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AÑOS '20: MOVIMIENTOS SOCIO-POLÍTICOS EN EL PARAGUAY Y PROYECCIÓN POSTERIOR Víctor-jacinto Flecha En agosto de 1928 el Pdte. Eligio Ayala hacía entrega de la banda presidencial a José P. Guggiari, el líder de mayor carisma popular del Partido Liberal, quien fuera elegido para la presidencia de la República en las elecciones más limpias que se conocían, hace ese momento, en la historia paraguaya. Este hecho condensaba el momento más álgido del proyecto democrático desarrollado en los '20 por una "clase política" honesta y con pasión modernizante. Sin embargo, poco tiempo después, el gobierno de Guggiari se verá presionado; como nunca también en la historia paraguaya, por varios sectores protestatarios, que enarbolando consignas de reivindicación social y/o nacional (exigencia de la defensa nacional frente a la penetración del ejército boliviano en el chaco paraguayo) lograron sacudir las puertas del Estado. Estos movimientos llegaron a ganar mucha fuerza hacia 1930/ 1931, en que se sucedieron una serie de acontecimientos políticos de trascendencia para la propia supervivencia, no solo ya del gobierno, sino de la forma estatal existente en el Paraguay en aquél entonces. Frente a esta crisis social y política, en momentos de una inminente guerra internacional, el gobierno tomó una serie de medidas que significó de hecho la clausura del proceso iniciado en los primeros años de la década. Extraña paradoja la de este gobierno, nacido bajo signos consensuales democráticos, la de tener que clausurar dicho sistema frente a una catastrófica pérdida de consenso. Este fenómeno no puede explicarse sólo por la especial coyuntura política, sino más bien habría que buscar causales estructurales del Paraguay de entonces a través del análisis de los cambios gestados en toda la década del '20, sobre todo en lo que atañe a la relación entre la sociedad civil y el Estado. 1. El Paraguay de entonces En 1920 se cumplía 50 años del fin de la guerra de la Triple Alianza (1865- 1870) y aún el país no terminaba de recuperarse de su catastrófica derrota a pesar de que se evidenciaban algunos signos de reconstrucción demográfica y social. De una población calculada cerca de doscientas mil personas, en su mayoría niños y mujeres, en 1870, pasó a alrededor de 700 mil habitantes, cinco décadas después 1 /. Esta endeble recuperación demográfica evidenciaba también la no constitución de un mercado interno integrado y que el Paraguay seguía siendo un país sumamente atrasado, con estructuras económicas y políticas sin grandes variantes desde el fin de la guerra. El sistema político, a pesar de las declaraciones programáticas liberales de la Constitución Nacional de 1870, era caudillista (forma de dominación que fuera inaugurada por la clase política post-bélica casi medio siglo atrás). Infinidad de golpes de Estado, sublevaciones militares y guerras civiles dieron la tónica a la época y configuraron las maneras más comunes de recambio gubernamental. Ya en este siglo, después de una caótica y sangrienta situación política (1908-1912) en que se sucedieron 7 Presidentes de la República, debido a múltiples enfrentamientos armados de los 1 / Ministerio de Hacienda. Dirección General de Estadística y Censos. Boletín Estadístico del Paraguay (enero-marzo 1957) Nº 1 p. 12

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AÑOS '20: MOVIMIENTOS SOCIO-POLÍTICOS EN EL PARAGUAY Y PROYECCIÓN POSTERIOR Víctor-jacinto Flecha En agosto de 1928 el Pdte. Eligio Ayala hacía entrega de la banda presidencial a José P. Guggiari, el líder de mayor carisma popular del Partido Liberal, quien fuera elegido para la presidencia de la República en las elecciones más limpias que se conocían, hace ese momento, en la historia paraguaya. Este hecho condensaba el momento más álgido del proyecto democrático desarrollado en los '20 por una "clase política" honesta y con pasión modernizante. Sin embargo, poco tiempo después, el gobierno de Guggiari se verá presionado; como nunca también en la historia paraguaya, por varios sectores protestatarios, que enarbolando consignas de reivindicación social y/o nacional (exigencia de la defensa nacional frente a la penetración del ejército boliviano en el chaco paraguayo) lograron sacudir las puertas del Estado. Estos movimientos llegaron a ganar mucha fuerza hacia 1930/ 1931, en que se sucedieron una serie de acontecimientos políticos de trascendencia para la propia supervivencia, no solo ya del gobierno, sino de la forma estatal existente en el Paraguay en aquél entonces. Frente a esta crisis social y política, en momentos de una inminente guerra internacional, el gobierno tomó una serie de medidas que significó de hecho la clausura del proceso iniciado en los primeros años de la década. Extraña paradoja la de este gobierno, nacido bajo signos consensuales democráticos, la de tener que clausurar dicho sistema frente a una catastrófica pérdida de consenso. Este fenómeno no puede explicarse sólo por la especial coyuntura política, sino más bien habría que buscar causales estructurales del Paraguay de entonces a través del análisis de los cambios gestados en toda la década del '20, sobre todo en lo que atañe a la relación entre la sociedad civil y el Estado.

1. El Paraguay de entonces En 1920 se cumplía 50 años del fin de la guerra de la Triple Alianza (1865- 1870) y aún el país no terminaba de recuperarse de su catastrófica derrota a pesar de que se evidenciaban algunos signos de reconstrucción demográfica y social. De una población calculada cerca de doscientas mil personas, en su mayoría niños y mujeres, en 1870, pasó a alrededor de 700 mil habitantes, cinco décadas después1/. Esta endeble recuperación demográfica evidenciaba también la no constitución de un mercado interno integrado y que el Paraguay seguía siendo un país sumamente atrasado, con estructuras económicas y políticas sin grandes variantes desde el fin de la guerra. El sistema político, a pesar de las declaraciones programáticas liberales de la Constitución Nacional de 1870, era caudillista (forma de dominación que fuera inaugurada por la clase política post-bélica casi medio siglo atrás). Infinidad de golpes de Estado, sublevaciones militares y guerras civiles dieron la tónica a la época y configuraron las maneras más comunes de recambio gubernamental. Ya en este siglo, después de una caótica y sangrienta situación política (1908-1912) en que se sucedieron 7 Presidentes de la República, debido a múltiples enfrentamientos armados de los

1/ Ministerio de Hacienda. Dirección General de Estadística y Censos. Boletín Estadístico del Paraguay (enero-marzo 1957) Nº 1 p. 12

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sectores partidarios -conflictos alentados por capitales extranjeros en más de una vez 2, asumió en 1912 la presidencia Eduardo Schaerer (1873-1941), jefe del Partido Radical. El nuevo presidente logró inaugurar una etapa más tranquila de la política paraguaya hasta 1920. Este logro se debió en parte al impacto de la primera guerra mundial sobre el país: a) crecimiento de las exportaciones y b) implementación de varios proyectos industriales que de alguna manera agilizaron la estructura económico-social. 2 Tradición/Innovación Hacia fines de la década del '10 irrumpía en el escenario nacional una pléyade de jóvenes, pertenecientes al partido oficialista que recusaba la forma tradicional de hacer política: el caudillismo. Prontamente este grupo se transformaría en una nueva corriente del Partido Liberal Radical. Se conformaron, entonces, dos sectores bien diferenciados, uno dirigido por el caudillo Eduardo Schaerer, quien ejerció en toda la década de los años diez una irrefutable hegemonía partidaria -se había enriquecido desde puestos públicos como el de Director de Aduanas, Intendente Municipal de Asunción y/o el de Presidente de la República 3/, y el otro, dirigido por el prestigioso intelectual Manuel Gondra (1871-1927), líder de la juventud con deseos de cambios. Este último, ganó y asumió la Presidencia de la República en 1920. Un año después un golpe militar, manipulado por Schaerer, lo volvió a dejar fuera del cargo4. El prestigio de Gondra impopularizó al golpe y los golpistas se vieron obligados a buscar una alternativa creíble, entoncesa tuvieron que elegir como presidente de la República en reemplazo de Gondra a alguién que no pertenececía precisamente al grupo sublevado. Forzados por las circunstancias eligieron como presidente a Eusebio Ayala (1875-1942) economista formado en Francia y próspero empresario moderno, quien pertenecía al mismo partido pero que mantenía una posición equidistante de las dos fuerzas en pugna. Ayala inauguró una política independiente y buscó encaminar al país hacia la modernidad, siguiendo de ese modo la política implementada por Gondra. Schaerer, desde la presidencia del Senado, no podía soportar la política de Eusebio Ayala y sobre todo que se pusiera en dudas su hegemonía total. A efectos de recuperar, a cualquier precio, su poder absoluto amenazado, comenzó a levantar la candidatura presidencial de un militar totalmente adicto a él, el Cnel. Adolfo Chirife. Después movilizando a sus partidarios logró hacer aprobar por el Congreso un "Llamado a Elecciones" para Presidente y vicepresidente de la República- Ayala vetó la Ley, el 22 de mayo de 1922, aduciendo que el clima político no se prestaba para unas elecciones. Schaerer y sus partidarios hicieron un llamado al ejército "...depositario de las glorias tradicionales de los valores cívicos... (para que)... concurran con las fuerzas que dispone a hacer cumplir en estos momentos de solemne expectativa para la Patria, las decisiones del Congreso..." 5/. Con este llamado al ejército, que respondía a Schaerer, una guerra civil asolaría 2/ Ver Herken, Juan Carlos. ferrocarriles, Conspiraciones y negocios en el Paraguay -1910/1914-, Arte Nuevo Editores, Asunción, 1984. 200 p.

3/ Freire Esteves, Gómez. Historia Contemporánea del Paraguay (1869/1920). Ed. Fábrica de Fósforos, Buenos Aires, 1921. 140 p. Herken, Juan Carlos. "Políticos, Empresarios y Financistas en el Paraguay, 1907/1920" en JAHRBUCH für Geschichte von Staat Wirtschaft un Gesellscha Lateinamerika. p. 423/455.

4. Manuel Gondra, fue elegido presidente en 1910 y derrocado al poco tiempo por un golpe militar. Es la vez fue la segunda presidencia y también es obligado a abandonar el cargo debido a intentonas de fuerzas.

5/ Congreso de la Nación. "Al Ejército de la Nación". Documento transcripto en De los Santos, Tomás. La Revolución de 1922. tomo I. El Lector, Asunción 1984, Primera edición 1923.

