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UNIVERSIDAD PEDAGOGICA NACIONAL
UNIDAD 092 D.F AJUSCO
SECRETARÍA ACADÉMICA
Área Académica1. Política Educativa,
Procesos Institucionales y Gestión.
Programa Educativo:
Sociología de la Educación.
Programa Emergente de Titulación.
Tesina:
La educación como medio de Readaptación Social, caso Centro Femenil
de Readaptación Social Tepepan
(Recuperación de la Experiencia Profesional).
Para obtener el titulo de:
Licenciado en Sociología
Presenta:
Juan Emilio de Jesús Flores Melgar.
Director de Tesis:
Héctor Reyes Lara.
México, D.F., Noviembre 2012
Índice
Introducción 1
Capítulo I
Prisionalización
1. El contexto carcelario 5
1.2 La vida en prisión y sus pobladores 14
1.3 La mujer en prisión 25
1.4 La discriminación para la mujer en prisión 36
Capítulo II
Readaptación Social un sueño nunca alcanzado
2.1 Como está estructurada la readaptación social 41
2.2 El fundamento de la readaptación 45
2.3 Readaptación social, finalidad,
ilusiones y fracasos 55
2.4 ¿Qué es la readaptación social? 61
Capítulo III
Educación en contexto de encierro: una reflexión inconclusa
3.1 La educación en las cárceles 68
3.2 Pedagogía del castigo 77
3.3 La otra educación 81
Conclusiones 86
Referencias:
Bibliográficas 90
Cibernéticas 94
Hemerográficas:
a) Periódicos 95
b) Revistas 95
AGRADECIMIENTOS
A mi padre Emiliano Flores
Por sus enseñanzas, su apoyo, sus regaños, sus consejos, por sus lecciones de que otro mundo es posible.
A mi madre Blanca Celia
Por su amor incondicional, por enseñarme las primeras letras, su apoyo en todas mis locuras, por ser un pedazo de mi corazón, es a la
mujer que amo y admiro por su valentía y coraje ante la adversidad.
A mis Hermanas Por ser mujeres valerosas, con su ejemplo han
demostrado que todo sueño se puede lograr luchando, por sus consejos, y estar cuando las necesite en momentos difíciles de mi vida.
A Vianey Fernández
Por ser otro pedazo de mi corazón, por estar conmigo en momentos difíciles de mi vida, por apoyarme, por reír juntos, por construir día
a día nuevos horizontes en nuestras vidas, te amo.
A Valentina Flores A mi hija, el amor de mi vida, el otro pedazo de mi
corazón, por cambiar mi vida, por ser la luz y fuerza que cada día me impulsa a ser mejor, te amo hija y siempre estaré a tu lado, eres lo más hermoso y más importante que me ha
pasado en la vida. A mis Sobrinos
Andrea, Aranza, Alejandro; que son la esperanza e ilusión de un mundo mejor.
A mis Amigos de la Universidad Guillermo Verdejo que junto aprendimos mucho, a
Carlos Muñoz, a Víctor Arciniega, a Karim, a Mireya, a Luis Bautista, a Yodi, a Beto, a Raúl, a todos mis amigos del colectivo, pues es una lista muy grande de hermanos, gracia
a todos ellos comprendí muchas cosas de la carrera.
Al profesor Héctor Reyes Por comprometerse en este trabajo, por su apoyo,
por presionarme a terminar este proyecto.
A la Universidad Pedagógica Nacional Por su apoyo institucional para la realización de mis
estudios de licenciatura.
Gracias Totales
Sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida
contra cualquiera en cualquier lugar. Es la cualidad más linda de un revolucionario.
Ernesto “Che” Guevara
1
Introducción El trabajo trata de abordar la problemática que enfrenta el sistema
penitenciario; las cárceles en México no son las mejores, en ellas se podrá
encontrar que a la interna se le obliga a vivir coercitivamente en una
sobrepoblación aberrante, en promiscuidad, vicio, hacinamiento, ocio, entre
otros; la descripción de la vida en cautiverio por lo general es aberrante y
terrorífica, narrando escenarios de violencia e injusticia.
Nuestra prisión es el reflejo de un gran desinterés por la dignidad
humana, en nuestro sistema penitenciario encontramos estructuras deficientes,
es decir, que la cárcel no acaba con el crimen, mas bien lo reproduce, lo
perfecciona, lo retroalimenta, lo profundiza.
Debido a la sobrepoblación son muy pocas las internas las que realizan
una actividad laboral y, por lo general impulsadas por iniciativa propia; las
internas trabajan limpiando pasillos, las oficinas de los funcionarios, de
estafetas o haciendo fajinas (la limpieza de los pasillos del penal) reciben el
precario salario de noventa pesos semanales.
Es primordial aclarar que no se pretende analizar toda la realidad
carcelaria de México. Esto sería casi imposible dadas las diferentes realidades
que se viven en las prisiones, mas bien se pretende analizar sólo el centro
femenil de readaptación social Tepepan, no olvidemos que todos los
reclusorios de México tienen características comunes.
En este trabajo se hará hincapié el papel que juega los actores que
participan en el ejercicio de control, destacando la visión de las autoridades de
los centros penitenciarios del personal de seguridad de custodia y la de las
internas. Son tres actores con visiones diferentes que nos conducen a una
reflexión sobre el fenómeno de las prisiones.
Es importante puntualizar que este trabajo se sustentará en dos actores:
Michael Foucault (Vigilar y castigar el nacimiento de las prisiones, los
anormales) y Paulo Freire (La pedagogía del oprimido, la educación como
práctica de la libertad), dos grandes teóricos que apoyarán a dar sustento a la
investigación.
2
Se tratará en este trabajo hacer mención sobre las nuevas formas de
penalidad; la nueva forma de castigo como el ocio, la condena al tiempo muerto
es una nueva forma de control excede y tritura toda condición de respeto a los
derechos humanos del individuo. Esta máquina trabaja día y noche para
castigar a los que viven detrás de sus muros, lo primero que destruye son los
conceptos de legalidad y justicia las internas comprenden rápidamente que la
justicia es un accesorio que se compra y se vende.
En la prisión se cimienta como una maquinaría para transformar al
individuo; fue aceptada porque corrompe, vuelve dócil y reproduce los
mecanismos que se encuentran en nuestra sociedad. Es fácil poder detectar
cuales son estas características. En México, al extenderse la mancha urbana y
el crecimiento de las organizaciones criminales, la sociedad adquiere cada día
un modelo arquitectónico que se presenta en las prisiones.
Las calles se han transformado, en ellas podemos encontrar, topes,
alambrados, cámaras de vigilancia, estructuras metálicas. Las residencias y las
zonas habitacionales las observamos con muros más altos y rodeadas de
alambradas al igual que cualquier cárcel; con el tiempo las calles, instituciones,
hogares, entre otros inmuebles han modificado sus sistemas de seguridad para
control de sus accesos.
El ingreso de cualquier persona es presidido por una serie de revisiones
y controles sobre el cuerpo que asemeja la entrada a cualquier prisión.
La cámara de vigilancia es para observar, vigilar nuestros movimientos,
comportamientos. La sociedad al querer brindar protección a sus familias han
transformado en cautiverio sus hogares quedará como consecuencia
la ciudad – cuartel.
El desarrollo de este trabajo pretende abrir el debate sobre la función
que adquiere la prisión en este siglo, para lograrlo fue necesario describir
algunos aspectos sobre la vida cotidiana, la operación y las nuevas formas de
castigo.
Es pertinente hacer mención que durante el desarrollo de este trabajo se
presentaron dos limitantes; la primera se refiere que al término de este trabajo
no se anuncia ninguna solución al problema, esto es debido a que la prisión
está cimentada sobre las bases del castigo, la corrupción institucionalizada y si
pretendiera erradicarla de inmediato nacerían otras formas de control y castigo
3
para poder contener a la (anormal) o al sujeto que rompe las normas que
estableció la sociedad.
La segunda limitante, durante el desarrollo del trabajo la población de
internas de 240 a 400, esto representa un porcentaje del 67% adicional en un
tiempo de dos meses, algunas de las internas que se encontraban en el centro
femenil Tepepan fueron trasladadas a Santa Martha y no se pudo seguir
analizando sus casos.
Este trabajo pretendió llamar al omitido, porque convocar al ausente es
revivir a la memoria, para que el problema de las prisiones pueda ser analizado
en la política y no solo ver a las internas como una carga para la sociedad.
El trabajo fue desarrollado en tres capítulos, de los cuales se
desprenden diversos subtemas y finalmente las conclusiones, las cuales
permiten explicar el sentido de esta investigación, el primer capítulo titulado La
prisionalización, está organizado en cuatro apartados, y dentro de estos se
analiza la delincuencia femenina y como la catalogan algunos teóricos. El
objetivo de este capítulo radica en revelar los efectos perversos que causa a
las internas, como esta maquinaria destruye la personalidad y los valores del
individuo. Se reflexiona la finalidad de la prisión en los últimos años; como el
sistema penitenciario reproduce las relaciones capitalistas, como la nueva
visión criminalistica ha categorizando a la pobreza como delincuencia.
Se desarrollará un pequeño contexto histórico sobre la funcionalidad de
la cárcel en el sistema capitalista, se hace un análisis sobre la vida de las
internas en prisión, el objetivo es considerar las condiciones, características y
relaciones que establece las interna y su espacio, de cómo entra en un período
de aculturación cuando entra por primera vez a prisión. Se plantean las
jerarquías que existen entre las internas, que significa las cortaduras que tienen
en los antebrazos. Se averigua el papel del personal de seguridad y custodia,
cuestionando el porqué son un grupo más de choque.
Se reflexiona sobre las problemáticas que vive una mujer dentro de la
prisión lo que nos lleva a plantear la siguiente pregunta:
¿Por qué le pesa más a la mujer estar en prisión que al hombre?, se
examinará el por qué la mujer delinque, el por qué al romper el rol que se le
impone a la mujer se le somete al desprecio y se le abandona en la cárcel.
4
El segundo capítulo que lleva por nombre: “Readaptación social un
sueño nunca alcanzado” en este capítulo se expone la estructura y
conformación del sistema penitenciario, es la forma apropiada para llamar a la
readaptación social del delincuente, así como dar la definición de la cárcel, y
cuales son los elementos que harán que fracasen la llamada readaptación
social.
Se indaga el fundamento de la readaptación social y la función de la
prisión, no importa que las prisiones sean obsoletas, lo primordial es que sea
vigente el modelo coercitivo y que el cuerpo de las internas sean domesticadas,
que el mensaje llegue a toda la sociedad, de esta nueva forma de castigo
legalizado.
Es evidente que el Estado no pretende readaptar por la sobrepoblación
que existe en la mayoría de las prisiones. Se cuestiona el concepto de
readaptación social pues da por hecho que cualquier persona que entra a
prisión debe ser readaptada, esta percepción es poco comprendida, pues de
ella se desprenden varios sinónimos y de ahí existe la problemática de poder
definir el concepto de readaptación social.
El tercer capítulo “educación en contexto de encierro: una reflexión
inconclusa” se divide en tres subtemas, en este capítulo se abordará la función
que desempeña la educación en prisión y como ésta se desempeña como un
dispositivo de control y castigo.
Para ello se analiza la función de los programas y el personal que labora
en el centro escolar. En este capítulo se propone otro tipo de educación, y se
parte de la visión de Paulo Freire en donde se indica que la educación es una
praxis, un acto revolucionario, rompe el paradigma de que el educador es
siempre quien sabe, Freire expone que, quien enseña aprende a enseñar, y
quien aprende enseña al aprender.
Este tipo de educación creará una conciencia, la cual modificara la
conducta de las internas, transformará su mundo y se les podrá ofrecer una
vida distinta al delito.
5
CAPÍTULO I
La prisionalización
1.1 Contexto carcelario
…La cárcel es un lugar donde toda
Incomodidad tiene su asiento y donde
Todo triste ruido hace su habitación, es
Un aparadero de necios, república confusa,
Infierno breve, muerte larga, puerto de
Suspiros, valle de lágrimas, casa de locos
Donde cada uno grita y trata de sola su locura.
Miguel de Cervantes Saavedra
Dentro de la sociedad que se encuentra libre hallamos dos vertientes:
1. Los que gobiernan……
2. Los gobernados……..
Situación similar se observa dentro de la prisión es decir:
1. Las internas y las autoridades
2. Las persona vinculadas con el infractor
6
La Crueldad que se vive en las cárceles, el trato inhumano contra
la internas, es una herramienta de la maquinaria y no un fin. Es una
necesidad que impone el sistema por práctica negativa, por contraste,
para que las internas aprendan los majestuosos frutos del la corrupción
y perjuicio.
Desde su nacimiento las prisiones han sido consideradas como
un lugar de castigo racionalizado, Foucault menciona que esta nueva
forma de afligir puede afectar a más gente, es más burocrática, eficaz,
impersonal y permite la vigilancia no solo de los criminales sino también
de la sociedad.
En México podemos encontrar que la mayoría de las cárceles
están saturadas de infractores que cometieron delitos menores; su
encarcelamiento los margina más,… dentro de la prisión se les obliga a
vivir en sobrepoblación, drogas, ocio, entre otros.
La cárcel sólo encamina a la interna la deshumanización. Hay la
necesidad de preguntarse ¿Qué función tienen las prisiones? ¿La prisión
logra la reinserción de los presos a la comunidad libre? ¿Qué papel
juega la educación para lograr la reinserción?
Para poder o tratar de contestar la primera pregunta es necesario
explicar la forma de organización del sistema penitenciario. La prisión es
parte de la organización misma de la sociedad y como toda institución
social, la prisión es creada a las necesidades del orden económico,
político y social, no es un mal necesario, es todo lo contrario, la prisión
históricamente es fundada para ejecutar la funciones básicas de la
sociedad; tales como la organización, control, dominio para legitimar de
esta manera las acciones de la vida social.
La prisión crea sus propias formas de relaciones sociales, su
propio lenguaje, su reglas, sus formas de organización, comunicación y
además debe acatar las reglas establecidas por la misma institución
penitenciaria o centros de readaptación social, por lo tanto la prisión
cumple una dualidad, es decir, que la interna debe adecuarse a las
reglas que establecen las mismo internas, y de la propia institución.
7
Alejandro Bringas y Luis Roldán hacen una reflexión sobre el
encierro que sufrieron en cárceles de México:
“Al margen del Derecho Penitenciario, se han establecido las
costumbres caneras, un código del preso, que no es más que un conjunto de
reglas no escritas, pero impuestas por medio de violencia que se reducen
básicamente a dos principios: no facilitar información a las autoridades sobre
sucesos de la vida interna (no ser “borrega”) y respetar el orden jerárquico de
los líderes que son casi siempre delincuentes profesionales. Mientras más
tiempo permanece en la cárcel un individuo, más se integra al proceso de
prisionalización, esto es, la adaptación en mayor o menor grado de los usos,
costumbres, lenguaje y cultura de la vida carcelaria”1
Podemos observar entonces que la prisión es un micro espacio
estructural, que expresa y reproduce a la vez características generales
de la sociedad. Así, la prisión como sistema debe ser comprendida como
una organización social la cuál establece como deben ser la conducta
humana dentro de las relaciones sociales, es decir, qué valores y qué
actividades realizan que determinan su comportamiento.
Es pertinente analizar algunas líneas anteriores, es preocupante
la finalidad que ha tomado la prisión en los últimos años, si está a las
necesidades del orden económico, los que dirigen la economía del país
verán por sus beneficios; y estos mismos han maquillado a la pobreza
en delincuencia y han hecho creer a la sociedad que se acribillan a
delincuentes no a ciudadanos, la sociedad se siente aliviada cada vez
que escucha, lee o ve por la televisión que son acribillados los
malhechores, que los han denominado como: virus, cáncer o infección
social, entre otros calificativos.
Es así, que el sistema penitenciario reproduce las relaciones
sociales capitalistas, y que el primero protege los beneficios del segundo
con severas acciones de control social, como cuando la policía detiene a
jóvenes que protestan por falta de empleo y son enviados a algún
reclusorio por transgredir el orden, o detienen a “juniors” de Polanco,
1 Alejandro Bringas H. y Luis Roldan Q. “Las cárceles mexicanas. Una revisión de la realidad
penitenciaria”, México, Grijalbo, 1998. Págs. 68-69.
8
quienes insultan y golpea a la autoridad, para ser liberados rápidamente,
pues la clase social superior puede comprar la acción penal de sus
muchachos.
Massimo Pavarini comenta que:
“En primer lugar, la nueva ciencia estadística había mostrado cómo la
criminalidad había sido una prerrogativa casi exclusiva de las clase más pobre.
La ecuación miseria-criminalidad no parecía ser ya negada. En segundo lugar,
las incontrolables leyes de mercado capitalista habían enseñado cómo un
descenso de los niveles salariales o un aumento de los índices de
desocupación podían lanzar a los estratos más débiles de la clase obrera a la
indigencia y la miseria. La laboriosidad proletaria era un estado siempre
precario: el trabajador podía devenir siempre pobre. De ahí el círculo vicioso:
proletario-pobre-criminal”.2
Otra de las finalidades de la prisión desde un enfoque político es,
como instrumento control, la prisión tiende a despersonalizar al interno
mediante la utilización del tiempo muerto, es decir lo condena al ocio.
A la ociosidad la podemos definir dentro de un elemento
intramuros en los cuales son sumergidas las internas en los Centros de
Readaptación Social, así como el hacinamiento, las deficiencias
sanitarias son formas de castigo que terminan por minar el cuerpo de las
reclusas.
El testimonio de Zulema Hernández, amante de Joaquín: “el
chapo Guzmán” manifiesta sus experiencias en prisión y el horrendo
castigo de la ociosidad:
”Yo sé de este caminar de lado a lado en una celda. Yo sé de este
esperar despierta, yo sé de este insomnio, yo sé de este fumarte, querer
quemarte el sexo, quererte quemar las manos, la boca, fumarte el alma,
fumarte el tiempo. Yo sé lo que estos rincones hablan. En el encierro no hay
tierra, no hay árboles, no hay nada. El tiempo en la cárcel es una neblina sin
colores. Pienso en una pelota desinflada, en un globo que termina en hilachos.
La cárcel es para castigar la vida. Esto es mas feo que la tortura física, porque
la tortura psicológica empieza en el momento en que uno entra, con las
2Massimo Pavarini, “control y dominación. “Teoría criminológicas burguesas y proyecto
hegemónico”, México, Siglo XXI, 1992, pág. 42.
9
revisiones que a cada paso le va quitando a uno lo que más quiere, van
haciendo que uno se quede solo, que se muera en soledad. No encontrar la
paz en la soledad es algo horrible. Psicológicamente te mata. En este lugar se
cierra el ángulo de visión, ni el horizonte se alcanza a mirar. Aquí uno puede
tener reloj, pero es un reloj sin horas ni minutos por que no podemos seguirlos
en la carátula”.3
Esta nueva forma de castigo está legitimada por la creencia del
imaginario social de una prisión como institución que cumple su función
de Instrumento eficaz para prevenir y luchar contra la delincuencia.
Esta forma de poder describir la ociosidad, nos plantea una
contrariedad, una nueva significación del castigo, esta problemática
corrobora la dificultad de poder rehabilitar al delincuente, y estas nuevas
formas de castigo favorecen claramente al aumento de la criminalidad.
Este enfoque político ha “democratizado” al delito, y lo han
trasformado en una herramienta para su carrera política y en un grito
mano dura contra la delincuencia han penalizado la pobreza y
militarizado algunas zonas del país; los pobres atacan a los pobres,
porque ellos, entre marginados y olvidados ya no creen en las
instituciones sociales; ésto se debe por la inseguridad que vive el país; y
son éstos mismo los que hacen justicia de su propia mano.
La prisiones no fueron creadas para corregir, sino para contener a
todos aquellos que ha roto las normas establecidas por la sociedad, no
rehabilita más bien corrompe; destruye lo bueno del hombre.
Los reclusorios se asemejan más a la prisión cloaca, son lugares
de corrupción total que degradan y embrutecen al hombre. Un claro
ejemplo de la degradación del hombre dentro de la prisión es el siguiente
relato:
“Algo que nunca olvidaré y que hizo que cambiara mi forma de pensar y
actuar fue lo que ví en COC (Centro de observación y clasificación), a los tres
días de llegar. Los custodios hicieron pelear a dos internos que llegaron por
delitos sexuales y, el que perdió, les tuvo que mamar el miembro a 8 ó 10
fajineros. Fue de la chingada darme cuenta lo que era este infierno. Dejar los
3Scherer García, Julio. “Máxima seguridad. Almoloya y puente Grande”, México, Nuevo Siglo
Aguilar, 2001, págs. 20-21.
10
principios a un lado y unirme a un grupo de los que movía el reclusorio y
empezar a morir moral y espiritualmente. ¿Cuáles derechos humanos? (por
cierto, los dos que pelearon se fueron absueltos)”4
Las cárceles de México y del mundo son muy similares, son
instituciones que simulan la readaptación y en vez de crear programas
que logre su reinserción se encaminan a la ignorancia y la indiferencia,
Sergio Ramírez García cita a Anatole Frances al describir la situación
penitenciaria:
“…aquello parecía un laboratorio establecido por locos para fabricar
locos. Realmente, los inventores de semejante sistema son locos siniestros que
para corregir a un malhechor le someten a un régimen que le vuelve estúpido o
furioso5”.
