titulo segundo las fuentes del derecho...
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TITULO SEGUNDO
LAS FUENTES DEL DERECHO AGRARIO
CAPITULO I
LAS FUENTES DEL DERECHO AGRARIO EN GENERAL
I. FUENTES MATERIALES Y FUENTES JURIDICAS EN GENERAL.
Se hablal de Fuentes del Derecho en tres significados básicos: a) como causa última del Derecho en sí, esto es, la raíz y fundamento del ordenamiento jurídico. Así, se otorga tal rango a la Filosofía del Derecho, por cuanto investiga la "legitimación objetiva" y la "validez sociológica" del Derecho integralmente; b) como causa eficiente del Derecho positivo, esto es, el organismo o institución que lo origina legítimamente, dentro de una ((organización jurídica" dada; Tal sería el Parlamento, una Asamblea Legislativa, un Concejo Municipal; e) como factor de conocimiento del Derecho Positivo, y expresión vinculante del mismo. En este sentido, por Fuentes del Derecho, se entiende, según una terminología naturalisti, los factores y elementos que lo originan. En el ámbito jurídico-agrario la expresión se refiere también a dos cosas distintas, una: Las fuentes materiales) constituidas por el conjunto de fenómenos y situaciones que revelan la Actividad Agraria y la hacen posible; otra, las fuentes formales o normativas constituidas por las normas' jurídicas que reglamentan específicamente la predicha actividad.
1. Cfr. De Castro, Federico. Derecho Civil, 1, 363. 2. Cfr. Busca, Mario. Elementi di "DA" Bologna - 1958, p: 12.
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En otras palabras puede decirse que Fuentes Formales son las ~ iJIlputaciones normativas establecidas por el Estado en las cuales se subsumen las relaciones jurídicas puestas de relieve por el acaecer humano, en tanto que Fuentes materiales serían los hechos que contribuyen a dar existencia a la solución normativa3
•
Las fuentes materiales, llamadas también naturales, condicionan la existencia del Derecho, con vínculo de coincidencia) de interferencia) o de incompatibilidad. Esto se deja sentir en mayor o menor grado en la dimensión egológica; pues, en la medida en que coincidan la fuente material de la formal, estaremos en presencia de un derecho realista.
Antes de particularizar un poco más cada tipo básico de fuente del Derecho Agrario, conviene tener presente ciertas disquisiciones doctrinarias. En efecto, para algunos las fuentes materiales son las ((causas generadoras") por lo cual se ;nclu-ye entre estas la historia) la economía) y la técnica. .
Otros consideran, en cambio que es excesivo incluir con el rango material la Historia, que es una especie de reconstrucción valorada del acaecer humano. Para obviar la disputa podría hablarse de fuentes materiales) fuentes jurídicas extranormativas y fuentes jurídicas normativas, sin olvidar4 la distinción entre el poder que crea la norma: potestas normandi dándole calificación de estatal o extraestatal, y las normas· por él creadas: norma agendi, expresables legislativa o consetudinariamente.
3. Cfr. Cossio, C. Teoría de la Verdad Jurídic(l. Ed. Losada, Buenos -Ah-es, 1954. p. 140.
4. Cfr. Pérez Llana, op. cit. 44 y ss.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO
II. LAS FUENTES MATERIALES EN PARTICULAR:
EL FACTOR SOCIO-ECONOMICO y EL FACTOR AGROTECNICO.
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Las fuentes materiales del Derecho Agrario son aquellos hechos y relaciones de índole agronómica, económica o social que evidencian la Actividad Agraria. Adviértase, sin embargo que, tales hechos y relaciones, valorados o no, constituyen el contenido de varias ciencias. Por ello, como veremos, existen rerelaciones de nuestra disciplina con ramas extrajurídicas como la agronomía, etc. En su diversidad, pueden agruparse las fuentes materiales en dos que llamaremos ((factor socio-económico)} y "factor agrotécnico)}.
1. Factor socio-económico y Estructura Agraria.
El factor socio-económico es,· esencialmente, una suma de elementos que conforman la estructura agraria. Esta implica el conjunto de relaciories que genera un determinado sistema de tenencia, vale decir los modos contractuales o institucionales (arrendamiento, ocupación, propiedad, etc.) bajo los cuales se explota la tierra y se aplican sus productos. En efecto, la Estructura Agraria no es más que el cuadro dinámico en el cual se expresa la situación social de los productores rurales, sus índices de producción y productividad, el tipo de contrato o título que ampara la tenencia de la tierra y, en general, los diversos elementos que articulan el mundo rural.
Claramente se advierte que el factor. socio-económico así concebido es Polivante, pero, en todo caso se proyecta sobre las fuentes normativas, pues de la aceptación, modificación o rechazo de esa estructura, por el sistema jurídico-positivo, . resultará en gran parte el contenido real del Derecho Agrario.
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Al respecto el Art. 1 de la L.R.A., orienta nuestra disciplina con el cometido de transformar la {(estructura agraria latifundista" por ser contraria al interés social.
Ahora bien, si el factor socio-económico, se expresa unitariamente en la estructura agraria, y ésta, a su vez, en el sistema de relaciones que determina la tenencia de la tierra, es claro que, para dominar este factor debemos acudir a las cien-cias sociológicas y económicas, y desde este plano básico, valorar el conjunto jurídicamente.
Si no se conoce y no se evalúa el factor socio-económico, la normativa jurídica será abstracta, e incoherente, progresista o regresiva, pero no concorde con la realidad. Así,5 el elemento económico, por ejemplo, determinará sustancialmente el Derecho Agrario, sobre todo en 10 que concierne al tratamiento de la {(explotación rural". En efecto, la realidad {(empresarial" o pre-empresarial da sentido a las normas que a ella se refieren, 10 cual sucede, por ejemplo en materia de función social conforme al Art. 19 de la L.R.A.
2. Factor Agrotécnico.
El factor agrotécnico está constituido esencialmente por el conjunto de hechos y relaciones naturales que condicionan el uso de la tierra, así como por las aportaciones tecnológicas: las reglas jurídicas sopena de ser aberrantes, no deben violentar el intríngulis vital del fenómeno agrario, pues, de hacerlo atentarían contra la naturaleza de las cosas. Eso explica porqué algunas instituciones, como el año agrario se rigen por el signo dé los cultivos y no por el mero transcurso cronólógico como el año civil.6 Aquí, el factor· agro-
5. De Castro, F. op. cit. 1, 369. 6. Cfr. Cosnard, Henry. L'irreduticble ... " en rda. Firenza, 1964, p. 803.
También: Venturini, AH. El Año Agricola ... " Pensamiento Agrario N~ 1. Caracas-IAN, 1976.
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técnico está constituido por la realidad biológica y físicoquímico de la tierra, y más exactamente, por complejo ecológico que forma el espacio agrario. De ello se deduce que las leyes naturales de carácter físico químico o biológico que hacen posible el uso' productivo del suelo y de los recursos naturales que en él se sustentan, deben tomarse en cuenta para cumplimentar los fines del Derecho Agrario.
El factor agrotécnico fija incluso principios operativos, cual es el de oportunidad del crédito agrario, puesto por el Art. 109 Letra "C" de la L.R.A. Así pues, el factor agrotécnico, en sus diversos elementos, adecúa la eficacia de las fuentes formales. Si el Legislador agrario desconoce, por ejemplo, como suele desconocer, los ciclos de los cultivos, quebranta un sano criterio de adecuación, pues siendo el cultivo una actividad regida naturalmente por un ciclo pre-determinado por la naturaleza, si se encasilla en el año civil, viene la ruptura, la incongruencia. El conocimiento integral de estas múltiples facetas es esencial para un buen planteamiento de las Fuentes Normativas.7
IlI. LAS FUENTES ]URIDICAS EXTRANORMATIV AS.
Fuentes jurídicas extranormativas son todas las manifestaciones jurídicas de eficacia indicativa, en virtud de no estar cohonestadas por la potestas normandi, esto es, por el poder del Estado en cualquiera de sus manifestaciones (Congreso, Presidente de la República, Asambleas Legislativas, Concejos Municipales). Veamos sus principales tipos:
7. Cfr. Venturini, A. El Año Agrícola como modalidad Temporal de los contratos Agrícolas. El Agricultor, Caracas, 1965.
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lo . La doctrina.
Lámase "Doctrina" a las obras de los juristas y especial mente aquellas que "explican" los textos legales" ("exégesis") u, ordenan sistemáticamente su contenido. La Doctrina se expresa en tratados, manuales, ~istemas, monografías, artículos,· etc.
2. La Vereinbarug.
Llámase ~'vereinbarung"7 aquellas manifestaciones de vo~ luntad colectiva, que tienen el mismo contenido, y~ por ello expresan una voluntad común, mediante' los cuales se reglandeterminadasactividades. Este tipo de fuente jurídica es importante en materia agrolaboral, para complementar los textosJegales, pero, claro está, no son vinculantes para quienes están fuera de ámbito.
3. La Jurisprudencia.
La Jurisprudencia es tanto la estatuición singular del derecho en un caso concreto (jurisprudencia propiamente dicha)' como las elaboraciones que en ocasión a la misma realiza el aplicador del Derecho (doctrina judicial).
4. La Historia del Derecho'.
Las fuentes históricas del Derecho Agrario son, tanto las manifestadofles del pasado con relevancia jurídica, como las elaboraciones en torno al mismo, tengan o no carácter legislativo. Por ello las fuentes Históricas se sumergen en la Historia misma, no obstante 10 cual, por simplificación se reducen a dos: las obras histórico-jurídicas y los textos legales del pasado. El papel de las fuentes históricas más que condicionante
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o determinante, es coadyuvativo, bien sea para la correcta formulación de las Fuentes normativas o formales, bien sea para la recta interpretación de las mismas.
Valor de las Fuentes Jurídicas extranormativas.
Puede decirse, parafraseando l!na célebre decisión de nuestra Suprema Corte, que las fuentes jurídicas extranormativas obligan no por razón de imperio, sino por imperio de ra. ión. En todo caso tienen vigencia, como veremos, a través de los ({principios generales)).
IV. LAS FUENTES NORMATIVAS.
1 . La Ley en sentido Lato y su gradación Jerárquica.
Las fuentes normativas del Derecho Agrario, son los preceptos emanados del Estado, o consagrados por éste, que regulan la actividad agraria con alcance jurídico vinculante .
. La noción anterior identifica las Fuentes Normativas} con la expresión unitaria de la Ley en sentido lato .
. Ahora bien, la Ley} genéricamente considerada es, en primer término, la Constitución Nacional. Debajo de ella si~ guen en orden jerárquico, las Leyes ordinarias, los reglamen" tos, etc.
2. Los principios generales del Derecho Agrario y la Costumbre.
AlIado de la Ley, o inmerso en ella, están como fuente normativa los principios generales del derecho agrario y la costumbre. En los capítulos siguientes estudiamos las fuentes normativas en particular.
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3. Carácter de la Norma.
Ahora bien, debe recordarse8 que según modernas doctrinas, las normas jurídicas "no son enunciaciones puesto que no afirman ni niegan, sino que perceptúan, regulan o disponen como debe ser la conducta humana, sin pretensión de verdad o falsedad", todo 10 cual conduce a cierta formulación característica que podría resumirse asf:
(: Toda norma jurídica se funda en un acto de voluntad creadora de conductas previsibles apreciables conforme al elenco de valores adoptado por el ordenamiento legal.
* La función significativa de la norma no es enunciar, ni predicar, sino "prescribir" un determinado comportamiento al que confiere sentido jurídico la voluntad normativa.
Por 10 expuesto lO, el orden jurídico es, frente a los demás
órdenes normativos, ((un sistema de impositividad inexorable donde el sentido esencial del derecho consiste en establecer los límites recíprocos y los enlaces necesarios entre la conducta de varios sujetos para ordenar de un modo objetivo y externo la vida social, todo lo cual es incompatible con la anarquía o el azar. En efecto, una norma será jurídica porque y en tanto que puede imponerse de un modo inexorable a todos los sujetos, con sin o en contra de la voluntad de estos".
8. Cfr. Castro, F. op. cit. 375. 9. Ed. Panadille, Buenos Aires, 1971, 145.
10. Cfr. Recansens, L. Panorama del Pensamiento . .. J) Apud-Aguinsky, 142.
CAPITULO II
LAS FUENTES NORMATIVAS Y EL ORDENAMIENTO AGRARIO
1. . CARACTERIZACION PRIMARIA
1. Contenido y delimitación sectorial.
Las fuentes normativas del Derecho Agrario se esamblan en un' sistema u ordenamiento sectorial, que a su vez forma parte del ordenamiento nacional/ y aparece como expresión de un sincretismo legislativo que comprende, tanto las disposiciones de administrativas, como las civiles, o de otra índole. Por ello sus normas son vastas y difusas.2 La Compilación del Ministerio de Agricultura y Cría3 agrupó hasta ahora en siete tomos, con más de cinco mil páginas la parte sustancial de las leyes referentes al sector agrario. Tal cantidad, fabulosa de normas, a las cuales se debe el estudioso,
1. Santi Romano. Fragmentos... Trad. Sentis, Ed. Ejea, Buenos Aires, 1964, p. 37 y ss.
* La Noción de ordenamiento ;urídico ha sido desarrollado por la Escuela Italiana.
2. Cfr. Lalande Abadía, Jesús. La Acumulación de Normas en el Derecbo HistórIco Español. Anales V- Laguna Tenerife, 1967, p. 7. Esta obra reconoce la "incontinencia Legislativa".
3. Cfr. MAC. Compilación Legislativa. Obra realizada a iniciativa del Ministro Alejandro Osorio, por María Cristina Pietri, adjunta a la Con&ultoría Jurídica del MAC. Esta compilación, por lo exhaustivo de su material y diversidad de índices, es imprescindible para todo agrarista. Particularmente reconocí a su autora el mérito y utilidad que aquí reitero.
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excusa las imperfecciones de este libro, tanto en lo que se refiere a omisiones como a erratas o anacronismos.
A. Zonas Concéntricas.
Conforme a la doctrina francesa4 las leyes que constituyen el Derecho Agrario puden agruparse en tres zonas concéntricas:
una zona central, la más densa, en la que figuran las leyes ((puramente agrarias", tales como la Ley de Reforma, la Ley de tierras baldías, la Ley forestal, la Ley de fauna silvestre, etc.
una zona intermedia, en la que figuran las leyes que sin referirse exclusivamente a la actividad agraria inciden ~obre las mismas; tal sería el caso de la Ley de expropiación por causa de utilidad pública a la cual remite el arto 36 de la L.R.A., el Código Civil, etc.
una zona periférica sumamente vasta que comprende todas aquellas disposiciones que contienen normas especiales sobre la Actividad Agraria, aun cuando sea secundariamente. En esta zona caben, por ejemplo, las Leyes que regulan el impuesto sucesoral respecto a los precios rústicos.
Esta determinación no conlleva ninguna jerarquización; sólo sirve como pauta metodológica para organizar el material normativo que como sabemos, por la llamada ((incontinencia legislativa", es sumamente vasto.
4. Cfr. Megret, lean. Le Droit Rural, E·PU. París, 1969, p. 5 Y siguientes.
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B. Ley Superior Orgánico-sectordZ-y Leyes Subsidiarias.
Conio veremos más adelante .la Ley de Reforma Agraria tiene carácter orgnánico-sectorial, y por ello un rango superior condicionante de todas las demás. Según esto cualquiera otra Ley, reglamento y ordenanza que regule la Actividad Agraria es "subsidiaria"s de la Ley de Reforma, a cuyos principios generales y particulares (Art. 208). deben adecuarse. Veamos las más importantes6
:
. .La Ley de' tierras baldías y ejidos, que organiza la aplicacÍón de las tierras públicas pertenecientes a la Nación, a los Estados y a los Municipios, con miras a su cabal empleo producd~6.( Está' interferida; pero no aprobada en virtud del arto 10 de la Ley de Reforma Agraria que afecta·las preindicadas tierras a fines de reforma).
