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Nº 73

“Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro

Señor Jesucristo”

(2ª Pedro 3:18)

-2- UN NUEVO OMENZAR “¿ Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado” (Luc. 24:5, 6). Estas palabras fueron dichas por el ángel a las mujeres que fueron a visitar la tumba del Señor crucificado. ¡Qué mensaje para nosotros hoy! ¿Verdad? Aquel día para los discípulos del Señor Jesús sería el principio de una nueva manera de vivir (Exo.12:2). Para nosotros cada día es un nuevo comenzar y es necesario que nos demos cuenta que velozmente ha pasado otro día, al terminar el día cada cristiano debería preguntarse: ¿Cómo voy a enfrentar el día que viene? No tiene sentido ir al recuerdo del tiempo que pasó, quizá hemos hecho mucho para el Señor, talvez hemos trabajado incansablemente, pueda ser que hemos dado más de lo que podíamos a Él, pero puede ser que también no hayamos hecho nada para Él y todo para nosotros. De todas maneras, eso solo el Señor sabrá valorar y recompensar, “He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro”. (Isa.40:10). La escrutadora pregunta de los ángeles aquella mañana fue: “Por qué buscáis entre los muertos al que vive? Aquellas afligidas mujeres, devotas y fieles discípulas del Señor (Luc.23:55; 8:2 y 3), fueron de esta manera amonestadas a dejar el pasado, pasado en el que ellas tuvieron un Señor que, en los días de su humillación, (Fil.2:5-8), necesitó de la atención cuidado de los suyos. Ahora Él es ya el vencedor, ha triunfado sobre el diablo y la muerte, “no está aquí... ha resucitado”. Tenemos un Señor vivo y el día de la resurrección marcó para cada uno de nosotros un nuevo comienzo; “Cristo ha resucitado delos muertos”, (1ª Cor.15:20); estas nuevas fueron las que cambiaron el carácter de aquellos asustados discípulos hasta convertirlos en osados testigos de la verdad del Evangelio de la Resurrección (Hch-4:19. 20). La obra de la cruz, el sacrificio del Hijo de Dios, su sangre derramada allí canceló para siempre nuestros pecados para con Dios (Col.2:13-15); y su triunfante resurrección cambió el corazón y el carácter de hombres y mujeres para vivir esa vida de salvación, con la diaria búsqueda de las cosas de arriba (Col.3:1-3). Por eso la tumba vacía es el comienzo de una nueva vida en Cristo.

Mi hoja de meditación “En esto pensad...” (Fil.4:8)

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LA MUERTE DE CRISTO La muerte de Cristo no fue consecuencia inevitable

de la oposición de sus enemigos, de su fidelidad a sus enseñanzas y convicciones o de valor salvador solo como ejemplo. La muerte de Cristo fue voluntaria, Vicaria y Expiatoria. 1.- Introducción El asunto que trataremos es. La muerte de Cristo. Nadie niega que Cristo murió. Todos los hombres mueren y creemos que pocos o ninguno niega que Cristo murió crucificado, pero lo que suele ser negado por algunos es que la muerte de Cristo fue para reparación de nuestro pecado. La forma en que suelen explicarla, es que Cristo murió mártir a sus propias convicciones; por ser fiel a lo que enseñaba incitó la enemistad de los fariseos y de los sacerdotes y por consiguiente, no queriendo retractarse, tuvo que ir a la cruz. Bueno, es verdad que eso entra, es decir, que la enemistad de sus enemigos tuvo su parte en la muerte de Cristo. Pero, como leemos en los Hechos 2:23, fue “por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios”, que fue crucificado por mano de los malos hombres. La muerte de Cristo, fue en primer lugar voluntario. Él murió, no porque no hubiera podido escapar de la muerte, sino que voluntariamente se entregó a la muerte. En segundo lugar, su muerte fue vicaria, es decir, sustitucional, que lo fue en sustitución, como sustituto de nosotros. En tercer lugar, su muerte fue expiatoria, un sacrificio que expiaba nuestros pecados. 2.- La muerte de Cristo fue voluntaria Encontramos varios pasajes que lo muestran: Juan 10:17, 18: “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo lo pongo”. No sé qué podría ser más claro que eso, parta indicar que la muerte de Cristo fue un hecho voluntario. La palabra que se traduce “pongo mi vida”, es en el griego “tithami” y significa: “depositar”. “poner o depositar en tierra”, como si uno llevara un bulto sobre los hombros y lo bajara y depositara en el suelo. La palabra traducida “nadie me la quita”, en griego “airo”, y significa lo contrario de la anterior, como si alguien levantara algo y lo llevase. Es como si el Señor dijese; “Esta vida mía la tengo sobre mis hombros y la depósito y abandono. No es que nadie venga a quitármela y llevármela sino yo mismo, por mi propia acción, la deposito, la doy”. Mateo 26:53. Antes de leer esta cita, preguntamos: ¿Era Cristo sin posibilidad de defensa en manos de sus enemigos? Veamos: “dijo a Pedro: ¿acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre y Él me daría más de doce legiones de ángeles?”. Más de doce legiones de ángeles podían venir en su defensa, si quería pedirlos. Cosa interesante es la palabra que se traduce orar, en el griego es “paraklesai” infinitivo del verbo “parakaleo” que corresponde al sustantivo “pàraklesis”, que es el nombre del

