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54 julio-septiembre 1998 51 CIENCIAS NATURALEZA Y SOCIEDAD. ESCALAS DE ESPACIO Y TIEMPO Gerardo Bocco P or investigación socioambiental en- tendemos, genéricamente, aquellos procesos de modelamiento acerca de ob- jetos de estudio en los cuales la rela- ción entre naturaleza y sociedad es in- disoluble. Naturaleza, en este contexto, se refiere a lo que comúnmente conocemos como ambiente (con una dimensión territorial y en una coordenada temporal), donde se dis- ponen recursos naturales, cuyo aprovecha- miento, según diferentes racionalidades, está en la base del desarrollo de comunida- des concretas. Incluye tanto lo biótico — cobertura vegetal, hábitats— como lo abiótico —formas del relieve y suelos. Para estos propósitos, el término so- ciedad describe la actividad antrópica, in- cluyendo lo social, económico y cultural, en sentido amplio —aprovechamiento de los recursos y modificaciones del paisaje en términos de su antropización, esto es, de los efectos que tiene la actividad hu- mana sobre ellas. Mapa de México. Storia Antica del Messico de Francisco J. Clavigero, 1781

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54 julio-septiembre 1998 51CIENCIAS

NATURALEZA Y SOCIEDAD.

ESCALAS DE ESPACIO Y TIEMPO

G e r a r d o B o c c o

Por investigación socioambiental en-tendemos, genéricamente, aquellos

procesos de modelamiento acerca de ob-jetos de estudio en los cuales la rela-ción entre naturaleza y sociedad es in-disoluble.

Naturaleza, en este contexto, se refierea lo que comúnmente conocemos como

ambiente (con una dimensión territorial yen una coordenada temporal), donde se dis-ponen recursos naturales, cuyo aprovecha-miento, según diferentes racionalidades,está en la base del desarrollo de comunida-des concretas. Incluye tanto lo biótico —cobertura vegetal, hábitats— como loabiótico —formas del relieve y suelos.

Para estos propósitos, el término so-ciedad describe la actividad antrópica, in-cluyendo lo social, económico y cultural,en sentido amplio —aprovechamiento delos recursos y modificaciones del paisajeen términos de su antropización, esto es,de los efectos que tiene la actividad hu-mana sobre ellas.

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La investigación socioambiental que sedesarrolla actualmente en México y otrospaíses de América Latina, es resultado dela confrontación de los paradigmas domi-nantes en ciencias naturales —con el con-secuente y paulatino abandono de los con-ceptos reduccionistas— y la acogida deaquellos relacionados con la complejidad,lo interdisciplinario y posmoderno.

En México, esta investigación —quepuede considerarse incipiente en algunosambientes académicos, y marginal en rela-ción con las instituciones científicas oficia-les— está buscando una creciente forma-lización en la estructuración de modelosheterodoxos basados en experiencias con-cretas, especialmente —aunque no sólo—en el medio rural, en zonas de pobreza yde marcada etnicidad, sin por ello renun-ciar a su rigurosidad científica.

Temas como sustentabilidad, y pará-metros para medirla; deforestación, y sumonitoreo e implicaciones socioambienta-les; cambio del uso del suelo, y su causa-lidad natural y social; dimensiones socialesdel cambio global (a nivel regional); im-pacto ambiental, y modelos para medirlo;ordenamiento territorial y los conceptosy modelos necesarios, están en el centrodel interés académico, tanto teórico comoen experiencias concretas de manejo delos recursos.

A juzgar por recientes textos de Levin,Brown y McLeod, entre otros, la investi-gación en ecología tendería a establecervínculos entre los aspectos más “duros”de la ciencia y la toma de decisiones. Eneste contexto, el tema de las escalas (es-pacio-tiempo) está recibiendo cada vezmayor importancia, en especial a partir delos años 90. Sin embargo, ha estado pre-sente en los enfoques de los geógrafos derecursos naturales y ecólogos del paisajecomo parte integral de sus preocupacio-nes desde mediados de este siglo.

EL ESPACIO Y EL TIEMPO

El concepto de escala denota la resolucióndentro del intervalo de una cantidad medi-da. En otras palabras, se refiere a la dimen-sión espacial o temporal de un sistema. Esta

idea vale para lo espacial y lo temporal; deallí la conveniencia de manejar ambascomo componentes inseparables en inves-tigación socioambiental. Lo espacial y lotemporal son inherentes a los temas objetode la preocupación socioambiental. Por lotanto, las escalas (o bien las resolucionesespacial y temporal) deben formar parte delas condiciones de contorno de los siste-mas en estudio.

