capítulo 4. técnicas e instrumentos para la orientación educativa y la acción tutorial
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Tutoría y Orientación con el Alumnado y las Familias
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Tema 4:
Técnicas e Instrumentos para la orientación educativa y la acción tutorial
1. La Observación
1.1. Tipos de observación
1.2. Limitaciones y ventajas de la observación
1.3. La observación en la tutoría
1.4. Instrumentos para la observación
1.4.1. Registro anecdótico
1.4.2. Listas o guías de control
1.4.3. Escalas
2. Cuestionarios
2.1. Tipos de cuestionarios
3. Fichas de Registro Personal
4. La Entrevista
4.1. Tipos de Entrevista
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Tema 4: Técnicas e Instrumentos para la orientación educativa y la
acción tutorial
El conocimiento del alumno es el requisito previo y primordial para
que el tutor pueda realizar su función con los alumnos. Es cierto que
el tutor en su trato directo con el alumno, tanto en el aula como fuera
de ella, cuenta con una fuente importante y directa de conocimiento,
pero no es menos cierto que para que el conocimiento sea un punto
de partida sólido y objetivo en que basar la acción tutorial, necesita
asentarse sobre técnicas precisas que, a través de ciertas
condiciones, permitan transformar las primeras impresiones o puntos
de vista intuitivos sobre el alumno, en datos lo más objetivos posible,
válidos para fundamentar la orientación educativa.
1. La Observación
La observación suele definirse como un método de conocimiento que
trata de penetrar en los fenómenos humanos sin modificarlos. En esto
se diferencia del otro gran método de conocimiento, la
experimentación, en la que se da una intención explícita de provocar
el hecho que se quiere analizar; la observación, en cambio, intenta
captar los aspectos de la conducta en su devenir natural. Y en esto
consiste precisamente su gran aportación al campo del conocimiento
humano, ya que los aspectos más dinámicos de la conducta:
preferencias, emociones, afectos etc. son difíciles de prever, medir o
valorar con instrumentos propios de métodos más experimentales.
Para realizar correctamente una observación es necesario:
1. Planificar el objetivo de la observación y seleccionar con
precisión los aspectos que interesa observar, así como el
tiempo y lugar en los que va a realizarse.
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2. Elegir los instrumentos en los que va a apoyarse la observación.
3. Procurar la objetividad expresando lo que se ve, sin
valoraciones personales, separando los hechos de su posible
interpretación.
4. Registrar las observaciones de forma clara y concisa.
5. Utilizar procedimientos adecuados para sistematizar y
conservar los resultados.
6. Comprobar las observaciones recogidas, contrastándolas en
otros datos por repetición o comparación.
La observación debe responder a una intencionalidad, estar
controlada y registrarse de modo precioso. La observación puntual,
sin un plan establecido puede hacerse aunque con escasa fiabilidad:
un rasgo que se pone de manifiesto en un momento determinado,
puede ser algo esporádico, y si se le confiere un carácter estable
llevará a conclusiones equivocadas. De ahí la necesidad de un
proceso de observación sistemático, que permita seguir la evolución
de los rasgos observados.
1.1. Tipos de Observación
Podemos distinguir varios tipos de observación en función del criterio
que se utilice para la obtención de información.
Respecto a la planificación
- Ocasional: Toma como referencia el registro de incidentes
significativos en los momentos que aparecen, sin precisar
previamente tiempos fijos de observación.
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- Continuada: registra los hechos según un plan periódico de
observación prefijado de antemano.
Respecto al método
- Controlada: el registro de los datos se hace a partir de una
serie de guías establecidas previamente.
- Libre: se realiza sin los indicadores previos de observación,
siendo establecidos por la persona que observa.
- Semiestructurada: se parte de unos aspectos fijados de
antemano, pero se observa libremente.
Respecto al número de personas observadas
- Individual: centrada en determinado sujeto.
- Colectiva: dirigido a un grupo.
Respecto al tiempo
- Transversal: se realiza en función de una situación
determinada.
