seminario dislexia
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INTRODUCCIÓN
Las implicancias de un trastorno como la dislexia van más allá de un problema de
aprendizaje, el niño disléxico no solo ve afectado su desarrollo de lecto-escritura, sino
que también su desarrollo social se ve degenerado por la dificultad de comunicación;
se afecta la relación con sus pares, disminuye su confianza y su autoestima, además
de estar inserto dentro de un sistema de educación estandarizado, el cual, no le brinda
el apoyo necesario para que el niño desarrolle adecuadamente sus aptitudes.
Pero, ¿qué es la dislexia?, actualmente se le denomina dislexia al trastorno de lectura
y escritura, en niños con un coeficiente intelectual normal o incluso mayor a la media,
que le provoca un desorden en las áreas anteriormente nombradas, provocando que el
niño presente errores tales como reemplazar letras idénticas que se deben rotar (como
la “p” con la “q”), tanto en la pronunciación como en la escritura, un ejemplo sería
escribir “bedo” en vez de “dedo”, error de escritura típico de un disléxico.
Cabe destacar la poca conciencia social en estos casos, donde el niño que posee este
trastorno, muchas veces es catalogado de “lento” e incluso es dejado de lado en el
aula para no “retrasar la clase”, lo que no solo desmotiva al niño, sino que además, se
produce un retroceso en su desempeño y normal desenvolvimiento en sociedad.
A través de distintos estudios se ha comprobado que existe un fuerte correlato
biológico, donde se barajan teorías que nos muestran, incluso, que una dependencia
hereditaria sería la responsable de la manifestación de la dislexia. Ante las distintas
causas que se le dan a este trastorno, nos surgen nuevas interrogantes, ¿son
determinantes éstas variable en cuanto al futuro del disléxico?, ¿es posible la
superación de este trastorno?
A lo largo de este seminario, se abordarán todas las variables que se desprenden de
este trastorno, incluyendo una batería adecuada para aplicar a niños con semiología
de una posible dislexia. Terminando con una discusión grupal, donde reflexionaremos
sobre la forma en que los profesionales y la sociedad abordan e intervienen el
trastorno.
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MARCO TEÓRICO
2.1 Definición del trastorno
Etimológicamente la palabra dislexia hace referencia a una dificultad del lenguaje, pero
actualmente esta palabra se asocia a problemas relacionados con la lectura y/o
trastornos en la adquisición de ésta, más específicamente con la dificultad para la
comprensión de textos escritos, como también para distinguir o memorizar letras o
grupos de letras, también se aprecia, entre otras cosas, falta de orden y ritmo en la
colocación de las letras, mala estructuración de frases, lectura lenta e insegura y
escasa comprensión; cabe destacar que esto se hace presente tanto en la lectura como
en la escritura. Este trastorno también puede ser acompañado por otras alteraciones en
la expresión escrita, el cálculo o algún otro tipo de trastorno de la comunicación.
La dislexia es conocida como la dificultad presente en el aprendizaje del niño, para leer
o escribir, que no necesariamente está ligado a su nivel de inteligencia ya que su nivel
de coeficiente intelectual es normal, ni tampoco a deficiencias sensoriales significativas.
Esta dificultad puede estar relacionada con un impedimento cerebral relacionado con la
capacidad del niño para visualizar las palabras, lo que también puede ser conocida
como ceguera congénita de las palabras; o más vagamente impedimento para leer;
esto se origina cuando el hemisferio cerebral que es responsable de procesar la
información visual actúa a menor velocidad que el hemisferio encargado de los
procesos del lenguaje.
Una buena definición de este trastorno viene de la mano de Thomson: “es una grave
dificultad con la forma escrita del lenguaje, que es independiente de cualquier causa
intelectual, cultural y emocional. Se caracteriza porque las adquisiciones del individuo
en el ámbito de la lectura, la escritura y el deletreo, están muy por debajo del nivel
esperado en función de su inteligencia y de su edad cronológica. Es un problema de
índole cognitivo, que afecta a aquellas habilidades lingüísticas asociadas con la
modalidad escrita, particularmente el paso de la modalidad escrita, particularmente el
paso de la codificación visual a la verbal, la memoria a corto plazo, la percepción de
orden y la secuenciación.”(Thomson, M.E 1984)
2.1.1 Tipos de dislexia
Es importante destacar que el proceso de lectura involucra procesos cognitivos, los
cuales son susceptibles a dañarse, lo que origina la dislexia. Este trastorno se puede
clasificar de diferentes maneras siendo la más general entre: dislexia periférica y
dislexia central. En la primera si bien, hay varios tipos, estos se pueden organizar en
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categorías según el proceso cognitivo afectado, de esta manera si se ve afectado el
primer proceso cognitivo, encargado de la percepción como análisis visual, se produce
un tipo de dislexia llamada ceguera verbal. Si se afecta el proceso cognitivo
atencional, se produce la dislexia por negligencia, donde los sujetes omiten una parte
de la palabra, y la dislexia atencional, donde los sujetos afectados por este trastorno,
suelen identificar bien las palabras, pero poseen problemas para leer frases o textos.
Cuando se ve afectado procesos cognitivos de tipo perceptivo y/o lingüístico se
presenta la dislexia visual.
