analisis el queso y los gusanos

25
Menocchio Su nombre era Domenico Scandella, y era conocido bajo el seudónimo de Menocchio. Nació en 1532 en Montereale, una localidad al norte de la península itálica, próxima a los Alpes del Véneto. Siempre vivió en esa localidad, salvo durante dos años que fue desterrado, entre 1564 y 1565, producto de una riña. Durante ese período residió en un pueblo cercano –Arba- y en una localidad de la comarca de Carniola en el cuál no se conoce. Era casado y era padre de siete hijos; otros cuatro murieron. Según su declaración, se dedicaba a trabajar en los molinos, era carpintero, entre otros oficios, pero su actividad principal era ser molinero. No era un molinero pobre, tampoco rico. Hacia 1581 fue alcalde de su municipio y de las “villas” cercanas, así como también ocupó un cargo administrativo en la parroquia de Montereale. No era cualquier campesino, sabía leer y escribir y había concurrido a la escuela, donde incluso se cree que aprendió latín. Fue el 28 de setiembre de 1583 que Menocchio es denunciado al Santo Oficio, acusado de haber pronunciado palabras heréticas e impías sobre Cristo. No se trataba de simples blasfemias, lo que Menocchio había intentado expresar sus opiniones, pero argumentándolas, lo que agravaba la situación.

Upload: nicolasvazgonzalez

Post on 22-Jan-2016

9 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Analisis el queso y los gusanos

TRANSCRIPT

Page 1: Analisis el queso y los gusanos

Menocchio

Su nombre era Domenico Scandella, y era conocido bajo el seudónimo de Menocchio.

Nació en 1532 en Montereale, una localidad al norte de la península itálica, próxima a

los Alpes del Véneto. Siempre vivió en esa localidad, salvo durante dos años que fue

desterrado, entre 1564 y 1565, producto de una riña. Durante ese período residió en un

pueblo cercano –Arba- y en una localidad de la comarca de Carniola en el cuál no se

conoce. Era casado y era padre de siete hijos; otros cuatro murieron. Según su

declaración, se dedicaba a trabajar en los molinos, era carpintero, entre otros oficios,

pero su actividad principal era ser molinero. No era un molinero pobre, tampoco rico.

Hacia 1581 fue alcalde de su municipio y de las “villas” cercanas, así como también

ocupó un cargo administrativo en la parroquia de Montereale. No era cualquier

campesino, sabía leer y escribir y había concurrido a la escuela, donde incluso se cree

que aprendió latín. Fue el 28 de setiembre de 1583 que Menocchio es denunciado al

Santo Oficio, acusado de haber pronunciado palabras heréticas e impías sobre Cristo. No

se trataba de simples blasfemias, lo que Menocchio había intentado expresar sus

opiniones, pero argumentándolas, lo que agravaba la situación.

Page 2: Analisis el queso y los gusanos

La Historia desde abajo

Hobsbawm en su obra “Sobre la Historia”, dedica un capítulo a la historia desde bajo, la

historia de las mayorías. Allí, plantea que uno de los primeros precursores a George

Rudé. Ahora bien, ¿Por qué la Historia de los de abajo es una moda tan reciente? Porque

la mayor parte de la Historia que escriben los cronistas contemporáneos y eruditos

posteriores desde el principio de la alfabetización hasta, finales del siglo XIX, nos dice

tan poco sobre la gran mayoría de los habitantes de los países o estados que eran el

tema de dicha historia.

La pregunta típica del siglo XX y que dio impulso a este movimiento era ¿Quién

construyó Tebas, la de las Siete Puertas? (Tebas: capital del Antiguo Egipto durante

miles de años). En tiempos pasados la Historia, como ya sabemos, se escribía para

glorificar a los gobernantes, cosa que incluso se hace hoy. Aunque, lo que plantea

Hobsbawm, es que no está claro quien lee ese tipo de Historia, afirmando que las masas

seguro que no.

La Historia de abajo, solo pasa a estar relacionada o a formar parte del tipo de Historia

tradicional, sólo cuando se convierte en un factor constante en la toma de decisiones y

en tales acontecimientos políticos. Esto comienza a suceder en la era de las grandes

revoluciones de finales del siglo XVIII. Es aquí cuando aparece la historia de la gente

corriente. Con su obra sobre la Revolución francesa, Michelet fue uno de los primeros

historiadores en interesarse en los de abajo. Lo que determinó la mayoría de los temas e

incluso los métodos de la historia desde abajo fue la tradición francesa de historiografía

en conjunto del pueblo francés y no de la clase dirigente. Esto fue en Francia, pero fue

recién después de la II Guerra Mundial que esto se extiende a otros países. El marxismo,

según Hobsbawm tiene una plena aportación del mismo, aunque si hablamos en líneas

generales, el socialismo es quién lo tiene, el interés por la historia de los de abajo

aumentó al crecer el movimiento obrero.

