carlos gil arbiol - el fracaso del proyecto de pablo y su reconstrucción

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ESTUDIOS BÍBLICOS LXXIII (2015) 373 - 408 El fracaso del proyecto de Pablo y su reconstrucción Carlos Gil Arbiol UNIVERSIDAD DE DEUSTO RESUMEN Los textos y la memoria de Pablo de Tarso fueron piedra de toque en el naciente cris- tianismo. Sin embargo, las obras que generalmente se datan a finales del siglo I o en el siglo II muestran diferencias sustanciales respecto de aquellas que se reconocen como indiscutible- mente paulinas. Las cartas originales de Pablo revelan un proyecto que no tuvo continuidad en las siguientes generaciones y que se transformó, de modos diversos, para responder a las nuevas circunstancias. En este artículo se presenta, primero, una posible reconstrucción de aquel proyecto inicial en base a cinco características y, segundo, algunas de las modificacio- nes que sufrió y que se pueden rastrear en los textos del siglo II. PALABRAS CLAVE Pablo de Tarso, Orígenes del cristianismo, Corpus paulino, Cruz, ekklêsia (Iglesia). SUMMARY Paul’s memory and texts were paramount for the identity process in the beginning of Christianity. Literary works written by the end of the First Century or during the Second are, though, quite different from those we recognize as genuine of Paul, these showing a thoroughly distinct missionary project that failed and was transformed in very different ways to cope with the new threats and challenges of the new age. This article faces this issue by, firstly, proposing five key features that could account for the historical Pauline project and, secondly, showing some of the alterations it suffered according to the data we can discover on Second Century texts. KEYWORDS Paul of Tarsus, Beginnings of Christianity, Pauline Corpus, Cross, ekklêsia (Church). Todavía sigue siendo una idea extendida aquella que presenta a Pablo, si no como el fundador del cristianismo, sí como quien desarrolló el mensaje de Jesús, centrado en el reino de Dios según lo comprendían los galileos que le escuchaban, hacia los modelos culturales grecorromanos que terminaron dando forma al cristianismo. Sin embargo, los estudios sobre la figura histórica de Pablo, su proyecto misionero y el contexto en el que se desarrolló, ofrecen otra imagen diferente. El cristianismo que surgió varias generaciones más tarde

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Carlos Gil Arbiol - El fracaso del proyecto de Pablo y su reconstrucción.

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ESTUDIOS BIacuteBLICOS LXXII I (2015) 373 -408

El fracaso del proyecto de Pablo y su reconstruccioacuten

Carlos Gil ArbiolUNIVERSIDAD DE DEUSTO

RESUMEN Los textos y la memoria de Pablo de Tarso fueron piedra de toque en el naciente cris-

tianismo Sin embargo las obras que generalmente se datan a finales del siglo I o en el siglo II

muestran diferencias sustanciales respecto de aquellas que se reconocen como indiscutible-

mente paulinas Las cartas originales de Pablo revelan un proyecto que no tuvo continuidad

en las siguientes generaciones y que se transformoacute de modos diversos para responder a las

nuevas circunstancias En este artiacuteculo se presenta primero una posible reconstruccioacuten de

aquel proyecto inicial en base a cinco caracteriacutesticas y segundo algunas de las modificacio-

nes que sufrioacute y que se pueden rastrear en los textos del siglo II

PALABRAS CLAVE Pablo de Tarso Oriacutegenes del cristianismo Corpus paulino Cruz ekklecircsia (Iglesia)

SUMMARY Paulrsquos memory and texts were paramount for the identity process in the beginning of

Christianity Literary works written by the end of the First Century or during the Second are

though quite different from those we recognize as genuine of Paul these showing a thoroughly

distinct missionary project that failed and was transformed in very different ways to cope with

the new threats and challenges of the new age This article faces this issue by firstly proposing

five key features that could account for the historical Pauline project and secondly showing

some of the alterations it suffered according to the data we can discover on Second Century

texts

KEYWORDS Paul of Tarsus Beginnings of Christianity Pauline Corpus Cross ekklecircsia (Church)

Todaviacutea sigue siendo una idea extendida aquella que presenta a Pablo

si no como el fundador del cristianismo siacute como quien desarrolloacute el mensaje

de Jesuacutes centrado en el reino de Dios seguacuten lo comprendiacutean los galileos que

le escuchaban hacia los modelos culturales grecorromanos que terminaron

dando forma al cristianismo Sin embargo los estudios sobre la figura histoacuterica

de Pablo su proyecto misionero y el contexto en el que se desarrolloacute ofrecen

otra imagen diferente El cristianismo que surgioacute varias generaciones maacutes tarde

Carlos
Cuadro de texto

C a r l o s G i l A r b i o l374

de la muerte de Pablo se entiende mejor como fruto del fracaso del proyecto

que Pablo quiso desarrollar durante la primera generacioacuten y como resultado

de la transformacioacuten que otros hicieron de eacutel

El proyecto de Pablo se podriacutea sintetizar en aquella idea germinal expre-

sada en la Carta a los Gaacutelatas (ldquolos que os habeacuteis bautizado en Cristo os habeacuteis

revestido de Cristo ya no hay judiacuteo ni griego ni esclavo ni libre ni hombre ni

mujer ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesuacutesrdquo) Pablo lo representoacute

mediante la metaacutefora del olivo cultivado al que se le han injertado unas ramas

extrantildeas descrita en Rm 1116-24 y lo puso en praacutectica mediante la creacioacuten

de unas asambleas originales que haciacutean realidad aquello Sin embargo ese

proyecto fracasoacute en el sentido de que Israel no lo aceptoacute (incluyendo otros

creyentes en Cristo) Tras la muerte de Pablo sus disciacutepulos y Lucas retoma-

ron su memoria para transformarla y presentaron esta reconstruccioacuten como

el proyecto aglutinante de la gran Iglesia

En la paacuteginas que siguen propongo primero una somera reconstruc-

cioacuten del proyecto histoacuterico de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros

seguidores de Jesuacutes a partir de cinco caracteriacutesticas fundamentales y segundo

una presentacioacuten de la transformacioacuten que los seguidores de Jesuacutes a partir de

la segunda generacioacuten hicieron de este proyecto modificando sustituyendo

o eliminando algunas de aquellas caracteriacutesticas que definieron el proyecto

de Pablo

I EL PROYECTO DE PABLO EN EL MARCO

DE LA MISIOacuteN DE LOS PRIMEROS SEGUIDORES

Aunque a continuacioacuten voy a destacar aspectos que sobresalen de la

particular comprensioacuten que Pablo tuvo de la misioacuten1 que naciacutea en el acon-

tecimiento de la muerte y resurreccioacuten de Jesuacutes (a lo que voy a llamar su

1 El concepto de ldquomisioacutenrdquo puede ser problemaacutetico y anacroacutenico si no lo desprendemos de lecturas eclesiaacutesticas o pastorales

vinculadas a confesiones o tradiciones religiosas actuales Lo entendemos aquiacute como la salida que aquellos primeros judeos

creyentes en Jesuacutes hicieron para revitalizar el judaiacutesmo a partir de la fe de Jesuacutes En los estudios sobre este tema destacan

dos tendencias los que subrayan la diferencia y la pluralidad de las misiones y los que resaltan las coincidencias y la unidad

entre los primeros ver B Chilton ndash C A EvAns The missions of James Peter and Paul tensions in early Christianity (Leiden

Boston 2005) y l E vAAgE Religious rivalries in the early Roman Empire and the rise of Christianity (Waterloo ONT 2006)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 375

ldquoproyectordquo) no hay que olvidar que este proyecto compartiacutea muchas caracteriacutes-

ticas con la comuacuten misioacuten de los creyentes en Cristo2 A pesar de su diferente

origen y horizonte y por tanto de su diferente proyecto la comprensioacuten de

la misioacuten que se enraizaba en el acontecimiento histoacuterico de Jesuacutes era baacutesi-

camente compartida Pablo comparte la centralidad de este acontecimiento

de Jesuacutes (entendiendo por tal toda la vida muerte y resurreccioacuten) si bien los

acentos las jerarquiacuteas y las consecuencias van a ser diversas Esta diversidad

de proyectos en lo que podiacuteamos llamar aun a riesgo de resultar simplistas

una comuacuten misioacuten se plasmoacute en diferentes grupos y ciacuterculos de seguidores de

Jesuacutes parcialmente solapados3 que evolucionaron de modo diferente durante

las primeras cuatro generaciones A partir de la tercera (aprox 110-150 ec)

no obstante se percibe un mayor esfuerzo de convergencia en las corrientes

hegemoacutenicas y algunos ciacuterculos tuvieron mayor presencia e influencia en

centros urbanos influyentes Cabriacutea proponerlo al reveacutes fueron los ciacuterculos

que se asentaron en ciudades importantes del imperio los que estuvieron en

mejores condiciones para ejercer una funcioacuten hegemoacutenica en el proceso de

nacimiento del cristianismo En cualquier caso la pluralidad de proyectos

misioneros caracteriza todo el proceso formativo del cristianismo

Ya en la primera generacioacuten es faacutecil distinguir diferentes ciacuterculos4 entre

los que podemos destacar cuatro seguacuten un consenso generalizado5 primero

los maacutes vinculados a las praacutecticas de pureza ritual (relacionados con Santiago

en Jerusaleacuten) segundo los vinculados a ciertas praacutecticas de pureza ritual (miacute-

entre los segundos ver C C hill Hellenists and Hebrews reappraising division within the earliest church (Minneapolis

1992) y E J sChnABEl Early Christian mission (Downers Grove Ill 2004) 1654-662

2 Parto de la comprensioacuten de que la misioacuten de los seguidores de Jesuacutes durante la primera generacioacuten se enmarca dentro del

judaiacutesmo plural de periodo del Segundo Templo y ademaacutes dentro del conjunto de creyentes en Cristo que surge dentro del

judaiacutesmo Esta misioacuten es por tanto una misioacuten intra-judiacutea

3 Sobre este punto la literatura es ingente veacutease el consenso que se percibe en estas obras M PEsCE Da Gesugrave al cristianesimo

(Brescia 2011) R PEnnA Le prime comunitagrave cristiane persone tempi luoghi forme credenze (Roma 2011) l M WhitE De

Jesuacutes al cristianismo el Nuevo Testamento y la fe cristiana un proceso de cuatro generaciones (Estella 2007) R AguiRRE

(ed) Asiacute empezoacute el cristianismo (Estella 2010)

4 Quizaacute es preferible el teacutermino ldquociacuterculordquo o ldquoliacuteneardquo sobre el de ldquotradicioacutenrdquo ya que eacuteste parece conllevar la idea de continuidad

entre el pasado y el presente mediante una cadena de transmisores que garantizan que el presente es continuidad de un

pasado (que generalmente es una construccioacuten social) ver la uacutetil reflexioacuten de A DEstRo ndash M PEsCE Il racconto e la scrittura

introduzione alla lettura dei vangeli (Roma 2014) 71-78

5 Cf la presentacioacuten que hace Franccedilois Vouga a partir del texto de 1 Co 53-8 en F vougA Los primeros pasos del cristianismo

escritos protagonistas debates (Estella 2001) 33-56

C a r l o s G i l A r b i o l376

nimas) y abiertos a la incorporacioacuten de gentiles en los grupos de creyentes en

Cristo (relacionados con Pedro en Antioquiacutea) tercero los maacutes desvinculados de

las praacutecticas de pureza ritual que aceptan su relegacioacuten para los circuncidados

(relacionados con Pablo) y cuarto otros ciacuterculos cuya identidad parece maacutes

alejada de las praacutecticas judiacuteas y su situacioacuten es de ruptura con la sinagoga

(cercanos a la memoria de Juan)6 No obstante esta generalizada aceptacioacuten

de cuatro grandes ciacuterculos las diferencias y liacuteneas de separacioacuten entre unos

y otros no son en absoluto claras ni tenemos datos suficientes como para res-

ponder a todos los interrogantes del investigador actual Vamos a centrarnos

en lo que llamamos el proyecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los

seguidores de Jesuacutes

Este proyecto de Pablo en el marco de la misioacuten de la primera gene-

racioacuten aparece reflejado en varios acontecimientos ademaacutes de en varios de

sus textos7 Entre los primeros cabe destacar la asamblea de Jerusaleacuten (ca

49 ec) y el posterior conflicto de Antioquiacutea ademaacutes de los problemas que

tuvo despueacutes con otros creyentes en Cristo A esos conflictos se pueden sumar

la(s) colecta(s) los datos sobre los viajes de Pablo y algunos otros datos bio-

graacuteficos Entre los segundos la Carta a los romanos es quizaacute por ser la uacuteltima

indiscutida una reflexioacuten sobre su propio proyecto (donde destaca la metaacutefora

del olivo de Rm 11 y la exhortacioacuten final de Rm 15) Ademaacutes en otros lugares

ofrece algunas pistas sobre ello (Ga 328 1 Co 123ss 2 Co 312-18 etc) Voy a

sentildealar las cinco caracteriacutesticas a mi juicio maacutes significativas de este proyecto

1 LA FE DE JESUacuteS DESCUBIERTA EN LA CRUZ

La primera caracteriacutestica que define este proyecto es la peculiar com-

prensioacuten paulina de la fe de Jesuacutes8 que abriacutea el presente a nuevas posibilidades

Este elemento compartido por los demaacutes creyentes en Cristo teniacutea en Pablo

6 Cf g thEissEn La religioacuten de los primeros cristianos una teoriacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 2002) 295-309

R AguiRRE La memoria de Jesuacutes y los cristianismo de los oriacutegenes (Estella 2015) 170-171

7 Asumo la idea generalizada de un corpus paulino compuesto en varias generaciones cf R E BRoWn Introduccioacuten al Nuevo

Testamento II Cartas y otros escritos (Madrid 2002) 553-554

8 Sobre el genitivo (πίστις Ἰησοῦ Χριστοῦ) ver R B hAys The faith of Jesus Christ the narrative substructure of Ga-

latians 31-411 (Grand Rapids Cambridge 22001) B sChliEssER ldquolsquoExegetical Amnesiarsquo and ΠΙΣΤΙΣ ΧΡΙΣΤΟΥ The

lsquoFaith of Christrsquo in Nineteenth-Century Pauline Scholarshiprdquo JTS 66 (2015) 61-89 Especialmente uacutetil resulta la presentacioacuten

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 377

una peculiaridad la centralidad del acontecimiento revelador de la cruz para

comprender el significado y alcance del mesianismo de Jesuacutes (cf Ga 219-20

1 Co 21-2 etc) Este desmesurado peso del acontecimiento de la muerte de

Jesuacutes tuvo dos consecuencias En primer lugar oscurecioacute la vida histoacuterica de

Jesuacutes sus dichos y hechos como fuente para conocer el plan de Dios para su

pueblo Pablo probablemente no desconociacutea datos histoacutericos de la vida de

Jesuacutes pero no se apoyoacute en ellos para fundamentar y legitimar su proyecto Esto

se debe al menos en parte al uso que haciacutean sus opositores de esos datos

puesto que se apoyaban en ellos para defender un proyecto de fidelidad a la

Toraacute9 En segundo lugar aunque Pablo obviamente afirmoacute la resurreccioacuten de

Jesuacutes (cf 1 Co 153-8) lo maacutes peculiar de esta afirmacioacuten fue la identificacioacuten

del Resucitado con el Crucificado10 la trascendencia que tuvo para eacutel esta

identificacioacuten junto con el significado teoloacutegico de aquella muerte en cruz

Ambas caracteriacutesticas funcionaron a modo de orejeras que orientaron la

mirada de Pablo hacia la muerte en cruz de Jesuacutes Podemos decir entonces

que el primer rasgo del proyecto de Pablo fue su legitimacioacuten en el significado

teoloacutegico de la muerte de Jesuacutes Este proyecto nace del descubrimiento de la

transcendencia teoloacutegica de que Dios revelara su identidad en un crucificado

(al que luego resucitoacute iniciando el tiempo final) Aquel acontecimiento le

llevoacute a poner en el centro de su reflexioacuten de su cosmovisioacuten judiacutea y de su

misioacuten el significado teoloacutegico que se le reveloacute que Dios en vez de utilizar

mecanismos de castigo contra los culpables de aquella injusticia ofrecioacute una

oportunidad de reconciliacioacuten (2 Co 516-21 Rm 510-11) Todo gira en torno

a la nueva imagen de Dios que se revela en la cruz de Jesuacutes una imagen

paradoacutejica que mostraba su fuerza en la debilidad (2 Co 129-10) su sabiduriacutea

en la simpleza (1 Co 123-35) su riqueza en la pobreza (2 Co 89) su divini-

dad en la humillacioacuten (Flp 26-8) etc Este rasgo del proyecto de Pablo estaacute

en la base de los demaacutes que voy a mencionar y aunque resulte ambiguo o

impreciso es a mi modo de ver uno de los elementos que maacutes acogida tuvo

en la misioacuten que desarrolloacute en torno al Egeo11

de t otERo laacutezARo ldquoPor ferdquo reflexioacuten sobre la fe en San Pablo leccioacuten inaugural del Curso Acadeacutemico 2007-2008 (Burgos

2007) porque presenta el debate y ofrece una postura justificada y soacutelida

9 Cf A J M WEDDERBuRn ldquoPaul and Jesus the problem of continuityrdquo en A J M WEDDERBuRn (ed) Paul and Jesus Collected

essays (Sheffield 1989) 99-115 (esp 100)

10 Cf W s CAMPBEll Paul and the creation of Christian identity (London New York 2008) 135

11 Cf C J gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo (Estella 2015) 71-102

C a r l o s G i l A r b i o l378

2 LA URGENCIA ESCATOLOacuteGICA

La urgencia escatoloacutegica (cf 1 Tes 413-18 1 Co 1551-53) tampoco es

una caracteriacutestica exclusiva del proyecto de Pablo pero en eacutel aparece con

una claridad e intensidad sin parangoacuten en parte debido a que no conserva-

mos maacutes textos de la primera generacioacuten (a no ser el Documento Q tambieacuten

marcado por la proacutexima venida del Hijo del Hombre12) Aunque esta urgencia

fuese compartida por otros parece que Pablo exprimioacute a esta circunstancia

todo su jugo haciendo de ello una bandera que caracterizariacutea su proyecto

Su reflexioacuten sobre el tiempo presente (cf 1 Co 729-31 1011-12 2 Co 62

Rm 818-27 etc) como un tiempo breve debioacute de ser determinante en el inicial

eacutexito de su misioacuten13 Esto le dio al proyecto de Pablo un caraacutecter temporal

(coyuntural contingente) orientado al acontecimiento futuro de la parusiacutea

Este tiempo de transicioacuten (entre la justificacioacuten y la salvacioacuten) se viviacutea como

un tiempo de resistencia en el que la visioacuten del mundo coincidiacutea en parte

con la visioacuten apocaliacuteptica que compartiacutean otros muchos judiacuteos14 y que haciacutea

un diagnoacutestico negativo de la realidad presente y proyectaba la esperanza

de justicia y paz en ese tiempo venidero15 El iacutenterin Pablo lo vive por una

parte con cierto desapego de estructuras y autoridades poliacuteticas (como voy a

subrayar luego) que le obligaron a pensar el tiempo presente como un parto

doloroso (Rm 818-25) y por otra con un enorme entusiasmo y entrega por

congregar al Israel de Dios y presentarlo como ldquonoviardquo para la inminente boda

que terminariacutea el tiempo de noviazgo (cf 2 Co 112) Esta combinacioacuten va a

antildeadir al proyecto de Pablo mayor ambiguumledad todaviacutea por esta combinacioacuten

12 Cf Q 1723-2230 s guiJARRo oPoRto Dichos primitivos de Jesuacutes una introduccioacuten al ldquoProto-evangelio de dichos Qrdquo (Sala-

manca 2004) 47-48

13 Cf h RaumlisaumlnEn El Nacimiento de las creencias cristianas (Salamanca 2011) 151-156 Sin embargo este autor considera que

ya Pablo ldquoespiritualizardquo e ldquoindividualizardquo la esperanza de un reino inminente Yo creo que los textos en que se basa para

ello tienen una dimensioacuten apocaliacuteptica mayor de lo que Raumlisaumlnen les otorga

14 Sobre la importancia y relevancia de la comprensioacuten apocaliacuteptica de la historia ver A PoRtiER-young Apocalypse Against

Empire Theologies of Resistance in Early Judaism (Grand Rapids 2011) Sobre el debate del caraacutecter apocaliacuteptico del pro-

yecto de Pablo ver B R gAvEntA Apocalyptic Paul cosmos and anthropos in Romans 5-8 (Waco Texas 2013) y J l MARtyn

ldquoDe-apocalypticizing Paul An essay focused on Paul and the Stoics by Troels Engberg-Pedersenrdquo JSNT 86 (2002) 61-102

15 Sobre la funcioacuten social de la imagineriacutea y lenguaje apocaliacuteptico ver W A MEEks ldquoSocial functions of Apocalyptic Language

in Pauline Christianityrdquo en D hEllholM (ed) Apocalypticism in the Mediterranean World and the Near East (Tubinga 1983)

687-705

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 379

de resistencia y sumisioacuten desapego y entrega futuro y presente Esta es una

caracteriacutestica de la visioacuten del mundo de los pueblos colonizados16

3 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA A ISRAEL

La comprensioacuten paulina de la ἐκκλησία y la relacioacuten con su idea de

Israel resulta un tema complejo en el que las conclusiones que un analista

saque dependen en gran medida de su perspectiva presupuestos mirada

si se parte de la imagen de Pablo como fundador o iniciador de una nueva

religioacuten todo se lee como un proceso de creacioacuten del cristianismo o de la

Iglesia si se lee a Pablo como reformador del judaiacutesmo de su tiempo todo

adquiere otra perspectiva y la ldquonueva alianzardquo por ejemplo puede entenderse

como la recuperacioacuten de la intencioacuten original de Yahveacute17 No me refiero obvia-

mente al sentido local de las ἐκκλησίαι particulares sino al sentido translocal

y englobante contenido por ejemplo en la expresioacuten ἐκκλησία τοῦ θεοῦ (cf

1 Co 12 1032 1122 159 Ga 113 etc)18

La relacioacuten de la ἐκκλησία con Israel ha sido objeto de mucho debate19

Christopher Zoccalli distingue tres grandes corrientes de inteacuterpretes los que

defienden la identificacioacuten de Israel con la ldquoiglesiardquo (teacutermino que reconoce

anacroacutenico pero que sin embargo usa) los que entienden la ldquoiglesiardquo como una

realidad teoloacutegicamente maacutes amplia que incluye a Israel y a otras naciones

y los que creen que son dos realidades distintas una de la otra20 Yo creo que

16 Cf R s sugiRthARAJAh La Biblia y el Imperio exploraciones poscoloniales (Madrid 2009) C D stAnlEy The colonized Apostle

Paul through postcolonial eyes (Minneapolis 2011)

17 Cf Sobre el judaiacutesmo plural del tiempo de Pablo y los judiacuteos que defendiacutean la pertenencia al pueblo por la gracia ademaacutes

de los creyentes en Jesuacutes ver g BoCCACCini Middle Judaism Jewish Thought 300 BCE to 200 CE (Minneapolis 1991)

7-25 Hay una corriente en boga que estudia a Pablo ldquodentro del judaiacutesmordquo pero que frecuentemente se desliza hacia la

ldquoradical new perspectiverdquo M D nAnos ndash M zEttERholM Paul within Judaism restoring the first-century context to the

apostle (Minneapolis 2015) ver el excelente anaacutelisis de Terence Donaldson sobre los excesos de la llamada ldquodoble alianzardquo

propuesta por Gaston y Gager entre otros t l DonAlDson Paul and the gentiles remapping the Apostlersquos convictional world

(Minneapolis MN 1997) 230-236

18 Cf J saacutenChEz BosCh ldquoLa Iglesia universal en las cartas paulinasrdquo RCatT 9 (1984) 35-81

19 Cf D PollEFEyt ndash R BiERingER Paul and Judaism crosscurrents in Pauline exegesis and the study of Jewish-Christian relations

(London 2012)

20 Cf C zoCCAli Whom God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the present

(Eugene OR 2010) Ver las uacutetiles recensiones de J D g Dunn ldquoWhom God Has Called The Relationship of Church and

C a r l o s G i l A r b i o l380

una posicioacuten intermedia entre el segundo y el tercer grupo es la maacutes ajustada

a los textos paulinos

Pablo probablemente entendiacutea la ἐκκλησία como una creacioacuten histoacuterica

en camino hacia la plena realizacioacuten del proyecto de Dios que incluiriacutea la

renovacioacuten de Israel tal como lo comprendiacutea a partir de la muerte de Jesuacutes

conectando directamente con las esperanzas maacutes universalistas del libro de

Isaiacuteas (Is 603-4 6618-24) Esta nueva realidad dinaacutemica (en camino en proce-

so) formada por todos los judiacuteos que terminariacutean creyendo en el Mesiacuteas Jesuacutes

en un futuro proacuteximo ademaacutes de todos los gentiles que tambieacuten lo aceptaran

es la que eacutel llama ἐκκλησία y que se relaciona con Israel como una transicioacuten

como un paso previo al Israel escatoloacutegico el del tiempo final (Rm 1126)21

El ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo es el Israel presente el Israel eacutetnico los circuncida-

dos que estaacuten llamados a creer en el Mesiacuteas (aunque se resistan) el ldquoIsrael

de Diosrdquo es aquello a lo que estaacute llamado a ser Israel que ya ha comenzado

con los judiacuteos que han creiacutedo en eacutel en el que se incluiraacuten tambieacuten gentiles

creyentes en Cristo Como el ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo (1 Co 1018) no es todaviacutea

el ldquoIsrael de Diosrdquo (soacutelo una parte lo es Rm 962527 115) Pablo se situacutea

en esa transicioacuten y entiende su misioacuten como el proyecto de impulsar este

camino la transicioacuten de un Israel al otro es lo que considera ἐκκλησία Desde

esta perspectiva Pablo no defiende que la ἐκκλησία sea el nuevo Israel sino

que aquella propone a Israel la vuelta a sus mejores raiacuteces la ἐκκλησία invita

(incita empuja provoca etc) a Israel a recuperar la identidad y el horizonte

perdido (Rm 1125-32) El objetivo de la ἐκκλησία es pues devolverle a Israel

su identidad y por tanto no es fin en siacute misma Dicho de otro modo el obje-

tivo de la ἐκκλησία es que ella misma se transforme en el ldquoIsrael de Diosrdquo en

el momento final entonces Israel y la ἐκκλησία se confundiraacuten

Tres datos a mi modo de ver justifican lo dicho Primero cuando

Pablo en la Carta a los Gaacutelatas tuvo que argumentar y explicar por primera

vez cuaacutel era el estatus de los gentiles creyentes en Cristo respecto al pueblo

de Israel elaboroacute un complicadiacutesimo argumento por el que mostraba coacutemo

Israel in Pauline Interpretation 1920 to the Presentrdquo RBL 14 (2012) 345-347 i h MARshAll ldquoWhom God has called the

relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo JSNT 34 (2012) 84 y P M EisEnBAuM ldquoWhom

God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo CBQ 75 (2013) 178-179

21 La discusioacuten sobre este versiacuteculo ha sido mucha ver por ejemplo C zoCCAli ldquorsquoAnd so all Israel will be savedrsquo competing

interpretations of Romans 1126 in Pauline scholarshiprdquo JSNT 30 (2008) 289-318 Tambieacuten la ldquoalianza del espiacuteriturdquo (ἡ καινή διαθήκη 2 Co 36) o ldquoministerio del espiacuteriturdquo (ἡ διακονία τοῦ πνεύματος 2 Co 38)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 381

un gentil creyente en Cristo era seguacuten su exeacutegesis biacuteblica un hijo y heredero

de Abraham el padre de Isaac y JacobIsrael Pablo integra a los gentiles cre-

yentes en el pueblo de Israel mediante la filiacioacuten ahijada adoptada (Ga 3ndash4)

Segundo cuando al final de su vida tuvo que elaborar con maacutes detenimiento

este argumento para presentarlo a la comunidad de creyentes romanos lo

hizo mediante la metaacutefora del olivo cultivado (imagen de Israel) al que se le

han caiacutedo algunas ramas naturales (judiacuteos no creyentes en Jesuacutes) y al que le

han injertado ldquocontra-naturardquo unas ramas de olivo silvestre (gentiles creyentes

en Jesuacutes) de modo que puedan compartir todos la misma savia y los mismos

frutos (Rm 1116-24) Tercero cuando escribe esa uacuteltima carta a Roma lo hace

tambieacuten para preparar su viaje a Jerusaleacuten con el dinero recolectado entre

sus comunidades (formadas mayoritariamente por gentiles) y pedir que ese

dinero sea aceptado Maacutes allaacute de los posibles simbolismos relacionados con

el templo y el fuerte sentido de comunioacuten con aquellos con los que habiacutea

disentido y de los que se habiacutea alejado antildeos atraacutes este gesto era la prueba de

que las ramas injertadas eran capaces de aportar tambieacuten algo al olivo cultivado

(aunque fuese suavizar la penuria y escasez de los de Jerusaleacuten) la pasioacuten e

intensidad que pone a sus palabras (Rm 1530-33) refleja que Pablo pensaba

que la aceptacioacuten del dinero de los gentiles era la aceptacioacuten del injerto en el

Israel de la promesa si aceptaban el dinero aceptaban a los gentiles creyen-

tes como los hijos de la promesa (τὰ τέκνα τῆς ἐπαγγελίας Ga 314-29 428

Rm 98) Los tres datos apuntan en la misma direccioacuten Pablo quiere integrar

a los gentiles creyentes en el ldquoIsrael de Diosrdquo

Asiacute Pablo fue creando asambleas (ἐκκλησίαι) que debiacutean mostrar ya

en el presente lo que Israel estaba llamado a ser en el futuro inmediato

cuando Dios triunfara definitivamente y comenzara su reino escatoloacutegico

(1 Co 152450) Estas asambleas teniacutean que ser las primicias que mostraran

a todas las naciones (incluido Israel Ga 616 Rm 228-29 1125-26) lo que

debiacutean ser Este es el nuacutecleo del proyecto histoacuterico que fracasaraacute y que como

veremos exigiraacute cambiar el plan inicial el de la ἐκκλησία al servicio del reino

escatoloacutegico por uno nuevo el del reino escatoloacutegico como idealizacioacuten de

una forma de ἐκκλησία Desde este punto de vista el cristianismo que surgiraacute

maacutes adelante (con la confluencia de maacutes tradiciones o ciacuterculos de seguidores

de Jesuacutes) se explica mejor como el resultado del fracaso de la idea de Pablo

de hacer del ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo el ldquoIsrael de Diosrdquo el fracaso de esta idea

junto con el eacutexito praacutectico de unas asambleas que crecieron y tuvieron impacto

C a r l o s G i l A r b i o l382

social (ademaacutes de otros aciertos tambieacuten de caraacutecter teoloacutegico y poliacutetico) es lo

que dio lugar al surgimiento de una alternativa a Israel la ἐκκλησία pasoacute a ser

comprendida y presentada como fin de la misioacuten de Jesuacutes (ver maacutes delante)

El bautismo que compartiacutea con los de Jerusaleacuten como signo de identi-

dad de seguidores de Jesuacutes fue para Pablo un signo mucho maacutes importante

y definitivo en Israel Pablo nunca dice que el bautismo es un sustituto de

la circuncisioacuten sino que eacutesta es innecesaria para los gentiles (cf Ga 511-12

612-16)22 a quienes hace ritualmente hijos y coherederos de las promesas

Sin embargo al hacerlo asiacute los incorpora al pueblo de los hijos y herederos de

Abraham los hace miembros del pueblo de la nueva alianza el nuevo pue-

blo de Israel formado a partir de ese momento por los creyentes bautizados

no por los circuncidados (cf Ga 323-47)23 ldquoLos que os habeacuteis bautizado en

Cristo os habeacuteis revestido de Cristohellip Y si sois de Cristo ya sois descendencia

de Abraham herederos seguacuten la promesardquo24 Aparte de otras consideraciones

de caraacutecter teoloacutegico25 parece que el bautismo teniacutea para Pablo el caraacutecter

simboacutelico de mostrar la incorporacioacuten de todos los creyentes judiacuteos y gentiles

en el ldquoIsrael de Diosrdquo (Ga 616) para formar el ldquoolivo cultivadordquo (καλλιέλαιος) para ser ldquopartiacutecipe de la raiacutez y de la savia del olivordquo (Rm 1116-24)26

Por uacuteltimo Pablo tambieacuten reformula la funcioacuten y sentido de la ley en

el ldquoIsrael de Diosrdquo para eacutel no era una frontera de identidad (separacioacuten de

judiacuteos y gentiles) sino una llamada de Dios a confiar soacutelo en Yahveacute y en su

amor incondicional Los seguidores de Moiseacutes se equivocaban depositando su

confianza en el cumplimiento de la Toraacute porque lo que Yahveacute espera es que la

depositen en Eacutel cayendo en la cuenta de que nadie puede cumplir toda la ley

(Ga 38-14 2 Co 312-18)27 La exigencia del cumplimiento de la ley quedaba

22 Cf A y Collins ldquoBaptism and the Formation of Identityrdquo en B holMBERg ndash M zEttERholM ndash s ByRskog (eds) The making of

Christianity conflicts contacts and constructions essays in honor of Bengt Holmberg (Winona Lake IN 2012) 57-73

23 Cf C h tAlBERt ldquoPaul Judaism and the revisionistsrdquo CBQ 63 (2001) 1-22

24 Sobre la idea bautismal del revestirse ver C gil ARBiol ldquoLa evolucioacuten de la imagen del cuerpo en la tradicioacuten paulina y sus

consecuencias sociales y eclesialesrdquo EstBib 68 (2010) 73-105

25 l hARtMAn ldquoInto the name of the Lord Jesusrdquo baptism in the early church (Edinburgh 1997) 78-81

26 Cf R PEnnA Carta a los Romanos introduccioacuten versioacuten y comentario (Estella 2013) sect IIIC3 Sobre la posible ironiacutea de

Pablo al considerar a los gentiles como un ldquoolivo silvestrerdquo considerado improductivo que debe ser injertado en el ldquoolivo

cultivadordquo para dar fruto ver P F EslER Conflicto e identidad en la carta a los Romanos el contexto social de la carta de

Pablo (Estella 2006) 408-417

27 He desarrollado esta idea en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 72-77

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 383

anulada como signo de pertenencia o de privilegios (eacutetnicos escatoloacutegicos

o soterioloacutegicos) Para Pablo la ley tiene uacutenicamente una funcioacuten eacutetica (cf

Rm 138-10) que recuerda el uacutenico mandamiento el del amor (cf Ga 514)

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ POLIacuteTICA COMO REFLEJO DEL DIOS DE JESUacuteS

El proyecto de Pablo parece estar marcado por la construccioacuten de

una ἐκκλησία que sea reflejo de la imagen de Dios revelado en la cruz de

Jesuacutes (cf 1 Co 118-31 1212-27 etc) Pablo parece tener claro que la ldquonueva

alianzardquo la ldquoalianza del Espiacuteriturdquo no significa una ruptura de la alianza con

Israel en el Sinaiacute sino la recuperacioacuten del sentido original de aquella primera

que debe ldquoreflejar como en un espejo la gloria del Sentildeorrdquo (cf 2 Co 34-18)

Esto constituiraacute una caracteriacutestica muy peculiar del proyecto de Pablo que

el conjunto de los creyentes en Cristo sea capaz de reflejar la identidad y la

actuacioacuten de Dios en la historia tal como Pablo lo ha descubierto en la cruz

de Jesuacutes Asiacute pues el proyecto de Pablo se caracterizoacute por incorporar a un

nuacutemero muy significativo de personas marginales en el aacutembito urbano en el

que desarrolloacute su misioacuten

Esto no significa que el naciente cristianismo fuese un movimiento de

ldquodesposeiacutedosrdquo como se ha afirmado tantas veces durante el siglo XX28 Una

postura maacutes moderada se ha ido imponiendo extendida por Gerd Theissen

Abraham Malherbe y Wayne Meeks29 que defiende una realidad maacutes com-

pleja y plural aquellos primeros creyentes eran grupos en los que conviviacutean

28 Esta opinioacuten estaacute representada por autores como Karl Kautsky [k kAutsky Oriacutegenes y fundamentos del cristianismo (Sala-

manca 1974) original alemaacuten de 1908] o Adolf Deissmann [A DEissMAnn Light from the ancient East The New Testament

illustrated by recently discovered texts of the Graeco-Roman world (New York 21927) segunda edicioacuten alemana de 1923

ampliacioacuten de la primera de 1909] Posteriormente Justin Meggitt publicoacute su tesis doctoral que recuperaba buena parte de

los argumentos de este ldquoviejo consensordquo y defendiacutea que Pablo y sus seguidores debiacutean ser localizados entre los ldquopobresrdquo

J J MEggitt Paul poverty and survival (Edinburgh 1998) Rodney Stark ha defendido praacutecticamente lo contrario es decir

ldquoque la Iglesia primitiva ejercioacute su mayor atractivo sobre los ciudadanos maacutes soacutelidamente establecidos en el imperiordquo

pero esta tesis es extrema y resulta difiacutecil de probar como eacutel mismo reconoce R stARk La expansioacuten del cristianismo un

estudio socioloacutegico (Madrid 2009) 37-53 Una criacutetica en J t sAnDERs ldquoDid early Christianity succeed because of Jewish

conversionsrdquo Social Compass 464 (1999) 493-505

29 Cf g thEissEn Estudios de sociologiacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 1985) 189-234 A J MAlhERBE Social Aspects

of Early Christianity (Philadelphia 21983) [primera edicioacuten de 1977] 31 W A MEEks Los primeros cristianos urbanos el

mundo social del apoacutestol Pablo (Salamanca 1988) [original ingles de 1983] 93-129 Meeks defendiacutea que el ldquocristiano tipordquo

C a r l o s G i l A r b i o l384

personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los

extremos)30 No obstante parece que algunos de los maacutes acomodados llegaron

a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamoacute la ldquoinconsistencia

de estatusrdquo ldquopersonas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuidordquo31

Algunos socioacutelogos han estudiado este fenoacutemeno32 y han mostrado que las

personas que ocupan una posicioacuten elevada en ciertos aacutembitos sociales pero

bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones o se aiacuteslan

y rechazan el intercambio social o manifiestan signos de estreacutes que en algunas

sociedades podriacutea dar lugar a interpretaciones de posesioacuten o similares o bien

desarrollan aptitudes de accioacuten poliacutetica que favorecen el cambio social Asiacute

ldquoun alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables

que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la

sociedad cambiaacutendose a siacute mismas o cambiando la percepcioacuten de siacute mismasrdquo33

Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales

Pablo no creoacute uacutenicamente un lugar de acogida y reconocimiento para

ldquolos locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (τὰ μωρὰ τὰ ἀσθενῆ τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου τὰ μὴ ὄντα 1 Co 126-28) Desde

el punto de vista del patriarcado en estas asambleas efectivamente se acogiacutea

mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 114-5 722) desde el

punto de vista eacutetnico los gentiles eran iguales que los judiacuteos (Ga 328) desde

el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemoacutenicos los ldquoneciosrdquo

y ldquodeacutebilesrdquo sin formacioacuten ni capacidad teniacutean un lugar privilegiado de reco-

nocimiento y cuidado por parte de los ldquofuertesrdquo y cultos (1 Co 126-28 87-13)

los que no teniacutean posibilidades econoacutemicas teniacutean un lugar con los que las

teniacutean de sobra (1 Co 1117-34) etc Pero todos ellos no eran acogidos en las

asambleas uacutenicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera

era ldquoartesano libre o pequentildeo comercianterdquo Cf tambieacuten B holMBERg Historia social del cristianismo primitivo (Coacuterdoba

1995) 99-103

30 Es muy uacutetil diferenciar tambieacuten los tiempos y lugares el nivel social mayoritario en Jerusaleacuten o Galilea no tiene por queacute

coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas cf holMBERg Historia social del cristianismo primitivo

100-101

31 MEEks Los primeros cristianos urbanos 99-100 y 129

32 Cf E goFFMAn La presentacioacuten de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981) g E lEnski Power and privilege a

theory of social stratification (Nueva York 1966)