- Longitudinal: se hace de forma continuada a lo largo de un
período, centrada habitualmente en ciertos momentos que se
consideran críticos.
La elección del tipo de observación viene determinada por los
objetivos que se persiguen. Cada uno de los tipos tiene sus ventajas
e inconvenientes.
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1.2. Limitaciones y ventajas de la Observación
La observación lleva consigo una serie de limitaciones que conviene
conocer y se refieren a la:
Dificultad de ser objetiva: de hecho es básicamente un
instrumento subjetivo, ya que depende del punto de vista del
observador, que lógicamente estará condicionado por su propia
experiencia, percepción de los hechos, actitudes e incluso
estereotipos que tenga de los sujetos observados. Precisamente
en esto último consiste el llamado efecto “halo”, riesgo muy
común en toda observación, que consiste en extender a toda la
persona el juicio positivo o negativo que se tenga sobre alguno de
sus rasgos.
Dificultad en su realización: al ser necesaria en la observación la
constancia y fidelidad en la anotación de los hechos, se requiere
un tiempo y un esfuerzo a veces notable, al que se añade la
dificultad de aislar el rasgo a observar, ya que suele estar influido
por numerosos factores.
Dificultad en su interpretación: la observación describe únicamente
la conducta externa, no profundiza en las causas, se centra en el
“aquí” y en el “ahora”. Pero de la observación es preciso extraer
conclusiones y cabe el peligro de realizar inferencias poco
correctas.
Sin negar todos estos inconvenientes, es momento de resaltar sus
ventajas aplicadas a la educación:
1. Es un recurso básico para obtener datos de los alumnos en su
ambiente habitual: ofrece la oportunidad de conocer la
conducta real en un medio natural.
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2. Favorecer el interés por cada alumno, al obligar a centrar la
atención sobre él, haciendo posible el seguimiento de su
conducta y contribuyendo así a su orientación como un proceso
ininterrumpido.
3. Proporciona datos que no se pueden adquirir por
procedimientos que reducen o anulan la espontaneidad del
alumno, completando la información adquirida por otros
medios.
1.3. La Observación en la tutoría
Para que la observación sea un instrumento útil para la función
tutorial, conviene que previa a su realización el tutor plantee: el “para
qué”, el “qué”, el “cómo” y el “cuándo” de la observación. Para el
correcto uso de la observación tiene que saber de antemano lo que le
interesa observar, que vendrá determinado por los objetivos que se
haya marcado la tutoría y en función de ellos se elige el tipo de
observación y el instrumento que parezca más adecuado.
A través de la observación el tutor pretende llegar a un conocimiento
lo más completo posible de los alumnos, y en este sentido, todas las
manifestaciones de su modo de ser y de actuar pueden ser
adecuadas para la observación. Se presta especial atención a las
áreas de capacidades, personalidad, interés, sociabilidad y actitudes.
Un tema interesante para el tutor es, una vez determinados las áreas
de observación y obtenidos los datos, qué hacer con la información
recogida, ya que la observación es un primer paso para iniciar el
proceso de orientación. De este registro el tutor va a obtener un
conocimiento del alumno en el que basar su acción tutorial, pero esto
no basta; es interesante que la observación registrada a lo largo del
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curso pueda ser recogida en un informe final que el tutor pueda
transmitir a los profesores que el alumnado vaya a tener al curso
siguiente, indicando cual ha sido su evolución.
En este aspecto se presenta el problema del mal “uso” que puede
hacerse de los datos, al suministrar información que pertenezca la
intimidad de la familia o señalar hechos que han dejado de ser
relevantes con el peligro de “etiquetar” a los alumnos.
Por ello, y para evitar un mal uso de la información nos debemos
centrar en:
¿Qué datos se necesitan y por qué?
¿Qué datos son imprescindibles para ayudar al alumno?
¿Con qué criterios deben recogerse?
¿Qué hacer con los datos obtenidos?
¿Qué tipo de cautela hay que mantener para que no sean
malinterpretadas?
