año xvi madrid 17 de jalio de 1884 num. 29
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A ñ o X V I Madrid 17 de Jalio de 1884 Num. 29
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J n REVISTA CIENTÍFICA Y PROFESIONAL
p i í m í c i i m m i wwMm i mm CONSAGRADO 1 LA CLASE FARMACÉUTICA ESPAÑOLA
Director: l>. Francisco Marín, y Sancho
EL PRECIO DE SUSCRICIÓN en Madrid y proviuciases: l O pesetas un año ; S pesetas semestre.
Ultramar y Extranjero: S O pesetas al año. Los anuncios y comunicados á precios convencionales. Toda la correspondencia al director de LA FARMACIA
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i Las suscriciones pueden hacerse en la RRDACCIÓN, CA* \ LLE DE LA LUNA, 32, SEGUNDO; Caballero de Gracia, 2P, 5 botica del Dr. Font; Pontejos, 6, botica; Santa Isabel, 5, \ farmacia del Dr. Gómez Pamo; en la del Sr. Gómez Manso! ! Santiago, 9; én las principales librerías, y también por ! medio de los corresponsales de provincias.
S E P U B L I C A T O D O S L O S J U E V E S
MADRID, JUEVES 17 DE JULIO DE 1884
í D E L - A T R I A C A .
S u c o m p o s i c i ó n y s u v a l o r t e r a p é u t i c o
(Conclusión. —Véase el núm. 27)
El electuario teriacal magno ó triaca magna compónese del polvo teriacal, de que acabamos de tratar, y de cinco sustancias más, que son el opobálsamo ó bálsamo de la Meca, el bálsamo peruviano líquido, la trementina de abeto, la miel blanca y el vino tinto.
El opobálsamo, bálsamo verdadero de la Meca ó Siriaco, es un producto óleo-resinoso del Balsamodendron opobalsamum y Balsamodendron Gileaden&e Kunth. Terebintáceas burséreas arbóreas. Puede considerarse como una trementina muy suave, y es un excitante, con especialidad de las mucosas.
Bálsamo peruviano liquido ó negro, bálsamo de San Salvador. Producto resino-balsámico del Myrospermum Per eirá y otras especies del g'énero. Leguminosas papilionáceas arbóreas. Su acción es también estimulante de las mucosas, así como la
Trementina de abeto, trementina de l i món, fina ó de Strasburgo. Producto óleo-resinoso Abies pectinata D. 0. Conifera abietínea arbórea.
De la miel y del vino, no creemos necesario tratar especialmente, por ser sustancias cuyas virtudes pueden considerarse vulgarizadas. y
La preparación d^ este electuario es la siguiente: Disuélvase la miel en el vino, y cuélese por un cedazo de cerda; licúense la trementina y los b Usamos á un calor suave, y añádanse alternativamente los polvos y la miel para formar electuario. Déjese fermentar, moviéndolo de tiempo en tiempo, y cuando haya cesado la fermentación, guárdese para el uso.
Así confeccionada la triaca, resulta compuesta de 75 sustancias; y es sabido que el Colegio de farmacéuticas de esta corte, actualmente y desde hace mucho s años, es quien únicamente elabora en, España este preparado, surtiendo de él á todas las oficinas de nuestra patria, así particulares como de establecimientos públicos. Porque sólo una corporación tan numerosa, ilustrada y celosa por el bien público, como lo es la de que hablamos, puede dar cima á la
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ardua tarea de elegir los ingredientes y preparar como corresponde este antiguo medicamento, que se conserva durante largo tiempo en el mejor estado, por contener muchas sustancias aromáticas y resinosas.
Las principales virtudes medicinales de la triaca son: antiespasmódica, calmante, tónica y excitante.
Puede administrarse á la dosis de 2 á 4 gramos. Pero en personas excitables, deberá empezarse por un gramo, observando sus efectos, y aumentando ó disminuyendo la dosis según los resultados inmediatos y secundarios que se obtengan.
Al exterior se emplea extendida sobre una tela, y entra en la composición- de un emplasto de triaca) que figurará en la prój i m a edición de la Farmacopea española, y el emplasto de cicuta teriacal 6 epitema de Manque. El emplasto de triaca se compondrá de emplasto estomaticón y de polvo teriacal, en la proporción de 100 gramos de la primera sustancia y 50 de la segunda, y podrá emplearse como tónico y antiespas-módico; y el emplasto de cicuta teriacal, formado de emplasto de cicuta y de plomo gomado, y de los polvos teriacal, de alcanfor y flor de azufre, con- cuyas sustancias se hace masa emplástica, que, extendida en baldés, se cubre con una mezcla de polvos de tartrate antimónico potásico, alcanfor y azufre; goza principalmente, según se desprende de su composición, de la virtud calmante en el primer período de su aplicación, y de la revulsiva ó irritante, con producción de pústulas, más tarde.
Según ha acreditado la más larga experiencia, en los tiempos antiguos como en los modernos, la triaca puede ser muy útil en el tratamiento de gran número de padecimientos agudos y crónicos, por hallarse dotada de enérgicas propiedades.
En las pirexias graves, bien hayan sido producidas por causas comunes, bien por agentes específicos, puede prestar este elec-tuario los más importantes servicios, y con especialidad en las fiebres nerviosas, simples, adinámicas y atáxicas; en las tíficas, en las malignas y en las formas graves de las fiebres exantemáticas, sobre todo virue
la y sarampión, cuando desaparécela erupción y sobrevienen complicaciones cerebrales ó torácicas, ó se presentan esas violentas diarreas que abaten profundamente á los enfermos, y les quitan las fuerzas que han menester para el término satisfactorio de sus dolencias.
Igualmente está indicada la triaca en todos los padecimientos agudos, acompañados de eretismo nervioso, debilidad, adi-namia, ataxia, putridez, malignidad y difluencia de la sangre, como consecuencia de las acciones terapéuticas que en dicha sustancia reconocemos.
En los afectos crónicos presta también valiosos servicios este modificador terapéutico, y principalmente en los del aparato digestivo.
En las dispepsias atónicas, por ejemplo, que tan frecuentes y tan tenaces suelen presentarse á nuestra observación, el elec-tuario de triaca da en muchos casos los resultados más satisfactorios; resultados que no habían podido lograrse á veces con otras poderosas medicaciones, empleadas por largo tiempo. Lo mismo sucede en ciertas gastralgias y enteralgias, enteritis, colitis y disenterías, principalmente si recaen en personas débiles, cloróticas ó anémicas: debiendo consignar, que en las gastralgias de las cloróticas puede administrarse la triaca sola ó asociada á los preparados de hierro, á la dósis de un gramo, una ó dos veces al día, que podrá ser por la mañana temprano, en ayunas, y por la noche, al acostarse los enfermos.
