año xv. núm .17. madrid, 15 de junio de...
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r u n ' U I OS 1 » E S I J S C U I C I O N . A Ñ O X V . - N Ú M . X V I I . l ’ K 1K C I d S D E S C S I ' : U I C I O N
AÑO. S K M K K t H R . T I U M K . s n i K . i . i i i T o i ' , H i m c r o i ! , u . ABELA II DO DE CARLOS. À $ < > , HEM KST ME. T t t l M K A T H E .
M n « 1 t i ' t ..................l ' r o v i n r i H H . .
S O p M B P t l W .:c > .>
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I r u l m y | ' u « * r t o - | lH i l l p l t i f t p y A n i d r i
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P o r t u g a l . . . . 7 . f i 2 0 r e m . 3 . 8 Í K ) r e i » . 2 . K ì U r e i n . M a d r i d , 1 5 i l e . lim it i i l e 1 8 7 1 . K x i r i m j m i ............................................. 1« f r a n c o s . 2 2 f r a n c o » . 1 2 f r a n c o » .
MADIUD.—INAlülKAClOS L’E I a Tr au m a ; LLEGALA I)t LO» COCHE» A 'A ESTACION LEL I'AHMO le » alamanca (|)ég.
282 N.° XVIIL A I L U S T R A C I O N E S P A Ñ O L A Y A M E R I C A N A .
S U M A R I O .T exto —11« vista general, por ol mar«|u«'-s «Ip V¡iIIo-.\I«,.:i «-. — T. rn o
Madrid.—s-ucesos de 1’a rK —L i ial'st < <IM It iyii Sm-«-- • <«i. Ma«li i liist-in». arqueología, por el conde «íe K.iPr.npier.—I.-- n i iront «r-- «!*■ I.t C 'o i i i i i i m r . — Madrid: la lál.rii-a de lapices.—Kl l 'r. II. .!'••• de 1.« t:i- meudi.—Libros nuevos, por I*. Knnlin llneliu.— It.-pi. i<«n |ob- tipogr ilica de la primera edición de E l «»e/.'«/«" /»»./.i ’• /• < I m u rn«i/..-tr i/i ' lii M m ir ln i— l.es liiii«*!|iétam'H.— t.e-¿iniiilires en lianas.— l ’reia*nación y saqueo d«' la iglesia de S in Kelip1*-.—llaiios «Je • ¿irlos 111.
< ¡H a ti a luis. Trato vía do Madrid : llegada do les .....bo- ¡ la . -me ion.—l’nris: capilla espinlona »!«■ l.nis \ VI —lian o nda rn la «ótiglinne.— l’ rnfariaoinii y saipioo de la ¡glo-ia 1«- San I-e,i|.e —t¿i-n- paln< ie do Mr. Tlii***’- : ,i--(ii et.. antign.. i estado »idn.il.—K o- id." ■!«• una barrienda.—Nuevo lolrales do indiv-iibios do la (..iii«iiii'ie — Lt tneinligo ciego, por <lrl«'go.— Historia natural: lii[iopúlaines.—lletralo del IIr. I.«'lamondi.—Mndn (I«1 viajar per «'I iiilt'i i«ir do la i-la i.. >¡uba. — Ki prodnri'ion fotii-li|Nigr¡it¡ea «!•• la página primera<!«• E l —Ajedrez.—i ’ans- incendio y desplome del nmii-leim d« lljiíionda.— Ti ilio: vista de los batios de Cirios III.
REVISTA GENERAL.Madrid 12 de Jimio de 1871.
La situación do la infeliz Francia lia adelantado muy (toco desde nuestra anterior Revista.—Cierto es que desaparecen los sangrientos vestigios de la última horrible lucha; que «•! órdon se afirma; que la tranquilidad se restablece; que el gobierno adquiere fuerza y vigor... Pero son toda« estas ventajas de presente, y nn prendas seguras para el porvenir, que signo oscuro, amenazador, sombrío.Después de la entrada de las tropas en l'aris, no
se ha dado ningún paso decisivo cu la senda que Mr. Tltiers se proponga seguir. De las tres soluciones posibles,—la república, el impelió, y la monarquía de la casa de Rorhon,—la primera es la que ofrece más probabilidades de subsistir por ahora.Ks lo que llaman nuestros vecinos mi i>is allrr, y
simboliza el temor—¿por qué no el peligro? tle querer fundar algo definitivo.Mr. Tltiers, dueño y árbitro absoluto boy dia de los
destinos de su patria, recela adoptar una resoltn-jon que produzca mayores males que los que pretende evitar.Nunca lia sido el delecto tle su carácter la timidez
ni la indecisión; pero son las circunstancias tan graves, tan difíciles, tan excepcionales actualmente, que no nos causa sorpresa ni maravilla verle vacilar Antes de inclinarse á un partido cualquiera. Además, el eminente orador es casi octogenario; y á esa edad es imposible tener el valor,y la energía «le otra inénos avanzada.
lié aqui lo único que ha hecho desde el 2 del corriente , fecha «le la Crónica anterior.—Conociendo que para corresponder á lo« deseos de la mayoría «le la Asamblea necesitaba reformar su ministerio, lia hecho en él una modificación poco radical, que no satisfará á ninguno, y que disgustará á lodos.El general Lefio, ministro de la Guerra, ha sitio
sustituido con él general Cissey, que lomó una parte activa en la ocupaeion militar tle París: en reemplazo de Mr. Pican!, ministro del Interior, se nombra á Mr. Lambrecbt, uno de los favoritos del autor déla llixloria de la rerolueion /»Ttncc.su; Mr. Víctor Lo- franc sucede á aquél en la cartera de Obras públicas que tenia á su cargo; y en fin. Mr. León Say ocupa el puesto tle prefecto de París, donde con escándalo general se veia aún á Mr. .tules Ferry.Pero permanecen en el gabinete MM. Favre y Si
món, en departamentos tan importantes como Negocios extranjero.« y Cultos, ó sea Estado y Gracia y Justicia; al anciano Lelló se le envía á Rusia de embajador, y á Picanl «le gobernador al Raneo.Todo eso indica que Thiers quiere contar con el
■elemento republicano. y que no se separará por ahora •de lo« que le han auxiliado en la tremenda ludia «os- «tenida con la Commnne.
• •
Impulsado empero por la mayoría «1«? la Cámara, •que e< no sólo monárquica, sino legitimi-ta, se lia visto en la necesidad de acceder á que se abroguen las leves de destierro de los príncipes de Borhon y de < b - leans, habiéndose tomado semejante determinación por 48*» votos contra 103; siendo también admitidos «Diputados el duque de Anuíale y el principe de Join- ville por -Vi8 contra 113.—Poco después, los dos augustos hermanos presentaban la renuncia de sus respectivos cargos.¿Será esto, según muchas personas suponen, indi
cio de que existe algún plan secreto entre Mr. Thier«.
la mayoría y l<>« principe«? ¿Es positiva, segura, indudable la fu-i»*n entre las «los ramas de la casa de Borhon?—Nada es posible afirmar; y lodo, sin embargo. es licito sospecharlo.El duque de Anuíale y el principe tle .humille re
siden liá tiempo en «u pnis natal, aunque sin hacer alarde de su presencia; el resto de su familia no lardará tampoco en tornar á él; v se asegura que el conde de Chainbnrd vendrá á habitar la Ttirena, Insta tanto que su« compatriotas ciñan á sus sienes la corona régia de sus antepasados.¿Que hacen entre tanto los imperialistas? ¿Qué el
desterrado de Gbi-leburst, qué su ilustre y simpática compañera, qué, en lin.su primo Jerónimo Napoleón?
I odos hemos leido en los periódicos la ardiente y agresiva comunicación tle éste, destinada no tanto á atacará Mr. Julio Eavre, como á llamar la atención del país sobre la actitud tle los bono parí islas.Silenciosos, mudos ellos, cualquiera hubiera po
dido creer que renunciaban á sus pretensiones ó á sus derechos al trono : levantando la voz altiva y enérgicamente. revelan que mantienen las unas y los otro« y que están decidido« á no abandonar la partida hasta perder la última esperanza.El 2 tle Julio próximo es el tli.i señalado para que
el sufragio universal designe los que lian de ocupar má« de cien asientos vacantes en I i Asamblea por dobles ó múltiples elecciones, por defunciones y por diver-s is i ai»;a«.Ibies Ilien , el príncipe Jerónimo Napoleón y otros
personajes importantes de su partido si* presentan candidatos á la diputación; si son elegidos, esto indicará que la I rancia no lia variado en sus antiguas simpatías, formuladas en el plebiscito deRde Mayode IS70; si por el contrario rechaza á los deudos y amigos «leí emperador, no podrá tener le sirio eo oo movimiento militar, segunda edición del golpe de Estado de 2 de Diciembre, lo cual no lo creemos fácil ni hacedero.Quizás lo seria si se encontrara al frente del ejér
cito otro hombre que el mariscal Mac-Malion. Por carácter v por temperamento, el vencido de Woerth no es osado ni emprendedor; y hay un rasgo suyo reciente tpie le pinta de nn modo admirable y gráfico.
El emperador, que hacia grande aprecio de él, quiso nombrarle general en jefe al principio de la guerra que tan cara ha colado á la Francia; pero Mac-Mabon rehusó respetuosamente semejante honra.—; Yo no sé más que obedecer! — dijo con tanta re
solución como modestia.
• •El corolario de lo que liemos expuesto corresponde
de lodo punto á las premisas que establecimos al comenzar: no es posible prever los acontecimientos sucesivos en la que boy es todavía república; no es posible adivinar la solución más ó menos próxima de sus conflictos y »le sus dificultades.Preténdese que Mr. Thiers, en su odio á los liona-
parte, se propone someter ;i la Asamblea una ley de proscripción y destierro contra los individuos de esta familia; pero no lo consideramos lógico ni prudente. El ilustre historiador trabajará cuanto pueda por los principios ó por las personas que merezcan sus simpatía«: pero en su difícil y espinosa posición se verá obligado á no adoptar medidas violentas que podrían perjudicar más bien que favorecer sus intereses ó sus predilecciones.
• •
Lno de nuestros compatriotas, el distinguido poeta don José Heriberto García de Quevedo, ha sido victima inocente de los bandidos que durante dos meses lian sembrado la muerte y el terror en París.Llegó á Versa lies, procedente de Ginebra, en los últi
mos dias de la dominación comunista; y á pesar de los consejos y súplicas de sus amigos. se empeñó en penetrar en aquella capital. Iba, según parece, á comunicar a’gunas órdenes al señor Cassani. encargado de la guardia y custodia del palacio Basilewskv; y á pesar de su actitu I pacifica é inofensiva, le lucieron fuego desde una barricada inmediata, causándole una herida gravísima en la mano izquierda.
Todo indicaba, sin embargo, que al fin se sal varia la villa del noble y caballeresco escritor, cuando pre- sentósele una deesas calenturas purulentas, tan comunes donde existe una atmósfera viciada é impura, y en breves horas puso término á sus dias.García de Quevedo, que apenas había cumplido
cincuenta años, era muy estimado generalmente, no sólo por su talento, sino por sus cualidades »le honradez é integridad. Dolado de un carácter ardiente é impetuoso, no ocultaba sus predilecciones ni sus antipatías, »pío en más de una ocasión le. hahinn llevado al campo del honor. No era, pues, él hombre de la época actual, dúctil, flexible, acomodaticio, sino una naturaleza varonil y enérgica, que no se plegaba nunca á las necesidades del momento, sitio que les hacia frente con arrojo y valor. Su divisa pudiera ser la que uno de los campeones tle la Edad media simbolizaba en su escudo con una maciza barra de hierro, y osla expresiva inscripción- «.líe rompo, pero no me doblo. <>¿Qué mejor oración fúnebre puedo hacerse de un
hombro que semejante inllexihilidad en un siglo de abdicaciones y tic apostaseis?
¡ I risle , doloroso contraste!Mientras París llora á sus muertos ó cura á sus llo
ridos , Herliii y Londres viven entre la alegiíaylos placeres.
En la primera tle las dos capitales, se verificará e) mismo dia en que \enii la luz e«las lineas los festejos dispuestos en honor de los soldados prusianos vencedores en la última guerra.Los diarios y las cartas de IVusia no hablan sino
de los preparativos que se hacen para aquella solemnidad nacional. Las calles están engalanadas con los trofeos de la victoria : los cañones y las ametralladoras cogidas á lo« franceses su ostentan orgullosaincnte en las plazas y paseos: lis banderas apresadas al enemigo ondean en la« fachadas de lo« edificios públicos.
