audiencia 14 oct 2015

3
El Santo Padre dará inicio a la audiencia general. Que introducirá con el signo de la cruz y el saludo litúrgico. Preparémonos a escuchar sus palabras y a recibir su bendición. Santo Padre: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. R. Amen Santo Padre: La Paz este con ustedes. R. y con tu Espíritu. La familia 29. Promesa a los niños. Queridos hermanos y hermanas, Hoy como las previsiones del tiempo eran un poco inseguras, se esperaba lluvia, esta audiencia se realiza contemporáneamente en dos lugares, nosotros en la plaza y 700 enfermos en el aula Pablo VI que siguen la audiencia en las pantallas, todos estamos unidos, les saludamos con un aplauso. La palabra de Jesús es fuerte hoy ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Jesús es realista y dice que es inevitable que vengan los escándalos pero ¡ay del hombre que causa el escándalo! Yo quisiera antes de iniciar la catequesis, en nombre de la Iglesia, pedirles perdón por los escándalos que en estos últimos tiempos han ocurrido tanto en Roma como en el Vaticano ¡les pido perdón! Hoy reflexionamos sobre un tema muy importante: las promesas que hacemos a los niños. No hablo tanto de las promesas que hacemos aquí o allí, durante el día, para que están contentos o para que sean buenos, (quizá con algún truco inocente, te doy un caramelo, esas promesas) para convencerles de que se apliquen en el escuela o para disuadirles de algún capricho. Hablo de las promesas más importantes, decisivas para lo que esperan de la vida, para su confianza con los seres humanos, para su capacidad de concebir el nombre de Dios como una bendición. Nosotros, adultos, estamos listos para hablar de los niños como de una promesa de vida. Y también nos conmovemos con facilidad, diciendo a los jóvenes que son nuestro futuro. Es verdad. Pero a veces me pregunto si somos serios sobre su futuro. Con el futuro de los niños, con el futuro de los jóvenes. Una pregunta que debemos hacernos más a menudo es esta: ¿cuánto somos leales con las promesas que hacemos a los niños, haciéndoles venir a nuestro mundo? Nosotros los hacemos venir al mundo y esto es una promesa. ¿Qué les prometemos a ellos? Acogida y cuidado, cercanía y atención, confianza y esperanza, son muchas otras promesas de base, que se pueden resumir en una sola: amor. Nosotros prometemos amor, es decir, el amor que se expresa en la acogida, en el cuidado, en la cercanía, en la atención, en la confianza, en la esperanza. Pero la gran promesa es el amor. Ésta es la forma más adecuada de acoger a un ser humano que viene al mundo, y todos nosotros lo aprendemos, antes aún de ser conscientes. Me gusta mucho cuando veo a los papás y mamás, cuando pasó entre ustedes, y me traen a un niño, a una niña, pequeños. ¿Cuánto tiempo tiene?, tres semanas, cuatro semanas, pero busco que el Señor lo bendiga, esto se llama amor también. La promesa, el amor es una promesa que el hombre y la mujer hacen a cada hijo: desde que es concebido en el pensamiento. Los niños vienen al mundo y se espera tener confirmación de esta promesa: lo esperan de forma total, confiada, indefensa. Basta con mirarles: en todas las razas, en todas las culturas, en todas las condiciones de la vida. Cuando sucede lo contrario, los niños son heridos por un escándalo insoportable, aún más grave, en cuanto que no tienen medios para descifrarlo. No pueden entender qué cosa sucede. Dios vigilia sobre esta promesa, desde el primer instante. ¿Se recuerdan qué dice Jesús?, que los ángeles de los niños reflejan la mirada de Dios, y Dios no pierda nunca de vista a los niños. Ay de aquellos que traicionan su confianza, ay de aquellos. Su confiado abandono a nuestra promesa, que nos compromete desde el primer instante, nos juzga. Y quisiera añadir otra cosa, con mucho respeto por todos, pero también con mucha franqueza. Su espontánea confianza en Dios no debería nunca ser herida, sobre todo cuando lo que sucede es motivo de una cierta presunción (más o menos inconsciente) de sustituir a Dios. La tierna y misteriosa relación de Dios con el alma de los niños no debería ser violado. Es una relación real que Dios la

