bbltk-m.a.o. e-012 nº003 los ovnis, un hecho imposible - vicufo2
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G,arye
AJamsk¡
'189
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Palo,nar
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objeto
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ante
la
superficie
de
.-,
Luna.
Adamsky,
que ha
sida
i,:o
de los
más
esPectacularmente
.otitrdddos
Por
seres
deL esPacio,
:¡ tr¡e
4 ia
bistoria
de
los OVNIS
:tn mlterial
fotográfico
)t
unos
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de sus exPeri¿ncias
que,
de
ser ciertos,
suPontirían
la
:.,.úitración
incuestionable
de
que
..-:
.'ie¡es
d trd?és
de
Los
esPacios
.:-¡e,,tle's
son
no sólo
pasibles, sino
ertraordinariamente
frecileT
tes.
ONSIDERAMOS
que
el
disposiciór-r
de
1a
prensa"
En
la
parte
corres-
desdichado
notnbre
de
pondiente
al hlstori¿l
de las
suees.ivas
comisiones
"platillo
volante»
("Fl1-ing
tti.inl.r
t{e encuesra
norteamerlcanas
nos
refe-
Sri.lce.,
er-r
inglés;
.Sou:
riremos
con
más
cietalle
a1
mismo.
coupe
VolantÉ,
en
fran-
Es
indudabie
que
la.acrirud.
popular
suscitada
cési
"pires
voador»
en
por
el arrículo-y
los
libros
d,e1.mayor.
Keyhoe,
poárg,rés;
oDisco
V.l.ur' y pot
otros
libros
cam,o
Behind
the
-.Flying
i.,
.n'italiano;
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Sorrrrt,
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Frank
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que.
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Unrerr¡s..,,.
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..Druebá\
*
que
l¡s
¿utoridades
milit¿res
mán;
"Letáyushke
Tarél-
usA
tenían
en
s,
pode.
un
disco
estrellado
en
ki,
cn
r.rrr,
¡
así
succsi-
Arizona.
más su-'.pequcnos
ocupantcs-'
iu.n-
vamenre
en tádas
las
len-
ramenre
con
las filirairones
del
.Pro1'ecto
Pla-
guas cultas
-e
incukas-
ti1lo"
(Proiect
Saucer,
así
se conocía
popular-
ácl
piarera¡
no contri-
menre
al
Pro¡
ecto Sign).
,er¿
rnte
.todo
aprio-
buyó
prccisamcnre
¿
des-
rísrira
y
n() tenít
n.i.i¡
de
.'ürentilica".
p.i,r.^
el
interés
de
los
Por
ello
es natllral
que
_científicos
de
la
taila
científicos
por
el
,'r.rnro.
¿Cómo
po
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personal
de
la
Marina,
la
Aviación o
el
Ejérci-
Ias
tremendas aceleraciones
ni
los
viraies brus-
io,
etc.)
habían visto
efectuar
a
los
"platillos"
cos que
se
han
observado
tantas
veces.
La
maniobras
inverosímiles:
virajes
eá
ángulo
Físici
-nuestra
Física,
preciso
es
puntuali-
recto,
aceleraciones
brutales,
desde velocidad
zarlo- contesta,
pues negativamente
a
1a
posi-
cero a velocidades
de
muchos
miles
de kiló-
bilidad de
que
los
OVNIS
sean
naves
tripuladas.
metros;
inversiones
totales de
rumbo de
180', etc. Es evidente
que,
de estar
ias supues-
tas
naves
tripuladas,
tales
maniobras
hubieran
provocado lá muerte
instantánea,
por
aplasta-
miento
contra
las paredes.
de sus
tripulantes...
si
las leyes
de
la"inercia tenían algún
valor.
LJn error de
Julio
Verne
Se
ha tachado a
Julio
Verne,
el gran escritor
francés
del
siglo pasado, de
genial
precursor
e
incluso
de clarividente, al prever
logros y
rea-
lizaciones
científicas
que luego
habían
de
al-
c^nzarse.
Sin
embargo,
en
su
popular
novela
De la Tierra
a
la Luna,
comete
un
error
garra-
fal: 1os
tres tripulantes de la baia
de cañón lan-
zada
por el
"Gun
CIub"
de Baltirnore
desde
las
cercanías del
actual Cabo Cañaveral,
hu-
bieran
muerto hechos
papilia
décimas
de se-
gundo después de producirse e1
disparo del
gi-
gantesco
cañón.
Todo cuerpo, como
es s¿bido
y nos dice la
Física,
tiende a conservar
ia
posi-
ción
y
la velocidad
que posee
en
un momento
dado. Los
efectos
de
tan brutal aceieración
instantánea,
repito, hubieran
materialmente
aplastado
a
los tres
osados
aventureros
julio-
La
Astronomía
se
define
La Astronomía no es mucho
más optimista
que
ia Física.
Si
bien
hoy
todos los
astróno-
áos
están
de acuerdo
..r'r..prr,
1a
universali-
dad
del
fenómeno
planetario
-la
Astrofísica
nos dice que la formación de
planetas
es un
hecho que debe seguir casi
obligatoriamente
a
la
formación
de
una estrella-,
y admiten
que
muchos
de estos planetas,
en
nuestra
Galaxia
y
en
otras, pueden estar habitados
-incluso
por
especies
más evolucionadas que
el
hombre-,
1o
que ya
no
admiten
es
que puedan
salvarse
las inmensas distancias interestelares.
Siendo
Ia
velocidad
de
la
luz,
como es
sabido,
de
300.000
km por segundo,
y
estando
la
estrella
más próxima (Aifa de
la
constelación
dei Cen-
tauro)
a
4,2 ai'osluz,
una
hipotética
nave que
viajase
a sólo
la
mitad
de
la velocidad delal'tz,
tardaría
más de
ocho
años
en
llegar
al
Sistema
Solar. Y,
por supuesto,
ninguna de las
naves
espaciales
y las sondas
de
la
NASA
viajan
a
150.000
km
Por
segwndo;
ello
quiere
decir
que,
a
11 km por
segundo
:
40.000
km por
hora,
que
es
la
velocidad
de
escape
terrestre
(que
luego, en el espacio cósmico,
puede incremen-
tarse
ligeramente, pero no
mucho
más), una
astronave ardaría siglos
en llegar a la
estrella
que tenemos más
próxima...
y no digamos
lo
que tardaría
en
llegar a otras
de
nuestra aecin-
dad, como
Tau
Ceti o
Epsilon
Eridani
(estre-
Ilas
con las
que
trató
de comunicarse
por
radio
el
ya
extinto
«Proyecto
Ozma"),
situadas
en-
tre [0
y ll años
luz.
