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Anuario Región de Murcia 2010 Al rescate del Euro La actividad de la Unión Europea, en su conjunto, en consonancia con la crisis económica global que ha impactado en los Veintisiete, con especial incidencia en Grecia e Irlanda, y con menor intensidad en Portugal y España, estuvo centrada en salvar la solvencia y el prestigio del euro en los mercados internacionales. La moneda común estuvo sujeta a una especulación agresiva, de tal forma que se hizo necesaria y urgente que la UE acudiera al rescate de la deuda soberana de Grecia e Irlanda, que tuvieron que realizar ajustes del gasto interno que han incidido muy considerablemente en el bienestar de los ciudadanos. En esta misma línea, no ha sido posible aprobar los Presupuestos de la UE para 2011 -en un pulso entre la Eurocámara y los Estados miembros- adoptándose el acuerdo de prorrogar los de 2010, sin partidas para actuaciones de interés que contempla el Tratado de Lisboa en vigor. Intervenciones durante el Consejo Europeo (Fotografía: Archivo Audiovisual Europeo) Felipe Julián Hernández Periodista Europa

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Anuario 2010 :: Europa :: Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia

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Page 1: Anuario 2010 :: Europa :: Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia

Anuario Región de Murcia 2010

Al rescate delEuro

La actividad de la Unión Europea, en su conjunto,

en consonancia con la crisis económica global que ha

impactado en los Veintisiete, con especial incidencia en

Grecia e Irlanda, y con menor intensidad en Portugal y

España, estuvo centrada en salvar la solvencia y el prestigio

del euro en los mercados internacionales. La moneda común

estuvo sujeta a una especulación agresiva, de tal forma que

se hizo necesaria y urgente que la UE acudiera al rescate

de la deuda soberana de Grecia e Irlanda, que tuvieron

que realizar ajustes del gasto interno que han incidido muy

considerablemente en el bienestar de los ciudadanos.

En esta misma línea, no ha sido posible aprobar

los Presupuestos de la UE para 2011 -en un pulso entre

la Eurocámara y los Estados miembros- adoptándose

el acuerdo de prorrogar los de 2010, sin partidas para

actuaciones de interés que contempla el Tratado de Lisboa

en vigor.

Intervenciones durante el Consejo Europeo (Fotografía: Archivo Audiovisual Europeo)

Felipe Julián HernándezPeriodista

Europa

Page 2: Anuario 2010 :: Europa :: Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia

Anuario Región de Murcia 2010 Europa

La que se denominó la “mayor crisis del euro desde su nacimiento” se produjo en abril por la situación financiera de Grecia, cuyo primer ministro, Yorgos Papandreu, dijo haber “heredado un barco a punto de hundirse” cuando unos meses antes ganó las alecciones. El 23 de abril de 2010 y desde la paradisíaca isla Kastellorizo del Egeo, anunció que había pedido a sus socios de la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional que recataran a Grecia del asedio financiero, de la inmensa deuda a la que el Gobierno griego por sí solo no podría atender. La petición ponía en marcha una operación de rescate sin precedentes, la primera a la que más tarde se uniría la precipitada de Irlanda. Otros países que a lo largo del año tuvieron que llevar a cabo ajustes presupuestarios y recortes del gasto fueron Italia, Portugal y España, todas ellas en el punto de mira de los mercados.

El montante del rescate en el caso de Grecia se calculaba en unos 10.000 millones de euros para el mes de mayo, y aunque la UE dijo que actuaría con rapidez, no se fijó de inmediato un plazo para acudir en ayuda del socio mediterráneo; sin embrago, la operación de recate supondría el préstamo de un total de 45.000 millones de euros, de los que 15.000 millones serían aportados por el Fondo Monetario Internacional al 3,75% y el resto

Yorgos Papandreu , primer ministro griego, pidió el rescate de la UE (Fotografía: Archivo Audiovisual Europeo)

en aportaciones bilaterales de los socios comunitarios de la zona euro, al 5% de interés. España prometió una aportación de 3.600 millones de euros.

socios expresó la satisfacción por la respuesta de los socios comunitarios al acudir sin fisuras al rescate de un socio en apuros, aunque los mercados dejaban entrever dudas acerca de si el plan de rescate anunciado sería suficiente.

