antologÍa+final+prehispÁnica+_15+de+marzo_

Upload: linepiru

Post on 11-Oct-2015

104 views

Category:

Documents


4 download

TRANSCRIPT

  • UNIVERSIDAD DE CHILE

    FACULTAD DE FILOSOFA Y HUMANIDADES

    APROXIMACIN A LAS

    LITERATURAS PREHISPNICAS

    SELECCIN DE TEXTOS PRIMERA UNIDAD

    LITERATURA HISPANOAMERICANA COLONIAL

    Dra. Paula Miranda Herrera

    Maqueteado por CIRCECREACIONES

    2009

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    NDICE

    I.- REA NAHUATL

    1.- CANTARES: A) ANNIMOS:

    ROMANCES DE LOS SEORES DE LA NUEVA ESPAA. p.5 CANTARES MEXICANOS, p. 5

    B) DE AUTOR CONOCIDO NETZAHUALCOYOL, p. 13 AQUIAUHTZIN (CHALCO), p. 18

    C) POTICAS: DILOGO DE LA FLOR Y EL CANTO, p. 23 TOLTEQUIDAD, p. 32 EL POETA, p.32 EL CANTOR, p. 33

    2.- MITOS:

    A) MITO COSMOGNICO (EDADES)

    VERSIN DE 1544, p. 35 VERSIN DE 1558, p. 37 VERSIN DE 1558. Trad. de Francisco del Poso y Troncoso, p. 39

    B) MITO ANTROPOGNICO, p. 43

    C) ORIGEN DEL SOL Y DE LA LUNA, p. 46

    D) MITOS CIVILIZATORIOS, p. 50

    3.- RELATOS NAHUAS SOBRE LA CONQUISTA, p. 66

    2

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    II.- REA MAYA

    1.- POPOL VUH. FUENTE HISTRICA, p. 71

    2.- CHILAM BALAM DE CHUMAYEL:

    LIBRO DE CHILAM BALAM. INTRODUCCIN, p. 115 LIBRO DE LOS LINAJES, p. 117 KAHLAY DE LA CONQUISTA, p. 122 LIBRO DE LOS ANTIGUOS DIOSES, p. 124 LIBRO DE LOS ESPRITUS, p. 126 LIBRO DE LAS PROFECAS , p. 129

    3.- CANTARES

    CANTARES DE DZITBALCH, p. 132 TEXTOS LACANDONES, p. 157 TEXTOS TZOTZILES, p. 163

    III.- REA QUECHUA

    1.- CANTOS, p. 170

    2.- MITOS

    A) CIVILIZATORIOS, p. 182

    B) MITO DE LA COCA, p. 184

    A) LEYENDAS DE ORIGEN, p. 185

    IV.- FUENTES BIBLIOGRFICAS, p. 190

    3

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    I. REA NAHUATL

    4

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    1.- CANTARES A).- ANNIMOS

    ROMANCES DE LOS SEORES DE LA NUEVA ESPAA

    48

    1 Haya amistad comn! Conozcmonos unos a otros! Slo con estas flores ser elevado el canto all.

    Nos habremos ido nosotros a su casa, pero nuestras palabras, nuestro canto vivir en la tierra!

    2 Slo iremos dejando al partir

    nuestra tristeza, nuestro canto: slo mediante l es conocido uno, se hace verdadero el canto.

    Nos habremos ido a su casa, pero nuestras palabras, nuestro canto vivir en la tierra!

    CANTARES MEXICANOS

    Poemas de la Triple Alianza

    A la foja 16 v hallamos esta inscripcin:

    Nican om pehua in motenehua Melahuac Cuicatl in mehuaya tecpan Mexico, Acolhuacan, Tlalhuacpan, in ic melelquiza tlahtoque.

    Que es en lengua espaola:

    Aqu comienzan los famosos cantos verdaderos que se cantaban en los palacios de Mxico, Acolhuacan y Tlalhuacpan. Con ellos recreaban su nimo los reyes.

    Aunque esta seccin de cantos no es la primera en el manuscrito he preferido en la edicin darla al

    principio, por la importancia de los lugares, que son de la llamada Triple Alianza, constituida por Tenochtitlan, Tezcoco y Tlacopan. Esta poblacin va designada en el ttulo con el nombre de Tlalhuacpan, o sea, tierra seca, como lo era, en comparacin de los otros dos estados, uno encerrado por su lago y el otro tributario de la inmensa capa de agua que llenaba esta parte del Valle.

    En el margen del manuscrito hay una inscripcin que dice: Excan quiza: Xochicuicatl, Cuauhcuicatl, Icnocuicatl. Zan Neliuhtoc.

    Es decir: Se reducen a tres partes: Cantos de flores, Cantos de guilas, Cantos de angustia. Todo

    esto est verificado. Di noticia bastante en el estudio general acerca de la poesa nhuatl sobre el sentido de estos

    gneros.

    5

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    En seguida van la letra y el texto vertido de estos poemas y en su lugar propio las notas que les corresponden.

    3 El rbol Florido de la amistad Ya abre sus corolas el rbol Florido de la amistad. Su raz est formada por la nobleza que aqu dura. Veo guilas y Tigres, veo la gloria: pero me pongo triste: tengo que dejar la amistad que persevera aqu. Eres ave con espada, eres ave con dardos, t, que volando vienes, oh dador de la vida. Te vienes a parar en tu adoratorio, en donde est tu templo. Te limpias, te remeces entre los atabales. Cae en lluvia la tiza, cae en lluvia la pluma: t, cual preciosa garza, te limpias te remeces entre los atabales. Con esto queda pintado al fuego el solio de los guilas, el trono de los Tigres: y vosotros estis en primaveral casa, t, Motecuzomatzin y t, Toquiquihuatzin. Cmo el dios lo dispone? Ya no por largo tiempo en el solio. All os deja solos el rey Nezahualpilli! Flores de guerra se matizan: unas abren corolas, otras se secan. Son guilas, son Tigres! Cuntas se han ido, cuntas volvern a la vida, a tu lado, oh t que eres dueo del mbito! Hubo marcha general a la regin del misterio, Se fue el prncipe Tlacahuepantzin, se fue el seor Ixtlicuechahuac. En breve brevsimo tiempo vinieron a vivir ante el rostro del dios! Y ahora sin embargo, estn en la inmensa llanura ----(de los muertos). 30 Poemas de Cuahcuauhtzin Mi atabal de jade, mi azul y rojo caracol ya estoy yo taendo, yo que soy Cuahcuauhtzin.

    6

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Ya he llegado yo, ya estoy aqu presente, yo cantor. Gozad en buena hora, vengan hacia ac a presentarse aquellos que tienen doliente el corazn. Yo elevo mi canto. Ya he llegado yo, ya estoy aqu presente, yo cantor. * Que se abra tu corazn como las flores, que llegue a entenderlo tu corazn. T vives, t me aborreces, t me preparas la muerte . . . Uno que se va, uno que ha de perecer! Puede ser que por m llores, que por m te aflijas, oh amigo mo, pero yo me voy, yo me voy . . . No dice ms mi corazn: Nunca ms vendr, nunca ms habr de pasar por la tierra, en tiempo oportuno, porque yo me voy, yo me voy. . . ! * Quiere con ansia flores mi corazn. Slo sufro con cantos, slo ensayo mis cantos, en la tierra, yo Cuahcuauhtzin. Con ansia quiero flores, que estn en mi mano, soy un desdichado! A dnde hemos de ir que nunca muramos? Aunque fuera yo jade, aunque fuera yo oro, ser fundido, ser perforado en el crisol: mi corazn, yo Cuahcuauhtzin soy un desdichado! * Vano afn . . . gozad, oh amigos mos. . . Acaso no os deleitaris?, acaso no seris felices, oh amigos mos?

    7

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Dnde tomar bellas flores, dnde tomar bellos cantos? Solo sufro yo Cuahcuauhtzin. . . Acaso no os deleitaris?, acaso no seris felices, oh amigos mos? Dnde tomar bellas flores, dnde tomar bellos cantos?

    NOTA EXPLICATIVA 3

    Este poema es similar al anterior. Pero la metfora del rbol Florido, sube en calidad potica. No har sino anotar algunas palabras o frases oscuras.

    Icniuhyotl cohuayotl, como se dijo en el primer volumen, son la expresin de la sociedad de poetas que se reunan para cantar y contender con cantos. Ver la Introduccin general en que se trata ampliamente el tema.

    Un breve poema dirigido al sol bajo el simblico ipalnemoani, vivificador del mundo, nos da palabras un tanto enigmticas.

    Mancuahuitototl ilachochtlin tototl. Ave la de la macana, ave del dardo, literalmente. Es designacin mstica del sol. Son sin nmero los textos en que se le llama el Guerrero por

    excelencia. Basta recordar el Himno a Huitzilopochtli de los Veinte Poemas que recogi Sahagn (vid. mi edicin en esta misma Universidad). Cada da rie un combate. Cada da emprende el vuelo, como guila que se encumbra y baja rendido, como guila que sucumbe. Son los dos famosos nombres que hallamos en los documentos: Cuauhtlehunitl y Cuauhtmoc. El da se concibe como una batalla en que el sol est lanzando dardos y agitando su espada de luz y fuego.

    El sitio en que es adorado un dios se llama ichal itzacual: su esperadero, su encierro, a la letra. Eran los primitivos templetes en que los viajeros veneraban a su numen y se qued el nombre para siempre.

    Tizatl ihuitl son smbolo del sacrificio humano. A la vctima se la rayaba con greda y se le ponan plumillas finas, de color blanco, para simbolizar su consagracin al sol. Esta frase doble se halla en innumerables poemas y la hemos hallado ya en el repertorio de Tezcoco (vid. volumen I).

    Es muy ilustrativo el siguiente texto de los Informantes de Sahagn, que solamente dar en versin: el texto directo, para quien lo requiera est en Ms. Pal. f 57 v al fin. Es as la nota:

    ...llamaban (al cautivo que iba a ser inmolado), sol, yeso, pluma fina, por razn de estar como teido de yeso, emplumado. Con aderezo de plumas debe ataviarse el que captur al cautivo, que no haba muerto en el campo de guerra, pero tendra tal vez que morir. As pagar su deuda. Sus parientes lo saludaban llorando y le daban nimo.

    En la esfera de ideas religiosas, exaltadas, llammoslas fanticas si queremos, es perfectamente comprensible el simbolismo.

    La garza preciosa es otro tema que dara mucho. Quetzalaztatl da en su primaria significacin algo raro: Ave quetzal-garza. Pero cuando tenemos que es usado en trmino quetzalli como indicativo de valor o preciosidad, ya no tenemos duda. Fue para los mexicanos un smbolo del sol el guila y la garza. En otros poemas vamos a hallar a la garza azul como indicativa del numen Huitzilopochtli que concreta la adoracin solar. Es bella la comparacin y aun la de este poema en que la coloca como limpiando y atildando sus plumas antes de or los cantos.

    Los personajes mencionados son: Nezahualcyotl, 1402-1472. Muy mencionado y muy por mencionar. De l ver la nota del elenco

    final de poetas.

    8

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Nezahualpilli, su hijo, 1464-1515. Motecuhzomatzin, que es el II, o Xocoyotzin, o bien el primero, Ilhuicamina. Entre ambos reyes

    homnimos va el periodo de 1450 a 1468. Totoquihuatzin, rey de Tlacopan desde 1487. Es el II de su nombre. Tlacahuepantzin, que hallaremos mucho en estos poemas, es de la casa real de Tenochtitlan. Muere

    desastrosamente en 1495. Ixtlilcuechahuac, pariente del mismo, muere con l. Podemos datar este poema en los fines del siglo XV o albores del XVI.

