CapÄtulo 1.

Perlman

-Cielo, hora de irse….

No s� quien se invent� que el levantarse temprano har�a que Dios te ayudara, porque en m� caso lo dudo, me niego a abrir los parpados, sencillamente no quiero, mi padre suaviza su tono de voz para llamarme, soy inmune, ni el canto de ninfas me har�an levantarme. Empiezo a dar vueltas en la cama, me coloco la almohada encima de mi cabeza, pero su voz cantarina me est� sacando de mis casillas. Detesto levantarme temprano, aunque en honor a la verdad ni s� qu� hora es. Amo dormir, leer y cantar. Si no estoy cantando ni muchos menos leyendo entonces que mejor que dormir, pero la voz de mi padre no me deja.

-Peach se te har� tarde.

Peach Marie Hoop, ese en mi nombre, llevo el nombre de una fruta, rica en potasio, magnesio y fosforo, adem�s que es buena para el coraz�n, estomago y ri�ones. A quien quiero enga�ar. Nunca comprend� que de tantos nombres hermosos y ex�ticos que existen, tengo el nombre de una fruta. Al principio pens� que mi padre estaba medio drogado, pero con el tiempo puede ver que hay nombres m�s raros que el m�o, la buena de Google me hizo descubrir que hay pap�s que les ponen nombres a sus hijos bastantes esquizofr�nicos como Piloto Instructor, Audio Ciencia, Oso Azul y la lista sigue aumentando. Nac� en Vaduz, Liechtenstein. Somos un pa�s independiente muy peque�o que se encuentra entre Suiza y Austria. Debido a nuestras liberales pol�ticas fiscales y bancarias, somos un pa�sque tiene m�s empresas que habitantes.

-Cari�o por favor baja.

Puedo percibir que el tono de mi padre ya no es cantar�n, est� perdiendo la paciencia, no es bueno para su salud. Decido levantarme, por m�s que lo intente no podre dormir, y �l no me dejara. Fijo la vista en mi mesita de noche, ah� est� mi retrato junto con pap� cuando me llevo al museo de peque�a, mi coraz�n se infla al ver la cara de mi papa, tan feliz conmigo, lo amo hasta rabiar, me levanto de mi cama y tomo la foto en mis manos, siempre lo hago, mi padre es lo �nico que tengo, y s� que nunca me llevare el premio por ser la hija m�s empalagosa del siglo.

-Peach Marie por favor, baja.

Mi padre Herbert Hoop siempre me ha dicho que lo primero que le vino a la mente fue la imagen de un melocot�n, cuando me vio. La pobre de mi madre ni tiempo le dio, muri� de algunas complicaciones en el parto. Nunca la conoc� y eso duele mucho. Pap� trato de llenar ese hueco, lo admiro, pero es imposible no importa qui�n te crie, siempre vas a querer estar con tu mam�. Vivir�s con la duda de c�mo hubiera sido si ella estuviera aqu�

-Peach… cari�o vamos a llegar tarde. La voz lastimera de pap� es mi motor de arranque. Me dirijo al ba�o, me miro al espejo y mi aspecto es lamentable, solo en las pel�culas las chicas se levantan como reci�n salidas del sal�n de belleza. En la vida real es otra cosa. No s� por d�nde comenzar, ir� primero a la ba�era, el agua me despejara un poco.

-Peach, baja por favor.

Acabo de ba�arme, cepillar mis dientes y cabello en tiempo record. Ahora viene lo peor elegir ropa, me vuelvo un ocho a la hora de elegir la ropa del d�a, al final me decido por un sweater cuello v color verde esmeralda, unos jeans desgastados junto con mis botines. Nada de accesorios, un poco de gloss para los labios y r�mel y listo. Tomo mi mochila y salgo por fin de mi habitaci�n.

-Pap�. �Donde estas?

Empec� a llamarlo desde que Sali de la habitaci�n, ya hasta baje las escaleras llam�ndolo y no me contesta. Llego a la cocina, y veo mi almuerzo ya listo y empaquetado, con que tendr� que comerlo por el camino, no me gusta, pero por lo que veo mi padre ya tomo la decisi�n por m�.

-Pap� donde estas, llegaremos tarde. Ahora soy yo la que esta agilizando las cosas para irnos. Soy sorprendente. Lo llamo varias veces. Escucho unos ruidos y me dirijo a la sala de estar, ah� encuentro a mi pap� buscando algo.

-Hola, pap� estoy lista.

Ni siquiera levanta la vista, est� muy concentrado buscando ese algo que no s� que es.

-�Necesitas ayuda?

-�Eh? Mi padre levanta la mirada y la fija en mi... �Ah! La princesa se digno a bajar, ya era hora Peach estamos tarde, y sabes que detesto llegar tarde.

Algo t�pico de mi padre, si llega 30 minutos antes de la hora acordada, para �l eso es llegar tarde. Esa puntualidad extremista mi gen no pudo captarlo cuando fui concebida. Le hago una leve reverencia, si me considera una princesa, quien soy yo para llevarle la contraria.

-Mu�vete Melocotón.

Me pasa por el lado, buscando el objeto misterioso. Si me digiera que es lo que busca, lo ayudar�a con gusto.

-Te pregunte si necesitas ayuda.

-Sé que lo deje en algún lugar Melocoton. Dice eso m�s para s� mismo que para m�. Amo a mi padre con todo mi coraz�n, pero cuando empieza a hablarme en espa�ol, en verdad mis convicciones filiares entran en un conflicto descomunal, soy mala con los idiomas, en especial el espa�ol, solo puedo entender a mi padre hablarlo, escuchar espa�ol por radio o televisi�n es otra cosa.

Mi padre recorre todos los rincones de la casa, hablando para s�, reproch�ndose lo olvidadizo puede llegar en ciertas ocasiones. Mi pap� naci� a finales de los juegos de inverno del 1972 y a la edad de 24 a�os ya me ten�a en sus brazos, mi padre se gradu� con honores en ciencias econ�micas adem�s de poder hablar en 5 idiomas pero su favorito es el espa�ol. Pero creo que sus estudios no dieron resultado cuando no pudo calcular bien y como resultado tiene a su lado a su Melocotón.

-Pap� si me dices que estas buscando, te puedo ayudar. Ahora si ser� por tu culpa que llegaremos tarde.

- Estoy buscando una hoja en donde anote algunas preguntas para un examen sorpresa que pienso dar.

-Sabes pap� le hago un favor a tus estudiantes, si hago que no llegues a dar ese examen sorpresa.

Un dato importante de mi padre le encanta dar ex�menes sorpresa. Y eso ayuda “tanto” a mi popularidad que creo que en alg�n momento me dar�n el certificado de la hija del desgraciado del a�o.

-Pobre del estudiante que no aventaje a su maestro, Peach.

-Guardarte eso da Vinci, sabes que en cualquier momento puedo morir apedreada por una multitud estudiantil.

-Eso nunca ha pasado aqu� en Vaduz.

-Siempre hay una primera vez, pap�.

-Te tirar�an flores.

-Con las espinas envenenadas, contraataco.

Mientras hablamos, enfoca su visi�n y encuentra la hoja. Su cara se ilumina y a m� me da por re�r.

-Bueno toma algo y v�monos, besa mi frente y sale corriendo hacia la titi as� bautizamos a nuestro mini Cooper amarillo, cuando lo fuimos a buscar a la agencia solo quedaba este y a mi pap� y mi nos flecho as� de simpe.

El suelo se ve nublado puede que antes de llegar a la escuela, empiece a llover. Si hubiera amanecido con un sol brillante, nos hubi�ramos ido en nuestras respectivas bici, pero eso ser� para otro d�a. Enciendo la radio y la voz de Ed Sheeran me enamora, Thinking out Loud empiezo a tararear enseguida. En el trayecto empiezo a tomar mi almuerzo, mi padre apaga el radio.

-No recuerdo verte salir este fin de semana, melocot�n.

-�Qu�? … Pap� me tomo con la guardia baja.

-William me comento que ese fin de semana hab�a muchas actividades para ustedes los j�venes. Mi padre alterna la mirada hacia m� y luego al volante es toda una proeza que no le d� tort�colis.

-Me invitaron a varias, pero ya sabes, quiero mejorar mi voz, y eso se logra con mucha pr�ctica y dedicaci�n.

-Melocot�n sabes que mi mayor deseo es que seas equilibrada. Deseo que salgas y te diviertas un poco claro est� con moderaci�n.

-Lo s�, pero en verdad ten�a que practicar, t� me repites que la pr�ctica hace al maestro pap�.

-Te perder�s muchas cosas, que son buenas descubrirlas a tu edad. Quieres terminar como la t�a Lucia.

-�C�mo? S� a que se refiere pero me encanta pincharlo un poco.

-Como la t�a Lucia, me confirma. - Que por estar encerrada en su juventud se perdi� de muchas cosas, ahora quiere recuperar el tiempo perdido, pero sus ocurrencias ponen en evidencia a la familia.

-Me das risa pap�. Te prometo nunca terminar como ella.

-Pero no sales Melocotón. Esa voz tan lastimera de pap� me afecta. Pero no puedo perder el tiempo, tengo que practicar, deseo poder ingresar a la Academia Real de M�sica, ah� solo esta lo mejor de lo mejor, de ah� mi inter�s.

-Deseo que descubras muchas cosas maravillosas, mi ni�a.

-Como tener sexo. Tema espinoso para mi padre, mi salvavidas especial a la hora de dar por terminado una conversaci�n.

-No me refiero a eso y lo sabes, y ya sabes mi sentir al respecto con ese tema.

-Pap�, este fin de semana ten�a que practicar y lo sabes, pero lo pensare.