Mi hoja de Estudio Bíblico Escudriñad las Escrituras” (Jn.5:39)

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Espíritu Santo el “Consolador”. Y esta palabra significa llamar a lado de uno para ayuda. En 1ª Juan es traducida “abogado”, “el que es llamado en nuestra ayuda”. Después de decir el Señor: “¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre y Él me daría doce legiones de ángeles”, añade “¿Cómo pues se cumplirían las Escrituras, que así conviene que sea hecho?”. Luego tenemos esa expresión tan interesante en los cuatro Evangelios respecto a la muerte del Señor Jesucristo, que entrego el espíritu. Esta expresión, no siempre traduce las mismas palabras griegas. Marcos 15:37: “Mas Jesús, dando una gran voz, expiró”. La palabra que encontramos acá y en Lucas también es “ekpneuo”, es decir: respirar para afuera, y no precisamente significa un hecho voluntario, pero las expresiones que encontramos en Mateo 27;50 y Juan19:30, son mucho más claras a este respecto. Mateo 27:50: “Mas Jesús habiendo otra vez exclamado con gran voz entregó el espíritu”.

La palabra entregó es “afiemi”, que es la misma palabra que usa el Nuevo Testamento para perdonar, perdonar el pecado, que es como decir: deja ir, o más activamente despedir y así tenemos una expresión que más claramente indica que Cristo, de su propia voluntad, despidió su espíritu.

Pero más claramente aún, lo hallamos en: Juan 19:30: “Entregó el espíritu”, la palabra “entregó” aquí es “paradidomi”, que es la

misma palabra que se usa respecto a Judas cuando “entregó” al Señor Jesucristo. Fue algo voluntario en Judas entregar al Señor y creo que ninguno puede negar esto, de la misma manera fue cosa voluntaria de parte de Cristo, Cuando entregó su espíritu.

La misma palabra “paradidomi”, la encontramos en otros pasajes, respecto a la muerte de Cristo:

Gálatas 2:20: “... el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” Aquí claramente habla de una acción voluntaria del Señor. Efesios 5:2. “Y andad en amor como también Cristo nos amó y se entrego a sí mismo

por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor suave” y en el v.25 del mismo, leemos: “... Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella” “se entregó a sí mismo”, un acto voluntario de amor.

(Continuará D.M.)

