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Tr a ducción de EDUARDO L. SUÁREZ RICHARD J. BERNSTEIN LA RESTRUCtrURACIÓN DE LA TEORíA SOCIAL Y POLITICA FONDO DE . CULTURA ECONÚMICA MÉXICO ¡ I ,

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Traducción de

EDUARDO L. SUÁREZ RICHARD J. BERNSTEIN

LA RESTRUCtrURACIÓNDE LA TEORíASOCIAL Y POLITICA

FONDO DE .CULTURA ECONÚMICAMÉXICO

¡, I,

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82 LA TEORíÁ. EMPíRICA

l a c i ó n ~ ·Pero aun si se concede tan dudosa pretensión, las··consecuencias prác"-

ticas de esta acumulación de conocimiento empírico no están nada dara.<l.

Está aumentando la brecha que separa a este conocimiento de su utilizaciónpara la creáción de una: sodedad buena y justa. No hemos cerrado la brecha

que media entre la teoría y la práctica, sino creado un vado intelectual ypráctico. En lugar de la utilizflCión del conocimiento por parte de los r e f o r ~m.adores sociales y políticos, encontramos su uso por q ~ e n q u i e r a que tenga

el poder para hacerlo. Y a pesar de toda la preocupación por la calidadcientífica de las disciplinas sociales y políticas, se elude o descarta. la idea

misma de l teórico como critico de la sociedad y la poütica po r "prohibiciones

metodológica s" .Esta situación, de consecuencias potencialmente ominosas, ha generado un

creciente sentimiento de crisis, de protesta, y un a necesidad desesperadade· revisar los fundamentos mismos del entendimiento ortodoxo de la in «es

tigaci6n social y política. En el resto de .este estudio exploraré los esfuerzosmás. serios que se ha n hecho p a r ~ revisar y restructurar la investigación

social y po1ítica.

11. LENGUAJE} ANÁLISIS Y TEORíA

Como ha demostrado brillantemente Hegel,la h i s t o r i ~ del pensamiento y la cultura es

un patr6n cambiante. de grandes ideas liberadoras que se convierten inevitablemente ensofocantes camisas de fuerza y así estÍlnulansu propia destrucción por nuevas concepciones emancipadoras y, al mismo tiempo, esclavizantes. El primer paso hacia el entendimiento de los hombres es la toma deconciencia del modelo o los madejas quedominan y penetran su pensamientó y' acción. Como OCUTre con todos Jos esfuerzostendientes a lograr que los hombres cobrenconciencia de las categorías en las que piensan, ésta es un a actividad difícil y a vecespenosa, susceptible de producir resultados

profundamente intranquilizantes. La segundatarea es el análisis del modelo mismo, y estocompromete al analista a su aceptación, modificación o rechazo; y, en el últÍlno caso,a proveer un modeJo más adecuado.

ISAlAH BERLlN, 19621

LA REVISIÓN DE LA TEORÍA DE LAS CIENCIAS SOCI1\LES

EL PASAJE anterior ha .sido tomado del dO,cuente y apasionado ensayo .deIsaiah Berlin] rlDoes Political Theory Still Exist?".., aparecido en ia segunda

serie de- Philos.aphy, Po'litics. and Fue escrito como respuesta directaa la situación descrita por Peter· Laslett cuando declaró: {(Por ahora, de

todos modos, la filosofia política está muerta". Esta aseveración categóricade -Laslett, aparecida en la· primera serie de . P h i l o s o p h y ~ Politics and Soeiet'Y,

"se convirtió en el texto más citado de todo el volumen".2 Pero para 1962escribían los editores de la segunda serie: "Sena muy satisfactorio que

1 baiah , B e l ' 1 i ~ , <lDoes , P o l i t i ~ a l Theory Still E x i s t ? ~ ' , Philosophy, Politics and

Society (segund.aserie), comps. Peter Laslett y W. G. Runciman, p. 19.Z Introducción, Philosophy, Politics and S!,ciety (segunda serie), p. vii.

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LENGUAJE, ANÁLISIS TEORíA

pudiéramos proclamar aquí la y conNo podemos hacerlo del todo; pero' el talante .es muy y muchomás favorable que hace seis a ñ o s ~ } .

Berlin Cl"a una persona ideal para escribir uria de la teoría polí-t i c a ~ Era profesor de Teoría Política y Social de Oxford cuando escribióel ensayo. Oxiord era el centro del movimiento Berlin intimabacon muchos de los líderes de este movimiento. Al revés de lo ocurrido con

algunos de sus colegas de Oxford, Berlin través de su apreciaciónextensa y sutil de la historia' de la cu.ltura, y su defensa del carácter fun·

damental de las c.uestiones polítlcas y sociales en el y la acciónh ~ a n o s - - - - : - aportó una perspectiva muy necesaria para el sesgo ahistórico-y a veces antihistórico- de los filósofos analíticos

.Nía propongo 'utilizar el ensayo de Berlín como la iQ.ter·

pt:etación de lo que ha o c u r r i d o ~ y continúa ror -" .. ' · u l n r l ...

anglosajones influidos por el movimientoresados en la aplicación de las ideas surgidas de tal movimiento asocial y política. Aunque discutiré algunos temas no tratadospOI' Berlin, todos ellos putt.rlen relacionarse con los temas de su ensayo ycon las Uneas de investigación abiertas por é1. El ensayo de Berlin indica

eÍ crunbiante talante intelectual en la revisión de la teoría política y surelación eón las ciencias sociales .Berlin estaba consciente de 10 que estabaagitaÍldo en ese momento y a punto de surgir al plano de la dü;·

~ ú s i 6 n . Un a vez que eliminemos algunas de las afinnaciones J

erradas; y d e j e ~ o ~ atrás la p o l é ~ i c a superlicial, descubriremos un a coherenciay un a potencia' notables en el pensamiento referente a la teoría social ypolítica. Dado que la historia tiene recovecos haré unabreve introducción acerca de lo que y lo que espero encontrar.

Tras de. presentar algunos de los temas principales del ensayo de BerlinJ

iniciaré un examen del lenguaje y el concepto de la acción que se ha con·vertido ,en. un a .preocupación fl,mdamental, de los filósofos analíticos modernos. En otra obra he investigado las ·razones de ~ s t e último fenómeno,

así como las tesis opuestas acerca del concepto de la acción y algunos conceptos relacionados tales como la motivación) la intenci.ón, la , razón y lacausa.'>! Aqul me ocuparé de los temas que se refieren directamente a Ja.

social y política, y de las f o r m ~ en que describimos, e x p l i c a m o ~ i n t e r p r ~ -tamos tal acción,.

¡bid.

.. Véase PraxIs Q,nd Actio'n'. parte iv, "E l concepto de la· acc.ióil: ·Filosofía ana

litica". Véase también la discusión perspicaz que hace Banna F. Pitkin. del conceptode la acción en Wittgenstein and ftutice:

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORtA a5

examinaré la nueva "imagen--de la ciencia" - que ha venido sur··--·

en ' la historia y la filosofía de la ciencia postempirista reciente. La

mayor parte de esta discuSión reciente se ha centrado en las ciencias natlIl'·ales o pero estas discusiones tienen consecuencias importantes para

13K ciencias sociales. ·E l entendimiento que tienen de su propia disciplina 'loscientH:icos sociales ortodoxos se basa en ]a concepción que de las cienciasnaturales tienen los lógicos. Pero' esta concepción de la ciencia'ha sido -severamente criticada. En recientemente se han plan-feado muchas fundamentales acerca de lo que sea realmentela t!!oría en las ciencias físicas y en las cienciás sociales. Adémás,cuando examine el uso'y el abuso de la 'obra de Thomas Kuhn por par

te de Jos científicos sociales -sobre todo los variados usos del elusivo concepto'.de un veremos cómo se ha usado la obra de Kllhll para apoyartesis opuestas y aun contradictorias.

Por último, examinaré de las fonnas en que el análisis lingüístieoha puesto en tela de' duda muchas de las dicotomías que ha forjado la·

ciencia social ortodoxa: dicotomías tales como el hecho y el valor, la des..,

cripdón y la evaluación, y la teoría frente a la teolía. nonnativa. Losfilósofos adiestrados en el terre no' al igual- que otros, ha n demos-

trado que la J1amada teona las ciencias sociales oculta sesgosideológkos.

Pero mientras que las análíticas han asumida un a postm'acrítica hacia' la ciencia, social ortodoxa y sus fundamentos epistemológicos, el

resultado acumulado de estas no ha sido simplemente negativo. Por el contrario} indican una nueva conciencia de la i m p o r t a n c i ~ dela interpretaci6n en cualquier social ;' política adecuada: interpreta,ción que no puede reducirse o eliminarse en favor de la recolección de datosy el estudio de . las regu laridad es existentes. Algunos analistas lingüísticos ó

conceptuales han pretendido demostrar, de una vez por que la ideamisma de un a ciepcia social concebida como una ciencia na.tural se basaen confusiones conceptuales, y que es lógicamente imposible. No creo que

tales analistas hayan logrado demostrar esta tesis fuerte e perú:sí han mostrado algunas de las profundas dificultades conceptuales existentespara- el logro o aun la aproximaci6n de tal ideal: dificultades por

los científicos sociales ol1:orloxos. Lo que es más importante, estos analistashan demostrado que la obsesión por la transfonnaci6n de los estudios socialesen denclas n.aturales oscurece, distorsiona y suprime la decuestiones vitales para la teori:zación acerca de la vida política y social.Cuando examinemos el cambio de énfasis que ha venido ocurriendo, veremosuna transición natural hacia la fenomenología que se ha preocupado ml1chopor la naturaJeza de la y. el significado de ·la interpretación.

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86 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORIA

LA CRÍTICA DE LA TEORÍA EMPÍRICA POR DE ISAIAH BERLIN

Berlín inicia su con la descripción de los dos métodos existentespara responder interrogantes que se ha n convertido en la norma mismadel discurso racional y la legitimi'dad de las afirmaciones de conocimiento:el método empírico y el método formal. Subraya Berlín lo que es tan pro

minente para los pensadores y los científicos sociales ortodoxosque considerarían su disciplina como un a ciencia empírica. De acuerdo"conla afirmación de -Berlin de que demostró cómo "las grandes ideasliberadoras. . . se convierten inevitablemente en sofocantes camisas de fuerza"es importante subrayar que la conviccióN de que todas las interrogantes "rea

les" "podrían contestarse mediante métodos fonnales o' empíricos fue rustó-liberadora. Podemos rastrear esta doctrina positivista hasta sus

en la Ilustración. La sobre todo la ciencia experimentalempírica', 'se veía como una piedra de toque para distinguir la s u p e : r s t i c i I D n ~el sesgo y ]a me m opinÍón, de los hechos reales y el conocimiento ernlpílt'Íc;:imente garantizado. Se podría señalar con orguHo el crecimiento enOIDle' delconócimiento bumano en cuanto se alcanzaran los carninas seguros de las

ciencias formales y empíricas. Los positivistas modernos avanzaron otro paso':interpretaron la historia del pensamiento como una. historia donde fracasabanlas diSCiplinas mientras no se refonnularan en 'los cánones del discurso crentífico. En su fase más audaz, el sostuvo que todo lo que nopudiera. refórmularse en esa forma debería considerarse carente de sen tido;o el origen de problemas incapaces de un a solución racional. En estaetapa má s doctrinaria, lo que había sido una "gran idea liberadora" se convirtió en efecto en un a "sofocan1le camisa de fuerza". Lo que habia sidodurante mucho tiempo fundamental para el discurso referente a la vidapolítica y social - e l destino y la evaluación critica de esa vida- debíaa.rrojarse ahora en el basurero del discurso sin sentido

Berlin cuestiona directamente este Sin negar el éxito de las disci-:

pUnas empíri cas y sostiene qu e existe un a tercera gran" categoría"de y vitales que no pueden' aclararse mediante las técnicasformales o empíricas. Llama filosóficas a estas cuestiones y se concentra' en.laS . que son importan tes para la filosofía y la teoría

Cuando por qué debe obedecer un pidiendo"la. de 10 normativo en nociones tales como la autoridad, lasoberanía; la libertad, y la justificación de su validez en los argumentospolíticos. En nombre de estas palabras se expiden se coacciona alos hombres, se libran guerras, se crean seciedades nuevas y se destruyen las

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORIA 87

estas expresiones"- cles:empéñan ahoraun--)Jap'éltan "importanteCORJO el de cualquier otro factor. Lo que vuelve filosófICas tales cuestionesa primera vista es: la inexistencia de un consenso amplio sobre elficado de algunos de 10 5 conceptos involucrados. Hay alguna'! c W e n ~ n c ~ ] a smarcadas acerca de lo qu e constituyan razones para las acciones en estoscampos; sobre la fonna deban establecerse las per-tinentes o aun vo1verJas sobre quién o qué cosa constituya unaautoridad decidir e s t ~ s cuestiones; y en consecuencia noha y consenso sobre Ja que separa la critica pública de la subver-sión, o la. ,libertad de Iá opresión, etcétera 7} . ¡

Ahora bien, podría pensaJ."Se -y es muy que 10 los, científicos sociales ortodoxos-- que Berlín no está c.uestionando la concepci6n de

la ciencia como un a ciencia natural que trata de descubrir teorlasempíricas. Estos científicos dirían que el uso mismo del térrrjno "normativoH

da la clave de 10 que está propugnando Berlin. Po r "teolia entiendeBerlín (Ila teona normativa", Indepen.dientemente de que nos simpatice o no esta propuesta) la teoría normativa es distinta de la teoríapírica y no debe confundirse con ella. Pero esta de lo queestá" diciendo Berlín distorsiona su sen.tido y elude algunas de las implicaciones'

más controvertibles de suBerlin C)ue "las creencias de los hombres en la esfera de la con-

ducta forman parte de su concepción de sí mismos y de otros como' sereshumanos; y esta concepción es a su vez- parte Ínmnseca de su delmundo, consciente o inconscientemente" (p. 13). Los seres humanos son seres"autointerpreta'tivosJ y este hecho tiene un a importancia fundamental para"el entendimiento de la vida social y política. Las creencias que tienen los sereshumanos acerca de sí mismos y de otros no son estados subjetivos

sus mentes; son -pa ra usar un a expresión kantÍana- constitutivas delas' las prácticas y las instituciones' qu e componen la vida socialy política. Los seres humanos, nos dice Berlin) están dominados po r uno omás modelos del mundo, y cteste modelo o pararugma determina el contenido,

y la fonna de las creencias y del comportamientoll

(p. 14-). En consecuencia,"todo cambio ocurrido en, el modelo centraL es un cambio en las formas en

que se perciben e interpretan los datos de la experiencia_ El en quetales se funden con la evaluación dependerá sin duda de sucnnexión directa con los deseos y los intereses humanos" (p. 17). No nosinteresan sólo la diversidad de las creencias y los modelos dominantes, sinotambién sus orígenes1 y las causas de su dominación, refuerzo y derrumbe:

s lsaiah Berlin, "Does PoJitical Theory Still Exist?" A menos que se aclare otrocosa, toda¡; las referencias a Isa, págínRII de Berlin corresponden a este ensayo. '

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88 LENGUAJE. ANÁLISIS Y TEOR:tA

----cuestiones' -oau'sales--que- -coñstüuyen én",-efecto - ü ñ a ~ parte' . i m p o : r f . a Í l t ~ ,-de .; os

estudios sociales. Pero para entender a os seres humanos 'deberno's eXplorartamhién la adecuación 'de estos m o d ~ l o s , las fOlmas' que corresponden': o 'noal comportamiento e f ~ ~ t i ~ o de los ' hombres

l: y 'su· validez. ' , ' , ,

Por lo tanto, suponer que ba. h<:l:bido, o podría haber" ~ p o c ~ silf, , f ~ l o . s q f í a· política? es como s u p ~ ~ e ~ que, ,como, ,hay' p ? C ~ s . hay o, podría

'ba'l?er épocas de incredulidad ~ o t a l . ~ e r o é ~ ~ a un a nqció,n , ~ u r d no'hay ninguna actividad h u m ~ ~ alguna ' clase de p e ~ · s p e ge l')-eral:

escepticismo, cinismo, negativa a ocupar'se. ' de cuestiones abstractas o acuestionar los valores, oportunismo puro, desprecio por la t e o r j z a ~ i ó n , t o d a ~

· hi.s' variedades del "nihilismo; s'mi en si ~ i s m a s , 'por supuesto, - pdsicÍones,' rnebifísicas y éticas, 'actitudes de compromiso. '.. La ' ide'a de 'una teoría

(ó modelo) de La acción humana completameilte Wirtfrei ('por oposIción--a:l "comportamien to animal, ' po r ejemplo) descansa en ' tina 'concepción'· ingenuamente errada de , lo que· debe ser la objetivjdad o la neutralidad'

-en .los estudios sociales (p. 1.7),

Podría objetarse ningún ,científico, pol1tico o s0ciaL, ortodoxo -,piensa qu e

podemos olvida r las creencias, las actitudes y las interpretaciones de Jos agen-"

tes humanos en un a ciencia social adecuada, Más bien insistirá en que, siqueremos investigar estos fenómenos esencialmente subjetivos y privados· enfonnas correctas desde el' punto de vista metodológico, ' d e b e m ,relacionados

con el comportamiento objetivo, i!lc1uido el comportamiento-verbal exhibidoen respuesta a- cuestionarios' y encuestas. ,Pero como sugiere Berlín, la cuestión,primordial es un a cuestión ,de categorías. Los , científicos sociales , ortodoxostienden a, pensar que todos los f e n ó m e ~ o s pertinentes pueden dividirse, da,ramente en subjetivos y objetivos" privados ' y públicos. El problema ill€tq:

dológic0 del. estudio de lo que sea ·subjetivo"y ' r i v ~ d o consiste : m ~ g t r a r "cómo: puede correlacionarse con lo qu e &ea objetivo y pllbljco. Pero si, e r l ~ ntierte raz6n, estas d i c o t o m í ~ s - que están tan arraigadas en, la: I;:iencia socialortodoxa y tienen un largo' Jína j o s ó f i c o ~ representan, mal a 'la acció11

humana en realidad. La acción huma.na no consÍste en dos partes separables,~ x t e r n a . m e n t e relacionadas: un elemento , de creencia mental y un , elementode movimiento físico. La acción humana ~ p o r .10 menos las ' fom1as ,de laacción pertinente pa¡ra Ja --vida social y polltica- es talque ló .que tornamospor un a acción, y au n su ' descripción adecuada, se relaciona, internamen,tecon las, interpretacione,s que son intrlnsecarnente constitutivos de La acci6n:La d ~ s c r i p c i ó n y , la identificación de la acción humana cese funden con laevaluación"

_Si olvidamos o minimizamos la medida en que la acción humana,-estáconstituida po r las interpretaciones ,de a g ~ n humanos, aun , nuestros estudios

I___ 'i __

'o;:

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEOR-Í'A 89

empíricos ,de' las - regula::ridade!> s e r á n - · ' e r t g a i i c i s o s ~ , -Es ':pbsilile'tiue 'oescu:, --,brimiento' de l'eguJaridades' eh la vida sodal y política 11,0 Sea 'una ',indicaciónsiquiera de un, punto· de partida ,para el-descubrimiento' de ' aspectos"ctm'stantesde la vida humana; es posible que estas' regularidades reflejen sólo el arraigoy la aceptación irreflexiva de ' modelos dominantes de ,la' realidad' pdl1tica'.Como observa 'agudamente BerHn:  en' un a sociedad q ie' convenga unáni.:.úlemente en sus' 'metas donde funcionaria 'mejor' un a ciencia 'socia.l que ' trate

de · pronosticar · y dereduór ' t o d ~ s las cuesttonés 'a· problemas' empíácos: ,,',' ,

, En ún a socieda:d domin'ada - po r un a sola: :meta, sólo' 'podríahabe-r, ·,en

principio, ' discusiones acel·ca de ·Jos- medios más, adecuados para ,la"conse·,cuci6n de ese fin; 'y las ,discusiones acerca ,de los medios tienen un carácter

técnico, es decir, científico, y empírico: pueden resolyerse por· la experiencia y la observación o cualesquiera otros métodos que se usen paradescubrir causas y correlaciones; por lo menos en principio pueden redu-c ~ ~ s e a .las . ci.encias .positivas. tal sociedad no p ( } d r i a n s u r g ~ I ; " d ~ s c u s i o n e sserías acerca de los fines ' políticos o los valores; sólo' pódrían s'urgh discusiones empíricas acerca los c a ~ i n o ! > más e f ~ c . ~ hacia ~ : ; t (p,_8).;

El reemplazo de la t'eoria" polít'íca 'por uria ciencia natural' los hu

manos no sería el triunfo de : a neutralidad de valor y la 'objetivida-cl, 'Talreemplazo 'estariá compJetamente' carg'ado de váloi-:ya ' no' se forim.ilai·Íanseriamente ' Tnterrogantes · r i m o r d i a l e ~ ,acerca de To" que Jos h o m b ~ e s ; poi:el c ~ n t r a r i o , ' 'sería la ~ e p t a c i ó n i I T e f 1 e x i v a de · s e s g ~ s i'deológicos, La fe 'crÍapolítica se' interesa primordialmerlte en , '

'cu·estiones tales como 10 que sea' especlficameri'te humano y fo que no: ltisea, y por qué'; 'si algunas categorías' específicas, ,como laS 'del propósito; a,las de pertenecer , 3 un " grupo, o ' la '·de la 'ley, son indispensables para:

, - entender ]0 que son ,los hombres; roo así, inevitablemente, se ln teresa por

. .la fu en e,- ' el alcance y la ,validez' de ciertas ,metas ,humanas. S¡ ésta e&

, . tarea, oo . podrá eludir la. eyaluación" po r ,.la na¡tur¡lleza m ~ s ~ a , de, sus, . int.er,eses ; está totalmente c o m p r q m ~ t i d a con .,el, análiSIS, y c c i n c l u s i Q n ~ s ,

referent es a la validez de las ideas de lo, bueno y lo r n a ~ o " lo pennitidoy 10 prohibido) los probklpas arrnoni98os y disco;rdantes que tarde o tt;m

,, 'pntno cncontrárá inevItablemente t ó d ~ discusión de la libért ad :0  a jus-ti'cia) o la autoridad, o la moral polítiéa (p. 17)', '

El ' ensayo de Berlin es más sugerente' que 'definitivo. Ha planteado m u c h a ~interrogan tes sin ·prosegUirlas en detalle o próveer' apoyo adecuado ' para sU&

tesis pri ncipales. Pero pronto veremos como han 'explorado ' otros investiga··dores muchos de -los temas mencionados por Berliri, qUien no está simplemente' instando. a un a renov.ación de lateoIÍa' política nonnativa p::ll'á,'c-om-

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90 LENGUAJE. ANÁLISIS Y TEORIA - .1- ---pIe-mentar -lá- teona--empírica: --La:- conCepción ;iltemaitiva de Ia--eona ·-políttca------ - -- --r

que bosqueja Berlin cuestiona los dogmas más básicos y sa.grados de la ciencia so- Icial ortodoxa. En la base de su· cntica se encuentra un ataque a las nociones tde lo que es "empírico" y lo que constituye los "hechos claros" acerca de ¡los agentes poJíticos. ~ q ' - : l : ~ _ . ~ ~ 10s __ ¡ o m b f ~ ___ !Q.)0 que d e b ~ ~ _ _ _ _queda determinado P-Qf los modelos interpretativos que ~ ~ n ei ' p ~ a - I~ a acción de los agent;S-llumanos. En consecuencia, si queremos t-

entender 10 qu e son los seres humanos, debemos entender los modelos que do- i

minan su pensamiento y su acción. Toda concepción de lo empírico que omita /1o ·subestime el poder'Y la ubicuidad de estos modelos, estar á castrada. La j .

concepci6n de Jo empírico que se restringe .al comportamiento pÚblícamenti .observable, y relega tales modelos e i n t e r p r e t a c i o ~ e s a Jo que sea "meramen( tte" subjetivo, interpreta mal la acción humana. ' } 

EL A NÁ LlSIS CONCEPTU AL y EL i ,i _NGUA]E DE LA ACCIÓN: PETE'R 'WmCH

Pocos añ os ant.e..s de la aparición del ensayo de Beriin, Peter Winch publicóuna monografía breve ·pero muy discutida, Th e Idea. 01 a Social Science. La

importancia de este trabajo reside más en el papel histórico y polémico quedesempeñó que en la .claridad de sus tesis centrales o en la adecuación -de lasconclusiones alcanzadas. Winch fue uno de los primeros exploradores de las implicaciones del análisis l i n g ü í s t ~ c o -especialmente las investigaciones de Lud

wig \Vit tgenste in - pa ra la evaluación critica de las- ciencias s o c i a l ~ y laexplicación del "concepto de lo social". Además, Winch conecta también eltrabajo de la filosofía lingüística con la noción del Verstehen y el conceptodel "comportamiento significativo)) que habían sido fundamentales en·' lattadídón webcriana de la sociología interpretativa. La monogra1ía .se escribió en una épo'ca en que los dogmas de los científicos sociales ortodoxosparecían tan arraigados que resultaba c l i f ~ < ; : i I discernir alguna alternativa racional. Winc:h está protestando contra las restricciones y distorsiones de una

concepción positivista del conocimiento) y contra las formas en que ~ s t ~ hainfectado la ciencia social ortodoxa.

No conforme con señalar las dificultadeS, Winch quiere demostrar quela idea de una ciencia social basada en las ciencias naturales es un error,que descansa en profundas confusiones conceptuales que el nuevo estudiodel idioma ayuda a exponer. Según Winch) "l a noción· de una sociedad humana involucra un esquema de conceptos- que es lógicamente incompo:tible

con las clases de explicación ofrecidas en las ciencias na urales" ; "E l e n t e n ~dirnlento de la sociedad es lógicamente diferente del entendimiento de lanaturaleza') )' "Los conceptos cen tra les. que .colTesponden a nuestro enten-

:1

¡II

tiJ 

l

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORIA 91

--- - dimiento -de- ht-- vida -sotÍá '¡--son incoiñ}i7ilililescon :algunosconceptoi funda

mentales para el pronóstico c i e n ~ í f i e ; o " . Éstas son a c u s a ~ i o n e s graves. 6 Si Winchestá en 10 -cierto) las dificultades que obstruyen el desan'ollo de un a ó encíasocial maduraJ modelada sobre - las ciencias naturales, no son simplementeobstácuIos prácticos, sino imposibilidades ' ~ l ó g i c a s ) 1 y "conceptuales" . Aunq ue

Winch es mucho más vago acerca de la a.lternativa que propone, sugiereque el estudio de la sociedad debiera imitar. los " ~ é t o d o s apriorísticos" de

la filosofía y no los métodos empíricos de la ciencia. natural.. La- mayor parte- de la. crítica fonnulada contra el trabajo de W-inch se

centra en estas p tensiones extravagantes: sus esfuerzos por proveer argllmentos de "imposibilidad" o "trru;cendeI,ltes" contra el· tipo de teona empí-.rica que han propugnado los c i e n t í f i c c i ~ sociales ortodoxos. Convengo conJo Gríticos que han eI)contrado graverltente deficientes los argumentos deWinch.7 Irónicamente, la posición de Winch descansa en un conjunto de di··

cotomÍas tan dudosas como las que ataca. Pm; ejemplo, sin · justificar jamássu postura) W.inch sostiene irreflexivamente que 'existe un a distinción tajante

entre las "cuestiones cOllceptuaJes" y las "cuestiones empiricas'\ o entre- lafilosofía, que emplea métodos de análisis aprionstic.os, y la ciencia que utilizaprocedimientos empíricos . y experimentales. En ciertos contextos resulta ilu

minante la distinción entre un problema conceptual y un problema empírico,pero si no- podemos establecer la existencia - de una distinción categóricaentre lo conceptual .Y lo empírico - como no lo hace Winch-, se den"l.lm

barán nuestras pretensiones acerca de la "incompatibilidad'). Además, ladescripción que hace Winch de la ciencia empírica raya en . la carica'!:1lra.

. !l Peter Winch, Th e Idea 01 a Social Scie1tGe, pp . 72, 119, 94-; sin- subrayado

en el original. A menos que se aclare otra cosa, todas las referencias a las páginas

de Winch corresponden a esta monografía. _- .¡ Véase una discusión critica del trabajo de en la polémica entablada entre

A. R. Louch y Pcter Winch: A. R. Louch,"The Very Ídea oi a Social S c i E n c e " ~lnquiry) 6 (1963) ; Pe er Winch, "M ', Louch's Id ea DE a Social Science", lnquiry,

7· (1964); A. R. Louch, "O n miSllnderstanding Mr. Winch", lnquiry, a (1965).