Por otra parte las dislexias centrales son el resultado de problemas en los procesos de
reconocimiento de las palabras. Este reconocimiento se puede llevar acabo por dos
vías, la léxica y la fonológica. El fallo en la ruta fonológica puede originar en el sujeto la
dislexia fonológica, lo que obliga al paciente a hacer uso de la ruta léxica, la cual solo
le permite reconocer palabras que le son familiares y provoca la dificultad con aquellas
palabras consideradas raras o pseudopalabras además de errores derivativos. A
diferencia del fallo en la ruta fonológica, el fallo en la ruta léxica no conlleva a la
utilización de la ruta fonológica, en otras palabras se produce la dislexia superficial, en
la cual el sujeto puede leer palabras regulares, pero presenta problemas en la lectura
de las irregulares y en la comprensión de palabras homófonas. También presentan
errores para regularizar palabras irregulares, hace omisiones, sustituciones y
adiciones de letras generando pseudopalabras. Dentro de la dislexia superficial se
puede hacer la distinción entre: la dislexia superficial de input, si el componente
dañado es el léxico visual; la dislexia superficial central, si el componente dañado
corresponde al sistema semántico; y la dislexia superficial de output, si el daño
encuentra en el sistema fonológico. Si la lesión afecta totalmente la ruta fonológica y
parcialmente la léxica, se produce la dislexia profunda.
Otra clasificación posible de la dislexia, es la realizada según el momento del
diagnostico: la dislexia específica y la dislexia de comprensión. La primera suele
presentarse en el periodo del aprendizaje de la lectura. Presenta síntomas reveladores
de la disfunción del lóbulo parietal o parietal occipital, que suele ser hereditaria, pero
que también puede ser adquirida, que genera la afectación del aprendizaje de la
lectura de manera gradual, o en otras palabras, en un continuo que va desde leve a
severo. Frecuentemente suele ser acompañada de trastornos e el aprendizaje de
escritura, gramática, ortografía y composición. La dislexia específica suele presentarse
con mayor frecuencia en varones.
Por otro lado la dislexia de comprensión suele manifestarse en aquellos periodos
posteriores al aprendizaje de la lectura. Este tipo de dislexia no le permite al sujeto
tener una compresión optima lee.
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Por último se puede realizar una clasificación según los síntomas predominantes,
donde encontraríamos la dislexia visual o superficial y la dislexia fonológica. La
primera es caracterizada por la utilización, por parte del sujeto, de la ruta visual de
forma dominante para leer las palabras. La ruta visual permite leer de manera global
palabras conocidas. Esto genera dificultad especialmente con aquellas palabras no
conocidas por el sujeto o inventadas.
La dislexia fonológica, como indica su nombre, hace referencia a la utilización en
forma predominante de la ruta fonológica. Esta ruta nos permite leer palabras
regulares mediante segmentos más pequeños, las sílabas. Las personas que
presentan esta dislexia presentaran problemas con las palabras homófonas, aquellas
en que su escritura no se corresponde de forma directa con la pronunciación de esta.
En el informe que presentaremos continuación, nos centraremos más específicamente
en la dislexia superficial, la cual como hemos dicho anteriormente, trata de la
utilización de forma predominante de la ruta visual en la lectura de palabras.
2.2 Bases biológicas
La importancia de las causas que derivan en un trastorno, son importantes en la
medida que nos ayudan a comprender el porqué del trastorno y a cómo podemos
evitarlo; las causas de la dislexia no se encuentran del todo determinadas, se ha visto
que diferentes alteraciones, que van desde el ámbito genético-neurológico hasta el
cognitivo-metodológico, pueden terminar en algún tipo de dislexia.
En las explicaciones de corte genético se muestran una menor actividad del gen dcdc2
y él KIAA0319, activo en los centros cerebrales implicados en la lectura, al parecer por
una predisposición genética a padecer cierto tipo de dislexia; se ha visto que, en casos
de gemelos idénticos, cuando uno posee dislexia existe un 70 porciento de que el otro
gemelo también lo posea, entonces podemos decir que la genética si juega un papel
dentro de la dislexia. También existen genes que mantienen una función en la
migración neuronal, los cuales estarían implicados en el origen de la dislexia.
Mientras que el neurológico presenta que la dislexia es causa de : una disfunción
cerebral en el hemisferio izquierdo, posibles interferencias en el funcionamiento de
ambos hemisferios, una poca maduración en el hemisferio izquierdo e incluso una
poca lateralización cerebral lo que implicaría una poca especialización del lenguaje; es
importante destacar que a pesar que no se ha comprobado que la dominancia cerebral
sea un factor importante en el desarrollo cognitivo del disléxico, se presenta una
correlación entre lateralidad mixta o cruzada y dislexia, que al parecer afectan el
proceso de lectura y movimiento ocular así como la integración de información. En
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1979 se descubrió en los cerebros de disléxicos muertos, grupos de ectopias (amasijo
de neuronas y glías que no migraron correctamente en el curso del desarrollo
embrionario) a través de la corteza lo que produce una desorganización de las
conexiones, las cuales podrían ser responsables de la baja actividad cerebral de las
zonas responsables en la lectura (Galaburda 1979), que se encuentraban en el
hemisferio izquierdo siendo el área occipital, el área parieto-temporal y la
circunvolución frontal inferior. En el área parieto temporal se encuentra la
circunvolución temporal superior, la cual es sede de las representaciones fonológicas,
donde el niño puede descomponer la palabra salón en las silabas SA-LON, y luego la
pronunciación interior de las letras S y A; así con la continua practica el niño aprende a
leer la figura fonológica SA. También se ve afectada la zona circunvolución frontal
inferior izquierda donde se comprende el área de broca donde se ve afectada la
articulación de las palabras y por último la circunvolución fusiforme que se sitúa en el
área occipito-temporal donde se almacenan las representaciones ortográficas, la cual
se activa cuando el niño percibe palabras escritas.
