carlos octavio bunge. el hombre sin patria

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  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    1/23

    472

    CUADROS

    Y

    FASES DE

    LA.

    VIDA

    ARGENTINA

    188

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    2/23

    LA NACIN

    473

    sor,

    y,

    ya porque

    mi

    nombre

    le,

    hubiera sido

    sugerido,

    ya

    porque

    conociese

    algunos

    de mis libros

    y

    simpatizara

    con

    mis ideas, el hecho es que me

    design para

    que le pa-

    trocinase

    como abogado.

    No

    dejndome

    tiempo para pleitos

    mis

    trabajos

    socio-

    lgicos

    y

    literarios, resolv declinar la

    designacin.

    Pero

    pens

    que sera

    cruel

    negar

    toda

    defensa

    a

    un

    hombre

    sobre

    quien

    pesaba

    acusacin

    tan grave;

    quiz

    no

    encon-

    trase

    l

    por

    s

    mismo

    otro

    letrado

    idneo.

    .

    .

    As,

    aunque

    no

    aceptara

    la

    gestin,

    parecime

    un deber

    de

    humani-

    dad

    ir

    a verle

    a

    la

    caree

    ;

    podra

    tal

    vez

    recomendar

    la

    causa a

    un

    buen

    jurista, que

    dispusiera

    de

    ms

    tiempo.

    Confieso, por otra

    parte,

    que

    senta

    viva

    curiosidad

    por

    conocer

    al reo, pues

    la prensa

    y

    el

    piblico

    le

    presentaban

    como

    una especie

    de orangutn, como

    un

    repugnante

    monstruo,

    moral

    y

    fsico.

    Cuando

    entr

    de

    visita

    en

    la

    prisin

    y

    le

    vi,

    no

    pude

    menos

    de

    preguntar

    al

    carcelero:

    No

    nos

    habremos

    equivocado

    de celda?

    Es ste

    el hombre,

    realmente?

    Asegurseme

    que

    lo

    era*

    y

    que no

    haba

    tal

    equivocacin,

    y

    ped

    que se nos

    dejara

    solos,

    al

    reo

    y

    a

    m. Aquel te-

    rrorista,

    acusado de

    tres

    o

    cuatro atentados

    en Europa

    aquella bestia feroz,

    siempre

    sedienta

    de

    sangre

    el

    oran-

    gutn,

    el

    monstruo

    ,

    era

    simplemente

    un

    muchacho

    pli-

    do,

    enjuto,

    encorvado, con

    aire

    de

    tristeza

    y

    de

    fatiga.

    Djele

    primeramente que

    le agradeca

    el haber

    puesto

    su

    confianza

    en

    m.

    Aunque

    no

    poda

    representarle

    perso-

    nalmente,

    recomendara

    la defensa,

    mediante su

    autor,

    zacin, a

    quien

    pudiera hacerla acaso

    mejor que

    yo mismo.

    El

    terrorista se encogi

    de

    hombros;

    tanto

    le

    daba

    que

    fuese

    yo

    como

    cualquier

    otro.

    .

    Apenado

    por

    el destino del infeliz,

    no

    me

    dej

    vencer

    por

    su

    hosquedad

    y

    descortesa.

    Al

    contrario,

    tutendole

    como

    si fuera

    mi

    hijo

    o

    mi

    discpulo,

    le dije:

    Mira,

    no

    slo

    quiero

    que seas generosamente

    defendido

    por

    tu

    mala

    accin,

    ante los

    jueces;

    quiero

    tambin

    defenderte de tus

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    3/23

    474 CUADROS Y

    FASES

    DE

    LA VIDA

    ARGENTINA

    malas

    ideas,

    ante

    ti

    mismo

    >.

    Tendi

    hacia

    m las

    manos

    con

    marcada

    impaciencia,

    como

    para

    rechazarme

    ; en

    su

    mirada

    brill

    un

    relmpago

    de

    ira

    ..

    Harto s,

    amigo

    mo, continu,

    impasible,

    que

    tienes

    tus

    principios

    y

    que

    no

    careces

    de cierta

    ilustracin.

    S

    tambin

    que

    no

    ser

    fcil

    convencerte.

    Pero, seamos l-

    gicos:

    una

    idea,

    para ser

    buena,

    no ha

    de

    provenir

    del

    razonamiento?

    T

    no

    conoces

    ms

    que un

    aspecto de

    la

    cuestin social

    ;

    hasta

    ahora

    no has ledo ms que libros

    de

    propaganda

    anarquista.

    No

    sera

    justo

    que,

    para

    ra-

    zonar fundadamente,

    conocieses

    tambin

    las opiniones

    opuestas?