JOSÉ ES FIGURA DEL SEÑOR JESÚS

En Génesis cap. 37 leemos que José fue:

istinguido v. 3

espreciado v. 4

espachado v.13

esnudado v.23

eshonrado v.28

esterrado v.30

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Cristo vino de acuerdo a la promesa PREDICCIONES DE LA MUERTE DEL

SEÑOR JESÚS De las profecías mesiánicas cumplidas, el conjunto más notable es el que comprende los eventos relacionados con la muerte del Señor Jesús. Estas profecías se dividen en dos categorías:

1.- Las predicciones del Antiguo Testamento que se cumplieron exacta y fielmente por la muerte de Cristo. También predijo que la forma de su muerte sería por crucifixión (Mat.20:19). O sea, Él predijo el lugar, las circunstancias y la duración de su muerte, una hazaña de todo punto extraordinaria. ¿Cuál es el significado especial de estas profecías del Señor relativas a su muerte y resurrección? El ángel que apareció a las dos Marías en la tumba después de la resurrección, nos da la respuesta: “No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como lo dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor” (Mat.28:5,6). La resurrección al tercer día (Mat.28:1) da validez a todos los dichos del Señor Jesús. Parece ser que el ángel pone énfasis en su expresión “como dijo”. Sea que el ángel está recordando a las mujeres que todos estos eventos ya habían sido predichos por Cristo. Por lo mismo, ellas no deberían haberse sorprendido por lo que sucedió. Más bien debieron sentirse seguras de la verdad de todas sus afirmaciones. La prueba innegable de su autenticidad como Mesías fue entonces y lo es ahora, la tumba vacía. Bien podemos

Mi hoja de Estudio profético “la palabra profética”, (2ª Ped.1:19)

Evento de la Pasión ... Predicción en el A.T. Cumplimiento Ser abandonado Zac. 13: 7 Mat. 26: 31

Ser escarnecido y escupido Isa. 50: 6 Mat. 26: 67 Dársele vinagre a beber Sal. 69: 21 Mat. 27: 43, 48

Horadado con clavos Sal. 22: 16 Luc. 23: 33 Desamparado de Dios Sal. 22: 1 Mat. 27: 46

Estar rodeado de enemigos Sal. 22: 7, 8 Mat. 27: 39, 40

Ser contado con los pecadores Isa. 53: 12 Mar. 15: 28 Agonizar con sed Sal. 22: 15 Juan 19: 28

Encomendar su espíritu a Dios Sal. 31; 5 Luc. 23: 46 Sus vestidos repartidos Sal. 22: 18 Juan 19: 23, 24

Ninguno de sus huesos quebrado

Sal. 34: 20 Juan 19: 33-36

Sepultado con los ricos Isa. 53: 9 Mat. 27: 57-60

Resurrección Sal. 16: 9, 10 Hch. 2: 27, 31

Ascensión Sal. 68: 18 Efe. 4: 8

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creer todas las afirmaciones de un hombre que, después de predecir su propia resurrección, se levantó de la tumba tal cual lo prometió. Hemos examinado solo una clase de profecías del Antiguo Testamento –aquellas que tratan de la primera venida de Cristo. Hemos observado el cumplimiento exacto de todas las predicciones relativas a su nacimiento, su ministerio, su muerte y resurrección. Estas profecías fueron hechas por varios profetas, de 400 a 1.600 años antes de su nacimiento. Además, hemos visto algunas de las predicciones del mismo Señor acerca de su muerte y resurrección, tratando detalles que ninguna persona podría adivinar de su propia muerte. Pero Cristo no estaba adivinando, según quedó comprobado con la tumba vacía. Al cumplir estas profecías, dio validez a todas sus afirmaciones que hizo en el curso de su ministerio terrenal.

Él vino, ministró, murió y resucitó exactamente como Él y los profetas lo habían prometido.

Las profecías cumplidas también nos dan seguridad respecto de aquellas que están en el futuro. De este estudio podemos llegar con toda confianza a la conclusión de que, así como se cumplieron todas las profecías relativas a la primera venida de Cristo, igualmente se cumplirán todas las concernientes a su segunda venida, tal como están escritas.

Porque el Señor Jesús dijo “vendré otra vez” (Juan 14:3), podemos estar seguros que así lo hará. Cuando Pablo escribe que el Señor descenderá del cielo, y que los muertos en Cristo resucitarán y lo vivientes serán arrebatados (1ª Tes.4:16, 17), podemos esperar confiadamente que justamente esto sucederá. Cuando Juan profetizó que el agua del rio Éufrates se secará para dar paso al ejército de los reyes del oriente (Apo.16:12), podemos estar ciertos de que todo esto sucederá algún día.

