apuntes para la historia antigua
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APUNTES PARA LA HISTORIA ANTIGUA
Y COLONIAL DE PHUNGUÁRI-HUATO
(PUNGARAVATO-CD. ALTAMIRANO).
DR. CARLOS ARIAS CASTILLO.
DGYDEED01-15102018
PRIMERA EDICIÓN
GUANAJUATO, GTO., OCTUBRE DE 2018
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Apuntes para la Historia Antigua y Colonial de Phunguári-huato.
(Pungaravato-Cd. Altamirano).
Primera edición, 2018.
© Universidad de Guanajuato.
Lascurain de Retana No. 5.
C.P. 36000.
Guanajuato, Gto.
División de Ciencias Económico-Administrativas.
Departamento de Gestión y Dirección de Empresas.
Campus Guanajuato.
Diseño de cubierta: L.D.G. Oscar Vázquez Peña.
Apoyo técnico: Mtra. Isabel del Carmen Landeros Kastel y L.S.I.A. Aldo Alberto
Lugo Monjaras.
Cuidado de la edición: Dr. Carlos Arias Castillo.
ISBN: 978-607-441-572-8
Impreso en México.
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Dr. Luis Felipe Guerrero Agripino.
Rector General.
Dr. Héctor Efraín Rodríguez de la Rosa.
Secretario General.
Dr. Raúl Arias Lovillo.
Secretario Académico.
Dra. Teresita de Jesús Rendón Huerta Barrera.
Rectora del Campus Guanajuato.
Dra. Claudia Gutiérrez Padilla
Secretaria Académica.
Dra. Claudia Susana Gómez López.
Directora de la División de Ciencias Económico-Administrativas, campus
Guanajuato.
Dr. Omar Jair Purata Sifuentes.
Secretario Académico.
Dr. Héctor Fabián Gutiérrez Rangel.
Director del Departamento de Gestión y Dirección de Empresas.
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A mis padres: María Teresa Castillo Serrano y Pablo Arias Juárez.
A mis hijos, y a los hijos de mis hijos: Carlos Irepan, Andrés Veapani y
Edgar Harame.
A los de mi raíz ancestral Pungaravatense: indígenas, negros
y europeos:
A los Arias, Juárez, Castillo, Calixto,
Serrano, Palacios, Castro, Benitez y
otros.
A mi tío, Enrique Castillo Guerrero, a quien, en mi niñez, le escuche hablar
con amor y pasión sobre la historia del viejo Pungaravato.
A los Pungaravatenses de antaño y de nuestros días, que se esfuerzan
por construir un Pungaravato-Cd. Altamirano, con esperanza y futuro.
A las Guachas y Guaches, a las Guachitas y Guachitos, para que con orgullo
sepan de su raíz, siempre, Pungaravatense-Altamiranense, y la proclamen en
cualquier rumbo por donde vayan.
A los Terracalentanos, porque en cultura y origen, la Tierra Caliente
es Una.
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Contenido Prólogo .......................................................................................................................................... 7
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 9
1. Los antiguos habitantes de la Tierra Caliente. ........................................................ 14
2. Naciones indígenas que habitaron la Tierra Caliente. .......................................... 17
2.1 Cuitlatecos. .................................................................................................................... 21
2.2 Phorhépechas (tarascos). .......................................................................................... 23
2.3 El probable contacto de los pueblos terracalentanos, con los de
Sudamérica. .......................................................................................................................... 33
2.4 Tolimecas, Chumbias y Pantecas. ........................................................................... 36
3. Las culturas prehispánicas y la fundación de pueblos en la región de la
Tierra Caliente. ......................................................................................................................... 37
3.1 El Preclásico (2500 a.C. -200 d.C.), y la cultura Olmeca. ................................... 38
3.2 La cultura Mezcala en el Preclásico. ....................................................................... 40
3.3 Influencia de la cultura Chupícuaro en Pungaravato. ........................................ 46
4. La conquista de los pueblos de la Tierra Caliente, por el Imperio
Phorhépecha (Tarasco). ........................................................................................................ 49
5. El significado de Pungaravato. ................................................................................... 64
6. Quién fundó Phuguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato. .... 81
7. El contexto del dominio español en la nación phorhépecha. ............................. 88
8. Phunguári-huato (Pungaravato) en la Encomienda. .............................................. 90
9. La suma de visitas, 1547-1550. .................................................................................. 100
10. La evangelización de Phunguári-huato (Pungaravato). .................................. 108
11. ¿Quién fundó San Juan Bautista Pungaravato (Pungarabato)? .................. 130
12. San Juan Bautista Pungaravato en 1579. ........................................................... 146
13. Padrones de censo de Pungaravato 1682 y 1683............................................. 148
14. Phungári-huato, pungaravato (Pungarabato) en las congregaciones de los
pueblos indios. ...................................................................................................................... 157
15. Pungaravato, en la descripción antigua de los curatos y las doctrinas, 1631
a 1665 (siglo XVII). ................................................................................................................ 165
16. Pungaravato (Pungarabato) en las cofradías coloniales. .............................. 169
17. Descripción de Pungaravato en varios documentos coloniales. ................. 185
18. Diversos informes en el Obispado de Michoacán 1759-1765. ...................... 189
19. Descripciones de poblados que se ubicaran a una distancia de más de
cuatro leguas de la sede parroquial de cada pueblo en 1765. .................................. 194
8
20. La Leyenda del enterramiento del “báculo”, del Padre Moya. ...................... 201
21. Otra información dada por el cura de Pungaravato en agosto de 1765. .... 204
22. Ingresos del diezmo en la Diócesis de Michoacán en 1787, pueblos de la
Tierra Caliente. ....................................................................................................................... 206
23. Ingresos parroquiales para 1791. ......................................................................... 207
24. Ingresos de las cofradías de Pungaravato en 1791. ........................................ 208
25 La situación demográfica de los pueblos de la Tierra Caliente en 1792. ......... 214
25. Pungaravato, en la jurisdicción de San Juan Huetamo en 1796. ................. 215
CONCLUSIONES. .................................................................................................................. 232
BIBLIOGRAFÍA....................................................................................................................... 234
DICCIONARIOS ...................................................................................................................... 205
PUBLICACIONES ESPECIALIZADAS ............................................................................... 206
PÁGINAS DE LA WEB .......................................................................................................... 208
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Prólogo
Cuando inicio mis cursos de licenciatura y postgrado, suelo preguntar a mis
alumnos: ¿Consideran que los españoles nos conquistaron? En su gran mayoría
contestan que sí. Frente a ello, les pido que reflexionemos porque hoy en día,
somos una nación mestiza. Las generaciones actuales, no identifican, cuáles son
nuestras raíces, ni mucho menos saben, de dónde deriva nuestra mexicanidad
porque nuestra historia colonial de un poco más de 300 años, con sus luces y
sombras, poco se conoce, poco se difunde. De nuestra historia precolonial,
también se sabe poco o nada.
Cuando no se sabe nuestro origen, es difícil ir por el mundo llevando nuestro
orgullo de pueblo mestizo respaldado por culturas milenarias que, en un largo
proceso de amalgamiento, en nuestra gran diversidad cultural, dieron origen e
identidad a la nación mexicana y a los terracalentanos de hoy.
Tener un origen, una raíz que nos da identidad y pertenencia en una comunidad
o pueblo, implica ciertamente orgullo, pero también la responsabilidad y el deber
que se tiene como Altamiranense, o mejor dicho, como Pungaravatense, de
conocer nuestro pasado histórico para releerlo, inclusive a la luz de nuevas
fuentes históricas, para reescribirlo; para que nuestros hijos y los hijos de
nuestros hijos, sepan y sientan el orgullo de que somos un pueblo con identidad,
que, conjuntamente con otros pueblos de la Tierra Caliente, compartimos rasgos
sociales, culturales, históricos y étnicos que nos hermanan para siempre.
La necesidad de indagar sobre el pasado antiguo de los Pungaravatenses
(precolonial y colonial), es una tarea ardua y complicada, porque con
independencia del apego y amor que se pueda tener por la tierra que nos vio
nacer como a nuestros antepasados Pungaravatenses y calentanos, la historia
de Pungaravato, debe ser construida y reconstruida, desde una perspectiva
rigurosa, basada en evidencias documentales históricas fidedignas,
arqueológicas y etnográficas, que de manera objetiva, nos permita conocer o
inferir nuestros orígenes, sin exagerarlos, mitificarlos o lo más grave, adulterarlos,
cegados por el amor a la tierra y no sobre las evidencias históricas.
El presente trabajo de investigación se basó en recopilar la información referente
al viejo Pungaravato (así lo escribo por las razones que más adelante expondré),
8
del ancestral San Juan Bautista Pungaravato; para ello, visité archivos, consulté
publicaciones especializadas, y, resultado de ese proceso, son estos “Apuntes
para la Historia Antigua y Colonial de Phungári-Huato (Pungaravato-Cd.
Altamirano)”, con la fonética de un idioma phorhé que creo, más contemporánea.
El presente trabajo, no está dirigido a los expertos e historiadores; sobre la base
de fuentes y evidencias documentales y arqueológicas existentes, transcribo y
relaciono trozos de la historia de los Pungaravatenses-Altamiranenses, buscando
explicar y hacer entendibles algunos decires ya inexistentes, a los hijos del viejo
San Juan Bautista Pungaravato. No tengo ni poseo la verdad; algunos otros, a
la luz de nuevos hallazgos documentales y arqueológicos, pero siempre sobre
evidencias sólidas históricas, vendrán a recomponerla; a reescribirla.
Quiero agradecer, siempre agradecer, el respaldo de mi casa de estudios y
trabajo la Universidad de Guanajuato, y el apoyo institucional de sus autoridades:
la Rectoría General, la Rectoría de Campus, la Dirección de la División de
Ciencias Económico-Administrativas y del Departamento de Gestión y Dirección
de Empresas, de quienes siempre he recibido el apoyo para publicar mis trabajos
de investigación.
Reconozco el generoso gesto del Dr. José Eduardo Vidaurri Aréchiga, historiador
y Cronista de la Ciudad de Guanajuato, Gto., Patrimonio Cultural de la
Humanidad y Capital Cervantina de América, y de la Licenciada en Historia Ana
Elena Uribe Flores, por haber revisado los Apuntes para la Historia Antigua y
Colonial de Phunguári-huato (Pungaravato-Cd. Altamirano), quienes han hecho
valiosas observaciones y sugerencias para la mejor comprensión del presente
trabajo.
Como Altamiranense, como Pungaravatense, que en cualquier sitio y lugar por el
que discurre mí andar, proclamo con orgullo diciendo: “que nací en Ciudad
Altamirano, Gro., Distrito de Mina, Municipio de Pungaravato”, el presente
trabajo, cristaliza el compromiso de decir a los Pungaravatenses, y,
particularmente a nuestras Guachas y Guaches (muchachas y muchachos), a
nuestras Guachitas y Guachitos (niñas y niños), que el lugar donde nos parieron,
tiene un origen y tiene un pasado histórico, que nos permite, encontrar, entender
y explicar el significado de lo que somos y hacemos, y, seguramente, con orgullo
de nuestras raíces, emprender y encarar nuestro futuro.
Dr. Carlos Arias Castillo.
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INTRODUCCIÓN
La investigación para generar los Apuntes para la Historia Antigua y Colonial de
Phunguári-Huato (Pungaravato-Cd. Altamirano), se sustentan ciertamente, en la
hasta ahora, escasa disponibilidad de fuentes documentales, arqueológicas y
etnográficas relativas al pueblo; por lo mismo, más que pensar en una estructura
de capítulos de libro, dada la información disponible, en su mejor comprensión,
ésta se estructuró bajo una numeración progresiva temática: de la historia
prehispánica a la colonial.
Sobre la base de evidencias documentales, y atendiendo siempre a la
información derivada de los estudios realizados por los expertos e investigación
propia, se busca interpretar la historia del antiguo Pungaravato, luego, San Juan
Bautista Pungaravato, hoy en día, Ciudad Altamirano, Gro. En el presente
trabajo, se partió de un principio elemental cuyo eje central se basa en las fuentes
históricas disponibles: la historia, se puede interpretar, inferir, pero no adulterar.
Por lo mismo, toda información manejada en la presente investigación tiene su
referente documental histórico o bibliográfico.
Reconstruir el pasado antiguo de los pueblos que originalmente habitaron la
Tierra Caliente, ha sido particularmente, una tarea difícil y complicada dada la
escasa y limitada disponibilidad de fuentes documentales escritas (códices) como
de estudios arqueológicos; no obstante, en los puntos 1 al 2.4, se hace una breve
y a veces escueta descripción de la nación Cuitlateca, que es el pueblo ancestral
de mayor presencia en la región calentana, hasta antes de su conquista por parte
de los Phorhépechas o Tarascos. También hay referencia, sobre naciones que
prácticamente desaparecieron en los inicios de la colonización española:
Tolimecas, Chumbias y Pantecas, así como al posible contacto de todos estos
pueblos ancestrales con los de Sudamérica.
En el punto 3, atendiendo a los estudios arqueológicos disponibles, se aborda la
temática sobre la presencia e influencia cultural en la Tierra Caliente, de la cultura
Olmeca, señalando los vestigios arqueológicos precisos en la región. Siguiendo
una secuencia numérica, se pretende deslindar la fundación de pueblos en la
región calentana o mejor dicho, de poblados por parte de algún pueblo
mesoamericano; concluyendo, que, dadas las evidencias arqueológicas
disponibles, no es posible sostener, que la cultura Mezcala, surgida en el periodo
Preclásico, sea la fundadora de pueblos en la Tierra Caliente; por el contrario,
pero sin sostener acto fundacional o de asentamiento permanente alguno, en el
10
punto 3.3., se hace referencia al notable parecido de piezas arqueológicas
encontradas en Pungaravato y Huetamo, con las de la cultura Chupícuaro, que,
prácticamente, según los arqueólogos, puede tener una secuencia histórica de
desarrollo cultural con la Mezcala, y cuyo punto de difusión los arqueólogos
ubican en Pénjamo, Gto.
Por considerar que los eventos narrados en la Relación de Michoacán son
importantes para conocer la historia antigua de Pungaravato como la de los
pueblos de la Tierra Caliente, mediante la tabla 1, se busca hacer una cronología:
primeramente, del nacimiento del Imperio Phurhépecha bajo el reinado de
Tariacuri, dividido en vida y concretada su división a la muerte de este
gobernante: Hiripan en Cuyacan (Ihuatzio; Tangaxoan en Mechoacan
(Tzintzuntzan) e Hiquingaje en Pátzcuaro. Por ser de importancia para la historia
regional, atendiendo a las fuentes históricas disponibles, como a la opinión de los
expertos, con cierta desilusión, en la investigación se esclarece, que en la actual
Coyuca de Catalán, Gro., no se ubicó sede alguna del imperio dividido; más bien,
sobre este punto, en un inicio, al analizar la Relación de Michoacán, hubo una
lamentable confusión de ubicación geográfica, que luego fue aclarada con su
estudio sistemático, histórico y de referencias arqueológicas que ubica a
Cuyacan en Ihuatzio, en el actual Estado de Michoacán y no en la región
calentana.
En el punto 4, sobre lo narrado en la Relación de Michoacán, y considerando
que, según los historiadores expertos, la expansión del Imperio Phurhépecha se
dio entre 1420 y 1440 d.C., se plantea una propuesta de cronología de conquista
de Pungaravato y de otros pueblos de la Tierra Caliente.
El desarrollo del punto 5, sobre la base de fuentes coloniales disponibles; de
diccionarios como el Grande de la Lengua de Michoacán; del de Baptista de
Lagunas, en su Arte en Lengua Michoacana; de la Gramática de la Lengua
Tarasca, de Fray Manuel Crisóstomo; en el de Fray Maturino Gilberti, en su Arte
de la Lengua de Michoacán y en obras más contemporáneas como la de Pablo
Velásques Gallardo, en su Diccionario de la Lengua Phorhépecha. Porhépecha-
español, español-phorhépecha, se propone, que, el significado de Pungaravato,
como “cerro de plumas o cerro de plumaje”, hay que tomarlo con reserva; pues,
a la luz de las fuentes documentales históricas disponibles, su significado más
cercano sería el de “lugar o cerro del señor emplumado Pungárancha”, deidad
identificada como “dios de la guerra” en la Relación de Michoacán, apareciendo
también en dicho documento, como Pungárecha o Pungárencha. Sobre la base
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de estos diccionarios, se propone, el significado del cerro de Chuperio y del
ancestral barrio de Timangaro.
Atendiendo a la conquista y colonización documentada en la Relación de
Michoacán y en la tradición etnológica, en el punto 6, se propone, que, Punguári-
Huato, Pungaravato, hoy, Ciudad Altamirano, como asentamiento organizado y
con la intención de habitarlo permanentemente, fue fundado por los
Phurhépechas o Tarascos; con gente traída de la región lacustre de Michoacán.
La evidente grafía del nombre del pueblo, que prevaleció por siglos y que perdura
hasta nuestros días, parece confirmarlo.
En el punto 7, se hace referencia a que el ciclo de conquista y colonización
española inició con la conquista y caída de México-Tenochtitlan por Hernán
Cortés y huestes indígenas aliadas, un 13 de agosto de 1521. En el punto 8, se
aborda el interés de los diversos encomenderos españoles por hacerse de la
Encomienda de Pungaravato; de su disputa y pleitos legales entre éstos. Se
encuentra documentado, que su primer encomendero, fue Juan Velázquez de
Salazar, pero el más visible y notable, lo fue Pedro de Bazán; luego, se cierra el
ciclo con su hijo Hernando de Bazán, quien para 1548, se haría de la Encomienda
de Pungaravato de manera total. En el punto 9, en la Suma de Visitas, levantada
entre 1547-1550, se describen los tributos que los de Pungaravato y otros
pueblos de la Tierra Caliente, aportaban a sus encomenderos,
fundamentalmente, bastimentos para sustentar la manutención de la mano de
obra indígena o negra que terminaban su desdichada vida en las minas de oro y
plata.
En el punto 10, se plantea y propone, una cronología respecto de la
evangelización de Pungaravato y de los pueblos de la Tierra Caliente, cuestión
que resulta toral para tratar de ubicar los probables contactos evangelizadores
de misioneros franciscanos, y, con certeza de los agustinos: Fray Juan de San
Román, Fray Diego de Chávez y Alvarado, Fray Francisco de Villafuerte, y,
significativamente, Fray Juan Bautista Moya, el llamado “apóstol de la Tierra
Caliente”, proponiendo, dada la cronología histórica que se plantea, que su arribo
a Pungaravato, muy probablemente aconteció a mediados de 1552. Por lo
mismo, en el punto 11, se plantea, que el fundador de Pungaravato, atendiendo
a las fuentes históricas disponibles, a la tradición etnográfica del pueblo y a cierto
procedimiento español fundacional, fue Fray Juan Bautista Moya; proponiendo,
que esto aconteció, probablemente, en junio de 1552, bajo la advocación de Juan
el Bautista; luego en ese entonces, el viejo y ancestral Pungaravato, adquirió su
nuevo nombre cristianizado: San Juan Bautista Pungaravato. También se
12
aborda, la secularización de las “doctrinas” de las órdenes mendicantes (clero
regular), por “curatos” ocupados por el clero secular, formado por Don Vasco de
Quiroga a partir del 6 de agosto de 1538, en que asume como Obispo de
Michoacán y luego crea el Colegio de San Nicolás.
En el punto 12, En la Relación y Memoria de Ajuchitlán, que data de 1579, se
hace una descripción geográfica de Pungaravato, como de sus pueblos sujetos;
de sus actividades comerciales; de la descripción orográfica de la región y de las
enfermedades que aquejaban a sus pobladores: viruela, cámaras de sangre y
pechugueras. En el Punto 13, se describen los padrones de censo de
Pungaravato, relativos a 1682 y 1683, en ellos, es posible descubrir la amalgama
racial y cultural de los ancestros de Pungaravato.
En el punto 14, sobre la base del modelo de congregación de pueblos indios
implementado por la Corona Española, esto, para asegurar la utilización de la
mano de obra indígena y su evangelización, se describe la congregación o
reducción de pueblos entonces sujetos a Pungaravato; la severidad de los
funcionarios españoles para implementarla y la resistencia de los indígenas a
congregarse. Se plantea, que, producto de esta resistencia, doctrinas como la de
Tanganhuato, sobrevivió como pueblo. Se advierte, que el modelo de
congregaciones, prácticamente se implementó desde el inicio de la colonización
española.
En el punto 15, siguiendo la valiosa información contenida en la Descripción
Antigua de los Curatos y Doctrinas de 1631 a 1638, de probable autoría atribuida
a Fray Francisco de Rivera, se describe al curato de Pungaravato, ya para
entonces secularizado; los ingresos del cura, las lenguas ancestrales habladas:
tarasca, cuitlateca y chontal; los hospitales existentes y la forma de financiarlos:
Pungaravato, Coyuca y Tlapehuala; las estancias existentes en la jurisdicción
eclesiástica, haciendo referencia a una de las haciendas más importantes de la
región: “Talistaca”, en donde según la fuente documental consultada, laboraban
100 personas, y por lo mismo, tenía el privilegio de tener capilla propia.
El punto 16, en 1776, permite describir la situación económica y la forma de
sostener las cofradías existentes en Pungaravato y en su jurisdicción
eclesiástica: de San Juan Bautista, de Santa Barbara, Nuestra Señora del
Rosario, de las Ánimas, del Santísimo Sacramento; de las de Tanganhuato: de
Santiago y Virgen de la Asunción; de las que había en Tlapehuala: Jesús
Nazareno, de Ánimas; en Coyuca: Jesús de Nazareno, de Santa Lucía. Se
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describe, el informe que rinde el mayordomo Matheo Nicolás, respecto de la
administración de la cofradía de Santa Barbara. Este apartado, permite descubrir
la amalgama racial de los antiguos pobladores de Pungaravato que formaban
parte de sus cofradías: indígenas, mestizos, españoles y castas. En el punto 17,
se abordan varios aspectos que describen a Pungaravato contenidos en
documentos coloniales que van de 1619 a 1746, en ellos se describe, el casi total
despoblamiento por epidemias de Pungaravato y de algunos pueblos de la Tierra
Caliente; la lenta recuperación de la población calentana, no sin dolor y
sufrimiento. En el punto 18, en un periodo que abarca de 1759 a 1765, se maneja
diversa información rendida por los clérigos seculares al Obispado de Michoacán.
En el punto 19, con su respectiva paleografía, se muestra un mapa colonial de
1765, que describe la circunscripción territorial del Curato de Pungaravato. En
tanto que en el punto 20, sobre la base de la tradición etnográfica de los de
Pungaravato, se hace referencia a la leyenda del enterramiento del “báculo” del
Padre Moya.
En el punto 21, se abordan los diversos informes rendidos por el cura secular de
Pungaravato en 1765. El punto 22, permite conocer, los diezmos que para 1787,
obtenían los curas seculares en ciertos poblados de la Tierra Caliente, así como
sus ingresos parroquiales en 1791, abordados en el punto 23. Ya en el declive
económico y social de las cofradías, esto, en 1791, en el punto 24, se describen
los ingresos de las existentes en el curato del pueblo. El punto 25, aborda la
situación demográfica del poblado y de algunos pueblos de la Tierra Caliente,
para finalizar en el punto 26, con la descripción económica y social que de
Pungaravato y de otros pueblos de su jurisdicción eclesiástica, hacen diversos
funcionarios coloniales. Valga entonces, el esfuerzo por preservar la memoria
histórica que da identidad a los de Pungaravato.
Guanajuato, Gto., semestre académico agosto-diciembre de 2018.
Dr. Carlos Arias Castillo.
14
1. Los antiguos habitantes de la Tierra Caliente.
Es difícil y complejo, delimitar quiénes fueron los antiguos habitantes de la Tierra
Caliente y en particular de lo que ahora es Pungaravato (Pungarabato),
Pungarahuato (Phunguári-huato-Ciudad Altamirano). No obstante, los
arqueólogos han buscado sistematizar periodos, asentamientos, evolución y
relaciones culturales entre los diversos grupos aborígenes que se asentaron en
Oasisamérica, Aridoamérica y Mesoamérica, precisamente, es en esta última
región en la que se ubican los pueblos ancestrales de la Tierra Caliente; en lo
que se ha denominado el Occidente Mesoamericano. Pero, a decir, de estos
expertos, ha resultado bastante difícil delimitar el establecimiento de fronteras
regionales de cada una de las áreas mencionadas, y aún más, de quiénes fueron
los habitantes aborígenes de estas áreas geográficas.
Fuente: adiciones, tomando como base el mapa de la portada de la Edición Especial de
Arqueología Mexicana. Atlas del México Prehispánico. Mapas de Periodos, Regiones y Culturas.
Número 3, año 2000.
15
Atendiendo a evidencias arqueológicas existentes, lo que se debe considerar es
que, derivado de relaciones entre los diversos grupos indígenas de estas
regiones, se observó con el correr de los siglos, una larga y compleja evolución
cultural producto de la interrelación comercial y racial entre grupos sedentarios
con asentamientos humanos fijos, con aquellos que eran semisedentarios
(Mesoamérica y Oasisamérica) y grupos nómadas ubicados en Aridoamérica;1
inclusive, supuestamente, con grupos aborígenes provenientes de centro y
Sudamérica, como más adelante se especificará.
Es en el Área Mesoamericana, en una de sus subregiones denominada el
Occidente, es donde se ubican la mayoría de los asentamientos humanos
prehispánicos que dieron origen a los pueblos de la Tierra Caliente. Esta
delimitación cultural, fue elaborada en 1943 por el Dr. Paul Kirchhoff, pero hoy en
día, inclusive, existen diferencias respecto de sus fronteras. En cuanto a su
datación histórica, va de entre 2500 a.C. y 1521 d.C. Según los expertos, las
evidencias arqueológicas revelan que estos grupos originarios, desarrollaron
diversas y extraordinarias manifestaciones culturales, compartiendo un gran
número de sus elementos, lo que permite inferir de la misma forma, una red de
relaciones en todos sus aspectos: sociales y económicas.
Fuente: adiciones, tomando como referente, el artículo Orígenes Andinos de la metalurgia del occidente de México, Dorothy Hosler,
recuperable en: http://www.raulybarra.com/notijoya/biblioteca_archivos_1.1/notijoya_1.1/archivosnotijoya_X/7metalurgia_mexico. Htm.
1 Solares, Carraro María del Carmen y Enrique Vela Ramírez. Atlas del México Prehispánico. Mapas de Periodos, Regiones y Culturas. Edición Especial de Arqueología Mexicana, número 5, julio de 2000. Pág. 5.
16
Para los arqueólogos, al igual que las otras áreas (Oasisamérica y Aridoamérica),
Mesoamérica siguió pautas y ritmos de desarrollo relativamente diferenciadas de
estas regiones, fundamentalmente, porque entre ellas existieron continua y
permanentemente alianzas políticas, o principalmente por el intercambio
comercial.
Entre los expertos (historiadores y arqueólogos), existe la convención, de que,
en el área conocida como Mesoamérica, no sólo habitaron grupos nómadas y
recolectores que buscaban de manera errante los recursos para su subsistencia,
los estudios arqueológicos realizados, muestran que también se desarrollaron
sociedades más complejas, en donde los pobladores del norte de México y de lo
que ahora es la parte sur de los Estados Unidos de Norteamérica, recibieron de
las culturas mesoamericanas influencias varias, y a la vez, éstas también fueron
influidas por los pueblos del norte.
Como sostienen Carmen Solares y Enrique Vela: “Los rasgos a partir de los
cuales se define la extensión del territorio mesoamericano son de dos tipos: los
relativos a la estructura de la sociedad, como la economía, la política y la religión
y los que se refieren a las pautas culturales específicas que derivan de ellas,
como los rituales, la cerámica, la escultura y el patrón de asentamiento, entre
muchos otros. Es en estos últimos, en las formas concretas en que se
expresaban las pautas de comportamiento y las creencias comunes, que se
manifiesta la extraordinaria diversidad de culturas que habitaron el área
mesoamericana, de lo cual también dan cuenta las decenas de lenguas que se
hablaban al momento de la conquista”.2
Como se ha mostrado en los mapas anteriores, la llamada subárea
mesoamericana de occidente, con sus culturas particulares, comprende lo que
hoy en día dentro de la geografía nacional se identifica como: parte de Sinaloa,
Colima, Jalisco, Nayarit, Michoacán y una porción de Guerrero.
La delimitación del Área Mesoamericana con sus subregiones de culturas y
rasgos particulares, pero todas compartiendo elementos que las ubican
culturalmente en Mesoamérica, permite identificar, que es en una de sus
2 Ob.Cit. Solares, Carraro María del Carmen y Enrique Vela Ramírez. Atlas del México Prehispánico. Mapas de Periodos, Regiones y Culturas. Edición Especial de Arqueología Mexicana, número 5, julio de 2000. Pág. 17.
17
subregiones denominada “el occidente de México”, donde los expertos han
nombrado y ubicado geográficamente los pueblos originarios de la Tierra
Caliente, y han intentado describir y delimitar el padrón de asentamientos de
estos grupos ancestrales que habitaron la región; capitulo por cierto, hoy en
día, no cerrado o concluido, siendo una temática de investigación a seguir, según
avancen los trabajos de exploración arqueológica que en el futuro se realicen,
que al ser ligados con fuentes documentales históricas, permitirán reelaborar,
corroborar, precisar o desmentir las visiones que hasta ahora se tienen respecto
de los primitivos habitantes de Pungaravato y de la Tierra Caliente.
2. Naciones indígenas que habitaron la Tierra Caliente.
Previo a la conquista española de México-Tenochtitlán, en 1521 por Hernán
Cortes y sus huestes de aliados indígenas, al contacto europeo con los pueblos
originales de nuestro país; antes de nuestro rico mestizaje, habitaron en la Tierra
Caliente, una serie de naciones o de pueblos originarios, que hoy en día,
constituyen nuestra raíz indígena o ancestral; en realidad, una de nuestras raíces
ancestrales como calentanos mestizos.
En el Occidente de México, los colonizadores europeos-españoles, encontraron
pueblos originarios regidos bajo estructuras de carácter militar-teocrático, es
decir, basadas en el liderazgo divino del gobernante apoyado por una estructura
militar fuerte, y sustentada económicamente por la agricultura, la exacción
(cobro) de tributos en pueblos de menor poderío o quizá esclavizados que
aportaban su trabajo personal al líder teocrático dominante.
Es importante señalar, que, según algunos historiadores, sobre la base de
evidencias arqueológicas y etnográficas, en la Tierra Caliente (al igual que en
Mesoamérica), habitaron diversas tribus organizadas en familias o grupos, en
donde, los líderes o jefes de esas tribus, se reunían para considerar y atender
problemas locales, llegando a constituir un consejo tribal (de la tribu), compuesto
por líderes o ancianos; con el tiempo, ello derivó en que entre los miembros de
ese consejo tribal, se eligiera un gobernante que provenía de una cierta familia,
cuyas ramas podían sucederlo en el poder, naciendo entonces, la nobleza
hereditaria. El líder teocrático podía inclusive, atendiendo a su linaje, designar a
su sucesor.
18
En una mayor organización de la estructura teocrática-militar, el consejo tribal
podía quitar el poder a la familia gobernante y reemplazarla por otra. El líder
teocrático, ejercía su poder como supremo dirigente religioso, militar y político,
acompañado por sacerdotes que ejercían y acompañaban los diversos ritos
religiosos y una casta militar que lo apoyaba. Esta estructura, se basaba en
visiones, creencias y mitos que legitimaban y aglutinaban a las tribus asentadas
en una determinada área territorial; es entonces, cuando se puede intentar hablar
de pueblos o naciones indígenas que a la par, desarrollaron una lengua, un
panteón de dioses comunes, visiones cosmogónicas, cerámica y estructuras
constructivas particulares o compartidas con otros pueblos aborígenes
Mesoamericanos.
Igualmente, también es posible encontrar, pequeños grupos que formaban una
tribu o tribus dispersas y asentadas en la región calentana, que, sin tener la
estructura anterior, aprovechaban las condiciones de fertilidad de ríos y vados en
donde podían pescar, sembrar y cosechar para lograr su sustento.
Los historiadores y arqueólogos, no se han puesto de acuerdo respecto de si a
ciertos grupos humanos o tribus asentadas en Mesoamérica que alcanzaron
cierto grado de organización social (incluyendo los de la Tierra Caliente), debe
catalogárseles como señoríos independientes; considerando la naturaleza del
trabajo desarrollado y la no especialización en arqueología, historia y etnografía,
no entramos en esa polémica.
J. Benedict Warren, en su espléndido trabajo, La Conquista de Michoacán
1521-1530, refiere un señorío gobernado por el señor de Zacatula (en la
desembocadura del Balsas), área, en donde según este autor, había una
pequeña colonia de guerreros uacúsechas de la nación phurhé.
Aun con la divergencia, la lógica nos indica, que cualquier grupo humano o tribu
con cierto grado de organización, requiere de un liderazgo, el cual se ejerce entre
su gente y en un determinado contexto geográfico o territorial, que, por la lucha
de los recursos entre tribus o naciones indígenas, de manera dinámica, pudo en
la época prehispánica ser cambiante. Previo al contacto europeo, según R.
Barrtlow, tomando como referente los actuales límites geográficos del Estado de
Guerrero, estos eran los señoríos independientes:
19
Fuente: Señorío y provincias indígenas en el actual Estado de Guerrero en 1519
(siglo XVI), según R. Barrtlow, en su obra The empire of the Culhua Mexica, recuperable en:
https://www.google.com.mx/search?q=mAPAS+L%C3%8DMITES+DEL+IMPERIO+TARASCO&client=firefox-
bab&dcr=0&tbm=isch&source=iu&ictx=1&fir=zvymQKQDOsv3dM%253A%252CWLX_ZfyD1xaNRM%252C_&
usg=__aRAS2A7WfiP0a6gvCXITyALfIz8%3D&sa=X&ved=0ahUKEwiViaf0lOLXAhWFxVQKHTilDNYQ9QEIL
DAC#imgrc=zvymQKQDOsv3dM
Derivado de fuentes coloniales y de estudios arqueológicos, por cierto, escasos
y no concluyentes, se puede decir, tomando como referente los actuales límites
del Estado de Guerrero, que en la región calentana, previo al contacto europeo,
habitaron y seguramente, tuvieron interrelaciones de toda índole Nahuas (Tecos
de ese origen),Tolimecas, Chumbias, Pantecas, Cuitlatecas, Chontales, Itzucos,
Tepuztecas, y Phurhépechas o Tarascos, con este último grupo humano, en las
fuentes coloniales, precisamente, se identifica y liga a los habitantes de
Pungaravato.
En la Tierra Caliente, y geografía circunvecina, en el siglo XVI, las lenguas o
idiomas que permiten inferir un elemental grado de articulación social y desarrollo
cultural de las naciones indígenas que las hablaban, se puede identificar a las
siguientes: Phurhépecha (Tarasco), Cuitlateca, Itzuco, Nahua, Tolimeca,
Chumbia y Panteca. Algunas, se ligan con el tronco lingüístico proto-yutonahua,
otras, como las habladas por pueblos otomiés (presentes en la región calentana),
Mazahuas, Matlatzincas y Ocuiltecos, se les relaciona con el tronco
proto-otopame. La phurhépecha, no guarda relación lingüística con ninguno de
los troncos mencionados.
20
Fuente: Adiciones, según el mapa: Principales lenguas indígenas en la región de Guerrero en el siglo
XVI, atribuido a Miguel de Mendizábal, Wigberto Jiménez Moreno y Mauricio Swadesh, recuperable en:
https://www.google.com.mx/search?q=mAPAS+L%C3%8DMITES+DEL+IMPERIO+TARASCO&client=firefox-
bab&dcr=0&tbm=isch&source=iu&ictx=1&fir=zvymQKQDOsv3dM%253A%252CWLX_ZfyD1xaNRM%252C_&
usg=__aRAS2A7WfiP0a6gvCXITyALfIz8%3D&sa=X&ved=0ahUKEwiViaf0lOLXAhWFxVQKHTilDNYQ9QEIL
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Sarah Albiez-Wieck, en su obra: Contactos Exteriores del Estado Tarasco.
Influencias desde Dentro y Fuera de Mesoamérica, en el siguiente mapa,
propone los siguientes grupos originarios, delimitando las lenguas que hablaban.
Fuente: tomado de Sarah Albiez-Wieck. Contactos Exteriores del Estado Tarasco. Influencias
desde Dentro y Fuera de Mesoamérica. Vol. I. El Colegio de Michoacán. Fideicomiso Felipe
Teixidor y Monserrat Alfau de Teixidor. (2013). Pág. 118.
21
A continuación, con la información disponible, se intenta hacer una descripción
breve de los pueblos indígenas que tuvieron ubicación geográfica en la Tierra
Caliente.
2.1 Cuitlatecos.
Si nos atenemos a la información recabada por historiadores, arqueólogos y
etnólogos, se puede inferir, según los mapas mostrados, que el pueblo de cultura
ancestral que configuraba la nación Cuitlateca, era uno de los más extendido en
la Tierra Caliente al momento del contacto con los colonizadores europeos en el
siglo XVI.3
La extensión lingüística y cultural de esa nación, comprendía desde las cercanías
de Acapulco hasta Ajuchitlán, ya en la región calentana. Este idioma, hoy en día
desaparecido, según los lingüistas, se clasifica dentro de los idiomas ancestrales
que tienen una raíz yutonahua.
En contraposición a lo anterior, Donald Brand, plantea que el idioma Cuitlateco,
no es nahuatlato (derivado de la raíz yutonahua), admitiendo la posibilidad de
que derive del Siux-hokano o el Macro-Otomangue.
Aproximadamente en mayo de 1941, el lingüista Norman A. McQuown, realizó
una investigación de campo en Ajuchitlán o Thitichuc-Umo (en cuitlateco), para
estudiar el idioma Cuitlateco, y encontró, que prácticamente esa lengua ya se
encontraba muerta, puesto que, en ese año menos de cinco personas lo hablan
y alrededor de veinte, más o menos, la entendían.4
En esta misma revista que se cita en el presente trabajo “El México Antiguo”, el
Etnólogo, Pedro R. Hendrichs, hace referencia a un interesante artículo
aparecido en esa publicación (páginas: 233-238), cuyo autor es el profesor D.
Teófilo Dondé y López, Cuitlateco, oriundo de Ajuchitlán, y uno de los últimos
hablantes de su idioma, en donde narra las “costumbres cuitlatecas”, pero más
relacionadas con la época colonial que con la primitiva antigüedad. En realidad,
3 Commons, Áurea. Gestación y nacimiento de un estado: Guerrero. Investigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía, UNAM. No. 50, (2003), Pags. 196-219. 4 Norman A. McQuown. La Fonética del Cuitlateco. El México Antiguo, Tomo V, junio 1941, Núm. 7-10. Pág. 239.
22
refiere pasajes relativos al discurrir de las cofradías en su localidad. Con el
contacto español, la vestimenta indígena observó cambios importantes; más
encaminadas a “cubrir su desnudez”, pero, es de considerarse, que entre la gente
común, con el correr de los siglos, la forma de vestir sufrió pocos cambios. Las
siguientes fotografías, tomadas probablemente entre 1923 y 1924, muestran la
vestimenta de la gente de Thitichuc-Umo-Ajuchitlán, que, desde mi punto de
vista, prácticamente era igual a la de los otros habitantes de la Tierra Caliente,
incluyendo desde luego, a la gente de Pungaravato. También para estos años,
las cofradías prácticamente habían desaparecido, pero, algunas costumbres
relacionadas con festividades religiosas de cofradía perduraban.
Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San
Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Mathías de
Escobar en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los
Ángeles Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo
de 1924, Pág. 99.
Lo interesante de la fotografía, es que, las Guanánchaecha (Guanancheras) de
Thitichuc-Umo-Ajuchitlán, ligadas a los hospitales de Don vasco de Quiroga,
muestran, por una parte, la forma de vestir de las mujeres de la Tierra Caliente,
en donde el rebozo era tradicional, y por la otra, dentro de sus limitaciones
económicas, la forma en que se engalanaban para sus festividades religiosas.
Seguramente, en sus ritos y ceremonias prehispánicas, dada su acendrada
religiosidad, también vestían sus mejores galas.
23
Con el mismo propósito, se muestra una fotografía de inicios del siglo XX, de
“cargueros de la Santa Cruz”, que hacían adornos en el Calvario de Thitichuc-
Umo-Ajuchitlán. Aun con la poca nitidez de la fotografía, es posible observar
tambor y jorongo entre sus miembros varones, usos y vestimenta, considero, muy
similar a la de otros pueblos de la Tierra Caliente. Nótese, el uso de pantalón y
camisa de manta simple de algodón, muy similar al material de vestido usado en
la época prehispánica, aunque entre los phurhépechas, a diferencia de otros
pueblos mesoamericanos, con diferente calidad, uno de los elementos de su
atuendo consistía en vestirse con una especie de camisa de manga corta sin
cuello, tal y como es posible observar en la Relación de Michoacán.
Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San
Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Mathías de
Escobar en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los
Ángeles Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo
de 1924, Pág. 125.
2.2 Phorhépechas (tarascos).
La nación phorhé (tarasca), cuyo idioma y cultura persiste hoy en día,
principalmente en el centro y región lacustre de Michoacán, fue una de las más
importantes en Mesoamérica en el Postclásico tardío (1200-1521 d.C.).
24
Los especialistas consideran que a finales del siglo XII, surgieron grandes
estados como el de los Mexicas, cuyo centro de poder era México-Tenochtitlan,
y el de los Phorhépechas (Tarascos), cuya capital imperial ubicada en la orilla
oriental del lago era Pátzcuaro, luego seguiría Tzintzuntzan (Uitzitzilan, así
nombrada por los Mexicas), naciones rivales enfrentadas para obtener el dominio
y acceso a recursos de la región central y occidental de Mesoamérica, como a
los productos exóticos de la Tierra Caliente.
El origen de la nación phoré, no ha sido establecido plenamente; algunos
especialistas, lo ubican en el sur de lo que ahora son los Estados Unidos de
Norteamérica, otros, en el área sudamericana. Lo que es cierto, es que según se
narra en la Relación de Michoacán, un grupo de emigrantes arribaron a la zona
lacustre de Michoacán, hacia los inicios del Posclásico tardío, pudiendo ser
inclusive, algún grupo de la región, que, tras alcanzar algún grado de desarrollo
social, político y militar, tuvieron la capacidad de iniciar un proceso de expansión
y, mediante guerras de conquista y colonización poblacional, someter a un
numeroso grupo de poblados, entre los que se encuentra Pungaravato (Phungári-
huato, Pungarahuato, Pungarabato) y la mayoría de los ubicados en la Tierra
Caliente.
En lo que hay consenso, es que el idioma phurhé, no mantiene relación lingüística
con los otros pueblos de Mesoamérica, con los cuales, no obstante, guardaba
una relación cultural y comercial, como se demuestra con las diversas piezas
arqueológicas de origen externo encontradas en asentamientos y enterramientos
considerados hoy en día como phurhépechas.
Entre 1420-1440 d.C., los Phurhépechas ya habían consolidado su expansión y
dominio económico, político y militar, y para entonces, en la región calentana, la
lengua franca de mayor uso era la phorhé o tarasca, y abarcaba desde
Tlapehuala (Acatzequaro), Cutzio (pueblo ancestral hoy unido con Huetamo),
Guayameo, Coyuca, Cutzamala, Zirándaro y Pungarabato (Phunguári-huato), de
entre otros poblados de la Tierra Caliente. Algunas fuentes, ubican a Coahuayutla
de Guerrero (hoy de José Ma. Izazaga), como zona hablante phurhé. Salvo
evidencias arqueológicas futuras o hallazgos documentales, es difícil saber,
previo a la conquista purhépecha, el nombre de las tribus, grupos o señoríos
indígenas que originalmente se asentaron de manera específica en cada uno
de los pueblos de la Tierra Caliente; lo que sí se puede inferir con la información
arqueológica y fuentes documentales disponibles, dada una cultura
mesoamericana compartida, es que, Phurhépechas, Cuitlatecos, Nahuas,
Tolimecos, Chumbias, Pantecas e Itzucos, y aun con otros pueblos más lejanos,
25
antes de la conquista española, tuvieron una interrelación cultural y comercial
permanente. Particularmente, la elite dominante phurhé, no encontró problema
en tener y fomentar relaciones multiétnicas entre los pueblos tributarios del
imperio.
Intentando explicar la preminencia del idioma phorhé en la región calentana, es
muy probable, que los dignatarios del Imperio Purépecha, dada la importancia
estratégica y económica que la Tierra Caliente tenía, para afianzar su control
económico, político y militar, al parecer, realizaron un proceso de colonización
estratégica, trayendo gente del área lacustre de Michoacán para poblar la región;
hablantes del idioma phorhé, conjuntamente con indígenas aliados o sometidos
al dominio del Irecha-Cazonci, tal y como se observa con los Güetamos-
Matlazincas o Pirindas de origen otomiano (otomí) quienes fueron asentados en
aquél tiempo en lo que ahora es el entrañable Huetamo de Núñez, Michoacán,
habitado y poblado conjuntamente con los de Cutzio; práctica que, por cierto,
también hacían los dignatarios de México-Tenochtitlan en sus guerras de
conquista y colonización. Entre los historiadores, existen divergencias respecto
de la delimitación del imperio o señorío phurhé o uacúsecha, creo, todo derivado
de las guerras de conquista y reconquista de territorios entre phurhés y mexicas,
que originaban avances y repliegues constantes.
Por lo mismo, han existido y existen divergencias, por cierto, mínimas, respecto
de los límites del imperio o señorío phurhé; no obstante, la mayoría de los
historiadores consultados, coinciden en que prácticamente, son compatibles con
los que geográficamente en la actualidad tiene el Estado de Michoacán, con
algunas otras ramificaciones que más adelante se comentan y muestran.
Tomando como referente las fuentes documentales existentes, y los escasos
estudios arqueológicos, es posible inferir que algunos asentamientos de la Tierra
Caliente, además de ser estratégicos para los uacúsechas dados sus recursos
materiales, también eran su frontera en la parte sur del señorío o Imperio Phurhé.
J. Benedict Warren, citando a Corona Núñez, respecto de la frontera sur, sostiene
lo siguiente:
[…] Al sur, los tarascos controlaban los dos lados del Río Balsas hasta
Ajuchitlán, donde el rey tarasco mantenía una fuerte guarnición frente a
los mexicanos.5
5 Warren, J. Benedict. La Conquista de Michoacán 1521-1530. Fimax Publicistas, (1977), Pág. 3.
26
El prestigiado arqueólogo Donald D. Brand, quien hizo estudios en la región
calentana entre 1938 y 1939, plantea una visión más amplia de lo que eran las
guarniciones phurhépechas en la región:
[…] Los tarascos mantuvieron una línea de fuertes y guarniciones contra
los “chichimecas”, los mexicanos y otros pueblos en el noreste, este y
sudeste, que incluía muchas plazas como Yuririapúndaro [Yuriria],
Acámbaro, Maravatío, Teximaroa, Zitácuaro, Cutzamala, Chapultepec
cerca de Tlalchapa y Ajuschitlán [Ajuchitlán]6
Dicho por los expertos (Warren y Brand), queda descartado que, en la región
calentana, Cutzamala haya sido la única guarnición para defender y ensanchar
el señorío phorhé; el propio Brand, en su trabajo ya citado, agrega que: “En
efecto, a la llegada de los españoles (a Michoacán, 1522-23) los tarascos estaban
empujando agresivamente en el norte del centro de Guerrero, desde
fortificaciones en Ajuchitlán y Cutzamala en el Valle del Balsas y Guerrero.” Es
de llamar la atención, que el mismo Brand, identifica a Ajuchitlán, como
“Tehuehuetla”, infiero, que deriva del náhuatl, y que, según Don Antonio Peñafiel,
significa “en el lugar del atabal de piedra”. No obstante, guardo reserva, porque
hay un San Juan Tehuehuetla perteneciente al Municipio de San Miguel
La información proporcionada, indica, que no sólo en Cutzamala existía una guarnición o asentamiento militar; la había en Ajuchitlán, y, probablemente, como región limítrofe del Imperio Phorhé, en algún sitio cercano a Tlapehuala, según lo pueden corroborar o desmentir futuras investigaciones arqueológicas. Por lo mismo, nos parece una desproporción, afirmar que en Cutzamala había 10,000 guerreros asentados, puesto que, Catherine Rose Ettinger MCEnulty, en su obra, Historia de la Arquitectura y el Urbanismo Mexicanos. Serie Regional. La Transformación de los Asentamientos de la Cuenca Lacustre de Páztcuaro Siglos XVI y XVII, propone una población de entre 60,750 a 105,000 habitantes en la zona lacustre de Pátzcuaro; de manera particular, para Tzintzuntzan, se proponen entre 25,000 y 35,000 habitantes. Para Erongarícuaro, Pátzcuaro e Ihuatzio, de entre 3,000 y 5,000 habitantes. La tendencia en otros asentamientos de la región central era de una densidad de 103 habitantes por kilómetro cuadrado. Considerando lo inhóspito de la Tierra Caliente, quizá, al contacto con los españoles, la densidad de población muy probablemente era menor, y por lo mismo, logísticamente, de sostenerse tal cantidad (10,000 guerreros), resultaría imposible mantenerlos frente a tan escasa población; esto, sin considerar la otra guarnición de Axuchitlan (Ajuchitlán), área más hacía el Pacífico que los mexicas pretendían controlar militarmente. Es probable, que frente a la amenaza de invasión mexica, o de invasión misma, pequeños asentamientos, y otros de mayor densidad de población con presencia de hombres de guerra, ocurrieran en defensa de las guarniciones militares, además de que de manera cotidiana participaran en su sostenimiento con el producto de las cosechas de las tierras destinadas al Irecha o Cazonci (sementeras). 6 Brand, Donal D. Traducción del inglés por José Corona Núñez. Bosquejo Histórico de la Geografía y la Antropología en la Región Tarasca. Instituto de Antropología Social de la Smithsonian Institution de Washington, D.C. Anales del Museo Michoacano, número 5, Segunda Época (1952), Pág. 56.
27
Totolapan, Gro., y puede tratarse de una posible confusión del referido autor,
respecto del nombre del pueblo.
Estudios más recientes, parecen confirmar las versiones anteriores, al proponer
que los phurhépechas en la región calentana, buscaban delimitar y defender sus
fronteras en la zona de Zirándaro-Coyuca y Cutzamala-Ajuchitlán; esto, hasta
antes de la llegada de los colonizadores españoles. Propongo que, en esta
delimitación y defensa fronteriza, también debe incluirse a Tlapehuala, por su
nombre dual de Acatzécuaro, en phurhé. No obstante, existe otra versión
diferente de Donald Brand, que, según este autor, el nombre náhuatl de
Tlapehuala es posterior a la conquista phurhé, más bien, producto de la
colonización y repoblamiento español derivado de epidemias. Considero, que el
nombre de Acatzécuaro (Tlapehuala), fue impuesto con la conquista y dominio
de los uacuséchas phorhés en dicho pueblo, y no concuerdo con Brand, porque
si bien es cierto que hubo movimiento de población por parte de los españoles
para colonizar y recolonizar las poblaciones diezmadas por epidemias, hasta
hora, no existen evidencias arqueológicas y fuentes documentales coloniales que
corroboren tal versión.
Alrededor de la primera mitad del siglo XV, muerto Tariacuri, bajo el triunvirato de
Hiripan, Tangaxoan I, e Hiquingaje, mediante guerras de conquista, los Irecha-
Uacúsecha, tuvieron acceso a una amplia gama de productos de la región
terracalentana. Dada la división previa del señorío por Tariacuri, entre su hijo y
sobrinos, la conquista de los pueblos calentanos inició cuando en Páztcuaro tenía
su sede Hiquingaje, en Tzintzuntzan, Tangaxoan I, y en Ihuatzio (Coyucan),7
Hiripan, tal y como se mostrará en la tabla cronológica desarrollada en la presente
obra.
El siguiente, es un mapa que propone la delimitación geográfica del Imperio, no
en sentido moderno como ahora se encuentran establecidos los límites estatales
con mojoneras y líneas imaginarias; en la antigüedad, su referente lo eran los
asentamientos humanos de un determinado sitio, que recibían un nombre
toponímico por parte de quien los conquistaba o colonizaba o simplemente para
identificarlos como un punto de referencia, de ahí que algunos pueblos de la
Tierra Caliente tengan más de un nombre ancestral en las fuentes coloniales
existentes. Por otra parte, hay que considerar, que debido a las intermitentes
guerras entre mexicas y phorhés, las fronteras no eran rígidas ni estáticas como
hoy en día se asume.
7 Ihuatzio-Coyucan, no es la Coyuca de Catalán calentana.
28
F u e n t e : a d i c i o n e s s o b r e l a b a s e d e l M a p a d e l o s l í m i t e s d e l I m p e r i o o
Se ñ o r í o Pu r h é p ec ha , at r ibuido a Po l lard 1993: 5, recuperab le en:
https://www.google.com.mx/search?q=mAPAS+L%C3%8DMITES+DEL+IMPERIO+TARASCO&client=firefox-
bab&dcr=0&tbm=isch&source=iu&ictx=1&fir=zvymQKQDOsv3dM%253A%252CWLX_ZfyD1xaNRM%252C_&
usg=__aRAS2A7WfiP0a6gvCXITyALfIz8%3D&sa=X&ved=0ahUKEwiViaf0lOLXAhWFxVQKHTilDNYQ9QEIL
DAC#imgrc=zvymQKQDOsv3dM:
Otras naciones o señoríos, como los Cuitlatecos, Chontales y Apanecas, eran
asediados por Mexicas y Phurhés, y ya conquistados, bajo un rígido control, se
les obligaba a ser tributarios o a servir militarmente (o a cumplir ambas
funciones), no obstante de que podían mantener sus creencias religiosas, sus
estilos constructivos y su tradición cerámica.
La forma en que se organizaba el gobierno del señorío del Irecha phorhé, es
descrito en la Relación de Michoacán. En LA TERCERA PARTE, denominada:
DE LA GOBERNACIÓN QUE TENÍA Y TIENE ESTA GENTE ENTRE SI, en la
cual se señala que:
[…] Tenía su gobernador y un capitán general en las guerras, y componíase
como el mismo Cazonci. Tenía puestos cuatro señores muy principales en
cuatro fronteras de la provincia, y estaba dividido su reino en cuatro partes.
Tenía puestos para todos los pueblos caciques que ponía él [el Irecha o
Cazonci] de su mano y entendían en hacer traer leña para los cúes
[adoratorios] con la gente que tenía cada uno en su pueblo, y de ir con su
gente de guerra a las conquistas.
29
En cuanto a estos “cuatro señores”, asentados en cada una de las cuatro
fronteras del imperio, seguramente, atendiendo a lo narrado en la Relación de
Michoacán, uno de ellos, se ubicaba en la frontera sur occidental; en la Tierra
Caliente. Dado que la Relación no menciona ni el nombre de estos “cuatro
señores”, ni el lugar donde residían en cada una de las fronteras, ni sobre el punto
existe evidencia documental, etnográfica o arqueológica, en un terreno
estrictamente especulativo, existe la probabilidad, de que, en Cutzamala o en
Pungaravato, se hubiera asentado uno de esos “cuatro señores” de frontera.
Esto, en primer término, porque en la Relación de Michoacán, se señala
claramente la práctica de que, una vez realizada la conquista de los pueblos, los
phurhépechas seguían o introducían la costumbre de adorar a sus dioses; en
segundo lugar, porque se encuentra documentado, que sólo en dos pueblos de
la Tierra Caliente se adoraban deidades phurhés: APATZI, en Cutzamala, con
guarnición reconocida, y PUNGÁRANCHA, en Pungaravato, de donde, estos
“cuatro señores”, con independencia del lugar o frontera en la que se ubicaran,
tenían la obligación de honrar a Caricaueri y otras deidades principales. No
obstante, es de reconocerse, que los caciques de cada pueblo conquistado que
eran designados por el Irecha o Cazonci, tenían las mismas obligaciones de
ritualidad.
También es probable, que uno de estos “cuatro señores”, se ubicara en la región
de Ajuchitlán, como lugar de frontera phurhépecha reconocida.
Según se desprende de la Relación de Michoacán, los pueblos que se iban
conquistando, se administraban por caciques locales ratificados por el
Irecha-Cazonci; en tanto que los establecidos mediante colonización de
población perteneciente a la nación phorhé, como al parecer es el caso de
Pungaravato, eran gobernados por principales o caciques designados y enviados
desde la sede del señorío o imperio; es decir, desde la región lacustre.
30
Fuente: e laborac ión propia, tomando como base e l mapa: Geografía, mapa
general del estado, México. Ser ies Mapas de México, 1999. Recuperable en: https://www.google.com.mx/search?q=serie+mapas+de+m%C3%A9xico&client=firefox-b-
ab&dcr=0&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ved=0ahUKEwjMtY7A1OfYAhVEba0KHY
rZDAIQ7AkIOQ&biw=1920&bih=968#imgrc=0mWNFkygzSDf8M:
Este mapa, permite apreciar que Churumuco, Cutzio-Huetamo, Zirándaro,
Pungaravato, Coyuca, Thitichuc Umo-Ajuchitlán, Apatzingani-Cutzamala, según
los historiadores, se encontraban dentro del señorío del Irecha phurhé, en tanto
que, Tlalchapa y San Miguel Totolapan, también poblados calentanos, se
ubicaban en los límites del imperio, quizá, con dominio alterno de phurhés y
mexicas. Probablemente, en Coahuayutla, había una pequeña guarnición de
guerreros phurhés. Tlapehuala, pueblo calentano, deriva su nombre de la raíz
náhuatl, pero, su nombre phurhé es Acatzécuaro. Creo, que el nombre dual, le
viene de su ubicación geográfica de transición entre la frontera phurhépecha y
mexica, en donde sus dignatarios, dada su importancia estratégica o para
identificar y ubicar poblados, los nombraban con su propio idioma; misma
condición observa Cutzamala, cuyo nombre en phurhé es Apatzingani.
Francisco Antonio Aguilar Irepan, citando a Silverstein (Silverstein, 2000), dice
que este autor plantea que en el sitio 110, que se ubica en las inmediaciones de
Pungaravato, la población era del Postclásico Tardío; esto, sobre la base de los
materiales encontrados en superficie, y refiere que encontró cerámica finamente
pulida y obsidiana gris en su mayoría proveniente del yacimiento de Ucareo,
poblado perteneciente al Municipio de Zinapécuaro, Michoacán. La siguiente, es
una imagen de la yácata que estuviera ubicada en la ribera del Río de
Pungaravato (hoy Cutzamala), contigua al cerro Chuperio y hoy en día destruida
por los “avances de la modernidad”.
31
Fuente: cortesía del Lic. Víctor Manuel Arias Castillo.
Al contacto con los colonizadores españoles, gobernaba el Imperio Phurhé
Zuangua, quien murió contagiado de viruela. Lo reemplazó su hijo el Irecha
Tzintzincha Tanganxuan II (Tanganxoan), conocido entre los mexicas como
Cazonci, último soberano de la nación phurhépecha, quien fue “juzgado
sumariamente” y ejecutado por Nuño de Guzmán, en los límites de Michoacán y
Nueva Galicia (hoy Estado de Jalisco), en febrero de 1530.
El ya citado Donald D. Brand, propone que la lengua franca o madre en la región
de la Tierra Caliente, era la tarasca (phurhé), y en cuanto a la sustitución o
desaparición de esta, lo plantea de la siguiente manera:
[…] Dentro de esta región, por todas partes el tarasco era la lengua madre,
con excepción de las colonias Uetamecha [Cutzio-Huetamo], Pirinda, Teca
y Apaneca e islas mencionadas anteriormente [en la región lacustre]. No
obstante que el tarasco fue suplantado en todo o en parte por otras
lenguas indígenas en algunos lugares después de la conquista española
(por mexicano [náhuatl] en San Lucas, Tlapehuala, Tuzantla y Jiquilpan,
etc., y por lenguas otomianas en los distritos mineros del Norte), la
32
desaparición del tarasco fue causada en gran parte por las enfermedades,
emigración, congregación y el impacto del español.8
En otros términos, lo que Donald Brand señala, es que el topónimo de
Acatzécuaro en idioma phurhé, anterior a la conquista española, fue cambiado
por Tlapehuala, de origen náhuatl. El que escribe, considera que si Acatzécuaro
(Tlapehuala), fue colonizado por los uacúsechas y pobladores de la región
lacustre del Imperio Phorhé, dada su cultura, era muy difícil que, sin más,
aceptaran adoptar el nombre de Tlapehuala, de evidente grafía nahuatlata. Por
lo mismo, propongo, que, en el caso específico de Tlapehuala, este poblado era
de transición fronteriza, con conquista y reconquista alterna, y, probablemente,
primero fue colonizado por los nahuas, y luego conquistado por los phorhés; pero,
durante la colonia, no obstante, de que pudo haber hablantes del phurhé en dicho
pueblo, también los había de la lengua náhuatl, probablemente de manera
mayoritaria, y por eso cambió el nombre, a no ser que, dado el despoblamiento
por epidemias, efectivamente se hubiera tratado de una nueva recolonización
por parte de los españoles, con gente de origen predominantemente nahua, tal y
como lo plantea Donald Brand. No obstante, hasta hoy en día, no existe
información concluyente que sustente tal versión. Pareciera, que para repoblar
pueblos como sostiene Brand, haya habido un número suficiente e ilimitado de
mexicas, que no les afectó, ni la devastación por la conquista ni las terribles
epidemias.
También hay que tomar con reserva lo dicho por Donald Brand, porque según
Guillermo Vargas Uribe, quien toma inclusive información de Brand, pero la
adiciona con otra de varias fuentes coloniales, en la Tierra Caliente, incluyendo
Pungaravato, hacía 1550, se hablaba: tarasco (phorhé), que era la lengua franca,
mexicano (algunas fuentes señalan que corrupto), matlatzinca, mazahua, el
cuitlateco y el chontal; para 1630, las lenguas prácticamente eran las mismas y
las predominantes eran la tarasca y el mexicano; para 1759, se reporta tarasco,
mexicano y pirinda. Según Vargas Uribe, entre 1630 y 1759, se perdieron seis
lenguas, y, para 1889, en la región calentana sólo se hablaba Castellano.9
8 Ob.Cit. Brand, Donal D. Traducción del inglés por José Corona Núñez. Bosquejo Histórico de la Geografía y la Antropología en la Región Tarasca. Instituto de Antropología Social de la Smithsonian Institution de Washington, D.C. Anales del Museo Michoacano, número 5, Segunda Época (1952), Pág. 76. 9 Vargas, Uribe Guillermo. Población, Poblamiento, Diversidad Étnica y Lingüística de la Tierra Caliente del Balsas: Etapa Pre-Censal (1521-1889). Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Instituto Superior de Huetamo. H. Ayuntamiento Constitucional de Huetamo 2015-2018. H Ayuntamiento Constitucional de Tiquicheo 2015-2018 (2016), Pág. 51.
33
Otro dato interesante, es que Donal Brand, al identificar a Coyuca, como
Coyucan, entre paréntesis, señala que también se le nombraba como Cuinao o
Enian. Ignoro, por no ser experto, si estas últimas denominaciones son del idioma
phurhé. No obstante, al consultar el Diccionario Grande de la Lengua de
Michoacán (Págs. 136 y 137), encontré que Cuinao, puede relacionarse con:
cuina, que significa: rapar, mutilar y rapar; o, quizás con: Cuini: paxaro (pájaro)
generalmente; en tanto que, Enian, alude a la producción de cera, donde hay
cera. Considerando que águila en phurhé es: Vacus (Uacus), según Gilberti (Pág.
150); khuiiúsi, tsápki, según Velásquez Gallardo (Pág. 17), no he encontrado la
posible relación del idioma phurhé, con el significado de: “despeñadero de
águilas”, que según se afirma, significa Coyuca en el idioma phurhépecha.
2.3 El probable contacto de los pueblos terracalentanos, con los de
Sudamérica.
Existen investigaciones arqueológicas en la región calentana, que revelan un
posible contacto con Centroamérica y Sudamérica. Pero, sin restarle valor a las
evidencias crecientes, hasta ahora, no hay nada concluyente.
La arqueóloga, Rosa María Reyna Robles, en un interesante artículo
denominado: Esculturas, estelas y lápidas de la región del Balsas: acercamiento
a su cronología e interpretación, en el libro colectivo El Pasado Arqueológico de
Guerrero, publicado por el Gobierno del Estado de Guerrero y el Instituto Nacional
de Antropología e Historia, hace referencia a una serie de lápidas esculpidas,
descubiertas en Placeres del Oro y Cuauhlotitlan, que, según la diversa opinión
de los arqueólogos, pueden presentar ciertos rasgos de las culturas ubicadas en
Centro y Sudamérica.
Señala esta investigadora, que su estilo es desconocido en otros sitios de
Mesoamérica, y consecuentemente, en el Occidente Mesoamericano donde se
ubican los pueblos de la Tierra Caliente, y, respecto de su existencia, acota lo
siguiente:
[…] y de cuyos motivos y representaciones Spinder hace una acuciosa
representación e intenta una primera interpretación, concluyendo que le
parecían más relacionadas con motivos de los grupos nahuas del este y
noreste que con los de sus vecinos tarascos del norte. Kriekeberg, por su
parte, opina que se parecían a ciertos estilos peruanos (en Hendrichs
34
1945), y Covarrubias (1961), que tenían una aparente y fuerte influencia
de Chavín.10
La referida arqueóloga, fecha la elaboración de estas lápidas en el Epiclásico o
Clásico Tardío, lapso que comprende entre el año 650 y el 1000 d.C., referente
histórico, en el cual se observa la transición del ocaso de la gran ciudad de
Teotihuacan y las migraciones de grupos denominados Chichimecas al Altiplano
Central de Mesoamérica, que luego, daría lugar a la formación de sociedades del
Postclásico.
Rosa María Reyna, también advierte una cierta influencia o relación con Centro
y Sudamérica, respecto de objetos metalúrgicos y la elaboración de cerámica
denominada Yestla Naranjo, manufacturada en Mesoamérica. Algunos
arqueólogos, han llegado a plantear que la metalurgia, se desarrolló en el
altiplano occidental de Mesoamérica, y que, el pueblo phurhé, aprovechó y utilizó
las técnicas provenientes del exterior, para elaborar objetos y artefactos
metálicos de uso ritual y cotidiano entre las elites y de gran belleza y perfección.
10 Reyna, Robles Rosa María. Esculturas, estelas y lápidas de la región del Balsas: acercamiento a su cronología e interpretación. El Pasado Arqueológico de Guerrero, Christine Niederberger y Rosa María Reyna Robles (coordinadoras), (2002). Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos. Gobierno del Estado de Guerrero. Instituto Nacional de Antropología e Historia, Pág. 362. La Cultura Chavín, se ubica en el territorio norte del Perú, en Sudamérica, y arqueológicamente, se desarrolló entre los años 1200 y 400 a.C.
35
Fuente: tomado de Rosa María Reyna Robles, en su artículo: Esculturas, estelas y lápidas de la
región del Balsas: acercamiento a su cronología e interpretación. El Pasado Arqueológico de
Guerrero, Christine Niederberger y Rosa María Reyna Robles (coordinadoras). Centro Francés
de Estudios Mexicanos y Centroamericanos. Gobierno del Estado de Guerrero. Instituto Nacional
de Antropología e Historia, (2002). Pág. 376.
Este posible contacto entre los pueblos ancestrales de Centro y Sudamérica y los
de la Tierra Caliente, en ninguna circunstancia, puede hacer inferir, que “los de
Suramérica”, fundaron algún asentamiento (ahora pueblos) en la región
calentana; porque, una cosa es el contacto con su posible influencia cultural,
(reflejada generalmente en estructuras constructivas, metalurgia y en cerámica
locales), y otra, es la creación de asentamientos humanos permanentes.11
11 Ob. Cit. Reyna, Robles Rosa María. Esculturas, estelas y lápidas de la región del Balsas: acercamiento a su cronología e interpretación. El Pasado Arqueológico de Guerrero, Christine Niederberger y Rosa María Reyna Robles (coordinadoras). Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos. Gobierno del Estado de Guerrero. Instituto Nacional de Antropología e Historia, (2002). Pág. 370.
36
En un trabajo denominado: Las cerámicas tempranas en el área del delta del
Balsas, cuyos autores son Ma. De Lourdes López Camacho y Salvador Pulido
Méndez, también se hace referencia a probables contactos de la región con otras
zonas de Centroamérica, Sudamérica y Mesoamérica, y en relación a su trabajo,
estos investigadores señalan que: “no encontramos precisiones acerca de los
tipos cerámicos comparables”; y, respecto de este material cerámico, indican
que: “Estos evidencian, efectivamente, motivos decorativos que recuerdan
diseños elaborados en épocas muy antiguas en las áreas de la Tierra Caliente
de Michoacán y Guerrero, así como de Colima, del centro de México y de zonas
tan alejadas como Sudamérica.” 12
La posibilidad de contactos culturales con Centro y Sudamérica y los pueblos
ancestrales de la Tierra Caliente y el señorío phurhé, también se encuentra
documentada en las fuentes coloniales, específicamente, en una carta dirigida al
Rey de España por el Contador Real Rodrigo de Albornoz en 1525, en ella narra,
que los indios de Zacatula, poblado ubicado en el Océano Pacífico, le aseguraron
que sus padres y abuelos les contaron que de tiempo en tiempo venían indios a
dicha costa de ciertas islas del sur en grandes piraguas, trayendo excelentes
objetos para comerciar y llevando otras cosas de la tierra (de los pueblos con los
que comerciaban); también dice, le indicaron, que algunas veces, cuando el mar
se ponía bravo, los que venían tenían que quedarse cinco o seis meses hasta
que llegara el buen tiempo, se calmara el mar y pudieran regresar.13
2.4 Tolimecas, Chumbias y Pantecas.
De estos pueblos poco se sabe, pero en documentos coloniales y literatura
especializada se hace referencia a los mismos de manera escueta. Se dice, que
estas agrupaciones humanas eran reducidas lingüística y territorialmente, razón
por la cual desaparecieron antes del siglo XVII.14
Es muy probable, que estos pueblos, hayan pertenecido lingüísticamente a la raíz
proto-yutonahua, porque, como sostienen David Charles Wright Carr y Daniel
Vega Macías, hablando de migraciones desde el occidente mexicano:
12 López, Camacho Ma. de Lourdes y Salvador Pulido Méndez. Las cerámicas tempranas en el área del delta del Balsas. Revista de la Coordinación Nacional de Arqueología. Arqueología. Segunda Época, enero-abril de 2010, Pág. 85. 13 Citado por J. Benedict Warren, en su obra la Conquista de Michoacán 1521-1530. Fimax Publicistas, (1977). Pág. 10. 14 Dehouve, Daniele. Entre el Caimán y el Jaguar. Los Pueblos Indios de Guerrero. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, (1994). Pag. 31.