Y por todas parles festones, guirnaldas, aclamaciones, cantes de júbilo: por todas partes la expansión atronadora y unánime de la alegría popular; por todas partes las manifestaciones ardientes de cariño v respeto al monarca grande y venturoso que ha llevado á cabo la obra inmensa de la unificación de la Alemania y Ja derrota de la Francia.Pronto el telégrafo, pronto los periódicos traerán la
descripción do los actos y ceremonias con que se ha celebrado esa fiesta brillante y magnifica: y en el número próximo nos será posible dar á los lectores una ligera é imperfecta idea del cuadro que lia ofrecido Rerlin el lo tle Junio y los dias siguientes.Al misino tiempo. Londres se baila en el periodo
mas agitado y bullicioso de lo que allí se llama la SíTísvm (la estación ; es decir, la época de sus festines, tle sus saraos, de sus diversiones; en una palabra . el verdadero carnaval londonense.Principia con la Pascua de Resurrección , v se pro
longa por los meses tle Abril á Julio. — Durante ella están abiertos el Parlamento y los salones; durante ella se tlan grandes bailes, no sólo en el palacio de S. M., sino en los de la aristocracia británica . la más rica y poderosa del mundo: durante ella,en fin, se verifican las carreras de caballos, las representaciones en los teatros italiano y francés, habiendo también otros espectáculos no ménos dignos de admiración.La desgracia de l’aris ha aprovechado ahora á su
rival la ciudad del Támesis : los innumerables extranjeros que otras veces pasaban allá la primavera . los ingleses que acudían á presenciar los Steeplc-cha**e del Bois de Boulogne, de la Marche y de Chantillv. se han quedado este año en Londres.De modo que nadie recuerda una season tan bri
llante ni tan animada como la actual; contribuvendo asimismo á tal resultado la emigración francesa, que es áun considerable, la exposición internacional, y varias cansa« que con éstas so relacionan.En lo« tío« teatros de ópera italiana cantan los pri
mero« artistas do Europa: la Palli, la Lucca, la T¡- tiens. la Trebelli, la Marimon; Mario. Beltini, Gra-
i ziani, Faure, etc.I
L A I L U S T R A C I O N E S P A Ñ O L A Y A M E R I C A N A .N.° XVII m
Depilamos lo que dijimos arriba : ¡Qué triste, qué doloroso contraste!
Pió IN diú orden para que no se celebrasen en liorna la procesión ni las festividades del Corpus; y creemos que tampoco se solemnizará allí el ‘2.“)." aniversario de su elevación al solio pontificio.Kn cambio, todas las naciones católicas se aprestan
á conmemorarlo dignamente. — Kn Madrid las principales familias de la aristocracia hacen preparativos para adornar con coleaduras sus palacios por el dia, é iluminar sus fachadas la noche del IX do .Ionio; en los templos habrá también magnificas funciones; mientras las cofradías piadosas repartirán limosnas abundantes á los enfermos y mono: torosos, como homenaje el más grato á Dios y al Papa en semejante fecha.Es realmente consolador ver cuál renace y se fortifica
cu nuestro pueblo el espirito religioso, algo decaído v entibiado por sucesos que no necesitarnos recordar.Ituena prueba de ello es lo ocurrido en la precesión
del Corpus. — K1 Ayuntamiento de Madrid, escaso, ó mejor dicho, exhausto de recursos, resolvió que uo saliera; pero noticiosa del acuerdo la reina doña Maria Victoria, dispuso satisfacer todos los gastos de su bolsillo particular. y se realizó con la mayor solemnidad dicho acto.En las calles de la carrera, que fueron las do ros-
luinhi'e, había una concurrencia inmensa, formada por todas las clases de la sociedad los halcones se hallaban también llenos de gente, y en los de la Gasa (.oilsislorial se ve i a á la esposa de Amadeo I, quien al pasar el palio lanzó sobre él, y ron su propia mano, cinco preciosos ramos de llores.
\ la procesión asistió también el rey . acompañado de la mayor parte de los ministros, de bis presidentes de los C.nerpos eolegisladores, de las autoridades civiles y militares de Madrid, y de senadores, diputados v altos funcionarios del Estado.•iEste es el suceso más importante ocurrido desde la
Devista anterior; pues la política, por causa quizás del calor,—que no ha llegado todavía,—dormita tranquila y plácidamente.I.a alta Cámara ha discutido un nuevo reglamento,
más severo v restrictivo que los que la habían regido hasta aquí; y el Congreso se halla muy ocupado en contestar al discurso que le dirigió el monarca al inaugurar la legislatura el 3 de Abril último.Es decir, que cuando llegue á los oidos de S. M. la
respuesta de los representantes del país, habrán trascurrido próximamente tres meses!Como cuestión de oportunidad y de cortesía , nos
parece que el sistema está pidiendo una reforma radical.Mil veces mejor es el observado en Inglaterra, don
de el mismo dia , esto es, la misma noche de la apertura,—porque sabido es que las sesiones son allí nocturnas,— se presenta, discute y aprueba en cada Cámara la contestación al discurso de la Corona.—Esto es lo lógico, lo natural y lo decoroso.S¡ se quiere un exátnen general y profundo de la
política y de los actos del ministerio, no faltan nunca medios de provocarlo y conseguirlo; pero de todas maneras, se debe evitar la desatención de dejar sin respuesta las palabras del sol »era no durante meses enteros, lo cual uo se hace con el último »le los ciudadanos; v no se perderá además un tiempo precioso, que es fácil emplear más útilmente en otros asuntos. — Time ¡s moneij, dicen los ingleses: en cambio, los españoles decimos: «■ matar el tiempo. ->Yeso es precisamente lo que se hace con las largas,
estériles y enojosas discusiones del mensaje, que no producen nunca resultado alguno de importancia, no habiendo ejemplo de que á consecuencia de cualquiera de ellas haya caído un gabinete./.Se examinarán los presupuestos antes »le que ter
mine el año económico? Es muy dudoso, y lié ahí otro de los males »leí vicioso sistema establéenlo, v contra el cual levantamos nuestra imparcial y desapasionada voz. con más convicción de la justicia del <le- *>0, que esperanzas de que sea atendido.
E l muimi ls j>e Vallk- A i.eorl .
LA TRAMVÍA DE MADRID.
Pocas palabras emplearemos para explicar el grabado de la página primera, que representa la llegada á la estación del barrio »le Salamanca de los elegantes y córnoiloscoches déla tramviaque acaba de inaugurarse en esta corte.Si nuestros lectores han tenido la amabilidad de leer
la liirrisín del último número, en ella habrán encontrado curiosos detalles acerca de este asunto, los cuales nos relevan ahora de nuevas repeticiones.
Debemos, sin embargo, anunciar que la empresa constructora se propone inaugurar en breve el trayecto desde la Puerta del Sol hasta el populoso barrio »le Arguelles, y bien pronto, según se anuncia, empezarán también á colocarse mils para tender otros »los 1 ramales hasta las estaciones »le las lineas férreas.El público <le Madrid ha acogido con marcada satis
facción una mejora que reclamaba con urgencia nuestra capital, desdi* que fueron construidos los barrios »le Salamanca y de Pozas.
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SUCESOS DE PARÍS.
Dos grabados ofrecemos en la pág. 2 Xr>, referentes á bis ú 11 i 11 ios acoiili*» iniii'iitos ile París.Ambos representan lii'lmentc la casa-palacio »le
M. I lliiM's, jefe del pmli,i ejecutivo, tal como se baila- lia ánli's del decreto expedulo por la I'.mumaee para ipil* fuese demolida, y tal como se encuentra Imv, después de los primeros trabajos ejecutados para llevará cabo aquella vengativa resolución, en cuy" arto, aún no consumado completamente, fueron sorprendidos los comunistas por el ejéivilode Yersalles.M. Thiers habitaba un lindo palacio en la plaza de
San Jorge, y en sus salones bahía reunido el sabio historiador de la primera revolución francesa, á costa ile muchos dispendios y de un celo infatigable, numerosas colecciones de libros raros, bronces, estatuas, pinturas, copias selectas de las obras maestras de Rafael , Murilh» y Ti/.iano.Los revoltoso« parisienses, aceptando al pié de la
letra el decreto de la C.oona ane. entraron á saco en aquel escogido depósito de bellas obras de arle y preciosidades de todo género, y en breves horas desaparecieron. tal vez para siempre, los excelentes libros «pie M. Thiers poseía, y fueron quemados sus cuadros, v rolas sus porcelanas, y destruidos sus bronces.
En piquete de guardias nacionales ocupó desde entonces el edificio, y aunque algunos comunistas, más generosos y más caritativos que la muchedumbre de mujeres desesperadas que les seguían . propusieron (pie aquél se conservase y fuese destinado á hospital desangre, éstas, verdaderos energúmenos en todas las revoluciones , pero muy especialmente en los trastornos que lia sufrido la Francia desde los últimos años del siglo pasado hasta nuestros dias. alegando que el decreto de la ('.mamuae ordenaba la demolición, gritaron con voces de coraje:—¡Ahajo!V asi fué. en efecto: comenzóse el derribo, y en
esta operación fueron sorprendidos los obreros por las tropas de M. de Troves, las primeras del ejército de Yersalles que entraron en París después de la toma de los fuertes de Issy y de Yanves.La casa no ha sido completamente destruida, pero
la Asamblea nacional luí votado un crédito de millón y medio de francos para que aquella sea construida de nuevo y ofrecida á M. Thiers en nombre de la Francia.El primer grabado déla pág. 28i, es una vista de la
capilla expiatoria erigida por Luis XY11I en honor de les desgraciados reyes Luis \\ I y Maria Anlonieta. victimas de la primera revolución.También la Conmiunr había decretado la destruc
ción de este pequeño monumento, o.que era un insulto permanente—decía el decreto—á las glorias de la primera revolución.» y la capilla filé destruida por fin. no obstante alguna oposición que encontraba este acto en ciertas clases del pueblo.No sabemos aún si los comunistas habrán cuidado
de conservar los restos de los infortunados reyes que en ella yacían desde que fueron trasladados de la capilla real de San Dionisio.
El segundo grabado es una vista, tomada del natural. de la formidable barricada que la Guardia nacional balda levantado en la entrada de la calle de Casti- glinue. por la parte de la plaza de Vendóme.Sabido e* que esta plaza era el centro de la defensa
de uno de los cuarteles en que la Cómanme había dividido París, y en ella y en sus alrededores se había acumulado un inmenso material de guerra y -e ha
bían hecho innumerables obras para oponerse hasta 'd último extremo á la entrada de las tropas de Yersalles. Fueron sin embargo, vencidos los comunistas; pero la barricada de la calle ¡le GastigUone permaneció intacta durante varios dias. \ fué objeto de la curiosidad general.
Por último, el grabado de la pág. 2!*<» ofrece el aspecto de la calle de Divoli en las terribles horas del incendio y de la destrucción: el ministerio de Hacienda era devorado por las llamas, y casas enteras de ambos- lados de la ancha avenida. se desplomaban con horrendo estrépito y formaban un inmenso montón de calcinadas ruinas..Eos últimos ¡lias de la dominación de los- rojos de
jarán memoria eterna en los anales de la Francia.
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EL CIEGO.El bello dibu jo del señor i >rtego que publicamos
en la pág. 281), es el tipo exacto, retrato acabado de "i"’ de esos mendigos ciegos (pie van de puerta en puerta, guiados por un lazarillo, implorando la caridad publica; ya balbucean algunas dolientes frases, para excitar la piedad de los transeúntes; ya rezan un l'ailre .\acnlro, mientras hacen pasar rápidamente por m i s descarnados dedos las cuentas de un añoso rosario; ya, más alegres \ decidores, cantan con voz aguardentosa, \ al compás de destemplada vihuela, coplillas parecidas á esta ;
Señoras y i ili.illerns i|uc |iiil la calle |..oai-,Hila lllll'iMlll.i al ciegii ‘l'ie lio |n |iuetle ganai .
Porque no lodos |os ciegos callejeros son tan buenos caalotires o ¡otpror¡satloves— i\\e\ut sea de paso como (d célebre Perico.
I'.l dibu jo ibd señor < trlego estamos seguros de que agradara a inieslros apreciables abonados.
LA IGLESIA DEL BUEN SUCESO DE MADRID.m - TOKI \.— AUQl'KoLtX'iÍA.
En una mañana de invierno del año loliT, pasaba por la calle de* Postas de la villa de «Madrid, donde babia sentado su corle entonces la majestad del rey l'elipe II. un apuesto y gallardo mancebo de veintisiete años, en cuyo pecho brillaba ya la roja insignia del apóstol Santiago. I u pobre mozo estaba limpiando el barro de la calle, y en mal hora debió de haber salpicado con él al elegante caballero, cuando éste, ciego de ira y en el primer movimiento de la cólera, le dio en el rostro un recio bofetón.Sin alterarse el mozo que babia recibido la afrenta,
se hincó de rodillas delante de su ofensor y le dijo:— Agradezco, señor caballero! la merced y honra
que me habéis hecho, y en mi vida me vi más honrado que ahora.Admirado quedó al ver tanta humildad el caballero,
un momento ánles tan orgulloso y tan altivo.Ya no era el hombre de un instante antes, y ocul
tando su cara entre sus dos manos, cediendo á la revolución repentina, irresistible, que sentía en su interior. cayó de rodillas y pidió perdón á aquel pobre, cuya venganza babia sido la humildad.Aquel caballero brillante, alegre, altivo, al levan
tarse mostraba en su pálido rostro, en su incierto andar, que la felicidad babia huido de él, que la mariposa había perdido sus alas.Era aquel joven don Bernardino «le Obregon, que
babia nacido en las Huelgas de Burgos en LVtU. de una- noble familia que se babia distinguido por sus brillantes acciones en las guerras de Flandes, donde había ganado un hábito de Santiago, y que babia venido á la corte, donde su mérito y gentil apostura le habían adquirido grande valimiento.
Lo pasado, lo presente, el porvenir le sonreía; hijo de padres ricos, valiente y de gallarda persona, no babia un capricho que pasase por su mente y que no pudiese satisfacer. En los brillantes salones de la corte y «le los grandes, donde el egoísmo tiene su trono, se apresuraban todos á festejarle y le acogían con lisonjera sonrisa.