33 g E lEnski ldquoStatus crystallization A non-vertical dimension of social statusrdquo American Sociological R 19 (1954) 405-413

citado por MEEks Los primeros cristianos urbanos 99

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l374

de la muerte de Pablo se entiende mejor como fruto del fracaso del proyecto

que Pablo quiso desarrollar durante la primera generacioacuten y como resultado

de la transformacioacuten que otros hicieron de eacutel

El proyecto de Pablo se podriacutea sintetizar en aquella idea germinal expre-

sada en la Carta a los Gaacutelatas (ldquolos que os habeacuteis bautizado en Cristo os habeacuteis

revestido de Cristo ya no hay judiacuteo ni griego ni esclavo ni libre ni hombre ni

mujer ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesuacutesrdquo) Pablo lo representoacute

mediante la metaacutefora del olivo cultivado al que se le han injertado unas ramas

extrantildeas descrita en Rm 1116-24 y lo puso en praacutectica mediante la creacioacuten

de unas asambleas originales que haciacutean realidad aquello Sin embargo ese

proyecto fracasoacute en el sentido de que Israel no lo aceptoacute (incluyendo otros

creyentes en Cristo) Tras la muerte de Pablo sus disciacutepulos y Lucas retoma-

ron su memoria para transformarla y presentaron esta reconstruccioacuten como

el proyecto aglutinante de la gran Iglesia

En la paacuteginas que siguen propongo primero una somera reconstruc-

cioacuten del proyecto histoacuterico de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros

seguidores de Jesuacutes a partir de cinco caracteriacutesticas fundamentales y segundo

una presentacioacuten de la transformacioacuten que los seguidores de Jesuacutes a partir de

la segunda generacioacuten hicieron de este proyecto modificando sustituyendo

o eliminando algunas de aquellas caracteriacutesticas que definieron el proyecto

de Pablo

I EL PROYECTO DE PABLO EN EL MARCO

DE LA MISIOacuteN DE LOS PRIMEROS SEGUIDORES

Aunque a continuacioacuten voy a destacar aspectos que sobresalen de la

particular comprensioacuten que Pablo tuvo de la misioacuten1 que naciacutea en el acon-

tecimiento de la muerte y resurreccioacuten de Jesuacutes (a lo que voy a llamar su

1 El concepto de ldquomisioacutenrdquo puede ser problemaacutetico y anacroacutenico si no lo desprendemos de lecturas eclesiaacutesticas o pastorales

vinculadas a confesiones o tradiciones religiosas actuales Lo entendemos aquiacute como la salida que aquellos primeros judeos

creyentes en Jesuacutes hicieron para revitalizar el judaiacutesmo a partir de la fe de Jesuacutes En los estudios sobre este tema destacan

dos tendencias los que subrayan la diferencia y la pluralidad de las misiones y los que resaltan las coincidencias y la unidad

entre los primeros ver B Chilton ndash C A EvAns The missions of James Peter and Paul tensions in early Christianity (Leiden

Boston 2005) y l E vAAgE Religious rivalries in the early Roman Empire and the rise of Christianity (Waterloo ONT 2006)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 375

ldquoproyectordquo) no hay que olvidar que este proyecto compartiacutea muchas caracteriacutes-

ticas con la comuacuten misioacuten de los creyentes en Cristo2 A pesar de su diferente

origen y horizonte y por tanto de su diferente proyecto la comprensioacuten de

la misioacuten que se enraizaba en el acontecimiento histoacuterico de Jesuacutes era baacutesi-

camente compartida Pablo comparte la centralidad de este acontecimiento

de Jesuacutes (entendiendo por tal toda la vida muerte y resurreccioacuten) si bien los

acentos las jerarquiacuteas y las consecuencias van a ser diversas Esta diversidad

de proyectos en lo que podiacuteamos llamar aun a riesgo de resultar simplistas

una comuacuten misioacuten se plasmoacute en diferentes grupos y ciacuterculos de seguidores de

Jesuacutes parcialmente solapados3 que evolucionaron de modo diferente durante

las primeras cuatro generaciones A partir de la tercera (aprox 110-150 ec)

no obstante se percibe un mayor esfuerzo de convergencia en las corrientes

hegemoacutenicas y algunos ciacuterculos tuvieron mayor presencia e influencia en

centros urbanos influyentes Cabriacutea proponerlo al reveacutes fueron los ciacuterculos

que se asentaron en ciudades importantes del imperio los que estuvieron en

mejores condiciones para ejercer una funcioacuten hegemoacutenica en el proceso de

nacimiento del cristianismo En cualquier caso la pluralidad de proyectos

misioneros caracteriza todo el proceso formativo del cristianismo

Ya en la primera generacioacuten es faacutecil distinguir diferentes ciacuterculos4 entre

los que podemos destacar cuatro seguacuten un consenso generalizado5 primero

los maacutes vinculados a las praacutecticas de pureza ritual (relacionados con Santiago

en Jerusaleacuten) segundo los vinculados a ciertas praacutecticas de pureza ritual (miacute-

entre los segundos ver C C hill Hellenists and Hebrews reappraising division within the earliest church (Minneapolis

1992) y E J sChnABEl Early Christian mission (Downers Grove Ill 2004) 1654-662

2 Parto de la comprensioacuten de que la misioacuten de los seguidores de Jesuacutes durante la primera generacioacuten se enmarca dentro del

judaiacutesmo plural de periodo del Segundo Templo y ademaacutes dentro del conjunto de creyentes en Cristo que surge dentro del

judaiacutesmo Esta misioacuten es por tanto una misioacuten intra-judiacutea

3 Sobre este punto la literatura es ingente veacutease el consenso que se percibe en estas obras M PEsCE Da Gesugrave al cristianesimo

(Brescia 2011) R PEnnA Le prime comunitagrave cristiane persone tempi luoghi forme credenze (Roma 2011) l M WhitE De

Jesuacutes al cristianismo el Nuevo Testamento y la fe cristiana un proceso de cuatro generaciones (Estella 2007) R AguiRRE

(ed) Asiacute empezoacute el cristianismo (Estella 2010)

4 Quizaacute es preferible el teacutermino ldquociacuterculordquo o ldquoliacuteneardquo sobre el de ldquotradicioacutenrdquo ya que eacuteste parece conllevar la idea de continuidad

entre el pasado y el presente mediante una cadena de transmisores que garantizan que el presente es continuidad de un

pasado (que generalmente es una construccioacuten social) ver la uacutetil reflexioacuten de A DEstRo ndash M PEsCE Il racconto e la scrittura

introduzione alla lettura dei vangeli (Roma 2014) 71-78

5 Cf la presentacioacuten que hace Franccedilois Vouga a partir del texto de 1 Co 53-8 en F vougA Los primeros pasos del cristianismo

escritos protagonistas debates (Estella 2001) 33-56

C a r l o s G i l A r b i o l376

nimas) y abiertos a la incorporacioacuten de gentiles en los grupos de creyentes en

Cristo (relacionados con Pedro en Antioquiacutea) tercero los maacutes desvinculados de

las praacutecticas de pureza ritual que aceptan su relegacioacuten para los circuncidados

(relacionados con Pablo) y cuarto otros ciacuterculos cuya identidad parece maacutes

alejada de las praacutecticas judiacuteas y su situacioacuten es de ruptura con la sinagoga

(cercanos a la memoria de Juan)6 No obstante esta generalizada aceptacioacuten

de cuatro grandes ciacuterculos las diferencias y liacuteneas de separacioacuten entre unos

y otros no son en absoluto claras ni tenemos datos suficientes como para res-

ponder a todos los interrogantes del investigador actual Vamos a centrarnos

en lo que llamamos el proyecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los

seguidores de Jesuacutes

Este proyecto de Pablo en el marco de la misioacuten de la primera gene-

racioacuten aparece reflejado en varios acontecimientos ademaacutes de en varios de

sus textos7 Entre los primeros cabe destacar la asamblea de Jerusaleacuten (ca

49 ec) y el posterior conflicto de Antioquiacutea ademaacutes de los problemas que

tuvo despueacutes con otros creyentes en Cristo A esos conflictos se pueden sumar

la(s) colecta(s) los datos sobre los viajes de Pablo y algunos otros datos bio-

graacuteficos Entre los segundos la Carta a los romanos es quizaacute por ser la uacuteltima

indiscutida una reflexioacuten sobre su propio proyecto (donde destaca la metaacutefora

del olivo de Rm 11 y la exhortacioacuten final de Rm 15) Ademaacutes en otros lugares

ofrece algunas pistas sobre ello (Ga 328 1 Co 123ss 2 Co 312-18 etc) Voy a

sentildealar las cinco caracteriacutesticas a mi juicio maacutes significativas de este proyecto

1 LA FE DE JESUacuteS DESCUBIERTA EN LA CRUZ

La primera caracteriacutestica que define este proyecto es la peculiar com-

prensioacuten paulina de la fe de Jesuacutes8 que abriacutea el presente a nuevas posibilidades

Este elemento compartido por los demaacutes creyentes en Cristo teniacutea en Pablo

6 Cf g thEissEn La religioacuten de los primeros cristianos una teoriacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 2002) 295-309

R AguiRRE La memoria de Jesuacutes y los cristianismo de los oriacutegenes (Estella 2015) 170-171

7 Asumo la idea generalizada de un corpus paulino compuesto en varias generaciones cf R E BRoWn Introduccioacuten al Nuevo

Testamento II Cartas y otros escritos (Madrid 2002) 553-554

8 Sobre el genitivo (πίστις Ἰησοῦ Χριστοῦ) ver R B hAys The faith of Jesus Christ the narrative substructure of Ga-

latians 31-411 (Grand Rapids Cambridge 22001) B sChliEssER ldquolsquoExegetical Amnesiarsquo and ΠΙΣΤΙΣ ΧΡΙΣΤΟΥ The

lsquoFaith of Christrsquo in Nineteenth-Century Pauline Scholarshiprdquo JTS 66 (2015) 61-89 Especialmente uacutetil resulta la presentacioacuten

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 377

una peculiaridad la centralidad del acontecimiento revelador de la cruz para

comprender el significado y alcance del mesianismo de Jesuacutes (cf Ga 219-20

1 Co 21-2 etc) Este desmesurado peso del acontecimiento de la muerte de

Jesuacutes tuvo dos consecuencias En primer lugar oscurecioacute la vida histoacuterica de

Jesuacutes sus dichos y hechos como fuente para conocer el plan de Dios para su

pueblo Pablo probablemente no desconociacutea datos histoacutericos de la vida de

Jesuacutes pero no se apoyoacute en ellos para fundamentar y legitimar su proyecto Esto

se debe al menos en parte al uso que haciacutean sus opositores de esos datos

puesto que se apoyaban en ellos para defender un proyecto de fidelidad a la

Toraacute9 En segundo lugar aunque Pablo obviamente afirmoacute la resurreccioacuten de

Jesuacutes (cf 1 Co 153-8) lo maacutes peculiar de esta afirmacioacuten fue la identificacioacuten

del Resucitado con el Crucificado10 la trascendencia que tuvo para eacutel esta

identificacioacuten junto con el significado teoloacutegico de aquella muerte en cruz

Ambas caracteriacutesticas funcionaron a modo de orejeras que orientaron la

mirada de Pablo hacia la muerte en cruz de Jesuacutes Podemos decir entonces

que el primer rasgo del proyecto de Pablo fue su legitimacioacuten en el significado

teoloacutegico de la muerte de Jesuacutes Este proyecto nace del descubrimiento de la

transcendencia teoloacutegica de que Dios revelara su identidad en un crucificado

(al que luego resucitoacute iniciando el tiempo final) Aquel acontecimiento le

llevoacute a poner en el centro de su reflexioacuten de su cosmovisioacuten judiacutea y de su

misioacuten el significado teoloacutegico que se le reveloacute que Dios en vez de utilizar

mecanismos de castigo contra los culpables de aquella injusticia ofrecioacute una

oportunidad de reconciliacioacuten (2 Co 516-21 Rm 510-11) Todo gira en torno

a la nueva imagen de Dios que se revela en la cruz de Jesuacutes una imagen

paradoacutejica que mostraba su fuerza en la debilidad (2 Co 129-10) su sabiduriacutea

en la simpleza (1 Co 123-35) su riqueza en la pobreza (2 Co 89) su divini-

dad en la humillacioacuten (Flp 26-8) etc Este rasgo del proyecto de Pablo estaacute

en la base de los demaacutes que voy a mencionar y aunque resulte ambiguo o

impreciso es a mi modo de ver uno de los elementos que maacutes acogida tuvo

en la misioacuten que desarrolloacute en torno al Egeo11

de t otERo laacutezARo ldquoPor ferdquo reflexioacuten sobre la fe en San Pablo leccioacuten inaugural del Curso Acadeacutemico 2007-2008 (Burgos

2007) porque presenta el debate y ofrece una postura justificada y soacutelida

9 Cf A J M WEDDERBuRn ldquoPaul and Jesus the problem of continuityrdquo en A J M WEDDERBuRn (ed) Paul and Jesus Collected

essays (Sheffield 1989) 99-115 (esp 100)

10 Cf W s CAMPBEll Paul and the creation of Christian identity (London New York 2008) 135

11 Cf C J gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo (Estella 2015) 71-102

C a r l o s G i l A r b i o l378

2 LA URGENCIA ESCATOLOacuteGICA

La urgencia escatoloacutegica (cf 1 Tes 413-18 1 Co 1551-53) tampoco es

una caracteriacutestica exclusiva del proyecto de Pablo pero en eacutel aparece con

una claridad e intensidad sin parangoacuten en parte debido a que no conserva-

mos maacutes textos de la primera generacioacuten (a no ser el Documento Q tambieacuten

marcado por la proacutexima venida del Hijo del Hombre12) Aunque esta urgencia

fuese compartida por otros parece que Pablo exprimioacute a esta circunstancia

todo su jugo haciendo de ello una bandera que caracterizariacutea su proyecto

Su reflexioacuten sobre el tiempo presente (cf 1 Co 729-31 1011-12 2 Co 62

Rm 818-27 etc) como un tiempo breve debioacute de ser determinante en el inicial

eacutexito de su misioacuten13 Esto le dio al proyecto de Pablo un caraacutecter temporal

(coyuntural contingente) orientado al acontecimiento futuro de la parusiacutea

Este tiempo de transicioacuten (entre la justificacioacuten y la salvacioacuten) se viviacutea como

un tiempo de resistencia en el que la visioacuten del mundo coincidiacutea en parte

con la visioacuten apocaliacuteptica que compartiacutean otros muchos judiacuteos14 y que haciacutea

un diagnoacutestico negativo de la realidad presente y proyectaba la esperanza

de justicia y paz en ese tiempo venidero15 El iacutenterin Pablo lo vive por una

parte con cierto desapego de estructuras y autoridades poliacuteticas (como voy a

subrayar luego) que le obligaron a pensar el tiempo presente como un parto

doloroso (Rm 818-25) y por otra con un enorme entusiasmo y entrega por

congregar al Israel de Dios y presentarlo como ldquonoviardquo para la inminente boda

que terminariacutea el tiempo de noviazgo (cf 2 Co 112) Esta combinacioacuten va a

antildeadir al proyecto de Pablo mayor ambiguumledad todaviacutea por esta combinacioacuten

12 Cf Q 1723-2230 s guiJARRo oPoRto Dichos primitivos de Jesuacutes una introduccioacuten al ldquoProto-evangelio de dichos Qrdquo (Sala-

manca 2004) 47-48

13 Cf h RaumlisaumlnEn El Nacimiento de las creencias cristianas (Salamanca 2011) 151-156 Sin embargo este autor considera que

ya Pablo ldquoespiritualizardquo e ldquoindividualizardquo la esperanza de un reino inminente Yo creo que los textos en que se basa para

ello tienen una dimensioacuten apocaliacuteptica mayor de lo que Raumlisaumlnen les otorga

14 Sobre la importancia y relevancia de la comprensioacuten apocaliacuteptica de la historia ver A PoRtiER-young Apocalypse Against

Empire Theologies of Resistance in Early Judaism (Grand Rapids 2011) Sobre el debate del caraacutecter apocaliacuteptico del pro-

yecto de Pablo ver B R gAvEntA Apocalyptic Paul cosmos and anthropos in Romans 5-8 (Waco Texas 2013) y J l MARtyn

ldquoDe-apocalypticizing Paul An essay focused on Paul and the Stoics by Troels Engberg-Pedersenrdquo JSNT 86 (2002) 61-102

15 Sobre la funcioacuten social de la imagineriacutea y lenguaje apocaliacuteptico ver W A MEEks ldquoSocial functions of Apocalyptic Language

in Pauline Christianityrdquo en D hEllholM (ed) Apocalypticism in the Mediterranean World and the Near East (Tubinga 1983)

687-705

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 379

de resistencia y sumisioacuten desapego y entrega futuro y presente Esta es una

caracteriacutestica de la visioacuten del mundo de los pueblos colonizados16

3 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA A ISRAEL

La comprensioacuten paulina de la ἐκκλησία y la relacioacuten con su idea de

Israel resulta un tema complejo en el que las conclusiones que un analista

saque dependen en gran medida de su perspectiva presupuestos mirada

si se parte de la imagen de Pablo como fundador o iniciador de una nueva

religioacuten todo se lee como un proceso de creacioacuten del cristianismo o de la

Iglesia si se lee a Pablo como reformador del judaiacutesmo de su tiempo todo

adquiere otra perspectiva y la ldquonueva alianzardquo por ejemplo puede entenderse

como la recuperacioacuten de la intencioacuten original de Yahveacute17 No me refiero obvia-

mente al sentido local de las ἐκκλησίαι particulares sino al sentido translocal

y englobante contenido por ejemplo en la expresioacuten ἐκκλησία τοῦ θεοῦ (cf

1 Co 12 1032 1122 159 Ga 113 etc)18

La relacioacuten de la ἐκκλησία con Israel ha sido objeto de mucho debate19

Christopher Zoccalli distingue tres grandes corrientes de inteacuterpretes los que

defienden la identificacioacuten de Israel con la ldquoiglesiardquo (teacutermino que reconoce

anacroacutenico pero que sin embargo usa) los que entienden la ldquoiglesiardquo como una

realidad teoloacutegicamente maacutes amplia que incluye a Israel y a otras naciones

y los que creen que son dos realidades distintas una de la otra20 Yo creo que

16 Cf R s sugiRthARAJAh La Biblia y el Imperio exploraciones poscoloniales (Madrid 2009) C D stAnlEy The colonized Apostle

Paul through postcolonial eyes (Minneapolis 2011)

17 Cf Sobre el judaiacutesmo plural del tiempo de Pablo y los judiacuteos que defendiacutean la pertenencia al pueblo por la gracia ademaacutes

de los creyentes en Jesuacutes ver g BoCCACCini Middle Judaism Jewish Thought 300 BCE to 200 CE (Minneapolis 1991)

7-25 Hay una corriente en boga que estudia a Pablo ldquodentro del judaiacutesmordquo pero que frecuentemente se desliza hacia la

ldquoradical new perspectiverdquo M D nAnos ndash M zEttERholM Paul within Judaism restoring the first-century context to the

apostle (Minneapolis 2015) ver el excelente anaacutelisis de Terence Donaldson sobre los excesos de la llamada ldquodoble alianzardquo

propuesta por Gaston y Gager entre otros t l DonAlDson Paul and the gentiles remapping the Apostlersquos convictional world

(Minneapolis MN 1997) 230-236

18 Cf J saacutenChEz BosCh ldquoLa Iglesia universal en las cartas paulinasrdquo RCatT 9 (1984) 35-81

19 Cf D PollEFEyt ndash R BiERingER Paul and Judaism crosscurrents in Pauline exegesis and the study of Jewish-Christian relations

(London 2012)

20 Cf C zoCCAli Whom God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the present

(Eugene OR 2010) Ver las uacutetiles recensiones de J D g Dunn ldquoWhom God Has Called The Relationship of Church and

C a r l o s G i l A r b i o l380

una posicioacuten intermedia entre el segundo y el tercer grupo es la maacutes ajustada

a los textos paulinos

Pablo probablemente entendiacutea la ἐκκλησία como una creacioacuten histoacuterica

en camino hacia la plena realizacioacuten del proyecto de Dios que incluiriacutea la

renovacioacuten de Israel tal como lo comprendiacutea a partir de la muerte de Jesuacutes

conectando directamente con las esperanzas maacutes universalistas del libro de

Isaiacuteas (Is 603-4 6618-24) Esta nueva realidad dinaacutemica (en camino en proce-

so) formada por todos los judiacuteos que terminariacutean creyendo en el Mesiacuteas Jesuacutes

en un futuro proacuteximo ademaacutes de todos los gentiles que tambieacuten lo aceptaran

es la que eacutel llama ἐκκλησία y que se relaciona con Israel como una transicioacuten

como un paso previo al Israel escatoloacutegico el del tiempo final (Rm 1126)21

El ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo es el Israel presente el Israel eacutetnico los circuncida-

dos que estaacuten llamados a creer en el Mesiacuteas (aunque se resistan) el ldquoIsrael

de Diosrdquo es aquello a lo que estaacute llamado a ser Israel que ya ha comenzado

con los judiacuteos que han creiacutedo en eacutel en el que se incluiraacuten tambieacuten gentiles

creyentes en Cristo Como el ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo (1 Co 1018) no es todaviacutea

el ldquoIsrael de Diosrdquo (soacutelo una parte lo es Rm 962527 115) Pablo se situacutea

en esa transicioacuten y entiende su misioacuten como el proyecto de impulsar este

camino la transicioacuten de un Israel al otro es lo que considera ἐκκλησία Desde

esta perspectiva Pablo no defiende que la ἐκκλησία sea el nuevo Israel sino

que aquella propone a Israel la vuelta a sus mejores raiacuteces la ἐκκλησία invita

(incita empuja provoca etc) a Israel a recuperar la identidad y el horizonte

perdido (Rm 1125-32) El objetivo de la ἐκκλησία es pues devolverle a Israel

su identidad y por tanto no es fin en siacute misma Dicho de otro modo el obje-

tivo de la ἐκκλησία es que ella misma se transforme en el ldquoIsrael de Diosrdquo en

el momento final entonces Israel y la ἐκκλησία se confundiraacuten

Tres datos a mi modo de ver justifican lo dicho Primero cuando

Pablo en la Carta a los Gaacutelatas tuvo que argumentar y explicar por primera

vez cuaacutel era el estatus de los gentiles creyentes en Cristo respecto al pueblo

de Israel elaboroacute un complicadiacutesimo argumento por el que mostraba coacutemo

Israel in Pauline Interpretation 1920 to the Presentrdquo RBL 14 (2012) 345-347 i h MARshAll ldquoWhom God has called the

relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo JSNT 34 (2012) 84 y P M EisEnBAuM ldquoWhom

God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo CBQ 75 (2013) 178-179

21 La discusioacuten sobre este versiacuteculo ha sido mucha ver por ejemplo C zoCCAli ldquorsquoAnd so all Israel will be savedrsquo competing

interpretations of Romans 1126 in Pauline scholarshiprdquo JSNT 30 (2008) 289-318 Tambieacuten la ldquoalianza del espiacuteriturdquo (ἡ καινή διαθήκη 2 Co 36) o ldquoministerio del espiacuteriturdquo (ἡ διακονία τοῦ πνεύματος 2 Co 38)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 381

un gentil creyente en Cristo era seguacuten su exeacutegesis biacuteblica un hijo y heredero

de Abraham el padre de Isaac y JacobIsrael Pablo integra a los gentiles cre-

yentes en el pueblo de Israel mediante la filiacioacuten ahijada adoptada (Ga 3ndash4)

Segundo cuando al final de su vida tuvo que elaborar con maacutes detenimiento

este argumento para presentarlo a la comunidad de creyentes romanos lo

hizo mediante la metaacutefora del olivo cultivado (imagen de Israel) al que se le

han caiacutedo algunas ramas naturales (judiacuteos no creyentes en Jesuacutes) y al que le

han injertado ldquocontra-naturardquo unas ramas de olivo silvestre (gentiles creyentes

en Jesuacutes) de modo que puedan compartir todos la misma savia y los mismos

frutos (Rm 1116-24) Tercero cuando escribe esa uacuteltima carta a Roma lo hace

tambieacuten para preparar su viaje a Jerusaleacuten con el dinero recolectado entre

sus comunidades (formadas mayoritariamente por gentiles) y pedir que ese

dinero sea aceptado Maacutes allaacute de los posibles simbolismos relacionados con

el templo y el fuerte sentido de comunioacuten con aquellos con los que habiacutea

disentido y de los que se habiacutea alejado antildeos atraacutes este gesto era la prueba de

que las ramas injertadas eran capaces de aportar tambieacuten algo al olivo cultivado

(aunque fuese suavizar la penuria y escasez de los de Jerusaleacuten) la pasioacuten e

intensidad que pone a sus palabras (Rm 1530-33) refleja que Pablo pensaba

que la aceptacioacuten del dinero de los gentiles era la aceptacioacuten del injerto en el

Israel de la promesa si aceptaban el dinero aceptaban a los gentiles creyen-

tes como los hijos de la promesa (τὰ τέκνα τῆς ἐπαγγελίας Ga 314-29 428

Rm 98) Los tres datos apuntan en la misma direccioacuten Pablo quiere integrar

a los gentiles creyentes en el ldquoIsrael de Diosrdquo

Asiacute Pablo fue creando asambleas (ἐκκλησίαι) que debiacutean mostrar ya

en el presente lo que Israel estaba llamado a ser en el futuro inmediato

cuando Dios triunfara definitivamente y comenzara su reino escatoloacutegico

(1 Co 152450) Estas asambleas teniacutean que ser las primicias que mostraran

a todas las naciones (incluido Israel Ga 616 Rm 228-29 1125-26) lo que

debiacutean ser Este es el nuacutecleo del proyecto histoacuterico que fracasaraacute y que como

veremos exigiraacute cambiar el plan inicial el de la ἐκκλησία al servicio del reino

escatoloacutegico por uno nuevo el del reino escatoloacutegico como idealizacioacuten de

una forma de ἐκκλησία Desde este punto de vista el cristianismo que surgiraacute

maacutes adelante (con la confluencia de maacutes tradiciones o ciacuterculos de seguidores

de Jesuacutes) se explica mejor como el resultado del fracaso de la idea de Pablo

de hacer del ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo el ldquoIsrael de Diosrdquo el fracaso de esta idea

junto con el eacutexito praacutectico de unas asambleas que crecieron y tuvieron impacto

C a r l o s G i l A r b i o l382

social (ademaacutes de otros aciertos tambieacuten de caraacutecter teoloacutegico y poliacutetico) es lo

que dio lugar al surgimiento de una alternativa a Israel la ἐκκλησία pasoacute a ser

comprendida y presentada como fin de la misioacuten de Jesuacutes (ver maacutes delante)

El bautismo que compartiacutea con los de Jerusaleacuten como signo de identi-

dad de seguidores de Jesuacutes fue para Pablo un signo mucho maacutes importante

y definitivo en Israel Pablo nunca dice que el bautismo es un sustituto de

la circuncisioacuten sino que eacutesta es innecesaria para los gentiles (cf Ga 511-12

612-16)22 a quienes hace ritualmente hijos y coherederos de las promesas

Sin embargo al hacerlo asiacute los incorpora al pueblo de los hijos y herederos de

Abraham los hace miembros del pueblo de la nueva alianza el nuevo pue-

blo de Israel formado a partir de ese momento por los creyentes bautizados

no por los circuncidados (cf Ga 323-47)23 ldquoLos que os habeacuteis bautizado en

Cristo os habeacuteis revestido de Cristohellip Y si sois de Cristo ya sois descendencia

de Abraham herederos seguacuten la promesardquo24 Aparte de otras consideraciones

de caraacutecter teoloacutegico25 parece que el bautismo teniacutea para Pablo el caraacutecter

simboacutelico de mostrar la incorporacioacuten de todos los creyentes judiacuteos y gentiles

en el ldquoIsrael de Diosrdquo (Ga 616) para formar el ldquoolivo cultivadordquo (καλλιέλαιος) para ser ldquopartiacutecipe de la raiacutez y de la savia del olivordquo (Rm 1116-24)26

Por uacuteltimo Pablo tambieacuten reformula la funcioacuten y sentido de la ley en

el ldquoIsrael de Diosrdquo para eacutel no era una frontera de identidad (separacioacuten de

judiacuteos y gentiles) sino una llamada de Dios a confiar soacutelo en Yahveacute y en su

amor incondicional Los seguidores de Moiseacutes se equivocaban depositando su

confianza en el cumplimiento de la Toraacute porque lo que Yahveacute espera es que la

depositen en Eacutel cayendo en la cuenta de que nadie puede cumplir toda la ley

(Ga 38-14 2 Co 312-18)27 La exigencia del cumplimiento de la ley quedaba

22 Cf A y Collins ldquoBaptism and the Formation of Identityrdquo en B holMBERg ndash M zEttERholM ndash s ByRskog (eds) The making of

Christianity conflicts contacts and constructions essays in honor of Bengt Holmberg (Winona Lake IN 2012) 57-73

23 Cf C h tAlBERt ldquoPaul Judaism and the revisionistsrdquo CBQ 63 (2001) 1-22

24 Sobre la idea bautismal del revestirse ver C gil ARBiol ldquoLa evolucioacuten de la imagen del cuerpo en la tradicioacuten paulina y sus

consecuencias sociales y eclesialesrdquo EstBib 68 (2010) 73-105

25 l hARtMAn ldquoInto the name of the Lord Jesusrdquo baptism in the early church (Edinburgh 1997) 78-81

26 Cf R PEnnA Carta a los Romanos introduccioacuten versioacuten y comentario (Estella 2013) sect IIIC3 Sobre la posible ironiacutea de

Pablo al considerar a los gentiles como un ldquoolivo silvestrerdquo considerado improductivo que debe ser injertado en el ldquoolivo

cultivadordquo para dar fruto ver P F EslER Conflicto e identidad en la carta a los Romanos el contexto social de la carta de

Pablo (Estella 2006) 408-417

27 He desarrollado esta idea en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 72-77

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 383

anulada como signo de pertenencia o de privilegios (eacutetnicos escatoloacutegicos

o soterioloacutegicos) Para Pablo la ley tiene uacutenicamente una funcioacuten eacutetica (cf

Rm 138-10) que recuerda el uacutenico mandamiento el del amor (cf Ga 514)

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ POLIacuteTICA COMO REFLEJO DEL DIOS DE JESUacuteS

El proyecto de Pablo parece estar marcado por la construccioacuten de

una ἐκκλησία que sea reflejo de la imagen de Dios revelado en la cruz de

Jesuacutes (cf 1 Co 118-31 1212-27 etc) Pablo parece tener claro que la ldquonueva

alianzardquo la ldquoalianza del Espiacuteriturdquo no significa una ruptura de la alianza con

Israel en el Sinaiacute sino la recuperacioacuten del sentido original de aquella primera

que debe ldquoreflejar como en un espejo la gloria del Sentildeorrdquo (cf 2 Co 34-18)

Esto constituiraacute una caracteriacutestica muy peculiar del proyecto de Pablo que

el conjunto de los creyentes en Cristo sea capaz de reflejar la identidad y la

actuacioacuten de Dios en la historia tal como Pablo lo ha descubierto en la cruz

de Jesuacutes Asiacute pues el proyecto de Pablo se caracterizoacute por incorporar a un

nuacutemero muy significativo de personas marginales en el aacutembito urbano en el

que desarrolloacute su misioacuten

Esto no significa que el naciente cristianismo fuese un movimiento de

ldquodesposeiacutedosrdquo como se ha afirmado tantas veces durante el siglo XX28 Una

postura maacutes moderada se ha ido imponiendo extendida por Gerd Theissen

Abraham Malherbe y Wayne Meeks29 que defiende una realidad maacutes com-

pleja y plural aquellos primeros creyentes eran grupos en los que conviviacutean

28 Esta opinioacuten estaacute representada por autores como Karl Kautsky [k kAutsky Oriacutegenes y fundamentos del cristianismo (Sala-

manca 1974) original alemaacuten de 1908] o Adolf Deissmann [A DEissMAnn Light from the ancient East The New Testament

illustrated by recently discovered texts of the Graeco-Roman world (New York 21927) segunda edicioacuten alemana de 1923

ampliacioacuten de la primera de 1909] Posteriormente Justin Meggitt publicoacute su tesis doctoral que recuperaba buena parte de

los argumentos de este ldquoviejo consensordquo y defendiacutea que Pablo y sus seguidores debiacutean ser localizados entre los ldquopobresrdquo

J J MEggitt Paul poverty and survival (Edinburgh 1998) Rodney Stark ha defendido praacutecticamente lo contrario es decir

ldquoque la Iglesia primitiva ejercioacute su mayor atractivo sobre los ciudadanos maacutes soacutelidamente establecidos en el imperiordquo

pero esta tesis es extrema y resulta difiacutecil de probar como eacutel mismo reconoce R stARk La expansioacuten del cristianismo un

estudio socioloacutegico (Madrid 2009) 37-53 Una criacutetica en J t sAnDERs ldquoDid early Christianity succeed because of Jewish

conversionsrdquo Social Compass 464 (1999) 493-505

29 Cf g thEissEn Estudios de sociologiacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 1985) 189-234 A J MAlhERBE Social Aspects

of Early Christianity (Philadelphia 21983) [primera edicioacuten de 1977] 31 W A MEEks Los primeros cristianos urbanos el

mundo social del apoacutestol Pablo (Salamanca 1988) [original ingles de 1983] 93-129 Meeks defendiacutea que el ldquocristiano tipordquo

C a r l o s G i l A r b i o l384

personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los

extremos)30 No obstante parece que algunos de los maacutes acomodados llegaron

a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamoacute la ldquoinconsistencia

de estatusrdquo ldquopersonas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuidordquo31

Algunos socioacutelogos han estudiado este fenoacutemeno32 y han mostrado que las

personas que ocupan una posicioacuten elevada en ciertos aacutembitos sociales pero

bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones o se aiacuteslan

y rechazan el intercambio social o manifiestan signos de estreacutes que en algunas

sociedades podriacutea dar lugar a interpretaciones de posesioacuten o similares o bien

desarrollan aptitudes de accioacuten poliacutetica que favorecen el cambio social Asiacute

ldquoun alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables

que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la

sociedad cambiaacutendose a siacute mismas o cambiando la percepcioacuten de siacute mismasrdquo33

Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales

Pablo no creoacute uacutenicamente un lugar de acogida y reconocimiento para

ldquolos locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (τὰ μωρὰ τὰ ἀσθενῆ τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου τὰ μὴ ὄντα 1 Co 126-28) Desde

el punto de vista del patriarcado en estas asambleas efectivamente se acogiacutea

mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 114-5 722) desde el

punto de vista eacutetnico los gentiles eran iguales que los judiacuteos (Ga 328) desde

el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemoacutenicos los ldquoneciosrdquo

y ldquodeacutebilesrdquo sin formacioacuten ni capacidad teniacutean un lugar privilegiado de reco-

nocimiento y cuidado por parte de los ldquofuertesrdquo y cultos (1 Co 126-28 87-13)

los que no teniacutean posibilidades econoacutemicas teniacutean un lugar con los que las

teniacutean de sobra (1 Co 1117-34) etc Pero todos ellos no eran acogidos en las

asambleas uacutenicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera

era ldquoartesano libre o pequentildeo comercianterdquo Cf tambieacuten B holMBERg Historia social del cristianismo primitivo (Coacuterdoba

1995) 99-103

30 Es muy uacutetil diferenciar tambieacuten los tiempos y lugares el nivel social mayoritario en Jerusaleacuten o Galilea no tiene por queacute

coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas cf holMBERg Historia social del cristianismo primitivo

100-101

31 MEEks Los primeros cristianos urbanos 99-100 y 129

32 Cf E goFFMAn La presentacioacuten de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981) g E lEnski Power and privilege a

theory of social stratification (Nueva York 1966)

33 g E lEnski ldquoStatus crystallization A non-vertical dimension of social statusrdquo American Sociological R 19 (1954) 405-413

citado por MEEks Los primeros cristianos urbanos 99

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 375

ldquoproyectordquo) no hay que olvidar que este proyecto compartiacutea muchas caracteriacutes-

ticas con la comuacuten misioacuten de los creyentes en Cristo2 A pesar de su diferente

origen y horizonte y por tanto de su diferente proyecto la comprensioacuten de

la misioacuten que se enraizaba en el acontecimiento histoacuterico de Jesuacutes era baacutesi-

camente compartida Pablo comparte la centralidad de este acontecimiento

de Jesuacutes (entendiendo por tal toda la vida muerte y resurreccioacuten) si bien los

acentos las jerarquiacuteas y las consecuencias van a ser diversas Esta diversidad

de proyectos en lo que podiacuteamos llamar aun a riesgo de resultar simplistas

una comuacuten misioacuten se plasmoacute en diferentes grupos y ciacuterculos de seguidores de

Jesuacutes parcialmente solapados3 que evolucionaron de modo diferente durante

las primeras cuatro generaciones A partir de la tercera (aprox 110-150 ec)

no obstante se percibe un mayor esfuerzo de convergencia en las corrientes

hegemoacutenicas y algunos ciacuterculos tuvieron mayor presencia e influencia en

centros urbanos influyentes Cabriacutea proponerlo al reveacutes fueron los ciacuterculos

que se asentaron en ciudades importantes del imperio los que estuvieron en

mejores condiciones para ejercer una funcioacuten hegemoacutenica en el proceso de

nacimiento del cristianismo En cualquier caso la pluralidad de proyectos

misioneros caracteriza todo el proceso formativo del cristianismo

Ya en la primera generacioacuten es faacutecil distinguir diferentes ciacuterculos4 entre

los que podemos destacar cuatro seguacuten un consenso generalizado5 primero

los maacutes vinculados a las praacutecticas de pureza ritual (relacionados con Santiago

en Jerusaleacuten) segundo los vinculados a ciertas praacutecticas de pureza ritual (miacute-

entre los segundos ver C C hill Hellenists and Hebrews reappraising division within the earliest church (Minneapolis

1992) y E J sChnABEl Early Christian mission (Downers Grove Ill 2004) 1654-662

2 Parto de la comprensioacuten de que la misioacuten de los seguidores de Jesuacutes durante la primera generacioacuten se enmarca dentro del

judaiacutesmo plural de periodo del Segundo Templo y ademaacutes dentro del conjunto de creyentes en Cristo que surge dentro del

judaiacutesmo Esta misioacuten es por tanto una misioacuten intra-judiacutea

3 Sobre este punto la literatura es ingente veacutease el consenso que se percibe en estas obras M PEsCE Da Gesugrave al cristianesimo

(Brescia 2011) R PEnnA Le prime comunitagrave cristiane persone tempi luoghi forme credenze (Roma 2011) l M WhitE De

Jesuacutes al cristianismo el Nuevo Testamento y la fe cristiana un proceso de cuatro generaciones (Estella 2007) R AguiRRE

(ed) Asiacute empezoacute el cristianismo (Estella 2010)

4 Quizaacute es preferible el teacutermino ldquociacuterculordquo o ldquoliacuteneardquo sobre el de ldquotradicioacutenrdquo ya que eacuteste parece conllevar la idea de continuidad

entre el pasado y el presente mediante una cadena de transmisores que garantizan que el presente es continuidad de un

pasado (que generalmente es una construccioacuten social) ver la uacutetil reflexioacuten de A DEstRo ndash M PEsCE Il racconto e la scrittura

introduzione alla lettura dei vangeli (Roma 2014) 71-78

5 Cf la presentacioacuten que hace Franccedilois Vouga a partir del texto de 1 Co 53-8 en F vougA Los primeros pasos del cristianismo

escritos protagonistas debates (Estella 2001) 33-56

C a r l o s G i l A r b i o l376

nimas) y abiertos a la incorporacioacuten de gentiles en los grupos de creyentes en

Cristo (relacionados con Pedro en Antioquiacutea) tercero los maacutes desvinculados de

las praacutecticas de pureza ritual que aceptan su relegacioacuten para los circuncidados

(relacionados con Pablo) y cuarto otros ciacuterculos cuya identidad parece maacutes

alejada de las praacutecticas judiacuteas y su situacioacuten es de ruptura con la sinagoga

(cercanos a la memoria de Juan)6 No obstante esta generalizada aceptacioacuten

de cuatro grandes ciacuterculos las diferencias y liacuteneas de separacioacuten entre unos

y otros no son en absoluto claras ni tenemos datos suficientes como para res-

ponder a todos los interrogantes del investigador actual Vamos a centrarnos

en lo que llamamos el proyecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los

seguidores de Jesuacutes

Este proyecto de Pablo en el marco de la misioacuten de la primera gene-

racioacuten aparece reflejado en varios acontecimientos ademaacutes de en varios de

sus textos7 Entre los primeros cabe destacar la asamblea de Jerusaleacuten (ca

49 ec) y el posterior conflicto de Antioquiacutea ademaacutes de los problemas que

tuvo despueacutes con otros creyentes en Cristo A esos conflictos se pueden sumar

la(s) colecta(s) los datos sobre los viajes de Pablo y algunos otros datos bio-

graacuteficos Entre los segundos la Carta a los romanos es quizaacute por ser la uacuteltima

indiscutida una reflexioacuten sobre su propio proyecto (donde destaca la metaacutefora

del olivo de Rm 11 y la exhortacioacuten final de Rm 15) Ademaacutes en otros lugares

ofrece algunas pistas sobre ello (Ga 328 1 Co 123ss 2 Co 312-18 etc) Voy a

sentildealar las cinco caracteriacutesticas a mi juicio maacutes significativas de este proyecto

1 LA FE DE JESUacuteS DESCUBIERTA EN LA CRUZ

La primera caracteriacutestica que define este proyecto es la peculiar com-

prensioacuten paulina de la fe de Jesuacutes8 que abriacutea el presente a nuevas posibilidades

Este elemento compartido por los demaacutes creyentes en Cristo teniacutea en Pablo

6 Cf g thEissEn La religioacuten de los primeros cristianos una teoriacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 2002) 295-309

R AguiRRE La memoria de Jesuacutes y los cristianismo de los oriacutegenes (Estella 2015) 170-171

7 Asumo la idea generalizada de un corpus paulino compuesto en varias generaciones cf R E BRoWn Introduccioacuten al Nuevo

