atraco expres. riesgo laboral

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El atraco exprés, una modalidad delictiva que tiene consecuencias para la Salud de los trabajadores, representando por ello un riesgo laboral.

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  • 31/5/2015

    Atraco exprs. Un riesgo laboral.

    En Marzo de 2007, por demanda interpuesta por CSICA ante la Audiencia Nacional, se consider el atraco como un riesgo laboral en las entidades financieras. Posteriormente el Tribunal Supremo ratific la Sentencia de la AN (Junio 2008) resolviendo el correspondiente recurso de casacin que haban presentado 33 Cajas de Ahorros entre las que se encontraban Cajastur, CCM y Caja Extre-madura (en Caja Cantabria se haba reconocido el atraco como riesgo laboral algunos aos antes). Hasta entonces el atraco se someta nicamente al rgimen jurdico del derecho penal tipificado como robo con violencia e intimidacin ex art. 242 CP. Tena nicamente la consideracin de un riesgo para el patrimonio del Banco, a pesar de que de su propia denominacin y elementos objeti-vos del tipo se deduzca rpidamente que la violencia y tambin la intimidacin ha de ejercerse so-bre personas, y las personas que habitualmente estn en las Oficinas bancarias son los trabajadores y trabajadoras de ese mismo Banco. Pero por extrao que parezca en esta poca todo el mundo daba por supuesto que en la nmina de los trabajadores estaba incluido el riesgo inherente al dine-ro del Banco. Ya anteriormente hemos tenido ocasin de pronunciarnos sobre otra modalidad de atraco distinto del tpico del que tiene lugar en la Oficina bancaria, el denominado riesgo de atraco in itnere o lo que es lo mismo el riesgo que se cierne sobre el trabajador que transporta el dinero del Banco fuera del centro de trabajo. Hoy vamos a hacer una valoracin tcnico-jurdica del denominado atraco exprs, nombre con el que se conoce en algunos medios policiales al atraco precedido de otra conducta infractora, la de-tencin ilegal del trabajador con carcter previo al acceso a su puesto de trabajo, fuera de su centro de trabajo. A. Rgimen jurdico del atraco exprs.- El modus operandi del atraco exprs nos dice que el atracador sorprende al trabajador fuera del centro del trabajo y mediante intimidacin se hace acompaar hasta la Oficina bancaria que ser donde se perfeccione su actuacin con la comisin de otro delito, el robo como violencia e intimi-dacin. Segn la doctrina jurisprudencial la primera de estas actuaciones, esta conducta infractora responde al tipo penal de detencin ilegal (art. 163 CP). El bien jurdico protegido por este tipo pe-nal es la denominada por la jurisprudencia como libertad deambulatoria es decir, la libertad de movimientos y la libre circulacin garantizada constitucionalmente. Y el elemento objetivo clave es que (con una cierta duracin) se priva a la vctima de trasladarse de lugar segn su voluntad impi-diendo su libre albedro. Esta detencin ilegal se practica por el autor con un fin muy concreto, que la vctima le lleve hasta donde se guarda el dinero en efectivo en la sucursal bancaria para apoderarse de l. Estamos por tanto ante dos delitos distintos pero en concurrencia medial (art. 77 CP) ya que uno de ellos, la de-tencin ilegal, se comete con carcter previo y con el fin de cometer el robo posterior.