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de nuevo al Paraguay. 3. Guerra Civil 1922/1923. Fin del Ejército caudillista El 27 de mayo de 1922 se sublevaron, al llamado del Congreso, tres Zonas Militares, la de Paraguarí, al mando del Cnel. Adolfo Chirife, la de Encarnación, al mando del Cnel. Pedro Mendoza y la de Concepción, bajo las órdenes del Tte. Cnel. Francisco Brizuela, uniéndose a ellos Schaerer y sus partidarios. El día 29 el Pdte. Eusebio Ayala intentó frenar la sublevación levantando el veto, pero ya fue tarde. El 9 de junio las fuerzas rebeldes invaden la capital. El gobierno, con escasa fuerza, compuesta por la Policía de la Capital, la Marina y los cadetes de la Escuela Militar, tuvo que pactar con la poderosa Liga de Obreros Marítimos (LOM) quien bajo la dirección de los militares defendió la capital. Miembros de otros sindicatos también se sumaron, apoyando al gobierno. De esta forma se inició la última guerra civil caudillesca y la más larga de toda la historia política paraguaya, 14 meses, que sólo el 9 de Julio de 1923, en un segundo ataque a la capital, finalizará con la derrota de los insurgentes, después de haber abarcado casi todo el país. Esta derrota del ejército tradicional caudillista, -es decir un ejército que no era nacional sino particularista, en el sentido de no responder a una estructura determinada sino a las órdenes de un caudillo- será el hecho más importante de toda la década de los años veinte 6/. Y su significación fundamental radicó en que las FF.AA. hayan sido derrotadas por fuerzas conformadas por civiles en su mayoría. Esto permitirá al sector modernizante y democrático del radicalismo implementar un proyecto de renovación política, en el que la transformación del ejército será fundamental. 4 Eligio Ayala: el artífice de la modernidad En plena guerra civil, el 11 de abril de 1923, renunció el Pdte. Eusebio Ayala siendo nombrado como su sucesor, al entonces Ministro de Hacienda: Eligio Ayala (1888-1930), el hombre que "sintetizaba en su personalidad el afán constructivo del liberalismo de 1920 al 30" 7/, cuyo liderazgo en la modernización de la estructura del Estado y la práctica política marcó toda la década. Había participado en todas las revueltas del liberalismo desde 1904 hasta 1912, año en que viajó a Europa en misión de estudios. Manuel Gondra, cuando fue elegido, en 1920, Pdte. de la República, lo hizo llamar del viejo continente para encargarle el Ministerio de Hacienda. "...político de programa, de sistema doctrinario..." 8/ y, según versiones no confirmadas, interlocutor de Lenin en Suiza. Hombre de temperamento "irascible y polémico (...) había puesto freno a la beligerancia entre las facciones. Con revólver y la Constitución sobre la mesa de su despacho desafiaba a sus adversarios" 9/.

6/ Seiferheld, Alfredo. "Prólogo", ibidem.

7/ Centurión, Carlos R. Historia de la Cultura Paraguaya. Biblioteca Ortiz Guerrero, Asunción 1961, tomo II.

8/ Ibidem

9/ Díaz de Arce, Omar. "El Paraguay Contemporáneo", en América Latina: Historia del Medio Siglo. Ed. Siglo XXI, México, 1979, p. 336.

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Durante su gobierno provisional se realizaron elecciones, 30 de setiembre de 1923, para la renovación del poder legislativo con la presentación del Partido Socialista. Según fuentes obreras, el líder de dicho partido, Rufino Recalde Milesi, obtuvo una banca pero la oposición de los parlamentarios liberales no les dejo ocupar la misma10. La verdad es que este partido tuvo muy pocos votos, sobre todo en Asunción y en Concepción. Sin embargo la Ley Electoral vigente, 1916, permitía que la primera minoría obtuviera el 25 % de las bancas por lo tanto cuando solo se presentaron para las elecciones el partido liberal y el socialista, éste debía ocupar ese porcentaje. Pero los camaristas liberales no admitieron la ocupación de bancas por parte de este partido11. Resulta interesante como dato, por un lado, este sector había emitido un Manifiesta defendiendo la institucionalidad de la República y había colaborado con la defensa de Asunción, sin embargo, en este caso el sector oficialista no podía soportar la presencia de un representante obrero en el Parlamento y por el otro, que este mismo Parlamento daría muchas medidas positivas hacia el movimiento obrero. A inicios de 1924, Eligio Ayala es ungido candidato a la primera magistratura para las próximas elecciones presidenciales, por el partido Radical, razón por la cual renunció a su cargo provisional, el 17 de marzo de 1924. Salió vencedor en las elecciones presidenciales y asumió el gobierno constitucional el 15 de agosto del mismo año. Será uno de los pocos civiles que terminaría su mandato (1924-1928) sin incidentes golpistas. Con su gobierno es como si de pronto el Estado transitara una suerte de camino hacia el cumplimiento de su función esencial: la de ser atmósfera de la reproducción social. Se inició una especie de racionalización del Estado, se sanearon las finanzas, se equilibró el presupuesto, se amplío el sistema educacional, se crearon infraestructuras viales y se dio un proceso de democratización política. Desde 1924 al 28 no fue proclamado el "Estado de Sitio", medida muy frecuente anterior y posteriormente en la historia del país. Este gobierno fue el primero en intentar la conjunción de la matriz ideológica constitucional con la práctica política, un serio intento de instaurar un proceso democrático en funcionamiento. Pero su sucesor, José P. Guggiari (1884-1957), se vio presionado constantemente por movilizaciones obreras, campesinas y estudiantiles -cuyas organizaciones se habían fortalecido bajo el gobierno anterior-, las que además de defender sus derechos específicos corporativos, levantaban la bandera. de la defensa nacional contra la penetración boliviana en el Chaco. El gobierno de Guggiari -1928/1932- se enfrentó a estas manifestaciones con medidas antidemocráticas, como la de la represión y la del "Estado de Sitio". No logró entender los cambios habidos en la sociedad civil y que el mecanismo tradicional de asentamiento del poder estaba en declive. El debía responder a los reclamos de un vasto conjunto de sectores sociales:

10. Rufino Recalde Milesi. Informe Inédito presentado por Rufino Recalde Milesi a la Internacional sindical Roja, en Moscú en 1930. Este material lo consultamos en 1983, en Méjico. Contábamos una fotocopia del archivo y libro de Gaona, posterioremnte publicado por RP ediciones. En la citda edición. Gaona Francisco, Introducción a la Historia Gremial y Social del Paraguay, tomo II., Asunción, 1987, se reproduce como apéndice en la página 172.

11. Rivarola Milda, Partido socialista Paraguayo (1914-1928), Revista Paraguaya de Sociología, Nº. ..., Asunción, 19..., pág. Esta historiadora aporta nuevos datos sobre estas elecciones y el Partido utilizando fuentes de la Correspondencia Política francesa de la época.

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profesionales, empleados, artesanos; así como a una clase obrera y a un empresariado industrial en proceso de conformación, quienes se habían fortalecido en los últimos años. Para hacerlo, debía hacer que el Estado se despojara de sus atributos corporativos y de "universalizar sus funciones" en el sentido de recoger los intereses del conjunto de la clase dominante y también las aspiraciones de las clases subalternas. Este podría haber sido el único camino para lograr la efectiva modernización del Estado y asegurar la continuidad de la democracia. II 1. Modernización del Estado La situación del país después de la guerra civil "se hallaba, dice Alfredo Seiferheld, próxima de la bancarrota económica. La anarquía en el campo y las ciudades asumía ribetes dramáticos. Miles de agricultores se habían ocultado, abandonando sus cultivos; (...). Las pocas industrias semi-paralizadas (...) los estudios secundarios y universitarios truncos, las arcas fiscales vacías, las emisiones inconvertibles..." 12/. Frente a esta situación, el gobierno de Eligio Ayala, declara la amnistía general para los participantes civiles de la guerra con el claro intento de pacificar el país. Tarea no fácil, en tanto que la lucha abarcó casi todo el territorio, con la consabida exacerbación de los odios. Pero aún así y a pesar de la situación económica social descrita, el gobierno propugna una irrestricta libertad de prensa y la participación de todos los sectores políticos en la administración pública. En el plano económico, propiamente dicho, el gobierno se abocó a la solución de dos problemas fundamentales: la estabilidad monetaria y la racionalización del presupuesto del Estado. En el primer caso, la base del sistema monetario se hallaba contenida en la Ley del 4 de Julio de 1885, en la que la moneda paraguaya dependía exclusivamente de la moneda argentina. Las oscilaciones cambiarias, las más de las veces, se manejaban de acuerdo con las conveniencias de las grandes casas importadoras-exportadoras de Asunción, quienes a su vez estaban fuertemente entrelazadas con los Bancos que funcionaban en el país 13/. "...una pandilla de sobrada audacia y menguados escrúpulos, adueñada de la bolsa de valores, influía sobre la economía" 14/. Además un banco extranjero -Banco de la República- estaba autorizado a emitir billetes y ser el único gestor financiero estatal. Eligio Ayala, refuerza la Oficina de Cambios, creada en 1916, con nuevas funciones, entre ellas la de emitir billetes para compra de monedas extranjeras basadas en el patrón oro. Al mismo tiempo se obligaba a las casas exportadoras de la venta de las divisas obtenidas en el exterior, a la Oficina de Cambios, con esta medida se logró acumular y crear una importante reserva monetaria sana. Por otro lado, a esta acumulación contribuyó el auge de las exportaciones algodoneras de esos años. Se logró suprimir las emisiones inorgánicas de monedas, es decir monedas que no estuvieran respaldadas, obteniéndose la estabilización del peso paraguayo, desde 1923 a 1932. En el segundo caso: además de las emisiones inorgánicas, a las que todos los gobiernos 12/ Seiferheld, Alfredo. Economía y Petróleo durante la Guerra. El Lector, Asunción, 1983. p. 20

13/ Rivarola Paoli, Juan Bautista. Historia Monetaria del Paraguay, El Gráfico, Asunción 1982, 600p. Cuarta Parte Cap. I pp. 299/320.