Los procesos socioam-bientales ocurren en un terri-torio específico; buena partede la comprensión de su na-turaleza tiene que ver con loscambios en el tiempo (estacio-nales, anuales o de largo pla-zo). La dimensión espacial esbásicamente abordada desdela geografía, y la temporal esmás bien interés de los ecólo-gos, pero se trata de una dife-renciación artificial y no refle-ja un concepto profundo.

Lo temporal es un ingre-diente en el modelamiento desituaciones hipotéticas (o bienocurrencias probables en elfuturo), y el proceso de inves-tigación por el cual podemosatacarlo es la detección delcambio y el monitoreo. La di-ferencia entre uno y otro esque el monitoreo (o segui-miento) supone algún tipo demodelo explicativo. El enfo-que suele denominarse global-mente como multitemporal.

Una herramienta funda-mental para abordar la cues-tión temporal es el análisis es-tadístico de datos temporales.Un simple promedio, acompañado de al-guna indicación de la variabilidad de losdatos, puede ser una buena indicación delcambio temporal, por ejemplo, de algúnparámetro meteorológico. Otras herra-mientas más complejas incluyen las se-ries y el análisis probabilístico de ocurren-cia de eventos extraordinarios.

Para la cuestión temporal, otra herra-mienta básica es el uso de imágenes obte-

nidas mediante la percepción remota, co-rrespondientes a diferentes épocas del añoo a diferentes años. Para ello es precisoorganizar las imágenes (o mapas) para sercomparadas según el mismo sistema dereferenciación espacial, por ejemplo co-ordenadas geográficas. Además, es pre-ciso considerar el problema de la resolu-ción espacial para poder desarrollar la

comparación temporal. La escala, por unlado, debe ser homogénea entre los datosa ser comparados. Por otro, la resolucióndebe ser la adecuada. De lo contrario, losobjetos a ser comparados pueden estarbien generalizados (y por lo tanto agre-gados en clases inconvenientes), o biendemasiado representados espacialmente.

De igual modo se utilizan índices —ba-sados en mediciones de las respuestas es-

Mapa de Tetela, 1581.

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pectrales— que describen la variación enel tiempo de la cobertura vegetal o de lascaracterísticas de los océanos o de masasde hielo.

Lo espacial es el otro ingrediente rela-cionado con la resolución de las investi-gaciones. Es relativamente más estáticoque el anterior, pero igualmente podero-so en el modelamiento de situaciones don-de la distribución de objetos de estudio esrelevante en la explicación y predicciónde su ocurrencia. Esto es básico en temasrelacionados con los recursos naturales ysu aprovechamiento y degradación en for-ma sustentable y no.

El enfoque fundamental para abordarlo espacial es el análisis geográfico y sulenguaje, la cartografía. En la actualidad,estos conceptos se ven complementadospor los sistemas automatizados de infor-mación geográfica. La generación del datose basa en buena medida en los sistemasde percepción remota: interpretación defotografías aéreas, imágenes de video ode satélite.

Lo espacial supone el manejo de en-tidades geográficas —puntos, líneas opolígonos— organizados en un sistemade coordenadas conocido, y su utiliza-ción en la formulación de modelos espa-ciales —mapas, en general automatiza-dos— y el análisis espacial: vecindad,proximidad, adyacencia, sobreposición,generalización y clasificación, etcétera.La complejidad de los problemas que seanalizan requiere aproximaciones suce-sivas, esto es, del trabajo a varias esca-las: de lo general a lo particular, de lomacro a lo micro (y viceversa), de la in-terpolación a la extrapolación. Este en-foque se denomina multiescalar, y engeneral va acompañado de un conjuntode documentos integrados a lo largo deuna dimensión espacial.

La definición precisa de las escalas estan importante como (y una función de)el objeto y los objetivos de estudio. Así,un error es similar a un yerro en la selec-ción de métodos y técnicas. La escala esuna proporción (de realidad a modelo),pero también representa un cierto nivelde conceptualización del problema. Bue-

na parte de los problemas en la investiga-ción de paisajes radica en la incorrectaselección de escalas y los documentos(mapas, fotos, censos...) que de ella sedesprenden.

UNA RELACIÓN INTEGRAL

Lo temporal no implica naturalmentecambios graduales, paulatinos y muchomenos lineales. Un promedio puede serun valor carente de significado. Los cam-bios espaciales pueden ser casi impercep-tibles de año a año, pero responder a al-

gún estímulo que desencadene un proce-so en forma exponencial.

La relación entre la red de drenaje (esdecir, el conjunto de ríos y/o arroyos) deuna localidad y los eventos de precipita-ción-escurrimiento que la generan, pue-de ser un ejemplo de lo anterior. Esta redhidrográfica resulta de la suma de la acti-vidad que, año con año, el escurrimientoy las corrientes ejercen sobre las laderasy los valles. Cuando se producen eventosextraordinarios, esa red no puede con-tener ni evacuar la cantidad de agua quese concentra rápidamente, en especial

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en zonas semi-áridas de alta torrenciali-dad. En esos casos se producen inunda-ciones, pues los cauces no pueden trans-portar el caudal, y consecuentes deslaves.