-Si deseas yo puedo ayudarte para que te distraigas este pr�ximo fin de semana.Mejor que me torture la Gestapo a que mi padre “trate o intente” arreglar mi fin de semana.

-Gracias pero no, Trianna y yo tenemos planes para este pr�ximo fin de semana.

-Excelente, Melocot�n.

Llegamos al Liechtensteinisches Gymnasium. Papa toma su malet�n y yo mi mochila y nos encaminamos a nuestros respetivos lugares.

-Si deseas puedo darte algunos consejos de baile, si deciden bailar en unas de las fiestas que dan tus amigas.

- Gracias Tony Manero, pero vives en el pasado, el disco est� muerto, viva lo electr�nico.

-Te agradezco el cumplido pero sabes tengo la impresi�n que captaron algunos de mis pasos para realizar la pel�cula.

No puedo contener la risa. – Papa eras un ni�o cuando esa pel�cula sali� al aire.

-Ves soy todo un prodigio.

-Lo que t� digas papa.

Me encamino directamente al aula de lenguas, al entrar mi mirada choca con la de mi alma gemela, bueno no tan gemela, pero es mi amiga, hermana, c�mplice y confidente Triana. Nos conocemos desde siempre, su abuelo es el mejor amigo de mi abuelo, su padre es el mejor amigo de mi padre y lo dem�s es historia, si…algunas tradiciones no pueden romperse.

Triana tiene la rara idea que un estudiante no debe de sentarse frente a frente al profesor por que da la impresi�n de ser m�s inteligente de la cuenta. Pero si se sientas en la �ltima fila de atr�s das la impresi�n que eres m�s menso. As� que seg�n la m�ster en proyecciones estudiantiles lo mejor es sentarse en el medio.

Trianna me mira como si quisiera estrangularme, pero la conozco bien. S� que me va a rega�ar. As� que me hare la loca, a veces funciona con ella. -�Como estas? Me siento a su lado, acomodando mi mochila.

-Como tienes el descaro de hablarme. Toma una pose altiva, se endereza y me mira de reojo.

-Tri te dije que no ir�a.

-�No!. Trianna se voltea hacia m� y mueve sus manos fren�ticamente.- Me dijiste “Tri lo pensare y te prometo que te llamare” algo que no hiciste Peach.

-Estaba practicando.

-Mira Joan Sutherland, si sigues as� te quedaras sin voz, sin amiga y con la esperanza de que ponga en tu lapida “Aqu� descansa una muda que muri� af�nica”.

-�Oye! No seas cruel, adem�s lo que dices no tiene sentido.

-Bueno mejor pongo “As� era mi vida como estoy ahora, tiesa y fr�a”

-D�jalo ir Trianna. Me quedo mir�ndola con los ojos de una oveja antes de ser sacrificada para que me deje tranquila.

-No me mires as� que no te mostrare lastima. Trianna se queda un segundo sosteni�ndome la mirada con el ce�o fruncido y de repente como bipolar que es, se abalanza sobre mi

- Tontica sabes que no puedo durar m�s de una mil�sima de segundo enojada contigo, este fin de semana la pase genial.

-Que bien. Ahora voy a seguir esa l�nea para que se olvide y empiece a ametrallarme con su historia de fin de semana.

-�Peach! No me estas escuchando.

-�Claro! Qu� te pasa, estas muy sensible hoy. �Me dec�as?

Trianna pone los ojos en blanco. Te dije que hice un acto de bondad.

-�Un acto de bondad? Les dir�s a tus padres que por fin de iras del pa�s.

-Claro que no, morir�an sin m�. El acto de bondad te lo hice a ti as� que adivina.

-Soy mala para las adivinanzas y lo sabes.

Ella empieza a tocar el piso con la punta de su bota fuertemente claro indicio que no acepta un no por respuesta.

- Jugaste al p�quer y me dar�s el 50%.

-No me gusta el juego y lo sabes. S� m�s creativa por favor.

-�Viaje a Legoland?.

-Ni en tus sue�os. Empieza a verse las u�as, clara se�al de que va a explotar en cualquier momento. Pero soy razonable y s� que la mejor manera de salir con vida de aqu� es siendo humilde y sincera.

-Trianna me rindo.

-Estaba esperando a que te rindieras porque sé que nunca lo adivinarías.

A veces la odio pero al ver esa cara de pato al final de la temporada de caza se lo perdono.

-Resulta que el viernes Jude me invito a tomar un helado, ¡Horrible por cierto! No sabía que era peor escuchar a Jude o aguantar el malestar en mi estomago, me excuse y me dirigí al baño, ya dentro escuche a unas chicas hablando de una tal Beca Perlman. Eso me dio mucha curiosidad por que nunca la había escuchado. Así que el sábado después que mi estomago me perdono por haberlo maltratado, hice mi búsqueda por internet. Solo encontré información muy superficial, así que llame al profesor Kurt, y juntos pudimos contactar a las personas responsables de la Beca aquí.

-¿Entonces, que paso? ¿Por qué tanto secretismo con esa beca?

-No me estas escuchando. Esa Beca es la meca de las Becas, no es muy conocida, porque no quieren llamar la atención de personas innecesarias.

-Es una Beca Clasista.

-En parte, solo pueden competir lo mejor de lo mejor.

-Entonces ¿por qué llamaste al profesor Kurt?

- Bueno pensé que él podría saber. Y di en el clavo. Además de una manera u otro tendría que llamarlo.

-¿Por qué?

-Uno de los requisitos es una carta de recomendación de un experto en el área donde quieres optar.

-¿El profesor Kurt acepto? ¡Cantas peor que un ganso estrangulado!

-¡Que te pasa! Si canto como lo cisnes.

-¿Lo sobornaste?

-Pues no. Me pase todo el fin de semana, llenando formularios y enviándolos.

-Estas de verdad muy interesada, pero no me has dicho en qué consiste la dichosa Beca Perlman.

-Bueno consiste en una serie de competencias, las primeras serán por instituciones estudiantiles, después pasaran a las regionales y por ultimo por países.

-Pero no has respondido a mi pregunta ¿Competencias de qué?

-Peach a veces pienso que eres burra.

-Si fueras más especifica, no sacaría mi vena de burra.

-Las competencias son canto, baile o si tocas un instrumento.

-¿Iras por el baile?

-Claro que no, iras tu. Me paro de la silla como si me quemara, ¿Pero qué tomo Trianna? Me quedo mirándola esperando que me diga que es una broma.

-¡Te estoy dando la oportunidad de tu vida!

-¡Beca Perlman¡ ¡Estás loca!

-Baja la voz. Trianna se para de la silla e intenta abrasarme.- P no es para tanto, no pensé que te pondrías así.

-¡Que me calme¡ En el fondo sé que estoy montando una escena bastante ridícula.

-Cálmate, y deja el drama. Ya estas apuntada solo tienes que mandar tu ensayo.

-Ensayo. Mi voz sonó chillona.

-Si ensayo, no es nada del otro mundo, solo tienes que escribir que sientes cuando cantas.

-¿Que siento cuando canto?

-Si tonta, te apunte en esa modalidad por eres la mejor. La Beca Perlman es solo para artistas en potencia, solo tienes que describir que sientes cuando cantas y porque lo haces. Eso es todo.

-¿Por qué me haces esto?

-Sé que quieres ir a la Academia que está en Londres, ¿No? Y ese seria tu boleto seguro.

-¿Tanta fe me tienes?

-Pues claro, tontica. Y si no ganas por lo menos te dejas ver. Según pude investigar los jurados son directores de Academias reconocidas a nivel mundial.

-Necesito ir al baño.

-Tú y tus problemas de retención de líquido. Me regaña.

-No tengo ningún problema de retención. Salgo corriendo, necesito un baño. Para que mentir cuando estoy nerviosa me dan unas ganas fuertes de orinar. De camino a los baños no puedo dejar de pensar que Trianna está loca, ella mejor que nadie sabe que cuando estoy enfrente de personas extrañas tartamudeo, me vuelvo nada.

Si Trianna ya me apunto sé que no tengo escapatoria lo más seguro es que buscara aliados. Llego a la puerta de los baños y la encuentro cerrada, intento una vez más abrirla pero está cerrada, voy a forzarla, me estoy volviendo una personas histérica pero es la urgencia del momento.

-Lee el letrero cachalote Me grita alguien.

Miro hacia arriba para ver que dice. En reparaciones, estupendo ahora quieren que vaya a otro pero ese me queda lejos y no sé si podre llegar. Pienso en Mary mi maestra de economía, un amor, en su oficina hay un baño. No tengo que pedirle permiso, le dejare una nota explicándole por que use su baño.

Matare a Trianna, me concentro en recrear el crimen para no concentrarme en el hecho que tengo que usar el baño, visualizo la oficina de Mary y entro más rápido que una gacela, pero para descubrir que también está cerrada, hoy no es mi día, cuando me giro para irme escucho que hay alguien dentro. Aleluya. Toco un poco fuerte.

-Oye si ya acabaste, puedes salir rápido es una emergencia.

-Acabo de entrar dame unos minutos. Y deja de tocar así la vas a derribar. Tengo los nervios de punta, sé que nada justifica el melodrama que estoy montando, pero soy una mujer, con mucho estrógeno y puedo darme el lujo de ser dramática cuando quiera.

-Bastardo, te estoy diciendo que es una emergencia y quieres que te de unos minutos.

- Mis padres estaban casados cuando me procrearon.

-¡Abre la puerta! Le grito, no podre retenerlos por mucho tiempo.

-Te dije que en unos minutos, ya estoy terminando, cuenta ovejas eso te ayudara.

Cretino. Pero que se cree, que cuente ovejas. Debo de irme por el lado amable.

-Por favor, necesito el baño. Le suplico.