Véase -también ' la. discusión qu e hace Louch de Winch en Explallation and Hu.manAction, y la polémica entablada- entre 1. C. Jarvie y Peter Winch, ."Understanding

and Explanation in Sociology an d Social Anthropology", Explanatioll in the Beh-

auioural Sciences, comps. Robert Borger: y Frank CioIfi. Varios de los ensayos que

aparecen en la antología - titulada Ralio7lality, comp. Bryan R. Wilson, examinan

con espíritu crítico las aseveraciones de Winch j véase ·en particular -a Alasdair Mac

lntyre, "15 Understanding Religion Compatible with Be1ieving!,H y "The Idea -oCa Social Science». Ha y otras discusiones CÚt iC3S de las ideas de Winch en · Jürgen

Habermas, ZU T Logik de Sozialwissensclzafte 'flj Al brecht. We1Jmer) Critical Theor.y

o{ SoGiety; Hanna -F. Pítkin, Wittgen stein a1ld !u sticej George Henrik van Wright,

Explanation and Understanding y Martin f I o l I i ~ "Witchcraft and Winc:hcraft'.',PhilosophJ' al the Social Sciences, 2 (1912).

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92 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA

\Vitich --nc( hace justicia>al'ítnportante---:-papel 7 -deL ·anaTiSiSconcepfua.Len la

propia ciencia empírica, ni- hos a.yuda a distinguir el análisjsconceptuát

adecuado para la ' tienda del an'álisis conceptu'al presumiblemente' caradc":

rÍstícó de la filosofía. '. Pero si bien es ',cierto que las aseveraciones cie Winch acerca, de la "-in";

cómpatibilidad' lógica" 'no soportan' el ' escrutinio critico, por lo menos lograllamar' la: át'e:hción' sobre varios problemas' c o m p l ~ j b s " que :debe" encarar'

toda teorización adecuada acerca de la sociedad: 'problemas 'minirriizados osuprimidos po r los -científicos' sociales ortodoxos.' Subraya Winch la:- nociónwittgensteirtiana de Ulla "fonna de v i d a n ~ y las obsetvaciones de' Wittgenstein

acerca del :comportamien to regido por reglas. El comportanliento humano

...:....:lb qu e muchos filósofos lingüísticos' ha n llamado "acdón", para d i s t i n ~guirlo' del "comportamiento" entendido como moviriliénto físico- está gober-mido , por' reglas, .,

En la posición de Winch es· 'Iurida.lliehtaI su interpretación d-e la afirma

¿in de Wittgenstein: "L o que' debe aceptarse, 10 que' está dádo; son lasforrrias de vida, podríamos decirH (p. 40). Winch sostiene que las divcl'ságramas de la fil 05ofi a, com o la 'filosofía' de Ji c i ~ n c i a : de f arte'y de ia' h i s ~tona, tienen "la tarea de elucidar las .naturalezas peculiares dé esas fonnas

de vida lhimadaS 'ciencia' 'arte') etCétera, Eh cambio; la epistemología' t r a ~tará de' eluCidar lo ' que está' involucrado en la i 1 ~ c i ó n de un a forma de vidácomo tal" (p. 41) 8 Adara.r la noCión de ' . n l a ~ fonna 'de vida: es U e ~ t e n d éla naturaleza de -los fen6menos sociales". Las' formas de vida involucran elcompcirtam iento guiado 'por ]as reglas' y o b e ~ n a d o las ·reglas. La noción·

misma de la observancia de un a r e g l ~ presupone convenciones y acuerdoslntersubjetivos. Po r 10 tanto, el cómportamiento guiado por las- r e g l ~ - es

~ e n c i a . l m e n t e un comportamiento 'sooal - " ,_ A la inverSa) sostiene Winch . que todo comportamiento social involucraen sí mismo la aceptación y 'la obse:rvancia de reglas. "Sólo en un a situación

8 La interpretación qu e hace" Winch de observaciones' de' Wittgenstein acerca

ae ' las "formas de vida" resulta en' extremo dudosa y contróvel·tible. Winch habla de

"la' ciencia") Hel arte", etcétera, "como formas de vida, 'y este. modo de hablar seh-a extendido entre muchos filósofos 'que se dicen influidos' po i Wittgenstein. Pero el

propio Wittgenstein nunca hizo tales aseveraciones. Se aproximaría más a su's Ínten".:.tiones, po r ejemplo, 'afirmar que también en la ciencia hay diversas formas de vida;

en lugar de hablar 'de la ciencia en generar como úna fonna de' vida,' Esto -cs" h ' I 1 p o ' r ~tantc porque gran parte de fa fuerza polémica del contraste que establece Winch e'ntreel estudio de los fenómenos sociales y el de la- ciencia. presupone un entencÜmien to'de la ciencia como una fanna de vida singular: monoUtica. Esto no sóiú se aleja deWittgcnstci'n, sino' que VIola el tipO de anáiisis y de a d a r ~ c i Ó n discriminante' demali

dado po r él. Véase una' discusión sutil de las complejidades- de la noción de' un"a"forro:;'! de vida" en Hanml F. Pitkin, Witlg€nJt/Jin and JlIslice, 'pp. 132 "ss.

LENGUAJE, ,ANÁLIS¡S '( TEORíA 93

----- --- -------aoñoe-fé1ga' sentido s u p o n C i que- aIgulcllmas , áifrí:i' en p i i n c i Q e s ¿ u D r ~ r - - " la regla qu e estoy observando, podrla a f i r m ~ inteligiblemente que estoy

h a c i é r : t Q O ~ o " . (p,. 30)" EstQ no significa que . un 4rdividuo Plleda formular~ i e m p r e . la .regla ,que gobierna sus a c ~ i ( } n e ~ ; y la f o r m ~ a ) quizá fl9 laobserve.

',.\ ' ,

,r

. J1ero la "noción de .observar una, regla es, lógicamente insepara.ble de1(,1. ·noción , de. cometer un e.rror. Si se· puede afinnar que alguien. e s ~ á . ob

servando un a regla, ello s i g n ~ f i c a que, podremos deCir si lo está. haciendo~ o r r e c t a m e n t e o n o ' ~ (p. 32). Winch sostiene también que los c o n c e p t ~ s ~ eup a "forma de vida" y del comportamiento ({gobernado por reglas" a c ~ a n1"" .. ,noción de Weber del "comportamiento significativo". "Todo compbrtamiento significativo (por lo tanto, todo. comportamiento especifícamente , ~ u -mano) i p ~ o tacto gobernado .por reglas" (p. 52), Por lo que se. r . e f i e r ~a: ]as "fonnas de vidaH

, podemos a c l ~ r a r también otros dO$ conceptos queb e n , introducirse. para entender lo que está involucrado en el c o m p o T t a ~

m i ~ n t 9 gobernado por reglas: Ja razón y el motivo.. , C o n s i d ~ r e m o s un ejemplo qfrecido po r Winch como un paradigma de. aJo

g u i ~ n qu e ej'ecuta una acción por un a razón. «Supongamos qu.e se a I i ~ aq \ l ~ cieJ;'ta p e ~ n a ) N J votó po r los .labo.ristas, en. la, última elección general

pensaba que el gobierno laborista tendrla ma.yores p r o b a b ~ l i d a d e sde;,. pneselVar la paz. indu.strial. ¿Qu é clase de e x p l i ~ c i ó n es ·ésta? casow4s. cJaro es aquel en qu e l\i, antes di! votar, ha discutido los p r ~ s o c o n ~ sde votar por los laboristas y ha llegado explícitamente a ,la conc.l\l8ión.:

~ V : o t ~ ' é por los laboristas PC!rque ése es el mejor camino para la preservaciónde la paz industrial''' (pp. 45-46). Winch no sostiene que este e j e m p . 1 ~\ll.1 p ' ~ r a d i g r n a para. todos los t!p0s de comportamiento significativo o gpberpado por reglas, pero_ exhibe ~ aspecto de, tod'os esos t i p ~ S r P ~ a ' que'''1a

~ x p l i c a c i ó p anterior se tome como explicación de la 'acción N, éste~ e b ~ . "tener alguna idea _ele lo. que significa 'preservar la. paz industria]" 'i

de la conexión existente e n t r ~ esto ,Y la clase de gobierno que espera en elp ~ 4 e r ,si se elige, a . os l a b o _ r : i s t ~ s H (p. 46).

.. Q , e n e r a l i z a n d ~ _

este pWlto,. afirma Winch "l aa c e p ~ ~ b i l i 4 a ~

de estae ~ p l i c : ~ c i ó n _ e p e n d ~ del e n t e n ~ " i e f l : t o que, tenga N de los conceptos con;~ ~ q o s eJ1 e l l a ~ ' (p. 46 ) ...Es o b ~ i o _ que una a,ctividad tal c o ~ o 'la del. o t o Jsólo tiene sentido si hablamos de un a sociedad donde hay ciertas i n s t i t ~ c i o ~

n e ~ . 'políticas. e s p e ~ H i c a s : La referencia a estas . instituc iones es esencial para

el entendimiento de la actividad misma de la votación, 10 que c.uenta como' y o t ~ ej1 _la. s o c i e ~ a d p ~ r t i c : u l a r ~ _ y l,?s, p ~ c e c J . i r n i e n t o s que deben. ~ ~ r s e

p ~ a , yotar. El c 9 m p o r t a I I l i e ~ t o .. de votación n!l es el tipo de -actividad qq.ep 1 : 1 e ~ e t r a d u _ s i ~ ~ . o reducirse a un conjunto de m o v i m i e n t ~ · f í ~ i c o ~ . d i e r t ~ ~m o v i m i . e n t o ~ f í ~ i c o s , como el de jalar una palanca o m ~ r c a r una. b o l ~ t a , j:me

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94 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA

den contar como un voto en apropiadas. Pero estas "circuns-tancias apropiadas" involucran reglas aplic;:;:bles.:

. . Podemos empezar a: ádvertir' io que se ,requiere para. describir, explicar yentender las acciones típicamente humanas. Debemos entender la naturalezade las instituciones que nos permiten identificar la. acción de que se trate, y

esto' significa 'el entendimiento dé las formas de vida y del comportamientogobernado por reglas que está involucrado. Es sólo po r referencia a las reglas

implícitas en estas formas de vida que podemos explicar las razones y motivaciones' de un ' individuo. Esto se aplica tanto a los, ¡'motivos" como a las

' ~ r a z o n ' e s H ; En realidad) no son idénticos los conceptos del motiva y de ,larazón: "Decir} por ejemploj que N asesinó a su esposa por celos, no signi-fica que haya 'actuado razonablémente" (p. 82). Sin embargo, "el aprendiiaje- de lo que es un motivo corresponde al a:prendi2aje de las normas que

gobierrui.n la vida en la sociedad donde se vive; yeso corresponde tambiénal proceso de aprender a vivir como un ser social" (p. 82). Si conceptos talescomo los de "razón)) y "motivo" -y podríamos añadir los de "intención'""propósito", "meta}) y "deseo"- están tan Íntimamente ligados a las l IDf-mas que gobiernan la vida en 'sociedad como sugiere Winch, sena enefecto un a confusión conceptual que se considerara posible la identificación

de tales conceptos con los estados o eventos físicos o psicológicos. -Un lenguajélimitado a lo que es puramente físico o psicológico dej'a fuera lo que resultaesencial pata: volver inteligíbles tales conceptos: "las normas que gobiernanla -vida e n la sociedad".

Hay otra consecuencia importante del -énfasis que ,hace Winch -en las·

formas de vida como la clave para el entendimiento de los fenómenos sociales. En el ejemplo anterior, Winch subraya que la aceptabilidad de la expiicación de la acción de N depende de SU entendimiento de los conceptosinvolucrados. Winch sostiene también que "las relaciones sociales existentesentre ·10& hombres- y las ideas que materializan -las 'acciones de los 'hombresson realment e l a misma- cosa éonsiderada. desde -dlferentes puntos de vistaU

(p. 121). "Las relaciones sociales' entre los' hombres sólo existen en sus ideasy a-

través de ellas" (p_ 123). "Lenguaje")( ( j d e a s ~ l

y "conceptos"no

puedensepararse- nítidamente de la.,> relaciones· sociales; son pa rtes constitutiva.r deestas relaciones. En -consecuencia -y aquí el análisis de Winch complementael de Berlin-'-J los cambios fundamentales de-los conceptos, las ideas y el

lenguaje utilizado por los hombres implican necesariamente cambios fl.Uld.&.-

mental es -en sus relaciones sociales.A partir de este- bosquejo breve de las concepciones de 'Winch podemos

captar' su orientación generaL La. .tarea del' fil6sofo 'es la· elucidaci6n delconcepto de una fonna 'de vida. que involucra un comportamiento de obser.,van'cia de reglas) y la: demostración de que esto es importanta para entendex

LENGUAJE, ANALISIS y TEORÍA 95

éf'(concepto de_ 10- socíap'f".-E-l estudioso de ra---sociedad-cfebe ~ u c i d a r - ' i ~ s - d i ~versa8 fonnas de vida que caxactenzan a nuestra propia ,sociedad y a otras.iiociedades. Trata de comprender "l a idea o el 'significado de lo que se estáhaciendo o diciendd'}) Cuando elucidamos estas variadas formas de vida,es un error .--:.muy común en opinión de .Winch-'- suponer que nuestraspropias formas de vida, profundamente ,arraigadas, constituyen la norma para

la evaluación de otras formas de vida. La noción misma de una norma

depende de' una forma de vida d·ada. Winch no nos dice nunca con precisión10 que debem:os hacer p'ara ente'nder 10 que distingue a formas de vida "diferentes, ni pretende proveer un a metodología. Su hincapié en las d i f e r ~ n t e sformas de vida y las normas diferentes se vuelve más i l l t r i g a n ~ e y controvertible cu,ando sugiere que} para entender 'una sociédad ajena, debemos estarpreparados incluso para ~ n t e n d e r "formas de racionalidad" diferentes de

la propia. Presumiblemente, las acciones que parecen irracionales de acuerdocon nuestras normas pueden ser inteligibles y racionales cuando las relacio

n a m ~ con 061'35 formas de la racionalidad. 10

9 En algunos momentos no puede distinguir Winch entre la tarea de un filósofoy del estudioso de sociedad; esta falta claridad ha provoc'aqo muchas interpretaciones eITadas. Winch ~ s c r i b e a veces COmo sí tuviésemos dos 'en el

estudio de la sociedad: la filosofía'" la cien'cia. S ~ s t i e n e que la ~ o c i 6 n de una sociedadnumana invoiucra "u n esquema !:le conceptos lógicamente incompatibles con las clasesde explicación ofrecidas por las ciencias naturales", y que m u c ~ a s qe interrogantesteóricas importantes en relación con las ciencias ¡¡Delales pertenecen _a la filosofíaantes que a la ciencia, de modo que apauntemente afirma que el estudio de la

sociedad. cOl'responde p.t:9piamente a la filosofía. Es así como A. R. Louch entiende

a Winch (véase "The Very Idea of a Social Science", Inquiry, 6 [1963J). P e ~ o talinterpretación _ s errónea, a u ~ q u e Winch sea' parcialmente rC.!Iponsable de ella.

Winch s o ~ t i e n e que la: investigación del "concepto de lo social" pertenece a la filosofía, y que al eiucidar La no'ción de un a forma. de vida; Ía filosofía elucida lo que

tienen de peculiar los fen6menos sociales. Pero esto no quiere decir que el filósofousurpe el papel del estudiosQ de la sociedad; más bien, ayuda a aclarar la fundón

apropiada del estudioso de la sociedad. En cuanto' entendamos lo que está -involucradoaceptables de la teorla de la eienda social", pero su monografía original 'sugiere que

en la nodón de un a forma de vida J podremo9 pasar al estudio _ e las (ol'mal! especí-

f i C l ~ J : , de la vida en nuestras propias sociedades y en otras. El estudiol!o- de la sociedaddescribe, e -interpreta estas formas dlO vida YaJ.'iadas, lo qu,c sólo puede hacerse inve1!

tigando sus estructu rus_ "Así Como los requerimientos de las matemáticas imponen

límites a las formas acepMlbles ,'de la teoría de la ciencia natural, los requerimientosde la filosoHa imponen límites a las formas a c e p t l l ~ l e s de la teorfa de la ciencia

~ o c i a l " (UMr. Louch's Idea oí a Social Science", 11lquiry, 7 [1964J. p. 205, sin subrayadoen el original). ' -

Pero esta aclaración mtroduce otra ambigüedad. Winch habla aquí de -"las fonnas

está- cuestionando ·la idea mi.9ma de un estudio cil!71tSfico- de- la · sociedad, y la posibilidad miJIma de ,una teolia de la ciencia social.

La s afirmaciones de Winch acerca de diferentes "criterios de racionalidad" ha n

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96 LENGUAJE, ANALISIS y TEORíA

Jiarte··Cle To- que-dí"ceWirlch pue¿re-ÍnferFlretarse cárno·-algoc-orrect0y sensato, 'aunque vago, ¿Por qué, sostiene entonces Winch que la "noción

de Wla ~ o c i e e l a d hwnana involucr.a un esquema de conceptos que resultalógicamente. incompatible con las cla,ses de explicación ofrecidas en las c i e n ~cias naturales''? Éste es el argwnento principal de \Yinch en apoyo de, ta.n

ª \ l , q . ~ , ~ f i r m a c i 6 n :

Ahorab i e n ~

si la' postura dell n v e ~ t i g a d o r s o c i o i ó g i c ~

(en sentidoa m p l i ~ )

p u ~ d e c o m p a r a b l e ~ en p r i ~ c . i p a l e s lineamien tos 16g1cos,' alá: postura del científico natural, deberá ocurrir 10 siguiente. Los conceptos

'. y lbS criterios en cuyos términos juzga el sociólogo ',que, en dos situaciones;. ha ocurridó la misma cosa; o se ha ejecutado la misma deben 'enten

'" derse :en 'relación con las· reglas que gobiernan Id. investigación sociolo:'

, gica, Pero aquí encontramos' un a dificultad: mientras que en el caso del.'l.'científico natural sólo 'debemos ' tratar con un conjunto de reglas, ,1as.1'}ue

,gobieI:pan la ,propia .investigación del cien tífico, aquí lQ que está estudiando

el sociólogoJ así como su estudio de t,,!l cosa, es Ur,l.a adividad h1JmélIJ.a

que po r ende se desarro11a de acuerdo con ciertas reglas. Y son estas reglas,más 'bien las que gobiernan la investigación del- sociólogo,' las' que

que deba: "considerarse como "éjecución de 'la misma· claserelaci6n con esa· c l a s ~ ' de ' actividad (pp. 86-87). :

y añade --Winch: '.

, ,:Dos, eosas llamarse, "l a misma'? o "diferente'" .s610 po r referenciaa: un· -conjunto ',de criterios que establezcan lo que·deba 'considerarse c o m ~

·una:· diferenciá importante. Ouando las "cosas)' en cuestión soh p,urámente.. físiCas, se aplicarán por supuesto los 'criterios del observador. Pero 'no

ocurte a:sí' cliándo - con' «cosas" intelectuales (o' cualquier clase, . cO,sas s o c ~ a l e s r. su carácter intelectual o sodal, por opoSición

un caráGter' fisico, ,depende po r entero de que pertenezcan en cierto s e ' P ~ddo a: ún ' de ideas o modos de vÍda. Es s , ó l ~ por, rc:fe:fencia a I I ? ~

, : c : , ~ i t e l ~ i o s '"que gobiernan' ese ' s i ~ t e m a ,de i e l e a ~ o modos de vida que tales,cosas- tienen un a existep.cia, como e\!entos. intelectua les o' sociales. Se. sigue

. : ',de aquí. que,.si 'el investigador sociológico desea considerar tales cosas como

eventos sociales. (como .debe,hacerlo' por hipótesis)' deberá. tomar en serio,los criterios que se' aplican para distinguir ','diferentes" ,clases de accionese identificar las "mismas" acciones dentro de la forma de vida que estáestudiando. El -investigador no puede imponer arbitrariamente sus propias-normas 'sacadas de la nada. En la: medida en que ,lo h a g a ~ ,los' eventos q t ú ~

. : -está estudiando pierden po r su carácter 'como eventos sociales

108) .

oxiginado:" e : X i ~ ~ -"controversia , f i l ~ s ó Ú c a . Muchos.., de ,los, :a.rtículQS- que. "se ocupan

de esta controversia ha n sido reunido!; en el volumen titulado Rati01!alitYJ comp. BryanH, Wilson,

LENGUAJE) ANÁLISIS Y TEORfA 971-T - ---"Esto nQ3.ignifica -que en la lITe-

flexivo que de sus cualquier entendi-miento más reflexivo presuponer necesariamente el entendimiento irre-

Ji fle..xivo del participante, si ha de considerarse como un entendimiento genuinoI en a;soluto", 89). alm

1,

: ¿ alero .que 1 emuestrfa re ente este argumento? Supongamos volve-1!l0s eJemp o que o rece Winch del paradigma de actuar por una razón.

Si no entendiéramos el concepto de la votación, no podríamos investigari por qué votó N como lo hizo. Para entender tal concepto} debemos entender

instituciones y las de votación de un a sociedad particular. Por

~ u p u e s t o , . l a s reglas efectivas pueden variar (y varían) en diversas s o c i e ~ e s ;no podemos fl,rbitrariamente otras normas traídas de otra parte.

Podep¡os convenir tarnt>ién con Winc.h en que, si nos limitáramos a la. observación los movimientos exclusivamente físicos, o a los conceptos reque

ridos. para Ja descripción ele tales movimientos, no podríamos entender lavotaci6n como un tipo particular de la actividad humana.

Pero el ,a.sunto no termina en tal entendimiento de la votación, y resultadifícil entender en qué sentido es incompatible con la investigación empírica

o la investigación científica. Po r el contrario, es precísamente lo que se rc-

quiere para formular inteligentes interrogantes empíricas y acercadel comportamiento de votación. Una de la6 cosas que deseemos saber

es si las razones dadas po r los participantes son en efecto las razones que explican su, acción. Pero resulta difícil advertir cómo podríamos contestar talinterrogante si no investigamos sistemáticamente diversos, factores empíricosque pueden influir sobre ta-l comportamiento. O quizá deseemos examinar silos patrontsls del comportamiento de votación pueden correlacionarse con otras

variables tales como la posición sodoeconómica, la raza, ]a¡ religión, etcétera,

en cuyas b a ~ s pociamos incluso formular pronósticos, hipótesis' y teorías mo-

acerca de esta o cualquier otra fmIDa de comportamiento significativo.Como ha señalado Alasdair MacIntyre: "Lo que describe Winch como la

tarea' tota:l de las ciencias sociales es en efecto su verdadero punto de partida

A, rnfñ.os, que principiemos pOI;' un a descripción de un a sociedad en sus propiostérminos, ,RO podremos identificar el asunto que requiere una explicación.La atención a las intenciones, los motivos y las debe preceder a laatención a las causas . . Hl 1 MacIntyre tiene razón también cuando afinna:

En una sociedad dada podemos descubrir diversas regUlaridades sistemáticas. Hay los sistemas de reglas que dicen observar los agentes; hay 105

P Alasdair MacIntyre, '·'The Idea of a Social Science", Againts the SelfA/mages' 01

the Age, p. 223.

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98 LENGU AJE, ANÁLISIS Y TEORíA

- sÍstem-as·de-reglas· -que-en 'efecto observan';- h a y r e g u r a r i a ~ f d e ' s 'causales exhi"':'·bidas en la correlación de posiciones sociales y formas de comportamiento,y de un a forrna de comportamiento y otra, que no están gobernadas porreglas en absoluto; hay regularidades qu e no son en sí mismas causalesni están gobernadas por reglas, aunque su existencia depende quizá deregularidades de ambos tipos., como los patrones cíclicos de desarrollo exhibidos en aIgunas socied acles; y hay las interrelaciones existentes entre todasestas. regularidades. Winch se concentra en algunas de ' estas regularidades

a expensas de otras.u

Además, Winch insiste en que las .formas de vida no son estáticas inmu

tables: se desarrollan] cambian y a veces desaparecen. Nada de lo que ha

dicho descartaría la legitimidad de interrogantes empíricas acerca de losf ~ c t o r e s que influyen sobre las formas de vida que constituyen la vida sociaLToda i n v e l l t i ~ a c i ó n seria trataría de separar Jos factores causalmeníe efectivosde los que no lo son. .

Winch podría objetar que esta crítica se basa en un a confusión conceptual,ya que presupone qu e las categorías causales pueden aplicarse al estudio de

los fenómenos sociales) mientras que el meollo 'de su argumento es la demostración de que los términos caus ales y la explicación causal pertenecen a· un

esquema conceptual diferente o a "estratos lingüísticosH

diferentes.1S

si creyéramos qu e el concepto de causa sólo se aplica a los movimientos físicoso a la correlación de los eventos mentales d i s c r e t o s ~ habría algún fundamento

para tal concepción. Pero aquí debemos objetar que el cuidadoso anáHsisconceptual que Winch y otros demandan cuando consideramos e1 conceptode la acción parece faltar po r completo cuando habla de la causalidad y laexplicación causaP'! Si ~ c e p t a m o s la aseveración del propio Winch en elsentido de que la ciencia misma es un a fonna.' de vida - -o más bien, qu e

la ciencia está integrada por variadas formas de vida-, Jo que se pide esun a separación cuidadosa. de estas formas de vida, y un entendimiento de

las semejanzas y diferencias familiares exí.stentes entre el estudio de los fenómenos, sociales )' los fenómenos naturales) incluidas fonnas en que ha

blamoslegítimamente de causas de los fenómenos sociales y

lasinvesti

garnos. Lo que parece tan irónico:y paradójico es el supuesto de Winch en el

, sentido de que, aun dentro de las ciencias naturales, el ucliscurso causa]»

12 Ibid., p. 22l.

13 Véase a F. Waismann, "Language Strata.", How 1 Su PhillJsophy.

H Véase una discusión de las complicaciones invoh,cradas en la aplicaci6n del eoncepto de la causalidad al e..!ltudio del comportamiento h u m ~ o en DODald DavidsoD,"Action, Reasons, Ll l ld Causes", Jov.mal 01 P h i l o s o p h y ~ 60 (1963); Charles T a y l o ~ .The E7:pl41lation of Behavio'llT; Banna F. Pitkin, Wittge1lstein and J 1 I . s t i c ~ ~ · y George'Henrik von Wright, Explanation alld U n d ~ T s t l J . n d j 1 l g .

LENGUAJE, ANALlSIS y TEORÍA 99

, debe ·significar:-unaclaSe-- de'cpsa. Es c o - m O S l · · s e r e p l : u r u e r a n ~ - ¡ ; l v i d a r a ñ todas las prevenciones de Wittgenstein cuando hablamos del concepto de lacausalidad,' un concepto no menos complejo y variado qu e el de la acción.

Algo Jilll'ece andar mal en el argumento de vVinch. Podemos convenir conmucho de lo que dice acerca de lo que es peculiar en un tipo o aspecto de

los fen6menos sociales, pero su elucidación de los fenómenos sociales fracasacomo un argumento en favor de la: incompatibilidad. Hanna Pitk:in hace

una observación si:m.:i.J.ar.

El lenguaje de la acción. '. se forja característicamente en el uso que led:m los actores en el curso de la acción; pero no son tales sus usos únicos,ni las únicas i n Í l u ~ n c i a s sobre su gramática. A veces hacemos (lo quese Hama) una d e ~ c r j p c i ó n de una, acción en forma objetiva; a veces ha

c e m ~ s (lo que se llama.) un pronóstico de un a acción; a: veces h a c e m o ~(10 que se lla:rrm) un a explicación causal de la acción. Por 10 tanto., el

p r ~ b l e m a de la ciencia social no es que el pronóstico y la causación no seapliquen a las acciones) ni que la objetividad sea imposible, sino que estosconceptos se aplican a las acciones en formas peculiares) fOInla.5 que origínan dificultades conceptuales cuando tratamos de generalizar acercade ellas.13 '

Así pues; si concluimos que Winch está tratando de demostrar la incompa

tibilidad' de los conceptos- utimados en el estudio de los fenómenos socialescon' los usados en la ciencÍa y la investigación empírica' --como 10 desea elpropio Winch- , tendremos que juzgar un fracaso su argumento. Pero dejar

aep..ú la,'cuestión sena perder lo más valioso de sus investigaciones. En lugar

de considerar 'que Winch está proponiendo -s in lograr justificarlo- un

argumento de imposibilidad, podemos interpretar sus aseveraciones -siguien

do la sugerencia de Pitk.in- como intentos de aclaración de los sentido.sen que' los conceptos ·u.t.il izados en el estudio de los fenómenos naturalesexperimentan un cambio su til de énfasis 'f de significado cuando se aplicaníl ID!) fenómenos sociales. Además, podemos ver que Winch está iluminant:lo

importantes problemas conceptuales que 'deben 'afrontarse en el estudio sistemático de' Íos fenómenos sociales.' Indicaré tres áreas en las que Winch localizaimportante's problemas conceptuales pero ofrece escasa: orientación para susolución.