37
[…] La evidencia lingüística indica que las migraciones nahuas se
produjeron en varios momentos, desde el siglo VII d.C., aproximadamente,
hasta el siglo XIII. Las tradiciones históricas de los nahuas, registradas
poco después de la Conquista, apoyan esta hipótesis. A juzgar por los
estudios de la prehistoria lingüística, las primeras migraciones fueron
desde el territorio original de los nahuas en el occidente de México hacia
el Sur, por la costa del Pacífico y hacia el valle del río Balsas.15
Las fuentes documentales coloniales suelen referir, que antes del arribo de los
españoles a la Tierra Caliente, también había gente hablante del otomí, al igual
que en el centro de Michoacán. Hasta ahora, de este último grupo, se ha
delimitado que eran pequeños asentamientos, carentes de construcciones
monumentales y cerámica refinada.
3. Las culturas prehispánicas y la fundación de pueblos en la región de
la Tierra Caliente.
Buscando nuestro origen, una de las preguntas comunes que se suelen hacer,
es, saber o esclarecer: ¿Quién fundó un determinado lugar o pueblo de la Tierra
Caliente? La respuesta es compleja y nunca definitiva porque se dispone de
pocas fuentes escritas antiguas (códices) y documentos coloniales; más bien,
para construir, o, mejor dicho, para intentar construir el origen y pasado de las
culturas prehispánicas locales, los arqueólogos recurren al fechamiento y
datación de las evidencias arqueológicas utilizando medios científicos
disponibles.
Con herramientas científicas, para su mejor comprensión, los grupos
multidisciplinarios profesionales que estudian las culturas prehispánicas de
México, no sin visiones encontradas, han sistematizado en diversas etapas
históricas el grado de evolución cultural de los pueblos originarios, fechándolas
en lapsos de tiempo que, según estos, discurrieron de la siguiente manera:
Preclásico (2500 a.C. -200 d.C.); Clásico (200-900 d.C.); y, Posclásico (900-1521
d.C.).16 El siguiente esquema, ayuda a comprender mejor los periodos
15 Wright, Carr David Charles. La prehistoria e historia temprana de los pueblos originarios del Bajío. Wright, Carr David Charles y Daniel Vega Macías. Coordinadores. Los Pueblos Originarios en el Estado de Guanajuato. Universidad de Guanajuato- Pearson Educación de México, (2014) Pág. 16. 16 Arqueología Mexicana. Culturas Prehispánicas de México. Edición Especial 34, abril de 2010. Pág. 5.
38
Mesoamericanos, pasando por la colonia, hasta llegar al inicio de la etapa de la
Independencia.
Fuente: tomado del artículo: la Periodización de la Historia Mesoamericana. Alfredo López Austin y Leonardo
López Luján. Arqueología Mexicana Edición Especial 11, 2002. Tiempo Mesoamericano (2500 A.C.- 1521
D.C). Periodos, Regiones y Culturas prehispánicas. Pág. 7.
3.1 El Preclásico (2500 a.C. -200 d.C.), y la cultura Olmeca.
Es la etapa o periodo en que se consolidan los rasgos culturales de los pueblos
mesoamericanos previo a la colonización española. En el Preclásico Temprano
(2500-1200 a.C.), según los arqueólogos, se adopta un patrón de agricultura
como medio de subsistencia de los grupos aborígenes, y, por lo mismo (para
atender el ciclo de lo sembrado), se puede hablar del establecimiento de
pequeñas aldeas formadas por grupos clanes. Vendría después, la fabricación
de cerámica simple o tosca, sin mayor refinamiento y el desarrollo de rasgos
asociados a una organización social que con el tiempo sería cada vez más
compleja. Durante esta etapa, es decir, de asentamientos humanos con fines de
subsistencia basada en la agricultura, ¿Podemos entonces hablar de fundación
aborigen de pueblos en México y en la Tierra Caliente? La evolución cultural
observada en el Preclásico Temprano, nos indica claramente que no.
En el Preclásico Medio (1200-400 a.C.), la organización social y el desarrollo
tecnológico para generar productos de uso cotidiano, se vuelve más complejo; lo
cual se identifica, en las manifestaciones dejadas por los Olmecas, considerados
por algunos arqueólogos e historiadores, como “la cultura madre de
Mesoamérica”, cuya influencia en esa región y en los pueblos de la Tierra
Caliente, se encuentra arqueológicamente acreditada; pero, no por ello, se puede
decir que “los Olmecas” fundaron los pueblos de la Tierra Caliente”, porque no
39
hay evidencia lingüística y arqueológica de nombres toponímicos ni tradición
etnográfica de que ello hubiera sido así; esto, no obstante la existencia de
importantes hallazgos de esta cultura en Amuco de la Reforma (San Miguel
Amuco), Municipio de Coyuca de Catalán (con estela), Santa Teresa y Los
Terrones y en Teopantecuanitlan, Gro. (posible enclave, con escultura y objetos),
por citar algunos ejemplos. Inclusive, llegó a plantearse que esa “cultura madre”,
pudiera ser originaria del Estado de Guerrero, cosa que, en la actualidad, la
mayoría de los arqueólogos descarta, ya que la cultura Olmeca, según éstos, se
originó en San Lorenzo, Veracruz, hacia el año de 1200 a.C.
El estilo y rasgos de la cultura Olmeca, según los arqueólogos e historiadores, se
disemina y asume en varias regiones de Mesoamérica. Las evidencias
arqueológicas nos indican que esto sucedió también entre los pueblos de la Tierra
Caliente; quizá, derivado de alianzas entre la elite Olmeca y la de las varias
regiones de Mesoamérica, o posiblemente, motivado por el establecimiento de
un sistema comercial interregional.
Fuente: tomado del artículo: El Estilo Olmeca en Guerrero. Rosa Ma. Reyna Robles y Paul Schmidt
Schoenberg. Arqueología Mexicana. El Estado de Guerrero un Territorio por Descubrir. Vol. XVI, Núm. 82,
noviembre-diciembre, 2006, con dibujo de César Fernández. Raíces. Pág. 39.
40
En el Preclásico Medio, es posible observar, indicios de estratificación social
(jerarquización de grupos e individuos), formas de gobierno y dirigentes
teocráticos legitimados mediante la práctica de ritos públicos y la cosmovisión
religiosa; cierto uso de escritura jeroglífica, crecimiento poblacional con aldeas
de entre 100 a 200 habitantes. Como rasgo distintivo, para algunos arqueólogos,
los Olmecas fueron los iniciadores del juego de pelota Mesoamericano.
3.2 La cultura Mezcala en el Preclásico.
Según los arqueólogos profesionales, el origen de la cultura Mezcala, puede
ubicarse en periodo posterior al apogeo de la cultura Olmeca (la decadencia de
esta cultura se dio en el año 400 a. C. – 200 d.C.). La fecha más antigua que se
conoce de la cultura Mezcala se ubica entre 700 y 230 a.C., y se asocia con una
ofrenda de figurillas tipo Mezcala, ubicada en Ahuináhuac, Gro. La cultura
Mezcala, se caracteriza por esculturas pequeñas de piedra pulida (bruñida) con
rasgos esquematizados y estilizados, cerámica trípode con predominio de
decoración geométrica en colores negro y anaranjado y máscaras altamente
apreciadas por los gobernantes y elites Mesoamericanos; de ello hay evidencia
en Teotihuacán, en el Templo Mayor mexica y en lugares tan apartados como
Xcambó, en la zona Maya, pero sin que hasta la fecha se hayan localizado piezas
de ese estilo, utilizadas por la elite phurhé en el centro de Michoacán.
El arqueólogo Covarrubias, afirmó que el estilo Mezcala, en su proceso
escultórico, tiene en sus inicios, influencia Olmeca, luego, influencia
Olmeca-Teotihuacana, luego Teotihuacana, y finalmente un estilo local.17
Es verdad que se han localizado vestigios de la cultura Mezcala, en un área
aproximada de 22,000 Km2 que incluye parte de la Tierra Caliente, la región
central y el norte del Estado de Guerrero (medio Balsas), así como los límites con
Michoacán, Morelos y posiblemente Puebla.18
También es cierto, que, atendiendo a las etapas cronológicas ideadas para
entender el desarrollo de los diversos pueblos mesoamericanos, durante el
Periodo Formativo o Preclásico (1500 a.C.-200 d. C.), los grupos humanos
17 Schmidt, Schoenberg Paul. La Época Prehispánica en Guerrero. Revista de Arqueología Mexicana, Vol. XIV, Num.82, noviembre-diciembre 2006. Pág. 33. 18 Reyna, Robles Rosa Ma. La Organera-Xochipala, Guerrero. Revista de Arqueología Mexicana, Vol. XIV, Num.82, noviembre-diciembre 2006. Pág. 43.
41
asentados en la región media del Balsas (en la Tierra Caliente), según Faugere
y Darras, 2002,19 formaron parte o se vieron influidos por la cultura Mezcala, esto,
debido a que se observa cerámica trípode (de tres pies) en la que predomina la
decoración geométrica, en colores negro y anaranjado, así como la elaboración
de figurillas antropomorfas en piedras verdes, pero, ello no significa, no obstante
esta influencia cultural, que los Mezcala fueran los primeros en dar topónimos a
los pueblos de la Tierra Caliente con el fin de asentarse en dichos sitios de
manera permanente. La interrelación cultural y comercial, era permanente entre
los pueblos mesoamericanos, y la influencia cerámica de la cultura Mezcala, no
significa de manera alguna, que sean los fundadores de pueblos ancestrales en
la Tierra Caliente.
Las estructuras con mampostería, con cierta monumentalidad, se localizan en la
Organera-Xochipala y en Cuetlajuchitlan, Estado de Guerrero; pero, si se observa
el mapa que más adelante se muestra, en el que se delimita la influencia de la
cultura Mezcala, se distingue que algunos artefactos arqueológicos encontrados
de esa cultura, no se ubican necesariamente en todos los pueblos de lo que ahora
es la Tierra Caliente del medio Balsas; es evidente, que se concentran en áreas
cercanas a Coyuca, Pungaravato, Tlapehuala, Arcelia, Tlalchapa, Ajuchitlán y
San Miguel Totolapan, pero que, al estar asociados con otras evidencias
arqueológicas obtenidas de rescates arqueológicos, no ha sido posible concluir
que sean exclusivamente de la cultura Mezcala, clasificando y datando su
antigüedad para determinar a qué pueblo pertenecen y cuál es su periodo
arqueológico: del más reciente al más antiguo.
No se puede negar, que producto del intercambio cultural y comercial de la cultura
Mezcala con los grupos o pueblos originales de la Tierra Caliente, haya habido
una influencia en la elaboración de sus objetos cotidianos; es más, derivado de
mi investigación, el bruñido de piedra, técnica utilizada para realizar las
esculturas tipo Mezcala, encaja con el topónimo que define el origen de
Tlapehuala (Acatzéquaro, en phorhé), que dadas mis indagaciones, puede
significar, “lugar de bruñidores de piedra”, en náhuatl, pero ello no significa de
manera alguna, porque no hay evidencia arqueológica, etnográfica y de fuentes
documentales históricas concluyentes, que “los Mezcala”, hayan fundado este
pueblo o cualquier otro de la Tierra Caliente, ni mucho menos Pungaravato,
Zirándaro, Cutzamala y otros asentamientos que estuvieron bajo el dominio
phorhé, que hasta ahora, como se delimita en el mapa que se muestra, no
19 Citados por Francisco Antonio Aguilar Irepan, en La Tierra Caliente del Balsas Medio y el uso de sus Materias Primas en la Época Prehispánica. Umbrales de Michoacán. Regiones Fronterizas y Límites Territoriales. Octavio Augusto Montes Vega y Carlos Herrejón Peredo, Editores. El Colegio de Michoacán, (2016). Pág. 39.
42
evidencian ningún tipo de influencia arqueológica constructiva modesta o
monumental conocida que lleve a la conclusión de que en esta etapa
prehispánica, “los Mezcala”, sean los fundadores de algunos pueblos de la Tierra
Caliente.
Una cosa es la existencia de vestigios arqueológicos con influencia o estilo de la
cultura Mezcala en sitios ubicados en la Tierra Caliente (fundamentalmente
cerámicos), y otra muy diferente, es que las construcciones arqueológicas
descubiertas y exploradas hasta ahora, por cierto, modestas y no monumentales,
hayan sido construidas por “los Mezcala”, con la evidente intención de “fundar” o
mejor dicho, de crear asentamientos permanentes, y, por lo tanto, carece de
historicidad, que los pueblos antes mencionados de la Tierra Caliente hayan sido
fundados por “los Mezcala”.
Hoy en día, no hay evidencia arqueológica concluyente, de que, en Coyuca,
Pungaravato, Tlapehuala, Arcelia, Tlalchapa, Ajuchitlán, San Miguel Totolapan y
otros pueblos de la Tierra Caliente, existan construcciones con un estilo
arquitectónico de cierta monumentalidad, caracterizado, de entre otros rasgos,
por el uso de tableros y taludes decorados con clavos empotrados (estos últimos,
de influencia teotihuacana), como sí es posible observarlos en la
Organera-Xochipala, Guerrero; de igual forma, en la región, no hay evidencia del
uso constructivo del denominado arco falso, que además de ser utilizado en la
cultura Mezcala, sólo se ve en el área Maya. Por lo mismo, con cautela y reserva,
es posible señalar, que la influencia cultural derivada del uso de cerámica
encontrada (que pudo ser importada producto del intercambio comercial, como
sucedía ordinariamente entre los pueblos de Mesoamérica), no significa de
manera concluyente que, en la época prehispánica, “los Mezcala” sean los
fundadores de algunos pueblos de la Tierra Caliente. El siguiente mapa, muestra
el área donde la cultura Mezcala ejerció influencia, pero una cosa es la influencia
traducida en ciertas formas y colores de cerámica, y otra diferente es, que “los
Mezcala” sean los fundadores de pueblos en la Tierra caliente.
43
Fuente: Tomado del artículo: La época Prehispánica en Guerrero. Paul Schmidt Schoenberg Paul. Revista
de Arqueología Mexicana, Vol. XIV, Num.82, noviembre-diciembre 2006. Información R.M. Reyna Robles.
Ilustración digital: Raíces. Pág. 30.
En la región de Tierra Caliente, en el Medio Balsas, los primeros trabajos de
investigación arqueológica documentada, fueron realizados a principios del siglo
XX, siendo que, a finales de los años treinta (1939) y principios de los cuarenta
(1941), se realizó un proyecto de investigación patrocinado por la Universidad
de Nuevo México, encabezado por Donald Brand, con la participación de Douglas
Osborne, John Goggin, Robert Lister y Hugo Moedano, quienes hicieron
recorridos de superficie e identificaron sitios arqueológicos, practicaron sondeos
para identificar secuencias estratigráficas (para hacer un análisis de un cuerpo
rocoso; para estudiar e interpretar las rocas sedimentarias, tanto vertical como
horizontalmente), y realizaron excavaciones en Coyuca de Catalán, Santiago
Conguripo y San Miguel Totolapan, y recorridos en Pungaravato, Cutzamala,
Huetamo (Cutzio-Huetamo), Zirándaro, Ajuchitlán y Tepalcatepec.
Producto de esta investigación, pudieron observar, que en el Balsas medio (en la
Tierra Caliente), los entierros siempre fueron encontrados bajo los pisos de
habitaciones; mientras que, en la región de Apatzingán y Tepaltepec, estos
fueron ubicados en agujeros cavados en yácatas.20
20 Pérez, Castellanos Leticia. Relato de una conquista: del por qué y el cómo llegaron los tarascos a la Tierra Caliente de Michoacán, tesis de grado de Licenciatura en Arqueología, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, citando a Donald Brand, (2001). Pág. 29.
44
A mediados de los años cuarenta, también del siglo XX, los arqueólogos Pedro
Armillas García (1945) y Pedro Hendrichs (1945) y Robert Lister (1947),
realizaron trabajos de campo desde Ámuco de la Reforma hasta Santiago
Conguripo y localizaron varios sitios arqueológicos de los que hicieron breves
descripciones de las formas arquitectónicas y descripción de algunos tipos de
cerámica.
A principios de los setenta, el arqueólogo Paradis, realizó recorridos en Ámuco,
Coyuca de Catalán y Ajuchitlán, para identificar sitios ligados al Periodo
Formativo, localizó 109 sitios, pero no pudo establecer una clara cronología
arqueológica.
En 1994, el arqueólogo Hernández y Jay E. Silverstein (2000), hicieron estudios
sobre la frontera tarasco-mexicana; Hosler (1999, 2003 y 2004), realizó
investigaciones sobre la producción de cobre en Pungaravato y Zirándaro; por su
parte, Jennifer L. Meanwel (2007), emprendió estudios para clasificar y
establecer cronología de la cerámica de los sitios arqueológicos de la Quesería,
Itzímbaro y Mexiquito, pueblos ubicados en las riberas del medio Balsas.21
Hoy en día, los estudios arqueológicos realizados en la Tierra Caliente del medio
Balsas, no han arrojado de manera concluyente, que “los Mezcala”, sean los
fundadores de algunos pueblos de la Tierra Caliente; ni siquiera como
especulación o insinuación. Para afirmar tal cosa, se hace necesario datar y
fechar las piezas arqueológicas que permitan establecer la antigüedad
cronológica de las unas respecto de las otras; esto, porque no se han encontrado
piezas cerámicas de un solo estilo o tipo productivo; es decir, las que
arqueológicamente se han rescatado, fueron producidas por diversos grupos
humanos o pueblos que originalmente se asentaron y poblaron la Tierra Caliente.
Además de que no existen elementos urbanos constructivos tipo Mezcala; al
menos, no definidos como tales hasta ahora.
Por su importancia, sobre el sitio arqueológico de Mexiquito, perteneciente al
municipio de Zirándaro y cercano a Huetamo, que, según los trabajos
arqueológicos realizados tiene cierta monumentalidad, y sobre el cual
21 Ob. Cit. Sobre los estudios arqueológicos realizados en la Tierra Caliente del Medio Balsas, se consultó el artículo de Francisco Antonio Aguilar Irepan, La Tierra Caliente del Balsas Medio y el uso de sus Materias Primas en la Época Prehispánica, contenido en la obra colectiva Umbrales de Michoacán. Regiones Fronterizas y Límites Territoriales, El Colegio de Michoacán, (2016). Págs. 35 y 36.
45
preliminarmente se afirma que guarda indicios de influencia Tolteca-
Teotihuacana, se cree, que el sitio fue un centro de importancia ceremonial y fue
rebautizado derivado de una leyenda local (contada en Purechucho), en donde
se narra que hace muchos “cientos de años”, un águila real buscó posarse en
ese sitio para devorar una serpiente, pero que, al observarla una mujer muda con
sus sonidos gesticulares la espantó al tratar de llamar la atención de los otros de
su grupo y, entonces, el águila voló hacia su destino, es decir, hacia México-
Tenochtitlan;22 la gente de ese lugar de nuestra Tierra Caliente, y otras que
conocen la leyenda, acaban por lamentar que de no haber sucedido el evento
de la mujer muda, en ese sitio se hubiera fundado la capital imperial de los
mexicas.
De esta leyenda, existen otras versiones, una muy similar, de niño, me fue
contada por mi abuela María Serrano Benítez.
La leyenda es hermosa, pero cuando se busca reconstruir la historia, se tiene
que diferenciar el mito de los hechos claramente documentados o sustentados
en evidencias arqueológicas.
Por otra parte, no existe evidencia arqueológica o documento histórico alguno
(códice o escrito colonial), que permita determinar o inferir, que previo a los
topónimos (nombres) de Ajuchitlán, Coyuca, Cutzio-Huetamo, Cutzamala,
Tlapehuala, Tlalchapa, Pungaravato y Zirándaro, hubieran existido otros,
precisamente, derivados del idioma o lengua hablado por “los Mezcala”, que,
dicho de paso, no se sabe con precisión cuál era o en qué tronco lingüístico se
les pudiera ubicar.
En suma, las investigaciones y exploraciones arqueológicas realizadas en Tierra
Caliente, nos refieren hoy en día, un área poco estudiada, y, respecto de la
información recabada, se encuentra dispersa; poco sistematizada, y,
considerando los vestigios arqueológicos encontrados, sugieren contactos con la
cultura Olmeca, Teotihuacana o inclusive, supuestamente, con alguna de
Sudamérica, y no obstante esto, dada la información arqueológica ciertamente
escasa, no resulta pertinente aventurarse o siquiera especular, por ejemplo, que
un determinado grupo aborigen mesoamericano como el Mezcala, fundó uno o
varios pueblos de la Tierra Caliente. Por cierto, arqueológicamente está
22 Montes, Vega Octavio Augusto. Historia de un Umbral Ignoto. La Tierra Caliente del Medio Balsas: Michoacán y Guerrero. Umbrales de Michoacán. Regiones Fronterizas y Límites Territoriales, El Colegio de Michoacán, (2016). Pág. 78.
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demostrado, que previo a la cultura Mezcala, los diversos grupos aborígenes
asentados en la Tierra Caliente tuvieron contacto con la cultura Olmeca;
inclusive, “los Mezcala”, como lo afirma el arqueólogo Covarrubias,
anteriormente, tuvieron influencia de los Olmecas, y no por ello, resulta prudente
afirmar que, “los Olmecas”, fundaron los pueblos de la Tierra Caliente.
Sería muy conveniente, que arqueólogos calentanos, formados en otros lares,
pero conocedores de la región y de su etnografía, asumieran el reto de explorar,
sistematizar y datar en periodos culturales las evidencias arqueológicas de la
Tierra Caliente, para intentar esclarecer algunas interrogantes sobre su pasado
ancestral. También resulta prudente, entre quienes investigan el pasado de los
Terracalentanos, no generar confusión haciendo aseveraciones que carecen de
historicidad. Lo que sí está demostrado, es que, los de la Tierra Caliente, tienen
ancestros aborígenes multiétnicos y que la cultura y lengua dominante o franca
en la región, hasta antes de la llegada de los españoles, fue la phorhé, mechuaca
o tarasca; pretender lo contrario, es asumir que los de Pungaravato, no son
Pungaravatenses, sino “Mezcalitos”.
3.3 Influencia de la cultura Chupícuaro en Pungaravato.
La cultura Chupícuaro, ubicada en la parte sur, o mejor dicho entre la frontera de
los actuales estados de Guanajuato y Michoacán, en el Municipio de Acámbaro
y Tarandacuao, Gto, y probablemente contemporánea de la cultura Mezcala,
según dataciones arqueológicas, se desarrolló entre 600-500/400 a.C., es
admirada por su refinamiento y riqueza cerámica, traducida en sus colores
brillantes, iconografía y variedad en sus formas, tuvo presencia en Pungaravato;
muy probablemente, producto del intercambio cultural que pudo originar
producción alfarera local con influencia de Chupícuaro; o bien, que la encontrada
derive del intercambio comercial. Las investigaciones arqueológicas futuras,
como ya se ha dicho, ayudaran a esclarecer el punto.
Cirila Cervera Delgado, en su obra: Pueblos Indígenas de Guanajuato en el Siglo
XVI. Cotidianidad y Conocimiento, quien cita a la arqueóloga Beatriz Braniff,
señala que esta, delimita las fronteras de la cultura Chupícuaro en Comonfort,
Gto., (cerca de la ciudad de Celaya, Gto) y, a la vez, extiende los límites de la
influencia de dicha cultura a través de evidencias arqueológicas encontradas en
regiones distantes al núcleo de su origen (en la región de la Tierra Caliente):
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[…] además se sabe de figurillas con un parecido asombroso a las de
Chupicuaro, procedentes de la Tierra Caliente (Huetamo, Mich., y Ciudad
Altamirano, Gro.) y de considerable material del mismo tiempo
encontrado en Tlaxcala, Cuautitlán, Cuicuilco; en los contornos de
Chalchihuites, Zac., y en el Cerro Encantado, en Teocaltiche, Jal.23
Se hace notar, que, en la cita transcrita, la arqueóloga Braniff, remarca “el
parecido asombroso” de las figurillas procedentes de Huetamo y de Ciudad
Altamirano (Pungaravato), con las localizadas arqueológicamente en
Chupícuaro, lo cual infiere, una influencia cultural importante entre los indígenas
de Pungaravato; y, no obstante ello, no resulta válido especular, que los de
Chupícuaro fundaron dichos pueblos.
3.4 La cultura Mexica (Azteca).
En 1113 d.C., o en 1168, como refieren algunos historiadores, los Mexicas
iniciaron su peregrinar saliendo de un lugar legendario llamado Aztlán (“lugar de
garzas”), en la búsqueda del sitio señalado por Huitzilopochtli, su dios tutelar,
para fundar o asentarse en un sitio presuntamente ubicado en el noreste de
Mesoamérica, teniendo como señal: “un águila posada sobre un nopal devorando
una serpiente”.
En 1325 d.C., tras peregrinar dos siglos habitando varios lugares en el norte de
Mesoamérica y de la cuenca de México, en un islote del lago de Texcoco,
encuentran el lugar señalado por la tradición, y entonces, después de varias
luchas con grupos aborígenes previamente asentados en el lugar, fundan
México-Tenochtitlan, ciudad que, en menos de un siglo, llegaría a convertirse en
el centro de poder más importante del centro de México.
Entre 1325-1430 d.C., a casi un siglo, la ciudad crece y adquiere poderío y fuerza
para enfrentar al Señorío Tepaneca asentado en la ciudad de Azcapotzalco,
entonces dominante en la Cuenca de México. Ahora el centro de poder sería
México-Tenochtitlan, Tlacopan y Texcoco, conocida como la Triple Alianza (que,
por cierto, algunos historiadores y arqueólogos ponen en duda).
23 Cervera, Delgado Cirila, citando a Beatriz Braniff, en su obra: Pueblos Indígenas de Guanajuato en el Siglo XVI. Cotidianidad y Conocimiento. Universidad de Guanajuato, (2009). Pág. 45.
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A partir de 1430 d.C., los dignatarios o tlatoanis mexicas, inician un ciclo de
conquistas que duraría aproximadamente un poco menos de cien años, al grado
tal, que en su máximo esplendor tenían un poco más de 400 pueblos y señoríos
subordinados.
Aproximadamente a mediados del siglo XV, Mexicas y Phurhés, tuvieron
encarnizadas batallas por expandir sus dominios, y la región de la Tierra Caliente
siempre fue un área codiciada por el Tlatoani Mexica y por el Irecha Phurhé, y
por lo mismo, en el área, establecieron puntos de control para garantizar el
suministro de materias primas y productos a cargo de los pueblos que iban
conquistando.
Según diversos historiadores, alrededor de 1470, Axayacatl, inició la expansión
mexica, sometiendo señoríos de los valles de Toluca y sus alrededores, región
habitada por Matlazincas, Otomies, Mazahuas, Nahuas y Ocuiltecas, y otros
pobladores. Entre 1476 y 1477, incursionaron sin éxito en dominios del
Irecha-Phurhé, logrando penetrar en Charo-Matlatzinco, cerca de Morelia, donde
fueron derrotados.
Hacia 1478, bajo el liderazgo de Ahuizotl (gobernó entre 1486-1502), los
Mexicas, incursionaron los estratégicos territorios ubicados en el afluente del Río
Balsas (el alto, medio y parte del bajo Balsas), y la costa del Pacífico. Producto
de las incursiones militares, lograron hacerse de gran parte de lo que ahora es el
Estado de Guerrero, y derivado de estas campañas militares, tuvieron
enfrentamientos con los guerreros del Irecha-Cazonci, conquistando y
reconquistando pueblos en la región de Teloloapan, Ostuma y Alahuiztlan, que,
en ese tiempo, en su parte occidental, también producto de conquistas era
controlado por los Uacúsecha asentados en la región lacustre de Michoacán. Por
eso propongo, que Tlapehuala, era un poblado de transición fronteriza, de ahí su
nombre phurhépecha de Acatzécuaro.
Hans Roskamp, sostiene que hacia 1520, muy cerca de la conquista española,
los uacúsecha-phorhé, incursionaron en el norte y centro del actual Estado de
Guerrero, haciendo la guerra a los mexicas, partiendo de sus fortificaciones
ubicadas en Asuchitlan (Ajuchitlán) y Cutzamala (Apatzingani).24
24 Roskamp, Hans. Los Codices de Cutzio y Huetamo. Encomienda y Tributo en la Tierra Caliente de Michoacán, Siglo XVI. El Colegio de Michoacán. El Colegio Mexiquense, México, (2003). Pág. 66.
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4. La conquista de los pueblos de la Tierra Caliente, por el Imperio
Phorhépecha (Tarasco).
La tradición etnológica de la nación phurhépecha, las fuentes documentales
históricas y lo narrado en la Relación de Michoacán, permiten inferir, que la
Tierra Caliente, con temperaturas que van de entre 35° C a 45° C, era conocida
entre los Phurhépechas como “Jurio” (Jurhío. Selva; tierra caliente; trópico, según
Velásquez Gallardo). También se aludía a la región, como “aparandi”, cuya
traducción es “tener calor” o “donde se tiene calor”, o chupio, traducido como
“tierra de fuego”.
Para intentar conocer la cronología de la expansión del Imperio Phurhépecha en
la Tierra Caliente, hay que recurrir a la Relación de Michoacán. Esta fuente
documental, probablemente escrita entre 1539 y 1541, fue realizada a petición
del Virrey don Antonio de Mendoza, en su visita a la provincia de Michoacán,
concretamente, a Pátzcuaro en 1539, en donde pidió a algún fraile franciscano
que ya había aprendido el idioma phurhé (probablemente Fray Gerónimo de
Alcalá), que averiguara (y se escribiera), cómo se gobernaban los indios antes
de la llegada de los españoles; la investigación abarcó además, aspectos sobre
el panteón de dioses, sus costumbres e historia.
Con la ayuda de naturales viejos, escribanos y pintores probablemente indígenas
que ya tenían contacto e influencia de la cultura europea, se escribió un texto en
castellano, acompañado de pinturas, el cual se tituló: Relación de las
cerimonias y rictos y población y gobernación de los indios de la provincia
de Mechoacan, hecha al Ilmo. Sr. D. Antonio de Mendoza, virrey y
gobernador desta Nueva España por su majestad etc, probablemente
entregado en 1541, cuando el Virrey de Mendoza, visitó de nueva cuenta
Michoacán y conocida hoy en día como la Relación de Michoacán.
No es el propósito del presente trabajo, intentar hacer un análisis exhaustivo de
dicho documento; lo que se pretende realizar, es una síntesis cronológica del
nacimiento y expansión del Imperio Phurhé, y de cómo llegaron y conquistaron
algunos pueblos de la Tierra Caliente, de entre ellos, Pungaravato.
Tampoco se sabe con precisión, cuáles eran los nombres ancestrales de los
pueblos de la Tierra Caliente conquistados por los Phurhépechas y las naciones
indígenas que los habitaban; lo que sí se conoce, es que en la región, previo a la
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venida de los Phorhépechas, había Cuitlatecos, Tolimecas, Chumbias, Otomíes,
Pantecas y Tecos, sin descartar inclusive, que previo a la configuración del
Imperio Phorhé, haya habido en la región calentana, pequeños grupos nómadas
de origen phorhé o chichimeca como ellos se autonombraban en un principio,
según se describe en la Relación de Michoacán. Lo narrado en este documento,
está íntimamente ligado con la historia de la mayoría de los pueblos de la Tierra
Caliente; por ello, aquí planteamos hacer una breve cronología.
Tabla 1. Cronología de la formación del Imperio Phurhépecha según la Relación de Michoacán.
Evento. Año aproximado.
Observaciones.
El Hireti Ticatame (después sólo Ticatame), trayendo al dios Curicaueri, arriba al monte Viruguarapexo, cerca de Zacapu tacanendan (Zacapu).
1200/1275 a 1360.
La Relación de Michoacán, señala que el líder es de origen “chichimeca”, término náhuatl, para indicar la procedencia norteña de sus habitantes (de Aridoamérica); es un término despectivo para señalar el estado salvaje o poco civilizado de los pueblos que habitaban el norte de lo que ahora es México y USA. Algunos autores, señalan que la denominación “Chichimeca”, se lo apropiaron los Phurhépechas para denotar su valentía; fama que, en ese tiempo, acompañaba a los aguerridos nómadas “Chichimecas”.
Enterado de su llegada, el señor de Naranjan, Ziranzirancamaro, envía al Hireti Ticatame, a una de sus hermanas para que la tome como esposa. Durante la ceremonia de matrimonio, el Hireti Ticatame, advierte a sus cuñados que no tomen los venados flechados por su gente; no obstante, tiempo después, estos toman uno flechado por el propio Ticatame, y lo despedazan por no saber desollarlo.
El Hireti Ticatame, era una especie de príncipe, cazador y sacerdote.
Enojado con el proceder de sus cuñados, el Hireti Ticatame, mata a sus cuñados y se muda a Zichaxuacuaro. Lo acompaña su mujer, que, para entonces, ya había parido a Sicuirancha; la mujer, también lleva consigo al dios Vaçoriquare.
Años después, los de Naranjan, piden ayuda a los habitantes de Cumanchen para atacar al Hireti Ticatame; lo matan y se llevan el arca
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donde se guardaba al dios Caricaueri, pero, el dios les provoca enfermedades y lo abandonan.
Crecido Sicuirancha, persigue a los asesinos de su padre, recupera a Caricaueri y se muda con su gente a Vayameo (Guayameo en el centro de Michoacán), donde construye templo, casas y fogones.
No es el Guayameo calentano, Municipio de Zirándaro.
Muerto Sicuirancha, le sucede su hijo Pauacume, a éste su hijo Vapeani y a éste su hijo Curatame.
Durante el gobierno de Curatame, en una incursión de cacería cerca de Pechataro, Pareo, Hiramucu y Curinguaro, éste observa que es un buen lugar para vivir.
Muerto Curatame, le suceden sus hijos Vapeani (II) y Pauacume (II), quienes son señores de Vayameo (Guayameo).
No es el Guayameo calentano, Municipio de Zirándaro.
Los habitantes del cercano Mechoacán (así lo menciona la Relación), es decir, Tzintzuntzan, entablan relaciones con los de Vayameo (Guayameo), llevando leña para Caricaueri, y, los de Vayameo (Guayameo), llevan leña para los fogones de la diosa Xaratanga.
No es el Guayameo calentano, Municipio de Zirándaro.
Los sacerdotes de Xaratanga se emborrachan y se ponen los atavíos de la diosa, quien enojada los convierte en culebras y nadan hacia Vayameo (Guayameo), cuyos habitantes lo toman como un mal augurio y entonces emigran hacia el lago (Pátzcuaro), y fundan varios pueblos en sus riveras.
No es el Guayameo calentano, Municipio de Zirándaro.
Llevando a Curicaueri, Vapeani y Paucume, también abandonan Vayameo (Guayameo), pasan por Capacurio y Xenguaran, de entre otros sitios, hasta llegar a Honchecuaro, donde permanecen algún tiempo.
No es el Guayameo calentano, Municipio de Zirándaro.
En sus incursiones de cacería, Vapeani y Paucume, se acercan más al lago donde después estará Pátzcuaro; desde el Cerro Tupen, divisan a un pescador de Xaracuaro, entablan conversación y se dan cuenta de que son parientes; también intercambian comida. Convienen que el pescador entregue una hija pequeña (y fea dice la Relación).
¿Qué pertenecen a la misma tribu?
Producto de este encuentro, Vapeani y Paucume, se mudan a Tarimichundiro (barrio del futuro Pátzcuaro); la niña crece y se casa con Pauacume.
Producto de este casamiento, nace Tariacuri. Acontecimiento importante para la historia de los pueblos de la Tierra Caliente.
Cuando Caricaten, señor de Xarácuaro se entera del casamiento ofrece más mujeres e invita a la isla a Vapeani y Paucume, como sacrificadores.
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No obstante, instigado por los habitantes de Curinguaro, Caricaten, expulsa violentamente a Vapeani y Paucume, de la isla de Xarácuaro, y entonces, se ven obligados a regresar a Tarimichundiro; entonces, se percatan, descubren y deciden, el lugar donde habrán de fundar Pátzcuaro.
Los de Curinguaro, retan a Vapeani y Paucume, quienes salen heridos en un lugar llamado Atacuaho. Convalecientes, reciben a una tía de ellos que en realidad es una espía de los de Curinguaro, que quieren saber si murieron. En su convalecencia, son cuidados por los de la isla de Xarácuaro, quienes, frente a la visita de la tía, temen que los convalecientes se hayan aliado en su contra con los de Curinguaro y los abandonan.
Pasado el tiempo, los de Curinguaro, utilizando ardides, arremeten y asesinan a Vapeani y Paucume. Los “viejos” (probablemente sacerdotes), Chupitane, Tecaqua y Nuriuan recuperan los cuerpos y los entierran (¿Creman?) en Pátzcuaro, cuyos templos para entonces, ya estaban construidos.
Chupitane, Tecaqua y Nuriuan, “los viejos”, deciden que Tariacuri, niño todavía, será el nuevo señor, y lo entrenan para ello, recordándole constantemente quiénes son sus enemigos y señalándole la obligación de llevar leña para los cúes (templos). De manera paralela, envían a los hijos de Vapeani: Zetaco y Aramen a Vacananbaro, porque su comportamiento ponía en riesgo la preparación de Tariacuri.
Acontecimiento importante para los pueblos de la Tierra Caliente.
Cuando crece Tariacuri, desde Tarimichundiro, comienza a llevar leña a Pátzcuaro, en donde al parecer, acaba por mudarse y pone señales de guerra en varios sitios.
Al verlas, los isleños que están en las riberas del lago huyen a refugiarse en Xarácuaro, donde son sitiados por Tariacuri. Entonces, Caricaten (señor de Xarácuaro), pide ayuda a Zurunban, señor de Tariaran y originario de Xarácuaro, en ese entonces, sacerdote mayor de la diosa Xaratanga, puesto, que “el dios del infierno (inframundo)”, mediante un “topo”, le había ordenado asumir tal cargo.
Zurunban, ordena al sacerdote Naca, reunir gente de guerra en Xarácuaro y Curinguaro, para atacar a Tariacuri.
En el trayecto hacia esos lugares, Naca, cuenta sus planes a Quaracuri, señor de Syrauni, quien a su vez los hace saber a Tariacuri mediante un mensajero.
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Tariacuri, pide al mensajero de Quaracuri, que se encuentre con Naca en Cuyomeo o Cuyameo (probablemente isla cercana a Xarácuaro), para convencerlo de que regrese por un camino distinto al que había seguido de ida; paralelamente, Tariacuri, da instrucciones a sus primos Zetaco y Aramen, para que capturen a Naca.
Zetaco y Aramen, ponen espías para vigilar los movimientos de Naca, quien desembarca en Pangueo en donde lo recibe Quaracuri (señor de Syrauni), con comida y bebidas.
Naco reanuda su marcha de regreso, y, en un punto determinado, Zetaco y Aramen, simulan buscar un venado flechado, y piden a Naco los ayude a encontrarlo; Naco, se suma “a la búsqueda”, pero, al no encontrar nada, acaba por retirarse, y entonces, es herido por Aramen quien lo captura.
Acatando las ordenes de Tariacuri, Zetaco y Aramen, sacrifican a Naca, y, descuartizado lo envían a Quaracuri (aliado de ellos y de Tariacuri), para que, diciendo que se trata de un esclavo, según la costumbre, sea distribuido y comido (ritualmente) entre los enemigos de éstos. A Zurunban, señor de Tariaran (y enemigo de Tariacuri, Zetaco y Aramen), le envían los muslos, que son comidos por éste y sus mujeres.
Acorde con el plan de Tariacuri, un muchacho llega corriendo y le informa a Zurunban, que la carne comida es del sacerdote Naca; Zurunban y sus mujeres intentan vomitar, pero la carne “ya estaba asentada en el estómago y vientre”.
Zurunban, en represalia, manda expulsar de Vacananbaro, a los asesinos de Naca, Zetaco y Aramen. Tariacuri, pensando que sería atacado, huye de Pátzcuaro. Enojados y temiendo represalias de Zurunban, Zetaco y Aramen, rechazan los vestidos y comida ofrecida por Tariacuri (su primo), y buscan cambiar de residencia; Aramen, se muda a un lugar llamado Hirazeo; Zetaco, se interna en el monte. Probablemente, ambos sitios se ubican en los contornos pertenecientes a Quaracuri, señor de Zirahuén y aliado.
Tiempo después, Tariacuri regresa a Pátzcuaro, pero tras breve tiempo, tiene que huir, porque Caricaten, señor de Xarácuaro, manda matar a Aramen, porque este mantenía encuentros amorosos con una de sus mujeres en el mercado de Pareo.
Frente a este acontecimiento, Tariacuri intenta retirarse a Condenbaro, y pide permiso a
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Chanshori para atravesar su territorio, pero este le señala que puede ocupar Tupataro. Para no quedar sujeto, Tariacuri no acepta y construye un nuevo asentamiento en Hoataro (hoata) pexo.
Establecido en Hoataro pexo, con el velado propósito de apropiarse del dios Curicaueri, Chanshori, ofrece a Tariacuri una de sus hijas como mujer; en una ceremonia similar a la del matrimonio de Ticatame, Tariacuri especifica que la mujer recibida, es para que haga mantas y comida para el dios y después para Tariacuri.
Producto de la unión entre esta mujer y Tariacuri, nace Curatame. Pasado el tiempo, esta abandona a Tariacuri alegando que éste “habla mal de sus parientes” y amenaza con atacarlos y regresa a Curinguaro, pero, Chanshori, la regresa; de regreso, la mujer se desvía a Yziparamuco, donde comete adulterio con sus primos Xoropiti y Tarequazingata; hecho esto, se vuelve a Hoataro (hoata) pexo, pretextando para su regreso, “haber ido a comprar pescado”; sospechando, Tariacuri se niega a comer el pescado, diciendo que es “pescado de burdel”.
En la fiesta de Purecotaquaro, como se acostumbraba, Xoropiti y Tarequazingata, se hacen presentes pretextando ir a sacrificar las orejas. Tariacuri, los recibe les ofrece vino y comida, y se ausenta para recoger leña en el monte en donde prende una gran fogata; mientras tanto la mujer y sus primos beben y retozan. A la mañana siguiente, Tariacuri encuentra a la mujer supuestamente enferma con los rastros de la orgía nocturna.
Xoropiti y Tarequazingata, regresan a Yziparamucu, con la intención de decirle a su tío Zinzuni, señor de ese pueblo, que Tariacuri, inventando que se “echaron con su mujer”, les rasgó las orejas como solían hacer a los adúlteros, pero Zinzuni, intuyendo que se trata de una mentira, no los recibe.
Por recomendación de su tía, Tariacuri, visita a Zurumban, señor de Tariaran; en el encuentro, ambos muestran recelo; Tariacuri, se pinta de negro y viste una manta gruesa (¿Tosca?); Zurumban pretende que se pinte de amarillo, lo invita a beber, pero éste no acepta. Tariacurí, hace gala de su habilidad flechando a un pájaro pequeño (¿Un colibrí?), entonces, Zurumban, le ofrece dos hijas suyas para que “duerman con él; Tariacuri, temiendo una celada, no duerme con ellas, entonces, Zurumbán, dice, que es “un gran hombre”, insiste en que beba, pero no hay aceptación y
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le ofrece una manta más gruesa (¿Más lujosa?). Luego, en el templo de Xaratanga, le propone a Zurumban, una alianza para que a nombre de Tariacuri, guerree y conquiste pueblos de la Tierra Caliente: Urecho, la Guacana, Cacangueo y Cuerapan; al parecer, Zurumban, acepta aliarse y ofrece “dos hijas como camareras” (¿Cómo esposas? ¿Son las mismas de la noche anterior?). Los historiadores coinciden que, en realidad, se trató de una alianza matrimonial.
Con el nuevo matrimonio de Tariacuri, con las hijas de Zurumban, se acaba la alianza con Chanshori, señor de Curinguaro, su primer suegro, quien indignado se adueña de Hoataro pexo, y ordena a sus guerreros echar en un rincón el bulto (piedra) de Curicaueri, y pintan el templo del color del dios local (rojo) Hurendequavecara, y le sacrifican los esclavos de Tariacuri, quien con su gente se va (¿huye?) a Vpapo hoato, donde construye otros templos. Como el sitio no es apto para vivir, pide a su exsuegro Chanshori, “le preste o venda un pedazo de tierra”, pero éste contesta “que permanezca en Vpapo hoato, porque la tierra es buena”, no obstante que es pedregosa. Pasados algunos días, Tariacuri parte a Vrexo, donde construye un templo y es atacado por los de Curinguaro, pero es ayudado por Curicaueri, a quienes provoca enfermedades, siendo capturados y sacrificados. Tariacuri, parte a Querenda angangueo, donde de nueva cuenta lo atacan los de Curinguaro, al parecer aliados con los de Tariaran, pues al menos un hijo de Zurumban, de nombre Zinzuni, que también fungía como espia aprovechando la supuesta amistad con Tariacuri, acompañaba a los agresores. No obstante, Tariacuri intenta pedir refugio al propio Zurumban, señor de Tariaran, quien fingiendo “llorar de compasión por su yerno”, lo envía a Vacapu; posiblemente huyendo, Tariacuri, se va a Zurumo harupeo, y por último a Santalgel, donde Hapari, el señor del lugar lo recibe “de verdad”, y le construye una casa, un cu (templo) y la casa de los papas (sacerdotes mayores).
Chanshori, señor de Curinguaro, ya viejo, deja el señorío a su hijo Hurescua. Tiempo después, los habitantes de la isla Pacandan, le piden a Tariacuri, que regrese porque los de Curinguaro, los de Tariaran y los isleños, frente a su ausencia han tomado el lugar y se lo disputan. Cuando los de Xarácuaro, solicitan el apoyo de Tariacuri contra los de la isla
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Pacandan, éste decide volver a Páztcuaro, llegando al monte Arizizinda, donde toca un silbato que simula el “sonido de las águilas”, haciendo huir a quienes estaban en Pátzcuaro, y entonces lo ocupa. Tariacuri, llama a su hijo Curatame, y lo envía a vivir a Curinguaro, recomendándole que lleve leña a los templos y que no se emborrache como los de ese lugar, pero, al parecer hace lo contrario, frente a lo cual, Tariacuri comienza a preguntar sobre el paradero de sus sobrinos Hiripan y Tangaxoan (futuros herederos del señorío).
Acontecimiento importante para los pueblos de la Tierra Caliente.
Al igual que su tío Tariacuri, Hiripan y Tangaxoan, tras la muerte de sus padres Zetaco y Aramen, salen de Pátzcuaro y peregrinan juntamente con una madre y hermana (no se precisa a quien pertenecía la madre y de quien era la hermana); hasta que un día, una tía de ellos los encuentra mendigando en el mercado de Zaueto y los lleva a vivir con ella a Hucariquaro.
Chapa, un hijo de Chanshori, que llegó a ser señor de Hetoquaro con la ayuda de Tariacuri, y a quien éste le dio un pedazo de Curicaueri (de navaja), al enterarse de la presencia de Hiripan y Tangaxoan en Hucariquaro, los invita a ser “sacrificadores”. Chapa, en nombre de Tariacuri, había conquistado varios pueblos en Curinguaro y Araro, en el extremo oriental del lago de Cuitzeo, pero sus hermanos mediante el ofrecimiento de una mujer habían logrado que sacrificara más prisioneros en Curinguaro y le entregara cada vez menos a Tariacuri.
Frente a esta situación, para cuando Chapa hace el ofrecimiento a Hiripan y Tangaxoan, “de ser sacrificadores” ya tenía enemistad con Tariacuri; por tal razón, la tía que los había recogido en el mercado de Zahueto, juntamente con la madre y la hermana, los envía de vuelta a Pátzcuaro donde ya se encontraba su tío Tariacurí.
En su regreso a Pátzcuaro, Hiripan y Tangaxoan, la madre y hermana, rodean el lago pasando por Sypiaxo, por Matoxeo y por Timban llegan a Erongaricuaro, donde los recibe un tío, hermano de la madre que los acompaña, pero luego los expulsa por no hacer los servicios que él requería, y en lugar de eso, Hiripan y Tangaxoan, se dedicaron a llevar leña a los templos. Luego, piden refugio en Uricho, donde hacen lo mismo, y también son expulsados.
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Finalmente, Hiripan y Tangaxoa, son recibidos en Pareo, en donde el señor de ese lugar, Zurutame, los reconoce como “sus señores”, y entonces, se ocupan en llevar leña al cu (templo) de Caricaueri en Pátzcuaro, y en esta actividad, son descubiertos por Chupitani, Tecaqua y Nuriuan. Al enterarse Tariacuri de que sus sobrinos están en Pareo, manda por ellos y los envía a vivir a Yauacuytiro, donde ya les había construido casas para ellos y y los papas (sacerdotes).
Para entonces, la situación de Tariacuri, no parece muy sólida; su primer matrimonio fracasa, las alianzas resultan efímeras; al parecer, pierde los pueblos conquistados por su aliado Chapa, y, Zurunban, se infiere, no conquistó los pueblos de la tierra caliente que se había comprometido someter. No obstante, hacia el occidente de la región, Tariacurí había tenido cierto éxito y al recuperar Pátzcuaro, ello evidenciaba cierta fortaleza.
Tariacuri, ya en Pátzcuaro, más viejo, tiene problemas con su hijo Curatame, quien lleva una vida dispendiosa y se emborracha constantemente. Con el fin de hacerlo señor de Pátzcuaro, le construye un templo y una casa de los papas en Xaramu. Curatame, inconforme con esto, discute y golpea a Tariacuri, y entonces queda como señor de Pátzcuaro; frente a tal evento, Tariacurí, se muda a Cutu.
Un año después, Curatame invita a una fiesta a Tariacuri en Pátzcuaro, pero este, prefiere vigilar a sus enemigos en Zacapu hacurucuyo. Hiripan y Tangaxoan, que también habían sido invitados a la fiesta, de igual forma, declinan y prefieren vigilar a sus enemigos desde el cerro Xanoato hucazio.
En algún paraje, las fuerzas de Tariacuri e Hiripan y Tangaxoan, se confunden y creen que son enemigos, pero luego se reconocen y comen juntos.
Previa sugerencia de su tío, cuando Hiripan y Tangaxoan, rehúsan ir a la fiesta de Curatame en Pátzcuaro, Tariacuri, se da cuenta que verdaderamente sus sobrinos pueden ser señores.
Evento que, desde luego, es importante para entender la conquista de los pueblos de la Tierra Caliente y la designación de Hiripan y Tangaxoan, como señores de sede de imperio.
En un discurso de Tariacuri a sus sobrinos, Hiripan y Tangaxoan, narrado por el Sacerdote Mayor (petamuti) en la Relación de Michoacán, explica a estos por qué sólo ellos serían señores: La disputa entre los herederos de los señoríos; su incapacidad para gobernar;
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su negligencia para hacer el servicio a los dioses justifica su autodestrucción y su conquista. En Hetoquaro, había muerto Chapa, poseedor de una navaja de Curicaueri, y potencial sucesor de Tariacuri, además, los hijos de Chapa, descuidaron el servicio a los dioses, y los sacerdotes, se mezclaron con la gente común en sus fiestas y se casaron con las mujeres dedicadas a atender a los dioses, provocando con su proceder, varios desórdenes naturales: las abejas hacían su panal en la noche, las niñas impúberes se embarazaban, los árboles y los magueyes floreaban a destiempo y las viejas parían navajas. Hubo un año de fertilidad y otro de sequía y hambre, obligando a la población de Araro a venderse como esclavos hasta que el sitio quedó prácticamente desierto.
En Tariaran, los hijos del viejo y ciego Zurunban, no serían señores, porque según Tariacuri, no castigan a su hermana Mauina, quien en el mercado ataviada con adornos de la Diosa Xaratanga, llamaba y se juntaba con mancebos hermosos. Tampoco la gente de Zacapu era digna, porque la vieja Quenomen, esposa de Quenomaco, desde su muerte, gobernaba y ejercía funciones masculinas impropias de mujeres, haciendo traer leña para los cues (templos), que son funciones propias de varones. También decía Tariacuri, que Cauiyancha, señor de Tacámbaro, tampoco sería señor principal, pues era un simple oficial del cu (templo), quien había sido favorecido por Xaratanga, haciéndolo señor del lugar, y por lo mismo, sus hijos tampoco serían señores.
Los señores y sacerdotes de Cumachen, según Tariacuri, tampoco son dignos de ser señores, porque iban a Erongariquaro y se emborrachaban con el vino del Dios Taresvpeme (un dios cojo de la borrachera); los hijos del difunto Chanshori, no serían señores, porque tenían diferencias sobre el señorío de Curinguaro, y Tariacuri predecía: “que todos morirían en la guerra”; los señores de Pungacuran, Sauinan, Aranzan y Capacuero, peleaban entre sí por los límites de tierra y no habían querido seguir el consejo de Tariacuri para acabar con sus conflictos; en Xarácuaro, no obedecían a Quata, hijo de Caricaten, y sus hijos tampoco serían señores; Vaniqueo, predice Tariacuri, quedará desierto y los hijos de Sicuindicuma, tampoco serían señores.
Bajo este entorno, Tariacurí decide que sus sobrinos Hiripan y Tangaxoan serán señores, y realiza una serie de alianzas que le dan más
Querétaro, no es la ciudad capital de ese mismo estado.
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poder, y sus huestes ocupan Quereta parazicuyo (Querétaro, que no es la ciudad capital de ese estado), en cuyo asentamiento Hiripan y Tangaxoan, recolectan leña, ponen señales de guerra, siembran maíz y frijoles con los que hacen ofrenda a Curicaueri; su primo Curatame, celoso, sugiere que, si lo hacen por hambre, pueden ir a Pátzcuaro a servirle. Hiripan y Tangaxoan, no hacen caso de tal propuesta, y entonces Tariacuri, decide que su hijo menor Hiquingaje, que para entonces ya era “sacrificador”, vaya a vivir con ellos, y al parecer, frente a la conducta de Curatame, decide que Hiquingaje, sea señor. Hiripan y Tangaxoan, tenían una vida difícil y hacían penitencia en una cueva de un lugar llamado Paratuquen, régimen al que se une Hiquingaje, pero temiendo que desistiera y huyera, Hiripan y Tangaxoa, deciden comer yerbas y darle a hiquingaje maíz tostado; su primo, al notar su gesto, acaba por unirse más a ellos.
Evento de suma importancia porque: se ubica a los tres irechas que serían cabeza del imperio.
Pasado cierto tiempo de penitencia, Tariacuri, decide hacer señores (sólo de Quereta parazicuyo) a Hiripan, Tangaxoan y a su hijo Hiquingaje, dándoles una parte del Dios Curicaueri (una navaja a cada uno), para que le hagan un altar y puedan llevar la leña que colectan
Estos, al parecer queriendo agradar a su tío y padre, además, construyen templo, casas de los papas, la casa del águila y un troje para guardar los atavíos de Curicaueri. Tariacuri se entera y enfurece porque construyeron el templo sin tener esclavos para sacrificar en él e intenta flecharlos, pero ellos huyen y las flechas dan en la pared sin causarles daño.
Pasada la ira, Tariacuri, reconoce que la culpa es de él, por no explicarles lo que tenían que hacer previamente y envía a uno de sus propios de nombre Chupitani a la Isla de Pacandan para establecer un pacto con Varapame, mediante el cual enviaría cien hombres a la sementera (tierra de cultivo) que tiene en la rivera del lago, y a una señal convenida del principal llamado Zipin Canaqua, Hiripan y Tangaxoan, los capturarían con la intención de sacrificarlos para inaugurar el nuevo templo. Varapame, se da cuenta y arrepentido, sólo manda sesenta hombres, dando lugar a una serie de malentendidos; Hiripan y Tangaxoan, capturan a los sesenta hombres, sacrifican veinte en el nuevo templo y envían cuarenta a Pátzcuaro. A partir de este evento, toman cautivos de Pacandan y hacen entrada en
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Yziparamuco, donde capturan cien hombres. Probablemente, en este sitio, es capturado un hijo de Tariacuri de nombre Tamapucheca; Zinzuni, señor del lugar, no se atreve a sacrificarlo por temor a Tariacuri, e intenta retornarlo a su pueblo, Pero Tamapucheca se niega y se emborracha para ser sacrificado, pero es rescatado por su amas y viejos a “cambio de un plumaje” y dormido lo llevan a Cutu. Cuando Tariacurí se entera, lo manda matar juntamente con sus amas y viejos, eliminando así, a un posible rival de Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje.
Para completar la obra, Tariacurí ordena la muerte de su hijo Curatame, quien es citado cerca de Quereta parazicuyo (Querétaro), con el pretexto de que apoyara un ataque contra los isleños, y en ese lugar, es muerto por Hiquingaje (su hermano) con una porra (especie de macana). Con la muerte de Curatame, Tariacuri recupera Pátzcuaro, en tanto que Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje, realizan acciones militares para afianzarse como señores de Quereta parazicuyo.
Querétaro, no es la capital del mismo estado.
Según la Relación de Michoacán, en el monte Pureperio, en sueños, la Diosa Xaratanga, confirma que Tangaxoan será señor, pidiendo que vaya por ella a Tariarian, para que sea honrada en su templo; del mismo modo Hiripan, en el monte Taricaherio, sueña con Curicaueri, quien también le dice que lo hará señor. Mientras tanto, entre sus enemigos, hay una serie de eventos y augurios que los debilitan, confunden y dividen no pudiendo luchar conjuntamente. Zinzuni, amenaza con abandonar Yziparamuco, si sus parientes de Curinguaro, Hurescua y Cando, no se unen para luchar, pero estos desoyen la advertencia y Zinzuni abandona Yziparamuco, dejándolos desprotegidos.
Todo sucede en la zona lacustre de Michoacán.
En una fiesta en Pare xaripitio, cerca de Curinguaro, una hija o hermana de Tariacuri, mediante una celada, y al parecer estando borracho y dormido Cando, lo degüella y lleva su cabeza a Pátzcuaro.
Teniendo Tariacuri, el control de la región oriental y sur del lago envía a Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje, a amonestar (¿Intimidar?) a Hiuacha, quien teniendo una vida dispendiosa, acepta aliarse pero siguiendo costumbres y procedimientos de los mexicanos, cosa que éstos no aceptan, y aún más, los ofende no sirviéndoles de comer, donde los principales comían; indignados, y fraguando venganza, abandonan el lugar, pero
Nótese, que los plumajes tenían un alto valor entre los Phorhépechas.
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en su retorno, los alcanza Parangua un mayordomo de Hiuacha, quien temiendo represalias, compra su seguridad “con unos plumajes”. Mientras tanto, Hiripan, jura no olvidar la injuria de Hiuacha.
Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje, le cuentan la injuria a Tariacuri y le comunican que van a atacar a Hiucha; Tariacurí acepta, pero se cerciora que se disponga de fuerza guerrera suficiente, contando para ello con sus aliados de: Cueze, Cassimato, Quiriqui, Quacangari, Anguaziqua y Capauxanzi, anteriormente sus enemigos. Cuenta también, con los isleños Zapiuatame, Zanneta, Chapata y Atache hucane.
Los isleños, algunos: probables conquistadores de la Tierra Caliente.
Al día siguiente, previo al ataque, Tariacuri cita a Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje, en el monte Thiapu, en donde de manera solemne, divide el reino diciéndoles (o ratificando) que serían señores: Hiripan en Cuyacan (Ihuatzio); Tangaxoan en Mechoacan (Tzintzuntzan) e Hiquingaje en Pátzcuaro.
Todo esto, acontece en la zona lacustre de Michoacán; por esto, y dado lo narrado en la Relación de Michoacán, Cuyucan (Ihuatzio), no es la actual Coyuca de Catalán, ubicada en la Tierra Caliente; y no lo puede ser, porque según la cronología de los eventos narrados, Coyuca, Pungaravato y otros pueblos de la Tierra Caliente, aún no habían sido conquistados, y, Tariacuri, no pudo dar a Hiripan, ni designar a la actual Coyuca de Catalán como sede de capital de éste, porque todavía no era de su dominio.
Conquistado Tariaran, con el dominio de la zona lacustre, entre 1420 y 1440, aproximadamente, según lo narrado en la Relación de Michoacán, la expansión y conquista, aparentemente, sucede a ritmo vertiginoso; Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje, junto con sus aliados isleños, logran dominar y consolidar un imperio, delimitado al sur por el Río Balsas, al este por lo que ahora se le llama el Río Cutzamala (antes Pungaravato) y al norte por el Río Lerma.
Siguiendo una cronología (ciertamente difícil de entender), la Relación de Michoacán, describe un primer grupo de pueblos conquistados en la zona central de Michoacán: Curinguaro, Tetepeo, Tiripitio (estos dos últimos conquistados previamente por Chapa ta), y “conquistados “en una mañana” según se narra en la Relación; se incluye a Hetoquaro y
Zona lacustre de Michoacán.
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Hoporo. Luego, conquistan un grupo de pueblos en el extremo noreste del Lago de Pátzcuaro y el extremo occidental del lago de Cuitzeo: Xaso, Chucandiro, Teremendo y Vaniqueo (pueblo de Sicuindicuma), que les cuesta trabajo dominar, pero que lo logran habiendo sacrificado las orejas y arengado a los guerreros.
Después conquistan: Cumachen, Naranjan y Zacapu, pueblos de sus antiguos enemigos y donde Hiripan y Tangaxoan, habían vagado y mendigado de niños, Cheran y Siuinan; también conquistaron Huruapa (Uruapan) y los pueblos nahuatlatos (de habla náhuatl), Hacauato, Zizupan y Chenengo; luego, conquistan Vacapu, Tariyaran, Yuriri, Hopacutio y Condebaro, y desde este lugar se lanzan hacia Urecho.
Zona lacustre, excepto Uruapan, que puede estar más enclavado hacia la Tierra Caliente.
Es en este periodo, es cuando muere Tariacuri. Después de su entierro, de manera plena, Hiquingaje, es señor de Pátzcuaro; Tangaxoan, asume como señor de Mechoacan (Tzintzuntzan), e Hiripan, es señor de Cuyucan (Ihuatzio), y, continúan las conquistas en los alrededores del Lago de Cuitzeo, sometiendo a Huriparao, Charachutiro, Tupataro, Varirosquaro, Xeroco y Cuitzeo, en la ribera norte; Peuendao, Zinzimeo y Araro en la Sur. Luego, organizan la administración del reino y construyen una casa especial para resguardar a Curicaueri en Cuyucan (Ihuatzio). Organizan a la población y le señalan la obligación de llevar leña a los templos, servir en la guerra y sembrar sementeras (tierras para fondear la guerra), ponen caciques en cada pueblo, y reparten tierras entre sus aliados e isleños que van haciendo conquistas en los pueblos de la Tierra Caliente (al sur de la zona lacustre), y se consolida el imperio.
Según la Relación de Michoacán, son los isleños de la zona lacustre, y caciques, los que hacen la conquista de los pueblos de la Tierra Caliente. Se reitera: Coyucan o Ihuatzio, no es la actual Coyuca de Catalán.
No queda claro en la Relación de Michoacán, pero aparentemente, Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje, los tres, emprenden una última campaña para conquistar Tacanbaro (Tacámbaro), Urupa, Parachu (Paracho), Charu (Charo), Hetocuaro, Carapu hucazio y probablemente la Guacana.
Probablemente, con el fin de afianzar su poder (o centralizarlo), la expansión, conquista y su consolidación, queda en manos de caciques y principales isleños aliados; al parecer, Hiripan, Tangaxoan y Hiquingaje, se asientan para gobernar desde sus respectivas sedes de señorío.
Nótese, que, en esta etapa, los pueblos de la Tierra Caliente todavía no son objeto de conquista; ni Pungaravato, Coyuca, Cutzamala, Zirándaro o cualquier otro pueblo de la región. La expansión de
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conquista por parte de caciques aliados y principales isleños, se da desde la región central lacustre hacia el sur.
En la expansión y conquista, Carapu hucazio, es ocupado por Tiachucuqua, Chacuaco, Zinguita, Tiuitani, Yzirimenga varicha, Tauachacu, Acume varicha y Tereco (que probablemente eran chichimecas (de origen phorhé); Urapa, es tomada por principales isleños, pero en la Relación no se precisa su nombre. El cacique, Cupauaxanzi, toma la Guacana, desde donde conquista Zicuytaran (¿Zicuitaro?), Zinagua, Churumuco y Cuzaru, entre otros pueblos hoy en día no identificados. Zapiuatamezangueta, se asienta en Parachu, desde donde conquista Apanoato. Chapata y Atiache hucauati, se asientan en Chupingo parapeo, juntamente con Utume y Catuquema. Probablemente, desde este sitio, emprenden la conquista de Casinda angapeo, Tucumeo, Marita angapeo, Haperendan, Zacango (Zacango, Guerrero), Cuseo (Cutzio, pueblo ancestral, hoy unido a Huetamo), Perucho hoato (seguramente se trata de Purechucho), Quayameo (hay mucha probabilidad de que sea el Guayameo calentano) y Etucuaro, de entre otros pueblos hoy en día no identificados. Probablemente, desde alguno de estos pueblos, otro cacique o caciques que no se nombran en la Relación, conquistan Tetengueo, Puruaran, Cuzian, Patazio y Sirandaro. A excepción de Zirándaro, pueblo calentano, ignoro si los otros, son pueblos de la Tierra Caliente, que probablemente ya en la colonia, hayan desaparecido vía congregación o reducción de pueblos.
Al parecer, el primer pueblo de la Tierra Caliente conquistado fue Cuseo (Cutzio); probablemente, también lo fue el Guayameo calentano.
Hacia el oeste del reino, Vtucuma, conquista Zirapitio, Copuan (pueblo de nahuatlatos), Charapichu, Paraquaro, Puco hoato y Tancitaro
La Relación, narra que isleños y chichimecas (muy probablemente caciques uacuséchas de origen phorhé), conquistaron: Coyucan [Coyuca], Hapázingani [Cutzamala], Pungari hoato [Pungaravato], que son pueblos de tierra caliente.25 Ambézio, Tauengo hoato
Nótese, que, en la Relación de Michoacán, en esta etapa de expansión y conquista, no se menciona que haya habido división del reino y que Coyuca, hubiera sido designada
25 Probablemente, para denotar su importancia como pueblos principales, en la Relación, se enfatiza que Coyucan [Coyuca], Hapázingani [Cutzamala], y Pungari hoato [Pungaravato], son pueblos de Tierra Caliente. Geograficamente, Tauengo hoato [Tanganhuato], Tiríngueo, Charácharando, y Çacapu hoato [Zacapuato], también se ubican en la Tierra Caliente. Ignoro, y no he podido identificar a Ambézio, como pueblo de la región.
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[Tanganhuato], Tiríngueo, Charácharando y Çacapu hoato [Zacapuato], Peránchequaro, Vasís hoato [Uasís hoato], Hucumu [Tuzantla], Hacándiquao, Haroyo, Xungápeo, Chapato huato, Haziro Hauánio, Taximaroa que era de otomíes. Pucuri ecuátacuyo, Maróatio, Hucario, Hirechu hoato, Acámbaro, Hirámucuyo, Tebéndaho, Mayao, Eménguaro, Cazáquaran, Yurírapúndaro, Cuypu huato, Vangaho [Uangaho], Tánequaro, Purúandiro, Zirápequaro, Quaruno, Ynchazo, Hutáseo, Hacáhuato, Zánzani, Verecan.
como capital de una de las sedes del imperio. Considero, atendiendo a las fuentes coloniales, que Axuchitlan (Ajuchitlán), también fue sometido al dominio phurhé, al igual que Acatzécuaro o Tlapehuala, que no obstante de no ser mencionados o identificados en la Relación, las evidencias documentales coloniales, indican que también fueron sometidos.
Fuente: elaboración propia, con información y siguiendo la cronología de Claudia Espejel
Carbajal, en su obra La justicia y el fuego. Dos claves para leer la Relación de Michoacán. Tomo
I, El Colegio de Michoacán (2008), Págs. 117 a 146.
Hoy en día, en la Tierra Caliente, producto de la colonización española, por
vergüenza o complejo de inferioridad; por negar nuestro origen y a nuestros
ancestros indígenas; por no defender una parte de nuestra identidad, las lenguas
y la historia de nuestros ancestros durante la colonia e inicios de la
independencia, se fueron perdiendo en el transcurso del tiempo, haciéndose
necesario cuando menos, rescatar su memoria histórica.