-Casi acabo, no me apresures, cuando lo haces más me demoro. Siento la urgencia de patear la puerta, pero cuando siento que mis pantalones están más frescos de la cuenta, sé que ya no necesito el baño.

-Sabes qué. Le grito.-Ya no lo necesito, infeliz bastardo.

-Es una pena, porque ya te iba a abrir la puerta, que tengas un feliz dia.

Si no me voy lo mato, no s� quien es. Pero si no me voy lo estrangulare con mis manos, no soy una persona violenta, pero a veces uno tiene que hacer lo que tiene que hacer.

*******

Me sent� cerca del estacionamiento, gracias que pude encontrar un ba�o y “secar” mi pantal�n sin mencionar que llegue tarde a mi clase de filosof�a. Junto a mi estaba Trianna que despu�s de mucho dialogo comprend� que no tenia escapatoria. Busco amparo en Luccas Toscani mi otra alma gemela, nos conocimos al entrar a la Matura,, el es descendiente de italianos pero se considera ya parte de la peque�a ciudad de Vaduz, analizando bien a Lucas no puedo etiquetarlo en ningunos de los reglones establecidos, si bien Luccas es muy guapo puede que tal vez adorne una que otra portada con su metro ochenta, ojos celestes y mas rubio que el sol, muchos pensaran que posee una belleza t�pica, puede ser, pero pasan por alto su gran coeficiente intelectual de 184, para m� es todo un genio.

Luccas siempre comenta que quiere especializarse en f�sica qu�ntica, y s� que llegara lejos, yo paso mis materias de f�sica con A, gracias a que copio de �l, �Dije eso? Me retracto no copio solo me beneficio del cerebro de mi amigo.

-Y entonces il mio impegno, en que te meti� esta strega cattiva.

-Mu�rete Pepe le Pew, le dice Trianna sin levantar la mirada de su revista.

-il mio amore, tu amor plat�nico es franc�s, yo soy italiano, expande tu conocimiento.

-Pens� que te har�a parecer m�s masculino Mario Bros.

-Impossibile. �Quieres que los �ngeles se pongan celosos de m�?

-Pueden callarse los dos, necesito concentrarme. Llevo m�s de una hora buscando inspiraci�n y solo he podido escribir en mi I-Pad, 65 caracteres, toda una haza�a de mi parte.

-No es mi culpa il mio amore. Sabes muy bien que existen ciertas persona egli mi ama. Siempre ha querido que la mi sposarla.

- �Est�s loco! Trianna tiro la revista. Miro al cielo como buscando iluminaci�n divina.

-�Y qui�n dijo Trianna?

-Te est�s refiriendo a mi Pepe le Pew.

-�Y no que era Mario Bros? �Acaso no tienes el complejo de princesita? �Deseas que te rescate y asi avere una sempre felici e contenti?

-Eso nunca pasara.

-Claro que puede pasar, siempre he sabido que tienes una vena de acosadora, secuestradora y quien sabe hasta de abusadora sexual. Y puede que a ra�z de todo ese trauma me diagnostiquen con el S�ndrome de Estocolmo, toda una desgracia para mi claro est�. Luccas cubre su cara con sus dos manos y finge un llanto digno de los premios Bafta, despu�s que deja el numerito Luccas le muestra todos sus dientes a Trianna. - En tu caso ser�a una bendici�n y cubre una vez m�s su rostro.

-Asino.

-�Ah! Ya veo que estas aprendiendo mi idioma. Luccas no aparta sus manos de su cara, pero podemos ver sus ojos a trav�s de sus dedos junto con su sonrisa al estilo Guason,

- D�jame decirte cuore, que debes hacer cola, y no pierdas tu sentido de urgencia. Luccas aparta sus manos de su cara y mira su reloj, pone una cara melodram�tica. – Apurate ragazza puede ser que te den un ticket y esperes hasta que este desocupado.

-Antes de salir contigo salgo con Darth Vader.

-Pero ragazza. Su cara toma una expresi�n bastante pensativa despu�s dice.- Pens� que �l era tu padre, debes de saber que ni yo y ni mi familia a la que t�, te mueres por pertenecer, nosotros no vemos con buenos ojos el incesto.

-�Basta ya! Ay Dios, �C�llense!, los llame a los dos para que me dieran la mano.

Y sacado de una escena de Dumb and Dumber me pasan cada uno una de sus manos. – No lo dije de manera literal, payasos. Por favor dejen ya de pelear y pongan sus cabezas en esto.

-Bueno, ve bambina a buscar unos refrescos, refiri�ndose a Trianna, la despide con un gesto muy arist�crata.

-Bueno Monello, ir� no porque t� lo dices, sino porque yo lo decido, as� tomo un poco de aire.

-Lo que calme tu llanto, ragazza.

-No uses mis palabras en m� contra, culo.

Al marcharse Trianna. No puedo evitar observarla, ella es una fuerza de la naturaleza, siempre me recuerda a la flor corazón sangrante, hermoso para la vista pero peligroso a

quien la ingiere. Con su corte al estilo pixie, morena de pies a cabella y con unos ojos color miel, “ex�tica” esa es la palabra que mejor la define.

Y que de m�, bueno me parezco a un melocot�n en verdad, pero describi�ndome objetivamente soy casi metro cincuenta, mi melena es abundante y voluminosa de color casta�o con toques claros, mis ojos son verdes y grandes con una forma de almendra que seg�n dicen eso es lo que lo hacen m�s llamativos, mi piel es p�lida menos mis mejillas estas tienen vida propia. Mis labios son carnosos y rosados, muchos dir�n hermosa, pero difiero de los dem�s, a mi parecer soy bonita. Y no puedo dejar de lado mis dimensiones que gracias a mis amigos he aceptado y llevo con mucho orgullo, nunca ser� 90/60/90 aunque en mi mente s�. Lo que pasa es que aun no he podido proyectarlo a la realidad. Peso 175 libras, no soy obesa pero tampoco flaca, todo depende de qui�n me mire.

-Tierra llamando a pesca.

-Exc�same Luccas, me dec�as.

-Que comencemos con tu ensayo antes de que llegue �rsula.

- Deja a Trianna tranquila. Empecemos, pero la pregunta es �Por d�nde?

-Facile por el principio, affetto, antes de escribir, debes de tener establecido el “porque”.

-�Qu�?

-�Dios m�o! Pesca la motivaci�n, �Cu�l es tu motivaci�n?

-�Motivaci�n? �Ah! Buena pregunta. �Cu�l es mi motivaci�n?, Simple y llanamente mi madre.

Luccas espera que abunde m�s, su cara de derrota me lo confirma.

- ÅSoffrono di ritardo mentale?

-Luccas solo entend� que te refieres a algo mental, y no es mental, es sentimental. Mi motivo es personal.

- ÇUuuhg! ÇIngannare! Te pregunte si tienes retraso mental.

-�Y qu� pregunta es esa?

- Affetto, la respuesta que damos cuando nos formulan una pregunta habla mucho de nuestra capacidad mental.

Mi cuerpo se tensa, no soy ninguna tarada. Luccas a veces se extralimita. Yo solo me limite a contestarle, si quería un discurso presidencial, levanta aplausos solo tenía que especificarlo

- Gracias por matar mi inteligencia, te concederé el honor de dar las últimas palabras en su honor en el sepelio.

-No gracias. Me hubiera gustado darlo al cuerpo presente, pero como ya se volvió ceniza, estaría como hablándole al viento.

-Podemos dejarlo ahí, y empezar una vez más con el ensayo. Se lo digo apretando los dientes.

-¡Na! Pues claro bellezza, si no te conociera pensaría que quieres morderme la yugular.

Nada más lejos de la realidad. Sé que estamos perdiendo mucho tiempo y debo de enfocarme en el ensayo. Me siento inestable, preocupada y ansiosa y todo culpa de la benevolencia de Trianna. Ella debió de consultarlo conmigo antes de armar todo este circo, al final ¿No soy yo la estrella principal? Paso varias veces mis manos por mi cara, tratando de quitarme algo que sé que no tengo. Quiero llorar, gritar como una desquiciada, odio sentirme así. Estoy perdiendo el control, no me sale más nada para agregarle a este maldito ensayo. Contemplo al cielo, buscando guía divina, y solo recibo un fuerte dolor en la pierna izquierda.

-Ayyyy, no seas bruto Luccas.

-Solo así te saco del hoyo negro donde estas dirigiendo tus pensamientos.

-Estoy nerviosa y ahora por tu culpa adolorida. Voy a escribir que mi motivación para optar por la beca es porque quiero cumplir el sueño de mi madre.

-No lo creo convincente, diles la verdad que eres un capodoglio y quieres hacerte la baríatica.

-¡Claro que no! ¡Estúpido! Y no soy un cachalote. Le grito.

Luccas adquiere una pose muy al estilo buda y aprieta sus parpados inferiores -Un ensayo con tintes dramáticos.

Yo en cambio estoy abrasando mis piernas con mis brazos, mis niveles de cortisona elevándose hasta el tope. -Un ensayo real. Lo digo con voz lastimera.

-Bellezza, debes de relajarte, pareces una cuerda de chitarra, por lo tensa que te ves. Y no me hagas Pentole. Vamos a relajarnos, ven acercarte a mí cioccolato. Ahora dame un abrazo de esos que te mueres por darme.

Cuando Luccas se pone en modo zalamero s� que no hay mujer en la tierra que se resista. Y aunque lo quiero como hermano, no soy inmune a su encanto. Cuando me abrasa, no puedo evitar mirar a m� alrededor, algunas chicas me miran con escepticismo, sabes que tendr�a que saber de magia negra para que un chico como Luccas fuera mi novio. Y aunque mis conocimientos en brujer�a son nulos, en saber pincharlas hasta rabiar soy una m�ster. As� que me recuesto m�s en el regazo de Luccas, toda una pose hollywoodense.

