DIVERGENCIAS Por Joel Jiménez

¿Apóstoles hoy? 1

¿APOSTOLES HOY?

Una de las repercusiones del carismatismo en la iglesia cristiana, es la proliferación de

apóstoles, como nunca antes había ocurrido en la historia. En el pasado, a excepción

de los doce Apóstoles del Nuevo Testamento, la iglesia no había tenido tantos

apóstoles, o al menos que ostentaran este título. Quienes sí los tuvieron fueron los

grupos sectarios como los Mormones, Testigos de Jehová, etc.

Cuando empezaron a surgir apóstoles dentro de las iglesias evangélicas, fueron mal

vistos, pero con el paso del tiempo ya nos estamos acostumbrando a los nuevos

apóstoles. Ya es algo común.

Por eso vale la pena preguntarnos ¿Qué dice la Biblia a cerca de este tema? ¿Es válido,

es correcto, que una persona tenga el título de Apóstol?

A.- REQUISITOS PARA EL APOSTOLADO EN EL NUEVO TESTAMENTO.

Por su traición y posterior suicidio, Judas había quedado fuera del grupo de apóstoles

instituidos por el mismo Señor Jesús. De aquí que uno de los asuntos necesarios a

tratar en las primeras reuniones de la iglesia primitiva, fue la sustitución de Judas.

Estos eran los requisitos que debía llenar el candidato:

1. Que hubiese estado con Jesús y los 11 Apóstoles durante los 3 años y medio del

ministerio, comenzando con el bautismo de Juan. Hech. 1:21-22.

2. Que fuera testigo de la Resurrección del Señor. Hech. 1:22. El texto dice: “Y

señalaron a dos, a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a

Matías... Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los

once apóstoles”. Hech. 1:23,26.

Desde este primer punto, todos los apóstoles actuales quedan descalificados, pues es

imposible que hayan estado con Jesús durante todo su ministerio y hayan sido

testigos de su resurrección. Este fue el problema al que tuvo que enfrentarse el

Apóstol Pablo.

B.- EL APOSTOLADO DE SAN PABLO.

Hubo muchos que cuestionaron el apostolado de San Pablo, porque según ellos, no

llenaba los requisitos. Pablo tuvo que probar lo siguiente:

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1. Que Cristo mismo en persona lo había llamado al apostolado. (1)

2. Que el Evangelio lo había recibido por revelación directamente de Jesús y no de los

hombres. (2)

3. Que había visto a Cristo resucitado. (3)

4. Que su enseñanza era infalible e inspirada, por lo que su doctrina debería ser

recibida como Doctrina de Cristo mismo. (4)

5. Que el Señor había garantizado su misión apostólica, tan plena y completamente,

como la de Pedro o cualquier otro Apóstol. (5)

6. Que su ministerio iba acompañado y corroborado por medio de milagros. (6)

Desde este segundo punto de vista, igualmente los apóstoles actuales quedan

descalificados, pues sería demasiada presunción de ellos probar lo mismo que San

Pablo.

Una pregunta que se han hecho sobre el caso de San Pablo es: ¿Fueron 12 o 13

apóstoles? Las opiniones están divididas. Unos creen que fueron 12 y que el

nombramiento de Matías no funcionó porque fue hecho antes del Pentecostés. Otros

creen que fueron 13, ya que Pablo, como él mismo se consideraba, fue apóstol de los

gentiles únicamente.

C.- LA PRUEBA DE EFESIOS 2:20.

Este pasaje nos enseña las siguientes cosas:

1. Los Apóstoles se convertían no sólo en recipientes de la Revelación, sino sobre

todo, fueron los portadores autorizados de la misma. El Señor quiso ligar para

siempre. Sobre ellos la establece y la sigue edificando.

2. El número de los apóstoles aparece limitado y concreto, porque se halla

inseparablemente unido al testimonio de primera mano, -casi sensorial, táctil-, de

quienes vieron con sus ojos y palparon con sus manos todo lo relativo a nuestra

salvación. (7)

3. El concepto del Apostolado es un concepto mesiánico, es decir, sólo tiene

significado sobre el fondo de la conciencia que Jesús tenía como Mesías en su

misión de establecer la Iglesia. (8) Fuera de este sentido Mesiánico, el apostolado

no tendría razón de ser. Ellos comparten con Cristo el basamento sobre el cual se

apoya toda la estructura del edificio de la Iglesia. Ellos son Roca, Fundamento y

Columnas de la iglesia. (9)

1. Gal. 1:1.

2. Gal. 1:12.

3. 1 Cor. 9:1; 15:8. 4. 1 Cor. 14:37.

5. Gal. 2:8-9.

6. 2 Cor. 12:12. 7. 1 Jn. 1:2; 2 Pd. 1:16.

