autismo

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AUTISMO El autismo es el rechazo último de enfrentarse a la realidad física del mundo exterior, lo cual trae una forma de repliegue sobre mi mundo exterior en el cual reinan lo imaginario y los fantasmas. Huyo una situación o mi entorno porque me duele demasiado, o porque veo mi sensibilidad maltratada. Mi pena, mi tristeza o mi desesperación son tan grandes que me “corto” de lo físico mientras sigo teniendo este mismo cuerpo físico. El mundo exterior me aparece como hostil y amenazador. El hecho que yo, como persona autista, me haya “encerrado” voluntariamente en mi “burbuja” hermética implica que reciba miles de informaciones al día que están “almacenadas” y “guardadas” en mi mundo interior en vez de intercambiar éstas con otras personas. Me hallo en un agujero negro, una carretera que me parece sin salida. Tengo la sensación de que los criterios que debo alcanzar son tan altos que es más fácil retractarme dentro de un mutismo en vez de tener que superarme constantemente y tener que “rendir cuentas” a otros (padres, profesores, autoridad, jefe, etc.…) Es posible tratar este tipo de caso, pero las curaciones serán mucho más interiores que exteriores, suponiendo que existan. De cualquier forma, mi entorno debe ser capaz de comunicar a partir del interior (o del mundo interior) conmigo para llevarme a conectarme de nuevo o más con el mundo físico. Así, proyectándome en mi mundo interior, se puede tomar contacto mejor conmigo y reconocer mejor mis necesidades y mis miedos para que pueda luego manifestar la confianza y la apertura necesarias para volver a conectar con el mundo físico. Bibliografia EL GRAN DICCIONARIO DE LAS DOLENCIAS Y ENFERMEDADES, JACQUES MARTEL. Editions Quintessence. Autismo (Psicoan.) Constituye una forma específica de retraerse, de alejarse del mundo, de poner en marcha los procesos de involución. También se refiere a una modalidad de construcción de pensamiento que presenta semejanzas formales con la que se encuentra en el

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Autismo

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AUTISMO

El autismo es el rechazo último de enfrentarse a la realidad física del mundo exterior, lo cual trae una forma de repliegue sobre mi mundo exterior en el cual reinan lo imaginario y los fantasmas. Huyo una situación o mi entorno porque me duele demasiado, o porque veo mi sensibilidad maltratada.

Mi pena, mi tristeza o mi desesperación son tan grandes que me “corto” de lo físico mientras sigo teniendo este mismo cuerpo físico. El mundo exterior me aparece como hostil y amenazador. El hecho que yo, como persona autista, me haya “encerrado” voluntariamente en mi “burbuja” hermética implica que reciba miles de informaciones al día que están “almacenadas” y “guardadas” en mi mundo interior en vez de intercambiar éstas con otras personas. Me hallo en un agujero negro, una carretera que me parece sin salida. Tengo la sensación de que los criterios que debo alcanzar son tan altos que es más fácil retractarme dentro de un mutismo en vez de tener que superarme constantemente y tener que “rendir cuentas” a otros (padres, profesores, autoridad, jefe, etc.…) Es posible tratar este tipo de caso, pero las curaciones serán mucho más interiores que exteriores, suponiendo que existan. De cualquier forma, mi entorno debe ser capaz de comunicar a partir del interior (o del mundo interior) conmigo para llevarme a conectarme de nuevo o más con el mundo físico. Así, proyectándome en mi mundo interior, se puede tomar contacto mejor conmigo y reconocer mejor mis necesidades y mis miedos para que pueda luego manifestar la confianza y la apertura necesarias para volver a conectar con el mundo físico.

Bibliografia

EL GRAN DICCIONARIO DE LAS DOLENCIAS Y ENFERMEDADES, JACQUES MARTEL. Editions Quintessence.