5. El significado de Pungaravato.
Phunguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarajuato o Pungarabato,
como se le nombra hoy en día, como sucedió con el nombre de otros pueblos
originarios, frente a la dificultad o a lo inusual en su pronunciación por parte de
los conquistadores europeos-españoles, es una corrupción o adulteración del
nombre de Phunguári-huato (o Phunguári-juato),26 que corresponde a la lengua
de la nación phorhépecha (tarasca), o del que estuvo ligado con el ídolo
PUNGÁRANCHA. Si se contrasta cómo se escribía el nombre de varios pueblos
originarios, se puede observar, que existía diferencia en la forma en que se
asentaban sus nombres en los diversos documentos coloniales, esto, porque los
escribanos españoles redactaban el nombre de los poblados indígenas, según lo
26 Propuesta de pronunciación simulada más adecuada, de acuerdo con los estudiosos modernos de la lengua phurhépecha. No obstante, el nombre toponímico, no necesariamente refleja el origen histórico del nombre dado al pueblo: Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato (hoy en día), el cual todo hace inferir, deriva de una deidad prehispánica phurhépecha.
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oían y entendían, sin poder precisar en la Lengua Castellana, la fonética y su
correspondencia en letras con las lenguas originarias.
En el Diccionario de la Lengua Phorhépecha de Pablo Velázquez Gallardo, que
registra el habla de muchas comunidades de la nación phorhé, en fonética quizá
más contemporánea y cercana, phunguári, significa “pluma”; en tanto que, juáta,
significa “cerro”, lo que, desde un contexto lingüístico ciertamente limitado, nos
ayuda a comprender las derivaciones idiomáticas (en su forma de escribirlo) que
se pudieron dar al nombre de Pungaravato por los colonizadores y autoridades
virreinales españolas, durante y al término de la colonia.
Sobre el significado de Pungaravato (Pungarabato, hoy en día), según diversos
estudiosos, la versión más aceptada de manera común es que significa: “lugar
o cerro de las plumas”, que, bajo el contexto del idioma phorhé, atendiendo a
una traducción literal y sobre la base de las fuentes documentales históricas
existentes que revelan su verdadero origen y significado, creo, hay que manejarlo
con reserva y cautela.
Si con carencia de un análisis crítico y reflexivo, se aceptara que Pungaravato
(Phunguári-huato), Pungarahuato, Pungarabato, que es el nombre que
actualmente identifica al municipio, significa simplemente: “lugar o cerro de las
plumas”, entonces, habría que especular si:
1. Pungaravato, en la época precolonial, era un sitio cuya toponimia de
identidad se la daba un cerro en donde se hacía acopio de plumas de
guacamayas, pericos y otras aves exóticas de la Tierra Caliente, que
luego, eran tributadas al gran Irecha phorhé o Cazonci (en náhuatl);
producto, por cierto, muy apreciado en la vestimenta ritual del Irecha-
Cazonci, de la clase sacerdotal y de los capitanes de sus ejércitos, según
se muestra y narra en la Relación de Michoacán; también los mexicas
apreciaban los vistosos plumajes de las aves de la región; o bien,
2. Que Pungaravato, haya sido un centro de acopio de plumas que se
tributaban al Imperio del Irecha-Cazonci, y, además, un lugar donde se
producían objetos, figuras y mosaicos elaborados a base de plumas (arte
plumario) que tanta admiración causaron a los colonizadores europeos.
Entre los historiadores, existe concordancia de que en la Tierra Caliente, dada la
abundancia de algodón, maíz, minerales, pieles de animales que habitaban la
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región, colorantes como el cascalote y plumajes de aves exóticas, era un área
estratégica y codiciado tanto por el Imperio Phurhépecha como por el mexica, por
ser estos productos escasos o inexistentes en las regiones templadas o frías. A
la fecha, no he encontrado evidencia documental histórica, ni referente
arqueológico o etnográfico, que indique la posibilidad real de la segunda de las
especulaciones; aunque la primera, por lo que se ha dicho, tiene mayor
factibilidad de haberse realizado en el pasado antiguo. No obstante, sin negar tal
posibilidad, se debe estar abierto a nuevos hallazgos que permitan sustentar
sólidamente la segunda de las especulaciones. En concreto, hoy en día, no hay
evidencia de que en Pungaravato se hayan hecho figuras o mosaicos a base de
plumas.
Considero improbable que en Pungaravato se elaboraran fuguras en arte
plumario; esto, porque este tipo de ornamentos, no era de uso cotidiano entre la
gente común; se utilizaban por el Irecha-Cazonci, la clase sacerdotal y los nobles
cercanos a la corte del señorio, y dado el férreo centralismo de gobierno ejercido
por el Irecha o Cazonci phurhé, este tipo de productos, siendo altamente elitista,
se elaboraba por artesanos especializados cercanos a la corte, en donde el
soberano, inclusive, establecía y definía los sitios o lugares del imperio en dónde
se debía producir un determinado producto; no sólo el correspondiente al arte
plumario, que luego era utilizado con un propósito específico generalmente de
ritualidad.
Lo que sí se ha podido documentar, como lo sostiene el cronista agustino Fray
Mathías de Escobar, que el arte plumario se realizaba en Tiripetío,
principalmente, y en Pátzcuaro, escasamente. De haberse verificado en
Pungaravato, infiero, que el referido cronista también lo hubiera asentado o
señalado en su Americana Thebaida.27
Ahora bien, si se confronta la convención aceptada de que Pungaravato,
significa: “lugar o cerro de las plumas”, nos damos cuenta, que, inclusive, tal
definición no coincide con la geografía del pueblo, puesto que, el viejo
Pungaravato, desde siempre, se encuentra flanqueado por dos cerros: al oriente,
con el cerro de Pungaravato, y, al poniente, con el cerro Chuperio, y rodeado por
dos ríos: el Pungaravato (hoy Cutzamala) y el río grande de las Balsas;
consecuentemente, si se aceptara la definición anteriormente señalada, difundida
27 El título se refiere, a la actividad de los Agustinos en esta parte de América; por eso el título de “Americana Thebaida”, es para acentuar, señalar o indicar, la labor de evangelización en lugares y sitios inhóspitos, en soledad profunda, en retiro de lo conocido en aquél tiempo. El ir a inhóspitos lugares y ásperas montañas.
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y asumida por costumbre o inercia, por una cuestión meramente geográfica,
también se tendría que aceptar que Pungaravato, entonces, significaría: “cerros
de plumas”, hipótesis que desde luego, a la luz de las fuentes documentales
históricas disponibles, no tendría sustento alguno, ni me atrevo siquiera a
proponerla.
Lo que sí tiene sustento histórico, es que, en la Relación Geográfica del siglo
XVI,28 correspondiente al corregimiento de Asuchitlan (Ajuchitlán), en el censo y
relación levantado el 10 de octubre de 1579 por Diego Garcés, corregidor de
Ajuchitlán, al responder a la pregunta 13 del cuestionario enviado por la Corona
Española, relativa a lo que quiere decir en la lengua de los indios (la
phorhépecha) el nombre del pueblo (Pungaravato) y por qué se llama así, el
referido funcionario virreinal con su escribano, la desahogó y asentó de la
siguiente manera:
[…] Pungaravato es su propio nombre en su lengua materna, q[ue], es la
tarasca, y quiere decir, en lengua castellana, “cerro emplumado”; y llámase
así porq[ue], en su antigüedad, dicen, tuvieron un ídolo q[ue] se llamaba
PUNGUARANCHA, q[ue] quiere decir “ídolo emplumado”.29
Tal y como se señala en la Relación Geográfica de Asuchitlán (Ajuchitlán), de
1579, el corregimiento incluía Cuzamala (Cutzamala), Pungaravato
(Pungarabato, hoy en día) y Coyuca, y en cada caso, sobre el significado de cada
lugar, la respuesta la dieron “los más viejos de los naturales de las dichas
cabeceras”; es decir, que fueron los propios indios de Pungaravato, los que
señalaron la razón del por qué el pueblo donde habitaban tenía ese nombre, y
así quedó asentado en dicha relación. Cabe destacar, que después de la
Relación de Michoacán, las relaciones geográficas recopiladas entre 1579 y
1581, son hasta ahora, la fuente documental colonial más rica para conocer el
pasado prehispánico de los habitantes de Michoacán; de lo que fuera el Obispado
de Michoacán y, por ende, de los pueblos de la Tierra Caliente y de Pungaravato.
También debe hacerse notar, que el nombre castellanizado de Pungaravato, en
el castellano antiguo, la v, se pronunciaba como u; ignoró, cuándo el término,
28 En realidad, el nombre correcto, no es el de “Relaciones Geográficas”, sino, atendiendo al cuestionario emitido por las autoridades de la Corona Española, es el de “Relaciones para la Descripción de las Indias”. 29 Acuña, René. Relaciones Geográficas del Siglo XVI: Michoacán. Universidad Nacional Autónoma de México, (1987). Pág. 35.
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derivó en “Pungarabato”, como ahora se escribe y se pronuncia con b; pero, si
nos atenemos tanto a la pronunciación española antigua, como a la de la lengua
phorhé, la pronunciación más adecuada o cercana sería: Pungarauato, y no
Pungarabato como ahora se pronuncia. Por eso, en el presente trabajo, escribo
“Pungaravato”, que pronunciando la v, como u en el castellano antiguo, resulta
más cercano a la pronunciación del nombre ancestral del pueblo entendido y
redactado por los colonizadores españoles
En cuanto al dios PUNGUARANCHA (escrito así por el escribano español), en
realidad PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, como se maneja
en la Relación de Michoacán, la antropóloga y literata Jean-Marie Le Clézio
(premio nobel de literatura), al describir la Relación de Michoacán (auspiciada por
el fraile franciscano Gerónimo de Alcalá y apoyado por viejos indígenas del
pueblo phorhé), señala, que cuando los guerreros phorhépecha al emprender sus
guerras de conquista, al lanzar el asalto, a la cabeza iban los quenguariecha de
la fracción de los uacúsecha (águilas), con las efigies de Curicaueri, que
representaba la deidad solar, y de Xarátanga, que representaba la deidad lunar,
y después, el cuerpo del ejército que acompañaba al dios Pungarancha, que
era “de los corredores”.30
Agrega esta investigadora, al analizar y seguir comentando La Relación de
Michoacán, que en la fiesta Hanziuanaquaro, cubiertos con sus ornamentos de
plumas y el cuerpo teñido de hollín, los capitanes phorhés de guerra, marchaban
con los estandartes de sus dioses, conducidos por el dios de la guerra
Pungárancha (de phunguári, plumas).
En la Relación de Michoacán, se hace alusión a que Pungárancha, es el “dios de
los corredores”; dios de la guerra, pero, en otra parte de la misma Relación, se
escribe como Pungárecha o Pungárencha. Los historiadores coinciden en que
puede tratarse del mismo dios de la guerra. Así las cosas, es evidente que el
escribano colonial que redactó el censo y relación el 10 de octubre de 1579
escribió: PUNGUARANCHA, según entendió de los informantes indígenas de
Pungaravato, pero, sin duda alguna, se trata del mismo dios de la guerra dentro
de la mitología del pueblo phorhépecha descrito en la Relación de Michoacán.
30 Le Clezio, Jean Marie. La Conquista Divina de Michoacán. Fondo de Cultura Económica, (1985). Pág. 94.
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PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, no era un dios menor
dentro de la mitología phurhépecha; era una deidad de suma importancia en los
ritos y ceremonias del pueblo phurhé, así se hace notar en la multicitada Relación
de Michoacán, en donde se narra que:
[…] Pasando algunos días, por una fiesta de Purécotaquaro, fue Taríacuri
con los suyos al sacrificio de las orejas que se hacía por aquel tiempo.
Queriendo ir no sé a qué parte a holgar, sacaron de las trojes su dios
Curícaueri y a otro dios de la guerra llamado Pungárecha y pusiéronlos al
pie de la troje para componerse los sacerdotes con ellos, y a Pungárencha
pusieron en el patio.
En lo relativo a sus guerras de conquista, en referencia al dios PUNGÁRANCHA,
en la misma Relación de Michoacán se señala lo siguiente:
[…] Y en acabando de decir su razonamiento, íbase donde estaba la traza
del pueblo que habían visto las espías y allí mostraba a todos los señores
y gente que estaba allí ayuntada, cómo estaban los pueblos de sus
enemigos que habían de conquistar. Después de haber mostrado aquella
traza, concertaba el capitán general la gente desta manera: en la frontera,
poníanse todos los valientes hombres de la Cibdad [ciudad] de Mechuacan
y los sacerdotes que llevaban a Curícaberi y a Xarátanga y todos los otros
dioses mayores. Y poniánse dos procisiones [procesiones], de una parte y
de otra, y ponían sus celadas cada seis escuadrones, con sus dioses y
banderas, y iban por medio de las celadas un escuadrón de cuatrocientos
hombres y un dios llamado Pungárancha, de los corredores. Y llegaban
todos éstos hasta el pueblo, con sus arcos y flechas y ponían fuego en las
casas y íbanse retrayendo, fingiendo que huían y fingiendo questaban
enfermos y otros haciendo de los cojos; otros hacíanse caedisos en el
suelo, como que iban corriendo y caían. Y ansí sacaban sus enemigos del
pueblo y los seguían, viéndolos tan pocos, y íbanse retrayendo hasta
metellos [meterlos] en medio de las celadas.31
31 La paleografía y grafía moderna de los extractos de la Relación de Michoacán transcritos corresponden a la obra denominada: Relación de Michoacán, con estudio introductorio de Jean-Marie G. Le Clézio, Premio Nobel de Literatura, editada por el Colegio de Michoacán (2016).
Págs. 72 y 198. Curícaueri, es la deidad máxima dentro de la mitología phurhépecha. Cuando se
alude a la “Cibdad de Mechuacan”, se trata de la ciudad de Tzintzuntzán, capital del Imperio Phurhépecha. Cuando se hace referencia a los “corredores”, se trata de los guerreros de a pie, de los de infantería. Como se narra en el extracto transcrito de la Relación de Michoacán, la crueldad, no fue propia o exclusiva de los españoles; como en toda guerra de conquista, los
70
La Relación de Michoacán, el documento más importante que cuenta la historia
de la nación phurhépecha, en ninguno de sus apartados, menciona que
PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, haya sido “el mensajero”
del dios APATZI, ídolo adorado en Cutzamala, y que era uno de los dioses del
inframundo; es decir, asociado con el mundo de los muertos y que los
evangelizadores asumieron como “el infierno”, concepto, por cierto, inexistente
en la cosmovisión religiosa phurhépecha.
APATZI, era uno de los dioses “de la mano izquierda”, de los dioses del sur
ubicados en la Tierra Caliente. Esta deidad del inframundo hace referencia a un
felino pequeño conocido en la región como “onza”, y que los españoles le
llamaron “comadreja”. Su colocación como deidad en el inframundo, en el mundo
de la muerte, se debe a su costumbre de devorar topos o tuzas (otra deidad del
inframundo phurhépecha), y que en idioma phurhé se dice cumo y también
uhcumo.
Para José Corona Núñez, en su Mitología Tarasca, también son dioses del
inframundo: thiuime, que significa “ardilla negra” (y que este autor identifica como
“dios de la Guerra”, pero sin referencia en la Relación de Michoacán); por lo
mismo, la culebra y todo animal que vivía bajo tierra era considerado por los
phurhépechas como deidades del inframundo.32 En tal sentido, los cuiniques
calentanos (pequeñas ardillas), también formarían parte de las deidades del
inframundo.
Sobre el significado de Pungaravato, el prominente evangelizador franciscano de
origen francés Fray Maturino Gilberti (1507/1508-1585), en 1559, publica lo que
bien podría ser considerado un diccionario de la lengua phorhépecha en el siglo
XVI, intitulado, Vocabulario en Lengua de Michoacán, en el cual se observa, que
punguari significa “pluma”, sin que se localice traducción del término “cerro”. Por
su parte, el referido Investigador de los hablantes de la lengua phorhé, Pablo
Vázquez Gallardo, en su Diccionario de la Lengua Phorhépecha phorhépecha-
español español-phorhépecha, señala que phunguári, significa “pluma”, y, del
mismo modo, indica que el término, se entiende también como “plumaje”. El
mismo autor, describe que juáta, significa “cerro”33
Phurhépechas también la ejercieron: en contra de su mismo grupo racial y en contra de los pueblos conquistados. 32 Corona, Núñez José. Mitología Tarasca. Fondo de Cultura Económica, (1957). Págs. 92, 97 a 99, 104 y 105. 33 Velázquez, Gallardo Pablo. Diccionario de la Lengua Phorhépecha phorhépecha-español español-phorhépecha. Fondo de Cultura Económica, (1988). Págs. 29 y 79.
71
Fray Maturino Gilberti, en su diccionario ya citado, señala que, señor soberano,
significa en phorhé, “tepari yrechaeti. acha”, por lo mismo, René Acuña (el
historiador de las Relaciones Geográficas), sostiene que, si el nombre de
Pungaravato se lee “Punguaracha”, significa, más bien, “señor
emplumado”.
Así las cosas, si nos atenemos al dicho de los viejos informantes indígenas de
Pungaravato que, en 1579, señalaron a Diego Garcés, corregidor de Ajuchitlán,
que el pueblo se llamaba así, por la existencia antigua del ídolo
PUNGUARANCHA (así escrito por el escribano español), entonces, ¿Es posible
que Pungaravato, signifique en su origen: lugar, sitio, cerro donde se encuentra
el señor emplumado PUNGUARANCHA? (PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o
PUNGÁRENCHA, en la Relación de Michoacán). No se olvide, que, según ese
documento, PUNGUARANCHA (Pungárancha, Pungárecha o Pungárencha),
ostentaba el rango de un dios de la guerra para los antiguos Phorhépechas.
Aun cuando el vocablo hubiera sido corrompido por los españoles, la información
histórica recabada permite inferir, que el nombre del ídolo PUNGUARANCHA
(PUNGÁRANCHA), hace referencia a plumas, a plumaje; en tanto que, para los
lingüistas, el sufijo -acha significa “señor”34
No se puede saber con exactitud, de qué material estaba hecho el dios
PUNGUARANCHA (Pungárancha, Pungárecha o Pungárencha); según varias
fuentes documentales históricas consultadas, los Phorhépechas, elaboraban
ídolos en piedra, madera, y pasta de la caña de maíz amalgamada con una
substancia extraída de orquídeas. Lo más probable, es que esa deidad haya sido
de piedra y se adornara con plumas de aves exóticas.
Acorde con lo investigado, si se asume simplemente que el antiguo Pungaravato,
significa “cerro de plumajes” o “cerro de plumas”, creo, que la definición está
descontextualizada de las fuentes documentales históricas reales disponibles.
Los antepasados, los indios de Pungaravato, dijeron e informaron, que el pueblo
se llamaba así, porque en la antigüedad tuvieron un ídolo llamado
PUNGÁRANCHA; nunca mencionaron, que significara: “cerro de plumajes” o
“cerro de plumas”; esta, última, es una interpretación entendida y asumida por las
autoridades coloniales o de manera más reciente limitada al significado de
34 Paredes, Martínez Carlos. La Estratificación Social de los Tarascos. Revista de Arqueología Mexicana, Vol. IV, Num.19, mayo-junio 1996. Pág. 37.
72
phunguári (pluma) y huato o juato (cerro), que, respetuosamente considero,
carece de historicidad, pero, que ciertamente, resulta ser coincidente con la
versión o traducción dada inicialmente por los españoles y por algunos
investigadores contemporáneos.
Cuando se consultan las diversas fuentes documentales históricas sobre el
panteón religioso de los Phurhépechas, en el caso concreto del origen del nombre
de Pungaravato, se puede encontrar que hay aspectos más o menos
sistemáticos, que quizá, indiquen características particulares de las prácticas
religiosas en algunos sitios o regiones del Imperio Phurhé. Por una parte, se
puede observar que en la mayoría de los pueblos colindantes del señorío phorhé
hacia el oeste y sur, es posible sostener, que su nombre toponímico se relaciona
con el ídolo o deidad que allí se adoraba.
Por otra parte, hay que considerar lo siguiente: Tuxcacuesco, por ejemplo, se
llamaba así, por una piedra a la que tenían por ídolo, sobre la cual se había
posado un pájaro (tustle), y los pueblos sujetos a Cuitzeo del Rio también debían
su nombre a los ídolos que allí se adoraban, como el caso de Cupachcaquil, por
una navaja grande de obsidiana; Xochitlan (Tapichinticaui en lengua cascán), por
dos ídolos en forma de mujeres, o Copsppapit, por una vara gorda en forma de
cruz, a la que se vestía con un huipil y se adornaba con plumas de guacamaya.
En la región de la Tierra Caliente, es posible encontrar que este patrón se observó
únicamente en los siguientes sitios: Pungaravato, nombrado así por un ídolo
residente llamado PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA; y
Cutzamala, por un ídolo en forma de comadreja (APATZI).35
Por lo mismo, con la acotación sustentada en fuentes históricas, debe señalarse,
que el significado de Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato, no es,
atendiendo al idioma phorhé, literalmente el de “cerro con plumas o cerro de
plumaje”, pues ello no corresponde de manera alguna, al topónimo que
identificaría al pueblo en la antigüedad; entre los aborígenes que habitaban la
Tierra Caliente, y entre los Uacúsecha phorhes, porque en ese sitio se adoraba
a PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA. En la Relación de
Michoacán, se narra la practica de dominio y conquista de los Uacúsecha de
establecer deidades en los pueblos sojuzgados, y esto aumenta la posibilidad de
que en Pungaravato, como lugar estratégico del señorío phurhé, se adorara a
35 Espejel, Claudia. Diversidad Cultural en el Reino Tarasco. Ensayo Comparativo a partir de las Relaciones Geográficas del Siglo XVI. Unidad y Variación Cultural en Michoacán. Roberto Martínez, Claudia Espejel y Frida Villavicencio, Editores. El Colegio de Michoacán. UNAM-Instituto de Investigaciones Históricas, (2016). Pág. 104.
73
PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA y que no se le identificara
como un simple “cerro de plumas”. Veamos qué dice este documento de dicha
práctica en su apartado XVIII, COMO SE SINTIO AFRENTADO EL SUEGRO
PRIMERO DE TARIACURI PORQUE DEJO SU HIJA Y LE TOMO UN CU Y
FUERON SACRIFICADOS LOS ENEMIGOS DE TARIACURI:
[…] Solía esta gente, en su tiempo, cuando los enviaba el cazonçi [el
Irecha phurhé] o otro señor, a morar a otra parte, los que iban llevaban
alguna piedra que estaba con su dios o parte dél y donde asentaban
punian [ponían] nombre del dios que llevaban de sus pueblos y le decían
las mismas fábulas y hacián las mismas fiestas que en sus pueblos
propios.36
El texto transcrito de la Relación de Michoacán permite inferir, que en el señorío
del Irecha-Cazonci, había una política y práctica de colonización; que al sitio
donde iban o se les mandaba, llevaban algún dios; y, que, al lugar colonizado
(conquistado) le ponían el nombre de su dios, al cual adoraban con las mismas
prácticas religiosas realizadas en sus comunidades de origen. Por lo tanto, es
sostenible que en Pungaravato, los Uacúsecha e isleños de Zintzuntzán y
Páztcuaro, entonces sus colonizadores, hayan adorado a PUNGÁRANCHA,
PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, de donde deriva el topónimo o nombre de
Pungaravato. Como ya se dijo, se encuentra documentado, que, en la Tierra
Caliente, la práctica de nombrar o poner topónimo con el nombre de dioses del
panteón phurhé, sólo ocurrió en Pungaravato y en Cutzamala.
Las fuentes documentales coloniales redactadas por los cronistas agustinos dan
cuenta de la “arraigada idolatría de los indios de Pungaravato”; esto, desde luego,
bajo la visión de los evangelizadores; desde otra perspectiva, bien se puede
interpretar que los ancestros de Pungaravato, tenían una acendrada o enraizada
creencia religiosa en sus deidades; que eran profundamente religiosos. Por lo
mismo, esto ayuda a entender, el por qué, el cronista agustino Fray Mathias de
Escobar y Llamas, en su obra Americana Thebaida. Vitas Patrum de los
Religiosos Hermitaños de N. P. San Agustín de la provincia de San Nicolás
Tolentino de Mechoacán, refiera que en 1729, el párroco secular Don Juan
Martínez Araujo, destruyó la figura del ídolo IRECHANGATA. Por la información
histórica disponible, se infiere que más bien, puede tratarse de PUNGÁRANCHA,
PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA. Describe también el referido cronista, que
36 Ob. Cit. De Alcalá, Jerónimo. Relación de Michoacán, estudio introductorio de Jean-Marie G. Le Clézio. El Colegio de Michoacán, (2016). Pág. 84. En la presente investigación, en la mayoría de los casos, los corchetes son propios, con la intención de facilitar la comprensión del texto.
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el ídolo destruido, se encontraba en uno de los asentamientos aledaños del viejo
Pungaravato, sin precisar, si se ubicaba cercano al cerro de Pungaravato, o en
el de Chuperio o en otro sitio. Por una cuestión etnológica, se puede inferir o
especular, que el lugar donde estaba esta deidad era en el cerro, o aledaño al
dicho cerro de Pungaravato. Veamos cómo describe Mathías de Escobar este
pasaje.
[…] Aun en nuestros días [1729] el cura de Pungarabato [Pungaravato],
Don Juan Martínez de Araujo, Ministro de los más celosos que ha tenido
la tierra caliente, cuenta en un manual curioso que dio a la imprenta,
algunas de las supresticiones [superticiones] que hasta sus días
observaban los Indios, de tal modo que se obligó a subir a un alto monte
que veneraban los Indios, como allá los de Grecia a su olimpo, en el cual
el tiempo con el curso de las aguas había formado de unos crestones y
picachos, una, al parecer humana estatua a la cual y al monte llamaban
los Indios con el nombre de su Dios antiguo, Irechangata; aquí subió no
con poco trabajo este celoso Osías; y con sus propias manos deshizo a
fuerza de un pico el Idolatrado bulto; y con lo cual se sosegaron en algún
modo los ánimos de estos miserables tan propensos a la Idolatría, como
allá lo dicen los profetas de los Hebreos.37
Sobre el particular, si se atiene a esta referencia histórica de Fray Mathias de
Escobar, llama la atención, que prácticamente, a más de un siglo de la
colonización española, los indios y al parecer, también los mestizos de
Pungaravato, entonces ya producto de la mezcla de razas, seguían adorando (o
con su complicidad) a PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRECHA;
seguramente, secretamente, dados los severos castigos que imponían los
37 De Escobar y Llamas, Fray Mathias. Americana Thebaida. Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N. P. San Agustín de la provincia de San Nicolás Tolentino de Mechoacán, Balsas Editores, (1970). Págs. 187 y 188. Fray Mathias de Escobar, es, como lo denominan los expertos, un erudito sacro y barroco, cuya prosa se lee con dificultad, pero, se debe considerar que su estilo poco entendible (en nuestros días), es fiel reflejo de su época. Creo, que cuando Mathias de Escobar, alude a IRECHANGATA, por el término utilizado “de su Dios antiguo”, en realidad, está refiriéndose a PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, identificado en la Relación de Michoacán, y, documentado históricamente, que se adoraba en Pungaravato. He buscado en la propia Relación de Michoacán y en otras fuentes documentales de la mitología phurhé, como en la Mitología Tarasca de José Corona Nuñez, el nombre y existencia de IRECHANGATA, sin resultado alguno. Es muy probable, que el fraile de Escobar se haya equivocado o se le haya informado mal, respecto del nombre del ídolo destruido. Es una verdadera lástima, que no se disponga de ese “manual curioso” al que se hace referencia y que tanta información podría arrojar. Para 1681, el Cura secular, y recién llegado a ese sitio, don Juan Martínez de Araujo, se encontraba en Tlazazalca, Michoacán, cuya misión era la de informar sobre el estado deplorable de los hospitales de ese partido o pueblo.
75
misioneros del clero regular y luego del clero secular, así como las autoridades
virreinales, frente a las manifestaciones de idolatría.
La anterior aseveración se infiere, porque se encuentra documentado, que en los
años treinta del siglo XVI, derivado de epidemias, explotación y crueles abusos
de encomenderos y colonizadores, la población indígena disminuyó
drásticamente, lo que por razones económicas, obligó a importar y traer a la
Tierra Caliente, esclavos de origen africano, que rápidamente se mezclaron con
los habitantes de las llamadas repúblicas de indios al venir a trabajar en minas y
estancias ganaderas; y desde entonces, a la región, no sin ausencia de cierto
racismo, se le empezó a ubicar como “tierra de pardos”, negando la amalgama
que también se observó en otros pueblos del Obispado de Michoacán y de
México en general. El decremento de indígenas y el mestizaje fue tal, que el
segundo Virrey de la Nueva España, Luis de Velasco, llegó a expresar en real
cédula que:
[…] He sido informado que en el pueblo de Pungaravato hay muchos
mestizos y mulatos38 solteros, perjudiciales, que hacen y causan a los
indios muchos daños y agravios, y no embargante que por mandato mío
están mandados echar los tales de los pueblos donde vivieren, no se
cumple ni tiene allí efecto y conviene que se ejecute. Por tanto por el
presente, mando a la justicia del dicho pueblo que no consienta que vivan
mestizos ni mulatos, ni se detengan más de tres días, poniéndoles pena.39
Esta pretensión de segregación racial, no sólo en Pungaravato, sino en toda la
Nueva España, fue implementada por su segundo Virrey, Luis de Velasco, cuya
imagen se muestra a continuación.
38 Mulato(a), es la denominación para identificar a quien nacía de indio(a) y negro (a); en tanto que, a los españoles y criollos se les decía “bermejos”. 39 Martínez, Ayala Jorge Amós. Ava maría que he llegado. Devoción y casta en el Huetamo colonial. La Tierra Caliente de Michoacán. Gobierno del Estado de Michoacán. El Colegio de Michoacán, (2001). Pág. 157.
76
Fuente: imagen recuperable en:
https://www.google.com.mx/search?q=Don+Luis+de+Velasco&dcr=0&tbm=isch&source=iu&ictx
=1&fir=lkEMjBidHKKf8M%253A%252CkxMwijww245FJM%252C_&usg=__BrDukhFC2OiC0qM
Gt6EwkRoORc%3D&sa=X&ved=0ahUKEwjhvbuR4unXAhUm7YMKHbVNC44Q9QEIQDAC#im
grc=4SAb0RqXYoWD4M:&spf=1512164022701
Con los siglos, la querencia del Pungaravatense y del Calentano en general, pudo
más que las políticas de discriminación y de segregación racial. Desde luego, en
el mestizaje, también influyó la necesidad de mano de obra que aportaron los
negros africanos al Imperio Español.
En el terreno especulativo, esta actitud de los antepasados de Pungaravato, de
seguir adorando en secreto a PUNGÁRANCHA: ¿Puede interpretarse como
actos de resistencia cultural frente al abuso de españoles y criollos? ¿Es acaso,
una mera manifestación de sincretismo religioso?, o, bien: ¿Es una lucha por
mantener una identidad? Ciertamente, se carece de elementos etnográficos o de
tradición oral para dar respuesta a cualquiera de las interrogantes planteadas;
pero, no pasa desapercibido, que a más de un siglo de la intrusión española, los
de Pungaravato, con seguridad secretamente, todavía se aferraban a creer en
PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, no obstante de que para
77
entonces, al igual que en otros pueblos ancestrales de la Tierra Caliente, su
visión antigua del mundo, sus valores y creencias se encontraban en proceso de
extinción de manera irreversible.
Por todo lo anterior, es que, dadas las fuentes históricas expuestas, Pungaravato,
Pungarahuato, Phunguári-huato, acorde con el idioma phorhé, Pungarabato, hoy
en día, no debiera traducirse de manera literal como: “lugar o cerro de las
plumas”, “cerro con plumas o cerro de plumaje”, sino más bien, “como: lugar o
cerro del señor emplumado PUNGÁRANCHA”, que, no se olvide, según la
Relación de Michoacán, era el dios de la guerra. Y porque, además, eso dijeron
que significaba el pueblo (entonces república de indios), los indios más viejos de
Pungaravato.
Pungaravato, tiene dos cerros: Pungaravato y Chuperio, así como un pequeño
lomerío conocido en antaño como “loma de las gallinas”. Consultando al ya citado
Vocabulario en Lengua de Mechoacán, del Padre Maturino Gilberti, encuentro,
que el término chuperio, se relaciona con los vocablos phorhé chuperi, que
significa, “cosa preciosa o tesoro”, y con chuhpiri, que significa, “fuego o lumbre”.
Particularmente, me inclino por esta segunda grafía. Por su parte, Pablo
Velásquez Gallardo, en el también ya citado Diccionario de la Lengua
Phorhépecha, phorhépecha-español, español-phorhépecha, señala que,
pitapantani chupírirhio, significa, “sacar algo del fuego”; por lo mismo, no es
aventurado pensar que, el término chuperio, se pueda relacionar con alguna
actividad de producción alfarera en el asentamiento prehispánico humano
aledaño al sitio conocido en su tiempo como “loma de los monos”, donde se han
recabado abundantes muestras de partes de piezas y figuras de barro cocido, y
no, con el término descontextualizado de Chuperi, relacionado con algo relativo
a “cosa preciosa o tesoro”, que, no pareciera tener sentido lógico, etnográfico ni
histórico.
También existe la posibilidad, de que chuperio, pueda significar “lugar donde se
hace el fuego; la lumbre”, esto, si nos atenemos a lo señalado en el Diccionario
Grande de la lengua de Michoacán, de autor anónimo, editado por Fimax
Publicistas, en cuyo contenido, se puede leer que: chupiri, chuhpiri, significa,
fuego, lumbre; de donde, si se agrega el locativo “o”, tiene sentido que signifique:
“lugar o sitio donde se hace el fuego o la lumbre”.
Resulta claro, que el sitio o lugar, no hace referencia al cerro; esto, porque de ser
así, si nos atenemos a las diversas fuentes de la lengua phorhé, entonces, los de
78
Pungaravato, hubieran identificado o identificarían tal paraje como chupirihuato
(o juato), y luego significaría: “lugar o cerro donde se hace el fuego, donde se
hace la lumbre”, cosa que no tiene sustento alguno dentro de las tradiciones
etnográficas de los Pungaravatenses. Pero, cabe la posibilidad de que, en la
antigüedad, originalmente los ancestros indígenas identificaran el sitio como:
chupirihuato, y que, con el correr de los años, quedara simplemente como
Chuperio.
Pungaravato, cuenta con dos barrios históricos, Esquipula y Timangaro. El
término o topónimo “Esquipulas”, no es de origen phorhépecha, ni de cualquier
otra lengua ubicada en la Tierra Caliente. Su origen, probablemente, deriva del
maya-quiché, y se refiere al pueblo de Esquipulas, ubicado en Guatemala. Existe
otra versión, que señala que “Izquipula”, deriva de izquitli (escoba), y de “puloa”
(destruir, arrazar); 40 lo cual nos llevaría al significado de “lugar donde fueron
destruidas las escobas”. Considero, que este pretendido significado de toponimia
carece de historicidad, ya que en la memoria etnográfica de los
Pungaravatenses, al barrio se le identifica ligado a la devoción profesada al
“Señor de Esquipula”, y no con el topónimo evidentemente de origen nahuatlato.
No es posible determinar cuándo llegó y se implantó la devoción al “Señor de
Esquipula” en Pungaravato. Considerando que los Agustinos con la muerte del
Padre Moya prácticamente concluyeron su labor misional en la Tierra Caliente en
1567, no es posible saber, salvo documentos disponibles, si la devoción al “Señor
de Esquipula” (¿En realidad de Esquipulas?), que se venera en ese barrio, haya
sido introducida por sacerdotes del clero secular o por los padres Franciscanos
o Agustinos en su labor de evangelización. No obstante, la primitiva y modesta
capilla, tiene las características constructivas de las órdenes mendicantes: con
atrio abierto para evangelizar a diferencia de los del clero secular que no
observaban o seguían ese estilo constructivo de iglesias.
La sagrada imagen venerada por los actuales Pungaravatenses-Altamiranenses,
es una pintura al óleo; en tanto que, la del pueblo de Esquipulas en Guatemala,
está hecha de talla en madera en color oscuro, y fue realizado por Quirio Cataño,
en octubre de 1594. Dado el nombre toponímico ubicado en Guatemala y
referenciado a la imagen, se puede inferir, que los evangelizadores del clero
secular o regular o bien ambos, introdujeron su culto en lo que hoy en día es
Centroamérica, y luego, se extendió a la Nueva España. En México, hay réplicas
del Señor de Esquipulas en Cuastecomate, Jalisco, en Moroleón, Guanajuato, en
40 Mayo, Baloy. Toponomía del Estado de Guerrero. Editorial Sanley, (2008). Pág. 160.
79
Miahuatlán, Oaxaca, en Aguascalientes, Aguascalientes, y en Villahermosa,
Tabasco.
En Pungaravato, la antigua y modesta capilla del “Señor de Esquipula”, tenía el
siguiente aspecto.
Fuente: cortesía del Lic. Víctor Manuel Arias Castillo.
En cuanto a Timangaro, atendiendo al Diccionario Grande de la Lengua de
Michoacán, es probable, que derive de la raíz thimarah-, significa auer [haber] luz
o rresplandor [resplandor], o causar luz o claridad. En este diccionario, el término
más cercano al vocablo Timangaro, es thimazqua, que significa, claridad, luz,
rresplandor [resplandor], lumbre [Timaquaro], este último corchete, aparece en el
propio Diccionario. Entonces, dada la cercanía de este sitio con el cerro de
Pungaravato, es posible inferir y proponer, que era el lugar donde se prendía
fuego o se hacían fogatas para honrar al Dios PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA
o PUNGÁRENCHA, y ello causaba luz y resplandor, ritual o práctica seguida por
los phurhés y documentado en varias partes de la Relación de Michuacán como
una forma de adorar a los dioses, principalmente a Curícaueri.
Con suma imaginería (muy respetable), el esforzado investigador local, Ingeniero
Alfredo Mundo Fernández, en su obra: Crónicas de la Tierra Caliente, editada
80
bajo los auspicios del Ayuntamiento Constitucional de Cutzamala de Pinzón, Gro,
2012-2015, a página 136, supone e inventa el nombre y glifo en náhuatl de
Pungaravato, designándolo como Quetzaltépetl, término que traduce como “cerro
de plumas preciosas”. La imagineria es una, y la búsqueda de la historicidad es
otra.
Es muy probable, como se señala en el presente trabajo, que el antiguo
Pungaravato, en la época precolonial, haya sido identificado con algún nombre
según el idioma oral de los pueblos asentados en la región calentana; inclusive
por los mexicas, pero, no existe documento histórico alguno hasta ahora
conocido, que avale lo imaginado por dicho autor, de que Pungaravato en náhuatl
signifique “cerro de plumas preciosas”. Ni que los mexicas, identificaran a
Pungaravato, con ese glifo o denominación.
En mi proceso de investigación, he consultado al notable investigador y sabio
Don Antonio Peñafiel en su obra: Nombres Geográficos de México. Catálogo
Alfabético de los Nombres de Lugar Pertenecientes al Idioma Náhuatl. Estudio
Geroglífico [Jeroglífico] de la Matrícula de los Tributos del Códice Mendocino,
editada en 1885, a página 169, y he encontrado lo siguiente: Quetzaltepec. –
Quetzal-tepec. y, en referencia al glifo, lo describe de la siguiente manera: Cinco
plumas de quetzalli sobre la terminación fonética de tepec; en el cerro del
quetzalli, y lo define como: “en el lugar en que hay quetzales”. En Pungaravato,
ni en la Tierra Caliente, se encuentra documentada la presencia de quetzales,
que habitan bosques montañosos altos y muy húmedos.
Fuente: glifo tomado de Don Antonio Peñafiel, en su obra: Catálogo Alfabético de los Nombres
de Lugar Pertenecientes al Idioma Náhuatl. Estudio Geroglifico (Jeroglífico) de la Matrícula de los
Tributos del Códice Mendocino, editada en 1885, a página 169.
81
Por otra parte, en náhuatl, el viejo Pungaravato, según la obra consultada de
Peñafiel, por su situación geográfica de estar junto a ríos, si fuera el caso, puede
tener concordancia con Quechulac, o, mejor dicho, con Quechulapan; de
Quechull, pájaro de plumas finas; y con Apan, rio o aguaje; cuya composición
sería: “entre el agua o rio de los pájaros de las plumas finas”. Pero, como esto
carece de historicidad, no me atrevo ni siquiera a plantearlo como propuesta.
Fuente: glifo tomado de Don Antonio Peñafiel, en su obra: Catálogo Alfabético de los Nombres
de Lugar Pertenecientes al Idioma Náhuatl. Estudio Geroglífico (Jeroglífico) de la Matrícula de los
Tributos del Códice Mendocino, editada en 1885, a página XXX.
Por otra parte, “lo de cerro emplumado”, que sí está documentado
históricamente, y se ha descrito en este trabajo, tiene que ver con la presencia
en Pungaravato de PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA; con
el dios de la guerra de los phurhépechas, que, muy probablemente, en la
antigüedad, hubiera estado ataviado con plumas preciosas, de guacamaya y de
otras aves exóticas de la Tierra Caliente. Nada que ver, con la aseveración del
Ing. Mundo Fernández, que propone a Pungaravato, como un simple “cerro de
plumas”, carente de referente histórico.
6. Quién fundó Phuguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato.
Primeramente, es necesario precisar, que la fundación de pueblos prehispánicos
no equivale en su concepto, como se verá más adelante, a los procedimientos
que, a su vez, se definieron o se hicieron, siguiendo cierta usanza española.
82
Los ancestros indígenas, en su idioma particular, identificaban y nombraban un
asentamiento, acorde con las características físicas del lugar, es decir,
atendiendo a su entorno geográfico y ecológico, y, entonces, daban un topónimo
que identificaba el sitio, permitiéndoles ubicar el lugar donde cierto núcleo
humano se asentaba, perteneciera o no a su pueblo, hablaran o no su mismo
idioma.
Los asentamientos indígenas, recibían su toponimia o su nombre, atendiendo a
su ubicación en montes, barrancas, parajes, cerros, ríos, lagos, ojos de agua,
color de la tierra, o a la abundancia de ciertas plantas o animales; el objetivo, era
ubicar esos núcleos de población que pudieran representar algún interés
estratégico para gobernantes locales como para quienes pretendían obtener sus
recursos naturales; como los mexicas y phorhépechas. Por lo mismo, dar un
topónimo, no significa necesariamente, tener la intención de asentarse
permanentemente o de colonizar, ni mucho menos se puede hablar de fundación.
No obstante, como se plantea en el presente trabajo, en el caso del topónimo de
Phuguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato (hoy en día), no
guarda relación con su entorno geográfico; más bien, como lo refieren las fuentes
coloniales y la Relación de Michoacán, el topónimo se relaciona con el sitio donde
se ubicaba el dios PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, puesto
que, si el topónimo correspondiera a la situación geográfica del viejo
Pungaravato, entonces, en un ámbito meramente especulativo, podría sinificar:
los que viven entre ríos, los que están junto al rio, y su toponimia sería otra; pero,
como se ha dicho, el sitio recibe tal nombre, porque en Phuguári-huato, se
ubicaba el ídolo de la guerra, el de los corredores: PUNGÁRANCHA,
circunstancia claramente documentada en las fuentes coloniales; en la Relación
de Michoacán.
Bajo los planteamientos anteriores, y dado que el topónimo evidentemente deriva
del idioma phorhé, de la lengua Michoacana, de Mechoacan, de la Cintzuntza o
Tarasca, como se le denomina en las diversas fuentes coloniales, se puede inferir
(que no especular), que, Phuguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato,
Pungarabato, previo a la llegada de los españoles, era en ese tiempo, un
asentamiento de la nación phorhé, del señorío michhuaque o tarasco, en donde,
la lengua franca era la perteneciente a este pueblo originario, sin desconocer
que también se hablaba el Cuitlateca y el otomí. Por lo mismo, más que hablar
de una fundación (como se conoce, acorde con la usanza española), se puede
concluir, que Pungarahuato (Pungaravato), era un asentamiento
predominantemente de gente michoaque, cuya cultura, como distintivo de
83
identidad, hasta nuestros días, permea en el habla y ser cotidiano de los
Pungaravatenses-Altamiranenses, al igual que en otros pueblos de la Tierra
Caliente.
En la Relación de Michoacán, se narra que previo a la muerte de Tariacuri, éste,
en el monte Thiapu, en la zona lacustre, repite y reitera a Hiripan, Tangaxoan e
Hiquingaje, que los tres serán señores; Hiripan en Cuyacan41 (Ihuatzio, que en
phorhé, significa: lugar de coyotes, donde abundan los coyotes);42 Tangaxoan,
en Mechoacan (Tzintzuntzan), e Hiquingaje, en Pátzcuaro. A la muerte de
Tariacuri, los tres se convierten en señores de las localidades que previamente
les asignara quien fuera su tío y padre respectivamente.
En las guerras de conquista, a los pueblos dominados, se les asignaba un
cacique o principal designado por el Irecha-Cazonci, escogido entre los
chichimecas (uacúsecha: águilas) e isleños (los de Tzintzuntzan), y, muy
probablemente, dada la prevalencia del idioma phurhé como lengua franca en la
mayoría de las localidades de la región, para consolidar las conquistas y reforzar
fronteras, se inició un proceso de colonización con habitantes phorhés de la
región lacustre. Lo anterior es sostenido como hipótesis por algunos estudiosos
de la Relación de Michoacán, como es el caso de Carlos Paredes Martínez, quien
manifiesta que habría que reforzar con más investigaciones, la practica militarista
de los uacúsecha, de trasladar poblaciones (phorhés y aliadas), a lugares
distantes, señalando como ejemplo, el caso de los llamados Pantecas, que de
41 Por una lamentable confusión, se ha llegado a pensar, que Cuyucan (Ihuatzio), sede del Irecha Hiripan, se ubica en la Tierra Caliente; en la actual Coyuca de Catalán, Gro., que, toponímicamente significa los mismo que Ihuatzio; no obstante, si nos atenemos a lo narrado en la Relación de Michoacan, la expansión phurhé, se dio entre los años 1420-1440 d.C., aproximadamente; de donde resulta, que Tariacuri, no pudo señalar a Hiripan, la localidad de la actual Coyuca de Catalán como su señorío, por la simple razón de que la que ahora es una importante ciudad, todavía, no había sido conquistada o sometida por los ejércitos phorhépechas. Atendiendo a la geografía, la división entre los señores michoaque, se dío en localidades ubicadas en la zona lacustre de Michoacán, en donde, por cierto, también se ubica Ihuatzio, no en la lejana e inhóspita Tierra Caliente. Es de reconocerse, que esta confusión, fue generada, inclusive, por sabios de la época como el Dr. Nicolás León, quien, en su obra, Los Tarascos. Notas Históricas, Étnicas y Antropológicas. Historia Primitiva, Descubrimiento y Conquista, editado en 1903, y reeditado en 1979, por Editorial Innovación, S.A. de C.V., señala que, en la división del reino, Hiripan (Hirepan), se quedó con Coyuca, la cual ubica en la Tierra Caliente (página 100). Don Jesús Romero Flores, en su Historia de Michoacán, Tomo I, página 41, también guarda la misma percepción o confusión geográfica. Los estudios arqueológicos, históricos y etnógraficos modernos y el estudio profesional de la Relación de Michoacán, dan cuenta de que la Coyuca, es Ihuatzio, y que se ubica en la parte central y lacustre de lo que ahora es el Estado de Michoacán, y no es la Coyuca de Catalán calentana, verdad histórica que asumimos con cierto desencanto pues siempre creimos lo contrario. 42 Hay otra versión, en la cual se dice, que se le nombra Cuyucan (Ihuatzio), por el gran número de esculturas en forma de coyote, que había en dicho sitio.
84
Zacatula (en la costa del Pacífico) fueron llevados a Guayameo, ubicado en las
cercanías de Zirándaro.43
También es probable que, Pungárihuato (Pungaravato), haya adquirido su
topónimo (nombre primitivo), cuando los michhuaque o tarascos, entre 1420-
1440 d.C., muerto Tariacuri, los caudillos o señores: Hiripan, Tangaxoan e
Hiquingaje, liderando a la gente isleña de Tzintzuntzán, inician campañas de
conquista, sometiendo y en su caso colonizando un gran territorio delimitado al
sur por el rio grande o de las Balsas, al este por lo que ahora se denomina río
Cutzamala (antes Pungaravato) y al norte por el río Lerma.
Para quien no es experto, como es el caso, la lectura de la Relación de
Michoacán, respecto de la narrativa de los pueblos que se iban conquistando,
resulta un tanto cuanto compleja (incluso para conocedores); no obstante, en
dicho documento, en lo referente al sometimiento de los pueblos de la Tierra
Caliente, se hace la siguiente descripción:
[…] Otro principal llamado Cupáuaxanzi asentó en la Guacanan
[Guacana]. Zapíuatamezangueta [nombre de otro isleño] asentó en
Paracho; Chapata y Atiache hucáuati [también principales isleños] asentó
en Chupingo Parapéo, que era valiente hombre. Utume y Catúquema en
Chupingo Parapéo. Y iban todos estos principales conquistando por su
parte y conquistaron a Casinda angápeo, Purechu huato [Purechucho],
Cauingan, Tucúmeo, Marita angápeo, Hetúcuaro, Hapérendan, Çacango
[Zacango], Cuseo [Cutzio], que todos son pueblos de tierra caliente,
Xanóato angápeo, Quayámeo [Guayameo].
De los pueblos de la Tierra Caliente, en la Relación de Michoacán, en dos
bloques de pueblos conquistados, previos al transcrito, se identifica a Zirándaro;
infiero que es el calentano, pero ignoro si los otros pueblos mencionados se
ubican en la región:
43 Paredes, Martínez Carlos. Toponomía Purépecha. Del Carácter Plurilingue y del cómo Denominaban a los Pueblos en el Michoacán Prehispánico. La Memoria de los Nombres: La Toponomía en la Conformación Histórica del Territorio. De Mesoamérica a México. Karine Lefebvre y Carlos Paredes Martínez, editores, (2017). Universidad Nacional Autónoma de México-Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental. Pág. 48.
85
[…] Y otro principal llamado Çangueta [Zangueta], de los isleños,
conquistó Apánoato. Conquistaron así mesmo [los isleños mencionados
en el bloque anterior] a Vámuquaro, Acuízapeo, Papazio hoata,
Tétengueo, Purúaran, Cuzián, Mazani, PataÇio [Patazio], Camuqua huato,
Yurécuaro, Sirándaro [Zirándaro].44 Y iban poniendo caciques en todos
los dichos pueblos; hasta las mujeres mandaban los pueblos [¿?].45
En la continuación del texto de la Relación de Michoacán, se narra que
Cupáuaxanzi asentado en la Guacanan (Guacana), y Vtucuma (Utucuma),
principal, seguramente también proveniente de la región lacustre, hicieron varias
conquistas; y en este bloque, se describen las correspondientes a algunos
pueblos de la Tierra Caliente, específicamente de Pungaravato:
[…] Y iban desta manera conquistando los chichimecas y isleños
[Cupáuaxanzi, Vtucuma y huestes] y conquistaron más los siguientes
pueblos: Visíndan [Uisíndan], Hauíri hoato, Zinapán, Zirápetio,
Hapánohato, Coyucan [Coyuca], Hapázingani [Cutzamala], Pungari
hoato [Pungaravato], que son pueblos de tierra caliente.46 Ambézio,
Tauengo hoato [Tanganhuato], Tiríngueo, Charácharando, Çacapu
hoato [Zacapuato], Peránchequaro, Vasís hoato [Uasís hoato], Hucumu
[Tuzantla], Hacándiquao, Haroyo, Xungápeo, Chapato huato, Haziro
Hauánio, Taximaroa que era de otomíes. Pucuri ecuátacuyo, Maróatio,
Hucario, Hirechu hoato, Acámbaro, Hirámucuyo, Tebéndaho, Mayao,
Eménguaro, Cazáquaran, Yurírapúndaro, Cuypu huato, Vangaho
[Uangaho], Tánequaro, Purúandiro, Zirápequaro, Quaruno, Ynchazo,
Hutáseo, Hacáhuato, Zánzani, Verecan.47
44 La duda es, porque, en el caso de Yurécuaro, se ubica en el noreste de Michoacán. Ignoro, el por qué el escribano o informante de la Relación de Michoacán, no incluyó como pueblo conquistado a Zirándaro, en el grupo en el que se menciona a los pueblos de la Tierra Caliente, poniéndolo en un bloque distinto. Probablemente obedezca al orden de conquista. 45 ¿Implica que las mujeres también podían ser caciques? 46 Probablemente, para denotar su importancia como pueblos principales, se enfatiza que Coyucan [Coyuca], Hapázingani [Cutzamala], y Pungari hoato [Pungaravato], son pueblos de tierra caliente. Geograficamente, Tauengo hoato [Tanganhuato], Tiríngueo, Charácharando, y Çacapu hoato [Zacapuato], también se ubican en la Tierra Caliente. Ignoro, y no he podido identificar a Ambézio, como pueblo de la región. 47 Ob.Cit. Todos los estractos, fueron transcritos, respetando la grafia y paleografía de la Relación de Michoacán, de Jerónimo de Alcalá, con estudio introductorio de Jean-Marie G. Le Clézio, reedición del Colegio de Michoacán, (2016). Págs. 256 y 257; excepto, los textos propios que aparecen entre corchetes, cuya intención es clarificar o precisar la información.
86
Es muy probable, no obstante que no se mencionan en la Relación, dado su
nombre en phurhé como Acatzécuaro, que es la actual Tlapehuala, y Ajuchitlán,
que no tiene nombre phurhépecha conocido, también hayan sido objeto de
conquista por el señorío phurhé en esta misma época.
Cabe destacar que dado el férreo control del Irecha phurhe sobre los pueblos de
su señorío; de los conquistados y de sus aliados, según se infiere de la lectura
de la Relación de Michoacán, la gente, los colonizadores indígenas, eran
ubicados en un determinado lugar, el cual no podían abandonar sin la previa
autorización del Irecha-Cazonci. Es decir, no existía libertad de libre tránsito,
como ahora se entiende en la modernidad.
Por todo lo anterior, atendiendo a que los Chichimecas (Uacúsecha: águilas) e
isleños (los de Tzintzuntzan y Pátzcuaro), conquistaron y dieron el topónimo a
Pungaravato, y luego, según se desprende lo colonizaron y repoblaron, se puede
afirmar que el ancestral y viejo: Phuguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato,
Pungarabato, como se le conocio e identificó en el transcurso de los siglos, si se
quiere o pretende hablar de fundación, es pertinente señalar que esta la hicieron
los Mechhuaca, los Phorhépechas o Tarascos, porque, con su política de
colonización y repoblamiento, tuvieron la intención de asentarse
permanentemente en el sitio, de practicar su cultura, de hablar su lengua y de
adorar sus deidades, destacando PUNGUARANCHA (PUNGÁRANCHA,
PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA); ídolo, del que se puede inferir, deriva el
nombre de Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato. El siguiente mapa,
muestra los pueblos conquistados y mencionados en la Relación de Michoacán,
excepto Tanganhuato, que, creo, en la Relación se identifica como Tauengo
hoato, y Acatzécuaro o Tlapehuala que no pude identificar, pero que
seguramente, también fue conquistado en el mismo lapso histórico.
87
Fuente: tomado de Sarah Albiez-Wieck. Contactos Exteriores del Estado Tarasco. Influencias desde Dentro
y Fuera de Mesoamérica. Vol. I. 2013, quien, a su vez, señala como fuente y cortesía a Claudia Espejel
Carbajal (seguramente derivado de la obra: La Justicia y el Fuego. Dos Claves para Leer la Relación de
Michoacán). El Colegio de Michoacán. Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat Alfau de Teixidor, Pág. 149.
Como dato adicional, arqueológicamente, se encuentra acreditado que
Pungaravato y los pueblos de la Tierra Caliente, formaban parte del denominado
“cinturón de cobre mexicano”, región que se afirma, estaba “densamente
poblada” durante la época prehispánica; documentado también esta, que, en la
conquista española, y, probablemente durante el señorío phurhé, se daban
objetos de cobre como tributo.48
Una de las fuentes coloniales que han servido para identificar los centros mineros
en la región del Balsas medio, es el documento sobre Información de Minas,
elaborado por el Presidente de la Segunda Audiencia, Don Vasco de Quiroga,
fechado el 15 de octubre de 1533, que aunado a las evidencias arqueológicas,
indican que la mayor parte del cobre y plata que llegaban a la cuenca de
Pátzcuaro, a la región lacustre, sede del señorío uacúsecha, provenían del área
48 Hosler, Dorothy. Nuevos hallazgos sobre la Metalurgia antigua de Guerrero. El Pasado
Arqueológico de Guerrero (2002). Christine Niederberger y Rosa Ma. Reyna Robles (Coordinadoras). Pág 228.
88
o frontera sur oriental: Ajuchitlán, Coyuca, Cutzamala, Pungaravato, Zirándaro y
Placeres del Oro (el cinturón de cobre calentano).
Es muy probable, que Phunguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato,
Pungarabato, actualmente, en la antigüedad, se le haya identificado con un
nombre topónimo de alguna vertiente de algún idioma del tronco yutoazteca,
como el náhuatl o el cuitlateca, este último según Donald Brand, ligado al Siux-
hokano o Macro-Otomangue; en general, con el tronco otopame, como el otomí,
mazahua y matlatzinca, pero hasta ahora, no existe evidencia, arqueológica,
documental o etnográfica, de que alguno de estos grupos o pueblos, lo hubieran
ocupado con la intención de asentarse cerca de sus cerros y ríos de manera
permanente; no con el impacto cultural phurhé que hasta la fecha observan los
de Pungaravato y la mayoría de los pueblos de la Tierra Caliente.
7. El contexto del dominio español en la nación phorhépecha.
Los soberanos españoles, gobernaron la Nueva España, hoy México, durante
tres siglos que van desde la conquista de México-Tenochtitlan por Hernán Cortés
y huestes indígenas aliadas, un 13 de agosto de 1521 hasta la consumación de
la independencia el 27 de septiembre de 1821.
Durante 300 años, los reyes de la Casa de Austria y los de la Casa de Borbón,
gobernaron el territorio Novohispano; durante el Virreinato, racial y culturalmente,
se forjaron y definieron los elementos que sustentan nuestra mexicanidad
amalgamada con genes indígenas, europeos, negros y de otras nacionalidades,
que hoy en día, nos permite detentar una de las culturas más ricas del mundo.
Los monarcas de dichas casas europeas gobernaron España y sus reinos de las
indias, en donde por el desarrollo cultural de sus pueblos originarios y su
importancia económica para la Corona Española, sobresale el Reino de la Nueva
España (hoy México). El dominio español, inicia con la conquista de
México-Tenochtitlan, por Hernán Cortés, puesto que el conquistador originario de
Extremadura, lo hacía en nombre de Carlos V, de la Casa de Austria, quien
gobernó de 1516-1556, luego siguieron: Felipe II, 1556-1598, Felipe III,
1598-1621, Felipe IV, 1621-1665, Carlos II, 1665-1700; de la Casa de Borbón:
Felipe V, 1700-1746, Fernando VI, 1746-1759, Carlos III, 1759-1788, Carlos IV,
1788-1808, y, Fernando VII, 1808-1833, periodo este último, en que se consumó
la independencia de la Nueva España, conocida genéricamente como México.
89
Los reyes católicos Doña Isabel la Católica y Fernando de Aragón, gobernaron
juntos de 1474 a 1504.
Consumada la conquista de México-Tenochtitlan, bajo el contexto
contemporáneo, resulta difícil comprender, que, quizá el último Irecha soberano
de la nación phorhé, que en lengua náhuatl recibía el nombre de Cazonzi,
Tzinzicha Tangaxoan II, enterado de las dramáticas noticias de la destrucción de
México-Tenochtitlan, haya rendido su importante y rico imperio sin oponer
resistencia alguna.
Esto, quizá, intimidado por las narraciones impactantes de sus informantes sobre
la destrucción del Imperio Mexica, o tal vez, siendo el líder de un pueblo
profundamente religioso, atendiendo a la aparición repentina de un cometa en el
cielo, como a los malos augurios dados por los sacerdotes que presagiaban la
inminente destrucción del Imperio Phorhé, tal y como pictográficamente se narra
en la Relación de Michoacán, de manera práctica, para evitar mayor sufrimiento
a su pueblo, decidió someterse al vasallaje de la Corona Española. Las
verdaderas causas o razones, quizá nunca las lleguemos a saber.
Lo documentado históricamente, es que, el 25 de julio de 1522, Cristóbal de Olid,
capitán y enviado de Cortés, pertrechado con mayor tecnología militar,
encabezando una tropa de hispanos y aliados indígenas, entró en Tzintzuntzan,
capital del Imperio Phorhé, sin encontrar resistencia alguna; a partir de este
evento histórico, el destino colonial de muchos pueblos tributarios del gran
Irecha-Cazonzi, ubicados en la Tierra Caliente (jurhío), entre ellos el de
Phunguári-huato (Pungaravato), quedó sellado inexorablemente.
Diversas fuentes documentales permiten inferir, que probablemente, antes de la
conquista phorhé, Cutzío (o Cuiseo, hoy integrado con Huetamo), Cuyucan
(Coyuca), Huayameo (Guayameo), Phunguári-huato (Pungaravato) y Zirándaro,
hayan sido pequeños señoríos independientes, sin que se pueda precisar,
quiénes fueron los grupos étnicos y los nombres primitivos de los pueblos
originales de estas localidades. De igual forma, se señala, que esta área de la
Tierra Caliente (Jurhío), quizá, acatando órdenes del Cazonzi, sin resistencia, se
sometió a un pequeño grupo militar encabezado por Antonio de Carbajal, quizás
en 1523.
90
8. Phunguári-huato (Pungaravato) en la Encomienda.
En el entorno rudo y tiempo histórico de la conquista, desoyendo los intentos de
la Corte Española de hacer a todos los aborígenes o indígenas directamente
dependientes de la Corona Española, Hernán Cortés, con la inteligencia,
sagacidad, astucia y codicia que lo caracterizó, consumada la conquista de
México-Tenochtitlan el 13 de agosto de 1521, y sobre la base de la información
recabada por sus expedicionarios militares, en un lapso que va aproximadamente
hasta 1524, distribuyó entre él y sus demás compañeros de conquista,
poblaciones indígenas en depósito o Encomienda.
La Encomienda en Pungaravato y en la Tierra Caliente, se sustentó
principalmente, en la visita que, por instrucciones de Cortés, realizó
primeramente el capitán Antonio de Carbajal, quien tuvo la misión de hacer una
relación general de los dominios del Irecha (en phorhé), Cazonci (en náhuatl), en
donde se registró de manera sistemática información económica sobre los
tributarios del Imperio Phorhé en la región, sus cabeceras y sujetos
(asentamientos menores que dependían de ellas) que luego sirvió de base para
el repartimiento en Encomienda. Las fuentes documentales históricas coloniales
disponibles, permiten inferir, que tal actividad la realizó Antonio de Carbajal, entre
julio de 1523 (otras fuentes mencionan 1522) a julio de 1524.49
Bajo este esquema de control y explotación económica, los gobernantes o
caciques indígenas, que luego, frente a los encomenderos españoles hicieron
las veces de recaudadores de tributos, conjuntamente con sus anteriores
súbditos indígenas, quedaron bajo la supuesta “protección” de un
Encomendero-conquistador, quien debía ocuparse de que sus “encomendados”
fueran cristianizados, para que luego, fueran leales y dignos vasallos del Monarca
Español; en ese tiempo, reinaba Carlos V, a cambio de lo cual, mediante
tasaciones o cálculos ventajosos para el Encomendero, éste tenía el derecho de
recibir tributo y servicios personales de los indígenas; por cierto, esto último,
también es un tipo de impuesto o contribución.
49 La Relación de Sirandaro y Guayameo, también edición de René Acuña, levantada al igual que la de Ajuchitlán en 1579 por el corregidor Hernando de Coria, Alcalde Mayor de las Minas del Espíritu Santo (cuya ubicación no se ha podido determinar con exactitud), al desahogar la pregunta 2, señala que el descubridor español de sirandaro (Zirándaro), e infiero que también de Pungaravato, fue el capitán Antonio de Carbajal, quien arribó a la región acompañado de tres españoles, más un negro llamado Juan Garrido, y desde luego, por guías indígenas provenientes de Pátzquaro que los acompañaban. Refiere dicha Relación, que en sirandaro (Zirándaro) estuvieron tres días y que luego partieron hacia la costa de Zacatula, localidad ubicada en el Océano Pacífico, poblado, por cierto, hoy desaparecido.
91
Definida de manera cruda, la Encomienda colonial, no es otra cosa más que el
repartimiento entre los conquistadores españoles de los aborígenes o indígenas,
anteriores vasallos del Irecha phurhé, para que desarrollaran trabajo obligatorio
en tierras, haciendas, mercedes y minas explotadas por los nuevos colonizadores
españoles. Es una forma casi feudal de repartir los servicios personales de los
indígenas, obligados a sembrar tierras llamadas “cementeras” para con su
producto, abastecer la mano de obra esclava indígena que penosamente
acababa su vida en las minas o sirviendo en tierras y estancias agrícolas y
ganaderas de los europeos.
Como sostiene Peter Gerhard, es posible que Pungaravato haya sido
encomendado en primer lugar por Hernán Cortés a Juan Velázquez, aunque para
comienzos de 1528 estaba dividido entre dos encomenderos: Fernando Alonso
y Pedro de Bazán. Alonzo fue ejecutado por judaizante en el mismo año de 1528,
después de lo cual Bazán adquirió la mitad vacante. Posterior a la muerte de
Bazán, en la década de 1540, Antonio Anguiano y Luis Sánchez reclamaron la
encomienda, pero Hernando de Bazán (hijo del encomendero Bazán), retuvo el
título hasta que se hizo sacerdote poco después de 1580 y Pungaravato pasó a
la Corona Española 50
Todo hace inferir, que, derivado de la inconformidad de los tributarios indígenas
en Michoacán, respecto de los tributos que pagaban a sus encomenderos,
buscando asegurar el abasto de las minas, y, probablemente, para evitar
rebeliones, en 1528, el Bachiller Juan de Ortega, hace una nueva tasación,
asignando y reasignando tributos a los pueblos en encomienda. Por alguna razón
que desconocemos, en la tasación de Ortega, se omite señalar los tributos
tasados por el Bachiller Ortega en algunas encomiendas Michoacanas. Puede
ser, que la información se encuentre extraviada o se haya perdido
irremediablemente.
La codicia y avaricia de los antepasados europeos-españoles, siempre estuvo
presente durante toda la época colonial, y no es raro, encontrar en diversas
fuentes documentales referencias de pleitos entre ellos por las encomiendas;
así, se tiene registrado, que el conquistador Juan de la Peña Vallejo, quien tuvo
el triste papel de fungir como “defensor” del último Irecha-Cazonci michoacano,
Tzintzincha Tangaxoan II o Don Francisco en su nombre cristiano, asesinado por
Ñuño de Guzmán en 1547, fue testigo en un juicio entre Juan Velázquez de
50 Gerhard, Peter. Geografía Histórica de la Nueva España 1519-1821. Universidad Nacional
Autónoma de México, (1986). Págs. 138 y 139.
92
Salazar y los encomenderos Pedro de Bazán y Antonio Anguiano por el pueblo
de Pungaravato.51
La Encomienda, con alta e intensiva explotación de la mano de obra indígena,
originó injusticias y arbitrariedades por parte de los encomenderos, por lo que, el
propio Gerhard Peter, en la obra a la cual ya se hizo referencia, consigna que es
posible que en la región: Cutzío-Huetamo, Cuyucan (Coyuca), Huayameo
(Guayameo), Pungarahuato y Sirandaro (Zirándaro), haya habido un intento de
rebelión indígena entre 1526-1528. A la fecha, no he encontrado bibliografía
especializada o documento alguno que de manera fehaciente avale tal
suposición.
La Encomienda del antiguo Pungaravato, fue asignada y reasignada y luego
disputada en pleitos legales por varios encomenderos españoles en las primeras
décadas de la colonización, situación que dificulta la identidad de su titularidad
en las fuentes documentales coloniales existentes; fundamentalmente, dada la
rareza de cédulas expedidas por Hernán Cortés confiriendo la Encomienda. Sin
desatender esta dificultad, sobre la base de la información disponible, a
continuación, se intenta hacer una descripción cronológica de los encomenderos
de lo que en aquel entonces era una “república de indios” llamada Pungaravato.
Tabla 2. Encomenderos del pueblo de Pungaravato.
Año/fecha: Nombre del encomendero: Antecedentes del encomendero:
1524. Juan Velásquez de Salazar Hermano del factor (Gobernador Interino) Gonzalo de Salazar. Fue vecino y regidor de la Ciudad de México-Tenochtitlán. Se desconoce la fecha exacta de su cédula de encomienda otorgada por Hernán Cortés. Probablemente, data del verano de 1524. La encomienda se asignó sobre la base de la información de inspección recabada por Antonio de Carbajal en 1523, quien duró aproximadamente un año en Michoacán recabándola.
Juan Velásquez de Salazar. Regresa a España y la encomienda es reasignada.
51 Escobar, Olmedo Armando M. Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos por Nuño de Guzmán. 1530. Frente de Afirmación Hispanista A. C., (1997). Pág. 131.
93
Fernando Alonso de Villanueva. Hernán Cortés, reasigna la mitad de la encomienda a Fernando Alonso de Villanueva, quien anteriormente era encomendero de Huaniqueo.
1524. En octubre, Hernán Cortés, parte a Honduras, y poco después, Pedro Almíndez (o Alméndez), juntamente con el Capitán General de la Nueva España Gonzalo de Salazar, declaran muerto a Cortés, y envían a Francisco de Orduña a visitar Colima, Zacatula y Michoacán, para redistribuir las encomiendas.