8. N. B. Stonehouse the Authority of the New Testament, en “The Infallible Word”.

9. Mt. 16:18; Ef. 2:20; Gal. 2:9.

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Es un significado especial de los Doce para el establecimiento de la Iglesia. Muchos

cristianos también fueron testigos del ministerio de Cristo y su resurrección, pero

el Señor sólo escogió a Doce.

4. El Testimonio Apostólico fue el Canon del Nuevo Testamento para la Iglesia de

todos los tiempos, la regla delimitada de la predicación evangélica y de la vida

cristiana. Las palabras que fueron dichas por los apóstoles constituyen a algo

concreto, bien definido y delimitado: “La fe que ha sido una vez dada a los santos”.

(10)

5. La elección de Matías no implica que el apostolado iba a perpetuarse. Α la muerte

de los demás apóstoles ya no se buscaron sustitutos. El carácter de la elección de

Matías fue de sustitución, no de sucesión. Si se aceptaba la idea o doctrina de

sucesión apostólica, quedarían incluidos no sólo los Apóstoles, también el papado,

la intercesión de María, etc.

Debido a la grandeza y carácter único del Apostolado, es que resulta repulsiva la

proliferación de apóstoles. Por muy consagrados que fueran, no podrían reclamar

jamás legal o bíblicamente la autoridad apostólica. Obviamente que estos neo-

apóstoles lo han intentado. Oral Roberts se declara apóstol de todos los cristianos,

pero también los hay mexicanos y de todas las nacionalidades donde exista el

carismatismo. (11) Dios nos guarde que la iglesia se fundara sobre estos Neo-

Apóstoles con tantas doctrinas tergiversadas que ellos manejan.

D.- LA NECESIDAD DE EFESIOS 4:11.

Los que abogan por el apostolado en la edad presente, toman Efesios 4:11 como su

mejor argumento. Sin ser exhaustivos o exegéticos, se hace imprescindible analizar

este texto.

1. Efesios 4:11 está hablando de ministerios, es decir, de funciones o tareas

específicas dentro del cuerpo de Cristo, la Iglesia, no de un escalafón o

preeminencia de niveles dentro de la iglesia. Los apóstoles que hoy son

reconocidos como tales, es un título honorífico o rango eclesiástico. El apostolado

que orgullosamente ostentan es quizá un reconocimiento al trabajo que han

desempeñado en la obra, pero está fuera de contexto bíblico. Por la tarea que

estos apóstoles realizan, deberían llamarse Obispos, Directores, Gerentes,

Superintendentes, Manager, etc.

2. Por otro lado, en el Nuevo Testamento, los términos Obispo, Presbítero, Pastor,

Diácono, no eran status de política eclesiástica, rango, prestigio, poder o

influencia. Eran los nombres dados a creyentes miembros de una iglesia local por

las funciones que desempeñaban.

10. Judas 3.

11. Han ocurrido cosas chuscas con estos neo-apóstoles. Por ejemplo, en una visita a México (Tehuacán, Pue.) en la decadad de los 90s. el apóstol Daría Salas de Brasil, que les prometió a los creyentes congregados en la campaña que serían bendecidos

con oro en sus casas. Cuentan los hermanos que al llegar a sus casas, efectivamente sus muebles estaban cubiertos con un

polvo color dorado, pero desapareció fugazmente. Otro apóstol mexicano no quiso cerrar su escuela de karate por lo que le llamaron el “apóstol karateca”.

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Recordemos que la iglesia se vino a politizar hasta el siglo IV D.C. en lo que se

conoce como la Iglesia Imperial.

3. El término “apóstol” se podría aplicar a cualquier creyente. “Apóstol” significa

“enviado”. Cualquier miembro de una iglesia que vaya a predicar el evangelio y

funde una nueva congregación está realizando la tarea o ministerio de apostolado.

Todas las iglesias que hoy están establecidas, se debió gracias al ministerio de

apostolado, de hombres y mujeres, que fueron enviados a predicar el Evangelio.

Todos conocemos a cristianos que sin tener el título de “apóstol” han fundado

iglesias y siguen abriendo nuevas obras para la gloria de Dios. Lo que ha pasado

es que por 2000 años de cristianismo, ningún hombre de Dios, con doctrina sana

y sentido común, se atrevió a llamarse “apóstol”, prefirieron llamarse “Misioneros”,

que es la misma función del apóstol, pero sin las implicaciones doctrinales del

mismo.

4. Por lo tanto creemos que el ministerio de “apóstol” sigue vigente, pero los

hombres de Dios que han sido sabios a lo largo de toda la época de la iglesia, por

respeto, honestidad y conocimiento bíblico los conocemos como “misioneros”.