Winch tiene razón . cuando subraya, la importancia del entendimiento y

lll, interpretación de las prácticas y las instituciones sociales. Cuando en .

minamos un a actividad como la votación, es posible' que no encontremosóbstáculos importantes para alcanzar tal entendimiento; pero cuando nos

11) Hi:¡nna F. Pitldri, Wíttge1l.ftein alld ]ustice, pp. '267-268.

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100 LENGUAJE, ANALISIS y TEORtA

ocupamos de la l'eligión, fa -hnijena 0-

conceptuales de principio y de hecho para lo que seauna interpretación adecuada de los fenómenos involucrados. Comentando

la noción weberiana del Verstehen como un de elaboración deinterpxetaciones sociológicas, W inch ob eta la tesis de que

'verificamos la validez de una interpretación aestad1sticas basadas en la oQscrvación de lo que ocurre". "Contra esta

concepción, quiero insistir en que si una, interpretación ofrecida está errada,las estadísticas podrá.n sugerir que así ocurre> pero no la cortede apelación decisiva y final acerca de la vaJidez de las interpretacionessociológicas en. la forma sugerida po r Weber. Lo que se es una interpretación mejor, no ~ l g o de clase diferente" (p_ 113).

-Pero Winch no dice minca cómo decidir cuál es la interpretación mejor

entre varias a.iternativas. Podría qu e esto sólo puede determinarseen casos particulares cuando examinemos las alternativas, yque puede decidirse en diversas formas. Pero esto sólo hace retroceder eJ

problema. En los propíos términos de Winch, la interpretaci.ón de los fenómenos sociales es en sí misma una actividad gobernadapor reglas que involucra inevitablemente criterios de corrección e

incorrecclOn. vVinch no presenta estos criterios enningún

momento. Esp r e c i s ~ m e n t e la: sospecha de que no hay tales criterios para la evaluaciónde' ·aJternativas lo que hace que muchos científicos sociales ortodoxos se muestren acerca de conceptos tales

como «interpx:etaciónHy "entendimiento" en el estudio de la sociedad.

En segundo lugar, W-inch tiene razón cuando subraya que, en el estudiosistemático de algunos fenómenos debemos. prestar gran atenci6na las reglas que la actividad de los participantes y a sus criteriospara 10 que esté "haciendo la misma clase de c o s a ~ ' . Winch insiste .en que

"u n entendimiento más debe presuponer necesariamente el enten-dimiento .irreflexivo del para que sea un entendimiento genuino"(p. 89) 1 pero nunca estáblece la relación lógica existente entre 108 conceptos'y . las categonas por el investigador sociológico. y 10& conceptos y

categor ias de' los estudiados. Por SUpl,.lest-o, esto variará de unasituaci6n a otra, Winch noS' dice que un psicoanalista "puede

explicar el neurótico de un paciente en téTIninos de facto-re:s desconocidos para el paciente y de los conceptos que le resultaríanininteligibles , (p. 89). Esta situación surgirla presumiblemente siempre que

crearnos que los tienen una "conciencia falsa'.' o una c o n c e p ~ci6n ideológica errada de las formas de vida en las que participan .Pero

si se admite que los participantes pueden estar errados en su Hentendimientoirreflexivo» y qu e su actividad puede eÁ-plicarse en términos de factores

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORtA 101

--desconocidos '-)' auno-ininteligibles -pata Jlo--esta:n-eláfoo 'erc-aosblüt6- ------.----

103 límites que deban fijarse al En ciertos momentos,Winch paTece afirma.r simplemente que, antes de que ofrecer algu-na interpretación de los fenómenos sociales desde un punto de vista externo)debemos a s ~ o u : r a : r n o s de que entendemos la situación tal como la c . o n c i b ~ n105 involucrados. Para qu e esto sea algo más que la afirmación trivial deque en todo estudio ~ t a l 1 t o en las ciencias naturales como en las ciencias

sociales- debemos tomar en cuenta 10 que; estamos tratando de explicar)se requiere alguna especificación de los límites efectivos nuestros modos deentendímiento más reflex:ivos.

En tercer lugar, afirma WillCh que relaciones sociales existentes entJ:elos hombres, y las ideas que materializan las acciones de los hombres} sonen realidad la considerada desde puntos de vista diferentesU

(p. 121 L y que y nuestras relaciones sociales son sólo dosmonedal

' (p. 123). En consecuencia, "si lasrelaciones sociales entre los hombres existen sólo en sus ideas y a travésde ellas) dado que las relaciones entre las ideas son relaciones intelnas, lasrelaciones sociales deben ser un a especie de la relación interna también"(p, 123)

Otra vez nos indinamos a decir que hay algo correcto e importante enlo que Winch decir) pero también algo errado y engañoso en sus~ v e l ' a c i o n e s efectivas. No podemos empezar siquiera a entender algunasrelaciones sociales si no entendemos las creencias r Jos conceptos de 105

participantes involucrados. Para entender la diversidad de relaciones socialesincluso tan poco discursivas como las de amor amÍstad hoslilidad

debemos entender cómo se inte.rpret;n y conciben los ~ a r t i d -pantes. Contra la tésis de que podemos omitir las "descripciones intencio.nadas

ude los participantes, ''''inch está haciendo una o b s ~ r v a c i ó l 1 impor

tante.

Sin embargo, la afirmación de que las relaciones sociales constituyen una

especie de las relaciones Ínternqs se transforma fácilmente en Ja afirmaci6nde que, para entender las relaciones basta entender las formas enqu e se relacionan internamente. Wincn o por lo menos m i n i n ú ~ ~la diversidad de las formas en que las relaciones sociales se ven influidaspor factores externos no língillsticos: factores qu e p u e ~ e n sel' desconocidoso estar ocultos para los involucrados. Ya hemos visto que, enel campo del psicoanálisis, Winch admite que el terapeuta e.JfP1ricar

legítimamente el comportamiento de un individuo -y sus relaciones 30 -

c i a l e s ~ po r referencia a factores desconocidos para el Pero Winch

no aprecia que la lógica de est a si.tuación genera:lizarse. En nuestro

es/ueno mismo por entender un tipo de relación social, con frecuencia se

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102 LENGUAJE, ANÁLISIS y TEORíA

deinfonnación empírica::' de las-crl---formula!' a Freud o a Marx; eUos -nos han enseñado

factores ocultos pueden ejercer un a influencia sobre

los hombres y sobre sus relaciones sociales. Como ocurrecon tantos de sus Winch parece estar operando con un a dicotomía especiosa: debemos considerar las relaciones socÍales de acuerdo conel modelo del o de la interacción de fuerzas físicas. Está misma

dicotomía sirve para descartar como conceptualmente confusas inte-rrogantes empíricas e importantes: 108 fa,ctores no que

influyen sobre nuestras relaciones socÍaJes.

La estrategia del argumento de Winch está errada porque es la v]Va

imagen de lo 'que combate. El verdadero objetivo del ataque de Wirich es

un a -forma de cientificismo que se a reconocer la existencia de

peculiar en nuestra vida social 'l los conceptos requeridos para de-scribirloy explicarlo. Winch está rastreando el s e s ~ o 3Drionstico Que declara que lamención del "entendimiento", la "interpretación", las tCforrnas de vida",

y él po r regla;')H está fuera de lugar el1 un

enfoque estrictamente científico de) estudio de 105 fenómenos socÍales.1S" Pero

la consecuencia de los argumentos de Winch -a pesar de protestas oca

sionales en el sentido de que no es ta l su inlención-- es el ¡islamiento dela vida social y los conceptos fren te al resto de la naturaleza y de lainvestigación Sí muchas de las aseveraciones de Winch,

sena un a confusión conceptual la investigación de influenciase::l{ternas de nuestra vida social. Esto resulta se r en sí mismo un

apriorístico 'Más grave aú n es el hecho de que tipo mismode entendimiento e de los fen ómenos s'ociales. demandado_po r Winch requiere que las determinantes causales de las formas'de vida específicas que están

-Vemos la misma cIase de curiosa viva en el "descriptivísmoH quetantas de las aseveraciones de Winch:

1.6 R. Harré y P. F. Secord tratan de demostrar! en The Explanation 01 Socia.l

BehaviouT, que un entendimiento de un ser humano como agente seguidor depuede servir de base al estudio cientlfi,t;o del comportamiento social. En su prefacioescriben: "L a idea de que un set< humano debe ser considerado en su comportamien"tosocial como un agente seguidor de reglas h¡il. constítuido la ' base de gran parte de líl

crítica contemporánea de la ciencia social, y ha sido utilizada en efecto por autores

taTes como P. Winch . . p3.ra atacar la misma de un estudio científico del

comportamÍento social humano. Crcemos que esta conclusi6n es e ~ T a d a ¡ y que delÍvade una concepción equivocada de la naturaleza de la dencia desarroIl;:¡da en Ja$

escuelas de la filosofía positivista" (p. v) .

\rLENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA 103

" ' ' ¡ c , ~ ~ " . , . - - - . . . " J - revés--de---la f i l o " ' 8 o H a ~ 's e enre-da -en s u propio método -deinteligible de las con exclusión de todas las demás. O

dicho., aplica sus criterios irrefle::l{ivamente; porque si se reflexionatales cuestiones se estará haciendo filosofía. Esta irreflexión no f i l o ~

sófica se ju&tifica en su mayor parte en la investigación de la naturaleza(excepto en momentos criticos tales como los que vivjó Einstein antes defonnular la TCOl-ía Especial de la Relatividad); pero resulta desastrosaen la de un a sociedad humana, cuya naturaleza misma es la

coexistencia de formas de vida diferentes y opuestas, cada una de las cualesofrece un a explicación diferente de la inteligibilidad de las cosas. Adoptarun a visión no comprometida de tales concepciones opuestas es peculiar-mente la tarea de la filosofía; no le compete otorgar a lala religión, o alguna otra cosa. No le compete propugnar Weltan-sclw'Uung. .. Comó Wittgenstein: "L a fi]osofÍa deja todo como estabaU

(pp. 102-103).

Aunque Winch que la adopción de tal visión no comprometida cons-tituye la tarea de la filosofía, también se la imputa claramentea las "fonnas de la teoría científica social". El investigador socialno debe imponer sus nOlnlas de racionalidad o inteligibilidad, sinoque debe mostrar las nOffi1as de las formas de vida que investiga. Tales

alirmaciones parecen mu y razonables: son un a defensa de la apertura a ladiversidad de las formas de vida, y un a prevención contra los. ~ e 5 g o s que mati

zan y distorsionan 10 que investigamos. Pero tienen doble filo: Winch no

advjerte qu e la "conciencia" que toma como algo característico de la filosofía implica un a distanda y un a perspectiva cTÍticas. Uno de los objetivosprimoTdiales de tradición de la theoria - n o sólo en la sinotambjén en la teoría social y pol ít i ca - ha sido la distinción de lo verdaderofrente a lo falso, de lo aparente freMe a lo real y esencial. No le corresponde a la filosofíá uconceder premios") pero sí compete a la filosofía y ala teona genuina la provisión de la base necesaria para la evaluación clÍtÍca de Jas formas de vida. Afirma Winch que "el concepto de aprcnder de

qu e está involucrado en el estudio de otras culturas se liga estrec:hamente

al concepto de la sabidurla. No afrontamos sólo técnicas. diferentes sinotambién posibilidades nuevas del bien y el mal) en relación con las cualeses posible que los hombres se adapten a la vida"Y; Pero tal "sabiduría" estará

vacía si no provee también base critica para la evaluación de estas' ~ p o s i b i l i d a d e s nuevas del bien y el mal". Podemos advertir sin duda laexistencia de algunas formas de vida deshumanizantes y alienantes, y queremos entender precisamente cuáles son sus manifestaciones; la insistencia

11 Peter Winch, "Underxtanding Primitive Socíety", Ethics tlnJ. ,iGtiollJ

P 4-2.

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104 LENGUAJE, ANALISIS y TEORIA LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEOR'lA 105

---·en--que· la filosofía y la t e o r : í a - - s o c i a . l - p e r m a n e z c a n ~ - n e t l t r a l e s - y - n o - - c o m p r o · - - - - - - · - ~ - ' - - - - ' - L o t l c b - - u t i 1 i z a " su····ataque a una

metidas mina toda base l<acional de ta l crítica de 'la sociedad, ciencia del hombre y de la sociedad. Demuestra que gran parte de lo, que

LA ACCIÓN HUMANA COMO UN CONCEPTO MORAL: A. R. LOUCH

Wjnch fue uno de los flIósofos que mostraron la importancia delas invesmgaciones lingüísticas .para el e n t e n d i m i e ~ t o . de ,"el c o n c e p ~ o de lo

social" y para criticar el entendimiento del conocimiento social como un

conocirrúento de ciencia natural. A. R. Louch ha propuesto una tesis mucho

más l"adical y -Louch cree, como Winch, que la _ ilosofla analítica - en particular las investigaciones lingüísticas de Wittgenstein, Ryle yAustin- puede iluminar la acción humana y los -fenómenos sociales. PeroWinch uno de los blancos principales del ataque de Louch, ya que loacusa de las confusiones conce ptuale s más Mien.tras que Winch

sostiene que "los requerimientos de la filosofía imponen límites a las formasaceptables de la teoría científica sociaP' 19 Louch declara que "he tratado

sobre todo de demostrar que la idea m.isma de un a cienCia del hombre ode la sociedad es insostenible" (p. viii) .2 0 La postura extremadamente po

lémica que asume Louro en Explanation and Human Action (19'69) estádeterminada po r su convicción de que la búsqueda misma de un e!ltendimiento científico de la sociedad humana tiene consecuencias morales peligrosasy perniciosas. Ta l búsqueda refuerza illla "actitud cient.ífica o ' i n g e n i ~ i l n quese ocupa primordialmente de las técnicas eficaces de la manipulación.

, .

Totalitarismo es illla palab¡'a demasiado débil y un instrumento derrúlsia"doineficiente para describir la sociedad científica perfecta. En los regímenestátaJitarios que hemos conocido todavía se tiene conciencia de la coercióny por ende de las alternativas, por desastrosas que puedan ser para el individuo. En la sociedad de los ingenieros, promovida quizá sin intención porlos psicólogos y los sociólogos que se esfuerzan por se r científicos, tendñamos que renuncíar al concepto de un a sociedad abierta o civil que,

ineficiente que sea, promueve un orden social basado en el respeto porhombres como personas o agentes autónomos.programa que tenga tales consecuencias finales tiene _ ue ser refu

tado (p. 239).

18 En cuanto a la crítica fonnulada por Louch contra Winch; véanse las referenciasde la nota 7,

19 HMr, Louch's Idea oC a Social Science", 1nquírjlJ 7 (1964) > p. 205.20 A. R. Louch, Explanation and Human 'Adion. A menos que se aclare otra co:'!a,

todas las referencias a las páginas de Louc.h corresponden a este libro,

pasa por conocimiento de ciencia social es perog11l1Iada y vacuidad, 'o expresajuicios de sentido común envueltos en 'una jerga técnica. Trata de ' adarar

que la obsesión por la búsqueda de 'generalidad y' de leyes comprensivas 'hadescaniado a muchos científicos sodales. "Tenemos, en efecto, un conocimiento bastante abundante de la naturaleza humana que sólo puede asjmi

larse al patrón de explicación de la generalidad invocando hipótesis ,artlfjdales y torpes acerca de las cuajes nos sentimos, mucho menos seguros queacerca de los casos particulares que tratan de garantizar las. generalizaciones" (pp. 3-4). Louch quiere calar más hondo )' exponer los que considerasesgos epistemológicos en la concepción ortodoxa de 10 que involucra una

explicación conecta de los fenómenos sociales. Contra opinión de que

hay inadecuado, deficiente o incompleto acerca de las explicac'¡onesad /toe,_ Louch' sostiene 'que ése es 'justamente el tipo de que

descríbe las acciones humanas. Aun ataca una- interpretación común de la

doctrina de la explicación causal. "L a concepción de que la explicacíónc:ausal depende de observaciones repetidas de suces.ión tempOl'al se apoya sobre todo en un a visión atomista de 16 que creemos obseivar),· una visión que no puede sostenerse inteligiblemente, como trataré de demostrar"(p. 4) Louth no desea destmir sólo las afirmaciones pretenciosas de,la cienciasocÍ'al y minar Jos fundamentos epistemológicos en ' los que smoaclarar también 135 formas en que describimos y explicamos' en efeCto lasacciones humanas. ¿ Qué hay entonces ta n peculiar en la descripción y explicación de las ac€iones humanas que justifique l i pretensión' d'einsostenible una ciencia del hombre o de la sociedad"? '

Louch expone su tesis en fonna sucin ta ;

De a c u e r d ~ con una ortodo.xia p l ' e ~ a l e c i e n t e , la observación es un a cosay la evaluación otra muy distinta. En consecuencla). la actiyi9ad laevaluación no nos da ninguna 'información nueva acerca del mundo. Contra esta concepción sostendré que la observaCión:; la d e s c r i p ~ i ó ~ y la ex

plicación de la acción humana sólo es posible mediante catégorias morales. Espero demostrar que el concepto de la acción misma es un conceptomoral en eJ sentido Jato (p. vü). '

Dado que las categorías morales no son conceptos científicos y no. puedenreducirse o reemplazarse po r conceptos 'científicos, una ciencia ,de J-a ,acciónhumana es imposible. ¿ Pero qué se quiere decir cuando. se afirma que laobservación, la descripción y la' explicación de ' la ,acción sólo son posiblesen términos de morales? El sentido' 'en que utiJiza Louch la palrtbra "moral" se caracteri7,a como la conc.epción procesal de la mOl'al.

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106 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TÉORtA

---- -- ~ n - - la. -concepcióri--p-rocesaJ, un" hombre cuyas- acc:iones-están-guia:das--por- -

SU5 evaluaciones, y cuyo entendimieruto de sus propias acciones y de las-acciones de los demás está.-guiado po r las razones que descubre para tales ac;:-_ciones en la situación del actor, está. observando el comportamiento desdeel punto de vista moral. :Mientras describa su propia conducta y la conducía de los demás corno un a ejecución atinada o desastrosa, efectIva o em-brollada, adecuada o errada, será un agente y un observador moral. Es_posible que jas razones que descubl'a como los productos finales de su

diagnóstico sorprendan u ofendan -a diversas sensibilidades morales; ~ e r oes relativamente poco importante. Lo importante es qu e piense en téITDJn05

de razones. El hombre ejecuta o describe acciones, no buscando antece

dentes temporales o dependencias funcionales sino decidie.ndo qu e la situa:cíón autoriza a un hombre a actuar en la foOlla que Jo hIZO o que tendera

a hacerlo (p. 51).

Louch está bien consciente de que está desafiando una. de las doctrinasprincipales de gran parte- de la filosofía - y -de la ciencia sodal contempo-

ráneas.

Los científicos del compOl"tarniento tienden él pensar que el valor es unobstáculo sutil y peligroso para la descripción objetiva de la acción hu

mana. En consecuencia, estos cíenrt:íficos creen que si hacen a un ladosus valores, los articulan y los aislan- en un prefacio, todo marchará bien.Pero los valores no intervienen en las descripciones de los asuntos humanoscomo influencias perturbadoras; por el contrario, nos permiten d ~ s c r i b i rel comportamiento humano en términos de la acción. En la m e d t ~ a en

q/te las unidades del examen del comportamienlo humano son accwnes.

no p u e d ~ l l - o b s e r v a r s e ~ i d e n t i f i ~ a r s e o aislarse, sino m e d i a n ~ e ~ a t e ~ o r í a sde la evaluación y el enjuiciarntento. NO' ha y dos etapas, un a ldentlhcaclOn delas -propiedades )' las cualidades de la D<I/turaleza y luego un a c v a l ~ a c i ó n

. de ellas; etapas que luego podrían ser estudiadas po r expertos d i f e r e ~ t e s .Sólo hay un a etapa, la delineación y la descripción de eventos en téOllmosde valor (p. 56, sin s u b r a y ~ d o en el o r i g i n a l ~ .

Louch presenta su tesis en la fonna más categórica posible cua.ndo afirma que "el hombre o la situación no se ve y luego se evalúa, o se evalúay luego se ve distorsionado i se ve moralmente. El valDr y el hecho se

iu d e n ~ ' (p. 54). -¿Cómo deberemos inte.rpretar exactamen e las aIinnaciones de Louch?

Ha y un a interpretación mínima en la qu e ambas son plausibles e . i m p ~ r tan es, y una; interpretación más fuerte -esencial para el argumento de

L o u c h ~ en - la que son inverosímiles y erradas. Las aseveraciones de Louch

son vigorosas contra quienes piensan que eXlste un sentido unívoco de

,:

1,

LENGUAJE, ANÁLI-SIS y TEOR1A 107

"observacíórr'-'-T-' -descrip-ciC)ll') que s-ólo consiste en la--- inIorrriaciori -de- datos

sensorios u objetos físicos, y contra quienes piensan que todo otro sentidode la "observacjónH o Ja "descripción" es ilegítimo. Ha y algunos contextos

y paradigmas en los que describimos nuestra - propia conducta y _ e los.demás como -"una ejecución atinada o -desastrosa, efectiva o embrollada- adecuada o errada". La afinnación de que esto no está realmente "describiendo" nos _ ice más acerca de.-nuestro; sesgos epistemológicos en - ~ l a c i ó ncon la descr.ipción que acerca de la gramática de la _descripción. Es upejemplo c1ásico del tipo de sesgo expuesto: tan brillantemente po r _Wittgep.-stein en Philosq_phical Investigations.' el sesgo donde, cegados por - una "ima

gen" de lo qu e debe ocurrir; dejarnos de "ver y o b s e ~ " V a r " -las diversasformas en que utilizamos efectivamente los conceptos. Pero si admitimos

esto estaremos fonnuJando una tesis mucho má s modesta -que la de Louch.

quien sostiene que "eh la medida en que las unidades del examen delcomportamiento humano son -acciones, no pueden observarse, identificarseo aislarse, sino mediante las categonas de la evaluación y el enjuiciamiento" .Pero esto es seguramente un _error. Podernos desclibir, y describimos, accio.nes tales como las de v o . t ~ r , {iOllar un -contrato o suicidarse. Por supuesto,no podemos describir tales acciones si no entendemos los conceptos que estamos utilizando. - Podernos ;- -aunque no necesitamos hacerlo- ' pasar ; ¡

describir estas actividades como "una ejecución atinada o desastrosa, efediva

o embrollada") etcétera. En algunos casos dudosos se nos ·pedirá -que evaluemos _ a base de la afirmación de que se ejecutó - un a- acción. -Pero estoparecerla aplicarse igualmente a la descripción de cualquier fen6meno flsico.

Además, si· recurrimos a las fonnas paradigmáticas en -las quc hablamos

---'como lo hace Louch-. gran parte de lo que afirma es igualmente -apli

cable a la descripción de las acciones no humanas. Podemos - decir que

el movimiento de un caballo es gracioso, o que un chimpancé resuelve un

problema en fOima inteligen te, o que los Jeones se comportan cobarde

mente. Aun podríamos sostener que la tesis de Louch - se aplica a algunas

de nuestraS descripciones de objetos inanimados. El hecho - de que a veceshablemos en tales fonnas no reveJa nada: pecuJiar aéerca de la acción

humana.En una forma cUfliosa, el propio Louch parece caer víctima de -su

tesis de la generalidad cuando pasa de la: obseJ;Vación de- qu e a vecesutilizamos categorías "morales" para: describir acciones a. la: afinnaóón e r r a ~da de que no podemos observar, identificar o describir acciones humanas

sin el empleo de categorías morales. En realidad, su afirmación es importante

para señalar un conjunto de problemas difíciles qu e deben afrentarse,

más bien que para demostrar que el estudio cientifico de los individuos)' de la. sociedad sea insostenible. Operando bajo el dogma de lm a ciencia

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108 LENGUAJE, ANÁLISIS y TEORíA LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA 109Imuchos Ciéi1nfiC:OS-wciales ortodoxos -no scm--coñS-tiente¡-------.-. ---y--------bulario-- arhfíd;il y con esc.asa o ninguna con las lomlas

categonas de evaluación l' en que hablamos -como científicos sociales- acerca de la acción humana.

r enjuiciamiento. Esto no' es cierto sólo cuando hablan de la "democracia") o i Hasta aquí me he concentrado en el esfuerzq de Louch por d ~ m o s t r a r'deL comportamiento "disidente

Ho "disfuncionaP' o "normal" o "patológico'\ que la observación, descripción e _ dentificaci ón de las acciones humanas

sino también en formas menos obvias j cuando utilizan conceptos tales como involucran categorías de e v a l u a c i ó ~ i ' y enjuiciamiento: lo que Louch l l ~ alos de "papel'\ "posición", ,cequ.ilibrio" y "sistema)'}n categorías morales. Pero necesita,mos considerar 10.que dice Louch a c ~ r . c ~

Ni siquiera la distinción de Nagel entre los dos tipos de "'juicio de de la explicación de la acci6n humana para entender cabalmente por qué

valor" es -muyútil

aquí,porque Nagel elude muchas

delas

dificultadesde

la consider a insostenibleun a

ciencia delhombre. Quiere

demostrarLouch

demarcaci6n de las fronteras que sepa.ran estos tipos, y ·no 'advierte las que el tipo de explicación adecuada para las acciones humanas es la

discriminaciones necesarias cuando· pasamos de conceptos reIatívaménte libres "explicación moral", no explicaci6n científica}. y además que las ~ ~ p l i . -de controversia tales como "anemia", a otros tan traicioneros como "in- caciones morales son explicadones ad , ho c y limitadas por el contexto. Su

teljgellcia" y "salud mental"} dónde están en duda los criterios mismos polémic a se dirige c.ontra lo que c o ~ ~ d e r a el , s - ~ g o i n j ~ t i I i c a d o de una

de la aplicación de 'estos conceptos. Ha y un a respuesta obvia que Nagel y Hmentalídad científic a" convencida de q"Qe hay ilegÚimo y poco s a t i s ~los científicos sociales ortodoxos pueden ofrecer cuando se señala la genera- faetorio en tales explicaciones ad hoc.

lidad. de las categorías "morales" en la descripción de las acciones h u m a ~naS. Si los términos "democracia", "inteligencia" y "salud mental" parecenobjetables a causa de sus matices morales, afirman estos cientificos} podrán;

usarse ténninos más neutrales sin afectar lógicamente la verdad o falsedad,corrección o incorrección de las descripciones. Po r ejemplo, podemos objetar

que· se nanle "democracia ll a la comunidad política contemporánea de los

Estados Unidos) en vista de las connotadones evaluativas de este término;corno quiera que se le llame, todavía llay que ofrecer un a descripciónadecuada de! funcionamiento de éste sistema político. Pero hay algo ingenuo en esta 'respuesta que ·minimiza la medi!=1a en que los conceptos "descriptivo-evaluativos" inundan y configuran no sólo mle:stro discurso ordinarioacerca de las acciones humanas sino también la literatura de' la cienciasocial, en particular la "teoría empírica".

En suma, no creo que las observaciones de Louch acerca de la a ~ c j ó nhumana como un concepto moral establezcan una tesis de - "imposibilidad"acerca de un a ciencia de! hombre o de la sociedad. Pero inpican lo quese requeriría para reescribir la literatura de la; ciencÍa social en forma

antiséptica en un lenguaje de "descripción pura". Ni siquiera está claro el

significado del concepto de un a "desC1;pción pura'" o ]0 que sena un

lcnguaj'e que trate de describir la acción humana pero que esté privado detodos los aspectos evalilativos. Pero hay un a cosa clara: en el esfuerzo. por

realizar tal proyecto en forma nos encontranarnos con un voca-

21 .No debemos subestimar las dificultades conceptuales de la descripción de la

c.ondu·cta ,humana, como ,se aprecia en las disputas recientes sobre lo que sea el comportamiento "disidente" y 10 que deba considerarse como "suicidio". Véase a Jack

D. Douglas} The Social Meanings ot Suicide, y De1Jillnee & Respe6t(!bility: The

')m:ial ·Construction of Morol .Meanings, comp. Jack D. DougJas.