Felicitábanle por su valor, por su talento, v las madres lo codiciaban para sus bijas. Asi la vanidad se babia deslizado en su corazón, y en su orgullo se creía casi un semidiós á quien la antigüedad hubiera levan-
N.° XVII L A I L U S T R A C I O N E S P A Ñ O L A V A M E R I C A N A 28Ü
CULLI. EPi-'OUIO EN VNA BAHK1CADA ípá
28G L A I L U S T R A C I O N E S P A Ñ O L A Y A M E R I C A N A . N.° XVI I
lado altar«-«. Recibía aquellos olis* «juíoh que «toío Iteran muy debidos...De repente «u soberbia se habia halla«lo frente á
frente de la luuuihUiil más profunda. Dios había forado en aquel in-dattlc su corazón. y haliia visto etiáii vana ora su granih*za y cuán injusto había sitio i-n no querer padecer la más pequeña contrariedad.
Vuelto á su casa condenó su vanidad, runlrmpló la humildad «l«'l Uedeiilnr de los hombres b-ndido sobre el vil instrumento .le su snpli'Mo. v al evocar también el recuerdo «le las penas que en medio do los placeres habían venido á perturbar su desordenada juventud, comparaba las contradicciones que balda padecido y que tanto baldan excitado <n cólera, ron lasque bahía silbado por él .lesas antes de llegar á la cima del ('.ai- vario. ¡Km mi grano «I«* arena al lado «le una inmensa montaña, miagóla do agua comparable al iusonda- lile mar!Obregon halda recibido «I«'sus padres una educa
ción religiosa la IV* divina, la celeste esperanza que habi.ni culo«;ado en su corazón, habían volado después de un desigual combate con las más vergonzosas pasiones; pero habían quedado los piadosos recuerdos d ■ la infancia, y bastó el ejemplo do la humildad del pobre .V quien halda ofendido-, para que alzándose de repente poderosos aquellos recuélalos rasgasen el Io— nebloso velo «pie á -ai vista ocultaba la radiante ventad que alegra y satisfice los ojos, <íu deslumbrarlos, y para que comprendiese la nueva misión á que |o d«*s- t¡nubil Dios sobre la tierra.Aquel hombre que rechazaba de si á lo- pobres y
miserables, se propuso consagrar su vida á -u servicio; detestó y maldijo «d orgullo y la vanidad, como en otro tiempo mahleci.m los profetas lastiudades criminales.I(enunció el empleo que tenia en la milicia, arrancó
de su pecho la noble cruz de Santiago, «pie con su espada balda ganado en los campas «!«• blandos. y abandonando sus riquezas se hizo pobre para unirse con los pobres. Humillando su altivez se consagró á servir á los enfermos del Hospital Uenl, resignando su voluntad en la del administrador «le aquel establecimiento, trocando las galas de que antes tanto se envaneciera, v en lasque una sola mancha había sillo causa de la mudanza de su vida , en un tosco sayal negro.Asombro causó á la corte la repentina mudanza del
joven Obregon. Su celo encontró imitadores: v al año siguiente, con permiso del Nunciode.su Santidad, del arzobispo de Toledo y del rey lelipe II. dió principio á una congregación, llamando á sus hermanos Mínimos . por la humildad que habían de ejercer en el servicio de los pobres; pero el pueblo, cuya opinión e- irresistible, les dió el nombre de su fundador llamándolos Obregones, nombre «pie lian conservado por espacio de tres siglos.Prometían á Dios castidad, pobreza, obediencia v
hospitalidad.Grecia de «lia en día el número de los que venían á
alistarse en aquel nuevo ejército de la caridad.No conocía limites el celo de 1 tenían! i no de obre
gon; fundó cusas de convalecencia, escuelas «le niños expósitos y varios hospitales, entre ellos .•! de Lisboa, la capital de Portugal, cuyo reino había agregado á la corona de España el rey Felipe 11.Bemardino de obregon, tan altivo y orgulloso en su
juventud, sufrió con la mayor paciencia y humildad graves persecuciones, de todas las que 1«; libertó la mano del Señor. Con grande sentimiento de la corte, que edificaban sus virtudes, murió el O de Agosto de 1599, siendo enterrado su cuerpo en el Hospital general.Quedaron sus hijos sin padre, y el hermano Gabriel
de Fontanet, «pie le haliia sucedido en el gobierno de la congregación, acompañado «leí hermano Guillermo Rigosa, determinó ir á Roma, á Gn de alcanzar para su instituto, cuya eficacia se labia probo*lo ya en el servicio de los pobres enfermos en el trascurso de tantos años, la sanción de la Silla apostólica, ocupada entonces por el pontífice Paulo V.Caminaban á pié: llegaron ¡i Valencia, «mi cuyo hos-•• • * i.-. .— l:— i---------- .i...
favorecidos por el venerable y santo patria rea don .luán de Rivera, arzobispo < aquella diócesi«.Continuaren su viaje, y u| llegar á los confines «le
Cataluña . al - ilir de Ti aiznera . pueblo «le la jurisdicción de Turtos.i . perdieren el camino. v una horrible tempestad lo- sorprendió durante la noche. Guia el agn t á torrentes, soplaban «lesoncadeiiados los vientos, resonaban pavorosos truenos, y los do.« piadosos pi*re- 1 grillos iban á perecer victimas del furor «le los chúñenlos, cuando enoomendimlose fcrvomsauionl«* a Dios, descubrieron en medio «I" la profunda oscuridad, á la luz «le los relámpago-, una- peñas, y corrieron á relujarse en ellas.Hallaren bastante huero para su abrigo; per© consi
derando la disposición de la- peñas, vieron en lo alto un resplandor. que al pronto c.rey«*reii ser el rebojo «le los continuados relámpago«. Llamóles la alen« ion aquella novedad, viendo permanente la claridad, áun después de pasada la tormenta.
Difícil v penosa era la subida á I«« alto la peña; pero liosral/áudoso y uymláudose el uno al ulm, lograren trepar á su cima, y en un huero ib* la peña encontraron un humilladero ó pequeña capilla labrada con toda perfección, y como engastada en el peñasco una imagen de la Virgen rumo de una media vara.Alóliilus quedaren los dos hermanos 1 * 1 n«■ c<>m■- . ñ
quienes piaban aplicarse las palabras del profeta Isaías (cap. lío) <i Me encontraron los que no me buscaban. «> III l'i'lli'i'llill i/lli imii i/llil'^ii'i'lliil mi'.
Adoraron humildemente aquella imagen, lu contemplaren] detenidamente «lespues, y vieron «pie era de madera de ciprés, qm* tenia su divino Hijee» brazos al lado iz quieiilo, un cetro en la ui.niu derecha, v una corona hermosa en la cala-za \ «l<* extraña furnia, un vestido muy antiguo y oír«» reservado á su lado de la misma lela y hechura, v una lámpara encendida que estaba acolmillada en el peñasco, y cuya luz bastaba á alumbrar las más oscuras tinieblas.Determinaron llevarse la santa imagen con el otro
vestido que junto á si tenia v que áun boy se conserva piadosamente, y ponerla por medianera de la pretensión que lu< llevaba á liorna.
En la «luda «i«* si aquella santa imagen podia pertenecer á alguno de los pueblos inmediatos que la hubieran colocado allí en aquel humilladero para su veneración, y no queriendo robarles el objeto de su culto, se detuvieron algunos dias por los pueblos de aquellos alrededores, investigando cautelosamente sobre la «‘.visteada «l«í una imagen de la Virgen, preguntando á los más ancianos, empero callando siempre su feliz hallazgo.Tranquilizada su conciencia. creyeron con tunda-
mentó que aquella imagen que tan milagrosamente habían encontrad«'*, era una délas muchas que el celo piadoso dedos cristiano.« había ocultado en los triste« dias «le la dominación de los árabes en las entrañas «le la tierra, en la espesura de los bosques v en las más ocultas cuevas «le los montes.('.oíaprobaba esta creencia el vestido que junto á la
imagen líalo.m encontrado, porque ocultaban también ron las imágenes sus ornamentos; y as¡ dice el fénix de los ingenios, el gran Lope de Vega :
hn- imágenes enhenan ,V en l is campiñas las cierran i'.on los ornamentos - ici o- ,Mientras «I«- so- simúlanos Con ligrima- se ik-stierran.
Hicieron los dos hermanos una cesta de mimbres, forrándola con boca« i colocaron en ella la santa imagen. y colgándola á la espalda la llevaron alternativamente sin separarse un momento de ella, llegando asi á Roma, término «le su peregrinación.Se presentaron á besar el pié del Papa Paulo V, el
que viéndoles con la cesta que llevaban y que no dejaban jamás de la mano, les preguntó con curiosidad qué era lo que en ella llevaban. Contaron al Papa el milagroso hallazgo qm- habían tenido d«* aquella «anta imagen . la que habían traído «:on-igo, porque de ella liaban el buen «uceso de -u- pretensiones, que humildemente b* expusieron.*-*•-*•'“** I-1 s.mU im.i_.ru de la ce-A-t. \ Piule ■ ad
mirando su belleza la venoréi, y «(Hitándose del cuello una cruz «!•* oro «le esiiialli* morado, si* la puso á la imagen, recomendándoles la tuviesen por particular patraña de su instituto y congregación, dando ú esta \ irgen el nombre de Nue-lra Señora del Buen Suceso, puf d feliz que hahiaii tenido su- pretensiones,Goticeihó á la imágen iiinchas indulgencias , ven
memoria de I i cruz «h* esmalte dorado que había colorado sobre ella, autorizó á lo- hermanos de la congregación que acababa de aprobar, para qm* usasen tilia cruz de paño morado sobre su túnica negra.Gozosos y alegres dieran la vuelta á España los her
manos Fontanet y Rigosa, dirigiéndose otra vez á Valencia . rio tanto para volverá visitar, como lo hicieron , el sitio en que en una noche «le horrenda tempestad hahian encontrado la milagrosa imágen que tan buen suceso habia proporcionado á sus pretensiones con el Pontífice, como porque éste bahía cometido por sus bulas al arzobispo y patna'rra don .luán de Rivera, el arreglo do su rongregariuii, erigida ya en< halen religiosa.Alligia lu peste con todos us estragos ,1 la ciudad
do \ alein i.'i. Guando llegaron los hermanos, encontraron un vasto campo donde ojén dar su celo \ ardiente caridad «mi una ciudad «loiide , romo cu los días do la maldición del Egipto, id ángel ovtcrunnudur iba marcando con <d signo «le lu iiimu le lu mayor partí* de tus cu-as de >lis consternados habitantes, he trece herma líos mínimos o «»bregones qm* servían í lo enfermos, nueve babiaii sucumbido contagiados en <d servicio de los pobres enfermos.El patriarca arzobispo «Ion .luán Rivera iba dilatan
do cuanto podia el hacer electiva la luda del Papa y poner á los dos hermanos Fontanet y Rigosa la cruz morada que les haliia comedido Paulo \ , porque quena de este modo detenerlos más tiempo cerca de -i, y «leseaba que accediendo á sus instancias se lijasen en Valencia para que residiese en ella el centro y la cabeza de la nueva Orden hospitalaria.
El hermano Gabriel «le Fontanet no lo creyó conveniente á la congregación, y se vino con su compañero á Madrid. y colocaron en un altar su imágen «le la Virgen «leí Rúen Suceso en el hospital general de Madrid , basta que encargados los hermanos obregones del Hospital Real de la corte, la trasladaron á la enfermería «le éste.Este hospital es el que hemos conocido en nuestros
dias siLuado en la Puerta del Sol, y que lia sido derribado para el ensanche «le ésta.Estaba al principio «le la Carrera de San Jerónimo,
á la parte fuera de la población, y era en su origen un humilladero ó ermita, donde lo fundaron los Reye« Galólicos Fernando é Isabel para el socorro y «>u ración de los «oblados contagiados. El emperador Garlos V lo construyó con rnás amplitud en 15*29, y lo erigió en Hospital Real «le corle para curación «le los soldados v de los empleados de su real servidumbre.El rey Felipe II, tan entendido y conocedor en la
arquitectura, trazó por si mismo la planta «le la iglesia, que era de crucero y «le regular forma, aunque muy pequeña, decorada con pilastras v con una cúpula en el centro proporcionada al edificio. Felipe 111 hizo la dedicación «1«? esta iglesia el G «le Julio de 1G1I, con asistencia de la reina doña Margarita y de toda la corte.