Por otra parte, los tutores no pueden olvidar que, para conseguir una
visión global del alumno, no basta la observación que ellos realicen.
Cuando son varios profesores que se ocupan de la educación del
alumno, es importante que los instrumentos de observación se
cumplimenten no sólo por el tutor, sino por el resto de los profesores,
siendo el tutor el encargado de recopilar los datos correspondientes a
cada alumno, lo que permitirá un mejor análisis y recogida de de
apreciaciones útiles a la hora de interpretarlos.
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Otro procedimiento es realizar escalas o listas de observación
paralelas para profesores y padres, a fin de comparar los distintos
perfiles que se obtengan.
1.4. Instrumentos para la observación
1.4.1. Registro anecdótico
Consiste en describir y anotar en una ficha apropiada para ello,
hechos o comportamientos significativos para el alumno (anécdotas)
fuera y dentro del aula que luego puedan archivarse en un registro
acumulativo. Esto último es importante, ya que a un incidente aislado
no se le puede dar un valor definitivo. Solo tiene sentido cuando
forma parte de un desarrollo continuado del alumno.
Para realizar el registro anecdótico de modo adecuado el tutor tiene
que tener en cuenta una serie de requisitos:
Relacionar las anécdotas con la situación ambiental que se han
producido, teniendo en cuenta el contexto, para favorecer su
comprensión posterior.
Procurar la objetividad, evitando mezclar la descripción del hecho
con la opinión del tutor (se le puede añadir una interpretación
personal de lo registrado, pero siempre que quede separada de la
narración del incidente como tal).
El resultado del suceso debe ser breve, claro y preciso.
No conviene anotar incidentes ni inmediatamente después de
haber sucedido, ya que la carga emocional que tienen muchos de
ellos puede afectar a la objetividad del tutor, ni dejando transcurrir
mucho tiempo, pues se corre el riesgo de olvidar detalles
importantes.
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¿Qué tipo de comportamientos conviene registrar?
En principio cualquier anécdota que ponga de manifiesto algún
aspecto sobresaliente de la conducta del alumno, tanto los
incidentes negativos como los positivos.
Interesa también registrar los hechos que se repiten con cierta
frecuencia, por cuanto suelen ser reflejo de una conducta
característica y ayudan a comprender la personalidad del alumno.
Otro tipo de comportamiento que resulta significativo es aquel
poco habitual en un alumno determinado, pues puede ser índice
de problemas más o menos transitorios.
El registro anecdótico no termina con la descripción del hecho
significativo; junto a ella el tutor debe incluir su posible interpretación
así como las líneas de ayuda u orientación al alumno.
Para facilitar el registro de las anécdotas, suelen emplearse fichas o
tarjetas normalizadas fáciles de archivar. En ellas se suelen utilizar la
parte anterior para la exposición del hecho y la posterior para la
interpretación y el consejo dados por el tutor correspondiente.
1.4.2. Listas o Guías de Control
Consisten en una relación estructurada de habilidades, rasgos de
conducta, cualidades sociales, etc. en las que se anota la presencia o
no del supuesto que se desea conocer.
Tienen la ventaja de facilitar un procedimiento sistemático para
recabar información (frente a los registros anecdóticos, que son
descriptivos y no están estructurados) y son instrumentos muy
sencillos para ser utilizados por el tutor que ya se trata solo de
indicar si aparece o la característica que se quiere valorar.
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1.4.3. Escalas
En estas escalas se trata de señalar únicamente la presencia o
ausencia de los rasgos que interesa observar, las escalas suponen
una estimación de los aspectos observados, señalando la mayor o
menor intensidad con que se poseen. Suponen una ordenación
jerárquica, y muchas veces esto es importante, ya que en ocasiones
no es suficiente con detectar si un rasgo aparece o no en un alumno,
sino valorar su grado de intensidad. Existen diferentes tipos de
escalas de observación. Las más conocidas son las numéricas y las
descriptivas.
Escalas Numéricas: en estas se puede valorar la intensidad o
la frecuencia mediante números.
