basilea i y ii (1)
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INDICEINTRODUCCION..................................................................................................................................3
BASILEA I
1.1 ANTECEDENTES..................................................................................................................5
1.2 DEFINICIÓN.........................................................................................................................6
1.3 PRINCIPIOS DE BASILEA I....................................................................................................7
1.3.1 Condiciones previas para la el Control Eficaz de Bancos............................................7
1.3.2 Concesión de licencias y estructura............................................................................8
1.4 Reglas y requisitos prudentes.............................................................................................9
1.5 Métodos para el Control Bancario en Curso.....................................................................11
1.6 Requisitos de Información................................................................................................11
1.7 Facultades Reglamentarias de las Superintendencias......................................................11
1.8 Banca Transnacional.........................................................................................................12
BASILEA II
2.1 Pilar I Requerimientos mínimos de capital.............................................................................13
2.1.1 Riesgo de Crédito............................................................................................................13
2.1.2 Riesgo operativo..............................................................................................................16
2.2 PILAR II Examen Supervisor....................................................................................................17
2.3 PILAR 3 Disciplina de Mercado...............................................................................................18
2.4 TRANSICIÓN DEL NUEVO ACUERDO DE CAPITAL....................................................................18
2.4.1 Reconocimiento de Provisiones......................................................................................19
2.4.2 Créditos hipotecarios para adquisición de viviendas.......................................................20
2.4.3 Financiación especializada...............................................................................................21
2.4.4 Bines raíces comerciales de alta volatilidad....................................................................21
2.4.5 Derivados del Crédito......................................................................................................22
2.4.6 Titulización......................................................................................................................22
2.4.7 Riesgo operativo..............................................................................................................23
APLICACIÓN PRACTICA DE BASILEA II...............................................................................................24
3.1Medidas prácticas para la aplicación del Primer Pilar.............................................................24
a. Ámbitos de discrecionalidad nacional..............................................................................24
b. Estimación del impacto cuantitativo de Basilea II.............................................................24
2
c. Evaluación de las prácticas bancarias y del grado de preparación...................................25
d. Preparación de los bancos para Basilea II.........................................................................25
e. Elaboración de orientaciones de supervisión e inspección..............................................26
f. Proceso de aprobación.....................................................................................................26
g. Intercambio de información entre supervisores..............................................................26
3.2IMPLICACIONES PRÁCTICAS DE LA APLICACIÓN DEL...............................................................27
SEGUNDO PILAR...........................................................................................................................27
3.2.1 Principio 1........................................................................................................................27
3.2.2El proceso CAAP (Evaluación de Suficiencia de Capital)...................................................27
3.2.3Principio 2.........................................................................................................................29
3.2.4Principio 3.........................................................................................................................30
3.2.4Principio 4.........................................................................................................................30
3.3 IMPLICACIONES PRÁCTICAS DE LA APLICACIÓN.....................................................................31
DEL TERCER PILAR........................................................................................................................31
3.3.1Disponibilidad de la Información requerida.....................................................................31
3.3.2Asegurar el Cumplimiento de los Requisitos del Tercer Pilar...........................................32
CONCLUSIONES................................................................................................................................33
BIBLIOGRAFIA...................................................................................................................................34
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INTRODUCCION
Basilea I creado en 1988, compuesto por los gobernadores de los bancos
centrales de Alemania, Bélgica, Canadá, España, EE. UU., Francia, Italia, Japón,
Luxemburgo, Holanda, el Reino Unido, Suecia y Suiza publicó el primero de los
Acuerdos de Basilea, un conjunto de recomendaciones alrededor de una idea
principal: la de establecer un techo para el valor de los créditos que puede
conceder una entidad bancaria en función de su capital propio, que se fijó en 12,5
veces el valor de éste último. Este acuerdo era una recomendación: cada uno de
los países signatarios, así como cualquier otro país, quedaba libre de incorporarlo
en su ordenamiento regulatorio con las modificaciones que considerase oportunas.
Entró en vigor en más de cien países.
En lo que respecta a Basilea II la principal limitación del acuerdo de Basilea I está
relacionada con la definición de exposiciones de crédito, que ignoraba una
dimensión esencial: la de la calidad crediticia y, por lo tanto, la diversa
probabilidad de incumplimiento de los distintos prestatarios. Para superarla, el
Comité de Basilea propuso en 2004 un nuevo conjunto de recomendaciones.
Éstas se apoyan en tres pilares los cuales son:
Pilar I: los requisitos mínimos de capital que constituye el núcleo del acuerdo e
incluye una serie de novedades con respecto al anterior: tiene en cuenta la calidad
crediticia de los prestatarios y toma además en cuenta los riesgos de mercado y
operacional.
Pilar II: el proceso de supervisión de la gestión de los fondos propios.Los
organismos supervisores nacionales están capacitados para incrementar el nivel
de prudencia exigido a los bancos bajo su jurisdicción. Además, deben validar
tanto los métodos estadísticos empleados para calcular los parámetros exigidos
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en el primer pilar como la suficiencia de los niveles de fondos propios para hacer
frente a una crisis económica, pudiendo obligar a las entidades a incrementarlos
en función de los resultados. Para poder validar los métodos estadísticos, los
bancos estarán obligados a almacenar datos de información crediticia durante
periodos largos, de 5 a 7 años y a garantizar su adecuada auditoría.
Pilar III: la disciplina de mercado El acuerdo establece normas de transparencia y
define la información acerca de su posición crediticia y nivel de riesgo a los
mercados financieros.
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BASILEA I
1.1ANTECEDENTES
El Comité de Basilea tuvo su origen a raíz de la crisis financiera originada por el
cierre del Bankhaus Hersttat en Alemania en 1974. Dicho banco fue cerrado por el
banco central alemán, el Bundesbank, por sus importantes pérdidas derivadas de
sus operaciones en moneda extranjera.
Como consecuencia de tal cierre intempestivo, la liquidación y compensación de
un número considerable de operaciones internacionales quedó sin realizarse
porque el Chase Manhattan, banco corresponsal del Herstatt en EEUU, se rehusó
a cumplir con órdenes de pago y cheques girados contra la cuenta de dicho
banco. Estas difíciles circunstancias por poco condujeron al colapso del sistema
de pagos estadounidense y del sistema financiero internacional.
En dicho contexto, y con el propósito de restaurar la confianza y estabilidad del
sistema financiero internacional, los gobernadores y presidentes de los bancos
centrales de los países que conformaban el G10 establecen el Comité de
Supervisión Bancaria de Basilea encargado de desarrollar principios y reglas
apropiadas sobre prácticas de regulación y supervisión de los mercados bancarios
internacionales que eviten la ocurrencia de crisis similares en el futuro.