Las explicaciones cognitivo-metodológicas nos muestran que no es el nivel de
percepción del niño el que puede fallara, si no el de relacionar lo leído con lo hablado,
incluso se ha observado que el niño disléxico posee una persistencia mayor que su
par no disléxico, lo que produciría interferencias e intervalos anómalos entre estímulos,
explicando porque los errores de éste.
Hay diversos estudios con técnica que registran los campos electromagnéticos
generados en el cerebro, asociados, en este caso, directamente a la dislexia: (citar)
Los estudios con técnicas de Electroencefalograma (EEG): han demostrado que
al realizar tareas léxicas (lectura y escritura), el resultado grafico de la actividad
eléctrica, en niños que sufren el trastorno de la dislexia es diferente al que presentan
quienes no lo poseen. Se aprecia una falta de activación de regiones presilvianas
izquierdas, y una sobre-activación de otras regiones que no implican en el
procesamiento lingüístico.
Los estudios con Potenciales Evocados Cerebrales (PEC): se demostró que en la
realización de tareas psicolingüísticas, los niños disléxicos suelen tener los
componentes y los cognitivos y perceptivos son más débiles y/o tardíos.
Los estudios realizados con Magnetoencefalografía (MEG): estos nos indican que
cando a los sujetos se les pide que realicen tareas como lectura de palabras o
pseudopalabras, o sea tareas fonológicas, se registra una menor activación en las
regiones temporoparietales del hemisferio izquierdo
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Por otra parte, los estudios realizados con técnicas de neuroimagen funcional que
registran el flujo sanguíneo o metabolismo cerebral, muestran que:
Los estudios realizados con Tomografía por Emisión de Positrones (TEP) o la
Resonancia Magnética Funcional (RMF): en ellos se aprecia menor actividad en las
regiones perisilvianas posteriores del hemisferio izquierdo en sujetos disléxicos cuando
realizan actividades que demandan procesamiento fonológico.
El patrón topográfico que muestran la mayoría de estudios neurofisiológicos, ha sido
observado en disléxicos de distintas lenguas, lo que nos lleva a defender la existencia
de una base biológica de la dislexia que parece ser independiente de las ortografías
utilizadas.
2.3 Bases conductuales
Las personas que poseen dislexia tienen ciertas características en su comportamiento,
las cuales nos permiten identificar qué tipo poseen. Es importante recalcar que estos
comportamientos varían, ya que son productos de distintas dislexias, y también están
mediados en un contexto de educación no especializada. Las características de la
conducta expuestas a continuación se presentan mayoritariamente en niños en etapa
escolar y que están dentro de una variada gama de dislexias.
Según Davis R.D. (1992), el niño disléxico posee un coeficiente intelectual alto, ya que
la dislexia no interfiere con el desarrollo de inteligencia en el niño directamente, pero los
exámenes típicos académicos no lo demuestran, es por esto que muchas veces se le
cataloga como “un niño problema”, “flojo”, “lento” o con un leve retraso, pero no lo
suficiente como para recibir ayuda especial. Muchas veces es dejado de lado en el aula
por su categorización, lo que produce una autoestima baja e incluso aumenta el
problema de desadaptación. Presenta una baja concentración, se le denomina
“soñador” muchas veces y pierde fácilmente la atención.
Optan por medios de comprensión visuales en vez de escritos, tienden a sobresalir en
artes plásticas, aprenden más con demostraciones, experimentos y observación; en
cuanto a su audición, muchas veces agregan letras en las palabras: tienen un oído
extendido y se distraen muy fácilmente con lo que escuchan. Cuando hablan presentan
errores en las oraciones y les complica verbalizar sus pensamientos. Desarrollan una
excelente memoria en cuanto a personas, caras, experiencias o lugares; pero muchas
veces decaen en cuanto a habilidades matemáticas como contar, o procesar
secuencias.
En cuanto a la lecto-escritura, el niño posee dificultades en la escritura correcta de las
palabras, muchas veces cambia el orden de éstas e incluso cambia la dirección de las
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letras, también confunde letras que son iguales, pero deben rotarse mentalmente, un
ejemplo es convertir la “b” en “d”, a lo que se le denomina reversión. Muchas veces la
manera de tomar el lápiz es diferente a la de la mayoría, y su escritura varía, incluso
llega a ser ilegible, una de las razones puede ser su poca coordinación en cuanto a
habilidades motores finas y/o gruesas, también tienden a confundir fácilmente derecha-
izquierda o arriba-abajo y pueden ser ambidiestros. La lectura se ve dificultada muchas
veces, el niño lee pero no comprende lo leído, o entiende lo escrito y no reconoce
errores en su propia escritura, reemplaza letras, las cambia de lugar, las omite o las
repite, también se da el fenómeno de la reversión de letras. El niño puede quejarse de
mareos o de movimiento en lo leído, y dice tener dificultad en su visión a pesar de que
las pruebas de visión demuestren lo contrario. En base a que la lectura es fallida, tiende
a escribir con referencia auditiva, por lo cual frecuentemente reemplaza letras
fonéticamente parecidas como la “p” y la “b”.