Al rescate de Irlanda

También Irlanda se vio forzada a pedir ayuda al conjunto de los países de la UE para salvar el déficit de sus cuentas públicas; tras años de crecimiento y de bonanza económica, el socio comunitario que se había mostrado mas intransigente con los avances legislativos de la UE, con la convocatoria de sucesivos referéndum para salvar su continuidad en el club de los Veintisiete, un Gobierno ya contra las cuerdas, en permanente descrédito, llevó al Parlamento el 7 de diciembre, un ajuste presupuestario de 6.000

Grecia pide a sus socios

comunitarios 45.000 millones para afrontar el

asedio financiero

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millones de euros (con bajada de subsidios por desempleo y ayudas familiares) como primer paso para pedir una ayuda internacional de hasta 84.000 millones de euros. No lo tuvo fácil el ejecutivo, pues la votación, que se repitió, fue de 82 votos a favor y 78 en contra de las medidas de ajuste. El primer ministro, el impopular Brian Cowen, se inmolaba con el anuncio de elecciones anticipadas.

Las medidas de ajuste respondían a las dificultades del sistema financiero irlandés para salir en apoyo de una administración endeudada; pese a que el principal banco del país se encontraba ya en manos del Estado, el diferencial del bono irlandés alcanzaba su máximo histórico frente al alemán: la solución apuntaba a un posible rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI). Los rumores sobre esta posible operación elevaron el precio de la deuda, hasta el punto de que el Banco Central Europeo (BCE) aceleró la compra de bonos irlandeses para “calmar el mercado”. Era el 17 de septiembre, y aún se negaba por el Gobierno la necesidad de ayuda externa, al afirmar que se habían adoptado las medidas de ajuste para evitar la petición de un rescate.

En noviembre la petición de auxilio financiero de Irlanda era ya inevitable: al solicitado en mayo por Grecia se añadiría sin duda en ese mismo otoño el rescate de Irlanda, que además podría arrastrar a Portugal a la misma medida; lo admitía el ministro portugués de Finanzas para quien su país estaba en riesgo serio de “tener que acudir al Fondo de Estabilización de la Eurozona para poder hacer frente al pago de su deuda”, según Maribel Núñez, corresponsal de ABC en Bruselas.

Alemania, muy bien

Se ha escrito que “Alemania disfruta de una crisis excelente”, un país con un crecimiento del PIB del 4% y cerca del pleno empleo, inexplicable en el conjunto comunitario; acusado de insolidaridad con el resto de países de la UE que tienen serias dificultades para llegar a final de mes, es decir, con graves problemas de liquidez y de insolvencia para atender sus deudas. Pero no es cierto; Alemania ha cargado con las mayores aportaciones en las operaciones de rescate de Grecia e Irlanda, aunque no sin reticencias y críticas a Ángela Merkel por su supuesta generosidad con sus socios más débiles. Pero los rescates no son gratis: se hacen al precio de “créditos caros y de duras purgas fiscales”, con la exigencia previa de duros ajustes en el gasto interno.

La primera llamada de ayuda del primer ministro griego, dos semanas antes del anuncio oficial de solicitud de rescate, fue al Gobierno de España, que en el primer semestre de 2010 ejercía la presidencia rotatoria de la UE, y que al igual que el resto de los

Dominique Strauss-Kahn, Managing Director del Fondo Monetario Internacional (Fotografia: Archivo Audiovisual Europeo)

El Gobierno de Irlanda pide el

rescate de la UE tras un exigente plan de ajuste

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Anuario Región de Murcia 2010

Francisco Jodar Alonso Alcalde Lorca

Alemania supera la crisis y su

economía crece a una tasa del

cuatro por ciento

Europa

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A la canciller Ángela Merkel se le ha acusado de moverse en el terreno de la solidaridad europea con calculados movimientos electorales: líder en un gobierno de coalición entre Unión Democrática Cristiana (CDU) y el Partido Democrático Liberal (FDP), en mayo de 2010 se dejó arrebatar por los socialdemócratas el gobierno del feudo de Renania del Norte, con lo que su popularidad descendió, hasta el punto de que en diciembre se afirmaba que la coalición de Gobierno habría perdido las elecciones de celebrarse ese mes.

Merkel se la juega en cualquier movimiento en falso frente a su electorado, por eso anduvo con pies de plomo en la gestión de la crisis de los demás y en la administración de la saneada economía de su país, tomando

iniciativas con su socio preferente, Sarkozy, sobre “la creación de mecanismos para obligar que los inversores soporten una parte de las pérdidas de la deuda en casos de rescate” de países de la zona euro en dificultades. La apuesta “tiene un indudable valor moral”, por que los ciudadanos no deben pagar las consecuencias de actuaciones financieras especulativas. La propuesta, sin embargo, aceleró la especulación

de los mercados con la deuda irlandesa. La iniciativa de Merkel, no obstante, caló en Bruselas, que recogió la propuesta para imponer duras sanciones contra los excesos de los mercados.