¿Atajos
cósmicos?
En
cuanto a
la
hipotética
estrelia de los
ummi-
tas, Iumma, identificada con
la
'Wolf
424 de
los
catálogos
estelares
terrestres,
y
que
está
si-
tuaáa
a
1.4,2 anos 7rtz,
el tiempo
del viaje aún
sería
mayor.
Los
autores de
los
famosos
uinformes
de
Um-
mo», empero, salvan
elegantemente
este obs-
táculo
afirmando
que
sus
naves
viajan
por
«atajos
cósmicos,
(léase
hiperespacio), o
sal-
tando
de un pliegue espaciotemporal a
otro...
Es
posible que
así sea,
pero
la
Física y
la As-
tronomía terrestres actuales
no
admiten
tales
posibilidades.
(Sin
que
ello
quiera
decir
que no
existan).
En los
alrededores de
nuestro
sistema
solar,
y
según cálculos
de
Isaac
Asimov,
la distancia
Si el
OVNI
no
posee
un
sistema
de gravedad
Una
galaxia
en
foima
de
esPiral;
en
una
galaxia
de
este
tiPo
se
encuentrí
nuestro
Sistema
Solar,
en
la
zona
exterior,
en
uno
de
los
brazos.
¿Qwé
tecnología
es
capaz
de
facilitar
los
desplazamienro:
a traves
de las
distancias
sid.erales
?
O, lo
que
es lo
mismo,
¿qué
energía
impulsa
a
los
OVNIS?
Los astronaatas
de
la cápsula
"Géminis
12,
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-\-;,e-,¡r,
[¿alariLi,
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de
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de
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lJ
C-',
..;-ii
z, de
grosor e/t
el cEntro'
El
punto de
vista
de
la Biología
r
En r-ruestra
época 1'ra
nacido
r.rna
disciplina
fas-
,
cinante:
la
Exobiología,
o
Biología
Extrate-
rrestre. Sin
embargo,i.
rno-.nto"no
pr.a
de
ser
un eiercicio
intelectual, pues las
evidencias
,
que
se
pcseen
en
un sentido o
en
otro son
es-
'
casísimás,
por
no
decir
inexistentes.
De
todos
r
modos,
ha,v aigo
que
nos
hace contemplar
con
esperanza
la
posibilidad
de
que
existan plane-
,
tas habitados, acaso
por seres
como nosotros:
r
1os astrofísicos
están
hoi' totalmente
de acuer-
,
do
en
admitir
corrlo
muy probable
que
ia
crea-
ción
de
planetas acompañe
obligatoriamente
a
'
la
creación
o
nacimiento de
una estrella.
,
Durante mucho
tiempo
imperó entre
la ciencia
i
occidental
la
creencia
de que
el
fenónrenc¡
re-
,
p::esentado por
nuestro Soi
con su corteio
de
:
pianetas
(hov
nuer,e
conocidos,
pero
acaso
iean más), era
rarisimo
en
el
Unir:erso,
por de-
,
berse
a
Ia
colisión
con e1 So1,
en tiempos
re-
r
motísimos (hace
unos
diez mii
miil,¡nes
de
,
años) de un
cuerpo
celeste
errante" Esta coli-
sión
provectó
.rl
espacio
un chorro
de
mat.ria
ígneasolar,
que
iuego se
condensó
a nivel
del
meses
e
incluso de
semanas
luz.
Y
esto,
según
palabras
del
propio
Asimov,
facilitaría
enor-
menrente
el
vuelc,
intersicieral.
Por
otra
parte,
la
comunicación
e
intercambio
entre
cultu-
ras distintas actuaría como
un
ocatalizador
del
ProgreSo
».
piano
ecuatoriai
del
Sol
-plano
cie
la
eclíptr-
ca- dando
origen a
1os protoplanetas.
Las colisiones
estelares
Pero,
según
apllnta
Stephen
H.
Doie,
ingenie-
ro
de
técnicas
aeroespaciales
de
la
Rand
Cor-
poration (Santa
Mtinica, California),
semejante
ihoqrr.
cls*ico
,.,o h,.ibie.,
dadó
lugar'a
la
aparición
de planetas,
sino
a
la creación
de
un
filamento
de materia
incandescente,
que
ten-
dería
a caer
de
nuevo
sobre
1a estrella
una vez
el
cuerpo
intruso
se hubiese
alejado.
Además,
e
inchiso
si dicho
rnaterial
incandescente per-
maneciera en
órbita,
no tendría
tendencia
a
in-
corporarse
en
forma
de
grandes gotas, como
se
ha
supuesto
a menudo,
sino
que
en
lugar
de
ello
explotaría
en sus
átomos componentes, ya
que
la
velocidad
de los
átomos
de.
hidrógeno
-e1
componente
principal-
a
temperaturas
estelares,
iería
muchas veces
superior
a
1a
ve-
locidad
de
escape
del
hipotético
filamento...
E1
resultado
sería un
sol
rodeado de
un anillo
deslustrado
de gls
1'
polro.
E1
nacimiento
de"planeias
por
colisiones
estela-
res es lo
que
postt
iaba la
teoría cosmográfica
del
naturalisia
fiancés
Buffon,
expuesta
a
finales
del
siglo
XVIII en
uno
de
los
cuarenta
y
cua-
rro
volúmenes de su
Historia I¡{atural. El
pri-
mer golpe a la teoría
l¡uffoniana
1o había
de
¿sestar
ei célebre
matemático
irancés
Pierre
Si-
mon, marqués
de Laplace,
en 7796
-o
sea,
_t.
i
:
rlri:e
-
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ocho
años
después
de
la
muerte de
Buffon-
en
su libro
Exposition dw Systéme
dw Monde.
Esta teoría
-que
el
filósofo alemán
Emma-
nuel
Kant
había
de hacer suya
más
tarde-
fue
remozada
en 1943
por
el
joven
físico
alemán
Von
§ileizsácker,
siendo
la
que hoy
sustentan
en
líneas
generales
todos los
astrofísicos.
El
nacimiento de
las estrellas
Según
la
teoría
neolaplaciana
de
Veizsácker,
cada estrella
de
nuestra
Galaxia
ha nacido
de
la
condensación de
una nube
de
hidrógeno
y
de
polvo cósmico.
Al condensarse,
y al empezar
a actuar
las
fuerzas
gravitatorias,
la
protoestre-
lla gira
cadavez
más de
prisa,
con
lo
que
poco
a poco nace a
su
alrededor y
sobre su plano
ecuatorial, una especie
de
"aniilo
de
Saturno",
que
posteriormente
se
va fragmentando en
una serie de
protoplanetas,
con
su
rotación y
su
gravedad
propias.