1526 Ángel de Villafaña. Poco antes del regreso de Cortés de Honduras (probablemente en mayo de 1526), Alonso de Estrada (encargado, designado en el gobierno por Hernán Cortés), reasigna la mitad de la encomienda de Pungaravato a Ángel de Villafaña, y a Fernando Alonso de Villanueva, se le permuta otra encomienda. De 1524 hasta parte de 1526, no se han encontrado datos de quién tenía la otra mitad de la Encomienda de Pungaravato. Un dato importante, es que Ángel de Villafaña, en 1528, hace referencia que un esclavo negro de nombre Antón, era capataz de una cuadrilla de indígenas esclavos de su propiedad, que seguramente trabajaban en minas cercanas a Coyuca o del Espíritu Santo.
1526, 17 de septiembre.
Pedro de Bazán. La otra mitad de la encomienda le fue asignada a Bazán, por Marcos de Aguilar, gobernador de la Nueva España (16 de abril de 1526 a 1° de marzo de 1527); esto, tras la muerte de Luis Ponce de León, designado originalmente por el Rey de España como gobernador, quien muere el 20 de julio de 1526, (12 días después de asumir el cargo). Pedro de Bazán, litigó cuatro veces la Encomienda de Pungaravato, llegando inclusive a apelaciones ante el Consejo de Indias (en España).
Alonso Gutiérrez de Badajoz. Del mismo modo, el propio Gobernador de la Nueva España, Marcos de Aguilar, asignó la otra
94
mitad de la Encomienda de Pungaravato a Gutiérrez de Badajoz.
1528, se realiza nueva tasación de impuestos por el Bachiller Juan de Ortega (Tasación de Ortega).
Considerando la situación de los pueblos encomendados, el propósito de la tasación fue la de asegurar el abasto alimenticio y de mano de obra indígena a las minas y el transporte de los minerales a la capital de la Nueva España. En la región calentana, se puede identificar la del Espíritu Santo (cercana a Ajuchitlán), pero también el abasto incluyó las de Taxco y Zultepec. En la Tasación de Ortega, se nombra a Pungaravato, como Punjaravato. En la propia Tasación de Ortega, se identifica el nombre de los “principales” de origen indígena del pueblo de Pungaravato: Esanzo y Cipe, quienes fueron apercibidos por las autoridades coloniales “de mandar gente para destruirlos y hacerlos esclavos”, si no ocurrían ante el Bachiller Juan de Ortega, para proporcionar información que permitiera determinar una nueva tasación de tributos a cargo de los habitantes del pueblo.
1528. Quizá, atendiendo a la cédula de encomienda otorgada originalmente por Hernán Cortés, Fernando Alonso de Villanueva, en la tasación de Ortega de 1528, de manera por demás confusa, todavía aparece como encomendero de la mitad de Pungaravato, no obstante de que, según se infiere en los documentos disponibles, Cortés le otorgó esa mitad originalmente en 1524, permutándosela luego por otra en 1526.
1528 Peter Gerhard, sostiene que Fernando Alonso de Villanueva, fue ejecutado por judaizante; es decir, un judío convertido al cristianismo, pero que en secreto, seguía practicando la religión judaica.
1529, 12 de abril. Antonio de Anguiano. Considerando un traspaso por el pueblo de Tianguesteco (¿Tianguistengo, Hidalgo?), a favor de Fernando Alonso de
95
Villanueva, Nuño Beltrán de Guzmán, presidente de la Primera Audiencia, así como sus miembros, otorgaron la mitad de Pungaravato a Antonio de Anguiano.
No obstante, para aumentar la confusión, en una información hecha por Antonio de Anguiano, en donde se buscaba precisar el asunto de la Encomienda, éste declaró, que él hizo el cambio de (¿Tianguistenco, Hidalgo?), por la mitad de Pungaravato, con Alonso Gutiérrez de Badajoz (¿?). Lo cual significa, que, entonces: ¿No lo hizo con Alonso de Villanueva?
1529. Frente a la negativa inicial de Pedro de Bazán, de acompañar a Nuño Beltrán de Guzmán, en su expedición militar a la Nueva Galicia (Colima y Jalisco), éste es despojado de la mitad de la encomienda de Pungaravato que hasta entonces tenía. Un dato interesante, es que, en esta expedición, dada su lejanía, Nuño de Guzmán, logra una permuta de provisiones ubicadas en Tzintzuntzan, pertenecientes al Contador Albornoz, por una colecta de los pueblos de Coyuca, Ajuchitlán, Pungaravato, Cutzamala, Cutzio-Huetamo y Guayameo; por cierto, colecta adicional a los tributos normales establecidos para cada pueblo en Encomienda.
1529, 15 de octubre. Luis Sánchez. Nuño Beltrán de Guzmán, reasigna a Luis Sánchez, la mitad de la encomienda de Pungaravato, quitada a Pedro de Bazán.
1532. En su intento por recuperar la mitad de la Encomienda de Pungaravato, Pedro de Bazán, demanda ante los licenciados Juan Ortiz de Matienzo y Diego Delgadillo (oidores sobrevivientes de la Primera Audiencia presidida por Nuño Beltrán de Guzmán), se le pagaran los daños y perjuicios económicos, así como la devolución de la mitad de la Encomienda de Pungaravato que le había sido arrebatada.
96
Entre 1532-1537. Antonio de Anguiano y Pedro de Bazán, tenían en encomienda a Pungaravato.
Las fuentes documentales hacen inferir, que por litigio o pleito, Pedro de Bazán, recuperó la mitad de la Encomienda de Pungaravato, quitada por Nuño de Beltrán Guzmán.
1537 De manera conjunta, Antonio de Anguiano y Pedro de Bazán, pelearon (litigaron), contra Juan Velásquez de Salazar, frente a su intento por recuperar Pungaravato y Chacharando (Characharando, Michoacán). Es muy probable que este pueblo, antes y después de la colonización española haya sido sujeto de Pungaravato. Para 1537, Juan Velásquez de Salazar, era vecino y regidor en la ciudad de México-Tenochtitlán.
1540 El Visitador Real, Martín de Calahorra, en un testimonio judicial de Pedro de Bazán, contra Antonio Anguiano (por la Encomienda de Pungaravato), declaró que conoció el pueblo de Pungaravato, y de que había sido visitador en las minas de Coyuca trece años atrás (dato confuso por el año), porque el pleito se tiene documentado, se entabló en 1541.
1541 Pedro de Bazán, entabló pleito contra Antonio de Anguiano, para excluirlo de la Encomienda de Pungaravato.
Hernando de Bazán. A la muerte de Pedro de Bazán (¿?), su hijo, Hernando de Bazán, en 1550, tuvo que litigar en contra de Luis Sánchez, debido al intento de éste por recuperar la mitad de la Encomienda de Pungaravato que en su tiempo (1529), le otorgara Nuño Beltrán de Guzmán. La información recabada indica, que ambos personajes residían en México-Tenochtitlán.
1548 Hernando de Bazán. En la Relación de los Obispados Siglo XVI, y en la Suma de Visitas (1548), se señala como único encomendero de Pungaravato, a Hernando de Bazán (hijo de Pedro de Bazán).
1580-1581 Peter Gerhard, sostiene, que Hernando de Bazán, heredero de Pedro de Bazán, se hizo sacerdote, y que entonces, la
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Encomienda de Pungaravato pasó a la Corona Española.
Fuente: elaboración propia, con información de J. Benedict Warren. La Conquista de Michoacán
1521-1530, Fimax Publicistas, (1977). Págs. 235 a 237.
Otro dato adicional: considerando que la Encomienda, era una forma de hacer
fortuna rápidamente mediante la explotación intensiva de la mano de obra
indígena, J. Benedict Warren, sostiene que Pedro de Bazán, entonces
encomendero de la mitad de Pungaravato, el 21 de marzo de 1528, compró
cincuenta esclavos, y sesenta y cinco más el 1° de abril. Se puede inferir, que la
compra de mano esclava fue utilizada en la explotación de alguna mina ubicada
en la periferia de Pungaravato o quizá en Coyuca. Por toda la información
transcrita, es posible deducir, que la Encomienda de Pungaravato era entonces,
un buen negocio que ameritaba su disputa.
En la Encomienda, dadas las epidemias y los abusos en la explotación intensiva
de la mano de obra indígena originaron sus escases, motivando que las
autoridades coloniales, debido a los intereses de la Corona Española, buscarán
contener los excesos de los encomenderos. Bajo este entorno, ocasionalmente,
y sin que en realidad se interfiriera en las actividades e intereses de los
encomenderos de la Tierra Caliente, los corregidores de Asuchitlan (Ajuchitlán),
el de Calpulaculalco y el de Cutzio-Huetamo (este último aproximadamente entre
1533 y 1541), buscaban “impartir justicia” de manera esporádica y sin ningún
impacto real frente a los excesos de los colonizadores españoles.
Como se ha dicho, el viejo Pungaravato, formaba parte del llamado “cinturón de
cobre en la Tierra Caliente”, por lo mismo, los encomenderos mediante
asociaciones entre ellos buscaban hacer negocios para extraer cobre, oro y plata
de las minas ubicadas en la región y era de la conveniencia del monarca español
en turno, obtener participación en los rendimientos económicos que las minas
producían.
Con el fin de proporcionar información precisa, el presidente de la Segunda
Audiencia Don Vasco de Quiroga, antes de asumir como prelado del Obispado
de Michoacán, esto, el 15 de agosto de 1533, elabora Información de las Minas
de Cobre de la Provincia de Michoacán. Este importante documento, se
encuentra en el Archivo General de Indias, en Sevilla, España, Ramo indiferente
general, legajo 1204.
98
El informe, fue elaborado en la ciudad de Uchichila, en náhuatl, y Tzintzuntzan,
en phurhé, y en su cuestionario se pedía información sobre las minas de cobre
en Michoacán, debiendo especificarse: en qué partes y pueblos estaban y qué
pueblos comarcanos hay en ellos y qué distancias hay desde las dichas minas
de cobre a estos pueblos comarcanos y qué cantidad se podría sacar en un año;
y lo más importante, qué cantidades se podrían tributar a la Corona Española,
requiriendo además información respecto de hasta dónde podían llegar las
carretas para sacar el mineral y transportarlo a la ciudad de México-Tenochtitlan.
En lo relativo a la información de minas de cobre ubicadas en la Tierra Caliente,
el documento colonial fue elaborado por el Escribano Real Alonso de la Paz, y la
información se obtuvo, previo juramento de por medio, de un tal Antonio Oliver,
indígena de Tzintzuntzan, el cual declaró, haber escuchado de los indios de
Turicato (poblado de la Tierra Caliente, ubicado en el sureste del actual Estado
de Michoacán), que en Guayameo, encomendado a Gil González de Benavides,
y ubicado a veinte leguas de Uchichila (Tzintzuntzan), había minas, agregando
el informante, que escuchó de minas muy ricas en Cinagua, ubicada a dieciocho
o veinte leguas, pero que en ambos pueblos no pueden llegar carretas por ser
tierra fragosa.
El mismo Antonio Oliver, también declara, que en Choromoco (Churumuco, de
Morelos, Mich.), también poblado de la Tierra Caliente, se extraía cobre. De las
minas de cobre ubicadas en la región calentana, el referido personaje señala lo
siguiente:
[…] que ha oído decir que todos los pueblos de tierra caliente, como son
Guayameo y Cuyceo [Cutzio-Huetamo] y Pungaravato y Coyuca y
estancias de Tanxitaro [Tancítaro] que confinan con tierra caliente y otras
estancias de Antón Caycedo que son sujetos de Perivan que hay minas
de cobre en todos estos pueblos, y que esto ha oído decir comúnmente
así a indios como a españoles …
Otro testigo de nombre Suero Esturiano, alguacil de Uchichila (Zintzuntzan), en
el mismo informe, en relación con las minas de cobre declaró que:
[…] que lo que sabe es que en Coyuca, que es en las minas donde cogen
el oro, que es el pueblo que así se nombra Coyuca de Guillen de la Lo[a],
cinco leguas de este pueblo, cerca de las minas del oro y donde están las
99
dichas minas de oro, hay otras de cobre en que se solía sacar cobre y este
testigo ha visto las piedras y conoce el metal de él y los indios dicen que
allí sacan el cobre y que le parece a este testigo que es mucha la cantidad
que allí hay de cobre porque son unas piedras muy grandes y otras
pequeñas en cantidad; y que está en comarca de estas minas el pueblo
de Pungaravato, que es de Bazán, y el pueblo de Cucamala
[Cutzamala], que está encomendado a Juan Burgos, y el pueblo de
Cuyseo [Cutzio- Huetamo], que está en la cabeza de Su Majestad, y el
pueblo de Guayameo, que está encomendado en Gil González de
Benavides, y el pueblo de Asuchitlan [Ajuchitlán], que está en la
cabeza de Su Majestad, que están estos pueblos a cinco y seis leguas y a
nueve leguas y otros a siete leguas, y que no sabe otras minas de cobre;52
Para 1544, frente a la dificultad de administrar justicia en la Tierra Caliente, al
Corregidor de Tiripetío Diego Hurtado, se le otorgó jurisdicción “para impartir
justicia” en los pueblos de Asuchitlan (Ajuchitlán), Cutzamala, Pungaravato,
Coyucan (Coyuca), Guayameo, Turicato, Tuzantla, Zinagua, La Huacana, Cutzio-
Huetamo y en las Minas del Espíritu Santo,53 con los mismos resultados de
impacto en su mínima expresión en cuanto a llegar a afectar los intereses
económicos de los encomenderos.
Dada la política de segregación racial implementada por la Corona Española en
los inicios de la colonización, y siendo Pungaravato una república de indios, sus
encomenderos, por disposición legal, tenían la prohibición de residir en la sede
de su Encomienda y generalmente lo hacían en pueblos o villas de españoles o
en México-Tenochtitlán, residencia del poder central colonial Virreinal, y, para la
administración económica de la Encomienda, se hacían representar mediante
poderes jurídicos otorgados generalmente a sus criados o sirvientes, término
para distinguir en ese tiempo, a personas de su confianza, quienes se ponían de
acuerdo con los caciques indígenas para recaudar el tributo tasado a favor del
encomendero. Estos administradores, que, según diversos documentos
coloniales, se les denominaba calpixques, firmaban contratos por un lapso de un
52 Warren, Fintan B. o.f.m. Minas de Cobre de Michoacán 1533. Anales del Museo Michoacano, número 6, Segunda Época, (1968). Pags. 41,45 y 46. El resaltado en negrita es propio. Sin duda, el alguacil Suero Esturiano, respecto de los pueblos que refiere, tenía un pobre conocimiento sobre las distancias, pues de Uchichila-Zintzuntzan a los pueblos que cita, no hay cinco o nueve leguas, considerando que una legua equivale 4.82803 km; quizá, hizo un cálculo según entendía la proporción de las distancias. 53 Fuente ubicada en el Archivo General de la Nación, bajo el ramo de Mercedes, Volumen 4, f. 77 V.
100
año o más, al término de los cuales podían ir a trabajar para alguna otra persona;
naturalmente español.
Se encuentra también documentado, que entre encomenderos (sólo entre éstos),
siendo su meta el lucro y la riqueza en el corto plazo, y teniendo como capital de
inversión a los “indios encomendados”, es decir, la Encomienda en su conjunto,
hacían contratos para la explotación de minas, en donde, algún encomendero,
aportaba la mano de obra índígena (generalmente esclava o inclusive de su
Encomienda), y el otro, los suministros o bastimentos para su manutención,
repartiéndose los beneficios, generalmente en oro y plata de todo lo obtenido. En
el siguiente apartado, se describe la forma en que los naturales de Pungaravato,
pagaban tributo a su encomendero, observándose, que fundamentalmente este
se destinaba al sostenimiento de las minas que como se ha dicho, mayor
enriquecimiento rápido le producía al encomendero.
9. La suma de visitas, 1547-1550.
La Suma de Visitas, por la información demográfica y tributaria que maneja, es
un documento colonial por demás interesante. Se deriva de la orden de Rey de
España, que mediante cédulas reales de 10 y 12 de abril de 1546, ordena un
censo de los pueblos indios (repúblicas de indios), para determinar su población,
sus recursos y desde luego los tributos que podían y debían cubrir. El censo fue
hecho por varios funcionarios coloniales entre 1547 y 1550, precisamente, en el
lapso en que Hernando de Bazán, hijo del encomendero Pedro de Bazán, logró
hacerse de la totalidad de la encomienda de Pungaravato en 1548.
El documento de la Suma de Visitas, resulta de importancia estratégica, porque
prácticamente, el censo coincide con las epidemias de cocoliztle (viruela),
acontecidas en la Nueva España entre 1545 y 1548; no obstante, hay que
precisar, que dicha epidemia impactó con mayor o menor virulencia a los
poblados indígenas asentados en la geografía de la Nueva España, pero lo que
es indudable, es que la población aborigen fue diezmada por epidemias y por la
explotación intensiva de los colonizadores españoles.
El censo conocido como Suma de Visitas, se reunió en un documento único y fue
remitido a España, probablemente en 1551. No obstante de que omite
información de parte del Marquesado del Valle de Oaxaca (en poder de Hernán
Cortés), la mayor parte de la Diócesis de Tlaxcala y la provincia de Guazacualco
101
(Coatzacoalco, en Veracruz), los historiadores coinciden en que es un documento
fundamental para entender la evolución de las cabeceras poblacionales y sus
localidades sujetas. El documento, fue publicado por primera vez en 1905, en
Madrid, España, por el historiador Francisco del Paso y Troncoso, bajo el título
de Suma de Visitas de Pueblos por Orden Alfabético. En lo referente a
Pungaravato, es interesante observar como en ese documento colonial, de
manera más coincidente con la fonética del idioma phorhé, se le identifica como
“Pungarauato”, describiéndolo de la siguiente manera:
(461) PUNGARAUATO, [en la comarca de] Mechoacan. [Número] LIII.
[ Al margen izquierdo:] [encomendado] en el heredero de Bazán.
Este pueblo tiene trece estancias, Y todos juntos son dos mil y ciento y
nueve casados. Dan de tributo: cincuenta indios en las minas; y tres cargas
de ropa. Y hacen una sementera en la cual se cogen seiscientas o
setecientas fanegas de maíz. Es tierra llana. Dase toda suerte de
bastimento y algodón y muchas frutas. Está de las minas del Espíritu Santo
[a] diez leguas; y de Pascuaro [Pátzcuaro] [a] treinta; y de tasco [Taxco]
[a] veinte y dos; y de çultepeque [Zultepec] [a] diez y nueve. Parte términos
con CUÇAMALA [Cutzamala], y COYUCA y ASUCHITLAN [Ajuchitlán] Y
CUISEO [Cutzio]. 54
Es una verdadera lástima que en el documento no se indique el nombre de esas
trece estancias. Por todo lo reseñado, con cautela, sobre la base de las fuentes
documentales señaladas, y considerando la cronología hecha en el apartado
anterior (tabla 2), se puede inferir que, dadas las asignaciones realizadas tanto
por Hernán Cortés como por Nuño Beltrán de Guzmán, los pleitos entre los
encomenderos, las permutas con otras encomiendas y los esfuerzos por
recuperar y hacerse de la Encomienda del antiguo Pungaravato, este pueblo,
54 La información fue tomada de René García Castro (coordinador y editor), en su obra Suma de Visitas de Pueblos de la Nueva España, 1548-1550. Universidad Autónoma del Estado de México. Facultad de Humanidades, (2013). Pág. 257. La paleografía con criterio moderno corresponde al propio García Castro y a Diego Vázquez de la Cruz. Los corchetes para precisar los poblados son propios. En español antiguo, la “ç”, se pronuncia como “z”. Sultepec, es un poblado del Estado de México en donde en la época colonial se ubicaban minas. Una “sementera”, es tierra comunal en la república de indios para la siembra. Una fanega de maíz equivale a 65 Kg. El término “bastimento”, no es un producto en particular, significa cualquier cosa útil para sustentar el trabajo en las minas. En cuanto a “Cuiseo”, por ubicación geográfica, es evidente que se hace referencia a Cutzio, antiguo pueblo, hoy es uno con Huetamo.
102
desde entonces, sin duda alguna, tenía cierta importancia económica en la región
de la Tierra Caliente.
Un dato por demás desconcertante e intrigante es que, en la misma obra citada
de René García Castro, en la página 128, relativa a la Suma de Visitas de
Pueblos de la Nueva España, 1548-1550, cuando se hace referencia a: (166)
CUÇAMALA (Cutzamala), número LIII, cuyo encomendero era Francisco
Vázquez de Coronado, el funcionario que levantó el censo, asienta que: “Este
pueblo tiene trece estancias. Y en la cabecera y sujetos hay tres mil y seiscientos
y seis hombres sin niños …”
Como se observa, quien levantó el censo, enfatiza que “no hay niños”, ni advierte
tributarios casados; entonces, considerando que según fuentes documentales en
Cutzamala había una guarnición con indicios arqueológicos comprobados de
fungir como fortaleza de frontera del Imperio Phorhépecha para contener al
mexica; bajo esta circunstancia, ¿Es posible que sólo se haya reportado o
censado a remanentes de guerreros apostados en esa guarnición? No encuentro
una explicación lógica a la inusual información asentada por el funcionario
colonial.
Del mismo modo, en el censo o información de Cutzamala, también se asienta
que: “… Es tierra llana. Está la cabecera junto al rio de Pungarauato”
(Pungaravato). Es de llamar la atención, que al menos en la época del censo, y
luego en la colonial, entre los funcionarios de la Corona Española, al rio se le
ligaba con el pueblo de Pungaravato y no con el Cutzamala como en la actualidad
se hace. A continuación, se transcribe la parte relativa a la Suma de Visitas de
Cutzamala.
(166) CUÇAMALA, [en la comarca de] Mechuacan. Número LIII
[Al margen izquierdo:] [Encomendado] en Francisco Vázquez de
Coronado.
Este pueblo tiene trece estancias. Y en la cabecera y sujetos hay tres mil
y seiscientos y seis hombres sin niños. Dan de tributo ochenta indios en
las minas de Tasco. Y cada ochenta días, cinco cargas de ropa. Y cada
año quinientas fanegas de maíz. Y cada domingo una fanega de sal. Es
tierra caliente. Está de Mechoacan [a] treinta leguas; y de Tasco [a] veinte;
y de Çultepeque [a] diez y ocho; y de las minas del Espíritu Santo [a] diez
leguas. Es tierra llana. Está la cabecera junto al rio de Pungarauato.
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Dase algodón y todas las cosas de Castilla. Parte términos con
TUÇANTLA; y con CUYSCO; y con COYUCA; y AXUCHITLAN; y
PUNGARAUATO.55
Buscando contrastar el número de tributarios y los tributos pagados por los de
Pungaravato y otros pueblos de la Tierra Caliente en la Suma de Visitas, a
continuación, se describe la siguiente información.
Tabla 3. Pueblos de la Tierra Caliente, tributarios y tributos en la Suma de Visitas, 1547-1550.
Pueblo: Número de tributarios: Tributo pagado al encomendero:
Axuchitlan (Ajuchitlán) 2,073, sin contar niños, ni muchachos, en 20 estancias (sujetos).
40 indios en las minas de Tasco (Taxco); 1000 fanegas de maíz (¿Al año?), y 135 fanegas de frijoles cada año.
Coyuca 1,092, sin contar niños, ni muchachos, en 7 estancias (sujetos).
40 indios en las minas del Espíritu Santo; cada 80 días: 3 cargas de mantas, 60 jícaras, 10 petates de ají (chile), 4 talegas de sal, 1 carga de pescado, 60 pares de cutaras, 10 talegas de pinol, 10 petates, 5 ollas, 5 comales, 1 gallina de la tierra (guajolote), 1 de Castilla; cada 20 días: 20 indios para llevar cobre a México, siembra de 1 sementera donde producen 15 fanegas de frijoles.
Cuyseo (Cutzio-Huetamo) 1,520, toda la gente, probablemente sin contar muchachos, en 10 estancias (sujetos).
40 indios en las minas de Tasco (Taxco); 8 cargas de mantas, 2 fanegas y media de ají (chile), 12 taleguillas de sal, y 20 jícaras. Probablemente, los suministros se hacían cada 80 días.
Cuçamala (Cutzamala) 3,606, hombres sin la existencia de niños, en 13 estancias (sujetos).
80 indios en las minas de Tasco (Taxco); cada 80 días: 5 cargas de ropa; 500 fanegas de maíz cada año, y 1 fanega de sal cada domingo.
Pungarauato (Pungaravato) 2,109, casados, probablemente, sin contar niños ni muchachos, en 13 estancias (sujetos).
50 indios en las minas (probablemente de Tasco (Taxco) y del Espíritu Santo, cerca de Coyuca); 3 cargas de ropa (no se señala periodicidad); y sembrar 1
55 Ob.Cit. René García Castro (coordinador y editor). Suma de Visitas de Pueblos de la Nueva España, 1548-1550. Universidad Autónoma del Estado de México. Facultad de Humanidades, (2013). Pág. 128. La paleografía con criterio moderno corresponde al propio García Castro y a Diego Vázquez de la Cruz. Es de hacerse notar, que, en los inicios de la colonización española, como se observa de lo transcrito y remarcado en negrita y cursiva, al río, se le identificaba como “río de Pungaravato”, y no con el poblado de Cutzamala, como se hace en la actualidad.
104
sementera en la que se producían de 600 a 700 fanegas de maíz.
Sirandiro (Zirándaro) 743, sin contar muchachos, ni niños, en 5 estancias (sujetos).
Mantas, ají (chile) y frijoles (no se especifica la cantidad). Pero, puede ser similar a lo aportado por otros pueblos de la región.
Fuente: elaboración propia, con información y datos de René García Castro (coordinador y editor).
Suma de Visitas de Pueblos de la Nueva España, 1548-1550. Universidad Autónoma del Estado
de México. Facultad de Humanidades, Págs. 71, 128, 257 y 270.
Para entender las unidades de medida que servían para tributar, he consultado
la Matrícula de Tributos, documento de evidente pictografía nahua. Una fanega
= 55.5 litros; una carga de mantas = 20 mantas; las talegas o taleguillas de sal,
eran bolsas de medida más o menos estándar, no pude determinar a cuántos
kilos o gramos equivalía; una carga = 12 arrobas, y una arroba = 16.13 litros.
Para intentar comprender mejor esta última medida: una arroba = 25 libras; una
libra = 453.59 gramos, entonces, una arroba = 11.339.809 (11 kilos, 339 gramos
y 809 miligramos).56
Dada la información de la Suma de Visitas (1545-1548), es muy probable, que
en la Tasación de Ortega, del Bachiller Juan de Ortega de 1528, las repúblicas
de indios de la Tierra Caliente hayan tributado lo mismo, pero en mayor cantidad;
esto, antes de la epidemia de viruela acontecida en 1545 y 1548. Nótese también
que Pungaravato, en la Suma de Visitas, por el número de sus pobladores,
económicamente era desde entonces, un pueblo importante de la Tierra Caliente.
También es un referente, la información que se contiene en el Informe sobre el
Cobre en Michoacán, levantado y redactado en 1533, por el oidor Don Vasco de
Quiroga, presidente de la segunda audiencia, y a la postre Obispo de Michoacán,
basado en testimonios de indígenas y sus encomenderos, en donde se consigna
que en Coyuca existían minas de cobre y oro; y que, otros yacimientos de cobre
se encontraban en Cutzio, Guayameo y Pungaravato.57
Pungaravato, en la Encomienda, en cuanto a la forma de gobierno, era una
república de indios, es decir, la gobernaba un principal mandón o cacique
indígena, sujeto a las autoridades coloniales, seguramente, también era una
56 Sepúlveda y Herrera Ma. Teresa. Medidas, Numerales y Unidades para Tributación. Edición Especial de Arqueología Mexicana. La Matrícula de Tributos. Serie Códices. Número 14, noviembre de 2003. Págs. 12 y 13. 57 Ob.Cit. Roskamp, Hans. Los Códices de Cutzio y Huetamo. Encomienda y Tributo en la Tierra Caliente de Michoacán, Siglo XVI. El Colegio de Michoacán. El Colegio Mexiquense., Pág. 64.
105
cabecera de tributos, en donde el gobernante indígena, los recaudaba y
entregaba al encomendero designado (en realidad a su representante calpixque),
originalmente por Hernán Cortés y luego por las autoridades de la Corona
Española como fue el caso de la Primera Audiencia.
Cabe precisar, que, en cuanto a la forma del gobierno colonial, había cabeceras
de partido, que era el lugar o sitio donde residían las autoridades españolas: un
alcalde mayor o corregidor castellano, y dentro de su jurisdicción se encontraban
las repúblicas de indios con sus respectivas encomiendas.
Es posible inferir, que en algunos casos, al inicio del gobierno colonial, la
designación de las sedes de alcaldía mayor o de corregimiento, se hacía por
razones de interés económico; fundamentalmente, para el mejor control de la
producción minera de oro y plata que tanto interesaba a los colonizadores y
encomenderos españoles, y no necesariamente obedecía al número de
pobladores de algún pueblo (asentamiento) de indios cercano (después república
de indios) en donde podrían residir las autoridades españolas. Tal supuesto se
infiere en la Relación de Sirandaro y Guayameo de 1579, en donde se observa
con suma claridad lo señalado.
[…] En el pueblo de Sirandaro y Guayameo, a primero día del mes de
noviembre de mil y qui[nient]tos y sesenta y nueve años, el il[ustr]e señor
HERNANDO DE CORIA, alcalde m[ay]or de las minas del Espíritu Santo
y corregidor deste d[ic]ho pueblo y justicia m[ay]or del pueblo de Cuseo
[Cutzio]58 por su Maj[esta], por ante mí, B[A]RTOLOME DÍAZ BORRERO,
escribano nombrado y jurado en forma, el d[ic]ho señor al[ca]lde m[ay]or
dijo que, en cumplimi[en]to de la Instrucción que por su Maj[esta]d se
manda hacer para la descripción de las indias, cometid[a] a todos a todos
los jueces de esta Nueva España, que, en lo que toca a lo que es en su
cargo y jurisdicción, la hacía cierta y verdadera, así de vista, como por
relación de viejos antiguos, naturales de esta tierra, como de españoles,
que es en la forma y manera siguiente.59
58 Tengo duda, si en la relación de Sirandaro y Guayameo, el escribano se refiere a Cuitzeo, el actual pueblo mágico del Estado de Michoacán, o, a Cutzio (hoy integrado con Huetamo). Me inclino porque se trata de Cutzio. 59 Ob.Cit. Relación de Sirandaro y Guayameo, también edición de René Acuña, (1987). Pág. 261.
106
La misma Relación en la pregunta 14, señala la ubicación de la famosa mina del
Espíritu Santo.
14 [A] cuatro leguas de la cabecera, hay unas minas de plata que se dicen
del Espíritu Santo, donde hay tres haciendas, con algunos negros. Los
años pasados había en ellas muchos españoles y haciendas, y se sacaba
mucha cantidad de plata; y, como se libertaron los esclavos indios que las
solían labrar han venido a la miseria en que al presente están. Es poca la
plata que sacan; tienen hierro de su Maj[esta]d con que se señala [a los
esclavos].
Para 1579, ya había negros en la región calentana. Una legua equivale
aproximadamente a 5 kilómetros, razón por la cual, la Mina del Espíritu Santo
estaba a unos 20 kilómetros de la cabecera. Las fuentes documentales
disponibles, permiten inferir, que, prácticamente desde el inicio de la colonización
española, se prohibió la esclavitud de los indígenas (salvo los rebeldes
capturados en guerra); pero los abusos de los encomenderos motivaron que en
1542-1543, se emitieran Leyes Nuevas, que prohibían la esclavitud de los
naturales, disposiciones que en realidad, nunca tuvieron vigencia plena en la
Nueva España, siguiendo el lema muy de las autoridades coloniales: “se acata,
pero no se cumple”.
Los colonizadores españoles, con cualquier pretexto, argumentando rebelión de
los indígenas, aprisionaban a éstos para marcarlos con hierro y mandarlos a
acabar su vida en las minas insalubres; fue tanta su crueldad, que inclusive,
llegaron a poner el hierro a mujeres y niños de teta. Así lo plasma y se inconforma
el presidente de la Segunda Audiencia Don Vasco de Quiroga, en una carta
denominada La Información en Derecho, escrita en 1535 en donde protesta ante
el Rey por las disposiciones que readmiten la esclavitud de los indígenas y por el
contrario recomienda el establecimiento de “un Nuevo Mundo sin los vicios y
defectos de los europeos”; es su alegato, un intento por establecer una utopía
cristiana. En ese documento, el Obispo Quiroga, hace una de las
argumentaciones jurídicas más estructuradas para denunciar la violencia y el
abuso de los encomenderos españoles, argumentando que:
107
[…] Han hecho y hacen esclavos hasta las mujeres con los hijos de
teta de tres o cuatro meses a los pechos de las madres y herrados
todos con el yerro que dicen del Rey …”60
En los primeros años de la colonización (1523, con el arribo de Antonio de
Carbajal), Cutzio-Huetamo, Cuyucan (Coyuca), Huayameo (Guayameo),
Pungaravato y Sirandaro (Zirándaro), en alternancia y esporádicamente, eran
visitados por los corregidores de Cuiseo (Cuitzeo, no confundir con Cutzio,
pueblo antiguo anterior y hoy unido a Huetamo), por el de Asuchitlan (Ajuchitlán)
y el de Capulalcolulco (este último, Gerhard, lo ubica en la comunidad de Tetela
del Río, Guerrero, en San Miguel Totolapan), con poco impacto o interferencia
en el actuar de los encomenderos, hasta que en 1554, se dio jurisdicción sobre
la zona, al corregidor de Tiripitío (Tiripetío, Michoacán), situado bastante lejos, al
norte de la zona, “por causa de no haber justicia en [dichos] pueblos. 61
Para 1566, Guaymeo (Guayameo) y Sirándaro (Zirándaro), al igual que
Cutzio-Huetamo, como tributarios, pasaron a la Corona Española, y, cuando
Cutzio-Huetamo fue reasignado en encomienda privada, fue anexado a la
jurisdicción del corregidor de Sirandaro (Zirándaro) y Guaymeo (Guayameo),
quien también tenía el título de alcalde mayor de las Minas del Espíritu Santo. En
el mismo año de 1566, Coyuca, Cuzamala (Cutzamala) y Pungaravato, fueron
incluidos en el corregimiento de Asuchitlan (Ajuchitlán).
Previo, en 1559 o 1560, se creó una nueva jurisdicción con residencia en las
Minas de Tétela del Río, por lo cual, el corregimiento de Asuchitlan (Ajuchitlán),
fue dividido, asignándose Pungaravato y Coyuca al corregimiento de Sirandaro
(Zirándaro) y Guaymeo (Guayameo), y el resto de los pueblos, a Tetela del Río.
No obstante, y aún pasado mucho tiempo, para 1743, Coyuca y sus sujetos, eran
reclamados jurisdiccionalmente por el magistrado de Tétela del Río.
Para pagar los tributos, era necesario (en interés del encomendero), saber el
número de tributarios y la extensión territorial precisa en jurisdicción de los
60 Herrejón, Peredo Carlos. La Información en Derecho de Vasco de Quiroga. Fuente para el
Estudio de los Indios de Nueva España, en La Sociedad Indígena en el Centro de Occidente. Pedro Carrasco. Editor. El Colegio de Michoacán, (1986). Pág. 139. 61 Ob. Cit. Gerhard, Peter. Geografía Histórica de la Nueva España 1519-1821. Universidad Nacional Autónoma de México, (1986). Pág.139
108
sujetos o pueblos pertenecientes a la Encomienda. Quizá, derivado de la presión
en la carga tributaria que se tenía que pagar a su encomendero y la caída
demográfica por epidemias; quizá, atendiendo al nuevo régimen de tenencia de
la tierra en la que los estancieros españoles se iban apoderando de las tierras
que antes pertenecían a los indígenas, o por la ambición de los encomenderos,
los aborígenes de Cutzio-Huetamo, encabezados por su cacique local, entre
1538 o 1539, comenzaron a protagonizar conflictos por la tenencia de la tierra
con los de Turicato, siendo que este cacique, mandó ahorcar a un habitante de
Uspeo, y, unilateralmente se anexó dicho pueblo a Cutzio-Huetamo, así como
otros sujetos o pueblos más.
En 1548, el encomendero Gonzalo Ruiz y las autoridades indígenas, don Juan,
por los phurhés y don Miguel, por parte de los Guetamos (cohabitantes con los
de Cutzio), demandaron ante la Real Audiencia, acusando al encomendero de
Turicato Antonio de Olivier y a su cacique don Cristóbal Yquiguaca y a sus
sujetos, de haberse adueñado de Acopeo. Al parecer, el conflicto se resolvió a
favor de los de Turicato.
Además del conflicto con Turicato, en 1550, los de Cutzio-Huetamo,
protagonizaron un pleito de tierras con los de Pungaravato, cuyo gobernador
Diego de Olivos (¿Representante calpixque del encomendero Hernando de
Bazán?), acusaba a éstos de invadir sus tierras.
S.L. Cook y W. Borah, sostienen, que, durante el siglo XVI, en Pungaravato, las
mercedes de tierras concedidas a españoles e indígenas se hicieron de la
siguiente manera: Ganado, 25; ovejas, 2; y, agricultura (caballerías) 46. 62
10. La evangelización de Phunguári-huato (Pungaravato).
La Tierra Caliente en general, tuvo un proceso de evangelización, primeramente,
con los Padres Franciscanos. Los Agustinos, evangelizadores y fundadores de
pueblos en la región calentana, llegaron a la Nueva España (México), nueve
años después que los Franciscanos y siete que los Dominicos, y, tres, fueron
sus ejes de evangelización y fundación de pueblos: una meridional, hacia la
serranía de lo que hoy es parte del territorio guerrerense, pasando por una serie
de fundaciones en el Marquesado de Hernán Cortés, actual Estado de Morelos.
62 Cook, Sherburne F. y Woodrow Borah. El Pasado de México: Aspectos Sociodemográficos. Fondo de Cultura Económica, (1989). Pág.260.
109
Otra septentrional, hacia lo que se llama la Sierra Alta, la actual Huasteca, que
abarca parte de los estados de Puebla, Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí y
Querétaro; en estos dos ejes, en su labor misional prácticamente los Agustinos
se encontraron solos. Mientras que un tercer eje o dirección, la encausaron hacia
el occidente, en donde se ubicaban tributarios del Imperio Phorhé, y en algunos
casos, sus conventos se mezclaron con los Franciscanos, aunque los Agustinos
fueron y llegaron más al sur, a la llamada Tierra Caliente. 63
Para ubicar con posterioridad la venida de Fray Juan Bautista Moya a
Pungaravato, como refiere Fray Rafael Escutia Jaramillo, los Agustinos se
hicieron presentes en la Nueva España, hoy México, a través de la provincia
agustiniana de Castilla (España), que en 1533 envió a siete padres apóstoles:
Fray Francisco de la Cruz, quien comandaba el grupo, Fray Juan de San
Román, Fray Gerónimo de San Esteban, Fray Jorge de Ávila, Fray Alonso
de Borja, Fray Juan de Oseguera y Fray Agustín de la Coruña. Se indica
también, que desembarcaron en el puerto de San Juan de Ulúa (Veracruz) el día
de la Ascensión, un 22 de mayo. Se enfilaron hacia la capital de la Nueva España
el día 27, y llegaron a la misma, la víspera de la fiesta de la Santísima Trinidad,
un 7 de junio de 1533. La siguiente, es una imagen que alegóricamente pone a
los siete padres agustinos como ángeles evangelizadores y fundadores de la
Orden Mendicante Agustina en Michoacán, entre ellos, Fray Juan de San Román,
uno de los dos primeros evangelizadores de la Tierra Caliente.
Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San Agustín de
la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Matías de Escobar en 1729, reimpresa
y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los Ángeles Castro, en homenaje a la
exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo de 1924, Pág. 56.
63 Jaramillo, Escutia Rafael, O.S.A. Los Agustinos de Michoacán. 1602-1652. La Difícil Formación de una Provincia, (1991). Pág. XVII.
110
Como lo refiere el Canónigo Doctoral de la Santa Iglesia Catedral de Michoacán
(Valladolid, hoy Morelia), Dr. D. José Guadalupe Romero, en sus Noticias para
Formar La Estadística del Obispado de Michoacán, publicada en 1860:
“Los padres franciscanos bautizaron a los indios de Pungarabato
[Pungaravato] y Coyuca el año de 1535, permanecieron aquellos pueblos
sin ministro hasta el año de 1554 en que el venerable Fr. Juan Bautista,
religioso Agustino y último apóstol de la Tierra Caliente escogió a este
pueblo [Pungaravato] como centro de sus misiones…”64
Desafortunadamente, hasta ahora, no existe referencia documental concreta que
indique quiénes fueron estos Padres Franciscanos. En lo referente a la elección
por el Padre Moya, como se describe en varias fuentes históricas, se refiere sin
duda alguna, al antiguo Pungaravato, luego, San Juan Bautista Pungaravato.
Queda claro, que, antes de la venida del Venerable Fray Juan Bautista Moya,
fueron los franciscanos quienes primeramente iniciaron labores de
evangelización en Pungaravato y en la Tierra Caliente en general. Sin que se
niegue que los Franciscanos, siguiendo ciertas ordenanzas españolas, pudieron
fundar algunos pueblos en otras partes del Obispado de Michoacán como lo
refieren varias fuentes documentales, de manera prudente, no se debe confundir
la misión de evangelización en región calentana, que fundamentalmente
consistía en hacer visitas esporádicas a “doctrinas”, buscando bautizar al mayor
número de indígenas que, por cierto, desconocían el idioma español (castellano),
con el acto mismo de fundar pueblos cubriendo cierta usanza o ritual hispánico.
Este esporádico contacto de los Franciscanos con los pueblos de la Tierra
Caliente probablemente ocurrió en lo que se ha denominado la segunda etapa
de su evangelización, esto es, en 1528 o un poco después de este año. Algunas
fuentes, mencionan la posibilidad de que, en 1530, Fray Pedro de las
Garrovillas, haya tenido contacto de evangelización con algunos pueblos de la
Tierra Caliente, sin que se precise cuáles. Para 1535 los franciscanos fundaron
conventos de entre otros, en Pátzcuaro, Zacapu, Tarecuato (Tangamandapio),
Jiquilpan, y Tingüindín; de importancia para la Tierra Caliente, es el edificado en
64 Romero, José Guadalupe Dr. Noticias para Formar la Estadística del Obispado de Michoacán. Imprenta de Vicente García Torres, (1860). Pág. 142. Como se observa, en relación con el dicho de otros cronistas e historiadores, hay una disparidad en la fecha de arribo del Padre Moya a Pungaravato; no obstante, por la cronología que se desarrolla más adelante en el presente trabajo, creo, que esto sucedió muy probablemente en 1552.
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Uruapan, porque desde ahí, se adentraron de manera esporádica en la Tierra
Caliente. Probablemente, también lo pudieron hacer desde Zitácuaro, donde del
mismo modo construyeron convento. En realidad, su mayor presencia
evangelizadora se dio en doctrinas de la sierra.
Continúa narrando el Canónigo Dr. D. José Guadalupe Romero, en la obra ya
mencionada, que, en cuanto a la congregación doctrinal, en principio,
dependieron de Pungaravato, Coyuca y Ajuchitlán hasta el año de 1568, en
que los misioneros Agustinos entregaron estas doctrinas al Ilustrísimo Sr. D.
Antonio de Morales, quien erigió entonces a Pungaravato y a Ajuchitlán en
curatos seculares independientes, quedando Coyuca anexado al primero (a
Pungaravato), la cual permaneció más de dos siglos como vicaría, siendo
beneficiada como curato independiente por el Ilustrísimo Sr. D. Juan Cayetano
Portugal. 65
Para intentar entender mejor el contexto histórico de la evangelización de
Pungaravato y de la Tierra Caliente en general, se recurre a la siguiente
cronología que describe, primeramente, la evangelización en el centro de
Michoacán.
Tabla 4. Cronología de la llegada de los españoles y evangelización de Michoacán.
Año. Evento. Fuente.
1521 13 de agosto, caída de México -Tenochtitlan. 1ª carta de relación de Hernán Cortés al Rey de España.
1521 23 de febrero, un jinete en caballo blanco (probablemente en funciones exploratorias o de intimidación), llegó a las inmediaciones de Taximaroa hoy Ciudad Hidalgo, Michoacán).
Relación de Michoacán.
1521 Agosto. Un soldado de apellido Porrillas con otros, llegó hasta Matlacingo (Charo, Michoacán), en busca de provisiones y a su regreso a México-Tenochtitlan, se hizo acompañar de dos aborígenes, los cuales presentó a Hernán Cortés, quien los hizo retornar con un mensaje conciliador dirigido al Irecha-Cazonci, siendo acompañados por soldados españoles, de entre los que figuraba Antonio Caicedo.
65 Don. Antonio de Morales, fue el tercer obispo de Michoacán (2° en tomar posesión, si se considera la renuncia de Fray Luis de Fuensalida, propuesto como primer obispo de Michoacán). Su nombramiento en 1566 ocurrió para suceder al siempre recordado D. Vasco de Quiroga. El Sr. de Morales, murió en Puebla en 1576. Considerando las renuncias al obispado o muertes previas a asumir el cargo, Don Juan Cayetano Portugal, fue el 35° obispo de Michoacán. Nombrado en 1831, murió el 4 de abril de 1850.
112
1521 El Irecha-Cazonci, envía embajada de nobles a Hernán Cortés, ofreciendo obediencia y regalos al conquistador.
1521 Se realiza la expedición de Francisco de Montaño, a Michoacán, quien invita al Irecha-Cazonci a reconocer al Rey de España como su soberano y a abrazar la “verdadera religión” (católica).
1522 Sin resistencia, la expedición militar del capitán Cristóbal de Olid, entra y toma posesión del reino phorhé, en su capital Tzintzuntzan (Uitzitzilan, en mexica). Con él venía un capellán militar franciscano, probablemente de nombre Pedro Castellano.
1523 Hernán Cortés, envía una pequeña expedición a Michoacán, al mando del visitador Antonio de Carbajal, con el propósito de que recabara información que luego serviría para la repartición en “encomienda” a sus correligionarios o compañeros de armas.
1524 El Irecha-Cazonci, viaja a México-Tenochtitlan, en donde se compromete a enviar 15 niños nobles para que fueran educados y evangelizados en Tlatelolco.
1524 Mayo. Llegan a MéxicoTenochtitlan los primeros 12 padres Franciscanos.
1525 El Irecha-Cazonci, en calidad de preso, llega a México-Tenochtitlan para responder acusaciones de Gonzalo de Salazar, entonces Gobernador Interino de la Nueva España, respecto del ocultamiento de pueblos tributarios, es decir, no informaba de su existencia. Luego, es liberado.
1525 Una vez liberado y enterado el Irecha-Cazonci, de la labor de los Franciscanos, pide al Padre Fray Martín de Valencia, que le diera uno de sus hermanos para que fuera a enseñar la doctrina a Michoacán; el designado, fue el Padre Fray Martín de Jesús (de la Coruña), acompañado de dos o tres religiosos más (miembros de la segunda barcada de frailes Franciscanos). Es muy posible, que estos frailes acompañantes sean, Fray Antonio Ortiz, Fray Diego de Almonte o de Santa María, y quizá, Fray Ángel de Salcedo o de Valencia, y un lego llegado con el grupo original de los 12, llamado Andrés de Córdoba. Los indígenas Michoaques observaron resistencia y eran renuentes a dejar sus viejas creencias idolátricas, inclusive, los misioneros franciscanos estuvieron por dejarlos dos o tres veces. La labor de evangelización se vio agravada por el abuso y explotación de los encomenderos hacia los indígenas.
Fray Gerónimo de Mendieta. Relación de Michoacán.
1528 Los abusos, las violaciones legales a las disposiciones de la Corona Española que buscaban regular las encomiendas por parte de los encomenderos atemperando sus excesos, con el fin de intentar poner orden, originan la visita del Bachiller Juan de Ortega, quien hace nuevas tasaciones de
113
tributos (Tasación de Ortega). Nada cambió. Todo empeoró para los naturales. Para entonces, la labor evangelizadora de los Franciscanos en Michoacán según se narra en las fuentes históricas de la época, era desoladora.
1528 Se celebra capítulo franciscano de Huejotzingo (Puebla) en donde se determina enviar un mayor número de evangelizadores a Michoacán. Esto sucedió, aproximadamente el 12 de julio de 1528.
1530 Nuño Beltrán de Guzmán, presidente de la Primera Audiencia, hace juicio sumario y asesina al Irecha-Cazonci Tzintzincha Tangaxoan II, o Don Francisco, en su nombre cristiano.
1530 Frente a los abusos de los encomenderos y la actuación nefasta de la primera audiencia encabezada por Nuño Beltrán de Guzmán, aún con el aumento de nuevos evangelizadores franciscanos, los resultados de la evangelización en Michoacán eran escasos.
1530 Probablemente, Fray Pedro de la Garrovillas, en su labor de evangelización tiene contacto con algunos pueblos de la Tierra Caliente, sin que se pueda precisar cuáles.
1531 Es nombrado presidente de la segunda audiencia, el siempre recordado Licenciado Don Vasco de Quiroga.
1533 Los Padres Agustinos, arriban a la Nueva España.
1533 Vasco de Quiroga, Visita Michoacán, originando la fundación del pueblo-hospital de Santa Fe de la Laguna en Tzintzuntzan. Después, un 6 de agosto de 1538, asumiría como Obispo de Michoacán.
1533 a 1535
Los Franciscanos, fundan conventos e iglesias, focalizando su accionar, en la región serrana de Michoacán y periferias de fácil acceso y entorno climático más amigable: Tzintzuntzan, Guayangareo (Valladolid, hoy Morelia), Ucareo, Pátzcuaro, Acámbaro, Zinapécuaro, Uruapan, Tarecuato, Zacapu, etcétera.
Fuente: Elaboración propia, con datos de Ricardo León Alanís. Los Orígenes del Clero y la Iglesia
En Michoacán 1525-1640. Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo. Colección Historia
Nuestra 16. (1996).
Dada la situación cronológica que se propone en la tabla anterior, se puede
inferir, que los Padres Franciscanos en los primeros años de contacto y
colonización con lo que fuera el imperio o señorío phorhé, si bien realizaron
labores de visita evangelizadora en doctrinas ubicadas en algunos pueblos de la
Tierra Caliente, la difícil situación generada por los abusos de los encomenderos,
el desconocimiento de la lengua y la resistencia idólatra de los propios naturales,
no resultó en un ambiente propicio para fundar iglesia, convento y pueblos;
primeramente, en el centro de Michoacán, y sin duda, con mayor dificultad en la
114
Tierra caliente; por lo mismo, el contacto y evangelización con esta última región,
fue esporádico, sin observar continuidad alguna.
Como se ha hecho referencia, es probable que para 1535, con la fundación del
convento de Uruapan, los Franciscanos tuvieron un leve contacto con la Tierra
Caliente, pues, más o menos en ese año, puede ubicarse la labor evangelizadora
de Fray Pedro de Garrovillas, de quien se dice, fue el primero que se internó en
lo que antes se conocía como la Costa del Mar del Sur, Motines y Zacatula, con
el propósito de evangelizar a los naturales de la región, no obstante, debido a la
falta de ministros, al poco tiempo, retornó a Tzintzuntzan.66
Como ya se dijo, los Padres Agustinos llegaron a la Nueva España con nueve
años de retraso respecto de los Franciscanos y siete en relación con los
Dominicos, y más que entrometerse en las áreas evangelizadas por estas
órdenes mendicantes y del clero regular, lo hicieron en aquellas sin evangelizar
o escasamente evangelizadas como era el caso de la Tierra Caliente. Tal era la
condición de Pungaravato.
Por el año de 1537, cuatro años después de su labor evangelizadora en las
provincias de Tlapa y Chilapa, siendo en número ya de 30, los Agustinos se
reunieron en México (la recién conquistada México-Tenochtitlan), y determinaron
expandir sus labores de evangelización, conviniendo que:
[…] se emprendieran nuevas conversiones donde nunca hubiese llegado
el sonido de la voz evangélica, ni los rayos de Sol de justicia Cristo Nuestro
Redentor hubiera alumbrado; y hallaron que la tierra caliente, que está al
Sur desta Nueva España, que contiene los Apuzahualcos,67 Motines,68
Zacatula, hasta lo que ahora es Colima; y asimismo las faldas de la gran
sierra, que corre 500 leguas desde Guatemala, pasando a Sinaloa, donde
está la Huacana, Nuncupétaro,69 Pungarabato [pungaravato], con todas
las poblaciones que corren por lo bajo de la sierra, estaban olvidadas, ora
porque no había habido bastantes ministros para corrello [correrlo] todo,
66 León, Alanís Ricardo. Los Orígenes del Clero y la Iglesia En Michoacán 1525-1640. Universidad
Michoacana San Nicolás de Hidalgo. Colección Historia Nuestra 16. (1996). Pág. 68.
67 Localidad ubicada en la Costa Grande del Estado de Guerrero. 68 En la época colonial, era una provincia costera de Michoacán; era un pueblo de minas llamado
Motin. 69 Nocupétaro, Michoacán.
115
ora porque la tierra es la peor que tiene la Nueva España, por ser doblada,
muy caliente, llena de mosquitos y malas sabandijas, donde no se hallaba
mal el demonio, antes quizás mejor, porque con las malas calidades del
puesto vivía más a su seguro siendo allí adorado y respetado de aquellos
míseros naturales, que por desgracia suya, vivian contentos en tierras tan
malas, y sirviendo a un señor tan inhumano como el demonio.70
El resaltado propio en negrita, permite indicar, como lo refiere el Padre Fray Diego
Basalenque, que, para los Agustinos, el referente geográfico de evangelización
en la Tierra Caliente fue el pueblo de Pungaravato, quizá, atendiendo a que en
ese sitio se adoraba al Dios Pungárancha, Pungárecha o Pungárencha, y, previo,
los Agustinos ya tenían referencia de “esta idolatría”, y por lo mismo, lo
consideraban como lugar estratégico de evangelización. He respetado la grafía
de la transcripción y reconociendo no tener a la vista el original del Padre
Basalenque, considero, que, atendiendo a diversos documentos coloniales, el
nombre de “Pungarabato”, como ahora se escribe y pronuncia, en esa época
(1673), se escribía como “Pungaravato”, en donde la “v”, se pronunciaba como
“u”.
Por su parte, el poco conocido y también cronista agustino Fray Juan González
de la Puente, al ser nombrado cronista de la provincia en 1623, en la primera
parte de su crónica publicada en 1624, en referencia a la evangelización
emprendida por el Padre Moya, al plantear la topografía del terreno en que éste
debió misionar, señala que:
[…] Comienzan desde Tacámbaro una cierra [sierra] que llaman de
Pungaravato (beneficios de Clérigos, y en aquel tiempo visitas de la
Orden de nuestro Padre San Agustín), tan remotas, tan ásperas e
inaccesibles montañas, de tantos y tan caudalosos ríos, de tan calientes
temples, que casi son inhabitables, a lo menos para los españoles.71
70 Basalenque, Fray Diego. Historia de la Provincia de San Nicolás Tolentino de Michoacán. Balsas Editores, S.A. de C.V., (1989). Pág. 35. 71 Gómez, de Orozco. Crónicas de Michoacán. Universidad Nacional Autónoma de México. Biblioteca del Estudiante Universitario 12 (1940). Pág. 90. En el extracto transcrito, en 1623, Fray Juan González de la Puente, acorde con la pronunciación antigua del castellano de la “v”, como “u”, escribe: Pungaravato, cuya pronunciación sería: Pungarauato”, más en concordancia con el idioma phurhé.
116
De nueva cuenta, se reitera: el referente de evangelización en la Tierra Caliente,
según los cronistas consultados, era y fue el pueblo de Pungaravato, luego, San
Juan Bautista Pungaravato.
En la siguiente tabla, a la luz de la información recabada, se propone una
secuencia cronológica evangelizadora de la Tierra Caliente por parte de los
Padres Agustinos, incluyendo la venida de Fray Juan Bautista Moya a
Pungaravato.
Tabla 5. Cronología de la evangelización de la Tierra Caliente, por los Padres Agustinos y llegada
del Padre Moya a Pungaravato.
Año. Evento. Fuente.
1533 7 de junio, llegan a la Nueva España, los primeros siete Agustinos.
1533 Don Vasco de Quiroga, presidente de la Segunda Audiencia, antes de asumir como obispo de Michoacán, invita a los recién llegados Agustinos a evangelizar, quienes misionan en Tlapa, Chilapa y la Tierra Caliente.
1535 El Virrey Don Antonio de Mendoza, promueve la actividad misionera de los Agustinos en la Tierra Caliente, al considerar que los Franciscanos, quienes la visitaron esporádicamente, “necesitaban mucha ayuda”.
1536 Al inicio, había escasez de misioneros, pero, al aumentar su número, los Padres Agustinos, extienden su labor evangelizadora en la Huasteca y en la Tierra Caliente.
1536 El Padre Fray Juan Bautista Moya, se embarca hacia la Nueva España (México), a las órdenes de Fray Juan Francisco de la Cruz. Se dice que estuvo seis meses en México-Tenochtitlan.
1536 Ya en la Nueva España, juntamente con Fray Agustín de la Coruña, Fray Juan Bautista Moya, se enfila hacia Chilapa a realizar su labor evangelizadora.
1537 Previa autorización, Fray Juan Bautista Moya, evangeliza y funda algunas comunidades: Tlapa, Teotepec, Zapotitlán, Patlicha, Metlatonoc, Quetzalapa, Miahuicinapa, Acapulco, Atoyac, Tecpan Petatlan, Quetzapalapa, Miahuichinapa, Zihuatanejo, Patachalco y Zacatula (probable); por la vertiente del alto Balsas: Teloloapan, Totoltepec, Xochicalco, Tetela, Huatla y Tlacotepec. Esto dura aproximadamente, hasta el año de 1543.
1537 En su capítulo celebrado en la ciudad de México, los Agustinos, determinaron emprender la evangelización de la Tierra Caliente, pues encontraron que esta era una región de las más olvidadas, “… ya porque la falta de ministros había hecho imposible de recorrer todo
Fray Diego de Basalenque.
117
aquello, ya porque esta tierra es la peor que tiene la Nueva España, por ser doblada, muy caliente y llena de sabandijas y mosquitos”, y cuyos naturales se encuentran, según refiere Basalenque, entre los más idólatras de la provincia de Michoacán.
1538 El encomendero de Tiripetío, Juan de Alvarado, cuyas aldeas y visitas de doctrina llegaban hasta la Tierra Caliente, ofrece apoyo para que desde ese sitio se inicie la evangelización de la Tierra Caliente.
1538 A inicios de este año, parten a Tiripetío, Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, a fundar la primera misión Agustina en Michoacán, quienes se alojaron provisionalmente en la casa del encomendero Juan de Alvarado.
1538 En el propio Tiripetío, al principio, en un modesto jacal, juntaban a los naturales para ser catequizados y oír la palabra de dios. Luego, crearon iglesia, convento y hospital para indios, escuela de primeras letras, artes y oficios; crearon conjuntos polifónicos y musicales, trazaron las calles del poblado y construyeron un acueducto para dotar de agua potable al pueblo.
Fray Diego de Basalenque.
1538 Los Agustinos, son invitados por el encomendero de Tacámbaro, Cristóbal de Oñate, para realizar labores de evangelización.
1538 El 6 de agosto de 1538, Don Vasco de Quiroga, asume como Obispo de Michoacán, cargo que duraría hasta 1565. Para iniciar la secularización de las parroquias en el Obispado y en la Tierra Caliente, crea su propio clero (secular), para lo cual funda el Colegio de San Nicolás y en este proceso, se observan ciertos conflictos con la orden mendicante Agustina, quien paulatinamente es sustituida en la Tierra Caliente por beneficiados o curas seculares. No obstante, el modelo religioso y social de Don Vasco de Quiroga, cuyo eje central es la fundación de hospitales, así como el proceso de evangelización, inicialmente, fue compartido con los Agustinos.
1539 Invitados los Agustinos por el encomendero de Tacámbaro, Cristóbal de Oñate, el padre Fray Juan de San Román, llega a ese lugar, iniciando el levantamiento de iglesia y convento.
Fray Matías de Escobar y Llamas, señala que en 1539, Fray Diego de Chávez y Alvarado, también se encontraba en Tacámbaro.
1540 Probablemente, a inicios de este año, llega a Tacámbaro Fray Diego de Chávez y Alvarado.
1540 Probablemente, a mediados o a finales de ese año, Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, tomando como base Tacámbaro, se adentraron por primera vez en la Tierra Caliente para iniciar su evangelización. Al cuidado, queda el ilustre maestro Fray Alonso de la Veracruz, quien, en Tiripetío, ese mismo año, funda el Colegio Mayor de la Orden Agustina.
No se encontraron fuentes documentales, que permitan inferir o proponer, si Fray Francisco de
118
Villafuerte, partió después que los padres Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, a ejercer su labor misional; lo que se puede deducir de las fuentes documentales, es que misionó en la Tierra Caliente, de manera simultánea con los primeros frailes mencionados.
1540 a 1543
Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, recorren evangelizando la Tierra Caliente. Se toma el año de 1543, como tiempo en que concluye su misión, porque en ese año, en el Capítulo General, se eligió a Fray Juan de San Román, como Vicario Provincial, y por lo mismo, tuvo que abandonar su labor misional.
La evangelización la realizaron en pueblos de la Tierra Caliente y Zacatula.
1543 En mayo, Fray Juan Bautista Moya, es electo Prior del convento Agustino ubicado en la capital de la Nueva España (México-Tenochtitlan).
1543 Fray Diego de Chávez y Alvarado, regresa a Tiripetío al ser requerida su presencia, y Fray Juan de San Román, se dirige a México-Tenochtitlan, al ser nombrado, como ya se dijo, por el Capítulo General, Vicario Provincial.
1544 Tras el regreso de Fray Diego de Chávez, el nombramiento de Fray Juan de San Román y la ausencia misional de Fray Francisco de Villafuerte, Fray Alonso de la Veracruz, decide trasladar el Colegio Mayor de Tiripetío a Tacámbaro.
1544 a 1546
Mientras tanto, en este lapso, Fray Francisco de Villafuerte, sigue misionando en la Tierra Caliente y costa del Pacífico.
1545 Fray Juan Bautista Moya, en mayo, es reelecto como Prior del convento ubicado en la capital de la Nueva España (México-Tenochtitlan).
1545 Como Prior, Fray Juan Bautista Moya, misiona en Huachinango, Puebla, y en la Huasteca, y se reúne con Fray Antonio de la Roa.
1545 Probablemente, a finales de este año, Fray Juan Bautista Moya, renuncia al Priorato, del convento ubicado en la capital de la Nueva España, y pide autorización para misionar entre la Nación Otomí (Ñañu, como ellos se autonombran).
1546 En los inicios de año, Fray Juan Bautista Moya, recibe la autorización de misionar y establece la doctrina de Zempoala (¿Hidalgo o Veracruz?), actividad que dura, hasta la pascua de 1551.
1546 Fray Francisco de Villafuerte, es nombrado Prior del convento de Tacámbaro y regresa de su labor misional en la Tierra Caliente y en el Pacífico.
1551 Junto al provincial Fray Gerónimo de Santiesteban, Fray Juan Bautista Moya, es electo Definidor, llega a México de su misión evangelizadora entre los Otomíes (Ñañus); enferma y, no obstante, para diciembre de 1551 parte a Valladolid (Morelia).
1552
Tras una breve estancia en el convento de Guayangareo (Morelia), el Venerable Fray Juan
No obstante, algunas fuentes, lo ubican en su ruta hacia
119
Bautista Moya, parte a Tacámbaro, para luego adentrarse en la Tierra Caliente.
Tacámbaro, en Tiripetío en marzo de 1553.
1552 Muy probablemente, previo a realizar su viaje a Tacámbaro, el Padre Moya, a inicios de este año, llega a Tiripetío (primer convento Agustino en Michoacán), en donde aprende el idioma tarasco (phorhé).
Fray Juan González de la Puente, quien, en 1623, es nombrado cronista de la provincia Agustina.
1552 Fray Juan Bautista Moya, realiza su labor misional y fundacional, en algunas comunidades cercanas a Tacámbaro. Al respecto, no debe olvidarse la previa evangelización del sitio por parte de Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, quienes tomando como base Tacámbaro, se adentraron por primera vez a evangelizar la Tierra Caliente, de donde resulta ilógico, que su labor no la hubieran iniciado en el propio Tacámbaro.
El cronista Fray Matías de Escobar y Llamas, ubica al Padre Moya, en la Tierra Caliente, en Pungaravato, en el año de 1552, quien afirma, “viene a continuar la labor misional de Fray Francisco de Villafuerte”.
1552 En su recorrido misional en la Tierra Caliente, iniciado en 1552 hasta su muerte en 1567, muy probablemente, para mediados de 1552, el Padre Moya, quizá entre mayo y junio, llega a Pungaravato, en donde establece su cabecera o centro misional; pueblo que, según la mayoría de los historiadores y cronistas, es el primero que funda en la Tierra Caliente.
Ciertamente, existe confusión en las fechas históricas (en realidad año), en que Fray Juan Bautista Moya, inicia su labor misional en la Tierra Caliente. Esto, porque algunos historiadores señalan que, el lunes 2 de junio de 1560, Fray Juan Bautista Moya, sale de Tacámbaro hacia la Tierra Caliente y en su ruta, el primer pueblo importante que funda fue Turicato. El cronista Fray Nicolás P. Navarrete, señala que Fray Juan Bautista Moya, sale de Tacámbaro en 1560. No obstante, si nos atenemos a las fechas y años, está documentado, que, en 1551, el Padre Moya, es electo definidor juntamente con Fray Gerónimo de Santiesteban, y, conociendo el celo y ardor evangelizador que sus biógrafos le atribuyen, resulta contradictorio, que hubiera esperado cinco años (hasta 1560) para iniciar su labor evangelizadora en la Tierra Caliente. También resulta ilógico, que el Padre Moya, hubiera llegado a Tacámbaro en 1554 (como afirma el Padre Nicolás P. Navarrete) y se hubiera enfilado hacia Pungaravato hasta 1560, esto, porque previo a su llegada, como ya se dijo, ya
120
había una labor previa de evangelización y de fundación por parte de Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado (primeros Agustinos en Tacámbaro), y dados los antecedentes de evangelización del Padre Moya en Chilapa y otros pueblos de lo que hoy es el Estado de Guerrero (1536-1537), por ese lapso de tiempo en que misionó, resulta incongruente que se hubiera detenido a evangelizar y fundar pueblos tanto tiempo iniciando desde Tacámbaro, ateniéndonos a que en ese entonces, como ya se dijo, ya había una labor previa de evangelización. Por otra parte, dadas las correrías evangelizadoras de Fray Juan Bautista Moya, y dados sus usuales retornos a Tacámbaro, no resulta improbable, que, en ese año de 1560, hubiera fundado Turicato, pero, estando ya en el corazón de la Tierra Caliente. En Pungaravato.
1552 Fray Juan Bautista Moya, funda el primer pueblo en la Tierra Caliente: Pungaravato, bajo la advocación de San Juan el Bautista; por lo mismo, el primitivo Pungaravato (Pungarahuato), probablemente, por ese año, recibe el nombre cristianizado de San Juan Bautista Pungaravato.
La primicia fundacional de San Juan Bautista Pungaravato en la Tierra Caliente, la corroboran los cronistas agustinos: Fray Diego de Basalenque y Fray Matías de Escobar y Llamas. También lo hace, Fray Nicolás P. Navarrete, con diferencia de este último en el arribo del Padre Moya a Pungaravato (hasta 1560).
1552 o 1553
Fray Juan Bautista Moya, evangeliza y funda Carácuaro, Nocupétaro, Huetamo y San Lucas.
Entre 1553 a 1565
Evangelizando, recorre la cuenca baja del Rio Balsas, funda (San Nicolás) Zirándaro, y llega hasta Zacatula en el Océano Pacífico, desde donde se enfila a Pungaravato, no sin antes pasar a Zirándaro, en donde permanece por algunos meses. También evangeliza y funda pueblos en la Costa Chica de Guerrero.
121
De 1565 a 1567
Fray Juan Bautista Moya, se asienta en Pungaravato, evangelizando a sus indios, y desde ese sitio, afianza su labor pastoral entre los pueblos circunvecinos de la Tierra Caliente.
1567 Según sus biógrafos, Fray Juan Bautista Moya, muere en Morelia a la edad de 63 años, un 20 de diciembre de 1567.
Fuente: Elaboración propia, con datos de Ricardo León Alanís. Los Orígenes del Clero y la Iglesia
En Michoacán 1525-1640. Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo. Colección Historia
Nuestra 16 (1997).
El arribo de Fray Juan Bautista Moya a Pungaravato en 1552, también es sostenido
por Antonio Lebrija Celay, en su artículo Misiones y Misioneros, recuperable en:
https://revistas.inah.gob.mx/index.php/anales/article/view/7144/7987https://revist
as.inah.gob.mx/index.php/anales/article/view/7144/7987.
Es de destacarse que, según el cronista Agustino Fray Diego de Basalenque, los
padres Fray Juan de San Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, en su labor
misional (1540-1543), tomaron el camino que conduce a mano izquierda y se
dirigieron rumbo a Nocupétaro y Pungaravato, narrando en su crónica, que estos
dos apóstoles llegaron hasta Ajuchitlán. Lo cual viene a esclarecer, que antes
que el Venerable Fray Juan Bautista Moya, fueron estos Padres Agustinos,
quienes primeramente evangelizaron la Tierra Caliente; es decir, previo a que lo
hiciera el Padre Moya. La siguiente, es una imagen del Padre Agustino Fray
Diego de Chávez y Alvarado, quien juntamente con Fray Juan de San Román,
fueron los dos primeros evangelizadores de la Tierra Caliente, sin olvidar a Fray
Francisco de Villafuerte.