En efecto, una crónica de Retuerto y Missé publicada en El País (8/12/2010) se inicia así: “La crisis financiera ha revelado las insuficiencias de la regulación del sector financiero, mucho más avanzado en sus prácticas y en sus tecnologías de lo previsto hace solo unos años por el legislador”. Se añade que las sanciones para quienes violen las leyes que regulan el sector financiero son muy distintas en los Veintisiete miembros de la UE. El comisario de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, presentó un plan con la propuesta de sanciones penales eficaces proporcionadas y disuasorias para controlar los mercados, que el propio comisario calificó de “pieza represiva y correctiva”. Para enero de 2011 se anunció el endurecimiento de los test de estrés a la banca para evitar otro caso Irlanda, país en el que algunas entidades financieras que superaron la prueba se declararon posteriormente insolventes. Curiosamente, el presidente Rodríguez Zapatero se alineó con el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, para quienes sería peligroso hacer pagar a la banca privada sus errores de cálculo. Durante la cumbre de octubre, el presidente Sarkozy abroncó a

Trichet por discrepar en público de las propuestas de los principales líderes europeos en materia de medidas sancionadoras para los mercados.

Mientras tanto, Alemania goza de buena salud económica: así lo afirmaron 800 empresarios encuestados por un diario económico, el 90% de los cuales consideraba que la marcha de sus negocios era “buena” o “muy buena”, y lo mismo opinaban los exportadores.

Sarkozy no quiere gitanos

El levantamiento de campamentos de rumanos de raza gitana en suelo francés, y su expulsión a su país de origen, fue una de las cuestiones que caldeó el ambiente político en la UE: Sarkozy se mostró tajante en esta medida y acumuló las críticas de buena parte de los países socios. El

debate era ¿se puede expulsar de un país comunitario a ciudadanos comunitarios? La medida francesa pulverizaba el derecho de libre residencia, la Europa sin fronteras, esencia del proyecto europeo.

Para no quedarse solo en una medida tan impopular, Sarkozy intento el 16 de septiembre, tras un Consejo Europeo celebrado en Bruselas, contar como compañera de este viaje xenófobo a la canciller Ángela Merkel : “Me ha anunciado que también ella va a levantar varios campamentos en las próximas semanas”, dijo el presidente francés. La respuesta no tardó en forma de desmentido vehemente por un portavoz de la canciller. También el ministro de Exteriores alemán habló de un mal entendido mientras el ministro del Interior aclaraba que si se había producido expulsión de refugiados en algún momento fue con dirección a Kosovo, un país no comunitario.

Sin embargo, el mayor desencuentro del presidente francés por la cuestión de los gitanos fue con Viviane Reding, vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Justicia y de Derechos Fundamentales. De 59 años y con fama de dura en sus intervenciones frente a los abusos (se enfrentó a las compañías de telecomunicaciones por tarifas abusivas) tuvo en el Consejo Europeo del 16 de septiembre una intervención que ella misma ha reconocido de “exceso verbal”.

Ángela Merkel conversando durante el Consejo Europeo de Bruselas de octubre (Fotografía: Archivo Audiovisual Europeo)

Sarkozy estrecha la mano del presidente ruso Medvedev (Fotografía: Archivo Audiovisual Europeo)

Nicolas Sarkozy intenta expulsar a los gitanos de

su país, lo que le supone críticas del entorno Europeo

En efecto, vino a asociar la actitud de Sarkozy de expulsar a ciudadanos comunitarios de suelo francés con la actuación en la II Guerra Mundial contra gitanos, rumanos y búlgaros. Sarkozy lo tomó como una intolerable afrenta, y contó con el apoyo del abucheo a la comisaria de la delegación francesa. Pero no se achantó e insistió en su derecho a investigar si las expulsiones de gitanos en Francia correspondían a una política discriminatoria basada

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Anuario Región de Murcia 2010 Europa

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en la etnia. Para más inri, la comisaria colgó el texto de su intervención en la web del gobierno comunitario.

