argentina • chile • colombia • españa · 2020. 11. 13. · años sesenta, con tejados a dos...
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1.aediciónOctubre2017
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Copyright©2017byAliceKellenAllRightsReservedCopyright©2017byEdicionesUrano,S.A.U.Aribau,142,pral.–[email protected]
ISBN:978-84-17180-13-3
Fotocomposición:EdicionesUrano,S.A.U.
ParaJ.,porserloTODO.YparaDani,micopodenieve.
Ymientrasyotesienta,túmeserás,dolor,
lapruebadeotravidaenquenomedolías.
Lagranprueba,alolejos,dequeexistió,queexiste,
dequemequiso,sí,dequeaúnlaestoyqueriendo.
PedroSalinas,Noquieroquetevayas.
«Yesqueelvahodelfríohabríareveladoloquemicorazónestácomenzandoatrasmitirconcadalatido.Seescuchacuandoelmiedoduermeylas
inseguridadessevuelvencenizasunavezalmes.»
DanielOjeda,Cómemesiteatreves.
1¿Dequéhuyestú,Heather?
Podríahaberelegidocualquierotrolugar.Peroestoyaquí,enesterincóninhóspito.Elvahoescapademislabiosyforma
retorcidas siluetas en el aire.No sé adónde ir, así que permanezco unminutoparalizada en medio de la solitaria calle de este pueblo perdido. El anorakmoradoquellevoabrochadohastaarribanotienenadaquehacercontraelfríoque cala en los huesos.Me estremezco.Y luegomiro elmóvil por sexta vezconsecutivaparacomprobarquesigosincobertura; lomásprobableesquenovuelvaatenerenmuchotiempo.Estesitionoguardaningunasimilitudconelpósterque,cuandoerapequeña,
colguéfrenteamicamaconchinchetas.Laimagenmostrabaunlagoinmenso,cristalino,bajomontañasdepicosheladosyunpradoverdejadedondeunosomirabaalacámara.Debajo,conletrascurvasyelegantes,ponía:«Alaska».No veo nada de todo eso.No veo laderas infinitas ni animales jugueteando
entrelahierba,aunquesídistingolasiluetadelasmontañas.Creo.Estátodotanoscuroquecuestasaberloconexactitud.Hegastadocasitodosmisahorrosenunbilletedeavión,otrodetrenyeltaxi
quemehatraídohastaaquí,yresultaqueInovikLakenisiquieraesmásgrandequeelbarriodondevivíaenSanFranciscoyloúnicoquesédeestelugaresqueseubicadentrodeláreacensaldeSoutheastFairbanks.Casitodaslascasasdelpueblo son demadera, rojas o azules, y parecen sacadas de una postal de losañossesenta,contejadosadosaguasychimeneasqueescupenhumo.Todoestátranquilo…Noestoyacostumbradaalatranquilidad.Necesitouncigarrillo.Esunapenaqueprometiesequenovolveríaa fumar.
Losnerviosmeayudanasalirdeestaespeciedebloqueoymetiemblalamanocuandorebuscoenelbolsillodemisvaqueroshastadarconelpapelitodondehe
apuntado la dichosa dirección… Veamos, «letrero de madera en la entrada,derecha,rectocasiunkilómetrohaciaellago,número19».Esoestodoloqueheconseguido anotar mientras el dueño del alquiler de la casa me gritaba porteléfonoyyo intentabanoperderelhilode loquedecía.Eraun tipobastantedesagradable, pero supongo que un precio bajo no suele ir acompañado decortesíaysonrisas.Tampocoesquememolestaseenbuscarmuchomás;fuelatercera casa a la que llamé en esa web de anuncios de alquileres. Conseguíorganizarelviajeenuntiemporécorddurantelostresdíasquepaséescondidaylloriqueandocomounamocosaenunhostaldemalamuerte.Decido que ha llegado la hora de ponerme en marcha y me interno en el
camino que indican mis garabatos. Se aleja del pueblo. Es un sendero sinasfaltar,dearenilla,quedebidoa lahumedadestáalgoembarrado,asíquemecuesta arrastrar las dos maletas que llevo conmigo. Los árboles, altísimos yfrondosos,sealzanaambosladosyelvientosilbaentresusramasretorcidas.Yallevo andando un par de minutos cuando advierto que la oscuridad a mialrededoresbrutalyquelaspocaslucesdeInovikLakehanquedadoatrás,tandifuminadasqueescasiimposibleadivinaraquédistanciaestán.¿Porquétuvequealquilarunacasaalasafueras…?Eltraqueteodelasmaletassoloconsigueinquietarmemás.Escuchotambiénel
ululardealgunasavescerca.Nerviosa,mehumedezcoloslabios.Deprontosoymuyconsciente, dolorosamente consciente, dequenadie sabedóndeestoy, asíquepodríamorir aquímismo, ahora, comidaporun alceo cualquier bichodeesos,ynadievendríaarescatarme.Lomásprobableesquemifamilianisiquierameechasedemenoshastavarias semanasmás tardey lopeorde todoesquepuedoentenderesaindiferencia;dehecho,mesorprendequenomeodien.Esoseríamásfácil,comopartirseunhuesodeunsologolpeenvezdeirastillándolopocoapocoentrocitospequeños…Los recuerdosagridulcesquedan relegadosaun ladoencuantoescuchouna
especiedeaullidoespeluznante.Semeerizalapiel.Distingopisadasaceleradas,comosialguienseaproximasealadesesperada.Saboreoelmiedoascendiendopor lagarganta.Noveonada, todoestáoscuro.Apenaspiensoen loquehagocuandosueltolasmaletas,doymediavueltaysalgocorriendo.Porsuerte,esloúnicoque séhacer, lo únicoque semedabien: correr.Sin embargo, esta vez
parecequenosoylosuficientementerápida.Grito.Noséquéestápasando,peropercibo el peligro casi rozándome la espalda, muy cerca. Cuando intentoimpulsarmemásdeprisa, tropiezoymetambaleo.¡Mierda!Loúnicoenloquepiensomientrascaigodebrucescontraelsueloesenquevuelvoaestarmetidaenunbuenlío.Losbusco,loscreo,losencuentro.Me raspo las palmas de las manos al amortiguar con ellas la caída. Estoy
temblandocuandoconsigodarmelavuelta.Yentoncesloveo.Esunlobo.Unlobo.Tieneelpelajelargo,blancoygris.Abrelasfaucesysueltaunaullido.Noes
demasiado grande, pero sus dientes son puntiagudos. No puedo respirar; mearrastrohaciaatrásporelterrosocamino,incapazdedejardemiraralanimal.Enmenosdeloqueduraunpestañeo,daunpasoalfrentey,juntoalmovimientodesus patas, escucho una voz a lo lejos; es grave, fuerte y me reconforta deinmediato.—¡Caos!¡Caos,malditasea!Peroseaquiensea,nollegaatiempo.Elloboleignorayavanzahaciamí.Se
medisparanlaspulsaciones.Pum,pum,pum,pum,puedoescucharloslatidosdemi corazón retumbándome en el pecho, en la cabeza, en los oídos, y tengo labocatansecaquesoyincapazdetragarsaliva.Cierrolosojosconfuerzacuandolotengodelantey,antesdequemedécuenta,estáencimademí,olisqueándomey…¿lamiéndome?—¡Caos,basta!¡Dichosochucho!Unhombreapareceentrelassombrasytiradelanimalhaciaatrássujetándole
deuncollarque llevaenelcuello.Tomounabocanadadeaire; todavíasientoquemeahogoydeformareflejamellevounamanoalpecho.Elanimalsueltaunlevegruñidomientraseldesconocidomeapuntaconlalinternaquellevaenlamano.—¿Quéhaceunachicacomotúaquí?—Yo solo…—Vuelvo a respirar hondo al tiempo queme pongo en pie—.
Estababuscandoelnúmero19,frenteallago.¿Sabesdóndeestá?Tansololosgemidosahogadosqueemiteelperro,quesiguepareciéndosemás
aunloboqueaotracosa,rompenelsilenciodelanoche.Elhombresefrotalabarbaconlapalmadelamanomientrasmeestudiaconatención,comosifuese
unaespeciedemisterioandante.Entrecierrolosojoscuandovuelveaapuntarmecon la linternayempiezoapensarquequizá sea inclusomáspeligrosoqueelanimal.—Estáaunoscincominutosapie.Nodeberíasandarsolaporaquí.—Segira
ydirigeellevehazdeluzhacialasmaletas—.¿Sontuyas?—Sí,hetenidoqueabandonarlascuandomehaatacadoelperro.Parecehacerlemuchagraciamicomentario,porquesueltaunacarcajada.Le
mirodereojomientrassopesosipuedofiarmedeél.Tendráunoscincuentaaños,esmuygrandeycreoquesucabelloesdecolorcobrizoopelirrojo;noconsigodistinguirlobienen laoscuridad.Elperronoaparta losojosdemícuandomemuevoparaacercarmealasmaletas.—Caos no ataca, puedes estar tranquila. De hecho, le gustas. Estaba
lamiéndote.—Ah,québien.Me encanta queme laman—refunfuño—. ¿Cincominutos,
todorecto?¿Nohaypérdida?—Teacompañaremos.—Noesnecesario.—Vivojustoallado.—Deacuerdo.—Deja que te ayude con lasmaletas.—Estoy a punto de decirle que no lo
haga, pero de pronto se apodera de mí el cansancio acumulado por losacontecimientosdelosúltimosdíasyelprecipitadoviaje—.TendréquesoltaraCaosparacogerlas,¿teparecebien?—No,nosésiesbuenaidea…—Teprometoqueno teharádaño.Confíaenmí.Porcierto,me llamoJohn
Bale —me tiende la mano y tardo unos segundos en estrechársela, perofinalmentelohago.Tienelapielcallosa,durayáspera.—HeatherGreen.—Dejaquetehuela.Esraroquedespiertessucuriosidad.Caosespocodadoa
losestímulos—murmurapor lobajoydespués lo suelta.Elperroseprecipitahaciamí.Doyunpasoatráseintentoignorarelmiedo.Me olfatea despacio, empezando por los pies y ascendiendo hasta estirarse
sobresuspatastraseras.Sindejardeapuntarleconlalinterna,Johnlellamala
atenciónyvuelveabajarlacabezaparaseguirmoviéndoseamialrededor.Trasloquepareceunaeternidad,sesienta,sacalalenguaymemirafijamente.Buenchico.Alargolamanohaciaélconcuidado.Nuncahetemidoalosperros,peroestenosepareceennadaalosquesuelenpulularporlaciudadyquetepersigacomo un poseso de noche, enmitad de un bosque, no es lo que suelo llamardiversión.Elperromechupaeldorsodelamanoymehacecosquillas.—Andando—ordenaJohn,quemecedelalinternaycargalasmaletascomo
si no pesasen nada. Tiene una de esas voces vigorosas que no dan pie ademasiadasréplicas.Lesigoensilencio.Caoscaminaami ladocon la lenguafuera. No sé qué esperaba encontrar cuando llegué aquí, pero desde luego noalgoasí.Todoestanraroquenisiquieramemolestoenanalizarlo.Hacemenosde un día estaba en San Francisco.Y una semana antes, pensaba que todavíapodía encauzar mi vida. Dadas las circunstancias, puede que lo mejor seapermitirquelascosasfluyansinmás,dejarmemecerporlacorrientesinoponerresistencia.Nollevamosnitresminutosdecaminocuandovuelvoasentirelimpulsode
buscarelinexistentepaquetedetabacoenelbolsillodelanorakyrecuerdoqueno llevo cigarrillos encima cuandometo lamano dentro.Odio a la gente queaseguraquedejardefumaresfácil.¡Ja!Yunamierda.Eshorrible.Me tranquilizo cuando distingo la quietud del inmenso lago; las estrellas se
reflejanenlasuperficie,titilantes,comosiunmontóndecristalitossehubiesencaídodelcielo.Inspirohondoyporprimeravezmefijoenelaromaqueflotaenelaire,ahierba,atierrahúmeda,acortezadeárbol.—Esahí.—Johnseñalalacasademaderaquesealzaaladerechayavanza
hastaelporcheparadejarambasmaletas—.Novuelvasasalirsinantesconocerlazona;noseríaslaprimeranilaúltimapersonaquesepierdeenestosbosques.—Nosabíaquealguienpudiesehablarcongruñidos,peroéllohace.—Graciasportodo.Letiendolalinterna,peroJohnniega.—Quédatela. Si necesitas cualquier cosa, mi casa está por allí—señala un
puntoalolejosyentreveoenlapenumbrauntejadoadosaguas—.Noséquépuedevenirabuscaraquíalguiencomotú,perosealoqueseanoloencontrarás.Tehasequivocadodesitio,muchacha.Buenasuertedetodasformas.
Desciende los escalones del porche y vuelve a coger aCaos al ver que seresisteamarcharseconél.Megirocuandoyasehaalejadounosmetros.—¿Quétienedemaloestesitio?—Frío,soledad,hastío.—Entoncescreoqueesperfecto.—Sitúlodices…Tras ver desaparecer a John en la oscuridad, encuentro las llaves de la casa
bajolatablillademaderadelsegundoescalón,talcomomeindicóeldueñoporteléfono. Enciendo las luces al entrar. Es una pequeña cabaña de madera deaspectoconfortable,aunquehaceunfríodemildemonios.Elpolvoseasientaencadarincónyenlosescasosmueblesdelaestancia.Solohayunahabitación,losuficientementegrandecomoparaacogerunacamadematrimonioyunamesitadenochequeparecehechaamanoporlasimperfeccionesquesedistinguenenlamaderadepino.Lacocinaesausterayapenassicabendospersonasenella.Reviso el baño y termino sentándome en el sofá del salón principal. No haytelevisión, solounachimeneaqueno séencenderyunaalfombradecolorinesquemerecuerdaalasquesalenenlaspelículasdeindios.Tengofrío,hambreyunasinmensasganasdefumar.Peronotengomantas,nicomidanicigarrillos.Nisiquierasoyconscientedeenquémomentoexactodejodepensarentodas
esas personas que he dejado atrás yme acurruco en el sofá, cediendo ante unsueñoprofundoquemeenvuelveentresusbrazos.
Medespiertanunosgolpesenlapuerta.Tardounossegundosenubicarmecuandoabrolosojosymeencuentroconun
techodemaderaquenoreconozco.Tambaleándometrasponermeenpie, llegohastalapuertayabro.Unperroempiezaaladraraloloco.—¡Malditasea,Caos!¡Vuelveconlosdemás!—exclamaJohnmientrasmira
contrariadoalanimal.Elchucholeignora.Sesientaenmiporche,concaradefelicidad.A la luz del día, es precioso.Dan ganas de hundir lasmanos en supelaje suave y sus ojos, de un llamativo azul, lo observan todo con inusitadacuriosidad—.Todavíaesuncachorroyestácostandomásdelacuentaqueentreenvereda—refunfuñasudueño—.Toma,heidoalpuebloaprimerahoradela
mañana.Penséquenotendríasnadaquecomer.Metiendeunabolsamarrónquecontieneundónutdeaspectocaseroyuncafé
todavíacaliente.Lemirodubitativa.Nosésiecharmeallorardeagradecimientoocerrarlelapuertaenlasnarices.Todavíanohedecididosipuedesuponerunpeligro, pero soy consciente de que, de haber querido hacerme daño, anochetuvounaoportunidadynolaaprovechó,asíque…—Gracias.Noteníasporquéhacerlo.—Detestovercómoniñasinocentessemuerendehambre.Teníasquevenira
pararjustoaquí,demonios—masculla—.Estajuventudraradehoyendía…Puedosermuchascosas,pero«inocente»noesunadeellas.Tampoco es que tenga en mente compartir mi turbio pasado con este buen
hombre, así queme abstengode añadir naday le doy las gracias por segundavez.JohnmeestudiamientrasCaosmerodeanerviosoentresuspiernas.Llevolamisma ropa que ayer y, después de días llorando, debo de tener un aspectoterrible.—Deberías lavarte la cara. Las chicas de por aquí no suelen llevar tanta
porqueríanegradeesa.—Sefrotalabarba,todavíapensativo;esmáspelirrojoque castaño y sus ojos son pequeños y oscuros, y puedo distinguir ciertamelancolíaenellos.—Solo es sombra de ojos—explico—.Y a propósito, ¿en InovikLake hay
tiendas?Porquenecesitocompraralgunascosas.John Balememira como si fuese una especie de castigo ineludible que ha
llamadoasupuertasinavisar.Caosconsiguedespistarleunsegundoyseacercamásamí.Leacaricioconlamanosintiéndomeaúninsegura.Aunquesoloesuncachorro,siguepareciéndoseaunloboytieneunaspectoadorableypeligrosoaunmismotiempo,siesqueesacombinaciónessiquieraposible.—¿Dedóndeeres?—pregunta.—SanFrancisco.—¿QuésabessobreAlaska?—¿Quehacemuchofrío?—Muygraciosa.¿Cuántosañostienes?—Veintidós—alzolabarbilla—.¿Ytú?—Deberías llamarme de usted…—replica—.Cumplí cincuenta y seis hace
unasemana,asíquehazcasoalavozdelaexperienciayfíatedemícuandotedigoquelomejorquepuedeshaceresdarmediavueltayvolverpordondehasvenido.Aquínohaynadaparaalguiencomotú.LemiromalhumoradayentornolapuertadecasaantesdequeCaosempiecea
darvueltasamialrededor.Estoybastanteacostumbradaaquetodoelmundomequieralejos,peronormalmenteseesperanaquelacagueparapedirmequemelargue.Mepreparoparasoltarunaréplicadecente,cuandomisojossetopanconelpaisajequeseextiendebajoelgrisáceocieloencapotado.Esincreíble.Ytanbonitoquepareceirreal.Si exceptuamos el detalle del oso, no tiene nada que envidiar al póster que
colgué en mi habitación. John permanece a mi lado, en silencio, observandocómomeacercoa labarandillademadera, a laqueme sujeto conunamano.Sigososteniendo labolsitaconeldesayunomientrasadmiroel lagoencalma,brillanteyazul,encontrasteconelverdedelosárbolesyesaespeciedemusgosuave que viste el suelo. Lasmontañas, puntiagudas e irregulares como si unniñolashubieserecortadocontijeras, tienenlacimanevadayparecenmirarseenelespejodelagua.Medoycuentadequeestoysonriendo.Hacíaunaeternidadquenosonreía.—Voyaquedarme.Quieroestaraquí.—¿Ydequévivirás,muchacha?—Buscarétrabajoenelpueblo.Algohabrá,¿no?—¡Demonios!—refunfuña—.Vamos,Caos,¡caminadeunavez!—ordenay
lesveoalejarseaambosporelsenderoqueconducehastasucasa,unacabañatresvecesmásgrandequelamía,conunporcheinmenso,tambiéndemadera,yuna especie de segunda vivienda un poco más allá que tiene pinta de ser uncobertizo.Se escuchanmás ladridos.No sé cuántos perros tendrá, peropor loqueoigo,diríaque«bastantes»sequedacorto.Entroencasa, abrounade lasmaletas,mecambiode ropayvuelvoa salir.
Llevounasudaderablancagruesa,elanorak,vaquerosybotassuavesconpelopordentro.Bajohastaelmuelle,maravilladaportodoloqueveo.Escomovivirdentrode
unapostal.Mesientoconlaspiernascruzadasynotounfríointensocuandoel
vientosoplaconmásfuerza.Nomeimporta.Deverdadqueno.MedaigualqueelrestodelmundopiensequeAlaskaesuntrozodehieloperdidoenmediodelanada,porquemepareceunlugarvibrante,diferenteymuyvivo.Acabodedarleelprimermordiscoaldónut,queestádelicioso,cuandoveoa
Caosalprincipiodelmuelle,caminandohaciamíconsuspatasfirmes.—¿Estásobsesionadoconmigo?—lepreguntoysaboreountragodecafé.No contesta, evidentemente, pero se sienta a mi lado y observa también el
paisajeconactitudtranquila,comosinosconociésemosdesdesiempre.Tienelasorejaspuntiagudasygolpeteaconlacolalastablasdemadera.Bueno,supongoquepodríaserpeor.Lacompañía,quierodecir.Meencojodehombrosyterminoeldesayunoconelchuchoallado.Cuando
melevantoyregresosobremispasos,mesigue.Avanzohacia lacasadeJohnBale,queestámásarriba,subiendoporelmismocaminoqueanochemepareciótétrico y ahora resulta cualquier cosa menos escalofriante. De hecho, merecuerda a esos senderos que aparecen en los cuentos de hadas, cercados porabetos y plantas salvajes con diminutas florecillas que parecen haber sidotrazadasconlapuntamuyfinadeunpincel,manosdelicadasypulsofirme.Leencuentrounosmetrosantesdellegaralacasa,cargadoconvariostroncos
deleñaqueacabadecortar.Distingoaunoscuantosperrosenormesalolejos,traslasegundacabaña,peroevitopreguntar.Todoesunpocoraro.Johnensíesraro.Creoqueporesomecaebien,porqueenocasionestambiénmehesentidoasí.—VoyairaInovikLake—anunciocomosifuesetodounacontecimiento—.
TelodigoporqueCaosnodejadeseguirme.—Asíquesiguesempeñadaenquedarteaquí.—Exacto.—Chicatestaruda—murmuraporlobajoyluegodejalostroncosenelsuelo
y se acerca para coger al perro del collar. Habla como en gruñidos, juntandomucholaspalabrasentresí—.Márchateantesdequetesiga,noséquélepasacontigo.Y pasa por el bar Lemmini y di que vas demi parte. Puede que allítenganalgoparati.—¿Algoparamí?
—Trabajo—respondesecamente.—Ah,vale.Enesecaso…supongoquegracias,otravez.
Recorroelsenderoenmenosdediezminutos.Caminorápido.Echodemenoscorrer,porqueesloúnicobuenoqueséhacer;ponermelaszapatillasdedeporteydejarmellevarsinpensarennada,sinmiraratrás,sinataduras.Todotieneunaspectodiferentealaluzdeldía.Inovik Lake sigue pareciéndome pequeño, pero no es una aldea ni mucho
menos.Hayunacalleprincipalquecruzaelpueblodepuntaapuntaymeaferroaellacomoreferencia.Aunladoyotrosealineancasascortadasporunmismopatrón; la originalidad brilla por su ausencia. Deambulo un poco perdida,observandotodoslosestablecimientoseintentandomemorizardóndeestácadacosa. El supermercado queda justo en la parte central y ni siquiera podríacompetirconunatiendadebarriodeSanFrancisco.EsperoquetenganbarritasTwix,porquelasnecesitoparasobrevivir.Carraspeo cuando una anciana está a punto de entrar en el supermercado,
instándola a detenerse. Lleva la capucha del abrigo puesta y tiene un rostroarrugado pero amable que me recuerda al de un esquimal: piel tostada, ojosrasgadosynarizchatayancha.—Perdone,estoybuscandoelbarLemmini.¿Sabríadecirmedóndeestá?—Noeresdeporaquí.Estenoessitioparaalguiencomotú.—Graciasporlasmolestias,detodasformas—farfullodándomelavuelta.Es
increíble que haya huido al lugarmás perdido del país y que ni siquiera aquísoportenmipresencia.¡Menudasuertelamía!Seaclaralagargantaparahablar:—Yatelohaspasado.Estádoscallesmásatrás,girandoalaizquierda—dice
ymedirigeunamiradaescrutadorayunpocodesconcertante—.BienvenidaaInovikLake.Veremossisiguesaquícuandollegueelfrío.¿Cómoque«cuandollegueelfrío»?¿Yloquehaceahoraquésesuponeque
es? ¿Calor? Abro la boca decidida a ahondar más en el tema, pero ya estáentrando en el supermercado; me mira fijamente mientras cierra la puerta decristal.Sigosusindicacionesyvuelvosobremispasos.
Enefecto,elbarestáenunacalleestrecha,aunosmetrosdelaprincipal.Hayunletreropequeñoenlaentrada,demadera,ydesdefueraellugarseveoscuroy antiguo, como si hiciese décadas que nadie renueva el mobiliario. Cuandoentro,suenanunascampanitasquecuelgandelapuerta.Estávacío,nohaynadietras la barra y huele a beicon, porque las tripas me rugen en respuesta; sigoteniendo hambre. Inspecciono los cuadros pequeños y polvorientos que vistenunadelasparedes,alladodeuntimóndebarcodemaderaconredescolgantes.Qué típico. Estoy a punto de alargar lamano para tocar lo que parece ser unhuesodealgúnbichoexpuestoamododetrofeo,cuandounavozsecasealzaamiespalda.—¿Quéquieres?Megirosorprendidaydispuestaacontestar,perocambiodeideaencuantome
encuentro con susojos.Conesosojos.Azules, fríos e impactantes.Sumiradame atrapa, tiene algo cautivador que consigue que se me disparen laspulsaciones.Tragosalivacondificultad.Hedejadodesentir frío.Enserio.Hasidocomoviajardelárticoaldesiertoenunsegundo.Apesardequenosoyprecisamentebaja,mesientodiminutaasulado;debe
rondarelmetronoventa,ysupresenciainvadeyseapoderadecadarincón;seríaimposiblequealguiencomoélpasasedesapercibido.Tieneelcabellooscuroyunospómulosmarcados,ajuegoconlamandíbulayelrestodelosrasgos.Noseríajustodecirqueesmeramente«guapo»,porquehayalgomásenél,algoqueme resulta terriblemente fascinante. No recuerdo haber sentido antes nadaparecido.Nocreoenlosflechazos.Nienelamor,yapuestos.Perosícreoenelsexo.Mellevounmechóndecabellooscurotraslaorejaeintentotranquilizarme.—Veníaporeltrabajo.—¿Quétrabajo?Suvozesroncayáspera.Memiraimperturbable.—No lo sé. Imagino que de camarera, tal vez. O eso espero, porque tengo
ciertasdificultadesparacocinar.¿Acuántopagaslahora?—Largodeaquí.
—¿Perdona?—Fuerademivista.Deboadmitirqueesbastantedirectoelchico,noseandaporlasramas,pero
aunasímepilladesprevenidaypermanezcounossegundosmirándolecomounapánfila. ¿Porqué todos loshabitantesdeestepueblomeodian?Quizápuedancaptarelalmadelaspersonas,versussecretosmásoscuroseinconfesables.Intento pensar una respuesta argumentada e inteligente, como, por ejemplo,
«eresungilipollas»,pero,antesdequepuedadecírselo,unjovenrubioapareceen el umbral de la puerta que conduce al almacén o a la cocina. Algunosmechonesdoradosescapandelgorrodelanarojoquellevapuestoydelcuellolecuelganunosauriculares.—¿Quéestápasandoaquí?—Meestudiaconinterésyluegodeslizalamirada
haciaelidiotaconcarademalaspulgasquetodavíasigueamilado;tienepintadeserunamargadonivelexpertoodetenérselodemasiadocreído.—Nada.Lachica,quesehaequivocadodesitio—contestaconvozprofunda
yhagounesfuerzoporignorarelcosquilleoquemeproduce.—¡Nomeheequivocado!—Letiendolamanoasucompañero,quelaacepta
con una sonrisa cálida—.Me llamoHeather Green yme han dicho que aquípodría encontrar trabajo. Puedo hacer cualquier cosa, aunque admito que lacocinanoesmifuerte.Peroaprenderé,deverdad—sueltoabocajarro.—SethKaine—respondeantesdequesusdedossueltenlosmíos—.¿Quiénte
hadichoquebuscábamosaalguien?Noquieroaprovecharmemásdemiamablevecino,peromedijoquefuesede
suparte,asíque…—JohnBale.—¡Hostia puta! —El chico alto y malhumorado se mueve a mi espalda y
avanzahastaunadelasmesasparacogerelpaquetedetabacoyelmecheroquehayencima.Cuandosacauncigarro,mefijoenlacicatrizquetieneenelbrazo.Esunalínearectayrugosaquenaceenlamuñecayasciendehastadondellevaremangado el suéter. Se lleva el pitillo a la boca, pero antes de que puedaencendérseloelotroseloquita.—Eh,nadadefumaraquídentro.—Bien—espetataladrándomeconlamirada—.¿Quésabeshacer?
—Patearleeltraseroalosidiotascomotú—mecruzodebrazos.—¡Esaesbuena!—Sethseríe.Elotrono.Niunapizca.—Vale,tevendrábienparatratarconlosturistasconganasdejuergaquese
pasean por aquí los fines de semana. Trabajarás de cuatro a nueve, sirviendocenashastaquecerremos,¿entendido?Pagamosadocedólares lahora,afinalde mes. Cerramos los lunes y dos domingos al mes. Empiezas mañana. Noquieroniunajodidaqueja.Sinotegusta,ahítieneslapuerta.Suvozeshielo.CogeelcigarroqueSethtodavíasostieneenlamanoysalecomounvendaval
dandounportazo.Madremía,noquieropensarcómoseráporlasmañanassiesde los que tienemal despertar. Incómoda,me llevo unamano a la boca ymemordisqueo la uña del dedomeñique. Supongoque algo es algo, almenos heconseguidountrabajo.—Esencantador—digo.—Todo ternura.—Seth vuelve a reír—.Hoy le has pillado en un buen día.
Ven,teenseñarélacocinayteexplicaréporencimacómofuncionamos,aunquees bastante simple. —Le sigo sin rechistar—. No le hagas caso a Nilak, lasociabilidadnoesunodesuspuntosfuertes,peroterminaráacostumbrándoseatenerteporaquí.Élsueleestartraslabarra,sirviendobebidasytomandonotadelos pedidos. Ahora te encargarás tú de esto último, ¿de acuerdo? Apuntas lacomandaenunpapelitoconelnúmerodemesaymelopasasamí,queestoyenlacocina.—Vale.—Pornormageneral lagentede lazonaessimpática.Suelenveniraúltima
horadelatardeatomaralgooacenar,aunqueloquehacemosaquíesbastantebásico:comidastípicas,fritos,elpescadofrescoquellegadeldíaocosasasí.—Semueveconsolturapor lacocina,queesgrandeyestá limpia,nadaquevercon lo quehabía imaginado.Seth parecemás jovenque su socio; calculo quetendrámiedad—.Losfinesdesemanavienemásgente, turistasymontañistasquevanalpicoDimayparanaquíporquelesvienedecamino.—¿ElpicoDima?—Esunamontañamuyfamosaqueestácercaysuelenfrecuentarescaladores
oturistascuriosos.EnAlaskahaydiecisietedelasveintemontañasmásaltasde
todoEstadosUnidos,¿nolosabías?—No.—Vienesdemuylejos,¿verdad?—Seapoyaenunmuebledelacocinayse
cruza de brazos. Me mira de arriba abajo por segunda vez desde que nosconocemosyestavezparecemásdivertidoqueotracosa.—¿Quétehacetantagracia?—Nada.Tuaspecto.Contodoesepotinguequellevasenlacara.—Susonrisa
seensanchamás;megustaríaodiarle,peroesdemasiadotransparente.Lagentetransparentesiempremecaebien—.¿Dedóndeeres?—SanFrancisco.—Ah,esoloexplicatodo.—Noteofendas,peronolopillo.Tantotúcomotuamigo,este…Nilak,sois
raros.Bueno,enrealidadcasi todalagentequeheconocidodeporaquí loes.¿Elfríoosafectadealgúnmodo?Deja escapar una carcajada.Pareceunade esaspersonas a las que es difícil
cabrear.—Solo es que resulta llamativo que alguien de un lugar agradable y cálido
vengaaquí;suelesersiemprealrevés.Lagentehuyedelfrío.—Entrecierralosojosalmirarme—.¿Dequéhuyestú,Heather?—Nohuyo.—Deberíastrabajarmejortusgestosalahoradementir.Aquítendrástiempo
de sobra, porque no hay nadamejor que hacer. Venga, vamos, te enseñaré elalmacén.Meexplicacómoorganizanlascajasquecontienenlasbebidasylacomidano
perecederaycadacuántotiempovieneelrepartoyquéhayquehacereldíaqueeso sucede. Después, cuando regresamos a la estancia abierta al público, nosdespedimos con un extraño apretón de manos. Seth parece satisfecho y merecuerda que mi turno empieza mañana a las cuatro. Le aseguro que llegarépuntual.Al salir, Nilak está apoyado en la pared oscura del callejón. Tiene la vista
clavada en un cielo que promete tormenta y sostiene en la mano derecha uncigarrillo.Debedeserel segundo.Oel tercero,quizá.No losé,perohagounesfuerzoparanoabalanzarmesobreélyarrebatárselo.Necesitonicotina.
Nilakledaunalargacaladamientrasdeslizasumiradagélidapormirostro.Elhumo serpentea en el aire al escapar de sus labios entreabiertos.Eshipnótico.Quieroesoslabios.Quieroesehumo.Creoqueeslacombinaciónperfecta,hastaque recuerdo lo gilipollas que es. En fin. Los envoltorios más brillantes yllamativossuelenserlosdepeorcalidad,setrabajaelvistosoexteriorparaquenadiesefijeentodolodemás,queesloquedeverdadimporta.—Hastamañana—digoconsequedad.Élgruñe, tira el cigarroal sueloyentra enelbar.Mequedounos segundos
mirando lacolilla, ¿lanzarmeaporella seríademasiadopatético?Creoquesí.Inspiro hondo, me doy la vuelta, y regreso al supermercado donde me heencontradoantesconesaanciana.Cojounpardeprovisionesbásicas,nomucho,porqueséquetendréquecargarlasbolsashastalacabaña.ResultaquelacajeranisiquierasabeloquesonlasbarritasdechocolateTwix.Genial.Adiósaunodelosgrandesamoresdemivida.Yatraslosprimerosdosminutosderecorridoapieempiezoaarrepentirmede
habercogidotantopesoalfinal,peroaprietolosdientesyhagounesfuerzoy,depronto,altomarunacurvacerradadelcamino,leveo,ahí,sentadoaunladodelacuneta.Estáesperándome.Amí.Soloamí.Lededicounasonrisainmensa.—Creoqueereselúnicoquequieretenermeporaquí.Caosladraalegrementecomosipudieseentendermispalabrasyavanzaami
paso,acompañándomeduranteelrestodeltrayecto.Supresenciamereconforta.ImaginoquépensaríamifamiliasisupiesenqueestoyenAlaska;aunqueestán
acostumbrados a verme desaparecer amenudo, en algúnmomento tendré queavisarles. ¿Y Alison? Oh, Dios, Alison probablemente se reiría como unahistérica, haría un puchero ridículo y soplaría sobre sus uñas rosas antes deapartarseelcabellorubioydeciralgoasícomo:«Noseaspatética,Heather,¿quévasahacerenuntrozodehielosinmí?Somoscomohermanas,nosnecesitamoslaunaalaotra.Dejadementirteatimisma».Entodamividasolohetenidoelimpulsodemataraunapersona.YesapersonaesAlisonBreth.
2
27deagostoQueridodiario,
Ojalánadahubiesecambiado.Meencantaríaquesiguiésemossiendounafamilia normal y corriente, aburrida incluso, pero una familia a fin decuentas. Siempre quise creer que el amor era algo eterno y no dejo depreguntarmesielamorqueduramenos—unosmeses,unosaños,unpardedécadas—,estandeverdadcomoelquesealargatodaunavida.Echodemenosapapáy,desdelaseparación,mamáestárara.Sehacortadoelpelo,se compra mucha ropa y sale más. Me gusta verla feliz, tiene un brilloespecial en los ojos, pero eso también hace que piense durante cuántotiempono lo fueal ladodepapáy si él ya sabíaqueellano lequería losuficienteolesorprendióquetomaseladecisióndedivorciarse.Puedequeintenteaveriguarlolapróximavezquelevea.Esaeslapeorpartedeestasituación;ahorasolopuedopasarconélunfindesemanaalmesyloechomuchodemenos.En Seward no conozco a nadie. Dentro de dos semanas empezaré el
institutoyseréunadeesasmarginadassocialesquecomensolasenlamesadel fondo. Será como empezar otra vez. Ojalá pudiese cerrar los ojos yrecuperar a mis amigos, mi antigua vida, la seguridad de aquello queconocía.
Annie.
3Soyyo.
Elinmensoyhorribleproblema…
Alamañanasiguiente,Johnvuelveallamaramipuerta.Eldíaanteriorapenascruzamos un par de palabras; todavía parecía molestarle el hecho de que noquisieseirme,asíquesololedilasgraciasporeltrabajoyélrespondióconun«denadanohaydequé»,asítodojuntoporqueescomohabla,ygruñóporlobajoamododedespedida.Hoyvisteunagastadacamisaconunestampadodecuadrosrojos y grises, y carga unos cuantos troncos de leña. Como siempre,Caos leacompaña.—Esperaba que vinieses a pedírmelo anoche, pero eres testaruda e
inconsciente.Nosabescómoencenderlachimenea,¿verdad?—Nipajoleraidea—admito.—Bien.Vamosasolucionarlo.MeapartoaunladoparadejarlepasaryJohnentraenlaestancia,searrodilla
frentea lachimeneaycolocadentro la leña.Mepidequemeacerqueypresteatenciónmientrasenciendeelfuego.Lamaderaprendepocodespués.Observolasllamasquesemecenconsuavidadylosrecuerdosemergenbruscamente.MeconcentroenlaseguridaddelavozdeJohn.—Cuando veas que se van consumiendo, añades otro tronco. Hazlo con
cuidado; no debes perderle el respeto al fuego bajo ningún concepto. Espeligroso,Heather—añade,sinserconscientedelmiedoqueyaletengo.—¿Puedesapagarloantesdeirte?—preguntocuandovuelveaincorporarse.Suspobladascejasseencuentranalfruncirse,perolohace;cogelastenazasde
hierroquecuelganaunladodelachimenea,separalostroncosylasllamasvanperdiendofuerza.—Ahora,venyayúdameacargarlaleña;ladejaremosenlapartetraseradela
casaparaqueteseafácil irapormás.Teaseguroquecuandollegueelfrío lanecesitarás.Probablementetengarazón.Asiento.Solo«porsiacaso».—¿Acuántolavendes?Enmediodelaalfombradecoloresdemisalón,JohnBaledejadesacudirse
las virutas de madera de la ropa y me mira enfadado como si acabase deinsultarle.—¡Notienesquepagarme,muchacha!Nohagoestopordinero.—Yalosé.Perohevistoquetepasaseldíacortandoleñayhesupuestoquete
dedicas a venderla, ¿no es cierto? Tengo dinero. Puedo pagarte. Te agradezcotodoloqueestáshaciendopormí,pero…—Mededicoamuchascosas—mecorta—.Guárdatetudinero.—Está bien.—Cojo la llave y cierro la puerta de casa antes de seguirle al
exterior.Es tan tempranoque lahierbadel suelo todavíaestácubiertaporunafinacapadeescarcha—.¿Yaquémástededicas?Memiraporencimadelhombrosindejardeandar.—¿Nolohasdeducidoya?—¿Túnohasdeducidoquelainteligencianoesmifuerte?—Quécosastienes—murmura—.¿Aquiénseleocurredeciralgosemejante,
demonios? Tu padre debería haber evitado que tuvieses tantos pájaros en lacabeza.Lafirmezasonloscimientosdeunbuencrecimiento.—Mipadre estámuerto.Y aunqueno fuese el caso, creoque la firmezano
hacequeunoseamáslisto.Meencojodehombros.Eslaverdad.Nosoyinteligente,nuncalohesido.Ya
desde pequeña tenía ciertas dificultades para concentrarme en el colegio yentender losconceptosmásbásicos,asíquecuandocrecímedejémanejarporotrasmanosmásperspicaces.Parecíaunpasológico,aunqueahoraentiendoquehubiesesidomuchomejorestarsolayvivirtranquilacomounachicatontamás;fuecomointentaraspirarasercantantedeóperateniendounavozdemierda.¿Porquéa lagente leda tantomiedoadmitirquenoes inteligente?Pueden
asegurarsinpelosenlalenguaquesongordos,bajos,delgados,idiotas,torpesofeos,perocasinadieestádispuestoadecirenvozaltaquenoesinteligente.Yno
pasa nada. No es un delito. Hay test de esos raros que lo demuestran; en elúltimoquehicecuandoibaalinstitutoapenasconseguíresponderlamitaddelaspreguntas,nodejabadedistraermeconelcascabelquecolgabadelapuntademibolígrafoy,además, losproblemaseranraros,estilo:«DecuatrocorredoresdeatletismosesabequeChallegadoinmediatamentedetrásdeB,yDhallegadoenmediodeAyC.¿Podríascalcularelordendellegada?»TuvequeleerlounassietevecesantesdededucirquelarespuestaeraB,C,D,A.—Lamento lo de tu padre—me dice John con voz ronca cuando ya hemos
subido lacuestaqueconducehastasucasa—.Tenías razónalsuponerquemededicoa laventade leña.Miotraocupacióneseladiestramientodeperrosdetrineo.Aplastounasbriznas dehierba con la punta de la bota antes demirarle con
curiosidad.—Pensabaquelodelostrineossolosalíaenlaspelículas.—Todavíaseusan—diceyreanudaelpasohaciaelenormecobertizo.Diviso
a los perros tumbados en el suelo, descansando plácidamente o jugando entreellos.Habráunos treceo catorce, todos tienenpintade lobos, aunque algunossonunpocodistintos—.EldeportenacionaldeAlaskaeselmushingy,además,enestaszonassolitariasnoexistemejorcompañíaqueunperro;noessolounamascota,esunguardián.Estánpreparadosparaprotegereinclusoresultanútilesenlosrescatesdemontañistasextraviadosocosasdelestilo.—¿Quéesexactamenteelmushing?—Niñaignorante…—masculla.—Nodigasquenoteloadvertí.—¿Quiéntehametidoesastonteríasenlacabeza?Laignorancianotienenada
queverconlainteligencia—brama—.Elmushingeselusodeperrosdetrineosy esquís; antiguamente era la forma de transporte más habitual, ahora seconsidera un deporte. A los corredores los llamamos musher. Hay muchascompeticionesydiversasmodalidades—explicayparecequehaceunesfuerzoalhablarparanojuntartantolaspalabrasyquepuedaentenderlesinproblemas—. Crío y entreno dos variedades de perro, aunque no son las únicas que seusan. Unos son alaskan malamute, ¿los ves allí? Son los más robustos; ven,sígueme.
NosacercamoshastaunodeellosyelperrogimealegrementecuandoJohnlepalmea el lomo con cariño.Caos, sin dejar de revolotear a nuestro alrededor,nervioso y activo como siempre, nos mira como si quisiese reclamar nuestraatención.—Estarazanórdicaesunadelasmásantiguas—dice—.Fíjateensuspatas,
sonmuyfuertesytienenunabuenamusculatura,ademásdeuncarácterfácil.—¿Cómosellama?—preguntoaltiempoquealargounamanoyloacaricio;
elperroentrecierralosojosagradecido.—Esteesmío,al igualqueesosotroscincodeallí, todosalaskanmalamute.
Se llama Vivaldi. Y los demás, de derecha a izquierda, Bach, Tchaikovsky,BeethovenyMozart.ElqueestáalgomásapartadoesSchubert; legustapasartiempoasolasdevezencuando.—Asíquenotegustalamúsicaclásica…—bromeo.JohnesbozaunaperezosasonrisayledaotrapalmaditamásaVivaldiantesde
ponerseenpieyllevarselasmanosalascaderas.—Esossonmisseisperros—prosigueynotoundejedeorgulloensuvoz—.
ElviejoSchuberteselmásmayor,tieneyanueveaños,perotodosjuntosformanunamelodíaperfecta;sisiguesaquícuandolleguelatemporadadenieve,teloenseñaré,porquedoyporhechoquenuncahasmontadoentrineo,¿cierto?—¡Me encantaría!—contesto con más entusiasmo del esperado y hago un
esfuerzo para no caer cuando Caos se pone a dos patas y se alza sobre míensuciándomelasudadera.Genial—.¿Yquépasaconlosdemásperros?—Losotroslosentrenoparamushers.Esadeahíestápreñada,¿nolonotas?
—Señalaaunahembraqueestárecostadaaunladodelprado—.Cadaañovanyvienen.Lamayoríatienennombrestípicosdelosperrosnórdicos,comoAkicha,queesesadepelomásoscuro,ysignifica«espíritudelSol».OAput,«nieve».Pamiiyok,«colaenroscada».Takret,«luna».Lesobservoconatenciónantesdealzarlamiradahaciaél.—¿QuésignificaNilak?—¿Cómosabesqueesunapalabrainuit?—Resultabastanteevidente.—Quizá no seas tan tonta, entonces—contesta con una carcajada, antes de
volvera serenarse—.Nilakno significanadaespecial.Tampocosémuchodel
idioma,solocosassueltasqueheidomemorizando.Poraquíelmásconocidoesel grupo de dialectos iñupiaq, pero solo lo hablan los inuit que viven en lastundras del norte de Alaska. Todavía hay gente que se refiere a ellos comoesquimales, aunque cadavez se reniegamásde esapalabra;mejorno la uses,puederesultarofensiva.—¿YCaos?—pregunto y el perro se emociona en cuanto oye su nombre y
muevelacoladeladoalado—.¿Porquélollamasasí?—Esliteral,elcaosabsolutohechoperro—protesta—.Alprincipiolollamé
Suka, que significa «rápido», porque realmente es el más veloz de toda sucamada.Lástimaquenolesirvadenada;comotehedichoantes,lafirmezasonloscimientosdeunbuencrecimiento.Caosesunhusky,hijodedosganadoresdetrineos,igualquesustreshermanos,aquellosdeahí—losseñalaconeldedo—.Eldueñosellevóalamadrecuandofueronlosuficientementegrandescomopara alejarsede ellay se suponequedebenestar listospara la temporadaqueviene,perodudoqueCaosloconsiga.—¿Listos?¿Listosparaqué?—Paraserperrosdecompetición—dice—.¿Teapeteceuncafécalienteantes
decargarlostroncos?—Asientoynosencaminamoshaciaelinteriordelacasamientras Johnsiguehablando—.Caosno responde a los estímulos habituales,no hace caso. Lo he intentado todo. Son pocos los perros que suelen salir…amorfosocomosediga.—¡Caos no es amorfo! —protesto justo cuando traspaso el umbral de la
puerta.LacasadeJohnesmáscálidadeloqueimaginaba.Elcolormarrónlocubre
todoasupaso:elsofá,lasparedesyelsuelodemadera,loscojinesyhastalosmueblesdelacocinaenlaqueacabamosdeentrar.Lepega.SiJohntuviesequeseruncolor,supongoquemarrónseríalaopciónperfecta.—Puede que «amorfo» no sea la palabra más adecuada—admite mientras
sacaunpardevasosycalientacafé—.Pero,sencillamente,nosirveparaloquefueconcebido.Todavíanomeherendidoconél,esoteloaseguro,perosinoseendereza a tiempo no podrá competir yme temo que su dueño no lo querrá.Conozco a Denton, es un tipo práctico y poco empático, no se anda contonterías.
—¿Yentoncesquéserádeél?—Supongoquelodonaráaalguienquebusqueunanimaldecompañía.—Se
encojedehombrosaltiempoquemetiendeelcafé—.Aunquehastaesopuedeconvertirseenunproblemacomonocambie.¿Quiénquieretenerunperroalquenopuedacontrolar?—¡Yo!—¿Tú?—Bueno,no.MerefieroaquenoloabandonaríasifueseesetalDenton.Es
ruin que solo quiera a los ejemplares perfectos y dóciles. La perfección esaburrida.Johnesbozaunasonrisaantesdedarleunsorboasutazadecafé.Terminamos
debebérnosloensilencio.Noséporquémesientotancómodaconestehombrecascarrabias, pero su compañía es agradable, me calma; resulta extraño. Laventanadelacocinaestáabiertayelairegélidosecuelaenlaestancia.Cuandonosponemosenpieyvolvemosa cruzar el comedor,me fijo en el tablerodeajedrez que hay sobre lamesita central y pienso en lo triste que debe de sercompetir contra unomismo, aquí, aislado enmedio de lasmontañas. Esomehace darme cuenta de que yo también estoy muy sola. Y ahora siento quesiempreloheestado.Señaloconelmentóneltablero.—¿Quiénvaganando?—bromeo.—Muygraciosa—rezonga,peroalfinalsonríe—.¿Sabesjugar?—Quéva.—Pues deberías aprender. El ajedrez ayuda a agudizar la mente cuando
dejamos que duerma durante demasiado tiempo… —suspira y me tiende lachaquetaquedejéenelpercheroalentrar—.¿Quétegustahacer,Heather?Meencojodehombros.Miexistenciaestristeyestávacía.—Nosé,nadaconcreto.—¿Nada?¿Notegustaleer?—Hum…no.—¿Elcine?—Depende.—Eres casi una especie de acertijo andante. No dejo de preguntarme qué
demoniosestáshaciendoaquí,enAlaska.—Terminadesubirselacremallerade
su abrigo mientras me mira fijamente—. Tiene que haber algo con lo quedisfrutes.Esimposiblequenotengasningunaafición.Lemirodubitativa.—Megustacorrer.—¿Correr?—Sí,hacerlosinpensarennada.—Suenainteresante.—No lo es, pero a mí me basta. Tengo ganas de correr por aquí, todo es
precioso.—Veremossipiensaslomismocuandolleguelatemporadadenieve.
Despuésdehacervariosviajestransportandolostroncosdesdesucasahastalamíayapilarlosenlapartetrasera,mepongolaszapatillasdedeporteysalgoacorrer.Todavíatengoquedeshacerlasmaletas,quesiguenabiertasenmediodelcomedor, y limpiar el polvo que recubre los muebles de la casa. La pasadanoche,dormíenelsofá.Nuncahesidomiedosa,pero lahabitaciónmeresultafríaylacamaesdemasiadogrande;sientoquenoencajoenesaestancia.ApenashedadounpardepasoscuandoCaosaparece.Empiezoapensarque
Johnevitacontrolarloapropósito,paraquemesigaoalgoasí;nosésirealmenteseríadegranayudaencasodequemeocurriesealgo.Elperroavanzacongestoserio,comosihiciésemosestotodoslosdías;suspatassemuevenalcompásdemispasosy,cuandovequemeadelantaunbuen trecho, reduceel ritmohastaqueloalcanzo.Trotoapasolentoporlaorilladellago,dondeelterrenoesunpocomásllano
ylosárbolesnolohaninvadidotodo.Elbosquequedaalaizquierdayelaguasemece en calmaamiderecha, bajo lasmontañasdepicosheladosqueparecentocarlasnubesquedanzanporelcielo.PiensoenAlison.MalditaAlison.¡Argh!La conocí cuando acababa de cumplir quince años. Era el primer día en el
nuevoinstituto.MamásehabíacasadoconMatthewesemismoverano,asíquenos mudamos al barrio donde él vivía, a una de esas casas de dos plantas ybuhardilla que aparecen en las pancartasquehablande«el sueño americano».
Noconocíaanadie,misviejosamigosquedabanaunpardehorasdedistanciaen coche y, aunque ambosme prometieron que podría verlos con frecuencia,prontotodoselloscayeronenelolvido.FuecomosiAlisonborrasemipasadoydibujaseconsusmanoselfuturo.La primera vez que la vi, cuandome escondí en los servicios a la hora del
almuerzo, estaba maquillándose frente al espejo con gesto de absolutaconcentración, como si el acto en sí fuese de lo más importante. Eradespampanante.Sulargamelenarubiaserizabaenlaspuntas,enroscándosedeunmodo encantador, y tenía los ojos verdes y rasgados. Parecía unamuñeca:culo respingón, cintura ridículamente estrecha, pechos firmes y piel deporcelana.Me quedé estudiándola en silencio mientras me terminaba el sándwich de
quesoypavoqueMatthewmehabíahechoantesdetraermealinstituto.Cuandoacabódeaplicarseunasegundacapadegloss,memirófijamente.—¿Teparezcointeresante?—Lociertoesqueno.—Meencogídehombrosconindiferencia,aunquepor
dentroestabatemblando.Noqueríatenerproblemaselprimerdía.—Amítúsí.—Sonrió—.¿Cómotellamas?—HeatherGreen.—¿Eresnueva?—Sí.—AlisonBreth.Encantada.Metendiólamanoyse laestreché.Suapretónfuefuerte,decidido,comosi
volcasesuenvolventepersonalidadenesesimplegesto.—¿Nadietehadichoquealmorzarenelbañorestapuntosdepopularidad?—Noesalgoquemeimporte.—Mecaesbien.Megustalagentementirosa.Vamos,Heather,venconmigo.
Te presentaré a un par de amigos.—Sin soltar mi mano, me condujo por elpasillodelinstitutoyentramosenelcomedorprincipal,dondelosalumnosreíany hablaban a gritos. Sorteamos un par demesas hasta llegar a una de las delfondo,dondeestabansentadoscuatrochicosquevestíanchaquetasdeportivasyaparentaban tenerunpardeañosmásquenosotras—.EsteesTim,el rubioesGregor y los gemelos Nick y Nolan—señalómientras ellosmemiraban con
ciertointerés—.Yestaeslamesaenlaquetesentarásapartirdeahora—sonómáscomounaordenqueamododesugerencia.Pero lo hice. Me senté allí y permanecí el resto del almuerzo en silencio,
viendocómoelloscomíanyAlisonseterminabasubarritaenergéticaaltiempoque coqueteaba con descaro y reía bromas que no tenían ni pizca de gracia.Cuando los chicos se fueron, me cogió del brazo y se acercó a mí parasusurrarmealoído.—Dime cuál de ellos te ha gustado; puedo conseguirte una cita con el que
quieras.—Gracias,peroningunomeinteresa.—¿Estásdebroma?¡Sondelúltimocurso!Vamos,alguno tehabráparecido
másmono,¿no?—Nosé,puedequeTim.—¡Oh, no,Timno!Hazme caso.Tiene la pollamuy,muypequeña.—Dejó
escaparunarisita.—¿Ytúcómolosabes?—Porque le hice una mamada este verano.—Se limpió los dedos con una
servilletadepapelantesdeproseguir—:Fueenunafiestaalaqueacudíconmihermana mayor, Kate. Lo estábamos pasando genial y, cuando quise darmecuenta,meestabaliandoconTimenunahabitación.Pero,¡ay,Dios,cuandolebajélacremallerayvisucosita…!—Sellevóunamanoalabocaparaahogarunacarcajada.Yolamirabacasisinpestañear—.Mediotantapenaqueterminéeltrabajo.Asíque,enresumen,teaconsejoquemejortefijesenalgunodelosotrostres.—¿Vaschupandopollasporpenadeformahabitual?En esemomento hubo un silencio tenso entre nosotras, hasta queAlison se
echóareírcomosiacabasededecirlealgoincreíblementedivertidoymeabrazóemocionada.—¡Eres tan graciosa, Heather! Me encanta tu forma de hablar. Qué mona.
¿Sabes? Tengo el presentimiento de que tú y yo vamos a ser inseparables.¡Venga,levanta!Teenseñaréloquetienesquehacerparaapuntartealcastingdeanimadoras.Yolodirijo,asíquenotienesquepreocuparteporsientrarásono.Mueveelculo.
Todavía seguía en shock cuando atravesé el comedor tras ella a pasoapresurado.Medicuentadequealgunaschicasmemirabanconenvidia,comosimehubiesetocadounbilletedelotería.PerolagranmayoríateníansusojosfijosenAlison,noenmí,ysuspupilasreflejabanmiedo.
Parodecorrerysigoandandounosmetrosmásparanomarearme.Respiro hondo.Me aparto del rostro los mechones que han escapado de la
coleta.Caosladra,comosinoentendieseporquéhedecididoparar.Cuandometranquilizo,mesientofrenteallago,sobrelahierbamullida,yestirolosbrazoshaciaatrásconlavistaclavadaenelcielo.Sicierrolosojospuedoverelrostrode Alison, su gesto de reproche, una especie de puchero capaz de encandilarhastaasusenemigos,eimaginoloquediría:«¿Quécoñohacesescondidaenelculo del mundo, Heather? ¡Te estás perdiendo la vida! Vuelve, salgamos adivertirnos juntas. ¿Te he dicho ya que te quiero más que a mi propiahermana…?Tequiero,tequiero,tequiero».Malditazorra.AbrolosojosjustocuandoCaosmelamelacara.Meríoymedoylavuelta
hasta terminar haciendo una especie de croqueta por el prado verde que seextiendehastaelinfinito.Elperroseacercaconlalenguafuera,sesientaamiladoyapoyasuspatasgrisáceasenmibrazo,comosideseaseretenermejuntoaél. Lo miro con atención. Es precioso. Extiendo una mano y lo acaricio; nopuedo creer que su dueño no vaya a quererlo si no cambia. Todos los quetenemosuncorazónquelateysiente,tenemostambiéndefectos.Soncosasquevandelamano.Caossemantieneatentocomosipudieseentenderloqueestoypensando.Sus
ojos son de un azul pálido y llevo un buen rato mirándolos cuando me doycuentadequeseparecenmuchoalosojosdeNilak,soloque,enestecaso,losdel perro desprendenmás calidez y amor. En serio. Los deNilak son fríos yreflejanqueestávacío;algoquecomprueboencuantomeincorporoaltrabajo.
Nilak no me ha dirigido la palabra durante los dos últimos días. Tan solorefunfuñaporlobajocadavezqueanotomalunacomandaosueltaalgúntacosime equivoco al servir las mesas o voy con retraso. Más allá de «joder»,
«mierda»,«hostia»o«malditasea»,noleoigopronunciarnadamás.Porsuerte,Sethhablasinpararyelsonidodesuvozresultacasimelodioso.
Apenashesalidode lacabañaencuarentayochohoras;nohay televisión,nohaynadaquehaceraquí.Hetenidomástiempoparareflexionarqueentodamivida.Ynuncapenséquellegaríaaparecermealgodivertidoiratrabajar,peroasíes,inclusoteniendoqueaguantarlascaraslargasdeNilak.El primer día, a casi todos los clientes les parecí un espécimen curioso e
insólito.Mehicieronunmontóndepreguntasestúpidasqueintentécontestarconmi mejor sonrisa, a pesar de que ser simpática no es precisamente mi puntofuerte. Al final, Seth terminó haciéndoles callar y les pidió que me dejasentrabajar tranquila.Nilak solomedirigióunamiradadedesprecio tras labarra,comosifueseculpamíaacapararlaatencióndelospresentes.Antespensabaqueeragilipollas.Ahorapiensoqueesgilipollas,egocéntricoe idiota.Deseguirasí,afinalde
mes habré agotado todos los calificativos hirientes que me sé. Lo insultomentalmentecadadosminutos,segundoarriba,segundoabajo,cadavezquememiracomosiledieseasco.Llevodemasiadotiempodejandoquelosdemásmepisoteen, así que me aseguro de alzar el mentón cuando paso por su lado.Sinceramente,noloentiendo.MásalládequeparececonoceraJohnBale,nosépor qué aceptó quemequedase el trabajo, perono estaría demásunpocodeamabilidadporsuparte.Alvolveracasa,Caosmeesperaenelmismolugarquelaúltimavez,juntoa
unacurvacerrada, al ladode la cuneta, sentado sobre suspatas traseras.Eselúnicoqueparecepoderverloquehayenmímásalládetodaslascapastraslasque me escondo y me protejo. Caos sabe que solo soy una cebolla triste yasustadiza.Me gusta caminar a su lado, la compañía silenciosa, esa fidelidaddesinteresada. John aceptó a regañadientes no recogerme al salir del trabajo ydejarqueelperrovinieseamiencuentroacambiodeprometerlequesiemprellevaríaunalinternaamanoeiríaconcuidado.Imaginoquelasprobabilidadesde que un asesino en serie ande suelto en un lugar tan remoto son irrisorias.Espero.Cruzolosdedos.
El tercerdíade trabajo, levoycogiendoel tranquilloa anotar las comandasy
pasárselas de inmediato a Seth por orden de llegada; hablo lo justo con losclientesylesdedicomimejorsonrisaantesdeacercarmealabarraparapedirleaNilaklasbebidasquedebollevaralasmesas.Ojalánofuesetanseco.Hastasus rasgos resultan duros, muy marcados, como si las líneas hubiesen sidodibujadasaconcienciaporalguienconocedordesunulasensibilidad.Cuandolapersianayaestámediobajadaysehaidotodoelmundo,loschicos
hablan entre ellos mientras termino de secar los últimos vasos. Bueno, enrealidad,SethhablayNilakcontestaconmonosílabosconelpaquetedetabacoen lamano, ansioso por escapar de allí. Siempre sale a fumarse un cigarrillopocodespuésdequesehayamarchadoelúltimocliente.—¿Hicisteelpedidodecarne?—prosigueSeth.—Sí.—Detodasformas,tendremosqueiracompraralgunascosas…—Vale.—¿Mañana?—Bien.—Entoncescerraremosunpardehoras.—¿Puedoacompañaros?—meinmiscuyo.—¿Tú?No.—Nilakfrunceelceño.—¿Porquéno?NecesitocomprarbarritasTwixycosasparaelfríocomo,no
sé,guantes,bufandasytodoeso.—¿BarritasTwix?—Nilakmemiracongestodehorror,comosifuesetonta.—Oye,quetejod…—Dejaquevenga—pideSethymecorta justo a tiempo, porquedeverdad
quenoquieroperderelcontrol,peroestechicomesacademiscasillas.¿Porquémeodia?Memuerdolalenguaparanopreguntárselo.Pasodedarle
esa satisfacción. Seguro que le encantaría poder descubrir todas misinseguridades,hurgarenellas,usarlasensupropiobeneficio.Nopiensovolveraser«VulnerableGreen».Esoseacabó.Loveoestrujarelpaquetedetabacoconmásfuerza.Pobrescigarrillos.Quierouncigarrillo.¡Uf!.—Estábien,queteacompañeella,asíyomequedoporaquíyhagoalgunas
cosaspendientes—mascullaantesdesaliralacalle.Mesecolasmanosenuntrapoylodobloantesdedejarlosobrelabarra.
—Losiento,nopretendíaqueseenfadase.Peroesquecuandoosheoído,hepensadoqueseríabuenaideapoderiraunsupermercadomásgrande…—Notienesquedisculparte,Heather.—LasonrisadeSethessinceraycálida
—. Nos vemos mañana aquí a las diez de la mañana, ¿de acuerdo? ElsupermercadodeRainteresenorme,allíencontrarástodoloquenecesites.Mequitoeldelantalnegroquellevosobrelaropaantesdedespedirmeysalir.
Nilakestáfuera,conlaespaldarecostadasobrelapareddelcallejón.Medirigeunamiradapenetrante,tanintensaquemepreguntosiestáviendoalgobajomipiel,entreelhígadoyelcorazón.Odioquememireasí.Frunzoelceñomientrasél expulsa el humode la última calada y luego camino calle abajo sin decirleadiós.Como todas las demás noches, Caos me espera paciente al principio del
caminoqueconducehaciael lagoy,encuantomevea lo lejos,echaacorreralegrementehaciamísindejardemoverlacoladeunladoaotro.Merío.Creoquenadiejamásmeharecibidocontantoentusiasmo.—Shh, cálmate, colega. —Le acaricio el hocico mientras sus ojos de
cachorrillo se clavan en los míos. En medio de la oscuridad, es aterrador yhermosoalavez;separecemásquenuncaaunlobo—.Venga,volvamosacasa.Treshorasmástarde,todavíanoheconseguidodormirme.Medoylavueltaenelsofá,conlamantaenredadaentrelaspiernas,yrespiro
hondo.VeoelrostrodeAlison,tanperfecto,tanirreal;porunmomentopiensoque la echo de menos, hasta que recuerdo todos los errores que cometí aldejarmearrastrarporella.Yestámamá,consusonrisaamableyesamiradasuyaquesuelededicarmeyquedesprendeunamezclaagridulcedeamorydecepción.Imagino loquedebepensardemí.Seguroquecadanoche se acuesta juntoalbuenodeMatthewysepreguntaquéhizomal,sinoseesforzólosuficienteenmieducación…Quierodecirlequeelproblemanuncafueella.Soyyo.Elinmensoyhorribleproblema…Me trago las lágrimas al tiempo queme pongo en pie yme echo lamanta
sobreloshombros.Enciendolaluzdelcomedor.Laestanciaestávacíaynoséquéhacer, peronopuedopasarniun segundomás recordando todo loquehedejadoatrásolascosasquehiceyyanopuedoborrar.
Abrounpaquetedefritosquecompréelotrodíaymesorprendelomuchoquese escucha cada crujido cuando mastico; algunos silencios son demasiadodensos.Aquí no se oyen coches, ni la vibración de un calefactor encendido opisadasajenas.Nada.Meestremezcoy,sindejardecomer,abroloscajonesdelmueblequecubrelapareddelcomedorquehayfrentealachimenea.Losmiréporencimaelprimerdíaynohabíanadainteresante.Unpardecubiertosllenosde polvo, un calendario prehistórico, una novela antigua con una especie dedamiselaenlacubierta…Mellevootrofritoalaboca,abrolaprimerapáginacondesinterésyleo:«LadyPenélopenecesitabaencontrarunmarido.Unmaridoque,aserposible,
pudiesesaldarlasdeudasquesufamiliaarrastrabadesdeelincidenteenelquesevioenvueltoelpequeñodelosWilliams.Pero,¿quéhombrehonradopediríalamanoaunajovencitaquenodisponíadedoteyhabíasidotachadaderebeldeypocodadaalascostumbresdignasdeunadamadealtaalcurnia…?».Sigoleyendounpocomásmientrasvuelvosobremispasosymesientoenel
sofá.Suspirohondo.Pasoalasegundapágina.PobrePenélope.Deverdadquelachicahatenidounasuertepésima.Cuandoquierodarmecuentaesdemadrugadayhedevoradotrescuartosdel
libro,queesmásdeloqueprobablementeheleídoentodamivida,incluyendolas novelas que me obligaban a leer en el instituto y de las que siempreencontrabaalgún resumencutrepor Internet.Semecierran losojos.Apago laluz.Antes de dormirme, pienso en Penélope, su desdichada vida y el apuestoDuquequehaaparecidoenescenaunaspáginasatrás.Lástimaqueenmicasonoexistaningúnpríncipeazulalomosdeuncaballo
blancoqueestéesperándomealavueltadelaesquina.
4
3deoctubreQueridodiario,
Sé que te he abandonado; llevo más de un año sin escribir aquí y estosúltimosmeseshansidodelocos.ElinstitutoenSewardesgenial.Penséquesería mucho más difícil hacer amigos, pero ya el primer día de clases,YakoneyAriaseacercaronahablarconmigoymepresentaronalosdemáscompañerosdelgrupo.Ahora,lastressomosinseparables.Franknosllama«LasSupernenas»,segúnélporqueYakone,quesignifica«auroraroja»,espelirroja;Aria,morena;yyo,rubia.Detodasformas,Frankleponemotesatodoelmundo,¡inclusoasugato!Esuncasoperdido.PerodequienrealmentequeríahablarteesdeKaydenStorm.Lo he encontrado.A él.Ami alma gemela. Lo digo en serio, ¡no estoy
loca! Es… es… ¡no puedo explicarlo con palabras! ¡Resulta todo muyconfuso!Nosabíaqueunamiradapudiesehacermesentircomosielmundofueraaderrumbarseanuestroalrededor.Solohaceunasemanaque loconozcoyyasehahechounhuecoenmi
vida. ¿Sabes esas personas que tienen la extraña capacidad de dejar unrastroasupaso?PueslaexpresiónseinventóparadefiniraKayden.Llegaylorevuelvetodo.Sevayelvacíoquedejaestanprofundoquecasiduele.Quenuestroscaminosseencontrasentuvoquesercosadeldestino.Erala
primera vez que asistía al famoso festival de música que se celebra en
Sewardtodoslosañosymamámeretrasóeltoquedequeda.Aúltimahoradelatarde,acudimosalaferiaydeambulamosunratoporlosalrededoresantesdemontarenloscochesdechoque.Elambienteeraprecioso,conlacolorida noria girando bajo las montañas y la gente divirtiéndose ydisfrutando de la tregua que nos daba el frío. Estaba riendo después dechocarcontraYakone,cuandosentíungolpefuerteenlaparteposterior.Nosési fueporqueestabadistraídaohaciendoel tonto,peromedicontraelvolante del coche en el labio. El chico que conducía el vehículo que mehabíagolpeadovinoasocorrermedeinmediato.Ytrasllevarmeunamanoallabio,quehabíaempezadoasangrar,alcélacabezaymeencontréconsumirada.ConESAmirada.Me impactó tantoquecreoquehastameolvidédeldolor,derespirarydeminombre.«¿Estásbien?Joder,losiento»,dijo.Ariayaestabaamilado,tendiéndomeunpañuelo.Mepresionélaherida
concuidadoaltiempoquebajabadelcocheysalíadelaatracciónparanomolestaralosdemás.Elchicomesiguiócongestopreocupado.«De verdad que no pretendía…», comenzó a decir, pero le corté al
asegurarlequenopasabanada.Metendióunamano,sinapartaresosojostan enigmáticos de mí, y se presentó como Kayden Storm. «¿Y tú tellamas…?»,tanteóysuslabiosdibujaronlasonrisamásbonitaquehevistoen todamivida.Mesonrojé.Sesuponíaque teníaqueresponder,abrir labocaypronunciarcincoletras,peroestababloqueada.«Se llamaAnnie y creo que le debes comomínimo un batido de esos»,
Yakonehablópormíyseñalóelpuestodebebidasquehabíaaunosmetrosdedistancia. «Con extra de nata», añadió yKayden volvió a sonreír y sefrotó el mentón sin apartar su mirada de mí. Alzó las cejas, comopreguntándomesiestabadeacuerdo,yyomeencogídehombrosyloseguíhastalacasetadelosbatidosmientrasYakoneyAriareíanamiespalda.Nonos acompañaron. Traidoras. En aquel momento las odié por dejarme asolasconélcuandonisiquieraeracapazdebalbucearmipropionombreensu presencia. Nos pusimos al final de la larga cola y permanecimos ensilenciouneternoeincómodominuto.«¿Teduele?»,preguntó.
«¿Qué?»«Ellabio»,loseñalóconelmentón.«Ah,no,yano»,aseguréymearmédevalorantesdeproseguir:«¿Eres
deporaquí?Notehabíavistoantes».«Vivounpardepueblosmásallá, aunamediahoradedistancia, pero
todoslosañosvenimosalfestival».Ambosnosgiramosparamirara susamigos, cuatro chicosquehabían
empezado a hablar con Aria y Yakone. Sonreí sin dejar de observar laescenahastaquenostocóelturnoyKaydenmepreguntóquébatidoibaatomar.Chocolate,porsupuesto.Ledijoaldependientequeañadiese todoslos extras que yo quisiese, así que cuando el buen hombre me tendió elbatidotuvequehacerequilibriosparaquenosemecayesenada.Lohabíapedidoconnata,LacasitosytrocitosdeOreo.Élmemiródivertidocuandoengullílasegundacucharada.«¿Quépasa?»,preguntétodavíaconlabocallena.«Nada,essoloque…»,dudóantesdeinclinarsehaciamí:«Estásllenade
nata»,ysindarmetiempoareaccionar,deslizóelpulgarpormibarbilla.Sucontacto quemaba, era como si sus manos acabasen de dejar unamarcainvisible en mi piel. Estaba muy cerca. Podía oler su colonia cítrica yvaronil. Juro que pensé que el corazón se me saldría del pecho de unmomentoaotroyecharíaaandarporelpaseodelpuerto,yfueentonces,justoeneseinstante,cuandomedicuentadequenuncaanteshabíasentidonadaigual.Kayden tragósalivaymemiró fijamentemientrasdabaunpasoatrásy
rompíaelcontacto.Noséporqué,perosupequeéltambiénhabíanotadoesachispaquesaltóencuantosusdedosrozaronmipiel.Habíamiedoensus ojos, pero también curiosidad. Ladeó la cabeza, sin dejar deobservarme, y tras lo que pareció una eternidad, susurró: «¿Te apeteceterminarte el batidomientras damos un paseo por elmuelle?». Asentí ensilencio,incapazdehablar.Comenzamosaandarcalleabajo,sorteandoalostranseúntesdelaferia
y…Mamámellamaparacenar.Tengoquebajar.Peroprometoqueestavez
notardarétantoenvolveraescribir.
Annie.
5Prefieroeltrozodehielo,gracias
SonlasdiezmenoscuartocuandollegoaLemmini.Estáabierto,aunquenohansubidolapersianadeltodo.Entro.NohayrastrodeSeth,peroNilakestásentadodelantedeunadelasmesasredondasquehayrepartidasporlaestancia.Alzalamiradaconlentitudysusojospermanecenfijosenlosmíosdurantemástiempodeloquecualquierpersonacuerdaconsideraríanormaloapropiado.—Buenosdías—susurro.Nuncahemosestadoasolas.Nosécómocomportarme.Mequitoelabrigoy
locuelgoenlaperchaquehaytraslapuerta.Siguemirándome.Dehecho,¿porquénodejadehacerlo?Estáponiendoapruebatodomiautocontrol,eseso.—¿No piensas contestar?—pregunto acercándome a la mesa. Arrastro una
silla hacia atrás yme siento frente a él—. ¿Nadie te ha dicho que es demalaeducaciónnegarunsaludo?—QuedasteconSethalasdiez,noalasdiezmenoscuarto—merecuerdacon
sequedad.—Oh,ustedperdone,reydelasnieves,dueñodeInvernalia.Nosécómohe
osadoaparecerconunpocodeantelación.Propongoquemecastiguenconcincolatigazosyundíaenterosincomer.Nilakfrunceelceñocomosiacabasedehablarleenchino,seponeenpieyse
va tras la barra. Coge la carpeta donde guardan los papeles y las cuentasrelacionadasconelnegocio, laabreyempiezaa leerensilencio,conuncodoapoyadosobre lamadera.Nuncamehabían ignorado tandeliberadamente.Melevanto y me acerco a él; no me importa parecer una acosadora, necesitorespuestas.—¿Porquémeodias?—Yonoteodio—mascullasinlevantarlavistadelospapeles.—Vamos, dameuna razón.Aestas alturasdemivida te aseguroquepuedo
soportarcualquiercosa.Ysiesporalgoquepuedahacermedaño…—tanteo—,daigual,soydelasquepiensanqueesmejorarrancarlacostradeunaheridadecuajoaestardándoletoquecitosconlapuntadelauñatodoelpuñeterodía.El azul de sus ojos se ensombrece. Al menos he conseguido llamar su
atención,algoesalgo.Meestudiaduranteunosinstantes.—Heather,notengonadaencontradeti.—Eslaprimeravezquepronuncia
minombreylohaceconsuavidad,comosilapalabraresbalaraporsuslabios—.Loquevesesloquehay,sinmás.—Puesquépocointeresante.—Notequitorazón.—¿Estás de mal humor por un problema concreto o se trata de algo
permanente?—Permanente.Vuelveacentrarlamiradaenlospapelesyanotaalgoconunbolígrafo.Rodeo
la barra en silencio hasta llegar a su lado. Nilak se muestra confuso ante miproximidad.Mepongodepuntillasparavermejor.—¿Quécoñohaces?—gruñe.—Nada,soloqueríasaberquéescribías,perosoncosasmatemáticasdeesas;
nosemedanmuybienlosnúmeros.Nilasletras,yapuestos.Aunqueayerleí.—Leíste…—memiraperplejo.—Una novela. Bueno, una entera no, pero sí un montón de páginas, como
noventaoasí,almenos,todasdeltirón.—Vuelvosobremispasosymesientoenuntaburetefrenteaél,alotroladodelabarra—.IbasobreunachicallamadaPenélopequenecesitaencontrarunmaridoquetengatierrasydineroparapodersaldarladeudadesufamilia.Resultaquesuspadresmurieronenunaccidentehaceañosyellatuvoquehacersecargodesushermanospequeños,perounodeellos, DanielWilliams, se emborrachó en un club y apostó en una partida decartas buena parte de sus posesiones. Todo es bastante dramático, la verdad.AunqueestácantadoquePenélopesequedaráconelDuque,ColinLowell.Cuandotomoairealterminardehablar,Nilaksiguemirándomefijamente,sin
pestañear. Parece aturdido. Entreabre los labios, como si estuviese a punto dedecir algo, pero después vuelve a cerrarlos. Me concentro en su boca. Mepreguntoaquésabráyentoncesrecuerdoloscigarrosy,¡mierda!, loquedaría
porpoderfumarmeuno,aspirarelhumoconlentitud,muchalentitud,ydespuésexpulsarlo;saciada,plena…—¡Llegaspuntual!EscucholavozcantarinadeSethamiespalda.Nilaksigueestudiándomeen
silencioydoyporhechoquesehadadocuentadequeeraincapazdeapartarlosojosdesuslabios.Nomemolestoendisimularlo.—Sí.—Medoylavueltasinbajardeltaburete,lesonríoyloveoacomodarse
el gorro rojo que suele llevar puesto. Seth tiene el cabello tan rubio que casipareceblanco—.JustocomentabaconNilakloimportantequeesllegarsiemprepuntual. Entre otras muchas cosas, claro. También hemos hablado de sueños,metas e ilusiones. Y de nuestros turbios pasados. Ya sabes, es un tío muycomunicativo,nohayformadehacerlecallar.Sethprorrumpeenunacarcajadaantesdeentrarenel almacénparadejar la
bolsaquellevaenlamano.CuandovuelvoamiraraNilak,creodistinguircómoalzaunadelascomisurasdesuboca,peroesungestotanimperceptiblequenopondríalamanoenelfuegosimepreguntasensihaocurrido.Después,surostrovuelve a retomar la inexpresividad habitual que le caracteriza y prosiguehaciendocálculos, imaginoquede losgastos, los ingresosyese tipodecosas.Enfin.Loheintentado.Quieroqueconsteenactadeformaoficial.—Serámejorquenospongamosenmarcha—diceSethencuantoregresadel
almacén—.Sialukestáesperandoenelcoche.—¿QuiénesSialuk?—preguntomientrasmepongoelabrigo.—Minovia.Enrealidad,miprometida—sonríe—;siempreloolvido.—¿Estásprometido?¡Oh,joder!¡Esoesgenial!—¿Noosibais?—intervieneNilak,arrastrandolaspalabrasalhablar.Medoylavueltaylofulminoconlamirada.Sigueahí,traslabarra,ocupando
toda la habitación con su mera presencia; mantiene el ceño fruncido, lamandíbulatensayloslabiosformandounalínearecta.Pongolosojosenblancoantes de seguir a Seth, que, para no perder la costumbre, se muestra feliz yoptimista.—¿Cómopuedesllevartebienconél?Noosparecéisennada.—Noscompenetramos.Notedejesengañarporlasapariencias;esunadelas
mejorespersonasqueencontrarásporaquí.
—Esonodicemuchoafavordetodoslosdemás…—mascullo.—¿De quién estáis hablando?—pregunta una voz suave que pertenece a la
chicaqueestáapoyadaenelmaleterodeuncocherojodeaspectoantiguo.Seth le sonríe antes de darle un beso corto en los labios y presentarnos. El
aliviomeinvade.Escasitantransparentecomoél.Eltipodepersonaquesabesquenoescondenada;todoloquehayesloqueseve,sinsecretos.Sialuktienelapiel ligeramente tostada, ojos rasgados y nariz chata; es como una mezclaperfectaentreMulanyPocahontas.Abrolabocaparacompartirelchiste,perola cierro al darme cuenta a tiempo de que quizá no les parezca tan divertidocomoamí.Enrealidad,esmuyguapa.Exótica.Leechounsegundovistazounavezmontoenel asiento traserodel coche; lasdos tenemosel cabello igualdenegro,peroelsuyoestanbrillantequepareceunapeluca.Segira,mesonríeysusojosseentrecierranaúnmás,hastaconvertirseendosdiminutasranuras.—Sethmehahabladomuchodetiestosúltimosdías.Pensabapasarporelbar
esta semana, pero mi babushka se resfrió y he tenido que cuidar de ella —prosiguemientrasélarrancaelcocheydejamosatráslascallesdeInovikLake—.Medijoqueteconoció.—¿Quién?—Mibabushka. Le preguntaste por el bar Lemmini cuando iba a hacer la
compra.—Ah,cierto,larecuerdo.¿Estuabuela?—Sí,babushkaesunaformacariñosade llamarla,perosunombreesNaaja.
Laverásamenudoencuantoestétotalmenterecuperada—explicaSeth.—¿Porquétodostenéisnombrestanraros?—Estiroelcinturóndeseguridad,
queaprietademasiado,mientrasellaseríealegremente.Noesunadeesasrisasquetehagansentirestúpido,notienemaldad.—Casitodoelmundotienenombrescomunes,americanos—dice—.Peromi
abuelaesunainupiat.Eldestinolaunióamiabuelocuandoélvinoconsupadreatrabajar,enelaño1942,paraconstruirlaautopistadeAlaska.Ellaabandonóelnúcleo familiar y él no regresó a Minnesota, así que decidieron asentarse enInovikLake.Miabuelo,quesellamabaAlainGilbert,fallecióhaceunosaños…—añadeconnostalgiayadviertoqueSethledaunapretónenlamanoantesdevolveraponerlasobreelvolante—.Mibabushkasiemprequisohacerhonora
susorígenesrespetandolastradiciones;paralosInupiatlomásimportanteeselalma y creen que el nombre de cada uno debe representarla. Naaja significa«gaviota»y,silopiensas,casifuealgopremonitorio,porquealfinalmiabuelavolólibreyabandonóelnidoenelquehabíacrecido;decidióseguirsupropiocamino.Estoyescuchandocontantaatenciónquehastaahoranomehabíadadocuenta
de que la carretera por la que circulamos ya no es tan rural. Los árboles quedelimitanelcaminosonaltísimosymuyfrondosos.—¿Ytunombre?—pregunto.—Sialukes«lluvia».Nacíundíadetormenta.—Esbonito—admito—.¿Desdecuándoosconocéisvosotrosdos?—Pues, a ver, ella llevaba pañales y yo estaba aprendiendo a dejar de
llevarlos,asíquesupongoque«desdesiempre»eslamejorrespuesta—contestaSeth con una sonrisa—. Cuando empezamos a salir, yo acababa de cumplirdieciséisySialukteníaquince;esoquieredecirquellevamosjuntos…eh,creoqueloheolvidado…Seth se ríe sin apartar la mirada de la sinuosa carretera y ella le da un
manotazo en el hombro con gesto divertido. Ni siquiera soy capaz deimaginarles discutiendo; parecen una de esas parejas ideales que puedenentendersesinnecesidaddepalabras.—Seisaños—aclaraSialuk.Guau.Esoescomounacantidadincreíbledetiempo,¿no?SiAlisonestuviese
aquí,sentadaamiladoenelasientotraserodelcoche,sellevaríaundedoalabocaygesticularíacomosifueseavomitar.Vomitar,otradelasaficionesdeAlison.Suspiro hondo e intento apartar su rostro angelical de mi mente. Necesito
concentrarmeencualquierotracosa.Meincorporounpoco.—¿QuéedadtieneNilak?—Creoqueveinticinco.—¿Osconocéisdesdepequeños?—No,quéva.Solohaceunosañosquesomosamigos.Ycomotedecíaantes,
esunbuentipo.Quizánoseaelmejorconversadordelmundo,peroesdefiar.—Hombre,sabesquesilecuentasunsecretonololargaráporahí—bromeo.
—Algunas personas se cierran tanto en unmomento determinadoque luegoolvidan cómo volver a abrirse a los demás; se vuelven herméticas, necesitanprotegerse porque en el fondo tienenmuchomiedoo sienten dolor—mediceSialuk con esa voz delicada que parece quedarse flotando en el aire cuandoterminadehablar—.Comotú.TienesmuchoencomúnconNilak.—¡Noesverdad!—protestoindignada.—Quehablesmásnosignificaqueseasabierta;laironíaescondeydisfrazala
verdad.—Nomeconoces—siseo.—Déjalo…—lesusurraSethmientrasgiraelvolantealaderecha.Trasleerelcartelquesealzaenlaentrada,adviertoqueacabamosdellegara
nuestro destino. Este pueblo esmuchomás grande que InovikLake.Bajo delcochecasicuandoaúnestáenmarcha.Necesitosalir.Airefresco.PeroSialuknoparecedispuestaadarmeunrespiro,porquerodeaelvehículoymecogeambasmanos;lassuyasestáncalientesapesardelfríoquehace.—Babushkaviolaoscuridadentusojos—dice—,perotambiénencontróluz,
esperanzaybondad.Ellatieneunasensibilidadespecialalahoradejuzgaralaspersonas.Casinuncaseequivoca.—Noquieroquenadiemejuzgue.—Nolohaceenelmalsentido.Ababushkalegustaste.—Ya está bien. —Seth rodea la cintura de Sialuk con cariño—. Deja que
Heather respire. Sonmuchas cosas de golpe.Hacemenos de una semana quellegó;todoestoesnuevoparaellaynecesitatiempoparaasimilarlo.Sialukmemiraafligida.—Losiento,nopretendíaincomodarte.Laverdadesqueteníamuchasganas
deconocerte,peromehedejadollevar…—Notepreocupes,nohasdichonadamalo.Compartimos una sonrisa antes de seguir a Seth por la acera de adoquines
grises que conduce al supermercado. Este sí parece un lugar apropiado paravenirahacerlacompra.SonríoalpensarenlacantidaddesorbitadadebarritasTwixquepiensocomprar.Cinco,diez,quincecajas.Otodaslasquehayan,yapuestos.—Necesitamos comprar sockeye; nos hemos quedado cortos esta vez—me
explica Seth al tiempo que empezamos a recorrer los largos pasillos delestablecimiento—.ElproveedorsolopasaporInovikLakeunavezalmes.—Ajá—digo,comosideverdadleentendiese—.¿Yquéessockeye?—Salmónrojo.—Sialukmesonríeamablementeycogeasunoviodelbrazo
parallamarsuatención—.¿Todavíanolehasdadoaprobartuplatoestrella?—Eselcomodínqueusarécomocoaccióneldíaquedecidahuirdespavorida
y regresar a San Francisco—se burla y pongo los ojos en blanco como todarespuesta antes de sonreír—. Piénsalo, Heather. Ahora mismo podrías estartumbadaenlaplaya,tostándotealsol,conunmojitoenlamano.—Prefieroeltrozodehielo,gracias.Lessigo,arrastrandoelcarrodelacompra,mientrasSethvametiendodentro
lascosasquenecesita:huevasdetrucha,cangrejos,siropedearce,bacalaonegrocongelado, salsa de soja, arenques, algas locales que parecen cualquier cosaexceptoapetecibles…Yo cojo unos cuantos paquetes de patatas laminadas y algunos platos
precocinadosdecomida,peronoconsigoencontrarniunasolabarritaTwix.Lepregunto a la cajera cuando estamos a puntodepagar, peromedicequehacemesesquenoencargan;«quizásenlaépocadeNavidad,quesolemospedirmásdulces»,añade.—Babushkahaceunatartadequesodeliciosa—intentaanimarmeSialukuna
vezhemossalido—.Tereservaréuntrozolapróximavez.Esdemasiadoamable.ComoSeth.Simeconociesenbien,selopensaríandos
veces antes de abrirse en canal y ofrecerme todo cuanto está en sus manos.Porque,nosécómo,perosiempreterminohaciendodañoalagentequequiero.Degolpe,sientoelpesodelanostalgia.LodelasbarritasTwixesunatontería,
peroesatonteríamerecuerdalolejosqueestoydecasa.Bajolamiradasindejarde caminarpor la aceray respirohondo.Contengo las lágrimasmientrasSethabreelmaleterodelcocheyempiezaameterlasbolsas.—¿Estásbien?—Sialukapoyaunamanoenmihombro.—¿Quépasa?—Sethseacerca.—Joder,essoloque…—Tomoaire—.Noesnada.—Puedesconfiarennosotros—aseguraSialuk.Ya lo sé. Está claro. Son transparentes; personas redondas, sin esquinas
punzantesnirelievesquenovesvenirytehacencaer.Yoestoyllenadearistasyángulosimposiblesquenadiepuedeentender.Contengoelaliento.—¿Hayalgunacabinaporaquí?Creoquenecesitohacerunallamada.Sindudar,Sethsacasumóvildelbolsilloymelotiende.—Puedes usarlo todo lo quequieras—dice—.Nosotros esperaremosdentro
delcoche.Notengasprisa,deverdad.Tengo que esforzarme para evitar abrazarle. Llevo demasiado tiempo sin
encontrarme con gente así, dispuesta a darlo todo sin pedir nada a cambio.Aceptoelteléfonoymealejodelvehículomientrasellossuben.Lasmanosmetiemblandelfríoydelosnervios,ymecuestaunmundomarcarelnúmero.Untono.Dos.Tres.Yentonces,mamá.Suvoz.Surespiración.—¿Heather?¿Erestú?—Lo siento.—Fijo la mirada en el cielo grisáceo e intento con todas mis
fuerzasnoderrumbarme.Unpardepájarososcurosvuelan alto, libres; quieroirme con ellos—.Lo sientomuchísimo.Yo no quería que pasara aquello. Porfavor,perdóname.—¡Dios mío, cariño! ¡Lo has vuelto a hacer! No puedes desaparecer así,
Heather. ¿Sabes lo preocupada que he estado? —A pesar de no verla, estoyseguradequeungestoderesignacióncruzasurostro.Laprimeravezquehuí,ella yMatthew se pasaron días llamando a todos los hospitales de la ciudad,pensando que me había ocurrido algo; ahora ya están acostumbrados a misausencias—.¿Dóndeestás?Dameunadireccióneiremosaporti.No hay cojones para confesarle que estoy enAlaska.Camino calle arriba y
calleabajosindejardemordermeellabioinferior.—Mamá,estaveznovoyavolver.Aúnno,almenos.—¿Quéquieresdecir?—Loquepasó…—Fueunaccidente,Heather.—No,noesverdad.—Hablaremosdeellocuandoestésaquí.—¿CómoestáEllie?