Si no fuese posible emplear al interior esta sustancia, bien porque produzca invencible repugnancia, ó porque dé lugar á a l teraciones gástricas, se usará al exterior, como ya hemos dicho, extendida en una tela ó en forma de emplasto, que se aplicará en los puntos que se considere conveniente.
Es también muy provechoso el medicamento que estudiamos en el curso de esas convalecencias largas y penosas, que sobrevienen después de graves padecimientos, en personas débiles ó de alguna edad; cuando se observa que los convalecientes apénas tienen apetito, que digieren con dificultad,
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y que, no sólo no recobran sus fuerzas, sino que cada día se encuentran con mayor languidez y atonía.
Debe administrarse igualmente en esos estados delicados, en esas indisposiciones de larga duración que con dificultad se diagnostican ó localizan, cuyo fondo es la atonía ó deficiencia de la energía vital, y que se manifiestan en las personas debilitadas por diversos estados morbosos, por privaciones de todo género ó por pasiones de ánimo deprimentes.
Aplicada al exterior, puede ser la triaca de verdadera utilidad para cubrir partes dolorosas, en los casos de neuralgias, hiperestesias y otros análogos, ó en el tratamiento de diversas afecciones de los órganos contenidos en las cavidades del vientre ó del pecho, y áun de otras partes del cuerpo.
Y habiendo manifestado cuanto me proponía sobre la verdadera triaca, creo conveniente añadir algunas palabras acerca de otro electmrio teriacal, que figura en la 3.a edición de la Farmacopea Española^ publicada en 1794, así como en la 4.a, que vió la luz pública en 1817, habiéndose incluido en la edición, que está en prensa, de nuestro Código Farmacéutico.
La composición del electuario á que va mos aludiendo es mucho más sencilla que la del teriacal magno, y hacen parte de ambos las diez siguientes sustancias: raíces de valeriana silvestre ó menor, y de genciana, canela, frutos de enebro y de anís, mirra, azafrán, opio, sulfato ferroso desecado hasta la blancura, y miel. El escordio es ingrediente de ambas preparaciones, con la sola diferencia de que en la triaca magna figuran las sumidades, y en el electuario de que ahora tratamos, las hojasf que son aromáticas, amargas y excitantes; habiéndose recomendado en las enfermedades por debilidad y en las caquexias.
En lugar de las pimientas larga, negra y blanca, que entran en la composición del polvo para la triaca magna, forma parte del electuario en cuestión la pimienta de la Jamaica, fruto del Pimenta officinal Berg. (Mirtácea arbórea), de igual accj
terapéutica que aquellos modificadores. Pero, ademas de las doce sustancias
enumeradas, figuran en este electuario teriacal simplificado las seis siguientes: raíz de contrayerba, ñores de manzanilla, corteza de naranja, corteza de quina de Loja, miel de bayas de saúco y vino generoso, que sustituye al vino tinto de la triaca magna.
La contrayerba ó Dorstenia Brasilensis Lam. (Moreácea herbácea vivaz), cuyo r i zoma es la parte medicinal, recibió ese nombre por haberse llamado á esta especie Yeget&l yerba contra el veneno, en atención á que se creyó que curaba súbitamente la mordedura de las serpientes. Tiene sabor caliente, como el de la pimienta, astringente, y acre al fin; olor aromático débil, y se considera como tónica, cordial y propia para oponerse á la putridez ó descomposición febril de los humores, por lo cual se ha empleado en las fiebres graves, malignas, pútridas y lentas nerviosas por Huxham, Pringle, Willis, Alibert y otros afamados clínicos. Las /lores de manzanilla, así las de la romana, chamomilla officinalis, como las de las llamadas Una ó de España y común 6 de Aragón, son excitantes, tónicas y estomacales; la corteza de naranja, an-tiespasmódica; la corteza de quina de Loja, tónico-neurosténica; la miel de hayas de saúco, diaforética; y, en fin, el vino generoso goza de las propiedades de los vinos de Jerez y de Málaga, ricos en alcohol y éteres, ó sea en principios excitantes y tónicos.
La preparación del electuario en cuestión es esta: « Mézclese la miel con sufi-»cíente cantidad de vino generoso y con la »mlél de bayas de saúco, y calentando sua-»vemente, añádase el azafrán y el sulfato »ferroso en polvo; después agréguese, aginando, el ópio disuelto en vino, y por fin »las demás sustancias, previamente redu-)>cidas á polvo y mezcladas entre sí.»
Consta, pues, este electuario teriacal de diez y ocho ingredientes, y puede prepararse con relativa facilidad por todos los farmacéuticos; circunstancias que no deben desdeñarse en el ejercicio de la medicina y farmacia. Y debe además notarse que tiene
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alguna analogía con otros electuarios que figuran en nuestra i ^ m ^ c o ^ oficial, especialmente con el elecímrio de escordio opiado ó diascordio, y con el electmrio de beleño opiado ó filonio romano; diferenciándose de estas preparaciones, en que el electua-rio teriacal de que tratamos contiene quina de Loja, contrayerba y vino generoso.
Sus propiedades médicas son muy semejantes á las de la triaca magna, si bien debe considerarse como más tónico que este antiguo preparado, pe r la contrayerba, quina de Loja y vino generoso que entran en su composición. Goza igualmente de virtudes calmantes, y contiene en cada 3 gramos y medio, un decigramo de opio en sustancia.
Este electuario teriacal se halla indicado en los mismos casos que la triaca magna, es decir, en las enfermedades agudas y crónicas, convalecencias y estados de atonía y .debilidad, que en ocasión oportuna hemos enumerado.
Puede administrarse igualmente á la dosis de 2 á 4 gramos, si bien en muchos casos será preferible empezar por un gramo; y se emplea al exterior sobre un lienzo ó en otra forma conveniente. .
He dado, pues, una noción analítica y sintética de los dos electuarios teriacales que han de figurar en la próxima edición de la Farmacopea Española, es decir, del antiguo preparado farmacéutico llamado triaca, que se ha conservado con el nombre de triaca magna, y del apellidado solamente teriacal, que formó ya parte de nuestro Cédigo Farmacéutico en el siglo pasado, y que contiene quina y contrayerba: habiendo procurado tratar la cuestión principalmente desde el punto de vista médico, ó sea en lo que he considerado necesario para comprender la naturaleza y virtudes de estos modificadores terapéuticos, y las indicaciones y contraindicaciones de su uso en el tratamiento de las dolencias humanas.