La Historia de los de abajo presenta como contrapartida que no existe ya un conjunto de

material relativo a ella. ¿Por qué el origen en la Revolución francesa? Por tratarse, en

primer lugar, de una gran revolución, donde actuaron muchas personas que antes

Page 3: Analisis el queso y los gusanos

destacaban muy poco. En un segundo lugar, porque está documentada por medio de una

vasta y laboriosa burocracia que las clasificó y guardó en archivos nacionales.

El historiador de los de abajo, encuentra sólo lo que busca y no lo que ya le está

esperando. El historiador realiza preguntas a esas fuentes, encuentra sólo lo que busca y

no lo que ya le está esperando. El tratamiento de la historia de los de abajo es largo y

complicado.

Microhistoria

La microhistoria surge entre fines de los setenta y principios de los ochenta, como un

retorno de los individuos a la Historia, tras un cuestionamiento a los grandes modelos

interpretativos. El estructuralismo era criticado por ocultar las historias individuales,

así como la Historia social también lo era por construir una visión única del desarrollo

de la historia mundial en términos de industrialización y urbanización, cayendo en

generalizaciones semejantes e ignorando, en todo caso, las consecuencias sociales de

ambos procesos.

Además, Lorenz plantea que los modelos interpretativos en la Historia que tomaban

como objeto a “los de abajo” perdían de vista el análisis de las articulaciones entre las

estructuras de dominación y los actores, es decir, entre los sujetos y las instituciones, los

grupos o las comunidades. Esto generaba, por ejemplo, una idealización de los sectores

populares, entendidos como un “Estado puro” frente a los restantes actores sociales.

Ante estos problemas, es que aparece la Microhistoria. Según Roger Chartier

“diferenciada radicalmente de la monografía tradicional, la Microhistoria intenta

reconstruir, a partir de una situación particular, normal porque excepcional, la

manera en que los individuos producen el mundo social, por sus alianzas y sus

enfrentamientos, a través de las dependencias que los unen o los conflictos que

los oponen”. (Chartier, 1995; p. 49).

La mirada de la Microhistoria implica, a la vez, la asunción de que existen múltiples

historias y culturas, y por lo tanto, de que no hay un elemento constituyente de la

historia, sino muchos. ¿Cómo se jerarquiza y organiza ahora el análisis histórico? La

posibilidad de plantear esta pregunta revela la fuerte conmoción que significó la

Page 4: Analisis el queso y los gusanos

Microhistoria para las distintas formas de entender el hacer de la historia que venimos

analizando. Por otra parte, la multiplicidad de objetos tan distintos abrió la puerta a una

renovación metodológica, puesto que se pensaba que cada una de esas realidades

requería métodos analíticos específicos. Estos métodos, sin embargo, coincidían en

permitir el énfasis en el análisis cualitativo de los procesos históricos.

Un elemento central para esa mirada lo constituye la noción de descripción densa

elaborada por el antropólogo cultural Clifford Geertz. Para Geertz, la cultura y los modos

de vida son visibles en rituales o actos de alto contenido simbólico que, mediante el

análisis adecuado, pueden ser leídos como un texto. Es decir, los fenómenos culturales

son tratados como un hecho semiótico, constituido por un entramado de relaciones de

producción, circulación y recepción.

“El concepto de cultura que propugno (…) es esencialmente un concepto semiótico

(ciencia que se encarga del estudio de signos que permite la comunicación entre los

individuos, sus modos de producción, de funcionamiento y de recepción). Creyendo con

Max Weber que el hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo

ha tejido, considero que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la cultura ha de

ser, por lo tanto, no una ciencia experimenta en busca de leyes, sino una ciencia

interpretativa en busca de significaciones.”

Uno de los aportes más notables de la escuela microhistórica es realizado por

Guinzburg. Su libro más conocido, El queso y los gusanos, es el estudio de los juicios

inquisitoriales a los que fue sometido el molinero Menocchio, habitante del Friuili. Fue a

partir de las actas de los jueces que Guinzburg pudo reconstruír un diálogo fascinante

entre dos mundos culturales, el de los subalternos y los poderosos, y, a la vez, ensayar

una interpretación de las formas en que los libros eran reinterpretados por el mundo de

una cultura campesina particular.

La Microhistoria ha concentrado su interés en cuestiones como la vida privada (la

infancia, la muerte, los gustos, las prácticas de lectura) y las ha analizado

cualitativamente a partir de casos individuales o muy acotados numérica y

espacialmente. Las investigaciones no permiten pensar en una clase obrera homogénea,

como lo pensaban los marxistas. Junto al abandono de categorías analíticas como las de

Estado y mercado, por ejemplo, y la gran cantidad de matices introducidos en nociones

Page 5: Analisis el queso y los gusanos

como la de “experiencia de clase”, la Microhistoria sostiene la idea de que el poder y la

resistencia a éste estructuran las relaciones sociales y, por tanto, de que es posible

rastrearlos aun en casos individuales. El conflicto, como en el caso del molinero

Menocchio, está enraizado incluso dentro de la persona misma. El gran cuestionamiento

a la lectura propuesta por la Microhistoria radica justamente en la pregunta siguiente:

¿es relevante un caso para la explicación histórica?