Upload: ana-gabriela-nunez-palma

Post on 05-Dec-2015

214 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Papa Francisco

TRANSCRIPT

Page 1: Audiencia 14 Oct 2015

El Santo Padre dará inicio a la audiencia general. Que introducirá con el signo de la cruz y el saludo litúrgico. Preparémonos a escuchar sus palabras y a recibir su bendición. Santo Padre: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. R. Amen Santo Padre: La Paz este con ustedes. R. y con tu Espíritu. La familia 29. Promesa a los niños.

Queridos hermanos y hermanas, Hoy como las previsiones del tiempo eran un poco inseguras, se esperaba lluvia, esta audiencia

se realiza contemporáneamente en dos lugares, nosotros en la plaza y 700 enfermos en el aula Pablo VI que siguen la audiencia en las pantallas, todos estamos unidos, les saludamos con un aplauso.

La palabra de Jesús es fuerte hoy ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Jesús es realista y dice que es inevitable que vengan los escándalos pero ¡ay del hombre que causa el escándalo!

Yo quisiera antes de iniciar la catequesis, en nombre de la Iglesia, pedirles perdón por los escándalos que en estos últimos tiempos han ocurrido tanto en Roma como en el Vaticano ¡les pido perdón!

Hoy reflexionamos sobre un tema muy importante: las promesas que hacemos a los niños. No hablo tanto de las promesas que hacemos aquí o allí, durante el día, para que están contentos o para que sean buenos, (quizá con algún truco inocente, te doy un caramelo, esas promesas) para convencerles de que se apliquen en el escuela o para disuadirles de algún capricho. Hablo de las promesas más importantes, decisivas para lo que esperan de la vida, para su confianza con los seres humanos, para su capacidad de concebir el nombre de Dios como una bendición.

Nosotros, adultos, estamos listos para hablar de los niños como de una promesa de vida. Y también nos conmovemos con facilidad, diciendo a los jóvenes que son nuestro futuro. Es verdad. Pero a veces me pregunto si somos serios sobre su futuro. Con el futuro de los niños, con el futuro de los jóvenes. Una pregunta que debemos hacernos más a menudo es esta: ¿cuánto somos leales con las promesas que hacemos a los niños, haciéndoles venir a nuestro mundo? Nosotros los hacemos venir al mundo y esto es una promesa. ¿Qué les prometemos a ellos?

Acogida y cuidado, cercanía y atención, confianza y esperanza, son muchas otras promesas de base, que se pueden resumir en una sola: amor. Nosotros prometemos amor, es decir, el amor que se expresa en la acogida, en el cuidado, en la cercanía, en la atención, en la confianza, en la esperanza. Pero la gran promesa es el amor.

Ésta es la forma más adecuada de acoger a un ser humano que viene al mundo, y todos nosotros lo aprendemos, antes aún de ser conscientes. Me gusta mucho cuando veo a los papás y mamás, cuando pasó entre ustedes, y me traen a un niño, a una niña, pequeños. ¿Cuánto tiempo tiene?, tres semanas, cuatro semanas, pero busco que el Señor lo bendiga, esto se llama amor también.

La promesa, el amor es una promesa que el hombre y la mujer hacen a cada hijo: desde que es concebido en el pensamiento. Los niños vienen al mundo y se espera tener confirmación de esta promesa: lo esperan de forma total, confiada, indefensa. Basta con mirarles: en todas las razas, en todas las culturas, en todas las condiciones de la vida.