Y como consecuencia de todo lo expuesto, me creo autorizado para manifestar: que por su composición y sus virtudes medicinales, sancionadas por la experiencia de
nuestros predecesores, de los médicos contemporáneos y por la mía propia, la triaca merece ocupar un lugar distinguido en nuestro Código Farmacéutico, del mismo modo que otras preparaciones, que como el diascordio, los cocimientos antisépticos de quina, las pociones laxante y angélica, las pildoras de cinoglosa, los polvos de Dower, la tintura corroborante y otras muchas que pudiera citar, gozan de reputación tan acrisolada, que sería vano empeño ponerlo en duda, y ocioso el tiempo que se empleara en demostrarla.
Al lado de esas preparaciones, que po -drémos llamar tradicionales, figurarán en la próxima edición de nuestra Farmacopea oficial, todos aquellos agentes con que se ha enriquecido el arsenal farmacológico desde que se publicó la quinta edición, ó sea desde el año de 1865 siempre que su acción Lem-péutica se halle sihficientemente estudiada y acreditada, entre los cuales mencionaremos los siguientes: ácido fénico, hidrato de doral, iodoformo, digitalina cristalizada, benzoatos, bromuros de quinina y zinc, alcanfor monobromado, ácido salicílico y salici-latos, jaborandi y sales de pilocarpina, haba del Calabar y eserina, pepsina, podoíili-na, y otras muchas sustancias y preparaciones, cuya enumeración sería en extremo prolija.
Solo así, uniendo lo bueno, lo verdadero y lo útil que nos legaron nuestros antepasados, á lo bueno, verdadero y útil que ha sido el fruto de la laboriosidad, del genio, de la fortuna y de la experiencia de los tiempos modernos, puede realizarse €\. progreso que no merecerá este nombre si no se inspira en el tan sabido y glosado aforismo de Baglivio: Novi mteribus non opponendi sed quod fieri potest perpetuo jungendi fcedere.
Y concluyo con una súplica. El asunto de que ha sido objeto esta no -
ta, es de suyo árido y difuso; y aunque no haya medio de trocar en breve y sencillo lo que por su esencia es ya largo y complicado, una exposición clara y metódica puede hacer tolerable, y aun ameno, el punto más oscuro é intrincado. Pero «orno á mí no me
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sea dable lograr esta aspiración, suplico á la Academia ejerza una vez mas conmigo su habitual benevolencia, perdonándome la molestia que le haya producido este insignificante trabajo, en gracia siquiera de los móviles que le han inspirado.
MANUEL IGLESIA.S Y DÍAZ.
LA EXPOSICION DE LOS SUBDELEGADOS
Los subdelegados de farmacia de Madrid, cuerpo que preside con un celo y acierto dignos de sincero elogio nuestro ilustrado compañero el Dr. D. Juan Chicote, ocupáronse días atrás de la noticia publicada en los periódicos dando cuenta de una real orden del ministerio de la Guerra por virtud de la cual tendrán derecho los jefes y oficiales del ejército y sus familias á proveerse de medicamentos en las oficinas de farmacia militares, mediante el pago del precio de coste. Los subdelegados comprendieron desde luego la importancia y trascendencia para la clase farmacéutica de la indicada medida, y acordaron dirigir una respetuosa instancia al Sr. ministro de la Gobernación para hacer ver los perjuicios que con esa real orden se irrogan á los farmacéuticos, y principalmente para que se restablezca lo que se dispone en la legislación sanitaria, toda vez que los preceptos en ella establecidos con respecto al particular, no pueden en manera alguna anularse en la forma que lo hace la real orden mencionada.
El documento de los subdelegados le reproducimos á continuación; pero antes de copiarle, debemos decir que el señor ministro de la Gobernación, al recibir de manos de D. Juan Chicote esta instancia, prometió ocuparse detenidamente en el asunto, y habiendo oido con interés las observaciones que le hizo nuestro digno compañero acerca de la situación actual de la farmacia práctica, mostró vivo interés por el cumplimiento de las disposiciones sanitarias y el buen deseo que le anima en pro de una clase digna de las mayores consideraciones por los servicios que presta á la sociedad.
No obstante esto, convendría muchísimo, en nuestra sentir, que las sociedades farmacéuticas todas trabajasen en el propio sentido que los subdelegados de farmacia, dirigiendo respetuosas instancias al señor ministro de la Gobernación en solicitud de que se derogue la real orden aludida, pues de esa manera, al propio tiempo que se robusteced acto plausible de aquéllos.
es más fácil conseguir un resultado lisonjero, que por más que sea arreglado á lo que la ley determina, no siempre suele obtenerse, al menos tan cumplido y pronto como lo demandan sin duda alguna los intereses profesionales.
Por de pronto, lo que no se puede negar es que los subdelegados de farmacia, secundando el celo y la actividad de su digno presidente, trabajan cuanto pueden en pro de la clase f armacéutica, y sería á todas luces injusto negarles el aplauso que merecen por esta conducta que acredita su excelente deseo.
Dice así el documento á que nos referimos: «Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación.—Ex
celentísimo Señor:—No han de ocultar los que suscriben la triste impresión que ha causado á la clase farmacéutica la noticia de la real orden publicada por el ministerio dé la Guerra, por la cual se autoriza á las farmacias-militares y laboratorios de la misma procedencia para la venta de los medicamentos que necesítenlos militares y sus familias, por la qiiinta parte de su valor.
Muchas son las consideraciones á que da lu gar dicha real o' den, y mucho lo que sobre sus distintas fases se podría decir; pero los que suscriben, subdelegados de farmacia, y por lo tanto encargados de velar por los intereses de tan digna clase, particularmente en cuanto se refiere al ejercicio profesional, han de ser muy pareos en su exposición, pues es tanta la razón que les asiste, que sin grandes esfuerzos han de Uevár el convencimiento al ánimo de V. E., probando, no sólo lo opuesto que dicha real orden está con la ley, sino lo que perjudicaría á sus intereses, caso de llevarse á efecto.
La ley de sanidad, en sus Ordenanzas dé Farmacia, capítulo I I , artículo 28, ditíe: «Los ¡^hospitales sólo podrán tener boticas para su ^servicio particular. Continuarán, sin embargo, »con su despacho abierto al púolico las boticas »de los presidios militares.»
El reglamento aprobado por real orden del 19 de Mayo de 1879 para el servicio dé ambulancia y hospitales militares, dice en la sección quinta, capituló IV, artículo 82: «Eu ios puntos »donde no hubiese farmacias particulares podrán ^expenderse medicamentos al público, si así lo »acordase la superioridad.»
Por varios lu' spitales y otras corporaciones se ha pedido igual privilegio, y siempre se ha negado.