Muchas veces se ve afectado por la presión o el stress, lo que produce un aumento
dramático de sus problemas y tiende a crear estrategias compensatorias en cuanto a
sus habilidades.
2.4 Repercusiones sociales de la conducta
Las dificultades que la dislexia provoca en los niños que la padecen, trae consigo una
serie repercusiones que afectan la forma en cómo se desenvolverán socialmente,
partiendo desde la raíz de la postura que asumen frente al trastorno y cómo éste les
afecta a diario en sus relaciones personales y sociales. Observándose
mayoritariamente en las complicaciones que se presentan en el aprendizaje escolar,
debido a la dificultad que tienen para captar los signos gráficos, lo que desencadena en
ellos una serie de síntomas emocionales, que hacen que el niño se sienta diferente,
inferior y hasta ” torpe”, incidiendo de esta forma directamente en la adaptación social
del menor, ya que no puede integrarse normalmente en un medio que diariamente le
exige leer señalizaciones, advertencia, avisos, instrucciones, noticias, cartas, etc. Y
educarse mediante vías como la lecto-escritura (Condemarín M. & Blomquist M, 1970).
Por lo tanto la presencia de los padres y el profesor, es vital para generar una buena
integración, facilitándole las herramientas necesarias, para que dicho proceso sea
efectivo y no se torne traumático. Muchos padres como forma de ayudar a sus hijos, los
matriculan en escuelas especiales, para que los niños puedan adquirir una enseñanza
de acuerdo a sus dificultades, centrándose en la discapacidad que poseen, lo cual
puede jugar un rol positivo, ya que se les proporciona un aprendizaje más
especializado, pero a la vez se les margina de llevar una vida académica normal.
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2.5 Semiología, etiología y criterios de diagnostico
2.5.1 Semiología
A través del análisis semiológico, el especialista puede identificar la patología o el
trastorno que el paciente presenta, en nuestro caso, le es posible identificar el tipo de
dislexia que es manifestado, mediante la aplicación de la anamnesis, pruebas
específicas, exámenes físicos, etc.; para posteriormente poder interpretar dichos
síntomas y signos, y así generar un diagnóstico para el desarrollo de un tratamiento
óptimo.
Los síntomas de la dislexia son el resultado de un conjunto de problemas tanto
fisiológicos, psicológicos, aptitudinales, pedagógicos e instructivos. Los cuales afectan
al sujeto en su quehacer cotidiano, trayéndole consigo como principal dificultad la no
comprensión de los signos del lenguaje escrito (Webconsultas Healthcare S.L., 2009).
Nuestro trabajo está enfocado en cómo este trastorno afecta directamente a los
menores de edad, por lo tanto a continuación detallaremos, los síntomas y signos que
son manifestados por éstos, desde una perspectiva global, ya que la dislexia es un
trastorno que se presenta de forma distinta en cada individuo.
Signos:
Mala lateralización: se establece que la lateralización es el proceso mediante el cual, el niño
desarrolla su dominancia o preferencia por un lado del cuerpo (diestro o zurdo) no antes de
los 5 o 6 años de edad. De este modo los niños que presentan dislexia se dan cuenta que
tienen su lateralidad mal definida, dado que comienzan a presentar problemas en su
motricidad, en la capacidad para organizar la visión espacial, el lenguaje, en la realización de
trabajos manuales, etc. (saludalia.com, 2009).
Psicomotricidad: los signos que se presentan, producen en el niño (6-7 años) un estado de
torpeza en el momento de ejecutar acciones motrices, ya que existe un gran desconocimiento
de su esquema corporal, debido a que no posee un punto de referencia para basar su
orientación espacial (derecha o izquierda), lo que provoca en él también, una falta de
equilibrio ya sea estático o dinámico (ejemplo: saltar en un pie), una mala localización de
objetos, ineptitud modal o generalizada, aumento y disminución del tono muscular, y falta de
ritmo, manifestándose ya sea en los movimientos como en el lenguaje (saludalia.com, 2009).
Problemas perceptivos: al no poseer control de la posición del cuerpo, el niño ve
profundamente afectada su percepción sobre los demás, ya que maneja con dificultad los
conceptos derecha-izquierda, arriba-abajo y delante-detrás, por lo tanto percibe estas
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relaciones de manera inadecuada, en donde se verá problematizado, como por ejemplo en la
ubicación de calles, en la posición de objetos, y de una forma más transversal en la lecto-
escritura, ya que se verá involucrado el aprendizaje del niño, debido a la alteración del orden
de las letras y palabras, bajo nivel de comprensión, errores en la lectura, inversiones,
omisiones y adiciones en la escritura (saludalia.com, 2009).
Alteraciones en el lenguaje: debido a los puntos anteriores, el lenguaje se ve gravemente
afectado, sufriendo múltiples alteraciones, que pueden manifestarse de forma conjunta, pero
habitualmente uno de ellos tiene mayor dominio, como por ejemplo: dislalias (trastorno en la
articulación de fonemas), inversiones orales con mala colocación de sílabas, mal empleo de
las formas verbales, nivel escaso de vocabulario, uso inadecuado de conceptos contrarios,
poca fluidez, problemas para redactar, escasa comprensión de reglas sintácticas, inversiones
al escribir, etc. (Banús, psicodiagnosis.es, 2011).
