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PLAN DE VOLUNTARIADO

Asociación Puente de Esperanza.

Madrid

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"Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza…

Pero quizá desencadenen la alegría de hacer,

y la traduzcan en actos. Y, al fin y al cabo,

actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea

un poquito, es la única manera de probar que la

realidad es transformable"

(Eduardo Galeano)

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PRESENTACIÓN

Presentamos el PLAN DE VOLUNTARIADO de Puente de Esperanza Madrid.

Al tratarse de una Asociación formada por personas voluntarias, nuestro deseo de

siempre ha sido poder contar con un documento como el que tienes en tus manos, que de

manera sencilla y concreta, recoja el itinerario de nuestro PLAN de voluntariado.

Este Plan de voluntariado es fruto de un proceso previo vivido a lo largo de doce años de

andadura de la Asociación. En él se integra el documento elaborado en 2009, que recogía

los aspectos fundamentales del perfil, derechos y deberes de todo voluntario de Puente

de Esperanza, elaborado con realismo por un equipo de la Junta Directiva de entonces:

“Carta del voluntariado”; la puesta en práctica del mismo; y la experiencia de más de dos

centenares de voluntarios que han pasado por Puente de Esperanza. Todo ello queda

ahora plasmado en este documento.

El plan presenta el camino que todas las personas voluntarias de Puente de Esperanza

recorremos, desde que nos acercamos por primera vez a la Asociación, hasta que

finalizamos nuestro compromiso.

Queremos agradecer a todos los miembros de los Equipos de Voluntariado y de

Formación que han colaborado directamente en su ejecución, como también a Víctor

Arias Torre, Consultor-Formador en el ámbito de la Participación Social y el

Voluntariado, que ha aportado su experiencia en este campo. No queremos dejar de

pensar en todos vosotros, voluntarios y voluntarias que desde vuestra entrega y

dedicación habéis sido los verdaderos promotores de este Plan y los que desde la vida

de cada día habéis trazado este itinerario.

A todos, muchas gracias.

Deseamos que este documento nos ayude a comprometernos cada día más para estar

al servicio a los más vulnerables y en ser cauce de esperanza para ellos.

LA PRESIDENTA

Madrid a 1 de diciembre de 2017

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Índice

Introducción:

Misión, visión y

valores de Puente de

Esperanza

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Perfil de la

persona voluntaria

9-10

Derechos de la

persona

voluntaria

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Deberes de la

persona voluntaria

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Itinerario del voluntariado

Convocatoria

Sensibilización

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Integración

en la acción

16-17

Acogida

14-15

Sentido de

pertenencia

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Finalización

Despedida

19-20

Acompañamiento

21-22

Formación

23-24-25

Coordinación

26-27

Evaluación

28-29

Conclusión

30-31 Bibliografía

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CCoonnssttrruuyyeennddoo ppuueenntteess,,

ccrreeaammooss eennccuueennttrrooss

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Introducción: Misión, Visión, Valores

La Asociación Puente de Esperanza Madrid es una organización de voluntariado sin ánimo de lucro, de inspiración cristiana y fiel a la Doctrina Social de la Iglesia Católica1. Empieza su andadura en noviembre de 2006, a raíz de la iniciativa de un grupo de mujeres de diferentes congregaciones religiosas, que deseaban dar una respuesta conjunta, a la realidad de precariedad del colectivo inmigrante en el barrio de Tetuán.

En 2017, somos más de 90 personas voluntarias, religiosas y laicas/os, que seguimos trabajando por transformar nuestro entorno con el objetivo de construir una sociedad más justa. Esta es la misión que compartimos. Nos acompañan en esta misión varios técnicos que participan en la coordinación y organización de la acción voluntaria.

Más allá de la atención y servicios a nuestras usuarias/os queremos ser puentes que alienten la esperanza y permitan el paso a un mundo más fraterno y con oportunidades para todos. Queremos ayudar a las personas más vulnerables en su camino, reforzar su dignidad humana y promover su promoción sociocultural y laboral para facilitar su inclusión en nuestra realidad plural. En esta visión unimos nuestros sueños.

Trabajamos acogiendo desde el respeto y el encuentro personal. Ponemos a la persona como centro de todas nuestras acciones, con actitud de escucha y empatía. Queremos acompañar y empoderar a la persona, no sustituirla en sus decisiones. Buscamos trabajar en red con otras entidades, convencidas de que con el esfuerzo y las capacidades de todas llegaremos más lejos. Para mejorar cada día como personas y como voluntarios/as, sabemos que es necesario el acompañamiento con información, orientación, apoyo y formación, y el fomento de la participación en encuentros que favorezcan la escucha y la palabra. Estos son los valores que nos sostienen.

Por ello, este Plan de Voluntariado, se plantea como un itinerario estructurado para Puente de Esperanza, con el objetivo de aunar los criterios y minimizar las improvisaciones en la labor voluntaria de la Asociación. Este plan es el camino que las personas voluntarias recorremos desde que nos acercamos por primera vez a Puente de Esperanza hasta el fin de nuestro compromiso.

1 Asociación no gubernamental, sin ánimo de lucro y de Utilidad Pública, reconocida por orden ministerial e inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones con el número 608445.

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“Yo hago lo que tú no puedes.

Tú haces lo que yo no puedo.