-Ya ver�s cuando menos lo esperes. �Puff! Ah� te llega la inspiraci�n.

No tengo ni idea de lo que acaba de decirme Luccas, estaba en mi modo de zorra. Cuando voy a pedirle que rebobine su espectacular discurso, escucho el rugir de un carro y acto seguido nos sentimos empapamos. Lance un grito de espanto, creo que hasta traque algo, bajo la vista y compruebo horrorizada que estoy llena de lodo. Ni muerta miro a m� alrededor, s� que soy un espect�culo en estos momentos, puedo escucharlas re�rse de m�. Compruebo que a Luccas le toco muy poco, yo me lleve la mayor parte, grandioso.

-�Qu� asco! Miro a Luccas desconcertada y humillada.

-�Cielo, orrore! Mira las mangas de mi camisa, aunque d�jame decirte que no eres un buen scudo.

-Antes de hablar, por favor, conecta tu lengua al cerebro.....

Deja de mirarme y busca con la mirada quien nos provoco esto, su cara su ilumina como ni�o en navidad -Ohhhh, mi Dio carrozza.

-�Qu�?.. fijo mi visi�n hacia la izquierda y miro a Janet, la chica de qu�mica. Lucas no tiene remedio. –Ser�s tarado, no me interesa ver a Janet cuando me acaban de convertir en mud girls.

-Pero de que hablas, si ahora me saliste miope. Es digno de ustedes, las mujeres que piensan que todos nuestros suspiros son por ustedes, mira la maquina que nos mojo.

-�Cu�l? �Eso? Lo apunto con el dedo.

-�Est�s loca!..!Es Audi r8 Coupe mia madre!

-Me importa un bledo. “Eso” acaba de mojarme.

- Cioccolato, “Eso” como t� lo llamas puede atropellarme se quiere. � E 'bello!

Cubro mi cara con mis manos, esto no puede estar pas�ndome a m�. Estoy llena de lodo, con unos amigos anarquistas e insensibles.

-Espera, el auto se detuvo si tengo suerte a lo mejor sale de M�nica Bellucci.

-Que importa qui�n sale, mira como estamos.

-Si questione, Bellezza. Mi atractivo no se minimiza por que este un poco sporco, es m�s le da un toque de hombre trabajador. Adem�s estamos hablando de la madre de mis hijos.

-Esa actriz es m�s vieja que t�, eres un crio. Se lo digo para restarle importancia a sus palabras. Luccas esta pose�do por el dios de la fascinaci�n automovil�stica. Pero la justicia divina viene a mi rescate y sale un tipo m�s parecido a Tommy Lee Jones. La cara de Luccas es todo un poema. El se�or se nos acerca. –Lo lamento mucho chicos.

-Descuide. No fue para tanto. Comenta Luccas.

Interiormente quiero matarlo. Si las miradas mataran que me condenen. Claro que no fue para tanto, la peor parte me la lleve yo. Mejor me callo.

-Difiero de usted, se�or. No calcule bien la velocidad, y el clima aqu� en Vaduz es interesante en verdad.

-S�, cuesta un poco adaptarse.

-Que puedo ofrecerles para recompensarlos, me siento muy apenado.

-Que tal, si nos permite dar una vuelta en su Audi.

El comentario de Luccas le parece gracioso al se�or. -Exc�seme, no me presente como es debido soy Akos Bodrogi, trabajo para la familia Rommel. Le extiende la mano a Luccas.

-Luccas Toscani, a su servicio.

-�Y la se�orita? Ahora se fijan en mi, �Grandioso!

-Peach Hoop, le responde Luccas, veo que se queda pensativo, al escuchar mi nombre. No eres el primero que se impresiona con mi nombre me siento tentada a decirle.

-Creo que su petici�n est� en manos de los se�ores Rommel, joven Toscani. Pero puedo ofrecerles 500 francos en compensaci�n. Lo dice con una voz conciliadora.

Mis ojos casi se salen de sus orbitas. Empaparme de lodo por 500 francos, �Excelente! No soy amante del dinero, pues no me considero una chica materialista, pero soy realista y s� que con ese dinero me comprar�a uno que otros caprichos. Tomare todo el dinero. Soy la que se embarro m�s en todo caso. Alguien aqu� tiene ser indemnizado.

Estoy sintiendo una epifan�a cuando escucho la voz de Luccas. -No se preocupe se�or, no lo necesitamos. Le sonr�e mostr�ndole hasta su �ltima muela. Ahora a Luccas le con ser el caballero honorable.

-�Puedo opinar? Siseo.

-�nsito, se�or Toscani.

-No se diga m�s. No vamos a acertarlo… �Verdad Pesca?

Aprieto los dientes, y empiezo a tomar peque�as respiraciones por la nariz. Mejor que Luccas se calle la boca. No salgo de mi estado estupefacto solo afirmo con la cabeza d�ndole la raz�n a Luccas. Siento ganar de llorar.

-Me hubiera gustado que aceptaran mis disculpas. Espero que nos volvamos a ver en otras circunstancias m�s favorables para todos, con su permiso.

Y as� de siempre se van mis 500 francos. Dirijo mi atenci�n a Luccas. – �Contento!

-�Qu� te pasa? Me pregunta desconcertado, y como por arte de magia cae en cuenta el porqu� de mi enojo. �Estas as� por el dinero?

-A veces puedes ser un verdadero tormento Luccas.

-ci� che � fatto � fatto.

Ni s� lo que me dijo. Ahora mismo no me interesa, hoy ha sido un d�a medi�tico para m�.

-Payaso le digo mi mirada.

-Mujerzuela contraataca Luccas.

-�Pero que les paso? Nos mira Trianna extra�ada por nuestro aspecto. Trae consigo una bandeja de refrescos en sus manos.

-Tuvimos un peque�o contratiempo, y se puede saber a �Donde fuiste t�, strega?.

- Trianna levanta una ceja, se toma su tiempo para contestar. - Fui a donde ten�a que ir, Fango Man.

No s� porque se pinchan tanto estos dos, a simple vista cualquiera que los viera parecer�a que es una escena de enamorados, pero estos se repelen hasta decir basta.

-No has contestado mi pregunta, “Alegr�a”.

Luccas se refiere al personaje de la pel�cula animada Intensamente. No puedo contener la risa, pero a Trianna no le hizo mucha gracia. Solo se queda mir�ndolo, pone sus labios en la pajita y absorbe su refresco, pero con la mano que est� sosteniendo el vaso le la da se�al universal de vete a molestar a tus ancestros.

-Mi tira gli artigli del gatto De repente Luccas se abalanza contra Trianna y le da un estruj�n y le ensucia la ropa, Me pregunto �C�mo Luccas pas� el Kinder Garten? Empieza a huir sin recordar que Trianna tiene muy buena punter�a.

En conclusión mi amiga me apunto como aspirante a optar por una Beca, me orine en los pantalones, me convertí en chica lodo y perdí 500 francos. Sé que soy la envidia de toda chica. Mejor me voy a casa. Tengo que preparar un ensayo que ni sé bien por donde comenzar. Espero que este día termine ya.

Capitulo 2

Sueños

Estimados miembros del comité:

Mi nombre es Peach Marie Hoop, estoy cursando el último grado de secundaria, poseo un promedio general de 8,8. Soy una alumna con un muy buen desempeño escolar, tanto académico, como disciplinario. De manera extracurricular pertenezco al grupo estudiantil de canto. Al ser bendecida con una voz estilo contralto, he participado en innumerables concursos, en donde ha obtenido las más altas calificaciones y premios. Detrás adjunto los documentos que acreditan mis palabras.

Mi deseo es poder ingresar a la Real Academia de Música en Londres, una institución que hace gala de su prestigio y distinción. Al optar como candidata a la beca Perlman podre costear los gastos y cumplir con el sueño de mi madre Alanis Hoop. En su juventud su sueño fue querer ingresar a dicha institución pero por fuerzas más poderosas que ella, no pudo realizar su meta.

Mi madre fue una mujer sumamente talentosa, poseedora de un gran corazón, un ser llenode vida, una gran soñadora. Y deseo encender una vez más esa chispa, me siento impelida a encender el grandioso sueño que mi madre abrazaba.

Dios bendijo a mi madre con la voz de un ángel, mi don lo herede de ella, quiero pensar que mi madre vive a través de mi voz. Por eso quiero honrar su recuerdo, necesito ganar la Beca Perlman y cumplir mi misión, nuestro sueño.

Es por este motivo que muy amablemente les solicito que consideren esta solicitud por medio de la cual les solicito mi participación.

Se despide

Peach M Hoop.

Con estas palabras doy por terminado mi ensayo, sin contar las incontables horas que dure escribiéndolas. Procedo a imprimirlo, y lucho contra el impulso de comenzar una vez más a

realizarle una que otra corrección. Lo leo por milésima vez, sé que tendré una vena un tanto pesimista y hasta masoquista, no me siento a gusto con lo que acabo de escribir, mejor busco la opinión de papá. Encuentro a papá en la cocina, al no estar mamá con nosotros, mi padre con el paso del tiempo se convirtió en todo un chef. No lo encomio muy seguido, temo que se vuelva un poco engreído.

- Papá. Me puedes conceder unos minutos.

Papá ni se inmuta con mi voz, lo llamo una vez más, y no obtengo respuesta. Me acerco más a él y compruebo que tiene puestos sus audífonos. Pongo mi mano en su espalda sin medir que por poco hago perder la cena, con el susto que se lleva mi padre al sentir el contacto de mi mano en su espalda, cuando por fin se recupera de su mini infarto

-Necesito que escuches esto.

-¿Qué? Me pregunta un poco ido.