El Comité formula las normas generales de supervisión y directrices, además,
recomienda las declaraciones de buenas prácticas en la supervisión bancaria, con
la esperanza de que las autoridades miembros y las autoridades de países no
miembros tomarán medidas para ponerlas en práctica, a través, de sus propios
sistemas nacionales, ya sea en forma legal o de otra manera. Entre las normas de
importancia que el Comité ha emitido, se encuentran las recomendaciones sobre
blanqueo de capitales. Efectivamente, a pesar de no tener autoridad para hacer
cumplir sus recomendaciones, la mayoría de los países, miembros o no, tienden a
implementar las políticas dictadas por el Comité.
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El 15 de julio de 1988 banqueros centrales o gobernadores de bancos de cada
país del G-10 llegaron a un acuerdo financiero sin precedentes, llevando a una
convergencia internacional de las regulaciones de supervisión que rigen los
requerimientos de capital de garantía de los bancos internacionales.
Y después de varios años de conversaciones en el seno del Comité de Basilea, se
llegó a un acuerdo sobre los requisitos de capital que deben cumplir los bancos
que operan a nivel internacional. Este acuerdo, que lleva el nombre de
“Convergencia Internacional de Medidas y Normas de Capital”, se conoce como el
Acuerdo de Basilea I y constituyó el primer estándar internacional para el
establecimiento de los requisitos mínimos de capital con que deben de operar los
bancos. Este Acuerdo fue adoptado no sólo por los países integrantes del Comité,
sino por prácticamente todos aquellos que tienen un sector bancario activo
internacionalmente.
1.2 DEFINICIÓN
Con el nombre de Basilea I se conoce al acuerdo que en 1988 publicó el Comité
de Basilea, compuesto por los gobernadores de los bancos centrales
de Alemania, Bélgica, Canadá,España, EE.UU., Francia, Italia, Japón, Luxemburg
o, Holanda, el Reino Unido, Suecia y Suiza. Se trataba de un conjunto de
recomendaciones para establecer un capital mínimo que debía tener una entidad
bancaria en función de los riesgos que afrontaba.
El acuerdo establecía una definición de "capital regulatorio" compuesto por
elementos que se agrupan en 2 categorías (o "tiers") si cumplen ciertos requisitos
de permanencia, de capacidad de absorción de pérdidas y de protección ante
quiebra. Este capital debe ser suficiente para hacer frente a los riesgos de crédito,
mercado y tipo de cambio.
Cada uno de estos riesgos se medía con unos criterios aproximados y sencillos. El
principal riesgo era el riesgo de crédito, y se calculaba agrupando las exposiciones
de riesgo en 5 categorías según la contraparte y asignándole una "ponderación"
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diferente a cada categoría (0%, 10%, 20%, 50%, 100%), la suma de los riesgos
ponderados formaba los activos de riesgo.
El acuerdo establecía que el capital mínimo de la entidad bancaria debía tener
debía ser el 8% del total de los activos de riesgo (crédito, mercado y tipo de
cambio sumados).
Este acuerdo era una recomendación: cada uno de los países signatarios, así
como cualquier otro país, quedaba libre de incorporarlo en su ordenamiento
regulatorio con las modificaciones que considerase oportunas.
El primer acuerdo de capital de Basilea ha jugado un papel muy importante en el
fortalecimiento de los sistemas bancarios. La repercusión de ese acuerdo, en
cuanto al grado de homogenización alcanzado en la regulación de los
requerimientos de solvencia ha sido extraordinaria. Entró en vigor en más de 130
países.
1.3 PRINCIPIOS DE BASILEA I
1. El objetivo principal de estos principios es ayudar a los países a fortalecer
sus procedimientos de supervisión en conexión con su trabajo, teniendo por
finalidad promover la estabilidad financiera y macroeconómica en una forma
global. Los Principios Básicos de Basilea comprenden veinticinco principios
básicos que deben establecerse para que un sistema de supervisión sea
efectivo.
1.3.1 Condiciones previas para la el Control Eficaz de Bancos
Un sistema eficaz de control bancario asignará responsabilidades
y objetivos claros a cada uno de los organismos involucrados en el control
de las organizaciones bancarias. Todos estos organismos deberán
tener independencia para funcionar y los debidos recursos. El control
bancario también requiere un marco jurídico apropiado, incluyendo
disposiciones relativas a la autorización de organizaciones bancarias y su
control en curso; facultades para atender al cumplimiento de las leyes, así
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como las cuestiones de seguridad y solidez, y protección jurídica para los
superintendentes. Deberá contarse con arreglos para el intercambio de
información entre éstos y para la protección de la reserva de tal
información.
1.3.2 Concesión de licencias y estructura
2. Deberán definirse claramente las actividades que se permiten a
las instituciones autorizadas para funcionar como bancos, sujetas a control.
La utilización del nombre de "banco" deberá controlarse tanto como sea
posible.
3. El organismo que expide la licencia deberá poder fijar criterios y rechazar
las solicitudes de establecimientos que no satisfagan las normas fijadas.
El proceso de la concesión de licencia deberá consistir, por lo menos, de un
evalúo de la estructura del capital social de la organización bancaria, sus
directores y personal directivo superior, su plan de operaciones y controles
internos y de sus expectativas financieras, incluyendo su base de capital;
cuando el propietario o la organización matriz propuesta sea un
banco extranjero, deberá obtenerse de antemano el consentimiento de la
superintendencia bancaria del país de origen.
4. Las superintendencias bancarias deberán tener la facultad de examinar y
rechazar cualquier propuesta para transferir a otras entidades una porción
considerable de la propiedad o participación mayoritaria de bancos ya
establecidos.
5. Los supervisores bancarios deberán tener la facultad de establecer criterios
para examinar las adquisiciones e inversiones importantes que haga un
banco, con el objeto de asegurarse que las afiliaciones de la entidad o su
estructura social no exponen al banco a riesgos indebidos o entorpecen
el control eficaz.
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1.4Reglas y requisitos prudentes
6. Las superintendencias bancarias deberán fijar requisitos prudentes y
apropiados en cuanto a la suficiencia legal de capital para todos los bancos.
Tales requisitos deben considerar los riesgos que toman los bancos y
deben definir los componentes de capital, teniendo en cuenta su capacidad
para absorber pérdidas. Por lo menos en lo que se refiere a bancos con
actividades internacionales, estos requisitos no deben ser menos que los
establecidos en el Acuerdo de Basilea sobre Capital y sus enmiendas.
7. Parte esencial de todo sistema de control es la evaluación de las políticas,
prácticas y procedimientos del banco relacionados con la concesión de
préstamos y sus inversiones y la administración corriente de las carteras de
préstamos e inversiones.
8. Las superintendencias bancarias deberán asegurarse de que el banco
establezca y observe políticas, prácticas y procedimientos para evaluar
la calidad de los haberes y la suficiencia de las reservas para pérdidas por
préstamos.