Vistas
las
cosas
así, y con
el físico
norteameri-
cano
George
Gamow,
no
tenemos
más
reme-
dio que admitrr
que
"la
formación de
un siste-
ma planetario
no constituyó
un
acontecimien-
to
excepcional,
sino que
fue un
suceso
que
acompañó
obligatoriamente
a Ia
formación
de
casi
todas las
estrellas".
Los
planetas, pues,
na-
cieron por
acreción de
Ia
nube
de
gas
y
polvo
cósmico
que giraba
en
torno a cada
protoes-
trella.
¿Y
cuántos
planetas
-o,
mejor
dicho, cuántas
estrellas
con
sistemas
planetarios
a
su
alrede-
dor-
puede
haber en
nuestra
galaxia?
Antes
de
responder
-o
tratar
de
responder,
pues ahí
las opiniones varían-
a
esta pre€iunta,
veamos
un
poco
cómo es
nuestra
galaxia,
nuestro
*universo-isla,
del
que
somos ciudadanos
(y
no de
los más
importantes,
ciertamente).
El Universo
de los
radiotelescopios
xión- alcanzó
a sondear
el
Cosmos
hasta
distancias de cinco
mil millones
de
años
luz.
Siendo un
año-luz
la distancia
que recorre
la
luz
-a
300.000
km
por
segundo,
hay que
re-
cordarlo-
en
un año,
la
cifra
de cinco
mil
mi-
llones
de años lwz escapa
por
completo
a
la
comprensión
humana.
Si
tratáramos
de tradu-
cirla
a
kilómetros,
necesitaríamos tantos
ceros,
que
la
cifra resultante
daría
varias
veces
Ia
vuelta a
la
Tierra.
Pues
bien: con
los
modernos
radiotelescopios
-como
el de
Jodrell
Bank
en
Inglaterra,
o
co-
mo
el
de
Arecibo
en Puerto
Rico-,
esta cifra
se ha triplicado,
cuando
no cuadruplicado.
Hoy oteamos el Universo
a distancias
de casi
veinte
mil millones de años lwz, captando
en
ia
banda de 21
cr.r,.
del hidrógeno
neutro, los
im-
pulsos eléctricos que nos
llegan de lejanísimas
radiofuentes,
como
los
pulsars
y
los
quasars.
Nuestro
bello
satélite,
h
Lur:¡.
,;-
reúne
las condiciones
nece:rr;:
para
albergar
oida
de ningún :::,
Es,
sin
duda,
el cuerpo celesrc -:;.
inoestigado,
el
único que ha
:;i:
marcado
por
la buella
del
l:or,:t-:
-
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6/12
Soles
como
el nuestro
son
las
estrellas
que más abundan
en nuestrd
galaxia,
l¡acicndo
posible
que
surjan
en sus
planetds
las condiciones
:ióueas
pára
el
desarrollo
de
la
¡tida.
Muchos
de
estos
sistemas
pue
den
e
star
h
abitados.
1
tna
distancia
de 108 millones
de kilómetros
del
SoL, Venus
Presenta
un
tam.año
similar
a la
Tierra. Su
atmósfera,
densísima,
sw
presión
y
sus
telnperaturas
bacen
imposible
la
,Lida
en
su
superficie.
Captamos
las
del
Universo
A1
Universo
se le
asigna precisamente
una
edad
de
veinte mii millones de años.
Capta-
mos
señales
que
nos llegan
del borde exterior
de
la gigantesca
explosión
inicial,
que
despa-
rramó
en
todas
direcciones
1a
materia conteni-
da en el increíble
ohuevo
cósmico" de la
Crea-
ción.
(Y
aquí la
Astrofísica
moderna
se da
la
mano con
las
más antiguas
tradiciones
sánscri-
tas, que
hablan del "huevo
de
Brahma" inicial,
y
del ritmo
de respiración
alternada
(expan-
sión-contracción)
del
Cosmos,
que hoy
se
postula).
Pero
¿qué
es
lo que
encuentran, tanto los
te-
lescopios ópticos
como los radiotelescopios, al
sondear
el
Universo
hasta
estas
distancias
in-
conmensurables? Pues
siempre lo
mismo: ga-
laxias
y
más
galaxias... o sea gigantescos
enjambres
de
estrellas, aislados en
el
sobreco-
gedor vacío
del
espacio
infinito:
galaxias elíp-
ticas, globulares,
galaxias
espirales
(como
la
nuestra)...
Infinidad
de soles
como
el nuestro
Y hoy
casi podemos
firmar
que
en
cada
una
de
estas islas cósmicas aiienta
1a Vida. En
el Uni-
verso no hay
excepciones: hasta
en
la
galaxia
más remota
encontramos
los
elementos
que
componen la escala periódica: existe
un
"ladri-1lo" fundamental:
el
hidrógeno,
y
la
gama
de
estrellas (según
el diagrama
de
Hertzsprung-
Russell) también nos es
perfectamente
conoci-
da.
Nuestro
Sol,
una
modesta
estrella amarilla
de tipo espectral G, a la mitad aproximada-
mente
de
su vida
estelar,
a
la mitad también
de
la
Gran
Secuencia
o
serie
principal,
ni grande
ni
pequeña, mediana
por todos los
conceptos,
es
precisamente el
tipo
de
estrella que más
abunda en nuestra Galaxia. Y si ella tiene pla-
netas
a su
alrededor, sus
hermanas
cósmicas
también pueden tenerlos.
¿Vamos
a
ver
lo
que
dicen las
autoridades?
LJnas
consideraciones
interesantes
Nuestra
Galaxia mide 100.000 años
luz
de diá-
metro.
Es una
galaxia
espiral, una
gigantesca
rueda catalina
de
unos fuegos artificiales cós-
micos.
Nosotros
habitamos
en
uno de sus
bra-
zos
espirales
periféricos, a unos
30.000
años-
luz del núcleo galáctico. Somos, pues,
ociuda-
danos
de
los
suburbios".
¿Qué
inimaginables
supercivilizaciones deben de existir
más
cerca
del
núcleo
o
en ei mismo
núcleo?
Como
ve-
mos, no hay ninguna razón para nuestro ridí-
culo
orgullo
ni para
que nos
consideremos
-
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7/12
cas
favorables
al
desarrollo
de ia
vida.