14/ Bray, Arturo. Hombres y Épocas del Paraguay. Ed. Nizza, Bs. As. 1957, Libro I., p. 152

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posteriores a la Guerra de la Triple Alianza echaban mano para solucionar los problemas económicos del aparato gubernamental, se violaba constantemente el presupuesto estatal. Los empleados públicos tenían normalmente meses de atraso en el pago de sus sueldos y las más de las veces quedaban impagos por los cambios de gobierno. La reestructuración y modernización del sistema de impuestos, por un lado y el fiel cumplimiento del presupuesto estatal, por el otro, permitió al estado la solución de su crónico déficit. Con ello se logró la modernización del aparato estatal, el pago de las deudas externas e internas, elevación del número de escuelas y la ampliación de la población escolar, que de 70.523 en 1919 pasó a 100.000 alumnos en 1927 15/, y la ampliación de la infraestructura vial, centralizando de alguna forma el país. En el plano militar, la derrota de la mayoría del ejército por fuerzas en gran parte civiles, permitió al estado la reestructuración de sus fuerzas armadas modernizándolas y profesionalizándolas. Para ello se contrató la misión militar francesa y se envió a varios oficiales a hacer estudios al exterior. Se suele afirmar dentro de la historiografía clásica y contemporánea paraguaya que el poder militar siempre dominó al poder civil desde 1870. Al plantearse esto, nunca se tiene en cuenta el tipo de fuerzas armadas que existió en el Paraguay. El ejército siempre estuvo conformado por los caudillos de turno, quienes utilizaron estas fuerzas para imponer su voluntad. La historia concreta permite demostrar que los caudillos civiles constituían el ejército de acuerdo con sus conveniencias. Nuestro ejército antes de la Guerra Civil de 1922/1923 nunca fue un ejército nacional, en el pleno sentido de la palabra. La labor del gobierno de Eligio Ayala, a través de su Ministro de Guerra, Gustavo Riart, es justamente crear un nuevo tipo de ejército, en que la profesionalidad sea la base de los ascensos y que estuviera apartado de la política. La reapertura de la carrera militar, el envío de becarios a academias extranjeras y la compra de armamentos modernos, permitió, posteriormente, la conformación del ejército que combatió en la guerra del Chaco. En el plano político, esta transformación del ejército permitió la tranquilidad pública, sin golpes de estado, hasta después de la terminación de la guerra del Chaco, una década después. 2. El Auge de las exportaciones y la dinamización de la sociedad. A pesar de que el Paraguay era un país agroexportador, ni las variaciones de los precios de sus productos en el mercado mundial ni los auges y depresiones de la economía internacional impactaban en forma directa a la sociedad paraguaya en su conjunto, sino pura y exclusivamente al sector emparentado con la economía externa, como eran los casos de los frigoríficos, la explotación yerbatera o taninera, o a lo sumo al sector capitalista de esta economía multiestructural 16/. Por ello resultó novedoso que el auge de las exportaciones paraguayas, posterior a 1923, viniera en cierta forma a dinamizar la economía nacional.

BALANZA COMERCIAL DEL PARAGUAY Años Importaciones Exportaciones Saldo 1916* 7,020 8,851 1,831

15/ Miranda, Aníbal. Apuntes sobre el Desarrollo Paraguayo, Cromos S.R.L.., Asunción 1979, Vol. I, p. 177.

16/ Ibidem, p. 156/157

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1923** 8,571 12,471 3,900 1925** 17,652 15,666 - 1,986 1926** 12,205 15,497 3,292 1927** 11,977 14,282 2,304 Fuentes: (*) Dirección General de Estadística. Anuario Estadístico 1917. Asunción, Imprenta Nacional, 1922, p.5. (**) Ministerio de Hacienda. Memoria correspondiente al año 1927. Asunción, 1928, p. 54. Al observar el cuadro comprobamos que de 1916 a 1923, se produce un aumento de casi el 40% en nuestras exportaciones. Es un procentaje alto, sobre todo si tenemos en cuenta que en 1916 ya era de los años de la Primera Guerra Mundial, durante los cuales Paraguay aumentó considerablemente su exportación. Sin embargo, este repunto no impactó en absoluto con una dinamización de nuestra economía; hasta 1923 en que se da un auge en la exportación del algodón. Eligio Ayala, refiriéndose al problema dice: "...Los negocios estaban paralizados, la gran masa de papel moneda apenas circulaba perezosamente. En este Estado se produjo un fenómeno imprevisto como inesperado: el precio del algodón subió bruscamente a un nivel muy alto...(esto)...produjo toda una revolución económica, una vasta crisis de prosperidad para nosotros..." 17/ (Subrayado nuestro, VjF). No hemos podido hallar estadísticas pormenorizadas sobre la canasta de exportación paraguaya en los años de la década del 1920, como para hacer comparaciones. Pero al parecer la tendencia se mantuvo en todo ese período. Inclusive se observa que a finales de la década se producen disminuciones en varios rubros de las exportaciones paraguayas, mientras el algodón sigue ne aumento. EXPORTACIONES Productos 1928 1929 1930 madera 5,8 1,4 1,0 carne conservada 5,3 4,5 3,5 extr. quebracho 57,8 - 41,3 algodón 2,4 - 3,5 Fuente Elaborado a base de datos del Ministerio de Hacienda. Memora correspondiente al año 1930. Asunción, Imprenta Nacional, 1931, pp. 12-13. Es fácil imaginarse lo que significó para la estructura económica y social paraguaya, que por primera vez sentía un impacto externo dinamizador de su economía (hasta el punto de que se hable de una "crisis de prosperidad"). Por un lado, esto nos grafica la economía de subsistencia de la gran mayoría de las masas campesinas y, por el otro, el dominio de las empresas extranjeras sobre los sectores de producción exportable del país.

17/ Ayala Eligio. Mensaje Presidencial. Abril 1925. Citado por Rivarola Paoli, historia Monetaria del Paraguay., Asunción, 1982, pp. 307.

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El auge de las exportaciones de algodón incidió indudablemente sobre la sociedad paraguaya, y no sólo en el plano económico, sinbo fue un punto desencadenante de otras contradicciones, como el sistema caudillista en el campo, la paralización de los enganches que hacían las empresas yerbateras y tanineras del norte y Alto Paraná dentro del campesinado, y el aumento del consumo industrial en las zonas rurales. Todo ello agudizaría, en cierta manera, la lucha por la tierra. Para tener una caval idea de este proceso se debe tener en cuenta que el cultivo del algodón es en el Paraguay, tradicionalmente y hasta hoy día, una actividad correspondiente al pequeño agricultor. Al ampliarse la demanda de productos para el mercado, muchos de los cultivadores que sólo habían producido para su subsistencia, pasaron automáticamente a integrar el mercado. Debido al hecho mismo del reducido tamaño de sus parcelas y sus métodos sumamente primitivos de cultivo, la ampliación de la producción algodonera necesariamente debía darse sobre la base de una ampliación de la frontera agrícola o por lo menos una extensión de la frontera del cultivo del algodón. Ahora bien, el fenómeno de la ampliación trajo aparejado una agudización del problema de la tenencia de la tierra. "Solo el 5,8% de la población paraguaya participaba de la propiedad inmobiliaria y cerca del 70% de los agricultores ocupaban y trabajaban tierras ajenas." 18 PARAGUAY: DISTRIBUCION DE LA TIERRA A PRINCIPIOS DE LA DECADA DE 1920. 19/ Extensión Nº de unidades Superficie total (hectáreas) (hectáreas) 0 - 50 38,211 301,718 51 y más 136 15.348,008 El cuadro anterior ya señala la gravedad de la contradicción latifundio-minifundio en el Paraguay a principios de la década del 1920. Hasta un informe oficial reconocía que: "La mala distribución de la propiedad inmueble, la hipertrofiada expansión de la

ganadería extensiva, sin mercado amplio, la carencia de vías de comunicación y de transporte, asfixian la agricultural..." 20/

Esta situación no pudo más que resultar conflictiva. El propio Partido Liberal tovo que nombrar, en 1924, una comisión especial para estudiar el problema; la solución que encontró dicha comisión consistió en "un sistema agrario más favorable a la producción agrícola, en que coexistan las vastas haciendas y las pequeñas propiedades" 21/ (subrayado mío VJF). Con ella, el Partido Liberal ni siquiera buscaba frenar la "hipertrofiada expansión de la ganadería extensiva" sino que abogaba en pro del traspaso de tierras estatales en favor de los agricultores. De esta forma, defendía los intereses latifundistas. 18/ Revista Internacional de Instituciones Económicas y sociales, publ. por el Instituto Internacional de Agricultura de Roma. Año IV, Nº 2, Abril-Junio, 1926. Citado por Pastore, Carlos, op. cit., p. 299.

19/ Ibidem.

20/ Ministerio de Hacienda. Memoria del año fiscal 1921. Asunción, Imprenta Nacional, 1922., p. 8.

21/ Citado por Pastore, Carlos, oip. cit., pp 300-301.