9. Las superintendencias bancarias deberán cerciorarse de que el banco
tenga un sistema de información para la administración que permita a ésta
detectar concentraciones en la cartera y deberán fijar límites prudentes para
restringir el monto de préstamos vigentes otorgados a un sólo prestatario
o grupos de prestatarios relacionados.
10.Con el fin de prevenir los abusos que pueden originarse de operaciones
crediticias conexas, los superintendentes deberán establecer requisitos
según los cuales los préstamos que los bancos otorguen a compañías o
individuos relacionados tengan como base la independencia mutua de las
partes, que sean vigilados en forma eficaz y que se tomen otras medidas
apropiadas para controlar o disminuir los riesgos de los mismos.
11.Las superintendencias bancarias deberán asegurarse de que los bancos
tengan establecidas políticas y procedimientos apropiados para precisar,
vigilar y controlar el riesgo representado por un país y el riesgo de
10
transferencia en sus actividades internacionales crediticias y de inversión y
para mantener las reservas apropiadas para tales riesgos.
12.Las superintendencias bancarias deberán cerciorarse de que los bancos
establezcan sistemas que midan con exactitud, vigilen y controlen
debidamente los riesgos de mercado. Las superintendencias deberán tener
facultades para imponer límites específicos y/o un cargo específico de
capital por exposición crediticia de mercado, si se justifica.
13.Las superintendencias bancarias deberán asegurarse de que los bancos
establezcan un proceso general para la gestión de los riesgos (que incluya
vigilancia por parte de la junta y el personal directivo superior) a fin de
precisar, medir, observar y controlar todos los demás riesgos importantes y,
si es del caso, retener capital para cubrir esos riesgos.
14.Las superintendencias bancarias deberán fijarse que los bancos tengan los
controles internos adecuados a la naturaleza y alcance de sus actividades.
Estos deben incluir arreglos claros para
delegar autoridad y responsabilidad; separación de las funciones de
contraer compromisos en nombre del banco, desembolsar sus fondos y
responder por sus haberes y obligaciones; así como la armonización de
estos procesos; la salvaguardia de sus haberes y la
debida auditoría independiente interna o externa y tareas que implican
acatamiento con el fin de poner a prueba la observancia de estos controles
y de las leyes y reglas aplicables.
15.Las superintendencias bancarias deben asegurarse de que los bancos
establezcan las políticas, prácticas y procedimientos apropiados, incluso la
regla "conozca a su cliente", para fomentar normas éticas y profesionales
en el sector financiero y evitar que los bancos sean utilizados, voluntaria o
involuntariamente, por elementos delincuentes.
1.5Métodos para el Control Bancario en Curso
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16.Un sistema eficaz de superintendencia bancaria deberá constar de alguna
forma de control tanto en el establecimiento como fuera de él.
17.Las superintendencias bancarias deberán tener contactos regulares con las
gerencias de los bancos, así como una comprensión a fondo de las
operaciones de éstos.
18.Las superintendencias bancarias deberán tener los medios para recoger,
recibir y analizar informes de prudencia e informes estadísticos de los
bancos en forma individual y global.
19.Las superintendencias bancarias deberán contar con los medios para
confirmar la veracidad de la información que reciban, bien sea mediante
una revisión en la institución o por medio de auditores externos.
20.Un elemento esencial del control bancario es la capacidad de las
superintendencias para supervisar el grupo bancario en forma global.
1.6Requisitos de Información
21.Las superintendencias bancarias deberán asegurarse de que cada banco
mantenga los registros debidos, llevados conforme a políticas y prácticas
contables coherentes que permitan a la superintendencia obtener un cuadro
real y justo de la situación financiera del banco y de la rentabilidad de sus
actividades, y que publique periódicamente estados financieros que reflejen
en buena forma su situación.
1.7Facultades Reglamentarias de las Superintendencias
22.Las superintendencias bancarias deberán tener a su alcance medidas de
control apropiadas a fin de lograr en forma oportuna una intervención
correctiva cuando los bancos no cumplan con requisitos de prudencia
(como coeficientes legales de suficiencia de capital), cuando haya
violaciones fiscales o cuando los depósitos corran algún otro riesgo. En
circunstancias extremas, ello deberá incluir la posibilidad de revocar la
licencia del banco o de recomendar su revocación.
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1.8Banca Transnacional
23.Las superintendencias bancarias deberán realizar control mundial
consolidado sobre sus organizaciones bancarias con actividades
internacionales, vigilando y aplicando debidamente las normas de
prudencia a todos los aspectos de las actividades que llevan a cabo estas
organizaciones mundialmente, especialmente en sus sucursales
extranjeras, empresas conjuntas y subsidiarias.
24.Un componente clave de la supervisión consolidada es establecer
contactos e intercambio de información con las otras superintendencias
involucradas, especialmente las del país anfitrión.
25.Las superintendencias bancarias deberán exigir que las operaciones
locales de los bancos extranjeros se realicen acatando las mismas normas
elevadas que se aplican a las instituciones nacionales y deberán tener la
facultad de compartir con el país de origen de esos bancos la información
que necesite su superintendencia para llevar a cabo un control consolidado.
BASILEA II
2.1 Pilar I Requerimientos mínimos de capital
13
El primer pilar propone cambiar la definición de activos ponderados por su nivel de
riesgo en el Nuevo Acuerdo a través de dos elementos principales: uno
modificaciones sustanciales en el tratamiento del riesgo de crédito con respecto al
Acuerdo vigente; y dos la introducción de un tratamiento explícito para el riesgo
operativo, lo cual resultará en una medición de dicho riesgo que se incluirá en el
denominador del coeficiente de capital del banco.
2.1.1 Riesgo de Crédito
2.1.1.1 Método estándar
El método estándar establece ponderaciones por riesgo fijas que corresponden a
cada una de las categorías supervisoras y utiliza las evaluaciones externas de
crédito para mejorar la sensibilidad al riesgo con respecto al Acuerdo vigente. Para
diferenciar entre las distintas ponderaciones por riesgo aplicables a exposiciones
frente a soberanos, bancos y empresas se utilizan las calificaciones externas de
crédito.
El método estándar ofrece una serie de pautas para que los supervisores
nacionales puedan determinar si una fuente de calificaciones externas concreta es
apta para ser utilizada por los bancos. Sin embargo, se considera opcional la
utilización de calificaciones externas para la evaluación de exposiciones frente a
empresas. Cuando no se aplica ninguna calificación externa a la exposición, el
método estándar exige la utilización de una ponderación por riesgo del 100% en la
mayoría de los casos, lo que implica un requerimiento de capital del 8% como
ocurre en el acuerdo.
El método estándar también incluye un tratamiento específico para las
exposiciones minoristas. Se reducen las ponderaciones por riesgo
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correspondientes a créditos hipotecarios para adquisición de vivienda con
respecto al Acuerdo vigente, y lo mismo sucede con otras exposiciones minoristas,
que reciben ahora una ponderación por riesgo inferior a aquella que corresponde a
exposiciones frente a empresas no calificadas.
