biografía de luís cordero
DESCRIPTION
Biografia de Luís cordero Crespo, presidente del Ecuador; fue más conocido por que en su presidencia se dió la venta de la bandera.TRANSCRIPT
BIOGRAFÍA DE LUÍS CORDERO
Luis Cordero Crespo se destacó porque, a pesar de haber nacido
en un hogar empobrecido por las guerras de la independencia,
alejado de las grandes ciudades, llegó a instruirse, obtener el título
de abogado y ser elegido Presidente de la República.
Nació el 6 de abril de 1833 en la hacienda de Surampalti, en
Déleg, provincia del Cañar. Fue hijo del hacendado comerciante
Gregorio Cordero Carrión (1775-1863 y nieto de Miguel Ramón
Cordero y Ramos, Notario Mayor de la Santa Cruzada y de la Curia
Episcopal de Cuenca, Alcalde de Barrio y Protector de Naturales. Su
madre fue Josefa Crespo Rodríguez (1818 - 1908). Gregorio y
Josefa se trasladaron a Déleg como consecuencia de varios
saqueos de su almacén en Cuenca durante las guerras de la
Independencia en 1830.
Trayectoria política y vida pública de 1869 a 1891
En enero de 1869, subió al poder Gabriel García Moreno, enemigo
de Cordero, que comenzó a seguir a sus opositores para fusilarlos
Cordero cayó prisionero bajo el pretexto de que quería hacer una
rebelión contra García Moreno y fue llevado a un cuartel por soldados
Cordero estaba en el medio de la escolta, cuando un soldado
furibundo garcista, tomó su rifle y le dio culatazos y golpes muy
duros en la cabeza. Este salvaje abuso causó mucha indignación a las
autoridades, las cuales estaban avergonzadas y balbucearon algunas
disculpas y lo pusieron en libertad ese mismo día En marzo de 1869
En abril de 1875, realizó una de las primeras exploraciones a
Gualaquiza, publicando sus relatos en un libro de viaje: Una excursión
a Gualaquiza, aparecido el 4 de agosto de ese año.
En agosto de 1875 viajó a Lima, ciudad de donde trajo nueve pequeños
ejemplares de árboles araucaria excelsa, y a su regreso a Cuenca sembró
a ocho de ellos en la plaza Vargas Torres, actual parque Calderón de
Cuenca, y el restante en el jardín de su casa en esa ciudad. En la
actualidad (2011), esos árboles todavía están en pie. Durante el Gobierno
de Antonio Borrero, amigo suyo, Cordero ocupó las funciones de Jefe
Político de Cuenca desde 1875 hasta 1876.
En el año de 1877, publicó algunas artículos en los que demostraba su
contrariedad con el Dictadura del Gral. Ignacio de Veintemilla. En 1880
envió a la Exposición Nacional de Guayaquil una colección completa de
cereales azuayos, minerales y plantas de esa provincia, obteniendo
Medalla de Oro y de Bronce, así como la designación de Miembro
Honorario de la Sociedad Filantrópica del Guayas.
Presidencia de la República Ecuatoriana
En el año de 1892, se acercaba el fin del mandato del Presidente Antonio Flores
Jijón y en el mes de enero se prepararon las elecciones. Cordero se presentó como
candidato para la Presidencia de la República.
Tuvo un resultado muy exitoso, pues ganó las elecciones presidenciales de 1892
con 36.357 votos, habiendo vencido a su adversario el Conservador Camilo Ponce
Ortiz con más de 10.000 votos, ya que éste obtuvo tan solo 26.321 votos.
El 1 de julio de 1892, se posesionó de la Presidencia de la República. En este
Gobierno, se designó como vicepresidente a Pablo Herrera, que renunció al cargo
en enero de 1894, volviéndose así nuevo vicepresidente el señor Vicente L.
Salazar. En esos días Cordero se estableció en el Palacio de Carondelet, en el cual
vivió con sus hijos e hijas.
Se encargó personalmente del pueblo de Chone, en Manabí, al que cantonizó el
24 de julio de 1894.
Venta de la bandera
En noviembre de 1894, China y Japón se encontraban en
guerra, y Japón necesitaba con urgencia y eficacia conseguir
armas de guerra para poder defenderse. Al ser notificado de
dicha guerra, el gobierno ecuatoriano se declaró ni neutral ni
beligerante, pues no tenía mucho interés en ese tema. Chile se
declaró neutral. Sin embargo, el gobierno de ese país quería
vender a Japón el crucero de guerra Esmeralda, acción reñida
con su neutralidad declarada. Entonces, para consumar su
propósito, los chilenos vendieron el buque de guerra al
gobernador de Guayaquil, José María Plácido Caamaño, quien
luego lo vendió a Japón.
Las negociaciones de la venta del barco se hicieron por medio de
Caamaño, que mantenía excelentes relaciones con Chile y con el
cónsul del Ecuador en Valparaíso, Luis Noguera, quien hizo a su vez
la doble transferencia del buque Esmeralda, figurando como que
Ecuador lo compraba a Chile y lo vendía luego a Japón. Este asunto
no habría tenido mayor importancia y no habría terminado tan mal
si el barco hubiera zarpado de Valparaíso llevando izada la bandera
japonesa, que era lo correcto, pues ya había sido comprado por
Japón. Pero, por error, zarpó con la bandera ecuatoriana y de esa
forma cruzó el océano Pacífico con destino a la ciudad de Yokohama,
Japón. Al haberse enterado de esto, Juan Murillo, quien había sido
desterrado a Chile en ese entonces, hizo en enero de 1895 una
denuncia enviando una copia del contrato de venta del buque.
Estalló entonces el escándalo y la denuncia fue presentada a la
opinión pública por los enemigos de Cordero, sin decir que fue Chile
el que ocultó la intención de utilizar emblema ecuatoriano durante el
viaje del buque. Los enemigos de Cordero manipularon toda la
información e hicieron creer que él hizo todo esto por dinero, cuando
desconocía en realidad este asunto; dijeron también que Cordero
había traicionado la soberanía de la patria, que había hecho
contrabando, que era un ladrón, etc... No sirvió de nada que
Caamaño haya confesado su abuso de confianza y se haya declarado
como único culpable de no haber conocido las intenciones chilenas
con respecto al uso de nuestra bandera, pues la oposición no podía
desaprovechar esta oportunidad para desacreditar al Gobierno. Este
hecho, cuyos únicos responsables fueron José María Plácido Caamaño
y el cónsul del Ecuador en Valparaíso, Luis Noguera, puso fin en al
Gobierno de Cordero y al período del Progresismo instaurado en 1884.
Llegó el 10 de abril de 1895, Miércoles Santo, cuando terroristas,
los sublevados y los anti Cordero gritaron: ¡“Viva la revolución, abajo
el Gobierno!” y decidieron que era el día perfecto para sacrificar a su
enemigo, comenzando así una violenta lucha en las calles de Quito,
que quedaron llenas de sangre. El presidente, junto a sus hijos Luis y
Miguel, los soldados y el pueblo, luchó con el fusil en mano durante
seis horas, desde las ocho de la noche hasta las dos de la mañana,
hasta que dominó a los sublevados que habían prometido matar al
presidente.
Cordero, para no poner su vida en más peligro y buscando la paz,
renunció la Presidencia el 16 de abril de 1895, tomando la posta
Vicente Lucio Salazar, quien tendría a su vez que renunciar el 5 de
junio del mismo año, día en el cual el general Eloy Alfaro subió al
poder. Cordero volvió a Cuenca, en donde tuvo una vida tranquila y
pacífica.