-Papá, necesito tu ayuda, le digo con voz un poco lastimera, así evitando que se pueda negar.

-Melocotón, permite acabar esto, mira te estoy preparando papas a la francesa, tus preferidas.

-Grrr, ¡papá no son mis preferidas, son las tuyas! Lo que quiero leerte no tomara mucho tiempo.

-Está bien, lo que tú digas, pero estas papas se ven riquísimas.

Me pongo bizca, quien puede con mi padre, nos sentamos en la mesa de la cocina, aclaro mi garganta para controlar la ansiedad que estoy sintiendo. Hago contacto visual con mi padre buscando fuerzas poder para comenzar, el poder que me transmite su mirada me da las fuerzas para empezar:

-Estimados miembros del comité:

Mi padre se queda mirándome, sé que en el fondo no era buena idea leerle esto

-Hmmm ¿Que te pareció papá?

A mi padre nunca le molesto hablarme de mi madre, recuerdo que hubo un tiempo en que me llevo a todos los lugares que compartieron juntos, hasta recreamos fotos de ella, yo en su lugar.

Pero la negativa de mi papá a casarse me recuerda que nadie sustituye a nadie, y reconozco que soy egoísta, no quiero que ninguna mujer entre aquí en son de mi madre sustituta. Pero

no soy tonta, s� que mi padre tiene sus “salidas” pero como nunca he visto nada, en mi se cumplen estas palabras “ojos que no ven coraz�n que no siente”

-Bueno Melocotón, la verdadera pregunta aqu� es �Te sientes a gusto con lo que escribiste?

-�Cielos! �Lo sabia! �Pap� siento que la tierra se me viene encima! Mi voz empieza a quebrarse.

-Shhh. M� Aurora Boreal, no digas eso. Sabes que un pesimista es un optimista por experiencia…

-Snif, snif. Eso no tiene sentido.

-Exacto, m� Aurora. No tiene sentido que te presiones tanto. Lo que m�s que pueden hacer es denegar tu petici�n y eso no te va a matar �O s�?

-No, pero no deseo que lo hagan.

-Pues eso ya no depende de ti, m� aurora, lo que si depende de ti es enviar este maravilloso ensayo y deja el agua correr.

-Es f�cil para ti decirlo…

-Y es dif�cil para ti aceptarlo, vamos dime m� aurora, entre t� y yo quien es el que est� mal.

Entiendo en cierto punto a mi padre. Pero no puedo negar me soy media terca, y no tengo ganas de darle la raz�n. As� que optare en por desviar el tema.

-Pap� �por qu� me estas llamando aurora?

-Te llamo de esa manera porque me recuerdas a una Aurora Boreal. Cuando logras ver uno lo recuerdas para toda la vida, te preguntas como puede existir algo tan sumamente bello. Mi primera experiencia fue cuando conoc� a tu madre y luego al tenerte a ti.

Creo que mi padre me dice esto para desviar mi atenci�n y me concentre en sus palabras. Mi padre tiene vena de adulador, y no puedo conectar que tiene que ver eso con mi actual problema. En todo caso ahora s� porque mi madre cay� rendida a sus pies.

Mi padre se acerca, me abraza y susurra a mi odio. – Todo saldr� bien, no le pongas puertas al rio. Beso uno de sus antebrazos, pero el fuerte olor a papas quemadas interrumpe nuestra secci�n de amor filiar.

*********

Después de dos semanas, los organizadores de la Beca Perlman se comunicaron conmigo para informarme que tendría una entrevista con ellos. Analizando en retrospectiva me siento más ansiosa que antes de recibir su respuesta. Rápidamente hago un recuento de todo lo que debo de hacer, ayer en la noche prepare una lista, para que no se me olvide nada.

Enciendo mi reproductor de música, The lazy song de Bruno Mars se hace presente, es un hecho que hago las cosas mejor cuando escucho música. Decido escribirle un mensaje a Trianna por whatsapp.

-¿Estas?

Dejo el teléfono, espero que mi vida no dependa de la rapidez de respuesta de Trianna mediante los correos instantáneos, por que moriría. Así que aprovecho el tiempo y tomo un baño. Ya dentro me esmero, hidrato mi piel y mi pelo, al terminar me gusta la sensación de limpieza que tengo. La voz de Rihnna con Diamonds es el toque maestro para mi buen humor. Chequeo una vez más mi phone, y la princesa Tatjana ni se asoma.

En estos momentos necesito más que nunca los consejos de la señora misterio. Y no tengo a quien llamar en todo caso que no sea a ella. Abro mi armario y me siento indecisa que ropa elegir. Al final elijo una falda de color negro estilo campana que me llega hasta las rodillas, lo complemento con una chompa del mismo color, medias negras y zapatos tipo pulsera de tacón medio. Con la ayuda de unas horquillas, me hago una media cola. No me gusta mucho el maquillaje pero le doy vida a mis ojos con Kohl y brillo de labios, y ¡Voilà! Estoydivina

Bajo la escalera, en busca de papá, lo que puede hacer un poco de mimo a uno mismo en casi milagroso, después de terminar me siento con buen ánimo. Espero que esta sensación me dure todo el día. Al final Trianna se digno a contestarme y me confirmo que iría ella y Luccas a darme apoyo.

-¿Melocotón sabes dónde está el paraguas?

-Si papá, lo deje dentro de la titi ¿Por qué?

-Asómate por la ventana, y comprueba por ti misma.

Cuando me asomo por la ventana me pregunto ¿Dónde estará Noé con su arca? Está lloviendo a cantaros. En algunos lugares afirmarían que la lluvia es signo de buena suerte en cambio en otras seria todo lo contrario. No soy supersticiosa y ni por mucho menos pienso que esto esta presagiando nada. Al final de cuentas la manera de cómo te saldrán las cosas depende mucho de ti y de las personas que te rodean, no de cómo está el clima. Solo contamos con un solo paraguas, y no está al alcance ni de papá y mucho menos de mí.

Tendré que aventurarme hacia la titi, claro está haciendo mil malabares para no llegar toda empapada a la entrevista.

*****

-¡Puedes intentar calmarte! Si continúas así Bellezza, harás un hoyo que compita con el KTB.

-Luccas tiene razón. Mi Aurora. Relájate.

Desde que Sali de casa, he intentado serenarme. Que te evalúen apesta. No puedo evitar pensar que me preguntara, que contestare ¿Estaré a la altura de sus expectativas? Miro a mi alrededor, para despejar un poco la mente, estamos en el salón de actos de la escuela, así que este panorama no me ofrece mucha distracción que digamos. Según me explicaron en el mensaje que recibí de ellos, si paso esta evaluación, pasare a otra ronda.-Necesito ir al baño digo.

-¡Otra vez! Se asombran todos. Evito chocar mi mirada con la de Trianna, ella se cree que es una gurú de la moda y el buen estilo, desde que llegue aquí no ha parado de regañarme y reprocharme que he tirado al piso todos los consejos que me ha dado. En mi defensa a mí me gusto como me arregle. Fue la estúpida lluvia que tuvo que estropearme el look.

-Debe de llevarla a ver a un Uroginecólogo, le sugiere Trianna a papá. Le dedico una furibunda mirada, amiga traidora y cruel, en cambio ella me da una sonrisa breve y falsa.

-Vamos te acompaño, necesitaras de mis servicios se ofrece Trianna.

-Yo en tu lugar no iría, bellezza. Dio sa quali sono i piani che avete in mente.

-¿Tan mal me veo? Papá eres la cordura en este grupo ¿Cómo me veo?

-¡Deslumbrante como el sol!

-Pues no se quede mirándola mucho, señor Hoop, sabía que mantener la vista fija en el sol, puede ocasionarle ceguera permanente. Le contesta Trianna mordazmente a mi padre.

-No les haga caso a Elvira, Bellezza, para mí estas divina.

-¡Ya cállate, RuPaul! Yo soy la única que piensa que si los jurados la ven, pensara que es una adicta desequilibrada ¡La echaran, por Dios!

- ¿Questi strega gelosa? Trianna pone los ojos en blanco.

-¡Te odio!

- Love me quando meno me lo merito, è quando più ne avete bisogno.

Trianna se levanta y la sigo a trav�s del pasillo. Ya dentro me dice. – Se puede saber �Quien altero tu calendario P? Estamos en agosto no en octubre, deja los disfraces para despu�s.

-�Huy� �Yo no ando de disfraces, solo me moje un poco, no seas exagerada!

Me da la vuelta bruscamente para que quede de frente al gran espejo. Haciendo una revisi�n de da�os, mi cabello es un asco, mi ropa est� un poco mojada, y ni hablar de mi maquillaje. Lecci�n de vida, nunca preguntarle a un padre ni a un amigo incompetente como te ves.

-�Quien te asesoro? �Chi Chi LaRue?

-�Nadie me asesoro! Le contesto molesta. – �Adem�s es tu culpa, si contestaras cuando te llaman, esto no hubiera pasado!

-�Aja! Pues espero el primer cheque, princesa. Peach si prestaras atenci�n a m�s consejos, estas vestida para un funeral. Una pregunta despu�s que salgamos de aqu� �Iras a una audici�n de los locos Adams?

-Trianna vive y deja vivir.

-Tu selecci�n de ropa no te favorece en nada. Se hace como la que no me escucha, para seguir con su Fashion Police. - Peach seg�n el diccionario algo actual es “moderno y reciente”, me enfatiza con sus dedos esas palabras.

Volteo mis ojos hacia arriba. –Si ya terminaste de inspeccionarme �Me puedes ayudar?

-Pues claro, tontica, si�ntate y deja a esta artista trabajar. Trianna saca un mont�n de cosas de su bolso, secador de pelo, cepillos, maquillaje y un mill�n de cosas m�s.