—Está bien, cariño—responde impaciente—. Dime dónde estás. Si te hasmetidoenalgúnlíoonecesitasdinero…—No,deverdadqueno.Tellamaré,teloprometo.DaleunbesoaElliedemi
parte. Y otro aMatthew. Os quieromucho.—Tomo una bocanada de aire—.Hablaremospronto,peroahoratengoquecolgar.Antesdequepuedaarrepentirme,lohago.Cuelgo.Másquenunca,necesitouncigarrillo.Sigonerviosacuandosuboalcocheyambosmemirancongestocompasivo,
como si pudiesen adivinar lo patética que resultami existencia. Nunca sumo,siempreresto.LedevuelvoelmóvilaSethtrasdarlelasgraciasdenuevoylesaseguroque,pormiparte,lajornadahaterminado,porqueloúltimoqueahorameapetecehaceresirdetiendas.—Puedo dejarte ropa de invierno, tengo de sobra —se ofrece Sialuk
rápidamente.—Graciasportodo,alosdos—murmuroporlobajoconlamiradaclavadaen
laventanilla;elpuebloprontoquedaatrásydapasoalbosque—.Noteníaisporquéhacerlo.
Durante los siguientes días, me esfuerzo por no pensar en el ayer y mirar almañana,peroescomplicadocuandotu«ayer»estállenodeculpa.Laculpaescomounasombraquesolotúpuedesver.Siempreestáahí.Puede
ahogarte.Esenvolventeyresultaimposiblehuirdeella.EljuevessalgoacorrerconCaos.Corrounadistanciamuchomáslargaquela
últimavez,avanzandodenuevoporlaorilladellago.Alvolver,Johninsisteeninvitarme a un café caliente; esta vez nos sentamos en el comedor, frente altablerodeajedrez,ybebemosensilencio.Quedanpocaspiezasenpie,debedeestarapuntodeterminarlapartida.Noresultademasiadointrigantesaberquiénganará.Elviernes,paso treshorasseguidas tumbadaenelsofá,mirandoel techode
maderademicabañaypreguntándomesi todostienenrazónydeboregresaracasa.Melevantocuandollegalahoradeiraltrabajosinhaberpodidodarconunarespuesta.EsanocheestoyunpocomástorpedelonormalymeganovariasmiradasreprobatoriasporpartedeNilak,pero,¿quémásda…?Lohagabieno
malseguiráteniendocaradeplantamustia.Justoantesdecerrar,Sethmedaunenvasedeplásticoquecontienesuplatoestrella:sockeye.—Esperoqueteguste.Lesonrío.—Gracias, seguro que sí. Siento que hace una eternidad que no como algo
caliente.—Nohacefaltaquelojures—gruñeNilakantesderodearlabarra.—¿Quéinsinúas?Nocontesta.Sale,bajaunpocolapersianayescuchoelcaracterísticosonido
delchasquidodeunmechero.Mironerviosaamialrededoryrespirohondo.Mehepasadomediavidaodiandomicuerpo.Ylaotramedia,intentandocambiarlo.Séqueestoydemasiadodelgada,quedondedeberíahabercurvassolohaylíneasrectas.Veo los labiosdeAlison,moviéndose,hablándome,diciéndometodo loquenoquierooír…—Ignóralo, solo tiene un mal día. —Seth se quita el gorro de lana y se
revuelve el cabello—. ¿Quieres llevarte algo más? ¿Tienes comida en casa,Heather?Reaccionoalfin.Escapodelacoraza.—¡Joder,sí!¡Claroquesí!—contesto,indignada—.¿Quépasaconvosotros?—Deacuerdo.—Noseenfada.LomalodelaspersonascomoSethKainees
que no puedes discutir ni desahogarte con ellas. ¿Qué reprocharle? Es difícilencontraresateclaqueleshagaestallar—.Yamedirásmañanasitehagustado—añadeantesdeinclinarseydarmeunbesoenlamejilla.Alsalirnomemolestoenmirarensudirección;yaséqueNilakestáahí,al
final del callejón, fumando en silencio. Camino a paso rápido por el sendero,siendomuyconscientedequeelcorazónmelatemásrápidodelonormal,hastaqueveoaCaoscercadelacurva.Loiluminoconlalinternamientrassonrío.Yaencasa,depiefrentealbancodelacocina,sacountenedordelmueblede
maderaymellevoalabocauntrozodesockeye.Sabeincreíble.Cojounpocodelaguarniciónenelsegundobocado.
—Seth,elpescadodeanocheestabadelicioso.¿Quéllevabaexactamente?—Nodeberíaconfesarmirecetasecreta,pero…—Memiradivertidomientras
salteaunpuñadodeverdurascongeladas—.Semarinadurantedocehorasconsal,azúcar,pimientanegra,pieldenaranjaydelimón,ehinojofresco.Yaestá.Despuésselimpia,secortaentacosyseleañadeporencimayogurtyunpocodezumode limón.Lapróximasemana lovolveréahacer;puedoenseñarte, siquieres.—¿Cocinar?¿Yo?—Claro,¿porquéno?—Deacuerdo,lopensaré.SerámejorquesalgadeahíantesdequeNilakme
asesinementalmente.Es sábado y el establecimiento está más lleno que nunca. Además de los
clienteshabituales,hayungrupodemontañistasqueocupanunamesagrande.Cuandoheidoaanotarlasbebidasydejarleslacarta,adosdeellosleshadadoporirdegraciosos;aunquenotengoconstanciadequea«eh,preciosa,¿perotúestásincluidaenalgúnplatodelacarta?»selopuedacatalogarcomogracia.En el segundo viaje, les llevo las bebidas. Saco la libretita del bolsillo del
delantalnegroyunbolígrafo.Elpelirrojoconaspiracionesahumoristamecogedelamuñeca.Señor,damepaciencia.Lofulminoconlamirada.—¿Cómotellamas,guapa?—Rihanna.—Sonríofalsamente.—¿Deapellido?—Madonna—mezafodesuagarre—.¿Quévaisapedir?—Tres akutaq, trucha a la plancha y un filete empanado —contesta el
montañistaqueaparentaserelmásmayordelgrupo,mientraslosotrosríenporlobajo.Idiotas.—¿Seguroquenoquieresserelpostre?—insisteelpelirrojo.—Notienesloquehayquetenerparaconseguircomerme.Teatragantarías.Todavía apuntando en la libreta, me doy la vuelta y camino hacia la barra.
Escuchoamiespaldalascarcajadas.Loúltimoquebuscosonproblemas.Ylostiposqueestánsentadosenesamesallevanlapalabra«problemas»escritaenlafrente.Suspiro.AntesdequepuedairalacocinaparadarleaSethlacomanda,Nilak me agarra del brazo. Me estremezco. Tiene la piel fría. Me suelta encuantoalzolamiradahaciaél.Tragosaliva.Creoqueeslaprimeravezquenostocamos.Vale,nolocreo,losé.
—Yome encargo de servir esamesa—dice con voz gélida, al tiempo queseñalaconlacabezaalgrupodemontañistas.Asiento con la garganta seca. Es demasiado alto, demasiado envolvente,
demasiadotodo.Doyunpasoatrás.Subellezaresultaintrigante,notienenadaque ver con los chicos de los que me rodeaba en San Francisco; chicosconscientesdesupropioatractivo,fanfarronesydeunasolacapa.YentoncesentiendoporquéSialukpiensaquenosparecemos.PorqueNilaknoesunacapa,nidos,nitres.Nilaktienemilesdecapas.Tomo una bocanada de aire, vuelvo a la cocina, cuelgo en el corcho de la
paredlapróximacomandaysacounpardeplatosqueyaestánlistos.Losdemásclientes son respetuosos y se limitan a sonreír cuando les llevo el pedido.Aunque solo hace una semana que empecé a trabajar aquí, ya me suenan lamayoríadelascaras.Estáelhombredelbigoterizadoquesiempresesientaenlamesamáscercanaalapuertayquesuelepedirqueseleañadasiropedearceacualquierplato.Elquetienepintaderaritointelectualyentraysaleenmenosdetresminutosporquesebebeelcafécasideuntragoaprimerahoradelatarde.Yelgrupode jubiladosquematan lasúltimashorasdeldía jugandoa lascartas,cuatromesasmásalládedondesesientanycuchicheansusseñoras.Me sientomás cómoda ahora queya sé cómo funciona todo;megustan los
trabajosmecánicos,monótonos,sinsorpresas.Noeslaprimeravezquetrabajodecamarera,peroencadasitiolaorganizaciónesdiferente.—Truchaconarosdecebollaparalamesados,creo.—Sethmetiendeelplato
conpintadeestaragobiadoyvuelveacentrarseenlosfogones.Hasta el momento, los días han sido muy tranquilos. Tan tranquilos que a
veces mantenía conversaciones mentales conmigo misma para combatir elaburrimiento.Tambiénpensabaenlodifícilquedebederesultarsacarafloteunnegocio comoeste, anclado enmediode la nada; pero ahora entiendoque losturistas que pasan por aquí el fin de semana constituyen la gran fuente deingresosdeLemmini.Trasservirelplatoenlamesacorrespondiente,veoaNilakatendiendoa los
montañistas con gesto severo. Caigo en la cuenta de que nunca lo he vistosonreírymepreguntocómoserásurisa:¿vibrante,brusca,suave…?
Memirasindejardecaminarhacialabarra.—Los de lamesa cinco han llegado antes que los de la tres. Recuérdalo la
próximavez—masculla.—Claro,jefe.Descuida.Tendrémáscuidado.—Nomellames«jefe».—¿Porquéno?—Porquesoytujefeyteloordeno.Creo que estamos entrando en bucle, pero como es literalmente la
conversaciónmáslargaquehemosmantenido,aguantounpocomás.—Esonotienesentido—añado.—Heather…Si existiese un concurso nacional de «tonito amenazante sin necesidad de
gesticular»,Nilakloganaría.Seguro.Aprietoloslabiosymemuerdolalengua;no estoy acostumbrada a no contestar. Regreso a la cocina y no volvemos aintercambiarniunasolapalabrahastaqueterminaelturnoytodoslosclientessehanmarchadoya.—¿Qué tal? ¿Todobien?—Sethmeda una palmada cariñosa en el hombro
mientrassusociocuentaeldinerodelacajatraslabarra—.Lohashechogenial,enserio.Losfinesdesemanaenplenatemporadasuelenserlosmásduros.—Nolahalaguestanto—refunfuñaNilak.—Eso, hazle caso, no sea queme emocionemás de la cuenta y empiece a
lanzar confeti de colores o algo así—replicomientras Seth ríe alegremente yNilakarrugaelentrecejosindejardemirarmecomosifueseunbichoraro.Él síquees raro. Jodidamente raro.Esmás,¿dedóndedemonioshasalido?
¿Qué trauma tiene? No me gustan los enigmas. Quiero más personastransparentesamialrededor;SialukySethnosonsuficientes.Johnesunpocoturbio,difícildecatalogar.YdeNilaknopuedoverabsolutamentenada.—Puedesirteya,Heather.—Sindejardesonreír,Sethseponeelgorrodelana
(creo que solo se lo quita para cocinar)—. Nosotros nos encargamos hoy decerrar.—Perfecto.Deshago con los dedos el nudo del delantal, lo cuelgo en el perchero yme
pongoelabrigo.Lesdigoadiósysalgo.Elaireesgélido.Sesuponequeestamos
en una buena época y, según John, hasta dentro de tres o cuatro semanas noconoceré el verdadero significado de la palabra «frío». Tiene que estarexagerando; seguro que forma parte de una de sus muchas estrategias paraconseguir que recapacite y me marche. Giro a la derecha, dejando atrás laavenidaprincipaldeInovikLake,ymedesvíoporuncallejónmenosiluminadoconelpropósitodeacortarelcaminoderegreso.Yentoncesescuchodenuevoesavoz—¡Eh,miraquiénestáaquí!—exclamajocoso.Solo le acompañaun amigo, que ríe a su espalda. Ignoro al pelirrojo.Lleva
unabotellaenlamanoysetambaleaunpocoalandar;yahasalidoalgotocadodelbar,peroesevidentequeluegohacontinuadolafiestaporsucuenta.Apartolavistaycaminomásrápido.—¿Adóndecreesquevas?Mecogedelbrazoytirademí.Semedisparanlaspulsaciones.La farolamás cercana está a variosmetros de distancia y apenas ilumina el
finaldel callejón.Me retuerzo, intentandosoltarme,pero soloconsigoquemesujeteconmásfuerzaymelanceconbrusquedadcontralapareddepiedradeunedificio que tiene pinta de estar abandonado.Cierro los ojos cuando siento elgolpeenlascostillas.«Nopasanada,nopasanada,solotengoquemantenerlacalma, pensar con frialdad…», cosa que haría si no estuviese demasiadonerviosa.Tragosalivacuandoacercasurostroalmíoynotosupegajosoaliento.—Dean,suéltala,nomerecelapena—dicesuamigo.—¿Quenomerecelapena?¡Mírala!—Ledoyunapatadaenlaespinillayme
sujeta los brazos conmás fuerza—.Y, además, puedo comerte a ti y a veintemás.Mebesa.Subocapresionalamíaconviolencia.Apesardelasarcadasqueme
sacudenelestómago,nomemuevo.Escucholarisadelotrodefondo.Cuandose confía, me suelta y sus manos se deslizan por mis caderas. Entonces, lemuerdo.Notoelsabormetálicodelasangre.Seapartaconbrusquedadaltiempoquesueltaunalaridodedolor.—¡Hijadeputa!—¿Quéhapasado?—lepreguntaelotro.
Echoacorrer.Empleotodaslasfuerzasquetengoendarunazancadatrasotra;meconcentrosoloeneso,enmoverlaspiernas,enllegarunpocomáslejos.Nomegiroapesardeoírpisadasamiespalda.Depronto,piensoenCaos.Tengoquellegaralsendero.Tengoque…Peromederribapordetrásantesdequellegue.Caigoalsueloysientoarderla
mejilladerechaporelgolpe.Ahogounquejidocuandomesujetaporlaespalda.Merevuelvoparaintentardarmelavuelta,peroantesdequepuedaconseguirlomesueltaderepente.Yalgirarmeloveo.EsNilak.Cojoairejustoenelinstanteenelqueledaunpuñetazoalmontañistapelirrojo.Después,lolevantadelsuelosujetándole por las solapas de la chaqueta. El otro tipo ha desaparecido; noquieronipensarquélehabráhechoporque,mientrashuía,solopodíacentrarmeencorrer,correrycorrer.—Sivuelvesatocarla,temataré.—Suvozesapenasunsusurro,peroeltono
daescalofríos—.¡Largodeaquí!YniseteocurrapisardenuevoInovikLake,¿mehasentendido?—Soloeraunabroma,joder—balbucea—.Nopensábamoshacerledaño.Nilakfrunceelceño,comosiestuviesevalorandocuántodeverdadesconden
suspalabras.Leatestaunsegundogolpeantesdesoltarloydejarleir.Supongoqueesoresumebiensusconclusiones.El tipodesapareceantesdequeconsigarecuperarme del susto. Me froto el brazo, nerviosa, todavía temblando. Laoscuridadloenvuelvetodoamiespalda,queesjustodondeiniciaelsenderoalqueestabaapuntodellegar;lasúltimascasasdelpuebloquedanalgoalejadas.Aguanto la respiracióncuandoéldaunpasohaciadelanteymeestudiacon
atención.Susojosclarossepaseanpormicuerpoantesdeclavarseenlosmíos.Tirito.Peroessoloporelfrío,noporsuintensamiradaniportodoloqueacabadeocurrir. ¡Ja!Claro.Tejo a toda velocidadotra capamás ami alrededor.Yaestá.Vuelvoaestarprotegida,segura.Respiroprofundamente.—Gracias. Ni siquiera sé qué más decir—murmullo. No obtengo ninguna
reacción; sigueobservándome—.Estoybien.Estoygenial—añado, ignorandolo falso que suena todo. Es como estar metida en una de esas películas desobremesadondeelguionpareceunmeroesbozohechosobrelamarcha—.Serámejorquevuelvaacasa,Caosmeestaráesperando,asíquedebería…—Teacompaño.
Y la película de sobremesa empieza a transformarse en uno de esos cortosindies raritos e imprevisibles. Abro la boca para protestar, pero él ya se haadelantado;mepongoenmarchayloalcanzo.Memordisqueounauñatrassacarlalinternadelbolsoeiluminarelcamino.Quierodecirlequeyahahechomásquesuficiente,elpeligrohapasadoynotienequeacompañarmehastacasa,peroentoncesgiramoslacurvaylasombradeCaossedibujaenlapenumbra.Ladray corre hacia nosotros.Río cuandome lame lamano felizmente y después davueltasamialrededor.—Shh,yaestá.Tranquilízate.—Loagarrodelcollarparasituarloamilado—.
Se llamaCaos.Es de John—explico—.Me espera aquí todas las noches. Esraro.Simplementelegustécuandollegué.Nocomoaotros—matizoconironía—. Así que ahora somos amigos o algo así, porque tambiénme acompaña acorrer cada vez que salgo un rato. John dice que tiene problemas paraadiestrarlo,pero,aver,esunperro,esunanimal,¿porquédeberíaobedecerle?Caostienederechoaserlibre,¿verdadquesí,chico?—leacariciolacabezasindejardecaminar.NomesorprendequeNilaknoconteste.Mepreguntosirealmentepiensaunarespuestaosienrealidadloqueescucha
leentraylesalesinmás,sincalarenél.Esunaposibilidad.Laúnicasensaciónquereflejaesunaindiferenciaabsoluta.Podríaponermeacantarcomounalocacualquiercosaquesemeocurriese,como«cerebrodemosquito,orejasderana,nioyesnipiensas,erescomounabanana…»,ytengoelpresentimientodequeniseinmutaría.Seguramentememiraríararo,frunciendoelceño,yluegoseguiríaalosuyo.El silencio es vacío. Y el vacío me da miedo. Solo se escuchan nuestras
pisadas acompasadas, el crujir de las hojas secas que duermen en el suelo, elarrastredelaarenillabajolasueladelaszapatillas.Lomirodereojo.Nilakestátranquilo.Susemblanteserenoserecortaentrelassombras.Lepreguntoloprimeroquesemeocurre.—¿CrecisteenInovikLake?—No.Mássilencio.—¿Hacemuchoquellegaste?
—No.—¿Ydedóndeeres?Deja de caminar en seco.Caos nos observa, un poco más adelantado. Los
movimientosdeNilakresultanelegantes,perotambiénmecánicos;hayalgoraroenél.Memirafijamenteenmediodelaoscuridad.—Heather,nomegustahablar.—Vale, lopillo.Peroesopuedeserunproblema,porquedalacasualidadde
que odio el silencio. Somos incompatibles. Tiene gracia. ¿También temolestaescuchar?—Se encoje de hombros como toda respuesta—. Entiendo, en esecaso…¿RecuerdaslahistoriadePenélope?Terminéellibro.Yacerté.SequedóconColin.Estabacantado.Elotropretendienteeraatentoyteníariquezas,peroni un ápice de chispa.Ya sabes, le faltaba esenoséqué especial que hace quesientascosquillasenelestómago.Lociertoesquenosabríadescribirloporquenunca me ha pasado, pero puedo imaginármelo. Las mayores locuras se hanhecho por amor, ¿no?Aunque sigo pensando que es la cosamás estúpida delmundo.Estásobrevalorado.¿Paraquécomplicarsemáslavida?¿Tanincreíbleessentir…todoeso?—Cojoaire—.Laconclusiónesquemeheleídounlibroentero demás de trescientas páginas y ahora ya no tengo nadamás que leer.Nuncapenséqueecharíademenosalgoasí,peroaquínopuedoverlatelevisión,niusar elmóvil,ninada. ¿Quées loquehaces túparamatar lashoras?—Lomiro de reojo. El silencio se desliza a nuestro alrededor—. Perdona, olvidéque…odiashablar.Enfin.Vivoahí,enlacasadiminuta.—Laseñaloconlaluzdelalinterna—.Nohacefaltaquemeacompañeshastalapuerta.Graciasporlodeantes.Nilaksuspirahondo,peroignora loqueacabodedecirleyavanzaami lado
hastaqueparofrentea los tresescalonesdemaderaqueconducena lapuerta.NoseapartacuandoCaoslelamelamano,alcontrario,permaneceensilencio,observando al perro con cierta curiosidad.Después, alza lamirada y sus ojosencuentranlosmíosenmediodelaoscuridad.—Buenasnoches,Heather.—Buenasnoches,Nilak.Observo cómo da media vuelta, sin prisa, con las manos metidas en los
bolsillos de la chaqueta.Mequedo allí, en silencio.Nomemuevodel porche
hastaquedesaparecedemivista.
6
5deoctubreQueridodiario,
Como te contaba el otro día,Kayden llegó de repente, sin buscarlo, y hasidocomosialguienescarbaseenelbaúldemividay lorevolviese todo.Duranteelpaseoporelpuerto,estuvimoshablandosinparary,alregresar,me pidió el número de teléfono. ¿Sabes esa sensación rara que te invadecuando crees conocer a alguien desde siempre? Es irracional, pero conKayden me sentí así. Había algo cálido en él; desprendía tranquilidad.Cualquier inuitdiríaquenuestrasalmassehanencontradodenuevo trasmuchos años de ausencia.O eso fue lo que aseguró Yakone cuando volvíconlaschicasunratodespués.Losinuitcreenquetodoservivoposeeunalma;nadamuere,todosereencarna,asíqueesposibledespertarvestigiosdememoriadevidasyamorespasados.Kayden me llamó dos días más tarde. Estuvimos más de una hora
charlando. Volvió a llamar al día siguiente y al siguiente, y, cuando yaempezaba a pensar que nuestra relación sería meramente telefónica, mepreguntó si quería quedar con él el sábado por la tarde. Dudé. Sí quequería, ¡claro que quería! Estaba deseando verlo de nuevo, pero elestómagosemeencogíasolodepensarqueestaríamosasolas.Alfinal,lacuriosidadylasmariposasquemeperseguíandesdeelprimerdíavencierontodosmismiedos(quenoeranpocos),yvolvimosavernosenelpuertode
Seward. El festival había llegado a su fin y el paseo no estaba tanconcurrido,asíquecaminamosporelmuelledemaderacontranquilidad.Las montañas se alzaban imponentes en contraste con el agua en calmasobrelaquedormitabanlosbarcosdecolores.Kaydenmecontóaquésededicaba(tienecuatroañosmásqueyo)y,a
cambio,mepidióque lehablasedemis sueños,asíque leconfeséquemiverdaderapasiónesconvertirmeenveterinaria.Siemprehequeridoserlo.Yadepequeña rescatabapajaritosheridosy roedoresperdidosy salvajes.Papámeayudabaenlatarea.Esotambiénseloconté.Lehablédeél,deldivorcio,ydequeapenashacíaunañoquemehabíamudadoaSewardconmimadre.Cuando nos dimos cuenta, habíamos llegado al final del paseo y
llevábamos más de dos horas andando. Ya empezaba a anochecer. Nosmiramosensilencioysentíunescalofríotrepandopormiespalda.Kaydenresultaba muy intimidante, no solo por su evidente atractivo, sino por laforma de hablar, sosegada y clara, el tono ronco de su voz, los gestosdelicadosenalguienconunaspectotanmasculino.Todoéleraunaespeciedecontradicciónandantequeteníaun«algo»cautivador.«Deberíamosvolver»,susurré.«Deberíamos…», dejó la frase amedias y se frotó elmentón con gesto
nerviosoantesdevolveraclavarsusojosenmí.«Dimequetútambiénhasnotadoalgo raro entrenosotros, porque, joder, yono creo en este tipodecosas, pero el otro día, cuando tenías nata en la mejilla y te toqué, fuecomo…».«Chispeante»,leinterrumpí.«¿Chispeante?», me miró divertido y su sonrisa ladeada me cortó la
respiración. Se puso la capucha de la sudadera oscura que vestía y seinclinó hacia mí moviéndose con suavidad: «Más bien, yo diría“arrollador”».Enesemomentonoséquénaricessemepasóporlacabeza(todavíahoy
meavergüenzoalrecordarlo),porquenopenséennadaantesdeponermedepuntillasybesarlo.Fueunbesopatético,deesosquesedanlosniñosenpreescolar cuando afirman ser novios; corto y casto. Kayden parpadeó
confundido cuandome aparté.Me ardían las mejillas y deseé que se metragaselatierra.«Madremía,¡losiento!¿Creesquepodríasreseteartumenteyolvidarlo
queacabadeocurrir?Aveces,simplemente…hagocosasraras…».Kaydensonrió.«Megustalagenterara».Y entonces acogió mi rostro entre sus manos y me besó. Me besó de
verdad, nada que ver con mi fallido intento. Sus labios eran suaves yacariciabanlosmíosconunalentitudenloquecedora.Tuvequesujetarmeasus hombros para mantener el equilibrio. Me habían besado antes, peronuncaasí, comosi todo se redujeseaese instante,aese rocedenuestrasbocas. Temblando, cerré los ojos cuando Kayden bajó las manos a miscaderas para impulsarme más hacia él y me prometí a mí misma querecordaríaeseinstantesiempre,siempre,siempre.
Annie.
7Pero,depronto,élsonríe
Corremos por la orilla. Lo hacemos juntos. Corremos sin parar.Caos esmásfeliz que nunca cuando llega el momento de trotar; se adelanta unos metrosmientrasmeesfuerzoporseguirleelritmo.Meespera;seentretieneolisqueandoentrelahojarascaquerecubrelahierbadelsuelo.Hueleahumedad,aescarchaybosque.Respirohondohaciendounúltimoesfuerzo.Unpocomás.Solounpocomás.Caosladracuandofinalmentemerindoyparodecorrer.Apoyolasmanosen
las rodillas e intento coger aire al tiempo que él da vueltas a mi alrededor,claramente insatisfecho con la duración del paseo; daría igual cuánto corriese,siemprelepareceríapoco.Mesientoenelsuelo(omásbien,medejocaer).Elcieloesdeuncolorvioláceoqueme recuerdaa lamermeladademorasqueamamáleencantabausarpararecubrirlospasteles,enesaépocalejanaenlaquetodavíahacíamoscosasjuntas.Caosseacomodaamiderechay,sinpensarenloque estoy haciendo,me inclino y le abrazo.Me recuesto en su lomo, todavíarespirandoagitada;essuaveydesprendecalor.Esconfortable.Me gustaría quedarme aquí para siempre, sin pensar en nada, mirando el
infinitoqueseextiendealolejos.Lasmontañasparecenconduciralasnubes;elagua se mantiene en calma. Las cosas que no se pueden ver, pero aparentantranquilidad,medanmiedo.¿Ysienelfondoestánllenasdepeligro?Quizánopuededistinguirseporqueesturbio,peroesoestodavíapeor.Sivasatenerqueenfrentarteaalgo,quémenosquesaberdeantemanodequésetrata,cuálessontusopciones.OjaláhubiesetenidoopcionesconAlison.Perosimplementemedejéllevar.Caospresionaentremisbrazosconelhocicoparaqueledejeapoyarsesobre
las piernas cruzadas. Me quedo así un rato más, pensativa, mientras arranco
pequeñas briznas de hierba cubiertas de escarcha. Sé que son inocentes—lashierbas—, pero ahora mismo necesito matar algo. Cualquier cosa. El perroobservatodosycadaunodemismovimientoshastaquedecidoquehallegadoelmomentodedejardeexterminar lavidaquesealzaamialrededoryvolveracasa.Yaestáoscureciendo;cualquierotrodíaaestahoraestaríapreparándomeparallegarpuntualalLemmini,peroeslunes,asíquenotrabajo.LoquesignificaquenoveréaSeth.NiaNilak.Nilak…Todavíanoséquépensardeél,esdemasiadocontradictorio; justoel tipode
personaalaquejamásmeacercaría,sinofueseporque,claro,trabajoparaély,además, resulta intrigante.Nilakescomoalgomuybrillanteymuymisteriosoquetedicenquenopuedestocar.Yentonces,quierestocarlo.Lógico.Almenos,esoesloquehehechodurantetodamivida,sentirmeatraídaporloquedeberíahaber despertado mi rechazo, querer lo que no podía tener, meterme en líos,elegirloscaminosmáspedregosos…—A ti te cayó bien, ¿verdad? —digo en voz alta, mirando a Caos—. Le
lamistelamano.El perromemira y saca la lengua. «Ajá. Claro. Lo he entendido todo a la
perfección, colega».No, ahora en serio, ojaláCaospudiese hablar, así nomesentiría tan sola, tan perdida. Jamás pensé que echaría tanto de menos a mifamilia.Despuésdetodaslascosashorriblesporlasqueleshehechopasar,medoy cuenta de que no se merecían algo así. Pobre mamá. PobreMatthew. YEllie…Apartoesaideademimenteyasciendolentamenteporelcaminoqueconduce
acasadeJohn.Sientolaspiernascansadasyelgemeloderechodoloridoytensotraslacarrera.Loveocerrandolapuertadelacamionetarojaquesueleusarparatransportarleñacasitodaslasmañanas.Llevalasbotasoscurasllenasdebarroyungorroañildelanaquecontrastaconlaincipientebarbarojizaquelerecubrelasmejillasyelmentón.Sesacudelasvirutasdemaderaaltiempoqueseacercaconsuhabitualsemblanteserio.—Vas a tener que comprarte ropamás adecuada para cuando llegue el frío;
todavíanotehacesunaideadelodurosquesonaquílosinviernos.
—Podrésoportarlo.—Yaveremos…—murmura—.Entra,prepararéalgocaliente.—Tengoqueirantesacambiarme.¿PuedeshacertecargodeCaosparaqueno
mesiga?Noconsigoquemehagacaso.Bueno, tampocopuededecirseque lohayaintentadoconmuchoempeño,pero…—Esteperroescortodeentendederas.—¡Noesverdad!Solosesientesolo,quierecompañía.—Sitúlodices…Después de darme una ducha y vestirme (con leotardos incluidos bajo los
vaqueros),regresoacasadeJohn.DistingoaCaosalolejos,tumbadoentredosalaskanmalamuteque creoque sonBachyTchaikovsky; el primero tiene unamanchamás oscura en el hocico y es fácilmente identificable. Sonrío al verlofelizjuntoalosdemásperrosyentroenlacasasinllamarantes.Hueleacanela.Johnsaledelacocinacargadoconunabandejaquedepositaal
ladodel tablerodeajedrez.Mesientoenelsofá.Haychocolatecalienteyunaespeciedebizcochoquedudoquehayahechoélytieneunapintaincreíble.Cojountrozo,muerdoylosaboreoconlosojoscerrados.—Hum,¡québueno!¿Dedóndelohassacado?—EsunarecetadeNaaja.Suhijaysunieta,Sialuk,sededicanalaventade
repostería, entre otras cosas. Me dijeron que conociste a la novia de Seth lasemanapasada.Esunabuenachica.Tambiénhacenungüentoscurativos,cremasquetedejancomonuevo…—Nolosabía.—¿Quétalvasconeltrabajo?—Bien.Genial.—Evito contarle nada de lo sucedido dos días atrás con los
montañistas. Solo es fruto de mi mala suerte; ya es casualidad tener quevérmelascondostiposasíenunlugartanremoto—.Sethesmuyagradable.Johnsonríetrasdarunsorbodechocolate.—TantoélcomoNilaksondefiar.Escierto.Laotranochepodríahabermeignoradoyseguirsucamino;alfiny
al cabo, no me conoce. Pero estuvo dispuesto a ayudarme. He llegado a laconclusión de que su aparente indiferencia es solo eso, «aparente», porque lafrialdaddesusgestosnocasaconsuformadeactuar.Debíhabermedadocuenta
de ello el día quemeofreció el trabajo.Nilak tienedos capasqueno encajanbien,superpuestas,quizásunaencimadelaotra,intentandoimponerse.Nolosé.Loúnicoquetengoclaroesqueesincoherente.—Lapróximavezque salgasacorrerconCaosquierohacer unaprueba—
dice al tiempo que lanza un suspiro y deja la taza en lamesa demadera. Sereclina en el sillón, frente a mí, y entrelaza las manos sobre su estómago—.¿Sabesloqueeselcanicross?—Niegoconlacabeza—.Esunamodalidaddelmushing.Elcanicrossconsisteencorrerconunperrosiempreycuandoambosvayan unidos por una especie de arnés. Es decir, que debe existir unacompenetración muy profunda entre el musher y su perro. Eso es lo másimportante. —Se frota la barba con gesto distraído—. He estado dándolevueltas…yquieroversiCaosreaccionacontigodediferenteforma.Esevidentequetieneciertafijaciónporti,aunquetodavíanoalcanzoaentenderporqué.—Puedevermialmapura.—Merío,aunqueJohnnopareceentenderlaironía
que esconden mis palabras—. De acuerdo, haremos la prueba. A propósito,¿cómovalapartida?—Señaloeltablerodeajedrez.Esbozaunasonrisaperezosa.—Voyganando.¿Teenseñocómosejuega?Me encojo de hombros como toda respuesta. John lo traduce comoun «sí»,
porqueseincorporayrecolocalaspiezasdeltablerosituándolasenlaposicióninicial.Nosésilograréentenderniuntreintaporcientodetodoloquemedigaacontinuación;tengoentendidoqueelajedrezesaloquejueganlos«listos», lagente que termina entrando en la carrera de Medicina o de alguna cienciaavanzada. Recuerdo que en mi instituto había un chico que ganó un par decampeonatos. Alison solía llamarle «cerebrito» y coqueteaba con éldescaradamente antes de endosarle los deberes. Era un chico alto, de aspectodesgarbado y cabello cobrizo y despeinado. Para conseguir que le hiciese eltrabajodefindecurso,Alisonsesentóasuladoenclasedeliteraturaeintentóconvencerle.Comoélsenegóenunprimermomento,alegandoqueapenasteníatiempopara terminarelsuyo,ellametió lamanobajo lamesay le toqueteó lapolla por encima de los pantalones mientras la señora Sullyvan explicaba lasrimasasonantes.Losénosoloporque loviconmispropiosojos, sinoporqueademásellamelocontóentrerisasunpardehorasdespués.Miteoríaesqueel
«cerebrito»aceptómásporelsustoqueporelhechodequeselatocase.MedoycuentadequeJohnyahaempezadoahablarynoheescuchadoniuna
solapalabra.Siempretengolacabezaenotraparte.Intentoponercaradeestarentendiendo lo que me dice, pero es todo tan confuso que me cuesta seguirmetidaenelpapel.—Notehasenteradodenada.—Escomplicado.—Noesverdad.Tuproblemaesquenotemolestasenintentarlo,tiraslatoalla
antesdeempezar.Concéntrate,Heather.Séquepuedes.—Cogeunafichay lahaceoscilarfrenteamisnarices—.Estaeslareina.—Ajá.Vale.—Yesteelrey.—Tesigo.—Después están los caballos.—Toca las figuritas con la punta del calloso
dedo—.Ylosalfiles.Esprimordialqueentiendaslajerarquíadelasfichas.Lo escucho atentamente. Intento que cada palabra que dice cale en mí.
Reprimoelimpulsodegritar:«¡Dios,cerebro,porunavez,compórtatecomoesdebido!». No quiero decepcionar a John. Es una sensación rara, pero así losiento; puede que sea porque se ha portado conmigo más que bien o porquequiero impresionarle. De cualquier modo, me esfuerzo como nunca pormemorizarlosmovimientospermitidosparacadaficha,lafinalidaddeljuegoy,engeneral,todaslasreglas.—¿Probamos?—¿Así,sinmás?—Es para que te familiarices un poco. Sin presiones, vas a perder de todas
formas.—¿Porquéestástanseguro?Johnse ríemientrasseponeenpieysemuevepor laestanciahastapararse
delantedeuntocadiscosdeaspectoclásico.Esprecioso.Algunascosasantiguas,de hecho, me parecen más bonitas que las nuevas. Esconden vida, años,experiencia,recuerdos.—El ajedrez no es azar, sino estrategia. Llevo décadas jugando; se necesita
muchaprácticaparadominarlobien.Ytambiénconcentración,poresosiempre
pongomúsica clásicade fondo.Esmiúnicamanía.Elige,Heather, ¿Mozart oVivaldi?—Posa lamanoen laestantería llenadediscos.Estánapiladosdeunmodoperfecto,sinunamotadepolvoasualrededor,cobijadosporelamorquepareceprofesarles.—Nosémuchodeningunodelosdos—reconozco.—¡Demonios,chica!Johneligeycolocaeldiscoconcuidado.Unamelodíasuave,casi inaudible,
comienzaaflotarporlaestancia.Esdelicada.Noséporqué,peromerecuerdaaesasfloressilvestresquecrecenentrelamaleza;sonbonitas,peronadiesetomalamolestiadenopisarlas.Lamúsicaparecefortalecerseamedidaqueavanza,comounhuracánquevaamás, inundando lahabitacióndenotasentrelazadasqueseabrenpaso.Cierrolosojosunossegundos.—¿Ves?Tehasconcentradoenalgo.Tehasconcentradoenesto—diceJohn
instantesdespués—.Siprestaseslamismaatenciónatodolodemás,dejaríasdetenerproblemas.—Notengoproblemas—miento.—¡Ja!Claro.¿Porquéotrarazónibasaestaraquí?—Vuelveaacomodarseen
su sillón—. Hagamos una prueba. Ve preguntándome las dudas que te vayansurgiendo,¿deacuerdo?Empiezastú.Muevo un peón.Lamelodía de un piano parece corretear entre las paredes,
juguetona, traviesa, como si se burlase de nosotros. Coge fuerza. Y vuelve adejarse caer, se calma, se convierte en un sonido suave. Es paz. Tambiénarmonía,ungritodeesperanza.Observoeltablero.Johnacabadejugar.Avanzocon mi peón. Más notas que se alzan, flotan, se entremezclan. Pienso en loagradable que sería cazarlas, guardarlas; es una lástima que la música no sepuedaacariciar.Suspirohondo.Cincominutosmás tarde,seisdemis fichas lahan palmado. Era de esperar. No importa, de verdad que no; estoy relajada,concentradaenunsonidoquemerecuerdaalaletearfrenéticodeuncolibrí.Pierdotrespartidasseguidas.Coloco las fichasenel tablerocon intenciónde jugarunacuarta.Noesque
esperaseganar (aunqueungolpedegraciahubieseestadobien),pero tiendoapicarmesimerascan.LaantiguaHeathergritabamásaltocuandoalguienalzabala vozy pegabamás fuerte si se ganaba alguna torta.Creoquepor eso acabé
aquí.Poridiota.Johnsonríealvermecolocarlaspiezasyalejaeltablerodemícondelicadeza.Lamúsicaesahorafuriosa.Veolasnotasdentrodelmar,enlaprofundidaddel
océano, moviéndose a coletazos como si deseasen desesperadamente salir delagua.Soncomodiminutospececitos fueradecontrol.Oespermatozoides.Esotendríagracia.—Teestoyhablando,Heather—declaraJohnconsemblanteserio—.Estarde.
No más partidas, por hoy es suficiente; la mente se bloquea si no le das eldescansoadecuado.Mimentellevatodalavidadescansando.—¿Nopodemosjugarunamás?John se lleva unamano a los labios, pensativo. Es la típica persona que se
toqueteaconstantementelacara.Alisonlohacíaaveces,sobretodoconelpelo.Aparto lamirada. Odio asociar a ella cada nimio detalle, pero cuesta evitarlocuando ha sido mi sombra durante siete años; a veces me preguntaba dóndeempezabaellaydóndeacababayo.—Estábien,peroa cambiodeque tequedes a cenary comasalgocaliente.
Estásenloshuesos,chica.—Meretraigoantesuspalabras;«enloshuesos,enloshuesos,enloshuesos…».Asaberladevecesquehabréoídoesafrasealolargo de mi vida. Sin embargo, asiento con la cabeza antes de levantarme yseguirlehastalacocina—.Algodecarnetevendrábien,¿tegustaelakutaq?Meencojodehombros.—Hevistoquelohacíanenelbar,peronoloheprobado.Sacauncuencoconcarnedeshilachadasindejardemurmurarporlobajoalgo
quenoalcanzoaoír.Después,mepidequemeacerquey aclaraqueharemosunaversióndiferentealakutaqtradicionalconcarnedecaribú.Lamúsicasiguesonandodefondo,enelcomedor,peroesonoleimpidehablarmeentonoseverocuando me ordena limpiar los arándanos y unas moras de aspecto silvestre.Mientrascadaunorealizasutarea(élsazonalacarneconazúcar),meexplicalodifícilqueeshoyendíaincluirenladietacarnedecaribúcomosehacíaantaño,puesto que el número de ejemplares ha disminuido a causa de la caza, lasexplotacionespetrolíferasyladeforestacióndescontrolada.Ynosoloaquí,sinotambién enCanadá. El sustituto es el reno. Pobres renos. Pero así es la vida,
supongo,undíaeresfelizynotienesnadaquetemer,yaldíasiguienteveinteescopetasteestánapuntandoenlasien.—Notocuándotumentesevaporotrosderroteros.—Nopuedoevitarlo.—Estásdemasiadometidaentimisma—deduce—.Vale,dejayaderemover,
dameelcuenco.—Parafinalizar,Johnlomezclatodoconunaespeciedeaceitey añade coloridas bayas; son pequeñas bolitas llenas de cráteres y las hayamarillas,rojasydeunbrillantecolorvioláceo.Cadaunoconsuraciónservida,regresamosalcomedorycenamosensilencio.
Johnhaapagadolamúsicayapenaslevantalamiradadelplatomientrasengullelacomida;estábuena,tieneuntoqueácidoqueresultacurioso.Lomirodereojodevezencuando.Apenas recuerdoamipadre,porquemurióporculpadeuncáncerdepáncreascuandoyo tenía seisaños,pero tiendoa imaginarmecómohabríasidodeseguirconviday,porlasfotosquehevistodeél,dondesurostroparecíacircunspectoeimpasible,podríaguardarciertasimilitudconJohn.Creo.Mi padre también llevaba barba. Y era alto y ancho de espaldas, el tipo dehombre grandullón al que resulta casi imposible darle un abrazo de verdadporquenopuedesrodearlo.—¿Enquéestáspensando?—Ennada.—Mellevoalabocaunpardefrutosrojos.—Lasmentirasfuncionalestienenunpase;lasdemásmentiras,no.—Pensaba en que te pareces a mi padre. —Suelto a bocajarro. ¿Quiere la
verdad?Vale.Ahílatiene—.Enlosgestosyunpocoenelaspectofísico.Johnmasticaensilencio.Cuandodeduzcoquenotienepensadoañadirnadaal
respecto,desbaratatodosmisplanes.—¿Dequémurió?—Cáncer.—¿Notienesmásfamilia?Tuerzo el gesto, noto un dolor raro en el pecho; veo sus rostros llenos de
decepción. Johnesperauna respuestay,aunquedudounossegundos,creoquemereceunpocodesinceridad.Alfinyalcabo,hacíaañosquenadiemedabatanto sinesperar recibir algoacambio.Noséqué interéspuede tener Johnenrelacionarseconalguiencomoyo,que tengopocoqueaportar,peromesiento
agradecidaporello.—Sí que tengo. Mi madre me crió prácticamente sola. Viajábamos mucho,
aunquecasinuncasalíamosdelestado;siempreestábamosyendodeunmotelaotroycambiabadecolegiovariasvecesalaño.Mamá trabajaba limpiando lashabitacionesde losmotelesacambiodeunsalariomínimoydeque,mientrastanto,nosdejasenquedarnosavivirenunodelosdormitorios.—Suspirohondo.Fue una época difícil. Todavía recuerdo sus dolores de espalda. Siempre hatenido problemas por tener las vértebras demasiado juntas, pero lo ignoraba,apretabalosdientesyseinclinabahaciaelsiguienteinodoroquetocabalimpiar.Yolaperseguíaportodaslashabitacionesy,alfinalizarlajornada,lehacíaunmasaje con la infantil certeza de que eso aliviaría el sufrimiento. Por aquelentonces, éramos uña y carne. Inseparables—.No teníamos dinero. Todos losahorros se esfumaron con el tratamientomédicodemipadre, aunquedepocosirvió.—Debiódeserduro—mascullaJohn.—Todoesmás fácil cuandosomosniños; incluso las situaciones límitesnos
parecen «normales». —Me río sin humor y dejo el plato sobre la mesita,ignorandoquetodavíaquedacarneyalgunasbayasquedebendeestarmareadasdespuésdelasvecesquelasheremovidoconeltenedor—.Porsuerte,mimadretuvosufinalfelizymásquemerecido.ConocióaMatthewcuandolanochelesorprendióenmitaddelanadaysevioobligadoahospedarseenunmotelcutre.Era un hombre de negocios, pero no de esos fríos, sino todo lo contrario; leparecióincreíblequeambasviviésemosallí.Mimadremedijoañosdespuésqueesanochenopodíadormiryque,cuandosalióadarunavuelta,tropezóconélenelpasilloaoscuras.Alparecer,Matthewtampocolograbaconciliarelsueño,asíqueambosdieronunpaseoporlosalrededores.Cuandolahistorialacuentamimadre,insisteenqueledimostantapenaqueleofrecióirnosconélydarleunpuestoenlaempresaquedirigía.CuandolacuentaMatthew,aseguraqueseenamoró de ella nadamás verla y que no podía dejarla escapar.—Hago unapausaybebo agua—.Curioso, ¿no?De cualquiermodo, el final es elmismo.Mamá aceptó, nos fuimos con él y estuvo casi un año trabajando para suempresatextilantesdequeMatthewseatrevieseapedirleunacita.Secasaroncuandoyo teníaquince añosynosmudamosal surdeSanFrancisco.Tiempo
después,nacióEllie,mihermanapequeña.—Bonitahistoria.—Síqueloes.¿Tútienesfamilia?Johnniegayseponelentamenteenpie.Señalamiplatoconundedoyarquea
unaceja.—Acábatelo.—Notengomáshambre.—¿Quieresjugarotrapartidadeajedrezono?—Esoescoacción.—Come.Desaparecepor lapuerta.Observoconasco los restosdecomida.Cierro los
ojos.LanuevaHeathernodejaríaqueunlastredelpasadoseapoderasedeella;solosonrecuerdos,retazosquequedananclados.Hacetiempoquelosuperé,medigoamímisma.Suspiroantesdevolveracogerelplatoyponérmelosobrelasrodillas;llenounacucharadadelextrañomejunjemezcladoconlacarneymelallevoalaboca.CuandoJohnvuelveymeveparecesatisfechoy,sinañadirnadamás,recolocalaspiezasdel tableroensuposicióninicialylamúsicavuelveasonar, las teclasdelpiano se rizan, se abrazanentre ellas al tiempoque flotancongracilidad.
Aldíasiguiente,llegoconveinteminutosdeantelaciónalLemmini.Parecedelocos,peroteníaunasinmensasganasderegresaraltrabajo;dosdíaslibresmeparecenexcesivoscuandonotengonadamejorquehacer.Creoquehastaahorano había sido consciente de lo duro que es vivir sin teléfono, sin Internet, sintelevisión;lashorassoneternas.CuandotropiezoconlamiradadeNilak,mesientorara,cohibida.Depronto,
lo sucedido la otra noche parece lejano, como si hiciese semanas que no nosvemos.Aquíeltiempomerecuerdaalasgomasdechicle:seestira,seestira,seestira…—Llegaspronto.Trago saliva ante el sonido ronco y vibrante de su voz y avanzo hasta el
percheromientrasmequitolachaqueta.Lacuelgo,medoylavueltalentamenteysusojossiguenfijosenmí.Megustaríapoderquejarme,peronomemiracon
lascivia,niconodio,nicon…nada,simplementememira,sinmás.Asíquenopuedoreprochárseloapesardequemehacesentirmuyincómoda.—Noentiendoporqué te importa tantoque llegueunosminutosantes, ¿tan
horribleesmipresencia?—logrodecir,tragándometodaslasdemáspreguntas.Preguntas como: «Joder, ¿por qué eres tan extraño?» o «¿Hasta cuándo va adurareseodioquesienteshaciamí?».Porquepormuchoqueloniegue,lonoto,lopalpoenelaire.Tieneunasganasinmensasdequedesaparezcadeaquídeunavezportodas.Élmeestudiaensilencio.Megustaríasaberquévecadavezquememira,qué
esloquereflejo:¿tristeza?,¿maldad?,¿vacío…?Esperoquevacíono;esperonohaberllegadoaesepuntodenoretorno.Aúndebedehaberalgodentrodemí,algo bueno. Quiero. Deseo. Los ojos de Nilak no dan muestras de llegar aningunaconclusión;elazulaceradoparececasi transparentebajoelhazdeluzque desprende la lámpara de pie, algo que no deja de ser irónico teniendo encuenta su turbiedad. Deslizo la mirada de su rostro al brazo que mantieneapoyado con cierta tensión sobre la barra de madera; él nunca se muestradespreocupadoniencalma.Lacicatrizquenaceensumuñecayasciendehastaperdersebajoelsuéterremangadoesrugosa,másgrandedeloquemepareciólaprimeravezquelaviderefilón.CuandoNilakadvierteadóndehanidoapararmis ojos, se baja la manga y suspira hondo antes de moverse a un lado yempezaracolocarlosvasosyalimpiossobrelarepisacorrespondiente.Mepreguntoquéescondeesacicatriz.—Nohascontestadoalodeantes,lodelapuntualidad—lerecuerdo.—Ponteatrabajar,Heather.Tomoaire,dispuestaaresponderledenuevo,peroalfinallodejoestar.Nosé
porqué.Depronto,algoenélmetrasmitedebilidad, loqueresultacuriosoencontrasteconsu imponentepresencia física.Sinmediarpalabra,medirijoa lacocina.Huele a eneldo y pescado. Seth está adelantando algunos platos antes de la
hora de la cena.Semuestra alegre al verme, como siempre.Mepreguntoquédebesentirsealvivirsiempreenlacimadelafelicidad.—Toma,guardaestoenelfrigorífico.—Metiendeuncuencoconunaliñoque
desprendeunfuertearomaacítricos—.Sialukdebedeestaralllegar.Naajaestá
mejor;nadacomounosdíasdereposoparasanar.Ellamismasueleaconsejarlo,aunque luegoes incapazdecumplirlo.Nohaymanerade retenerlaen lacamaconesecarácterquesegasta.Mujeres.No importa laedad,a testarudasnoosgananadie.—Sonríe.Sethestabaenlocierto,porquealregresaralsalónveoasuchicafrenteala
barra, todavíaconelabrigopuesto,al ladodesuabuela.NaajaestádiciéndolealgoaNilak,aunquenoalcanzoaoírdequésetrata.Pero,depronto,élsonríe.Esunasonrisaminúscula,perosuficienteparaconseguirquesemedisparen
las pulsaciones. No sé por qué reacciono así. No lo sé. Lo único en lo queconsigopensaresqueeslaprimeravezqueloveosonreíryqueesperoydeseoquenosea laúltima,porque jamáshabíavistounasonrisa tanbonita.Tímida,pero impactante. Por desgracia, se esfumade inmediato y se convierte en unamuecaadustaencuantomevejuntoalapuerta,comosiyofueseesealfilerqueseencargadepincharlapompadejabónenlaquesesientecómodo.Tomoairemientrasavanzohaciaellos.Ahorasíquemesientomuyfueradelugar.Naajanosemolestaendisimularlacuriosidadquedespiertoenella;susojos
son dos rendijas oscuras que me estudian en silencio. Todo lo contrario a sunieta,quedaunpasohaciamíymeabrazaconfamiliaridad.—¡Tehetraídoloqueteprometí!—exclamaalegremente.Dejalabolsaque
carga encima de un taburete y, cuando empieza a sacar cosas, la larga trenzanegraenlaquellevarecogidoelpelosebalanceaaunladoyotrodesuespalda—.¡Guantes,bufandas,camisetastérmicas…!—Yo… no sé si… —balbuceo confundida—. Es demasiado, Sialuk. De
verdadquelapróximavezquepuedaescaparmeaRaintercomprarétodoloquenecesitoytedevolverétuscosas.—Notepreocupes,puedesquedártelo.Casitodoesdemihermana.Semarchó
haceañosalaUniversidaddeBostony,cuandoterminósusestudios,encontrótrabajoallí;solovieneavisitarnosunavezcadamilaños,¿verdad,babushka?—Asíes—respondeNaajaconbrío—.Ivikkanosoportaelfrío,peroesfuerte
e inteligente, y ha sabido encontrar su destino; eso mismo te ocurrirá a ticuando…
—«Abandones Alaska» —la interrumpo con un suspiro—. ¿Cómo puedesestartanseguradeloquedices?Me fijo en susmanos angulosasy arrugadas cuando sequita con lentitud la
capuchadepeloquerecubresuscabelloscanosos.—Ibaadecirqueencontrarástudestinocuandovuelvasasertúmisma,pero
veoque tegustaadelantartea losacontecimientos.—Mesonríesinmaldad—.Escuchaantesdehablar,Heather.Yobservasinjuzgar.Silohaces,descubrirásesos matices que ahora son invisibles para ti. Caminas medio ciega por elmundo.Teloestásperdiendotodo.¿Quécojones…?Nisiquierapuedocontestar.Notounapunzadaderabia.Sé todos loserrores
quehecometido.Sé loquehehechomal.Séel sufrimientoquehecausadoapersonasinocentes.¿Peroquépuedohacer?Nohayformadecambiarloquehesido. Lo estoy intentando, aunque Naaja no parezca verlo. ¿Y por qué mepreocupo siquiera?Nome conoce; solo es una de esas viejas charlatanas quesiempreaciertansinnecesidaddeproponérselo.Comoloshoróscopos.Cuandoeraunacría,meencantabaleerloseirjustificandoalolargodeldíatodoloquemeibaocurriendo.«Tropiezoenmediode laaceraycaída libreencimadeunchiclepegajoso…»,ah,claro,aestosereferíaconlode«vasatenerunpercanceinesperadoqueharáquetesonrojes».—Babushka, no seas tan dura —la reprende Sialuk con dulzura. Saca una
bolsadeplásticomáspesadadelamochilaymelatiende—.Ten.Tambiéntehetraídonovelas.—Lascojoyledoylasgracias,sorprendida.LuegoalzolamiradahastaNilak,quesemantieneapartadoyacabadeservir
unpardecervezasenlamesatres.Nuestrosojosseencuentranunosinstantes.ComprendoquehasidoélquienlehapedidoaSialukquemedejaseloslibros.Cadacosaquehacemedesconciertaunpocomás.Sialuk se queda un rato en la barra y su abuela se entretiene tejiendo una
prendadelanaalladodelasdemásmujeresmayores,mientrascuchicheanentreellasytomantéyunpocodelatartadealmendrasqueellamismahatraídoalbar. Cuando el local se vacía al final de la jornada y cuelgo el delantal en elperchero,medecidoadarlelasgraciasaNilakporeldetalledelasnovelas.Siguiendoel ritual, acabade salir a fumarseuncigarrillo.Meabrochohasta
arriba la cremallera demi chaqueta y despuésme agacho un poco para pasarbajo la persiana que oculta lamitad de la puerta. Tiene una pierna flexionadacontralaparedyparecepensativo,comosiempre.Elhumoseelevaenmediodelaoscuridad;mecuestacreerqueya llevecasidossemanassin fumar,aunquesigonotandoeseincómodotiróndeansiedadcuandomeplantofrenteaélyelaromadeltabacomeenvuelve.—Gracias.Porloslibros—susurro—.Bueno,tambiénporeltrabajo.Yporlo
delotrodíaduranteelpercanceconesostipos.Graciasportodo.Vale, puede que hasta ahora nome haya parado a pensar en todo lo que ha
hecho por mí desde que puse un pie en Alaska, pero es que se muestra tandistante,tanfrío…Esomehacedesconfiar.Alisoneraunpocoasí.Única.Conunpuntitomisteriosoquenuncallegabaa
revelar,comoparamantenereseenganchequedespertabaenlaspersonas.Nocontesta,peroenvezdemolestarme,casimehacesonreír.Supongoquelas
peculiaridades de los demás dejan de ser incómodas en cuanto las conoces ypuedesanticiparteaellas.EmpiezoapredeciraNilak.Camino calle abajo, y estoy a punto de girar la esquina, cuando sus dedos
rozanlosmíos.Frenoenseco.Lasensaciónes…electrizante.Hacogidolabolsaque me ha traído Sialuk y todavía sostiene el cigarrillo encendido en la otramano.—Yolallevo.Teacompaño.—Nohacefaltaque…—Camina,Heather.Antesdequepuedaseguirnegándome,yahaempezadoaandar.¡Demonios!
Troto unos metros para alcanzarle. No me gusta esa forma que tiene deimponerse, dominar ymandar, pero deduzco que si insiste en acompañarme acasaesporqueleimportoalgo.Asíque,porende,nomeodiatantocomocreo.Esunpaso.Nohablamoshastaqueaplasta lacolillaamitaddecaminoyCaosseunea
nuestropaseoencuantotomamoslacurvatraslaquesiempremeespera;avanzaami ladocasi todoel tiempo,pero,devezencuando, rodeaaNilakyeste le
acariciaentrelasorejassindejardeandar.—Deberías dejarlo.—Memira de reojo—.El tabaco—aclaro y expulso el
aire contenido; su proximidad sigue poniéndome nerviosa—. Yo tambiénfumaba.Lodejécuandolleguéaquí,asíquetodavíasientoelimpulsoderobarteuncigarrillocadavezquetegiras,peroestoyaguantandoylollevomejordeloquehabíaesperado.Creíqueseríaaúnmásdifícil.Esunadelaspocascosas…hum,positivas,quehehechoenmivida, asíquenopienso fallar estavez.Escasiunpulsopersonal.—Elsilencionosinvadedenuevo—.Aunqueescurioso,si lo piensas, que justo lo único bueno que consiga hacer sea algo que debaremediarporqueanteriormentelohicemal.Esdecir,queescomoestarenpaz.Unaespeciedeempatemental.Cierro la boca al llegar a casa. Como la anterior vez, se ha empeñado en
acompañarmehastalostresescalonesquedirigenalporche.LepalmeaellomoaCaosantesdeclavarsusojosenmí.—Buenasnoches,Heather.—Buenasnoches,Nilak.
No es verdad. No estaba en lo cierto. Nilak puede ser muchas cosas, peropredeciblenoesunadeellas.Supongoqueporesonofuicapazdevaticinarque,tras el suceso con los montañistas, me acompañaría a casa cada día, sinexcepción.O,almenos,esoesloquellevahaciendotodalasemana.Noséhastacuándopiensaalargarestenuevoritual,perosiguesinhablar;sencillamentemeesperafueracadanoche,fumando,yluegocaminaamiladomientrasleregalaaCaosalgúnqueotromimo.Le he hablado de San Francisco, de los rincones quemásme gustan de la
ciudadydealgunascuriosidades.Delastartasquehacíaconmamácuandoeramáspequeñay de los trucos queusabapara que el bizcocho siemprequedaseesponjoso.Tambiéndelgatode la familia,Agus,queacostumbrabaadormiralos pies de mi cama y que mi hermana Ellie adora con todo su corazón. Nopuedosabersiloquelecuentoleinteresamenosquelavidadeunguisante,perosigosinconseguirestarasuladoensilencio.Es incómodo.Comounapresiónmuymuyfuertequenocontrolo.Hoy, después de seis días de tristesmonólogos, ya no sé ni qué decirle, así
que,sinsabercómo,terminohablándoledeunadelasnovelasdeSialukquemeterminéanoche.—Asíquelachicarellenitaseencuentraconelquefuesumejoramigocuando
erapequeña—prosigo—.Peroahora lascosashancambiadoentreellos.Él lehizo daño años atrás y ella ya no se fía; parece fuerte, pero en realidad…, enrealidadsesientemuypequeñaeinseguraytienemiedodevolveracaer.Nolegusta ser frágil, por eso tiene capas. La entiendo, ¿sabes?No es fácil confiar,arriesgar.Nilak me dirige una de sus miradas penetrantes. Esta noche lo noto más
receptivo de lo normal, entreveo en sus ojos cierto interés.Caos camina a sulado,consusgrácilespatasmoviéndosealsondelospasosdeél.—Supongoquesinevoluciónnohabríanovela.Nosésipuedeaplicarseala
vida elmismo razonamiento, aunque tendría sugracia.Quizás es así, quizá lavida es como un libro en el que hay que ir pasando páginas, tropezando,aprendiendo, encontrando… ¿Tú qué opinas?—Silencio—. Perdona, a vecesolvido que no te gusta hablar. En fin, ya hemos llegado. Gracias poracompañarme.Nilakrespiraprofundamente.—Creo que esos finales felices que tanto te gustan solo sirven para
contrarrestar la realidad. Si reflejasen sufrimiento sin esperanza, no querríasleerlo; sentir dolor sin saber que después se aliviará… —Baja la voz hastaconvertirlaenapenasunmurmullo—.Buenasnoches,Heather.Megirosorprendida,sujetándomealabarandillademadera.Eslafrasemás
larga que le he oído pronunciar hasta la fecha, pero antes de que puedacontestarleodespedirme,loveoalejarseenmediodelaoscuridad.Entroencasaunosminutosdespués.Untruenoserompeenloaltodelcielo.
Mepongounacamiseta térmicabajoelgruesosuéterde lanaycojoalgoparapicardeladespensa.Haempezadoallovercuandoregresoalcomedor.Lalluviarepiqueteacontraelcristaldelaventanaypocoapocovacogiendofuerzahastaque el sonido al golpear el tejado empieza a resultar más aterrador quemelancólico.Yentoncesmedoycuentadequehaygoteras.¡Joder!Buscoenlacocinaelcuboylapalanganaqueusoparallevarlaropahastala
secadoraqueestáenelcuartodebaño.Yahayunpequeñocharcodeaguaenelsuelocuandolocalizounadelasgoteras.Mierda.Lostruenossuenantanfuertequedalasensacióndequeestáncayendoaunmetrodedistancia,yelimpactodelalluviacontraeltejadoescomounconciertocaótico.Alzolavistahastalasvigas del techo; dado lo viejas que están, no sé hasta qué punto es seguro.Intentoirrecogiendoelaguaquesecuelabajoelmarcodelaventanaconunafregona,cuandoveoaCaostraselcristal.Corroaabrirlelapuertayentradeinmediato.Estáempapado.—Pero,¿quéhashecho?—Cojounatoalladelbaño—.¿Cómodemoniossete
ocurreveniraquí?¡Perroestup…!Memuerdo la lengua. No es estúpido.Caos puede ser muchas cosas, pero
estúpidojamás;solonecesitacariñoyesdemasiadofiel.Yosémejorquenadieloquesignificarendirlelealtadaalguienporencimadetodo;lohiceensudíaconAlison.Ignoroelaguaqueaúnentra, lostruenosquesiguenrugiendoylalluviaqueretumbacontralamadera.Mearrodilloenlaalfombra,frenteaCaos,ylosecoconlatoallamientrassusojospermanecenfijosenlosmíos.—Túeres especial—ledigoynome importaquenopuedaentenderme; lo
abrazoyhundoelrostroensucuello.Yentoncesentiendoquenohavenidoaquíporquetengamiedo,sinoporquesabequeyosílotengo.
8
16deoctubreQueridodiario,noquierodespertar.
Medamiedoabrir losojosmañanayver lascosasdeunmododiferente,porqueahora,enestemismo instante, todoes tanperfectoquemeasusta.Mesientotanfelizquemamáhaempezadoasospecharquemepasaalgo.Elotrodía,mientras cenábamos, bajó el volumendel televisor ymemirómuy seria antes de preguntarme si había conocido a algún chico. Intentéaparentarindiferencia,mellevéuntrozodepescadoalabocayleaseguréqueno.Pero,¿cómo figurardespreocupacióncuando se tratadeKayden,desuintensamirada,desuslabiossuaves…?Séquemamánomecreyó;meconocedemasiadobien,perotodavíanoestoypreparadaparahablarledeél o presentárselo. Si lo pienso fríamente, ni siquiera hace unmes que loconozco y lo que siento por Kayden está muy lejos de seguir una lógicatemporal,esoseguro.Despuésdenuestracitaenelpuerto,haseguidollamándomeadiarioy
ha venido a Seward los dos últimos fines de semana. Cada vez que nosvemos, consumimos los minutos entre besos y confesiones, literalmente;jugamosacontaralgodenosotrosmismosporcadabesoquenosdamos,asíque,enresumen,Kaydenyasabetodamivida.Ynodejodepensarenqueéles,exactamente,loquesiemprehedeseado;cadadetalle,cadagesto,todo.Todavíanolotengoyyatemoperderlo.
Annie.
9Escomobucearenuncielosinnubes
Abrolosojos.Pum,pum,pum.Notengoniideadequésonesosgolpes,peroesevidentequeprovienendeltechodelacabaña.Pum,pum,pum,pum.Noséenqué momento anoche me quedé dormida en la alfombra, abrazada a Caos,envueltaeneledredóndeplumasconelquesuelotaparmeenelsofá.Pum,pum,pum. El perro me sigue cuando logro ponerme en pie. Es muy probable quetenga una pinta horrible, con el pelo revuelto y el pijama navideño que visto,peronomelopiensoantesdesaliralexterioryrodearlacasahastaveraJohnde pie, sujetando una larga escalera con ambasmanos contra lamadera de lacabaña.Alzolamirada.Nilakestásubidoaesaescalera,golpeandoeltejadodecasaconunmartillo.—¡Buenos días, muchacha! ¡Ya pensábamos que nada te haría despertar!
Hemosllamadovariasvecesalapuerta,pero…—JohndejadehablarcuandovequeNilaksubealúltimoescalón—.¡Eh,chico,veconcuidado!—grita.Estoytansorprendidaquetardocasiunminutoenrecuperarelhabla.—¿Quéestáishaciendo?—Arreglarlasgoteras.Tambiénquieroecharleunojoaotrosdesperfectos.Lo
tenía pendiente, pero no pensé que fuese a venir una tormenta tan fuerte—masculla—.¿Veslapartederechadeltejado?Lamaderaestámediopodrida,hayquecambiarlachapa.Notepreocupes,estaráterminadoenunashoras.—Noséquédecir.Gracias,supongo.Muchasgracias.Anocheentróagua,no
enplancascada,peronuncahabíavistolloverasí,comosielcielosecayeseoalgo.—Johnseríe—.YCaosvinoacasaempapado.—Lo sé. El muy bribón escarbó bajo la junta del cobertizo para poder
escaparseyahora tengounagujeroque tapar.Empiezoapensarquenoes tantontocomoparece.—¡Claroquenoestonto!
Lomiro.Estáobservándonos,tumbadounosmetrosmásallá,sobrelahierbahúmeda tras la tormentade lasúltimashoras; tiene la lengua fueray su rostroparece sonriente, como si pudiese entendernos. Acabaré volviéndome loca enestesolitariolugar.—Tengo que ir al pueblo a llevar la leña; volveré dentro de un rato. Ven,
Heather,sujetalaescalera.—Obedezcoymequedoensilencio,algoturbadaporeste raro despertar, mientras John se dirige a Nilak—. Chico, si necesitascualquiercosa,pídeselaaella.Yándateconojo,¡noteconfíesahíarriba!Nilakasienteyluegosiguealosuyo;hadejadolastablillasdemaderayotros
utensilios en el canalón que bordea el tejado de la casa.Lo veo coger una deellas, colocarla donde antes estaba la chapa antigua y fijar los clavos en loscuatroextremoscongestodeconcentración.Elsilencioabrazalamañanaysolose escucha la vibración de la furgoneta de John cuando se incorpora alzigzagueantesenderoqueconducehastaelpuebloyaNilaktrabajando.Bajolavistaymeconcentroen loshierbajosquecrecenamispies.Cuandovuelvoaalzar lamirada, soy incapaz de ignorar que tengo un paisaje digno de estudiofrenteamí.Ynomerefieroalasaltasmontañasniallago.HablodeltraserodeNilak;escomplicadonofijarseenélteniéndoletancercay,además,deespaldas.Viste unos pantalones de chándal azul oscuro, una sudadera gris y deportivas.Cadavezque se inclinahaciadelante, losmúsculosde sushombros se tensanbajo la tela. Le aguanto la mirada cuando me pilla observándole. No tienesentidoesconderlo,¡soyculpable!Reprimounasonrisa.—Necesito más clavos. Están ahí, en el extremo derecho de la caja de
herramientas—dicemientrasbajaunpardeescalones.Sujetolaescaleraconunamanoyrebuscoconlaotradentrodelacajaroja.
Extiende la mano hacia mí y le tiendo la bolsita llena de relucientes clavosplateados.Lerozolosdedosaldársela.Nilakmetaladraconlamirada.Medaigual,porquetampocoséquésignificaexactamenteesamirada.Novolvemosadirigirnoslapalabradurantelasiguientemediahora.Élseconcentraencolocarunatablillatrasotrayaporrearconelmartillocontramitejado;creoquelegustalasensacióndegolpearalgoconcreto.Caos desaparece un rato, imagino que para ir junto a los demás perros, y
regresapocodespuésporelcaminitoquedesciendedelacasadeJohnalamía.
Me ruge el estómago y tengo hambre. Tiempo atrás, habría ignorado lasensación;dehecho,eraexpertaenhacerlo.Ahorayanoquiero.—¿Podemoshacerunaparadarápida?Megustaríadesayunar.Nilaksegirahaciamí.—Pensabaquehabrías comidoalgo—gruñemientras comienzaadescender
lospeldañosdelaescaleraqueloseparandelsuelo.Meapartoaunladocuandollegaalfinal—.Revisarélasjuntasdedentro.—¿Lasjuntas?—Lamaderaesvieja,necesitarefuerzos.—Hoyestáshablador,¿eh?—bromeotrasabrirlapuertaparadejarlepasar,y
élmefulminaconlamirada.Vaya,hombre,todoleirrita—.Nolodecíaamalas,solo…—Déjalo. —Echa un vistazo rápido a su alrededor antes de acercarse a la
ventanabajolaquetodavíaestálafregonaqueusépararecogeragualanocheanterior.Caossesientaasuladoyélinspeccionaelmarcoquerodeaelcristal.Es inexplicable la capacidad que tiene para llenar la estancia, la casa entera,comosiseapoderasedecadarincón.Tragosalivaconnerviosismo.—Tengohuevos.Ybeicon.Podríahacerunrevuelto,siteapetece.Todavía arrodillado en el suelo, Nilak me mira por encima del hombro y
murmuraunseco«vale»antesdevolveralosuyo.Memetoenlacocina,pongolasarténalfuegoyvoyalbañomientrassecalienta.Tengounaspectoterrible.Llevoeloscuropeloencrespadoyelmaquillaje,delquemeniegoaprescindirpormuchoqueaquílesresulteraro,mehaceparecerunmapachetrasnochador.Empiezoaquitármeloconunalgodónhastatenerlapielcompletamentelimpia,pálidaencontrasteconelgrisdemisojos,vacía.Mesientodesnudasinlabasemásoscura,elcorrectorylasombradeojosnegra,perorenuncioaellocuandorecuerdoquehedejadoelfuegoencendido.Elbeiconyloshuevoschisporroteanysalpicanalañadir lamantequilla.Me
aparto todo lo posible de la sartén mientras remuevo el contenido con unacucharademangolargo.Nilakentraenlacocinaeneseinoportunoinstantedecaosgeneral,aunquesemuestracomosiempre, imperturbable.Almenoshastaquevemirostroyadviertequesintodoelmaquillajeparezcocasiotrapersona;sus ojos me miran curiosos unos segundos, antes de volver a su indiferencia
habitual.—Ennada…estará…listo,¡ay!—Doyunsaltitoatráscuandosalpica.Sinmediarpalabra,daunpasoalfrente,cogeelmangodelasarténymequita
lacucharademaderade lasmanos; ledaunpardevueltasmásaldesayunoyluegoloreparteenlosdosplatosqueacabodedejarsobrelaencimera.Cogeelsuyo, un tenedor y empieza a comer. Ahí, de pie, frente a los fogones aúncalientes.—Puedessentarteenlamesa.Oenelsofá,siloprefieres.—Estoybienasí.—Vale.Comoquieras.Meencojodehombrosyloimito.Mellevountrozodebeiconconrevueltoa
la boca y mastico mientras él hace lo mismo. Es ridículo que tengamos quecomerasí,unodelantedelotro,peroseríaunpocodesagradecidopormipartelargarmealcomedorydejarloaquíasolas.Demodoquesimplementecomo,sinmás,yenalgúnmomentodejade importarme lasituación.Nilakdejasuplatodentrodelfregaderocuandoseloacabatodoyluegocogeunvaso,lollenadeagua,yselobebeentero.Yotodavíaestoyterminandoeldesayunocuandodaunpasoalfrente,dispuestoavolveraltrabajo.—¡Espera!Joder,nopuedotragartanrápido—protesto—.Dameunminuto.—Estaréfuera.Ysinmás,sale.Bien.Genial.Engullo un par de bocadosmás antes de dejar el plato amedias, coger una
chaquetagruesaycómoda,yseguirlofuera.CaosestásentadoasuladoyNilakrebusca algodentrode la caja deherramientas de John.Me acerco a ellos sinhacermuchoruido.Elvientosoplafuerteydoblalasflorecillassilvestresquesealzanvalientes.—¿Quépuedohacer?—Nada.—Enalgopodréayudar—insisto—.Noteníasporquéhaceresto…—LedeboaJohnunpardefavores.«Ah, vale». No lo digo en voz alta, por si palpa la desilusión en mi voz.
Preferiríaqueestuvieseaquíporvoluntadpropia;nomehacegraciaqueJohnlo
obliguearepararmitejado.Mesientoasulado,nodemasiadocerca,ysuspirohondo. Encojo las rodillas contra el pecho. El silencio me sigue resultandoincómodo,peronotengonadaquedecir,asíquemelimitoaobservarlo.LasmanosdeNilaksongrandes,masculinasysemuevenconciertagracilidad
cuandoatornillaunapiececitablancaaotraplateada; tieneelceñofruncidoengestodeconcentraciónylamandíbula,tensa.Siempreestátenso.Escomosilavidafueseunsuplicioparaél.Meencantaríaescarbarensucerebro.¿Quépuedodecir…?Despiertamicuriosidad.¿Tendrá hermanos? ¿Le gustan las tortitas muy hechas o con la masa
esponjosa?¿Creeenlareencarnacióncomolosinuitoesdelosquepiensaquelavidasondosdíasydespuésnosconvertimosenpolvoyadiósmuybuenas?Tiene pinta de acercarse más a lo segundo, porque no veo ningún atisbo deesperanza en él. Solo oscuridad. No una oscuridad mala. Nilak no es malo.Simplementenoparecetenerganasdeenfrentarseasusproblemas.Loentiendo.Ojalá todo lohorriblepudiesebarrersebajounaalfombraparapisotearloynovolveraverlo.—¿Puedesdarmeestocuandosuba?Suvozaceradamehace reaccionar.Sehapuestoenpieyestá tendiéndome
unascuantastablillasmás.Loimito,melevantoyasientoenérgicamenteconlacabeza. Me gusta sentirme útil. Nilak vuelve a encaramarse a la escaleramientrasyoesperoaquesubaelúltimopeldaño;alzolastablastodoloposibleyéllascogeylasvadejandoenelcanalónparatenerlasamano.YanovolvemosahablarhastaqueJohnregresa.HacompradotartadearándanosdelaquehaceNaajaconsuhijaysunieta,y
labolsadesprendeunolordelicioso.Nosdejaotroratoasolascuandovaasucasaadejarlascosas.Alvolver,llevaenlamanounaespeciedetirasnegrasdetela.—Chico,¿puedesbajarunmomento?—graznayNilakobedecesinvacilar—.
Tú,Heather,venaquí.—¿Quéeseso?—Unarnés.—¿Paraquésirve?Sindejarmeseguirindagando,JohnseacercaaCaosylepasaunextremodel
arnésporlacabezahastafijarloentornoallomodelanimal.Noparecehacerlemuchagracia.Leacariciaellomoconcariño,intentandocalmarleporqueestoesnuevoparaél,yletiendelaotrapuntadelacintaaNilak.—Pónseloaella.Nilakpermaneceunossegundosconlamiradafijaeneltrozodetelaantesde
respirarprofundamenteycaminarhaciamí.Mequedoquieta.Cuandoletengotan cerca, todo él me resulta intimidante, alto y peligroso. Todavía llevo elpijamadedibujitosnavideñospuestocuandosusmanosmerozan lacinturaalrodearmeconelarnés.Dejoderespirar.Literalmente.Susojostropiezanconlosmíos unos segundos; es como bucear en un cielo sin nubes, luminoso y azul.Nilakfrunceelceño,comosiacabasedehaceralgoquelehamolestado,aunqueen realidad ni siquiera he movido una pestaña, y tira con brusquedad de lacorrea.—¡Ah,joder!¿Quieresmatarme?—Noestátanapretado—gruñe.«Serácapullo…».Presionoloslabios,reprimiendoloquesiento.Aprendera
mantenerlabocacerradaesunademistareaspendientesyNilakintervieneenmientrenamiento.Voyatomármeloasí,comoalgoquesuperar.Sí.Esoes.—Nohagasningúnmovimientoviolento—mepide John—.Caminapocoa
pocohaciadelante,lentamente.Caosyyoestamosahoramismounidosporestearnésrarocomosifuésemos
dos fugitivos.Suspirohondoyhago loquemepide;doyunpasoal frente.Elperroseremueveincómodoamilado,asíqueparo,megiroyloacaricioentrelasorejasintentandocalmarle.—¿Porquétenemosquehaceresto?—Ya te dije queCaosno responde a los estímulos habituales; se ponemuy
nervioso cadavezquehehechoalgunaprueba en el trineo, junto a losdemásperros.Quieroversireaccionamejoralarnés.—Puesnoparecequeloconvenzamucho…—Camina,Heather—intervienedeprontoNilaky,nosésiesporsuformade
pronunciarminombre,conlavozronca,oporlafirmezadeltono,peroelcasoesqueobedezcoydoyunpardepasosalfrente,comosifuesearodearlacasa.Caosgimotea y clava las patas en la tierra, pero no semueve ni unmísero
milímetro.¡Serácabezón!Elarnéssetensacuandollegoallímite;megiroyloveoahí,sentado,sinningunaintencióndeseguirme.NilakyJohnsemiranunosinstantesentreellos,comosiestuviesencomunicándoseconlamirada,hastaqueelprimerosuspirasonoramenteyseacercaamíconpasoslargosydecididos.—Grita—dice.¿Qué…? Todavía tengo la pregunta atascada en la garganta cuando me
sostienecomosifueseunmonigotey,unsegundodespués,estoytumbada,conlaespaldacontrael suelohúmedoy lasmanosdeNilak reteniéndomeahícondureza. Grito. ¡Claro que grito, joder! ¿Qué está haciendo? ¿Ha perdido lacabeza?MeremuevocomounaespeciedesardinaalaqueacabandesacardelmarylosladridosdeCaosresuenanamialrededor.Cerca.Cadavezmáscerca.Yentoncesloentiendo.Nilak me suelta en cuanto Caos intenta abalanzarse contra él y lo retiene
cogiéndolo por la partemás ancha del arnés. «Shh, tranquilízate.Ya está», ledice mientras le acaricia el lomo y lo mantiene contra su pecho. Los miro,todavíaenelsuelo,incorporadaamedias.—¿Quéhasidoeso?—Creíaqueteestabaatacando—aclaraNilak—.Yhareaccionado.—Ya, eso ya lo sé, pero ¿cómo narices se te ocurre tumbarme así?Me has
dadounsustodemuerte.—Mepongoenpieymesacudolosrestosdehierbaytierra—.Novuelvasahacerlo—siseo.Johnapoyaunamanoenmihombro.—Se hamovido llevando puesto el arnés, Heather, y hasta ahora todos los
intentoshabíansidoenvano.Niconcomida,niconjuegosnipremios.Nada.—Sonríe—. Ahora vuelve a alejarte caminando. Estoy seguro de que esta vez,despuésdecreerquepuedenhacertedaño,teseguirásindudar.Caosme observa entre los brazos de Nilak. Los dos tienen los ojos muy
parecidos,penetrantes,vivos.Mequiere.Elperromequieretalcomosoy.Cojoaire,intentandoreprimirlasganasdellorardealegríayhagoloqueJohnmehapedido.Empiezoaandarconlentitudy,encuantoNilaklosuelta,Caosmesiguecomosiacabasedeolvidarquellevaesearnés.LesonríoaJohnporencimadelhombro;elhombreestápletórico,feliz.Sigocaminandoconelperroamiladoy,cuandollevamosunbuentrecho,meinclinoylobeso.Alzaelhocicoymelame
lamejilla,haciéndomereír.Creoqueelamoresmutuo.Yesoesnuevoparamí…
Teníadieciséisañoscuandoperdílavirginidad.FueconSteven,unchicoqueguardabaciertoparecidoconeltípicosurfistade
pelorubio,torsobronceado,brazosanchosysonrisademasiadoblanca.Soloqueélnopracticabasurf.LohicimosenunadelasmúltiplescasasquesupadreteníaportodalacostadeSanFrancisco,porquesialgolesobrabaaSteveneradinero.Esunalástimaqueser interesantenopuedacomprarseconunoscuantosmilesdedólares.Lo cierto es queAlison llevaba un año presionándome para que perdiese la
virginidad. No era algo descarado en plan «tienes que follaaaaaar», sino másbien a base de mensajes sutiles, toquecitos que iba dejando aquí y allá. LasindirectassiempreeranelmétodopreferidodeAlisonparalograrsuspropósitos.Cosas como: «Como sigas así, medio instituto terminará pensando que ereslesbiana»,seguidodeuncodazojuguetónyunarisitapretenciosaantesdeañadirun:«Notehabrásenamoradodemí,¿verdad,Heather?».Ysemanasmástarde,cuandoyapensabaquesehabíaolvidadodeltema,soltabadepronto:«Chadvadiciendoporahíqueeresunacalientapollas,queempiezasynoacabaslascosas.¡Menudocapullo!».Ajá.Ya.Asulado,Chaderaunangelito.PeronoeratanfácildarsecuentadelasverdaderasintencionesdeAlison.No
solo por su rostro, inocente, celestial, con los monísimos tirabuzones rubiosenroscándosecomocaracolesdeoroalfinaldesuespalda,sinotambiénporquemanipular era su don. Así como hay personas que nacen con capacidadescurativas, con más empatía que la media o con un oído prodigioso para lamúsica,Alisonpodíamanejarasuantojoacualquieraquecometieseelerrordeinterferir en sus planes. No lo hacía solo conmigo o con los tíos que caíanrendidos a suspies, sino tambiéncon losprofesores, suspadresy suhermanamayor,Kate.Todoséramospeonesparaella.Alison sabía qué tecla tenía que tocar en cada momento; era una pianista
prodigiosaenelartedelamanipulación.Dirigía,utilizabaymaniobrabasegúncadasituación,peronuncadejabanadaalazar.Siqueríaalgo,loconseguía.Laopción del fracaso no existía para ella. De hecho, si alguna vez las cosas no
salían exactamente como había planeado, si variaba unmilímetro el esquematrazado,tendíaaautolesionarse.Secortaba,searañabaasímismaconlasuñashastaarrancarselapiel.De modo que sí, cuando acabé en casa de Steven, me dejé llevar por las
continuas indirectas deAlison. Para ella, el sexo erameramente un armamásqueleservíaparamanejaraloshombres.Unactosimpleypráctico,comopuedesermontar enbicicleta; sinninguna implicación emocional.Apesardeque leencantabafardardelmínimoafectoquelostíosdespertabanenella,yoesperabaque en mi caso fuera distinto. Quería sentir. Algo. Cualquier cosa. Deseabaenamorarme.Deseabainclusoquemepartiesenelcorazón,apreciareldolor,esevacíoprofundoylapérdidadealgoqueanhelascontodotuser.LohabíavistoenpelículasyenlamiradaqueMatthewlededicóamamáeldíaqueellasubiólentamente al altar ataviada con un sencillo vestido azul turquesa. Se suponíaque el amor movía el mundo, o eso dicen siempre, y yo ni siquiera podíadescribirloqueimplicabalaprimera«a»delapalabra.Asíque,aunqueeraconscientedeestarforzandoelmomento,confiabaenque
sentiríatrillonesdemariposasenmiestómago,aleteandofuriosas.Empezaríaahacermeuna idea de lo que significaba esa «a», y luego la «m»,más tarde la«o»,hastallegarfinalmenteauna«r»plenayembriagante.Noocurrió.MefijéenStevenporqueparecíaunbuentipo.Nossentábamosjuntosenclase
dedibujo,laúnicaasignaturaquenocompartíaconAlison,yteníaunadeesassonrisasampliasysinceras,sinmedias tintas.Perocuandome tumbósobresucamayempezóatocarme,solosentíeso,quemetocaban.Novilasestrellas,lasmariposas habían huido lejos y su cercanía me resultó cualquier cosa menoselectrizante.Elcontactodenuestroscuerposdesnudossoloerapiel,sudor,carne,huesos, músculos que se contraían y, quizás, una pizca de deseo que fueinsuficienteparasatisfacermisexpectativas.TrasaquellaprimeravezconSteven,meacostéconotroschicos,peronunca
logrésentirniunápicedeemociónmientras follaba.Cerosentimientos.Habíapretendidojustolocontrarioy,enciertomomentodemivida,entendíqueenelfondoeraunacopiadeunacopiadeAlison.Todavíapeorqueella,porque,paraempezar, almenosAlison teníaunapersonalidad fuertey arrolladora,yyono
tenía absolutamente nada. Era un cascarón vacío. Y cuando al fin, como unaespeciederevelacióndivina,comprendíquenoeranada,quenovalíaparanada,quenoteníanadaqueofrecerlealmundo,empecéaactuarenconsecuencia.Nosentía,nosoñaba,noanhelaba,nimuchomenosmeditabamásdeunsegundolosimpulsosquesiempreobedecía,independientementedequefuesendañinosparaalguienmásoinclusoparamímisma.Solovivíasinvivir.Solodestruía.