122
Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San
Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Matías de Escobar
en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los Ángeles
Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo de 1924,
Pág. 715.
No menos importante es que, también entre 1544 a 1546, prácticamente de
manera simultánea a la obra de Fray Juan de San Román y Fray Diego de
Chávez y Alvarado, Fray Francisco de Villafuerte, despliega su misión
evangelizadora en la Tierra Caliente y costa del Pacífico, donde según crónicas,
recorrió todo el camino que va desde Colima hasta Chiapas, llegando a fundar
más de 500 pueblos, lo cual, a mi juicio, sin demeritar su gran obra
evangelizadora, y dada la carencia de evidencia documental, hay que manejarlo
con prudencia. Mi duda, es en cuanto al número de pueblos fundados.
123
También es de destacarse, que, mientras se realizaba la labor apostólica por Fray
Juan de San Román, Fray Diego de Chávez y Alvarado (1540-1543), y Fray
Francisco de Villafuerte (1544-1546), desde el convento de Tiripetío, Fray Alonso
de la Veracruz, los alumnos y maestros del Colegio Mayor, acatando la regla
Agustina, en vacaciones y pascuas, salían a evangelizar en los pueblos de la
Tierra Caliente, incluido Pungaravato.
Los de la Orden Mendicante Franciscana y Agustina, hicieron labores de
evangelización en los dominios del Irecha phurhé y en la Tierra Caliente. En el
caso de los Padres Franciscanos, entre los historiadores, hay coincidencia en
que ésta fue escasa y esporádica en la región calentana. El siguiente, es un mapa
que ayuda a entender la geografía del Obispado de Michoacán en la época de la
colonia en donde se realizó esta labor de evangelización por Franciscanos y
Agustinos.
Fuente: tomado de Sarah Albiez-Wieck. Contactos Exteriores del Estado Tarasco. Influencias
desde Dentro y Fuera de Mesoamérica. Vol. I. 2013, en donde se hace referencia, que el mapa
fue dibujado por Rudolf Oeser y Sarah Albiez-Wieck. El Colegio de Michoacán. Fideicomiso Felipe
Teixidor y Monserrat Alfau de Teixidor, (2013). Pág. 120.
124
Como se ha dicho, desde Tacámbaro, hacia 1540, los Agustinos mendicantes del
clero regular se adentraron en la Tierra Caliente. Dado que Don Vasco de
Quiroga, asumió su obispado el 6 de agosto de 1538, uno de sus objetivos, fue
el de ubicar en curatos sacerdotes formados en seminarios (clero regular), para
que paulatinamente, se hicieran cargo de las doctrinas fundadas por los
Agustinos, que luego recibieron la denominación de “parroquias”.
Es muy probable, que Fray Juan Bautista Moya, haya compartido su labor
evangelizadora en Pungaravato y en otros pueblos calentanos con sacerdotes
del clero secular. Esto, porque según Peter Gerhard, en la década de 1560, había
ya tres curatos seculares: Cuiseo (Cutzio), bajo la advocación de la Asunción,
teniendo como sufragantes a Huetamo y Purechucho; San Juan Bautista
Pungaravato, quien tenía como sufragante a Santa Lucía Coyuca, y no obstante
que el referido autor no lo menciona, infiero, que también lo eran Santiago
Tanganhuato (identificado inicialmente como barrio de Pungaravato), y Asunción
Tlapehuala o Acatzécuaro; y San Nicolás Sirandaro (Zirándaro), quien tenía
como sufragante a Guaymeo (Guayameo). Agrega Gerard, que para 1789, el
cura secular de Cutzio, se trasladó a San Juan Huetamo.72
Quizá, porque la mano de obra indígena destinada al trabajo en minas, que era
prioridad de los españoles, era insuficiente, situación que luego se agravó por las
epidemias; quizá, por la escasez de materiales constructivos en la región como
la cantera, en la Tierra Caliente, no se construyeron iglesias y conventos
“suntuosos” como los levantados por los Agustinos en otras partes de Michoacán
y de la Nueva España; pero ello no demerita de manera alguna, como lo refiere
el cronista Fray Matías de Escobar, la labor extraordinaria de Fray Francisco de
Villafuerte de construir templo y monasterio en Zacatula, y el incansable trabajo
de Fray Juan Bautista Moya, quien con la ayuda de los indios de Pungaravato,
con sus propias manos (según narra este mismo cronista), construyó iglesia y
monasterio anexo. Es verdad que la actual Catedral de Cd. Altamirano, bajo la
advocación de Juan el Bautista, si se quiere, no tiene la belleza y
espectacularidad de otras construcciones agustinas; pero, la iglesia, hospital y
convento del viejo pungaravato, primera de cal y canto en la región, fue hecha
con el esfuerzo y tesón de sus indios, y, con el amor evangelizador de su
fundador, el Venerable Fray Juan Bautista Moya, y esto, es digno de conservarse
en la memoria histórica de los de Pungaravato-Cd. Altamirano.
72 Ob. Cit. Gerhard, Peter. Geografía Histórica de la Nueva España 1519-1821. Universidad Nacional Autónoma de México, (1986). Pág. 139.
125
La iglesia del viejo San Juan Bautista Pungaravato, no es suntuosa; es modesta,
austera y sólida; pero, siguiendo el modelo religioso y social de Don Vasco de
Quiroga, que luego fue asumido por los Padres Agustinos, en su atrio abierto, se
realizaron labores de evangelización y de organización social de los indios y
luego, de los mestizos (castas) de Pungaravato; desde este lugar, con la ayuda
de los evangelizadores de Tiripetío, se organizó hospital, escuela de primeras
letras, artes y oficios; se crearon grupos corales y musicales, y, siguiendo lo
hecho en Tiripetío, el Padre Moya, trazó las calles del viejo San Juan Bautista
Pungaravato. Desde este punto geográfico, nació: San Juan Bautista
Pungaravato-Cd. Altamirano.
Entre 1567 y 1568, coincidiendo con la muerte del Padre Moya, en este lapso,
las misiones y labor evangelizadora de los mendicantes Agustinos, prácticamente
concluyó, y se aceleró en la Tierra Caliente, la secularización evangelizadora a
cargo de sacerdotes formados en seminario, muchos, en el Colegio de San
Nicolas, fundado por Don Vasco de Quiroga.
Fuente: tomado de Ricardo León Alanís. Los Orígenes del Clero y la Iglesia en Michoacán
1525-1640. Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo. Instituto de Investigaciones
Históricas. Colección Historia Nuestra 16. (1997). Pág. 82.
126
Existe cierta discrepancia con lo manifestado por Hans Roskamp, en su obra: Los
Códices de Cutzio y Huetamo. Encomienda y Tributo en la Tierra Caliente de
Michoacán, Siglo XVI, editado por el Colegio de Michoacán y El Colegio
Mexiquense, páginas 119, 120 y 121, respecto de “no exagerar” la labor
evangelizadora y fundacional de pueblos por parte de Fray Juan Bautista Moya,
por las siguientes consideraciones:
1. Es verdad, que previo al Padre Moya, es probable que entre 1533-1535,
la labor evangelizadora en Michoacán y en la Tierra Caliente, la hubieran
iniciado los Franciscanos: Fray Martín de la Coruña o de Jesús, Fray
Diego de Almonte o de Santa María y Fray Ángel de Salcedo o de
valencia; y que, previo también los Agustinos: Fray Juan de San Román
y Fray Diego de Chávez, por 1540, misionaron en la Tierra Caliente, y,
se dice, por parte de los cronistas agustinos, fundaron “doctrinas y
pueblos”. En el caso de los padres Franciscanos, está documentado, que
inclusive, dados los resultados “desalentadores” obtenidos en Michoacán,
estuvieron a punto de abandonar su labor evangelizadora; pero ello no
significa, que en la región calentana, no hubieran hecho humildes iglesias
(jacales como refieren los historiadores), que eran los puntos de referencia
llamadas “doctrinas”, para juntar a los indígenas dispersos, bautizarlos y
evangelizarlos; que se sepa, no construyeron iglesia de cal y canto, como
si lo hizo el Agustino Fray Juan Bautista Moya en Pungaravato, además
de que trazó pueblos siguiendo lo hecho en Tiripetío. No obstante, el
referido autor, afirma, que las “crónicas agustinianas (los cronistas)
tienden a exagerar y mitificar las actividades del Padre Moya”. ¿Qué
cronista o historiador, no suele resaltar o a veces exagerar lo que es de su
interés? Quienes escriben la historia: ¿Son ideológicamente neutros? La
obra evangelizadora y fundacional de pueblos de Fray Juan Bautista
Moya, la resaltan, no sólo los cronistas agustinos, también lo hacen los del
clero regular, como es el caso del canónigo doctoral de la Iglesia de
Michoacán Dr. D. José Guadalupe Romero. ¿Se puede acaso, juzgar de
exagerada a la Premio Nobel Jean Marie Le Clézio?, cuando en su obra:
La Conquista Divina de Michoacán, editada por el Fondo de Cultura
Económica, compara la Relación de Michoacán, “como una gran crónica
a la altura del poema de Gilgámes y la gesta de Arturo, escrita por un
religioso anónimo”.
2. También es verdad, que el Padre Moya, compartió labor de evangelización
con sacerdotes del clero secular, puesto que, desde el 6 de agosto de
1538, Don Vasco de Quiroga, al asumir su obispado, buscó formar
sacerdotes del clero secular para servir en “curatos”, que los de las
órdenes mendicantes llamaban “doctrinas”. Pero una cosa distinta es,
edificar iglesias muy modestas (generalmente de adobe y tejabanes o
127
simples jacales), como sin duda, lo hicieron los sacerdotes del clero
secular en Huetamo en 1553 y en Asuchitlan (Ajuchitlán), en 1543, a la
otra, de trazar calles de pueblos, y no obstante ser los asentamientos de
la Tierra Caliente “Republica de Indios”, para hacer el proceso de
“fundación”, se debía seguir cierto procedimiento establecido por las
autoridades virreinales, y hasta ahora, no conozco fuente documental
colonial que diga que los padres del clero secular, sistemática o
aisladamente, siguieron el procedimiento para crear y fundar iglesia y
pueblo, a diferencia del Padre Moya, que aunque atenidos a las “crónicas
exageradas”, que confrontadas con otras fuentes documentales y
etnográficas, se infiere, si lo siguió en varios pueblos de la Tierra Caliente
este religioso.
3. En cuanto a tener prudencia para no “mitificar sus capacidades y
actividades” (las del Padre Moya), como investigadores formados en la
metodología científica y el libre albedrío, siempre, se está en la posibilidad
de creerlas o no creerlas. Pero, sin prejuicios, cualquier postura es
respetable, si guarda cierto sustento histórico y razonamiento lógico, no
obstante que no la compartamos. Exaltar la labor evangelizadora y
fundadora del Padre Moya, en Pungaravato y en los pueblos de la Tierra
Caliente realizada bajo un entorno inhóspito, no es “exagerar hechos”,
máxime si se considera, que los cronistas, personajes e historiadores
coloniales y postcoloniales, exaltaron la obra del Padre Moya, con el
lenguaje y retórica de su tiempo y de su época, no con el lenguaje y
retórica de nuestro tiempo, que quizá, acorde con nuestra cultura
contemporánea y visión particular nos parezca ciertamente “exagerado”.
También Es verdad, que los sacerdotes seculares (formados en España)
estuvieron presentes desde el inicio de la conquista de Michoacán, J. Benedict
Warren, citando una fuente del Archivo General de Indias, Ramo Justicia, Leg.
223, señala que en 1525, el cura secular, al parecer llamado Francisco Martín o
Francisco Martínez, era el cura de Zacatula, esto, en la desembocadura del Río
Balsas, y agrega el referido investigador, que otro sacerdote secular que
acompaño a Cristóbal de Olid, en su andar expedicionario, probablemente era
Pedro Castellano.73 Creo, como sostienen varios historiadores, que la
secularización de parroquias para sustituir a los frailes mendicantes del clero
regular en Michoacán y por lo tanto en la Tierra Caliente, se aceleró cuando Don
Vasco de Quiroga, asume como obispo de Michoacán en 1538.
73 Ob. Cit. Warren, J Benedict. La conquista de Michoacán 1521-1530, Fimax Publicistas. (1977). Págs. 106 y 107.
128
A mayor abundamiento, según la Enciclopedia Guadalupana, Tomo I, a página
48, de Pungaravato y de las Minas del Espíritu Santo (mencionadas en la
Relación de Sirandaro y Guayameo de 1579), fue cura y vicario Antonio Freire,
al parecer integrante del clero secular formado en España, quien además ostentó
el cargo de primer capellán de la Ermita de Guadalupe en la Capital de la Nueva
España, y se señala que a su arribo, traía dimisorias (concesiones eclesiásticas),
de don Juan Alburquerque, obispo de Goa en la India de Portugal, y de cuya labor
eclesiástica en Pungaravato poco sabemos. Lo que si es posible deducir, es que
prácticamente estuvo en el pueblo, desde el inicio de la colonización española,
cuando Pungaravato era una república de indios, entre 1530-1545, puesto que,
en 1550, era cura de Tanchinoltipac, poblado ubicado en el actual Estado de
Hidalgo.
Muy probablemente, siguiendo un procedimiento que era usual, los Padres
Franciscanos, pero con mayor probabilidad de que haya sucedido por parte de
los Agustinos, y sin que objetivamente se pueda afirmar que en Pungaravato lo
hizo el Padre Fray Juan Bautista Moya en su labor de evangelización, una de las
primeras acciones realizadas de cristianización, consistía en ubicar un sitio que
era denominado como “el calvario”, en donde se edificaba una pequeña ermita
(iglesia), en la que luego se ubicaban tres cruces para recordar
permanentemente la pasión y muerte de Jesucristo.
En algunos casos, en los adoratorios paganos, los evangelizadores de las
órdenes mendicantes edificaron iglesias buscando sustituir la idolatría pagana de
los indígenas hacía las deidades prehispánicas por la ritualidad católica basada
en la adoración a Cristo y la veneración de Santos como entidades intercesoras;
tal es el caso, por ejemplo, de la iglesia edificada sobre la pirámide más grande
del mundo, ubicada en Cholula, Puebla.
En Pungaravato, existe un sitio denominado “El Calvario”, muy cercano al cerro
de Pungaravato, en donde según la tradición etnográfica de los
Pungaravatenses, existía una yácata (¿Adoratorio de Pungárancha, Pungárecha
o Pungarencha?), y, precisamente, además de tres montículos con tres cruces;
en ese sitio, se edificó una modesta construcción de adobe, que ya en ruinas,
todavía pude observar en mi infancia. ¿Fue esta la primera iglesia en
Pungaravato? La siguiente, es una fotografía de dicho sitio, que guarda muy poca
diferencia respecto de lo que pude observar personalmente.
129
Fuente: cortesía del Lic. Víctor Manuel Arias Castillo.
Para 1570, según José Bravo Ugarte, en su obra Historia Sucinta de Michoacán
Tomo II, de editorial Jus, a páginas 67 y 68, tomando como fuente la Relación y
Memoria, elaborada por el escribano público del número de la ciudad de
Mechuacán (Michoacán), considerando solamente las parroquias de la Tierra
Caliente, a continuación, se señalan las que, según dicho autor, para ese año, ya
tenían curas seculares beneficiados. Guardo reserva en el caso de Coyuca (de
Catalán), por las razones que expongo en la nota a pie de página.
Tabla 6, Parroquias secularizadas en la Tierra Caliente en 1570.
Parroquia: Atención de evangelización por:
Axuchitlan (Ajuchitlán) Cura secular beneficiado
Coyuca (de Catalán) 74 Cura secular beneficiado
Cuseo (Cutzio-Huetamo) Cura secular beneficiado
Cutzamala Cura secular beneficiado
Pungaravato Cura secular beneficiado
Sirandaro (Zirándaro) Cura secular beneficiado
Fuente: elaboración propia, tomado como base a José Bravo Ugarte, en su obra Historia Sucinta
de Michoacán, Tomo II, de editorial Jus, páginas 67 y 68.
74 Tengo duda, respecto de lo asentado por José Bravo Ugarte, puesto que Coyuca en 1570, todavía era sufragante de la parroquia de Pungaravato, y no fue sino hasta 1835, durante el periodo del Obispo Don Juan Cayetano Portugal, cuando adquirió el estado de parraquia independiente secular; luego entonces, en esa época, los asuntos eclesiásticos de Coyuca, Tlapehuala y Tanganhuato, los atendía el cura de Pungaravato.
130
También en ese mismo año de 1570, según el referido autor, los Agustinos
administraban: Copándaro, Cuiseo (Cuitzeo de la Laguna), Huandacareo,
Huango, Matalcingo, Mechuacán (Pátzcuaro), Yuririapúndaro (Yuriria),
Tacámbaro, Tiripetío, Ucareo y Xacona, donde sí construyeron iglesia y
conventos “arquitectónicamente más espectaculares”.
11. ¿Quién fundó San Juan Bautista Pungaravato (Pungarabato)?
Como ha quedado asentado, previa invitación del encomendero don Cristóbal de
Oñate, los Agustinos fundaron iglesia y convento en Tiripetío en 1538; luego, en
1539, también por invitación del encomendero de Tacámbaro, fundan en dicho
lugar iglesia y convento, convirtiéndose dicho sitio, en la base misional de los
Agustinos en la llamada “puerta de la Tierra Caliente”. En el año de 1540, la
Provincia Mexicana de los Padres Agustinos, hizo Priorato a Tacámbaro. El
cronista agustino, Fray Mathías de Escobar, en su conocida obra: Americana
Thebaida, infiere y señala la siguiente cronología de Priores del Convento de
Tacámbaro: Fray Juan de San Román, Fray Diego de Chávez, quien a la vez era
Prior de Mechoacán (Michoacán); Fray Alonso de la Veracruz, y en cuarto lugar,
Fray Juan Bautista Moya (originalmente, Fray Juan de Moya), agregando el
referido cronista, que no se tiene antecedente de que el Padre Moya hubiera
renunciado al priorato como lo hizo con el de Tlapa (hoy perteneciente al Estado
de Guerrero), Guauchinango (perteneciente al Estado de Puebla), y México (hoy
Ciudad de México), desafortunadamente, no dejó una cronología en años de los
prioratos.
Es verdad que el Padre Matías de Escobar, no proporciona una fecha ni año
exacto del arribo de Fray Juan Bautista Moya al convento de Tacámbaro, y así lo
señala en su crónica:
[…] Algunos han juzgado, queriendo dar esta Gloria a Tacámbaro que el
primer Prelado que tuvo esta casa fue N.V.P. Fr. Juan Bautista, pero se
engañan, como lo prueba claro N.V. Basalenque, porque por este tiempo
era N.V. Bautista Ministro Mexicano a que se aplicó luego que llegó de
España, yéndose a las crecidas Provincias de Tlapa y Chilapa, no a ser
Prelado, sí a administrar para lo cual renunció la Prelacía; después el año
de mil quinientos cuarenta y cuatro lo hicieron Prior de Guachinango, que
asimismo renunció y se quedó de súbdito en la fundación, después fue
Definidor y Prior de México, que también lo dejó de modo que por buena
cuenta cuando vino a la Provincia fue el año de mil quinientos
131
cincuenta y tres poco más o menos, y así no pudo ser el primer Prior de
Tacámbaro.75
Nótese, que el Padre de Escobar, no está seguro del año de 1553, y por eso
señala, en referencia a éste, que es “poco más o menos”; por lo mismo, no se
observa gran disparidad entre el año de arribo a Tacámbaro del Padre Moya,
respecto del de 1552, señalado por el otro cronista agustino Fray Diego de
Basalenque. La propuesta que hacemos de la cronología reconstruida de los
eventos (tabla 5), hace inferir que en los inicios de 1552, Fray Juan Bautista
Moya, ya se encontraba en Tacámbaro.
Considerando la fundación de pueblos a la usanza española, es decir, con cierto
procedimiento o ritual, diversos historiadores, y las fuentes documentales
disponibles, permiten inferir y coincidir, en que, aun con la disparidad manejada
por los cronistas, respecto del año o años del arribo de Fray Juan Bautista Moya
a la Tierra Caliente, el antiguo Phunguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato,
Pungarabato, hoy Ciudad Altamirano, sin duda alguna, fue fundado por el
Venerable Fray Juan Bautista Moya, bajo la advocación de San Juan el Bautista,
y desde entonces, muy probablemente en el año de 1552, su nombre primitivo
de Pungári-huato, ligado a la deidad de Pungárancha, cambió por el cristianizado
de San Juan Bautista Pungaravato. El ya citado Canónigo del clero secular, José
Guadalupe Romero, respecto de Pungaravato, señala lo siguiente:
[…] Los padres Franciscanos bautizaron á los indios de Pungarabato
[Pungaravato] y Coyuca el año de 1535: permanecieron aquellos pueblos
sin ministro hasta el año de 1554, en que el venerable Fr. Juan Bautista,
religioso Agustino y último apóstol de la tierra caliente escojió este pueblo
[Pungaravato] como centro de sus misiones: a la paciencia y caridad de
tan celoso varón debieron estas comarcas su civilización, porque él
enseñó a los indios no solamente la religión, sino también las letras y las
artes: él abrió los caminos, fundó el hospital y planteo una escuela de
música. La iglesia parroquial que hoy existe es la misma que levantó Fray
Juan Bautista, una de las mejores de Tierra Caliente por ser las paredes
de cal y canto: está cubierta con una enorme tijera, cuyas maderas trajeron
los indios en hombros desde partes muy remotas: hecha la iglesia, trazó
75 Ob.Cit. De Escobar, Matías. Americana Thebaida. Balsas Editores, S.A. (1970). Pág. 189.
132
la plaza, calles y solares a la manera con que estaban trazadas las de
Tiripitío [Tiripetío], según refiere el padre Basalenque”.76
Nótese la posible discrepancia: el Dr. José Guadalupe Romero, señala en sus
Noticias para Formar la Estadística del Obispado de Michoacán como año de
arribo a Pungaravato de Fray Juan Bautista Moya el de 1554; no obstante, puede
tratarse de un error de imprenta, o bien, una imprecisión en el año debido a la
lejanía en que dicha obra fue escrita (1860), y publicada en 1862.
Por su parte, el cronista Agustino Fray Diego Basalenque, en su obra: Historia de
la Provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán, del Orden de N.P.S.
Agustín, refiere, que el Venerable Fray Juan Bautista Moya, llegó a la Tierra
Caliente en 1552, e hizo alto en Pungaravato porque dicho pueblo es el puesto
más acomodado para poder acudir a todos los pueblos que tiene en su contorno,
y, agrega, que, como Juan Bautista Moya, ya encontró asentada y plantada la
fe de Cristo (en la Tierra Caliente y en Pungaravato, esto se debe a la labor
previa de los Padres Franciscanos y Agustinos), por cuenta del insigne varón
corría el regarla y cultivarla.77
Se reitera: si nos atenemos a la cronología desarrollada en las anteriores tablas
(4 y 5), es muy probable, que Fray Juan Bautista Moya, ya estuviera en
Tacámbaro (la llamada puerta de la Tierra Caliente), en 1552, enfilándose ese
mismo año hacia la Tierra Caliente, concretamente hacia Pungaravato como
refieren los cronistas. Las fuentes documentales actuales, nos permiten inferir
que, cronológicamente, su labor pastoral y misional, la realizó en etapas;
primeramente, en los pueblos circunvecinos de Pungaravato, tomando como eje
de acción este pueblo, y luego, hacia otras regiones como la Costa Chica, pero
siempre, estableciendo la sede de su labor evangelizadora en el viejo
Pungaravato, luego, San Juan Bautista Pungaravato.
Tampoco se puede descartar, que el Padre Moya, antes de llevar a cabo
actividades fundacionales de pueblos, con traza de calles, construcción de
iglesias y hospitales en la Tierra Caliente, previo, haya realizado visitas de
76 Ob. Cit. Romero, José Guadalupe Dr. Noticias para Formar la Estadística del Obispado de Michoacán. Imprenta de Vicente García Torres, (1862), Pág. 142. 77 Moreno, Heriberto. Los Agustinos, Aquellos Misioneros Hacendados. Diego de Basalenque. Secretaría de Educación Pública, (1985). Pág. 90.
133
evangelización, quizá exploratorias, para luego, conocido el terreno, determinar
que Pungaravato sería su base pastoral por ser un sitio estratégico.
Por lo mismo, no se puede saber con precisión cuándo fue fundado San Juan
Bautista Pungaravato, siguiendo los patrones de fundación españoles, pero,
según el ya citado cronista Agustino Fray Diego de Basalenque:
[…] Trato luego el P. Joan de poner policía en los pueblos que
reduciéndolos a pueblos que no tenían formados, ni la tierra es muy
aparejada para esto; pero en el mejor modo que pudo, los compuso, y
formó vecindades; primero en Pungaravato, donde para el culto divino,
ordenó que se hiciese una iglesia muy buena, la cual hizo de cal y
canto, que es lo primero y último que en aquellas tierras se ha hecho
de aquel arte por no haber disposición de materiales; cubrióla de
tijera que parece otro mayor imposible, pues de muy lejos se llevan
las maderas, y éstas en hombros de indios. Hecha la iglesia, compuso
la doctrina y la administración de los sacramentos, al modo que
estaba puesta en Tiripetío y Tacámbaro, que en ese tiempo no
teníamos otras; …” 78
Fray Matías de Escobar, en su ya multicitada Americana Thebaida Vitas Patrum
de los Religiosos Hermitaños de N.P. San Agustín de la Provincia de S. Nicolás
Tolentino de Michoacán, señala que: la primera fundación que hizo (el Padre
Moya) fue en Pungaravato, y agrega el cronista agustino, que Fray Juan Bautista
Moya: Ordenó hacer y aun levantó una iglesia de cal y canto primera y última de
aquella tierra ( en la Tierra Caliente) pues no se ha hecho otra hasta hoy, reliquias
pueden ser aquellos cantos, pues los más levantó con sus manos este Ministro,
él era el maestro de la obra; también indica que el Padre Moya, hizo un pequeño
convento unido a la iglesia, cuyos cimientos, hoy se atienden dulces memorias
para los que hoy dichosos lo ven; estrechísimos embudos parecen las celdas,
cimientos de hornos los juzgará cualquiera a la vista, tales son de pequeñas,
78 O b . C i t . R u b í , A l a r c ó n R a f a e l . C o m u n i d a d e s I n d í g e n a s , S i g l o s X V I y X V I I , de l Centro y la Montaña de Guerrero , Pág.91, recuperab le en: http:/ /www.histor icas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn23/418.pdf . Cuando se habla de “poner policía”, se hace referencia combatir la idolatría congregando a los indígenas en un pueblo específico. Salvo fuentes documentales históricas, con cautela, es posible afirmar: que el primer pueblo que el Padre Moya fundó en la Tierra Caliente fue Pungaravato; del mismo modo, que la primera iglesia de cal y canto como lo refiere el Padre Basalenque, fue, precisamente, la de Pungaravato. No tengo a la mano, prueba documental o edición libresca, que señale, que en la Tierra Caliente, los Padres Franciscanos o los del clero secular hubieran construido previo al Padre Moya, iglesia igual.
134
crisoles de piedras en que sin duda como oro, y plata de dios, se purgaban
aquellos sacerdotes primeros hijos de Levi.79
No tengo referencia o documento colonial alguno, que señale, que el Padre Moya,
aparte de la iglesia de Pungaravato, erigida bajo la advocación del Juan el
Bautista, haya construido con sus propias manos otras en la Tierra Caliente. No
obstante, se encuentra documentado en las narraciones de los cronistas
agustinos ya señalados, que, derivado de sus visitas doctrinales, dirigió y levantó
otras con la ayuda de los naturales de cada pueblo: Coyuca, Tlapehuala y
Zirándaro.
El ya citado cronista agustino Fray Juan González de la Puente, hace una
descripción de los indígenas de Pungaravato, en su contacto con el Padre Moya:
[…] Cuando el Padre Fray Juan Bautista hizo la primera entrada en estas
remotas e incultas tierras de Pungaravato, estaban los indios de ellas tan
rudos, tan montaraces y brutales, que no sólo huían de las gentes,80 pero
estaban todavía en las quebradas y montes sin querer bajar a los llanos.
Pues esta gente ruda y por desbastar, la fué este bendito fraile enseñando
y desbastando poco a poco hasta formar a Cristo en ellos, como dice San
Pablo, exercicio [ejercicio] que tiene su promesa en Isaías.
También fué grandísima la reverencia y sujeción que aquellos gentiles
tuvieron al Padre Fray Juan Bautista, pues no sólo los trajo a poblado, sino
que quebrantándoles los ídolos, y haciendo polvo aquellas imágenes
vanas, a quienes adoraban por su Dios, se hecharon [echaron] a sus pies,
y le estaban tan sujetos como si fueran mansas ovejas. Acción tan grande
que parece más milagrosa que humana, porque la adoración de los ídolos
en la gentilidad ha sido tan poderosa, que por ella ha habido encuentros,
guerras crueles, grande efusión de sangre humana […] 81
79 De Escobar, Mathías Fray. Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de
N.P. San Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, 1729. Impresa por Fray Manuel de los Ángeles Castro, (1924). Pág. 126. Se hace referencia a los misioneros del clero regular que de Tiripetío venían a evangelizar a Pungaravato; luego, serían los del clero secular. 80 Se encuentra documentado históricamente, que los indígenas, para no ser explotados o esclavizados por los encomenderos españoles, se remontaban a cerros y lugares inhóspitos, y desde este marco de referencia, hay que entender su recelo. 81 Ob. Cit. Gómez, de Orozco. Crónicas de Michoacán. Universidad Nacional Autónoma de México. Biblioteca del Estudiante Universitario 12 (1940). Pág. 95.
135
En la tradición etnológica 82 de los Pungaravatenses-Altamiranenses, y los
eventos trasmitidos oralmente por los antepasados, se sabe y reconoce, que el
gran evangelizador y fundador de San Juan Bautista Pungaravato, fue el
Venerable Fray Juan Bautista Moya.
Así, sobre la base de la cronología propuesta que se ha elaborado (tabla 5), es
posible, que el antiguo San Juan Bautista Pungaravato, haya sido fundado, no
obstante de ser una república de indios, pero siguiendo cierto procedimiento
español para fundar pueblos, probablemente en mayo o junio de 1552.
El anterior lapso de tiempo puede tener cierta lógica o congruencia, si nos
atenemos a que el antiguo Pungaravato, fue consagrado bajo la advocación de
Juan el Bautista, cuya fiesta religiosa y la mayor del pueblo de Pungaravato, se
celebra precisamente, cada 24 de junio, fecha en la que los Pungaravatenses y
luego, Pungaravatenses-Altamiranenses, desde tiempos inmemoriales, vestidos
mayormente de rojo, quizá para recordar paralelamente, el nacimiento y sacrificio
por decapitación de Juan el Bautista, de manera tradicional, iban, originalmente
al cerro de Pungaravato para recordar y conmemorar dicho evento, no exento de
que también fuera un día de campo y de convivencia social entre los de
Pungaravato. Entonces, no resultaría descabellado suponer, que Pungaravato
pudo haber sido fundado y puesto bajo la advocación de Juan el Bautista, un 24
de junio, probablemente, de 1552.
Tal posibilidad, tiene cierta solidez, si nos atenemos a la crónica del ya citado
agustino Fray Juan González de la Puente, quien narra que:
[…] Salió del Convento de Tacámbaro el Padre Fray Juan Bautista algunos
días antes de la Cuaresma para administrar aquellos pueblos de
Pungaravato, a donde había de asistir, como asistió a toda ella, porque era
mucha la gente que había de confesión, y mucho lo que había de andar,
para cuyo viaje y jornada, que por lo menos fue de cincuenta días; 83
82 La Etnología, estudia a los pueblos en todos sus aspectos, en todas sus dimensiones: culturales, sociales, económicas, etcétera. 83 Ob. Cit. Gómez, de Orozco. Crónicas de Michoacán. Universidad Nacional Autónoma de México. Biblioteca del Estudiante Universitario 12 (1940). Pág. 96.
136
Según la tradición cristiana, la Cuaresma, se celebra desde el siglo IV; la fecha
es variable, pero se realiza dentro de los primeros meses del año. Así,
considerando que el Padre Moya pudo haber utilizado para llegar a Pungaravato,
“cuando menos cincuenta días”, reitero mi propuesta de que San Juan Bautista
Pungaravato, pudo haber sido fundado en mayo o junio de 1552, aunque dado
el calendario litúrgico de la Iglesia Católica, que conmemora a Juan el Bautista el
24 de junio, considero, esto pudo haber pasado un 24 de junio de 1552.
Inicialmente, según refieren sus biógrafos, “El Apóstol de la Tierra Caliente”, al
tomar sus hábitos, originalmente, se llamaba Fray Juan de Moya y Valencia, que
es el que no prefiero manejar en el presente trabajo; luego, quizá guiado por su
celo evangelizador, se puso o agregó el de Bautista. Cabe inferir, que el Padre
Moya, probablemente, consagró a Pungaravato, como San Juan Bautista
Pungaravato, para recordar el nacimiento de Juan el Bautista, que, según la
tradición católica, se conmemora el 24 de junio, en tanto que su martirio y
decapitación, se recuerda el 29 de agosto.
Lo importante, trascendente e indiscutible dadas las fuentes coloniales
existentes, es que designó y puso al viejo Pungaravato, bajo la advocación del
santo patrono que Moya asumió como nombre propio en su labor evangelizadora,
agregándole al pueblo en nombre que precisamente, él eligió para cristianizar, es
decir, el de Juan el Bautista; luego entonces: San Juan Bautista Pungaravato.
Salvo alguna fuente documental histórica sólida, de lo que no hay duda, es que,
el viejo Phunguári-huato, Pungaravato, Pungarahuato, Pungarabato, consagrado
luego bajo la advocación del Juan el Bautista: San Juan Bautista Pungaravato,
según lo refirieren los historiadores y cronistas, siguiendo cierta usanza o ritual
español que a continuación se procede a describir, fue el primer pueblo fundado
en la Tierra Caliente por el Venerable Fray Juan Bautista Moya.
También cabe la posibilidad de que, una vez que el Venerable Fray Juan Bautista
Moya, fijó o designó a Pungaravato como su centro misional en la Tierra Caliente,
lo consagró como San Juan Bautista Pungaravato, porque, Juan el Bautista, en
su tiempo, fue el encargado de anunciar “el reino de dios”, y, el Padre Moya,
también en su tiempo histórico evangelizador, tenía la enorme función de llevar
esa misma buena nueva a los naturales de la Tierra Caliente en general y de
manera particular a los de Pungaravato por su acendrada idolatría.
137
Ahora bien, se dice que San Juan Bautista Pungaravato fue fundado por el Padre
Moya, siguiendo cierta usanza española, porque, el modelo de
colonización-evangelización, se basó en el encomendero y los evangelizadores,
quienes asumían la responsabilidad político-religiosa, que debían al Rey
Español; los caciques locales, fungían como garantes de que en sus respectivos
pueblos de indios (o repúblicas de indios), se consolidaran sus “doctrinas” que es
como se llamó comúnmente a las iglesias locales por parte del clero regular o
mendicante (Franciscanos y Agustinos).
El procedimiento ordinario, consistía en que en el pórtico de la capilla abierta
(como la existente en la iglesia del antiguo Pungaravato), que encabezaba el atrio
del pueblo, en una ceremonia solemne de orden religioso, asistía el encomendero
(o su apoderado calpixque), flanqueado por algún fraile, mediante lo cual,
dejaban testimonio de que en ese pueblo quedaba establecida una “doctrina”.
Este procedimiento de fundación de doctrinas fue el modelo a seguir, ya que, en
cada uno de esos pueblos, se erigía o designaba un lugar privilegiado como
“cabecera de doctrina” y desde ahí se organizaba la administración eclesiástica
de toda el área de la cual dependía el pueblo, es decir, la de todos sus “sujetos”
o “visitas”.84
Otra información que permite inferir que el Padre Moya fundó San Juan Bautista
Pungaravato, es que en el área de Michoacán, como apunta el ya citado Bernardo
García Martínez, los curas diocesanos (los del clero secular), en su labor de
evangelización, siguieron un patrón más disperso y sin apegarse al modelo del
atrio (seguido por los frailes de las ordenes mendicantes, Franciscanos y
Agustinos), y establecieron la mayoría de sus doctrinas, que secularmente
prefirieron, quizá para diferenciarlas, llamarlas “partidos” o “curatos”; esto,
primeramente sucedió en las regiones serranas y las tierras bajas de Michoacán,
luego en la Tierra caliente.
Según los cronistas e historiadores, el Venerable Fray Juan Bautista Moya, sin
descuidar su labor misional en otros pueblos de la región, permaneció asentado
entre los indios de Pungaravato, en un periodo que va de1565 a 1567, desde
donde salía a realizar sus labores de evangelización. Nada igual sucedió con
algún otro pueblo de la Tierra Caliente, salvo Zirándaro, en donde según se narra
por sus biógrafos, permaneció por algunos meses, sin que se pueda precisar
cuántos.
84 García Martínez Bernardo. La Implantación Eclesiástica en la Nueva España, Revista de Arqueología Mexicana, Vol. XXI. Núm. 127, mayo-junio 2014, Págs. 44, 45 y 46.
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También refiere el cronista agustino Fray Mahtías de Escobar y Llamas, que
desde Pungaravato, el Padre Moya salía a recorrer las visitas de Coyuca,
Tlapehuala y Taganguato (Tanganhuato); posteriormente, pasaba a Cutzamala
siguiendo el curso hasta Ajuchitlán, último pueblo de las doctrinas de Tierra
Caliente. Se dice, que el Padre Moya, volvía a pasos agigantados visitando
entonces las doctrinas de Sirandaro (Zirándaro), Huetamo, Cuseo (el antiguo
Cutzio), Carácuaro, Nocupétaro, Purungueo y Turicato, llegando todavía en este
vertiginoso ascenso hasta Tusantla (Tuzantla) y Tiquicheo.85
El propio Mathías de Escobar, en la misma Americana Thebaida, Vida de los
Religiosos Agustinos Ermitaños, a páginas 100-101, refiere los esfuerzos del
Padre Moya, por edificar iglesia y convento en Pungaravato y Tuzantla; en el
primer caso, sólo se logró establecer estructura sin torres ni techumbre sólida de
la actual Catedral de Ciudad Altamirano, que, originalmente fue cubierta con tijera
de madera, como también lo refiere el ya citado cronista agustino Fray Diego de
Basalenque.
Si se acepta que las cosas no son casuales o fortuitas, desde el inicio de la
evangelización por los Agustinos en la Tierra Caliente, se identificó la importancia
de misionar tomando como referente a Pungaravato, y así lo señala el cronista
agustino Fray Diego de Basalenque, quien hace referencia que Fray Juan de San
Román y Fray Diego de Chávez y Alvarado, en su labor misional (1540-1543):
tomaron el camino que conduce a mano izquierda y se dirigieron rumbo a
Nocupétaro y Pungaravato, narrando en su crónica, que estos dos apóstoles
llegaron hasta Ajuchitlán.
Quizá, el referente evangelizador de Pungaravato por parte de los Padres
Agustinos, tenga que ver, con la resistencia y acendrada religiosidad pagana de
los naturales de Pungaravato, que había que vencer para “apartarlos del
demonio” (de la idolatría); hay que recordar, que en la Relación de Ajuchitlán,
levantada en 1579, los naturales declararon que, el nombre de Pungaravato, se
debía a que en dicho lugar se encontraba el ídolo PUNGARENCHA, como lo
asienta el escribano español, y que según la Relación de Michoacán, se le
identifica con cualquiera de estos tres nombres: PUNGÁRANCHA,
PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA, como el “dios de la guerra” entre los
phorhépechas, de donde cabe la posibilidad de que Pungaravato, fuera un centro
85 De Escobar y Llamas, Fray Mathías. Americana Thebaida, vida de los religiosos Agustinos ermitaños, Pág. 100. La obra fue escrita en 1724, pero se publicó después de obtener las autorizaciones episcopales hasta 1729.
139
religioso de cierta relevancia para este pueblo, de ahí la importancia de tomarlo
como punto de evangelización.
Sea cuáles hayan sido, las razones o argumentos que los evangelizadores
Agustinos tomaron desde sus inicios a Pungaravato como uno de sus referentes
de su misión evangelizadora en la Tierra Caliente; sea cuáles hayan sido las que
tuvo el Venerable Fray Juan Bautista Moya, para establecer en ese pueblo su
centro misional, lo que no se puede negar, es que, desde el inicio de la
colonización española y durante tres siglos de la colonia, el primitivo
Pungaravato, San Juan Bautista Pungaravato, Pungarabato, tuvo para los
Padres Agustinos de la orden regular mendicante, y luego para el clero secular,
según lo refieren los cronistas e historiadores, una importancia evangelizadora y
religiosa estratégica.
Por eso, es de entenderse, que, dados los antecedentes de evangelización en la
Tierra Caliente, cuyo centro de difusión, sin duda alguna, fue el pueblo de San
Juan Bautista Pungaravato, y, dado que el Venerable Fray Juan Bautista Moya,
eligió al viejo Pungaravato (Phunguári-huato), como su centro de operaciones
evangelizadoras; quizá, atendiendo a esta base histórica estrictamente religiosa,
el 27 de octubre de 1964, mediante la Bula Pópulo Dei, su Santidad Paulo VI,
estableció la sede del Obispado en Ciudad Altamirano, por siempre, el viejo San
Juan Bautista Pungaravato, y, tras su erección canónica el 16 de agosto de 1965,
tomó posesión su primer Obispo Monseñor Juan Navarro Ramírez (1965-1970),
consagrado como tal el 17 de agosto de 1965, quien ante su sentida muerte el
18 de agosto de 1970, fue sepultado en el lado izquierdo del altar mayor de la
Catedral de Ciudad Altamirano, Gro.
Por todo lo anterior, en la memoria de los Pungarabatenses-Altamiranenses, en
su historia religiosa, está llena desde ayer hasta hoy, y quizá por siempre, el
recuerdo y gratitud hacia su ilustre fundador, el Venerable Fray Juan Bautista
Moya, cuya memoria y fama de santidad han pasado de generación en
generación y están frescas en las mentes y corazones de los habitantes no sólo
de Pungaravato-Ciudad Altamirano, sino de los moradores de la Tierra Caliente.86
86 Padres Agustinos de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de México y de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán. Los Agustinos en México Ayer y Hoy. Impresos Nacionales, S.A. de C.V., (1994). Pág.77. Por cierto, en esta obra, sin mencionar algún otro pueblo de la Tierra Caliente, únicamente se hace referencia a Pungarabato (Pungaravato), como fundación Agustina.
140
Existe, una investigación de campo, por demás interesante, en relación con la
creación de una “iglesia”, previa a la que construyera el Padre Moya de cal y
canto, que hoy ocupa la actual catedral del Obispado de Ciudad Altamirano, en
la cual se hace la siguiente descripción:
[…] El templo por su antigüedad es considerado como un lugar histórico,
el antecedente más remoto que se tiene corresponde al año de 1533,
cuando al estar escarbando para reforzar los cimientos de la torre sur, el
maestro Silvino Hernández, encontró una lápida de piedra como de 0.50
cm. con una cruz en alto relieve, rematada en cada uno de sus extremos
por una especie de trébol, símbolo de los franciscanos y al calce el año de
1533 (desafortunadamente se extravió), año coincidente con las fechas
que anduvieron los frailes franciscanos por la Tierra Caliente.87
Como se ha mencionado en la presente obra, en el Capítulo Franciscano de 12
de julio de 1528, celebrado en Huejotzingo, Puebla, se acordó enviar un mayor
número de evangelizadores a Michoacán; y, se encuentra documentado, que la
mayor labor de fundación de iglesias y conventos sólidos de cal y canto de los
Padres Franciscanos, ocurrió entre 1533 y 1535, pero en las partes templadas y
de mayor acceso en el Obispado de Michoacán; no que se sepa en la Tierra
Caliente, ni específicamente en Pungaravato.
Iglesia trazada y estructurada con hechuras de cal y canto, salvo documentación
histórica, en los inicios de la evangelización de la Tierra Caliente por los Padres
Franciscanos, sólo la hizo años después en Pungaravato, el Venerable Agustino
Fray Juan Bautista Moya.
Ahora bien, también se encuentra documentado, que los Padres Franciscanos y
los Agustinos, en su labor evangelizadora, trataban de bautizar al mayor número
de indígenas y para afianzar sus visitas levantaban “iglesias” que en un inicio, no
eran más que humildes jacales hechos de materiales endebles.
He buscado, en la obra de Fray Pablo Bealmont, en su Crónica de Michoacán,
quién o quiénes pudieron ser los evangelizadores franciscanos que inicialmente
tuvieron contacto con la Tierra Caliente. De igual forma lo he hecho en otras
87 Espinosa, Quiroz José de Jesús y Víctor Manuel Arias Castillo (2002). Monografía del Municipio de Pungarabato. H. Congreso del Estado Libre y Soberano de Guerrero, Págs. 276 y 277.
141
fuentes, y he encontrado que después del Capítulo Franciscano (12 de julio de
1528), vinieron a Michoacán: Fray Antonio Ortiz, con el título de Predicador, que
acababa de llegar en la segunda barcada de misioneros franciscanos, el lego
Fray Andrés de Córdoba, uno de los doce, y que, probablemente también vino,
Fray Diego de Almonte o de Santa María, y Fray Ángel de Salcedo o de Valencia,
cuya labor evangelizadora en lo que fueron los dominios del Irecha phorhé, ha
quedado escondida en la penumbra de la historia; Fray Martín de la Coruña, vino
como Guardian Superior del Convento de Mechoacan o Tzintzunzan. Luego, en
su labor evangelizadora, se cambió el nombre por Fray Martín de Jesús.
Fray Andrés de Córdoba, misionó en la Nueva Galicia (Jalisco y Colima), y
juntamente con Fray Juan de Padilla, estuvo presente en la fundación de
Culiacán por Nuño de Guzmán en 1531. Fray Antonio Ortiz, estuvo en Michoacán
muy poco tiempo, pues en 1529 predicó en México, un sermón en contra de los
abusos de Nuño de Guzmán, razón por la cual fue arrojado con violencia del
púlpito por los esbirros de éste. Después, fue guardián del convento de México
y luego regresó a España. Excluyendo a Fray Martín de la Coruña (de Jesús),
nos quedan, como probables pioneros evangelizadores franciscanos en la Tierra
Caliente y en Pungaravato: Fray Diego de Almonte o de Santa María, y Fray
Ángel de Salcedo o de Valencia de cuya labor evangelizadora poco se conoce.88
No obstante, no se puede ni se debe descartar la posibilidad de que Fray Martín
de la Coruña (de Jesús), haya misionado en Pungaravato y en los pueblos de la
Tierra Caliente; esto, si nos atenemos a lo dicho por el cronista franciscano Fray
Alonso de la Rea, quien, en su Crónica de la Orden de N. Seráfico P.S. Francisco,
Provincia de S. Pedro y S. Pablo de Mechoacán en la Nueva España, refiriéndose
a Fray Martín de la Coruña (de Jesús), señala lo siguiente:
[…] Siempre anduvo descalzo entre guijas y pedernales, trepando montes
y trasegando sierras, con la agilidad que un espíritu, que juzga las leguas
por imaginarias; y así atravesó la una y otra provincia, con el denuedo que
el sol, corriéndolas sin parar, hasta que demarcó las 360 leguas de
longitud89 y las 150 de latitud, que son las que contiene tan numerosas
poblaciones.
88 Rodríguez, Fray Vicente. Fray Martín de la Coruña. Fundador de la Iglesia en Michoacán. Ediciones Franciscanas (1985), Pág. 21. 89 Con cautela en el dato, hay que considerar que una legua equivale a 4.82803 km.
142
Y en otro apartado de su crónica, el Padre de la Rea señala:
[…] Quedó con esto la gran ciudad de Tzintzuntzan y sus moradores con
la serenidad que suele el cielo después de una gran tormenta, limpia de
las nieblas del error y del engaño de la idolatría, con que el santo fundador
[Fray Martín de la Coruña o de Jesús] levantó iglesia, erigió altares y
administró los sacramentos; quedando la fe asentada en todo
Mechoacán y Xalisco.90
El cronista de la Rea, asienta que la fe quedó asentada “en todo Michoacán”,
siendo probable, por lo tanto, que Fray Martín de la Coruña o de Jesús, haya
misionado en Pungaravato y en la Tierra Caliente, parte integrante de lo que en
aquél entonces, era el señorio phorhé-uacúsecha o Mechoacán.
Entonces, si se acepta la versión derivada del trabajo de campo (entrevista)
realizada por los autores de referencia, es muy probable, que, en 1533, Fray
Diego de Almonte o de Santa María, o bien, Fray Ángel de Salcedo o de Valencia,
o ambos, sin descartar a Fray Martín de la Coruña o de Jesús, derivado de sus
probables y desconocidas correrías evangelizadoras por la Tierra Caliente, se
haya erigido una primitiva y humilde iglesia en Pungaravato, que al igual que en
otros pueblos, eran el referente geográfico de las “doctrinas” y “visitas” de
evangelización, pero no necesariamente implica, que se hubiera realizado un
acto fundacional de pueblos siguiendo el procedimiento español que ya se ha
descrito en el presente trabajo.
Considerando el año de 1533, entonces, resulta improbable, pero no se descarta,
que el misionero franciscano Fray Pedro de las Algarrovillas, quien, según los
cronistas franciscanos, como es el caso de Fray Diego de Muñoz, sostiene que
misionó en el Mar del Sur, Zacatula y Motines, haya sido el fundador de humildes
iglesias de “doctrina” en la Tierra Caliente, quien tomando como punto de partida
el convento de Uruapan fundado en 1535, se dice, evangelizó en dichos lugares.
Una última precisión en este apartado: cotidianamente se suele afirmar que la
iglesia de San Juan el Bautista, la actual catedral de Ciudad Altamirano, Gro.,
data de 1552 o 1554; lo cual, no es exactamente preciso. Si se acepta que el
90 De la Rea, Fray Alonso. Crónica de la Orden de N. Seráfico P.S. Francisco, Provincia de S. Pedro y S. Pablo de Mechoacán en la Nueva España. El Colegio de Michoacán. Fideicomiso Teixidor (1992), Págs. 102 y 105.
143
Padre Moya arribó a Pungaravato en 1552, resulta probable, que haya iniciado
la construcción de la iglesia de “cal y canto” en ese mismo año, pero es imposible,
que se hubiera concluido en ese mismo lapso. Si se recurre a los censos,
relaciones o informaciones, mostrados en el presente trabajo, se puede inferir,
que por el tributo en mano de obra que en las minas debían cubrir los indios de
Pungaravato y por el número de tributarios existentes en el pueblo que era una
“República de Indios”, se puede llegar a cierta conclusión de que, la iglesia sin
techumbre sólida, se construyó en el transcurso de los años, y muy probable es,
que no dejó de trabajarse en ella, hasta la partida y muerte del Padre Moya un
20 de diciembre de 1567, en Valladolid, hoy Morelia. Lo cierto es, que su
estructura primitiva al igual que su hospital, sí son del siglo XVI, excepto su
techumbre sólida; y cierto también es, que fue la primera de “cal y canto” en la
Tierra Caliente, como refieren los cronistas agustinos y otros prelados del clero
secular. La siguiente, es una imagen de Fray Juan Bautista Moya, fundador de
San Juan Bautista Pungaravato, que recuerda el prodigio (o mito) narrado por los
naturales de Pungaravato, de haber cruzado el Rio de las Balsas en el lomo de
un caimán.
Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San
Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Mathías de
Escobar en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los
Ángeles Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo
de 1924, Pág. 129.
144
Como se ha dicho, el Venerable Fray Juan Bautista Moya, fundador de San Juan
Bautista Pungaravato, murió un 20 de diciembre de 1567, en la ciudad de
Valladolid, hoy Morelia, Michoacán, y sus restos fueron depositados en la Iglesia
de San Agustín. No puedo precisar, si la fotografía que muestra sus restos, trozos
de su hábito, su sombrero, su Ostiario y su Patena91 de estaño, corresponde a
1923 o 1924, años en que, probablemente, esas reliquias se encontraban
expuestas en dicho lugar.
Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San
Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Mathías de
Escobar en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los
Ángeles Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo
de 1924, Pág. 439.
Como he mencionado, la iglesia de Pungaravato, de cal y canto, fue iniciada en
su construcción por Fray Juan Bautista Moya, probablemente en 1552, pero,
considero, que su acabado se fue dando a través de los siglos, y en algunos
casos, tuvo que ser reconstruida debido a cuando menos, dos incendios
91 La patena, es un plato metálico pequeño, de oro o plata, en donde se coloca o deposita la ostia consagrada en la liturgia católica. La del Padre Moya, era humilde, de un metal tan humilde como el estaño.
145
documentados hasta 1729 y narrados por el cronista agustino Fray Mathías de
Escobar. No obstante lo poco legible de la siguiente fotografía tomada también
entre 1923 y 1924, esta imagen difusa, nos ayuda a comprender y a tener una
idea, de cómo era la primitiva iglesia de San Juan Bautista Pungaravato en sus
orígenes constructivos. En la imagen, se observa el perfil de la construcción de
“cal y canto”, sin las torres actuales, y a la derecha, algo que sugiere una “Cruz
de Mayo”, sitio donde según la tradición, se encuentra enterrado el báculo
(cayado) del Padre Moya, y la base del atrio abierto todavía sin concluir en sus
remates o adornos, además de un transeúnte Pungaravatense.
Fuente: tomado de Americana Thebaida Vitas Patrum de los Religiosos Hermitaños de N.P. San
Agustín de la Provincia de S. Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por Fray Mathías de
Escobar en 1729, reimpresa y adicionada con imágenes por el R.P. Prov. Fray Manuel de los
Ángeles Castro, en homenaje a la exposición vaticana universal de las misiones del Año Santo
de 1924, Pág. 127.
Es muy probable, que la techumbre en madera de la primitiva iglesia de San Juan
Bautista Pungaravato, haya sido muy similar (quizá igual) a la de Carácuaro, cuya
techumbre es de tijera de madera cubierta con teja, también, según la tradición,
obra del Padre Moya, y en donde se venera la imagen del Señor de Carácuaro,
al cual recurren muchos calentanos en sus necesidades.
En suma, considerando que Pungári-huato, Pungarahuato, Pungaravato,
Pungarabato hoy en día, ya existía, (lo crearon y colonizaron como su
asentamiento prehispánico permanente los phorhés-uacúsecha de la región
146
lacustre), lo que el Padre Fray Juan Bautista Moya fundó siguiendo cierto
procedimiento hispánico, con traza similar a la de Tiripetío, fue: San Juan
Bautista Pungaravato.
Siguiendo el modelo evangelizador y social de Don Vasco de Quiroga, acorde
con los cronistas ya citados, las diversas fuentes documentales históricas, hacen
inferir (y hay referencia documental de la existencia de estos hospitales), que
Fray Juan Bautista Moya, al menos en la cabecera eclesiástica de Pungaravato,
a mediados del siglo XVI, fundó hospital en San Juan Bautista Pungaravato, en
Santa Lucía Coyuca, en Asunción Acatzécuaro (Tlapehuala), y en Santiago
(Apóstol) Tanganhuato.
12. San Juan Bautista Pungaravato en 1579.
La Relación Geográfica (RG), en realidad, Relación y Memoria de Ajuchitlán,
Cabecera del Corregimiento, editada por René Acuña, en sus Relaciones
Geográficas del Siglo XVI: Michoacán, fechada el 10 de octubre de 1579, y
levantada en su tiempo por el corregidor don Diego de Garcés, asistido por su
hijo del mismo nombre, por Antonio de Rodas interprete en las lenguas cuitlateca
y tarasca (phorhé), y por los más viejos naturales de “mayor entendimiento”, cuyo
corregimiento además de la sede Ajuchitlán, incluía las cabeceras de Cuzamala
(Cutzamala), Pungaravato y Coyuca, y en acatamiento de describir este territorio
novo hispano del Obispado de Michoacán, en la pregunta 11, se señala de
Pungaravato:
[…] Pungaravato dista de Ajuchitlán seis leguas, el dicho pueblo abajo, al
noreste y a una legua de Coyuca. Tiene siete sujetos que son: San Gerónimo,
el rio en medio, como Sevilla y Triana; Tiringueo, a cuatro leguas, Santa
Catalina, a cuatro; Ziringueo [¿Son lo mismo Tiringueo que Ziringueo?], a
147
tres; Acasequaro,92 a cuatro, Sirandarillo,93 a cinco; Amaquareo, a cinco. Y
en todos ellos y la cabecera, hay quinientos y cuarenta y nueve tributarios.
Por otra parte, al desarrollar la pregunta 17, el corregidor don Diego de Garcés,
en relación con los pueblos de su corregimiento (Ajuchitlán, Cutzamala,
Pungaravato y Coyuca), y describiendo la tierra, la narra de la siguiente manera:
[…] Es más sana q[ue] enferma, aunq[ue] no hay en toda ella indios muy
viejos, como los hay en otras partes. Y las enfermedades della son
viruelas, tabardete, 94 cámaras de sangre y pechugueras, que saltan, a
veces, en dolor de costado. No saben remedio, sino irse a bañar a los ríos
con q[ue] acaban más en breve la vida; y no se quieren persuadir a que
aq[uello] les mata, por el mucho y antiguo uso q[ue] tienen de andar
siempre en el agua, desde q[ue] nacen hasta q[ue] se mueren.
También interesante, es la información recabada en la pregunta 33, en la cual,
se asentó por el referido corregidor lo siguiente:
[…] Hay muy poca, o casi ninguna contratación de españoles en toda esta
jurisdicción, sino es al tiempo del NACAZCOLOTL, atrás contenido,
capítulo veinte y dos. Húbola los años pasados, mucha; hase perdido de
todo punto. Los indios acuden a la costa de Zacatula a trabajar algunos
días, para ganar algún dinero y cacao q[ue] que traen de allá, que es tierra
92 La actual Tlapehuala. Sobre su significado toponímico, probablemente, Acatzequaro deriva de “acuitze” que significa, “serpiente en general”, esto, según el Vocabulario en Lengua de Mechuacan, de Fray Maturino de Gilberti, y, “kuarhe” (quaro), se (reflexivo); y -o, en, lugar de, donde, sitio, sufijo determinativo de lugar. Ver, por ejemplo, la toponimia de Tangancícuaro. Consultando el Diccionario de la Lengua Náhuatl de Eduardo César Portugal Carbó, encuentro, que, Tlapehuala, se relaciona, con los vocablos del náhuatl: “tlapetlaualli”, tlapetlaualoni y tlapetauani, todos, relacionados con el término “petlaua”, que, significa, pulidor o bruñidor; ahora bien, los bruñidores, son instrumentos de metal (actualmente) o de piedra (usados por los antepasados) que sirven para pulir un cuerpo luciendo las desigualdades o asperezas que se tiene en la superficie; de donde, atendiendo a versiones etnográficas de los propios Tlapehualenses, que identifican el origen de este entrañable poblado como “pueblo que vive de la piedra”, es muy probable, que la actual Tlapehuala, signifique, “lugar de bruñidores”, “lugar donde se realizan bruñidos” (en la piedra), cosa que por cierto, es coincidente con la laboriosidad y destreza artesanal de los actuales Tlapehualenses, aunque plasmada en otros materiales como la palma. 93 Zirandarillo, sostiene René Acuña, es un hibrido de tarasco (phorhé) y español, puesto que: sirándaro (Zirándaro): significa lugar de amates. 94 Es un tipo de tifus, traído por los españoles.
148
dello, y llevan chile y pepita, y gallinas y jícaras y mantas de algodón y
mantas de otras cosas; y, a Mechuacán, llevan algodón a vender, y van a
trabajar a las minas de Sultepeq[ue], y, de lo dicho, tienen dinero para su
tributo. Y a la costa van de mejor gana q[ue] a ninguna otra parte, por ser
tierra de cacao. Pagan su tributo, los de Ajuchitlan, Coyuca y Pungaravato,
en dineros y maíz, y los de Cuzamala [Cutzamala], en algodón hilado.
Queda claro, que los de Pungaravato y otros pueblos calentanos, tenían una
relación social y económica con Mechoacán (Michoacán), la sede que fuera de
su imperio; con Zacatula, y que se empleaban en las minas de Sultepec, pueblo
importante colonial, hoy perteneciente al Estado de México en donde se producía
oro y plata.
Acorde con la política de integración multicultural y étnica seguida por el Imperio
Phurhé, al arribo de los españoles, Pungaravato observaba naturales hablantes
de cuitlateco y chontal, aunque la lengua franca era la phurhépecha.
13. Padrones de censo de Pungaravato 1682 y 1683.
Los padrones de censo son testimonio de información que los clérigos de cada
parroquia y doctrina enviaban, a su requerimiento, al Obispo de la Diócesis de
Michoacán. De la información recabada, es emocionante, descubrir y confirmar,
cómo a través de los siglos, la mezcla racial y, seguramente cultural del
Pungarabatense (Pungaravatense), y, en general del calentano se fue
amalgamando para desembocar en lo que ahora son racial, física y culturalmente
los terracalentanos; es decir, producto de genes españoles, indígenas, negros e
indígenas filipinos. Con fascinación, en estos padrones, se descubren las raíces
del Pungaravatense-Altamiranense contemporáneo, sustentadas en los
antepasados ancestrales.
Hay evidencia documental, de que los clérigos encargados de recabar tan
laboriosa información, no lo hacían con gran entusiasmo; más bien, buscaban
eludirla. Fue durante el ejercicio pastoral del Obispo Sr. Francisco de Aguilar y
Seixas (1678-1680), y en los cinco años siguientes (1680 a 1685), que abarcan
la sede vacante y los dos primeros de ejercicio pastoral del Obispo Juan de
Ortega Montañés, en que se elaboraron los padrones del Obispado de
Michoacán que hasta ahora sobreviven, en el “Archivo Histórico Manuel
Castañeda Ramírez”, en la Casa de Morelos, en la ciudad de Morelia, Michoacán.
149
Para entender el contexto de la mezcla racial, de la composición genética de la
población de Pungaravato, que no difiere de la de los pueblos de la Tierra
Caliente, resulta orientador, contrastar la información recabada en dicho periodo,
en algunos de sus pueblos.
Tabla 7. Composición de la población de algunos partidos de la Tierra Caliente, del Obispado de
Michoacán, en 1680-1683, atendiendo al número de personas de confesión: de 7 años hacia
adelante.
Partido Indios Españoles Mestizos Negros Mulatos Otro Total
Ajuchitlán 483 10 3 0 129 0 625
Cutzio-Huetamo 735 127 36 3 95 6 6 913
Cutzamala 184 4 33 0 19 0 240
Pungaravato 339 30 17 45 0 0 431
Zirándaro 547 35 25 2 9 0 618
Fuente: Elaboración propia con información recabada de Alberto Carrillo Cázares, en su obra,
Partidos y Padrones del Obispado de Michoacán 1680-1685. El Colegio de Michoacán-Gobierno
del Estado de Michoacán. (1996). Págs. 285, 348, 349, 352, 353,357, 358, 359 y 365.
Como se observa, en este periodo de tiempo, la composición racial del calentano,
se encuentra configurada con indígenas, europeos, negros y otro(s); con el
término de “otro”, se solía identificar a los habitantes de origen filipino, que
arribaron a la Nueva España por Acapulco en la Nao de China; precisamente, así
se les denominaba como “chinos”, en lugar de filipinos: es probable también, que
el término “otro”, pueda corresponder a población errante, o “advenedizos que
llegaban a los pueblos.
El dato de la tabla 7, es que Pungaravato, observa una riqueza racial interesante:
indígenas, europeos, mestizos y negros, con ausencia de mulatos, cosa que
seguramente cambio en los siglos subsecuentes, y cuyos rasgos raciales; todos,
se pueden identificar en el rostro y facciones de los
Pungaravatenses-Altamiranenses contemporáneos.
Otra cuestión interesante, es que el citado investigador Alberto Carrillo Cázares,
señala que: Pungaravato, fue centro de una de las severas “congregaciones” de
pueblos indígenas y de su consiguiente despoblamiento. Y agrega, que es
revelador contrastar la relación del obispado de 1571 con la de 1619. En la
95 Dos negros libres y un esclavo.
150
primera, el Obispo Morales (Antonio de Morales, 3er. Obispo de Michoacán) 96
asienta:
[…] Pungarabato [Pungaravato] (124) y coiuca [Coyuca] (600).- Hay de
Cuzamala [Cutzamala] a Pungaravato tres leguas, es pueblo que tiene en
encomienda Hernando de Bazán, en él y en otra cabecera que llaman
coiuca [Coyuca] ay ciento y veinte y cuatro tributantes, en Pungaravato
quinientos y ochenta y en Coiuca [Coyuca] cuatrocientos y cuarenta y
cuatro, está el sujeto más lexos de la cabecera quatro leguas, es vicario
Bartolomé Alonso de Siloes, muy buena lengua tarasca que es la que
hablan los naturales, y competente sacerdote venido de España, es tierra
caliente [AGI, Indiferente, 856, apud Miranda G., 1972,p. 309].
En cuanto al segundo padrón, Carrillo Cázares, señala que para 1619, el Obispo
Covarrubias (Fr. Baltazar de Covarrubias, 11° Obispo de Michoacán, 1608-1622),
hallaba sólo poco más de 200 vecinos:
[…] Pungarabato [Pungaravato]. Es beneficio de clérigos. Tiene su asiento
en un alto, entre dos ríos, el uno muy caudaloso y el otro no tanto. Es [cura]
beneficiado Alonso Gutiérrez Caldera, criollo de pasquaro [Paztcuaro],
buena lengua. Hay en este pueblo 105 vecinos, y a media legua y legua
[sic] tiene estos sujetos: Coiuca [Coyuca] con 60 vecinos, Acatzecuaro
[Tlapehuala] con 40 vecinos. Y en estos pueblos hay 40 indios solteros y
casados. Hay en esta doctrina una estancia de ganado mayor, y asiste su
dueño español y su familia [BRP, ms. 2,579].
Continúa refiriendo Carrillo Cázares, que para 1631, el Obispo Rivera (Fr.
Francisco Rivera, 13° Obispo de Michoacán, 1628-1637), en su minuta, describe
a estos poblados de la siguiente manera: “Este beneficio en tres leguas y media
de distancia tiene cuatro pueblos. El de Pungarabato [Pungaravato] tiene ciento
y veinte vecinos. El de Coyuca tiene de cuenta ochenta vecinos. El pueblo de
Taguenguato [Tanganhuato] tiene de cuenta treinta vecinos. El pueblo de
Acatzéquaro [Tlapehuala] tiene de cuenta treinta y cinco vecinos” (López Lara,
1973, pp. 137-138). Según el referido autor, de este mismo lapso de tiempo, en
la relación de Isassy, se señala lo siguiente:
96 Fungió como Obispo de Michoacán de 1566 a 1572, en que fue trasladado a Puebla, en donde murió en 1576.
151
[…] Consta de cuatro pueblos de yndios que son Pungarabato
[Pungaravato], Coiueca [Coyuca], Thaguenguato [Tanganhuato] y
Acatzequaro [Tlapehuala] con otra ranchería de Chumbitaro y en todos no
ay más que setenta y seis yndios vezinos porque todos los pueblos de
tierra caliente están acabados. Agregánsele tres estansuelas pobres de
tres españoles que habitan en ellas con sus casas y familias y en otra
ranchería otro español y dos mulatos con que bienen a ser todos los
vezinos de este beneficio ochenta y dos [YS-DR, pp.167 y 168].
Como muchas poblaciones de la Tierra Caliente, Pungaravato, fue diezmado por
diferentes epidemias, al grado tal, que según la fuente que se cita, de los 265
vecinos de su jurisdicción eclesiástica considerados en la minuta de Fr. Francisco
Rivera en 1631, en la Relación de Isassy, no quedan más que 82.97 ¡Cuánto dolor,
sufrimiento y muerte vivieron en aquellos tiempos los antepasados de
Pungaravato! Entre corchetes, pongo el nombre actual de los pueblos a que se
hace referencia, y, Pungarabato, lo encorcheto, porque para 1628-1637, en esta
época, para identificar al pueblo se seguía escribiendo “Pungaravato”, en donde
la “v”, en el español antiguo se pronunciaba como “u”, aunque en algunos
documentos coloniales, también se escribía con “b”.
El mismo Carrillo Cázares, en su obra ya descrita, refiere, que se cuentan con
dos padrones de 1682 y 1683, levantados por el cura beneficiado Joseph de
Arévalo y Mendoza, (clero secular), en donde además de Pungaravato, se incluye
a Santiago Taguenhuato (Tanganhuato, actual),98 el pueblo de Tlapeguala
(Acatzéquaro, en phorhé), (Tlapehuala, hoy en día), Santa Lucía Coiucan
(Coyuca de Catalán), la hacienda de Talistaca, la estancia de Pungaravato,
97 Según Máría Teresa Sepúlveda y H. en su obra: La Medicina entre los Purépecha Prehispánicos, Universidad Nacional Autónoma de México, (1988), Págs. 78 y 79, los phurhépechas nombraban algunas de sus enfermedades de la siguiente manera: acedo tener el estómago xaripenqueni; bubas descubiertas sindiqua; calentura con frio thziraquapiqua; cámaras de sangre yuripi pexurini; enfermedad contagiosa yntsirehoerata pamangareta; llaga enconada caverata; enfermedad de los hojos pamengarini; fiebre o calentura tziraqua; hinchado cuuatangansri; lepra chachatariquarequa; pechuguera, enfermedad tos uhuqua; roña o sarna uxuta; tiricia tsipongariqua; viruelas quaruxequareni; etcétera. 98 He consultado, el Vocabulario en Lengua de Mechoacán, de Fr. Maturino Gilberti, y otras fuentes documentales del idioma phorhé, y no puede, encontrar algún referente específico del significado del actual Tanganhuato. No obstante, atendiendo a que los oriundos de un pueblo llamado Tanhuato de Guerrero, Michoacán, refieren que su significado es “cerca del cerro”; es probable, que el Tanganhuato calentano, tenga el significado de “cerca del cerro emplumado, o cerca del cerro del Señor PUNGUARANCHA”, que, según los indios de Pungaravato, estaba en ese sitio; probabilidad que tiene cierta lógica, si se considera que Tanganhuato, era y es sujeto de esa cabecera, y precisamente, geográficamente, se encuentra cerca del cerro donde estuvo PUNGÁRANCHA, PUNGÁRECHA o PUNGÁRENCHA (terminación en che, cuyo sufijo en phorhé, es “señor”).