Síntomas:
Falta de atención: existe una desmotivación y desinterés por parte del niño en su aprendizaje,
ya que deben generar un gran esfuerzo intelectual, para poder superar sus dificultades
perceptivas, provocando de esta forma una atención discontinua en sus tareas respectivas,
haciéndose cada vez más frecuente en las tareas de lecto-escritura, manifestándolo a través
de conductas desagradables hacia éstas (Webconsultas Healthcare S.L., 2009).
Desinterés por el estudio: debido a las dificultades atencionales, y todas las que conlleva
dicho trastorno, se gesta en el niño un sentimiento hostil frente al estudio, en donde muchas
veces intentan llamar la atención de sus padres y maestros, debido a la poca estimulación
que existe por parte de ellos, manifestándose a través de sus bajas calificaciones escolares,
en sus relaciones personales, etc. (Webconsultas Healthcare S.L., 2009).
Inadaptación personal: Frecuentemente se observa en los niños disléxicos un desajuste
emocional, reflejándose en sentimientos de inseguridad, desmotivación, terquedad, angustia,
etc., llegando inclusive a establecerse un cuadro depresivo. Como consecuencia de las
dificultades que presenta para ellos el poder desarrollarse de igual forma que sus pares,
experimentando una sensación de inferioridad frente a éstos (Webconsultas Healthcare S.L.,
2009).
Según los criterios de la Asociación Británica de Dislexia, se establecen la siguiente
clasificación en la detección de los signos que presentan los niños con problemas de dislexia:
“Niños de Preescolar (Educación Infantil)
Historia Familiar de problemas disléxicos (padres, hermanos, otros familiares)
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Retraso en aprender a hablar con claridad
Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejan por su fonética
Falta de habilidad para recordar el nombre de series de cosas, por ejemplo los colores
Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial
Alternancia de días "buenos" y "malos " en el trabajo escolar, sin razón aparente.
Aptitud para la construcción y los objetos y juguetes "técnicos"
(mayor habilidad manual que lingüística, que aparecerá típicamente en las pruebas de
inteligencia.), juegos de bloques, lego,
Dificultad para aprender las rimas típicas del preescolar
Dificultades con la palabras rimadas
Dificultades con las secuencias
Niños hasta 9 años
Particular dificultad para aprender a leer y escribir
Persistente tendencia a escribir los números en espejo o en dirección o orientación
inadecuada.
Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha.
Dificultad de aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar y en general para
retener secuencias, como por ejemplo los días de la semana, los dedos de la
mano, los meses del año.
Falta de atención y de concentración.
Frustración, posible inicio de problemas de conducta.
Niños entre 9 y 12 años
Continuos errores en lectura, lagunas en comprensión lectora.
Forma extraña de escribir, por ejemplo, con omisiones de letras o alteraciones del orden
de las mismas.
Desorganización en casa y en la escuela.
Dificultad para copiar cuidadosamente en la pizarra y en el cuaderno.
Dificultad para seguir instrucciones orales.
Aumento de la falta de autoconfianza y aumento de la frustración.
Problemas de comprensión del lenguaje oral e impreso.
Problemas conductuales: impulsividad, corto margen de atención, inmadurez.
Niños de 12 años en adelante.
Tendencia a la escritura descuidada, desordenada, en ocasiones incomprensible.
Inconsistencias gramaticales y errores ortográficos, a veces permanencia de las
omisiones, alteraciones y adiciones de la etapa anterior.
Dificultad para planificar y para redactar relatos y composiciones escritas en general.
Tendencia a confundir las instrucciones verbales y los números de teléfono.
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Gran dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
Baja auto-estima
Dificultad en la percepción del lenguaje, por ejemplo en seguir instrucciones.
Baja comprensión lectora.
Aparición de conductas disruptivas o de inhibición progresiva. A veces, depresión.
Aversión a la lectura y la escritura.”
2.5.2 Etiología
La etiología de la dislexia ha sido por años un tema controversial y muy discutido, ya
que, se ha hablado desde genética, dominancia cerebral, lateralización, alteraciones
cognitivas, etc. Pero de todas estas posturas o enfoques acerca del origen ; una de las
cuales tiene gran relevancia y aceptación es la que hace referencia a los factores
genéticos ya que algunos estudios sitúan en un 40 % a los hermanos de niños con
dislexia que presentan el mismo problema y en un 30% o 40% en el caso de los
padres. Si bien algunas teorías especulan sobre un marcador genético implicado, no
son absolutamente aceptados.
A continuación mostraremos ciertas teorías y tesis que han tratado de esclarecer o
especificar el origen de este trastorno:
Tesis de Orton: según el autor, el origen de la dislexia se encuentra en la lucha o
conflicto por el predominio entre los dos hemisferios cerebrales, ya que, este conflicto
explicaría la escritura en espejo, el retraso del lenguaje y la tartamudez.
Creó el término “Strephosymbolic” (símbolos torcidos) para describir la dislexia,
basado en la característica de los disléxicos de invertir letras, sílabas o palabras y
recomendó un procedimiento correctivo sistemático de tipo visual, auditivo y
kinestésico.
Cabe mencionar que si bien este autor no ha tenido una aceptación muy amplia; sus
técnicas de enseñanzas proporcionan aportes muy interesantes en el caso de
dislexias severas.