Pero juntos podemos hacer grandes cosas”

(Teresa de Calcuta)

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Perfil de la persona voluntaria

Las personas voluntarias de Puente de Esperanza son sensibles a la realidad de los inmigrantes y de toda persona que se encuentra en situación de vulnerabilidad. Buscamos conjuntamente poder dar respuestas a estas condiciones adversas de vida, yendo a la raíz de las causas que las provocan y luchando por conseguir una transformación de estructuras sociales, que generen integración e igualdad de oportunidades.

“Una persona voluntaria es aquella que,

movida por la compasión hacia quien sufre,

trata de responder con sus capacidades,

dedicando parte de su tiempo a otras

personas, participando de manera altruista

en diferentes proyectos, dentro de una

organización de solidaridad”

(Luis Aranguren)

Realizamos nuestra acción desde la gratuidad, generosidad, libertad, acogida, respeto y escucha. Es una acción basada en el dar y el recibir. Como nuestros propios voluntarios afirman: “Es mucho más lo que recibimos de usuarios y compañeros voluntarios, que lo que damos”2

Nuestro compromiso es firme y nace de lo más profundo de nuestras convicciones. Esto nos lleva a ser críticas con nuestro trabajo y a querer mejorar la manera de realizarlo. Por esta razón, en nuestra Asociación, damos un lugar preferente a la formación.

Consideramos que el acompañamiento a la persona voluntaria es fundamental. Un voluntario lo expresa así: “El voluntariado es un proceso y su formación debe ir marcada por un itinerario, como el de la vida misma”. Buscamos los medios técnicos y humanos para llevar a cabo este acompañamiento formativo. La persona voluntaria inicia una ruta de crecimiento que queremos acompañar, respetando los ritmos de cada una manteniendo una misma dirección y un mismo punto de llegada.

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Las voluntarias trabajamos en equipo, valoramos la ayuda mutua, el intercambio de ideas, el encuentro entre nosotras. Ser personas tolerantes y acogedoras en nuestra relación, genera actitudes que van más allá de nuestra tarea. “El voluntariado es una propuesta de humanización, propuesta para explorar modos de vida más plenos”3.

Las situaciones de conflicto, que también forman parte de nuestras relaciones, constituyen una escuela de aprendizaje y un reto para trabajar con madurez y diálogo.

La diversidad de nacionalidades de nuestras voluntarias es un testimonio que expresa la posibilidad de acoger la diferencia del otro, de trabajar juntas frente a un sistema que, muchas veces, discrimina a las personas por razones de raza, religión, nacionalidad o sexo.

En nuestra Asociación favorecemos y animamos la acción voluntaria entre las usuarias/os. Según sus propias palabras: “Queremos devolver a otros, algo de lo mucho que aquí hemos recibido.”

La Asociación no admitirá ordinariamente como voluntarias, a alumnas/os de cualquier curso o postgrado que necesitan acreditar competencias, sino que pueden ser admitidos como personal en prácticas, con funciones que la propia Asociación estime oportunas.

3 Aranguren Gonzalo, L .Lo esencial del voluntariado. México: PPC, 2013

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Más de 90 personas

voluntarias:

80% mujeres

20% varones 50% religiosas

congregaciones

católicas

50% Laicas y laicos

Mayoría mediana edad

Algunas mayores

Jóvenes estudiantes

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Derechos de la persona voluntaria

Las personas voluntarias de Puente de Esperanza tenemos derecho a:

1. Estar informadas regularmente de todo lo que acontece en la Asociación.

2. Recibir por parte de la Asociación la formación necesaria para el desarrollo de nuestras actividades, adaptándose al itinerario personal de cada una. La formación nos ayuda a la integración gradual en la Asociación y a profundizar en el conocimiento de sus valores.

3.

Participar activamente en la comisión que se nos asigne, pudiendo expresar nuestras sugerencias y evaluar a final.

4.

Ser beneficiaria de un Seguro de accidentes y otro Seguro de responsabilidad civil, para cubrir los riesgos que se deriven directamente de nuestra acción voluntaria.

5. Recibir una acreditación que expresa nuestra pertenencia a la Asociación.

6. Ser tratadas con respeto y reconocidas por nuestra contribución a este Proyecto de transformación social.

7. Reembolsar los gastos realizados en el desempeño de nuestras actividades de voluntariado.

8. Contar con los medios materiales necesarios para desarrollar nuestra tarea voluntaria.

9. Tratar y proteger nuestros datos de carácter personal de acuerdo con lo establecido en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal.

“Toda voluntaria y voluntario de Puente de Esperanza

tiene derecho a participar en un proceso de formación

permanente con el objetivo de favorecer su integración

y autonomía, desarrollar las capacidades personales,

conocer e integrar la filosofía y valores que nos

mueven: acoger, compartir, sensibilizar, dignificar,

animar y acompañar”

(Cuaderno del voluntario)

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Deberes de la persona voluntaria

1. Las personas voluntarias de Puente de Esperanza tenemos el deber de conocer y respetar los valores y normas de la Asociación según los documentos institucionales de la misma.4

2. Participamos en las acciones formativas que se nos propongan.

3.

Respetamos las normas establecidas en lo referente a la protección de datos de carácter personal según lo establecido en la Ley orgánica 45/ 2015; para ello, firmamos un compromiso de confidencialidad.