La Ley forestal de suelos yaguas, que organiza la utilización de los recursos naturales renovables sobre bases' racionales y dinámicas.
El Código Civil en todo su articulado referente a la propiedad de la tierra, a los contratos que tengan mediata o inmediata vinculación con los predios rústicos, etc.
La Ley de fauna silvestre, que regimenta el aprovechamiento y conservación de los animales silvestres, así como la caza de los mismos.
La Ley de úlmigración y colonización, que organiza el incremento demográfico y de la producción agraria como sujetos de otras nacionalidades. .
Las Leyes del.Banco Agrícola y Pecuario, y del Banco de Desarrollo Agropecuario, que organizan el crédito ¡;;omo elemento promociona! de la empresa agraria.
5. Cfr. Várgas Mufioz, Feo. Eimevistaen La . Verdad, Caracas, 2:7-74: 6. Un repertorio más amplio consignamos en el anexo antológico (1).
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Ley de Fauna Silvestre, que regula el recurso faunístico acuático y terrestre, tanto en sus lineamientos puramente conservacionistas, como en su aplicación productiva y venatoria.
Ley Orgánica del Ambiente.
Ley de Reconversión, Remisión y Consolidación de la Deuda de los Productores Agrícolas, que regula la rehabilitación del crédito agrario.
Ley de Mercadeo Agrícola, que regula el abstemento, al-macenamiento, precios mínimos, etc.
Ley Orgánica de Tribunales y Procedimiento Agrario.
Ley de Sanidad Animal.
Ley de Castración y cercas de Ganadería.
Ley de Seguridad y Defensa Nacional.
c. Usos y Costumbres.
Normalmente, en' lenguaje común suele confudirse las expresiones, usos y costumbres. Sin embargo tienen un contenido jurídico diverso.7 En efecto la costumbre representa una fuente jurídica normativa, con eficacia plena en tanto en cuanto sea aceptada como tal. En este sentido es correcto afirmar que representa una norma de derecho objetivo con la misma función de la ley escrita. Los ((usos", por el contrario, tienen una eficacia más restringida, pues se refieren a las relaciones negociales (contratos o convenciones, etc.), representand08 cMusulas tácitas referibles sólo a determinados tipos de contratos en los cuales las partes se refieren.
7. Cfr. Aguilera A. Derecho Agrario, op. cit., p. 30, quien sigue a Geny. 8. Ibidem.
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En la gran discusión sobre la autonomía del Derecho Agrario, se pretendió destacar su especialidad por el papel que tuvo o le da a la costumbre rural, la cual tendría un relieve y consideración notables9
• Mas, en nuestro ordenamiento, salvo remisión expresa, como sucede en algunos casos previstos por el Código Civil, el papel de la costumbre es menor. En tal sentido nuestra mejor doctrina1o afirma:
"De la costumbre observaremos que fue una fuente importante del Derecho Agrario. En verdad, muchas de las figuras que lo componen hallaron su formación en las costumbres. Los contratos de arrendamiento, las medierías y las aparcerías entre ellas, se rigieron antaño más por la costumbre que por la Ley. Pero habiendo p'rohibido o restringido el nuevo estatuto la utilización de estas formas de tenencia, como expresión que eran de la explotación indirecta de la Tierra, al presente la costumbre ha venido a menos y perdido su papel de fuente de nuestro Derecho Agrario".
D. Preceptos Menores.
A los fines de la sistematización de las fuentes jurídiconormativas del Derecho Agrario llamamos preceptos menores, a las disposiciones legislativas de rango regional o local, los reglamentos especiales, los reglamentos profesionales y los contratos tipos.
a) Leyes Estatales y Códigos de Policía.
Entre los preceptos menores tienen singular importancia las llamadas leyes de Llanos y los Códigos de Policía. Los primeros, casi todos influenciados por el ruralismo platense, contienen normas útiles para integrar la actividad pecuaria. Los segundos contienen exhaustivas de normas administrativas en beneficio del normal desenvolvimiento de la Actividad Agra-
9. Cfr. Giorganni, M. Lezioni . .. " op. cit., 6. 10. Cfr. Casanova, R. V. op. et Locus cit.
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tia. Cabe destacar que el año 1956, el Colegio de Abogados de Apure ponencia Barrios Araujo propuso una Ley de Llanos (veáse RDAF. N'? 104) sistemática.
b) Reglamentos y Ordenanzas Locales, sobre Policía
. Entre los preceptos menores tienen gran importancia los reglamentos y ordenanzas locales, pues a ellos se remite la regulación de. las limitaciones legales de la propiedad predi al por utilidad privada. (Art. 646 Código Civil).
c) Reglamentos Especiales.
Los Reglamentos Especiales rigen en materia de contratos agroindustriales (Art. 150 L.R.A.).
d) Reglamentos Profesionales.
La doctrina FrancesaII los acepta cuando tiene normas técnicas de producción.
e) Contratos Tipos.
Se reconoce como fuente normativa, el contrato tipo, que tendría el valor de reglamento. Tal es el caso de las cooperativas. Adviértase sin embargd2
, que los contratos tipos no son rigurosamente hablando una fuente normativa, hasta tanto no se actualicen por los contrantes en cada caso.
2. Aspecto sedimentario e in fieri.
Dado que el fenómeno agrario acaece sin solución de continuidad, su regulación jurídica se va formando por sedimenta~ ción13
• Hay por tanto {{capas" antiguas en ese vasto tejido. Muchas normas se produjeron y se siguen produciendo sin una debida coordinación entre los sistemas legales coexistentes.
11. Cfr. Malezieux. op. cit., 1, 23. 12. Ibidem, 25. 13. Cfr. Megret, J. op. cit. 15
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Por otra parte, varían los contextos, que, naturalmente, tienen espíritus diferentes. Basta, por ejemplo, observar en Venezuela el régimen de los ejidos y de las comunidades indígenas para confirmar lo dicho: Se entrecruzan normas dispares de la Constitución, con viejas Leyes y normas civiles.
Consecuencialmente la labor de quien aplica el Derecho Agrario es sumamente difícil, ya que es inevitable destacar en cada caso, respecto de las múltiples disposiciones reguladoras qué perdura y qué no. Pero, paradójicamente, hoy en día el ordenamiento jurídico agrario aparece como, un <l derecho in fieri"14, esto es, en plena formación. Este rasgo es determinado no tanto por la novedad de sus institutciones, algunas de las cuales son seculares, sino porque al referirse casi todas sus disposiciones a conciliar las exigencias de la ((Producción", con los atributos de la propiedad nacen tensiones e incertidumbres, pues como se dice, ((el mundo de las relaciones agrarias es todavía incandescente". Conviene retener este rasgo cuatitativo del ordenamiento agrario, pues aconseja aplicar las normas agrarias, previa valoración de intereses, dentro de la equidad social1s
•
3. 1 nordinación y Equilibrio Económico.
El ordenamiento agrario no es exactamente un sistema de coordinación o subordinación, sino más bien, un sistema de integración o inordinación. En efecto, el carácter social del Derecho Agrario, presupone concebir la Actividad Agraria como ((fenómeno de conformaciones colectivas que se manifiesta con grados de intensidad creciente, en una especie de ((comunión. 16 Desde cierta perspectiva iuslaboralista, afín a nues-
14. Cappelletti, M. Problema ... Ed. UP-Firenze, 1962, p.D. 15. Ibídem. 16. Para un mejor análisis de este aspecto visto desde ia perspectiva laboral
puede consultarse la clásica obra del Dr. Rafael Caldera. "Derecho del Trabajo"
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tta rama, podría pensarse que, el Derecho Agrario es un itis· trumento que procura un determinado equilibrio productivo para el cual se requiere manejar «criterios económicos)}, dentro de la preminencia del interés colectivo. Puesto que, en cierto modo, todos los problemas jurídicos son ((imputables)} al derecho de propiedad, conviene recordar con la mejor doctrinaP7 que la precisión de las potestades del poder público sobre la propiedad se ejercen, mejor, no por la fuerza del Estado, ni por la simple voluntad del legislador, sino por la adopción de fórmulas que armonicen el conflicto promovido entre el fin individual y el social, imponiéndose desde luego las nece-. sidades colectivas a los fines utilitarios egoístas. Es lo que se expresa en las llamadas "~unción social" y función personal de la propiedad. Partiendo de ellas, tal como se enuncian en la Constitución (Arts. 99 y 44) es posible, al menos dentro del ordenamiento jurídico venezolano, y en la medida que ]a utilidad pública que revisten los cometidos reformistas, no se menoscaben, armonizar las viejas figuras. del derecho comtÍ-n con el Derecho Agrario. En efecto, es deber del Estado, cónsono con el orden público económico, incrementar la· producción nacional, conciliando los específicos intereses de los beneficiarios con las exigencias supremas del bienestar colectivo.
n. POSICION y JERARQUIA DE LAS FUENTES.
1. La Jerarquía de las Fuentes como exigencia Constitucional.
Las fuentes jurídico-normativas del Derecho Agrario son jerárquicas, pues el Estado así lo impone en virtud de su or-
17. Cfr. Luque, Manuel. La Reforma Social Agraria, Ed. RNA. Bogotá, 1967 p.37.
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ganizadón éanstitucional. No se trata18 de una "exigencia lógica impuesta por la necesaria unidad del sistema, pues podría concebirse, y así sucedió en la edad media, la coexistencia de dos ordenamientos jurídicos independientes, sin subordinación, sólo separados por las respectivas competencias"; sino de un imperativo constitucional.
2. Prioridad Jerárquica de la Constitución y de la Ley de Reforma Agraria sobre cualquier precepto anterior o posterior de las mismas.
Para nosotros aparece en cierta manera como intuición eidética, que la Constitución Nacional inviste a la Ley de Reforma Agraria de un carácter orgánico-sectorial, que, por esencia y funcionalidad no puede ser por ninguna otra ley.
Conforme a tales premisas las fuentes jurídico-normativas del Derecho Agrario se instituyen con la siguiente jerarquía: Constitución Nacional, Ley de Reforma Agraria, Leyes generales, Leyes especiales, reglamentos generales, reglamentos especiales, Leyes Estada1es, Ordenanzas Municipales, costumbres locales. Este elenco resulta, como vimos de conceptuar la Ley de Reforma Agraria como un tipo sui géneris, que hemos denominado orgánico-sectorial) a falta de otra expresión asequible. En este orden de ideas parecerá útil recordar19
que los conflictos entre normas de diversas promulgación se solucionan tradicionalmente con base, ya en criterio de la prevalencia; (la Constitución sobre la ley; esta sobre los reglamentos, la nacional sobre la estadal, etc.); ya en el crite,.io de la especialidad) (dos normas del. mismo grado jerárquico: la especial tiene fuerza derogatoria), ya en el criterio
18. Cfr. De Castro, F. Derecho Civil, op. cit. 1, 377. 19. Cfr. Galloni, G. Gerarquia delle Fonti RDA. Giuffre, Milán, 1961, p. 645.
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cronológico) (entre varias normas de igual eficacia jerárquica y reguladores de la misma materia prevalece aquella más reciente). Ahora bien, si lo intuido por nosotros es cierto, estos criterios son insuficientes frente a nuestra Ley de Reforma, y en todo caso inoperantes.
3. Digresión sobre la Jerarquía y Eficacia de los Códigos de Policía.
La jerarquía de las fuentes jurídico-normativas determina su eficacia. A mayor jerarquía mayor eficacia. En este orden de ideas conviene distinguieo entre derechos subjetivos y situaciones administrativas de incidencia subjetiva. Los primeros se crean o declaran exlege, atribuyéndoles una potestad compulsoria directa". Las segundas se dan cada vez que determinada fuente jurídico-normativa impone una conducta general cuya violación afecta algún interés personal o patrimonial del sujeto. En efecto el derecho subjetivo conforme un elemento de una relación jurídica cuya satisfacción corre a cargo de una persona determinada o determinable que responde por ello; la situación administrativa de incidencia subjetiva no da ninguna titularidad. Así por ejemplo cuando el arto 127 del Código de Policía del Estado Carabobo dice que se prestará especial cuidado para que el libre curso de las aguas corrientes y riegos no sean modificados por los particulares, no atribuye ningún derecho subjetivo a quien se sirve de dichas aguas, por lo que no se puede exigir directamente del infractor que corrija la deficiencia. No obstante, conforme a la mejor doctrina21 el lesionado puede pedir indemnización si la infracción representa un delito civil.
20. Cfr. Loewenwater, V. Derecho Civil. .. " op. cit. p. 22. 21. Ibidem.
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4. . Jerarquía y Planificación.
A. Aspecto General.
La norma agraria conlleva una adecuación a las ('xigencias planificativas. Sólo de este modo es factible la defensa de los sujetos y de los recursos naturales. En efecto, se dice22
,
el fenómeno agrario está sometido al imperativo planificador permanente, pues el Espacio Agrario se va tornando menor, a la vez que avanza el crecimiento demográfico, circunstancias que obligan a la planificación en cualquiera de sus modalidades. Tal exigencia es inexcusable para el ordenamiento agrario venezolano en virtud de los arts. 6 y 200 de la Ley de Reforma, que en cierto modo preordenan la Actividad Agraria a un esquema planificador. Es obvio que para establecer la jerarquía de las fuentes y su desarrollo hermenéutico deben tomarse en cuenta los planes· agrarios referibles al caso.
B. Visión del problema a través de la paridad de ciertas actividades en orden a la utilidad pública: Turismo y Reforma Agraria.
La Jerarquía de las fuentes debe mensurarse con arreglo a la planificación Nacional. Esto se advierte en casos como el del turismo y la Reforma Agraria calificadas de utilidad pública por sus respectivas leyes ¿cuál prevalece? ¿Cuándo un fundo afectado al turismo puede expropiarse para fines agrarios?
22. Cfr. Franco, Oldegar. op. cit., 11.
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La solución correcta debe encontrarse en el papel que se asigna al área de ubicación del predio dentro del plan de la Nación.
Esto es muy importante porque, al parecer sólo el Estado por ley o acto equivalente puede calificar la utilidad23.
> '
23. Cfr. Orgaz Arturo. Diccionario . .. " Ed. 'Assandri, Córdoba, 1961, p. 358.
CAPITULO III
LAS FUENTES NORMATIVAS EN PARTICULAR
L LA CONSTTTUCION NACIONAL
1. Aspecto General.
La Constitución es la Ley Agrarial fundamental pues esta denominación comprende todas las normas que se refieren, en 'general, a la Actividad Agraria en su objeto-sujetos y relaciones, sin importar la "sedes materiales", ni el criterio que prive en su concepción o elaboración.
En efecto, la C.N. concebida como expresión integral del Estado Venezolano, es el fundamento original y primario de la regulación jurídica de La Actividad Agraria) ya en su aspecto objetivo) esto es por lo que respecta a los "R.N.R.", ya en los demás aspectos.2
En este sentido la Corte Suprema ha dicho que en el primer plano de nuestra normativa agraria está la Constitución Nacional, cuyo Art. 105 establece y condiciona el régimen jurídico de la Reforma Agraria formando el núcleo inicial de un sistema agrario constitucional./3 Tal sistema, a nuestro modo de ver involucra una serie de mandatos y cometidos) cuya síntesis se proyecta institucionalmente confor-
1. Ver Enciclopedia SElX, Voz Agraria. Allí se fija el calificativo siempre que el Estado intervenga por .razón de utilidad pública. ,
2. Cfr. Valero-Gabaldón. op. cit. l, 58. 3. Ver: C.S.]. Sentencia del 28-6-67.
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mando los principios generales específicos de que arrancan del veto al sistema latifundista y la creación del derecho de dotación para los campesinos y trabajadores rurales, comprendiendo en su formulación la tierra y las asistencia técnicocrediticia (Art. 105 C.N.).