    Cmo

    puedes condenar

    a

    la

    sociedad

    sin

    haberla

    escuchado?

    Acaso la

    sociedad

    te condena a ti

    sin

    escuchar

    tu

    defensa?...

    Muy flojas

    sern

    tus

    convic-

    ciones

    si tanto temes

    una doctrina

    contraria

    .

    . .

    Porque,

    entindelo bien,

    no

    vengo aqu a

    recriminarte;

    vengo slo

    a cambiar

    ideas

    contigo. Tal

    vez saque

    yo algo

    tuyo

    de

    nuestra

    pltica,

    tal

    vez saques

    t

    algo

    mo, tal vez

    no

    in-

    fluya ella nada en nuestros

    nimos... Si

    antes

    has tenido

    valor fsico

    para

    arrojar una bomba, tenlo

    ahora

    moral

    para

    escuchar

    a

    un hombre

    que

    slo desea

    tu

    bien

    Mis

    argumentos parecieron

    ejercer

    alguna

    influencia

    en el reo.

    Clav en

    m

    la

    mirada

    con cierta

    curiosidad,

    y

    se

    puso

    como

    involuntariamente

    en

    actitud

    de

    escu-

    charme.

    Tom

    asiento

    en

    un

    banco

    frente

    a

    l,

    saqu

    la

    petaca,

    ofrecle

    un

    cigarrillo,

    que

    no me

    fu

    aceptado,

    y

    encend el mo. Luego le

    pregunt

    :

    Dime

    cul

    es

    tu

    patria. Sombro, enrgicamente

    sombro,

    repuso

    con

    marcado

    acento extranjero

    :

    j

    Yo

    no

    tengo

    ni tuve

    jams

    patria

    Despus

    de una

    pausa,

    le dije:

    He ah

    algo que yo

    no

    alcanzar

    nunca

    a

    comprender.

    Para

    m

    es

    tan

    extrao

    que

    un

    hombre me asegure

    que desconoce la idea

    de

    patria,

    como

    si me

    sostuviera

    que nunca

    tuvo

    padres,

    que

    naci

    del aire

    o

    de la tierra.

    Todo hombre, por

    el solo

    hecho de

    nacer,

    tiene

    o

    tuvo

    padres,

    y,

    por

    el

    solo hecho

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    4/23

    LA

    NACIN

    475

    de

    vivir,

    tiene

    o

    tuvo una

    patria,

    originaria

    o

    adoptiva:

    el

    pas en

    que

    vive,

    el

    pas que

    ama.

    i

    Yo

    no

    amo

    a

    pas

    alguno

    La

    patria

    en

    que

    nac

    es

    para

    m

    una

    cueva

    de

    ladrones...

    En hora

    buena

    Veo

    que

    princi-

    piamos

    a entendernos.

    No

    niegas ii

    que,

    as como

    naciste

    de padres humanos, tienes una patria originaria,

    el pas

    en

    que

    naciste.

    Pero

    niegas,

    ignoro

    si con

    razn o

    sin

    ella,

    que

    tal

    patria

    sea

    digna de

    ser

    amada.

    Por

    esto

    la

    has abandonado

    y

    te

    refugias

    en

    la Repblica

    Argentina.

    Negars

    asimismo que

    la

    Repblica

    Argentina,

    por la

    liberalidad

    de

    sus

    leyes

    e

    instituciones, es

    una

    patria

    digna

    de

    ser

    amada? ...

    No

    respondiendo a

    mi pregunta,

    encastillse

    el

    joven

    en esta

    respuesta,

    que

    era

    en

    l

    como

    una

    obsesin:

    Yo

    no tengo patria ni

    Dios

    No

    confundamos

    las

    cuestiones, mi

    amigo ,

    le

    repliqu

    al

    punto. Puedes creer

    o no

    creer en

    tal

    o

    cual

    Dios;

    aqu no se te

    obliga,

    ni

    jurdica ni

    moralmente,

    a

    profesar

    un credo

    determinado.

    Por otra

    parte, no tratar yo

    de probarte la

    existencia

    de

    Dios, porque esto

    implicara entrar en un

    campo

    de

    abstracciones

    donde

    quiz

    no podamos

    entendernos,

    y

    yo

    quiero

    ante

    todo

    que

    nos

    entendamos.

    La

    patria

    no

    es una

    abstraccin, como

    las

    ideas

    religiosas;

    es

    algo

    concreto:

    un

    pas, una historia,

    un pueblo...

    T puedes

    verla,

    palparia,

    sentirla.

    Negars

    acaso

    la

    existencia

    de

    la

    Repblica

    Argentina, como niegas la

    de Dios?.,.