La prisión no fracasa, funciona por que castiga el cuerpo y alma
de los sentenciados, el imaginario social cree que su finalidad es la
readaptación de las internas; pero es todo lo contrario, esta máquina
tiene como objetivo el triturar la personalidad y los valores del interno, si
la sociedad es el reflejo de la prisión, por ende también tritura la
personalidad y los valores de la sociedad.
Michel Foucault menciona lo siguiente:
“…la prisión debe ser un aparato disciplinario exhaustivo, otorga un
poder casi total sobre los detenidos; tiene mecanismos internos de represión y
castigo: disciplina despótica. Tiene que ser la maquinaria más poderosa para
imponer una nueva forma al individuo pervertido; su modo de acción es la
coacción de una educación total”.6
Esta maquinaria de castigo que es la prisión no readapta al
interno, más bien aprende a delinquir sin llamar tanto la atención,
aprenden a despreciar las leyes, normas y reglamentos.
La cárcel no reivindica al interno, este instrumento rompe el
proyecto de vida que fue inculcado por los padres, lo estigmatiza ante la
4Payá, Víctor A. “Vida y muerte en la cárcel”, P y V, 2006, pág. 184.
5García, Ramírez, Sergio. “Manual de prisiones”, Editorial Porrúa, 1980, pág.213.
6Foucault, Michel. “Vigilar y castigar, nacimiento de la prisión”, siglo XXI, México, 2009, pág. 271.
11
sociedad y lo conduce a participar en el desorden social que es producto
de la superestructura del sistema capitalista.
A este sistema capitalista le perturban los marginados, los
desempleados, los indígenas, los niños de la calle, y todas aquellas
personas que no producen, no venden, no compran; por estas
circunstancias al sistema capitalista se le hace más fácil meterlos a la
cárcel o matarlos.
Elías Neuman plantea:
”…dentro del esquema de la sociedad capitalista o posindustrial, la
cárcel es un microcosmos donde funge el poder disciplinario y se expresa,
como en otros enclaves de la sociedad, la necesidad de recrear de forma
perpetua las relaciones sociales de dominación”.7
En un rápido y breve recuento histórico nos hará comprender cuál
es la funcionalidad de la cárcel en el sistema capitalista. A partir que el
sistema capitalista comienza a ascender y sus riquezas se desarrollan
aceleradamente provocarán la proletarización y marginación social.
El sistema capitalista desarrollara nuevos y eficaces instrumentos
de control que garanticen la incorporación, como la exclusión de la mano
de obra masiva.
El capitalismo creará a las instituciones de control social a sus
necesidades, y a las exigencias de las relaciones sociales de
producción.
Es así que las instituciones sociales de control despliegan nuevas
formas de vigilancia acordes con la sociedad en masa.
Se ha demostrado que la cárcel nace como una invención
moderna, como resultado del asenso del capitalismo y sus grandes
riquezas, lo que hace el capitalismo es revolucionar la producción de una
manera más rápida. Al no poder competir los pequeños comerciantes,
frente a este nuevo modo de producción en masa, provoca la expulsión
masiva de mano de obra hacia las ciudades.
7Renglones,” REVISTA ITESEO” NÚMS. 58-59, pág. 8.
12
¿Qué es lo que provoca este nuevo sistema de producción
denominado industrialización? No sólo creó grandes riquezas, creó
grandes masas urbanas, creó a miles de desempleados en busca de
empleo.
La población marginal maquillada en el anonimato, poco a poco
se fue convirtiendo en un desagrado para el sistema capitalista que la
veía con recelo. Surgen cambios tecnológicos y fueron también cambios
institucionales. La penitenciaria nace para satisfacer las necesidades de
los requerimientos sociales. Esta nueva forma de control se expande
desde el siglo XIX, por el temor que presenta la población marginada y
desempleada.
La expansión económica no soporta la desocupación y la
marginación, la ve como un peligro para la propiedad privada. Como
forma de control y mantenimiento de poder el capitalismo se apoya a
través de la prisión, la familia, la escuela, el trabajo social, para
regularizar y normalizar el comportamiento de las personas. Durante el
siglo XIX la familia contribuyó mucho a ello.
Estas nuevas tecnologías, la transformación de grupos y clases
sociales, dan como consecuencia la innovación de las instituciones. La
especialización de la mano de obra al interior de las fábricas repercute
en el tipo de educación que necesita, así como nuevos dispositivos de
control y dominio. El nacimiento de las prisiones no puede desprenderse
de la necesidad de someter al trabajo al mundo fabril.
Son las necesidades del sistema capitalista que explican la
invención de la institución penitenciaria, bajo la protección de una
política que pretende reinsertar, pero también disciplinar, domesticar y
reprimir.
¿Cual ha sido el resultado de este capitalismo salvaje que ha
criminalizado la pobreza y por ende se ha incrementado la
sobrepoblación en los reclusorios?; La respuesta la encontramos en la
mayoría de los reclusorios donde sus internas están detenidas por
cometer delitos de los llamados famélicos… que son ocasionados por el
hambre y la miseria, en el peor de los casos, son internas que no
cuentan con un proceso penal y se hallan recluidos sin saber por qué.
13
¿Cuantas veces se ha escuchado que algún reclusorio se ha
amotinado?, y la fuerza del orden embiste con garrote y disparos sobre
los desordenados y de paso asesinan a cuantos puedan para aliviar un
poco la falta de espacio.
Del hambre y la miseria se ha aprovechado el crimen organizado
para reclutar a los niños como sicarios para matar a otros niños de las
mismas condiciones que él, pobres contra pobres, algún sector de la
sociedad ha planteado que la única solución de los Centros de
Readaptación Social es tomar a todos los presos y ponerlos en una
barda y quemarlos vivos pues no es justo que toda esa gente viva de
sus impuestos.
Pero al preso común ¿Quién lo escucha? Es socialmente
despreciados y jurídicamente invisibles y solo pierden esta invisibilidad
sin tiene dinero para poder comprar la justicia penal.
Podemos concluir que los reclusorios se han convertido en un
gran negocio tanto para el gobierno como para los carteles de las
drogas. Dentro de los reclusorios su realidad es la misma que la de
afuera, si en la calle ahí drogas, adentro también y si en la calle se violan
los derechos humanos adentro se atropellan aún más.
En la sociedad y el mundo de las prisiones existe un vínculo, y
dichos enlaces sociales los podemos ubicar en la criminalidad, la
pobreza y la violencia que vive el país últimamente.
La organización penitenciaria es profundamente clasista, donde
en todas las instituciones penitenciarias se reproduce las diferencias de
clases como sucede en la sociedad global. Por ejemplo, los dormitorios
están coordinados para recluir a las presas según su clase social, y esta
clasificación la otorga un estudio criminológico, detrás de estos muros,
los privilegios para los que pueden pagar y la miseria y el olvido para
todos aquellos que no cuentan con el dinero para poder solventar la
extorsión.
Las conexiones que existen entre el mundo de la cárcel y los
ciudadanos son más estrechas de lo que uno puede imaginar, no solo
porque uno puede estar vinculado con un delito de una manera
accidental, como un pleito, un reclamo, un accidente, un robo, que la
14
justicia reclame nuestra presencia, aun sin darnos cuenta, el encierro es
próximo a la vida cotidiana, el cual se percibe en internados, escuelas,
cuarteles, granjas, hospitales, centros tutelares, penitenciarias, entre
otros.
Son parte de la sociedad burocrática, donde se condena al
criminal y no a la máquina que lo fabrica, como se le culpabiliza al
drogadicto y no a la forma de vida que crea la necesidad del consuelo
químico y la fuga ilusoria. A partir de que nace y aun antes, el individuo
se halla inmerso en dichas instituciones que lo sujetan por ciertos
lineamientos que le son impuestos.
Desde esta perspectiva estatal, toda conducta considerada como
antisocial debe reencauzarse o se debe controlar. Cuando las
instituciones como la familia, la escuela, la iglesia, los partidos políticos o
el mercado no socializan a buena parte de la población, entonces surgen
como “salvadores” los psiquiátricos y las prisiones que adquieren su
razón de ser. Estas instituciones están en el extremo del eslabonamiento
institucional.Debido a estas problemáticas del Estado, la sociedad
plantea como única respuesta leyes severas, instituciones represivas e
inservibles que generan más violencia. Sobre el contexto carcelario es
pertinente preguntar ¿cómo es la vida en prisión y quiénes son sus
pobladores?
1.2 La vida en prisión y sus pobladores
Desde su nacimiento las prisiones han estado inmersas a un
determinado número de críticas las cuales recaen en los programas de
resocialización mediante la pena de privar la libertad y las deplorables
condiciones que se encuentran los internos. Como se puede apreciar
tanto las estructuras, como el ambiente en que se encuentran inmerso el
interno lo conlleva a aun espacio para el ejercicio de la violencia.
15
Las internas tiene una rutina ya establecida que inicia con cuatro
pases de lista, la primera es a las 6 h. mañana, la segunda es a las 9 h
mañana., la tercera es a las 13:30 h. y la ultima a las 18 h, su día
termina a las 21 h. Donde se cierran las puertas de las celdas y se
apaga la luz hasta el otro día.
Michel Foucault alude que el funcionamiento y reglas de las
prisiones no han cambiado siendo muy parecidas al reglamento
redactado por León Faucher para La casa de jóvenes delincuentes en
París y agrega que:
” He aquí, pues, un suplicio y un empleo del tiempo. No sanciona los
mismos delitos, no castiga el mismo género de delincuentes”8.
En todos los centros la población está dividida en dos, los
procesados que visten de ropa azul marino y los sentenciados que visten
de ropa color beige. Pero para ambos la rigidez de la prisión no empieza
con sus actividades más bien con su llegada a prisión.
Una vez que se cierran las puertas de la prisión el nuevo inquilino
entra en un proceso de aculturación, será para él una pesadilla que
encontrará en cada rincón, cada día vivirá violencia, despersonalización,
corrupción y sólo hay un medio para sobrevivir a este mal sueño el
poderoso dinero, con el cual puedes comprar de todo, desde vino,
mujeres, celdas especiales, comida, televisores y hasta los custodios
tienen precio, todo es posible para el que tiene dinero para él erizo será
una vida de infierno.
Pero ¿pero quien es este personaje llamado el erizo? Son las
internas más pobres, qué aprovechan las autoridades para hacer la
fajina (limpieza) como una muestra negativa para lograr la extorsión de
las demás reclusas.
Ver a estas mujeres lavando el piso en el frío de la madrugada,
durmiendo junto al excremento en lugares destinados solo para ellos,
limosneando un taco en los días de visita, no causa ningún sentimiento
de solidaridad, ningún gesto de humanismo.
8Foucault, Michel. Vigilar y castigar, pág. 16.
16
En el proceso de aculturación, él criminólogo italiano Alessandro
Barrata explica:
”Tal proceso se examina desde dos puntos de vista: ante todo, el de la
“desculturización”, esto es, la desadaptación a las condiciones que son
necesarias para la vida en libertad (disminución de la fuerza volitiva, pérdida
del sentido de autoresponsabilidad desde el punto de vista económico y social),
la incapacidad para aprehender la realidad del mundo externo y la formación de
una imagen ilusoria del él, el alejamiento progresivo de los valores y modelos
de comportamiento propio de la sociedad exterior. El segundo punto de vista
opuesto, pero complementario, es el de la “culturación” o “prisionalización”. En
este caso se asumen las actividades, los modelos de comportamiento y los
valores característicos de las subcultura carcelaria”.9
Una vez cruzando la aduana del Centro de Prevención y
Readaptación Social comenzará el suplicio, pues te enfrentas al primer
ejercicio de castigo e intimidación por parte de los custodios con gritos y
empujones, te sitúan frente a una barda te desnudan y te examinan. Las
órdenes no sólo las dan los custodios, sino también algunos reos que
con autoridad dan disposiciones y cuestionan al nuevo interno, aquí
podemos observar que entre los custodios y reos existen vinculaciones
informales. Su primera ropa que usará el nuevo inquilino será color azul
y después será beige.
En este micro mundo que es la prisión, la interna tendrá que
asimilar rápidamente que ha entrado a un mundo donde aprenderá un
nuevo “civismo”, nuevas costumbres, otros miedos, otras formas de
comportarse y comunicarse, otros códigos que se encuentran vinculados
con las normas existentes y establecidas por la institución penitenciaria.
Las internas pasan a ser ciudadano de otro género y emprenderá la
asimilación demoledora de la prisionalización. Cuando se habla de
prisionalización se hace hincapié a la adopción en mayor o menor grado
de las tradiciones, usos, costumbres y cultura en general de la prisión.
Una vez que la interna ingresa a población es sometido a rutinas
que tienen como objetivo moldearlo y clasificarlo como un engranaje
más de esta maquinaria aplastante, que acabara transformándolo
9Barrata Alessandro, “Criminología crítica y crítica del derecho penal”, México, Siglo XXI, 1993,
pág.180.
17
mediante procedimientos de rutina. Esta rutina lo someterá a una
contaminación que infringe la personalidad del la interna, que violentara
su privacidad individual y la forma de quebrantar su espacio será por
medio de inspecciones constantes que invalidad su intimidad individual.
Tendrá que asimilar de manera rápida la existencia personas
dentro de la prisión que ejecutan ciertas funciones que nos permitirá
explicar la dinámica del encierro, es decir, la forma de conducirse de la
prisión, como es la extorsión, la violencia, el poder invisible que
autoridades y reos ejercen sobre la población: los “burros” o “cheques”
(son los que cargan o pagan el muerto), los “erizos” (población
miserable), los “padrinos” (narcos, ex funcionarios), los “coordinadores”,
“lacras” (multirreincidentes peligrosos). Los tiernos (primodelincuentes),
los violados y violadores, los homosexuales, la “mamá” del cantón
(estancias), los “petroleros” (quienes distribuyen la droga), entre otros.
En lo que concierne a los dormitorios dentro del Centro Femenil
de Readaptación social Tepepan se encuentra distribuido por 4
dormitorios y esta constituidos por varias celdas, mejor conocidas como
cantón, las cuales cuentan con un espacio de 2.5 de ancho por 6 metros
de largo, estos espacios fueron diseñados para albergar a un máximo de
6 internas.
Un comentario de una de las internas es que todo sujeto que llega
a prisión y si es su primera vez pasa por un período que ellas denominan
carcelazo, el cual consiste en un enfrentamiento al impacto del
cautiverio, se aíslan, lloran, entran en desesperación, se vuelven locas y
casi todas terminan por ahorcarse o se clavan algo, por ejemplo,
navajas, se cortan los brazos, las piernas, entre otros, son gente que no
soporta el encierro.
Este proceso de aculturación no es fácil para las internas, pues
influyen ciertos factores como la edad, el nivel de estudios, el grupo de
pertenencia, es un período muy difícil que dura entre 3 a 6 meses, que
durante este período la interna asimila los patrones culturales de la
prisión, y no es más que el resultado de la vida que se le obliga a
coexistir.
18
Según Kaufman afirma que:
“la cultura carcelaria es determinada junto con la cultura portadora del
interno en la medida que la conducta del sujeto no es de modo alguno peculiar
de la prisión, pues algunos aspectos del código carcelario son parte de un
código delincuencial que existe afuera de las prisiones. La cárcel no es una
cultura inferior, sino que está impregnada de la subcultura delincuencial y del
sujeto mismo, en la que ha sido socializado previamente el interno”.10
Es pertinente mencionar que cuando las internas salen libre
experimentan un proceso de socialización inverso, tiene que aprender a
vivirle llamado síndrome de la libertad, su periodo es el mismo de 3 a 6
meses porque se les dificulta dejar de pronto su antigua rutina y volver a
las calles.
La vida en prisión es muy dura, se les obliga a las internas
aprender a respetar dos leyes, una es de la institución y la otra es las de
las reclusas, la segunda es la más temida, porque si te atreves a romper
estas reglas puedes perder la vida; ¿cuáles son algunas de estas reglas
que se deben respetar?, no robar en otro dormitorio, devolver las cosas
que se te son prestadas, pagar tus deudas, y no faltarle el respeto ala
visita.
¿Qué les pasa a las internas que no respetan las leyes
establecidas como las de las propias internas? Se le aplican castigos y
dependiendo de la falta, será inflexible o moderado.
…la persona que ha violada a otra paga casi siempre con la vida,
otro castigo es el cobijazo el cual consiste en cubrir o envolver al sujeto
cuando duerme o se descuida para propinarle una golpiza con tubos,
palos y patadas, este tipo de pena va dirigidos a las interna o internos
que robaron a otro, que no pagaron su deuda de drogas o que denunció
a otra compañera a las llamados “borregas”.
Dentro de prisión las autoridades reconocen una jerarquía entre
los prisioneros, que junto con las autoridades saben sacar provecho a
las responsabilidades de cada quien, saben explotar cada rincón de la
10
Cisneros, José Luís. “¿Para qué Sirven las prisiones? Nuevas Formas de penalidad en el Estado de
México”, Insumisos Latinoamericanos, México, 2006, pág. 188.
19
prisión. El poder de autoridades como de los prisioneros se intercepta
para extorsionar al resto de la población, un coordinador organiza las
fajinas (limpieza del penal), distribuye y reparte alimentos, quienes
merecen ciertas prestaciones como la visita íntima o hacer el uso del
gimnasio, los pocos talleres, la venta de droga y alcohol, las concesiones
de productos, entre otros.
Al tal grado alcanzan estos adiestramientos al subconsciente del
individuo del fenómeno extorsión-cohecho-amenazas, que después de
15 días en ingreso y dos meses en el Centro de Observación y
Clasificación (COC), cuando la interna, a las 9 h, atiende la palabra lista
instintivamente saca el dinero para pagar.
Entre las autoridades, en específico el personal de seguridad
como entre prisioneros existe una relación informal que beneficiará a
ambas partes, el reparto de ganancias, distribución de comodidades,
consumo a discreción; serán estas dos figuras las que controlarán al
resto de la población:
“La “mamá” pone un jefe de dormitorios porque sabe su recorrido, el
trayecto de cómo se las gana y cómo le avienta ribete, eso es lo que le otorga
su jerarquía de fajinero. El fajinero controla todo el dormitorio, pasillos, área
que ésta alrededor del dormitorio, baños. Si llega una remesa de 20 cabrones,
ellos tienen la opción de desafanar a su fajina pagando 200 pesos, de lo
contrario hacen fajina por tres meses”11.
Podemos finalizar que la vida en prisión comienza con la
aculturización del interno que lo llevará a apropiarse de códigos y
relaciones que deterioran y determinan su vida en prisión; con el tiempo
se comprende que son los internos, los que controlan los reclusorios, las
autoridades solo están para mediarlas.
Por ejemplo:
…en “el Distrito Federal las autoridades reconocieron que 20 internos
de alta peligrosidad, eran los que distribuían droga, alcohol, servicios sexuales,
alimentos, etc., estos sujetos controlaban y negociaban con funcionarios los
porcentajes de los pagos de cuotas y la venta de privilegios para algunos otros,
11
Payá, Víctor A. “Vida y muerte en la cárcel”, pág.169.
20
de hecho estos sujetos son jefes de grandes y complejas bandas al interior de
las cárceles, e incluso llegan a armar a los internos y a planear fugas, lo cual
les da el poder de provocar y controlar los motines. Estos 20 sujetos, se
encontraban distribuidos de la siguiente manera; 8 en el Reclusorio Norte, 8 en
el Oriente, 3 en el sur, y 1 en Santa Martha, es tanto su poder que son
capaces de ordenar la muerte de otros sujetos, tanto adentro como afuera de
prisión”12
Si para unos como para otros la maquinaria de la extorsión es
provechosa, no menos para el director de la empresa llamada sistema
penitenciario, quien es en la práctica la instancia coordinadora.
Finalmente, los ingresos brutos generados por la extorsión se dividen en
cuatro fragmentos asimétricamente diferenciados: a) los ejecutores b) la
instancia recaudadora c) la instancia coordinadora y d) la instancia
rectora (el titular de la DGR) comentario del jefe del personal de
seguridad y custodia.
La cárcel es una generadora de dinero, tan solo un reclusorio
preventivo fabrica cerca un millón de dólares mensuales, según la
versión del comité “Ricardo López Juárez”.
“… La voluminosa corrupción y extorsión generalizada a los internos y
sus visita genera voluminosos recurso que, según estudios realizados en el
ultimo semestre, ascienden a la fabulosa cantidad cercana a los 4 000 millones
de pesos mensuales que se manejan en el Reclusorio norte, de los cuales
participa el director Adrián Carrera… aquí se paga hasta la violencia cotidiana
hay por la comida, dicen internos que por primera vez exponen públicamente la
generalizada corrupción en ese centro de la misma cárcel”13
Los internos tienen una postura altiva frente al funcionario y
custodio, al custodio lo consideran su igual y que éste proviene de su
mismo extracto social y educativo. Se ha mencionado al custodio, para
describir su función y la forma brutal que trata a las y los internos se
necesita de un espacio más amplio sólo se hará mención de algunos
aspectos más importantes. Se debería preguntar sobre la funcionalidad
12
La Jornada; 13 Noviembre de 1998. 13
El Universal 17 de abril de 1991.
21
del grupo de seguridad y custodia y del por que no cuentan el
adiestramiento necesario que su trabajo necesita.
¿Por qué son un grupo de choque y no un cuerpo profesional
especializado? La respuesta es fácil de contestar pues surge de varios
elementos como.
I. Su origen social y formación cultural.
II. Su rudimentaria capacitación penitenciaria.
III. Su arraigada mentalidad vindicativa hacia los internos.
IV. Su activa participación en los procesos de extorsión
institucionalizada.