-�Siempre llevas contigo todas estas cosas?

-Pues no, pero tuve una corazonada contigo y no me equivoque. Me gui�a un ojo la muy descarada, pero tendr� que dejarla trabajar. Si Trianna dice que andas mal, es porque andas mal.

– Oh la l�, h�gase el glamuor! Trianna es sumamente buena, he terminado con un mo�o chignon, restauro mi maquillaje, y le paso un poco de calor a mi ropa, aunque debo de despedirme de ella, amenazo con quemarme viva si vuelvo a combinarme as�. Al mirarnos a trav�s del espejo se dibuja en nuestros rostros unas sonrisas que crecen y crecen hasta convertirse en carcajadas. Pero somos interrumpidas por Luccas.

-Pesca, te acaban de llamar, y como s� que Trianna acaba de desfiguarte. Es mejor que te apures. Me vienen los nervios otra vez, junto con ellos… mi deseo de usar el ba�o.

*******

Al entrar al sal�n, me siento como Jennifer Beals en Flash Dance, cuando estuvo frente a frente con los jurados. Mis rodillas chocan entre s�, no s� si ser� cosa m�a, pero puedo escuchar su choque fren�tico.

-Hola. Saludo susurrando. Frente a m� se encuentran cinco personas, dos de ellos los reconozco. En que estaba pensando Trianna. Estoy parada frente a la creme de la creme del mundo art�stico. Quiero salir de aqu� lo m�s r�pido posible. Est�n muy absortos pas�ndose papeles entre ellos que ni se han percatado de mi presencia. Finjo limpiar mi garganta, para llamar su atenci�n, al parecer lo logro, porque unos de ellos se fija en m�.

-Soy Peach Hoop.

-S� qui�n es usted se�orita. Toma un papel entre los miles que tiene, se toma unos segundos para leer no s� que, luego levanta su vista a trav�s de sus lentes inclinados hacia delante, los endereza para darme una me mirada de desaprobaci�n. -Tiene una cara de tragedia, despreoc�pese se�orita porque ninguno de los aqu� presente somos can�bales. Pero le puedo asegurar que si somos expertos en detectar el talento.

Todos se r�en en complicidad en cambio �l a mi me brinda una sonrisa condescendiente el muy cretino. Una vez m�s toma la palabra.

-No puedo evitar impresionarme en la elecci�n que hicieron sus padres.

-Lo que paso fue que los impresione. Digo esto animada.

-Pues espero que nos pase tambi�n a nosotros al escucharla, en mi caso particular “detesto” que me hagan perder el tiempo.

Y como por arte de magia mi emoci�n muere estrepitosamente. Trago forzosamente saliva para mojar mi garganta este tipo es un iceberg.

-Mi nombre es Albert Bertolt Kauffmann, y soy el responsable de elegir en este circuito a la persona id�nea para optar por la Beca Perlman. A mi derecha se encuentra la pianista afamada mundialmente Anjali Mulay junto a ella Daisuke Kiyoko bailarina del ballet nacional de Z�rich. A mi izquierda se encuentran la respetable dama Iluminada Corsinodirectora de la Real Academia de Musica en Londres y no menos importante por mencionarlo de �ltimo le presento a sir Luke Lipowsi unos de los m�sicos principales de nuestro Rey.

Los saludos t�midamente levantado la mano. Iluminada Corsino, reconocer�a ese nombre aunque estuviera demente. Ella ser� m� directora cuando gane la beca, ya estoy

empezando a sudar frio. Tengo que dejarla impresionada a ella particularmente. No puedo evitar ponerme a fantasear, pero una insistente voz trata de sacarme de ahí.

-Veo que reconoce a la señora Corsino, señorita Hoop.

-¿eh?

-Está usted mirándola embobada, le sugiero que se concentre en mí si es que quiere hacer de nuestra mañana algo que recordar. Según las recomendaciones del profesor Garret, usted posee una voz excelente. ¿Está en lo cierto?

Este señor no conoce que para un mortal como yo, estar presente cara a cara con nada más ni nada menos que con la directora de la academia de tus sueños es algo emocionante e intimidante a la vez. Debo de esforzadme al máximo. ¿Cuál fue la pregunta que me hizo?

-Me puede repetir la pregunta.

-No. No me gusta repetir mis propias palabras. Un poco de atención de su parte señorita. ¿Sabe usted que hace aquí?

-¡Aja!

-¿Está usted bien, señorita?

-¿Por qué lo pregunta? Le respondo extrañada.

-Me da la impresión de que usted sufre de déficit de atención o de algo peor. Lo digo por sus respuestas ¿eh? ¡Aja! Lo dice haciendo una nefasta imitación de mi voz. ¡Pero cómo se atreve! Reconozco que no estoy dando una buena impresión pero aquí la que está hecha un mar de nervios soy yo, un poco de empatía de su parte estaría bien.

-Lo siento señor Kauldin,

-Es Kauffmann, señorita. ¿Se siente usted nerviosa? Me pregunta con un tono displicente.

-La verdad es que si señor

-¡Y me sorprende que este nerviosa! Levanta un poco la voz fingiendo asombro. Según en la hoja aduladora que nos envió el señor Garret, usted posee unos nervios de acero y una voz fenomenal. Lo dice con una media sonrisa en su rostro. ¡Nervios de acero! Y en donde. Dudo que el profesor Kurt haya puesto eso en esa hoja, a menos que alguien la haya alterado. Trianna en que lio me has metido. Mejor desvió el tema.

-Perdóneme una vez más señor, pero me he quedado impresionada al reconocer a la directora del la Real Academia de Música. Es un placer para mí conocerla. Ella asiente con la cabeza, parece que le gusto el halago.

-Deje los halagos para otro d�a. Y mejor conc�ntrese en impresionarme.

-S� se�or.

-Siento que he perdido tiempo valioso. Comencemos. La se�orita Mulay y la se�ora Corsino les gusto tu ensayo pero la se�ora Kiyoto y sir Lipowsi a�n persisten sus dudas.

Se remueve y endereza su postura en su silla, deja pasar como treinta segundos como para darle suspenso y misterio a lo que tendr� que decirme. -Tengo ante m� la espinosa tarea de hacerle unas preguntas para as� ayudar a mis colaboradores a tomar una decisi�n aceptada. �Se encuentra usted preparada se�orita Hoop?

Afirmo con mi cabeza, y reafirmo con mi voz.

-Se�orita Hoop, puede usted explicarnos �Qu� es un sue�o?

De todas las preguntas que aun no tienen respuesta. Me formula esta pregunta infantil y sin sentido. Siento que se burla de mi inteligencia. Debo de pensar bien mi respuesta, a simple vista se ve sencilla pero �Tendr� truco? Una manera de averiguarlo en contraatacando con otra.

-�Por qu� la pregunta?

-Le acabo de formular una pregunta simple y sencilla. Me mira como si tuviera dos cabezas. -El tiempo corre se�orita Hoop, aprov�chelo.

Aparentemente es simple y sencilla, debo de medir muy bien mis pasos. El se�or Kauffmann se las trae.

-Se�orita Hoop, percibo que se est� ahogando en un vaso de agua, no le d� m�s vuelta al asunto y lim�tese a contestar.

-Contestare si usted me responde, �porque me pregunta eso? Parece que no le gusta mi respuesta, busca algo en los papeles que est�n sobre la mesa. -Se�orita Hoop. Aprieta sus parpados como si se le dificultara leer lo que est� escrito en la hoja…-En su ensayo usted…

Este hombre me est� exasperando, siento los nervios de punto. -Por favor puede llamarme Peach, no estoy muy acostumbrada a responder por mi apellido. Esto provoca un leve murmullo entre los jueces.

-Como guste, se�orita “Peach” me resguardo en el protocolo. En fin en su ensayo la palabra sueño, usted la resalto varias veces, por eso mi inquietud. Ahora se�orita Peach, �Del�itenos con su respuesta!

Piensa Peach, piensa. Si, �desl�mbralo con tu elocuencia fenomenal! Y enciende el bombillo a tu Black Out cerebral. Cuando voy a contestarle me interrumpe.

-Señorita Peach, me tome el atrevimiento de buscar la palabra en el diccionario, y ¿Creo que la que más le identifica es? Leo textualmente para usted:

Sue�o: “Cosa que carece de realidad o fundamento, y, en especial, proyecto, deseo, esperanza sin probabilidad de realizarse”. ¿Es ese su sentir señorita Peach?

-¿No entiendo?

- La astucia puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda frase de Thomas Fuller.

-¿Qué?

-Señorita Hoop, el año pasado nos llego a nuestras manos una carta similar a la suya. Siempre la misma temática. Muerte de algún familiar, deseo de querer cumplirlo en pos del fallecido. Y etcétera, etcétera y etcétera. Una pregunta ¿Su madre en verdad está muerta?

-¡Usted me está acusando de que invente la muerte de mi propia madre!

-No sería ni la primera ni la última que recurre a esas artimañas.

-¿Pero conque fin a su parecer? Me hierve la sangre, estoy viendo todo rojo y eso no es bueno.

- ¡Provocar lástima! Me dice como si acabara de tener su momento Eureka. Tengo buen ojo señorita. Sé reconocerlos desde la distancia. Para su conocimiento investigamos a cada participante antes de llamarlos.

-Pues será usted miope

-¿Cómo dijo?

-Con todo el respeto señor. Primero usted no me conoce. Segundo sus supuestos investigadores no están haciendo bien su tarea, en lo que en mi caso concierne.

-Mida sus palabras, señorita.

-Usted me pide que mida mis palabras, pero que de usted señor Kauffmann, desde que entre aquí, no ha dejado de cuestionarme y poner en duda todo lo que digo.