152
Parantzeo, la de Tarétaro, el rancho de las Querendas, las estancias de los
hospitales de Pungaravato y de Coiucan (Coyuca) y la de Patambo. Esta es la
descripción que el referido autor hace de tales padrones:
Tabla 8. Tabla de población
Partido Pungarabato [Pungaravato] Año: 1682
Vcns/ca 42 Vcns/sujs 88 Vcns/part 130 Pers 431 Hh 560
Lugar Indios Españoles Mestizos Negros libres Suma
1 Pungaravato
Casados 84 84
Viudos 23 23
Muchachos 18 18
2 Taguenhuato
Casados 12 12
3 Tlapeguala
Casados 38 38
Viudos 7 7
Muchachos 15 15
4 Coiucan
Casados 76 76
Viudos 13 13
Solteros 31 31
Muchachos 20 20
5 Hdas. y estancias
Casados 12 7 31 50
Viudos 1 2 3
Solteros 2 15 8 13 38
Muchachos 2 1 3
Suma 339 30 17 45 431
PUNGARABATO [PUNGARAVATO]
Padrón del Partido de San Joan Pungarabato [Pungaravato] de las perçonas de confesión y
comunión, que ban señaladas con dos cruces y los de confesción sólo con una cruz, de este año
de mil seyssientos y ochenta y dos.
Pueblo de Pungarabo [Pungaravato]
Don Alonso Sebastian ++
su muger Micaela ++
Miguel Pedro ++ su muger Maria ++
Augustin Juan ++ su muger Angelina ++
Pedro Juan ++ su muger Cathalina ++
Don Alonso Lopes ++ su muger Maria ++
Don Nicolas Juan ++
su mujer Magdalena ++
Francisco Simon ++ su muger Anna ++
Nicolas Juan ++ su muger Maria ++
Anttonio Juan ++ su muger Magdalena ++
Diego Chimal ++ su muger Justina ++
Diego López ++ su muger Josepha ++
Anttonio Joseph ++ su muger Paula ++
Miguel Antonio ++
su muger Maria Ramos ++
Martin Juan ++ su muger Bernardina ++
Francisco Rodrigues ++
su muger Lucia ++
Juan Anttonio ++ su muger Martha
Thomas Anttonio ++ su muger Lusia ++
Gaspar Anaya ++ su muger Nicolasa ++
Nicolas Francisco ++ su muger Maria ++
Baptista Juan ++ su muger Josepha ++
Alonso Pedro ++ su muger Lusia Ana ++
Juan Lopez ++ su muger Nicolasa ++
Dionicio ++ su muger Ynes ++
Juan Alonço ++ su muger Nicolasa ++
Francisco Maya ++ su muger Micaela ++
Constantino ++ su muger Magdalena ++
Benito Andres ++ su muger Pascuala ++
Matheo Juan ++ su muger Maria ++
Andres Pedro ++ su muger Magdalena ++
Nicolas Antonio ++
su m Magdalena Maria ++
Pueblo de Tlapeguala
Martin Juan ++ su muger Micaela
Simon Jacobo ++ su muger Francisca
153
Juan Miguel ++ su muger Maria ++
Geronimo Juan ++ su muger Maria ++
Andres Joseph ++ su muger Paula ++
Andres Francisco ++
su muger Francisca ++
Juan Pedro ++ su muger Juana ++
Andres Rafael ++ su muger Maria ++
Miguel Pedro ++ su muger Cathalina ++
Andres Esteban ++su muger Juana ++
Simon Juan ++ su muger Marcelina ++
Lucas Antonio ++
su muger Anna Maria ++
Thomas Pedro ++ su muger Lusia ++
Andres Pablo ++ su muger Augustina ++
Simon Lucas ++ su muger Josepha ++
Pascual Martin ++su muger Nicolassa ++
Gaspar Pedro ++ su muger Francisca ++
Miguel Pedro ++
su muger Grasia Maria ++
Miguel Nicolas ++
su muger Sebastiana ++
Viudos y viudas
Diego Pedro ++
Maria Anna ++
Melchora Juana ++
Cathalina ++
Magdalena ++
Maria ++
Anna ++
Muchachos y niñas de doctrina
Diego +
Bartholome ++
Balthasar ++
Salvador ++
Gaspar ++
Nicolas +
Juan +
Esteban +
Mathias +
Miguel +
Juana ++
Margarita ++
Ynes ++
Christina ++
Maria +
Pueblo de Santa Lusia Coiucan
Don Nicolas Hernandes ++
su muger Maria ++
Don Luis Lasaro ++
su muger Magdalena ++
Miguel Guacas ++ su muger Maria ++
Francisco Sicuapu ++ su muger Juana ++
Diego Carahchari ++ su muger Micaela ++
Miguel Damian ++ su muger Thomasa ++
Geronimo Pedro ++ su muger Micaela ++
Pedro Juan ++ su muger Christina ++
Miguel Antonio ++ su muger Geronima ++
Francisco Balthasar ++
su muger Ursula ++
Miguel Juan ++ su muger Micaela ++
Gaspar Pedro ++ su muger Micaela ++
Francisco Juan ++ su muger Maria ++
Gaspar Joseph ++ su muger Anna ++
Manuel Balthasar ++ su muger Juana ++
Nicolas Marcos ++ su muger Maria ++
Andres Juan ++ su muger Maria ++
Gaspar Pedro ++ su muger Ysabel ++
Miguel Hernandes ++ su muger Maria ++
Diego Anttonio ++ su muger Lusia ++
Manuel Pedro ++ su muger Cathalina ++
Francisco Juan ++ su muger Lusia ++
Diego Dabila ++ su muger Ysabel ++
Juan Lucas ++ su muger Josepha ++
Gaspar de Peralta ++ su muger Anna ++
Geronimo Pedro ++ su muger Nicolasa ++
Juan Cani ++ su muger Cathalina ++
Augustin Rafael ++ su muger Maria ++
Matheo Pedro ++ su muger Anna ++
Augustin Rangel ++
su muger Cathalina ++
Gaspar Juan ++ su muger Sebastiana ++
Lorenzo Martin ++ su muger Geronima ++
Pedro Hernandes ++ su muger Juana ++
Geronimo Juan ++ su muger Maria ++
Pablo Anttonio ++ su muger Ysabel ++
Diego Ramires ++ su muger Francisca ++
Anttonio Miguel ++ su muger Anna ++
Miguel Juan ++ su muger Margarita ++
Viudas y Viudos
Francisco Pedro ++
Matheo Francisco ++
Doña Maria Juana ++
Ysabel Lusia ++
Maria Juana ++
Cathalina ++
Manuela ++
Cathalina Martha ++
Lusia Maria ++
Teresa Juana ++
Petrona Maria ++
Lusia Cathalina ++
Petrona ++
Niños y niñas de doctrina
Lorenso Palassios ++
Augustin Molina ++
Alonso ++
Diego ++
Joseph ++
Ermerejildo++
Miguel ++
Domingo Caballero ++
Balthasar ++
Juan ++
Bernardino ++
Anttonio ++
Miguel Damian ++
Lucas ++
Juan ++
Thomas Martin ++
Bernardino ++
Pedro +
Antonio Sirangua +
Juan de Peralta +
Joseph +
Clemente +
Miguel Gutierres +
Melchor +
Geronimo +
Miguel +
Anttonia Maria ++
Clara ++
Monica ++
Maria ++
Monica ++
Christina ++
Francisca ++
Maria ++
Petrona ++
Augustina ++
Lusia ++
Bernardina ++
Micaela ++
Nicolasa ++
Ysabel +
Manuela +
Francisca +
Margarita +
Maria +
Andrea +
Francisca +
Anna +
Melchora +
Lusia +
Ysabel +
Familia de los españoles, haz[c]ienda
de Talistaca
españoles
Balthasar de Peralta soltero ++
Theresa de Estrada viuda ++
Juan Nuñes soltero ++
Carlos Nuñes soltero ++
Margarita de Estrada doncella ++
Lucas Dias mestiso soltero ++
Anttonio Abendaño mestiso soltero ++
Maria de Abendaño mestisa soltera ++
Diego de Abendaño mestiso ++
Juan de Abendaño mestiso ++
su muger Nicolasa Benites ++
Bernabe Nuñes mulato ++,
Micaela Hernandes ++
Manuel de Leon mestiso ++,
Lusia Nuñes ++
Francisca de Arellano soltera ++
Getrudis Manuela +
Juan Pedro indio +
Dionicio Francisco indio +
Familia e Anttonio de la Torre
Anttonio de la Torre español ++
su muger Doña Josepha Suares ++
Doña Maria Suares doncella ++
Manuel de la Torre +
Maria Sualo mulata ++
Estancia de Parantzeo
Nicolas de Molina español ++
su muger Doña Maria Suares ++
Doña margarita Sualo doncella ++
Pedro Burgos soltero ++
Nicolas Burgos mestiso ++
154
su muger Magdalena de la Cruz mulata
++
Joseph Ramires mulato ++
su m Ana Maria ++
Manuela niña +
Sebastian Maldonado ++
su muger Juana de Burgos mulatos ++
familia de Luys de Almonte
Luys de Almonte español ++
su muger Doña Juana Costilla ++
Augustin Gomes español ++
su muger Doña Maria Costilla ++
Juan de Almonte soltero ++
Joseph de Almonte soltero ++
Nicolasa de Almonte doncella ++
Juana, niña +
Haz[c]ienda de Taretaro
Joseph Maldonado español ++
su muger Doña Francisca Gama ++
Juan de Sosa español ++
su muger Doña Maria Gama ++
Bartolome Maldonado soltero ++
Joseph Maldonado soltero ++
Pedro Maldonado ++
Anttonio Maldonado ++
Rancho de las Querendas
Francisco Gutierres mestiso ++
su muger Josepha Arsiniega ++
Ursula Arsiniega viuda ++
Nicolas Ribas viudo ++
Joseph del Castillo soltero ++
Augustin Mansanales soltero ++
Juan Gomes mulato ++
Anttonia Gutierres ++ su muger
Estancia del [h]ospital de Pungarabato
Juan Lopes mulato ++
su m Lusia Hernandes ++
Miguel Monrroy negro ++
su muger Magdalena Santiago ++
Juan Nicolas mulato ++
su muger Juana Maria ++
Nicolas de la Cruz mulato ++
su muger Juana Hernandes ++
Geronimo de la Cruz mulato soltero ++
Andres de la Cruz mulato ++
su muger Sebastiana Maria ++
Sebastian Lopes mulato soltero ++
Juan Gutierres mulato ++
su muger Theresa Hernandes ++
Nicolas mulata soltera ++
Joseph mulato soltero ++
Gregorio mulato soltero ++
Maria Niebes mulata soltera ++
Thomas Gutierres mulato ++
su muger Sabina Ramires ++
Francisco Pacheco mulato ++
su mujer Maria de Arellano ++
Miguel Gutierres mulato soltero ++
Estancia del [h]ospital de Coiucan
Martin Hernandes mulato ++
su muger Geronima Maria ++
Pascual Hernandes mulato ++
su m Maria Anna ++
Miguel Hernandes mulato, soltero ++
Lorenso Hernandes mulato soltero ++
Juan Francisco mulato ++
su m Pasquala Maria ++
Nicolas Hernandes mulato ++
su muger Getrudis de la Cruz ++
Anttonio Hernandes mulato soltero ++
Jacinto Hernandes mulato soltero ++
Ebarista Hernandes soltera ++
Nicolasa Hernandes soltera ++
Joseph de Arébalo y Mendoza Cura Beneficiado por su Magestad del partido de Pungarabato
[Pungarabato] sertifico que las personas contenidas en este Padrón an cumplido con los mandatos
de Nuestra Madre la Yglesia, confesando y comulgando este año de ochenta y dos, comulgando los
que están obligados, los quales ban señalados con dos cruses y confesando tan solamente los que
no son de edad ni capaces para recevir la sagrada comunión, los cuales ban señalados con una
crus, y así lo sertifico en bastante forma en el pueblo de Pungarabato [Pungaravato], el primero de
Abril de este año de mil seyssisentos y ochenta y dos y para que así conste lo firmé. Joseph de
Arebalo Mendoza [rúbrica].
Localización: ACM, N.D., S. XVII, leg. 69, 1682, 4 fs.
Padron de Pungarabato [Pungaravato] el año 1683.
Padrón y Minuta de los feligreses hombres y mujeres que an cumplido con la Yglesia confesando y
comulgando; en el Partido de Pungarabato [Pungaravato] este año de mil seysientosy ochenta y tres,
es como se sigue:
Pueblo de Pungarabato [Pungaravato]
Don Marcos Alonso ++
su muger Sebastiana ++
Marcos Lopes ++ su muger Cathalina ++
Francisco Thomas ++ su muger Sesilia ++
Miguel Colon ++ su muger Maria ++
Don Alonso Sebastian ++
su muger Micaela ++
Don Alonso Lopes ++ su mujer Maria ++
Nicolas Juan ++ su muger Maria ++
Miguel Pedro++ su muger Maria ++
Diego Chimal ++ su muge Justina ++
Nicolas Francisco ++ su muger Maria ++
Nicolas Juan ++ su muger Magdalena ++
Diego Lopes++ su muger Augustina ++
Juan Lopes ++ su muger Nicolasa ++
Andres Simon ++ su muger Magdalena ++
Martin Juan ++ su muger Petrona ++
Francisco Rodrigues ++
su muger Lussia ++
Juan Antonio ++ su muger Martha ++
Thomas Anttonio ++ su muger Lusia ++
Anttonio Sotelo ++ su muger Paola ++
Augustin Lopes ++ su muger Ynes ++
Miguel Esteban ++ su muger Maria ++
Dionisio Pascual ++ su muger Ynes ++
Alonso Yglesia ++ su muger Juana ++
Antonio ++ su Muger Magdalena ++
Pedro Juan ++ su muger Sesilia ++
Juan Augustin ++ su muger Ana ++
Juan Alonço ++ su muger Nicolasa ++
Constantino ++ su muger Magdalena ++
Melchor ++su muger Sesilia ++
Lucas ++ su muger Sesilia ++
Nicolas Acuri ++ su muger Anna ++
Lorenzo ++ su muger Magdalena ++
Gregorio ++ su muger Maria Niebes ++
Francisco Maya ++ su muger Micaela ++
155
Christobal ++ su muger Lorensa ++
Pedro Nicolas ++ su muger Juana ++
Gaspar Balthasar ++ su muger Maria ++
Lucas Martin ++ su muger Maria ++
Phelipe Christobal ++ su muger Maria ++
Benito Andres ++ su muger Paula ++
Melchor Esteban ++ su muger Maria ++
Gaspar Maya ++ su muger Nicolasa ++
Viudos
Diego Ores ++
Simon ++
Biudas
Lusia Ana ++
Juana Maria ++
Juana Lusia ++
Juana Anttonia ++
Ysabel Lusia ++
Sebastiana ++
Susana ++
Cathalina ++
Angelina ++
Francisca ++
Ysabel ++
Juana ++
Josepha ++
Muchachos de doctrina
Martin ++
Joseph ++
Ylario ++
Diego ++
Augustin ++
Nicolas ++
Diego ++
Nicolas +
Lorenso Salvador +
Juan +
Muchachas de doctrina
Nicolasa ++
Maria ++
Maria ++
Ursula ++
Petrona ++
Maria ++
Juana +
Barrio de Taguenguato
Benito Gabriel ++ su muger Maria ++
Matheo ++ su muger Maria ++
Pedro Juan ++ su muger Cathalina ++
Pueblo de Tlapeguala
Martin ++ su muger Micaela
Simon Jacobo ++ su muger Francisca
Miguel Francisco ++ su muger Maria ++
Geronimo Phelipe ++ su muger Ysabel ++
Andres ++ su muger Ursula ++
Juan Miguel ++ su muger Anna ++
Andres ++ su muger Francisca ++
Miguel ++ su muger Grasia ++
Juan ++ su muger Juana ++
Andres ++ su muger Juana ++
Andres pablo ++ su muger Augustina ++
Gaspar ++ su muger Juana ++
Simon ++ su muger Josepha ++
Juan Phelipe ++ su muger Ynes ++
Lucas ++ su muger Melchora ++
Niños de doctrina
Mathias ++
Matheo ++
Juan
Ygnasio +
Francisco +
Juan Melchor +
Niñas de doctrina
Antonia ++
Maria ++
Ysabel ++
Petrona ++
Ysabel ++
Maria +
Juana +
Cathalina +
Pueblo de Sta. Lus[c]ia Coiucan
Don Matheo ++ su muger Manuela ++
Don Luis Lasaro ++
su muger Magdalena ++
Don Nicolas Balthasar ++
su muger Maria ++
Francisco Secuapa ++
su muger Juana ++
Juan Huriata ++ su muger Lusia ++
Juan Vuacas ++ su muger Maria ++
Juan Lucas ++ su muger Josepha ++
Gaspar Joseph ++ su muger Maria ++
Diego Fabila ++ su muger Ysabel ++
Pedro Hernandes ++ su muger Juana ++
Miguel Hernandes ++ su muger Maria ++
Pablo ++ su muger Ysabel ++
Miguel Suares ++ su muger Geronima ++
Joseph ++ su muger Ysabel ++
Lorenso Pedro ++ su muger Geronima ++
Francisco Joseph ++ su muger Maria ++
Miguel ++ su muger Margarita
Diego ++ su muger Lusia ++
Joseph ++ su muger Thomasa ++
Augustin Rengel ++
su muger Cathalina ++
Miguel Alonso ++ su Muger Micaela ++
Pedro Campos ++ su muger Christina ++
Juan ++ su muger Cathalina ++
Augustin ++ su muger Maria ++
Matheo Pedro ++ su muger Anna
Geronimo Pedro ++ su muger Micaela ++
Nicolas Marcos ++ su muger Maria ++
Geronimo ++ su muger Maria ++
Geronimo ++ su muger Nicolasa ++
Manuel Balthasar ++ su muger Juana ++
Francisco Baptista ++ su muger Ursula ++
Joseph ++ su muger Monica ++
Gaspar ++ su muger Micaela ++
Augustin Rafael ++ su muger Maria ++
Marcos ++ su muger Nicolasa ++
Diego ++ su muger Micaela ++
Viudos
Francisco Pedro ++
Augustin ++
Anttonio ++
Martin ++
Balthasar ++
Viudas
Clara ++
Theresa ++
Cathalina ++
Maria ++
Petrona ++
Thomasa ++
Doña Maria ++
Lusia ++
Ysabel ++
Niños de doctrina
Xasinto ++
Ermerejildo ++
Manuel ++
Lorenso ++
Diego ++
Domingo ++
Juan ++
Pedro ++
Mathias ++
Alonso ++
Damian ++
Diego ++
Manuel ++
Francisco ++
Lucas ++
Pedro ++
Luys ++
Pedro ++
Juan +
Luys +
Bernabe +
Thomas +
Miguel +
Nicolas +
Niñas de doctrina
Monica ++
Augustina ++
Francisca ++
Lusia ++
Christina ++
Petrona ++
Maria ++
Nicolasa ++
Ursula ++
Ysabel ++
Mariana ++
Felisiana ++
Manuela ++
Ermerejilda ++
156
Bernardina ++
Maria ++
Petrona ++
Juana +
Maria +
Anttonia +
Maria +
Casa y familia de Juan Francisco
Juan Francisco mulato ++
su muger Pascuala mulata ++
Nicolas mulato ++
su muger Getrudes mulata ++
Bernardino mestiso ++
su muger Micaela mulata ++
Xasinto mulato biudo ++
Ebarista mulata doncella ++
Nicolasa mulata doncella ++
Casa de Juan Gutierres
Juan Gutierres mulato ++
su muger Theresa mestisa ++
Juan mulato ++
su muger Anttonia Gutierres mulata ++
Nicolasa Gutierres soltera ++
Sebastian Lopes Morisco soltero ++
Estancia de Pungarabato
Miguel Monroy negro libre ++
su muger Maria de Santiago ++
Juan Francisco mulato libre ++
su muger Melchora mulata ++
Franco indio ++
su muger Geronima india ++
Juan Martin mulato soltero ++
Estancia del hospital de Coiucan
Martin Hernandes mulato ++
su muger Geronima mestisa ++
Pasqual negro libre ++
su muger Maria mulata ++
Bartholome mulato ++
su muger Augustina de la Cruz mulata ++
Lorenso mulato soltero ++
Miguel Hernandes mulato soltero ++
Manuel mulato soltero ++
Juan Hernandes niño mulato +
Rancho de las querendas
Francisco Gutierres mestiso ++
su muger Josepha de Arsiniega ++
Ursula Arsiniega viuda ++
Simon Gutierres niño +
Estancia de Pharantzeo
Nicolas de Molina español ++
su muger Doña Maria Suares ++
Doña Margarita Suares doncella ++
Lucas Dias soltero ++
Pedro de Burgos soltero ++
Sebastian Maldonado soltero ++
Joseph Ramires mulato ++
su muger Geronima ++
Miguel Jacob soltero ++
Magdalena Maldonado soltero ++
Manuela Maldonado soltera ++
Juana de Leon niña +
familia de Luys de Almonte
Luys de Almonte español ++
su muger Doña Juana Costilla ++
Augustin Gomes ++
su muger Juana Maria de Almonte ++
Doña Felisiana de Almonte doncella ++
Nicolasa de Almonte doncella ++
Juan de Almonte soltero ++
Joseph de Almonte Soltero ++
Manuel Rosa mulato ++
su muger Maria de Arellano ++
Joseph niño +
Juana niña +
Estancia de Jalistaca
Balthasar de Peralta soltero ++
Theresa de Estrada biuda ++
Ursula de Estrada doncella ++
Margarita de Estrada doncella ++
Juan Nuñes soltero ++
Carlos Nuñes soltero ++
Joseph de Abendaño mestiso soltero **
Maria de Abendaño soltera ++
Francisca Gutierres soltera ++
Thomas mulato libre ++
su muger Maria ++
Nicolasa niña +
Nicolas niño +
Diego de Abendaño niño +
Familia de Thomas Gutierres
Thomas Gutierres mestiso biudo ++
Francisco Pacheco mestiso ++
su muger Maria Gutierres ++
Miguel Gutierres soltero ++
Francisco niño +
Augustin niño +
Nicolasa niña +
Estancia de Pathambo
Anttonio de la Torre español ++
su muger Doña Josepha Suares ++
Doña Maria Suares doncella ++
Manuel de la Torre soltero ++
Maria de Santiago mulata soltera ++
Juan niño +
Josepha niña +
Estancia de Taretaro
Joseph Maldonado español ++
su muger Doña Francisca de Gama ++
Juan de Sosa ++
su muger Doña Maria de Gama ++
Bartolome Maldonado soltero ++
Joseph Maldonado soltero ++
Pablo Maldonado soltero ++
Anttonio niño
Sertifico yo Joseph de Arébalo y Mendoza Cura Beneficiado de Pungarabato [Pungaravato] por su
Magestad que las personas contenidas en este Padrón an cumplido con los mandatos de Nuestra
Madre la Santa Yglesia este año de mill seyscientos y ochenta y tres, confesando y comulgando
conque están obligados los cuales ban señalados con dos cruses y confesando solamente los que
no son de edad y capases para la sagrada comunión los que ban señalados con una crus así lo
sertifico en el pueblo de Pungarabato [Pungaravato], el veynte y tres de abril de mil seyscientos y
ochenta y tres años y lo firme. Joseph de Arébalo y Mendoza [rúbrica].
Localización: ACM, N.D., S. XVII, leg. 69, 1682, 4 fs.99
99 Tengo duda sobre la ubicación del Padrón, ya que, para indicar el de 1682, por parte del investigador Alberto Carrillo Cázares, señala exactamente, la misma clasificación que para el de 1683.
157
He respetado la grafía y paleografía del autor, utilizada en los padrones de 1682 y
1683, de donde se ha transcrito la información, pero considero que en 1683, dados
los diversos documentos coloniales consultados, Pungaravato, no se escribía
como “Pungarabato”, tal y como se hace en los padrones transcritos por el autor;
sino como “Pungaravato”. O bien, se escribía de manera indistinta con “b”. Al
parecer, para 1682, sólo existían los hospitales de Pungaravato y Coyuca, puesto
que en los censos se omiten los de Tlapehuala y Tanganhuato.
14. Phungári-huato, pungaravato (Pungarabato) en las congregaciones de los
pueblos indios.
Prácticamente, desde el inicio de la llegada de los españoles al Reino Phorhé en
el siglo XVI, mantuvieron una política de buscar concentrar la dispersión de las
comunidades indígenas, congregándolas o juntándolas en pueblos específicos;
reduciéndolos para un mejor control económico y de evangelización. También es
cierto, que derivado de las epidemias traídas por los europeos, aunadas a las
locales, llegaron a desaparecer pueblos enteros y fue necesario el traslado y
congregación de los indígenas sobrevivientes, con miras a utilizar su mano de obra
y evangelizarlos. Algunos autores llaman a este proceso: reducciones de gente y
poblados.
Posiblemente a mediados de 1555, estando de visita en Turicato (cercano a
Cutzio-Huetamo) el Virrey Luis de Velasco, fue informado de estancias remotas y
de difícil acceso (en la Tierra Caliente), en donde los indígenas no podían ser
evangelizados por los frailes del clero regular (y por los del clero secular que en
ese entonces todavía eran escasos), siendo necesario por estar dispersos, se
juntaran en algunos sitios propicios para instruirlos en la fe católica para que
vivieran “en policía y cristiandad”. También era necesario juntarlos, dada la
escasez de mano de obra indígena disminuida, como ya se ha dicho, por las
epidemias.
Esta acción virreinal de congregamiento intensificada entre 1560 y 1564 bajo la
administración del Virrey Luis de Velazco, implicó el desplazamiento forzado y
dramático de pequeñas comunidades prehispánicas; no sin oposición, generó
entre los indígenas, rebeldía a congregarse, justas quejas y litigios por la severidad
y crueldad en que incurrían los funcionarios de la Corona Española al ejecutar las
instrucciones para llevar acabo la congregación o reducción de poblados
indígenas.
158
Los historiadores, coinciden en que fue durante la segunda mitad del siglo XVI,
donde se observó la mayor mortandad entre la población indígena, llegando a un
dramático descenso de aproximadamente un 82% para el año de 1632.
Finalizando el siglo XVI, las epidemias y la explotación indiscriminada de los
indígenas por los encomenderos españoles y la necesidad de mano de obra en
estancias ganaderas y otras actividades productivas que sustentaban los
asentamientos españoles, originó una segunda etapa de congregaciones o
reducciones entre 1595 y 1603, con los desastrosos resultados de la caída
poblacional indígena en las primeras tres décadas del siglo XVII.
Desde el inicio de la colonización española, al igual que otros pueblos de la Tierra
Caliente, Pungaravato, como ya se ha dicho, fue identificada por las autoridades
españolas, como “república de indios”, esto, para significar, que todo pueblo
indígena que detentaba tal denominación “vivía en policía”, ya que, “vivir sin
policía”, era sinónimo de “vivir como animal sin Dios ni ley”.100 Que los pueblos
indígenas vivieran bajo las leyes Hispánicas, y, como justificación de su dominio,
aceptando la doctrina cristiana.
Cabe precisar, que las congregaciones en cabeceras principales, con reducción
de poblaciones indígenas provenientes de pequeños asentamientos o sujetos, en
general, se hicieron también en el transcurso del tiempo, dado el despoblamiento
sufrido en el territorio calentano, derivado de epidemias que diezmaron la
población indígena, castas (mestizos, negros y mulatos) y aun europeos.
Según refiere Peter Gerhard, en relación con las congregaciones en la Tierra
Caliente situadas en el bajo Balsas, indica que: “Rio más abajo los agustinos de
Tiripitío [Tiripetío] [Fray Juan de San Román, Fray Diego de Chávez y Fray
Francisco de Villafuerte, ya que Moya todavía no arribaba al área] fueron
responsables de la congregación de los tarascos y otros pueblos en Pungaravato,
Cuitzeo y Zirándaro, todo ello en la década de 1550. En el proceso de
congregación, los Cuitlatecas demostraron ser un poco más reacios. Muchos
habían huido de un intento de reducción en Capulalcolulco, en tanto que los de
Ajuchitlán, si bien tenían: “pueblos formados”, andaban todavía en 1579 “como
gitanos, con su hatillo y mujeres e hijos a cuestas”. 101
100 Ob. Cit. Rubí, Alarcón Rafael. Comunidades Indígenas, Siglos XVI y XVII, del Centro y la Montaña de Guerrero, Pág.301. Recuperable en: http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn23/418.pdf 101 Gerhard, Peter. Congregaciones de Indios en la Nueva España antes de 1570, recuperable en: http://codex.colmex.mx:8991/exlibris/aleph/a18_1/apache_media/MCEAYBLYUMLPHMLJC612C5FA8K7E8J.pdf. El encorchetado es propio, y no corresponde al texto de Gerhard.
159
Para 1603, seguía esta política colonial congregacional de reducción y en
acatamiento de lo dispuesto por el Virrey Don Gaspar de Zúñiga y Acevedo, noveno
Virrey de la Nueva España (1595-1603), conocido como el Conde de Monterrey, se
ordenó al Corregidor de Pungaravato, Alonso Vázquez, llevar a cabo la
congregación en esa cabecera; esto, en los siguientes términos, según Ernesto de
la Torre Villar, con versión paleográfica del español de nuestros días:102
COMISIÓN AL CORREGIDOR DE PUNGARABATO [PUNGARAVATO] PARA
HACER CONGREGACIÓN EN SU PARTIDO (REZAGADO)
Don Gaspar etc. Por cuanto en conformidad de lo que su majestad me ordenó y
mandó acerca de la reducción de los naturales de esta Nueva España a menos y a
mayores poblazones para su mejor enseñamiento en las cosas de nuestra santa fe
católica y que vivan en policía, buen gobierno, salud y conservación nombré algunos
comisarios de toda satisfacción y confianza para que por provincias las visitasen,
demarcasen y señalasen los puestos y lugares que para la dicha reducción fuesen
más convenientes y a propósito y entre ellos a Bernardino Vázquez de Tapia para
lo que toca a la provincia de Michoacán, el cual habiendo visto y visitado los pueblos
contenidos en una relación que será con ésta y hecho en ellas las diligencias y
averiguaciones necesarias conforme a su comisión e instrucción y dado acerca de
ello su parecer, siendo vistas y examinadas por el doctor Salazar del Consejo de su
majestad, tomé acuerdo y resolución de que esta reducción se haga en la forma y
como se declara en la dicha relación que va rubricada de mi rúbrica y refrendada
del secretario infrascrito para que tenga cumplido efecto, por la presente en nombre
de su majestad doy comisión y facultad a vos Alonso Vázquez corregidor de
Pungarabato [Pungaravato] por la satisfacción que tengo de vuestra persona, para
que ejecutéis y hagáis la dicha reducción señalándoles lugares acomodados para
hacer sus casas y repartiendo las tierras para sus sementeras, a cada uno lo que
hubiere menester sin dejar tierra en medio de españoles, a los cuales si conviene
tomarles algunas para los dichos naturales, se las tomaréis recibiendo información
del verdadero valor que tuvieren las que así fueren necesario tomarles con citación
de las partes, los cuales si quisieren darla del dicho su valor se la recibiréis también,
haciéndoles exhibir sus títulos y enviándoles ante mí con las dichas informaciones
para que por mi visto provea lo que convenga para que con esto los dichos naturales
puedan asentar, fundar, vivir y conservarse gozando de las cosas necesarias y ser
doctrinados y administrados en policía excusando las ofensas de Dios nuestro
Señor, persuadiéndoles y dándoles a entender que lo que se pretende es sólo su
salvación y utilidad espiritual y otras comodidades para su vivienda temporal y que
102 De la Torre, Villar Ernesto. Las Congregaciones de los Pueblos de indios. Fase Terminal: Aprobaciones y Rectificaciones. Universidad Nacional Autónoma de México, (1995). Págs. 144 a 149.
160
les conviene acudir a ello con toda brevedad y si con ella no lo hicieren y acudieren
les compeleréis a la dicha reducción, por todo rigor y como más convenga
amparándolos en las tierras y aprovechamientos que antes tenían y en las que de
nuevo se les dieren, de suerte que no tengan queja ni causa de agraviarse,
comunicando siempre los autos a esto tocantes extrajudicialmente con los ministros
de doctrina de los dichos pueblos y aprovechándoos en todo lo que os pareciere
necesario de su buen acuerdo, para que con su intervención y ayuda se encamine
el efecto de la dicha reducción al servicio de Dios nuestro señor y bien de los dichos
naturales, y mando al gobernador y alcaldes de los dichos pueblos que os ayuden
por su parte a todo lo susodicho, acudiendo a lo que les ordenáredes y
compeliéndoles a ello como más convenga, para todo lo susodicho y todo lo anexo
y dependiente os doy la dicha comisión y facultad cual de derecho se requiere,
advirtiendo que por ninguna vía habéis de hacer a los dichos pueblos ni permitir
que vuestros oficiales y criados les hagan carga ninguna, sino de tan solamente
comprar lo necesario para vuestro sustento y suyo con grande limitación y buena
paga, de contado y al precio común que valiere en los tianguis y haciéndoles el
tratamiento en todo que de vos se espera, guardando en él, orden modo y traza de
este negocio la instrucción firmada de mi nombre que en mi cámara se os entregará,
sin exceder de su tenor y forma en manera alguna y de lo que en ello fuéredes
haciendo me iréis dando relación y para que yo entienda cómo se cumple y los autos
y diligencias que acerca de esto fuere necesario hacer, los haréis ante el escribano,
alguacil e intérprete de vuestro juzgado a quien acabado el negocio se mandará
hacer recompensa y paga de su trabajo conforme al que hubieren puesto y no los
habiendo en vuestro juzgado y siendo necesario traerlos de fuera, os doy facultades
para que los podáis traer y nombrar, señalándoles de salario dos pesos de oro
común por día y al alguacil doce reales, entendiéndose que este ha de ser
solamente para los casos forzosos y necesarios y que no se pueda excusar, de
suerte que para mejor mandarle pagar conste por lo actuado de su ocupación y
buen efecto y al interprete, si fuere español un peso de oro común por día y si fuere
indio la mitad nombrándole con intervención del ministro de la doctrina, certificando
a ambos que sabe la lengua vulgar que entre los indios se habla y ser de buen
crédito, lo cual y su juramento se ponga en su nombramiento y en caso de que sin
estorbo ni impedimento pudiere el alguacil servir entrambos oficios el suyo y el del
interprete, le señalareis de salario dos pesos de oro común por día y por la
ocupación y trabajo que vos habéis de tener en lo susodicho os señalo de salario
a razón de trescientos pesos de oro común por año, por el tiempo que tardare en
poblarse los indios en los nuevos sitios y después por la que tendréis en la
conservación de las poblaciones a razón de ciento cincuenta pesos del dicho oro
por año, librados y pagados a todos los dichos salarios, por los oficiales de la real
hacienda de su majestad en el real de los cuatro del nuevo servicio que está
aplicado y mandado poner aparte para los gastos de la reducción general y para
que se entienda el tiempo que en lo uno y en lo otro os ocupáis ha de constar por
161
autos. Hecho en México a tres días del mes de octubre de mil seiscientos tres años.
El conde de Monterrey. Por mandato del virrey, Pedro de Campos.
Las congregaciones que van cometidas a vos Alonso Vázquez corregidor del
partido de Pungarabato [Pungaravato] para ejecutar en él, conforme a vuestra
comisión e instrucción.
1. Congregación. Dejará en su puesto y lugar al pueblo de Coyuca cabecera de
la encomienda de doña Agustina de Meneses, poniéndole en buena policía
y traza si no la tuviere, que tiene cuarenta y seis tributarios y a él juntará y
congregará los sujetos siguientes.
En el pueblo de San Pedro Cutuhuato con once tributarios y medio.
El de Turungambo con once.
El de San Pedro Inchamacua con doce.
El de Santa María Asunción Congohuato con diez.
El de Tarunducuaro con dos y medio.
El de San Juan Ustio con treinta y nueve.
El de San Miguel Pozocurio con diez.
El de San Juan Tzuracuao con cuatro.
El de San Marcos Arocosti con once y medio.
El de Curu con dos.
El de la Asunción Turungueo con doce.
Que juntos con los de la cabecera quedará esta congregación de ciento y
ochenta y un tributarios y medio.
2. Congregaciones. Dejará en su puesto y lugar el pueblo de Pungarabato
[Pungaravato] cabecera que es de la real corona103 que tiene ciento ochenta
103 Nótese, que el Pueblo de Pungaravato, al igual que Cutzamala, para ese entonces, son cabeceras de la Real Corona Española.
162
y cinco tributarios y medio, poniéndole en buena traza y policía sino lo tuviere
y en él juntará y congregará los sujetos siguientes.
El de San Miguel Chontal que tiene dieciséis tributarios.104
El de San Pedro Copandaro con once.105
El de la Asunción Acatzecuaro con treinta y dos y medio.
La Asunción Cirandarillo con once
El de San Pedro Amacuareo con diez, que con los de la cabecera quedará esta
congregación de doscientos sesenta y seis tributarios, los cuales han de ser
doctrinados y sacramentados del ministro de doctrina de Pungarabato
[Pungaravato] estos y los de Coyuca como lo han sido hasta aquí y queda a una
lengua [legua], la una congregación de la otra y porque no parece haberse
ratificado la reducción de los sujetos de Coyuca a los naturales de ellos más de
haberlo consentido el gobernador y otros, ni tampoco parece contradicción de
los de Coyuca a mayor abundamiento y para más justificación, el juez se la hará
saber a los dichos sujetos de Coyuca para que sepan que se han de reducir a la
dicha su cabecera y lo sepan y entiendan, notificándoselo primero y en esta
forma hará estas dos congregaciones. Hecho en México a tres días del mes de
octubre de mil seiscientos tres años. El conde de Monterrey. Por mandato del
virrey, Pedro Campos.
Congregación que va cometida a vos Alonso Vázquez, corregidor del partido
de Pungarabato [Pungaravato] para ejecutar en la forma contenida en vuestra
instrucción.
104 No puedo inferir, si la comunidad de San Miguel Chontal tenga su origen en el Pueblo Chontal, un grupo de filiación maya, y geográficamente lejano al de su ocupación territorial, y cuyo nombre en náhuatl, quiere decir “extranjero”; pero, cabe la posibilidad, de que los colonizadores españoles mediante congregaciones, los hubieran reubicado en la cabecera de Pungaravato, cosa que, en la Nueva España, era muy frecuente con otros grupos de Mesoamérica. También cabe la posibilidad, de que esa comunidad sea prehispánica, pues, según la Relación de Michoacán, grupos Chontales eran vasallos del Irecha o Cazonzi phorhé. 105 Copandaro, según el Diccionario de la lengua phorhépecha, phorhépecha-español, español phorhépecha, de Pablo Velásquez Gallardo, puede tener su origen en kupánda, que significa “aguacate”, y “ro”, lugar, de donde, Copandaro, sería, “lugar o sitio de aguacates”.
163
Dejará en su puesto y lugar al pueblo de Cutzamala cabecera de la real corona,
que tiene sesenta tributarios y medio poniéndole en policía y traza si no la
tuviere, al cual congregará y juntará los siguientes.
El de San Francisco Cazangao con treinta y ocho.
La Trinidad Conoato con ocho.
La Concepción Tupátaro con cuatro y medio.
La Asunción Zacapuato con catorce.
San Gaspar Techinango con diecisiete.
Santiago Copio con quince.
Santiago Compacio con seis y medio
San Pedro Quetacio con cuatro.
Santa María Magdalena con seis.
San Andrés Simban con ocho.
Santiago Itzigueran con uno y medio.
Que con los de Cutzamala hacen ciento sesenta y ocho y medio y distan del
dicho pueblo de Cutzamala desde dos hasta nueve leguas. Hecho en México a
tres días del mes de octubre de mil seiscientos tres años. El conde de Monterrey.
Por mandato del Virrey, Pedro de Campos.
COMETE VUESTRA EXCELENCIA AL CORREGIDOR DE PUNGARABATO
[PUNGARAVATO] EL HACER LAS DILIGENCIAS AQUÍ CONTENIDAS.
Don Gaspar etc. Hago saber a vos Alonso Vázquez corregidor de Pungarabato
[Pungaravato] que en la visita y demarcación que por mi mandado hizo Martín
Zerón Saavedra del pueblo de Cutzamala y sus sujetos en la Provincia de
Michoacán, fue de parecer que de todos se hiciesen dos congregaciones, una
en el dicho pueblo y cabecera de Cutzamala a donde mandó juntar los pueblos
de San Francisco Cazangao, La Trinidad Conoato, La Concepción, Tupátaro, La
Ascensión Zacapuato, San Gaspar Techinango, Santiago Copoyo, Santiago
Compacio, San Pedro Quetacio, Santa María Magdalena, San Andrés Zimban
y Santiago Itzingueran, y otra en el pueblo de San Miguel Tupátaro que dista de
Cutzamala dos leguas y media de los pueblos de la Resurrección a Rocotoy,
164
San Juan Jalpa, San Miguel Tecomatlán, Santa María, La Asunción, San Pedro
Cuaucotitlán, San Juan Teseloyucan, San Francisco Huitziltepec y San Gaspar
Copamatuato dejando en su puesto y lugar el de San Miguel Etucuaro dos
leguas de Cutzamala, lo cual habiéndose visto por el licenciado Vasco López de
Vivero, corregidor que fue de esta ciudad a quien lo cometí, fue del mismo
parecer que el juez demarcador que lo visitó y habiéndolo yo visto por mayor,
mandé que así se hiciese y ejecutase en cuanto a la primera congregación que
se mandó hacer en el pueblo de Cutzamala, en la forma que va declarado y que
para lo demás tocante a la segunda reducción que se había de hacer en San
Miguel Tupátaro, se hiciesen las diligencias que abajo irán declaradas para
poder mejor tomar resolución de lo que más conveniente y necesario en estas
congregaciones, por lo tanto por la satisfacción que tengo de vuestra persona,
diligencia y cuidado, os cometo, mando y encargo que luego que este
mandamiento recibáis, con él verifiquéis por información de tributarios la
capacidad de Cutzamala para saber si podrá recibir los pueblos que se mandan
reducir en San Miguel y si tienen las calidades y comodidades necesarias para
ello y constando que la tiene, notificaréis y citaréis en forma a los naturales de
los dichos pueblos de San Miguel Tupátaro y a los que en el dicho San Miguel
Tupátaro se mandaban reducir, para que se reduzcan y congreguen en
Cutzamala su cabecera y a los de San Miguel y Tucuaro que se han de poblar
de esta otra parte del río hacia Cutzamala, apercibiendo a los unos y los otros
que si algo tienen que decir y alegar contra esta determinación lo digan, aleguen
y prueben dentro de un breve término que para ello les señalaréis, oyéndolos
dentro de él y recibiéndoles las informaciones que quisieren dar, y esto hecho
con vuestro parecer jurado me lo remitiréis, para que por lo visto se provea lo
que más convenga y en caso que los indios contradigan y reprueben, haréis
averiguación de oficio de aquello que entendiéredes ser más cierto verdad, todo
breve y sumariamente según orden y estilo de congregaciones, que para todo
ello y lo a ello anexo y dependiente os doy poder y comisión en forma cual de
derecho en tal caso se requiere, y para que podáis nombrar escribano e
intérprete de confianza ante quien hayan de pasar y pasen los autos que acerca
de esto se hicieren. Hecho en México a tres días del mes de octubre de mil
seiscientos tres años. El conde de Monterrey. Por mandato del virrey, Pedro de
Campos.
Ídem. En tres días del mes de octubre de mil seiscientos tres años, se le
despachó el mandamiento general sobre las demarcaciones al dicho Alonso
Vázquez corregidor del dicho partido de Pungarabato [Pungaravato] según y
como los demás.
165
De lo transcrito, se puede hacer una idea más clara del procedimiento llevado a
cabo para realizar la congregación con reducción de indígenas en Pungarabato
(Pungaravato) y en Cutzamala, que realizó el corregidor de Pungarabato
(Pungaravato) Alonso Vázquez.
La realidad es que, algunas congregaciones de comunidades o pueblos de
indígenas, nunca se realizaron por la oposición y en su caso, litigio de los naturales
ante la Corona Española. Quizá sea el caso de la Asunción Acatzécuaro, la actual
Tlapehuala, que en el tiempo de la reducción contaba con treinta y dos y medio
tributarios, y Santiago Tanguenguato (Tanganhuato), que sobrevivieron a la
congregación reductora y que en la actualidad persisten como pueblos.
En Pungaravato, también prevalecieron como asentamientos: Apopio (cuadrilla);
Chacámero, luego rancho colonizado por españoles. No puedo confirmar su
probable significado como “lugar de pez pequeño”, sostenido por Baloy Mayo 106; y,
Sinanio (una cuadrilla).
15. Pungaravato, en la descripción antigua de los curatos y las doctrinas,
1631 a 1665 (siglo XVII).
Escrito en el siglo XVII, existe un documento o mejor dicho, un libro, en cuya portada
principal se lee: “Descripción Antigua de los Curatos y Doctrinas”, y en su cara
posterior: “Libro de la Minuta de las Doctrinas que ay en este Obispado de
Mechoacán assi Veneficios de Clérigos como Guardianías y Prioratos”, mandado
hacer, y en algunos casos, derivado de su visita pastoral, con anotaciones del puño
y letra de Fray Francisco de Rivera (promovido en 1628, muerto en el 6 de
septiembre de 1637), noveno obispo de Michoacán, 13° si se atiende a los prelados
que fueron nombrados pero que renunciaron o murieron antes de tomar posesión;
en ese libro, se siguieron haciendo anotaciones que corresponden al año de 1665,
ya durante el periodo del Obispo Fray Marcos Ramírez del Prado.
Prácticamente consolidada la secularización del Obispado de Michoacán, un año
después de su toma de posesión (se dice que fue en agosto de 1630), el Obispo
Rivera, dispuso que se sistematizara la información recabada de beneficios,
guardianías y prioratos, anotándola en el libro mencionado para su posterior
consulta. Existe la duda, respecto de si el libro, lo inició el purpurado Rivera o si éste
106 Ob. Cit. Mayo, Baloy. Toponomía del Estado de Guerrero (2008). Editorial Sanley-Anaya Editores, S.A., pág. 111.
166
ya existía con anterioridad. Para los efectos de la presente obra, ello no reviste
importancia alguna, porque el propósito es recabar la información plasmada en el
periodo que se señala, respecto de Pungaravato; de donde, es muy probable, que
la información relativa a este poblado corresponda a 1631.
Resulta incontrovertible, que en ese año de 1631, para recabar la información de
las parroquias y doctrinas, se utilizara el sistema de “cordilleras”, de uso común en
el siglo XVIII, y que otros autores denominan como “derroteros”.
En el caso de las “parroquias” (denominación secular) y “doctrinas” (denominación
del clero regular) ubicadas en la Tierra Caliente, el sistema de “cordilleras”,
comprendía la siguiente ruta: Valladolid (hoy Morelia), Charo, Indaparapeo,
Zinapécuaro, Ucareo, Tziritzícuaro, Maravatío, Tlalpujahua, Irimbo, Taximaroa,
Tuxpan, Zitácuaro, Tusantla [Tuzantla], Purungueo, Cuzamala [Cutzamala],
Ajuchitlán, Pungarabato [Pungaravato], Coyuca,107 Zirándaro, Huetamo
[Cutzio-Huetamo], Carácuaro, Turicato, Tacámbaro, Etúcuaro, Tzitzio, y de aquí a
la Secretaría de Gobierno del Obispado.108
En este libro-documento: Descripción Antigua de los Curatos y Doctrinas. Libro de
la Minuta de las Doctrinas que ay en este Obispado de Michoacan assi Veneficios
de Clérigos como Guardianías y Prioratos, que se menciona en el presente
apartado, existe información parroquial referente a Cusseo (Cutzio-Huetamo),
Sirandaro (Zirándaro), Axuchitlan (Ajuchitlán), Cuzamalan (Cutzamala), Tusantla
(Tuzantla), y Pungaravato, de este último pueblo, con carácter de “República de
Indios”, se asentó la siguiente información:
107 Tengo duda respecto de que el sistema de “cordilleras”, comprendiera Coyuca, puesto que, en 1631, su parroquia era sufragante de la de Pungaravato, y la información la recababa el cura de este último lugar, y no adquirió independencia parroquial, sino probablemente hasta 1835, año en que, según el Dr. D. José Guadalupe Romero, Canónigo de la Iglesia del Obispado de Michoacán, en sus Noticias para Formar la Estadística del Obispado de Michoacán, a página 23, indica que: D. Juan Cayetano Portugal, “…en Pátzcuaro decretó la erección del Seminario de Coyuca para ilustrar la Tierra Caliente y formar sacerdotes indígenas que pudiesen administrar los Sacramentos a sus compatriotas”. Ignoro, si el decreto se llevó acabo, o si al menos, se hizo algún intento por cumplirlo. Considero, es tema de investigación a profundizar. 108 Ramón López Lara, en su obra El Obispado de Michoacán en el Siglo XVII (1973), Fimax Publicistas, Pág. 17, señala como fuente de la “cordillera” el Archivo Parroquial de Zinapécuaro. Libro de Providencias núm. 2, fojas 96 y 97.
167
FOJA 109 PUNGARAVATO
La lengua común Este beneficio es partido de indios, pertenece a clérigos
de este partido y el cura que los administra tiene de salario doscientos y
es tarasco y hay cincuenta pesos que paga su Majestad en su Real Caja.
cuitlateca y chontal. Asimismo tiene otros sesenta y dos pesos; de la estancia
de Talistaca, los cincuenta, y los doce pesos paga Martín
Díaz de la suya.
Pueblos
Este beneficio en tres leguas y media de distancia tiene cuatro
pueblos.
El de Pungaravato tiene ciento y veinte vecinos.
El pueblo de Coiuca [Coyuca] tiene de cuenta ochenta vecinos.
El pueblo de Taguenguato [Tanganhuato] tiene de cuenta
treinta vecinos.
El pueblo de Acatzécuaro [Tlapehuala] tiene de cuenta treinta y
cinco vecinos.
Hospitales
El hospital del pueblo de Pungaravato tiene cuarenta cabras y
una sementera de maíz que los naturales hacen.
El hospital del pueblo de Coiuca [Coyuca] tiene cuarenta cabras
y otra sementera de maíz.
El hospital del pueblo de Acatzécuaro [Tlapehuala] es nuevo no
tiene renta ninguna. 109
109 Probablemente, se trata de una refundación, ya que algunas fuentes señalan la existencia de hospital en Tlapehuala entre 1552-1567; precisamente, con el arribo y muerte del Padre Moya.
168
Estancias.
La estancia de Talistaca de los hijos de Bartolomé Maldonado;
y de Martín Díaz, su yerno; hay cien personas de administración
en ella, hiérranse por la una y otra parte cien becerros, y la de
Bartolomé Maldonado tiene doscientas y ochenta yeguas
mansas y la de Martín Díaz tiene trescientas asimismo mansas;
no se sabe lo que hierra.
La estancia de Juan Gutiérrez, mestizo, tiene diez personas de
administración, ocho vacas y diez yeguas.
Hay más una labor que hizo ogaño Gerónimo de Arciniega en
que sembró una milpa de maíz.
Capilla.
En la hacienda de los Maldonados hay capilla en que se dice
misa, y parece necesario así por la mucha gente, como porque
dista tres leguas de la cabecera y hay que pasar el rio grande,
conque la venida ordinaria parece casi imposible.
Todo este beneficio está en espacio de siete leguas, no obstan-
te lo que dice arriba.110
Algunas precisiones: la iglesia de Coiuca (Coyuca), era sufragante de la de
Pungaravato en el orden eclesiástico. Los diversos documentos coloniales revelan
que Coyuca, la actual Coyuca de Catalán, era una “república de indios” importante,
con varios sujetos o comunidades dependientes de dicho pueblo. Taguenguato
(Tanganhuato) y Acatzécuaro (Tlapehuala), según diversas fuentes coloniales, eran
110 López, Lara Ramón. El Obispado de Michoacán en el Siglo XVII (1973), Fimax Publicistas, Págs.
137 y 138.
169
sujetos de Pungaravato. Hoy en día, sólo el pueblo de Tanganhuato, pertenece al
Municipio de Pungaravato.
No he encontrado el significado de “Talistaca”, hacienda, evidentemente ubicada en
lo que hoy es el Distrito de Mina, cuya cabecera es la Ciudad de Coyuca de Catalán.
Probablemente, el nombre o la corrupción de este, es de origen Cuitlateco (lengua
hoy en día extinta), y sin duda alguna, era de suma importancia económica ya que,
seguramente, manejaba más de los 100 laborantes de los que hace referencia el
informe cuyo extracto referente a la jurisdicción eclesiástica de Pungaravato hemos
transcrito, razón por la cual, se erigió una capilla en esa hacienda de los Maldonado.
La transcripción hecha en cursiva, en el libro-documento mencionado, según
Ramón López Lara, probablemente corresponde al Obispo Fray Francisco de
Rivera, quien, resultado de su visita pastoral al Obispado de Michoacán, de su puño
y letra anotaba cierta información. Es una verdadera lástima, que no se proporcione
más información respecto del sitio o lugar de la estancia de Juan Gutiérrez, y de la
labor de Gerónimo de Arciniega ubicadas en Pungaravato.
16. Pungaravato (Pungarabato) en las cofradías coloniales.
Teórica y legalmente, la creación de cofradías coloniales debía recibir autorización
del Patronato de la Legislación Real, sin cuyo permiso, no podían formarse. La
realidad, es que, en los hechos, muchas de ellas funcionaron sin esa autorización
previa; sea porque nunca la obtuvieron y sólo se formaron por el interés de los
naturales indígenas, españoles y castas, así como de los párrocos por los beneficios
económicos que les acarreaban; sea porque posiblemente, los documentos de
autorización se extraviaron o se destruyeron irremediablemente.
Para las autoridades coloniales y los miembros del clero regular y secular, las
cofradías fueron vistas como un instrumento de evangelización, y originalmente,
los Agustinos, Dominicos y Franciscanos, promovieron su formación en los pueblos
indígenas.111 Es de destacarse, que las cofradías también sirvieron de punto de
encuentro entre las diversas mezclas raciales, puesto que, no obstante de que se
hablaba de “cofradías de indios”, muchas veces se integraban a ellas españoles
(pobres) y mulatos (castas en general); es decir, prácticamente y paulatinamente
con el correr de los siglos se fueron convirtiendo en multirraciales. Cabe reflexionar
111 Bechtloff, Dagmar. Las Cofradías en Michoacán Durante la Época Colonial. El Colegio de Michoacán-El Colegio Mexiquense, (1996). pág. 55.
170
que, en cierta medida, las cofradías, por el capital de trabajo manejado, nos
permiten inferir la importancia económica de los pueblos; su mayor o menor
diversidad de operaciones comerciales y económicas.
El surgimiento y desarrollo de las cofradías en el siglo XVI, en el Obispado de
Michoacán, encontró su cimiento en la visión “utópica”, del segundo presidente de
la Real Audiencia Don Vasco de Quiroga, fundador de la Cofradía de Santa Martha
y del hospital del mismo nombre en Pátzcuaro, quien desde el inicio de su obispado
buscó implantar un modelo social solidario, con derroteros y visiones diferentes que
atemperaran la codicia y avaricia del colonizador español y socorriera a los
naturales objeto de la evangelización.
Acorde con estas ideas del recordado Don Vasco de Quiroga, la función de las
cofradías era la de posibilitar el cuidado de los enfermos y pobres en los hospitales
de su fundación, asistiéndolos en épocas malas y llegado el momento, darles
cristiana sepultura, dispensando en todo momento, el auxilio religioso, esquema que
fue de suma importancia dadas las devastadoras epidemias que asolaron a la
Nueva España y a la región de la Tierra Caliente en particular. Estas instituciones
de socialización colonial también posibilitaban hacer frente a los gastos de las
festividades religiosas y atender la instrucción del pueblo sosteniendo una escuela;
hoy en día, en algunos aspectos, ¡Qué lejos estamos de esta solidaridad
comunitaria observada entre cofrades!
Se tiene antecedente, de que en Pungaravato, en 1655, se erigió la Cofradía de San
Nicolás Tolentino, autorizada episcopalmente por el Ilustrísimo Fray Marcos
Ramírez del Prado, décimo cuarto Obispo de Michoacán, la cual tenía un capital de
4,875 pesos, por cierto, bastante alto para su época. 112
En el año de 1776, se elaboró un censo de las cofradías existentes en la provincia
de Michoacán, en lo referente a Pungaravato, en la obra ya citada de Dagmar
Bechtloff, se puede observar la siguiente información en las páginas 313, 346, 347
y 348:
112 De la torre, Villar Ernesto. Algunos Aspectos Acerca de las Cofradías y la Propiedad Territorial en
Michoacán, pág.150. Recuperable en: www.archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/2/812/11.pdf
171
PUNGARABATO [PUNGARAVATO]
Cofradía: Cofradía de San Juan (Bautista, patrón titular).
Lugar: Pungarabato [Pungaravato].
Año de fundación: Se desconoce.
Aprobación: Ninguna.
Cofrades: Indígenas.
Bienes: 449 reses, 31 caballos.
Obligaciones: La fiesta titular y misas (patronal, del santo de
advocación).
Cofradía: Cofradía de Santa Bárbara.
Lugar: Pungarabato [Pungaravato].
Año de fundación: 1732.
Aprobación: Episcopal.113
Cofrades: Indígenas.
Bienes: 120 reses, una mula, un asno y 30 caballos.
Obligaciones: Fiesta titular, misas y ceras (la patronal, del santo de
advocación).
Cofradía: Cofradía de Ntra. Sra. Del Rosario.
Lugar: Pungarabato [Pungaravato].
Año de fundación: Se desconoce.
Aprobación: Ninguna.
Cofrades: Indígenas.
Bienes: 115 reses y 4 caballos.
Obligaciones: Servicios religiosos.
113 La aprobación episcopal la concedió el Ilustrísimo Sr. Juan José de Escalona y Calatayud, vigésimo séptimo Obispo de Michoacán.
172
Cofradía: Cofradía de las Ánimas.
Lugar: Pungarabato [Pungaravato].
Año de fundación: 1655.
Aprobación: Episcopal.
Cofrades: Indígenas.
Bienes: 660 reses, 8 caballos, 45 yeguas; 2,000 pesos, cuyos
intereses son aprovechados.
Obligaciones: Misas de aniversario.
Cofradía: Cofradía del Smo. Sacramento.
Lugar: Pungarabato [Pungaravato].
Año de fundación: 1743.
Aprobación: Episcopal.
Cofrades: s.d. (se desconoce).
Bienes: 1,820 pesos.
Obligaciones: Servicios religiosos.
Es muy probable, que esta última cofradía, se integrara de manera multirracial,
fundamentalmente, por mestizos, negros y mulatos, sin excluir algún español pobre.
Tanganguato [Tanganhuato], sujeto de Pungaravato, que en algunas fuentes
documentales coloniales se anota como barrio, en 1776, tenía las siguientes
cofradías.
TANGANGUATO [TANGANHUATO]
Cofradía: Cofradía de Santiago, patrón titular.
Lugar: Tanganguato [Tanganhuato].
Año de fundación: s.d. (Se desconoce).
Aprobación: s.d. (Se desconoce).
173
Cofrades: Indígenas.
Bienes: 111 reses, 2 caballos.
Obligaciones: La fiesta titular (patronal, del santo de advocación).
Cofradía: Cofradía de la Sma. Virgen (de la Asunción).
Lugar: Tanganguato [Tanganhuato].
Año de fundación: s.d. (Se desconoce).
Aprobación: s.d. (Se desconoce).
Cofrades: Indígenas.
Bienes: 162 reses, 16 caballos.
Obligaciones: La iglesia y misas.
En el censo de cofradías de 1776, se anota erróneamente, Tlalpegualpa, en lugar
de Tlapehuala, que en ese tiempo era pueblo sujeto de Pungaravato y que en idioma
phorhé se denomina como Acasequaro o Acatzécuaro.
TLALPEGUALPA [TLAPEHUALA].
Cofradía: Cofradía de Jesús de Nazareno.
Lugar: Tlalpegualpa [Tlapehuala].
Año de fundación: Se desconoce.
Aprobación: s.d. (Se desconoce).
Cofrades: Españoles.
Bienes: 512 reses, 22 caballos.
Obligaciones: Servicios religiosos, misas y ceras.
Cofradía: Cofradía de Ánimas.
Lugar: Tlalpegualpa [Tlapehuala].
Año de fundación: Se desconoce.
174
Aprobación: Ninguna.
Cofrades: españoles.114
Bienes: 64 reses, 36 caballos.
Obligaciones: Fiesta titular y misas de aniversario.
El pueblo de Coyuca, hoy Coyuca de Catalán, fue Vicaría de Pungaravato,
aproximadamente, hasta el año de 1835, en que el Ilustrísimo Sr. Don Juan
Cayetano Portugal, trigésimo quinto Obispo de Michoacán, cambio su condición a
curato secular, pero en 1776, tenía las siguientes cofradías.
COYUCA
Cofradía: Cofradía de Jesús de Nazareno.
Lugar: Coyuca.
Año de fundación: 1701.
Aprobación: Episcopal.
Cofrades: s.d. (se desconoce)
Bienes: 6,607 pesos, 2 rr.
Obligaciones: Servicios religiosos.
Es muy probable, que esta cofradía, se integrara de manera multirracial,
fundamentalmente, por mestizos, negros y mulatos, sin excluir algún español,
generalmente pobre.
Cofradía: Cofradía de Santa Lucía.
Lugar: Coyuca.
Año de fundación: s.d. (se desconoce).
Aprobación: Ninguna.
114 Resulta por demás interesante, como en Tlapehuala y en Coyuca, existian cofradías formadas por españoles, o bien, financiadas por estos.
175
Cofrades: españoles.
Bienes: 50 reses, 6 caballos, los cuales eran alquilados.
Obligaciones: Fiesta titular y ceras.
Cofradía: Cofradía de Ánimas.
Lugar: Coyuca.
Año de fundación: Se desconoce.
Aprobación: Ninguna.
Cofrades: españoles.
Bienes: 623 reses, 20 caballos, un asno.
Obligaciones: Fiesta titular y misas de aniversario.
Respecto de las cofradías, en la Relación de Pungaravato del siglo XVIII, se hace
referencia, que tanto la comunidad civil, como la de las cofradías, arrendaban
diversas porciones de terreno a criollos y mestizos (castas: mestizos, mezclas de
indios con españoles y negros), con el fin de que criaran ganado mayor y pudieran
cultivar en las “tamacuas”, que eran pedazos de tierra fértil y regada donde se
hacían siembras de melón y sandía. En relación con el pueblo de Pungaravato (San
Juan Bautista Pungaravato), se hace referencia que en el sitio, para entonces, ya
se encontraban dieciocho españoles avecindados; cuatro de ellos, con tiendas
mestizas o pulperías, tres que eran criadores de ganado mayor y cinco labradores
de maíz, y, un poco más de cuatro, sin oficio definido. En Santa Lucía Coyuca, había
españoles que sembraban en pequeñas huertas o “tameques”, chile, jitomates,
melones y calabazas, y otros, en sus “pejugalitos”, un poco de algodón cascarilla, y
otros, seguramente españoles y criollos pobres, trabajaban alquilados en las
haciendas de las cercanías.115
Resulta altamente probable, que el término “tamacuas”, puede ser de origen
phurhépecha. Quizá derive de tamacuatarea, que Fray Maturino Gilberti, le confiere
un significado de “tierra gruesa y fértil”. En el Diccionario Grande de la Lengua de
Michoacán, tamacua tareta, significa “sementera de humedad” [tierra de cultivo de
humedad], y tamacua echeri. se traduce como tierra humida [tierra de cultivo de
115 Ob.Cit. De la torre, Villar Ernesto. Algunos Aspectos Acerca de las Cofradías y la Propiedad Territorial en Michoacán, Pag.145. recuperable en: www.archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/2/812/11.pdf
176
humedad]. Pablo Velázquez Gallardo, en su Diccionario de la Lengua Phorhépecha,
señala que labrar milpa, significa: tarhéni, júskua, ambópani, káni ambótani. Fray
Maturino Gilberti, en su Vocabulario en Lengua de Mechuacan, indica que: labrar
tierra, significa: tareni, igualmente, tarecata; y que labrador, se define como tareri.
No encontré correspondencia alguna con el idioma náhuatl.
Una fuente documental relativa a la vida y funcionamiento de las cofradías en
Pungaravato, lo revela el interesante documento dado a conocer por H. Cecilia
Sierra Paniagua, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo,
denominado: La cofradía del Pueblo del señor San Juan Pungarabato, 1784; no
obstante, al leer el documento, se puede inferir, que la información es relativa a la
cofradía de Santa Bárbara, ubicada en el pueblo de San Juan Bautista
Pungaravato; esto es así, porque desde la década de 1560, existían tres curatos
seculares: Asunción Cuiseo (Cutzio) que incluía Huetamo y Purechucho; San Juan
Bautista Pungaravato, que incluía Coyuca, Tlapehuala y Tanganguato
(Tanganhuato); y San Nicolás Sirandaro (Zirándaro), con Guaymeo (Guayameo). El
cura de Cuiseo (Cutzio), se trasladó a San Juan Huetamo después de 1789.116
Por lo mismo, el título dado por H. Cecilia Sierra Paniagua, pudiera ser inexacto;
esto, quizá por una falta de precisión del escribano que originalmente redactó el
informe de la cofradía. Considero que el referido título, genera cierta confusión,
pudiéndose interpretar que la cofradía se ubica en el poblado de San Juan el
Evangelista, “el discípulo amado de Jesús”; uno de los doce apóstoles de Cristo, y
no en el de San Juan Bautista, “el predicador del desierto”, advocación consagrada
a Pungaravato, por el Venerable Fray Juan Bautista Moya. Como se observa y
deriva de la lectura del propio documento, la cofradía, de las existentes en San Juan
Bautista Pungaravato, sin duda, es la de Santa Bárbara.
Como hace referencia Sierra Paniagua, este documento de primera mano, enviado
al Obispado de Michoacán en 1784, permite inferir la importancia que entre los
pueblos de la Tierra Caliente, particularmente en Pungaravato, tenía el
administrador de una cofradía; el cuidado observado en la administración de los
bienes, el valor y devoción al culto religioso, la celebración de misas, la veneración
a las imágenes religiosas y las actividades de socorro que se daba a los cofrades
por parte de la cofradía, es lo que se desprende de dicho documento.
116 Ob.cit. Gerhard, Peter. Geografía Histórica de la Nueva España 1519-1821. Universidad Nacional Autónoma de México (1986). Pág. 139.
177
Por otra parte, es por demás interesante, descubrir de manera particular, la
composición racial de la cofradía; el cómo se fueron amalgamando los antiguos
antepasados de los Pungaravatenses-Altamiranenses, descubriéndose en la
información, que desde siempre, los negros han formado parte de la composición
racial de los Pungaravatenses, y de los Calentanos en general, en donde su
participación económica fue decisiva para formar y desarrollar los actuales poblados
de la Tierra Caliente, no obstante de que en la época colonial, las castas, los negros
y sus descendientes, constituían los estratos más estigmatizados de la sociedad
novohispana.
Ni duda cabe, que el pueblo de Pungaravato, los pueblos de la Tierra Caliente,
desde mediados del siglo XVI, prácticamente desde el inicio de la colonización
española, observaron un proceso de mestizaje, que se aceleró en los siglos
posteriores. Las fuentes documentales coloniales, refieren en los siglos XVII y XVIII,
un aumento en el mestizaje: castas y mulatos producto de diversas mezclas
raciales. Esta amalgama racial, y su función social y económica se observa con
suma claridad, en la Cofradía de Santa Bárbara, ubicada en San Juan Bautista
Pungaravato, cuyo informe administrativo se transcribe a continuación, con la
paleografía y grafía de la autora mencionada.117
Cuenta y razón de los bienes de la expresada cofradía del pueblo del señor San Juan Pungarabato Pungaravato], administrada por Mateo Nicolás, que fue en el... Cuenta de cargo y descargo perteneciente al gobierno de Matheo Nicolás en el cargo de mayordomo de nuestra señora de Santa Barbará, en el próximo pasado de mil setecientos ochenta y tres que fue el de mi gobierno de cuya cuenta y data se expresan en las partidas siguientes. Cargo de efectos vendidos En este dia por enfermedad del actual mayordomo de la expresada cofradía, Matheo Nicolás, se reconoció la memoria de un apunte y recibo que consta en su poder tenerle satisfecho, el señor cura don Francisco Antonio Torres la cantidad catorce toros procedidos a cinco pesos en cada uno de dichos catorce toros; y cuatro yeguas, dos a razón de cinco pesos; y otras dos del precio de cuatro pesos cada uno. Que de una y otra cantidad correspondieron el valor de dichos bienes la cantidad de ochenta y ocho pesos que aparecen anotados, de cuya cantidad doy en descargo de veinte y siete pesos, que pague el dicho señor cura que de su honorario correspondieron de las misas mensuales que canto. Por el mes de enero hasta el mes de septiembre, a tres pesos cada uno de dichos nueve meses según consta el apunte que fue hecho en forma de dicho señor cura……………88 pesos.