La Imprenta

Johannes Gutenberg hizo uno de los descubrimientos que tendría un impacto más

profundo en la historia. Gutenberg nació en 1398 en Maguncia. En Europa durante

muchos siglos no se conoció más forma de producción de textos que la copia manuscrita

realizada por escribanos. El trabajo se centró en los escritorios de los monasterios, pero

en el siglo XIII la producción de manuscritos se desplazó a los nuevos centros

universitarios, donde surgieron talleres que llegaron a emplear a medio centenar de

copistas, organizados de forma prácticamente industrial. También se generalizó

entonces el uso del papel, elaborado con lino y cáñamo, mucho más barato y manejable

que el pergamino. Por otra parte, a finales del siglo XIV se difundió en Europa la técnica

del grabado sobre madera, o xilografía, que permitía imprimir gran número de imágenes

sobre tela o papel a partir de una única plancha. Esta primera imprenta se orientó

inicialmente a la producción de imágenes piadosas, individuales o combinadas para

formar libretos. También se podían imprimir opúsculos impresos por una sola cara, que

coexistieron con los libros impresos en tipos metálicos durante la segunda mitad del

siglo XV. Tenía, sin embargo, el inconveniente de que las planchas de madera grabada,

además de requerir mucho tiempo para su talla, se deterioraban rápidamente. Faltaba

idear un sistema que permitiera imprimir mecánicamente textos escritos sin que fuera

Page 6: Analisis el queso y los gusanos

necesario grabar cada página. La solución fueron los tipos móviles: letras talladas en

metal que podían combinarse para formar las palabras y líneas de una página de texto.

Las ventajas del procedimiento, que permitía reproducir escritos con una rapidez y a

una escala sin precedentes, le garantizaron un éxito fulgurante que se ha prolongado

hasta la actualidad.

Los primeros ensayos de impresión de Gutenberg habrían sido en Estrasburgo

(Francia), con el apoyo de sus socios en la empresa de fabricación de espejos. Para

seguir produciendo libros, se apoyó en socios capitalistas. La empresa fue un éxito

comercial desde el principio. Maguncia fue invadida hacia 1462, lo que hizo que muchos

artesanos y comerciantes huyeran, entre ellos distintos impresores que habían creado

su negocio en los últimos años. Esta emigración forzosa favoreció la rápida difusión del

arte de la imprenta a lo largo del Rin y luego por toda Europa, primero en Italia (Roma,

1467) y después hacia Francia (París, 1469). España acogió la primera imprenta en

1472, en Segovia, donde se instaló un impresor originiario de Heidelberg.

El impacto de la invención de la imprenta provocó una revolución en la cultura, el saber

escrito dejó de ser patrimonio de una élite y se extendió a amplias capas de la población.

La escritura fue sustituyendo a la tradición oral como forma privilegiada para transmitir

conocimientos.

La Contrarreforma

Con el concepto de contrarreforma se designa al largo período de la historia de la Iglesia

Católica en el que, paralelamente a la reforma protestante y como respuesta a ella, se

puso en práctica el compromiso de combatir doctrinas reformistas y detener su difusión

y, al mismo tiempo, unificar una clarificación teológica y una renovación de las

estructuras de la Iglesia, de su praxis pastoral y de su liturgia. Este movimiento de

restauración iba a tener profundas consecuencias en la vida religiosa y en los procesos

simbólicos colectivos, así como en la presencia social, en los modelos ideológicos y

culturales, y en la autoconciencia histórica de la institución de la Iglesia. Dentro de este

amplio significado, dicho concepto se nos presenta todavía como el más adecuado para

definir los múltiples aspectos de la profunda renovación de la iglesia romana que tuvo

Page 7: Analisis el queso y los gusanos

lugar en el período comprendido entre el concilio de Trento (1545 – 1563) y la guerra

de los Treinta Años (1618 – 1648) y que, además, contiene en sí mismo tanto la idea de

restauración católica predominanate en el pasado, que acentuaba sus elementos

escencialmente políticos y conservadores, como la de reforma católica, concepto

acreditado por una historiografía muy desarrollada en los últimos decenios. Este último

concepto, sin embargo, en el esfuerzo por tratar de dar la máxima autonomía a dicha

restauración a partir de a simple contraposición negativa al desafío protestante, y por

enfatizar las fuerzas endógenas de renovación, terminó concentrándose en el primer

período postridentino y, en muchos casos simplificando procesos históricos al

convertirlos en la tranquilizadora imagen de una conquista progresiva de las altas

dignidades de la Iglesia por parte de las demandas reformadoras (que vencieron en la

sede conciliar, y después lograron difundirse por toda la comunidad de los fieles, gracias

al esfuerzo sin fisuras de una jerarquía eclesiástica renovada). Por otra parte, estos

procesos históricos fueron muy complejos y estuvieron llenos de contradicciones

corriendo el riesgo de transformarse algunas veces en una nueva frontera de

presupuestos apologéticos planteados tardíamente.