2. Principios específicos que contiene.
Pues bien, con tan sólido pedestal, nuestra Carta Magna contiene, de manera inequívoca los preceptos básicos del ordenamiento jurídico-agrario, los cuales podríamos enumerar sumariamente así:
A. Acepta con relieve un fin productivo.
La Constitución Nacional vincula el proceso reformista al fin productivo (Art. 105).
B. Instituye el beneficio colectivo en la explotación. Nuestra Carta fundamntal vincula los recursos renovables, cuya conservación activa procura, a la- explotación en beneficio colectivo de los venezobnos (Art. 106 C.N.).
C. Valora la Actividad Agraria conforme a la Justicia Social.
Nuestra C.N., fundamenta toda Actividad Agraria, en cuanto forma parte del régimen económico de la República; en los principios de la justida social (Art. 95 C.N.).
D. Auspicia la expropiación con pago en bonos.
La C.N., favorece la expropiación de tierras privadas para la Reforma Agraria permitiendo la indemnización parcial en bonos (Art. 101 C.N.).
DERECHO AGRARIO .VENEZOLANO 89
E. Favorece la aplicación de las tierras baldías.
La C.N., favorece la aplicación de las tierras baldías (Art. 136 N'? 10 C.N·), permitiendo su venta conforme a la Ley.
F. Protege a los indígenas y a la familia.
La C.N., protege los sujetos "beneficiarios" y en especial las comunidades indígenas, procurando ]a estabilidad familiar a través del patrimonio inembargable (Arts. 73, 77 de la C.N.).
Más, no sólo a través de las normas citadas es como la Constitución sistematiza el mundo rural; en efecto, también sus preceptos preambulares, programáticos indicativos, programáticos vinculativos e imperativos directos, son parte del sistema. En este orden de ideas conviene insistir en que, por cuanto la Actividad Agraria es una actividad económica, surge como primer postulado constitucional la justicia social: Si todo el régimen económico de la República según dice .el Artículo 99, .s.ebaSia en los principios de la Justicia social, toda la estimativa del Derecho Agrario, se basa en los principios de la justicia social.
3. Digresión sobre el carácter clasista de los preceptos Constitucionales Agrarios.
Conviene advertir que nustro sistema constitucional no convierte al Derecho Agrario en el derecho de la clase campesina. Antes por el contrario, lo considera el Derecho del ((Productor Rural", entidad que tiene un contenido superior y más funcional que el de campesino. Esto no quiere decir que el campesino no sea el sujeto beneficiario direct~. y primordial de nuestra ley de Reforma Agraria; sólo que no 10 es
90 ALÍ. JosÉ VENTURINI V.
ni exclusiva, ni absolutamente, 10 es en concurso con los otros productores del campo y por eso se explica que cuando el Art. 1? de la Ley de Reforma Agraria desarrolla el programa constitucional, que se encuentra en el Art. 105 de la C.N., n firma , que, entre otros, el objeto de la leyes brindar asistencia integral a los ((Productores del.campo'J, a fin de que la tierra constituya para «el hombre que la trabaja)} (entendido como productor), base de su estabilidad económica, fundamento de su progresivo bienestar social y garantía de su libertad y dignidad. La Constitución Nacional, (que no es condicionable sino condicionante de todas las demás leyes, reglamentos o estatutos),
. imponen una subordinación inexcusable a sus propios principios, y no aparece entre ellos otorgar ninguna supremacía clasista.
n. LA LEY DE REFORMA AGRARIA.
1. Aspecto General.
Inmediatamente después de la Constitución, la primera Fuente jurídico Normativa de nuestro Derecho Agrario es la Ley de Reforma Agraria, promulgada el 5 de marzo de 1960, efusivamente recibida y consecuentemente estimada. Sobre ella se ha dicho: 4
"Se cumple así un acto de justicia con las masas campesinas de Venezuela y se creaban condiciones para mejorar la economía nacional, incorporando ese denso sector a la producción activa. Se establecían nuevas formas de explotación de. la tierra; permitiendo a los campesinos ser factores positivos en la utilización de sus recursos en la aprobación de la Ley de Reforma Agraria hubo -:onsenso nacional. La redacción del proyecto fue el trabajo de perso-
4. Cfr. Vera Gómez, Luis. Ley de Reforma Agraria, La República, Caracas, 22-9·69.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 91
neros de los más representativos sectores de la vida del país; pero fue también la resultante del empuje reinvindicativo del movimiento obrero y campesino; con conciencia adquirida en luchas de años de la urgencia de su puesta en vigencia. No se quería cometer injusticias contra los propietarios, sino reparar las que por siglos venían sufriendo nuestros trabajadores del campo.
Ante millares de campesinos; venidos de los más lejanos lugares del país, en uno de los más emocionantes actos de masas celebrados en Venezuela, el entonces Presidente de la República, Rómulo Betancourt; frente a los bronces de los héroes de nuestra independencia; en el CamP'ü de Carabobo, le puso el ejecútese a la Ley de Reforma Agraria. Los testigos fueron quienes habían sido parias en su propia tierra y ahora adquirían el derecho a la participación de la riqueza de la tierra al permitírse1es su explotación con la ayuda del Estado".
En verdad, el anteproyecto redactado por la Comisión fue al Congreso después de haber sido estudiado detenidamente por el Consejo de Ministros, organismo que luego de algunas modificaciones para perfeccionarlo, lo aprobó unánimemente como Proyecto definitivo, en su reunión del 17 de julio de 1959.5
2. Contenido General.
La Ley de Reforma Agraria Venezolana recoge parcialmente cada una de las grandes formulaciones ideológicas contemporáneas. Presenta, básicamente, los lineamientos de las anteriores leyes del 45, 48 y 50, las cuales a su vez, se inspiran, esencialmente, en nuestra tradición legislativa (tierras baldías), y en el reformismo mexicano, con algunas adaptaciones y apuntes orginales impuestos por las exigencias políticas, sociales y económicas de la época. Consta de 209 artículos que se complementan con otros 251 del Reglamento, en los
5. Ex-Mot-RAC, 1, 14
92 ALÍ JosÉ V ENTURINI V.
cuales se desarrollan, como "instrumentos" del proceso reformista, las instituciones fundamentales de la Actividad Agraria, a saber:
Bases de la Reforma Agraria;
propiedad y función social;
régimen de las aguas;
catastro rurai;
dotación de tierras;
patrimonio familiar;
crédito agrario;
conservación y fomento de los recursos naturales renovables;
mercadeo agrario;
deuda agraria;
riego y órganos administrativos de la Reforma.
3. Balance aplicativo.
Vista con cierta perspectiva, aquella que se sitúa en sus quince años de vigencia, algunos comentaristas6 destacan con acierto 10 siguiente:
"Desde la época de la Independencia se dictaron ciertos decretos para realizar cambios en la estructura agraria del país, pero en sí fue en 1864 con la Revolución Liberal cuando se da comienzo a este proceso, que por la agitación política existente, no se ¡:Judo continuar. De todos es conocido que la primera Ley por el sistema de expropiación
6. Cfr. Meza Barrios, Miguel. La Ley de Reforma Agraria, El Universal, Cara-cas, 1975. .
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 93
de tierras (previa indemnización en dinero efectivo) fue promulgada en el año de 1945. Para el año de 1948 surgen las llamadas "Comunidades Agrarias", mediante promulgación de una nueva Ley que dio motivo a la creación de la "Deuda Agraria", sistema que por medio de bonos se cancelaba el valor de la expropiación de tierras. En el año de 1949 se decreta el "Estatuto Agrario", ampliando el concepto de las anteriores leyes y tranformándose posteriormente en el actual Instituto Agrario Nacional, con personalidad jurídica y ¡yatrimonio propio. Es de anotar que este último se denominaba antetiormente Instituto Técnico de Inmigración y Colonización adscrito cerno todos sabemos el Ministerio de Agricultura y Cría. Antes de la fecha citada al inicio de este artículo surgió el decreto de la Junta de Gobierno del año 1958 en donde es creada una Comisión Nacional, presidida por el Arzobispado de Caracas e integrada por representantes de todas las organizaciones políticas, sindicales y económicas que tenían como misión fundamental la elaboración del anteproyecto de la Ley ele Reforma· Agraria. Si estudiamos los conceptos del primer artículo de la Ley vigente nos damos cuenta que el capital humano que ejecuta de buena o de mala parte de su contenido ha cometido errores funestos. Por ejemplo: todas las cosechas que se han perdido en tan buenas tierras donde se han efectuado los sembradío s con riego propio, las veces que han dejado de sacar el mejor ganado, bien por escasez del mercado, o por dar cumplimiento a cierta venta por adelantado, las maquinarias asignadas totalmente inutilizadas y otra serie de inconvenientes como el verano, crecientes de ríos y quebradas etc., etc., fracasos que terminan en el abandono total de las fincas, ¿de quién es la culpa? 10 ignoramos. .. Pero es interesante saber que para lograr una eficiente Reforma Agraria, el factor humano es 10 primordial, ya que el hombrees la base para toda posible realización, que busque establecer definitivamente un cambio en la estructura del país. Es oportuno recordar a las autoridades y técnicos que al campesino hay que hacerlo participar en la planificación y programación del trabajo agrario, en cuanto a los técnicos que muchas veces éstos por miedo a ser relegados o a transferir el poder no les enseñan, no les instruyen...... ¿por qué será? "Por miedo quizás". Debemos tener en cuenta que la wla dotación de tierras no contribuye al aumento del nivel de vida de las familias campesinas. Otro estudio que merece 1a atención es el de liberar al campesino de los intermediarios usu-
94 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
reros y de los acaparadores. A estas alturas nos percatamos que la particularidad de las condiciones económicas, sociales y geográficas de Venezuela no ha hecho posible la aplicación directa de las experiencias logradas por otros países. Nuestro Jefe de Estado está al tanto del primer programa de Reforma Agraria que incluyó el partido de gobierno, y quiero referirme a las extraordinarias ideas enunciadas bajo el rubro de "Política de Fomento de la Producción" (ver semanario de Acción Democrática del 10-1-42) y sabe el Presidente Pérez que sólo una intervención profunda del Estado venezolano puede salvar a nuestra economía agraria, que no podemos negar, siempre ha estado en quiebr3. Por todo esto y mucho más el Primer Magistrado, fiel :ntérprete de la política del ex-presidente Betancourt que en función de Gobierno abordó con probidad mental, honradez y decisión patriótica la discusión y solución de nuestro histórico problema agrario, ha manifestado su disposición de im-· pulsar la Reforma Agraria, todos sus programas, con esfuerzos del MAC, IAN, BAP y Corporación dé Mercadea, pues en esta materia ha enfatizado la constitución de empresas campesinas mixtas con los Institutos antes citados agregándose a ellos la Federación Campesina, con el fin de que las propias empresas contraten equipos de asiskncia técnica y administrativa. A éstos se les dará participación en los beneficios que generan las mismas (empresas). En síntesis a 15 años de sancionada esta Ley de Reforma Agraria ahora que se están logrando las experiencias de un proceso que lo quisimos hacer con mucha rapidez y que necesita el tiempo requerido".
4. Caracterización Tentativa.
A. Ley orgánico-sectorial.
Como insinuamos ya, nos parece que la Ley de Reforma Agraria es un tipo sui géneris de Ley Orgánica que denominamos orgánica sectorial, por cuanto regula totalmente el sector agrícola, como ámbito funcional de la Actividad Agraria.7
7. Cfr. Venturini, Alí. Las Fuentes del Derecho Agrario.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 95
En este sentido nuestra doctrinaS ha señalado que ninguna de las "leyes precedentes tuvo aplicación ni se redactó con la amplitud y originalidad que caracterizan la vigente Ley de Reforma Agraria. Piénsese que esta ley ((fue aprobada en días de plenitud histórica, propicios a la reestructuración de la República, y se le encomendó la regulación de las relaciones jurídicas atinentes al uso y aprovechamiento de la tierra. Un campo de relaciones vastísimo, ayer distribuido entre varias leyes, ahora reservado a una sola, que gobierna mediante un principio cardinal: la función social que la apropiación individual de la tierra tiene que cumplir en el desarrollo del país y el bienestar de sus habitantes. Nos encontramos, en consecuencia, ante un verdadero Código, el Código Agrario, como se le llama en otras naciones"·
No pretendemos, ni podemos, por ahora, ahondar sobre los fundamentos de la caracterización propuesta. Obviamente encontrará resistencia en la doctrina tradicional, por cierto escasa. Sin embargo, .,aún dentro de las pautas conservadoras de un excelente opúscul09 se pone de relieve que nuestra Suprema Corte empieza a horadar el tema, cuando considera que las Leyes Orgánicas tienen en nuestro sistema jurídico un aspecto formal dado por la calificación, o el iter parlamentario, y un aspecto material, dado por el contenido o sustancia que regulan. AlIado de esto se ha destacado que antes de la Constitución del 61, ninguna ley orgánica tenía· jerarquía formal sobre otras leyes y es sólo ahora cuando el carácter orgánico determina por si una supremacía frente a otra ley. En conclusión10 la doctrina de la Corte Suprema de Justicia sobre las leyes orgánicas puede resumirse así:
8. Cfr. Casanova, R.V. op. cit., 6, 21,22. 9. Cfr. Andueza, J. G. Las Leyes Orgánicas ... " R-FAC, Caracas, 1973, p.
511 Y siguientes, lo que sigue es inspirado en su obra citada. 10. Ibídem.
% ALi JOSÉ VENTURINIV.
a) En las leyes hay un aspecto formal, que son las maneras como una ley adquiere la categoría de ley orgánica. Esas maneras son: 1'?) la propia calificación dada por el texto fundamental (leyes orgánicas por voluntad del constituyente); y 2? ) la declaración hecha por cada Cámara, por la mayoría absoluta de sus miembros, al iniciarse en ellas el respectivo proyecto de ley, en el sentido de que la ley tiene carácter orgánico (leyes orgánicas por voluntad del legislador). En las leyes orgánicas hay también un aspecto material, que es el que te da el carácter de supremacía ;erárquica sobre las leyes ordinarias.
b) La preeminencia de las leyes orgánicas debe entenderse "sólo en el caso de que una ley regule a la otra". En el caso de que la ley orgánica no regule a la ley ordinaria "lógicamente tendrá preferente aplicación esta última norma legal, pues el carácter singular de ella, así 10 exige".
c) Las leyes orgánicas dictadas con anterioridad a la vigencia de la Constitución de 1961, que fue la que 1ntrodujo la categoría de las leyes orgánicas, tienen la jerarquía formal que les otorga el nuevo texto constitucional.
B. Utilidad y orden público.
El artículo 200 califica a la Ley ·de Reforma como normativa de utilidad pública. Pero en atención a su contenido institutcional bien podría ser también de ordn público, y por 10 tanto creadora de relaciones indisponibles. En tal sentido ha dicho la Corte Suprema de Justicia, en su Sala de Casación Civil: "La Ley misma de Reforma Agraria en su con~ junto, no es sino un corolario o desarrollo del postulado consagrado en el artículo 105 de la Constitución Nacional, que enmarca esta materia como de interés social. Esta Corte con-
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 97
sidera, a pesar de los argumentos en contrario de los abogados formalizan tes , que esta materia es de innegable orden público. Cierto que esta cuestión. es una de las más arduas de la ciencia del Derecho, y que es' muy difícil y a veces imposible definir la línea confusa que permita decir dónde comienza y dónde termina el orden público, pero en este caso no es aventurado afirmar que tal matera sí es orden público. No sólo de utilidad pública, como dicen los formalizantes, sino que lo es también de orden público, aunque es verdad que ambos conceptos no son sinónimos, pues además de esta utilidad que la propia Ley consagra en el Art. 200, hay también otros elementos que concurren en el sentido indicado, como son la consagr::tción eh la propia Carta Fundamental del interés social inh~tente a la materia; la irrenunciabilidad de los derechos consagtados por esa Ley especial a favor de los beneficiarios de la Reforma Agraria; la preferencia y prelación de las disposiciones de esa Ley sobre todas las demás del Ordenamiento Legislativo Nacional que se opongan a ella, etc.). (Sentencia de 28 de junio de 1967).