117 Sierra, Paniagua H. Cecilia. La Cofradía del pueblo del señor San Juan Pungarabato, 1784. recuperable en: http://www.scielo.org.mx/pdf/rz/v36n144/0185-3929-rz-36-144-00153.pdf
178
Y también declaro tener pagado a dicho señor cura don Francisco Antonio Torres la cantidad de veinte y un pesos que de su honorario correspondieron por tres misas de seminario que canto de los años atrasados que debían mis antecesores, como consta en el apunte para el descargo de la cantidad que llevamos dicho……………88 pesos. Adviértase de la cantidad de catorce toros y cuatro yeguas (que constan vendidas a el principio de esta cuenta de termino dicho señor cura don Francisco Antonio Torres, que por su ciencia se le entregará en conformidad que recibió de su honorario que le correspondían en todo el año, salvo hierro) se dé sobrantes la cantidad de cuarenta pesos según demuestra de dichos bienes y por tanto explico que no se me podrá hacer cargo alguno, tocante a el referido valor de dichos bienes (por tenerle yo satisfecho dicho señor cura, la cantidad que correspondía de su honorario en todo el año).
Cargo Primeramente que por su ciencia del señor cura don Francisco Antonio Torres me hago cargo de haber vendido diez y seis toros del precio de cinco pesos cada uno, que por ellos importaron ochenta y seis pesos. Y también que por su ciencia del señor cura don Vicente Timoteo de la villa de Zamora vendió ocho novillos de razón de cinco pesos y dos reses, importo …128 pesos
Pasa a la vuelta con Y también seis pesos que percibí por su ciencia del dicho señor cura don Vicente Timoteo en flete de dos machos…6 pesos Y también otros dos pesos en flete de un macho que llevaron a la ciudad de Valladolid 2 p. Y también tres pesos y seis reales en flete de otros dos machos…3 p 6 rs. Y también por cuatro cueros que vendí de precio de seis reales en cada uno por ellos importaron…3 pesos. Últimamente vendí una arroba de cebo a razón de diez y ocho reales importo dos pesos y dos reales…2 p 2 rs. En todo el cargo de reales y suma según parece (salvo hierro) la cantidad de……145 pesos. Descargo de Reales Primeramente, doy en descargo de diez y nueve pesos que pague al señor cura don Vicente Timoteo de la Villa de Zamora que de su honerario [honorario] correspondieron por siete misas mensuales que son del mes de octubre hasta el mes de abril como constan en sus recibos…19 pesos. Y por diez y seis pesos que pague del aniversario de ánimas…16 pesos Y también doce pesos que pague de nuestra señora en el día que se hizo la función de dicha santa…12 pesos Y también doce reales que pague de responcios [responsos] a las ánimas de dicha función de nuestra señora…12 reales Y también doce pesos que pague la misa de Corpus Christi…2 pesos Y también quince pesos y tres reales que se gastaron en once libras de cera castilla en dicha función; y en el octavario de Corpus Christi; y para el costo de
179
las misas mensuales de todo el año a razón de once reales libra importo…15 p y 3 rs [reales]
Y también cuatro pesos y dos reales que fueron de costo en una gruesa de cuetes para dicha función de nuestra señora…4 p y 2 rs Y también y cinco pesos que se gastaron en diez libras de cera ordinaria para dicha función y el costo de todo el año…5 pesos Y también once reales que dio de recaudo a él señor cura en dicha fiesta…1 p. 3 rs Y también nueve pesos que tuvieron de costo en dulce y un tercio de harina, que dí atole a los viejos en la función de la santa…9 pesos Y también tres pesos de gastos en sal y chili en dicha función y para los gastos precisos en todo el año... 3 pesos Y también doce reales gastados en platos y ollas y tecomates en dicha fiestas…12 reales Y también por veinte y cinco pesos que paga de renta la cofradía por sus bienes que ocupa en dichas tierras de comunidad…25 pesos Y también siete pesos un real que pague el tributo de los vaqueros que cuidan [l]os bienes de la expresada cofradía…7 pesos 1 real Y también diez y seis pesos que tuvieron de costo por ocho cargas de maíz a razón de dos pesos carga que di de ración a los vaqueros en la presente carestía de dicho maíz que se experimento en [l]os últimos meses del año…16 pesos Y también y dos pesos que pague de la misa de un cofrade…2 pesos Y también quince reales que pague de la pensión de los vaqueros en las fiestas acostumbradas según costumbre…1 peso 7 reales Y también doce reales que tuvieron de dicho costo en calzadura de un hacha en fierro y manufactura que gano el maestro herrero…1 peso 4 reales Cuatro reales que di a los cantores por la misa de Corpus Christi…4 reales Y también diez pesos que se paga de la aprobación de cuentas…10 pesos Es todo el descargo de reales y suma según parece la cantidad de ciento cincuenta y cuatro pesos…154 pesos
Cuenta de razón de ganado. Habiéndose quedado existente el ganado en la relación del año de 1773, la cantidad de trescientas cuarenta y seis reses de fierro para arriba se hallado de este número noventa y cinco cabezas, por distribución precisa o accidente en la forma que ya expresa…346 Primeramente doy descargo de 24 reses que se vendieron por su ciencia de dicho s. cura de cuya importe tengo dada razón al principio de esta cuenta…24 También por catorce toros que tengo dada razón el principio de esta cuenta que le tengo entregado a dicho señor cura don Francisco Antonio Torres…14 También diez becerros pagados a el Excelsísimo y uno de primicias…10
Nueve toros que di de ración a los vaqueros…9 También tres novillos que comieron los naturales en dicha función de Nuestra Santa...3 También otras tres en los herraderos comieron los viejos…3 También un novillo que mate en la escarda de la milpa de la cofradía…1 También una vaca que se le entregó a el señor cura don Francisco Antonio
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de Torres por la asistencia del presente herradero…1 Últimamente doy en descargo de veinte y nueve reses que se murieron en la peste que se experimento el último mes del año…29 Cuya resta de doscientas cincuenta y una cabezas, según se muestra, se hallan existentes en dicha estancia de la expresada cofradía y agregando ochenta y tres becerros que hubo de nacencia y nacimiento de presente herradero componen el ganado de una y otra partida trescientas treinta y cuatro reses de fierro para arriba…334
Sigue razón de bestias caballares y mulares Habiéndose hecho cargo ochenta y nueve cabezas de fierro para arriba de estas doy en descargo que se murieron once caballos de llenda en la fuerte peste…11 Y también ocho yeguas que se murieron en dicha peste…8 Y también otras dos mulas y un macho en dicha peste…3 Y también cuatro yeguas que le entregue al señor cura don Francisco Antonio Torres así como llevo dicho al principio de mi cuenta…4
Resta sesenta y tres cabezas según se muestra, se hallan existentes en dicha estancia. Y agregando siete potrillos que he visto del presente herradero compone la suma de setenta cabezas, las que se mantienen en dicha estancia…70 La cual cuenta son de los únicos bienes que administrar en el año de mi gobierno o que es cierto y verdadero y constante y no lo firme por saberlo hacer. Por habérseme pasado unas dos partidas para el descargo de dichos bienes que han sido a mi cargo según consta al principio de estas mis dichas cuentas y también así mismo declaro que por orden del Sr. Cura don Francisco Antonio Torres: dio licencia que se le entregaran al Sr. Alcalde Mayor don Eusebio Marmolejo 20 toros a el precio de cinco pesos cada uno y hasta la presente no se ha dado ningún dinero el valor de dichos toros ni por muchas ocasiones que ha reconvenido el dicho mayordomo con el dicho Alcalde Mayor tocante el pagamiento de dichos toros…20 También otro si una bestia mular que dio licencia el dicho señor cura don Francisco Antonio Torres que se le entregare la bestia mular aperada escogida muy buena, que remitió en la ciudad de Valladolid, para sus negocios precisos, que se le ofrecieron el dicho señor cura y hasta la presente no se ha dado razón de dicha bestia mular que es lo que se ha hecho…1 b. Últimamente doy razón y declaro tocante a dichos bienes así como llevo dicho y declarando al principio de mis cuentas que otra bestia mular que por licencia de dicho cura don Francisco Antonio Torres. Que luego inmediatamente se entregara al dicho Alcalde Mayor don Eusebio Marmolejo en el día que saco los toros para afuera para donde los desprendiesen con la condición de pagar el flete de dicha mula y hasta la presente no se ha dado ningún dinero de dicho flete y la dicha mula perdida porque aunque la trajeron
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luego a los días se murió en las manos del caporal de la expresada cofradía por mucho que la cuidaron y la curaron de tantas mataduras no valió como es constante a muchos sujetos que la vieron por lo que es justo se pague la dicha mula y flete.
Todo lo que se expresa esta memoria es verdad bajo el juramento que hice por Dios nuestro señor y a ruego de mi padre y la firme por no saber firma. Y la firme yo. Santiago Matheo.118 Partidas pertenecientes a la fábrica de esta parroquia de Pungarabato que se comenzaron este el día ocho de marzo de mil setecientos ochenta y hasta el cinco de septiembre de ochenta y tres hechos por el B. don Francisco Antonio Torres cura primero coadtutor y después interino de este Partido. 1783.
Pungarabato y marzo 8 de 1780 Cuaderno en que se sientan las partidas pertenecientes a la fábrica, las que supongo se pondrán en su respectivo libro luego que el bachiller don Santiago Menéndez le entregue, quien habiéndose llevado de este archivo y echosela varias reconvenciones no se ha podido conseguir. Primeramente me entrego dicho bachiller cien pesos de que le di recibo y no da razón de la fabrica en tiempo de los antecesores ni se encuentra razón la menor de 20 años a esta fecha por donde conste haber recibido la fabrica ni un peso: ponga esta razón para que conste ya al margen los dicho siempre…100 p. En 18 de marzo de dicho año por el entierro de doña Teodora Maldonado, en el primer tramo con misa, vigilia y novenario treinta y cuatro pesos cuatro reales…34 p 4 rs. Por el de don José Yguera, en 19, de dicho sin insignias tramo cruz baja…3 p. Por el de María Ignacia en 25 de dicho sin insignias tramo con cruz baja…3 p. Por el de José María, sin insignias, tramo con cruz baja…3 p. Por el de José Santos mulato de Pantzira, adulto asimismo…3 p. Por el de José Pineda, español adulto…3 p. Por el de Diego Pineda, mulato, adulto con cruz baja…3 p. Por el de doña Rita Mondragón en primer tramo…21 p. Por el de Pedro Barahona, sin insignias, tramo con cruz baja…3 p. Por el de María Crespo, adulta, sin insignias, con cruz baja…3 p. Por el de Manuel Marmolejo primer tramo con cruz baja…21 p.
Por el de francisca Milian, mestiza, adulta, sin insignias, tramo cruz baja... 3p Por el de María Antonia, mulata, adulta…3 p Por el de Manuel Pineda, párvulo, español segundo tramo…6 p Por el de Eugenia Gertrudis, mulata, adulta, sin insignias, con cruz baja…3 p Por el de María Matilde, española, adulta, sin insignias, tramo con cruz baja......3 p
118 He respetado la paleografía original de la autora que trascribió el informe de la cofradía; como se observa, Matheo Nicolás, mayordomo de la cofradía, se encontraba enfermo, razón por la cual, al parecer, el informe lo rinde y firma su hijo Santiago Matheo.
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Por el de Elbina Domínguez, mulata, adulta, sin insignias, tramo con cruz baja...3 p Por el de Verónica María sin insignias porque en Coyucan y el padre estaba de este lado; estos solo pagan dos pesos…2 p Por el de Don Antonio Milian, adulto, primer tramo…2 p Por el de María Bernarda, india labor, adulta sin insignias, primer tramo…2 p Por el de Quiteria de Zosa, mulata, adulta, sin insignias, tramo cruz baja…3 p Por el de José de los Santos, párvulo indio, sin insignias, tramo cruz baja…3 p Por el de María Josefa, mulata párvula, sin insignias, tramo cruz baja…3 p Por el de José María, mulato, adulto, sin insignias, tramo cruz baja…3 p Por Juana María, párvula, sin insignias, con cruz baja…2 p. 2 rs. Por el de Miguel Reyes, mulato, adulto, de San Pedro, sin insignias, cruz baja...2 p 2 rs. Por el de José Carachuri, indio, adulto, sin insignias cruz baja…2 p 2 rs. Por el de Margarita Calvillo, mestiza, adulta, sin insignias cruz baja…3 p. Por el de Andrés Monroi, mulato, adulto, sin insignia tramo cruz baja…2 p 2 rs. Por el de Leonardo Maldonado, español, adulto, tramo sin insignias porque estando el cura sólo y ofreciéndosele confesiones o una grave indisposición de salud, no puede pasas [r] de la cabecera a su auxilio al pueblo de Coyucan, por solo sepultar cuerpos y mucho menos cuando el Río esta crecido; cuya práctica es natural se observe y en estos lances no habiendo capas ni insignias, solo deberán pagar de limosna de el tramo y campanas pongo esta razón para que no se extrañe los dos pesos dos reales que van al margen…2 p 2 rs. Por el de Eugenia Gómez, mulata, adulta, sin insignias, tramo y cruz baja…3 p. Por Juana María, Mulata párvula, sin insignias, tramo y cruz baja…3 p. Por el de Josef Trinidad, mulato párvulo, sin insignias, tramo cruz baja…3 p. Por el de María Nicolaza, mulata párvula, sin insignias, tramo cruz baja…3 p. Por el de Francisco Carachure, indio laborío, en segundo tramo con cruz alta…6 p. Por el de María Ursula, coyota119 párvula, tercero tramo cruz baja…3 p. Por el de María Beltrán, mulata, adulta tramo cruz baja…3 p. Por el de Teresa de Jesús, mulata párvula, sin insignias, primer tramo cruz baja…3 p. Por el de María Josefa, mulata párvula, primer tramo cruz baja…3 p. Por el de Juan José, párvulo, en el tercer tramo cruz alta…6 p.
119 Clasificación racial dada por las autoridades coloniales, a los individuos que nacían de la unión de un mestizo y una indígena u aborigen. La clasificación completa: de español con india, nace mestizo; de mestizo con española, nace castizo; de castizo con española, español; de español con mora (¿negra?), nace mulato; de español con marisca, nace albino; de español con albino, nace tornatrás; de español con tornatrás, nace tente en el aíre; de mulato con española, nace morisco; de morisco con española, nace chino; de chino con india, nace salta atrás; de salta atrás con mulata, nace lobo; de lobo con china, nace gíbaro; de gíbaro con mulata, nace albarazado; de indio con mulato, nace lobo; de indio con lobo, nace cambujo; de indio con china, nace albarazado; de albarazado con negra, nace cambujo; de cambujo con india, nace sambaigo; de cambujo con mulato, nace albarazado; de sambaigo con loba, nace calpamulato; de calpamulato con cambuja, tente en el aire; de tente en el aire con mulata, nace no te entiendo; de no te entiendo con india, nace tornatrás; de indio con negra, nace sambaigo; de indio con mestizo, nace coyote; de indio con coyote, nace indio.
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Por el de de Pedro de la Cruz, indio laborío, adulto, primer tramo cruz baja…3 p. Por el de José Mojica, adulto, en primer tramo cruz baja…3 p. Por el de María Rojas, mulata, adulta, en primer tramo cruz baja…3 p. Por el de Doña Guadalupe Haba, española, en primer tramo cruz baja…3 p. Por el de Thomas José, mestizo párvulo, sin insignias…2 p 2 rs. Por el de Lucas de Ayala, mestizo, adulto, asimismo sin insignias…2p 2 rs Por el de María Rosalía, mulata, adulta primer tramo cruz baja…2p 2 rs. Por el de José Bonifacio, mulato, adulto, primer tramo cruz baja…3 p. Por el de don José Gamiño, español, en segundo tramo cruz alta…12 p. Por el de Maria Jacinta, mulata párvula…3 p. Por el de Maria Teresa, adulta, mulata, en el primer tramo cruz baja…3 p.
Por el de José Nazario, mulato párvulo, en el primer tramo cruz baja…3 p. Por el de María Cipriana, mestiza párvula, así mismo…3 p. Por el de miguel Ángel Pérez, mulato, adulto, en el primer tramo con cruz baja…3 p.
Suma como se percibe de la suma anterior hasta hoy cinco de septiembre de 1783 a lo que es de la fábrica trescientos cincuenta y siete pesos que como signifique a e[i] principio de este cuaderno es la mayor cantidad que reconoce la fábrica de veinte años a esta fecha son de cargo de las siguientes partidas.
55 pesos primeramente de fierro y manufactura por dos esquilas. 60 pesos por un retablo del señor san Miguel con su pazco y remate de talla. 100 pesos por un ornamento de tela con todos sus raudos, un alba, con media vara de encaje y en sus extremidades así en el vuelo de abajo como en el cuello y puños, encaje de cartón fino amito de cambray y cíngulo de listón de tela con su alhaje. 30 peso por reedificar la sacristía se hace de artesón y de petate enyesado y fincarla. 3 pesos por la lengua que se dio a componer de la campana mayor con fierro. 3 pesos por tres libros para sentar las partidas de administración. 3 pesos por una manga negra que se le puso a la cruz alta. por un sitial de Damasco florada con su galoncito en su Circunferencia que sirve para colocar los santos en las funciones titulares y son de servir hasta cuando barra [¿Vaya?] el prelado a la[s] visitas. Suma el cargo trescientos cincuenta y siete el del cargo…257 y dos reales. Los cuales asegurados con los bines [bienes] que dejo y hay pagar mi apoderado [no legible] Marmolejo lo que conste y lo firmo. Bachiller Francisco Antonio de Torres. Pungarabato [Pungaravato], 6 de diciembre de 1783. Entrego este cuaderno a él señor cura propio en cuatro fojas útiles. Marmolejo Rubrica Entregando a él Notario Phelipe Carrillo.
El documento se encuentra en resguardo en el Archivo Histórico Casa de Morelos,
184
fondo Parroquial, sección Disciplinar, serie cofradías, subserie Cuentas, caja 1253, exp.38. Año de 1784. En cuanto a la clasificación de los cofrades en: “ primer tramo o segundo tramo de cruz alta o baja”, y “sin insignia”, se refiere al orden en que se encabezaba la procesión de la cofradía; generalmente, la encabezaba el cura del curato secular, custodiado por quienes sostenían el palio; luego, venían el portador de la cruz, símbolo de la cristiandad y sus acompañantes, a continuación, la imagen del santo de advocación con sus cargadores o el estandarte, seguidos por el primer tramo y segundo tramo de quienes portaban cruz alta (de mayor tamaño), y los tramos correspondientes a quienes llevaban cruces pequeñas (cruz baja); finalmente, los tramos correspondientes a los cofrades que portaban, o bien antorchas o velas, pero que no tenían insignias, es decir, la vestimenta o distintivos religiosos de la cofradía: medalla o divisa honorifica con un determinado color, que sí podían ostentar quienes participaban en la procesión en los primeros o segundos tramos.120
De la Cofradía de Santa Barbara, ubicada en San Juan Bautista Pungaravato,
también cabe rescatar y remarcar, la amalgama racial que hoy en día, da identidad
a los Pungaravatenses-Altamiranenses y Calentanos en general; al pueblo
mexicano en su conjunto, me refiero a la integración multirracial de: españoles,
indígenas y afrodescendientes.
Tiempos difíciles los de la colonia, puesto que, los encomenderos, por puro interés
económico, buscaban y presionaban para que los indígenas varones que residían
en los pueblos de su encomienda, se casaran con mujeres indígenas de su propia
encomienda, para evitar perder “encomendados”, puesto que se tenía la costumbre
de que el varón, dado el casamiento, iba a residir al lugar de donde era su mujer, y
luego entonces, otro encomendero podría beneficiarse en detrimento de quien
perdía un aborigen al que ya no podía explotar.
Por otra parte, queriendo evitar lo inevitable, la Corona Española al inicio de la
colonización, prácticamente incentivó la unión de matrimonios mixtos de españoles
con mujeres indígenas, para que en su caso, las encomiendas y cacicazgos se
quedaran en manos españolas; pero luego, cambio el criterio y mandó a sus
dominios coloniales esclavas blancas para evitar la unión de españoles con indias,
“gente tan apartada de razón”; la amalgama racial entre los terracalentanos, nos
indica que esta política de segregación fracaso, naciendo un gran número de
mestizos producto de uniones libres más que de matrimonios eclesiásticos.
120 Clasificación, derivada de la explicación dada por el Dr. José Eduardo Vidaurri Aréchiga, sobre la base de su libro: Las cofradías de Guanajuato en la época colonial. El espíritu religioso de Guanajuato en el siglo XVIII. Presidencia Municipal de Guanajuato, (1999).
185
La composición racial de la Cofradía de Santa Bárbara, ubicada en el pueblo de San
Juan Bautista Pungaravato, confirma la también fracasada política de las
autoridades coloniales de confinar a mestizos, negros y mulatos a vivir en
asentamientos diferentes a los de la república de indios; las epidemias como la
necesidad de mano de obra en minas, el pago de tributo al encomendero y a la
Corona Española y la necesidad de fuerza de trabajo en estancias agrícolas y
ganaderas, hicieron imposible tales medidas de segregación, inclusive, en las
llamadas “república de españoles”.
En lo referente a los negros y mulatos, fueron objeto de un cierto racismo por parte
de la Corona Española. En una ordenanza colonial o Real Cédula de 28 de junio de
1527, recomienda y admite, que “los negros se casen”; en otra de 11 de mayo de
1526, se establece que el “matrimonio entre negros”, no era la forma de adquirir la
libertad, puesto que, no obstante de que el padre fuera negro libre, si la madre era
esclava, los hijos también guardaban la condición de ésta última; estatus legal,
reiterado y precisado en otra Real Cédula de 10 de julio de 1538, en la cual se
agrega que este estado (de esclavos), “también incluía a los indígenas esclavos,
puestos en tal condición por cuestión de rebelión o guerra”. En el extremo de la
pretendida segregación racial, mediante Cédula Real de 26 de octubre de 1541, se
ordenaba que los negros se casaran en “el ámbito de su raza”, es decir, negros con
negros, llegando al extremo en donde en varias ordenanzas municipales, se
castigaba la unión libre entre negros y mulatos con indígenas, cayendo inclusive en
la barbarie de la castración.121 La composición racial del calentano nos indica, que
todas estas medidas de segregación racial, y de extrema crueldad, fueron un
rotundo fracaso.
17. Descripción de Pungaravato en varios documentos coloniales.
Durante la colonia, derivado de las constantes epidemias que diezmaron la
población indígena originaria, paulatinamente, ésta fue amalgamada y sustituida por
mestizos, negros y mulatos. Atendiendo a fines de evangelización, de pago de
tributos a la Corona Española y de beneficios a clérigos pertenecientes al clero
secular, constantemente se solicitaba a los ministros religiosos informes que
indicarán lugares y cantidad de “almas de doctrina”. Estos documentos coloniales,
constituyen información valiosa para intentar comprender la situación económica y
social en la que se encontraban los pueblos de la Tierra Caliente. En relación con
Pungaravato, resulta interesante la descripción realizada en 1619, por el Obispo Sr.
D. Fray Baltazar de Covarrubias, 7º. Obispo de Michoacán que asumió el cargo y
121 Gonzalbo, Aizpuro Pilar (coordinadora). Familias Novohispanas Siglos XVI al XIX. Seminario de Estudios de la Familia Centro de Estudios Históricos (1991), Págs. 35 y 36.
186
fue el número 11 designado, prelado que al realizar su visita pastoral describe a
Pungaravato de la siguiente manera:
Pungaravato.
Es beneficio de clérigos. Tiene su asiento en un alto, entre dos ríos, el uno
muy caudaloso y el otro no tanto. Es [clérigo] beneficiado Alonso Gutiérrez
Caldes, criollo de Pascuaro [Pátzcuaro], buena lengua. Hay en este pueblo
ciento y cinco vecinos, y a media legua y [una] legua tiene estos sujetos:
Coiuca [Coyuca] con 60 vecinos, Acatzecuaro [Tlapehuala] con 40 vecinos.
Y en estos pueblos hay cuarenta indios solteros y casados. Hay en esta
doctrina una estancia de ganado mayor, y asiste su dueño español y su
familia.122
El documento, se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid Ms. de América,
11/2579. Se reitera, que: Coiuca [Coyuca], era sufragante de Pungaravato,
exclusivamente en el orden eclesiástico. Acatzecuaro, es Tlapehuala, en aquel
tiempo sujeto de Pungaravato. Llama la atención, que no se mencione a
Tanganhuato, que también era y es sujeto de Pungaravato. Nótese que, en las
fuentes coloniales, no se menciona que el rio tuviera el nombre de Cutzamala como
ahora se le llama.
Para 1639, el Obispo Fray Marcos Ramírez de Prado, 14° designado y 10° en tomar
posesión como prelado de Michoacán, comisionó a Andrés de Ortega Valdivia,
Chantre de la Iglesia Catedral del Obispado de Michoacán para que realizara un
informe eclesiástico, cuyo documento se encuentra en la Biblioteca Newberry de
Chicago, Colección Mayer Ms. 1106 C., y sobre Pungaravato de manera escueta
se asienta lo siguiente.
[…] Pungaravato. Es beneficio de clérigo y tiene su asiento a la orilla de un
rio. Tiene otros dos pueblos sujetos que se llaman Coiuca [Coyuca],
Acuazecuaro [Tlapehuala]. 123
122 Reyes, García Cayetano y Alvaro Ochoa Serrano. Editores. Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, (2004), Pag. 55. 123 Ob. Cit. Reyes, García Cayetano y Alvaro Ochoa Serrano. Editores. Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, (2004), Pág. 58.
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En un informe detallado, levantado por el Visitador Diocesano Francisco Arnoldo de
Yssasi Mier, rendido en 1649 a los deanes y cabildo de la iglesia Catedral de
Michoacán, proporciona información valiosa que permite entender la ubicación de
los pueblos, su demarcación, población, curatos y feligreses; en general, describe
la difícil situación que en ese tiempo, observaban los pueblos de la Tierra Caliente,
en los siguientes términos:
[…] Es la Tierra Caliente penosísima en este obispado porque fuera de ser el
calor demasiado, es muy enferma y llena de malas sabandijas como son
víboras, escorpiones, alacranes, cientopiés, chinchas voladoras y tantos
mosquitos lo más del año que necesitan los beneficiados [clérigos] de estar
metidos en aposentos cerrados y sin luz por huir de ellos. Fuera de esto es
la tierra muy doblada de malísimos caminos, y mucha y muy despoblada, y
como toda la Tierra Caliente en este obispado cae cerca del Mar del Sur, o
en sus costas donde van a dar como a tierra más baja para entrar en el mar
los ríos de esta Nueva España; y se atraviesan algunos muy caudalosos para
pasar de unos pueblos a otros y los vadean en balsas hechas de calabazos
grandes por haber en ellos muchos caimanes y lagartos feroces que
despedazan y se tragan los hombres, si bien parece tienen tregua con los
indios que se pasan las balsas a nado sin que les hagan daño.
Alaban mucho (y con razón) los cronistas de las sagradas religiones de San
Francisco y de San Agustín de estas provincias el fervor con que entraron
por esta tierra tan llena de malezas algunos religiosos primitivos de los suyos
no porque los indios fuesen feroces, que antes son los más cuitados
[tranquilos] de el reino, sino por las penalidades y el riesgo de el temple,
caminos, sabandijas ponzoñosas, mosquitos y calor intolerable, ríos
caudalosos y malos pasos; todo lo cual obligó a los religiosos que no
fundasen conventos en ella ni la habitasen con lo cual se echará de ver lo
que merecen los clérigos que administran hoy toda esta Tierra Caliente
cuando los indios que eran los que traían a los ministros en palmas [¿En
andas?] están hoy tan acabados que apenas pueden acudir al sustento
necesario de sus beneficiados y algunos viven más retirados de todo
comercio humano que los monjes que antiguamente vivían en los desiertos
de Libia o en la Tebaida [Thebaida]. Con lo cual se hayan muy pocos clérigos
que se atreven a ser beneficiados de esta tierra y padecen mucho los señores
obispos para hallar ministros que quieren administrar en algunos de estos
beneficios y pueblos de indios aunque en otros se compensan las
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penalidades con el útil y provechos que tienen de obvenciones sus
beneficiados si bien ninguno en la Tierra Caliente está contento … 124
En el informe mencionado, el Visitador Diocesano Francisco Arnoldo de Yssasi Mier
(1649), describe específicamente a Pungaravato de la siguiente manera:
Beneficio de Pungaravato
Está en la misma Tierra Caliente. Consta de cuatro pueblos de indios que
son Pungaravato, Coiuca [Coyuca], Taguenguato [Tanganhuato] y
Acatzecuaro [Tlapehuala] con otra ranchería de Chumbítaro, y en todos no
hay más que setenta y seis indios vecinos porque todos los pueblos de la
Tierra Caliente están acabados. Agregansele tres estanzuelas pobres de tres
españoles que habitan en ellas con sus casa y familias, y en otra ranchería
otro español y dos mulatos; con que vienen a ser todos los vecinos de este
beneficio ochenta y dos. Las parroquias son pobres. Hay tres hospitales en
los pueblos para curar los enfermos y se sustentan del trabajo común de los
indios. La lengua en que se administran es tarasca, aunque hablan también
la cuitlateca y chontal. El beneficio es clérigo; danle tasación [contribuciones]
los indios, y su majestad 250 pesos de su Real caja de México. Siembran
maíz para su sustento, y suelen coger poco por la sequedad de la tierra y
falta de agua del cielo. Todo el beneficio está en espacio de siete leguas y
para administrarlo se pasa un rio caudaloso [grande, ahora del Balsas ¿O se
refiere al de Pungaravato, hoy Cutzamala?].
Por la información proporcionada, todo hace inferir, que Chumbitaro, en ese tiempo,
era sujeto de Pungaravato (al menos eclesiásticamente). La sequía, epidemias y
tasaciones de tributos, fueron diezmando poco a poco la población terracalentana,
y para entonces, demográficamente se vislumbraba un escenario poco alentador.
Ignoro si por una omisión (o quizá que alguno ya hubiera desaparecido), se señalan
tres hospitales; algunas fuentes documentales indican que a excepción de
chumbítaro, pungaravato y sus sujetos eclesiásticos tenían el propio: Coyuca,
Tlapehuala y Tanganhuato. En este documento de Yssasi, también se describen los
beneficios eclesiásticos de Asuchitlan (Ajuchitlán), Tuzantla, Cutzamala, Sirandaro
(Zirándaro) y Cuseo (Cutzio-Huetamo).
124 Ob. Cit. Reyes, García Cayetano y Alvaro Ochoa Serrano. Editores. Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, (2004), Págs. 59 y 62. Nótese, que para 1649, a Tlapehuala, todavía se le identificaba como Acatzécuaro, su nombre primitivo en phorhé. Se menciona la existencia de tres hospitale; considero que son los de Pungaravato, Coyuca y Acatzecuaro (Tlapehuala).
189
En 1746, José Antonio de Villaseñor y Sánchez, en su Theatro Americano, recaba
información ordenada por el Virrey Pedro de Cebrian y Agustín, Conde de
Fuenclara, respecto del número de familias, grupos raciales, jurisdicciones
eclesiásticas, estado de la minería, agricultura, ganadería y otras industrias, al
describir el apartado relativo a la jurisdicción de Guymeo y Cirandaro [Guayameo y
Zirándaro] y sus pueblos, en relación con el pueblo de Pungaravato, describe lo
siguiente:
[…] El pueblo de Pungaravato está al norte de su capital [ corregimiento de
Guymeo y Cirandaro] en distancia de cinco leguas; tiene iglesia parroquial con
cura clérigo y República [de indios] con su gobernador y alcaldes. Cuéntase en
él ciento treinta y cinco familias de indios, y sesenta y dos en el pueblo de San
Lucas sujeto a su doctrina y gobierno, con cuatro estancias y en ellas treinta y
cuatro familias de españoles y mestizos. Y en este paraje se da con abundancia
el algodón y cascalote siendo este el principal ingrediente para el color, tintura
y curtimiento de corambres,125 y mezclado con la caparrosa hace el tinte negro
en toda su perfección, yerba necesaria para todas las tenerías. 126
El dato interesante, es que el poblado de San Lucas, donde hoy en día se ubica el
Santuario de la Purísima Concepción (la Virgen de San Lucas), en ese lapso,
eclesiásticamente dependía de Pungaravato. Esto se corrobora, porque en este
documento, en la descripción de Porechuco (Purechucho), en la de San Juan
Huetamo y Cuseo (Cutzío), no se hace referencia de que San Lucas haya
dependido eclesiásticamente de cualquiera de estos pueblos. También es notable,
la recuperación demográfica observada en Pungaravato, después de sequías y
epidemias.
18. Diversos informes en el Obispado de Michoacán 1759-1765.
Con las reformas borbónicas, se observan cambios económicos, políticos y
administrativos en la Nueva España. Motivado por guerras con otras potencias
coloniales, epidemias con disminución de mano de obra y de ingresos fiscales, los
monarcas españoles, buscan aprovechar al máximo los recursos provenientes de
sus colonias americanas, principalmente de la más prospera y rica en ese tiempo:
la Nueva España. Con tal propósito, mediante la elaboración de “relaciones
125 Serie de cueros o pieles que eran curtidos. 126 Ob. Cit. Reyes, García Cayetano y Alvaro Ochoa Serrano. Editores. Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, (2004), Pag. 71.
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geográficas”, sistemáticamente, se pide información a las autoridades eclesiásticas
y virreinales, con el fin de implementar políticas administrativas para extraer más
contribuciones en beneficio de la Corona Española.
Es en este marco de referencia, donde resulta preciso, conocer los ingresos del
clero novohispano, con el fin de gravarlos y aumentar el diezmo y los impuestos que
a la Corona Española se debían cubrir, a saber: por su nombramiento como clérigos
beneficiados y respecto de los ingresos que percibía cada obispado. La información
tuvo que recabarse bajo la administración del Obispo Pedro Anselmo Sánchez de
Tagle, y estuvo a cargo de sus clérigos seculares. Es bajo este contexto, en que se
transcribe la información recabada correspondiente a Pungaravato y algunos
pueblos de la Tierra Caliente.
Tabla 8. Curas del clero secular de la Tierra Caliente que participaron en la elaboración de informes.
Poblado: Nombre: Año:
Axuchitlan (Ajuchitlán) Bachiller José Marcelino Palomino
Bachiller José Antonio Domínguez, cura. 1765
Cutzio-Huetamo Bachiller José Antonio de Arriola.
Bachiller José Marcelino Palomino, cura y juez. 1765
Cuzamala (Cutzamala) Carlos Ignacio de la Quintana, teniente de cura.
Sirandaro (Zirándaro) Miguel Guillermo Ignacio de Ibarrola. 1760
Pungaravato (Pungarabato) Bachiller Carlos de Samiguel 1760
Bachiller Juan José (Joseph) de Ortega127 1760
Fuente: elaboración propia, con información de Oscar Mazín Gómez. El Gran Michoacán. El Colegio
de Michoacán. Gobierno del Estado de Michoacán. (1986), Pág. XL.
Otra información importante, levantada entre el 22 de diciembre de 1758 y 13 de
julio de 1759, es la relativa a los curatos, idioma hablado y número de curas.
Transcribo los correspondientes a la Tierra Caliente.
Tabla 9. Curatos, idiomas y número de curas en la Tierra Caliente.
Curato: Idioma o lengua hablada: Número de curas:
Axuchitlan (Ajuchitlán) Mexicano. 1
Cutzio-Huetamo Mexicano 1
Cuzamala (Cutzamala) Mexicano 1
Tzirandaro (Zirándaro) Mexicano 1
Pungaravato (Pungarabato) Mexicano 1
Fuente: elaboración propia, con información de Oscar Mazín Gómez. El Gran Michoacán. El Colegio
de Michoacán. Gobierno del Estado de Michoacán. (1986), Pág. 9.
127 Naturalmente, se trata de Juan Joseph de Ortega, el constructor de la “cruz de mayo” en el atrio de la actual catedral de Cd. Altamirano, que para 1760, ya se encontraba en Pungaravato.
191
Sin duda alguna, hay que reflexionar sobre esta información. Si nos atenemos a lo
propuesto por Donal D. Brand (citado en el presente trabajo), en el sentido de que,
epidemias, migración y repoblamiento por parte de los españoles originaron la
sustitución del idioma tarasco (phurhé) por el mexicano en algunos pueblos de la
Tierra Caliente, la información transcrita y recabada por Mazín Gómez, concuerda
perfectamente con tal teoría de Brand. No obstante, está documentado, que los
informantes españoles, tendían a señalar como “mexicano”, a todo aquello que no
entendían, y está también documentado, que muchas veces, se hacían acompañar
por interpretes nahuatlatos, que, naturalmente, pudieron haber dicho que todo era
“mexicano”.
Sobre esta información, hay que considerar que en los pueblos de la Tierra
Caliente, la cultura y muchos vocablos del idioma phurhépecha aún siguen
persistiendo en su hablar diario, al igual que algunos otros de alguna lengua
aborigen ancestral, incluyendo aquellos de origen nahuatl; por lo mismo, tengo la
percepción de que, de aceptarse que el phurhé, fue sustituido por el náhuatl (sea
que este fuera hablado corruptamente o no), los Terracalentanos, hoy en día,
hablarían o referirían más vocablos en náhuatl que en phurhé, cosa que
cotidianamente no sucede así.
Por otra parte, no debe olvidarse que para esos años (1758-1759), según las
diversas fuentes coloniales disponibles, la mezcla racial de castas, como
anteriormente se les llamaba, era prácticamente mayoritaria, y, por lo mismo, es
poco probable que los habitantes de la Tierra Caliente de manera común y como
lengua franca, hablaran el náhuatl o mexicano, tal y como lo pudieron asentar
algunas autoridades coloniales y que luego Mazín Gómez transcribe. Propongo, por
el mestizaje ya existente, que más bien se hablaba mayoritariamente el español.
Por otra parte, hasta ahora, no existen documentos coloniales, ni versiones
etnográficas en los pueblos de la Tierra Caliente, que hablen de migraciones y
repoblamiento con indígenas de origen nahua, que hagan sostenible lo señalado
por Donald. D. Brand. Frente a esto: por qué asumir que el repoblamiento fue con
indígenas hablantes del nahua. ¿Acaso eran tan abundantes que no les afectó la
conquista ni las epidemias y sólo a los phurhés y a otros pueblos originarios de la
Tierra Caliente?
Al obispo Doctor Don Anselmo Sánchez de Tagle, también le tocó mediante
derroteros, hacer llegar la información al Obispado de Michoacán, para dar
cumplimiento a la Cédula Real de 10 de mayo de 1758, en la que se pedía recabar
192
informes respecto de la jurisdicción a la que pertenecía cada pueblo (a la audiencia
de México o de Guadalajara); si pertenecían a los estados del Marquesado del Valle,
concedidos originalmente a Hernán Cortés, expresando además, nombre de
ciudades, villas y lugares, y en qué cajas reales enteraban su tributo.
La información por recabar era competencia de las autoridades eclesiásticas y
coloniales. En la referente a Pungaravato, en ese tiempo, correspondía a su cura
Carlos de Samiguel y a su Alcalde Mayor Don Diego Cadaval y Velásquez, Juez de
Minas, Trapiches y obrajes y Comisario de la Real Hacienda, de Guimeo y Sirandaro
(Guayameo y Zirándaro), cuya jurisdicción ejercía en tres curatos: Pungaravato,
Sirandaro (Zirándaro), y el correspondiente a la residencia de la cabecera, que era
Cuseo (Cutzio), que en ese entonces, comprendía al pueblo de San Juan Huetamo,
Purechucho,y el barrio de San Lucas.
Por no tener a la mano fuentes documentales históricas, no es posible especificar
el por qué, y atendiendo a que Coyuca, era Vicaría sufragante de Pungaravato, no
obstante esto, en lo referente a la jurisdicción administrativa, pertenecía a la Alcaldía
Mayor de Tetela del Río, hoy Municipio de General Heliodoro Castillo, Estado de
Guerrero, cuyo Alcalde Mayor era Don Juan Antonio Méndez. Axuchitlan
(Ajuchitlán), también estaba en la jurisdicción de Tetela del Río. La información
requerida y vertida sobre Axuchitlan (Ajuchitlán), Cutzio-Huetamo y Cutzamala se
puede localizar en el Archivo Manuel Castañeda, de la Casa Morelos, la
correspondiente a Pungaravato, que también se ubica en ese mismo archivo, se
desahogó de la siguiente manera:
PUNGARABATO [PUNGARAVATO]
En el pueblo de Pungarabato [Pungaravato] en siete días del mes de mayo
de mil setecientos y setenta años, ante el señor bachiller don Carlos de
Samiguel, cura por su majestad, vicario in cápite y juez eclesiástico de este
dicho pueblo y partido, se le entregó por un correo de cordillera el superior
despacho que antecede con la carta inserta de los señores presidente y
oidores de la real audiencia goberradora [gobernadora].
Y en su puntual cumplimiento dice que está pronto a ejecutar lo que se le
manda por lo que debía mandar y mandó se le requiera al alcalde mayor de
esta jurisdicción de ruego y encargo, declare en qué caja entera los reales
tributos de este partido y si hay en algún pueblo de ellos alguna encomienda
y qué real audiencia reconocen. Y por cuanto el pueblo de Coyuca de este
partido [eclesiástico] pertenece en cuanto a tributos al alcalde mayor de la
jurisdicción de Tetela del Rio, contigua a la de esta jurisdicción, se le libre
193
requisitorio al bachiller don José Marcelino Palomino, cura interino del pueblo
de Axuchitlan [Ajuchitlán] para que le haga requerimiento al dicho alcalde
mayor de Tetela del Rio y practicada la diligencia, me la devuelva. Y original
uno y otro se agregue a estas diligencias. Todo lo que por este auto así lo
proveyó, mandó y firmó el dicho juez eclesiástico conmigo, el presente
notario, de que doy fe.
Carlos de Samiguel
Ante mí, José Pérez, notario nombrado. [Rúbricas].
En dicho pueblo y en dicho día, mes y año, el dicho señor juez eclesiástico,
siendo presente el capitan don Diego Cadabal y Velásquez, alcalde mayor
de esta jurisdicción de Guaimeo [Guayameo] y Zirandaro[Zirándaro], le
requirió por el superior mandato que está por principio, de que entendido dijo:
Que esta jurisdicción está sujeta a la real audiencia de la ciudad de México y
en las cajas reales de dicha ciudad entera los tributos por billete glosado del
contador de dichos efectos de tres pueblos y un barrio de que se compone
este partido y que son el pueblo de Pungarabato [Pungaravato], el de
Tlapehuala y el barrio de Taguanguato [Tanganhuato], de los que recauda
los reales tributos. Porque aunque hay otro pueblo en este partido
[eclesiástico] que es el de Coyuca, reconoce con los tributos al alcalde mayor
de la jurisdicción de Tetela del Río. Esto dio por su respuesta la que firmó
con dicho juez eclesiástico por ante mí, el presente notario, de que doy fe.
Diego Cadaval y Belásquez.
Carlos de Samiguel.
Ante mí, José Pérez, notario nombrado. [rúbricas].
Ilustrísimo señor.
El señor bachiller don Carlos Samiguel, cura por su majestad del partido de
Pungarabato [Pungaravato], puesto a los pies de vuestra señoría ilustrísima,
dice que habiéndole mandado su superior decreto con carta inserta de los
señores presidente y oidores de la real audiencia gobernadora de la ciudad
de México para que diese razón de los pueblos, villas y lugares que se hallan
en su curato, a qué real audiencia están sujetos; los que pagan tributo, en
qué caja los enteran los alcaldes mayores.
194
Lo que se sabe es que los cuatro pueblos de que se compone este curato
que son el de Pungarabato [Pungaravato], Coyuca, Tlapehuala y
Tanguanguato [Tanganhuato], todos están sujetos a la real audiencia de
México. Pagan tributo y su entero según le tienen dada razón los alcaldes
mayores en las cajas reales de dicha ciudad, las cuales pertenecen a la real
corona. Es lo único de que puede dar razón a lo mandado por su señoría
ilustrísima.
Nuestro Señor guarde la importante vida de vuestra señoría ilustrísima los
años de mi deseo. Pungarabato [Pungaravato] y junio 1 de 1760. Ilustrísimo
señor, mi señor. Besa los pies de vuestra señoría ilustrísima su más indigno
capellán que le venera.
Carlos de Samiguel. [Rúbrica]. 128
19. Descripciones de poblados que se ubicaran a una distancia de más de
cuatro leguas de la sede parroquial de cada pueblo en 1765.
También dentro del contexto de las reformas borbónicas en la Nueva España
(1700-1808), las descripciones, fueron solicitadas por Real Cédula de 18 de octubre
de 1764 al Virrey de la Nueva España, quien la remitió al Obispo de la Catedral de
Valladolid, Provincia y Obispado de Michoacán, Doctor don Pedro Anselmo
Sánchez de Tagle. En dicho documento, el monarca español Carlos III, se decía
preocupado porque era de su conocimiento que muchos pueblos se encontraban
alejados de sus curatos, 10,12, 14 o más leguas, lo que impedía que sus súbditos
asistieran a misa y recibieran la extremaunción si enfermaban gravemente. Con el
fin de proveer una mejor asistencia en estos rubros, el Rey ordenó se nombrara
sacerdote secular o regular en cada uno de los pueblos que se ubicaran a una
distancia de más de cuatro leguas de la cabecera eclesiástica. Como ya se ha dicho,
en realidad, la pretensión era aumentar los ingresos del Real Erario; de la Corona
Española.
Las descripciones que los eclesiásticos debían realizar, es decir, la información que
debían de recabar, se basaba en el siguiente cuestionario: a) Informe de los pueblos
que atendía cada curato (cabecera parroquial); b) El número de feligreses; c)
Nombre de los pueblos que se ubicaran a una distancia de más de cuatro leguas de
la cabecera parroquial y distancia de ellos entre sí; d) Nombre de los pueblos que
128 Ob. Cit. Mazín, Gómez Oscar. El Gran Michoacán. El Colegio de Michoacán. Gobierno del Estado de Michoacán, (1986), Págs. 176,177 y 178.
195
carecieran de vicarios; e) Nombre de los pueblos en donde fuera posible el envío
inmediato de uno; f) Salario que se les asignaría (clero secular); g) Salario del
párroco o de sus auxiliares a cuyo cargo estaba el curato y otros estipendios para
su manutención; h) Ingresos por obtenciones parroquiales, de estos se pedían que
fueran detallados con toda claridad, con el fin de saber qué parroquias podían pagar
con sus propios recursos a los nuevos vicarios o tenientes auxiliares que se
nombraran; i) Información sobre si las iglesias tenían sacristías; j) Inventario de los
ornamentos sagrados, y, k) Que la descripción del pueblo o sede parroquial,
fuera acompañada de plano o mapa.
La información se solicitó mediante derroteros, correspondiendo a los pueblos de la
Tierra Caliente, el segundo derrotero integrado de la siguiente manera:
Tziritzíquaro, Maravatío, Yrimbo, Tlalpuxagua, Taximoroa, Tuspán, Tzitácuaro,
Tusantla, Purungueo, Cutzamala, Axuchitlan [Ajuchitlán], Pungarabato
[Pungaravato], Zirándaro, Cutzio [Cutzio-Huetamo], Carácuaro, Turicato,
Tacámbaro, Curucupaseo, San Francisco Etúcuaro y de allí a Valladolid.
La información disponible, permite corroborar que la secuencia del segundo
derrotero, fue prácticamente cumplido al pie de la letra, los acuses de recepción así
lo indican; no obstante, sea porque la información solicitada no se cumplimentó; sea
porque los informes se encuentran extraviados; sea porque se perdieron
irremediablemente, el caso es, que de la región calentana, sólo se encuentra
disponible o localizable, el del antiguo Cutzio-Huetamo, que contiene una invaluable
información etnográfica, demográfica y económica, además de un espléndido mapa
del sitio, que de algún modo permite inferir el estado que guardaban los pueblos de
la Tierra Caliente en 1776. Los informes relativos a Cutzamala, Axuchitlan
(Ajuchitlán), Pungarabato (Pungaravato) y Tzirándaro (Zirándaro), no se encuentran
localizables o disponibles, lo que es una verdadera lástima por la información que
pudieran aportar. No obstante, existe un mapa colonial de Pungaravato de 1765,
impreso y cuya paleografía se hace en el presente trabajo.
De cualquier manera, hay evidencia de que los requerimientos de información de la
Real Cédula de octubre de 1764 fueron solicitados a los curas parroquiales, como
se muestra a continuación.
Cuzamala [Cutzamala], 15 de mayo de 1765.
El bachiller don Pedro Cupatan Camela, teniente de cura y juez eclesiástico
sustituto, recibí el anterior despacho que antecede, y visto su contenido, debía
196
mandar y mandé se saque la copia luego, para el debido cumplimiento de la
gravedad del contenido, y pasa luego según su derrotero para el pueblo de
Axuchitlan [Ajuchitlán], hoy día 17 de dicho mes de mayo, a las cinco de la tarde,
y para que conste lo firmé. Bachiller Pedro Cupatan Camela (rúbrica).
Axuchitlan [Ajuchitlán], mayo 18 de 1765.
El bachiller don Joseph Antonio Domínguez, cura propio de este partido, recibió el
anterior despacho que antecede y en su visita mandó sacar copia del a la letra para
su cumplimiento y que pase hoy día 20 a donde corresponde, según el derrotero
determina, y firmó. Bachiller Joseph Antonio Domínguez. - Ante mí Vicente de
Arriola, Notario receptor (rúbricas).
Pungarabato [Pungaravato] y mayo 21 de 1765.
Se recibió el presente superior despacho a las tres de la tarde, sacado a la una
como se previene, sale de este curato para el que sigue, hoy 23 del mismo a las
nueve de la mañana, y porque conste lo firmó el señor cura beneficiado y juez
eclesiástico, de que doy fe. Bachiller Juan Joseph de Ortega. Ante mí Joseph
Antonio Ferrer de Nava. Notario receptor (rúbricas).
Ztirandaro [Zirándaro] y mayo 23 de 1765.
Recibí el superior despacho como a las ocho de la noche de dicho día, y sacada de
la copia como se previene, sale obedecido para el que sigue el día veinte y cinco, y
para que conste lo firmé. Bachiller Josep de Orozco (rúbrica).
Cusio [Cutzio-Huetamo].
El día 25 del mes de mayo, se recibió este superior despacho como a las doce del
día, se sacó copia del a la letra para su obedecimiento, y el día 26 como a las diez
del día, se le remitió al partido de Carácuaro, y para que conste lo firmé. Bachiller
Joseph Palomino. Ante mí Josep Ignacio Albarez, Notario receptor (rúbricas).129
Como ya ha quedado asentado y se reitera: existe un mapa de Pungaravato
(Pungarabato) que corresponde al año de 1765, que considero, tiene que ver con la
129 Cusio o Cutzio-Huetamo, es el único informe localizado y disponible. Excepto las precisiónes entre corchetes, la descripción de los despachos recibidos en el derrotero, fueron transcritos de la obra: El Obispado de Michoacán en 1765, de Isabel González Sánchez, editado por el Comité Editorial del Gobierno de Michoacán, (1885). Págs. 111 y 112.
197
ordenanza real de Carlos III, de describir asentamientos ubicados a 10, 12 14 o más
leguas, con la finalidad de dotarlos de cura para que recibieran instrucción religiosa
y que, probablemente, fue elaborado bajo la directriz del Bachiller Juan Joseph de
Ortega, cura de Pungaravato en ese lapso.
Con recursos y la escritura de su época, el mapa describe la situación geográfica
de la jurisdicción eclesiástica de Pungaravato (Pungarabato), orientando su
comprensión mediante la ubicación de los puntos cardinales: oriente, poniente,
norte y sur. Permite inferir también, la dificultad que el cura de Pungaravato, tenía
que enfrentar en esa época para atender los servicios espirituales y eclesiásticos
que los habitantes de esa jurisdicción religiosa demandaban.
A continuación, se muestra el mapa de Pungarabato (Pungaravato), elaborado en
el año de 1765. Mediante su identificación con números, se hace el intento de
transcribir paleográficamente, con el español contemporáneo, pero respetando la
grafía original, los nombres de pueblos, barrios, ranchos y rancherías que en dicho
mapa aparecen y la distancia que éstos guardan entre sí. Las aclaraciones que
estimo convenientes, buscando una mejor comprensión, se hacen entre corchetes.
198
JURISDICCIÓN ECLESÍASTICA DEL CURATO DE PUNGARABATO (PUNGARAVATO) EN 1765
Fuente: Archivo Histórico Manuel Castañeda Ramírez-Casa de Morelos, con identificación peleográfica y numeración propia. 1. Pungarabato [Pungaravato] pueblo; 2. Coyuca pueblo; 3. Tauanuato [Tanganhuato] barrio [barrio de Pungaravato]; 4. Tlapeuala [Tlapehuala] pueblo; 5. San Gerónimo barrio de Tlapeuala [Tlapehuala]; 6. Río de Pungarabato [Pungaravato]; 7. Río grande de las Balsas; 8. Río de San Juan; 9. Sta. Rosa rancho; 10. Rancho Ynchamaqua [San Juan Chámacua]; 11. Puerto rancherías; 12. Rancho Sta. Cruz [Santa Cruz de Villagómez]; 13. Estancia de San Juan; 14. Rosario rancho; 15. Chacamero [Juntas de Chacámero] rancho; 16. Rancherías Taretaro [Tarétaro]; 17. Pantzira hacienda; 18. Sto. Domingo ranchos; 19. Limones rancho; 20. Zaiba [Ceiba] rancherías; 21. Taximos [¿Tarimos?] rancho; 22. Sta. Theresa [Teresa] Hacienda; 23. Annonas Hacienda [Las Anonas]; 24. Naranxo [El Naranjo] rancherías ; 25.San Vicente Hacienda; 26. Río del Oro; 27. Quaulote [¿Cuajilote?] rancho ; 28. Buena Vista Hacienda; 29. Parantzio [Parancio] Hacienda; 30. Patambo Hacienda; 31. Hacienda Monte Grande; 32. Río de las Garzas; 33. Río del Potrerillo.
199
1. Pungarabato [Pungaravato] pueblo. De Pungarabato [Pungaravato] dista =
Tauanuato [Tanganhuato] 3 || leg. = [leguas] Tlapeuala [Tlapehuala] 6 ||
[leguas] [De] San Gerónimo [Jerónimo] 6 || y media || [leguas] de Coyuca
dista 1 leg. = [legua] del Quaulote [¿Quajilote?] 4 . = [leguas] De Patambo 8
leg. = [leguas] de Parantzio [Parancio] 8 leg. = [leguas] Del Monte Grande 7
leg. De las Annonas 8 leg. = [leguas] De San Visente [Vicente] 9 [leguas] de
la Zaiba [Ceiba] 8 [leguas] de Santa Theresa 7 leg. = [leguas] De Sto.
Domingo 4 leg. [leguas] Del Naranxo [Naranjo] 8 leg. = [leguas] Del Rosario
4 leg. = [leguas] De Taretaro [Tarétaro] 5 leg. [leguas] De Pantzira 4 leg.
[leguas] Del Puerto 4 leg. [leguas] De la Ynchamaqua [San Juan Chamácua]
4 leg. y media. = de Santa Cruz 3 || leg. [leguas] De la Estancia de San Juan
1 leg. Todo esto se entiende contando desde Pungarabato [Pungaravato].
2. Pueblo Coyuca. La actual Coyuca de Catalán, que para 1765, no era curato
independiente y dependía eclesiásticamente de Pungarabato (Pungaravato).
3. Tauanuato [Tanganhuato] barrio. En aquel entonces, se le identificaba
como barrio de Pungarabato (Pungaravato).
4. Tlapeuala [Tlapehuala] pueblo. Hoy municipio independiente. Para 1765,
dependía eclesiásticamente de Pungaravato.
5. San Gerónimo (Jerónimo) barrio de Tlapeuala [Tlapehuala]. Poblado
ancestral que en la actualidad prácticamente se encuentra integrado con
Tlapehuala.
6. Río de Pungarabato [Pungaravato]. El mapa prueba claramente, que
durante la época colonial, al río, se le identificaba con el poblado de
Pungaravato y no con el de Cutzamala como en la actualidad se le denomina.
7. Río grande de las Balsas. La denominación persiste hasta nuestros días,
pero en el habla cotidiana se omite pronunciar “de las “.
8. Río de San Juan. Tributario del Río grande de las Balsas.
9. Santa Rosa rancho. Ignoro a qué poblado pueda pertenecer en la
actualidad.
10. Rancho Ynchamaqua. Por la ubicación geográfica, me inclino pensar, que
es el actual San Juan Chamacua, Municipio de Coyuca de Catalán, ubicado
en las orillas de lo que en 1765 era el Río de San Juan, y en la actualidad se
le denomina como Río Amuco.
11. Puerto Rancherías.
12. Rancho Sta. Cruz. Poblado denominado en la actualidad como Santa Cruz
de Villagómez, perteneciente al Municipio de San Lucas, Michoacán.
13. Estancia de San Juan. Ubicada en la rivera contraria del Río Pungaravato
(hoy río Cutzamala); sin duda se ubica rumbo a San Lucas, y no puedo
precisar a qué localidad corresponde en la actualidad. No se señala si la
estancia era de ganado mayor o menor.
14. Rosario rancho.
15. Chacamero rancho.
200
16. Rancherías Taretaro. Localidad perteneciente al Municipio de Coyuca de
Catalán.
17. Pantzira Hacienda.
18. Sto. Domingo ranchos.
19. Limones rancho.
20. Zaiba [ceiba] rancherías.
21. Taximos [¿Tarimos?] rancho.
22. Sta. Theresa Hacienda. Localidad perteneciente al Municipio de Coyuca de
Catalán.
23. Annonas [Las Anonas] Hacienda. Localidad perteneciente al Municipio de
Coyuca de Catalán.
24. Naranxo [El Naranjo] rancherías. Localidad perteneciente al Municipio de
Coyuca de Catalán.
25. San Vicente Hacienda.
26. Río del Oro.
27. Quaulote [¿El Cuajilote?] rancho. Muy probablemente, se trata de la
localidad perteneciente al Municipio de Ajuchitlán del Progreso.
28. Buena Vista Hacienda.
29. Parantzio [Parancio] Hacienda. Localidad perteneciente al Municipio de
Coyuca de Catalán.
30. Patambo Hacienda. Localidad ubicada en el Municipio de Coyuca de
Catalán.
31. Monte Grande Hacienda.
32. Río de las Garzas.
33. Río del Potrerillo.
De manera general, el mapa describe la jurisdicción eclesiástica del pueblo de San
Juan Bautista Pungaravato (Pungarabato, hoy en día), con sus sujetos
eclesiásticos, en el cual, se pueden distinguir no obstante de que no se nombran,
sus cerros: Pungaravato y Chuperio, así como un pequeño lomerío que en su
tiempo se conocía como Loma de las Gallinas. Se observa también, la primitiva
iglesia con techumbre de madera y probablemente de paja. Geográficamente, se
muestra al pueblo en medio de sus dos ríos: el de Pungaravato (hoy Cutzamala) y
el Río grande de las Balsas. Llama la atención que para 1765, no aparezca en el
mapa la importante Hacienda de Talistaca. Es probable que haya cambiado de
nombre.
201
20. La Leyenda del enterramiento del “báculo”, del Padre Moya.
El presente punto se desarrolla en este apartado, porque considero, es en esta
época o lapso (1770) en que se construye la que fuera la “Cruz de Mayo”, del viejo
pueblo de San Juan Bautista Pungaravato. En la etnografía de los
Pungaravatenses-Altamiranenses hay una hermosa y conmovedora leyenda y
tradición transmitida oralmente de generación en generación: “que el Venerable
Fray Juan Bautista Moya, para proteger a los indios de Pungaravato de las
inundaciones de los ríos que lo rodean (el grande, hoy Río de las Balsas; y el que
en la época de la colonia se asociaba con el poblado de Pungaravato, (hoy Río
Cutzamala), encomendando el poblado al Todo Poderoso, enterró, en el atrio de la
hoy Catedral de Ciudad Altamirano su báculo”.
Es verdad que no se dispone de documento alguno para probar la historicidad de
un acto de tanta bondad; no obstante, los de Pungaravato, desde siglos, han
guardado en su memoria y cultura colectiva, la leyenda del “enterramiento del
báculo”.
También por transmisión oral, los de Pungaravato (hoy Altamiranenses-
Pungaravatenses), identifican, que ese “báculo”, “se encuentra “enterrado” en lo que
fuera una antigua Cruz de Mayo”, ubicada en el atrio de la iglesia-catedral,
intervenida para “remodelarla”, haciendo notar ostentosamente la obra por parte de
sus autores; seguramente, realizada con la mejor de las intenciones, pero no
carente de cierta incuria. Quizá con apoyo de especialistas, se pudo haber hecho
una restauración que conservara su esencia colonial.
Lo interesante es, que si nos atenemos a la placa de cantera, que es la única parte
viva de dicho monumento colonial, en ella se indica, que dicha “Cruz de Mayo”, fue
acabada en 1770, seguramente, construida a instancias del señor cura Bachiller
Juan Joseph de Ortega, quien, el 21 de mayo de 1765, según el derrotero seguido,
transcrito anteriormente en el punto que antecede, se prueba con el acuse de
recepción de la orden de Descripciones emitida por el Rey de España en 1764, que
dicho cura secular, en ese entonces, ya se encontraba en Pungaravato. Asumiendo
grafía moderna, en la mencionada placa de cantera se lee lo siguiente:
El Sr. Cura Don Juan Joseph de Ortega, Mandó hacer esta obra en el año de 1770.
202
Originalmente, la “Cruz de Mayo”, acabada en 1770, tenía el siguiente aspecto, que
se puede delinear, dada la pobre tecnología fotográfica de mediados del siglo
pasado.
Fuente: tomado de Arturo Villela Hernández, en su obra: Ciudad Altamirano (1962), Pág. 80.
En la siguiente fotografía, se muestra el aspecto primitivo de la ahora Catedral de
Ciudad Altamirano, consagrada bajo la advocación de Juan el Bautista, juntamente
con la “Cruz de Mayo”.
Fuente: tomado de Arturo Villela Hernández, en su obra: Ciudad Altamirano (1962), Pág. 80.
203
Otro aspecto de la primitiva iglesia de San Juan Bautista Pungaravato, se muestra
a continuación, siendo probable que el agregado o ribete, se refiera al año en que
fue instalado su reloj; esto, en junio de 1945. También se observa, lo que fuera, la
primitiva cruz de mayo y el inicio de la construcción de sus torres.
Fuente: Cortesía del Lic. Víctor Manuel Arias Castillo.
Fuente: Cortesía del Lic. Víctor Manuel Arias Castillo.
204
Al lado derecho, al fondo de esta última fotografía, se observa una construcción o
caserón de adobe, que, probablemente, era el primitivo hospital de indios fundado
por el padre Moya, en el siglo XVI.
Cabe destacar, que el canta-autor Pungaravatense, Arturo Villela Hernández, en su
obra ya mencionada, refiere que el 27 de junio de 1903, la primitiva iglesia, sufrió
un incendio, que, aunado a los otros dos a los cuales hace referencia el cronista
agustino Mathías de Escobar, se tendrían documentados tres.
Sobre la leyenda del báculo, es necesario hacer la siguiente precisión nacida de la
tradición oral de los Pungaravatenses-Altamiranenses: el “báculo enterrado”, por el
propio Padre Moya, seguramente con el apoyo de los indios de Pungaravato (entre
1552-1567), atendiendo a la vestimenta de las órdenes mendicantes de aquel
tiempo, era un humilde y tosco bastón alto de madera, utilizado en sus correrías
evangelizadoras; ese “báculo”, no guarda la connotación simbólica del ritual litúrgico
que denota la autoridad pastoral de los obispos. El del Padre Moya, dada su extrema
humildad, era un burdo cayado, un tosco bordón para apoyar su trajinado y
andariego cuerpo en sus labores de evangelización.
Propongo, porque la lógica lo indica, que esta “cruz de mayo”, la construyó el
Bachiller Juan Joseph de Ortega, en el sitio, donde originalmente se encontraba
algún montículo o modesta obra, que indicaba el sitio o lugar del enterramiento del
“báculo” del Padre Moya.
21. Otra información dada por el cura de Pungaravato en agosto de 1765.
Muy probablemente, la información se relaciona con el requerimiento hecho a los
curas seculares que informaran si en su jurisdicción eclesiástica, había pueblos
ubicados a más de cuatro leguas, para que, a la vez, se les pudiera dotar de cura
beneficiado; información solicitada mediante Real Cédula de 18 de octubre de 1764
y que ya abordamos en el punto anterior. La información que el cura de
Pungaravato, el Bachiller Juan Joseph de Ortega, rinde a al Obispo Pedro Anselmo
Sánchez de Tagle, es la siguiente:
205
Ilustrísimo señor.
Con la ocasión de haberme vuelto a cometer el accidente de supresión de orina
que en ocasiones me veo gravemente molestado, me motiva el ocurrir a la
benignidad de vuestra señoría ilustrísima para que me permita su venia para
pasar a la ciudad de México a medicinarme pues con la experiencia de que hace
tres años me dejaron las medicinas casi perfectamente bueno, me veo
precisado a ocurrir al mismo socorro y juntamente con esta ocasión mandar
hacer algunas imágenes y alhajas para el adorno de la iglesia por lo que suplico
a vuestra señoría ilustrísima su licencia, dejando como queda en la
administración de este partido el bachiller don Ignacio Solórzano, de quien tengo
entera satisfacción que cumplirá enteramente con el ministerio, ínterin me
devuelvo a este partido que será luego que me recupere.
Remito a vuestra señoría ilustrísima el mapa de este partido para mejor
inteligencia de él y para el cumplimiento de la cédula y lo nombrado por vuestra
señoría ilustrísima. Soy de sentir que puesto un mininistro en el pueblo de
Poliutla que es y pertenece al curato de Asuchitlan [Ajuchitlán] y dista de la
cabecera siete leguas y el rio Grande de por medio, puede agregársele por un
lado el pueblo de Tlapehuala que es y pertenece a este partido de Pungarabato
[Pungaravato] y dista de esta cabecera seis leguas y en tiempo de aguas son
dobles. Del pueblo de Poliutla en donde puede residir el ministro, tan solamente
dista tres leguas de tierra llana.
Por el otro lado se puede agregar el pueblo de Tecolotlán y la hacienda y
rancherías Cuaulotitlan, que uno y otro pertenecen al curato de Cuzamala
[Cutzamala] y ambos distan de la cabecera siete a ocho leguas y uno y otro
distan del pueblo de Poliutla en donde puede residir el ministro, tan sólo tres
leguas de tierra llana.
Los emolumentos que pueden producir estos pueblos y hacienda por la
experiencia y noticia que tengo, pasan de 500 pesos fuera de la tasación que
es tan suficiente, que sobradamente hay para que se mantenga el ministro
quedándole libres los emolumentos. Este es mi sentir, salvo lo que vuestra
señoría ilustrísima determinare que será lo mejor.
Por lo que hace a los otros pueblos que pertenecen a este partido [eclesiástico],
el uno dista de esta cabecera tres leguas, que es el pueblo o barrio Tahuanhuato
206
[Tanganhuato] y de tierra llana. El otro dista una legua que es el pueblo de
Coyuca. Todos los pueblos generalmente tienen lo necesario para el ministerio
y adornos de sus iglesias, como son ornamentos decentes de todos colores,
cálices varios, custodia y alguna otra plata del servicio de la iglesia y vasos
sagrados, altares decentes, excepto el pueblo de Tecolotlán que como corto, no
tiene más que lo preciso para celebrar.
Por lo que mira a las demás haciendas y rancherías que pertenecen a este
partido, aunque hay la distancia de más de cuatro leguas,130 pero todo es tierra
llana. Sin embargo, vuestra señoría ilustrísima determinará lo más conveniente
a que me sujeto a todo lo que vuestra señoría ilustrísima dispusiere que será
como siempre lo mejor. Apreciaré la salud de vuestra señoría ilustrísima, la que
pido a Dios guarde muchoas [muchos] años como deseo.
Pungarabato [Pungaravato] y agosto 10 de 1765.
Besa la mano de vuestra señoría ilustrísima su afectado súbdito.
Bachiller Juan Joseph de Ortega [Rúbrica].131
22. Ingresos del diezmo en la Diócesis de Michoacán en 1787, pueblos de la
Tierra Caliente.
Los diezmos, eran ingresos que obtenían los clérigos tanto del clero regular
(ordenes mendicantes), como los del clero secular (curas), consistente en la décima
parte de los frutos productivos obtenidos por quienes los generaban en el Obispado
de Michoacán, información económica importante para la Corona Española en sus
reformas borbónicas a la hora de tasar y cobrar contribuciones. Se transcriben los
correspondientes a los pueblos de la Tierra Caliente.