Estamismamañanahemosvueltoaprobarelarnés.Yaeslaterceravezquelousamos,aunqueaCaossiguesinentusiasmarle.Camina,perodespacio,comosillevaseunabombaderelojeríaencimaytuviesequemeditarcadapasoquedaylapresióndesuspisadas.Noséporquélemolestatanto;yotambiénlollevoysoloesunacuerdaelástica.Esalgomental.Quizánolegustaqueleimpongannormas,yporesoserevelayJohnpiensaqueescaótico.John.Menosmal que tengo la suerte de que seami vecino.Buena persona,
complaciente, pero al mismo tiempo capaz de saber cuándo echar el freno ymostrarserudoysevero.YnolodigosoloporqueélyNilakreparaseneltejadodecasaylasjuntasdelasventanas,sinoporqueeseltipodehombrequeparecepeligrosoporsuvozgrave,peroqueséquenoharíadañoniaunamoscacoja.Esta última semana, me ha invitado a cenar dos veces más a su casa y cadanochehemosterminadojugandoalajedrezmientraslamúsicaclásicaflotabaanuestroalrededor.Esrelajante.Yalmismotiempo,eljuegotemantienealerta.Nosabríadefinirlacontradicciónqueseescondeenambassensaciones,peroséquemegusta.Ahora estamospaseando a losperros.Aunapartede ellos, almenos.Suele
sacarlosendosgrupos.Llevounasbotascalentitas,perolasuelanomeaísladeltododelfríoyempiezoanotarlospiesentumecidos.Losperroscorrenyladranalolocoanuestroalrededor.Sualegríaescontagiosa;resultafascinantequeseemocionenhastatalpuntoporunmeropaseoqueserepitedosvecesaldía.—Sonfelices.—Más que cualquiera de nosotros, seguro. —John cabecea suavemente y
sonríe mientras sigue adentrándose por un sendero terroso arropado por unavegetaciónmás selváticaydensa—.Enunas semanas llegará lanieveyahí sí
quesufelicidadseráinsuperable.—¿Enunassemanas?—Se acerca el invierno,Heather.Y a propósito, cuando eso ocurra, tendrás
que dejar de ir al trabajo a pie, lo sabes, ¿verdad? Ya lo he hablado con loschicosyhemosacordadoqueyotellevaréyNilaktetraerá.—¿Porquéhashechoeso?¡Sécuidarmesola!—Túnosabríascuidarnideunhámster—refunfuña.Tchaikovskydaunpardevueltasypasaentremispiernasintentandollamarmi
atención,peroestoydemasiadoenfadadapor loquehahechoJohncomoparahacerlecaso.SevaencuantoPamiiyokjugueteaconél.Demonios. No me hace ninguna gracia que le endose a Nilak ciertas
obligacionesquenolecorresponden.Nonecesitounaniñera.Ahoramismomesiento impotente y dolida y me da rabia, porque sé que sus intenciones sonbuenasyloúltimoquequieroesherirlo.Memuerdoellabioinferior,tanteandoelmododedecirle queyame apañaré comopueda, pero antes deque abra laboca,vuelveahablar.—Heather, nome preguntes por qué, pero necesito protegerte.—John le da
una patadita a una piedra con la punta de la bota y esta sale rodando senderoabajo;Bachlaveycorretrasellapensandoqueesunjuego—.Aparecisteaquí,frenteamisnarices,ycréeme,loúltimoquequeríaeraquetequedases;perosivas a hacerlo, si no piensasmarcharte, entonces acatarás algunas normas.Lascosasfuncionanasí.Dasyrecibes.Yavecesnieso.Existenciertasreglasquedebencumplirseapesardenoestarescritas,como,porejemplo,quesivienesamicasaacenarnopiensoconsentirquetedejesmedioplato.Esunacuestiónderespeto,Heather.—Abrolabocaparacontestar,peroJohnalzaundedoenalto,silenciándome—. Te aconsejo que hables solo cuando tengas algo interesantequedecir.Cierrolaboca.Permanezco callada el resto del paseo, mientras nos movemos entre los
frondosos árboles y John lanza a los perros ramitas y piedras para que seentretenganyjueguenentreellos.Lociertoesquenoestoyacostumbradaaquemeimpongannadaytodavíanohedecididosimegustaono;aunquereconozcoque saber que le importas «lo suficiente» a alguien es una sensación
reconfortante.No es quemamáyMatthewnomequisiesen.Al contrario.Mequeríantantoquelesdolíafrenarmeynuncasupieronreaccionarantelascosashorriblesquesucedíanenmivida,unadetrásdeotra.Erademasiado.Esa misma noche, en el Lemmini, hay bastantes mesas que atender. Una
familiadeInovikLakesehareunidoparacenarySethestábastanteagobiadoenlacocinacuandovoyarecogerlosúltimosplatosdelacomanda.—Ten,llevaeste.—Miraasualrededor—.Creoqueyanofaltanada.—Estátodo.Descansaunrato,puedolimpiarlacocinacuandoterminemos—
meofrezco,peroélmedicequenoy,cincominutosmástarde,yaharecogidolamitaddelestropicioquehabíasobrelaencimera.Ensilencio,cojountrapoyleayudoalimpiarloquequeda.—Tengoquedevolverle aSialukunpar de libros, peroolvidé traerlos.Dile
quemañanaintentaréacordarme.Fuemuyamabledejándometodaesaropadesuhermana.Pareceunachicamuyespecial—admito.Sethsonríeorgulloso.—Nosabescuánto.Ynotepreocupesporloslibros,podrásdárselostúmisma
el domingo y coger más, si quieres. Sialuk tiene tantas novelas que, si sedecidieseavenderlas,seríamosricos.—¿Eldomingo?—Dejoeltrapoaunlado.—EselcumpleañosdeNaaja.—Ah.—Estásinvitada.—No, no creo que sea…buena idea…—Frunzo el ceño—.Tan solo la he
vistodosveces,nolaconozco.Y,además,piensaquetengounalmaoscura—replicoentonodeburla.—Esnormal que te sientas intimidada porNaaja, aunque no es personal; lo
hace con todo el que llega aquí.Tienequedar el vistobueno a los «nuevos»,pero no tienes de qué preocuparte, porque a ti ya te lo dio el primer día quecoincidiócontigo.Legustaste.Literalmente,dijoqueeras«comouncervatillohuyendode unmontón de cazadores coléricos».—Ríe y se rasca la nuca condespreocupación—.Tieneunsentidodelhumormuypeculiar.Alzoelmentón.—Ya veo. Supongo que, a falta de crucigramas, soy como una especie de
pasatiempo para ella, porque dudo que vengan muchos otros «nuevos». Québien.—Admitoquenomehahechograciaelsímilconelcervatilloacorralado.—Te sorprenderías; aquí la gente va y viene, pero no se queda demasiado
tiempo. También sació en su día su curiosidad con Nilak. De hecho, siguesintiendofascinaciónporél.Seacomosea,nohagasplanesparaeldomingo.—¿Nilak?—Noocultomiinterés—.¿CuándollegóaInovikLake?—Haráunostresaños.—¿Yporquévinoaquí?Seth parece incómodo. Lo noto por la forma en la que aparta la mirada y
cambiaelpesodelcuerpodeunpiealotro.Suspirahondoantesdecontestar.—Esotendrásquepreguntárseloaél.—¿Preguntarmequé?Megiro,sorprendida.Nilakestáapoyadoenelmarcodelapuertaynoparece
especialmente contento, aunque eso tampoco es una novedad. Le digo que«nada»,porquenocreoqueseaelmomento,y losigocuandoanunciaquelosclientessehanmarchadoyeslahoradecerrar.Salgounosminutosdespués.Nilaktiralacolillaalsueloycaminaamilado
sinpronunciarpalabra.Caosseuneanuestropaseoencuantonosadentramosenel sendero que se aleja del pueblo, y pienso en lo mucho que me gusta estaespeciedemonotonía;esunapenaquelatemporadadenievevayaaromperla.—Noqueríaserentrometida—digodeprontoymivozsuenararaentretanto
silencio—.Bueno,teestoymintiendo,enrealidadsí.Losiento.Creoqueamítambién me jodería que alguien intentase escarbar en mi vida. Solo… sentíacuriosidadporsabercómohabíasllegadoaInovikLake.Alprincipio,penséqueerasdeaquí.—Tomounpardebocanadasdeaireantesdemirarloydescubrirqueéltambiénmeobservadereojomientrasandamosapasolento.Sumiradaesdemasiado intensa y necesito romper la tensión que flota entre nosotros—.¿Quieres que te hable de la últimanovela que terminé anoche?También tienefinalfeliz.Nilakasienteconlacabeza.Elperrosealejaunpocodenosotros,correhastaperderseen laoscuridady
vuelvesobresuspasoscuandoloenfococonlaluztenuedelalinterna.—Iba de dos personas que aparentemente no tienen mucho en común. La
chica,vegetarianayasiduaalasmanifestacionesparadefenderdiferentescausassociales. Y él, en cambio, un director de empresa sin demasiados escrúpulosencargadodelproyectoparaconstruirunhotelfrentealacostaalaqueacudenanualmente las tortugas a poner sus huevos —resumo—. Ya te imaginarás.Drama total.Ella está dispuesta a hacer cualquier cosa para impedirlo y él noestáacostumbradoaqueunachicadesbarate todossusplanes.Y luegoestá laquímica que hay entre ellos. Ya sabes, la atracción sexual. Se palpa desde laprimera página; no importa cuánto intenten evitarlo, porque esa clase deconexiónnosurgetodoslosdías.Estándestinadosaestarjuntos.Tengo la boca seca de tanto hablar cuando llegamos a casa. Él espera
pacientementemientrassubolosescalonesdelporche.Suvozroncaquiebraelsilencioquetantoparecegustarle.—Buenasnoches,Heather.—Buenasnoches,Nilak.Lo veo desaparecer enmedio de la oscuridad y, parami sorpresa, esta vez
Caos le sigueapaso tranquilo.Bien.Mealegraquealmenos tengacompañíadurantelavuelta.Cadadíaquepasaalbergomáspreguntassobreély,lopeordetodo,esquementalmentelasvoyapilandounassobreotrasporqueesevidentequenuncaobtengoninguna respuesta.Lapilaempiezaa ser tanaltaque temoqueundía terminecayéndoseydesparramandodudasycuestionesaquíyallá,portodaspartes.Quizá por eso, al día siguiente, mientras recorremos el mismo trayecto de
todaslasnoches,mearmodevaloryformulolaprimerapreguntadetodaslasqueguardoenmialmacénparticular.Lapreguntaquellevohaciéndomecasitressemanas,desdequelleguéaAlaska.—¿Porquéapenashablas,Nilak?Élseencogedehombros.Elvahoescapadesus labiosentreabiertoscuando
suspirahondo.Siguecaminando;elruidodesuspisadasesrítmicoyfirme.—Notengonadaquedecir.—Notecreo.—Arrugolanariz,loadelantoymeplantofrenteaél.Dirijola
linternahaciaelsueloparaqueelhazdeluznonosmoleste.Apenasnosseparanunoscentímetrosdedistancia;puedosentirelcalorquedesprendesucuerpoysusojosestánfijosenlosmíoscuandovuelvoahablar—.Séloqueesestarroto
por dentro en pedacitos muy pequeños. Y sé lo que es pensar que nuncaconseguirásunirlosysentirteenterodenuevo.Noséporquélohedicho,peroesloquepienso.Loquepensélaprimeravez
quelovi.Loquemedamiedodeélymeatraeaunmismotiempo.Cierralasmanosconfuerza.Estáenfadado.Surostrosetensa,lamandíbulase
contrae e inclina la cabeza haciamí.Me planteo si debo dar un paso atrás yponer distancia entre nosotros, pero al final no me muevo. Creo que podríaescucharel latidodemicorazón inclusoa travésde lasmilcapasde ropaquellevoencima.—¿Quéinsinúas,Heather?—Queestásroto.Enpedacitos.Pequeños.—Lodigoatrompiconesyenvoz
baja,comosicadapalabramelaarrancasenalafuerza.—Bien.—Tomaaire—.Siguecaminando.Meesquivayreanudaelpaso.—¿Esoestodoloquevasadecir?—Quieroacompañarteacasa,peromeloestásponiendomuydifícil.—¿Deverdad?¿Difícil?Difícilespasarteeldíaalladodealguienquenote
hablay temiracomosi fueses…—Mecallo,ni siquiera sécuáles lapalabraexactaparadefiniresamiradararaconlaqueavecesmetaladra.Escomosisusojosviesenunapepitadeoroencimadeunhuevopodridoquehuele fatal.Séquesuenaextraño,peroesladescripcióngráficamáscercanaalarealidad—.Nodejadesercuriosoqueestasealavezquemáshemoshablado.Merefieroaunaconversacióndeverdad,enlaqueyodigoalgoytúrespondes.Nilakchasquealalengua.—Claro,muycuriosoycasual,noesporqueestésforzandoqueseaasí.—Ah,mira,hastapuedesserirónico.Quésorpresa.Élaprietalamandíbula,furioso,perosigueandandoamiladoynovuelvea
decirniunapalabramás.Supongoqueheagotadosucupodevariosmeses,peronohepodidoevitarlo.Suspirohondocuandopongounpieenelprimerescalóny,algirarmeparadespedirme,comosiempre,veoqueNilakyahadadomediavueltaysealejaenmediodelaoscuridad.Mequedoallíunossegundos,depie,conlasllavesenlamano,mirandolanada.
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27deoctubreQueridodiario,
Ayer fue un día especial. Aunque, últimamente, todos los días lo son.KaydenvinoaSeward,merecogióencasayluegofuimosaunlocaldondehabíaquedadoconmisamigospara tomaralgoyquepudiesenconocerlemejor. Kayden habló con todos; pronto terminó cantando enmedio de lapistajuntoaFrankyKunukunacancióndeNirvana,comosilesconociesedetodalavida,yfuelapersonamáspacientedelmundocuandoYakoneyArialoretuvieronparahacerleunmontóndepreguntas.Devezencuandomemirabadesdeelotroladodellocal,mientrasYakone
gesticulabaconlasmanosasulado,ysentíaquenoexistíadistanciaentrenosotros, que un hilo invisible e inquebrantable nos unía de algún modoespecial, como si las demás personas a nuestro alrededor fuesen merosesbozos y nosotros líneas claras y firmes. Volví a pensarlo al terminar lanochejugandounapartidaalbillar,consucuerpopegadoamiespalda,sumanoenmicinturamientrasmeexplicabacómodebíadarlealabola.Medieron ganas de ignorar a todo elmundo que nos rodeaba, darmemediavueltaybesarlohastadejarlosinaire.«Graciasporestanoche»,dijeencuantosubíalcocheyestuvimosalfin
asolas.«Deverdad,Kayden.Yo,nosé…».«¿Qué no sabes, Annie?», preguntó, sosteniéndome la mejilla con una
manoantesdequesusdedosempezasenadibujarelcontornodemislabios.«Noséporquéhacestodoesto;noséquéhasvistoenmí».«Joder, Annie. Lo he visto todo en ti», susurró mientras sus labios
atrapaban los míos con suavidad; se apartó para respirar. «Y lo que mequedapor ver.Porque quiero descubrirte desde todos los ángulos; quieroverlobueno,lomaloeinclusolopeor».«¿Quéintentasdecir,Kayden?».Lerodeéelcuellocon losbrazosy loatrajehaciamí, ignorandoqueel
frenodemanosemeclavabaenlascostillas.Deverdadquemedabaigual,solo tenía ojos para él, para el modo cautivador en el que sus labios securvabanenunasonrisatraviesa,paraesaformadesusurrarmilpalabrasconunameramirada.«Necesitodescubriradóndenosllevaesto.Noshemosencontrado,así,de
repente,ynosésiserétodoloquebuscas,perovoyaintentarquecadadíaseaespecialparanosotros.Noquieroqueseasmía;quieroqueseaslibre,tuya,yqueaunasídecidasquequieresestarsoloconmigo».Mi boca se encontró con la suya antes de que las palabras llegasen.
Respiré agitada. Kayden sabía a felicidad; es el tipo de persona queconsiguequetesientascomounpájaroquevuelaenloaltodelcieloytieneante sus ojos un sinfín de posibilidades para elegir, sin presiones nicorrientes de aire que te hagan planear en otra dirección. Eso me hizoentender que Kayden era el destino al que quería llegar. Mi siguienteparada.Yconsuerte,puedequelaúltima,ladefinitiva.No sé en qué momento exacto terminé sobre su regazo. Pude apreciar
cadaunodesusmúsculostensándosebajomicuerpo,despertandoenmíundeseoquenuncaanteshabíasentido.Temblécuandoelbesose tornómásdesesperadoylasmanosdeKaydenseperdieronbajoelanorakquellevabapuesto. Lo miré fijamente y dejé de respirar cuando la yema de su dedoíndiceacariciócondelicadezaelcontornodemiombligo.«Kayden…»,roguéenunaespeciedegemido,ysaltaronchispascuando
memovícontraélycomprobéqueestabatanexcitadocomoyo.«Deberíamosparar».«Ibaapedirtequesiguieses».
Sonrióyapartólasmanosdemicuerpoantesdebesarmeconsuavidadydejarquevolviesealasientodelcopiloto.Dijo:«Tenemostodoeltiempodelmundo,Annie»ygirólallavedelmotordearranque.Meardíanlasmejillasy entendí queKayden había deducido quemi experiencia sexual eramásbiennulayhabíadecididoirdespacio.Nohablamosmientrasélconducíaderegresoacasaconlamanoderecha
sobremi rodilla, como si necesitase tocarme.Cuando aparcó cerca de lapuerta, me aseguré de que mi madre no estuviese asomada a la ventanaantesdemirarlo.«Entonces…podríadecirseque,oficialmente,eresminovio.Oalgoasí»,
dijeeintenténovolverasonrojarme.«Algoasí,no.Esasí.Siemprequetúquieras».Tardamos una eternidad en despedirnos. En realidad, ocurre lo mismo
cada vez que tenemos que decirnos adiós. Ojalá los relojes se parasencuandolotengoenfrente.Ojalá.
Annie.
11Llorarlimpiaelalma
LacasadondevivenNaajaysu familia tienedosplantas,unabuhardillay,encomparaciónamicabaña,escasiunpalacio.Sethmedaunempujoncitosuaveenlaespaldacuandomequedoparadaenelumbraldelapuertadeentrada.Lasparedesdemaderaypiedragrisáceaestánrepletasdepequeñasfotografíasqueforman una especie de mosaico. Intento fijarme en los rostros que lasprotagonizan,peroantesdequeconsigadeducirquiénesquién,Sialukmerecibeconunabrazoinmensoqueporpocomedejasinrespiración.—Nosabíasivendrías.Yoapostéporqueloharías,perobabushkateníasus
dudas.Mealegraqueestésaquí.—Sonríecomosideverdadmipresenciafuesetodounacontecimientoparaella.Estoytanabrumadaquenoséniquédecir.—Te he traído algunos libros. —Alzo la bolsa que llevo en la mano—.
Todavíanohepodidoterminarlostodos,pero…—¡Notengasprisa!Ven,voyapresentarteamamáyaunpardeamigasde
babushkay luego teenseñarémibiblioteca;puedes llevartemásnovelas, si teapetece.MedejoarrastrarporSialukhastaunacocinainmensadondecincomujeresse
muevenentre los fogones.Hueleavainilla,acompotademanzanaypescado;haytantosaromasenunsitiotanpequeñoquecuestaclasificarlos.Naajasonríecálidamenteencuantomevey lasdemás imitansugestocomosi lassonrisasfuesenalgocontagiosoenestafamiliataninexplicablementealegre.Yoterminohaciendolomismo,paraevitarserlanotadiscordanteenlaplácidaescena.Sialukmepresentaasumadre,unamujerqueescasicalcadaaella,ya las
otrastresseñorasquesiguenconsuslaboresculinarias;adosdeellaslasveoamenudo en el bar, amedia tarde, cuando se sientan amerendar y cuchicheanmientrastejengruesosjerséisdelana.MeacercoaNaajaalconcluirlaspresentacionesyletiendolacajitallenade
bayas, arándanos y frutos silvestres que he ido recolectando a lo largo de lasemanacadavezqueacompañabaa Johnapaseara losperros.No teníanadaque regalarle y élme aseguró que eso le haría ilusión porque los usa para lareposteríaydiferentesungüentos.Susojososcurosseiluminancuandodescubreloquehaydentro.—Oh, Siqiniq, ¡justo lo que necesitaba! Gracias, Heather. Ha sido muy
consideradopor tuparte.Eresbienvenidaamicasa,esperoquedisfrutesde lacomidaylacompañía.Confíoenquenospidascualquiercosaquenecesites.Asiento con la cabeza, confusa ante tanta amabilidad. Las demás mujeres
vuelven a sonreír a la vez antes de regresar a lo suyo. Sialuk insiste en quesubamosasuhabitación.Lasigoescalerasarriba;lastablasdemaderacrujenencadapeldaño,peroelsonidoresultaagradable.LahabitacióndeSialukessencilla,conmueblesdediferentesestilos,comosi
los hubiese ido heredando. Al lado del escritorio hay una inmensa estanteríarepletadelibrosperfectamentealineados.Meacercoparapoder leer los títulosescritosenellomo.—Cogelosquequieras.Megirohaciaellaconcuriosidad.Sehasentadoenelbordedesucamayle
estáquitandoelenvoltorioauncaramelodementa.—¿Nuncatehandichoqueeresdemasiadobondadosa?—Babushkasiempredicequeesmejorque teconozcanpor tusvirtudesque
portusdefectos.Aunquetodoslostenemos,claro,noesalgomalo.Piensoquedeberíamos comprometernos a dar lo mejor de nosotros mismos. ¿Por quéfruncirelceñocuandopuedessonreír?—Tienes razón —acepto—. Ojalá todos pensasen como tú. No soy
precisamenteunejemplodenada,sinomásbienlocontrario,perohayqueservalientepara tirar la toalla,aunquenoloparezca,yyosoydemasiadocobardeinclusopararendirme.Medamiedoelvacío.Elsilencio.Loopaco.Ylanada.Esetipodecosas.Siempreprocuroevitarlo.Dehecho,Nilakllevadosdíassinhablarme,soloporqueintentésaberporquéestanpococomunicativo.Asíque,bueno,enesencianohacambiadonadaentrenosotros,ahoraquelopienso.Sialuk escucha con atención, como si absorbiese cada palabra que digo. Es
inteligente.Loveoensusojos.EltipodechicaquehubiesecaladoaAlisonala
primeradecambio;nosehabríadejadomanipular.—Nilakesdiferente.—Ya.Esoestáclaro—suspiroydeslizoeldedoporelbordedeunahilerade
libroshastaquemedecidoasacarunodecolorrosa—.¿Dequétrata?Megustaeltítulo.—Esa novela habla del amor, del dolor y las segundas oportunidades.
Llévatelasiteapeteceleerla,tegustará.—Seponeenpieycogeotrosdoslibrosqueestánapiladossobreelescritorio—.Johnnohaqueridovenir,¿verdad?—¿John?—Arrugolanariz—.Nisiquierasabíaqueestuvieseinvitado.Sialuksacaunabolsadetelapúrpuraymetedentroloslibros.—Él siempre es bienvenido en esta casa, pero es un hombre taciturno,muy
encerradoensímismo,ynoesfácilconvencerloporqueatestarudonolegananadie.—Sonríeconafecto—.NoteasustessiNaajatehaceunpardepreguntasindiscretassobrelaamistadquehasurgidoentrevosotros.Enelfondo,nodejadeserunaviejacotilla.Meencojodehombros.—Noveoquépodríainteresarle.—Porqueesalgoinsólito.—¿Enquésentido?—Johnviveaislado,poryparasusperros,ytansoloserelacionaconelresto
delpuebloporquevendeleñaylosdulcesquehacemossonsuperdición;sino,pasaríamossemanassinverlo.Esunbuenhombre,perohatenidounavidadura.Estudio aSialukunos segundos sopesando si suspalabras son ciertaso está
exagerando.Conmigo,Johnseportabien;esciertoquenoresultatransparente,más bien nebuloso, pero ni siquiera roza la brutal oscuridad que envuelve aNilak.—Esuntipointeresante.Ylosperros,también.Yasabes,buenacompañía,de
la que no te falla nunca—bromeo—. ¿Puedes creerte que la semana pasada,cuandoNilak fingió queme atacaba,Caos se lanzó a por él?A eso lo llamofidelidad.—Sonrío.Sialukdejalabolsaconloslibrossobrelacamaymemiraseria.—¿Nilakestuvoallí?¿Conlosperros?—Chicas—Sethabrelapuertaqueestabaentornada—,lacomidayaestálista.
SerámejorquebajéisantesdequeNaajaempieceaquejarse.Ambasloseguimosdeinmediato.Seescuchaalgomásdejaleoenelcomedor
y, cuando entramos, lamayoría de los invitados ya están sentados a lamesa.Nilak también está.Tiene lamirada fija en las llamas que chisporrotean en lachimeneaencendida,comosiestuvieseviendoalgoconcretoentrelaslenguasdefuego que se alzan sobre los troncos de madera y crepitan. No sé si debosaludarlo,teniendoencuentaquenomehabla.Esdecir,queantesasentíaconlacabezacuandoparloteabadurantenuestrohabitualpaseonocturno,yahorayanieso.—Queridafamilia,ospresentoaHeatherGreen.—Naajamepillaporsorpresa
al tirar de mí y obligarme a permanecer en mitad de la estancia—. Sé quemuchos ya la conocéis, porque trabaja enLemmini, pero otros aúnno habíaistenidolaoportunidad.Confíoenquelatrataréiscomoaunodelosnuestros.Ve,Siqiniq,siéntateahí.—Aunquehaytressillastodavíasinocupar,ellaseñalalaúnicaqueestáalladodeNilaky,dadoquetodoslospresentesmeestánmirando,me acomodo allí sin rechistar. ¿Qué puedo decir? Ni siquiera sé qué naricessignifica siqiniq y me siento un poco aturdida entre tantos desconocidos—.Muchasgraciasatodosporhabervenido—prosigueNaaja—,paramínoexistemejorregaloquevuestracompañía;notodoelmundotienelasuertedealcanzarlos noventa y un años rodeada de buenos amigos. Espero que disfrutéis de lacomida.Lasvocesdelosinvitadossemezclancuandotodoscomienzanahablarentre
ellos.Losobservoreíryestirarlasmanosparacogerlosdiferentescuencosquehay repartidos por toda la mesa; aquí hay comida para abastecer a todos losciudadanosdeInovikLake.Sialuk,sumadreyNaajaestánsentadasenfrentey,alverlasasí,tanjuntas,soyaúnmásconscientedelparecidoquehayentreellas:pelooscuro (a excepcióndeNaaja,quenooculta suscanas),nariz chata,ojosnegros y achinados, y piel tostada. No llevan ni rastro de maquillaje y mepregunto qué pensarán de la sombra oscura que hay sobre mis párpados, eldelineadoryelrímelquemecubrelaspestañas.Hoynomehepuestobase.Enrealidad,hacedíasquenolohago.—Come.LavozdeNilakmeestremece.Escomosilosacudiesetodo,ylasonoridad,
ronca y profunda, me acariciase de un modo que no sé explicar. Intentomostrarmeimperturbable.Susojos,deunazulpálidotanbonitoquecasiduelemirarlos,noseapartandelosmíos.—¿Piensas hablarme solo para lo que te convenga?—susurro, evitando que
nadiemásnosescuche—.Méteteen tusasuntosy fingequenoexisto,queesbásicamenteloquehacessiempre.Si percibe el evidente tono acusatorio que esconden mis palabras, no lo
demuestra.Selimitaaseguirmirándomeunossegundosmás,antesdealargarlamano,cogerelcuencomáscercanoyvolcarunacucharadaenormeenmiplatodeunmejunjeraroyblancuzcoquehueleapescadoyeneldo.Furiosa,estoyapunto de abrir la boca para descargar mi indignación, cuando Naaja seinmiscuye.—¿Hayalgúnproblema,chicos?—Nolegusta lacomida—resumeNilak, impertérrito,ydespuésse llevaun
trozoa labocade loqueseaqueestécomiendoysiguea losuyocomosinoacabase de entrometerse en mis asuntos, violando todas las barreras que élmismohaimpuestoentrenosotrosdurantecasiunmes.—¿Qué?¡No,noesverdad!—Estásenconfianza,Heather,notepreocupes.Tenemoslaneverallena,ven
conmigoy teprepararécualquiercosaque teapetezca—ofrececondulzura lamadre de Sialuk al tiempo que arrastra hacia atrás su silla en ademán delevantarse.—Noesnecesario,¡enserio!Meencantaestacomida.—Cojounacucharada
delaextrañamezclaqueNilakhadepositadosobremiplatoymelollevoalaboca.Mastico.Enrealidadsabefatal,comosielpescadoestuviesemediocrudo,pero ignoro el intenso aroma y la explosión cítrica y tragomientras todos loscomensalesmeprestanunaatencióninnecesaria—.Estáriquísimo—concluyo.De pronto, Seth se ríe desde el otro extremo de la mesa y, aunque intenta
disimular fijando lamiradaensuplatoy removiendounpardepatatasasadasconlapuntadeltenedor,finalmenteemiteunacarcajada.Bien.OalmenosestábienhastaquemirodereojoyveoqueNilaktambiénsonríe.Mequedosinaire.Nosécómopuedetenerunasonrisa tancautivadoraynousarlaa todashoras.Soyincapazdeapartarlavistadeélcuando,mientrasmásrisitasseextiendena
lolargodelamesa,memirafijamenteconunamagodediversiónensusojos.—No me has dejado terminar —susurra Nilak, al tiempo que coge una
rebanadadepan,ladejasobremiplato,poneencimauntrozoexcesivodecarneyañadeunacucharadadelamezclaquemehellevadoalaboca—.Eselaliño—explica.Lofulminoconlamirada.Yanadie semolesta en ocultar lo divertida que les resulta la situación.Aún
tengo el regusto ácido y fuerte del dichoso aliño en la boca. Sialuk le restaimportancia con un comentario afable y Naaja pone orden y cambia de temapoco después. Permanezco con la cabeza gacha y les escucho hablar de laspróximascarrerasdetrineosquesecelebraránprontoylosmusherqueesteañoestán destacando especialmente. Me como en silencio la especie de tostadagigantequeNilakmehapreparadoynomelevantocuandolacomidallegaasufinygranpartedelosinvitadosseponenenpiemientrassiguencharlandoovanalacocinaparaservirelcaféylaspastas.Alguienhapuestountroncomásenlachimeneayhacecalorenlaestancia.
MeenfrentoaNilakcuandoyanadiepareceprestarnosatención.—Graciaspordejarmeenridículo.—Noeramiintención.Seconcentraenunaarrugadelmantelcolorlavandaydeslizaeldedoporla
minúscula imperfección hasta alisarla. «Qué divertido», pienso con ironía,porquenomeexplicocómoalguiendeveinticincoañospuedesertanreservado,tanhermético.Vuelvoasentirunasganasinmensasdezambullirmeensumenteparadescubrirtodoslossecretosqueesconde.Mepreguntoquélegustaráhacerensusratoslibres,siesqueexistealgoquelegustehacer,claro.Osiesmásdedulcequedesalado.Seguroqueno.Resultatanfríoydistantequenoloimaginonillevándosealabocaunmíserogranodeazúcar.Haríareacciónquímica.Pum.Explosión.Lástimaquemi teoríanosesostenga,porqueencuantosirven lospostres lo
veocogerunaporcióndetartadequesoycomérselaensilencio.Yomepidountrozodelademanzana,queestáincreíble.Amamáleencantaría.Nosolosabehacerbuenarepostería;tambiénesexpertaenapreciaryvalorarladelosdemás.Intentodejardepensarenella,yenMatthewyenmipequeñaEllie,cuandonoto
elabrazodeldesánimo.Media hora después, saciados tras el café y los numerosos dulces, deciden
ocuparelrestodela tardejugandoalScrabble.Intentodisimularelmiedoqueme invade mientras Seth coloca el tablero sobre la mesa. Un miedo que seincrementaencuantoproponenque,alsermuchos,juguemosporparejas.Nilak,quesigueamilado,daporhechoquevamosjuntosycolocaenmediolacajitaenlaquevacolocandolasfichasquereparteotrodelosinvitados.Noquierojugar.Séquevoyabloquearmeypensaráquesoytantontaqueni
siquiera puedo formar una palabra de cuatro letras y, lo peor de todo, es queestaráenlocierto.Odioesto,lapresiónquesiento.Mellevoundedoalabocaconnerviosismoymordisqueolauñadelmeñiquemientrasmeesfuerzoenidearunabuenaexcusaparanojugar.Nosemeocurrenadayyahehechobastanteelridículodurantelacomida.Así queNilak va a saber que soymedio idiota. Y en teoría, debería darme
igual,peromeimporta.Meimportamucho.Noséporqué.Sacamos nosotros. Él observa las fichas unos segundos y luego se inclina
haciamípara susurrarmeal oído sinque losdemásnos escuchen.Aguanto larespiración.—Azucena—dicemuybajitoymeestremezcoantelaintensaproximidadyel
aromamasculinoquedesprende—.¿Seteocurrealgomejor?Lo miro y susurro que no. Aún siento el cosquilleo de su aliento
acariciándomelapiel.Todomeresultararo:lasituación,lagentequemerodea,lofamiliaryalavezdistantedelaescena,lassensacionesqueNilakdespiertaenmí…Metranquilizopensandoquesolosoneso,sensaciones.Comounpellizco.O
unapatadaenlaespinilla.Enesecaso,sensacióndedolor.Eneste,bueno,noséquépalabrapodríadefinirloconexactitud,perosetratadeunamezclacálidaysobrecogedora,ynotengoclarosiesbuenoomalo.—Heather…Reacciono al escuchar de nuevo su voz y advierto que los demás ya han
jugado.Lapareja formadaporSethySialukvaganandodespuésdeconseguircolocar la palabra «zarcillo» aprovechándose de la «z» de «azucena» que,además, vale diez puntos. Respiro hondo. Ni siquiera sé qué coño significa
«zarcillo». Repaso nuestras fichas de nuevo intentando pensar en una buenapalabraquehagaquetodosdigan«eh,puesnoestantontacomopensábamos»,perosolosemeocurrenestupidecescomo«dedo»o«dado»,queentotalseríanseismíserospuntos,casilamitaddeloquesuponeunasolaletradelosdemás.—Noveonada—murmulloavergonzada.—¿Teparecebien«Dédalo»?Dadolopocoqueaporto,mesorprendequetengaencuentamiopinión,pero
respiro aliviada de que al fin haya pasado nuestro turno, y luego observo susdedos largos y elegantes mientras coloca una ficha tras otra hasta formar lapalabra.Meencojoenlasilla,deseandoqueeljuegoterminepronto.—Dédaloformapartedelamitologíagriega—mediceNilakaloído—.Hijo
de Eupálamo, padre de Ícaro y Yápige. Es famoso por haber construido ellaberintodeCreta.Norespondo.Noséquédeberíapreocuparmemás,sielhechodequecreaquenoentiendo
lamitadde laspalabrasquehayformadassobreel tablero,oquedeprontosemuestreinusualmentehablador.Sigosinpillarleelpunto.Hasta para la mismísima Alison resultaría complicado trazar un esquema
emocionalypsicológicosobreNilak.Porreglageneral,ellabuscabalospuntosdébiles de la gente; señalaba a aquella chica de allá acomplejada por tener unculogordoose fijabaenese tíoconproblemaspaternosquevadechuloparaenmascararsusmúltiplesinseguridades.Pero,aprimeravista,todavíanosécuáleselpuntodébildeNilak.Simplemente, se comporta comosivivir fueseunaespeciedeobligaciónquelehanimpuesto,pero,desdeluego,noparecedisfrutardelaexperiencia.Seguimos en segundo lugar cuando vuelve a tocarnos el turno. La pareja
anterior formada por dos mujeres, cuyos nombres no recuerdo, han escrito«radio».MeinclinounpocohaciaNilakmientrasinspeccionolasfichas.—¡Vamos!¡Nosharemosviejosesperando!—ríeotrodelosjugadores.—Espera—gruñeNilak,yesmásunaordenqueunasugerencia.El silencioen laestancia sevuelveopresivo.Tamborileocon lapiernaenel
suelosindejardeobservarlasdichosasfichasy,cuandocreoqueestoyapunto
desufriruninfartoalcorazón,encuentrounabastantedecente:«jabón».Noesqueseaunamaravilla,perola«j»sonochopuntos.MiroaNilak.—Creoquetengouna.—¿Cuál?—«Jabón».—Esbuena.Nilakasientesatisfechoy,actoseguido,formalapalabraeneltablero.Sonrío
comounaidiotaymesientorealizadaylivianacomosiacabasedequitarmeunenormepesodeencima.PeroentoncesmefijoenSialukyenlaformaatentaquetiene de mirarnos, como si estuviese viendo algo muy interesante detrás denosotros. El problema es que, a nuestra espalda, solo hay una pared. Sethtambién parece advertir la rareza de su actitud y le da un codazo suave parallamarsuatenciónysusurrarlealgoaloído.Todavíasigointentandodeducirporelmovimientodesuslabiosquéestándiciéndose,cuandoNaajaentraenelsalónymellama.—Venconmigo,Heather.—Obedezcodeinmediatoylasigoescalerasarriba;
enpartemesientoaliviadapordejardejugare intentardemostrara losdemás«lo lista que soy». Avanzamos por el oscuro pasillo hasta una habitaciónpequeña,conunasolaventanafrenteaunamesallenadefrasquitosdecristalycajasde latón—.Esteesmipequeño laboratorio—diceNaajaconunamiradatraviesa.Girosobremímismasindejardecontemplarlasparedesllenasdeestanterías
que,asuvez,estánrepletasde tarrosconextrañosungüentosyhierbas.Naajameexplicaqueaquíesdonderealizalascremasyalgunasrecetascurativasparaaliviareldoloroayudaraqueunaheridacicatriceantes.—Ten,estoesunbálsamolabial.Tevendrábienahoraqueseacercaelfrío;
puedes ponértelo también en la nariz para evitar las rojeces. —Sonríe y metiende un pequeño tarrito—. Pero en realidad te he traído aquí por esto.—Seinclinasobrelamesayacercaunteléfonodeaspectoantiguoqueestabaocultotrasunacajaabiertallenaderamitasdediferentesplantasqueestádejandosecar—. He pensado que querrías hablar con tu familia. Imagino que no estásacostumbradaavivirtanincomunicada.Aquípuedesllamartranquilamenteynosoloahora,sinocadavezquelonecesites.
Trago saliva para eliminar el nudo queme atenaza la garganta y le doy lasgracias.Naajamepalmeaelhombroconcariñoantesdesalirdelahabitaciónydejarmeasolas,asegurándomequenotengaprisaporbajar juntoa losdemás.Escuriosoquetodoslosqueparecíanquerermelejoscuandollegué,ahoraseanmáshospitalariosquealgunosvecinosdeSanFranciscoqueconozcodesdehaceaños.Miroelteléfonoconciertoresentimiento,comosielpobreaparatomehubiese
hechoalgo.Lociertoesqueestoydeseandoescucharsusvoces,hanpasadoyamás de dos semanas desde que llamé a mamá cuando estuvimos en Rainter.Suspirohondo,armándomedevalor,porquecreoquehallegadoelmomentodeconfesarlesdóndeestoyrealmente;seguroqueseimaginaránqueheidoapararacualquiercasaokupaoqueestoyviviendoconunpardedesconocidosoalgoasí.LaantiguaHeatherlohabríahechosindudar.Marcoelnúmero.Mamáno lo coge.Tampocome sorprende.Es la típicamujermuyocupada,
que siempre lleva un bolso enorme donde el móvil tiende a perderse entremúltiples trastos y que, a pesar de apuntarse a mil seminarios, llevar lacontabilidad de la empresa deMatthew e ir a clases de yoga tres veces a lasemana,tienetiempoparaprepararunacenadeliciosaypasarunbuenratoconsufamilia.TerminollamandoaMatthew,quedescuelgaaltercertono.—¿Diga?Noreconoceelnúmero,claro.—Soyyo,Matt—susurro,porqueasíescomole llamocariñosamentedesde
pequeñacuandoséquehehechoalgomuymuymalo.Elproblemaesqueahoraya soy adulta y debería comportarme como tal, pero de pronto me sientonostálgicaysola.—¿Heather? ¿Eres tú? ¡Dios mío! No sabes, no te haces una idea de lo
preocupados que hemos estado. Tu móvil no da señal desde hace semanas,¿puedesabersedóndetehasmetido?—Alzalavozyguardasilencioencuantoadvierteelenfadoqueescondensuspalabras—.Sientohabertegritado,Heather.Yo…nosotros…solohemosqueridohacersiemprelomejorparati…—Lo sé.No es culpa vuestra.—Trago saliva y parpadeo rápido para evitar
llorar al notar que me escuecen los ojos—. Toda mi vida era un desastre y
necesitabairme.Ahoraestoybien.Noestoyhaciendonadararonimetiéndomeenlíosni…—¿Dóndeestás,Heather?Sinoquieresque tumadre lo sepa,no se lodiré,
pero queda conmigo, hablemos. Solo un café. Puedo ayudarte si me dejasintentarlo.—Nopodemosvernos.—Heather…—PorqueestoyenAlaska.Silencioseguidodemássilencio.—¿Hasdicho«Alaska»?¡Demonios!¿Quésesuponequeestáshaciendoallí?
¿Es una broma?Porque puedo soportar cualquier cosa, pero nomásmentiras.Esono.—Eslaverdad.Fueunimpulso.—Apesardeinspiraryespirarsientoqueme
ahogo.PobreMatthew,élsolocometióelerrordeenamorarsedeunamujerqueviajaba con un equipaje pesado y engorroso llamado «Heather Green». Claroque, cuandome conoció, yo todavía era una niñita dulce e inocente. Supongoqueporesomequiso—.¿Recuerdaselpósterqueteníaenlaparedfrenteamicama?Esedondehabíaunlagoymontañasyunosoy…Nosé,fueelprimerlugarenelquepensécuandodecidíqueteníaquemarcharmeduranteuntiempo.—Nomelopuedocreer,Heather.—Perciboladesesperaciónensuvoz—.No
puedocreerquehayashechoalgoasí. ¡Menuda locura!¿Tedascuentadequepuedeocurrirtealgoyestásamilesdekilómetrosdecasa?—Noquiero seguir siendovuestra responsabilidad.Ya soymayorde edady
estoyintentandosalirdelpozo.Loqueocurrió…fueunaccidente.Yonoquería.JamásleharíadañoaEllie,sabesqueesloquemásquieroenelmundo.—Heather, no estamos enfadados contigo por eso. ¿Cuándo te cerramos las
puertas?Siempretehemosdadotodoloquehasnecesitado.—¡Yalosé!Poresoteníaqueirme,paranoseguirhaciéndoosdaño.—Sorbo
porlanarizsintiendoqueestoyaunpasodederrumbarme—.Voyaquedarmeun tiempoporaquí,noséhastacuándo.Trabajoenunbarduranteel turnodetardeymivecinoesunabuenapersona,deesasconlasquenoesfáciltropezar.Mehaenseñadoajugaralajedrez.Yhastaestoyleyendolibrosparamatar lashoras, porque la verdad es que aquí no haymucho que hacer.—Me río entre
lágrimasymelimpiolacarabruscamenteconeldorsodelamano—.Osechodemenos—balbuceo.—Dios,pequeña,nosotrostambiénati.Elliepreguntaportiatodashoras.—
Se le quiebra la voz—. ¿Qué vamos a hacer? Cuando tu madre se entere dedóndeestás…—Selodiráscontiento,¿verdad?—Vuelvoareír,apesardequelaslágrimas
meestándesbordando—.Prepáraleunacenarománticadeesasquesolotúsabeshacer y luego se lo vas diciendo poco a poco. —Sé que él también estásonriendo, a pesar de lo dramático de la situación—. Para suavizar la cosapuedescomentarlequehedejadodefumar.Yvaenserio.Nofumodesdequelleguéaquí,dentrodepocoharáunmes.Matthewnocabeensídealegría.Quétristequealgotanbásicocomoquesu
hijastranofumepuedahacerlotanfeliz;esosoloreafirmalomuchoqueleshedecepcionado. Accede a decírselo a mamá con suavidad a cambio de que leprometa que lo llamaré una vez a la semana, comomínimo. Acepto. Cuandocuelgo, tengo la vista borrosa y salgo del pequeño estudio de Naaja todavíasollozandoydeseandoencontrarelcuartodebaño.Aúnestoyintentandodeducircuál de todas las puertas es, cuando una figura alta sale de la que está a miderechaychocaconmigo.Evitando que caiga, Nilak me sujeta por los hombros y tiemblo ante el
contacto.Seinclinahaciamíysusojosrevoloteanpormirostroalgoansiosos,comosinosupieselidiarconloqueve.—Estásllorando.Es tanevidentequedepoco sirveque loconfirme,pero sí, estoy llorandoa
mocotendidoynosésivoyapoderparardehacerlo,porqueahoramismomesientorotaymuytriste.Echodemenosamifamiliay,almismotiempo,séquehicebienalejándomedeellos.Yesduroteneresacerteza.—Ven.—Nilaktirademimanoymemeteenelcuartodebaño,queesjusto
lapuertaporlaqueacabadesalir.Intentoenvanonofijarmeenlasuavidaddesus dedos, en la forma firme y deliciosa que tiene de sostener mi muñecamientras enciende el interruptor de la luz—.Voy a llevarte a casa, pero si noquieresquetodostehaganpreguntas,anteslávate.Tienerazón,llevotodoelmaquillajecorrido.Cojounatoallitadelpaqueteque
hay sobre elmueble del lavabo yme limpio en silenciomientras los ojos deNilakpermanecensuspendidosenelespejoquetienedelante,contemplándomecomo quien mira un objeto que está colgado en la pared. Me pregunto si éltambién verá lo mismo que yo: a una chica frágil cuyas pocas durezas estánrepletasdegrietasy,aunqueporfueraparezcasostenerse,pordentroestáhuecaysetambaleacomosicaminasesobrecáscarasdehuevo.Alterminar,bajamoslasescalerasensilencioyélvaalcomedorparaanunciar
quenosmarchamos.Agradecida,esperoenelrecibidor.Observolasfotografíasquehabíavistoalentraryqueadornanunadelasparedesdemadera;enmuchasdeellasaparecenSethySialuk,riendo,abrazados,mirandoalacámaraconesebrilloespecialenlosojosquelescaracterizaaambos.Enotras,Naajaestáenuncorrillojuntoaotrasmujeres,tejiendoosimplementeconlasmanosentrelazadassobreelregazoalaesperadeeseclicquelasinmortaliceparasiempre.Tambiénhay instantáneas de Sialuk con una amiga rubia de pelo ondulado y sonrisainmensa.Yaunlado,casicomosideseaseescapardelextrañomosaico,estálaúnicafotografíaenlaquesaleNilakjuntoaSeth,conlamanodeunosobreelhombrodelotroycarademalaspulgas,comosi lehubiesenobligadoaposar(cosaqueprobablementeseacierta);parecereciente,tieneelcabellonegroalgorevueltoylospómulosmarcados,yluegoestáesadiminutaarruguitaquesueleaparecerensuentrecejocuandofrunceelceñoysecomportadeunmodoque…—¿Nosvamos?¡Joder! Me llevo una mano al pecho. Entre que estaba concentrada en las
fotografíasyqueNilaksemuevecomoungatosigiloso,meheasustado.Dudosobre si pedirle que le diga aNaaja que salga para poder despedirme, pero almomentoveoquenoesnecesario,pues sehaadelantado.Lamujermesonríedesde el final del pasillo y, cuando se acerca, me da un corto abrazo. Alsepararnos,mepasa lospulgaresbajo losojos,comosi limpiase los restosdelmaquillaje,yesungestotanfamiliarycercanoquenoséquédecir.Asíqueesohago,nodigonada.—Llorarlimpiaelalma.Nosufras.CreoqueNilakpercibemiincomodidadporqueseapresuraaabrirlapuertay
acortarlaextrañadespedida.VuelvoadarlelasgraciasaNaajaporlacomida,eltarritodebálsamoquellevoenelbolsilloypordejarmeusarsuteléfono.
Elairegélidodelacallenosazotaalsalir.Yahaanochecidoyhace tanto fríoqueelvahoqueescapademis labios se
queda suspendidoenel airecomounaespiraldehumocongelada.Humo.EsomerecuerdaquenohevistofumaraNilakdesdehacealgunosdías.Quécurioso.Lo sigo hasta un Jeep negro. Tiemblo cuando él entra y cierra la puerta, y elsilencio a nuestro alrededor se vuelve aplastante. Suspira hondo, sosteniendotodavíalasllavesenlamano,comosinotuvieseclaroquéhacer.Lomiro.Memira.—Sé que he sido duro contigo. —Mantiene la vista fija en el cristal del
limpiaparabrisasysemordisqueaconsuavidadel labio inferior—.Peronoeraalgopersonal.Últimamente…—Creoquemiente; loveo repasar con lapuntadeldedoíndicelascosturasdelvolantedelcoche—.Mecuestaaceptarnuevaspersonas dentro demi núcleo de confianza.Y hacíamucho tiempo que nadieaparecíaymeforzabaasermás…—¿Abierto?—Algoasí.—Mededicaunasonrisaminúsculaquemehaceencogermeenel
asiento de la impresión—. Si he de ser sincero, cuando llegaste, creí que noduraríasaquíniunasemana.—Tranquilo,todoslopensaban—admito.Meescrutaunos segundosy temoquemepregunteporquéestaba llorando,
peroporsuertenolohace.Vuelveagirarlacabeza,metelallaveenelcontactoy arranca el coche.Mientras conduce y atravesamos las calles del pueblo,mefijo en su perfil, en lamarcadamandíbula, en las líneas rectas; algo en élmeatraedeformainexplicable,comosiestuvieserecubiertodemielyyofueseunaabejita que revolotea a su alrededor. Casi puedo oír el zumbido. Observo suslabios, lacurvatura suavedel inferior,e intento imaginaraquésabrán.Seguroquesonfríos.Yexigentes.Einflexibles.Hum.—¿Quémiras?—Nada.—Vuelvoadirigirlavistaalfrenteeintentodeciralgocoherenteque
nocontengalapalabra«miel»,ni«abeja»,ninadararo,yapuestos—.Asíquetegustalamitología…—Noespecialmente.
—AntesmehascontadolahistoriadeDédalo.—Meinteresatodoengeneralynadaenparticular.—¿Eresunadeesaspersonascuriosasalasquelesfascinacualquiercosapero
vandepasotasporlavida?Nocontesta.Sus manos se deslizan por el volante con suavidad. Así son casi todos sus
movimientos,controlados,sutiles.Losfarosiluminanyrompenlaoscuridaddelsendero yNilak sigue conduciendo.Dejamos atrásmi casa y la de John.Nosdirigimos hacia la derecha, justo el camino que nunca tomo cuando salgo acorrer conCaos, porque el bosque por allí esmás espeso y la orilla del lagoresultademasiadodesniveladacomoparatrotarbienporella.—¿Adóndevamos?—Solonecesito unmomentopara pensar—dice y frena el coche junto a la
cuneta.Después,saledelvehículo,cierradeunportazoydesaparecedemivista.Pero,¿quécoñohace…?Me quedo ahí un par de minutos hasta que su ausencia termina por
desesperarmeysalgoabuscarlo.Fuerahaceunfríoespantosoynotolosdeditosdelospiesentumecidos;pareceserquedosparesdecalcetinesyunasbotasdeinviernosoninsuficientes.Loveoapoyadocontralacarroceríadelmaleterodelcoche,conlosbrazoscruzadosylamiradafijaenuncieloarebosardeestrellas;hay tantas que las imagino dándose codazos entre sí para intentar hacerse unhuecoenelfirmamento.Imitosupostura.—¿Hedichoalgomalo?—¿Tú?No,quéva.Nilak niega con la cabeza como dándole aún más énfasis a sus palabras y
luegoapartalamiradadelasestrellasparainclinarsehaciamí.—Asíquepiensasquedarteaquíuntiempo—tantea.—Esaeslaidea.—¿PorquéAlaska,Heather?—¿Porquéhassalidodelcoche?—Túprimero.Mefrotolasmanosconlaesperanzadeentrarencalor.Nosésidarlelaúnica
respuestaquetengo,porqueesbastantepatética,peroalfinallohago.
—Teníaunpósterenmihabitación.UnpósterdeAlaska.Conlasmontañas,altas,ellagoyunpradodondehabíaunoso.Fueelprimerlugarenelquepensécuandodecidíque teníaque…—No lodigo,noadmito envozaltaqueestoyhuyendo,aunqueséqueéllosabetanbiencomoyo.—Asíqueestásaquíporunpóster.Lohacepareceraúnmásridículodeloqueyaesdeporsí,perolesostengola
mirada,metragolavergüenzayasientoensilencio.—Esperoquetuexcusaparaqueestemoscongelándonosenplenanochesea
mejorquelamíaporque,ciertamente,Johnteníarazón.Estefríoesinsoportable.—Envano,intentoquenomecastañeenlosdientes.Nilaksuspiraprofundamente.—No tengoexcusa.Solonecesitaba salirparadespejarmeypensar en ti, en
mí, y en que voy a intentar no ser un capullo contigo de ahora en adelante,porquetúnotieneslaculpadequeesté…—¿Jodido?—Unpoco,sí.Escuriosoque,aunquese sobreentiendan,ningunode losdoshayamossido
capaces de terminar las frases. Puede que tengamosmás en común de lo queparece.Nolepreguntoporquéestájodido.Séquenomelodirá.—Entremos,Heather.Estástemblando.Cadaunorodeaelcocheporsuladoy,unavezdentro,nosquedamosallí,en
silencio,observandoelcristalempañado.Soloseescuchaelsilbidodelviento,queparecehaberseenfadadoconlosárboles,porquenodejadesacudirlosconfuerza.—¿Hasdejadodefumar?—No—contesta.—Pueshacedíasquenoteveohacerlo.—Penséquepodríamolestarte.—¿Porqué?—Aúnlotienesreciente,noqueríatentarte.Nodigonadacuandometelallaveenelcontactoyvuelveaponerelcocheen
marcha.Acercolasmanosalarejilladelacalefacciónysonrío.Losárbolesseconviertenenborronesoscurosconformeavanzamosporelcaminoypiensoen
queesbonitoquesetomelamolestiadeaguantarlasganasdefumarsoloparaqueyonoterminehaciéndolodenuevo.—¿Quétehacetantagracia?—Nilakmemiraconcuriosidadantesdevolvera
centrarseenlasolitariacarretera.—Nada. Tú. Todo.Oye, puedes fumar delante demí.Creo que ya lo tengo
bastantesuperado,perograciasporelgesto.Esraro,peromegustasaberquehepodidovencerenesto,aunquenoseaunenemigodecarneyhueso.Casinuncagano. No estoy acostumbrada a ganar. Y sienta bien. Tú también deberíasdejarlo.Nilak parece perdido en sus propios pensamientos. No apaga el motor del
cochecuandoaparcafrenteamicasa.Daunosgolpecitosconlapuntadeldedosobreelvolante.—Buenasnoches,Heather.—Buenasnoches,Nilak.
12
13denoviembreQueridodiario,
Estasemanateníaunexamendequímica,asíquenohepodidoquedarconKayden y, aunque lo echo mucho de menos, mamá tiene razón cuandoinsisteenquedeboesforzarmeunpocomásesteañoparaconseguirsubirlamedia ypoder elegirunabuenaUniversidad.Por suerte, él se lo tomóbien,meanimóaelloynodejódellamarmecadanocheparapreguntarmequétalmehabíaidoeldíaycharlarunrato.A veces hablamos de todo. A veces de nada. A veces, simplemente nos
quedamos en silencio y escuchamos la respiración del otro. Imagino sumejillapegadaal teléfono,sus labiosentreabiertos inhalandoyexhalandocon lentitud,surostro tranquilo,relajado.Hanpasadodossemanasdesdeque,oficialmente, estamos juntos, aunquehemosdecididoque la fechadenuestroaniversariosealadeaqueldíaquenosconocimosenelfestivaldeSeward.«¿Sabesquépiensohacerencuantonosveamos?»,mepreguntóanochey
antes de que pudiese contestar, añadió: «Besarte, besarte hasta que mepidasquepare».Mereí.«Dudoquetelopida».«Mejorparamí»,contestóy,apesardenopoderverle,supequeestaba
sonriendo.
Annie.
13Somoscomoesasmigajasquesecaendeuna
magdalenayyanadiequiere
Caosnocoopera.¿Cómopuedeunperrosertantestarudo?Noentiendoquétipodetraumatiene
paracomportarseasíynoquererusarelarnés,porqueséquenohapasadoporninguna experiencia trágica: nació en casa de John, junto a sus hermanos; eldueño, un tal Denton, trajo aquí a la madre cuando estaba en un periodoavanzado de gestación y se la llevó hace un tiempo, en cuanto los cachorrosdejarondemamarydenecesitarla.Hoyhemos salido a correr, como siempre, ymehe llevado el arnés.Meha
dejadoponérselo,aunquenoparabadegimotearyderestregarelhocicocontramis zapatillas. Y luego se ha negado en rotundo a correr. No, no y no. Solocamina,despacito,comosifuesepisandominas.Respirosonoramentesindejardeandarasulado.—¿Noentiendesquesoloquierodemostrarlealosdemásquepuedeshacerlo?
Creenquetepasaalgo.—Ladealacabezaymemira,comosimeentendiese—.Ymeencantaríarestregárseloporlasnarices.Piénsalo,chucho,¡seríagenial!Túyyoaliadoscontraelrestodelmundo.Johndijoqueeraselmásrápidodetodatu camada, pero nadie lo sabrá nunca si no lo demuestras. La vida es así deinjusta,¿sabes?Me pregunto dónde irá a parar si no conseguimos adiestrarlo. No quiero ni
pensarlo; me he encariñado demasiado con él. De hecho, no debería haberdejadoqueseacercase tantoamí,peroahoraesdemasiado tarde.Enel fondoadmiroqueseaun tantodesobediente,aunquenoconsigoentenderporquénoquiere correr conmigo ahora que lleva el arnés.Amíme encantaría probarlo.Seríaalgocasi íntimo.Losdos juntos.Losdosunidos trotandoysintiendo los
músculostensosalavanzaryavanzar…Subimosporelcaminitoqueconducea lacasadeJohn.Elvientoesmucho
másfríoquecuandolleguéaquíhaceunmes,ylashojasdealgunosárboleshanmudadodecolor.Johnestáapilandotroncosdeleñaysonríealvernos.—¿Quétalhaidoelpaseo?—Mal,comosiempre.LiberoaCaosdelarnés,perosequedaahí,amilado,sinnisiquierahacerel
amago de irse con los demás perros a jugar. Es raro en todos los aspectos.Vivaldi, Bach y el viejo Schubert están tumbados a un par de metros,mirándonos.—Quédateacomer,prepararéalgocaliente.—Perciboel reprocheen lavoz
deJohn—.Siguesigualdedelgada,parecesunpajaritoquesehacaídodelnidoantesdetiempo,¿cómopretendescorrersiapenastienesfuerza?—Síquetengofuerza.—Estábien.Cargaesostroncos.—¡Eh,esonovale!Mientrassealejahacialacasa,Johnmemiraporencimadelhombroconun
amagodesonrisaasomandoasuslabios.—¡Tevendrábienparafortaleceresosbracitosenclenquestuyos!Protestopor lobajo,peroyanomeoye.Sehametidoencasa,supongoque
parahacer la comida, ymehadejado aquí, sola, rodeadadeperrosy troncos.Bien.Alzolavistaalcielo,queescasicomomirarhaciaunaláminadeplataaplenaluzdeldía,losuficientementegruesacomoparanopermitirqueelsollatraspase.Empiezoacargarlosprimerostroncos.Solohayqueirunosmetrosmásallá,
donde John los ha cortado y dejado desperdigados por el suelo musgoso,recogerlosy trasportarloshastaelmontónapiladocontraunapared.Hagounanuevafila,porquenollegohastalosdemásarriba.Caosmesiguedeunladoaotroencadaviajequehagoy,conformepasanlosminutos,unpardeperrosmásseponenenpie, seacercan,ymemirancon interés.CreoqueunodeellosesPamiiyok,porquetienelacolaenroscada.Cuandoyaestoypensandoseriamenteenlanzarporlosaireselúltimotronco
que acabo de cargar, John sale por la puerta principal que da al porche yme
llamaagritos,avisándomedeque lacomidaestá lista.Dudosobresi soltareltroncoenmitaddelprado,pero al finalhagode tripas corazóny lo llevoa lapila,juntoalosdemás.Mesacudolasvirutasdemaderadelaropa,medespidodelosperrosyentroenlacasa.Un aroma a especias diversas y carne flota en el aire. La mesa ya está
preparadaenelcomedor,alladodeltablerodeajedrezyfrentealossofás.Mequitoelabrigoyagradezcoquelachimeneaestéencendida,porquehaceunfríoterrible.Acerco lasmanospara entrar en calormientras Johnva a la cocinayregresacondosvasosyunabotelladeagua.Después,comemosensilencio laespeciedeguisoquehapreparado.Lociertoesqueestábastantebuenoyesoquetieneunsaborfuerteyespeciadoyyosiemprehesidomásdecosassuavestirandoainsípidas.—Deberías comer proteínas todos los días ymás saliendo a correr como lo
haces.Elcuerpolasnecesitapararegenerarlosmúsculos,¿nadietelohadicho?—farfulla y luego mastica y traga el último bocado de su plato—. Es unairresponsabilidadportupartenohacerlo.—Ytúeresdemasiadoduro.—¿Duro? Muchacha, no tienes ni idea de lo que realmente significa esa
palabra;sihubiesesconocidoamipadre…Élsíqueeraduro.Sinohacíaslascosastalycomopedía,tedabaconelcinturónhastadejartelapielencarneviva.—Lomirohorrorizada—.Eraotraépoca—añade,comosiesolojustificase—.Afortunadamente,ahoralascosashancambiado.Elmundosehavueltoflexible;antes era una canicagirando alrededor delSol y ahora esmásbien comounapelotitaantiestrés,blandaymaleable.—Seponeenpie—.Termínatelacomida,Heather.Obedezco. Él va a la cocina y, por el ruido de los platos y las cacerolas,
deduzcoqueestáfregando.Meacabolacarne,aunqueestoytanllenaquecreoque podría explotar en cualquier momento. Después, lo ayudo a secar loscacharrosyacolocarlosenelarmario.Jugamosunapartidadeajedrezmientrassuenade fondoTchaikovsky.Según
mehaexplicadoJohn,estediscosellamaSymphonyWinterReveries.Laverdadesquesigosindistinguirlosentresí,aunquedevezencuandoreconozcoalgunacanciónsuelta,peromegustaymeheacostumbradotantoaelloqueahorame
resultaríamuyrarojugarsinoírmúsica.—Piotr Ilich Tchaikovsky, un genio. Imagino que conocerásEl lago de los
cisnesoElCascanueces.—Asiento con la cabeza—. ¡Menosmal!—exclamatraseliminarotrodemiscaballos.—¿Cómolohaces?¿Cómopuedeshablary,alavez,jugaryganarme?—Práctica.Ynotedesporvencidahastaqueescuches«jaquemate».—Ya,peroesque…—Jaquemate—concluye.Mireylahapalmado.Otravez.Empieza a frustrarme no ganar jamás, pero sé que John no es el tipo de
hombrequesedejaríavencersoloparacomplaceraunacríaidiota.Alcontrario.Me retacon lamiraday sonríe, comosi supiesequemeda rabia sentirme tanimpotente.—Guárdateelenfadoparacuandosalgasacorrer—bromea—.Yapropósito,
si realmente quieres practicar canicross con Caos, sé de alguien que puedeayudarte.Yoestaríaencantadodecooperar,peronoesmimodalidad,nuncalahe ejercido, ni tampoco el skijöring; lo mío siempre han sido los trineos—suspirahondo,sefrotalabarbarojizaymemirafijamente—.Lodifícilseráqueconsigasquelohaga,porqueestestarudo.Perosicede…teaseguroquelograráqueelperrocorra.Es irracional, pero incluso antes de preguntar, en el fondo, ya sé cuál es la
respuesta.—¿Quiénpuedeayudarme?—Nilak.
Esanoche,enelbar,intentonofallarniunasolavez.Apuntolascomandaslomejor que puedo, con una letra perfecta (Seth siempre se queja diciendo queescribomedio en chino, cosaqueno es cierta), y luegomededico a secar losvasosapesardequesesuponequenoesmitrabajo.Nilakyameestávigilando,como si notase algo raro enmi formade actuar.Es observador.Se fija en losdetalles.—Dejaeso.—Mequitaelvasode lasmanosy locolocaen laestanteríade
atrás.
—Soloquieroayudar,yaestántodaslasmesasservidasynotengonadaquehacer.—¿Desdecuándoteofrecesvoluntariaparahacertareasextras?—¿Desde hoy? —Lo enfrento, pero ante su penetrante mirada termino
desinflándome como un globo abandonado tras una fiesta de cumpleaños—.Vaaaale, estoy intentando ser más maja de lo normal porque necesito que teablandesymeayudes.EsporCaos.Noconsigoquecorraconelarnés,yJohnmehadichoquetúpodríasecharmeunamano.Noapartasusojosazulesdelosmíosynotolatensióncrecerycrepitarentre
nosotros,comosiseacabasedecrearunaburbujaanuestroalrededor.Lasvocesde lospocosclientesqueaúnquedanenelbar seescuchan lejanas,apenasunmurmullo indescifrable. Lamirada de Nilak es feroz e intensa y haymuchasposibilidadesdequeahoramismomeestéasesinandomentalmente.—No,Heather—contestaalfin.—¿Porqué?Losigocuandosealejadelabarraeinclusoalverlesaliralacalle.Supongo
quenopasanadapor ausentarmeunminutitodenada.Esto es importante.SetratadeCaos.Y,aunquemecuestareconocerlo,tambiéndemí.No he cogido la chaqueta antes de salir y me estoy congelando. Nilak se
enciende un cigarrillo, le da una calada profunda y luego suelta el humo conlentitud.Hacíadíasquenoloveíafumar,asíquesupongoqueacabodeaniquilartodo su autocontrol. Bueno, tampoco le he pedido tanto, solo necesito unempujón y podré apañarme sola. Creo. Espero. Jolines, ¿por qué es taninflexible?—Dameunaexplicación—pido.—Noquierohacerlo.—¡Pensabaqueéramosamigos!—¿Dedóndesacaseso?—Laotranochedijistequeintentaríasnoseruncapulloconmigo.—Denoseruncapulloalaamistadexisteunpasoconsiderable.—Qué gracioso —mascullo con sarcasmo—. Solo te he pedido un favor.
Cualquierpersonaconcorazónloharía.Caosnoestonto,¿quéserádeélcuandosudueñonoloquieraporquepiensequenosirveparanada?
Nilakmemiraimplacable.—¿Un favor?Heather, llevohaciéndote favoresdesdequepusiste unpie en
esteestado.Tehedadotrabajo,teacompañoacasacadanocheporqueeresunairresponsablequenopiensaen lasconsecuenciasdeandarsolaporahíy tehearregladolasgoterasdelacabaña.Gratis—matiza—.¿Quémásquieres?Uff. ¡Qué frase más larga! Seguro que se ha quedado sin saliva. Nunca le
habíaescuchadohablartantoytanrápido,asídegolpe,sinhacerpausasnimiraral infinito ni nada de nada. Todo un récord. Intento pensar en ello para nocentrarmeenloquedice,porqueesevidentequellevarazón,peroaunsí…,aunasínecesitoquemeecheunamanoporúltimavez.—Porfavor,Nilak…—Entra en el bar, Heather. Vas a resfriarte. —Da otra calada y vuelve a
mirarme.Veoensusojosunatisbodeduda,peroelmomentoesmuyefímeroy,antesdequepuedaañadiralgo,ladeterminaciónseapoderanuevamentedeél—.Tehedichoqueentres.Yahoratelodigocomotujefe—añadeconsequedad.Alzoelmentón,dolida,peroobedezco.Medoymediavueltaylodejoallí,en
laoscuridaddelcallejón.
Elmiércoles, temprano,decido iralpuebloacomprarprovisiones; las latasdeconserva empiezan a escasear y los paquetes de fritos, que constituyen elcincuentaporcientodemidieta,sehanacabado.ComoelLemminimepilladepaso,entroysaludoaSeth,quehoyseocupadelturnodelamañana(hastaquenocae la tarde, laafluenciadeclientesesescasa,asíquesuelen turnarse).Meinvita a un café y estamos un rato hablando de todo y de nada; le cuento lahistoriademifamiliaporencima,lamuertedepapá,lavidaenlosmotelesylaposterior aparición deMatthew.Élme explica que su padre es el dueñode laúnicaquitanievesquehayenelpuebloyqueelbar realmentepertenecióa suabueloypasóasersuyoporquesupadredetestalacocinaynosoportabaestarencerradoentrecuatroparedes,perosíenlacabinadeunvehículo.Me despido de Seth cuandome doy cuenta de que llevamos casi una hora
charlando,peroantesdellegaralirrisoriosupermercado,vuelvoadistraermealpasarpordelantedelatiendaqueregentalafamiliadeNaaja.SoloestáSialukyme ve a través de la puerta de cristal de la entrada. Entro y aprovecho para
comprar un par de cosas que tienen buena pinta.A decir verdad,mis ahorrosempiezan a escasear, así que elijo bien y señalo con el dedo las galletas demantequillaquetienenmejorpinta.—Ten, llévale a John un trozo de pastel de queso con frutos rojos. Es su
preferido—explicaSialukmientrassacaunacajitaymetedentrounaporción;después,condedoshábiles,loatatodoconuncordónmarrónquefinalizaenunlazo.Mesonríeyniegacuandovoyapagar—.No,deverdad,nomedesnada.Esunregalo.Acéptalo.Lamirocohibida,dentrodeladiminutatiendafamiliarqueespartedelbajo
delacasadondevivenycelebramoselcumpleañosdeNaajalasemanapasada.—¿Porquéerestanadorable?Esinjusto.Ymehacessentirhorribleconmigo
mismaporteneruncorazóntannegro—bromeo,aunquemispalabrasescondenmásverdaddeloqueparece.¿Quépuedodecir?Sialukestantransparente…Laenvidio por eso. Ahí está, otro sentimientomalo: la envidia. Pero no consigoevitarloynoquieroañadirlamentiraamicoleccióndepecados.—¡Túnotienesuncorazónnegro!—gritayluegoseríecomosifuesealgode
lomásdivertido—.Ojalápudiesesvertetalycomotevemoslosdemás.—Esonoesmuyesclarecedor.—Eresinofensiva,Heather.Tuúnicoproblemaesquetienesciertascarencias
ytodavíanohasencontradoelmododefortalecerteycubriresosvacíos.Peronoesimportanteytampocoesloquetedefine.Yatedaráscuenta.ASethlehizofaltaunminutoparadeducirquenoerasunamalapersonayquenointentaríasabrirlacajaregistradoradelbarencuantosedieselavuelta.—Supongoquedeberíaalegrarmedenoparecerunaladronadepocamonta.—Lodigoen serio,Heather—sonríe—.Esa esotrade las cosasque sueles
hacer, utilizar la ironía y el cinismo cuando algo te afecta. No tienes queprotegertedemí,notengointencióndehacertedaño.¿Sabes…?Porsinotehasdadocuenta,nohaymuchagente jovenporaquí.Me llevéunaalegríacuandomedijeronquehabíasaparecidoenelpueblo.—Sueltaunarisitadulcequemerecuerdaaunmontóndecampanillasnavideñasbalanceándoseconsuavidad.Meremuevoincómoda.Esdemasiadosincera.Demasiado.Miroenderredor,
fijándomeenlosbotesdecristalconhierbas,enlascajitasdelatónllenasdetéydiversos ungüentos, en los dulces delicados y artesanales que hay en el
mostrador;nohaymuchavariedad,perotodostienenunapintatanincreíblequedudoquealfinaldeldíaquedeunasolamigaja.Sé que debería responder algo halagador como «a mí también me alegra
tenerteaquí»o«joder,Sialuk,eres la tíamás increíblequeheconocidoenmivida y Alison semoriría solo por conseguir tener un pedacito de esa bondadtuya», pero no lo hago, porque no puedo; se me dan fatal este tipo deconversaciones,meatasco,yatascarmesiempremehacesentirtontaeinútil.—¿Conocesaalguienquesepadecanicross?—¿Porquélopreguntas?—Sialukanotaconmimoalgoenlaetiquetadeun
tarritopequeñoquepareceestarllenodemiel.—Porque necesito ayuda conCaos,uno de los perros de John, y Nilak no
quieredármela;asíquehepensadoque,quizás,alguiendeporaquísabríaalgo.—¿Nilak se ha negado a ayudarte? La gente de la zona es aficionada a los
trineos, a lasmodalidadesmás tradicionales demushing. ¿Tedoyun consejo?Insiste.Estoyseguradequeterminarácediendo.Eresunadebilidadparaél.—Estásdebroma,¿no?Anonadada,vuelvoadejarlabolsitaconlosdulcessobreelmostrador.Sise
suponequeyosoysudebilidad, laspersonasquelecaenmaldebendetenerlomuyjodidoconél.—Hahechoelesfuerzoderelacionarseyhablarcontigo.—Seinclinasobreel
mostradorybajalavoz;susojosseachinantodavíamáscuandolosclavaenmí—.Yonodeberíacontarteesto,Heather,perocuandoélllegóaquí…,bueno,fuedifícil.TardótresmesesenempezaradirigirseaSethyamíconmonosílabos;laúnicapersonaconlaqueseabriófueconNaajayesoesporqueellaesunhuesoduroderoer,créeme.¿Vaenserio?Nomepuedocreerquetodavía«hayatenidosuerte»conNilak.
Esdecir,¿quéproblematiene?Estoyapuntodeabrirlabocaparapreguntárselo,cuandomesilenciaconunamiradaferoz.Pillolaindirecta.NadadehablarsobreNilak.Sumadreentraen la tiendapor lapuerta traseraqueconducea lacasafamiliarymesonríeconafecto;llevaunatrenzalargaybrillanteigualqueladeSialuk.—Heather ya se iba, mamá—dice, y luego arranca una hoja de la libreta
pequeñaqueusanparaanotarlasreservas,garabateaalgoatodavelocidadyme
la tiende—. Toma, por si realmente estás dispuesta a insistir —añadeguiñándomeunojo.Nomiroelpapelhastaquesalgofueraymealejounpardepasos.Esunadirección.SupongoqueladeNilak.Menudodilema.Mequedoquietaenmediode laacera,sinsaberquéhacer.
Decisiones, decisiones. Los vecinos de Inovik Lake caminan por la calle,resguardados por gruesos abrigos y botas hechas para enfrentarse al punzantefrío.Casi todos tienenun aspecto rudoy serio, perono semuevendemanerarápidayausentecomolagentedeSanFrancisco,queparecequesiempretenganprisaporllegaraquiénsabedónde.Elcielosigueencapotado.Al final, suspiro hondo, y decido tomar la vía de la insistencia. Avanzo
distraída por las calles angulosas, leyendo los letreros, hasta que encuentro ladirecciónqueSialukhaanotadoenelpapel.Es unade las últimas casas del pueblo, justo en el otro extremo, es decir, a
unosdiezminutosandandodelsenderoqueconducealamía,porqueenunlugartanpequeñocualquierdistanciaescorta.Noesmuygrandey,porfuera,apenasquedan restos de la pintura roja que en su día debió de cubrir lamadera. Locierto es que da la sensación de que nadie vive aquí, así que compruebo unasegundavezladirecciónysí,síqueestoyenellugarindicado.Llamoalapuerta.Silencio.Vuelvoallamar.Caminoencírculosparacombatirelfríoyestoyaunpasodemarcharmepor
donde he venido cuando, al fin, la puerta se abre y Nilak desliza su afiladamirada por mi cuerpo, de los pies a la cabeza, como si realmente necesitasecerciorarsedeque,efectivamente,estoyfrenteaél,enlapuertadesucasa.—¿Quécoñohacesaquí?—Esoesseruncapullo.—Vale.—Daunostoquecitosconeldedoeneldinteldelapuerta,nervioso—.
QueridaHeather,¿aquédeboelhonordequeestésaquí?Me río.Creo que es la primera vez queNilakme hace reír.A él no parece
hacerle ninguna gracia, perome da igual, ha sido divertido.Y,Dios, echo demenos divertirme y estoy cansada de tener la mente llena de pensamientos
oscurosyrecuerdosamargosquemeencantaríaborrar.—¿Puedopasar?—No,Heather.—Tengofrío.—Malditaseas—mascullaentredientesantesdehacerseaun lado,dejarme
entrarycerrarlapuertaamiespalda—.¿Quéquieres?—Nosé,¿tienesté?—Heather…Como siempre, ahí está la amenaza que va implícita en su voz. Lo ignoro,
porque me he dado cuenta de que es la única forma de tratar con él e irabriéndome paso en su diminuto corazoncito, a base de codazos moralmentecuestionables.Alzolavistayobservoladecoraciónrústicaycasiinexistente.Inexistente porque apenashaymuebles.Hayuna cocina americana, conuna
barraquecomunicaconunsalónqueesmásbienunahabitación,porquesolohay una mesa baja, un colchón en el suelo y una mesita con varios librosapiladosqueprobablemente se caeríanconun suave soplido.Al fondo, contraunapared,veounbaúlenormealladodeunarmarioyyaestá,nohaynadamás.EscuchoaNilak suspirarhondoantesdemoverseamiespalday llegara la
cocinacondoszancadas.Abreunodelosarmariosaltosdemaderaylasudaderagrisjaspeadaquevisteselesubeunoscentímetros,mostrandountrocitodepiel.Soloporeso,semedisparanlaspulsaciones.Tragosaliva.Noséquédemoniosmepasa.—Solotengotérojo.—Servirá.Me acerco a él, todavía algo tocada por las reacciones irracionales de mi
cuerpo. Está claro que a mi estómago le ocurre algo, porque no deja desacudirse,deencogerseydarpequeñostirones;soncomoseñales,ycreoquesetraducenenquenuncahedeseadoaalguienasí.Nilakmegusta.Físicamente.Ynadamás.Peronoestoyacostumbradaalidiarconestasensaciónymeenfurecenopoderllevarlasriendasydecidircuándosentirestooaquello.Sesuponequesoy yo la que sabe morderse el labio inferior con gesto seductor, batir laspestañasyteneralostíoscomiendodelapalmademimano.Alisonmeenseñócómohacerloyessencillo,casiaburrido.
PeroconNilakesdiferente.Elmundoalrevés.Lomiroconciertadesconfianzamientrasvierteelaguahirviendoenunatacita
detédecolorazulpálidoyunestampadodemargaritas.Nadadeloquehayenestacasa, incluidos lospocosmuebles, tienepintadepertenecerle.Escomosisimplementehubieseacabadoaquí,plof,comounmonigotequealguiendecidecolocardentrodeunaestanciaenlaquenoencaja.—¿Azúcar?—Sí.Dos.—¿Cuándovasadecirmequéhacesaquí?—preguntamientrasme tiendeel
té.Parececansado,comosi lidiarconmigoyvivir fuesen lospeoresmalesdelmundo.—Yasabesporquéestoyaquí.—Joder,Heather.Erescomoundolordecabezamuypersistente.—Eh,¿gracias?Esquenosésihalagasmitenacidadoteparezcoinsufrible.—Insufrible.—Ah.Vale.Intentodarleunsorboalté,peroestátancalientequeterminodejandolataza
enlarepisadelacocina.SigoaNilakcuandomedejaahí,comosinoexistiese,ysedirigealrarocomedormediohabitación.Medalaespalda,cogeunpardepapelesy fotografíasque estabandesperdigados entre las sábanasdeshechasylosguardaenelprimercajóndelamesitarepletadelibros.Captolaindirecta.Nadademetermeensusasuntos.Mesientoenlacamasinpedirpermiso(alfinyalcabo,nohayningúnotro
lugar donde hacerlo), y observo las paredes desnudas, el suelo impoluto, perocon algunas tablas demadera desiguales y la ventana de la derecha que da albosque y ofrece un paisaje de árboles frondosos y ramas enroscadas que casitocanelcristal.Respirohondo.Lassábanashuelenaél.Meestremezco,incómoda.Nilakestáenfrente,depie,mirándomefijamentecomosinopudiesecreerque
esté sentada en su cama. Todo en él es siempre demasiado intenso. Cadaminúsculo gesto. Cada palabra. Cada respiración. Me oprime. Abro la boca,
dispuestaaromperlatensióndelmomento:—No quiero que el futuro de Caos sea cosa del azar. Merece tener una
oportunidad,¿nocrees?Quierodecir,valequeseaunpococabezón,peronoesjustoquesoloporesoseconviertaenalgo«inservible».Tienesentimientos.—Noto una sensaciónmuy rara en el pecho, como si me estuviesen aplastandocontra el suelo; me levanto, alterada, evitando cruzarme con esos ojos azulesinsensibles—.Solotepidoquemeechesunamanoduranteunpardedías,hastaqueaprendacómomanejarlo.Ydespués,yomeencargarédeél,loentrenaréyconseguiréquehagabienlascosas.Parpadeo rápido; me escuece la nariz, no sé qué me está pasando, pero es
comositodaslasemocionesquesiempremantengoresguardadasseestuviesendesbordandodepronto,sinningunarazónlógicaysinquepuedahacernadaparadetenerlas.—¿Sabes?Amuchosnospasalomismo,notodosreaccionamosigualantelos
estímulos;somoscomoesasmigajasquesecaendeunamagdalenayyanadiequiere,yes injustoycruelesamaneradedejaratrás lascosasquenoencajandentrodeunaperfeccióncompactayelitista.—Noséni loquedigo,pero laspalabrasseprecipitanfuera,nadanenmigargantaysalendemislabiossinquelas controle—.Quiero correr conCaos.Quieroque lo hagamos juntos.Semedababienenelinstituto,¡telojuro!Siemprequedabaenprimerosegundolugarycorríamásquelamayoríadeloschicos;dehecho,esloúnicoenlavidaqueséhacer,loquepasaesqueluego…luego…Meatasco.Tragosaliva.Nilakdaunpasoalfrente.Estamosmuycerca,ningunodelosdosdicenaday
no sé durante cuánto tiempovoy a soportar este silencio sin echarme a llorar.Porquesiecholavistaatrás,sirecuerdotodoloquefuiantesdeAlison,sientoelpeso del fracaso a mi espalda. Desvío la mirada hacia la puerta. Necesitomarcharme.—¿Cuántocorres?—¿Qué?—Lomiroaturdida—.Nolosé.Mucho.—¿Kilómetros?—No los cuento. Simplemente corro hasta que me canso o hasta que me
aburroydecidodarmediavueltayvolver.Nilakladealacabeza.Ojalápudieseexplicarlesinofenderloquelalentitudde
sus gestosme ponemuy nerviosa. Es como si cadamovimiento supusiese unesfuerzo para él, pero, al mismo tiempo, es grácil, sereno. No encaja con suaspectorudoymasculino,yesolehacepareceraúnmásinteresanteyatractivo.—Imaginoquenotendrásniideadelostiempos…—No,nuncamehemolestadoencronometrarme.—Yaveo.—¿Esosignificaquemeayudarás?—Meconviertoen su sombracuandose
mueveporlaestanciacomounanimalenjaulado—.Nilak,porfavor.Yestaréendeudacontigo,¡pídemeloquequieras!Deverdad.Loprometo.Casitropiezoconélcuandofrenaensecoyparoasuespaldaantesderodearlo
yenfrentarlocaraacara.Sifueseotrotíoestaríaponiéndoleojitosyhaciendounpuchero,pero,joder,conNilaknomesale;escomosieliminasedeunplumazo«mipartemásAlison»yesomegusta,perotambiénmeasusta,porqueentoncesmequedosinarmas,indefensayvacía,talycomosoy.—Loharé.—¡Ay,joder,gracias,gracias!Presadelaalegría,melanzoasucuellosinpensar.Loabrazo.Ynototensarse
todosycadaunodelosmúsculosdesucuerpo.Elcorazónmelateatropelladoyesmuy probable que él pueda oírlo y darse cuenta. Huele tan increíblementebienquemedanganas de lamerle el cuello, a riesgode quepiense que estoytodavía más pirada, pero me da igual, ahora mismo su cuerpo es como unaespeciedeimánparamíyhagoelesfuerzodemividacuandomeapartodeéldegolpe.Mejor.Esalgoasícomorecolocarunhombrodislocado,másvalehacerlorápidoysinvacilar.—Perdona, ha sido… la emoción. Conociéndote, ya imagino que no te irá
mucho lo deque te toquen extrañosy todo eso.Entonces, vas a ayudarme—repito—.¿Ycuándoempezamos?¿QuétengoquehacerparaqueCaoscorra?Nilak permanece callado tanto tiempo que temo que haya cambiado de
opinión.—ElviernesiremosaRainterparacompraralgunascosas.Siquieresqueme
comprometaahacerlo,tútambiéntienesqueaceptarciertascondiciones.Nome
gustaperdereltiempo,Heather.—¿Aquéterefieres?—Disciplina,alimentación,lomásbásico.—Vale—contesto, y espero que no sea demasiado duro con el tema de la
comida,porqueentoncestendréquementirleydetestosentirmeacorraladacomounratónytomarlavíadelengaño.—Yespera,yaqueestásaquí…—dejaentreverunlevetonoacusatorio,coge
unsobreymelotiende—.Lapagadelprimermes.Abroelsobreyleechounvistazorápidoalcontenido.Nomehacefaltaser
Einsteinparaadvertirqueabultamásdeloprevisto.Levantolabarbilla.—Haymásdeloquemecorresponde.—Laspropinas.Nodiscutas.
