamente duro
Ha de haber sido muy frío para él
Por eso su corazón se rindió, eso decían.
Oh no no no, siempre ha sido tan tan frío allí,
Su expresión desencajada aún parecía quejarse:
He estado lejos muy lejos toda mi vida
No estaba saludando sino hundiéndome
Stevie Smith
Buceando en el naufragio
Tras leer el libro de los mitos
y cargar la cámara,
y haber verificado el borde la hoja del cuchillo,
Me coloco
la armadura de goma
las absurdas patas de rana
y la grave y molesta máscara.
Hago todo esto
no al modo de Cousteau
y su laborioso equipo
a bordo de una soleada nave
sino completamente solo.
Hay una escalera
La escalera siempre está ahí
colgando inocentemente
pegada al flanco de la embarcación.
Sabemos para que se usa
nosotros los que la hemos usado
De otro modo
sería una parte de soga marina
o cualquier otro equipamiento
Bajo.
Escalón por escalón y quieto
me inmerso en oxígeno
la luz azul
los claros átomos
de nuestro aire humano.
Bajo.
Las patas de rana te molestan,
me muevo como un insecto debajo de la escalera
y no hay nadie allí
para decirme cuando el océano
comenzará.
Primero el aire es azul y luego
aún más azul y verde y luego
negro y también yo me ennegrezco
mi máscara es poderosa
bombea mi sangre con poder
el mar es otra historia
el mar no es una cuestión de poder
Yo tengo que aprender solo
a volver a mi cuerpo sin fuerza
en el profundo elemento.
Y ahora: es fácil olvidar
para que he venido
entre tantos que siempre
han vivido aquí
agitando sus batallados abanicos
entre los arrecifes
aquí abajo se respira diferente.
He venido a explorar el naufragio.
Las palabras son propósitos.
Las palabras son mapas.
He venido a ver el daño hecho
y los tesoros que prevalecen.
Con el haz certero de mi lámpara
lentamente recorro el flanco
de algo más permanente
que pez o algas
la cosa por la que vine:
el naufragio pero no la historia del naufragio
la cosa en sí y no su mito
la cara ahogada y siempre contemplando atónita
hacia el sol
la evidencia del daño
corroído por la sal y balanceándose en su haraposa belleza
las costillas del desastre
curvando su insistencia
entre cautos fantasmas.
Este es el lugar
Y aquí estoy, la sirena cuya oscura cabellera
resplandece, el esqueleto en su armadura
Rondamos en silencio
alrededor de la nave colapsada
e ingresamos a su interior.
Soy ella: soy él
el somnoliento rostro de ojos abiertos
cuyos pechos contienen aún el stress
y su plata, cobre, bermellones equipajes
reposan obscuramente dentro de barriles
semidestruídos y echados a perder
somos como destruidos instrumentos
los que alguna vez fuimos conducidos
el tronco arrastrado por las aguas
la enloquecida brújula
Somos, soy, eres
por cobardía o coraje
aquel que encuentra su camino
regresando a la escena
portando un cuchillo, una cámara
un libro de mitos
en el cual
nuestros nombres no aparecen.
Adrienne Rich
Arte y poesía
Año 1 Nº 2
A r t e y p o e s í a
Año 1 Nº 3
Arte y poesía
Año 2 Nº 4
c o m u n i c a c i ó n y e n v í o s :
p r e f e r i r i a n o h a c e r l o m m v @ y a h o o . c o m . a r
top related