La naturaleza la. explicación depende de las.. y de los casos ejemplares que utilizamos en nuestras investigaciones, a

menudo inc,onscientemente. La explicación, como dice vVittgenstein, es' una

familia d-e casos, unidos sólo por un. objetivo común, para volver álgoevidente o claro. Esto sugiet:e que no podría hacerse un a descripción co

herente .de la explicación sin tomar. en cuenta 'al auditorio al que se 'ofrecela explicación o la fuente del desconcierto que requiere u-na explicaCión.Hay muchos auditorios, muchos acertijos, y diversos casos paradigmática

mente claros que originan, po r contraste, desconciertos acerca de otroscasos. Los medios de la explicación son así muy heterogéneos (p. 233).

Louch afirma esto como un a conclusión, pero en su ' discusión de conceptos'tales , como los de atracción, deseo, necesidad, emoción, m o t i ~ o , intención,

p r o p ó s i t o ~ etcétera, ha tratado de 'demostraT ~ u á n heterogéneos son los a ~ e r -tijos que debemos afrontar pal'a entender la actuación h u m a n ~ y la diversidad de las formas en que aclaramos algo. En virtud de que Louch 'creeque_·una ciencia del hQmbre o de la socief;iad presupone' una creencia enuna 'Cteona unívoca de , la explicación, -donde t o d ~ e ~ p l i c a c i ó n - c . o n ~ i s t a

~ poner un caso bajo una ley" (p. 233), dudn de la p o s i b i l i d a ~ . . ' " ' t;Jciencia.

Entre 'científicos sociales ortodoxos ha predominado en . efe<;:to la

creencia de que hay} o debe haber, un sentido unívoco de. la explicación,y qu e una· e-"''Plicación cÍentífiC.c1. adecuada asumirá la forma de la . d e . d u ~ . ción a partir de leyes fundamentales. En nuestra i n v ~ s t i g a c i ó n de ~ ~ ~ r : t o A ,Smelscr y,.Nagel. hemos vi&tO; formas .. Qiferentes. de . ~ s t t : sesgo . ,Además, estesesgo· ha .ocultado muchf!.S de: las diversas f o r m ~ $ en que o f r e c e m ~ 8 : e ~ p l i . caciones de las a.ctuaciones humanas en la vida ordinaria. También. ha

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110 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORIA

la que la:-explica6íÓrl- -dentíIica. (lgenwna'Y-- es-- mas

básica y que la diversidad de explicaciones ad ha-e que damosordinariamente de nuestras acciones. Por 10 tanto, los científicos socialeshan tendido a elirninar mediante la explicación los tipos heterogéneos de

antes que a -explicarlos adecuadamente. Si sólo- esto afínnara

aplaudiríamos ,sus análisis corno un correctivo saludable.Pero Louch formuLa atSeveracÍones' dudos as mucho más fuertes. Afirma

que "el relativismo signifka entonces que las acciones- sólo pueden juzgarseen el contexto} y que no hay ningún contexto urUversat La explicación dehumana está- limitada: pOÍ' el contexto... Lo importante es lael detalle, no' las características' generales que echan las bases

de las (p. 207). y Loudl obtiene algunas conclusiones mu,' sustancia-les y controvertibles de su insistencia en la ' heterogeneidad y la diversidadde la conducta humana y de las explicaciones de' esta conducta.

Así que las únicas' recom'enclaciones morales, c o m ~ las' únicas re?omenda.ciones' para el estudio empírico del hombre, eqUlvalen a lo mlsmo: unmovimiel1jto un movimiento allá, un zigzag, como ocurl'Ía con lasrecomendaciones de Aristóteles acerca del Punto Medio, todo tentativo

a ·cambio. Es de las generalizacione.t; contundentes en el campo.la ética y de las pretensiones de la teoría general en el de la cienciade 1.1. conducta que' debemos temer más las clases de sobrenuestras' vidas que forjan los regímenes totalitarios. Po r a s ~ , lascosas son siempre malas, () por ]0 menos no mn buenas como poddamosconcebirlas; pero los cambios g r a n d í o s o s ~ ya se en la ética de' Pta·tón, en el hlstoricismo Marx, o en las condicionamiento de

,Skinner; empeorarán muy probablemente las cosas. Los hombres y las. 'situaciones representan una diversidad y un a diversidad cambiante,; Jo

que vuelve triviales o falsas las leyes y los principios moralésuniversales un verdadero mal (p. 208).

Este pasaje señala un a dicotomía furidamental el argumento y la' polémica de Louch:: una dicotomía sospechosa. Escribe Louch como 'sí con

frorrtáramos "una sit{¡ación de todo o nada. O nbs ocupamos exclusivamentede la diversidadJ complejidad y detalle de los contextos de lasacciones' humanasJ y de descripciones Y' (Id hoe de tales acciones)o 'nos enredarern9s en la búsqueda inútil de la generalidadgue conduce aafirmacioneS v a c í a ~ J perogruUescas y y' de doctrinas universales que

un verdadero mal.Lo que parece- eliminarse como· algo' ,ilegítimo es la necesidad genuiria

de obtener alguna: perspectiva· de los contextos variados en que nos enOJntramos) a: fin de entenderlos y explicarloll. ,En su ----casi una

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA 111

obSésióu- atacar-¡a- sus fonnas,Louch ha unido varios hilos de su argumento que mantenexse cui-dadosamente Se afirma: que, en la vida. ordinaria, con frecuencia

y explicamos las acciones humanas utilizando categorías mora-

les" y además que ofrecemos tUl Iwe, El sesgo que supone que

tales explicaciones están erradas o no se justifica y debe serdenunciado. Existe también la ' de ,que muchas· de

las descripciones y en las ciencias sociales invoh .cr;,}ncategorías de evaluación y enjuiciamiento, y m,uchos c . j ~ n t í r i c : ~ s $qC,.iaIeshan carecido, de la conciencia crítica de que ofreciendo descripcionesy explicaciones morales. Esto se traduce en la presentación de e v a 1 u a c i _ ~ n e smuy dudosas y controvertibles ,como sí Be basaran simplemente en una des

~ r i p c i ó n de hechos libres ,de valoFa'ción. Y e.xiste también eJ ataque perslstenté de Louch a la de que Juna explicación· genuina de la

acción humana debe asumir la fanna canónica del englobamiento de c-asosparticulares' teorías y generales.

Pero separamos los diversos elementos del ataque polémico deLouch los diversos sentidos de la b ú s q ~ ~ ~ a ' d e g e ~ ~ r a -Hdad. argumentos no justifican una condenación' rotunda de todas las

fOlmas de Ja en la explicación de las acciones humanas. Enc i e . r t ~ s ,momentos, el propio L ~ u c h parece conscien,te de . g t o , _ a u n q ~ e 10repnme cuando diversidad y el detrtlle de Jos contCJdos humanos

y los, tipos de ex¡>licaciones a d e c u ~ d o 8 para' é11oo. AJ discutir teoríaeconómica, afirma Louch que

A excepci6n de los' estudios p U I ' a m e ~ t c estadísticos deJ ciclo econ6:rrÍicO; el. volwnen y la velocidad del crédito, el dinero y los productos, la econonl1áes, como un a teona moral. Esto no 'la desacredita. Nece-sÍtarnbs- unaenunciación' clara de los objetivos de la econoIJÚa para realizar investiga-ciones. en las posibilidades físicas de ·la situatÚón econ6micanos permitan cómo afectará: a otros la alteración de nuestracl.Instancla. surgen dificl,lltades cuando un concepto tal coma el de

la necesidad, tras de haber saturado el e$tudio de la economía de consi-,deraciones . se presenta como un hecho inocentti y d e s c ~ b l ' i b l é , que

~ u e g ? nos Jmpulsa a asumir intereses especiales como si reflejaran· leyesmevltables de la 'natl).raJeza (p. 76).

y agrega Louch:

VeamosJ por ejemplo, 'l a tesis tan populal' ahora de que' el hombropor un animal bus€ador del beneficio; Esta tesis se afirmacomo una de la naturaleza humana que luego podrá emplearse

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112 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA

explicar toda:-1a:-díve:aíd::\.d de ra:s-a<;clOnes---hUiiianas-:--Denva-de- A ~ a I í i - - ·Smith, pero su natuIaleza e s ~ c í a 1 m e n t e r:01ém.i.ca surgirá ~ u a n t o qUle ..aexaminarse su papel c ~ n , cmdad,o. La ~ u s q u ~ d a del b e n e Í 1 c ~ o , es esenCJ,al

, para la exhoTtación de Smith de que se deje a la e ~ o n o n u a ,gobernarsesola. Ei supuesto es que los hombres, a b a n ~ 0 . n a d o 8 sus ~ r 0 . r : l ~ s f u e ~ a s ,actuarán en efecto para maximizar su b e n e Í l C l ~ j y aS l contnbUlran bIel!

'general (la r i q ~ e z a ) de .la comunidad en conJunto . . En primer l u ~ a r j esclaro que esto no es válido para todas las s o c l ~ d a d e 8 , en .todos los tIempos

'y lugares. Se aplica' más bien a las convenCIOnes suscntas por ~ o m ~ r e s, particulares en culturas pa:rticulares. y en cierto s e ~ t i d o ) Adaro Smlth h e ~ e

mucho' que ver con la atticulació'n d.e la visión moral que ? - ~ c e de, la bus·queda de l beneficio un a condición sme qua non de la actiVidad hu.n:an a.

, ; El hecho es que sabemos lo qu e harán los hombres eJ.. ?eneÍlclo, y,', p o d ~ m o s esperar que persona involucrada en una, SÜUaCl?n de nego-, ciación c Q ~ l 1 p r a r á lo más bar-ato que p u ~ d a . y vendera lo mas caro que

pueda, 'P?rque t ~ l e s son las convenciones bajo las que opera en ~ l . m e r c a d o .'N o hemos descubierto alguna verdad hasta ahora oculta acelca ,..de ,naturaleza humana ante la que debamos inclinarrios, pero hemos senaladolas' convenciones comunes a ciertas instituciones y prácticas que podemosalterar y tratamos de alterar (pp. 76-77).

Si analizamos to n cuidado los pasajes anteriores, veremos que Louch no

está criticando la búsqueda de la generalidad sino -una concepción errada

del- tipo de -generalidad apropiada para la investigación s o c i ~ l . tipo deteoría. económica al que está haCiendo referencia se eleva po r encuna de loscontextos particu.lares y trata de discernir patrones generales y r e ~ l a r i ~ a d e sexhibidos en tales contextos. Y el propio Louch observa que el s e n a l ~ e n t ode que Una teoría económica 'es un a temia moral no la d e s a c r e d ~ t a . >'

bien a c l a ~ lo que está involucrado, de modo que veamos como Ilegltmlo,ci' paso -de la afirmaci,ón de la e:!'<istencia de "convenciones comunes a ~ ( c i e r t a sinstituciones y prácticas» a la conclusión e r r ~ d a de que esto revela _ verdad,ea .ocultas acerca: de la naturaleza h w n ~ a " o r e f h ; ~ j a "leyes inevitables de

la naturaleza". '

Así p ~ ~ s , ' contra -las intenciones de Louch) sus percepciones acerca de laf o r h 1 ~ " en que- alguhaS' -explicaCi<:nes de las a c c i ~ n e s } r ~ a n a s i n v o ~ u c r a ~e'ñ '-forfui l m p l í C i t ~ o explicita las categorías de la evaluación y el, enjUlciamiento, ayudan a iluminar un a función apropiada de la teona social.No sólo queremos entender la estructura y la dinámica involucradas l:;ts

"convenciones comunes a ciertas instituciones y prácticas", sinú tambiénevah;lar criticamente la , pOlSi_ción Y las consecuencias eS,tas, i n s t i ~ c i o ~ e s y

p r á ~ t i ~ a ¡ ¡ . ! ~ s t a ~ i s t l c ~ s ~ ,d1i:l ~ b s e r v ~ ~ i ó n . e J . ? 1 p i t : ~ ~ ) ,y la fonnulación; de: ~ ~ t ' ~ ~ ~ l modelos,: y. te9.f¡,as, moQest,as, de,sem.pei1an J).n papel en eS,ta ero-

J LENGUAJE, ANALISIS y TEOR1A 113

presa. -- Nos - permiten discernir- '-]as--interrela:cioñ.es-eSfftrcturales-yomai:iiicas·e x i s t e n ~ s dentro de tales instituciones y prácticas. No puedo ver que Louch

nos haya dado un a sola razón para pensax que 'tal empr-esa sea injUstificableo Garente de importancia. Puede ser neutral en el terreno de los valores por

cuanto tra.ta de presentar un a descripción correcta de estas instituciones yprácticas y se cuida de evitar la distorsión. Pero si pensamos que estamosdescribiendo y explicando "meros hechos" sin connotación valorativa,22 sino entendemos que hay compromisos valorativos incrustados en propias

instituciones y prácticas analizadas, estamos a punto de entender mal estaactividad. Y hay amplia información en el sentido de que, una y otra vez,éstos son precisamente los movimientos ilícitos que tienden a. realizar loscienúficos sociales ortodoxos.

Louch -como muchos otros que insisten en las formas en que la d e s ~cripción y la explicación dependen del .contexto-- nunca afronta claramente

la cuestión de lo que sea el contexto apropiado del que se está hablando,

cómo deba entenderse, y cuál sea su extensión real. Es posible que no haya

ningún "contexto universal'" pero esto no excluye los contextos generalesde los que podamos obtener un entendÍmiento más. perspicaz de los tipos de

descripción y explicación que utilizamos en el entendimiento de las acciones humanas.

Louch eS muy sensible a las consecuencias morales de la actitud dentifici.s.ta. que le parece ta n objetable, y muy crítico ante eUas. Pero aunque estámuy alerta. a los peligros del cientificismo, Louch parece carecer de un a

conciencia cnticá acerca de las consecuencias morales del propio punto de

vista que defiende y acerca de' su compatibilidad con las tendencias totalitarias que deplora. Cuando afinna que "las únicas recomendaciones 'mo-rales, ,cqmo las únicas recomendaciones para el estudio empírico del hombre,equivalen a lo mismo: un movbniento aquí, un movUníento allá, un zigzag. . .todo tentativo y sujeto a cambio", nos dice algo lleno de sensatez si p1'esupone-

mos que ocurre en el tipo de sociedad abierta tan querida por Louch. Pero

en un a sociedad cerrarla, o en una' sociedad donde haya fueI'2as poderosasque tiendan al cierre - una posibilidad no meramente abstracta en el siglo

XX-.. las recomendaciones de Louch equivalen a un derrotismo moral.SeIVirá de escaso consuelo para las víctimas de ta l sociedad que les digamos =

HPor decirlo aSÍ, las cosas son siempre malas, o por 10 menos no tan buenascomo podríamos imaginarias." A pesar de todo su escepticismo acerca de un

apriorismo en la filosofía, la consecuencia de la posición del propio Louch

22 Sobre la apelación a -loa "mer os hechos" o los "meros datos" en las cienciassociales, véase a Charles Taylor, "Interpretation an d the Sciences of Man", Review

of Metaphysics, 25 (191.1), pp. 8 sr.

I

!1,

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114 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA

----'---es ra--eli.rruñación a ' priorY-d'e--Ia: posibtlíaad' de ' una" crítica-generfLl--in{-orma da de las instituciones y las prácticas sociales: la afirmación de que tal evaluación general es indefendible en el terreno moral e injustificada en el terrenoepistemológico. Podemos usar contra Louch .')us propias palabras: "un programa que tenga tales consecuencias finales debe ser refutado".

" Una. evaluación balanceada de las contrjbucjones y las limitaciones deltrabajo de Winch y de Louch deberá tomar en cuenta el contexto dialécticoen el que desarrollaron sus argumentos. No podemos subestimar la influencia' naturalista en la determinación de la dirección y la opinión que de sí

mismas tienen' las ciencias sociales. Los científicos sociales ortodoxos han

sostenido que 'las ciencias sociales se ha n colocado finalmente sobre un a

firme cimentación científica, que ahora podemos esperar el desarrollo progresivo y acumulado de los conocimlentos caractenstico de las cienciasturales, Contra esta perspectiva, tarrto 'Winch como Louch han formulado

fuertes tesis contrarias: el primero sostiene que los conceptos requeridos para

la descripción y eJ entendimiento de la vida' social son incompatibles conlos de las ciencias natural e...<ll y el segundo cuest iona la idea misma: de una

ciencia del hombre o de la sociedad. He ,sostenido que ninguno de estosautores justifica realmente tales tesis contrarias} aunque sus investigacionesnos ha n vuelto más sensibles a algunos aspectos de los fenómenos sodales ypolíticos y de la acción humana omitidos po r los científicos sociales o r t o d o ~ o s .En fonnas -diferentes) estos autores han mostrado que gran parte de la acciónhumana está constituida ' por la foona en que los hombres describen, JI entienden intencionadamente sus propias acciones y las acciones de los d e m ~ s .La búsqueda de "datos a se'cas" se ha criticado como un ideal ilusorio }'

cOl],ceptualmente confuso, y se ha demostrado que la falta de apreciaciónde la forma: en que la evaluación y el, enjuiciamiento están involucrados enlas explicaciones de la acción humana produce generalizaciones v a ~ í a s .

En la medida en que Winch y Louch recurren a las investigaciones Hn

güísticas para mostrar lo que está involucrado en las explicaciones de la,acción humana, pueden considerarse como, "apoyadore,r{' de algunas de

aseveraciones formuladas po r lsaiah BerHn. Esta nueva: orientación 1 i n g ü l s ~t l ~ a nos ayuda a entender lo que significa'la afirmación de que "las creenciasde los hombres en la esfera de la: conducta forman parte de su concepción desí mismos y de otros como seres humanos) y a su vez 'esta c o n c e p c i ó n ~en forma consciente o inconsciente, es una parte intrtnseca de su imagen del'mundo". Además) como Berlin, ha n explorado las ramificaciones de estasituación al criticar la ceguera de quienes trat an de forzar las 'descripcionesde la acción humana dentro de las formas del discurso y de la teC?rla cien

t í f i ~ o s .Aun así, algo de lo que vio Berlin claramente aparece oscuro en Winch

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORIA lt 5

Y-éilI:;ouch. Betlinsuoraya-'que ·la·tarea del teóriCO·-ilocórulste sólo en "el

entendimiento y el a:nálisis. de 10 modelos y paradigmas que forjan laconducta de los seres llumanos) sino en la evaluación crítica de tales modelos. Hay un a ironía profunda en la postura intelectual de Winch y Louch,

una ironía que revela la tensión que 'afecta a gran parte de las investigaciones conceptuales de la acción humana (aunque no a todas ellas). Po r

un lado, es daro que las investigaciones de Winch y Louch están infonnadas

por un punto de vista moral. Su protesta contra el cientificismo y el positivismo generalizados no se limita a las consideraciones epistemológicas. Omejor dicho, estos autores están defendiendo la conexión intrlnseca existente'entre la epistemología y un punto dé vista moral. Po r otro lado, sin embargo) ambos son víctimas de un descriptivismo latente que mina la críticaracional de los fenómenos sociales y politicos existentes. Exigen categóricamente que el teórico provea consideraciones adecua-das y perspicaces de las numerosas formas en que los hombres describen y explican en efecto lasacciones h u m a n a ~ L Pero no indican las formas en que podamos obtener

un a perspectiva crítica racional sobre la calidad de la vida social y política. Al parecer, esto debe hacerlo el individuo en formas particulares. En

este sentido, a pesar de acasionales protestas en con t rario, Winch y Louch

minan una de las funciones primordialesde

la ' teoría ' en las estudiospolíticos y' sociales: su función crítica, negativa.

Ma x Weber, quien luchó hemicamente con la naturaleza y los límitesde la ciencia social, conduyó que la ciencia "carece de sentido" porque no

puede contestar "la única jnterrogante que nos importaH : re¿Qu é hare-

mos y cómo viviremos?" Pero aun Weber mantuvo la; posibilidad de que

'la filosofía ayude a contestar esta interrogante. Sólo vagamente percibía

Weber que lo que decía acerca de la ciencia se diría pronto acerca de lamosofía misma, y se declararía la nueva sabiduría de la época.

EL CONCEPTO AMBIGUO DE UN P . ~ I G M A EN ' MANOS DE THOMAS KUHN

Las críticas enderezadas contra las ciencias sociales por Winch y Louch

se ha n basado en sus investigaciones lingüísticas de la acción humana. Apesar de ocasionales incursiones en la filosofía de la ciencia, en general ha n

aceptado estos autores la imagen de la ciencia propugnada por empiristaslógicos y adoptada por muchos científicos sociales. La fuerza retórica de susafinnaciones depende de esta aceptación. En efecto ~ sostenido que, dada

esta noción de lo que son la ciencia y la explicación cienfifica} podemosmostrar cuán diferentes son la descripción y la explicación de la acci6n hwna-

na. Pero recientemente ha surgido otro ataque contra la ciencia ~ o c i a l ortodoxa

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116 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA

- - --que-sé--ocupa del óincepto-mismo de -la cienc1a--y--la t e ~ r i a ~ u e - - ~ t á implicito o explícito en la interpretación naturalista de las CIenCiaS sociales.

Esta discusión nueva ha descansado en gran medida en la obra de ThornasKuhn. Su libro breve que él describe como un ensayo - The Stmcture 01

Scientific Revolutions (1962) - ha sido uno de los más provocativos de losúltimos quince años, po r lo. menos a juzgar por la cantidad de atencióncrítica que ha r e c i b i d ~ . Aunque Kuhn se ha ocupado casi ~ c h : l S i v a m ~ t ede las ciencias natura.le'S, limitando sus comentarios sobre las CIenCIas socIales

a observaciones ocasionales, los científicos sociales han "descubierto" ~ u h n'1 han sostenido qu e su trabajo .ofrece luces nuevas para el entendml1entode las ciencias y La teoría sociales. Pronto veremos cómo se emb.rollan estascuestiones. Porque Kulm ha sido qsado, y con mayor frecuencIa abusado,para apoyár las afinnaciones más divergentes y contradictorias. Con ironía

apropiadaJ el propio Kuhn ha escrito recientemente a propósit? .de Th e S t r u . c ~ture of Scientijic RelJolutions: <'Concluyo tristemente que su ento se debe en

parte al hecho de que puede significar casi todo para la g e n ~ e " ,28 Tras de pre-

sentar un a descripción general de la postura de Kuhn y localizar algunas de susambigüedades más importantes, considera.ré algunas de.. las formas que

otros autmes se ha n apropiado de la postura de Kuhn. Un a vez que deJemosatrás estas controversias, discerniremos énfasis y orientaciones que apoyan

y complementan los que ha n surgido en los análisis lingüísticos del conceptode la acción.Como ha señalado AJan Rya.n, "e l argumento de Kuhn se resiste al re

s u m e ~ aunque s610 sea porque resulta difícil hacer un resmnen noprive al análisis de las nwnerosas ambigüedades presentes en la verS1ón delpropio Kuhn".2.! Al nivel má s abstracto, el argumento plantea en esta

.forma.

Si examinamos la historia de cualquiera de las ciencias n a t u r a l ~ s bienestablecidas, descubrirenws un periodo en el que la jnve¡tigación está dominada por escuelas y subescue1as cO:Qlpetidoras que no exhiben una con

cepción única, generalmente aceptada,- de -los fenómenos en cuestión, o de

los procedimientos de investigación adecuados. Las escuelas ha n h e ~ h oa.portaciones importantes a la investigación cientif.ica, pero hay un a diferencia marcada y cualitativa que surge en la historia de un a ciencia cuando

surge un paradigma. Cuando Kuhn i n t r ~ d u c e po r ({primera. el concepto del paradigma, afirma que los paradIgmas son logros clentiflcos uní-

2. "Second Thoughts on Paradigms", The -Slructure 01 Sdentilic ThBo7ies. comp.Frederick Suppe, p. 459.

24 Alan Ryan, "'Normal' Science or Political Ideology?", Philoso?hy, .Politics a1ld

So,iety (cuarta serie), comps. Peter Laslett, W. G. Runciman y Quentm Skinner, p. 89.

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA 117

yersalmenIe----iecónocidos que dUl'arlte--unpenodo- proveen modelos de pro

blemas y de soluciones para una comunidad de practicantes" (p. viii) .:m

La jmportancia de los paradigmas reside en el hecho de que óriginan loque llama Kuhn la ciencia nonnal: "la investigación basada finnemente en

, un o o más de los logros científicos del pasado que alguna comunidad científica particular reconoce durante algún tiempo como el origen del fundamento de su práctica futura" (p. 10). Los logros que pueden servir

como paradigmas pueden incluir "la ley, la teoría) la aplicación y la instrumentación conjunta" (p. 10). Los paradigmas desempeñan un a funciónreguladora en la dirección de 'l a investigación futura:. Lo que más hacen loscientíficos es una manipulación de la ciencia normal, 10 que es esencial

mente un tipo de soluci6n de acertijos en la descripción de Kuhn. En lasetapas iniciales de la aceptación de un paradigma) existe todavía en gran

medida la promesa del éxito en la solución de problemas específicos. La

ciencia nonnal materíaJiza esa promesa extendiendo el conocimiento de losh6chos revelados por el' paradigma, aumentando la extensión de la correspondencia existente entre los hechos y los pron6stícos del paradigma, y

articulando mejor el paradigma.

La comunidad científica impone un paradigma en fOIIDas diversas: la

educación ,científica, una tradición de libros de texto, la expulsión de la pro.fesi6n a quienes rechacen el paradigma. Kuhn subraya- que la ciencia y lainvestigaci6n normales tratan de producir grandes novedades en ni'edida muyescasa. Su ohJ"etivo primordial es la articulación y realización de lo sugeridopor el paradigma aceptado. La ciencia nonnaf como una actividad de solución de acertijos es un a empresa acumulativa, y es eminentemente eficazen la extensión del conocimiento científico, En efecto, la imagen de lo' que seatoda la ciencia se basa con frecuencia en la extrapolación errada de que todala ciencia eS como la ciencia normaL Pero en el curso de la ciencianormal surgen novedades de hecho y de teoría. "El descubrimiento se iniciacon la conciencia -de la anomalia, es decir, con el reconocimiento de que

la naturaleza ha violado de a.lgún modo las expectativas inducidas po r el

paradigma que gobiernan la cienda normal" (pp. 52-53). La reaccióninicial ante Ja conciencia de las anomalías es el intento de asimilarlas endiversas formas al paradigma existente, o el intento de pasarlas por altoo de suprimirlas. El descubrimiento científico es esencialmente un procesoque pue.de extenderse durante un largo periodo de tiempo. La concienciade las anomalías abre un periodo en el que se ajustan las categorías con-

iHj Thomas S. Kuhn, Tite StructuTe 01 Scit!71.tific R€rJolutiolls, cd. A menos quese aclare otra cosa, todas la" referencias a ]as páginas de Kuhn corresponden a estat:dici6n.

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118 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA

c e p t t 1 a J e s " ~ nasfa: qu e antes era anómalo:-r;os- ctescübrirnlentos científicos contribuyen al cambio de también

algunos cambios más dramáticos radicales que conducen a la invenciónde teorías nuevas.

Las anomaJías pueden resistirse a la dentro de un paradigma

aceptado) lo que' provocará lUla falla marcada en la actividad normal de

solucúSn de problemas guiada po r el Diversos factores pueden

contribuir a este derrumbe que trae un a crisis donde las hcuamientas

proveídas por un paradigma ya no pueden resolver los definidospor éL Kuhn no sostiEJne que las anomaUas y reconocidas con-duzcan siempre a la porque nunca

entre un paradigma y la naturaleza: siempre hay

cuando un a anomalía "llega a parecer más qu e un

la ciencia normal, se ha iniciado la ,transición a' la crisis y la: cienciaextraordinaria" (p, 82). Cada vez se presta más atención al ¡nte,nto de

explicación de la anomalía. Es en esta etapa que se desarrollan la cienciay la investigación extraordinarias Y en tales mo-

mentos los propios científicos pasan a ocuparse del filosófico' y dehipótesis Un a ,eprolíferación de articulacionesla inclinación a probar cualquier cosa, la expresión del

p l ~ c í t O j el recurso a la filosofía y al debate sobre los. puntosson síntomas de un a transición de la investigación normal a la extraordina-

ria" (p. 91), 'En tales momentos ocurren revoluciones científicas, revoluciones que Ín-,

volucran la propuesta de paradigmas n u e v o s ~ founas nuevas de presentación de los problemas, "Ocurre en la elección de como en lasrevoluciones políticas: nó hay norma más alta qu e el asentimiento de ' lacomunidad involucrada

j

' (p. 94). La elección de "nunca podrá

10¡¡:ra.rse en forma inequívoca sólo mediante la y el 94) .La. relaci6n existente entre un paradigma y su sucesorque el primero sea un caso especial de un a teoría máS que lo sustituya. Por el contrario J ula tradición científica normal que surge de un a

revolución cientlfica no es sólo incompatible, sino a menudo inconmensu-con la tradición anterior" (p. 103). El nuevo paradigma requiere

a menudo un a redefinición de la ciencia correspondiente ¿amo la fuentede ' nuevos problemas, nuevos métodos y nuevos criterios de solución, Kuhn

sostiene que los paradigmas no forman parte de la ciencia so]an le llte,también de la naturaleza. En consecuencia, en una revolucióndebe en cierto sentido lo que consideramos como la naturaleza

misma. Además, "la decisión de rechazar un paradigma es siempre simultán e ~ e n t e la decisión de aceptar otro1> (p. 77).