C. Aplicación preferente.
La Ley de Reforma Agraria es de aplicaCión preferente. Sus normas generales y particulares tienen preferencia sobre cualquier disposición del ordenamiento Legislativo Nacional que se oponga a ella (Art. 208 L.R.A.). Es una Ley que, como sea ha dichol! tiene prelación sobre cualquiera otra Ley. De ahí que involucre para el intérprete y el aplicador el deber de {(ir directamente, sin titubeos) a la ponderación de los problemas agrarios con los elementos que ella ofrece".
11. Cfr. De Natale, R. Evaluación... op. cit., 64.
98 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
D. Aplicación perentoria.
La Ley de Reforma Agraria, es por el principio de utilidad pública, de aplicación perentoria. Los intereses por ella regulados y por sus conflictos, deben satisfacerse con celeridad, pues la ley de utilidad pública conlleva urgencia en su satisfacción.
E. Inderogabilidad e inabrogabilidad ordinaria.
Por ser orgánico-sectorial y por ende omnicomprensiva de todas las relaciones jurídico agrarias, la' Ley de Reforma es inderogable e inabrogable de modo ordinario. Sólo puede ser derogada o abrogada por la Constitución, o por una nueva Ley de Reforma Agraria u otra equivalente. En este sentido se ha dicho, por ejemplo, que la Ley de Remisión de la Deuda Agraria es "subsidiaria" de la Ley de Reforma y no puede menoscabarla en forma alguna. En efecto, si bien es cierto, que conforme a la doctrina común la ley posterior deroga a la anterior, y la especial a la general, tales principios carecen de virtualidad en nuestro caso, pues la organicidad de-. riva aquí extraordinariamente no por el modo de producción legislativa, sino por su esencia teleológica y funcional.
Cuando se crea una ley sectorial como la' Ley de Reforma Agraria, que con carácter omnicomprensivb, regula todo el fenómeno de la Actividad Agraria, se supone una asunción de la voluntad legislativa plena, en virtud de las exigencias mismas del tratamiento legal. Esta toma de posición respecto al régimen jurídico de una actividad productiva concebida Íntegramente no puede estar sometida sino a las variaciones de igual rango.
ASÍ, las leyes subsectoriales, no pueden derogar a la Ley Agraria, por el principio de especialidad, porque la especiali-
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 99
dad es criterio inoperante cuando se refiere a una regulación unitaria de un fenómeno productivo unitario. Así, por ejemplo la ley de mercadeo o una ley de aguas no pueden derogar a la Ley de Reforma Agraria en las materias por ella reguladas.
5. Eficacia de la Ley de Reforma Agraria: Por qué ha sido y por qué no debe ser derecho indiano.
Nuestros estudiosos12 han destacado que muchas de las deficiencias de aplicación de la Ley de Reforma, se deben más que ésta, a la inaplicación de sus instituciones, o al mal uso de las mismas, pues la ley en sí "concilia, admirablemente, el criterio tradicional del predominio de la propiedad privada, con el nuevo concepto de propiedad agraria sujeta a limitaciones o restricciones impuestas por el bien común y los intereses colectivos". A eso se añaden las martingalas jurídicas o recursos rabulescos que por ausencia de una jurisdicción agraria especializada, distorsionan el claro sentido de sus instituciones. Ahora bien, interesando a la justicia social, no debe ser "derecho indiano" que se acata pero no se cumple, pues este supremo valor es la única garantía terrena para la gran conveniencia, y el único instrumento sereno contra Ja 0presión de cualquier signo.
6. Dualidad imperativo-programática.
Nuestra más calificada doctrina13 señala que la L.R.A., es normativa y programática, pues como instrumento jurídico se aplica a una realidad para transformarla de inmedjato, proyectando las soluciones al futuro. Así vemos como el Art. 7
12. Cfr. VaIero Gabaldón. Análisis ... " op. cit. 111, 78. 13. Cfr. Casanova, R.V. op. cit., 151.
100 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
ilnpone al Estado crear condiciones para dignificar el aabajo rural cónsonas con las transformaciones que "derivarán" de la reforma. Con todo me parece que no puede hablarse de una dicotomía normativa-programática, pues 10 uno no excluye 10 otro, de ahí que el epígrafe escogido implique otro idea.
CAPITULO IV
LOS PRINCIPIOS PECULIARES DEL DERECHO AGRARIO
I. UBICACION DEL PUNTO EN LA TEORIA GENERAL DEL DERECHO COMUN.
1. La noción de principio general y su significación jurídica.
En el comienzo de una obra magistraP cuya síntesis pertinente constituye lo que sigue, se expresa que principios del Derecho, ideas, directrices y pensamientos jurídicos generales son términos empleados continuamente por la doctrina y la jurisprudencia, sin que jamás se haya hecho un análisis sistemático de su respectivo sentido y alcance, procc:dencia y función. Desde tal perspectiva no es necesario abundar sobre la dificultad del tema, que, sin embargo, nos resulta muy familiar en la medida que2 "es común en nosotros la idea de que en el fondo de las normas jurídicas, hay siempre latente un principio de derecho, que una vez descubierto, tiene en sí mismo impulso suficiente para cobrar automáticamente un rango igual al de la Ley misma". Ahora bien, como se ha advertido, la primera dificultad que encontramos es la equivocidad de la expresión, pues bajo el rubro de principios generales se incluyen promíscuamente, cuestiones varias tales com03
: a) consideraciones de la jurisprudencia; b) axiomas y
1. Nos referimos a la obra del Profesor Josef Esser. Principio y Norma t'n la elaboración Jurisprudencia del Derecho Privado. Trad. Valenti-Fiol, Ed. Bosch, Barcelona, 1961, p. 3.
2 Y 3. Ibidem, 4.
102 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
máximas propuestas por la doctrina; a) principios didácticos y constructivos; d) ideas dominantes en un sistema jurídico nacional; e) principios materiales y principios técnicos de aplicación y, por último principios generales superiores que por definición informan todo el Derecho.
2. Principio general como fuente normativa autónoma y como fuente supletoria.
El principio general se concibe como fuente normativa autónoma y como criterio de integración supletorio en caso de lagunas de la Ley, sentido éste que consagra el Art. 4 del Código Civil Venezolano al fijar la prelación de fuentes en nuestro ordenamiento jurídico. En esta obra damos acogida fundamentalmente a la primera acepción, y en tal sentido entendemos por principio general normativo aquellas proposiciones ductrices que caracterizan una disciplina, a las cuales debe subordinarse el desenvolvimiento de las normas e instituciones: 4 el principio emerge del ordenamiento jurídico de modo virtual o textual. Su enunciación doctrinaria debe procurarse en todo caso conforme a la realidad existente o proyectiva, «sin imitación, extranjerizan te ni subjetivismos clasistas", pues ((toda palabra o acto que no esté de acuerdo con los hechos acarrea disilusión".5
3. Expresiones Afines.
A. Principio y aforismo.
El aforismo expresa un modo de significar algo,6 y por ello indica juicio o sentimientos generalizados; en tal sentido
4. Cfr. Mignone, CarIo. op. cit., 9. 5. Ibidme. 6. Cfr. Bielsa. Metodología ... " op. cit., 87.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 103
puede dar la noción de un principio, pero no denotar el contenido sustancial del principio, ni mucho menos 10 define.
B. Principio y Paremia.
Paremia, del griego Pardamia significa proverbio, refrán, adagio o sentencia jurídica. Puede contener un imperativo empírico, útil para valorar una situación o relación deter-minada. I
C. Principio y Objetivo.
Objetivo es el límite, cuantificable en cierto modo, a que se dirige una acción dada. Objetivo agrario sería aquél determina,do por la Actividad Agraria. En sentido Lato, el objetivo u objetivos agrarios pueden reducirse a los objetivos de la Reforma Agraria.
D. Principio y axioma.
Axioma, del griego axioma, autoridad es toda .afirmación tan clara que no necesita explicación. Es todo 10 incontl'oversible y evidente.
E. Principio y postulado.
Postulado es toda proposición cuya verdad se admite sin pruebas, y es necesario para ulteriores demostraciones.
F. Principio y brocardo-ico.
El brocárdico es toda sentencia profesora1 contentiva de una máxima legal.
G. Principio y dístico.
Dístico del latín ((distichon", a su vez del griego significa una máxima forense breve, eventualmente en forma de dos versos que expresan un concepto cabal.
104 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
H. Principio y Cometido.
Cometido es toda incumbencia administrativa por la cual el Estado fija singularmente sus fines generales. Viene del latín commihere que significa encargar a uno un negocio.
i. Principio e Imperativo Técnico.
El imperativo técnico es aquél canon de carácter cientí· fico que interesa una determinada relación jurídica, ajustando su contenido y desenvolvimiento, o condicionando su eficacia. El imperativo técnico emerge de las llamadas fuentes materiales y puede ser textual o virtual. Imperativo técnico es la explotabilidad económica prevista por el Art. 24 de la L.R.A y desarrolla reglamentariamente con arreglo a las pautas agrológicas. También lo son los diámetros de corttlbílidad necesarios en las explotaciones forestales (Art. 91 del reglamento de la ley forestal). Nuestro ordenamiento da algunas veces carácter integral a los imperativos en las llamadas normas técnico-forestales.
II. INTEGRACION, ADECUACION, CLASIFICACION y FUNCION DE LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO AGRARIO VENEZOLANO.
1. Integración.
Todas las formas de expresión de máximas de contenido jurídico-agrario se integran a los principios generales del Derecho Agrario dándoles contenido específico. Por ello puedé afirmarse que tanto los aforismos, paremias, objetivos axiomas, postulados, brocardos, dísticos, cometidos e impemtivos técnicos, como cualquier otra máxima, no son principios generales en sí, aún cuando pueden, y ciertamente 10 hacen, integrarse a ellos.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 105
Tales nociones no escaparon al proyectista. En efecto, la exposición de motivos dice:
. "Parte del proyecto había de ser y lo es en primer lugar, la determinación de los principios y normas que habrán de definir aquel sistema justo de propiedad, de tenencia y garantía de la equitativa distribución de la tierra. Por eso, en los dos primeros Títulos, se refieren a estos aspectos básicos de la Reforma Agraria y cubren casi el 50% del Artículo del referido Proyecto de Ley.
El Artículo 9"', establece los principios que han de regir en relación a las tierras de las entidades públicas especialmente en cuanto considera que son ellas las que dan ell primer término afectadas o destinadas a los fines de la Reforma Agraria; y realizando una verdadera innovación dentro de los sistemas legales actuales, declara como tales: a las tierras baldías, a todos los fundos rústicos del dominio Nacional, como resultado de los fundos rústicos del dominio con la Ley de Enriquecimiento Ilícito de funcionarios o Empleados Públicos y a los fundos rústicos propiedad de Institutos Autónomos Nacionales"
2. Adecuación a la Justicia Social.
Tanto los principios apodíctico s como los derivados tienen que adecuarse necesariamente a la justicia social; pues, al ser la actividad agraria parte del régimen económico· de la República, debe fundamentarse por mandato del Art. 95 de la Constitución Nacional, con miras a asegurar a los sujetos beneficiarios, prioritarios o no, una existencia digna y provechosa para la colectividad.
3. Adecuación a la Planificación Sectorial.
Puesto que la actividad agraria, se sitúa en el marco de la producción nacional, concurriendo con el sector manufa::::turero,. es necesario coordinar su desarrollo evitando su sobrevaloración o minisvaloración". Esta exigencia es jurídi~amen-
106 ALf JosÉ VENTURINI V.
te inexcusable por cuanto, el Estado debe promover el desarrollo económico y la diversificación de la producción, con el fin de crear nuevas fuentes de riqueza, aumentar el nivel de ingresos, y fortalecer la soberanía económica del país (Art. 95, acápite primero, de la Constitución Nacional), 10 cuál no se cumpliría cabalmente, al menos en nuestro actual estado de desarrollo y dependencia, auspiciando uno sólo de los sectores. Como síntesis de estas premisas, puede hablarse de un criterio de paridad entre la actividad agraria y las demás actividades económicas, circunstancia que ajusta los principios del Derecho Agrario Venezolano en todos los supuestos de "conflictos de intereses" entre uno u otro sector.
4. Clasificación.
A. Principios virtuales y textuales.
Los principios virtuales existen dentro del ordenamiento. Su evidencia intuitiva hace, superflua, al decir de algunos7 su enunciación expresa. Obviamente la concreción de tales principios es por inferencia. Al respecto debe recordarse la llamada inferencia científica, que resulta a su vez de un conjunto de inferencias deductivas. Por referirse a una ciencia preponderante formal como es el Derecho destacados metodólogos exigen una demostración congruente para su pl~na validez.8
Los principios textu~les pueden ser superiores o fundantes, o derivados u operativos. Los primeros tienen rango consti tucional.
7. Ibidem, 8I. 8. Cfr. Bunge, Mario. La Ciencia y su Método, Ed. Siglo XX, Bs. As. 1963,
p. 10.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 107
B. Principios límites.
Son aquellos que definen el ámbito de la libertad del poder normativo, sea legal o reglamentario sobre la materia a que se refiere.9 Tales principios, como el de la imprescritilidad de los ejidos, son de rango constitucional.
C. Principios absolutos.
Son aquellos relacionables con toda aplicación jurídico agraria, bien sea hermenéutico doctrinal o hermenéutico-jurisdiccional. Por 10 mismo, constituyen los nódulos existenciales del ordenamiento agrario, concebido integralmente. De este tipo sería el principio de la función social, (Art. 99 C.N. y 3, 16, 19 L.R.A.
D. Principios Institucionales.
Son aquellos que operan sólo respecto de una particular institución, inextendibles analógicamente. De este 'tipo sería el principio del beneficio directo en materia del crédito agrario (Art. 195 L.R.A.).
E. Principios directivos.
Llamados también, finalistas o informadores, son aquellos que están jerárquicamente por encima de las normas singularmente consideradas. Dan unidad de dirección a las instituciones agrarias, actuando como criterios generales, con referencia a los cuales debe adaptarse la construcción y aplicación sistemática del derecho agrario. 1O Estos principios llámanse informadores porque expresan las ideas generales atinentes a los fines últimos perseguidos por el ordenamiento que IDS-
'9. Cfr. Galloni, G. Legge Cornice . .. " op. cit., 351. 10. Ibidem, 550
l08 ALÍ JOSÉ VENTURINI V.
piran.u Para nuestro Derecho Agrario, centrado en la Constitución Naciona110s principios informadores se expresan a través de postulados constitucionales incorporados en los capítuIV y V de la Carta Magna.
F. Principios operativos.
Son aquellos, que expresan en relación de medio a fin, el lineamiento básico de una institución o elemento operativo. Por ello son suceptib1es de una abrogación impropia por razones de conveniencia u oportunidad. Podría pensarse que este tipo de principio no tiene que ver, con las metas valorativas para el cual se dispone e instrumenta el ordenamientO reformista agrario.12
. 5. Función de los PGDA.
A.' Visión del p'roblema a través de los
((Principia" y {'Topoi".
Para aclarar el tema la doctrina advierte que los pensamientos básicos de un sistema pueden ser Principia a partir de los cuales se concluye deductivamente, o topoi, vale decir, criterios pragmáticos de la justicia material que se aplican casuísticamente en forma aislada según el common sense.J3 Para nuestro ordenamiento es conveniente la primera visión, que, por otra parte no debe confudirse con los llamados principios heurísticos, que son aquellos que sirven para sistematizar, significando los criterios superiores útiles para uniformar y en cierto modo" estilizar, la construcción jurídica. .