4.

Rechazamos cualquier contraprestación material a cambio de nuestra acción voluntaria.

5. Preparamos, realizamos y evaluamos con responsabilidad, el trabajo que nos corresponde dentro de nuestra comisión o servicio.

6. Compartimos los encuentros festivos y celebraciones importantes de la Asociación.

7. Respetamos los derechos de los usuarios, destinatarios de nuestra acción voluntaria, actuando movidas por la solidaridad y la cercanía.

8. Utilizamos debidamente la acreditación de la Asociación. Cuidamos los recursos materiales que se nos ofrecen para el desempeño de nuestra tarea.

9. Cumplimentamos cuantos documentos nos sean solicitados para la buena marcha de los proyectos. Firmamos y asumimos el compromiso de incorporación a la Asociación pasado un tiempo de prácticas.

10. Tenemos el deber de responder al compromiso contraído, y si por razones justificadas no fuera posible, lo comunicamos con tiempo e intentamos siempre, buscar una suplente para no ocasionar ningún problema al normal desarrollo de las actividades.

11. No admitimos voluntarios con antecedentes penales no cancelados, por delitos de violencia doméstica o de género, por atentar contra la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o la libertad e indemnidad sexual del otro cónyuge o de los hijos, o por delitos de tráfico ilegal o inmigración clandestina de personas.

4 Ver: Estatutos de la Asociación, RRI, Código Ético etc.

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Itinerario del voluntariado

Acompañamos a las personas voluntarias a lo largo de todo su itinerario de compromiso con la Asociación: desde su primer contacto, durante su tiempo de formación e integración en la tarea hasta su desvinculación con la Asociación.

Es un camino dinámico y flexible para integrar las diversas capacidades y ritmos de las

personas voluntarias, en distintas etapas de su vida y con diferentes niveles de

implicación. Este camino está abierto a la realidad cambiante que vemos a nuestro

alrededor.

I. Convocatoria y sensibilización

En Puente de Esperanza buscamos personas voluntarias que se identifiquen con nuestro proyecto y que participen en él de manera integral, no sólo realizando una tarea.

Nuestra acción está fundamentalmente dirigida hacia inmigrantes en situación de dificultad y/o exclusión social. Tenemos una actitud de acogida, con los ojos y oídos abiertos a las situaciones injustas y de sufrimiento de las personas que entran por nuestra puerta. Deseamos que la sensibilización ante la injusticia del mundo sea la motivación esencial de los nuevos voluntarios y la integren en sus vidas comprometiéndose con nuestra realidad.

Las actividades que realizamos en la Asociación, se van modificando y adaptando a la dinámica social cambiante, ya que buscamos respuestas renovadas a las necesidades que surgen. Por ello, convocamos nuevas personas voluntarias con flexibilidad para ir ajustándonos a las necesidades que van surgiendo en nuestra Asociación.

Mantenemos abierta de manera permanente la convocatoria de nuevos voluntarios/as, para que se vayan incorporando a Puente de Esperanza, en la medida de las necesidades del momento.

Tenemos distintas formas de convocar personas voluntarias: a través de otros voluntarios de nuestra Asociación, por la derivación de otras asociaciones de Tetuán y de Madrid, por personas que han asistido a alguno de nuestros encuentros o que nos han conocido por otra colaboración (Mesa de Empleo de Tetuán, Comisión de Inmigración del distrito, etc.), a través de la web de la Asociación, de vecinos del barrio que se acercan a conocernos o de usuarios de nuestros servicios.

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II. Acogida

La acogida es un valor clave para Puente de Esperanza, entendiendo ésta como el proceso que va, desde el primer contacto con la Asociación hasta el momento que se incorpora en la acción. La acogida es un espacio de encuentro y diálogo. Es un pilar de nuestro proyecto en el que todos participamos.

Los primeros momentos que marcan la trayectoria del voluntariado queremos acompañarlos de una forma especial. Desde una opción por la persona, acogemos de forma individualizada a todos los que quieren participar en nuestra Asociación. Las personas voluntarias en Puente de Esperanza, experimentan la acogida como cercana, amistosa, cálida y con actitud de alegría y encuentro.

La incorporación en Puente de Esperanza es un proceso dinámico, en el cual las dos partes conocemos lo que damos y lo que recibimos5. Para ello, nuestro proceso de acogida consta de tres momentos fundamentales:

Informamos a las personas candidatas sobre nuestra Asociación, visión, misión, valores, programas y posibilidades de colaboración.

Realizamos un encuentro con entrevista personal, con la Coordinadora del Voluntariado, donde se da un intercambio de información y conocimiento mutuo.

Conocemos las actitudes, aptitudes, motivaciones e intereses de la persona voluntaria y vemos las posibilidades de colaboración.

Decidimos de forma conjunta y consensuada la incorporación a la tarea voluntaria, su no incorporación o el aplazamiento de la decisión.

"Y de pronto lo sabes; es tiempo de

comenzar algo nuevo y confiar en la

magia de los nuevos comienzos."

(Maestro Eckhart)

Si la persona decide integrarse como voluntaria en Puente de Esperanza, acordamos un periodo de prueba en el que recibe un apoyo especial por parte de la coordinadora de su comisión y, después de este tiempo, vuelve a confirmar su decisión.