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA 119

Pero' si" paradlgmas-alterlrativoS-SOll- tan"'radicales como Kuhn, y si no hay un conjunto de criterios para

demostrar la de un paradigma sobre otro, ¿ cómo podremostales cambios de y la adhesión a nuevos paradic,onlas? Kuhn

compara el cambio a una conversión, Para entender cómo se induce oresiste tal debemos recurrir a las "técnicas de la p e r s u a s i ó n ' ~ l

no a la y la demostración experimental. Kuhn insistedecisivamente la superioridad del nuevo

se utilizan como técnicas de diversos argumentos,tales como la promesa del nuevo de resolver problemas creado,spor la consideraCiones etcétera. "Más bien que un a solaconversión en grupoJ lo que ocurre es un desplazamiento cl'eciente de la

distribución de las adhesiones ( p . , que se traduce final-mente en el triunfo de un criterios y

procedimientos nuevos.Se entiende fácilmente que el de Kuhn tanta

controversia. Kuhn critica a creen que toda la ciencia es como lacÍencia normal] con su desarrollo sostenido y acumulativo de la investigación.

Los científicos sociales de inclinación empirista o conduc.tista han

subrayadoell ocasiones la necesidad de de los hechos y constmÍrcorrelaciones e hipótesis en forma acumulativa. Pero Kuhn considera in-genua y errada tal concepción de la ciencia. Y se muestra cn -

tico de quienes :-sobre todo entre los filósofos de la ciencia- que

105 científicos están] o debieran estar, formulando hlpótesis radi

cales: esta .visión subes tima el papel' aplastante de la ciencia normal en lapreparación del terreno para las revoluciones genuinas.

Además, Kuhn cruza líneas que muchos consideraban fijas ypara utilizar diversos argumentos psicológicos, sociológicos, históricos y lé-

en apoyo de sus afirmaciones. Para Kuhn j la comunidad científicano es tanto una comunidad dotada de un interés imparcial por la búsQlledla

de la verdad como un a comunidad política donde se impone la autoridad

y se reprime la novedad y la disidencia. Como OCUlTe en las comunidadespolíticas, puede haber un aflojamiento de la autoridad que conduzca aun periodo de crisis. En la crisis se proponen paradigmas nuevos, y 105

defensores del orden antiguo y los campeones del orden nuevo arguyen confrecuencia sin ponerse de acuerdo. Pero cuando triunfa una revolucióncientífica surge un paradigma nuevo para direcciones nuevas a la

ciencia normal Y aunque a veces retrocede Kubn de la afirmación deque el mundo mismo diferente tras un a revolución sostiene que

de una Hlos científicos responden a un mundo

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120 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA

"rente" -(p,:--r35 f>-porque lo-Cine-lDmamos como-'el-mundü-está aetenninado " -

po r los paradigmas que empleamos para; entenderlo.

Casi no hay ningún aspecto del trabajo de Kuhn que no haya sidoseveramente criticado, a menudo desde puntos oe Vista opuestos. Los críticosha n sostenido que la noción central de un paradigma es ambigua y confusaque Kuhn ha interpretado erróneamente la historia de la ciencia; que la

distinción existente entre la ciencia nonnal y la ciencia revolucionaria no

es tan marcada como lo sugiere Kuhn; qu e su análisis del c a m b i ~ de para-convierte a la ciencia en un a disciplina irracional, subjetivísta y rela

tivista, y no explica el progreso efectivo de las ciencias; que Kuhn no sóloconfunde ]a historia de la ciencÍa con la; lógica de la ciencia, 'sino que

subrepticiamente introduce aseveraciones' normativas acerca: de lo que debiera ser la ciencia, basadas en descripciones que no justifican tales normas. 26

No intentaré la tarea laboriosa de la evaluación de estas criticas diversa'S yopuestas sin embargo, a fin de mostrar la importancia de las tesis de Kuhn

para las ciencias sociales) indicaré algunas áreas problemáticas importantesy 'la forma en que Kuhn ha tratado de responder a las objeciones de sus

criticos.

El primer problema se refiere al concepto central y elusivo del paradigma.

Gran parte de 10 que -dice Kuhn depende de la nocian de un paradigma: elsurgimiento del paradigma distingue presumiblemente la ciencia de los

fenómenos de la esCuela an teriOl' al paradigma; la ciencia normal se definepor referencia a un paradigma; el derrumbe de un paradigma conduce a la

crisis y al triunfo de un nuevo paradigma. Pero un a lectura cuidadosa deThe Structure of Scíentific Revolutions revela la gran elusívidad de esteconcepto; un comentarista ha enumerado po r lo menos veintidós sentidosen que se us a este ténnino en el libro. 27 Kuhn ha reconocido su ambigüedad y confusión, admitiendo' que "el término 'paradigma' señala el aspectofilos6fico central de mi libro, pero su tratamiento aparece allí muy con-fUSO".28

26 La literatura crítica sobre Kuhn ya es volumino5a, pero vÉanse las obras siguientes} donde se ha n presentado varias de las críticas mencionadas aquí: Criticism and

the Growth of Knowledge, comps. Imre Lakatos y Alan Musgrave; Israel Scheffler,Scie11.ce Imd Subjectivity: Cad R. Kordig. Th e ]ustification of Scientific Change;

Dudley Shapere, "The Structure of Scientifíc Revolutions", Philosophical' Review, 73( 1964) Y uMeaning an d Scientific Change'" Mind and Cosmos, comp. R. Colodny;

Stephen Toulmin, Human Understanding; Ge:rd BuchdahI) (fA Revolution in Historiography oi Science", History of Scienc8J 4 (1965).

21 Margaret Mastermann, "The Nature of a Paradigm" CritíciJm and the G,owth

01 Knowledge, comps. Tmre Lakatos y Alan Musgrave.

2B' "Reflections on My Critics", Criticism and the Growlh 01 Kuowledge, p, 234.

LENGUAJE, ANALISIS y TEORíA 121

En ] ~ C p í j ' s d a t a -a-The- Structllre- - a e I 9 6 g : - R ~ h ~ -.ha tratado de aclarar este concepto difícil; o mejor dicho, ha tratado de

.indicar las formas en que se ha modifica:do su idea de los paradigmas.Ahora sostiene la , ne.cesidad de useparar ese r..oncepto de la noción de una

comunidad científica" (p. 174), y afinna que hay algunas técnicas empíricas no triviales para el estudio de las caractensticas de las comunidadescientíficas. Admite también Kuhn que, en el libro original, "se usa el tér

mino paradigma en dos sentidos diferentes. Por un a parte) se refiere atoda' la constelación de creencias, valores, técnicas} etcétera, compartida por

los miembros de un a comunidad dada. Por la otra, denota un tipo de

elemento de esa constelación, las soluciones de problemas concretos que,empleadas como' métodos o ejemplos, pueden sustituir a las reglas explícitas como una base para la: solución de los problemas restantes de laciencia nonnal" 175). Sugiere Kuhn que la transición a la madurez

de una disciplina científica dada no se asocia a la adquisición de un para-d· 29 "L b' 1 .. 1 d9ma. o que caro la con a translClOn a a ma urez nD es lapresencía

de un paradigma sino su naturaleza. Sólo después del cambio resulta posiblela. investigación normal para la solución de problemas" (p. 179).

Pero si podemos describir un a comunidad de científicos mediante alguna!'i

de las técnicas empíricas indicadas por Kuhn,30 se nos OCUIre peguntar quées lo que, comparten sus miembros qu e explica la relativa plenitud de sucomunicación 'profesional y la relativa unanimidad de sus juicios profesionales. Y sugiere Kuhn que, en lugar de hacer referencia a un paradigma

o un conjunto de paradigmas, resllita más útil el uso del ténnino "matriz

disciplinaria": "'disciplinaria' porque se refiere a la posesión común de lospracticantes de un a disciplina particular; 'matriz} porque se' compone de

elementos ordena dos de diversas clases, cada uno de los cuales requiere mayor

especificación" (p. 182). Esta revisión trata de aclarar los elementos a g r u ~pados originalmente en el téITIlino muy general de "paradigma", corno la'!generalizaciones símb61icas, -las creencias en modelos, valores y ejemplos par-

En un a nota de pie de página de .su eIlsayo, "Second Thoughts on Paradigms",

eSCrIbe Kuhn: "Sean lo que sean los paradigmas, los posee cualqllier comunidad cientifica, incluidas las escudas del llamado <periodo prcparadigm'ático', El hecho de que

yo no haya aclarado este punto ha ayudado a hacer que el paradigma parezca un a

entidad o un a propiedad cuasimÍstica que, como el carismaJ

transforma a los infectados con ella. Hay un a transformación, pero no se induce por la adquiSIción file unparadigma" (p, 4-61)

30 Kuhn se refiere a tales técnicas empíricas sin precisar lo quc son (véase The

Structure el Scientific Revolutions, 'p. 176). Pero si examinamos la i n v e 8 t i g a c i ó ~ quemenciona Kuhn como ejemplo de la forma en que podemos investigar empírica

mente las características de las comunidades científicas, estas técnicas no distinguenentre 1as comunidades científicas y otras comunidades intelectuales estrechamente unidas.

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122 LENGUAJE, ANÁLISIS -Y TEORIA

-- --- flcWaies. En-oplnión de-KuhnJ --16s---ejemp16scoiñpart:ldos-consuWYéñ - "e]-----------:-

elemento central de lo qu e ahora considero eJ aspecto más novedoso ymenos entendido de este libro" (p. 187). Estos ejemplos compartidos sirvena los científicos normales como modelos paTa las soluciones de problemas.

Estas diversas revisiones son útiles para la apertura de los complejos com

ponentes de ]0 que se Bamó orlginairnente "paradigmasaj pero no me par ece

que Kuhn haya avanzado mu cho en la aclaración de un a ambigüedad más

fundamental Lo que con frecuencia se olvida o se omite es el hecho de queuno de los objetivos primordiales de su libro es el de ayudar a entender lo

que haya de distintivo en la cienciaJ y no sólo lo que la ciencia comparta

con otras fOlmas de la actividad intelectual o artística. La noción de un

paradigma se introdujo precisamente para establecer esta distinción. Es por

esto que la definición inicial de un paradigma a manos de Kuhn -u n "logrocientífico universalmente reconocido que durante a.lgún tiempo provee pro

blemas y soluciones de modelo para una comunidad de practicantes" (sinsubrayado en el original) - parece circular (supuestamente, es la utilizaciónde paradigma<; lo que nos permite calificar de científico a un logro) pero

al mismo tiempo eS vital para toda su construcción. Lo que dice Kuhn acerca

de los paradigmas, su aceptación, las formas en que se imponen, su derrumbe

y el surgimiento de nuevos paradigmas) se aplica igualmente a la historiade escuelas. Hay muchas disciplinas tales como' la filosofía -que Kuhn

distingue de la cierrcia- J a las que se aplica claramente lo que dice Kuhn a c e r ~ca de la ciencia. al El propio Kuhn regaña suavemente a los entusiastas

31 Ni siquiera el aislamiento del sentido de un paradigma como éjemplo compar

tido ayuda realmente a distinguir la ciencia _de otros tipos de investigación intelectual. Considérese, por caso, el papel de los ejemplos compartidos en la fil osofiaanalítica: un campo que Kuhn no considera investigación científica. El aná.lisis qu e

hace Russdl de las descripciones deIinitivas) el análisis que hace Ryle de los conceptos

mentales, y la discusión que presenta. Wittgenstein de los lenguajes privados, ha n

servido como poderosos ejemplos compartido que guiaron a. los filósofos en el desarrollo de 801u'ciones a pr:oblemas ból$adas los ejemplos originales. Y como 108

ejemplos discutidos por Kuhn, sirvieron como modelos concretos para el análisis, antes

que como teorías completa:'! o conjuntos de reglas para la solución de problemas. Por

-supuestoj estos ejemplos no se aceptaron ul1rvcnrll rnentc, pero el propip Kuhn ha subrayado que aun en la ciencia se aceptan los ejemplos po r grupos' pequeños de indi

viduo!!. Además, a medida que se especializa cada vez más un campo como el de la

mosorla (o cualquier disciplina. humanista), encontramos "colegios invisibles", pu

blicaciones técnicas, intercambio de ensayos antes _de su publicación, y referencias explicitas a trabajos y autoridades especialmente importantes. Nada de esto niega laimportancia de los ejemplos compartidos en la ciencia. Sin embargo, quiero insistIren que es igualmente importante el papel de los ejemplos compartidos en cualquier

actividad intelectual estrechamente unida.

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORIA 123

l e t : t ~ t t ! S de "$ 'libro- -que n-o aaVlerteÍl su--intención de liurnlnai;--ro -que--haya

de peculiar en la ciencia.

, No cree Kuhn que haya algún criterio singular que nos -permita distinguirla ciencia de otras disciplinas. Pero au n cuando trata de demarcar la estructura de la vida comunitaria, la matriz disciplinaria y los ejemplos compartidosJ resulta embarazoso el descubrimiento de que hay algunas analogias_de todos estos componentes en las disciplinas no científicas, Podemos plan-_

tear claramente el problema preguntando qué hay en Jos paradigmas quenos ayude a separar ]a ciencia de -otras -disciplinas;. 0- bien, si usamos elténnino "paradigma" en su sentido más g e n ~ r a l , qué hay en los paradigmas

científicos que JO!) distingue de otras· cIases de paradigmas. Como veremos) laincapacidad de los científicos sociales, para separar los diversos sentid0s del"paradigma",. y para plan.tear interrogantes claras acerca de lo que haya

de, peculiar en los paradigmas de la ciencia, ha generado gran confusión y-muchas aseveraciones o p u e ~ a s .

La segunda área de problemas se refjere al tipo de debate que OCUlTe

cuando se propone un paradigma nuevo y eventualmente sustituye a otro más

antiguo. Kuhn se dice conmovido por la falta de entendimiento de muchos

de sus crítícos, quienes creen que es,tá propugnando aJguna especie de' go

bierno de la muchedumbre, o que se trata de decisión irracional, subjetiva. Kuhn no puede eludir su responsabilidad po r tales i n f e r e n c i a s ~ en vistade su tratamiento de la conversión, su insistencia en que no está involucrada

una prueba, y afirmaciones como éstas: "Ocurre en la elección de pal·adigmacomo en las revoluciones políticas: -no hay norma más alta que el asentimient{)de la comunidad involucrada" (p. 94); "Como ocurre con la elección entre

institucion es ' políticas rivales, la _ lección entre paradigmas rivales resulta seruna elecci6n eutre modos de vida comunitaria incompatibles" (p. 94). PeroKuhn niega qu e los paradigmas nuevos' triunfen en última instancia mediante alguna "estética mística" (p. 158), e in{¡iste en que 108 argumentos

son vitales en su defensa., "Porque los científicos' son hombre s razonables, unou otro de los argumentos persuadirá finalmente a muchos de ellos. Pero no

hay ningún argumento singular que pueda o deba persuadidos a todos. Másbien que un a sola conversión en grupo, lo que ocurre es un desplazamientocreciente de la distribución de las adhesiones profesionales" (p. 158).

En virtud de los ataques' persistentes enderezados contra este punto} Kuhn

ha tratado de aclarar lo que quiere decir en diversas respuestas a sus críticos.En su posdata de 1969 afüma que, al negar que los debates referentes a laelección de teoría (o la elección de paradigma) sean materia de prueba,

sólo quería hacer un a observación. 32 Entiende por prueba la prueba lógica,

32 En ciertas ocasiones} Kuhn deja de hablar de, la elección de "paradigmas" para

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124 LENGUAJE, ANÁLISIS y TEOR1A

- - - -------- -o m atemática. "E n este último caso, se estipulan:"-Jésde "el principio- raspre=-

m isas y las reglas de inferencia. Si hay desacuerdo acerca de las conclusiones,las partes del debate consiguiente pueden repetir sus pasos uno a uno, r e v i ~sando cada ' estipulación previa. Al final del proceso, un a parte o la: otra

deberán conceder que ha n cometido un error, que ha n violado un a reglapreviamente aceptada" (p. 199). Pero en un a revolución científica) el debateno se refiere a las conclusiones derivadas de premisas acordadas, sino a las

propias preDÚsas. Si esto es 10 que entiende Kuhn por prueba cuando niegac¡ue la elección de teoría sea un a cuestión de prueba, su aseveración no essólo simple sino en verdad simplista. Nos preguntamos contra quién está1uchando Kuhn, pues nadie sostiene que los debates sobre la elección de teoríainvolucren la evaluación de la validez de argumentos" deductivos.

Los debates acerca de la elección de teoría o de para.digma involucran la

persuasión, pero Kuhn advierte un a diferencia importante entre la persua

sión racional y la persuasión no racional:

N ada de la tesis relativamen te familiar [de qu e la elección de teoría esuna cuestión de prueba tal como se definió antes] implica que no haya

buenas razones para estar persuadido ni que ta les razones no sean finalmente decisivas para el grupo. Ni siquiera implica que Jas razones

de la elección sean 'diferentes de las que suelen enumerar los filósofos de la cienci a: precisión, sencillez, - fecundidad, etcétera. Lo quedebe sugerir) en cambio, . es que tales razones funcionan como valores,de modo qu e pueden aplicarse diferentemente, en fonna individual y colectiva, po r hombres que las respetan por igual. Po r ejemplo, si dos'hombres es tán en desacuerdo acerca de la fecundidad relativa de sus teorias, o si están de acuerdo acerca de eso p ~ r o no "acerca de la importanciarelativa de la fecundidad y del alcance, digamos, para llegar a una elección,no podrá acusarse de error ·a ninguno de ellos. Ni podrá decirse qu e algunode ellos no sea científico. No hay ningún algoritmo neutral para la elección de t ~ o r í a , ningún procedimiento sistemático de decisión que, correctamente aplicado, deba nevar a cada individuo del grupo a la misma decisión (pp. 199-200) .as

hablar de la elección de "teorías". Per'o no identifica las teorías con los paradigmas.

Un a teorfa puede servir de pfiradigma, pero lo mismo ocurre eOIl otros elementos. Su

nueva terminología de "ejemplos compartidos" trata de comurucar con mayor claridad

el hecho de que un paradigma no necesa11.amente un a teoría. Kuhn tiene otrosrecelos acerca del término "leoría" porque, en gr an parte de la literatura de lafilosofía de la ciencia, se entiend en las teorías como sistemas hipotético-deductivos bien

formulados. Kuhn insiste en que ---contra 10 que sostienen los empiristas lógÍcos

.tales sistemas hipotético.deductivos son mucho menos importantes en la investigacióncientífica real de lo que creen los filósofos d e la ciencia.

38 En una corriente similar) afinna Kuhn ("Reflections on My CriticsJ)J Critiásm

LENGU AJE, ANALISIS y TE.ORÍA 125

Si ·queremos-·entender -el ·-tipo de-racionalidad involucrada-en- las -disputas refe- -- - ---- - "_-.

rentes a la elección de teoría) debemos entender "la forma en que in.teractúaun conjunto pa rticular de valores compartidos con las experiencias particu-

lares : o m p a r t i d ~ por un a comunidad de especialistas para asegurar que lamayona de los nnembros del grupo considere Jinalmente decisivo un conjunto

de argumentos en lugar de otro\> (p. 200). Estas consideraciones ayudan tam-

bién a precisar y aclarar ; a afirmación de .Kuhn en el sentido de que laelección entre paradigmas rivales es un a elección entre modos de vida comu-

nitaria incompatibles. Kuhn insiste ahora - y s o ~ t i e n e que así Lo pensó siem-pre:- en que ta l incompatibilidad no conduce a una completa incompreruiónreCIproca. Hay un derrumbe de la comunicación, pero tal derrumbe es, sólo"parcial": en tales disputas hay una búsqueda de campos COffilUlCS donde losdefensores de paradigmas diferentes puedan d.iscutir entre sÍ.

Pero Kuhn insiste todavía en que .10 e3encial de un cambio de paradigma

.es la conversión:

Po r lo tanto, la experiencia de conversión que he asimilado a una gestll'lt

se encuentra la base del pr?ceso revolucionario. Las razones poderosaspara }a elecclOn proveen motIvos para la conversión y un clima" dondees mas probable que oc.urra tal conversión. Además, la traslación puedeproveer .puntos de entrada para la re programación neutral que) po r ines

crutable que sea en este momento, debe encontrarse detrás de la conversjón. Pero ni las buenas razones ni la traslación constituyen un a conversión,y es ese proceso el que debemos cxplícar para entender una clase esencial

de cambio científico (p. 204) .34

tl71d the Growth 01 Knowledge): "A$í pues, no estoy negando la existencia de buenas

~ a z ~ n . e s , ni el hecho de que estas l'azones sean de la clase que suele describirse. EstoyInsistiendo eIl qu e tal es razones constituyen v a1or"s utilizados en las elecciones antesque reglas de elecci6n. Los científlcos que las compartan pueden hacer elecciones dife

r e ~ t e s en la misma situación concreta. Ha y dos factores profundamente involucrados .Pnmero) en muchas situaciones concretas, diferentes valores - todos ellos .constitutivosde buenas razones- dictan conclusiones diferentes, elecciones diferentes. En talescasos, de conflicto de valores. (por ejemplo, un a teoria es más simple pero )a 'otra

es mas exacta), el peso relattvo asignado a valores diferentes por . ndi'lriduos diferentes puede desempeñar 'un papel decisivo en la elección individual. Es más importan:: el hecho de q u e ~ aunque los cientÍ[;r.o comparten estos valores y deben con tinuar

haClendolo para que sobreviva la ciencia, no todos ellos los aplican en la. mismaforma. La s e n c i ~ l e z , el alcance, la fecundidO\d. y aun la exactitud pueden juzg r . ~ ede modo r.nu)' dlferente (lo que no quiere decir que se juzguen arbitrarjamente) por

personal! dIferentes. Los científicos pueden diferir en sus conclusiones .'!in violar ninguna

regla aceptada" (p. 262).

84 Véa e un a ~ x p l j c a c i ó n de lo que entiende Kuhn po r "traslación" en The St111C-

t'U11! 01 Scientific Revolutiofls, pp. 202 ss., y "Reflections on My Critics" , C1iticism

a1ld the Growth of Knowledge) pp. 268 ss.

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126 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA

- - 'Esta;;- Il1odiIic:aclones ayudañ' a aclarar To- qüe- q ü i e r e - d E 6 r ~ i i l i i l l n d F - - -can cómo ha cambiado de opinión Kuhn l según ha n sugerido algunos crí

t i c o s ~ pero abren un vasto campo de discusione,,> en lugar de proveer una

solución. Aunque 'aceptáramos la afirmación de Kuhn en -el sentido de que

"las razones constituyen valores utilizables en la elección antes que reglas de

eJección",3S todavía tendriamos que preguntar cuáles son y cuáles debieran

ser los "valores compartidos" que sirven de base para la elección de un a

teoría. ¿En qué sentidos son 'similares y diferentes los "valores compartidos"

de las comunidades científicas frente a los "valores c o m p a r t i d o g ' ~ de otros

-tipos de comunidad? Cuando se habla de «buenas razones" en lugar de

{ ( p r u e b a s ~ ' se aclara poco, a menos que podaJIlos especificar los criterios

para distinguir las razones buenas de las malas. Si no podemos avanzar en

la especificación y la solución de estas irlterrogantes, el análisis que hace

Kuhn de las revoluciones científicas está en peligro de zozobrar. Así como

Sócrates interroga a E u ~ i f r ó n acerca de la piedad, desearíamos saber si los

"valores compartidos l1 de la comunidad científica sirven como criterios de

racionalidad porque son los valores aceptados,. o se aceptan porqúe son los

criterios de la racionalidad o porque debieran serlo. En ciertos, momentos,

Kuhn parece consciente de la caja de Pandora que está abriendo. La des

cripción má s amable qu e podemos hacer de su postura es que, al,mque consi-

dera racional el proceso de elección de una teoría o un paradigma, nuestras

teorías tradicionales acerca de lo qu e constituye la r acionalidad no son ade

cuadas para iluminar este proceso complejo.

En una forma curiosa, Kuhn está atrapado en mayor medida de lo que

cree t:n el mismo positivismo que combate, Cuando llega a la conclusión de

'que ni la "prueba estricta" (la deducción lógica)' ni la simple verificación

o refutación bastan para explicar la elección de teonas o paradigmas) parece

quedarse sólo con la "persuasión": Jo mismo que ocurrió co n los positivistas

cuando trataban de definir las disputas morales. Kuhn ha tratado siempre

de distinguh' la persuasión racional de la persuasión 'irracional, pero no ha

logrado aclarar esta distinción vital. Au n creo qu e Kuhn convendria en _ ue

se requiere un entendimiento más c"omprensivo y sutil de la racionalidad,

para qu e podamos captar los complejos procesos argwnentativos involucradosen la decisión entre paradigmas rivales. Pero no ha profundiza?o en estos pro

blemas. No quiero sugerir que haya soluciones sencillas o fáciles para los

problemas planteados. Muchas líneas de investigación independientes, deri-

'vadas dd trabajo de Popper, Quine, Davidson1 , Sellars, Feyerabend, Lakatos,

Toulmin y otros, tratado de aclarar que esté involucrado en el cambio

de, .teoría y el c2\.mbio _COllceptl,lal, y los sentidos en que se trate de Wl proceso

S5 "REflections on My Critics", CrÍticism and the Growth Df K7Iowledge. p. 262,

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA 127

l:"'-Es--daro--también-Cllic--Jo-s proBlemas -nvolucrados v-an-iilucno má s

allá de un- entendimiento de la ciencia ya qu e afectan casi todos (os aspectosele la filosofía contemporánea. 36 '

EL us o y ABUSO DE THOl\ '!AS KUHN : TRUMAN) ALMOND, WOLLlN

Co n esta visi6n de algunos de los problemas profundos e insolutos de la

"imagen de la ciencia" que tiene Kuhn, podemos examinar ahora las formas

en que sus ideas ha n sido tomadas po r los científicos sociales. Quiero é I ~ o s -trar que un a insensibilidad a los problemas ocultos en e] aná:lisis de Kuhn, y

una aplicaci6n irreflexiva de sus opiniones, han creado confusión y contr<1.

dicción. Pero debe advertirse que el propio Kuhn tiene muy poco que decir

acerca de las ciencias sociales, en parte porque cree que mucho de 10 que

se incluye en este nombre exhibe las características de las etapas prepara

digmáticas de las ciencias naturales. Au n esto es engañoso porque sugiere

qu e finalmente las ciencias sociales experimentará.n el mismo tipo de trans-

formación de las éiencias naturales. Afirma Kuhn que '

En gran medida, el téImino "ciencia" se reserva a los campos que avanzan

de manera obvia. Esto se advierte con ma}'or claridad en los deba:tés rei

terados .acerca de que un a u otra de las ciencias sociales sea realmenteun a ciencia. Estos debates tienen paralelos en 108 periodos preparadigmáricos de algunos campos que ahora se consideran sin duda alguna comociencias (p. 160).

y tambjép:

J:Iay muchos campos -a , los que llamaré protociencias- donde la práctIca genera conclusiones verificables pero que sin embargo se asemejan más

a la filosofía y las artes que a las ciencias establecidas en cuanto a los

patrones de su desarrollo. Pienso, por ejemplo, en campos tales como' Jos de]a química y la electricidad antes de mediados del . ~ i g l o XVIII,' del estu

dio de la herencia y la fiJogenia antes de mediad06 del siglo XIX, o de muchasde las ciencias sociales de hoy . . Estas ciencias no logran un progreso másclaro que el de la filosofía y las artes.