Autismo

(Psicoan.) Constituye una forma específica de retraerse, de alejarse del mundo, de poner en marcha los procesos de involución. También se refiere a una modalidad de construcción de pensamiento que presenta semejanzas formales con la que se encuentra en el juego de los niños, en los sueños, en la creación artística o en los pueblos primitivos, pero su expresión más característica y patológica se halla en la esquizofrenia. Se distingue por el predominio totalizante del componente subjetivo (proceso primario). Es un pensamiento en el cual se pierde la distancia entre el deseo, el temor y la acción. Se pierde también la simbolización, o los símbolos habituales son reemplazados por otros muy arcaicos; así mismo, se dota de características vitales a lo inanimado (animismo). / Autismo infantil precoz: entre sus características se encuentran la incapacidad para relacionarse con la madre, el padre, otros niños u otros adultos significativos; aislamiento y retraimiento; lenguaje muy empobrecido (aunque muchos presentan mutismo congénito); calidad repetitiva de las frases; necesidad de organización de su mundo de manera rígida y estereotipada, con tendencia a acciones repetitivas que parecen esenciales para la conservación de su medio ambiente; imposibilidad de defenderse de los peligros; relaciones muy intensas con objetos inanimados, particularmente de forma circular, que les permiten ejercer poder y control.

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El bebé no carga, no catectiza la figura de la madre. / (Psi. del desarrollo) Es un raro desorden de desarrollo (se presenta en 3 de cada 10.000 personas) que implica la incapacidad de comunicarse o responder a otras personas. Se desarrolla dentro de los primeros dos años de vida, algunas veces incluso en el cuarto mes. El niño no gatea, no establece contacto visual con sus cuidadores, no establece apego evidente con sus cuidadores y difícilmente aprende a hablar, utilizando un repertorio de vocabulario reducido. Las investigaciones muestran que el cerebro de una persona autista no se encuentra totalmente desarrollado y que la interferencia con el desarrollo parece ocurrir ya sea durante la vida prenatal temprana o durante el primer o segundo año de nacido.

Bibliografia

Diccionario de psicología / Natalia Consuegra Anaya. -- 2a. ed. -- Bogotá: Ecoe Ediciones, 2010.

Autismo

(al. Autismus; fr. autisme; ingl. autism; it. autismo)

Término acuñado por E. Bleuler para describir a individuos completamente absortos en sus propias experiencias interiores con la consiguiente pérdida de cualquier interés por la realidad externa, las cosas y los otros. El término autismo, derivado del griego an’ tóV, que significa “sí mismo”, tiene un uso genérico y uno específico referido a los niños, y diferente de la denominación autismo infantil precoz.

En su acepción general el autismo presenta las características de una clausura de las relaciones comunicativas con el mundo exterior, con el consiguiente retiro en sí mismo, en la propia vida interior, autocéntrica y dominada por la subjetividad. El pensamiento autista se alimenta casi exclusivamente de producciones endógenas con materiales derivados sólo del sujeto, a partir de los sueños con los ojos abiertos, de las fantasías, de los delirios y de las alucinaciones; si después la realidad ofrece el material, el sujeto no es consciente, o lo dota inmediatamente de contenidos subjetivos.

Autismo, desreísmo (v. desrealización) e introversión (v.) están estrechamente vinculados entre sí. Cuando el autismo presenta un acercamiento desreísta a la vida entonces, según Bleuler, es uno de los síntomas fundamentales de la esquizofrenia. En su aproximación a la vida el sujeto es completamente egoísta en el sentido literal y no valorativo del término; su yo, que vive excluyendo sistemáticamente la realidad externa, está en armonía soló con sus ideas y con sus emociones, incapaz de dirigir sus energías hacia objetos fuera de sí mismo.

Es común diferenciar el autismo infantil precoz, no propiamente clasificable en los síndromes esquizofrénicos, porque, mientras el esquizofrénico retira su interés del mundo, el niño autista simplemente no lo instaura.

Acerca de las razones de este síndrome las opiniones son muy diferentes: se va de la posición de L. Kanner, según el cual el autismo infantil es innato y no ocasionado por una educación equivocada, a la posición de B. Bettelheim, quien afirma que el autismo tiene raíces psicológicas semejantes a las del narcisismo, pues la libido está invertida en el yo, en lugar de en los objetos.

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1] CARACTERES DEL AUTISMO INFANTIL PRECOZ.