Cuando sucede lo contrario, los niños son heridos por un escándalo insoportable, aún más grave, en cuanto que no tienen medios para descifrarlo. No pueden entender qué cosa sucede. Dios vigilia sobre esta promesa, desde el primer instante. ¿Se recuerdan qué dice Jesús?, que los ángeles de los niños reflejan la mirada de Dios, y Dios no pierda nunca de vista a los niños. Ay de aquellos que traicionan su confianza, ay de aquellos. Su confiado abandono a nuestra promesa, que nos compromete desde el primer instante, nos juzga.

Y quisiera añadir otra cosa, con mucho respeto por todos, pero también con mucha franqueza. Su espontánea confianza en Dios no debería nunca ser herida, sobre todo cuando lo que sucede es motivo de una cierta presunción (más o menos inconsciente) de sustituir a Dios. La tierna y misteriosa relación de Dios con el alma de los niños no debería ser violado. Es una relación real que Dios la

Page 2: Audiencia 14 Oct 2015

quiere y Dios la cuida. El niño está preparado desde el nacimiento para sentirse amado por Dios. Desde el principio es capaz de sentir que es amado por sí mismo, un hijo siente también que hay un Dios que ama a los niños.

Los niños, recién nacidos, comienzan a recibir como regalo, junto con el alimento y los cuidados, la confirmación de las cualidades espirituales del amor. Los actos de amor pueden pasan a través del don del nombre personal, el compartir el lenguaje, las intenciones de las miradas, lo que iluminan las sonrisas. Aprenden así que la belleza de la unión entre los seres humanos se dirige hacia nuestra alma, busca nuestra libertad, acepta la libertad del otro, lo reconoce y lo respeta como interlocutor.

Un segundo milagro, una segunda promesa: nosotros - padre y madre – ¡nos donamos a ti, para que tú te dones a ti mismo! Y esto es amor, ¡que trae una chispa de aquello de Dios! Pero ustedes, padres y madres tienen esta chispa de Dios que dan a los niños, ustedes son instrumento del amor de Dios y esto es bello, bello, bello.

Solo si miráramos a los niños con los ojos de Jesús, podríamos realmente entender en qué sentido, defendiendo la familia, protegemos a la humanidad.

El punto de vista de los niños es el punto de vista del Hijo de Dios. La Iglesia misma, en el Bautismo, hace grandes promesas a los niños, con las que compromete a los padres y a la comunidad cristiana. La santa Madre de Jesús por medio de la cual el Hijo de Dios ha llegado a nosotros, amada y generado como un niño haga a la Iglesia capaz de seguir el camino de maternidad y de su fe. Y san José hombre justo, que lo ha acogido y protegido, honrando con valentía la bendición y la promesa de Dios nos haga dignos de hospedar a Jesús en cada niño que manda sobre la tierra.

Padre Santo, los peregrinos de lengua española presentes en esta audiencia, le ofrecen la expresión de su sincera devoción y filial gratitud. Y lo acompañan aquí presentes exprimen, al sucesor de Pedro sincera fidelidad y filial devoción que acompañan con fervientes oraciones al Señor por todas la intenciones de su universal ministerio apostólico. Al final de la audiencia, se cantara la oración del Padre Nuestro en Latín, al terminar este, el Santo Padre impartirá a todos presentes la bendición apostólica que extiende a todas las personas queridas, en modo especial a los niños, a los enfermos, a cuantos sufren. La bendición se extiende a los rosarios y a los objetos de devoción que cada uno lleva consigo. ESPAÑOL:

Queridos hermanos y hermanas: Hoy reflexionaremos sobre el tema de las promesas que hacemos a los niños. No me refiero a

esas pequeñas promesas que hacemos habitualmente para que se porten bien o se esfuercen en el colegio, sino más bien a la promesa contenida en el hecho de traerles a la vida. Esta promesa de acogida, cuidado, cercanía y atención concreta, se puede resumir en una palabra: Amor. A los chicos les prometemos amor. Una promesa de amor, en definitiva, que hemos aprendido de nuestros padres antes incluso de ser conscientes y que, con una actitud inerme y confiada, todo niño espera que le sea correspondida íntegramente. Si esto no sucede, se les hiere profundamente. Por eso, Jesús en el Evangelio nos alerta de que Dios y sus ángeles velan sobre esta responsabilidad.