Entonces «e colocó la imagen do Nuestra Señora del Rqpn Suceso, que estaba antes en la enfermería, en la iglesia en la tercera capilla. El hospital de corte y su iglesia, habían sido declarados «le patronato real. Era su jefe el capellán mayor de los reyes, y un capellán «le honor su administrador.Se habia encargado labrar el altar mayor al exce
lente arquitecto «Ion Pedro de la Torre, el «pie lo dis- pu-o. trazó y ejecutó con notable maestría, siendo una maravilla del arte.
tratábase «le la imágen que habia «le colocarse -«>- bre él. y la junta «le 1««- administradores del hospital de corte -«• bailaba casi decidida á colocar en él una imágen de plata «le la Virgen «I«* lo- Reyes, dona« ion 'l,,t rey Felipe H . ruando mi «lia. riitraiulo «*l hetmalí" Gabriel I unían, t .*u |:« junta. <!.>n«b* con gran calori . • ••»» V
N.° XVII L A I L U S T R A C I O N E S P A Ñ O L A Y A M E R I C A N A 287
pe estaba apilando osle punto, hizo ver con irresistibles razones y elocuencia , que debía colocarse la irná- gen del Unen Suceso, que venerada en la tercera capilla de la misma iglesia, al lado del Evangelio, resplandecía con continuados milagros, atraía la frecuencia del pueblo y ofrendas de cera, vestidos y lámparas ile mucho valor.Determinóse su colocación en el altar mayor, ad
mirable obra de escultura, y se quiso «lar á su traslación desde el altar en que estaba, aquella extraordinaria pompa, aquella inaudita magnilicenciu que Felipe 111 desplegaba en las festividades religiosas, y que nos parecerían boy increíbles i no bailémoslas trasmitido con fidelidad, basta en sus menores detalles, la historia.El dia 1'.l de Setiembre de lliid se verificó esta so
lemnidad , «pie se celebró con música real, justa literaria en que lucieron su talento los poetas é ingenios de la corle, con cañas y corridas de toros en la I'laza Mayor, compitiendo en todo la devoción con la inmensidad de los gastos.l.a procesión para trasladar la santa imagen del
Ituen Suceso , que desde aquel dia dió su nombre al hospital de corle y á su iglesia, se dirigió por la Puerta del Sol , ralle Mover, la Plaza, calle de Atocha , la de <'.arrotas, á su iglesia.Dos arcos triunfales se habían levantado en la car
icia, el uno «le cinco pínu las en los portales «le Guadal,ijara, donde se bailaba la antigua entrada oriental ile Madrid, y que áun boy conserva su nombre, «'slu es, entre la embocadura de la Cava de San Miguel y la de la callo de Milaneses, y el otro de tres buceos en la calle de Atocha, frente á la sala de alcaldes de la Iteal casa y corte.Se hahian colocado también en el tránsito que «lebin
recorrer la procesión, en que iba alumbrando el rey con toda la corle, todos los consejos y las innumerables t trdenes religiosas que entonces bahía en Madrid, ocho magnilicos altares para «pie en ellos hiciese estación la sagrada imagen, en este orden:El primero en la entrada de la calle del Carmen: el
segundo en la casa «le Correos, hoy ministerio de Ja Gobernación: el tercero en el portal de Cordobeses: el cuai lo en la estjuina de Roperos: el quinto en la puerta de Guada laja ra: el sexto en la Plaza Mayor: el sétimo delante de la sala de alcaldes de casa y corte, boy Audiencia de Madrid, y el octavo en la esquina «le la calle de Carretas.Ocho dias duraron los festejos públicos, en que al
ternaron la funciones de iglesia y los sermones con las corridas de toros, en que salieron también caballeros en plaza á quebrar rejoncillos en honor de la santa imagen, siendo unas verdaderas tiestas reales, y [tasando de cuatro millones las sumas invertidas cu estas tiestas.La iglesia del Buen Suceso recibió considerables pri
vilegios. fué elevada á la clase de parroquia exenta de la jurisdicción ordinaria del diocesano, y sujeta sólo al patriarca de las Indias, como pro-capellan mayor de los reyes y vicario general de los ejércitos y armada.La cruz y el guión ó estandarte del Buen Suceso en
las procesiones marchaba al lado derecho de la cruz de Santa María, la rnás antigua de las parroquias de Madrid, cuando éstas pasaban del punto donde está situada, colocándose á la izquierda cuando caminaba por las calles del antiguo Madrid.En esta iglesia se decían misas desde las cinco de la
mañana hasta las dos de la tarde, siendo la única iglesia en el mundo que disfruta del singularísimo privilegio de celebrar al santo sacrificio por la tarde.Doscientos diez y siete años lia permanecido esta mi
lagrosa imagen en su templo en la Puerta «leí Sol de Madrid. María velaba por su santuario y lo preservaba de la ruina en medio de los grandes trastornos que han pasado en torno suyo, ya durante la desastrosa minoría •• infeliz reinado de Carlos ll, último v moribundo rovo de sol brillante de la dinastía austríaca al eclipsarse én España, ya en la guerra de Sucesión, en que Madrid c s sucesivamente y varias veces ocupado por alemanes, ingleses v franceses.Ll hu-pital v la iglesia del Rúen Suceso padecieron
mucho en la guerra de la Independencia. En el patio I del hospital fueron fusilados muchos héroes madrileños el famoso Dos de Mavo de 18H8, y el hermoso retablo del célebre Pedro de la Torro, «pie so había estrenado en lf.il con magnificas fiestas, quedó tan maltratado, que no pudo volver á servir más.A él sucedió luego un simple hueco en la pared, en
el «píese colocó la santa imagen, hasta que se labró en 1882 un inodeslorelabb.de sólo un cuerpo con cuatro columnas corintias y un nicho en el centro, de donde se lia sacado la imagen al derribarse la iglesia para el ensanche de la Puerta del Sel, trasladándola primero al Real colegio de Nuestra Señora de Loreto, y después á la Capilla Real de Palacio.El solar del sitio que ocupé el antiguo hospital é
iglesia del Rúen Suceso perteneciente al Patrimonio Real, fué destinado ik*s¡le luego á levantar un nuevo templo á la imagen del Rúen Suceso, templo (pie estuviese en armonía con la nueva ornamentación y arquitectura de la Puerta del Sol, convei lid.i eu una hermosa y espacies,a plaza.Se comenzó la obra, se construyeron los rimhoiios,
pero de rept'iile se paralizaron los trabajos. Permanecieron asi nim bo tiempo, inlciiu á su alrededor se alzaban las nuevas y magnificas «■(instrucciones.Se abandonó la idea de reedilicar el templo y hos
pital del Rúen Suceso, para levantarlo en olía parle; primero se pensó en el Prado, frente al .lardiu botánico. v llegó á comprar el terreno el Real Patrimonio,
I vendiendo el solarde la antigua iglesia del Rúen Suceso en el mes de Abril de 18(12, y que ha adquirido en la cantidad de cinco millones de reales la opulenta casa de Fonlanelles, del comercio de R.«rechina, y que es hoy café Imperial y fonda de París.Todavía volvió á abandonarse el proyecto de reedi
ficar el templo y hospital del Rúen Suceso en el Prado: empero, exigiendo la reina Isabel 11 que no se quedase sin construir el templo del Rúen Suceso, se ha levantado éste en el barrio de Pozas, enfrente del Hospital militar; si bien no de una manera tan grandiosa y magnifica como se había concebido en los primeros momentos en que se procedió á derribar, por una cuestión «le ornato, el antiguo y tradicional hospital de los Reyes Católicos Fernando é Isabel, que había ampliado Carlos V. y la iglesia cuya planta había trazado por si mismo el rey Felipe 11. y colocado en ella Felipe 111 la santa imagen, cual no lo había sido ninguna otra en España, y quizás en el mundo. Esta es la única iglesia en que se dice misa á las dos de la tarde. En Roma misino no hay iglesia que tenga tan singular privilegio...
E l iu .n i .k h e F a i ;r a «,u e r .
LOS MIEMBROS DE LA COMMUNE.
Ya liemos publicado, en números anteriores «le La I l u s t r a c ió n . retratos y noticias biográficas «le varios individuos «le la Cóm anm e, y en la pág. 288 bailarán nuestros suscritores nueve retratos más de otros tantos miembros de aquella, que lia cabio entre sangre y ruinas, envuelta en la terrible catástrofe que lia sido el último y doloroso acto «le su efímero reinado en París.
A r s a u l d .—Escasas son las noticias que liemos podido proporcionarnos acerca «le este célebre agitador francés.Individuo de la sociedad La Internacional desde
hace algunos años. antes había sido empleado en las oficinas «leí ferro-carril «leí Este. y tomó una parte muy señalada en las famosas huelgas (<Jreces' del Creuzot, cuyos conatos de disturbios Rieron reprimidos con tanta energía por el gobierno de Napoleón III, en 18 de Marzo del año último.Después fué redactor del periódico La Marseilleise,
y últimamente, durante los dias «le la Commune. fué nombrado individuo de la comisión elegida para regularizar los Negocios extranjeros, y uno de los que tuvieron la pretensión de invitar á las naciones de Europa á que reconociesen el gobierno «le la Commune.Arnaubl parece que ha -ido lii-ilado por las tropa-
de \ «rsalles.
Jri.KS Valles.—Antiguo periodista y empleado, tomó parte en las turbulencias de Junio de 18-i‘J, y emigró á Inglaterra con Ledru Hollín.
Vuelto á Francia bajo el imperio, logró una «(.locación en las oficinas de M. Haussrnan, el famoso prefecto de París: pero buho de abandonar su nuevo destino, á causa de las exageradas opiniones revolucionarias de que hacia gala, y volvió á Londres, en cuya población fué corresponsal del periódico
tugue.Presentóse en París después del \ de Setiembre
«le 187(1; fué uno de los más renombrados caudillos de la Cómanme en los «lias del gobierno provisional, y á la caitla de éste, hecha ya la paz con Alemania, la Caaimune le nombró ministro do Instrucción pública.Sin embargo, tuvo la osadía de pedir en su perió
dico la destrucción de la biblioteca del Louvro, petición que lia sido satisfecha desgraciadamente por los incendiarios del 28 «le Mayo.Julos Valles también lia sido fusilado ó muerto en
una barricada.I'asi.i vi. Giuu ssi.r.—F.-le escritor republicano era
uno de los radicales más exagerados. Natural de Córcega, poro enemigo ¡rreenncHiulilc de los Ronapailes, fué el autor de aquel escrito célebre que «lió ocasión á una respuesta atrevida del principo Pedro Ronapar- Ir, principio de aquella serie «le hechos escandalosos que comenzaron con la muerte de M. Vidor Noir y concluyeron con el destierro del principe.
Elegido miembro de la (hanmune, fué agregado al ministerio de Negocios extranjeros, y á él se debió la proposición de dirigir una circular á las potencias, solicitando el reconocimiento de la Commune,—solicitud apoyada luego ardientemente por Arnaubl, Ro- ebefort, A-si y otros.
Era director y propietario del periódico L ’ Affranrhi. Rícese que Pascual Grousset lia sido preso en Pa
rís, mientras algunos telegramas anuncian que ha logrado fugarse y pasar á Suiza.Assi, Gamron v Corrnet , tres miembros de la
Commune casi desconocidos basta las últimas turbulencias de la Francia, á la caída del trono imperial.
El primero, agitador ardiente, como Flourens y Llanqui. en los «lias del gobierno provisional, cayó prisionero de las tropas de Yersalles en el combate de Asideros, y áun no lia sido juzgado por el consejo de guerra; el segundo, (¡ambón, abogado, se singularizó bajo el imperio por negarse á pagar la contribución «pie le correspondía, dando lugar á aquella célebre manilo, tacion «pie los parisienses dieron en llamar Yací te á Camban; y del tercero, Cournet, sólo liemos oido su nombre cuando fué nombrado por la Cómanme prefecto de policía, en sustitución «le M. Ri- gault.Delescll’zk.—Orador de clubs, mayor de París
durante el sitio, ó individuo del ayuntamiento luego, bajo el gobierno provisional, fué elegido diputado á la Asamblea de Burdeos; pero se negó á votar la ratificación «le los preliminares de paz con Alemania, y se retiró de la Asamblea para volver á París cuando la Cómanme fué proclamada.Á juzgar por lo que dicen algunas cartas. Delesclu-
ze era uno «le los que firmaban las órdenes de incendio en la noche terrible del 28; y aunque se dijo que había sillo muerto en las calles «le París, delante de una barricada, hay también quien supone que ha logrado fugarse y esconderse en Bélgica.Gustavo Cüi'Ruet.—Ministro «le Bellas artes du
rante el periodo efímero «le la Comm une, era bajo el imperio un pintor de no poca fama y «le gran habilidad. que presentó algunas bellas obras en la Exposición internacional de 18(>7.Napoleón III quiso condecorarle; pero Courbet,
émulo del anciano Raspad, rechazó la cruz de la Legión «le Honor que aquél le ofreciera, y se declaró públicamente como irreconciliable.
\ (’.ourbet se débenosos cuatro decretos «le la Cómanme que hemos ya mencionado en nuestras páginas.I.i demolición de la columna de Vendóme, de la capilla expiatoria «le Luis \\ I . de la casa de M. Tliiers y
J
288 L A I L U S T R A C I O N E S P A Ñ O L A V A M E R I C A N A N.° XVII
ÜAMRON.
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JLt.l-S V M .IÉ S .
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c o n H l ' ET.
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COlP.NET.rcux p y a t .
DELESCLUZE.
r»t- Ha K ÍS —MIEMBROS DL l.\ » OMML'NE . p'.e*. •_»*T
V
200 L A I L U S T R A C I O N E S P A Ñ O L A Y A M E R I C A N A . N.° XVII
de |:i eslAtna Enrique IV que decoraba la fachada principal del Iíútel ViII«?.
Era rumpañeto < 1** clubs y de cale de límlielorl y ■lllles Valles, v siifunlor, corno ellos. (pie anludalia el triunfo *!*• la l.lmitniiim' ilnranl>- los apilados meses del gobierno provisional de li'oelill.
Filé herbó prisionero, cerra de las Tnlleri.as. pollas tropas de Versalles, y neeinos «¡lie lie sido lu-ila- do, aiimpie algunas correspondencias alirinan 'pie s,- suicidó lomando vefleun, al verse encerrado en la ('.onserjeria.
Por i'illinid. Fi'.l.l\ l’YVT, el célebre agitador de 1SÍS. el iiileniionado escritor de /.e /•»//■/*#■/ y /.o (Hnehe, desleí l ado siduiilariauienle, como \ irl.ir llngo. durante el imperio, volvió ¡i Francia cuando se lucieron las liUinias elecciones peñérales, v Ilié vencido en París por M. .lides Favre, si no eslainos eqni- \ ocados.Marchó de nuevo .i Holanda y Suiza. y volvió ;i Pa
rís ruando los ainnleiimieulos de Seliemhir den ili.i- rou 'd solio imperial de Napoleón IIP lomo desde enlódeos parle adiva e|i la pnlilica, fundó lltégn el periódico l.e \'eiujiieui‘ , v era un" de los ipie anhela- I mi i. como Floiirens v Blanqui. «pie el gobierno del peni-ral Thocliú hu-e réempla/ado por el pohierno comunal.
