arquitectura

1
L a fisonomía de Nueva York ha sido la fuente de inspiración para arquitectos, dibujantes y cineastas. En la fantasmagórica y siniestra Gotham, ideada por los dibujantes de la editorial de cómics Marvel, situaron el lugar de residencia de Batman; en una escala más humana hay que colocar la Metropolis de fotos de estrellas del cine y de rock, que nada tenía que ver con la de Friz Lang en su homónima película, una urbe donde el hombre trabajador vive esclavizado en un mundo subterráneo mientras sus explotadores pecan en una ciudad sospechosamente parecida a Nueva York. Entre la fantasía y la realidad, hay que colocar el proyecto que el más universal de los arquitectos españoles, Antonio Gaudí, diseñó para ser levantado en la Gran Manzana. Parece ser (hay quien duda de la veracidad de esta historia) que dos promotores neoyorquinos encargaron al catalán el diseño de un Gran Hotel, en la línea del Waldorf Astoria, que debería ocupar una parcela donde más tarde se construirían las Torres Gemelas. El proyecto no pasó de ser un boceto, pero de haberse construido habría sido el único edificio con formas curvas de toda la ciudad. El gusto por Gaudí llevó a los internautas de todo el mundo a proponer que se retomara el proyecto para ocupar la Zona Cero. arquitectura REPASO A LOS CLÁSICOS Manhattan y sus alrededores son un gran lienzo dividido en solares en los que los mejores arquitectos del mundo experimentan y crean las bases de lo que será tendencia. Por mor del progreso, la libre economía o desgraciados acontecimientos, las parcelas van quedando libres, así que, desde el punto de vista arqui- tectónico, NYC es un trabajo inaca- bado. Uno no sabe si lamentarlo (porque DONDE EL LADRILLO NOS HACE SOÑAR Los edificios y arquitectos que han hecho posible NYC E l acero, el cristal, el hormigón, el hierro... Las competiciones que durante décadas establecieron los arquitectos por que sus edificios fueran los más altos de Nueva York y del mundo... Todo ello ha conformado una ciudad en la que la arquitectura está viva y transformándose a un ritmo que supera el de cualquier otro lugar del planeta. desaparecen obras maestras sin que nadie parezca poder/querer evitar- lo) o celebrarlo, ya que siempre se tiene una buena excusa para volver y admirar los trabajos de la siguiente generación de arquitectos. A pesar de ello, siempre sobrevi- ven muestras de los estilos que han ido dando forma a la heterogénea Nueva York. Son buenos ejemplos la mansión Morris-Jumel, de 1765, en Washington Heights, de estilo geor- giano; el neoclásico Federal Hall, de 1833, en Wall Street; la catedral de San Patricio, neogótica, de 1851; el neorre- nacentista Carnegie Hall, de 1891; el arco de Washington Square, 1895, en estilo Beaux Arts; el viejo Hotel Plaza, 1909, en estilo Segundo Imperio; el Flatiron, construido en 1902 siguien- do los cánones de la Escuela de Chicago; el Edificio Chrysler (1928) o el Empire State (1930), buenos ejemplos de art déco... Entrados en los siglos XX y XXI hay que hablar más bien de autores que de estilos. En el suelo de Manhattan han plantado su maestría Frank Lloyd Wright en la primera sede del Museo Guggenheim del mundo (1959); Mies van der Rohe con su Torre Seagram (1954), Eero Saarinen con la terminal de TWA en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (1956); e incluso Los NY ficticios La espiral del Museo Guggenheim, el Edificio IAC de Frank O. Gehry en Chelsea, y vista de Midtown, con el Empire State en el centro. Le Corbusier, que aportó el sobrio concepto del cuartel general de las Naciones Unidas (1947). En el elenco de arquitectos a los que el skyline de Nueva York debe mucho no hay que olvidar a la fir- ma Skidmore, Owings & Merril (SOM), que desde los años 30 hasta hoy ha consolidado en la Gran Manzana la nueva generación de rascacielos en acero y cristal –el más puro es Lever Building, de 1952–, que los expertos llaman International Style, y en la que este estudio es especialista. Tampoco hay que olvidarse de Philip Johnson, autor del Edificio Sony (1984), que lanzó al mundo el mo- vimiento postmoderno, y que por esta y otras obras debe figurar entre los grandes nombres de la arquitec- tura norteamericana. LA EXPLOSIÓN DEL SIGLO XXI Los últimos 20 años, con el boom inmobiliario mundial y el auge de los llamados starchitecs, la ciudad no ha desaprovechado la oportu- nidad de llenar sus calles con las propuestas de los más mediáticos: el británico Norman Foster firma los cuarteles generales del grupo Hearst; el italiano Renzo Piano los del New York Times; los japoneses Sanaa el New Museum y el también japonés Yoshio Taniguchi el renovado MOMA. Pero el gran proyecto del Nueva York del siglo XXI es el que coor- dina el norteamericano Daniel Libeskind para devolver la vida a la Zona Cero. En él participan otros arquitectos de fama mundial co- mo el español Santiago Calatrava (suya será la estación intermodal); los noruegos Snøhetta, el canadien- se Frank O. Gehry y los británicos Richard Rogers y Norman Foster, que realizarán sendas torres. Los tentáculos de estas estrellas mediáticas de la construcción han llegado incluso a obras menores: hoteles boutique, bloques de aparta- mentos, tiendas y hasta restauran- tes llevan la firma de los mejores. Habrá que esperar a ver qué pa- sa con estos proyectos dentro de unas décadas. Conociendo el rit- mo de la ciudad, lo más seguro es que muchos desaparezcan susti- tuidos por otros sin que nadie muestre pena. Pero así han sido siempre las cosas en el mayor ca- tálogo de arquitectura contempo- ránea del mundo. Tal vez por eso quienes aman la arquitectura aman Nueva York. José María de Pablo En el 50 aniversario de la película ‘King Kong’ (1933) el Empire State se adornó con un gorila inflable Post scriptum Alex del Río Guggengeim Fundation