Tesis Genética: esta tesis tiene varios adeptos, dentro de los cuales se encuentran:
-Bertil Hallgren: Hizo un estudio de 273 disléxicos en comparación con un grupo
control. Con este estudio llegó a la conclusión de que la dislexia se debía a un factor
hereditario, por parte de un gen monohídrico dominante autosómico con
manifestación prácticamente completa. Además demostró que el 80 % de los casos
tenían problemas de lectura en uno o más miembros de la familia.
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-Chrithcley: “debemos a la genética el más convincente argumento a favor de la
concepción de un tipo específico constitucional de dislexia, identificada entre la
miscelánea de casos de lectores deficientes” (Chrithcley 1966 en Condemarín M. &
Blomquist M, 1970)
Teoría pluralista de causación: es una teoría apoyada principalmente por psicólogos
educacionales y experimentales como: M.Monroe, Helen Robinson, M.Vernon, entre
otros., ya que consideran que existen muchos “handicaps” (desventajas) físicas,
emocionales, sociales y educaciones que presentan los deficientes en lectura.
Para el conjunto de autores, la mayoría de los niños desarrollan graves deficiencias
por estos diversos handicaps, los cuales pueden presentar obstáculos para su
desarrollo en la lectura.
Pese a que es difícil establecer la contribución específica de cada handicaps es
relevante determinarlos por un delicado diagnóstico para prescribir el tratamiento
2.5.3 Criterios de diagnóstico
En el diagnóstico de este trastorno es muy importante el rol de los maestros y los
padres, ya que son ellos los que pueden detectar cualquier indicio de dislexia. Pero
hay que tener en cuenta el hecho de descartar otras posibilidades, tales como:
audición o visión defectuosa, lesiones cerebrales no diagnosticadas, C.I. inferior al
normal, trastornos emocionales, alguna otra patología que influya en el aprendizaje,
métodos educativos inadecuados, etc.
Por otra parte, es de vital importancia que el especialista realice una entrevista a la
familia, para así ver las condiciones del entorno del niño, su desarrollo pre, peri y
postnatal (embarazo complicado, entre otras).
Una vez descartadas otras anomalías y obtenida la información preliminar relevante,
se procede a la exploración que consiste en evaluar la enfermedad mediante test y
pruebas. En este informe nos enfocaremos principalmente en el Test de exploración
de Dislexia Específica (T.E.D.E.), pero hay otros instrumentos que también puede ser
de gran ayuda, tales como:
-Test de Frostig: empleados en niños de cuatro a siete años. Se realiza para estudiar
el desarrollo de la percepción visual, evalúa coordinación visomotora, espacial, etc.
-Test de análisis de lectura y escritura: conjunto de test que detecta los métodos de
lectura y escritura del niño y los mecanismos que no están funcionando correctamente.
-Test de comprensión lectora: en niños de seis a siete años para evaluar su nivel de
comprensión al momento de descifrar un texto (Condemarín M. & Blomquist M, 1970).
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Cabe mencionar además, que al considerarse un trastorno que afecta tanto a la
lectura como a la escritura, el DSM IV (2002) lo clasifica dentro de los trastornos
específicos de lectura y por esto propone los siguientes criterios:
a) “El nivel de lectura medido individualmente por test estandarizados de capacidad
lectora o comprensión, esta substancialmente por debajo de lo esperado con
relación a la edad cronológica, a la inteligencia medida y a la educación apropiada
para la edad.
b) El problema del criterio A interfiere significativamente con el rendimiento académico
o las actividades diarias que requieran habilidades motoras.
c) Si existe un déficit sensorial, las dificultades en la lectura son superiores a las que
habitualmente van asociados con dicho déficit.”
Para llegar a un diagnóstico certero es importante realizar la exploración detallada que
hemos explicado antes.
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EVALUACIÓN Y EXPLORACIÓN NEUROPSICOLÓGICA
3.1 Anamnesis neuropsicológica:
Como sabemos la anamnesis es la parte del tratamiento o examen que reúne la
historia clínica del paciente, en la cual se encuentran los antecedentes tanto familiares,
de enfermedades previas, fisiológicos, etc.
En nuestro seminario, al tratarse de dislexia y más específicamente la dislexia
superficial en niños, debemos tener en cuenta que la anamnesis debe incluir
información sobre: el desarrollo del niño, observar, explorar su lenguaje; tanto en su
comprensión como en su expresión, etc., ver si el menor posee problemas en el
lenguaje espontáneo, o el repetitivo (cuando se le pide que repita algo que le dijimos),
si a causa de algún daño o lesión se vio afectada esta función u otros motivos por los
cuales se vea impedida la realización efectiva de esta función. Además, por tratarse de
dislexia debemos poner especial atención en como desarrolla la escritura y la lectura
(si lo hace de acuerdo a su desarrollo normal, o tiene algún problema en estas
actividades, y en caso de encontrarse algún problema identificar cuál es y qué
consecuencias tiene en el niño), y para eso debemos realizar ciertas pruebas que nos
muestren el estado del niño en relación a ambas.
Por último debemos considerar la capacidad o nivel de lectura, escritura y lenguaje
que el niño posee y si ésta es acorde a su edad.