De modo que en cuanto al punto de vista legal, no puede estar la citada real orden más en contra de la ley y de cuanto sobre et particular
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rige, y una vez llevada á efecto se vería el caso de que una real orden anule una ley hecha en Cortes y sancionada por S. M., á la vez que otras que hoy están en vigor.
Unicamente puede explicarse la concesión de este privilegio por el deseo de aliviar en lo posible á la familia militar de los gastos que en caso de enfermedad son naturales, pero no parece justo ni equitativo el mejorar una clase perjudicando á otra, y nunca menos que hoy puede nadie quejarse de esos gastos que en caso de enfermedad son naturales, pues son numerosas las sociédades que por una cuota mensual insignificante prestan todo servicio en caso de enfermedad, cuando las familias pre visoras que se suscriben lo necesitan; sociedades que, no sólo existen en Madrid, sino en toda capital ó pueblo, tenga ó no importancia, y bajo distintas formas.
Además son incalculables los abusos que irremediablemente se cometerán á la sombra de este derecho, pues en las familias, siempre que de obtener ventajas se trata, son innumerables los individuos que las componen, y se verían las farmacias particulares privadas, no sólo del respetable contingente que por sí representa la clase militar que vive repartida en toda España, sino del más respetable que representa sus familias.
Con este ejemplo desde luego se verá que otras corporaciones solicitan con el mismo derecho el mismo privilegio, sin que en justicia pueda negársele establecido tan fatal precedente.
Ahora bien, excelentísimo señor, ante un perjuicio como el que amenaza á la clase farmacéutica, ¿qué le queda que hacer si sus respetuosas observaciones no fuesen atendidas? Y la cuestión es capital, no siendo posible por ningún concepto la defensa, pues ¿quién no sucumbe si el Estado se propone convertirse en industrial y hacer la competencia, contando con los poderosos elementos de que él solo dispone? Así que no es extraño pueda dar los medicamentos por la quinta parte de su valor, pues cuenta con capitales para hacer grandes compras en los centros productores; grandes laboratorios perfectamente surtidos; un personal técnico tan numeroso como instruido, con cuantos brazos auxiliares pueda necesitar, sin que por esto tenga que hacer mayores gastos ni sacrificio alguno, por el contrario, tal vez tenga beneficios, y de la misma manera podría suministrar productos de la mayoría de las industrias con fabulosa rebaja de precios.
Si no fuese por hacer demasiado extensa la presente, se detallarían los infinitos gastos que pesan sobre el farmacéutico civil desde que se establece; las contribuciones tanto directas como indirectas y tantas otras cargas como e l Estado le impone, para que éste, en vez de tenerle defendido en sus legítimos derechos, haciendo sea respetada la ley, se desprecie ésta, privilegiando á una clase con grave perjuicio de los interesas de otra, sin acordarse de indemnizarla por tan gran pérdida con la rebaja de algún impuesto, ó de otra manera que la equidad aconseje.
Por lo tanto, excelentísimo señor, l a clase farmacéutica toda espera confiadamente en que han de ser atendidas sus razonadas quejas por el Gobierno de S. M., y suplica á V. E. para que, respetando la ley y demás reales órdenes que r i gen sobre el particular, quede derogada la citada real orden, por lo cual le estarán eternamente agradecidos, rogando por la salud de V. E., cuya vida guarde Dios muchos años.
Madrid, 10 de Julio de 1884.—El presidente por sí y á nombre de sus compañeros,
JUAN CHICOTE.»
SECCIÓN CIENTÍFICA
BREVES NOTICIAS a c e r c a de a l g u n o s p r o d u c t o s oleosos v e g e t a l e s que , p r o c e d e n t e s de l a s i s l a s de C u b a y P u e r t o R i c o , h a n figurado en l a E x p o s i
c i ó n f a r m a c é u t i c a n a c i o n a l de 1883 (1)
SEÑORES: Alentado por el entusiasmo que en mí produce todo lo que se refiere á nuestras ricas Antillas; animado por el deseo de cooperar, en cuanto mis débiles fuerzas y escaso valer me lo permitan, á la propagación del conocimiento délos múltiples y variados productos con que el fértil suelo de Cuba y Puerto Eico nos brinda, ya para el alivio y curación de las humanas dolencias; ya por su aplicación, actual ó futura, á la industria y. artes españolas con el fin de ensanchar su esfera de acción, abriendo de este modo nuevos veneros de riqueza para ;el país, vengo en este momento á contribuir con mi parte al saldo de la deuda que, en unión de otros compañeros y mis dignos amigos, contraje con vosotros al prometeros estudiar algunos
(1) Memoria leída por D. Francisco Angulo y Suero, subinspector de segunda clase graduado, farmacéutico de primera clase personal, segundo efectivo del cuerpo de Sanidad Militar, en la junta general ordinaria c61^1"^, P,01" ,el Colegio de Farmacéuticos de Madrid el ¿1 de Abril de 1884.
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productos de Cuba y Puerto Rico que figuraron dignamente en la Exposición farmacéutica nacional de 1882, iniciada y llevada á término por este ilustre Colegio con tan feliz éxito.
Empresa superior á mis fuerzas era, sin duda alguna, la que me proponía llevar á cabo al imponerme tamaño compromiso; y sinceramente aseguro que hubiera desistido de mi empeño, si para salir de él no hubiera contado con otros recursos que los propios. Afortunadamente, como habéis tenido ocasión de apreciar en sesiones anteriores, ha dispensado á la empresa su valiosa cooperación el ilustrado y laborioso inspector farmacéutico del Cuerpo de Sanidad militar, mi distinguido amigo el Dr. D. Ignacio Vives y Noguer, Dotado el Sr. Vives de un entusiasmo científico á toda prueba; obrero incansable de la ciencia; asiduo y constante en el trabajo, no rehuye jamás un puesto de honor en las lides científicas, por lo que, aceptando su parte en el compromiso contraído, ha contribuí-do poderosamente á la realización del pensamiento, llevando á cabo el estudio de los productos feculentos puerto-riqueños presentados en la Exposición, de una manera tan completa, con una suma tal de datos, cual habéis tenido ocasión de apreciar por la Memoria que aquí leyó días pasados, en la que tan magistralmente nos dió cuenta del resultado de sus investigaciones.
Por otra parte, mis dignísimos amigos y compañeros de Cuerpo que se sientan en esos bancos, han tomado á su cargo el estudiar otros productos de Cuba y Puerto Rico de los que figuraron en la Exposición, y tan luego como terminen las investigaciones que se hallan practicando acerca de ellos, presentarán aquí los resultados que obtengan; trabajos que han de ser muy superiores por todos conceptos al que voy á leer. Ved, pues, cómo con el concurso de todos quedará solventada nuestra deuda con vosotros, y á la vez satisfechos mis deseos, por lo cual no puedo menos de manifestar á mis dignos compañeros el más profundo agradecimiento por la valiosa cooperación que han dispensado al proyecto por mí iniciado.
