BETYY FRIEDAN, (Petoria, Illinois, 1921-

Whashington DC, 2006). Teórica y líder

feminista estadounidense, referente

del movimiento feminista de las

décadas de 1960-1970. Hija de un

matrimonio de inmigrantes judíos.

Realizó estudios de psicología en la

Universidad de Berkley,

especializándose en la rama de la

piscología social. Durante su etapa

universitaria, participó como editora y

reportera en varios medios como

Federated Press o UE News,

relacionados con sindicatos obreros

que luchaban por la justicia social para

los afroamericanos y las mujeres

trabajadoras.

Su obra cumbre y por la que ha sido reconocida internacionalmente fue La mística de

la feminidad, Premio Pulitzer (1964), considerada como uno de los libros de no ficción

más influyentes del siglo XX. En ella, Friedan reflexiona a partir de su situación

personal sobre la frustración colectiva de las mujeres de clase media “convertidas por

la sociedad en amas de casa sin recursos propios”. Para Friedan, “existía una extraña

discrepancia entre la realidad de nuestras vidas como mujeres y la imagen a la que

intentábamos ajustarnos…una mujer no se debe sentir como una persona egoísta y

neurótica si quiere alcanzar metas propias, que no estén relacionadas con su esposo e

hijos”.

Friedan escribió sobre temas que le preocupaban como la reestructuración de la esfera

doméstica y familiar o la paridad económica y laboral entre hombres y mujeres. Este

posicionamiento feminista le llevó a implicarse en el activismo siendo cofundadora y

presidenta en 1966 de NOW (Organización Nacional de Mujeres), desde la que se

plantearon en los años 70 diversas luchas para la aprobación de leyes sobre el aborto y

el trabajo femenino.

Algunas de sus obras más destacadas son La segunda fase, It Changed My Life:

Writings on the Women's Movement o La fuente de la edad.

ALETTA JACOBS, (Sappemeer, 1854-

1929). Doctora en medicina, activista

por los derechos de la mujer y el

sufragio femenino e inventora

neerlandesa. De familia judía, fue la

octava de doce hermanos. En su

localidad natal ninguna mujer había

cursado estudios secundarios pero ella

fue educada en casa y solía acompañar

a su padre en sus consultas como

médico rural. De tal modo, consiguió

obtener un certificado como ayudante

de farmacia y solicitó al Ministerio de

Educación holandés un permiso para

estudiar en la Universidad de Groninga.

Allí se convertiría con 24 años en la

primera mujer en titularse médica y

conseguir un doctorado.

En la Universidad, Jacobs se había interesado en los derechos de las mujeres, en

contacto con feministas londinenses que promovían el control de la natalidad y el

sufragio universal. Creó una clínica en Ámsterdam para atender a personas de bajos

recursos y mujeres en riesgo de exclusión social. Desde allí comenzó a divulgar

métodos anticonceptivos para controlar la natalidad y las enfermedades de

transmisión sexual. Se especializaría en la mejora del diafragma del doctor Wilhelm

P.J.Mensinga, recibiendo no pocas críticas por ello.

En su faceta como activista, fundaría en 1884 la Asociación Holandesa para el Sufragio

de la Mujer y se convirtió en líder de la Alianza del Sufragio Femenino Internacional,

donde conoció a la líder feminista Carrie Chapman. En 1915 se celebró en la Haya un

Congreso del que surgiría La Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, foro

en el que se comenzaron a formular las primeras propuestas feministas en contra de la

guerra y la violencia. En 1919 se aprobó en los Países Bajos el derecho de las mujeres a

votar, diez años antes de que Jacobs muriera, a los 75 años, dejando atrás un

importante legado a favor de la educación sexual y la paz.

GRACIA NASI (GRACIA MENDES o BEATRIZ DE LUNA, 1510-1569). Nació en Portugal

en el seno de una familia judía de origen aragonés, los Nasi, conversos emigrados a

este país tras el edicto de expulsión de 1492.

Obra de Daniel Quintero “Doña Gracia Mendes”.

Al morir Francisco, Gracia Mendes, conocida popularmente como La Señora, y su

cuñado se hicieron cargo del negocio, cuya sede tuvieron que trasladar a Amberes

(centro internacional del comercio de las especias). Desde allí, los Mendes ayudaron a

muchos judíos a exportar sus capitales de Portugal hacia destinos más seguros,

utilizando la cobertura de sus negocios comerciales, lo que les ocasionó importantes

problemas con la Justicia. Gracia Mendes abandonó Amberes rumbo a Venecia en

1544, donde residió una temporada, viéndose de nuevo forzada a emigrar, esta vez

hacia Ferrara, lugar de refugio de una importante comunidad de conversos, muchos de

ellos sefardíes.