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Solo en 1926 el Congreso terminó por aprobar la "Ley de creación, fomento y conservación de la pequeña propiedad agropecuaria", la que por primera vez menciona, en uno de sus artículos, la expropiación de tierras por el Estado bajo compensación de permuta, a fin de ser distribuidas entre los agricultores sin propiedad. Los lotes fueron fijados entre 6 y 20 hectáreas que "tuviera capacidad productiva para proveer a la subsistencia normal de una familia" 22/. Con esta ley, el Estado buscó aplacar el problema fundamental interno que estaba trabando el desarrollo nacional: el del latifundio minifundio, y sobre todo acallar las protestas de la masa campesina. Pero al contrario de lo que el Estado buscaba con esta leyes, la lucha por la tierra fue aumentando, sobre todo a fines de la década del 20. Al unísono con este proceso también se estaba produciendo una incipiente industrialización. Las industrias azucareras, textiles, nuevos frigoríficos se afincaban en el país. TAmbién surgían otras industrias menores. Las ramas azucarera y textil eran financiadas por el capital nacional. Esta incipiente industrialización -que a futuro habría de dimensionarse con mayor precisión- alimentó las expectativas, cabe suponerse, de aquel grupo social que se iba configurando alrededor de la manufactura nacional. En resumen, la expansión del cultivo del algodón y la incipiente industralización, era parte del proceso de "modernización" y de reforzamiento de una sociedad civil, que poco a poco cuestionaba el sistema de dominación oligárquico. Los sectores emergentes de estos procesos golpearían a las puertas del Estado. Este debería responder, de lo contrario sucumbir. "Las crisis surgen cuando la estructura de un sistema de sociedad admite menos posibilidades de resolver problemas que las requeridas para su conservación." 23/ Desde 1923 en adelante, hasta casi finales de la década, el auge de las exportaciones algodoneras impactó de forma muy brusca a grandes sectores de la sociedad. Un informe oficial de la época se refería al fenómeno de esta manera: "...Los negocios estaban paralizados, la gran masa de papel moneda apenas circulaba perezosamente. En este estado se produjo un fenómeno imprevisto como inesperado: el precio del algodón subió bruscamente a un nivel muy alto... (esto)...produjo toda una revolución económica, una vasta crisis de prosperidad..." 24/. Es fácil imaginarse lo que ello significó para la primitiva estructura económica y social paraguaya, que por primera vez sentía un impacto externo dinamizador de su economía (hasta el punto de que se hable de "una crisis de prosperidad"). El auge de las exportaciones algodoneras incidió sobre la ampliación del mercado interior (grandes masas campesinas ingresaron al "mercado dinerario") y ése fue el punto desencadenante de otros fenómenos socio-económicos (la crisis del sistema caudillista en el campo, la paralización de los enganches que hacían las empresas yerbateras y tanineras, el aumento del consumo industrial) que a la larga no podía sino resultar conflictivo para la sociedad política si no lograba solucionar el problema de la tenencia de la tierra. 22/ Ver Pastore, Carlos, op. cit., p. 301, y Miranda, Aníbal, op. cit, p. 179.

23/ Haberms, Jurgen. Problemas de Legitimación en el capitalismo tardío. Amorroutu editores. Buenos Aires, 1975, pp. 16.

24/ Ayala Eligio. Mensaje Presidencial, Abril 1925. Citado por Rivarola Paoli, op. cit., p. 307

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Para tener una cabal idea de este proceso se debe tener en cuenta que el cultivo de algodón es en el Paraguay, tradicionalmente y hasta hoy día, una actividad correspondiente al pequeño agricultor. Al ampliarse la demanda de productos para el mercado, muchos de los cultivadores que sólo habían producido para su subsistencia, pasaron automáticamente a integrar el mercado. El reducido tamaño de sus parcelas y los métodos primitivos de cultivo inhibían el aumento de la producción sobre la base de una explotación intensiva. De ahí que el problema de la tenencia de la tierra se manifestara en forma conflictiva, dándose por primera vez movimientos organizados de campesinos. Es importante anotar que "...solo el 5,8 % de la población paraguaya participaba de la propiedad inmobiliaria y cerca del 70% de los agricultores ocupaban y trabajaban tierras ajenas..." 25/. Al mismo tiempo que este proceso, también, se estaba produciendo una incipiente industrialización como la del azúcar o la reapertura de varios frigoríficos, que alimentaría las expectativas, cabe suponerse, de aquel grupo social que se iba configurando alrededor de la manufactura nacional y por el otro lado, el crecimiento de la clase obrera. Este último sector social estaba lejos todavía de constituirse en una clase homogénea, debido fundamentalmente al tipo de estructura sobre la que descansaba el país. Eran en su gran mayoría, obreros del sector terciario o de pequeñas industrias, a pesar del limitado crecimiento industrial que se había dado en los últimos años. Por otro lado, la mayor concentración obrera no era en Asunción sino en las lejanas industrias tanineras o saladeras del norte, muy alejadas por mucho tiempo de las organizaciones sindicales o políticas. Si bien es cierto, también, que las primeras organizaciones obreras paraguayas tenían sus orígenes en Asociaciones Mutuales, ya en el siglo pasado, pasando posteriormente a posiciones más combativas, esta vez bajo la influencia del anarquismo. En 1905 se conforma la "Federación Obrera Regional Paraguaya (anarco-sindicalista), reorganizada posteriormente en 1913, para luego transformarse en el "Centro Obrero RegionaL del Paraguay" en 1916. Por otra parte, en 1912 quedó fundada la "Unión Gremial del Paraguay" de tendencia socialista, que posteriormente intentará la conformación de un Partido Obrero. Esta central se transformará en la "Federación Obrera del Paraguay" (1916-1930). La existencia, casi antagónicas, de estas dos tendencias dentro del movimiento obrero dificultó enormemente la lucha reivindicativa. Los enfrentamientos entre ambas centrales llegaban hasta, como ocurrió más de una vez, a luchas armadas. La participación de la "Liga de Obreros Marítimos (independiente) en la defensa del gobierno de Eligio Ayala en la guerra civil, posibilitó de alguna forma que las organizaciones obreras tuvieran derecho a desarrollarse más libremente; La democracia política instaurada posteriormente de la guerra civil dio un gran empuje al movimiento obrero, tanto en el plano vertical como horizontal. También contribuyó al crecimiento de las organizaciones obreras el acercamiento de intelectuales progresistas, que siguiendo el ejemplo de Rafael Barrett se avecinaron a ellas, con una labor esclarecedora de la problemática obrera.

El auge de las Exportaciones y el problema de la Tierra.

3. La Renovación cultural. Nuevas ideologías en el espectro político.

25/ Revista Internacional de Instituciones Económicas y Sociales, publicada por el Instituto internacional de Agricultura de Roma. Año IV, Nº 2, Abril-Junio, 962. Citado por PASTORE, Carlos, Historia de la Lucha por la Tierra en el Paraguay, Editorial Antequera, 1972, p. 299.

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Durante los años '20 se abrirá en el Paraguay, un amplio cauce de renovación cultural. Dos corrientes del pensamiento influirán enormemente dentro del proceso, la de la Reforma Universitaria de Córdoba y la del nacionalismo. Existirá Como una interiorización de la realidad del país y se buscará conscientemente una salida a la misma. La libertad de prensa existente permitió, por otro lado, la multiplicación de periódicos y revistas, cada uno con criterios propios. El arte, la literatura, la música que hasta hacía poco se sumergían en gastadas escuelas parnasianas y copiaban todo lo que "llegaba de París", de pronto buscaron la recreación de todo lo "nacional". Viejos aires folclóricos diseminados a lo ancho del país son recuperados. Surge la literatura y el teatro en guaraní. Las revistillas con poesías, cuentos y artículos en ese idioma se imprimen por miles. De pronto la sociedad entera se sumerge en un magma nacionalista y por ende todos los movimientos políticos también se impregnaron de ella, aun cuando para cada uno la connotación sea diferente. La "Liga Nacional Independiente", fundada recién en 1928, pero que como movimiento estuvo presente desde principios del '20, afincaba su lucha antioligárquica precisamente basado en un nacionalismo burgués exclusivista. Desde el diario "la Nación", fundado en 1925, postulaba la reivindicación de los héroes del "Estado Nacional" (1814-1870), la intervención del estado en la vida económica, la justicia social y la defensa de los intereses del campesinado. "Este fue un movimiento reformista burgués que atrajo a la élite intelectual, nacida bajo la efervescencia política de esos años..." 26/. Natalicio González toma el nacionalismo desde un punto de vista racial y con contenidos fascistoides, de ultra derecha; crea un movimiento dentro del Partido Colorado. Un sector "socializante" del partido liberal postulaba una profundización de la democracia hacia una sociedad de distribución de la riqueza más justa. También por esa época aparece el marxismo. Se funda el Partido Comunista en 1924, pero no logra continuidad sino sólo después de 1928. Ninguno de los sectores políticos supo interrelacionar, por esa época, el nacionalismo insurgente y la "cuestión social". El nacionalismo entretejió a la sociedad civil mientras que la cuestión social permaneció exiliada en los estrechos marcos corporatistas 27/.

III 1. Movimientos sociales versus Estado. Los múltiples nuevos fenómenos surgidos en la sociedad paraguaya desde los inicios de los '20, desencadena procesos cuya concatenación parecen llegar a desembocar en una efervescencia reclamando cambios aún mucho más profundos para la organización social y estatal, hacia los últimos años de la década. La democracia política y su práctica fortalecieron a las organizaciones socio-políticas 26/ Miranda, Aníbal, op.cit.

27/ Flecha, Víctor-jacinto. "La Guerra del Chaco y su Impacto en la Sociedad y el Estado paraguayos" en Memoria IV Encuentro de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (AGHILAC), 1984.

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existentes y a las que surgieron durante el proceso. Aquí veremos los conflictos entre las movilizaciones sociales y el estado. Las organizaciones obreras venían demostrando una tendencia unitaria, a pesar de los enfrentamientos todavía existentes entre las; das centrales sindicales: La "Unión Obrera del Paraguay", de orientación socialista, y el "Centro Obrero Regional", de tendencia anarquista 28/. En 1927, ambas centrales desencadenan paros obreros y organizan concentraciones masivas en solidaridad con Sacco y Vanzetti. Al año siguiente, el movimiento obrero logra unificarse con el movimiento estudiantil. Como consecuencia, el 11 de abril de 1928, queda fundada la Universidad Popular a cuya inauguración asisten representantes de las dos centrales de trabajadores. En junio, las dos centrales declaran huelgas frente a las arbitrariedades cometidas por "los caudillos, la Iglesia y los terratenientes en contra de la "Sociedad de Campesinos" de varias zonas del país 29/. Desde este año las movilizaciones serán obrero-estudiantiles y abarcarán distintos puntos del país, rompiéndose de esa manera el "centralismo" de la capital, por una parte, y por la otra, facilitará "la comunicación" de éstas con las organizaciones campesinas. Desde febrero hasta mayo de 1929, los estudiantes y obreros organizan concentraciones diarias en la Plaza Independencia de la capital, responsabilizando del atraso del país al gobierno y a la clase "retrógrada del latifundismo y el capital extranjero" aliados a aquél. La protesta mayor de estas concentraciones, se refería a la "inhumana condición del trabajador en las empresas yerbateras y tanineras". "El vasto proceso de remoción de los viejos conceptos (...) apuntaba contra la vieja estructura faccionalista que aprisionaba el país" 30/, por lo cual el 17 de mayo fue atropellada la concentración por policías, siendo arrestados los manifestantes. Con este ataque policial, el Estado comenzaba un proceso de represión de los movimientos sociales y políticos que hasta entonces gozaban de una libertad relativa como nunca se conoció anteriormente en el país. Al mismo tiempo, dentro de los movimientos obreros estudiantiles, se fortalecen ideologías antiliberales. Es así, que en 1929 aparece el "Nuevo Ideario Nacional", dirigido a "los trabajadores y hombres jóvenes de todos los partidos". En el mismo se planteaba la aparición de una crisis política como nunca se conociera en la historia constitucional del Paraguay, "...que ha perdido su basamento ético y en esta devacle van comprendidos todo el sistema jurídico y la organización económica del presente" 31/. Ello vino a reforzar el movimiento antigubernamental. La propuesta presentada por el "Nuevo Ideario Nacional" será esencialmente anarquista; aunque contenía una mezcla de otras ideologías, como el fascismo (de la primera época) y el marxismo. Este hacía un llamado al pueblo a una insurrección general de carácter popular y de alcance 28/ Memorándum de Nicolás Yegros, Secretario de la C.N.T. a la Oficina Internacional del Trabajo. Ginebra, 1938. Archivo del Autor.