Es muy importante subrayar los agentes que establecen la función
del personal de seguridad y custodia, pues tal función es determinante
para que se logre o fracase el tratamiento rehabilitador. En “La Reglas
Mínimas para el tratamiento de los Reclusos”, decretadas por el
congreso de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) celebrado es
en Ginebra, Suiza en 1955, manifiesta:
“Los funcionarios no utilizarán la fuerza salvo en casos de legítima
defensa, de tentativa de evasión o de resistencia; quienes recurran a la fuerza
se limitarán a emplearla en la medida estrictamente necesaria e informarán
inmediatamente al director del establecimiento sobre el incidente”14
La realidad dicta todo lo contrario, la experiencia vivida por parte
de David Olmos, preso político en el Reclusorio Norte, nos describe la
violencia que ejerce el Personal de Seguridad y Custodia en contra de
los internos:
“Por lo regular, a la hora de la lista, el custodio grita el nombre y el
primer apellido y el interno debe contestar fuerte su segundo apellido y
cambiar de una formación a otra. José Velazco siempre se equivocaba, a
veces contestaba “presente”, a veces no escuchaba o no reconocía su nombre,
a veces preguntaba ¿soy yo? Como si hubiera muchos otros con su mismo
nombre. Cada error significaba un golpe en la cabeza, patadas, garrotazos.
14
Alejandro Bringas H. y Luis Roldan Q. “Las cárceles mexicanas. Una revisión de la realidad
penitenciaria, México”, Grijalbo, 1998. Pág. 172.
22
Después de muchos golpes optó por pasarse de una fila a otra sin decir
nada, pues nunca terminó de comprender exactamente qué lo que quería el
custodio, ni por qué tenía que ser como el decía. El resultado consecuente fue:
más golpes”15
El personal de seguridad y custodia provienen de extractos
humildes, la gran mayoría de ellos son obreros, desempleados,
campesinos recién emigrados a la ciudad, es muy frecuente ver a ex-
militares, ex-policías preventivos, judiciales, no es que tengan una
vocación penitenciaria, las mayorías de estas personas se acercan a las
convocatorias por un sueldo seguro.
El puesto de custodio, no solo ofrece un sueldo seguro, sino
también dinero extra obtenido por medio de la extorsión
institucionalizada. A la mayoría de los custodios el uniforme les da un
sentido de superioridad frente a los presos y no es otra cosa que ocultar
sus carencias sociales y culturales.
Todo el terror carcelario del personal de seguridad custodia caerá
sobre los “erizos”, los excluidos que sobrepueblan los reclusorios, todo
indica que los custodios con su bestialidad hacia las internas pobres
pretendieran borran su origen social. Para el doctor Fernández Fonseca:
“…este cuerpo (de custodios) está formado por personas de baja
extracción social y con un índice de cultura también bajo. Los sueldos que
perciben son muy cortos y por lo tanto son muy susceptibles a la corrupción,
aunque también los hay que a pesar de todo son incorruptibles. Generalmente
se puede decir que reos y celadores pertenecen a la misma clase social y a
este respecto el doctor Garibaldi, que era muy dado a llevarse con los
celadores, en son de broma les decía:”Si yo fuera mago y dijera uno, dos, tres
cambien de uniforme reos y celadores, aquí no habría pasado nada y todo
seguiría igual”16
Es muy habitual que el personal de seguridad y custodia
provengan de las mismas colonias marginadas que de los internos y
tiene bajos niveles escolares, estas circunstancias crean muchos hábitos
15
Ibidem, pág. 173. 16
Jorge Fernández Fonseca, La vida en los reclusorios. Espeluznantes sucesos ocurridos en las
cárceles de México, México, Edamex, 1992, pág. 75.
23
con los internos, muchos custodios se emborrachan con los internos,
son agresivos, no solamente los custodios tienen bajos niveles
escolares. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos:
“El diagnóstico efectuado muestra la inadecuada instrucción de los
custodios. El 80% de los entrevistados tiene como nivel máximo secundaria.
Este dato no sería tan grave si hubiera suficiente cursos de capacitación para
el personal penitenciario. Nadie debería trabajar en una prisión si no está
adecuadamente capacitado. Quienes ya laboran en alguna deben ser
habilitados con urgencia, tanto si son del área técnica como si pertenecen a la
custodia o seguridad, o si son directivos”17
En la mayoría de las internas o internos se les podrá identificar
cicatrices en los brazos, en el cuello e ingle en forma de nudos venosos
por las constantes cortaduras, estas heridas que se realizan las propias
internas es la consecuencia del aislamiento prolongado en las celdas de
castigo.
Este tipo de incisiones obliga a los custodios a trasladar a las
internas a la enfermería por la hemorragia, es un instante de escapatoria
a este riguroso castigo que con certeza origina una ansiedad muy
trascendente. Este tipo de castigo que las internas generan en su cuerpo
no es solo para calmar su angustia, sino como parte de una protesta
colectiva en contra de las condiciones del penal. Elías Neuman y Víctor
Iruzun al respecto comentan:
“Los cortes, según afirman unánimemente los “pesados”, se auto
interfieren en las comisarías, con cualquier elemento al alcance, para evitar la
continuación al castigo o el castigo en sí. Una forma de “parar la maquina” o
“parrilla”, pues, de tal modo, hay que enviar al herido a la enfermería […] Los
reclusos que no se han cortado, pero han visto hacerlo a sus compañeros,
señalan que con pasmosa tranquilidad, “como quien está hablando”, se infieren
brutales tajos. EN algunos casos el fin buscado es el de tranquilizar los resortes
de seguridad del penal. Otros explican que los cortes serían una especie de
castigo camuflado para tratar de demostrar a quienes les rodean que “ya está
17
De la Barreda Solórzano Luis, “propuesta y reporte sobre el sistema penitenciario mexicano”,
México, Comisión Nacional de Derechos Humanos, 1991, pág. 24.
24
pagada la culpa”, por cualquier acción que merezca este castigo ante el grupo
de “cuadro”. Es común oírles decir: “hombre que se corta, se tranquiliza”.18
Las internan comentan que aparte de tranquilizar, se protesta,
este tipo de cortaduras las hermanan con otras internas, las internas que
son lesbianas y deciden “casarse” se cortan las muñecas y las juntan;
pero también este tipo de cicatrices dan poder, representan valor,
resistencia entre las demás internas, pero sólo es entre ellas, porque
desde la visión del personal penitenciario, las cicatrices representan
agresividad y autodestrucción de las internas y son marcas
estigmatizadoras.
Se le tiene un respeto y miedo a las internas que tienen mas
antigüedad dentro de prisión a los cuales se les da en nombre de “mama
del cantón” (celda), y ésta tiene un poder grande dentro de prisión; los
“madrinas”, son internas que poseen cierta condición económica y
prestigio que les permite gozar de impunidad y hasta tienen a otras
internas que les sirven y por último son las internas que por su delito son
nombrados “líderes “es el caso de los secuestradores, robo con arma,
homicidio, entre otros.
Éstas son algunas de las características de la vida en prisión y la
viven hombres y mujeres, pero éstas últimas viven una doble
discriminación un ejemplo claro es en las sentencias, aunque provengan
por el mismo delito el hombre y la mujer, la sentencia es más dura para
la mujer que para el hombre.
Lo anterior nos conduce hacia otra realidad dentro del mundo de
la prisión, que de por sí es una institución de castigo y estigmatización,
¿Qué pasa con una mujer que es delincuente en un mudo carcelario en
donde los programas de readaptación son hechos para el hombre y no
para la mujer?
18
Elías Neuman y Víctor Iruzun, “La sociedad carcelaria. Aspectos penológicos y sociológicos”,
Buenos Aires, Desalma, 1990, págs. 76-77
25
1.3 La mujer en prisión
La prisión es una institución es correctiva y pedagógica: por razón
de la sanción de unos cuantos, se instituye intimidante y ejemplar, como
futuro para quienes se aventuren a quebrantar las normas hasta pasar la
paciencia de los poderes ; pero la prisión es muy diferente para las
mujeres que por lo regular son abandonadas por su familia. Ser mujer,
delincuente y haber estado en prisión son estigmas imborrables para la
mujer. Pero ¿por qué pesa más a la mujer estar en prisión que al
hombre?, porqué se le han impuesto ciertos roles y le han construido o
impuesto un prototipo, pero será Elena Azaola la que nos conteste esta
pregunta:
”En otro estudio que realicé para comparar las conductas de extrema
violencia que comenten hombres y mujeres pudimos constatar que las mujeres
que han cometido el delito de homicidio en la Ciudad de México reciben
sentencias que, en promedio, son una cuarta parte más elevada que las que
reciben los varones por el mismo delito. En este caso, como se analiza en el
estudio en cuestión, la desigualdad tiene mucho que ver con los estereotipos
de género que hacen que las conductas de extrema violencia sean vistas como
más aberrantes en la mujer, lo que a su vez, provoca que el repudio social sea
mayor y las sanciones que reciben sean más severas”19
Culturalmente los roles de las mujeres y de los hombres es
asignado por una determinada sociedad. En una sociedad como la
nuestra que es paternalista y machista, las mujeres es representada en
el imaginario colectivo como mujer-madre y la mujer-esposa; es un ser
sumiso, obediente, callado que cuida y vela por los demás. Es la mujer –
casa, la mujer-hogar, en donde su cuerpo es su encierro, no tiene
autonomía y tiene una vida entregada a los demás.
Desde esta concepción podemos comprender que a la mujer se le
han impuesto reglas, que dentro del imaginario social debe cumplir con
ciertas características, ¿cómo debe ser el comportamiento de una
19
Azaola, Elena, “Violencia contra la mujer privada de su libertad en América Latina”, COMISIÓN
NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS, México, pág. 98.
26
mujer? Debe ser obediente, sumisa, bondadosa, y sobre todo leal, pero
cuando la mujer rompe este prototipo, la sociedad la señala y margina
de una manera más severa que conlleva al olvido, desprecio y destierro,
primero la familia y luego la sociedad, suelen ser olvidadas y exiliadas
del espacio social al que pertenecen.
¿Que hace que una mujer quebrante la ley?, algunos estudios
como el de Cesar Lombroso que en su libro “La donna delincuente, la
prostituta e la donna normale” plantea que la mujer delincuente se
caracteriza por contar con rasgos infantiles, gran crueldad y carácter
vengativo. ¿Cuáles son los motivos que han obligado a las mujeres
delinquir? El contexto social y económico que no es homogéneo para
cada sujeto que ha influido a la mujer a delinquir, son los rasgos de
pobreza, marginación, desigualdad tanto laboral como educativa.
Según Hans Kjaersgaard, los rasgos más concretos de la
delincuencia femenina es una “vida emocional” y la propensión a los
estados “histéricos”. Los delitos que más cometen las mujeres son:
“homicidio, especialmente emocional e infanticidio, tráfico de drogas,
secuestro, estafa, denuncias falsas, aborto”.20
El rol que se les ha impuesto a las mujeres de madre-esposa
marca la falta de autonomía y la configuración de su vida a partir del
otro. La mujer históricamente siempre ha vivido en un encierro simbólico
debido a la exclusión de todo lo que les es prohibido. Están presas
mediante poderes simbólicos que organizan sus vidas para otros, bajo
su poder y en la interiorización. Según Lagarde de los Ríos:
“…Las mujeres están presas del contenido esencial de sus vidas como
madre-esposas, como putas, como monjas, siempre dependientes vitales de
los otros y de su lugar en sistemas y esferas de la vida específicos. Las
mujeres están presas en su servidumbre voluntaria que las simbiotiza con los
otros y con los poderes que las sujetan”21
20
Torres, Peña Rosa Isela, “La mujer en la cárcel”, UNAM, México, 1997, pág. 47. 21
Marcela Lagarde, “Cautiverio de las mujeres: madre-esposas, monjas, putas, presas y locas”
Universidad Autónoma de México, 1990, pág. 622.
27
Es preciso señalar, la mujer de la que se va a hablar, la sociedad
la ha estigmatizado confiriéndole el título de delincuente, a esta sociedad
no le importa sus problemáticas económicas, sociales y familiares que la
condujeron a cometer uno o varios delitos.
Lo preocupante que al delincuente no es cuestionado por su
condición social, más bien trata de explicar este fenómeno como una
patología, la locura, neurosis, psicosis, entre otros, es el esclarecimiento
del delito y lo puntualizan como un ataque del individuo contra la
sociedad. De esta manera los delincuentes son vistos como enfermos
mentales, individuos “antisociales” que no cumplen con las normas que
establece la sociedad.
La delincuencia no puede ser explicada como una patología o que
no cumpla con las normas establecidas por la sociedad se han olvidado
que el delito es un hecho social y no individual, el delito es un espacio
social y culturalmente construido y no es un error o una enfermedad, que
el delincuente no es un antisocial, sino todo lo contrario, es un cumplidor
de las normas prosocial. Desde este visón histórico, es urgente dejar de
enfocar a la delincuencia de las mujeres como una enfermedad o un
problema individual.
Son las relaciones sociales que establece, sus actividades, la
forma de conducirse, las reglas y credos que gobiernan la vida de una
mujer, y son estos elementos los cuales determinaran, explicaran los
delitos que cometen y de los que ellas son victima. A la delincuencia de
la mujer se le ha enmarcado en la marginalidad, más bien seria que
recae en la subalternidad, la desigualdad y la dependencia de la mujer.
Esta mujer será juzgada por una ley que presume ser igualitaria,
pero la mujer al ser detenida no se le toma en cuenta, su necesidades,
su conciencia, sus valores, sus costumbres.
Durante la etapa del juicio la mayoría de las reclusas expresaron
que fueron timadas por su abogado, que dieron su palabra para
defenderlas y nunca lo hicieron, manifiestan que nunca conocieron al
juez que las sentenció y por ende jamás fueron escuchadas, que se
quedaron con el deseo de manifestarse ante este y esperaron una
audiencia que nunca llegó.
28
Al respecto Marcela Lagarde señala al respecto:
“…Las mujeres enfrentan la desigualdad ante la impartición de justicia
que es sexista: se enfrenta en general, con insolvencia económica para pagar
los gastos del juicio, los abogados (indispensables para realizar un proceso
judicial), o los sobornos y mordidas. Los defensores frecuentemente las
engañan. Debido a que son mujeres, no son escuchadas con seriedad ni es
aceptada su palabra, sus razones no son válidas y mucho menos se aceptan
pruebas de descargo a su favor”22
Las mujeres delincuentes no son personas anormales, no tienen
desviaciones sexuales, mas bien en su mayoría son mujeres marginadas
que poco a poco ha perdido la manera de sobrevivir de manera digna.
La condición económica que desarrollan las mujeres es precaria,
pues el trabajo más frecuente son labores del hogar, seguido de ventas
ambulantes y por último empleadas domésticas.
Al ser detenidas y sometidas las mujeres sufren interrogatorios
extremos, es decir, la mayoría de las mujeres sufrieron golpes,
violaciones sexuales y las amenazan que les van hacer daño a algún
miembro de su familia. Al respecto se relatará lo siguiente:
“Fui torturada y violada (…) me vendaron y me violaron (…) Dos de
ellos se reían y me decían groserías. Uno hasta me dijo: ¿Ya tuviste suficiente
para firmar o quieres más? (…) ahí tenemos dos amigos.
Me trajeron a mi hija y la tenían en el otro cuarto (…) me dijeron que le
iba a pasar lo mismo que a mi si no firmaba. Yo no podía permitir que eso
pasara y dije: le firmo lo que quiera”.23
Pero en cambio si un hombre entra a prisión es visto con un
supuesto “prestigio”, en cambio la mujer es vista como anormal; y esta
supuesta “mujer anormal” es categorizada como egoísta, agresiva o con
trastornos sexuales; que nada tiene que ver con las actitudes
socialmente aceptadas para la mujer que la consideran dulce, sumisa,
pasiva.
22
Marcela Lagarde, “Cautiverio de las mujeres: madre-esposas…, op. Cit., pág. 630. 23
Azaola, Elena y Cristina José Yacamán. “Las mujeres olvidadas”, El Colegio de México, México,
1996, págs. 42, 43.
29
Poco sabemos de la identidad de la mujer en la cárcel, sólo
podemos hallar en su expediente el delito por el cual están en prisión,
pero se desconoce acerca de su perfil femenino, como sería: su
condición económica, social, su grado escolar, sus cualidades, aptitudes,
sus preferencias, todos estos elementos permitirán brindarles un mejor
tratamiento de Readaptación Social.
” 70% tiene entre 18 y 35 años. Una tercera parte son solteras, otras
casadas y otras más vivía en unión libre, y muy pocas las viudas o divorciadas.
Cerca de 80 % son madre y tienen, en promedio, tres hijos. En cuanto a la
escolaridad, 70% tienen como nivel máximo la primaria y, dentro de ellas, hay
20% de analfabetas. El 30% restante se distribuye entre las que tienen algún
grado de la secundaria y unas cuantas que han cursado la preparatoria o
alguna carrera corta. Con respecto a la ocupación que desempeñan antes de
ingresar a la prisión, la mitad trabajaba como comerciante, mesera, empleada
doméstica, secretaria, cajera o prostituta y, en menor proporción, en
actividades agrícolas o industriales. En cuanto al delito, la mayoría, 36%, se
encuentra internada por delitos relacionados con el traslado de drogas; 33%
por delitos relacionados con la propiedad; 14% por homicidio; 4% por lesiones;
3% por robo de infante; 2% por secuestro; 2% por delitos sexuales y 6% por el
conjunto de otros delitos, entre los que se encuentran el despojo, el daño en
propiedad ajena y el allanamiento”24
La mayoría de las mujeres que cumplen una sentencia en prisión
provienen de un extracto social precario tanto económico como
educativo, estas internas son más vulnerables y tienen una bajo estima,
pero a pesar de su situación el Estado efectúa un tratamiento de máximo
rigor, al ser condenadas a largos períodos de privación de su libertad.
¿Cuáles son las consecuencias que vive una mujer en prisión? la
mayoría vive depresión durante los primeros días, el alejamiento radical
de su entorno para ser implantada en un período socialmente
condensado de la prisión, perturba la percepción que tiene de sí misma,
se ve devaluada y se avergüenza de su persona.
24
Azaola, Elena, “Violencia contra la mujer privada de su libertad en América Latina”, COMISIÓN
NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS, México, págs. 100-101
30
La mujer al verse al espejo no se reconoce, ve en el espejo a una
mujer fea, gorda, fuerte, ignorante, enferma y adicta, capaz de cometer
los más atroces crímenes.
Dentro de las instituciones penitenciarias para mujeres, viven
problemáticas de rivalidad, estas se dan ya sea por motivos amorosos o
por el control del penal, vive infidelidad y soledad que crean violencia.
Las relaciones sentimentales que se dan entre las internas son
muy destructivas, ciertas internas adoptan el papel de hombre, a estas
internas se les conoce como “machín” y sus características son:
rapadas, su vestimenta es la de un hombre, pantalones bombachos,
tenis Niké, gorra, camisa de cuadros o chalecos.
Estas internas llamadas Machines, son muy posesivas, si tienen
la sospecha de una infidelidad, someterán a su pareja golpeándola muy
fuerte, en muchas ocasiones las dejan muy lastimadas, en otras
ocasiones, si la pareja son adictas, la “machín” prostituirá a su pareja ya
sea con otras machines o con algún personal administrativo o de
custodia.
Estas circunstancias nos revelan que la interna toma un papel de
mujer-objeto, ya sea por su pareja lesbica o por su marido que la obliga
con chantajes a prostituirse o a introducir droga. En la trama de El
Apando de José Revueltas, es el claro ejemplo del objeto-cuerpo que
han transformado a la mujer. Revueltas, nos describe la servidumbre
voluntaria de la mujer, que a pesar del miedo de ser atrapadas, de las
violaciones que son sometidas, de que están consientes que son usadas
por parte de su pareja se prestan para este servicio.
Pero la mujer en prisión tiene un bajo predominio, es el de 3.9%
en comparación la de los hombres que es de 96.1% y aunque las
estadísticas son claras, los tratos que reciben las mujeres en prisión son
discriminatorios y machistas.
Algunos estudios han estereotipado la conducta de la mujer como
la que realizaron en Inglaterra y Estados Unidos que manifiestan que:
”La mujer mientras tenga un vida recatada y más emancipada,
incrementa la proporción de sus crímenes, sobre todo porque los impulsos
agresivos y la hostilidad tienen amplia cabida en el alma femenina. La mujer
31
tiende a canalizar su rebeldía por vías distintas a la violencia, tales como la
promiscuidad sexual, de manera tal que por lo general las asesinas son
mujeres de poderoso instinto sexual, contrastando con su soltería que poco
contribuye a los anales del crimen”25
En la mayoría de los trabajos que plantean la problemática de una
mujer delincuente, todos hacen referencia que el inconveniente del
comportamiento de la mujer se debe a su sexualidad, que todas sus
acciones las maquila y las planea para ejercer sus crímenes, pero en
todos estos trabajos existe una tendencia machista, pues no analizan
otros factores que influyen en la conducta de la mujer que la conlleve a
ser delincuente.
Por ejemplo una mujer que ha vivido vejaciones, humillaciones,
golpizas, violaciones sexuales, por su marido durante años, en
determinado momento lo asesina, la mujer entra en un estado de
psicosis, es decir, la pérdida de conciencia, quien no se da cuenta de
sus actos, este desenlace se produce por tensión acumulado por años
de vivir una vida de amenazas y golpes, de víctima, pasa a ser
victimaria.