C umple á la vez suplicaros, antes de dar comienzo á mi tarea, que me dispenséis toda vuestra benevolencia, en razón á que el trabajo de que voy á dar lectura reúne á su escaso mérito, el carecer en su redacción de aquella galanura y elegancia de estilo de que han hecho justo alarde cuantos colegiales han ocupado antes que yo esta tribuna. Contando con ella y reconocido á vuestra indulgencia, voy á comenzar.
Es tal la fertilidad del suelo de nuestras Antillas; se presenta en ellas tan majestuosa, taa bella, tan variada, tan rica y fastuosa, por decirlo así, la vegetación, que cuando por vez primera divisamos sus costas cerniéndose en el in finito horizonte del Océano; cuando después arribamos á ellas y llegamos por fin á hollar su suelo con nuestro pié, el espíritu experimenta una impresión indefinible; parece como que le embarga un profundo sentimiento de admiración hacia el cuadro indescriptible que ante nuestra vista se destaca, á la vez que de respeto al admirable Autor de tan bellísima obra.
(Se contimará.)
VARIEDADES
D A T O S E S T A D Í S T I C O S Reparto de la contribución que corresponde pagar á los farmacéuticos de Madrid durante el año económico de
1884 al 85
1. A CATEGORÍA—Ouota, 1.200pesetas. 14 individuos Don Félix Borrell, Puerta del Sol, 5 y 7.
» Pablo Fernández Izquierdo, Pontejos, 6. » Alfonso del Busto, Montera, 11. » Francisco Garrido y Pardo, Luna, 6. » José María Moreno, Mayor, 93. » Juan Bautista Sánchez Ocaña, Atocha, 35. » Luciano Garrido, Hortaleza, 17. » Vicente Moreno Miquel, Arenal, 2. » Juan Borrell y Miquel, Caballero de Gracia,
núm. 3, » Joaquín Batres, Atocha, 89-» Augusto Lletget, Carrera de San Jeróni
mo, 32. » José Palacios, Plaza del Príncipe Alfonso,
núm. 11. » Germán Ortega, León, 13. » Francisco Garrido y Mena, Atocha, 30.
2. A CATEGORÍA.— Cuota, 903 pesetas. 5 individuos Don Carlos Ferrari, Plaza de San Ildefonso, 4.
» Manuel Benedicto Paricio, San Bernardo, núm. 41.
» Frutos Zúñiga, Peligros, 4. » Vicente Lomana, Alcalá, 3. » Alejandro Escalada, San Bernardo, 61.
3. A CATEGORÍA.—Cuota, 653 pesetas. 6 individuos Señora Viuda de Somolinos, Infantas, 26.
> » de Menchero, Plaza Isabel 2.a, 1. Don Zacarías Yarto Monzón, Plaza de Herrado
res, 4, 5 y 6. » Ramón Alvarez Coipel, Barquillo, 1. » Vicente Saiz, Pez, 9. » Victor Duran, Victoria, 7.
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4.* CATEGORÍA.—Cuota, 403 pesetas. 14 individuos Don Juan Bonals, Plaza del Angel, 16.
» Diego Pérez Caruana, Greda, 1. » Enrique Bernouilli Bañares, San Bernardo,
núm. 25. » Manuel Madariaga, Plaza déla Independen
cia, 10. » Miguel Eguizabal, Recoletos, 19. > Emilio Santos, Mayor, 78. » Manuel Rodríguez Hernández, Mayor, nú
meros 37 y 29. » Manuel Arribas, JacometrezO, 32. » Luis Cámara, Ronda de Recoletos, 7. » Marcelino Monedero, Humilladero, 14. » Manuel Rodríguez Huidobro, plaza de San
Gregorio. » Alfonso Medina, Serrano, 24. » Felix Montero, Corredera de San'Pablo, 6. » Luis Maeso, plaza de Santo Domingo, 6.
5.a CATEGORÍA.—Cuota, 300 pesetas, ̂ individuos. Don Francisco Garcerá, Príncipe, 13.
» Fíliberto Nieto Díaz, San Andrés, 29. » Salvador Roa, Fuencarral, 110. » Gerardo de Miguel y Viguri, Preciados, 25. » Vicente Moreno Aguado, Postigo de San
Martín, 23. » Luis Cañizo, Reyes, 7. » José María Reymundo, Atocha, 25. » Manuel Navarro, Atocha, 135.
Señores hijos de Carlos Ulzurrun, Barrio Nuevo, 11.
Don Juan Carrero, Isabel la Católica, 21. » Carlos García Moya, Lavapiés, 46 y 43. » Manuel Cuevas Caracuel, Fuencarral, 33. » José Pérez Negro, Ruda, 14. » Manuel Enrique Tobar, Lavapiés, 46 y 48. > Justo Quílez, Bordadores, 9. » Eduardo Gumiel y Fraile. » Mariano Tapia, Corredera baja, 23. » Timoteo Vázquez Arias, Botoneras, 4. » Juan Prieto y Leída, Corredera de San Pa
blo, 30. » José Font y Martí, Caballero de Gracia. 23. » José Úbeda, Embajadores, 7. » Juan Ramón Gómez Pamo, Santa Isabel, 5. » Ramón Villarón, Mesón de Paredes, 18. » Juan Ruiz del Cerro, Ave María, 18. * Francisco Garrigó Díaz, Libertad, 2. » Juan Fernández Cabezudo, Palma, 59.
^ » Fíliberto Nieto Díaz, San Andrés, 29. ^ » Luis Suricalday, Serrano, 14. 6.a CATEGORÍA.—CWte, 200pesetas. 31 individuos Don Luis Fernández Manrique, -Noviciado, 18.
* Francisco Herrera, Infantas, 13.
Don Antonio Gómez Manso, Santiago, 9. » Carlos Durrif, Mesón de Paredes, 10. » Ricardo Vallina, Prado, 23. » Ramón Aparicio, Pacífico, 41. » José Martínez Aguila, Luna, 1, » Mariano Rodríguez Martín, Glorieta de Que-
vedo, 9. » José Urquidi, Toledo, 119.
Señora viuda de Pardo Bartoliní, Lavapiés, 46. » » de D. Rafael Carnicero, Portillo de
Embajadores, 31. » viuda de D Pedro Regalado Pérez, To
ledo, 62. Don Juan RincoS, Barranco de Embajadores.