Orígenes. Prescindiendo de las peticiones de renovación in capite et in membris

anteriores a la secesión protestante, también muy generalizadas y, por otra parte, muy

desatendidas por el concilio Lateranense V (1512 – 1517), convocado en primer lugar

por razones políticas, tuvo que ser la tragedia del saqueo de Roma (1527) la que

provocara una reacción. A partir de ese momento, se impuso la necesidad de enfrentarse

–con un oportunismo interés político y religioso- a la propagación de la herejía (a ambos

lados de los Alpes), dando cauce a las muchas reformas que eran necesarias para

devolver a la Iglesia una credibilidad que se hallaba muy comprometida; también para

consolidar su compactibilidad institucional y teológica a causa de las difíciles

confrontaciones y de los choques que se anunciaban; y para restaurar o crear ex novo

medios operativos que reforzasen su presencia en el cuerpo social. Una vez finalizada la

larga etapa de los Médicis, con la elección de Paulo III (1534) el papado empezó a

considerar dichas cuestiones. En primer lugar, facilitó la renovación del Sacro Colegio

nombrando a figuras de alto nivel cultural y religioso para ocupar los cargos más

importantes de la Iglesia; promovió un debate sobre las reformas necesarias, entre

cuyos frutos merece ser recordado el Consilium de emendanda Ecclesia (1536); y,

finalmente, dirigió una intensa actividad diplomática como preparación a un concilio,

Page 8: Analisis el queso y los gusanos

reclamado por muchos sectores como única solución posible a la crisis que se estaba

viviendo.

Concilio de Trento. Convocado por primera vez en Mantua (1537) y después en Trento

(1542), el concilio no logró reunirse hasta diciembre del año 1545. Fue suspendido en

1549 a raíz de la protesta imperial por su traslado a Bolonia (1547), decretado por la

Santa Sede para reforzar su control en los trabajos de la asamblea, protesta que impidió

su continuación. Julio III lo volvió a convocar en Trento (1552), pero los graves sucesos

de la política europea hicieron que se interrumpiera un año después. A causa de la

actitud intransigente de Paulo IV, el concilio no pudo volver a ser convocado hasta un

decenio más tarde, en 1562-1563. Al año siguiente, Pío IV promulgó solemnemente los

decretos del concilio -con una sanción formal que ratificaba la supremacía papa sobre la

asamblea de los obispos-, e instituyó una congregación de acardenales con la misión de

promover sus resoluciones. En el período que Paolo Serpi definiría después como la

“líada de nuestro siglo”, la supremacía del episcopado italiano fue constante (pero, con

frecuencia, subordinado por completo a los legados papales y, por lo tanto, a la Santa

Sede), aunque tuvo que medirse con el español e imperial, fiel a la ortodoxia tradicional,

pero dispuesto a pedir un mayor esfuerzo reformador que pudiese dar alguna respuesta

positiva a los requerimientos del mundo alemán. El episcopado francés solo participo en

la última fase del Tridentino, del que siempre se excluyeron las delegaciones

protestantes. En lo referente a sus discusiones y a los decretos que de ellas se derivaron,

la decisión de equiparar las cuestiones teológicas a las que se basaban en proposiciones

de reforma (temida y combatida por Roma), fue resuelta dando primacía a las primeras,

gracias a una pronta definición de la doctrina católica respecto a las fuentes de la

revelación (reconociendo el mismo valor a la tradición eclesiástica que a las Sagradas

Escrtituras, y optándose por la Vulgata como texto canónico, por encima de las versiones

más actualizadas de la filología humanista, así como al pecado original, a la salvación a

través de la fe y de las obras, a los sacramentos y a su eficacia ex opere operato, al

purgatorio, al culto de los santos y de las reliquias, y a las indulgencias. Esta doctrina,

contenida en el formulario de la Professio fidei tridentinae, impuesta a los eclesiásticos,

finalmente encontrará su definitiva sistematización en el Catechismus instodo durante la

última convocatoria, incluyendo una serie de normas sobre la asignación de beneficios,

elección de los sacerdotes, deber de residencia de los obispos y párrocos, creación de

Page 9: Analisis el queso y los gusanos

seminarios, sínodos diocesanos y visitas pastorales, predicación, matrimonio, celibato

sacerdotal y órdenes regulares.