Concluyo, en suma, que las protociencias, como las artes y la filosofía,

ca:ecen ?e a/lgún elemento que, en las ciencias maduras, permite las fonnasmas ObVUlS del progreso . . No o-frezco ninguna terapia para la transfof4

se, Véase una reseña panorámica de los pr oblemas -Involucrados cuando se hnbla

de los marcos conceptuales alternativos y de "escoger" entre ellos, en -Richard Rorty,"The World Well LOSl", JO'UTlIal 01 PhilosofJhy, 69 (1972).

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128 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA

mación- de--una-protocienc.:ia en-una--ciencia ,- ni-supongo que pueda hacerse

nada a este respecto. Si.". algunos cientific.os sociales t o ~ a n de mívisión de lll1 mejoramiento de la situación de su campo medlante la preV1a

legislación de un acuerdo sobre los puntos fundamentales para ocuparse

después de la solución de pmb1emas, me habrán entendido muy mal.31

Ya he indicado que, en su entusiasmo por lo que consideran las aportaciones

de Kuhn, los científicos sociales ha n aplicado sus c o n c e p t ~ centrales en for·

mas opuestas y contradictorias; en efecto, ha n utilizado tales c o n c e ~ tos parajustificar y para criticar a la ciencia social ortodoxa. Veamos pnmero la

forma en que han usado los conceptos de Kuhn los politólogos David Truman

y Gabriel Almond.as Poco después de la publicación de The Str.ucture 01

Sc18ntific R e v o l u t i o n s ~ cada -un o de estos politólogos citó a. en su

disctll"SO presidencial ante la Asociación Norteamericana de Pohtologla. D a d ~que presentan un a visión panorámica y un a evalluación del estado de la poli

tología, estos dos discursos son buenos indicadores de la postura de los po- ,

litólogos ortodoxos a m ed iados de los años sesenta.

En su discurso de 1965, Truman afinna que la: noción del paradigma de

Kuhn resulta particularmente sugerente a.cerca del desarrollo.de la p o l i t o l o g i ~contemporánea, aunque declara que (ten los años f o n n a 1 : J . ~ o s . la poli

tología en los Esta dos U nidos, a fines del siglo pasado y pnnClplos del presente, el campo no tenía un paradigma) ni ha adquirido ninguno desde en o

'tonces" (p. 866) .:lg .El contexto :indica que Truman está pensanao en un

" aradigma" de ejemplo -compartido o de modelo que guía el desarrollo

la ciencia normal, fijando los criterios de la precisión ((permiten aun investigador saber cuándo algo está errado, es decir, contrana lo que debe

esperarse, y advertir la necesidad de un cambio de p a r a d i g m a ' ~ (P: 866).

Si aceptáramos al pie de la letra el juicio de Trwnan, e s p e ~ a n ~ o s una

i:nvestigación de las diferencias básicas existentes entre la_ politologla y el

3'0 "Rellections on My Critics", Crilic15m and the GrowtA DI K n o w l e d g ~ > pp. 244-245.

:is A rn de no extender mi discusión hasta proporciones inmanejables, me hec o n c e n t r a ~ o en el uso y abuso de las ideas de Kuhn entre algunos .politólogos y t e 6 ~.' Pero la discusión de Kuhn ha desempeñado un papel fundamental en casI

IICOS. J , • l ' 1toda.s las ciencias -sociales, incluidas la sociología, la a n t r o p o l o g l ~ J pSICO ogla. y a

n 'la Véase una muestra de esta literatura en Robert W. FnedTlchs} A Socwlo!1Yeco om , . . . " R' f RDi SociologYj el "S pecial ] u uc of R a d i c a ~ P a ~ a d l g m s m ~ c o n o m l c s , evuw o a-

dica/. Political Ecollomics, 3 (197-t); Hutortcal Conceptlon Di Psychology, comps.

'Mary Hente, Julian Jaym:s y John J. Sullivnn; y Rei1l1lenting Anth7opology. comp. Dell

Hymes.39 David B. Truman, "DisHlusion sn d Regeneration: Th e Quest far a Discipline",

American Politic.al ScieTlce Review, 59 (1965). A menos que se a c l ~ r e otra cosa,

todas las referencias a las páginas de Truman corresponden a e9te articulo .

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA 129

----concepto-de-la cienda que tiene Kuhh:-P-6ique-a-pesai ae- roo_as--sus-j-eselvas;--------

Kuhn nunca abandona su convicción dé que la ciencia genuina se distingue

de otras disciplinas por la aceptación de un paradigma por parte de u ~comunidad científica, y _ or el papel de ese parailigma en la orientación de

la ' nvescigaci6n normal. Pero no es ésta la linea de investigación explorada

pó r Truman. Po r el contrario, es.cribe:

Sin e m b a r g o ~ creo que podemos afirmar que algo vagamente análogo a

un paradigma caracterizó la politología norteamericana por 10 menosdurante el medio siglo que va del decenio de _1880 al decenio de 1930.

Para no distorsionar la provocativa concepción de Kuhn>' esto debe consi

derarse slluplemente como un acuerdo implícito, aunque bastante general,

sobre lo -que debía hacerse y cómo debía procederse f f i l el campo. Perolos temas aceptados eran vagos y los ténninos aplicables a ellos eran laxos

e imprecisos, de modo que permitían un producto diverso en calidad .y

conteTrido (p. 866).

Pero este «algon que es "vagamente análogo a un paradigma" dista t a n t ~de lo que entiende Kuhn por un paradigma - aun en los veintidós sentidos

en que usa el ténnino- que cabe preguntarnos SI ta l mención de los para

digmas oscurece más de lo que ilumina. La existencia de "u n acuerdo bas

tante general sobre lo que debía hacerse y cómo debía procederseH cantC-t ~ r i z a la mayor parte de los campos. de la actividad humana, como obselVa

el propio Kuhn; es algo tan característico de las "escuelas" éomo de la'

"ciencia". Lo que interesa a 'Kuhn es el tipo de consenso c¡:¡.ractenstico de

las comunidades científicas. En virtud de que Truman no ataca directa

mente este problema, elude la cuestión vital de la: semejama del, consenso

logrado en la politología) o que se puede lograr allí, con el coru;enso IOgTado

en diversas etapas de las ciencias naturales.

Lo que me parece más importante en la aplicación que hace Truman de

las ideas de Kuhn no son las analogías qu e obtiene, sino las diferencias sur

gidas de su propio análisis. Esto se adara cuando explora Trun:lan 1';s des

arrollos que condujeron a un rompinriento del consenso prevaleciente en la

politologia norteamericana. Por ejemplo, destaca dos desarroll03 ocuiridos des-. pués de la segunda Guerra Mundial que ha n contribuido a la disolución de ese

consenso. "Uno fue la drástica modificación del carácter de la política mundial

después de Potsdam" (p. 868). El otro ha Bido el "desmembramiento del

sistema colonial, el surgimiento de naciones o entidades nacionales nuevas,

y -el despertar de otras más antiguas, lo que reveló la inadecuación una

postura disciplinaria que era esencialmente parroquial,. que tomaba po r sen

tada la natura;leza del sistema político) y que carecía: de una concepción

adecuada y explícita del cambio político" (p. 868).

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130 LENGUAJE, ANALISIS y TEORÍA

analogias-vagas--por el -concepto--que--tiene -K.uhn del desarrollo de la óen-CÍa, podríamos decir que lo que causó el rompimiento delconsenso fue la conciencia creciente de las anomalías. Pero si analizamosel tipo de armonía indicado po r Truman, veremos cuánto se diferencia de

las diversas anomalías consideradas por Kuhn. Los desarrollos señalados por

Truman no son descubrimientos científicos) ni lU l reconocimiento de que "la

naturaleza ha refutado de algún modo la expectativa inducida por el para

digma que gobierna la ciencia nonnal'" sino un cambio en el propio mundo

de la política, un cambio de la realidad política. Pero esto sugiere un a relación muy diferente entre el tipo de consenso profesional que T ~ a n a s e ~mej'a a un paradigma y la realidad política que trata de describir y explicar.Tal se aproxima notablemente a la sugerencia de que un consensoprofesional es sólo lU l ideológico de un orden social o político prevaleciente, antes que un a perspectiva que provea una visión crítica de la natu

raleza y la posición de este orden. Y cuando Truman describe y juzga elconsenso profesional existente en la politologia norteamericana -cuando afirma que representaba lllm postura disciplinaria "esencialmente parroquiar'-)él mismo está revelando el carácter ideológico y no cientifico de este pa·

radigma.¿ Tendremos razón para pensar que la politologla puede superar este 10-

cailismo, que puede da r el gran paso considerado po r K uhn como esencialpara que la ciencia deje de ser un a cuestión de escuelas rivales y alcance la

altura. de la ciencia nonnaI? Truman se muestra optimista, pero lo más

revelador es su franqueza 3CtlrC3 de las alternativas posibles. La situaciól1de la politología - e n 1965, pero no ha cambiado mucho para 1976-, deacuerdo con Truman, es "una confusión de concepciones rivales y diver·gentes, si no es que incompatibles} acerca de las interrogantes que deban

fonnularse y los métodos que deban utilizarse" (p. 869). Y agrega Truman

que} en consecuencia, la puede "aislarse de tal modo de sit am

biente que se requerirá un amplio movimiento intelectual y ~ o c í a l para

dotarlo, de coherencia implícita" (p. 869)

Pero si es un a posibilidad real, Truman no logra apreciar la me-

dida en que está negando, o por lo menos cuestionando, que la politologíapueda superar sus ídeol6gicos. No se tmta de la disputa verbalsobre la concesión del títuJo honorífico de (ciencla H al estudio de la rea

lidad política. Más bien involucra la relación existente entre los tipos deconsenso que s.e han )' pueden lograrse entre los po itólogos, y la"reaJidadH de la que se ocupan. Truman no aclara esta cuestión, sino quela oscurece.

En 1966, Gabriel Almond sucedió a Truman como presidente de la Asociación Norteamericana de Politología y con entusiasmo aplicó los temas

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA 131

kulmianos a la historia y al -Organizó'sudiscurso alrededor de tres afirmaciones:

Primero) había una formulación -teórica coherente en la teoría políticanorteamericana de los siglos XVIII y XIX.

Segundo, el desarrollo de la politología profesional en los Estados Unidos,desde principios de este hasta bien -avanzado el decenio de 1950, sedesarrolló en paradigma, como diría

Kuhn. La y la investigación más importantes y característicasde estos, decenios produjeron resultados anómalos que crecientemente re·futaron su validez.

Tercero, en los últimos dos decenios parecen estarse manifestando rápidamente los elementos de un nuevo paradigma} más seguramente científico. El concepto central de este nuevo enfoque es el del sistema político(p. 369)

La forma misma en que Almand formula sus aseveraciones debiera indi-

carnos que anda mal en su aplicación de :las ideas de Kuhn. De nuevo,la serpiente es el elusivo concepto del "paradigma". Es claro que, en opinión de t \ ¡ l m o n d ~ sólo ahora -en el último decenio o los dos últimos decenios- se está convirtiendo finalmente la politología en una ciencia genuina.

Si esto fuese cierto) lo que precedió a este estado de cosas debería ser unperiodo preparadigrnático. Irónicamente, Almond apoya aquí la mismaconcepción del desarrollo científico que ataca Kuhn. Acerca de los historiadores de la cienCia, c ~ m e J l l t a Kuhn q"':le

Entre más cuidadosamente estudian, 'digamos la dinámica aristotélica, laquímica del flogisto o la termodinámica calórica) más seguros 'se sientende que tales concepciones de la naturaleza, prevalecientes en algún momento, no ni más derivadas de la idiosincrasia humana que las concepciones actuales. Si llamamos m i t o ~ a' estascreencias obsoletas, concluiremos que los mitos pueden producirse por lasmismas clases de métodos y sostenerse por -las mismas clases de razones quenos conducen ahora al conocimiento científico. En carribio, si las llamamos

ciencia} concluiremos que la ciencia ha: incluido cuerpos de creencias enteramente incompatibles con los que. ahora sostenemos. Frente a estasalternativas, el h i s t o r i a ~ o r debe optar por la última (p. 2).

Lo que un crítico ha llamado "l a concepclOn interesadamentede The Structure of Scientific Revolutions de Thomas Kuhn" por parte de

4t.) Gabriel A. Almond, "Political Theory and Politicat Science"J American Polítical

Science Review, 60 (1966). A menos que se aclare otra cosa, todas las referencias alas ,páginas de Almond corresponden a este artículo.

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132 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA

"--Afrnond 41 resulta más'-clara-atüf cuando--éste-sostiene-que'-4'nósconvirtiendo en un a ciencia po r inferencia: de los cambios ocurridos en

la ma.:,anitud, la estructura, la distribución po r edades y el ambiente inte

lectual de los politólogos" (p. 869). y en seguida cita diversas estarnstlcas'para demostrar la gran rapidez del crecimiento de la profesión de la politología en los Estados U n i d o ~ J en una época de <'revolución científica".Pero resulta difícil entender qué prueba en realidad cualquiera de estasestadísticas, porque Almond está hablando del crecimiento del profesiona

lismoJ no del crecimiento de l;:l cie,ncia,

Gran parte de lo que dice Almond acerca del crecimiento del profesionalismo en la politología resulta iguabnente aplicable a casi todas las profesiones académicas, incluidas 'la filosofía y. la historia del arte. Nos vemostentados a pensar que el profesionalismo es una condición necesaria para

la existencia de la ciencia, -aunque el entendimiento de la historia de laciencia nos llevarla a cuestionar esta afirmación-, pero ciertamente

es' un a c o ~ d i c i ó n suficiente para la existencia de la ciencia, ni provee basealguna para inferir que "nos estamos convirtiendo en una ciencia".

Almond cree qu e la politología es ahora "predominantemente un a clis

ciphna n Q r t e a m . e r i c a n a ' ~ ; en consecuencia, hace un a breve reseña de la

histoáa de la "teoría política de los Estados Unidos en vísperas del des

arrollo de la politología como un a disciplina especializadaH

(p. 870), loque resulta un rápido paseo conducido desde la época de los griegos hastamediados del siglo XIX en los Estados U n i ~ o s . Concluye Almond qu e "has

ta aqui hemos descrito un a secuencia muy similar a la que presenta Thomas

Kuhn en su teona de las revoluciones científicas" (p. 875) 42 Au n Almond

parece advertir que algo no m ~ c h a bien, porque a ñ ~ d e j . "si encaja

exactamente en su modelo, debemos recordar que las CIenCias SOClales pue

den tener un a dialéctica algo diferente de la de las ciencias físicas y biológicas" (p. 875). Pero resulta difícil entender lo que queda de Kuhn,

fuera de la tenninología.43 De nuevo, 10 más importante es la forma" en

4:l. ]. Peter Euben, "Politic.al Science and Political Silence", PDWBT l1nd Commaliity:

Díssenti,ng Essays in Political S c i i l n c B ~ comps. Philip H. Green y SanIord L e v i ~ s o n , p. 8.*2 No sólo es falsa esta pretensiónJ sino que A!lmond It0 puede advertlr que sub r e v ~ bosquejo hist6rico muestra precisamente las características de las historias dedisciplinas que Kuhn critica severamente. El bosquejo de Almond está escrito desde la

perspectiva de nuestros grandes adelantos " c i e n ~ í f i c o s " de. la. a c ; ~ ~ l i d ~ ~ , ~ ~ n d e evaluarnos las contribuciones anteriores po r referenCIa a los entena!! clentIÍ1c:os a ~ t u a l e 9 .Aunque la terminología es de Kuhn, el c o n t ~ n i d o sustantivo de la concepción que

ofrece Almond de la historia de la teoría política se aproxima más al ellpiritu de Comte,Véase una crítica de la forma en que muchos científicos sociales enfocan' la historia

de su pl'opia disciplina en Robert K. Merton, Th e Soáology of Science.

48 Véase un a crítica del trabaio de Almand, y en ténninos más generales un a

'.

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA 133

_ ._ - - - - - -

que e.xPIlca-Almond los ocurrIdos en el del'iairollo de la teoría po-

lítica, Tales cambios no responden a un a conciencia de las anomallas reveladaen la práctica de la ciencia nonnal, sino un a respuesta a los cambios OCLl-

rridos en la política misma.Ha y un problema más fundamental aú nj nunca afrontado po r Truman

ni por Almond. Como ocurre con muchos de los científicos sociales ortodoxos, Truman y Almond confían en que las ciencias sociales alcanzarán

un a etapade

madurezcientífica) o están a

punto dealcanzarla.

Peronopueden advertir cuán engañoso puede ser el lenguaje de los "paradigmas" y

las "etapas preparadigmáticas". No se discute 8610 si la politoIogía seencuentra o no en un a fase "preparadigmáticaH o ' 'paradigmática

H sinosi esta misma fonna de hablar es apropiada e .iluminan e. En cuanto adop

tarnos el lenguaje de los paradigmas, estamos suponiendo implicitamenteque el éxito o -la madurez de una disciplina se mide po r el grado en que

alcance la fase paradigmática característica de las ciencias naturales. Pero

es precisamente esta cuestión - s i en efecto debe evaluarse y juzgarse lapolitología, especialmente en sus aspiraciones te6ricas, por este c r i t e r i o ~la que debe encararse con franqueza. Si creemos que la politología se encuentra

en una etapa preparadigmática) esto sugiere que negará seguramente una

etapa científica paradigmática si somos pacientes y trabajamos para lograrlo.Pero no hay ninguna justificación para tal inferencia en las ideas de Kuhn

o de cualquier otrO' autor. Resulta curioso que el nuevo manejo de lospar-adigmas en manos de Treman y Almond recuerde el antiguo discursodel pO!ítivismo que Kuhn trató de atacar explícitamente. A de suuso de" la, terminología de Kuhn, tanto Truman como Almond conservan-áunque en una fOlIDa ref inada- la antigua creencia positivista del sigloXIX de que 'las disciplinas intelectuales tales como la poJitología atraviesanpor épocas oscuras y sólo "maduran" cuando triunfan los métodos de laciencia positiva.

Sheldon Wolin hace un uso muy diferente de las ideas de Kuhn' para

elucidar la teona política. Mientras que Tl111nan y Almond se" ha n apropiado de Kuhn 'pata apoyar la revolución conductista o c ~ r r i d a : en la poli

tologia y para demostrar que la poHtología se está convirtiendo finalmente

crítica de los supuestos e p i s t e ~ o 1 6 g i c o s y metodológicos en qu e se basa su enfoque,véase a AlasdaÍl' MacIntyrc, "15 a Science oi Comparative Politic3 P05sible?" Against

thc Self-Imagtts 01 ehe Age; Charles TayJor, "Neutrality in PoliticaJ Sciencc", Philó-

sophy, Politici and Society (tercera serie), comps. Peter Laslett y W. G. Runcinám;

Charles Taylor, "Interpretation and the Sciences oI Man", Rcuiew of Metaphysics,

2:') (1971); Ajan Ryan, "'Normal Scicnce' or Political Ideologyr, PhilosophYJ Politics

and So¡;iety (cuarta serie), c.omps. Peter Laslett, W. G. RuncÍman y Quentin Skinner;

y Atan Ryan, Th e Phillnophy 01 the Social Stiences, pp. 154 ss.

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134 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORtA

- - - ~ ; - ~ ~ ~ i ~ ~ d ~ ~ 4 4 1 ~ l U t e n C l 6 n p r i m o r d l a l d e W l1ne5'li- crrrica -deesa rélo-,:" --- --- -lución conductísta y su concepción distorsionada de la teol"ía política. Me

l'eferí antes a los científicos sociaJes qu e ha n descubierto en Kuhn lasannas que pueden utilizar para cricicar a -la c.:íencia: social ortodoxa; Wolines un o de ellos.

Afirma Wolin qu e muchos poJitólogos han aceptado alguna versión ,de la

concepción gradual del progreso científico. Cita a Hans Eulau:

Un a ciencia de la política digna de ese nombre debe constntirse desde~ b a j o > planteando interrogantes sencillas que puedan contestarse en p r i n ~cipio; tal ciencia no puede construirse de arriba abajo planteando interrogantes que, según sospechamos, no pueden contestarse en absoluto) porlo mímos no con los metodos de la ciencia. Un a ciencia: empíriCa se construye po r la acumulación lenta, modesta y gradüal de teorías y datos pertinentes (p. 127) .45

En su mayor parte, las concepciones que tienen los politólogos "de laciencia, sus métodos y su historia, no tienen otra. base que alguna opiniónconsiderada autorizada por ellos. En virtud de que s610 desean continuar

su trabajo de investigación empírica, no están ansiosos po r enredarse endisputas acerca de los fundamentos teóricos que apoyen y justifiquen su

t T a b ~ j o " (p. i31). En opinión de" Wolin, obra de Kuhn es desafianteporque ya no nos pennite conformarr:t0s con la visión demasiado' simplificadáde la ciencia y su desarrollo aceptada po r muchos politólogos. ,

Pero la investigación Kuhn 'provee también una, perspectiva ~ u e v a .para el entendimiento de la' historia de pro'pia teoria· política. Wolin

pretende sostener que la teoría política sea un a ~ s p e c i e de la t e o ~ í acientífica) sino que las teorías políticas pueden entenderse mejor cornoparadigmas, y que el estudio cienúfico de la política es una forma especialde la jnvestigación inspirada po r paradigmas" (p. 139). Es claro que Wolinestá utilizando el concepto del paradigma en un sentido muy amplio.

C u a ~ d o se aplica a la historia de la teoría política, la noción que tiene"Kuhn de un paradigma, "]os desarrollos cient1ficos universalmente reco· '

, ,(4   Acerca del significado y la perspectiva de la revolución conductista en la cienciapolítica, véase a David IL T1"l1m.an, '¡The Implic'ations of Political Behavior Research",

l t e m s ~ 5 (1951), Consejo de Investigación de la Ciencia Social; y Robert A. Dahl,

"The Behavioral Approach in Political Science: -Epitaph.for a Monument to' a SuccessfulProtest". American Political Sr;Íence RevieW

J55 (1961).

, 45 Este pasaje se cita en Sheldon Wolín, "Paradigms and Polítical Theories"; Paliticsa?ld Experience, ,eomps., Preston King y B. C. Parekh. A menos que se aclare otra

cosa, todas las referencias a las pnginas de Wolil'l corresponden a este artículo.

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORfA 135

nocÍdos que - p r o v e e n - d u r n ~ t ~ -aIg{.n -Ú;;';;-po p ~ o b l e m a s y soluciones - --- -modelo para un a comunidad de pl'acticantes", nos invita a considerar aPlatón) Aristóteles, Maquiavelo, Hobbes, ÚJcke y Marx como las figurasque en la teoría politica corresponden a las de Galileo, Harvey, Newton,.Laplace, .Faraday y Einstein. Cada un o de los autores del primer grupomspiró un a nueva visión dd mundo político; en c.ada caso, sus teoríaspropusieron una defh1ición nueva de 10 que era importante para el enten-

dimiento de ese mundo; cada uno de eHos especificó métodos peculiares

para la investigación; y cada; un a de sus teorías contenía una enunciaciónexp!ícita o i ~ p l í c i t a , de lo que debe considerarse como una respuestaa C l e r t ~ cuestIones basicas (p, 140). .

Si utilizamos el concepto del paradigma en un a fonna tan generosa, nospreguntaremos qué h<Í ocurrido con el problema central de Kuhn) el de la

diferenciación del desarrollo de la ciencia. natural frente al de otras disciplinas. Wolin entiende por paradigma una orientación general, un a "[OlIDa

nueva de observa!' las cosas'\ antes que un ejemplo compartido o un mo.

de10 'científico específico que se "reconozca universalmente".46 Si examinamos esta analogía entre la visi6n que tiene Kuhn del desarrollo de la

ciencia natural y la historia de la teorla política, lo que se pone en evi

dencia no son tanto las semejanzas como a:lgunas diferencias importantes.

4-6 Al tnu ar li! analogía entre la "imagen de la cien'cia" de Kuhn y la historia

de la. teoría política, Wolin pasa po r alto dos pl'evenciones importantes que Kuhnmiterá con frecuencia. La prjmera es un a pl-evención para que no se vuelva bivial

la tesis de Kuhn. Con frecuencia n08 dice Kuhn que, al estudiar la historia de lamayoría de las disciplinasJ podemos aislar periodos de tradición interrumpidos por

penodos de cambio rápido que luego dan lugar a nuevas tradiciones. Pero subraya

que esta Qbscrvaci6n general no nos dice nada peculiar acerca del desanollo de

la ciencia. Por ejemplo, al comentar la comparación del arte con la ciencia, escribeKuhn: "E n ambos, el historiador puede descubrir algunos periodos ep que las prácticasse" conforman a un a ,tradición . , En ambos puede aislar algunos periodos de cambio

I'cJativamente rápido . . Pero es prebable que lo mismo pueda afirmarse del desarrollo

de cualquier empresa humana" (Thomas Kuhn, "Comment" en un '¡¡imposio sobi'e

"The New Reality in Ar t and Science", Gomparative Stlldies in Society 411.d Historj'J11 [1969J, p_ 409).

La segunda prevención se refiere al error de creer que los paradigmas pueden identifi

carse con grandes teorías, porque así se omiten las razones de la adopción del lenguaje

de los paradigmas por parte de Kuhn. En el "Comment" antes citado, Kuhn escribeque "nunca intenté limitar las nociones del paradigm.a y la revolución a las (grandes

teorías' )J; que la jmpol'tancia especial de estos conceptos radica en el hecho de que

"permiten un entendimiento más pleno del carácter extrañamente no acumulativo de

acontecimientos tales como el descubrjmicnto del oxígeno) los rayos X, o el planeta

Urano" (p', 412). Véanse otros comentarios sobre las diferencias exÍstentes entre losparadigmas y las teorías en The Structure o{ Scientific Revolutions, pp. 182 ss.

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136 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA

~ _ . _ - ~ - - ..__ -

Se no.s dice qu e las te arias de los g:(andes filósofos poli deos deben· en-tenderse. como paracligmas maestros. ¿Pero hay algo comparable a la '·'ciencia nonnal" en la historia de la teorÍ.a política? Wolin sugiere que en cada

caso algunos "autores menores" explotaron estos paradigmas maestrps "en

una forma comparable a la de la 'ciencia nom1al'." (p. 141). De acuerdocon Wolin, estos (Ctr abajadores pa radigmáticos" son e p l g ~ n ' o s t ~ d i o s o sy repetitivos" (p. 142), sino más bien peones que tratan de aplica,r el

paracligma maestro a "acertijos inesperados". Sostiene además que hay

semejanzas entre la aplicación mu y eficiente de los p ~ a d i g m a s elf lasciencias naturales y la aplicación de paradigmas en la teoría política: Perolo que en efecto demuestra son algunas diferencioas fundamentales en laintención de esta aplicación: "Mediante su teoría, el cienllfico aspira a transformar la perspectiva de ,los miembros 'de la; comunidad científica y a obtener el apoyo y el poder de esa comunidad para la aplicación de su

teorÍa a la lnvestigación de 1a na:turaleza. El objetivo de muchos teóricospolíticos ha sido el c a ~ b i o de la , sociédad mismaj no simplemente la modi

ficación de :la fOlIDa en que contemplan los hombres el mundo, sino la

alteración del mundo" (p. 144). Según Wolin, este impulso es característicode Platón, ·MaquiaveJo

JHobbes, Rousseau, Bentham, Saint-Simon y Marx.

Woljn e n c u ~ n t r a también otras posibilidades abiertas aiJ teórico políticopara la aplicación del- paradigma. "L a universidad norteamericana moderna

ofrece ahora. un a perspectiva más atractiva aún) porque a la in.fluencianatural que se encuentra a su disposici6n se ha añadido el poder los

fundamentos. Unidos proveen un mecanismo poderoso para la aplicación'los paradigmas y el subsidio de la investigación. Hasta hace poco tiempo,

los departamentos de politología ha n careéido de un ingrediente vital: 'el

paradigma mismo" (p. 146). Pero la situación ha cambiado notablemente:"El desarrol1o de la ciencia social y el éxito de la; revolución condllctista

han. aportado el elemento faltante, y parece haber un a convergencia entre

un: paradigma) un mecanismo de aplicación y recursos abundantes para larealización de investigaciones dirigidas por el paradigma" (p. 146).