La mujer y el hombre tienen las mismas capacidades. Pero
históricamente la mujer ha quedado relegada a un segundo plano y lo
podemos ver simplemente en la educación, en la cual se le da un papel
más importante al adiestramiento del hombre que al de la mujer; estas
tienden a estudiar una carrera en donde pueda compaginar su profesión
con su rol de esposa, madre o hija.
Dentro del sistema penitenciario le da más cabida a las
necesidades de los hombres por ser mayoría y se les da una mejor
capacitación pues se les considera como jefes de familia; en tanto el
papel que juega la mujer en prisión en sus expedientes no se les
considera como jefe de familia y por ende su capacitación es clasificada
a las labores propias a su sexo, es decir, aseo, el bordado o la
25
Cisneros, José Luís. ¿Para qué Sirven las prisiones? …, op. Cit., págs. 354-55.
32
elaboración de muñecos y estas actividades no generan ninguna
remuneración digna.
La institución no ve a la mujer como el eje del hogar, olvida que
antes de entrar a prisión realizaban una actividad laboral para la
manutención de su familia, la mayoría de ellas son madres solteras;
cuando las internas logran colocarse en una de una ocupación se
enfrentan a ciertas anormalidades como:
Su pago de nomina es irregular.
Su salario es muy por debajo a lo establecido por la ley.
Falta de permanencia
Inexistencia de instalaciones adecuadas para realizar una
actividad laboral.
Para que sea más claro serán las internas las que plantean lo
que piensan del trabajo:
“el trabajo es muy mal pagado, y si usted no tiene familia que lo ayude,
sino que tiene que sostener a su familia, pues ya se amoló. Muchas mujeres
aquí necesitamos el trabajo como afuera para seguir manteniendo a nuestros
hijos. Fíjese, yo ahora que pasó el día Reyes no le pude mandar nada a mi hija,
pues me entro la tristeza, imagínese, aquí nos pagan 42 pesos al mes: no
alcanza para nada.”26
Queda claro que el papel que desarrolla la mujer dentro de la
sociedad ha cambiado, pues en la actualidad la mujer participa en las
actividades productivas y comparte con el hombre las funciones de
proveer; lo lamentable de esta situación es que el trabajo de la mujer
como proveedora no se le da el mismo valor y se le sigue clasificando
con el rol doméstico.
El día de hoy, la mujer es la responsable de la familia y lleva
sobre sus hombros la economía familiar lo que la obliga ha trabajar fuera
pero sin desatender sus obligaciones dentro del hogar, es por eso que
muchas mujeres tiende a buscar trabajos de medios tiempos para poder
compaginar su trabajo y sus labores domésticas. El sistema económico
imperante deja fuera al trabajo del hogar pues lo considera como no
productivo.
26
Ibidem, pág.33.
33
El problema que enfrenta la mujer es el sometimiento, y no solo
nos referimos a desigualdades físicas o en las funciones biológicas de
ambos sexos, la vemos en la cotidianidad tanto en sus relaciones
laborales, sociales y familiares.
Pero esta sumisión que vive la mujer esta cimentada en una base
económica que se concreta en la organización de producción y
reproducción de la sociedad, esta problemática afecta a más de la mitad
de la sociedad.
Esta organización económica no solo oprime a las mujeres sino
también a los hombres, en México estas desigualdades son muy visibles
en beneficio de solo una minoría.
En un balance estadístico que realizó el Instituto Nacional de
Geografía e Informática (INEGI), y el Fondo de las Naciones Unidas para
la Mujer (UNIFEM), concluye lo siguiente:
“Más de tres millones de hogares mexicanos son sostenidos por
mujeres solas (22 % más que hace 15 años), lo que les ha significado hacer
doble jornada porque de todos modos no se deslindan de las labores en casa.
Destaco que en las zonas urbanas, uno de cada cuatro hogares están a cargo
de una mujer de donde el 92% no tiene cónyuge”.27
Lo que se manifiesta en las líneas de arriba es el claro ejemplo de
la violación sistemática de los derechos fundamentales de las mujeres
en prisión y por consecuencia no se puede lograr el llamado tratamiento
de readaptación social que es planteada por la constitución política de
los Estados Unidos mexicanos.
El derecho a la educación, al trabajo, a la salud, así como el
merito a ser tratada dignamente, son transgredidos cotidianamente, lo
que corrobora que la cárcel es incapaz de provocar resultados positivos
es apropiado definirla como un espacio de reproducción de
desigualdades, violencia y exclusión.
Ésto nos demuestra una vez más como la prisión es el reflejo de
nuestra sociedad y de la posición de la mujer en ella, no se puede
pretender rehabilitar a la mujer por medio del trabajo por varias razones,
27
Torres, Peña Rosa Isela, La mujer en la cárcel…, op. Cit. pág.40.
34
una de ellas es que este tipo de trabajo es desventajoso para la mujer
que en su mayoría es el sostén de la familia, que sigue imperando el
pensamiento machista sobre la función laboral de la mujer y se le
encasilla en “actividades femeninas”.
Se ha descrito de una forma sencilla pero sustanciosa la situación
en las que se encuentran sujetas las mujeres en la cuestión laboral
dentro de prisión; como ya se mencionó las desventajas y la nula
capacitación laboral a la que están sujetas la mayoría de la mujeres y
esta situación las conlleva a que la mayoría de las internas no tengan el
interés en participar en el ámbito educativo.
El rezago educativo que padecen las mujeres en prisión radica en
que las internas corresponden a un grupo específico de nuestra
estratificación social.
No hay que olvidar que la mayoría de estas reclusas pertenecen a
una clase subalterna, es decir, son grupos marginados que se
desarrollan laboralmente en el empleo informal, comerciantes,
prostitutas, empleadas domésticas, entre otros.
Es conveniente aludir que estás mujeres antes de ser reclusas, lo
primordial en su vida era sobrevivir y la educación la relegan a un
segundo plano.
Por su situación de marginación en la que ha vivido, desde muy
temprana edad tuvieron que abandonar la escuela para trabajar y así
contribuir a la economía familiar, otra vez la prisión nos refleja los
estragos de nuestra sociedad, dentro de prisión la deserción escolar es
muy alta, para las internas lo primordial es obtener una remuneración
porqué la mayoría de ellas siguen siendo las que mantiene a sus hijos.
La educación dentro de los penales tiene ciertas restricciones y
queda en la decisión de cada interna en participar; debemos hacer
hincapié que por el proceso educativo del que provienen las internas la
educación no es fundamental y es muy difícil que por ellas mismas
inicien voluntariamente sus estudios.
Lo que establece el capítulo I, artículo 2 de la Ley de Federal de
Educación es:
35
“la educación es medio fundamental para adquirir, transmitir y
acrecentar la cultura; es proceso permanente que contribuye al desarrollo del
individuo y a la transformación de la sociedad; es factor determinante para la
adquisición de conocimientos y para formar al hombre de manera que tenga
sentido de solidaridad social.”28
Partiendo lo que establece dicha ley, la educación que se imparte
en las escuelas, incluyendo las del sistema carcelario; es vista como una
formadora de individuos, los cuales transforma a su sociedad y sea
solidario con los demás; entonces la educación dentro de un reclusorio
deberá formar personas capaces de cuestionar su realidad social y
poder tener una vida diferente a su situación de internas.
Pero la realidad es otra, a las internas se les enseña que las
mujeres que no dicen nada, son las mejores dentro del ámbito
carcelario; a las mujeres se les recuerda su condición de reclusas y que
están excluidas de la sociedad y no dejan que se liberen de su reclusión
ideológica en la que siempre estuvieron sometidas.
Es común encontrar en este ambiente a profesores que tienden a
una pedagogía del castigo, según la cual la educación es sinónimo de
sumisión y no de cuestionamiento, una de las internas comentó:
“nosotras vamos al salón de clase, llevamos nuestros libros que nos da
INEA pero el maestro nos dice, llévatelo a tu celda y lo resuelves, luego yo te
califico, yo no entiendo nada es por eso que ya no voy a al escuela, pues los
maestros prefieren andar de novios con otras internas”
Para lograr una buena planeación educativa es necesario que
participen las internas en el diseño de los programas educativos en base
a sus necesidades y que exista un verdadero diálogo entre profesor e
interna para que se logre una verdadera transformación. Otro factor que
ha hecho que la educación dentro de la cárcel falle, es que la han
tomado como un escalón para obtener beneficios y no, como práctica de
libertad hacia su realidad social.
28
Azaola, Elena y Cristina José Yacamán. Las mujeres olvidadas…, op. cit p. 37.
36
1.4 La discriminación para la mujer en prisión
La mujer dentro de prisión es discriminada de una manera brutal,
en primera instancia no son atendidas sus necesidades como podría ser
el tener a sus hijos dentro de prisión, la visita íntima y los espacios que
cuentan son cloacas que tiene grandes defectos que hace difícil la
habitabilidad y ponen en riesgo la vida de las internas.
El claro ejemplo es el Centro Femenil de Readaptación Social
Tepepan, pues en primera instancia era un hospital para los presidiarios
y termina siendo un reclusorio para mujeres.
De esta manera podemos observar que este tipo de edificios que
fueron construidos para una ocupación, terminan ejerciendo otras
funciones para las cuales fueron construidos, no tienen las estructuras e
instalaciones necesarias para brindar plena seguridad a las internas que
habitan este lugar.
Este tipo de edificios que no brindan seguridad, ofrecen contextos
de habitabilidad mucho más peores, que los espacios destinados para
los hombres, pues en muchos casos sus celdas son insalubres, están
llenas de insectos que se pasean entre celda y celda, no tienen
iluminación natural y el área en donde depositan la basura está muy
cerca de sus celdas y el olor a comida podrida es muy fuerte y más
cuando el sol está en todo su esplendor.
¿Cuál es la consecuencia de este tipo de edificios, que al ser
instalaciones viejas, precarias, defectuosas y no ofrecen una vida digna
a la interna?
En primera instancia pone de manifiesto la problemática de un
sistema penitenciario para el que las mujeres cuentan menos, en
segundo lugar, que al contar con menos espacios no se puede llevar a
cabo y de una manera efectiva programas específicos de tratamiento de
readaptación social
En tercer lugar una forma de vida precaria, las internas relataron
las difíciles condiciones de vida, pasan los días en medio de un drenaje
37
que no sirve, botes de basura que se encuentran cerca de sus
dormitorios y techos que dejan filtrar el agua.
Como la sociedad, la cárcel es un área genéricamente
discriminador y opresivo para la mujer. Rita Ferrini considera que la Ley
de normas mínimas no ha sabido darle un significado a la delincuencia
femenina, por el simple hecho de ser mujer. Ferrini considera que la
segregación jurídica a las mujeres se enuncia en tres grupos de hechos:
“Desigualdad entre el tratamiento consiste en restringir los derechos o el
ámbito de éstos, en forma de imposición de incapacidades o de impedimentos.
Desigualdad de tratamiento que se manifiesta por la concesión de privilegios,
que tiene como efecto la negación o la restricción de derechos a las no
favorecidas por el privilegio. Desigualdad de tratamiento por medio de la
imposición de obligación odiosa y trabajos forzados.”29
Estas cuestiones planteadas, nos lleva a la conclusión que las
cárceles están hechas y pensadas a las necesidades de los hombres, es
por esta razón que no se adaptan a las características que pueden tener
las mujeres, un ejemplo lo podemos observar el Centro Femenil, sólo
hay 7 baños para 240 internas y el agua es muy escasa, las internas
tienen que levantarse a las 3 de la mañana para poder lavar su ropa y la
de otras internas, como no hay agua suficiente tienen que hacerlo con el
agua de los excusados.
La prisión lo que va a generar, es una ruptura física y el
impedimento de las relaciones familiares, la conyugalidad y la
maternidad, trascendentes para la mujer.
La eliminación del trabajo y de las actividades previas, así como la
disolución de las relaciones y actividades que instituyen la identidad del
los sujetos.
Lo que constituye a la prisión es un desarraigo del sujeto de sus
contextos importantes: sociales y subjetivas.
De esta manera podemos deducir que este tipo de programas que
pretenden una reinserción social en las cárcel de mujeres esta lejos de
lograr una verdadera readaptación social y laboral.
29
Marcela Lagarde, “Cautiverio de las mujeres: madre-esposas…, op. Cit., pág 649-650
38
En los muy pocos estudios que se han hecho sobre las cárceles
de mujeres se ha demostrado que esta institución impone un régimen
disciplinario mucho más severo que en las cárceles de hombres.
Pero este tipo de violencia no es física, es más bien simbólica, por
ejemplo, en la desobediencia o falta de respeto alguno de los custodios
o funcionarios, se paga con un rígido castigo de 15 días o más tiempo en
celdas de castigo o segregación.
El funcionario no permite un mal comportamiento de las internas,
no hay mucha tolerancia, ésto se debe a la noción que se tiene de la
mujer y las prácticas sociales discriminatorias que exigen unos
estándares de comportamiento mucho más riguroso para las mujeres
que para los hombres. Una de las situaciones más fuertes que pasa la
mujer en prisión son las drogas, las mismas autoridades y las internas
concuerdan que el problema de las drogas es muy delicado.
En la mayoría de los casos las internas adquieren una adicción
dentro de prisión, algunas de las razones que dieron las internas es para
tolerar lo intolerable, para lograr sobrevivir en condiciones de vida que
no lo son, para no volverse locas o quitarse la vida, que en algunos
casos a llegado a suceder.
Son mucho las circunstancias por las cuales las internas
adquieren una adicción, una de ellas es la soledad, en el momento que
han sido abandonadas por su familia o su pareja, por relacionarse con
internas que inducen a consumirla.
Las internas que se han vuelto adictas en determinado momento
han tenido que prostituirse para poder costear su dependencia.
El personal técnico y psicológico ha determinado por algunos
estudios realizados en el Centro Femenil Tepepan, las internas son más
susceptibles para iniciarse con algún narcótico.
Concluyeron que las drogas existe en casi todo los penales, las
internas buscan en los estupefacientes el apoyo que les ha sido negada
primero por la familia y después por la Institución, por estas
circunstancias el somnífero es parte elemental de su modo de insertarse
39
en un determinado medio, lo que da como consecuencia una
disminución de su autoestima.
Esta baja autoestima lo podemos visualizar en el tipo de relación
que tienen con los demás, poco a poco se desinteresan por tener
contacto con la escasa familia que las va a visitar, estos sucesos se
presentan en internas que son muy jóvenes, no mayores a 20 años.
La falta de apoyo de la familia, las empuja a relacionarse con vínculos
amorosos uno tras otro, se prostituyen, roban para poder satisfacer su
soledad a través de algún alucinógeno, son internas que por lo general
son reincidentes y se les denomina “malandrinas”.
Podemos concluir que la mujer que vive en prisión tiene grandes
desventajas debido a primera instancia a ser mujer, a ser madre de
familia y delincuente y por esta circunstancia las autoridades son más
severas.
La mujer que se encuentra en prisión padece grandes dificultades
y esto se debe a los pocos reclusorios para ellas, a la inadecuada
clasificación, a los nulos programas de reinserción social y a la carencia
de los servicios.
Un punto que no se debe olvidar y que debe ser analizado es la
forma en que son etiquetadas las internas dentro del sistema
penitenciario, por ejemplo, se le llama “burras” o “mulas” a las que
trasportan droga o “lacras” a las reincidentes, pero también se les
clasifica de otra manera.
En el Centro Femenil Tepepan las internas duermen en 4
dormitorios, en un área psiquiátrica que es la más lamentable y en un
área destinada a las internas enfermas de VIH, la denominación es la
siguiente:
1. Madres y tercera edad.
2. pasivo-agresivas.
3. farmacodependientes y lesbianas
4. antisociales
5. Psiquiátricas
40
El área psiquiatrita es la más deplorable. Las internas que
padecen algún trastorno mental viven de una manera infrahumana, la
mayoría de ellas deambulan con sus ropas sucias, algunas de ellas
desvestidas, no las bañas por semanas, sus estancias apestan a orín,
hay una interna que le apodaban la Barni, la mantenían amarrada en sus
estancia y la mayor parte del tiempo la conservaban drogada.
Este tipo de etiquetas resultan nuevos estigmas a la ya deplorable
imagen de la mujer interna, que no es fácil renunciar aun cuando
concluyan su condena.
Lo que predomina dentro de las prisiones es el prejuicio que tiene
los funcionarios con respecto de las mujeres internas. Por regular las
catalogan de apáticas, deprimidas, que no les gusta participar, de
perezosas, pero no canalizan que tanto el encierro y la separación de
sus familias origina la depresión.
Pero si la mujer comienza a exigir sus derechos, si se queja, se
deprime o expresa los motivos de su tristeza o molestia, la mayoría de
las veces se le calla, se les sanciona por alborotadoras o en el peor de
los casos se les adormece con medicamento que las serena y que deje
de expresar sus molestias o dolor con otros.
Esta formas de responder por parte de los funcionarios se debe a
que reconocen que prefieren mil veces atender y lidiar con la población
masculina que con las mujeres aunque sean solo unas cuantas.
El adormecimiento de las demandas de las internas juega un
doble moral que se debe analizar, mientras a una mujer es sancionada
por delitos contra la salud, el otro lado del espejo, el sistema
penitenciario no tiene vergüenza de prescribirlas para mantener el orden
que a ellos les conviene, sin olvidar que son ellos mismos los que
participan, propician y se benefician del consumo de las internas.
41
CAPÍTULO II
Readaptación Social un sueño nunca alcanzado
Dolor infinito, porque el, dolor del presidio es el más rudo, el más devastador de los dolores,
el que mata la inteligencia, y seca el alma, y deja en ella huellas que no se borrarán jamás.
Nace con un pedazo de hierro; arrastra consigo este mundo misterioso que agita cada
corazón; crece nutrido de todas las penas sombrías, y rueda, al fin, aumentado con todas las
lágrimas más abrasadoras.
Dante no estuvo en presidio.
Si hubiera sentido desplomarse sobre su cerebro las bóvedas oscuras de aquel tormento de la
vida, hubiera destinado de pintar su infierno. Las hubiera copiado y lo hubiera pintado mejor.
José Martí
2.1 Como esta estructurada la Readaptación Social
Las leyes de norma mínima utiliza la categorización de sistema penal
y sistema penitenciario concediéndole un mismo sentido o definición. En las
leyes se utiliza el término de sistema penitenciario para hacer referencia de
una forma adecuada a la llamada “readaptación social” del delincuente. En
este sistema penitenciario existen sinónimos para la palabra prisión y de las
cuales encontramos como cárcel, presidio o centros de readaptación social.
Para poder conseguir diferenciarlos se establecerá dos tipos de
establecimientos:
1. Reclusorios preventivos
2. Penitenciarias
42
Los primeros son los internos que se hallan sujetos a un proceso
penal y los segundos son aquellos internos que están efectuando una
sentencia impuesta por un juez penal.
En el sistema penitenciario podemos hallar una variedad de
terminologías, por ejemplo, al interno se le conoce como, reo,
presidiario, delincuente, etc., y al custodio se le conoce como, celador,
guardia, oficial, entre otros.
Cualquier nombre que se le asigne al la institución penitenciaria,
su única función es la de castigar y ejecutar penas de privación de la
libertad. Elías Neuman plantea la definición cárcel de la siguiente
manera:
“…La cárcel (vocablo e instituto) precede al presidio, a la prisión y a la
penitenciaria, que designa específicamente diversos modos de cumplimiento y
lugares de ejecución de sanción privativa de la libertad. De allí que resulte
incontestable que con la voz cárcel se designe histórica y técnicamente al local
o edificio en que se alojan los procesados o encausados, y (que con) presidio,
prisión o penitenciaria (se) indiquen en cambio el destino de los sentenciados,
o sea, los condenados en justicia. En realidad, cuando se expresa el término
cárcel, se está invocando una sanción privativa de la libertad que la identifica
con la pena.”30
El fin que tiene el sistema penitenciario ya sea en México o en
otras partes del mundo es lograr la readaptación social de los internos,
pero no se ha tomado en cuenta algunos elementos que impedirán que
se lleve a cabo dicha tarea como son: el ocio, la sobrepoblación, la
prisionalización, la violencia, el hacinamiento.
¿Como está estructurado los sistemas de Reclusorios y Centros
de Readaptación social?
Están conformados por los reclusorios, la colonia penitenciaria de
las Islas María y los denominados Centros de Readaptación Social.
Todas estas instituciones están sujetas normativamente a la
federación, pero dependen operativamente de los gobiernos en cada
una de las entidades federativas, para que se lleve acabo el
30
Neuman Elías, Prisión abierta. Una nueva experiencia penológica, Buenos Aires, Ediciones Desalma,
1984, pág. 13.
43
cumplimiento de sus reglamentos que están a cargo de la Secretaria de
Gobernación, por medio de la Dirección de Prevención y Readaptación
Social y en el Distrito Federal a la Dirección General de Reclusorios y
Centros de Readaptación Social. Los Centros Federales de
Readaptación Social, dependen de la Federación y tienen como finalidad
el internamiento de reos privados de su libertad son instituciones
públicas de máxima seguridad.
La Secretaria de Gobernación expide los manuales de
organización y procedimientos para el apropiado funcionamiento de
dichas instituciones, en los documentos podemos encontrar las normas
relativas a la seguridad, custodia, clasificación y tratamiento de los
internos.
Las autoridades de los Centros Federales de Readaptación Social
son las siguientes:
1. Director General de Prevención y Readaptación Social
2. Director del Instituto, Entre sus funciones y facultades
están las siguientes:
a) Supervisar que se apliquen las normas generales.
b) Representar a la institución ante las autoridades se
relaciones con el mismo.
c) Administrar los recursos, financieros y materiales de
la institución
d) Supervisar que se cumplan las leyes y reglamentos
en materia de penas y sentencias estrictamente.