Consecuencias del Concilio tirdentino. La puesta en práctica de estas normas,

eficazmente promovidas desde Roma, marcó la actualización de la Iglesia romana hasta

más allá del final del s. XVI. Esta obra pudo realizarse gracias a las siguientes iniciativas:

a través de un gran esfuerzo organizativo y de un renovado compromiso del clero en su

atención a las salas animarum; de un generoso impulso caritativo y asistencial, así como

de una diversificada disciplina de la práctica devocional y de la moralidad de las

costumbres, dirigida por una jerarquía eclesiástica atenta a su cumplimiento (es la

época de los grandes obispos reformadores, como Gabriele Paleotti, en Bolonia, y sobre

todo, san Carlos Borromeo, en Milán, que muy pronto fue considerado modelo ejemplar

de celo pastoral); de una profunda clericalización de la vida religiosa, basada en un

monopolio paternalista de lo sagrado, y de una renovación litúrgica (el Missale romanum

es de 1570) que en la fastuosa solemnidad de los ritos y en el arte barroco halló

instrumentos eficaces de gran atracción colectiva; de una “razón de iglesia” fundada en

el triunfalismo católico, en la exaltación de la suprema autoridad papal, y en una valiente

defensa de los privilegios jurisdiccionales que no dejó de provocar fuertes choques con

el poder estatal; y, finalmente, un poderoso esfuerzo misionero, no sólo en continentes

lejanos (Congregación de Propaganda Fide, 1622) sino también en zonas rurales todavía

cristianizadas superficialmente (“nuestras Indias”, como escribían los jesuitas), aunque

no sin graves conflictos con la cultura y el mundo mágico-popular, como demuestra la

explosión del fenómeno de la caza de brujas en toda Europa. Las nunciaturas que poco a

poco se iban creando en muchos Estados europeos y, sobre todo, las nuevas órdenes

religiosas fundadas en el s. XVI, fueron instrumentos decisivos a conseguir grandes

éxitos incluso en el frente exterior (en Alemania meridional, Polonia y Francia –la

hugonottorum strages de la noche de San Bartolomé tuvo lugar en 1572-, además del

frente de la lucha contra los turcos, con la gran victoria de Lepanto en 1571, lograda por

la Liga Santa y tenazmente deseada por Pío V). La principal característica de las órdenes

religiosas consistía en captar a clérigos regulares, es decir, a sacerdotes que se

comprometían a vivir en comunidad siguiendo una regla. Las más importantes son las

que siguen: teatinos (1524), capuchinos (1525), congregación de clérigos regulares o

somascos (1528) y escolapios (1597). El compromiso asistencial, la predicación, la

evangelización misionera y, sobre todo, la enseñanza, fueron las responsabilidades

Page 10: Analisis el queso y los gusanos

prioritarias de estos nuevos ejércitos católicos, por eficaces estructuras organizativas y

una profunda formación ideológica. Desde Siracusa a Riga, de Lublin a Burdeos, y de

Cádiz a Cluj, se multiplicaron por toda Europa los colegios jesuitas que, muy pronto,

alcanzaron gran renombre –incluso entre los no católicos- por la calidad de su

enseñanza. Todo esto contribuye a explicar los notables resultados conseguidos por la

Iglesia católica en su intento de detener y, en algún caso, de rechazar la marea

protestante. Algunos de estos logros fueron: la sensible elevación del nivel cultural y el

compromiso pastroal del clero, la reorganización de la curia (fue primordial la gran

reforma del Sacro Colegio llevada a cabo por Sixto V en 1586), la normalización de las

formas colectivas de la vida religiosa a través de métodos rigurosamente organizados y

controlados, así como el consenso social generalizado que la institución eclesiástica

supo conquistar en todos los niveles de la sociedad en esta obra de restauración. Sin

embargo, al hacer la valoración de la contrarreforma, no podemos olvidar los inflexibles

instrumentos de represión que la acompañaron, no sólo con el fin de acabar con

cualquier intento de disensión, sino también para prevenir la posibilidad de que ésta

pudiera surgir y manifestarse. Las armas más eficaces de que se valió la autoridad

eclesiástica para imponer el consenso dentro de unos límites precisos e infranqueables,

fueron: el Supremo Tribunal del Santo Oficio Romano, instituido formalmente en 1542

con responsabilidades orientadoras, de coordinación y centralización de las

inquisiciones periféricas, cuyo objetivo era perseguir a los culpables de desviaciones

doctrinales (al principio, sólo a los reformados y anabaptistas, pero, después, también a

los blasfemos, magos y brujos, así como a los literatos y pintores inconformistas, y a los

filósofos y científicos no alineados con la tradición aristotélica); y el severo control

censor de las publicaciones, puesto en práctica con el imprimatur preventivo y, sobre

todo con el índice de libros prohibidos (cuyas primeras condenas aparecieron en Italia a

partir de los años cuarenta del s. XVI, oficialmente confirmadas en el índice tridentino

en 1564, que después fue actualizado periódicamente por una congregación

cardenalicia especial, instituida en 1571). Los modelos apologéticos y controversistas de

la cultura de la contrarreforma, que hallan su perfecta expresión en el campo teológico

con las Disputationes (1586 – 1593) de Roberto Bellarmino, y en el historiográfico con

los Annales ecclesiastici (1588 – 1607) de Cesare Baronio, a pesar de los períodos de

intranquilidad y calma (especialmente con motivo de la controvertida absolución de