El incidente de la expulsión de gitanos, que Nicolás Sarkozy no supo delegar y que llevó personalmente, le valió un descrédito generalizado al otrora líder emergente: Francisco G. Basterra publicaba en El País un artículo titulado “Populismos tóxicos”, en el que afirmaba: “Puede que Francia salve la legalidad de lo hecho. Pero no la inmoralidad de su actuación”. Por su parte, Antonio Jiménez Barca titula su crónica desde Bruselas: “Sarkozy corre hacia la nada”. Y para el hasta hace dos años Alto Representante de la Relaciones Exteriores comunitarias, Javier Solana: “No se puede expulsar a europeos de un país de la UE”, ha dicho.

Turquía no espera

La crisis económica global, y en especial su reflejo en Europa, perjudica a Turquía, que orienta sus exportaciones hacia la UE, en especial a lo que el ministro de Finanzas, Mehmet Simsek, denomina “el corazón de Europa”, es decir, Reino Unido, Francia y Alemania. El país musulmán que desde 2005 llama a la puerta de los Veintisiete muestra hoy una economía envidiable. Que las negociaciones de adhesión no hayan avanzado, especialmente

por razones de índole política, que no económica, y en especial por exigencias de un socio influyente, Francia, ha llevado a políticos y empresarios turcos a mirar hacia Oriente Próximo y a los países emergentes de su área de influencia: el Caucaso

y los Balcanes, pero también hacia Rusia, China, América Latina y el norte de África.

Según se afirma en un reportaje de Velázquez-Gaztelu, publicado en el suplemento de Negocios de El País, Turquía puede convertirse en una de las diez principales economías del mundo, en las próximas décadas. Su economía creció a una tasa del 11% en el primer semestre de 2010 y se mantendría a un ritmo de crecimiento del al menos el 8% en el resto del año. Esta buena salud, que se refleja en la solvencia de sus bancos, que no han necesitado en ningún caso rescates con fondos públicos, como ha ocurrido en la mayoría

de los países occidentales, y en el control de la inflación, que no supera el 9%, ha atraído a capitales para inversiones en obras publicas y en proyectos de desarrollo.

En este contexto, Turquía tiene hoy sus objetivos de futuro en otras áreas emergentes: pretende integrarse en el denominado BRIC+T, es decir, el grupo formado por Brasil, Rusia, China e India, más Turquía. Evidentemente, Turquía ha cambiado y aún espera que se acelere el proceso de adhesión a la UE, aunque detecta un gran desconocimiento de la transformación que se ha producido en los últimos años y de su potencial a corto plazo. Aún así, el ministro de Finanzas ha declarado:

”Estamos interesados en entrar en la UE porque ello traería consigo transformaciones políticas, económicas y sociales beneficiosas para Turquía… Europa nos necesita si quiere tener una voz más fuerte, una economía más dinámica y no perder terreno frente a China e India”.

Presupuestos de crisis para 2011

La crisis económica que afecta a los países comunitarios ha estado también muy presente a la hora de debatir sobre los Presupuestos de la Unión Europea para 2011. La entrada en vigor del Tratado de Lisboa

exige actuaciones que requieren dotaciones económicas añadidas, y que el ajuste presupuestario evita, tales como la regulación del sistema financiero o embajadas de servicio Europeo de Acción Exterior, entre otras. El presidente de la Comisión, Durao Barroso, dijo el 16 de noviembre, en relación con la oposición de algunos países a la ampliación del presupuesto comunitario: “Algunos creerán que han ganado la partida a Bruselas, pero se han disparado en los pies”, añadiendo que los presupuestos comunitarios no son para el aparato de Bruselas sino para el conjunto de la unión, en la que algunos colectivos sufrirán el recorte.

El desacuerdo entre el Parlamento y algunos gobiernos acerca de un nuevo presupuesto, exige la prórroga del Presupuesto de 2010; la Eurocámara proponía un aumento del 6,18%, pero la propuesta del Gobierno británico

fue de ampliarlo sólo un 2,91% en línea con las medidas de austeridad de los distintos países.

Así, pues, se quedan sin partidas presupuestarias el Servicio de Acción Exterior, el sistema de supervisión financiera y el proyecto para el desarrollo y construcción del reactor de fusión termonuclear Iter, entre otras actuaciones previstas.

Turquía, cansada de esperar la

integración en la UE, desvía

su interés hacia Oriente Próximo

La UE prorroga los Presupuestos

de 2010, en línea con los ajustes presupuestarios de los Estados

miembros

Banco Central Europeo (Fotografía: Archivo Audiovisual Europeo)

Jean Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, en la Conferencia Europea de Tallin (Fotografía: Archivo Audiovisual Europeo)