I’.liando ésle filé oshihleriilo, l eliv Pyal lid1 nominado v elegido más larde miembro de Ia <liiiiiiinuic, V lllépo individuo del (’Olílili** (le Salvación Puldica.Áun no se sahe A punto lijo si lia sido preso en
Suiza, como alpmms lelépramas lian alirmado, ó n permanece escondido en París, sepain asepuran correspondencias recibidas di’ aipiella dcsveullll¡ida capital.
MADRID.—LA FÁBRICA DE TAPICES.
(Quisiéramos poder trasladar integro á las columnas de L a Jli stji vcio.n el discurso pronunciado en el Congreso por el señor Cruzada Villamil, al defender una proposición que este señor diputado había presentado anteriormente, y en la cual se pedia que fuese exceptuado de la venta el edificio conocido con el nombre que sirve de epígrafe á este articulo.En la imposibilidad de hacerlo, porque la abundan-
ría de originales de actualidad nos lo impide, nos limitaremos A ofrecer á nuestros lectores un extracto del citado discurso, interesante por las muchas noticias históricas que en él encontramos respecto á la fabricación de tapices en España.Comenzó el señor Cruzada V illamil demostrando
que la venta del edificio en cuestión apenas significaba nada para el Estado bajo el aspecto económico, y entrando luégo á hacer consideraciones sobre la importancia histórica del viejo edificio, dijo entre otras cosas:
>■Cuando don Carlos V vino A España, trajo un Lapicero llamen»o llamado .luán »le Nicolai.al cual hubo »le agradar Lauto la industria salmantina, »pie aconsejó al emperador que agregara A la real tapicería A un tapicero »le nombre Gutierre/, y ocupando A otros mullios en iv tupir los que lia Lian menester esta restauración. l>ió ocupación lucrativa de este modo A muchos salmantinos, pero en cambio decayó algún tanto esta manufactura en aquella ciudad, porque estos industriales la abandonaban por venir A la corte, pretiriendo ocuparse en restaurar A trabajar su obru de nuevo, como entonces se decía.
»Asi siguió la industria durante ios reinados »le Garlos V y Felipe li . languideciendo, perú sin desaparecer de Salamanca........................................................
.»Pero A mediados del reinado de Felipe IV, esta industria española había adquirido mayor preponderancia. pues vernos algunos fabricantes y maestros salamanquinos trasladarse A Madrid é impetrar del rev que se les facilitara una casa ¡»ata plantear en ella una fábrica. Diúseles una que pertenecia al patrimonio, v eslalia situada en la calle »le Santa Isabel. Todos vosotros conocéis una estancia »I»4 esta casa. porque ¿quién un ha admirado el« uadro de l.n« Hilan- ili‘ i'i<*. piiiLidu ¡w.ir \'ela/quez . e*e cuadro célebre, de quien m* lia dicho (cuino »le oír»» berma.no suyot que•• -(■» i./., unís bien itliii LUn el hilll‘i'1. , l'OII 'vti<
cusa del estado en »pie se hallaba la fabricación de | tapice- en Madrid en aquel tiempo..............................|
• Para no cansaron, no diré todo lo que podría con- ] la ros de e>le cuadro y de esta m.ínula» luía en aquellos tiempos de nuestro gran Vela/quez; pero no puedo niérios de ron.signar, que animados los lapiceros salamanquinos que estaban en Madrid ron »■! éxito de sus obras, trataron, en el siguiente reinado de Carlos II. de pedir al rev que protegiera de alguna manera esta industria, que iba sien»!" ya en la corle de bastante importancia. \s¡ lo hicieron en una exposición A S. M.. quien, según costumbre de aquel tiempo, la trasladó para que diera su informe A la conocida Junta de obras V bosques, la cual opinó que era muy atendible aquella exposición, pero que no babia medios en el ’1 esoro para atender A lns gastos que exigía. I'¡érense muy buenas palabras A aquellos industriales; pero no se llevó A cabo la Inodación de la fábrica.
«Muerto l'.árlus II. viene la dinastía »lelos Buchones y ocupa el Iraun español Felipe V, quien . A pesar de »•star onipadó en las guerras que le toé preriso mari- len»T para afianzar su dinaslia. m» por eso olvidó prn- l.»,g»»r la- arles. I n ministro español (pn»*s aquel rey loé muy aficionado A lelierlos extranjeros i, don José l'afnui, l’iié el que mayormente contribuyó al estable '•ugranilia iiuieulo ib* esta industria, Por los años de l/Jn.i 1722. siendo ni’('i‘sari»i adornar ib* nuevo el palacio »Id Ibien IbTiro. asi rom»» algunos sitio- iva- l»*s, ipie entóneos cotislruia aipn l rey. eran precisos nueves lapices, pmqiio enlónees se conservaba la lia- diciun »le ii" profanar, para el adui'iin »1»' los apusenlos ríales, aipu'llos •obi*l'b¡"s lapices del tiempo »I»* los lleves Católico*, del Emperador y *!»• los l’idipes, oblas »le arle *1»* un a|i ulabli* valia, debidos va al ib biljo de Baloel y de Horero, va al (lo Yaniler-Weyden, por lorluiii enuservadas para ionsue|o(s¡ en ello i'nn- silelo cabe i de lautas preciosidades i onio liemos perdido. •>
Cuenta aquí el señor Cruzada Villamil varios detalles históricos relativos á la venida del Limoso muestro lapicen» Vandergolen , y luégo añade:
el labia en Madrid una casa, que ocupaba el eclesiástico encargado de despachar los Breves á liorna, situada fuera de la puerta de Fuencorra). y esa casa se llamaba ó era conocida con el nombre de Cuna del Abreviadnr: la misma precisamente que os actualmente fabrica de tapices, de que me estoy ocupando. Aquella casa fue convertida por el rey en fábrica de tapices, y A ella se trasladó Vandergolen el viejo, instalando la nueva fabricación.»Terminado el reinado de Felipe V, siguió en el de
Fernando VI trabajando la fábrica, v al advenimiento de Carlos 111 , á quien no puede menos da concedérsele amor A las bellas artes . no tan sólo quiso aclimatar aquí el importanlisimo arte industrial, que trajo de Cufni di Mentí, estableciendo la fábrica de porcelana del Buen Retiro, sino que encontrándose la manufactura lapicera ya creada, decidió darla mayor impulso y vida, y para ello se valió de una persona cuya competente autoridad en esta materia era por todo el mundo conocida. Este hombre era don Antonio Rafael de Mengs, ■quien de acuerdo con el Vandergolen, hijo del que trajo Felipe V. se encargó de dirigir osLi industria, que pudo establecerse de una manera más perfecta, porque el rey era muy pródigo entonces y dedicaba grandes cantidades de dinero á esa fabricación.»Sigue asi la fabricación en este reinado de Car
los 111. basta que dirige los consejos del rey el primer ministerio, compuesto to»lo de españoles, que en España buho desde la extinción de la dinastía austríaca. Amante de las artes y la industria, uno de estos ministros toma la tapicería bajo su patrocinio y la da gran impulso; me refiero, señores, al conde de Flo- ridablanca. Hay que advertir que cuando don José Moüino fija su vista en esta fabricación. llegaba de Roma A España el último de los grandes artistas españoles que registra nuestra historia. Era éste un hombre que parecía nacido exclusivamente para ser- aquel que en el terreno del arte hiciera la historia, la fotografía, la síntesis, puede decirse, de lo que era entonces el pueblo español; un artista indómito, un artista de genio, un artista eminentemente nacional, pan» quien ni las reglas, ni los preceptos, ni la autoridad. hablando ser atendibles jamás. Comprendéis, señores diputados. que mi1 refiero A Coya.
••Con aprobación de Mengs. y más que nada, por deseos de Florida blanca. se llamó A Coya A pintar originales para ¡»alacio. ¿(Qué es lo que os ln* »!»• decir vo de (i ova. que tullir- vosutro- lio sepáis luejur que\n" ...................................................................
hasta el año de 180S, en el cual cesa, corno cesar debía todo lo que rio fuera lu bar y vencer.
"Al finalizar la guerra, arrojado de España *•! e\- Iranjeru, vuelve i-l año de li el re.\ desee do. (Quizá, señores. h» que voy A decir, sea la única cosa en que pueda al »liarse en poro ó en mucho el reinado de Fernando \1I. ó no tne posa, sino que, Autos por el contrario, me alegra ser yo. quizá, el primer diputad" liberal que se levanta aquí A alabaren algo aquel reinado. Tengo que alabarle y grandemente bajo e| punto de vista de la fabricación de tapires, porque la verdad »-s que Eernando Vil, apenas llegó a«|iii y se le presenté el cuarb» ó quinto descendiente de los \ andergiileti manifestándole el estado de abandono en que vacia la fabricación . el rey Fernando mandó que se empezara ú trabajar inmediatamente'; v mandó más mandó que se empezara A trabajar reproduciendo únicami'iite obras de Coya. ¿V sabéis la noble y magnánima conduela que osle rey, anlimngnánimo en t"»lo lo demás, siguió con Coya? I'ues Cnva, que se encontraba en España, y que ¡dolor grande me causa decirlo . pero lo diré porque es verdad ! Coya, que babia sido afrancesado , filé mandado llamar por »•! rey. y »’sle le dijo: o le vuelvo tus honores, te vuelvo lio pensiones;i» y Aun es fama que anadió: «seguirás siendo mi jn iiuiT piiilnr de cámara , mi primer ai lisia , aunque romo español debiera ahorcarle.» Pues ‘•le rey, l;m abominable en publica comí» los señóles diputados quieran, y yo mu ellos quiero, respeta á aquel artista , le signe considerando romo primei pintor de » Amala , v basta manila que la IVdirica de lapice- reproduzca sus obras. Por lo demás, y aparle de t” lo . debeis suponer, señores diputados , que yo » reo que hubiera sel,, ima felicidad para España que este reinado un hubiera existido;»Eli conclusión : di quies de es le bello discurso, que
nos liemos visto pre< isados A dar en extracto, el Congreso se dignó tomar en consideración la proposición del señor Cruzada Villamil.Es de creer que, merced A los nobles esfuerzos de
este señor diputado, no solo se exceptuará déla venta la conocida fábrica de tapices de Santa Bárbara, sino que la industria lapicera recibirá en adelante nuevo impulso para llegar A tener la importancia que logró adquirir en tiempos anteriores.
EL DOCTOR DON JOSÉ DE LETAMENDI.
Al publicar en I.v Ii.i'stk .vetos Española y Americana la biografía del doctor Obal los, inaugurábamos una serie de artículos dedicados A dar A conocer los médicos más distinguidos de nuestra patria.Tócanos boy hablar, y no con la extensión que qui
siéramos. del conocido doctor catalan don José de I.e- tamendi. aprovechando los curiosos dalos biográficos que nos fia proporcionado el licenciado señor Moreno Velasen, su grande y cariñoso amigo.Nació don José en Barcelona, el II do Marzo
de is-QS. y fueron sus padres don José de I.eLimendi y Borés. »le antigua familia vascongada, y dona Mariana de Manjarrés y Vahíos, de ilustre estirpe rio- jana; pero bien pronto quedó huérfano de padre, y destinado A sufrir privaciones y penalidades sin cuento. hasta el punto de que en I8i2, durante el bombardeo de Barcelona, la señora viuda del comisario de guerra don José de Letamendi. hubo de verse precisada A aceptar el socorro de la beneficencia oficial, ¡»ara poder dar pan A sus hijos.Este suceso obró en el ánimo del adolescente como
un poderoso revulsivo, y le decidió. Antes de cumplir los quince años, A utilizar desde luego el fruto de sus primeros estudios, como lo realizó, anunciando que i lia A dar cursos privados del primer año de matemáticas. Inauguraron la serie de sus discípulos los dos hijo- mayores del ilu«lris¡mo señor don José Bertrán y Ros. poco después alcalde primero »le Barcelona, y más adelante regente de la audiencia de Canarias; y tal circunstancia influyó no poco para que muy luego contase el túnel profesor con una docena »le barbados alumnos, cuyos estipendios desalogaron A su familia y le permitieron mirar cara A cara A la fortuna y dar pábulo á su insaciable deseo »le saber v de experimentar.