Podemos encarar el fututo con plena confianza de que la Palabra de Dios se cumplirá tal como está escrita. Nuestro Señor dijo que ni una jota ni una tilde quedará sin cumplir (Mat.5:17, 18), lo que significa que se cumplirá cada letra de cada palabra. Cristo vino como Dios lo prometió. Y esto es garantía de que Él vendrá otra vez como lo prometió.

Misterios bíblicos (Colosenses 1:26, 27; 4:3) El Misterio de la... Piedad

Evangelio

Su Voluntad

La Transformación

Fe

Redención

Iniquidad

Endurecimiento

1ª Tim.3:16

Efe. 6:19

Efe. 1: 9

1ª Cor.15:51

1ª Tim. 3: 9

Efe. 5:32

2ª Tes.2: 7 Rom. 11:25

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LA RAZÓN PORQUE... ¿Por qué la mujer cristiana debe cubrir su cabeza?

El asunto del epígrafe es un tema que se ha tratado en forma repetitiva y muchas veces pensamos que ya el tema ha sido agotado, sin embargo y con dolor nos damos cuenta que el tema no ha sido comprendido, ni agotado y menos practicado, por lo cual sentimos nuestra responsabilidad de volver a tocarlo. 1ª Corintios 11:2. El Espíritu Santo por medio de Pablo dice: “Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué”. Notemos con claridad que no dice “las instrucciones que os di”, tampoco dice: “las instrucciones que os enseñé”, con absoluta claridad dice. “... os entregué”, al decir esto está aclarando que lo que se enseñó en las iglesias era algo que el apóstol había recibido directamente del Señor y lo había transmitido a los creyentes. 1ª Corintios 11:3. “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”. Una vez aclarado el origen de sus enseñanzas y antes de abordar el tema, el apóstol Pablo hace conocer el orden que rige en la esfera espiritual que es:

Dios la cabeza de Cristo Cristo la cabeza del varón

El varón cabeza de la mujer. Si preguntáramos ¿por qué? La única respuesta sería, El Señor así lo dispuso. 1ª Corintios 11:4. “Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.” Afrenta su cabeza, es decir, se expone a ser el hazmerreír de los que lo ven, es no tener respeto por sí mismo. Quizá no solo a sí mismo, sino a su Cabeza espiritual que es Cristo, y estoy seguro que lo menos que deseamos es avergonzar al Señor. ¿Verdad? 1ª Corintios 11:5 y 6. “Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra”. De manera que, para la mujer cristiana, la cubierta, el usarlo es un honor, algo que debe llenarle de un santo y temeroso orgullo, es de esta manera sencilla honrar a su Señor. viéndolo de esta manera la cubierta no es una carga, sino un muy grande honor. 1ª Corintios 11:7-10. “Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza” Con qué paciencia el Espíritu Santo nos enseña. Al porqué del hijo, Su Padre le explica, y con palabras sencillas nos va mostrando. 1.- El lugar del hombre y la mujer en la creación:

a) En la creación la prioridad es del varón-fue creado primero-. b) En cuanto al motivo, la mujer fue creada como una compañera.

Nuestros fundamentos doctrinales: 2ª Tim. 2:19 “El fundamento de Dios”

-8- 2.- El concierto y la obediencia, son atentamente observadas por los seres angélicos y en este concierto y obediencia la mujer tiene un papel muy importante. Esto lo muestra la mujer temerosa de Dios, (Pro.31:30), de una manera natural y sencilla: Cubriéndose la cabeza. 1ª Corintios 11: 14 y 15. “La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso”.