5 Navajo Gómez, Pablo. Captación, acogida y orientación de voluntarios. Cuadernos de la PPV, nº 3. Plataforma para la Promoción del Voluntariado en España. Madrid, 1990.

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Durante el periodo de acogida facilitamos la formación y acompañamiento necesario para su incorporación.

Tras un tiempo de reflexión y discernimiento, llegamos a una decisión consensuada sobre:

La incorporación en la Asociación.

La derivación a otra entidad.

La no incorporación.

Al finalizar la fase de acogida, firmamos el documento de compromiso, donde quedan definidas las funciones, actividades, deberes y derechos de la persona voluntaria y en ese momento o en otro, de forma más festiva, le entregamos una credencial identificativa.

“Mucha gente

pequeña,

en lugares

pequeños,

haciendo cosas

pequeñas,

pueden cambiar

el mundo”

(Eduardo Galeano)

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III. Integración en la acción

Entendemos la integración en la acción, como la parte del itinerario del voluntariado en el que la persona se incorpora a su tarea en la Asociación. Ubicamos esta etapa, después de la acogida y paralela al proceso formativo. Consideramos que es responsabilidad de Puente de Esperanza, velar por la buena incorporación de la voluntaria a su tarea.

Pensamos que la integración en la acción, va más allá de algo puntual y concreto. Creemos que es un instrumento que ayuda a la persona voluntaria en su crecimiento personal y que su acción, entronca con la transformación social que genera la Asociación. Para Puente de Esperanza es importante que la incorporación en la acción nos ayude en nuestra forma de entender y responder a las realidades de las personas usuarias de la Asociación.

Mediante el proceso de incorporación a la acción y su acompañamiento, fomentamos el conocimiento mutuo: el voluntario/a conoce más profundamente Puente de Esperanza y a su vez la Asociación conoce mejor a la persona voluntaria. De esta manera, la integración en la acción se hace de acuerdo a sus capacidades y preparación. Creemos que la incorporación en la acción implica un triple compromiso:

En la labor concreta en la comisión o comisiones de voluntariado de las que forma parte y colabora.

En la organización general de la Asociación.

En el proceso formativo que la Asociación le ofrece

Fijamos como objetivos de la integración en la acción:

Comprometerse con acciones voluntarias concretas a través de una (o varias) de las comisiones y servicios que forman la organización de Puente de Esperanza.

Trabajar junto al resto de voluntarias, en la buena marcha de Puente de Esperanza.

Cuidar la incorporación en la acción: los tiempos, las actividades, los procesos personales, la formación.

Asumir y compartir misión, visión y valores de la Asociación

Participar en las dinámicas de trabajo y en el proceso de acción y reflexión de Puente de Esperanza

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Para la incorporación en la acción:

Ofrecemos información clara, detallada y realista sobre la labor a realizar, así como el programa y objetivos de las comisiones de trabajo y de la Asociación.

Integramos a la persona voluntaria a un equipo de trabajo, donde se sienta acogida, acompañada y valorada

Involucramos a los voluntarios/as en el desarrollo del programa de las comisiones y de la Asociación.

Damos responsabilidades que puedan ser asumidas por la voluntaria

Firmamos el acuerdo de compromiso donde queda establecido la pertenencia y la tarea a realizar de la persona voluntaria con Puente de Esperanza.

Las personas encargadas de la incorporación en la acción y del seguimiento de la integración son miembros del Equipo Coordinador la coordinadora del Voluntariado y la coordinadora de la comisión en la que se incorpore la persona voluntaria. Este seguimiento y acompañamiento al voluntario/a favorece una mejor integración en la acción. Buscamos incorporar al voluntario/a en una dinámica de trabajo donde juntos hacemos y decidimos.

“Los objetivos del acompañamiento en la incorporación son conocer al

voluntariado, sus intereses, sus valores morales y sus potenciales. La ventaja de

llevar a cabo este proceso, es tener la certeza de que las personas voluntarias

están cualificadas para las distintas actividades que van a realizar”6

6 “Buenas prácticas en la gestión del voluntariado”. Obra social La Caixa: Barcelona, 2007; pág. 81. Tomado

de http://www.publicacionestecnicas.com/lacaixa/voluntariat/buenas_practicas/

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IV. Sentido de pertenencia.

Identificación con misión, visión y valores.

El sentido de pertenencia habla de vincularnos a Puente de Esperanza. Es un sentimiento de comunidad que nos aporta identidad y orgullo al formar parte de este proyecto. Nos proporciona seguridad y autoestima estar apoyadas por el grupo de voluntarios que nos acompañan en el camino. Creemos que este sentido de pertenencia también implica lealtad, constancia, alegría, sentimientos de logro y orientación hacia la misión.

El sentido de pertenencia que da sentido a nuestro ser de voluntarios, gira en torno a la misión de nuestra Asociación. Queremos construir una sociedad más justa, haciendo de puente con los más vulnerables. Nuestra visión es alentar la esperanza de ese mundo más fraterno con el que soñamos.

Este sentido de pertenencia va más allá de la identificación con la tarea, es una idea global en la que los valores compartidos que nos sostienen nos ayudan a salir de nuestro individualismo y nos abren a relacionarnos con nuestras usuarias/os y nuestro entorno con mayor consciencia. El respeto, la escucha y la empatía hacia las personas que acogemos, son actitudes que nos sostienen y potencian ese sentimiento de ser parte de un proyecto más grande que una misma.