El niño autista, esencialmente normal en los primeros seis meses de vida, se vuelve anafectivo, mostrando escaso interés por cualquier estímulo tanto auditivo como visual y oponiéndose a toda manifestación de afecto. Un aspecto común de este cuadro es el retraso en el lenguaje, mientras el desarrollo motor está generalmente dentro de la norma. La afectación de las relaciones con los padres implica que el niño no atraviese las fases normales de ansiedad, de abandono o de miedo por las personas extrañas, así como no manifiesta ningún interés por la compañía de los demás, prefiriendo pasar su tiempo en actitudes de tipo ritualista y de carácter repetitivo. Resistente a cualquier cambio, por lo que por ejemplo el destete o el uso del cuchillo en la alimentación pueden representar serios problemas, el niño autista muestra un deseo obsesivo y angustiante por mantener el statu quo y ofrece un aspecto inteligente y pensativo, a pesar de tener una modesta inteligencia y con frecuencia un daño auditivo. Kanner ve en el autismo infantil los caracteres del ensimismamiento, la inaccesibilidad, la soledad, la incapacidad de relacionarse; el cuadro se completa con los juegos sumamente repetitivos seguidos por reacciones de ira si son interrumpidos, preferencia por los movimientos rítmicos como rodar y mecerse, ecolalia (v. ecofenómeno), sustitución del pronombre personal “yo” con “él” y el consiguiente discurso sobre sí mismo en tercera persona.

A Kanner también se debe la diferenciación entre autismo infantil y autismo esquizofrénico: en el primer caso el trastorno autista está presente desde la primera infancia, mientras el esquizofrénico parece normal en los dos primeros años de vida; además, el niño autista es apático, rígido, desapegado y más aislado que el esquizofrénico, que en cambio muestra con frecuencia una voluntad motriz excesiva y apego hacia el cuerpo del adulto. Los padres de los niños autistas pertenecen a un modelo sumamente coherente con caracteres de notable inteligencia, productividad y con un nivel social elevado; en apariencia fríos y emotivamente impasibles, parecen obsesionados por el deseo de educar niños perfectos.

2] INTERPRETACIONES DEL AUTISMO INFANTIL PRECOZ.

En su primera publicación sobre el autismo infantil, Kanner escribe: “Debemos suponer que estos niños vienen al mundo con una incapacidad innata para establecer el contacto afectivo normal de naturaleza biológica con las personas, tal como sucede con otros niños que vienen al mundo con desventajas físicas o intelectuales congénitas. Si nuestra suposición es correcta, un estudio más profundo de estos niños debería contribuir a proporcionar criterios concretos a los conceptos todavía vagos de los componentes constitucionales de las reacciones afectivas. Parece, en efecto, que nos encontramos frente a ejemplos clásicos de un trastorno autista innato del contenido afectivo” (1943: 248).

Diametralmente opuesta es la tesis de L. Eisenberg, que inició sus investigaciones sobre el autismo en colaboración con Kanner.

Según Eisenberg la etiología del autismo se debe buscar en la educación, a propósito de la cual escribe: “Los crían de una manera que puede ser definida como una caricatura del conductismo watsoniano, según un esquema que ellos encuentran muy adecuado. Se interesan en el niño sólo en la medida en la que él se demuestra capaz de ejecutar automatismos; de ahí la frecuencia, entre los niños autistas, de prodigiosas explosiones recitativas de cosas aprendidas de memoria.

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Se exige el conformismo, se quiere tener un niño ‘perfecto’ o, lo que es lo mismo, un niño que obedece, que ejecuta, que no tiene exigencias propias” (1957: 720). Y: “Se puede pensar que su potencial intelectual está limitado desde el principio, amén de que parece inevitable que un niño cuyo contacto con el ambiente está tan gravemente limitado sufra un deterioro intelectual irreversible, cuando las ocasiones de progreso se reducen a cero a causa de la ausencia de una experiencia normal, concepto revalidado también con los estudios realizados en animales” (1956: 610).

Entre la posición “innatista” de Kanner y la adquirida de Eisenberg se coloca L. Bender, que considera el autismo como una reacción defensiva secundaria por una lesión del sistema nervioso central: “Desde hace mucho considero que el autismo es un mecanismo de defensa que se encuentra frecuentemente en los jóvenes esquizofrénicos, en los niños con lesión cerebral, en los sujetos que han sufrido serios traumas o carencias afectivas graves.

Estos niños se retiran del mundo para protegerse de la desorganización y la angustia vinculadas a esta patología de base [...] de su patrimonio genético, de su cerebro, de sus órganos perceptivos, de sus relaciones sociales” (1960: 83). De opinión exactamente opuesta es B. Rimland, para quien “los niños afectados por ese trastorno primario que es el autismo infantil precoz están genéticamente predispuestos a esta forma morbosa a causa de una inteligencia superior innata de la que se defienden con el autismo, que debe interpretarse como una desviación genética inhibitoria” (1964: 23).