Ej: Aspectos a observar: La relación con los compañeros
Rodee con un círculo la magnitud que cree más apropiada para
describir el comportamiento del alumno. 1= muy poco; 5=
mucho.
1 2 3 4 5
Relación con los compañeros
Escalas Verbales: en éstas se sustituye el número por el
término que define cada grado.
Por ejemplo: la relación con los compañeros (indique en la
columna correspondiente la frecuencia que considere más
apropiada).
Siempre Frecuentemente A veces Poco Casi Nunca
Relación con los compañeros
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Escalas descriptivas: en estas escalas las características que
se observan se describen brevemente.
No puede o no quiere relacionarse con los compañeros
Se relaciona ocasionalmente
Trabaja y juega con algunos compañeros, rechaza a otros
Generalmente colabora con la mayoría de los compañeros
Se relaciona muy bien y es apreciado por todos
La gran ventaja de las escalas de observación es que igual que las
listas de control, centran la atención de observador en los aspectos
seleccionados, evitando la dispersión, pero además, al estar
graduadas, la observación continuada con ellas permite constatar los
resultados del alumno a lo largo del curso y, por tanto, seguir la
evolución que experimenta.
Sugerencias de tipo práctico para realizar la observación
1. La técnica de la observación comprende las siguientes etapas:
- Definición de sus objetivos.
- Observación y registro de los comportamientos observados.
- Análisis de datos.
- Orientaciones que se sugieren.
2. La observación debe incluir indicaciones sobre la fecha, el lugar y
situación en la que se desarrolla.
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3. El observador debe procurar la objetividad y describir los hechos
sin interpretaciones, cuidando de no proyectar reacciones personales
o juicios prematuros sobre el objeto de la observación.
4. Con el fin de que el alumno se manifieste de modo espontáneo, el
observador no debe hacer explícita su intención al observar.
5. Para evitar la dispersión en la obtención de los datos conviene que
el observador tenga presente las guías que le orienten el trabajo.
6. Respecto a las guías de observación convienen recordar que.
- No se puede concretar en una guía todo tipo de observación.
- Las guías de observación deben estar bien categorizadas y
estructuradas.
- No puede olvidarse que existen alumnos de características
peculiares y las guías deben servir para todos.
- Deben existir guías diferentes para ciclos académicos diferentes.
- A veces puede resultar útil un tipo de guía, con un apartado general
y otros específicos para distintos alumnos.
- El formato de las guías es importante ya que deben facilitar al
máximo el registro de los datos.
- Es preciso tener cuidado con los datos que se incluyan en las fichas
conociendo el uso que va a hacerse de ellas.
7. Las observaciones deben permitir realizar el seguimiento del
proceso de desarrollo del alumno y por tanto hacerse en momentos
diversos.
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8. Un hecho aislado sólo tiene valor cuando se lo relaciona con otros
datos que lo corroboran. La conducta del alumno debe observarse en
su totalidad.
9. A medida que se van observando los hechos durante distintos
períodos de observación, surgen patrones consistentes de
comportamiento, por eso los datos acumulativos permiten una visión
más real de la personalidad del alumno.
10. El fin de la observación es facilitar la tarea del conocimiento del
alumno, no puede resultar una carga, es un medio, no un fin.
2. Cuestionarios
Consisten en una serie de preguntas a través de las cuales se
pretende obtener información sobre algún tema relacionado con la
vida del alumno. Su finalidad es, por tanto, conseguir una visión
sobre la situación personal, familiar o escolar del alumno a partir de
su propia opinión.
Tiene la limitación de que, al recogerla opinión del alumno sobre el
tema de que se trate, fundan su fiabilidad en la sinceridad del que
contesta, por eso el tutor tiene que ser cauto en su utilización.
Aunque existen cuestionarios estandarizados, habitualmente suelen
elaborarse por cada centro escolar, en función de sus características
o del tema sobre el que se precise información. A veces interesa
obtener una visión global del alumno; otras, recoger información
sobre la problemática.