Upload: jose-maria-de-pablo

Post on 10-Mar-2016

212 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

repaso a los clásicos Manhattan y sus alrededores son un gran lienzo dividido en solares en los que los mejores arquitectos del mundo experimentan y crean las bases de lo que será tendencia. Por mor del progreso, la libre economía o desgraciados acontecimientos, las parcelas van quedando libres, así que, desde el punto de vista arqui- tectónico, NYC es un trabajo inaca- bado. Uno no sabe si lamentarlo (porque Post scriptum Guggengeim Fundation Alex del Río

TRANSCRIPT

L a fisonomía de Nueva York ha sido la fuente de

inspiración para arquitectos, dibujantes y cineastas. En la fantasmagórica y siniestra Gotham, ideada por los dibujantes de la editorial de cómics Marvel, situaron el lugar de residencia de Batman; en una escala más humana hay que colocar la Metropolis de fotos de estrellas del cine y de rock, que nada tenía que ver con la de Friz Lang en su homónima película, una urbe donde el hombre trabajador vive esclavizado en un mundo subterráneo mientras sus explotadores pecan en una ciudad sospechosamente parecida a Nueva York.Entre la fantasía y la realidad, hay que colocar el proyecto que el más universal de los arquitectos españoles, Antonio Gaudí, diseñó para ser levantado en la Gran Manzana. Parece ser (hay quien duda de la veracidad de esta historia) que dos promotores neoyorquinos encargaron al catalán el diseño de un Gran Hotel, en la línea del Waldorf Astoria, que debería ocupar una parcela donde más tarde se construirían las Torres Gemelas. El proyecto no pasó de ser un boceto, pero de haberse construido habría sido el único edificio con formas curvas de toda la ciudad. El gusto por Gaudí llevó a los internautas de todo el mundo a proponer que se retomara el proyecto para ocupar la Zona Cero.

arquitectura

repaso a los clásicosManhattan y sus alrededores son un gran lienzo dividido en solares en los que los mejores arquitectos del mundo experimentan y crean las bases de lo que será tendencia. Por mor del progreso, la libre economía o desgraciados acontecimientos, las parcelas van quedando libres, así que, desde el punto de vista arqui-tectónico, NYC es un trabajo inaca-

bado. Uno no sabe si lamentarlo

(porque

DonDe el laDrillo nos hace soñar

Los edificios y arquitectos que han hecho posible NYC

E l acero, el cristal, el hormigón, el hierro... Las competiciones que durante décadas establecieron los arquitectos por que sus edificios fueran los más altos de Nueva