Habiendo tratado el tema de la importancia de la cubierta, ahora Las Escrituras nos muestran la invalorable importancia del cabello, el Espíritu Santo como Dios nos llama a considerar a la naturaleza y ella nos ensaña lo normal en la manera de proveer de cabello largo a la mujer y dejarlo crecer es importante. ¿Qué largo debe tener el cabello?, HASTA QUE DEJE DE CRECER, dejarlo crecer es no estorbarlo con corte alguno. La mujer creyente debe dejar que Dios sea glorificado, aún con su cabello largo. 1ª Corintios 11:15 b. “Porque en lugar de velo le es dado el cabello”. Cubierta y velo, ¿son la misma cosa?, ¿se refieren a lo mismo? Son dos prendas de vestir diferentes. La cubierta es aquella prenda que usan las mujeres cristianas para cubrir enteramente la cabellera de la cabeza, de modo que debe ser amplio y nada transparente. Es algo que la mujer puede hacerlo. El velo es la prenda que las mujeres usan para cubrirse el rostro, la cara (Gen.24:65). En el caso de la mujer cristiana, este velo ha sido remplazado por el Señor al mandarle que deje crecer su cabello (cabello largo). La cubierta es algo que se debe usar, es externo, no forma parte del cuerpo. El velo es lo que ya está, es parte del cuerpo, Dios ya lo ha hecho.

UN BOSQUEJO PARA EL PREDICADOR LA HERMOSURA DEL SEÑOR

“Eres el más hermoso de los hijos de los hombres” (Sal.45:2)

Salmo 45:2. - La hermosura de Su Humanidad a) Hombre Perfecto, (Heb.4:15) b) Hombre Obediente, (Fil.2:8)

Salmo 110:3. - La hermosura de Su Santidad a) Santo, inocente, sin mancha, (Heb.7:26) b) Sujeto a la voluntad del Padre, (Juan 8:29)

Salmo 11:3. - La hermosura de Su Obra a) Su ministerio terrenal, (Hch.10:38) b) La grandiosa Obra de la cruz, (1ª Ped.2:24)

Isaías 33:17. - La hermosura de Su Majestad a) Es el Rey de reyes, (Apo.19:16) b) Es el Rey de justicia, (Isa.32:1) c) Es el Vencedor, (Juan 16:33; Apo.1:18)

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LA PALABRA “MEJOR” En la carta a Los Hebreos

Al escribir Pablo inspirado por el Espíritu Santo la carta a los Hebreos presentó:

Al Señor Jesús y su obra como algo muy superior a cualquier otro, Él es único y esta superioridad se destaca en el uso de la PALABRA MEJOR. Heb.7:22. “Por tanto, Jesús es hecho fiador de un pacto MEJOR” En este hermoso versículo, consideremos en primer lugar la palabra fiador, en griego está la palabra ENGUOS que significa primeramente una garantía, el fiador que responde personalmente por alguno, sea con su vida o con su patrimonio, en el pasaje que estamos considerando se refiere al carácter permanente e inmutable de Su sacerdocio según el orden de Melquisedec, por razón del cual queda establecida Su condición de fiador por juramento de Dios. Como fiador, Él es la garantía personal de las estipulaciones del nuevo y mejor pacto, procurado sobre la base de Su perfecto sacrificio. MEJOR PACTO; Dios había concertado un pacto con Abraham, con Isaac, con Jacob, con el pueblo de Israel que para ser ratificado tuvo que haber un sacrificio de algún animal y por lo tanto era imperfecto; el efectuado por el Señor Jesús fue ratificado por su propia sangre y por lo tanto es un mejor pacto. Heb.8:6. “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, por cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre MEJORES promesas”. Moisés fue un mediador entre Israel y Dios y la Escritura nos dice que “Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo”. (Heb.3:5). Pero Moisés era siervo y su ministerio como mediador fue la de un siervo, pero el ministerio del Señor Jesús es un mejor ministerio porque es Hijo y su ministerio de Mediador es en base a un mejor pacto y establecido sobre mejores promesas. El ministerio de Moisés tenía como meta la tierra Prometida. “… he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo”. (Exo.3:8). El mejor ministerio del Señor Jesucristo tiene como meta la Casa del Padre. “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” (Juan 14: 2,3) Heb.10:34. “… el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos”. Era un tiempo muy difícil para el cristiano en lo primeros días de la iglesia, especialmente para el judío que abrazaba la “fe que ha sido una vez dada a los santos” (Jud. v. 3), muchos debían abandonar sus hogares, a otros se los despojaba violentamente, sin embargo, estos creyentes, al igual que los Tesalonicenses, recibieron la “palabra en medio de gran tribulación, con gozo del