» Carlos Guijarro, plaza del Angel, 3. » Tomás Pascual de Miguel, Segovia, 16. » Justo Fernández Sarasúa, Carrera de San
Jerónimo, 49. » Gonzalo Ortega, Tribulete, 6. » Jacobo Díaz, Bordadores, 2, 4 y 6. » Higinio González Sáez, plaza del Príncipe
Alfonso, 7. » Vicente Jiménez y Jiménez, paseo de Em
bajadores, 6. » Francisco Galloso Verdejo, Serrano 14. » Ildefonso Carril y Ñuño, Vergara, 8. » Francisco Iñiguez, Atocha, 101. » Joaquín Olmedilla, Victoria, 10. i » José Salinas Guijarro, Serrano, 42. s> Manuel Puente Cabana, Desengaño, 10. » Fernando Belloso, Cava Baja, 53. » Venancio Martín Nieto, Magdalena, 20. » Casimiro García Cenarro, Abada, 4 y 6. » Julio Luís Delgado Cea, Preciados, 26. » Manuel Fernández Prieto, Fernando el San
to, 5. 7. A CATEGORÍA.—Cw ,̂ l§0 pesetas. 10 individuos Don Eduardo Blanco y Raso, Concepción Jeró-
nima, 24 y 26. » Antonio González Morán, Jorge Juan, 70. j> Emilio Federico Navarro, Quintana, 24. » Ignacio Merendón, Campomanes, 13. » Enrique Falces, Puerta Cerrada, 11 y 13. » Francisco Blanco, Segovia, 18. » Angel Rodríguez, Fuencarral, 74. » José Ruíz de la Orden, Serrano, 41. » Antonio Villarón, Puerta de Moros, 5 y 7. » Pablo Arrieta, plaza de Bilbao, 10.
8. a CATEGORÍA.—Cuota, 125pesetas. 31 individuos. Don Nicanor Calleja, Hortaleza, 9.
» Narciso Carrasco, Plaza de Herradores, 10. » José Lozano, Pez, 46. » Román Benito Quirós, Fuencarral, 13 y 15. » Bernabé Esteban Zazo, Ventura Rodríguez,
núm. 6.
LA FARMACIA ESPAÑOLA. 457
Don Cromacio Peñuela, Huertas, 10. >> Gregorio Jiménez, Hortaleza, 116. » Juan Laso Pérez, Leganitos, 50. » Julio Espina, Leganitos, 38. » Nicolás Moreno, Atocha, 34. » Amálio Pérez Martin, Tudescos, 29. » Francisco Alvarez Santullano, Toledo, 80. ¡> Eduardo Ortíz y Abasólo, Toledo, 80. » Mariano Saez Montoya, Clavel, 9. » Joaquín Martín, Plaza del Progreso, 12. » Miguel Sojo, Almirante, 4. » Miguel Melgosa, Paseo de San Vicente, 12. > Antonio Villegas, Gorgnera, 17. » Vicente Torres, San Márcos, 11. » Vicente Trespaderne, Plaza de Celenque, 3. » Jerónimo Oñate, Puebla, 11. » Félix Abajo, Argensola.
Epifanio Murúa, Gerona, 1. * Vicente Martín Argenta, Hortaleza, 86. Ü» Felipe Morales, Oalatrava, 30. » Victorino Muñoz, Habana, 16. » Ricardo Torres Valle, Abada, 22, » Julián López Pérez, Carnero, 2. » Ricardo Pizarro y Pino, Jesús del Valle, 4. » Ignacio Vicente Díaz, Real, 4. » Luis Cañas, Magdalena, 27. » Luis González Pascual, Duque de Alba, 17. » Benigno Castro, Santa Feliciana, 4. » Enrique Ortíz y Ruíz, Sanco, 13. » Federico Aparicio, Ferráz, 40.
Señora viuda de D. Cándido Pérez, Toledo, 28. Don Isidro Zapata y Mora, Desengaño, 20. 9.a CATEGORÍA.—Cuota, 90 pesetas. 30 individuos Don Adolfo Serrano, Verónica, 7.
» Trifón Pacheco, Buenavista, 14. » Andrés Garci-Nuño, Barrio del Sur, 2. » Santos Cuenca, Claudio Coello, 14. » Pedro Gómez Rubio, Lavapiés, 13. » Ramón Laviaga, Oalatrava, 11. » Francisco Mandes, Paseo de Luchana, 11. » Ricardo Pascual, Atocha, 92. » Ricardo Garcerá, Magdalena, 10. » José Bartolomé Baeza, Torrecilla del Leal,
núm, 16. » Vicente Castellanos, Plaza de Herradores,
núm. 7. » Aureo Sánz y Sánz, San Vicente, 46. » Abencio Banegil Alvarez, Mancebos, 14. » Juan Diamante, Carretera de Extremadu
ra, 8. Señora Viuda de González de Prado, Silva, 36. Don Valentín Blesa, Visitación, 6.
» José Oalatrava, San Vicente, 28. » Gregorio Gómez, Cruz, 29. » Luis Rizo y Blanca, Valencia, 15.
Don Antonio Marqués Canelo, Costanilla de los Desamparados.
» Rafael Rodríguez, Ronda del Conde Duque. » Enrique González Alonso, Arco de Santa
María, 17. » Pedro Bonet y O'brien, Fuencarral, 92. » José Díaz Amor, Barrio de la Salud. » Miguel Viñals y Roig, Carmen, 41. » Casimiro Alvarez Nieto, Puente de Segovia,
núm. 2. » Eduardo Herrera, Carbón, 8. » José Fernández Villar, Cedaceros, 10. » Manuel Fernández Jodar, Embajadores, 13. » Leopoldo Rodríguez, Valverde, 3.
10.a CATEGORÍA.—-Cuota, 75 pesetas. 8 individuos Don Julián Pérez Honrado, Olivar 23.
» Víctor Brea, Sombrerería, 1 y 3. » Juan Bravo, Pacífico, 12. » Faustino Martín Serrano, Blasco de Garay,
núm. 5. Señora Viuda de Paredes y Guillén, Barquillo,
núm. 17, Don Manuel Monroy, Carretera de Valencia, 5.
» Benito Zamayo, Barrio de la Prosperidad* » Juan Rodríguez, Carretera de Francia, 10.
Nota: En el presente reparto, tres establecimientos resultan duplicados y son el de D. F i l i -berto Nieto Díaz, el de D. Carlos García Moya, que también figura su antecesor D. Manuel Enrique Tobar, y el de D. Francisco Gayoso Verdejo, que igualmente figura su antecesor D. Luis Suricalday, cuya duplicidad se ha hecho saber á la Hacienda y se ha consignado en acta para que en su día declare partida fallida estas tres cuotas. Por consiguiente, el gremio farmacéutico lo constituyen este ano 180 profesores, contribuyendo al Estado con 54.000 pesetas, sin contar los recargos.