Nos apoyamos en los otros voluntarios porque el voluntariado no lo realizamos individualmente sino que lo consideramos una tarea colectiva. Queremos apasionarnos con lo que hacemos, tener perseverancia y ser coherentes en nuestra tarea para ir dando pasos hacia la misión y visión de Puente de Esperanza. Valoramos mucho nuestro proyecto y queremos dedicarle nuestro cariño, tiempo, cuidado y atención. Cada paso dado, aunque pequeño, nos ayuda a nosotras mismas, a la Asociación y a la sociedad. El sentido de pertenencia a este proyecto conjunto, nos proporciona satisfacción y energía para seguir trabajando comprometidamente y con un buen ambiente.

Animamos a la participación activa de nuestro voluntariado en las tareas a realizar, reuniones y actividades sociales, con el objetivo de una mayor integración y conocimiento de la Asociación, para potenciar este sentido de pertenencia que es fundamental para que nuestro proyecto siga vivo, activo, y evolucione según las necesidades que vayan surgiendo. Y reconocemos la valiosa e insustituible aportación de los voluntarios para el buen funcionamiento de Puente de Esperanza.

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V. Finalización y despedida

La finalización y despedida es también parte del itinerario de la persona voluntaria en Puente de Esperanza. El voluntariado no es un compromiso de por vida, y se dan múltiples razones por las que una persona puede desvincularse de nuestra Asociación, entre otras:

Cambio de prioridades personales, intereses y/o motivaciones.

Cambio de situación personal (razones laborales, familiares, nuevo lugar residencia, no disponibilidad horaria, …)

Cambios en la organización.

Incumplimiento de los compromisos adquiridos.

Ausencia reiterada y sin previo aviso de la persona voluntaria.

Comportamiento inadecuado.

Desacuerdo con la forma de entender y gestionar el voluntariado en la entidad.

Finalización de la actividad o proyecto en el que se enroló.

Puente de Esperanza ha de ser consciente, de que este momento forma parte de la

trayectoria de las personas. La desvinculación hay que vivirla como una parte más del ciclo del voluntariado, y plantearlo como un momento de reflexión para la persona voluntaria y para la asociación.

“Debemos entender la finalización de la acción voluntaria de cualquier

persona, como una oportunidad de identificar posibles mejoras en

nuestro quehacer, además de una ocasión para valorar la posibilidad

de nuevas formas de colaboración con esa persona. El momento de la

finalización de la acción supone, además, una oportunidad para poder

agradecer su labor realizada en la Institución durante su tiempo de

permanencia”7

7 El voluntariado en Cáritas. Carta e itinerario de la persona voluntaria. Caritas española, 2011; pág. 28. Tomado de https://goo.gl/BRgJYa

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Ante la salida o el cese en una actividad de un voluntario, en Puente de Esperanza Madrid, tratamos de gestionar la desvinculación de la persona de forma favorable para ambas.

La coordinadora del voluntariado y la de la comisión a la que corresponde el voluntario/a, después de comunicar y escuchar al Equipo Coordinador y a la responsable de la Asociación, abordan la salida de la persona voluntaria de la siguiente manera:

Escuchando, comprendiendo y apoyando la decisión tomada.

Facilitando que la persona voluntaria se despida, a su manera: de las responsables de la Asociación, de los/as usuarios/as y de sus compañeras voluntarias.

Evaluando con ella todo su proceso de participación.

Haciendo un reconocimiento explícito de lo que esta persona ha aportado.

Realizando una devolución de lo que se lleva de las experiencias vividas,

Despidiendo a la persona de manera cálida y empática.

Dejando las puertas abiertas a futuras colaboraciones.

Además, analizamos las motivaciones de los voluntarios, de su entrada, continuidad en el compromiso y despedida de la Asociación. En la medida de lo posible, realizamos una despedida y reconocimiento público con ocasión del algún encuentro grupal del voluntariado.

El paso de las voluntarias “deja huella” y por tanto seguimos contando, de distintas maneras, con las antiguas personas voluntarias, proponiendo su participación en eventos formativos y/o lúdicos, manteniéndoles informados sobre la marcha de la Asociación y animándoles a convertirse en “agentes de sensibilización” de Puente de Esperanza

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Acompañamiento

En Puente Esperanza consideramos fundamental el acompañamiento a las personas voluntarias, a lo largo de su itinerario en la Asociación. El acompañamiento es, por tanto, un proceso continuo y transversal a la acogida, formación, integración en la acción voluntaria y vinculación de la persona voluntaria con nuestra Asociación. Con el acompañamiento, ofrecemos apoyo, contraste y orientación a las voluntarias en su preparación, aprendizaje y adaptación a la actividad en Puente de Esperanza, ayudamos a la persona a incorporar su acción voluntaria a su propio proyecto vital. El acompañamiento conlleva una manera de estar y de ser con las personas voluntarias haciendo camino juntas.

Destacamos como objetivos del acompañamiento:

Conocer a las personas que forman nuestro voluntariado.

Responder a sus necesidades.

Hacer un seguimiento de la acción voluntaria.