Mi hoja de Palabras claves: Pro 15:23 “La palabra a su tiempo”

-10- Espíritu Santo” (1ª Tes.1:6), el gozo en las tribulaciones, pruebas y en las persecuciones, solo es posible en el poder del Espíritu Santo. Sin embargo, había una cosa más que estos hermanos perseguidos tenían, ellos lo habían perdido todo, tenían algo mejor, una perdurable herencia en los cielos, “pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”. (Rom.5:18) Heb. 11:14-16. “…buscan una patria; … anhelaban una MEJOR, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad” Haciendo memoria de los patriarcas, el apóstol Pablo, recuerda que tuvieron que abandonar, su tierra, sus bienes, sus comodidades, su ciudadanía, etc.; y lo hacían mirando hacia delante; cuán importante es para el cristiano caminar y vivir siempre con la vista hacia delante; si estos patriarcas miraban hacia atrás con anhelo de lo que habían dejado, tenían la oportunidad de abandonarlo todo y volverse, sin embargo, nos dice el apóstol, su anhelo estaba en algo mejor, una ciudad celestial “cuyo arquitecto y constructor es Dios” (Heb.11:10), este anhelo era una energía en ellos que les movía a abandonarlo todo lo terrenal, por ganar aquello que era mejor, lo celestial. Pensando en estos grandes hombres de Dios, que sin embargo tenían las mismas flaquezas que nosotros, las mismas luchas, las mismas limitaciones y los mismos conflictos, me hago la siguiente pregunta: ¿Cuál es mi valoración de las cosas celestiales, frente a las terrenales? Muchas veces parecería que lo terrenal, por estar a la mano y ser visible, es de más valor para el creyente que aquellas que no se ven y que sin embargo son eternas (2ª Cor.4:18). Además, aquella actitud de los patriarcas tenía una mejor determinación en Dios, pues, “Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos” ¡Cuánto bien haría al cristiano tomar este ejemplo de aquellos hombres de Dios y seguir sus pisadas de fe!

CRISTO EN HEBREOS 1.- Cristo es superior a los profetas (1:1-3) 2.- Cristo es superior a los ángeles (1:4 - 2:18) 3.- Cristo es superior a Moisés (3:1 - 4:2) 4.- Cristo es superior a Josué (4:3-13) 5.- Cristo es superior al Sacerdocio Levítico (4:14 - 7:28) 6.- Cristo, como nuestro Sumo Sacerdote, ejerce sus funciones en un Santuario Superior, por medio de un pacto mejor, basado en promesas mejores (8:1 - 10:39). La exposición está basada en que hay:

a) Un verdadero Tabernáculo (8:1-5) b) Un Nuevo Pacto, mejor que el antiguo (8:6-13) c) Un nuevo santuario, mejor que el antiguo (9:1-10) d) Un Sacrificio Superior (9:11 - 10:18) e) Un nuevo estímulo (10:19-25)

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Nuestra Biblia “Le escribí las grandezas de mi ley” Oseas 8:12