Hol'lc
v
L
i
rtleron
cálcul..,. ¿firm¡n.
pue.ié hi-
cerse
extensivo
a todas las
gaiaxias-partendel
supuesto
siguiente:
según estos
dos
distingui-
dos
astrónomos ingleses,
"ios
pianetas
nacie-
ron
de
la
explosión de una supernor.a,. En
nuestra galaxia
estaila una supernov¿
cada dos
o
trescientos
años.
Por 1o tantc-r,
el número
de
astros
que
estallaron
en
ia
galaria
desde
su
formación.
hará
unos cuatro mil n-riilones de
años, ascendería
a or.:ho
n-rillones. Pero dentro
de
cada
sistema
solar
así
formado,
sólo
en cien
mi1
cie ellos existiría un
pianeta
capaz
de alber-
gar
1a
Vida.
¡Cá1cu1o
conservador
en
verdad,
,v
por
ende basado
en una
premisa que
induda-
blemente
es
falsa
Las
dimensiones
de
nuestra
galaxia
El
ya
citado
Stephen
F{.
Dole,
en su
obra
P/¿-
netas
flabitables,
da una
cifra
inrermedia
enrre
las
de
Urey
v
i{ovle-Littleton,
ai afirmar
que
el número
total de
planetas habitabies
en la
galaxia
es de unos
seiscientos millones.
Lleea
"
"rt.
cifra mediante
complicados
cálculos,
que
constitu',.en prácticamente
la
materia
de
su
libro
,v
que aquí
no
podemos
ni
resuinir,
Sin embargo,
dice
que
dentro
de
los
iOO años
luz-
de
la Tierra
(una
distancia relativamenre
pequeña
si
se considera que
el
grosor
cle
nues-
tra
galaxia
en
el núcleo
sobrepasa
los diez
mii
años 1uz,
,-
su diámetro
se aproxima
a
los
cien
mil
años
luz), irabría unos 50
planetas habitables.
Por toda
la Galiixia,
la
distancia
media
entre
una
estrella
dada
eleelda
a) azat'y
su
vecina
estelar más
cercana
.r'-de l'rrro,
cuatio
años
luzl
Ia
distancia
media entre una
estrella
con
un
planeta habltable
v
su vecina
-siernpre
según
Dole-
con
pianeta
habrrable,
es
dC unos-24
años
luz.
Ya
hemos
dicho,
empero. que
en
el núc1eo
ga-
láctico
(conocido
sólo
por radic.,rstronomía.
ya
que quecla
oculto a nosorros por
nubes
de
LOS
PLANETAS
HABITABLES
T\lr
\(nt(n.rr
.lL
.'¡r,'rl.r>
r)).1>
L)
?,r,rirn.r.
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5,,1
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d:rs
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h¡bjtal¡les.
Y
dr-
cllrs cs¡rL:,:ir1'
tnente
l+
cucnt:1n con las n:¿r'r,--
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\,.n
r\,rLr\
JP.1rürL'n
.lr
cl .u.r,i¡','
qLi.
.¡;¡¡.
'
polvo),
las
distancias
entre esrrellas son mucho
Inenores:
de
meses
v
semanas
llrz
únicamente.
Lo
misrno
es
cierto.para los
cúmulos globula-
res
-como
ei de F{ércuies,
por ejemplo-, en
los
cuales las
estrellas
se
encuentran
muy' api-
ñadas.
Posibilidades
de
vida
en
el
sistema solar
Nue
stro
sistema
planetario,
está
constituido
por
nueve
planetas, treint¿
\,
un
sarélites
v
un
gran
núrrero
de asteroides
de diferentes tama-
ños situados
en ei
cinturón de asteroides entre
Marte
y
Júpiter,
en algunos
de los
cuales
po-
dría
pensarse
que
existiera
vida
de algún tipo.
(.'otnts
tr:r¡tos.
lus €\trellis
n1u.\
ttptüs
J.türa
lu t'ida .;on:
Aftu
(lentauro
B. 70
Oliuct¡ A, Eta
(-otittpctt
.l. l)elt,t
Puttttti.¡,,.
lLt
9)
tlr
lLt
(
nustt
lttt
ic,n
ilel
[:.riduru¡.
Estrella
Distancia
de la
Tierra
(en
años-luz)
Probabilidad
Alfa
Centauro
A..
Alfa
Centauro
8..
Epsilon
Eridani...
Tau Ceti
70
C)fiuco
A.....
Eta
Casiopea A
..
SigmaDragonis...
3óOfiucoA.....
36OfiucoB.....
i1R7703A.....
DeltaPavonis..".
82
Eridano
Beta
Hidrae
machr¡
HR
8832
i0,8
))
71
8.i-)
of
8,2
ol
8,6
ot
10,9
11.3
tL.1
5'4
I ru.z
5.7
)
3,3
3.6
\7
5.7
3,6
2.-1
\¿
r
2.0
)
''-
70
i7
5,7
3.7
1-0
-
8/17/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº003 Los Ovnis, Un Hecho Imposible - Vicufo2
8/12
Ltt turbttlenta
superficie
tle
JúPiter,
:egtn
la
mostro
tl
\
o1'ago
-,
cruzadd
por
incesilntes
ciclonas
.)r
buracattcs,
nc
Dermite-el
desarrolLo
, 'e l¿ ,-id¡
inteligente.
,11arte ot'rece
nurcbas
:it¡tilitudes con
La Tierra,
Pcro
los
datc-,s
tporlados
Por
los
ingentos
.-':.rci.z/e,,
que
lo ban
expLorado
.;',.ei]
iltd-ic,tr qile
t¡1t7tPoco
en
él eristen
restos
de ¡;idrt.
Mercurio
es
tattbién
Mercurio,
inhabitable
MERCURIO,
el planeta
más
interior,
es
difí-
cilmente
observabie
desde
la Tiera,
a
no
ser
que
se trate
de
días
muy
claros
y
siempre
antes
del orto
o
después
del
ocaso.
Este planeta
gira
sobre
su
propii'r eje en 59 días,
lo
que
hace
que
su rot¿ción
ser
muy
lenta.
Este
hecho provoca
que
la
exposición
de la superficie
de
Mercurio
al Sol sei
muy
continuadi
y, por
tanto,
se a1-
cancen temperaturas extremas
de 400
grados
centígrados
en la cara expuesta
y
hasta
de
-100
e.,
lJzona
de sombras.
Tan
sólo
es admitida
una franja
intemedia
en la que
pudiera
existir
un tipo
de
temperatura
en cierto
modo similar
a la de
algunas regiones
terrestres.
La atmósie-
ra
de
Mércurio
es muy
tenue, tanto que
du-
rante
mucho tiernpo
se pensó que
no
existía.
Fue
Dolifus quien
en
1950
pudo demostrar
la
existencia
de
una capa
atmosférica
sumamen-
te tenue.