Además, algunos préstamos concedidos a pequeñas y medianas empresas
(PYME) pueden incluirse en el tratamiento de las posiciones minoristas, siempre
que se cumplan diversos criterios.
El diseño del método estándar establece una serie de distinciones entre
exposiciones al riesgo y operaciones, con el fin de mejorar la sensibilidad al riesgo
de los coeficientes de capital resultantes.
2.1.1.2 Métodos basados en calificaciones internas (IRB)
El método IRB para el riesgo de crédito, el cual incluye dos variantes: una versión
básica y una versión avanzada. La principal diferencia entre el método IRB y el
método estándar radica fundamentalmente en que en el primero, las evaluaciones
internas de los principales desencadenantes de riesgo realizadas por los bancos
se utilizan como argumentos determinantes a la hora de calcular el capital
requerido. Al estar basado este método en las evaluaciones internas de los
bancos, el potencial para una mayor sensibilidad al riesgo en los requerimientos
de capital resulta sustancial. Sin embargo, el método IRB no permite que sean los
propios bancos los que determinen todos los elementos necesarios para calcular
sus propios requerimientos de capital, sino que las ponderaciones por riesgo y por
lo tanto las exigencias de capital se determinan combinando datos cuantitativos
proporcionados por los bancos con fórmulas especificadas por el Comité.
La principal diferencia entre los métodos IRB básico y avanzado radica en los
inputs que proporciona el banco a partir de sus propias estimaciones y aquellos
que especifica el supervisor. El siguiente cuadro resume dichas diferencias.
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El cuadro aclara que para exposiciones frente a empresas, soberanos y bancos,
todos los bancos que utilicen el método IRB deberán proporcionar estimaciones
internas de
PD. Asimismo, los bancos acogidos al método IRB avanzado deberán ofrecer sus
estimaciones internas de LGD y EAD, mientras que los bancos que utilicen el
método IRB básico deberán utilizar valores supervisores recogidos en el DC3
dependiendo de la naturaleza de la exposición. Los bancos que utilicen el IRB
avanzado proporcionarán normalmente sus propias estimaciones del vencimiento
pendiente para dichas exposiciones, si bien se contemplan algunas excepciones
en las que los supervisores permitirán que se utilicen supuestos de vencimientos
fijos. En el método IRB básico, los supervisores podrán optar, a escala nacional,
porque todos los bancos que utilicen este método apliquen unos supuestos de
vencimiento fijos descritos en el DC3 o que proporcionen sus propias estimaciones
del vencimiento pendiente.
Otro elemento importante del marco IRB se refiere al tratamiento de las coberturas
del riesgo de crédito, a saber, colateral, garantías y derivados del crédito. El propio
marco IRB, especialmente el parámetro LGD, permite un amplio margen de
flexibilidad para evaluar el valor potencial de las técnicas de cobertura del riesgo
de crédito.
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2.1.2 Riesgo operativo
El Comité considera que el riesgo operativo es un factor de gran importancia para
los bancos, los cuales deben mantener el capital necesario para protegerse de
posibles pérdidas causadas por estos riesgos. el riesgo operativo se define como
el riesgo de que se produzcan pérdidas como resultado de procesos, personal o
sistemas internos inadecuados o defectuosos, o bien a consecuencia de
acontecimientos externos. El riesgo operativo constituye otro ámbito para el que el
Comité ha articulado un nuevo método de capital regulador.
El Comité está dispuesto a conceder a los bancos un margen de flexibilidad sin
precedentes para que desarrollen un método destinado a calcular el capital
necesario para cubrir el riesgo operativo que mejor se ajuste a sus actividades y
riesgos subyacentes. En el método AMA, los bancos pueden utilizar sus propias
metodologías para evaluar su exposición al riesgo operativo, siempre y cuando
dicho sistema sea suficientemente integral y sistemático. Se ha limitado la
amplitud de las normas y criterios detallados del método AMA con el fin de poder
acomodarse a la rápida evolución de las prácticas de gestión del riesgo operativo
que el Comité prevé que se produzca en los próximos años.
El Comité intenta examinar de forma continua el progreso realizado en cuanto a
los métodos aplicados al riesgo operativo. Asimismo, ha quedado muy complacido
con los avances realizados en aquellos bancos que han desarrollado marcos de
riesgo operativo coherentes con la lógica del AMA. La alta dirección de estas
entidades bancarias ha llegado a la conclusión de que es posible desarrollar un
método flexible e integral para la medición del riesgo operativo en el seno de sus
organizaciones.
2.2 PILAR II Examen Supervisor
El segundo pilar del Nuevo Acuerdo se apoya en una serie de principios
orientativos que apuntan a la necesidad de los bancos de evaluar sus posiciones
de suficiencia de capital con respecto a sus riesgos globales, así como la de los
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supervisores para examinar y adoptar las medidas adecuadas como respuesta a
dichas evaluaciones. Estos elementos se consideran cada vez más necesarios
para la eficacia en la gestión de las entidades bancarias y en la supervisión
bancaria.
Las decisiones acerca del riesgo y la suficiencia de capital se deben fundamentar
en algo más que una evaluación del cumplimiento o incumplimiento por parte del
banco de los requerimientos mínimos de capital. La incorporación de un elemento
de examen por parte del supervisor en el Nuevo Acuerdo contribuye a subrayar la
necesidad de que tanto los bancos como los supervisores posean sólidas
capacidades de evaluación del riesgo, esto destaca la importancia del segundo
pilar, y en consecuencia, la atención que los supervisores deben prestarle.
El Comité opina que es importante que los bancos que adopten el método IRB
para el riesgo de crédito mantengan capital suficiente para protegerse frente a una
coyuntura económica adversa o incierta. Tales bancos deberán realizar pruebas
de tensión de diseño propio suficientemente conservadoras con el fin de estimar
hasta qué punto podrían aumentar los requerimientos de capital bajo el método
IRB en situaciones de tensión. Los bancos y supervisores deberán utilizar los
resultados de tales pruebas para asegurarse de que mantienen un margen de
capital suficientemente amplio.
Otros ajustes se centran en el examen que realizan los bancos de sus riesgos de
concentración, y en el tratamiento de los riesgos residuales derivados del uso de
colateral, garantías y derivados del crédito. Además del tratamiento de las
titulizaciones que se realiza en el primer pilar, también se ha desarrollado un
componente de examen supervisor a este respecto, cuya intención es ofrecer a los
bancos una cierta perspectiva sobre cuáles son las expectativas del supervisor en
cuanto a sus exposiciones concretas de titulización.