3.2 Dimensiones asociadas al trastorno
3.3 Test de exploración de dislexia específica (T.E.D.E)
El test de Exploración de dislexia específica fue creado por Mabel Condemarín y
Marlys Blomquist con el fin de tener un instrumento que permita detectar a los sujetos
disléxicos y proporcionar un diagnóstico analizando el nivel de lectura y los errores en
el reconocimiento de palabras.
Los propósitos de este test para las autoras son:
“1: Ubicar el nivel de lectura del niño sobre la base de la lectura de sílabas de
complejidad creciente.
2: Explorar signos disléxicos en la lectura oral.
3: Utilizar los resultados como guía para el tratamiento correctivo individual de los
errores en el reconocimiento de palabras” (Condemarín M. & Blomquist M, 1970, La
dislexia: Manual de lectura Correctiva, editorial universitaria. P.53)
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El test es de aplicación individual y está orientado principalmente para niños de siete
años y medio hasta diez años, ya que antes de esa edad, los signos disléxicos como
las inversiones o confusiones son más frecuentes o incluso típicos por tratarse de
lectores inmaduros.
3.3.1 Generalidades
Pruebas:
a) Nivel de Lectura (100 ítems): consta de letras y sílabas graduado de acuerdo a la
dificultad progresiva de sus elementos componentes
b) Errores Específicos (71 ítems): consta de sílabas y palabras con significado y sin él,
susceptibles para inducir errores en la lectura.
Esquema:
Nivel de lectura
Primer nivel de lectura:
- Nombre de la letra
- Sonido
- Sílaba directa con consonantes de sonido simple
Segundo nivel de lectura:
- Sílaba directa con consonantes de doble sonido
- Sílaba directa con doble grafía
- Sílaba directa con consonante seguida de U muda
- Sílaba indirecta de nivel simple
- Sílaba indirecta de nivel complejo
- Sílaba compleja
- Sílaba compleja con diptongo de nivel simple
Tercer nivel de lectura:
- Sílaba compleja con diptongo de nivel complejo
- Sílaba con grupo consonántico de nivel simple
- Sílaba con grupo consonántico de nivel complejo
- Sílaba con grupo consonántico y diptongo de nivel simple
- Sílaba con grupo consonántico y diptongo de nivel complejo
Errores Específicos
- Letras confundibles por sonido al principio de la palabra
- Letras confundibles por grafía semejante
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- Inversiones de letras
- Inversiones de palabras completas
- Inversiones de letras dentro de la palabra
Existe una relación importante entre número de errores específicos y velocidad de
lectura (entre más errores se cometen, más lenta es la lectura).
Materiales:
- Dos hojas de papel para uso del niño: tiene 32 líneas con categorías de medición
anotadas en el esquema del test.
- Una hoja para notas del examinador (debe anotar errores).
Consigna:
“Estas hojas tienen algunas letras, sílabas y palabras. Yo quiero que trate de leerlas
en voz alta, en la misma forma en que está acostumbrado a hacerlo” (Condemarín M.
& Blomquist M, 1970, La dislexia: Manual de lectura Correctiva, Editorial Universitaria.
P.55)
Para la corrección de este test se obtiene los puntajes por separado de las dos
pruebas: en el nivel de lectura se cuentan los ítems respondidos correctamente y para
la de errores específicos se cuentan los errores cometidos por el niño y esos errores
se le restan al total del test)
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TRATAMIENTO
Una de las formas de tratamiento del trastorno de la dislexia implica la necesidad de
participación de un tutor o profesor entendido en el tema, que le proporcione al niño
técnicas adecuadas para el aprendizaje en lecto-escritura. Otro aspecto importante en
el tratamiento es el apoyo familiar, especialmente en el ámbito de la motivación y la
promoción del desarrollo de actividades que le proporcionen confianza (deportes, artes
plásticas, hobbies, arte dramático, etc.)
A su vez, Thomson recomienda la utilización del sobre-aprendizaje, el cual consiste en
volver a aprender la lecto-escritura, adecuando este aprendizaje a las posibilidades del
niño, haciendo que este trabajo sea percibido de manera útil y agradable por éste, con
la idea principal de lograr el éxito (Thomson, M. E. 1984).
Para hacer menos monótono el trabajo escolar resulta de mucha utilidad el uso de
fichas de apoyo como complemento, las cuales pueden potenciar el trabajo en
aquellas áreas en las que el niño tenga mayor déficit. Es importante que los niños
reciban atención personalizada en el aula, ya que, al momento de la evaluación de su
rendimiento, ésta se debe hacer en comparación con su propio avance, y no en
comparación al rendimiento de sus compañeros. Es necesario considerar también, que
al momento de proporcionarles información nueva, ésta debe ser repetida varias
veces, todo esto con el propósito de hacer que su aprendizaje le sea más accesible y
se fomente su autoestima.
4.1 Tratamiento neuropsicológico específico de Bakker
Los métodos de tratamiento neuropsicológico para la dislexia desarrollados por
Bakker, “se basan en la estimulación del hemisferio cerebral insuficientemente activo”
(Cózar. 2008). Por ejemplo, estimulación del hemisferio derecho en los disléxicos
lingüísticos y estimulación del hemisferio izquierdo en niños con dislexia en la
percepción (como es el caso de la dislexia en la que nos enfocamos, es decir, la
dislexia superficial).