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    Esto ya nos permite asegurar inicialmente que el autor de ambos delitos no habra cometido el primero de ellos sino fuera para posteriormente apoderarse del dinero, con lo cual tenemos una relacin de causalidad clara entre ambos. Calificada la conducta infractora desde la punibilidad penal nos queda ahora ver qu tipo de rela-cin tienen ambos delitos con la seguridad y salud de los trabajadores. B. El atraco exprs, delito y riesgo laboral.- Ya hemos visto como el atraco exprs no es sino una forma agravada, con ms desvalor de resulta-do, que el atraco convencional. Podra parecer a primera vista que el riesgo laboral que se ha mate-rializado sobre el trabajador slo es el referido a la violencia o intimidacin que se produce en el momento del robo dentro de su Oficina, pero esto no es as como veremos a continuacin. Es preciso que para ello hagamos un recorrido por la regulacin legal que del riesgo laboral hace la Ley 31/1995 de riesgos laborales as como por la doctrina jurisprudencial que se deduce de la Sen-tencia del Tribunal Supremo que consider al atraco como un riesgo laboral para los trabajadores de las entidades financieras. En el artculo 2 de la Ley de Prevencin de riesgos laborales (LPRL) ya queda claro que lo que se va a regular en dicha norma es la promocin de la seguridad y salud de los trabajadores mediante aplicacin de medidas y el desarrollo de las actividades necesarias para la prevencin de riesgos derivados del trabajo. En ningn momento el legislador se refiere a los riesgos laborales del cen-tro de trabajo ni del puesto de trabajo. Se refiere a los riesgos derivados del trabajo. En el artcu-lo 4.2 LPRL, y a la hora de definir el riesgo laboral, la norma dice Se entender como riesgo laboral la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado dao derivado del trabajo y en el ordinal primero del mismo artculo se define la prevencin como el conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de actividad de la empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del trabajo En el mismo artculo, ordinal tercero, se define qu entiende el legislador por daos derivados del trabajo estableciendo que se trata de las enfermedades, patologas o lesiones sufridas con moti-vo u ocasin del trabajo. Dice a este propsito la STS de 25/6/2008 Concretando qu se consideran "daos derivados del trabajo" el apartado 3 seala que son tales las enfermedades, patologas o lesiones sufridas con motivo u ocasin del trabajo. Se exige, por tanto, una relacin de causalidad entre el trabajo y el dao, para que ste sea considerado "dao derivado del trabajo", existiendo una exigencia de relacin de causalidad directa en la expresin "con motivo del trabajo" y una exigencia ms ate-nuada en el segundo trmino de la disyuntiva "con ocasin del trabajo", de suerte que en este l-timo supuesto el trabajo no es la causa determinante del dao, sino que es suficiente con que con-curra una causalidad indirecta, una condicin, ms que una causa, en sentido estricto. Resulta evidente en este modus operandi del atraco exprs la relacin de causalidad entre la deten-cin ilegal y el atraco, ya que ste est condicionado al anterior. No sera posible (nos estamos refi-riendo a esta variedad del atraco en todo momento) ejecutar un atraco exprs sin la detencin ile-gal previa y por eso en la calificacin penal hemos dicho que se trata de un delito en concurso me-dial con el otro, porque el primero es el medio para la comisin del segundo. Estamos hablando, en sintona con el argumento jurisprudencial del Tribunal Supremo de una condicin ms que de una causa. La detencin ilegal no sera la causa determinante del dao, pero s se trata de una causali-