Motivar y animar a la acción.

Evaluar la labor de voluntariado y su proceso.

Fortalecer el sentido de pertenencia a la Asociación.

“Los equipos de acción necesitan un serio y permanente acompañamiento que se

ha de verificar en personas cercanas, próximas, accesibles; capaces de acompañar

procesos y dispuestas a innovar, arriesgar e inventar futuros posibles. Preocuparse

por la promoción de animadores de voluntariado, implica invertir en una mejor

acción social y en el desarrollo sostenible de la organización. Estas personas se

tornan en figuras de referencia vitales”8

El cuidado y el respeto que sentimos hacia la persona que forma parte de Puente de Esperanza nos mueve a sentirnos corresponsables de su proceso en la Asociación, así como a potenciar el conocimiento mutuo.

Los recursos y herramientas que utilizamos son el diálogo, la motivación, el seguimiento y el reconocimiento. Con el acompañamiento generamos procesos de

8 Aranguren, L. “Humanización y voluntariado”. Madrid: PPC, 2011; pág. 158.

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participación del voluntariado en los proyectos y en la vida de la Asociación. Para ello propiciamos espacios para el encuentro, tanto a nivel personal como de grupo, donde podemos expresarnos con libertad y claridad; donde nos sentimos escuchadas en todas nuestras demandas y necesidades. El acompañamiento se hace en momentos programados para el mismo, mediante reuniones o encuentros periódicos, así como en espacios informales que lo favorecen.

En el acompañamiento individual conocemos la realidad en que se mueve la persona voluntaria, su trayectoria y su situación personal. Potenciamos la autonomía y responsabilidad de la tarea que desarrolla. En el grupal cuidamos la salud del equipo, la interacción de las personas que lo forman, el trabajo en equipo con criterios comunes y animamos a la formación continua. Ambos son importantes para el progreso de la acción voluntaria.

La coordinadora del voluntariado asume la responsabilidad a lo largo de todo el itinerario en la Asociación, especialmente en la fase de acogida, orientación, e incorporación a la acción. También anima la formación de la persona voluntaria y garantiza su integración en Puente de Esperanza. De igual forma, es referencia e intermediaria con la organización y Asociación en momentos en que se necesite comunicar o expresar dudas, sugerencias o problemas.

Nos sentimos acompañadas por la coordinadora de la comisión en la que colaboramos. Ella se preocupa por cada una de las que formamos parte de la comisión. Nos ayuda en nuestra labor y nuestra formación.

“Con tu puedo, con mi quiero

con mis manos, con mi anhelo

con tus sueños,

con tu sonrisa,

con tu compromiso…

...todos juntos, todas juntas,

sumando esfuerzos,

saberes y corazones,

construyendo posibilidad”

(Benedetti)

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Formación

Nuestro concepto de la formación tiene que ver con cómo entendemos el perfil del voluntario. Para ser una persona voluntaria además de la “buena voluntad”, creemos necesaria la conciencia de querer vivir de una forma solidaria y la capacitación adecuada para el compromiso que adquirimos.

Consideramos la formación como una herramienta que ayuda de manera integral a la persona voluntaria en la capacidad de reflexión, en su crecimiento personal y grupal, así como en el modo de situarse en la vida y no sólo de realizar una tarea.

Nuestros objetivos son:

Conocer la Asociación y sus valores, y recibir las herramientas necesarias para la tarea encomendada.

Hacer una llamada a reflexionar sobre la experiencia de crecimiento personal de la persona voluntaria.

Favorecer la búsqueda en común de respuestas transformadoras.

Descubrir las claves actuales de la situación de personas excluidas en Madrid y sus causas para dar una respuesta adecuada.

Queremos situar el acento formativo en los procesos y no solo en las acciones puntuales o esporádicas. Este proceso educativo implica una estrategia de trabajo a largo plazo en la que los cursos, talleres y escuelas forman parte de un todo más global. La acogida, el acompañamiento al voluntariado, los encuentros, las celebraciones y el trabajo en equipo forman parte de ese proceso educativo.

“Crear y ofrecer itinerarios educativos para la formación de sus

voluntarios, que tengan en cuenta su proceso de maduración y crecimiento

personal. En este sentido, las organizaciones deben establecer espacios

formativos permanentes, diversificados según las necesidades, contenidos,

ámbitos de actuación, etc., adaptados a la complejidad de la realidad, a los

nuevos métodos de intervención, a la dinámica de las organizaciones y a los

nuevos retos que nos presenta la realidad sociopolítica”9

9 López Salas, Emilio. Claves para la Gestión del Voluntariado de Entidades no Lucrativas. Cuadernos de

Gestión 6. Fundación Luis Vives; pág. 45. Tomado de https://goo.gl/4goFxJ

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Apostamos por un modelo de formación en espiral, cuyo criterio básico es la experiencia que como personas voluntarias vamos viviendo, como parte de nuestra vida. Se trata de un modelo donde todos los momentos se encuentran interconectados entre sí. Nuestro esquema de formación10 es:

Organizamos la formación desde dos ejes complementarios:

a. Etapas: inicial, permanente, específica.

b. Desarrollo humano de la persona voluntaria: personal, grupal, social, técnica e institucional.

