análisis formal comparativo de objetos diseñísticos

Dr. En H.A. Héctor P. Serrano Barquín M. En C. y T.E.M. Del Pilar A. Mora Castellano

M. En E.P. Ma. Gabriela Villar García L.D.I. Ma. Del Consuelo Espinosa Hernández

Análisis Formal Comparativo de

Objetos Diseñísticos.Investigación: Interacción de los diseños industrial

y arquitectónico en la consecución de la modernidad mexicana, 1950-1970.

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Análisis Formal Comparativo de Objetos Diseñísticos.

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ÍNDICE •Análisis formal comparativo de objetos diseñisticos

•Indice_________________________________________1

•Introduccion____________________________________3

•Desarrollo______________________________________5

•Bibliografía____________________________________18

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Investigación: Interacción entre los diseños industrial y arquitectónico en la consecución de la modernidad mexicana, 1950-1970. Clave 2449/2007Dr.en H.A. Hector P. Serrano BarquínM. en C y T. E. Ma. del Pilar A. Mora CantellanoM en E. P. Ma. Gabriela Villar GarcíaL.D.I. Ma. del Consuelo Espinosa Hernández

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INTRODUCCIÓNLa definición de valores para el análisis de los objetos diseñísticos, tiene su origen en los procesos evolutivos de los objetos, de acuerdo al contexto en el que se producen. A partir de la modernidad se incorpora el valor de cambio, que innegablemente se convierte en esta época en el valor preponderante para el desarrollo de los objetos.La modernidad, entendida como una corriente impulsora del conocimiento y del afán de servir a la sociedad con soluciones innovadoras surgió en primera instancia por la necesidad de encontrar en las cosas su lado funcional así como estético. De aquí se partió para generar objetos, productos y a su paso nuevos estilos de vida. En términos generales la modernidad ha sido el resultado de un basto transcurso histórico, que presentó tanto elementos de continuidad como de ruptura con los historicismos, esto quiere decir que su formación y consolidación se realizaron a través de un complejo proceso que duró siglos e implicó tanto acumulación de conocimientos, técnicas, riquezas en el diseño y producción, medios de acción, como la incursión de elementos nuevos: surgimiento de clases, de ideologías e instituciones que se gestaron, desarrollaron y fueron fortaleciéndose en medio de luchas y confrontaciones en el seno de la sociedad. Conceptualmente, la modernidad se define a partir del proceso social de construcción de actores sociales con la capacidad de actuar sobre el entorno con una visión racional, lo que da origen a una nueva sociedad, así se permitió la estructuración de la identidad a partir del surgimiento de la industria como el camino para la


camino para la configuración del entorno material, por medio de la utilización de los recursos aportados por la ciencia y la técnica, transformando bienes en productos a través del establecimiento de formas de explotación y apropiación de la naturaleza asistidas por la razón.


DESARROLLOEl concepto de Modernidad, por su parte, caracteriza toda una época histórica, el paulatino proceso de capitalización universal del planeta y la instauración y despliegue del primer sistema mundial de relaciones sociales. Es una época que se corresponde con el desarrollo de las fuerzas productivas, en la que este desarrollo se constituye en el principal signo de progreso y bienestar social, especialmente en la primera mitad del siglo XX.La Modernidad se caracteriza por ser autoreflexiva, para Giddens y Habermas, esto quiere decir, que la modernidad es el primer momento de la historia donde el conocimiento teórico, el conocimiento experto se retroalimenta sobre la sociedad para transformar, tanto a la sociedad como el conocimiento. La definición de lo moderno es, por un lado es una cuestión de temporalidad. Sin embargo, lo moderno, en términos de contenidos ideológicos, es independiente de una época concreta. Es un concepto sumamente ideológico de la civilización occidental asociada con una sociedad de clase media y consumista y un régimen de democracia como forma predominante de gobierno.

Con la industrialización, el aumento en la producción, así como de la población se generó la sociedad de consumo, esto tanto en países industrializados a finales del siglo XIX y en los países latinoamericanos, en términos generales, después de la tercera década del siglo XX. A partir de aquí surgió una mayor diversidad de productos y servicios así como de poder


de adquisición lo que hacia aún más indispensable el uso de la publicidad como elemento diferenciador. “Con la producción industrializada se crea un mercado de consumo en continuo ensanchamiento, esta a su vez crea el objeto de consumo, el modo de consumo y la tendencia de consumo” (Ferrer :236).