Culi tales aii-pnio-. i-n 1S i matriculó en pri- 1(1' l añil (Ir medie:li.I. v a| Im del curso ganó p»»i opu-
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N.° XVI I L A I L U S T R A C I O N E S P A Ñ O L A Y A M E R I C A N A 201
disección, y al terminar el seguidlo curso obtuvo, J también |ior npn*i< iun . la plaza pensionada ile setjiin- 1 tía iiiliiilintlr ti''. anatomía- , que conservó basta el lili de la carrera. ¿¡mamlo entóneos el einpl-iu tío ¡trimcr ni/mlante . i|lle corres pondia á la cale¿ui ia ib- profesor.Kra hábil en el dibujo y muy (bolo á-las bellas le
tras, que estudiaba con alan en nuestros mejores clásicos , y su agudo ingenio y natural gracejo le permi- tian ya entonces improvisir fácil y brillantemente, asi en prosa como en verso.Terminó su carrera, \ ilesile luego empezó á verse
favorecido por una numerosa clientela, que no le lia abandonado aún . después de lautos años: al contrario, creció su reputación de di:».■en dia , y en iS.Vr, cuando el cólera-morbo se cebaba horriblemente en las clases menesterosas de Barcelona , el joven bel a - ineiidi mereció ser nombrado por el señor don Pascual Mado/, á l.i sazón gobernador de aquella pro- viucia . para llevar el auxilio médico, en unión con el señor Morsa, al pueblo de San Rervasio, donde la terrible epidemia causaba innumerables victimas— renunciando en favor de los pobres á la gratificación de cien reales diarios que se le asignaran . y negándose luego á aceptar la cruz de Kpnleiuias . que el señor M ulo/, |e ntiwiu . en nombre del gobiernoMecibiii la bol la de doctor en 1M.‘ i7 , y ganó en se
guida por upo ii iou una cátedra de anatomía , vacante en la universidad barcelonesa, y justo es mencionar aquí que en dicha cátedra el doctor Letamendi, merced á su notable habilidad en el dibujo , lia logrado enseñar la anatomía con notables frutos, sin tener cadáveres de que disponer, por la mala organi/acioii que tiene en nuestro país este importantísimo servicio.t'.oii el realce que le «lió la cátedra. Letamendi lué
extendiendo su clientela y colocándose en primera linea como operador: y además «le inventar procedimientos y aparatos que mejoraban de dia en dia la práctica, su terapéutica operatoria se distinguía por no sucumbir en ella ningún paciente de resultas de las operaciones; y esta particularidad demostró que el facultativo no se había limitado á ser especialista, sino que estaba dispuesto á que se Je tuviese por doctor en luda la medicina. y medico de todo el enfe.rmo— según feliz expresión de uno de sus amigos.Conocióse entóneos el fruto de los años de su apa
rente retraimiento, y se comprendió que todo debía esperarse de quien tan sólidamente se halda preparado.
t dea de las particularidades de este concienzudo facultativo consistía, y consiste, en haber hecho experimento en -u propia organización de luda la materia médica: caso singular de cuya reproducción no tenemos noticias, pues sabido es que aun en la docta Alemania se experimenta todavía la acción de los medicamentos en personas mercenarias.El hábito de vencer dificultades y de sintetizar la
percepción en la práctica constante de las bellas arles, sus profundos estudios lilosólicos y mis aventajadas dotes naturales, permiten al doctor I.elamendi apoderarse del enfermo ¡n inte<irnm desde los primeros momentos de una visita . y dar á su juicio una seguridad tal, que es el pasmo de los que no se paran bastante en el eximen de sus atinados procedimientos.Individuo nato de la Academia de medicina y ciru
gía de Barcelona. ganó bien pronto justa fama de orador galano y correcto, y varios artículos que publicó en diferentes periódicos, le abrieron las puertas de la Real Academia de Celias Letras de la misma capital.En 18&Í llamaron la atención de las clases cienlí-
eas y artísticas de Madrid y Barcelona los cuadros anatómicos que puso «le manifiesto c o i im resultado de su (labilidad pictórica, puesta al servicio de la ciencia, y efecto que produjeron lué tan grande, que el autor recibió diferentes excitaciones para que remitiese aquello* á la Exposición de París, en lSiíT. en cuyo universa! concurso merecieron entusiastas elogios de los célebres profesóle1 MM Nelalou v Tardieu.
Nuevamente iuv elid a Raiceloua p"i el cólera-morbo.
en el verano de I8(ir>. Letamendi lué nombrado director y jefe do| hospital de coléricos establecido en Iloslaliancbs. cuyos cargos ejerció con tan buena suerte, que, segnii consta por parles oficiales, logró salvar el sellado >/ t inco ¡toe ciento de |a< entradas: entóneos *e acreditó una vez más su carácter hidalgo y generoso, pues renunció también en favor de los pobres su sobresueldo de veinte escudos diarios y el babel* mensual, integro, que le correspondía corno ealedrálico deaualoiuia, negándose igualmente á aceptar la cruz de Menelireic ía . primera clase, que se le Ilabia conferido. en virtud de expediente.Publicó, con el doctor Rasas, el Vertía.* v los ,1c-
eliieim de Id medicina es/mimla, v en ü de Marzo de ISiiti, en e| arlo de presidirla sesión inaugural del lie titulo Módico, leyó un bello discurso que fue liltiv aplaudido.litro hisetirso so\,,-e la nal nraleza t¡ el oró/eu del
laiinliec, que proimneió en el Ateneo ralalan en las: noches del Id y I.‘i do Abril de lKtiT, y que «orre impreso en esmerada edición, lia mere ido también s¡n- eeros elogios d>- murlms hombres eminentes en varios ramos de las ciencia.-' morales y políticas.I'.li ISBN, muchos electores independientes de |a
■ imiUM iiprimi de lierga presentáronle en candidatura para diputado en las Rentes Roii-lduvenles; \ aunque no filé apoyado por i I gobierno y s¡ mt.iv Comba- l.ido por las oposiciones radicales, obtuvo el no escaso minioro de .*1.11011 votoI'lié elegido presidente del Meneo ral dan en el
ano IXii'.t, y resumió lo- debate- que en aquella su-I irdad se celebraron . pronunciando lili erudito v bien escrito discurso, que -e lia publicado con esto titulo "/•. nsiii/o teñeieo-¡a'iicl ¡en saltee las metlins </<• me- ¡nrae la silitaenni eennnm tea tli‘ l'.x¡itiñii, habida razón ile los principios de ciencia, los fundamentos del derecho, las condiciones del suelo y el carácter nacional.»Declarada en Barcelona la liebre amarilla, á prin
cipios del ultimo otoño, y ausente casi toda la numerosa clientela del doctor Letamendi, éste permaneció en la ciudad observando el mal en los casos que su clínica le ofrecía, y dió á luz, en 7 de Octubre, el Melado ¡to/mliir ¡mea eotnbalie ht /iebee o ota eil/a, que está en la memoria de tollos por lo reciente y polla favorable impresión que su publicación produjo en toda España.Anunciadas las oposiciones para proveer una cáte
dra de anatomía en la facultad de Madrid, determinó el doctor Letamendi presentarse á ellas, sin perjuicio de ver luego lo que más le conviniese respecto á su traslación ó á su permanencia en Barcelona; \ con tal objeto, y para llenar los requisitos del programa, escribió su )h'iiinrni sabré las fuentes de eaaaeiniieatoII el metíalo de enseñanza de la antilnniia, obra de la que nos lian Itecho grandes elogios; pero la alteración introducida en las condiciones de la oposición por el decreto de *JX de Enero último, obligó al doctor Letamendi á retirarse del certamen y á dar á conocer los motivos de este paso, publicando en los periódicos de Barcelona la representación que dirigía al rectorado de la Universidad central para que se le borrase de la lista de opositores y le fuese restituido el manuscrito de la Memoria que tenia presentada; y este curioso incidente, d«d cual se han ocupado extensamente algunos periódicos, lia acrecentado muchísimo la popularidad que Letamendi ya tenia en la culta Barcelona.
Pocos meses hace lia sido nombrado socio correspondiente de la Academia de Ciencias de la Habana, v hoy se ocupa en dar la última mano á una obra concienzuda que ha escrito y piensa publicar en breve, la cual entraña, según tenemos entendido, una total reforma en los estudios anatómicos, y ofrece las bases ile una verdadera escuela encaminada á que la anatomía preste á la práctica médica toda la inmensa utilidad que debe prestarla.
Bien puede decirse-, en conclusión, que hombros tan beneméritos cumu el doctor don José do Lela- ini-u«l¡ son la honra do la patria.
LIBROS NUEVOS./ P . , 1 . 1 . 1 * . t ..................... f . , ‘i 1. ./■ / # . / . . , / • . . .11 >1. i ‘ . i i 11 ¡ i l t t | ,'/'■ ■ I f t i l l i
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Desde que el aloman I.Rler publicó su gran tratado sobre l'.l Arte del lhba¡n c.i ¡tiicaila teórica, ¡tracti- ca. bi'tnrtca t¡ t'slel tea m ente. lio se < mioria un trabajo mis completo é importante que e| anunciado arliba del señor BorreII acerca del arle inventado, como nadie ignora, en la Rre. ia pagana por la hija de Di- bulades, cuando trazó sobre 1111 muro la Mimbra del amante cruel que la dejaba.
Para encomiar > | método y las ventajas que retine el tratado cuyo titulo encabeza estas lineas, basta decir que lodos cuantos iuleligenles lo han examinado, declaran inmejorable el trabajo aludido, v semejante .juicio queda ejecutoriado con certeza notoria, puesto que la obra del señor Borre!I está señalada do texto para la enseñanza de dibujo lineal y «le aplicación, v lité además solemnemente premiada «mi la última Exposición universal de P.iris y en otras dos posteriores.
I.a publica ion que nos ocupa «• de miirba utilidad para propagar los conocimientos y aprender um perlería,m el dibujo, coyas aplicaciones tienen tanta importancia, variedad \ magnitud , que hacen indispensable la obla referida. porque «mi alto grado facilita el vainillo y mejora la enseñair/u d<d ramo de «pie -a- trata.I I método que se ¡gne en osle tratado es el simul
taneo v progresivo, procediendo ,|e lo simple á lo rom- pile lo. V¡ se alcan/au las ventajas de que cualquiera pueda aprender los principales trazados que exige el dibujo exacto; delinear V lavar fácilmente toda 1 lase de asnillo; dibujará pulso y por sentimiento lo relativo á ornamentación do las- arles ¡ndu-dríales; tepre- M'iilar por medio de proyecciones los diseños de construcción, y por último, conocer los principales estilos arquitectónicos y artísticos mutuamente relacionados, con lo cual se llega á apreciar y definir cuantas obras ó producciones se presenten en la esfera del arte.
De la importante publicación citada se lian repartido cinco partes, y tres cuadernos de la sexta, comprendiendo lodo esto lo relativo á la geometría, lavados, adornos, proyecciones y arquitectura. Esta última es la que lia proporcionado mayor número «le concepciones y «le formas artísticas, que, en cierto sentido, impresionan más intensamente nuestro espíritu al revelar el carácter y costumbres «le cada pueblo con las obras, edificios y monumentos que rellejau «le un modo perpetuo los progresos realizados en diferentes épocas «le la historia. Atendiendo á esto, el cuaderno que tenemos á la vista da á conocer por medio de láminas los principales estilos; expone los casos prácticos que ocurren en las artes, y presenta cuantos pormenores, definición«?« y datos son úlil«?s para los que tengan que hacer cualquier género de aplicaciones. Al propio tiempo, dicha entrega suministra todo lo necesario respecto á los elementos de construcción, y logra hacerlos comprender con facilidad, definiendo también y caracterizando los estilos: primitivo, fenicio, pelásgico, indio, egipcio, persa, griego, etrusco, romano, latino, bizantino y románico.Las diez láminas de este cuaderno, dibujadas geo
métricamente por el señor JJorrell y grabadas en dulce por los profesores señores Martínez, Xavarrete, Alegre y Lemus, están ejecutadas con una exactitud, belleza y perfección tan grandes, que igualan los mejores trabajos de esta «dase publicados en los países extranjeros más adelantados. Rontiene también dicho cuaderno, intercalados en el testo, noventa diseños en madera, «pie representan pormenores y conjuntos, esmeradamente grabados por los artistas señores Se- verini y Ovejero.Todo* los adelantamientos referentes á la enseñan
za del dibujo están contenidos en «-1 tratado que anunciamos, el cual demuestra la laboriosidad, inteligencia y conocimientos en la esfera de que se trata, del autor «le una obra declarada muy «uperior por cuanto* inteligentes l.i lian examinado.
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292 L A I L U S T R A C I O N E S P A Ñ O L A Y A M E R I C A N A . N. XVII
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N.° XVII L A I L U S T R A C I O N E S P A Ñ O L A V A M E R I C A N A .
iinliinli'iiihx. si lose» 1« [ » ihmtria. por don .l< s*'* Airorer. ingeniero, l’rimera parie. Mni/mno* ile eapo>', eeg-unila eUiciun. Mailrid. 1*“ !.
Difundir en España el conocer la descripción completa de los procedimientos de cada industria, de las máquinas y demás aparatos empleados, y de cuantos «latos, noticiase observaciones forman el conjunto que asegure el éxito feliz de la fabricación correspondiente, tiene tanta utilidad éimportancia, que no necesita encarecimiento la oportuna i «lea «le publicar manuales prácticos conteniendo tales particulares, y de lo cual es un ejemplo el trabajo cuyo titulo queda arriba anotado.(ionio los motores son elementos
indispensables en gran número de industrias , empiezan oslas monografías ron una que trata <le las máquinas «le vapor, tan útiles siempre para produrli movimiento, y en su consoeucin ia «lo un interés constantemente glande \ general. El trabajo está escrito para los que no lian lierbo «‘studio alunno «Ir la ma- leria , y rolli inie lodo In necesari«» para cono« or la parles esenciales «le dichas máquinas, asi como los tipos más frecuentemente empleados, junto con las instrucciones y rielas principales relativas al manejo y entretenimiento <le lides motores.Eos diez y siete grabados de esta
monografia facilitan mucho el «•studio «pie comprende de las máquinas de vapor, motor tan universal é inmensamente importante, que
constituyo «d distintivo «pie más caracteriza al presente siglo de grandes descubrimientos y maravillosos progresos.