Etapas:

Formación inicial: la que recibimos al comienzo de nuestra entrada en la Asociación. Tanto personal, grupal, on-line, como presencial.

Formación permanente: la que experimentamos a lo largo de nuestra tarea de forma grupal y personal.

Formación específica: la que necesitamos en función del trabajo desempeñada en la Asociación.

Desarrollo humano:

Formación personal: buscamos favorecer el desarrollo personal. Para ello potenciamos el autoconocimiento, el análisis de las motivaciones, el conocimiento de las capacidades y limitaciones, etc.

Formación grupal: buscamos promover la cohesión de las personas

10 Aranguren, L,” Los itinerarios educativos del Voluntariado”. Colección A fuego lento. Fundación Luis Vives: Madrid 2009

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voluntarias. Para ello acompañamos el trabajo en equipo con su dinámica, roles, conflictos, etc.

Formación social: buscamos conocer, sensibilizar y comprender la realidad. Para ello facilitamos a la persona voluntaria, instrumentos para conocer la realidad social y ofrecer una respuesta transformadora.

Formación práctico-técnica: buscamos realizar con eficiencia nuestras tareas. Por eso ofrecemos métodos, instrumentos y técnicas adecuadas a los objetivos de la acción voluntaria

Formación institucional: buscamos mejorar el conocimiento de los valores, la organización y el funcionamiento de la Asociación. Para ello animamos a una participación activa y crítica.

Como conclusión creemos que la formación además de una dimensión formal o reglada, está incluida de una manera mucho más creativa dentro de todos los procesos de actuación con la persona voluntaria en Puente de Esperanza.

Comienza haciendo

lo que es necesario,

después lo que es

posible, y de

repente, estarás

haciendo lo

imposible”

(Francisco de Asís)

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Coordinación

Nuestra Asociación se autogestiona desde los principios de la subsidiariedad y del trabajo en equipo. La coordinación es un servicio esencial que llevamos a cabo en varios niveles:

Equipo Coordinador

Coordinadoras/es de comisiones

El Equipo Coordinador es el órgano encargado de realizar, gestionar e

implementar las decisiones de la Asamblea General y la Junta Directiva en las actividades del día a día.

Es nombrado por la Junta Directiva por un período de tres años, que puede ser prorrogado. Está compuesto por:

Presidenta (o persona en quien delega).

Coordinador/a de la Comisión de Voluntariado.

Coordinador/a de la Comisión de Formación.

Coordinador/a de la Comisión de Acogida.

Coordinador/a de la Comisión de Proyectos. Coordinador/a de la Comisión de Empleo. Coordinador/a delegada de otras comisiones y servicios

Las tareas del Equipo Coordinador son las establecidas en los Estatutos y en el reglamento de régimen interior.

La Coordinador/a de Voluntariado es miembro del Equipo Coordinador y como tal ejerce las siguientes responsabilidades:

Atender a la demanda de voluntarios que presentan las diferentes Comisiones.

Cuidar y motivar la participación del voluntariado en la marcha general del Centro.

Conocer en qué área trabaja cada persona voluntaria

Tener actualizados los datos del voluntariado y el archivo de voluntariado

Acompañar el itinerario de la persona voluntaria.

Participar con otras entidades de voluntariado

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Las coordinadoras/es de las Comisiones son miembros del equipo de coordinación y se ocupan de:

Acompañar y facilitar la tarea de las voluntarias en su área concreta de trabajo.

Asistir a las reuniones de coordinación convocadas por la Junta Directiva

Elaborar las programaciones y las revisiones de sus áreas junto con los miembros de la comisión.

Evaluar el grado de satisfacción de las voluntarias al final de curso.

Ofrecer una información actualizada en el área concreta que coordina, así como la adecuada coordinación entre los miembros de su comisión.

Cumplir el protocolo de actuación aprobado cada año por el equipo coordinador

Junto con la Comisión de Formación cuidan y buscan herramientas adecuadas para la formación técnica de los voluntarios/as de su área. Igualmente informan periódicamente al Equipo Coordinador, sobre la marcha de la comisión y las propuestas de mejora o necesidades que existan.

Evaluación

Definimos la evaluación como el proceso continuo, transversal y permanente que determina de manera significativa y objetiva la pertinencia, eficacia, eficiencia e impacto de las actividades realizadas a la luz de objetivos propuestos.

Valoramos la evaluación como una oportunidad de mejora para la Asociación, el voluntariado en general y la persona en particular. Evaluar nos permite aprender de la experiencia, revisar lo hecho, plantear propuestas de acción, dialogar como grupo humano que pertenece a la misma Asociación y apoyar la labor de las personas voluntarias en la Asociación.

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Fijamos como objetivos de la evaluación:

Compartir la marcha general de la persona voluntaria en Puente de Esperanza: sus fortalezas, debilidades, crecimiento personal y sentimientos con respecto a sí misma y a la Asociación.

Fomentar el diálogo, el reconocimiento mutuo, el acuerdo y el consenso.

Revisar el trabajo del voluntariado en general, de las comisiones de trabajo y de la persona voluntaria.

Sugerir cambios y recoger sugerencias. Detectar errores e identificar aciertos.

Analizar la realidad y los nuevos perfiles de usuarios/as que llegan a nuestra Asociación, para adaptarnos a sus necesidades.