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    dad indirecta, una condicin para que se produzca el dao, para que se materialice el riesgo laboral en la persona del trabajador. Sentada la relacin de causalidad indirecta podra de nuevo argumentarse que el delito de deten-cin ilegal se practica fuera del lugar de trabajo, fuera de la Oficina donde se guarda el dinero del que el autor quiere apoderarse. Se vuelve a manifestar en este sentido la Sentencia del Tribunal Supremo citada que sostiene que es irrelevante que dicho dao y la causa eficiente del mismo -el atraco - puedan producirse en lugares y circunstancias ajenas al trabajo, pues tal dato no destruye el carcter de "riesgo labo-ral ", predicable, como se ha venido repitiendo, de la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado dao derivado del trabajo, circunstancia sta, -la de presentarse la causa eficiente tanto dentro como fuera del trabajo- que concurre en otros muchos "riesgos laborales ". En nuestra modalidad de atraco exprs la causa eficiente, la detencin ilegal, se produce en lugares ajenos al trabajo, pero no por ello se destruye el carcter de riesgo laboral porque el trabajador en este trayecto que va desde el lugar donde ha sido detenido y hasta llegar a su lugar de trabajo po-dra sufrir un dao relacionado con su trabajo, es decir un dao derivado de su trabajo o con oca-sin del mismo, como se predica en la norma preventiva que hemos citado anteriormente. Sentado, sin duda alguna, el carcter de riesgo laboral, tanto de la primera la detencin ilegal como la segunda fase del atraco exprsel ya reconocido robo con violencia e intimidacin, cabe que ahora nos debamos referir al tratamiento que en su condicin de tal debe recibir a prop-sito de lo dispuesto en las distintas normas legales de aplicacin al caso. C. El atraco exprs y la seguridad ciudadana.- Los dos delitos que hemos visto concurren en el atraco exprs detencin ilegal ex art. 163 CP y robo con violencia e intimidacin ex art. 242 CP, y en la medida en que suponen ambos restric-cin de ejercicio de derechos y libertades fundamentales de las personas (art. 17 de la Constitucin Espaola, CE) resultan competentes las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para la proteccin de estos derechos y libertades en el objetivo ltimo de garantizar la denominada seguridad ciudadana (art. 104 CE). Esta tarea de garantizar la seguridad ciudadana est asignada por la Constitucin Espaola a Cuer-pos y Fuerzas de Seguridad, asignacin que se concreta en la Ley Orgnica 4/2015 de proteccin de la seguridad ciudadana, no slo a estos Cuerpos y Fuerzas de seguridad (seguridad pblica) sino tambin a la seguridad privada a la que se impone un deber de colaboracin en la tarea nica del objetivo nico de seguridad ciudadana (art. 7 LSC) estando previsto en su articulado tambin (art. 26 LSC) el desarrollo reglamentario, de la propia Ley de Seguridad ciudadana y de la Ley de Segu-ridad privada 5/2014, que adopte medidas de seguridad en determinados establecimientos con la finalidad de prevenir la comisin de actos delictivos o infracciones administrativas, o cuando generen riesgos directos para terceros. Entre estos establecimientos a los que se refiere la Ley Orgnica de proteccin de la seguridad ciu-dadana se encuentran las entidades financieras. En el Reglamento de Seguridad privada aprobado por RD 2364/1994 se establece como medidas de seguridad privada de existencia obligatoria en las entidades financieras un Departamento de Seguridad (art. 116 RSP) al mando del cual estar un Director de Seguridad privada (art. 117 RSP), adems de muchas otras medidas de seguridad de carcter tecnolgico (art. 120 RSP y Orden Ministeriales de desarrollo).