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El mini. íi del año anterior de Ea Ii.i - i iiación contiene en su He- vista identifica una reseña «le los «Ii versos sistemas propuestos para unir á I rancia é Inglaterra. Esto niismo es el objeto «le la memoria del conde de l ’.ro« kniann , titulo «lailo por el l’apa á dicho ingeniero español, por labor construido di- vei '-o lerro-earrilc.s en los Estados I '« a i ti lirios.
nuovo I"'oveolo onmpi un?de «lospaites una lija y otra mú-vil. I.apriiuera es una via en eltondo ■l' l mar y un muelle en cada1 0-1.1. 1 a «'gumía un gran aparatoumiliailo oble veintidós pares «letuoi les1 ileilns que encierra , «h'iill'nde oámaras impermeable- . la- maquinasque deben mover dicho apa-i alo , «•1 cual sostiene una plalafnr-nía que se eleva sobre el nivel delmar. 1i-te sistema puede cumpa-rarse a un gran tiuque «le vapor sin quilla, con ruedas en su parle interior y el lastre necesario para que coi t an sobre los carril«“ impulsadas por las Indices correspondientes.Eos viajeros van en los coches
sobre la plataforma, sin estar ex-
29 í L A I L U S T R A C I O N E S P A Ñ O L A Y A M E R I C A N A N.° XVII
puestos á las molestias «lo las navegaciones. La Memoria, cuya aparición anunciamos, contiene extensos cálculos y pormenores, y todo su texto patentiza que el autor posee profundos conocimientos sobre un asunto tan interesante como el referido.
Tin lililí I del I j l l ln 'n de !■■(* \rhnli ' fruíales n i /•>/.«•'<</1/ nnnln 11, ,,io- jaeaela, i.nr <li>n .!..“<■ i|" l l i ‘l:il^>i Tld'lndn. S"-uii'!;t ■•(lición. • ri.^idi, y aumentada om m u'' •*i 'lutos. Madrid. I* " l.
Es muy común la carencia de conocimientos elementales "de fisiología vegetal en nuestra patria, donde ordinariamente cultivan los árboles sin ninguna noción de las funciones que desempeñan las raíces, Imnco, tallos, y procediendo casi siempre como rutineros, con cuyo sistema resultan A menudo faltos de todo vigor y lozanía dichos organismos, basta que terminan por perderse. Para combatir semejante ignorancia, el libro que anunciamos principia retiñendo los elementos de que se componen los árboles; la manera según la cual se nutren . reproducen y dan fruto; explicando todas las acciones de la vida vegetal, y el modo de desarrollarse los órga nos que hacen vivir y crecer las pial ‘Con tales nociones, llega el lector de
este libro á cono« er la teoría del asunto, y puede explicare, auxiliado por la ciencia, los fenómenos que en la prácticas ocurren y que dentro modo nunca conseguirá interpretar. ¿De qué sirve á un hombre del campo saber por la experiencia que el árbol que se planta en determinadas condiciones, vegeta y fructifica, si desconoce por qué se le caen las hojas unas ve< eg, otras se ponen amarillas, y las mas, después de llevar abundantes llores, no cuaja una, y por consiguiente no da bula? 1.a teoría es la luz que ilumina y hace ver anticipadamente lo que se trata de conseguir. Cuando aquella talla, solo queda la esperanza incierta, que desanimo, aflige v mala toda la actividad que el pro-
• ¡ ¿ f u J ' . i , . i i /V/'V. Su , , l . n t i -i I-i lt>>l i r a i > ' i > a I s i k K
I <•»'!« « f- >• ••*. fm,, , , , ,i . .</m, t rrtt fxi t f i ra. #••»/•*#>#/,i «-•*. >‘i ,i ni i !• ' I •i.-íh ni I , « •'/•«•»»» *•/ tlijta *’*
1 • f!on lis « * » - :. n < r .ir.,. «i.,rtr>r «*n in**«licina y fin í-
k¡v >;• . . f i - f . r r . m i r . 1 | | ( . | : l
•nlrul. ••x-in-tivnliu. le. M!clr;.l. l-CI.
•'»'•nit.ul de mcdu-inn In I ir ild Cuerpo mí-diea-ILren-e ll*
ersj-Mh-
Este trabajo es una recopilación de cuantos descubrimientos importantes se han verificado en el trascurso del año de lHitf, en el vasto campo de las cien-
ninguna de todas esas versiones aventaja ála de Arena, pues forma un cuadro acabado con tanto tino y maestría, que empeña la atención, regala el oido y embelesa la mente.La breve composición intitulada los Mídanos, es
una pintura fantástica con motivo de unas manchas circulares que aparecen en las pampas, que el vulgo de buena fé v los poetas- por conveniencia literaria
cías farmacéutico-médicas. Contiene todas las aplica- creen son huellas que dejan las liadas en sus misle-ciones publicadas por la prensa científica en el ramo de que se trata. y sirve como el medio más sencillo, seguro y económico para estar al corriente del movimiento v progresos de las materias indicadas.La obra cuya aparición anunciamos, satisface una
las.
P R I M E R A P A R T ED E L I N G E N I O S O
hidalgo don Quixote de Ja Mancha,
C a p ítu lo T r ím e ro . Q u e tra ta de la condi- clon , y e x e n te lo det fa m o jo h ida lgo don
• Q u ix o te de la A la n c h a .
El tralado que nos ocupa contiene además algunas páginas consagradas a explicar la germinación, la hibridación y los agentes de la vegetación, tales como el clima, suelo, riegos, aire. luz. temperatura, etc. Comprende asimismo la descripción de diez y siete géneros de árboles y trescientos trece entre especies y variedades. Para cada dase se advierte el clima, exposición y terreno qiierequh re, su cultivo, abono y medios de multiplicación, el modo de dirigir cada planta, sus enfermedades, recolección del fruto v cuanto se necesita para formar, conservare hacer producir á los jardines de árboles frutales.
N V n lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiere acordarme , no ha mucho tiempo que viuia vn hidalgo de los de lança en artillero, adarga antigua,rozin flaco,y galgocorrc- dor. Vna olla de algo mas vaca que carnero, falpicon las nías noches,duelos y quebrátos los
Sabados,lantcjas los Viernes algún palomino de anací idura los Domingosioonfumian las tres partes de íu hazíenda. El relio della concluían, fayo de velarte, calcas de vcÍludoparala$rteAas,coníu$ pantuflos de
A loliE l'llO m V C K »- FOTo-TIPOCll \KICA PE 1.A I’ VUNA PHIMEUA l'E K I. I.'I IJOTK
EDICION HIIM ITIVA DE l '< l i
M i i n i l i l l p r á e lie a ih ' l ( ¡a n a d e e n , c a n iv lm i»M n i 1‘O l f i l 7 »•«!»■ 'IIP », Ita jo su« fres conceptos t ic ganado t ic la b o r , i lc cebo 'J r a r a s p a c id a s^ por don Agustín Casal Suarvz. Madrid. 1X71.
La ganadería es un elemento de riqueza importantísimo para la vida material de los pueblos, y según se advierte en este Manual, en España, pais de tan buenas condiciones agrícolas, aquella parte de semejante industria no se eleva á la altura que por todos conceptos exige. Para remediar tal atraso, el autor anotado arriba publica datos de la experiencia y algunas observaciones oportunas y útiles, refiriendo lo necesario con objeto de que reciba impulso el ramo pecuario, á fin de que saiga del marasmo y abandono en que nuestros ganaderos lo tienen.Este Manual consta de 113 páginas: pero carece del
índice de materias, que es tan conveniente en toda obra de estudio, aunque tenga poca extensión.
verdadera necesidad en esta época en que los descubrimientos se verifican con rapidez vertiginosa, y su estudio interesa en alto grado á lodos los protesores, tanto médicos como farmacéuticos . lo mismo que á industriales y agricultores, por las recetas útilísimas que contiene.
as de ! .. ,//.• •astellano. Luna.
j ratine nías t’ii i.PaCttaI .Intnjml. La- t¡castellano. Luna.
L Me l a n P'iema Pcntasilal"-'. Idem.
Mas. Mem *. 7 tu M u » i Mena*. Juguete cónc*o en un acto \ en verso, estrenado en el Teatro Principal de Luna la nodie del 10 de Enero de 1-~1.
Las tres publicaciones cuyos títulos quedan anotados. son originales de .luán Arona, seudónimo del reputado autor peruano don Pedro Paz-Soldan y L'nanue.La versión do las Geórgicas está en versos armo
niosos escritos con sencillez y naturalidad, y patentiza que el traductor ha hecho un estudio profundo y juicioso del poema del gran Virgilio. En varios idiomas y repetidamente se han traducido las Geórgicas: pero
l iosas y undosas danzas.Ll juguete cómico del mismo autor anotado arriba,
está escrito en verso con mucho arte, y enlazados sus varios incidentes de modo que excitan en alto punto el interés y la curiosidad. Tiene fuerza cómica, caractères
graciosamente dibujados, y un calor en la Ful i expresión que revelan dotes de primer or
den en el poeta .luán de Arona. La fecunda imaginación de éste puede juzgarse por las numerosas composiciones poéticas que lia publicado, y de las que uqui sólo se anuncian tres de las más recientes.
leas ¡Id fritte I ‘Oesias ill' 'Inn .losé l'liimlii Simsfin.Mmlrió. 1*71.
En el prólogo de. este libro decían su autor que considera la poesía romo un sacerdocio, y que ha profesadnadniiracinii y basta cierto culto á mantos lian preferido el (¡fulo de podas sobre billas las cosas.
No es general leiier de esla materia semejante elevado y sublime concepto , -i bien nadie niega que entre las bellas artes ninguna hay tan profunda y riquísima cuino la poética. Las demás producen efectos por representaciones, ya plásticas, ya de colores, pero siempre externas: la música está limitada, por el estado lo- davia rudimentario, vago é indeterminado de la naturaleza de los sonidos, á obrar sólo en la vida confusa y sin formas del sentimiento y de los afectos; mientras que la poesía reúne en cierto modo cuantas ventajas contienen Indas las bellas artes juntas, y forma su complemento esencial. su corona y elevadisimo punto. Al par que la música, toca la poesía el corazón y el sentimiento; mas no permanece como la primera desvanecida internamente, sino que llega con fuerza incontrastable á crear ideas y conceptos lijos, concretos y permanentes.Puede, pues, concederse gran impor
tancia á la poesía, sin darle la magnitud trascendental que el autor de los luios i ld Tcide. Palta ahora ver si éste lia llegado á la gran altura que él mismo señala: mas para semejante exámense carece en L.v I l u s t r a c ió n , que tanta variedad do asuntos trata, del espacio necesario.
Por consiguiente, forzoso es que los apuntes sobre libros nuevos se limiten á meros anuncios y a observaciones muy rápidas y concisas.
E m ilio H u e l in .
REPRODUCCION FOTO-TIPOGRAFICADE LA TRIMERA EDICION DE
EL INGENIOSO HIDALGO DON OCHOTE DE LA-MANCHA I Pl.
En estos momentos llama grandemente la atención de las personas doctas esta curiosa y notable obra, cuya publicación lia emprendido, en honra de Cervantes y de las letras patrias, el coronel señor López Labra.La edición que anunciamos es tan igual á la pri—
i l l S - publica por en tregas de í-S na-, una rada tees de-de el puiMiii.i (la-ado .May*. i’ ie .ii ic n E-pana. 'Jo rs. la entrega ■ en r it ia ih .i i lijan el precio lo» a g e n t o . <|ue pueden d i- i igii-c paia lo* pedido- al l i irer l ' ir de l.v 111 s t u .m .io n .
I."- pe li'l'i- de ti l ’ehiiinhli pueden dirigirse •' la '.'Telaría •le la A'O. i h t"h . Muerta'. V>, Madrid.
N.° XVII L A I L U S T R A C I O N E S P A Ñ O L A V A M E R I C A N A . 1 íl. i
mora (dada á luz on’líKir»), «pio no seria fácil <li-lin- jiuir una do otra, á no sor por la tersura y belleza del papel, porcierto fabricado en España, en Capel ludes (Cataluña ).
1.a nobleza, y «'1 cuerpo diplomático particularmente. figuran ya en las listas desuserieion publicadas orí mi Tmlelin repartido con la primera entrega, y os «le*. roer «pie no habrá en España ni en el ext ran jero ninguna corporación ilustrada «pie deje de. adquirir tan notable edición del mejor de los libros españoles.l'ara «pie las personas «pie hayan usto alguno de los
dos únicos ejemplares «pie se conocen de la primitiva edición del (Juijnle (propiedad el uno déla Uiblioteca Nacional, y de la Academia Española el olroi puedan juzgar de la exactitud de la nueva edición folo-lipo- gráíira, riamos en la plana anterior una de las páginas de la misma, aquella en que empieza la inimitable obra «lei gran ingenio español.Esta obra la publica el señor Lope?. Labra sin auxi
lio alguno olicial. y empleando en ella un respetable capital, l'ara su mayor publicidad se lia formado una Asoeineian ¡iropnijiidiira de ln primera eilieinn del (Jin jnh-, reproducida p o r la fnlo-lipmjrafin, cuyo presidente es el respetable y eminente escritor don .luán Eugenio llarlzoiihusch, y el secretario nuestro colaborador el señor Emulai ira.
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PARÍS — LOS HIPOPÓTAMOS DEL JARDIN DEMANIAS.