Testamento II Cartas y otros escritos (Madrid 2002) 553-554

8 Sobre el genitivo (πίστις Ἰησοῦ Χριστοῦ) ver R B hAys The faith of Jesus Christ the narrative substructure of Ga-

latians 31-411 (Grand Rapids Cambridge 22001) B sChliEssER ldquolsquoExegetical Amnesiarsquo and ΠΙΣΤΙΣ ΧΡΙΣΤΟΥ The

lsquoFaith of Christrsquo in Nineteenth-Century Pauline Scholarshiprdquo JTS 66 (2015) 61-89 Especialmente uacutetil resulta la presentacioacuten

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 377

una peculiaridad la centralidad del acontecimiento revelador de la cruz para

comprender el significado y alcance del mesianismo de Jesuacutes (cf Ga 219-20

1 Co 21-2 etc) Este desmesurado peso del acontecimiento de la muerte de

Jesuacutes tuvo dos consecuencias En primer lugar oscurecioacute la vida histoacuterica de

Jesuacutes sus dichos y hechos como fuente para conocer el plan de Dios para su

pueblo Pablo probablemente no desconociacutea datos histoacutericos de la vida de

Jesuacutes pero no se apoyoacute en ellos para fundamentar y legitimar su proyecto Esto

se debe al menos en parte al uso que haciacutean sus opositores de esos datos

puesto que se apoyaban en ellos para defender un proyecto de fidelidad a la

Toraacute9 En segundo lugar aunque Pablo obviamente afirmoacute la resurreccioacuten de

Jesuacutes (cf 1 Co 153-8) lo maacutes peculiar de esta afirmacioacuten fue la identificacioacuten

del Resucitado con el Crucificado10 la trascendencia que tuvo para eacutel esta

identificacioacuten junto con el significado teoloacutegico de aquella muerte en cruz

Ambas caracteriacutesticas funcionaron a modo de orejeras que orientaron la

mirada de Pablo hacia la muerte en cruz de Jesuacutes Podemos decir entonces

que el primer rasgo del proyecto de Pablo fue su legitimacioacuten en el significado

teoloacutegico de la muerte de Jesuacutes Este proyecto nace del descubrimiento de la

transcendencia teoloacutegica de que Dios revelara su identidad en un crucificado

(al que luego resucitoacute iniciando el tiempo final) Aquel acontecimiento le

llevoacute a poner en el centro de su reflexioacuten de su cosmovisioacuten judiacutea y de su

misioacuten el significado teoloacutegico que se le reveloacute que Dios en vez de utilizar

mecanismos de castigo contra los culpables de aquella injusticia ofrecioacute una

oportunidad de reconciliacioacuten (2 Co 516-21 Rm 510-11) Todo gira en torno

a la nueva imagen de Dios que se revela en la cruz de Jesuacutes una imagen

paradoacutejica que mostraba su fuerza en la debilidad (2 Co 129-10) su sabiduriacutea

en la simpleza (1 Co 123-35) su riqueza en la pobreza (2 Co 89) su divini-

dad en la humillacioacuten (Flp 26-8) etc Este rasgo del proyecto de Pablo estaacute

en la base de los demaacutes que voy a mencionar y aunque resulte ambiguo o

impreciso es a mi modo de ver uno de los elementos que maacutes acogida tuvo

en la misioacuten que desarrolloacute en torno al Egeo11

de t otERo laacutezARo ldquoPor ferdquo reflexioacuten sobre la fe en San Pablo leccioacuten inaugural del Curso Acadeacutemico 2007-2008 (Burgos

2007) porque presenta el debate y ofrece una postura justificada y soacutelida

9 Cf A J M WEDDERBuRn ldquoPaul and Jesus the problem of continuityrdquo en A J M WEDDERBuRn (ed) Paul and Jesus Collected

essays (Sheffield 1989) 99-115 (esp 100)

10 Cf W s CAMPBEll Paul and the creation of Christian identity (London New York 2008) 135

11 Cf C J gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo (Estella 2015) 71-102

C a r l o s G i l A r b i o l378

2 LA URGENCIA ESCATOLOacuteGICA

La urgencia escatoloacutegica (cf 1 Tes 413-18 1 Co 1551-53) tampoco es

una caracteriacutestica exclusiva del proyecto de Pablo pero en eacutel aparece con

una claridad e intensidad sin parangoacuten en parte debido a que no conserva-

mos maacutes textos de la primera generacioacuten (a no ser el Documento Q tambieacuten

marcado por la proacutexima venida del Hijo del Hombre12) Aunque esta urgencia

fuese compartida por otros parece que Pablo exprimioacute a esta circunstancia

todo su jugo haciendo de ello una bandera que caracterizariacutea su proyecto

Su reflexioacuten sobre el tiempo presente (cf 1 Co 729-31 1011-12 2 Co 62

Rm 818-27 etc) como un tiempo breve debioacute de ser determinante en el inicial

eacutexito de su misioacuten13 Esto le dio al proyecto de Pablo un caraacutecter temporal

(coyuntural contingente) orientado al acontecimiento futuro de la parusiacutea

Este tiempo de transicioacuten (entre la justificacioacuten y la salvacioacuten) se viviacutea como

un tiempo de resistencia en el que la visioacuten del mundo coincidiacutea en parte

con la visioacuten apocaliacuteptica que compartiacutean otros muchos judiacuteos14 y que haciacutea

un diagnoacutestico negativo de la realidad presente y proyectaba la esperanza

de justicia y paz en ese tiempo venidero15 El iacutenterin Pablo lo vive por una

parte con cierto desapego de estructuras y autoridades poliacuteticas (como voy a

subrayar luego) que le obligaron a pensar el tiempo presente como un parto

doloroso (Rm 818-25) y por otra con un enorme entusiasmo y entrega por

congregar al Israel de Dios y presentarlo como ldquonoviardquo para la inminente boda

que terminariacutea el tiempo de noviazgo (cf 2 Co 112) Esta combinacioacuten va a

antildeadir al proyecto de Pablo mayor ambiguumledad todaviacutea por esta combinacioacuten

12 Cf Q 1723-2230 s guiJARRo oPoRto Dichos primitivos de Jesuacutes una introduccioacuten al ldquoProto-evangelio de dichos Qrdquo (Sala-

manca 2004) 47-48

13 Cf h RaumlisaumlnEn El Nacimiento de las creencias cristianas (Salamanca 2011) 151-156 Sin embargo este autor considera que

ya Pablo ldquoespiritualizardquo e ldquoindividualizardquo la esperanza de un reino inminente Yo creo que los textos en que se basa para

ello tienen una dimensioacuten apocaliacuteptica mayor de lo que Raumlisaumlnen les otorga

14 Sobre la importancia y relevancia de la comprensioacuten apocaliacuteptica de la historia ver A PoRtiER-young Apocalypse Against

Empire Theologies of Resistance in Early Judaism (Grand Rapids 2011) Sobre el debate del caraacutecter apocaliacuteptico del pro-

yecto de Pablo ver B R gAvEntA Apocalyptic Paul cosmos and anthropos in Romans 5-8 (Waco Texas 2013) y J l MARtyn

ldquoDe-apocalypticizing Paul An essay focused on Paul and the Stoics by Troels Engberg-Pedersenrdquo JSNT 86 (2002) 61-102

15 Sobre la funcioacuten social de la imagineriacutea y lenguaje apocaliacuteptico ver W A MEEks ldquoSocial functions of Apocalyptic Language

in Pauline Christianityrdquo en D hEllholM (ed) Apocalypticism in the Mediterranean World and the Near East (Tubinga 1983)

687-705

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 379

de resistencia y sumisioacuten desapego y entrega futuro y presente Esta es una

caracteriacutestica de la visioacuten del mundo de los pueblos colonizados16

3 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA A ISRAEL

La comprensioacuten paulina de la ἐκκλησία y la relacioacuten con su idea de

Israel resulta un tema complejo en el que las conclusiones que un analista

saque dependen en gran medida de su perspectiva presupuestos mirada

si se parte de la imagen de Pablo como fundador o iniciador de una nueva

religioacuten todo se lee como un proceso de creacioacuten del cristianismo o de la

Iglesia si se lee a Pablo como reformador del judaiacutesmo de su tiempo todo

adquiere otra perspectiva y la ldquonueva alianzardquo por ejemplo puede entenderse

como la recuperacioacuten de la intencioacuten original de Yahveacute17 No me refiero obvia-

mente al sentido local de las ἐκκλησίαι particulares sino al sentido translocal

y englobante contenido por ejemplo en la expresioacuten ἐκκλησία τοῦ θεοῦ (cf

1 Co 12 1032 1122 159 Ga 113 etc)18

La relacioacuten de la ἐκκλησία con Israel ha sido objeto de mucho debate19

Christopher Zoccalli distingue tres grandes corrientes de inteacuterpretes los que

defienden la identificacioacuten de Israel con la ldquoiglesiardquo (teacutermino que reconoce

anacroacutenico pero que sin embargo usa) los que entienden la ldquoiglesiardquo como una

realidad teoloacutegicamente maacutes amplia que incluye a Israel y a otras naciones

y los que creen que son dos realidades distintas una de la otra20 Yo creo que

16 Cf R s sugiRthARAJAh La Biblia y el Imperio exploraciones poscoloniales (Madrid 2009) C D stAnlEy The colonized Apostle

Paul through postcolonial eyes (Minneapolis 2011)

17 Cf Sobre el judaiacutesmo plural del tiempo de Pablo y los judiacuteos que defendiacutean la pertenencia al pueblo por la gracia ademaacutes

de los creyentes en Jesuacutes ver g BoCCACCini Middle Judaism Jewish Thought 300 BCE to 200 CE (Minneapolis 1991)

7-25 Hay una corriente en boga que estudia a Pablo ldquodentro del judaiacutesmordquo pero que frecuentemente se desliza hacia la

ldquoradical new perspectiverdquo M D nAnos ndash M zEttERholM Paul within Judaism restoring the first-century context to the

apostle (Minneapolis 2015) ver el excelente anaacutelisis de Terence Donaldson sobre los excesos de la llamada ldquodoble alianzardquo

propuesta por Gaston y Gager entre otros t l DonAlDson Paul and the gentiles remapping the Apostlersquos convictional world

(Minneapolis MN 1997) 230-236

18 Cf J saacutenChEz BosCh ldquoLa Iglesia universal en las cartas paulinasrdquo RCatT 9 (1984) 35-81

19 Cf D PollEFEyt ndash R BiERingER Paul and Judaism crosscurrents in Pauline exegesis and the study of Jewish-Christian relations

(London 2012)

20 Cf C zoCCAli Whom God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the present

(Eugene OR 2010) Ver las uacutetiles recensiones de J D g Dunn ldquoWhom God Has Called The Relationship of Church and

C a r l o s G i l A r b i o l380

una posicioacuten intermedia entre el segundo y el tercer grupo es la maacutes ajustada

a los textos paulinos

Pablo probablemente entendiacutea la ἐκκλησία como una creacioacuten histoacuterica

en camino hacia la plena realizacioacuten del proyecto de Dios que incluiriacutea la

renovacioacuten de Israel tal como lo comprendiacutea a partir de la muerte de Jesuacutes

conectando directamente con las esperanzas maacutes universalistas del libro de

Isaiacuteas (Is 603-4 6618-24) Esta nueva realidad dinaacutemica (en camino en proce-

so) formada por todos los judiacuteos que terminariacutean creyendo en el Mesiacuteas Jesuacutes

en un futuro proacuteximo ademaacutes de todos los gentiles que tambieacuten lo aceptaran

es la que eacutel llama ἐκκλησία y que se relaciona con Israel como una transicioacuten

como un paso previo al Israel escatoloacutegico el del tiempo final (Rm 1126)21

El ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo es el Israel presente el Israel eacutetnico los circuncida-

dos que estaacuten llamados a creer en el Mesiacuteas (aunque se resistan) el ldquoIsrael

de Diosrdquo es aquello a lo que estaacute llamado a ser Israel que ya ha comenzado

con los judiacuteos que han creiacutedo en eacutel en el que se incluiraacuten tambieacuten gentiles

creyentes en Cristo Como el ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo (1 Co 1018) no es todaviacutea

el ldquoIsrael de Diosrdquo (soacutelo una parte lo es Rm 962527 115) Pablo se situacutea

en esa transicioacuten y entiende su misioacuten como el proyecto de impulsar este

camino la transicioacuten de un Israel al otro es lo que considera ἐκκλησία Desde

esta perspectiva Pablo no defiende que la ἐκκλησία sea el nuevo Israel sino

que aquella propone a Israel la vuelta a sus mejores raiacuteces la ἐκκλησία invita

(incita empuja provoca etc) a Israel a recuperar la identidad y el horizonte

perdido (Rm 1125-32) El objetivo de la ἐκκλησία es pues devolverle a Israel

su identidad y por tanto no es fin en siacute misma Dicho de otro modo el obje-

tivo de la ἐκκλησία es que ella misma se transforme en el ldquoIsrael de Diosrdquo en

el momento final entonces Israel y la ἐκκλησία se confundiraacuten

Tres datos a mi modo de ver justifican lo dicho Primero cuando

Pablo en la Carta a los Gaacutelatas tuvo que argumentar y explicar por primera

vez cuaacutel era el estatus de los gentiles creyentes en Cristo respecto al pueblo

de Israel elaboroacute un complicadiacutesimo argumento por el que mostraba coacutemo

Israel in Pauline Interpretation 1920 to the Presentrdquo RBL 14 (2012) 345-347 i h MARshAll ldquoWhom God has called the

relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo JSNT 34 (2012) 84 y P M EisEnBAuM ldquoWhom

God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo CBQ 75 (2013) 178-179

21 La discusioacuten sobre este versiacuteculo ha sido mucha ver por ejemplo C zoCCAli ldquorsquoAnd so all Israel will be savedrsquo competing

interpretations of Romans 1126 in Pauline scholarshiprdquo JSNT 30 (2008) 289-318 Tambieacuten la ldquoalianza del espiacuteriturdquo (ἡ καινή διαθήκη 2 Co 36) o ldquoministerio del espiacuteriturdquo (ἡ διακονία τοῦ πνεύματος 2 Co 38)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 381

un gentil creyente en Cristo era seguacuten su exeacutegesis biacuteblica un hijo y heredero

de Abraham el padre de Isaac y JacobIsrael Pablo integra a los gentiles cre-

yentes en el pueblo de Israel mediante la filiacioacuten ahijada adoptada (Ga 3ndash4)

Segundo cuando al final de su vida tuvo que elaborar con maacutes detenimiento

este argumento para presentarlo a la comunidad de creyentes romanos lo

hizo mediante la metaacutefora del olivo cultivado (imagen de Israel) al que se le

han caiacutedo algunas ramas naturales (judiacuteos no creyentes en Jesuacutes) y al que le

han injertado ldquocontra-naturardquo unas ramas de olivo silvestre (gentiles creyentes

en Jesuacutes) de modo que puedan compartir todos la misma savia y los mismos

frutos (Rm 1116-24) Tercero cuando escribe esa uacuteltima carta a Roma lo hace

tambieacuten para preparar su viaje a Jerusaleacuten con el dinero recolectado entre

sus comunidades (formadas mayoritariamente por gentiles) y pedir que ese

dinero sea aceptado Maacutes allaacute de los posibles simbolismos relacionados con

el templo y el fuerte sentido de comunioacuten con aquellos con los que habiacutea

disentido y de los que se habiacutea alejado antildeos atraacutes este gesto era la prueba de

que las ramas injertadas eran capaces de aportar tambieacuten algo al olivo cultivado

(aunque fuese suavizar la penuria y escasez de los de Jerusaleacuten) la pasioacuten e

intensidad que pone a sus palabras (Rm 1530-33) refleja que Pablo pensaba

que la aceptacioacuten del dinero de los gentiles era la aceptacioacuten del injerto en el

Israel de la promesa si aceptaban el dinero aceptaban a los gentiles creyen-

tes como los hijos de la promesa (τὰ τέκνα τῆς ἐπαγγελίας Ga 314-29 428

Rm 98) Los tres datos apuntan en la misma direccioacuten Pablo quiere integrar

a los gentiles creyentes en el ldquoIsrael de Diosrdquo

Asiacute Pablo fue creando asambleas (ἐκκλησίαι) que debiacutean mostrar ya

en el presente lo que Israel estaba llamado a ser en el futuro inmediato

cuando Dios triunfara definitivamente y comenzara su reino escatoloacutegico

(1 Co 152450) Estas asambleas teniacutean que ser las primicias que mostraran

a todas las naciones (incluido Israel Ga 616 Rm 228-29 1125-26) lo que

debiacutean ser Este es el nuacutecleo del proyecto histoacuterico que fracasaraacute y que como

veremos exigiraacute cambiar el plan inicial el de la ἐκκλησία al servicio del reino

escatoloacutegico por uno nuevo el del reino escatoloacutegico como idealizacioacuten de

una forma de ἐκκλησία Desde este punto de vista el cristianismo que surgiraacute

maacutes adelante (con la confluencia de maacutes tradiciones o ciacuterculos de seguidores

de Jesuacutes) se explica mejor como el resultado del fracaso de la idea de Pablo

de hacer del ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo el ldquoIsrael de Diosrdquo el fracaso de esta idea

junto con el eacutexito praacutectico de unas asambleas que crecieron y tuvieron impacto

C a r l o s G i l A r b i o l382

social (ademaacutes de otros aciertos tambieacuten de caraacutecter teoloacutegico y poliacutetico) es lo

que dio lugar al surgimiento de una alternativa a Israel la ἐκκλησία pasoacute a ser

comprendida y presentada como fin de la misioacuten de Jesuacutes (ver maacutes delante)

El bautismo que compartiacutea con los de Jerusaleacuten como signo de identi-

dad de seguidores de Jesuacutes fue para Pablo un signo mucho maacutes importante

y definitivo en Israel Pablo nunca dice que el bautismo es un sustituto de

la circuncisioacuten sino que eacutesta es innecesaria para los gentiles (cf Ga 511-12

612-16)22 a quienes hace ritualmente hijos y coherederos de las promesas

Sin embargo al hacerlo asiacute los incorpora al pueblo de los hijos y herederos de

Abraham los hace miembros del pueblo de la nueva alianza el nuevo pue-

blo de Israel formado a partir de ese momento por los creyentes bautizados

no por los circuncidados (cf Ga 323-47)23 ldquoLos que os habeacuteis bautizado en

Cristo os habeacuteis revestido de Cristohellip Y si sois de Cristo ya sois descendencia

de Abraham herederos seguacuten la promesardquo24 Aparte de otras consideraciones

de caraacutecter teoloacutegico25 parece que el bautismo teniacutea para Pablo el caraacutecter

simboacutelico de mostrar la incorporacioacuten de todos los creyentes judiacuteos y gentiles

en el ldquoIsrael de Diosrdquo (Ga 616) para formar el ldquoolivo cultivadordquo (καλλιέλαιος) para ser ldquopartiacutecipe de la raiacutez y de la savia del olivordquo (Rm 1116-24)26

Por uacuteltimo Pablo tambieacuten reformula la funcioacuten y sentido de la ley en

el ldquoIsrael de Diosrdquo para eacutel no era una frontera de identidad (separacioacuten de

judiacuteos y gentiles) sino una llamada de Dios a confiar soacutelo en Yahveacute y en su

amor incondicional Los seguidores de Moiseacutes se equivocaban depositando su

confianza en el cumplimiento de la Toraacute porque lo que Yahveacute espera es que la

depositen en Eacutel cayendo en la cuenta de que nadie puede cumplir toda la ley

(Ga 38-14 2 Co 312-18)27 La exigencia del cumplimiento de la ley quedaba

22 Cf A y Collins ldquoBaptism and the Formation of Identityrdquo en B holMBERg ndash M zEttERholM ndash s ByRskog (eds) The making of

Christianity conflicts contacts and constructions essays in honor of Bengt Holmberg (Winona Lake IN 2012) 57-73

23 Cf C h tAlBERt ldquoPaul Judaism and the revisionistsrdquo CBQ 63 (2001) 1-22

24 Sobre la idea bautismal del revestirse ver C gil ARBiol ldquoLa evolucioacuten de la imagen del cuerpo en la tradicioacuten paulina y sus

consecuencias sociales y eclesialesrdquo EstBib 68 (2010) 73-105

25 l hARtMAn ldquoInto the name of the Lord Jesusrdquo baptism in the early church (Edinburgh 1997) 78-81

26 Cf R PEnnA Carta a los Romanos introduccioacuten versioacuten y comentario (Estella 2013) sect IIIC3 Sobre la posible ironiacutea de

Pablo al considerar a los gentiles como un ldquoolivo silvestrerdquo considerado improductivo que debe ser injertado en el ldquoolivo

cultivadordquo para dar fruto ver P F EslER Conflicto e identidad en la carta a los Romanos el contexto social de la carta de

Pablo (Estella 2006) 408-417

27 He desarrollado esta idea en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 72-77

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 383

anulada como signo de pertenencia o de privilegios (eacutetnicos escatoloacutegicos

o soterioloacutegicos) Para Pablo la ley tiene uacutenicamente una funcioacuten eacutetica (cf

Rm 138-10) que recuerda el uacutenico mandamiento el del amor (cf Ga 514)

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ POLIacuteTICA COMO REFLEJO DEL DIOS DE JESUacuteS

El proyecto de Pablo parece estar marcado por la construccioacuten de

una ἐκκλησία que sea reflejo de la imagen de Dios revelado en la cruz de

Jesuacutes (cf 1 Co 118-31 1212-27 etc) Pablo parece tener claro que la ldquonueva

alianzardquo la ldquoalianza del Espiacuteriturdquo no significa una ruptura de la alianza con

Israel en el Sinaiacute sino la recuperacioacuten del sentido original de aquella primera

que debe ldquoreflejar como en un espejo la gloria del Sentildeorrdquo (cf 2 Co 34-18)

Esto constituiraacute una caracteriacutestica muy peculiar del proyecto de Pablo que

el conjunto de los creyentes en Cristo sea capaz de reflejar la identidad y la

actuacioacuten de Dios en la historia tal como Pablo lo ha descubierto en la cruz

de Jesuacutes Asiacute pues el proyecto de Pablo se caracterizoacute por incorporar a un

nuacutemero muy significativo de personas marginales en el aacutembito urbano en el

que desarrolloacute su misioacuten

Esto no significa que el naciente cristianismo fuese un movimiento de

ldquodesposeiacutedosrdquo como se ha afirmado tantas veces durante el siglo XX28 Una

postura maacutes moderada se ha ido imponiendo extendida por Gerd Theissen

Abraham Malherbe y Wayne Meeks29 que defiende una realidad maacutes com-

pleja y plural aquellos primeros creyentes eran grupos en los que conviviacutean

28 Esta opinioacuten estaacute representada por autores como Karl Kautsky [k kAutsky Oriacutegenes y fundamentos del cristianismo (Sala-

manca 1974) original alemaacuten de 1908] o Adolf Deissmann [A DEissMAnn Light from the ancient East The New Testament

illustrated by recently discovered texts of the Graeco-Roman world (New York 21927) segunda edicioacuten alemana de 1923

ampliacioacuten de la primera de 1909] Posteriormente Justin Meggitt publicoacute su tesis doctoral que recuperaba buena parte de

los argumentos de este ldquoviejo consensordquo y defendiacutea que Pablo y sus seguidores debiacutean ser localizados entre los ldquopobresrdquo

J J MEggitt Paul poverty and survival (Edinburgh 1998) Rodney Stark ha defendido praacutecticamente lo contrario es decir

ldquoque la Iglesia primitiva ejercioacute su mayor atractivo sobre los ciudadanos maacutes soacutelidamente establecidos en el imperiordquo

pero esta tesis es extrema y resulta difiacutecil de probar como eacutel mismo reconoce R stARk La expansioacuten del cristianismo un

estudio socioloacutegico (Madrid 2009) 37-53 Una criacutetica en J t sAnDERs ldquoDid early Christianity succeed because of Jewish

conversionsrdquo Social Compass 464 (1999) 493-505

29 Cf g thEissEn Estudios de sociologiacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 1985) 189-234 A J MAlhERBE Social Aspects

of Early Christianity (Philadelphia 21983) [primera edicioacuten de 1977] 31 W A MEEks Los primeros cristianos urbanos el

mundo social del apoacutestol Pablo (Salamanca 1988) [original ingles de 1983] 93-129 Meeks defendiacutea que el ldquocristiano tipordquo

C a r l o s G i l A r b i o l384

personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los

extremos)30 No obstante parece que algunos de los maacutes acomodados llegaron

a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamoacute la ldquoinconsistencia

de estatusrdquo ldquopersonas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuidordquo31

Algunos socioacutelogos han estudiado este fenoacutemeno32 y han mostrado que las

personas que ocupan una posicioacuten elevada en ciertos aacutembitos sociales pero

bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones o se aiacuteslan

y rechazan el intercambio social o manifiestan signos de estreacutes que en algunas

sociedades podriacutea dar lugar a interpretaciones de posesioacuten o similares o bien

desarrollan aptitudes de accioacuten poliacutetica que favorecen el cambio social Asiacute

ldquoun alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables

que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la

sociedad cambiaacutendose a siacute mismas o cambiando la percepcioacuten de siacute mismasrdquo33

Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales

Pablo no creoacute uacutenicamente un lugar de acogida y reconocimiento para

ldquolos locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (τὰ μωρὰ τὰ ἀσθενῆ τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου τὰ μὴ ὄντα 1 Co 126-28) Desde

el punto de vista del patriarcado en estas asambleas efectivamente se acogiacutea

mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 114-5 722) desde el

punto de vista eacutetnico los gentiles eran iguales que los judiacuteos (Ga 328) desde

el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemoacutenicos los ldquoneciosrdquo

y ldquodeacutebilesrdquo sin formacioacuten ni capacidad teniacutean un lugar privilegiado de reco-

nocimiento y cuidado por parte de los ldquofuertesrdquo y cultos (1 Co 126-28 87-13)

los que no teniacutean posibilidades econoacutemicas teniacutean un lugar con los que las

teniacutean de sobra (1 Co 1117-34) etc Pero todos ellos no eran acogidos en las

asambleas uacutenicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera

era ldquoartesano libre o pequentildeo comercianterdquo Cf tambieacuten B holMBERg Historia social del cristianismo primitivo (Coacuterdoba

1995) 99-103

30 Es muy uacutetil diferenciar tambieacuten los tiempos y lugares el nivel social mayoritario en Jerusaleacuten o Galilea no tiene por queacute

coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas cf holMBERg Historia social del cristianismo primitivo

100-101

31 MEEks Los primeros cristianos urbanos 99-100 y 129

32 Cf E goFFMAn La presentacioacuten de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981) g E lEnski Power and privilege a

theory of social stratification (Nueva York 1966)

33 g E lEnski ldquoStatus crystallization A non-vertical dimension of social statusrdquo American Sociological R 19 (1954) 405-413

citado por MEEks Los primeros cristianos urbanos 99

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l376

nimas) y abiertos a la incorporacioacuten de gentiles en los grupos de creyentes en

Cristo (relacionados con Pedro en Antioquiacutea) tercero los maacutes desvinculados de

las praacutecticas de pureza ritual que aceptan su relegacioacuten para los circuncidados

(relacionados con Pablo) y cuarto otros ciacuterculos cuya identidad parece maacutes

alejada de las praacutecticas judiacuteas y su situacioacuten es de ruptura con la sinagoga

(cercanos a la memoria de Juan)6 No obstante esta generalizada aceptacioacuten

de cuatro grandes ciacuterculos las diferencias y liacuteneas de separacioacuten entre unos

y otros no son en absoluto claras ni tenemos datos suficientes como para res-

ponder a todos los interrogantes del investigador actual Vamos a centrarnos

en lo que llamamos el proyecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los

seguidores de Jesuacutes

Este proyecto de Pablo en el marco de la misioacuten de la primera gene-

racioacuten aparece reflejado en varios acontecimientos ademaacutes de en varios de

sus textos7 Entre los primeros cabe destacar la asamblea de Jerusaleacuten (ca

49 ec) y el posterior conflicto de Antioquiacutea ademaacutes de los problemas que

tuvo despueacutes con otros creyentes en Cristo A esos conflictos se pueden sumar

la(s) colecta(s) los datos sobre los viajes de Pablo y algunos otros datos bio-

graacuteficos Entre los segundos la Carta a los romanos es quizaacute por ser la uacuteltima

indiscutida una reflexioacuten sobre su propio proyecto (donde destaca la metaacutefora

del olivo de Rm 11 y la exhortacioacuten final de Rm 15) Ademaacutes en otros lugares

ofrece algunas pistas sobre ello (Ga 328 1 Co 123ss 2 Co 312-18 etc) Voy a

sentildealar las cinco caracteriacutesticas a mi juicio maacutes significativas de este proyecto

1 LA FE DE JESUacuteS DESCUBIERTA EN LA CRUZ

La primera caracteriacutestica que define este proyecto es la peculiar com-

prensioacuten paulina de la fe de Jesuacutes8 que abriacutea el presente a nuevas posibilidades

Este elemento compartido por los demaacutes creyentes en Cristo teniacutea en Pablo

6 Cf g thEissEn La religioacuten de los primeros cristianos una teoriacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 2002) 295-309

R AguiRRE La memoria de Jesuacutes y los cristianismo de los oriacutegenes (Estella 2015) 170-171

7 Asumo la idea generalizada de un corpus paulino compuesto en varias generaciones cf R E BRoWn Introduccioacuten al Nuevo

Testamento II Cartas y otros escritos (Madrid 2002) 553-554

8 Sobre el genitivo (πίστις Ἰησοῦ Χριστοῦ) ver R B hAys The faith of Jesus Christ the narrative substructure of Ga-

latians 31-411 (Grand Rapids Cambridge 22001) B sChliEssER ldquolsquoExegetical Amnesiarsquo and ΠΙΣΤΙΣ ΧΡΙΣΤΟΥ The

lsquoFaith of Christrsquo in Nineteenth-Century Pauline Scholarshiprdquo JTS 66 (2015) 61-89 Especialmente uacutetil resulta la presentacioacuten

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 377

una peculiaridad la centralidad del acontecimiento revelador de la cruz para

comprender el significado y alcance del mesianismo de Jesuacutes (cf Ga 219-20

1 Co 21-2 etc) Este desmesurado peso del acontecimiento de la muerte de

Jesuacutes tuvo dos consecuencias En primer lugar oscurecioacute la vida histoacuterica de

Jesuacutes sus dichos y hechos como fuente para conocer el plan de Dios para su

pueblo Pablo probablemente no desconociacutea datos histoacutericos de la vida de

Jesuacutes pero no se apoyoacute en ellos para fundamentar y legitimar su proyecto Esto

se debe al menos en parte al uso que haciacutean sus opositores de esos datos

puesto que se apoyaban en ellos para defender un proyecto de fidelidad a la

Toraacute9 En segundo lugar aunque Pablo obviamente afirmoacute la resurreccioacuten de

Jesuacutes (cf 1 Co 153-8) lo maacutes peculiar de esta afirmacioacuten fue la identificacioacuten

del Resucitado con el Crucificado10 la trascendencia que tuvo para eacutel esta

identificacioacuten junto con el significado teoloacutegico de aquella muerte en cruz

Ambas caracteriacutesticas funcionaron a modo de orejeras que orientaron la

mirada de Pablo hacia la muerte en cruz de Jesuacutes Podemos decir entonces

que el primer rasgo del proyecto de Pablo fue su legitimacioacuten en el significado

teoloacutegico de la muerte de Jesuacutes Este proyecto nace del descubrimiento de la

transcendencia teoloacutegica de que Dios revelara su identidad en un crucificado

(al que luego resucitoacute iniciando el tiempo final) Aquel acontecimiento le

llevoacute a poner en el centro de su reflexioacuten de su cosmovisioacuten judiacutea y de su

misioacuten el significado teoloacutegico que se le reveloacute que Dios en vez de utilizar

mecanismos de castigo contra los culpables de aquella injusticia ofrecioacute una

oportunidad de reconciliacioacuten (2 Co 516-21 Rm 510-11) Todo gira en torno

a la nueva imagen de Dios que se revela en la cruz de Jesuacutes una imagen

paradoacutejica que mostraba su fuerza en la debilidad (2 Co 129-10) su sabiduriacutea

en la simpleza (1 Co 123-35) su riqueza en la pobreza (2 Co 89) su divini-

dad en la humillacioacuten (Flp 26-8) etc Este rasgo del proyecto de Pablo estaacute

en la base de los demaacutes que voy a mencionar y aunque resulte ambiguo o

impreciso es a mi modo de ver uno de los elementos que maacutes acogida tuvo

en la misioacuten que desarrolloacute en torno al Egeo11

de t otERo laacutezARo ldquoPor ferdquo reflexioacuten sobre la fe en San Pablo leccioacuten inaugural del Curso Acadeacutemico 2007-2008 (Burgos

2007) porque presenta el debate y ofrece una postura justificada y soacutelida

9 Cf A J M WEDDERBuRn ldquoPaul and Jesus the problem of continuityrdquo en A J M WEDDERBuRn (ed) Paul and Jesus Collected

essays (Sheffield 1989) 99-115 (esp 100)

10 Cf W s CAMPBEll Paul and the creation of Christian identity (London New York 2008) 135

11 Cf C J gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo (Estella 2015) 71-102

C a r l o s G i l A r b i o l378

2 LA URGENCIA ESCATOLOacuteGICA

La urgencia escatoloacutegica (cf 1 Tes 413-18 1 Co 1551-53) tampoco es

una caracteriacutestica exclusiva del proyecto de Pablo pero en eacutel aparece con

una claridad e intensidad sin parangoacuten en parte debido a que no conserva-

mos maacutes textos de la primera generacioacuten (a no ser el Documento Q tambieacuten

marcado por la proacutexima venida del Hijo del Hombre12) Aunque esta urgencia

fuese compartida por otros parece que Pablo exprimioacute a esta circunstancia

todo su jugo haciendo de ello una bandera que caracterizariacutea su proyecto

Su reflexioacuten sobre el tiempo presente (cf 1 Co 729-31 1011-12 2 Co 62

Rm 818-27 etc) como un tiempo breve debioacute de ser determinante en el inicial

eacutexito de su misioacuten13 Esto le dio al proyecto de Pablo un caraacutecter temporal

(coyuntural contingente) orientado al acontecimiento futuro de la parusiacutea

Este tiempo de transicioacuten (entre la justificacioacuten y la salvacioacuten) se viviacutea como

un tiempo de resistencia en el que la visioacuten del mundo coincidiacutea en parte

con la visioacuten apocaliacuteptica que compartiacutean otros muchos judiacuteos14 y que haciacutea

un diagnoacutestico negativo de la realidad presente y proyectaba la esperanza

de justicia y paz en ese tiempo venidero15 El iacutenterin Pablo lo vive por una

parte con cierto desapego de estructuras y autoridades poliacuteticas (como voy a

subrayar luego) que le obligaron a pensar el tiempo presente como un parto

doloroso (Rm 818-25) y por otra con un enorme entusiasmo y entrega por

congregar al Israel de Dios y presentarlo como ldquonoviardquo para la inminente boda

que terminariacutea el tiempo de noviazgo (cf 2 Co 112) Esta combinacioacuten va a

antildeadir al proyecto de Pablo mayor ambiguumledad todaviacutea por esta combinacioacuten

12 Cf Q 1723-2230 s guiJARRo oPoRto Dichos primitivos de Jesuacutes una introduccioacuten al ldquoProto-evangelio de dichos Qrdquo (Sala-

manca 2004) 47-48

13 Cf h RaumlisaumlnEn El Nacimiento de las creencias cristianas (Salamanca 2011) 151-156 Sin embargo este autor considera que

ya Pablo ldquoespiritualizardquo e ldquoindividualizardquo la esperanza de un reino inminente Yo creo que los textos en que se basa para

ello tienen una dimensioacuten apocaliacuteptica mayor de lo que Raumlisaumlnen les otorga

14 Sobre la importancia y relevancia de la comprensioacuten apocaliacuteptica de la historia ver A PoRtiER-young Apocalypse Against

Empire Theologies of Resistance in Early Judaism (Grand Rapids 2011) Sobre el debate del caraacutecter apocaliacuteptico del pro-

yecto de Pablo ver B R gAvEntA Apocalyptic Paul cosmos and anthropos in Romans 5-8 (Waco Texas 2013) y J l MARtyn

ldquoDe-apocalypticizing Paul An essay focused on Paul and the Stoics by Troels Engberg-Pedersenrdquo JSNT 86 (2002) 61-102

15 Sobre la funcioacuten social de la imagineriacutea y lenguaje apocaliacuteptico ver W A MEEks ldquoSocial functions of Apocalyptic Language

in Pauline Christianityrdquo en D hEllholM (ed) Apocalypticism in the Mediterranean World and the Near East (Tubinga 1983)

687-705

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 379

de resistencia y sumisioacuten desapego y entrega futuro y presente Esta es una

caracteriacutestica de la visioacuten del mundo de los pueblos colonizados16

3 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA A ISRAEL

La comprensioacuten paulina de la ἐκκλησία y la relacioacuten con su idea de

Israel resulta un tema complejo en el que las conclusiones que un analista

saque dependen en gran medida de su perspectiva presupuestos mirada

si se parte de la imagen de Pablo como fundador o iniciador de una nueva

religioacuten todo se lee como un proceso de creacioacuten del cristianismo o de la

Iglesia si se lee a Pablo como reformador del judaiacutesmo de su tiempo todo

adquiere otra perspectiva y la ldquonueva alianzardquo por ejemplo puede entenderse

como la recuperacioacuten de la intencioacuten original de Yahveacute17 No me refiero obvia-

mente al sentido local de las ἐκκλησίαι particulares sino al sentido translocal

y englobante contenido por ejemplo en la expresioacuten ἐκκλησία τοῦ θεοῦ (cf

1 Co 12 1032 1122 159 Ga 113 etc)18

La relacioacuten de la ἐκκλησία con Israel ha sido objeto de mucho debate19

Christopher Zoccalli distingue tres grandes corrientes de inteacuterpretes los que

defienden la identificacioacuten de Israel con la ldquoiglesiardquo (teacutermino que reconoce

anacroacutenico pero que sin embargo usa) los que entienden la ldquoiglesiardquo como una

realidad teoloacutegicamente maacutes amplia que incluye a Israel y a otras naciones

y los que creen que son dos realidades distintas una de la otra20 Yo creo que

16 Cf R s sugiRthARAJAh La Biblia y el Imperio exploraciones poscoloniales (Madrid 2009) C D stAnlEy The colonized Apostle

Paul through postcolonial eyes (Minneapolis 2011)

17 Cf Sobre el judaiacutesmo plural del tiempo de Pablo y los judiacuteos que defendiacutean la pertenencia al pueblo por la gracia ademaacutes

de los creyentes en Jesuacutes ver g BoCCACCini Middle Judaism Jewish Thought 300 BCE to 200 CE (Minneapolis 1991)

7-25 Hay una corriente en boga que estudia a Pablo ldquodentro del judaiacutesmordquo pero que frecuentemente se desliza hacia la

ldquoradical new perspectiverdquo M D nAnos ndash M zEttERholM Paul within Judaism restoring the first-century context to the

apostle (Minneapolis 2015) ver el excelente anaacutelisis de Terence Donaldson sobre los excesos de la llamada ldquodoble alianzardquo

propuesta por Gaston y Gager entre otros t l DonAlDson Paul and the gentiles remapping the Apostlersquos convictional world

(Minneapolis MN 1997) 230-236

18 Cf J saacutenChEz BosCh ldquoLa Iglesia universal en las cartas paulinasrdquo RCatT 9 (1984) 35-81

19 Cf D PollEFEyt ndash R BiERingER Paul and Judaism crosscurrents in Pauline exegesis and the study of Jewish-Christian relations

(London 2012)

20 Cf C zoCCAli Whom God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the present

(Eugene OR 2010) Ver las uacutetiles recensiones de J D g Dunn ldquoWhom God Has Called The Relationship of Church and

C a r l o s G i l A r b i o l380

una posicioacuten intermedia entre el segundo y el tercer grupo es la maacutes ajustada

a los textos paulinos

Pablo probablemente entendiacutea la ἐκκλησία como una creacioacuten histoacuterica

en camino hacia la plena realizacioacuten del proyecto de Dios que incluiriacutea la

renovacioacuten de Israel tal como lo comprendiacutea a partir de la muerte de Jesuacutes

conectando directamente con las esperanzas maacutes universalistas del libro de

Isaiacuteas (Is 603-4 6618-24) Esta nueva realidad dinaacutemica (en camino en proce-

so) formada por todos los judiacuteos que terminariacutean creyendo en el Mesiacuteas Jesuacutes

en un futuro proacuteximo ademaacutes de todos los gentiles que tambieacuten lo aceptaran

es la que eacutel llama ἐκκλησία y que se relaciona con Israel como una transicioacuten

como un paso previo al Israel escatoloacutegico el del tiempo final (Rm 1126)21

El ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo es el Israel presente el Israel eacutetnico los circuncida-

dos que estaacuten llamados a creer en el Mesiacuteas (aunque se resistan) el ldquoIsrael

de Diosrdquo es aquello a lo que estaacute llamado a ser Israel que ya ha comenzado

con los judiacuteos que han creiacutedo en eacutel en el que se incluiraacuten tambieacuten gentiles

creyentes en Cristo Como el ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo (1 Co 1018) no es todaviacutea

el ldquoIsrael de Diosrdquo (soacutelo una parte lo es Rm 962527 115) Pablo se situacutea

en esa transicioacuten y entiende su misioacuten como el proyecto de impulsar este

camino la transicioacuten de un Israel al otro es lo que considera ἐκκλησία Desde

esta perspectiva Pablo no defiende que la ἐκκλησία sea el nuevo Israel sino

que aquella propone a Israel la vuelta a sus mejores raiacuteces la ἐκκλησία invita