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En cualquier caso a la hora de elaborar un cuestionario conviene
tener en cuenta:
La definición previa del tema sobre el que se desea
información.
Plantear una serie de cuestiones relacionadas con el tema.
Seleccionar de las cuestiones posibles, aquellas que se
consideren esenciales para la información requerida.
Formular las preguntas de forma clara y con vocabulario
adaptado al nivel del alumno.
2.1. Tipos de cuestionarios
Los cuestionarios pueden ser:
Cerrados: en los que se demanda de los sujetos que respondan
si o no, o señalen de varias alternativas fijadas de antemano,
una de ellas. La ventaja de estos cuestionarios es que son
fáciles de cumplimentar.
Abiertos: en los que se demanda al sujeto que den respuestas
libres redactadas por el propio sujeto. Este tipo de
cuestionarios proporcionan una información más matizada y
rica.
Antes de cumplimentar el cuestionario, conviene que el tutor explique
que el sentido de las respuestas, suministre las normas para
realizarlo, aclare las dudas necesarias y cree un clima favorable para
que los alumnos contesten con interés y sinceridad.
Los cuestionarios no deben interpretarse aisladamente ni utilizarse
como medio primordial de conocimiento, sino analizarlo a la luz de
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todos los demás datos que el tutor tenga provenientes de otras
fuentes de información e incluso, todavía mejor, clarificando con el
propio alumno, en una entrevista posterior, el contenido de sus
respuestas.
3. Fichas de registro personal
A lo largo del curso, el tutor va obteniendo una serie de datos sobre
los alumnos. Con el fin de facilitar su registro y así sistematizar la
acción tutorial, conviene que el tutor elabora una ficha dedicada a
cada alumno de la clase, en la que vaya recogiendo esos datos.
Elaboración de la ficha:
La ficha puede dividirse en cuatro apartados:
Datos personales: en este apartado se anotan los datos de
identificación personal: nombre, domicilio, profesión de los
padres etc. así como cualquier dato significativo de la vida
personal del alumno.
Datos académicos: entre ellos interesa constatar: el historial
académico de los últimos años, cursos que ya haya repetido el
alumno, asignaturas pendientes y calificaciones
correspondientes a las distintas evaluaciones del año en curso.
Entrevistas y evaluaciones: aquí se recogen las anotaciones que
el tutor considere oportunas referidas a la entrevista que haya
realizado con el alumno, los profesores o los padres, así como
los comentarios, observaciones y decisiones tomados en las
distintas sesiones de evaluación en relación con la situación del
alumno.
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Orientación educativa: conviene dejar un último espacio para
indicar las observaciones de cara a al orientación educativa del
alumno que el tutor considere trabajar.
4. La entrevista
La entrevista es una forma especializada de conversación que se
sostiene con un propósito determinado. Supone un diálogo, un
intercambio verbal entre dos personas, que tiene como finalidad
obtener información sobre algún hecho o comprender un
“comportamiento-problema” relacionado con el entrevistado.
La entrevista es probablemente, el instrumento básico para el
desarrollo de la función tutorial ya que ayuda al tutor no solo en un
momento de su intervención, sino en el desempeño de todo el
proceso de orientación. El motivo es que, al ser la entrevista una
técnica de relación interpersonal, puede facilitar al tutor la realización
de todo tipo de relaciones que le exige su función con alumnos,
padres y profesores.
En la entrevista juega un papel muy importante la comunicación.
Es importante que el tutor en el proceso de comunicación tenga en
cuenta:
Busca la precisión del pensamiento y la expresión.
Utilizar un lenguaje comprensible para el alumno.
Utilice diversidad de medios que ayuden a la emisión del
mensaje.
Respetar la información.
Mantener una actitud objetiva y abstraerse de juzgar.
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Conocer el propio marco de referencia para tener en cuenta los
inevitables prejuicios.
Ponerse en el lugar del otro (empatía).