5. La confusión de términos se debe a que el carismatismo le ha dado otro

significado a los ministerios de Efesios 4:11. Una definición clara y sencilla sería

este: “Apóstol” -el que tiene la capacidad de fundar o iniciar una congregación,

equivalente a misionero. “Profeta”– equivalente a predicador, (no se refiere al don

de profecía). “Evangelista” – el que convierte almas. “Pastor” el que tiene la

capacidad de cuidar las almas”. “Maestro” – el que tiene la capacidad de enseñar.

Debemos aclarar que estos no son los únicos ministerios que aparecen en la Biblia.

E.- EL TESTIMONIO DE LA HISTORIA.

Cuando uno lee las biografías de los hombres que Dios ha usado en 20 siglos para

bendición de su Iglesia, no puede uno dejar de alabar a Dios. Fueron gigantes de la Fe,

pero a ninguno de ellos se les ocurrió llamarse “apóstol” y si lo hubieran hecho,

tendrían razones de peso para ser aceptados como tales, ¡PERO NO LO HICIERON!

Con todo respeto para estos neo - apóstoles, compararles con aquellos gigantes de la

fe, sería una ofensa para la sensatez y una falta de respeto para la historia. Aquí

presento una pequeña lista de estos grandes hombres de Dios, tanto del período

antiguo, como medieval y moderno.

San Agustín de Hipona.- (354-430) Obispo de Hipona, en Africa, fue uno de los

“doctores” de la antigua iglesia, y quizá el primer teólogo importante después de

San Pablo en afirmar claramente la doctrina de la gracia gratuita (el perdón es don

gratuito de Dios). Sus escritos incluyen “De la Trinidad”, “Confesiones”, “La Ciudad

de Dios”, etc.

Orígenes.- (182-253) Puede llamársele “padre de la Teología Sistemática”, porque

su libro “De los primeros principios”, fue el primer gran intento en esa rama.

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Tomó el puesto de su maestro Clemente, como Jefe de la escuela catequística de

Alejandría, Egipto. Defendió la doctrina de la encarnación, y su influencia se hizo

sentir vigorosamente en sus días como en el presente. Escribió unas 6,000 obras

que incluyen comentarios sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento y la Hexapla

(obra en “seis” columnas) que daba una traducción griega del Antiguo

Testamento. Las columnas de la Biblia Hexapla eran en griego, hebreo escrito en

caracteres griegos, la Septuaginta, y tres versiones de la Septuaginta.

Tertuliano.- (150-222) Fue el primer gran teólogo que escribió en latín, y como tal

se le conoce como padre de la teología latina. Creó gran parte del lenguaje de

teología occidental (inventó el término “Trinidad”) Se mantuvo ortodoxo en la

mayoría de las cuestiones, y realizó aportes en la literatura relativa a la Trinidad y

la Encarnación.

Policarpo.- (69-155) Uno de los “Padres de la Iglesia”. Conoció al apóstol Juan.

Ayudó a salvar a la iglesia de la creciente oleada de paganismo en el siglo II. Fue

intrépido adversario de la herejía. Fue obispo de Esmirna donde murió en la

hoguera.

Ignacio de Antioquía.- (50-117) Obispo de Antioquía de Siria, sus escritos nos

suministran datos útiles acerca del Nuevo Testamento y de la Iglesia Primitiva. Fue

el primer escritor fuera del Nuevo Testamento que haya descrito a Cristo en

relación con la filosofía, y el primero fuera del Nuevo Testamento que menciona el

nacimiento virginal. Se opuso a las falsas doctrinas. Es probable que haya muerto

como mártir –lo que era su deseo- en el anfiteatro de Roma.

Ireneo.- (140-200) Nacido en Asia Menor, estuvo influido temprano en su vida por

Policarpo. Ireneo es testigo importante de las creencias y acontecimientos de la

antigua iglesia. Llegó a ser obispo de Lyon, en Galicia. Fue instrumento en la

batalla contra las grandes doctrinas falsas; escribió “Contra las Herejías”. Algunos

lo consideran el primer escritor del período post-apostólico que merezca el título

de teólogo.

Atanasio.- (296-373) Obispo de Alejandría, gran defensor de la fe en contra del

arrianismo (que limitaba a Cristo). Ha sido llamado el “Padre de la Ortodoxia”. Pasó

gran parte de su vida huyendo de quienes querían matarlo. Respaldó

vigorosamente el credo ortodoxo en el Concilio de Nicea (325 D.C.) Es clásica su

obra “De la Encarnación del Verbo Divino”.

Pedro Valdo.- (1140-1217) De él derivan su nombre los valdenses. Estos eran

protestantes ya antes de Lutero, pues ponían énfasis en las Escrituras, rechazaban

las indulgencias, el purgatorio y las misas por los muertos. Todavía existen como

denominación muy distinta del catolicismo romano. Valdo era francés; en su

tiempo se llamaba a sus seguidores “los pobres de Lyon”, porque abandonaban el

lujo y clamaban contra la concupiscencia y codicia del clero.