11. Cfr. Leal Alejo. Legislqci6n Agraria .. . ". p. 10. 12. Cfr. Poveda, Mentor. 'Principios Generales ... " IDT·Quito, 1965, p. 53 13. Cfr. Esser, ]. op. cit., 57.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 109
En esta obra utilizamos la expresión principios generales preferentemente en' el sentido de criterio ordenador de la norma positiva.
B. Visión 'del problema a través del cometido y objetivo de la Reforma Agraria.
El cometido fundamental de la Reforma Agraria Venezolafl:a, definidos en el Artículo Primero de la' Ley, se reduce, de modo finalista, a "la transformación de la estructura rural del país, para 10 cual el Estado se impone la realización simultánea de objetivos sociales y económicos. Dichos objetos han de avanzar sin paralelismos, antes por el contrario, de modo convergente, dentro de la necesaria conservación de los recursos naturales (Art. 106 CN. y 122 L.R.A.).
Pues bien,' la función de los principios generales del Derechó Agrario Venezolano tiene su verdadero sentido y medida, a través de los cometidos y objetivos de la Reforma Agraria. Veamos qrevemente cuáles son.
a) Cometidos sociales.
Por éstos el Estado asume obligación administrativa de incorporar la población rural al desarrollo integral del país. Esto es, como dicen los sociólogos contemporáneos: La promoción del hombre. Ahora bien, en esteaspedo se toma como prototipo fundamental, pero no exclusivo, al campesino; a quien la Ley considera, como sujeto primario de la función social de la propiedad de la tierra, (Art. 86 L.R.A.). adjunta al llamado productor autónomo (Art. 86 L.R.A.). Cabe destacar que el ordenamiento agrario venezolano no puede ser "clasista" a lo cual se añade que por mandato wnstitudonal los recursos naturales deben explotarse en beneficio co~ lectivo de los venezolan~s. (Art. 106 CN.). Los objetivos
110 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
sociales tienden a obtener mejores condiciones de vida para los productores rurales, parificando campo-ciudad.14
b) Objetivos Económicos.
Por estos se busca el incremento de la producción nacional, tanto en su aspecto cualificativo como en su aspecto cuantitativo, es decir, por lo que respecta al mejoramiento numérico de los bienes agrarios y a la obtención de un adecuado índice de productividad e11 la formación de los mismos.
Es claro que los objetivos económicos miran perpendicularmente a la obtención de una mayor rentabilidad de la (( explotación"15 agraria lo que se logra, obviamente, con elincremento de la producéión según las exigencias del mercado.
d) Objetivos Conservacionistas.
Son aquellos que tienden a la conservación y fomento de los recursos naturales renovables, mediante su aprovechamiento dinámico-racional (Atr. 122 L.R.A.).
C. Compatibilidad y paridad de los objetivos.
Aún cuando la llamada corriente fecavistd6 da prioridad a los objetivos sociales, es necesario advertir que hay compatibilidad entre estos y los económicos. Esto deriva de la propia naturaleza del problema agrario. En efecto17 la raíz de todos los males que aquejan a los campesinos se· encuentra en última instancia, en la bajísima producción del sector rural cuyo déficit debe salvar la reforma. Y puesto que la producción agraria se sustenta primordialmente sobre la tierra, entendida como espacio agrario, y ésta es un recurso natural, su
14. Cfr. Megret, J. Le Droit ... " p. 11. 15. lbidem. 16. Orientada por la Federación de Venezuela. 17. Cfr. Casanova, R.v. op. cit., 165.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 111
explotación deberá estar dirigida fundamentalmente al beneficio colectivo de los venezolanos (Art. 106 de la C.N.), como ya anotamos. Por ello, aún admitiendo Ex rerum natura la superioridad del objetivo conservacionista, nada obsta para considerar paritarios los otros. La verdad es que los objetivos reformistas son insustituibles y su actualización debe hacerse concatenadamente como expresión de una política integral de cambio de estructuras, conservación del patrimonio natural renovable y rescate de la población campesina.la La paridad se esboza entonces, conforme a las directrices de la "política agraria" en el respectivo "plan agrario", teniendo en cuenta, como acertadamente se ha dicho/9 que el objetivo económico es mucho más elástico y de más fácil y rápida realización, pues el impulso productivo, puede obtenerse sin gran quebranto de la estructura social, aun cuando los dos objetivos, se complementan, y de ninguna manera se excluyen.
E. La Paridad de los Objetivos socio-económicos como equilibrio entre sujeto y producción.
a) La doctrina del Conde de Pozos Dulces.
Al observar somer~mente las fuentes históricas americanas, encontramos que el año MIL OCHOCIENTOS CINCUENTA Y SIETE (1857), avisados Patricios como Francisco de Frías, Conde de Pozos Dulces, planteaban la cuestión agraria en estos términos: No se puede hoy sostener o fomentar la actividad agraria con medidas artificiales. Todo nos dice que ha llegado la hora de procurar asentarla sobre sus ba-
18. Ibídem, 170. 19. Cfr. Fleury, Carlos. Observaciones ... Ed. Elite, Caracas, 1944, p. 54.
112 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
ses naturales e imperecederas, interés general de todo el país considerado en sus elementos de producción y de población. 20
b) Criterio de los anteproyectos de la L.R.A.
Cuando se discutía el anteproyecto destácose "qué era lo que venía primero si el desarrollo económico, o el cambio de la propiedad agraria". En todas las ocasiones se llegó a equiparar los dos objetivos.21 En esa misma línea el criterio de la Sub-Comisión Económica, fue el de que la Reforma Agraria no es sino un medio para alcanzar un fin y no un fin en sí mismo. Por ello debe servir al desarrollo económico del país, para superar a largo plazo las bajísimas ((condiciones sociales)} de nuestra población rurap2 porque, como se dijo,z3 en realidad, el objetivo reformista fundamental, es el hombre. Ahora bien, puesto que la economía ni el desarrollo económico son fines en sí, obviamente están dados para "liberar al campesinado de las condiciones en que se encuentra, e incorporarlo al proceso de la producción. En este sentido, el desarrollo económico no es una concepción teórica, abstracta, sino un proceso dirigido a aumentar los ingresos del campesinado, para mejorar sus condiciones de vida".
c) Criterio parlamentario.
Pero además de las razones anteriores, la paridad de los postulados fue muy bien destacada en el Parlamento al expresar uno de sus más conspícuos representantes :24 "La Ley ha estado siempre impregnada de una concepción integral, que no trata de favorecer la economía con. mengua de la j'Jsticia,
20. Cfr.De Frías, Feo. Reformismo Agrario, La Habana, 1937, 56. 21. Cfr. Mieres, Feo. MAGRA-SE, V. n, T. 3, p. 172. 22. Informe de subcomisión ... " MAGRA·SE, V. n. T. 1, 112. 23. Cfr. Carillo Batalla, T.E. MAGRA-SE, V. n, T. 3, p. 156. 24. Caldera, Rafael. RAGI, 609.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 113
ni de erientarse per un criterio. estricto. 'y unilateralmente secial sin temar en cuenta les aspectes ecenómices que wn fundamentales para el éxito. de la empresa; pues está penetrando. de un prefunde sentido. humane, que busca a la vez la abolición del latifundio. y el desarrolle de la pequeña propiedad, sin caer en les extremes del. minifundio.. Al mismo. tiempo. fementa la ceeperación agrícela y el núcleo. familiar".
d) Contraste y reafirmación de la paridad.
Per centraste la dectrina cemparada25 señala que cenferme a les dates analítices aportades per el estudie de varias refermas les aparentes aumentes agrícelas se deben, antes que la mejera de les índices unitaries de preductividad, a la ;11corporación de nuevas tierras, circunstancia ésta que explica, per etra parte, la persistencia en el cuadre americano. de tenencia del binemie ((latifundio-minifundio".
Dentro. de esa erientación algunes tratadistas han señalade26 que el primer objetivo de las refermas agrarias hispaneamericanas es predeminantemente secial, perque, se piensa, que les conceptos de eficiencia, productividad, maximizJción de insumes, y etres de igual rango. quedan suberdinades a dicho. ebjetive.
Cen tede, es bueno. recalcar, cerne le hace un netable agrarista,z7 que la productividad agrícola, y todo le que centribuye a la elevación de la misma, debe gezar de la más alta prieridad dentro. de les planes de desarrelle premo-
25. Cfr. Delgado, Osear. Reformas Agrarias en América Latina, FCE, México, 1964, p. 735 y siguientes.
26. Cfr. Franco, J.M. Importancia de las Instituciones Legales en el Desarrollo de la Reforma Agraria, Mérida, 1968, p. 20.
27. Cfr. Gabald6n Roberto. Productividad Agricola ... " El Nacional, Caracas, 8-1-1969.
114 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
vida por el Estado. Esta orientación ecléctica no ha sido claramente entendida por todos, ni en nuestro país, ni en otras latitudes.
Conforme a 10 anterior nos parece que los princIplos del Derecho Agrario, tamizados por el contraste de los objetivos prioritarios de la Reforma, se imponen en forma imperativa por enCima de las normas textuales pues, como se dice28
presuponen su existencia.
28. Cfr. Florini, Bartolomé. Manual ... Ed. La Ley, Bs. As. 1968, T. 1, p. 73.
CAPITULO V
DETERMINACION SINGULAR DE LOS PRINCIPIOS PECULIARES DEL DERECHO AGRARIO VENEZOLANO
Y LOS IMPERATIVOS TECNICOS
1. PRINCIPIOS SUPERIORES O FUNDANTES DE RANGO CONSTITUCIONAL.
Los principios superiores o fundantes de rango constitucional son aquellos expresados textualment.e en el articulado de la Carta Magna. Tales principios envuelven las pautas a través de las cuales se valora toda la Actividad Agraria. Por algo que podría llamarse su carácter básico, dichos principios son apodícticos/ de plena e inexcusable eficacia, por ello, de,terminantes de una serie de principios operativos derivados. Veamos los más importantes.
1. El principio antilatifundista.
A. Sentido y alcance absolutista.
Principio antilatifundista es aquél que impulsa por mandato del Art. 105 de la Constitución Nacional, la destru"cción del latifundio como sistema de tenencia, por ser contrario al interés social. Su proyección es vastísima porque sirVe como norte y cOlldi~ionante al 'funcionamiento de todas instituciones' que conforman la "estructura agraria" cuyo cambio
l. Esta expresión fue usada incidentalmente por el gran agrarista venezolano Armando Hernández ,Breton'en sus comentarios a la Ley de Reforma Agraria.
116 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
auspicia el proceso reformista por mandato del Art. 1'! de la Ley. El principio antilatifundista ip.volucra un veto absoluto al latifundio en cualquiera de sus tipos o modalidades: geográfico, social, económico o plutocrático.2 En su expresión literal el Art. 105 de la Constitución Nacional dice:
"El régimen latifundista es contrario al interés social.
La Ley dispondrá lo conducente a su eliminación ... ".
Aún cuando veremos con más detalle qué es latifundio, convendría por ahora significar que por él se entiende toda situación de tenencia de la tierra, generala particular, caracterizada por el aprovechamiento ineficiente de los factores de prod~cción con vínculos laborales incompatibles con la dignificación del trabájo agrícola asalariado, tal y cual pauta el Art. 7 de la Ley de Reforma Agraria.
El principio antilatifundista propugna la eradicación de las relaciones latifundistas en todas sus manifestaciones y sirve para calibrar el alcance de una norma o de una institución ({jurídico-agraria" en orden a su validez y regularidad. Así, por ejemplo cuando un contrato agrario contenga relaciones que quebranten la justicia social, y cree una situación latifundista, estará viciado de una nulidad radical por contraria al principio básico antilatifundista establecido en el Art. 105 de la Constitución Nacional. A lo dicho se añade. que por su significado actuante, el principio antilatifundista opera corrigiendo las relaciones de producción establecidas en un fundo cuando las mismas involucren cualquier dependenca feudataria. En resumen se trata de algo positivo, dinámico, de rango elevado, que condiciona todo el cambio de estructura requerido por el Art. 1? de la Ley de Reforma Agraria.
2. Cfr. Casanova R. V. Derecho Agrario ... " op. cit.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 117
El principio antilatifundista es de carácter absoluto, por su vinculación, constitucional, y por el consenso, que tuvo su formulación. Esto se observa en el recuento parlamentario de las corrientes socialcristianas y marxistas. La primera sostuvo:3
Con ese espíritu estaremos haciendo una gran revolución. No le tengamos miedo a esa palabta; la podemos aceptar con toda satisfacción; si las revoluciones son necesarias en la tierra. A veces, hasta las sangrientas, en muchos casos excepcionales, se pueden justificar. Pero la revolución pacífica es el que se ha pretendido introducir en este proyecto de la Ley de Reforma Agraria. .. "Pero son pocos esos latifundistas y contra ellos va el espíritu de nuestra Reforma Agraria que se discute en primer:1 discusión hoy, pues es totalmente antilatifundista".
La segunda, de igual mod04 consideró que la Condenación del latifundio acogida por la Ley de Reforma Agraria como "aspiración popular", no admite excepciones.
B. Persistencia histórica.
a) Roma.
El principio antilatifundista es de antigua raigambre. Ya entre los romanos existieron leyes que prohibían a todo cidadano romano poseer más de quinientas yugadas de tierra; pero es más, cuenta la historiaS que a Licinio se dio el nombre de estolón ((por la diligencia puesta en sus cultivos, a tal grado que en su hacienda nadie podía encontrar planta parásita sobre los árboles, ni advertir las raíces de ningún retoño mútil".
3. La Riva Araujo, E. RAC, 1I, 661. 4. Márquez Pompeyo. RAC, JI, 629. 5. Cfr. Varr6n, M. T. De las cosas del campo, op. cit., 47.
118 ALÍ JosÉ VENTURINI Vi
b) Venezuela: memoria de Hacienda de 1848,
Ya en 1848, en La Memoria de Hacienda dedicho año se hablaba6 de "colonos humildes e infelices~ y un número demasiado corto de opulentos y soberbios propietarios'; . Tal cosa se consideró anormal porque al permitirse ((el monopolio de los tesoros agrestes se propicia un feudalismo que tiraniza y empobrece, eliminando la función de la ley que cuida, tanto de los que al tiempo de su sanción, viven bajo su imperio, com-mo a las generaciones de la posteridad" '
2. Principio de la Función Social.
El principio de función social es' aquel segúu' el cual la propiedad de la tierra, la ocupación o posesión de la misni~~' y en general, toda situación de legítima tenencia, deben cumplir un papel activo en la producción agraria con arreglo a las exigencias formales y materiales establecidas al efecto según los casos. Tal principio se fundamenta en el Art. 99 de. la Constitución Nacional que establece:
"Se garantiza el derecho de propiedad. En, virtud de su función social la propiedad estará sometida a 'las contribuciones, restricciones y obligaciones que establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés general".
Más, como principio general del Derecho Agrario involucra, como dijimos, todo tipo de tenencia, incluso aquellas "a non domino", trasunto de lo cual encontramos én el Art. 16 de la Ley de Reforma Agraria, al establecer que:
" ... Quien acredite debidamente ante el JAN haber ocupado pacíficamente tierras baldías por más de un año, antes de la promulgación de esta Ley, tendrá derecha a que se le adjudiquen en propiedad dichas tierras, en la exten-
6. Cfr. Memoria ... " en Materiales. .. " op. cit., V. 1 519.
DERECHO ,AGRARIO VENEZOLANO 119
sión y límites que se señalan en el Art. 29, en la parte que efectivamente tengan en explotación, conforme al principio de la funci6n social . .. J).