La forma de analizar el problema esmanejar la escala temporal desde la pers-pectiva de eventos de recurrencia muybaja. Es decir, revisar la frecuencia de laocurrencia de eventos de gran magnitudy, por lo tanto, baja probabilidad de ocu-rrencia anual. La dimensión espacial, ysu resolución, debe ser lo suficientemen-te detallada para representar la red de dre-naje, las formas del relieve correspondien-tes (lechos menor, mayor, planicies deinundación, terrazas...) y las posibles ma-nifestaciones de los eventos extraordina-rios de precipitación en las laderas (remo-ción en masa, inundaciones).

Aunque resulte obvio, este tipo dereflexiones es crítico en el ordenamien-to de uso de suelo —tanto urbano comorural—, el aprovechamiento de sus re-cursos naturales y la planificación de lasactividades productivas.

LOS PLANES DE MANEJO

La realización de un plan integral del ma-nejo de los recursos naturales disponi-bles para una comunidad específica su-pone el conocimiento de los aspectos es-pacial y temporal de tales recursos. Enotras palabras, se deben conocer su his-toria, la dinámica de su desarrollo y apro-vechamiento, y su arreglo o disposiciónen el espacio comunitario. Supone tam-bién que se contemple tanto el uso comola conservación de la diversidad bioló-gica, paisajística y cultural en el grupo.

Para ello, es preciso usar el dato geográ-fico, un descriptor del objeto en estudio enel espacio y el tiempo. El dato geográficose mide según rangos, y dentro de ellos, deacuerdo con ciertas resoluciones. Los datosgeográficos son de índole tanto biofísica(ecogeográfica) como socioeconómica ycultural. Los datos geográficos nos permi-ten describir en forma integral los recursosnaturales de una comunidad, sus usuarios yel resultado de este aprovechamiento. Elanálisis se realiza en un eje temporal espe-

cífico, de manera que eldato geográfico se evalúaen su dinámica de cambio.

Los datos geográficosexpresan, en forma com-putarizada, la relaciónque en toda comunidadexiste entre la oferta am-biental y la demanda so-cial en un tiempo y es-pacio determinados.

Las herramientas dis-ponibles para poder de-sarrollar planes integra-les de manejo son de ín-dole bien conceptual obien técnica. Las prime-ras se refieren a las uni-dades paisajísticas (eco-geográficas) necesariaspara: 1) almacenar el co-nocimiento acerca de ladistribución de los recur-sos naturales; 2) evaluarla aptitud productiva delterritorio; 3) evaluar losconflictos potencialesentre aptitud y uso ac-tual. Así, estas unidadespermiten organizar espa-cialmente a la comuni-dad un proceso que se co-noce como ordenamien-to territorial, y que operacomo elemento funda-mental del plan de mane-jo integral comunitario.

Las herramientas téc-nicas se refieren al conjunto de procedi-mientos que sirven para observar y moni-torear los recursos naturales, así como al-

macenar y analizar el resultado de estasobservaciones. En otras palabras, los Sis-temas de Información Geográfica (SIG) y

los sistemas de percepción remota, en for-ma integrada, son herramientas para creary manipular datos geográficos.

En este contexto, los SIG permiten elmanejo de una gran cantidad y variedadde datos abióticos —rocas, formas del

Un plan integral de manejo de los recursos naturales de unacomunidad específica, debe partir de conocer su historia, ladinámica de su desarrollo y aprovechamiento, y su arreglo odisposición en el espacio.

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relieve y suelos—; bióticos —flora yfauna—; socioeconómicos —capital de-mográfico, producción, circulación y con-sumo de bienes—, y culturales —cosmo-visión comunitaria, toponimia, etnocono-cimientos. Buena parte de los datosexisten en formato analógico o digital(mapas, censos, encuestas...) que en Méxi-co son elaborados por el Instituto Nacio-nal de Estadística, Geografía e Informáti-ca. Otros datos deben ser creados espe-cialmente por la comunidad. Para ello serecurre a técnicas de interpretación de fo-tografías aéreas y/o de imágenes obteni-das desde satélites.

Las unidades ecogeográficas tienenpor base las unidades de roca, relieve ysuelos, que describen los resultados delos cambios topográficos: rupturas dependiente, cambios de altitud, en térmi-nos de las formas de relieve, la hidrolo-gía de las laderas y desarrollo de suelosresultantes. A estas unidades geomorfo-lógicas se deben ligar las unidades devegetación y hábitats de fauna, para asíconfigurar unidades integrales, biofísi-cas, de paisaje. Estos procesos de inte-gración se realizan en el marco del SIG,con apoyo en trabajo de campo y per-cepción remota.