3. Presidir el consejo técnico-interdisciplinario que se
integrará de la siguiente forma:
1. Director de la Institución, que es el presidente del
Consejo.
2. Subdirector Jurídico que funge como secretario.
3. Subdirector Técnico
4. Subdirector de Seguridad y Custodia.
5. Subdirector de Seguridad Social.
6. Subdirector de Seguridad y Guardia
44
7. Jefes de los departamentos de observación
clasificación, actividades educativas y servicios
médicos.
8. Representantes de la dirección de prevención y
Readaptación Social.
El consejo Técnico realiza sesiones ordinarias y extraordinarias
una vez a la semana (el día miércoles), en estas concilio que se lleva a
cabo para hacer mención sobre las problemáticas que suceden al
interior del Centro Penitenciario, estudiar los casos de las internas,
verificar sus expedientes para deliberar si merecen un beneficio o no, y
qué actividades están realizando. En el Consejo Técnico deben estar
presentes las terceras partes los integrantes.
El encargado de integrar, desarrollar, dirigir y administrar el
sistema de Reclusorios y Centro de Readaptación Social es la Dirección
General de Reclusorios y Centros de Readaptación Social, el cual están
integrado por:
Reclusorios preventivos.
Penitenciarias, establecimientos de ejecución de penas privativas
de la libertad.
Reclusorios para el cumplimiento de arrestos; y
Centros médicos para Reclusorios.
Para poder combatir el narcotráfico y la dependencia del consumo
de drogas existen dentro de los reclusorios zonas de rehabilitación que
dura de 3 a 6 meses, grupos de alcohólicos anónimos, grupos religiosos
y un sistema de antidoping. El 11% de los internos son responsables de
delitos contra la salud.
Es puntual hacer mención sobre las fundamentales secciones que
conforman un establecimiento penitenciario:
1) Aduanas (de vehículos y de visitas)
2) Gobierno
3) Visita familiar
4) Estancia de ingreso
45
5) Centro de Observación y Clasificación ( COC)
6) Servicio médico
7) Visita Intima
8) Módulo de alta seguridad
9) Dormitorios
10) Talleres
11) Servicios generales
12) Auditorio
13) Centro escolar
14) Gimnasio y campos deportivos
Este es el universo donde conviven, las reclusas, el personal de
custodia, el personal administrativo y los familiares de los internos;
detrás de estos muros se llevan a cabo todos los sucesos de la sociedad
carcelaria, dadas sus características coloca a esta sociedad en un grupo
social definido, por el etiquetamiento social de delincuente que los ubica
en posición de cuasiciudadanos, y que este grupo social se enfrenta a
restricciones para desenvolverse funciones como económicas,
familiares, sexuales, culturales, políticas y sociales, es decir, que se está
planteando una sociedad marginal dentro de una sociedad global.
2.2 El Fundamento de la Readaptación
La institución penitenciaria describe sus reglas y formas de
disciplina para cada individuo y como está sirve al poder hegemónico y
su reproducción. No importa que la institución penitenciaria sea obsoleta,
lo que importa es que siga imperante este modelo de imposición y
obediencia, que llegue el mensaje a toda la sociedad; esta forma de
castigo institucionalizada impone miedo pero no respeto.
Una política criminal se ha cimentado en el terror y la extorsión,
han transformado los reclusorios en un reality show, pues exhiben y
publicitan la manera que sancionan a un delincuente con un remedo de
46
cadena perpetua, y el objetivo de estas medidas es crear temor y miedo
en la población para poder mantenerlos controlados.
Michel Foucault demostró que el funcionamiento de la prisión no
ha fracasado, la prisión en sí está diseñada para fracasar, es decir, que
la prisión no está creada para readaptar al delincuente a la sociedad,
sino más bien para organizar las ilegalidades y los ilícitos, por lo tanto
para la institución penitenciaria no le da mucha importancia a los
programas de Readaptación Social, ésto se debe a que el poder es
quien decide la figura del delincuente y los medios empleados para
controlarlo , por lo tanto no fracasa, no readapta, crea delincuentes.
Foucault plantea que:
“…el archipiélago carcelario asegura, en las profundidades del cuerpo
social, la formación de la delincuencia a partir de los ilegalismos leves, la
recuperación de éstos por aquella y el establecimiento de una criminalidad
especificada.”31
En la cárcel te imponen una forma de vida, desde la horas a la
cual debes levantarte, hasta en tu forma de vestir, éstas y otras
características hacen que fracase la llamada Readaptación Social, pero
readaptar implica que alguna vez estuvo adaptado y cabría preguntar
¿adaptado a qué?, desde otra perspectiva, ¿como exponer que una
persona es inadaptada, si los orígenes que provocaron que cometiera un
delito son variados: económicos, políticos, religiosos, sociales,
psicológicos?
A este tipo de instituciones, ya sea penitenciaría, Centros de
Readaptación Social o cualquier otro nombre que se le asigne, sigue
imperando el mismo funcionamiento como es el hacinamiento, la
promiscuidad, es decir, mantener juntos a los sentenciados sin importar
causa, sexo, edad o circunstancia, que complica y se obstaculiza la
selección técnica para clasificar un tratamiento útil que permita la
readaptación social.
31
Marcela Lagarde, “Cautiverio de las mujeres: madre-esposas…, op. Cit., pág. 650
47
Michel Foucault explica:
”Los procedimientos para repartir a los individuos, fijarlos y distribuirlos
especialmente, clasificarlos, obtener de ellos el máximo de tiempo y el máximo
de sus fuerzas, educar sus cuerpos, codificar sus comportamientos continuos,
mantenerlos en una visibilidad sin lagunas, formar en torno de ellos todo un
aparato de observación, de registro y de notaciones, construir sobre ellos un
saber que se acumula y se centraliza.”32
Lo que no permitirá que se logre la readaptación es lo primero que
destruirá la cárcel en el individuo, son: los conceptos de justicia,
legalidad y sociedad, lo que va aprender dentro de prisión es que la
legalidad y justicia son accesorios que se pueden comprar.
Hace mucho que han desaparecido las dictaduras militares, pero
en las democracias de Latinoamérica tienen hinchadas sus cárceles de
presos. Son presos pobres, porque solo en países como los nuestros se
les priva de su libertad los que no pueden comprar la justicia, cuando se
vive debajo de un puente, cuando se derrumba la bolsa de valores o
cuando se roba por hambre.
La Readaptación Social aparece en el artículo 18 constitucional
que a la letra:
”Solo por delitos que merezcan pena corporal habrá lugar a prisión
preventiva. El sitio de está será distinto del que se destinase para la extinción
de las penas y estarán completamente separados. Los gobiernos Federales y
de los Estados organizarán el sistema penal, en sus respectivas jurisdicciones,
sobre las bases del trabajo, la capacitación sobre la base del trabajo, la
capacitación para el mismo y la educación como remedios para la readaptación
social del delincuente. La mujeres compurgarán sus penas en lugares
separados a los hombres para tal efecto”:33
Son estos tres elementos mediante los cuales se consigue
modificar los patrones de conducta de los llamados inadaptados
sociales, pero también se ha demostrado que estos tres elementos
presentan ciertas irregularidades como la falta de estructuras para
32
Foucault, Michel. “Vigilar y castigar”…, op. Cit., Pág.265. 33
“Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, Editorial Porrúa, México, 2010, pág. 18.
48
implantar talleres, su salario no es el establecido por la ley y la
educación misma que no forman parte de sus prioridades.
Michel Foucault hace mención de estos tres elementos
(educación, trabajo y capacitación para el mismo) y plantea:
”La prisión debe ser un aparato disciplinario exhaustivo. En varios
sentidos: debe ocuparse de todos los aspectos del individuo, de su educación
física, de su aptitud para el trabajo, de su conducta cotidiana, de su actitud
moral, de sus disposiciones; la prisión no tiene exterior ni vacío; no se
interrumpe, excepto una vez acabada totalmente su tarea; su acción sobre el
individuo debe ser ininterrumpida: disciplina incesante. En fin, otorga un poder
casi total sobre los detenidos; tiene mecanismos internos de represión y
castigo: disciplina despótica”.34
Podemos entonces reflexionar que la readaptación social está
maquillada de manera que no nos damos cuanta que dentro de su
discurso nos plantean un modelo más justo y humano del castigo, no
hay que olvidar que desde su nacimiento la prisión es concebida para
sancionar a todos aquellos que han cometido un delito que su función
está orientada a una castigo legal.
Como lograr una readaptación si son tan obsoletos y precarios los
medios y servicios de las cárceles, que cuentan con un personal poco
idóneo, después de que al interno se la ha obligado a vivir en
segregación, en sobrepoblación, se le ha despersonalizado y se les ha
arrebatado el sentido de la vida.
Pretende el Estado imponer tratamientos penitenciarios
fundamentándose en el dominio y sumisión de los internos, intenta
legitimar la obsoleta función de la prisiones, pero lo lamentable es que la
prisión no ha fracasado, lo que ha fallado son los mecanismo jurídicos
que no han podido crear alternativas que puedan suplementar la
violencia y función histórica de la prisión que es castigar y no readaptar.
34
Foucault, Michel. “Vigilar y castigar”…, op. Cit., Pág.271.
49
Foucault menciona:
”La idea de un encierro penal es explícitamente criticada por muchos
reformadores. Porqué es incapaz de responder a al especificidad de los delitos.
Porqué carece de efectos sobre el público. Porqué es inútil a la sociedad,
perjudicial incluso: es costoso, mantiene a los condenados en la ociosidad,
multiplica sus vicios. Porqué el oficio de privar a un hombre de su libertad y de
vigilarlo en la prisión es un ejercicio de tiranía.”35
Desde su origen la readaptación social ha encontrado sus límites,
la apariencia de reinsertar que dentro de su práctica jurídica lleva la
presencia de una nueva forma de castigo. Una nueva forma de corregir
despersonaliza al sujeto y lo condena al tiempo muerto, la ociosidad es
una de las características de todas las cárceles del país.
La estancia en prisión es un tiempo muy lento, la ociosidad no es
considerada como un castigo, más bien es visto como tiempo muerto, en
donde poco a poco los reclusos se integran a la vida carcelaria,
aprenden a caminar en este laberinto y escogen la forma de pasar el
tiempo.
Beatriz lo recuerda así:
”Yo me sentía que desperdiciaba (el tiempo), que se me iba la vida, que
se me iba la vida sin hacer nada… sentía el tiempo perdido. Cuando llegó la
escuela… ya no me sentía en la cárcel, ya era otro lugar.”36
Pero hablar de readaptación social es sinónimo de reeducación y
que su principio fundamental es lograr la inserción y reintegración del
sujeto a la sociedad, pero ¿como lograr su objetivo si al sujeto se le
mantiene asilado del escenario en el se pretende que actúe?
¿Cómo conseguir readaptar si nos encontramos con
imposibilidades para lograr sus objetivos los cuales son expresados
como un mandato constitucional?, estos inconvenientes los hallamos en
35
Ibidem, Pág.133. 36
Bergman, Marcelo. “Cárceles en México: un estado de situación”. Informe presentado para el
proyecto prisión en crisis, CIDE, 2004, pág. 5.
50
las sentencias, en la mayoría de ellas suelen ser muy cortas y esto
obstaculiza el propósito trazado por la idea de readaptación.
En la otra cara de la moneda suelen ser sentencias muy largas
que obstaculizan el objetivo de lograr la reinserción de la interna a la
sociedad. ¿Cómo lograr la readaptación y la integración del sujeto a la
sociedad si se le impone o condena a un tiempo muerto expresado en el
aislamiento, exclusión y castigo?
La prisión no está hecha para la readaptación más bien este
aparato opera para castigar y proteger supuestamente a la sociedad e
impone valores y normas imperante en la sociedad.
Entonces la readaptación, reinserción o reeducación se han
convertido en sinónimos, son conceptos que emplea la ley, pero la cual
no ha dado un significado para tal connotación, entonces la readaptación
social no está encaminada a modificar los valores del delincuente, pues
no están cimentados en la realidad del sujeto.
¡Qué complicado resulta poder realizar el tratamiento de la
llamada readaptación social cuando las internas viven a diario represión,
violencia, hacinamiento, donde el sujeto no tiene que comer ni donde
dormir!
Las condiciones en las que son obligados a vivir las internas en
prisión son inversas a su readaptación social, esta forma de vivir
cotidianamente las incita al individualismo y la competencia o la ley del
más fuerte.
En la mayoría de los casos las internas pasan años como
procesados y no han recibido una condena, es oportuno preguntar
¿Cómo lograr una educación para las internas para la libertad desde el
encierro?
El tratamiento que se lleva a cabo dentro de las míseras prisiones
son ya obsoletas y lo podemos observar en donde las internas ven a los
psicólogos como policías, miembros del sistema que los reprime; son tan
caducas las prisiones, sus programas de tratamiento de readaptación
que ello impide que se puede reemplazar la prisión clásica por penas
alternativas que en verdad logren la readaptación social.
51
Es muy evidente que el Estado no pretende readaptar al
delincuente a juzgar por la sobrepoblación que podemos encontrar en la
mayoría de las prisiones; no olvidemos que es el mismo Estado que crea
al delincuente y al no poder controlarlo da como respuesta normas
represivas y manipula a su antojo la ley penal y su ejecución, más bien
trata de perfeccionar las técnicas de castigo y no al hombre.
Foucault plantea:
”En la prisión, el gobierno puede disponer de la libertad de la persona y
del tiempo del detenido; entonces se concibe el poder de la educación que, no
sólo en un día, sino en la sucesión de los días y hasta de los años, puede
regular para el hombre el tiempo de vigilia y de sueño, de actividad y de
reposo, la cantidad de duración de las comidas, la calidad y la ración de los
alimentos, la índole y el producto del trabajo, el tiempo de oración, el uso de la
palabra, y por así decirlo, hasta el del pensamiento, esa educación que, en los
simples y breves trayectos del refectorio al taller, del taller a la celda, regula los
movimientos del cuerpo e incluso, en los momentos de reposo, determina el
empleo del cuerpo, esa educación, en una palabra, que entra en posesión del
hombre entero, de todas las facultades físicas y morales que hay en él y del
tiempo en el que él mismo está inserto”.37
A la interna se le impone horas y horas del supuesto tratamiento
de reinserción social, cimentado en lo educativo, el trabajo, pero tarde o
temprano regresarán a la calle, retorna a esa sociedad que lo genero e
hizo delincuente; una alternativa para el tratamiento sería concientizar al
recluso el por qué de su marginación social, que el recluso reflexione
sobre su situación el por qué a llevado su vida en delito y esto quizás
permita convertirlos en agentes de cambio social.
Se han planteado varios elementos (educación, trabajo y
capacitación para el mismo) los cuales podrán apoyar a que el interno
logre su reinserción a la sociedad, pero se han olvidado de otro
elemento la familia que es un factor muy importante, pero lo primero que
va a destruir la cárcel será a la familia, el juez no ha dado su veredicto
final cuando familiares y amigos tratan de deslindarse del preso.
37
Foucault, Michel. Vigilar y castigar… op. cit Pág.271.
52
La cárcel es un instrumento de castigo y su forma de proceder
son inhumanos, nada bueno le otorga al alma del interno más bien le
regala vicios que el resto de su vida serán imborrables.
La prisión más que ser un centro de readaptación social es una
universidad del crimen y en vez de reeducar logra minar el cuerpo y el
alma del interno como dice Michel Foucault devuelve al interno a la vida
libre lleno de rencor, resentido con la sociedad y las instituciones. Como
todos sabemos las prisiones son lugares de una corrupción
institucionalizada en donde degradan y embrutecen al hombre.
Es necesario y urgente que se haga un análisis sobre la gran
cantidad de reglamentos de prisiones e instructivos, que se estudie a
profundidad si existe una congruencia con este tipo de reglamentos y
leyes y normas mínimas así como una investigación de los últimos 20
años sobre el funcionamiento de las penitenciarías mexicanas, con el
objetivo de poder mejorar el Sistema Penitenciario Nacional.
Ante esta problemática imperante en las que se encuentra las
prisiones de México, La comisión Nacional de Derechos Humanos envió
un documento al jefe del Departamento del Distrito Federal:
“En nuestros reclusorios han podido más la corrupción, el tráfico de
influencias, la comercialización de enervantes y estupefacientes, que la
voluntad para revertir los fenómenos que allí predominan, incluyendo aspectos
como la sobrepoblación y la promiscuidad, con toda la contaminación que ello
genera”.38
En estas líneas podemos darnos cuenta que son muchos factores
los cuales no dan cabida a una readaptación, más bien transgreden la
vida y el alma de la interna, se debe pensar a ciencia cierta la verdadera
función de la penitenciaria, no abusar de la prisión preventiva ya de por
si sobrepoblado en donde da cabida a la ley del más fuerte, que la
misma institución y las internas someten y exploten a aquellas que no
deben estar encerradas.
38
de Tavira, Juan Pablo, “¿Por qué Almoloya? Análisis de un proyecto penitenciarios”, DIANA,
México, 1995, pág. 22.
53
Un aspecto que se debe subrayar y que es de gran importancia es
el sentido que se le ha dado al concepto de readaptación social, éste da
por hecho que todo sujeto que esté condenado o privado de su libertad
tiene que ser sometido a este proceso de readaptación sin importar o
tomar en cuenta el tipo de delito, al sujeto que cometió la infracción y a
sus condiciones culturales.
Entonces este concepto que le han catalogado a la readaptación
social da por hecho que cualquiera que cometa un delito se fundamenta
en la falta de educación y nos deja entre ver que el sujeto que cometió el
delito tiene la ausencia de la integración social.
Es decir que todo sujeto que comete un delito es porque se ha
desviado de las normas establecidas por la sociedad y por ende necesita
ser de nuevo adaptado a la sociedad.
En este sentido los conceptos que deben ser cuestionados son
reinserción social y reeducación; esta ultima vista desde el discurso
jurídico como pena y castigo, es decir, una pena justificable, siempre y
cuando se atente contra la armonía y el equilibrio de la colectividad.
Un claro ejemplo de esta situación se da en el Centro Femenil de
Readaptación social Tepepan, dos internas están segregadas, es decir,
se encuentran separadas de la población, tienen muy poco contacto con
otras personas, no ven la luz natural y todo le día las podemos hallar en
sus celdas de castigo, por considéralas un peligro para la población.
El segundo concepto es la reinserción social pues concibe al
sujeto fuera de, es decir, ve al individuo como si nunca hubiese
establecido relaciones con su comunidad. Él criminólogo italiano
Alessandro Baratta menciona que:
“tratamiento y resocialización presuponen en efecto, un papel pasivo del
detenido y uno activo de las prisiones: son residuos anacrónicos de la vieja
criminología positivista que define al condenado como un individuo anormal e
inferior que dedía ser (re)adaptado a la sociedad”.39
39
Romero Rodríguez, Tatiana, “Reintegración Social. Una mirada a la cotidianidad carcelaria”,
Colombia, pág. 3.
54
Lo que nos menciona la cita podemos deducir que el concepto de
resocialización nos plantea que es una nueva forma de socialización por
medio de enseñanza y aprendizaje con un carácter forzoso de normas y
valores impuestos por la sociedad imperante, pero debemos ser
realistas, la prisión no cumple su función de resocializar más bien
contribuye a la reproducción de la criminalidad.
No se puede hablar de resocialización dentro de prisión cuando
es un mundo donde se impone la exclusión y aislamiento. Podemos
deducir entonces que la ley se ampara en este concepto de
readaptación social para castigar, es una forma perversa de legalizar el
castigo y que esta maquinaria destruye cualquier atributo humano.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos en México
establece que para lograr una buena readaptación social se deben tener
las siguientes características:
”La readaptación impone necesariamente cierta cantidad de espacio en
función de los objetivos de la pena; es necesario un espacio donde se
promueva el desarrollo positivo del interno, como el trabajo, capacitación y la
educación, pero también un espacio para el esparcimiento y la promoción de la
cultura; un espacio que promueva la participación individual y colectiva de
manera pacífica y creativa”.40
Lo mencionado en esta cita se observa una utopía o letra muerta
pues en la realidad no se le brinda a la interna un espacio necesario en
donde ella pueda desarrollar sus interés culturales, más bien tratan de
convertir a estos sujetos en seres pasivos.
Se concluye que el concepto readaptación social se plantean tres
precisiones ¿Que se entiende por readaptación? Porqué el término da
por hecho una exclusión tácita, es decir que el sujeto se encuentra fuera
de la comunidad. Que cuando se habla de comunidad, no se toma
encuenta que todo grupo humano, posee una cultura basada de las
diferencias. Cuando se dialoga de conducta, se parte de una expresión
moral fundada en la edificación de un discurso cognitivo simbólico.
40
Peláez, Ferrusca Mercedes, “Derechos de los internos del sistema penitenciario mexicano”, México,
2000, UNAM, pág. 17.
55
2.3 Readaptación Social, finalidad, ilusiones y fracasos
El fantasma de Lecumberri recorre todos los penales de México,
sus vicios y violencia, se reproducen en la mayoría de los reclusorios de
México, pero la prisión como la conocemos hoy en día se ha
transformado durante su historia; a los delincuentes siempre se le ha
visto como un peligro para la sociedad, en otras épocas se les trataba de
una manera inhumana, la mayoría de ellos se les condenaba a una
muerte cruel.