Tras su azarosa estancia en territorios italianos, Gracia Mendes se trasladó a Estambul,

donde residiría bajo la protección del Sultán Solimán el Magnífico. Desde los territorios

turcos, ayudó a los sefardíes a establecerse en el Imperio Otomano y allí conservar sus

tradiciones ancestrales, promoviendo y financiando la creación de escuelas y sinagogas

en todo el Imperio.

Gracia era el nombre usado

en familia, que equivalía al

hebreo Hannah, aunque su

condición de conversa haría

que adoptase públicamente

el nombre de Beatriz de

Luna. A los 18 años se casó

con Francisco Mendes, un

rico e influyente banquero

que murió cuando Gracia

contaba tan solo con 26

años.

Como era de esperar, en los círculos religiosos alemanes no fue bien acogida esta idea, ni

siquiera por el que había sido profesor suyo, el rabino Leo Baeck, quien argumentaba que

ordenar a una mujer como rabina causaría gran controversia con los rabinos ortodoxos de

Alemania.

Pese a que, a lo largo de la historia, se habían dado otros casos de mujeres oficiando como

rabinas (uno de los casos más destacados el de Asnat Barzani, poetisa kurda del siglo XVII), no

habían logrado conseguir la ordenación oficial en el sentido de “juez religioso”. Regina Jonás,

sin embargo, no cesó en su empeño hasta lograr en 1935 ser ordenada por parte del rabino

liberal Max Dienemann.

Paradójicamente, el ascenso del nazismo al poder, hizo que muchos rabinos alemanes

emigraran y que el vacío de líderes religiosos permitiera a Regina hacerse un hueco para

ejercer su labor como rabina. Su trayectoria se truncó pronto, debido al contexto histórico del

momento, siendo arrestada en 1942 por la Gestapo y deportada al gueto de Terezín en la

República Checa. Allí trabajó dando apoyo espiritual y teórico sobre teología y creó, junto al

psiquiatra austríaco Viktor Frankl, un servicio de acompañamiento psicológico que trataba de

evitar los suicidios entre los prisioneros. En 1944 fue deportada a Auschwitz donde fue

asesinada a los pocos días de su llegada, con 42 años.

La figura de Regina Jonas cayó en el olvido desde entonces. Ninguno de sus colaboradores la

nombró en sus memorias y en los años 70, tras el ordenamiento de Sally Priesand como rabina

en Estados Unidos, la prensa le otorgó a esta última el calificativo de “primera rabina”. No fue

hasta después de la caída del Muro de Berlín, y gracias a la labor de la investigadora Katharina

von Kellenbach, cuando se desclasificaron archivos de Berlín y se redescubrió la historia

personal de esta destacada mujer.

REGINA JONAS (Berlín 1902-Auschwitz 1944).

Teóloga y considerada como la primera mujer

ordenada rabina en el mundo contemporáneo. Su

familia había llegado a Alemania hacia finales del

siglo XIX, proveniente de Europa Oriental. Acudió al

Instituto Superior de Estudios Judaicos donde cursó

seminarios con rabinos y educadores liberales. En

1930, obtuvo su diploma de Profesora Académica

de Religión, que le acreditaba para impartir clases

de estudios judaicos y de lengua hebrea.

Su deseo, no obstante, era llegar a ser rabina, tal y

como refleja en su tesis basada en los estudios de la

Biblia y el Talmud, titulada “¿Puede una mujer ser

rabino según la ley judía?”.

En Estados Unidos, con una situación personal más segura, se dedicó a escribir, trabajar como

periodista e impartir clases en las Universidades de California, Princeton y Chicago. De su labor

como reportera para la revista The New Yorker, cabe destacar el reportaje sobre el juicio al

criminal de guerra nazi Adolff Eichmann en Jerusalén, que provocó multitud de controversias.

Su teoría sobre “la banalidad del mal” según la cual los actos humanos más crueles pueden

llevarse a cabo por personas comunes que se limitan a seguir órdenes, no fue bien entendida,

algo lógico teniendo en cuenta el contexto en el que se escribió, ante una horrorizada Europa

que había sido testigo de una de los episodios más dramáticos y brutales de su historia.

Sin embargo, por lo que Arendt ha sido más valorada internacionalmente es por sus obras

filosóficas y de teoría política. En la más reconocida, Los Orígenes del totalitarismo (1951),

reflexiona sobre los conceptos “totalitarismo” y “totalitario” que serán aceptados por la

historiografía posterior y sobre cómo estos regímenes se basan en la interpretación de la ley

como “ley natural”, visión por la que justifican el exterminio de las clases y las etnias

condenadas por la naturaleza y la historia.