Ir6nicamente, la interpretación que da Wo]in a algunos desarrollos re

cientes de la poJitología converge con la de Ahnond y Truman. En esenciaconviene. con ellos acerca de qu e el movimiento conduc.tista "satisface' lamayor parte de 'las especificaciones asignadas por Kuhn a un paradigma~ ~ . '

Ta.l movimiento ha llegado a dominar el programa: de estudios de muchosdepartamentos de poIitología po r todo el país; se están enseñando a unageneración nueva de estudiantes Los métodos nuevos· de análisls de en";

cuestas, procesamiento datos y construcción de escalas; es evidente el

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA 137

. -aumeritqde-Ios---riEjros de · tejctOconductiSta;:-y--hiy aun - ~ l g u r j o ~ í n d i c l O s - - - 'en el 8entido de que el pasado se está reinterpretando p3!a, e m o ~ t r a rque la revolución es sólo la culmll1Qción de "tendenci'as" existentes en lapolitología .durante los últimos decenios (p. 47).

Pero en este punto se agud iza la tensión existente" entre las intenciones deWolin y lo en efecto está diciendo. Si r ~ s p ~ t a m o s el análisis que haceKuhn de l desarrollo de la ciencia y aceptamos el j'uicio de que el movi

mien to conductista "satisface la mayor parte! de -las especificaciones a s i g ~nadas por Kuhn a un p a r ~ d j g m a eficaz",· deberemos recibir con beneplácito este . ~ e s a r r o l 1 o } en lugar de deplorarlo. La a c e p t a c i ó l ~ de paradigmas

es algo e s e n c i ~ I para la ciencia normal: sólo ~ t i l i z a n d o paradigmas pueden

n ~ s o l v e r s e 'los enigmas; 's610 formulando paradigmas más preci os podrán

descubrirse las anomalías. Y la ciencia norrna:l es absolutamente necesariapara el desarrollo científico de una disciplina.

Además) aunque Kuhn subraya' la importancia del estudio de la historiade Ja; ciencia. para ,obtener' un a "imagen apropiada de la cíencia", tal estudiono es importante para un cientifjco norma'l practicante, y aun 'puede 'distraerlo de su trabajo de soJuci6n de acertijos. Lo que no advierte Wolínes que el hincapié en ,la analogía. existente entre el desarrollo de la ·te"Oría

política y la concepción de la ciencia natural que tiene Kuhn"no se 'ti'aduce en la justificaCión· del estudio serio de la historia de la teorla: pomica

sino en su debilitamiento.' No hay necesidad de que el científico norma!practicante -o au n el científico extraordinario-, como científico',· estudiela historia de su disciplina. El sentido histórico del cjentífico' l!ormal nonecesita t e n d e r ~ c más allá del paradigma dentro de] cual opera. 47 y au n

el científico extraordinario se interesa primordialmente por el desarrollo de

un paradigma nuevo que pueda explicar las anomalías existentes. En Ia·g

épocas de crisis científica, cuando hay "una lnclinación a probarJo todoH•

es posible que una mirada fresca a la historia de la disciplina ayude alcientífico revolucionario, pero ello no es una condición necesaria ni sufióentepara la e1aboración de' un nuevo paradigma. "

Además, cuando, Wolin describe los tiPos de crisis a los que ha n respon-,

4.1 Kuhn se muestra mu y categórico sobre este punto. "E n ninguna otra área esmás claro el contraste· ex:istente entre el arte y la ciencia. Los libros de texto de la

ciencia rebosan con los nombres y a veces los retratos de héroes antiguos, pero sólolos historiadores leen antiguas obras científicas. En el campo de la ciencia, los nuevosadelantos inician el retiro de libros y revistas, 'que 'de pronto se vuelven obsoletos, desu posición activa en un a biblioteca científica al reposo de uu" di::.p6 ito general... Al

r e v ~ s de lo que ocurre en el arte, la ciencia destruye su pasado" (véase el "Commenémendonado en la nota 46JI,). 407).

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEOR1A

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13S LENGUAJE, ANALISIS y TEORtA

-- '- dlclolosgrandes-fe6riios políticos, subraya también ras d.íferencüis eXistentes _.-

entre tales tipos y los que generan la ciencia natural extraordinaria.. .

Muchas de I;:¡s grandes teorías de l pasado surgieron en respuesta. a un acrisis existente en el mundo, no en la comunidad de teóricos. No fue

. un derrumbe metodológico lo que .impulsó a Platón a dedicarse al

bios the01"étikos y a producir el primer gran paradigma del pensamiento

político occidental; fue más bien el denuhlbe de la polis ateruense.

Tampoco fue un simple deseo de reemplazar los mét-odos. teológ'Ícos porlos aristotélicos lo qu e condujo a la Defensor PaGis, s i ~ o un a crisis continua en las relaciones existentes entre la Iglesia y el Estado. No haynecesidad de multiplicar los ejemplos; los paradigmas de Maquiavelo,Bodin, Harrington, Hobbes, Lockc, Tocqueville y Marx derivaron de un acreencü1 profunda en que el mundo se había deteriorado (pp. 147-148).

Pero aunque Wolin advierte esta diferencia crucial) no explora sus consecuenCIas.

Estoy sugiriendo que ha y tina lógica .oculta en la línea de argumentación

de Wolin. que) tomada liter·a1merite) mina 10 que trata de demostrar. Si el

conductismo representa un nuevo paradigma científico universalmente reconocido; la conclusión que debe obtenerse es la obten.ida po r Almond y

Truman: la tarea consiste ahora en la. continuación de la: solución de problemas empiricos y la especificación del nuevo paradigma: la única forma

en que un a ciencia puede desa'rrollar 'la precisión requerida po r el descubrimiento' de las anomalías. Así pues} algo parece haber marchado maL Si..dejáramos aquí la cuestión incurriríamos en un a parodia de lo qu e Wolin

quiere decir, pero me parece importante el examen de las consecuenciasde hacer hincapié en la analogía existen te entre la teoría política y la V1-

sión qu e liene Kuhn del desanoUo de: la ciencia naturaU 8

48 Algunas observaciones de otro ens.;:¡yo ponen en ' claro que ésta es un a parodia

de Jo' qu e quiere decir Wolin, quien escribe que la revoJueión conductisía "h a logrado

transÍoÍmar la politología", pero a transformación ocurre en el terreno de la melo-

do/,}gta, .no de la teoría. "Indepe.ndientemente de cualquier otra consideración, un a

revoluci6n que carezca de una. teoría iniciadora no puede considerar.se como una.. revolución con el criterio de Kuhn" (She1don Wolin, "Política! Theory as a Voca.tion".Machíavelli and the Nalure of Polilical Thought , comp. Martin Fleisher, p. 26).

Pero también aquí, la jnfatuación que Kuhn produce en Wolin oscurece lo quequiere decir . Se equivoca Wolin cuando afirma que, según Kuhn, un a revolución

científica requiere un a teoría. iniciadora (véase la nota 46). Además, creo que Wolintiene razón cuando jnsiste en que las teo.r:Ías políticas deben ofrecer un a "elecciónimportante o un análi5is crítico de la calidad, la dirección o el destino de la vida públi

ca"; pero en el análisis que hace Kuhn de la ciencia no h ay ninguna base para establecer

tal distinción entre las teorlas políticas "genuinas" y las teorías "pseudopolítícas", nipara inxi¡¡tir en que las teorías polític:ls deben ser críticas en el sentido de Wolin.

Es 'en"'este-'punto-'o¿'-sü' 'anallS'is-'=casi 'al final de suensayo=-cton-cTe--Wolin'

"enmiendaHel concepto que tiene Kuhn de un paradigma. Pero cuando

apreciemos las ramüicaciones plenas de esta enmienda, veremos que transforma radicalmente nuestro entendimiento de los "paradigmas" en las cienciasde la sociedad y la política} y revela diferencias notables con todo lo que

se hace en las ciencias naturales. Veremos también cómo se reúnen aquímuchas líneas de argumentación exploradas en el ca.pítulo n.

LA POLIToLoaÍA COMO UN PARADIGMA MORAL

Wolin propone qu e no sólo pensemos en las grandes teorías de los teóricospolíticos clásicos como paradigmas, sino que "concibamos la sociedad política

misma corno un paradigma de tipo operativo" (sin subrayado éri el original).

Desde este punto de vista se contemplaría la sociedad como un todocoherente en el sentido de sus prácticas políticas regulares, sus instituciones, sus leyes) la estluctura de su autoridad y SU ciudadanía, y lascreencias operativas que se organizan e interrelacionan. Un a sociedad políticamente organizada contiene arreglos .institucionales claros, ciertas ideasampliamente compartidas ac.erca de la localización y el uso del ·poder

político, ciertas expectativas acerca de la fonna en que la autoridad debieratratar a los miembros de la sociedad y acerca de las obligaciones que lasociedad organjzada puede imponer legítimamente a .sus miembros ..

Puede afinn arse qu e este ensemble de prácticas y creenclas [oona unparadjgma en el sentido de qu e la sociedad . trata de desa rrollar suvida política d acuerdo con ellas. Además} en sus agencias .de imposkióny en sus sistemas de reglas, una sociedad política p osee los instrumentosbásicos presentes en la comunidad científica de Kuhn y los emplea enformas análogas_ También la sociedad impone ciertos tipos de cond!lctay desalienta otros; también define las clases de experimentos - e n fonna

. de acciones individuales o de grupo- qu e se alentarán, tolerarán o reprimirán; mediante su organización compleja de la política a .través delas. legislaturas, los partidos polí.ticos y los' medjos de .opinión, la sociedaddetermina también lo qu e contará en la deténninación de las decisionesfuturas (p. 149).

Si continuamos utilizando el lenguaje de los "paradigmas" -y el uso delténnino en tantas formas laxas,ambiguas y opu'estas sugiere que convendlÍa

evitarlo--, será importante subrayar cuán diferente és' esta concepción delccparadigrua" de todo lo qu e discute Kuhn.49 Cuando habla de la propia

49 Resultaría tEdiosa un a enumeración de Jas muchas formas divcr5as en que seha utilizado el término ."paradigma", aun por quienes creen que lo están usando como

LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA 111

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.1,40 LENGUAJE, ,ANÁLISIS Y TEORíA

sociedad política c o ~ o ~ ~ - p - ; N . d i g m a ) Wolin no se ~ ; t i ~ f ~ r j e n d - ; ; - : G : " ' acti·

vidad teórica deJ teórico político, sino a la realidad política estudiada por

él. y cuando subraya la importancia de las prácticas e instituciones) las

expectativas y las creencias, está señalando' a:lgunas de las características distintivas de esta realidad política. La posición de Wolin es simi'lar a la queasume Winch cuando afinna: "E n el caSo del científico natural debemostratar un solo conjunto de 'reglas) las que gobiernan la propia investigación

del científico; en cambio, lo que estudia aquí el sociólogo) al igual que suestudio, es una actividad humana y se desarrolla po r ende de acuerdo conciertas reglas",50 Es similar tam.bién a la postura asumida por Louch cuando

trata de explicar el sentido en que algunas disciplinas tales como la: economiapueden considerarse como discjplinas morales. Louch utiliza incluso el lenguaje

de los ()laradigmas":

,Esperamos que un hombre se comporte de · ciertas maneras en las situaciones económicas) no porque sea inevitable que lo haga sino porque, si

no lo hiciera, pensaríamoS que se trata de un mal hombre de negocioso de un lunático. La bi'isqueda del beneficio no es un a ley causal sinoun paradigma de la .actividad en situaciones particulares. Se espera quelas personas que se encuentren en tales situaciones' satisfagan el paradigmaSI pueden hacerlo, porque eso es 10 que se debe hacer. pero eÍ lugarocupadó pare! paradigma no se altera por' ef descubrimiento de que el

comportamiento econ6mico no corresponde a tal paradigma por entero,ni siquiera cuando así ~ é U l T a la maYor parte del tiempo. Como una leycausal, 1a .búsqueda del beneficio nos autorizaría a inferir el comporta-'

miento futuro de los agen.tes e c o n ~ m i c o s ; si ocurren, algunas cÍ.iscrepancias l

peor para la ley. Pero como una regla práctica podemos· tener más biene:xpect;ativas morales; cuando ocurren' algunas discrepancias, peor para

el comerciante.u

Alan Ryan ha señalado también cuán diferente es el papel de los para

digmas en las cienciaS humanas. Ryan ayuda a iluminar otra consecuenciaimplícita en Wolin y explícita en Louch: que taJes paradigmas políticos ysnciales son paradigmas morales. Son paradigmas morales 'en el sentido de

que contienen creencias y expectativas acerca de lo que sea el cQmportamiento

10 hi;(Q Kuhn. j. G. A. Pocock e:> otro politólogo (u n histmiador político) para quien

resulta f ~ I i d a m e n t a l la noción de un paradigma. Pero el significado que le. da a estetérmino y su utilización son muy diferentes de los de Almond', Truman, Wolín yKuhn. Véase a J G. A. PocockJ Politics, Language and Timt.

50 Peter Wjnch, Th e Idea 01 a Sodal ScienCIJJ p. 87.51 A. R. Louch, Explanatíon ana Human Actio1l. j p. 77.

- - - -·correcto; a p r o ' p i a d o - ' ( ) " r a c i r i n a l : ~ - «Es :iniportánTe· q u e - : ~ e a c l a l ' e -esfo; los

paradigmas morales no nos imponen ninguna· evaluación moral o políticaparticular. Pero de nuevo, como lo hace. el paradigma de ia ciencia natural,

definen el alcance de' los argumentos morales posibles, y la clase de problemaque es un problema moral particular" )2

En este sentidoJ entonces, la realidad misma de la que ocupamos enlas. ciendas humanas está constituida po r valores, no és una realidad brutal)indiferente o neutral a los valores. Y es precisamente esta idea lo que aclara la"

base de la critica que hace Wolín a los estudios conductistas. Porque no ocurre,como aseguran muchos científicos conductista'l, que estén tratando de cotej'arÓ verificar afü.maciones emp.íricas con un a realidad política que es en sí misma

Hobjetiva'j y "neutral en el campo del valor" .. bien, afjrma Wolin, "lacaracterística más notable de los numerosos estudios realizados sobre la votaci6n, el poder cornll.ni.tarioJ la participación política y toma de decisiones,es su aceptación del paradigma poJitico prevaleciente corno el marco dereferencia y como la fuente de los problemas de llvestÍgációnH (p. lS 1). Elparadigma dominante de la sociedad política no dicta los. métodos de su

ínvestigaci6n, pero "establece llmites acerca, de lo que deba considerarsecomo un a investígaci6n útil" (p. 152) .5 3

AfilTIla Wolin que la diferencia existente entre la "teoría» c o n d u c t i ~ t a y

la teoría tradicional se asemeja a la diferencia existente entre la ciencia normal y la ciencia extraordinaria, pero tal analogia está también muy alejada

de todo lo que quiso decir Kuhn. Wolin subraya que los estudios conductistasse conectan all paradigma político dominante que ahora existe) mientras

qu e "la teona tradiciona:l se ocupa de los mundos posibles más bien: que .delos mundos reales, y así pone en peligro al paradigma. 'reinante, en lugar

de repararlo" (p. 152). En la base de la critica formulada por Wolin contra

la teoría conductista o el paradigma conductÜ¡ ta se encuentra. la facilidad conque engloba y refleja un mundo deteriorado. Una. ~ ' t e o r i a correspondientea un mundo enfermo sería ella misma un a [onna de enfennedad)l (p. 148) 54

52 Alan Ryan, "'No.rmal Science' or Politica1 Ideology?", Philosophy, Palitics and

Society (cuarta serie), p. 93.53 La forma en qu e el paradigma dominante de la sodedad poUtica influye sobre

lo que se considera un a investigaci6n útil y limita el lenguaje y los conceptos emplea:

dos en 108 problemas inVEstigados, se ilustra en John H. Scharr, ,"Legitimacy in theM ~ ~ e r n State"J Power and Community: Dissenting Essays in Political Science, comps.PbIllp . Green y Sanford Levinson; Charles Taylor, "Interpretation an d Sciencesof Mim" J Review af M etaphysics, 25 (1971); Al:m;!air Maclntp-e, ,!lIs a Science oí

Comparative Politic8 Possible? " , AgainSt Self-Imllgú 01 the Age; y Quentin Skinner; "The Empirical Theorists oí Democracy and Their erities: A Plague on HothTheir Houxes", Political TheDTY, 1 (1973). , .

5! Resulta difícil de esclarecer la actitud de Wolin acerca del conductismo. En

142 LENGUAJE, ANALISIS y TEORíA LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA

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--.------ Hagamos una pausa y preguntémonos qué nos -haensenaao-la--íi1faluación - - - - ~ - de los científicos y los teóricos sociales con la obra de Kuhn. ¿ Ayuda la

"imagen de la cie'ncia" que tiene Kuhn a lograr un entendimiento más pers

picaz ·de 'los estudios sociales y políticos? La respuesta inicial debe ser nega-

tiva: ni el propio Kuhn afinna en algún momento lo contrario. Ha y dos

razones poderosas por las que resulta poco útil el uso de las ideas de Kuhn

por parte 'de los científicos sociales. Primero, las tesis de Kuhn son muy'am

biguas y poco satisfactorias precisamente donde la iluminación es más nece

saria. Kuhn no ayuda a distinguir los paradigmas científicos de los paradigmasideológicos, y ésta es una consideru'ción f u n d a m e n ~ a l que no toman en cuenta

quienes están demasiado ansiosos po r señalar la importancia de las ideas

de Kuhn para los estudios sociales y polí6cos, Segundo, cuando los científicos

sociales tratan de mostrar la pertinencia de las ideas de Kuhn, lo que surge

en efecto son las importantes ausencias de analogia entre las ciencias natu-

rales y 108 estudios sociales y políticos, Esto se aplica tanto a Tnunan yAlmoh¿ como a Wolin. Los tres autores indican que las anomalías que

impulsan un cambio en estudios derivan de cambios, ocurridos' en 'el

nn,uid¡' de la política y no de descubrimientos fácticos o teóricos en el sentido

de que la naturaleza refute 10 que hemos llegado a esperar en la investi

gación norma;L Por lo tanto, 10 qu e resulta vital y esencial para el desarrollo

de la ciencia natural -una tradición de la ciencia nonnal - puede ser desas-

t r o s ~ en los estudio:;; 'políticos y sociales. El éxito de un paradigma en 'la

explicación y el pronóstico del comportamiento humano puede derivar de

la aceptaci6n, por' parte de Jos hombres, de rígidas restricciones normativas

acerca de lo que constituya el comportamiento racional y aceptable,55

" P a r a d i g ~ ! l and. Politicai Thcorics" c o n t r ~ & t a la "teoría conductis.ta" C.on la " ~ e o r 1 at ~ a d i c i o n a l H (p. 152); pero en "Political Theol')' as a Vocation" niega que 'el con

ductjsmo sea un a teoría poUtictl (pp, 26, 30). Traza la analogía entre el conductismo

jo ia ciencia normal, pero sostiene que el paradigma dominante entre los politólogOll es

un "paradigma ideológicd', La ambivalencia de Wolin se pone de manifiesto también

por' lo que considera el importante papel subversivo de los hallazgos conductistas. "Una

de las caracte'rísticas más interesantes y perturbadoras de los hallazgos conductístas

es. su influencia subversiva, Muchas. de las nociones comunes acerca de la calidad del

electorado democrático se han visto sacudidas. Lo mismo podda afirmarse de las el·een·

cías prevalecientes acerca del carácter democrático de la política, la toma de decisiones

en las comunidades norteamericanas y la represcntatividad de lo!! funcionarios eje

gidos" ("Paradigms and Political Theories"J p. 152).

55.Véase la discusión que hace Alan Ryan, de este punto cuando sostiene que la

aplicabilidad de ¡acto del moddo Econ6mico clásko de la negociaci6n requiere 'que

"los actores acepten criterios de' jure de lo que sea el comportamiento racional y acep

table" (ll 'Normal Science' or Political Ideology?". pp. 9 6 ~ 9 7 ) , Ryan no sólo desarrolla

un tema sugerido pOl' Berlin en gU ensayo anteriorJ cuando sostiene que los modelos

143

--El-trabaJ'o de K·'T' ,, wm, a postemplrista s acel-ca de la

naturaleza de la ciencia, ayuda a abandonar la imagen simplista de la ciencia

~ c e p t a d o muchos científicos sociales de orientación empírica. Estas

.1llve,SUgaclOnes no s ha n enseñado cuán vital y central es el papel de la

teona para cua:lquier ~ i s c i p 1 i n a científica, y también nos han mostrado que

au n el ~ o n c e p t o que tienen de la teoría científica Jos empiristas lógicos como

un conjunto de. sistemas hipotético-deductivos es demasiado estrecho ji equí

v,oc,o. para explIcar las variadas funcjones de la teorla en el campo de la

c I t ~ n c ~ a . e s t ~ sentido, el intento de remarcar la analogía existente entre

CIenCias SOCiales y la imagen de las ciencias naturales que tiene Kuhn

nene la consecuencia' parad6j:ica, pero muy impOl"tante de alertarnos másante diferencias pertinentes, '

Nada lo he d i c h ~ pretende ' ~ t a c a r la calidad científica legítima de

los estudio.e: p o h t 1 c ~ ~ y SOCIales. Po r el contrario, ahora pademos apreciar

cómo pueden :onclharse. las aseve raciones rival es ,acerca de estas disciplina,>.

Un tema comun a Berlin, Louch, Winch, Ryan y Wolin es la afirmación

~ l e . .la realid:d, social y política constituye un a interconexión compleja de

l l l s t l ~ c l O n e s J p r a c ~ c a s , reglas y formas de vida. Esto es lo que quiere decir'

WOIlll cuando sUgIere que la propia socieda'd poHtica puede concebirse como

un "paradigma de tipo operativd'. Es lo que subraya Ryan. cuando nos dice

que tales paradigmas son "paradigmas mora-les" qu e involucran la aceptación

de nonnas de c o m p o r t ~ r n i e n t o y acción po r parte de los agentes políticos,

P e ~ o e g t a ~ f o ~ ~ s de Vida }r estas prácticas e."Chiben regularidades e interre

l ~ c l ~ n e s s l s t e ~ ~ t i c a s . Al estudiar estas regularidades, podemos utilizar diversas

tecrucas emplncas y cuantitativas empleadas con éxito en las ciencias natu

rales. La convicción básica de . os científico s socia1es empíricos acerca de

que . e s ~ o se está haciendo ahora., refuerza su creencia en que "nos estamosconvlrttendo en lUla ciencia".

y p ~ r a d i g m . a s aceptados por los seres huma!l0s determinan sus creencias y Su compor

tam:ento" que además apoya la afirmación de Louch en el sentido de que la e c ~ nomla cIasle:! :s un a .teoría moral. también el análisis que hace Charles Tar10rde In profundidad e Importancia de un modelo de negociación o l'ntpnD d' ")' . . " , . '- e laClOn para

a lflterpretacI6n de la realIdad pohtJca y social en "Interpretaúon and th S'oI Man" ' e C l f ~ n c e . ' !

Los ~ n á l i s i s d.e Louch, Ryan y Taylor han sido también apoyados y explorados po reeonomlstas radIcales han cuestionado las teorías económicas y la investigación

ortodoxas. Estos economistas se han visto influidos tambl'én por Ku h 'J' 1d' . n, } utl lzan e

concepto e un paradigma en formas ambiguas y conflictivas Pero lo gu t b". lb ' . e am len

1Esa ta en su ? ra, son las ausenClas de analogí.a¡¡ entre el entendimiento que tieneKuhn de las CIenClas naturales y de las ciencias sociales sobre todo I t1 . , " a orma en quea p.r0p¡a rea.lldad econ6mica puede entenderse Como un parad.igma mo 1 Vé 1

R f R d - l ' . ra . ase aevuw o a lca Polz/leal Economics 3 (1971) Vé"" t b'é Ed d"Th ' . . . ....e am 1 n a war J. Nell.

e RevIVal oi Pohhcal Economy", Social ResfWrch, 39 (1972),

144 L.ENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORrALENGUAJE, ANALISIS y TEOR1A 145

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-Pero ya debiéramos adverflT pafaeste-momehto que:--elp1'Oblema' prllnm:· .-----·

dial debe conceptuarse en otra fOlIDa. No se trata de saber si es _posible

el' empleo de técnicas empíricas y cuantitativas, sino de la fonna eri quedeban interpretarse los resultados. En la ciencia social ortodoxa se ha observado un a tendencia muy marcada hacia la cosificación, hacia la toma erróneade patrones sociales y palíticos históricamente: condicionados por un a realidad'a secas

j

inmutable, que simplemente "está allí" para ser confrontada. En la

precipitación por construir un a nueva ciencia na.tural de los seres humanos,se ha tendido a generalizar a partir de las regularidades de un paradigma

moral l'einante, y a sostener que estamos descubriendo leyes' univer.sales que

gobierna a los seres humanos. El defecto más grave de este· enfoque no sonsimplemente las generalizaciones injustificadas sino los sesgos ideológicos o c t i . l ~to"s. Entre' muchos científicos sociales oli:odoxos no se ha apreciado que elconsejo' de ser "realistas", de estudiar ,las cosas tal como son} no ' es tanto

un imperativo científico como u'u dudoso imperativo moral que' tiene con

secuencias perniciosas po r cúanto limita la imaginación hwnana y las p o s i ~bilidades políticas y sociales. El cientificismo en los éstudios sociales y P?lf .

ticos se ha convertido en un a ideologia poderosa, aunque disfrazada.1S6

IDEOLOGÍA y OBJETIVIDÁD

Al inicio del capitulo 1 citamos un pasaje de Alan Ryán en el que subraya"dos ansiedades grandes y p o t e n t e s ~ ' que han desempeñado un papel importante en la llamada revolución condüctista ocurrida en la ciencia política:el temor al "hiperfactismo" y el temor de que los ideólogos políticos se apoderen de la politología. El remedio para ambos males habría de ser la creaciónde un cuerpo organizado de teoría explicativa empírica. La o b s e r v a ~ i ó n de

Ryan puede g.eneraLizarse porque es aplicable a todo el conjunto de las ciencias socíades. pero ahora podemos preguntárnos con franqueza si el remedio

511 Én los' primcl'Os años de la. revoluci6n condu'ctistn, H ~ n n ¡ ) , h Arendt óbserv6

perspicacia e s t ~ tendencia dd conductismo: "L a triste verdad acerca del c o n d u c t i s m ~y la validez de sus leyes es que, entre más gente haya., más probable es que observealgún comportamiento Y menos probable que tolere la ausencia de comportamiento.En téI"nlinos e s t a d í s t i c o s ~ esto se manifestará en la nivelación de la fluctuación. Enrealidad las acciones tendrán cada vez menores próbabilidades de contener la marea

del com'portamiento, y los eventos perderán más y má;: su importancia; es decir, suc a p ~ c . i d a d para iluminar el tiempo' histórico- Lá uniformidad estadistica no es enmodo alguno uri inocuo ideal científico; és el ideal político - y a no seereto- de unu

s a c i ~ d á d ql.lC:" enteramcnté sumergida en la n,ttina de la vida diaria) sé encuentra en

pa:z' con la perspectiva científica inherente en su' e ~ i s t e I Í . c i a misma" (The H'úman 'Con-

ditioll, p. 40),

':j

l

II..¡

. II

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------h.ctenido éxito-:-¿Hay-:-'pniebas Cli"riS-de--que la' creación de . t e ~ r Í a s - ~ ; p l i c a tlvas ~ p i d c a s haya superado estas ansiedades potentes? La respuesta-por.

dos. ~ a . z ~ n e s p r i ~ o r d i a l e s - - - - es un rotundo no.' Primero, a pesar·· de la virtualunanmudad eXIstente entre los científicos sociales -ortodoxos acerca:· de': los

r ~ q , u c r í m i e n t ~ s e p í s t e m o l ó g í c o s y metooológícos· de la teoría explicativap l n ~ J no. exISte tal tCcuerpo orgarilzado" de teoría. -A pesar de todo' lo que

se. dlCe .acerca de ta l teoría, si e.valuamos los resultados de sus investigaci.:onescon el · espíritu critico_ que nos recomiendan consta:ntemente los científicos

sO,ciaJes .empíricos,. no encontraremos teorías que satisfagan los criterios. es-trIctos que tales científicos consideran esenciales . . ' ' . '

Segundo: --:comQ se observa con mayor claridad en esta parte- , hay d U ( i ~ sgraves acerca <le que las .llamadas teorías empiricas de los científicos socialese l ~ ~ a n el . sesgo ideológíco; En v::irtud de que la expresión "ideología" se .ha

u t i l ~ a d o en. forma tan .laxa, es· importante que precisemos la afinnación dequ e las " t ~ o r í a s empíricas" son ideológicas . r i m ~ r o , · debemos subrayar que

intención.explícita de quienes propugnan tales teorías es la presentaciónde un a descripción'. o.bJetiva y éticamente neutral acerca- de los' "hechos":.no . l , l ~ c e r aparecer sus juicios de valor como descripciones fácticas. Además,

vutud de ,l::j. creeI).cia de .que. simplemente está,n elaborando una b u e ~ acict:Jcia. ~ m p í r i c a , los científicos sociales dotan de. falsa legitimidad a algunas

aseveranones queno

son simplemente empíricas y científicas. La criticade

la teoria empírica como ideología trata. de revela r" estos éticos ocultosy . dudosQs..:Al u t i l i . ~ a r . los conceptos de ideología y de fallsificación_ ideol6gica he con

fUl.do · ~ n q u e . el. .contexto. aclararía lo que .quiero decir. Ahora puedo 'aduarlo· que. entiendo por ideología y la crítica de la ideología. Mi' entendimientode- ~ s t Q S : . cpnceptos se. basa en 'Marx y en Hegel. Pero en virtud de que existen

v a n a ~ ~ s y opuestas mterpretaciones. de 10 'que quisieron .decir·Marx. y Hegel,especifIcare-lo. que son· en mi opinión las características.]:>ásicas .del- ·.conceptoy la_o crítica. de la ideología.. . . ._ . . .