    Poemas de Chalco Doy enseguida los poemas de Chalco. En el Ms. hallamos en la F 31 v, esta inscripcin:

    Nican ompehua in Chalcayotl melahuac. Yexcaquiza: Melahuac yaocuicatl, Melahuac xochicuicatl ihuan icnocuicatl.

    Es decir:

    Aqu comienzan los cantos denominados autnticos de Huexotzinco. Mediante ellos se decan las hazaas de los reyes de Huexotzinco que duraron reinando. Se dividen en tres partes: Cantos de prncipes, o de guilas, canto de flores y cantos de desolacin y angustia.

    Llena las FF 31 v a 36 r esta coleccin. La regin de donde se dice proceder es la de Chalco. Regin

    de gran riqueza arqueolgica e histrica que pide un investigador que haga la total descripcin de sus riquezas. Ya en el Ms. de Pomar hemos hallado muchos poemas de Chalco y fuera un buen ejercicio coleccionar y examinar aqullos y los que ahora hallamos en esta seccin, tratando de ver el espritu de su estro. Aun en otros lugares del Ms. de la Biblioteca que estamos estudiando hay poemas referidos a la misma regin chalquense.

    Es notable su fineza de sentimientos y la alta expresin de algunos poemas que dan gran material para el estudio de las ideas filosficas y sociales. Fuera de lo dicho en la Introduccin general, me limito a dar texto, versin y breves notas.

    12 Un poeta a otro Estoy coleccionando tus cantos, reno esmeraldas, hago coleccin de pulseras, (hechas) de cangrejos de oro: Adrnate con ellas, t, Tu riqueza son las flores! Emplumecen los quetzales, se alzan sus plumas, los negriamarillos y los rojos pjaros: con ellos matizas tu tambor en la tierra. Tu riqueza son las flores!

    9

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    NOTA EXPLICATIVA 12

    Poema mal conservado. El texto es un poco vago. Es una alabanza de un poeta a otro. Se daba el nombre, pero el corrector lo borr y puso un enigmtico in paley que probablemente es transcripcin del espaol "padre N".

    chacalli es "camarn grande, (mi), y tambin cangrejo. La adicin de teocuitla nos hace ver que son figuras hechas de oro, que se hallan en las pulseras de los nobles.

    nehuihuia. Hay dos verbos parnimos: uno derivado de ihui, "as, semejante". Otro de ihuitl, "pluma fina". Esta palabra puede traducirse como "hay semejanza de..." o como "hay brote de plumas."

    Prefiero la segunda acepcin, por ser una como simblica designacin de que los poemas son siempre nuevos, como son cada ao las plumas de las aves mencionadas. Para las de la segunda parte he preferido la versin de los colores, ms que el nombre seco de estas aves. El tzinitzcan es negro, con grandes listas color de oro; el quchol, he dicho varias veces en estas notas de comentario, es de color rojo, y simblico de los guerreros que acompaan al sol en su carrera, por haber muerto por l.

    Entre tantos poemas de esta ndole el presente no desmerece, aun con la monotona de las imgenes.

    Poemas de Huexotzinco

    Siguen ahora los poemas recogidos en Huexotzinco. Son los primeros en la insercin en el Ms. pero

    por razn de dignidad he dispuesto su colocacin despus de los de la Triple Alianza y los de Chalco. En este caso tenemos una preciosa noticia que voy a dar, tanto en su original como en su versin. Ilustra acerca de la forma de conservacin y de tradicional repeticin.

    En F 7 r del Ms. hallamos:

    + I H S

    Nican ompehua in cuicatl motenehua melahuac huexotzincayotl ic moquichitoaya

    in tlatoque huexotzinca manime catxa: yexcan quiza in ic tlamantitica, Teuccuicatl ahnozo cuauhcuicatl, xochicuicatl, icnocuicatl. Auh in ic motzoztona huehuetl:cancamatl mocahauhtiuh, auh in ye no oc cen camatl ipan huetzi yetetl ti: auh in huel ic ompehua ca centetl ti. Auh in ic mocuepa quin icuac itic panhuetzi in huehuetl zan mocenmana in maitl, auh quin icuac iyeinapantla occeppa itenco hualcholoa in huehuetl: tel yehuatl itech mottaz in ima in aquin cuicani quimati in iuh motzotzona. Auh yancuican ye no ceppa inin cuicatl ichan D Diego de Leon Gobernador Azcapotzalco yehuatl aquitzotzon in D Francisco Placido ipan xihuitl 1551 ipan inezcalilitzin tt. Jesu Christo. (CXI)

    Es muy importante esta inscripcin por varios motivos. La doy literalmente en espaol:

    Aqu comienzan los cantos denominados autnticos de Huexotzinco. Mediante ellos se decan las hazaas de los reyes de Huexotzinco que duraron reinando. Se dividen en tres partes. Cantos de prncipes, o de guilas, cantos de flores y cantos de desolacin y angustia.

    ste es el modo como se tae el tambor: Una estrofa se va quedando, y la otra estrofa cae con tres TI, pero al momento de

    comenzar, con un solo TI. Y se vuelve a hacer lo mismo, hasta que de dentro vuelve a caer el toque del tambor. Se deja en paz el palillo percutor y cuando se va a la mitad (la estrofa), se comienza a dar apresuradamente el golpe.

    10

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Pero esto se ver de la mano de un buen cantor que sepa cmo se tae. Y hace poco otra vez este canto (se cant), en casa de don Diego de Len,

    gobernador de Azcapotzalco. El que ta fue don Francisco Plcido en el ao de 1551, en la Natividad de N. Seor Jesucristo.

    No voy a hacer comentario de esta inscripcin, pero s a sealar varios datos: Informa de la existencia de colecciones, tal como sta y las dos que incluyo, aun antes de mediar el

    siglo. Haba habido el empeo de ir reuniendo los vestigios de la literatura que agonizaba. Da noticia de una sistemtica recopilacin, pues vemos las mismas tres clases de poemas en la

    misma distribucin de cantos guerreros, de flores, o esparcimiento, y de pensamiento, o angustia y desolacin, como los llama el texto. Era un sistema prefijado.

    Lo ms notable es la explicacin que se hace tocante al modo de taer los tambores. Est clara y algo dije en la Introduccin General acerca de la msica.

    La calidad de los poemas de esta tercera seccin es muy notable. Acaso son los ms llenos de pensamiento, por tanto los ms dignos de estudio para quien quiera entrar en el mbito de aquella cultura que nos dej tales vestigios. La sntesis de ese pensamiento solamente se podr hacer tras una detenida meditacin sobre tan abundantes testimonios. No cabe decir ms aqu para no agravar el texto y en el curso de las notas se har advertir algunos aspectos.

    4 Ardor Guerrero Donde resuenan los cascabeles el polvo sube: es deleitado el dios, dador de vida.

    Abren corolas las flores del escudo, el terror se difunde, se estremece la tierra.

    Aqu se adquieren las flores as en medio de la llanura.

    Al borde de la guerra es el principio en medio de la llanura. Sube el polvo, va haciendo giros, con flores de muerte, oh caudillos, oh prncipes, oh chichimecas.

    No te acobardes, corazn mo: all en medio de la llanura deseo la muerte a filo de obsidiana, slo quieren nuestros corazones muerte en guerra. De modo que all junto a la guerra estoy deseando la muerte a filo de obsidiana: Esto quiere mi corazn: muerte de obsidiana.

    Suben las nubes, se muestra primaveral el que hace vivir: con eso all se refriega el guila y el Tigre: all se abre como flor la hoguera de los caudillos.

    An dmonos gusto, an daos gusto, oh prncipes, que en medio de la llanura se viene a vivir, y all tomamos en prstamo flores de escudo, ardor de batalla.

    11

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    16 Poema de Cuauhtencoztli, Doliente estaba yo, Cuauhtencoztli, slo con tristeza adornaba mi tambor florido.

    Es que en verdad son los hombres reales? An no es verdadero su canto!

    Hay algo acaso que en pie perdure? hay algo acaso que logre xito?

    Donde vivimos, en donde estamos, oh amigo mo, infelices somos,

    cante yo para ti, con tal que ests presente! 32 El dolor y la vida Aun dolientes gocmonos en la primavera, en medio de colores nos hace vivir el que da vida.

    l lo sabe y l lo falla: como hemos de morir los hombres. Nadie, nadie, nadie en verdad vivimos aqu!

    En vano nac, en vano vine al mundo: estoy padeciendo. Ojal no hubiera venido al mundo!

    Ojal no hubiera nacido! Y digo: qu harn los hijos que sobreviven? Pero a nadie ofenda yo . . . No he de ser recatado y mantener mi lugar? Es mi destino el padecer: oh amigo mo, mi corazn se angustia: entre penas se vive en la tierra. Cmo vivir con los dems? Si vivimos en vano ofendemos a otros! Hay que vivir en paz, hay que rendirse y andar con la frente inclinada entre otros! No te angusties, corazn mo, no te pongas a meditar: es difcil vivir en la tierra doliente, cierto es que el dolor va en auge, (pero) ante ti y a tu lado, autor de la vida!

    NOTA EXPLICATIVA

    4

    Poema muy semejante en temas y desarrollo a otros que se hallan en ambas colecciones. Habr inters en compararlos, pero no lo puedo hacer aqu. El hilo de la composicin es as:

    12

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Un cuadro de la guerra, con los temas del cascabel que resuena, el polvo que sube, las flores de escudo de que abren corola, y la tierra que tiembla.

    Despus un dilogo con su corazn: No hay que temer, es el nico sitio en que se adquieren las flores para el dador de la vida. El mismo que es el sol, con sus nubes est dando a entender que florece, y a su ejemplo florecen los guerreros.

    Termina con una exhortacin a que haya gozo, antes de que venga la hora final. Sin gran relieve, es un bello poema. Con l se cierra la primera parte destinada a los cantos de guerra.

    32

    Probablemente del mismo poeta autor del anterior, por el estilo y modo de sus pensamientos. Aqu une el sentido de desencanto al de cierta resignacin de abandono. Hay que agregar a la base documental para el estudio de las ideas filosficas de este canto de desolacin.

    FUENTE: [Garibay 1993. 48. Vol. I: p. 73. Poemas de la Triple Alianza. Vol. II: pp .5-58, LXXI-LXXII, LXXIX; Poemas de Chalco pp. 76, XCVII, CIV; Poemas de Huexotzinco pp. 48, 95, 126, CXI-CXIII, CXVII-CXVIII]

    B) CANTARES DE AUTOR CONOCIDO

    NETZAHUALCOYOL

    Algunos forjadores de cantos de nombre conocido (Cap. VI. Vid. Fuente)

    Afirmar que es posible relacionar cierto nmero de composiciones poticas con sus autores, es

    decir, con determinadas personas de los tiempos prehispnicos, parecer a algunos empresa en extremo difcil si no irrealizable. Sin embargo, se equivocan quienes piensan que el profundo sentido comunitario prevaleciente en el Mxico antiguo tena como consecuencia un universal anonimato en lo que concierne a los artistas y creadores de cultura. Prueba de esto es que en algunos cdices prehispnicos, particularmente en los mixtecos, se incluyen numerosas biografas de diversos personajes, entre ellos sabios y artistas. De igual modo, en no pocos vasos mayas del gnero que hemos llamado micro-cdices aparecen las figuras de varios ah tsib, escribanos-pintores, de los cuales se registran sus nombres.

    En el campo de la produccin, tanto narrativa como religiosa y potica, de algunos de los chilam balames de Yucatn tambin se conocen sus nombres. Y entre los cuicapicque o forjadores de cantos del mbito nhuatl hay testimonios que nos permiten relacionar sus personas con sus producciones. El camino para lograrlo lo ofrecen diferentes testimonios, unos pictoglficos y otros de textos escritos con el alfabeto, que convergen en la afirmacin de sus mritos como poetas y en la atribucin de determinadas composiciones.