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Juan Wyclif.- (1324-1384) Fue precursor de la Reforma y traductor de la Biblia al

inglés. Criticaba los abusos del papa, y fue procesado por herejía, pero no lo

condenaron. Murió de muerte natural. El concilio de Constanza condenó sus

doctrinas en 1415; desenterraron su cuerpo y lo quemaron. Creía en la

predestinación, y propugnaba reformas sociales, políticas y religiosas basadas en

la Biblia. Escribió más de doscientos tratados.

Juan Huss.- (1371-1415) Anterior a la reforma, fue defensor de los escritos de

Wyclif, lo cual le acarreó mucha oposición. Fue predicador intrépido; clamaba

contra los pecados del clero y de la Iglesia, condenaba la venta de indulgencias,

rechazaba el purgatorio y el culto a las imágenes. Exaltaba las Escrituras como lo

había hecho Wyclif, con énfasis en que la Biblia se pusiera en manos de todo el

pueblo, según fue característico de la Reforma. Fue procesado en 1414,

encarcelado, declarado hereje y quemado en público, pero su martirio hizo

progresar la causa de la Reforma y la revolución política en Bohemia.

Erasmo de Rotterdam.- (1466-1536) Fue el gran intérprete del humanismo en su

época. Satírico (“Elogio a la Locura”) pero devoto, publicó la primera edición

impresa del Nuevo Testamento griego (1516), además de una edición latina del

Nuevo Testamento, muy popular entre los estudiantes de Cambridge.

Martín Lutero.- (1483-1546) El “Padre de la Reforma Protestante”. Tradujo la

Biblia al alemán además de componer catecismos y muchos himnos. El papa lo

acusó de esparcir doctrinas falsas y fue posteriormente excomulgado.

Juan Calvino.- (1509-1564) Protestante francés que organizó la Reforma en

Ginebra, y fundador del Calvinismo. Calvino y su colaborador Farel, fueron

expulsados de la ciudad por ser demasiado estrictos. Durante los tres años

siguientes fue ministro de una congregación de franceses, y conferenciante de la

Escuela Teológica de Estrasburgo. Volvió a Ginebra en 1541 para atraer a la ciudad

hacia su modo de pensar por el 1555. Calvino escribió muchos comentarios sobre

la mayoría de los libros del Nuevo Testamento, documentos de la Reforma, un

tratado sobre la predestinación, etc. En 1559 fundó la Universidad de Ginebra.

Guillermo Carey.- (1761-1834) Se le llama el “Padre del moderno movimiento

misionero”. Fue el principal fundador de la primera sociedad misionera foránea en

Inglaterra, la Sociedad Misionera Bautista. Era un pobre zapatero inglés que contra

viento y marea se fue a la India. Allá se dedicó al estudio de las lenguas, tradujo

toda la Biblia al bengalí, el hindú, el sánscrito y el marathi.

Juan Wesley.- (1703-1791) Fundador del Metodismo, reunió a un grupo que

recibieron el nombre de “Club de los Santos”, “Polillas de la Biblia”, o “metodistas”

(por lo metódicos). Cuando la iglesia le cerraron las puertas, comenzó a predicar el

aire libre. Antes de su muerte, su obra se extendía por todas las islas británicas y

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se había establecido en Estados Unidos. Editó cincuenta volúmenes de la Biblioteca

cristiana y una revista metodista.

Carlos Spurgeon.- (1834-1892) Predicador bautista de Inglaterra considerado el

“príncipe de los predicadores”. Se hizo famoso como pastor del Tabernáculo

Metropolitano de Londres; durante su vida predicó a muchos millares de personas.

Evangelista vigoroso. Su brillante oratoria mantenía cautivado a su auditorio.

Escribió muchos libros y fundó un colegio universitario para pastores.

Reiteramos, cualquiera de ellos que hubiera ostentado el título de “apóstol” se les

habría aceptado como tal, sin embargo ¡NO LO HICIERON! Tiempo y espacio

necesitaríamos para mencionar a un número mayor de estos gigantes de la fe, “de los

cuales el mundo no era digno” que jamás se les ocurrió semejante barbaridad, por lo

que creemos que atreverse a llamarse “apóstol” sólo puede significar dos cosas:

1. Prepotencia u orgullo espiritual para un título sin merecerlo, o

2. Ignorancia por desconocer la Escritura, la Historia, la Exégesis, así como las

implicaciones del mismo.

Joel Jiménez es Director de Ministerios

Hispanos del Distrito Suroeste de Ohio,

EE. UU. de la Iglesia del Nazareno, y

pastor hispano de la “Iglesia del Nazareno

de Fairfield”, en Cincinnati, OH. Estudia

su doctorado en Teología en “Fuller

Theological Seminary”.

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