Los ánimos están medios cargados, saltan chipas entre el señor Kauffmann y yo. No sé por cuánto tiempo nos mantenemos así. La voz de uno de los jurados nos saca de nuestra mini batalla. Es la señora Corsino. Al verla bajo un poco la guardia.

-Peach, haz escuchado a Adele

-Si señora.

-Nos gustaría que nos cantaras algo de ella. Te parece bien.

La señora Corsino transmite con su voz una sensación de tranquilidad contrario al señor Kauffmann. Debo de reconocer que ese señor me saca de mi estado de confort. Pero debo de concentrarme si deseo ganar.

-Me parece bien señora. Tienen una en mente o puedo elegir.

-Puedes elegir.

-Pues en ese caso interpretare Hello.

-Quieres unos minutos.

-No gracias, siempre estoy preparada. Lo digo dirigido a Kauffmann.

Bueno Peach este es el momento de lucirte. Demuéstrale al irritante de Kauffmann que tienes talento de sobra. Enderezo mi postura y cierro mis ojos, es mejor así. A la vez que relajo mis cuerdas vocales, tomo una última respiración profunda:

Hello, it's meI was wondering if after all these years

You'd like to meet, to go over everythingThey say that time's supposed to heal ya

But I ain't done much healing

Estoy sumamente con concentrada, cuando la canción necesita más intensidad de mi voz, comento el error de abrir los ojos, y enfocarme en la persona menos indicada. El señor Kauffmann. Me hace sentir que lo estoy haciendo mal y eso me pone nerviosa. Siento que sus ojos están escudriñándome de manera cruel y maliciosa. Y sé que está logrando su propósito. Yo misma estoy sintiendo la rigidez y la tensión en mi cuerpo y eso no es bueno para mi voz. Cierro una vez más mis ojos. Pero ya es demasiado tarde. Debo de reconocer que me supero, dejo de cantar abruptamente. Siento una leve humedad en mi mejilla izquierda y mis labios empiezan a templar leventemente. Escucho al señor Kauffmann decir:

-Señorita Hoop, lo que acabamos de escuchar fue una interpretación mediocre. No me equivoque al decir que usted me haría perder el tiempo.

-¡Pero señor Kauffmann! Qué manera de expresarse es esa. Le reprende la señora Corsino. A mi parecer en otras circunstancias más favorables lo hubiera hecho mejor.

Esto provoca que haya una pequeña discusión entre la señora Corsino y el señor Kauffmann. Ya no deseo estar aquí ni un minuto más. Me dirijo a la mesa y sin apartar la mirada del señor Kauffmann, tomo mi ensayo. Y salgo de allí corriendo, necesito oxigeno. Colapsare en cuestión de minutos. Siempre ha sido así, aunque parezco fuerte soy una llorona que necesita su rincón.

Al salir del salón, mi padre y mis amigos se levantan de sus asientos, los veo perplejos y no los culpo, lo más seguro es que no me veo nada bien.

-¿Pero qué paso? Me preguntas todos.

No puedo hablar siento un nudo en la garganta. No puedo controlar mis lágrimas, pero son rebeldes y salen por si solas, empañándome la visión. Mis labios empiezan a temblar, salgo corriendo, escucho que me llaman pero agilizo más mi pasos. Perdí mi oportunidad de un pase directo a la Academia de Música, pero qué más da, al diablo con la beca. Me subo a la titi, mi padre que tome un taxi o que Trianna o Luccas lo lleven a casa.

No sé hacia donde voy, lo que sí sé es que quiero estar en un lugar solitario para poder gritar, retorcerme y lamentarme. La sal de mis lagrimas queman mis mejillas, absorbo por la nariz e intento serenarme, me siento patética, cuando me detengo en una intersección miro mi reflejo por el retrovisor, luzco patética, mi rímel esta corrido, parezco un amapache muerto, mi moño está al lado contrario de donde debería de estar, corto esa línea de pensamiento, me estoy hundiendo. Mi Móvil no deja de emitir sonidos. Me siento reducida, por eso no me apetece tener compañía. No pienso contestar, estoy de vacaciones en mundo tristeza.

*****

He perdido las vueltas que he dado, después de salir hecha un asco de la entrevista, recuerdo que tome la calle Land, luego gire hacia la Zoll, llegando hasta la rotonda, gire a mano izquierda y tome la calle Rhein, hasta llegar al viejo puente Rin. Construido en 1870, con sus 135 metros de largo, aun tiene el atractivo de provocar admiración, eso lo confirma la cantidad de turistas que vienen cada año a verlo. Deje la titi un poco lejos, por que donde estoy solo pueden caminar transeúntes, algunos vienen en bici y admiran este hermoso paisaje.

Me siento. Presto atención al fluir del río. Al levantar la mirada puedo ver como se besa el cielo con las montañas de San Galo. Me encuentro en un letargo mental. Me reprocho tantas cosas. Al final papá tiene razón no importa quien trate de molestarte al final tú tienes el poder de decidir si te molestara o no. Hago una plegaria a mi creador, sé que él se interesa por mí, solo le pido que me brinden una segunda oportunidad. Al final esa Beca me hubiera ayudado mucho. Saco mi reproductor de música y al hacerlo me recuesto en la

hierba busco una canción que se acomode a mi estado de ánimo, Lonely Day de System of The Down es la ganadora.

The most loneliest day of my life

Such a lonely day

And it's mine

It's a day that I'm glad I survived

Suelto una leve respiración cuando finaliza la última estrofa. Ahora cambia la música yempiezo a escuchar a Simple Plan con Welcome to my Life cierro mis parpados pero las imágenes vienen a mí. Esto me está sumiendo en un hoyo negro de autocompasión. Tire por la borda el esfuerzo de Trianna, que dirá el profesor Kurt, y donde dejo a Luccas y papá. No debí dejarme manipular por ese señor Kauffmann. Debe de ser el ayudante del mismo demonio.

No sé cuánto tiempo llevo aquí, mi lista de canciones se ha repetido en varias ocasiones, se me está pasando el entumecimiento y le dio la bienvenida a la ira. Esos directivos pueden comerse su maravillosa Beca Perlman, es cierto que esa beca me allanaría el camino, pero no era la única manera de llegar ¿No? Ya ni me importa. Mañana será un día mejor, yo me encargare de que así sea. Pero ¿Y si me dan una segunda oportunidad? ¿La tomaría? ¿O les diría que ya no me interesa?

Estoy surfeando en una enorme ola de dudas cuando una melodía capta mi atención, agudizo bien el oído. La reconozco. I dont want to miss a thing de Aerosmith, Steven Tyler es sustituido de manera grandiosa por las cuerdas de un violín. ¡Cielos! Sea quien sea que la está tocando sabe muy bien lo que hace. No puedo evitar mentalmente gritar como Tyler casi al final de la canción.

Cuando su interpretación a lo Steven Tyler termina, comienza a tocar otra nota. Esa también la reconozco, hasta muerta la reconocería y la cantaría también. ¡Por Dios que exagerada soy! Fix you de Coldplay, fenomenal grupo, mis favoritos entre todos. Me levanto como un resorte y como si mis pies fueran atraídos por la música empiezan a caminar. Deseo que me reparen, este día me ha superado con creces, no sé cómo ni cuando empecé a cantar:

Lights will guide you homeAnd ignite your bonesAnd I will try to fix you

-Gracias por el aporte.

Mi burbuja se rompe al escuchar la voz que me hablo. Ahora entro en la realidad, ¡En que rayos! Estaba pensando frente a mi me encuentro con un chico sentado con su violín en mano. Que vergüenza, pensara que soy una desquiciada. Bueno a lo mejor lo soy. En fin. Cuando voy a disculparme me interrumpe.

- ¿Quién eres? Y ¿Qué haces aquí?

Eso es lo que pensaba hacer, si no me hubieras interrumpido pienso para mis adentros. Y de repente !Ahhh! No me fije bien y doy un paso en falso, ruedo de forma aparatosa como por dos ocasiones, y para rematar me doy un fuerte golpe en la cabeza. ¡Ay! Mi cabeza. Trato de levantarme pero me duele todo. Le doy una mirada suplicante de ayuda al chico del violín pero este no hace nada. Pero que grosero, tal vez por esta caída me quede parapléjica de por vida. Le extiendo mi mano para que tal vez así me ayude, y nada.

-Oye ¿te encuentras bien?

Pero será cretino. Me levanto como puedo del piso. Me duelen y escuecen mis manos y rodillas. Trato de limpiarme como puedo el polvo de la ropa. Mi dignidad esta herida de muerte cuando escucha una vez más al chico.

- Deberías de tener mas cuidado. Me dice con tono apático.

Esto es el colmo. Estoy sintiendo un cabreo descomunal. Casi me mato y tiene la desfachatez de aconsejarme que tenga cuidado. ¡Desgraciado!

-Sabes hasta un imbécil pasa por caballeroso si se queda callado. Le digo mordazmente.

-No es mi culpa que no te fijes por donde caminas.

-¡Excúsame! Es que deje mis ojos en el baúl de mi coche. Además déjame decirte que aparte que eres un grosero también eres un palurdo, viste la manera en como caí, y ni moviste un dedo en socorrerme.

-No vi cuando te caíste.

-¡Que no me viste! Grito indignada. ¿Acaso eres ciego?

-Déjame aclararte algo antes de que prosigas con tus berrinches. Soy una persona no vidente. Y si tienes energía como para despotricarme tienes energía de sobra para levantarte. No creo que fue para tanto.

-¿De verdad eres ciego? Le pregunto extrañada.

-¡No! soy Daredevil, y estoy de vacaciones. Me responde sarcásticamente.