.lindo es que tributemos mi ceciierdo ¡i estos dns i i i i i m 111 i I ns , cuya e r ra rjñ/ñ's publicamos en la página ‘J'.l’i, siquiera porque también los desdichados lian sido víctimas de las catástrofes que lian llovido sobre la Erancia, desde el día »i de Agosto de |S7l), hasta el presente.En electo: ellos, como sus vecinos los elefantes
t'.ásior y l’olux, perecieron, durante el sitio de bajo el lilo do los cuchillos de los h o n e lte r s, un poquito antes que los hambrientos parisienses so acordasen de las excelencias culinarias que podía ofrecerles en su situación poco grata, la carne telina y canina.A liba*-Pachá, gobernador del Lairn, diú órden ni
cierl i ocasión para que fuese cazado en el Nilo un lii- populamo hembra, con destino al Jan lili de Plantas de París; pero los cazadores indigenas se equivocaron , y despues de varios meses remitieron al paeliá un soberbio hipopótamo... macho.Era un pobre cachorrillo de pocos dias, cuya ma
dre li.tbia sido muerta por los crueles cazadores, v pesaba aquél—bajo la fe de M. Alejandro Diunas—|á miseria de doscientos kilogramos.Mamaba aún el poluecito. y M. Delaporle. encar
gado de su conducción basta Marsella y París, le destinó. en calidad de nodrizas, vcinli-iote vacas v cuarenta cabras—siempre bajo la le de M. Domas —que bieron embarcadas, con el tierno ¡ufante, en el vapor Atí A//, de las mensajerías imperiales.Diez y seis dias después llegaron á Marsella. y luego
á París. en tren especial.Va tenia la Erancia, corno la Inglaterra , un hipo
pótamo macho; pero nuestros vecinos son insociables, y tratan de humillar, siempre que pueden, á su f\rf alinda.lié aquí por qué se oia algunas veces entre los cu
riosos que acudían al Jardín de Plantas:—¡t u hipopótamo hembra! ¡l’n hipopótamo hem
bra! /.Para qué sirve un hipopótamo macho?Luyas voces debieron de atravesar el Mediterráneo,
v llegará los oidos de Alirri-Pacbá. sucesor de Abbas-P.’i'diá en el gobierno del Cairo.Porque Alim ordenó que fuese cazada una hem
bra en el Nilú blanco, y enviada al .l.inlin de Plantas.Y como las órdenes de los pachas del Egipto se
« umplen siempre, ul cabo de un año y nueve meses M. Líela porte lué comisionado otra vez por el gobierno «leí emperador Napoleón 111 para conducir á París, desde Alejandría, un magnifico hipopótamo hembra «pie había sido cogido algunos dias antes en el raudaloso Nilo. según las órdenes de Alim-Pacbá.Debemos figurarnos que el hipopótamo macho re
cibió con gruñidos de especial satisfacción á su digna compañera.
lal es la historia de los dos uní mal Has que representa el citado grabado.Hoy ya no existen, ni siquiera quedan vestigios del
Indio Jardín de Plantas.— ¡Mal rayo para los alemanes!—dirán seguramente
los buenos franceses, considerando que la Inglaterra conserva aún en llyde-Park el excelente hipopótamo
macho, que también liabia regalado á la reina Victoria el galante y dadivoso Ablias-Pacliá.
COSTUMBRESCUBANAS.Aunque silbe la locomotora al través de los feraces
campos de Pulía, la hermosa reiría de las Antillas, aún se usa en algunas localidades la antigua costumbre «le atravesar ciertos parajes de la manera «pie indica nuestro grabado de la pág. 2!
Y tal modo de viajar, encima «le ese animal »1 • tanl'i pase, y >¡n igual rnclia/a.
como lia dicho cierto poeta, cubano por cierto, aunque im está muy en armonía con los progresos de las artes y la industria. es sin disputa el más sencillo, y sobre todo el roas seguro, en varios puntos de la isla.
Eos cubanos son idólatras de las antiguas costumbres que sus antepasados les legaron; y no obstante las locomotoras, y ias voluntas, \ todos los vehículos «pie en aquel país están en uso, subsistirá todavía por luengos años la costumbre que expresa tan gráficamente el ya rilarlo dibujo.
PARÍS.—PROFANACION Y SAQUEOHF. I.A U.I l-:SIA lU: SAN I KI.IPK.
A medida (jije e| tiempo pasa y la calma se restablece en l.i desgraciada capital de la vecina franela, las cartas y periódicos vienen amiuciaiidu nuevos detalles que según mi diario por la espantosa perversión que revelan . apenas pueden < unrebiive en una sociedad civilizada.
lié aquí tilia escena de la cual basta liare cuatro dias apenas *-r ti nía noticiaLoando la ('.oinmanr expidió la órden para que
fuesen despojados los templos de París di* los vasos sagrados y alhajas de oro y piala, á fin ider-ia el <|e- cretoi de destinar el metal i l.i la|n icaejou de moneda, una i lio ana desvergonzada é insólenle se presentó en la iglesia de San Felipe, una de las más bellas de París, acompañando al delegado de la < '.ooimane que llevaba la (-Omisión de venlicar la requisa y la espo- liaetoii.Pero «*l registro filé en vano, pites los audaces emi
sarios apenas encontraron en la sacristía algunas copas y ornamento*, imágenes, cuadros y muebles, mas no las preciosas alhajas que los miembros rio la Cmn- nntne codiciaban.
Exasperada la turba con este chasco, se entregó á
AJEDREZ.
Solu
III. ANCAS. KEGItAS.
• \ tolii.i I*. Jii'i'i e. c. ah.* I! a <11
n ; ais. i i i . i i . .
n t u .A 'i i iIl I i .11. inali..
1 *.................•g.a n :• o .a ■ a a li.V.* |I C lt. tn.it-*.
I ■ Il I-.111.1 A. — ;i•J * II j-ll—l.a « It jthv.i.
i." u o." u |M. ;
• i.1 11 j-irg.i.
i J n m i.- * li jm*g;i.a.* II jm-ga.
los excesos más deplorables. de los cuales dará una idea «*l grabado de la pág. 281, copia de un croquis, del natural, que so nos lia remitirlo.
Y lié aquí la verdadera causa de la prisión del dos- gr.u ¡ado monseñor Ilarhny. arzobispo de Paris, acusado .'miescabimiii'isatneiile de agente bonapartista; los rojos. que esperaban encontrar en la iglesia ríe San Felipe riquezas sin cuento, dijeron á voz en grito rjue el ilustre prelado las había escondido, por negarse á ciimpiimeutar las órdenes de la ( '.ammano ■ y los individuos ile |.i banda roja, «lando oidos á las malévolas acusaciones ríe la plebe, decretaron la prisión de aquél á liu ríe obligarle, por este inerbo coercitivo, á entregar los vasos sagrados que se suponía estaban ocultos.
El desventurado anciano no debía salir «I«* la cárcel de la l'.oipielle *. en ella filé fusilado uditili.anamenle por los misinos que baciali alarde de preparar para la Erancia una era de paz y de ventura.De este mismo género es la escena que señala «*l
grabado do la pág. 285.I n digno eclesiástico, cora de una capilla cuyo
nombre no r«*cordanios, animado por el fuego de la caridad cristiana, en el momento en «pie las tropas riel ejército l«*al se disponían á tomai- por asalto ima barricada que los cojos guardaban, dirígese á éstos i'oii palabras i|e amor \ «I«' bnndud . \ les exhorta á «pie depongan las armas. en bien de la patria \ de ellos mismos.
P it o los iojm no escuchan aquella voz piadosa : al contrai jo. i ri'eii, ó Imgeii creer, que «-I clérigo r> ini espia, y enmelen la criM*lda«l horrible de colocarle s o
bre la barricarla, para que -¡mera «I«* blanco á lab.d.is ile los \i-|'snlb’si*s.Allí murió el inléliz sacerdote . perdonando segura
mente del mismo morto que monseñor Parboy. á se « i líele*- asesinos.
I .as genera-m m - venideras , ol io o im t it las página? «le la última insurrección «le París, creerán «pie el vértigo de la ni alan/,i se liabia apoderado de los autores de I io inhumanas escenas.
¡ion al problema mím. t i , compuesto por la señora doña R. F. de G., de Villauueva y Geltrú.
P R O B L E M A N Ú M . 1 2 .COMPUESTO pon I>. .MATEO ZAMOIIA Y I). J AVI Eli MATt-.-UI/.
NECllAS.
BAÑOS DE CARLOS III.
I lio de los establecimientos balnearios de España que merecen lijar en alto grado la atención de los hombres de ciencia por su origen . esclarecida historia y provechosos resultados, es el llamarlo de Carlos III, en Trillo. Situado á ríos kilómetros de la villa de este nombre, en el partido judicial de Lifueutes, provincia de Lmadalajara. se baila casi en el centro de España; y esta circunstancia, unida á la más notable «1«* sus abundantes manantiales, muy apreciado por sus admirables condiciones medicinales, han dado siempre á Trillo y continuarán dándole, cada ve/, en escala más creciente, una importancia justa y merecida.La situación topográfica de los establecimientos
balnearios de que nos ocupamos . es inmejorable bajo el punto de vista higiénico y recreativo. En una hermosa cañada que se extiende desde el pueblo de Trillo hasta la coiillucncia de dos montañas, y á la orilla izquierda del Tajo rpu* corre impetuoso amenizando aquella saludable comarca, nacen, abundantes y puros. nueve manantiales, algunos de los cuales, distintos entre si en sus propiedades y efectos. pueden ser y son aplicados á bien diferentes enfermedades.Los manantiales llamados del Establecimiento, por
que sobre ellos -e ha ido edil ¡cando en distintas épocas. desde su fundación por Carlos 111, un magnifico edificio-hospedería que cuenta más de cien espaciosas habitaciones, constituyen un grupo muy notable dividido en siete departamentos designados con los nombres de /?«*;/. Tuina. Santa Teresa, San lose. Obispo, San llafael y Salud, que comprenden veinticuatro pilas, tres fuentes, duchas, baños de inyección é irrigación, generador de vapor, estufas, etc.. etc. Estas aguas son elorurado-sódicas, y sirven para el tratamiento de las afecciones reumáticas, artríticas y gotosas, muy particularmente en el reuma erético ó nervioso, en las neuralgias y parálisis dependientes de esta diátesis, ó en las que reconocen un origen cerebral, medular ó perversión en los diversos órganos del aparato locomotor. También se tratan con éxito en estas fuentes algunos padet ¡mientas gastrálgicos y dispépticos, de origen reumático ó gotoso.t »tro manantial clorurado-sinUm, pero fernojinoso
1 A I L U S T R A C I O N E S T A Ñ O L A V A M E R I C A N Am N.° X V I I
constituye un edificio separado ¡¡I final 'le la pro- modernos para las medicaciones liidro-lerápicas en l iosa alameda de Carlos 111. y sus apnas son virftio- las enfermedades nerviosas y especiales de los órga- sisimas en el tratamiento de las alecciones escrofu- nos de la locomoción, las parálisis, las afecciones his- losas v raquíticas, en los tumores blancos, en las I ó ricas, elorúlicas y atóxicas, y otras, enfermedades nerviosas, convulsivas, epilépticas y dolorosos;■n el linfalismo y sus :onsecuencias, sobre odo en las personas lábiles y valetudina- •ias, y en los niños.I'orman. pues, además le sus especiales in- licaciones, una me- licacion preparatoria,■iempre útil y en oca- iones indispensable,’ara los baños de mar.La fuente llamada
leí Director, y situada d lado de una bonita tuerta, procede de un nanantial sntfa-fer- •HqinoxO á 23 grados.•ujas aguas se admi- fislran únicamenle en telada para el trata- nieulo de las afeccio- tes escrofulosas, ra- piilicas y herpeticas, ilterociones en la sanare y otras.
L a Condesa se li- ula otro manantial clo- •u rado-sód ico so t u - •odo á 2S grado« que
TRILLO — VISU EXTERIOR DE LOS BAÑOS Dr CARLOS 111 (pág. 2t*à ».
f rota enel fondo deuna granpila, cuyas aguas tienen análoga» indicacio- Ala fienos à lasdel manantialde la Princesa. conaplicacion bonilto pa:especial .á las afeccione■s d** la matriz. La Condesa cur.*<a de!constitnve también un >nliticifi separado, enel cual se editiiCÍO o
halla montada la (irán <lucha ó din ha fuer te. duchas del cnal rmóviles y lijas, lluvia. irrigación y otros aparatos cal. que !
A la d*-reciia del edificio de la Condesa empieza un •Xjnito pas«'o que. siguiendo en sentido encontrado el
ajo. es muy pintoresco, y termina en olio lucido por el nombre ile Piscina . debajo ce un manantial sol forado e d u c o ar-cni- uno de los .me mas nombre é importan, u
dan .i los establecimiento- balnearios de Trillo. Sus indicaciones se refieren a) tratamiento del lierpe- tismo en su.- diferentes manifestaciones. En este edificio se van i establecer este año salas y gabinetes de
inhalación y pulverizaciones.El magnifico hospi
tal hidrológico de Carlos III, donde se recibe á los enfermos pobres, tiene también un manantial especial,sul- ¡alado nilcico, á ‘27 grados.
La importancia de la parte científica de o>- tos célebres establecimientos, no nos deja espacio para ocuparnos de las condiciones de la Aída, que son muy favorables. Sin embargo, diremos de paso que lia y una fonda espaciosa y bien servida , con salón de baile y concierto, salas de juegos y otros recreos, y gabinete de lectura.En España, donde
por mucho tiempo hemos |>agado ostentoso tributo al extranjero, hasta cu lo referente á baños minerales. Inicuo es que se vayan conociendo poco á poco las riquezas que en es-
mto Lene nuc-tro suelo: v este es el objeto que hem i- propuesto ,il publicar hoy estas lincas y
31.M)RID:—IMIMin.VI A DE T- FóltTANET,Ca íLK M. La I- ULUTAD, SCI!