R.A. Spitz intentó por primera vez una interpretación psicoanalítica del autismo, según la cual la carencia afectiva, junto a la ausencia de estimulaciones adecuadas, induce en el niño una depresión anaclítica (v. anaclisis, § 3) además de un grave retraso afectivo e intelectual.

En esta línea está C.E. Goshen, que hizo extensivo el estudio del autismo a los núcleos familiares, e insistió en el efecto nefasto de la madre que no es capaz de estimular al niño y de enviarle señales coherentes durante ciertos períodos críticos de la primera infancia, en especial entre el sexto y el decimoctavo mes. Así el niño puede no llegar a aprender el significado del lenguaje y, en ciertos casos, caer en una condición de debilidad mental.

Finalmente Bettelheim resuelve la polémica entre causas orgánicas y causas psíquicas asumiendo esta posición: “Considero que el cuerpo y la psique en la primera infancia están tan poco diferenciados que esta discusión acerca de la hipótesis orgánica o psicógena aparecerá completamente ociosa en una era científica un poco más iluminada. En efecto, es necesario que el cerebro del niño sea estimulado por experiencias sensoafectivas para que las funciones cognoscitivas y la capacidad de relación se desarrollen plenamente, aunque el niño haya nacido con un potencial de funcionamiento mental y afectivo por completo normales” (1967: 421). Partiendo de esta premisa Bettelheim promueve su interpretación psicoanalítica en estos términos: “Creo que la causa inicial del retiro autista es la interpretación correcta, por parte del niño, de la actitud negativa con la que se aproximan las figuras más significativas de su ambiente. Esto, a su vez, provoca en él accesos de cólera hasta que comienza –igual que muchos adultos– a interpretar el mundo a imagen de su propia ira. Todos nosotros lo hacemos de vez en cuando, y todos los niños lo hacen con mucha más frecuencia que nosotros los adultos. El drama del niño destinado a transformarse en autista es que su visión fantasmática del mundo es confirmada después por su mundo real; y esto en una edad precoz en la que le falta cualquier otra experiencia

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más benigna capaz de equilibrarlo. Es este hecho el que lo conduce a adoptar la posición autista, y no la proyección de su yo agresivo, aunque tal proyección rápidamente tendrá su parte en el proceso” (1967: 47).

BIBLIOGRAFÍA: Bender, L. (1960); Bettelheim, B. (1967); Bleuler, E. (1911-1960); Eisenberg, L. (1956); Eisenberg (1963); Kanner, L. (1943); Rimland, B. (1964); Spitz, R.A. (1946); Wing, L. (1968).

Bibliografia Original

Diccionario de psicología; umberto galimberti; siglo veintiuno editores, s.a. de c.v. primera edición en español: 2002.

AUTISMO

Este término se utiliza en psiquiatría para caracterizar una conducta de separación de la realidad que consiste en un repliegue del enfermo sobre sí mismo, vuelto totalmente hacia su mundo interior. Entre otros numerosos síntomas se puede observar: mutismo, retraimiento afectivo, rechazo a los alimentos, ausencia del YO en las frases y dificultad para mirar a alguien a los ojos.

De acuerdo con las investigaciones realizadas a este respecto, se dice que la causa del autismo se remonta a algún momento antes de los 8 meses de edad. En mi opinión, el niño autista tiene un vínculo kármicomuy fuerte, principalmente con su madre. El niño "elige" el autismo (de manera inconsciente) para escapar de su realidad. Es probable que en una vida anterior este niño haya vivido alguna experiencia muy difícilcon su madre actual y que ésta sea su manera de vengarse, rechazando todo alimento y afecto que provenga de ella. También es un rechazo de su encarnación. Si tú eres la madre de un niño autista y lees esto, te sugiero que leas esta parte a tu hijo; no importa su edad, el alma del niño puede comprender.

El niño autista debe aceptar que si eligió volver a este planeta, seguramente tiene experiencias que vivir. Le beneficiaría creer que tiene todo lo necesario para hacer frente a esta vida y que la única manera de superarse y evolucionar es viviendo las experiencias que le depare. Los padres de un niño autista no deben sentirse culpables y aceptar que esta enfermedad es la elección del niño, pues forma parte de las experiencias que debe vivir. Sólo él puede decidir salir un día de ella. El decidirá si quiere vivir la experiencia de la fuga toda su vida o aprovechar esta nueva encarnación para vivir muchas otras experiencias.