Hubo un tiempo en donde a los infractores se les encarcelaba sin
un juicio, en sótanos, donde el criminal no contaba con ningún servicio,
el Estado los consideraba una carga para la sociedad. Hubo una
reacción muy lenta para generar “derechos” para los internos, la mayoría
sufrían castigos altamente crueles, se perdían mucho capital humano,
muchos inocentes perecían en los sótanos olvidados, no contaban con
luz, alimento, cama ni con servicios sanitarios, era urgente una revisión y
la creación de derechos para los delincuentes.
En la mayoría de los reclusorios hallaremos una población
predominantemente pobre, en donde las internas son obligadas a la
ociosidad, si tiene trabajo, es mal remunerado y en dichos trabajos no se
preocupan por el aprendizaje y la readaptación social de la interna.
Dentro de los reclusorios podemos hallar el tráfico de drogas en
complicidad con algún directivo. La situación carcelaria se dirige hacia
una verdad inocultable: el alejamiento del preso de la sociedad y su
abandono de algún tratamiento.
En México comienza ha tomarse en cuenta la Readaptación
Social en 1966 con la promulgación de la ley de ejecuciones de Penas
Privativas y Restrictivas de la libertad, y reformada en 1977. A partir de
ese momento, el tratamiento de Readaptación Social adquiere como
objetivo plantear un tratamiento que pueda desarrollar la personalidad
del infractor.
56
Las bases con la cuales se podrá lograr un buen tratamiento para
la Readaptación Social son:
La asimilación de normas.
La practica de los valores universalmente aceptados.
La adquisición de hábitos positivos.
Los conocimientos indispensables para su positiva conducción socio
familiar.
El desarrollo de sus capacidades para no adquirir malos hábitos que
influyen el ambiente de criminalidad.
No obstante la historia ha demostrado que la prisión no cuenta
con los mecanismos para lograr la Readaptación Social, teóricos como
Foucault expusieron que la prisión no fue creada para readaptar, su
función es de control, orden, seguridad, pero su verdadera finalidad es el
castigo.
La misma historia nos ha demostrado que el tratamiento es visto
desde dos ángulos: el primero parte de la idea de salud-enfermedad,
término utilizado por los técnicos penitenciarios que hacen pensar en la
readaptación social como un tratamiento reeducador del delincuente en
función de alguna enfermedad psíquica. El segundo ángulo parte de la
explicación criminológica, la cual hace alusión a la peligrosidad social.
Se puede definir que el sistema penitenciario tiene como objetivo
de educar, reeducar, rehabilitar o resocializar a quienes han cometido
conductas antisociales mediante la privación de la libertad, se expresa
como un medio eficaz, absoluto y con el derecho a castigar a los
hombres.
En tiempos actuales organismos como la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) se han preocupado por el tema penitenciario,
por ejemplo, el conjunto de Reglas Mínimas para el Tratamiento de los
Delincuentes pactado en Ginebra, Suiza en 1955, en el congreso para la
Prevención del Delito y Tratamiento de los Delincuentes, en su regla 61
impulsa.
57
“El tratamiento no debe acentuar la exclusión de los reclusos de la
sociedad sino por el contrario, el hecho de que continúa formando parte de
ella”41
Pero todos estos instrumentos que pretende lograr “resocializar”
al infractor quedan solo como una forma discursiva y en normas
jurídicas; la prisión como institución social desde hace muchos años se
encuentra en crisis, lejos de frenar la delincuencia, fabrica más
delincuencia y extermina la dignidad de los que se encuentran presos.
Esta crisis que ha sufrido los últimos años los reclusorios se debe
de las manos en quienes se ha depositado la institución penitenciaria, de
militares y judiciales, gente ignorante en materia penitenciaria, es más
que evidente, los que este tipo de gentes han transformado a la cárcel
en un botín, están ansiosos por almacenar magnas riquezas a costa de
la extorsión diaria de las internas.
No solo se debe hacer reformas para frenar la corrupción y el alto
grado de violencia institucionalizada que se vive dentro de una prisión
tanto para hombres, como para mujeres, la drogadicción, extorsión,
privilegios y vida degradante que la mayoría de las internas viven.
La violación que sufren las internas o cualquier persona dentro de
prisión, nos puede explicar sobre el fracaso de la Readaptación Social,
esta desilusión no es una novedad, Michel Foucault:
“La prisión fabrica también delincuentes al imponer a los detenidos
coacciones violentas; está destinada a aplicar las leyes y a enseñar a
respetarlas: ahora bien, todo su funcionamiento se desarrolla sobre el modo de
abuso y poder. Arbitrariedad que un preso experimenta es una de las causas
que más pueden hacer indomable su carácter. Cuando se ve así expuesto a
sufrimientos que la ley no ha ordenado ni aun previsto, cae en un estado de
cólera contra todo lo que le rodea; no ve sino verdugos en todos los agentes de
la autoridad; no cree ya haber sido culpable: acusa a la propia justicia”42
41
Huacuja Betancourt, Sergio. “La desaparición de la Prisión Preventiva”, México, Editorial Trillas,
1989, págs.75-76. 42
Foucault, Michel.”Vigilar y castigar”,…op. Cit. pág. 271.
58
Pero este fracaso que se presenta en la institución penitenciaria,
desde su impedimento por readaptar a un infractor, nos permite ubicarla
desde otros lugares. Y a la institución penitenciaria la podemos imaginar
por ejemplo, desde un modelo “doméstico-familiar” que se adecua y
amolda al mundo laboral, educativo y agrícola. Cuantas veces se ha
visto semejanzas entre el mundo fabril y religioso, ambos marcados por
características como la disciplina, ascética y ritualizada al máximo.
Las prisiones seguirán existiendo por mucho tiempo, todo el
mundo está convencido que es un mal necesario, la cárcel es una
estancia donde se prueban los modelos de control sobre el hombre,
también es un sueño para los poderosos que ilusionan con una
“sociedad carcelaria”.
La historia de las prisiones capitalinas está llena de abusos,
excesos, violencia institucionalizada donde sus reglamentos es palabras
muerta, es decir, es una obra inaplicable, y los asambleístas plantean
reformas que no han solucionado los problemas carcelarios y siguen en
busca de una readaptación social perdida.
Como ya se ha mencionado, dentro del artículo 18 constitucional
se halla plasmada la idea, para lograr la Readaptación Social es a través
de la pena privativa de la libertad, pero se ayudará con la educación, el
trabajo y la recreación.
Lo que plantea el artículo 18 constitucional es erróneo, manifiesta
que toda persona que cometa un delito debe ser reeducado e
interpretando al jurista argentino Raúl Eugenio Zaffaroni, si un hombre
desempleado roba para llevar alimentos a sus familia no necesita una
cárcel, ni ser readaptado, mas bien lo que necesita es un empleo
remunerado.
Estos supuestos nos hacen pensar que cometa un delito es por
falta de educación y trabajo. El discurso planteado en el artículo 18
constitucional aparece el concepto readaptación; pero el concepto ha
creado una discusión en la determinación del sentido amplio y especifico
de la concepción del castigo. Debido a dicha problemática ha restringido
sus propósitos y objetivos al argumentar que la reeducación y la
reinserción social son el único camino para corregir a un delincuente.
59
Reflexionando sobre la problemática, Fernando García Cordero
presenta la cuestión de la siguiente manera:
“¿Qué sucede con los delincuentes culposos, ocasionales y aun los
políticos? ¿A qué tratamiento los sometemos? Por lo general, estos individuos
poseen la suficiente educación e integración moral como para necesitar de un
proceso reformador, de ahí que la prisión preventiva y la penitenciaria no pierda
su sentido retribucionista”43
Podemos concluir que no todos los internos requieren un
tratamiento para ser reinsertados socialmente, ni todos los
establecimientos penitenciarios cuentan con las posibilidades para llevar
acabo dichos programas de reeducación.
A un hombre que la misma sociedad lo ha empujado a delinquir
para mantener a su familia de una manera digna no requiere tratamiento.
Esta situación la padece la mayoría de las internas y los internos que
provienen de capas empobrecidas de la sociedad
Entonces es conveniente preguntarse ¿Quién debe ser sometido
a programas de Readaptación? Todo programa está integrado por sus
objetivos, sus metodologías y alcances, si no se cuenta con ideas claras
se puede cometer grandes errores, lo vemos en los delincuentes
imprudenciales, esta demostrado que no son sujetos anormales: cuentan
con una familia, empleo y no pertenecen a grupos delictivos.
El segundo error lo distinguimos en las internas que deben estar
sujetos a los programas de readaptación social, pero la problemática
recae, en algunos casos se encuentran sin condena y pueden pasar
meses o inclusive años para dictar una sentencia, por esta problemática
no se puede hablar de una desadaptación, debido a que algunas
internas no cuentan con un previo diagnóstico criminológico que
demuestre su desadaptación.
Como se puede observar se tiene que hacer un análisis de estos
dos conceptos reeducación y reinserción social, la primera la han
maquillado de tal manera que no identificamos la pena y el castigo que
subsisten en ella; y la reinserción social, a este concepto se le atribuye al
43
García Cordero, Fernando, Política Criminal, México, Editorial Porrúa, 1987, pág. 320.
60
sujeto o se le ve como un sujeto fuera, es decir, que nunca ha estado en
convivencia en una comunidad. Esta idea etiqueta al hombre, como un
hombre anormal y primitivo. Se debe partir de la idea de que se necesita
implementar tratamiento para las personas que realmente lo necesiten y
apórtales los medios para que cuando se encuentren en libertad, tengan
los elementos necesario para desarrollar un trabajo digno, y cuenten con
la educación necesaria para ubicarlos dentro de su realidad para poder
transformarla.
En la actualidad se debe replantear el concepto de readaptación
social, este concepto plantea que las personas que se encuentran afuera
son personas readaptadas o aptas, el concepto de Readaptación Social
entro en crisis la ser totalmente autoritario, pues el derecho penal no
solo juzga el delito sino también la vida entera del acusado.
Elías Neuman plantea:
“Al hombre que es detenido y procesado llega a la prisión se le trata de
disciplinar de inmediato mediante un sistema coercitivo que emana de los
reglamentos carcelarios o, en oportunidades, de atávicas costumbres. Se le
aísla y se le “priva” en el sentido de no permitir conductas externas a la par que
se le amputa su tiempo y se dispone de él. Debe adaptarse a situaciones y
coacciones que se generalizan y que pretenden legitimar la utilización de la
cárcel-instituto como instrumento para la subordinación y la dominación”44
Un fracaso más que se ubicó en el desarrollo de un tratamiento
efectivo para la readaptación social, es que dicho proceso solo se ha
reducido a clasificar para designar un dormitorio. García Ramírez
puntualizo desde hace tiempo la problemática:
“El tratamiento en prisión exige, además, establecimientos adecuados a
los fines clasificatorios. Si bien un principio empírico de clasificación ha
distinguido entre menores, hombres y mujeres, sanos y enfermos. Para
reclamar y obtener en gran medida la existencia de instituciones diferentes
para cada una de estas categorías de delincuentes, modernamente se atiende
con mayor sutileza en los criterios de clasificación.”45
44
Neuman, Elías, La prisión como contrato social en el Neoliberalismo, Buenos Aires, Ediciones
Desalma, 1984. pág. 115-116. 45
Sergio García Ramírez, “Asistencia a reos liberados”, México, Ediciones Botas, 1966, pág. 87.
61
¿Qué es la readaptación social?
Entonces es conveniente preguntar ¿Qué es la readaptación
social? ¿Cuál es su funcionalidad? Si en líneas anteriores ya se ha
aludido que la readaptación social “pretende” otorgarle al delincuente
una vida diferente al delito y para logar ésto se dispone de los elementos
como la educación, el trabajo y la capacitación para el mismo.
Pero la realidad nos ha demostrado que la prisión no cuenta con
las condiciones adecuadas para cumplir su objetivo de readaptación; el
tratamiento para logra la reinserción se encuentra cimentada en los
principios de orden y seguridad y una simple clasificación para situarles
un dormitorio.
Como se ha descrito podemos deducir que el concepto de
readaptación social no es muy claro. Para las leyes jurídicas es un
tratamiento en el cual se logrará reinsertar a la interna a la sociedad,
otros toman este concepto de readaptación como una idea de salud-
enfermedad, ésto nos hace pensar que la readaptación en términos de
tratamiento se esté hablando de un enfermedad psíquica y no han
considerado las características económicas, políticas, sociales y
culturales de la sociedad.
No obstante algunos juristas han definido a la readaptación como:
“La reinserción del individuo en una comunidad determinada con
capacidad para observar los valores medios que en ésta rigen y para
ajustar su conducta al sistema jurídico vigente”.46
Es claro que el concepto de readaptación social hace la indicación
que cualquier sujeto que halla cometido un delito ya sea de una forma
ocasional o consciente de sus actos debe ser readaptado, para poder
otórgale un tratamiento para su readaptación debe pasar por un examen
criminológico, y a partir del resultado se le clasifica.
46
García, Ramírez, Sergio, La prisión, México, FCE, UNAM, 1975 págs. 29-30.
62
El concepto de readaptación social posee varias interpretaciones,
es decir, que realmente nadie sabe a que se refiere o de que quiere
exponer, en este sentido al no ser claro el concepto de readaptación se
dice mucho o nada sin temor a equivocarse, en fin, sólo es un discurso
utilizado por la ley.
Otros sinónimos que encontramos en el término de readaptación
son reinserción, reeducación, resocialización, rehabilitación, en todas
estas palabras pasa lo mismo no es clara su definición.
Los penitenciaristas han planteado que para lograr una buena
Readaptación Social se apoyarán por medio de un tratamiento individual
en base en la personalidad del delincuente, por este motivo debe ser
estudiando su comportamiento, su manera de actuar, por esta razón es
observado constantemente, desde el planteamiento de la criminología se
define la terapia que se debe aplicar a un enfermo para curar su
conducta y evitar la reincidencia, Hilda Marchiori define el tratamiento
penitenciario:
“En un concepto amplio podemos decir por tratamiento penitenciario la
aplicación de todas las medidas que permitirán modificar las tendencias
antisociales del individuo. Estas medidas están en relación con cada técnico,
es decir, medicina, psicología, trabajo social, etc. Es evidente que el
tratamiento está basado en un correcto diagnóstico, es decir, implica el estudio
exhaustivo de todos los aspectos relacionados a la personalidad del
delincuente. El estudio de la familia y sus relaciones interpersonales y el
estudio victimológico”47
La readaptación social parte de tres etapas básicas, para
identificar el carácter progresivo del tratamiento y las cuales son:
“Etapa de Estudio y Diagnostico: Es el análisis de personalidad del interno,
con el propósito de clasificarlo no sólo desde el enfoque criminológico, sino
además en términos médicos, académicos, psicológicos, sociales y
económicos.
47
Alejandro Bringas H. y Luis Roldan Q, op. Cit., pág. 286.
63
Etapa de Tratamiento: Es un periodo en donde se aplica diversas técnicas de
readaptación, como son el trabajo, la educación, deporte, psiquiatría,
etcétera.
Etapa de Reintegración: Es un periodo de prueba (salidas transitorias y
egresos anticipados) antes de reintegrarse a la sociedad”48
Se debe tener en cuenta que los ingresos que percibe una o un
interno en el desarrollo de un empleo formal dentro de prisión es
precario, van desde 250 a 400 pesos mensuales, me parece absurdo
querer imaginar que con este sueldo se pretenda mantener su hogar y
sus necesidades personales.
El Dr. José Luis Cisneros plantea que la distribución del sueldo de
las o los internos es de la siguiente manera:
“Las formas de remuneración obtenidas por los internos son un acto de
verdadera acrobacia mental y difícil de imaginar, pues se dice que del producto
económico obtenido por su trabajo, habrá de ser destinado un 50% ala
manutención de sus dependientes, 10% a la reparación del daño; 10% al
sostenimiento del interno en el centro penitenciario; 10% como cuota para el
fondo de ahorro del sujeto, que le será entregado al abandonar el lugar, y el
20% remanente se le asignará para gastos personales, es decir que bajo el
supuesto de que cada interno percibiera 400 pesos mensuales, si le restamos
todo lo anterior le quedarían 68 pesos para sus gastos personales. Imaginemos
cuanto le queda al interno que gana 250 pesos al mes”49
Estas circunstancias han empujado a las internas buscar otras
alternativas que les proporcionen una mejor remuneración, la mayoría de
ellas explota algún oficio que aprendió en la calle, por ejemplo, algunas
internas limpian las celdas de otras reclusas, lavan ropa, cocinan, otras
cortan el pelo, otras venden dulces y algunas de ellas droga, también
están aquellas que viven de limosna y las que viven de sus artesanías.
48
Ibidem, págs. 288-289.op. Cit., pág. 259. 49
Cisneros, José Luís. Op. Cit., pág. 259.
64
La ley plantea ciertas tácticas con la intención de que las internas
aprenda un oficio, que le permitirá primeramente estar vinculado al
desarrollo de producción de la sociedad, podrá permitirle obtener una
remuneración con el fin de satisfacer sus necesidades y las de sus
familia, de esta manera le permitirá poder remediar el daño que causo
con su comportamiento.
Lo lamentable es que estas acciones que pretende establecer la
ley están muy lejos de poder llevarse a cabo por dos razones, la primera
de ella se deriva de la complejidad en la que se encuentran sumergidas
las prisiones, este problema es originado por las condiciones
económicas, políticas y sociales; la segunda razón parte de las confusas
formas de interacción que existe entre las internas y la misma sociedad.
Las diferentes crisis económicas, políticas y sociales han
transformado el significado del trabajo y de la educación, es así que el
trabajo ha dejado de representar un valor elemental para el desarrollo
integral del sujeto, como el de la sociedad y se ha convertido en una
herramienta para sobrevivir.
EL resultado de esta problemática, es el alejamiento del objetivo
de readaptar que pretende la ley por medio del trabajo dentro de la
cárcel, pues lo que ofrece está lejos de cubrir las perspectivas de las
internas por dos motivos.
El primero es que dentro de la cárcel no hay trabajo y cuando
existe el salario es tan bajo que no sirve para cubrir sus necesidades y ni
pensar en mantener a su familia. El segundo motivo es que el trabajo de
la prisión no le permitirá a la interna o poder insertarse al mercado
porqué su capacitación es inconstante.
La problemática que se presenta en la capacitación se debe a una
confusión, pues la mayoría de las actividades que se efectúan, son
ciertamente una terapia ocupacional, por ejemplo, en el Centro Femenil
de Readaptación Social Tepepan, la mayoría de sus capacitaciones son
terapias como: la terapia de la risa, yoga o talleres de superación
personal, Alcohólico anónimos, en la biblioteca las internas se pasan
horas construyendo grandes rompecabezas o tejiendo con la
65
bibliotecaria, este tipo de capacitación se halla lejos de la compleja y
sofisticada calificación para el trabajo.
Con todas estas deficiencias que se encuentra dentro del sistema
penitenciario uno se pregunta ¿Cómo lograr la readaptación si dentro de
la prisión hay sobrepoblación, vicios, sin recursos materiales y humanos
para lograr este fin? ¿Cómo obtener la readaptación si la prisión se
encuentra con altos grados de corrupción institucionalizada? ¿Cómo
alcanzar la readaptación sin personal adecuadamente capacitado y
remunerado?
Otro de los aspectos por los cuales no se logra la readaptación y
perturba la mente de las internos es la vida que lleva dentro en prisión
como sería el hacinamiento, la suciedad y la violación a la intimidad y el
sometimiento a rituales degradantes; como desnudarse frente a todas,
defecar ante a los demás, dormir, masturbarse, tener relaciones lésbicas
u homosexuales, esperar la orden para comer, salir, ir a visita; este tipo
de acciones propician la eliminación de rol de adultos sometiéndolos a
una de dependencia.
Para finalizar se planteara dos obstáculos que frenan la
readaptación social, el primero es el tiempo de estancia y la forma de
operación del Consejo Técnico.
El tiempo se convierte en una forma de control el cual subyace en
la observación de actividades al otro extremo aparece el tiempo muerto,
en donde los internos narran sus crímenes algunos reales y otros no.
Pero dentro del ocio podemos encontrar de forma maquillada un sistema
perfecto de dominación y control.
Al interior del consejo técnico la revisión de una forma no real de
los expedientes, es un juicio moral por el cual va a dictaminar si una
interna puede obtener un beneficio o un castigo, y el cual puede ser de
15 días o meses en celdas de castigo.
Se llega a la conclusión que la readaptación tiene varios
elementos que impiden su aplicación. Dentro de la prisión ocurre de todo
y se trafica todo, incluso se puede afirmar que son las mismas
autoridades que permiten este tipo de tráfico para mantener un control
sobre los internos y como es de esperarse, surja en ellos una fuerte
66
discrepancia en contra de funcionarios, técnicos del tratamiento,
producto de la desconfianza y la extorsión que sufren ellos y su
familiares.
Como se pretende lograr una conducta de adaptación en un
ambiente que no pretende readaptar al sujeto, que más bien se habitúa
a las normas y valores que le son impuestas por el mundo carcelario y
que en muchas ocasiones son inapropiadas para el mundo exterior, es
así que la vida del interno se encuentra marcada por un vacío constante
de contenido, la prisión no crea un ambiente terapéutico de reinserción,
más bien utiliza este ambiente terapéutico como una forma de exclusión,
control, dominación y castigo.
Hoy las reformas penitenciarias, han olvidado que las mujeres y
hombres que delinquen, no nacen, ni se generan delincuentes, han
omitido de la existencia de otras instituciones que deben poner atención,
como es la familia y la escuela, uno y otro envuelven culturalmente o
expulsan al sujeto.