Por
este
delalle
1a
presión atmosféri-
ca
no
es
superior
a 1
milímetro;
es
decir,
Ia
miiésima parte
de la
presión
terrestre.
Su
rota-
ción,
muy
lenta, y su
constante
exposición
a
los
rayos
solares con
ia consiguiente
mayor
ra-
diación
de
todo tipo
de parrículas
a
su
superfi-
cie,
es
lo que
hr.. p..ttr.
en la
imposibilidad
de vida tal-como
es concebida
en
nuestro
Pia-
neta.
Rornántico
Venus
VENUS
ha
sido siempre
un
planeta
atrayente
dentro
de1 campo OVNI,
en
especial
para
los
contactados
de
todo
tipo,
empezando
por
Adamski
y
terminando
por
Siragusa.
Lo
cierto
es
.
que
sobre.
Venus se,
habia escrito
mucho
mas
Por
lnspiraclon
poetlca que
por compor-
tamiento
práitico
y
observador
del
ser
humano.
Venus se
encuentra
a
108 millones de kilóme-
tros del Sol,
siendo muy similar a
la Tierra
en
tamaño.
Puede ser observado
fácilmente
desde
nuestro
pianeta,
no sólo
durante
ia noche, sino
en
pleno
día en
las circunstancias
más favora-
bies.
Le caracteriza
su
atmósfera
muy densa,
detalle
que
imposibilitó
hasta hace pocos años
un
estudio
más
profundo
de su estructura
en
superficie. Su
rotación es muv
lenta
y
real-
mente
no se
le han asignado
valores concretos,
si bien presenta
una peculiaridad: que
dicha
rotación la
efectúa de
este a
oeste,
a1 contrario
que
la
Tierra
y
casi
todos
1os planetas.
Los
datos
de Mariner
II y
Venus
IV
Ei estudio.
de
Venus
por. las
sondas.espaciales
norteamerlcanas
y
rusas
ha sido
realmente
es-
pectacular.
La
sonda
americana
Mariner
II
pa-
ió
a
só1o
34.C00
km de1
planeta en
diciembre
de 1.962, obteniendo
unos
valores
más
seguros
para las temperaturas en
la
superficie, que
al-
Lanzaban
30b
grados centígrados.
Fueron
iue-
go los
rusou qriettes
consiguieron
posar
en
la
superficie
clel planeta
su
Venus
IV, en
octubre
¿ioaz.
Esta
ionda
reafirmó
las
ele"*adas
tem-
peraturas y
dio
lecturas
de
presión
del
orden
áe 22
veces
superior
a
las cle
la
Tierra-.
Des-
pués
de
otros
intentos
de estudio
por
1as dos
irrp..pot.rr.ias,
se. sabe
que
Venus,
no
retiene
agua
en su
superttctei
que
consta
de
una caPa
gáseosa
que
Ia
envuelve,en la que
están Presen-
ie
el
,.,hídtido
carbónico
en
casi
un
90 por
100,
siendo
el óxigeno
y
vaPor
cie
agua
Presen-
tes
en un
1,5 por
100.
De cualquiera
de 1as
maneras,
en
.su
conjunto
Venus
,-,ó p"....
el
ambiente
ideal
para alber-
gar
vida
inteligente
y
más
desarrollada
que
la
nuestra.
Poética
luna,
pero desierta
La
LUNA
está a
una distancia
idónea
de1
Sol,
oero
ni
su
masa,
ni
la
ausencia
de
atmósfera,
ni
io,
drto,
que
ha
aportado
la
conquista
lunar
por parte
de
EE,.Ui.J.,
permiten
albergar
duda
con
-.espe.to
a
su
inhabitabilidad.
Sin
em6argo
;
pdrá
ser
justos
expositores.
de
cuanto
la
irrni
puede
aportar
en
este sentido,
hemos
de
decir'que
está
comprobada
una
at-
mósfera
lunar,
pero
tan
rarificada
que
en nues-
tro
planeta
tan
sólo
se
podría
encontrar
algo
simiiar
a
8OO
ó
900 kilómetros
de
altura,
lo
oue va dice
bast¿nte
por
sí
solo. Otro
hecho
.o*ó.obrdo
es
que
l, Ltrna
tiene
una
grave-
dad
mucho
más
baja
que
la Tierra,
sin olvidar
el intenso
bombardeo'a
que
se
ve
sometida de
continuo
por otros
.r..pbt
estelares
como
los
meteoritoi.
Considerembs
también
las
tempe-
raturas
extremas
de
118
grados
sobre
cero,
y
153
bajo
cero
en la
cara
oculta.
Marte,
un
planeta
muy
similar
a
la
Tierra
MARTE,
la
incógnita
más
inmediata
de nues-
tro espacio,
fuente
de
¿caloradas
polémicas,
inspirádor
de
hipótesis
explicatorias,
casa y
origen
de
los
hombrecitos
verdes
de toda
.rlrÁtm
cienciaficción,
segundo
punto
de
inte-
rés
de
nuestra
ciencia
en
la Astronaútica.
Sin
lugar
a
dudas
Marte
es
el mejor
de
los
planetas
conocidos
después
de la Tierra,
aún
antes
de
haber
recibido
1a visita
de
ingenios
humanos,
protagonizadas
por
los
Vikingos
nortea_meri-
canos.
Además
de
esto,
Marte
es el
planeta
que
mayores
analogías
presenta,
con
el
nues-
tro,
como
ocurre
con
su rotaclon
en
torno
a
-
8/17/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº003 Los Ovnis, Un Hecho Imposible - Vicufo2
9/12
-
8/17/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº003 Los Ovnis, Un Hecho Imposible - Vicufo2
10/12
L.i astronomía
moderna,
y con
ella
todos los
az,ances
en
el
estudio de nwestro
Sistema
Solar, comenzó
realmente
con
.'¡ dertostración
por
ParLt'
cie
Copérnico
de que
la
l-ierra
gir,tb.t ert
orn,-,
al 5ol.
\',to al
contrarlo.
Lr¡s descubriru¡icnto:
astronómicos
de
Ni.kL,"s
Co¡érnico
(1473-1
1,i"3.t.
ctue
.ie4cttraron
la realid¡tl
cle l,r-
:¿ st¡
l:
eliocéntrica,
d a
spl,"zar,*t
.i¿ iiliti'oamente
ltt
te
oría
de
¡'t:
i'¡.-fterra
er¿ el
ceiúr.)
d.el
-
,:;
-
e..r,-,.
-\e-
intul,ó
entonces
Ltt
t errladcrrz
dirnensió n
del
esp,.tci¡¡
criest.e.