Los padres pueden tener una participación importante queriendo a este niño incondicionalmente y dándole el derecho de decir lo que quiere, incluyendo si quiere salir o no de su autismo. También es importante que los familiares de este niño compartan con él sus experiencias vitales, sus dificultades, sin hacerlo sentir culpable. Todas y cada una de las personas afectadas por el niño autista tienen algo que aprender de esta experiencia. Para descubrirlo es necesario observar lo que le resulta difícil a cada uno. El adulto que le lea estas líneas a un niño autista, puede incluir su nombre en el texto. El niño captará las vibraciones.

El autismo es el rechazo último de enfrentarse a la realidad física del mundo exterior, lo cual trae una forma de repliegue sobre mi mundo exterior en el cual reinan lo imaginario y los fantasmas. Huyo una situación o mi entorno porque me duele demasiado, o porque veo mi sensibilidad maltratada. Mi pena, mi tristeza o mi desesperación son tan grandes que me “corto” de lo físico

Page 6: Autismo

mientras sigo teniendo este mismo cuerpo físico. El mundo exterior me aparece como hostil y amenazador. El hecho que yo, como persona autista, me haya “encerrado” voluntariamente en mi “burbuja” hermética implica que reciba miles de informaciones al día que están “almacenadas” y “guardadas” en mi mundo interior en vez de intercambiar éstas con otras personas. Me hallo en un agujero negro, una carretera que me parece sin salida. Tengo la sensación de que los criterios que debo alcanzar son tan altos que es más fácil retractarme dentro de un mutismo en vez de tener que superarme constantemente y tener que “rendir cuentas” a otros (padres, profesores, autoridad, jefe, etc..) Es posible tratar este tipo de caso, pero las curaciones serán mucho más interiores que exteriores, suponiendo que existan. De cualquier forma, mi entorno debe ser capaz de comunicar a partir del interior (o del mundo interior) conmigo para llevarme a conectarme de nuevo o más con el mundo físico. Así, proyectándome en mi mundo interior, se puede tomar contacto mejor conmigo y reconocer mejor mis necesidades y mis miedos para que pueda luego manifestar la confianza y la apertura necesarias para volver a conectar con el mundo físico.

Bibliografia

El gran diccionario de las dolencias y enfermedades; Sanate y Sana.

T R A S T O R N O D E L E S P E C T R O A U T I S T A

El autismo es un trastorno del desarrollo del sistema nervioso caracterizado por alteración de la interacción y comunicación social, patrones de conducta repetitivos y estereotipados y desarrollo intelectual desigual, a menudo con retraso mental. Los síntomas aparecen ya en la primera infancia. En la mayoría de los niños, la causa se desconoce, pero algunos datos apoyan un componente genético; en algunos casos, el autismo puede deberse a una enfermedad médica. El diagnóstico se basa en los antecedentes del desarrollo y en la observación. El tratamiento consiste en tratamiento conductual y, a veces, farmacoterapia.

El autismo, un trastorno del desarrollo del sistema nervioso, es el más frecuente de los llamados trastornos generalizados del desarrollo (TGD; Tabla 299-2). Dada la amplia variabilidad clínica de estos cuadros, muchos autores también se refieren a otros TGD como «trastornos del espectro autista». Los cálculos sobre su prevalencia oscilan entre 5/10.000 y 50/10.000. El autismo es 2-4 veces más frecuente en los varones. En la última década ha producido un rápido incremento del diagnóstico de los trastornos del espectro autista en parte debido a los cambios de los criterios diagnósticos.

Etiología

La mayoría de los casos de trastornos del espectro autista guarda relación con las enfermedades que afectan al encéfalo. Sin embargo, se han descrito casos asociados al síndrome de rubéola congènita, a la enfermedad por inclusiones citomegálicas, a la fenilcetonuria y al síndrome del cromosoma X frágil.

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ESPECTRO DE LOS TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO

CARACTERÍSTICAS

Síndrome de Asperger

Lenguaje y cognición en general mejores que en el autismo; aislamiento social y a menudo considerado como extraño o excéntrico; torpeza, patrones de conducta, intereses y actividades repetitivos, respuestas sensoriales atípicas (p. ej., gran sensibilidad a los ruidos, a los olores o los sabores de los alimentos o a las texturas de los tejidos), deficiencias pragmáticas (p. ej., uso extremadamente concreto del lenguaje o dificultad para reconocer la ironía o las bromas).