Dado que constituye un tema fundamental del Derecho Agrario moderno, ahondaremos el punto en el capítulo correspondiente. Basta anotar por ahora, que para distinguir su operatividad Normativa hemos propuesto hablar de "funcíón-so~ cial norma" para refedrnos a la carga múltiple que precisa y taxativamente se impone a los propietarios por el Art. 19 de la Ley de Reforma Agraria y función social valor, como principio general del Derecho Agrario.7
3. Principio de la preminencia conservacionista.
Según este principio en toda relación jurídico-agraria debe prevalecer la conservación de los recursos naturales renovables sobre los cuales sólo es dable la explotación dinámicoracional en beneficio colectivo de los venezolanos (Arts. 106 de la C.N. y 112 de la L.R.A.). Por él se impone. en cada caso la defensa y salvaguardia de los recursos forestales, hidrológicos, etc. Concreción especial de dicho principio es la imposición· del llamado ((plan de manejo racional)' para cualquier aprovechamiento agrícola (Art. 123 L. R.A.), así como la actuación velatoria del Estado para que en toda actividad de desarrollo se cumplan las normas conservacionistas. Como insinuamos antes, la ({entropia" otorga al principio de preminencia conservacionista, un rango existencial, ya que favorece la permanencia del llamado ({ecosistema", y, por ende, dela vida humana, poi lo que es condicionante absoluto de todos los demás principios peculiares del Derecho Agrario. Hasta la propiedad dotatoria, construida para sustituir el 'sistema latifundista, debe respetar las normas conservacionistas, pues, si su
7. Cfr. Duque, R. J. Evoluci6n del Derecho Agrario, IAN, Caracas, 36.
120 ALf JosÉ V ENTURINI V.
titular las viola en alguna forma reiterada, incurre en causal de revocatoria (Art. 83 N? 6 de la L.R.A.).
El principio de preeminencia conservacionista explica porqué, dentro del ordenamiento jurídico venezolano se excluye de toda aplicación para fines de dotación de tierras y, en general, para cualquier fin reformista, de los Parques Nacionales, los Bosques Nacionales, las Reservas forestales, zonas protectoras, monumentos naturales y santuarios de la fauna ( Art. 28 L.R.A.). Tal exclusión, que comporta 10 que nuestra doctrina llama una inafectabilidad absoluta, reafirma la preeminencia conservacionista, pue's ,tales formaciones ecológicas cumplen una funci6n predominantemente conservacionista.
Como es de suponer el principio de preeminencia conservacionista se traduce en múltiples manifestaciones normativas, las cuales tienen como referencia conceptual la definición que al respecto señala el Art. 144 del reglamento de la Ley de Reforma Agraria que dice:
"La Conservación de los recursos naturales renovables comprende las medidas adoptadas por las autoridades competentes y pior los particulares, para prevenir o reparar, los efectos negativos de la naturaleza o del hombre f>obre la existencia y progresivo desarrollo de dichos recursos".
Por supuesto que la causística de aplicación de este principio debería contar con un dictamen técnico, sin perjuicio de las máximas de experiencias a que hubiere lugar.
4. Principio del incremento e interés primario de la producción Nacional.
Según este principio la actividad agraria debe, dirigirse al incremento de la producción nacional, esto es, concurrir al mercado agropecuario y no simplemente satisfacer la mera subsistencia. Consecuencia del mismo es el «favor iuris" hacia las
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 121
formas empresariales y, por ello, la consideración provisional, siempre redimible, de las explotaciones pre~mpresariales, llamadas conucos que deben ser transformadas, ya por concentración parcelaria, ya por otras formas idóneas. El principio del incremento de la producción nacional se formula expresamente en el Art. 105 de nuestra ley suprema, al imponer al Estado la obligación de proveer a los beneficiarios reformistas de los medios necesarios para producir. Se contempla también de manera singular, en la exigencia prevista por el Art. 76 de la Ley de Reforma, de que la capacidad de las parcelas dotatoriassea «suficiente para el incremento de la producción nacional", exigencia que, a su vez, se vincula con la condición básica de toda adquisición predial por parte del LA.N., cual es la Explotación Económica de la tierra (Art. 24 L.R.A. ).
Conforme al principio del incremento de la producción nacional la tutela agraria no opera primordialmente sobre los beneficiarios improductivos sean estos pequeños o medianos. Así por ejemplo, el amparo de permanencia previsto por el Art. 148 de la L.R.A. en concordancia con el Art. 2, Letra "C" ejusdem, no es legitimable sino cuando el ocupante pt()duce para sí y para el mercado. Podría pensarse en otra apli: cación del principio estudiado, en caso de conflicto entre peticiones o intereses reformistas en cuyo supuesto se preferiría siempre a quien produzca más allá de su mera subsistencia. Es claro que cuando tal cosa suceda, de producirse la intervención redimente de la autoridad agraria mediante los mecanismos de asistencia integral para .. "promover la incorporación del beneficiario marginal. En efecto, el Derecho Agrario contempla la actividad rural como factum dirigido a incrementar la producción nacional para cumplir ciertas exigencias del desarrollo. Por eso el fin productivo es el factor coherente de la promoción del hombre rural, aún cuando, en el orden de la
122 .ALÍ JosÉ VENTURINI V.
primacía lógica y racional, nuestro derecho agrario es humanístico. Será una cuestión de técnica de aplicación poner en evidencia en los casos concretos la supremacía del hombre rural y de los fines y objetivos que para el mismo ha establecido el derecho agrario. En tal sentido se ha dichos que el aumento de la producción tiene como fin el hombre.
Interesa destacar como en el pensamiento de algunos parlamentarios,9 la cuestión del incremento productivo alcanza gran significación:
"Eso es lo que tenemos que buscar en Venezuela. Y estos incisos o numerales nos proporcionan la oportunidad de acicatear a las masas campesinas y de hacerles comprender, incluso de manera imperativa, porque a veces hay que apelar al autoritarismo de la Ley o al autoritarismo de los instrumentos ejecutivos, que ellas tienen que contribuir más que nadie a que la Reforma Agraria sea no sólo justicia, sino también prosperidad para el país. De aquí que es indispensable introducir una frase en virtud de la cual se estipule, para el parcelero o para el miembro de cada centro agrario la necesidad de producir una cuota determinada por ¡;ño, e incluisve yo iría más lejos, y si en próximos artículos surge esa posibilidad, me permitiría hasta señalar como causal de pérdida de la parcela que haya sido otorgada a un campesino el hecho de no llegar al límite de producción que se le haya señalado, sin que pueda invocar el parcelero que se encuentre incurso en este caso ninguna razón que 10 justi-fique". .
En cierto modo, pues, debería hablarse de principio del "interés primario del productor y de la producción".9 bis
El incremento de la producción nacional debe valorarse en sus aspectos cuantitativos (volumen) y cualitativo (productividad). Será cuestió~ casuística determinar el papel de
8. Cfr. Carrillo Batalla, T. E. MAC-RA- SE-H, p. 301 y sgts. 9. Rangel, D. A. RAC, 1 335, RDA, N? 5, p. 205. 9. bis Bidart Galsi, A. Derecho Agrario ... "
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 123
ambos valores, con árreglo a los parámetros del plan de la Nación.
A pes~r de su ancestro corporativista, que persiste en el sistema itáliano, el principio del incremento de la producción nacional, flota en casi todos los modernos ordenamientos agrarios. Incluso es el ámbito americano, países de tradición liberal, como Puerto Rico, consideran que el sistema de tenencia debe tender a una alta producción, con eficiencia y bajos costos. JO
La justicia agraria administrativa ha recibido claramente el principio del incremento de la producción nacional, en muchas de sus decisiones. Así por ejemplo el MAC actuando co~o autoridad jerárquica en un proceso de desalojo de predios rústicos dispuso: 11
" ... En interés de la Ley se observa que, en virtud de! Art. 2 de la L.R.A. en concordancia con e! Art. 162 ejusdem, e! Instituto Agrario debe tomar medidas convenientes piara, armonizando el civil con e! agrario, garantizar las explotaciones rurales, procurando que las mismas sean estables y eficaces y contribuyan al incremento de la produción nacional".
II. PRINCIPIOS DERIVADOS DE RANGO LEGAL.
Los principios derivados de rango legal tienen su fundamento en'los principios de rango constitucional antes enunciados. Son algo así como corolario de aquellos, pero no por ésto dejan de tener plena vigenci~. En realidad su determinación completa está por hacerse; entre tanto, nos parece acep-
1Q. Sobre este aspecto puede consultarse el Informe de la Autoridad de Tierras a la Asamblea de Puerto Rico, San Juan, 1948.
11. Ver en este sentido la Resolución DG-92 emanada del Ministerio de Agricultura y Cría, con fecha 20.-3-67.
124 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
table ordenarlos en tres grupos: atinentes al sujeto como beneficiario de la Reforma Agraria; atinentes al fundo '::omo objeto funcional de la Actividad Agraria; atinentes a la Producción Agropecuaria como meta de la Actividad Agraria.
PRIMER GRUPO ATINENTE AL SUJETO BENEFICIARIO.
1. Principio de la Irrenunciabilidad de beneficios.
Por este principio previsto en el Art. 200 de la L.R.A., en las relaciones jurídico-agrarias, prevalece la irrenunciabilidad de los derechos y beneficios consagrados por el Jrdenamiento reformista. Se trata de una tutela basada en la justicia social.
La irrenunciabilidad es de derecho estricto, y obra a favor de la parte que se supone económicamente más débil, mediante una intervención directa del Estado como gestor del bien común. Supone la hiposuficiencia del "campesino" con un sentido social, (no individual) por lo que la regla tiene vigencia aún cuando el sujeto de la relación en concreto, no sea absolutamente indefenso.
Al respecto el Art. 200 de la L.R.A. establece:
"Todo 10 relativo al cumplimiento de los fines y objetivos de la presente Ley se declara de utilidad pública; y son irrenunciables los derechos consagrados por ella en favor de los beneficiarios de la Reforma Agraria".
Sobre este aspecto conviene insistir, sin perjuicio de ahondar más adelante, que la proyección de los mandatos e imperativos legales, se proponen no simplemente proteger al campe.,. sino) en su calidad de trabajador especializado, ni mucho menos en su calidad de sujeto "hiposuficiente" desde el punto de
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 125
vista económico. Lo que aparece claro es una pluralidad de fines claramente delimitados, porque, al mismo tiempo que interviene para defender y mejorar al campesino pobre, como asalariado, como conuquero subdesarrollado, regula y canaliza las relaciones entre el Estado y el trabajador y entre éste y su empresario, provocadas por una vinculación contractual o institucional jurídica. Es fácil advertir, que al menos dentro del Derecho Positivo Venezolano, la irrenunciabilidad se refiere a los beneficiarios directos.
2. Principio "in dubio pro operari)).
Según este principio, en cierto modo común a todo el Derecho Social, en caso de duda hay que favorecer a los beneficiarios reformistas y especialmente a los que tengan la cualidad de campesinos; por ser éstos sujetos prioritarios de la función social agraria (Art. 65 L.R.A.).
3. Principio del beneficio directo.
Según este principio en la aplicación institucional del Derecho Agrario cuando exista disparidad entre las normas que regulan una determinada institución deberá aplicarse la que más directamente favorezca al beneficiario.
En otras palabras, este principio fundamental en el Derecho Agrario Venezolano, significa que e~ caso de soluciones alternativas o concurrentes, y en todo supuesto de duda, debe prevalecer la solución que más directamente favorezca al beneficio crediticio, por ejemplo, debe tener incidenciainmediata y positiva en la Actividad del sujeto, bi~n sea éste empresarial o preempresarial, individual, societario o colectivo. Por su propia forma, la aplicación casuística de este principio ha de tomar en cuenta las exigencias del incremento de la produción nacional, sobre este supuesto, de validez empírica y
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supraempmca: "toda unidad productiva debe prevalecer nunca desaparecer. ,,12
Esta orientación se encuentra precisa en el Art. 9 del anteproyecto de la Ley de Reforma, en el que se proponía para el caso de que haya disparidad entre varias disposiciones de la misma naturaleza, la aplicación preferente de aquella· más directamente favorezca a los beneficiarios inmediatos de la instituc;ión de que se trate, y, en líneas generales, a los pequeños y medianos agricultores.
4. _ Principio de incorporación demogrJfica.
Según este principio derivado del principio antilatifundista, es necesario agrupar la población rural en núcleos eficientes y consecuencia1mente favorecer en las relaciones jurídico-agrarias todo solución que elimine la dispersión de los -habitantes del campo. En realidad, el principio de incorporación demográfica se manifiesta en varios sentidos: uno espacial referido a la concentración pob1aciona1 en unidades típicas, los centros Agrarios (Art. 58 L.R.A.), uno cultural; la necesaria participación de los beneficiarios en tareas de superación cívica (Art. 1? L.R.A.) y uno agrotécnico: la su;:;titución de los niveles empíricos mediante la asistencia agraria integral (Arts. 57 y 125 de la L.R.A.).
Este principio encuentra su fundamento material en el hecho, ya destacadd3 de que la población campesina se haya repartida en forma absolutamente antieconómica, por 10 que la ubicación de los primeros centros agrarios deben determinarse con arreglo a los mercados de consumo.
12. Cfr. Venturini, A. J. Exégesis Preliminar a fa Ley de Remisión ... " Ed. Ofsset-Copy, Caracas, 1975. -
13. Cfr. Parral León, M. Aspectos del Problema Rural ... ", Ed. Elite Caracas, 1944, p. 37. Í.L
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 127
En cierto modo el principio de incorporación, coincide con 10 que algunos14 llaman paridad campesina, cuyo fin persigue superar la depresión en que notoriamente se desenvuelve el sector campesino, respecto de los otros que forman la economía nacional. Podría decirse por ello que15 aparece como un principio-finalista del Derecho Agrario contemporáneo.
SEGUNDO GRUPO ATINENTE AL FUNDO COlvIO OBJETO FUNCIONAL DE LA ACTIVIDAD AGRARIA.
1. PrinCipio del minimum vital.
Según este principio ninguna actividad agraria es legítima sino alcanza el minimum vital, esto es un índice de producción suficiente para el sostenimiento de la familiar productora. Excepcionalmente el Art. 199 de la Ley Agra,ria admitió extensores inferiores sólo por dos años.
Correlativamente toda explotación inferior al minimun vital deberá extinguirse o integrarse a una unidad predial eficiente, 'bien por dotación principal y adicional, bien por concenwlción parcelaria. En tal sentido el Art. 204 del reglamento dice:
"En caso de que en una zona o región estuviere en vigencia un plan agrario y, existieren explotaciones agrícolas basadas en contratos de tenencia manifiestamente valora torios del mínimo vital, el I.A.N. procederá a la reubicación o concentración parcelaria ... ".
14. Cfr: Poveda, Mentor. op. cit., 64. 15. Megret,]. op. cit., 7.
128 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
2. Principio de la indivisibilidad predial o mantenimiento unitario del fundo.
Por el principio de indivisibilidad predi al el «fundo rústico}) debe mantenerse como unidad productiva. Por ello se dice que toda operación o negocio jurídico que tienda a desmembrarlo es nula. Este principio, sustentado hoy en el imperativo técnico-económico de la eficiencia productiva, tuvo en épocas lejanas un fundamento de índole feudal, en beneficio de vinculaciones y mayorazgos, por 10 que miraba más a circunstancias socio-familiares (ut casalia eorum in bono conservatur). Hoy se configura como una exigencia que mira tanto a la conservación de la unidad física (integridad del inmueble), como a la estabilidad de la actividad productiva (integridad de la explotación empresarial o preempresarial) . El principio de indivisibilidad predial tiene su fundamento positivo .en el Art. 769 del Código Civil que impide la división de las cosas que por ello dejarían de servir al fin destin3do, y en el Art. 2, e) de la L.R.A. Pero opera especialmente en las propiedades pequeñas y medianas las cuales tienen que ser estables y eficaces, cometido inalcanzable si se permitiera la libre fragmentación. Por ello, la razón de "prestancia familiar", que normalmente atribuia al hijo mayor el fundo sin percatar su aptitud agraria/6 hoy no tiene sentido. En efecto, ya desde el Código civil suizo la asignación a un heredero del fundo indiviso, tiene un sentido productivo.17
De igual manera opera en el Derecho Agrario Venezolano con criterio eminentemente productivo, pues su orientación nada tiene que ver con la cuestión del mayorazgo que existió en las leyes españolas para conservar no solamente la tierra.