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    La seguridad privada siempre en una posicin subordinada a la seguridad pblica, ya que es sta quien recibe el mandato constitucional tiene reservado en las leyes un papel de complementarie-dad operativa de la seguridad pblica, y ambas la obligacin de coordinarse de forma eficaz en pos del objetivo comn de proteccin de derechos y libertades. Esta tarea est encomendada en las en-tidades financieras, como vimos, a determinadas figuras de exigencia reglamentaria y en concreto al Director de Seguridad de cada entidad financiera que ser el responsable de disponer toda una suerte de medidas a las que ms tarde me referir, y a coordinarse y corresponsabilizarse debida-mente con los funcionarios de la seguridad pblica buscando siempre la eficacia del sistema. En el art. 36.1 b) de la Ley 5/2014 de Seguridad privada es donde se concretan las funciones de los Directores de Seguridad y se establece que una de ellas ser: b) La identificacin, anlisis y eva-luacin de situaciones de riesgo que puedan afectar a la vida e integridad de las personas y al patrimonio, funcin que entra de lleno en el asunto que nos ocupa de los trabajadores o trabaja-doras vctimas de un atraco exprs. Ser este profesional quien, ante conductas de origen antisocial como las que nos ocupan, se responsabilice en su Banco de identificar, analizar y evaluar (3 prime-ras fases del tratamiento de riesgos) unos riesgos que ya sabemos que afectan a la integridad, fsica y moral, de los trabajadores de un Banco, adems de al patrimonio del propio Banco. Tambin en el apartado c) de este mismo artculo la Ley de Seguridad privada le responsabiliza al Director de Seguridad de la ltima etapa de tratamiento del riesgo La planificacin, organizacin y control de las actuaciones precisas para la implantacin de las medidas conducentes a preve-nir, proteger y reducir la manifestacin de riesgos de cualquier naturaleza con medios y medidas precisas, mediante la elaboracin y desarrollo de los planes de seguridad aplicables. Toda esta exigencia de la Ley de Seguridad privada no significa ningn tipo de intromisin en la normativa de riesgos laborales. Por el contrario, en el artculo 1 de la Ley 31/1995 de prevencin de riesgos laborales ya se establece inequvocamente que no slo la normativa preventiva reside en esa Ley la normativa sobre prevencin de riesgos laborales est constituida por la presente Ley, sus disposiciones de desarrollo o complementarias y cuantas otras normas, legales o convencionales, contengan prescripciones relativas a la adopcin de medidas preventivas en el mbito laboral o susceptibles de producirlas en dicho mbito. De manera que podramos afirmar inequvocamente que las funciones del Director de Seguridad en una entidad financiera se constituyen en normativa de prevencin de riesgos laborales, y que es a ste a quien corresponde desplegar las funciones preventivas que la norma de seguridad privada le reserva. D. El atraco exprs como riesgo laboral.- Resulta evidente que esta variedad de atraco exprs tiene un denominador comn, la violencia o la intimidacin que el autor de los hechos hace recaer sobre su vctima, sujeto pasivo de daos deri-vados del trabajo, como hemos dicho. Tiene, en consecuencia, la consideracin de riesgo laboral para los trabajadores de las entidades financieras quedando sujeto, adems de a la normativa de seguridad privada en los trminos ya dichos de carcter funcional para el Director de Seguridad, tambin a lo dispuesto en la Ley 31/1995 de prevencin de riesgos laborales, norma en la que se describe los derechos de proteccin eficaz en materia de seguridad y salud de los trabajadores y una correlativa obligacin del empresario de proteger a sus trabajadores frente a los riesgos labora-les (art. 14.1 LPRL). Tambin se dispone en la Ley de prevencin de riesgos laborales cules son estos derechos de pro-teccin eficaz de la seguridad y salud de los trabajadores: Los derechos de informacin, consulta y participacin, formacin en materia preventiva, paralizacin de la actividad en caso de riesgo

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    grave e inminente y vigilancia de su estado de salud, en los trminos previstos en la presente Ley, forman parte del derecho de los trabajadores a una proteccin eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo (art. 14 LRPL). Pero este deber de proteccin no podr ser reducido a un mero trmite porque es la propia Ley de prevencin de riesgos laborales la que establece que el empresario deber garantizar la seguri-dad y la salud de los trabajadores a su servicio en todos los aspectos relacionados con el trabajo (art. 14.2 LPRL). La eficacia del sistema preventivo y la garanta de seguridad y salud se han de lograr mediante la integracin de la actividad preventiva en la empresa y la adopcin de cuantas medidas sean necesarias para la proteccin de la seguridad y la salud de los trabaja-dores (art. 14.2 LPRL). El primer paso para garantizar esa eficacia es la integracin de la actividad preventiva en la activi-dad de gestin general de la empresa, y esta es la verdadera clave de bveda de cualquier sistema preventivo. Tomando como ejemplo ste del atraco exprs que es un buen ejemplo de la necesi-dad de integracin preventiva, no sera de extraar que:

    1. Quien controla la actividad del trabajador en Oficinas y las necesidades de efectivo para el servicio sea el responsable de la red comercial.

    2. Que quien haya decidido el volumen de efectivo existente en la Oficina sea el responsable del transporte de efectivo con criterios de ahorro de costes nicamente.

    3. Que quien haya efectuado una terica evaluacin de riesgos de la Oficina sea el tcnico de prevencin de riesgos laborales que por no tener identificado este riesgo antisocial no se haya puesto en contacto con el Director de Seguridad.

    4. Que es muy probable que el Director de seguridad no haya identificado el exceso de efectivo como un riesgo laboral porque tiene una visin exclusivamente de proteccin formal del pa-trimonio del Banco, y

    5. Que por ello no haya dispuesto medidas organizativas de manejo del efectivo para evitar el efecto llamada que proporcionan los botines elevados.