Autismo (trastorno autista)

Comienzo antes de los 3 años; alteración de la interacción y la comunicación social; conducta estereotipada y repetitiva; cierto grado de retraso mental en la mayoría de los casos: en algunos casos, grave regresión del lenguaje y de la sociabilidad entre los 18 y 24 meses.

Trastorno desintegrativo infantil

Tras 2 años de crecimiento normal, se produce una importanteregresión en al menos dos de los siguientes aspectos; intestinal, habilidades motoras; en último término puede llegar a ser más grave que el autismo típico; otros comportamientos pueden simular el autismo o la esquizofrenia infantil.

Trastorno generalizado del desarrollo sin otra especificación

No cumple los criterios de ninguno de los demás subtipos, sino que comprende una amplia variedad de problemas cognitivos y conductuales y alteraciones de las interacciones sociales; menos grave que el autismo.

Síndrome de Rett

Afecta al desarrollo tras un período inicial de 6 meses de desarrollo normal; desaceleración del crecimiento cefálico, grave retraso mental, alteración de la interacción social, pérdida del lenguaje y uso de las manos sin objeto (que da lugar a una «estereotipia de lavarse las manos»), convulsiones, características autistas, ataxia; afecta de fon" casi exclusiva a niñas (se debe a una mutación del gen MECP2 del cromosoma Xq28).

Existen pruebas convincentes que apoyan un componente genético. El riesgo de que los padres de un niño con un TGD tengan otro hijo con el mismo problema es 50-100 veces mayor que en la población general. El porcentaje de concordancia de autismo es elevado en los gemelos homocigotos. Los estudios familiares revelan varias posibles áreas de genes diana, entre ellos los relacionados con los receptores de neurotransmisores (GABA) y del control estructural del SNC (genes HOX). Se han propuesto también causas ambientales (como las vacunas y varias dietas), pero no se han demostrado. Es probable que gran parte de la patogenia del autismo dependa de anomalías de la estructura y la función encefálicas. Algunos niños afectados tienen unos

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ventrículos de gran tamaño, en otros hay hipoplasia del vermis cerebeloso y en otros más se constatan anomalías de los núcleos del tronco del encéfalo.

Síntomas, signos y diagnóstico

El autismo suele manifestarse en el primer año de la vida y siempre antes de los 3 años.

Se caracteriza por una interacción atípica (p. ej., falta de fijación, incapacidad para abrazar o desarrollar relaciones recíprocas, evitación de la mirada a los ojos), insistencia en la monotonía (p. ej., resistencia a los cambios, rituales, intensa fijación a objetos familiares, actos repetitivos), problemas del habla y el lenguaje (que oscilan desde el mutismo total al retraso del comienzo del lenguaje, pasando por el uso idiosincrásico del mismo) y rendimiento intelectual desigual. Algunos niños afectados se autolesionan. Alrededor del 25% de los pacientes experimentan una perdida demostrada de las habilidades que ya habían adquirido.

La teoría actual sostiene que un problema fundamental en los trastornos del espectro autista es la «ceguera mental», es decir, la incapacidad para imaginar lo que otra persona puede estar pensando. Parece que esta dificultad es la que produce las anomalías de la interacción que, a su vez, conducen al desarrollo anormal del lenguaje. Uno de los primeros y más sensibles marcadores del autismo es la incapacidad de un niño de 1 año para señalar objetos con intención de comunicación. Se ha propuesto que el niño no puede imaginar que otra Persona comprenderá lo que le está indicando; Por tanto, para indicar lo que quiere, se limita a tocar físicamente el objeto deseado o usa la mano del adulto como herramienta.

Las alteraciones neurológicas no focales incluyen una marcha mal coordinada y movimientos motores estereotipados. Un 20% -40% de estos niños sufre convulsiones (sobre todo los que tienen un cociente de inteligencia [Cl] <50).

El diagnóstico es clínico y suele exigir la demostración de una alteración de la interacción y la comunicación social y de comportamientos o intereses limitados, repetitivos y estereotipados.