Enrique IV, decretada por el papa Clemente VIII, y, después, al comienzo del pontificado

Page 11: Analisis el queso y los gusanos

de Urbano VIII) que entre los siglos XVI y XVII pareció que podían resquebrajar su sólida

impermeabilidad, acabarán consolidándose en formas cada vez más cerradas y

autoritarias después del fracaso de las fuerzas augsbúrguicas durante la guerra de los

Treina Años, cuyo final señalará también un acusado agotamiento de las ener´gias más

vivías y vitales de la contrarreforma.

El pensamiento de Menocchio

El 28 de septiembre de 1583 un campesino llamado Domenico Scandela, apodado

“Menocchio” de cincuenta y dos años de edad es denunciado por pronunciar palabras

“heréticas e impías” sobre Cristo. Pero no por simplemente pronunciar sus palabras,

sino que invitaba al debate con incluso sacerdotes, y buscaba el debate en público

también.

Ante esta situación, es que el Santo Oficio realiza una citación a Menocchio, donde es

arrestrado y también se le presta declaración. Es a partir de las declaraciones que allí

presentaría, las cuales quedaron documentadas, que Guinzburg elabora la cosmovisión

que tenía este campesino de la región de Friuli.

Uno de los primeros temas que aparecen en la obra, es la duda de Menocchio respecto a

la virginidad de María, donde allí es interrogado al respecto. El mismo afirma haber

dudado respecto a este tema, pero se excusaba que él a nadie obligaba a creerle.

Respecto al origen del universo, Menocchio declaraba:

“Yo he dicho que por lo que yo pienso y creo, todo era un caos, es

decir, tierra, aire, agua y fuego juntos; y aquel volumen poco a

poco formó una masa, como se hace el queso con la leche y en él se

forman gusanos, y éstos fueron los ángeles; y la santísima

majestad quiso que aquello fuese Dios y los ángeles…”1

1 GUINZBURG, C. El queso y los gusanos. Pág. 94

Page 12: Analisis el queso y los gusanos

Menocchio representaba al mundo como un queso, y posteriormente

representaba a los humanos como gusanos que habían nacido de ese queso.

Resulta llamativa la metáfora que el campesino utiliza para representar su

cosmovisión. En este caso podemos ver claramente lo que Guinzburg

planteaba al principio de la obra, la forma en cómo confluye en las clases

populares la visión histórica que ellos tienen con lo que plantean las clases

intelectuales, cómo adaptan la “cultura superior” a su vida cotidiana.

En un principio, respecto a la crucifixión de Jesús, planteaba que se dejó

crucificar y que además era un hombre como todos nosotros salvo que tenía

mayor dignidad y lo comparó con la figura del papa:

“era hombre como nosotros, pero de mayor dignidad, como si

dijeramos hoy día el papa, que es hombre como nosotros, pero con

más dignidad que nosotros porque tiene poder; y el que fue

crucificado nació de San José y la virgen María.”2

Por tanto, ante esta declaración que Menoccquio realizaba, ¿era Jesús un mortal más?, al

afirmar que nació producto de la relación de María y José ¿estaba rechazando la

concepción de que María era virgen al momento de quedar embarazada de Jesús?

Incluso era muy crítico respecto a las misas para los muertos. Creía que éstas no tenían

sentido, porque uno fijaba su destino en el paraíso en base a las obras que hacía

mediante estuviese en “este mundo”, y es en base a eso que se juzga el destino de esa

alma y no en base a las oraciones que se hagan luego del fallecimiento. Bajo esta

concepción que tenía este campesino, podemos ver que rechazaba la visión del

purgatorio.

Además, plantea una fuerte crítica a la opresión que ejercían los ricos sobre los pobres,

especialmente mediante el uso de una lengua incomprensible para ellos como lo era el

latín. Este ejemplo, plantea Guinzburg, es sólo un ejemplo de la opresión general que

había y dónde la Iglesia era cómplice pero también partícipe. El mismo Menoccquio lo

puso en evidencia al momento de plantear que tanto el papa, como los cardenales y los

2 GUINZBURG, El queso y los gusanos. Pág. 97

Page 13: Analisis el queso y los gusanos

obispos eran tan grandes y ricos que oprimían a los pobres, los cuales si tenían campos

alquilados eran pertenecientes a la Iglesia. Incluso rechazaba todos los sacramentos,

incluido el bautismo, por ser invenciones de los hombres, “mercancías” los denominaba,

instrumentos de explotación y opresión por parte del clero. Discrepaba incluso con los

evangelios, ya que éstos eran, según Menocchio, parte verdad y parte era escrito por los

evangelistas, ya que respecto a mismos temas había diferencias entre un evangelio y

otro.