2.3 PILAR 3 Disciplina de Mercado
El tercer pilar tiene por objeto completar los requerimientos mínimos de capital del
primer pilar y el proceso de examen supervisor del segundo pilar. El Comité ha
intentado fomentar la disciplina de mercado desarrollando un conjunto de
18
requisitos de divulgación que permitan a los participantes en el mercado evaluar
las principales informaciones sobre el perfil de riesgo de un banco y sobre su nivel
de capitalización. El Comité estima que la divulgación pública es especialmente
importante con respecto al Nuevo Acuerdo, ya que la utilización de metodologías
internas permitirá a los bancos gozar de mayor discrecionalidad a la hora de
determinar sus necesidades de capital. Al proporcionar una mayor disciplina de
mercado a través de divulgaciones mejoradas, el tercer pilar del nuevo marco de
capital puede aportar ventajas significativas que ayuden a los bancos y
supervisores a gestionar sus riesgos y a mejorar la estabilidad.
El Comité es consciente de que los supervisores pueden contar con diversos
medios a su alcance para que los bancos satisfagan las exigencias de divulgación.
Entre ellos pueden incluirse las divulgaciones públicas que se estimen necesarias
por motivos de seguridad y supervisión, así como informes periódicos exigidos por
las autoridades reguladoras. El Comité reconoce que los métodos utilizados para
que los bancos compartan su información públicamente dependerán de la
autoridad jurídica de los supervisores. Se han desplegado esfuerzos considerables
para asegurar que los requisitos de divulgación del Nuevo Acuerdo se concentran
en la suficiencia de capital por parte del banco y no entran en conflicto con normas
contables de divulgación más amplias de obligado cumplimento para los bancos.
2.4 TRANSICIÓN DEL NUEVO ACUERDO DE CAPITAL
BASILEA ll
Para los países del G–10, los miembros del Comité han acordado que la fecha de
entrada en vigor del Nuevo Acuerdo sea finales de 2006. En estos países, la
puesta en marcha del Nuevo Acuerdo se espera que abarque a los bancos con
actividades internacionales así como a otros bancos significativos que los
supervisores estimen oportuno. En algunos países del G–10, el marco del Basilea
II se aplicará a todo el sistema bancario. Los supervisores nacionales
pertenecientes a los países del G–10 se asegurarán de que aquellos bancos que
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no se acojan al Basilea II estén sujetos a una regulación de suficiencia de capital
prudencial.
Esta evolución es necesaria para asegurar que el marco no se rezaga con
respecto a la evolución de los mercados y los avances en las prácticas de gestión
del riesgo. No obstante, el Comité no tiene la intención de que el Nuevo Acuerdo
modifique sus objetivos antes de su entrada en vigor. Las prioridades hasta finales
de 2006 consistirán en reconciliar cualquier inconsistencia significativa no
intencionada en el tratamiento de exposiciones similares en los distintos métodos
para determinar el capital de cada riesgo. Asimismo, el Comité tratará de suplir
cualquier laguna o efectos no intencionados que pueda presentar el nuevo marco.
El Comité reconoce que puede ocurrir que tales acciones se revelen necesarias
tan sólo una vez que los bancos hayan comenzado a utilizar los requerimientos del
Basilea I. Se exigirá que los bancos que adopten los métodos más avanzados de
evaluación de riesgos (el método IRB para el riesgo de crédito y el AMA para el
riesgo operativo) sigan al mismo tiempo con el Acuerdo vigente durante un periodo
de un año anterior a la entrada en vigor del Basilea II.
2.4.1 Reconocimiento de Provisiones
En el marco IRB, los bancos pueden reconocer las provisiones dotadas para
compensar las pérdidas esperadas (EL) de los activos ponderados por su nivel de
riesgo. El Comité, además, ha estudiado con más detalle el tratamiento de las
provisiones genéricas descritas en la Orientación Técnica del QIS 3, y propone
ajustar los criterios utilizados para reconocer las provisiones genéricas dotadas
por encima de la cantidad que pueda incluirse en el capital de Nivel 2. Estas
provisiones sobrantes se pueden seguir utilizando para compensar en una
proporción de uno a uno los requerimientos de capital en el método IRB, pero sólo
en la medida en que la parte de pérdida esperada en el requerimiento de capital
20
IRB también exceda de la cantidad máxima de provisiones que se pueden incluir
en el Nivel 2.
El Comité también ha enmendado el tratamiento aplicado a los préstamos en mora
en el método estándar para poder reconocer las provisiones. Las ponderaciones
por riesgo para préstamos en mora (netos de provisiones específicas y de
cualquier colateral o garantías admisibles) varían según el tamaño relativo de la
provisión específica con respecto a la cantidad pendiente del préstamo. Por
ejemplo, se aplicará una ponderación por riesgo del 100% cuando las provisiones
específicas dotadas no sean inferiores al 20% de la cantidad pendiente del
préstamo. Cuando no exista ninguna provisión específica, los préstamos en mora
se ponderarán al 150%. Asimismo, cuando un préstamo en mora esté totalmente
garantizado mediante algún tipo de colateral no reconocido en el método estándar,
se aplicará una ponderación por riesgo del 100% cuando las provisiones alcancen
el 15% de la cantidad pendiente del préstamo.
2.4.2 Créditos hipotecarios para adquisición de viviendas
El Comité también propone como medida transitoria una LGD mínima del 10%
para las exposiciones minoristas garantizadas mediante bienes inmuebles
destinados a vivienda.
Debido a que los datos a corto plazo disponibles pueden no reflejar
adecuadamente el potencial de los ciclos a muy largo plazo de los precios de la
vivienda, durante el periodo transitorio de tres años a partir de la entrada en vigor
de los métodos IRB, la LGD de las exposiciones minoristas garantizadas mediante
bienes raíces residenciales no podrá situarse por debajo del 10% para ningún sub-
segmento de la exposición.
El Comité también ha dado los pasos necesarios para lograr una adecuación más
perfecta de la cantidad de capital requerido para hipotecas para adquisición de
vivienda en los métodos estándar e IRB. Cualquier financiación totalmente
asegurada mediante hipotecas sobre bienes inmuebles destinados a vivienda en
21
la que resida (o residirá) el prestatario, o destinados a alquiler, recibirá ahora una
ponderación por riesgo del 35% en el método estándar.
2.4.3 Financiación especializada
El método IRB identifica la financiación especializada (SL) como un sub-sector de
la cartera empresarial de los bancos. El término “financiación especializada” suele
hacer referencia a la financiación de proyectos individuales en los que la
devolución del crédito depende en gran medida del comportamiento del conjunto
subyacente o colateral.
Los bancos que no satisfagan los requisitos para estimar la PD bajo el método IRB
frente a empresas deberán asignar sus grados de calificación interna para SL a
cinco categorías supervisoras, cada una de las cuales lleva asociada una
ponderación por riesgo específica.