14
2dediciembreQueridodiario,
Losúltimosexámenesmesalieron tanbienquemamámehaampliadounpocoeltoquedequedayahoraconfíamásenmí,aunquenuncahatenidorazones para dudar. Siempre me han preocupado las clases, no iba acambiarporelhechodetenernovio(aunqueesoellatodavíanolosepa).El fin de semana pasado me tocó ir con papá, así que no pude ver a
Kayden, pero sí a todos mis amigos y les hablé de él durante lo queparecieronhoras.De loespecialquemehacesentir.Dequeséque jamásmedecepcionará.Deesa forma tiernaque tienedemirarmey lopacienteque es conmigo.De todo.PorqueKayden es calma y luz y unmontón desentimientosalosquetodavíanomeatrevoaponerlesnombre.Asíqueestesábadoquedéconélaprimerahoradelamañana,casiantes
de que el perezoso sol se alzase, porque no queríamos perder ni un solosegundo del tiempo que teníamos para estar juntos. Desayunamos café,tostadasyhuevosrevueltosenunlocaldecomidatradicionalcuyaterrazaacristaladadaalpuertodeSeward,y luegoKaydenmedijoquemeibaaenseñarpartedesumundo, incluyendoelpueblodondeviveyelpequeñoapartamentoquetienealquiladoallí.Y es… muy bonito. El apartamento, quiero decir. Esperaba algo
destartalado y caótico, pero no; la decoración es sencilla, típica de
cualquier tíoque loúltimoquequiereescomplicarse lavida,peroestabalimpioyeramuyconfortable.Cocinamosjuntos.Kaydenabrióunabotelladevinoentrerisasmientras
seibandorandolasverdurassalteadasybailamosporlacocinaehicimoseltontohastaque,nosémuybiencómo,terminétumbadaenelsuelo,conélencima, al tiempo que la comida seguía chisporroteando en la sartén.Estuvimosbesándonosunaeternidad,descubriéndonosconloslabiosylasmanos.Kaydenrespiróhondocuandomequitólacamisetaymeviotemblary sé que pensó que estaba yendo demasiado rápido, porque vi el deseoreprimidoensumirada.Conunalentitudarrolladora,deslizó labocapormi hombro derecho y bajó hasta la clavícula y luego hasta el borde delsujetador…«Por favor, no pares ahora», rogué cuando se contuvo y los besos se
tornaronmenosapasionadosymásdulces.Élgruñó,indeciso,antesdevolverahundirlalenguaenmiboca.Empezó
amoversesuavementecontramíyentendíloquehacíacuando,apesardeque ambos seguíamos llevando la ropa puesta, sentí una oleada de deseoatravesarmey volversepocoapocomás intensa.Gemí ymeaferréa sushombros; nunca había sentido nada igual, nada tan arrollador. Y justocuando estaba a punto de acabar, la mano de Kayden se coló bajo elsujetadorysusdedosacariciaronconsuavidadmipecho, terminandocontodo mi control mientras me retorcía bajo su cuerpo presa de un placersofocante.Tardécasicincominutosenvolverarespiraraunritmonormal.Kayden
nosemovió.Nosquedamosallí,enelsuelodelacocina,mirándonosconuna sonrisa tonta en los labios. Apartó de mi rostro algunos mechonesrubiosyrevueltos,ymediounbesotiernoenlapuntadelanarizantesdedecir:«Serámejorquenoslevantemos,porqueestoymuertodehambre»,ynosupesilodecíaporlacomida,opormíyeldeseomásqueevidentequetodavíabrillabaensusojos.
Annie.
15Azúcarglasymerengue
Hanevado.Yesprecioso,comosialanochecerunmontóndeduendeshubiesenrociadoel
pradoconazúcarglasymerengue.Lanieve,blancaeimpoluta,brillabajoelsoly se asienta en los picos escarpados de las montañas y sobre cada brizna dehierba que días atrás se alzaba orgullosa y ahora se ha visto derrotada por lallegadadelcrudoinvierno.Salgo de casa dando saltos, todavía en pijama, con las botas y la chaqueta
puestaporencimaatodaprisa.Lospiessehundenenlanieveblandayhaceunfrío de mil demonios, pero todo es tan bonito que nada puede enturbiar mifelicidad. Escucho ladridos de perro a lo lejos y corro a trompicones por elsenderoqueconduceacasadeJohn;Caos se lanzahaciamícomoun locoencuantomevellegar.—Hoy ha madrugado la bella durmiente —grazna John burlón, antes de
girarseycaminarhaciaelcobertizodondese resguardan losperrosy tiene lasherramientas.Losigosindejardesonreír.—¡Nomedigasquevasasacareltrineo!¿Vamosairentrineo,John?Sueltaunajovialcarcajada.—Todavíano,muchacha.Haymuypocanieve.Nosufras, teaseguroquede
aquíaquepaselatemporadaodiaráselcolorblanco.—Imposible.Meencanta.—Trasagacharme,yariesgodequesemecongelen
losdedos,tocolanieve—.Esalucinante.Ymiralosperros,¡estánmáscontentosquenunca!—Esoesverdad.Essuentorno.Johnentraenelenormecobertizoparacogerlosutensiliosqueusaparacortar
leña y, mientras tanto, los perros se mueven ágiles de aquí para allá,persiguiéndose y jugando entre ellos. De hecho, Caos intenta escapar
despavoridodeunarevoltosaAkichaquenodejadeirtrasél.Sonrío.Megustaqueserelacioneconlosdemás.—¿Túnoteníashoyunacita?—preguntaJohn.—¿Unacita?—PensabaquehabíasquedadoconNilakparairaRainter.—Cojounadelas
herramientasquellevaenlasmanosporquevacargadohastalostopesycaminojunto a él hasta el lugar donde suele cortar la leña—. No deberías hacerleesperar;esechiconoregalaoportunidadesasítodoslosdías.—¿Quéquieresdecir?—Hacetiempofueungranmusher.Ymejorentrenador.Créeme,yotambién
medediquéaellocuandoeramásjovenyséloquedigo.Escúchalocuandotehableynolelleveslacontrariasoloportuorgullo.—¡Yonosoyorgullosa!—protestoconvozdepito,peroambossabemosque
miento. ¿Qué le voy a hacer? A veces me ofusco y no controlo misinseguridades.MesorprendequeJohnsepatantodemícuandomeconocedesdehacetanpoco—.Bueno,tienesrazón,serámejorquemevayaya.Ten,tedejoaquí esto—añado y deposito la herramienta junto al montón donde John hadejadolasdemás.Vivaldipasaamiladoymedaunlametazoenlamanoquemehacereír.—¡Pasadlobien!¡Yhazlecaso!—gritaJohnmientrasmealejosenderoabajo.Efectivamente,cuando llegoacasa,elcochedeNilakyaestáaparcadoaun
ladodelarcényélestáenmiporche.—¿Vasenpijama?—Baja lavistahastamispantalonesdealgodónderayas
amarillasynegrasenhonoralasabejas—.¿Enserio,Heather?Sonlasdiez.Yadeberíamosestardecamino.—Losiento,esquenuncahabíavistolanieveasí,tan…brillante.—Abrola
puertadecasa—.Entra.Notardarénadaencambiarme,deverdad.—Mástevale.Lodejoenelsalónyvoyavestirmealdormitorio.Mepongounosleotardos
bajolosvaqueros(muy)ajustados;debodehaberengordadoporquenuncaantesme había costado subírmelos. No tengo un espejo cerca, pero bajo la miradahastamismuslosantesdeemitirun suspirodederrotaycogerdelarmariounjerseydecolorverdementa.Mepongolasbotasy,alsalir,veoqueNilaksigue
depieenmediodelcomedor,comosileincomodaseestaraquí,sentarseotocarcualquiercosa.—¿Duermesenelsofá?Lamantayeledredóndeplumasestánahí,revueltos.—Sí.Nomegustalahabitación.Esfría.—¿Adóndevas?—¿Alcuartodebaño?—Alzounaceja—.Mefaltamaquillarme.—Deesonada.Vámonos.—Seencaminahacialasalida.—¡No!¡Espera!Soloseráunmomentito.¡Nilak!El aire gélido penetra en la estancia cuando abre la puerta. Mierda. Ni se
molestaenconsiderarlo.Me tragomimalhumor,cojo las llavesy lachaquetamásgruesaque tengoy losigoporelcaminorepletodenievequeconducealcoche. Una vez dentro, arranca, enciende la calefacción y nos ponemos enmarcha.Bajoelparasolymemiroenelespejorectangular.Mirostroestávacío,como
sireflejasemipropiapersonalidad,yesonomegustanada.Losojosdeungrisapagadomedevuelven lamiraday las pequitas quehay en el contornodeminarizestánalavistayparecenresaltarmásquenuncaencontrasteconlapalidezdelapiel,comosialguienlashubieserepasadoconlapuntafinadeunrotuladorenplenanoche.—¿Porquéhashechoeso?—¿Elqué?—Giraelvolanteconsuavidadenlacurva.—Nodejarquememaquille.—Porqueestarde—mascullayluegohaceunapausa—,yporqueestásmejor
así.—Noesverdad.Sabesquenoesverdad.Recuesto la cabeza contra el respaldo e intento relajarme y disfrutar del
paisaje,queestanbonitoquepareceunóleogigantequealguienhapintadoconmimoytiento.Nohaynieveenlacarretera,perosíaloslados,enlosarcenes,ysobrelascopasdelosabetosyalgunosmatorrales,aunqueparecequenodurarámucho.Tardamos poco más de media hora en llegar a Rainter. Nilak para en un
aparcamientoynosacercamosandandohastaunatiendadeportivaquetambién
vendesuplementosnutricionalesyunmontóndematerialdemontañismo.—Necesitarás ropadeabrigoparacorrer—comentamientras recorremosun
largopasilloqueconducehaciaotrahilerarepletademochilasyprismáticos.Cuandollegamosalasecciónderopafemeninamequedomirandolasmallas,
camisetasychaquetasquecuelgandelasperchas.Metoenlacestaunconjuntoazulyotronegro.Nilakcogeelúltimoyvuelveadejarloensusitio.—Oscurono.Estesí.—Pillaelmismomodeloenunrosafosforitoquehace
queme sangren los ojos del horror—. Pronto será de noche casi todo el día;cuantomásvisibleresultes,mejor.—¿Quéquieresdecirconeso?Losigohastaelpasillodondeestánlaszapatillas.—¿Es que no sabes nada de Alaska? Las horas de luz son escasas durante
buenapartedelinvierno.Acabarépensandoquenomentíasaldecirquellegasteaquíporunpóster.—Esquenomentía—siseo.Sus ojos encuentran los míos y se quedan ahí unos instantes, mirándome
incrédulo.Luegochasquea la lenguayevalúa la sueladeunade las zapatillascomosienesetrozodegomahubiesealgolamardeinteresante.—¿Erespronadoraosupinadora?—¿Qué?Nolosé.Yatehedichoquesimplementecorro.—Estábien.Hazeso.Corredelantedemí.Seapartaaunladodelpasilloparadejarmeespacio.—¿Esnecesarioquememiresasí,tanfijamente?—Intentosabercómoestupisada,Heather.Emito un suspiro lastimero. Pensar en él contemplándome me pone muy
nerviosa.Depronto,recuerdoqueestamañanacasinomeentrabanlosvaquerosyqueestoymásgorda,ymepreguntocómoseréantesusojos.—Heather.Corre.Ya—ordena.—Vale,vale.Trotohastalapareddelfinalsintiéndomecomounpatocojoentretantaropa
gruesayajustada.Al llegarallí,doylavueltayregresohaciaélconlamiradaclavadaenelsuelo.—Levantalacabeza.Llevasmallapostura.
—Eslacostumbre—digoyparoasulado.Asientesindejardeojearotravezlaseccióndezapatillasy,despuésdetocar
lasueladeunadeellasydoblarlaparavalorar la flexibilidaddelmaterial,mepregunta el número que gasto y un minuto más tarde avanzamos hacia otropasilloconunasdeportivasnuevasenlacesta.Salimosdelatiendaconunmontóndecosas,incluidounarnésconunacuerda
máslargaparaqueCaostengamáslibertad.UnavezhemosdejadolasbolsasenelmaleterodelJeep,loconvenzoparairalmismosupermercadoquevisitéconSialukySethhacesemanas.Él cede a regañadientes y vamos hacia allí caminando por las resbaladizas
calles. Una fina película de hielo recubre los adoquines y todavía hay nieveacumulada sobre el capó de muchos vehículos y las esquinas que el sol noconsigue acariciar.Observo el cielo, tan liso, tan limpio, y sonrío tontamente,porqueporfinsientounpocodecalmaenelpechoycreoqueestoyenellugarindicado,enelmomentoindicado,y…—¡Joder,Heather,tencuidado!Nilakmesostienecogiéndomedelasolapadelabrigo.Heestadoapuntode
caer. Las suelas de estas botas son muy escurridizas y eso me recuerda quedebería comprarme ropa de invierno. Nuestras respiraciones se alzan comohumoblanco frente a nosotros.Él se quedaquieto, todavía sujetándome, y yocontengo el aliento cuando susojos lapislázuli descienden con lentitudpormirostroypermanecensuspendidosenmislabiosduranteunosinstantesquesemeantojaneternos.—Perdonen,¿podríandecirnossielpicoDimaquedalejos?Nos giramos hacia el coche que acaba de parar a nuestro lado y Nilakme
suelta de golpe como si hubiese estado sosteniendo una bomba nuclear. MeapartoyesperotrasélmientraslesexplicacómollegarhastaInovikLakey,deahí, dirigirse al pico Dima. El vehículo desaparece por la calle poco despuésescupiendohumoyambosretomamoselpasocomosinohubieseocurridonada.Perohaocurrido.Creo.Tomoaire.Estoydelirando.Hay bastante gente en el supermercado y tardo unos minutos en conseguir
preguntarle a la dependienta si han llegado barritas Twix. Sus cejas
perfectamentedepiladassearqueanconsuavidad.—¿BarritasTwix?No,cariño,losiento.—¿Hemos venido aquí solo para buscar eso? —Nilak me fulmina con la
miradaencuantolachicadesapareceparaatenderaotrosclientes.—Sí—admito—.¿Nolashasprobado?Estándemuerte.Tuerceelgesto.—Nosvamos.Piensoendetenerlo antesdequeatraviese laspuertasdel supermercadocon
pasodecidido,peroalfinallosigo.Queríacomprarpaquetesdefritos,peronocreoqueaNilaklehagamuchagracia.Casitodossabenyaqueenesoseresumeamenudomialimentación;puedocomermeunabolsitaalmediodíayaguantarsin nada más hasta el día siguiente. O abrirla por la mañana, racionarla, e irpicoteando hasta que cae la noche.Aunque ahora que John está empeñado encebarme como si fuese un pavo de Navidad, lo hago mucho menos. Voy atemporadas. Siempre he sido así. Hago las cosas a trompicones, como si meatascaseyluegoavanzasedegolpe,sinfluidez.Nuncafuiunadeesaspersonasquetienenunproblemademanual,porquemigranproblemaensíeraelcaos,lascontradicciones,losaltosybajos,lainestabilidad;podíapasarmeunasemanaatiborrándomedecomidabasuraynocomernadadurante lasiguiente,o tenervariosmesesbuenosyluegovolveracaer.—Almenosmedejarásiraalgúncentrocomercial,¿no?—Lomásparecidoaesoesunatiendafamiliarquevendetodotipodecosas.
—Caminasinmirarme—.¿Quéesloquenecesitas?—Másropadeabrigo.Aquíunanunca tienesuficiente.Tambiénunchampú
paraelpeloquenomelodejecomounestropajo,aserposible.Ybastoncillosparalosoídos,unasorejeras,ambientadorparaelhogar,detergenteenpolvo…—Vale.Nohacefaltaqueloenumerestodo.—Túhaspreguntado.Escondounasonrisaalverlopresionarloslabiosparanocaerenlatentación
de contestarme.Andamosunbuen tramopor las calles deRainter y, esta vez,estoy pendiente de dónde piso para no volver a tropezar. En algunos rinconestodavía queda nieve, aunque está sucia y derritiéndose. Quiero que vuelva anevar.No sé cómo John puede pensar que terminaré cansándome de algo tan
alucinante;elsoldeSanFranciscoestásobrevalorado.Al llegar al pequeño comercio voy directa a la sección de ropa. Casi todo
parece hecho para amas de casa con pinta de hornear pasteles de lunes adomingo, pero la sección de vaqueros es bastante decente. Cojo un par dedistintocolorylosalzofrentealasnaricesdeNilakmientraslomirodubitativa.—¿Cuáltegustamás?¿Negrosogrises?—Teesperofuera—gruñe,ydesaparecedemivista,así,sinmás.Unadependientaquellevaelpelorecogidoenunmoñoinformalseacercaa
mí;sucabelloesdeuncolorrubiomuyclaro,comoeldeSeth.Mesonríe.—Casitodosloshombresodianirdecompras—dicecontonodulce—.Dime
quénecesitasyteecharéunamano.—Esteodiacualquiercosa—murmulloporlobajoyluegosueltounsuspiro
—.Buscabaunpantalón,peroahoramismonosécuálesmitallaymenossimepongoleotardosdebajo,porqueentoncescambia.—Tenemosunos leotardos térmicos,muyfinos,queaíslandel fríoyabultan
poco.Ven,sígueme,telosenseñaré.Veinte minutos más tarde, arrastro una cestita a rebosar de ropa y estoy
buscandoenlaestanteríallenadechampúsunoespecialparacabelloseco.Nilakapareceamilado.Hueleatabaco.Haestadofumando.Metiendeunacajitaconbastoncillospara losoídosyyolaaceptoy ladejo juntoalrestode lacompratrastomármelocomoungestoensondepaz.—¿Quétefalta?Cojo un champú con un envase de color rosa pálido que promete dejarte el
pelo lisoybrillantegraciasaunasperlasdelHimalayaono séqué.Da igual.Casinuncafuncionan.—Yaestátodo.Nilakmequitalacestadelamanoylallevaélhastalacaja.Alsalir,losdos
vamos cargados con un par de bolsas y, aunque no habíamucho entre lo queelegir,estoybastantesatisfechaconlacompra.Regresamosalcoche,lodejamostodoenelmaletero,y,cuandoestoyapuntodeabrir lapuertadelJeep,élmefrenaalhablar.—¿Teapetececomeraquí?—¿Aquí?¿Dónde?—Miroconfundidaamialrededor.
—Enunsitioqueconozco.Estáalotroladodelpueblo.—Vale.No digo nada más porque todavía no estoy segura de que esto no sea una
especiedebroma,aunqueesbastantedifícilteniendoencuentaqueNilakcarecede sentido del humor. De cualquier tipo. Aun así, permanezco expectantemientras avanzamos con el coche entre las calles y aparcamos en otra zonadiferente.Deduzcocuáleselsitiodelquehabladeinmediato,porqueeselúnicolocal
decomidaquehaya lavista.Alentrar,misojossepierdenen lacaóticaperoconfortabledecoración.Elsueloajedrezadoapenasllamalaatenciónfrentealosbanderines de colores, las numerosas matrículas de diferentes estados quecuelgandelasparedesylasbotellasvacíasdecristalqueantesdeserdecorativasfueronrefrescos.Nos sentamos al fondo, alejados de las otras dos parejas que ya están
comiendo.Lossillonessongranatesy formanunaele;unavez trabajédurantecatorcedíasenunbartípicodecarreteraqueteníaunasmesassimilares.Nilakme tiende una carta y suspira hondo; sus piernas casi tocan las mías bajo elreservado.—Hacenlasmejoreshamburguesasdelazona—dice.—Yaveo.—Terminode leer la carta, que esbásicamenteunhomenaje a la
hamburguesa—.Creoquepediréunaextradequeso.Cuando la camarera se acercapara tomarnosnota,Nilakpide lomismoque
yo.Luegosequedamirandoconatenciónunpósterenmarcadodeaspectoretrocon varios triángulos encajados entre sí y el dibujo de un oso grizzly en elcentro.Yotambiénloobservounosinstantes,peronoveoquétienedeespecial.—¿Tegustanlososos?—preguntoanimada.Bajalavistahaciamí.—Losodio.—Ah,vale.Nossirvenlashamburguesasy,antesdehincarleeldiente,ledoyuntragoala
Coca-Cola.Nilaknomentía.Tienenunapintaincreíble:elquesosefundeporelborde, las patatas fritas están doradas, en su punto, y los aros de cebollacrujientesysabrosos.Cuandovuelvoaalzarlamirada,descubroqueélyaseha
comidocasilamitaddedosbocados.Doyunmordiscoalamía.—¿Siemprehasvividoaquí,enAlaska?Emite un gruñido que tomo como un sí y sigue comiendo. Me remuevo
incómoda.¿Porquéestandifícilmantenerconélunaconversaciónnormal?Ese«fenómeno inusual» que consiste en que una persona diga algo y la otrarespondadandopie a otro comentarioy creandouna cadenade frasesque, enresumen,seconocecomo«hablar».LoqueenteoríaimplicaríaqueahoraélmepreguntaseamíalgosobreSanFrancisco,peronolohace.Encambio, trasunlargominutodesilencio,dice:—¿Noestásleyendonadaahora?Lomiroyluegosonríolentamente.Séqueestáintentandosersimpático.—Sí,¿telocuento?Él asiente con la cabeza. Dejo la hamburguesa en el plato yme limpio los
dedosconlaservilletadepapel.Lociertoesqueellibroqueestoyterminandonoesdemasiadointeresante.Yentoncespiensoenquépasaríasimeinventaseunahistoria.Aúnmejor.Unahistoriasobremí.Mihistoria.Mivida.Nuncahesido sincera con nadie, ni siquiera con el psicólogo que me asignaron a losdiecisiete.Podríadesahogarmesinqueélllegaseasaberlojamás.Nerviosa,tragosaliva.—Lanovelasecentraenlahistoriadeunachicaquesehaceamigadeotraque
le cambia la vida. —Nilak apoya un codo en la mesa y me presta toda suatención. Dudo unos segundos, pero al final prosigo—. Al principio todo esgenial, hasta que ocurren cosas y se da cuenta de que Alison es unamanipuladora que se mueve por interés, que no deja nada al azar y necesitacontrolarlo todo. Como ocurrió hace cuatro capítulos, cuando le enseñó a laprotagonista cómo vomitar. —Me obligo a dejar de mover la pierna bajo lamesa;tengounnudoenlagarganta.Nilakalzalascejasconsuavidad.—¿Vomitar?Asiento,cojounapatatafritaylamordisqueosinapartarlosojosdelasvetas
demaderaquerecorrenlasuperficiedelamesa.—Sí.Piensaqueestáunpocogorda.Asíque,bueno,antesdelbailedeotoño,
insistió durante semanas para que fuese a su casa a probarse la mitad de suarmarioyluegolahumillódiciéndolequeeraimposiblequelecupiesesuropayque, aunque lo hiciese, no se la dejaría porque la ensancharía. Entonces leexplicócómolohacíaella.Lamaneraqueutilizabaparadeshacersedetodoloque…todoloquesobraba.—¿Yterminóhaciéndolecaso?—Noenesemomento,perosípocodespués.Pordesgracia.Laverdadesque
laprotagonista esunpoco tonta, así que sí, unas semanasmás tarde, se sintióllenaygrandeypocoatractiva,asíquesemetióenelcuartodebañoehizoloqueAlisonlehabíaexplicado;luegosequedóallí,enelsuelo,conlagargantaardiendo y lágrimas en los ojos no por lo que acababa de hacer, sino porqueentoncesfuecuandosediocuentadequenosequeríanadaasímisma.Depronto,elsilencioquenaceentrenosotrosmeparecedemasiadodensoy
temohaberme implicadomásde la cuenta enel relato, asíquepiensoenalgodistendidoqueañadircomo«enrealidadlahistoriaesunpocolinealynopasagrancosa»,o«pecadeexcesodedrama»,peroélsemeadelanta.—Seteestáenfriandolahamburguesa.—Nopuedocomeryhablaralmismotiempo.—Vale.Nohables.Come.Suspiro sonoramente haciéndole partícipe de lo que siento y, mientras me
comootrapatatafrita,loveolamerseloslabiosantesdeterminarlaCoca-Colayrecostarsesobreelrespaldodelsillóngranate.—Tambiénpodríashablartú—propongo—.Cuéntamealgo.—¿Cómoqué?—Nosé,cualquiercosa.Algocurioso.Conairepensativo,sefrotaelmentónconeldorsodelamanomientrasvuelve
afijarlosojosenelpósterenmarcadodeldibujodeloso.Sugestosecontrae.—¿Sabesdedóndevieneelnombredelbar?—¿Lemmini?Niidea.—LoslemminisonunatribuderoedoresquevivenenlastundrasdeAlaska.
LosabuelosdeSethseconocierondeniños,cuandoellaperseguíaaunodeesosanimalesytropezóconél,asíqueañosmástardesumaridollamóasíalbar,amododebroma,comoalgorománticoyfueunabuenaidea,porquealosturistas
les gustan los lemming.—Le doy otro bocado a la hamburguesa sin dejar deprestarleatenciónynosésiesporelhechodevermecomeroporquerealmentevequemeinteresaloquedice,perosiguehablando—.Sealimentansobretodode hierbas, raíces y frutos, y existe un mito sobre ellos que los hizo muyfamosos.—¿Quémito?—Cómetetambiénlosarosdecebolla.—Vale.—Antiguamentesecreíaque,pararegularsupropiociclodereproduccióny
evitarlasobrepoblación,loslemmingssesuicidabanenmasaarrojándosealmar.Dehecho,DisneyganóunOscarconeldocumentalWhiteWilderness,dondeungrupodelemmingssaltabaaunrío.—Haceunapausayapoyalosdedosenlamesa;megustansusmanos, laformaangulosadelosdedos, lascutículasalgolevantadas,masculinas.Bajolamangadelsuéteroscuroapenasquedanalavistadosotrescentímetrosdelacicatrizquelerecorreelbrazo;cuandoadviertequelaestoymirando,apartalamano—.Peroloscientíficosnoestándeacuerdoconelmito. Además, el documental causó cierta controversia porque se sospechaquecogieronloslemmings,losllevaronallugarderodajeyluegolosasustaronylosobligaronatirarseporelacantilado.Lomirohorrorizada.—Pobreslemmings.¿Hablasenserio?—Sí.—Seestiraunpoco.—Entoncesnoescierto.Nosesuicidan.—No.Soloesunmitonacidoaraízdesumalaorientación.—Seinclinahacia
delante, señala el último aro de cebolla quequeday yoobedezco sus órdenessilenciosas yme lo llevo a la boca—. ¿No sería extraño que un ser vivo sincapacidad para sentir tristeza o desolación se suicidase? Es tan contradictorioquecarecedelógica;quelanaturalezahagaquealgonazcayqueesealgoquieraeliminarse a símismo. Estamos hechos para vivir. Incluso deseandomorir, elinstintoteimpulsaaseguiradelanteundíamás.—Sequedaunossegundosensilencioyluegoseponeenpiebruscamente,comosiacabasededarsecuentadequellevahablandomástiempodeloqueprobablemente lohahechoenmeses—.Termínatelacomida.Iréapagar.
Abrolabocaparacontestar,peromesilenciaconlamanoyseencaminahacialabarratraslaqueaguardalacamarera.Estoyllenacuandoregresamosalcoche.Apenashablamosduranteelcamino
deregreso.Apesardequeespocomásdemediodía,yaestáoscureciendoylasprimerasestrellasempiezanaaparecerenelcielo.MepreguntosiNilaksabrásobre constelaciones y formas y curiosidades relacionadas con la astrología.Apoyolafrenteenlaventanillalateralymeaflojoelcinturóndeseguridadconlamanoporquellevotantaropaquemesientoapretujadacontraelasiento.—Nohagaseso.Pontebienelcinturón.SueltolacintagrisáceayNilakaumentaunpocolacalefaccióncuandoveque
mefrotolanarizenrojecida.Alllegaracasayantesdequepuedaabrirlapuertadelcoche,mecogedelbrazoymeobligaamirarlo.—¿Siguesvomitando?—¿Qué?—Nohagasquetelovuelvaapreguntar.—¡Teestásequivocando!—Heather…Me tiemblan las manos cuando busco el seguro de la puerta, pero al final
consigo abrir y salir del vehículo. Aquí todavía queda nieve en el suelo, laquitanievessolopasaporelcaminoprincipalqueconducealpueblo.Elcorazónmelateenlosoídos,porqueloescuchofuerte,acelerado.Nilaktambiénsaledelcoche,lorodeaymetiendelasbolsas.Seinclinahaciamí.—Nopretendíasonartanbrusco,solo…—Pueslohashecho.—Yalosé.Ylosiento.Nosmiramosensilencio,arropadosporelsusurrodelashojasdelosárboles
queseagitanmovidasporelviento.Vuelvoafrotarmelanariz.Tengoganasdellorar.Bajolavistacuandohablo.—Dejédehacerlohaceaños.Nilakparecesopesarmirespuestaunossegundos.Luegomedaunbesoenla
frentequeesapenasunroce,yvuelveasubiralcoche.Nomemuevomientraslaoscuridadengullelaluzquedesprendenlosfarosdelvehículo.
Noséquéhasidoeso,peroestoytemblandoynoporculpadelairegélido.Me quedo ahí un par de minutos, recreando el tacto de sus labios cálidos
contramipiel,hastaqueal finalentroencasa.Caosnoestáe imaginoquesedebe a que es la horade su segundopaseodel día.Me siento en la alfombra,frentealachimenea,yreflexionosobrelaposibilidaddeencenderlaporquehaceunfríodemildemonios,peroalfinalnolohago;tansolocolocolostroncosylosdejóahí,sinencender,formandounaespeciedetiendadecampaña.Cierrolosojoseintentorecordaresaprimeravez.Eltactodelosazulejosfríos
delbañocontralaespaldaylodifícilquefuevolveraponermeenpie,salirdeallíyregresaramihabitacióncomosinohubiesepasadonada.Nohabíanadieen casa. Me senté en el escritorio y observé a contraluz el pisapapeles queMatthewmehabíatraídolasemanaanteriordeunodesusviajes;eradecristal,yenelcentrohabíaunapiedradeámbarqueguardabaensuinteriorundiminutoinsecto.Matthewsabíaqueelámbarmeencantaba.Megustabaporque,apesardesucolorcaramelo,eratranslúcidoypermitíaverloqueocultabadentro.Eraesatransparenciaengañosaloquemeatraía.Mepreguntéporquéyonopodíaserigual.Serámbar,colorida,yalavezno
tener sombras ni rincones opacos. El rostro de Alison acudió a mi mente yentonces lancé el pisapapeles y se hizo añicos contra el suelo. Cuandomamállegóacasa,mehabíalavadolosdientesmásdecuatrovecesytodavíamedolíalagarganta.Miróloscristalitosquebrillabanporelsuelodelahabitación.—¿Quétepasa,Heather?—Nada.—Pestañeéparano llorar—.Semehacaídoelpisapapelesqueme
regalóMatthew.—Quélástima.Dejóelbolsosobremicama,cogiólapapeleraquehabíabajoelescritorioy
tiródentro los trozosmásgrandes.Medolióverlaahí,agachadacomoantaño,recogiendoalgoqueyoacababade romper.Poraquelentonces, teníadieciséisañosyseguíamosestandounidas,apesardequecadadíaquepasabacompartíamenosconellaymásconAlison.Mesentésobreeledredón.—¿Puedeshacermeunatrenza?—¿Ahora,Heather?Acabode llegar.Ymiracómo tienes tuhabitación, está
hechaundesastre.Meprometistequedoblaríasyguardaríaslaropalimpiaenel
armario.—Porfavor,mamá…Creoquenotóalgoenmivozquehizoqueseacercaseamíymesoltaseel
oscurocabellode lagomaque losujetaba.Mediounbesocálidoen lasienyluegoempezóasepararconmimolosmechones.Cerrélosojos.Meencantabaque me trenzase el cabello. Sentir sus manos moviéndose a mi espalda, elpequeño tirón que me daba cada vez que tensaba un mechón para rodear elsiguienteydespués,al terminar, lasensacióndelimpiezaydeordenal tenerlorecogido.Lonecesitaba,porquepordentromesentíadefectuosa,enredada.
16
29dediciembreQueridodiario,
HaceunosdíaslecomentéaKaydenquemegustaríapresentarleprontoamamá,ahoraquellevamosvariosmesessaliendoylosexámenesparcialesyahanpasado.Aélleparecióbien,perocuandolepreguntésiqueríaqueyo tambiénconociesea su familia,medijoquehacíamásde cuatroañosquenosehablabaconellos,desdequesemarchódecasa,ylosoltóasí,sinpestañear,comosinofuesealgoimportante.No sé, ahora mismo estoy confundida y no entiendo cómo ha podido
ocultármelodurantetantotiempo.Séquenuncaanteshabíasalidoeltema,peroesunadeesascosasdelavidaquetemarcanyquesesuponequeunonecesita hablar con alguien de confianza. No deja de ser su familia. Suspadres. Su hermano. ¿Cómo puede no echarlos demenos? Kayden no esfrío.Nuncaesfrío,sinotodolocontrario,perocuandolosnombró…vialgodiferenteensumirada.Últimamentehemostenidoalgunasdiscusiones.Yodiodiscutirconél,porqueescomoecharaperderelpocotiempoque
tenemos para estar juntos. Ni siquiera hemos podido encontrar un huecoparavolveraquedarensupiso.Kaydenmeaseguróquelapróximavezquefueseallímeprepararíaunacenaespecialyluegoveríamosunapelículaenelsofáydormiríamosjuntos,abrazados.Peroal finalhaestadoliadocon
temas de trabajo; tuvo que viajar el fin de semana pasado y yo teníaalgunostrabajosqueterminarytampocoquiserecordarlequemelohabíaprometidoymeterlemáspresión.Todavía seguimosalgo tensos tras laúltimadiscusión.Nohadejadode
llamarmecadadía,avecesmásdeunavez,perolonotoinquieto.Opuedequesolo sean imaginacionesmíasporque ledoydemasiadasvueltasa lascosas, pero no consigo evitarlo; siempre he sido así, un poco obsesivacuandounpensamientosemequedaatascadoenlacabeza,comosituvieseque encontraruna solución.Y lopeor esque, cuando intentéhacerlo, lascosassecomplicaronaúnmás.Sabiendoquenoteníaconquiéncelebrarlo,decidí invitarlo a pasar el día deNavidad enmi casa.No hacemos nadamuyespecial,perosueleseragradable;vieneunavecinaqueenviudóhacepoco y es encantadora, y la familia de Yakone (nuestras madres se hanvuelto íntimasy llevandesdeoctubrehablandoderecetasysalsasparalacena).PeroKaydendijoqueno.Senegóavenirymeaseguróqueélestaríabien,queestáacostumbrado
a pasar solo esas fechas. ¿Quién puede «acostumbrarse» a algo así? Estriste.Nomegustóimaginármelosolo,ensupiso,cenandocualquiercosa,yapenaspudeprobarbocadoapesardelasinsistenciasdemamá.CuandoselodijeaKayden,contestóque«noentendíacuáleraelproblema».Ynopude evitar enfadarme y explicarle que el «problema» era que ahoraéramosdos,estábamosjuntosenesto,ynopodíahacerlascosassinpensarencómosesentirálaotrapersona.Esoesloqueéldicesiempre,¿no?,quesoysumitad.Puessupongoquetendráquedejardemirarsesolosupropioombligo y comportarse en consecuencia. ¿Qué sentido tiene que sea esaotrapartedeélsinomenecesitaparatomarsuspropiasdecisiones?
Annie.
17Siqiniq
Nilakesimplacable.Laprimerasemanamehizotrabajarduro.NoentrenamosconCaos,sinoque
secentróenmí,encorregir lapostura,enreducir los tiempos,enevaluarcadamínimacosaquehacíamientrascorría.Mesentí comouna ratade laboratorioantesusojos,peroagradecíquenovolvieseasacarel temade lacomidaniapreguntarme nada personal. Tan solo corrimos cada día un rato en silencio,bordeandoellago,juntos.Nuestra rutinasiguió intactacadadía,menosel jueves,cuandoélparóenel
muelle,comosiacabasedellegaralfindelmundo,ysequedóallí,unosmetrosalejado,conlacapuchadelasudaderapuestaylosojosclavadosenelaguaencalma.Noséexplicarporqué,perosupequeestabapensandoenloquesentiríaalcaer,alhundirseenlaprofundidaddellago,alnotarelaguagélidarodeándoleycolándoseensuspulmones…—Vámonos.—Lo cogí de lamanga yNilak despertó de aquella especie de
letargo—. ¿O es que ya no puedes más? —Me burlé con la intención dedistraerle y élme siguió por el prado que conducía hacia el sendero, el únicolugardondenohabíarastrodenieve.Ahora tengo los gemelos doloridos tras el duro entrenamiento de ayer yme
cuestahastadarunpardepasosparaatenderalosclientesquevanllegando.Nopenséquesetomaríatanenseriolodeayudarmeapracticarcanicross,peronomequejoynosoloporqueseaunadistraccióneneste lugardondeapenashaynadamásquehacer,sinoporqueademásmegustapasartiempoconél.Creíquedespuésdequedescubrieseunodemismuchospequeños secretosme sentiríaincómodaasulado,perohasidojustoalrevés.Liberador.Comorespirarmuyprofundamente.Yluegoestáelhechodequecorreresrealmenteloúnicoqueséhacer.Nose
lodijedebromaensumomento.Educaciónfísicaeramiasignaturapreferidaenelinstituto;concentrarmesoloenmicuerpo,enloquepodíaonopodíahacer,en lo fascinante que resultaba forzar el músculo un poco más cuando parecegritarte que pares de una vez por todas; es como desobedecer las señales queenvíatucerebro,retarteatimismo.—Faltan dos halibut con crema de calabaza —digo en cuanto entro en la
cocinayrepasolascomandasquehecolgadoallíhaceunrato.—Yacasiestán.—Sethseinclinasobreunodelosplatosyañadelacremaa
unladodelpescadoblanco—.Ten,llévatelos.Yestoesloquetienestambiéntúparacenar,vehaciéndotealaidea—añaderiéndose.«Genial»,piensoconsarcasmo.Creoque,entodamivida,jamáshabíacomidotantopescado.Semeacabará
quedandocaradepez.Resultaque,comounadelascondicioneseramejorar laalimentación,Nilak
pensóquecadanochepodríallevarmelassobrasacasa.Ayerledijequeestabaengordandodemasiadoycontestóalgoasícomoque«elmúsculopesamásquelagrasa»,peromesiguepreocupando,apesardequeestoyenunbuenpuntoencomparación a donde estaba antes.No quiero volver a caer ni verme horriblefrentealespejo.Cuandoacabalajornada,cojolatarteraconmicenaymedespidodeSethcon
un beso en lamejilla. Nilak ya está fuera. Ahora sale siempre cincominutosantesdecerrar,sefumauncigarromientrasvahaciaelcocheyluegomerecogeen la puerta del bar. Sé que sigue fumando, no porque me lo diga o le veahacerlo, sino porque el olor del tabaco es demasiado característico como parapasarloporalto.—Prometequevendráseldomingo—insisteSeth.—Nosésipodré.—¿Tienesquematarlashorascazandomoscasoalgoasí?—Qué gracioso. Te recuerdo que ahora tengo un entrenador personal muy
exigente con complejo deForrestGump. Hago cosas. Y tengo pendiente unapartidadeajedrezconJohn.Sethmeregalaunasonrisainmensamientrasseponesugorrodelanaazuly
luegocogelasllavesdelapersianadelbarqueestánsobrelabarra.
—La hora del té es a las tres. Ya sabes que a Naaja no le gusta laimpuntualidad.—¡Nohedichoqueiría!—Más te vale hacerlo si no quieres queSialuk te lleve a rastras.—Abre la
bocayvuelveacerrarlay,depronto,semuestraconfusoyvacilante;setocaconlosdedoslosmechonesrubiosquelecaenporlafrente—.Meestávolviendounpoco loco con esta boda, ¿sabes? Creo que necesita una amiga con urgencia.Cambia de opinión unas mil veces al día y el otro día estuvo tres horashablándomedeunatartadefrutosrojosdetrespisosque,finalmente,noquiere.Entonces, ¿para qué me explicó las cantidades exactas de cada ingrediente ycada paso de la receta? Sialuk no es así. No es tan… chica. No en un malsentido. No, no he querido decir eso. Me refiero a que a ella no suelenpreocuparlecosasdeeseestilo.Noconsigoreprimirlarisa.—Nosufras,esmuynormal.Yaselepasará.—Pero,¿vendrásatomarelté?Habráunmontóndepastas.Vamos,Heather,
séunabuenaamiga.Sethsetambaleacuandoloabrazoconfuerza.Nosésihasidoporquelafalta
decariñoquearrastroempiezaaserpreocupanteoporelhechodeoírledecirenvoz alta que me considera su «amiga», pero necesitaba hacerlo. Huele aespecias.Sethescocina.Yseguridad.Ycosasbuenas.Tantransparente…Lapuertade lapersianachirríacuandoNilak la levantaunpocoparaentrar.
Trasromperelabrazo,leaseguroqueiréeldomingoacasadeNaajaycojolabolsa con mi cena antes de seguir a Nilak hasta el coche, que ha dejado enmarchayconlacalefacciónencendida.Nomemiraniunasolavez.—¿Quétepasa?—pregunto.—Nada.Poneel frenodemanoconbrusquedadencuanto llegamosa casa.Lanieve
quetodavíaquedabrillabajolaluzdelosfarosdelvehículo.—¿Mañanaentrenamos?—Sí.LoharemosconCaos.—Deacuerdo.LavozdeNilakmefrenaantesdequeabralapuerta.
—SabesqueSethsevaacasar,¿no?—¿Perdona?—Olvídalo.—¡No,noquieroolvidarlo!—Megirohaciaélalzandolavoz.Nilaksujetael
volante, impasible, y su rostronomuestra ni rastro de emoción—. ¿Qué estásinsinuando?—Estabasabrazándole—susurra.—¿Yqué?Losamigosseabrazan.—Bien.Entraencasa.—¿Quédemoniostepasa?¿Estásceloso?Nilak frunce el ceño con lentitud, como si no se le hubiese pasado esa
posibilidadporlacabeza.Noséporquélohedicho,pero,joder,mehadolidoloquesugeríansuspalabras.Puedequemehayatropezadocontodasycadaunadelaspiedrasqueheidoencontrándomeenelcamino,yquizáporellohiciesedañoa personas que no se lo merecían, pero jamás le haría nadamalo a Seth o aSialuk.NiaJohn.Nianadie.OdioqueNilakmesigaviendocomoaunaintrusaquehallegadoaquíparadesbaratarsuvidayladelossuyos.Antesusilencio,elcorazónmelateconfuerzaysemesecalaboca.—¿Porquénocontestas?—Porquenoquierohacertedaño.Bajadelcoche,Heather.—No,notecortes,diloquetengasquedecir.Nilak suspira hondo y tamborilea con los dedos sobre el volante antes de
clavar sumirada enmí.Yes intensayprofunda;me sobrecogeymedeja sinaliento.—Jamás podría sentir celos por alguien como tú, Heather. ¿Por qué iba a
hacerlo?Eresignoranteeimpulsivaynohaynadaentique…Secalla.Loveocontenerse,tensarlamandíbula,perodeduzcoloquequiere
decir, «no hay nada en ti que me guste». Lo sé porque llevo muchos añospensandolomismo,peroenestemomentoloodio.Loodioporrecordármeloynotardenuevoestaansiedadenelpecho.Dicealgomás,peroloignoroysalgodelcoche,ycaminoatodaprisahastallegaralporcheymetermeencasa.Respirohondo.Oigocómogolpealapuerta,peronoabro.Pasadosunosminutos,semarcha.
Bien.Esmejor así.Mequedoun ratomás sentadaenel suelo, con la espaldarecostadaenlapared,hastaqueelfríosevuelveinsoportable.Dejoenlacocinalacena,mecambioderopaymetumboenelsofá,bajolasmantas.Noquieroleer.Noquierocomer.Noquieropensarennada.Ojalápudiesedesaparecerdelmundounpardehorasaldíay luego regresar, sonreíry fingirante losdemásquetodoestábienenmí.Peronoesverdad.Nadaestábien.Nada.
Elsábadonovoyatrabajar.LedigoaJohnquemeencuentromalylepidoquecuando vaya al pueblo pase por Lemmini para avisar a los chicos. No tengofiebrenimeheresfriado,peromedueleelcorazón.Losmédicosdeberíanpoderescribir algo así en sus diagnósticos: «Dolor profundo en el pecho, caída deautoestima,altoriesgodemuerteportristeza.Serecomiendareposourgente».NomesientoasíporloqueNilakpiensademí,porelhechodequeleparezca
poco interesante e ignorante. Me siento así por todos los recuerdos que suspalabras han despertado, por todas esas veces que me he visto diminuta yestúpida. Ahora no quiero encontrarme con él, volver a enfrentarme a suspalabras.Asíquemequedotodalamañanahaciendonada,esperandoaqueel tiempo
pase,hastaquedecidoiraveralosperrosymesientoconellos,enelprado,alaesperadequeJohnregresedelpueblo.Cuandolohace,damosunpaseoporelbosquecon lamitadde lamanadaynomepreguntaporquénoparezcoestarenferma.Mástarde,meocupodellevarlostroncosalcobertizomientraséllosva cortando, y después comemosy pasamos el resto de la tarde escuchando aBachy jugandoalajedrez.Paraseguirconnuestra tradiciónhabitual,meganatodaslaspartidas.Al día siguiente me digo que una promesa es una promesa y voy andando
hastacasadeNaaja.Cuandollegoesaúntempranoyestoyagotadaymuertadefrío.Todosmerecibenconsucaracterísticahospitalidady,mientraspreparaneltéyseterminandecocerlaspastas,subimosalahabitacióndeSialuk.Sethsesientaenlacama,alladodeunarevistaabiertaquemuestraunvestido
denoviaconveintecapasde tulygasasquecaenpor la faldacomosi fuesen
escamashechasdevaporosatela.LoseñaloconlacabezaylesonríoaSialuk.—¿Haciendoplanes?—Esointento.Esmásdifícildeloqueparece.—Ya veo…—Cojo la revista y le echo un vistazomientras advierto por el
rabillodelojocómoSeth ledaasunoviaunbeso tiernoen lasieny luego laabrazaantesdequeellaprotesteporelfuerteachuchónyseaparteaunlado—.¿Tienesalgopensado?—Algo,peropocacosa.—Sialuksetrenzaelpelocongestoausenteymanos
hábiles,sinnecesidaddemirarsealespejo—.Megustaríaquefuesealairelibre,en la temporada de nieve.Lo que todavía no tengo claro es dónde podríamoscelebrarlacomida;tampocoquieronadaexagerado,sololafamiliaylosamigos.—PodríaserenLemmini—proponeSeth,vacilante.—¿Allí?Esunpoco…,nosé,raro.—LanarizchatadeSialuksearrugacon
suavidad.—Elegiríamosjuntosunmenúyyomeencargaríadedejarlotodoapunto.En
el Lemmini cabrían todos los invitados sin problemas y sería algo íntimo ysencillo.—Pero ahí estamos todos los días. —Sialuk me mira—. ¿Tú qué opinas,
Heather?¿Tegustalaidea?Sonríoentusiasmada.—Creoqueesperfecto.Seth cobija la mano derecha de Sialuk entre las suyas y alza las cejas al
mirarlafijamentealosojos.Ellaleprestatodasuatención.—Yosoloquierocasarmecontigo—susurra—.Eligeunvestidoquetegustey
disfrutaplaneandoesedía,perorecuerdaloquenosprometimoscuandoéramospequeños:quenuncaolvidaríamoslascosasquedeverdadimportan.Loúltimoquequieroesquenuestrabodaterminehaciéndoteinfeliz.Sialuk lo estrecha entre sus brazos y esconde el rostro en su hombro.
Permanezco quieta, en medio de la habitación e intento no mirarles, pero esimposible,porqueunapartedemíanhelaloqueveoy,egoístamente,quieroqueeste recuerdo también me pertenezca incluso aunque no sea mío. Parpadeoconteniendo las lágrimas.CreoqueAlaska fomentami sensibilidadoalgoasí.Demonios.
—Podríamoscambiarladecoracióndelbarparaquesigasiendoelmismositiopero parezca totalmente diferente—propongo yme siento aliviada cuando seseparanylatensióndelmomentoserompe—.Amímeencantaríahacerlo.Siesloquequeréis,claro.Sialukseponeenpiedeunsalto.—¡Seríagenial!¡Meencantalaidea!—Amítambién.—Sethmemiraagradecido.—Serámejorquebajemos,seguroqueeltéestácasilisto.Luegopuedessubir
yllevarteunpardelibrosmás.Los tresbajamos lasescaleras.Antesdeentrarenelcomedor,Sethmecoge
delcodoparaquelomireysuslabiosdibujanun«gracias»silenciosoqueaceptoconunasonrisa.NosacomodamosyNaajasirveeltéhumeanteydejalabandejacon laspastasenelcentro.Alotro ladoestásentada lamadredeSialukydosmujeresqueveoamenudoenelbarpor las tardes;hablanentreellasmientrasmordisqueanlasgalletascaserasquetodavíaestáncalientes.Lapuertadelcomedorvuelveaabrirseunosminutosmástarde.Nilakentray
susojos se clavan enmí como si fuese la únicapersonaquehaydentrode laestancia. Sumirada es cauta.Me encojo un poco en la silla y él atraviesa lahabitaciónysesientaenunodelossitioslibres,enunextremodelamesa.—Qué agradable sorpresa —canturrea Naaja—. Creí que dijiste que no
vendrías.—Hecambiadodeopinión—contestaenunaespeciedegruñidocontenido.—¿Quieresté?—No,gracias.—¿Café,zumodearándanos?—Estoybienasí,Naaja.Ellaasienteysellevalatacitaalosrugososlabiosparadaruntrago.Nilakno
bebenicomenada,sequedaahí,sentado,debrazoscruzados,mientrasSialukleexplicaasufamilialaposibilidaddehacerlabodaalairelibreylacomidaenelbar.—¿Quéteparece,babushka?—Creoqueseráunabodapreciosa.—Naajameofreceunasegundagalletade
mantequilla con pasas y yo la acepto—. ¿Y tú, Heather? ¿Te gustaría casarte
algúndía?Semecaenunasmigajascuandomuerdo.—No,nomevatodoel temadelasbodas.Creoquecuandoencuentreaesa
personaespecialmebastaráconeso,conhaberlaencontrado.Quenoespoco.—Recuerdo las palabras que Nilak me dijo dos días atrás y siento la mismairritación que entonces—. Además, soy impulsiva e ignorante, así que dudomuchoquealguienvayaaquerercasarseconmigo.Unproblemamenos.Esposibleque, simeesfuerzo,puedaescuchar el rechinarde losdientesde
Nilak, queme fulmina con lamirada desde el otro extremo de lamesa. Puesvale.Meda igual.Si esto es ser impulsiva, sí, lo soy; tampocohedichonadaque,segúnél,noseacierto.—¿Dedóndesacaseso?—preguntaSialukhorrorizada.—Soloesundecir.Todostenemosnuestrastaras.—Siqiniq,¿unpocomásdeté?—Sí, por favor. —Naaja me rellena la taza—. ¿Puedo saber qué significa
siqiniq?Llevopreguntándomelodesdeeldíadetucumpleaños.Naajasonríeconojosentrecerradosyentrelazasusmanosarrugadasantesde
apoyarlassobreeltapeteliladelamesa.—Eselnombrequetepondríasinotuviesesyaunooquisiesesdesprenderte
deltuyo.Siqiniqsignifica«sol».—¿Enserio?¿Sol?Nomepeganada.—¿Porquéno?—Naajaseríeysusdosamigaslesiguenlagracia,comosi
soloellasentendiesenelchiste—.Siqiniqrepresentavida,calidezyesperanza.Bajolamiradatansoloporconsideración,porqueesancianaynosabeloque
dice.¿QuécoñovoyaseryolomásparecidoaunsolquehayenInovikLake?Noentiendocómotodoslosdemáspuedenaguantarlarisa,perolohacen,estánserios.SobretodoNilak.Nonecesitanclasesdeteatro,esodesdeluego.Melevantoymeexcusodiciendoquevoyausarelteléfono.Naajamededica
una sonrisa afectuosa. Ya en su curioso laboratorio, y después de echarle unvistazoaunpardetarritosdecristal,marcoelnúmerodecasa.Estavez,mamásíqueestá.Lloraencuantoescuchaelprimer«hola»ylosiguehaciendodiezyquinceminutosdespués,ycuandoledigoquedebocolgar.Matthew le contó lo de Alaska la semana anterior, así que lo tenía medio
asimilado.Hemoshabladodemí,deella,deEllieydecosasbanalesdeldíaadía, y era justo lo que necesitaba. No quería más reproches, tan solo charlarcomoantaño,cuandopodíacontarlecualquiercosaconlaseguridaddequemeentendería.No vuelvo a sentarme cuando bajo al piso inferior. Cojo la chaqueta y,
mientrasmelapongo,medespidodetodos.Estoycansada,perotengoganasdegastar las pocas energías quemequedan conCaos, saliendo a correr, y luegodormircomounbebéydisfrutardelluneslibrepordelante.El cochedeNilak frenaami ladoantesdeque llegueal iniciodel sendero.
Sigo andando. ¿Por qué tiene que complicarlo todo más? Es mejor dejar lascosascomoestán.Bajalaventanilla.—Subealcoche,Heather.—Dejadedarmeórdenes.Tecomportascomosifuesesmijefenocincohoras
aldía,sinotodoeljodidotiempo.—Sigocaminandoporelsueloresbaladizoyalumbroelsenderoconlalinterna—.Vale,¿sabesqué?Tienesrazón.Cometíunerrorpidiéndoteayuda.Losiento.Sientohabertehechoperdereltiempo.—Heather,para.Novasairandandoconestefríoquehace.Vamos,sube.—
Noto cierto nerviosismo en su voz—.Nohagas queCaos te escuche y vengahastaaquí.Esomehacedudar.Quécabrón.Iluminolosalrededoresparaasegurarmede
quenoestéyaallí, esperándomepor algún sitio,perono loveo.Me tragomiorgullo y me siento en el asiento del copiloto, pero evito mirarlo hasta quellegamosacasayparaelcoche.—Buenasnoches.—Heather,joder…«Pues no está mal como disculpa», pienso, «muy elaborada, con una
argumentaciónirrebatible.Ajá».Esdecir,quedespuésdebásicamentedejarcaerqueleparezcoaborrecible, todoloqueseleocurreañadirparasolucionarloes«Heather,joder…».Ynoquieropensarenelsegundosentidodelafrasecomoposible solución, aunque incluso eso sería más útil y creativo que su tristeintento.Entro en casa, enciendo la calefacción del cuarto de baño y, mientras se
calientaunpoco,buscoelconjuntorosacutrequeNilakeligiólasemanapasada,
porque el otro está sucio. Encima tengo que parecer un algodón de azúcarandantepor suculpa.Mesubo la cremallerahasta arribaymepongo tambiénorejeras y un gorro de lana porque el frío hace queme den pinchazos en losoídoscadadosportres;esdelomásmolesto.Caosyaestáenelporchecuandosalgo.ConNilak.Dejándoseacariciar.—¿Quépretendeshacer?—Correr con el perro, que es lo que tendría que haber hecho desde hace
semanas.Yaestoyhartadeintentarcomplaceralosdemás;harélascosasamimanera—mascullo mientras le pongo aCaos el arnés e ignoro sus gemidoslastimeros.Algúndíaentenderáquesololohagoporsubien.—¡Espera,Heather!¡Noseascabezota!Mesiguealbajar losescalonesdelporcheycuandomedirijohacia laorilla
dellago.Caosfrenaconsuspatastraseras;sehalevantadounvientofuertequesacude los árboles y creo que eso lo inquieta, porque no deja de mirar a sualrededor manteniéndose alerta. Tirito. Me aprieto bien la correa del arnés yempiezoatrotarapasomuylento,conlaesperanzadequeCaosreaccioneymesiga.Necesitoquemesiga.Porfavor,porfavor,porfavor.—¿Te has vuelto loca?—Nilak eleva la voz y entrecierra los ojos ante una
sacudida brusca de aire—. ¡Hostia! ¡Para! ¿Es que no ves que se acerca unatormenta?LoignoroycorromásrápidohastatirardelacorreadeCaos,queseasustay
se agita descontrolado cuandoNilak vuelve a gritar a su espalda.El perromeadelantaeintentoseguirleelritmo,perosecomportacomosiestuviesehuyendode Nilak. Y de mí. De nosotros. Procuro frenarlo, estoy a punto de coger lacorreaconlasdosmanosparahacerfuerzayretenerlo,cuandoCaosestiramásdelacuentaytropiezoycaigoalsuelo.Mearrastraapenasmediometroporelcaminoterrosoantesdedarsecuentadequenolosigoyladrarasustadosindejardecaminarencírculosamialrededor.—¡Heather!—Nilaksearrodillaamiladoeintentaevaluarmeapesardeque
estáoscuro—.¿Estásbien?¿Tehashechodaño?—Solo…mehedadoen lacabeza.—Notopalpitar lasienderechaymehe
raspadoenlacaídalapalmadeunamano,asíqueapoyolaotraparaponermeenpieconciertadificultad.
—Ven,sujétateamí.Yotellevo.Peroantes,dejaquetequiteesto.Aguantolarespiraciónmientrasabreelcierredelarnésy luegodejoqueme
cojadelacinturaconunbrazomientrascaminamosjuntoshaciacasa.Caos semueveintranquiloanuestroalrededor,comosisupiesequehahechoalgomalo,pero no ha sido por su culpa.Al contrario. El cambio inesperado del clima ynuestrosgritoslohanpuestomuynervioso.—IréallevarleelperroaJohnyapedirleelbotiquín.Notetoques,tienesuna
heridaenlafrente.Espéramedentro.Lehagocaso,peroantesmeinclinohaciaCaosyloachuchoentremisbrazos
ydejounreguerodebesosporsusuavepelaje.Melamelamanoagradecidoencuantomeapartoy,apesardetodo,apesardeloqueacabadeocurrirydelatristezadelosúltimosdías,sonrío.Noséporqué,peroCaosesterapiaysiempreconsiguearrancarmeunpellizcodefelicidad.AguardoencasahastaqueNilakregresadiezminutosdespuésymepideque
mesienteenelsofámientrasleechaunvistazoalasheridas.Meduelelacabezaytengounparderasguñosenlapalmadelamanoizquierda.—¿Esgrave?—Sobrevivirás.—¿Esoesunintentodebroma?—Algoasí.Empapa un algodón y luego lo presiona sobre mi frente arrancándome un
quejidodedolor.Escuece.Mucho.Aprietoloslabiosconelfirmepropósitodenovolveradarlelasatisfaccióndevermesufrir.Nilakseinclinamáshaciamímientras limpia la herida, y la proximidad y su característico aroma cítrico ymasculinomeponenerviosa,asíquerompoelsilencio.—Pueslohacesfatal.Lodebromear,digo.—Ya.Seráporfaltadepráctica.—¿Odiasserfelizoalgoasí?—tanteo.—Noexactamente.Unpocosí,quizá.—Pestañeapensativoymeconcentroen
elazulpálidodesusojos.Suspiraylequitaelplásticoaunatirita—.Loquedijeelotrodíanoeracierto.Estabaenfadadoconmigomismo,nocontigo.Supongoqueestoeslomásparecidoaunadisculpaquepuedoesperardeél.
Mepidequeextienda lamanoy lohago.Fuera,elvientoazotaconfuerza las
paredesdemaderayda la sensacióndequeel techo seva adesplomardeunmomentoaotroporqueseescuchanunmontóndecrujidosnadaprometedoresyelclimaestáempeorando.Me estremezco cuando los dedos de Nilak se deslizan por la palma de mi
mano.Pasaelalgodónporlasheridasconcuidadoyluegocogeunagasafina,mevendalamanoyatalosextremossobrantes.—Listo.Yaestá.—Gracias.Muevo losdedosparaaflojar lavenday,al levantarmedel sofá,veoqueha
empezadoanevar.Meacercoalaventana.Loscoposdenievesebalanceanconsuavidad en medio de la oscuridad como si estuviesen representando unacoreografíaquetodossehanaprendidoalaperfección;elgélidovientolosagitayprovocaquesedeslicenaunlado,comosilosasustase.Apoyolamanoenelcristal.—¿Habíasvistoantesnevar?Nilakaguardaamiespalda,cerca.—No.Yesprecioso.—Te cansarás de esto. Todos lo hacen—respira hondo—. Será mejor que
intentetraertealgodeleñaantesdequelatormentaempiecedeverdad.Losigohastalapuerta.—¿Piensassalirahora?No,espera.¿Hasvistoelvientoquehace?Dobla las
ramasdelosárboles.Quédate.—¿Laleñasigueenlapartedeatrás?—Sí,pero…Elvientoheladoentraencasacomounvendavalencuantoabre lapuertay
algunoscoposdenievesecuelanyaterrizanenelsuelodemadera.Nilaksaleylepierdodevista.Estonoesuna tormenta, esmásbienel findelmundo; losmatorralesquecrecencercadel lagose sacudenbruscamenteyhace tanto fríoquetomarunabocanadadeairesuponeunesfuerzosobrehumano.Hagousodetodamifuerzaparaconseguirentornarlapuerta.Nilakvuelveunpardeminutosmás tardecargadoconvarios troncosgruesos.Lesacudo lachaqueta,queestállenadenieve.—Estás helado. No pensarás coger el coche con este tiempo, ¿verdad? —
Camino tras él cuando se acerca a la chimenea, deja a un lado los troncos demaderayempiezaabuscarlaspastillasdecarbón—.¡Eh,contéstame!¿Porquémeignoras?Nilaksonríe.Unasonrisamuy,muypequeña.—Noteignoro,soloestaba…pensandoquéhacer.Mequedaréunrato,hasta
que amaineunpoco—respondey luegovuelve a concentrarse en encender elfuego.—Estábien.Voyacambiarmealbaño,estoydeseandoquitarmeestemodelito
espantoso—protesto por lo bajo y juraría que le oigo reír antes de cerrar lapuertadelservicio.Memiro en el espejo.Todavía llevo elmaquillaje quemepuse almediodía
para acudir a tomar té a casa de Naaja. Cojo una toallita y me lo quito concuidado de no despegarme la tirita de la frente.No es queme guste volver aquedarme «vacía» delante de Nilak, pero, total, ya me ha visto y, además,tambiénsabeeso,queestoyvacía.Suspirohondo,medesprendodelaropaymevistoa todaprisa conunpijamagris repletodeestrellitasque, a suvez, estánrellenasdepaillettesamarillas.El fuego está encendido cuando regreso al comedor. Me siento frente a la
chimenea, junto a él, que me observa con curiosidad. Extiendo las manosbuscandoelcalordelasondulantesllamas.—¿Quémiras?—preguntoconbrusquedad.—Nada.Megusta tu pijama.No tanto comoel navideñodel otro día, pero,
bueno,podríadecirsequetienesbuengustoparalaropadeestarporcasa.—Viniendodelapersonaquemehizocomprarmeunchándalfucsianosési
tomármelocomounhalagoouninsulto.Nilaksonríe.Lasegundadeldía.Deberíahacerlomás.Medanganasdebesarlocuandosonríe.—Sabesquesololoelegíporlavisibilidad.—Sitúlodices…El viento golpea con insistencia la cabaña.Cojo una de lasmantas que hay
sobreelsofá,labajoalaalfombraymecubroconella.Estoytemblando.—¿Creesquepuedetirarabajolasparedes?—¿Qué?No,claroqueno.Lascasasdeaquíestánpreparadasparaestetipode
tormentas de nieve; sonmuy frecuentes durante el invierno.Ya te dije que tecansaríasde tantanievey tanto fríoy tanta…soledad.—Fija lamiradaen lasllamasyparecereflexionarsobrealgo—.Sihubieras leídosobre losalaskeñosantesdeveniraquí,sabríasqueson loshabitantesdeAméricaquemásdrogasconsumenyquelatasadesuicidioesunadelasmásaltasdelpaís.—¿Lodicesenserio?—Totalmente.Se incorpora un poco, acercándose más al fuego y su rodilla roza la mía;
cuandolohacemesacudeunasensacióndesconocida.Noséquédemoniosmepasaconestechico,peroeshorriblenopodercontrolarmispropiasreacciones.—Creo que estás intentando asustarme para que desaparezca de aquí —
deduzco—.¿Porqué tienes tantasganasdequememarche?Quizáno lohagapronto, ¿sabes?Quizámeapetezcaquedarmeunpardeaños, lejosdelmundoqueconozco,tranquila.Nilaktardaunaeternidadencontestar.—Teirás.Séque te irás—insiste—.Detodasformas,mientrasestésaquí…
Bueno, has llegado a un buen sitio.Casualidado no, InovikLake es un lugarapacible,haciaelnortehaysitiosmuchomásinhóspitos.Mepongoenpie,sindesprendermedelamantaquearrastroporelsuelo,yme
acercodenuevoalaventana.EstarconNilakenunespaciotanpequeñoesunpocoopresivo,comosi supresenciaencogiese lasparedes.Elvientohacequeapenas se vea nada de lo que pasa fuera, aunque, por los sonidos que seescuchan,nopareceagradable,desdeluego.Lanievecasirozalapartebajadelcristaldelaventana.MegirohaciaNilak.—Esperoquetegustenlaslatasdeconservaolospaquetesdefritos,porque
presientoquevasa tenerquequedarteacenarquierasono.Aver, ¿qué tevamás,albóndigasconsalsadeguisantesocarnedearceconsetas?
18
13deeneroQueridodiario,
Noesverdadloqueescribíelotrodía.Noesverdad.Kaydendeberíapodertomarsuspropiasdecisionessinconsultarme.Al finyalcabo,essuvida,tieneunamanerapeculiardeverlascosasyyonopuedoentenderloigual.Por ejemplo, en el tema de las festividades, él piensa que cualquier díapuede ser más especial o memorable que Acción de Gracias, que tododepende del valor que queramos darle a un momento concreto. Y eso loaplicaatodolodemás.Acualquiercosa.Ayer estuvimos en su piso, pero no llegamos a hacer nada más que la
últimavez.Ydeverdadquenecesitabaeso.Necesitabaprepararlacenaasu ladoyreírme,y luego tumbarmeenelsofáacurrucada juntoaélparaverunapelículaynoenterarmenidequiénlaprotagonizabaporqueestabademasiadoocupadaconcentradaenelcuerpodeKayden,enlaplacidezdesu respiración profunda, en sus manos grandes y firmes rodeándome lacinturaypegándomemásaél…Esadictivo.Esaesmiteoría.Y vivo con un miedo profundo a que se dé cuenta de que no soy lo
suficientementebuenaparaél,dequesolosoyunacríaquetodavíanohaterminadoelúltimocursode institutomientrasqueél tiene su trabajo, suautonomía, su piso, sus ideas claras. Es el tipo de persona que sabe qué
esperardelavidayelfuturoquedeseadibujar.
Annie.
19Esque…locomplicastodo
Nosquedamossentadosfrentealfuego,ensilencio,hastaqueNilakcogeellibroqueestásobreelsofá.Sequedamirandolacubiertaunossegundos.—¿Dequétrata?—Esunanoveladeintriga.Lachicatieneunacosador,haycincosospechosos
ylacosaestáempezandoaponersemuyfea.—¿Yyahasadivinadoquiéneselmalo?—preguntamientrasvuelveadejarel
libroaunladoysurodillarozaotravezlamíacuandosegira.—Todavíano,soytorpeparaesascosas.Nilakmemiraconlosojosentrecerrados.—¿Quiéntehizocreeresetipodecosassobretimisma?FueAlison,¿verdad?—Alisonnoexiste—susurro.—Heather, puedes decirme directamente que no quieres hablar, pero nome
mientas.Esloúnicoquetepidosivamosaseramigos.—¿Amigos? ¿Desde cuándo? Perdona, pero no estoy muy al tanto de tus
planes.Dehecho,hastahaceunosveinteminutosnopensabavolveradirigirtelapalabra.—Sientolodelotrodía.—Vale.—¿Yesoquésignifica?—¡Que acepto tus disculpas! Dejemos el tema—digo nerviosa—. Y tienes
razón,sí,fueAlisonlapersonaquefueagujereandomiautoestimalentamente,perotambiénfuiyo,porquesihubiesepuestounabarreraparaimpedirleentrarenmimenteyvertodaslasdebilidadesquetenía…Enfin.Ahorayaestarde.Observolasllamasanaranjadasquesemecenconsuavidadfrenteanosotros;
elsuavechisporroteoseahogaavecestraslosviolentossonidosdelvientoenelexterior.VeoaAlisonsimiroelfuego.Veosumanososteniendoelmechero,sus
labiosrodeandouncigarrilloapagadoylasonrisalobunaqueseapoderadeelloscuando decide no encender eso, sino otra cosa. Solo para hacerme daño.Consecuenciasdenodarleloquequiere.Ymequiereamí.—Heather.—Girolacabezahaciaélmientrasmemordisqueoellabioinferior
intentandoencontrarpielecitassueltasquearrancar;losojosdeNilakdesciendenhastami boca y vuelven a ascender segundos después—. ¿Cuándo dejaste devomitar?Todavíanohedecididosimegustaomedisgustaqueseatandirecto.—Pocodespuésdeempezarahacerlo.No,noescomopiensas.No lohacía
siempreymimadresediocuentaenseguidadequemeocurríaalgo,peronoporeso,sinoporquecomíamenos.Comíanada,enrealidad.Adelgacédemasiadoyempezóavigilarme.MellevaronalmédicoyMatthewpagóunpastizalparaquepudieseacudiralaconsultadeunodelosmejorespsicólogosespecializadosendesórdenes alimenticios. En parte sirvió, aunque nunca fui totalmente sinceracon ese hombre. Pero dejé de vomitar. Odiaba hacerlo.—Bajo la voz—.Mecuestamáscontrolarelotrotema,peroéldijoquesiemprequedaría…unrastrodelaenfermedad,inclusohabiéndolapilladoatiempo.Avecesmeolvidoysoynormal,comonormal,hastaquepasanunassemanasymemiroenelespejoydescubroqueheengordado.Osimplementeelpensamientovuelve.Escomounbucle.Peroahoraestoybien.Estoy…controlándolo.Nilak tarda casi unminuto en volver a hablar y el silencio que se propaga
duranteesetiempoescasidoloroso.Quieroromperlo.—Elotrodíalodijeenserio:estásperfectasinmaquillaje.—Vacía.—¿Tepreocupaencontrarte?—No,noloentiendes.Loquemepreocupaesnoencontrarnada.Los ojos de Nilak se mueven inquietos por mi rostro como si estuviese
intentandomemorizarcadaseñal, cadapeca,cadagesto.Megustaríacubrirmeconlamantaparaimpedirestartanexpuesta,peroseríamuyraro,asíqueaprietolosdientessinquelonoteyaguantoelescrutinio.—¿Lodicesenserio?—pregunta.—¿Porquétesorprende?Tensa la mandíbula y sus dedos, apoyados sobre la colorida alfombra, se
encojenconsuavidadenunmovimientocasiimperceptible.—Porque veo en ti justo lo contrario.Te veo llena,muy llena, casi caótica;
comoalguiencondemasiadospensamientos,todosenredadosentresíynosé…,noséniloquedigo.—Júramequeveseso.—Telojuro,Heather—diceserio—.¿Porquéteimportatanto?—Nadiedeseaseruncascarónvacíoyfrágil,todosqueremosserelhuevoy,a
serposible,conyema;esevidentequeeslamejorparte.Luegoexistenunaseriedefenómenospuntualesquelleganalmundocondosotresyemas,peroaspiraraesoseríacasiunalardedeegocentrismo.—¿Estáscomparandolavidaconunhuevo?—Laviday loque cadaunopuedeaportar almundo.Loque somos.Yo lo
únicoqueséesquenoquierosersolocáscara.Ysilosoy…intentaréocultarlo.Yaestá.Eh,¿porquéteríes?—Lomiroenfurruñada—.¡Para!¡Dejadereírt…!Peromecallodegolpe,enelmismoinstanteenelquemedoycuentadeque
nunca lo había visto reír así, despreocupado. Su risa es como una lluviaveraniega,deesasquelleganenunatormentainesperadayteempapandearribaabajo.Deseomemorizarla,quedármelaparasiempre.—Deberíamoshacerlacena—dicepocodespués—.Yomeencargo.Quédate
aquífrentealfuego,siquieres.—No.Voycontigo.Arrastrolamantahastaladiminutacocina;nopiensodesprendermedeellay
morir congelada. Nilak abre los armarios de madera e inspecciona mi tristedespensa con el ceño fruncido. Al final se decide por una lata de carne enconservayotradeguisantes.Poneunasarténal fuego,vuelcaelcontenidodeambaslatasy,mientrassecalienta,añadeespeciasysiropedearce,imaginoquepara enmascarar el lamentable sabor habitual de las conservas; por suerte, lascompréalpocodellegarynomehabíavistoenlatesituradetenerqueusarlashastaahora.—¿Tanhorriblesabe?—Losuficientecomoparaahorrarteelmaltrago.Literalmente.MegustaelNilakquehaceelesfuerzodeintentarbromear,inclusoaunqueno
seaprecisamentesufuerte.Creoqueesoeslomásgraciosodetodo.Lesonrío.
—Vaya,gracias.—¿Tieneshuevos?—preguntaconunrastrodediversiónydeduzcoqueestá
recordandonuestraúltimaconversación.—Creoquequedanunpar.—Puedohacerunrevuelto.—Buenaidea.Undesayucena.—Eres increíble.—Niega con la cabeza, sin ser consciente de que su «eres
increíble»provocaquemedéunvuelcoel estómagoyesoqueno tengomuyclarosisignificaalgobuenoomalo—.Estábien,hagamosundesayucena;¿mepasasloshuevos?Pocodespués, losdosvolvemosa estar sentados frente a la chimenea, en la
alfombra,cenandoensilencio.Porunavez,laausenciadepalabrasnomeparecetan terrible.Miropor laventanamientrasmastico; lanievesigueempeñadaenconquistarlotodoasupaso,porquenodejadecaer.—Comemásrevuelto.Esproteína.AceptoelplatocuandoNilakmelotiendeypinchoconeltenedorlostrocitos
amarillentos del huevo para llevármelos a la boca. Él no se deja ni un sologuisantey,cuando terminamosdecenar,mepreguntosisehabráquedadoconhambre.Regresoalsalóntrasllevarlosplatosvacíosalacocina.—SituvierabarritasTwix…—suspiro.—¿Quétienendeespecial?—Llevancaramelo.Megustaelcaramelo.—¿Hasprobadoacomprarcaramelo?—Notienegracia,¡noeslomismo!Nilaknocontesta,selevantaymeteotrotroncoenlachimenea.Lasllamasse
desvanecenunos instantespara luegoresurgirconmásfuerzayapoderarsedelnuevoinvitado,rodeándolohastahacerlearder.Parpadeo,meescuecenlosojosdespuésdemirarfijamenteelfuegodurantetantotiempo.—¿SeguisteviendoaAlisondespuésdeaquello?—Sí.—¿Porqué?—Porque sí, porque la necesitaba. —Nilak me mira fijamente, intentando
encontrarunarespuestaquenoledoy—.Noesjustoquesolohablemosdemíy
quetúteguardestodostussecretos.—Nomehaspreguntadonada.—Claro,porquesabíaquenocontestarías.—Pruebaaver.Vuelveaacomodarseamiladoyyotardounossegundosenadvertirqueme
estádandocartablanca.Nomelocreo.Este«momentotransparencia»esfalso.—¿Qué significa tunombre?Séqueesunapalabra inuit, pero cuando se lo
preguntéaJohnmemintióymedijoquenorepresentabanada.—«Nilak»significa“trozodehielo”.Mequedocallada.Quénombremás…desolador.—Estriste.Nomegusta.—Esloquees.—Élseencojedehombros—.AsíquenecesitabasaAlisonen
tuvida—prosigue,comosinohubiesehabidounapausaenlaconversación—.¿Yatuspadreslesparecíabien?—TodoelmundopensabaqueAlisoneraencantadora;eseltipodechicaque
sabecaptar laatencióncuandoentraenunahabitaciónyquepareceangelical.Solo laspersonasque tuvieron lamalasuertedeenfrentarseaellaconocían laverdad—explicoyemitounsuspirocansado—.Yolaquise.Enalgúnpuntoquenoséconcretar,conectamosdeunmodoinsano.Lohacíamostodojuntas.Nuncahabía sitio para una tercera persona entre nosotras; era obsesivo y al finalempecéaagobiarme.Másqueeso,medicuentadequeAlisonmeconducíaporcaminosquenoqueríarecorrer.Nilak se recuesta un poco hacia atrás y se apoya en un codo. Le paso un
almohadónquenollegaausar,porquenocambiadepostura.—¿Yadóndellevabanesoscaminos?—Antestú.Losperros.Johnmedijoquetiempoatráscompetíasyentrenabas.
Cuéntamelo.Quierosaberlahistoria.Sequedacallado.Elvientoululafuerayarrancaquejidosa lasramasdelos
árboles que encuentra a su paso. De pronto, la luz del comedor se apaga. Ytambiénladelacocina.Nilakseponeenpiedeinmediato.—Mierda,hansaltadolosplomos.—¿Yahoraquéhacemos?
—Nada,notoquesnada.Lo sigo hacia la cocina y antes de poder cruzar el umbral de la puerta, él
regresasobresuspasosychocamos.Mesujetapor loscodosynotosualientocerca,muycerca.—Vamos al comedor, intentaré que el fuego dure hasta que se calme la
tormenta.—Estonomegustanada—murmuromientrasvolvemossobrenuestrospasos.—¿Tedamiedolaoscuridad?—Sí,ytambiénlamuerte.—Noexageres,soloesunpocodemaltiempo.Cogelasmantasysiéntate,las
vasanecesitarporquedemadrugadabajanaúnmáslastemperaturas.—Dios.Estoesdemencial.Veo a Nilak sonreír; el fuego proyecta sombras y luces en su rostro de
marcadasfacciones,losojosbrillandeunmodoextrañoanteelfulgory,envezdeazules,parecendorados.Juntalasbrasasbajolostroncosyañadeunparmásde los finos.Quedan tres, dos gruesos y uno pequeño.Me da que esta nochevamosaconocerlapalabra«frío»ensumáximaexpresión.Dejo en la alfombra todas lasmantas con las que suelo taparme en el sofá
(nunca parecen suficientes), y Nilak para de toquetear el fuego y vuelve asentarse ami lado. Estamosmuy juntos, los dos cara a la chimenea, nuestraspiernasrozándose.Tengoquecontrolarmeparanohacerningunaestupidez.—Ibasahablarmedelosperros—lerecuerdo.—Sí,eso.Esunalargahistoria.—Presiento que tenemos tiempo de sobra, ¿o es que tienes una cita con el
dentista?Nojodas.Creoqueentoncesllegarásconretraso—bromeo.Élsonríedébilmente.—Terminé ahí por casualidad. Llevaba toda mi vida viendo carreras de
mushing ynuncamehabía llamado la atencióncomoparaquererdedicarmeaello.Peroentonceslaencontréaella.Pirsuq.—¿Unachica?—preguntoconunnudoenlagarganta.—No.—Su voz se tiñe de nostalgia—. Era una hembra alaskanmalamute.
Estaba herida, en la cuneta de una carretera. La habían abandonado por sermayor; supongo que no les servía, no quisieron alimentar una bocamás y la
dejaronasusuerte.Yo…estabaunpocosoloenaquellaépoca,asíqueme lallevé y, cuando se curó unas semanas más tarde, fui incapaz de dársela a lafamilia de acogida que ya había encontrado para ella. Se quedó conmigo.Teníamosunvínculobastanteespecial,algoparecidoaloquetúhasdesarrolladoconCaos—suspirayecha lacabezahaciaatrás—.Perocomo tedigo,Pirsuqteníayaciertaedadymuriótresañosmástarde.—Esunahistoriabonita.Ytriste,también.—Pirsuqhizoquemedieracuentadeloquequeríahacer.Semedabamejor
estarconlosperrosqueconlaspersonas,ymetopéconunadiestradorqueeraun buen tipo, un tío justo, como John. Te sorprendería cuántos criaderosmaltratanalosanimalesolosabandonansinolessonútiles.Meenseñótodoloque sé. Empecé en competiciones pequeñas y fui escalando poco a poco denivel.Nohaymuchomásquecontar,Heather.—¿Yporquédejastedehacerlo?—Esoesotrahistoria.Antelasequedadqueperciboensuvoz,noinsisto.Lonotocómodoamilado
por primera vez casi desde que nos conocemos y no quiero estropear estemomento.Séquetendrásusrecovecos,igualqueyo,ylorespeto.Mefrotolasmanosdelantedelachimeneaylomiroporencimadelhombro.—¿QuésignificaPirsuq?—Tevasareír…—Dímelo—pidosonriente.—«Tormentadenieve».—Menudacasualidad.Me tumbo boca arriba y observo la oscuridad del techo. No espero que lo
haga, pero Nilak me imita apenas un minuto después. Se tumba a mi lado,hombro con hombro, y permanecemos callados durante una eternidad,escuchandoelrumordelfuegoynuestrasrespiracionesacompasadas.Laspalabrasnacensinmás,primeroseatascanunosinstantesenlagarganta,
densas,hastaquesalendegolpe,sinavisar.—¿Hasestadoenamoradoalgunavez?EscuchoaNilakrespirarhondo.—Sí.
Lo imagino. Lo imagino feliz y enamorado de alguna chica transparente deesasqueregalansonrisascomplacientes.Enmenosdeunamilésimadesegundomealegroporély,alavez,leodio.Yluegomeodioamíporsertanegoísta.Tengolabocasecaytragosalivaantesdehablar.—¿Yesciertoloquedicen?¿Valelapena?—Sí.—¿Tearrepientes?Éltardaunossegundosencontestar.—No.Nunca—admite—.¿Ytú?—He estado con muchos chicos, pero ninguno ha sido especial. Antes lo
buscaba, pero después dejé de intentarlo. No me enorgullezco demasiado decómomecomportéduranteesaépoca.—¿Aquéterefieres?Contengoelaliento.Suproximidaddisminuyemisnivelesdeconcentración.
Sumanoestáatansolounoscentímetrosdelamía.Podríaalargarlosdedosytocarlo;solounroceparamemorizareltactodesupiel.Cierrolosojos.—Aquemegustaríacambiarlo.Sipudiesevolveratrás,cogeríaunagomay
borraríasusrostros;eliminaríaelcalordeesoscuerposylascaricias,ytodaslasestupidecesquedijeenesemomentoporquetansoloeranpalabrasvacías.—No vale la pena pensar en lo que pudo haber sido pero no fue—susurra
Nilak,sinmoverse—.Dealgúnmodoretorcido,tupasadotehaconducidohastaaquí,acómoeresenesteinstante.—¿Ysinomegustacómosoy?Lavidadeberíasercomocuandocomprasun
electrodomésticoyalcabodeunpardesemanastedascuentadequenoesloque querías; así que vas a la tienda, explicas tus razones, lo devuelves, tereembolsaneldineroytodostancontentos.¿Hola?¿Dóndeestáelmostradorenelquecambianvidas?Tengomiticketpreparadodesdehacetiempo.—Creo que iba sin garantía y no leíste bien las condiciones —contesta
divertido—.Pero,si tesirvedeconsuelo,amímegustacómoeres.Megustasasí. Y piénsalo, a saber dónde estarías ahora si las cosas fuesen diferentes;seguroquenoenAlaska,atrapadaenunacabañaporculpadeunatormentadenieve.Enesotienerazón.