Otras de sus obras destacadas son La condición humana (1958), Entre el pasado y el futuro

(1961), Sobre la Revolución (1963), Sobre la violencia (1970) así como sus memorias tituladas

Correspondencia, 1926-1969, donde se pueden encontrar, por ejemplo, las cartas que la

pensadora se envió con su amigo el filósofo Walter Benjamin, el cual se suicidó en Portbou

(Girona) por miedo a ser entregado a los nazis.

En sus cartas Hannah hacía hincapié en su deseo de mantenerse productiva hasta la muerte

que tuvo lugar en 1975 tras varios infartos de miocardio.

HANNAH ARENDT (Hannover, 1906-Nueva York

1975). Filósofa, teórica política y una de las

personalidades más influyentes del siglo XX.

Estudió en las universidades de Marburgo,

Friburgo y Heidelberg donde obtuvo el doctorado

en Humanidades con 22 años.

En 1933, debido a la persecución contra los judíos

y tras sufrir un breve encarcelamiento, logró

exiliarse a Francia. Allí también sufrió los avatares

de la Guerra y fue recluida en un campo de

concentración en 1939, aunque lograría

finalmente huir de Francia en 1941 rumbo a

Estados Unidos. Allí adoptaría la nacionalidad

estadounidense y ocuparía altos cargos en

diversas organizaciones judías. Su experiencia

personal como exiliada la marcó y se convirtió en

eje vital de sus convicciones políticas y sus

reflexiones teóricas sobre el totalitarismo.

Pese a convertirse en una escritora de prestigio en Francia, el gobierno francés rechazó su

petición de nacionalización en 1938. Probablemente debido a este hecho, y al clima de

antisemitismo que se estaba viviendo en Europa, tanto Irene como su familia se convirtieron al

catolicismo un año después. No les sirvió la conversión para evitar las leyes antijudías del

gobierno de Vichy, su marido tuvo que dejar su trabajo y ella cesó sus publicaciones, aunque

siguió escribiendo en la sombra.

El 13 de julio de 1942, Irene Némirovsky fue arrestada por los gendarmes franceses e

internada en el campo de Pithiviers; desde el cual sería deportada a Auschwitz. Tras su arresto,

su marido Michel Epstein emprende gestiones infructuosas para lograr su liberación, siendo en

octubre de 1942 también arrestado, deportado a Auschwitz y al poco tiempo de llegar,

asesinado en la cámara de gas. Iréne Némirovsky tampoco sobrevivió a Auchwitz y murió de

tifus en 1942.

Algunas de sus novelas destacadas son El baile (1930), El vino de la soledad (1935), Jezabel

(1936) y Los perros y los lobos (1940). Otras obras como Suite Francesa fueron publicadas a

título póstumo (2004), gracias a la labor de sus hijas, que recopilaron muchos de los

manuscritos que Irene había escrito en sus últimos años. Suite Francesa es la última novela de

Némirovsky que tiene por escenario el éxodo de 1940 y la ocupación alemana en Francia,

escrita con un claro componente autobiográfico, como un triste epílogo a su dura vida. Causó

conmoción en el mundo editorial francés y europeo y ha recibido el premio Renaudot,

otorgado por primera vez a un autor fallecido.

IRENE NÉMIROVSKY (Kiev, 1903 - Auschwitz,

1942), novelista de origen judío, destacada por

sus novelas en francés, idioma que habló y

escribió durante prácticamente toda su vida tras

instalarse en Francia con su familia en 1919,

huyendo de la Revolución Rusa.

Tuvo una educación esmerada en su infancia

que la permitió conocer y hablar varios idiomas

(francés, ruso, polaco, inglés, vasco y finlandés)

y licenciarse en Letras en la Soborna. Su primera

novela, David Golder (1929), fue enviada a la

editorial Grasset sin incluir su autoría y fue el

propio editor quien publicó un anuncio en

prensa para buscar al responsable de aquella

brillante obra. La novela fue elogiada por

diversos autores, desde Cocteau o Paul Morand,

hasta Joseph Kessel; lo que le permitió iniciar

una carrera literaria en la que Némirovsky

lograría gran prestigio.

En sus escritos, su compromiso con la defensa y promoción de la mujer dio fruto ensayos como

La condición social de la mujer en España (1919), En torno a nosotras (1927), Tres tipos de

virgen (1929) o Las escritoras españolas (1930). Se ha atribuido a Nelken la primera traducción

de Kafka al español, de La metamorfosis, publicada en la Revista de Occidente en 1925, de

forma anónima.