(incita empuja provoca etc) a Israel a recuperar la identidad y el horizonte

perdido (Rm 1125-32) El objetivo de la ἐκκλησία es pues devolverle a Israel

su identidad y por tanto no es fin en siacute misma Dicho de otro modo el obje-

tivo de la ἐκκλησία es que ella misma se transforme en el ldquoIsrael de Diosrdquo en

el momento final entonces Israel y la ἐκκλησία se confundiraacuten

Tres datos a mi modo de ver justifican lo dicho Primero cuando

Pablo en la Carta a los Gaacutelatas tuvo que argumentar y explicar por primera

vez cuaacutel era el estatus de los gentiles creyentes en Cristo respecto al pueblo

de Israel elaboroacute un complicadiacutesimo argumento por el que mostraba coacutemo

Israel in Pauline Interpretation 1920 to the Presentrdquo RBL 14 (2012) 345-347 i h MARshAll ldquoWhom God has called the

relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo JSNT 34 (2012) 84 y P M EisEnBAuM ldquoWhom

God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo CBQ 75 (2013) 178-179

21 La discusioacuten sobre este versiacuteculo ha sido mucha ver por ejemplo C zoCCAli ldquorsquoAnd so all Israel will be savedrsquo competing

interpretations of Romans 1126 in Pauline scholarshiprdquo JSNT 30 (2008) 289-318 Tambieacuten la ldquoalianza del espiacuteriturdquo (ἡ καινή διαθήκη 2 Co 36) o ldquoministerio del espiacuteriturdquo (ἡ διακονία τοῦ πνεύματος 2 Co 38)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 381

un gentil creyente en Cristo era seguacuten su exeacutegesis biacuteblica un hijo y heredero

de Abraham el padre de Isaac y JacobIsrael Pablo integra a los gentiles cre-

yentes en el pueblo de Israel mediante la filiacioacuten ahijada adoptada (Ga 3ndash4)

Segundo cuando al final de su vida tuvo que elaborar con maacutes detenimiento

este argumento para presentarlo a la comunidad de creyentes romanos lo

hizo mediante la metaacutefora del olivo cultivado (imagen de Israel) al que se le

han caiacutedo algunas ramas naturales (judiacuteos no creyentes en Jesuacutes) y al que le

han injertado ldquocontra-naturardquo unas ramas de olivo silvestre (gentiles creyentes

en Jesuacutes) de modo que puedan compartir todos la misma savia y los mismos

frutos (Rm 1116-24) Tercero cuando escribe esa uacuteltima carta a Roma lo hace

tambieacuten para preparar su viaje a Jerusaleacuten con el dinero recolectado entre

sus comunidades (formadas mayoritariamente por gentiles) y pedir que ese

dinero sea aceptado Maacutes allaacute de los posibles simbolismos relacionados con

el templo y el fuerte sentido de comunioacuten con aquellos con los que habiacutea

disentido y de los que se habiacutea alejado antildeos atraacutes este gesto era la prueba de

que las ramas injertadas eran capaces de aportar tambieacuten algo al olivo cultivado

(aunque fuese suavizar la penuria y escasez de los de Jerusaleacuten) la pasioacuten e

intensidad que pone a sus palabras (Rm 1530-33) refleja que Pablo pensaba

que la aceptacioacuten del dinero de los gentiles era la aceptacioacuten del injerto en el

Israel de la promesa si aceptaban el dinero aceptaban a los gentiles creyen-

tes como los hijos de la promesa (τὰ τέκνα τῆς ἐπαγγελίας Ga 314-29 428

Rm 98) Los tres datos apuntan en la misma direccioacuten Pablo quiere integrar

a los gentiles creyentes en el ldquoIsrael de Diosrdquo

Asiacute Pablo fue creando asambleas (ἐκκλησίαι) que debiacutean mostrar ya

en el presente lo que Israel estaba llamado a ser en el futuro inmediato

cuando Dios triunfara definitivamente y comenzara su reino escatoloacutegico

(1 Co 152450) Estas asambleas teniacutean que ser las primicias que mostraran

a todas las naciones (incluido Israel Ga 616 Rm 228-29 1125-26) lo que

debiacutean ser Este es el nuacutecleo del proyecto histoacuterico que fracasaraacute y que como

veremos exigiraacute cambiar el plan inicial el de la ἐκκλησία al servicio del reino

escatoloacutegico por uno nuevo el del reino escatoloacutegico como idealizacioacuten de

una forma de ἐκκλησία Desde este punto de vista el cristianismo que surgiraacute

maacutes adelante (con la confluencia de maacutes tradiciones o ciacuterculos de seguidores

de Jesuacutes) se explica mejor como el resultado del fracaso de la idea de Pablo

de hacer del ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo el ldquoIsrael de Diosrdquo el fracaso de esta idea

junto con el eacutexito praacutectico de unas asambleas que crecieron y tuvieron impacto

C a r l o s G i l A r b i o l382

social (ademaacutes de otros aciertos tambieacuten de caraacutecter teoloacutegico y poliacutetico) es lo

que dio lugar al surgimiento de una alternativa a Israel la ἐκκλησία pasoacute a ser

comprendida y presentada como fin de la misioacuten de Jesuacutes (ver maacutes delante)

El bautismo que compartiacutea con los de Jerusaleacuten como signo de identi-

dad de seguidores de Jesuacutes fue para Pablo un signo mucho maacutes importante

y definitivo en Israel Pablo nunca dice que el bautismo es un sustituto de

la circuncisioacuten sino que eacutesta es innecesaria para los gentiles (cf Ga 511-12

612-16)22 a quienes hace ritualmente hijos y coherederos de las promesas

Sin embargo al hacerlo asiacute los incorpora al pueblo de los hijos y herederos de

Abraham los hace miembros del pueblo de la nueva alianza el nuevo pue-

blo de Israel formado a partir de ese momento por los creyentes bautizados

no por los circuncidados (cf Ga 323-47)23 ldquoLos que os habeacuteis bautizado en

Cristo os habeacuteis revestido de Cristohellip Y si sois de Cristo ya sois descendencia

de Abraham herederos seguacuten la promesardquo24 Aparte de otras consideraciones

de caraacutecter teoloacutegico25 parece que el bautismo teniacutea para Pablo el caraacutecter

simboacutelico de mostrar la incorporacioacuten de todos los creyentes judiacuteos y gentiles

en el ldquoIsrael de Diosrdquo (Ga 616) para formar el ldquoolivo cultivadordquo (καλλιέλαιος) para ser ldquopartiacutecipe de la raiacutez y de la savia del olivordquo (Rm 1116-24)26

Por uacuteltimo Pablo tambieacuten reformula la funcioacuten y sentido de la ley en

el ldquoIsrael de Diosrdquo para eacutel no era una frontera de identidad (separacioacuten de

judiacuteos y gentiles) sino una llamada de Dios a confiar soacutelo en Yahveacute y en su

amor incondicional Los seguidores de Moiseacutes se equivocaban depositando su

confianza en el cumplimiento de la Toraacute porque lo que Yahveacute espera es que la

depositen en Eacutel cayendo en la cuenta de que nadie puede cumplir toda la ley

(Ga 38-14 2 Co 312-18)27 La exigencia del cumplimiento de la ley quedaba

22 Cf A y Collins ldquoBaptism and the Formation of Identityrdquo en B holMBERg ndash M zEttERholM ndash s ByRskog (eds) The making of

Christianity conflicts contacts and constructions essays in honor of Bengt Holmberg (Winona Lake IN 2012) 57-73

23 Cf C h tAlBERt ldquoPaul Judaism and the revisionistsrdquo CBQ 63 (2001) 1-22

24 Sobre la idea bautismal del revestirse ver C gil ARBiol ldquoLa evolucioacuten de la imagen del cuerpo en la tradicioacuten paulina y sus

consecuencias sociales y eclesialesrdquo EstBib 68 (2010) 73-105

25 l hARtMAn ldquoInto the name of the Lord Jesusrdquo baptism in the early church (Edinburgh 1997) 78-81

26 Cf R PEnnA Carta a los Romanos introduccioacuten versioacuten y comentario (Estella 2013) sect IIIC3 Sobre la posible ironiacutea de

Pablo al considerar a los gentiles como un ldquoolivo silvestrerdquo considerado improductivo que debe ser injertado en el ldquoolivo

cultivadordquo para dar fruto ver P F EslER Conflicto e identidad en la carta a los Romanos el contexto social de la carta de

Pablo (Estella 2006) 408-417

27 He desarrollado esta idea en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 72-77

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 383

anulada como signo de pertenencia o de privilegios (eacutetnicos escatoloacutegicos

o soterioloacutegicos) Para Pablo la ley tiene uacutenicamente una funcioacuten eacutetica (cf

Rm 138-10) que recuerda el uacutenico mandamiento el del amor (cf Ga 514)

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ POLIacuteTICA COMO REFLEJO DEL DIOS DE JESUacuteS

El proyecto de Pablo parece estar marcado por la construccioacuten de

una ἐκκλησία que sea reflejo de la imagen de Dios revelado en la cruz de

Jesuacutes (cf 1 Co 118-31 1212-27 etc) Pablo parece tener claro que la ldquonueva

alianzardquo la ldquoalianza del Espiacuteriturdquo no significa una ruptura de la alianza con

Israel en el Sinaiacute sino la recuperacioacuten del sentido original de aquella primera

que debe ldquoreflejar como en un espejo la gloria del Sentildeorrdquo (cf 2 Co 34-18)

Esto constituiraacute una caracteriacutestica muy peculiar del proyecto de Pablo que

el conjunto de los creyentes en Cristo sea capaz de reflejar la identidad y la

actuacioacuten de Dios en la historia tal como Pablo lo ha descubierto en la cruz

de Jesuacutes Asiacute pues el proyecto de Pablo se caracterizoacute por incorporar a un

nuacutemero muy significativo de personas marginales en el aacutembito urbano en el

que desarrolloacute su misioacuten

Esto no significa que el naciente cristianismo fuese un movimiento de

ldquodesposeiacutedosrdquo como se ha afirmado tantas veces durante el siglo XX28 Una

postura maacutes moderada se ha ido imponiendo extendida por Gerd Theissen

Abraham Malherbe y Wayne Meeks29 que defiende una realidad maacutes com-

pleja y plural aquellos primeros creyentes eran grupos en los que conviviacutean

28 Esta opinioacuten estaacute representada por autores como Karl Kautsky [k kAutsky Oriacutegenes y fundamentos del cristianismo (Sala-

manca 1974) original alemaacuten de 1908] o Adolf Deissmann [A DEissMAnn Light from the ancient East The New Testament

illustrated by recently discovered texts of the Graeco-Roman world (New York 21927) segunda edicioacuten alemana de 1923

ampliacioacuten de la primera de 1909] Posteriormente Justin Meggitt publicoacute su tesis doctoral que recuperaba buena parte de

los argumentos de este ldquoviejo consensordquo y defendiacutea que Pablo y sus seguidores debiacutean ser localizados entre los ldquopobresrdquo

J J MEggitt Paul poverty and survival (Edinburgh 1998) Rodney Stark ha defendido praacutecticamente lo contrario es decir

ldquoque la Iglesia primitiva ejercioacute su mayor atractivo sobre los ciudadanos maacutes soacutelidamente establecidos en el imperiordquo

pero esta tesis es extrema y resulta difiacutecil de probar como eacutel mismo reconoce R stARk La expansioacuten del cristianismo un

estudio socioloacutegico (Madrid 2009) 37-53 Una criacutetica en J t sAnDERs ldquoDid early Christianity succeed because of Jewish

conversionsrdquo Social Compass 464 (1999) 493-505

29 Cf g thEissEn Estudios de sociologiacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 1985) 189-234 A J MAlhERBE Social Aspects

of Early Christianity (Philadelphia 21983) [primera edicioacuten de 1977] 31 W A MEEks Los primeros cristianos urbanos el

mundo social del apoacutestol Pablo (Salamanca 1988) [original ingles de 1983] 93-129 Meeks defendiacutea que el ldquocristiano tipordquo

C a r l o s G i l A r b i o l384

personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los

extremos)30 No obstante parece que algunos de los maacutes acomodados llegaron

a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamoacute la ldquoinconsistencia

de estatusrdquo ldquopersonas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuidordquo31

Algunos socioacutelogos han estudiado este fenoacutemeno32 y han mostrado que las

personas que ocupan una posicioacuten elevada en ciertos aacutembitos sociales pero

bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones o se aiacuteslan

y rechazan el intercambio social o manifiestan signos de estreacutes que en algunas

sociedades podriacutea dar lugar a interpretaciones de posesioacuten o similares o bien

desarrollan aptitudes de accioacuten poliacutetica que favorecen el cambio social Asiacute

ldquoun alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables

que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la

sociedad cambiaacutendose a siacute mismas o cambiando la percepcioacuten de siacute mismasrdquo33

Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales

Pablo no creoacute uacutenicamente un lugar de acogida y reconocimiento para

ldquolos locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (τὰ μωρὰ τὰ ἀσθενῆ τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου τὰ μὴ ὄντα 1 Co 126-28) Desde

el punto de vista del patriarcado en estas asambleas efectivamente se acogiacutea

mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 114-5 722) desde el

punto de vista eacutetnico los gentiles eran iguales que los judiacuteos (Ga 328) desde

el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemoacutenicos los ldquoneciosrdquo

y ldquodeacutebilesrdquo sin formacioacuten ni capacidad teniacutean un lugar privilegiado de reco-

nocimiento y cuidado por parte de los ldquofuertesrdquo y cultos (1 Co 126-28 87-13)

los que no teniacutean posibilidades econoacutemicas teniacutean un lugar con los que las

teniacutean de sobra (1 Co 1117-34) etc Pero todos ellos no eran acogidos en las

asambleas uacutenicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera

era ldquoartesano libre o pequentildeo comercianterdquo Cf tambieacuten B holMBERg Historia social del cristianismo primitivo (Coacuterdoba

1995) 99-103

30 Es muy uacutetil diferenciar tambieacuten los tiempos y lugares el nivel social mayoritario en Jerusaleacuten o Galilea no tiene por queacute

coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas cf holMBERg Historia social del cristianismo primitivo

100-101

31 MEEks Los primeros cristianos urbanos 99-100 y 129

32 Cf E goFFMAn La presentacioacuten de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981) g E lEnski Power and privilege a

theory of social stratification (Nueva York 1966)

33 g E lEnski ldquoStatus crystallization A non-vertical dimension of social statusrdquo American Sociological R 19 (1954) 405-413

citado por MEEks Los primeros cristianos urbanos 99

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 377

una peculiaridad la centralidad del acontecimiento revelador de la cruz para

comprender el significado y alcance del mesianismo de Jesuacutes (cf Ga 219-20

1 Co 21-2 etc) Este desmesurado peso del acontecimiento de la muerte de

Jesuacutes tuvo dos consecuencias En primer lugar oscurecioacute la vida histoacuterica de

Jesuacutes sus dichos y hechos como fuente para conocer el plan de Dios para su

pueblo Pablo probablemente no desconociacutea datos histoacutericos de la vida de

Jesuacutes pero no se apoyoacute en ellos para fundamentar y legitimar su proyecto Esto

se debe al menos en parte al uso que haciacutean sus opositores de esos datos

puesto que se apoyaban en ellos para defender un proyecto de fidelidad a la

Toraacute9 En segundo lugar aunque Pablo obviamente afirmoacute la resurreccioacuten de

Jesuacutes (cf 1 Co 153-8) lo maacutes peculiar de esta afirmacioacuten fue la identificacioacuten

del Resucitado con el Crucificado10 la trascendencia que tuvo para eacutel esta

identificacioacuten junto con el significado teoloacutegico de aquella muerte en cruz

Ambas caracteriacutesticas funcionaron a modo de orejeras que orientaron la

mirada de Pablo hacia la muerte en cruz de Jesuacutes Podemos decir entonces

que el primer rasgo del proyecto de Pablo fue su legitimacioacuten en el significado

teoloacutegico de la muerte de Jesuacutes Este proyecto nace del descubrimiento de la

transcendencia teoloacutegica de que Dios revelara su identidad en un crucificado

(al que luego resucitoacute iniciando el tiempo final) Aquel acontecimiento le

llevoacute a poner en el centro de su reflexioacuten de su cosmovisioacuten judiacutea y de su

misioacuten el significado teoloacutegico que se le reveloacute que Dios en vez de utilizar

mecanismos de castigo contra los culpables de aquella injusticia ofrecioacute una

oportunidad de reconciliacioacuten (2 Co 516-21 Rm 510-11) Todo gira en torno

a la nueva imagen de Dios que se revela en la cruz de Jesuacutes una imagen

paradoacutejica que mostraba su fuerza en la debilidad (2 Co 129-10) su sabiduriacutea

en la simpleza (1 Co 123-35) su riqueza en la pobreza (2 Co 89) su divini-

dad en la humillacioacuten (Flp 26-8) etc Este rasgo del proyecto de Pablo estaacute

en la base de los demaacutes que voy a mencionar y aunque resulte ambiguo o

impreciso es a mi modo de ver uno de los elementos que maacutes acogida tuvo

en la misioacuten que desarrolloacute en torno al Egeo11

de t otERo laacutezARo ldquoPor ferdquo reflexioacuten sobre la fe en San Pablo leccioacuten inaugural del Curso Acadeacutemico 2007-2008 (Burgos

2007) porque presenta el debate y ofrece una postura justificada y soacutelida

9 Cf A J M WEDDERBuRn ldquoPaul and Jesus the problem of continuityrdquo en A J M WEDDERBuRn (ed) Paul and Jesus Collected

essays (Sheffield 1989) 99-115 (esp 100)

10 Cf W s CAMPBEll Paul and the creation of Christian identity (London New York 2008) 135

11 Cf C J gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo (Estella 2015) 71-102

C a r l o s G i l A r b i o l378

2 LA URGENCIA ESCATOLOacuteGICA

La urgencia escatoloacutegica (cf 1 Tes 413-18 1 Co 1551-53) tampoco es

una caracteriacutestica exclusiva del proyecto de Pablo pero en eacutel aparece con

una claridad e intensidad sin parangoacuten en parte debido a que no conserva-

mos maacutes textos de la primera generacioacuten (a no ser el Documento Q tambieacuten

marcado por la proacutexima venida del Hijo del Hombre12) Aunque esta urgencia

fuese compartida por otros parece que Pablo exprimioacute a esta circunstancia

todo su jugo haciendo de ello una bandera que caracterizariacutea su proyecto

Su reflexioacuten sobre el tiempo presente (cf 1 Co 729-31 1011-12 2 Co 62

Rm 818-27 etc) como un tiempo breve debioacute de ser determinante en el inicial

eacutexito de su misioacuten13 Esto le dio al proyecto de Pablo un caraacutecter temporal

(coyuntural contingente) orientado al acontecimiento futuro de la parusiacutea

Este tiempo de transicioacuten (entre la justificacioacuten y la salvacioacuten) se viviacutea como

un tiempo de resistencia en el que la visioacuten del mundo coincidiacutea en parte

con la visioacuten apocaliacuteptica que compartiacutean otros muchos judiacuteos14 y que haciacutea

un diagnoacutestico negativo de la realidad presente y proyectaba la esperanza

de justicia y paz en ese tiempo venidero15 El iacutenterin Pablo lo vive por una

parte con cierto desapego de estructuras y autoridades poliacuteticas (como voy a

subrayar luego) que le obligaron a pensar el tiempo presente como un parto

doloroso (Rm 818-25) y por otra con un enorme entusiasmo y entrega por

congregar al Israel de Dios y presentarlo como ldquonoviardquo para la inminente boda

que terminariacutea el tiempo de noviazgo (cf 2 Co 112) Esta combinacioacuten va a

antildeadir al proyecto de Pablo mayor ambiguumledad todaviacutea por esta combinacioacuten

12 Cf Q 1723-2230 s guiJARRo oPoRto Dichos primitivos de Jesuacutes una introduccioacuten al ldquoProto-evangelio de dichos Qrdquo (Sala-

manca 2004) 47-48

13 Cf h RaumlisaumlnEn El Nacimiento de las creencias cristianas (Salamanca 2011) 151-156 Sin embargo este autor considera que

ya Pablo ldquoespiritualizardquo e ldquoindividualizardquo la esperanza de un reino inminente Yo creo que los textos en que se basa para

ello tienen una dimensioacuten apocaliacuteptica mayor de lo que Raumlisaumlnen les otorga

14 Sobre la importancia y relevancia de la comprensioacuten apocaliacuteptica de la historia ver A PoRtiER-young Apocalypse Against

Empire Theologies of Resistance in Early Judaism (Grand Rapids 2011) Sobre el debate del caraacutecter apocaliacuteptico del pro-

yecto de Pablo ver B R gAvEntA Apocalyptic Paul cosmos and anthropos in Romans 5-8 (Waco Texas 2013) y J l MARtyn

ldquoDe-apocalypticizing Paul An essay focused on Paul and the Stoics by Troels Engberg-Pedersenrdquo JSNT 86 (2002) 61-102

15 Sobre la funcioacuten social de la imagineriacutea y lenguaje apocaliacuteptico ver W A MEEks ldquoSocial functions of Apocalyptic Language

in Pauline Christianityrdquo en D hEllholM (ed) Apocalypticism in the Mediterranean World and the Near East (Tubinga 1983)

687-705

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 379

de resistencia y sumisioacuten desapego y entrega futuro y presente Esta es una

caracteriacutestica de la visioacuten del mundo de los pueblos colonizados16

3 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA A ISRAEL

La comprensioacuten paulina de la ἐκκλησία y la relacioacuten con su idea de

Israel resulta un tema complejo en el que las conclusiones que un analista

saque dependen en gran medida de su perspectiva presupuestos mirada

si se parte de la imagen de Pablo como fundador o iniciador de una nueva

religioacuten todo se lee como un proceso de creacioacuten del cristianismo o de la

Iglesia si se lee a Pablo como reformador del judaiacutesmo de su tiempo todo

adquiere otra perspectiva y la ldquonueva alianzardquo por ejemplo puede entenderse

como la recuperacioacuten de la intencioacuten original de Yahveacute17 No me refiero obvia-

mente al sentido local de las ἐκκλησίαι particulares sino al sentido translocal

y englobante contenido por ejemplo en la expresioacuten ἐκκλησία τοῦ θεοῦ (cf

1 Co 12 1032 1122 159 Ga 113 etc)18

La relacioacuten de la ἐκκλησία con Israel ha sido objeto de mucho debate19

Christopher Zoccalli distingue tres grandes corrientes de inteacuterpretes los que

defienden la identificacioacuten de Israel con la ldquoiglesiardquo (teacutermino que reconoce

anacroacutenico pero que sin embargo usa) los que entienden la ldquoiglesiardquo como una

realidad teoloacutegicamente maacutes amplia que incluye a Israel y a otras naciones

y los que creen que son dos realidades distintas una de la otra20 Yo creo que

16 Cf R s sugiRthARAJAh La Biblia y el Imperio exploraciones poscoloniales (Madrid 2009) C D stAnlEy The colonized Apostle

Paul through postcolonial eyes (Minneapolis 2011)

17 Cf Sobre el judaiacutesmo plural del tiempo de Pablo y los judiacuteos que defendiacutean la pertenencia al pueblo por la gracia ademaacutes

de los creyentes en Jesuacutes ver g BoCCACCini Middle Judaism Jewish Thought 300 BCE to 200 CE (Minneapolis 1991)

7-25 Hay una corriente en boga que estudia a Pablo ldquodentro del judaiacutesmordquo pero que frecuentemente se desliza hacia la

ldquoradical new perspectiverdquo M D nAnos ndash M zEttERholM Paul within Judaism restoring the first-century context to the

apostle (Minneapolis 2015) ver el excelente anaacutelisis de Terence Donaldson sobre los excesos de la llamada ldquodoble alianzardquo

propuesta por Gaston y Gager entre otros t l DonAlDson Paul and the gentiles remapping the Apostlersquos convictional world

(Minneapolis MN 1997) 230-236

18 Cf J saacutenChEz BosCh ldquoLa Iglesia universal en las cartas paulinasrdquo RCatT 9 (1984) 35-81

19 Cf D PollEFEyt ndash R BiERingER Paul and Judaism crosscurrents in Pauline exegesis and the study of Jewish-Christian relations

(London 2012)

20 Cf C zoCCAli Whom God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the present

(Eugene OR 2010) Ver las uacutetiles recensiones de J D g Dunn ldquoWhom God Has Called The Relationship of Church and

C a r l o s G i l A r b i o l380

una posicioacuten intermedia entre el segundo y el tercer grupo es la maacutes ajustada

a los textos paulinos

Pablo probablemente entendiacutea la ἐκκλησία como una creacioacuten histoacuterica

en camino hacia la plena realizacioacuten del proyecto de Dios que incluiriacutea la

renovacioacuten de Israel tal como lo comprendiacutea a partir de la muerte de Jesuacutes

conectando directamente con las esperanzas maacutes universalistas del libro de

Isaiacuteas (Is 603-4 6618-24) Esta nueva realidad dinaacutemica (en camino en proce-

so) formada por todos los judiacuteos que terminariacutean creyendo en el Mesiacuteas Jesuacutes

en un futuro proacuteximo ademaacutes de todos los gentiles que tambieacuten lo aceptaran

es la que eacutel llama ἐκκλησία y que se relaciona con Israel como una transicioacuten

como un paso previo al Israel escatoloacutegico el del tiempo final (Rm 1126)21

El ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo es el Israel presente el Israel eacutetnico los circuncida-

dos que estaacuten llamados a creer en el Mesiacuteas (aunque se resistan) el ldquoIsrael

de Diosrdquo es aquello a lo que estaacute llamado a ser Israel que ya ha comenzado

con los judiacuteos que han creiacutedo en eacutel en el que se incluiraacuten tambieacuten gentiles

creyentes en Cristo Como el ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo (1 Co 1018) no es todaviacutea

el ldquoIsrael de Diosrdquo (soacutelo una parte lo es Rm 962527 115) Pablo se situacutea

en esa transicioacuten y entiende su misioacuten como el proyecto de impulsar este

camino la transicioacuten de un Israel al otro es lo que considera ἐκκλησία Desde

esta perspectiva Pablo no defiende que la ἐκκλησία sea el nuevo Israel sino

que aquella propone a Israel la vuelta a sus mejores raiacuteces la ἐκκλησία invita

(incita empuja provoca etc) a Israel a recuperar la identidad y el horizonte

perdido (Rm 1125-32) El objetivo de la ἐκκλησία es pues devolverle a Israel

su identidad y por tanto no es fin en siacute misma Dicho de otro modo el obje-

tivo de la ἐκκλησία es que ella misma se transforme en el ldquoIsrael de Diosrdquo en

el momento final entonces Israel y la ἐκκλησία se confundiraacuten

Tres datos a mi modo de ver justifican lo dicho Primero cuando

Pablo en la Carta a los Gaacutelatas tuvo que argumentar y explicar por primera

vez cuaacutel era el estatus de los gentiles creyentes en Cristo respecto al pueblo

de Israel elaboroacute un complicadiacutesimo argumento por el que mostraba coacutemo

Israel in Pauline Interpretation 1920 to the Presentrdquo RBL 14 (2012) 345-347 i h MARshAll ldquoWhom God has called the

relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo JSNT 34 (2012) 84 y P M EisEnBAuM ldquoWhom

God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo CBQ 75 (2013) 178-179

21 La discusioacuten sobre este versiacuteculo ha sido mucha ver por ejemplo C zoCCAli ldquorsquoAnd so all Israel will be savedrsquo competing

interpretations of Romans 1126 in Pauline scholarshiprdquo JSNT 30 (2008) 289-318 Tambieacuten la ldquoalianza del espiacuteriturdquo (ἡ καινή διαθήκη 2 Co 36) o ldquoministerio del espiacuteriturdquo (ἡ διακονία τοῦ πνεύματος 2 Co 38)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 381

un gentil creyente en Cristo era seguacuten su exeacutegesis biacuteblica un hijo y heredero

de Abraham el padre de Isaac y JacobIsrael Pablo integra a los gentiles cre-

yentes en el pueblo de Israel mediante la filiacioacuten ahijada adoptada (Ga 3ndash4)

Segundo cuando al final de su vida tuvo que elaborar con maacutes detenimiento

este argumento para presentarlo a la comunidad de creyentes romanos lo

hizo mediante la metaacutefora del olivo cultivado (imagen de Israel) al que se le

han caiacutedo algunas ramas naturales (judiacuteos no creyentes en Jesuacutes) y al que le

han injertado ldquocontra-naturardquo unas ramas de olivo silvestre (gentiles creyentes

en Jesuacutes) de modo que puedan compartir todos la misma savia y los mismos

frutos (Rm 1116-24) Tercero cuando escribe esa uacuteltima carta a Roma lo hace

tambieacuten para preparar su viaje a Jerusaleacuten con el dinero recolectado entre

sus comunidades (formadas mayoritariamente por gentiles) y pedir que ese

dinero sea aceptado Maacutes allaacute de los posibles simbolismos relacionados con

el templo y el fuerte sentido de comunioacuten con aquellos con los que habiacutea

disentido y de los que se habiacutea alejado antildeos atraacutes este gesto era la prueba de

que las ramas injertadas eran capaces de aportar tambieacuten algo al olivo cultivado

(aunque fuese suavizar la penuria y escasez de los de Jerusaleacuten) la pasioacuten e

intensidad que pone a sus palabras (Rm 1530-33) refleja que Pablo pensaba

que la aceptacioacuten del dinero de los gentiles era la aceptacioacuten del injerto en el

Israel de la promesa si aceptaban el dinero aceptaban a los gentiles creyen-

tes como los hijos de la promesa (τὰ τέκνα τῆς ἐπαγγελίας Ga 314-29 428

Rm 98) Los tres datos apuntan en la misma direccioacuten Pablo quiere integrar

a los gentiles creyentes en el ldquoIsrael de Diosrdquo

Asiacute Pablo fue creando asambleas (ἐκκλησίαι) que debiacutean mostrar ya

en el presente lo que Israel estaba llamado a ser en el futuro inmediato

cuando Dios triunfara definitivamente y comenzara su reino escatoloacutegico

(1 Co 152450) Estas asambleas teniacutean que ser las primicias que mostraran

a todas las naciones (incluido Israel Ga 616 Rm 228-29 1125-26) lo que

debiacutean ser Este es el nuacutecleo del proyecto histoacuterico que fracasaraacute y que como

veremos exigiraacute cambiar el plan inicial el de la ἐκκλησία al servicio del reino

escatoloacutegico por uno nuevo el del reino escatoloacutegico como idealizacioacuten de

una forma de ἐκκλησία Desde este punto de vista el cristianismo que surgiraacute

maacutes adelante (con la confluencia de maacutes tradiciones o ciacuterculos de seguidores

de Jesuacutes) se explica mejor como el resultado del fracaso de la idea de Pablo

de hacer del ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo el ldquoIsrael de Diosrdquo el fracaso de esta idea

junto con el eacutexito praacutectico de unas asambleas que crecieron y tuvieron impacto

C a r l o s G i l A r b i o l382

social (ademaacutes de otros aciertos tambieacuten de caraacutecter teoloacutegico y poliacutetico) es lo

que dio lugar al surgimiento de una alternativa a Israel la ἐκκλησία pasoacute a ser

comprendida y presentada como fin de la misioacuten de Jesuacutes (ver maacutes delante)

El bautismo que compartiacutea con los de Jerusaleacuten como signo de identi-

dad de seguidores de Jesuacutes fue para Pablo un signo mucho maacutes importante

y definitivo en Israel Pablo nunca dice que el bautismo es un sustituto de

la circuncisioacuten sino que eacutesta es innecesaria para los gentiles (cf Ga 511-12

612-16)22 a quienes hace ritualmente hijos y coherederos de las promesas

Sin embargo al hacerlo asiacute los incorpora al pueblo de los hijos y herederos de

Abraham los hace miembros del pueblo de la nueva alianza el nuevo pue-

blo de Israel formado a partir de ese momento por los creyentes bautizados

no por los circuncidados (cf Ga 323-47)23 ldquoLos que os habeacuteis bautizado en

Cristo os habeacuteis revestido de Cristohellip Y si sois de Cristo ya sois descendencia

de Abraham herederos seguacuten la promesardquo24 Aparte de otras consideraciones

de caraacutecter teoloacutegico25 parece que el bautismo teniacutea para Pablo el caraacutecter

simboacutelico de mostrar la incorporacioacuten de todos los creyentes judiacuteos y gentiles

en el ldquoIsrael de Diosrdquo (Ga 616) para formar el ldquoolivo cultivadordquo (καλλιέλαιος) para ser ldquopartiacutecipe de la raiacutez y de la savia del olivordquo (Rm 1116-24)26

Por uacuteltimo Pablo tambieacuten reformula la funcioacuten y sentido de la ley en

el ldquoIsrael de Diosrdquo para eacutel no era una frontera de identidad (separacioacuten de

judiacuteos y gentiles) sino una llamada de Dios a confiar soacutelo en Yahveacute y en su

amor incondicional Los seguidores de Moiseacutes se equivocaban depositando su

confianza en el cumplimiento de la Toraacute porque lo que Yahveacute espera es que la

depositen en Eacutel cayendo en la cuenta de que nadie puede cumplir toda la ley

(Ga 38-14 2 Co 312-18)27 La exigencia del cumplimiento de la ley quedaba

22 Cf A y Collins ldquoBaptism and the Formation of Identityrdquo en B holMBERg ndash M zEttERholM ndash s ByRskog (eds) The making of

Christianity conflicts contacts and constructions essays in honor of Bengt Holmberg (Winona Lake IN 2012) 57-73

23 Cf C h tAlBERt ldquoPaul Judaism and the revisionistsrdquo CBQ 63 (2001) 1-22

24 Sobre la idea bautismal del revestirse ver C gil ARBiol ldquoLa evolucioacuten de la imagen del cuerpo en la tradicioacuten paulina y sus

consecuencias sociales y eclesialesrdquo EstBib 68 (2010) 73-105

25 l hARtMAn ldquoInto the name of the Lord Jesusrdquo baptism in the early church (Edinburgh 1997) 78-81

26 Cf R PEnnA Carta a los Romanos introduccioacuten versioacuten y comentario (Estella 2013) sect IIIC3 Sobre la posible ironiacutea de

Pablo al considerar a los gentiles como un ldquoolivo silvestrerdquo considerado improductivo que debe ser injertado en el ldquoolivo

cultivadordquo para dar fruto ver P F EslER Conflicto e identidad en la carta a los Romanos el contexto social de la carta de

Pablo (Estella 2006) 408-417

27 He desarrollado esta idea en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 72-77

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 383

anulada como signo de pertenencia o de privilegios (eacutetnicos escatoloacutegicos

o soterioloacutegicos) Para Pablo la ley tiene uacutenicamente una funcioacuten eacutetica (cf

Rm 138-10) que recuerda el uacutenico mandamiento el del amor (cf Ga 514)

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ POLIacuteTICA COMO REFLEJO DEL DIOS DE JESUacuteS

El proyecto de Pablo parece estar marcado por la construccioacuten de

una ἐκκλησία que sea reflejo de la imagen de Dios revelado en la cruz de

Jesuacutes (cf 1 Co 118-31 1212-27 etc) Pablo parece tener claro que la ldquonueva

alianzardquo la ldquoalianza del Espiacuteriturdquo no significa una ruptura de la alianza con

Israel en el Sinaiacute sino la recuperacioacuten del sentido original de aquella primera

que debe ldquoreflejar como en un espejo la gloria del Sentildeorrdquo (cf 2 Co 34-18)

Esto constituiraacute una caracteriacutestica muy peculiar del proyecto de Pablo que

el conjunto de los creyentes en Cristo sea capaz de reflejar la identidad y la

actuacioacuten de Dios en la historia tal como Pablo lo ha descubierto en la cruz

de Jesuacutes Asiacute pues el proyecto de Pablo se caracterizoacute por incorporar a un

nuacutemero muy significativo de personas marginales en el aacutembito urbano en el

que desarrolloacute su misioacuten

Esto no significa que el naciente cristianismo fuese un movimiento de

ldquodesposeiacutedosrdquo como se ha afirmado tantas veces durante el siglo XX28 Una

postura maacutes moderada se ha ido imponiendo extendida por Gerd Theissen

Abraham Malherbe y Wayne Meeks29 que defiende una realidad maacutes com-

pleja y plural aquellos primeros creyentes eran grupos en los que conviviacutean

28 Esta opinioacuten estaacute representada por autores como Karl Kautsky [k kAutsky Oriacutegenes y fundamentos del cristianismo (Sala-

manca 1974) original alemaacuten de 1908] o Adolf Deissmann [A DEissMAnn Light from the ancient East The New Testament

illustrated by recently discovered texts of the Graeco-Roman world (New York 21927) segunda edicioacuten alemana de 1923

ampliacioacuten de la primera de 1909] Posteriormente Justin Meggitt publicoacute su tesis doctoral que recuperaba buena parte de

los argumentos de este ldquoviejo consensordquo y defendiacutea que Pablo y sus seguidores debiacutean ser localizados entre los ldquopobresrdquo

J J MEggitt Paul poverty and survival (Edinburgh 1998) Rodney Stark ha defendido praacutecticamente lo contrario es decir

ldquoque la Iglesia primitiva ejercioacute su mayor atractivo sobre los ciudadanos maacutes soacutelidamente establecidos en el imperiordquo

pero esta tesis es extrema y resulta difiacutecil de probar como eacutel mismo reconoce R stARk La expansioacuten del cristianismo un

estudio socioloacutegico (Madrid 2009) 37-53 Una criacutetica en J t sAnDERs ldquoDid early Christianity succeed because of Jewish

conversionsrdquo Social Compass 464 (1999) 493-505

29 Cf g thEissEn Estudios de sociologiacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 1985) 189-234 A J MAlhERBE Social Aspects

of Early Christianity (Philadelphia 21983) [primera edicioacuten de 1977] 31 W A MEEks Los primeros cristianos urbanos el

mundo social del apoacutestol Pablo (Salamanca 1988) [original ingles de 1983] 93-129 Meeks defendiacutea que el ldquocristiano tipordquo

C a r l o s G i l A r b i o l384

personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los

extremos)30 No obstante parece que algunos de los maacutes acomodados llegaron

a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamoacute la ldquoinconsistencia

de estatusrdquo ldquopersonas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuidordquo31

Algunos socioacutelogos han estudiado este fenoacutemeno32 y han mostrado que las

personas que ocupan una posicioacuten elevada en ciertos aacutembitos sociales pero

bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones o se aiacuteslan

y rechazan el intercambio social o manifiestan signos de estreacutes que en algunas

sociedades podriacutea dar lugar a interpretaciones de posesioacuten o similares o bien

desarrollan aptitudes de accioacuten poliacutetica que favorecen el cambio social Asiacute

ldquoun alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables

que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la

sociedad cambiaacutendose a siacute mismas o cambiando la percepcioacuten de siacute mismasrdquo33

Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales

Pablo no creoacute uacutenicamente un lugar de acogida y reconocimiento para

ldquolos locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (τὰ μωρὰ τὰ ἀσθενῆ τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου τὰ μὴ ὄντα 1 Co 126-28) Desde

el punto de vista del patriarcado en estas asambleas efectivamente se acogiacutea

mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 114-5 722) desde el

punto de vista eacutetnico los gentiles eran iguales que los judiacuteos (Ga 328) desde

el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemoacutenicos los ldquoneciosrdquo

y ldquodeacutebilesrdquo sin formacioacuten ni capacidad teniacutean un lugar privilegiado de reco-

nocimiento y cuidado por parte de los ldquofuertesrdquo y cultos (1 Co 126-28 87-13)

los que no teniacutean posibilidades econoacutemicas teniacutean un lugar con los que las

teniacutean de sobra (1 Co 1117-34) etc Pero todos ellos no eran acogidos en las

asambleas uacutenicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera

era ldquoartesano libre o pequentildeo comercianterdquo Cf tambieacuten B holMBERg Historia social del cristianismo primitivo (Coacuterdoba

1995) 99-103

30 Es muy uacutetil diferenciar tambieacuten los tiempos y lugares el nivel social mayoritario en Jerusaleacuten o Galilea no tiene por queacute

coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas cf holMBERg Historia social del cristianismo primitivo

100-101

31 MEEks Los primeros cristianos urbanos 99-100 y 129

32 Cf E goFFMAn La presentacioacuten de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981) g E lEnski Power and privilege a

theory of social stratification (Nueva York 1966)