Supongoquecadaaccióntieneconsecuencias,algunasbuenas,otrasmalasyla mayoría inesperadas. Alaska es una de esas consecuencias inesperadas. YNilak también. Me giro un poco hacia él y, gracias al resplandor del fuego,distingo el contorno de su rostro, la mirada clavada en el techo, y esosapetecibleslabiosentreabiertos.Memuevoporunimpulsorarocuandotanteoenlaoscuridadyencuentrosu
manoderecha.Lotoco.Misdedoscubrenlossuyosconsuavidad.VeoqueNilakcontieneelalientoanteelgesto.Acariciolosnudillosydeslizolayemaporlasuñascortashastaelborde,yluegotrazouncaminoendireccióncontrariaymeestremezcoalpalpareliniciodelacicatriz;esrugosa,enigmática.—Heather…—Escasicomounruego.—¿Cómotelahiciste?—Fueunaccidente.—¿Quépasó?—Meatravesólaramadeunárbol.Casipuedosentirelprofundodolormientrasmisdedoscontinúanascendiendo
porelbrazosinperderesaespeciedeguíaenformadecicatrizquedibujaunalínea recta.Me gusta tocarlo.Me hace sentir viva; es como si provocase unaespeciedevibraciónquezarandeacadacéluladormida.No sé cuánto tiempopasahastaquemeacurrucoa su lado,pero, cuando lo
hago,élnosemueve.Sucuerpoestáentensión,comosideunmomentoaotrofueseasonarunaalarmade incendios.Nome importa.Apoyo lacabezaen laalmohada,cercadesuhombro,y lerodeo lacinturaconunbrazo,pegándomemásaél.Mequedoasí,quieta,tranquilaalfin.Noséquéesmásrelajante,sielapaciblecrujidodelfuegoopoderescucharcómolateelcorazóndeNilak.Looigodébil,peroconstante;apenasunsusurrorítmico.Hueleendemoniadamentebien.Tengoquehacerejerciciosdeautocontrolparanohundirlanarizensunucay
respirarcontrasucuello.Porqueesoesexactamenteloqueahoramismodeseohacer, entremuchasotras cosas.Cosasquenodebería sentir.Cosasqueno sécómonidóndecatalogarysobrelasquemegustaríaleerenalgúntipodeguíasobre«sensacionesyemocionesdesconocidas».Cuando,pasadounrato,empiezoapensarquesehadormido,suvozroncase
alzaenlaestanciayloenvuelvetodo.Meenvuelveamí,paraempezar.—¿Enquéestáspensando?—pregunta.Tragosalivasindejardeabrazarlo.—Encómoseríabesarte.—Joder,Heather.—Losiento.Notengofiltro.—Esque…locomplicastodo.—¿Quécomplico?—Mecomplicasamí.Yentoncessegiraymebesa.Suslabiospresionanlosmíosconfuerza,como
si se estuviese ahogando y necesitase mi aliento para respirar. Jadeo. Nuncahabíasentidonadaigual.Escomosubiralacimadeunamontañaylanzarsealvacío y caer, caer, caer. La sensación de vértigo no se desvanece y, en esteinstante,elmundo,mimundo,sereducetansoloaestadiminutacabaña.Él.Yo.Nadamás.Entreabrolaboca,aturdida.Lasmariposasquellevoechandodemenostoda
mividahandejadodealetearalmorirfulminadasporalgomuchomáspoderosoe intenso. Nuestras lenguas se encuentran en el preciso instante en el queempiezoatemblarbajosucuerpo,abrumadaporél,poresto,porlaformaenlaque su boca encaja sobre lamía, como si estuviesen hechas para permanecerunidas,saborearseydescubrirse.—Nilak…Sucuerpo se contrae cuando susurro sunombre.Sientounhormigueo en la
pielymearqueoconsuavidadhastapercibirloexcitadoqueestá.Loquiero.Loquierodentrodemí.Sentirlo.Jamáshabíadeseadoanadiecomolodeseoaél.Sumiradamequemaymedejasinaliento.Haypánicoensusojos,perotambiénanhelo, y advierto cómo se debate. Es como ver una cuerda tensándose. Unacuerdaqueestáapuntoderomperse.Yserompecuandohundolosdedosensuoscurocabelloyalzolabarbillay
atraposuslabiosenunmordiscodulcequesetransformaenotrobesoyotroyotromás.Susmanossedeslizanpormicuerpo,lleganamicinturayseaferranala ropa con violencia mientras nuestros cuerpos se mecen en un vaivéndesesperado, brusco. Apenas puedo respirar. Gimo. Alarga un brazo y me
acaricialamejillasindejardebesarme.Tengocalor.Nuncaimaginéquequerríadesprenderme de toda la ropa enmitad de una tormenta de nieve. EnAlaska.Pero ahora mismo es la única idea que cruza por mi mente. Eso, junto a lomuchoquemegustansuslabios:suaves,exigentes,cálidos.Metounamanobajosusuéter,tocolacinturilladelosvaquerosyluegosubo
porsuespaldaycierrolosojosalnotarsusmúsculostensarsebajoelrocedemisdedos.Murmullaalgo incomprensiblecontramibocay luegorompeelbesoyesconde el rostro en mi hombro. Lo escucho tomar aire, agitado, intentandorecuperarelcontrol.—Erestanincreíble,Heather…—Suvozestárotaynoséporqué.Aguantola
respiraciónmientrassus labioshúmedosdejanunreguerodecálidosbesospormicuello.Semeerizalapiel.Parpadeo.Tengoganasdellorar.Dealegría.Detristeza.De todo—.Alguiendeberíahabértelodichocadadíade tuvida, todaslas mañanas, hasta que terminases creyéndote esa verdad y diciéndotelo a timismaalmirartealespejo.Porqueescierto.Loeres.Ellatienerazón.EnalgúnmomentotedaráscuentadequeeresSiqiniq.ElSol.Seapartadegolpe.Yelfríoregresadelmismomodo.Noconsigoreaccionar,
todavíaestoydemasiadoaturdida,asíquemequedoahí,conlamiradaclavadaen el techo, intentando volver a respirar con normalidad. Pero no puedo. Nopuedo.Aúntengolaspulsacionespor lasnubes.Ahogoungemidocuandosusbrazosme rodeanymeaprietancontraél;hunde lanarizenmipeloy respirasobreminuca.—Sientohabertebesado,Heather.Losientomucho.Yentoncesentiendoqueelbesonohasidoun«comienzo»,sinomásbienuna
especiededespedida.Agradezcoquenomevea,porqueapesardemordermeellabio no consigo contener las lágrimas que caen en silencio.Ni siquiera sé silloro de tristeza o por el cúmulo de emociones queme ha sacudido de golpe,peroestristeteneralalcancedelamanoalgoasíydejarloir.Estantriste…
Los tímidos rayos del sol que acarician el cristal de la ventana se muestranbrillantesal reflejarseen lanieve.Parpadeo,confusa,ymedoy lavueltaentrelasmantasparadescubriralgoqueyasabía:Nilaksehaido.Mequedounratoahí,rememorandoeltactodesupielyelsabordesuslabios.
Hemosdormidoen laalfombrayen lachimeneaapenasquedanbrasas traselfuegodeayer.Supongoquesimbolizabiencómomesiento.Tardounpocoenlevantarme,sinvalorparadesprendermedelasmantasquearrastroamipaso,y,al llegar a la puerta de la cocina,me quedo quieta,mirando el plato que haysobrelaencimera.Nilakhahechoeldesayuno.Revueltoconguisantes.Sé que debería odiarlo por haberse ido, pero mis labios se curvan en una
sonrisasinantespedirmepermisoymedigoque,muyenelfondo,sabíaqueesebesoerasolounmomentodedebilidad.Nopuedoenfadarmeconéldespuésdeloquemehahechosentir.Podríahabermepasadolavidacaminandoencírculosporelmundosinllegaradescubrirjamáscómoesquealguientebeseasí,comosifueseseldestinoalfinaldeunlargorecorridoporeldesierto.LedeboesoaNilak.Selodebo.Cojoelplato,melollevoalcomedoryloapoyoenmisrodillastrassentarme
en el sofá. Pincho un trozo de revuelto y me lo llevo a la boca. Mastico y,mientraslohago,piensoensuspalabras.Ojalápudiesecreerle.Pero no puedo. Sigo escuchando la voz de Alison en mi cabeza, los
comentarios que dejaba caer como pequeñas minas que yo luego explotabacuandonosoportabaverlasmás,rodeándome.Los«noséquéteestarádiciendoesepsicólogo,perodudoquetequepaelvestidoquetecomprasteaprincipiosdemes, ¿has vuelto a probártelo?Deberías hacerlo».O «existen tres tipos dechicas:lasdelgadasyfollables,lasregordetasymonas,ylasgordashorribles.SisiguescomiendoesasbarritasTwixtuyasterminaráspasandodelprimerclubalsegundoyesunapena,porquetienesunosojosbonitos.Meencantantusojos,Heather».Hastaqueundíadebiódetocaralgunateclaequivocadaquemehizosaltary
gritarlequecerraselaputaboca.Ynosésifueporeltonoásperoyduroqueuséo por lamirada asesina que le dediqué, pero bajó elmentónmientras tragabasaliva con dificultad, fijó la vista en sus zapatos de tacón rojos y nuncamásvolvióadecirmenada.
NovuelvoaveraNilakhastaqueacudoa trabajaralbaraldíasiguiente.Tan
solohayunpardeclientesyaservidosyélestátraslabarra,anotandoalgoenuna libreta. Alza la cabeza y me mira con cautela. Me quito la chaqueta, lacuelgo en el percheroymepongo el delantal negroque siempreusomientrasrodeolabarra.Medetengoasulado.Notolatensiónenlosmúsculosdelbrazoquemantieneapoyadosobrelamadera.—¿Algunanovedad?—pregunto.Leoigosuspiraryveocómosusdedossostienenconunafuerzainjustificada
el débil y desamparado bolígrafo que ha tenido la desgracia de caer en susmanos.—Yo…Heather…—¿Sethestáenlacocina?—Locorto,porqueadviertolomuchoquelecuesta
hablarynoquierounadeesasconversacionesincómodasquesololocomplicantodomuchomás.—Sí,estáahí.—Vale, iré a saludarlo.Ahoravuelvo.—Mealejounpardepasos,perome
giroantesdedejar labarraatrás—.Porcierto,Nilak,seguimosconelplandesiempre,¿no?¿Entrenamosmañanaalmediodía?Tarda en hacerlo, pero al final asiente y me dirige una mirada cargada de
cariño;nosédescifrarla,peromebasta.Demomento,meconformoconquelascosasesténbienentrenosotros,algoquenoquitaquellevemásdeveinticuatrohorasrememorandoelbesoquenosdimos,lavehemenciaconlaquesusmanosseaferrabanamicintura,laspalabrasqueescaparondesuslabios…—Eh,¡menosmal!Yahasllegado.—Sethsonríe,comosiempre—.Heestado
apuntodeenviaraalguienparaquefueseabuscarteestamañana.NilaknoseencontrabamuybienyademáshatenidoqueiraRainterporunosasuntos,asíque pensé que quizá tú podrías sustituirlo, pero no estaba seguro de si memandaríasalamierda,asíque,bueno,llevounpocoderetraso.Toma,¿puedesrallarunpocodejengibre?Metiendeunaespeciederaízquehuelealimón,cojoelralladoryempiezoa
frotarhastaverlasvirutashúmedascaerenelcuenco.—¿Nilakestabaenfermo?—Esomedijo,asíquesí.—Mañanatenemospensadoentrenarynomehacomentadonada.
Seth sonríe demedio lado,mequita el cuenco con el jengibre ymepide sipuedo machacar unas cuantas bayas en un mortero de barro. No pongoobjeciones. Seth sabe que en la cocina soy un poco limitada y siempre meencomiendalastareasmásmecánicasysimples.—Se tomamuy en serio ese tema.Ymás ahora que vas a participar en esa
carrera.Miteoríaesqueloechabatantodemenosqueeraincapazdeacercarsedenuevoalmundillosinunabuenaexcusaqueleobligaseahacerlo.Yasabes,Nilak tiende a castigarse de formas un tanto raras. Bueno, no, no he queridodecireso.Esdifícildeexplicar.Yosolo…—Seth,¿dequécarrerahablas?—lointerrumpo.—¿De la que te has inscrito? En Tok, dentro de dieciséis días. Ocho
kilómetros.Frunzoelceñoydejoderemoverlascoloridasbayas.—Esperaunmomento,ahoravuelvo.Sethsonríeinocenteantesdequesalgadelacocina.Nilakestátanseriocomo
decostumbre,cobrándolesaunpardeclientes.—¿Mehasapuntadoaunacarrera?—Pensabadecírteloencuantotuviésemosunratoasolas.—¿Despuésdetodoloque…?—Mecalloyentierroesebesoenalgúnlugar
muy profundo, aunque fue tan bonito que no merece que lo esconda de estaformaruin,pero lohagoalversuexpresiónsuplicante—.Deberíashabérmeloconsultadoantes.—Séquetehabríasnegado.—¿Porqué?—Porque siempre piensas que no puedes hacer las cosas incluso antes de
intentarlo.Vielpánicoque teentróhacesemanasencuantodejaronel tablerodelScrabblesobrelamesa;temíastantohacerlomalqueesemiedoteimpedíaconcentrarte. Yo confío en ti. Y necesitamos una meta para avanzar en losentrenamientos. Ahora la tenemos. Querías tomártelo en serio, ¿verdad? Puesestoesserio,uncompromiso.Estamosjuntosenesto,Heather.
20
5defebreroQueridodiario,
Llevo un tiempo sin escribir aquí. He estado ocupada con las clases, lostrabajosdefindecursoqueyaempiezoapreparar,misamigasy…Kayden,claro.Elpasadofindesemanaledijeamimadrequemequedaríaadormiren
casadeAria,aunqueenrealidadpasélanocheconél.Odiomentirle,peroséquenoloentendería,noseríacapazdeponerseenmilugaryverqueloquesientoporKaydenesespecial,diferente;ellaperdióhacetiempola feenelamor.Estoyseguradequepapá fuesualmagemela,pero,enalgúnmomentoindefinido,suscaminossesepararon;poresoadíadehoy,inclusoapesardeyanoestarjuntos,siguenteniéndosetantocariño.Volvimosaprepararlacenaentrerisasyanécdotas.Parecementiraque,
apesardellevarjuntosyacasimedioaño, todavíatengamostantascosasquecontarnos.Kaydeneseltípicochicoalqueleinteresacualquiertema.Da igual sobrequé le hables, todo le resulta fascinante, siempre escucha,atento.Es intuitivo.Y tieneunapersonalidadmarcada, fuerte,ysí,esodapieaquedevezencuandodiscutamos,porqueesmuyfirmeenloqueasusideasserefiere,peroalmismotiempomeencantaqueseadiferentealrestodelmundo,quetengasusprincipiosyestédispuestoadefenderlos.Después de cenar, pusimos una película y nos tumbamos en el sofá. Lo
besé.Lobeséhastahacerleperderelcontrol,porquesabíaqueseríacautoconmigoynoeraesoloquenecesitaba.Lonecesitabaaél.Irunpasomásallá.Yséqueloúnicoquepretendíaeradarmetiempo,dejarmeunmargenpara pensar y decidir si realmente quería quemi primera vez fuese suya.Peroclaroquequería.Tuve lacertezadequeéleraesapersonaespecialdesde el primer día que lo conocí, cuando me quitó con la punta de losdedoslanataquehabíaresbaladopormibarbillaysentíesaconexión…Nuncacreíquehacerelamorseríatandolorosoyplacenteroaunmismo
tiempo. Creo que el contraste de sensaciones no me dejaba pensar conclaridad, pero Kayden estaba sobre mí, besándome en la frente,susurrándome que me quería muchísimo y haciéndome sentir la personamásespecialsobrelafazdelatierra.Lo hizo con cuidado y no dejó de preguntarme si necesitaba parar. Y
cuandoporfinencajóenmí,cuandosentísucuerpoenmiinterior,fuecomoun fogonazo de emociones que se enredaron en la parte baja de miestómago y me impulsaron a pedirle que se moviese más rápido. Fuemágicoybonitoytierno,ysonríocomounatontacadavezquerecuerdoelmomento y los que vinieron después: las horas tumbados en la cama,abrazados,hablandoenmurmullosmientrasnostocábamosynosdecíamosmil«tequiero»conlamirada.Nodormimosnidiezminutos.Habíaimaginadomuchasvecescómoseríamiprimeravez,peroninguna
de esas fantasías podría haberle hecho justicia. No dejo de pensar en loafortunada que soy por tener a Kayden en mi vida. Debería sonreírle almundo todas lasmañanas.Dehecho,piensohacerlo.Voyasonreír.Voyasonreírtodoslosdías.
Annie.
21¡Pum!Abrolosojosdegolpe
Me duelen las rodillas, los gemelos, los hombros, los tobillos y hasta laspestañas. De verdad, no exagero. Nilak nació para dirigir un ejército, pero eldestino lo llevó por senderos diferentes y yo he tenido la mala suerte decruzarme en su camino. Esas son mis conclusiones después de dos semanasentrenandoamuertecomosielpremiodelacarrerafueseunmillóndedólaresylacertezadeconseguirlapazmundial.Enrealidad, lacarreraesparaaficionados.Sesuponequequedaamenosde
una hora de Inovik Lake y piensa queme vendrá bien para ver cómo es unacompeticióndecanicrossyhacerunaprimeratomadecontacto.Nuestromayormiedoesque,delantedetantagente,Caosreaccionedeformadiferenteporque,hastaahora,y trasunparde trucospocoortodoxosqueNilakhautilizado,harespondido bien. Corre con el arnés. Lo hacemos juntos. Y es… es mágico.Hemosforjadounaespeciedeconexiónsilenciosa.Noscompenetramos.Séquenomesentiríacómodacorriendoconcualquierotroperroquenofuese
Caos.Estonotienenadaqueverconganaroperderniconelhechodecompetir,sino con nosotros, con que podamos hacer algo unidos; sentirnos libres,orgullosos.Megustaverquedisfrutatrotandoamilado,quesealegradecorrerydequeyosealapersonaqueestáconél,acompañándole.—Vamos,Heather,yafaltapoco.Nilakavanzaanuestrolado,perosiempreaunadistanciaprudencial,comosi
necesitasedejarclaroquelosalumnossomosCaosyyo,mientrasqueélestáenotraéliteporserelentrenador.Puesvale.Nomeimportanesastonteríasdelasjerarquías. He seguido tratándolo exactamente igual que de costumbre. Aexcepción, claro, de que ahora tengo que hacer grandes esfuerzos para noabalanzarmesobreélalaprimeradecambio.Es injusto que te den a probar el caramelomásdeliciosodelmundoy te lo
quitenantesdequepuedashincarleeldienteysaborearloagusto.Aunque,mása menudo de lo que seguramente él estaría dispuesto a admitir, lo veomirándomey,casiporinercia,susojosazulessedeslizanhastamislabios.Mepregunto qué pensará. Quizá que cometió un gran error. O puede quesimplemente el beso que nos dimos le pareciese horrible; lo cierto es quemeconvertíenunpececillofaltodeoxígenoqueboqueaestúpidamente,pero,enmidefensa,Nilakmepillóporsorpresay tardéunpocoenasimilar loqueestabaocurriendo.—Quedancincominutos—señala trasmirarel reloj;apenas leveoel rostro
bajolacapuchadelasudadera,peroimaginoquesusgestossonduros,comosuvoz.En tres días estaremos en Tok participando en una de esas carreras para
principiantesquenointeresanamuchagente,peroqueservirácomomotivación.Oesoaseguraél.Leagradezcoloqueestáhaciendo.Ysí,corrermelibera;escomo respirar con el estómago,muy hondo,muy profundamente. Pero sé queNilaktambiénnecesitaesto,losé.Escurioso.Enrealidad,lostreslonecesitamos.No tengo claro a dónde nos conducirá; quizá valga la pena solo por el
recorridoyelfinalsealodemenos.Esoesloquepiensodelamayoríadelashistoriasdeamorqueúltimamentecaenenmismanos;séqueacabaránjuntos,peronocómo.Ysoylosuficientementecotillacomoparadesearaveriguarlo.—¿Quieres…quetehable…delúltimolibro?—jadeo,sindejardecorrer.—Ahorano,Heather.Concéntrate.—Vuelveamirarelreloj—.Dosminutos.Pongo los ojos en blanco sin dejar de trotar. Caos no conoce la palabra
«cansancio»,elmuycanalla;avanzaacoplándoseamiritmo,queesmuchomáslentodecomoaéllegustaríair,pero¿quéselevaahacer?Nitengosuenergíanidesciendodel lobo.Lavidaesasíde injustaparaalgunos,piensocuandoalfinsuenaelpitidodelreloj,paramosyloveosacarlalengua,frescocomounarosa.—Lohashechoacincoconcuarentaydos.Buentrabajo.Apoyolasmanosenlasrodillaseintentorecuperarelaliento.Lomalodeeste
fríoatrozesqueelsimpleactoderespirarresultacasidoloroso.Además,tengolanarizllenademocosylagargantairritada,ymedanpinchazosenlosoídos.
Noimportacuántomeabrigue,nuncaserásuficiente.Parasermásexactos,hoyllevo leotardos bajo el chándal, orejeras, gorro de lana y guantes, pero ni poresas. Y luego está el problema de que todo está tan lleno de nieve que solopodemoscorrerporun ladode lacarretera.Megustaban lasvistasal lagoqueantespodíadisfrutar.—¿Estásbien,Heather?—Sí,sí.Solonecesito…tomaraire.—Volvamosacasa—susurraantesdeemprenderelcamino.Eso hacemos. Él permanece callado, como en los viejos tiempos, y yo me
entretengoexplicándolelahistoriadeAurelia,unajovenqueheredóelranchodesupadrejustocuandoladespidierondesumaravillosotrabajoenNuevaYork.Regresóasutierranatalytuvoquehacersecargodelnegociofamiliarapesardeno tener ni idea de cómo ocuparse de ello, razón por la cual aparece elprotagonista en escena; uno de esos vaqueros tremendos con tal tableta dechocolatequeesposiblerallarzanahoriassobreella.Nilaksonríedébilmenteantemiúltimocomentario.—¿Yquépasaalfinal?—Pueslodesiempre.Sedancuentadeque,apesardesusdiferencias,están
hechos el uno para el otro y ella entiende que su vida en Nueva York erasuperficialyvacía.Sequedanavivirenelranchoyblablablá,comenperdices.—Tuentusiasmodicemuchodelahistoria.—¡Eh,no!Quierodecir,quemehagustadomuchoaunqueseapredecible.El
hechodesaberalgodeantemanonoquitaqueseabonito,¿sabes?Notienenadaquever.Depronto,tensalamandíbula.—Shh.Espera,Heather.—¿Quéestá…?Nilakmetapalabocaantesdequealcelavoz,peroesdemasiadotarde.Un
hombrequenollegaráalatreintena,decabellorubioengominado,fijasusojosclarosennosotros.EstáalladodeunturbadoJohnquesiguehablándolecomosinuestra presencia no fuese importante. Pero el otro le ignora y da un paso alfrentemientrasbajalamiradahastalacorreaquetodavíanosuneaCaosyamí.—¿Nodecíasqueelperronoservía?—escupe.Suvozestácargadadedesdén.
Desciendeporelcaminitohastadondeestamos,al ladodemicasa,yantesdequemedétiempoaentenderquéestáhaciendo,estiradeunladodelacorreaylatensahastaqueCaosgimeyseveobligadoamoversehaciadelante.—¿Quéestáshaciendo?¡Suéltalo!—gritohorrorizada.—Denton,apartalasmanosdelperro—siseaNilak.El tono amenazantedeNilaknoparece apaciguar sumalhumor.Frunce los
labiosenunamuecadesagradableyalzaelmentón.—¿O si no qué? Ni siquiera sabía que seguías vivo. —Lo estudia unos
segundos—.Asíqueahorateescondesaquí,enInovikLake.Yaveo.Québajohascaído.Noséaquéserefiereconeso,peroNilakesuncúmulodetensiónandantey
John se interpone entre ambos cuando entiende que está a punto de perder elcontrol.AprovechoelmomentodeconfusiónparaacercarmeaCaosyabrazarlo;estáasustadoynosabequéocurre.Yotampoco.HastaqueveolafurgonetaqueestáaparcadaaunladodeladeJohnydistingoalostreshermanosdeCaosallí,esperando.Dentonessudueño.Es como sime estrujasenmuy fuerte el corazón.No puedo permitir que se
lleveaCaos.Nopuedo.No,no,no.—¿Hasintentadoengañarme,Bale?—bramaeltalDentonenfrentándoseaun
imponente John; nunca antes lo había visto así, con la barbilla erguida, loshombrosfirmes—.¿Quépasa?Elperroesbuenoyquieresquedártelo,¿eseso?¿Quién dejará a tu cargo a sus animales cuando se empiece a rumorear queintentassabotearatuspropiosclientes?—Denton, maldito mocoso, te hice el favor de criar a los husky porque tu
padreeraunbuentipo,peroveoquenoheredasteprecisamentesusvirtudes.Elperro solo responde ante la chica, no te miento —gruñe—. Entra en casa yhablemos.Estoysegurodequepodemosllegaraunacuerdo.John comienza a ascender el camino sin pronunciar una sola palabramás y
Dentonlosigue,aunqueenabsolutoparecedispuestoadialogar.Cuandosehanalejadovariosmetros,Nilakseinclinahaciamíparaquesusojosquedenamialturayapoyalasmanosenmishombros.—QuieroquetemetasencasaytellevesaCaoscontigo—ordena.
—¿Quévaapasar?¿Quépensáishacer?—Heather,nodiscutasahora.Respiro hondo e intento aguantar las ganas de llorar mientras veo a Nilak
seguirlosapasoapresurado.LostresentranencasadeJohn.Lapuertasecierraconungolpeseco.TirodeCaosconsuavidad,lometoenlacabañaymeaferroaélcomosifueseunatabladesalvaciónenmediodelocéano.Memiraconsusojospálidosyelhocicolevantado,sinentenderquequizánovolvamosavernosnuncamás. Parpadeo de nuevo, pero esta vez no logro contener las lágrimas.Ahogoungemidoyescondoelrostroensulomo.Noesjusto.Séqueelperroessuyo, pero yo lo quiero; nadie lo hará nunca de forma tan incondicional. Loquierotalcomoes,consusdefectosyvirtudes.Nosotrosnosentendemos.—Caos…—le sujeto la cara entre las manos y fija la mirada en mí; está
sentadosobresuspatas traserasygolpeael suelodemaderacon lacola—.Teprometoquenodejaréquesetelleven.Ysilohace…—sollozo—.Silohace,me pasaré la vida ahorrando para poder darle el dinero que pida por ti. Deverdad.Porque tusitioestáaquí,conJohn,conmigo.—Respirohondo—.Hassidoelmejoramigoquenadiehubiesepodidodesear.Graciasporserelúnicoque se dignó a recibirme cuando llegué…—Seme rompe la vozyme sientoestúpidaporestarhablándoleaunperro,peronopuedodejarquesemarchesinhabermedespedido,sindecirlequevalorotodoloquehahechopormí.Loabrazofuerte.Élapoyaelhocicoenmihombroyríoentrelágrimascuando
melamelaoreja.Dios.Noquieroquesevayaconesehombrehorrible.Puedeque yame hubiese hecho a la idea de que nadie querría aCaos, ¿por qué hatenidoquevernosconelarnés?Malditacasualidad.Semeparaelcorazóncuandoescuchounpardegolpesenlapuerta.Noabro.
Piensoen laposibilidadde resguardarnosaquí; todavíaquedanbastantesbotesde conserva. Vuelven a llamar yCaos se remueve inquieto entre mis brazos.Ojalápudiesehaceralgo,pero¿qué?—¡Heather,abre!Soyyo.Contengolarespiraciónalescuchar lavozdeNilak,perono llegoadarle la
vueltaalallave.—¿Estássolo?—Sí,abre.
—¿Seguroquenohaynadie?—¿Quétepasa?¿Noconfíasenmí?Nolosé.Avecessí,avecesno.CreoqueNilakesunade lasmejorespersonasqueheconocidoenmivida,
peroesmásqueevidentequetansolomepermiteverlapuntadeliceberg;ocultacosasyesomehacedudar.Alfinalmetragomismiedos,porque tampocomequedaotra,yabro.Élentra,memiraconelceñofruncidoycierra.—Quépensabashacer,¿eh?¿Atrincherarte?Esomismo.Yamevaconociendo.—Dimequéestápasando.Sonríe.Unasonrisapequeña,perocargadadeternura.—Caossequeda—anunciay,antesdequepuedaañadirnadamás,melanzoa
susbrazosyescondoelrostrollorosoensupechofirme.Tardaunossegundosenreaccionar, pero me sostiene la cabeza contra él, a pesar de su evidenteincomodidad,ynosmecemosenunvals silencioso,porquenopuedodejardebalancearmesobremistalones,todavíatemblorosa—.Johnhaconseguidollegaraunacuerdoconél.—¿Quéclasedeacuerdo?—Notepreocupesporeso.—Creíaqueselollevaría…—susurro—,ynomehabíadadocuentadehasta
quépuntomeimporta.Siempreestáconmigo.Siempre.MeapartodeNilakyme froto lanariz enrojecida conel dorsode lamano.
Seguroquemi cara esunhorror, peromeda igual.Caosda vueltas a nuestroalrededor,enérgico,comosilasalidadeochokilómetroshubiesesidounmeropaseodecalentamientoparaélyestuviesealaesperadelsegundoasalto.—SerámejorquevuelvaconJohnparaasegurarmedequetodomarchabien
—diceyavanzahastalapuerta,perosegiraantesdesalir—.Pero,eh,Heather.Yonuncahabríadejadoqueselollevase.Lesonríoyélmedevuelveelgesto.
John es mi nuevo héroe.Me he pasado el resto del día haciéndole la pelota.Hastamehe comprometido a ayudarlo a cargar los troncos todas lasmañanasduranteunasemana.
—Heather,basta.Yaestábien,mehasdadolasgraciasmilveces.Vuelvealotuyo,nohasidoparatanto.—¿Cómopuedesdecireso?¡Hasidoincreíble!Aunquetenieguesadecirme
quétratohashechoconesasabandija.Vamos,John,¿porquénoquieresquelosepa?Notengoanadieaquiencontárselo;serécomounatumba.Suspirayparecehaceracopiode todasupaciencia.Dejael troncoque ibaa
cortar en el suelo y se sacude el serrín de las manos. Sus oscuros ojosentrecerradosestáncargadosdedeterminación.—Eldíaquemeganesunapartidaalajedrez,telodiré.—¿Qué?¡Esoesinjusto!¡Sabesqueesimposible!UnacarcajadaescapadelabocadeJohn.—Loquetengoqueaguantar…—masculla.—¡Lodigoenserio!Noteganaréenlavida,mellevasañosdeventajaytúlo
sabes.Escomosicompitiéramosaverquiénsemaquillamejor.Estáclaroquenotendríasningunaposibilidad,estotalmenteilógico…—Dejadeescupirtonteríasporlaboca.—Nosontonterías—contestoenfurruñada.—¿LediceslomismoaNilak?¿TambiénaSethoSialuk?Lotaladroconlamirada,algoqueaélparecehacerlemuchagracia.—¡No!Es que no quiero que ellos sepanqueme cuesta…concentrarme—
aclaro, intentando suavizar la conversación—. Aunque es probable que ya lohayan descubierto, dudo queme consideren demasiado avispada; sirvomesas,nadamás.Yaveceshastameequivococonlascomandas.—Esmiúnicaoferta.John es la persona más testaruda que he tenido el «placer» de conocer,
obviando a Alison, claro. Medito las posibilidades que hay de que ceda ydeduzco que, en resumen, el baremo oscila entre «cero» o «ninguna».Así debenévoloesmivecino.—Estábien,túganas—accedo—.Perosolosiaumentaslaapuesta.Medirás
eltratoquehashechoconDentonycualquierotracosaquequierapreguntarte.Ysobraañadirqueserássincero.Johnsonríe,metiendelamanoymedaunapretóntanfuertequeporpocome
quedosindedos.Supongoqueestosellanuestroacuerdo,asíque,encuantonos
separamos,lepropongoquejuguemosunapartida.SuenaFranzSchubertdefondocuandopierdo.Otravez.Nopuedodecirque
mesorprenda,peroadmitoquesiempredejoespacioalaesperanza.Enfin,¿quése le va a hacer? Jamás sabré a cambio de qué han conseguido queCaos sequedeconmigo.—No te desanimes, Heather. Puede que lo logres el día menos pensado, la
perseverancia es una gran cualidad.Y ahora, serámejor que hagamos algo decomer.¿Esoqueescuchosontustripas?—No—miento.—Andandoalacocina,muchacha.
Nilakme recoge el domingo por lamañana, puntual como siempre. Esta vez,Caosnos acompaña y yo ya estoy vestida con ropa deportiva y lista para lacarreraquedarácomienzoenunpardehoras.Llevoguantesycalentadoresenlospiesyparezcounmuñecodepeluche.—¿Estáslistaparacorrer?—Supongo.EsperoqueCaosnopierdaelcontrol.—Nolohará.Yaverás,confíaenmí.—¿Porquéestástanseguro?Salimos del sendero que conduce a las cabañas junto al lago y nos
incorporamos a la carretera principal. La nieve recubre los arcenes, a amboslados, y espolvorea las copas de los árboles y las frondosas ramas del tupidobosquequenosrodea.—Porque hace tiempo fui bueno en esto, ¿recuerdas? Así que hazme caso,
perotienesqueserfirmeconCaos.—ElperrogimeenlapartetraseradelJeepaloírsunombre—.Serigenporunajerarquía,asíescomoentiendenlascosas;si tú no te comportas como él espera que lo hagas, tan solo consiguesconfundirlomás.Yahemoshabladoantesdeesto.Nilak tiene susmétodos y estoy segura de que son irrebatibles, pero nome
gustadarleórdenesaCaos,mehacesentirviolenta.Séqueesutópico,peromeencantaríaquenuestra relación fuesede túa tú,queestuviésemosaunmismonivel.
—Lo intentaré—cedo y luego me fijo en sus manos, en la rigidez de susbrazosmientrassostieneelvolantedelcoche—.Porcierto,conocíasaDenton,¿verdad?ÉlcomentóqueteescondíasenInovikLakeoalgoasí.Nilakfrunceelceño.—Eso no es verdad —contesta con hosquedad—. Denton es un capullo
mimado que apenas sabe nada de mí. Nos vimos hace años en algunascompeticionesy,enresumen,meodiaporquenuncaconsiguióganarme.—Entonces,¿porquéllegasteaInovikLake?—Heather…—¿Heentradoenterrenopantanoso?Suspirasonoramenteyluegoseinclinahaciamíyabrelaguanterasindejarde
conducirniapartarlamiradadelacarretera.Encojoelestómagocuandomerozalarodillaconlamano.¡Malditosea!Noesjustoquemeprovoquetantascosas.¡Agh!—Toma,tehepreparadounsándwichparaquecomasalgoantesdelacarrera
—diceymelotiendeenvueltoenpapeldealuminio.¿Porquétienequesertantierno?Notengohambre,perosupongoqueeldetallemereceunesfuerzo.Ledoylas
gracias,lodesenvuelvoyveoqueesdesalmónyqueso.Megusta.Élsabequeme gusta. El halibut, en cambio, no me hace tanta gracia; siempre protestocuandoesloquesobraalfinaldeldíaymetocallevármeloparacenar.—¿No te gusta la corteza? —Pone los ojos en blanco al ver que la estoy
quitando—.Nolatires,dámela.—Yactoseguidoabrelaboca.¿Esperaqueledé de comer? Parece ser que sí.Me encojo de hombros, le acerco la horriblecortezayélmuerde,masticaytraga.Sonríoymemiradereojo—.¿Quétehacetantagracia?—Tú.Estoestanimpropiodeti…Gruñe por lo bajo y luego busca una emisora en la radio, pero no consigue
pillar ninguna. Deja de intentarlo y vuelve a concentrarse en la serpenteantecarretera que se dibuja al frente. Yome como lamayor parte del sándwich eignoro las protestas de Nilak cuando decido darle el último bocado a Caos.Pobrecillo.Estásalivando.Leencantaelsalmón.DejamosatrásTanacrossantesdepasar juntoauncarteldondepuede leerse
«Tok,Alaska».Elambientedelacarrerasepalpapocodespués,cuandoparamoscerca de una tienda de regalos de todo tipo y material para perros y trineosllamada «Burnt Paw». Hay bastantes coches aparcados por los alrededores.FulminoaNilakcon lamiraday le recriminoqueme lovendiesecomosi tansolo fuesen a participar tres ancianas cojas y ya estuviese todomedio hecho,peroélselimitaareír.Québien.Encuantosalgodelcoche,deduzcoquetodoslos habitantes de los alrededores están aquí, esperando ver el espectáculo,cobijadosbajogruesosabrigosygorrospeludos.Vayasuertelamía.—¿Nerviosa?—Másbienenfadada.Sonríe de lado mientras seguimos caminando hacia el gentío. Hay una
pancartaunpococutreatadaadosbalconesdesendascasasdemaderaquecruzala calzada y anuncia la carrera. En fin. Supongo que podría ser peor. Caosempieza a mover la cola, excitado, en cuanto ve a los perros de los otrosparticipantes.Leacaricioparacalmarlo.Nilak nos deja a solas un par deminutos y, cuando regresa, lo hace con un
dorsalpequeñoquesujetaenmiespaldaconunpardeimperdibles.—¿Quénúmeroes?—pregunto,nerviosa.—Eltreintaytres.—Megusta.Esunaseñal.—Tomoaireconbrusquedade intentoexpulsarlo
lentamentemientrasnosacercamosalalíneadesalidaenlaquecasitodosestányapreparados—.Estoynerviosa.—Vamos,Heather,puedeshacerlo.Cálmate.Lelanzounamiradaaniquiladora.—¿Sabes?Creoquemegustabasmás cuandonohablabas, ni sonreías, solo
gruñíastodoelratocomosituviesescomplejodeperro…Mecallodegolpealver laagitaciónquesedesataensusojos.Tragosaliva
coninquietud.Nohedebidodecirleeso.Estoyseguradequeestáhaciendoungranesfuerzoparasacararelucirsumejorfacetay lasúltimassemanasconélhansidoestupendas;noquieroquecambie.Abrolaboca,pensandoenquédecirpara arreglarlo, pero él me sorprende con una especie de sonrisa que medesarma.Noeraloqueesperaba.Penséqueselotomaríaalatremenda.Quizásúltimamente esté empapándose de libros sobre el zen, el karma, el Tíbet, los
astrosyderivadosvarios.Observoalosotrosparticipantesmientrasintentoqueningúnperroseacerque
aCaos.Noespornada,todosparecensimpáticos,peronolosconozcoynomefío de lo que no conozco. Hay más hombres que mujeres, pero no está tandesigualadocomopensaba.Nossituamostraslalíneadesalida,enlacuartafila.—Nohagasnadararo—meadvierteNilak—.Cíñetealentrenamientodelas
últimas semanas. No dejes queCaos tire de ti; sé firme en eso. Tampoco tequemesenlosprimeroskilómetros.Blablablá.Leencantarepetirlascosas.—Sí,migeneral.—Heather…eres…—¿Qué?—Alzolabarbillayélseríe.—Nada.—Seinclina,medaunbesoenlafrenteyluegoleacariciaaCaos,
queentrecierralosojillosantesusmimos—.Veconcuidado.Muchasuerte.Caosyyonosquedamosasolas.Losnerviosdelospresentesseentremezclan
con los murmullos de los espectadores. Recuerdo la sensación, el cosquilleoprevioquemesacudíaenlascompeticionesdeatletismoenlasqueparticipabarepresentando al instituto. Me sorprendo desviando la mirada e intentandoencontraramamáyMatthewentre lagente.Noestán.Claroquenoestán.Encambio,misojostropiezanconlosdeNilakyveoenelloselapoyoqueahoramismo tantonecesito.Lesonrío,vuelvoa fijar lavistaal frentey flexiono lasrodillasconsuavidad,listaparalasalida.«Aqueldíafuebonito»,pienso.Nosdirigíamoslostreshaciaelrecintodonde
sellevaríanacabolascompeticionesjúniorfemeninas;yoparticipabaenrelevosytambiénenlos800metroslisoscomopruebademediofondotrasclasificarmesemanas atrás.Matthew no dejaba de sonreírmientras conducía y sonaba unacancióndeBlur,norecuerdosieraGirlsandboysoCoffeeandTV,perosíséquemamá la tarareaba. Tenía diecisiete años, había ganado algo de peso y elpsicólogoalqueacudíatodaslassemanasparecíasatisfechoconmievolución.Fueunabuenaépoca.Ycorta,muycorta.Siemprehetenidosubidasybajadas,meheacostumbradoavivirencimadeunbalancín.Peromellevéesemomentoconmigo:lasatisfacciónensusrostroscuandovolvimosacasaconunamedallaqueanunciabaquehabíaquedadoensegundaposición,elorgulloqueleíaensus
ojos,lapazefímera.Caosseremueveinquietoamiladocuandoestánapuntodeanunciarlasalida
eintentocalmarloyenterrarlosrecuerdosqueemergendepronto;noeselmejormomentoparapensarenello.Empiezalacuentaatrás.VuelvoabuscaraNilakconlamirada,peronoloveo.Respirohondo.Tres,dos,uno…¡listos!Salgodisparada.Mispiessemuevensolosporelasfaltoe intentodesmarcarmede losdemás
corredores. La nieve se acumula a los lados de la calzada, pero el suelo noresbalagraciasalasal.Procurocontrolarelritmodelarespiración,entreabrolabocaymeconcentroenelvaho,quedibujaformasfantasmagóricas.Caos tira de mí en un momento determinado e intento que se acople a mi
ritmo.Nopuedoirmásrápido.Estoyjadeandoyelresonardelaspisadascontraelsuelovacasialmismoritmoquemicorazón.Pareceentenderlodespuésdeunminutoenelquevamosalgodescompensadosyrecula,avanzamáslento.Los kilómetros van quedando atrás. La ruta es una especie de vuelta por la
carretera principal que rodea una pequeña urbanización de típicas casitas demaderahastaregresaralameta,quesesitúaenelmismopuntodesalida.Casisiemprevoyacompañadaporalgúnotroparticipante.Notengonilamásremotaidea de en qué posición me encuentro, he dejado de controlarlo. Solo corro,corrosinmiraratrás;Caosgalopaamilado,apenasdospasospordelanteysintirardelarnés.Observosuspataschocarcontraelasfaltoycogerimpulsoantesdealzarsedenuevo; tiene lasorejas levantadasyelpelaje algoerizadoporelconstantemovimiento.Eshipnótico.Ycuandovuelvoaalzar lamiradadistingoa lo lejos la líneademeta.Cojo
aire conbrusquedady centro lavista en el cielo, queesdeungrisverdoso, eignoroalpúblicoqueobservayaplaudeycuchichea.MegustaríadecirleaCaosalguna palabra de ánimo (aunque siga sin tener la capacidad de entenderme),perogastomis últimas energías en seguirle el ritmoy llegar al destinoque sedibujaantemisojos.¡Yaestá!Loalcanzo.¡Cruzolameta!Estoyapuntodepalmarla,aunqueahoramismoeslodemenos,porquelohe
conseguido.Lohehecho.Yunregocijoextrañomesacude,peroapenaspuedoconcentrarme en esa sensación, porque estoy demasiado ocupada intentando
respirar.ElgranujadeCaosnoparececompartirmicansancioysemueveamialrededor e intenta lamerme la cara cuandome inclino yme apoyo sobre lasrodillasparacalmareldolordeestómago.—Eh,Heather,¿estásbien?—¿Tengo…pintadeestarlo…?—jadeo.EscucholarisavibrantedeNilakamiladoymerodealacinturaconunbrazo
paraayudarmeaerguirmedenuevo.Mefaltapocoparadecirlequeelhechodeque me toque no me ayuda precisamente a recuperar el ritmo normal de laspulsaciones. Al contrario. Creo que se descontrolan más (si es que eso esposible).Meapartaaunladodelacalzadaytropiezoconelmontoncitodenievequeestáapiladaenelborde;élmesostieneconunasonrisa.—¿Estásmareada?—Unpoco.—Lohas hechomuybien,Heather.—Aparta demi rostro losmechones de
cabelloquehanescapadodelacoleta.Deverdadquetienequedejardetocarmeya o no me responsabilizo de mis actos—. Te has clasificado tercera en lacategoríafemenina.—¿Tercera?—Frunzoelceño.Memiradivertido.—¿Te parece poco? Hasta hace tres semanas no sabías ni lo que era el
canicross.Nos quedamos allí un rato más observando al resto de participantes que
todavía están llegando a la meta. La sensación de satisfacción que heexperimentadominutosatrásserefleja tambiénen losrostrosdecasi todos loscorredores(menoseneldeuntíoqueestámuyenfadadoylehadadounapatadaaunpostedemadera).UnasimpáticaalaskanmalamuteseacercaaCaosydejoqueseolisqueenunratoantesdequelacarreralleguedefinitivamenteasufin.
Mediahoramástarde,lostresestamosdentrodelcocheyNilakdesenvuelvelossándwichesquehacompradoenunlocalcercanodecomidarápidaymetiendeun zumo. Hemos decidido comer aquí para no dejar solo a Caos. Doy unmordiscoeintentonoponercaradeasco(esdecarne,procedenciadesconocida,prefiero no preguntar). Hago un esfuerzo por tragar mientras contemplo la
diminuta figurita de metal con forma de perro que me han dado por quedartercera.Probablementeseaeltrofeomáscutredelmundo,peropiensoguardarlocomosivaliesesupesoenoro.—¿Yanofumas?—pregunto—.Nohuelesatabaco.Nilakmasticapensativo.—Queríadejarlodesdehacetiempo.Le sonrío e ignoro las arruguitas de crispación que aparecen en su frente
cuando le doy aCaos un bocado de mi comida. Debe de ser muy aburridoatiborrarsetodoslosdíasdepienso.—¿Sabes?Quizádebabuscarleunanovia;creoquelehagustadolaperritaesa
quesehaacercadoalterminarlacarrera.LosojosazulesdeNilakreflejandiversión.—Esunanimal.Nosufrasporél, teaseguroquecuando llegueelmomento
sabrábienbuscarse…¿Cómohasdicho?¿Novia?—Alzalascejassindejardesonreír—.Loquesea.—Qué insensible. Caos no necesita solo un desahogo rápido, sino una
compañeraqueloquierayloentienda.LosperrosdeJohnnole tienenmuchoaprecio;Vivaldieselúnicoquenoleignora.Nilakvuelvea reíry repite lapalabra«insensible» imitandomivoz,burlón.
Creoquenuncaanteslohabíavistofelizdurantetantotiemposeguido.Megustaestafacetasuya.Megustantodassusfacetas,enrealidad.En cuanto terminamos de comer nos ponemos en marcha y volvemos a
adentrarnosenlacarreteraqueconduceaInovikLake.Comoséquequedacasiunahoradetrayecto,merecuestoyobservolasdiferentestonalidadesdeverdedelosárbolesqueformanelpaisajeyseconviertenenmerosesbozosborrososconformeNilakconduceamásvelocidad.Semecierranlosojosdelcansancio;lapasadanocheapenaspudedormirunpardehorasporculpadelosnerviosyahora soy incapazdemantenermedespiertaniunminutomás.Bostezoydejoqueelsueñomeenvuelva.
¡Pum!Abrolosojosdegolpe.Miroamialrededor,desorientada.Nilak acaba de frenar en seco y el cinturón de seguridad me oprime las
costillas. Cojo aire mientras los ladridos de Caos se alzan a mi espalda y elsonidoagudosememeteenlosoídos.Yentoncesloveo.Eloso.Hayunosoenmedio de la carretera. Es enorme e imponente; una bestia de pelajemarrón ycabezaancha.MiroaNilak.Está pálido, temblando, con lasmanos aferradas al volante con tanta fuerza
que tiene los nudillos blancos. No reacciona. Estoy a punto de decirle quebordeemoslacarreteraporelcarrilcontrariocuandoloveoapretarlosdientesysalirdelcoche.¿Quédemoniosestáhaciendo?Caosladramásfuerte,conscientedelapresenciadelosoyyointentopensar…Intentoencontrarunaexplicaciónlógicaquemeayudeacomprenderloqueocurre…ElanimalsemueveaunladocaminandosobresuscuatropatasyNilakcoge
unapiedraquehayenlacunetaantesdeavanzarhaciaél.Sehavueltoloco.Eseosopodríamatarledeunsolozarpazo.Tragosalivaparadeshacerelnudoquemeaprietalagarganta,mearmodevalorysalgodelcoche.Lollamoagritos.—¡Nilak!Casinopuedorespirar.Lesseparanvariosmetrosdedistanciayélsigueacercándosedecidido,como
sinofueseunabestialoquetieneenfrente.Depronto,elososealzasobresuspatas traseras, emite un violento rugido y vuelve a dejar caer el peso de sucuerpo sobre las extremidades superiores antes de adentrarse entre la espesuradelbosque.Nilaklosigue.¿Porquélohace?Encuantoconsigosalirdelentumecimientomental,corrohaciaély,antesde
que pueda adentrarse entre la maraña de árboles, lo abrazo por la espalda eintento retenerlo con todas mis fuerzas. Nilak se queda paralizado, roto,respirandoentrecortadamente;tengolamejillaapoyadaentresusomoplatosylasmanos sobre su estómago, así que noto el esfuerzo que hace cada vez queinspira. Abre la mano y deja que la piedra caiga al suelo y ruede entre lahojarascahúmeda.—Volvamosalcoche,porfavor…Elosopodríaregresarencualquiermomentoynisiquieratendríamostiempo
parahuir.Nilaknoresponde,noconpalabras,peroreacciona,segiraymecogedelamanocondemasiadafuerzamientrasseencaminahaciaelvehículodondeCaos sigue ladrando.Aguanto lapresiónqueejercensusdedossobre losmíoshasta queme abre la puerta del copiloto yme empuja con suavidad para queentre.Élrodeaelcocheyocupasuasientoinstantesdespués.Arrancaelmotoryvuelveafrenartrasdesviarsehaciaunlado.Dejalallavecolgandodelcontacto.Retuerzolosdedos,nerviosa.Lomiro.Yentoncesdescubroqueestállorando.Surostroesunlienzoenblanco,totalmenteinexpresivo,peroveolaslágrimas
silenciosas, el azul acuoso de sus ojos que se ha convertido en un marencrespado. Insegura,alargounamanoy recojocon lapuntade losdedosunagota salada que resbala por sumejilla izquierda. Se estremece, sorprendido, ycreoquehastaahoranisiquieraélmismosehabíadadocuentadequelloraba.Se limpia lacarabruscamenteconeldorsode lamanoyapoya la frenteenelvolantedelcoche.—Tranquilo…—susurro y trago saliva, angustiada, porque no sé qué hacer
paraquesesientamejor.Nisiquierasoycapazdeordenarenmimente loqueacabadeocurrir—.Estoyaquí,Nilak.Noestássolo.Lefrotolaespaldaconcariño,peroélmeapartacuandoseyergue,seinclina
haciamíymeabraza.Meaprietatanfuertequemelevantaunpocodelasientoyme tira contra él. Escondo el rostro en su pecho y dejo que sus brazos meestrecheneltiempoquenecesite.Oigoellatidodesucorazón.Agitado.Furioso.Ojalápudiesehaceralgoparacalmarlo.Nosabríadecircuántotiempotranscurrehastaquemesueltayvuelveafijarla
miradaenlacarretera.Laluzdeldíaesmásopacaqueladeestamañanaylasnubesquesurcanelcielosonrasas,esponjosas,yestántancercaquecasiparecequeacaricienlascopasdelosárboles.Nilaksuspirahondo.Luego,giralallaveyretomamoselcaminoderegreso.Me pasomedio trayecto debatiéndome entre hacer alguna pregunta o seguir
callada e inmóvil. Por más que lo observo, no consigo encontrar ningunaemoción clara en su rostro; me recuerda a un lago después de una tormenta,cuandoelaguasequedaencalmaynadiediríaqueminutosatráslasuperficieestabasiendogolpeadaporlainsistentelluvia.
Quierodeciralgo,perotemometerlapata.Noséquénariceshaocurridohaceun rato y no quiero que nuestra relación cambie por abrir la boca más de lacuenta.Asíque,alfinal,empiezoahablardelascosasmásestúpidasquesemepasan por la cabeza con la intención de que se olvide de lo que sea que loatormente.Lecuentoelargumentodellibroqueempecéestasemanaytodavíano he terminado.Él no damuestras de estar escuchándome, aunque sé que lohace.Cuandollegamosacasa,paraaunladoynoapagaelmotor,señaldequequierequebajemosrápido.Cojoaireeintentopensaralgo,cualquiercosaquerompaestatensión.—Podríamosvolveracomeralgúndíaenesahamburgueseríaalaquefuimos
elmespasado—propongo—.Ohacerunmuñecodenieve.Algodivertido—digo, mientras observo el color blanco que recubre el prado, el tejado de lacabañaypartedelcamino.Pareceunpaisajedefantasía.—Nosomosunoscríos.Almenos,unodenosotrosdosnoloes—replicacon
sequedady luegosurostrosecontraeenunamuecaquenologrodescifrar.Escasicomosisintieseundolorfísico—.Heather,veteya,porfavor.Teloruego.—¿Porquétienesqueserasí?—¡Porqueestásdiciendoidioteces!Salgodelcocheensilencio,sacoaCaosymealejosinmiraratrás,porqueno
me hace falta hacerlo para saber que ya se ha marchado; escucho distante elronroneodelmotor.EntroencasaconCaos.Meapetecepasarunratomásjuntoaél.Recuestolacabezaensulomocuandosetumbasobrelaalfombray,todavíacon el abrigo puesto, alzo frente a mí la figurita con forma canina que merecuerdaquehaceapenasunashorasesteestabasiendounodelosmejoresdíasenmucho,muchotiempo.Laaprietoconfuerzaentrelosdedos.SéquedeberíasubiracasadeJohnycontarle lanoticia,porqueseguroquesealegraráyunasonrisabonachonacruzarásurostro,peroahorasoyincapazdefingirquenohapasado nada y todo va bien. El oso sigue adueñándose de todos mispensamientos: su cuerpo robusto, su mirada incisiva. Y Nilak. Temblando.Enajenado.Perdiendoelcontrol.
NovuelvoaveraNilakenlossiguientesdosdías.Nivienealosentrenamientosniacudealtrabajo.Sethmeaseguraqueestáenfermo.Gripe,dice.Yoséqueno
escierto,peroreprimolasganasdegritarlequenomemientaporqueentiendoquenotienelaculpa.Asíquemeocupodelaclientelayélllevalascuentas,delasquenormalmenteseencargaNilak,y,alterminarlajornadadiaria,metraeencochehastalacabaña.RealizarelcaminoconSethesmuydiferente.Hablamos.Los dos. Y lo hacemos de cosas tontas, de la nueva receta que probará lapróximasemana,desiesunabuenaideacelebrarlabodaenlaépocanavideña,decancionesygruposdemúsicadelosnoventaquenosgustanaambos…Altercerdía,mientrasdesayunouncaféconnataalgoaguado,meplanteola
posibilidaddeiracasadeNilakparaversiestábien.Mepreocupa.Meimporta.Ymuchomásdeloqueestaríadispuestaareconocerenvozalta.Sinembargo,cuandoabro lapuertaysalgoalporchedispuestaaentrenarpormicuenta, talcomohehecho lasúltimasmañanas, loveofrentea lacabaña,enmediode laexplanada blanca que se extiende entre varios abetos.Está de espaldas.No séquéesloqueestáhaciendoahí.Desciendolasescalerasylanievecrujebajomispiescuandoempiezoaandarsobreella.—¿Nilak?Memiraporencimadelhombro.Unaexpresióndeculpabilidadensombrece
susemblanteysientoquesemeparaelcorazónenelpechocuandoveoloquehaterminadodehacer.Unmuñecodenieve.Alzolavistahastaencontrarsusojospálidos.Lesonrío,mesonríe,yreprimo
lasganasdellorarcomounaimbécilmientrasmuevounadelasramitasquehacolocadoamododebrazoylapongobien,recta,comodebeestar.Ahorasí.Haquedadoperfecto.
22
2demarzoQueridodiario,
AnocheKaydenvinoacenaracasayselopresentéporfinamamá.Nonegaréquealprincipiofueunpocoraro.Digamosque,paraempezar,
no le hizodemasiadagraciaque le hubiese escondidodurantemedioañoqueteníanovio.Avecesmamápiensaqueesmimejoramigaycreoquenosedacuentadequesiemprehabráunalíneadivisoriaentrenosotrasyesonoesmalo.Simplemente,esmimadre.Yquieroquesigasiéndolo,contodassus consecuencias. Tu mejor amiga no te pega la bronca cuando salespitandodecasayolvidashacerlacama,resumámosloasí.La cuestión es que, cuando se lo dije,me hizo unmontón de preguntas
sobre él, su familia, su trabajo, su personalidad… Quería saberlo todo,¡hasta la talladecalcetines!Después,comoyaesperaba, llamóapapáy,talcomotambiéneradesuponer,éllatranquilizóyledijoqueeradelomásnormalque tuviesepareja.Menosmalqueélestácuerdo, tengosuertedetenerloenmivida.Asíque,unpocomáscalmada,sepusoamirarelúltimolibro de recetas que le regaló la madre de Yakone en busca de la cenaperfecta. Yo insistí en que no era necesario que preparase algo especial,pero…enfin,asíesella.CuandolleguéelviernesporlatardeconKayden,lacasaolíaapescado,
hinojoycilantro.Elvapordelasopadegambasymariscoflotabaenelaire
y,alentrarenlacocina,encontramosamamátrajinandoentreunmontónde sartenes. Se dio la vuelta y se quedó paralizada mirando a Kaydenmientras se retiraba tras la oreja unmechón de cabello rubio. Le sonrió,supongoquepor inercia.Es loque tieneKaydenenunaprimera tomadecontacto,queimpactaporlaserenidadquesereflejaensusgestos.Letendiólamanoyleaseguróqueestabaencantadodepoderconocerla
al fin. Después la sorprendió al arremangarse el suéter y ofrecersevoluntarioparaayudarlaaterminarlacena.Mamáinsistióenquenoeranecesario,peroalfinalterminamoslostresenlacocina,hablandodetodoun poco, mientras la sopa de marisco se enfriaba y preparábamos losentrantes: patatas asadas con salsa de soja y bocaditos de hojaldre consalmónymermeladadetomate.Fueunaveladaagradable.NopodíadejardemirarembelesadaaKaydendesdeelotro ladode la
mesaydarlelasgraciasensilencioporsertanconsideradoypacienteconmamá.Respondióatodassuspreguntasy,cuandocasiantesdemarcharseella hurgó más en sus problemas familiares y le preguntó a qué sededicabansuspadres,élvacilóunmomento,comosiestuviesevalorandolaposibilidad de mentir, pero finalmente contestó que eran dueños de unarefineríadepetróleo.Nuncamelohabíadicho.Me quedé muda, con un nudo en el estómago mientras lo miraba en
silencio.Yluegointentéocultarmidecepción,porquemedicuentadequenoconocíatanbiencomopensabaalchicoqueteníaenfrente.
Annie.
23Estan…tanél,tansuyo,tanúnico
Durantelasúltimassemanashemoscaídoenunextrañopatrónqueseresumeenentrenarporlasmañanas,trabajarhastaquecaelanoche,yhablardeasuntosnodemasiadopersonalesmientrasmeacompañaacasa.Ahoravuelveasalircincominutosantesparairaporelcoche.Havueltoafumar.Elsábadopasadoasistimosaotracarrera.EraparecidaaladeTok,conpocos
participantes, básicamente para el entretenimiento de los vecinos de la zona.Quedé sexta. No me encontraba bien, me dolía el estómago y tenía náuseas,probablementeporquelanocheanteriornoquisecenary,yademadrugada,meatiborré conunpaquetedepatatas fritas.No se lodije aNilak, pero creoqueempieza a conocerme lo suficientemente bien como para saber cuándo leescondo cosas y que, aunque intento mejorar cada día, sigo teniendo ciertasdebilidades. La diferencia es que ahora quiero vencerlas. De verdad que sí.Piensosuperartodolomalo.Tampocohemosvueltoahablardeloso.Eloso.Estoyobsesionadaconél.Nodejodepensarenloqueocurrió,enel
bloqueo que sacudía a Nilak, en la rareza de su reacción… Es como unrompecabezasquesemeresiste.Unomásdetantos,porquesigosinpoderganara John al ajedrez y por mucho que me repita la importancia del tesón y laconstancia,noveolaluzalfinaldeltúnel.Quieroganar,peronosécómo,yesosoloconsiguefrustrarmemáscadavezquenossentamosporlatarde,alahorade lamerienda,y tomamoscaféo témientras lamúsicasuenayélse regocijamachacándome.El viernes, después de la comida, decido pasar por la tienda deNaaja y su
familia,ymequedoallíunratoconSialukhablandodelosúltimoslibrosqueheleídoyacabodedevolverle.Debatimos sobreelprototipodeprotagonistaquemásnosgusta.Ellaesdechicosbuenosydulces.Yotiromáshaciaeltópicode
malote que en el fondo tiene buen corazón. Supongo que era predecible. Ydurante unmomento efímero, mientras charlamos y le hago compañía tras elmostrador,metientala ideadecontarlequeNilakmebesó.Cadadíaquepasatengomásconfianzaconlagentedeaquí,pero,alavez,medalaimpresióndequesilodigoenvozaltaserámásrealyeseinstanteyanonospertenecerásoloanosotros,sinotambiénatodoslosdemás.Además,medamiedohablardesentimientos.Noquieropensarenello.Temoperderelcontrol.LamadredeSialukentraenlatiendacargadaconunacajallenadebolsitasde
té,nossonríeynosdicequepodemosirnosyqueellaterminaráelturnodelatarde.Le damos las gracias y subimos a la casa familiar por la puerta trasera.Naaja no está y nonegaré quemedecepcionaunpoconoverla; le he cogidocariño.LahabitacióndeSialukestátanordenadacomodecostumbre.Meenseñalos
tres vestidos entre los que debe decidirse yme asegura que una amiga de suabuela lo confeccionará según el diseño que finalmente elija. El primero mehorroriza: capasy capasde tul aquí y allá,muypomposo.El segundono estámal:latelapareceligeraysuave,deesaqueresbalaporlapiel.Peroelterceromeenamora:tambiénessencillo,tienepedreríaenlazonadelescoteylafaldame recuerda a las alasdeunamariposa, vaporosay etérea.Sonríoy señalo lafotoconeldedo.—Tequedaríaprecioso,Sialuk.Es…esimpresionante—admitoyesoqueno
soydelasqueseemocionanconlasbodasyesetipodecosas—.¿Cuáltegustaati?—Estaba entre ese y el segundo, pero, ¿sabes qué? Tienes razón, es muy
bonitoydelicado.Creoqueseráperfecto.Medejocaerenlacama,asulado,yapoyouncodoenelcolchónylacabeza
sobrelapalmadelamano.—¿CómoempezasteisasalirSethytú?ASialukseleiluminanlosojos.Abreuncajóndelamesilladenocheysaca
un par de fotografías que me enseña. En ambas están ellos, de pequeños,rodeadosporotrostresocuatroniñosdesumismaedad.Québonito.—Ni siquiera sé en qué momento exacto surgió, ¿sabes? Simplemente,
conformeíbamoscreciendo,sentíaconélcosasquenonotabaconningúnotro.Yameentiendes,erantonterías,comoreaccionaranteunroce,unamirada,unasonrisa.Hastaqueundíaunaamigasehartódevernostontearsinllegaranadaynos dejó encerrados una noche en el bar del abuelo de Seth, después de quecelebrásemos allí un cumpleaños. Cerró con llave por fuera.—Una carcajadanostálgica escapa de sus labios—. Y hacía tanto frío que casi nos vimosobligadosaabrazarnosy…yasabes,unacosallevóalaotra…—Yahoraestáisapuntodedeclararosamoreterno—resumosonriente.—Todavía nome lo creo—admite entre risas—. ¿Y tú? ¿Te espera alguien
especialenSanFrancisco?—indaga.RecuerdolasonrisadeAlison,dulceyperversaalavez.Destensolosnudillos
cuandome doy cuenta de que tengo lamano izquierda encogida en un puño.Seguroqueesporqueenalgúnlugardemisubconscientelaestoyestrangulando.—No,notengoanadie.Sialuksonríeconlosojos.—Nosufras.Yallegará.Intento ignorar el cosquilleo que me sobrecoge cuando el rostro de Nilak
sustituye el recuerdo deAlison. ¿A quién quiero engañar?Me estoy pillando,peronopiensoconfesarlealgoasíaSialuk.Tragosaliva,nerviosa,ymepongoenpieconlaexcusadeiralestudiodeNaajaparallamaramifamilia.Sialuknointerfiere,complacientecomosiempre.Marco el número de casa tras cerrar la puerta y, mientras suena un par de
veces,meentretengogirandountarrodecristalycontemplandoelreflejodelaluzdelhalógenoquecuelgadeltecho;hayunapequeñaetiquetasobrelaquehanescritoconletrairregular«Achilleaborealis,Milenrama».Puesvale.Niideadequées.Mamádescuelgaalquintotono.Sonrío.—Ya empezaba a preocuparme…—refunfuña, pero la noto contenta—. El
otrodíahastallaméaesteteléfono,perocreoqueelnúmerodebíadeestarmaloalgoasí,porquecolgaronenseguida.—¡Mamá! No vuelvas a hacerlo. Te dije que el número es de una casa
particular, no quiero que les molestes, solo vengo aquí de vez en cuando.Además, estoy cumpliendo con lo que le prometí aMatthew, llamo todas las
semanas.—Tienesrazón.—¿Cómoestáis?HáblamedeEllie.Mamámehacesonreírcuandomeexplicaqueamihermanasiguesinhacerle
ninguna gracia ir a la guardería. Siempre ha tenido carácter y berreaba ymontaba un escándalo todas las mañanas. Escucho sus últimas travesuras eintentorecrearenmicabezatodosesosmomentosquemeestoyperdiendo.Toqueteo otro tarrito, este lleno de semillas rojizas que suenan como un
sonajerocuando lo sacudosuavemente.Leo laetiqueta:«Sambucusracemosa,Saúcorojo».Tampocoséparaquésirven,aunquelamayoríadelasbayasdeporaquí suelen ingerirse, pero hay cientos, miles de especies, algunas de ellasvenenosas. Le digo eso mismo a mamá cuando me pide que le cuente algointeresante.—Tambiénhevueltoacorrer—confiesodepronto.Noentrabaenmisplanes
decírselohastamásadelante,porquesimañanavuelvoacaerydejodehacerloladecepciónserámayor.—¿Lodicesenserio,Heather?—Sí.Ahoraesdiferente.CorroconCaos.—Nosabescuántomealegroporti.«Porfavor,quenosepongaallorar»,ruegoparamisadentros.Mimadrees
tanexpresivayemotivaquesiempredejaquesussentimientosfluyany,aveces,serconscientedecuántomequiereydecuántodañolehehechohacequemesientacomosimeoprimiesenlospulmones.—Tenotomejor.Entodo.Séqueestásbien,Heather.Situviesealgunaduda,
habríamosidoaportideinmediato,losabes,¿verdad?Nomeimportaqueseasmayordeedad,siguessiendomipequeña—suspirahondo—.Yademás,yanotienesquepreocuparteporAlisonBreth.Seacabó.Mequedosinaire.Aprietoelteléfono.—¿Quéquieresdecir?—Sus padres llamaron a casa esta semana yme contaron lo que les dijiste;
querían saber qué tal estabas. Alison está recibiendo la ayuda que necesita.Ayudaespecializada.Intentoquenonotequemetiemblalavoz:
—Tengoquecolgar,mamá.Tellamopronto,teloprometo.YdaleunbesoaEllieyaMatthewdemiparte.Cuídate.Dejoescapardegolpeelairequeestabaconteniendo.Noséquépensar.Quiero reír y llorar a la vez. Y esta sensación tan contradictoria se parece
mucho a lo que siempre he sentido respecto aAlison. Porque la odiaba. Perotambiénlaqueríamuchísimo.Erademencial.Medesgastabavivirenesevaivéndeemociones.Supongo que de eso se valen las personas altamente manipuladoras. Así te
hacen dudar de ti mismo. Con mentiras, atacando las debilidades, haciéndotesentir insignificanteparadespuéshalagarteyvolveramantenertedentrodesupegajosateladearaña.Tiembloalrecordareljuegoemocional,lasamenazasconhacerse daño a símisma casi al final, cuando empecé a desprenderme de esavendatejidadeengañoquenomedejabaverlarealidad.Alisoneratóxica.Yahorayanoestáenmivida.Porprimeravezdesdequeeracasiunacríasoy
libre,estoysolaconmigomisma,noformopartedeunpackindivisible.RespirohondoyregresoconSialuk,quemerecibeconunasonrisa,unataza
dechocolatecalienteyunmontóndetortitasreciénhechasyregadasconjarabedearce.Seguroquenoseimaginalomuchoquevalorounameriendatranquilayunabuenaconversacióndespuésdeañosdondelo«normal»eracualquiercosamenoseso.
Megustanuestrarutina.Nilaktieneeldondeconseguirqueundíaseaperfectosoloconestarpresente
enél.¿Cuántaspersonaspuedendecirlomismo?Esprobablequemiconclusióntengamuchoqueverconloquesientoporél.Megustaríadecirque,amedidaque loconozcomás,meconvenzodequeestamosbienasí, limitándonosaunpardemiradasanhelantesaldía.Perono.Noseríacierto.Dehecho,empiezaaresultarincómodofingirquesolomeinteresacomoamigo,porqueloquesientocuando loveoestá lejosdeparecerse a la calmaquemeproduce encontrarmeconSeth,porejemplo.Y,además,noloentiendo.
No entender las cosas es algo que siempre me ha frustrado. Y no solo enreferenciaalasemocionesdeotrapersona,sinotambiéncuandosetratadealgomásbanal,comountontoproblemamatemático.Hacequemesientaimpotente,como sime atasen lasmanos con una soga transparente y, encima, nadiemáspudiese ver precisamente eso, ¡que estoy atada! Así es imposible que puedaresolvernada.Nilakesunodeesosproblemassinrespuesta.A veces lo miro, lo miro durante horas, como si una parte de mí hubiese
deducidoque,simantengolosojosfijosenélduranteunaeternidad,larespuestacorrectaapareceráantemíconun tintineante«¡Ding,ding,ding!».Tendréunasolución,medaránquincepuntosyganaréelconcurso,ycorreréhaciaélconlosbrazosenalto,eufóricayradiantey…—Heather. —Me llama secamente, pero no aparta la mirada del reloj con
cronómetroquellevaenlamuñeca—.Estásbajandoelritmo,concéntrate.Sinopuedes irmás rápido, dímelo, pero no hagas estos cambios bruscos; vamos aintentarmantenernosacinco.—Vale—logrodecirentrejadeos.Elsueloresbalaunpocoyvoycontiento.Elsenderoqueconducealpuebloes
elúnicolugarquenoestárecubiertodenieve.Losprimerosdías,hacesemanas,sederretíaalpocodecaer.Despuésadoptóunaconsistenciablandaycaminarpor ella era similar a hacerlo sobre una nube esponjosa, y ahora es una cosaintermedia.Estáportodaspartes;elfríomantorecubrelasrocas,lasmontañas,eltejadodelascasas,lascopasdelosárbolesyelsuelo.Elmundoesblanco.—¡Hacefrío!—protesto—.Ymeduelelagarganta.—Esverdad,meescuece
unpoco,noesquemeestémuriendo,pero…—.¿Cuántofaltatodavía?Loveodebatirsemientrasmemiradereojo.—Estábien,paraya.—¿Enserio?Nomecreoque«elgeneral»hayaaccedidoaquedejemosunentrenamientoa
mediasanoserqueseaunmilagrodivino.PuedequetengaqueverconquelaNavidad está cerca. Bromas aparte, Nilak es exigente. Me gusta que lo sea,porque nadie nunca me ha instado a que dé lo mejor de mí. Hace que meesfuerce. Y después de esforzarme siempre noto una satisfacción cálida en el
pecho.—Haceunratoquepasasteelobjetivodehoy—dice,altiempoquedamedia
vueltayempiezaacaminarde regresoacasa.Caosse resisteunpococuandoentiendequeelpaseohallegadoasufin,peronossigueporquenolequedamásremedio.—¿Yporquéhashechoeso?¡Meestabamuriendo!Seríeyniegaconlacabeza.—Eresundramaconpatas.—No tiene gracia—refunfuño y piso sobre la nieve con todasmis fuerzas
comométodo infalible para reflejarmi enfado—. ¿De dónde sacas eso? ¿Quétengodedramática?—¿Todo?—Alza una ceja y luego sus rasgos se suavizan; acaricia aCaos
cuandoesteseacercaycaminaasulado—.Lametatienequevariar.Lohagoparaqueno tecondiciones inconscientemente.Soloeraunapruebaparaversipodíasdarmásdeti.Ysíquepuedes.Avanzamos un rato en silencio. Los abetos que crecen aquí y allá parecen
susurrarentreelloscuandoelvientolossacude,comosiestuviesencontándoseunmontóndesecretos.MiroaNilak.Estárelajado.Mantienelavistaalfrentemientrasandaconpasoslargosyseguros.—¿Cuándoseiráelfrío?—pregunto.Arrugalafrente.—Acabadellegar.—¡Esonoesverdad!Yahaceunmesqueempezóanevar—insisto,ynoes
quenomegustelanievecomotal,loquenomegustaesesteairegélidoquetecalahastaloshuesosysequedaahíparasiempre;tengolapielseca,loslabiosalgoagrietadosyyanorecuerdoesasensacióndecerrarlosojosynotarelsolacariciándotehastalaspestañasconesasuavidadquedesprendeelcalor.—Tieneslasuertedehaberidoapararaunazonabastanteagradable,créeme.
ElnortedeAlaska,esosíqueesduro—señalaydespuésralentizaelritmohastacasi dejar de caminar y se moja los labios con lentitud; si supiese lospensamientos que cruzan mi mente cada vez que hace eso, probablemente loevitaría—.¿Estáspensandoenmarcharte?—¿Qué?No,claroqueno.
Siguemirándome.—Sienalgúnmomentonecesitasquealguientellevehastalaestacióndetren
máscercana,sabesquepuedespedírmelo,¿verdad?—¿Porquéhacesesto?—Noquieroquetesientasatrapadaaquí.—No estoy atrapada. —Lo veo pasarse una mano por el oscuro cabello y
suspirarnervioso.Intentopensarenalgoparacambiardetema—.¿Esciertoloquedicen?Quecadacopodenieveesúnicoynoexisteotroigual.Nilaktardaunossegundosencontestar.Retomamoselpaso.—Enrealidad,creoqueeldichonaceporlasmuchasvariedadesqueexisten,
depende de la temperatura y otros factores. Están las estrellas hexagonalesdelgadas,lasagujas,lascolumnashuecas,placas,dentritas…—Madremía.Eresunfrikidelanieve.Me río y él me mira sorprendido, y luego sus labios dibujan una sonrisa
traviesa,deesasquecasinuncasepermiteesbozar.Seagachaconsuserenidadhabitual,cogeunpocodenieveylamoldeaentrelasmanos.—¿Quéestáshaciendo?—pregunto.Aunqueempiezoaserinmuneasusrarezas,todavíaconsiguesorprendermede
vezencuando.Ahoraesunadeesasocasiones.Estáserio,paradoenmediodelcamino, conCaosmoviendo la cola a su lado y las manos formando una…una…—Heather.Elsonidoroncodesuvozprovocaquealcelamiradahaciasuboca.Yesees
elmomentoenelqueunaboladenievemegolpeaenelhombroderecho.Miroel lugar del impacto, todavía alucinando porqueNilak haya hecho algo tan…¿inesperado?,¿divertido?,¿impulsivo?Sonrío,cojounpuñadodenieveyselolanzocomosifueseconfetidecolores
antesdesalircorriendo.Caosmesigueanimado,conlalenguafuera;creoqueelpobresepiensaquecontinuamosconelentrenamiento.Nilakhaceotraboladenieve,laaprietaentresusmanosparadarleconsistenciaymedadellenoenlacabeza.Suertequellevoungorrodelana.—¡Eh,ahínovale!—protesto,meagachoyloimitoapretandolanieveentre
lasmanosenguantadas.
—¿Desdecuándoexisteesanorma?—Desdeahora.Eres tanaburridoque jamáspenséque fuésemosanecesitar
fijarciertasreglas.Notepeganadalanzarbolasdenieve,¿sabes?Perosiquieresguerra…El azul de su mirada se ensombrece bajo las pestañas oscuras cuando
entrecierralosojos.Hum.Quizámehepasadounpoco.—Aburrido,¿eh?—sisea.—Noqueríadecireso.Noexactamente.Sonríocontimidez,ensondepaz,perotansoloreciboacambiootrabolade
nievequeme impactaen lacintura.Gritocomounahistéricaycorrohaciaunlado del camino.Me escondo tras un abeto pequeño yCaosme sigue, comosiempre.Semueveamilado,agitado.—¿Quéhacesahíparado,colega?¡Atacaalenemigo!Vamos,¡ataca!—insisto
yescucholarisaprofundadeNilakapenasaunosmetrosdedistancia.Separounafrondosaramaentrelosdedosparavercómovienehaciaaquíy,en
cuantonuestrasmiradassecruzan,lanzaotrabolaqueimpactaenelárbol.Caosladra.Leacariciounsegundoparatranquilizarloyluegohagounaenormepelotadenieve.Meencojodecuclillashastaqueescuchosuspasoscerca,muycerca,yentonces salgo disparada lo más rápido que puedo, lo cojo por sorpresa y elmontón de nieve golpea su mejilla derecha. Cierra los ojos un segundo,probablemente procesando mi buen tiro y, cuando los abre de nuevo, leo lavenganzaensumirada.Vuelvoagritar,estavezentrerisas.Ycorro,corro,corro.Mesigue.Creoquehaolvidadolasbolasdenieveysumáximoobjetivoahora
esatraparme.Distingo lacabañaa lo lejosyhagounúltimoesfuerzo,peronopuedo dejar de reír, y eso hace que respire entrecortadamente y pierda laconcentración.Nilakmeatrapa.Ahorasécómosesienteunainocentegacelafrenteaunleónhambriento.Me empuja por la espalda, resbalo y, cuando intenta sostenerme, los dos
terminamoscayendoalsuelo.Ysí,antesmeheequivocado.Lanievetienepocoqueverconloqueimaginoqueserácaminarsobreunanube,porquecaersobre
ellaesdoloroso,estáduray,obviamente,helada.Tardo unos segundos en recuperar el control. Estoy tumbada boca arriba,
respirandoagitada,exhausta;elcieloes liso,deun tonogris luminosoquemerecuerdaalnácar,ylascopasdelosárbolesseestiranparaalcanzarlo.OesoesloquecontemplohastaqueelrostrodeNilakinterfiereenmicampodevisión.—Conqueaburrido,entonces.—¿Todavía sigues con eso?—bromeo—. Lo dije hace como un millón de
años.Empezaráaestudiarseenloslibrosdehistoriaclásicadentrodepoco.—Ah,encimalistilla.—Lebrillanlosojosyelazulesintenso,turquesa;me
sujeta lasmanos y el gestome desconcierta,momento que él aprovecha paracogerunmontóndenieveyrestregármelaporlacara—.Estosíquepasaráalaposteridad.—¡Estástarado!Nilak se ríe con todas sus fuerzas cuando escupo un trozo de nieve. Y de
pronto, soy muy consciente de que su cuerpo, todo él, está sobre mí,sacudiéndoseacausadelascarcajadas.Meardenlasmejillasymicorazónmetequintadegolpe,sinavisar.Semesecalagargantaytengoquetragarsalivaparadeshacerelnudoquemeoprime.Estan…tanél,tansuyo,tanúnico,quequierobesarlo.No,«querer»noeslapalabra.Necesitobesarlo.Yantesdequepuedapensaren losprosy loscontrasovalorar lasposibles
consecuencias,lohago.Lobeso.Rodeo su nunca con una mano para acercar su rostro al mío y su risa se
extingue en cuanto nuestros labios se rozan. Los suyos son suaves, perfectos,pero están rígidos y noto cómo se debate interiormente y enfrenta su luchaparticular. Me gustaría saber por qué duda. Yo no tengo ni un ápice deindecisión.MegustaNilak,apesardeseropaco, inclusocontodosloshuecosquefaltanporrellenar.Suenairracional,perosédeloquehabloporlasencillarazóndequenuncaanteshabíasentidonadaigual.Esvértigo.Esestarenelfilodeunacantilado,mirandohaciaabajo,decidiendositeatrevesaprecipitartealvacíoodasunpasoatrásyregresasalaseguridad,atuconfortableexistenciasinsobresaltos.
Yomearrojéhacetiempo.Saltésinmás.Imprimoenelbesotodoeldeseoreprimidoduranteestasúltimassemanasyél
lanza una especie de jadeo contenido antes de entreabrir los labios y dejarseencontrar.Latentadoraycálidacavidaddesubocacontrastaconelfríoquenotoenlaespalda,perodejodeserconscientedequesigotumbadasobreuninmensomontón de nieve cuando nuestras lenguas se rozan y casi puedo ver fuegosartificialesdetonándoseamialrededor.Nuestrasbocasencajan.Conectamos.Una oleada de calor me sacude cuando Nilak presiona mis labios con más
fuerza. El beso se vuelve apremiante, furioso, y sus manos se aferran a micintura.¿Cómoeraesoderespirar?Creoqueteníaqueverconinspirar,espiraroalgoasí.Noimporta.Ahoramismonomeimportanadamásalládeloqueestoysintiendo; la sensación burbujeante en mi estómago, su lengua húmeda, elcosquilleoqueseapoderademisextremidades.Hedejadodetenerfrío.Quieromás.Quieroqueestebesoseaeterno.Notolorápidoquelelateelcorazónalposarunamanoensupecho,yluegola
deslizohaciaarriba,haciasushombros,elcuelloylamandíbula.Nilakemiteungruñidoseductoryseaprietamáscontramí.Nuncahabíaestadotanexcitaday,por loquepuedodeducira travésde laropa,élsiente lomismo.Esechispazoque surge en cuanto lo veo se está transformando en un incendio que avanzaimplacable;deberíamoslevantarnos,entrarencasayacabarconestatorturadeunavezportodas.Dehecho,creoqueeslamejorideaquehetenidoenmividacuando,depronto,abrumadoyjadeando,Nilakseapartaysequedainmóvil.Abro los ojos. Me mira con tal intensidad que me pregunto qué demonios
estaráviendo.Dejoescaparunsuspiroahogadoalsentirsusdedosascendiendopormimentón hasta acariciarme con el pulgar el labio inferior; sumirada sequedaahí,detenidaenmiboca.Después,cuandoyaestoyapuntodesuplicarlequevuelvaabesarme,niegacon lacabezaparasímismoysu rostro revela laangustiayladesolaciónqueesincapazdetrasmitirconpalabras.—Losiento,Heather…—No,¡nohagasesootravez!—Apoyounamanoensumejillayloobligoa
mirarme—.¿Porqué?Noloentiendo.Explícamelo.—Nopuedo.—Porfavor…Siento el viento helado colarse entre ambos cuando su cuerpo se separa del
mío.Elmiedo, latente, tiñe sumiradamientras sepone enpie.Me incorporo,todavíaconfusa,ymequedosentadaenlanieve,incapazdedejardemirarlo.—¿Quéesloquepasa?—preguntoconunhilodevoz.Nilak suspira conbrusquedady se llevaunamanoa la frente al tiempoque
caminadeun ladoaotrocon lavista fijaenelcielo.Pasaunaeternidadhastaquesedejacaerjuntoamí,enlanieve,ymesostienelabarbillaconlapuntadelosdedos.Hayunasúplicasilenciosaensusojos,perono,noquieroverla,noquiero.—Pasa que soy un puto egoísta —contesta con la voz rota—. Te lo dije,
Heather.Estoy jodido,muy jodido.Yodio hacerte daño, porque cuando estoycontigo,duranteesetiempo,loolvido…todo.Vuelvealevantarseydaunpasoatrás,yluegootroyotro.Ignoroeldolorquereflejasurostro.—No tevayas,Nilak.No lohagas—ruegoymesientohorribleydébilpor
hacerlo—.Porfavor,hablaconmigo.Sealoquesea.Tienelamiradaperdida.—Nopuedo.Losiento.Segiraysealejadejandotrasdesíunrastrodehuellasenlanieve.Tengola
mente nublada. El Jeep oscuro atraviesa el camino un minuto después ydesaparece tras las curvas cercadas por los árboles. Estoy sola.O eso pienso,hasta que advierto la presencia deCaos a mi lado. Se mantiene quieto. Fiel.Sentadosobresuspatastraseras.CierrolosojosconfuerzayelrostrodeNilaksedibujadenuevoantemí.Y por un momento lo veo. Sí, lo veo hundiendo su mano en mi pecho,
traspasando músculos, tendones y quebrando huesos hasta llegar a mi frágilcorazónparaestrujarlo,sacarloytirarloalsuelocomosifuesealgocarentedevalor.Eso.Esoesloqueacabadepasar.Loquesiento.Me quedo ahí, sentada en la nieve junto aCaos, tiritando. Tengo ganas de
llorar,perohacetantofríoquelosojosmeescuecenynomesalenlaslágrimas,
asíquemetragotodoeldolor.Ycuandolomasticoylosaboreoenunbocadodedecepción,entiendoloqueocurre.Meheenamorado.Creo.¿Quéotracosapuedeexplicarestapresiónagonizanteenelpecho?Inconscientemente,mellevouna mano ahí. Sigo con la mirada clavada en la nieve que me rodea y megustaríasercapazdehaceralgo,levantarme,gritar,lloraropatalear,peroestoybloqueada.Asíquenohagonada,nomemuevo,casinirespiro.Solotiemblo.