    Un examen crtico revela que, tratndose de testimonios independientes entre s que coinciden en tales atribuciones, resulta posible establecer en varios casos una relacin entre obra y autor.

    De hecho, la bsqueda en los cdices y manuscritos provenientes de la regin central de Mxico permite vincular un cierto nmero de creaciones poticas con aquellos a quienes precisamente deben atribuirse. Es decir, cabe esbozar las biografas de algunos cuicapicque, forjadores de cantos, aduciendo paralelamente, por lo menos, algunas composiciones que les son adjudicadas en las fuentes documentales.

    13

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Tal tipo de informacin existe acerca de poetas oriundos de la metrpoli mexica, de la regin de Tezcoco, de la zona de Puebla-Tlaxcala, del rea tecpaneca de Azcapotzalco y Tlacopan y del antiguo seoro de Chalco-Amecameca. A trece de esos forjadores de cantos dediqu un libro publicado en 1967.1

    Aqu slo atenderemos a tres. Dos son Nezahualcyotl y Tochihuitzin, de los que me ocup en el libro aludido. Como nueva aportacin incluyo luego textos y referencias de otro, Aquiauhtzin de Ayapanco.

    NEZAHUALCYOTL, EL SABIO SEOR DE TEZCOCO

    Varios son los cdices, y tambin las antiguas crnicas y los poemas en lengua nhuatl, en los

    que la figura de Nezahualcyotl se nos vuelve presente de diversas formas. Por una parte, estn las palabras, testimonio de admiracin, acerca de su casi proverbial sabidura como forjador de cantos, como maestro versado en todas las artes y como profundo conocedor de las cosas ocultas. Por otra, se reiteran los relatos, en los que se da cabida incluso a presagios y portentos en torno a lo que lleg a ser su actuacin.

    As, por ejemplo, en las colecciones de antiguos cantares una y otra vez afloran las alabanzas, como esta de un poeta annimo de la regin culhuacana que, dirigindose al sabio seor de Tezcoco, dej dicho:

    Sobre la estera de flores pintas tu canto, tu palabra, prncipe Nezahualcyotl. En los libros de pinturas est tu corazn, con flores de todos colores pintas tu canto, tu palabra, prncipe Nezahualcyotl2.

    Un elogio que rivaliza con la anterior afirmacin de que el corazn de Nezahualcyotl da vida a

    los libros de pinturas, lo hallamos en otro breve canto que apunta a la ms honda raz de la sabidura de sus palabras:

    Dentro de ti vive, dentro de ti forja un libro de pinturas, inventa, el Dador de la vida, prncipe chichimeca, Nezahualcyotl!3.

    RASGOS BIOGRFICOS

    Mencionando nicamente los momentos ms sobresalientes, recordaremos que naci en Tezcoco en el ao 1-Conejo, 1402, siendo sus padres el seor Ixtlixchitl el Viejo y Matlalcihuatzin, hija de Huitzililhuitl, segundo seor de Tezcoco. Gracias a esto pudo adentrarse desde un principio en el conocimiento de las doctrinas y la sabidura heredadas de los toltecas.

    Segn el historiador Chimalpahin, en el ao 4-Conejo, 1418, cuando el joven prncipe contaba diecisis aos de edad, vio morir a su padre asesinado por las gentes de Tezozmoc de Azcapotzalco. A lo que sigui la ruina de Tezcoco, sometida al poder de la nacin tepaneca. La muerte de su padre fue el comienzo de una larga serie de desgracias, persecuciones y peligros referidos con detalle en la mayor parte de las crnicas e historias. Rasgo sobresaliente de Nezahualcyotl en tan difciles circunstancias fue su sagacidad que, unida a su audacia, habra de llevarle al fin al triunfo sobre sus enemigos. Y seguramente ya desde esta poca tuvo ocasin de entrar en contacto con algunos poetas y sabios, como Tochihuitzin Coyolchiuhqui, el forjador de cascabeles, uno de los hijos de Itzcatl que le ayud a escapar en el momento en que las gentes de Azcapotzalco perpetraban la muerte de su padre.

    14

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Ganndose el favor de los seores de los estados vecinos, entre ellos de Huexotzinco y Tlaxcala, y sobre todo el de sus parientes por lnea materna, o sea, de los mexicas, que tambin iniciaban entonces su lucha contra los de Azcapotzalco, Nezahualcyotl pudo emprender la liberacin de los dominios paternos.

    As, segn el testimonio de los Anales de Cuauhtitln, en el ao 3-Conejo, 1430, logr conquistar el seoro de Coatlichan4. Al fin, despus de numerosas batallas que trajeron consigo la derrota completa de los tecpanecas, Nezahualcyotl pudo coronarse en 1431 y, dos aos ms tarde, establecerse de manera definitiva en Tezcoco con el apoyo y la alianza de Mxico-Tenochtitln.

    Su largo reinado de ms de cuarenta aos aparece en los textos como una poca de esplendor en la que florecen extraordinariamente las artes y la cultura. Nezahualcyotl edific palacios, templos, jardines botnicos y zoolgicos. Fue consejero de los reyes mexicas y, como arquitecto extraordinario, dirigi la construccin de las calzadas, las obras de conduccin del agua a Mxico y la edificacin de los diques o albarradas para aislar las aguas saladas de los lagos e impedir futuras inundaciones. Su descendiente, el historiador Fernando de Alva Ixtlilxchitl, nos habla pormenorizadamente de las obras emprendidas por Nezahualcyotl y describe con fruicin lo que llegaron a ser sus palacios con salas dedicadas a la msica y a la poesa, en donde se reunan los sabios, los conocedores de los astros, los sacerdotes, los jueces y todos cuantos se interesaban por lo ms elevado de las creaciones dentro de ese nuevo florecimiento cultural hondamente cimentado en la tradicin tolteca5.

    Como testimonio visible de su ms ntima persuasin y del sesgo que haba dado a su pensamiento, frente al templo del dios Huitzilopochtli que se levantaba en Tezcoco en reconocimiento del predominio mexica, edific Nezahualcyotl otro templo con una elevada torre compuesta de varios cuerpos que simbolizaban los travesaos o pisos celestes, sin imagen alguna, en honor de Tloque Nahuaque, el dueo del cerca y del junto, el invisible como la noche e impalpable como el viento, el mismo al que haca continua referencia en sus meditaciones y poemas.

    Setenta y un aos vivi el sabio seor de Tezcoco, y fue precisamente al sentir ya cercana su muerte, cuando dio a conocer su determinacin de ser sucedido por su hijo Nezahualpilli. Ocurri su muerte en un ao 6-Pedernal, 1472, segn nuestra cuenta. Al recordarla, cronistas e historiadores sin excepcin se empean en lograr un postrer elogio de Nezahualcyotl, queriendo sintetizar lo que fueron sus mritos y creaciones, sobre todo como poeta y pensador. Aduciremos tan slo algo de lo que escribi el mismo Ixtlilxchitl:

    De esta manera acab la vida de Nezahualcyotl, que fue el ms poderoso, valeroso, sabio y venturoso, prncipe y capitn que ha habido en este Nuevo Mundo... porque fue muy sabio en las cosas morales y el que ms vacil, buscando de dnde tomar lumbre para certificarse del verdadero Dios... como se ha visto en el discurso de su historia, y dan testimonio sus cantos que compuso... Y aunque no pudo de todo punto quitar el sacrificio de los hombres, conforme a los ritos mexicanos, todava alcanz con ellos que tan solamente sacrificasen a los habidos en guerra, esclavos y cautivos y no a sus hijos y naturales, que solan tener de costumbre...6.

    Las fuentes indgenas conocidas, a las que ya nos hemos referido, y las pocas biografas que de

    Nezahualcyotl se han escrito en fecha ms reciente permiten a quien lo desee un acercamiento ms profundo a la vida azarosa, fecunda y extraordinaria del seor de Tezcoco. FLORES Y CANTOS DE NEZAHUALCYOTL

    La obra potica de Nezahualcyotl ha sido algunas veces objeto de mistificaciones. La causa fue, como es obvio, no tomar en cuenta, con mirada crtica, las colecciones de antiguos cantares en nhuatl ni los relatos de las crnicas nativas. Cerca de treinta son los poemas que se nos presentan en las citadas colecciones de cantares prehispnicos como parte sobreviviente de la obra de Nezahualcyotl. Entre los grandes temas sobre los que discurri su pensamiento estn el del tiempo o la fugacidad de cuanto existe, la muerte inevitable, la posibilidad de decir palabras verdaderas, el ms

    15

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    all y la regin de los descarnados, el enigma del hombre frente al Dador de la vida y, en resumen, los problemas de un pensamiento metafsico por instinto que ha vivido la duda, el dolor y la angustia como atributos de la propia existencia.

    Las muestras de las obras de Nezahualcyotl que se incluyen en este captulo, en la versin castellana que he preparado, contribuirn, mejor que cualquier ponderacin, al acercamiento a lo que parece haber sido el alma del pensamiento y de la belleza de expresin del tan admirado supremo gobernante de Tezcoco.

    Estoy triste Estoy triste, me aflijo, yo, el seor Nezahualcyotl. Con flores y con cantos recuerdo a los prncipes, a los que se fueron, a Tezozomoctzin, a Quahquauhtzin. En verdad viven, all en donde de algn modo se existe. Ojal pudiera yo seguir a los prncipes, llevarles nuestras flores! Si pudiera yo hacer mos los hermosos cantos de Tezozomoctzin! Jams perecer tu nombre, oh mi seor, t, Tezozomoctzin! As, echando de menos tus cantos, me he venido a afligir, slo he venido a quedar triste, yo a m mismo me desgarro. He venido a estar triste, me aflijo. Ya no ests aqu, ya no, en la regin donde de algn modo se existe, nos dejaste sin provisin en la tierra, por esto, a m mismo me desgarro7. Percibo lo secreto Percibo lo secreto, lo oculto: Oh vosotros seores! As somos, somos mortales, de cuatro en cuatro, nosotros los hombres, todos habremos de irnos, todos habremos de morir en la tierra . . . Nadie en jade, nadie en oro se convertir: en la tierra quedar guardado. Todos nos iremos all, de igual modo. Nadie quedar, conjuntamente habr que perecer, nosotros iremos as a su casa. Como una pintura

    16

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    nos iremos borrando. Como una flor nos iremos secando, aqu sobre la tierra. Como vestidura de plumaje de ave zacan, de la preciosa ave de cuello de hule, nos iremos acabando, nos vamos a su casa. Se acerc aqu, hace giros la tristeza de los que en su interior viven . . . Meditadlo, seores, guilas y tigres, aunque fuerais de jade, aunque fuerais de oro tambin all iris, al lugar de los descarnados . . . Tendremos que desaparecer nadie habr de quedar.8 Estoy embriagado . . . Estoy embriagado, lloro, me aflijo, pienso, digo, en mi interior lo encuentro: si yo nunca muriera, si nunca desapareciera. All donde no hay muerte, all donde ella es conquistada, que all vaya yo . . . Si yo nunca muriera, si yo nunca desapareciera.9 No acabarn mis flores . . . No acabarn mis flores, no cesarn mis cantos. Yo cantor los elevo, se reparten, se esparcen. Aun cuando las flores se marchitan y amarillecen, sern llevadas all, al interior de la casa del ave de plumas de oro.10 Con flores escribes . . . Con flores escribes, Dador de la vida, con cantos das color, con cantos sombreas a los que han de vivir en la tierra. Despus destruirs a guilas y tigres, slo en tu libro de pinturas vivimos, aqu sobre la tierra.