Es lamentable plantear que se ha quebrantado el artículo 18
constitucional, porque al castigo lo han maquillado como un concepto
llamado reinserción social, que la dignidad y la libertad no se pueden
comprar y que la readaptación social no tiene cabida en una prisión en
donde son los internos los que impone una forma de autogobierno.
Se debería plantear cuántas de estas mujeres y hombres no
terminaron la primaria, cuántos de ellos provienen de familias
disfuncionales, cuantos de ellos prefieren estar en prisión, aunque
parezca extraño, es preferible tener un plato de sopa seguro, comentaba
una interna, aunque se viva de manera infrahumana.
Desde hace más de 30 años se ha planteado la construcción de
reformas penitenciarias, pero las conveniencias partidistas han
desvirtuado el objetivo, no han planteado políticas criminales que son
muy necesarias para un Estado; una política criminal puede garantizar la
seguridad o acentuar la inseguridad si es mal trazada.
Es el momento preciso de preguntarnos, nos interesa más
deshacernos del criminal o ignorar lo que les sucede a miles de hogares
quebrantados por la marginación y la violencia; en los últimos años ha
67
aumentado la justicia con las propias manos o seguir creyendo en un
falso discurso de la readaptación social eclipsado por el control de los
internos de los reclusorios o seguir sin interesarnos de una problemática
que concierne a todos, porque desde esos lugares se tejen crímenes
insospechados.
De esta manera el personal que labora dónde crean juicios de
valor y plantea que la interna o interno deben sufrir y pasarla muy mal
dentro de prisión, una secretaria del Centro Femenil de Readaptación
Social Tetepan mencionaba que ella prefería no saber que delito cometió
una interna para no tomarle coraje, el custodio es el que más se ensaña
con las internas pero se olvida que dicho sujeto algún día regresara a las
calles, con años de rencor acumulado.
Para los que han vivido la prisión injusta llegaron a la conclusión
que la cárcel es el mismo infierno, que es un umbral en donde perderás
toda esperanza, donde conocerás el lado perverso del hombre, la cara
oculta y vergonzosa de nuestra sociedad, en donde reconocerás el ruido
de la maquinaria que trabaja día y noche para aplastar la dignidad
humana; pero también estas personas sueñan con un sistema que en
verdad regenere al delincuente y sea útil para la sociedad.
Se finaliza que se detectan dos prototipos para el tratamiento, el
primero es un tratamiento tipo rehabilitador o mejor dicho domesticador,
el cual la mayoría de las internas adopta para sobrevivir y sufrir lo menos
posible en prisión; el segundo un tratamiento excluyente o aniquilador,
este se aplica a los incorregibles, los rebeldes, los excluidos, es
destinado a todo aquel que es doblemente etiquetado primero fuera de
la prisión y luego dentro de prisión por los mismos internos.
Pero algunos de los cuestionamientos sería el siguiente ¿Por qué
la Readaptación Social ha fracasado?
La respuesta no es sencilla pero podríamos comenzar con un
primer planteamiento de los autores Azaola y Bergman: “Los centros
penitenciarios de México tienen marcadas carencias organizacionales y
serias deficiencias funcionales.”50
50
Azaola, Elena y Bergman Marcelo, El Sistema Penitenciario Mexicano
http:/repositories.cdlib.org/usmex/prajm/Azaola_bergman p. 13.
68
CAPÍTULO III
EDUCACIÓN EN CONTEXTO DE ENCIERRO: UNA
REFLEXIÓN INCONCLUSA
A un pueblo ignorante puede engañársele con la superstición y hacérsele servil. Un pueblo
instruido será siempre fuerte y libre. Un hombre ignorante está en camino de ser bestia, y un
hombre instruido en la ciencia y en la conciencia ya está en camino de ser dios. No hay que
dudar entre un pueblo de dioses y un pueblo de bestias. El mejor modo de defender nuestros
derechos es conocerlos bien; así se tiene fe y fuerza; toda nación será infeliz en tanto que no
eduque a todos sus hijos. Un pueblo de hombres educados será siempre un pueblo de hombres
libres.- La educación es el único medio para salvarse de la esclavitud-. Tan repugnante es un
pueblo que es esclavo de hombres de otro pueblo, como esclavo de hombres de sí mismo.
José Martí
3.1 LA EDUCACIÓN EN LAS CÁRCELES
Como se ha estipulado en dicho artículo la educación es otro pilar
para lograr la readaptación social. Para lograr el objetivo la educación se
apoyará de aspectos cívicos, sociales, artísticos, éticos y de higiene.
Pero en muchos de los casos como el del Centro Femenil de
Readaptación Social Tepepan para la mayoría de las internas no es
primordial asistir a al escuela pues su atención recae en la supervivencia
y en la obtención de recursos.
69
La educación impartida dentro de este centro, no es
especializada, más bien en algunos casos son cursos restringidos o
programas de INEA con adecuaciones didácticas, preparatoria abierta
con ciertas deficiencias.
Son millones de personas que se encuentran recluidas en prisión
e instituciones de correccionales en el mundo. La mayoría de estas
personas carecen de estudios básicos, las pocas personas que tienen
algún grado escolar tiene problemas de escritura, lectura, matemáticas.
Se ha demostrado que el derecho a una educación es esencial para
lograr la dichosa readaptación.
El objeto de educar es llegar a la humanización mediante la
integración del sujeto a su realidad social, en medida que crea en el
sujeto una conciencia, una independencia y solidaridad.
Para poder definir educación es necesario analizar las
características comunes que tienen con otro tipo de sistemas educativos,
porqué no es la misma educación que recibe un sujeto que vive en la
ciudad que la del campo.
Se supone que la educación básica es necesaria para seguir
estudiando, desarrolle una conciencia crítica y desenvuelva una
capacitación que a su vez creará un potencial de cada sujeto y encontrar
un empleo en sociedades cada vez más complejas. Para Émile
Durkheim define a la educación como:
“La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre
aquéllas que no han alcanzado todavía el grado de madurez necesario para la
vida social. Tiene por objeto el suscitar y desarrollar en el niño un cierto número
de estados físicos, intelectuales y morales que exigen de él tanto la sociedad
política en su conjunto como el medio ambiente específico al que está
especialmente destinado.”51
Durkheim concibe al sujeto en estricta subordinación de la
organización social, la finalidad vital de la socialización es el adoptar y
preparar a un sujeto a su medio social.
51
Émile Durkheim, “Educación y sociología”, México, Ediciones coyoacán, 1998. pág. 49.
70
En el artículo 1 de la Declaración Mundial sobre la Enseñanza
para todos se defina a la educación como:
“[Las necesidades de enseñanza básica] incluyen tanto los instrumento
esenciales de la enseñanza (saber leer y escribir, expresión oral, nociones de
cálculo, solución del problema) como el contenido de la enseñanza básica (por
ejemplo, conocimiento, aptitudes, valores y conductas) que necesitan los seres
humanos para poder sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y
trabajar dignamente, participar plenamente en el desarrollo, mejorar la calidad
de sus vidas, tomar decisiones con conocimiento de causa y continuar con el
proceso de aprendizaje. El alcance de las necesidades de la enseñanza básica
y la forma en que debe atender sus necesidades varían según los distintos
países y cultura, e inevitablemente cambian con el paso del tiempo.”52
La educación en centros penitenciarios debe fomentar valores y
actitudes, crear una enseñanza cimentada en producir cambios en las
actitudes, las mismas internas comentaba que la educación puede ser
un pilar para poder cambiar sus conducta, siempre y cuando el profesor
las tomara en cuenta.
Paulo Freire Define a la educación de la siguiente manera.
“…la educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre
sobre el mundo para transformarlo.”53
La problemática que se ha presentado en la educación básica en
los establecimientos penitenciarios son sus métodos de enseñanza, que
en la mayoría de las prisiones obra como un dispositivo de control y
dominación del sujeto.
Este tipo de metodología hace que el sujeto recuerde sus
fracasos escolares y por ende esté termine por abandonar la escuela
dentro del penal, porqué en vez de trasmitir buenos hábitos transmite
una obediencia.
52
http://www.unesco.org/education/uie/online/prisp/prisptit.html, consultado 04-04-2012, a las 12:00 am.
53
Paulo Freire, “La educación como práctica de la libertad”, México, Siglo XXI, 1972. pág. 7.
71
Por estas circunstancias la definición con la cual se trabajo dentro
de la investigación es la de Paulo Freire, dado que este ve a la
educación como una práctica de la libertad dirigida hacia la realidad.
La idea educativa de Freire plantea una crítica a la educación
tradicional, que la califica de “bancaria” y “domesticadora”, Freire plantea
que el educando es el objeto de manipulación de los educadores que
responden, a su vez, a las estructuras de dominación de la sociedad
actual.
El Centro Femenil de Readaptación Social Tepepan cuenta con 6
salones y uno especial para la Universidad Autónoma de la Ciudad de
México, en estos salones son ocupados para impartir talleres de rafia,
maquila, bordado, y algunas ocasiones las clases son impartidas sobre
los pasillos, en los cuales no se puede trabajar por los movimiento que
existen dentro de prisión; por la mañana no tienen profesores y son las
secretarias las que imparten las clases siempre y cuando no tengan
trabajo.
El Centro Femenil cuenta dentro de sus programas educativos
con educación básica, secundaria, preparatoria y universidad que es
impartida por parte de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Desarrolla programas de capacitación para el trabajo como
panadería, maquila, cocina, deporte y algunos programas culturales
como el teatro en donde las clases son impartidas por las internas.
Lo paradójico que se observo, es la misma interna la que imparte
clases, no solo de teatro, sino también del nivel básico, lo incongruente
es “el que tiene que ser readaptado, readapta”
Se observo que algunos profesores y familiares fortifican los mitos
sobre el desarrollo intelectual y productivo de la mujer por ejemplo:
”A mí, desde pequeña, me decía los maestros tu niña no sirves para la
escuela, mejor ayúdale a tu mamá en la casa, y yo creo que es cierto por que
no me gusta la escuela”.
Otra interna hace mención:
Mi mamá me decía, no hija tu pa que, quieres estudiar, mejor aprende a
cocinar, a coser, a barrer, ha atender a tu marido, deja el estudio para tus
72
hermanos ellos va a tener que mantener, y a ti te va a proteger tu marido
cuando te cases.
En este pequeño testimonio nos demuestra que en ciertas
ocasiones son los mismos profesores los que refuerzan los mitos, como
el que la mujer no es apta para la escuela, como lo menciona Paulo
Freire que una educación es verdaderamente humanista si en vez de dar
fuerza a los mitos se esfuerza por develar la realidad, pero si una
educación fortalece los mitos encamina al hombre sobre una realidad
ficticia y no podrá negar su carácter deshumanizador.
La educación en prisión concluimos que en vez de reeducar,
domestica el cuerpo y la conciencia de las internas, trata de influir en sus
actos y cualidades, que estén permanentemente controlados, vigilar sus
movimientos y doblegar la voluntad del individuo para cuando se
reinserte a la sociedad sea el claro ejemplo de la “eficacia” del sistema
penitenciario.
De estas situaciones surgen preguntas ¿Cómo establecer una
educación cuando no se cuenta con el personal pedagógicamente
capacitado para impartir clases? ¿Cómo lograr una educación cívica, si
la prisión esta plagada de violencia, extorsión y corrupción? ¿Cómo
lograr impartir una educación si no existen los espacios, ni la
infraestructura?
En el Centro Femenil Tepepan, los profesores se quejaban de las
internas que no querían participar, son muy apáticas, no quieren salir de
sus celdas, y las internas se quejaban de los profesores que no les
querían enseñar y solamente se encierran con las internas más guapas,
“son sus novias”.
De está situación surgen pregunta como ¿Por qué las mujeres no
tiene “interés” en participar en el ámbito educativo?
Las internas comentan:
“yo preferiría que nos dieran clases de corte y confección, belleza
algo que nos ayude a salir adelante de los libros no saco nada para
ayudar a mi hijo allá a fuera”
73
“No voy a clases porque tengo que cuidar la ropa que me dan a
lavar, ya que si te la roban no te pagan, pues de esta lanita sobrevivo yo,
y le mando una lanita a mi familia”
De estos comentarios podemos de deducir que las internas
prefieren trabajar que estudiar, para ellas es más primordial obtener
dinero que la escuela, y esto debido a la situación que han vivido
durante su vida, donde han aprendido que el trabajo es primero.
Cuando se hace mención que la prisión tiene un dispositivo de
control y castigo se ve expresado en sus actividades, las internas que no
van a clase es porqué las autoridades de cierta manera se los
restringen, si dejan de ir a trabajar se los descuentan o pierden el
empleo, que es muy necesario para poder sobrevivir dentro de la cárcel.
Todas estas condiciones que se establecen las prisiones se
contraponen en lo establecido para el tratamiento de reclusos adoptado
por Naciones Unidas que destaca lo siguiente:
1.- “Se tomará disposiciones para mejorar la educación de todos
los reclusos capaces de aprovecharlas, incluso la educación religiosa en
los países en que esto sea posible. La instrucción de los analfabetos y la
de los reclusos jóvenes será obligatoria y la administración deberá
prestarle particular atención.
2.- La educación de los reclusos deberá coordinarse, en cuanto
sea posible, con el sistema de enseñanza pública a fin de que al ser
puesto en libertad puedan continuar sin dificultad su preparación.
3.- Se crearán condiciones que permitan a los reclusos realizar
actividades laborales remuneradas y útiles que faciliten su reinserción en
el mercado laboral del país y les permita contribuir al sustento
económico de su familia”. 54
La cita da a conocer que las internas tienen derecho a la
educación y al trabajo, lo que se observa dentro de prisión, es que su
entorno se desenvuelve en una conducta delictiva e intercambiar
información sobre como neutralizar el sistema, es por eso que para logra
54
Instituto Nacional de la UNESCO, 5ta Conferencia Internacional de Educación para Adultos
(CONFITEA),”Educación de adultos y reclusos” Hamburgo, 1997.
74
una adecuada educación es importante analizar el contexto social de la
interna. Las características de la mayoría de la internas indican que tiene
un bajo nivel de educación, tiene antecedentes de inestabilidad de
empleo.
La vulnerabilidad que han padecido estos grupos sociales los
encaminará hacia la exclusión, marginación, desocupación, violencia y
otras penurias. Por lo tanto los reclusorios son instituciones que actúan
como un depósito de hombre y mujeres marginados.
En cárcel solo están las personas que no tiene dinero para pagar
su libertad, en la mayoría de los casos no han tenido educación, trabajo
y salud, el sistema los genera y excluye.
La educación en el Centro Femenil Tepepan se organiza a través
de las normas y autoridades, esta última recae en el Consejo Técnico,
los profesores y secretarias, los cuales determinan que es lo “bueno” y
que es “malo”, que es lo “correcto” y lo “incorrecto”, como se deben
conducir las internas, para tener éxito en el tratamiento de reinserción
social.
De una manera general el objetivo de los programas de educación
en la prisión puede resumirse en 5 propósitos:
1. “Las vivencias de su desarrollo en su aprendizaje social, ya
sea en su vida efectiva, en su vida social, su vida sexual,
en su vida familiar, en su vida laboral, en su vida escolar.
2. Trastornos vivénciales de agresión.
3. Poli casualidad delictiva.
4. Sentimiento de culpabilidad y vergüenza.
5. Preocupaciones y tristeza en la vida en reclusión
En estos simples dispositivos de enseñanza que en apariencia
ilustran a la interna a racionalizar sus problemas tanto en la cotidianidad
como dentro de su vida personal, subyace un control que guía la
iniciativa individual. Es un mecanismo maquillado que involucra un solo
uso la coerción.
75
La educación en cualquier ámbito que se practiqué es
domesticadora, porqué se impone a la sociedad ciertos conocimientos,
normas, hábitos y valores, el caso de la educación dentro de prisión se
olvidan de sus necesidades educativas.
Este olvido recae en el sentido de que no se toma en cuenta la
educación que se dirige hacia personas adultas con una gran
experiencia de vida, y partiendo de aquí se debería analizar una
educación que liberara y no domesticara.
Un claro ejemplo es el Centro de Readaptación Social Femenil
Tepepan, donde los programas educativos que se dirigen hacia las
mujeres, la ven como si fueran niñas, y se les pretende enseñar con
métodos que ya fracasaron y que les impulsaron abandonar el sistema
escolar.
Sobre este punto educativo algunas internas opinaron:
¿Escuela? ay profe, aquí no hay profesores en la mañana, las maestras
son las secretarias de centro escolar, y a veces nos da clase y otras no por que
tiene mucho trabajo o están de malas
Por su parte una estafeta:
¿Escuela? Mire, no hay maestro en las mañana y, los que viene en la
tarde, pues, no enseñan nada, se la pasan vacilando con otras internas, yo
sabia leer y escribir pero ya tengo 3 años en Tepepan y 2 en Santa Martha, y
creo que hasta ya se me olvido.
La opinión del jefe del centro escolar:
Aquí hay alfabetización, primaria, secundaria, preparatoria y
universidad, pero las internas no quieren participar, son muy apáticas, prefieren
permanecer es sus estancias haciendo, nada.
Estas opiniones nos demuestran que existe una contradicción
sobre los programas educativos tanto de internas y el personal, para las
primeras las alternativas educativas son insuficientes, no hay personal
capacitado, para el segundo las internas son apáticas y no cuentan con
le ambición de estudiar y superarse.
76
Ante el inminente fracaso, el personal del centro escolar nunca se
cuestiono por el contenido del los programas educativo que ofrecen a las
internas, no analizo su desarrollo educativo cuando la interna estuvo en
la calle y el por que de su fracaso.
La investigadora Sylvia Schmelkes plantea que:
”Los sistemas educativos están, inevitablemente, fundados de valores
[…] Como bien nos dicen los filósofos de la educación, todas las elecciones
que deben hacerse en educación –desde los contenidos, las metodologías, los
tipos de maestros- están basados en la visión que esa sociedad tiene de ‘lo
que vale la pena’, es decir, en un conjunto de valores”.55
La problemática que enfrentan las mujeres delincuentes son
varias, una de ellas es que los programas penitenciarios no son
enfocados a sus necesidades, que no existen cárceles para mujeres y
las que se hallan son improvisaciones. Obviamente el resultado de estas
problemáticas es una menor disponibilidad de espacios y recursos
económicos para construir programas educativos a sus necesidades y
características.
Para poder ofrecer una educación es pertinente analizar las
características básicas de las mujeres internas y cuyo perfil es muy
parecido en la mayoría de sus compañeras:
Suele ser una mujer joven, marginada socialmente, con un bajo nivel de
estudios y formación laboral.
Presentan una situación multiproblemática que puede incluir
drogodependencia, desempleo, falta de vivienda y enfermedad física y/o
mental.
También es común que posean un historial de maltrato y abuso sexual.
A nivel psicológico y en el ámbito de la personalidad, presenta una baja
autoestima, dependencia emocional, apatía y desmotivación y una tendencia
depresiva.
Finalmente, hay un elevado porcentaje de madres solteras o separadas con
varios hijos o con su pareja en prisión.
55
Sylvia Schmelkes, “Educación y valores. Hallazgos y necesidades de investigación”,
http://educación.jalisco.gob.mx/CONSULTA/EDUCAR/04/4schmelk.html consultado el 19 de Mayo de
2012, a las 9:00pm.
77
3.2 Pedagogía del castigo
La educación en contextos de encierro, es un escenario complejo,
se parte de la visión que encierra un mundo llenos de violencias, vicios,
degradaciones humanas.
La educación se desarrolla en medio de tensiones, no solo por las
particularidad de sus alumnas, sino también de la manera en que se
desenvuelven el cuerpo de seguridad, por ejemplo, en el Centro Femenil
Tepepan, los custodios a cada rato y sin permiso interrumpen las clases
en busca de alguna alumna ha sabiendas que no se encuentra en el
salón, para que pasen lista o que se presenten con su abogado.
La educación en los centros penitenciarios es un escenario
complejo y muy poco estudiado en México, esto se debe a la
complejidad del mundo penitenciario así como el rasgo de su alumnado,
a la falta de estructuras, personal capacitado para poder desarrollar una
función pedagógica adecuada.
La educación en contexto de encierro se despliega a través de
una disciplina que califica y reprime las conductas de las internas. Por
ejemplo, en el Centro Femenil Tepepan el jefe de centro escolar, los
profesores y secretarias son los que reprimen a las internas, no de una
manera física, más simbólica, si una alumna tiene tres faltas y no avisa a
las secretarias es causa de baja en sus clases , si una interna no lleva
la tarea en tres ocasiones por incumplimiento de sus labores educativas
es suspendida de la materia, si una interna le falta al respeto al profesor
en turno, o a las secretarias, es acusa en consejo, se le condena a las
celdas de castigo 15 días, cuando regresa a sus actividades educativas
se le dió de baja por sus faltas.
Sobre lo expuesto Michel Foucault hace referencia:
”Al mismo tiempo se utiliza, a título de castigo, una serie de
procedimientos sutiles, que van desde el castigo físico leve, a privaciones
menores y a pequeñas humillaciones. Se trata a la vez de hacer penables las
fracciones más pequeñas de la conducta y de dar una función punitiva a los
elementos en apariencia indiferentes del apartado disciplinario: en el límite, que
78
todo puede servir para castigar la menor cosa; que cada sujeto en una
universalidad castigable-castigante”56.
Todas estas circunstancias nos revelan la imposibilidad del
sistema de poder brindarles una educación digna, incorporar y retener a
la población que está en edad de integrarse en el sistema educativo y
que desde estas instancias no se pueda edificar un proyecto de vida
diferente al delito.