Las ponderaciones por riesgo supervisoras para HVCRE son superiores a las que
se aplican a otras exposiciones de SL, teniendo en cuenta su mayor potencial de
riesgo. Para facilitar a los bancos la labor de asignar categorías, se les
proporcionan unos criterios de atribución.
2.4.4 Bines raíces comerciales de alta volatilidad
Introduce los métodos IRB básico y avanzado para ponerlos a disposición de la
discrecionalidad nacional, con el fin de conseguir una mayor sensibilidad al riesgo
en este ámbito. Los métodos IRB básico y avanzado para los HVCRE son
similares a todos los efectos a los métodos IRB generales para exposiciones
frente a empresas, a excepción de una función por separado de ponderación del
riesgo de crédito.
2.4.5 Derivados del Crédito
22
El Comité ha decidido modificar considerablemente el marco de cobertura del
riesgo de crédito tras una amplia y fructífera consulta con el sector. En lo que
supone un paso adelante, los bancos podrán ahora reconocer a efectos de capital
los derivados del crédito que no incorporen explícitamente el evento de una
reestructuración, siempre que posean un control total sobre la decisión de si habrá
o no una reestructuración de la obligación subyacente. A lo largo del periodo de
consulta del DC3, el Comité también pretende explorar tratamientos alternativos
para el capital regulador de los derivados del crédito que no incluyan la
reestructuración como evento del crédito activador del pago.
2.4.6 Titulización
Los bancos que inviertan en titulizaciones originadas por terceras organizaciones,
deberán deducir las que no posean calificación o aquellas cuya calidad de crédito
sea escasa. El Comité considera que este requisito es necesario para crear
incentivos eficaces para que los bancos no retengan ni asuman el riesgo asociado
con aquellas posiciones que conlleven un alto riesgo. Se ha modificado el marco
de titulización relativo al tratamiento de las facilidades de liquidez y se han
enmendado los criterios exigidos para reconocer facilidades de liquidez
admisibles. También se ha vuelto a modificar el tratamiento de capital para los
bancos que utilicen el método IRB. Estos proveedores bancarios de facilidades de
liquidez deben calcular KIRB para las exposiciones en el conjunto subyacente de
forma continua, y de no ser así, deberán descontar la exposición en cuestión. El
método para calcular KIRB depende del tipo de exposición subyacente.
2.4.7 Riesgo operativo
23
El Comité, con el fin de facilitar la adopción del método AMA más sensible al
riesgo por parte de grandes bancos activos en la escena internacional y de bancos
con exposiciones a riesgos operativos sustanciales, está dispuesto a permitir la
adopción parcial de dicho método. Tal y como se propone en el DC3, los bancos
pueden utilizar ya sea el método del indicador básico o el método estándar para el
riesgo operativo en parte de sus operaciones, utilizando el método AMA para otras
operaciones siempre que todos los riesgos relevantes queden recogidos dentro de
la propia entidad bancaria de un modo global y consolidado.
Otra novedad en el método AMA permite a los bancos utilizar este método para
reconocer el efecto de los seguros como coberturas del riesgo operativo a la hora
de calcular el capital regulador. Sin perjuicio de los criterios mínimos descritos en
el DC3, los bancos pueden reconocer los seguros hasta un máximo del 20% de su
requerimiento de capital total por riesgo operativo.
Los bancos del G–10, los métodos más sencillos (el del indicador básico y el
estándar) para el riesgo operativo resultaban en requerimientos de capital
consecuentes en líneas generales con el objetivo del 12% del capital mínimo
regulador actual. Sin embargo, los resultados variaban considerablemente según
los países en los que estaban ubicados los bancos. Los análisis posteriores
señalan que dicha variabilidad surge de la relación existente entre los ingresos
brutos y el riesgo de crédito a través del nivel del margen financiero que los
bancos obtienen sobre sus créditos. Para algunos bancos, una exigencia de
capital basada en sus ingresos brutos supondría contar dos veces el requerimiento
de capital por riesgo de crédito.
APLICACIÓN PRACTICA DE BASILEA II
24
3.1Medidas prácticas para la aplicación del Primer Pilar
a. Ámbitos de discrecionalidad nacional
Se contemplan una serie de ámbitos en los que los supervisores deberán
determinar las definiciones, métodos o límites concretos que desean adoptar al
aplicarlas. Los criterios en los que se basan los supervisores al adoptar estas
decisiones han de apoyarse en la trayectoria y en las prácticas de su mercado,
debiendo ser acordes a los objetivos de Basilea II.
b. Estimación del impacto cuantitativo de Basilea II
Es necesario estimar el impacto que tendrán los métodos elegidos de Basilea II en
los requerimientos de capital para los distintos bancos y para el sistema bancario
en su conjunto. Desde un punto de vista metodológico, una primera estimación
puede partir del tercer Estudio sobre el Impacto Cuantitativo (QIS 3). Este tipo de
análisis debe alcanzar los siguientes objetivos:
Proporcionar a los bancos una versión completamente operativa de las
reglas;
Evaluar el impacto de éstas en los coeficientes de capital, centrándose en
aquellos componentes que faciliten cambios significativos permitir que los
bancos analicen cómo encajan los cambios derivados de las nuevas
normas en su perfil general de riesgo; y
Posibilitar que los bancos analicen los asuntos conforme vayan surgiendo,
a través de un diálogo continuo con sus supervisores, con el fin de asegurar
que las normas se interpreten con precisión y consistencia.
c. Evaluación de las prácticas bancarias y del grado de preparación
25
Resulta esencial que los bancos y supervisores mejoren su comprensión de las
prácticas bancarias y de los retos que plantea la aplicación del Marco, en especial
en cuanto a los métodos avanzados. Así, antes de decidir cómo aplicar Basilea II,
los supervisores deberán:
Identificar las técnicas actuales de gestión del riesgo y las prácticas de
evaluación interna de capital en los bancos admisibles;
Concienciar a los bancos y supervisores sobre las repercusiones prácticas
de las nuevas normas de capital para la gestión de riesgo;
Evaluar la preparación de los bancos para Basilea II, identificando las
principales brechas y los problemas de aplicación; y
Obtener información sobre el desarrollo normativo nacional y sobre la
preparación de orientaciones de inspección.
d. Preparación de los bancos para Basilea II
Los bancos que opten por los métodos avanzados han de poder estimar las
principales causas del riesgo. Las normas de Basilea proporcionan a los bancos
flexibilidad para utilizar datos obtenidos a partir de fuentes externas, siempre que
el banco pueda demostrar la pertinencia de los mismos con respecto a sus propias
posiciones. Con independencia de la fuente utilizada, para formular evaluaciones
de riesgo internas de manera efectiva resulta esencial la utilización de datos de
calidad. Desde la perspectiva más amplia de gestión de riesgos, el acceso a estos
datos le permitirá al banco evaluar el funcionamiento de sus sistemas de
estimación de riesgos de una manera fiable y significativa.