.Prim,ero,._ por ~ ~ i d e o l o g : í a " .no _entiendo lo que se entiende f r e c u ~ n t e m ~ n t e ., eu_ ~ l ' s e n t i d o ' c o m ú ~ o' vulgar de este término . Un a ideología no. es. cualquier

c o n J U I ~ t Q . de c ~ e ~ n c l a s ' Y ',actitudes morales.!' sociales_ o políticas que. jnfonna

y COnfIgura: la mterpretaClón del mundo y el comportamientO de un i ~ d i v i d u o( o .de un a clase) . ' Recha zo .esta conce pción excesivamente . liberal de la ideo"!

logia a. causa de su relativismo y su nihilismo ocultos. Ta l concepción sugiere-;-:;-Y' muchos piensan-que ello deriva del.concepto de .1:i ideología- que todoslos ' ~ s ~ ~ ~ a s de creencias" ?enen en última instancia .la nUsIpa altura. p i s ~temologIca;._.que_ .todos : son. _Igualmente. injustificables'. De -acuerdo: con.:.estaconcepcÍóuj_·cuando criticamOS' una-.'irleologia dada estamos presuponiendo. otra

postura ideológica que . cuestionamos. Este uso permisivo.' del concep to de

146 LENGUA1E, ANÁLISIS Y TEORíA . ENGUAJE, ANÁLISIS Y TEOR!_A _____

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hecho de qúe -las se ba:aa:n-en--creencias-e---

que pretenden ser ciertas o válidas. En consecuencia, estasel:;tán sujetas a' la crítica racional.

un a ideología no es un "reflej'd' epifen:oménico que surja mecánicamente en a la dinámic;a de un a subestructura material. Rechazo esta C011ce;PCllon _de la ideología porque 1} no considera las fonÍlas

" .. a ...",..,," factores históricos moldean, la ,forma y elconte.;.,

creencias e i n t e r ' P r e t : ; L C I I C ) n l ~ S

l d t ~ O l ( ) g l : a , (las que nunca son ,simplemente una respuesta mecá

nica_ a: un .sustrato material subyacente) 2) no comidera la eficacia de laideología para determinar las formas en que los hombl'es interpretan el mundo

y entienden sus propias acciones las acciones de los demás; 3) ' tiene el

resultado de c.olocar a la ideología más allá de toda crítica, Si se entiende, laideología sólo como un reflejo c;le un sustrato -no tiene' sentidohablar ,de la fa:lsedad de uQa ideología. ,Se a: veces que esta teoría,de

la ideología .como, un "reflejd' es la de Mal;:X. Pero retulta difi-cil imaginar un a distorsión, más horrenda de lo que entiende Marx -por la

ideología. Según Marx) una ideología debe descifrarse, deb e enten derse' conespíritu critico. Esto .s-ignifica que debemos entender cómo refleja y distm'-

siona, la .ideología,' las condiciones materiailes. históricas de la vida y'

que debemos captar los factores que influyen sobre la aceptación de una

ideología y la sostienen ..Además el poder de las ideologías se relaciona con la forma en que se, . ,

usen para justificar y legitimar las acciones. Quienes aceptan una. ldeologtano ]a consideran arbitraria o injustificada . Por el contrario, sostienen quesu es válida. La consideran "evidente", "lo que sos"'

tendrá cualquier hombre racional''., "realista'\ "basada en- 10 que es la natu

mleza: humanau o..,-más recientemente-::- "lo que nos dice ,la ciencia';. En

cada caso' se. está utilizando una, ideología para determinar ]0 que una

acción "realista)) y para definir. los ,límites d,e la -elección f'racional" ...

La critica de la tiene varias funciones interrelacionadas: 1 Debedescribir y definir 'correctameI'!-te la: ideologia  y debe cuidarse de no· hacer

caricaturas. 2) Busca 1lIla profunda de la ideología que revele

c6mo rcl1eja y. distorsiona la una realidad social y política subya-cente. 3) Trata de descubrir los, factores materiales y psicológicos que refuerzan_ y sostienen la. ideología. 4) Trata de aislar .las creencias e' inteIpretacionesfundamentales que con')tituyen la base de la y criticarlas para ex-poner su falsedad. 5) Trata de disolver el de las ideologíasmediante la superación de la resistencia de los defensores de las,Jde01

logias.El concepto de la, ideología o de la "falsa se relaciona. red.;

OI'()c<3i.l1lien1:e con el concepto de un entendimiento no de un a ,ccon

"!'

No creo que existan criterios dis-ciencia v e r d í l d t ~ l ' a

l.' . ,.' .- - , - ' -"----'tmgmr-deÍIIDtJ.vaDiente-entre'Ia [<falsa. conciencia';. y la.

- El logro de una "conciencia verdadera') es un ideal .regula.dor de la crítica, la. í d e o l o g í a ~ Y" la r e I ~ c i ~ n .existente entre ( C c o n c ~ e n c i a falsa" y. la "con

CIenCIa verdadera es asunetnca. Esto no qw.ere deelr que debamos p e r m a ~necer intelectualmente a g n ó s t i c o s ~ que n..:mca estemos en situación de evaluary juzgar las' formas en que un a ideología es, s.1stemá.ticamente distorsionante Y

'los poderes cosificados de la dominación. Po r el, contrarío, d a d ~ . ' q u etoda ideología se, basa en c r ~ e n c i a s _e interpretaciones que apoyan su validez,

e x . a m i n ~ tales pretensiones válidez y, demostrar su falsedad. Podemos demostrar la falsedad de una ideología sin pretender que hayaJ;Ilos

decisivo, absoluto} "verda,dero", de la , realidadsocial y ,.-_____ _.

Las investigaciones de Winch, Wolin,yRyan contribuyen adesenmascarar los sesgos Pero este problema: se ha atacado más m-tectamente. Es extensa la ,literatura crítica que revela la diversidad de las formasen. que la llamada' objetiva y. éticaÍnente neutral es i d e o l ó g í c a ~pero uno de los análisis'más suciD.tos y agudos es el que hace Charles Ta.yloren -"Neutrality iriPoliticál Science". No es 'por accidente los de

valor se hayan confundido con descripciones fác.tica.s; ía crítica de T ayIorla "conexión existente entre la, base fáctica y. la. valuación

es algo m l t r i I l S e c o ~ c Í e c i ~ 1 0 así; en la e s t r u ~ t W ' a ,conceptual}) estasteorías.5S En . los científicos sociales ortodoxos admiten que jostíficos sociales son falibles 'y con ITecuencia c o n f ~ d e n las d ~ s c r i p c i ú ~ e s

. con juicios de valor, pero creen :--como lo expresa Nagel-- que

juicios- de valor de apreciación serán abandonados a medida que las '""''-...... '' ........

sociáles alcancen -una. madurez mayor . Pero cuando e x a m i n ~ o s en

los c a n d i d a ~ o s J.;lrominentes ]a teoría empípca. en la. politología y la s o ~ i o -logía, .vemos que no podemos adoptar el marco teórico y aislar nítidamentelos juicios. en él i m p l i . ~ a d o s . La «adopción de' ~ marco de e:xpll-:-

cació.n_ lleva 13¡ liLdopción de :la .. 'pendiente de valor' implícita en. él". 9

, Til:ylor ilustra: este. sesgo valora ivo en la obra qe ~ o n d , y Laswell:,

Podemos afirmar que un marco explicativo dado segrega una noci6n de]0 bueno, y un conjunto de que no abandonarse

57. ,Véase un examen histórico del concepto de la ideología en Ge.orge LichtheÍlnJ

"The Concept oi ldeology", The Concept oi Ideology LLnd OtheT E.ULLJS. Véase también la discusión de la ideología que presenta Alasdair MacIntyre en Agaillst the Self-

lmages,o{ the Age; y John Plamenatz, 1deolog'Y [en prensa ed. esp. FCE].,5& Charles Tayloc

J"Neutra1ity in Political Science", Philosophy, Politics afld Sodel,

(tercera serÍe); comps. Peter La.slett y W. G. Runciman, p. 42.59 Ibid. '

148 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíALENGUAJE, ANÁLISIS y TEORIA 149

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-aunque puede superarse-=- si se -- a l : ; ' ; : ~ d o ñ a - e r ~ a r c o . Por

en virtud de que los \1alores _pueden, superarse" solo p o ~ e m o s ,que el marco tiende a apoyarlos, no qu,e cstab1e:?Ga S1l vahdez., P e ~ · o . - e s ~ o ,basta para demostrar que _ a neutralidad de los hallazgos de la P9lito1?gIa.no es lo que se pensaba: El e s t a ~ l e c i m i e I 1 : t o de un marco d;:td() T e s ~ . e

, el -intervalo de las posiciones va.1orativas que pueden adoptar,se ! 1 e f e n ~ l v a m e n t ~ , P o r q u e el marco 'permite acepta,r ciertos b i e n ~ s c o ~ o t a 1 ~ S S ! ~ ,, . dlscusión rhientr as qu e otrós bienes rivalei no pueden, adoptarse,

sin aducirc o ~ i d e i : a c i o Í 1 e s

aplaslántes. Púedé afirmarSe' 'qu'e 'e l marco'distribuye en cierta fonn"a la 'carga de la 'prueba.' Por -lo tanto', no es'

neutral., Sólo evitarse 'esto en la elaboración de la ' po ito ogia -si- nos'

apegáramos a los descubrimientos estrechos que, p r e c i s a n : - ~ n t e , porque,en sí mismos ,son compatibles co n gran número de marcos pohhCOS, puedennadar en una 'atmósfera de n e u t r ~ d a d , valoratlva". El , hecho de que los,

catóiicos de D e t ~ o i t t iendan. a :votar por el Partido. Demócrata . pue?e.encajar en casi cualquier.IIlarco conceptual, por. ende" _ c ~ a l 9 . : u ; , r ;con un o 'de .valores p o l í t i ~ o s . .Pero. en . medIda en que, la poht?logI,no pueda prescindir 'de la teona, de la busqueda de un _ m a r ~ ? , J _ n? _ p 0 d r ~ __

dejar de desarrollar una. téórii nonnativa,GO

La conclusión de acerca del papel de la teoría en la¡ pohtólogía:'se

b" Alasda'l'r MacIntyre en su artículo "H a SCl_'é'nce_ 0, .ve apoyada tam len po rComparative Politics Possible?U Tras demostrar la hueca présunUlOsidad'- ylas distorsiones de -la de la pol1tica" compárada, ' M a c I n t y t ~c01Ilpara este trabajo con el que a,cerca de lá justicia , a p a : r ~ d ~en La R ~ p ú b l i c a . Concluye' que YBierstedtes'd.n tomandó p a ~ _ ~ ? 'ert .un a -antigua controversia filosófica: ¿ es importa.nte que er o b é r n a n , t ~justo, osóI6 es importante' 'Se le crea: justo? Lo' que h ~ c e n Lipset {Bid":'

dt 'al d f' . - l'a a lo q'ue hizo Trashrtaco'al 'definir:ste emIr ."1'a 'usticia Y lo que hicieron' Glauco y Adimanto al d e s ~ r o n a r el ~ ~ ~ r n e n ~ ( )d

'- JT ,) , ,También Trásíniaco- Sostenía: qu e sólo estaba d e 8 c n b l e ~ d , ? , ' 'ele ra:;amaco, , , . <' , ' , . , . ' '. ." 81

mundo' como e $ ~ ' que' era un neutral y sin o n e n t a C l o ~ v a J o r ~ ~ v a d'

QuentinSkinner} reseña

lacontroversia sobre

la teona e m p l ~ l c ae

•60 Ibid .. pp. 5 6 ~ 5 7 , , . ' ; '" .., 1 d' M 1 t "18.a Science oí PoütIcs P09s1blc,. > Agatllst

."1 A as mr ac n yre, . , ' F''h S lf 1 f th" A UD 'p 278, Véase la dlSCUSI6n que hace Hanna. ,t e e - mages o " 6"-" • ,, ' d'P'tk' de la disputa entre Sócrates y Trasímaco; y su rclaclon con las dIsputas mo ernasd" ;n n 1 gía Hanna F, ,and JustiC8, capítl!:lo, 8, V ~ a s e : o t t a

e .a po J, o o - ' . '. de ' la' legitimidadcorull'maClOn del sesgo ldeo16glco ' . ' , .en John H. Schaar. "Legitimacy in the M o d ~ r : ' State'" POW6'f Co;nm-un:t)': Du -senti71g Essa-ys in Political Scie1lC8, comps. Phlbp Green y Sanford Levmson.

la -deIi1dCra-cia--y'''c:ensura a' algunos:'-aesusaun la refinada teoría' de la democracia de Robel't DahI es ideológica,La

mera "aplicación del ténnino democracia al tipo de sistema político descritopor Dahl' constituye 'un acto de'comervadurismo po'líüco: sirve para alabar

los valores y las prácticas recientemente prevalecientes de un sistema políticocomo el de los Estados Unidos, y constituye un a forma deen contra de quienes tratan de cuestionar el carácter democrático de taleqvalores y,prácticas".6,2 Lo característico del ataque de Taylor, J\1aclntyre ,y

Skíimer contra- los sesgos ideológicos de 'la ciencia socia;! ortodoxa -sobretooo ,las llamadas teorías explicativas empíricas de la politología - e s el hechode' que, cada uno de estos autores trata demostrar cómo e:;tán 'incrustadosestos sesgos en el propio lenguaje y en los propios conceptos empleados', V e a ~mas también aquí. uná' confirmación de -una dé las -observacio'nes fundamen

tales del de Berlin, "Does Political Theory' StilI Exist?" Bérlin su:

-girió allí que es precisamente_ porque nuestras prácticaS y nuestros conceptóslingüísticos están ta n profundamente arraigados en nuestros modos de pensar

y de actuar que con frecuencia nos cegamos ante su- influencia poderosa,Un a tarea fundamental de l teórico es la revelación -de estos -conceptos )'

modelos ' el teórico debe lograr el tipo de conciencia 'que no

sólo aclara estos conceptos y estas prácticas lingüísticas} sino que los somete a

un a evaLuación critica." Los científicos sociales: ortodoxos piensan a veces que los argumentos que

cuestionan la neutralidad valorativa de su' Ol'ientación constituyen un' ataque

.eontra el ideal mismo de 'la objetividad que resulta esencial para la investigación iÍltelectua!l Pero no se trata de esto. Podemos estar erradosG acertar acerca de las tasas' de divorcio, las tasa") de natalidad,- el número

de personaS que votan en un a etcétera} pero au n estas aseveracionescuyo carácter empírico- parece obvio pueden aparecer dudosas porque involucran decisiones acerca de lo que importa como' un ejemplodel fenómeno estudiadQ, Es esencial que distingamos claramente entre la

"objetividadu 'y 'el "objetivismo", Si entendemos pGT "objetividadn el hecho

de que en todo campo de la humana -'-ya se tra.te de los fenó-

menos físicos} o de un sistema o aun de la interpretaciónde, un t exto- 'haya criterios de racionalidad o normas déinvestigación'mediante las cual es los' sesgos personal es)la supers tición o las creencias aseveraciones objetivas, laadhesión 'a tal ideal de la toda investigación siste-mática'.

62 Quentin Skinner, "The EmpiricaI Theot.Ísts oI Democracy and Their Critics:A Plague on 'Both Theit' House!!'" Political TJlt!ot)J, ,1 9 ..(agosto de 1973 L pp." 303.304.

150 LENGUAJE, ANÁLISIS y TEORíA LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA 151

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-- --- "Sin: -cmbargó; 'estono ignifica que'ñaya-uii-pto-cedirmerito simple - ' a 1 r e c f o ~ -para ' enunciar 'las normas de la investigaci6n apropiada, o que'no pueda haber

un desacuerdo importante acerca de ' estas 'notntas y 'su aplicación, o ,aun que

10 objetivo en ' un campo de investigación no pueda dejar de 'serlo en ' otro,E! esfuerzo por especificar un ' solo conj'unto unívoco de 'criterios como una

base para distinguir 10 qU'e es genuinamente' objetivo de ' lo que no lo es

'ha constituido u n0.- de las preocupaciones más 'obsesivas e inútiles de los pensa-dores modernos desde Descartes. Pero no por ello estal'einos obligados -como

se afinna a menudo-- a abandonarnos al escepticismo, al relativismo frus-trante; o al subjetivismo irracional. Lo que debemos aprender, má s b i e n ~ escuán difícj] 'y compleja resulta la articulación de los ' criterios de objetividadaplicables a diversos campos de la investigación, y los ~ e n t i d o s en' que estoscriterios son eBos mismos- vulnerables 'a la ' critica. Además -,-y esto es quizá10 más importante- , los propios criterios de objetividad' y racjonalidad depen-den de la existencia de comunidades de investigadores que' puedan participar

en discusiones, que lo quieran hacer y se comprometan a hacerlo., 'En cambio, el "objetivismo!! es una: orientación sustantiva que cree que

existe:, en última instancia, un campo de hechos bás ic os, no ' interpretados,que sirve de fundamento a todo conocimiento empírico. La apelación a estosI'hechos" , presumiblemente legitima las ' aseveraciones empíricas acerca aeJ

mundo, El "objetivismd' - una doctrina que en sus formas primitivas o r e f Í ~nadas es compartida ' po r mucho.s científícos sociales ortodoxos-- coincidefinalmente con el "mito de lo dado" que-ha sido ta n devastadoramente criticado por los filósofos 'contemporáneos.s" El Uobjetivismo" en el estudio de la

vida: social y política no es un a inocente doctrina: epistemológica errada. Tiene

consecuencias peligrosas en la medida en que ' tiende a distorsionar y cosificar"hechos" históricamente condicionados: "hechos" que s610 revelan un a delas numerosas posibilidades ,diferentes que la acción humana puede ad9ptar.!14

CONCLUSIÓN: LA CONVERGENCIA DE LAS 'cRÍTICAS

'DE LA CIENCIA socrAL ORTODOXA

En esta parte he tratado de demostrar el poder y 1a coherencia de la.5 críticasaparentemente diversas fonnuladas por pensadores anglosájones contra la

63 Véase a W.ilfrid Sellars, "Empiricism and the Philo50phy of Mind", ScienG8, Per-

r;eption, and Realily, Véase también mi disc'Usi6n del umito de lo dado" en la parte

IV de Praxí.s alld Adion.

G<i Véase un examen detallado y !\util de la forma en que se confunde. el idealde la objetividad con el objet:ivismo en las ciencias 'poHticas en Laurencc Ho' Tribe,"Policy Science: Analysis of'Ideology", Philosophy & Pllblic A f f a i T S ~ ' 2 ,(1972),. : ,

-

' .

' ''cie'nclaso¿la:l ort6doxa. ' Al-:-prinClplopai:eció uña--conseclieñéia 'od'-posrt1VlSInOlógico y de ' la revolución del lenguaje o r d i n a r i ~ ocurrida en 'la filesofía analítica, el hecho de que estos mo"i'rnientos' Iiiin'aran la: posibilidad ,misma deun a teoría política y social sustantiva. A lo sumo, los observadores pensaronque el análisis filosófico podría ayudar a -aclarar las 'confusiones concep-:

tuales.Pero gradualmente se percibió que la filosofía analítica, sobre todo el tipo

de investigaciones realizadas po r, Wittgenstein y J. L. Austin, tenía 'un a tapa

cidad enortne para elucidar el c6ncepto de la acción hUmana y ias formasen que describimos }' 'explicamos tal acción: 'En decto, se 'ad'optó un extremodialéctico. Se sostuvo que el "giro lingüístico" de la 'fllosOfia podna utilizal'Sep ~ r a demostrar.la im:posibilidad concep1llaI o 1ógic,a de una ciencia socialmoldeada en las ciencias naturales. La preocupación ,-nes indinamos a decirla obscsión - por la. formulación y la derrota de argumentos "d,e imposibilidad" ha oscurecido 1a contribución real de 'los análisis lingüísticos. Lo que

ha: surgido más recientemente, como. lo ilustra la obra de Charles Taylor,MacIntyre) Pitkin, Ryan y muchos otros, es un a orientación más moderada

pero más penetrante. Ninguno de estos autores trató de "probar" la .impesibilidad o la inutiJidad de 'los estudios empíricos en las ciencias sociales: Perotodos 'ellos nos ha n ' ayudado a entender cuán limitantes y restrictivos son lossupuestos del marco de la ciencia soCial ortodoxa. El trabajo de estos autores,y 1a 'nueVa cirientaci6n intelectual qu é representa, no son ' meramente neg a : t i v ~ s :

Estos pensadores han contr.íbuído a la creaClOn de un nuevo universo del:djscurso donde e s t a ~ o s mucho má s profUri,damente c o n s c i e n t ~ s de las fOlUlas

complejas en que las prácticas, los ' conceptos y las ' institúciones lingüísticasconforman la rea'lidad pelítica y sociaL El nuevo universo de discurso y sensibilidad ' que 'está emerg.iendo requi,ere que cobréÍnos cada: vez mayor c ~ n - :ciencia de que los seres humanes son criaturas autoi'nterpretativ'as, y que

'estas interpretaciones constituyen lo que somos como seres h u ' ~ a n o s , En la

base de su crítica s'e ~ n c u e n t r a un , ataque contra íos J ~ . m d a , n ; e n t o s c a t e g ó r j c ~ s

de la ,ciencia social ortodoxa yc o n t ~ a

lai r ~ a g e n

los,g e n ~ e s

humanos ,proyecta,

Charles T a y l o ~ , cuyo trabajo ilustra esta ~ u e ~ a sensibilidad, articula est,apostura cuando escribe: "No es sólo que la mayor parte de los miembros denuestra sociedad, o todos ,ellos, tengan un conjtlllto, dado de , ideas en sucabeza y se suscriban a un conjwlto dado de metas. Los significados y las

n o n n ~ .. imp]kitos en estas ·prácticas nO' s,e encuentran sólo en las mentes delos actores sino en hls prácticas mismas, las que no pueden concebirse comoun conjunto de acciones individuales, sino que son esencialmente modos de

152 LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORíA 153

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-j<f','l'elación 5 O c j a J ~ · - ; - - - d e - : - -la--acdón r e e t p l ' C f c a < ' ~ 6 Q - ; - : C Q Í Í l b mucho's- -de=-Ibs-oU'Cis--'----

pensadores' examinados, TayIor c u e s t i o ~ a distinción categórica- tan arrai-gada en la' ciencia, social ortodoxa:, que los fenómenos deben clasificarse comoobjetivos -"están allí"" y en consecuencia' pertenecen a -la c,ategoria- de -loobservable- o 'reunirse como creencias, actitudes y' opiniones " m e r a m e n t e ~ 'suhjetivas y privadas. Po r el contrano

: .En fla, situación que tenefuosaqur; el vúcab ulari 6 -de --una dime nsión socia]

, ' -dada depende de ' la forma de la práctica- social -én esta dimensión;.

es..decir, el vocabulario no_-tendría sentido, no podría:, aplicaTse s e n s a t a ~ e n t e ,si no prevaleciera este conjunto de , prácticas. y, sin embargo, este C?nj!lnto pr,ácticas no podría .existir .sin la ,presencia, - ~ s t ~ vocabul,i:J,9-()o aJgún otro relacionado. N9 hay aquí n_i,nguna d e p ' ~ n d e n c i . a s!:n:iple_un sólo ~ e n t i d o . Podemos hablru; de un a d e p e n d e n ~ i a reciproca si lo

d e s ~ a m o s ) , pero' 1? que s e - - s e ~ a l a realmente es la a r t j f i c i ~ s i d a d dé la: d ~ ~ t i n ción existente entre la ' réalidad soCial y el leriguaje de -la' deScripción

. -,de' esa realidad sociaL E'I lenguaje 'forma parte de la' realidad j es esencial- pata" la , clase de realidad que 60 ' •.

Así" hemos vuelto" al principio. TayIor expresa en el nuevo modo lingüísticola observación central del de Berlin 'con el' que empezarnos. Aquí con

vergen muchas líneas de-desarrollo. De la filósofía dé11enguaje he'mosaprendido a- apreciar ,cómo' está el -lenguaje incorporado ,en las prácticas, y moldeado por reglas y distinciones De la teoría de la acción , hemo,s,aprendido que un_ análisis .adecuado de la acción humana, in;vplu.:;ra ,algunas

, : r e f e r : ~ n c i a s ' , a las. práctic as. s.ociales, y, las fonnas de , vida donde ,las accionespueden. describirse y explicarse. ,Del análisis de la realidad ,social y' políticahemos negado al entendimiento, de que esta realidad misma se, compone deprácticas e. institmúones que. dependen de la aceptación de nonnas referente:!.alcomportamiento razonable.,y aceptable. _De. la filosofía postempirÍsta y_ la}listoría de la cienci,a hemos . aprendido cuán engañosas y simplistas son, 1 < ' l ~teorías. empjristas deJa, c i ~ n c ; ; í ~ , y cuánjmp,ortantesson la interp.cetac¡ón_y_el

, ~ : Q , t e ' P - d i ~ i e n , t o aun, en. las c i , e n ' d a ~ , natur¡tJes.. '

Un a vez ouestionada ia perspectiva ljmitante de la ciencia social " - ' I ~ ! t n r l r " l " ; r , , ,y _ ~ x p u e s t ( ) ~ los sesgos de c í m ~ e n ~ o s ) surgen nuevas i ~ t e r r o g a n t e s . y proble

~ a s . Estos problemas se agrupan ~ l r e d e d ( > r de la interpret?-ción y el e J . l t e n d ~ ' m i e ~ t o de la r e a l i d ~ polftica y so¿ial. ¿CÓmo deberemos rea,lizár esta acti~ i ~ ~ d ? ¿Cmi!! es la i m p ' o ~ Ú m c i < ! - de l ~ s ' e ¿ t ~ d i o s empíricbs de las r e g u l ~ r i d a d e s

."- , ' .. , . -'; .

65 C h a r J ~ s Taylor, "Interpretation and the Scíences; of Man", Rsuiew 01 Mefaphysics,

'2S"C1971L p. 27. ",.66 Ibid., p. 24.

, y trs-tortelac:icinéspar-a-- el proceso-inteipretativo? En el'-fondo'-se enc.uentrala interrogante fundamental de la founa en que podamos decidir racional.:mente e l l ~ r e ' j n f e r p r e t a ; c i ó n ~ s ' diferente:( y, rivales:' 'I1ernos llegado al wnbral

de estas cuestiones. Ha y conjeturas y s u g e r ~ n c í a s i l u ~ i n a n t e s acerca de la forma

en que tales cuestiones pueden especificarse y contestarse. Pero no encontramos ,en la , obra de-.]os -pens,adofe"l ·anglosajones -esfuerzO sistemátic-opor, profundipar- en ella's -y; -por avanzar'en': :la -teestructuracÍ6n de la .reonasociaJ y : p o l í t i c ~ , Sin- embargó) no resulta 5 0 r p r e ~ q e n t e " el - de,-que,

enITe· los perisadQTes' adi_csÉrados' en las trat;Iíciones intelectuales anglosajonashaya, ,surgido un interés creciente po r la hennenéutica y'la fenomenología.Como veremos en el capítulo Ul, el análisis de la ' intersubjetividad, y el eh

t e n d i ~ i e n t o de la teoría, carpo 'un' proce_so se:·han' encon'trado~ l 1 ' · , e l - centr o .-mismo ,de 'las investigacio'nes ':fenomenológicas ,de la realidad.social: y polític;a.