La educación en contexto de encierro se encuentra sumergida en
paradigmas, el primero es que funciona como una institución dentro de
otra, es decir, que hay que conjugar normas y prácticas entre el sistema
penitenciario y el sistema educativo, la primera marca el castigo y la
disciplina y el segundo el desarrollo integral de las personas.
La manera en que están organizadas las cárceles responde a lo
que Goffma llamó “instituciones totales o cerradas”, su objetivo es el
control y vigilancia de lo sujetos y se alcanza por medio de destrucción
de los signos identitarios del sujeto a través de homogenización, incluso
de la educación.
Las características de la vida que llevan las internas concuerdan
con lo que expone Goffman, recordar que dentro de prisión la prioridad
es el castigo, la domesticación y control del cuerpo y alma, por lo tanto
toda actividad desarrolla debe contener las mismas particularidades.
Estas circunstancias proyectan el nulo espacio de intimidad, los sujetos
están expuestos a una vigilancia continua, no cuentan con espacios
diferentes, todo está relacionado, el trabajo, el dormitorio, las celdas de
castigo, sus visitas están inspeccionadas y las rutinas son programadas.
Susana Blazich cita a Michel Foucault:
”La unión del aparato disciplinario con el aparato
pedagógico en función de >>corregir al delincuente>>, instalándose así la
concepción del >>tratamiento>>, fuertemente vinculada a un enfoque en el que
el sujeto se concibe como alguien anormal, que porta una patología a tratar.
. 56
Foucault, Michel. Vigilar y castigar… op. Cit. Págs. 208-09.
79
Desde el siglo XVIII hasta hoy, estos principios se han mantenido como matriz
organizadora de los establecimientos penales”57
De está manera no es casualidad que dentro del imaginario social
se no halla impuesto un prototipo de delincuente, por lo regular
observamos en televisión a desempleados, locos, vagabundos, rebeldes,
es decir, son todos los sobrantes del sistema y que la sociedad los
desecha por improductivos, es así que a la pobreza la han catalogado de
sospechoso.
Pobres defendiéndose y matando a otros pobres, podríamos
decir que todos estamos presos, los que están en algún reclusorio y los
que estamos afuera, por que tanto adentro como afuera, hay cámaras
que vigilan tus movimientos, hay rejas, George Orwell fue un profeta, el
gran hermano te vigila. Los reclusorios se han modificado ahora están
llenos de pobres, locos, vagabundos, son todos aquellos que no
compran, no venden, solo son sombras.
Susana Blazich cita a Bauman:
”Hoy el la modernidad liquida, el estatuto de las cárceles ha cambiado,
>> […] no se trata de la decadencia de una institución sino de la alteración
estructural de su función. Ya no constituye dispositivos para la corrección y
rehabilitación de los reos para devolverlos a la sociedad: las cárceles actuales
se han transformado en >>deposito de pobres>>; deposito que contiene a los
expulsados del mercado del consumo, inhabilitados para cualquier tipo de vida
social”58
La problemática recae, que la mayor parte de las autoridades no
perciban a la educación como la actividad más importante, como se ha
observado preexiste diferencias entre la vida que conlleva la cárcel,
impuestas por la seguridad, el control y supervisión y las implicaciones
de una educación liberadora y orientada al desarrollo. Se debe de hacer
hincapié que si la cárcel no es capaz de satisfacer las necesidades
cotidianas de las internas en términos de alimento, visita, atención
medica, entre otros las reclusas no aprenderán.
57
http://redalyc.uaemex.mx, consultado el día 28-05-2012, a las 16:30 p.m. 58
http://redalyc.uaemex.mx, consultado el día 28-05-2012, a las 16:30 p.m.
80
Si las autoridades no conciben a la educación como un pilar para
lograr la readaptación del sujeto estarán faltando a lo establecido por las
leyes que a su letra.
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS:
Artículo 18.-“....Los gobiernos de la Federación y los Estados
organizarán el sistema penal, en sus respectivas jurisdicciones, sobre la
base del trabajo, la capacitación para el mismo y la educación como
medios para la readaptación social del delincuente....”
LEY QUE ESTABLECE LAS NORMAS MÍNIMAS SOBRE
READAPTACIÓN SOCIAL DE SENTENCIADOS.
Capitulo I de las finalidades, Artículo 2º.- El sistema penal se
organizará sobre las bases del trabajo, la capacitación para el mismo y
la educación, como medios para la Readaptación Social del delincuente.
EL REGLAMENTO INTERIOR DE LA SECRETARÍA DE
SEGURIDAD PÚBLICA.
En su artículo 29 correspondiente al titular de Prevención y
Readaptación Social señala las siguientes atribuciones:
En la Fracción V.-
“Coordinar con la participación que corresponda a las Entidades
Federativas y al Distrito Federal los programas de carácter nacional en
materia de prevención, readaptación y reincorporación social.”
Fracción XI inciso:
a): “Que todo reo participe en las actividades laborales,
educativas y terapéuticas en los casos en que éstas últimas formen
parte del tratamiento.”
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Existe una discusión entre las autoridades y algunos profesores
sobre la finalidad de la educación en contexto de encierro, los primeros
tienden a considerar los programas educativos como una herramienta
que les sirve a las internas para poder planear mejor sus crímenes,
como frenar al sistema, contribuye al buen orden de la institución y
mantiene a la internas “provechosamente ocupadas”, por parte de los
profesores ven a la educación como un pilar para lograr la readaptación,
pero que muy a menudo queda hundida en un rincón a callada por la
violencia que se vive en prisión.
¿Qué educación ofrecer en un contexto de violencia? Cuando el
fantasma de terror recorre cada rincón de los reclusorios, clavando la
extorsión y los vicios imborrables en el cuerpo y alma de las internas.
Pero es tan mágica la palabra que puede ir zigzagueando la violencia de
los custodios, el olvido de las autoridades y las revisiones constantes de
los federales, porqué la palabra puede derrumbar un cantar de piedra
que oculta el horror llamado prisión, y es esta misma palabra que nos
puede ofrecer otra educación.
3.3 La otra educación
Es imposible poder separar el ámbito educativo del contorno
penitenciario. La educación es una herramienta que le va a permitir al sujeto
tomar decisiones y como resultado adopta un control de su propia vida, y así
alcanzar la readaptación social por medio de un cambio en su conducta. Pero
primero se debe promover la autosuficiencia y autoestimas de las internas.
La propuesta educativa de Paulo Freire son métodos adecuados
para lograr los objetivos planteados, Freire exterioriza que la educación no es
un proceso técnico, es decir, transferir conocimientos, la educación es un
hecho democrático que a través del dialogo nos edifica como personas y
ciudadanos.
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La educación en el sistema penitenciario tiene tres objetivos inmediatos:
1. Mantener a los presos o internos ocupados provechosamente.
2. Mejorar la calidad de vida en la cárcel.
3. Conseguir un resultado útil (oficio, conocimientos, comprensión,
actitudes sociales y comportamiento) que perdure más allá de la
cárcel y permita el acceso al empleo o una capacitación superior.
Este tipo de tratamiento educativo, está planteado no para saber
si una interna ha modificado su comportamiento, sino que verifica si el
sujeto se conduce o no como debe, si cumple con las reglas, si progresa
o no en la trayectoria de la normalización.
Se observo que estos saberes de norma y autoridad giran
alrededor del profesor, esté determina que es lo bueno y que es lo malo,
que es correcto y que incorrecto. Es una manera sutil de domesticar y no
de educar.
Para este tipo de educación domesticadora se puede
contrarrestar desde el planteamiento de Paulo Freire que propone otro
tipo de educación que llamo “problematizadora” de la educación, parte
de la idea en que los educandos son capaces de problematizar su
realidad, son capaces de mirar críticamente al mundo, de hacerles
preguntas, y buscar soluciones. Freire sustenta que la educación
problematizadora supera la argumentación educador-educando.”Nadie
educa a nadie-nadie se educa a sí mismo-los hombres se educan entre sí
mediatizados por el mundo”59
En el Centro Femenil Tepepan, los programas que se
implementan para la educación básica se cimentan solamente en la
lectura y escritura en un argumento encaminado a las internas
asentados en los programas de educación para adultos o escuelas
nocturnas, lo grave es que siguen un modelo de la educación formal
para niños: y los profesores son narradores de los contextos educativos.
59
Paulo Freire, “Pedagogía del oprimido” México, Siglo XXI, 2002, pág. 73.
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Paulo Freire plantea lo siguiente:
“La narración, cuyo sujeto es el educador, conduce a los educandos a la
memorización mecánica del contenido narrado. Más aún, la narración los
transforma en “vasijas”, en recipientes que deben ser “llenados” Por el
educador. Cuando más vaya llenado los recipientes con sus “depósitos”, tanto
mejor educador será. Cuanto más se dejen “llenar” dócilmente, tanto mejor
educandos serán.”60
De esta forma de ensenar, se presenta no solo en la prisión, sino
también afuera, transforma a los educandos en simple archivistas, no
son creativos y no se crea un saber, ni se le permite de apropiarse de su
palabra, ni mucho menos construirla.
Solo se consigue edificar el saber a través de la invención y
reinvención, de la búsqueda de respuesta que genera alguna
problemática en el mundo, pero esta búsqueda el sujeto no la realiza
solo, la efectúa con otros.
En la educación bancaria, como la califica Freire a la educación
tradicional, transforma al hombre como seres de adaptación, es decir, en
cuantos más aprendan a archivar y repetir serán pasivos, no
desarrollarán una conciencia crítica y por ende no trasformaran su
mundo.
Como práctica domesticadora, los educandos son vistos como
seres pasivos, que sus vasijas deben de ser llenadas por el
conocimiento de los educadores, no permitiéndoles en participar
creativamente en los procesos de aprendizaje.
Se observo que las metodologías para la enseñanza del Centro
Femenil Tepepan, no varía de los métodos aplicados en la escuela
primaria, y más importante que no podemos dejar de cuestionar es que
la enseñanza-aprendizaje se le adicione un toque coercitivo.
Lo mismo ocurre con los programas educativos de secundaria,
por tales circunstancias se deduce la no existencia de una educación
especial para el infractor.
60
Paulo Freire, “Pedagogía del oprimido”… op. Cit. Pág. 72.
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La secuela de este tipo de métodos educativos, donde el entorno
parte de una alienación sistemática, vigilancia y control, no permite
originar una participación activa, ni una mejora en la enseñanza, sino
todo lo contrario, se transforma en una prisión dentro de otra prisión, en
la que la interna trata de obtener todos los beneficios posibles para
sobrevivir.
Lo que no permite la educación problematizadora propuesta por
Paulo Freire, es construir una educación liberadora, una educación que
ayude y motive, no solo a estudiar, sino a pensar por sí mismo, a dejar
de ser pasivo, a tener una posición activa frente a la vida, a crear una
comunicación con los demás, un dialogo, para Freire, el dialogo es un
pilar muy importante para la construcción de una educación liberadora,
porqué a través de ella se edifica un nuevo saber.
En medida que siga imperando una educación “bancaria”, cortara
la creatividad del educando, estimulando su ingenuidad, porqué esta
educación que se ofrece a las internas la ve como seres marginados,
sujetos que no encajan en una sociedad sana.
Son estas marginadas que deben ser readaptadas, porqué nunca
pertenecido a una sociedad, están “fuera de”, lo que trata esta educación
penitenciaria es domesticar su conducta para que pueda pertenecer una
estructura que los va a oprimir más.
La educación bancaria lo que trata es disciplinar la conciencia del
educando, llenándolo de un falsa enseñanza, dado que se tiene la visón
de seres pasivos, los que va a ser la educación es de mantenerlos
tranquilizados y adaptarlos a las normas socialmente aceptadas, es
decir, a la paz social de los dominantes.
Freire Plantea lo siguiente:
“Una vez más se vuelven antagónicas las dos concepciones y las dos
prácticas que estamos analizando. La “bancaria”, por razones obvias, insiste en
mantener ocultas ciertas razones que explican la manera como están siendo lo
hombres en el mundo y, para esto, mitifica la realidad. La problematizadora,
comprometida con la liberación, se empeña en la desmitificación. Por ello, la
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primera niega al diálogo en tanto que la segunda tiene en él la relación
indispensable con el acto cognoscente, descubridor de la realidad.”61
En la educación del Centro Femenil Tepepan, es personalizada,
en la cual el profesor puede logra de manera eficaz una educación
“problematizadora”, el error recae, en que la vigilancia es constante por
parte las custodias, debido a que los profesores han cortejado algunas
de las internas, y esta forma de supervisión consigue un vínculo de
control y vigilancia prolongado en las actividades escolares.
Al respecto de este tipo de educación que se imparte en las
prisiones de manera violenta, ya sea está de una manera simbólica o
física, Freire plantea lo siguiente:
“…cualquiera que sea la situación en la cual algunos hombres prohíban
a otros que sean sujetos de su búsqueda, se instaura como una situación
violenta. No importa los medios utilizados para esta prohibición. Hacerlos
objetos es enajenarlos de sus decisiones, que son transferidas a otros u
otros”62
La cimentación de la educación “problematizadora” reside en que
los sujetos que se encuetran subyugados combatan por su liberación,
esta educación ofrece otra mirada, otra forma de ver el mundo, otro
sentir tus problemas y los problemas de los demás, erradicar el
intelectualismo autoritario que algunos de nuestros profesores nos
enseñaron, erradicar al educador alienante.
Este tipo de educación “problematizadora” no es dirigida para
individuos que sometan, porqué no están preparados a oír a los
marginados ¿por qué?
La educación en prisión tiene sus particularidades, la más visible
es su carácter visiblemente correccional y es más obligatoria que por
voluntad propia y que sufre de ciertas restricciones por seguridad, por
ejemplo, disposición de visitas a museos, bibliotecas, laboratorios, se les
restringe cierto tipo de materia que puedan manjar en el aula o que
puedan trabajar en sus celdas.
61
Paulo Freire, “Pedagogía del oprimido”… op. Cit. Pág. 91. 62
Ibídem, pág. 94.
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Conclusiones
¿Es el poder, un gran corruptor? Un efecto de la crisis económica,
política y social, es la que ha dividido y fragmentado a la sociedad,
resultado de la pérdida del poder adquisitivo, la pérdida de la canasta
básica, el crecimiento del desempleo, el deterioro de la educación, el
resquebrajamiento de la familia tradicional, el aumento de actos que en
épocas anteriores no eran consideradas como delictivas da como
respuesta conflictos en la sociedad.
Las internas que viven en Los Centros de Readaptación Social
son el claro reflejo de las problemáticas económicas y sociales que
vivimos en este momento; detrás de sus muros se vislumbran
contradicciones de la sociedad que van desde la marginación, la
exclusión, violencia y castigo.
Hablamos de un castigo legítimo reflejado en los programas de
readaptación social que miden y domestican el cuerpo y alma de las
internas; es una sentencia fundada para minar a un solo sector de la
sociedad, se ha dejado atrás la condena física, ahora es una pena
moderna, jurídicamente explicable y acorde a las necesidades de la
sociedad, es un escarmiento innovador que plantea una readaptación
social, pero que su verdadera intención es el control y dominación de la
vida cotidiana de una sociedad.
El sistema penitenciario mexicano desde hace muchos años ha
entrado en crisis, en sus cárceles podemos hallar: hacinamiento,
corrupción, castigos ilegales, carencias de fuentes de trabajo y
condiciones de vida infrahumanas.
En vez de crear programas que en verdad logren la readaptación
del sentenciado, se crean nuevos Centro de Readaptación social que
está encaminado a supuestas nuevas formas de castigo, por ejemplo, al
paso de un custodio la interna tendrá que dar la espalda, agachar la
cabeza y poner las manos detrás de la espalda, hasta que pase el
custodio las internas pueden regresar a sus actividades, los delincuentes
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más peligrosos pasan el resto de su condena 24 hrs en una celda de 2
por 3 metros, en vez de readaptar, domestican.
Esta nueva forma de readaptación basada el aislamiento de los
sentenciados va permitir ejercer un poder sobre ellos que no será
contrarrestado por ninguna influencia; la soledad es la situación inicial
para subordinación total.
El fracaso que se ha presentado en la educación, el trabajo se
deriva de que todas la habilidades productivas que el sujeto tenia al ser
capturado se ven frenadas por el abandono, las que el sujeto pueda
aprender en la cárcel son marginales en el mejor de los casos y
delictivas en el peor.
Por que privar a un sujeto de su libertad y vigilarlo es un plan
tiránico, en donde se multiplican los castigos que en un determinado
momento llegan a ser necesarios; la prisión no solo castiga al sujeto
despojándolo de su libertad, le sustrae de lo más querido, su familia,
amigos, su vida, pero no solo él individuo es sancionado, la familia
sufrirá una condena, que se ve reflejada en todo el ritual que padece
para ingresar a ver a su interno.
Podemos resumir que esta investigación su objetivo fue
analizar la realidad del Centro Femenil de Readaptación Social Tepepan,
como el castigo maquillada en un tratamiento, domestica y controla el
cuerpo y alma de las internas, y qué papel juegan las autoridades.
Se intento hacer notar como el sistema penitenciario fortifica la
construcción de género que mantienen desigualdades sociales que
resultan en desventaja para las mujeres, que sus necesidades no son
tomadas en cuenta como en otros espacios.
De esta manera notamos que la interna, solo es un fantasma que
recorre rincones de castigo. Se sostiene que el sistema penitenciario se
rige en un modelo diseñado para las necesidades del los hombres, que
la mujer es solo un complemento que se adiciona a dicho modelo.
Para ratificarlo solo basta mirar el modelo arquitectónico, la
distribución de los espacios, en la visita intima, en los talleres, la
educación, el presupuesto económico que es más para los hombres que
para las mujeres, así como en los programas de readaptación y los
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discursos. La sombra de sus dolores son apagados con el apando o con
pastillas para mantenerlas adormitadas.
Como se pudo apreciar durante la investigación es una población
marginada económicamente, y su pobreza de duplica por su
analfabetismo, el desempleo, su dependencia sentimental. La mujer al
entrar a prisión pierde su razón de vivir, hacen un paréntesis en su vida,
que espera olvidar al despertar de su pesadilla.
El fracaso del sistema penitenciario, no solo recae en su violencia,
en sus pilares de castigo como reformador de un sujeto, también
intervienen una política criminal equivocada y el abandono de programas
del rescate social, que deberían dirigirse a jóvenes en riesgo.
Este deterioro de la infraestructura en que se encuentra las
prisiones se debe al escuálido presupuesto que se le destinan; que el
Estado es incongruente para encarcelar a un sujeto, que se les debe
brindar los recursos necesarios para que los sujetos tengan una vida
digna, no es conveniente denigrarlos más como lo hacemos, todo
pagamos un precios social por ello.
La prisión dispone del tiempo, espacio, pensamiento de la
persona, entonces se ve reflejado el poder de la educación que no solo
en un día sino de años puede regular la conducta de un sujeto. Pero a
la educación no solo debemos verla como una ocupación provechosa,
se debe considerar el contexto social y político en que están inmersos
los centros penitenciarios. En este sentido Freire decía que el acto
educativo implica una responsabilidad social y política el hombre.
Para logar un buen planteamiento educativo y desarrollar buenos
programas educativos se debe tomar encuenta a los actores que
participan, se debe tomar encuenta que un buen numero de internas
cometieron un acto delictivo, o el transcurso de su vida a sufrieron
violencia, ya sea familiar o por parte de su pareja, se debe de tomar
encuenta su perfil para planear y desarrollar las actividades educativas.
A las internas no se les puede encajonar a meros receptores de
información, como menciona Freire es construir una educación
liberadora, una educación que ayude y motive, no solo a estudiar, sino a
89
pensar por sí mismo, a dejar de ser pasivo, a tener una posición activa
frente a la vida.
Lo que respecta a los docentes, en el Centro Femenil Tepepan,
no cuentan con incentivos a pesar de su contexto de peligrosidad, los
tres profesores que cuenta este centro uno era custodio, por su contar
con una lengua extranjera (ingles) se puede colocar en centro escolar y
da clases con tintes correccionales.
El segundo profesor, es pasante, imparte sus clases de manera
irregular, por ejemplo, si una interna requiere asesoría, él profesor
comenta vete a tu celda resuélvelo como puedas luego yo te califico, el
tercer profesor es un más comprometido, la problemática, es que tiene
una novia interna y hay días que se la pasa con ella, desentendiendo su
clases.
En las mañanas no se cuenta con profesores, las encargadas de
impartir clases son las secretarias, que por lo regular no dan clases,
cuando llegan los exámenes de INEA, las secretarias son las que
contestan los exámenes de las internas.
Con la falta de compromiso del Centro Femenil Tepepan, nos
demuestra que la palabra readaptación social es letra muerta, no se
toma encuenta a las leyes que establecen que se debe readaptar, que la
educación solo tiene tientes correccionales, que solo cuenta la autoridad
del los profesores.
Se deben crear nuevas alternativas, la primera elaborar políticas
criminales relacionadas con políticas sociales, es difícil pensar en un
buen sistema penal, es como pensar en una guerra buena, lo que se
debe construir en un sistema penal menos violento, sin corrupción,
menos selectivo, menos degradantes, sin domesticar el cuerpo y alma
de la interna. En las políticas criminales lo primordial es analizar que los
delincuente de alta peligrosidad deben estar el las cárceles, paro nadie a
plantea que los delincuentes menores no debes estar en las prisiones.
Se debe dejar que se la palabra la construya una nueva visión
penitenciaria, una educación liberadora y critica, en vez de dejar que sea
la corrupción y los intereses de otros sean los que plantee el suplicio de
los olvidados.
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