    6. Que nadie le haya dicho que el riesgo de atraco exprs es un modus operandi propio de Ofi-cinas de un nico trabajador, razn por la que no habr dispuesto medidas anti coaccin ni planificacin de la gestin de este riesgo por los operadores de la Central receptora de alar-mas.

    7. Que el Servicio de prevencin de riesgos laborales no haya incluido en su planificacin la in-formacin y formacin exigibles a esta modalidad de riesgo laboral.

    Ntese que se tratan todas ellas de actividades de carcter departamental con un sentido vertical, donde la falta de transversalidad, de coordinacin, hacen imposible la integracin efectiva a la que se refiere la norma como presupuesto imprescindible para alcanzar la eficacia pretendida, resul-tando absolutamente frecuente que, preguntado cada uno de ellos traten de probar, e incluso lo consigan, una actuacin individual diligente con un resultado conjunto totalmente negativo. La integracin (necesariamente coordinada por el Director de Seguridad que es a quien la Ley le seala estas funciones) supondra:

    1. Que el efectivo no slo sea considerado como un factor de trabajo comercial sino un factor de riesgo muy importante por el atractivo que tienen los botines elevados.

    2. Que el responsable del encaje de efectivo deba tener claro que los ahorros que consigue reduciendo el nmero de paradas del transporte blindado tienen consecuencias muy nega-tivas para los trabajadores de las Oficinas que ven cmo se incrementa notablemente el riesgo de ser atracados.

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    3. Que el Director de Seguridad despus de identificar, analizar y evaluar el riesgo de atraco exprs hubiera desplegado medidas de carcter organizativo previstas en la Ley evitando la presencia masiva de efectivo y el efecto llamada que ste tiene.

    4. Que hubiera desplegado tambin medidas de seguridad de tipo electrnico anti coaccin asociadas a los dispositivos electrnicos de retardo de los depsitos de efectivo o medidas de alarma por omisin (APO) si fuera necesario.

    5. Que ste hubiera diseado un procedimiento operativo para los operadores de la Central re-ceptora de alarmas que permita la recepcin de seales silenciosas de alarma, la verifica-cin por cmaras de la misma, as como la transmisin a los cuerpos policiales buscando la coordinacin con stos en el objetivo comn de eficacia de la seguridad ciudadana.

    6. Que el Servicio de prevencin de riesgos laborales tendra el conocimiento suficiente como para incluir en sus evaluaciones de riesgo de atraco (en el supuesto de existir stas, y si no implementarlos) aquellos elementos que permitan medir el riesgo de cada trabajador de la Red de Oficinas en cuanto al atraco exprs en funcin de factores como la forma de trasla-darse a la Oficina desde su domicilio, el nmero de trabajadores de la Oficina, etc.

    7. Que en funcin de los riesgos evaluados, Director de Seguridad y tcnico de prevencin, es-taran en condiciones de elaborar y distribuir la informacin adecuada a los trabajadores (art. 18 LPRL), y un plan de formacin en la forma prevista en la Ley garantizar que cada trabajador reciba una formacin terica y prctica, suficiente y adecuada (art. 19 LPRL).