    17

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Con tinta negra borrars lo que fue la hermandad, la comunidad, la nobleza. T sombreas a los que han de vivir en la tierra.11 En el interior del cielo . . . Slo all en el interior del cielo t inventas tu palabra, Dador de la vida! Qu determinars? Tendrs fastidio aqu? Ocultars tu fama y tu gloria en la tierra? Qu determinars? Nadie puede ser amigo del Dador de la vida . . . Amigos, guilas, tigres, a dnde en verdad iremos? Mal hacemos las cosas, oh amigo. Por ello no as te aflijas, eso nos enferma, nos causa la muerte. Esforzaos, todos tendremos que ir a la regin del misterio.12

    NOTAS

    1 M. Len-Portilla, Trece poetas del mundo azteca, Universidad Nacional, Mxico, 1967. 2 Coleccin de Cantares Mexicanos, Biblioteca Nacional de Mxico, fol. 18 v. Ibid., fol. 34 r. 3 Ibid., fol. 34 r. 4 Anales de Cuauhtitln, en Cdice Chimalpopoca, Universidad Nacional, Mxico, 1975, p. 165. 5 Vase Fernando de Alva Ixtlilxchitl, op. cit., t. II, pp. 173-181 y 212. El Cdice o Mapa Quinatzin, manuscrito de origen tezcocano, ofrece asimismo una representacin pictogrfica de los palacios de Nezahualcyotl. Anales del Museo Nacional de Arqueologa, poca I, t. II, Mxico, 1885, pp. 345-368. 6 Ibid., pp. 243-244. 7 Coleccin de Cantares Mexicanos, fols. 25 r. y v. 8 Romances de los seores de la. Nueva Espaa, Biblioteca de la Universidad de Texas, Austin, fol. 36 r. 9 Cantares Mexicanos, fol. 14 v. 10 Ibid., fol. 16 v. 11 Ibid., fol. 35 r. 12 Ibid., fol. 3 v.

    AQUIAUHTZIN, SEOR DE AYAPANCO

    Composicin que a algunos podr parecer imprevisible en el contexto de las literaturas de Mesoamrica es esta de Aquiauhtzin. En tanto que algunas producciones de Nezahualcyotl tienen una significacin que puede calificarse de filosfica, sta se nos muestra de fina inspiracin ertica. El hecho mismo de que, adems de haber llegado hasta nosotros en la Coleccin de Cantares Mexicanos, se nos presenta bien documentada en la Relacin de Chimalpahin, deja ver cul fue la resonancia que tuvo. Igualmente es para nosotros revelacin de la amplia gama temtica de esta literatura.

    Como se ha dicho ya, si bien es verdad que la mayor parte de los poemas y cantos que se conservan deben tenerse como annimos para nosotros, no por ello habr que hacer a un lado las referencias que se conservan acerca de muestras de la palabra como stas y otras de las que se tiene noticia. Lo expuesto aqu acerca de Nezahualcyotl, Tochihuitzin y Aquiauhtzin, ilustra suficientemente que es posible relacionar, en algunos casos, las volutas floridas del canto con los rostros y los corazones de algunos personajes de los que nos hablan las antiguas crnicas.

    18

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    C A N T O D E L A S M U J E R E S D E C H A L C O

    1. Levantaos, vosotras, hermanitas mas, vayamos, vayamos, buscaremos flores, vayamos, vayamos, cortaremos flores. Aqu se extienden, aqu se extienden las flores del agua y el fuego, las flores del escudo, las que se antojan a los hombres, las que son prestigio: flores de guerra.

    2. Son flores hermosas, con las flores que estn sobre m, yo me adorno, son mis flores, soy una de Chalco, soy mujer! Deseo y deseo las flores, deseo y deseo los cantos, estoy con anhelo, aqu en el lugar donde hilamos, en el sitio donde se va nuestra vida.

    3. Yo entono su canto, al seor, pequeo Axaycatl, lo entretejo con flores, con ellas lo circundo. Como una pintura es el hermoso canto, como flores olorosas que dan alegra, mi corazn las estima en la tierra.

    4. Qu significa todo esto? As estimo tu palabra, compaero en el lecho, t, pequeo Axaycatl. Con flores lo entretejo, con flores lo circundo, lo que nos une levanto, lo hago despertarse. As dar placer a mi compaero en el lecho, a ti, pequeo Axaycatl. Se alegra, se alegra, hace giros, es como niebla.

    5. Acompaante, acompaante pequeo, t, seor Axaycatl. Si en verdad eres hombre, aqu tienes donde afanarte. Acaso ya no seguirs, seguirs con fuerza? Haz que se yerga lo que hace mujer, consigue luego que mucho de veras se encienda. Ven a unirte, ven a unirte: es mi alegra. Dame ya al pequen, el piln de piedra que hace nacer en la tierra. Habremos de rer, nos alegraremos, habr deleite, yo tendr gloria, pero no, no, todava no desflores, compaerito, t, seor, pequeo Axaycatl.

    6. Yo, yo soy atrapada, mi manita da vueltas, ven ya, ven ya.

    19

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Quieres mamar mis pechos, casi en mi corazn.

    7. Quizs t mismo estropears lo que es mi riqueza, la acabars; yo, con flores color de ave de fuego, para ti har resonar mi vientre, aqu est: a tu perforador hago ofrenda.

    8. La preciosa flor de maz tostado, la del ave de cuello de hule, la flor del cuervo, tu manto de flores, estn ya extendidos.

    9. Sobre la estera preciosa t yaces, en casa que es cueva de plumas preciosas, en la mansin de las pinturas. As en su casa me aflijo, t, madre ma, quizs ya no puedo hilar. Tal vez no puedo tejer, slo en vano soy una nia. Soy muchachita de m se dice que tengo varn.

    10. Aborrezco a la gente, mi corazn la detesta en la tierra. As tristemente cavilo, deseo la maldad, la desesperacin ha venido a ser ma. Me digo, ven nia, aun cuando del todo he de morir.

    11. Aunque mi madre perezca de tristeza, aqu tengo yo a mi hombre, no puedo ya hacer bailar el huso, no puedo meter el palo al telar: niito mo, de m te burlas.

    12. Qu me queda? Lo har! Cmo se embraza el escudo en el interior de la llanura? Yo me ofrecer, me ofrecer, niito mo, de m te burlas.

    13. Compaerito, niito mo, t, seor, pequeo Axaycatl, vamos a estar juntos, a mi lado acomdate, haz hablar tu ser de hombre. Acaso no conozco, no tengo experiencia de tus enemigos, niito mo? Pero ahora abandnate a mi lado.

    20

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    14. Aunque seamos mujeres, tal vez nada logres como hombre. Flores y cantos de la compaera del placer, niito mo.

    15. No hay ya jugo, seor mo, t, gran seor, t, pequeo Axaycatl; todava no empiezas ya ests disgustado, compaero pequeo. Ya me voy a mi casa, niito mo. Tal vez t aqu me has embrujado, has pronunciado hermosas palabras. Sabrosa es tu semilla, t mismo eres sabroso. Acaso se sabe esto en nuestra casa?

    16. Acaso t me has comprado, t para ti me adquiriste, niito mo? Tal vez cambiars mi placer, mi embriaguez? Acaso desprecias, te has disgustado, pequeo compaero, ya me voy a mi casa, niito mo.

    17. T, amiga ma, t mujer ofrendadora, mira cmo permanece el canto, en Cohuatpec, en Cuauhtenanpan, sobre nosotros se extiende, luego pasa. Tal vez mi ser de mujer hace locuras, mi pequeo corazn se aflige.

    18. Cmo habr de hacerlo, a aquel que tengo por hombre aunque sean mas falda y camisa? Los que son nuestros hombres, compaeros de lecho! Revulveme como masa de maz, t, seor, pequeo Axaycatl, yo a ti por completo me ofrezco, soy yo, niito mo, soy yo, niito mo. Algrate, que nuestro gusano se yerga. Acaso no eres un guila, un ocelote, t no te nombras as, niito mo? Tal vez con tus enemigos de guerra no hars travesuras? Ya as, niito mo, entrgate al placer.

    19. Nada es mi falda, nada mi camisa, yo, mujercita, estoy aqu, viene l a entregar su armonioso canto, viene aqu a entregar la flor del escudo. Acaso de algn modo somos dos, yo mujer de Chalco, yo Ayocuan?

    20. Estn avergonzados: yo me hago concubina. Niito mo, acaso no me lo hars

    21

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    como se lo hiciste al pobre Cuauhtlatohua?

    21. Poco a poco desatad la falda, abrid las piernas, vosotros tlatelolcas, los que lanzis flechas, mirad aqu a Chalco.

    22. Que yo me atave con plumas, madrecita ma, que me pinte yo la cara, cmo habr de verme mi compaero de placer? Ante su rostro saldremos, quizs habr de irritarse all en Huexotzinco Xayacamachan, en Tetzmolocan, yo mujer me unt las manos con ungentos, me acerco con mi falda de fruto espinoso, con mi camisa de fruto espinoso. Los ver a todos perecer. Deseo en Xaltepetlapan a los huexotzincas, al cautivo de Cuetlaxtan, a los traviesos cuetlaxtecas, los ver a todos perecer.

    23. De qu modo se sabe? Me llama el nio, el seor, el pequeo Axaycatl quiere conmigo lograr su placer. Por mi causa a dos tendrs que cuidar, niito mo, tal vez as lo quiere tu corazn, as, poco a poco, cansmonos. Tal vez no de corazn, niito mo, entras a la que es placer, a tu casa. Tal vez as lo quiere tu corazn, as, poco a poco, cansmonos. De qu modo me lo haces, compaero de placer? Hagmoslo as juntos, acaso no eres hombre? Qu es lo que te confunde? Mi corazn con flores circundas, son tu palabra. Te digo el lugar donde yo tejo, el lugar donde hilo, te hago recordar, compaero pequeo. Qu es lo que te turba, corazn mo?

    24. Soy vieja mujer de placer, soy vuestra madre, soy anciana abandonada, soy vieja sin jugo, es esto lo que hago, yo mujer de Chalco.

    25. He venido a dar placer a mi vulva florida,

    22

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    mi boca pequea. Deseo al seor, al pequeo Axaycatl. Mira mi pintura florida, mira mi pintura florida: mis pechos. Acaso caer en vano, tu corazn, pequeo Axaycatl?

    26. He aqu tus manitas, ya con tus manos tmame a m. Tengamos placer. En tu estera de flores en donde t existes, compaero pequeo, poco a poco entrgate al sueo, queda tranquilo, niito mo, t, seor Axaycatl*

    * [Coleccin de Cantares Mexicanos, foli. 72 r.-73 v.]

    Una pgina del manuscrito de Cantares Mexicanos, conservado en la Biblioteca Nacional de Mxico. En ella se lee: Ycuic in Acolhuacan in Nezahualcoyotzin ic quitlapaloco in huehue Moctecuczomatzin: Su canto de Nezahualcyotl de Acolhuacan, con el que fue a saludar a Moctecuhzoma el Viejo.

    FUENTE: [Len Portilla, Miguel 1992, pp. 267-276, 285-290.]

    C) POTICAS El Dilogo de la Flor y el Canto [1490]

    REUNIDOS probablemente en algn huerto cercano al palacio del seor Tecayehuatzin, de Huexotzinco, los varios personajes que hacen su aparicin en este dilogo, presentan sucesivamente su propia interpretacin acerca de lo que es el arte y la poesa, "flor y canto". El dilogo se abre con una invitacin de Tecayehuatzin a los diversos poetas, seguida de un elogio del simbolismo de la "flor y el canto". Tecayehuatzin se pregunta desde un principio si la flor y canto ser realmente lo nico verdadero, lo nico capaz de dar raz al hombre en la tierra.

    Ayocuan, de Tecamachalco, responde, inquiriendo a su vez sobre el origen de flores y cantos. Acaso pueden ser un lenguaje para hablar con el Dador de la vida? Son tan slo un recuerdo del hombre en la tierra? Perduran quizs en el ms all?