Conocer el grado de satisfacción e implicación personal del voluntariado (y) en la comisión de la que forma parte y de los usuarias/os en la Asociación.

Ayudar a definir y ajustar los objetivos de forma realista.

Trabajamos la evaluación a distintos niveles: personal, grupal y asociativo:

Nivel personal evaluamos los aspectos que están relacionados con la evolución de la persona voluntaria en Puente de Esperanza: motivaciones, expectativas, dificultades y desarrollo de su tarea en la comisión en la que colabora.

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Evaluar significa observar y analizar la realidad para mejorar la Acción

Voluntaria hacia una mayor y mejor transformación social”11

11 Guerrí Martín, P; Mora Tico, P. “Manual de la persona voluntaria en España”. Madrid: Plataforma de voluntariado en España, 2006; p.88

Nivel grupal y asociativo en el Equipo Coordinador, en las distintas comisiones o bien como Asociación.

Definimos el tiempo, el espacio y el lugar

Conocemos el objetivo y contenido de lo que se va a evaluar con antelación.

Utilizamos dinámicas sencillas y fáciles de interpretar por todas las personas que participen en la evaluación.

Promovemos la participación de todas la voluntari0s/as

Recogemos todas las aportaciones y consensuamos propuestas de acción futuras.

Establecemos la responsabilidad y la implicación de las personas voluntarias en las acciones.

Los recursos y herramientas que utilizamos son cualitativas y cuantitativas: encuestas, cuestionarios, entrevistas personales de seguimiento y acompañamiento, reuniones de las distintas comisiones de trabajo de la Asociación, del Equipo Coordinador y del grupo general de voluntarias.

Utilizamos distintos tipos de evaluación según el momento y objetivo a alcanzar: inicial o estudio de viabilidad, intermedia y final o de desempeño.

Son responsables de la evaluación en la Asociación: el Equipo Coordinador, la Coordinadora de Voluntariado y los coordinadores/as de las distintas comisiones.

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Conclusión

Este Plan de voluntariado ha sido elaborado de forma participativa, a lo largo de varios meses, en los cuales han colaborado voluntarias/os, coordinadores de comisiones, Equipo Coordinador y una comisión de redacción. Conforme a los estatutos de la Asociación ha sido aprobado por la Junta Directiva antes de su divulgación definitiva. A todas y cada una de estas personas damos las gracias por haberlo hecho posible.

Con este plan pretendemos que nuestras voluntarias y voluntarios se arraiguen desde el principio, en un modo de ser y de actuar con otros, desde la acogida, la esperanza y la valoración de la diversidad.

Los retos que afrontamos como organización respecto al voluntariado, se centran en: Formación, Organización, Coordinación y Acompañamiento12:

Formación: no vale solo con la buena voluntad, la realidad es compleja y las personas a quienes se dirige la acción de la Asociación, se merecen una atención de calidad. Por tanto, las personas voluntarias, tenemos que formarnos y capacitarnos adecuadamente para lo que nos traemos entre manos.

Organización y coordinación: la acción voluntaria no es una acción individual o aislada, sino que se desarrolla en equipo y debe responder a los objetivos de la Asociación y contar con una planificación adecuada a estos. Así mismo la transformación que queremos propiciar se realiza con otros, tejiendo redes y estableciendo alianzas con otras entidades.

Acompañamiento: las personas voluntarias necesitamos un proceso o itinerario educativo, en el desarrollo de nuestra acción, para que además de realizar una tarea podamos crecer a nivel personal.

Creemos que nunca es tarde para transformar, y somos a la vez conscientes de nuestras limitaciones, capaces de mirar alto y soñar con otro futuro.

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López Salas, Emilio. Claves para la Gestión del Voluntariado en las Entidades no Lucrativas. Fundación Luis Vives: Madrid, 2009

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Bibliografía

1 López Salas, Emilio.”Claves para la Gestión del Voluntariado de Entidades no Lucrativas”. Cuadernos de Gestión 6. Fundación Luis Vives: Madrid, 2009

https://goo.gl/4goFxJ

2 Aranguren Gonzalo, Luis A. “Los itinerarios educativos del Voluntariado”. Colección A fuego lento. Fundación Luis Vives: Madrid 2009

http://www.volured.com/FTP/Editor/file/cuaderno%201.pdf

3

Navajo Gómez, Pablo. “Captación, acogida y orientación de voluntarios”. Cuadernos de la PPV, nº 3. Plataforma para la Promoción del Voluntariado en España: Madrid, 1990

4

Guerrí Martín, P; Mora Tico, P. “Manual de la persona voluntaria en España”. Madrid: Plataforma de voluntariado en España, 2006.

https://goo.gl/8kKuqX

5 6

“Manual de Gestión del Voluntariado”. Fundación La Caixa . Barcelona, 2009

https://goo.gl/bVeDu2

“El voluntariado en Cáritas: carta e itinerario de la persona voluntaria”. Varios. Cáritas Madrid 2012.

http://www.caritas.es/noticias_tags_noticiaInfo.aspx?Id=5468

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Es tarde

pero es nuestra hora.

Es tarde pero es todo el tiempo

que tenemos a mano para hacer el futuro.

Es tarde pero somos nosotros en

esta hora tardía.

Es tarde pero es madrugada

si insistimos un poco

(Pedro Casaldáliga)