Una de sus preocupaciones giró en torno a la infancia, lo que la impulsó a crear un centro de

atención para los hijos de las madres trabajadoras al que llamó “La casa de los niños de

España”, institución que acabaría cerrando debido a la presión de las clases más favorecidas.

En esta línea también, colaboró para enviar al extranjero a muchos niños cuya vida corría

peligro en el contexto de la Guerra Civil.

En su faceta política se afilió al PSOE y, en 1931, cuando las mujeres aún no podían votar pero

sí ser elegidas, se presentó a las elecciones y obtuvo representación parlamentaria por Badajoz

durante tres legislaturas (1931,1933 y 1936). Poco después se uniría a las filas del Partido

Comunista. En 1931, en su primera labor como diputada, se posicionó en la idea de no aprobar

el sufragio femenino, al igual que lo hizo Victoria Kent, dejando sola a Clara Campoamor en

esa lucha, (la única de las tres mujeres diputadas que hizo valer sus principios personales por

encima de los del partido y apostó de manera inequívoca por el voto femenino). En ese

momento, entre los círculos republicanos, se argumentaba que permitir el voto de las mujeres

era un error, ya que las mujeres no tenían aún suficiente conciencia social y política y se

encontraban mayoritariamente bajo la influencia del clero, lo que supondría una derrota de la

izquierda en las elecciones, como así fue, finalmente.

Durante la Guerra Civil se le atribuyen varios escritos contra los golpistas e incluso la

participación en el frente con la Unión de Mujeres Antifascistas para la defensa de Madrid.

Acabó exiliándose a Francia y finalmente a Méjico donde colaboró con el Gobierno republicano

en el exilio y retomó, hasta el final de sus días, su actividad como crítica de arte con gran

repercusión en los círculos artísticos.

MARGARITA NELKEN MAUSBERGER (Madrid, 1896-

Méjico 1968). Política, escritora y teórica feminista,

fue una de las primeras diputadas españolas junto a

Clara Campoamor y Victoria Kent.

Hija de judíos alemanes; se dedicó en su juventud a

la pintura y la crítica de arte, publicando su primer

artículo en la prensa inglesa, en la revista The Studio

y colaborando después con medios españoles como

La Ilustración Española y Americana. Se marchó

durante un tiempo a París para estudiar pintura,

música y periodismo, impartiendo cursos de pintura

a su regreso en el Museo del Prado. Realizó

exposiciones en París y Barcelona, pero una lesión

en la vista le obligó a dejar su trayectoria artística.

En Illinois se convirtió en la única mujer del equipo de investigadores y conoció a su

futuro marido, el físico Aaron Yalow, quien la inició en los fundamentos del judaísmo

ortodoxo.

En su estudio de la Universidad colgaba un cartel que afirmaba que “una mujer debe

hacer cualquier cosa el doble de bien que un hombre para que sea considerada la

mitad de buena”, máxima que tuvo que poner en práctica durante toda su trayectoria

científica para ser tenida en cuenta, pese a que sus aportaciones en el campo de la

ciencia, destacaban por sí solas.

Exploró el uso de los radioisótopos junto con el Dr. Solomon Berson para el diagnóstico

y tratamiento de enfermedades como el tiroides, la diabetes, anomalías de

crecimiento, hipertensión y esterilidad. El radioinmunoanálisis se ha aplicado también

como método de prevención para descartar la hepatitis.

Su trabajo se vio reconocido en 1977 cuando Yallow fue galardonada con el Nobel de

Medicina, compartido con Roger Guillemin y Andrew Schally, por sus investigaciones

sobre las hormonas peptídicas.

Rosalyn Yallow fue pionera en muchas cosas: primera mujer doctorada en Física en la

Facultad de Ingeniería de la Universidad de Illinois, primera mujer con cinco

doctorados en Ciencias en su haber (entre ellos el de la Universidad Hartford y el de la

Universidad de Connecticut en Estados Unidos) y primera mujer estadounidense (y

primera mujer judía) en recibir un Premio Nobel.

ROSALYN YALLOW (Nueva York, 1921-

2011), científica estadounidense, una de

las creadoras del radioinmunoanálisis y

premio Nobel de Medicina.

Hija de inmigrantes judíos de Europa del

Este, se crió en la zona del Bronx y estudió

en la Universidad de Nueva York. Logró

una plaza en la Universidad de Illinois,

siendo una de las primeras mujeres en ser

aceptadas en el Campus Universitario.