    Aquiauhtzin, seor de Ayapanco, toma en seguida la palabra y con insistencia afirma que flores y cantos son una invocacin al Dador de la vida. ste, de hecho, se hace presente a travs de la inspiracin del arte y la poesa. Cuauhtencoztli, poeta de Huexotzinco, expresa sus dudas acerca* de la verdad que puedan tener el hombre y sus cantos. Le responde Motenehuatzin, prncipe teupil, esforzndose por disipar la que considera actitud pesimista de Cuauhtencoztli. En realidad, son las flores y cantos lo nico que puede ahuyentar la tristeza.

    En una especie de interludio vuelve a tomar la palabra el seor Tecayehuatzin para exhortar de nuevo a los poetas all congregados a alegrarse. Motenehuatzin hace eco a sus palabras insistiendo en que flor y canto es la riqueza y alegra de los prncipes.

    Pero la discusin acerca del sentido de la poesa descrita ya, como tal vez lo nico verdadero en la tierra, como el don de los dioses, como el nico recuerdo del hombre en la tierra, como el camino para encontrar a la divinidad, y como alegra y riqueza de los prncipes, es considerada ahora por Xayacmach como el nico modo de embriagar los corazones para olvidarse aqu de la tristeza. Hablando del corazn embriagado por flores y cantos, Xayacmach se ve interrumpido por

    23

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Tlapalteuccitzin, quien tambin desea hablar acerca de las flores. En funcin de ellas se describe a s mismo. Afirma que entre flores y cantos ha nacido. Siendo esta vida experiencia nica, es necesario cultivar la propia raz de la flor y el canto, alegrarse con ella y gozar en la casa de la primavera y de las pinturas.

    Ayocuan, de Tecamachalco, ha seguido con inters la trayectoria del dilogo. Al ver que ste se aproxima a su fin, toma una vez ms la palabra para formular, en funcin de flores y cantos, el supremo elogio de la ciudad de Tecayehuatzin: Huexotzinco. All, donde est la casa de las pinturas, las casas preciosas, no reina la guerra. Es la ciudad de los timbales, las flautas y las conchas de tortuga. En ella se han quedado prendidos los cantos al son de tamboriles y timbales.

    Tecayehuatzin, que ha sido el husped generoso de esta reunin, as como le dio principio, le da tambin fin. Presenta una ltima idea acerca de lo que es la poesa, "flor y canto". Cada quien ha dado su propia opinin, tal vez no sea posible ponerse de acuerdo. Pero, al menos, s estarn todos anuentes en reconocer que las flores y los cantos son precisamente lo que hace posible la reunin de los amigos. ste es "el sueo de una palabra"; gracias a la flor y el canto, "sabemos que son verdaderos los corazones de nuestros amigos".

    Tal es, en pocas palabras, el argumento del dilogo de la flor y el canto. A continuacin se ofrece la versin ntegra y literal del mismo.

    Dilogo de la Poesa: Flor y Canto

    [Ms. Cantares Mexicanos, fol. 9v.- 11 v.] TECAYEHUATZIN: Dnde andabas, oh poeta?

    Aprstese ya el florido tambor, ceido con plumas de quetzal, entrelazadas con flores doradas. T dars deleite a los nobles, a los caballeros guilas y tigres.

    Baj sin duda al lugar de los atabales, all anda el poeta, despliega sus cantos preciosos, uno a uno los entrega al Dador de la vida.

    Le responde el pjaro cascabel. Anda cantando, ofrece flores. Nuestras flores ofrece. All escucho sus voces, en verdad al Dador de la vida responde, responde el pjaro cascabel, anda cantando, ofrece flores. Nuestras flores ofrece.

    Como esmeraldas y plumas finas, llueven tus palabras. As habla tambin Ayocuan Cuetzpaltzin, que ciertamente conoce al Dador de la vida.

    Invitacin a los poetas.

    Su llegada al lugar de la msica.

    "Flor y canto": el don del pjaro cascabel.

    La poesa del prncipe Ayocuan.

    As vino a hacerlo tambin

    24

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    aquel famoso seor

    Flor y canto, lo nico verdadero?

    Invitacin y alabanza de los prncipes poetas

    Respuesta de Ayocuan. El origen de la "flor y

    el canto". Elogio de Tecayehuatzin y de la

    amistad.

    Las flores y los cantos de los principes,

    hablan acaso al Dador de la vida?

    Anhelo de hallar flores y cantos.

    que con ajorcas de quetzal y con perfumes, deleitaba al nico Dios.

    All lo aprueba tal vez el Dador de la vida? Es esto quizs lo nico verdadero en la tierra?

    Por un breve momento, por el tiempo que sea, he tomado en prstamo a los prncipes: ajorcas, piedras preciosas. Slo con flores circundo a los nobles. Con mis cantos los reno en el lugar de los atabales. Aqu en Huexotzinco he convocado esta reunin. Yo el seor Tecayehuatzin, he reunido a los prncipes: piedras preciosas, plumajes de quetzal. Slo con flores circundo a los nobles.

    AYOCUAN: Del interior del cielo vienen

    las bellas flores, los bellos cantos. Los afea nuestro anhelo, nuestra inventiva los echa a perder, a no ser los del prncipe chichimeca Tecayehuatzin. Con los de l, alegraos! La amistad es lluvia de flores preciosas. Blancas vedijas de plumas de garza, se entrelazan con preciosas flores rojas: en las ramas de los rboles, bajo ellas andan y liban los seores y los nobles. Vuestro hermoso canto: un dorado pjaro cascabel, lo elevis muy hermoso. Estis en un cercado de flores. Sobre las ramas floridas cantis. Eres t acaso, un ave preciosa del Dador de la vida? Acaso t al dios has hablado? Habis visto la aurora, y os habis puesto a cantar. Esfurcese, quiera las flores del escudo, las flores del Dador de la vida. Qu podr hacer mi corazn? En vano hemos llegado, en vano hemos brotado en la tierra.

    25

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Slo as he de irme

    Flor y canto: recuerdo del hombre

    en la tierra.

    Las flores y cantos perduran tambin con

    el Dador de la vida.

    Expresin de duda: aqu es la "regin del

    momento fugaz",cmo es en el

    ms alla?

    La respuesta de Aquiauhtiin.

    La bsqueda del Dador de la vida.

    Desde la regin de las flores y las pinturas se

    busca al Dador de la vida.

    Todos aguardan la palabra del Dador de

    la vida.

    como las flores que perecieron? Nada quedar en mi nombre? Nada de mi fama aqu en la tierra? Al menos flores, al menos cantos! Qu podr hacer mi corazn? En vano hemos llegado, en vano hemos brotado en la tierra. Gocemos, oh amigos, haya abrazos aqu. Ahora andamos sobre la tierra florida. Nadie har terminar aqu las flores y los cantos, ellos perduran en la casa del Dador de la vida. Aqu en la tierra es la regin del momento fugaz. Tambin es as en el lugar donde de algn modo se vive? All se alegra uno? Hay all amistad? O slo aqu en la tierra hemos venido a conocer nuestros rostros?

    AQUIAUHTZIN: Por all he odo un canto,

    lo estoy escuchando, toca su flauta, sartal de flores, el Rey Ayocuan. Ya te responde, ya te contesta, desde el interior de las flores Aquiauhtzin, seor de Ayapanco. Dnde vives, oh mi dios, Dador de la vida? Yo a ti te busco. Algunas veces, yo poeta por ti estoy triste, aunque slo procuro alegrarte. Aqu donde llueven las blancas flores, las blancas flores preciosas, en medio de la primavera, en la casa de las pinturas, yo slo procuro alegrarte. Oh, vosotros que de all de Tlaxcala, habis venido a cantar, al son de brillantes timbales,

    26

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    en el lugar de los atabales!

    Invocacin insistente al Dador de la vida.

    El pjaro cascabel, smbolodel Dador de

    la vida, aparece cantando. Con su venida llueven las

    flores.

    Nueva pregunta

    El Dador de la vida se hace presente en las

    flores y los cantos.

    Las preguntas sobre la verdad de los hombres

    y los cantos.

    Flores fragantes: el seor Xicotncatl de Tizatlan, Camazochitzin, quienes se alegran con cantos y flores, aguardan la palabra del dios. En todas partes est tu casa, Dador de la vida. La estera de flores, tejida con flores por m. Sobre ella te invocan los prncipes. Los variados rboles floridos se yerguen en el lugar de los atabales. T ests all: Con plumas finas entreveradas, hermosas flores se esparcen. Sobre la estera de la serpiente preciosa, anda el pjaro cascabel, anda cantando, slo le responde al seor, alegra a guilas y tigres. Ya llovieron las flores, comience el baile, oh amigos nuestros, en el lugar de los atabales! A quin se espera aqu? Se aflige nuestro corazn. Slo el dios, escucha ya aqu, ha bajado del interior del cielo, viene cantando. Ya le responden los prncipes, que llegaron a taer sus flautas.

    CUAUHTENCOZTLI: Yo Cuauhtncoz, aqu estoy sufriendo.

    Con la tristeza he adornado mi florido tambor. Son acaso verdaderos los hombres? Maana ser an verdadero nuestro canto? Qu est por ventura en pie? Qu es lo que viene a salir bien? Aqu vivimos, aqu estamos, pero somos indigentes, oh amigo. Si te llevara all, all s estaras en pie.

    27

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    MOTENEHUATZIN: Slo he venido a cantar. Motenehuatzin toma la

    palabra.

    Flores y cantos: lo que ahuyenta la tristeza.

    Tambin l, Motenehuatzin, ha

    odo un canto inspirado.

    De nuevo Tecayehuatzin exhorta

    a todos a alegrarse.

    Qu decs, oh amigos? De qu hablis aqu? Aqu est el patio florido, a l viene, oh prncipes, el hacedor de cascabeles, con llanto, viene a cantar, en medio de la primavera. Flores desiguales, cantos desiguales, en mi casa todo es padecer. En verdad apenas vivimos, amargados por la tristeza. Con mis cantos, como plumas de quetzal entretejo a la nobleza, a los seores, a los que mandan, yo, Motenehuatzin. Oh Telpolhuatl, oh prncipe Telpolhuatl, todos vivimos, todos andamos en medio de la primavera. Flores desiguales, cantos desiguales, en mi casa todo es padecer. He escuchado un canto, he visto en las aguas floridas al que anda all en la primavera, al que dialoga con la aurora, al ave de fuego, al pjaro de las milpas, al pjaro rojo: al prncipe Monencauhtzin.

    TECAYEHUATZIN: Amigos mos, los que estis all,

    los que estis dentro de la casa florida, del pjaro de fuego, enviado por el dios. Venid a tomar el penacho de quetzal, que vea yo a quienes hacen rer a las flautas preciosas, a quienes estn dialogando con tamboriles floridos: Los prncipes, los seores, que hacen sonar, que resuenan, los tamboriles con incrustaciones de turquesa, en el interior de la casa de las flores. Escuchad, canta, parla en las ramas del rbol con flores, od cmo sacude su florido cascabel dorado, el ave preciosa de las sonajas: el prncipe Monencauhtzin. Con su abanico dorado anda abriendo sus alas, y revolotea entre los atabales floridos.

    28

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    MONENCAUHTZIN: Brotan, brotan las flores, Flor y canto: riqueza y

    alegra de los prncipes

    Flor y canto: modo de embriagar los

    corazones.

    Salutacin del recin llegado

    Tambin quiere hablar acerca de las flores.

    abren sus corolas las flores, ante el rostro del Dador de la vida. l te responde. El ave preciosa del dios, al que t buscaste. Cuntos se han enriquecido con tus cantos, t los has alegrado. Las flores se mueven! Por todas partes ando, por doquiera converso yo poeta. Han llovido olorosas flores preciosas en el patio enflorado, dentro de la casa de las mariposas.