29/ Arroyos y Esteros, Caraguatay. "Persiguen a vientos y mareas a la Sociedad de Campesinos Reina en los hogares rurales de aquella jurisdicción la tranquilidad (...) No hay garantía ni seguridad (...) condenamos los abusos y arbitrariedades..." Volante de la Unión Obrera del Paraguay, La Liga de Obreros Marítimos y la Federación Obrera del Paraguay. Asunción, 16 de junio de 1928. (Archivo del Autor).

30/ Gaona, Francisco. Introducción a la Historia Social del Paraguay. Tomo II. Inédito.

31/ Varios. El Nuevo Ideario Nacional. Ed. "La Colmena" Asunción, 1929, p. 2.

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nacional (...) contra la oligarquía que en la actualidad usurpaba la soberanía del pueblo... " 32/ Para esta fecha el movimiento protestatario se ensancha y se vuelve más radical en el campo, sobre todo en sus reclamos por la tierra y contra la dominación existente. Según Gaona, tanto el Centro Obrero del Paraguay como la Unión Obrera del Paraguay estaban empeñados en la extensión sindical hacia el interior del país. "En los años 1927-1930 se desarrolló (...) la más seria agitación en el campo" 33/. Al mismo tiempo comienzan a desarrollarse organizaciones sindicales en las lejanas explotaciones yerbateras y tanineras. Un primer intento de reivindicación de los trabajadores de Pinasco fue brutalmente reprimido por el poder central en 1927, pero después de esto el movimiento tendrá formas de organización más clandestinas. La cada vez más agresiva posición de los movimientos sociales y en vista del inicio del ensamblamiento con el movimiento nacionalista, de gobierno comenzó a tomar medidas que en vez de tener en cuenta las reivindicaciones sociales, las reprimió. El 11 de septiembre de 1929 el Poder Ejecutivo dice en su solicitud al Congreso pidiendo la instauración del Estado de Sitio, lo siguiente: "...aprovechándose de las zozobras del espíritu público, producidas por el curso de nuestra cuestión

internacional, los elementos comunistas (...) se han entregado a una actividad inusitada. "No satisfechos con difundir sus ideas en conferencias y manifiestos subversivos, han llegado a dirigir

(...) sus solicitaciones a clases y soldados del ejército con el propósito de constituir los consejos de obreros, soldados y campesinos, para dar una nueva forma a la organización política del país" 34/.

El contenido de esta solicitud al Congreso muestra a las claras los límites permisibles del gobierno liberal, por un lado, y por el otro, la crisis del sistema de dominación político del partido gobernante, ya que sectores de sus afiliados comenzaban a simpatizar con otras ideologías y movimientos. Es importante recordar, además, que el gobierno liberal fue defendido por obreros y grandes masas de civiles en la guerra civil de 1922/23. A siete años de ese proceso la situación se revertía, ahora, contra el gobierno. El Estado de Sitio decretado por el Congreso logró en cierta medida frenar, momentáneamente, al movimiento obrero y el de la pequeña burguesía radicalizada, pero de ninguna manera desactivarla. Tampoco el partido gubernamental ni el gobierno tomaron medidas para satisfacer por lo menos los reclamos más impostergables de los sectores sociales contestatarios. Apenas terminado el plazo del estado de sido y negándose el Congreso a renovarlo, las concentraciones en las plazas públicas de la capital comenzaron a reactivarse. Frente a la imposibilidad de volver a gobernar con las garantías constitucionales, el gobierno intentó reglamentarias en una forma que, de ser lograda, hubiera significado, de hecho, la instauración de una dictadura. "Revolución Social o dictadura es el dilema de hierro al cuál debe responder el pueblo paraguayo, en

esta hora crítica de su vida institucional en que asoma por un lado el tétrico fantasma de la dictadura y,

32/ Ibidem.

33/ Gaona Francisco, op. cit.

34/ "Poder Ejecutivo solicita al Congreso Nacional la Declaración del Estado de Sitio", 11 de setiembre de 1929, citado por Cardozo, Efraím, 28 de Octubre, Ed. Guairá, Buenos Aires, 1956, pp. 73-74.

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despunta, por el otro, la aurora de su liberación integral" 35/. Es la respuesta de los sectores anarquistas, quienes a través de su órgano "La Palabra" comienzan una campaña dirigida a un levantamiento popular. Estos habían logrado la adhesión no sólo de un gran sector del movimiento juvenil, que un año antes había lanzado el manifiesto del "Nuevo Ideario Nacional", sino la de las dos centrales obreras a través de un "Consejo Mixto de Delegados". En febrero de 1931, hacen un llamado de huelga general por tiempo indefinido de carácter insurreccional con el fin de apoyar la sublevación y toma de ciudades, comunas y regiones de todo el país a fin de constituir las "comunas libres". El gobierno descubre el intento y el movimiento sólo logra ejecutar el plan en Encarnación, donde un grupo de obreros y estudiantes tomó por asalto la ciudad y declaró a la misma "Comuna Libre" y zona liberada de la "voracidad capitalista". Se distribuyen tierras a los campesinos e inmuebles a los pobladores urbanos. Al fracasar la insurrección general, el "Consejo Revolucionario" se retira de la ciudad y se interna en el Brasil. Este "levantamiento" sirve al gobierno de pretexto para iniciar una represión generalizada dentro de los movimientos sindicales, estudiantiles y políticos. Se prohíbe el funcionamiento legal de los sindicatos, sus líderes son apresados y decenas de dirigentes estudiantiles, obreros e intelectuales independientes se exilian. Pero a pesar del descabezamiento de los sectores más radicalizados del movimiento antigubernamental, las protestas siguieron, esta vez movilizados por los sectores nacionalistas y otras organizaciones políticas, exigiendo la defensa del Chaco contra la penetración boliviana. El 23 de octubre de 1931 -tras un enfrentamiento entre fuerzas paraguayas y bolivianas en el Chaco paraguayo- se produjo una manifestación estudiantil frente al Palacio de Gobierno, que exigía la defensa del Chaco. Fue violentamente reprimida: los numerosos muertos y heridos sólo contribuyeron a acrecentar la lucha antioligárquica. Es más, se desata una crisis política: el Partido Colorado, que hasta ese momento participaba en la Cámara, se retira. Sectores del propio partido de Gobierno condenan el hecho. Un militar asume la jefatura de Plaza, mientras el Pte. de la República solicita ser juzgado por la cámara de Diputados, que sólo albergaba ya -después de la renuncia colectiva de los colorados- a los partidarios del Pte. Este es absuelto, pero con gran merma de su arraigo popular. El inicio de la guerra poco tiempo después interrumpe este proceso contestatario pero no logra interrumpir el proceso autoritario, en esta circunstancia fundamentado, en el estado de guerra. Desde esa fecha se gobernará con el Estado de Sitio y las libertades que Comenzaron a desarrollarse en toda la década anterior se verán seriamente menguadas e inclusive clausuradas.

III Reflexiones finales Antes de iniciar las "reflexiones" propiamente dichas queremos detenernos a precisar e historiar el concepto en cuyos límites ubicaremos los fenómenos de los años '20: el pareado sociedad civil/estado. Entendiéndose por el primero fundamentalmente una estructura de clases, pero no sólo eso, sino también un conjunto de determinaciones sociales que trascienden lo meramente clasista, y por el segundo, un esquema de poder de la fracción dominante sobre toda la colectividad. La sociedad civil paraguaya -interrumpida en su proceso de constitución

35/ La Palabra, 18 de octubre de 1930. (Archivo del Autor).

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capitalista con la guerra de la "Triple Alianza" (1864-1870), donde desaparecen casi las tres cuartas partes de la población- comienza a "reconstituirse" hacia la década del '20, tanto desde el punto de vista demográfico como del de una estructura menos compleja de clases. El estado nacido a la sombra de los faldones del ejército de ocupación ha jugado, un poco, siempre el rol de instrumento que garantiza la realización del capitalismo internacional en los territorios conquistados. Por otro lado, el Estado ha legitimado a una "clase política" que desde su seno se ha transformado posteriormente -a través de la corrupción y el poder- en clase dominante. Cuando en la década del '20 surge una "nueva generación" que recusa a esa "clase política" y a su sistema de dominación e intenta "instaurar la democracia" tampoco este fenómeno resulta ajeno a otros procesos que convergen por esa época en el Paraguay, tanto en el plano económico como social y cultural; que harían ingresar en la crisis al sistema caudillista-clientelista tradicional de asentamiento de poder. Habíamos visto, que el 70% de los campesinos paraguayos cultivaban tierras que no eran suyas y que un gran porcentaje de los mismos se encontraban todavía envueltos en una economía de subsistencia. De aquí la validez de cuestionarse acerca del impacto que haya podido causar, dentro del medio rural y en la población general del país, la ampliación de la producción agrícola para el mercado y la instalación de empresas industriales en algunas zonas del interior. Queremos destacar. sobre todo, la influencia que pudiera haber tenido esto dentro del esquema de dominación existente. Hasta ese momento, el propietario de las tierras, explotaba al campesino a través de un trabajo excedente en forma de prestaciones o renta en especies. Esta explotación explícita tenía como contrapatida todo un estilo de vida y de pensamiento, de forma de ser por parte del campesinado, con sus pautas tendientes a mantener y revestir de poder a los poseedores de los medios de producción. El poder económico contaría directamente poder político. El latifundista era dueño y señor de su comarca. Todo esto indudablemente ingresaba en una profunda contradicción con las declaraciones programáticas del poder central (liberal), y la práctica política. Si a veces hubo, por parte de los gobernantes, la decisión de recurrir a las elecciones -establecidas por la Constitución nacional- era porque existía una especie de necesidad de legitimación del poder, no por parte de las clases subalternas, sino por los caudillos locales y zonales. El voto del ciudadano no era demostración de la voluntad ciudadana sino la del caudillo de quien dependía, tanto en el plano económico como político. Incluso las elecciones de 1928, respecto de las cuales todos los historiadores coinciden en que fueron las más democráticas del país hasta entonces (nosotros diríamos hasta hoy), se ven todavía en alguna manera inmersas en este sistema. El hecho de que los dos partidos políticos tradicionales -mutuamente excluyentes- presentaran candidatos, de que tuvieran libertad para desarrollar sus campañas y que no provocaran violencias no significa que el sistema haya dejado de funcionar del todo, pero aún así, el hecho mismo de la presentación de la oposición tiene que haber impacto a las masas campesinas acostumbradas por su experiencia histórica a que ambos bandos eran irreconciliables hasta la muerte y que la sangre corrida había sido siempre de ellas. Estos hechos de por sí, comenzaron a carcomer el sistema caudillista y notamos, que en su reemplazo, surgen organizaciones autónomas de los distintos sectores sociales que se presentan a la arena política reclamando su derecho a participar, reivindicando sus aspiraciones.