NosécuántotiempohapasadoexactamentecuandoJohnllegaconsufurgoneta,da marcha atrás al verme a un lado del camino, y baja del vehículo. Parececonsternado.—¿Quédemonioshacesahí,muchacha?Tardoenencontrarlaspalabrasexactas,queselimitanauntriste«nolosé»,
peroantesdequepuedaformularlasenvozalta,Johnmecogeporloscodosymeponeenpiecomosipesasemenosqueunabolsadepapel.Caos ladraamilado.—Estás helada,Heather.—Me rodea la cintura conunbrazoymeobliga a
caminarasuritmohastaelcoche.Abrelapuertadelcopilotoyentro.Élhacelomismoyconducehastasucasa—.Prepararéchocolatecaliente.—Vale.Mivozcarecedeemoción.Noséquédeberíasentirenestosmomentos.Hasidotodocomounaespecie
de revelación. Una revelación horrible. Cuando entramos en el comedor,enciende la chimenea yme deja a solasmientras va a la cocina y escucho elruidode tazasycacerolas.Sinantespedirlepermiso,meacercoal tocadiscos,bajo la aguja hasta que roza el surco del extremodel disco y lo enciendo.Lamúsicaempiezaasonar,lasnotasseengarzan,flotanenelaireymeenvuelven.Mesientofrentealfuegoconlaspiernascruzadas.Eselkarma.Eseso.Mehepasadotodamividautilizandoaloshombres.Noexactamentecomolo
hacía Alison, porque ella, como descubrí más tarde, siempre supo que jamáspodría llegar a enamorarse de ninguno de ellos. Yo, en cambio, albergaba laesperanza. Pero, mientras no llegaba, disfrutaba, reía, follaba, me divertía.Nuncaleprometínadaanadie,peroahoramepreguntosialgunodeesosrostros
sin nombres sentiría algomás pormí. Antes solomirabami propio ombligo.Quizálerompíelcorazónaalguiensinserconscientedequeloestabahaciendo.Quizálehicedañoaotrapersona.DudoqueNilaksepaloquehoymehahechosentir.Noseimaginahastaqué
puntoalcanzatodolobuenoy,también,todolomalo,ylocomplejodemezclarambas emociones, contrarias, que se repelen y a partir de este instante debenpermanecerjuntasdentrodemí.Quierosacarlas.Quieroquedármelas.Noséquéquiero.—Tengotartadequeso,peroesdeayer,estáunpocodura.Puedocalentarlaen
lasarténporelladodelagalleta,siteapetece.—Johnseagachaamiladoydejalatazadechocolateenelsuelo,frentealachimenea—.Creoquetambiéntengoarándanosmadurosyalgúnfrutosecodebedequedarenladespensa.Loabrazoantesdequepuedadecirnadamás.Esunabrazounpocotorpey
raro, porque él está de cuclillas y yo tengo que estirarme hacia un lado paraalcanzar su hombro, pero no se aparta. Por fin noto las lágrimas calientes,pugnando por salir hasta que lo consiguen.Me estremezcomientras Johnmeacaricia el pelo valiéndose de su serenidad habitual. Huele a madera; es unaromacálidoyfamiliar.Deseoescondermeenalgúnlugarperdidoynovolverasalirenmucho,muchotiempo.—Tranquila,muchacha.Meapartodeéltodavíaconojosllorosos.—Sientomolestarteatodashoras—murmurobalbuceante—.Debesdepensar
quesoyunacríaestúpida,peorqueungranoenelculo.Johnsonríeysesientaamilado,cruzalaspiernasconciertadificultadyme
da una palmadita en la espalda con una de sus enormesmanos. El piano quesuenadefondoenmascaraelcrepitardelfuego.—Tengolasuertedenosaberaúncómoesungranoenelculo,asíquedebo
de ser un hombre afortunado —dice y luego su voz se torna más suave—.Heather,noeresestúpida,nimuchomenosunamolestiaparamí.Alrevés.Estásaquí, ¿no? Antes de que tú llegases…—hace una pausa y suspira hondo—,hacíamucho que no tenía visitas. Creo queme había olvidado de lo que era
compartirunratoagradableconalguien,conunamigo.Asíquenodigascosasquenosonverdad.—Vuelveaadoptarsuhabitualtonosevero—.Piensaquealmenostupresenciahacefelizaunviejocomoyo,noesqueseamucho,pero…—Síqueesmucho.Paramí,sí.Sonríoentrelágrimasydespuésvuelvoaabrazarlo.No recuerdo cuándo fue la última vez que me sentí así de triste. Existen
muchostiposdetristeza:estálaquevaacompañadadedolor,laqueseescondetraslarabia,laquesimplementeapareceundíaysequedaynosabesporquénicómo, y la tristeza por amor, que esmuy extraña, porque estar deprimido poralgotanbonitoesunsentimientocomplejoydifícildemanejar.—¿Quéhapasado,muchacha?TedijequeNilaknoeraunmal tipo, todolo
contrario,perodeahíaquetuviesesqueelegirlejustamenteaéldeentretodoelpueblo…—Chasquealalengua—.Sevedelejosquetienesusdemonios.—Nilaknomegusta.—Heather…—¿Porquépiensasqueestoymalporél?Podríaserporcualquierotracosa.
Por los pobres caribús. Por el horrible frío que hace. Porque aquí es casiimposibleencontrarunpocodelechedecente.Johnarrugalafrenteysefrotalabarbaconlapalmadelamano.—Pasáisjuntostodoeldía.Ytodavíallevaspuestalaropadeentrenar.—No quiero hablar de esto contigo, John. Es incómodo —admito al fin
mientrasfijolavistaenelfuego.—Comoquieras.Puedesquedarteapasarlanocheaquí,sinoteapeteceestar
sola.Tengounahabitacióndeinvitadosysalmónfrescoparacenar.Asientoconlacabezaylesonrío.Nos quedamos un rato más ahí, los dos sentados frente a las llamas
anaranjadasyamarillasquebailandentrode lachimenea.Megusta lacasadeJohn, es acogedora, con todos susmuebles rústicos y sus antiguallas. Cuandovuelvoarememorarporenésimavezel tactosuavede los labiosdeNilak,megiro y le pregunto si podemos jugar una partida al ajedrez. Él accedeentusiasmado. Le doy la espalda a la chimenea, pero no me levanto de laalfombra. Cojo mis fichas, las negras, y las coloco en mi lado del tableromientrasJohnhacelomismoconlassuyas.Sacounpeón.Éltambién.Muevoel
míootracasillaenlasiguientejugadayesperoalturnodeJohn.—¿Hasestadoenamoradoalgunavez?Levantalamiradadeltablero.—Sí,haceaños—carraspea.—¿Ycómoera?¿Quépasó?Sonríeburlónyavanzaconunalfilotracasilla.—Asíquelaseñoritaquierequerespetesuintimidad,peroquierepoderhurgar
enlosamoríosdelosdemás.Interesanteposición.—No,bueno,noesexactamenteasí.—Bajolamiradahaciaeltablero—.Vale,
tienesrazón.Soymuycotilla—digo—.ResultaqueaNilaknolegusto.Findelahistoria.Ahoratetocaati;háblamedeeseamordelpasado.Johndejaescaparunabruscacarcajada.—Leimportasmásdeloquecrees,Heather.—¿Cómolosabes?—Porque antes apenas hablaba y ahora, al menos, está intentando volver a
comportarsecomounapersonanormal.Seesfuerza.Tú tambiénhascambiadodesdequellegasteaquí,enelbuensentido.—¿Aquéterefieres?Reprimounamueca de angustia cuandoveomorir cruelmente a una demis
torres. Creo que la partida acabará pronto. No es el mejor día para exigirmeconcentración.—Tus gestos sonmás suaves, ya no estás tan a la defensiva y parecesmás
contenta. Además, has dejado de ponerte tanta cosa de esa… ¿Cómo lollamabas…?—¿Sombradeojos?—Eso—afirma—.Yestásmásllena.Estásmejor.—Esdecir,queestoymásgorda.—¿Enquécabezacabeeso?—Daigual.Olvídalo—suspiro—.Cuéntameesahistoria.—Nohaymuchoqueexplicarytampocosemedabienhablardeestostemas,
pero ella era especial. Preciosa. Y muy alegre, aunque tenía carácter. Eratestaruda para sus cosas. Siempre me gustó eso, hay defectos que tienen suencanto.Éramosjóvenescuandonosconocimosyvivimosunamorapasionado,
sinhorariosnibarreras.Poraquelentonces,viajabamuchodurantelaépocadecompeticiones, hacía contactos,me relacionaba con gente delmundillo, y ellasiempre me acompañaba; sabía de negocios y era buena calando a la gente.Tiempodespués,llegaronunosañosmástranquilos…peromuyfelices…—Veoqueparpadeamásdelonormalantesdeponerseenpiedegolpe—.Serámejorquevayaalacocinaylodejetodolistoantesdelahoradelacena.Asientoydesaparecedelaestancia.Creoqueestabaapuntodellorar.Noesjustoqueamarresultetandoloroso.Cuando regresaal comedor, sigo sintiendocuriosidadpor saberqué lepasó,
peronohagomáspreguntasyélnovuelveatocareltema.Jugamosotrapartidaantesdeprepararjuntoslacenay,después,noscomemoselsalmónensilencio,disfrutandodelamutuacompañía.Cuandobostezoporcuartavezconsecutiva,Johninsisteenquedebodescansarymeacompañahastaelcuartodeinvitados.Esunahabitaciónpequeñaconunacamaindividualyvariascajasdecartónen
el lado opuesto, apoyadas sobre la pared. Hay una mesita de madera y unalamparita con formademedia luna.Las sábanas y lasmantas huelen a polvo,pero no se lo digo.Me acurruco entre ellas y Johnme observa durante unossegundosantesdedarmelasbuenasnochesyapagarlaluz.
24
4demarzoQueridodiario,
Ayertuvimosunafuertediscusión.NuncahabíavistoaKaydenasí,hablandocontantafrialdadydesdén.No
parecía el mismo. Se muestra siempre tan tranquilo, tan sereno, que eracomo si estuviese saliendo a relucir una partemuy oscura que nuncamehabíapermitidover.Ynomegustaqueexista.Nomegusta.Quieroalchicoquesonríeyquesiempreencuentraesapalabraquemelevantaelánimo,elchicoquemelimpialabarbilladenataymemirafijamentecuandopiensaquenoleveo.Le pedí explicaciones por lo de su familia y eso pareció molestarle.
Acababa de recogerme para ir a merendar y, ya en el coche, empezó acomentarquelacenaconmimadrelanocheanteriorhabíaidogenial.Yolecortéantesdequegiraselallavedelcontactoylepreguntéporquénuncame había comentado que sus padres eran pocomenos que los dueños demediaAlaska.«¿Quéimportaeso?»,contestó.«Nosé,creoquesivamosatenerunfuturojuntosyencomún,lonormal
esquelosepamostodoelunodelotro».«Puesahorayalosabes».«Kayden,no.Tendríasquehabérmelodichoantes».
«¿Porqué?»,suceñoempezóafruncirse.«¡Porque es tu familia, demonios! ¿Cómo puede importarte tan poco?
¡Nomelocreo,noesposiblequeignoresqueexistendeestamanera!».Kaydensehumedecióloslabiosysumiradaadquirióuntonosombrío.«Para mí están muertos. Todos», sentenció. «Siento no ser siempre
moldeableatugusto,Annie,peronocederéenesto.Tuvequevivirenesamalditacasahastaquecumplí losdieciochoymemarchéelmismodíademicumpleaños,sinnada.Túnosabescómoson.Tenemosformasdiferentesdepensar;séqueparatilasangrecondicionacualquiercosa,peroparamíno.Esaesmifilosofíadevidaynopiensocambiarla,nisiquieraporti…»,semordiólalengua.«Annie,tequiero,peronecesitoqueconfíesenmí,queentiendasquesitardomásenhablaralgocontigonoesporti,esporqueavecesyonoestoypreparado».Mequedémirándoloensilenciounossegundos.«¿Cómoson?»,insistí,ignorandosuspalabras.Kayden suspiró hondo y apoyó la cabeza en el respaldo del vehículo.
Parecíaagobiadoysinganasdehablar,pero,demonios,¡yotambiéntengoderechoasabersobresuvida!Éllosabetododemí.Todo.«Son malas personas. Tratan a los trabajadores del servicio como si
fuesen escoria y prefieren quemar el dinero en la chimenea antes quedárselo a alguien que lo necesite. Literalmente. Mi padre se dedicaba adarle guantazos a mi madre cada vez que estaba furioso por cualquiertontería,yellaaceptabaesetratoacambiodepodercomprarsejoyas,ropay otras cosas inútiles. Cada vez que le pedía que se divorciase y nosmarchásemos lejos,memiraba como si fuese un crío gilipollas; nuncaheconocidoanadiequeadorase tanto el dineroy el lujo comoella.Tiempodespués,mihermanomayor secasóy fuecomosi lahistoria se repitiese,puestratabaaLoria,sumujer,comoauntrozodemierdayellalopermitía.Intentéayudarlaeinclusolecontémisplanesdefuga,perosupongoquenoletentólaideaderenunciaralariquezadelafamiliaytenerqueempezaratrabajarconsuspropiasmanos»,Kaydencogióairedegolpe.«Yesaeslahistoriademivida,Annie,ahorayalosabes.Peroestonocambianada,nocambialoquesoynitodoloqueconocesdemí.Loquevesenesteinstante
eslaúnicarealidad,todolodemásformapartedelpasado».Traguésalivaeintentéasimilarsuspalabras.«Sientoquetuvierasquepasarportodoeso».«Nolosientas,yaeshistoria».Metiólallaveenelcontacto,perocerrémimanoentornoalasuyaantes
dequepudiesegirarlayarrancarelcoche.«Deverdadquesienalgúnmomentonecesitasdesahogarteohablarcon
alguiendeltema,sabesqueestoyaquí».Memiróyahífuecuandoviesetonomássombríoensusojos.«Notepreocupes.Yatelohedicho,paramíestánmuertos»,concluyó.
Annie.
25Mesientolibre
Sethestásentadoamiladoenelsofá,encasadeNaaja,mientrasSialukintentaelegirelmenúperfectoparalaboda.Hemosinsistidoenquelamejoropciónesdejaresadecisiónenmanosdesufuturomarido,peroellanopareceestarporlalabor.—Salmónesdemasiadotípico.—¿Yquémásda?Nosgustaatodos.—Habíapensadoenalgomásoriginal.—¿Costillas?—preguntaSethesperanzado.—Más.Original—siseaSialuk.—Podríamos usar esos mismos productos de forma diferente. Por ejemplo,
hacerunpasteldesalmónosaquitosdehojaldrerellenos—propongo.—¡Sepuede!—Seth sonríe—.Unmenúdegustación conbocados pequeños
envezdelhabitualprimerplato,segundoplato,postre…—Megusta.Suenainteresante—admiteSialuk.—Estábien.Cariño,túdameunpardedíasparaquepienseenposiblesrecetas
yeligeslasquequierasdetodaslaspropuestas,¿quéteparece?Sialuk sonríe y sedeja caer sobre él en el sofáy lo abraza.Meaparto a un
lado,incómoda.Vale,ahoraseestánbesando.Noquierodecirnada,pero,¡sigoaquí!Porsuerte,Naajaapareceenelumbraldelapuertayreprimelarisaalvera su nieta protagonizando la escena de una película de sobremesa muyazucarada. Me llama y yo me levanto como si se acabase de declarar unterremotodesieteenlaescalaRichter.—Vosotros seguid a lo vuestro —bromea y se regocija cuando ve a Seth
sonrojarsehastalasorejas.Estanrubioytienelapieltanpálidaqueesincapazdedisimular—.Vamos,Siqiniq,acompáñamearriba.Sigo a Naaja por las escaleras y avanzamos por el pasillo tenuemente
iluminado hasta llegar a su despacho. Una vez dentro, cierra la puerta a miespalda.—Yatenemosfechaparalaboda.—¿Perdona?—SeráunasorpresaparaSialuk.—Sonríeencantada—.Eldíaunodeenero.
¿Quémejorformadeempezarunnuevoaño,Siqiniq?Vamosadejarqueelijaelmenúyelvestidoyaestácasilisto;¡oh,tendríasqueverlo!Haquedadoprecioso—asegura—. La cuestión es que hemos decidido decorar el bar con motivosnavideños.SialukadoralaNavidad,essuépocapreferida.Cuandoerapequeña,insistía en colocar el árbol a finales de octubre y luego lloraba cada vez quehabíaquequitarlo.—Es muy bonito, Naaja. Me gusta la idea y también la fecha, aunque es
probablequeledéuninfartocuandoseentere.—¡Ahí está la gracia! El día de su boda debe ser divertido, alegre y
memorable,másalládeostentacionesinnecesarias.Seguroquenoseloespera.—¿Sethlosabe?—Claroquesí.—Esgenial.SonríoyNaajamedevuelveelgesto.—Elbarcerraráeldíaanteriorparaquetengáistiempodeprepararlotodo.—
Seinclinaycogeuntarritoquehaysobrelamesaymelotiende.Leolaetiqueta«Epilobium angustifolium. Epilobio»—. He oído que a veces sufres dolor deestómago.Debeshervirlashojasytomarloenformadeté.Funcionará,yaverás.—Gracias, Naaja —contesto y trago saliva, sintiéndome algo culpable; es
ciertoqueamenudomeduelelatripa,perotambiénheusadoesaexcusamásdeunavezcuandotodosintentancebarme.Medoylavuelta.—Espera,Heather.¿Hayalgomásquedeseespreguntarme?Lamirodubitativa.—Eh,no,creoqueno.Naajaarrugamáselceño,siesqueesoesposible,porquesupielaceitunada
yaestásurcadadediminutospliegues.—Sialukme comentó que te preocupaba lo que pensé sobre ti el día que te
conocí en la puerta del supermercado —comenta—. La oscuridad puede sersuperficial y no siempre esmala, a veces lo bueno se protege tras ella.Es unrecurso lícito que muchas personas usan porque necesitan sentirse seguras,resguardarse del resto delmundo.Heather, las cosas casi nunca son blancas onegras,lomáshabitualesqueseangrises.Nocreoquedebaspreocuparte;estásconociéndoteynoestardeparaello.Haypersonasquecruzanalotromundosinhaber empezado a hacerlo.Tú tienes que aprender a acallar esa vozmaliciosaqueviveentucabezaytehabladefracasosydecepciones.—Lointento.—Lo sé.—Coge otro tarromás, este opaco, yme lo tiende—. Llévaselo a
John.Esunacremaparasudolordeespalda.Y,apropósito,queríapedirteotrofavor. Necesito que lo convenzas para que asista a la cena de Navidad quecelebraré en casa en Nochebuena. Por supuesto, cuento también con tupresencia,Siqiniq.Arrugolanariz.—¿QueconvenzaaNilak?—No.AJohnBale.—Ah.—Notoquemearden lasmejillas—.Vale,prometoponer tododemi
parte,peronoteaseguronada.Esuncabezón.Ygraciasporlashierbasparaelté.—Levantoenaltoeltarritoyloagitoamododedespedida.Naajasemuestradubitativauninstante,algoraroenella,quesiempreparece
seguraytranquila,comosiretuviese«laverdad»deluniversoenlapuntadelalengua.Apoyaunamanoenmihombroypresionaloslabiosenunamuecaantesdehablar.—Hayalgomásqueveo,aunqueexistelaposibilidaddequemeequivoquey
aún me aferro a esa duda.—Le aguanto la mirada a duras penas—. Veo uncorazónroto.—Noesverdad.Noestoyenamoradadeél.Ellaniegaconlacabezasuavemente.—Mientes—sentencia—.Peronoimporta,porquenomeestabarefiriendoa
tucorazón,sinoaldeNilak.Vasa rompérselo.Tú te irásyhaycosasquesonfrágiles,cosasquehayquesabermanejarconcuidado…
Que sea el día de Nochebuena no le parece una «excusa de peso» parainterrumpirnuestrarutinadeentrenamiento.Nilakaseguraquetenemostodalamañanalibreparahacerloyyocedo.Alfinyalcabo,disfrutocorriendo,inclusoenesosdíasenlosquelaperezameatrapaymecuestamotivarme.Asíqueesoestamoshaciendoahora.Correr.Correr por el sendero principal en silencio. Es como últimamente pasamos
juntosnuestrotiempo.Callados.Élnuncahasidoungranconversador,lascosascomoson,yyonoconsigofingirquenohapasadonada,asíqueprefieroestoatenerqueconvertirmeenactrizprofesional.Nopuedosacármelodelacabeza.Me gustaría hacerlo, arrancar ese pensamiento de raíz, clac, fuera, y seguir
adelanteconmividavacía.Peronopuedoporqueahora…ahora simplementenoloentiendo.Mepasoeldíaintentandoaveriguarquéesloquenolegustademí.¿Porquéempiezaalgoquenoquiereacabar?Esquelohahechodosveces.Dos.Demonios.¿Tanhorribleleparezco?Nuncamehabíarechazadounhombreporpartidadobleynoséenquélugardejaesoamifrágilautoestima.Intento no pensarlo. Intento cerrar los ojos cada vez que recuerdo que he
engordado,queapenasmequedabasedemaquillaje,quesoypocointeligenteyquemepasoeldíavestidaconunchándalrosachicleque,desdeluego,nomefavorece.Perocuandocaelanocheymetumboenelsofá,todasesasestúpidasideas que mantengo apartadas, vuelven a mí y me atrapan. No sé a quiénpretendo engañar. Naaja dijo que tenía que acallar esas voces que siempreparecencuchichearenmimentetodolomalo,perocuantomáslointento,másmeacuerdodetodosmisdefectos;escasicomosilesestuviesesacandobrillo.Yquierodejardehacerlo,deverdadquesí,peronopuedo.RecuerdoeldíaenqueelprofesorEthanLarvinmeobligóasaliralapizarra
para hacer una raíz cuadrada. Matemáticas era la asignatura que peor se medaba,condiferencia,yesoquetampocodestacabaenlasdemás.Lacuestiónesquenoteníaniidea.Mequedéparalizada,conlatizaenlamano,rezandoparaquesucedieseunmilagrodivinoquemesalvasedelasituación.Unincendiooalgoasí,quéséyo.Empezaronasudarmelaspalmasdelasmanosyhastamecostaba sostener la tiza; me ponían de los nervios los murmullos de loscompañerosqueescuchabaamiespalda.
—¿Cómo puedes no saber hacer el ejercicio a estas alturas del temario?Empiezaporelprincipio.¿Cuáleslaraízcuadradadenueve?Lomiré.Estabatotalmenteenblanco.—Nolosé.—Esimposiblequenolosepas,piensaenunnúmeroquepuedasmultiplicar
porsímismo.Esfácil,Heather.—Nolosé—insistí,temblando.Nopodíahacerque los engranajesdemi cerebro sepusiesenenmarcha,de
verdadqueno.Elprofesor sepusoenpie emitiendoun suspiro cansado,peroantes de que pudiese decir nadamás, la voz almibarada deAlison flotó en elaire.—¡Oh,Diosmío!SeñorLarvin,deberíasubirselacremalleradelabragueta,a
no ser que tenga intención de dar un espectáculo. Por lo que se ve, parecebastantedispuesto—agregó.Lamitaddelaclaseahogóunaexclamacióndeasombro.Elprofesorbajóla
vista hasta su pantalón para descubrir que tenía la cremallera en su sitio y lafulminóconlamirada.—Alison,aldespachodeladirectora.—¿Quédespacho?—Enroscóeneldedoíndiceunodesustirabuzonesdeoro
ypusomorritos.Lamayoríadelosalumnosrieron.—SeñoritaBreth…—Ariesgodequemepierda,metemoquetendráquellevarmeustedmismo
—concluyó poniéndose en pie de un salto. Llevaba una falda cortísima quedejabaaldescubiertosuslargaspiernastorneadasy,antesdeseguiralprofesorfueradelaclase,memiró,sonrióymeguiñóunojo.Enesemomentolaamé.Laaméporconocerme tanbien,porsabercuándomepodía lapresiónyecharmeunamano, por hacerme reír cuandominutos atrás estaba a punto de hacer unridículoespantosodelantedetodos.
—¿Enquéestáspensando?LavozdeNilakmedistrae.—Ennada—miento.—Teníaselceñofruncido.
—PensabaenAlison.Sigocorriendosinañadirnadamás.Caosestá contentoyva rápido, asíque
hagoloposibleporacoplarmeasuritmomientrasNilakavanzaamilado,conlacapuchapuesta.—¿Eraunmalmomento?—Prefiero…guardármelo.—Comoquieras.Seguimos trotando un rato más. La tensión entre nosotros me resulta casi
insoportable. Lo que de verdad me apetece es gritarle, pedirle algún tipo deexplicación, entenderlo; pero lo único que hago es correr más y más, yconcentrarmeenelsonidorítmicodemispiesgolpeandocontralacalzada.—¿Quéestásleyendo?—Nadainteresante.Nopuedocreerqueahoraseaélquienintentequehablemoscuandosiempre
se ha mostrado más cómodo entre silencios eternos. Necesito guardar lasdistancias. Naaja no tiene ni idea de lo que dice, esa vieja está perdiendo lacabeza.¿CómopuedepensarqueleromperéelcorazónaNilak?Paraempezar,ni siquiera estoy segura de que tenga uno y, además, no hace falta ser muyintuitivo para predecir que la única que está saliendo mal parada de estasituaciónsellama«Heather»,deapellido«Green».Jadeocuandollegamosalapuertadecasa.Estoyagotadaysoloquierodarmeunaducha,descansarunratoyprepararme
paralacenadeNochebuenaquesecelebraráencasadeNaajadentrodeunpardehoras.MehacostadolomíoconvenceraJohn,díasdesúplicasyruegos,peroalfinalhaaccedido.Leaseguréquemequedaríaconélsisenegabaair,porquenopensabadejarlosolo,yeso fue loúnicoquehizoquecambiaradeopinión,aunquearegañadientes.—Nosvemosestanoche.—TrasdespedirmedeNilak,subolosescalonesdel
porchetodavíarespirandoalgoagitada.—Espera,Heather.—Mecogedelamuñecaytirademíconsuavidad.Bajola
mirada al lugar donde sus dedos parecen quemarme y luego vuelvo a alzarlalentamentehaciasusojos—.Estásenfadada.Nojodas.
Enhorabuena,Sherlock.Hace más de una semana que me rechazó por segunda vez y no sé si ha
necesitadotodoesetiempoparaadvertirmicambiodeactitudosi,simplemente,latensióncrecientehaanuladosuaparenteindiferencia.—¿Esotesorprende?Nilaknodejademirarme.—¿Quépuedohacer?—Supongoquenada.Meencojodehombrosysuspiroconresignación.Noesquetengademasiadas
opciones partiendo de la base de que se niega a contarme qué le ocurre, ytampocopuedoobligarloaque sientaalgopormí.Esosurge,no sebusca.Lopeor es que me gustaría sentir más rabia cuando lo miro, pero no puedo; encuantoencuentrosusojosmederrito,mesiento…otrapersona.Yoantesnoeraasí.Noerañoñanitansensiblenimepasabaeldíarecreandoenmimentetontasfantasías propias de una adolescente que compra revistas juveniles solo pararellenareltestquevienealfinalyqueterevelarásitienesunadmiradorsecreto.Estefríoestáaniquilandolapocacorduraquemequeda.Eseso.—Tengoturegaloenelcoche.—¿Miregalo?—EsNavidad.Vacilante,mesujetoalabarandilladelporcheyvuelvoabajarelescalónque
yahabíasubido.Nosemehabíaocurridoquefuésemosaintercambiarregalosnavideños.—Yonotehecompradonada.—Losé.Soloes…unatontería.—Sefrotaelmentónconeldorsodelamano
yme hace gracia verlo así, algo indefenso, después demostrarse siempre tanserio y frío—.Quédate aquí unminuto—pide, y baja por el sendero hasta elcoche,abreelmaleteroyvuelveasubircargadoconunabolsayunacajitaderegalodiminutaquellevaenlamanoderecha.—Sé que es típico lo que estoy a punto de decir, pero creo que no debería
aceptarlo.Nilak, ni siquiera sabía que ibas a…—Extiendo lasmanos frente amí,impotente—.Simelohubiesesdicho,habríaintentadocomprartealgo.Estoescomohacertrampas.
Élmemiraserio.—Yamehasregaladoalgo.—¿Elqué?—Correr.—¡Esonoesunregalo!—protesto.—Va,dejadequejarteycógelo.Suspiro sonoramente al aceptar los regalos. La cajita está envuelta en papel
rojo brillante y tiene una estrellita dorada en la parte superior. Antes de quepuedaquitarelprimertrozodecelo,Nilakmedalaespaldaycaminadenuevohaciaelcoche.—¡Eh!¿Noteesperasaqueloabra?Parecealgoincómodocuandomemirayniegaantesdesubirsealcoche.«Es
raro de cojones», piensomientras veo desaparecer el vehículo por el sendero.Vuelvoafijarlavistaenelregalo,cojolabolsaquehedejadoenlaescalerayentro en casa.Nonegaréque tengounnudoen el estómagoy estoynerviosa,pero, en mi defensa, abrir regalos siempre me ha sumido en un estado deexcitacióndignodeestudio.Esemocionante.Mesientoenelsofáydesnudolacajitaqueseescondíatraselenvoltoriorojo.
Laabro.Esuncolgante.Uncolgantepreciosoqueparecerepresentaralachicaquesoyahora,enesteprecisoinstante.Meacercoalaventana,sacolacadenaplateadaylabalanceoentremisdedosfrentealaluz.Sonríoalvereldiminutocopodenievequecuelgadeella.Es tanbonito…Másqueeso; este collar estambiénAlaska,esCaos,Johnylosdemás.Pero,sobretodo,esNilak.Yséquesuenaridículo,peromegustalaideadellevarloconmigo,cercadelcorazón.Casimejorquenohayaqueridovercómoloabro,porquehabríacaídoenla
tentación de abrazarlo solo por lo mucho que me ha gustado. Me aparto elcabelloaunladoyquitoelcierreantesdeponérmelo.Después,cuandosacoelotro regalo que está sin envolver dentro de la bolsa de cartón, estallo en unacarcajada.Esunacaja.UnacajaconveintebarritasTwix.Soyfeliz.
La casa deNaaja es un cúmulode voces, risas y gritos, todo salpicadopor elagradablearomaacomidacaseraqueflotaenelambiente.Johnpareceunpocoabrumadoenunprimermomento,comosideseasesalircorriendodeallí,perolocojo de la mano y lo guío hasta la cocina, donde Naaja, su hija y otras dosmujeres lo reciben encantadas, y él se muestra algo más animado cuando letiendenunacucharitadecaféyledanaprobarelmenúdelacena.EnelcomedorhayunárboldeNavidadgigantescoque, literalmente, tocael
techo; las ramitas de la copa están algo dobladas. Está cubierto de adornos ylucesqueparpadeanal sondeunaacogedoramelodíanavideña.SialukySethestánsentadosenelsofáfrentealtablerodeScrabble,enzarzadosenunabatallasilenciosa. Nilak está de pie, apoyado en la pared, cerca del árbol,observándoles.Alzalavistahaciamícuandosepercatadequeheentradoenlaestancia.Sus
ojos resbalan con una lentitud demencial por mi barbilla hasta posarse en elcuelloyencontrarelpequeñocopodenievedeplata.Lesonrío.HaempezadoasonarWhiteChristmas,afueranievay,sihaceunosmesesalguienmehubiesedichoquemesentiríaencasacon todasestaspersonas,mehabríaparecidouncomentariodelomásgracioso.—¿Quiéngana?—pregunto.—Ella,comosiempre—gruñeSeth.Sialukseríe.Dejoelabrigoenelbrazodelsofáymeacomodofrenteaellos,
enlamullidaalfombra,cercadelfuegoquecalientalaestancia.Mefijoenloscalcetinesquecuelgandelapartesuperiordelachimenea,losespumillonesdebrillantes colores metalizados y la mesa ya medio puesta, decorada con unmantel color cereza y un centro navideño hecho con piñas, bolas y lazosdorados.Nilaksesientaamiladoy,alcruzarlaspiernasalestiloindio,surodillaroza
lamía.MientrasSialukySethsiguenconcentradosensupartidadeScrabble,éltambiénmiraanuestroalrededor,valorandoladecoración.—Nadaostentoso—bromea—.BienvenidaalacasadeSantaClaus.Me río y retuerzo los dedos bajo los guantes, de los que todavía nome he
desprendido.—Graciasporlosregalos.Noteníasporquéhacerloysonperfectos.—Medio
enbroma,medioenserio,añado—:Nodeberíasconocermetanbien.¿Cuándolocompraste?—Hace tiempo, el día que te apunté a la primera carrera. No era algo que
hubieseprevisto,peroloviynosé…—Nilaktomaunabocanadadeaire—.Miintencióneradártelo entonces, despuésde correr, peroocurrió lodelosoyyasabes…—Eloso—repito.Élseapresuraaromperlatensión.—Lodelasbarritasfuesoloparanotenerqueoírtelloriquearmásporellas.Ledoyuncodazoentrerisas,aunque,enelfondo,estoyintentandoreordenar
mis ideas. No sé cómo debería sentirme. Nilak siempre consigue desbaratartodosmis«planes»yhacermedudar.Esdemasiadoopaco.Eldíaquemeapuntóa esa carrera fue justo después del primer beso que nos dimos durante latormentadenieve,cuandonoaparecióporeltrabajoporlamañana.—¡Malditasea!—gritaSeth.—¡Gané!¡Otravez!—exclamaSialuksonriente—.Tetocahacermelacama
duranteunasemana.—Cariño…—Sinexcusas.Unaapuestaesunaapuesta.Johnentraenel salóncargadoconunpardeplatosquedeja sobre lamesa.
SaludaaloschicosconungestodecabezayledaunapalmaditaaNilakenlaespaldacuandoseacerca.—Lacenaestácasilista.—Menosmal.—Sethselevantaaliviado—.Aestepasomeibaaconvertiren
suesclavo.Nosdirigimosentrerisasalacocinayayudamosallevarlosplatosquefaltan
alamesa.Hayunacantidadingentedecomida.Enserio.Bolitasdepatata,salsadearándanos,bisquedelangosta,sopa,pantostado,melazadeabedulyunpollorellenoenormequecoronaelcentrodelamesa.Madre.Mía.Unatropadelejércitoenterasedejaríalamitad.Dehecho,algunosplatosno
cabenenlamesayNaajalepideasunietaqueaparteeltablerodeScrabbleparausar también lamesita central.Antes de que dé comienzo la cena, por suerte,
llamanalapuertayseunenalafiestalospadresdeSeth.Aélloveoamenudoconlaquitanieves;ellaesalgomásescurridizaynosuelefrecuentarelbar.MesientojuntoaJohn.Losinvitadosempiezanacomer,acharlaryacontar
anécdotasdivertidasdegentequenoconozco,asíqueintentoseguirelhilodealgunaconversaciónmientrasmellevounabolitadepatataalaboca.Elpadrede Seth grita más que habla y es el único que consigue acallar la melodíanavideña que sigue sonando de fondo.Aunque estoy acostumbrada a comerloconpanqueques,untounpocodemelazadeabedulenelpanecillo.—Esosecomealterminarlacena—mesermoneaJohn.—Yacasiheterminado—bromeo.—Heather,notienegracia.Come.—¿Hasprobadolasopaderaíces?—preguntalamadredeSialuk—.Solemos
hacerla cadaNavidad, es típica de los nativos deAlaska. Lleva varias raíces:negaasget,iitatymarallat.«Hum.Sopaderaíz.¡Genial!»Intento fingir una sonrisa mientras me sirvo un par de cucharadas en un
cuenco.Mellevounaalaboca.Bueno,noestátanmal,podríaserpeor.Tomounasegunday,allevantarlavista,adviertoqueNilakmemiradesdeelotroladodelamesa.Elcorazónmelatemásrápido.Quétriste.Enestasituación,Alisondiríaalgoasícomo:«Nopenséquefuesesacaertanbajo.¿Unamiradaestúpidayyaestásapuntodepalmarla?Pensabaqueerasmásinteligentequetodoeso»,ydespuésselimpiaríaunauñayseiríacaminandoconlacabezabienalta.OdioseguirpensandoenquéharíaodejaríadehacerAlisonsiestuvieseaquí.
Parecementira que una persona, una normal de carne y hueso, puedametersetanto en la piel de otra, apropiarse de sus pensamientos. No sé si algún díaconseguiréeliminarladel todo.Demomento,meconformoconhaberladejadoatrás.Mesientolibre.Yanotengounasombraquesedediqueajuzgarcadaunodemisactos.—¿Probastelashierbasquetedi?—preguntaNaaja.Le digo que sí, pero sin añadir que el té sabía a rayos porque, además, lo
importante es queNaaja estaba en lo cierto yme alivió el dolor de estómagohaceunpardenoches.—Sí,yfuncionó.
—Nuncahayquesubestimarloquenosofrecelanaturaleza.Teprepararémásparaquete lo tomeslanocheantesdelacarrera.Lapróximaesdentrodedossemanas,¿cierto?—Sí—respondeNilaksinlevantarlamiradadesuplato.—¿EsladeFairbanks?—preguntaSeth.Nilakasienteysesirvemásbisquedelangosta.—¿Conesquís?—seinteresasupadre.—No,ellatodavíanohaprobadoelskijöring.—Quizáselpróximoaño—agregaSialuk—.Esdiferente,peroalagentede
por aquí le encanta.Vas sobre esquís y uno o dos perros ayudan a tirar de ti,aunquenoessencillocontrolarlos,mantenerelequilibrio,ladirección…—DudoqueelañoquevieneHeathersigaaquí—lainterrumpeNilak,ycreo
que no solo yo percibo el tono áspero que desprenden sus palabras. Suspiraincómodocuandocasitodoslospresentescentransuatenciónenél.—Bueno, ¿quién sabe? —me apresuro a añadir—. De momento no tengo
intención de marcharme, así que… Hum, realmente esta sopa de raíces estámucho mejor de lo que su nombre promete —concluyo con la intención dezanjareltema.Sialuksonríeeignoralapalpabletensión.—¡HaytantascosasquehacerenFairbanks!Seguroqueoslopasaréisgenial.
DeberíaishospedarosenAurora-Express.Sethyyoestuvimosallíhaceunpardeañosynosencantó.Levantolamiradadelplato.—¿Dormiremosallí?—pregunto.—Sí.Estáamásdecuatrohorasdecaminoencoche—contestaNilak.—¿IréisporlaAK-2E?—preguntaelpadredeSethydesconectounpocode
laconversacióncuandoempiezanacomentarposiblesdesvíosocambiosderutasicortanalgunostramosdecarreteraporculpadelanieve.Johnsemuestratranquilo,mejordeloquehabíaprevisto.Nodejadepicotear
y probar todos los platos yNaaja insiste en que coja una porciónmás grandecadavezquesesirvedenuevo.Nomepuedocreerque lleveañoscelebrandosololaNavidad,esmuyinjustoquealguientanbondadosocomoélnotengaconquiéncompartirestasfechas.
Cuandolacenatermina,yantesdequesaquenlospostres,suboarribayllamoa casa.Matthew descuelga y toca un par de botones con su graciosa torpezahabitualantesdeconseguirdarlealindicadoyactivarlaopcióndemanoslibres.TambiénellostienenvillancicospuestosdefondoymeechoallorarencuantoescuchoaElliecanturreandocomopuedeSilentNight.Mamáintentaanimarmecontándomequées loquehanpreparadoparacenary lodivertidoquehasidocuandoMatthew se ha reído por un anuncio de la televisión y ha terminadoatragantándoseconelvinoentrecarcajadas.Nopodríaestarenunlugarmejor.EncasadeNaajamesientosegura,peroes
imposiblequenadiepueda jamás sustituir ami familia.Y los echodemenos.Losechomuchodemenos.Suolor(mamásueleusarunsuavizanteconaromaalavanda), las sonrisas que no puedo ver a través del teléfono y el puré decalabazaquecocinacadaNochebuena.Dios.Mearrepientotanto,tanto,tantodehaberme comportado como una cría gilipollas durante las últimas Navidades.¿Cómopodíanovalorarlo?¿Cómopodíadarmeigualcolocarelárbolopasarunratojuntoaellosenelsofá,bajolaluztenuedelcomedor?Loteníatodoynofuicapazdecogerlasriendasdemividaydisfrutarlo.—Cariño,dejadellorar—pidemamáconsuavidad.—Esque…—Aprietoelteléfono—.Hesidounaidiota.—Ibiota.—EscuchoquerepiteElliebalbuceante.—¡Recórcholis!Ellie,palabrotasno—lariñeMatthewmientrasmamáintenta
no reírle la tontería—. Vamos, despídete de tu hermana antes de lavarte losdienteseirteadormir,¿oesquequieresqueSantaClausveaqueestásdespiertaynotedejeregalos?—¡Noooo!—Vale,puesvenga.DileadiósaHeather.—Abios,Heder—gorjea.—Buenasnoches,pequeñaja.Tengo que morderme el labio inferior y tragarme las lágrimas para no
derrumbarme. Es doloroso oír esa vocecita y saber que está tan lejos, que nopuedoachucharlayquetuvequealejarmeporsupropiobien.—Cariño,escúchame—dicemamáencuantosedespidedeambosysequeda
asolas—.Loestáshaciendomuybien,losabes,¿verdad?Echabademenosami
pequeña,alaverdaderaHeather.Quevolviésemosahablar,quemecontasestuscosas y nos riésemos de tonterías como hemos hecho estas últimas semanas,pero no sabía cómo llegar a ti. Lamento no haberlo hechomejor. No, nomeinterrumpas—se apresura a añadir—. Sé que es horrible que sea Navidad yestemosamilesdekilómetrosdedistancia, pero, cariño, en el fondo, estamosmuchomáscercahoydeloqueloestuvimoselañopasadooelanterior.Lloroensilencio.Tienemucharazón.Losúltimosañosmecomportéfatal.Lesdijequemedejasenenpazcadavez
queintentaronconvencermeparairacomprarlosregalos,meneguéavisitaralospadresdeMattheweldíadeAñoNuevodiciéndolequeelplanmeparecía«un tostón» porque tenía una resaca increíble después de despedir el año deforma poco saludable en una fiesta y, en resumen, no participé en nada queimplicasesostenerunadornoenlamano.Lopeoresqueesosañossonirrecuperablesynovaledenadaquemelamente
por ello. Suspiro hondo, me calmo y le cuento a mamá el menú de la cena,porqueséqueleencantacotillearquésecuece(literalmente)porotrascasas,ydespués le hablo de la gente que está ahí abajo y ya conoce de otrasconversaciones.Antesdecolgar,lapongoalcorrientesobrelapróximacarrera,yvuelveadecirmequemequiere,quetieneganasdevermeyqueestáorgullosademí.Orgullosa.Melorepitomentalmenteunpardevecesantesderegresarjuntoa
los demás y mordisquear un trozo de chocolate con gesto ausente mientrasSialukmeproponesersuparejaenlapróximapartidadeScrabble.
Hemos pasado la tarde cargando cajas repletas de adornos con motivosnavideñosyllevándolashastaelLemmini.Es31dediciembre,elúltimodíadelaño,ytenemosquedejarelbarlistoydecoradoparaquemañanasecelebrelabodamásbonitadelmundo.Porquenoserálamáscara,ni lamásplanificada,perosiendoSialukySethlosprotagonistas,estoyseguradequeestarállenademagiayamor.RebuscoconJohnentrelascajasqueestánenlahabitacióndeinvitados,enla
quehedormidounpar denocheshasta la fecha, pero aquí yanoquedanmás
adornos, tan solo recuerdos polvorientos y olvidados; libretas, diarios, unabufandayungorroazul,unacajadelatón,unavelaroja,unpardelápices…—No importa, creo que tendremos suficiente con la cantidad de trastos que
hemosrecogidoestatarde—digosacudiéndomelasmanos—.Graciasdetodasformas.Alsalir,veoaNilakfuera,enmediodelpradocubiertodenieve,rodeadopor
losperros; se inclina, cogeuna ramay la lanza lejos, consiguiendoqueBach,PamiiyokyTchaikovskysalgandisparadosaporella.Sonríomientrascaminohaciaél.—¿Tediviertes?Nilakasienteconlacabeza.—¿Loechasdemenos?—pregunto.—Casitodoeltiempo.—¿Yporquénovuelvesadedicarteaesto?Ymerefieroaregresarenserio,
noaloqueahorahacemostúyyo.—¿Estásdecoña?—Memiraburlón—.¿Lonuestronoesserio?Terecuerdo
que en una semana tenemos una carrera en Fairbanks y, si quedas entre lasveinticincoprimeras,podríamosparticiparenladeAnchorage.—¿Deverdad?—Claro.EncuantoCaosvequeestoyacariciandoaMozart,seacercaatodavelocidad.
Aguantolarisa;meencantaponerleceloso.LedoysudosisdemimosmientrasélmuevelacolaypiensoenlaspalabrasdeNilak.—Detodasformas,siguesinserloquehacíasantes.—Ya,peroalgunascosasesmejordejarlasatrás.—Estiralosbrazosenaltoy
se da la vuelta—. Vamos, será mejor que nos pongamos en marcha si noqueremospasarlamadrugadaentreadornosnavideños.Unashorasmástarde,ambosnoshacemosalaideadequevamosapasarlo
quequedadenochedecorandoelbar.LamadredeSialukyunasamigasquehanvenidoaayudarsehanmarchadohaceyaunrato,sonlasonceytodavíafaltanmuchosadornospor colocar.Demomento,hayunárbol inmensoque Johnhatraído al mediodía, y que hemos llenado de relucientes bolas de colores yesponjososespumillones.También lehemosdadounairenuevoa labarradel
bar,queestárodeadaporunlazorojodegasa,ytodaslasmesasestáncubiertaspormantelescolorframbuesaconribetesplateadosycentrosconpiñas,aceboyangelitostalladosdecristal.—Faltanalgunosadornosmás—comento—,peroloimportantesonlasluces
ylosfarolillos.Ledaránuntoquediferentealambiente.Nilakmiraasualrededor,cansado.Cadavezquepronunciolapalabra«lazo»,
parece a punto de vomitar.Me gusta que sea capaz de tragarse su opinión alrespectoypongatododesuparteparaconseguirquelabodadesusamigosseamemorable.—¿QuécaracreesquepondráSialukcuandoladespiertenmañanayledigan
queeseldíadesuboda?—preguntoriendoyéltambiénsonríe.—A saber. Mejor no dejar a mano en la mesita nada punzante. —Nos
quedamosunpardeminutosensilencioantesdequeNilakvuelvaahablar—.¿Lodijisteenserioensumomento?Aquellodequecuandoencontrasesaesapersonaespecial,tebastaríaconeso.Quenoquierescasarte.—Sí.Nuncamehatentadolaideadeunaboda,almenosnounatradicional,
conelvestido,elesmoquin,losinvitados…todoeso,yasabes.Novaconmigo,aunqueverloenlosdemásmegusta,noséporqué.¿Túquierescasarte?Niegaconlacabeza.—Quédateaquí,iréaprepararalgoparacenar.Abandonaelcomedorysemeteenlacocina.Yomeentretengocolgandode
lasparedesunosmuñecosdefelpaquerepresentanrenos,campanillasydiversosmotivosnavideños.Después, sacode lascajas todas las lucesqueencuentroylasdejoaunladopensandoenlomuchoquenosvaacostarsepararloscables.Hayunasguirnaldas redondasdecolornacaradoque iríangenialdecorando laparedqueestátraslassillasenlasquesesentaránlosnovios.Nilakregresadiezminutosmástardeydejasobrelabarraunplatoysendos
vasosdezumodearándanos.Melimpiolasmanosenlosvaquerosymesuboaunodelostaburetes;élsesientaamilado,muycerca.Sondossándwiches.Aunoleharecortadolacorteza.Sonrío,locojoymelollevoalaboca.—Tengoestoparaelpostre—digoencuanto tragoelprimerbocadoysaco
delbolsillodelasudaderadosbarritasTwix.—Granaportación—opinatrascogeruna—.Eresconscientedequevamosa
celebrarelañonuevoaquí,¿verdad?—Bueno,podríaserpeor.—¿Peor?—preguntadivertido.—Elañopasadomepasélamitaddelanochevomitando.—¿Vomitando?¿Por…eso?—No,noesloqueestáspensando.Yatedijequehaceañosquenohevueltoa
hacerlo, no a propósito, quiero decir. Vomité porque había bebido demasiado,entreotrascosas.Undesastre.—¿Quéotrascosas?—¿Paraquénecesitassaberlo?Prefieroahorrarmelosdetallesmásescabrosos,
noquiero resultarte aúnmenos atractiva.Quédate con la idea de quemepaséañoshaciendotodoloquenodebía.Esunbuenresumen.Frunceelceño.—¿Esopiensas?¿Quemeparecesmenosatractivapor todo lomaloqueme
hascontadosobre ti?—Asiento lentamenteybajo lamirada—.Dios,Heather,noeseso.No.Jamástejuzgaríaporalgoqueyahashechoyporloqueademáste arrepientes. Cuando te miro solo veo a alguien muy humana, real, que noesconde sus errores. ¿Sabes cuánta gente está dispuesta a admitir sus defectoscon tanta sinceridad?Casinadie.Dehecho, teadjudicasmás fallosde losquerealmentetienes.—¿Túlohaces?Nilakniegaconlacabeza.—Nopuedo.Nosoytanvaliente.—¿Porqué?—Porquemevolveríaloco.Selevantayrecogelosplatosvacíos.Respiro hondo. Recuerdo las fiestas a las que acudíamos, los desconocidos
entrelosquenosmezclábamosylamúsicaensordecedora,lasluces,elardorenlagargantaporelalcohol,lasensacióndeestarflotando,deseretérea,deestarrota.Y luego losojosdeAlison,brillantes, dilatados, y su lengua sosteniendounapastilla conundibujodeunelefanteque terminapasándomeconunbesohúmedo.Despuésseechaareír,mecogedelamanoymearrastraalamareadegentequesebalanceaalsondelamúsica.Cierrolosojos,alzolosbrazosyme
dejollevar.Partesdemí,delaantiguaHeather.Cuando Nilak regresa al comedor y empieza a desenredar el manojo de
lucecitas,meparoasuespalday,alhablar,lohagoenvozbaja:—Probécosas—confiesoyagradezcoqueélnosegire—.Yhubomás.Me
expulsaron una semana durante el último año de instituto porqueme pillaronfumandoenlosservicios,nopudemandarlasolicitudaningunaUniversidadalnoconseguiraprobarmatemáticasymepasélossiguientestresañosaceptandotrabajosdetodotipoquedejabaalpocotiempo.Loúnicoquehacíaerasalirdefiesta, conocer chicos y fundirme el poco dinero que ganaba. —Cojo airebruscamente—.UnavezintentéconducirelcochenuevodeMatthewdespuésdehaberbebidoyrayétodalacarroceríadellateralderecho.Cuandolovioalllegaracasa,nisiquierasemolestóenecharmelabronca.Creoqueestabancansadosde hacerlo, de sermonearme y ver que no servía para nada, de intentaramenazarme con cosas que a ellos les dolía más cumplir que a mí que lohiciesen. Me ausentaba de casa algunas temporadas. Fui… la peor hija delmundo.Yporeso,poresomeodiotanto,porquenoteníarazonesparaserasí,notuveunospadresabusivosniegoístas,asíquenoexisteningunaexcusaalaquepuedaaferrarmemásalládequeelproblemasiemprefuemíoysolomío.Esaeslatristeverdad.Nilak permanece inmóvil unos segundos, con el cable de las luces todavía
enredado entre sus manos. Después, emite un sonoro suspiro, las deja en elsuelo, se gira y me abraza muy fuerte. Escondo el rostro en su pecho,sintiéndomearropadaentresusbrazos.Escuchosucorazón.Noquierosoltarlo,pero cuando el abrazo empieza a ser más largo de lo normal, me obligo adistanciarmedeél.Lomiro.Ojalápudiesesaberquépiensa.—¿Recuerdasloquehablamoslanochedelatormentadenieve?—pregunta
con la voz ronca—. Todos cometemos errores, Heather. Algunos, reversibles.Lostuyos,porejemplo.Noesquedebasalegrarteporlasmalasdecisionesquetomaste,pero,dealgúnmodoretorcido,todoloquefuistetecondujoaquí,aesteinstante,aestarahoramismodecorandounbardeunpuebloperdidoparaunaboda de dos personas increíbles, con un tío que dice cosas raras como única
compañíaparapasarlaúltimanochedelaño.—Entonces…—Tragosaliva—.¿Porquétearrepientesdehabermebesado?
Lohicistedosveces.Ynoloentiendo.Pensabaqueerapormí,portodolomaloquearrastroconmigo.CuandovineaAlaska…recuerdoquepenséque,sialgúndíameenamorabadealguien,nuncalecontaríalapartemásfeademivida,looscuro,y fingiríaqueesepasadonoexiste.Queríadejarlo atrás,olvidarmedequiénhabíasido.—¿Quéquieresdecir?Bajolavozalvolverahablar.—Quemehedadocuentadequeesonotendríasentido.Silohiciese,laotra
personanopodríaenamorarsedemí,tansolodeloqueledejasever,¿quévalortendríaeso,entonces?Seríaunengaño.Ytienequeseruntodo.—Untodo—repite.—Sí.—Noestansencillo,Heather.—¿Porqué?Vuelveacentrarseenlasdichosasluces.Estavezsusmovimientossonmenos
elegantes,másbruscos; tirasindelicadezadeunpardecablesysoloconsiguequeelnudocentralseaprietemás.Tensalamandíbula.—¿Deverdadquieressaberlo?—Joder,sí,¡claroquequiero!Meparo frente a él aunque intenta evitarlo.Tiene que inclinarse para poder
encontrar mis ojos.Me gustaría tocarlo, extender las manos y posarlas en supecho,quesubeybajaysubeybajaalcompásdesuprofundarespiración.—¿Notedascuentadequesolocomplicaríamáslascosas?Heather,nopuedo
darteloquetúestásbuscando.Yanomequedanada.Yaunquelascosasfuesendiferentes, seguiría siendo una estupidez. ¿Para qué? ¿Para echarte de menoscuandodecidasmarcharte?Yo…—Sefrotaelmentónyapartalamirada—.Losiento.Medejéllevar.Nodeberíahabertebesado.Fueunerror.Lesujetodelamangadelasudaderaoscuraquevisteantesdequemeesquive
yvuelvaafingirqueladecoraciónleparecealgodesumointerés.Susojosnosedesvíanestavez,aunqueséquedeseahacerlo;estáagobiado,comosisesintieseenjaulado.
—¿Ysinomemarchonunca?—Heather,dejadedecirchorradas.—¿Porqué?Esaposibilidadexiste.—¿Quécoñopasacontigo?—Alzalavoz,furioso—.¿Quieresquedartetoda
tuvida sirviendomesas? ¿Esas son tus expectativas?Nomehagas reír. Joder,pensaba que eras más lista. Solo estás aquí de paso; Alaska es tu purgatoriopersonalperonotudestino.Intentoescondermidecepción.—Nohasentendidonada,Nilak.Sipiensasqueservirmesasespocacosao
peorquelavidaquellevabaenSanFrancisco,esquenohasescuchadoniunasolapalabradetodoloquetehecontadohastaahora.—No,noqueríadecireso.—Expulsaelaireentredientesysumiradaclarase
enternece—.Essoloquetemerecesalgomejor,algomejorqueesto,queyo,quetodoloquepuedesteneraquí.—ZanjaeltemaycogelasdosbarritasTwixquehay sobre la barra;me tiende una, le quita el envoltorio a la suya y le da unmordiscojustoantesdemirarsureloj.Sonríecuandolevantalamirada—.¡Eh,Heather!—¿Qué?—SaboreoelcarameloyNilaksigueelmovimientodemislabiosal
hacerlo. Se acerca,me rodea la cintura yme pega a él con suavidad antes dedarmeunbesoen lamejilla,muycercade lacomisurade laboca.Aguanto larespiración.—Felizañonuevo,copodenieve.
26
12demarzoQueridodiario,
Aveceslomiroymeparececasiimposiblequenisiquierahayapasadounaño desde que lo conozco. Tengo la sensación de que llevamos juntos unmontón de tiempo, de que siempre ha estado ahí, escuchándome,apoyándome. Necesitaba un fin de semana a su lado como este, sinproblemas ni discusiones tontas, tan solo cocinando, viendo películas,riéndonos y haciendo el amor. Anoche, la última vez que lo hicimos, fueperfecto, conectamos, hubo unmomento en el que nosmiramos y todo lodemásquedólejos,fuera.SoloestabaKayden.Un rato después, con el codo apoyado en el colchón, me recreé
observándolo,recorriendola líneadesumandíbulaconlapuntadeldedoíndice mientras él respiraba hondo con los ojos cerrados y se dejabaacariciar.Meincliné,llenadefelicidad,ylebeséenlanariz,enelpómulo,en los párpados cerrados. Terminé tumbándome sobre él entre risas yKaydensedejómimarymerodeóconsusbrazos.Nosmiramos.Habíaamorensusojos.«Estamosbien»,dijo.«Estamosbien»,repetísonriendo.
Annie.
27Copodenieve
—¡Vamos,dormilona!¡Arriba!—¡Eso,despierta,Sialuk!—¿Qué?¿Quéocurre?¿Quéqueréis?—Aturdida,sedalavueltaenlacama
frotándoselosojosantesdepestañearyprocesarquehaymásdecincomujeresensuhabitación.—¡Tecasas!¡Sorpresa!—exclamasumadre.—¿Dequéestáshablando?—Sialuk, levántate.Ahora.Ome veré obligada a tirarte encima un vaso de
aguahelada.—Alzolamanoconlaquesostengoelvaso—.Losiento,perotuabuelamehaencomendadoestagratificantetarea.—Meencojodehombrosconresignación.Memiracomosiestuvieseloca.Laentiendo,pobrecilla,laentiendo.Lavidaa
vecesesasí,imprevisible;todoeltiempopasancosasquenohemosplanificadoy, en muchos casos, se convierten en la pimienta necesaria dentro de lamonótonacremasinsaldeldíaadía.Sialuk siguemedio atontada cuando Naaja le repite que debe darse prisa y
meterseen laduchaantesdevestirse.Dosmujeres lacogende losbrazosy laayudana incorporarseen lacama.Ellamemiracomosi fueseese faroque lasalvarádechocarcontralasescarpadasrocas.Perono.Nosoyningúnfaro,esoestáclaro.Lesonrío.—¡Felizdíadetuboda!—¡No,estonopuedeestarpasando!Esunabroma,¿verdad?Babushka,¡dime
quenoha sido idea tuyao te juroque…!—Laspresentesnos echamosa reírcuando empieza a balbucear—. Oh, Dios, oh… ¡No puedo creer que estéocurriendo!¿Voyacasarme?¿Hoy?¿Ahora?Sumadremiraelrelojquecuelgadelapared.
—Enunasdoshoras,cariño.No hace falta decir nada más para que Sialuk se ponga en pie de un salto
mientrassueltatacosymaldicionesporlobajoysuabueladisfrutadelolindodelespectáculoyríeentredientesllevándoseunamanoalaboca.Seencierraenelbañodandounportazoylaoímosgritaratravésdelapuerta.—Nadamejorparanodarlascosasporsentadasquedesbaratarlosplanesmás
minuciosos—opinaNaajasonriente—.Vamos,Siqiniq,ayúdameaextender lacapaenlacamaparaquelaveaencuantosalga.Obedezco encantada. Los hombres están colocando fuera el altar tallado en
maderaconrosasmalvasengarzadas,quesealzaráenmediodelanievefrenteaun camino cubierto de pétalos del mismo color. Las mujeres y amigas de lafamilialehanregaladoaSialukunacapapreciosa,decolorblanco,concapucha,ydeunatelatansuavequeresbalaentrelosdedos;pordentroestácubiertadepeloyestancalentitaquedanganasdeenvolverseenellaynosoltarla.Unavez ladejamossobre lacama,al ladodelvestidoy las joyas familiares
que sepondrá,meausentounmomentocon la excusadever cómo levan lascosasaSeth.Suboalahabitacióndondeélestáyllamoconlosnudillosantesdeentrar.Estáguapísimo.El negro del traje contrasta con sus ojos claros y con el cabello rubio. Está
intentandohacerseelnudodelacorbatayparecenervioso.Nilakestáfrenteaél,diciéndolequedeberíapasar la telaque tieneen lamanoderechaporelhuecoentrelosotrosdosextremos.Seequivoca.MecolocofrenteaSethylequitolacorbata.—Déjameamí—digo.—Gracias a Dios. —Expulsa el aire contenido—. Llevamos como quince
minutosintentándolo.Desactivarunabombaatómicaesmássencillo.Nilakseríeamiespaldaymemiramientrashagounnudoperfecto.Hevisto
tantasvecesrepetirestegestoenMatthewquemelosédememoria.Lesacudoloshombros,aunqueapenastieneunapelusa,ydespuéssonríoyloabrazocontalímpetuqueporpocoloahogo.—Hostia,¿dedóndesacasesafuerzainhumana?—Lasaparienciasengañan.Recuerdaquemeentrena«elgeneralNilak», en
algotendríaquenotarse,¿no?—comentoconunasonrisa—.Ahorahablandoenserio,Seth,parecessalidodeunapelícula.Sialuksevaamorircuandotevea.—¿Lahabéisdespertado?—preguntaNilak.—Sí,estáduchándose.—Mevaamatarcuandoseenteredequehacesemanasquesétodoesto.Es
más,puedequecancelelaboda.—Sethsueltaunacarcajadanerviosa—.Madremía,joder.Mevoyacasar.Enunashoras…estaré…casado.Parasiempre.Nosésisonimaginacionesmíasoestáponiéndoseunpocopálido,peroantes
dequepuedapreguntarle si se encuentrabien,Nilakdaunpasoal frentey lepalmealaespaldayleenvuelveenunodeesosabrazosmasculinosqueparecendecirmuchomás de lo que son capaces de expresar con palabras. No es queninguno de los dos sea especialmente comunicativo a la hora de hablar desentimientos o cosas cursis, así que supongo que se entienden a su maneraporque,depronto,Sethintentadisimularquetienelosojosalgohúmedos.—Mierda—susurra—.Meestoyacordandodetantascosas…Nilakparpadeadeunmodoextraño,damediavueltaysalede lahabitación
dejándonosasolas.«Tanrarocomosiempre»,pienso.Dejoescaparunsuspiro,meacercoaSethylepeinoelcabellohaciaatrás,apartándolelosmechones.—Vaaserunabodapreciosa.Sonríedébilmente.—Ya lo creo que sí. Gracias por todo, Heather. Por decorar el bar, por tu
amistad, por lo que estás haciendo porNilak…—Me tiende lamano y yo laacepto—.Eldíaquedecidasmarcharte,bueno,nopuedoprometerquenovayaaintentar secuestrarte. ¿Dóndeencontraré aotra camareraquemeentretenga enlashorasmuertas?—Nolosé,peroquizápuedasdarconunaquenoseequivoqueencuantohay
másdetrescomandas.Sethseríeytirademimanoescalerasabajo.—Sivamosaempezaradecir tonterías,másvalequenospongamosa tono.
Creoquenecesitountrago.Odos,otres.Averquéencontramosenlacocina.
Labodafuepreciosa.Sialukparecíaunaprincesadelasnieves,deesasquesalenenloscuentosde
hadas, ataviada con aquel vestido y con la suave capa cubriéndole la espalda.Llorémientraslamaquillaba.Llorécuandocaminóhaciaelaltar.LloréalverlamiradadeSethllenadeamor.Yllorécuandoacabarondepronunciarlosvotosy,comosifuesecosademagia,empezóanevar.Elbarsehabíaconvertidoenunlugarencantadodecoradoconlasguirnaldas
de luces, los farolillosanaranjadosyel ambientenavideñopor todaspartes.ASethdebierondedolerleloslabiosdetantosonreírySialuksepasólamitaddesubodaalucinadaylaotramitaddándonoslasgraciasycomiéndosealnovioabesos.Yomellevéelrecuerdoconmigo.Aúnhoy,cuandoyahapasadounasemana,sigoemocionándomecadavezque
hagomemoriaylesveocortarelpasteldetrespisosrecubiertodefrutosrojosyarándanos púrpuras, o probar entusiasmados todos los saquitos de hojaldrerellenosylosbocadosdedegustaciónqueseconvirtieronenundesfiledeplatosque ibanyveníandurante loqueduró lacomida.Ymientras tanto, enunadeesaspausas,ambosbailaronenelcentrodelsalónmientrassonabadefondounafamiliarmelodíanavideña.Sialukteníalasmejillasencendidasylebrillabanlosojos como si estuviesen hechos de caramelo fundido. Seguro que mientrasdanzaban y se miraban, ambos pensaron que ese instante era perfecto,irrepetible.La siguiente semana, no les vimos el pelo a ninguno de los dos. Creo que
hicieron una escapada rápida a un lugar cercano que era especial para ellos ydespuéspasaronelrestodelalunademielmetidosenlacama.Enmiopinión,elmejorplandelmundocuandoestás tanenamoradode lapersonaque tienesallado.Nilak y yo no tuvimos problema en ocuparnos del Lemmini durante la
ausencia deSeth.Él se encargó de la cocina (supongoque para evitar riesgosinnecesarios), y yomequedé fuera atendiendo la sala.Al anochecer,mientraslimpiaba,Nilakcuadrabalascuentasyluegomeacercabaacasa,comosiempre.Ahoralastornashancambiado.Vamos a ausentarnos dos días para asistir a la carrera de Fairbanks. Según
Nilak, es una competición de nivel medio, con su consecuente dificultad;llevamos entrenando para ello el últimomes.Estoy nerviosa, sí, pero también
muy emocionada. Recuerdo la sensación de correr junto a Caos, saber queamboshacemosalgobienysentirmesatisfechaconmigomisma.Nomeimportaganar,meimportadisfrutarlo,tomarconscienciadeesemomentoyretenerloenmimemoria.Así que no puedo dejar de sonreír como una idiota cada vez que aparto la
miradadelaventanillayobservolapartetraseradelJeep,dondeviajaCaos,oaNilak, que mantiene ambas manos sobre el volante y conduce con gesto deconcentración. Ha vuelto a dejar de fumar, hace días que no huele a tabaco.Cuando descubre que estoy observándolo de nuevo, alza una ceja con gestodivertido.—¿Hayalgoquequierasdecirme,Heather?—¿Faltamucho?Meríoporqueeslacuartavezquelopreguntoyséquelesacadequicioque
lohaga.Pero,¿quépuedodecir?PicaraNilaksiemprees tentador,aunquenosuelacaerenlatrampa.—Solollevamosunahoradecamino,quedancasicuatro—respondepaciente
—.¿Porquénodescansasunrato?Tevendrábienreponerfuerzas.—ParaunavezquesalgodeInovikLakequierodisfrutardelpaisaje.Eslaverdad.Lasvistasquenosofreceeltrayectosonpreciosasyhacíaunaeternidadque
no amanecía un día tan apacible. Las águilas planean en lo alto de un cielodespejado,sebalanceangrácilesyconeleganciamientrasbuscanposiblespresasentre los frondosos árboles y las puntiagudas montañas. Sus movimientossosegadosycalculadosmerecuerdanaNilak.Sonríoalpensarenél.Lomirodenuevo.—En la novela que estoy leyendo el protagonista es un capullo. El tipo de
chicoquenicomenidejacomer.Esdecir,ledicealaprotagonista,Babette,queno la quiere, que haga su vida. ¿Y a que no sabes qué ocurre cuando sereencuentranenunafiestadeexalumnostresañosdespuésyellaestácogidadelbrazodeunmacizo?Nilak pone los ojos en blanco al darse cuenta de que espero su innecesaria
confirmaciónantesdeseguirdestripándoleellibro.—¿Qué?—preguntasecamente.
—Queseponeceloso.Sí.Esoesloquepasa.—Suenainteresante—murmullairónico,aunquenotounlevedejedetensión
enlosmúsculosdesumandíbula.—Asíqueterminandiscutiendoyalejándosedelosdemásasistentesalafiesta
y él la mete en el armario de la limpieza y, a ver, adivina qué viene acontinuación.—Sorpréndeme.—Laempujacontralaparedylabesaapasionadamente.—Muyatípico.Original.Inesperado.—¡Eh,dejadeburlarte!—Ledoyunapalmadaenelbrazoyambosreímos.
Caosladra;noséporqué,perocadavezquealgunodelosdosalzamosunpocola voz se piensa que estamos discutiendo o algo así. Me giro hacia él y lotranquilizodiciéndolecosasbonitas.Mehedejadosusgalletitasdepremioenlamochilayahoranopuedocogerla.Dejamos atrás Dot Lake, Dry Creek y seguimos hacia Deltana. El paisaje
cambiayelbosquesevuelvemenostupido,dandopasoaunterrenomásraloenelque losárbolessondemenor tamañoyestánmásdispersos.Lanievesiguerevistiéndolotodoasupaso, implacable.Yacasinorecuerdocómoera lavidasinella.CuandollegamosalTriángulo,lamilla1.422delaautopistaAlaska,ledigoa
Nilakquenecesitohacerpis.Yesurgente.Despuésdeasesinarmeconlamirada,paramos en Delta Junction y compro dos cafés con nata para llevar en unagasolinera tras usar los servicios. Hace muchísimo frío y tengo las manoscongeladas cuando vuelvo a subir al coche y nos incorporamos a la autopistaRichardson. Tan solo le he dado dos sorbos al café cuando veo el rebaño deenormesanimalesdeoscuropelajequepastanaunladodelcamino.PegolacaraalcristaldelaventanillaeignorolarisasuavedeNilak.—Sonbisontes—explicayaminoraunpocolavelocidad.Lesveometersuspatasenlanieveparaapartarlaybuscarloshierbajosque
haydebajo.Caosvuelvealadrarytambiéntocaelcristalconlanariz,incapazdeapartarsusojosdelosanimales.Sueltounsuspirocuandolosdejamosatrásymeterminoelcafé,queyasehaenfriado.En algún momento indeterminado del trayecto, caigo rendida en un sueño
profundoy,cuandovuelvoadespertarme,hemosdejadoatrásSalchayMooseCreek.Tengolabocapastosaycreoquenecesitobeberaguayestirarunpocolaspiernas;odiolosviajeslargosporcarretera.—¿Quétalhasdormido?—Bien.—MegiroyveoqueCaostambiénestádescansando,hechounovillo
—.¿Pordóndevamos?—Yaestamoscerca,antestenemosquepasarporlacasadeSantaClaus.—¿Hastomadoalgúntipodesustanciararaenmiausencia?—Va en serio. —Nilak aparta un momento la vista de la carretera para
mirarmeconunasonrisa—.VamosapasarporelPoloNorteantesde llegaraFairbanks.—¿Deverdad?—Seguroquelosojosmehacenchiribitasahoramismo—.¿Y
podemos hacer una parada rápida? ¡Por favor, por favor! Llevo tresmeses enAlaskaynohevistoballenas,niaurorasboreales,¡nisiquieraheidodepesca!Escasiindignante.—Ibaadecirquesí,perosiquieresseguirargumentando…Nilak se ríe con suavidad. Le doy un codazo y luego encuentro la idea de
mirarlo fijamente una gran fuente de entretenimiento durante lo que queda detrayecto.Memorizosuperfil:lospómulosmarcados,lamandíbulamasculina,losensualquemeresultacontemplarcómolanuezdesugargantasemuevecadavezquetragasalivaylarigidezdesusmanossobreelvolante.—Dejademirarme.—¿Porqué?—Esincómodo.—¿Dóndevamosadormirestanoche?—preguntoeintentocentrarlavistaen
lacarreteradesérticaqueseextiendealolejos.—Conozcounsitioqueestábastantebien.Encuantolleguemos,cenamosalgo
y a descansar. La carrera es a las diez. Nos levantaremos pronto para quedesayunesconunpardehorasdeantelación.—¿Ypodemoshaceralgodeturismoalterminar?—Yaveremos…El ambiente navideño se palpa en cuanto nos acercamos al PoloNorte. No
puedocreerqueestéaquí.PiensoenEllieyenlomuchoquedisfrutaríaeneste
lugar.Lospiesde las farolasde lascallessimulanserbastoncitosdecarameloblancos y rojos, y la nieve se asienta sobre tejados y aceras.Hay una estatuagigante de Santa Claus en la entrada del pueblo y su casa es en realidad unaenorme tiendaderegalos,decoradacon los típicoscoloresde laNavidad.Hayuncochedepolicíaaparcadoaun ladoy juroqueesdecolorverdeyblanco.Maravilloso.Sonríoymefijoenquecadacalletieneunnombrerepresentativo,comoSnowmanLane,St.NicholasDriveoSantaClausLane.—Haysándwichesenlamochila.Comemosalgo,ledamosunavueltaaCaos
yvolvemosaponernosenmarcha,¿deacuerdo?Apenashaterminadodepronunciarlaúltimapalabracuandoalzolavistayme
encuentroconesainmensa«M»queconozcotanbien.—Oh,Dios,¿esoesunMcDonald’s?¡Dimequenoestoysoñando!—Nosueñas—respondeconelceñofruncido.—¿Podemosparar?Lonecesito.Escomo…volveralmundocivilizadooalgo
así.NopuedocreerquehayaunMcDonald’saquí.—Escomidabasura—protesta.—Vamos,unavezalañonohacedaño—bromeo.Gruñe,peroaccedeantemissúplicasyestacionaenfrentedellocaldecomida
rápida. Estaba deseando bajar del coche, estirar las piernas y los brazos yrespirarhondo,apesardequeaquíhacetodavíamásfríoqueenInovikLake,yesoqueparecíaalgoimposible.Caoscorreteaanuestroalrededorconlalenguafuera.—Iréapedir,esperadaquí—diceNilakmientrasbuscalacarteraenelbolsillo
traserodelosvaqueroscongestodistraído—.¿Quéesloquequieres?—Vale, aver,unaChickenBurguerBBQparamíyunahamburguesadoble
paraCaos. También patatas, Coca-cola light y una cajita de McNuggets. Yrecuerdapedirmostaza.—NovoyacomprarleaCaosunahamburguesa—sisea.—¿Porquéno?—Porqueesunperro,Heather.—Ya, pero solo será una vez en su vida. Tiene derecho a disfrutar, está
siempre en Inovik Lake, sin hacer nada divertido y comiendo pienso a todashoras.
Nos retamos con la mirada unos segundos antes de que Nilak terminerindiéndoseconunsuspiroderesignaciónymetiendasucartera.—Pidetú,yanorecuerdolamitaddetodoloquemehasdicho.—Vale.¿Túquéquieres?—Unahamburguesanormal.—¿Normal? ¿Con beicon, de pollo, de pescado, con extra de ración de
queso…?—Lodejoatuelección.Caos y él se quedan fuera mientras entro, hago el pedido y pago. Estoy
guardandoelcambioenlacarteracuandoveoelpapelitodesgastadoydobladoendos que hay entre los billetes.Dudo, pero al final lo abro y encuentro unacaligrafía sencilla y clara, y una frase escrita a lápiz con algunas letras algoborrosas:
«Ereslacariciadelsol,larisainesperadaqueseatascaenlagarganta,ereslluviasuave,besoshúmedos.Ymás,másbesos.Ereslapiezaquefaltabaenelpuzlequellevabatodalavidaintentandoterminar».
Vuelvo a guardarlo en el mismo sitio mientras el dependiente me tiende labolsadepapelconelpedidoysalgofuera.Yanotengohambre.¿Quésignificaeso?Noestoysegura,perocreoquehevistoantesesaletra.EnlahabitacióndeSialuk.QuitoelpandelahamburguesadeCaosyledoyeltrozodecarne,quedevora en menos de un segundo. Ese mensaje es de Seth o para Seth, estoysegura.—¿Quétepasa?Nilakacaba suhamburguesadedosbocadosymemira.Estamosdentrodel
coche, con la calefacciónalmáximo,y soy laúnicade los tresqueapenashaempezadoacomer.—Nada.—Heather…Mejodequemeconozcatanbien.—¡Nomepasanada!—exclamoymesorprendemipropiareacción,perosoy
incapaz de cerrar la boca—. Y aunque me pasase, no te lo contaría. Estoycansadadeabrirmeydecirtetodoloquesientoyquetújamásmecuentesnada.
Sesuponequesomosamigos,¿no?Pueslaconfianzadeberíaserrecíproca.Susojossedeslizannerviosospormirostrocomosiestuviesebuscandolaraíz
delproblema.Ahoramedoycuentadequeesaraízbrotóenmíhacetiempoyhaidocreciendolentamente.Sientoquenoimportacuántocreahabermeacercadoaél, siempre habrá una barrera divisoria entre nosotros. Y, además, me quierelejos.Unapartedeél estádeseandoque regreseaSanFranciscoymentiría sidijesequenomeduele.Laideadepensarenirmeynovolveraverloes…es…insoportable.Esaes lapalabra. Insoportable.Yaél ledaabsolutamente igual.Mellevaríasindudaralaeropuertomáscercanoahoramismosiselopidiese.Alhablar,lohacetanbajoqueesapenasunsusurro.—Estabas bienhace unmomento. ¿Quéha pasado ahí dentro,Heather?Eh,
mírame,porfavor.¿Tehadichoalgoesetío?—indaga.Niegoconlacabeza.—No, no es nada de eso. Déjalo, Nilak. Estoy cansada, quiero llegar a
Fairbanksydormirunrato.—¿NoteapeteceiralacasadeSantaClaus?—pregunta,incrédulo.Le digo que no y apoyo la frente en el cristal de la ventanilla. Él suspira y
luegoarrancaelcoche.VolvemosaincorporarnosalaautopistaRichardsonynohablamosenloquequedadetrayecto.Mejor.Necesitoaclararme,reforzarme.No quiero que mi vida pase de depender de una persona con problemas
mentales, como era Alison, a depender de otra con problemas a la hora deafrontarsentimientosycompromisos.Ysí,soydependientepornaturaleza,soyesabolsadeAmericanBeautyquesedejamecerporlacorrientedeaireyflotasinningúntipodecontrolsobrequédirecciónquieretomar.Peroquierocambiar.Dehecho,yahecambiado.Mesientomásfuerte,inclusoalcaer.Cuando llegamosaFairbanksme sorprendedescubrirunaciudadde tamaño
considerable,deavenidasanchasyedificiosbajos.Noséporqué,peroesperabaun pueblo decente, no algo tan grande. De hecho, me siento cosmopolita denuevo.Mededicoacontemplarlascallesiluminadasquedejamosatrás,lanievealgosuciaquequedaenlosarcenesyloslocalesabiertosdetiendas,restaurantesyserviciosdetodotipo.
Paramosfrenteaunhostaldetresalturasconuntejadoadosaguasyuncartelconunaflechaquedalabienvenidaalosfuturoshuéspedes.Elvahoescapademislabiosencuantosalimosdelcoche.Yaesdenocheyelaireesgélido,ynosécómo,peroconsiguecolarseentrelagruesachaquetaylosguantes,elgorroylabufanda.TiritomientraslepongoaCaoslacorrea,lobajodelvehículoynosencaminamosdentro.Nilakllevalamochilaylasdosmaletasquehemostraído.Alquilamos una habitación doble en recepción y, aunque insisto en pagar y
montamosunpequeñoespectáculodelantedelarecepcionista,finalmenteNilaksesaleconlasuyaysehacecargodelosgastos.—Mañana invitoyoaldesayuno—farfullomientras subimos lasescalerasy
llegamosalprimerpiso.Élmetelallaveenlacerradurayseapartaparadejarmepasarantesdecoger
lasmaletasymeterlasenlahabitación.Esunaestanciasencilla,condoscamaspequeñas separadas por unamesita de noche, una ventana amplia que da a lapartetraseradelhostalyuncuartodebañominúsculoperolimpio.LoprimeroquehagoesprepararleaCaossucuencodeaguayledoyunpoco
de pienso, a pesar de que hace poco que se ha zampado una hamburguesa.Mientras tanto,Nilak enciende la calefaccióny sube almáximoel termostato.Tengoelpresentimientodequehastaesoseráinsuficiente,porquelahabitaciónestáhelada.—Toma,lacena.—¿Máscomida?Cojoelsándwichenvueltoenpapelfilm.Latensiónentrenosotrosvaenaumento.—Cómetelamitad,almenos.Lo último que me apetece ahora es discutir. Estoy cansada y algo triste y
finalmentedesenvuelvoelsándwicheintentonoemocionarmealverquesehamolestadoenquitarle la corteza.Nilakhacecosas así todoel tiempo.Detallesquemehacenpensarque le importo,para luegoasestarmeunodeesosgolpesquemedejantocadaymoribunda.Yelproblemanoesesemisteriosopapelqueheencontradoensucartera;elproblemaessaberquenopuedopreguntarleporquélotiene.Sécómoreaccionaría.Séquefrunciríaelceñoygruñiríacualquiertonteríacomo«no temetasenmisasuntos»o«ahoranomeapetecehablarde
eso».Esloquehacesiempre,cadavezquequierosabermáscosassobreél.Mastico singanas elbocadoqueacabode llevarmea laboca, sentadaen la
cama,todavíaconlachaquetapuesta.Caosyasehaadueñadodelmejorsitioyestátumbadobajolacalefaccióndisfrutandodeunsueñoreparador.Chicolisto.—Eh,Heather,venaquí.—Nilakestáfrentealaventana,debrazoscruzados,
ymemiraporencimadelhombro—.Apagalaluz.—¿Porqué?—Hazmecaso.Unavezmás,cedoyobedezco.Emitounsuspiroderesignaciónmientrascaminohaciaélatientas.Mecoge
delamanocuandoestoycercaeintentoignorarellevetirónenmiestómago,elcosquilleoenlosdedos.Mepegaaélyconungestomeindicaquemirehaciaelcielo.—¿Loves?Seestáformandounaaurora.Esodeahí,lalíneafinaqueparece
unaserpienteycruzalapartebaja.Escierto.Sonríoypegolafrentealcristal.Mequedoasíunrato,observando
el espectáculo, aunque las luces son débiles todavía y los colores suaves seentremezclan en el cielo repleto de estrellas. Esa es otra de las cosas másmágicas de Alaska; puedes ver toda la vía láctea, puedes pasarte media vidacontandoycontandoestrellasquetitilanbrillantes.Dejode respirarcuando losdedosdeNilakseescurrenpormimejillayme
apartaunmechóndecabelloconsuavidad.Estáamiespalda,muycerca,ysualientomehacecosquillasenellóbulodelaoreja.—Estásenfadada—susurra—.Dimequépuedohacerparaarreglarlo.Nome
gustaestarmalcontigo,Heather.—Olvídalo.En serio.Ha sido…una tontería.—No, no lo ha sido—.Estoy
cansada.Serámejorqueintentedormirya.Consigo apartarmede él,me agacho frente amimaleta y empiezo a buscar
ropa cómoda. Salgo del servicio cincominutos después envuelta en el pijamanavideñoquetiempoatrástantagracialehizo.Estavez,nodicenada.Memetoenlacamamáscercanaalaventanaymegirohaciaella;lacalefacciónquehaydebajoluchacontralaescarchaquerecubreelcristal,permitiéndomeverelcielooscuroyelfulgorsuavedelaslucesdelnorte.Esrelajante.Cierrolosojos.
Alisonestáaquí.Pasa sin pedir permiso en cuanto abro la puerta de casa. Tiene un aspecto
estupendo,comosiempre:pestañasoscuras,uñasdeporcelanapintadasdeuntono rosachicle, cabello suelto ybrillante, sonrisa lobuna.Es ella en todo suesplendor,enunodeesosdíasenlosquesuegoalcanzasupuntoálgido.Noséenquémomentopierdoelcontrol.Discutimos.Nosgritamos.Otravez.
Llevamoscasiunañoteniendoproblemas.Luegoelescenariocambiadegolpeysientosucuerpojuntoalmío,elolorquedesprendeelperfumefloralqueusa,suslabiosblandoscontramiboca,susmanostocándome.Ydespuésfuego.Nounfuegofigurado,fuegoliteral.Lasllamasseestirany
seenganchanalosbajosdelacortina,alacolchadelacamayalpósterquecuelgasobreellayrecrealasmontañasheladas,ellagoyelosoquemirahaciala cámara. Lo observo arder, confundida, hasta que unamano tira demí conbrusquedad.Grito.—Heather,tranquila.Abrolosojos.Todoestáaoscuras.—Eh, solo ha sido una pesadilla. —La voz de Nilak me envuelve y me
reconforta,sudedopulgartrazacírculossobremimejilla—.¿Estásbien?—Sí.—¿Segura?Asiento con la cabeza. Tengo un nudo en el estómago; creo que la
hamburguesa y la mitad de ese sándwich unido al trayecto en coche me hansentado mal. Nilak me pide que me haga a un lado y obedezco antes de serconscientede loque sepropone.Se tumba juntoamí.El corazónhacede lassuyasy empiezaa latirmemuy rápido; casipuedooírlo entre el silenciode lanoche.Élextiendelosbrazosymerodeaconellos,meaprietacontrasucuerpohastaque tengo la espaldapegadaa supechoypuedo sentir cómo respira.Sumano busca la mía y nuestros dedos se encuentran y se entrelazan. Noto sucálidoalientoenlanuca,haciéndomecosquillas.—¿Quésoñabas?—Conunicornios—bromeo.—¿Unicorniosdiabólicos?
—Porahívalacosa.Volvemosaquedarnoscallados.—Séporquéestásenfadada,Heather.Ylamentonopoderdartemás.Enotra
vida… —suspira hondo y me aprieta más fuerte—, lo nuestro habría sidodiferente.¿Nopiensasamenudoen todos los«Ysi…»quedejamosatrás?Enloscaminosqueelegimos,lasdecisionesylosinstantesquelocambiantodo.—Intentonohacerlo.—Yotambién,peronopuedoevitarlo.Agradezcoestardeespaldasynopoderverle.—Sientoquenoteconozco,queerescomohumo,pocosólido,irreal.Ytengo
lasensacióndequeyosoytodolocontrario,transparenteatusojos.Memolestaquenisiquierateesfuercesporcambiarlo.—Teequivocas.—¿Enqué?—Entodo,Heather.Meesfuerzo,peroescomplicado.Ymeconocesmejorde
loquecrees.Quenosepasalgoconcretodemínosignificatantocomocrees.Loque ves es lo que soy ahora, en este preciso instante. Tú me gustarías igual,sabiendoonotodasesaspiezasquetehanllevadohastaaquí,porqueloúnicoquemeimportaeseso,queestásaquí.Quecuandotemiro,sientocosas.Muchascosas.Aunqueseairracional.—Noestásmejorandolasituación,losabes,¿verdad?Eresdemasiadodifícil.
¿RecuerdaslaslucesdeNavidadquenospasamoshorasdesenredandolanochedefindeaño?Puestúeresasí.Enrevesado,conunmontóndenudos.Mesacasdequicio.Nilak semueve ami espalda, sin despegarse demí, yme da un beso en la
cabezaantesdeesconderelrostroenmicuelloyrespirarhondo.—Duérmeteya,copodenieve.—Nomellamesasí.—Vale.—No,loretiro.Puedesllamarmeasí.—Estábien.
28
24deabrilQueridodiario,
Noséquéhacer.Estoysiendoegoísta,peronopuedoevitarseguirdeseandoaquello que he anhelado toda mi vida. Me he esforzado mucho paraconseguirsacarmatrículaenmásdelamitaddelasasignaturasytenerlasegundamejornotadetodoelcurso.Yahoramesientoconfundida,porquenomesientotanfelizcomopenséqueloestaríaeldíaenquellegaseacasala carta de admisión de la Universidad de Kansas. Mamá estabaemocionaday llamóapapápor teléfono,yempezóagritaryagesticularconlasmanossinparar.Encambio,cuandose lodijeaKayden,sonrióymefelicitó,peronotéqueparecíaunpocoforzado.«Así que Kansas», comentó pensativo. «Creí que querías ir a la
UniversidaddeFairbanksyqueenviastelasolicitud»,agregó.«Quería.Yquiero.TambiénmehanadmitidoenFairbanks,pero…»,me
mordí el labio inferior, indecisa. «Llevo años soñando con salir de aquí,Kayden.SéqueamasAlaskayséquenoloentiendes,peroelfuturoenestelugarnuncaseráexactamente loquehabíapensado.MegustaríaestudiarVeterinariaenunagranUniversidad,unadeprestigio, y luegomontarmipropio negocio y, ¿quién sabe?, formar una familia, venir aquí devacaciones para ver a mis padres en Navidad y yo… ahora no sé cómoencajarlotodo…».