Sin olvidar que en todo proceso de comunicación se dan estos
aspectos:
Lo que se quiere decir
Lo que se dice
Lo que se oye
Lo que se escucha
Lo que se comprende
Lo que se retiene
Lo que es capaz de repetir
En todo proceso de comunicación es imprescindible el llamado feed-
back, mediante el cual, el que habla recibe la información que
proviene del que escucha sobre el modo como está recibiendo el
mensaje, con el fin de incorporar esta información a su propia
conducta y modificar su emisión de acuerdo con ella.
En el desarrollo de la entrevista debemos distinguir tres momentos
clave:
1. Momento inicial: su finalidad es lograr un clima acogedor que
disminuya la tensión natural que el alumno pueda tener en un
primer momento, para favorecer su cooperación, así como
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establecerle encuadre de lo que va a tratarse. El tutor debe
recibir cordialmente al alumno, mostrando una actitud
espontánea y natural.
2. Momento central: es el núcleo de la entrevista, en el que se
comienza tomando contacto con el tema o problema en
general, para después ir centrando el diálogo en el aspecto
concreto que interesa tratar. Durante su transcurso, el tutor
debe favorecer el análisis del tema, ir recogiendo y sintetizando
lo expuesto, para clarificar la situación y esbozar posibles vías
de solución.
3. Momento final: en este momento el objetivo es hacer un
resumen de lo tratado, aclarar algún punto incompleto si es
preciso y finalizar con el compromiso de realizar alguna tarea
concreta que pueda revisarse en una entrevista posterior.
Cuidar la terminación de la entrevista es importante, ya que en
los momentos finales es cuando debe consolidarse lo logrado a
lo largo de toda ella.
4.1. Tipos de entrevista
Existen varios modos de plantearse la realización de una entrevista.
Entre ellos, los más comunes son:
En cuanto a su objetivo
- De información: su finalidad es recoger o suministrar los datos
sobre algún problema o situación del alumno.
- De intervención: se define por la necesidad de tomar alguna
decisión sobre un problema que afecte al alumno.
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- De orientación: en ella se trata de sentar las bases para ayudar
al alumno a clarificar un problema o valorar las opciones ante
una toma de decisiones.
- De planificación: centrada en la programación de objetivos
concretos a conseguir de acuerdo con el análisis hecho sobre la
situación en entrevistas anteriores.
En cuanto a su estructura:
- Cerrada: en ella se sigue una secuencia de preguntas prefijadas
de antemano.
- Abierta: no está sujeta a un esquema fijo, sino que la temática
de intercambio, se deja a expensas de la dinámica de la propia
situación, según la intuición del entrevistador.
En cuanto a la intervención:
- Dirigida: la iniciativa parte del entrevistador, que tiene
determinados previamente los aspectos a tocar, según un
esquema guía que va tratando punto por punto.
- No dirigida: la iniciativa se pone en manos del entrevistado,
pasando el tutor a desempeñar el papel de animador y
catalizador de la expresión de sentimientos y opiniones del
alumno.
Por último enfatizar la importancia del registro y evaluación de la
entrevista. Después de recoger y registrar lo más significativo de lo
acaecido en la entrevista: características de la relación, actitud del
alumno, enfoque del problema, posibles soluciones, compromisos etc.
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Al recoger los datos, quizá lo más adecuado pueda ser tomar notas
elementales durante la entrevista, que sean completadas
inmediatamente después, y el mejor procedimiento, utilizar una ficha
de entrevista que contenga diferentes aspectos de observar o
evaluar, lo que facilita la tarea del tutor y le sirva de guía para no
olvidar los datos relevantes, reduce al mínimo las notas a registrar y
ayuda en la elaboración de conclusiones.
Referencias Bibliográficas del Tema 4:
Fernández, P. (1991). La función tutorial. Madrid: Castalia.
Marrogán, M. J. (2003). La acción tutorial en educación primaria. Madrid:
ICCE.
Monge, C. (2009). Tutoría y Orientación educativa. Nuevas competencias.
Madrid: Wolters Kluwer Educación.
Suárez, M. (2007). Bases de Orientación tutorial en la universidad. Material del
Cursos de Sistema de Orientación Tutorial. UNED.