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Estos hechos hablan claro del impacto que iban causando en el sistema de dominación la ampliación del mercado dinerario y la infraestructura vial que alentaba una integración económica nacional. El estado surge, por primera vez, como un ente capaz de articular alrededor suyo el proceso social. Y justamente es aquí donde es legítimo cuestionarse, los límites de la democracia permisible por ese estado sin que revierta contra sus propios intereses clasistas. Veamos de cerca la siguiente relación: clase política/estado. La voluntad de la clase política de "instaurar" el sistema democrático encuentra su límite en su propia concepción teórica de lo que es la democracia, por un lado, y por el otro, en la estructura sobre la que se asienta el estado. En el primer caso, alentaba una "democracia política" en ej estricto sentido de la palabra. En este caso es sintomático, que las demandas más acuciantes de la clase obrera no fueran internalizadas por el gobierno, aun cuando son los obreros quienes "salvan" al gobierno acorralado por los sublevados en la guerra civil de 1922/23. Por ejemplo, nunca fueron atendidas la reivindicación de las ocho horas de trabajo, la seguridad social, las vacaciones pagas, o la crítica situación de los trabajadores en los enclaves tanineros y/o yerbateros. Lo mismo pasa con la lucha de los campesinos por la tierra. La "Ley de creación, fomento y conservación de la pequeña propiedad" a pesar de que habla de expropiación bajo compensación o permuta" no llevaba en su espíritu la solución estructural del problema de la tierra, sino sólo tendía a paliar la situación. Pero contrariamente a lo que la ley buscaba, la lucha por la tierra fue aumentando, sobre todo a fines de la década. Frente a las manifestaciones de las organizaciones sociales, permitidas por el juego político, el gobierno no se abocó a una sistemática reforma social que permitiera ampliar el concepto democrático hacia otros esquemas, presumiblemente mucho más afines con la modernización de la sociedad y el estado que postulaba. En cuanto al segundo caso, la estructura sobre la que se erigía el estado era la que conformaba las grandes empresas "enclaves" del capital anglo-argentino y los grandes latifundios, también muchos en poder de capitalistas extranjeros. He ahí que cualquier reforma, en el sentido de atender los reclamos obrero-campesinos (y aun los de la "burguesía industrial nacional" en proceso de conformación), hubiera atentado contra esta estructura. Es aquí donde el proyecto de modernización encontraba su mayor diflcultad, por cuanto suponía en cierto sentido pasar de una forma estatal a otra: del "estado oligárquico" al "estado democrático", y por ende el cambio del sector dominante en la sociedad. Por último, habría que anotar que el proyecto democrático chocó contra una coyuntura internacional difícil para el país: la amenaza de una guerra con Bolivia. Un enfrentamiento con las grandes empresas extranjeras instaladas en el territorio nacional podría haber tenido graves repercusiones para cualquier gobierno y para la nación. El "proyecto democrático" de los años '20 contuvo dentro de sí una multiplicidad de contradicciones, como todo "instante" en que un sistema se agota y está en proceso de conformación otro que pueda reemplazarle, sin ser todavía suficientemente fuerte como para barrer con el sistema anterior. El fracaso de este proyecto histórico nos llevó posteriormente a que el poder sea copado por los militares en la década siguiente y que se haya estructurado otra forma estatal: la "autoritaria militar" que sigue vigente hasta hoy día. En una palabra, los militares cumplieron con la tarea de "modernizar" el país por la vía autoritaria y absolutista de poder. En "momentos" en que esta última forma estatal comienza a mostrar los signos de la

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descomposición y al parecer los militares se baten en retirada, la inteligencia paraguaya, al buscar antecedentes históricos democráticos en el país, sólo encuentra el "modelo" de los años '20. Es indudable la importancia de este "rescate" siempre y cuando se piensa que la democracia, es al final de cuentas, un mercado donde cada sector tiene el derecho y la obligación de defender sus intereses y la de ser escuchado y respondido. Una democracia supone no sólo el reconocimiento de las mayorías sino sobretodo el respeto y el derecho de las minorías a existir y desarrollar libremente sus potencialidades dentro de la sociedad. Una democracia política que no democratice la sociedad civil nos llevará inexorablemente hacia los peligros de una nueva dictadura. II. LOS FACTORES DE LA CRISIS DEL ESTADO OLIGARQUICO Como habíamos visto, el momento constitutivo del Estado oligárquico es la de un espacio social de disponibilidad total. La población paraguaya, derrotada y casi extinguida en la guerra, a ella le era mucho más importante asegurarse la sobrevivencia material que preocuparse de las atingencias políticas. La sociedad política surge con un desarraigo extremo, instrumento artificial, con un margen de exterioridad social sumamente amplio, que lo vuelve distante de la propia sociedad que dice representar. Está más cerca a las razones del vencedor que a las del pueblo paraguayo, como instrumento de legalización del despojo de las riquezas del país. Al final de cuentas un Estado que asegure la "legalidad" de la ampliación de las fronteras del capitalismo, como sistema mundial. Y como tal debía "organizar a la sociedad civil de acuerdo a los parámetros en que más útil podía ser ésta a esa expansión. A medida que la "penetración" del sistema mundial cumplía sus etapas, el Estado oligárquico paraguayo de alguna forma variaba sus patrones de comportamiento dentro de un universo cuya forma de dominación no cambiaba en esencia. Así, en su primera etapa de su dominio (1870/1904) legaliza el dominio por parte de las empresas extranjeras y la "clase política" sobre el fundamental medio de producción de la época: la tierra. Cuando estos factores ingresan en la producción propiamente dicha, se asegurará la instauración "procesual" del model agro-exportador. En este sentido el Estado asumía la imagen de una Jano, como nos recuerda la buena metáfora del Zavaleta 36/. Su vinculación con la sociedad civil era una con las clases dominantes, en la cual el Estado y sociedad civil estaban fusionados y, otra con las clases subalternas, frente a las cuales el Estado no sólo aparecía como algo antagónico, sino también externo 37/. Pero de algún modo éste cumplía con su rol de organizador. Con premisa y resultado casi natural de la dinámica de la exportación/importación, y de la recuperación demográfica, se instauraron y crecieron en número de importancia una serie de actividades mediadoras y de complementación: bancos, seguros, transportes, comercio interno, servicios públicos y privados. Este proceso se desarrolla rápidamente después de 1923, cuando se inicia una coyuntura de relativa estabilización del sistema capitalista, tras, la Primera Guerra Mundial y la Revolución de 36/ Zaqvaleta Mercado, René. Elementos para el Análisis del Estado Latinoamericano. Mimeo.

37/ Cavarozzi, Marcelo. Elementos para una caracterización del capitalismo oligárquico. Revista Mexicana de Sociología 4/78., pp.

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Octubre. La nueva coyuntura posibilita un auge de las exportaciones paraguayas, sobre todo el algodón, impactando de esta forma a grandes sectores campesinos, quienes ingresan al "mercado dinerario". Se instalan empresas industriales (si bien todas ellas se complementan estrechamente con la producción agropecuaria): el azúcar, hilanderías, y se reactiva frigoríficos 38/. En el plano político, de 1924 a 1928, se observa un proceso de relativa pacificación del país, después de una cruenta guerra civil (1922/23) 39/ y que abarca todo el territorio nacional. La presidencia de la República es asumida por Eligio Ayala -uno de los pocos presidentes que termina su mandato-. "político de programa, de sistema doctrinario" 40/, formado en Europa y, según versiones no confirmadas, interlocutor de Lenin en Suiza. Hombre de temperamento "irascible y polémico... había puesto freno a la beligerancia entre las facciones. Con el revólver y la Constitución sobre la mesa de su despacho desafiaba a sus adversarios 41/. En este momento es como si de pronto el Estado transitara una suerte de camino hacie el cumplimiento de su función. Se inicia una especie de racionalización del Estado 42/: se crea infraestructura, se sanean las finanzas 43/ y se da un proceso de democratización formal. Este esfuerzo racionalizante del gobierno liberal, que por primera vez intenta lograr la conjunción de la matriz ideológica constitucional con la práctica política 44/, parecía ser un intento de reformar el Estado Oligárquico, su "puesta al día". Sin embargo el resabio de su carácter capturado no le permitía responder a los reclamos de un vasto conjunto de sectores sociales: profesionales, empleados, artesanos; así como a una clase obrera y un empresariado industrial en proceso de conformación. Para hacerlo debía

38/ Ver Miranda, Aníbal, op. cit.; Cardozo, Efraím, op. cit; Pastore, Carlos, op. cit; Gaona, Francisco. Introducción a la Historia Social y Gremial del Paraguay, Tomo II, inédito; Rivarola Paoli, Juan Bautista, Historia Monetaria del PAraguay, El Gráfico, Asunción, Paraguay, 1982

39/ Ultima guerra civil oligárquica, donde se definiría la lucha entre los que postulaban el proyecto racionalizante y modernizador del Estado y los partidarios de status-quo caudillista.