33 g E lEnski ldquoStatus crystallization A non-vertical dimension of social statusrdquo American Sociological R 19 (1954) 405-413

citado por MEEks Los primeros cristianos urbanos 99

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l378

2 LA URGENCIA ESCATOLOacuteGICA

La urgencia escatoloacutegica (cf 1 Tes 413-18 1 Co 1551-53) tampoco es

una caracteriacutestica exclusiva del proyecto de Pablo pero en eacutel aparece con

una claridad e intensidad sin parangoacuten en parte debido a que no conserva-

mos maacutes textos de la primera generacioacuten (a no ser el Documento Q tambieacuten

marcado por la proacutexima venida del Hijo del Hombre12) Aunque esta urgencia

fuese compartida por otros parece que Pablo exprimioacute a esta circunstancia

todo su jugo haciendo de ello una bandera que caracterizariacutea su proyecto

Su reflexioacuten sobre el tiempo presente (cf 1 Co 729-31 1011-12 2 Co 62

Rm 818-27 etc) como un tiempo breve debioacute de ser determinante en el inicial

eacutexito de su misioacuten13 Esto le dio al proyecto de Pablo un caraacutecter temporal

(coyuntural contingente) orientado al acontecimiento futuro de la parusiacutea

Este tiempo de transicioacuten (entre la justificacioacuten y la salvacioacuten) se viviacutea como

un tiempo de resistencia en el que la visioacuten del mundo coincidiacutea en parte

con la visioacuten apocaliacuteptica que compartiacutean otros muchos judiacuteos14 y que haciacutea

un diagnoacutestico negativo de la realidad presente y proyectaba la esperanza

de justicia y paz en ese tiempo venidero15 El iacutenterin Pablo lo vive por una

parte con cierto desapego de estructuras y autoridades poliacuteticas (como voy a

subrayar luego) que le obligaron a pensar el tiempo presente como un parto

doloroso (Rm 818-25) y por otra con un enorme entusiasmo y entrega por

congregar al Israel de Dios y presentarlo como ldquonoviardquo para la inminente boda

que terminariacutea el tiempo de noviazgo (cf 2 Co 112) Esta combinacioacuten va a

antildeadir al proyecto de Pablo mayor ambiguumledad todaviacutea por esta combinacioacuten

12 Cf Q 1723-2230 s guiJARRo oPoRto Dichos primitivos de Jesuacutes una introduccioacuten al ldquoProto-evangelio de dichos Qrdquo (Sala-

manca 2004) 47-48

13 Cf h RaumlisaumlnEn El Nacimiento de las creencias cristianas (Salamanca 2011) 151-156 Sin embargo este autor considera que

ya Pablo ldquoespiritualizardquo e ldquoindividualizardquo la esperanza de un reino inminente Yo creo que los textos en que se basa para

ello tienen una dimensioacuten apocaliacuteptica mayor de lo que Raumlisaumlnen les otorga

14 Sobre la importancia y relevancia de la comprensioacuten apocaliacuteptica de la historia ver A PoRtiER-young Apocalypse Against

Empire Theologies of Resistance in Early Judaism (Grand Rapids 2011) Sobre el debate del caraacutecter apocaliacuteptico del pro-

yecto de Pablo ver B R gAvEntA Apocalyptic Paul cosmos and anthropos in Romans 5-8 (Waco Texas 2013) y J l MARtyn

ldquoDe-apocalypticizing Paul An essay focused on Paul and the Stoics by Troels Engberg-Pedersenrdquo JSNT 86 (2002) 61-102

15 Sobre la funcioacuten social de la imagineriacutea y lenguaje apocaliacuteptico ver W A MEEks ldquoSocial functions of Apocalyptic Language

in Pauline Christianityrdquo en D hEllholM (ed) Apocalypticism in the Mediterranean World and the Near East (Tubinga 1983)

687-705

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 379

de resistencia y sumisioacuten desapego y entrega futuro y presente Esta es una

caracteriacutestica de la visioacuten del mundo de los pueblos colonizados16

3 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA A ISRAEL

La comprensioacuten paulina de la ἐκκλησία y la relacioacuten con su idea de

Israel resulta un tema complejo en el que las conclusiones que un analista

saque dependen en gran medida de su perspectiva presupuestos mirada

si se parte de la imagen de Pablo como fundador o iniciador de una nueva

religioacuten todo se lee como un proceso de creacioacuten del cristianismo o de la

Iglesia si se lee a Pablo como reformador del judaiacutesmo de su tiempo todo

adquiere otra perspectiva y la ldquonueva alianzardquo por ejemplo puede entenderse

como la recuperacioacuten de la intencioacuten original de Yahveacute17 No me refiero obvia-

mente al sentido local de las ἐκκλησίαι particulares sino al sentido translocal

y englobante contenido por ejemplo en la expresioacuten ἐκκλησία τοῦ θεοῦ (cf

1 Co 12 1032 1122 159 Ga 113 etc)18

La relacioacuten de la ἐκκλησία con Israel ha sido objeto de mucho debate19

Christopher Zoccalli distingue tres grandes corrientes de inteacuterpretes los que

defienden la identificacioacuten de Israel con la ldquoiglesiardquo (teacutermino que reconoce

anacroacutenico pero que sin embargo usa) los que entienden la ldquoiglesiardquo como una

realidad teoloacutegicamente maacutes amplia que incluye a Israel y a otras naciones

y los que creen que son dos realidades distintas una de la otra20 Yo creo que

16 Cf R s sugiRthARAJAh La Biblia y el Imperio exploraciones poscoloniales (Madrid 2009) C D stAnlEy The colonized Apostle

Paul through postcolonial eyes (Minneapolis 2011)

17 Cf Sobre el judaiacutesmo plural del tiempo de Pablo y los judiacuteos que defendiacutean la pertenencia al pueblo por la gracia ademaacutes

de los creyentes en Jesuacutes ver g BoCCACCini Middle Judaism Jewish Thought 300 BCE to 200 CE (Minneapolis 1991)

7-25 Hay una corriente en boga que estudia a Pablo ldquodentro del judaiacutesmordquo pero que frecuentemente se desliza hacia la

ldquoradical new perspectiverdquo M D nAnos ndash M zEttERholM Paul within Judaism restoring the first-century context to the

apostle (Minneapolis 2015) ver el excelente anaacutelisis de Terence Donaldson sobre los excesos de la llamada ldquodoble alianzardquo

propuesta por Gaston y Gager entre otros t l DonAlDson Paul and the gentiles remapping the Apostlersquos convictional world

(Minneapolis MN 1997) 230-236

18 Cf J saacutenChEz BosCh ldquoLa Iglesia universal en las cartas paulinasrdquo RCatT 9 (1984) 35-81

19 Cf D PollEFEyt ndash R BiERingER Paul and Judaism crosscurrents in Pauline exegesis and the study of Jewish-Christian relations

(London 2012)

20 Cf C zoCCAli Whom God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the present

(Eugene OR 2010) Ver las uacutetiles recensiones de J D g Dunn ldquoWhom God Has Called The Relationship of Church and

C a r l o s G i l A r b i o l380

una posicioacuten intermedia entre el segundo y el tercer grupo es la maacutes ajustada

a los textos paulinos

Pablo probablemente entendiacutea la ἐκκλησία como una creacioacuten histoacuterica

en camino hacia la plena realizacioacuten del proyecto de Dios que incluiriacutea la

renovacioacuten de Israel tal como lo comprendiacutea a partir de la muerte de Jesuacutes

conectando directamente con las esperanzas maacutes universalistas del libro de

Isaiacuteas (Is 603-4 6618-24) Esta nueva realidad dinaacutemica (en camino en proce-

so) formada por todos los judiacuteos que terminariacutean creyendo en el Mesiacuteas Jesuacutes

en un futuro proacuteximo ademaacutes de todos los gentiles que tambieacuten lo aceptaran

es la que eacutel llama ἐκκλησία y que se relaciona con Israel como una transicioacuten

como un paso previo al Israel escatoloacutegico el del tiempo final (Rm 1126)21

El ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo es el Israel presente el Israel eacutetnico los circuncida-

dos que estaacuten llamados a creer en el Mesiacuteas (aunque se resistan) el ldquoIsrael

de Diosrdquo es aquello a lo que estaacute llamado a ser Israel que ya ha comenzado

con los judiacuteos que han creiacutedo en eacutel en el que se incluiraacuten tambieacuten gentiles

creyentes en Cristo Como el ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo (1 Co 1018) no es todaviacutea

el ldquoIsrael de Diosrdquo (soacutelo una parte lo es Rm 962527 115) Pablo se situacutea

en esa transicioacuten y entiende su misioacuten como el proyecto de impulsar este

camino la transicioacuten de un Israel al otro es lo que considera ἐκκλησία Desde

esta perspectiva Pablo no defiende que la ἐκκλησία sea el nuevo Israel sino

que aquella propone a Israel la vuelta a sus mejores raiacuteces la ἐκκλησία invita

(incita empuja provoca etc) a Israel a recuperar la identidad y el horizonte

perdido (Rm 1125-32) El objetivo de la ἐκκλησία es pues devolverle a Israel

su identidad y por tanto no es fin en siacute misma Dicho de otro modo el obje-

tivo de la ἐκκλησία es que ella misma se transforme en el ldquoIsrael de Diosrdquo en

el momento final entonces Israel y la ἐκκλησία se confundiraacuten

Tres datos a mi modo de ver justifican lo dicho Primero cuando

Pablo en la Carta a los Gaacutelatas tuvo que argumentar y explicar por primera

vez cuaacutel era el estatus de los gentiles creyentes en Cristo respecto al pueblo

de Israel elaboroacute un complicadiacutesimo argumento por el que mostraba coacutemo

Israel in Pauline Interpretation 1920 to the Presentrdquo RBL 14 (2012) 345-347 i h MARshAll ldquoWhom God has called the

relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo JSNT 34 (2012) 84 y P M EisEnBAuM ldquoWhom

God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo CBQ 75 (2013) 178-179

21 La discusioacuten sobre este versiacuteculo ha sido mucha ver por ejemplo C zoCCAli ldquorsquoAnd so all Israel will be savedrsquo competing

interpretations of Romans 1126 in Pauline scholarshiprdquo JSNT 30 (2008) 289-318 Tambieacuten la ldquoalianza del espiacuteriturdquo (ἡ καινή διαθήκη 2 Co 36) o ldquoministerio del espiacuteriturdquo (ἡ διακονία τοῦ πνεύματος 2 Co 38)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 381

un gentil creyente en Cristo era seguacuten su exeacutegesis biacuteblica un hijo y heredero

de Abraham el padre de Isaac y JacobIsrael Pablo integra a los gentiles cre-

yentes en el pueblo de Israel mediante la filiacioacuten ahijada adoptada (Ga 3ndash4)

Segundo cuando al final de su vida tuvo que elaborar con maacutes detenimiento

este argumento para presentarlo a la comunidad de creyentes romanos lo

hizo mediante la metaacutefora del olivo cultivado (imagen de Israel) al que se le

han caiacutedo algunas ramas naturales (judiacuteos no creyentes en Jesuacutes) y al que le

han injertado ldquocontra-naturardquo unas ramas de olivo silvestre (gentiles creyentes

en Jesuacutes) de modo que puedan compartir todos la misma savia y los mismos

frutos (Rm 1116-24) Tercero cuando escribe esa uacuteltima carta a Roma lo hace

tambieacuten para preparar su viaje a Jerusaleacuten con el dinero recolectado entre

sus comunidades (formadas mayoritariamente por gentiles) y pedir que ese

dinero sea aceptado Maacutes allaacute de los posibles simbolismos relacionados con

el templo y el fuerte sentido de comunioacuten con aquellos con los que habiacutea

disentido y de los que se habiacutea alejado antildeos atraacutes este gesto era la prueba de

que las ramas injertadas eran capaces de aportar tambieacuten algo al olivo cultivado

(aunque fuese suavizar la penuria y escasez de los de Jerusaleacuten) la pasioacuten e

intensidad que pone a sus palabras (Rm 1530-33) refleja que Pablo pensaba

que la aceptacioacuten del dinero de los gentiles era la aceptacioacuten del injerto en el

Israel de la promesa si aceptaban el dinero aceptaban a los gentiles creyen-

tes como los hijos de la promesa (τὰ τέκνα τῆς ἐπαγγελίας Ga 314-29 428

Rm 98) Los tres datos apuntan en la misma direccioacuten Pablo quiere integrar

a los gentiles creyentes en el ldquoIsrael de Diosrdquo

Asiacute Pablo fue creando asambleas (ἐκκλησίαι) que debiacutean mostrar ya

en el presente lo que Israel estaba llamado a ser en el futuro inmediato

cuando Dios triunfara definitivamente y comenzara su reino escatoloacutegico

(1 Co 152450) Estas asambleas teniacutean que ser las primicias que mostraran

a todas las naciones (incluido Israel Ga 616 Rm 228-29 1125-26) lo que

debiacutean ser Este es el nuacutecleo del proyecto histoacuterico que fracasaraacute y que como

veremos exigiraacute cambiar el plan inicial el de la ἐκκλησία al servicio del reino

escatoloacutegico por uno nuevo el del reino escatoloacutegico como idealizacioacuten de

una forma de ἐκκλησία Desde este punto de vista el cristianismo que surgiraacute

maacutes adelante (con la confluencia de maacutes tradiciones o ciacuterculos de seguidores

de Jesuacutes) se explica mejor como el resultado del fracaso de la idea de Pablo

de hacer del ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo el ldquoIsrael de Diosrdquo el fracaso de esta idea

junto con el eacutexito praacutectico de unas asambleas que crecieron y tuvieron impacto

C a r l o s G i l A r b i o l382

social (ademaacutes de otros aciertos tambieacuten de caraacutecter teoloacutegico y poliacutetico) es lo

que dio lugar al surgimiento de una alternativa a Israel la ἐκκλησία pasoacute a ser

comprendida y presentada como fin de la misioacuten de Jesuacutes (ver maacutes delante)

El bautismo que compartiacutea con los de Jerusaleacuten como signo de identi-

dad de seguidores de Jesuacutes fue para Pablo un signo mucho maacutes importante

y definitivo en Israel Pablo nunca dice que el bautismo es un sustituto de

la circuncisioacuten sino que eacutesta es innecesaria para los gentiles (cf Ga 511-12

612-16)22 a quienes hace ritualmente hijos y coherederos de las promesas

Sin embargo al hacerlo asiacute los incorpora al pueblo de los hijos y herederos de

Abraham los hace miembros del pueblo de la nueva alianza el nuevo pue-

blo de Israel formado a partir de ese momento por los creyentes bautizados

no por los circuncidados (cf Ga 323-47)23 ldquoLos que os habeacuteis bautizado en

Cristo os habeacuteis revestido de Cristohellip Y si sois de Cristo ya sois descendencia

de Abraham herederos seguacuten la promesardquo24 Aparte de otras consideraciones

de caraacutecter teoloacutegico25 parece que el bautismo teniacutea para Pablo el caraacutecter

simboacutelico de mostrar la incorporacioacuten de todos los creyentes judiacuteos y gentiles

en el ldquoIsrael de Diosrdquo (Ga 616) para formar el ldquoolivo cultivadordquo (καλλιέλαιος) para ser ldquopartiacutecipe de la raiacutez y de la savia del olivordquo (Rm 1116-24)26

Por uacuteltimo Pablo tambieacuten reformula la funcioacuten y sentido de la ley en

el ldquoIsrael de Diosrdquo para eacutel no era una frontera de identidad (separacioacuten de

judiacuteos y gentiles) sino una llamada de Dios a confiar soacutelo en Yahveacute y en su

amor incondicional Los seguidores de Moiseacutes se equivocaban depositando su

confianza en el cumplimiento de la Toraacute porque lo que Yahveacute espera es que la

depositen en Eacutel cayendo en la cuenta de que nadie puede cumplir toda la ley

(Ga 38-14 2 Co 312-18)27 La exigencia del cumplimiento de la ley quedaba

22 Cf A y Collins ldquoBaptism and the Formation of Identityrdquo en B holMBERg ndash M zEttERholM ndash s ByRskog (eds) The making of

Christianity conflicts contacts and constructions essays in honor of Bengt Holmberg (Winona Lake IN 2012) 57-73

23 Cf C h tAlBERt ldquoPaul Judaism and the revisionistsrdquo CBQ 63 (2001) 1-22

24 Sobre la idea bautismal del revestirse ver C gil ARBiol ldquoLa evolucioacuten de la imagen del cuerpo en la tradicioacuten paulina y sus

consecuencias sociales y eclesialesrdquo EstBib 68 (2010) 73-105

25 l hARtMAn ldquoInto the name of the Lord Jesusrdquo baptism in the early church (Edinburgh 1997) 78-81

26 Cf R PEnnA Carta a los Romanos introduccioacuten versioacuten y comentario (Estella 2013) sect IIIC3 Sobre la posible ironiacutea de

Pablo al considerar a los gentiles como un ldquoolivo silvestrerdquo considerado improductivo que debe ser injertado en el ldquoolivo

cultivadordquo para dar fruto ver P F EslER Conflicto e identidad en la carta a los Romanos el contexto social de la carta de

Pablo (Estella 2006) 408-417

27 He desarrollado esta idea en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 72-77

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 383

anulada como signo de pertenencia o de privilegios (eacutetnicos escatoloacutegicos

o soterioloacutegicos) Para Pablo la ley tiene uacutenicamente una funcioacuten eacutetica (cf

Rm 138-10) que recuerda el uacutenico mandamiento el del amor (cf Ga 514)

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ POLIacuteTICA COMO REFLEJO DEL DIOS DE JESUacuteS

El proyecto de Pablo parece estar marcado por la construccioacuten de

una ἐκκλησία que sea reflejo de la imagen de Dios revelado en la cruz de

Jesuacutes (cf 1 Co 118-31 1212-27 etc) Pablo parece tener claro que la ldquonueva

alianzardquo la ldquoalianza del Espiacuteriturdquo no significa una ruptura de la alianza con

Israel en el Sinaiacute sino la recuperacioacuten del sentido original de aquella primera

que debe ldquoreflejar como en un espejo la gloria del Sentildeorrdquo (cf 2 Co 34-18)

Esto constituiraacute una caracteriacutestica muy peculiar del proyecto de Pablo que

el conjunto de los creyentes en Cristo sea capaz de reflejar la identidad y la

actuacioacuten de Dios en la historia tal como Pablo lo ha descubierto en la cruz

de Jesuacutes Asiacute pues el proyecto de Pablo se caracterizoacute por incorporar a un

nuacutemero muy significativo de personas marginales en el aacutembito urbano en el

que desarrolloacute su misioacuten

Esto no significa que el naciente cristianismo fuese un movimiento de

ldquodesposeiacutedosrdquo como se ha afirmado tantas veces durante el siglo XX28 Una

postura maacutes moderada se ha ido imponiendo extendida por Gerd Theissen

Abraham Malherbe y Wayne Meeks29 que defiende una realidad maacutes com-

pleja y plural aquellos primeros creyentes eran grupos en los que conviviacutean

28 Esta opinioacuten estaacute representada por autores como Karl Kautsky [k kAutsky Oriacutegenes y fundamentos del cristianismo (Sala-

manca 1974) original alemaacuten de 1908] o Adolf Deissmann [A DEissMAnn Light from the ancient East The New Testament

illustrated by recently discovered texts of the Graeco-Roman world (New York 21927) segunda edicioacuten alemana de 1923

ampliacioacuten de la primera de 1909] Posteriormente Justin Meggitt publicoacute su tesis doctoral que recuperaba buena parte de

los argumentos de este ldquoviejo consensordquo y defendiacutea que Pablo y sus seguidores debiacutean ser localizados entre los ldquopobresrdquo

J J MEggitt Paul poverty and survival (Edinburgh 1998) Rodney Stark ha defendido praacutecticamente lo contrario es decir

ldquoque la Iglesia primitiva ejercioacute su mayor atractivo sobre los ciudadanos maacutes soacutelidamente establecidos en el imperiordquo

pero esta tesis es extrema y resulta difiacutecil de probar como eacutel mismo reconoce R stARk La expansioacuten del cristianismo un

estudio socioloacutegico (Madrid 2009) 37-53 Una criacutetica en J t sAnDERs ldquoDid early Christianity succeed because of Jewish

conversionsrdquo Social Compass 464 (1999) 493-505

29 Cf g thEissEn Estudios de sociologiacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 1985) 189-234 A J MAlhERBE Social Aspects

of Early Christianity (Philadelphia 21983) [primera edicioacuten de 1977] 31 W A MEEks Los primeros cristianos urbanos el

mundo social del apoacutestol Pablo (Salamanca 1988) [original ingles de 1983] 93-129 Meeks defendiacutea que el ldquocristiano tipordquo

C a r l o s G i l A r b i o l384

personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los

extremos)30 No obstante parece que algunos de los maacutes acomodados llegaron

a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamoacute la ldquoinconsistencia

de estatusrdquo ldquopersonas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuidordquo31

Algunos socioacutelogos han estudiado este fenoacutemeno32 y han mostrado que las

personas que ocupan una posicioacuten elevada en ciertos aacutembitos sociales pero

bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones o se aiacuteslan

y rechazan el intercambio social o manifiestan signos de estreacutes que en algunas

sociedades podriacutea dar lugar a interpretaciones de posesioacuten o similares o bien

desarrollan aptitudes de accioacuten poliacutetica que favorecen el cambio social Asiacute

ldquoun alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables

que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la

sociedad cambiaacutendose a siacute mismas o cambiando la percepcioacuten de siacute mismasrdquo33

Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales

Pablo no creoacute uacutenicamente un lugar de acogida y reconocimiento para

ldquolos locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (τὰ μωρὰ τὰ ἀσθενῆ τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου τὰ μὴ ὄντα 1 Co 126-28) Desde

el punto de vista del patriarcado en estas asambleas efectivamente se acogiacutea

mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 114-5 722) desde el

punto de vista eacutetnico los gentiles eran iguales que los judiacuteos (Ga 328) desde

el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemoacutenicos los ldquoneciosrdquo

y ldquodeacutebilesrdquo sin formacioacuten ni capacidad teniacutean un lugar privilegiado de reco-

nocimiento y cuidado por parte de los ldquofuertesrdquo y cultos (1 Co 126-28 87-13)

los que no teniacutean posibilidades econoacutemicas teniacutean un lugar con los que las

teniacutean de sobra (1 Co 1117-34) etc Pero todos ellos no eran acogidos en las

asambleas uacutenicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera

era ldquoartesano libre o pequentildeo comercianterdquo Cf tambieacuten B holMBERg Historia social del cristianismo primitivo (Coacuterdoba

1995) 99-103

30 Es muy uacutetil diferenciar tambieacuten los tiempos y lugares el nivel social mayoritario en Jerusaleacuten o Galilea no tiene por queacute

coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas cf holMBERg Historia social del cristianismo primitivo

100-101

31 MEEks Los primeros cristianos urbanos 99-100 y 129

32 Cf E goFFMAn La presentacioacuten de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981) g E lEnski Power and privilege a

theory of social stratification (Nueva York 1966)

33 g E lEnski ldquoStatus crystallization A non-vertical dimension of social statusrdquo American Sociological R 19 (1954) 405-413

citado por MEEks Los primeros cristianos urbanos 99

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 379

de resistencia y sumisioacuten desapego y entrega futuro y presente Esta es una

caracteriacutestica de la visioacuten del mundo de los pueblos colonizados16

3 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA A ISRAEL

La comprensioacuten paulina de la ἐκκλησία y la relacioacuten con su idea de

Israel resulta un tema complejo en el que las conclusiones que un analista

saque dependen en gran medida de su perspectiva presupuestos mirada

si se parte de la imagen de Pablo como fundador o iniciador de una nueva

religioacuten todo se lee como un proceso de creacioacuten del cristianismo o de la

Iglesia si se lee a Pablo como reformador del judaiacutesmo de su tiempo todo

adquiere otra perspectiva y la ldquonueva alianzardquo por ejemplo puede entenderse

como la recuperacioacuten de la intencioacuten original de Yahveacute17 No me refiero obvia-

mente al sentido local de las ἐκκλησίαι particulares sino al sentido translocal

y englobante contenido por ejemplo en la expresioacuten ἐκκλησία τοῦ θεοῦ (cf

1 Co 12 1032 1122 159 Ga 113 etc)18

La relacioacuten de la ἐκκλησία con Israel ha sido objeto de mucho debate19

Christopher Zoccalli distingue tres grandes corrientes de inteacuterpretes los que

defienden la identificacioacuten de Israel con la ldquoiglesiardquo (teacutermino que reconoce

anacroacutenico pero que sin embargo usa) los que entienden la ldquoiglesiardquo como una

realidad teoloacutegicamente maacutes amplia que incluye a Israel y a otras naciones

y los que creen que son dos realidades distintas una de la otra20 Yo creo que

16 Cf R s sugiRthARAJAh La Biblia y el Imperio exploraciones poscoloniales (Madrid 2009) C D stAnlEy The colonized Apostle

Paul through postcolonial eyes (Minneapolis 2011)

17 Cf Sobre el judaiacutesmo plural del tiempo de Pablo y los judiacuteos que defendiacutean la pertenencia al pueblo por la gracia ademaacutes

de los creyentes en Jesuacutes ver g BoCCACCini Middle Judaism Jewish Thought 300 BCE to 200 CE (Minneapolis 1991)

7-25 Hay una corriente en boga que estudia a Pablo ldquodentro del judaiacutesmordquo pero que frecuentemente se desliza hacia la

ldquoradical new perspectiverdquo M D nAnos ndash M zEttERholM Paul within Judaism restoring the first-century context to the

apostle (Minneapolis 2015) ver el excelente anaacutelisis de Terence Donaldson sobre los excesos de la llamada ldquodoble alianzardquo

propuesta por Gaston y Gager entre otros t l DonAlDson Paul and the gentiles remapping the Apostlersquos convictional world

(Minneapolis MN 1997) 230-236

18 Cf J saacutenChEz BosCh ldquoLa Iglesia universal en las cartas paulinasrdquo RCatT 9 (1984) 35-81

19 Cf D PollEFEyt ndash R BiERingER Paul and Judaism crosscurrents in Pauline exegesis and the study of Jewish-Christian relations

(London 2012)

20 Cf C zoCCAli Whom God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the present

(Eugene OR 2010) Ver las uacutetiles recensiones de J D g Dunn ldquoWhom God Has Called The Relationship of Church and

C a r l o s G i l A r b i o l380

una posicioacuten intermedia entre el segundo y el tercer grupo es la maacutes ajustada

a los textos paulinos

Pablo probablemente entendiacutea la ἐκκλησία como una creacioacuten histoacuterica

en camino hacia la plena realizacioacuten del proyecto de Dios que incluiriacutea la

renovacioacuten de Israel tal como lo comprendiacutea a partir de la muerte de Jesuacutes

conectando directamente con las esperanzas maacutes universalistas del libro de

Isaiacuteas (Is 603-4 6618-24) Esta nueva realidad dinaacutemica (en camino en proce-

so) formada por todos los judiacuteos que terminariacutean creyendo en el Mesiacuteas Jesuacutes

en un futuro proacuteximo ademaacutes de todos los gentiles que tambieacuten lo aceptaran

es la que eacutel llama ἐκκλησία y que se relaciona con Israel como una transicioacuten

como un paso previo al Israel escatoloacutegico el del tiempo final (Rm 1126)21

El ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo es el Israel presente el Israel eacutetnico los circuncida-

dos que estaacuten llamados a creer en el Mesiacuteas (aunque se resistan) el ldquoIsrael

de Diosrdquo es aquello a lo que estaacute llamado a ser Israel que ya ha comenzado

con los judiacuteos que han creiacutedo en eacutel en el que se incluiraacuten tambieacuten gentiles

creyentes en Cristo Como el ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo (1 Co 1018) no es todaviacutea

el ldquoIsrael de Diosrdquo (soacutelo una parte lo es Rm 962527 115) Pablo se situacutea

en esa transicioacuten y entiende su misioacuten como el proyecto de impulsar este

camino la transicioacuten de un Israel al otro es lo que considera ἐκκλησία Desde

esta perspectiva Pablo no defiende que la ἐκκλησία sea el nuevo Israel sino

que aquella propone a Israel la vuelta a sus mejores raiacuteces la ἐκκλησία invita

(incita empuja provoca etc) a Israel a recuperar la identidad y el horizonte

perdido (Rm 1125-32) El objetivo de la ἐκκλησία es pues devolverle a Israel

su identidad y por tanto no es fin en siacute misma Dicho de otro modo el obje-

tivo de la ἐκκλησία es que ella misma se transforme en el ldquoIsrael de Diosrdquo en

el momento final entonces Israel y la ἐκκλησία se confundiraacuten

Tres datos a mi modo de ver justifican lo dicho Primero cuando

Pablo en la Carta a los Gaacutelatas tuvo que argumentar y explicar por primera

vez cuaacutel era el estatus de los gentiles creyentes en Cristo respecto al pueblo

de Israel elaboroacute un complicadiacutesimo argumento por el que mostraba coacutemo

Israel in Pauline Interpretation 1920 to the Presentrdquo RBL 14 (2012) 345-347 i h MARshAll ldquoWhom God has called the

relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo JSNT 34 (2012) 84 y P M EisEnBAuM ldquoWhom

God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo CBQ 75 (2013) 178-179

21 La discusioacuten sobre este versiacuteculo ha sido mucha ver por ejemplo C zoCCAli ldquorsquoAnd so all Israel will be savedrsquo competing

interpretations of Romans 1126 in Pauline scholarshiprdquo JSNT 30 (2008) 289-318 Tambieacuten la ldquoalianza del espiacuteriturdquo (ἡ καινή διαθήκη 2 Co 36) o ldquoministerio del espiacuteriturdquo (ἡ διακονία τοῦ πνεύματος 2 Co 38)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 381

un gentil creyente en Cristo era seguacuten su exeacutegesis biacuteblica un hijo y heredero

de Abraham el padre de Isaac y JacobIsrael Pablo integra a los gentiles cre-

yentes en el pueblo de Israel mediante la filiacioacuten ahijada adoptada (Ga 3ndash4)

Segundo cuando al final de su vida tuvo que elaborar con maacutes detenimiento

este argumento para presentarlo a la comunidad de creyentes romanos lo

hizo mediante la metaacutefora del olivo cultivado (imagen de Israel) al que se le

han caiacutedo algunas ramas naturales (judiacuteos no creyentes en Jesuacutes) y al que le

han injertado ldquocontra-naturardquo unas ramas de olivo silvestre (gentiles creyentes

en Jesuacutes) de modo que puedan compartir todos la misma savia y los mismos

frutos (Rm 1116-24) Tercero cuando escribe esa uacuteltima carta a Roma lo hace

tambieacuten para preparar su viaje a Jerusaleacuten con el dinero recolectado entre

sus comunidades (formadas mayoritariamente por gentiles) y pedir que ese

dinero sea aceptado Maacutes allaacute de los posibles simbolismos relacionados con

el templo y el fuerte sentido de comunioacuten con aquellos con los que habiacutea

disentido y de los que se habiacutea alejado antildeos atraacutes este gesto era la prueba de

que las ramas injertadas eran capaces de aportar tambieacuten algo al olivo cultivado

(aunque fuese suavizar la penuria y escasez de los de Jerusaleacuten) la pasioacuten e

intensidad que pone a sus palabras (Rm 1530-33) refleja que Pablo pensaba

que la aceptacioacuten del dinero de los gentiles era la aceptacioacuten del injerto en el

Israel de la promesa si aceptaban el dinero aceptaban a los gentiles creyen-

tes como los hijos de la promesa (τὰ τέκνα τῆς ἐπαγγελίας Ga 314-29 428

Rm 98) Los tres datos apuntan en la misma direccioacuten Pablo quiere integrar

a los gentiles creyentes en el ldquoIsrael de Diosrdquo

Asiacute Pablo fue creando asambleas (ἐκκλησίαι) que debiacutean mostrar ya

en el presente lo que Israel estaba llamado a ser en el futuro inmediato

cuando Dios triunfara definitivamente y comenzara su reino escatoloacutegico

(1 Co 152450) Estas asambleas teniacutean que ser las primicias que mostraran

a todas las naciones (incluido Israel Ga 616 Rm 228-29 1125-26) lo que

debiacutean ser Este es el nuacutecleo del proyecto histoacuterico que fracasaraacute y que como

veremos exigiraacute cambiar el plan inicial el de la ἐκκλησία al servicio del reino

escatoloacutegico por uno nuevo el del reino escatoloacutegico como idealizacioacuten de

una forma de ἐκκλησία Desde este punto de vista el cristianismo que surgiraacute

maacutes adelante (con la confluencia de maacutes tradiciones o ciacuterculos de seguidores

de Jesuacutes) se explica mejor como el resultado del fracaso de la idea de Pablo

de hacer del ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo el ldquoIsrael de Diosrdquo el fracaso de esta idea

junto con el eacutexito praacutectico de unas asambleas que crecieron y tuvieron impacto

C a r l o s G i l A r b i o l382

social (ademaacutes de otros aciertos tambieacuten de caraacutecter teoloacutegico y poliacutetico) es lo

que dio lugar al surgimiento de una alternativa a Israel la ἐκκλησία pasoacute a ser

comprendida y presentada como fin de la misioacuten de Jesuacutes (ver maacutes delante)

El bautismo que compartiacutea con los de Jerusaleacuten como signo de identi-

dad de seguidores de Jesuacutes fue para Pablo un signo mucho maacutes importante

y definitivo en Israel Pablo nunca dice que el bautismo es un sustituto de

la circuncisioacuten sino que eacutesta es innecesaria para los gentiles (cf Ga 511-12

612-16)22 a quienes hace ritualmente hijos y coherederos de las promesas

Sin embargo al hacerlo asiacute los incorpora al pueblo de los hijos y herederos de

Abraham los hace miembros del pueblo de la nueva alianza el nuevo pue-

blo de Israel formado a partir de ese momento por los creyentes bautizados

no por los circuncidados (cf Ga 323-47)23 ldquoLos que os habeacuteis bautizado en

Cristo os habeacuteis revestido de Cristohellip Y si sois de Cristo ya sois descendencia

de Abraham herederos seguacuten la promesardquo24 Aparte de otras consideraciones

de caraacutecter teoloacutegico25 parece que el bautismo teniacutea para Pablo el caraacutecter

simboacutelico de mostrar la incorporacioacuten de todos los creyentes judiacuteos y gentiles

en el ldquoIsrael de Diosrdquo (Ga 616) para formar el ldquoolivo cultivadordquo (καλλιέλαιος) para ser ldquopartiacutecipe de la raiacutez y de la savia del olivordquo (Rm 1116-24)26

Por uacuteltimo Pablo tambieacuten reformula la funcioacuten y sentido de la ley en

el ldquoIsrael de Diosrdquo para eacutel no era una frontera de identidad (separacioacuten de

judiacuteos y gentiles) sino una llamada de Dios a confiar soacutelo en Yahveacute y en su

amor incondicional Los seguidores de Moiseacutes se equivocaban depositando su

confianza en el cumplimiento de la Toraacute porque lo que Yahveacute espera es que la

depositen en Eacutel cayendo en la cuenta de que nadie puede cumplir toda la ley

(Ga 38-14 2 Co 312-18)27 La exigencia del cumplimiento de la ley quedaba

22 Cf A y Collins ldquoBaptism and the Formation of Identityrdquo en B holMBERg ndash M zEttERholM ndash s ByRskog (eds) The making of

Christianity conflicts contacts and constructions essays in honor of Bengt Holmberg (Winona Lake IN 2012) 57-73

23 Cf C h tAlBERt ldquoPaul Judaism and the revisionistsrdquo CBQ 63 (2001) 1-22

24 Sobre la idea bautismal del revestirse ver C gil ARBiol ldquoLa evolucioacuten de la imagen del cuerpo en la tradicioacuten paulina y sus

consecuencias sociales y eclesialesrdquo EstBib 68 (2010) 73-105

25 l hARtMAn ldquoInto the name of the Lord Jesusrdquo baptism in the early church (Edinburgh 1997) 78-81

26 Cf R PEnnA Carta a los Romanos introduccioacuten versioacuten y comentario (Estella 2013) sect IIIC3 Sobre la posible ironiacutea de

Pablo al considerar a los gentiles como un ldquoolivo silvestrerdquo considerado improductivo que debe ser injertado en el ldquoolivo

cultivadordquo para dar fruto ver P F EslER Conflicto e identidad en la carta a los Romanos el contexto social de la carta de

Pablo (Estella 2006) 408-417

27 He desarrollado esta idea en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 72-77

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 383

anulada como signo de pertenencia o de privilegios (eacutetnicos escatoloacutegicos

o soterioloacutegicos) Para Pablo la ley tiene uacutenicamente una funcioacuten eacutetica (cf

Rm 138-10) que recuerda el uacutenico mandamiento el del amor (cf Ga 514)

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ POLIacuteTICA COMO REFLEJO DEL DIOS DE JESUacuteS

El proyecto de Pablo parece estar marcado por la construccioacuten de

una ἐκκλησία que sea reflejo de la imagen de Dios revelado en la cruz de

Jesuacutes (cf 1 Co 118-31 1212-27 etc) Pablo parece tener claro que la ldquonueva

alianzardquo la ldquoalianza del Espiacuteriturdquo no significa una ruptura de la alianza con

Israel en el Sinaiacute sino la recuperacioacuten del sentido original de aquella primera

que debe ldquoreflejar como en un espejo la gloria del Sentildeorrdquo (cf 2 Co 34-18)

Esto constituiraacute una caracteriacutestica muy peculiar del proyecto de Pablo que

el conjunto de los creyentes en Cristo sea capaz de reflejar la identidad y la

actuacioacuten de Dios en la historia tal como Pablo lo ha descubierto en la cruz

de Jesuacutes Asiacute pues el proyecto de Pablo se caracterizoacute por incorporar a un

nuacutemero muy significativo de personas marginales en el aacutembito urbano en el

que desarrolloacute su misioacuten

Esto no significa que el naciente cristianismo fuese un movimiento de

ldquodesposeiacutedosrdquo como se ha afirmado tantas veces durante el siglo XX28 Una

postura maacutes moderada se ha ido imponiendo extendida por Gerd Theissen

Abraham Malherbe y Wayne Meeks29 que defiende una realidad maacutes com-

pleja y plural aquellos primeros creyentes eran grupos en los que conviviacutean

28 Esta opinioacuten estaacute representada por autores como Karl Kautsky [k kAutsky Oriacutegenes y fundamentos del cristianismo (Sala-

manca 1974) original alemaacuten de 1908] o Adolf Deissmann [A DEissMAnn Light from the ancient East The New Testament

illustrated by recently discovered texts of the Graeco-Roman world (New York 21927) segunda edicioacuten alemana de 1923

ampliacioacuten de la primera de 1909] Posteriormente Justin Meggitt publicoacute su tesis doctoral que recuperaba buena parte de

los argumentos de este ldquoviejo consensordquo y defendiacutea que Pablo y sus seguidores debiacutean ser localizados entre los ldquopobresrdquo

J J MEggitt Paul poverty and survival (Edinburgh 1998) Rodney Stark ha defendido praacutecticamente lo contrario es decir

ldquoque la Iglesia primitiva ejercioacute su mayor atractivo sobre los ciudadanos maacutes soacutelidamente establecidos en el imperiordquo

pero esta tesis es extrema y resulta difiacutecil de probar como eacutel mismo reconoce R stARk La expansioacuten del cristianismo un

estudio socioloacutegico (Madrid 2009) 37-53 Una criacutetica en J t sAnDERs ldquoDid early Christianity succeed because of Jewish

conversionsrdquo Social Compass 464 (1999) 493-505

29 Cf g thEissEn Estudios de sociologiacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 1985) 189-234 A J MAlhERBE Social Aspects

of Early Christianity (Philadelphia 21983) [primera edicioacuten de 1977] 31 W A MEEks Los primeros cristianos urbanos el

mundo social del apoacutestol Pablo (Salamanca 1988) [original ingles de 1983] 93-129 Meeks defendiacutea que el ldquocristiano tipordquo

C a r l o s G i l A r b i o l384

personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los

extremos)30 No obstante parece que algunos de los maacutes acomodados llegaron

a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamoacute la ldquoinconsistencia

de estatusrdquo ldquopersonas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuidordquo31

Algunos socioacutelogos han estudiado este fenoacutemeno32 y han mostrado que las

personas que ocupan una posicioacuten elevada en ciertos aacutembitos sociales pero

bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones o se aiacuteslan

y rechazan el intercambio social o manifiestan signos de estreacutes que en algunas

sociedades podriacutea dar lugar a interpretaciones de posesioacuten o similares o bien

desarrollan aptitudes de accioacuten poliacutetica que favorecen el cambio social Asiacute

ldquoun alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables

que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la

sociedad cambiaacutendose a siacute mismas o cambiando la percepcioacuten de siacute mismasrdquo33

Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales

Pablo no creoacute uacutenicamente un lugar de acogida y reconocimiento para

ldquolos locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (τὰ μωρὰ τὰ ἀσθενῆ τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου τὰ μὴ ὄντα 1 Co 126-28) Desde

el punto de vista del patriarcado en estas asambleas efectivamente se acogiacutea

mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 114-5 722) desde el

punto de vista eacutetnico los gentiles eran iguales que los judiacuteos (Ga 328) desde

el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemoacutenicos los ldquoneciosrdquo

y ldquodeacutebilesrdquo sin formacioacuten ni capacidad teniacutean un lugar privilegiado de reco-

nocimiento y cuidado por parte de los ldquofuertesrdquo y cultos (1 Co 126-28 87-13)

los que no teniacutean posibilidades econoacutemicas teniacutean un lugar con los que las

teniacutean de sobra (1 Co 1117-34) etc Pero todos ellos no eran acogidos en las

asambleas uacutenicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera

era ldquoartesano libre o pequentildeo comercianterdquo Cf tambieacuten B holMBERg Historia social del cristianismo primitivo (Coacuterdoba

1995) 99-103

30 Es muy uacutetil diferenciar tambieacuten los tiempos y lugares el nivel social mayoritario en Jerusaleacuten o Galilea no tiene por queacute

coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas cf holMBERg Historia social del cristianismo primitivo

100-101

31 MEEks Los primeros cristianos urbanos 99-100 y 129

32 Cf E goFFMAn La presentacioacuten de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981) g E lEnski Power and privilege a

theory of social stratification (Nueva York 1966)

33 g E lEnski ldquoStatus crystallization A non-vertical dimension of social statusrdquo American Sociological R 19 (1954) 405-413

citado por MEEks Los primeros cristianos urbanos 99

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l380

una posicioacuten intermedia entre el segundo y el tercer grupo es la maacutes ajustada

a los textos paulinos

Pablo probablemente entendiacutea la ἐκκλησία como una creacioacuten histoacuterica

en camino hacia la plena realizacioacuten del proyecto de Dios que incluiriacutea la

renovacioacuten de Israel tal como lo comprendiacutea a partir de la muerte de Jesuacutes

conectando directamente con las esperanzas maacutes universalistas del libro de

Isaiacuteas (Is 603-4 6618-24) Esta nueva realidad dinaacutemica (en camino en proce-

so) formada por todos los judiacuteos que terminariacutean creyendo en el Mesiacuteas Jesuacutes

en un futuro proacuteximo ademaacutes de todos los gentiles que tambieacuten lo aceptaran

es la que eacutel llama ἐκκλησία y que se relaciona con Israel como una transicioacuten

como un paso previo al Israel escatoloacutegico el del tiempo final (Rm 1126)21

El ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo es el Israel presente el Israel eacutetnico los circuncida-

dos que estaacuten llamados a creer en el Mesiacuteas (aunque se resistan) el ldquoIsrael

de Diosrdquo es aquello a lo que estaacute llamado a ser Israel que ya ha comenzado

con los judiacuteos que han creiacutedo en eacutel en el que se incluiraacuten tambieacuten gentiles

creyentes en Cristo Como el ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo (1 Co 1018) no es todaviacutea

el ldquoIsrael de Diosrdquo (soacutelo una parte lo es Rm 962527 115) Pablo se situacutea

en esa transicioacuten y entiende su misioacuten como el proyecto de impulsar este

camino la transicioacuten de un Israel al otro es lo que considera ἐκκλησία Desde

esta perspectiva Pablo no defiende que la ἐκκλησία sea el nuevo Israel sino

que aquella propone a Israel la vuelta a sus mejores raiacuteces la ἐκκλησία invita

(incita empuja provoca etc) a Israel a recuperar la identidad y el horizonte

perdido (Rm 1125-32) El objetivo de la ἐκκλησία es pues devolverle a Israel

su identidad y por tanto no es fin en siacute misma Dicho de otro modo el obje-

tivo de la ἐκκλησία es que ella misma se transforme en el ldquoIsrael de Diosrdquo en

el momento final entonces Israel y la ἐκκλησία se confundiraacuten

Tres datos a mi modo de ver justifican lo dicho Primero cuando

Pablo en la Carta a los Gaacutelatas tuvo que argumentar y explicar por primera

vez cuaacutel era el estatus de los gentiles creyentes en Cristo respecto al pueblo

de Israel elaboroacute un complicadiacutesimo argumento por el que mostraba coacutemo

Israel in Pauline Interpretation 1920 to the Presentrdquo RBL 14 (2012) 345-347 i h MARshAll ldquoWhom God has called the

relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo JSNT 34 (2012) 84 y P M EisEnBAuM ldquoWhom

God has called the relationship of church and Israel in Pauline interpretation 1920 to the presentrdquo CBQ 75 (2013) 178-179

21 La discusioacuten sobre este versiacuteculo ha sido mucha ver por ejemplo C zoCCAli ldquorsquoAnd so all Israel will be savedrsquo competing

interpretations of Romans 1126 in Pauline scholarshiprdquo JSNT 30 (2008) 289-318 Tambieacuten la ldquoalianza del espiacuteriturdquo (ἡ καινή διαθήκη 2 Co 36) o ldquoministerio del espiacuteriturdquo (ἡ διακονία τοῦ πνεύματος 2 Co 38)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 381

un gentil creyente en Cristo era seguacuten su exeacutegesis biacuteblica un hijo y heredero

de Abraham el padre de Isaac y JacobIsrael Pablo integra a los gentiles cre-

yentes en el pueblo de Israel mediante la filiacioacuten ahijada adoptada (Ga 3ndash4)

Segundo cuando al final de su vida tuvo que elaborar con maacutes detenimiento

este argumento para presentarlo a la comunidad de creyentes romanos lo

hizo mediante la metaacutefora del olivo cultivado (imagen de Israel) al que se le

han caiacutedo algunas ramas naturales (judiacuteos no creyentes en Jesuacutes) y al que le

han injertado ldquocontra-naturardquo unas ramas de olivo silvestre (gentiles creyentes

en Jesuacutes) de modo que puedan compartir todos la misma savia y los mismos

frutos (Rm 1116-24) Tercero cuando escribe esa uacuteltima carta a Roma lo hace

tambieacuten para preparar su viaje a Jerusaleacuten con el dinero recolectado entre

sus comunidades (formadas mayoritariamente por gentiles) y pedir que ese

dinero sea aceptado Maacutes allaacute de los posibles simbolismos relacionados con

el templo y el fuerte sentido de comunioacuten con aquellos con los que habiacutea

disentido y de los que se habiacutea alejado antildeos atraacutes este gesto era la prueba de

que las ramas injertadas eran capaces de aportar tambieacuten algo al olivo cultivado

(aunque fuese suavizar la penuria y escasez de los de Jerusaleacuten) la pasioacuten e

intensidad que pone a sus palabras (Rm 1530-33) refleja que Pablo pensaba

que la aceptacioacuten del dinero de los gentiles era la aceptacioacuten del injerto en el

Israel de la promesa si aceptaban el dinero aceptaban a los gentiles creyen-

tes como los hijos de la promesa (τὰ τέκνα τῆς ἐπαγγελίας Ga 314-29 428

Rm 98) Los tres datos apuntan en la misma direccioacuten Pablo quiere integrar

a los gentiles creyentes en el ldquoIsrael de Diosrdquo

Asiacute Pablo fue creando asambleas (ἐκκλησίαι) que debiacutean mostrar ya

en el presente lo que Israel estaba llamado a ser en el futuro inmediato

cuando Dios triunfara definitivamente y comenzara su reino escatoloacutegico

(1 Co 152450) Estas asambleas teniacutean que ser las primicias que mostraran

a todas las naciones (incluido Israel Ga 616 Rm 228-29 1125-26) lo que

debiacutean ser Este es el nuacutecleo del proyecto histoacuterico que fracasaraacute y que como

veremos exigiraacute cambiar el plan inicial el de la ἐκκλησία al servicio del reino

escatoloacutegico por uno nuevo el del reino escatoloacutegico como idealizacioacuten de

una forma de ἐκκλησία Desde este punto de vista el cristianismo que surgiraacute

maacutes adelante (con la confluencia de maacutes tradiciones o ciacuterculos de seguidores

de Jesuacutes) se explica mejor como el resultado del fracaso de la idea de Pablo

de hacer del ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo el ldquoIsrael de Diosrdquo el fracaso de esta idea

junto con el eacutexito praacutectico de unas asambleas que crecieron y tuvieron impacto

C a r l o s G i l A r b i o l382

social (ademaacutes de otros aciertos tambieacuten de caraacutecter teoloacutegico y poliacutetico) es lo

que dio lugar al surgimiento de una alternativa a Israel la ἐκκλησία pasoacute a ser

comprendida y presentada como fin de la misioacuten de Jesuacutes (ver maacutes delante)

El bautismo que compartiacutea con los de Jerusaleacuten como signo de identi-

dad de seguidores de Jesuacutes fue para Pablo un signo mucho maacutes importante

y definitivo en Israel Pablo nunca dice que el bautismo es un sustituto de

la circuncisioacuten sino que eacutesta es innecesaria para los gentiles (cf Ga 511-12

612-16)22 a quienes hace ritualmente hijos y coherederos de las promesas

Sin embargo al hacerlo asiacute los incorpora al pueblo de los hijos y herederos de

Abraham los hace miembros del pueblo de la nueva alianza el nuevo pue-

blo de Israel formado a partir de ese momento por los creyentes bautizados

no por los circuncidados (cf Ga 323-47)23 ldquoLos que os habeacuteis bautizado en

Cristo os habeacuteis revestido de Cristohellip Y si sois de Cristo ya sois descendencia

de Abraham herederos seguacuten la promesardquo24 Aparte de otras consideraciones

de caraacutecter teoloacutegico25 parece que el bautismo teniacutea para Pablo el caraacutecter

simboacutelico de mostrar la incorporacioacuten de todos los creyentes judiacuteos y gentiles

en el ldquoIsrael de Diosrdquo (Ga 616) para formar el ldquoolivo cultivadordquo (καλλιέλαιος) para ser ldquopartiacutecipe de la raiacutez y de la savia del olivordquo (Rm 1116-24)26

Por uacuteltimo Pablo tambieacuten reformula la funcioacuten y sentido de la ley en

el ldquoIsrael de Diosrdquo para eacutel no era una frontera de identidad (separacioacuten de

judiacuteos y gentiles) sino una llamada de Dios a confiar soacutelo en Yahveacute y en su

amor incondicional Los seguidores de Moiseacutes se equivocaban depositando su

confianza en el cumplimiento de la Toraacute porque lo que Yahveacute espera es que la

depositen en Eacutel cayendo en la cuenta de que nadie puede cumplir toda la ley

(Ga 38-14 2 Co 312-18)27 La exigencia del cumplimiento de la ley quedaba

22 Cf A y Collins ldquoBaptism and the Formation of Identityrdquo en B holMBERg ndash M zEttERholM ndash s ByRskog (eds) The making of

Christianity conflicts contacts and constructions essays in honor of Bengt Holmberg (Winona Lake IN 2012) 57-73

23 Cf C h tAlBERt ldquoPaul Judaism and the revisionistsrdquo CBQ 63 (2001) 1-22

24 Sobre la idea bautismal del revestirse ver C gil ARBiol ldquoLa evolucioacuten de la imagen del cuerpo en la tradicioacuten paulina y sus

consecuencias sociales y eclesialesrdquo EstBib 68 (2010) 73-105

25 l hARtMAn ldquoInto the name of the Lord Jesusrdquo baptism in the early church (Edinburgh 1997) 78-81

26 Cf R PEnnA Carta a los Romanos introduccioacuten versioacuten y comentario (Estella 2013) sect IIIC3 Sobre la posible ironiacutea de

Pablo al considerar a los gentiles como un ldquoolivo silvestrerdquo considerado improductivo que debe ser injertado en el ldquoolivo

cultivadordquo para dar fruto ver P F EslER Conflicto e identidad en la carta a los Romanos el contexto social de la carta de

Pablo (Estella 2006) 408-417

27 He desarrollado esta idea en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 72-77

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 383

anulada como signo de pertenencia o de privilegios (eacutetnicos escatoloacutegicos

o soterioloacutegicos) Para Pablo la ley tiene uacutenicamente una funcioacuten eacutetica (cf

Rm 138-10) que recuerda el uacutenico mandamiento el del amor (cf Ga 514)

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ POLIacuteTICA COMO REFLEJO DEL DIOS DE JESUacuteS

El proyecto de Pablo parece estar marcado por la construccioacuten de

una ἐκκλησία que sea reflejo de la imagen de Dios revelado en la cruz de

Jesuacutes (cf 1 Co 118-31 1212-27 etc) Pablo parece tener claro que la ldquonueva

alianzardquo la ldquoalianza del Espiacuteriturdquo no significa una ruptura de la alianza con

Israel en el Sinaiacute sino la recuperacioacuten del sentido original de aquella primera

que debe ldquoreflejar como en un espejo la gloria del Sentildeorrdquo (cf 2 Co 34-18)

Esto constituiraacute una caracteriacutestica muy peculiar del proyecto de Pablo que

el conjunto de los creyentes en Cristo sea capaz de reflejar la identidad y la

actuacioacuten de Dios en la historia tal como Pablo lo ha descubierto en la cruz

de Jesuacutes Asiacute pues el proyecto de Pablo se caracterizoacute por incorporar a un

nuacutemero muy significativo de personas marginales en el aacutembito urbano en el

que desarrolloacute su misioacuten

Esto no significa que el naciente cristianismo fuese un movimiento de

ldquodesposeiacutedosrdquo como se ha afirmado tantas veces durante el siglo XX28 Una

postura maacutes moderada se ha ido imponiendo extendida por Gerd Theissen

Abraham Malherbe y Wayne Meeks29 que defiende una realidad maacutes com-

pleja y plural aquellos primeros creyentes eran grupos en los que conviviacutean

28 Esta opinioacuten estaacute representada por autores como Karl Kautsky [k kAutsky Oriacutegenes y fundamentos del cristianismo (Sala-

manca 1974) original alemaacuten de 1908] o Adolf Deissmann [A DEissMAnn Light from the ancient East The New Testament

illustrated by recently discovered texts of the Graeco-Roman world (New York 21927) segunda edicioacuten alemana de 1923

ampliacioacuten de la primera de 1909] Posteriormente Justin Meggitt publicoacute su tesis doctoral que recuperaba buena parte de

los argumentos de este ldquoviejo consensordquo y defendiacutea que Pablo y sus seguidores debiacutean ser localizados entre los ldquopobresrdquo

J J MEggitt Paul poverty and survival (Edinburgh 1998) Rodney Stark ha defendido praacutecticamente lo contrario es decir

ldquoque la Iglesia primitiva ejercioacute su mayor atractivo sobre los ciudadanos maacutes soacutelidamente establecidos en el imperiordquo

pero esta tesis es extrema y resulta difiacutecil de probar como eacutel mismo reconoce R stARk La expansioacuten del cristianismo un

estudio socioloacutegico (Madrid 2009) 37-53 Una criacutetica en J t sAnDERs ldquoDid early Christianity succeed because of Jewish

conversionsrdquo Social Compass 464 (1999) 493-505

29 Cf g thEissEn Estudios de sociologiacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 1985) 189-234 A J MAlhERBE Social Aspects

of Early Christianity (Philadelphia 21983) [primera edicioacuten de 1977] 31 W A MEEks Los primeros cristianos urbanos el

mundo social del apoacutestol Pablo (Salamanca 1988) [original ingles de 1983] 93-129 Meeks defendiacutea que el ldquocristiano tipordquo

C a r l o s G i l A r b i o l384

personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los

extremos)30 No obstante parece que algunos de los maacutes acomodados llegaron

a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamoacute la ldquoinconsistencia

de estatusrdquo ldquopersonas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuidordquo31

Algunos socioacutelogos han estudiado este fenoacutemeno32 y han mostrado que las

personas que ocupan una posicioacuten elevada en ciertos aacutembitos sociales pero

bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones o se aiacuteslan

y rechazan el intercambio social o manifiestan signos de estreacutes que en algunas

sociedades podriacutea dar lugar a interpretaciones de posesioacuten o similares o bien

desarrollan aptitudes de accioacuten poliacutetica que favorecen el cambio social Asiacute

ldquoun alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables

que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la

sociedad cambiaacutendose a siacute mismas o cambiando la percepcioacuten de siacute mismasrdquo33

Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales

Pablo no creoacute uacutenicamente un lugar de acogida y reconocimiento para

ldquolos locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (τὰ μωρὰ τὰ ἀσθενῆ τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου τὰ μὴ ὄντα 1 Co 126-28) Desde

el punto de vista del patriarcado en estas asambleas efectivamente se acogiacutea

mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 114-5 722) desde el

punto de vista eacutetnico los gentiles eran iguales que los judiacuteos (Ga 328) desde

el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemoacutenicos los ldquoneciosrdquo

y ldquodeacutebilesrdquo sin formacioacuten ni capacidad teniacutean un lugar privilegiado de reco-

nocimiento y cuidado por parte de los ldquofuertesrdquo y cultos (1 Co 126-28 87-13)

los que no teniacutean posibilidades econoacutemicas teniacutean un lugar con los que las

teniacutean de sobra (1 Co 1117-34) etc Pero todos ellos no eran acogidos en las

asambleas uacutenicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera

era ldquoartesano libre o pequentildeo comercianterdquo Cf tambieacuten B holMBERg Historia social del cristianismo primitivo (Coacuterdoba

1995) 99-103

30 Es muy uacutetil diferenciar tambieacuten los tiempos y lugares el nivel social mayoritario en Jerusaleacuten o Galilea no tiene por queacute

coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas cf holMBERg Historia social del cristianismo primitivo

100-101

31 MEEks Los primeros cristianos urbanos 99-100 y 129

32 Cf E goFFMAn La presentacioacuten de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981) g E lEnski Power and privilege a

theory of social stratification (Nueva York 1966)

33 g E lEnski ldquoStatus crystallization A non-vertical dimension of social statusrdquo American Sociological R 19 (1954) 405-413

citado por MEEks Los primeros cristianos urbanos 99

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 381

un gentil creyente en Cristo era seguacuten su exeacutegesis biacuteblica un hijo y heredero

de Abraham el padre de Isaac y JacobIsrael Pablo integra a los gentiles cre-

yentes en el pueblo de Israel mediante la filiacioacuten ahijada adoptada (Ga 3ndash4)

Segundo cuando al final de su vida tuvo que elaborar con maacutes detenimiento

este argumento para presentarlo a la comunidad de creyentes romanos lo

hizo mediante la metaacutefora del olivo cultivado (imagen de Israel) al que se le

han caiacutedo algunas ramas naturales (judiacuteos no creyentes en Jesuacutes) y al que le

han injertado ldquocontra-naturardquo unas ramas de olivo silvestre (gentiles creyentes

en Jesuacutes) de modo que puedan compartir todos la misma savia y los mismos

frutos (Rm 1116-24) Tercero cuando escribe esa uacuteltima carta a Roma lo hace

tambieacuten para preparar su viaje a Jerusaleacuten con el dinero recolectado entre

sus comunidades (formadas mayoritariamente por gentiles) y pedir que ese

dinero sea aceptado Maacutes allaacute de los posibles simbolismos relacionados con

el templo y el fuerte sentido de comunioacuten con aquellos con los que habiacutea

disentido y de los que se habiacutea alejado antildeos atraacutes este gesto era la prueba de

que las ramas injertadas eran capaces de aportar tambieacuten algo al olivo cultivado

(aunque fuese suavizar la penuria y escasez de los de Jerusaleacuten) la pasioacuten e

intensidad que pone a sus palabras (Rm 1530-33) refleja que Pablo pensaba

que la aceptacioacuten del dinero de los gentiles era la aceptacioacuten del injerto en el

Israel de la promesa si aceptaban el dinero aceptaban a los gentiles creyen-

tes como los hijos de la promesa (τὰ τέκνα τῆς ἐπαγγελίας Ga 314-29 428

Rm 98) Los tres datos apuntan en la misma direccioacuten Pablo quiere integrar

a los gentiles creyentes en el ldquoIsrael de Diosrdquo

Asiacute Pablo fue creando asambleas (ἐκκλησίαι) que debiacutean mostrar ya

en el presente lo que Israel estaba llamado a ser en el futuro inmediato

cuando Dios triunfara definitivamente y comenzara su reino escatoloacutegico

(1 Co 152450) Estas asambleas teniacutean que ser las primicias que mostraran

a todas las naciones (incluido Israel Ga 616 Rm 228-29 1125-26) lo que

debiacutean ser Este es el nuacutecleo del proyecto histoacuterico que fracasaraacute y que como

veremos exigiraacute cambiar el plan inicial el de la ἐκκλησία al servicio del reino

escatoloacutegico por uno nuevo el del reino escatoloacutegico como idealizacioacuten de

una forma de ἐκκλησία Desde este punto de vista el cristianismo que surgiraacute

maacutes adelante (con la confluencia de maacutes tradiciones o ciacuterculos de seguidores

de Jesuacutes) se explica mejor como el resultado del fracaso de la idea de Pablo

de hacer del ldquoIsrael seguacuten la carnerdquo el ldquoIsrael de Diosrdquo el fracaso de esta idea

junto con el eacutexito praacutectico de unas asambleas que crecieron y tuvieron impacto

C a r l o s G i l A r b i o l382

social (ademaacutes de otros aciertos tambieacuten de caraacutecter teoloacutegico y poliacutetico) es lo

que dio lugar al surgimiento de una alternativa a Israel la ἐκκλησία pasoacute a ser

comprendida y presentada como fin de la misioacuten de Jesuacutes (ver maacutes delante)

El bautismo que compartiacutea con los de Jerusaleacuten como signo de identi-

dad de seguidores de Jesuacutes fue para Pablo un signo mucho maacutes importante

y definitivo en Israel Pablo nunca dice que el bautismo es un sustituto de

la circuncisioacuten sino que eacutesta es innecesaria para los gentiles (cf Ga 511-12

612-16)22 a quienes hace ritualmente hijos y coherederos de las promesas

Sin embargo al hacerlo asiacute los incorpora al pueblo de los hijos y herederos de

Abraham los hace miembros del pueblo de la nueva alianza el nuevo pue-

blo de Israel formado a partir de ese momento por los creyentes bautizados

no por los circuncidados (cf Ga 323-47)23 ldquoLos que os habeacuteis bautizado en

Cristo os habeacuteis revestido de Cristohellip Y si sois de Cristo ya sois descendencia

de Abraham herederos seguacuten la promesardquo24 Aparte de otras consideraciones

de caraacutecter teoloacutegico25 parece que el bautismo teniacutea para Pablo el caraacutecter

simboacutelico de mostrar la incorporacioacuten de todos los creyentes judiacuteos y gentiles

en el ldquoIsrael de Diosrdquo (Ga 616) para formar el ldquoolivo cultivadordquo (καλλιέλαιος) para ser ldquopartiacutecipe de la raiacutez y de la savia del olivordquo (Rm 1116-24)26

Por uacuteltimo Pablo tambieacuten reformula la funcioacuten y sentido de la ley en

el ldquoIsrael de Diosrdquo para eacutel no era una frontera de identidad (separacioacuten de

judiacuteos y gentiles) sino una llamada de Dios a confiar soacutelo en Yahveacute y en su

amor incondicional Los seguidores de Moiseacutes se equivocaban depositando su

confianza en el cumplimiento de la Toraacute porque lo que Yahveacute espera es que la

depositen en Eacutel cayendo en la cuenta de que nadie puede cumplir toda la ley

(Ga 38-14 2 Co 312-18)27 La exigencia del cumplimiento de la ley quedaba

22 Cf A y Collins ldquoBaptism and the Formation of Identityrdquo en B holMBERg ndash M zEttERholM ndash s ByRskog (eds) The making of

Christianity conflicts contacts and constructions essays in honor of Bengt Holmberg (Winona Lake IN 2012) 57-73

23 Cf C h tAlBERt ldquoPaul Judaism and the revisionistsrdquo CBQ 63 (2001) 1-22

24 Sobre la idea bautismal del revestirse ver C gil ARBiol ldquoLa evolucioacuten de la imagen del cuerpo en la tradicioacuten paulina y sus

consecuencias sociales y eclesialesrdquo EstBib 68 (2010) 73-105

25 l hARtMAn ldquoInto the name of the Lord Jesusrdquo baptism in the early church (Edinburgh 1997) 78-81

26 Cf R PEnnA Carta a los Romanos introduccioacuten versioacuten y comentario (Estella 2013) sect IIIC3 Sobre la posible ironiacutea de

Pablo al considerar a los gentiles como un ldquoolivo silvestrerdquo considerado improductivo que debe ser injertado en el ldquoolivo

cultivadordquo para dar fruto ver P F EslER Conflicto e identidad en la carta a los Romanos el contexto social de la carta de

Pablo (Estella 2006) 408-417

27 He desarrollado esta idea en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 72-77

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 383

anulada como signo de pertenencia o de privilegios (eacutetnicos escatoloacutegicos

o soterioloacutegicos) Para Pablo la ley tiene uacutenicamente una funcioacuten eacutetica (cf

Rm 138-10) que recuerda el uacutenico mandamiento el del amor (cf Ga 514)

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ POLIacuteTICA COMO REFLEJO DEL DIOS DE JESUacuteS

El proyecto de Pablo parece estar marcado por la construccioacuten de

una ἐκκλησία que sea reflejo de la imagen de Dios revelado en la cruz de

Jesuacutes (cf 1 Co 118-31 1212-27 etc) Pablo parece tener claro que la ldquonueva

alianzardquo la ldquoalianza del Espiacuteriturdquo no significa una ruptura de la alianza con

Israel en el Sinaiacute sino la recuperacioacuten del sentido original de aquella primera

que debe ldquoreflejar como en un espejo la gloria del Sentildeorrdquo (cf 2 Co 34-18)

Esto constituiraacute una caracteriacutestica muy peculiar del proyecto de Pablo que

el conjunto de los creyentes en Cristo sea capaz de reflejar la identidad y la

actuacioacuten de Dios en la historia tal como Pablo lo ha descubierto en la cruz

de Jesuacutes Asiacute pues el proyecto de Pablo se caracterizoacute por incorporar a un

nuacutemero muy significativo de personas marginales en el aacutembito urbano en el

que desarrolloacute su misioacuten

Esto no significa que el naciente cristianismo fuese un movimiento de

ldquodesposeiacutedosrdquo como se ha afirmado tantas veces durante el siglo XX28 Una

postura maacutes moderada se ha ido imponiendo extendida por Gerd Theissen

Abraham Malherbe y Wayne Meeks29 que defiende una realidad maacutes com-

pleja y plural aquellos primeros creyentes eran grupos en los que conviviacutean

28 Esta opinioacuten estaacute representada por autores como Karl Kautsky [k kAutsky Oriacutegenes y fundamentos del cristianismo (Sala-

manca 1974) original alemaacuten de 1908] o Adolf Deissmann [A DEissMAnn Light from the ancient East The New Testament

illustrated by recently discovered texts of the Graeco-Roman world (New York 21927) segunda edicioacuten alemana de 1923

ampliacioacuten de la primera de 1909] Posteriormente Justin Meggitt publicoacute su tesis doctoral que recuperaba buena parte de

los argumentos de este ldquoviejo consensordquo y defendiacutea que Pablo y sus seguidores debiacutean ser localizados entre los ldquopobresrdquo

J J MEggitt Paul poverty and survival (Edinburgh 1998) Rodney Stark ha defendido praacutecticamente lo contrario es decir

ldquoque la Iglesia primitiva ejercioacute su mayor atractivo sobre los ciudadanos maacutes soacutelidamente establecidos en el imperiordquo

pero esta tesis es extrema y resulta difiacutecil de probar como eacutel mismo reconoce R stARk La expansioacuten del cristianismo un

estudio socioloacutegico (Madrid 2009) 37-53 Una criacutetica en J t sAnDERs ldquoDid early Christianity succeed because of Jewish

conversionsrdquo Social Compass 464 (1999) 493-505

29 Cf g thEissEn Estudios de sociologiacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 1985) 189-234 A J MAlhERBE Social Aspects

of Early Christianity (Philadelphia 21983) [primera edicioacuten de 1977] 31 W A MEEks Los primeros cristianos urbanos el

mundo social del apoacutestol Pablo (Salamanca 1988) [original ingles de 1983] 93-129 Meeks defendiacutea que el ldquocristiano tipordquo

C a r l o s G i l A r b i o l384

personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los

extremos)30 No obstante parece que algunos de los maacutes acomodados llegaron

a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamoacute la ldquoinconsistencia

de estatusrdquo ldquopersonas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuidordquo31

Algunos socioacutelogos han estudiado este fenoacutemeno32 y han mostrado que las

personas que ocupan una posicioacuten elevada en ciertos aacutembitos sociales pero

bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones o se aiacuteslan

y rechazan el intercambio social o manifiestan signos de estreacutes que en algunas

sociedades podriacutea dar lugar a interpretaciones de posesioacuten o similares o bien

desarrollan aptitudes de accioacuten poliacutetica que favorecen el cambio social Asiacute

ldquoun alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables

que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la

sociedad cambiaacutendose a siacute mismas o cambiando la percepcioacuten de siacute mismasrdquo33

Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales

Pablo no creoacute uacutenicamente un lugar de acogida y reconocimiento para

ldquolos locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (τὰ μωρὰ τὰ ἀσθενῆ τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου τὰ μὴ ὄντα 1 Co 126-28) Desde

el punto de vista del patriarcado en estas asambleas efectivamente se acogiacutea

mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 114-5 722) desde el

punto de vista eacutetnico los gentiles eran iguales que los judiacuteos (Ga 328) desde

el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemoacutenicos los ldquoneciosrdquo

y ldquodeacutebilesrdquo sin formacioacuten ni capacidad teniacutean un lugar privilegiado de reco-

nocimiento y cuidado por parte de los ldquofuertesrdquo y cultos (1 Co 126-28 87-13)

los que no teniacutean posibilidades econoacutemicas teniacutean un lugar con los que las

teniacutean de sobra (1 Co 1117-34) etc Pero todos ellos no eran acogidos en las

asambleas uacutenicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera

era ldquoartesano libre o pequentildeo comercianterdquo Cf tambieacuten B holMBERg Historia social del cristianismo primitivo (Coacuterdoba

1995) 99-103

30 Es muy uacutetil diferenciar tambieacuten los tiempos y lugares el nivel social mayoritario en Jerusaleacuten o Galilea no tiene por queacute

coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas cf holMBERg Historia social del cristianismo primitivo

100-101

31 MEEks Los primeros cristianos urbanos 99-100 y 129

32 Cf E goFFMAn La presentacioacuten de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981) g E lEnski Power and privilege a

theory of social stratification (Nueva York 1966)

33 g E lEnski ldquoStatus crystallization A non-vertical dimension of social statusrdquo American Sociological R 19 (1954) 405-413

citado por MEEks Los primeros cristianos urbanos 99

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l382

social (ademaacutes de otros aciertos tambieacuten de caraacutecter teoloacutegico y poliacutetico) es lo

que dio lugar al surgimiento de una alternativa a Israel la ἐκκλησία pasoacute a ser

comprendida y presentada como fin de la misioacuten de Jesuacutes (ver maacutes delante)

El bautismo que compartiacutea con los de Jerusaleacuten como signo de identi-

dad de seguidores de Jesuacutes fue para Pablo un signo mucho maacutes importante

y definitivo en Israel Pablo nunca dice que el bautismo es un sustituto de

la circuncisioacuten sino que eacutesta es innecesaria para los gentiles (cf Ga 511-12

612-16)22 a quienes hace ritualmente hijos y coherederos de las promesas

Sin embargo al hacerlo asiacute los incorpora al pueblo de los hijos y herederos de

Abraham los hace miembros del pueblo de la nueva alianza el nuevo pue-

blo de Israel formado a partir de ese momento por los creyentes bautizados

no por los circuncidados (cf Ga 323-47)23 ldquoLos que os habeacuteis bautizado en

Cristo os habeacuteis revestido de Cristohellip Y si sois de Cristo ya sois descendencia

de Abraham herederos seguacuten la promesardquo24 Aparte de otras consideraciones

de caraacutecter teoloacutegico25 parece que el bautismo teniacutea para Pablo el caraacutecter

simboacutelico de mostrar la incorporacioacuten de todos los creyentes judiacuteos y gentiles

en el ldquoIsrael de Diosrdquo (Ga 616) para formar el ldquoolivo cultivadordquo (καλλιέλαιος) para ser ldquopartiacutecipe de la raiacutez y de la savia del olivordquo (Rm 1116-24)26

Por uacuteltimo Pablo tambieacuten reformula la funcioacuten y sentido de la ley en

el ldquoIsrael de Diosrdquo para eacutel no era una frontera de identidad (separacioacuten de

judiacuteos y gentiles) sino una llamada de Dios a confiar soacutelo en Yahveacute y en su

amor incondicional Los seguidores de Moiseacutes se equivocaban depositando su

confianza en el cumplimiento de la Toraacute porque lo que Yahveacute espera es que la

depositen en Eacutel cayendo en la cuenta de que nadie puede cumplir toda la ley

(Ga 38-14 2 Co 312-18)27 La exigencia del cumplimiento de la ley quedaba

22 Cf A y Collins ldquoBaptism and the Formation of Identityrdquo en B holMBERg ndash M zEttERholM ndash s ByRskog (eds) The making of

Christianity conflicts contacts and constructions essays in honor of Bengt Holmberg (Winona Lake IN 2012) 57-73

23 Cf C h tAlBERt ldquoPaul Judaism and the revisionistsrdquo CBQ 63 (2001) 1-22

24 Sobre la idea bautismal del revestirse ver C gil ARBiol ldquoLa evolucioacuten de la imagen del cuerpo en la tradicioacuten paulina y sus

consecuencias sociales y eclesialesrdquo EstBib 68 (2010) 73-105

25 l hARtMAn ldquoInto the name of the Lord Jesusrdquo baptism in the early church (Edinburgh 1997) 78-81

26 Cf R PEnnA Carta a los Romanos introduccioacuten versioacuten y comentario (Estella 2013) sect IIIC3 Sobre la posible ironiacutea de

Pablo al considerar a los gentiles como un ldquoolivo silvestrerdquo considerado improductivo que debe ser injertado en el ldquoolivo

cultivadordquo para dar fruto ver P F EslER Conflicto e identidad en la carta a los Romanos el contexto social de la carta de

Pablo (Estella 2006) 408-417

27 He desarrollado esta idea en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 72-77

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 383

anulada como signo de pertenencia o de privilegios (eacutetnicos escatoloacutegicos

o soterioloacutegicos) Para Pablo la ley tiene uacutenicamente una funcioacuten eacutetica (cf

Rm 138-10) que recuerda el uacutenico mandamiento el del amor (cf Ga 514)

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ POLIacuteTICA COMO REFLEJO DEL DIOS DE JESUacuteS

El proyecto de Pablo parece estar marcado por la construccioacuten de

una ἐκκλησία que sea reflejo de la imagen de Dios revelado en la cruz de

Jesuacutes (cf 1 Co 118-31 1212-27 etc) Pablo parece tener claro que la ldquonueva

alianzardquo la ldquoalianza del Espiacuteriturdquo no significa una ruptura de la alianza con

Israel en el Sinaiacute sino la recuperacioacuten del sentido original de aquella primera

que debe ldquoreflejar como en un espejo la gloria del Sentildeorrdquo (cf 2 Co 34-18)

Esto constituiraacute una caracteriacutestica muy peculiar del proyecto de Pablo que

el conjunto de los creyentes en Cristo sea capaz de reflejar la identidad y la

actuacioacuten de Dios en la historia tal como Pablo lo ha descubierto en la cruz

de Jesuacutes Asiacute pues el proyecto de Pablo se caracterizoacute por incorporar a un

nuacutemero muy significativo de personas marginales en el aacutembito urbano en el

que desarrolloacute su misioacuten

Esto no significa que el naciente cristianismo fuese un movimiento de

ldquodesposeiacutedosrdquo como se ha afirmado tantas veces durante el siglo XX28 Una

postura maacutes moderada se ha ido imponiendo extendida por Gerd Theissen

Abraham Malherbe y Wayne Meeks29 que defiende una realidad maacutes com-

pleja y plural aquellos primeros creyentes eran grupos en los que conviviacutean

28 Esta opinioacuten estaacute representada por autores como Karl Kautsky [k kAutsky Oriacutegenes y fundamentos del cristianismo (Sala-

manca 1974) original alemaacuten de 1908] o Adolf Deissmann [A DEissMAnn Light from the ancient East The New Testament

illustrated by recently discovered texts of the Graeco-Roman world (New York 21927) segunda edicioacuten alemana de 1923

ampliacioacuten de la primera de 1909] Posteriormente Justin Meggitt publicoacute su tesis doctoral que recuperaba buena parte de

los argumentos de este ldquoviejo consensordquo y defendiacutea que Pablo y sus seguidores debiacutean ser localizados entre los ldquopobresrdquo

J J MEggitt Paul poverty and survival (Edinburgh 1998) Rodney Stark ha defendido praacutecticamente lo contrario es decir

ldquoque la Iglesia primitiva ejercioacute su mayor atractivo sobre los ciudadanos maacutes soacutelidamente establecidos en el imperiordquo

pero esta tesis es extrema y resulta difiacutecil de probar como eacutel mismo reconoce R stARk La expansioacuten del cristianismo un

estudio socioloacutegico (Madrid 2009) 37-53 Una criacutetica en J t sAnDERs ldquoDid early Christianity succeed because of Jewish

conversionsrdquo Social Compass 464 (1999) 493-505

29 Cf g thEissEn Estudios de sociologiacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 1985) 189-234 A J MAlhERBE Social Aspects

of Early Christianity (Philadelphia 21983) [primera edicioacuten de 1977] 31 W A MEEks Los primeros cristianos urbanos el

mundo social del apoacutestol Pablo (Salamanca 1988) [original ingles de 1983] 93-129 Meeks defendiacutea que el ldquocristiano tipordquo

C a r l o s G i l A r b i o l384

personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los

extremos)30 No obstante parece que algunos de los maacutes acomodados llegaron

a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamoacute la ldquoinconsistencia

de estatusrdquo ldquopersonas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuidordquo31

Algunos socioacutelogos han estudiado este fenoacutemeno32 y han mostrado que las

personas que ocupan una posicioacuten elevada en ciertos aacutembitos sociales pero

bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones o se aiacuteslan

y rechazan el intercambio social o manifiestan signos de estreacutes que en algunas

sociedades podriacutea dar lugar a interpretaciones de posesioacuten o similares o bien

desarrollan aptitudes de accioacuten poliacutetica que favorecen el cambio social Asiacute

ldquoun alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables

que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la

sociedad cambiaacutendose a siacute mismas o cambiando la percepcioacuten de siacute mismasrdquo33

Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales

Pablo no creoacute uacutenicamente un lugar de acogida y reconocimiento para

ldquolos locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (τὰ μωρὰ τὰ ἀσθενῆ τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου τὰ μὴ ὄντα 1 Co 126-28) Desde

el punto de vista del patriarcado en estas asambleas efectivamente se acogiacutea

mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 114-5 722) desde el

punto de vista eacutetnico los gentiles eran iguales que los judiacuteos (Ga 328) desde

el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemoacutenicos los ldquoneciosrdquo

y ldquodeacutebilesrdquo sin formacioacuten ni capacidad teniacutean un lugar privilegiado de reco-

nocimiento y cuidado por parte de los ldquofuertesrdquo y cultos (1 Co 126-28 87-13)

los que no teniacutean posibilidades econoacutemicas teniacutean un lugar con los que las

teniacutean de sobra (1 Co 1117-34) etc Pero todos ellos no eran acogidos en las

asambleas uacutenicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera

era ldquoartesano libre o pequentildeo comercianterdquo Cf tambieacuten B holMBERg Historia social del cristianismo primitivo (Coacuterdoba

1995) 99-103

30 Es muy uacutetil diferenciar tambieacuten los tiempos y lugares el nivel social mayoritario en Jerusaleacuten o Galilea no tiene por queacute

coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas cf holMBERg Historia social del cristianismo primitivo

100-101

31 MEEks Los primeros cristianos urbanos 99-100 y 129

32 Cf E goFFMAn La presentacioacuten de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981) g E lEnski Power and privilege a

theory of social stratification (Nueva York 1966)

33 g E lEnski ldquoStatus crystallization A non-vertical dimension of social statusrdquo American Sociological R 19 (1954) 405-413

citado por MEEks Los primeros cristianos urbanos 99

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 383

anulada como signo de pertenencia o de privilegios (eacutetnicos escatoloacutegicos

o soterioloacutegicos) Para Pablo la ley tiene uacutenicamente una funcioacuten eacutetica (cf

Rm 138-10) que recuerda el uacutenico mandamiento el del amor (cf Ga 514)

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ POLIacuteTICA COMO REFLEJO DEL DIOS DE JESUacuteS

El proyecto de Pablo parece estar marcado por la construccioacuten de

una ἐκκλησία que sea reflejo de la imagen de Dios revelado en la cruz de

Jesuacutes (cf 1 Co 118-31 1212-27 etc) Pablo parece tener claro que la ldquonueva

alianzardquo la ldquoalianza del Espiacuteriturdquo no significa una ruptura de la alianza con

Israel en el Sinaiacute sino la recuperacioacuten del sentido original de aquella primera

que debe ldquoreflejar como en un espejo la gloria del Sentildeorrdquo (cf 2 Co 34-18)