130 Atendiendo a la información del Bachiller Juan Joseph de Ortega, es de suponer, que el territorio eclesiástico de Pungaravato, comprendía más de veinte kilómetros contados desde el pueblo. 131 En el texto transcrito, se respetó la grafía y paleografía, de la Ob. Cit. de Oscar Mazín Gómez, a excepción de los corchetes que son propios, en su obra: El Gran Michoacán. El Colegio de Michoacán. Gobierno del Estado de Michoacán, (1986), Págs. 427 y 428. Al parecer, la propuesta del Padre Juan Joseph de Ortega, no tuvo eco, puesto que Tlapehuala, siguió dependiendo eclesiásticamente de Pungaravato, inclusive hasta nuestros días como parte del Obispado de Ciudad Altamirano, Gro., no obstante que políticamente juntamente con otros pueblos, se dividió de Pungaravato mediante Decreto número 43 el 5 de noviembre de 1947.
207
Tabla 10. Ingresos por diezmo en Obispado de Michoacán en 1787, correspondiente a los pueblos
de la Tierra Caliente.
Población con diezmatorios o colecturías: Diezmos anuales en pesos:
Axuchitlan (Ajuchitlán) 1,015
Cutzamala 1,820
Cutzio y Zirándaro 2,950
Pungarabato (Pungaravato) 1,800
Total: 7, 585
Fuente: elaboración propia, con información de David A. Brading y Oscar Mazín. Editores. El Gran
Michoacán en 1791. Sociedad e ingreso eclesiástico en una Diócesis novohispana. El Colegio de
Michoacán. El Colegio de San Luis, (2009). Pág. 37.
Llama la atención, que en esta información, en relación con los ingresos por diezmo
recaudado, se manejen de manera conjunta en el caso de Cutzio-Huetamo y
Zirándaro.
23. Ingresos parroquiales para 1791.
Con la secularización de las “visitas” y “doctrinas” creadas originalmente por los
evangelizadores mendicantes (Franciscanos y Agustinos), las actividades de los
curas seculares, sujetos a la Mitra del Obispado de Michoacán, fueron tasadas en
aranceles, para fijar el costo de las misas, bautismos, bodas y sueldo normal de
vicarios y ministros. La siguiente tabla, describe los ingresos tasados anualmente
para el personal eclesiástico secular ubicado en los principales pueblos de la Tierra
Caliente.
Tabla 11. Ingresos anuales en pesos y reales de los curatos de la Tierra Caliente.
Curato: Restando sueldo de vicario: (1) ministro (2):
Concepto de ingresos: Ingreso neto:
Ingreso adicional: fábrica espiritual:
Ajuchitlán 500.0 (1) Derechos, Obvenciones parroquiales y tasaciones de los pueblos.
2,685.0 136.0
Cutzamala 400.0 (2) Derechos, Obvenciones parroquiales, inclusive las dotaciones y capellanías que tiene.
1,566.2 165.0 Derechos
de sepulturas e insignias.
208
Cuseo [Cutzio-Huetamo]
800.0 (2) Sueldo de dos
ministros
Obvenciones y derechos parroquiales.
2,137.4 231.3 Derechos
de sepulturas e insignias.
Pungarabato [Pungaravato]
800.0 Sueldo de dos ministros fijos.
Obvenciones y derechos parroquiales.
1,069.0 528.0 Derechos
de sepulturas e insignias.
Zirándaro 400.00 Obvenciones y derechos parroquiales.
1,275.2 170.2 Derechos
de sepulturas e insignias.
Fuente. Elaboración propia, con información de David A. Brading y Oscar Mazín. Editores. El gran
Michoacán en 1791. Sociedad e ingreso eclesiástico en una Diócesis novohispana. El Colegio de
Michoacán-El Colegio de San Luis (2009), Págs. 130, 138, 150 y 172.
24. Ingresos de las cofradías de Pungaravato en 1791.
En un documento denominado: Extracto general de las relaciones que han hecho
los curas de este obispado de Michoacán de todas las cofradías y hermandades de
sus respectivas parroquias, en el cual se refiere su erección, sus fondos propios y
aquellos que sólo tienen la administración, sus cargas o descargas en que se
invierten sus productos, se describe la situación económica y el ingreso de las
cofradías de Pungaravato, aunque también se puede localizar en la obra
consultada, lo relativo a las de Ajuchitlán, Cutzamala y Zirándaro; por cuestiones
que ignoro, no se describe la de Cuseo (Cutzio-Huetamo). Por el enfoque del
trabajo realizado, se transcriben las de Pungaravato, pero se incluyen las de
Coyuca, Tlapehuala y Tanganhuato, pueblos sujetos eclesiásticamente al Curato de
Pungaravato.
PUNGARABATO [PUNGARAVATO] [17]
En este curato hay catorce cofradías y tres hermandades. La cofradía del
Divinísimo se erigió con autoridad del ilustrísimo señor doctor don Francisco
Matos Coronado en el año de 1743. Sus fondos consisten en 1620 pesos que
parece están redituando y con cuyos productos se costean anualmente la
función de jueves santo; purificación de Nuestra Señora de misa cantada y
procesión doce rezadas, una por cada cofrade de los que mueren, cera y
aceite para la lámpara en un aniversario y cantores, cuyo capital, como propio
de este destino piadoso, se saca a la clase de su especie 1,620
209
La de San Nicolás Tolentino, aprobada el año de 1655 por el ilustrísimo señor
don Fray Marcos Ramírez de Prado, tiene por fondos propios 4874 pesos.
Los productos anuales se invierten en 24 misas cantadas, 2 funciones
solemnes; misa por cada uno de los cofrades que fallece, un aniversario por
los difuntos; otra en uno de los días de la octava de Corpus, en costos de
cera y pensión del colegio seminario 4,874
La de Santa Bárbara, aprobada el año de 1732 por el ilustrísimo señor doctor
don Juan José escalona y Calatayud, tiene 206 cabezas de ganado de todas
clases y 31 de bestias caballares que, regulados éstos a 2 pesos, 4 reales y
aquéllas a 4, hacen el capital de 901 pesos, 4 reales que se consideran por
bienes propios de esta cofradía. Sus productos se invierten en 21 misas,
función titular, un aniversario, misa por cada cofrade difunto y en pensión de
las tierras en que pastan los ganados, con otros gastos de la cofradía 901.4
La de Jesús Nazareno, aprobada en el año de 1742 por el ilustrísimo señor
doctor don Francisco Pablo Matos Coronado tiene por fondos, que se
consideran propios, 6993 pesos. Sus réditos se invierten en misa, procesión
del martes santo; 12 anuales en las que se aplican por los cofrades que
fallecen; aniversario, costos de cera y otros que se hacen como propios de
esta cofradía 6,993
La de San Juan tiene nombre de tal, pero no hay evidencia alguna de su
formal erección. Sus fondos propios consisten en 556 cabezas de ganado y
31 bestias caballares que, reguladas a 2 pesos, 4 reales éstos y a 4 pesos
aquéllas, parecen componer el capital de 901 pesos. Estos productos se
invierten en la función anual del santo titular de vísperas, misa y sermón y en
otra la octava de corpus; en pagar la renta de las tierras en que pastan los
ganados, real derecho de alcabala, costos de cera y otros de la misma
cofradía 901
La de Santa Lucía no consta erecta con autoridad del ordinario. Sus fondos
propios consisten en 59 cabezas de ganado, chico y grande, y en 5 bestias
caballares, que, regulados éstos a 5 pesos y aquéllas a 4, compone el capital
de 361 pesos. Los productos se invierten en la función titular; dos misas de
festividades y otra en la octava de Corpus; en gastos de cera y demás que
por costumbre tiene la cofradía 361
210
La de Ánimas, que tampoco consta aprobada por el ordinario, tiene de fondos
propios 453 cabezas de ganado de todas edades y 17 bestias caballares que,
reguladas aquéllas a 4 pesos y éstas a 2 pesos, 4 reales, componen el
principal de 1854 pesos, 4 reales. El producto anual se invierte en 12 misas,
una cada mes; y en las que se dicen por los cofrades que fallecen; en cera,
alcabala, tributo de vaqueros, renta de tierras, herramientas y otros
acostumbrados 1,854.4
La de Jesús del pueblo de Tlapehuala, que igualmente carece de aprobación
ordinaria, tiene por fondos 555 reses de fierro arriba y 26 bestias caballares
[que], reguladas éstas a 2 pesos, 4 reales y aquellas a 4 pesos, hacen el
principal de 2337 que se consideran por propios bienes de esta cofradía y
cuyos productos se invierten anualmente en la función titular; 12 misas
mensuales, gastos de cera, tributo de vaqueros, renta de tierras y otros que
se mencionan 2337
La de Ánimas en dicho pueblo de Tlapehuala carece igualmente de
aprobación ordinaria. Sus fondos propios consisten en 71 cabezas de ganado
de fierro arriba y 36 bestias caballares; y reguladas éstas a 2 pesos, 4 reales
y 4 pesos aquéllas, componen el capital de 374 pesos. Sus productos se
invierten en un aniversario, una misa cantada, cera, tributo de vaqueros y
otros gastos 374
La de Santiago del pueblo de Tanganhuato, que carece de aprobación del
ordinario, tiene por fondos propios 106 cabezas de ganado de fierro arriba y
2 bestias caballares cuyo monto, reguladas éstas a 2 pesos y aquellas a 4
pesos, es el de 434 pesos. Estos productos se invierten en costos de la
función titular, 8 misas que llaman de sábado, cera, organista; en una de las
pozas del día de Corpus, renta de tierras, alcabala, tributo de los vaqueros y
otros acostumbrados 434
La del hospital de Pungarabato [Pungaravato], primitiva de las fundadas por
el ilustrísimo señor Quiroga, tiene de capital 104 cabezas de ganado de fierro
arriba y cinco bestias caballares, las que reguladas a 3 pesos y aquéllas a 4,
hacen el todo de 431 pesos que se consideran por fondos propios de estas
cofradías. Los productos que anualmente rinden se invierten en la función de
la concepción; 16 misas de sábado, 3 de aguinaldos; 3 en otras tantas
festividades de nuestra Señora, en el aniversario de finados; costa de uno de
los días de la octava de corpus en las que se aplican por las almas de los
211
indios que fallecen; en vino para celebrar, misas en el discurso del año, cera,
pensión del seminario, tributo de los vaqueros, tasación del cura y con otros
gastos que por costumbre tienen los indios 431
La del hospital del pueblo de Coyuca de igual erección a la antecedente.
Tiene 535 cabezas de ganado mayor de fierro arriba y tres bestias caballares
cuyo monto, reguladas éstas a 2 pesos, 4 reales y a 4 pesos aquéllas,
ascienden a 2 262 pesos que se consideran por bienes propios de esta
cofradía: los productos que anualmente rinde se invierten en diez misas de
festividades; 16 de sábado en las que se aplican por los indios que fallecen,
aniversario anual y demás gastos de la cofradía 2,262
La del hospital de Tlapehuala, de la propia erección que las dos
antecedentes, tiene 71 cabezas de ganado de fierro arriba y 36 bestias
caballares que, reguladas éstas a 2 pesos, 4 reales y aquéllas a 4 pesos,
hacen el fondo de 374 pesos que se considera propio de la cofradía. Los
productos anuales se invierten en una misa cantada, un aniversario, cera,
renta de tierras, alcabala, tributo de vaqueros y otros gastos 374
La del pueblo de Tanganhuato, de la misma erección, tiene de fondo 139
cabezas de ganado de fierro arriba y 11 caballos de la misma clase cuyos
583 pesos de su valor, éstos a 20 reales y a 4 pesos aquéllas, consideran
por propios de la cofradía. Sus productos se invierten en la función anual de
Concepción de Nuestra Señora, 2 aniversarios, 16 misas de sábado y tres
festividades; en cera, renta de tierras en que agostan los ganados y otros
gastos acostumbrados 583
La hermandad de Nuestra Señora del Rosario, establecida sin autoridad
alguna a devoción de los niños de doctrina de Pungarabato [Pungaravato], a
expensas de su personal trabajó el año de 1758, tiene 89 cabezas de ganado
y un caballo regulado en 5 pesos y aquéllas a 4; hacen el fondo de 361 pesos
que se consideran por propio, cuyos productos se invierten en renta de las
tierras que ocupan los ganados, alcabala de lo que se vende, tributo de
vaqueros y en la función anual del Santísimo Rosario 361
La que con la misma advocación también hay en el pueblo de Coyuca, sujeta
al antecedente, en que no intervino autoridad alguna a su erección y se dice
tuvo principio el año de 1751; tiene 134 cabezas de ganado de fierro arriba y
212
ocho caballos [que], regulados éstos a 5 pesos y a 4 pesos aquéllas
ascienden a 576 pesos que se consideran por propios de esta hermandad.
Sus productos se invierten en la función anual, 12 misas cantadas; otra en la
octava de Corpus, cera, tributo de vaqueros, renta de tierras y otros gastos
acostumbrados 576
La última hermandad, con advocación de Nuestra Señora de Guadalupe del
pueblo de Coyuca, establecida sin autoridad alguna el año de 1777 a solicitud
de Antonio Nicolás y otros fieles indios, tiene 47 cabezas de ganado de fierro
arriba que, reguladas a 4 pesos, hacen el fondo de 188 pesos que se
considera propio de este destino piadoso. Sus productos se invierten en la
función anual de la Santísima Señora, cera, cohetes y otros gastos
188 132
Con la finalidad de denotar el capital movido por las cofradías y hermandades de
los curatos ubicados en los principales pueblos de la Tierra Caliente en 1791, a
continuación, se hace la siguiente contrastación.
Tabla 12. Capital movido por cofradías y hermandades en los principales curatos de la Tierra Caliente
en 1791.
Curato: Cofradía: Capital: Hermandad: Capital: Total: curato:
Ajuchitlán. Jesús Nazareno. 4 500
Nuestra Señora de los Dolores.
1 500 Del Santísimo Sacramento.
2 152
Benditas Ánimas del Purgatorio.
2 880
San Miguel Totolapan, agregado de Ajuchitlán.
De Ánimas 3 430
Pueblo de Poliutla
Nuestra Señora del Carmen. Jesús Nazareno. Nuestra Señora de los Dolores. Nuestra Señora de Guadalupe.
3 512
17 974
132 A excepción de los corchetes sobre [Pungaravato] y comas en las cantidades, en la transcripción, se respetó la paleografía y grafía, utilizada por David A. Brading y Oscar Mazín, Editores, en la Ob.Cit., El Gran Michoacán en 1791. Sociedad e Ingreso Eclesiástico en una Diócesis novohispana. El Colegio de Michoacán. El Colegio de San Luis, Págs. 252 a 256.
213
Cutzamala La del Santísimo 6 020
La de Ánimas 8 000
Limpia Concepción (hospital). Hospital de Tlalchapa.
2 500 1 200
17 720
Pungaravato El Divinísimo 1 620 Nuestra Señora del Rosario.
361
San Nicolás Tolentino
4 874
Santa Bárbara 901.4
Jesús Nazareno 6 993
La de San Juan 901
La de Santa Lucía 361
La de Ánimas. 1 854.4
Hospital de Pungarabato.
431
La de Jesús (Tlapehuala).
2 337
La de ánimas (Tlapehuala).
374
Hospital de Tlapehuala.
374
La de Santiago (Tanganhuato).
434
Hospital de Tanganhuato.
583
Hospital de Coyuca
2 262 Nuestra Señora del Rosario.
576
Nuestra Señora de Guadalupe.
188
25 424.8
Zirándaro San Nicolás 1 655.4 Santísimo Sacramento. 3 086.4
Santo Entierro de Cristo
2 106.2 San Joseph. 421.7
Nuestra Señora de Guadalupe.
1 510
De Ánimas. 2 620
Hospital de Zirándaro.
127
Hospital de San Agustín Guimeo (se indica que carece de fondos)
Hospital de Santiago.
368
214
Hospital del pueblo de San Gerónimo.
4 987 Hermandad de San Gerónimo.
408
17 289.7
Fuente: elaboración propia, con información de David A. Brading y Oscar Mazín, Editores. El Gran
Michoacán en 1791, El colegio de Michoacán. El Colegio de San Luis, 2009, Págs. 229, 230, 246,
247, 248, 252, 253, 254, 255, 256, 268 y 269.
En la referida obra de Brading y Oscar Mazín, no encontré información relativa a
Cutzio-Huetamo; por lo mismo, salvo información que sobrevenga, de la transcrita,
se observa con suma claridad, que en 1791, Pungaravato por sí mismo, manejaba
un capital de trabajo de 18 296 pesos y 8 reales; juntamente con sus iglesias
sufragantes de Tlapehuala, 3, 085, Tanganhuato, 1, 017 y Coyuca, 3, 026, su capital
ascendía a 25, 424 pesos y 8 reales, cifra nada despreciable si se considera la
época, y es un capital superior al manejado por Ajuchitlán, 17, 974 pesos,
Cutzamala, 17, 720 pesos y Zirándaro, 17, 289 pesos y 7 reales.
Es de señalarse, que la acendrada devoción que los calentanos tienen hacia la
Inmaculada Concepción (La Virgen de San Lucas), puede deberse a que en la
fundación primitiva de los hospitales de la Tierra Caliente creados siguiendo el
esquema ideado por Don Vasco de Quiroga (al igual que en todo Michoacán), la
advocación, correspondía a alguna que identificara a la Virgen María; por lo mismo,
no resulta extraña, la arraigada veneración que los Calentanos profesan a la
Inmaculada Concepción de San Lucas, Michoacán: “Madre de los Calentanos”.
25 La situación demográfica de los pueblos de la Tierra Caliente en 1792.
Para las autoridades coloniales, dadas las epidemias y muerte prematura de
indígenas, españoles y castas, era de suma importancia conocer el número de
tributarios que podían contribuir a la Corona Española; se trataba de una cuestión
de ingresos para financiar los gastos por préstamos y guerras. En un documento
localizable en el Archivo General de la Nación, bajo el rubro: AGN, Historia, vol. 72,
ff. 46-62, se encuentra información relativa a la situación demográfica del Obispado
de Michoacán. Contrastando el número de pobladores entre 1700 y 1792, a
continuación, se transcribe la relativa a los pueblos de la Tierra Caliente.
215
Tabla 13. Situación demográfica de los pueblos de la Tierra Caliente en 1700 y 1792.
Pueblos: Año 1700 y pobladores: Año 1792 y pobladores:
Huetamo 130 308
Cuetzeo o Cuseo (Cutzio) 5 768
Purechucho 49 169
San Lucas 51 99
Pungaravato 130 353
Coyuca 115 564
Tanganguato (Tanganhuato) 20 78
Tlapehuala (Acatzécuaro) 178 294
Sirándaro (Zirándaro) 353 598
Huimeo (Guayameo) 26 34
Santiago 74 97
San Gerónimo (Jerónimo) 62 78
Total: 1 193 3 440
Fuente: elaboración propia, con datos de Ob. Cit. Reyes, García Cayetano y Álvaro Ochoa Serrano. Editores. Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, (2004), Pág. 78.
Nótese lo siguiente: si consideramos cualquier número de la población actual de
cualquier pueblo de la Tierra Caliente, es posible imaginar, que en 1792, sólo
existían 3, 440 almas en toda la región calentana.
25. Pungaravato, en la jurisdicción de San Juan Huetamo en 1796.
Los datos manejados en el presente apartado derivan del informe que se
encomendó al funcionario Real Joseph Antonio Calderón. Al igual que de otros
pueblos de la Tierra Caliente, el documento ubicado en el AGN, Historia, vol. 73, ff.
142-168, contiene una gran información etnográfica sobre la jurisdicción eclesiástica
de Pungaravato. A continuación, considerando el texto y paleografía de Cayetano
Reyes García y Álvaro Ochoa Serrano, en su obra Resplandor de la Tierra Caliente
Michoacana, se transcribe la correspondiente a San Juan Bautista Pungaravato.
Pueblo de San Juan Bautista Pungarabato [Pungaravato], lengua tarasca que
quiere decir cerro de plumas es cabecera de curato y se haya situado en un
llano grande a la orilla opuesta de un río que llaman de Isizapinda o río
Chiquito que a un cuarto de legua se junta con el río grande de las Balsas.
Dista del anterior [de San Juan Huetamo] 10 leguas al oriente y se han
empadronado ½ tributarios indios en 171 enteros y 87 medios a más de 62
reservados de ambos sexos que para su gobierno económico y recaudación
de reales tributos celebran elección de gobernador [indígena], dos alcaldes,
216
dos regidores, un alguacil mayor, dos topiles133 o catápes y escribano de la
república.
Todos son labradores que siembran maíz y algodón también en los parajes
respectivos a su pueblo que les parecen mejores porque tampoco tienen
señaladas de repartimiento. Algunos cultivan huertas a las orillas de los dos
ríos donde cogen sandía, melones, calabazas, chile verde y cebollas. Otros
se dedican a la pesca que ambos ríos proporcionan abundantemente de
bagre y camarón, con escasez [de] robalo frescal (sic), y a principios de
aguas mucha trucha y cuando cogen venden dentro del pueblo y otros sirven
de vaqueros en las haciendas de las cercanías y en las estancias de las
cofradías; y con estos arbitrios viven desahogadamente y, sin duda, tendrían
sobrantes a no ser borrachos de charape134.
Sin documento de erección y con fondo de 70 reses y cinco bestias caballares
hay hospital o cofradía de la Purísima Concepción; nombran prioste,
mayordomo, fiscal, escribano, ventonera, cazundapario o sahumadora, dos
candelparis que llevan la velas y cuatro gurichuparis135 que cargan la imagen.
Celebran función de iglesia en día de la Purísima dando al cura 9 pesos 4
reales en dinero, 9 mantas de a 2 pesos, 9 servilletas de a real o 9 reales,
una toalla o cuatro reales, 12 reales de pan, fruta, conserva, dos
matunduatarecho y matu[n]duacuzca que son dos guajolotes hembra y
macho [¿Después derivó sólo en tundo o tunda?], y un cuarto de carne de
res y separadamente se le trae comida, y ponen en el altar doce velas de
cera de castilla de a cuatro en libra. Convidan en aquel día a todos los
naturales con atole y comida en que gastan dos reses del fondo, una carga
de maíz, cuatro pesos de panocha, tres de pan y dos de chile, etc., pero no
hay charape. Pagan también el estipendio de 2 pesos por cada diez misas
de las festividades de nuestra Señora, diez y seis pesos por las de los 16
sábados que tocan de tasación a este pueblo y 2 pesos de estipendio y cuatro
reales de cera por la que también se celebra siempre que muere india o indio
de edad tributaria. El día de Jueves Santo dan calzones y cotón de manta y
zapatos a los que hacen de apóstoles y disponen para ellos una regulada
comida de doce distintos platillos para cada uno en que gastan 24 pesos y
133 Seguramente, el Funcionario Real Joseph Antonio Calderón, se encontraba más familiarizado con la terminología náhuatl, lengua, por cierto, usada en algunos pueblos de Michoacán. Topil, significa una especie de oficial de justicia; literal: topilli, significa Bastón (de mando), vara. Algo similar en phorhé, sería: Jurámuti, achatí, tsrikuarhikua kamaca, tarhépini. 134 Charape, probablemente, sea una corrupción del término phurhé, charapi, que era una bebida fermentada de piña y panela. 135 Probablemente, deriva del término phurhé, terúnchpire, que se entiende como cargo oficial; cargo oficial de cargador.
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tejen las mantas necesarias entre todas las mujeres del pueblo. El día de
Corpus dan al cura dos pesos, estipendio de la misa, y tres libras de cera de
Castilla para el altar y en todo el año diez pesos para el vino de las misas y
seis fanegas de maíz que llaman de pindecua. 136 Aunque estos gastos son
bastante crecidos no sufre ningún desembolso el prioste [mayordomo de la
cofradía o hermandad] ni los otros empleados respecto a que para ellos da
cada tributario un real. Siembran una carga de maíz, una, dos o tres
arrobas137 de semilla e algodón; trabajan dos semaneros con sus mujeres
aquéllos destinando lo que ganan de alquilados a favor de los productos de
la cofradía y éstas en hilar; y si no alcanza cuanto rinden estos arbitrios para
cubrir los indicados costos y los que se erogan en curar y mantener a los
enfermos forasteros se valen de las reses de la cofradía y venden las
precisas para verificar el total entero y, por consiguiente, así por esto como
porque dan anualmente cinco reses al cura va siempre en disminución el
fondo.
Para la función titular, para la de Santa Bárbara, San Nicolás Tolentino y
Nuestra Señora del Rosario nombran mayordomo que corre con los gastos
respectivos a ellas, y como son cofradías con fondo se da puntual noticia de
todas en informe radical que está señalado. Celebran el día de Nuestra
Señora de Guadalupe nombrando prioste, mayordomo, fiscal despensero y
escribano. Dan al cura 8 pesos y ponen en el altar tres libras de cera de
Castilla y convidan con comida a todos los naturales con igual gasto que el
que erogan para este caso en el hospital. Forman un árbol de fuego [castillo
de luces y cohetes] y tiran dos o tres gruesas de voladores [cohetes de varilla]
y cuanto gastan importa 90 pesos que enteran entre el prioste y mayordomo
ayudados de dos o tres pesos que da cada uno de los otros tres empleados.
En el puerto nombrado Santa María, tierra de este pueblo, donde comienza
su lindero, entre oriente y sur, está comprendido el barrio de Santiago
Taguanguato [Tanganhuato], y volteando para el norte se va a un cerro
llamado Chacámero138 que quiere decir nasa o trampa hecha de estacas y
136 Reconociendo que no soy experto ni conocedor de la lengua phurhé, es probable, que pindecua derive de pirani, relativo a maíz nuevo, recién nacido o cosechado. Hay otra versión que se aborda más adelante, relativa a las cofradías. 137 Una arroba, equivale a 12,5 Kg. 138 No he podido confirmar el significado de Chacámero como “nasa o trampa”; tampoco como “lugar
de pez pequeño”, sostenido por Baloy Mayo, en su obra Toponomía del Estado de Guerrero, pero, tiene cierto sentido de correspondencia con chuhcari, que según Gilberti, significa madera; en tanto que, Velásquez Gallardo, dice que trabajar en madera significa, chkár ánchikorheni. En el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, chaca, significa, tenderse a lo largo en algún lugar. Entre los hablantes de San Jerónimo Purenchécuaro, sostiene Eréndira Nansen Díaz, en la Colección Científica número 38 del Instituto Nacional de Antropología e Historia, “pez”, en phórhe es “kuruca”,
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carrizo para hacer pesca, y es semejante a ella la situación de este cerro;
sigue otro con el nombre de Anicuajuato139 que significa cerro de las nieves,
y en él se experimenta de ordinario su asiento; pasando a un puerto que
nombran de Chochuato140 y quiere decir habitación de chapulines; y a su
continuación está la loma de Tiringuinpatzácuaro 141 [¿Tiringueo?] que
significa donde se guardan las rosas, y va a un puerto conocido con el título
de San Blas a la orilla del rio de Pungaravato142 y de aquí pasa a un cerrillo
llamado Catzúndaro,143 significando ser paraje de árboles de copal, y baja al
llano de Túpiro,144 que quiere decir lugar de papayas, de donde haciento
frente añ norte un pequeño cerro Cahasjuato145 o cerro de chile de donde
pasa para el poniente al puerto nombrado Characharando146 que quiere decir
que, por fonología y morfología, no corresponde con el pretendido significado de “lugar de pez pequeño”. 139 No he encontrado significado alguno de Anicuajuato. Es probable, que la referencia tenga que ver con cierta condensación por humedad y calor que genere cierta bruma en el sitio; pero que neve en la región, es algo inusual y no de ordinario como se describe por quien realizara el informe. 140 La descripción y significado de Chochuato, puede tener cierta certeza, ya que según Gilberti, langosta de la tierra significa, chocho; el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, señala que chocho, significa langosta; Velásquez Gallardo, señala que langosta, en phurhé, es chóchu. No, obstante, si nos atenemos a la terminación uato, que significa cerro (juato), el sitio sería, lugar o cerro de los chapulines o de langostas. 141 No creo que Tiringuinpatzácuaro [¿Tiringueo?], signifique lugar donde se guardan las rosas; esto, porque según Gilberti, flor o rosa de castilla significa, situni tsitsiqui; y, Velásquez Gallardo, señala que flor se traduce como tshitshíki. Lo que sí es verídico, es que Gilberti, señala que patzaquaro, significa, lugar donde se guarda algo. Sólo por especular, porque no tengo evidencia documental, etnográfica ni arqueológica, encuentro que Gilberti, describe que, thiriuacurani, significa, andar mucha gente en la eredad [heredad] o campo; que, thirirengueni, significa, entrar la gente de golpe; uniendo este significado con el de patzaquaro, ¿Es posible que el sitio haga referencia a una pequeña guarnición de guerreros phorhés o aliados? Esto, si consideramos que, según las fuentes documentales disponibles, el área de referencia, bien podría ser un sitio donde se ubicara un puesto militar para contener las avanzadas mexicas. Es decir, ¿Acaso el sitio no podría ser un lugar donde se guarda o resguardara gente? Las investigaciones arqueológicas pueden despejar esta duda. Si fuera el Tiringueo contemporáneo, éste pertenece al Municipio de Tlapehuala (Acatzéquaro), y que según Baloy Mayo en su Toponomia del Estado de Guerrero, significa “lugar de badajos”. La ya citada Eréndira Nansen Díaz, en la misma Colección Científica número 38 del Instituto Nacional de Antropología e Historia, sostiene que en el phórhe de San Gerónimo Purénchecuaro, “tiringuni” se interpreta como “cempasúchil”. 142 Sólo por reiterar: como se describe, los funcionarios coloniales, ubicaban al rio (chiquito), ligado al poblado de Pungaravato; este pueblo era su referente y no Cutzamala, como ahora se le nombra. 143 Es muy probable, que Catzúndaro, signifique paraje de árboles de copal; esto, si nos atenemos a ciertas referencias de Velásquez Gallardo: para describir árbol de tilo, tilia, se dice kurícutsinda, y copal, se traduce como kuirícatsunda. 144 Es probable, que ese sea el significado de Túpiro, ya que, en el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, tupi, significa fruta de la tierra caliente, papaias [papayas], el ro, es locativo. 145 Existe gran posibilidad de que Cahasjuato, signifique cerro del chile; o, mejor dicho, lugar o cerro donde se cultiva chile. Esto, porque Velasquéz Gallardo, traduce chile como khauás, y huato, significa cerro. 146 No pude confirmar, si Characharando, significa realmente terreno (o lugar) colorado a la orilla del rio grande de las Balsas. Gilberti, traduce characharas, como cosa muy colorado; pero, específicamente, para characharando, señala una traducción de lugar fragoso; terreno abrupto e intrincado. Me inclino por este último significado. En el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, chara charando, se traduce como lugar fragoso, y áspero.
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terreno colorado a la orilla del río grande de las Balsas; y siguiendo para la
junta de dicho río con el de Pungaravato147, orilla arriba a la parte del sur
está un paraje llamado Isímbaro148 que significa cañaveral y va a cerrar al
puerto de Santa María.
Dentro de los citados linderos [de Pungaravato] están comprendidas las
estancias de la comunidad y cofradías de San Santiago, perteneciente al
barrio de Tanganguato [Tanganhuato], hacia el puerto de Santa María; la del
hospital de Pungaravato en el puerto de Tario, inmediato a Chacámero, la
estancia del Rosario y algunos arrendatarios en ranchos cortos para cría de
ganado mayor y siembras de maíz; otros ranchos cercanos al río en situación
amena y fértil, con algunos terrenos húmedos que llaman tamacuas149 para
siembras de sandía, melón y vitualla [suministro de provisiones], con
competentes tierras para siembra de maíz y huertas de ciruela. El puesto de
Salguero150 significando ser terreno salitroso inmediato a Tupiro151 en que de
poco tiempo a esta parte se siembra algodón costeño aunque de poco acudir;
la estancia en la cofradía de San Juan junto a Charancharando
[Characharando], en que hay algunos arrendatarios con cría de ganado,
siembras de maíz y algodón costeño; la loma de Isímbaro dividiendo el río de
las Balsas, terreno ameno a modo de potrero que produce cantidad de
cañaveral y aquí siembran los indios algodón cascarilla, maíz, sandía y
melón; la estancia de ganado de la cofradía de Santa Bárbara, cercana a
Pungaravato. Las maderas que produce son útiles para hacer jacales y
cercas a más de que en él hay árboles de cuachalalate, cirían y parota. Las
yerbas medicinales conocidas son la verbena, capitaneja, verdolaga y
jabonera.
Habitan en el pueblo 18 vecinos españoles; los 4 con tiendas mestizas o
pulperas, tres criadores de ganado mayor, 5 labradores de maíz y algodón,
147 De nueva cuenta, el referente para el río, es el poblado de Pungaravato; no Cutzamala. 148 Parece ser, que el significado de Isímbaro, como cañaveral o lugar de cañas (de maíz), guarda correspondencia con lo asentado por Gilberti, puesto que, ysimba, significa caña de mayz (maíz) verde; en tanto que, aro, significa, caña de mayz (maíz) seco. 149 Es muy probable, que tamacua, provenga de tamacuatarea, que, según Gilberti, significa tierra gruesa y fértil. En el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán. Tamaqua tareta, significa sementera de humidad [tierra de cultivo de humedal], y, tamaqua echeri. Se traduce como tierra humida [tierra húmeda]. 150 Probablemente, se refiera al apellido del dueño de alguna estancia que trabajaba la tierra. En phorhé, según Velásquez, terreno se dice echérini, y, sal, itukua. Existe la posibilidad, de que el nombre primitivo, esté relacionado con esta descripción física. 151 Sobre el significado de Tupiro, el sitio puede estar relacionado con lo que Gilberti, señala para tupi, una fruta de la Tierra Caliente (papaya). Creo que este es el significado.
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el maestro de escuela, un curandero y cuatro sin oficio; y se han matriculado
6 tributarios mulatos en un entero y 10 medios a más de un reservado.
Pueblo de Santiago Tanguanguato152 [Tanganhuato], lengua tarasca que
quiere decir cerro del músico, tres leguas al sureste del anterior y situado
cerca de la orilla del río grande las Balsas contiene 67 ½ tributarios indios en
64 enteros y 7 medios fuera de 7 reservados de ambos sexos que también
para su gobierno económico y recaudación de reales tributos celebran
anualmente elección de gobernador y dos alcaldes, tres regidores, un alguacil
mayor, un topil y escribano.
Todos siembran sus cortos pedazos de tierra para coger sólo el maíz que
necesitan para su gasto y tienen a las orillas del río pequeñas huertas de
melones, sandías, calabazas o guajes y árboles de ciruela buena que cuando
cogen consumen entre los mismos naturales porque sus posesiones son muy
reducidas respecto a que este pueblo era barrio del de Pungaravato153 y en
la separación que lograron por su superior decreto no se les señalaron ni las
tierras precisas de repartimiento y por consiguiente se ven obligados a servir
de alquilados en las siembras de algodón que se verifican en las cercanías y
no pescan porque el río es de mucho fondo y no alcanzan a coger el pescado.
Hay hospital o cofradía de la Purísima Concepción con el fondo de 147 reses,
3 caballos, 8 yeguas y 2 machos. Nombran prioste, diputados y guananchas
y celebran el día de la Purísima dando al cura por la función de iglesia 8 pesos
y ponen en el altar 3 libras de cera de Castilla. Pagan también 16 pesos por
las misas que llaman de los sábados aunque ni el cura ni su vicario van a
152 Considero, que el supuesto significado de Tanganhuato, como cerro del musico, no guarda correspondencia con el idioma phurhé. Gilberti, señala que música arte de cantar, significa, pirequa hurengua; y que, músico enseñando en este arte, significa, pirequa hurendacata. Velásquez, indica que músico, significa, atári, kústati, arírati; grafías que no guardan relación con el supuesto significado que se señala para Tanganhuato. Propongo el significado dado con anterioridad: “Cerca o junto al cerro”. El multicitado Baloy Mayo, señala que Tanganhuato, tiene dos posibles significados: “cerro de clima templado” y “junto al cerro”; el primero, lo descarto por el clima terracalentano que no es templado; con el segundo, es con el que coincido. 153 Desafortunadamente, el texto no hace mayor referencia del “superior decreto”, su fecha y de la autoridad colonial que lo emitió. Es muy probable, que para 1796, a Tanganhuato se le reconociera como pueblo y ya no como barrio dependiente de Pungaravato. No obstante, lo indicado era, que, según la usanza española, cuando se erigía un pueblo o una república de indios, se le dotaba de Tierras. En el caso de Tanganhuato, no se tiene evidencia de ello. Es verdad y como se narra, que tenían sus propias autoridades. Con independencia del reconocimiento de pueblo, que los de Tanganhuato hubieran logrado de las autoridades coloniales, esto no quiere decir, que no siguieran dependiendo eclesiásticamente de Pungaravato, como también era el caso de Coyuca y Tlapehuala.
221
decirlas al pueblo,154 8 pesos por misa y aniversario el día de difuntos, 2
pesos por cada una de las festividades de Nuestra Señora y dos pesos al
cura y dos y medio reales a los cantores por la que también se celebra
siempre que muere algún indio o india de edad tributaria, pero no dan
pindecua155 respecto de que para este pueblo es de arancel el curato. El día
de la Purísima convidan al común con comida destinando para ella dos reses,
cuatro fanegas de maíz, cuatro pesos de panocha y un peso de sal, chile,
etc. Curan en el hospital a todos los enfermos que no tienen proporciones y
aunque las tengan les envían comida y velas. Los productos del fondo de la
cofradía y los de media fanega de maíz que siembran a favor de ella sirven
para los indicados gastos y cuando no alcanzan se venden las reses
necesarias para el completo, de suerte que nunca sufren el menor
desembolso ni el prioste ni ninguno de los otros empleados.
Para la fiesta titular nombran mayordomo, diputado, ventonera, sahumadora
y guananchas y pagan al cura 8 pesos por vísperas, misa y procesión; ponen
en el altar tres libras de cera de Castilla y hacen igual convite que el día de
la Purísima. Estos gastos salen de los productos de 99 reses que llaman del
santo [¿Señor Santiago?] y de media fanega de maíz que también siembran
con este destino y cuando no son suficientes venden las reses necesarias
para que no tengan que erogar los empleados.
Pagan 8 pesos por el estipendio que se celebra en el pueblo de San Nicolás
Tolentino juntándose entre los naturales lo preciso así para ella como para la
cera necesaria.
Se han hallado en las cajas de la comunidad 182 pesos, 5 ½ reales, en la
troje cincuenta fanegas de maíz correspondientes a la última cosecha y
productos de media fanega que se sembraron con este destino. Deben al
fondo don Juan Portillo 300 pesos y los réditos respectivos a cinco años y
ocho meses, y Julián Benito indio del pueblo 59 pesos 7 reales. No gozan
rentas y sin sacar nada de estos caudales pagan entre los naturales el salario
del maestro de escuela, pero con respecto a que son muy cortos sus arbitrios
suplican que de las cincuenta fanegas existentes se destinen 25 para en
154 Seguramente, las misas se decían en Pungaravato. Esto viene a confirmar la dependencia eclesiástica de Tanganhuato respecto de Pungaravato. 155 No encontré posible significado coherente de pindecua; Velásquez, indica que pindékua jurakuni, significa desacostumbrarse. En otras fuentes, pindecua, se relaciona con los procedimientos y descripción de costumbres realizadas en las cofradías, registradas en libros llamados pindecuarios.
222
parte de los gastos de escuela y en lo sucesivo también la mitad de lo que
rinda el maíz que han de sembrar a favor del recomendable fondo común.
El lindero de este pueblo da principio en el río grande tomando corriente
abajo, rumbo del norte, al arroyo nombrado Cupámaro,156 que quiere decir
arroyo de otates, donde está una loma atravesada a continuación de un
puerto con una cruz; se sigue por esta loma a otro paraje llamado Uspio157
que significa llano de lagarto, a topar con un cerro grande llamado
Chamero158 chiquito, vista al oriente hasta llegar a su pie, en cuyo lugar están
situadas las tierras de comunidad; hay en ellas dos chupaderos [¿ojos?]de
agua y el paraje nombrado Guincentzio.159 En medio del cerro Grande está
pintado en una bufa un mono o estatua de hombre desnudo, hecho todo
de la misma peña. Pasa el lindero al puerto de Tlapehuala y volviendo a
tomar la corriente del río hasta el puerto de Santa María; en él están los
ganados de las cofradías de la Purísima Concepción y San Santiago. Todas
las tierras de este pueblo están ubicadas a la parte del norte y su situación
inmediata a las orillas del río; hay en sus contornos árboles de capire,
cacahuamanzi [¿cacahuananche?], pinzán, ciruela y cascalote; en sus altos
disfruta proporcionados pastos para ganado mayor y no se conocen yerbas
ningunas de virtud medicinal.
Habita en el pueblo un vecino español tratante de caldos [licores] y
comistrajos [alimentos varios] y no hay ningún tributario mulato.
El pueblo Nuestra Señora de la Asunción Tlapehuala,160 lengua mexicana
que quiere decir pueblo que viene de la piedra y dicen que tiene este nombre
porque anteriormente se hallaba situado a la otra banda del río de las Balsas
y en un paraje donde se halla una peña con varios caracteres antiguos. Dista
del anterior [Tanganhuato] dos leguas al oriente y se han matriculado 239 ½
tributarios indios en 204 enteros y 71 medios a más de 44 reservados de
ambos sexos y que también anualmente celebran elección de gobernador,
156 Es probable, que cupa, según Velásquez, derive de kupámu, que quiere decir otate, pero tengo duda, sobre la terminación maro, que no se relaciona con iorhék sapichu, itsí sapíchu, que según el mismo autor significa arroyo. En el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, cupamu, significa caña maçiça [maciza], lo que es compatible con el otate. Probablemente, el sitio pueda significar lugar de otates o donde se dan los otates. 157 Creo, que el significado puede ser lugar de lagarto(s); esto, porque Gilberti, traduce como lagarto grande de agua, vspi (la v, se pronunciaba como u). 158 No encontré significado para Chamero. 159 No encontré posible significado de Guincentzio. 160 Sostengo mi propuesta de que Tlapehuala, puede significar lugar o sitio de bruñidores.
223
dos alcaldes, tres regidores (que el uno cuida de que asistan los muchachos
a la escuela), un alguacil mayor, cinco topiles y escribano.
Todos tienen tierras de repartimiento donde siembran el maíz que
proporcione cosecha que asegure el que necesitan para su gasto. Algunos
tienen también a las orillas del río huertas de melones y sandías, chile y
árboles de ciruelas. Se dedican muy pocos a la pesca porque cuando crece
el río lleva su corriente las nasas y cuanto cogen de bagre, robalo, y en tiempo
de aguas truchas, venden dentro del mismo pueblo, y los más van a trabajar
a las minas de Tepantitlan.161
Sin documento de erección y con fondo de 50 reses, 17 bestias caballares y
dos machos hay hospital o cofradía de la Purísima Concepción. Nombran
prioste, mayordomo, fiscalito, cuatro gurichiparis que cargan la imagen, dos
candeleras, tlapuspuschiya o sahumadora y vandaraparis. Hacen la fiesta el
día de la Purísima y pagan al cura 5 pesos en dinero y dan la pindecua de 9
mantas de a 2 pesos, 9 servilletas de a real y una toalla de cuatro reales, un
guezulo y una ciguatutule que son dos guajolotes, macho y hembra, un cuarto
de res, una libra de chocolate y 13 reales de pan, bizcochos, clavo, pimienta,
etc., y ponen una libra de cera en el altar y tiran 12 reales de cohetes: pagan
también 16 misas que llaman de los sábados y la que se celebra cuando
muere indio o india de edad tributaria con estipendio de dos pesos por cada
una. En el hospital se hospedan los demandantes forasteros, pero no se
gasta con los enfermos del pueblo ni se dicen misas de las festividades de
Nuestra señora ni se convida a los naturales con la comida que en otras
partes se acostumbra desde que se ha disminuido el fondo de la cofradía que
anteriormente aseguran era de más de 500 reses. Siembran una fanega de
maíz y con su producto se pagan los indicados gastos y cuando no alcanza
se venden las reses que se necesitan para completarlo y sacan también de
este fondo cuatro vacas que tienen obligación de dar al cura anualmente por
vía de tasación.
El gobernador corre con la función titular y se da al cura cinco pesos y lo
mismo que por la de la Purísima de pindecua. Se quema un árbol de fuego
[castillo] que cuesta 10 o 12 pesos y una gruesa de cohetes, pero da para
ella cada uno de los naturales un real.
161 Según la fuente documental, Gacetas de México Compendio de Noticias de la Nueva España 1786-1787, las minas de Tepantitlan, se encontraban a 9 leguas de distancia de su jurisdicción Axuchitlan [Ajuchitlán].
224
Celebran misa el día de la Santa Cruz de mayo y el de San Nicolás Tolentino
y dan al cura por cada una dos pesos en dinero, seis mantas de a dos pesos,
seis servilletas de a real, una toalla, un guajolote, un cuarto de carne de res
y 9 reales de pan, etc., ponen en el altar una libra de cera de Castilla y
queman dos o tres gruesas de cohetes.
El día de Corpus por la misa y procesión dan dos pesos, una manta de tres
pesos y cuatro toallas y junta el gobernador entre los hijos los reales que
necesitan para estos gastos. Celebran a San Jerónimo [Gerónimo]
nombrando mayordomo quien paga al cura dos pesos por la misa; da la
pindecua de cinco mantas de a dos pesos y una toalla; se tiran dos pesos de
cohetes y convida con comida a todo el pueblo destinando para ella tres
reses, cuatro fanegas de maíz, cinco pesos de dulce y en chile, cebollas, etc.,
dos pesos y sube su gasto como a 44 pesos que los paga de su bolsa.
En la mediación del camino de este pueblo para Axuchitlan [Ajuchitlán] se
halla un paraje nombrado San Jerónimo [Gerónimo] con vestigios de una
capilla, pasa un cerrito que tiene algunos fragmentos de fábrica o habitación
antigua y va a salir al camino real siguiendo hasta el paraje nombrado San
Gregorio; en él están las ruinas de otra capilla que en tiempos pasados
erigieron unos mineros que sacaban azogues. Un puesto nombrado
Salvatierra es termino divisorio con Tlachipa [Tlalchapa] y Tecomatlan que
quedan al oriente, y desde aquí nace una sierra poblada de encinos grandes,
paraje templado hasta llegar al de Guiguapa que quiere decir menuda pluvia
por ser muy ventoso, sigue su rumbo a otro cerro nombrado Chapultepec que
es su significado cerro de chapulines, lindero con Pungaravato quedando
éste al norte; y volteando para el poniente, por el camino real de Pungaravato,
hasta dar con el río grande se va a un paraje nombrado Tlanepantla que
quiere decir plan grande, éste de parte de adentro, y en él hacen los indios
siembras de maíz, algodón, chile; continuando río arriba hay otro puesto
nombrado Tziringu162 con un arroyo seco que recibe parte de las corrientes
del río y a su inmediación está el ganado de la cofradía de la Purísima
Concepción y en él se dan árboles de saiba [ceiba] y cacahuates. Por la
misma corriente se llega a otro paraje que llaman Cuna al Bestias que
significa donde beben agua las bestias formando un recodo a manera de
cajón sin dejar el río hasta otro arroyo llamado Coque163 que quiere decir
162 Quizá, deriva de tsíri tsíringui, que según Velásquez significa maíz azul; donde se cultiva maíz azul. 163 Probablemente, el significado sea el correcto, ya que según Gilberti, sapo significa coqui; en tanto que Velásquez señala que kóki, se traduce como sapo.
225
salida de sapo hasta dar con otro paraje nombrado Ichaurando164 o casa de
iguanas y en él hay un bordo con muchas cuevas donde habitan estos
animales. De aquí a la vista del pueblo se va a un cerrito de peñascos donde
forma a modo de olas el río hasta un punto llamado Campa Mimamicual165
que quiere decir donde se topan las aguas de un arroyo grande y a otro de
rincón Tepitze166 que quiere decir rincón chiquito hasta rincón Güey o rincón
Grande a cerrar con el primer lindero de San Jerónimo [Gerónimo] que
poseen los de Axuchitlan [Ajuchitlán] en cuyos parajes se hacen de maíz,
chile, vitualla167, sandía y melon a la banda del sur a las orillas del río.
En el centro de este pueblo [Tlapehuala] está el paso que llaman Cuaxuchil168
que quiere decir palo de rosas, es planioso [plano] destinado para pastos a
los ganados de la comunidad situado en el paraje Santa María con
inmediación a un arroyo llamado Pitzahual169 que sólo en estación de aguas
tiene corriente y en la de seca algunos acopios en pozos para el gasto de los
vaqueros. Los demás parajes son la Loma de Atril (que así se le puso por
haber sacado uno para la iglesia), Monte Grande, Rincón de los Gallos,
Cerrito del Cuaulote, Tupatarillo, Campa Quetzin, Burro, Rancho de Parota,
Rincón de Manzanas, Huague Huistle, Ipa Terrero Puaquinantze, Ipanicua
Enlol y Caxaro, todos dedicados a la cría de ganado mayor y siembras de
maíz con alguna planta de caña dulce para reducción de panocha. Al rumbo
del poniente del otro lado del río, en una de las sierras que cercan a este
pueblo, se hayan vestigios de que tenían fundadas en la gentilidad algunas
pequeñas yácatas170
Producen sus tierras árboles de ciruela, guamúchil, capires, cascalotes,
aguacates, zapote prieto, guayabas, achiote y naranjas dulces.
164 No puedo confirmar el significado de Ichaurando, como casa de iguanas. 165 Con cautela, se puede decir, que se trata de una palabra de origen náhuatl, en donde, según el Diccionario de la Lengua Náhuatl, de Eduardo César Portugal, en interrogativo, campa, significa: ¿Dónde?, ¿De dónde?, ¿En qué lugar? Para mimamicual, no encontré una posible correspondencia con la pretendida traducción o significado; ignoro, si se trata de una corrupción de los españoles al vocablo original. 166 La palabra es de origen náhuatl, y según Eduardo César Portugal Carbó, deriva del adverbio teptzin, que significa, poco, pequeño, mínimo. 167 Donde se puede producir provisiones, alimentos para suministro de expediciones. 168 De origen náhuatl; según Portugal Carbó, puede derivar de cuauitl, que significa, árbol, palo, viga, y de flor, xochitl, xuchitl. Problamente, como se hace referencia, se trate de un lugar o terreno donde se sembraba cempasúchil; flor parecida a la rosa, que se traduce como poyomatli. 169 Probablemente, pitzahual, derive del náhuatl, piaztli, que, según Portugal Carbó, significa calabaza larga y delgada que servía de cantimplora (bules como se les conoce en la Tierra Caliente). 170 Si la descripción es exacta, esto viene a confirmar la existencia en Tlapehuala de sitios o, ¿Pequeñas guarniciones?, que hacían las veces de guarda frontera.
226
Hay en este pueblo, dos vecinos españoles labradores que siembran maíz y
se han matriculado tres medios tributarios mulatos.
El Pueblo de Santa Lucía Coyuca, lengua tarasca que quiere decir pato
golondrino situado a la orilla opuesta del río grande de las Balsas y distante
del anterior [Tlapehuala] cinco leguas al sureste de buen camino. Se pasa el
río en balsa para conseguir menos distancia, pero también tienen barca de
una pieza en que pueden caber 20 hombres por el paraje donde se halla el
Camino Real. Contiene 136 ½ tributarios indios en 97 enteros y 79 medios, a
más de 32 reservados, que para su gobierno económico y recaudación de
reales tributos celebran anual elección de gobernador, dos alcaldes, cuatro
regidores y un alguacil mayor, tres topiles y escribano.
Todos son labradores que siembran maíz que asegure el que necesitan para
su gasto en el paraje o parajes respectivos al pueblo que les parecen mejores
porque no tienen tierras señaladas de repartimiento. Los más tienen en la
misma caja del río y parajes donde con la creciente en tiempos de lluvias
humedece tamacuas o pequeñas huertas de chile, jitomates, melones,
sandías y calabazas. Muchos siembran peujalitos de semilla de algodón
cascarilla y otros trabajan de alquilados en las haciendas de las cercanías.
Hay hospital con nombre de cofradía de la Purísima Concepción y con el
fondo de 500 reses, 18 bestias caballares y dos huertas de platanar, pero sin
documento de erección. Nombran prioste, mayordomo, fiscal, quengui o
despensero, escribano, dos semaneras que remudan cada ocho días y ocho
guananchas. Celebran el día de la Purísima y dan al cura por la función de
iglesia cinco pesos en dinero y la misma pindecua que en el pueblo
antecedente [Tlapehuala]. Pagan 20 pesos por las diez misas de las
festividades de Nuestra Señora, 16 por las de los 16 sábados que les toca de
tasación a dos pesos por cada una de las que se celebran siempre que muere
indio o india de edad tributaria; 4 pesos 4 reales por el aniversario del día de
difuntos; 6 pesos por tres misas que llaman de aguinaldo, 4 pesos por la de
nochebuena, 4 pesos por la de pascua de resurrección y 10 pesos por el vino
que se gasta en todo el año para misas. La víspera del día de la Purísima se
convida con atole y el día con comida a todos los naturales y se gastan dos
reses, tres fanegas de maíz, 4 pesos de dulce, 4 pesos de pan, y en cebollas,
chile, cominos, etc. 2 pesos. A los enfermos que no tienen proporción de
curarse en sus casas se les atiende y cuida en el hospital y aunque tengan
comodidades siempre se les envía atole, comida y velas. Para pagar el
importe de estos gastos siembran una fanega de maíz y media arroba de
227
semillas de algodón y si con sus productos y los de las huertas no alcanza,
venden reses del fondo; de suerte que nunca sufren desembolso alguno de
los empleados.
Tienen 58 reses que llaman de Santa Lucía, titular [advocación] del pueblo,
y el gobernador corre con la fiesta de su día y dan al cura así de estipendio
como de pindecua lo mismo que por la función de la Purísima, y a los hijos
igual comida, pero contribuye cada uno [los de la cofradía] con dos reales
para el gasto.
Toca a este pueblo la celebración de Semana Santa en un año y en otro al
de Pungaravato y nombran centurión, un capitán, dos alférez, dos sargentos,
dos cabos y 36 soldados para que salgan en las procesiones, y da cada uno
4 reales para la cera del monumento y 2 reales para el sermón del Jueves
Santo. Entre todo el común [pueblo] se paga la comida de los que hacen de
apóstoles que cuesta 13 pesos, y se le dan al cura 12 por el sermón del día
e Viernes Santo y la pindecua de siete mantas, una toalla, dos jícaras o
tecomates y un cántaro. Celebran los días de Santa Cruz de mayo, San Juan
[¿El Bautista?] y San Nicolás Tolentino dando al cura dos pesos en dinero y
siete mantas de a dos pesos, una toalla de 4 reales, siete servilletas de a
real, un cuarto de res y una guajolota y 9 reales de pan, bizcochos, fruta,
etcétera.
Nombran mayordomo para la función de nuestra Señora del Rosario, dan al
cura por la misa y procesión 8 pesos. Se convida al pueblo con comida y se
tira una gruesa de cohetes. Estos gastos salen de los productos de 130 reses
que llaman de la cofradía de Nuestra Señora del Rosario, y por la aprobación
de las cuentas de ésta dan al cura 2 pesos, y 4 reales por la del hospital.
Con nombre también de cofradía de las Benditas Ánimas tienen el fondo de
400 reses y 18 bestias caballares y dan al cura 24 pesos por 12 misas que
celebran en el año y 16 pesos por un aniversario.
A más de los indicados gastos tienen las cofradías el de disponer comida
para todos los naturales los días del herradero y por consiguiente, a
excepción del de las ánimas, se disminuye cada año el número del ganado
de ellas.
228
Para la función de Nuestra Señora de Guadalupe nombran mayordomo,
prioste, diputado, escribano, fiscal, 8 guananchas, madre mayor, rectora y
cuatro ayudantas. Dan al cura 8 pesos que se sacan de los productos de 40
reses que se juntaron de limosna con este destino y entre todos los
empleados convidan a todo el común con igual comida que en los días de la
Purísima y Santa Lucía.
Desde el puesto nombrado Tacambaretis o habitación de los de
Tacámbaro,171 donde comienza el lindero de este pueblo para el sur, se va al
puerto de los limones, en el cual hay un ojo de agua con muchos árboles de
limón agrio; toma su rumbo por una mesa de un cerro que llaman de
Giguatzicharoco y su significado es habitación de coyotes, hasta el cerro de
Carambán y quiere decir vamos para arriba, pasando a un puerto que cae al
monte grande que está poblado de varias maderas útiles para casas, y
árboles de cacahanantzi [¿Cacahuananche?] y cueramo; y volteando para el
oriente se va a un cerro llamado Panziracuyo, que quiere decir pasar el río,
a una sierra alta que le nombran Inchamacua, significando entrar y salir,
hasta el arroyo titulado Guapitajuato o cerro muñeco, en donde se dan
muchos otates y en él una yerba llamada cebadilla que dedican para adornar
las imágenes, la cual tomada es venenosa aunque se ha experimentado que
a los que les ha asaltado el mal de rabia se muele en crudo y colada, se da
a beber y sanan. Continúa el lindero al puerto de Taguenguato [Tanganhuato]
donde está una cruz que divide estas tierras con las de Axuchitlan [Ajuchitlán]
de aquí toma la orilla del rio grande hasta Quirio[¿Cuirio?], que quiere decir
donde duermen, siguiendo la misma línea hasta el puerto de Coyuca, siempre
por la orilla del río, al paraje de Cutuniro, que quiere decir donde hay
camalotes;172 y éstos son favorables para pasto a los ganados; y de aquí a
Guatzisguato o cerro de murciélagos, bajando por la propia orilla del río hasta
Santo Domingo, Potrero y Tario, que significa lugar de sauces, cuyo terreno
es fértil y en él se hacen siembras de sandía, melón, vitualla, maíz y algodón;
y va el lindero a cerrar a Tecambaretis, de oriente a poniente.
Dentro de los linderos se hallan la estancia de la comunidad y cofradías
pertenecientes a Santa Lucía en Tario; la estancia del Rosario inmediata a
Tacambaretis; la cofradía titular de Santa Lucía en el puerto de los camezes
y también la de las Ánimas; un ojo de agua en el paraje de los Tarimos
ocupado con arrendatarios con cría de ganado mayor; la ranchería de Santa
Bárbara y la nombrada Panzira con un arroyo de agua dulce; la estancia de
los ganados del hospital en la cercanías de Inchamacua con algunos
171 Esto puede ser indicio que confirma la política de colonización de los phurhépechas en la Tierra Caliente. 172 Es una planta acuática de hojas redondeadas y flores azules o blancas; crece a las orillas de ríos o lagunas.
229
arrendatarios de cría y siembra de maíz. Es terreno fértil, goza de un arroyo
de agua delgada con algunas tamacuas con huertas de rábano, naranjas,
piñas de la tierra y verduras. La estancia de la comunidad nombrada San
Miguel Amocutín que quiere decir en las orillas, inmediata al lindero del
puerto, en la cual hay algunos arrendatarios dedicados a la siembra de maíz.
Abundan estas tierras en árboles de saibas [ceibas], parota, capire,
guamúchil y sauces. No se conocen más yerbas medicinales que el cirián,
tamarindo,173 verdolaga y jabonera.174
Habitan en este pueblo nueve vecinos españoles, todos mercaderes con
tiendas mestizas, otro con pulpera, cuatro criadores de ganado mayor, uno
sin oficio y el maestro de escuela, y se han matriculado 26 medios tributarios
mulatos a más de tres reservados.
En el distrito respectivo al curato de San Juan Bautista Pungaravato que
comprende los referidos cuatro pueblos se hayan cuatro haciendas, 16
rancherías, 2 ranchos, una estancia, un puerto y 30 vecinos españoles
criadores de ganado mayor y labradores de maíz, y se han empadronado 157
tributarios mulatos en 116 enteros y 82 medios, a más de 63 reservados de
ambos sexos y 11 ½ de indios laboríos en 4 enteros y 15 medios, fuera de 5
reservados.
COFRADÍAS DEL CURATO DE SAN JUAN BAUTISTA PUNGARAVATO.
Pueblo de Pungaravato.
La cofradía de San Nicolás Tolentino de españoles se erigió con aprobación
del ilustrísimo señor don fray Marcos Ramírez del Prado, obispo que fue de
Valladolid en el año de 1655 y se haya sin la confirmación que la ley previene.
Tiene de fondo de 4875 pesos impuestos censo redimible y con sus réditos
se pagan 110 pesos que suman los gastos.
173 El tamarindo, no es de origen americano; su procedencia, se ubica en el África. 174 Probablemente, se refiere a la Sapindus saponaria, cuya pulpa de su fruto, contiene saponina que al estrujar o frotar esta, se hace espuma que en la antigüedad se utilizaba para lavar ropa.
230
La de Santa Bárbara, que es de indios y de razón [de españoles o quizá
mestizos], se fundó en el año de 1732 con aprobación del ilustrísimo señor
don Juan Antonio Escalona y Calatayud que también se haya sin la
confirmación prevenida y tiene de fondo reses de fierro arriba, 52 bestias
caballares y dos machos, y ascienden sus anuales gastos a 123 pesos 4
reales con la principal función que se celebra a la santa misa de aniversario
por los cofrades difuntos, rentas de tierras, real derecho de alcabala y tributos
de vaqueros.
Sin documento de erección y con sólo un libro para las anuales cuentas que
presenta el mayordomo, tienen los indios la cofradía del Rosario con el fondo
de 95 reses de fierro arriba y un caballo; y su gasto anual importa 14 pesos.
También sin documento de fundación y con sólo el libro de cuentas se haya
la cofradía de San Juan Bautista que es de indios y tiene de fondo 508
reses y 27 bestias caballares, y sus anuales gastos suman con la función del
santo, renta de tierras, etc. 119 pesos.
Bienes espirituales. Los españoles tienen impuestos con pensión de réditos
800 pesos y con sus productos se celebra novenario y función a nuestra
Señora de los Dolores. Se hallan en poder de don Juan del Portillo del partido
de Zirándaro desde el año de 1743 a censo redimible 1 820 pesos impuestos
por los vecinos españoles y parece debe algunos años de réditos, pero no
hay constancia en el libro de cuentas que existe en el curato de su fijo
descubierto y con este producto se celebran las funciones de los días de
Jueves Santo y Corpus Cristi, y se compra la cera y aceite para la lámpara
del divinísimo.
Pueblo de Tanguanguato [Tanganhuato].
No hay otra cofradía que las que llaman de la Purísima Concepción y del
Señor Santiago sin documento de erección y se hallan relacionadas en las
noticias respectivas a él.
231
Pueblo de Nuestra Señora de la Asunción Tlapehuala.
Sin documento de fundación y con sólo el libro de cuentas que anualmente
presenta el mayordomo, tienen los indios cofradía de Jesús Nazareno con el
fondo de 177 reses de fierro arriba y 23 cabezas de bestias caballares, y sus
gastos con la función de iglesia, renta de tierras, tributos de vaqueros, etc.
importan 140 pesos.
En los mismos términos tienen también los indios cofradía que llaman de las
Ánimas con el fondo de 83 reses y 38 bestias caballares, con cullos productos
pagan los correspondientes gastos.
Pueblo de Santa Lucía Coyuca.
Los españoles fundaron con aprobación del señor licenciado don Diego de
Peredo, provisor y vicario general que fue de la ciudad de Valladolid, cofradía
de Jesús Nazareno en el año de 1741 y tiene el fondo de 8 080 pesos
impuestos en varios sujetos a censo redimible, y sus gastos anuales suman
97 pesos. 175
Aquí terminan los Apuntes para la Historia Antigua y Colonial de Phungári-
huato (Pungaravato-Cd. Altamirano), espero que, en el futuro, esta obra sea
complementada con nuevos datos documentales históricos y hallazgos
arqueológicos que ayuden a enriquecer el conocimiento del pasado antiguo
del viejo San Juan Bautista Pungaravato-Cd- Altamirano.
Si usted, amable lector, quiere remitirme alguna información que enriquezca
la presente obra, o alguna otra que pueda originar un nuevo trabajo de
investigación que preserve la memoria histórica de los de Pungaravato, favor
de hacerlo a mi correo electrónico: [email protected]
175 Hasta aquí la transcripción tomada de la Ob. Cit. Reyes, García Cayetano y Álvaro Ochoa Serrano. Editores. Resplandor de la Tierra Caliente Michoacana, (2004), Págs. 101 a 114. A excepción de los corchetes, se ha respetado la grafía y paleografía de los autores que se citan. Sobre el texto de los autores mencionados, a pie de página, se agregaron comentarios y datos producto de la investigación propia.
232
CONCLUSIONES.
Una de las primeras conclusiones a la que se arriba, derivado de las investigaciones
arqueológicas existente, es que, en una de sus raíces, los de Pungaravato, así como
los habitantes de la Tierra Caliente, tienen antepasados ancestrales multiétnicos:
Cuitlatecos, Tolimecas, Chumbias, Pantecas, Otomíes, Tecos y Phurhépechas,
cuyas culturas se desarrollaron en lo que los expertos identifican como el Occidente
Mesoamericano.
Una segunda conclusión, es que, dados los estudios y evidencias arqueológicas
multiculturales en la región, sin negar su influencia cultural, no es posible sostener
que los “Mezcala”, hayan ocupado con la intención de asentarse permanentemente
Pungaravato, o cualquier otro pueblo de la Tierra Caliente; por lo mismo, no existen
fuentes históricas ni etnográficas de que este pueblo, haya hecho actos de
fundación de comunidades (pueblos) en la región calentana. En Pungaravato, más
que de la cultura Mezcala, se han encontrado evidencias arqueológicas de “parecido
sorprendente”, con piezas de la cultura Chupícuaro.
La tercera conclusión a la que se llega es que, atendiendo a las fuentes
documentales coloniales como a la Relación de Michoacán, dadas las prácticas de
conquista, colonización y religiosas, desarrolladas por el pueblo phurhépecha, se
infiere, que Pungaravato, muy probablemente, fue fundado como asentamiento
humano permanente del imperio, por la triada imperial de: Hiripan, Tangaxoan e
Hiquingaje; esto, entre 1420-1440 d.C.
Que el significado de Pungaravato, de evidente grafía phurhépecha, traducido
como: “lugar o cerro de plumas”, hay que tomarlo con reserva por carecer de
historicidad y de sentido lógico; por el contrario, se propone, que su significado
histórico según las fuentes coloniales existentes y tomando como referente la
Relación de Michoacán, lo puede ser: “lugar o cerro del señor emplumado
Pungárancha”, también conocido como Pungárecha o Pungárencha.
La cuarta conclusión, es que Pungaravato, en la encomienda, como ningún otro
pueblo de la Tierra Caliente, fue disputado en litigios legales por diversos
encomenderos para hacerse de la misma: Juan Velásquez de Salazar, Fernando
Alonso de Villanueva, Ángel de Villafaña, Pedro de Bazán, Alonso Gutiérrez de
Badajoz, Antonio de Anguiano, Luis Sánchez y Hernando de Bazán; proponiendo,
233
bajo tales circunstancias, que desde entonces, el pueblo tenía una importancia
económica en la región para los colonizadores españoles.
Una quinta conclusión, es que, en la evangelización de la Tierra Caliente, muy
probablemente, los evangelizadores Franciscanos, tuvieron en inicio, contactos
esporádicos con los naturales de la región; pero, en definitiva, quienes lo hicieron
de manera sistemática, fueron los de la orden mendicante Agustina. Por lo mismo,
dado lo manifestado por los cronistas de dicho clero regular, es posible sostener,
que el fundador de San Juan Bautista Pungaravato, siguiendo cierto ritual o
procedimiento español, lo fue Fray Juan Bautista Moya, proponiendo, que ello
ocurrió, probablemente, un 24 de junio de 1552. Por lo mismo, y derivado de la
relación privilegiada que el Padre Moya tuvo con los primitivos ancestros, en la
tradición etnográfica de los de Pungaravato, sigue existiendo la hermosa tradición
del “enterramiento del báculo” del Padre Moya.
La sexta conclusión, es que, entre 1547 a 1796, el viejo Pungaravato, San Juan
Bautista pungaravato, al igual que los pueblos de la Tierra Caliente, fue
configurando su mezcla racial que hoy se refleja en el rostro y forma de ser de los
Pungaravatenses y calentanos; nos viene de: indígenas, negros y españoles.
Durante este lapso, los de Pungaravato fueron diezmados por epidemias; fueron
objeto de medidas congregacionales por parte de la Corona Española; configuraron
su entorno cultural e identidad en sus cofradías, entonces, las más ricas de la Tierra
Caliente, y en el clero regular y secular, se identificó al poblado, como un lugar
estratégico para evangelizar a los pueblos calentanos, observando que, con el
correr de los siglos, en viejo San Juan Bautista Pungaravato, su curato, tuvo una
jurisdicción eclesiástica importante entre los pueblos de la región.
La séptima y última conclusión, tiene que ver, con que, no obstante las deficiencias
que puede haber en la presente investigación, el esfuerzo en años para rescatar la
memoria histórica de los de Pungaravato, valdrá la pena, cuando las Guachitas y
Guachitos, los Guaches y Guachas, conozcan su memoria histórica, sus raíces que
les da identidad y quiero pensar que orgullo; sólo entonces, el arduo trabajo, no
habrá sido en vano.
Guanajuato, Gto., semestre académico agosto-diciembre de 2018.
Dr. Carlos Arias Castillo.
234
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Apuntes para la Historia Antigua y Colonial de Phunguári-Huato
(Pungaravato-Cd. Altamirano), se términó de imprimir en octubre de 2018,
con un tiraje de 1,000 ejemplares en Sistemas Especializados en Copiadoras
Digitales de Irapuato, S.A. de C.V. Calle Morelos número 123, planta baja,
Colonia Centro, Código Postal 36500, Irapuato, Guanajuato, México.