Í
I
I
I
1
l
l
su
eje, que
es
de
24
horas,
39 minutos
y
35
segundo;,
algo
más
corto que
nuestro
día.
Pero,
no
sólo
su
rotación
es
similar,
sino
que
también
ia
inclinación
sobre
su
eje
(Ecuador
con
respecto
a
su
plano
orbital)
es
de 25
gra-
dos
y
12
minutos
de
arco, similar
a1
nuestro,
cifraáo eo
23
grados
:,
27
minutos.
i*
..r.esió.,
de".rt..ioá.s
es
similar
a
la
nues-
tra, aunque
por
estar
más
distante
de1
So1
éstas
son
más-lar§as,
casi
el
doble
que
las terrestres.
El enigma
de
los canales
Los
misterios
de
Marte
empezáron
con
sus
ca-
nales,
descubiertos
en
1.877 por
el
astrónomo
italiano
G.V.
Schiaparelli.
Pero
fue
Percival
Lowell
en
1894
quién
tras
construir
en
Flags-
taff
,
Arízona,
un-importante
observatorio
casi
dedicado exclusivamente
a Ia
observación
de
Marte,
e1
que
posibilitó
ia
confección
de
im-
portantes
mapas
con
la
estructura
de
dichos
ia.ra1es,
dándóse
la
circunstancia
de que
se
de-
tectaron
configuraciones
gemelas.
A-quel1o
lle-
vó
rápidamenie
n
pet-rsar
en
seres
dotados
de
inteliIencia
como
autores
de
tan
magnífica
obra
de
ingeniería.
Ya en
nuesiro
sigio
se
debatió
la cuestión
con
seriedad
y
se
calcr,rló
que
Para
ser
observados
desde
nuéstro
planeta,
los
canales.debían
me-
dir
como
mínimo
20 kilómetros
de
ancho.
A
medida.que
se
perfeccionaron
ios
telescopios
y
se
conslgureron
melores
imágenes
dei
planeta,
los
cana'Íes
no
eran
observados,
sino todo
1o
contrario.
Fue
Kühl
quien
en
1.924
íntentó
de-
mostrar
que
los
canalás
sólo
podían
tratarse
de
espeiismds.
Sin
embargo.
.n
igs+
en
el
obser-
,raio.io de Monte §íiison, en
California,
se
obtenían
las
primeras
imágenes
fotográficas
de
seis
de
estos-canales.
A
pesar
de
todo
el tema
de los
canales
es
todavíJ
hoy
motivo
de
polé-
micayespeculación.
_
_
Los datc¡s del
Mariner IV
Otros
datos
de gran
interés
son
la
temperatura
grados
más
bajas
que
las
medias de
nuestro
planeta,
cuya media
anual es de
14
grados
cen-
tígrados.
La
atmósfera
marciana es más
tenue
que
1a
de 1a
Tierra,
aunque se
han observado
en ella
tormentas de
arena,
rápidos vientos,
in-
cluso
algunas concentraciones
de cristales sus-
pendidos.
La
gravedad
es
un
38
por
100 me-
nor a
la de
nuestro planeta,
por
1o que un
hombre
de
unos
75 kilos
sólo
pesaría
en
Marte
29.
Esto se comprobaría
y
afinaría aún
más
con
el
paso
de1
Mariner
IV
el tS
de
julio
de
1965 a ápenas
10.000 km
de distancia de
1a
su-
perficie
marciana.
De
1os datos enviados
no
iólo se comprobó
que
Ia
presión
atmosférica
oscila
entre
8 y
15 mm, es decir,
de
un ciento
a
un
50. por
100
de
la presión
atmosférica terres-
tre,
sino
que
su
superficie mostraba numero-
sos
cráteres,
1o que
la
asemeja
a nuestro satéli-
te natural
la Luna. Una
de ias fotos
mostraba
un cráter
de
120
km. de
diámetro.
Las
experiencias
del
proyecto
Viliingo
El
proyecto Vikingo
estadounidense
vendría
a
aportar
nuevos datos
y
nuevas
dudas con
res-
pe.to al
tan
debatido
tema
de
la
vida
en Marte.
El
Vikingo
I
tomó
contacto
con ia
superficie
marciana- en
la
región de Chryse,
Iievando
a
efecto unas
experiencias
con
la
ayuda de
cal-
dos de cultivo
iicos en
aminoácidos.
En
ambas
pruebas,
con
materiaies
recogidos
de 1a super-
iicie se produjeron
desprendimientos
de oxí-
geno
)
trazas
de
C-14.
A
pesar
de
ello
1os
científicos
piensan
que
1as
reacciones
podrían
ocurrir
de
diferente
manera
a
como
ocurren
en
las
condiciones
ambientales
de
nuestro
planeta.
Con
la idea de comprobar
si
esto
era
cierto,
la
Vikingo II se
posaría
en una
zona
de
Utopía,
situadá
hacia
los
60'de
iatitud Norte
y 250'de
longitud
Oeste,
por
tanto más
al norte que
la
regió.r
de Chr.vse
donde se posara
el
Vikingo
I.
Las imágenes
que
envió el
Vikingo
II
dieron
al traste con
las
ideas
concebidas
por
los
cien-
en
nuestro
veclno cosmlco,
del
oro(
EL
ERROR
DE
JULIO VERNE
p
t
.t
.l
sus
num(ro\r\irno\
I
¿cicrto.
crr
Lr
¡ro'pccción
de
iuturo,
también cometió
el
gcni.rl
nor eii.t.r
alcun¿r cquivo-
c¿ciones.
Ari.
cn:u
fam.r.¿ no-
r,
la
Virje
.r I¿ Luna...
no
e
on-
tó
con
que
la
velocidad que
al-
eanz¡ri¡
cl prur
ectil
dcl
cañin
en cl momento
del
disparo de-
bería
aplastar
materialmente a
los heroicos
tripulantes
que
es-
raban
aloj.rd.rs
en sLr intcrior.
Los
viajeros,
en
verdad, no hu-
bieran
podido
alcanzar su obje-
tl
vo-
ico.
del
orden
de l0
La boca del
cañón
instalad.o
en
la
Tierra
y,
apuntandc
a su
obieth,o.
Su
diiparo, según
Julio
Verne,
situaría
a los tres
hombres
sobre
la
swperficie
de la
[,una.
i
-
8/17/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº003 Los Ovnis, Un Hecho Imposible - Vicufo2
11/12
ríiicos
acerca
de
parajes
más
húmedos v
con
Po-
sibilidades
de
vida,.
ya que ntostraban una
sLlce-
sión
de dunas
y
rocas
volcánicas,
seca,
sin
hie-
1os
1-
con
temperaturas
que
oscilan
entre
2"
y
-90
grados
centigrados.