    Estimulado

    por

    mis

    observaciones,

    el

    hombre

    sin

    patria explay

    sus

    ideas.

    Crea

    que

    la

    sociedad,

    que todas

    las

    sociedades del mundo estaban injustamente

    organizadas;

    deban

    suprimirse la

    autoridad,

    la

    propiedad,

    la ley...

    Para qu?,

    le

    pregunt

    yo.

    Para

    nuestra

    dicha ,

    repuso.

    Esto

    es,

    para

    la

    dicha de la

    mayora.

    Pero,

    crees

    t

    que

    los

    hombres

    de

    nuestra

    poca

    seran

    felices

    si

    volvieran

    a

    la vida

    de

    los

    bosques?

    No

    se

    ha

    adaptado

    ya

    el

    organismo

    humano

    al

    uso

    de

    trajes, de

    habitaciones,

    de

    ferrocarriles

    y

    de vapores, en fin,

    al

    ambiente

    de la

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    5/23

    476

    CUADROS

    Y FASES DE

    LA VIDA ARGENTINA

    civilizacin?

    No

    podra

    desconocerlo...

    Ahora

    bien,

    crees que es

    posible

    realizar la

    cultura

    sin uua

    divisin

    adecuada

    del

    trabajo

    social, sin leyes, sin

    instituciones,

    sin

    autoridades?...

    En

    este

    punto

    volvi a

    disertar

    animadamente

    el

    hombre

    sin patria. Deba muy

    bien

    haber

    trabajo

    social

    y

    normas

    de conducta,

    aunque

    no

    leyes

    ni

    instituciones;

    no

    aspiraba

    l

    a

    destruir

    la sociedad,

    sino

    a

    redimirla, a

    sanear

    sus

    bases

    y

    sentimientos, sus

    usos

    y

    costumbres...

    Te

    comprendo,

    le

    interrump.

    Para

    apresurar

    el

    adve-

    nimiento de una

    nueva

    era

    de progreso

    es

    para lo que

    t

    supones

    convenientsimo

    arrojar bombas

    explosivas,

    sacrificando

    millares

    de

    inocentes ...

    Has

    pensado

    si tal

    medio es

    realmente

    eficaz? Yo

    opino ms

    bien

    que,

    para

    el

    triunfo

    de

    las ideas

    avanzadas,

    resulta

    contrapro-

    ducente,

    en

    definitiva.

    Un

    atentado

    anarquista

    o

    terrorista

    produce,

    ante

    todo,

    el efecto

    de cerrar las

    filas

    de los

    conservadores.

    En

    la inmensa

    mayora

    del pueblo se

    provoca

    una

    reaccin

    contra

    el radicalismo. Lejos de

    hacer

    avanzar

    tu

    causa,

    suponiendo que

    sea

    una legtima

    causa

    social,

    la

    haces

    retroceder. Lejos

    de favorecer

    al

    partido,

    la

    sangrienta

    injusticia

    de

    semejante

    crimen

    lo

    perjudica...

    Crees

    ir

    adelante,

    y,

    en

    tu

    propio

    carril,

    retrogradas

    .

    Vacilando,

    el hombre

    sin

    patria me

    pregunt:

    Cmo

    propagar,

    pues,

    nuestras

    ideas

    de

    progreso?

    Por

    la

    persuasin,

    le contest,

    no por

    la

    violencia, siempre

    por

    la

    persuasin

    Hay

    acaso

    quien te

    lo

    pueda impedir en

    la

    Repibh'ca

    Argentina?

    Aqu, ms que en

    ninguna

    parte,

    si eres

    radical,

    por

    temperamento o

    por

    conviccin,

    para

    hacer

    aceptar

    tus

    propias

    ideas debes

    ser tambin

    acrrimo

    antiterrorista

    .

    Por

    la

    expresin

    del rostro

    de

    mi

    interlocutor,

    ms

    que

    por sus

    palabras,

    ratifiqu

    mi

    presuncin

    de

    que

    no

    se

    trataba de

    uno

    de

    aquellos

    degenerados

    que

    arrojan

    bombas como en

    un acceso

    epilptico. Ms

    bien

    era

    una

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    6/23

    LA

    NACIN

    477

    vctima

    de

    una

    informacin

    sociolgica

    deficiente

    y

    mal

    encaminada.

    Lanzado

    a

    estas

    playas

    por

    un

    horrible

    naufragio

    de

    su

    existencia,

    de

    su

    familia,

    casi dira

    de

    su

    patria

    originaria,

    resultaba

    entre

    nosotros

    un

    ser

    extico,

    pero no

    sin

    vitalidad

    para

    poderse adaptar

    al

    nuevo

    medio

    social.