40/ Centurión, Carlos. Historia de las letras paraguayas. Ed. Ayacucho, Buenso Aires, 1941, Tomo 3 p. 177.

41/ Díaz de Arce, Omar. El PAraguay contemporáneo. En América: Historia de Medio Siglo. Ed. Siglo XXI, México, 1979, p.336.

42/ "Entre 1924 y 1928, se dedicó a reorganizar el aparato del Estado -además de extender el sistema escolar y mejorar caminos- de acuerdo a las normas de una liberalismo atemperado por las nuevas corrientes que postulaban la importancia de "la cuestión social...! Díaz de Arce, Omar, op. cit., p. 336.

43/ Cardozo Efraím, dice refiriéndose a Ayala: "Desde.../...el gobierno aplicó, para obtener la estabilidad monetaria, teorías que luego habría de universalizar el Fondo Monetario Internacional." Cardozo. op. cit.. p. 128.

44/ Participación de la oposición en el Parlamento, libertad de prensa. Según "ciros y troyandos", las elecciones de 1928 fueron las más limpias que se conocen en toda la historia paraguaya. Durante estos años no fue proclamado el estado de sitio, medida frecuentemente dictada en toda la historia del país. El actual estado de sitio paraguayo lleva más de 40 años en vigencia, prorrogándose cada tres meses consecutivamente, como las hebras de un rosario.

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despojarse de sus atributos corporativos y "universalizar sus funciones", en el sentido de recoger los intereses del conjunto de la clase dominante y manipular las aspiraciones de las clases subalternas. Es decir, que el Estado habría tenido que superarse dialécticamente a si mismo, para evitar su propia crisis. La maduración de la sociedad civil y la esclerosis del Estado oligárquico afincado en sus raíces primitivas, afluye transparente con las movilizaciones de distintos sectores de la sociedad en la década del '20. Cuando nos referimos a la maduración de la sociedad civil, no sólo pensamos en la aparición de elementos de "modernidad" sino a la propia recuperación de la sociedad paraguaya como tal. El aumento de la población, el redescubrimiento de sí misma como entidad peculiar. De ahí que la renovación cultural adquiera un furioso sello nacionalista. Con esto tampoco creemos explicarlo todo. Pensamos que la crisis del Estado oligárquico paraguayo obedece a una multi-casualidad, es decir, a varias cadenas casuales: todas ellas actuantes en un mismo espacio y tiempo. Donde lo externo y la forma de inserción del país en la división capitalista de trabajo y lo interno forman un todo inseparable. La Guerra del Chaco será una especie de valla, que por un lado detiene este proceso de crisis y por el otro, acelera e incrementa las tensiones que conducirán a la explosión social.

2. HACIA UNA RENOVACION CULTURAL: EL NACIONALISMO.

"Pendant l'Occupation (1869-1876) il auriar été de mauvais ton de

se déclarer "lopiste" et, em tout état de cause, personne n'y songeait. "Lopiste" était un qualidicatif qui se voulait infamant, employé pour discréditer des adverasries politiques".

Chartrain, F., op. cit.m p. 333. Dentro del amiente todavía muy caldeado y con la guerra presente en la memoria del pueblo, Juan E. O'Leary inicia su solitaria lucha por la reivindicación nacional de los héroes del "Estado Nacional" y sobre todo, la figura del Mariscal Francisco Solano López. Los hijos de los combatientes de ambos lados inician toda una campaña de recuperación de la historia nacional, al ejemplo de O'Leary. En 1907, una manifestación estudiantil del Colegio Nacional en homenaje a José Eduvigis Díaz, héroe de la Guerra de la Triple Alianza, fue violentamente interrumpida por tropas al mando del Ministro de Guerra, Manuel J. Duarte 45/. El momento más virulento de la lucha por la recuperación del pasado heroico tiene como espacio la década del 1920; en ese año precisamente se cumplía el cincuentenario de la batalla de Cerro Corá e inmolación del Mariscal López. Para ese entonces, la problemática había abandonado las aulas universitarias y los medio estudiantiles para extenderse en el campo de la

45/ Stefanich, Juan. 23 de Octubre. Ed. Febrero, Buenos Aires, 1959, pp. 147-148. Citado por Chartrain, François, op. cit., p. 333.

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lucha social y política. Las amplias masas de la población sintieron como suya la reivindicación del nombre de López. Para 1926 -centenario del nacimiento de López- él mismo se había transformado en una bandera de la lucha antioligárquica. En ese mismo año, un proyecto de ley que derogaba las leyes anteriores de 1869 y 1870 que declaraban a López como "paraguayo desnaturalizado", fue vetado por el Senado. Las páginas de los diarios tomaron parte en la discusión. Ningún sector social se abstuvo de pronunciarse. Jamás problema alguno había tenido semejante repercusión en la sociedad. Si bien el tema central de esta agitación era la reivindicación de López, en verdad se trataba de un problema mucho más vasto. El arte, la literatura, la música que hasta hacía poco se sumergía en gastadas escuelas parnesianas y copiaban todo lo que "llegaba de París" de pronto buscan la recreación de todo lo "nacional". Viejos aires folklóricos diseminados a lo ancho del país son recuperados. Surge la literatura en guaraní. Las revistillas con poesías, cuentos y artículos en ese idioma se imprimen por miles. De pronto la sociedad entera se sumerge en una magma nacionalista y por ende todo los movimientos políticos también se visten de ella, aún cuando para cada uno la denotación sea diferente. La Liga NacionaliIndependiente, afinca su lucha antioligárquica precisamente con una nacionalismo burgués exclusivista. Natalicio González toma el nacionalismo desde un punto de vista racial, "la pureza de la raza" y con contenidos fascistoides, de ultraderecha; crea un movimiento dentro del Partido Colorado, justamente por despojar a éste de su esencia liberal. Paradógicamente, todos estos movimientos que repelen el sistema autoritario de dominación oligárquico, endiosan justamente el sistema anterior del "Estado Nacional" que si bien fue más justo que el actual, no era nada menos dictatorial y autoritario que el régimen oligárquico. Ninguno de los sectores políticos supo interrelacionar el nacionalismo insurgente y la "cuestión social". El nacionalismo entretejió a la sociedad civil mientras que la cuestión social permaneción exiliada en los estrechos marcos corporativistas. Presumiblemente he aquí la razón por la cual estos sectores no hayan podido construir un proyecto concreto de reemplazo estatal. Aún así el nacionalismo fue la matriz cultural dondo se incubó el rechazo al Estado oligárquico. 3. SECTORES EMERGENTES CONTRA LA DOMINACION OLIGARQUICA. Tres fuerzas fundamentales emergen en este proceso como los sectores más críticos frente a la dominación oligárquica: la clase obrera, la pequeña burquesía urbana y la burquesía manufacturera y comercial. Con el crecimiento relativo de los establecimientos manufactureros aumenta el número de obreros. Se trasparenta una auge en el movimiento sindical paraguayo. Diferentes huelgas de trabajadores de los frigoríficos, ingenios azucareros, transportistas y otros gremios artesanales hablan de una creciente combatividad obrera. Ahora bie, se hace necesario dimensionar con mayor precisión el grado de homogeneidad y atoconciencia de clase alcanzado, hasta ese momento, por la clase obrera paraguaya. El grado de horizontalidad alcanzado por el movimiento obrero organizado estaba lejos de abarcar el ámbito nacional. Casi en su gran mayoría estaba concentrado en Asunción o sus alrededores. En los enclaves, donde existía la mayor concentración de asalariados de la época,

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no existían organizaciones obreras. En cuanto a la razón de verticalidad del movimiento obrero, ésta cabalgaba entre un carácter "corporativo estrecho" al "corporativo amplio", sobre todo si nos atenemos a los tres momenos propuestos por Gramsci, para medir el grado de homogeneidad, autoconciencia y organización de los grupos sociales: "El primero y más elemental es el económico corporativo...Un segundo momento es aquel donde se logra la conciencia de la solidaridad de intereses entre todos los miembros del grupo social, pero todavía en el campo meramente económico. Ya en este momento se plantea la cuestión del Estado, pero solo en el terreno de lograr una igualdad político-jurídica con los grupos dominantes,... Un tercer momento... donde se logra la conciencia... que los intereses... de un grupo puramente económicos... pueden y deben convertirse en los interese económicos de otros grupos subordinados. Esta es la fase más estrictamente política" 46/ La clase obrera paraguaya se mantuvo en el primer nivel hasta fines de la segunda década del siglo. Los enfrentamientos armados entre los distintos gremios hablan claramente del fenómeno. En la década del '20, varios intentos de conformar una Central Unica tuvieron vida efímera. Así, la Federación Obrera Regional Paraguaya (FORP), de ideología anarco-sindicalista, y la Unión Gremial del PAraguay se fusionaron en 1926 para formar una Central Unica, la Federación Obrera del Paraguay 47/. En 1927, la misma se transformó en la Unión Obrera del Paraguay. Un año después, esta central se adhirió a la Internacional Sindical Roja. Pero existieron desprendimientos de varios grupos de ellas, que a su vez, conformaban otras centrales. En 1924, un grupo de obreros fundó el Partido Comunista Paraguayo 48/, que se reorganizó posteriormente en 1928. El hecho de la aparición de organizaciones políticas de la clase obrera, no supone que la gran mayoría del movimiento haya internalizado ideológicamente su propia ideología. Esistía un desfasaje entre el grado de conciencia alcanzado por la clase y sus organizaciones políticas. La clase obrera paraguaya estaba todavía, lejos de haberse constituido de "clase en sí, en clase para sí". El movimiento de la pequeña burguesía urbana era ante todo estudiantil. Era el sector más dinámico de todos los grupos emergentes y jugó un papel fundamental en la lucha contra la dominación oligárquica. En el plano in¡deológico, se empapó de dos corrientes fundamentales: el nacionalismo y la corriente nacida con el movimiento de la Reforma Universitaria de Córdoba.

46/ Gramsci, Antonio. Notas sobre Maquiavelo, sobre Política y sobre el Estado Moderno. Juna PAblo Editor México, 1975, pp. 71/72.