Marte,
también
inhabitable
Marte,
en
resumen
y hasta
donde
podemos
conocer
hoy por
el método
cientifico,
contie-
ne una atmósfera
demasiado
tenue
y
sus
tem-
peraturas medias
son
muy
bajas
como
para
ionsiderarlo
habit¿ble.
Del
mismo
modo
ten-
drí¿mos
que
descartar
a sus
satélites,
a
Pesar
de
cuanto
se ha
dicho
con
resPecto
a
Fobos,
su singular
órbita
en
torno
al phneta
1-
sL.r
dis-
tancia-de
la
superficie
del mismo,
la cual
dis-
minuye
tan
deprisa
que
en
un plazo
aproxirna-
do de .r,.,os
7d
millones
de añts
ha de
chocar
contra
el mismo.
Los planetas
más
lejanos
De los restantes
saté1ites
y
planetas
se
dice
a
nir-el
de
profesionales
que
son
tan
enorme-
mente grandes
y
han
retenido
tanta masa
at-
mosférica,
que
son
planetas compuestos
pri-
mordialmente
de
hidrógeno
y
helio
en su
at-
mósfera,
recibiendo
brrstante
menos
radiación
solar
a
causa
de
ias
distancias,
cada vez
nlavores,
hasta llegar
a
Plutón,
considerado
extremada-
mente
Irio. A
pesar
de
ello no podríamos
dejar
de comentar
el último
logro
norteamericano
en
este
campo
de la investigación
dei
espacio
exterior
más
inmediato,
tai
cuai
es nuestro
sis-
tema
planetario. Nos
referimos
aquí
a los
.\'oyager,.,
1os
cuaies
tienen por
cometido
el
estudio
de
1os
dos
subsisten-ras
más complejos
de nuestro
sistema,
Júprter 1'
Saturno,
con
sus
correspondientes
lunas.
yr:'arzo
de1 pasado
L979, prttporcionando
una
visión
sobrecogedora
de
i:i
superficie
del
mayor
de
los
planetas
de
nuestro
sistema.
Las
cámaras
de1
Voyager dieron
una
visión de
la
coloreada
y'
turbulenta
superficie
de
Júpiter
en
la
que
se
ilegaron a
registrar ciclones
,v
hi,rraca-
nes
que
se desplazaban
a casi
320 kilórnetros
por
hora, cletectándose
hasta
doce
de estc¡s
ciclones.
Esto
puede
dar
una idea
bastante
clara
cle
las
condiciones reinantes en el
plane
ra
v de
la
in'r-
posibiliciad
de
vida
inteligente
en el misnro.
De1
mismo modo
dejó ai descubierto
que Ga-
nímides
se asemeja
mucho a
Marte
en
su cs-
tructura
y condiciones. Caiixto
es muy
pa,reci-
do
a
N{ercurio,
con
una superficie cubierta de
cráteres
y
con la apariencia de ser más antiguo
que el anterior.
Los anilios
de
Saturno
y el
gélido
Titán
Mientras esta
visión
escalofriante
de
nuestro
mayor
subsistema
queda
atrás,
recientemente
las
cámaras de
Vor.ager
se
fijaron
en Saturno,
descubriendo nuevos
e
interesantes datos
so-
bre la constitución
de
sus anillos.
dejando
c1a-
Io,
un rompecabezas
geológico
La
verdadera sorpresa de
estas
imágenes
fue
el
descubrir
anillos
como
en Saturno 1'
que
e1
sa-
télrte
Io
presenta
grandes
montañas
r-olcánicas
de poca
antigüedad,
siendo
un cuerpo
activo
cuya
superficie
amarilla,
blanca
,v
roio oscLlro,
present;
todas
1as
posibilidades
geológicas
imaginables.
Uno de los
volcanes
observados
prese,-rta
una altura de
1.60C
metros
sobre
el
ier.e.ro
y
esparce su
1ar.a en
un radio
nr¡
infe-
rior
a 96 kilómetros.
Sin embargo,
no parece
contener
agentes
de
erosión
prtrcedentes
de
una
atrnósfera
apta,
para
1a
vida,
sienrio
su
principal
erosionador
el
vientr¡
de
radiación
que
sopla
desde
Júpiter.
I
os nt,i:;
'í i-itlttts
ittgent,t:,
corlttt
u ¡dos
per,i exr.iorar
cl
t;¡t.t,
iu
,
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,
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técnicos
)tekstlt'ios
[¿nr¿
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:ti¡r'l,t,,t,i
p,:rLI.1'.
,tpoltn¡
1.¡:
'1t,,,t,
,,,,'tl;,',",
:
de los
"'iajcs.
El turbulento
Júpiter
El
voyag-er
I
ptó
:._f:*.d
iilql¡e1
el
¡
dc
[.]
lsatnbre,
¿ [¡ttti{].os
1.1.s¡J,.
a¡-,enturando
en /¿s
ir'¡tt.,¡,,;.
del
Costtos.
dfitPLlt',.Lit
a'-'
J, i:.'(r .. , r.
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('llr.1.
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ci.r':.
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¡rnproiti.e
it'¡vs
Jt¡tcii,,:,
,tlu:',; ol.t;,.1.¿
,1r' .¡',.i
..r..j...
le
janís
iin:t.
Los
tripulatites
dc
la
intnensa
bala de cañón
E/
nc,ncnto
del disptro
l¿ baLa, desrlc una
Y
cste
dr'bió;er
tl
reiultttdo de
La
expcriuit'ia;
lits
cuerpos
m,¡ltt
ech,..'s
El tispeoo
Cesol'tt/o
rlc lo,
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rpas ce lcstc,, qt,,e
corl
ple
t.i
el
Sisten¡
5oi¡r
-
1,-..t:,:....., ut,i:
-
8/17/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº003 Los Ovnis, Un Hecho Imposible - Vicufo2
12/12
§Fffiflñ}rÉffiffiYffi
La
cienci¿
niega
hasta eL
triotnen o
id
posibilitlat/
de
-¡ida
er ott-o:
planetas,
por
faLta
de
prteb;s. Pero aL presencia
de
io,.
O\,\15 en todos
]¿os
cielos
a'e ltt Tierr,t
quiere
poner en
c
-
tJctlct¿ que
t'to
no
cr dst.
Sdturno
sc
e/rcLlctttt'il
/71Lt\'
.tlct;,1,
,i/
t"7
Ni en
su
su7eri¡cie
ni en
sus
anillc,s
es
Posibl.e
La
'¡ida,
tt::
fotoquírnico
como
e1
de
ias grandes
ciudades
terrestres.