    XAYACAMACH: Todos de all han venido,

    de donde estn en pie las flores. Las flores que trastornan a la gente, las flores que hacen girar los corazones. Han venido a esparcirse, han venido a hacer llover guirnaldas de flores, flores que embriagan. Quin est sobre la estera de flores? Ciertamente aqu es tu casa, en medio de las pinturas, habla Xayacmach. Se embriaga con el corazn de la flor del cacao. Resuena un hermoso canto, eleva su canto Tlapalteuccitzin. Hermosas son sus flores, se estremecen las flores, las flores del cacao.

    TLAPALTEUCCITZIN: Oh amigos, a vosotros os ando buscando.

    Recorro los campos floridos y al fin aqu estis. Alegraos, narrad vuestras historias! Oh amigos, ha llegado vuestro amigo. Acaso entre flores vengo a introducir la flor del cadillo y del muicle, las flores menos bellas? Acaso soy tambin invitado,

    29

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    yo menesteroso, oh amigos?

    Descripcin de s mismo: cantor de

    flores

    Su origen y su vida: flores y cantos.

    Invitacin a alegrarse.

    La vida: experiencia nica.

    Respuesta: flores y cantos deleitan al

    hombre y acercan al Dador de la vida.

    Yo quin soy? Volando me vivo, compongo un himno, canto las flores: mariposas de canto. Surjan de mi interior, saborelas mi corazn. Llego junto a la gente, he bajado yo, ave de la primavera, sobre la tierra extiendo mis alas, en el lugar de los atabales floridos. Sobre la tierra se levanta, brota mi canto. Aqu, oh amigos, repito mis cantos. Yo entre cantos he brotado. An se componen cantos. Con cuerdas de oro ato mi nfora preciosa. Yo que soy vuestro pobre amigo. Slo atisbo las flores, yo amigo vuestro, el brotar de las flores matizadas. Con flores de colores he techado mi cabaa. Con eso me alegro, muchas son las sementeras del dios. Haya alegra! Si de veras te alegraras en el lugar de las flores, t, ataviado con collares, seor Tecayehuatzin. Acaso de nuevo volveremos a la vida? As lo sabe tu corazn: Slo una vez hemos venido a vivir. He llegado a los brazos del rbol florido, yo florido colibr, con aroma de flores me deleito, con ellas mis labios endulzo. Oh, Dador de la vida, con flores eres invocado. Nos humillamos aqu, te damos deleite en el lugar de los floridos atabales, seor Atecpancatl! All guarda el tamboril, lo guarda en la casa de la primavera, all te esperan tus amigos,

    30

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Yaomanatzin, Micohuatzin, Ayocuatzin.

    Alabanza de Huexotzinco: no es

    una ciudad guerrera.

    Huexotzinco, casa de timbales y cantos, casa

    del Dador de la vida.

    Las casas de pinturas donde mora el Dador

    de la vida.

    La primavera llega y se va. El sueo de

    una palabra ilumina: son verdaderos

    nuestros amigos.

    Ya con flores suspiran los prncipes. AYOCUAN: Asediada, odiada

    sera la ciudad de Huexotzinco, si estuviera rodeada de dardos, Huexotzinco circundada de espinosas flechas. El timbal, la concha de tortuga repercuten en tu casa, permanecen en Huexotzinco. All vigila Tecayehuatzin, el seor Quechuatl, all tae la flauta, canta, en su casa de Huexotzinco. Escuchad: hacia ac baja nuestro padre el dios. Aqu est su casa, donde se encuentra el tamboril de los tigres, donde han quedado prendidos los cantos al son de los timbales. Como si fueran flores, all se despliegan los mantos de quetzal en la casa de las pinturas. As se venera en la tierra y el monte, as se venera al nico dios. Como dardos floridos e gneos se levantan tus casas preciosas. Mi casa dorada de las pinturas, tambin es tu casa, nico dios!

    TECAYEHUATZIN: Y ahora, oh amigos, od el sueo de una palabra: Cada primavera nos hace vivir, la dorada mazorca nos refrigera, la mazorca rojiza se nos torna un collar. Sabemos que son verdaderos los corazones de nuestros amigos!

    Tal es el dilogo del simbolismo y la poesa, "flor y canto", sostenido por los sabios nahuas en su

    afn por decir palabras verdaderas en la tierra, acerca de lo que nos sobrepasa, la regin del misterio. A continuacin veremos cmo, valindose precisamente de la poesa, formularon los tlamatinime una concepcin sobre la divinidad, enteramente distinta de la impuesta a los aztecas por Tlacalel. La concepcin de la divinidad a que llegaron estos sabios de Texcoco, Huexotzinco, Chalco y otras ciudades del mundo nhuatl, como se ha dicho, tiene sus ms hondas races en el viejo pensamiento de los toltecas.

    31

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Toltequidad

    [Cdice Matritense de la Real Academia, fol. 115v.-116r. Informantes de Sahagn.]

    Tolteca: artista, discpulo, abundante, mltiple, inquieto. El verdadero artista: capaz, se adiestra, es hbil; dialoga con su corazn, encuentra las cosas con su mente. El verdadero artista todo lo saca de su corazn; obra con deleite, hace las cosas con calma, con tiento, obra como un tolteca, compone cosas, obra hbilmente, crea; arregla las cosas, las hace atildadas, hace que se ajusten. El torpe artista: obra al azar, se burla de la gente, opaca las cosas, pasa por encima del rostro de las cosas, obra sin cuidado, defrauda a las personas, es un ladrn.

    El poeta

    Cuicapicqui: el poeta

    [Ms. Cantares Mexicanos, fol. 68 r.]

    Comienzo ya aqu, ya puedo entonar el canto: de all vengo, del interior de Tula, ya puedo entonar el canto; han estallado, se han abierto las palabras y las flores. Od con atencin mi canto: ladrn de cantares, corazn mo, dnde los hallars? Eres un menesteroso. Como de una pintura, toma bien lo negro y rojo [el saber] y as tal vez dejes de ser indigente.

    32

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    El Cantor

    Cuicani: el cantor

    [Ibid., fol. 118.]

    El cantor: el que alza la voz, de sonido claro y bueno, da de s sonido bajo y tiple . . . Compone cantos, los crea, los forja, los engarza. El buen cantor, de voz educada, recta, limpia es su voz, sus palabras firmes como redondas columnas de piedra. Agudo de ingenio, todo lo guarda en su corazn. De todo se acuerda, nada se le olvida. Canta, emite voces, sonidos claros, como redondas columnas de piedra, sube y baja con su voz. Canta sereno, tranquiliza a la gente . . . El mal cantor: suena como campana rota, ayuno y seco como una piedra, su corazn est muerto, est comido por las hormigas, nada sabe su corazn.

    33

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Los textos citados muestran varios puntos fundamentales en lo que pudiera llamarse proceso psicolgico

    que lleva a la creacin artstica, as como sobre los resultados de sta. Vale la pena analizar con algn detenimiento esos puntos principales.

    El artista nhuatl, aparece ante todo como heredero de la tradicin tolteca. l mismo pretende llegar a ser un nuevo tolteca, quiere obrar como tal. Parece indudable que se le considera como un predestinado en funcin del destino determinado por su nacimiento, de acuerdo con el Tonclmatl o calendario adivinatorio. De quienes nacan, por ejemplo, en el da 1-Flor, se lee en un antiguo texto:

    El que naca en esas fechas [Ce Xchitl: 1-Flor...], fuese noble o puro plebeyo, llegaba a ser amante del canto, divertidor, comediante, artista. Tomaba esto en cuenta, mereca su bienestar y su dicha, viva alegremente, estaba contento en tanto que tomaba en cuenta su destino, o sea, en tanto que se amonestaba a s mismo, y se haca digno de ello. Pero el que no se percataba de esto, si lo tena en nada, despreciaba su destino, como dicen, aun cuando fuera cantor o artista, forjador de cosas, por esto acaba con su felicidad, la pierde. [No la merece.] Se coloca por encima de los rostros ajenos, desperdicia totalmente su destino. A saber, con esto se engre, se vuelve petulante. Anda despreciando los rostros ajenos, se vuelve necio y disoluto su rostro y su corazn, su canto y su pensamiento, poeta que imagina y crea cantos, artista del canto necio y disoluto!

    [Ibid., fol. 300.]

    La predestinacin al arte, implicaba una cierta capacidad innata. Tan slo que era necesario que quien pretenda emular a los toltecas tomara en cuenta su destino, se amonestara a s mismo y se hiciera digno de l. Para esto, deba concurrir a los centros nahuas de educacin, particularmente a aquellos que como las cuicacalli o "casas de canto", tenan como funcin la de capacitar a los artistas. Gracias a la educacin, el novel artista se adentraba en los mitos y tradiciones de la antigua cultura. Llegaba a conocer sus ideales y a recibir la inspiracin de los mismos. Encardinado de raz en su cultura, sus futuras creaciones tendrn sentido pleno dentro de ella; podrn encontrar resonancia en el pueblo nhuatl.

    FUENTE: [Len Portilla, Miguel 1968, pp. 128-139, 162, 167-169.]

    34

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    2.- MITOS A) MITO COSMOGNICO

    Piedra del Sol

    MITO DE LAS EDADES [Versin de 1544]

    Se refera, se deca que as hubo ya antes cuatro vidas, y que sta era la quinta edad. Como lo saban los viejos, en el ao 1-Conejo se ciment la tierra y el cielo. Y as lo saban, que cuando se ciment la tierra y el cielo, haban existido ya cuatro clases de hombres, cuatro clases de vidas. Saban igualmente que cada una de ellas haba existido en un Sol [una edad]. Y decan que a los primeros hombres su dios los hizo, los forj de ceniza. Esto lo atribuan a Quetzalcatl, cuyo signo es 7-Viento, l los hizo, l los invent. El primer Sol [edad] que fue cimentado,

    35

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    su signo fue 4-Agua, se llam Sol de Agua. En l sucedi que todo se lo llev el agua. Las gentes se convirtieron en peces. Se ciment luego el segundo Sol [edad]. Su signo era 4-Tigre. Se llamaba Sol de Tigre. En l sucedi que se oprimi el cielo, el Sol no segua su camino. Al llegar el Sol al medioda, luego se haca de noche y cuando ya se oscureca, los tigres se coman a las gentes. Y en este Sol vivan los gigantes. Decan los viejos que los gigantes as se saludaban: "no se caiga usted", porque quien se caa, se caa para siempre. Se ciment luego el tercer Sol. Su signo era 4-Lluvia. Se deca Sol de Lluvia [de fuego]. Sucedi que durante l llovi fuego, los que en l vivan se quemaron. Y durante l llovi tambin arena. Y decan que en l llovieron las piedrezuelas que vemos. que hirvi la piedra tezontle y que entonces se enrojecieron los peascos. Su signo era 4-Viento, Se ciment luego el cuarto Sol. se deca Sol de Viento. Durante l todo fue llevado por el viento. Todos se volvieron monos. Por los montes se esparcieron, se fueron a vivir los hombres-monos. El Quinto Sol : 4-Movimiento su signo. Se llama Sol de Movimiento, porque se mueve, sigue su camino. Y como andan diciendo los viejos, en l habr movimientos de tierra, habr hambre y asi pereceremos.

    36

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    En el ao 13-Caa, se dice que vino a existir naci el Sol que ahora existe. Entonces fue cuando ilumin, cuando amaneci, el Sol de movimiento que ahora existe. 4-Movimiento es su signo. Es ste el quinto Sol que se ciment, en l habr movimientos de tierra, en l habr hambres.

    [Anales de Cuauhtitln, fol. 2] Este Sol, su nombre 4-Movimiento, ste es nuestro Sol, en el que vivimos ahora, y aqu est su seal, cmo cay en el fuego el Sol, en el fogn divino, all en Teotihuacn. Igualmente fue este Sol de nuestro principe, en Tula, o sea de Quetzalcatl.