47/ Memorandum de Nicolás Yegros, Secretario de la C.N. T. a la Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, 1938

48/ Siendo Secretario General Donato Cáceres (albañil), tesorero Lucas Ibarrola, y miembros: Denis, Valenzuela, Raimundi, R. Gómez. Tras la reorganización, en una Asambñea de 50 miembros, es elegido su Comité Central, de la siguiente forma: Secr. Gen., Lucas Ibarrola; miembros: Martín Báez, Denis, Asdrubal Pane, Eugenio Charles, Drelikman (polaco, corredor de comercio); tesorero: Nunes (protuguez). Gaona, Francisco, Introducción... (inéd.).

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Este último movimiento llegará a cuajar años después, uniéndose con otras aportaciones, en la publicación (1929) del "Nuevo Ideario Nacional". Allí se manifiesta que "... nos acercamos al ocaso de un orden constitucional que ha perdido su basamento ético y en este debacle van comprendidos todo el sistema jurídico y la organización económica del presente". Ofrecen como programas para el nuevo Estado una rara simbiosis que dominan la "síntesis de los dos nuevos sistemas de organización política aparecidaos en Europa después de la guerra mundial, a saber el régimen de los Consejos Obreros, campesinos y solados implantado en la Rusia de los Soviets... y el régimen corporativo o sindicalista instituido en Italia por la Carta del Lavoro de Mussolini" 49/ Por último, fue el movimiento de la "Liga Nacional Independiente", fundada por Adriano Irala y Juan Stefanich y cuyos integrantes en su mayoría eran intelectuales, comerciantes e industriales, el que se constituyó como expresión orgánica de la débil burguesía comercial y manufacturera. A través del diario "La Nación", fundado en 1924, este grupo custionó profundamente al régimen oligárquico y criticó abiertamente a los partidos tradicionales. ¿ La "Liga Nacional Independiente", era realmente una organización que por fin buscaría la emergencia de la burguesía como clase dominante y la construcción de un consenso dinámico de las masas, hacia la construcción de una sociedad burguesa en el Paraguay ? Si tomamos en cuenta ciertos planteamientos de la Liga, podemos pensar que así fue. El basamento ideológico de la "Liga Nacional Independiente" fue el nacionalismo, precisamente en un momento en que la sociedad civil paraguaya se hallaba impregnada de una furia nacionalista, como parte del esfuerzo de recuperación de su identidad nacional. Su programa consistiónen la intervención del Estado en la vida económica. Aunque era normal, por esos años en América Latina, que las débiles burguesías reclamaran la intervención estatal como medio para fortalecer el desarrollo industrial, la Liga, por su parte, reclamaba esta intervención en cuanto a la relación capital - trabajo. También planteaba la reivindicación de los derechos campesinos. Al mismo tiempo, desde el diario"La Nación", la Liga ofreció su apoyo incondicional a todas las movilizaciones obreras, estudiantiles y otras fuerzas antioligárquicas. Llaman la atención los análisis de Juan Stefanich, planteados a la Asamblea de Adherentes el 15 de Septiembre de 1929: "Frente a... la dislocación y disolución de los partidos tradicionales, ¿cuál es la

actitud ciudadana y patriótica que cabe? " "Epoca de grandes trasformaciones es, sin duda, la presente. En el seno de las

sociedades humanas actuales se gestan y se realizan profundos y radicales cambios que afectan fundamentalmente los destinos de los pueblos..."

"... En Rusia y en Italia se han producido movimientos profundamente

aleccionadores para la humanidad. Ellos constituyen la fuente madre inspiradora en la cual recogen y recogerán experiencias y orientaciones... los hombres durante mucho tiempo. Tales movimientos son eminentemente populares y

49/ Citado por Gaona, F. op. cit..

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merecen la gloria de ser contemplados y reconocidos por la humanidad como movimientos sociales y populares de trascendencia universal."

"... El Paraguay no debe seguir al margen... Debe cumplir un gran destino,

realizar un esfuerzo excepcional y agregar a la historia del mundo su nota personal, típica y trascendente."

"El pueblo paraguayo... quiere transformarse y debe transformarse. La hora ha

sonado. Las nuevas corrientes del siglo lo reclaman impostergablemente..." 50/ Este discurso se nos hace un llamamiento de la "Liga Nacional Independiente" a todos los sectores antioligárquicos. De ahí su referencia a la Revolución rusa y al fascismo italiano, hechos que estaban impactando a sectores distintos de la sociedad. Pero, al mismo tiempo, Stefanich se distancia de tales hechos, al reclamar que el PAraguay debe "agregar a la historia del mundo su nota personal". La rotunda descalificación de los "partidos tradicionales" nos parece una búsqueda deliberada del apoyo de las bases campesinas de dichas organizaciones. Estos elementos nos hacen pensar que la "Liga Nacional Independiente" buscaba construir el consenso de la sociedad civil. Si programa nunca dejó de ser un burgués; por ello es lógico pensar que esta organización servía de instrumento mediador para la débil burguesía manufacturera y comercial en su tentativa para dirigir al movimiento antioligárquico. 4. La cuestión Chaqueña y Efervescencia de la Lucha Antioligárquica (1928-1932) A finales de la década del 1920 se aprecian con nitidez los planes guerreristas de las clases dominantes bolivianas, quienes ordenan una planificada y profunda penetración del ejército boliviano en el Chaco paraguayo 51/. Este hecho coincide, en el Paraguay, con un proceso que pudiéramos llamar, por un lado, afirmación de la identidad nacional y, por otro, sobre la base de lo anterior, una áspera crítica al Estado oligárquico. Quizás pudiera decirse que esta afirmación de la identidad nacional condujo necesariamente al cuestionamiento del Estado oligárquico, ya que en la memoria popular éste tenía como estigma el ser extranjerizante.

50/ Diario La Nación, 16 de setiembre de 1929. Biblioteca del Congreso, Washington, D.C., EE.UU.

51/ "... al comenzar la contienda en 1932, Bolivia ocupaba 221,950 Km2, llegando prácticamente hasta frente a Asunción, y quedando sólo para el PAraguay la superficie de 110,700 Km2." "La penetración boliviana había realizado... progresos. Ante el abandono paraguayo, los bolivianos llegaron a instalar sus fuerzas en algunos de los puestos establecidos bajo mi dirección..." Estigarribia, citado por Argaña, Luis María, Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado): Perfiles políticos.

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Presumiblemente lo más exacto, sin embargo, es que los cambios que se estaban gestando tanto en el plano económico como en el político, ingresaban en profunda contradicción con la forma tradicional de asentamiento del poder. 4.1. Cambios y Crisis de la Forma de Dominación. Habíamos planteado en una apartado anterior, en este capítulo, que el 70% de los campesinos paraguayos cultivaban en tierras que no eran suyas y que un gran porcentaje de los mismos se encontraban todavía envueltos en una economía de subsistencia. De aquí la validez de cuestionarnos acerca del impacto que haya podido causar, dentro del medio rural y en la población del país en general, la ampliación de la producción agrícola para el mercado y la instalación de empresas industriales en algunas zonas del interior del país. Queremos recuperar, sobre todo, el impacto que pudo haber causado esto dentro del esquema de dominación existente. A pesar de la multiplicidad de estructuras económicas observables en el Paraguay 52/, debemos recordar que en el campo, el medio de producción más importante era la tierra. Si en el campo paraguayo el 70% de los productores estaban sentados y labraban tierras ajenas, ¿cómo se constituía entonces la relación entre el poseedor de los medios de producción y los desposeídos de los mismos? Existía, de hecho, una succión del trabajo excedente por parte del propietario de la tierra (latifundista), a través de prestaciones de trabajo o parte del producto producido por el agricultor (renta en especie). Esta explotación explícita tenía como contrapartida todo un estilo de vida y de pensamiento, de forma de ser por parte del campesinado, con sus pautas consagradas a mantener y revestir el poder a los poseedores de los medios de producción. El poder económico investía directamente poder político. Esto nos da la muestra de un fuerte resabio feudal. El latifundista era dueño y señor de su comarca. Todo esto indedablemente ingresaba en una profunda contradicción con las declaraciones programáticas del poder central (liberal), y la práctica política. Si a veces hubo, por parte de los gobernantes, la decisión de recurrir a las elecciones -establecidas por la Constitución nacional- era porque existía una especie de necesidad de legitimación del poder. Esta legitimación por parte de las clases dominadas, se buscaba la legitimación ante los caudillos locales y zonales. El voto del ciudadano no era demostración de la voluntad suya sino de la del caudillo de quein dependía, tanto en el plano económico como en el político. Incluso en las elecciones de 1928, respecto de las cuales todos los historiadores coinciden en que fueron las más democráticas del país hasta entonces (nosotros diríamos que hasta hoy), se ven inmersas en este sistema. el hecho de que los dos partidos políticos existentes en el país presentaran candidatos, que que tivieran libertad para desarrollar sus campañas y que no provocaran violencias no significa que el sistema haya dejado de funcionar. La originalidad consistió en que ambos partidos podían hacer campaña, y suponemos que este mismo hecho debe haber impactado a las masas campesinas aconstumbradas por su experiencia histórica a que

52/ Aquí nos referimos a la forma de la cual Lenin entiende las múltiples estructuras productivas en su artículo "Sobre el impuesto en especies". Lenin, Obras Completas. Ed. Progreso, Moscú, s.f.

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ambos bandos eran irreconciliables hasta la muerte. La sangra corrida en estos enfrentamientos siempre había sido de ellas y la muerte siempre se había teñido de color político. 53/ De ahí que es posible que la relativa ampliación del mercado y de la escasa infraestructura, en cierta forma haya facilitado una mayor integración, impactando fuertemente a una sociedad de cierta manera "congelada", en el sentido de la lentitud de los cambios dentro de ella. En el plano político, la propia presentación de dos partidos "irreconciliables" y el fin de la persecución de los opositores hasta el punto de exterminio por la simple razón de responder a un color distinto, tiene que haber modificado una serie de normas antes establecidas en los sectores sociales, sobre todo teniendo en cuenta que estos cambis se dieron en una forma acelerada. Pensamos que no es gratuito sospechar que estos cambios fueran el factor concreto que hizo cuestionar la forma de dominación clasista existente. En momentos

53/ Los partidos colorado y liberal tenían como símbolos distintivos, el primero color rojo, y el segundo, el azul. Un pañuelo anudado al cuello, de cualquiera de los dos colores, podía significar la muerte dependiendo de en qué zona hegemónica se lo usara.