Aunque esto
presupone
encontrarnos con
lo
que
los científicos
supo-
nen que fuera
la
Tierra
hace 3 millones
de
años,
la frialdad
de
Titán no propicia
ia pro-
ducción de
vida
pese
a los
componentes
orgá-
nicos
de su
atmósfera.
:
¿Estamos
solos?
r
En
definitiva
nada hace
suponer
hasta la fecha
r
.actual,
que
nuestro
sistema
planetario
conten-
r
ga
vida en estado er.,olucionado.
como. para
pensar
que seres
inteligentes pudieran
visitar-
,
nos partiendo
de estos lugares de
origen.
:
Llegados
a este extremo, e1 fenómeno OVNI
ha
,
de ser
mirado
con
más
detenimiento,
son
mu-
r
chas
1as razones que
la
ciencia aporta
como
,
para seguir pensando alegremente
en las
posi-
:
bilidades
de
explicación
apuntada
por diversos
,
estudiosos,
Aun
así sería
necesario
revisar
que
r
es 1o
que
realmente
constitu)¡e
e1
dossier testi-
,
fical quesobrelosOVNISse
ha
podido
reunir
en
lot
últirnos
treint¿
v
cultro
años.
Las
imposibles maniobras
El OVNI, o
mejor los
informes sobre
OV-
NIS,
scln historias
increíbles
contadas por
per-
sonas
creíbles,
como dice
Hvnek,
r,
la
natura-
leza increíble de
estos informes está en las
ca-
ractcristicas
que
resultau
propias
r
est¡s rnani-
festaciones.
¿Cómo
explicar las
aceleraciones
bruscas,
las
detenciones
por prolongados espa-
cios
de
tiernpo,
los
cambios
de dirección en
ángulo recto v
hasta
en
180 grados?
Impotencia
de nuestra
física
Nuestra física
actual
no
encuenrra
explicación
a estas
características
a ntenos
que
se
pise
el
terreno
de la
especuiación,
1o
que
nos
lieva a
querer explicar
un
fenómeno
exrraño
por algo
que
tampoco nos
es conocido.
Recordernos,
por
ejemplo,
el principio
de
la
conserr.ación
de
Ia
cantidad de movimiento,
en el que
se
posru-
la
que cuando
a
un
cuerpo
se
aplica
uni
fuer-
za,
el
impulso
mecánico
que le
comunica se
invierte
en modificar la
canticlad
de movirnien-
to
del
cuerpo.
Esto es algo
que se aplica
para
los motores
de reacción
y
para balística, méto-
do
usado
para 1a
puesta
en órbita de nuesrros
ingenios
espaciales.
Pero,
para ello,
es
impor-
lante
contar con
el
principio de
acción
),
reac-
ción, 1o que
nos 1levarÍa
a considerar
las
frena-
das o cambios bruscos
de dirección obsen-a
dos en los OVNIS.
Este hecho supondría so
meter
a
1a supuesta
estructura a
unas
fuerzas d
choque,
que harían
saitar en
mi1 pedazos
a
cuerpo
más duro. No
olvidemos
que
un cam
bio de
180
grados
en la dirección,
supondri.
someter
al
cuerpo
a un
choque
frontal co¡
otro
que
se desplazara en sentido contrario
igual
velocidad.
Unas
velocidades
increíbles
De
otro
lado
tenemos
las altas
velocidades
cie.
arrolladas p-or
estos
objetos.
Recuérder-rse
1,..
asignadas
en 1952
tras
largos cálculos:
11.51
knr/hora.
Quince
años
más
tarde el avión
m.:.
rápido del mundo
-el
X-15 americano-
a
canza,
a
Bran
altura
y
propulsado
por
o t,
rreactores.7.J50
km/hora.
Y
no digamo.
hablamos de
las llamadas naves
nodriza. a
-..
que
se observa desde casi
ras de suelo
-c¡s
de
Adrián
Sánchez
entre Aznalcollar
v
C¿s:.
[o de
la,
Cuard¿s-
hasta
a]turas rupéri.r.'
los
80.000
metros;
cuando
1os
aviones
de
cor'.
bate
no
superan
los
18.0C0
metros de alt,,i:.
El OVNI,
no
explicable
por la
ciencia
Podríamos
aportar
varias
razones
por
1as
;
"-
estos
fenómenos
no son explicables
por
l':,
.
tra ciencia,
tales como:
a) I-a
luminosidad
es
uniiorme.
r'
Deii-
encerrada, de contornos periectamente
ie::,--
dos,
que
no
dejan
que
ia
luz se
dispe:..
b) La diversidad de
efec¡os
producrulos
:
los
misrnos.
Llegados
a
esre
punro
también
tendríamos
c,,
pregunt¿rnos:
¿cómo
explicaria
fluerrr¿
riq-
-.
ll
presencia
dc
objetos'de
formas
crrcr.
r:.-
Ningún
país
ha
prodigado
esta
forma
ei
.-
aparatos
convencionales
de
transporte
ái:;-
Si estas
formas
fueran
racionalmente
úri--,
¿no
habría
el hombre
hecho
uso
de
ellas:
La
imposibilidad
de
un hecho
como el
que p-.::
tea
el
OVNI
es
evidente
a la
luz
de-*.,..:.
ciencia.
Principos
básicos son
,.iolados
poi
.-
"no
identifica.los-.
por los informes
que
\,
-.
ellc-,s.e prodigan
a
diario
dcsdc
h¡ce nr¿.
_
treinta
años.
Pero
en
este
momento
de
nues::.
expt-rsicion
rentlríarnos
que
eonocer
]¿
opirr
:
de
la
cicnci¿
erl relación
¿
un., de
lor'rcn-..,
más
debaridos
en el
conrexro
de
los
no
idenl
ficados:
ios
humanoides.
La
imposibilidad
astronómica
en
nuesrro
esp;
cio
más inniediaro,
la
dificultad
física
d.
'1"
viajes
espaciales,
la
contraposición
a
fund¿.
mentos
básicos
de nuesrra
Física
y
la incapaci.
dad
biológica,
hacen
de los
OVNIS
un
hechc
imposible.
Sin embargo,
como
ral
.no
identifi.
cado"
hemos
visto
que tiene
carta
de
natural -
za
y por
tanto
debemos
admirir
un hecho,
qu.
miles
de
personas
de
roda
clase
1,
condición,
asegriran
haber
r,isto.
¿Estamos
ante
una reaii-
dad
o ante
un
rnito
?