Consumir se convierte en algo más que comprar, es el acto por el que se busca o se define una identidad social. Un nivel de consumo produce un nivel de vida. Dentro de este nivel de vida van involucrados un sin número de factores que hacen creer que es lo mejor de acuerdo a sus metas, aspiraciones o paradigmas, que para el caso que ocupa esta investigación es la modernidad como modo de vida.

Este concepto de modernidad sugiere un movimiento hacia arriba y adelante, mientras que no moderno se refiere a un movimiento en otra dirección, la contraria o a una ausencia total de movimiento. Otra de las implicaciones es que el cambio se entiende como el resultado de un proceso que comenzó en algún momento del pasado. Ésta es la manera en que estamos acostumbrados a pensar en el contexto de la civilización occidental que abarca Europa y Estados Unidos. El concepto de modernidad es una construcción creada por el tipo de mentalidad que dio lugar a los conceptos de evolución, desarrollo, progreso, revolución, y a sus contrarios, como lo es el atraso. Por lo general la modernidad es entendida como un imperialismo occidental que tratan de adoptar los países mas atrasados. Al comienzo del siglo XX se vio la urgencia de generar masivamente productos


para satisfacer las necesidades de un mercado cada vez más amplio y exigente. Se requerían productos que pudieran ser adquiridos por cualquier persona, evitando así que circularan solamente en una clase social o élite reducida.

La demanda de más y mejores bienes impulsó y obligó a los talleres de arte y artesanías a convertirse en desarrolladores industriales, momento histórico que en México, se sitúa alrededor de los años cincuenta, del siglo pasado.

Durante esta década, se dio un suceso llamado el “Milagro económico mexicano” o también denominado “El Desarrollo Estabilizador” el cual se refiere a la modernización económica que México vivió desde la década de 1940; sin embargo, éste no se produjo espontáneamente, sino que fue el resultado de las acciones políticas, económicas y sociales de los hombres que llegaron al poder en 1920, que pretendían lograr; la estabilidad política, la institucionalización de la Revolución Mexicana, el nuevo clima para la implantación de esquemas modernizantes, derivó en múltiples respuestas, entre ellas las de diseño que, satisfacían las necesidades de la población que, anhelaba la vida urbana y las comodidades modernas, muy distantes a la realidad de un país rural que empezaba lentamente su proceso de industrialización.

En este contexto, el diseño publicitario tuvo un lugar dominante en la propagación de los paradigmas de la


modernidad internacional. De los años veintes a los cuarentas el diseño en México buscó innumerables formas de expresión y comunicación con los sectores de la población más permeables al nuevo consumismo; el lenguaje formal, ahora visto como tradicional y limitado, tendría que esperar a las décadas siguientes para profundizar en los contenidos menos obvios, más elaborados y con incidencia en temas como la semiótica. La publicidad vista desde todos sus medios como la televisión, la radio y la prensa ha constituido un factor determinante en la formación de la sociedad mexicana y en la configuración de estereotipos y paradigmas, ya que ha insertado en esta, factores de cambio en lo que se refiere principalmente al aspecto cultural.

El cambio social, las necesidades del nuevo sistema económico y el desarrollo técnico, aplicable a la creación y a la transmisión de mensajes, hacen posible que se configure la profesión publicitaria. Su posición en el mercado de los productos, los servicios y las ideas es la de un intermediario entre los anunciantes y sus públicos. Los anunciantes son cada vez más numerosos y grandes. Aquellos pequeños negocios van creciendo y el volumen de producción permite ampliar la oferta. Al tiempo, se diversifica la oferta para atender mejor las necesidades de los consumidores o para ganar la preferencia de otros nuevos.

La disposición permisiva que ha tenido el gobierno mexicano ha permitido a los medios hacer lo que más les resulte conveniente con lo que comunican hacia


de Lázaro Cárdenas y Manuel Ávila Camacho, hasta los inicios de los sesenta con Adolfo López Mateos, la prensa, el radio y posteriormente, la televisión, favorecieron la circulación de cierta publicidad que estuviese del lado del sistema y el empresariado protegido.

Cabe mencionar que esta oleada de publicidad estereotipada comenzó en nuestro país al entrar productos extranjeros que obviamente utilizaban como referencia modelos de su misma nacionalidad así como escenarios fuera del contexto mexicano lo que provoco esta tendencia a desear lo que no es propio, así como a idealizar y adaptar otras costumbres.

La modernidad que buscaba el gobierno pedía una transformación en el sector empresarial, ya que gran parte de los productos se fabricaban en seriespequeñas y con tecnologías atrasadas y artesanales que ya no satisfacían las necesidades de una población creciente y urbana fuertemente influenciada por la cultura estadounidense.