El canon del Nuevo Testamento Aproximadamente por el año 140 d.C. un hereje de Roma llamado Marción adoptó como su Nuevo Testamento diez de las epístolas de Pablo (excluyendo las dos epístolas a Timoteo y la dirigida a Tito), y un evangelio de Lucas truncado (faltándole los primeros dos capítulos). Además, rechazó totalmente el Antiguo Testamento. Para contrarrestar su influencia se hizo necesario que las iglesias intercambiaran las copias de los escritos apostólicos que tenían en su poder para poder fijar los límites del Canon de las Escrituras Cristianas. Otro factor que imponía la necesidad de esta fijación fue el edicto de Diocleciano en el 303 d.C., demandando la destrucción de todos los libros sagrados del cristianismo. Se piensa generalmente que el único escrito genuinamente cristiano que tenemos del primer siglo, fuera del Nuevo Testamento es la primera epístola de Clemente de Roma, escrita alrededor del año 95 d.C. Tiene referencias a Mateo, Romanos, 1ª Corintios, y aún más a Hebreos. Cristianos eminentes del segundo siglo como Ignacio y Policarpio indican un conocimiento amplio de las epístolas de Pablo, de algunos de los Evangelios, y de Pedro y 1ª de Juan. El uso de nuestros libros del Nuevo Testamento aumentó lenta, pero constantemente durante la primera mitad del segundo siglo, esto era natural, ya que las diversas epístolas estaban en poder de iglesias alejadas unas de otras y en cierta manera poco comunicadas entre sí por causa de las persecuciones. Al fin del segundo siglo es claro que tanto Irineo en Galia (Francia), como Clemente de Alejandría (Egipto) y Tertuliano de Cartago (Norte de África), tenían esencialmente el mismo Nuevo Testamento que nosotros tenemos hoy. La primera lista exacta de nuestros 27 libros se encuentra en una carta escrita por Atanasio en 367 d.C. Por fin casi al fin del siglo cuarto, en 397 d.C. el Concilio de Cartago reconoció y aprobó el Canon del Nuevo Testamento con sus 27 libros. Estamos seguros de que el Espíritu Santo a guiado a las iglesias a cuidar, reconocer y aceptar cada uno de los 27 libros de nuestro Nuevo Testamento. SU TRANSMISIÓN No tenemos el manuscrito original de ninguno de los libros de la Santa Biblia. Tan solo este hecho, hace necesaria una investigación cuidadosa del texto tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento. ¿Nos asiste la razón para creer que tenemos una copia auténtica y fidedigna de cada uno de los 66 libros del canon sagrado? SI, porque Dios ha prometido su preservación, (Sal.12:6,7) El texto del Antiguo Testamento. Afortunadamente es nuestro privilegio vivir en la edad de los descubrimientos arqueológicos. Hubo un tiempo cuando algunos eruditos insistían que era imposible que Moisés hubiese escrito el Pentateuco, ya que el arte de escribir era desconocido en esa fecha

Conociendo mi Biblia Sal.18:30 “Acrisolada la Palabra de Jehová”

-12- tan remota (alrededor de 1400 a.C.). Pero como ha sucedido en muchos otros casos, la arqueología ha callado para siempre tal argumento. En Ur y Nipur de Mesopotamia se han excavado miles de tabletas de arcilla, cuya antigüedad alcanza hasta el año 2100 a.C. Es decir que tenemos tabletas del mismo lugar de procedencia de Abraham, inscritas en el mismo tiempo en que el vivió allí –y eso era medio milenio antes del tiempo de Moisés. Desde otro gran centro de civilización antigua nos han llegado manuscritos en papiro anteriores al 2000 a.C. Es evidente que el arte de escribir es antiquísimo. En 1929 se hizo un descubrimiento sorprendente en el sitio de la ciudad antigua de Ugarit, en la costa noroeste de Siria. Las excavaciones arqueológicas revelaron un edificio grande que contenía una biblioteca, una escuela de escribientes, y la casa del sacerdote principal del culto local. En la biblioteca encontramos centenares de tabletas de una escritura extraña. Excavaciones posteriores (1952-53) desenterraron el antiguo alfabeto ugarítico, compuesto de 30 letras. Se piensa que la tableta en que fue escrita es del siglo XIV a.C., o sea alrededor del tiempo de Moisés. El ugarit pertenece a la familia de lenguas semitas, y por lo tanto está relacionado con el hebreo. Moisés fue “enseñado en toda la sabiduría de los egipcios” (Hch.7:22), habiendo recibido la educación que correspondía a la realeza, en la literatura del Egipto antiguo. Además, cuando los israelitas bajo Josué entraron en la tierra de Canaán, encontraron un alfabeto y una colección cuantiosa de literatura en una lengua semita. De modo que había a mano herramientas físicas necesarias para escribir el Antiguo Testamento. En cuanto a los materiales para escribir, los egipcios usaron rollos de pieles desde una fecha muy antigua. Se han descubierto manuscritos de ese material fechados alrededor del año 2000 a.C. Más tarde, el Talmud de los judíos requirió que todas las copias de la ley fuesen escritas en pieles en forma de rollos. Esta regla está en vigencia todavía.