RESUMEN En 1.a Categoría 14 individuos.
» 2.a » 5 id. » 3.a » 6 id.
4. a 5. a 6. a r¡ a
» 10
14 28 31 10 37 30
id. id. id . id . id . id. id.
Total 183 individuos
CRÓNICAS
Las precauciones sanitarias. — El Gobierno adopta toda suerte de medidas para evitar la invasión del cólera epidémico, y verdaderamente por el celo y la actividad con que procede en este importantísimo asunto, merece sincero elogio, siquiera esas precauciones resulten en la
458 LA FARMACIA ESPAÑOLA.
práctica deficientes. Pero ¿basta esto para dej ar cumplidos en la medida necesaria los deberes del Gobierno en semejantes circunstancias? ¿No se reputa preciso adoptar precauciones enérgicas, bien dispuestas y ordenadas para combatir la epidemia colérica en el caso de que invadiese la Península? Perfectamente'que ante todo se haga lo posible por impedir que nos visite el terrible huésped; pero como por eficaces que sean las medidas que se pongan en práctica, jamás pueden considerarse por tal manera seguras que ofrezcan las apetecibles garantías, es menester prepararse, disponerlo todo y arreglarlo á fin de que, si ese desgraciado caso llega, se cuente con elementos para hacer frente á una epidemia que ocasiona tantas víctimas.
Verdad es que las medidas á que aludimos no son de aquellas que se improvisan en un momento dado, y por esa misma razón las autoridades todas y las corporaciones populares, el Gobierno en primer término, deben ante todo atender al servicio higiénico y sanitario de los pueblos, obligando á los ayuntamientos á que cumplan la ley y las disposiciones de sanidad, y exigiendo que cuiden con particular esmero de preparar lo necesario para el caso de una epidemia colérica. Ese trabajo jamás resultará perdido, por cuanto tan descuidado se halla en Espala el servicio sanitario, que todo hace falta para atenderle debidamente, no ya en circunstancias extraordinarias, sino en las normales.
Descuidos lamentables. — Ahora se advierte que son muchos los pueblos que carecen de médico y farmacéutico titulares; que en los gobiernos de provincia, no obstante lo mandado en el reglamento para la asistencia facultativa de los enfermos pobres de 24 de Octubre de 1873, no se tiene noticia exacta, ni aproximada siquiera, de si los ayuntamientos han cumplido con el deber de nombrar titulares; que en la Dirección de Beneficencia y Sanidad no se conocen los nombres de los subdelegados de medicina, farmacia y veterinaria, ni se sabe tampoco si existen esos funcionarios en muchos distritos judiciales; que no hay, en fin, en nuestro país un servicio sanitario medianamente organizado para atender á las diarias necesidades de los pueblos. Y si al menos, al advertir esta desorganización se pensara en remediarla, obligando á los municipios á que cumplan con un deber tan sagrado, no nos veríamos en adelante en el conflicto que puede ocurrir en el caso tristísimo de una invasión epidémica. Pero pasa el apuro del momento, y á las vueltas y revueltas, no pocas veces estériles y aun contraproducentes, de los días de amargura, sucede la indiferencia más grande, surge la desorganización y el desórden, y ¡hasta otra!
A todo correr.., — Con motivo de la justa alarma producida por la presencia del cólera en la república vecina, no se dan momento de reposo las autoridades, el Consejo y las juntas de Sanidad, los subdelegados y cuantos por los cargos que desempeñan tienen el deber de tomar las precauciones convenientes en casos de verdadera trascendencia para la salud pública, como el en que nos encontramos ahora. Esos es-lueizps d© última hora no son, sin embargo, los
más eficaces, antes suele ocurrir muy á menudo que las medidas adoptadas ocasionan perjuicio sin provecho absolutamente para nadie. ¿No valdría más que esas inspecciones y reconocimientos que en estos días son tan frecuentes, se hicieran en circunstancias normales, cuando en realidad pueden tomarse con tal acierto, que produzcan el resultado que se busca? ¿No valdría más que las autoridades, apreciando en su verdadero valor la importancia de la higiene y salubridad públicas , estudiasen con calma y apartándose de todo apasionamiento, muy común en circunstancias verdaderamente aflictivas y extraordinarias, todas esas cuestiones de que hoy se preocupan tanto? Tengan presente que toda esa actual diligencia rendirá á la postre escasísimo fruto, y no olviden que las medidas impremeditadas á última hora producen siempre funestísimas consecuencia^. Aprovechen, pues, la lección que ahora recogen y tengan siempre en la memoria los conflictos que produce un lamentable- descuido de muchos años, cuando se pretende remediarle á todo correr.
Junta directiva. — En la sesión de gobierno celebrada por la Sociedad Jenneriana Matritense el sábado último, 28 de Junio, se nombró la siguiente Junta directiva para el curso próximo: Presidente, Sr, Serret; vicepresidente, señor Diéguez; secretario, Sr. Sierra Carbó; vicesecretario. Sr. Gombau; tesorero. Sr. Pino, y archivero-bibliotecario, Sr. Araco,
Felicitamos á nuestro distinguido amigo el Sr. Serret por haber obtenido de la Sociedad Jenneriana una honra que debe verdaderamente á sus merecimientos y á sus trabajos en el campo que aquella cultiva con tanto entusiasmo.
Licitación pública. — El servicio de suministro de artículos medicinales para el ejército durante el ejercicio de 1884-85, se verificará en el Laboratorio central de medicamentos, sito en la calle de la Isla de Cuba, Madrid, y en los laboratorios sucursales de Barcelona y Málaga, el-día 21 del corriente, á las doce de su mañana. En dichos laboratorios se hallará de manifiesto el pliego de condiciones.
E s t á t u a á Damas. —Se ha abierto en Francia una suscrición pública para la erección de una estátua á la memoria del distinguido químico J. B. Dumas.
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del 84. Valencia.—A. A.—Id. fin Noviembre 84. Cañaveral de Alconetar.—J. P.—Id. fin Diciem
bre 84. Tortosa.—V. S.—Id. fin Febrero 85. Ponferrada.—H. G.—Servido. Corera.—G. F.—Pagado fin Marzo 85. Bocigas.—G. S. M.—Id. fin Junio 85. Sevilla.—L. B.—Id. fin Diciembre 84. Cabañaquinta.—E. R.—Servido. La Felguera.—S. C.—Servido. Atanzón.—P. N.—Contestado particularmente. Ciudad de Guía.—S. L l .—Id . id. Peñafiel.—J. C—Id. id. Tiedra.—P. P.—Pagado fin Diciembre 85. Cascante.—J. M.—Contestado particularmente.