Era muy crítico respecto a la pomposidad de la Iglesia, deseaba que hubiese un “mundo

nuevo”. Esta postura resulta interesante producto de que Guinzburg realiza una especial

conexión con la coyuntura política y social de este período en la región de Friuli. La región

hacia el siglo XVI estaba envuelta en una gran crisis económica como también en una gran

crisis política. Partir del relato documentado de un simple campesino y su forma de vivir, de

cómo se quejaba de la opresión por parte de la aristocracia como también de la Iglesia,

evidenciaban una situación de miseria por parte de las clases populares. Situación que

Guinzburg en esta obra marca muy bien, con una nobleza dividida entre pro-Venecia y

hostiles a Venecia; así como también una situación de hostilidad que se vivía por parte de los

campesinos respecto a la nobleza de esa región, que conllevó a revueltas armadas por parte de

ambas partes. Guinzburg además afirma que los informes de los gobernadores venecianos

durante este período insistían sobre la miseria de los campesinos, producto de las malas

cosechas vividas en aquel entonces.

Menocchio era consciente en la situación en la que él se encontraba, entre ricos y pobres, él

se encontraba dentro de los pobres. Criticaba duramente las jerarquías sociales. Otro aspecto

que criticaba también es la corrupción de la cristiandad, criticaba a los cristianos que en vez

de dar el ejemplo obrando bien, yendo a los templos a servir a Dios, pasaban en las tabernas,

jugando, bebiendo y comiendo como animales.

Guinzburg plantea que Menocchio por su visión del mundo se aproxima en muchos puntos a

la posición de los anabaptistas. Básicamente en lo que refiere a la insistencia en la sencillez

de la palabra de Dios, el rechazo a las imágenes sagradas, de las ceremonias y de los

sacramentos, la negación a la divinidad de Cristo, su adhesión a una religión basada en las

obras, su crítica a la pomposidad eclesiástica. Los anabaptistas se extendieron por el norte y

centro de Italia y era muy común que los anabaptistas se reunieran en la casa de algún

curtidor o tejedor de lana a leer las Escrituras y hablar, por lo que plantea Guinzburg que es

Page 14: Analisis el queso y los gusanos

muy probable que el campesino protagonista de esta obra haya tenido contacto con este

grupo. Pero vale remarcar, que no necesariamente Menocchio haya sido un anabaptista.

Los inquisidores veían con asombro la opinión de Menocchio respecto a diferentes temas. Él

afirmaba que las mismas las eran independientes, que las había “sacado de su cerebro”.

Si algo es sabido es que Menocchio no creó este pensamiento de forma autónoma, sin ningun

tipo de influencia. Guinzburg en el libro detalla la forma en que Menocchio pudo tener

acceso a determinados libros que lo llevaron a la conformación de su pensamiento. Si bien no

se tiene una lista completa, como es lógico, de libros a los que el campesino pudo acceder, sí

hay una lista de libros que se encontraron en su vivienda cuando el vicario general mandó a

realizar una requisa a su casa. Los libros que allí se encontraron fueron la Biblia en lengua

vulgar, el Florilegio de la Biblia, Il Lucidario della Madonna (que Guinzburg lo identifica

con el Rosario della gloriosa Vergine Maria, de dominico Alberto da Castello, reeditado en el

siglo XVI en varias oportunidades), Il Legendario de Santi, Historia de Giudicio, Il Cavallier

Zuanne de Mandavilla, Zampollo, Il Supllimento delle cronache, Lunario al modo di Italia

calculato composto nella citta di Pesaro dal eccmo. dottore Marino Camilo de Leonardis, el

Decamerón de Boccaccio, y quizás el que más llama la atención: el Corán.

Vale remarcar, que Guinzburg plantea que en la zona en que vivía Menocchio existía una

intensa circulación de libros entre los que se incluían mujeres y curas, lo que llamó la

atención del autor, de cómo en una pequeña aldea perdida en las colinas se leyese tanto. Aquí

podemos ver también cómo a través de la investigación de las ideas de este campesino,

derivó en una conclusión por parte del autor. Algo a destacar que plantea el autor, es el tamiz

que Menocchio interponía inconscientemente entre él y la página impresa: una tamiz que

pone de relieve ciertos pasajes y oculta otro. Plantea, Guinzburg, que en este tamiz nos remite

continuamente a una cultura distinta de la expresada por la página impresa: una cultura oral.