Kaydenapartólamirada.«¿Yquépasaconnosotros?»,preguntó.«Eseeselproblema.Nopuedoirmesitúestásaquí».«¿Quéintentasdecirme?».«Venconmigo.Por favor», lomirésuplicante, temblando.Nisiquierasé
cómomeatrevíapedirlealgoasí,peroloquetenemosesreal,esmuyreal,ynoquería tenerqueelegir,porquesabíaquesimeponíaenesa tesituraecharíaaltrastemifuturo.«Annie…».«Lo sé, sé que estoy siendo caprichosa», y hasta ese instante nome di
cuentadequehabíaempezadoallorar,«perotequieroynosoportolaideadeestarlejosdetiopoderperderte.Necesitocompartirmividacontigo».Kayden suspiró profundamente, salió del coche donde estábamos
hablandoydiounpardevueltasalrededordelvehículo,nervioso.Nobajé.Lodejéasolas,porqueaestasalturasloconozcolosuficienteparasaberque necesita su espacio y su tiempo. Cuando volvió a entrar, parecíacontrariado.«Tendríaquedejarmitrabajo».«Losé».«Creíquerenunciéaesavidaeldíaquerechacémissolicitudes».«¿Quéquieresdecir?».Teníalamiradaperdida.«Que me admitieron en tres universidades y no quise ir a ninguna. Ni
siquiera a Stanford. Mi madre me obligó a mandarlas, eso es todo. Lasrechacé.Mefuidecasa.Yasabeselresto».Mequedécallada,incrédula.Tengolasensacióndequenosiempreloentiendo.MegustaKayden.Me
gusta muchísimo. Es comprensivo, divertido y travieso cuando se dejallevar.Esinteligenteycariñosoyatento.Perohayalgo,algomásprofundo,que nunca consigo comprender. ¿Cómo pudo rechazar todas lasadmisiones? Incluida la mejor Universidad de San Francisco. ¿En quécabezacabe?Allí,enelcoche,medieronganasdedecírselo,degritarlequeeraunalocuraqueprefirieseunavidaaquíantesqueunfuturoprometedor,
pero ya me sentía suficientemente mal después de pedirle que vinieseconmigo,asíquemetraguémispalabrasycubrísumanoconlamía.«Siento haberte puesto en este compromiso. Me quedaré aquí, iré a
Fairbanks.Noquieroacabarlonuestro,Kayden»,admití.Memirómuyserio.«Dimeloqueverdaderamentedeseas,Annie».«No».«Dímelo».Melimpióunalágrimaconelpulgar.«Loquequieroesegoísta».«Nomeimporta,necesitooírtelodecir».«QuieroiraKansas.QuieroencontrarunpisocercadelaUniversidady
vivircontigoydespertarmeatuladotodaslasmañanas.Quieroacabarlosestudios y que nos casemos algún día y seas tú el que esté esperándomecuandolleguealaltar.Quierotodoloquequiere lamayoríadelagente»,sorbíporlanariz.Suspiróypermaneciópensativounossegundos,conlosojosfijosenmis
labios.Luegomebesó,yfueunbesolargoyansioso.Metióunamanobajoelsuéterylaposósobremiestómago,comosinecesitasecerciorarsedequebajolaropaseguíaestandoyo,mipiel.Seseparóunoscentímetros,apartóconsuavidadlosmechonesdepelorubioqueseinterponíanentrenosotros,yhablócontramislabios:«Seguiremos tu plan. Encontraremos el apartamento perfecto y después
yo buscaré un trabajo y tú terminarás de estudiar. Nos casaremos. Heahorrado algún dinero durante estos últimos años, podemos empezar coneso,¿quéteparece?».Nopodíahablar.Nidejardellorar.«Eh,¿quépasa,Annie?».«Esqueesdemasiadoperfectoparaserreal».Mesonrió.«Solosomosdospersonasquehan tenido la suertedeencontrarseyno
estándispuestasasepararse.Saldrábien,Annie.Noséquépasará,perosíséqueestaremosjuntos.Ysobretodolodemás,bueno,yameconoces,me
gusta improvisar. Iremos tirando», concluyó mientras giraba la llave delcoche.Nolodejéarrancar.Meabalancésobreél,loabracéylobeséhastaque
parépormiedoaparecerunalocaaojosdelostranseúntesquecruzabanporlaaceraenlaqueestabaaparcadoelvehículo.«Tequiero,tequiero,tequiero,Kayden».
Annie.
29Quierobesarteatodashoras
Noquierolevantarmedelacama.Nilaksigueamilado,dormido,conunbrazosobremiestómago.Susrasgos
sonmássuaves,nohaytantatensiónenellosymegustaríaguardarestaimagenenmimemoria.Memuevointentandonodespertarlo,porquesemehadormidolamanoderecha,peroescomoungatoalacechoyseagitaantesdeentreabrirlosojosyfijarlosenmí.—Losiento.Necesitabasacarlamano.Parece confundido. Observa su propio brazo, el que rodea mi cintura, y lo
aparta con suavidad. Bosteza. Sus ojos son de un azul limpio e intenso estamañana.—¿Quéhoraes?—pregunta.—Nolosé.Espera.Tengoque levantarme.Pis—resumoyél se ríeconesa
vozalgoroncatípicadelreciéndespertar.Llegohastael cuartodebaño tiritando.El fríoquehacenoesnormal,nada
normal.Cuandotermino,memiroenelespejoyencuentrounamarañadepelonegro algo onduladoy una piel pálida, con pecas, con lasmejillas encendidasporculpadelchicoqueaúnestátumbadoenlacama.Regresoalahabitaciónybuscomi ropa deportiva en lamaleta. Él sigue entre lasmantas, extiende losbrazos y vuelve a bostezar.Caos tampoco parece tener demasiadas ganas delevantarse, aunque lo hace en cuanto le sirvo el desayuno en su cuenco decomida.LeacaricioellomomientrasalzolamiradahastaNilak.¡Quésorpresa!Nuncahabríadichoqueeresdelosquelescuestaponerseen
pie.—Odiomadrugar—gruñe—.Necesitounaducha.Selevanta,semeteenelservicioyescuchoelruidoqueproducenlastuberías
cuandodejacorrerelaguacaliente.Respirohondo.Pormibien,serámejorque
dejede imaginármelodesnudo,embadurnadode jabón,bajouna fina lluviadeagua…Ay,joder.Estentador.Media hora después, tras dar un corto paseo con Caos, entramos en The
Crepery, una de las cafeteríasmás conocidas de la ciudad. Yo pido café y lacrepedeNutellaybanana,yNilakbebelomismo,peroeligelacrepedesalmónahumado, aguacate y miel. La barra de madera oscura cruza el local, que esacogedor.Nossentamosenunamesaredondafrentea lacristaleraquedaa lacalle.Lasacerasestáncubiertasdenieveyhielo.—¿Nerviosa?—Unpoco.Desdequemehelevantadonohedejadodepensarenlacarrera.Conformese
acerca,mis nervios se incrementan. Supongo que es natural. La sensaciónmegusta,esecosquilleodeanticipación,pero,a lavez,medamiedohacerlomal.Acudenamimenteideastontas,comoquépasaríasiquedaseenúltimolugar,osialgúnespectadorseburlasedemiformadecorrerosi…—¿Enquéestáspensando?—Ennada.Bueno,no,miento.Piensoentodoloquepuedesalirmal.Asíme
hago a la idea, previamente. No sé en quémomentome dejé convencer paraempezaracompetir,eresmuypersuasivo,¿sabes?—Persuasivo.—No aparecerá confeti del cielo solo porque repitas cada palabra que digo.
Búscate tus propias palabras. —Me burlo—. Lo haces mucho, lo de hacerhincapiéenalgoconcretosinveniracuento.—Hincapié—dice serio y despuésprorrumpe enuna carcajada.Yo también
meríoylelanzolaservilletadepapelquetengoenlamano.Nostranquilizamoscuandonossirvenloscrepes.Tienenunapintaestupendayestánardiendo.Bien—.Asíqueestásbarajandotodolomaloquepodríasuceder,pero,¿aquenohashechoelmismoanálisisdelobueno?—Eslógico,nomeimportaquelobuenomesorprenda.Nilakcortauntrozodecrepeyselollevaalaboca.Masticamientrasmemira
fijamente,yluegotragayapoyauncodosobrelamesa.—¿Conquéestabassoñandoanoche?Apartedeconunicornios,quierodecir
—añadecomosideseasequitarlehierroalasunto.—Yasabesconqué.Conquién—especifico.—Alison—dice—. Nunca me has contado cuál fue el detonante para que
vuestra relación se rompiese del todo. ¿Qué pasó? ¿Tiene que ver con esapesadilla?Uf.Quierocontárselo,deshacermedetodo,delaúltimapiezaquequeda,pero
medarabiaqueélnoseabraamídelamismamanera.Ytampocoquieroquesea algo «obligado», una especie de «yo te confieso esto y tú me cuentas lootro…».No,nobuscoeso.Quieroqueconfíeenmíporque leapetece,noporsentirseendeuda.Remuevo con el tenedor lo que queda de crepe, que está increíblemente
sabroso, yme dedico a restregar los restos de chocolate por el platomientrashablo.—Soñéconeso,conloquepasó.Yallevábamosmuchotiempomal,fuealgo
paulatino.Discutíamosconstantemente.EnalgúnmomentomedicuentadequeAlisonsoloteníaojosparaellayempecéadistanciarme.Cadavezqueintentabaalejarme,conseguíavolverahaceralgopararetenermeasulado;Alisonpodíaser muy tenaz cuando deseaba algo y, si no lo conseguía con regalos odiciéndometodo loquesabíaquequeríaoír,amenazabaconhacersedañoasímisma.Era…complicado.Sobretodo,porquelaodiabaylaqueríaaunmismotiempoynosabíalidiarconloquesentía.—Nilakmeprestatantaatenciónquehaolvidadosudesayuno—.Laodiabaporqueduranteañossededicóaatacarmiautoestimaymehizosentirlapersonamáshorribledelmundo.Aúnhaydíasenlosqueme levantoy sigoviendoaesamismachica insegura frenteal espejo.Peroluegoestabasupartebuena…—Tomoaire—.Medefendíaantelosdemás,medecíalogenialydivertidaqueera,lobienquemesentabaesevestidonuevoocualquierotrohalago.Yeragenerosa.Noleimportabalomaterial,darmelasllaves de su coche o gastarsemás demil dólares en prepararme una fiesta decumpleaños.Alisonsiemprejugabaconesadualidad.Erasumejorbaza.—Temanteníaenganchada,¿esloquequieresdecir?Asientoconlacabeza.Esaeslapalabra.EstabaenganchadaaAlison.Ytuve
que poner tierra de pormedio para dejar de escuchar su insistente voz enmimente.
—Despuésdelaúltimadiscusión,estuvimoscasiunmessinvernos,hastaqueundíaapareciósinavisarenmicasa.Entrósinpreguntar.Mispadresnoestaban.Primeroprobóconlatácticauno,queerapedirmeperdón,admitirqueamenudosecomportabacomounazorra egoístaydecirme lomuchoquemeechabademenos.Como esta vez no coló, pasó a la táctica dos, que puede resumirse engritos e insultos diversos.La ignoré,me fui ami habitación yme encendí uncigarrillo.Recuerdoquemetemblabanlasmanosporculpadelosnervios.—Heather,notienesporquéseguir.—Alargaelbrazoycubreconsusdedos
losmíos, sobre lamesa.Mironuestrasmanos entrelazadas—.Quizáno sea elmejormomentopararecordarlo.—No.Quierohacerlo.Escomoarrancarlaúltimaespina.—Yesverdad,hasta
ahoranomehabíadadocuentadelodifícilqueeranocompartirestapartedemividaconnadie.Duranteaños—.Elcasoesqueentoncespasóalgodiferentealasdemás veces. Alison me besó. No reaccioné. Al principio, me quedé…congelada. Hasta que se apartó y la miré, y entonces entendí muchas cosas.Comoporquénuncadejaba espacioparauna tercerapersona entrenosotrasoporquéusabaalostíossoloparafinesestúpidos.Nolosdeseaba.Nuncalohizo.—Tequeríaati—confirmaNilak.—Sí.Esodijo.Leexpliquéquenosentíanadayvolvióabesarme.Meaparté,
asíquevolvióaponerseagritar,aecharmeencaratodoloquehabíahechopormí,lohorriblequeera,elascoqueledaba.Unalocura.Esoyverlelosbrazosllenos de cicatrices fue lo que me hizo mantener la calma. Le pedí que semarchasejustocuandocogióelmecheroparaencenderseelcigarroqueacababadesacardemicajetilla.Ycuandolamiré…supelaideaqueestabacruzandoporsumente,peronopudepararlaatiempo.Encendióelmecheroylolanzódentrodelapapelera llenadepapeles,queardieronalmomento.Meempujó.Cuandovolví a abrir los ojos el fuego había alcanzado el bajo de las cortinas y sepropagabahacialacolchaqueestabaallado.—Tragosaliva—.EstabaaturdidayAlisonmecogiódelbrazoy tiródemíparaquesaliéramosdecasa.Yjustocuandosentíelairefríodelexterior,recordéqueEllieestabadentro.Durmiendo.Sola.Nilaksuspirasonoramente,selevantaysesientaenlasillaqueestáamilado.
Apoyasumanoenmihombroy luegomefrotaelbrazo.Cogela tazadecafé
conlaotraymelatiende.—Bebe.Lohago.Elcaloralivialasequedadquesientoenlagarganta.—Los vecinos se congregaron alrededor y llamaron a los bomberos y una
ambulancia.LaidiotadeAlisonintentóretenermeparaquenoentrase,gritandoquemoriríasilohacía.Creoqueesemomentofuelomáscercaqueheestadoentodamividademataraalguienconmispropiasmanos.—Aprietoloslabios—.Entré.Habíamuchohumoyestabatemblandodemiedo,peroconseguíllegaralcuartodeEllie,cogerlaenbrazosysacarla.Cuandolleguéalacalle,Alisonyahabíadesaparecido.Esotambiéneratípicodeella,¿sabes?Darsealafugacadavezqueteníaqueenfrentarseaalgunasituaciónpeliaguda—digoconrabia—.Los bomberos apagaron el incendio antes de que se extendiese a máshabitacionesde la casa.Pudohaber sidomuchopeor.Despuésde aquello,mefui.Pasétresnochesenunhostaldecidiendoadóndeiracontinuación.Fuecomola gota que colmó el vaso. Llevaba años haciéndoles la vida imposible amispadres sin razóny ahorahabíapuesto en riesgo amihermanay todoporunarabieta de alguien que solo sacaba lo peor de mí. Hacía tiempo que queríacambiar, tomar las riendasdemivida,peronosabíacómohacerloconAlisoncerca,desestabilizándomecadavezquevolvíaacruzarseenmicamino.Poresome fui.Yantes llaméa suspadresya suhermanamayor,Kate,y se locontétodo. Todo es todo. Los señores Breth ni siquiera sabían que su hija llevabadesde loscatorceañosvomitando lamitadde loquecomía.SiempresupequeAlisonaparentabaserangelicaldecaraalosdemás,peronopenséquellegasehastatalpunto.Esaeslahistoria.Mihistoria.Yanotengonadamás.Nilakmemira durante lo que parece una eternidad y después su pulgar se
deslizapor la líneademimandíbulay subehastaacariciarmeel labio inferiorconsuavidad.Mequedomuyquieta.Noséquédecir.Cierrolosojos.—Erespreciosa—susurra—.Yfuerte.Ydespuésdetodo,siempreesperaslo
mejordelosdemás.—Nohagaseso.—¿Elqué?—Decirmecosasbonitas.Tocarmeasí—añado,porquesupulgarsigueenla
comisurademiboca—.Hacesqueseamásdifícil.
Nilakapartalamano.Parececontrariado.—Vuelve a repetirme el recorrido de la carrera—pido, aunqueme lo sé de
memoria.NecesitodejardepensarenAlisonyenloqueacabadeocurrirentrenosotros—.Es decir, salimos de la avenida principal, rodeamos lamanzana yluego…Élcarraspeaantesdehablar.—Doscallesmásaladerecha,saldréisalasafueras,cruzaréisunpuentesobre
un riachueloyprobablementehabráun trozocortoconnieve.Soloseránunosmetros, no te preocupes, pero recuerda reservar energías antes de llegar a esepunto. Después giro a la izquierda, vuelta a la ciudad, al otro extremo de laavenidayyatodorectohastalalíneademeta.Ahíesdondedebesapretar.Nolohagasantes.Aunqueveasagenteadelantándote,aguanta la tentacióndehacerunesprinthastaesemomento,¿entendido?Sonrío y asiento. Me encanta cuando se emociona él solo planeando la
estrategia.Cumplirlaesmásdifícildeloqueparece,porquecadacarreraesunmundo,peroretengolasideasmásbásicasparaintentarllevarlasacabo.RecogemosaCaostrasterminareldesayuno.Seagita,contento,encuantove
quellevoelarnésenlamano.Hacetiempoqueempezóaasociarloaalgobuenoydivertido.Conforme nos acercamos a la avenida principal, vamos tomando conciencia
del grannúmerode corredoresquevan aparticipar.Todo está llenodeperrosconsusdueñosyhayunmontóndecuriosos.Séqueelcanicrossnoeslomásfamoso en Fairbanks, donde los trineos suponen el gran entretenimiento de lagente de por aquí, pero cualquier modalidad dentro de mushing despierta elinterés.Mientrascaminamosentreelgentío,sujetoaCaosdelacorreaylomantengo
cercademí.AcompañamosaNilakhaciaunodelospuestosdonderepartenlosdorsalesy,trasdecirlesminombreybuscarloenunalargalista,meentreganelnúmerocorrespondiente.Medoylavueltayentoncesloveo.SujetolamanodeNilakytirodeélantesdequedéunpasoalfrente.—EsedeahíesDenton.Paramidesgracia,comosiposeyeseeloídomásagudodelmundo,elaludido
sedalavueltayclavalosojosennosotros.Sonríe.Noesunasonrisaamistosa.
Nilakrefunfuñaalgoporlobajomientraselotroseacerca.—Heather,márchateyayvecolocándoteenlalíneadesalida.—¿Qué?No.Todavíaespronto.DentonparafrenteanosotrosyletiendeunamanoaNilak;susdedosparecen
ejercer más presión de la necesaria cuando la acepta, aunque por la forzadasonrisadeDentonnadielodiría.Luegocogelamíayseinclinaparabesarmeeldorso.Estetíoestápirado.Laapartointentandodisimularunamuecadeasco.—Asíquefinalmenteelperroeraunbuenejemplar.—SeagachafrenteaCaos
ylomirafijamente.Nosueltolacorrea.Caosseremueveinquieto—.Yporloqueveovuelves a entrenar—añademientras se levanta sin apartar la vista deNilak—.Asíquesomosrivalesdenuevo,supongo.Estoprometeserdivertido.—Nosoyturival,yanocorro—contestaconsequedad.—Bueno,ahoralohacelachica.Me mira. Sus ojos claros son todo lo contrario a los de Nilak, distantes y
huecos.Medanescalofríos.—¿Ydesde cuándocompites en la categoría femenina?—SeburlaNilak—.
Ellatampocoesturival.Ahora,apártate.Tenemosqueirnos.—Claro. Estoy seguro de que nos veremos en alguna otra ocasión. Buena
suerteconlacarrera,Heather—concluyeconvozmelosa.Nilak me coge del codo cuando empieza a caminar entre la gente. Nos
alejamosdeDenton.Noséporqué,peroestoytemblando.Nomegustanadaesetipo.Hay algomalo en él.Me tranquilizo pasado un rato y dejo queNilak lecoloqueaCaoselarnésyluegomelopongaamí.Recuerdolaprimeravezquelohizo,aqueldíaquevinoaarreglarel tejadodecasayqueahoraparece tanlejano;Johnleordenóquelohiciese.Creoquefuelaprimeravezquemetocóyfuecomorecibirunapequeñadescargaeléctrica.—¿Másapretadooestábienasí?—Estábienasí—respondo.Apoya lasmanos enmis hombros. Los demás corredores empiezan a tomar
posicionesanuestroalrededor,lamayoríaseadelantan.Nomeimportatantolaideadesalirentrelasprimerassiemprequenomeentorpezcan,claro.—¿Cómotesientes?—Estoyperfectamente,dejadepreocuparte.
—Deacuerdo.SeinclinayacariciaaCaosbajolabarbillayentrelasorejas,lefrotaelpelo
conlasdosmanosyrecibeacambiouncariñosolametón.—Veteya,estaremosbien—aseguro.Me da un beso en la sien y luego desaparece entre el gentío. Me agacho,
abrazoaCaosyvuelvoaponermeenpie.Estoytannerviosaquetengonáuseas.Reprimoesepensamiento.Unapancartacruzalalíneadesalidayhayunpuñadodeglobosdecoloresencadaextremo.Seescuchanladridos,murmullosygritosde ánimo. La inquietud se apodera de mis extremidades, tengo ganas deempezar.Caostambién.Nosponemosenmarchaencuantoseescuchaelpitidoqueanuncialasalida.Avanzamosdespacioalprincipio.Lasvocesde losespectadoresseescuchan
fuertes y, conforme nos alejamos de la avenida principal, van perdiendointensidadytansolosedistinguenalgunossilbidos.Caosvabien,seacoplaamiritmo.Notolaspiernasalgoentumecidasporelfríoymeestácostandosentirmecómoda.Abrolaboca.Respirohondo.Intentoretenerelaireantesdeexpulsarlo.Giramos a la izquierda y la calle se estrecha; estamos rodeados por otrosparticipantesy,porunmomento,creoquedistingolacabellerarubioplatinodeDentonalolejos,másadelantado.Sacudolacabeza.Noquieropensarenél.Avecesmesirvecrearunamelodíaenmimente.RecuerdolamúsicaqueJohn
ponecadavezquejugamosalajedrez,elmodoenelquelasnotasencajanunasconotras, como si hubiesen sido creadaspara convivir juntas, unidas, y luegoese estallido, porque siempre debe haber un pico diferenciador, el toque querompe lo monótono. En cualquier aspecto de la vida, creo. En cualquier,cualquiercosa…Nilakpodríaseresacrestainesperada.Olvidolamúsica,lasnotasyelazuldesusojos,ymeconcentroentomaraire
cuando siento queme ahogo y el picor de la garganta se vuelvemás intenso.Miroalfrente.Ahíestáelpequeñopuentequecruzaelriachuelocasicongelado;es demadera y cruje bajo las zancadas de los perros y sus dueños.Noto queCaosaminoraelpasoyparecereacioacruzarlo,perolegritounpardepalabrasde ánimo, a pesar de que apenas puedo tragar saliva, y retoma el control.
Pasamosporencimadelpuenteyaprietolosabdominalesaldescender,porqueeslaúnicatécnicaquemesirveparaevitareldolordeestómagoqueavecesmesacudeamediacarrera,especialmentesihaysubidasybajadas.AlolejossedibujaelotropuntocríticodelqueNilakmehabló.Esomehace
suponerquedebemosdehaberhechotansololamitaddelrecorrido,unoscincokilómetros.Unacapadenieverecubreuntrozodelsenderoquehayquecruzarparavolveraincorporarsealacarreteradeasfaltoyadentrarseenlaciudad.Hayque pasarlo sin raquetas, evidentemente. No es mucho, pero después de losentrenamientosconNilakséqueescansadoyquehayquesubirmuchomáslasrodillas para coger impulso.ACaos no le importa demasiado; de hecho, creoqueloprefiere.Lanievecrujeencuanto lapiso.Ralentizoel ritmoynotoun leve tirónpor
partedeCaos.Intentovolveraretomarelcompásanterior,peroesimposible.Semehundenlospiesenlanieveyélnoloentiendeysigueestirandodemíhastael punto en que tengo que hacer equilibrios para no caerme mientras sigoavanzandocomopuedoparanoquedarmeatrásyperdermástiempo.—¡Caos,espera!Medaunúltimoempujónhaciadelanteycaigodebrucesenlanieve.Mierda.
Me impulso con las palmas de las manos y vuelvo a levantarme. Caos haregresadosobresuspasosyestáintentandolamermeporquepiensaquemepasaalgo.—¡Vamos,vamos,vamos!—ledigo,omedigoamímisma.Aestasalturas,
tengomisdudas.Estoymuertade frío, tengo lospiescongeladosyaprieto losdientes cuando hago un último esfuerzo por reincorporarme al ritmo de lacarrera.Puedohacerlo.Puedo.Soloheperdidounminutitodenada.Corrolibreyfelizencuantodejamosatráslanieveyvolvemosaestarsobreel
asfalto. Ahora sí que me siento bien, ligera, con fuerzas. Ha sido como unsubidóndespués de sentirme atrapada entre las garras de la nieve.Y entoncespiensoqueAlisoneraesanieveyqueporfinestoylejosdeellayque,cuantomásrápidocorra,másymásseguiréalejándome.Incrementoelritmo.RecuerdoqueNilakme dijo que esperase hasta llegar a la avenida principal, pero solopuedopensarencorrer,correrycorrer,ysoyincapazdedejardehacerlo.Yescomo si le contagiase ese ímpetu aCaos, porque él también acelera yme da
pequeñostirones,meinstaairmásveloz.Estoyresollandocuandogiramoslasiguienteesquinaynosadentramosenla
avenida. Hay varios corredores a mi alrededor, pero apenas me fijo en ellosporquesolotengoojosparalalíneademeta.Escucholosvítoresylasvocesdelpúblicoquehavenidoaver lacarrera.Corro todo lo rápidoquepuedo.Corrocontodasmisfuerzashastanotarlaspiernastemblorosasyelpechopalpitante.Tengoganasdellorarcuandoatraviesolalíneademeta.Y sé que es estúpido, que carece de sentido, pero es exactamente eso: otra
meta cumplida, literalmente, otrametapor laquehamerecido lapena todoelesfuerzodelosdurosentrenamientos.Algobueno.HechoconCaos.Hechopormí.Casinorecuerdocómoeraesoderespirar.Intentorecuperarelaliento,confusa.Notengoniideadesihequedadoenla
posiciónnúmerounoonúmerocien,perosiguenllegandocorredores.SientoungranaliviocuandoNilakaparecesonrienteyespléndido.Meabrazaytardaunratoensoltarme.—Estoyorgullosodeti.—¿Heganadolacarrera?Nilakseríejovial.Meencantaverloasí.Recuerdocuandosacarleunasonrisa
eraalgocasiimposible.Hacambiadomucho,parabien.—No,hasquedadooctava.—¿Octava?—preguntoalgodesilusionada.Élposaunamanoenmihombrocon totalnaturalidadyavanzamosentre la
genteasí,caminandojuntos.—¿No te alegras? ¿Sabes cuánta gente corría hoy?Lohas hechomuybien,
Heather.Nolasteníatodasconmigodequefuesesaquedarentrelasveinticincoprimeras.—¿EntoncesiremosalacarreradeAnchorage?—Sí,sitúquieres.—¡Claroquequiero!—Puesyatenemosplanparalapróximasemana.Recogemos una especie de certificado que acredita la posición en la que he
quedadoydespuésregresamoscaminandohaciaelhostal,queestáaunosdiez
minutosapie.Caosestácontento,es laprimeravezquepaseaporuna«gran»ciudadynodejademirarlotodo,deolfatearcadaesquina,decuriosearportodoslos rincones. Es divertido observar sus reacciones.Así que, cuando estamos apuntodellegaralhostal,yapesardequetengolospieshúmedosycongeladosporculpadeladichosanieve,lepropongoaNilakquealarguemosunpocomáselpaseohastaquesecansedetantacosanueva.Esunapenaquecasinohayamostenidotiempoparavernada.—¿Volveremosotravezaquí?—pregunto.—Heestadopensando…—Nilakseparaenmediode la resbaladizaacerae
inclina un poco la cabeza para que sus ojos queden ami altura—. Podríamosquedarnosunanochemás.Si teapetece,claro.Ynosé,visitaralgúnsitio,daruna vuelta, cenar una hamburguesa…—dice—.Mañana pondríamos rumbo aInovikLaketempranoparallegarporlatardeynodejaraSethsoloduranteotroturnodecenas,¿quéteparece?—¡Meparecequeestoyapuntodegritardeemoción!Nilak sonríe y me quita la correa de Caos antes de que emprendamos la
marcha. Caminamos por las calles amplias de Fairbanks a paso lento,parándonosdevezencuandofrentealgunosescaparatesy jugandoa«adivinarlasvidasdelagente»conlaquenoscruzamos.—Elhombredelsombrerodelanaestádemalahostia.Handebidodeponerle
una multa o algo así. Tiene ganas de estrangular a alguien. A un policía—especificaNilak.—¿Enserio?—Alzounaceja—.Creoqueteequivocas.Yomásbiendiríaque
esasípornaturaleza,latípicapersonahoscaqueodiaelplanetaTierradesdequeselevantahastaqueseacuesta.—No—insisteél—.Unapersonaquedetestaelmundonollevaríacalcetines
de estrellitas. Fíjate bien, sobresalen un poco entre las botas oscuras y elpantalón.Escierto.Vale,puedequetengarazón.Nos cruzamos con una mujer envuelta en un abrigo rojo y largo que me
recuerda al papel navideño; lleva el cabello recogido en una cola alta y lasmanos en los bolsillos. Camina recta, con la cabeza alta, pero no resulta
soberbia.—Esamujeresfeliz—digo—.Dehecho,diríaqueestáenamorada.Mírala.Va
muybienvestida,meencantansusbotas;sientoquehaceunaeternidadquenopisouncentrocomercialdecente,porcierto.Y,hum,aver,sehamaquilladodeformaminuciosayllevalamanicurahecha.¿Sabes?Mearriesgoadecirquevadecaminoasucitaahoramismo.Nilaksonríetraviesoyunhoyueloapareceensumejilladerecha.—¿Laseguimos?—¿Estásloco?—Venga,vamos, ¡senosescapa!—Segiray regresa sobre suspasos tras la
mujerdelabrigorojo.ReprimounacarcajadaylosigoaélyaCaos,aquiennoparecehaberlemolestadoelbruscocambiodedirección;continúaconcentradointentandoolfatearcadaadoquíndelaacera.No podemos dejar de reírnos mientras seguimos sus pasos. Sé que es una
tontería, pero es que había olvidado lo divertido que era eso mismo, hacertonteríassinpensar.Nilakmeempujadentrodelportaldeunacasadedospisoscuando ella se gira y mira hacia atrás por encima del hombro. Respiroentrecortadamente.Yanopuedopararlarisatontaquemesacude.Sumanoestáenmicintura,sujetándome.Caostiradelacorreaysaledelportal.—Creoquenoshandescubierto—bromea.Llegamosalhostalunratomástarde.Antesdesubir,Nilakhaceunaparadaen
recepciónparallamaracasadeNaajayavisardequevamosaquedarnosundíamás por aquí. Nada más entrar en la habitación, me quito los calcetinesempapadosy luegocojo ropaymemetoenelcuartodebañoparadarmeunaducha de agua caliente. Después, me enfundo unos vaqueros, unas botas quellevanpelopordentroyun jerseygruesoyholgadodecolormostaza.Cuandosalgo,Caossehaquedadodormidoencimademicamacomosileperteneciese,y Nilak está tumbado a su lado, despierto, pero con los ojos cerrados,acariciándoleellomo.—¿Listo?¿Nosvamos?—Claro.—SeinclinahaciaCaosylepalmealabarrigacomosifuesenviejos
colegas—.Túquédateaquídescansando,amigo.Volvemosenseguida.Caosgimeypareceignorarle.Yatienelacomidapuestay,antesdeirnos,subo
lacalefacciónporqueséqueenbreveempezaráarefrescar.Saludamosalachicade recepciónal saliryNilakquitaunpocodehielodelparabrisasy revisa lascadenasdelasruedasmientrasyoentroenelJeep.—¿Adóndevamos?—pregunto.—¿Teapetecevisitarunaantiguaminadeoro?—¿Comolasdelaspelículas?—Algoasí.Nosponemosenmarcha.Unafinacapadenieverecubrelacarreteraporlaquecirculamos.Avanzamos
despacio.Seguimos imaginandoduranteun ratocómosería lacitade lamujerdelabrigorojoy,después,Nilakmehabladelaépocadurantelaquetrabajóenaquelcriaderodeperros,decómolosadiestrabanydealgunosejemplaresquetodavíarecuerdaconcariño.—Tienenquevertecomoaunlíder,¿entiendes?—¿Caosmeconsiderasulíder?Nilakchasquealalenguaysonríe.—No exactamente. Esa es la gracia de vuestra relación, que es diferente.
Cuando un perro se sale de los parámetros establecidos suele ser por algoconcreto,algúnhechoquelohamarcado,peroenelcasodeCaosnotengoniideadeaquésedebe.Noesalgomalo.Oscompenetráisasí.Yélharíacualquiercosaparaprotegerte.—¿Deverdad?Podríacazarcon lamano laemociónquesepalpaenmivoz.Nilakasiente,
convencido.Seguimosavanzandohastaquellegamosaunaestaciónalargadademadera con un cartel que reza «El Dorado. Train Station». Hay un grupo deturistas esperando fuera, algunos llevan cámaras de fotografía colgando delcuello,ymeencantalaideadepoderconfundirmeentreellos.Pagamoslaentradayunguíaempiezaaexplicarnoslahistoriadeestaantigua
mina, la técnica que se utilizaba para sacar oro y en qué va a consistir elrecorrido.Mefaltapocoparaaplaudircuandoapareceeltrenporlasvías.Esdecolorverdeoscuroyamarillo,clásico,condosvagones.Subimosenelprimero.Me arrebujo en el abrigo mientras nos ponemos en marcha y el guía siguecomentandoalgunascuriosidades,comoquelapropiaciudad,Fairbanks,nacióa
raízdelafiebredeloroen1901.—Estáshelada—mesusurraNilakaloído.Nome importa. Vale la pena. He hecho tan pocas cosas interesantes enmi
vida,interesantesdeverdad,quenomeimportapasarunpocodefríoacambiodeesto.Odecorrer.Odetodoloquehagoahora.Sonrío.Elguíadebedepensarquesoymedioidiota,peronomeimporta.Mepasotodoelviajeentrenconesamismasonrisay,cuandobajamosynosdanunsaquitodetierraynosinvitanabuscarnuestropropiooro,estoyapuntodehiperventilardelaemoción.Intentoseguirlasinstruccionesymedejolavistabuscandoalgúndestellodorado,peronada.Nirastro.Laabuelaqueestáamiladoconsigueencontrarunaminúsculapartícula y todos nos acercamos a admirar su hazaña y a exclamar parecidos«¡Ohhh!»seguidosporun«¡Quésuerte!».Yaestáanocheciendocuandoregresamosalcoche.Lashorasdeluzsonescasas,perolasestrellasquerecubrenelcielolohacen
mássoportable.Nuncaheestadoenunlugardondeseveanmásestrellas.Pareceirreal.Unaláminaoscuraconinfinitassalpicaduras.—¿Te apetece que vayamos a tomar algo?Conozco un sitio que es famoso
aquí.Sirvencualquiervariedaddecervezasquepuedasimaginar.—Ah,¿sí?¿Sirvencervezadefresa?—¿Qué?—Nosé,meloacabodeinventar.Nilak frunceelceñoy luegose ríe sinapartar lamiradade lacarretera.Las
lucesdelasfarolastiñenlanievedeuntonoamarillentomientrasregresamosala ciudad. Aparca frente a un local que, efectivamente, tiene el aspecto de latípicacervecería.Apenascabedentrounalfiler.Están retransmitiendo un partido de hockey sobre hielo por la televisión de
plasma que hay colgada en una de las paredes, y la barra y las mesas estánrepletasdegente.Lamayoríade losclientes tienenqueestardepie.Nilakmecogede lamanomientras se abrepasoyme llevoun sustodemuerte cuandotodos gritan emocionados cuando el jugador de uno de los equipos mete untanto;soloveomanosalzadasaquíyallá,cervezasinclinadasyjaleoportodaspartes.Nosmezclamosentrelagenteyélmepreguntaquéquierotomarantesde
pedirmequemequededondeestoyyalejarseunpardemetrospara llamar laatencióndeunadelascamareras.Eldiscodecauchovuelveaatravesarunadelasporteríasylaclientelaestallaenaplausos,animada.Merío.UnamanomerodealacinturaymegirohaciaNilak.SoloquenoesNilak.—Miraquésorpresa.—Nometoques.—Meaparto.—Eh,tranquila.—Dentonalzalasmanosensondepaz,peronomefíodeél.
Susojossedeslizanpormicuerpoysumiradaesobscena—.Asíqueoctava,¿no?Esoheoído.Felicidades.—Gracias—respondoconsequedad.Marcanotrotantoylagentejaleaanuestroalrededor.—¿Sabes? No deberías perder el tiempo con alguien como él. Tienes
potencial. Y ese perro tuyo, que en realidad debería ser mío, también, desdeluego.—MientrasledauntragoasucervezayointentoencontraraNilak,peroellocalestádemasiadollenoynoloveo.—LlegasteauntratoconJohn—medefiendo.—Untratountantoinjusto,si tedigolaverdad.Aningunodelosdosseles
ocurriócomentarelpequeñodetalledequeeseperroeraunganadornato.—Daun paso hacia mí, está demasiado cerca—. Dime, Heather, ¿cómo podríamoscompensareseerrordecálculo?Amísemeocurrenalgunasopciones.Mesujetalabarbillaconlosdedosymeobligaaalzarla.Ledoyunmanotazoy su sonrisa sevuelvemásamplia, almenoshastaque
Nilak reaparece en escena. Y no está nada contento. Lo que es prometedor,porqueveraNilakcabreadohacequeentrenganasdeecharacorrerynomiraratrás, o eso sentiría yo si estuviese en el pellejo de Denton. La diversióndesaparece de sus ojos de inmediato, en cuanto lo coge de las solapas de lachaquetaylolevantaunpardecentímetrosdelsuelo.—Noquiero verte cerca de ella—sisea—.Dime si lo entiendes o necesitas
queteloexpliquedeotraformamásclara.Creoquebalbucea«entendido».Nilaklosueltaconbrusquedadyseremueve
incómodo cuando descubre que algunos clientes han empezado a prestarnosatención.Mecogedelamanosinmediarpalabraysalimosdelestablecimiento
ignorandolasmiradascuriosasdelosqueparecenhabersequedadoconganasdeverunapeleaenvivoyendirecto.Metiendeunadelasdoscervezasquellevaenlamanocuandonoshemosalejadounpardecalles.Élsellevaelbotellínaloslabiosybebe.Loimitoensilencio.Haempezadoanevar.Los copos de nieve se balancean como trocitos de algodón y terminan
amontonándoseenelsueloypasandodeestarsolosaformarpartedeuntodo.Nilakmemira.—¿Estásbien?—Mejorquenunca.—Enserio,Heather.—No bromeo. El capullo deDenton no va a fastidiarnos la noche. Todo es
perfecto. ¿Quémás podría querer?He terminado la carrera, he buscado oro yahora estoy aquí, en no sé qué calle, contigo.Yme siento bien.Me siento…feliz.Lesonrío.Doyotro tragoa lacervezay,enmediodeunacarreteradesierta,
alzolamiradaalcieloestrelladoygiroencírculossobremímismamientrasveolanievecaerycaer.Meríocuandonotoqueempiezoamarearmeporculpadedar tantas vueltas. Nilak me sostiene con cuidado y deja mi botellín junto alsuyo,enelsuelo.Estáserio,muyserio,ymerodea lacinturaconunbrazoaltiempoquealzalaotramanoydeslizalapuntadelosdedospormimejillahastaposarlosenmislabios.Tragoparadeshacerelnudoquetengoenlagarganta.—¿Quéhaces?—pregunto.—Intentodecidir…—¿Elqué?—Quierobesarte.—Nilak…—Lodigoenserio.Quierobesarteatodashoras.Nopuedoevitarlo.—Esonoesunadecisión.Noaguantomás.Estoytemblando.Quieroquemesuelteoquemebese,pero
quehagaalgo.Noto la tensiónen labocadelestómago,eldeseoy tambiénelmiedo a que pase lo mismo de las últimas dos veces. Necesito decírselo.
Necesito decirle que no puede volver a ignorar lo que existe entre nosotros,porquemeduele,peroantesdequeconsigabalbucearunapalabra,suvozroncasealzadenuevoenmitaddelanoche.—Tansolopiensoenlasconsecuencias.Mantienelamiradasuspendidaenmislabiosmientrasdeslizalosdedosporel
contorno,acariciándolos.Meestremezco.—¿Quéconsecuencias?—Quenopodréparar.—Bien.Porfincoincidimosenalgo.Sonrío.Yentoncesmebesa.Medejoenvolverporsusbrazosysuslabios,ymeabandonoaél.Lerodeoel
cuello con las manos para sujetarme, porque me tiemblan las rodillas y soyincapazdecontrolarmipropiocuerpo.Esimposiblequeexistaalgomásintenso.Sientoquemequedosinairecuandonuestras lenguasseacarician lentamente;sabe a cerveza de regaliz y su boca es cálida y tengo la sensación de haberllegadoacasa.Lobesoconmásganas.Nome importaqueesténevandooqueestemosen
mitad de la nada. Es como si el resto del mundo se desvaneciese y soloquedásemosnosotros,descubriéndonosconloslabios.Quierodecirlequeestoesreal,quehayalgoespecialquenosuneyquees,probablemente, lomejorqueme ha pasado en la vida. Él saca todo lo bueno, hace queme esfuerce y quedeseesuperarmeamímisma.MeayudaaserlaHeatherquesiemprehequeridoencontraralmirarmealespejo.Séque,enciertaforma,éllosabe.Esconscientedeello.Asíquenoselodigo,
porqueme siento incapazdedespegarmis labiosde los suyosyporque tengomiedodequeseacabe,comoocurriólasotrasveces.—Volvamosalhostal—susurraNilakjadeante.Me rodea la cintura y caminamos por la calle besándonos, entre risas, hasta
quellegamosalcoche.Noquierosubir.Noquierosepararmedeél.Meaprisionacontra lacarroceríadel lateraldelvehículocuandovequenoestoydemasiadodispuestaaabrirlapuerta.Vuelveabesarme,cierrolosojosymesientocomounodeesoscoposdenievequeflotanysemecenenelcieloantesdecaer.—Vamos,Heather.
—No,noquieroquetearrepientas—confiesoyhayunaespeciedesúplicaenmivoz.Escondoelrostroensupechoyélmeacaricialamejillaconeldorsodelamanoynosquedamosasíunossegundos,ensilencio.—Nolohago.Yanopuedo…—susurra.Alfinalmeconvenceparaqueentreenelcocheymebesaantesdearrancary
durante el primer semáforo en rojo y el segundo y el tercero. Empiezo arelajarme,peroentoncesseapoderademíunatensióndiferente.Unatensiónquetienemuchoqueverconeldeseoquesientoencuantosusmanosmetocan.Subimos las escaleras del hostal a trompicones. Nilak tira demí en cuanto
entramosenlahabitaciónymeaprietacontralapared.Apoyaunamanoenmicaderaycierralapuertaconlaotradeunempujón.Subocaabandonalamíaybaja por mi barbilla hasta posarse en mi cuello. Cierro los ojos e intentotranquilizarme, pero no puedo, y sé que está sintiendo en los labios mispulsacionesdesenfrenadas,elefectoqueprovocaenmí.Mederritocuandosusdientesrozanlapieldemigargantayluegosientosulengua,húmeda,hastaquealzalacabezaynuestrasbocasvuelvenaunirse.Nosmovemosatientasporlahabitación.ACaosdebederesultarledelomás
raro loqueestamoshaciendo,porque semantienequieto, al ladodel radiador,conlasorejasenpunta.Intentonoreírme.Chocamoscontraelviejoarmariodemaderaquecubreunadelasparedesyahogounquejido.—¿Estásbien?Nilakhablaconvozentrecortadaynonegaréquemealegrasaberquenosoy
laúnicadelosdosqueestáapuntodesufriruninfarto.Lerodeoelcuelloconlosbrazosyloatraigohaciamí.—Mejorquebien.Deslizolasmanosporsushombrosylequitolachaqueta,quecaealsuelocon
unsonidoamortiguado.Luegomismanossepierdenbajolasudaderaquevisteypalpo su torso firme, la cintura estrecha, y sonrío al sentir los músculoscontraersebajomiscaricias.LarespiracióndeNilakse tornamásagitaday,alfinal,comosinopudiesecontenersemás,buscadenuevomibocaymequitaeljersey.Tiritocontraélmientrassedesprendedelasudaderaantesdetumbarmesobre la cama y, a partir de esemomento, nos convertimos en unmanojo debesos,cariciasysusurros.
Me desnuda. Sus manos tiran de mis vaqueros hasta dejarlos hechos unrevoltijo a los pies de la cama; luego,me acaricia la espalda y desabrocha elcierredelsujetador.Mearqueohaciaél.Quieroquemetoque.Quieroabrirlosojosydescubrirquesonsusdedoslosquesedeslizanpormipielerizadaymeacarician los pechos, la clavícula y el estómago. Gimo cuando su mano dejaatrásmiombligoybajatodavíamás;leclavolasuñasenelhombroderechoeintento contener un gemido de placer. Nilak sonríe contra mi boca. Sus ojosestánfijosenlosmíosymemira,intenso,atento,mientrasunodesusdedossehundeenmí.Estoytemblando,ynoesdefrío.Deslizaloslabiospormibarbilla,bajapormiestómagoysualientomehace
cosquillasenlapiel.Losientotodo.Sientocadaroce,cadagesto,cadamínimacariciamultiplicadapormil.Soyunheladodecarameloderritiéndomebajosucuerpoyapenaspuedocontenerungritoahogadocuandohundelacabezaentremispiernas.Notosurespiraciónjadeanteantesdequesulenguasedesliceconsuavidadyatrapemideseocon laboca.Meprueba, recorrecada rincónymellevaallímite.Despuésseaparta,casicuandoestoyapuntodeterminar,ydejaunreguerodebesoscálidosenelinteriordelmuslo.Mefaltapocoparaponermeasuplicarcuandosusmanosgrandesmeretienencontraelcolchónsujetándomeporlascaderasysulenguameatormentadenuevohastahacermetocarelcielo;unaexplosióndeplacermesacudeyestandelirantequecuandoNilakvuelveaascender por mi cuerpo y a besarme, a duras penas recuerdo mi nombrecompleto.Estoyexhaustay tengo la sensacióndequeel corazónsemesaldrádelpechodeunmomentoaotroysemarcharáporlapuerta,incapazdesoportarlaintensidadqueestoysintiendo.—Noesnormal.Estonoesnormal—susurro.Su cuerpo está sobre el mío, su torso presionando mis pechos, su piel
cubriendolamía.Sumiembro,duro,contramiestómago.Unescalofríoasciendepormiespalda.—¿Elquénoesnormal?—Loquesiento.Contigo.Trazacírculosconelpulgar sobremimejilla.Mantiene lamirada fijaenmi
rostroytengolasensacióndequeestáviendomásalládemipiel,bajotodaslascapas.Alfinmehaencontrado.Tengoganasdellorar.Llorardefelicidad.
—Negligevapse.—¿Qué?—pregunto,peromecalloencuantoNilakcogelacartera,queestá
sobrelamesita,ysacaunpreservativo.Tiemblodeanticipación.Sus dedos se aferran ami cinturamientras se coloca sobremí. Impulso las
caderashaciaél,tentándole,yNilakentrecierralosojosyrespiraentredienteselaire.Contieneaduraspenasungruñidoal tiempoque resbalaenmi interiory se
aprietacontramicuerpo,comosideseaseestarmásymáscerca,apesardequesolo la piel se interpone entrenosotros.Mebesa, suboca aún sabeunpoco aregaliz,ysusurrosobresuslabiosalhablar.—Teestoysintiendo…—Más —dice en un murmullo, antes de hundirse profundamente en mí.
Ahogounaexclamación.Surespiraciónsevuelvemáspesadacuandodeslizolamanoporlacarainternadesubrazoymisdedospalpanlarugosacicatrizquelorecorre.Élcierralosojosunosinstantesyyoarqueolaespalda,buscándolo.Nuestrascaderaschocan,nuestroscuerposseacoplan.Nilakdeslizalalengua
pormilabioinferiorhastaqueabrolabocaylodejoentrar.Elbesosevuelvedesesperado cuando siento la primera embestida. Mis gemidos inundan lahabitaciónyélempiezaamoverseconmásintensidad.Notolosojoshúmedosymeaferroasushombrosmientrassucuerposemececontraelmíoenunvaivénapasionado.Resultacasiirónicoqueestasealaprimeravezqueséyreconozcoloquese
sientealhacerelamor.Estaconexión,laformaenlaqueélencajadentrodemí,sus manos sujetando las mías sobre mi cabeza, su aliento en mi mejilla, losjadeosentrecortadosmezclándose,elcalorquedesprendemos.Él.Yo.YelTodoqueformamosjuntos.Sus labios se mueven con desesperación contra los míos, como si desease
atrapar mis gemidos. Cada vez que se hunde enmí lo hacemás rápido, másfuerte.Apenaspuedorespirar.Estoymareadaysientoqueelmundosetambaleayqueloúnicosólidoamialrededoressucuerpocálido,supielsuave.Sientounestallidodeplacerymedejollevar,meabandonoanteestasofocantesensaciónhasta quemi cuerpodeja de pertenecermey, por unmomento, es suyoy solo
suyo.Nilakme clava los dedos en la piel de las caderas y gruñe al ritmo de las
últimasembestidas;escondeelrostroenelhuecodemicuelloyresoplacontrami piel mientras se corre y su cuerpo se contrae contra el mío. Le rodeo laespaldaconlasmanosyselafrotoconsuavidad.Jamásmehesentidotansatisfecha,tanplenaytanfeliz.Nosécuántotiempopermanecemosasí,ensilencio,abrazados,perotansolo
nosseparamoscuandoelcalordelmomentodapasoalineludiblefrío.Nilakalzalamiradaymebesaantesdelevantarseeiralcuartodebaño.Cuandoregresa,vuelve a tumbarse en la cama y nos tapa a ambos con el edredón. Apoya lacabezaenmipechoysusdedospalpanmiestómagoconsuavidad.Measustalaausenciadepalabras.—Dimequeestonohasidonormalparati.—Claroqueno lohasido.—Tiene lavoz ronca.Alza labarbillaynuestros
ojosseencuentranenlapenumbra—.Heather,¿quétepreocupa?—Nada,soloestoyasimilándolo.Todavía.Emiteunarisaperezosayluegosuspiraymeabraza.—Nomegustaloquesignificatunombre.Porquetúnoeresasí,noeresfrío,
noeresuntrozodehielo.Ynoentiendoporquéloeligierontuspadres.—Bajoeltonodevoz—.Séquetecuestaabrirte,aunquenomecuenteslarazón,perograciaspordejarmevertodolobuenoquehayentiyporsacarlomejordemí.Nilakmebesacercadelaclavícula;suslabiosestáncalientesencontrastecon
mipiel.Hundolasmanosensupelooscuro.—Mispadresnomepusieronesenombre—dicepocodespués,justocuando
empezaba a pensar que se había dormido—. Lo hizo Naaja cuando llegué aInovikLake.Leacariciounmechónrebelde.—¿Ycómotellamabasantes?—Kayden.—Cogeaire—.KaydenStorm.
30
13demayoQueridodiario,
Ayer nos pasamos el día en la cama, en el apartamento de Kayden,revisando algunos de los pisos que aparecen en la revista de la agencia.Habíaunoincreíble,deaspectoclásico,contechosaltosydosplantas.Meenamorédeélencuantoloviyloseñaléconeldedo.«¿Quéteparece?».Kaydenleechóunvistazorápido.«Seríaperfecto,sinoestuvieseacasiunahoradetuuniversidad».«Estaríadispuestaahacerelsacrificioacambiodevivirenunlugartan
bonito».«Annie,céntrate,tenemosqueencontrarunoqueestémáscerca».Metapéunpococoneledredón,porquesolollevabaunaviejacamiseta
deKaydenquemecubríahastalosmuslos.Luegorodeésucinturaconunamanoylebesélatripa.Élserióeintentóapartarme.«Para,mehacescosquillas»,dijosindejardereír.Terminólanzandoaun
lado la revista y dándose la vuelta en la cama. Susmanos sujetaronmismuñecas contra el colchón. «Sabes que ya deberíamos haber encontradoapartamento,¿no?»,comentóconsorna.Luegomemordisqueólabarbilla.«Culpatuya.Suponesunadistracción».«Distracción».
«¡Deja de repetir lo que digo!», exclamé y me retorcí bajo sus brazosmientras una carcajada resbalaba por mi garganta. Kayden atacó micintura, que es donde sabe que tengo más cosquillas, y rodé entre lassábanas,incapazdecomportarmecomounapersonanormal.Cuandoparó,necesitéunossegundospararecuperarme.«Aver,recapitulemos,¿quémáshaypendiente?»,preguntóélmientrasse
sentabaalospiesdelacamayserevolvíaelpeloconunamano.«¿Todo?»,reí.«Paraempezar,encontrarelapartamentoyhablarconel
propietariodeesteparaquenoterenueveelpróximoaño.Ytodavíatienesquepedirmematrimonio,claro.¡Ah,yrecuerdaquedentrodedossemanastenemos que ir a visitar ami padre! No le hace ninguna gracia que nosvayamosavivirjuntosalaotrapuntadelpaíssinantesconocerte»,añado.«Tenemosquemirarelpreciodelosbilletesdeavión,aunqueestoyseguradequenossaldrámásbaratocogerloenAnchoragequedesdeFairbanks;yyodebotramitarelpermisodeestudianteytúencontrarunadiestradorquete guste lo suficiente como para sustituirte. ¿Qué tal van esasentrevistas…?».«Eh,frena.Vuelveatrás».«¿Aquépunto?»,pregunté,aunqueyasabíaaquéserefería.«¿Dedóndesacasquedebopedirtematrimonio?».«Todavíanolohashecho»,meencogídehombrosconunasonrisa.«Tedijequenoscasaríamos».«Más bien fue una orden: “Nos casaremos”, farfullé imitando su voz
graveyélreprimiólasganasdereírytansolomemirótravieso.«Esonoesunapedidademano.Lagentetepreguntaluegocosascomo“¿Ycómofue?¿SearrodillóbajolaTorreEiffel?¿Tecomprótrestoneladasderosas?”».Aunquefueapenasuninstante,vilamuecavacilantequecruzósurostro.
Nodijenada,perovolvíatenerlasensacióndequeestonoeraexactamenteloqueélquería,dequeestabasiendoegoísta.Meencogísobremímismaeintentéquenonotasemipreocupación.Avecesmeolvidodecómoesél,dequelepegacualquieradjetivomenos«clásico»ydequedudoque,denoserpor mí y mis deseos, Kayden quisiese casarse. Huye de lo tópico, estáconvencidodequelalibertadconsisteenhacersololoqueleapetezcasin
dejarse atar por tradiciones o lo que piensa la granmayoría. Y amímegustaría ser como él, pasar de todo eso, perome estaríamintiendo amímisma.Leacariciélamejillaconeldorsodelamano.«Kayden,notenemosporquéhacerlo.Eh,mírame.Soyunacaprichosa.
Dimequenoquierescasarteocualquierotracosacon laquenoestésdeacuerdo. Dímelo. No te conformes por mí. No cambies por mí. Porqueentonces…»,traguésaliva.«Megustacómoeres,connuestrasdiferencias».Suslabiosatraparonlosmíos.«Tienesrazónenquehaycosasquenoharíasidependiesensolodemí.
Pero túeres laúnicamujerdelmundopor laqueestoydispuestoapasarpor el altar», sonrió y sus ojos azules brillaron, intensos. «Es una buenadeclaración de amor, ¿no?», preguntó divertido. «Puedes contar estocuandoalguientepregunte.Quetetropezasteconuntíoquejuróquenosecasaríaycambiódeopiniónporquesediocuentadequehabíaencontradoasualmagemelaynoestabadispuestaaperderla».Nocontesté,perocreoquelaslágrimasqueresbalabanpormismejillas
hablabanporsísolas.Nosbesamosduranteloqueparecióunaeternidad,hastaqueKaydensediocuentadequeibaallegartardealtrabajo,porquetodavía teníamosquepasarporSewardparaquemedejaseencasa, y sepuso en pie, cogió ropa limpia y se metió en la ducha. Me quedé ahí,sentada, con la mirada fija en la ventana y pensando en todo lo queacababadedecir, en loque significabapara él y en lo que él significabatambiénparamí.Rompíuntrocitodepapeldeunademislibretasllenasdeapuntesycogíunlápiz;meapoyésobrelamesitadenoche,conlaspiernasaúncruzadassobrelacama,yescribí:
«Ereslacariciadelsol,larisainesperadaqueseatascaenlagarganta,ereslluviasuave,besoshúmedos.Ymás,másbesos.Ereslapiezaquefaltabaenelpuzlequellevabatodalavidaintentandoterminar».
Luegodobléelpapelylodejédetrásdelalamparita,alladodelinterruptor,paraqueloviesecuandoregresaseacasadespuésdelajornadadetrabajo.Sonreíalimaginarloallí,solo,leyéndolo.Encuantosaliódeladucha
oliendoachampú,mepuseenpieynosencaminamosalcoche.
Annie.
31Negligevapse
RegresamosaInovikLakeentrebesosymiradas.Nopodíaapartarlasmanosdeél.Esadictivo.ConseguimosllegaraduraspenasalahoradelacenayayudaraSethconelturnodenoche.Ahora,mientrasatiendolasmesas,estoyintentandoserprofesional,poresodequenoestábienvistoqueunaseabalancesobresujefeyporque,además,noestoysegurade«enquépunto»seencuentranuestrarelaciónymedatantomiedopensarenelloquecasiprefieronohacerlo.BajoelescalónqueconducealacocinayesperoaqueSethterminederepartir
elpurédepatatasentresplatoshondos.Sonríe,sinapartarlavistadeloqueestáhaciendo.—AsíquelohabéispasadobienporFairbanks.—Bastantebien,sí.Vimosunaauroraborealpequeña.—EnFairbankspuedenverseaurorasdoscientasnochesalaño.—¿En serio?—Y yo que pensaba que había sido todo un acontecimiento.
Lástima que la segunda noche estuviésemos demasiado ocupados como paramolestarnosenmirarporlaventana.MetoqueteoconlosdedoselcolgantedelcopodenieveylosojosdeSethsedirigenahí,perosisepreguntadedóndelohe sacado,no lodiceenvozalta.Opuedequeya lo sepa—.Puesno teníaniidea, pero son preciosas, parece cosa de magia. También buscamos oro. Fuedivertido.Sethdeja losplatosaun ladoyseacercaamí. Inclina lacabezaymemira
fijamente,comosiestuvieseescarbandoenmialma.—¿Peroquéhaces?—Hayalgoraroentuexpresión.—¿Estásenfermo?¿Efectossecundariosdelmatrimonio?—Parecesfeliz.—LasonrisadeSethseensancha—.¿Estáisjuntos?—¿Qué? ¿Por qué dices eso?—Miento fatal y no sé si admitirlo con total
naturalidadosiloquehapasadoesalgoquetendríaquequedarentrenosotros;todavía no he hablado con Nilak del tema—. Debería subir los platos, hayclientesesperando.—Esoesunsí.Vuelveasonreírymeabrazafuerte,levantándomedelsuelo,antesdedarme
unbesoenlamejilla.Nilakcarraspeaalentrarenlacocinaynosmiracomosiestuviésemosmaldelacabeza.—¿Quéospasa?Haceratoquetendríanquehabersalidolosprimerosplatos
—protesta y avanza hasta coger él mismo los purés de patata que faltan porservir.Cuandoregresoalsalón,tieneelceñofruncido.Ylaexpresiónnocambiaunahoradespués,yaensucoche,decaminoami
cabañaporeloscurosenderoqueconducehastaellago.Tansolomehadadounbesocastoalentrar,antesdearrancarelmotor,yempiezoaponermenerviosa.Al ver que aparca y no quita la llave del contacto, me siento como si meestrujasen los pulmones. Si tuviese que ponerle una pega a esto de estarenamorada,seríalodelirantequeresultaquecadagesto,cadasensación,seatanintensa.Escomositodosemagnificase.—¿EstásenfadadoporqueheabrazadoaSeth?—preguntovacilante,porque
nome creo que a estas alturas sea tan tonto como para sentir celos. YNilakpodrátenermildemonios,peronoesinseguro.Notantocomoyo,almenos.—Quéva.No.—Mesonríetiernoyserevuelveelcabelloavergonzado—.Lo
delaotraveznofueexactamentecomopiensas.NoestabacelosoporcreerquefuesesateneralgoconSeth,tansololoestabaporqueélpodíatocarteyyono.Sabíaqueeraincapazdecontrolarme.—Loquetúdigas,peroteocurrealgo—afirmo—.Hasestadoraroenelbary
tambiénahora.LlevasrarodesdequellegamosaInovikLake.—Estoybien,Heather.Notepreocupes.El hielo recubre los cristales del vehículo.Nilakme aparta con cuidado los
mechonesqueescapandemicoletaydeslizasusdedospormi rostroantesdeinclinarseybesarme.Gimodentrodesuboca.Meencantacómomebesa,queconsigatrasmitirmetantosoloconrozarmislabios.—Peronovasaquedarte—adivino.
—Estanoche,no.Necesitasdescansar.—¿Qué?No.¿Porqué?Quierodormircontigo.Duda,peroapenasunamilésimadesegundo.—Mañana,teloprometo.Damesolounashoras…—¿Paraqué?—insistocuandosecalla.—Necesitoordenaralgunasideas,Heather.Noesporti.Nadadeestoesporti.
Solo te pido un poco de tiempo y te prometo que intentaré… ser mejor. —Entrelazasusdedosconlosmíosymefrotalauñadelmeñiqueconsuíndice—.Vendré temprano, sobre la hora de almorzar, y traeré algo de comer. Luegoentrenaremosunratoypasaremosjuntoselrestodeldía,¿deacuerdo?Mesonríe,perolonototenso.Meinclinoparadarleunbesodebuenasnochesantesdebajardelcoche.El
airegélidosilbaentrelasramasdelosárboles.Escuchootrapuertadelvehículoabrirseymegiro.—Eh,copodenieve,espera.—Nilakmecogedelbrazo,rodeaconunamano
micinturaymepegaaél.Vuelveabesarme,unbesolargoyprofundo—.Nosvemosenunashoras.Buenasnoches,Heather.Ledoylasbuenasnoches,algomástranquila,ysuboporelcaminitohastala
cabaña. Me llevo el susto de mi vida al encontrarme aCaos tumbado en elporche,esperándome;ponelasorejasenpunta,alarmado,cuandovequedoyunpequeño saltito y me llevo una mano al pecho. Le hablo mientras busco lasllavesenelbolsilloychasqueolalengua.—Tehasvueltoaescapar.¿Porquénoquieresestarconlosdemás?Sontus
amigos,Caos. —Él gimotea y se mete en casa en cuanto abro la puerta. Setumbaenlaalfombraymemiradesdeahíconsusojospálidosmientrasmuevelacola.Notengonadadehambre,peromeobligoacomerunpocodelpurédepatata
y la truchaalhornoqueha sobradoestanocheyqueSethhaguardadoenunrecipiente para queme lo llevase. Está bueno, como todo lo que él hace.Losexcursionistas que paran aquí antes de dirigirse al pico Dima suelen repetirprecisamenteporeso,porquelacomidaesgenial(yesperoqueeltratotambiénseaunaliciente;intentosersimpática).DespuésmuevolasmantasdelsofáalsueloymetumboalladodeCaos.Lo
abrazo.Essuaveycálido.PiensoenNilak.Mepreocupa.Suactituddesdequehemosllegadohacambiado,lonotoenlatensiónacumuladaensushombros,enlasdudasquesedibujanensumirada.Tengolasensacióndequequieredecirmealgopero, finalmente,cambiadeopinión,cierra labocaysiguea losuyo.Megustaríaqueseabrieseamí.Todo.Todoél.Noquieroobligarlonipresionarlo,peromegustaría…Megustaríamucho.Y eso es en lo último que pienso antes de quedarme dormida y también el
primerpensamientoquecruzapormimenteencuantomedespiertoalamañanasiguiente.Caos ya se ha levantado y está arañando la puerta con sus patas,desesperadoporsalirycorrereirseconlosdemás.Esuncanalla.—Nadietehasecuestrado,estásaquíporelecciónpropia—protestoymedoy
lavueltaentrelasmantas,peroelperroseacercaeintentalamermeelmoflete—.¡Caos!—gritoporque,demonios,eslunes,midíalibre,yquierodormirunpocomás.Él insiste hasta que termino haciendo de tripas corazón yme pongo en pie.
Hacefrío.Buscolachaquetamásgruesaquetengoymecalzolasbotasdepeloantesde saliry subirhasta la casade John.Caos escapadisparadocomosi lefuese la vida en ello y corre por la nieve dejando tras su paso un reguero dehuellas.Johnyaestáfuera,cortandoleña.Nosécuántashorasdebededormiraldía,peroseguroquemuypocas.Mededicaunaampliasonrisa.—Alguientehahechomadrugar.Elmalditohadejadounbonitoagujeroenmi
cobertizo.Otravez.¿Quémedicesdeeso?Deberíasreñirleosepasarálavidahaciendoloquelevengaengana.—¿Paraqué?Meignora.Nomehacecaso.—¡Pues anda que amí…!Como si se quedase sordo y ciego cada vez que
intento hacerle entrar en vereda.—Suspira y deja el hacha a un lado—. ¿Hasdesayunado?—No.—Puesentra,¿quéteapetecetomar?—¿Tequedachocolatedeeseenpolvo?Johnrespondequesí.Séquecompróunboteapropósitoparamí,porqueno
es algo que él suela tomar. Entramos en casa y, ya en la cocina, le ayudo a
preparareldesayuno.Mellevomitazadechocolatealcomedor.—¿Jugamos?—pregunto.—¿Debuenamañana?—¿Porquéno?—Comoquieras—diceafable.Contranquilidadbajalaagujadeltocadiscosy
luegoempiezaacolocar sus fichasnegras.Ledaun sorboa su tazadecaféeinicialapartida—.¿TodobienporFairbanks?—pregunta.—Sí,quedéoctava.—Esoheoído.—Querría haber venido ayer a contártelo, pero era tarde cuando llegué.
Fuimos directamente al Lemmini para que Seth no estuviese solo durante elturnodecenas.Ah,¿ysabesqué?Busquéoro.Peronoencontrénada.Bueno,enrealidadsolomedieronunsaquitodetierraymeexplicaroncómosebuscaba.Lamujerqueestabaamiladotuvomássuerte.Muevounpeón,mequedancatorcefichastodavía.Johncierralosojoscuando
lamúsicaquesuenadefondoalcanzasupuntoálgidoylaemociónsepalpaenelaire.Imaginounosdedoslargosymasculinos,comolosdeNilak,moviéndosesobre un piano, deslizándose como si apenas supusiese un esfuerzo tocar unapieza semejante, uniendo las notas, formando un todo. Es una canción muybonita. John adelanta uno de sus dos alfiles en el siguiente movimiento. Yomuevoelcaballoymatoaunodesuspeones.—Caos se lo pasó genial—le cuento—.Le encantó pasear por la ciudad y
curiosearlotodo.Hastacomióunahamburguesa.—Lasonrisaseborradegolpedemirostrocuandorecuerdoalgomás—.YvimosaDenton.Johnalzalamirada.—Mantente alejada de él si vuelves a cruzarte en su camino. No es trigo
limpio. Hay personas que no están hechas para competir. Un buen rival debesaber ganar, pero sobre todoperder.Ahí es donde las personas demuestran dequépastaestánhechas.Cambiodecasillaelcaballoquemequeda,distraída,yentonces loveo.Me
quedomuyquieta, con losojos fijos enel tablero, antesde levantar lavistaydescubrirqueJohnacabadeverlomismo.Heganado.
Aúnno, todavíano.Perocasi.Nopuedehacernadaporprotegera su reyytampocotieneposibilidadesdeacabarconmicaballo.Juroquemeempiezanasudarlaspalmasdelasmanosyjamásheestadotannerviosa.Johntardaunossegundosenasimilarlasituacióny,cuandolohace,surostrosecontraeenunasonrisa inmensa y cálida. Me mira orgulloso y mueve un peón, tan solo pordarme el placer de poder terminar la siguiente jugada. Mi caballito tiemblacuandololevantocondosdedosytumbaasurey.—¿Jaquemate?—Sinduda.Ungranjaquemate.—Johnseríe.—Jaquemate—repitoyahorasí,medejollevarporlaemoción,melevantoy
salto como una loca. ¡Es que nome lo creo! Llevomeses perdiendo.Meses.Partidas y partidas con un mismo y conocido final: mi derrota. Si no hemosjugado cienveces, nohemos jugadoninguna.Esnuestra rutinapor las tardes,antesdequemellevealtrabajo.Cuando John vuelve de la cocina, después de llevar sendas tazas vacías,
todavíasigosincreérmelo.—Bueno,untratoesuntrato—dicetrasapagarlamúsicaysentarsedenuevo
frenteamí.Entrelazasusenormesycurtidasmanos—.TuvimosquepagarleaDenton para que renunciase a llevarse aCaos.Yono tengodemasiado dineroahorrado,asíqueNilakpusolamayorparte.Perocomoeldineronoeraungranalicienteparaalguienqueyanadaenlaabundancia,DentonlehizojuraraNilakquenovolveríaacompetircomomusher.Mellevounamanoalpecho;casinopuedorespirar.—¿Qué?¡Nolodicesenserio!Nomedigasqueloaceptó…—Muchacha,cálmate.CerróeltratoyNilakesunhombredepalabra,perono
tienesdequépreocuparte.Competirnunca fuesusueño.Dentonpiensaquesíporque él sigue obsesionado con ganar y es incapaz de ver más allá y darsecuentadequeloqueNilakrealmenteamaesestarconlosperros,elesfuerzo,larutina, crear un vínculo. A veces el mero proceso de entrenamiento durantemesesymesesesmuchomás satisfactorioque lasescasashorasqueduraunacarrera.Supongoquemirostroreflejatodalaangustiaquesiento.—Aun así, ¿cómo ha podido comprometerse de esta forma? ¿Y si mañana
vuelveaapetecerlecompetir?No,noesjusto.—Enlavidaexistenprioridades.Nos quedamos callados. No puedo dejar de pensar en ello, en que estuvo
dispuestoa renunciaraalgosuyo,aunaelecciónpropiay libre, soloparaquepudiese quedarme conCaos. Aún tengo el rey negro de John en la mano ytoqueteolapiezaparaintentartranquilizarme.—Ymejornoledigasquetelohedicho.—Deacuerdo.—Dejolafichasobreeltablero.—¿Algomásquequierassaber,muchacha?Puesahoraquelodice…—Sí.¿Quésignificanegligevapse?—¿Quiéntehadichoeso?—Nilak—respondodubitativa.John suspirahondo, supecho subey luegobaja, y parece tranquilo, enpaz.
Después se frota la barba, todavía pensativo, y una sonrisa pequeña y tiernacurvasuslabios.—Negligevapsesignifica«Tequiero».Esunapalabrainuit.Noesverdad.Nopuedeserverdad.Johnseestáquedandoconmigo,peronoto
unasensacióncálidaenelpechocuandoveoquesuexpresiónnocambiayqueparece sincero. John ni siquiera entiende el concepto de lo que significa«bromear»,asíqueesposibleque…esposiblequerealmenteNilakmedijeselaotranochequemequería.Semedisparanlaspulsacionesyantesdequepuedaprocesarlotodo,llamanalapuerta.Johnselevantayabre.EsNilak.Llevaenlamanodosbolsasdepapeldela tiendadelafamiliade
SialukyletiendeunaaJohndespuésdedejarqueesteledéuncortoabrazoylepalmeéelhombroconsubrusquedadhabitual.—Naajamehadadotartadequesoparati—diceyJohnasienteagradecidoy
acepta labolsa.Losojos seNilakmebuscany sonríe con lamiradaalvermetodavíasentadaenelsofá,frentealtablerodeajedrez.Menototensa,incapazdeignorarloqueacabodedescubrir—.Noteencontraba,hesupuestoqueestaríasaquí.Ten,tehetraídoundónutrellenodemermelada.YestelibrotelomandaSialuk.
Me da una novela cuya portadamuestra a unamujer vestida de época quesostiene un bonito paraguas rosa para protegerse del sol. Le doy las graciastambiénporeldónutyhagounesfuerzoporcomermelamitadmientrasélhablaconJohnenlacocina.Noséloquedicen,apenasselesoye;escomosihablasenapropósitoensusurros.Ledoylavueltaallibroeintentoconcentrarmeenleerlasinopsis.Prometeserunalecturaentretenida.Unosminutosdespués,ambosregresanalcomedor.—¿Nosvamos?—preguntaNilak.—¿Adónde?—Aentrenar.—Memiraextrañado.—Ah,sí,claro.Consigoponermeenpiedeunsaltoy,trasdespedirnosdeJohn,salimosdela
casa.Estánevando.Escomovivirencerradosenunadeesasbolasdecristalqueagitasparaqueloscoposdenieverevoloteen.Vamosamicabañaparaquemecambiederopa;Nilakyahavenidovestidoconunpantalóndechándalazulysudadera.Encajolallaveenlacerradurayhabloaltiempoqueabrolapuerta.—¿Nopodemoscancelarelentrenamientoporundíadenada?Estánevandoy
hacemuchofríoynohedormidobienporqueCaosseescapóysemuevemuchoensueñosyademás…Nilakmesilenciaconunbesobrusco.Meapoyacontralapuertaqueacabade
cerrar y se pega lo suficiente amí como para que respirar se torne una tareacomplicada. Sus manos se mueven ansiosas por mis caderas y reptan por micinturamientrassiguebesándomedeestaformatan…apasionadaeintensaqueprovocaquemispiernastiemblenyseconviertanengelatina.Lerodeoelcuelloconlasmanosyéljadeacuandonotaquemefrotocontraél,ansiosaporsentirlodenuevo.Mecogeenbrazosymetumbasobrelasmantasquesiguenrevueltasenlaalfombra.—¿Esto significa que cancelamos el entrenamiento? —pregunto, aunque a
duraspenaspuedohablar.Nilak se ríe y me baja de un tirón la cremallera de la chaqueta. Nos
desnudamosmutuamente y somos incapaces de dejar demirarnosmientras lohacemos.Quiero saberlo todo de él.Quiero lo bueno, pero también las partesmalas. Quiero aceptar sus errores, sus defectos. Me gustaría decírselo, pero
cuandoabrolabocameaturulloylaspalabrasnosalen.Siento un vuelco en el estómago cuando sus manos me tocan. Desliza los
dedospormitripayluegomebesaahí,alladodelombligo,ysubocaasciendepor las costillas hasta mis pechos y terminan en mi hombro y la barbilla.Nuestros labios vuelven a encontrarse. Esta vez lo noto diferente. Cuando sucuerpo encaja con el mío, cuando nos fundimos en uno solo, lo hacemoslentamente, sin prisa,memorizando cada instante.Recorro su espalda conmisdedos,loshundoensupiel,leinstoairmásrápido.Nuestrosjadeosenvuelvenlaestancia.Nilaksemececontramíconsuavidadymeacariciaconlasmanos,con los labios, busca mis ojos en todo momento y me obliga a mantenerlosabiertos, fijos en los suyos,mientras nosderretimos juntos entre el placer quenossacudeylasemocionescontenidasquealfindejamossalir,libres.Cuando todo ha terminado y logro respirar con normalidad, lo abrazo, me
tumbosobreélylemordisqueoelmentónantesdedarleunbesodulceylento,muylento,hastaquelearrancoungemidoahogado.—Sientolodeanoche.Teníasrazón,deberíahabermequedado.—No,noquieroquehagasalgoporque«debas», tan solocuandodeverdad
«quieras»—digo,ytrazocírculossobrelapieldesupecho.—Síquequería,Heather.Levantolacabezahaciaél.—¿Algún día me contarás qué es lo que te pasa? Porque sé que estás
sufriendo.Podría ayudarte.YonuncahabíahabladodeAlisonconnadiehastaque te conocí a ti y creo queme sirvió; abrirme, recordarlo todo y verlo conperspectiva.—Algúndía.Teloprometo—concede.Nosquedamostumbadosdurantehoras,aratoshablando,aratosensilencio,
medio adormilados. Nome importa. No hacer nada especial tiene su encantomientraspuedatocarloyolerloysentirsucorazónlatiendobajomioído.Yesimposible que me canse en algún momento de abrazarlo entre risas, hacerlecosquillasoapretujarmecontrasucuerpohastaquenoquedeniuncentímetrodeespacioentrenosotros.—¿Quieressaberdequétrataellibroquemehastraído?—¿Por qué sigues preguntándomelo? Dímelo sin más, Heather. Siempre te
contestoquesí,siemprequierosabercualquiercosaqueteapetezcacontarme.Sonríoylobesoymetumbosobreél.—Ellaesunajovenqueaspiraacasarseconunduque,peroentoncessecruza
ensucaminounhombrerico,conunamalareputaciónasusespaldas,labesaenunafiestay…saltanchispas.Imaginoquetendráquedebatirseentrelabodaquesiemprehaanheladooestarconlapersonaquedeverdadlegusta.—Suenacomotodoslosdemás.—Seríe.—¡Deesonada!—protesto.—Loquetúdigas—comentaburlón.Suestómagoruge—.Creoquenecesito
comeralgo.Dejoqueselevanteparavestirseymequedounosminutosmásremoloneando
bajoelcalordelasmantas.Alfinal,cuandoloescuchotrajinarenlacocina,medecidoybuscoatientasmiropaantesdeponérmelaeiraverquéestáhaciendo.Huevosrevueltos,cómono.Sonríoyloabrazoporlaespalda.Meheconvertidoenunpulpopegajosocon
largostentáculosymiúnicodeseoesmanteneraNilaksujetoentreellos.Noesnormalestoquemepasa.Nuncahabíasentidotalnecesidadporestarcercadealguien.Daunpocodemiedopensarenun«nosotros»ynosoloenun«yo».Nilakreparteloshuevosrevueltosconbeiconendosplatos.—No,noquiero—meapresuroadecir.—Oh,síquequieres.—Nilak…—Heather…Nosretamosconlamirada.—Mehe bebido una taza de chocolate yme he comidomedio dónut.Te lo
digoenserio,pesocomomilkilosmásdesdeque lleguéaquíyno tengomáshambre.—Ahoraestásperfecta.Entupeso.Porfin.—Despuésdedejarmecebarcomounpavonavideño.—Másbiendespuésdehacerteentenderquenosoloestásmásguapa,sinoque
necesitas comer si quieres seguir compitiendo. Tú misma. Fue el trato quehicimos,¿recuerdas?Ocomesbienonocorres.Nopuedesgastarmáscaloríasdelasqueingieresynointentesrebatireso—concluye.
Suspiroymesientojuntoalamesapequeñademaderadelacocinaquecasinunca uso. Me paso una mano por la tripa antes de coger el tenedor. Sigueestandoplana,peroalgomás…redondeada.Nilaktienerazón,séquetienerazón,pero…Avecesnopuedoevitarpensarqueestoycomiendodemasiadoyquesipierdo
elcontrolserémenosatractivayse reirándemíynocabréenvestidosque…Bueno,ahoraque lopienso,haceunaeternidadquenomepongounodeesosvestidos ajustados para ninguna fiesta estúpida. Migajas que quedan en micerebrotrastodaunavidaconAlison,supongo.Yaunquefueraelcaso,nuncameterminódegustarlaropaqueusabaenciertasocasiones.Creoque,siahoratuviese que ir a una fiesta,me pondría unos vaqueros ajustados, una camisetasuelta y desenfadada y una chaqueta de cuero, en plan motera. Sí, me gusta.Pinchoconeltenedorunpocoderevueltoymelollevoalaboca.Estárico.—Heather,entiendoqueescomplicadoparatiencontrarunaestabilidad.Enla
comida,quierodecir—agregayextiendeunamanosobrelamesaycogelamía—. Pero tan solo sigue esforzándote e intenta no tropezar y todo irá amejor.Confíaenmí.—Yaestoymejor—admitoconlabocallena.—Losé.Terminamosdecomeryfregamos juntos losplatos,vasosycubiertosconel
aguahirviendo,porquehaceunfríoendemoniado.Despuéspasamoselrestodela tarde entre lasmantas,mi lugar preferido de ahora en adelante, frente a lachimeneaqueNilakhaencendido;abrazándonos,descubriéndonos,tocándonos.Noséquéhoraescuandomeapoyoenuncodoylomiroconunasonrisatontaenlaboca,perohaempezadoaanochecer.—¿Iremos a ver algo la próxima semana, cuando vayamos a Anchorage?
Podemos hacer lo mismo, quedarnos una noche más, dar una vuelta por laciudad,saliracenar…—Sí,loharemos.—Suspirahondoymeabrazafuerte.—YdaremoslargospaseosconCaos.—Esotambién.Nosquedamosunosminutoscallados.Tengomuchaspreguntas rondándome
porlacabeza.Meacaricioelcolgantedelcopodenieveconlosdedosantesde
abrirlaboca.—¿Por quédejaste que todos te llamasen«Nilak»?Dijiste que tu verdadero
nombreeraKayden,¿no?¿Quétehizorenunciaraél?Surespiraciónsevuelvemásprofundaytardaunossegundosenelaboraruna
respuesta.Susbrazossiguenalrededordemicintura.—Porqueyanoeralamismapersona.Teníasentido.—¿Quéquieresdecir?—Nomeapetecehablardeesoahora,Heather.—¿Porqué?—Porquenoeselmomento.Me aparto y me incorporo hasta sentarme. Él hace lo mismo. Me debato
interiormentemientraslomiro.Noséquédebohacer.Nosésiestábienquererhurgarmás,peromeconfundeelcontrasteentrelocálidoqueesavecesylofríoquesevuelvederepente,comosirealmentesíconviviesendospersonasdentrodeél,NilakyKayden,dealgúnmodoretorcido…—Nuncaeselmomento—protesto.—Heather,paraya.Selevanta.Yotambién.—¿Podrías,aunquesea,esforzarteunpoco?—Lohago.Yalohago.Escomplicado.—¿Quétipodecomplicación?—¡Heather,joder,déjalo!—Eresunegoísta.Yotehecontadotodamimierda.Mellevounamanoalaboca,temblorosa.Nohequeridodecireso.Noquiero
obligarlo ni que se sienta comprometido, pero tampoco me siento capaz deseguirignorandoqueleocurrealgo.Quecuandonosbesamoslasotrasvecesyterminóapartándosefueporunarazón.Yesarazónnoerayo,ahoraestáclaro.—Yatehedichoquelohablaremos.Algúndía.Cuandopueda.—¿Quépasa?¿Esqueestáscasadooalgoasí?—bromeo.Nilakaprietalamandíbula.Nomemira.Susojossiguenfijosenelsuelode
madera de la cabaña y está quieto, en medio de la estancia, perdido en suspensamientos.Nodicenada.¿Quésignificaeso…?Semeatascan laspalabrasenlagargantayelcorazónmeempiezaalatirfuerte,descontrolado.Mivozse
convierteenunsusurrocasiinaudible.—Nilak,¿porquénoloniegas?Sellevalosdedosalpuentedelanarizypresionaconfuerza.Suspirahondoy
luegomemira.Es laprimeravezque lohacedesdequenoshemospuestoenpie.—Noestoycasado,Heather.Entonces,¿porquéhareaccionadoasí?Miinstintomedicequeacabodedar
conelverdaderoproblema.Ydeprontoloveoclaro,entodosuesplendor,comositodaslascapasacabasendefundirsepararevelarlahorrorosaverdad.—Dios,no.—Heather…—Hayotra.Hayotrachica,¿verdad?Eseso.Nilaknoresponde.Sientoquemeahogo.¿Porquénomedicequeestoyloca?Quesolosonimaginacionesmías,queme
hedejadollevarporunaideatontaquenotienesentido.Quieroquelohaga.Quemecorrijaymeabraceymesusurrealoídoqueenrealidadnoleocurrenada.Nilaksellevaunamanoalcuellodelacapuchayloestiraunpoco,comosile
costaserespirar,y luegosegirayvahacia lacocina.Losigo, temblando.Casipuedo sentir cómome voy rompiendo a cada paso que doy.Crac, crac, crac,trocitosdemíquevoypisandoydejandoatrás.—¿Porqué?—preguntoenungemidoentrecortado.Éltragasaliva,susdedoscerradosenunpuño.—¿Porqué lohashecho?—repitoalzando lavoz.Nilaknocontesta,nome
miranisemueve,ysufaltadereacciónsoloconsiguealterarmemás,hacermeperderelcontrol—.¿Porqué,joder?¿Cómopuedesserasí?Él intenta abrazarme, perome revuelvo entre susbrazos.Ahoramismo solo
siento rabia y desdén, y no tengo ganas de queme toque, como si esto no locambiasetodo.Laslágrimasnodesahogan,escuecen,yrespiroatrompicones.—¡Cálmate,Heather!—¿Quemecalme?¡Saldeaquí!¡Vete!—Nohagasestomáscomplicadoaún…—Solomárchate.Noteestoypidiendonadamás.Loempujoendirecciónalapuerta.Estoytemblando,envueltaenuntorrente
de lágrimas.Necesito perderlo de vista. El dolorme quema,me sacude ymeciega,yenestemomentosoyincapazdecentrarmeenningunaotraemoción;loúnicoque séesquehayotrachicaen lavidadeNilakyque saberlomehacesentircomosimeestuviesenoprimiendoelcorazónparaluegoretorcerloentrelosdedos.Es aún más insoportable cuando intenta retenerme de nuevo contra él,
mirándome con expresión suplicante. Ahora mismo no lo comprendo. Nocomprendoquésignificaelbrilloquehayensusojosnisurespiraciónagitada.No puedo meterme en su piel porque estoy demasiado dentro de la mía,hundiéndome.Mesacudoentresusbrazos.—¡Para,hostia!¡Paradeunajodidavez!—grita,descontrolado—.¡Annieestá
muerta!¿Loentiendes?—Surostrosedesfiguraenunamuecadesufrimiento—.Estámuerta—repiteconunhilodevoz.Luegomesuelta,sinfuerzas,ynomiraatráscuandosaledecasaycierralapuertaasuespaldaconungolpeseco.