16. Cfr. Kroeschell, K. Ordinamento Fondiario ... " Milán, 1962, p. 84. 17. Cfr. Jacoby, H. op. cit., 569.
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POr el contrario, pretende ser un instrumento de la estabilidad productiva. Por ellos los proyectistasl8 consideraron que la misma implica que el fundo no sea dividido, ni pulverizado. Ahora bien, puesto que la indivisibilidad predi al tiene hoy sentido productivo) sólo bajo esta premisa es un principio ahsoluto; de ahí que cuando la tierra no sea económicamente explotable desde el punto de vista agrario, nada se opone al criterio del derecho civil que favorece la división (Art. 768 e.e. ). (No debe perderse de vista que los principios del derecho agrario, atañen a realidades productivas).
Por lo dicho es claro que el principio anotado no es dado para la armonía geométrica. La prevención del desmembramiento predial) versa especialmente sobre fines económicamente viables. Sólo en ese caso, la norma agraria contractual o institucional, deberá imponer que la sucesión del fundo a título particular universal, se efectúe a f~vor de una persana.19
3. Principio de la solidaridad fundaria por causa conservacionista.
Avanza como principio particular del reglmen conservacionista el de la solidaridad fundaria, expuesto por la doctrina francesa. 2o Según éste es necesario pechar a los fundos cuya aplicación genera una destrucción del recurso en beneficio de aquellos que objetivamente concurren a la conservación. Consecuencialmente se propone una perequación de cargas entre todos los propietarios y una especie de mutualidad que opera con las plusvalías logradas por la aplicación urbanística o de otra Índole de un predio dado.
18. Cfr Giménez L. V. MAC-RA- SL-1, 445. 19. Art. 40. Ley Japonesa de Reforma Agraria. 20. Cfr. Saint, Mare, PH Socialisation ... " Stok, 1972, p. 334-7.
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4. Principio de colaboración fundiaria.
Es aquél, emanado del principio de la función social de la propiedad, según el cual, la actividad del derecho de propiedad en cualquier fundo debe ejercerse procurando el desarrollo entre los fundos colindantes o discontínuos, en interés de la Agricultura.21
5. Principio de Conversión en mejor tenencia.
Principio de conversión en mejor tenencia es aquél que auspicia con orientación ascendente, el paso de las tenencias menos plenas, derivadas de ocupaciones precarias u otras fermas ajenas (((a non domino" ) a la propiedad plena. En otro aspecto conlleva, como concreción de la seguridad jurídica, transformar una situación inestable en una situación estable. Este principio implica por 10 tanto que toda actividad agraria, bien sea reformista o de otra índole, debe conducir siempre el advenimiento de la propiedad dotatoria parcelaria} o autónoma.22
Para algunos23 el principio de conversión en mejor tenencia está dirigido a posibilitar el acceso del trabajador rural a la propiedad de la tierra, e implica una modalidad de transferencia de clase, mediante 10 que los sociológo's llaman movilidad social vertical. En esta orientación se dice24 que el cambio estructural inherente a los pr9cesos reformistas debe ir dirigido a lograr el acceso a la propiedad de la tierra
21. Cfr. Frassoldatti, C. Autonomía Giuridica del Da. apud. Carroza Gli Istirud Giuffre, Milán, 1962, p. 37.
22. Arts. 57 y 86 LRA. 23. Cfr. Mott, Maia, J. Iniciacao a Reforma Agraria ... , Ed. Mabri Río de Ja-
neiro, 1969, p. 113. LL 24. CL Martínez, Víctor. La nueva Ley de Arrendamiento, Córdoba, 1967, p.
189.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 131
por parte de quien la trabaja, justamente 10 que dice el Art. 1? de nuestra Ley de Reforma.
Podría explicarse el principio de conversión en mejor tenencia como residuo de la ética calvinista25 o como expresión de la Justicia Social. En todo caso su ajuste a las relaciones agrarias podría hacerse, tomando en cuenta ciertas sugerencias sociológicas26 ya por salto capricante, como sería el de mero trabajador rural a dotatario (Art. 68 L.R.A.) o modulando, como sería de arrendatario a propietario (Art. 68 L.R.A.). Este principio admite también como variante provisional, la estabilidad, la tenencia sin cambio de titularidad, como sería el reconocimiento de un derecho de permanencia.27
En la base del principio de conversión en mejor tenencia existe un motivo ético sociaF8
, cual es el de procurar la estabilidad y por último la propiedad de la tierra a quien la cultiva con su particular empeño. Habría también un motivo de política agraria, expresado en el aforismo ((mejor cultiva quien mejor tiene". Tales puntos de vista no son extraños al periplo legislativo, pues en el parlamento se señaló29 que la Ley debía propiciar un régimen conveniente de labranza de la tierra que facilite el acceso a la propiedad rural en general y su progresivo dominio por los campesinos que vocacionalmente cultivan.
Puede decirse que el principio de conversión en mejor tenencia responde a la idea de promoción social. En cierto modo, la doctrina francesa proclama esta función al favorecer inten-
25. Cfr. Fals Borda, Orlando. Pautas Conservadoras ... ", Fsr. p. 165. 26. Cfr. Arguedas, J. M. La Posesión de la Tierra .. . ", AEn Problemas ... op.
cit., p. 309). 27. Cfr. Venturini, Alí. El Derecho de Permanencia, rAN. Caracas, 1968. 28. Jacoby, H. op. cit., 560. 29. Es conveniente destacar que el Dr. Rafael Caldera apuntó esta orientación
desde la Reforma del Código Civil de 1942 en cuya discusión actuó.
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samente la conversión de ((métayage" en ((fermage".30 En ese orden de ideas se puede considerar como un corolario de la máxima protección que a la luz del Derecho Agrario merece la empresa agrícola familiar. 31 Dentro de tal perspectiva se piensa32 que el acceso del trabajador rural a la propiedad debe ir por etapas. Así como el obrero debe pasar antes por empresario. Siguiendo esa ruta lógica se piensa que la tierra debe ser de quien la trabaja, coincidiendo con la titularidad de la empresa agraria.
En realidad el princtpto de converston es común (con otros nombres) en el Derecho Agrario latinoamericano. ASÍ, en Panamá, la protección a los ocupantes de tierras ajenas, a título de derecho de permanencia o de mero mantenimiento es de carácter provisional hasta tanto se legalice la propiedad.33
En Ecuador se propuso abolir las formas de tenencia precaria, imponiendo a los propietarios entregar la unidad familiar a los precaristas como compensación por los años de trabajo.34
También en Brasil la Constitución reconoce una usucación especial para favorecer de modo privilegiado la ndquisición de la pequeña propiedad por el poseedor de las tierras no menores de cien hectáreas.35
30. Cfr. Megret, J. Le Droit ... JJ op. cit., 8. 31. Cfr. Poveda, M. Op. cit., 58. 32. Cfr. Sarrano Luna. Método y Posibilidades ... JJ ASA. V. 3 p. 632. 33. Ver algunos aspectos de la Reforma Agraria en Panamá. Folleto nliírieogra:
fiado, sin fecha, p. 5. 34. Cfr. Heredia, Eduardo. La Reforma Agraria y las Formas Precari.1S de Te
nencia, Idt. N? 15, Quito, 1968, p. 3I. 35. Cfr. Brando, TH. Op. cit., p. 17I.
Otros aspectos del problema pueden consultarse en: San Jarque, J.: El Nuevo Colectivismo ... " Alada. N? 1 También en Caziot, P.: La Terre ti la Famille. .. Ed. Payot.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 133
3. Principio del buen cultivo o del cultivo diligente.
El principio del buen cultivo, es aquél que impone, por virtud de la función social agraria, que todo cultivador actúe en forma diligente, esto es con esmero y cuidado activo en el manejo de los recursos naturales involucrados. Entre los agraristas españoles este principio es de obligado reclamo, donde se emparenta al parecer como un atributo del bonis pater romano. Obviamente este principio tiene hoy como referencia las ciencias agronómicas.
4. Principio de asistencia integral.
Según este principio, implícitamente consagrado en el Art. 105 de la C.N., la tutela del ordenamiento agrario involucra la asistencia técnico-crediticia suficiente para alcanzar los fines productivos. Concreción específica del principio se encuentra en el Art. 57 en 10 que respecta a la dotación de tierras. Este principio es tributario del de incorporación.
TERCER GRUPO ATINENTE A LA PRODUCCION AGROPECUARIA COMO META DE LA ACTIVIDAD AGRARIA.
1. Principio de la estabilidad productiva.
Según este principio la explotación agraria asentada en una propiedad pequeña o mediana debe mantenerse mediante todo tipo de tutela. Por ello la prioridad en materia de crédito agrario (Art. 109 L.R.A.). Pero es más, a él conduce la regla normativa prevista por el Art. 203 del Reglamento, según la cual:
"En la intepretación y la ejecución de los contratos de tenencia no se podrá atentar contra la intangibilidad de las cosechas y de las otras situaciones produtcivas del fundo ... ".
134 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
Por tratarse de algo que interesa al {(orden público económico") a la vez que al orden público social) consideramos que los jueces (Art. 11 c.P.c.) deben tomar providencias de oficio para suspender cualquier medida cautelar o ejecutiva (embargos-secuestro) que afecte una pequeña o mediana explotación. Obviamente este principio es tributario del principio del incremento de la producción nacional.
2. Principio de la eficacia productiva.
Según este principio el Estado debe velar porque las explotaciones agrarias y especialmente las sustentadas en pequeñas o medianas propiedades, alcance adecuados niveles de productividad. Esto conlleva una prioridad en materia de· crédito agrario. (Art. 2 letra "e" de la L.R.A. en concordancia con el Art. 109 ejusdem). También este principio es tributario del incremento de la producción nacional.
Digresión sobre aspectos laborales de la cuestión. Conviene desarrollar la técnica de aplicación casuística de estos principios. Cuál sería, por ejemplo, el papel del Juez ante el cierre administrativo de un mediano aserradero, o ante una huelga producida en el mismo? ¿ deberá tomar disposiciones para hacer efectiva la estabilidad y eficacia?
III. LOS IMPERATIVOS TECNICOS.
1. Concepto y Aspecto general.
Imperativos técnicos son las exigencias de carácter agrológico, económico, o de cualquier índole, que se expresan como cánones científicos, o máximas de experiencia, necesarios para el desarrollo positivo de la actividad agraria y el cumplimiento adecuado de los principios peculiares del Derecho Agra-
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ríO. Todo imperativo técnico se incorpora a un principio general o lo sustenta. Son variados y es ardua tarea aislarlos y caracterizarlos, pues se requiere una metodología interdisciplinaria. Al respecto debe observarse que por ser esencialmente funcionales los imperativos técnicos aplicables, varían rápidamente con el prospecto tecnológico. No obstante pueden singularizarse en instructivo ministeriales. Ejemplo típico de ellos se ecuentran sobre todo en materia agroforestal. También constituyen imperativos técnicos normativos las disposiciones fliadas por el Centro de Investigaciones Agronómicas del Ministerio de Agricultura y Cría en materia agrológica (Art. 224 R. L.A. ). Como ya dijimos el imperativo técnico es susceptible de variación, por cualquier cambio o descubrimiento. Por ello será siempre aconsejable requerir un dictamen profesional para valorar su vigencia o la conveniencia de "abrogarlo".
2. El imperativo técnico de la explotabilidad económica.
Según este es menester que la tenencia agraria así como cualquier relación jurídico-agraria primaria, se apoye en la capacidad" productiva concreta que permita rendimientos suficientes para el progresivo mejoramiento del titular, el eficaz desarrollo de la explotación y el incremento de la producción nacional (Art. 24 y 76 de la L.R.A.). Puesto que este imperativo proviene de las particularidades del factor tierra, debe referirse a los requisitos previstos en los Arts. 238 y siguientes del reglamento. Consecuencia del imperativo técnico de la explotabilidad económica son los requisitos de la parcela dotatoría. En tal sentido los proyectistas36 señalaron que las dotaciones de tierras deben ser hechas de manera técnica, "siempre y cuando las conveniencias técnicas y económicas lo aconsejen", lo cual se expresa de modo comprimido, en el término económicamente explotables.
CAPITULO VI
COORDINACION ENTRE LAS FUENTES MATERIALES Y LAS FUENTES ]URIDICAS NORMATIVAS
y EXTRANORMATIVAS
1. INTRODUCCION.
1. Eficacia y Coordinación.
La eficacia del ordenamiento jurídico-agrario está determinada en gran parte por la coordinación entre las fuentes materiales y las fuentes jurídicas. Sólo en la medida en que el legislador domine los factores agrotécnicos, histórico y socioeconómico, podrá proyectarlos eficazmente a la esfera normativa. Igual cosa sucede al aplicador y al intérprete. Es obvio por tanto, que el agrarista debe conocer diáfanamente esa subyacenci~ que constituye la Actividad Agraria.
En este sentido puede decirse con la mejor doctrinal que para lograr los propósitos que forman los ideales objetivos de la justicia agraria, debemos partir de los datos de la tealidad empírica, y ajustar esos ideales a los complejos característicos del mundo concreto que vivimos, pues nada es más;neficaz que operar con fórmulas y conceptos abstractos: ((los campesinos son diversos, las tierras son geográfica y agronómicamente distintas,' los créditos varían en función de su destino, plazo, garantía y mecanismo de supervisión y de control".
1. Cfr. Sánchez Covisa, Joaquín. I-MAC-RASL, 1, 175.
138 ALÍ JosÉ V ENTURINI V.
Un estatuto legal imperfecto desde el punto de vista técnico-jurídico producirá los mejores resultados si los factores dichos se manejan con eficiencia.2 En este orden de ideas algunos parlamentarios expusieron cuando se debatía la Ley: "el respeto al Derecho sólo es dable cuando la norma puede ser cumplida, lo cual es difícil si desconoce.la realidad normada".3
Sin embargo, no debe perderse de vista, como justamente se ha destacad04 que la Ley cumple, además del papel conformador de las fuentes materiales, una función renovadora: {(Hay leyes que reglamentan situaciones determinadas y leyes que toman en cuenta el porvenir) que ofrecen soluciones hacia adelante que no reglamentan las cosas del pasado".
2. Ejemplos típicos.
El open field y el año agrario.
Como ejemplo de coordinación necesaria entre "FM" y "FJ" se menciona el "open field"s y el año agrario. Respecto del primero se afirma que del mismo modo que la rotación trienal, dicho sistema se insertó en provechosa simbiósis con el Derecho Feudal; pero no pudo resistir los avances tecnofísicos de la Agricultura que impusieron diferentes modalidades jurídicas en la apropiación de la tierra.
También por 10 que respecta a los contratos agrarios se observa la necesidad de coordinar las fuentes materiales y las de siembra o plantación queda obviamente sometida a una serie de imperativos condicionantes de carácter físico-químico
2. Ibidem. 3. In-Ledezma, M. V. MAC-RAC-I, 559. 4. Cfr. De la Plaza, S. MAC-RA-SL-I, 122. 5. Cfr. Barberis, C. Teoría e Historiia de la R.A. Tr.-A. Aloja. El. Un México,
1965, p. 44.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 139
biológico, que impone ciertos ciclos en la explotación agraria, los que a su vez, determinan como unidad de tiempo, no "el año civil", entendido en su concepto cronológico puro como lo hace el Art. 12 de nuestro Código Civil, sino el año agratia que es variable por la pluralidad de cultivos. En virtud de esa necesidad de coordinación de fuentes, es claro que, si se dice en un contrato de arrendamiento, de efiteusis o de cualquier otro de tenencia, que tendrá la duración de un año, la expresión año, en este contrato agrario no debe entenderse como año civil; sino como año agrario. Impónese la adecuación al contenido del contrato, variando su temporabilidad de acuerdo al ciclo de cultivo. Si no se realiza esta conexión é!ptre la Fuente Material del Derecho Agrario y la Fuent~e Formal, sucede un contraste, una antinomia, un conflicto entre la realidad subyacente y la norma; y ese conflicto se traduce a su vez en una inconveniente relación de los fenómenos agrarios: la ley marcha por un lado y la realidad marcha por otro. Las consecuencias son negativas porque, precisamente, el Derecho como orden cultural superior tiene que regular estos fenómenos socio-económicos de acuerdo con la secuencia que le impone la naturaleza de las cosas.