    E. Medidas de seguridad para combatir el atraco exprs.- Ya hemos visto como la Ley de Seguridad privada establece el mandato al Director de Seguridad para que ejecute todas las fases del tratamiento de los riesgos: identificacin, anlisis, evaluacin (art. 36.1 b) LSP), y tambin la adopcin de medidas conducentes a prevenir, proteger y reducir la manifestacin de riesgos de cualquier naturaleza (art. 36.1 c) LSP). As mismo la Ley de prevencin de riesgos laborales ordena al empresario con carcter imperativo la adopcin de cuantas medidas sean necesarias para la proteccin de la seguridad y la salud de los trabajadores (art. 14.2 LPRL). Tenemos pues, y a efectos de recapitulacin, un modus operandi con doble conducta infractora de punibilidad penal (el delito de detencin ilegal en concurso medial con el delito de robo con violen-cia e intimidacin), que puede generar dao para la salud de la vctima que, por reunir la condicin de trabajador y estar asociado a l, se convierte por prescripcin legal en un riesgo laboral. Pero el asunto es ms complejo an, porque sendas leyes, la Ley de Seguridad privada y la Ley de prevencin de riesgos laborales, se pronuncian sobre la exigencia empresarial de gestionar de for-ma eficaz este riesgo para los trabajadores con funciones concretas asociadas al Director de Seguri-dad del establecimiento, en colaboracin imprescindible con los Servicios de prevencin de riesgos laborales del Banco. Slo con la debida coordinacin de ambos, y la inexcusable integracin efectiva de la accin pre-ventiva en la gestin general de la empresa, estaremos en condiciones de comenzar a hablar de cierta eficacia. El asunto se perfeccionar implementando las medidas de seguridad necesarias que sern de carcter organizativo, electrnicas, de videovigilancia, y otras que sirvan al propsito que la Ley establece, es decir a prevenir (siempre con carcter previo a la comisin del delito), a prote-ger (en el momento de la comisin de dicho delito) y a reducir los riesgos. En esta labor conjunta y coordinada de gestin del riesgo y de implantacin de medidas de seguri-dad de carcter preventivo sera recomendable (adems de obligado legalmente) tener presentes

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    los principios de la accin preventiva extraordinariamente vigentes a pesar de que fueron incluidos en la LPRL que ya va por sus 20 aos de vigencia. Estos principios de la accin preventiva (art 15.1 LPRL) son: a) Evitar los riesgos. b) Evaluar los riesgos que no se puedan evitar. c) Combatir los riesgos en su origen. d) Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepcin de los puestos de trabajo, as como a la eleccin de los equipos y los mtodos de trabajo y de produccin, con miras, en particular, a atenuar el trabajo montono y repetitivo y a reducir los efectos del mismo en la salud. e) Tener en cuenta la evolucin de la tcnica. f) Sustituir lo peligroso por lo que entrae poco o ningn peligro. g) Planificar la prevencin , buscando un conjunto coherente que integre en ella la tcnica, la organizacin del trabajo, las condiciones de trabajo, las relaciones sociales y la influencia de los factores ambientales en el trabajo. h) Adoptar medidas que antepongan la proteccin colectiva a la individual. i) Dar las debidas instrucciones a los trabajadores. Algunas medidas de seguridad que proponemos, en sintona con estos principios de la accin pre-ventiva y atendiendo al modus operandi habitual del atraco exprs seran:

    1. En primer lugar evitar el riesgo si ello es posible. Resulta difcil evitar absolutamente un riesgo tan ligado a la actividad como el manejo de efectivo en un Banco. El riesgo se puede evitar slo prescindiendo del dinero o prescindiendo de los atracadores, cuestiones que no estn a nuestro alcance. Sin embargo, no debemos olvidar que el riesgo puede reducirse de forma importante con una actuacin de la seguridad privada orientada a la detencin y puesta a disposicin del delincuente de la administracin de justicia. En este sentido ha de tenerse en cuenta que el atraco exprs, a diferencia de un atraco convencional cuya dura-cin es de aproximadamente un minuto y medio, se prolonga en el tiempo de forma impor-tante tanto fuera de la Oficina, trayecto con el trabajador detenido, como dentro de la mis-ma donde la espera a los retardos de los contenedores de efectivo aumenta, no slo la expo-sicin al riesgo del trabajador, sino tambin la propia exposicin del atracador a ser deteni-do.

    2. En segundo lugar, y para aquellos supuestos en los que no se pueda evitar el riesgo, la nor-

    ma prev la evaluacin del mismo. Los profesionales del sector sabemos que este modus operandi del atraco exprs est asociado a Oficinas de un slo trabajador (las oficinas de ms de uno requieren pluralidad de atracadores y por ello aumento del riesgo para todos ellos tambin); a Oficinas con una alta ratio de atracabilidad (cuando la proporcin existen-te entre el dinero del botn y la pena que por concurso de delitos aumenta de forma nota-ble resulta aceptable para el atracador que tambin evala sus riesgos, no lo olvidemos); y adems a un trabajador que acude a su trabajo en vehculo propio (ya que ningn sentido tendra una eventual detencin ilegal en transporte pblico). Todo ello cierra bastante el crculo de la frecuencia con que se presenta y facilita la evaluacin de dicho riesgo que re-comendamos se incluya, caso de existir, en el procedimiento de evaluacin del riesgo de atraco del Banco.