Por otra parte, en el ejercicio profesional arquitectónico, se difundía el imaginario de la modernidad, en su versión regional mediante obras paradigmáticas realizadas en el México de los cincuenta, como la Ciudad Universitaria y el Centro Médico del IMSS de la ciudad de México. En lo que respecta al Diseño Industrial, tal y como sucedió en otros países de América, el concepto


también se importó a México a partir de la teoría y la práctica de las escuelas europeas como la Bauhaus y la Escuela de Ulm (Salinas, 1992: 278). El desarrollo de esta actividad en forma profesional surgió de la necesidad del despegue económico en nuestro país, de alcanzar un incipiente crecimiento socioeconómico y de la organización social alimentada por el movimiento nacionalista que se fortaleció en la década de los cuarentas y que pugnaba por el desarrollo de la planta industrial mexicana, dando lugar al surgimiento de los primeros diseñadores industriales y profesionales interesados en promover esta nueva disciplina en el país.

Por otra parte, las décadas mencionadas contienen en sí mismas, hitos fundamentales en el devenir de estas carreras profesionales, la mencionada construcción de la ciudad universitaria de la UNAM, marcó la penetración de la modernidad hacia grandes grupos sociales del país, mientras que para fines de los sesenta, un primer esfuerzo público de integración multidisciplinaria —diseño industrial, diseño gráfico y arquitectura de alta calidad, entre otras disciplinas— que se propició con la organización y realización de la Olimpiada de 1968 en México, también constituyen un momento decisivo para estas carreras profesionales.

Una expresión particular de este tipo de participaciones multidisciplinarias se dio, al final del periodo de estudio establecido, con Pedro Ramírez Vázquez quien inició su carrera a fines de los cuarenta del siglo XX; adquirió prestigio profesional al finalizar los cincuenta,


diseños industriales en los sesenta, y, finalmente, se rodeó de destacados profesionales del diseño industrial, arquitectónico y urbanístico, así como de diseñadores gráficos, publicistas y desarrolladores de imagen, cuando inicia la coordinación del comité organizador de dicha Olimpiada.

Todos estos cambios e ideas se han generado por un sola razón, “el bienestar de la sociedad”, el hacer que todo sea cada vez mas equitativo para todos y generar productos que estén al alcance de todos, es así que se la industria ha logrado tener tanto éxito ya que genera lo que la sociedad requiere para que funcione adecuadamente, siguiendo los postulados de la modernidad.Por otra parte, tanto los estereotipos como los imaginarios sociales son formados dentro de una sociedad. En primer lugar los estereotipos se crean a partir de una clasificación de nuestra mente con respecto a una antecedente ya impuesto ya sean por la sociedad o por algún tipo de medio publicitario o masivo. Por otra parte los imaginarios sociales producen valores, las apreciaciones, los gustos, los ideales y las conductas de las personas que conforman una cultura.

Hay que mencionar que el imaginario no esta impuesto por la sociedad, sino que cada individuo participa inconscientemente primero para formar el imaginario individual, que luego se transforma en colectivo, en la medida que exista coincidencia valorativa entre las otras personas. Esta cobra forma


propia cuando se libera de las individualidades, y por lo tanto adquiere independencia respecto de los sujetos. El imaginario colectivo se constituye a partir de los discursos, las practicas sociales y los valores que circulan en una sociedad. El imaginario actúa como regulador de las conductas —adhesión o rechazo—, es cambiante, impreciso y contundente a la vez. Produce materialidad, es decir, produce efectos concretos sobre los sujetos y su vida.Por su histórica naturaleza dinámica, la modernidad innatamente globalizadora, y las inquietantes consecuencias de este fenómeno se combinan con su carácter reflexivo para configurar un universo de acontecimientos en el que los riesgos y los peligros adquieren un nuevo carácter. En las sociedades industrializadas sobre todo, pero también en cierto sentido en el mundo en general, hemos entrado en un período de alta modernidad que ha roto la seguridad de la tradición, y en lo que por mucho tiempo fue y ha sus postulados y conveniencias, dejando atrás los valores y el riesgo de la pérdida de identidad y de cultura mexicana. Cuando más autoritarios fueron los gobiernos, mayor control se dio tanto en la vigilancia y censura a los medios masivos de comunicación como en las mismas formas de publicidad, de los regímenes sido el dominio de Occidente. Muchos de los fenómenos frecuentemente denominados posmodernos verdaderamente conciernen a la experiencia de vivir en un mundo en el que presencia y ausencia se mezclan. La modernidad está inherentemente orientada al futuro. El crecimiento