York y del mundo... Todo ello ha conformado una ciudad en la que la arquitectura está viva y transformándose a un ritmo que supera el de cualquier otro lugar del planeta.

desaparecen obras maestras sin que nadie parezca poder/querer evitar-lo) o celebrarlo, ya que siempre se tiene una buena excusa para volver y admirar los trabajos de la siguiente generación de arquitectos.A pesar de ello, siempre sobrevi-ven muestras de los estilos que han ido dando forma a la heterogénea Nueva York. Son buenos ejemplos la mansión Morris-Jumel, de 1765, en Washington Heights, de estilo geor-giano; el neoclásico Federal Hall, de 1833, en Wall Street; la catedral de san patricio, neogótica, de 1851; el neorre-nacentista carnegie Hall, de 1891; el arco de Washington square, 1895, en estilo Beaux Arts; el viejo Hotel plaza, 1909, en estilo Segundo Imperio; el Flatiron, construido en 1902 siguien-do los cánones de la Escuela de Chicago; el edificio chrysler (1928) o el empire state (1930), buenos ejemplos de art déco...Entrados en los siglos XX y XXI hay que hablar más bien de autores que de estilos. En el suelo de Manhattan han plantado su maestría Frank lloyd Wright en la primera sede del Museo Guggenheim del mundo (1959); Mies van der rohe con su Torre seagram (1954), eero saarinen con la terminal de TWa en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (1956); e incluso

Los NY ficticios

La espiral del Museo Guggenheim, el Edificio IAC de Frank O. Gehry en Chelsea, y vista de Midtown, con el Empire State en el centro.

le corbusier, que aportó el sobrio concepto del cuartel general de las Naciones Unidas (1947).En el elenco de arquitectos a los que el skyline de Nueva York debe mucho no hay que olvidar a la fir-ma skidmore, owings & Merril (soM), que desde los años 30 hasta hoy ha consolidado en la Gran Manzana la nueva generación de rascacielos en acero y cristal –el más puro es lever Building, de 1952–, que los expertos llaman International Style, y en la que este estudio es especialista.Tampoco hay que olvidarse de philip Johnson, autor del edificio sony (1984), que lanzó al mundo el mo-vimiento postmoderno, y que por esta y otras obras debe figurar entre los grandes nombres de la arquitec-tura norteamericana. la explosióN del siGlo xxiLos últimos 20 años, con el boom inmobiliario mundial y el auge de los llamados starchitecs, la ciudad no ha desaprovechado la oportu-nidad de llenar sus calles con las

propuestas de los más mediáticos: el británico Norman Foster firma los cuarteles generales del grupo Hearst; el italiano renzo piano los del New York Times; los japoneses sanaa el New Museum y el también japonés Yoshio Taniguchi el renovado MoMa.Pero el gran proyecto del Nueva York del siglo XXI es el que coor-

dina el norteamericano daniel libeskind para devolver la vida a la Zona cero. En él participan otros arquitectos de fama mundial co-mo el español santiago calatrava (suya será la estación intermodal); los noruegos snøhetta, el canadien-se Frank o. Gehry y los británicos richard rogers y Norman Foster, que realizarán sendas torres.Los tentáculos de estas estrellas mediáticas de la construcción han llegado incluso a obras menores: hoteles boutique, bloques de aparta-mentos, tiendas y hasta restauran-tes llevan la firma de los mejores. Habrá que esperar a ver qué pa-sa con estos proyectos dentro de unas décadas. Conociendo el rit-mo de la ciudad, lo más seguro es que muchos desaparezcan susti-tuidos por otros sin que nadie muestre pena. Pero así han sido siempre las cosas en el mayor ca-tálogo de arquitectura contempo-ránea del mundo. Tal vez por eso quienes aman la arquitectura aman Nueva York. —José María de Pablo

En el 50 aniversario de la película ‘King Kong’ (1933) el Empire State se adornó con un gorila inflablePost scriptum

Ale

x de

l Río

Gug

geng

eim

Fun

datio

n