32
19demayoQueridodiario,
Elotrodía,hablandoporteléfonoconpapá,mepreguntósierafelizymedicuentadequesí,soymuyfelizytengolasuertedeserconscientedeelloypodervalorarlo.Nunca he sido negativa. Creo que, en parte, porque mis padres me
enseñaron a no serlo. Me enseñaron que, frente a un problema, siemprehabía una o varias soluciones, y que si tropezaba con una roca en elcamino, loúnicoqueteníaquehacereraaprenderasaltarlaorodearlayseguir siempre hacia delante. Soy de las que piensan que la infancia nosmarca,yaseaparabienoparamal,peronopodemosescapardeesosañosllenos de aprendizaje. Y yo aprendí a disfrutar de las pequeñas cosas, asonreír casi todo el tiempo,a intentar sumar yno restar. Séque, aunasí,tengomisdefectos.Creoqueaveces soycaprichosa, testarudayunpocoilusa.Meciegopensandoquetodosonarcoírisybuenasintenciones,ymeolvidodequeelmundonoesasí.YluegoestáKayden…Nuncapenséquequerríatantoaalguien,perolomiroytiemblo,metoca
y me derrito, y cuando habla… es magnético; todo lo que dice o haceresultainteresante.Hemosllegadoalpuntoenelqueaceptoquesomosmuydiferentes, casi contrarios, yapesarde eso estoy locapor él.Es como si
entre ambos compensásemos las debilidades del otro. Yo soy demasiadopositiva;élcaeamenudoenlanegatividad.YoadorolacarneyKayden,elpescado.Yo tomoelcaféconcuatrodeazúcar,élsinnada.YomepasoeldíasonriendoyavecesKaydenesunpelíncascarrabias.Yo llevo toda lavidadeseandocasarme;élestaríaencantadodenohacerlo…En realidad, hace días que estoy dándole vueltas a una idea. ¿Y si nos
casásemos de un modo diferente? Así sería algo clásico, por mí, y algoalejadodelosestereotipos,porél(yporquecreoquesileobligoaponerseun traje y a escribir unos votos le dará un síncope).Podríamos casarnosnosotrossolos.Losdos.Sinnadiemás.Enmediodeunglacialcercano,porejemplo.Bajolasmontañas.Aquí,enAlaska.CreoqueaKaydenlegustaríayleharíamásfelizqueunabodatípica.Podríamoshacerlodurantealgunaescapadaenlaquevengamosacasa,avisitaralafamiliayalosamigos,sinplanificarlodemasiado.Ahoraquefaltapocoparamarcharnos,nohedejadodemiraralrededor,
decaminarporelpuertoyalzarlavistahacialasmontañasyvalorartodolo que hay aquí. Quizá volvamos. También es una opción. Podríamosregresardentrodeunosaños,cuandohayaacabadolosestudios,yretomarnuestravidaenAlaska.Podríamoshacertantascosas,enrealidad…Eso es lo bueno. Saber que el futuro está en blanco y que tenemos un
montóndelápicesparapintarlocomoqueramos,juntos.
Annie.
33Porencontrarte
Golpeo la puerta de John con los puños. El frío sopla fuera y, cuando abre,parecequeintentadeducirpormiexpresiónquémeocurre.Perodudoqueseacapaz, porque ni yo misma sé lo que siento. Soy un montón andante deemocionesenredadasylaúnicaideaclaraquetengoenlacabezaesquenecesitover aNilak y decirle que siento haberle presionado de esamanera y habermecomportadocomounahistérica.Noqueríahacerledaño.Noqueríatocarlateclaquehetocado.—¿Quétepasa,muchacha?—¿Puedesacercarmealpueblo?Porfavor.—¿Ahora?¿NoestabasconNilak?—¡Sehaido!Ynecesitoirconél.Muevo las manos con nerviosismo. Sé que debo de tener los ojos todavía
acuososyunaspectoterrible,porqueJohnparecepreocupadodeverdad.—Espera,espera.Tranquila.Cuéntamequéhaocurrido.—Es… —Niego con la cabeza—. No creo que deba decírtelo. Lo he
presionado hasta que ha acabado gritándome lo que le pasaba. Ha sido culpamía.Pensabaquemeestabaengañando,mepusenerviosa…Johnmemiraensilencio.—¿TehahabladodeAnnie?Respiro, agitada.Sí, ese es elnombrequehadicho.Lachica.Sientoqueel
aireme llega a los pulmones, pero no alivia la sensación de ansiedad quemesacude.Johnmecogedelbrazoinstándomeaentrarensucasa.—¡No!—exclamodesesperada—.Porfavor,tengoqueir.Odéjamelasllaves
delacamioneta.Hacetiempoquenoconduzco,peropuedo…puedohacerlo—insisto.—Heather, entra.Luego te llevaré,más tarde.Lomejor esdarleunpocode
tiempo, lo entiendes, ¿verdad? Es complicado. —John me guía dentro condelicadezaycierralapuerta—.Teprepararéalgocaliente.—¿Por qué nome dejas ir con él? Lo único que quiero es que alguienme
explique algo. Tú lo sabías, ¿verdad? —Lo miro dolida—. Pensaba que teimportaba, que confiabas en mí. Yo me he abierto a vosotros. ¿Los demástambién están al tanto de queNilak es así porque perdió a alguien…?Sialuk,Seth…Johnasienteysefrotalabarbaconlapalmadelamano.Pareceincómodo.No
me puedo creer que nadie se haya tomado la molestia de decirme: «Eh, tenpacienciaconNilak,lohapasadomal».Porqueentiendoqueélnoquierahablardeltema,queleduela,perolosdemáspodríanhabermeadvertido.Mepasémásdeunmespensandoqueerauncapulloamargadoquehablabaconmonosílabos.—Yoqueríacontártelo—murmullaJohn.—Pueshabríasidodegranayuda—replico.Johnsesientaensusillón,conairederrotado,yyoterminoacomodándomeen
el sofáquehay al ladoporque tampoco tengo cómo ir al pueblo si seniega aecharmeunamano.Nosquedamosasí,quietosyensilencio,frentealcrepitardelascálidas llamasde lachimenea.Cuandosuvoz roncavuelveaalzarseen laestancia,llevamosalmenosveinteminutoscallados.—Tuvieron un accidente.—Toma aire, su pecho sube y baja con suavidad
antesdedecir nadamás—.Unoso apareció enmediode la carretera, justo algirar una curva, y él frenó e intentó desviarse hacia el otro carril, pero habíahieloen la calzaday terminaroncayendopor elbarranco.Chocaroncontraunárbol. Una de las ramas le atravesó el brazo al chico. Hacía mucho frío, noparabadenevaryseacercabaunatormenta.Élserompiólapierna,trescostillasy no dejaba de sangrar por culpa de la herida del brazo, pero, no sé cómo,consiguió quitarle el cinturón a Annie y subirla a su regazo y abrazarla paracalentarla y mantenerla viva.—John tiene la mirada perdida en la chimenea.Alzaunamanotrémulaysela llevaa los labios—.Creoqueenelfondo…losabía, pero se negó a aceptarlo…—Le tiembla la voz—. Que Annie estabamuerta.Desdeelprincipio.Nosufrió.Fallecióenelacto.Aunasí,éllasostuvoentresusbrazoshastaquelosserviciosdeemergenciasconsiguieronencontrarelcochecasiveinticuatrohorasmástarde;tuvieronquearrancárseladelasmanos,
literalmente,yhacerleentenderqueyanoestabaviva.Élhabíaperdidomuchasangre y sufría una hipotermia grave; de no ser porque semantuvo despiertoparadarlecaloraAnnieprobablementenolohabríacontado.Tengounnudoenlagarganta.Nopuedohablar.Nerviosa, tardo unos segundos en conseguir apartar la vista de mis dedos
entrelazados y mirar a John, y es entonces cuando descubro las lágrimassilenciosasque surcan susmejillas, el temblorque lo sacude.Me levantoy locojodelamano.—John,¿porquélloras?—pregunto,peronosemueve;susojossemantienen
fijosenlasllamasanaranjadas.—Veníanaverme.—¿Quéquieresdecir?Tomaaire,sumanoaprietalamía.—QueAnnieeramihija.Mipequeña.Unescalofríotrepapormiespaldaytengoquesentarmeenelbrazodelsillón
porquemetiemblanlaspiernas.Nomesalelavoz.Noséquédecir.Nocreoqueexistan palabras para lograr calmar el dolor que John está sintiendo, así quesimplementeloabrazo,fuerte,muyfuerte,mientrasdejoquesedesahogue.Mesiento culpable y horrible por haberle hecho revivir lo que pasó. Imagino lodifícilquedebedeserquealguienllegueyrompalacalmaylorevuelvatododenuevo.—Losiento,John.Losientomucho.Se limpia las lágrimasconbrusquedadyvuelveaquedarseen silenciounos
minutos.Sumanoestácalienteysigueapretandolamía.Esperoqueelcontactoloreconfortetantocomoamí.—Ocurrióhacecasitresaños—diceysorbeporlanariz—.Veníanhaciaaquí,
en coche, a pasar un fin de semana conmigo. Annie quería presentarme a sunovio. Se habían prometido hacía unas semanas e iban a marcharse pronto aKansas.Ella…queríaserveterinaria.—Se lequiebra lavoz—.Leencantabanlosanimales,¿sabes?Siempreencontrabaalgúnpajaritoheridoopasabaelratoconlosperros.EsofueantesdequesumadreyyonosdivorciásemosyellassemudasenaSeward.Apoyolacabezaensuhombroycierro losojos.Mesiento impotente.Ojalá
pudiesedecirohaceralgoquelograsealiviareldolor.—Eshorrible,John.Es…—Es lavida,muchacha.Avecesocurrencosas, cosasmalas,ynopodemos
evitarlo. Cuando algo se escapa de nuestro control, cuesta encajarlo. Cuestamucho.Annieerapreciosa,tanalegresiempre,tanrisueña…—Suspirahondoy,cuandoexpulsael aire, lohace lentamente—.Piensoenella cada segundodeldía.Piensoenellaal levantarmeyalacostarme,yloúnicoquehastaahorahaconseguidoreconfortarmeessaberquefuefeliz,muymuyfeliz.Ledoyunapretóncariñosoenelbrazoymelevanto,voyalacocinaaporun
trozodepapelyselotiendocuandoregresoalcomedor.Vuelvoasentarmeasulado.Medirigeunamiradadeafecto.—Recuerdoeldíaquellegaste…Estabastanperdida…—Sonríe,apesardela
tristeza—.Loprimeroquepenséaquellanocheesqueteníastansolounañomásde losquehabría tenidomiAnniey en lo injustoqueeraqueellanohubiesepodidocelebraresoscumpleaños.Queríaquetemarchases.Esciertoquenoteparecesennadaaella,peroaunasímehacíasrecordarmomentos,sensaciones…—Sellevalosdedosalasienysuspira—.CreoqueNilakdebiódesentiralgoparecido.—Losiento—balbuceo—.Yo…nolosabía…—Claroqueno,muchacha.—Mepalmealapierna—.Alfinal fuisteSiqiniq
paraambos.Elsol.Yonecesitabaunaamiga,meestabaconvirtiendoenunviejomalhumoradoy reconozcoqueno tenía intencióndecambiar.Creoqueno fuiconscientedeellohastaeldíadeNochebuena,cuandomeobligasteaircontigo,yrecordéloqueera…estarrodeadodegente.YluegoestáNilak…—Suspirahondo.Séquepiensamuchasmáscosasquenomedice,perorespetoquequieraguardárselas—.Elchicoteníaquedespertar.Medueleenelalmacadavezquepienso que la vida debe seguir, pero es la triste realidad. Intento repetírmelotodoslosdías,porquemecuestaconvencerme,aceptarlo.Nilaknisiquieraseloplanteaba. Estaba totalmente encerrado en símismo. Por eso temandé allí elprimerdía,albar.Sabíaquesiibasdemiparteseveríaobligadoaaceptarteyesperabaquealmenoslanovedadfuesecomounpellizcoparaél,perocreoquefuistemásbiencomounpuñetazoenplenacara.—Ríeentrelágrimas,conesarisaquelenacedelestómago,yvuelvoaabrazarleyaspiroelaromaamaderay
bosquequellevasiempreconsigo.—Graciaspor cuidardemícuando llegué.Y luego.Ysiempre.Sé lodifícil
quedebiódeserparati.Mepalmealaespaldaantesdelevantarse.—Vamos,muchacha,serámejorquenospongamosenmarcha.Nohablamosduranteeltrayectoencoche.Lacarreteraestácubiertaporuna
finacapadenieveynodejodepensarenlomalquelodebedeestarpasandoJohny en lo horrible que tuvoque ser paraNilak el accidente, vermorir a lachicaquequeríaynopoderhacernadaparaevitarlo.Imaginolaculpa,eldolorylosañosdesoledadquevinierondespués…John para el coche frente a su casa, casi a las afueras de InovikLake.Nos
miramos antes de bajar.Espero que sepa que jamás podré agradecerle todo loquehahechopormídesdequepuseunpieenesteestado.Todo.Johnlohasidotodo.—Dejaquecompruebequetodomarchabien—musita.Élllamaalapuerta,peronadiesaleaabrir.ElcochedeNilakestáaparcado
aquí al lado. John vuelve a insistir y al final prueba a girar el pomo.No estácerradaconllave.Lapuertaseabreyentramos.Elcorazónmelateconfuerza.Escomosiunvendavalhubieseazotadolacasa:hayunmontóndetrocitosdecristalporelsuelo,mueblesmovidos,librosyotrosobjetosquehatirado…Yestállorando.Semeencojeelestómagoalverlo.Nilak está sentado en el suelo, con la espalda apoyada contra la pared y el
rostro escondido entre las rodillas. Su cuerpo se sacude y antes de que puedacorreraabrazarlo,Johnsemeadelanta.Mequedoatrás,inmóvil.Veocómoseagachafrenteaélyloobligaalevantarlacabeza.—Losiento,joder.—Nilaksolloza—.Losientotanto…—Yaestábien,chico.Paradedecirmesiemprelomismo.—Losiento…—Fueunaccidente.Vamos,levanta.Johnleayudaaponerseenpieylosostieneconunabrazo.Sedicenalgomás,
pero no llego a oírlo. La escena me estremece. Dos personas aparentementerudas y fuertes que en realidad son vulnerables y, de algún modo, siempreestaránunidasporeldolor.Esinjusto.Lascosasquepasanaveces.Ahorame
sientoegoístapordarletantaimportanciaamisproblemas,porquecuandoalgotiene solución y es reversible debería considerarse tan solo un aliciente parasuperarseaunomismo,nounarazónparatirarlavidaporlaborda.Siguen abrazados y sé que necesitan estar a solas, así que salgo sin hacer
ruido.Me siento en el escalón de la casa abandonada que hay frente a la deNilak.Tengolospiesentumecidos.Mefijoenlacapadehieloquerecubreunodelosadoquinesyarrancountrozoconlosdedos.Loalzofrenteamí,pareceunfragmentodecristal.Elsoldelatardecertiñelacalledecolorcaramelo.Porfin«Nilak»tienesentido.Sí,esun«trozodehielo»,peronoporqueseafrío,sinoporque es transparente. Naaja tenía razón. Algunas personas solo son opacaspara protegerse, pero la capa es muy fina y, al romperse, no da paso a másoscuridad,sinoalaclaridad.Observolosdestellosquelaluzdibujaenelhieloysemeremuevealgoenelpechocuandoadviertoquequizáseacosadeldestino,porquetienesentidoqueSiqiniq,elsol,hayaterminadoporderretiresacoraza.Conociéndola,seguroqueNaajanoeligiólaspalabrasalazar.Lo suelto en cuanto veo a John salir de la casa y se hace añicos al golpear
contraelsuelo.Caminahaciamícongestoserioylosojosalgoirritados.Tragosalivaalverloasí,tanvulnerableytriste.—¿Está…mejor?—pregunto.Asientedeformacasiimperceptible.—Tenpaciencia,muchacha.—Séqueesdifícil…—susurro.—Muydifícil—Tomaunabocanadadeaireque le inflaelpechoy luego lo
sueltadegolpe—.Llámamesinecesitasayudaoqueregreseaporti.Se da media vuelta, todavía con un rastro de melancolía cubriendo su
semblanteyavanzahaciaelcoche.—Eh,John,¡espera!—exclamocuandoabrelapuerta.Corrohaciaélantesde
que suba al coche y lo abrazo muy fuerte. John se muestra sorprendido alprincipio,perodespuéssusbrazosmeacogenconafectoydejaescaparelairecontenido cuando nos separamos—. Ya. Ahora sí puedes irte. —Sonríodébilmenteyélmedevuelveelgesto.Luegoesperoenlacallehastaqueveoelvehículodesapareceralolejos.Respiro hondo yme quedo un ratomirando la puerta antes de atreverme a
entrar.Nilakestásentadoenunasilla,conloscodosapoyadossobrelaspiernasyla
cabezaagachada,pensativo.Levantalavistacuandosepercatademipresenciaynosmiramosensilencio.Meacercoaél.—Perdóname.Sientohabercausadoesto.—Noesculpatuya,Heather.Nadadeestoloes.Notoquelecuestarespirarysuvozesapenasunmurmulloafligido.Mesiento
torpeeinsegura,sinsaberquédecirle.Permanezcounratoagachadajuntoaél,ensilencio.Nilaktienelosojoscerradosyestáconcentradoeninspiraryespirar,enmantener el control.Me gustaría decirlemuchas cosas, perome damiedoequivocarme;noquierohacerlemásdaño.Asíquealfinalledejosuespacioyempiezoarecogerlostrozosgrandesdecristalesqueencuentroporelsuelo.Élnodicenada, tan solomemira, ausente.Encuentrouna escoba en la cocinaybarro los pedazos más pequeños. Luego intento ordenar los objetos que hatirado.Latensiónmeresultainsoportable.—Tú tenías razón. Sí que te odiaba—susurra de pronto—. Al principio te
odiaba,porquemesentíatraídoportidesdeelprimermomento.Yqueríaquetefueses.Nosoportabaquemehiciesessentir…cosas.EsinjustoqueAnnieestémuertapormiculpayyomeenamoredeotrapersona,¿loentiendes?Es…lopeorquepodríahaberhecho.—Cogeairey casi parecequehacerlo le resultedoloroso;seponeenpieycaminahaciaelotroladodelaestancia,nervioso—.Además, te hacía daño a ti.Yno sabía cómopararlo.Quería hablarte de ella,peroesquenopodíahacerlo.Nopodía.IntentonopensarenAnnieporque,silohago,soyincapazdelevantarmecadamañana,peroalmismotiempoesohaceque me sienta peor, como si la estuviese apartando de mi vida. Y no es así.Necesitoelrecuerdo,essoloquedueledemasiado.Meacercoaél.Tienelosojosenrojecidosysuexpresiónmeparteelcorazón.
Loabrazo,rodeosucinturayapoyolacabezaensupecho.Noquierosoltarlo.Nilak tarda unos segundos en apretarme contra él. Nos quedamos así duranteminutos que parecen horas. Cuando nos separamos, se sienta a los pies delcolchónqueestáarasdelsueloyvuelveaesconderelrostroentrelasmanos.—Johnmehacontado todo loquepasó.Fueunaccidente,Nilak.¿Pensabas
seguirtodalavidasinhablarapenas,sinrelacionarteconnadie…?
—Eseeraelplan,sí.—Nopuedescastigarteasí.—Heather, no sabes lo que dices. No sabes lo difícil que es cargar con la
culpa.Nicómofue.Cómomesentídentrodeaquelcochedurantehorasyhorasyhoras.Cómoesvivircontodoslosrecuerdos.Susemblantesecontrae.—Séqueintentastemantenerlaconvida,quedebiódeserhorribleyque…—No, no es verdad.—Nilakme corta y memira; el azul de sus ojos está
húmedocomosiestuviesenpintadosconacuarela—.Todospiensanesoporquenuncahehabladoconnadiede loqueocurrió.Nopodía.Noencontraba…laspalabras. Pero la verdad es que supe que estaba muerta desde el primermomento.Tansololacogíenbrazosporquecreíaqueyotambiénmoriríaenesecocheyqueríahacerlojuntoaella.Yesoesloquedeberíahaberpasado.Locojodelamano.—No,nodigaseso.—Habríasidolomásjusto.Veniraquífueunatortura.Conocerasusamigos,
asupadre,a laspersonasqueformabanpartedesumundo.Peronosabíaquéotracosahacerniadóndeir.Ellossequedaronenelhospital,conmigo,aunsinconocermeydespuésdetodoloquehabíapasado—cuentaconlavozronca—.Pasé tresmeses en casa deNaaja. Era la única persona con la que soportabaestar.Repartíeldineroque teníaahorradopara irmeconAnnieentreelbardeSeth,queestabaapuntodecerrarporlasdeudas,yJohn,quenoestabapasandoporunabuenaracha.El resto…es loquehasconocido.UndíaSethmepidióayudayempecéa trabajarconél,ydealgúnmodo losdíasseconvirtieronenuna sucesiónmonótona. Es retorcido, pero Inovik Lake hacía queme sintiesecercadeAnniey,enalgúnmomentoquenorecuerdo,empecéaconsiderarlomipropiacasa.Yentoncesllegastetú.—Nilakalzaunamanohastatocarmimejilla—.¿Cómopuedeunasolapersonacambiarlotodo…?Cierrolosojoscuandosupulgarresbalapormirostro.—Esomismollevotiempopreguntándome.Porqueestabarota.Tenecesitaba.
Séqueesinjusto,perotúmismomelohasdichosiempre:quetodoconduceaalgo.Yahoraestamosaquí,enesteprecisoinstante.—¿Ydóndeestaremosmañana?
Abrolosojos.Haydolorenlossuyos.—Aquí.—¿Ypasado?—Tambiénaquí—repito.—Heather…—Novoyamarcharme.Seríaidiotasilohiciese.¿Creesqueescasualidadque
nosencontrásemosenunlugartanremoto…?No,ocurrióporalgo.Ynopiensoperderte. No ahora. Podemos hacerlo a tu manera; te dejaré espacio, te darétiempo—leaseguro—.Túeresloprincipal,Nilak,perotambiénestáCaos,Johny todos los demás.Tengo una nueva vida.Me siento feliz. Por fin.Me sientomuyfeliz.Nuestrosojossecruzanantesdequemerobeelalientoconunbeso.Sientoel
latidofuriosodesucorazóncontramipecho.Yluegosevacalmando,setornamáslento.Elanochecernosabrazamientrasseguimostumbados,juntos,conlamiradaclavadaeneltecho.Sumanosostienelamía.Devezencuando,megiroy vuelvo a besarlo y deslizomis dedos por el contorno de su rostro como siintentasememorizarlo.Pasanhoras,hastaquemedoy lavueltaenel colchón.Nosmiramos.Sufrentecasirozalamía.—Teibasacasar—digo.Élasienteconlacabeza.—¿Eráisfelices?—Sí—susurraenmediodelaoscuridaddelahabitación—.Perosivolviese
atrás,cambiaríacosas.Aquellamañanaestábamosenfadados.MemataqueesefueseelúltimorecuerdodeAnnieconmigo.Ojalápudieseborrarlo,perofuiunidiotaynospasamoslamitaddeltrayectocasisindirigirnoslapalabra.Ocurríaamenudo;perdíamoseltiempocondiscusionestontas.—Eresdemasiadodurocontigomismo.Meacurrucocontraélymeconcentroenescucharloslatidosdesucorazón.El
ritmo de sus pulsaciones va relajándose y yo con ellas, hasta que me quedodormida.Alamañanasiguiente,medespiertaeloloracaféqueflotaenlahabitación.
Salgodeentre lasmantas.Todavía sigovestidacon la ropaque llevabaeldíaanterior. Voy a la cocina y veo a Nilak con la mirada perdida en la ventana
salpicadaportímidosrayosdesol.Carraspeoalentrar,tengolagargantairritada.—Buenosdías—saludo.Mesonríe.Eslasonrisamásbonitadelmundo.Siemprequelaveopiensoen
lo genial que sería «cazarla» y guardarla en una cajita de cristal para podermirarlacadavezquemeapeteciesehacerlo.—Buenosdías,¿tehasresfriado?—Unpoco.¿Hacemuchoqueestásdespierto?—Bastante.Esdecir,quenohapegadoojoentodalanoche.Mefijoensusojerasyenlos
ojosaúnenrojecidos.Élrompeladistanciaquenosseparacondoszancadasymeenvuelveentresusbrazos.Apoyalacabezaenmihombroyrespirahondo.—Notevayas,Heather—susurra.Laemociónmeencojeelestómago.—Loquetedijeibaenserio.Nopiensoirme.—Vale.—Seapartaparamirarme,aúninseguro.—Teloprometo—merío.—Vale—repiteyéltambiénsonríe.—Hashechocafé.—Sí.Tambiéntengoté,devariasclases,creo.—Alargaunbrazoparabuscar
enlosarmariosdemásarriba—.Comprédespuésdeaqueldía…—¿Quédía?—Elúnico que viniste aquí.Te presentaste enmi casa yme exigiste que te
entrenase, ¿recuerdas?—Alza una ceja—. Solo tenía una bolsita de té. Penséquedeberíatenermásderepuesto,porsitedabaporvolveralgúndía.Ten.—Bajaunacajitadelatón.Laabro.Estállenadediferentesclasesdeté.Intentonollorar.Lesonrío.Veoborroso.—Quésuertelamía.—¿Porqué?—Porencontrarte.
Unosdíasmástarde,eljuevesporlanoche,quedounratoconJohn.Hacemosjuntos la cena, pescado, y después matamos el resto del tiempo jugando alajedrez.No he vuelto a ganarle, aunque esa solitaria victoria ha sido un buen
alicienteparamotivarme.Ahoraséqueesposible,loúnicoquetengoquehaceresmantenermelúcidahastaqueéltengauntropiezoyaprovecharlaocasión.Esmiúnicaposibilidad.Tambiéncuentacomo«estrategia»y,al finyalcabo,enesoconsisteeljuego.—Hasdejadodesprotegidaalareina—diceJohn—.Deberíashabermovidoel
caballo,¿loves?—Recreaelmovimientoantesdevolveradejarlafiguritaensusitio—.Estásdistraída,¿quéocurre?Quizás un poco sí. No dejo de pensar en algo que vi entre las cajas de la
habitacióndeAnniecuandobusquélosregalosnavideñosparadecorarelbareldíadelaboda.Perosoyincapazdedecírselo.Mesentiríademasiadoviolenta.—Nada.Tetoca.—Muchacha…—¿Porquémemirasasí?—Porqueyanosvamosconociendo.Johnmemirafijamenteyyosuspiro.—Habíaundiario…—murmullo—.Enlacaja—aclaro.—EldiariodeAnnie.—¿Lohasleído?—pregunto.—No.¿Porquéquieressaberlo?—Pornada.Solomepreguntaba…talvez…—Memuerdoellabioinferior—.
Si ella hablaría sobre él, si diría algo bueno de Nilak. Me dijo que estabanenfadados.Sesienteculpableporeso.Portodo.Portantascosasquenosécómoayudarle.Johnsemuestravacilanteunossegundos,antesdeapoyarsesobresusrodillas
yponerseenpie.Sefrotalabarbaconlapalmadelamano.—Yonomesientocapaz,perotú…—Notienesporquéhacerlo.—Sipiensasquepuedeservirle,léelo.Lo sigo hacia la habitación. La cama está hecha, la mesita ordenada, la
lámpara de media luna se enciende con un suave clic cuando John le da alinterruptor.Lascajasdecartónestánamontonadasenelsuelo.Lamásaccesible,la que está entreabierta, es donde vi el diario por segunda vez, cuando vine abuscarhacesemanaslosadornosnavideñosparadecorarelbarparalaboda.
—¿Teimportaquetedejeasolas?Prefiero…estarfuera—dice—.LascosasdeAnniequeencontraronenelcocheestánenlaprimeracaja.Asientoconlacabezayélentornalapuertaalsalir.MesientoenlacamaymiroamialrededorpensandoenAnnie,imaginando
cómoseríasuvidacuandovivíaaquí,bajoestemismotecho.SéqueSialukerasu mejor amiga y que por eso hay escritos con su letra en el corcho de suhabitación;séqueeslachicasonrientedecabellorubioquesaleenvariasdelasfotografíasqueestánenlaentradadelacasadeNaajayséquetodoslaadorabanyquedebiódeserunabuenapersona,deesasquelleganalmundoparasumarynopararestar.Tardounratoendecidirmeyapartarlassolapasdelacajamedioabierta.Hay
unabufandaazulcelesteyungorrodelmismocolorconunpompónenlapuntay,justoallado,estáeldiario,pequeñoygranate.Metiemblanlasmanoscuandolocojo.Quieroleerlo.No,noquiero.Loabrodirectamenteporelfinal,queestáenblanco,ypasolashojasvacías
hasta encontrar la fecha del último día que cogió un bolígrafo y se puso aescribir:28demayo.Tragosaliva.Tengounnudoenelestómagomientrasleo.La letra apenas es legible. Seme empañan los ojos de lágrimas. Lo cierro alacabar.Yluegovuelvoaabrirlo,arrancolahojaymelaguardoenelbolsillodelpantalón.John está frente a la chimenea cuando salgo, metiendo otro tronco de leña
dentro; las llamas envuelven la madera. Él se sacude las manos mientras seyergueymedirigeunamiradasignificativa.—¿Hasencontradoloquebuscabas?—Tansoloheleídolaúltimapágina—digo—,perosí,habíaalgo.Tuvisteque
serunpadreincreíble,porquetequeríamucho,John.YaNilaktambién.—Bien.—Johncabeceayparpadearápido—.Bien—repite.
Alamañanasiguiente,Johnmeacercaalpuebloconlaexcusadecomprarmástarta de queso y se queda en la tienda para despedirnos.He subido a casa deNaajaunminutoparallamaramamá,peronoheconseguidohablarconellay,albajar,descubroqueSialukpretendequenosllevemosprovisionesparaunviaje
devariosdíasporcarretera,comomínimo.—Nocabenadamásenlamochila—intentoquitárseladelasmanos,perose
resiste.—¡Espera!Faltangalletas.Atodoelmundolegustanlasgalletas.—Amíno—gruñeNilak.—Nomientas.Teencantan.Túingierescualquiercosaqueseacomestible.Caossemueveinquietoalestarenunsitiocerrado.—Vamos,dejaquesemarchen.Llegarántarde.Naaja learranca lamochilaasunietayse la tiendeaNilakconunasonrisa
afable.—¿Cómovanallegartarde,babushka?Lacarreraesmañana.—Ya,peroSiqiniqnecesitadescansarantesdelgrandía.—Estábien.—Sialuksalededetrásdelmostradorymeabrazaymebesaenla
mejilla—.Sethtemandaánimos.Seguroqueloharásgenial.Yrecuerdaquetehemetidounlibronuevoenlamochila,porsiteaburresduranteelcamino.—Gracias—lesonrío.Sé que no soy demasiado buena con las palabras, pero espero que sepan lo
muchoque les agradezcoquemeacogiesen con losbrazos abiertosdesdequellegué,sinjuzgarme,sinprejuiciosniesperandonadaacambio.Me giro hacia John yme despido también de él antes de queNaaja seme
acerque. Nilak sale fuera, John lo sigue y ambos les echan un vistazo a lascadenasdelcoche.—Teesperaunasorpresa—susurrasonriente.—¿Qué?—preguntoconfundida.—Sorpresas.Lavidatedasorpresas—canturrea.Naajaensulínea,siempretanenigmática.Lebesoenlamejillaymedespido
antesdesalir.MontoaCaosenlapartetraseradeJeepymepongoelcinturón.Nilakenciendelacalefacción,memiraysonríe.—¿Lista?—Solositúloestás.—Puesestudíadesuerte,copodenieve.Siguesonriendocuandoarrancaelmotordelcocheydamarchaatrás,gira,y
nosalejamosdeInovikLakeydetodasesaspersonasqueyaformanpartedemi
vida.Caosdisfrutamirandoporlaventanilla.Esmuycotilla.Avanzamosporlacarreteray,enestaocasión,envezdesubiralnorte,nosdirigimoshaciaelsur.NilakmecomentaqueAnchorageeslaciudadmáspobladadeAlaskayellugarperfectosiquierocompraralgoconcretodecaraalospróximosmeses.—¿Eslacapital?—pregunto.—No,Juneaues lacapitaldelestado,pero tantoAnchoragecomoFairbanks
tienenmáshabitantes.Yairemosalgúndía,¿teparece?—Noapartalamiradadela carretera, pero asiento—. Tiene su lógica, porque a Juneau solo se puedeacceder por barco o avión. Está en el Canal Gastineau, en el archipiélagoAlexander.—Ah,Alexander,asísellamaelprotagonistadellibroqueleoahora.Nilakseríe,entrecierralosojosalhacerlo,yestátanguapo…—Déjameadivinar,esunidiotaqueseniegaacreerenelamor,peroenalgún
puntodelanovelasedacuentadesuserroreseintentaenmendarlos.—Hum. Algo así. No, no exactamente. Casi toda la historia transcurre en
Leningrado,durantelaSegundaGuerraMundial.Esunlibroprecioso.—Suena interesante. Siempreme ha gustado todo lo que tiene que ver con
Rusia—diceNilakymerelajo,escuchándolo.Quierosabercualquiercosasobreél,hastasilegustamáselcolorborgoñaoelrosapalo.Loquesea—.SabesqueAlaskaeraantesdelImperioruso,¿verdad?EstadosUnidoslacompróporpocomásdesietemillonesdedólares.Alprincipio,muchospensaronqueeratansoloun trozo de hielo inútil, pero después supieron sacarle beneficio.Ya sabes, lafiebredeloro,elpetróleo…Nospasamoslamitaddel trayectohablando.Detodo.Denada.Detonterías
quesenosocurren.DejamosatrásDonellyyPaxson.ElrecorridoporlaAK-4esmenosboscoso:losabetosquecrecenalosladosdelacarreterasonbajosylasmontañas se alzan tras ellos. El cielo hoy es de un azul limpio y las nubesalgodonosas lo surcancon lentitud.Es relajanteobservarelpaisaje, la soledadqueofrece,lalibertad.Tansolonoshemoscruzadoconunpardecochesytresautocaravanas a lo largo del camino. Es como si estuviésemos solos en elmundo,Nilak,Caosyyo.CuandollegamosaGakonaestoymuertadehambreymearrepientodehaber
dejadoatráslamochilallenadecomida.AlfinalparamosenGlennallen,enuna
especiedebardecarreteraquetambiénofrecehabitacionesparadormirabuenprecio. Como no parece haber nadie en varios kilómetros a la redonda, lepreguntamosaldueñosiCaospuedepasaryterminaaccediendo.Loinstoaquesetumbebajolamesa,amilado,ysequedaahí.Nilakpideeldesayunoynossirvendosplatosarebosar.—Québarbaridad.—Come.—Nilakpinchaunpardepatatasyselasllevaalaboca.Esincreíble
lo fácilque resultaparaél ingerircantidades industrialesdecomida—.Quieroqueveasunsitio,asíquetardaremosunpocomásenllegaraAnchorage.—¿Quésitio?—Esunasorpresa.—Naajahablódeunasorpresa.Nilak sonríe de lado, pero no me mira, sigue concentrado en terminar su
almuerzo.—Esoes…otracosa.—Odiocuandoteponesenplanenigmático.—Enigmático.—Ycuando repitesunapalabra sin sentido—bufo, cojounpocodehuevos
revueltosymelollevoalaboca—.Tampocomegustanlassorpresas,meponennerviosa.Sonunaespeciedetorturapositiva,¿entiendes?Vuelveareíryunasarruguitasaparecenenlacomisuradesuspárpados.Creo
quetengounproblema:meencantatododeél.Almirarme, lebrillanlosojos.Emite un suspiro al tiempo que se pone de pie y desliza el plato por lamesahastadejarlo juntoalmío.Se sienta ami lado,medaunbesoen los labiosyluegosiguecomiendo.Cuandocortoun trozodesalchichayse ladoyaCaospordebajodelamesa,Nilakgruñe,peromedaigual.Tienequeentenderqueelperrotienesusderechos;sonríoalagacharlacabezayverlorelamerse.Volvemosaponernosenmarchapocodespués.NilakmecuentacosasdesuvidamientrasavanzamosporlaautopistaGlenn.
Mehabla de su familia, de que durante unos años le tentó la idea de estudiarPsicología,peroluegodecidióquenoleapetecíacomprometersecon«nada»enaquelmomento,asíqueestuvounañoviajandoporAlaskaypartedeCanadá,trabajandode cualquier cosaque encontraba, hastaque en su camino apareció
Pirsuq, la perra que estaba herida en el arcén de una carretera. Poco despuésconocióaunbuenadiestradoryseadentróenelmundodelmushing.Legustótanto que, por primera vez enmucho tiempo, no alquiló una sola habitación,como solía hacer, sino un apartamento en un pueblo cerca de Seward, porquesupoquesequedaríaallíunalargatemporada.YunosdosañosdespuésconocióaAnnie…Pero no quiero que me hable de ella. Aún no. Es casi un alivio que él no
parezcamuydispuestoasacareltemaamenudo.Séquesuenaegoísta,peronoestoy preparada para lidiar con ello y tampoco quiero que su recuerdo estésiempreentrenosotros,porqueesomehacedudar,volvera sentirme insegura,preguntarme muchas cosas. Y necesito que nuestros momentos sean eso,«nuestros»,únicos.—¿Enquéestáspensando?—Memiradereojoantesdevolverafijarlavista
enlasolitariacarretera,conlasmanosalvolante.—Ennada.Nilaksuspirahondo.Losabe,claroquelosabe.Soytransparenteasusojos,
medicuentadeesoeldíaquesupoqueestabahablandodemímismacuandome inventé aquella historia sobre la chica que no se quería y vomitaba. Misdedosencuentranelcolgantedelcopodenieveylotoqueteanconsuavidad.—¿Cuándomediráscuáleslasorpresa?—Pronto,estamosllegando.—¿AAnchorage?—No.—Ah,entoncesesunsitio.Por su expresión, parece que sí, pero no es Eureka Roadhouse, porque
acabamosdedejaratráselcartel,y,detodasformas,solohabíaeltípicobardecarreteracongasolinerayhabitacionesparapasarlanoche.Alaskaestállenadenegociosasí,almenosenestazona;hayunmontóndelugaresdecampinparalas autocaravanas que los turistas suelen usar para viajar y muchos hostalessencillosensitios«depaso».Unratomástarde,Nilaksedesvíaporunsenderopedregosoypocodespués
paraelcoche.Aquínohaynada.Esdecir,nadamásalládeárbolesymontañasheladasyavesrapacesquesobrevuelanelcielo.
—Vamos,baja.DamelacorreadeCaos.Elperroladracontentoaloírsunombre.Salgodelvehículo.Ojalánohiciese
tanto, tanto frío. Me froto las manos enguantadas mientras rodeo el coche yespero hasta que Nilak le pone la correa y lo baja antes de coger una de lasmochilas.ParaCaosnohaynadamásemocionantequeunpaseo,asíqueestáfeliz.—¿Dequévatodoesto?—insisto.—Elglacial.—¿Qué?—Quehayunglacial.Penséquetegustaríaverlo.—Sonríoyélmerodeala
cintura y se pega contramí unos segundos antes de darme un beso rápido—.Tenemosquedarnosprisaporquenofaltamuchoparaqueanochezca.—¿Dóndeestá?—Hayqueandarunpoco.Vamos.Me coge de lamano antes de empezar a caminar.Caos está a su izquierda,
avanzandoanuestroritmo.Presionosusdedos,comosiquisiesecerciorarmedequesí,lotengoaquíallado.Meencantalasensacióndepodertocarlocadavezquemeapetezca.Queessiempre,enresumen.El camino es empinado y ancho, con una valla demadera a la derecha.De
pronto nos sorprende un trineo que desciende arrastrado por seis perros.Caosladra,peroningunodelosotroslehacenielmásmínimocasoysiguencuestaabajosininmutarse.NilaktiradelacorreadeCaosparaquedejedemirarhaciaatrás y continúe caminando. No sé durante cuánto tiempo ascendemos, perotampocome importa.Es agradable simplemente caminar, disfrutar del paisaje,respirar aire puro, no pensar en nada y estar con ellos. Los dos parecenconcentradosenlasubida.Cuando llegamos a una especie de saliente, dejamos de avanzar. Nilak me
animaaquemeasomemientrasélsequitalamochilaysacalosprismáticos.Lohago. El viento soplamuy fuerte aquí arriba y es gélido, casi punzante.Dejoescapar un suspiro cuando veo el glacial, a lo lejos, recortándose bajo lasmontañas que parecen abrazarlo. Es impresionante. Todo. La mezcla entre lavegetación y el glacial y la sensación de estar en un lugar privilegiado ahoramismo.
—Dios,es…alucinante.—Ten,miraconlosprismáticos.Ajustoelzoomhastaverconclaridad.Escompactoyseencuentraenunvalle
formando una especie de camino sinuoso que recuerda al cuerpo de unaserpiente.Elhieloesdecolorblanco,perotienedestellosmásazulados.—Vendremosenverano.Esmásimpactante.Ypodremoshaceralgunarutaen
kayakotrekking—diceanimado,aunquealverlamuecaquehagoseapresuraaañadir—,queesbásicamentesenderismo.—Ah,vale.Suenagenial.Nopuedodejardesonreír.Megustaquehagaplanesdecaraal futuro.Quenopiense soloennosotros
como en un «ahora», sino en todo lo que está por llegar, en lo que podremoshacerelañoquevieneoalavueltadelverano.Notounasensacióncálidaenelpechoalverlotanilusionado.MecuestacreerquelaHeatherGreenquellegóaAlaskahaya sido la causantedel cambiodeactituddeNilak.No separeceennada al chico que conocí cuando llegué. Claro que, en realidad, yo tampocotengo mucho que ver con aquella chica apagada y escarmentada que Johnencontróperdidaenlacarreteramesesatrás.Yesquerealmenteestabaperdida.Llevabatiemposinvivir,tansolomeconformabaconsobrevivir.Caosdisfrutadel camino de vuelta y se duerme en el coche antes de que lleguemos aAnchorage.Apesardelassietehorasquellevamosdeviaje,Nilakinsisteenquesalgamos a dar una vuelta en cuanto dejemos lasmaletas en el hostal. Sé quedebe de estar agotado y que lo hace por mí, porque probablemente él hayavisitadomuchasveceslaciudad.—Nohacefalta,enserio.Podemosdescansarhastalahoradelacenayluego
saliracomprarcualquiercosaparallevarycomérnoslaenlahabitación.—¿Estássegura?—Sí,¿porqué?—No, por nada.—Se encoje de hombros—. ¿Sabes que hay unmontón de
centros comerciales en Anchorage? Y variedad de alimentos, más allá desalmón.Ah,yseguroquevendenesasbarritastuyas,¿cómosellamaban…?—Twix.Yestássiendocruel.—¿Deverdad?—Seríe.
—Conocesmisdebilidades.Juegasconmissentimientos.—Erabroma,Heather.Saldremos.Estoybien,deverdad.—Lomiro,insegura
—.Podemoshacerunacosaintermedia;damosunavueltaconCaosyluego,decaminoalhostal,compramosalgoycenamosenlahabitación,¿quéteparece?Sonrío,meinclinohaciaélylobeso.—Hum,nohagaseso.—¿Porqué?—Porquemeharásparar.—Eres idiota—digomientrassonríoymeacomododenuevoenmiasiento
mirandoalfrente.Ya ha anochecido completamente cuando llegamos a Anchorage. Es,
efectivamente,aúnmásgrandequeFairbanks,unaciudadrepletadeluces,conmuralesqueadornanlascallesanchasdeedificiosdepocaaltura.EllugardondenosalojamossellamaArcticFoxInn,ytienelafachadablanca,tansolocincohabitaciones y una sala común para tomar té y café en la entrada. Esta vezpedimos una cama de matrimonio. Bien. Ya no tendré que sufrir elentumecimiento demis extremidades a cambio de dormir junto a él;Nilak esdemasiado grande como para que me apetezca compartir otra vez una camaindividual. En cuanto abrimos la puerta de la habitación, Caos entra y seacomodasobrelaalfombra;dejamoslasmaletasylocojodelacorrea.—Va,noseasvago.Vamosapasearunpoco.Vuelveaponerseenpieymuevelacola.Nosacercamosalcentrodelaciudad
yledoyaNilakunasmonedasqueencuentrosueltasparapagarelparquímetro.Caminamosmientrashablamosyreímosybromeamos.Haymuchastiendasdesouvenirsyentroenunparmientrasellos sequedan fueraesperando; terminocomprandounpeluchedeunalceconojossaltonesqueesperopoderenviarporcorreoaElliemañanamismo.Seguroquelegustará,esgraciosoysuave.Pasamos tambiénporunsupermercado inmenso,peroNilakmeaseguraque
podremosvolvermañanaporlatardeyllevarnosprovisionesaInovikLake.Aunasí, insisto en comprobar si tienen barritas Twix. Él se ofrece a entrar, con laexcusadequeyomequedarémirándolotodoytardaréunaeternidadensalir,yregresaunosminutosdespuésconunacajabajoelbrazo.Sonrío,sacounayletiendo otra a él. Nos comemos la barrita mientras recorremos las calles y
cotilleamosescaparatesquedejamosatrás.TerminamosentrandoenelFStreet.Elbarestállenodegente,tansolohayun
taburete vacío, y están retransmitiendo un partido de fútbol americano por latelevisión. Pedimos dos hamburguesas para llevar y patatas fritas. La parrillaqueda a la vista de los clientes y se puede ver en directo cómo el cocineropreparaelpedido.Traspagarycoger labolsa, regresamoscaminandohastaelcocheyvolvemosalhostal.Le sirvo a Caos su cena, pienso, porque ya ha comido alguna que otra
guarradaalolargodeldía,yluegomesientojuntoaNilakalospiesdelacama,sobrelaalfombrayfrentealaventana.Lacalefacciónestáencendida.Cenamosen silencio, sin dejar de observarnos. No sé si Nilak sentirá esta mismanecesidad,peroamímecuestaunmundoapartarlosojosdeél.Lahamburguesaestá riquísima, con extra de queso fundido, pepinillos y cebolla caramelizada;compartimoslaspatatashastaquenoquedaninguna.Después,pasamoselrestodelanochetiradosenlacama,riéndonosdetonterías,hastaquelascariciassevuelvenmenossutilesymásapasionadasyterminamoseldíahaciendoelamorabrazados,muyjuntos,mirándonos.Yloúltimoenloquepiensoantesdedormirmeentresusbrazosesqueojalá
todosmisdíasacabendeestamismaforma.
Si no llega a ser porqueCaos estaba hambriento, quería salir y ha venido alamernoslacara,probablementenoshabríamosquedadodormidos.Esunpocotarde, así que, aunque lo que más me apetece en el mundo es quedarmeremoloneandoenlacama,mepongoenpieeinstoaNilakaquehagalomismo.—¿Quéhoraes?—pregunta.—Lahoradequetelevantes.Bostezaysedalavuelta.LepongoaCaoseldesayunoyluegosaltosobreél,
queahogaunquejidoyseríebajolasmantas.—Enserio,Nilak,enserio,¡llegaremostardealacarrera!—Tienesrazón.Noséquélehacecambiardeopinióntanrápido,peroalfinalseincorporay
medaunbesoen la frente antesdemeterse enelbaño.Mepongo la ropadecorrerypreparolamochilaconelarnés,unpocodeaguayalgunascosasmás.
Suspiro hondo para mantener a raya el nerviosismo, pero no puedo. Estoyempezandoanotaresasensaciónraraquemeencojeelestómagoantesdecadacarrera.Cuandosalimosdelahabitaciónynosencaminamoshaciaelcoche,mefaltapocoparasufriruninfarto.—Eh,cálmate—diceNilakantesdemeterlallaveenelcontacto—.Todovaa
irbien,igualquelasdemásveces,¿deacuerdo?—Mesujetaporlamejillaymeacaricialapielconelpulgar—.¿Sabesquehoyestáspreciosa?—¿Enserio?Tútambién.—Merío.—¿Estoypreciosa?—Alzaunacejayreprimeunacarcajada,seinclinayme
besa,unbesolentoyprofundo—.Deverdad,quieroqueestéstranquila,quelodisfrutes.ParamosenCakeStudio,loqueeshorrible,porqueestárepletodedeliciosas
tartas y pasteles con un aspecto increíble, y yo tengo el estómago revuelto ycerrado.Unmostradorinmensocruzaellocal.Terminopidiendounzumoymelotomoenelcoche,decaminoallugardondesecelebralacarrera.Estavez está a rebosardegente.Sujeto aCaos, peronome enterodenada
entretantasvoces,tantoperroytantosespectadores.Nilakseencargadeiraporeldorsalyyomequedomuyquietaenunladodelacalle,incapazdemoverme.Siento vértigo o algo parecido, porque es como estar en las alturas y tener lasensación de que en cualquier momento tropezaré y me caeré al vacío. Aúntengoenlabocaelsabordelzumo,nodeberíahaberdesayunadotantarde.Nilaktardaunaeternidadenregresar,noséquénaricesestaráhaciendo,perocuandoalfinloveomesientoaliviadaydejoquemecoloqueeldorsalymeaprietemáselarnés.—¿Cómoestás?—Acogemirostroentresusmanos.—Bien,bien.Creo.—Vamos,ven,Heather.Tienesqueircolocándoteenlalíneadesalida.—Me
coge de la mano y me guía entre la multitud hasta una zona céntrica, nidemasiadoadelantadanidelasúltimas.Muevolaspiernasparaentrarencalor.Nilakestáamiespalda,deslizaunamanopormicinturaymesusurraaloído—:¿RecuerdasqueNaajadijoquetendríasunasorpresa?—Asientolentamente—.Vale,puesmiraatuderechayverásquiénestáalladodelparquímetroazul.Lohago.Ylosojossemellenandelágrimas.
Mamátambiénestállorando.Matthewsonríemientrassostieneunacámaradevídeoenalto,enfocadahaciamí.YEllieestásentadasobreloshombrosdesupadre, con lasmanitas apoyadas en su cabeza,mirando alucinada todo lo queocurreasualrededor.Nisiquierapuedoreaccionar.Nomelocreo.Cuandomeconvenzodequerealmenteestánahíynosonsoloimaginaciones
mías,empiezoacaminarhaciaellos,peroNilakmecogedelbrazoymefrena.Sonríe.—Eh, espera. No puedes ir ahora, la carrera está a punto de empezar. En
realidad,estabaprevistoquelosviesesalterminar,peromeheadelantado.—Quieroabrazarlos—protestomientrassorboporlanariz.—Enmenosdeunahora.Literalmente,tumadrehadichoqueesperaquesea
unbuenalicienteparallegaralameta—seríe.—¿Hasestadoconellos?—chillo.—Haceunosminutos.Es la primera vez en mucho tiempo que me siento violenta. Violenta nivel
«deseopegaraNilak»,porquenopuedocreerqueesténahí,tancerca,yquenopuedairytocarles.Intentorecuperarlacalmaperdida.Nilakprometequemeloexplicarátodoysedespideconunbesoenlamejillayunapretónenlamano.Caos y yo nos quedamos a solas entre la ansiosa multitud. Uno de losorganizadores comunica que falta menos de un minuto para que empiece lacarrera,perosoyincapazdeapartarlamiradadeellos.Tienenbuenaspecto,lostres.Sus sonrisas son radiantesydepronto recuerdoque tengo el peluchedelalceen lahabitaciónyquepodrédárseloamihermanaenpersona.Cojoaire.Estoyunpocodescentrada.«Cinco,cuatro…»,elorganizadoranuncialacuentaatrás.Apartounsegundolamiradademifamiliayveounacabellerarubia.«Tres…».—Quesorpresaverteporaquí,Heather.—Unescalofríomesacudealver la
sonrisadeDenton—.Buenasuerteenlacarrera.«Dos…».«Uno…».Yapesardelruidoquemeenvuelve,juroqueescuchoelcrujirdeloshuesos
cuandoDentonalzaalpieylodejacaercontodassusfuerzassobrelapatadeCaos. Su aullido queda silenciado entre las pisadas de los corredores que nosdejanatrás.
34
23demayoQueridodiario,
Ayersacamos losbilletesdeavión.Nisiquierasoycapazde imaginaresemomento, cuando dejemos las maletas y nos tomemos un café en elaeropuertoynosmiremossonrientes.Nopuedoesperar.Sinofueseporquenecesitoverapapáyamisamigos, creoquehabríaadelantado la fecha,aunquenonosdiesenlasllavesdelapartamentohastaunosdíasdespuésytuviésemosquequedarnosenunhostal.Mepuedelaemoción.Escomovivirenunanube.Tengomuchas ganas de ver a papá y de que conozca aKayden.No he
dejadode hablarle de él durante las últimas semanas, desde que le conténuestros planes y le aseguré que irme con él a Kansas era lo que másdeseabaenelmundo(yque,porsupuesto,levisitaríaconfrecuencia).Papádijoque, si esomehacía feliz, él estaríadeacuerdo,pero insistió enquefuésemosallíapasarunosdías.Séquesevanallevarbien.Tienenmuchascosasencomún,empezandoporlocabezotasquesonyporqueaamboslesapasiona el mismo trabajo. Kayden había oído hablar de mi padre, decuandocompetíayviajabaconmamáportodoelestado.Lohicieronhastaqueellasequedóembarazadademíydecidieronasentarseenbuscadeunaestabilidadydedicarsealacríayaladiestramiento.Enrealidad,estoyseguradequeKaydenlescaerábienatodos.
Estoydeseandoprobar la tartade frambuesayquesoquehaceNaajayachuchar a Sialuk hasta dejarla sin respiración; las llamadas telefónicasresultan frías después de compartir juntas toda una vida desde quellevábamos pañales. Y Seth. Seth. Creo que cuando lo vea lloraré. Aúnrecuerdoaquellanochedeinvierno,cuandolosencerréaambosenelbardesuabueloyeché la llavepor fuera,y lesdijequenoabriríahastaquehablasendeloquesentían.Alamañanasiguiente,losencontrécogidosdelamanoydesdeentoncesnohanvueltoasepararse.AriayYakonenohanencontradotodavíaaeseamorqueleshagaperder
elsentido,peroséqueSialukentenderáloquesientoporKaydenencuantolo conozca. Le he hablado de él por teléfono, pero siempre me pongodemasiadointensayellaterminapartiéndosederisa.Notieneremedio.Esigual que su abuela, pormucho que a ella lemoleste que se lo diga.Dehecho,ahoraquelorecuerdo,piensorepetirleesomismoencuantolavea.Séque frunciráel ceñoySeth se reiráa suespaldae intentarádisimularcuandoellalepillehaciéndolo…Voyaecharlesmucho,muchodemenos.
Annie.
35Noimportatantoganaroperder
Sialgoheaprendido,esquenoimportatantoganaroperder,sinoquépersonasestánatuladocuandoganasopierdes.Nosésirealmentelomerezco,peromientraslosminutossevuelveneternos
dentro de la sala de espera de la consulta veterinaria, tengo la suerte de estarrodeada de lasmejores personas que conozco. Todavíame escuecen los ojos,perometranquilizaquemamámeacaricieelpeloymedejeapoyarlacabezaensu hombro. Huele a lavanda, tal como recordaba, y el aroma me calma ycontrarrestaeloloradesinfectantequeimpregnalasala.Medaunsonorobesoenlamejilla;nohadejadodehaceresodesdequemehavisto.—Todoirábien,cariño.Intentonovolveraponermeasollozar,queesloúnicoquehehechodurante
las últimas cuatro horas. Ellie me miraba asustada todo el rato, y al finalMatthewyNilakhansalidoconellaadarunavueltaeiraporalgoparacomer.Antes,mientraselveterinariolehacíaunaradiografíaaCaos,hellamadoacasadeNaajaparaqueavisaseaJohn,queyasehapuestoencaminoparairahablarconlafederaciónyexigirquepenalicenyapartenaDentondelacompetición.Lo único bueno es que Matthew me estaba grabando con la cámara en esemismoinstante,asíquehaypruebasmásquesuficientes.Piensodenunciarloyhacertodoloposibleparaquenovuelvaatenerunanimalcerca.Hapasadotanrápido… y lo único que he podido hacer mientras los corredores salíandisparados,hasidoagacharmeyabrazaraCaoshastaquehemospodidosalirdeentrelamultitud.MehellevadounpardegolpesypisotonesyDentonsehaidoantes de que Nilak pudiese detenerlo. Además, tampoco podría haber hechonada,porqueestabaocupadocogiendoaCaos enbrazosy llevándolohasta elequipodeemergenciasquenoshaatendidoantesdeque lo trasladásemosa laclínica.
Tiene un hueso astillado. Esa es la peor parte. También dos ligamentosinflamados.Despuésdeverlosresultadosdelaradiografía,lohantrasladadoalquirófano para realizar una intervención.No quería separarme de él.Caos noapartaba susojillos tristesdemíymehe sentido tan impotentemientras se lollevaban…—Serecuperará,Heather.—Esoespero…—suspiro.Mamáme aparta unmechón de pelo de la cara ymemira con una sonrisa
tímidaenloslabios.Tienemismismosojos,grises,algorasgados,ysucabelloseríatambiénoscurosinofueseporquellevamechascaoba.—Estás guapísima. Sé que no he dejado de repetírtelo, pero, mírate.—Me
pellizca la mejilla como si quisiese cerciorarse de que sí, está más llena yredondeadaquenunca—.Tienesluzenlamirada,inclusoestandoasídetriste.—Gracias,aunquenotefiasesdemí—replico.ResultaqueignoróloqueledijeyllamóalnúmerodecasadeNaajahastaque
ellalocogióundía.Desdeentonces,empezóahacerloconfrecuencia.Hablabansobre mí, sobre todo, en realidad; parece ser que casi se han hecho amigas.Juntas,conlaayudadelosdemás,organizaronlasorpresadeveniraquíaverme.—Sí que me fiaba, cariño, pero soy tu madre, me tenías muy preocupada.
Estabas muy lejos y quería asegurarme de que todo iba bien. —Vuelve abesarme.—No importa. La verdad es que tampoco te había dado motivos para que
confiasesenmí.Puedoentenderlo—admito.Mamácruzalaspiernas.—Cielo, todoel temadeAlison…deberíashabérmelocontadoantes.Podría
haberteayudadoytodohabríasidomuydiferente.Me encojo de hombros.No estoy segura de que eso sea cierto.Creo que el
problemaeramío;puedequeAlison loagravase, sí,pero la raíz residíaenmiinterior.Mehabríatropezadoenelcaminoconcualquierotrapersonaporlaquedejarme arrastrar.Era dependiente.Noquería pensar ni enfrentarme sola a lascosas.Además, durantebuenapartedemivida, quise aAlisonBreth como sifueseunahermana.Labarreraqueseparabaesesentimientodelodioeratanfinaquenosupeaclararmispropiasemociones.
—¿Cómoestáella?—Mejor.Muchomejor.Habloamenudoconsuspadres.Sigueentratamiento.
Novaasercosadedosdías,perohahechoalgunosavances.Yanisiquierasientorencorhaciaella.CuandolleguéaAlaskadeseabaverla
sufrir,quelepasasencosasmalas;ahorameconformoconquesemantengalejosdemí.Esperoquehagasuvida,queseacepte,quedejedefingirseralguienquenoeseintenteserfeliz.Supongoquealfinalenesoseresumetodo,enintentarvivirbien,sentirsesatisfechoconunomismo,conloquesetieneyconloqueestáporvenir.Suspirosonoramente.No hay nadiemás en la clínica y el silencio, la pulcritud y los colores tan
clarosnoreflejancómomesiento.PobreCaos.Seguroqueestaríamuyasustadocuandoselohanllevado;nolegustanlasnovedadesbruscasymenossiyonoestoycercaparatranquilizarlo.LapuertaseabreyMatthewentra,seguidoporNilak,quetienequecaminar
unpocoinclinadoparallevaraElliedelamano.Estápreciosa.Llevaunabrigorosamuypomposoquelehaceparecerunabolitaquedanganasdeachuchar,ytiene losmofletes rojos y el cabello rubio suelto y largo. Extiendo los brazoshaciaellayvieneysesientaenmiregazo;laabrazo.—Hemostraídosándwichesdecangrejo—anunciaMatthewyempiezaasacar
lacomidadelabolsadepapelquecarga.Letiendeunoamamáyotroamí,peroniego.—Notengohambre.Por una vez,Nilak no dice nada. Tan solo se sienta ami lado, le hace una
carantoña a Ellie y luego me coge de la mano y me da un apretón lleno designificado.Lomiroagradecida.Elveterinarioentraenlasaladeesperaunamediahoradespuésy todosnos
ponemos automáticamente en pie. Nilak se adelanta y pregunta cómo ha idotodo.Aseguraquebien,quelaintervenciónsehallevadoacabosinproblemasyqueahoraestána laesperadequedespiertede laanestesia.HagounesfuerzopormantenermeserenadelantedeEllie,noquieroquevuelvaapreocuparsealverme llorar.Volvemos a sentarnos, ymi hermana se pasa el resto de la tardepreguntandoporel«babau».Leexplicoqueloestáncurandoyqueprontopodrá
verlo, y aplaude animada antes de irse junto aNilak, que está claro que es lanovedaddelmomentoparaella,porquenolosueltaniunsegundo.—Deberíais salir y dar una vuelta, lleváis muchas horas aquí —nos dice
Matthewamíyamamá—.Nodigoqueosmarchéis lejos,peroalmenosdarunavueltaalamanzana.Vamos,Heather,tevendrábien—insiste.Termino accediendo, resignada. Sé queMatthew suele tener la razón en el
noventa y nueve por ciento de las cosas que dice. Es de esas personas quesiempre saben qué es lo correcto en cadamomento. Lo he echado demenos.Tieneelpeloalgomáscanoso,creo,peroestáigualquesiempre,conciliadoryafable.Ambasnosponemosenpieysalimosde laclínica.Estoyunpocomástranquiladesdequeséquenohahabidoningúncontratiempoenlaintervención.Elfríomepellizcalapielmientrasavanzamosporlascallesdealrededor.Mamámemiradereojoysonríe.—Esguapo,eh.—Niseteocurra—siseo.—¿Elqué,cariño?—Sacaresetema.—¿Por qué? Ni que fueses la primera persona en el mundo que se ha
enamorado.—Yonoestoy…—Notemolestesennegarlo.—Vale.Pongo los ojos en blanco y termino sonriendo, porque esta situación me
recuerda a las conversaciones que teníamos a menudo años atrás. Mamáintentandohurgarenmí.Yoesforzándomeporencontraralgunasalidayevitareltema. Ella ejerciendomás presión.Yo resoplando por lo bajo e intentando noacusarladeserunacotilla.—Tambiénpareceunbuenchico.Megusta.Ymegustaaúnmáscómotemira
—insiste, ignorandoqueempiezoasonrojarmeyquepreferiríahacerpuentingsincuerdaaseguirteniendoestaconversación—.Vasaquedarteaquí,¿verdad?Semeencojeelestómagoaladvertir latristezaquetiñesuvoz.Lociertoes
que aún no hemos hablado del tema, pero sé que no puedo evitarlo durantemuchomás tiempo; cada vez quemamáme ha preguntado por teléfono estos
últimosmesesquecuándo ibaa regresar, siempre leasegurabaque«dentrodepoco»yyanopiensolomismo.Dejoescaparelairequeestoyconteniendo.—Sí, pero iré a veros, lo prometo. Y vosotros también podéis visitarme
siemprequequeráis.Ycontrataréunacompañíatelefónicaquetengacoberturaallí,teloprometo.Mamácontienelasganasdellorarymeabraza.Nosquedamosenmediodela
calle,meciéndonosconsuavidadmientraselmundosiguesucurso.—Si eso te hace feliz, lo acepto—afirmamientras se seca las lágrimasque
han conseguido escapar—. Pero vendréis las próximas navidades, lascelebraremosenfamilia—agrega.—Claroquesí.Volvemosadarnosotroabrazotorpe.Cuandoregresamosalaclínica,nohaynadieenlasaladeespera.Semepara
elcorazón,peromamámetranquilizaasegurándomequeCaoshabrádespertadoyhabránpasadodentroaverlo.Nopidopermisoantesdeadentrarmeenellargopasilloqueconducealasdiferentessalas.EscucholavozchillonadeElliealolejos. Los encuentro en la habitación de reposo, frente aCaos, que descansadentrodeunajaulaampliaqueestásobreotrastantasyquedacasialaalturademirostro.Reprimounsollozo.Estátumbado,tienelapatapeladayvendada,ygimoteaencuantomeve.Metolosdeditosentrelarejaparaintentaracariciarlo.—¿Nopuedeabrirunmomento?—lepidoalveterinario.—Todavíaestáalgoatontadoporlaanestesia.—Soloquieroacariciarlo—insisto.Selopiensa,emiteunsuspiroyalfinalaccedeyabre.Caosintentalamerme
cuandoacerco lasmanosa su rostroymedoycuentadequeestoy llorandoyriéndomealavez.Leacaricioelhocicoytraslasorejashastaqueelveterinariovuelveacerrarlapuertaderejillaasegurandoquenecesitadescansar.—Entonces,¿serecuperará?—pregunto.—Sí,perovaanecesitarunatemporadalargadereposo.Seríaconvenienteque
pasaraaquíunpardenoches,porsiseinfectalaheridaosaltaalgúnpunto.—Deacuerdo.—¡Babau!—gritaEllieyMatthewniegaconlacabezaporloescandalosaque
es su hija y sale de la sala. Todos le seguimos instantes después. Espero queCaosnoestémuyasustadoyqueseduermaprontoydescanse.Hacemos una parada en el hostal donde nos alojamos y subo a darme una
duchay a cambiarmede ropamientras ellos esperan en la salita común.Dejoqueelaguacalientearrastretodalatristeza.Deberíasentirmeafortunada,inclusoapesardeloquehapasado.Caosserecuperará,mifamiliaestáaquíytengounavida por delante y todo lo que podría desear. Ganar nunca fue importante.Nunca. Tan solo corríamos porque los tres lo necesitábamos y era nuestramaneradeseguirhaciadelante.Me visto cómoda, con vaqueros y un jersey granate, y termino sacando la
bolsademaquillajede lamaleta.Nilakentra en lahabitaciónparaverqué talvoy y le digo queme falta poco; viene hasta el baño ymemira a través delespejo mientras me aplico sombra de ojos oscura en el párpado derecho. Suexpresiónesinescrutable.—¿Quépasa,notegusta?—¿Tegustaati?—Hoysí.Meapetecía.Inclinalacabeza,merodeaporlaespaldaymedaunbesoenelcuelloantes
dequesuslabiosrocenellóbulodelaorejaydespiertenunagradableescalofrío.—Amímegustasiemprequelohagasporeso,porqueteapetezca,ynopara
taparalgoquenoquieresver—aclarayluegosonríe—.Porcierto,¿dóndeestáelpeluchedeEllie?Lehedichoqueteníamosunasorpresaparaella.—¿«Teníamos»?—Bueno, técnicamente esperé fuera mientras lo comprabas. Eso cuenta al
menosenuntreintaporciento.—Losigoconelpintalabiosenlamanocuandosaledelbañoyempiezaabuscarloentrelasmaletas—.Aquíestá.—¿Aquetengounahermanaadorable?—Muyadorable—admitesonriente.Termino de arreglarme y alzo la mirada una última vez hacia el espejo
mientras cierro la cremallera de la bolsita donde guardo elmaquillaje. Sonríodébilmente.Meveobien.Meveoyo.Ynoesporelmaquillaje,sinoporloquesientodentrodemí.—Yaestoylista—aseguroycojolachaqueta.
Nosacercamosalazonamáscosteraparacenar.Aquílabrisaeshúmedayelfríocalaloshuesos,asíqueentramosenelprimerrestaurantequeencontramospararefugiarnosdelairegélido.Yosigountantodistraída.MesientoincapazdedejardepensarenCaos,perocuandoNilakmeaseguraquemañanaaprimerahora estaremos frente a la puerta de la clínica antes incluso de que abran,merelajo y disfruto por fin de la compañía de mi familia. Lo cierto es que haconectadoconellosdesdeelprincipio,ylaveladafluyeentreconversacionesdelomásvariopintasyanécdotasdemiestanciaaquíysusvidasenSanFranciscodurantelosúltimosmeses.—YalehedichoaHeatherquetenéisquevenirlaspróximasnavidades.—Hum.—Nilak traga el sorbo que acaba de darle a su cerveza y deja el
botellínsobrelamesaconcuidado—.Meencantaría.Siemprehequeridovisitaresaciudad.Mamásonríeentusiasmada.Faltaunaño,perocasipuedovercómolosengranajesdesucerebroseponen
enmarchayempiezaapensarquécocinará.¡Dios!Intentonoreír.Al terminar lacena,nosdespedimosentreabrazosyellos sevana suhotel.
Todavía van a quedarse dos días por aquí, así que aún no tengo «derecho» aponermedemasiadoñoñayprefieronopensarenlatristezaquemeembargarácuando me despida de ellos en el aeropuerto. Nilak intenta animarmediciéndomequedemosunpaseo,ycaminamosjuntosycogidosdelamanounbuenrato.Apenashablamos.Nosalejamosdelazonamáspróximaalacostaynosperdemosentrelascallejuelas.—Nilak.—Dime.—Graciaspordarnosunaoportunidad.Paradecaminar,peronosueltamimano.Memiraconelentrecejofruncido.—¿Quéquieresdecir?Tragosaliva,nerviosa.—Anosotros.Séqueyatuviste tugranamor,queteníasunavidaperfectay
queestoescomplicado.Entiendoquenuncaserálomismoparati.—Nodigaseso,Heather.—Eslaverdad.Heestadopensandomuchoenelloestosúltimosdías…
—Eseeselerror.—Ya,peroesque…teníaisalgoidílico.Agacholacabeza.Esinevitable.Heintentadonohacerlo,perosí,claroquehe
imaginadocómoseríasuvidaconella.Séqueestámal.Ynotoelpesoenmibolsillodeesafinahojadepapelquenomecorresponde.Nilaksedacuentadequeestoysufriendo;escomositodoviniesedegolpe:Caos,despedirmedemifamilia,preguntarmesiélpodrállegaraserigualdefelizconmigoqueconella.Meabrazayal separarsesuspiraynoto la tensiónenelgestocontenidodesurostro.—Notodoeraperfecto—admite—.Nuestrarelación…Seatasca.Sefrotaelmentónconeldorsodelamano,pensativo.Séquecree
quesidicealgomalodeAnnielaestátraicionando,peronoescierto.Esconderlarealidad,taparrecuerdosquenoquierever,esosíesfaltarasumemoriayloque fueron, con todas suspartesmenosbrillantes.Si esta fuesenuestraúltimavez, si no volviese a sumergirme en esos ojos suyos, desearía que Nilakrecordase toda nuestra historia, lo bueno, lo malo, lo agridulce. Todo, todo,absolutamentetodo.—Sigue,porfavor…—Discutíamos a menudo, ya te lo dije —admite con la mirada acuosa—.
Habíacosasquenomegustabaquehiciese,comointentarcambiarme,intentarmaquillaraspectosqueestánenmí,enmipersonalidad,enmiformadever lavida.Nosécómoexplicártelo,Heather.Simplementenopodíaseryomismoalcienporcien.Annienosoportabavermetristeoapático,odiabaesefondomásoscuroqueformapartedemí;ellacreíaqueeraalgoquehabíaquecambiar.—Suspira y necesita unos segundos para continuar—. Si tenía un mal día, sipensaba de pronto que el mundo era unamierda, delante de Annie tenía quefingir queno era así y sonreír, sonreír a todashoras incluso cuandonoqueríahacerlo.—Perotecompensaba…—¡Dios, Heather! ¡Claro queme compensaba! Yo la quería. La quería con
toda mi alma. Y si tenía que hacer eso, sonreír a todas horas o no podercompartirconellalosmalosmomentos,medabaigual;deseabahacerlafeliz.Bajo la mirada. Estoy temblando. Hay tantas cosas que me gustaría
preguntarle…Peronosécómohacerlo,nisideboabrirpuertasqueentiendoquedeben permanecer cerradas bajo llave. Casi todas las dudas son políticamenteincorrectas,como:«¿Creesquealgúndíapodrásquerermecomoaella?»uotrascuestiones inevitables que está mal pronunciar en voz alta. Pero hay unapreguntaquemeproduceundolorcasifísicoynoconsigocallármela.—¿Yconmigo?—¿Contigo…?—¿Puedessertúmismo,Nilak?Se acerca y alzo la mirada para enfrentarlo. Posa las manos frías en mis
mejillas y traza con los pulgares el contorno de mis labios entreabiertos; meestremezco.Esaterradorelpoderquetienesobremí,lafuerzadetodoloquemehacesentir.—Sí,Heather.Tejuroquejamáshefingido.Nuncatehesonreídosindesear
hacerlo. Tú puedes verlo todo de mí, no tengo que esconderte nada. Y si lohiciese,joder,silohiciese,estoysegurodequeescarbaríashastaenmisentrañascon tal de descubrirlo. Lo que ves es todo lo que hay, todo lo que soy.Transparente.—Transparentesoloparamí.—Esoes.Soloparati.Inspiroprofundamente, e intentocontrolar el temblordemimanocuando la
meto en el bolsillo y saco el papel dobladoque arranqué del diario deAnnie.Esperoquenomeodieporesto.Tengolabocasecaalhablar.—Noteenfades.—Meapresuroadecir—.Fuealgoimpulsivoyséquequizá
no estuvo bien, pero pensé…, creí que podría ayudarte a seguir adelante.Cambiareseúltimorecuerdo,dealgomaloaalgobueno.—Letiendoelpapel—.EsdeAnnie.Noleínadamás,teloprometo.—Nilakesincapazdeapartarsusojosdemí,supechosubeybajaalcompásdesurespiraciónentrecortada—.Léelo.Léeloyluegovuelveconmigo.Porfavor.Asiente.Después,sedalavueltaconlahojaarrugadaentrelosdedos,yloveo
alejarsecalleabajo.Meabrazoamímismacuandoelvientosoplamásfuerteymequedoahí,esperando,esperando,esperando.Algunosminutossoneternos.Sientoquecadaunodeloslatidosdemicorazónparececongelarsemientras
permanezco inmóvil, tiritando bajo la luz anaranjada de la única farola queiluminalasolitariacalle.Ignoroelimpulsodecorrertrasélygirarlaesquinaporlaquelohevistodesaparecer.Séqueesteessumomento,solosuyo,aunquenopuedo dejar de preguntarme cómo se sentirá, si leer las últimas palabras deAnnieseráuncastigoparaélounregalo.Algunaspersonasprefierennopensaren losquehandejadoatrás, enaquellosquesehanmarchadoyyanopuedenvolver.Lorespeto.Y loentiendo.Pero,curiosamente,ante lapérdida,siemprepiensoenrecogerlospedazos,losrecuerdos,laesenciayguardarlotodoabuenrecaudo. Y creo que es lo que Nilak necesita con Annie, creo que no debedespedirsedeellasinmás,sinoquedarseconloquefueron,llevarloconsigoenlamemoriayseguiradelante.Vuelvoarepetirmeesomismocuandoloveoa lo lejos,avanzandohaciamí
conlasmanosmetidasenlacazadoraoscuraylavistaclavadaenelsuelo.Meestremezcocuando,depronto,alzalamirada.Y luego sonrío. Sonrío al tropezar con sus ojos, porque en ellos no hay
ventisca,nitormenta,sinouncielolimpioydespejado.Yanonieva.Yanoduele.
36
28demayoQueridodiario,
Kayden es tonto. Es tonto. Perdona por la letra ilegible, pero estoyescribiendoapoyadaenmiregazo,sentadaenelcoche.Kaydenhaentradoenellocalqueestáenfrenteparacompraralgodecomerparaelviaje,mehapreguntadosipreferíaCoca-Colaoaguaconesavozsecaqueusacadavezqueestácabreado.Hetenidoqueaguantarlasganasdereírmientrasledecíaquepreferíaagua,gracias.Noshemos enfadadopor una chorrada.Ya ves. Sonabauna canciónde
Queenenlaradioyhecomentadoqueelgrupoestabasobrevalorado,aloqueélharespondidosuperafectadoquenosédeloquehablo.Lehedichoque mi opinión cuenta igual que la suya y que es algo subjetivo y quesiempreesmuyduroa lahorade juzgarciertascosas,comosi llevase laverdadabsolutacolgandodelbolsillo.Kaydenhapuestoentonceslosojosenblancoy,ah,esosíquehaterminadoporhacermeenfurecer.Luegomeha entrado la risa estúpida, al pensar en lo patética que era nuestradiscusión,peroélyateníaelceñofruncidoylavistafijaenlacarretera,yyomehepropuestoverquién soportamás tiempo la tensiónantesdequeambosterminemosdeshaciéndonosentre«losiento»y«perdones».Pero,comodecíaalprincipio,estonto.Porquesinolofuese,sabríaquemeimportaunpimientoQueenyquea
vecessolohagociertoscomentariosparapicarlo.Ymeencantacuandoselotomatodotanapecho.Loquieroasí,cuandoseenfadaycuandoluegoseda cuenta de que es una memez y viene a buscarme para abrazarme ysusurrarme que no volveremos a discutir por idioteces. Lo quieroprecisamente por lo mucho que lo conozco; porque sé que ahora estáaguantando solopororgullo con la esperanzadeque yo ceda esta vez.Ysabe que lo haré, claro, terminaré cediendo antes de que lleguemos anuestro destino, porque necesito que cuando conozca a papá todo seaperfecto,yqueélestérelajadoycómodo.Tengomuchasganasdeverlo,deabrazarlomuy,muy fuerte y llevarme aKansas el recuerdo y el aroma amaderayfamilia.Tengo que dejar de escribir. Ahora mismo veo a Kayden a través del
cristaldelparabrisasviniendohaciaelcocheconcarademalaspulgasylabolsaconlacomida.Quétontoes.Cómoloquiero.
Annie.
Epílogo(1añodespués)
Cuandollegoacasatodavíanohaynadie.MequitolaropadeabrigoyrepasomentalmentelapartidadeajedrezqueacabodejugarconJohn.Élsiempredicequedebohacereso,pensarlascosas.Lociertoesquedesdequeleganéaquellaprimeravez,tansoloheconseguidovencerloencuatroocasionesmás,loqueesun poco patético teniendo en cuenta que merendamos juntos casi todas lastardes,anoserqueélyNilaktenganquehaceralgoespecialconlosperros;enesecaso,juegosola.Ysí,estriste,peroresultainteresanteretarseaunomismo.Ya nome damiedo tener que escalar montañas, nunca dejaré que nadiemásvuelva a tirar demi cuerda, siempre seré yo la que avance hacia arriba, amiritmo,perosegura.Esdomingo.Mepongounpijamacómodoyvoyaverquéquedaenlacocina
para la cena. No es que ahora sea una cocinera experta ni nada de eso, peropuedoencenderelfuego,ponerunasarténytirarcosasdentroyesperaraquesecuezan.Algoasí.Porahívaminivel.NormalmenteesNilakelqueseencargadecocinar,yoprefierohacercualquierotracosa.Aunasí,meanimoalencontraralgo de carne lista para hacer y la pongo en un cuenco y hecho por encimaalgunas especias al tuntún. «Que la suerteme acompañe», piensomientras lopongoacalentar,añadomantequillaytapolacacerola.Vuelvo al comedor, enciendo la chimenea, yme siento en el sofá a leer un
rato.MedistraigodevezencuandorecordandologenialquefuenuestroviajeaSan Francisco hace algunas semanas. Me quedé tranquila cuando John measeguró que pasaría las fiestas en casa de Naaja y han sido unas navidadesgeniales. Recorrimos toda la ciudad, le enseñé a Nilak los sitios másemblemáticos, subió en el tranvía y visitó la isla deAlcatraz como un turistamás,ypaseamosporHaight-AshburyyFisherman’sWharf.Elrestodeltiempolo aprovechamos para estar en casa, conmi familia. Ellie lo adora y lloró un
montóncuandovinieronadespedirnosalaeropuerto.Yalosechodemenosyesoquevolvimoshacenada.Dejoellibroaunladocuandoescuchogirarlallave.Caosentraagitado,como
siempre,yselanzasobremí.Loabrazo,meríoylequitoloscopitosdenieveque lleva adheridos al pelo.Hace tiempo que se recuperó totalmente.Alzo lamiradahaciaNilak,queseacercayseinclinaparadarmeunbeso.—¿Quéeseseolor?—pregunta.—¿Tucena?—Madremía,Heather…—¿Qué?¿Quéhehechoahora?Losigohastalacocina.Nilakapagaelfuegojustocuandoempiezoaadvertir
esetufilloaquemadoqueimpregnaelambiente.Hagounamuecaallevantarlatapaydescubrirqueelfondosehachamuscadounpoco.Tampocoesparatanto.Enmidefensa,estoyresfriada,poresonohepodidosalirhoyacorrerconCaosyNilakmehasustituido.Anginasynariztaponadanosonbuenascompañerasdecarrera.—Estoyenferma—meexcuso.Nilakseríemientrasseapartalacapuchadelasudadera.—Enfermadelacabeza,sí.Corrotrasélcuandoregresaalcomedorymelanzosobresuespalda.Vuelvea
reírsemientrascaemossobreelsofáyluegosegirayterminatumbadosobremí,haciéndome cosquillas. Cuando nos tranquilizamos, nos quedamos ahí,abrazados,ymetocalafrenteconlapalmadelamano.—Hoyyanohastenidofiebre,¿verdad?—No,meencuentromejor.HeidoamerendarconJohn.—¿Hasganado?—preguntadivertido.—Sabesqueno—farfullo.Entrequenomejoroyqueúltimamenteellospasanjuntosmuchomástiempo
porqueNilakloestáayudandoconlosperroscadavezquetieneunratolibre,nopuedo reprimirungruñidopocoamistosopor lobajo.Él se ríe aloírmeymeapretujacontrasucuerpomientrasmedaunmordisquitoenelcuello.PegoungritoyCaosseponeenpiedeinmediatoyladra.—Shhh, estoy bien, amigo.—Alzo unamano hacia él, sin bajar del sofá, y
dejoquemehuelayquemedéunlametón.Después,regresaasusitiofrentealachimenea.Nilakse incorporaunpocoparacogerel libroquese leestáclavandoen la
espalda.Cuandohe ido a recibirle, lo he dejado tirado entre los cojines.Él leecha un vistazo y luego se estira para dejarlo sobre la mesita. Vuelve aabrazarme.Másfuerte.Máscálido.—¿Dequévalanovela?—preguntaenunsusurro.Sonríosindejardeacariciarsurostro.—Eslahistoriadeunachicaqueestáperdidaydeunchicoqueyanoquiere
encontrarse.Ellaeselsol,calor.Éleshielo,Alaska,uncorazóncongeladoenelquesiempreestánevando.Pero,apesarde todo,encajan.Yquizáporeso, losdoscrecencomoesasbriznasdehierbasalvajes,¿tehasfijadoenellas?Noloparecen,perosonfuertes.Ynoimportaelmaltiempoquehaga,alfinal,pesealfrío,pesealdolorquearrastrandelanteriorinvierno,siempresealzanbuscandolaluzdelsol.Nilakrespiraprofundamente.Loabrazo.Lobeso.Élhablacontramislabios.—Nomehasdichocómosetitula.—EldíaquedejódenevarenAlaska.
FIN
Agradecimientos
Cuandoestahistoriaaparecióundíaenmicabeza,pensabaquenomegustabaescribirenprimerapersonadelpresente,quejamásconseguiríadejardefumar,quenuncalograríacorrerdiezkilómetrosyquemiobsesiónporloshuskiessequedaría enunaanécdota infantil (quemi tíaPilar sufrióymimadre controlóregalándomepeluchesqueguardanunparecidountantocuestionableconlaideaquetengodeesosperros).Elcasoesque,dealgúnmodo,Heathermeacompañóen el camino y creo que es la primera vez que voy a darle las gracias a unpersonaje; por llegar, porque avanzamos juntas enmuchas cosas y escribir suhistoriafuemuybonitoparamíycasiunanecesidad.Porsuerte,muchaspersonashanhechoposibleque llegueavuestrasmanos.
Empezandopormieditora,EstherSanz,queacogióaNilakyHeathersindudar.TambiéntodoslosqueformanpartedelequipodeUrano.GraciasaMariola,porsertanpaciente.AInés,micorrectora,porayudarmeamejorarla.ALuisTinoco,porvestirmishistorias.ALaia,porcuidar tanbiendemisnovelasyestarahísiemprequelanecesito.Yamiscompañeras,ElenaCastillo,VirginiaMackenzieytodaslasdemás.AElenaPresedo,porsuapoyoysubonitafrase.AInésRoldányNazarethVargas,porleermesiendoobjetivas,señalarmelos
fallos,ayudarmesiempreadarlomejordemíymuchomás.AMaríaMartínez,porsuamistad.Esposiblequeundíanonosencontremos
launaalaotraentretantosaudiosacumulados,pero,hastaentonces,graciasporcompartirconmigolalocuraqueavecessuponeestodeescribir.ANatalieConvers, por tantos años al otro ladodel teléfonodurante nuestra
llamadasemanal.Porseguiraprendiendojuntasyporesaslecturasconjuntastangeniales.ANeïra,AbrilCaminoySarayGarcía,porquecuandocreamosesegrupotodo
cambió.Ylodigoenserio.Yanomeimaginoeldíaadíasinelcaosgeneral,saludar por la mañana, las conversaciones eternas, las competiciones de
palabras,entrarenbucleleyéndonosanosotrasmismasyunlargoetcéteraqueserámejornorevelar,novayaaserqueseconfirmequeestodeescribirafectayestamosunpocochifladas.ADani,micopitodenieve.Porquesí,porsermimejoramigo.Porserúnico.
Porqueleencantaelinvierno.Porquesinélestonoseríalomismo.Amifamilia,todosycadaunodeellos.Yamimamá,quemeapoya,leemis
historias, escucha mis locuras y sé que puedo contar con ella de formaincondicional.Y,comosiempreenúltimo lugar,aJ.,porqueescribirsobreelamoresmuy
fácil teniéndolo al lado. Y por hacerme reír cada día. Por estar. Por todo.Negligevapse.