El niño recibe de su familia, con su nombre y con las primeras palabras y sonrisas y caricias, la belleza de estar con los demás, aprendiendo a ser libre y aceptar a los otros. En el bautismo, la Iglesia a través de los padres y la comunidad se une a estas promesas. Desde el momento que el niño es capaz de sentirse amado por sí mismo, siente que hay un Dios que lo ama. Su espontánea confianza en Dios nunca debe ser vulnerada, sobre todo con nuestra presunción de sustituir al Señor.

* * *

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Que la Virgen María y san José, que tuvieron bajo su custodia al Hijo de Dios, nos enseñen a acoger a Jesús en cada niño. Muchas gracias.

Page 3: Audiencia 14 Oct 2015

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. De modo especial quiero saludar a los 33 mineros chilenos que estuvieron atrapados en las entrañas de la tierra durante 70 días, creo que cualquiera de ustedes sería capaz de venir acá y decirnos que significa la esperanza. Gracias por tener esperanza en Dios. Que la Virgen María y san José, que tuvieron bajo su custodia al Hijo de Dios, nos enseñen a acoger a Jesús en cada niño. Muchas gracias.

Padre Santo, los peregrinos de lengua italiana presentes en esta audiencia, le ofrecen la expresión de su sincera devoción y filial gratitud. Y lo acompañan aquí presentes exprimen, al sucesor de Pedro sincera fidelidad y filial devoción que acompañan con fervientes oraciones al Señor por todas la intenciones de su universal ministerio apostólico. Al final de la audiencia, se cantara la oración del Padre Nuestro en Latín, al terminar este, el Santo Padre impartirá a todos presentes la bendición apostólica que extiende a todas las personas queridas, en modo especial a los niños, a los enfermos, a cuantos sufren. La bendición se extiende a los rosarios y a los objetos de devoción que cada uno lleva consigo. ITALIANO:

El próximo sábado 17 de octubre celebraremos la Jornada Mundial del rechazo a la miseria. Esta jornada tienen como propósito aumentar los esfuerzos para eliminar la pobreza extrema y la discriminación y la de asegurar que cada uno pueda ejercer plenamente los propios derechos fundamentales. Todos estamos invitados a hacer nuestra esta intención, para que la caridad de Cristo llegue y anime a los hermanos y las hermanas más pobres y numerosas.

Dirijo una cordial bienvenida a los fieles de lengua italiana. Saludo en particular a los Superiores Mayores de los Clérigos Regulares de Somasca y a las

Religiosas de la Unión Superior Mayores de Italia. Estoy encantado de acoger los participantes al camino de la unión Nacional Pro Loco de Italia,

a la asociación italiana Cristiana Centros y Obras de Solidaridad de Molfetta y a los socios del Banco de Viterbo.

En el día en que se hace memoria del Papa San Calixto mártir, al cual son dedicadas las célebres catacumbas, deseo a todos los peregrinos reunidos en Roma que el recuerdo de muchos valientes testigos de Cristo fortalezcan la fe de cada uno.

* * *

Dirijo un pensamiento especial a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. En este mes de octubre todos estamos llamados a sostener las misiones con la oración y la solidaridad. Queridos jóvenes, acojan con alegría la invitación del Señor a utilizar sus mejores energías al anuncio del Evangelio; queridos enfermos, les agradezco, porque la ofrenda de su sacrificio es muy preciosa para cuantos aun no conocen el amor de Dios; queridos esposos, continúen proclamando con la vida el afecto fiel del Señor. Padre nuestro. El Señor este con ustedes / R. Y con su Espíritu Bendito sea el nombre del Señor / R. ahora y por siempre Nuestro auxilio es el nombre del Señor / R. que hizo cielo y tierra Los bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo/ R. Amén