    Necesitaba

    una sana enseanza,

    que

    equilibrase

    o

    destruyese

    los nocivos efectos

    de

    sus

    escasos

    e

    incompletos

    conocimientos

    de la

    poltica,

    de

    la

    historia,

    de

    la

    vida. Pude

    yo

    drsela, en

    cinco

    o

    seis largas

    conversaciones;

    con

    arduo

    trabajo expuse

    al

    hombre sin

    patria

    lo

    que haba

    sido,

    lo

    que

    era

    y

    lo

    que

    deba

    ser

    la

    patria.

    Si

    no descuid

    yo

    su

    instruccin,

    tampoco

    descuid

    el

    abogado

    su

    defensa.

    No

    obstante la

    gran

    indignacin

    pblica que haba

    producido su

    tentativa

    criminal,

    conde-

    nsele a

    una

    pena

    que

    tena

    cumplida

    ya

    en

    su prisin

    preventiva

    durante la substanciacin

    del

    juicio.

    Acostum-

    brado

    al rgimen mucho ms severo

    de

    su

    antiguo

    pas,

    l

    mismo

    debi

    sorprenderse

    de

    la

    benignidad

    de

    las

    leyes

    y

    jueces.

    Escribime

    una

    carta

    muy agradecido,

    y

    luego

    desapareci

    de mi

    vista,

    entre la

    muchedumbre.

    Aos

    y

    aos

    pasaron

    en los que nada

    supe del

    hombre

    sin patria.

    Qu

    habr sido de l?,

    sola

    preguntarme.

    Ser

    todava

    un

    peligroso

    anarquista?

    Habr

    muerto

    en

    el

    patbulo,

    despus de

    atentar

    en el extranjero

    contra

    la

    vida

    de algn

    gobernante,

    monrquico

    o

    republicano?...

    En

    esta

    incertidumbre,

    no

    habiendo

    podido olvidar del

    todo

    a

    mi

    discpulo

    de

    ocasin,

    un

    da,

    a propsito de la

    impre-

    sin de un libro,

    tuve que

    ir

    personalmente

    a

    los

    talleres

    de

    una imprenta

    para dar mis instrucciones

    al

    regente.

    El

    regente

    era

    un

    hombre

    grueso,

    y

    por

    todos

    los

    poros

    respiraba

    honradez,

    salud

    y

    buen humor.

    Recibime

    visi-

    blemente turbado... En alguna

    parte haba

    yo

    visto

    aquel

    rostro...

    Dnde?...

    Cundo?...

    No

    tard

    l

    mismo

    en

    sacarme

    de

    dudas:

    era,

    hecho hombre,

    el

    joven

    anarquista

    de

    marras

    Trabajaba, tena mujer

    e

    hijos, era

    feliz

    cuanto

    se puede

    serlo en este

    mundo...

    Y

    sus

    ideas?

    Aquello,

    un

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    7/23

    478

    CUADROS Y FASES DE LA

    V

    DA

    ARGENTINA

    mal

    sueo de

    la

    juventud,

    estaba

    ya lejos, muy lejos ...

    Ahora

    era

    un

    buen ciudadano

    argentino,

    y,

    por

    cierto,

    ms

    conservador

    que

    yo

    mismo ... Siempre

    se acordaba

    de

    m,

    si

    bien, por cortedad, iba

    dejando

    de

    un

    da para

    otro

    el

    hacerme una visita

    con

    su

    mujer

    y

    sus

    hijos,

    como lo

    tena

    proyectado. Yo

    haba sido su

    salvador;

    a

    m,

    slo

    a

    m

    me'deba su

    dicha...

    Cmo?, le

    pregunt.

    Usted

    hizo

    mi felicidad,

    me contest, porque

    usted

    me

    ense

    a

    amar

    a

    la

    patria

    >.

    Ninguna

    leccin

    ma,

    ni

    la

    ms erudita

    que haya

    dado

    ante

    mi

    habitual auditorio universitario,

    ha

    producido

    mayor

    provecho.

    Haba

    yo

    labrado

    la

    felicidad

    de

    un

    hombre

    Haba

    yo

    dado

    a

    la

    patria

    un ciudadano

    til,

    padre

    de

    varios

    otros ...

    Jams

    podr olvidar

    su frase

    de

    gratitud,

    que he

    grabado

    con letras

    de

    oro en

    el libro

    de

    mi

    vida

    Placerame

    proclamarla a todos los

    padres,

    a

    todos

    los

    maestros,

    a

    todos los vientos:

    i

    Sabedlo

    Ensear

    a

    amar

    a

    la

    patria

    es

    hacer

    la

    felicidad

    de

    los

    hombres .

    l90.