exponencial del intercambio de mercancías, ideas, instituciones y personas que vemos hoy en día es parte de una tendencia histórica duradera. A lo largo de nuestra historia, el deseo de algo mejor y más grande nos ha motivado a extender nuestras mercancías y nuestras ideas a todo el mundo. La globalización en la comunicación se revela como una tendencia hacia el establecimiento de una cultura global. Mensajes masivos, uniformes, estandarizados son recibidos en el mismo momento por personas diferentes, en distintos lugares del mundo. Esto provoca que la función originaria de la comunicación social, la de transmitir los mensajes generados por miembros de una comunidad, se distorsione. Hoy los son generados y manipulados en un lugar ajeno, por personas ajenas y con intereses ajenos a la comunidad que los recibe.

Las sociedades modernas se encuentran permanentemente en comunicación; en ellas, los medios tienen el poder de conectar las partes dispersas en el todo, desempeñando un papel importante en la promoción cultural y la formación. Su acción aumenta en importancia por razón de los progresos técnicos, de la amplitud y la diversidad de la información transmitida.Para llevar a cabo un análisis formal comparativo multidisciplinario de objetos diseñados, es conveniente iniciarlo con parámetros que homologuen criterios y conceptos alrededor de las obras realizadas en el periodo de estudio. Estos aspectos comunes a las tres disciplinas diseñísticas –arquitectura, diseño gráfico y diseño industrial- se expresan gráficamente con la 13

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escala axiológica que se describe a continuación; los cuadros resultantes muestran tanto el mobiliario como el espacio arquitectónico que en varios casos han sido diseñados por el mismo autor presentándose dentro de una composición gráfica con elementos de la modernidad.

Según Llovet (1981) los objetos nacen sólo con un valor de uso, que se determina cómo el grado de utilidad que aquellos poseen en una sociedad específica, sin el cuestionamiento sobre la creación artificial de necesidades, que actualmente determina este concepto, ya que solo se satisface el requerimiento de uso a través del propio objeto. Además del valor estético, posteriormente se le incorpora al objeto el valor de signo con el que se encuentra fuertemente relacionado; como suele ser aceptado, en el valor estético se analizan las percepciones y sensaciones que él produce en el sujeto.

Para los análisis de los objetos industriales y arquitectónicos en este capítulo, se incorpora a los valores anteriores el de función, relacionado con la fase productiva del objeto, creando entonces una división compleja de los valores de un objeto, que permiten el análisis de éste en todos los aspectos que impacta en la relación hombre-objeto, dentro de la sociedad actual. Así entonces para las descripciones de los diseñadores en la modernidad se emplean las siguientes definiciones de valores, que se encuentran contenidas en los programas de diseño de las


licenciaturas de la facultad:

• Valor de función; Relación del objeto con sus componentes materiales, que incluyen los materiales que posibilitan su funcionamiento y acción de mecanismos, con una forma de producción de los mismos.• Valor de uso: Se refiere a la relación inmediata del objeto con el usuario en el sentido físico, esto es la relación ergonómica entre ellos.• Valor estético. Se refiere a la relación entre la percepción del sujeto y las sensaciones que causa el objeto en éste, desde luego permeadas por factores culturales en el sentido estético y semiótico.• Valor de cambio: Como ya se ha comentado es el último valor que se incorpora en la sociedad actual, y se refiere al valor del objeto en el mercado, esto su tratamiento como mercancía dentro de un determinado sistema económico.

Conclusiones:Es posible generar un espacio virtual donde los objetos diseñísticos puedan ser vividos, explicados, analizados y entendidos desde enfoques planteados en la diversidad.En ese contexto, se plantean a continuación cuadros que contienen los valores definidos y los criterios que hacen semejantes a diversas expresiones del diseño, en las que se pretende encontrar lenguajes y puntos de análisis comunes al diseño arquitectónico, gráfico e industrial.


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M. En Arq. Jorge Eduardo Valdés GarcésDirector

M. En A.P. Erika Rivera GutiérrezSubdirector Académico

M. En Ing. Jaime Zuazo FigueroaSubdirector Administrativo

Dr. Jesús E. de Hoyos MartínezCoordinador de Investigación y Posgrado

M. en Val. Xavier Gaytán ZepedaCoordinador de Planeación y Desarrollo.

L.D.G. Antonio González GarcíaCoordinador de Difusión Cultural

Arq. Felipe Conzuelo CaballeroCoordinador de Extensión y Vinculación

M. En D.E.. Elizabeth Ramírez PérezLicenciatura en Diseño Industrial

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