    3. El siguiente principio de la actividad preventiva sera combatir los riesgos en su origen. Se est refiriendo el legislador a que es preciso buscar la causa de la causa y actuar sobre ella. En nuestro caso esa causa eficiente del delito es la existencia de cantidades excesivas de di-nero en efectivo en las Oficinas. Sera recomendable conciliar las necesidades operativas de

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    dinero y habilitar la periodicidad necesaria de visitas del transporte blindado a fin de que esta evaluacin botn/riesgo de penas altas resulte disuasoria para el atracador. Tambin las medidas de carcter organizativo del efectivo ad intra, su gestin, proteccin, manejo fuera de la vista del pblico, etc. deberan ayudar a esta disuasin.

    4. Tener en cuenta la evolucin de la tcnica. Es conocida la forma en que ha evolucionado la tecnologa que hoy se pone a disposicin de los Directores de Seguridad en los ltimos aos. Hoy resulta sencillo y barato disponer de sistemas electrnicos, alarmas anti coaccin que enven seales de alarma silenciosas a la Central receptora de alarmas (CRA), por ejemplo asociadas a los sistema de armado/desarmado del sistema de seguridad de las Oficinas, o a los sistemas de apertura y retardo de los distintos contenedores de efectivo a base de teclear un nmero ms o menos en la clave de apertura que permita que la accin sea transparente para el atracador y nada peligrosa para el trabajador, ya que se inicia la cuenta atrs de la apertura, al mismo tiempo que se enva una seal de alarma silenciosa. Se trata de las de-nominadas alarmas anti coaccin. Especialmente tiles para la modalidad de atraco que nos ocupa seran los sistemas de seguimiento va GPS del dinero sustrado que facilita enorme-mente la tarea de detencin del atracador.

    5. Un principio preventivo esencial es la planificacin de la prevencin a base de integrar la tcnica con la organizacin del trabajo. Se trata de algo que 20 aos despus la Ley de Segu-ridad privada llam medidas de seguridad organizativas. Y es que la tecnologa anti coac-cin que veamos anteriormente debera venir acompaada con la planificacin necesaria, por ejemplo, la elaboracin de un procedimiento especfico que le permita a los operadores de la CRA saber qu deben hacer cuando les llega esa alarma silenciosa anti coaccin. Dis-poner de cmaras de videovigilancia adecuadas en la Oficina facilitar una inmediata valo-racin de lo que est sucediendo en esta Oficina, atendiendo a la hora de que se trate, la vi-sualizacin de las cmaras, etc., de tal manera que el operador est en condiciones de transmitir este evento de alarma a los cuerpos policiales, a los que podr guiar mediante una comunicacin telefnica permanente informndoles de lo que est sucediendo dentro de la Oficina, cundo sale el atracador, si va armado, si tiene algn cmplice, toda ella in-formacin determinante para que el cuerpo policial pueda detener al atracador a la salida, evitando la posibilidad de rehenes, etc.

    6. Y por ltimo, dar las debidas instrucciones a los trabajadores en forma como ya hemos di-

    cho de informacin y formacin, o de instrucciones operativas concretas como dirigirse en todo caso a la CRA en caso de atraco, conocimiento y uso de los sistemas de seguridad, ins-trucciones concretas de manejo y proteccin del efectivo, etc., y no slo a los trabajadores sino tambin a cualquier otro elemento de la cadena de proteccin como seran los opera-dores de la Central receptora de alarmas. En cuanto a la formacin de los trabajadores en este riesgo concreto no sirve con la puesta a disposicin de una accin formativa por inter-net, sino que ha de garantizarse por el empresario que dicha formacin se imparte (art.19 LPRL) y que se trata de una formacin terica y prctica algo que slo puede hacerse bien cuando es presencial e impartida por profesionales de seguridad.