Esto constituiraacute una caracteriacutestica muy peculiar del proyecto de Pablo que

el conjunto de los creyentes en Cristo sea capaz de reflejar la identidad y la

actuacioacuten de Dios en la historia tal como Pablo lo ha descubierto en la cruz

de Jesuacutes Asiacute pues el proyecto de Pablo se caracterizoacute por incorporar a un

nuacutemero muy significativo de personas marginales en el aacutembito urbano en el

que desarrolloacute su misioacuten

Esto no significa que el naciente cristianismo fuese un movimiento de

ldquodesposeiacutedosrdquo como se ha afirmado tantas veces durante el siglo XX28 Una

postura maacutes moderada se ha ido imponiendo extendida por Gerd Theissen

Abraham Malherbe y Wayne Meeks29 que defiende una realidad maacutes com-

pleja y plural aquellos primeros creyentes eran grupos en los que conviviacutean

28 Esta opinioacuten estaacute representada por autores como Karl Kautsky [k kAutsky Oriacutegenes y fundamentos del cristianismo (Sala-

manca 1974) original alemaacuten de 1908] o Adolf Deissmann [A DEissMAnn Light from the ancient East The New Testament

illustrated by recently discovered texts of the Graeco-Roman world (New York 21927) segunda edicioacuten alemana de 1923

ampliacioacuten de la primera de 1909] Posteriormente Justin Meggitt publicoacute su tesis doctoral que recuperaba buena parte de

los argumentos de este ldquoviejo consensordquo y defendiacutea que Pablo y sus seguidores debiacutean ser localizados entre los ldquopobresrdquo

J J MEggitt Paul poverty and survival (Edinburgh 1998) Rodney Stark ha defendido praacutecticamente lo contrario es decir

ldquoque la Iglesia primitiva ejercioacute su mayor atractivo sobre los ciudadanos maacutes soacutelidamente establecidos en el imperiordquo

pero esta tesis es extrema y resulta difiacutecil de probar como eacutel mismo reconoce R stARk La expansioacuten del cristianismo un

estudio socioloacutegico (Madrid 2009) 37-53 Una criacutetica en J t sAnDERs ldquoDid early Christianity succeed because of Jewish

conversionsrdquo Social Compass 464 (1999) 493-505

29 Cf g thEissEn Estudios de sociologiacutea del cristianismo primitivo (Salamanca 1985) 189-234 A J MAlhERBE Social Aspects

of Early Christianity (Philadelphia 21983) [primera edicioacuten de 1977] 31 W A MEEks Los primeros cristianos urbanos el

mundo social del apoacutestol Pablo (Salamanca 1988) [original ingles de 1983] 93-129 Meeks defendiacutea que el ldquocristiano tipordquo

C a r l o s G i l A r b i o l384

personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los

extremos)30 No obstante parece que algunos de los maacutes acomodados llegaron

a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamoacute la ldquoinconsistencia

de estatusrdquo ldquopersonas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuidordquo31

Algunos socioacutelogos han estudiado este fenoacutemeno32 y han mostrado que las

personas que ocupan una posicioacuten elevada en ciertos aacutembitos sociales pero

bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones o se aiacuteslan

y rechazan el intercambio social o manifiestan signos de estreacutes que en algunas

sociedades podriacutea dar lugar a interpretaciones de posesioacuten o similares o bien

desarrollan aptitudes de accioacuten poliacutetica que favorecen el cambio social Asiacute

ldquoun alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables

que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la

sociedad cambiaacutendose a siacute mismas o cambiando la percepcioacuten de siacute mismasrdquo33

Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales

Pablo no creoacute uacutenicamente un lugar de acogida y reconocimiento para

ldquolos locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (τὰ μωρὰ τὰ ἀσθενῆ τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου τὰ μὴ ὄντα 1 Co 126-28) Desde

el punto de vista del patriarcado en estas asambleas efectivamente se acogiacutea

mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 114-5 722) desde el

punto de vista eacutetnico los gentiles eran iguales que los judiacuteos (Ga 328) desde

el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemoacutenicos los ldquoneciosrdquo

y ldquodeacutebilesrdquo sin formacioacuten ni capacidad teniacutean un lugar privilegiado de reco-

nocimiento y cuidado por parte de los ldquofuertesrdquo y cultos (1 Co 126-28 87-13)

los que no teniacutean posibilidades econoacutemicas teniacutean un lugar con los que las

teniacutean de sobra (1 Co 1117-34) etc Pero todos ellos no eran acogidos en las

asambleas uacutenicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera

era ldquoartesano libre o pequentildeo comercianterdquo Cf tambieacuten B holMBERg Historia social del cristianismo primitivo (Coacuterdoba

1995) 99-103

30 Es muy uacutetil diferenciar tambieacuten los tiempos y lugares el nivel social mayoritario en Jerusaleacuten o Galilea no tiene por queacute

coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas cf holMBERg Historia social del cristianismo primitivo

100-101

31 MEEks Los primeros cristianos urbanos 99-100 y 129

32 Cf E goFFMAn La presentacioacuten de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981) g E lEnski Power and privilege a

theory of social stratification (Nueva York 1966)

33 g E lEnski ldquoStatus crystallization A non-vertical dimension of social statusrdquo American Sociological R 19 (1954) 405-413

citado por MEEks Los primeros cristianos urbanos 99

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l384

personas provenientes de diferentes estratos y niveles sociales (excluidos los

extremos)30 No obstante parece que algunos de los maacutes acomodados llegaron

a la ἐκκλησία caracterizados por lo que Wayne Meeks llamoacute la ldquoinconsistencia

de estatusrdquo ldquopersonas cuyo estatus adquirido es superior al estatus atribuidordquo31

Algunos socioacutelogos han estudiado este fenoacutemeno32 y han mostrado que las

personas que ocupan una posicioacuten elevada en ciertos aacutembitos sociales pero

bajo en otros reaccionan de modo previsible en varias direcciones o se aiacuteslan

y rechazan el intercambio social o manifiestan signos de estreacutes que en algunas

sociedades podriacutea dar lugar a interpretaciones de posesioacuten o similares o bien

desarrollan aptitudes de accioacuten poliacutetica que favorecen el cambio social Asiacute

ldquoun alto grado de inconsistencia de estatus produce experiencias desagradables

que inducen a las personas a intentar remover la inconsistencia cambiando la

sociedad cambiaacutendose a siacute mismas o cambiando la percepcioacuten de siacute mismasrdquo33

Este es el dato que subrayo al referirme a las personas marginales

Pablo no creoacute uacutenicamente un lugar de acogida y reconocimiento para

ldquolos locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (τὰ μωρὰ τὰ ἀσθενῆ τὰ ἀγενῆ τοῦ κόσμου τὰ μὴ ὄντα 1 Co 126-28) Desde

el punto de vista del patriarcado en estas asambleas efectivamente se acogiacutea

mujeres y esclavos en igualdad de condiciones (1 Co 114-5 722) desde el

punto de vista eacutetnico los gentiles eran iguales que los judiacuteos (Ga 328) desde

el punto de vista de los valores sociales y culturales hegemoacutenicos los ldquoneciosrdquo

y ldquodeacutebilesrdquo sin formacioacuten ni capacidad teniacutean un lugar privilegiado de reco-

nocimiento y cuidado por parte de los ldquofuertesrdquo y cultos (1 Co 126-28 87-13)

los que no teniacutean posibilidades econoacutemicas teniacutean un lugar con los que las

teniacutean de sobra (1 Co 1117-34) etc Pero todos ellos no eran acogidos en las

asambleas uacutenicamente para lograr el reconocimiento que no lograban fuera

era ldquoartesano libre o pequentildeo comercianterdquo Cf tambieacuten B holMBERg Historia social del cristianismo primitivo (Coacuterdoba

1995) 99-103

30 Es muy uacutetil diferenciar tambieacuten los tiempos y lugares el nivel social mayoritario en Jerusaleacuten o Galilea no tiene por queacute

coincidir con el de las comunidades helenistas o con las paulinas cf holMBERg Historia social del cristianismo primitivo

100-101

31 MEEks Los primeros cristianos urbanos 99-100 y 129

32 Cf E goFFMAn La presentacioacuten de la persona en la vida cotidiana (Buenos Aires 1981) g E lEnski Power and privilege a

theory of social stratification (Nueva York 1966)

33 g E lEnski ldquoStatus crystallization A non-vertical dimension of social statusrdquo American Sociological R 19 (1954) 405-413

citado por MEEks Los primeros cristianos urbanos 99

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 385

Pablo pretendiacutea algo maacutes queriacutea que esas asambleas aparentemente ldquodeacutebilesrdquo

ldquodespreciablesrdquo ldquoneciasrdquo fueran ejemplo y modelo de lo que debiacutea ser Israel

fueran ejemplo de lo que Yahveacute queriacutea que Israel reflejara a todas las demaacutes

naciones (2 Co 312-18) La luz que Israel debiacutea ser para los pueblos Pablo la

entendioacute de este modo tan peculiar era la luz de un Dios que se reflejaba en

los rostros de las viacutectimas los marginados los que no contaban para Roma ni

para los poderes como lo habiacutea hecho en la cruz de Jesuacutes

Este aspecto alternativo de la ἐκκλησία permite entender tambieacuten su

caraacutecter ambiguo entre la casa y la ciudad En un contexto social marcado

por la divisioacuten de los aacutembitos poliacutetico y domeacutestico las asambleas de Pablo

se mantuvieron en un estudiado espacio intermedio que abarcaba aspectos

de la esfera puacuteblica y de la privada34 Probablemente Pablo proyectoacute en la

ἐκκλησία su comprensioacuten del judaiacutesmo como religioacuten poliacutetica idea compar-

tida por la mayoriacutea de judiacuteos de su tiempo35 Esta idea subyacente que Pablo

aplicoacute no sin fuertes conflictos le dio a sus asambleas un perfil maacutes poliacutetico

que domeacutestico y ello generoacute una gran ambiguumledad entre los miembros de las

asambleas que no sabiacutean si teniacutean que regirse en la ἐκκλησία por las normas

y valores domeacutesticos o por los poliacuteticos Una comparacioacuten con las funciones

que Aristoacuteteles le dio a la πόλις36 muestra que Pablo subordina la familia y el

creyente a la ἐκκλησία (al ldquocuerpo de Cristordquo) del mismo modo que Aristoacutete-

les subordina la familia e individuo a la πόλις como se puede apreciar al ver

el tratamiento que Pablo hace de las comidas comunes de la regulacioacuten del

matrimonio de los conflictos sociales del acceso a las asambleas o del control

de la desviacioacuten temas que aborda igualmente Aristoacuteteles como propios de

los gobernantes de la πόλις Esto nos revela que las asambleas teniacutean una base

domeacutestica pero una configuracioacuten y unas praacutecticas poliacuteticas La ambiguumledad

que esto creoacute Pablo no la terminoacute de resolver en parte por la inminencia

escatoloacutegica que le impediacutea una visioacuten a largo plazo pero sobre todo por-

que de ese modo lograba que la igualdad fundamental de los creyentes tal

34 Esto lo he desarrollado en otro lugar C gil ARBiol ldquoDe la casa a la ciudad criterios para comprender la relevancia de las

asambleas paulinas en 1Corrdquo Did 38 (2008) 17-50 Ver tambieacuten J OslashklAnD Women in their place Paul and the Corinthian

discourse of gender and sanctuary space (London New York 2004) 146-148 J z sMith To Take Place Toward Theory in

Ritual (Chicago 1987)

35 Cf R AguiRRE Ensayo sobre los oriacutegenes del cristianismo de la religioacuten poliacutetica de Jesuacutes a la religioacuten domeacutestica de Pablo

(Estella 2001) 11-41

36 Cf B BluMEnFElD The political Paul justice democracy and kingship in a Hellenistic framework (London 2001) 112-119

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l386

como quedaba expresada en Ga 328 permeara de una esfera a la otra de lo

domeacutestico a lo poliacutetico y viceversa37

Esta vocacioacuten poliacutetica de la ἐκκλησία se percibe en varias estrategias

que debieron resultar desafiantes primero la proclamacioacuten como Sentildeor de

un crucificado por el Imperio (tal como hemos visto antes) y la atribucioacuten

a aquel de los poderes y privilegios que el Imperio concediacutea al emperador

(1 Co 123 etc) segundo la pretensioacuten de otorgar una ldquociudadaniacutea del cielordquo

a los miembros de las asambleas en base al reconocimiento del sentildeoriacuteo de

aquel crucificado (Flp 318-20) cuando la mayoriacutea no podiacutea aspirar a la ciu-

dadaniacutea romana tercero las continuas alusiones al final de los ldquojefes de este

mundordquo y de todo ldquoprincipado dominacioacuten o poderrdquo que quedariacutea sometido

o destruido en la inminente llegada del Sentildeor Jesuacutes (1 Co 26-8 1524-25 etc)

y cuarto la esperanza que ofreciacutea a los miembros subordinados (insatisfechos

marginales) del imperio con los que contaba el mecanismo represor de Roma

para establecer fronteras y mantener el statu quo Pablo alteraba ese sencillo

orden tan sagrado para los romanos que pudieron ver en su construccioacuten

de la ἐκκλησία un desafiacuteo a la estabilidad del Imperio38

Esta idea se manifestoacute mediante una distancia prudente de ciertos mo-

delos o instituciones hegemoacutenicos En primer lugar el patriarcado (cf Ga 328

1 Co 112-16 1431-32 etc) Pablo como hemos dicho habiacutea dado las mismas

posibilidades para orar y profetizar a varones y a mujeres (1 Co 114-5 1431)

habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos (1 Co 722) y habiacutea transforma-

do a los esclavos (quizaacute rebeldes) en hermanos para sus amos (Flm 110-16)

habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de judiacuteos y gen-

tiles (Rm 141-23) Y en segundo lugar la autoridad imperial (cf 1 Co 26-9

1524-25 etc) Pablo mostroacute una actitud respetuosa pero distante hacia las

autoridades civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba

con eacutel que se enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes

como Pedro o Santiago (Ga 211-14) con la autoridades judiacuteas de las ciuda-

des de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26 cf Hch 171-8) y que mostroacute

repetidas veces la conviccioacuten de que las autoridades imperiales (incluidas

37 Cf C gil ARBiol ldquoLa Dimensioacuten Poliacutetica de las Comunidades Paulinas Cuerpo Casa Ciudad en Aristoacuteteles y Pablordquo en

C BERnABeacute ndash C J gil ARBiol (ed) Reimaginando los oriacutegenes del cristianismo (Estella 2008) 283-305

38 Cf D aacutelvAREz CinEiRA Pablo y el Imperio Romano (Salamanca 2009) 154-160 Ver tambieacuten R A hoRslEy Paul and empire

Religion and power in Roman Imperial society (Harrisburg Pa 1997) y el resto de libros editados por eacutel sobre esta perspectiva

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 387

en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a ser sometidas al Sentildeoriacuteo de

Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten (1 Co 28 1524-25 Rm 838

etc)39 Esta resistencia de Pablo para aceptar otra autoridad que no fuese la

del evangelio tiene su origen en su experiencia carismaacutetica y su horizonte en

la inminencia escatoloacutegica esto legitimoacute la visioacuten apocaliacuteptica de Pablo que le

permitiacutea soportar un cierto dualismo histoacuterico entre el ya siacute pero todaviacutea no

Otra caracteriacutestica de esta construccioacuten fue su particular concepto de

autoridad basado y legitimado en la cruz de Jesuacutes Esta idea muy carismaacuteti-

ca podriacutea ser llamada ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo y se descubre en una estrategia

ambigua pero muy original que Pablo despliega para hacer frente a varios de

los conflictos que tuvo que enfrentar en vida Esta estrategia estuvo marcada

por la identificacioacuten con el Crucificado por la renuncia a la imposicioacuten de la

propia voluntad y por la cesioacuten del protagonismo a la accioacuten de Dios40

5 UN PROYECTO MARCADO POR EL CARISMA DE PABLO

Y LOS CONFLICTOS CON OTROS LIacuteDERES

La uacuteltima caracteriacutestica que menciono es el caraacutecter libre y autoacutenomo

de su proyecto (que eacutel justificaba como apostoacutelico) defendido con vehe-

mencia y pasioacuten (cf 1 Co 153-8 Ga 11 etc) junto a su independencia de

Jerusaleacuten (cf Ga 1-2) La colecta sugiere que esa libertad y autonomiacutea no

era desintereacutes o independencia total sino tambieacuten vinculacioacuten y sentido de

pertenencia (cf Rm 1530-33) aunque como parece por parte de los de Je-

rusaleacuten esta vinculacioacuten no fue reciacuteproca (Hch 2115-26) Probablemente la

combinacioacuten de ambos aspectos (libertad y vinculacioacuten) ademaacutes de generar

ambiguumledad explica buena parte de los conflictos que tuvo que afrontar con

otros liacutederes de diferentes ciacuterculos de seguidores de Jesuacutes41 En este contexto

debemos entender al menos en parte su poleacutemica relacioacuten con Pedro con

Santiago y con otros creyentes tambieacuten los conflictos estrateacutegicos de organi-

zacioacuten y de misioacuten que se perciben a lo largo de sus cartas (cf Ga 118-214

39 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo en R A hoRslEy (ed) Paul and empire (Harrisburg PA 1997) 167-183

40 Esto lo he desarrollado en otro lugar gil ARBiol Pablo en el naciente cristianismo 146-152

41 Mientras que la primera reconstruccioacuten de su memoria en el siglo II destaca su dependencia de Jerusaleacuten y de los demaacutes

apoacutestoles la propaulina seguiraacute subrayando su independencia y autoridad cf R i PERvo Pablo despueacutes de Pablo coacutemo

vieron los primeros cristianos al apoacutestol de los gentiles (Salamanca 2012) 112 y 298

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l388

1 Co 111-12 2 Co 1012-1310 Flp 32-4 etc) y el problema de la colecta y

su aparente rechazo (cf Rm 1530-33 Hch 2115-26 2417-21) Probablemen-

te estos conflictos impulsaron y definieron su proyecto independiente maacutes

que las opciones y decisiones que se derivaban de su reflexioacuten teoloacutegica y

experiencia carismaacutetica

Uno de los conflictos que maacutes definioacute el proyecto de Pablo fue la

distribucioacuten de los aacutembitos de misioacuten realizada en la asamblea de Jerusaleacuten

(cf Ga 27-9) y los problemas que generoacute (tanto en Antioquiacutea como despueacutes

en Galacia Corinto y quizaacute Filipos) Pablo afirma que en una reunioacuten entre

los dirigentes de Antioquiacutea y Jerusaleacuten ldquole fue reconocido por los notables el

evangelio de la incircuncisioacutenrdquo del mismo modo que a Pedro ldquoel de la circun-

cisioacutenrdquo (πεπίστευμαι τὸ εὐαγγέλιον τῆς ἀκροβυστίας καθὼς Πέτρος τῆς περιτομῆς Ga 27) En varios lugares de sus cartas afirma que su vocacioacuten teniacutea como

horizonte el anuncio del evangelio a las naciones (ἵνα εὐαγγελίζωμαι αὐτὸν ἐν τοῖς ἔθνεσιν Ga 116 22 Rm 1113 1516 etc cf Hch 157 donde Pedro

confirma esta misma idea) No es momento de explorar los detalles de este

conflicto uacutenicamente quiero sentildealar que esta divisioacuten de aacutembitos de misioacuten

probablemente refleja la dificultad (o imposibilidad) de establecer los criterios

de una misioacuten comuacuten compartida que obligoacute a los dos grupos maacutes enfrenta-

dos a organizar su propia misioacuten En el caso de Pablo esto se confirma por

la voluntad de construir sin ldquocimientos puestos por otrosrdquo (cf Rm 1519-21)

Pablo confiesa al final de su etapa independiente que soacutelo aceptoacute el cimiento

que eacutel puso Jesuacutes Mesiacuteas (1 Co 310-11) en clara alusioacuten a otros seguidores

de Jesuacutes que construiacutean sobre otras bases (cf Ga 16-10 1 Co 114 etc) El

proyecto de Pablo pues estuvo marcado por este conflicto con otros liacutederes

de grupos de seguidores de Jesuacutes con los que Pablo mantuvo una relacioacuten

tensa poleacutemica distante y ambigua si bien desde su punto de vista nada

de ello debiacutea entenderse como ruptura

I I EL FRACASO DEL PROYECTO DE PABLO Y SUS RECONSTRUCCIONES

El conjunto de caracteriacutesticas que definiacutean e identificaban el proyecto

de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes no

tuvo continuidad Algunas de aquellas caracteriacutesticas por las que maacutes se habiacutea

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 389

empentildeado Pablo se acabaron con su muerte otras sin embargo siacute continua-

ron hasta el punto de que podriacuteamos hablar tambieacuten del eacutexito del fracaso

de Pablo Sin embargo el proyecto de Pablo tal como lo hemos definido en

el punto anterior fracasoacute en el sentido de que Pablo no logroacute que Israel se

transformara en el Israel de Dios o dicho de otro modo que Israel recuperara

su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

tal como eacutel lo habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes

Pablo habiacutea experimentado un primer fracaso en Antioquiacutea anuncio

del que vendriacutea despueacutes su idea de una mesa compartida que caracterizara

la ἐκκλησία de judiacuteos y gentiles (como paso previo al Israel de Dios) se habiacutea

visto truncada por la intransigencia de Santiago y otros seguidores de Jesuacutes

de Jerusaleacuten (Ga 211-14) Esto habiacutea provocado el inicio de la misioacuten inde-

pendiente y la decisioacuten de ldquono construir sobre cimientos puestos por otrosrdquo

(Rm 1520) Curiosamente al final de su vida experimentoacute un fracaso similar

por circunstancias parecidas la colecta que llevoacute a Jerusaleacuten para paliar la

escasez de los creyentes judeos parece que no fue aceptada El silencio de

Lucas que conociacutea el tema (Hch 2417) pero no lo relata (probablemente

porque sabiacutea que habiacutea sido rechazado) resulta muy elocuente y parece un

dato seguro42 Ambos fracasos como una ldquoinclusioacuten biograacuteficardquo de su misioacuten

ofrecen una idea de lo que llamamos fracaso de su misioacuten

Sin embargo el fracaso no dio lugar al final de este proyecto sino a su

transformacioacuten Tras la muerte de Pablo los indicios sobre el devenir posterior

de su misioacuten son la literatura postpaulina (conservada en Col Ef y Pastorales)

la literatura narrativa (que nos ha llegado a traveacutes de Hechos de los apoacutesto-

les Hechos apoacutecrifos de Pablo de Pedro etc) Ademaacutes de esas son uacutetiles las

menciones diversas en las fuentes del siglo II unas propaulinas (Marcioacuten)

otras antipaulinas (Pseudoclementinas) aunque la mayoriacutea conciliadoras de

la memoria de Pablo y Pedro las dos grandes figuras sobre cuyo recuerdo se

construye el naciente cristianismo

En estas circunstancias la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron

el proyecto de Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras

42 Cf A Puig i tagraveRRECh ndash J M g BARClAy ndash J FREy The Last Years of Paul Essays from the Tarragona Conference June 2013

(Tuumlbingen 2015) Agradezco a Armand Puig la deferencia de enviarme el material de las ponencias antes de su publicacioacuten

(todaviacutea sin publicar en julio de 2015) Sobre el tema de la colecta ver los instructivos trabajos de Reimund Bieringer (ldquoThe

Jerusalem Collection and Paulrsquos Missionary Project Collection and Mission in Romans 1514-32rdquo) y de Michel Quesnel (ldquoThe

Collection for Jerusalem in the Context of Paulrsquos Missionary Project Theological Perspectivesrdquo)

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l390

que lo reconduciacutean Sin embargo no hubo una uacutenica reconstruccioacuten de aquel

proyecto si bien algunas de esas reconstrucciones confluyeron en una visioacuten

hegemoacutenica plural hubo otras alternativas que se empentildeaban en revivir al-

gunas de las caracteriacutesticas del proyecto de Pablo en nuevas circunstancias

En general estas alternativas son las que no tuvieron continuidad aunque

influyeron determinantemente en la visioacuten que terminoacute imponieacutendose Esto

plantea un escenario plural y ambiguo en el que no es faacutecil identificar las

nuevas caracteriacutesticas con sus defensores y con los restos literarios que nos

han quedado43 Voy sin embargo a esbozar algunas liacuteneas que podemos re-

conocer de la evolucioacuten del proyecto de Pablo sentildealando las caracteriacutesticas

que no tuvieron continuidad y coacutemo fueron transformadas en distintos ciacuterculos

de creyentes del siglo II ec44

1 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ MIRA AL COSMOS NO A ISRAEL

La esperanza de que Israel aceptara a Jesuacutes como mesiacuteas no se cumplioacute

la mayor parte de judiacuteos como Pablo no aceptaron el mesianismo de Jesuacutes45

Sin embargo el fracaso del proyecto de transformacioacuten de Israel (en la me-

jor versioacuten de siacute mismo) mediante la incorporacioacuten de gentiles creyentes en

Cristo sin circuncidar no habiacutea reducido las asambleas paulinas maacutes bien al

contrario estas siguieron creciendo fundamentalmente por la incorporacioacuten

de gentiles probablemente temerosos de Dios en su mayoriacutea y favorecioacute la

43 Adolf Harnack extendioacute la idea de que la memoria de Pablo sufrioacute un cierto recelo durante la primera parte del siglo II por

la apropiacioacuten que hicieron de eacutel Marcioacuten y algunos gnoacutesticos pero la mayoriacutea de autores consideran que su peso fue

creciente desde finales del siglo I cf g BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos (Salamanca 1989) 269-270

44 Cf M F BiRD ndash J R DoDson Paul and the second century (New York London 2011)

45 Johannes Weiss rechazoacute a comienzos del siglo XX la idea del fracaso de la misioacuten a los judiacuteos en el cristianismo primitivo

[J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) (London 1937) II666-703] Sus razones tienen cierto fun-

damento y han sido recuperadas recientemente en la obra de Rodney Stark (R stARk La expansioacuten del cristianismo 55-72)

aunque la tesis hay que aplicarla al conjunto de los primeros siglos no tanto a la misioacuten paulina John Pilch y Bruce Malina

han defendido por otra parte que la misioacuten de Pablo se desarrolloacute exclusivamente entre judiacuteos circuncidados (bien de

Judea a quienes llamaba Ἰουδαῖοi bien helenizados a quienes llamaba Ἕλληνες) y que de entre ellos obtuvo los

miembros de la ἐκκλησία ver B J MAlinA ndash J J PilCh Social-science commentary on the letters of Paul (Minneapolis

2006) 12-14

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 391

identificacioacuten por la separacioacuten de la sinagoga46 Esto obligoacute a repensar la

idea y modelo de ἐκκλησία que Pablo tuvo en vida

Aquella idea de la ἐκκλησία como transicioacuten hacia el Israel de Dios ya

no teniacutea sentido se veiacutea como un imposible que era necesario reorientar

Asiacute la ἐκκλησία fue adquiriendo sentido en siacute misma como finalidad del plan

de Yahveacute disentildeado desde la creacioacuten Este plan ahora se revelaba con toda

claridad pero no soacutelo a Pablo sino a los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo y se convirtioacute

paulatinamente en horizonte de la misioacuten de los disciacutepulos de Pablo (Ef 35)

Estos que siguieron escribiendo cartas en su nombre fueron los primeros que

desarrollaron el concepto paulino de ἐκκλησία hacia un horizonte diverso de

Israel47 La identidad de la ἐκκλησία tiene algunas caracteriacutesticas de Israel pero

ya no pretende ser Israel sino ocupar su lugar en el plan de Dios48

Asiacute los autores de las Cartas a Colosenses y Efesios expanden la ecle-

siologiacutea de Pablo en cuatro direcciones primero es la ἐκκλησία y no Israel

quien acoge el ldquomisterio escondido por siglos () que los gentiles son co-

herederos miembros del mismo cuerpo y partiacutecipes de la misma promesa

de Cristo Jesuacutesrdquo (Ef 35) segundo presentan la ἐκκλησία como objetivo final

de la misioacuten de Cristo de su muerte y resurreccioacuten y de los sufrimientos de

Pablo (ldquoAhora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros y

completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne en favor de su

cuerpo que es la Iglesiardquo Col 124) tercero la muestran como la ldquoplenitud del

que llena todo el universordquo (τό πλήρωμα Ef 122-23) y cuarto la presentan

como quien debe desarrollar una misioacuten histoacuterica y trascendente que alcanza

46 Cf J D g Dunn The theology of Paul the Apostle (Edinburgh 1998) sect198 ldquoThe obvious difficulty which results is that

Paulrsquos vision regarding his own part in bringing in lsquothe full number of the Gentilesrsquo was unfulfilled He did not reach Spain

so far as we can tellrdquo ldquoMoreover Paulrsquos attempt to transform the categories has also failed He shifted the discussion

from a ldquoJew-Gentilerdquo confrontation to ldquoIsraelrdquo He attempted to redefine ldquoIsraelrdquo as the called of God And even when

he continued to use ldquoIsraelrdquo in reference to historic Israel he attempted to hold the category more open But his attempt

failed Discussion quickly reverted to the more confrontational JewChristian JudaismChristianity already in Ignatius

And ldquoIsraelrdquo became an exclusive and polemical claim already in Barnabas and Melito mdash the church as the ldquonew Israelrdquo

replacing the Israel of old When that happened the theological hope (as well as the missionary strategy) of Romans 9-11

was already doomed and the theology which Paul offered there was left prey to endless confusion and misunderstandingrdquo

47 Cf h koEstER Introduccioacuten al Nuevo Testamento (Salamanca 1988) 787-838 (ldquoLa eclesializacioacuten de la teologiacutea paulinardquo)

M y MACDonAlD Las comunidades paulinas (Salamanca 1994) 224-226

48 El teacutermino Ἰσραήλ uacutenicamente aparece en Ef 212 para subrayar su fracaso en la integracioacuten de todas las naciones pero

el autor no polemiza contra eacutel la ἐκκλησία se presenta como alternativa que realiza lo que Israel no ha logrado Ver la

moderada presentacioacuten del tema en M y MACDonAlD ldquoThe politics of identity in Ephesiansrdquo JSNT 264 (2004) 419-444

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l392

a los principados y potestades de los cielos (Ef 38-10)49 Todo ello apunta en

una misma direccioacuten mientras que Pablo todaviacutea esperaba que la savia de

aquel olivo centenario que era Israel revitalizara las ramas del olivo silvestre

que eran las naciones y viceversa para compartir el mismo destino y dar el

mismo fruto en un futuro cercano (cf Rm 1116-24) ahora la mirada estaacute puesta

en la ἐκκλησία como la uacutenica que acoge y realiza ya aquella promesa en el

presente50 que como veremos maacutes adelante es definida como el conjunto de

bautizados sentados ya en el cielo con Cristo (Ef 26)51

Por su parte Lucas en el segundo volumen de su obra a finales del

siglo I o inicios del siglo II52 pone en boca de Pablo la renuncia que muchos

creyentes en Cristo habiacutean hecho de la posibilidad de que Israel creyera en

Jesuacutes como mesiacuteas El Pablo de Hch declara ldquose ha embotado el corazoacuten de

este pueblohellip Sabed pues que esta salvacioacuten de Dios ha sido enviada a los

gentiles ellos siacute que la oiraacutenrdquo (Hch 2823-28)53 El contraste con lo que el mis-

mo Pablo esperaba tal como aparece en Rm 1126 resulta muy claro54 Unos

y otros autores sentaron las bases para esta transformacioacuten de un aparente

fracaso en un eacutexito futuro

Igualmente la comprensioacuten que Pablo teniacutea de la Toraacute resultaba un

tanto problemaacutetica a partir del antildeo 70 ec por dos motivos Por una parte

resultaba difiacutecil de entender y de explicar fundamentalmente porque teniacutea

como objeto ldquosalvarrdquo a Israel y mantener la esperanza de que el ldquoIsrael seguacuten

la carnerdquo se convirtiera en el ldquoIsrael de Diosrdquo Los seguidores de Jesuacutes a partir

de la segunda generacioacuten fueron abandonando progresivamente esa esperanza

y ya no esperaban que Israel (el conjunto de todos los hebreos) creyera en

Jesuacutes como Mesiacuteas (cf Hch 2823-28) Por ello Lucas presentoacute a Pablo igual

que a Jesuacutes como fiel cumplidor de la ley ambos se muestran fieles a las

tradiciones promesas y praacutecticas judiacuteas mientras que el judaiacutesmo hegemoacutenico

posterior al antildeo 70 ec es presentado desviaacutendose de sus propias raiacuteces Jesuacutes

49 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 238-239

50 Cf J sAnChEz BosCh Efesios y Colosenses iquestdos cartas de Pablo (Estella 2009) 201

51 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 127

52 Cf P viElhAuER Historia de la literatura cristiana primitiva introduccioacuten al NT los apoacutecrifos y los Santos Padres (Salamanca

1991) 424 C MoREsChini ndash E noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I (Madrid 2006) 61

53 Cf D P MoEssnER ndash D MARguERAt ndash M C PARsons ndash M WoltER Paul and the heritage of Israel Paulrsquos claim upon Israelrsquos

legacy in Luke and Acts in the light of the Pauline letters (London New York 2012)

54 Cf D MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo NTS 54 (2008) 317-337 (esp 327)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 393

y Pablo cumplieron mientras que Israel no Por otra parte las afirmaciones

de Pablo sobre el relativo valor de la ley resultaban ahora peligrosas porque

podiacutean incitar comportamientos revolucionarios o rebeldes (antinoacutemicos) que

amenazaran la estrategia imperante de ser ciudadanos modelo Por tanto se

impuso una nueva lectura del concepto de ldquojusticiardquo (que en Pablo era la ac-

tuacioacuten gratuita de Dios para considerar a todos justos) para designar ahora el

ldquohacer lo correctordquo ldquocomportarse seguacuten las leyesrdquo De este modo Pablo pudo

pasar a ser considerado maestro moral para el siglo II ec55

Una relectura poleacutemica (pero muy matizada) de la postura de Pablo

respecto de la ley es la que aparece en el Evangelio de Mateo Mateo escribe

probablemente desde Antioquiacutea en los antildeos 80 ec Es heredero quizaacute del

modelo petrino que habiacutea triunfado en esa ciudad desde los antildeos 50 cuando

Pablo se marchoacute para iniciar su misioacuten independiente56 Aquel modelo de

consenso que no exigiacutea la circuncisioacuten pero siacute el cumplimiento de ciertas

praacutecticas rituales habiacutea servido para resolver un conflicto coyuntural pero no

respondiacutea a las exigencias de los nuevos tiempos cuando la apertura a los

gentiles ya no era algo minoritario simboacutelico (como lo fue en los antildeos 40 y

50 ec) sino la realidad que se estaba imponiendo Mateo se ve en la tesitu-

ra de tener que justificar y legitimar este paso en la tradicioacuten de Jesuacutes Para

ello se apoya en la figura de Pedro que probablemente para este tiempo

ya ocupaba en la memoria de los creyentes en Cristo un lugar central y de

consenso Pedro es para Mateo el que justifica un modelo de seguidor de

Jesuacutes vinculado todaviacutea a tradiciones judiacuteas pero moderado que sabe abrir-

se y adaptarse a las nuevas circunstancias Su poleacutemica contra los que llama

ldquofalsos profetasrdquo (cf Mt 715-23) parece ser un problema con otros seguidores

de Jesuacutes (ya que Mateo reconoce que confiesan a Jesuacutes como Sentildeor Mt 721

ldquono todo el que me diga lsquoSentildeor Sentildeorrsquo entraraacute en el reino de los cielos sino el

que cumple la voluntad de mi Padrerdquo) Este detalle ha sido puesto en relacioacuten

con algunas afirmaciones paulinas como la recogida en Rm 1013 (ldquoPues todo

el que invoque el nombre del Sentildeor se salvaraacuterdquo) para postular una poleacutemica

antipaulina57 Si afirmar que Mateo estaacute polemizando contra Pablo parece in-

55 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 366

56 Cf R AguiRRE MonAstERio ldquoLa segunda generacioacuten y la conservacioacuten de la memoria de Jesuacutes el surgimiento de los evange-

liosrdquo en R AguiRRE MonAstERio (ed) Asiacute empezo el cristianismo (Estella 2010) 195-254 (esp 219-229)

57 Cf J WEiss ndash R knoPF The History of primitive Christianity (2 Vols) 2753 s g F BRAnDon The fall of Jerusalem and the

Christian church a study of the effects of the Jewish overthrow of AD 70 on Christianity (London 1951)

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l394

justificado (Mt 721 proviene de la fuente Q y Mt 1324-30 se refiere a ldquoSataacutenrdquo

no a Pablo) no lo es tanto reconocer que este evangelio se situacutea a distancia

de los postulados paulinos y quizaacute en oposicioacuten a quienes defienden en su

tiempo determinadas ideas vinculadas a la misioacuten de Pablo58 la defensa que

Mateo hace del cumplimiento de la ley para todos los creyentes en Jesuacutes lo

situacutea muy cerca de aquellos a los que Pablo se enfrenta en la Carta a los Gaacute-

latas59 Esto significa que en cierto modo los opositores de Pablo triunfaron y

su proyecto fracasoacute60 Para Mt Israel sigue siendo el horizonte correcto (como

pensaba Pablo) trayendo a los gentiles a la observancia de la ley tal como la

entendiacutea Jesuacutes Mt pues transforma algunos aspectos del proyecto de Pablo

pero comparte otros reivindica el concepto de ldquojusticiardquo para el cumplimiento

de la ley mientras que defiende la separacioacuten del judaiacutesmo hegemoacutenico que

controla la sinagoga presentaacutendose como el heredero de la tradicioacuten de las

promesas de Dios a Israel61

Aunque las transformaciones citadas del proyecto de Pablo terminaron

imponieacutendose coexistieron con otras que ofreciacutean reconstrucciones alterna-

tivas Una recuperacioacuten diferente fue la de Marcioacuten62 Frente a la lectura de

Lucas y la que se fue generalizando en reconciliacioacuten con Pedro (como vere-

mos maacutes adelante) y las demaacutes tradiciones del naciente cristianismo Marcioacuten

recuperoacute los textos y la imagen de Pablo como el uacutenico apoacutestol que preservoacute

sin contaminacioacuten la ensentildeanza de Jesuacutes la justificacioacuten por la gracia sin las

obras63 Sin embargo subrayoacute un aspecto de la misioacuten paulina que estaba

siendo descartado por las corrientes que terminariacutean siendo hegemoacutenicas la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia que Marcioacuten aprovecha para separar el pasado

(la escritura Dios etc) del presente malinterpretando a Pablo64 La lectura que

Marcioacuten hizo de la memoria de Pablo es al menos en parte un ejercicio de

58 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 302-307

59 Cf D C siM ldquoMatthewrsquos anti-Paulinism a neglected feature of Matthean studiesrdquo HTS Teologiese Studies 58 (2002) 767-

783 D R CAtChPolE Resurrection people studies in the resurrection narratives of the Gospels (London 2000) 59

60 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 255

61 Cf J A ovERMAn Matthewrsquos Gospel and Formative Judaism The Social World of Matthean Community (Minneapolis 1990)

A J sAlDARini Matthewrsquos Christian-Jewish Community (Chicago 1994)

62 Cf J W MARshAll ldquoMisunderstanding the New Paul Marcionrsquos Transformation of the Sonderzeit Paulrdquo JECS 20 (2012)

1-29

63 Cf F F BRuCE The canon of Scripture (Glasgow 1988) 134

64 Cf h RaumlisaumlnEn ldquoMarcionrdquo en s WEstERholM (ed) The Blackwell companion to Paul (Oxford 2011) 301-315

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 395

legitimacioacuten de su propia (delicada) posicioacuten en la iglesia de Roma el debate

sobre el paulinismo de Marcioacuten estaacute todaviacutea abierto pero no cabe duda de

que recuperoacute su memoria junto con su cartas y las colocoacute en el centro de la

discusioacuten sobre la coleccioacuten de textos sagrados que se desarrolloacute en el siglo

segundo65 Probablemente esta preferencia exclusiva de un creyente radical

por Pablo fue la que impulsoacute en sus opositores (los que terminariacutean triunfando

a la larga) la necesidad de reconciliar las tradiciones de Pablo con otras como

las de Pedro para generar tradiciones de consenso

Otras lecturas poleacutemicas respecto a la visioacuten hegemoacutenica de la ἐκκλησία

de Pablo se pueden encontrar en el Apocalipsis en las Pseudoclementinas66

y en los Ebionitas67 y Elcasaiacutetas68 El primero refleja una postura criacutetica hacia

quienes ldquose llaman apoacutestoles sin serlordquo (Ap 22) ldquocomen carnes inmoladas a

los iacutedolosrdquo (Ap 214) permiten a mujeres que profeticen y ensentildeen (Ap 220)

etc Aunque estos no se puedan identificar con una corriente paulina (parece

que responden a la etiqueta de ldquonicolaiacutetasrdquo)69 parece claro que el autor de este

texto se distancia de algunas posturas paulinas especialmente respecto de las

comidas sacrificiales y las critica por liberales y excesivamente complacientes

con las corrientes hegemoacutenicas70

2 LA FE DE JESUacuteS AMPLIacuteA EL HORIZONTE DE LA CRUZ

HACIA ATRAacuteS Y HACIA ADELANTE

El enorme protagonismo de la cruz en la cosmovisioacuten teoloacutegica de Pa-

blo y sus complicadas implicaciones praacutecticas fue compensaacutendose de varios