    [Ms. de 1558, fol. 77]

    FUENTE: [Len Portilla, Miguel 1968, pp. 16-19]

    LA LEYENDA DE LOS SOLES [MITO DE LAS EDADES, versin de 1558]

    El o los indgenas que pusieron por escrito este texto anotaron al principio el ao de 1558 como el de la fecha en que llevaron a cabo la tarea. Por evidencia interna es posible afirmar que el texto es la lectura transcrita del contenido de uno o varios antiguos cdices. Lo cual se percibe fcilmente en numerosas frases como stas:

    Aqu est..., aqu se ve..., en seguida est..., luego aqu se mira.... Tales frases son apuntamientos a las imgenes y signos glficos que estn contemplando los que

    llevan a cabo la lectura y la consiguiente transcripcin valindose ya del alfabeto. La Leyenda de los Soles abarca los siguientes temas: la relacin acerca de los cuatro soles o edades csmicas que han precedido a la actual; las actuaciones de Quetzalcatl como restaurador de los seres humanos y redescubridor del maz, nuestro sustento; la aparicin de la nueva edad en que vivimos, la del Quinto Sol, cuyo signo calendrico es 4-Movimiento; las narraciones mticas acerca de Mixcatl, Serpiente de Nubes, y sus hijos, con las conquistas llevadas a cabo por ellos; la aparicin del sacerdote 1-Caa, Quetzalcatl, su reinado en Tula y la decadencia de esta ciudad. Como final de este conjunto de relatos est el que versa sobre un portentoso juego de pelota en el que el ltimo gobernante de Tula, Huemac, vence a los dioses de la lluvia y se atrae sobre s la clera de stos con funestas consecuencias.

    37

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    A modo de transicin entre esa primera parte de relatos sagrados y mticos se dice en el texto que, al destruirse los toltecas, sern otros los, que vendrn a imponerse en la tierra. stos sern los mexicas. Cual si se estuviera ya contemplando un cdice de contenido histrico, muy diferente de aquel o aquellos que proporcionaron las relaciones anteriores, se transcriben luego testimonios que abarcan desde la salida de los mexicas de Aztln hasta su establecimiento en Tenochtitln y lo que sigui, es decir, los reinados de sus seores hasta llegar al de Axayacatl que tuvo principio en un ao que correspondi al de 1469. Con e1 enunciado de algunos de los seoros que conquist Axayacatl, se interrumpe de pronto el relato ya que el manuscrito que se conserva se encuentra truncado.

    El texto, obra de indgenas que escriben con apoyo en la lectura que estn haciendo de varios antiguos cdices y tomando en cuenta relatos de la tradicin oral, es creacin que bien puede calificarse de literaria y de un inters muy grande. Citaremos, como muestra de su contenido, la parte inicial en que se habla de los varios soles o edades csmicas que han existido:

    Aqu est la relacin oral de lo que se sabe acerca del modo como, hace ya mucho tiempo, la tierra fue cimentada. Una por una, he aqu sus varias fundamentaciones. En qu forma comenz, en qu forma dio principio cada sol hace 2.513 aos, as se sabe hoy, da 22 de mayo de 1558 aos.

    Este sol, de signo calendrico 4-Tigre, dur 676 aos. Los que en este primer sol habitaron, fueron comidos por tigres al tiempo del sol 4-Tigre. Y lo que coman era nuestro sustento, lo que con nombre calendrico se dice 7-Grama. Vivieron ellos 676 aos. Y el tiempo en que fueron comidos fue en 13 aos. Con esto perecieron y se acab todo y fue cuando se destruy ese sol. Y su ao era 1-Caa. Comenzaron a ser devorados en un da 4-Tigre y con esto termin y todos perecieron.

    Este sol tiene por nombre calendrico el de 4-Viento. Estos, que en segundo lugar habitaron en este mundo, fueron llevados por el viento al tiempo del sol 4-Viento y perecieron. Fueron arrebatados por el viento; se volvieron monos. Sus casas, sus rboles, todo fue arrebatado por el viento y este sol fue tambin llevado por el viento. Y lo que coman era nuestro sustento, lo que se nombra con el signo calendrico 12-Serpiente. El tiempo en que estuvieron viviendo fue 364 aos. As perecieron en un solo da llevados por el viento, en el signo 4-Viento perecieron.

    Su ao era el de signo calendrico 1-Pedernal. Este sol de nombre 4-Lluvia fue el tercero. Los que vivieron en esa tercera edad al tiempo del sol 4-Lluvia, tambin perecieron, llovi sobre ellos fuego. Se volvieron guajolotes [pavos]. Y tambin ardi el sol, todas sus casas ardieron y as vivieron 312 aos. Perecieron, por un da entero llovi fuego. Lo que coman era nuestro sustento, lo que se dice por su nombre calendrico 7-Pedernal. Su ao era 1-Pedernal y su da 4-Lluvia. Los que perecieron eran los que se haban convertido en pavos. Y as ahora se llama a las cras de ellos pilpil-pilpil.

    Este sol se llama con su nombre calendrico 4-Agua. El tiempo que dur el agua fue 52 aos. Estos que vivieron en esta cuarta edad estuvieron en el tiempo del sol 4-Agua. Dur 676 aos. As perecieron. Fueron oprimidos por el agua y se volvieron peces. Se vino abajo el cielo en un solo da y perecieron. Lo que coman era nuestro sustento, lo que se llama con su nombre calendrico 4-Flor. Su ao era 1-Casa y su signo 4-Agua. Perecieron. Todo monte pereci. El agua estuvo extendida 52 aos y con esto terminaron sus aos.

    Este sol tiene por nombre calendrico 4-Movimiento. ste es nuestro sol, en el que vivimos ahora. Aqu est su seal, como cay en el fuego el sol, en el fogn divino, all en Teotihuacn. Tambin es el sol de nuestro prncipe en Tula, de nuestro seor Quetzalcatl. Es el quinto sol, 4-Movimiento es su signo calendrico. Se llama sol de movimiento porque se mueve, sigue su camino. Y como andan diciendo los viejos, en l habr movimientos de tierra, habr hambre y con esto pereceremos.

    38

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    [Leyenda de los Soles, en M. Len-Portilla, La filosofa nhuatl estudiada en sus fuentes, Universidad Nacional, Mxico, 1983, pp. 102-103.]

    Obra de indgenas es esta que concuerda en su meollo con relatos paralelos que se incluyen en otras

    fuentes, como en los Anales de Cuauhtitln, otro importante manuscrito en nhuatl en el que probablemente uno o varios de los discpulos de Sahagn, entre ellos Alonso Bejerano, nativo precisamente de Cuauhtitln, renen textos de diversas procedencias. Los Anales de Cuauhtitln, no obstante ser compilacin llevada a cabo por indgenas, parecen denotar una cierta estructuracin influida tal vez por criterios de origen europeo. Se explicara esto tomando en cuenta que tanto Alonso Bejerano como los otros alumnos de Sahagn se haban visto influidos por sus enseanzas y por los cursos de historia que haban tomado durante los aos que estuvieron en el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco. En la Leyenda de los Soles, en cambio, no es perceptible tal gnero de influencia. All se est transcribiendo el contenido de antiguos cdices, probablemente con comentarios derivados de la tradicin oral.

    FUENTE: [Len Portilla, Miguel 1992, pp. 175-177.]

    LEYENDA DE LOS SOLES

    [MITO DE LAS EDADES, relacin annima escrita en lengua mexicana el ao de 1558. Traduccin de Don Francisco del Paso y Troncoso]

    La primera pieza de este volumen es el primitivo traslado literario del mito cosmognico fundamental de los antiguos mexicanos. Escrito en mayo de 1558, el original nhuatl, annimo, revela el peculiarsimo estilo que debieron tener las literaturas aborgenes. Desde luego se advierten estrechas analogas de concepcin y tcnicas con las expresiones literarias, ms conocidas, de los mayas-quichs: aquel ritmo, aquella arquitectura orientales, el modo de los versculos, los parelelismos, reiteraciones, imgenes, eptetos, perfrasis y anttesis, que notbamos en la Crnica de Chac-Xulub-Chen (tomo 2 de la B. del E.

    U.); aquel prodigioso desbordamiento de la fantasa, que admira en el Libro del Consejo y en el Chilam-Balam de Chumayel (tomos 1 y 21 de la propia Biblioteca) estn aqu, como constantes de igual sensibilidad.

    La traduccin espaola que adoptamos es la de don Francisco del Paso y Troncoso, publicada juntamente con el origen nhuatl en Florencia, como cuaderno 1 del volumen y de la Biblioteca Nhuatl (tipografa de Salvador Landi, 1903). Por hacer ms accesible la versin, el traductor aade, entre parntesis, algunas expresiones complementarias; hgase la prueba de suprimirlas y resaltar el sentido potico, arcaico, sustantivo, del documento.

    39

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Bien est pensar que ste es uno de los casos tpicos en que, a poco de consumada la conquista, cuando los indios versados en la significacin de los jeroglficos aprendieron la escritura fontica, transcribieron sus cdices de escritura figurativa, tenindolos a la vista; pero hay algo ms: el estilo plstico, descriptivo, topogrfico y lleno de colorido, aparece no slo en documentos que explicitan jeroglficos: tambin es propio de las transcripciones de cantares y relatos conservados por tradicin oral (comprese Poesa Indgena, tomo 11 de la Biblioteca del Estudiante Universitario); en s, las lenguas aborgenes poseen el ingenio en que arraiga tal estilo; las gentes que moraban estas regiones deban pensar, sentan y hablaban en funcin de sus habituales representaciones plsticas; dicho ms compendiosamente: el espritu mgico de aquellos hombres era de naturaleza plstica y a ello reducan sus vivencias mayores y menores. La utopa educativa de Campanella en La ciudad del Sol, era cosa real entre los pueblos antiguos de Amrica.

    Como ilustraciones ajenas al documento, pero relativas al mito de los cuatro soles, reproducimos las correspondientes lminas del Cdice Vaticano, una de cuyas exgesis puede verse en el estudio de don Alfredo Chavero, titulado La piedra del Sol (Anales del Museo Nacional de Mxico, tomo I, p. 353).

    Aqu est (la) leyenda de palabra de la disposicin (que) antiguamente se tuvo a fin de que se haga la tierra por veces: (que) de una en una vez algo se haga. Cuando empez esto, slo as se sabe, que comenz todo Sol de dos Caas 6 x 400, 2400 aos, ms 5 x 20 = 100 aos, ms 10 aos, ms 3 (2513) aos hoy en el (mes de) Mayo corriendo su 22 da de 1558 aos.