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Este tratamiento consta de dos partes:
a) Estimulación hemisférica especifica por medio de la vista o el tacto: por
ejemplo, en la dislexia superficial se presentan letras o palabras en el hemicampo
visual afectado.
b) Estimulación alusiva hemisférica: en el caso de la dislexia en la percepción se
les presenta a los niños textos con alguna palabra borrada para que la adivinen en
base al contexto semántico y fonético.
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DISCUSIÓN
A través de todos los antecedentes recaudados a lo largo de este seminario, hemos
inferido que el trastorno en cuestión solo es abordado desde una perspectiva biológica
y cognitiva, y en lo que respecta a la esfera social, es teórica y prácticamente muy
precario su abordaje, ya que no existe una conciencia colectiva frente a la dislexia y
sus implicancias en la vida de quien la posee. Al reflexionar sobre esta situación
podemos darnos cuenta que muchas veces los niños con este trastorno no reciben la
atención o el trato que en realidad necesitan, siendo muchas veces excluídos en el
ambiente escolar de aprendizaje, en reiteradas ocasiones los profesores no están
dispuestos a dedicarles el tiempo y la paciencia que estos niños requieren para
aprender, condenándolos a un estilo de aprendizaje que no es el adecuado para que
ellos alcancen sus metas cognitivas, por ende éstos se sienten frustrados y a la vez
confundidos por no poder estar al nivel de sus pares y que no se les brinde la
oportunidad de alcanzarlos. Tras hacer esta investigación, hemos podido constatar
que se cuenta con muy pocas intervenciones en este ámbito, siendo la mayoría de
ellas hechas por especialistas, de manera independiente.
Otro tema que cabe destacar dentro de esta discusión es sobre las escuelas
especiales dedicadas a tratar éste y otros trastornos de aprendizaje, donde los padres
por iniciativa propia o por indicación de otros (colegio anterior al que iba al niño, jardín
infantil, médico, etc.) acuden a estas instituciones como una búsqueda de soluciones
ante la situación, pero el problema surge en que muchas veces estas instituciones no
cumplen con el objetivo de integración social del menor.
Es por todo esto que consideramos muy necesario para la adaptación del niño, tomar
en cuenta la variable social, ya sea en el diagnóstico como en el tratamiento que se
llevará a cabo. Lo anterior facilitaría la integración del niño a sus sistemas, ayudando a
un mejor desempeño y desenvolvimiento de éste en las actividades cotidianas con sus
pares, así también se estaría ayudando a superar sus dificultades emocionales,
potenciando su autoestima y confianza en si mismo, permitiéndole sentirse más a la
par con quienes lo rodean.
Consideramos de mucha importancia que exista una educación social en torno a éste
y otros trastornos asociados, para que tanto padres, profesores, amigos, etc., sepan
cómo abordar y comprender a los niños en estas situaciones, ya que cabe considerar
que al poseer este trastorno no se limita su potencial cognitivo, teniendo, como hemos
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hecho saber en este seminario, un coeficiente intelectual normal, solo son personas
que aprenden de forma diferente.
Como muestra de una de las pocas iniciativas que existen en torno a la integración
social de niños con dislexia, se encuentra la Federación Española de Dislexia (FIDES),
que nació en el año 2006, con el fin de crear una plataforma nacional en torno a este
trastorno, brindándole apoyo tanto a los niños como a sus familias, proponiéndose que
todos ellos recibieran una educación óptima a edades tempranas. Su presidente Iñaki
Muñoz (2008), comenta lo siguiente, haciendo referencia a un tratamiento para este
trastorno: “Lo que necesitan es un método de aprendizaje distinto al habitual. Los
disléxicos aprenden mejor utilizando todos los sentidos, no únicamente el de la vista.
Los sistemas de enseñanza habituales no están preparados para personas que
requieren un aprendizaje multisensorial, a través de programas informáticas, por
ejemplo”.
Como estudiantes de psicología y futuros psicólogos, mediante este seminario, nos
queda una preocupación, principalmente por cómo se llevan a cabo las intervenciones
en trastorno de este tipo, en donde solo se abordan, como dijimos en un principio, las
perspectivas bilógicas y cognitivas, dejando de lado la preocupación por una
integración social y también emocional del menor. Por ende, nos quedan las ganas y
las expectativas de poder contribuir como profesionales y personas en este ámbito.
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REFERENCIAS
Blomquist, M. C. (1970). La dislexia: Manual de lectura correctivo. Santiago: Editoral Universitaria.
M., C. M. (1970). La dislexia: Manual de lectura correctiva. Santiago: Editorial Universitaria.
Pichot, P. (1995). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona: Editorial MASSON S.A.
Ramus, F. (2006). Lenguaje Corporal. Mente y Cerebro , 55-57.
Thomson, M. (1984). Dislexia. Su naturaleza, evaluación y tratamiento. Editorial Alianza Psicología.
Web Sites:
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Carrasco, C. (2008). Inserción Social. Recuperado el 21 de junio de 2012, de http://www.insercionsocial.com/integracion-cultural/dislexia-personas-que-aprenden-de-forma-diferente/
R.D, D. (02 de Julio de 2012). Dyslexia.com. Recuperado el 30 de Junio de 2012, de http://www.dyslexia.com/library/symptoms.htm
Saludalia.com. (2009). Saludalia. Recuperado el 13 de junio de 2012, de http://www.saludalia.com/docs/Salud/web_saludalia/vivir_sano/doc/psicologia/doc/doc_dislexia_1.htm
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