Manuscritos Bíblicos Se llaman testigos a todas las copias anteriores a la imprenta que

permiten establecer un texto

Los manuscritos hebreos o griegos, que ofrecen todo o parte del texto del

Antiguo y del Nuevo Testamento. Entre los manuscritos se distinguen

los papiros (de origen vegetal, muy extendidos) y los pergaminos (de

piel de animal trabajada, muy costosos). Los pergaminos que llevan

textos griegos están repartidos en dos clases, según su escritura: - Los

unciales presentan una escritura cuidadosa, en grandes letras

mayúsculas, separadas; - Los minúsculos presentan una escritura más

pequeña, en los que las letras frecuentemente están unidas.

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Makrothumia

La Divina Paciencia El sustantivo griego Makrothumia y su correspondiente verbo

makrothumein , son, característicamente, unas Palabras eminentemente bíblicas. No se encuentran en absoluto en el griego clásico y, solo muy raramente en el griego posterior. Son, en verdad, palabras típicamente cristianas, pues, como veremos, describen una virtud cristiana que para los griegos no era tal virtud. En el Nuevo Testamento Makrothumia se encuentra catorce veces y, makrothumein, diez. La traducción de la Versión Reina Valera Antigua oscila entre “resignación” y “paciencia”. Estas palabras tienen dos usos. 1.- Makrothumia y makrothumein describen el “espíritu constante que nunca cederá”. Es esa “paciencia” y fe que, finalmente, heredará la promesa. Abraham recibió la promesa porque había “esperado con paciencia” (Heb.6:15.) “Paciencia” es una virtud que el cristiano debe tener mientras espera el advenimiento del Día del Señor; y puede aprender la “paciencia” del labrador, que espera la cosechas, y de la “paciencia” de los profetas, que nunca perdieron su esperanza en Dios (Stg.5:7-10). El cristiano debe tener esta Makrothumia que puede soportar la espera y sobrellevar el sufrimiento sin ceder jamás 2.- Describen la “actitud que un hombre debe tener para con su prójimo”. Este es el uso típicamente Neotestamentario de la palabra. Crisóstomo definió Makrothumia como el espíritu que podría vengarse si quisiera, pero finalmente rehúsa hacerlo.

a) la paciencia con los hombres es la característica del “ministro cristiano”. Esta cualidad es, según Pablo (2ª Cor. 6:6; comp. 1ª Tim.1:6; 2ª Tim.3:10), la prueba de que el apostolado es auténtico. Nadie que carezca de esta paciencia, de esta Makrothumia, puede pretender guiar una congregación cristiana.

b) Es la característica del “predicador cristiano” (Tit.2:2). Sin ella el predicador caería es esa clase de pesimismo e irritabilidad que arruinan la predicación.

c) Debe ser la característica de “cada cristiano”, de “Cada miembro de la iglesia”. Está incluida entre los frutos del Espíritu (Gal.5:22). Sin paciencia los hombres no pueden andar dignamente en su llamamiento cristiano (Efe. 4:2; Col.3:12). La paciencia debe ser ejercida con los hombres (1ª Tes.5:14). Es una de las grandes características del amor (1ª Cor.13:4). No puede existir compañerismo cristiano sin Makrothumia. 3.- Y la razón para eso es que Makrothumia es la gran característica de Dios (Rom.2:4; 9:22). La Makrothumia de Dios fue la que, en los días de Noé, esperó hasta que el arca estuvo construida (1ª Ped.3:20). Esa misma Makrothumia fue la que hizo posible la salvación del hombre (2ª Ped.3:9, 15). La gran responsabilidad del hombre es ser tan paciente con su prójimo como Dios lo ha sido con él.

Una palabra del original Sal. 119:65. “conforme a tu palabra”