65 Cf M F BiRD ldquoShadow and light Marcionrsquos (mis)construal of the apostle Paulrdquo en M F BiRD ndash J R DoDson (ed) Paul and

the second century (New York London 2011) 91-107

66 Cf F JonEs ldquoJewish Christianity of the Pseudo-Clementinesrdquo en A MARJAnEn ndash P luoMAnEn A companion to second-century

Christian ldquohereticsrdquo (Leiden Boston 2005) 315-334

67 Cf s hAkkinEn ldquoEbionitesrdquo en MARJAnEn ndash luoMAnEn A companion to second-century Christian ldquohereticsrdquo 247-278

68 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 331-347

69 El intento de identificacioacuten de los ldquonicolaitasrdquo y los oponentes del autor del Apocalipsis ha generado mucho debate ver

por ejemplo E s FioREnzA ldquoApocalyptic and Gnosis in the Book of Revelation and Paulrdquo JBL 92 (1973) 565-581

70 No defiendo una identificacioacuten como haciacutea la escuela de Tubinga entre nicolaiacutetas y paulinistas sino la distancia entre los

posicionamientos de Ap respecto de la tradicioacuten paulina cf u vAnni ldquoPaolinismo o antipaolinismo nellrsquoApocalisserdquo en

R PEnnA (ed) Antipaolinismo (Bologna 1989) 65-75

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l396

modos fundamentalmente integrando el pasado y el futuro del acontecimiento

de la cruz

En primer lugar la ldquopredicacioacuten de la cruzrdquo se amplioacute con el desarrollo de

una teologiacutea de la resurreccioacuten que contrarrestara el excesivo peso de la cruz

en la cosmovisioacuten paulina En este punto destacan las cartas deuteropaulinas

que ampliacutean la teologiacutea de la cruz hacia la resurreccioacuten y la entronizacioacuten de

Cristo71 Pablo obviamente no ignoroacute la resurreccioacuten de Jesuacutes ni las experien-

cias y testimonios que desencadenoacute que fue decisiva para su proyecto (ldquosi

Cristo no resucitoacute vana es nuestra ferdquo 1 Co 1517) ni tampoco la entronizacioacuten

posterior como recoge la segunda parte del himno de Flp 26-11 (ldquoPor eso

Dios lo exaltoacute y le concedioacute el nombre sobre todo nombrehelliprdquo) Sin embargo

la insistencia de Pablo en subrayar la centralidad de la cruz habiacutea tenido una

serie de consecuencias teoloacutegicas sociales y poliacuteticas que estaban en la base

de buena parte de los conflictos que tuvo en el pasado Muerto Pablo y ante la

necesidad de reducir las tensiones internas y externas lo maacutes posible pareciacutea

aconsejable ampliar la mirada limitar las paradojas y desplazar el centro de la

reflexioacuten a la resurreccioacuten y a la entronizacioacuten de Cristo que ofreciacutea ademaacutes

ciertas ventajas sociales frente a las amenazas de otras ideas y praacutecticas (como

el ascetismo rituales de los misterios adivinacioacuten etc)72 Colosenses y Efesios

desarrollan la cristologiacutea de las cartas originales subrayando precisamente la

preeminencia de Cristo sobre todo lo creado su capacidad de reconciliar todo

bajo su sentildeoriacuteo y su poder para ofrecer una salvacioacuten universal (Col 115-20)

La entronizacioacuten celeste de Cristo lo constituye en fuente de toda potestad y

autoridad (Ef 13 26) En estas cartas el cielo ha desplazado a la cruz como

centro teoloacutegico no es que la cruz desaparezca de la reflexioacuten sino que no

tiene la centralidad que teniacutea en el discurso de Pablo (cf Ef 115-20) cuando

aquella se menciona se hace subrayando a continuacioacuten la resurreccioacuten y en-

tronizacioacuten73 Las consecuencias sociales poliacuteticas y organizativas son como

vamos a ver despueacutes muy diferentes a las que Pablo presentaba

En segundo lugar se compensoacute o corrigioacute tambieacuten el aparente desprecio

de Pablo por la vida de Jesuacutes por sus dichos y hechos Pablo como hemos

visto no habiacutea necesitado de ellos para desarrollar y legitimar su proyecto Sin

71 Cf A DEttWilER ldquoLa lettre aux Colossiens une theologie de la memoirerdquo NTS 59 (2013) 109-128

72 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 115-127

73 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 113-114

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 397

embargo una vez que este habiacutea sido superado y se habiacutean resuelto parcial-

mente los conflictos por los que Pablo se distancioacute de la memoria de Jesuacutes se

podiacutean poner en diaacutelogo y reconciliar la teologiacutea de la cruz y la teologiacutea de

la vida de Jesuacutes Esta tarea la hizo al menos en parte el evangelista Marcos

Aunque la tradicioacuten inaugurada por Papiacuteas presenta a este evangelista como

ldquointeacuterprete de Pedrordquo74 en realidad75 la posicioacuten teoloacutegica de Marcos estaacute maacutes

vinculada con la memoria de Pablo que con la de Pedro76 Sus semejanzas en

muchos aspectos permiten afirmar que Marcos es un inteacuterprete o simpatizante

74 Papiacuteas ldquoMarcos interprete que fue de Pedro puso cuidadosamente por escrito aunque no con orden cuanto recordaba

de lo que el Sentildeor habiacutea dicho y hecho Porque eacutel no habiacutea oiacutedo al Sentildeor ni lo habiacutea seguido sino como dije a Pedro maacutes

tarde el cual impartiacutea sus ensentildeanzas seguacuten las necesidades y no como quien se hace una composicioacuten de las sentencias

del Sentildeor pero de suerte que Marcos en nada se equivocoacute al escribir algunas cosas tal como las recordaba Y es que puso

toda su preocupacioacuten en una sola cosa no descuidar nada de cuanto habiacutea oiacutedo ni engantildear en ello lo maacutes miacutenimordquo (recogido

en Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica III 3915) Esta relacioacuten de ldquoPedrordquo con ldquoMarcosrdquo aparece en 1Pe 513 quizaacute

para confirmar la atribucioacuten de Papiacuteas que son probablemente contemporaacuteneos Despueacutes Ireneo (Adversus Haereses 311)

Clemente (Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica II 152 VI 146-7) Tertuliano (Adversus Marcionem 45) y Oriacutegenes

(Eusebio de Cesarea Historia Eclesiaacutestica VI 255) entre otros recogen la misma idea

75 Esa es la razoacuten que ha permitido que se haya mantenido en la memoria de los cristianos la vinculacioacuten de este evangelio

con Pedro su protagonismo resulta abrumador en el relato La impresioacuten que esta atribucioacuten de dependencia petrina logra

en el lector es que Pedro a pesar de sus errores y desaciertos debe ser en la memoria del seguidor de Jesuacutes en la segunda

generacioacuten un pilar incuestionable Sin embargo si prescindieacuteramos de aquella primera atribucioacuten de Papiacuteas la impresioacuten

del protagonismo de Pedro puede ser muy diferente puesto que se convierte en el modelo de la torpeza y lentitud de la

falta de comprensioacuten del modelo de Jesuacutes de la negacioacuten la traicioacuten y el abandono Un lector desconocedor de aquella

asociacioacuten de Marcos con Pedro podriacutea concluir que en realidad Marcos estaacute polemizando con Pedro (y los demaacutes disciacutepulos)

por falta de comprensioacuten de Jesuacutes y de su misioacuten Esta incomprensioacuten queda muy en evidencia en Mc 814-98 donde Pedro

personifica reiteradamente su incapacidad para entender la novedad de Jesuacutes (fundamentalmente la superacioacuten de las

normas de pureza legal y la importancia de su muerte en cruz) al final del relato en 167-8 es nombrado como destinatario

del anuncio final de la resurreccioacuten (un anuncio que deben hacer los destinatarios del Evangelio de Marcos una vez que

han comprendido queacute le deben anunciar a Pedro) Marcos parece que estaacute polemizando con Pedro y la familia de Jesuacutes

(vinculados eacutestos con Santiago ldquoel hermano del Sentildeorrdquo) como representantes de los seguidores de Jesuacutes maacutes vinculados a

las tradiciones judiacuteas No es necesario aceptar la postura extrema de t J WEEDEn Mark Traditions in Conflict (Philadelphia

1971) que defiende la idea de que Marcos estaacute polemizando contra un grupo hereacutetico dentro de su comunidad representado

por Pedro

76 Cf J MARCus ldquoMark Interpreter of Paulrdquo NTS 46 (2000) 473-487 R WhitAkER ldquoRebuke or recall rethinking the role of Peter

in Markrsquos Gospelrdquo CBQ 75 (2013) 666-682 PERvo Pablo despueacutes de Pablo 381 ldquoMarcos parece reflejar en parte ideas

paulinas radicalesrdquo Para un balance de la cuestioacuten ver o WisChMEyER ndash D C siM ndash i J ElMER Paul and Mark comparative

essays Part 1 Two authors at the beginning of Christianity (Berlin 2014) y E-M BECkER ndash t EngBERg-PEDERsEn ndash M MuEllER

Paul and Mark comparative essays Part 2 For and against Pauline influence on Mark (Berlin 2014)

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l398

de la tradicioacuten paulina77 que adaptoacute y corrigioacute un aspecto fundamental la

escasez de referencias de Pablo a la historia de Jesuacutes Marcos recuperoacute de Pablo

la decidida misioacuten a los paganos y la distancia respecto de las praacutecticas rituales

(como la observancia del saacutebado la pureza de alimentos la marginacioacuten de

personas impuras o los sacrificios) y lo enraizoacute todo ello en la vida de Jesuacutes

fue Jesuacutes mismo el que habiacutea enviado a un pagano a la misioacuten (Mc 51-20)

quien habiacutea declarado puros todos los alimentos (Mc 719) ademaacutes de mos-

trar su distancia con muchas tradiciones rituales judiacuteas (Mc 21-36 71-30)

De este modo Marcos amplioacute la teologiacutea de la cruz con una teologiacutea de la

vida de Jesuacutes esta vida los dichos y hechos de Jesuacutes explicaba el sentido de

su muerte en cruz (y viceversa) y ampliaba el horizonte teoloacutegico de Pablo

Las consecuencias sociales y poliacuteticas de ello no diferiacutean mucho de las de

Pablo y siacute de las de las cartas deuteropaulinas Un ejemplo como veremos

despueacutes fue la resistencia de Marcos a incorporar los coacutedigos domeacutesticos y

su empentildeo por dar a los miembros subordinados igual o mayor relevancia

que a los superiores (cf Mc 10)

Lucas por su parte aunaraacute ambas perspectivas (la ampliacioacuten de la

cruz con la vida de Jesuacutes y con la resurreccioacuten y hechos posteriores) en su

doble obra en el evangelio desarrolla el acontecimiento histoacuterico de la vida

de Jesuacutes incluyendo la pascua y en el libro de los Hechos subraya los efectos

de la resurreccioacuten ascensioacuten y descenso del Espiacuteritu

77 Las semejanzas entre ambos son numerosas cabe mencionar estas cinco Primero ambos acentuacutean el significado de la

crucifixioacuten de Jesuacutes como la liacutenea divisoria de los tiempos (aunque no ignoren la resurreccioacuten) Mc 1539 1 Co 21-5 Segundo

ambos destacan aspectos poleacutemicos con Pedro y con la familia de Jesuacutes (Mc 320-2131-35 831-33 Ga 211-14) y vinculan

a Pedro con la incapacidad para entender el alcance de la identidad y misioacuten de Jesuacutes asiacute como para sacar consecuencias

praacutecticas Tercero ambos piensan que la muerte de Jesuacutes significoacute un cambio en la ley que previamente habiacutea separado a

judiacuteos de gentiles cambio que exige la supresioacuten de las leyes alimentarias del AT con Jesuacutes todos los alimentos son puros

(Mc 719 Rm 1420) Cuarto ambos ponen de relieve la victoria de Jesuacutes sobre los poderes demoniacuteacos y autoridades

(Mc 51-20 Rm 838-39 1 Co 1524) Y quinto ambos tienen modelos domeacutesticos no patriarcales (Ga 328 y Mc 10 Mc

habla de las relaciones entre varoacuten y mujer entre adultos y nintildeos y entre amos y esclavos ademaacutes de la gestioacuten del dinero

todos los elementos de la casa seguacuten Aristoacuteteles)

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 399

3 ENFRIAMIENTO Y RETRASO DE LA ESCATOLOGIacuteA

La inminencia escatoloacutegica (y la visioacuten apocaliacuteptica) del tiempo presente

tampoco teniacutea ya sentido Los acontecimientos que rodearon la Guerra judiacutea

que acaboacute el antildeo 70 ec precipitaron un cambio de concepcioacuten de la historia

la idea del fin inminente comenzoacute a perder fuerza y apoyos y fue cobrando

mayor sentido una comprensioacuten de la historia abierta y con un horizonte maacutes

amplio Igualmente la identidad de los creyentes en Cristo fue abandonando

la actitud de resistencia y se fue transformando hacia la de ciudadanos del

Imperio que debiacutean influir y transformarlo desde dentro En este contexto la

escatologiacutea inminente del proyecto de Pablo se corrigioacute de diversos modos

en unos casos se consideroacute que el acontecimiento final (ἐσχατον) ya habiacutea

ocurrido mientras que en otros casos se proyectoacute a un futuro incierto

El lenguaje de los disciacutepulos de Pablo que estaacuten detraacutes de las cartas

deuteropaulinas (especialmente Col y Ef) sugiere la posibilidad de que con-

sideraran la pascua de Jesuacutes como realizacioacuten de la escatologiacutea que Pablo

y otros creyentes de la primera generacioacuten consideraban futura El autor de

Colosenses subraya el pasado ya realizado (ldquonos ha arrancado del dominio

de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo queridordquo Col 113

ldquosepultados con eacutel en el bautismo habeacuteis sido tambieacuten resucitados con eacutelrdquo

212-13 ldquoasiacute pues si habeacuteis resucitado con Cristohelliprdquo 31) Efesios por su

parte presenta ldquouna exaltacioacuten de la escatologiacutea realizada en Col al afirmar

que Dios en su abundante misericordia ha vivificado con Cristo a los cre-

yentes viacutectimas en otros tiempos de la muerte espiritual los ha salvado los

ha con-resucitado y co-entronizado en los cielos en Cristo Jesuacutes (Ef 24-6)rdquo en

palabras de G Barbaglio78

Otras tradiciones como la Segunda Carta a los Tesalonicenses justifican

el retraso de la parusiacutea e intentan corregir excesos entusiastas escatoloacutegicos

que estaban causando abandono y desesperanza en algunos (2 Tes 310-12)79

Para ello el autor urge a la misioacuten y al anuncio del evangelio en medio de

una situacioacuten de hostilidad (2 Tes 21-12) Esta carta muestra una correccioacuten

a la lectura literalista de algunos pasajes de las cartas originales de Pablo en

78 Cf BARBAglio Pablo de Tarso y los oriacutegenes cristianos 234 y 240

79 Cf A J MAlhERBE The letters to the Thessalonians a new translation with introduction and commentary (New York 2000)

413-434

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l400

los que hablaba de la llegada inminente del fin aquello que teniacutea sentido

para la primera generacioacuten (antildeos 50 ec) ya no lo teniacutea durante la segunda

generacioacuten y se corrigioacute (aunque hubiera que escribir una carta en su nom-

bre para hacerlo) Este cambio en el proyecto de Pablo es muy significativo

porque muestra la libertad y confianza con que adaptaron los rasgos caducos

del proyecto de Pablo para darle una nueva identidad y asiacute continuidad

Otro ejemplo de la transformacioacuten de aquella urgencia escatoloacutegica

aparece en la Segunda Carta de Pedro80 donde se menciona expliacutecitamente

un conjunto de cartas de Pablo (2 P 315-16) a quien el autor reconoce como

ldquoquerido hermanordquo La pseudoepigrafiacutea atribuye esta carta a Pedro a quien

vincula ademaacutes con los liacutederes de Jerusaleacuten (Pedro Santiago y Juan que

son aludidos por la mencioacuten en primera persona del plural del pasaje de la

transfiguracioacuten Mt 171-8 2 P 116-18) Uno de los argumentos de la carta

es justificar el retraso de la parusiacutea mediante la idea de la paciencia de Dios

ldquoNo se retrasa el Sentildeor en el cumplimiento de la promesa como algunos lo

suponen sino que usa de la paciencia con vosotros no queriendo que algunos

perezcanhelliprdquo (2 P 39) Su posible funcioacuten como conclusioacuten de un conjunto de

escrituras sagradas logra darle el efecto de un testamento conjunto que auacutena

la memoria de Pablo y Pedro (y quizaacute Santiago)81

En cierto modo de forma paralela la concepcioacuten apocaliacuteptica de la his-

toria se fue ignorando (mantenieacutendose residual en algunos grupos marginales

dentro de los seguidores de Jesuacutes) y con ella algunas actitudes de resistencia y

de distancia respecto a las instituciones imperiales que habiacutean caracterizado la

visioacuten apocaliacuteptica de la historia Se impuso una visioacuten maacutes cercana y positiva

respecto al patriarcado y a las autoridades imperiales y se elaboroacute un discurso

para ciudadanos modelo como vamos a ver a continuacioacuten

4 LA ἘΚΚΛΗΣΙΑ DOMEacuteSTICA COMO REFLEJO DE LA IMAGEN DE DIOS

El caraacutecter social de la ἐκκλησία como reflejo de la cruz de Jesuacutes que

para Pablo habiacutea tenido un perfil marginal y distante de modelos culturales

hegemoacutenicos se transformoacute hacia perfiles sociales maacutes domeacutesticos y poliacute-

80 Cf MoREsChini ndash noRElli Historia de la literatura cristiana antigua y latina I 138-139

81 Cf D tRoBisCh The first edition of the New Testament (Oxford New York 2000) 86-96

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 401

ticamente ldquoamablesrdquo que ampliaron la pluralidad y dieron maacutes valor a los

miembros socialmente relevantes e influyentes82

La preferencia de Pablo por personas marginales o insatisfechas

(1 Tes 27 1 Co 126-28) va a dar paso a un mayor protagonismo de quienes

reproducen los valores centrales y hegemoacutenicos Mientras que Pablo como

hemos visto maacutes arriba habiacutea reconocido un lugar privilegiado para ldquolos

locosrdquo ldquolos deacutebilesrdquo ldquolo despreciable del mundordquo ldquolo que es [considerado]

nadardquo (1 Co 126-28) las cartas deuteropaulinas presentan como modelo al

ldquovaroacuten perfectordquo (ὁ ἀνήρ τέλειος) y desprecian al ignorante o inmaduro (νήπιος Ef 413-14)83

El excesivo protagonismo que los miembros subordinados (especial-

mente esclavos y mujeres) tuvieron en la primera generacioacuten se compensaraacute

favoreciendo el liderazgo de personas que representen mejor el patriarcado las

cartas pastorales lo concretaraacuten al restringir la autoridad en la ἐκκλησία a los

varones cabeza de familia ejemplares (cf 1 Tim 31-7) Asiacute las resistencias de

Pablo al patriarcado se van a suavizar incorporaacutendolo progresivamente Eacuteste se

fue imponiendo conforme la esperanza escatoloacutegica se enfriaba se desplazaba

a un futuro maacutes lejano y ganaba apoyos un modelo maacutes convencional de

estar en el mundo (Col 318-41 Ef 521-69)84 Resulta interesante comprobar

coacutemo de los tres pares de opuestos que Pablo habiacutea mencionado en Ga 328

para expresar la novedad de la ἐκκλησία en las cartas deuteropaulinas ya no

se mencione maacutes que el primero judiacuteos y gentiles Pablo como he dicho

antes habiacutea dado las mismas posibilidades para orar y profetizar a varones y

a mujeres (1 Co 114-5 1431) habiacutea alterado la relacioacuten de esclavos y amos

(1 Co 722) y habiacutea transformado a los esclavos en hermanos para sus amos

(Flm 110-16) habiacutea creado posibilidades reales para la mesa compartida de

82 Cf D g hoRREll ldquoFrom adelphoi to oikos theou Social Transformation in Pauline Christianityrdquo JBL 120 (2001) 293-311

Las persecuciones a los cristianos que se generalizaron a finales del siglo II y durante el siglo III no desmienten esta idea

los cristianos siguieron mostrando una identidad definida por unas praacutecticas y valores que desafiaban la obsesioacuten romana

por el control el orden y el mantenimiento de su propio universo simboacutelico Sin embargo la estrategia de defensa de los

cristianos ante las persecuciones fue presentarlas como falsas en injustas e identificar a los maacutertires con los valores cul-

turales y eacuteticos hegemoacutenicos del imperio romano como la muerte honorable Esta estrategia que consistiacutea en presentarse

como ciudadanos modelo muertos injustamente fue exitosa y logroacute imponerse en el siglo IV con Constantino y Teodosio

Ver C R Moss The myth of persecution how early Christians invented a Story of Martyrdom (New York 2013)

83 Cf l noRtJeacute-MEyER ldquoQuestioning the perfect male body a critical reading of Ephesians 413rdquo Scriptura 90 (2005) 731-739

84 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 157-180

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l402

judiacuteos y gentiles (Rm 141-23) A partir de las cartas de sus disciacutepulos la rela-

cioacuten de mujeres y varones y la de esclavos y amos quedaraacute condicionada a sus

lugares sociales seguacuten el coacutedigo domeacutestico que se incorpora como modelo

de organizacioacuten tambieacuten de la ἐκκλησία

Un aspecto interesante desde nuestro punto de vista es un problema

teacutecnico que se debioacute presentar a los disciacutepulos de Pablo cuando quisieron

moderar las resistencias de Pablo al patriarcado y maacutes concretamente los

textos en los que daba a las mujeres autoridad para orar y profetizar en las

asambleas en igualdad de condiciones que los varones (1 Co 114-5 y 1431

cf Ga 328) Parece que se resolvioacute insertando dos versiacuteculos (1 Co 1434-35)

en un lugar estrateacutegico del discurso de Pablo en el que el apoacutestol alertaba

con severidad sobre los peligros del desorden y la falta de respeto mutuo

en el transcurso de las asambleas (1 Co 1431-3336-38)85 Esos versiacuteculos se

elaboraron a partir de material de las cartas pastorales en las que se pediacutea

silencio a las mujeres (1 Tim 211-13) y se insertaron aquiacute para contrarrestar (y

neutralizar) la autoridad de las mujeres para intervenir y liderar las asambleas

De este modo la utilizacioacuten y generalizacioacuten de los coacutedigos domeacutesticos se

retro-proyectaba hasta el mismo Pablo86

Sin embargo la asimilacioacuten del patriarcado no fue la uacutenica respuesta

al fracaso de la estrategia paulina Durante el siglo segundo circularon unas

leyendas (que cuajaron en un texto literario muy popular HchPab) en las que

Pablo y Tecla aparecen muy activos contra los intentos de reducir el lugar de

las mujeres al aacutembito domeacutestico Una parte de este relato tiene como prota-

gonista a Tecla una mujer acomodada y de buena posicioacuten que renuncia al

compromiso matrimonial concertado por su familia y por tanto a su papel

de esposa sumisa ese acto de rebelioacuten le granjea la sentencia de muerte (el

texto no ahorra dramatismos al presentar a la misma madre de Tecla como

instigadora del juicio y condena por el deshonor que su comportamiento

85 Cf W o WAlkER ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo en s E PoRtER (ed) Pauline canon (Leiden Boston 2004) 189-235

(esp 228-235)

86 Quien maacutes ha elaborado la historia de esa insercioacuten es Philip Payne que publicoacute varios artiacuteculos detallados sobre los

aspectos paleograacuteficos y papiroloacutegicos y un libro que recogiacutea los resultados P B PAynE Man and woman one in Christ an

exegetical and theological study of Paulrsquos Letters (Grand Rapids 2009) Aunque cada razoacuten por separado de las ofrecidas

para defender la interpolacioacuten es cuestionable el conjunto resulta coherente y va ganando apoyos en el aacutembito acadeacutemico

ver por ejemplo A lAvRinoviCA ldquoWhat shall we do with the verse 33b Analysis of the oldest external data on the 1 Cor

1433b-40rdquo Protestantismo em Revista 34 (2014) 3-25

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 403

acarrea a la familia) Tecla escapa milagrosa y repetidamente de sus arrestos

se bautiza a siacute misma y Pablo la nombra ministra de la palabra87 El conjunto

de la obra y especialmente el personaje de Tecla se entiende como una

visioacuten alternativa dentro de los seguidores de Jesuacutes del siglo segundo a la

imposicioacuten y generalizacioacuten del patriarcado como modelo de organizacioacuten

y de gobierno88

Por su parte el evangelista Marcos probablemente contemporaacuteneo de

los autores de las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) se remite a la autoridad

de Jesuacutes para legitimar una visioacuten no patriarcal de la casa de un creyente El

capiacutetulo 10 es una sucesioacuten de episodios en los que Marcos recopila y edita

dichos y recuerdos de Jesuacutes sobre las relaciones conyugales (Mc 101-12) las

relaciones paterno-filiales (Mc 1013-16) la relacioacuten con el dinero (Mc 1017-27)

y las relaciones serviles (Mc 1035-45)89 Marcos mantiene en este capiacutetulo la

preferencia que habiacutean mostrado Jesuacutes y Pablo por los miembros inferiores de los

tres pares aplicando a la casa el principio de inversioacuten simboacutelica formulado por

Jesuacutes ldquomuchos primeros seraacuten los uacuteltimos y los uacuteltimos los primerosrdquo (Mc 1031)

Marcos se muestra asiacute criacutetico con la incorporacioacuten del patriarcado dentro de los

grupos de seguidores de Jesuacutes y presenta una alternativa de resistencia si bien

no terminoacute imponieacutendose maacutes allaacute de los elementos correctivos que sin duda

inoculoacute a la versioacuten ldquocristianardquo del modelo de casa patriarcal

Por otro lado los disciacutepulos de Pablo tambieacuten corrigieron la actitud dis-

tante (resistencia larvada o deslegitimacioacuten) respecto de las autoridades civiles

y religiosas muy relacionada con su visioacuten apocaliacuteptica Pablo como hemos

visto mostroacute una actitud respetuosa pero distante respecto de las autoridades

civiles y liacutederes religiosos La sumisioacuten a ldquotoda autoridadrdquo no iba con eacutel que se

enfrentoacute con otros liacutederes dentro del movimiento de Jesuacutes (Ga 211-14) con las

autoridades judiacuteas de las ciudades de la diaacutespora que visitaba (2 Co 1125-26

cf Hch 171-8) y que mostroacute repetidas veces la conviccioacuten de que las autori-

dades imperiales (incluidas en la expresioacuten ldquoprincipados y poderesrdquo) iban a

ser sometidas al Sentildeoriacuteo de Cristo que dominariacutea en breve toda la creacioacuten

87 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles II Hechos de Pablo y Tomaacutes (Madrid 2005) 716-722

88 Cf D R MACDonAlD The legend and the Apostle the battle for Paul in story and canon (Philadelphia 1983) MACDonAlD Las

comunidades paulinas 261-265

89 Cf R AguiRRE Del movimiento de Jesuacutes a la Iglesia cristiana Ensayo de exeacutegesis socioloacutegica del cristianismo primitivo

(Estella 1998) 142-144

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l404

(1 Co 28 1524-25 Rm 838 etc)90 Sin embargo este desapego de Pablo

(sobre todo el recuerdo de su propia actitud vital ante las autoridades) podiacutea

ser interpretado como rebeldiacutea o incitacioacuten a la desobediencia y utilizado

en contra del movimiento de Jesuacutes en un momento en el que la inminencia

escatoloacutegica se habiacutea relegado y la visioacuten apocaliacuteptica no era generalizada

Para resolver este peligro Lucas presentoacute a Pablo mostrando sumisioacuten a las

autoridades romanas y siendo ciudadano romano modeacutelico (Hch 2630-31)91 En

este sentido podemos entender tambieacuten la posible interpolacioacuten de Rm 131-7

que pone en boca de Pablo la sumisioacuten a todas las autoridades92 La fuente

para ello pudieron ser de nuevo las cartas pastorales (1Tim 21-2 Tit 31) y

la Primera carta de Pedro (1 P 213-15) Asiacute igual que en el caso del silencio

de la mujer se pudo proyectar en Pablo la nueva visioacuten de la ἐκκλησία y se

pudo dar coherencia a su memoria

El concepto de autoridad que va a predominar en la reconstruccioacuten de la

memoria de Pablo no es el de autoridad carismaacutetica que hemos descrito como

ldquoautoestigmatizacioacutenrdquo sino uno maacutes convencional vinculado al patriarcado En

este sentido podemos recordar el trabajo de las cartas deuteropaulinas para

transformar la metaacutefora paulina del cuerpo hacia otra maacutes adecuada para

expresar la autoridad Mientras la metaacutefora del cuerpo era utilizada en Pablo

para mostrar que todos los creyentes formaban la totalidad del cuerpo de

Cristo (1 Co 1227) para estos disciacutepulos Cristo es ahora la cabeza (Col 218-

19 Ef 44-15) y los demaacutes son los miembros del cuerpo (Ef 36 424 530)

de modo que no pueden ser la cabeza ni Cristo los miembros La relacioacuten

del cuerpo con la cabeza es la misma que la de la ἐκκλησία con Cristo El

reconocimiento de la autoridad de la cabeza y la unioacuten con ella promueve

y garantiza la armoniacutea de la comunidad de creyentes (Ef 415-16) Cristo ca-

beza es quien legitima la autoridad y eacutesta soacutelo la tiene quien es considerado

cabeza del cuerpo y quien la recibe de eacutel mediante ldquojunturas y ligamentosrdquo

90 Cf n Elliott ldquoThe anti-imperial message of the crossrdquo

91 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 249

92 La mayoriacutea de autores son contrarios a considerar Rm 131-7 una interpolacioacuten cf R JEWEtt Romans a commentary (Min-

neapolis 2007) 782-784 Sin embargo ademaacutes de la ruptura de la secuencia epistolar el contraste con otras afirmaciones

de Pablo el vocabulario no paulino lo maacutes llamativo es el caraacutecter absoluto de la obediencia Rm 131-7 no deja ninguacuten

resquicio y afirma el caraacutecter teoloacutegico de ldquotoda autoridadrdquo en toda circunstancia y por tanto la obediencia absoluta Entre

los autores que defienden la interpolacioacuten ver J kAllAs ldquoRomans 131-7 an interpolationrdquo NTS 11 (1965) 365-374 y WAlkER

ldquoInterpolations in the Pauline lettersrdquo 228-235

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 405

para dar ldquonutricioacuten y cohesioacutenrdquo (Col 219) eacutestos son los ldquoapoacutestoles y profetasrdquo

que han recibido en exclusiva el ldquomisterio escondido por generacionesrdquo que

es el destino compartido por judiacuteos y gentiles coherederos de las promesas

miembros del mismo cuerpo (Ef 34-6) eacuteste para Pablo era un misterio que

eacutel habiacutea compartido con todos los creyentes (cf Ga 322-47) En la praacutectica el

cambio de metaacutefora sirvioacute para legitimar un sistema de autoridad patriarcal que

habla de los creyentes como ldquofamiliares de Diosrdquo (Ef 219-20) o de la ἐκκλησία

como la ldquocasa de Diosrdquo (1 Tim 315) organizada seguacuten el modelo patriarcal

que pone la autoridad en manos de varones ejemplares Este modelo como

hemos dicho y su legitimacioacuten teoloacutegica (Ef 525-33) seraacute el fundamento de

autoridad que reemplazaraacute al maacutes carismaacutetico de Pablo93

5 LA MEMORIA DE PABLO SE RECONSTRUYE (JUNTO CON LA DE PEDRO Y OTROS)

La reconstruccioacuten de la memoria de Pablo se realiza de modo paralelo

y en estrecho diaacutelogo (a veces en oposicioacuten) a la reconstruccioacuten de la memo-

ria de Pedro que adquirioacute muy pronto una predominancia y autoridad casi

indiscutida A ella se suma la de Pablo (y la de Santiago Juan y Judas) para

constituir la base del naciente cristianismo

Los problemas de apostolicidad de Pablo fueron resueltos bien por

la viacutea del pleno reconocimiento de su apostolado (como en las cartas deu-

teropaulinas)94 o bien por la reconciliacioacuten con los ldquoapoacutestolesrdquo (como en los

Hechos de los apoacutestoles y la literatura narrativa)95 La divisioacuten de campos

de misioacuten se anuloacute y se mostroacute a Pablo en sintoniacutea con Pedro y los demaacutes

por ejemplo presentaacutendoles en perfecto y coordinado relevo (como Hch)

El empentildeo de construir ldquono sobre cimientos puestos por otrosrdquo (Rm 1520)

sino sobre el uacutenico pilar baacutesico (Cristo 1 Co 310-11) ahora se ampliacutea a la

posibilidad de construir sobre el ldquocimiento de los apoacutestoles y profetasrdquo donde

Cristo es la ldquopiedra angularrdquo (Ef 211-22) Pablo se convierte en un pilar maacutes

de la construccioacuten del naciente cristianismo es cimiento junto con los demaacutes

apoacutestoles En este aspecto Lucas inicioacute una tradicioacuten que tuvo continuidad

93 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 286-288 y 309-310

94 Cf M C D BoER ldquoImages of Paul in the post-apostolic periodrdquo CBQ 42 (1980) 359-380 (esp 360-363)

95 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l406

en las corrientes hegemoacutenicas del naciente cristianismo como se percibe en

la Primera Carta de Clemente (1Clem 54-5) e Ignacio de Antioquiacutea (IgRm

43) para quienes Pedro y Pablo eran los ldquobuenos apoacutestolesrdquo cuyo martirio

les concedioacute la maacutexima dignidad aquella que no habiacutean logrado en vida

Otro ejemplo canoacutenico de este encuentro de las memorias de Pedro y

Pablo lo podemos encontrar en la Primera Carta de Pedro Esta carta parece

representar una peculiar tradicioacuten romana de algunas ideas paulinas96 vincu-

lada ademaacutes con Marcos (que la tradicioacuten identificaba con el evangelista

1 P 513) pero apela a la autoriacutea de Pedro A pesar de que los intentos de

vincular el texto a una tradicioacuten petrina no se hayan generalizado97 parece

claro que la relacioacuten temprana de este texto con Pedro (51 ldquotestigo de los

sufrimientos de Cristordquo μάρτυς τῶν τοῦ Χριστοῦ παθημάτων) es un esfuerzo de

reconciliar recuerdos paulinos con petrinos probablemente en Roma98

Lo maacutes peculiar de este proceso no obstante lo constituye el recuerdo

del martirio de Pedro y Pablo en Roma Esta tradicioacuten se inicioacute independiente-

mente en el caso de Pablo las cartas deuteropaulinas (Col y Ef) y maacutes auacuten

las pastorales (1 y 2 Tim y Tit) desarrollaron la imagen de Pablo sufriente

sacrificado y legitimado99 En el caso de Pedro el Evangelio de Juan ya recoge

a finales del siglo primero una alusioacuten a su muerte ( Jn 2118) que se ampliaraacute

maacutes adelante (1 P 51 2 P 114-15 Primera Carta de Clemente100 Hechos Apoacute-

crifos de Pedro etc)101 Pero lo maacutes significativo es el recuerdo conjunto de

su destino fatal que daba la impresioacuten de un martirio compartido y por tanto

96 Cf D g hoRREll ldquoThe product of a Petrine circle A reassessment of the origin and character of 1 Peterrdquo JSNT 86 (2002)

29-60 que defiende la idea de que esta carta representa una tradicioacuten con vinculaciones paulinas proveniente de Roma

pero no es representante de una tradicioacuten petrina Ver tambieacuten J hERzER Petrus oder Paulus Studien uumlber das Verhaumlltnis

des Ersten Petrusbriefes zur paulinischen Tradition (Tuumlbingen 1998)

97 Cf J h Elliott 1 Peter a new translation with introduction and commentary (New York London 2000) 37-38

98 Cf hoRREll ldquoThe product of a Petrine circlerdquo 51-52 F Bovon ldquoFoi chretienne et religion populaire dans la Premiere Epitre

de Pierrerdquo ETR 53 (1978) 25-41 (esp 31)

99 Cf MACDonAlD Las comunidades paulinas 289-294 MARguERAt ldquoPaul apres Paul une histoire de receptionrdquo

100 1Clem 53-4 ldquoTendriacuteamos que ponernos delante el ejemplo de los buenos apoacutestoles Pedro que por una envidia injusta

tuvo que soportar la dificultad no una o dos veces sino muchas veces Y habiendo dado testimonio (μαρτυρήσας) fue al

lugar de la gloria merecidordquo

101 Cf M n A BoCkMuEhl The remembered Peter in ancient reception and modern debate (Tuumlbingen 2010) 119-132

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

E l f r a c a s o d e l p r o y e c t o d e P a b l o y s u r e c o n s t r u c c i oacute n 407

de una legitimacioacuten de su reconciliacioacuten de las tradiciones que apelaban a

ambos y una sancioacuten de su uacutenico liderazgo102

Su misioacuten conjunta seguacuten la memoria de aquellos cristianos tuvo un

papel fundamental para la fundacioacuten de la comunidad de Roma103 En Hch

Pablo sucede a Pedro en el desarrollo de la misioacuten a los paganos en HchPed

es al reveacutes Pedro llega a Roma para relevar a Pablo ausente (HchPed 4-7)104

Estas tradiciones que unen la memoria de ambos contrarresta a su vez la de

las cartas deuteropaulinas en las que todaviacutea se le recuerda a Pablo como

uacutenico apoacutestol Con el tiempo tambieacuten esta memoria de Pablo maacutes suavizada

tuvo que ser corregida para asimilarla a la memoria de los demaacutes apoacutestoles

especialmente la de Pedro la literatura narrativa de los hechos (canoacutenicos y

apoacutecrifos de ambos) jugoacute un papel decisivo105

Asiacute pues la imagen de Pablo se transformoacute se reconocioacute su apostolado

su entrega su sufrimiento y martirio por la Iglesia naciente En el siglo II Pablo

mostraba una formacioacuten elitista era ejemplo de transformacioacuten (conversioacuten)

era fiel a Israel que se habiacutea desviado se superpuso a la figura de Cristo era

maacutertir legitimado

I I I CONCLUSIOacuteN

El conjunto de caracteriacutesticas que hemos escogido para definir el pro-

yecto de Pablo en el marco de la misioacuten de los primeros seguidores de Jesuacutes

no tuvo continuidad Algunas de aquellas por las que maacutes se habiacutea empentildeado

Pablo acabaron con su muerte Sin embargo sus asambleas tuvieron un eacutexito

poacutestumo que Pablo no esperaba la continuidad en el tiempo de unos grupos

pensados con fecha de caducidad En este sentido quizaacute podriacuteamos hablar

tambieacuten del eacutexito del fracaso de Pablo Sin embargo su proyecto tal como lo

102 Cf IgRm 43 1Clem 54-5 Ireneo Adversus Haereses 311 Tertuliano Adversus Marcionem 45 Praescriptio 36 Eusebio

Historia Eclesiaacutestica II 251-8 (citando aquiacute a Dionisio de Corinto y presentando a ambos como fundadores de las comunidades

de Corinto y Roma)

103 Hasta el punto de sustituir a Roacutemulo y Remo como fundadores de Roma Gregorio Magno Sermo 82

104 A PintildeERo saacuteEnz ndash g D CERRo CAlDERoacuten Hechos apoacutecrifos de los apoacutestoles I Hechos de Andreacutes Juan y Pedro (Madrid 2004)

545-569

105 Cf PERvo Pablo despueacutes de Pablo 298-300

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec

C a r l o s G i l A r b i o l408

hemos definido maacutes arriba fracasoacute en el sentido de que no logroacute que Israel

recuperara su original vocacioacuten a reflejar el rostro de Yahveacute tal como eacutel lo

habiacutea descubierto en la cruz de Jesuacutes (cf Ex 33-34 y 2 Co 312-18)

A su muerte quizaacute por el crecimiento de estas asambleas y por el retraso

de la parusiacutea la mayoriacutea de las caracteriacutesticas que definieron el proyecto de

Pablo fueron transformadas eliminadas o sustituidas por otras que actualiza-

ban su proyecto a los nuevos tiempos El horizonte de la ἐκκλησία dejoacute de ser

Israel para ser ella misma la urgencia escatoloacutegica y el caraacutecter de resistencia

dio paso a una actitud maacutes positiva respecto al modo de estar en el mundo la

centralidad teoloacutegica de la cruz se compensoacute con unas visiones teoloacutegicas maacutes

amplias y menos paradoacutejicas la resistencia al modelo patriarcal y el caraacutecter

marginal de las asambleas dieron paso a una progresiva asimilacioacuten y diaacutelogo

cultural que produjo una mutua transformacioacuten por uacuteltimo la memoria de

Pablo se transformoacute para convertir a un diacutescolo y rebelde liacuteder de asambleas

marginales en un apoacutestol consolidado reconocido modelo de ciudadaniacutea y

de las virtudes necesarias para afrontar los retos de la Iglesia del siglo II ec