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— PRACTICANTE: Dirigirse con referencias, condiciones y edad á D. Alfredo Corzo, farmacéutico, Gijon. (2)
— En un pueblo de la provincia de Navarra, próximo á la capital, se vende una botica acreditada y con buen partido.
Dará razón D. José Fernández Cancela, Montera, 51, Madrid. «jx
— Un farmacéutico desea colocarse en una farmacia en Ultramar. Razón en la redacción de este periódico todos los días lectivos de dos á siete de la tarde. (5)
— Por retirarse del ejercicio de la profesión, vende D. Andrés Sicilia y Merino su acreditada
y lucrativa farmacia establecida en Pampliega: la persona á quien convenga puede dirigirse á dicho señor para los pormenores que necesite,
(3) — BOTICA: Por muerte de D. Tomás Sotés.
farmacéutico en la ciudad de La Carolina (provincia de Jaén), se vende una de moderna construcción y bien surtida, siendo su producto anual de 26 á 28.000 reales. Para más informas dirigirse á D. Mariano Villarrasa en la misma ciudad. (3)
— Se necesita un regente para la botica de doña Damiana Aizpuru. Honorarios 15 duros al mes y asistencia.
Dirigirse á dicha señora, en Laviana (Asturias). (2)
— FARMACIA: Se enagena la única establecida en una villa cabeza de partido de la provincia de Valencia, de 1.500 vecinos, con cinco médicos en ejercicio; dos titulares, otro de cárceles del partido, y los demás con igualatorio de la población, y un veterinario. Se surten además otros dos pueblos de esta botica, distantes una hora, de 300 vecinos uno y 600 otro, cada uno con su médico titular respectivo. Se perciben de fondos municipales' por la titular farmacéutica "750 pesetas pagadas trimestralmente, y 150 por el suministro de medicamentos á presos pobres, pagadas á fin de año.
Dará razón D. José R. Blanco, Horno de la Mata, 9, piso cuarto, Madrid. (1)
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El segundo dia, si no hubiere bastante alivio, se tomarán 4 Pildoras Moussette: 2 por la mañana, 1 al medioda y 1 en la noche.
El tercer dia, si fuere aún necesario elevar la dosis, se tomarán 6 Pildoras Moussette 2 por la mañana, 2 al mediodía y 2 en la noche.
Para evitar las falsificaciones, exíjase las Verdaderas Pildoras Moussette de C L I N & C " '
EN PARÍS, CLIN ET O , _ . ' ^ _ - -y en íocfeV-fcas 3?armB,úi&a. Á
S O L U C I O N D E S A L I G I L A T O D E S O S A
Del Doctor Clin L a u r e a d o de l a F a c u l t a d de P a r í s (PREMIO DE MONTYON)
La Solución del pr Clin, de Salicilato de Sosa, posee una eficacia incontestable en las Afecciones Reumáticas agudas y crónicas, en los Reumas que provienen de la Gota, en los Dolores Articulares y Musculares, y en fin siempre cuando se desea calmar los sufrimientos determinados por la diátesis reumática.
Para obtener todos los buenos efectos que debe producir el Salicilato de Sosa es condición indispensable el tener un medicamento puro en lo absoluto, inalterable, y de una dosis de toto rigor exacta. — L a Solution del D1" Clin, siempre idéntica en su composición y de un sabor agradable, permite administrar fácilmente el Salicilato de Sosa asi como de variar la dosis según las indicaciones que se presentan.
Esta solución muy exactamente aosada contiene: '
| 2 gramos de Salicilato de Sosa por cucharada común. I 0,50 centigr. — — por cucharada chica.
La Solution del Clin se toma pura ó en un poco de agua al principio déla comida.
Se obtendrá toda garant ía exigiendo la firma de Clin et C'« y en cada irasco la Marca de Fábrica que lleva L A M E D A L L A del P R E M I O D E MONTYON.
< EN PARÍS, CLIN ET O , . w ' • ^ y en todas laa ^armáeia». ^
464 LA FARMACIA ESPAÑOLA.
V E R D A D E R A S P I L D O R A S B L A U D Pocas preparaciones ferruginosas se apoyan, para solicitar la confianza de los Sre! Medicos,
en un documento tan serio y auténtico como el siguiente: « L a s p i l d o r a s B L A U D e s t á n i n s c r i t a s e n e l n u e v o c o d e x i r a n c é s »
lo cual patentiza de la manera mas evidente su acción curativa en todos los casos en los cuales son indicados los ferruginosos y dispensa de todo elogio este excelente producto.
Como prueba de autenticidad, él nombre del inventor está grabado en cada pildora, DESCONFÍESE DE LAS FALSIFICACIONES. f A R I S , 8 , rue Payepe. - MADRID, Agencia, Sordo, 31 Hayw. 93. Garcerá Ortega y s. Qcaga.
Las v e r d a d e r a s pildoras Blaud, solo se venden en f r a s c o s y med ios , f r a s e o s que llevan el s e l l o y firma d e l a u t o r y NO A L PESO NI POR UNIDADES»
La (Puy~de-T>óme) F U A N C I A .
jAfiül EÍNERAL, EMíSENTJüMENTE RECONSTITWEHTE Clorurada, súiica, bicarbonatada, arsenical
milligr, de arseniato de sosa, por litro) jDe medio vaso á tres vasos al dia,durante
6 antes de las comidas. Regeaera los niños endebles y
¡la» personas debilitadas. Afecciones de la piel y vias respiratorias. Em-ipleo u s u a l como b e b i d a ó g a r g a r i s m o s .
E S C R O F U L A S , FIEBRES INTERMITENTES f|
Ü N a U i N T O C A N E T - 6 I R A R D § Inventado en 1 7 3 8 , por WI. CiVKTET, X
oficial de la Reina de Francia, puede real- rj mente decirse de él que es infalible para la CUfa de los empeines, cortaduras, que- X
A maduras, panadizos, glándulas, divie- X X sos, lamparones cánceres, y de todas las * S cicatrices, cualquiera que sea su origen, rj x Mientras mas viejo, mejor es. * T E l éxito de este especifico, hoy mas que X S secular, crece de dia en dia. Q m Pedidos á V É R I T É , 4, rao des Orfévres, PARÍS • # MADRID, POR MAYOR : Agencia, Sordo, 31. +
Por menor: S. Ocaña, Ortega, Garcerá M Moreno, y Garrido (Atocha, 39>.
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Ogr, 10° de medicamento sólido
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P E R L A S d e 0 L 0 M F 0 S ¥ 0 » P . Clertan Vómitos, hipo persitente.
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