La mezcla de lo escrito en cada página que leía y cultura oral, era lo que formaba en la cabeza

de Menocchio una mezcla explosiva, a entender de Guinzburg.

Respecto a la relación con Dios, planteaba que era más importante la relación con el otro, con

el prójimo. Y el respeto al prójimo, era la esencia propia de la religión.

La capacidad autodidacta de Menocchio lo llevó a conocer el mundo más allá de su entorno,

donde se cree que a través de los libros tuvo contacto incluso con el islam, los turcos, los

hebreros, e incluso de la existencia de un país tan lejano como China. Esto lo hizo elevar su

capacidad de respeto respecto a los otros, y de tener la idea de que Dios no era solo el Dios de

los cristianos, sino que existía la posibilidad de un solo Dios para todas las religiones, el

Page 15: Analisis el queso y los gusanos

mismo Dios. Asumía que el era cristiano producto del lugar de dónde había nacido, pero no

por una convicción de que era la mejor religión de todas, ni la verdadera.

Volviendo a la cosmogonía de este campesino denominado Menocchio, en una segunda

interrogación el mismo plantea respecto al origen que:

“Yo he dicho que, por lo que yo pienso y creo, todo era un caos… y aquel

volumen poco a poco formó una masa, como se hace el queso con la leche,

y en él se formaron gusanos, y estos fueron los ángeles; y la santísima

majestad quiso que aquello fuese Dios y los ángeles; y entre aquel número

de ángeles también estaba Dios creado también él de aquella masa y al

mismo tiempo…”3

Guinzburg clarifica esta nueva cosmovisión que plantea Menocchio, afirmado que ahora la

secuencia se había reducido a la de queso-gusanos-hombres-Dios el más poderoso de los

hombres.

Como podemos ver el relato de Menocchio tiene una fuerte carga metafórica. Respecto a la

imagen de Dios tenia de él una imagen como de padre. Pero con la afirmación, plantea

Guinzburg, de que es menos importante amar a Dios que amar al prójimo, plantea la imagen

de un padre amante pero al margen de la vida de sus hijos. Para Menocchio, Dios

representaba la autoridad.

Tras varios días de interrogatorio y de prisión, Menoccho finalmente fue sentenciado a

prisión, en donde estuvo por casi dos años. Tras una carta por parte de su mujere e hijos a los

miembros del tribunal del Santo Oficio, finamente Menocchio fue liberado. Como condena

sustituya, fue enviado a la villa Montereale donde allí tenía que residir con prohibición de

alejarse. Debía confesarse periódicamente y llevar sobre sus ropas el “hábito” con la cruz,

símbolo de su infamia. Nótese la fuerte carga simbólica de este elemento, que condenaba a

Menocchio al rechazo popular, elemento que él mismo buscará esconder entre sus ropas

permanentemente.

Rápidamente Menocchio se reintegró a la vida en sociedad, donde pasó a ocupar lugares de

relevancia, dentro de la pequeña comunidad.

Sin embargo, pronto el Santo Oficio volvió a ocuparse de él producto de que de nuevo

aparecieron las denuncias en contra de él respecto a que volvió a hablar criticando duramente

la religión católica. Lego de su salida de la cárcel, Menocchio se quedo solo, su mujer fallece

al igual que su hijo más querido, por lo que se encontraba solo. Fue en 1599 que Menocchio

3 GUINZBURG, C. El queso y los gusanos. Pág. 122

Page 16: Analisis el queso y los gusanos

es de nuevo arrestado y encarcelado en Aviano, trasladado a Portogruaro. Sus dichos

criticando a los Evangelios, la divinidad de Dios, la imagen de María, entre otras cosas,

habían trascendido el pueblo. Allí es torturado para que confiese quiénes eran sus cómplices

respecto a lo que pensaba, cosa que Menocchio nunca hizo, argumentando que no lo

recordaba.

Menocchio finalmente fue ejecutado en la hoguera en el 1601. Como podemos ver,

Menoccquio junto con miles de hombres que han quedado en el anonimato es víctima de un

sistema de represión por parte de la Iglesia católica, en búsqueda de eliminar a aquellos

infieles. En un período complicado para la misma, donde se produce la reforma y la

contrarreforma. Allí se entremezclan varias concepciones y formas de actuar, particularmente

respecto a los infieles. El pensamiento de Menocchio no deja de ser algo particular, donde

Guinzburg lo plantea como en cierta manera basado en el raciocinio de la época. Aspecto que

merece especial destaque.

Finalmente, es interesante ver cómo a partir de este singular personaje, el autor logra realizar

un análisis de lo que sucedía en aquel período respecto a la forma de vivir tanto del

campesinado, la nobleza, la Iglesia. Cómo a través de sus declaraciones se reconstruye una

imagen de la Iglesia altamente poderosa pero también represiva. Es inimaginable cuantos

“Menocchios” perduran hasta hoy en el anonimato.