    I

    LOS 4 SOLES COSMOGNICOS

    LEYENDAS DEL HUESO Y DEL MAZ Este Sol era (el de) 4 tigres: (dur) 676 aos. stos (los hombres) la 1 vez, por todas partes, (de los) tigres fueron comidos en el Sol (o da) 4 tigres; y lo que coman = 7 Malinall eran los frutos de la tierra; y con esto vivieron 400 aos, ms 10 x 20 = 200 aos, ms 3 x 20 = 60 aos, y luego ms 15 aos, ms 1 (676 aos); y desde que de las fieras fueron comidos (pasaron) 10 aos, ms 3 aos (13 aos) hasta que perecieron del todo; hasta que fueron acabando; y cuando se destruy (o desapareci) el Sol, pues su ao de ellos era una Caa; y cuando comenzaron a ser comidos (fue) un da ferial (o signo) 4 tigres; y tambin el mismo cuando llegaron a concluir, cuando se destruyeron del todo. (Lmina 1)

    Este Sol su nombre (es) 4 Vientos: stos (los hombres) la 2 vez, que estaban asentados, del viento fueron perseguidos (o llevados): en el da (o Sol) de 4 vientos fue: y cuando perecieron, (cuando) del viento fueron llevados, monas volvironse; (y) sus casas, tambin sus rboles, todo (del) viento fue llevado; y este Sol no ms tambin (del viento) fue llevado; y lo que coman = 12 culebra = eran los frutos de la tierra de ellos; y con esto haban vivido 15 x 20 = 300 aos, ms 3 x 20 = 60 aos (y) luego

    Lmina 1

    40

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    ms 4 aos (364 aos); cuando perecieron del todo, no ms (en) un da, (del) viento fueron llevados; en un da ferial (o signo) 4 vientos (fue) cuando perecieron, y su ao de ellos era un Pedernal. (Lmina 2)

    Este Sol, 4 lluvias, (fue) el 3; de manera que (de) 3 modos haban vivido en (o hasta) el Sol de 4 lluvias; y cuando perecieron les llovi fuego, aves volvironse y tambin ardi el Sol: toda casa de ellos ardi; y con esto haban vivido 15 x 20 = 300 aos, ms 10 aos, ms 2 (312 aos); y cuando perecieron del todo (fue) no ms (en) un da que llovi fuego; y lo que coman = 7 Pedernales = eran los frutos de la tierra de ellos; y su ao de ellos un Pedernal; y (en) un da ferial (o signo) 4 lluvias fue; cuando perecieron nios eran, por lo cual ahora, por causa de esto, se llaman nios muy nios. (Lmina 3)

    Lmina 2

    Lmina 3

    Este Sol (es) 4 agua su nombre; y desde que estuvo extendida el agua (pasaron) 2 x 20 = 40 aos ms 10, ms 2 (52 aos); stos (fue) el 4 (de) los modos (como) haban vivido, en el Sol (que) fue 4 agua; y con esto haban vivido 400 aos, ms 10 x 20 = 200 aos, ms 3 x

    20 = 60 aos, y luego ms 15 aos, ms 1 (676 aos); y cuando perecieron del todo, anegronse, se volvieron peces: haciac se hundi el cielo, en un slo da perecieron; y lo que coman = 4 flores = eran sus frutos de la tierra de ellos; y su ao de ellos era una Casa, y (en) un da ferial (o signo) 4 Agua (fue) cuando perecieron: todo cerro (pueblo) se destruy; y con esto estuvo (extendida) el agua 2 x 20 = 40 aos, ms 10, ms 2 (52 aos). (Lmina IV.)

    Lmina 4

    Y cuando acaba su ao de ellos, al punto cita (el dios) a sus mensajeros, cuyos nombres (son) Nata (mi padre del agua), y su mujer, su nombre Nene (mueca, natura de mujer), les dijo: "Que no es nada (no hay cuidado), echad, derribad, horadad (un) ciprs muy grande, y all entraris cuando (sea) la fiesta de la Velacin", (que) cerca de ellos se desplome haciac el cielo. Y all entraron: tapan al punto los agujeros; les dijo (el dios): "No ms una (mazorca) comers de maz, tambin una tu mujer." Y cuando consumieron toda la comida, en arena tocaron (encallaron): all ir a ensanchar el agujero; el agua ya no se mueve, el rbol ya luego se descubre (queda en seco), (y) luego ven el pescado: al punto

    41

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    sacan fuego con palos (e) inmediatamente asan para s los pescados. Luego miran haciac los dioses itlalinikue (la saya de estrellas: la Va lctea) y ytlallatnak dijeron: "Oh dioses, quin (es) aquel (que) hace fuego, quin aquel que ahuma el Cielo?" Y al punto, por causa de esto, baj haciac Ttitlakauan (aquel de quien somos - nosotros esclavos suyos), Tektlipoka (el espejo - que - humea), y luego ya les rie, dijo: "Qu haces, oh nuestro padre del agua?, qu hacis vosotros?" Luego les cort los cuellos, por sus bases (a cercn), remend, aadi sus cabezas de ellos, por lo cual perros volvironse. = Y cuando se ahum el cielo (fue) ao 2 Caas.

    Aqu est cuando ya nosotros, cuando ya estamos extendidos (en el mundo) = cuando cay el mareo de (sacar) fuego = cuando dio de s el cielo (dej de llover) el ao (fue) I Conejo = Aqu est desde que cay el madero de (hacer) fuego, cuando se descubri el fuego; y hasta que estaba obscureciendo (pasaron) 20 aos, ms 5 aos.

    Y cuando dio de s (se detuvo) el Cielo, (era) un Conejo el ao, y, cuando se detuvo, pues al punto lo ahumaron los perros (los que se convirtieron en perros), como as se dijo por ah (atrs); y cierto despus, cuando cay el madero de (hacer) fuego, cuando sac fuego del madero Tekatlipoka (y) luego otra vez, por lo tanto, ahum el cielo (fue) el ao 2 Caas. Y al punto se consultan (entre s) los dioses, dijeron: "Quin estar asentado (ah abajo)?, cierto se detuvo el Cielo, cierto se detuvo Tlalteuktli (el Seor de la Tierra): quin estar asentado, oh dioses?, ya estn descontentos itlalinikue, itlallatnak, Apanteuktli (el Seor del canal), Tepankiki (el que representa), Tlallamanki, Viktlollinki (la pala que se mueve), Ketalkuatl, Titlakauan."

    Y al punto va Ketalkatl (la culebra de plumas finas) al lugar de los muertos; en l fue a alcanzar a Miktlanteuktli (el Seor de las tinieblas) y a Miktlanuatl (la Mujer de las tinieblas) luego le dijo: "Cierto, por esto vengo, (por) el hueso de piedra fina (o preciado) que te dignas custodiar; de verdad lo vine a tomar." Y luego dijo (el otro): "Qu cosa hars (con l), oh Ketalkatl?" Y luego otra vez dijo (el 1): "De verdad, por ello, estn descontentos los dioses (dicen): Quin estar asentado sobre la Tierra?" Y luego otra vez le dijo Miktlanteuktli: "As (est) bueno: suena soplando mi caracol, y 4 veces da vueltas alrededor del sitio (donde est) mi preciosa piedra redonda." Y no (tiene) agujero de mano su caracol. Al punto llama a los gusanos (que) lo horadaron, y luego por lo tanto all entran las abejas grandes, las abejas pequeas: inmediatamente lo tocan soplando: lo oy hacia Miktlanteuktli.

    Y luego otra vez le dice Miktlanteuktli: "As (est) bueno, cgelo (el hueso)": e inmediatamente les dice a sus mensajeras Miktlanteuktli: "A los que asientan los muertos id a decirles: Oh dioses, no ms vendr a llevarlo"; y Ketalkuatl luego dijo por all: "Cierto de ti ya para siempre llevo (esto)", y luego dice a su adivino: "No ms decidles (que) slo vine a llevarlo."Luego dijo por all al que fue a llamarlo: "De verdad, no ms yo lo vine a llevar"; y por esto bien subi, (y) al punto, por lo tanto, l cogi el hueso preciado; por si aparte se hinche de huesos de varn, tambin por s aparte se hinche de huesos de mujer; luego por lo tanto los coge (y) al punto por lo tanto los hace los Ketalkatl, (y) al punto por lo tanto los transporta. =

    Y luego otra vez les dijo Miktlanteuktli a sus mensajeros: "Oh dioses, ya (es) cierto (que) lleva Ketalkatl el hueso preciado; oh dioses, disponed ac el hoyo"; luego lo fueron a disponer de modo que all cay en hoyo, cay tropezando, y lo espantaron (con) codornices: se amorteci de presto; y el hueso preciado, luego, por lo tanto, enteramente cay por el suelo: luego sujetaron con los dientes las codornices, las royeron. Y luego por lo tanto se aviv (torn en s) Ketalkatl, (y) al punto por lo tanto llora; inmediatamente dice a su adivino: "Oh mi adivino, cmo ser esto?" Y luego l dice: "Cmo ha de ser! finalmente se da (el negocio); sea como fuere, as va."Y al punto l junta (el hueso): lo recogi, lo lio, luego por tanto lo transport a Tamoanxan: y cuando fue a llegar, al punto, en piedras, lo muele (la mujer) cuyo nombre (es) Kilaxtli (semilla de verdura), la misma (que) Cipakkuatl (culebra de espadarte): y al punto, por lo tanto, con agua caliente lo baa en el barreo precioso, e inmediatamente por causa de esto se saca sangre del miembro Ketalkatl. Luego hacen penitencia todos los dioses que ah (atrs) se declararon: Apanteuktli, Viktlolinki, Tepaniki, Tlallamnak, Tontraok (y) en 6 lugar Ketalkatl; luego dijeron: "Nacieron (de) los dioses, los plebeyos", porque por nosotros hicieron penitencia todos.

    42

  • Dra. Paula Miranda. Primera Unidad Literatura Hispanoamericana Colonial, 2009

    Y luego otra vez dijeron: "Qu cosa comern, oh dioses?, ya buscan todos el alimento."Y luego fue a coger la hormiga el maz desgranado en lo interior del Tonakatpetl (cerro del mantenimiento) y luego al punto encuentra la hormiga a Ketalkatl (y ste) le dijo: "En qu lugar lo fuiste a coger?, dime."Y no lo quiso decir; mucho trabaja preguntndoselo; luego, por lo tanto, le dice que de all luego (cerca) l lo trae: y luego, por causa de esto, hormiga negra se volvi Ketalkatl, y al punto lo trae; y luego, por lo tanto, entra; e inmediatamente, por lo mismo, prenden ambos a la hormiga roja, que particularmente la haba trado Ketalkatl sobre los trminos (para) ir aumentando el maz. Al punto lo llevan a Tamoanxan e inmediatamente lo comen los dioses; luego, por lo tanto, en nuestra memoria se asienta, puesto que por ello embarnecimos. Y al punto dicen: "Cmo haremos (con) el cerro de los mantenimientos?" Y luego, no ms, fue Ketalkatl: lo quiere cargar, lo at con cuerdas, y no lo levant; e inmediatamente Oxomoko ech suertes con maz, y tambin al punto agor, por medio de los signos del calendario, la esposa de ipaktnal-Oxomoko que era mujer de ipaktnal (signo de espadarte); y luego dijeron Oxomoko y ipaktnal: "Cierto, solamente lo desgranar golpendolo Nanuatl, al cerro del mantenimiento." De verdad echaron suertes con maces, y, al punto, amontonan tierra todos los dioses de la lluvia: los de color azul de cielo, los blancos, los amarillos, los rojos. Al punto lo desgrana golpendolo Nanuatl (el buboso), y es arrebatado inmediatamente, por los dioses de la lluvia, el mantenimiento: el tallo del maz blanco, moreno, amarillo, turquesado; el frijol, la semilla de bledos, la cha, la semilla de bledos como hueva de pescado: todo fue arrebatado el mantenimiento.

    FUENTE: [Yez, Agustn 1991, pp. 1-15.]

    B) MITO ANTROPOGNICO

    Creado el quinto Sol en el fogn divino de Teotihuacn, los antiguos dioses se preocuparon por

    plantar una nueva especie humana sobre la tierra. La creacin de los nuevos hombres iba a llevarse a cabo, aprovechando los despojos mortales de los seres humanos de pocas anteriores.

    LA RESTAURACIN DE LOS SERES HUMANOS

    Fue Quetzalcatl, smbolo de la sabidura del Mxico Antiguo, quien acept el encargo de restaurar a los seres humanos, as como proporcionarles despus su alimento. Quetzalcatl aparece en las antiguas leyendas realizando un viaje al Mictln, "la regin de los muertos", en busca de los "huesos preciosos" que servirn para la formacin de los hombres:

    Mictlantecuhtli, seor de la regin de los muertos, pone una serie de dificu