Estas son las unidades básicas que seevalúan en términos de su aptitud. Al pro-ceso lo conocemos como evaluación detierras, y se realiza para diferentes siste-mas productivos (agrosilvopastoriles), se-leccionados por la comunidad. Cada uni-dad tendrá un cierto grado de aptitud parauno o más sistemas productivos. El proce-so desemboca en la definición de unida-des no sólo biofísicas sino productivas.

Estas son las unidades de manejo co-munitarias y representan la última etapadel análisis ecogeográfico puesto en prác-tica en un SIG. Son parte básica de la in-formación para la toma de decisiones co-

Geographiae opus novissima, 1513

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munitarias generadas en un SIG, y consti-tuyen uno de los ejes fundamentales delos planes integrales de manejo comuni-tarios.

UN EJEMPLO: LA DEFORESTACIÓN

La deforestación es uno de los temas quemayor atención ha concitado en cuanto ala investigación de índole socioambien-tal. Es un caso específico del cambio enel uso del suelo, cuestión fundamental querequiere atención especial en lo espacialy temporal. De por sí, en el proceso dedeforestación se presupone eluso de lo espacial y lo tempo-ral, ya que el cambio de, porejemplo, bosque a otro tipo decobertura se da en ecosistemasque ocupan unidades territoria-les específicas (paisajes), y sur-ge de la comparación entre dostiempos concretos (tiempo 0 ytiempo 1).

La explicación de este proceso —quetiene importantes consecuencias en la di-námica de los ecosistemas afectados—es de índole social. Sólo en circunstan-cias muy específicas puede deberse aprocesos de cambio no antrópico (a lolargo de dimensiones geológicas, porejemplo). Es decir, sólo podemos enten-der la deforestación si analizamos pro-cesos en tiempos distintos, en un territo-rio, pero debido a procesos que puedenhaberse originado en otros espacios, in-

Este artículo se basa en una ponencia presentada ante el

Diplomado “Problemáticas ambientales desde la perspec-

tiva del género”, dentro del curso-seminario “La dimen-

sión humana del cambio ambiental global desde la pers-

pectiva del género”. Se agradece la invitación de la maes-

tra María Fernanda Paz para participar en el diplomado.

Gerardo BoccoInstituto de Ecología, Universidad Nacional Autónoma de

México (Unidad Académica Morelia)

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En la deforestación, como en otros te-mas similares, la escala de tiempo que nosinteresa es la antrópica o agronómica. Estambién la que podemos medir, con cier-ta confianza, utilizando técnicas conven-cionales con diferentes grados de preci-sión. En cuanto a lo espacial, poder rela-cionar las áreas de cambio con los paisajesa los que corresponden, nos permite en-

tender las repercusiones sobre otros com-ponentes del paisaje (el agua, por ejem-plo), predecir patrones futuros, e inclusoextrapolar conclusiones a otras regionesecogeográficamente similares.

El manejo del recurso forestal y sucambio en tiempo, puede empezar con ladescripción de la zona ecogeográfica (porejemplo, bosque templado en terrenosvolcánicos a nivel regional: la meseta ta-rasca), para luego describir la problemá-tica a nivel de un municipio o comuni-dad, y finalmente estudiar el aprovecha-

miento de bosque en una parcela. El pri-mer nivel requeriría de imágenes de saté-lite y mapas al 1:250,000 (donde un cmen el mapa representa 2.5 km en la reali-dad); el segundo de fotos aéreas y mapasal 1:50,000 (donde la relación es de 1 cma 500 m); finalmente, el tercero requeri-ría de un plano detallado, con levanta-miento topográfico sobre el terreno (1 cmigual a 10 ó 20 m). Este tratamiento pue-de hacerse doblemente complejo analizan-do, además, los cambios de la coberturaforestal en el tiempo. En estos casos eluso de sistemas computarizados es casi

imprescindible.

CONSIDERACIONES FINALES

Quedan planteados algunos te-mas centrales en torno a la cues-tión socio-ambiental y sus esca-las espacial y temporal. Las he-rramientas e instrumentos para

las mediciones requeridas están bien es-tablecidos técnicamente. Existen diferen-tes métodos para representar y medir cam-bios en el tiempo y el espacio. El proble-ma central es más bien qué variablesmedir, con qué resolución y cuál es la pre-cisión esperable. Ello condicionará lasconclusiones que puedan derivarse de losestudios de monitoreo en espacios y tiem-pos concretos, y la alimentación de mo-delos relacionados con los cambios pla-netarios y sus implicaciones en espaciosregionales, a corto y mediano plazos.

Los procesos socioambientalesocurren en un territorio específico;

buena parte de la comprensión de sunaturaleza tiene que ver con los

cambios en el tiempo.