e. Elaboración de orientaciones de supervisión e inspección
26
A partir de la información que se desprende de las medidas antes mencionadas,
se recomienda a los supervisores la preparación de orientaciones adicionales para
bancos e inspectores. Para los primeros, habrá que explicar como interpretar las
normas sobre calificación basadas en principios para los métodos avanzados en el
contexto del mercado nacional y de la experiencia nacional. Para los inspectores,
las orientaciones de supervisión pueden profundizar en cómo éstos pueden
evaluar el cumplimiento de dichas normas.
f. Proceso de aprobación
Los supervisores tienen que informar a los bancos sobre el proceso para aprobar
la transición a los distintos métodos. En el transcurso de este proceso, los bancos
deben efectuar autoevaluaciones profundas de sus sistemas internos y desarrollar
planes exhaustivos que refuercen dichos sistemas con miras a cumplir con los
requisitos de los métodos elegidos. Como mínimo, estos planes deben abarcar
una evaluación de las principales brechas, las acciones necesarias para cubrirlas,
el personal responsable de cada acción, los recursos necesarios y el calendario
para lograr su cumplimento. Estos planes de aplicación serán especialmente
críticos para la transición hacia los métodos avanzados.
g. Intercambio de información entre supervisores
El diálogo entre los supervisores es esencial para compartir información sobre los
retos que plantea la aplicación del Marco y sobre sus posibles soluciones, así
como para intercambiar puntos de vista sobre cómo evaluar la gestión interna de
riesgos. Este diálogo asegurará que las evaluaciones se realicen de una manera
más fiable a través de las jurisdicciones y puedan compararse más fácilmente
durante la aplicación de Basilea II. El Comité ha iniciado un proceso de
intercambio de opiniones entre sus miembros y los supervisores no pertenecientes
27
al G–10 que están representados en el Grupo de Enlace sobre los Principios
Básicos. El Comité recomienda un mayor diálogo a través de iniciativas similares,
así como el diálogo bilateral entre supervisores de los países de origen y de
destino para intercambiar opiniones sobre sus expectativas acerca de la función
que desempeñará cada uno de ellos en la aplicación del Marco.
3.2IMPLICACIONES PRÁCTICAS DE LA APLICACIÓN DEL
SEGUNDO PILAR
3.2.1 Principio 1
El Principio 1 del Segundo Pilar exige que los bancos cuenten con un proceso
para evaluar la suficiencia general de su capital en función de su perfil de riesgo y
con una estrategia para el mantenimiento de sus niveles de capital. Los bancos
deben contar con un marco pormenorizado para identificar, estimar e informar
sobre cualquier riesgo significativo y evaluar y asignar capital frente a estos
riesgos de una manera sistemática y objetiva.
El Segundo Pilar abarca todos aquellos riesgos que no son completamente
analizados o específicamente tratados en el Primer Pilar (como el riesgo de
concentración de crédito, de interés en la cartera de inversión, de liquidez, de
negocio, estratégico y de reputación). Además, también deben recogerse factores
externos al banco (como los efectos del ciclo económico).
3.2.2El proceso CAAP (Evaluación de Suficiencia de Capital)
El Comité reconoce que la metodología concreta utilizada para estimar el
coeficiente de capital dependerá del tamaño, complejidad y estrategia comercial
del banco en cuestión. Los bancos grandes que utilizan métodos avanzados
pueden estar avanzando hacia el uso de modelos de capital económico, mientras
que los bancos más sencillos y pequeños pueden optar por un método de
28
planificación de capital más discrecional, en lugar de procesos internos de
evaluación de riesgo sofisticados y complejos, realizando lo siguiente:
Comparar con otros bancos afines sus niveles de capital;
Desarrollar una estrategia interna para mantener sus niveles de capital,
pudiendo incorporar factores como: las expectativas de crecimiento de los
préstamos, futuras fuentes de fondos y su utilización, así como políticas de
dividendos;
Evaluar los procesos internos de identificación de riesgos;
Examinar los factores de riesgo cualitativos, como el entorno de control;
Evaluar los métodos para prepararse para acontecimientos inesperados,
por ejemplo, mediante el desarrollo de un plan de contingencia para
conseguir fuentes adicionales de capital; y
Realizar pruebas de tensión que tengan en cuenta los riesgos específicos
de la jurisdicción en la que opera el banco y la fase concreta del ciclo
comercial (empeoramiento del ciclo económico o sectorial, los efectos de
una recesión, eventos de riesgo de mercado, escasez de liquidez.
El CAAP de un banco también debe fomentar un buen gobierno corporativo,
basado en las normas acordadas por el Comité desde Basilea I y en las que se
basa Basilea II.
El Consejo y la Alta Dirección han de comprender a la perfección el riesgo y
las técnicas para medirlo y deben revisar y aprobar la filosofía general
frente al riesgo, la tolerancia al mismo y su política para gestionarlo.
Debe informarse de forma periódica al Consejo y a la Alta Dirección sobre
el perfil de riesgo del banco y sobre sus necesidades de capital, así como
realizarse controles internos exhaustivos que aseguren la integridad del
proceso;
La gestión del riesgo y el marco de la política para el capital deberán ser
aprobados por el Consejo y supervisados por la Alta Dirección; y
29
Los bancos deben considerar el establecimiento de una estructura formal
dentro del banco, como un “Comité de Política de Gestión del Capital”
presidido por un miembro cualificado de la alta Dirección, de modo que
proporcione una amplia dirección y orientación en asuntos relacionados con
el capital.
3.2.3Principio 2
Las autoridades supervisoras deberán examinar y evaluar las estrategias internas
para la suficiencia de capital y las evaluaciones que realizan los bancos, así como
la capacidad de éstos para vigilar y garantizar su cumplimiento de los coeficientes
de capital regulador. El examen del supervisor debe considerar la naturaleza,
tamaño y complejidad de cada banco, concentrándose especialmente en los
siguientes aspectos:
Garantizar que el análisis del banco haya incorporado todos los riesgos
importantes. Debe ser un proceso en el que se analice la calidad de la
gestión de riesgos y los sistemas del control, el conocimiento que posea el
Consejo sobre el programa de evaluación de la suficiencia de capital, y la
medida en la que se emplea cuando el banco adopta sus decisiones.
El supervisor debe determinar si los niveles y la composición del capital
escogidos por el banco son integrales y pertinentes al entorno actual
operativo, si los niveles de capital se encuentran correctamente
supervisados y revisados por la Alta Dirección, y si el nivel y composición
actuales del capital resultan adecuados a la naturaleza y el tamaño de las
actividades del banco
30
3.2.4Principio 3
En virtud del Principio 3, los supervisores deberán esperar que los bancos operen
por encima de los coeficientes mínimos de capital regulador y deberán ser
capaces de exigirles que mantengan capital por encima de este mínimo. Los
supervisores tendrán en consideración los riesgos que afectan específicamente a
las operaciones del banco, la jurisdicción en la que éste opera, la calidad general
de sus prácticas de administración de riesgo y si los riesgos que no quedan
suficientemente cubiertos por el Primer Pilar se tratan adecuadamente.