Dotación de tierras.
La dotación de tierras, prefigurada en la Ley en dos tipos: individual o colectiva, requiere necesariamente un análisis sociológico. Que significa ésto? Significa que debemos llenar el contenido sociológico de la norma, impidiendo que el concepto comunal o individual esté alejado de la propia realidad donde la norma va a operar. Cuando aquí se ha pretendido a la luz de la Ley de Reforma Agraria, crear organizaciones de carácter comunal o colectivas desconociendo las propias estratificaciones sociales, se ha presentado un problema práctico que es la inoperancia de estas organizaciones. ¿ Por qué?
140 ALÍ JosÉ V ENTURINI V.
Porque no se ajusta a la realidad sociológica que se pretenda regular con la formulación normativa.
n· ALGUNAS EXIGENCIAS DE COORDINACION EN PARTICULAR.
1. Factor socio-económico.
Las fuentes normativas deben, en principio concordar con las fuentes socio-económicas, en tanto en cuanto la voluntad legislativa no supere, por otras razones la realidad externa; de ahí que toda creación o valoración normativa tiene como punto de referencia los fenómenos cuantitativos y cualitativos de la actividad agraria, sobre la premisa de que las categorías socioeconómicas postulan correspondientes categorías jurídicas6
• Por eso se recomienda? estudiar el «problema agrario venezolano.') atendiendo los dos aspectos fundamentales del mismo, el social y el económico, los cuales, a su vez, habrán de orientar la justicia social. En este sentido han de tomarse en cuenta, simultáneamente, "las infrahumanas condiciones en que vive el hombre de nuestro campo) concretamente el campesino y la deficiaria producción agrícola)). Si se enfatiza sobre un aspecto, se desconoce la realidad. Y cómo llegar a ella? Algunos autores8 recuerdan que en materia de leyes sociales hay una evasión por parte de los beneficiarios, pues el necesario cambio mental que postula su eficacia que no 10 produce la ley en sí, porque en cierto modo los niveles de cultura son los que determinan el grado de liberación social y económica de las masas. Se colige de todo que en tanto en cuanto la extensión agrícola
6. Cfr. Bolla, G. La Fonetion ... " op. cit. 222. 7. Exposición de Motivos. RAC-I, 16. 8. Cfr. Gallegos, Gerardo. La Realidad ante la Ley (IDT) F-S. 15, O. 49.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 141
no supla las deficiencias anotadas, es inoperante la fuente normal. Cabe señalar que en opinión calificada:9
"La Ley reglamentará las formas más adecuadas de hacer las dotaciones, cuáles campesinos en nombre del "derecho" que se le reconoce a ser dotados de tierra se ::onsideren aptos; si las tierras son apropiadas o no; si puedenadquirirse; si son de la Nación: Toda una serie de fórmulas que van a permitir el desarrollo o la aplicación de ese "derecho". Pero no creo en las objeciones. La Ley del Trabajo reconoce casualmente en base a un artículo de la Constitución, el "derecho de los trabajadores a organizarse en sindicatos", a declarar la huelga, etc. y eso ha llevado a conflictos con los patronos que se negaban a aceptar '!sa necesidad de los trabajadores. Desde el 36 la Ley del Trabajo ha regulado más bien esos conflictos en lugar de crearlos. Ni es la Ley, ni el derecho de sindicalizarse lo que .:-rea conflictos. Es la estructura económica del p'aís la que los crea. No es la Ley, ni "el derecho a la dotación" lo que creará conflictos en el campo. E la estructura agraria del país la que crea conflictos diarios, constantes, entre los campesinos y los propietarios. Es decir, la LEY DE REFOMA AGRARIA, lo que casualmente hará será reglamentar, impedir, que esos conflictos se produzcan en forma desordenada, anárquica".
Ponderación del elemento antropológico.
Partiendo de la concepción parteístalO el hombre es una partícula de la naturaleza,11 por ello, toda conexión de las ((fuentes materiales", con las formales debe considerar el elemento antropológico. Piénsese que el hombre urbano presenta la (( debilidad síquica de los hombres tardíos de las culturas superiores, que extrañando el cultivo de la tierra maternal, y con ella de la vivencia natural del destino, del tiempo y de la muerte,
9. Cfr. De la Plaza, S. MAC-RA-SL-I, 122. 10. Es la idea de Spinoza.
"Deus sive natura". 11. Cfr. Nápoli, Rodolfo. El Traba;ador Rural" ... , Ed. Arboledo, Buenos Aires,
1958, p. 14
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no comprende la marca implacable de las cosas ni el azar sin sentido". Por el contrario, el hombre rural presentaría virtudes excelsas. Si es cierto lo anterior, es el estudio actual de los rasgos, físicos y éticos de un determinado ({grupo de población") el que dará la pauta concreta. ¿Cuándo ir por la vía de la dotación colectiva y cuándo por la individual? La respuesta debe tomar en cuenta el factor antropológico inserto dentro de una metodología socio-económica.
2. Factor Agrotécnico.
La relación de coincidencia entre el factor agrotécnico y las fuentes formales, se destaca como fundamento apodíctico de nuestra disciplina por la escuela Argentina: 13 no hay Derecho Agrario posible sin auscultar previamente la opinión rectora de la ciencia agrícola.
Más como ésta es fundamentalmente biológica y su aplicación práctica está condicionada por el suelo y por el clima, resulta que para elaborar el Derecho Agrario hay que partir de la ecología.
El factor agrotécnico cobra relieve a través de los «imperativos agrotécnicos".
Ponderación de los imperativos agrotécnicos.
Los imperativos agrotécnicos deben ponderarse dentro de las fuentes materiales de dos maneras principales: como mera reproducción, y como elemento instrumento integrador o corrector de las deficiencias normativas. Un ejemplo aclararía la cuestión: Cuando la Ley de castración y cercas) señala que
12. Cfr. Spengeler, Oswald. Años Desicivos, Espasa, Madrid, 1962, p. 22. 13. Cfr. Carrera, Rodolfo. El Derecho Agrario en las Leyes ... ", Anales de la
Universidad de La Plata. Tomo XII. 1963, p. 177 y siguientes.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 14-'
la castracción de bovinos no debe pasar de ocho meses, se basa en un ((imperativo técnico del momento", por cuanto de pasar de dicho tiempo se causa daños al animal o a la producción. Este imperativo técnico de índole zootecnista es de orden público económico inviolable. Ahora bien, de descubrirse científicamente que la exigencia de los ocho meses es inoperante el aplicador del derecho agrario no podría acogerse al brocardo ((dura lex sed lex", sino aceptar "abrogación sustancial" por incompatibilidad agro técnica , lo cual, dentro de un proceso, podría ser objeto de "experticia". En efecto.
3. Proyección Político-Agraria.
La política agraria es la ciencia que establece los principios y reglas que guían la actividad del Estado en la ordenación dinámica del sector rural.1415 Como tal es antigua; pero es sólo en siglo pasado cuando se formula por Buchenberger en 1892 como síntesis de los principios que guían al Estado en sus cuidados para la actividad agrícola. Como ciencia se refiere al "ser" en su esfera completa, al ((deber ser", y al ((ser en su devenir". Por eso es una ciencia ética que exige juicios valorativos y a la vez prácticos, pues trae a colación instrumentos que ayudan al hombre rural. Por ello/6 para desentrañar la razón de ser de la Reforma Agraria, analizar sus motivos, y valorar sus fines, es necesario explicarla como una manifestación de la Política Agraria que valiéndose del Derecho condiciona los medios o instrumentos necesarios para alcanzar el bienestar rural. Pues bien, resulta concluyente, . que la coordinación necesaria entre las F.M. y las F.]. del Derecho Agrario ha de valorarse con las categorías específi<;:as de la Política
14. Cfr. Abel, W. Política Agraria, op. cit., 24. 15. Cfr. Vivanco, A. Reforma Agraria y Política Agraria, op. cit., p. 92. 16. Cfr. Cosio, C. Teoría, op. cit., 255.
144 ALÍ JosÉ VENTURINI V.
Agraria, circunstancia que revela la gran responsabilidad y evidente calificación que deben los agraristas, sean tratadistas, jueces, abogados en ejercicio, sindicalistas o políticos.
5. Coordinación y desuso.
La necesaria conexión entre la FF. Y las FM. del Derecho Agrario, determina el fenómeno del desuso de la ley contemplado por el Código Civil. El desuso significa la existencia de una fuente formal sin la correspondiente fuente material.
6. Perspectiva egológica.
Dentro de la perspectiva egológica, que indudablemente se acerca a la comparación integral del fenómeno jurídico, la conexión FF. y FM. es relevante por cuanto el "dato jurídico propone una valoración coexistencial y un pensamiento normativo que le es inmanente" y sólo mediante la coordinación de esos elementos es que el Derecho alcanza su fuerza de convicción. I7
RESUMEN Y CONCLUSIONES
Las fuentes del Derecho Agrario, al igual que las de cualquira otra rama del Derecho, pueden considerarse ya desde el punto de vista material o (natural) ya desde el punto de vista jurídico ( o normativo).
Todas las fuentes materiales pueden resumirse en dos factores: a) el factor socio-económico que agrupa la consideración del fenómeno agrario en sus aspectos sociológicos ( y en cierta medida antropológicos) y económicos, partiendo de un predominio de la actividad humana propiamente dicha; b) el
17.
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 145
factor agrotécnico que agrupa la consideración del fenómeno agrario sometido a ciertas reglas técnicas que modelan o reforman la naturaleza de la Tierra y los demás elementos inherentes a ella.
Las fuentes jurídicas del Derecho Agrario tienen 1>U expresión máxima en la Constitución Nacional, cuyo artículo 105 crea un sistema agrario constitucional que desarrolla la Ley de Reforma. Esta tiene la particularidad de ser orgánico-sectorial y por ello su eficacia está garantizada de modo absoluto en virtud de los principios del orden público agrario.
Las fuentes materiales y las fuentes formales o jurídicas propiamente dichas, deben coordinarse teniendo como referencia la política agraria, que a su vez debe ponderar los factores socio-económicos y agrotécnicos, sin perder de vista la visión antropológica del fenómeno agrario. Por ello es menester crear una metodología de coordinación cuyo fundamento supone el conocimiento de las relaciones del Derecho Agrario con sus disciplinas que veremos adelante.
Sin coordinar las fuentes se producen situaCiones de interferencia. Compete a la ciencia jurídico-agraria establecer las relaciones de coincidencia, tanto para su conocimiento hermeneútico, como para su normación legislativa.
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ANEXO ANTOLOGICO
1. ESCRITO DEL Dr. USLAR PIETRI EN EL DIARIO EL NACIONAL, CARACAS, 25-5-75.
La Ley y la Realidad.
El divorcio de la ley y de la vida, de la norma de derecho y de la realidad social es un viejo mal de la civilización hispana. Entre lo que ordena el código y lo que pasa en la existencia ordinaria hay poca correspondencia. Esto ha traído una peligrosa y absurda separación del derecho y de la sociedad. Las leyes dejan de ser una regla aceptada de conducta para convertirse en una especie de aspiración moral y, por ]0
tanto, poco importa su pertinencia o su aplicabilidad.
En el mundo hispanoamericano ésta ha llegado a constituir un factor determinante. Pocas veces la norma jurídica ha sido el resultado de una costumbre, de una probada experiencia o de una seria apreciación de las necesidades de la sociedad, sino que, por el contrario, la ley se ha sobrepuesto a la realidad social como un cuerpo extraño y cada vez que se ha tratado de aplicarla ha provocado situaciones conflictivas.
La historia de la independencia de los países hispanoamericanos está llena de ejemplos de la pugna de las leyes con la realidad y de la imposibilidad de aplicarlas. Los más lúcidos y penetrantes hombres de aquella hora se alarmaron ante aquella legislación inoperante que nada tenía que ver con la tradición y la realidad de los pueblos. Cada vez que se trató de aplicarla desembocó en insolubles y graves contradicciones. La Primera República de Venezuela, en 1812, más que bajo las armas enemigas cayó bajo el peso muerto de una legislación paralizante que lejos de servir a las necesidades reales las com-
DERECHO AGRARIO VENEZOLANO 147
plicaba y las agravaba. Bolívar no cesó de clamar contra esta mortal antinomia. Pedía leyes adaptadas al estado histórico del país y a los requerimientos de su presente y no aquellas lucubraciones aéreas de los ideólogos y de los doctrinarios. No vinieron a oírlo sino tarde y de una manera incompleta.
Si alguien se pusiera a cotejar la historia hispanoamericana del siglo XIX con las leyes que en materia constitucional, civil o penal fueron sancionadas por los Congresos podría casi diagnosticar un curioso e inquietante caso de paranoia colectiva. Una especie de tenaz incapacidad para comprender la realidad o para aceptarla, y la tendencia a legislar para situaciones ideales y para satisfacción de convicciones morales y filosóficas que ignoraban completamente las características y requerimientos de la comunidad. El contraste entre el caudillo y sus constituciones es ciertamente surrealista.
No vino este mal con la independencia. Ya era viejo para entonces y podía simbolizarlo la figura del Gobernador español que recibía la pragmática real inaplicable, lo colocaba devotamente sobre su cabeza y declaraba solemnemente "acato pero no cumplo". El gran historiador del derecho hispánico, José María Ots Capdequí, dice, al hablar de las leyes de Indias: "Teólogos y moralistas, más que juristas y hombres de gobierno, fueron los animadores espirituales de esta legislación. Se acusa en ella un tono de plausible elevación ética pero se desconocen al propio tiempo o se tratan de soslayar, ineludibles imperativos económicos y sociales", 10 que provocó "en la vir:la colonial hispanoamericana un positivo divorcio entre el de-echo y el hecho".
Las consecuencias políticas y sociales de acostumbrarse a mirar la ley como una proclamación ética o principista, y a atender a las necesidades reales por otros cauces, ha sido fuente
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de innumerables males. Nuestro idealismo jurídico nos lleva a la continua violación del derecho inaplicable. Por tener una muy alta idea de la ley que burlamos o la ignoramos. Nos parece que no está hecha para la vida ordinaria y tal vez no nos falte razón. No tiene raíces y por 10 tanto no puede vivir.
Ahora mismo, en el trascendental momento de decidir la nacionalización de la industria petrolera el Congreso de Venezuela se halla enfrentado a esta antigua tendencia. En el punto de definir las formas en que el Estado puede desarrollar en la práctica su nueva actividad de productor y vendedor de hidrocarburos, muchos hombres de buena fe aspiran a una prohibición casi absoluta de toda forma de asociación o de empresa mixta. Es Como si se obligara el piloto encargado de una difícil travesía a mantenerse invariablemente en una sola ruta fija, o como si se le atara un brazo al atleta que va a enfrentar un peligroso combate. Pareciera más acuerdo darle alternativas flexibles y graduales al Estado para llevar adelante con las mayores garantías de éxito la nueva y riesgosa experiencia.
Sería muy grave, que la adhesión heredada a una ~egislación irreal de principios éticos o idealistas, nos llevara a adoptar una ley que disminuye y estrecha nuestras posibilidades de actuar con éxito frente a una de las más complejas y cambiantes realidades.
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