Las pruebas de detección selectiva son el Social Communication Questionnaire. el M-CHAT y otros. Las pruebas diagnósticas formales que constituyen el «patrón de referencia como el Autism Diagnostic Observation Schedule (ADOS), basado en los criterios DSM-1V, suelen ser aplicadas por psicólogos. La realización de pruebas en los niños autistas es por lo general difícil y en las pruebas de inteligencia, estos niños tienden a obtener mejores resultados en los apartados de rendimiento que en los verbales; a veces se encuentran ejemplos de rendimiento adecuado para la edad pese al retraso en otras áreas. No obstante, un estudio de CI efectuado por un experto suele proporcionar información útil sobre el pronóstico.

T r a t a m i e n t o

El tratamiento suele ser multidisciplinario y estudios recientes demuestran beneficios medibles con estrategias intensivas de tipo conductual que estimulan la interacción y la comunicación significativa. Los psicólogos y los educadores se centran en el análisis conductual y después acoplan las estrategias de tratamiento conductual a los problemas conductuales específicos de cada paciente, tanto en su hogar como en la escuela. La terapia del habla y el lenguaje debe iniciarse pronto, utilizando diversos medios como la señalización, el intercambio de imágenes y la

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comunicación verbal. Los terapeutas físicos y ocupacionales planifican y ponen en marcha estrategias para contribuir a que los niños afectados compensen sus deficiencias específicas de la función y la planificación motora. Los ISRS pueden mejorar el control de los comportamientos rituales. Los antipsicóticos y los estabilizadores del estado de ánimo, como valproato, pueden ayudar a controlar la conducta autoagresiva.

Bibliografia

ELMANUAL MERCK DE DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO; UNDÉCIMA EDICIÓN ESPAÑOLA; EL SEVIER

Edicion Copyright © 2007, Merck & Co., Inc.

AUTISMO

Bloqueo físico:

Es una conducta de separación de la realidad que consiste en un repliegue del enfermo sobre sí mismo, vuelto totalmente hacia su mundo interior. Entre otros numerosos síntomas, se puede observar: mutismo, retraimiento afectivo, rechazo a los alimentos, ausencia del YO en las frases, y dificultad para mirar a alguien a los ojos.

Bloqueo emocional:

De acuerdo con las investigaciones realizadas a este respecto, se dice que la causa del autismo se remonta a algún momento antes de los 8 meses de edad. En mi opinión, el niño autista tiene un vínculo kármico muy fuerte, principalmente con su madre. El niño "elige" el autismo (de manera inconsciente) para escapar de su realidad. Es probable que en una vida anterior este niño haya vivido alguna experiencia muy difícil con su madre actual y que ésta sea su manera de vengarse, rechazando todo alimento y afecto que provenga de ella. También es un rechazo de su encarnación. Si tú eres la madre de un niño autista y lees esto, te sugiero que leas esta parte a tu hijo; no importa su edad, el alma del niño puede comprender.

Bloqueo mental:

El niño autista debe aceptar que si eligió volver a este planeta, seguramente tiene experiencias que vivir. Le beneficiaría creer que tiene todo lo necesario para hacer frente a esta vida y que la única manera de superarse y evolucionar es viviendo las experiencias que le depare. Los padres de un niño autista no deben sentirse culpables y aceptar que esta enfermedad es la elección del niño, pues forma parte de las experiencias que debe vivir. Sólo él puede decidir salir un día de ella. El decidirá si quiere vivir la experiencia de la fuga toda su vida o aprovechar esta nueva encarnación para vivir muchas otras experiencias.

Los padres pueden tener una participación importante queriendo a este niño incondicionalmente y dándole el derecho de decir lo que quiere, incluyendo si quiere salir o no de su autismo. También es importante que los familiares de este niño compartan con él sus experiencias vitales, sus dificultades, sin hacerlo sentir culpable. Todas y cada una de las personas afectadas por el niño autista tienen algo que aprender de esta experiencia. Para descubrirlo es necesario observar lo que le resulta difícil a cada uno.

Page 10: Autismo

Bloqueo espiritual:

Para conocer el bloqueo espiritual que te impide responder a una necesidad importante de tu SER, utiliza las preguntas sugeridas al final. Las respuestas te ayudaran a precisar la verdadera causa de tu problema físico.

Bibliografia

Obedece a tu cuerpo. ¡ÁMATE! Lisa Bourbeau; Editorial sirio S. A. Quinta Edicion Octubre 2007.