Los supervisores deben intentar comunicar su método y sus razonamientos a los
bancos, para lo cual podrán optar, entre otras, por alguna de estas soluciones:
Exigir a todos los bancos de una jurisdicción que cumplan un mismo
coeficiente por encima del 8%;
Establecer coeficientes de activación para el conjunto del sector que
proporcionen medidas correctivas cada vez más rigurosas;
Establecer coeficientes objetivo específicos para cada banco, basados en el
perfil de riesgo del banco y en su capacidad de gestionar riesgos; y
Evaluar el proceso con respecto al objetivo del propio banco (que debe
estar por encima del mínimo del Primer Pilar) para concluir que el proceso
es aceptable
3.2.4Principio 4
El Principio 4 dispone que los supervisores traten de intervenir con prontitud a fin
de evitar que el capital descienda por debajo de los niveles mínimos que son
necesarios para cubrir las características de riesgo de un banco dado. Asimismo,
deberán exigir la rápida adopción de medidas correctivas si el capital no se
mantiene en el nivel requerido o no se recupera dicho nivel.
31
Cada supervisor debe aclarar qué medidas aplicará en caso de que el nivel de
capital de un banco acerque al mínimo permitido. Por ejemplo, para empezar el
supervisor debe exigir que el banco le facilite su plan para restituir el capital y los
plazos para hacerlo, siendo muy probable que también se exija un mayor
seguimiento del banco. El supervisor también debe tratar de dilucidar si la merma
de capital es sintomática de un problema subyacente (por ejemplo, una
administración deficiente) que requiera de una medida correctiva.
3.3 IMPLICACIONES PRÁCTICAS DE LA APLICACIÓN
DEL TERCER PILAR
Con el Tercer Pilar de Basilea II, el Comité intenta fomentar la disciplina de
mercado exigiendo a los bancos la divulgación de información de manera que los
agentes del mercado puedan evaluar la adecuación de su capital.
3.3.1Disponibilidad de la Información requerida
La información requerida se toma del sistema de gestión de riesgos del banco y se
utiliza en el cálculo de la suficiencia de capital, mientras que en otros, la
información ya se habrá hecho pública para cumplir con otras exigencias
contables o reguladoras.
En el caso de información que no sea obligatoria o no se requiera para la
redacción de informes de contabilidad u otros, los bancos podrán facilitarla de
maneras diversas, como páginas de Internet de acceso público o informes
públicos de regulación presentados a los supervisores bancarios.
Tendrán que establecer una política formal para la divulgación de información que
estará aprobada por el consejo de administración, aplicar controles internos sobre
el proceso de divulgación y contar con un proceso para estimar la adecuación de
sus informaciones, incluyendo aspectos relativos a su validación y frecuencia.
También habrá que considerar en una etapa inicial del proceso la función que
desempeñarán los auditores externos en la validación de la información.
32
3.3.2Asegurar el Cumplimiento de los Requisitos del Tercer Pilar
Cada supervisor necesitará un plan de aplicación del Tercer Pilar específicamente
diseñado para el sistema jurídico y administrativo de su jurisdicción. En dicho plan
pueden abarcarse aspectos como el tamaño y alcance del sistema bancario, la
sofisticación de los bancos, el grado de desarrollo de las normas contables y de
los requisitos para la negociación con valores, el arraigo y alcance de la función de
supervisión y la gama de opciones de Basilea II que se espera adopten los
bancos. Este plan debe definir los diversos requisitos del Tercer Pilar dependiendo
de los respectivos métodos de Basilea II, identificar los principales problemas y
brechas a resolver, documentar las exigencias más relevantes, desarrollar un plan
de desarrollo por fases y comunicar con claridad toda esta información a los
bancos y al público en general.
Los supervisores tendrán que desarrollar un proceso para asegurar que los
bancos cumplan con los requisitos de divulgación de información, que incluya:
analizar la información proporcionada y utilizarla en evaluaciones
supervisoras de la gestión del banco;
utilizar los informe periódicos para obtener la información solicitada,
facilitando así el seguimiento y cumplimiento de los requisitos;
publicar encuestas que pongan de relieve el cumplimiento por parte del
sector bancario de diversas iniciativas de divulgación de información, como
la encuesta, solicitando así al mercado a vigilar de cerca el cumplimiento
del banco;
señalar la importancia del acceso a la información en los discursos de altos
cargos;
utilizar herramientas estándar de supervisión (incluidas acciones correctivas
rápidas) para asegurar el cumplimiento de los requisitos de divulgación; y
ayudar a que los participantes del mercado comprendan la información
divulgada y respondan ante su ausencia.
33
CONCLUSIONES
La aplicación de Basilea II terminará por fortalecer aún más el sistema bancario
internacional y los países que se vayan acogiendo, formarán parte de la cadena
mundial de servicios múltiples, crediticios y de operaciones monetarias de los
tiempos por venir. No es una obligación apegarse a los enfoques básicos de
Basilea II, pero la práctica y el tiempo lo harán necesario como lo fue Basilea I.
Basilea II no es sólo el cumplir con un nuevo marco regulatorio, sino una
oportunidad de mejorar la infraestructura de medición de riesgo dentro de las
instituciones. Esto traerá como resultado mayor solidez en la banca mundial, un
incremento en la cultura de riesgo, una más justa competencia internacional y una
mejor toma de decisiones.
La mayor parte de los principales bancos del mundo, que se han recuperado en
gran medida de la crisis financiera, probablemente no se apuren en recaudar
fondos como respuesta a los nuevos requerimientos de capital. Sin embargo,
persisten preocupaciones de que bancos de algunos países enfrenten un largo
camino hacia la recuperación, y que las reglas de Basilea puedan recortar la
cantidad de dinero que los bancos pueden prestar a las compañías, ocasionando
un freno al crecimiento económico.
El Nuevo Acuerdo de Capital de Basilea ll, contempla 3 pilares, el Primer Pilar
comprende lo que son los Requerimientos mínimos de capital, el cual estudia el
riesgo de crédito y el riesgo operacional, así también menciona el Segundo Pilar
que trata de el proceso de supervisión el cual menciona varios principios como
valoraciones de suficiencia de capital y que los bancos operen por encima de
coeficientes mínimos del 7% y por último se encuentra el Pilar Tercero que se
denomina Disciplina de Mercado el cual comprende la divulgación pública para
evaluar la transparencia bancaria.
34
BIBLIOGRAFIA
Documento de Convergencia Internacional de medidas
y normas de capital BASILEA I y II