Me percato que el chico tiene raz�n, cerca de el hay un �Golden retriever! El perro esta muy ajeno a nuestra conversaci�n. Se ve tranquilo. En fin, ahora me siento abochornada. El chico empieza a guardar el viol�n en su cobertor. Pobre, tiene que ser duro ser ciego. Mejor le tiendo una mano as� me remiendo mi error.

-D�jame ayudarte, lo siento mucho…Intento guiarlo, pero se aparta de mi de manera brusca, y el perro se levanta y me ladra. Con que ladra el bendito perro, pens� que era mudo.

-No hagas eso. Me gru�e. No necesito tu ayuda.

-Solo quer�a ser amable. Le recrimino.

-Pues no te lo ped�. OK.

El perro sigue ladr�ndome y estoy empezando a ponerme nerviosa, �Y si me ataca? �Y si me tira a la yugular? –Puedes calmar a tu perro.

-Perra.

-�Qu�?

-No es un perro, es una perra y se llama peach.

Esto tiene que ser una broma, esa perra se llama como yo. El universo esta contra mi. –Puedes calmarla por favor.

-Claro. El chico del viol�n con un gesto hace que la perra se acerque a el. Le pasa la mano y le susurra algo. Autom�ticamente se calma y vuelve a la posici�n a como la encontr�. Entre nosotros se hace un silencio incomodo. No puedo evitar fijarme en su cabello oscuro, me recuerdan a las plumas de un sturnus negro, lo tiene agarrado con una coleta, tal vez le llegue hasta los hombros. Aunque esta arrodillado se nota que es alto, por mis c�lculos puede que metro ochenta, de tez clara y a leguas se nota que cuida su cuerpo. Si Trianna estuviera aqu� se partir�a de la risa, son pocas las veces que escaneo a alguien as�.

-�Terminarte de inspeccionarme?

Por m�s que lo intento no puedo apartar mi mirada de �l. Pero en un momento de lucidez, proceso la pregunta. �Qu� verg�enza!

-Ah…disculpa. Por favor olvida todo lo que te dije. Ya me voy. Voy retrocediendo poco a poco cuando vuelve a decirme:

- La pr�xima vez f�jate bien por donde caminas, recuerda que aqu� el ciego soy yo. Me apremia.

-Si, �claro! Que bueno que no puede verme estoy roja como un tomate de la verg�enza.

-�No vas a decirme tu nombre por lo menos?

Ni en sue�os voy a decirle que su perra y yo tenemos algo en comun.

-Eh...umm…!Trianna! Mi nombre es Trianna.

-�En serio?

-�Por qu� la pregunta? �No me crees?

-Bueno en verdad sonarte como si te lo estuvieras inventado.

-No, que va, aun estoy un poco entumecida por la ca�da. Y t� �C�mo te llamas?

-Wrathly.

-Un placer conocerte Wraity.

-W.r.a.t.h.l.y. Wrathly no Wraity.

-�Upss! Perd�n.

-Descuida. No eres la �nica que le ha pasado. Por cierto �eres la que estaba gimoteando hace un momento?

Como que gimoteando. Que yo recuerde si llore lo hice muy bajito. �Ser� que al no tener vista tiene un o�do s�per desarrollado?

-No, �Por qu�?

-Bueno, si no eras t�. No tengo por que explic�rtelo.

Las respuestas de este tipo me sacan de quicio. Lo que deber�a de hacer en irme de una vez. Ya me disculpe. Pero me pica la curiosidad.

-Bueno, esta bien. Si era yo. �Por qu� quer�as saberlo?

Me brinda una media sonrisa. –�Con que tu eras la que lloraba como una desquiciada!

-�C�mo una desquiciada? Ahora me siento profundamente ofendida. – Sabes que �p�drete! Doy media vuelta, pero sus gritos llam�ndome incesantemente me hacen detenerme.

-Oye no es para tanto. Rel�jate. Estas m�s r�gida que las cuerdas de mi viol�n.

Esto es el colmo, me hace detener para decirme esto, este chico, �como es que se llama?…ah si Wrathly, es un grosero, Patan, sin modales, bastardo, engre�do. Pero no

pienso quedarme callada, �ni muerta! Ahora si que me va a escuchar. Me dirijo hacia el con pasos bien decididos cuando recuerdo que no esta solo. Su bendito perro corre hacia m� ladr�ndome. Tengo miedo de que me muerda.

-�Calma a tu perro! Le grito hist�rica.

-�A quien?

-No te hagas, �Waah! Ll�malo por favor no quiero que me �muerda! Le grito al borde de las l�grimas.

-�OH! Pero si mi Peach es un angelito. Tal vez solo esta jugando contigo. A menos que ella haya percibido que quer�as atacarme.

Desgraciado, infeliz, mal nacido. Los ladridos de su perra me llevando al borde de un ataque nervioso. –Por favor. Le suplico.

-Deja el melodrama, si peach te hubiera querido morder ya lo hubiera hecho. �Ven ac� peach! Al escuchar la voz de su amo, obedece y se aleja por fin de m�. – �Eso es, buena chica!

-Uff, �Deber�as de tenerla amarrada!

-�Y por que? Como te dije si te ladro es por que percibi� algo. Por si acaso no �tendr�s un cuchillo en mano? Ella esta bien entrenada, antes de que te des cuenta te morder� la yugular.

-Payaso. Le dijo con disimulado enojo.

-Bruja. Me responde de manera burlona.

Comienzo a re�rme de manera hist�rica, no me importa lo que piense, todo el ajetreo de este d�a me esta saliendo por los poros. Pero debo de parar. Mis pulmones me est�n doliendo. Cuando el percibe que mi risa va menguando me pregunta. –�Te sientes mejor ahora?

-Si. Ahora estoy comenzando a sentirme mucho mejor gracias.

-�Por qu� estabas llorando?

-Tuve un mal d�a. Y tu �Qu� haces aqu� solo?

-No estoy solo. Akos esta por los alrededores.

�Akos? Donde escuche ese nombre, pero mis reflexiones son interrumpidas de nuevo.-Trianna. �Te fuiste?

-Ah. No. Estoy aqu�. Le respondo media sorprendida. Ahora que recuerdo le dije que me llamaba Trianna. En este instante me estoy sintiendo mal. Deb� de decirle mi verdadero nombre. No es que vaya a darle mi n�mero de tel�fono y ni mi direcci�n.

-Por que no te quedas un rato.

Sopeso su invitaci�n. Primero aunque me dijo su nombre, eso no significa que lo conozca ni que deba de quedarme. Aun es un extra�o para m�. Podr�a matarme y lanzarme r�o abajo. Pero por otro lado esta su impedimento de visi�n, tengo mas probabilidades de escapar, solo tengo que darle al bot�n de Windows que tienen todos los hombres para reiniciarlo si amerita el caso. As� que me quedara solo por un rato.

-Esta bien, pero solo por un rato. Mis amigos tambi�n andan cerca y se pueden preocupar.

-�Tus amigos? �Pero que clase de amigos tienes que te dejan sola!

-No tengo por que contestarte esa pregunta, yo si puedo andar… Pero no termino de decirlo, la expresi�n de Wrathly cambia. Eso fue muy cruel de mi parte.- Perd�name, de verdad lo siento mucho, hoy tuve un d�a ca�tico, me trataron muy cruel. No es que este tratando de justificarme ni nada de eso solo es que.

Me cubro mi cara con mis manos, mis sentimientos una vez m�s vuelven como un enorme tornado, avasall�ndome. Vuelvo una vez mas a llorar. No es justo ni para el ni para mi. No me gusta pagar con nadie mis frustraciones y menos con un extra�o �De por Dios!

Pero una vez m�s escucho las notas de Fix You. No se en que momento saco su viol�n, pero se lo agradezco, amo esta canci�n. El se da cuenta de que capto mi atenci�n. –La empec� a tocar cuando te escuche llorar, hace un rato. Esta canci�n para mi es como un analg�sico.

-Para m� tambi�n.

-�Tienes hambre? Voy a decirle que no pero mi estomago se me adelanta. Solo tome un poco de cocoa esta ma�ana por los nervios. Ahora no me vale mentir.

-Si, tengo un poco de hambre.

-Tengo manzanas y duraznos.

-Duraznos por favor.

En resumidas cuentas no me arrepiento de haberme quedado. Despu�s de comer algunos duraznos y una que otra manzana, al pasar el tiempo con Wrathly me lo encuentro de lo mas agradable, eso si cuando quiere. Su perra en verdad es un amor, en un momento hasta la acaricie. Hablamos de muchas cosas y de nada a la vez. Pero s� que es tarde y que debo de irme. Pap� y los dem�s tienen que estar preocupados. En honor a la verdad no quiero

irme y dejarlo solo, aunque en repetidas ocasiones me ha dicho que no esta solo. Me levanto una vez mas limpio mi ropa. –Es tarde y tengo que irme, ha sido un placer Wrahly. Cuando va a pararse mi instinto es ir a ayudarlo pero recuerdo que no le gusta. As� que le respeto su espacio.

-Lo mismo digo Trianna. Espero que alg�n d�a nos volvamos a ver. Me extiende su mano claro indicio que quiere que nos estrechemos la mano. Al sentir el contacto de su mano en mi piel, siento una sensaci�n placentera pero a la vez rara. Me niego a seguir reflexionado. Este d�a ha sido muy intenso para m�.

-Adi�s Wrathly. Me niego a llamar a su perra por su nombre. Es muy humillante decirlo as� que le acario la cabeza. Doy media vuelta y no miro hacia atr�s. De camino a casa rebobino todo este d�a, y mi encuentro con este chico Wrathly se impone en mi cabeza. Mi estado de animo cambia o ya estaba en ese proceso, mejor enciendo la radio, est�n tocando Happy de Pharrell Williams. Y me olvido de todo.