    Viva

    la Patria

    (Glosa

    de una

    parbola

    antigua*.

    rase un

    sabio

    anciano,

    padre de

    siete

    robustos

    mancebos,

    que vivan

    en

    la

    indiferencia

    y

    la

    discordia.

    Sintiendo

    cercana

    la

    hora

    de

    la

    muerte,

    un

    da los

    llam.

    Presentles un haz

    de

    siete

    varas

    slidamente

    atado,

    y

    les

    dijo: Legar toda

    mi

    hacienda

    a aquel

    de

    vosotros

    que

    pueda quebrar

    este

    haz.

    Uno por uno lo intentaron

    en vano los

    siete

    mancebos

    que

    vivan en

    la

    indiferencia

    y

    la

    discordia,

    y

    exclamaron:

    No

    podemos, padre.

    Entonces

    el

    anciano

    desat

    el

    haz

    y

    lo

    rompi

    sin

    esfuerzo,

    vara

    tras

    vara.

    Hicironle

    notar

    sus hijos:

    As,

    tambin

    podramos

    haberlo

    hecho

    nosotros,

    padre.

    Y el

    anciano

    repuso:

    Esta leccin,

    hijos

    mos,

    es

    la mejor

    he-

    rencia

    que os

    dejo.

    Aprovechadla.

    Desunidos, cualquiera

    os

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    8/23

    LA

    NACIN

    479

    podr

    quebrar, como

    yo

    quebr esas

    varas. Unidos

    todos

    por el amor

    de hermanos

    seris

    fuertes

    e

    invencibles

    como

    el

    haz

    .

    Esto,

    que

    dijo

    aquel sabio

    anciano

    a

    sus

    hijos,

    debe

    repetir

    la

    patria a los suyos.

    Un

    pueblo

    no es

    ms

    que

    una

    familia.

    Una nacin

    es

    slo un numeroso

    grupo de

    hermanos.

    Los

    pueblos

    cuyos

    hijos

    viven

    en

    la

    indiferencia

    y

    la discordia,

    desgastan sus

    fuerzas en estriles

    reyertas.

    La

    Envidia

    siega las cabezas que

    sobresalen,

    con la

    gua-

    daa

    de

    la

    muerte.

    La

    nacin

    mata

    sus

    mejores

    guas,

    como

    Saturno

    que

    devoraba a

    sus

    hijos. La guerra

    civil

    desangra a

    la patria,

    y

    la

    difamacin

    la

    envenena.

    Enrscase

    entonces en

    su cuerpo indefenso

    la Anarqua, una hidra

    feroz

    de dos cabezas : la

    mediocridad

    y

    el

    despotismo.

    Los

    pueblos

    que

    fueron

    gloriosos en la

    historia,

    lo

    fueron siempre porque sus

    hijos

    amaban

    a

    la

    patria.

    Y

    todos los

    hombres que fueron

    grandes,

    cimentaron

    su

    grandeza en el desprecio

    a los intereses

    mezquinos

    y

    en

    el

    amor a los

    ideales

    generosos,

    especialmente ai ideal

    de la patria.

    Slo

    en

    las sociedades decadentes

    y

    corrompidas

    los

    hombres

    carecen

    de

    patriotismo.

    Estas

    sociedades

    estn

    destinadas a

    debilitarse

    y

    perecer, pues

    en la tierra

    hay

    muchas

    naciones,

    y

    las

    fuertes

    son

    a

    veces

    enemigas

    de

    las

    dbiles

    ;

    codician

    sus riquezas y

    requieren

    sus

    territo-

    rios.

    Ningn

    pueblo

    puede

    relajar

    sus

    lazos de

    asociacin,

    porque

    ningn

    pueblo

    est

    solo

    en el mundo.

    Aunque

    se

    pertenezca a

    un pueblo

    de historia

    innoble

    y

    lamentable, debe

    amarse

    a

    la patria.

    Pero,

    cuando

    se

    tiene

    la

    suerte de

    nacer

    en una

    patria

    libre

    e

    invicta,

    como

    la

    Repblica

    Argentina,

    amarla

    no

    entraa

    forzado

    sacrificio,

    sino

    legtimo

    orgullo.

    Pertenecer

    al

    pueblo

    de

    San

    Martn

    y

    Belgrano,

    de

    Rivadavia

    y

    Sarmiento,

    de

    Echeverra

    y

    Alberdi,

    es sentirse

    miembro

    de una

    familia

    de

    hombres

    ilustres,

    y

    esto

    nos

    obliga

    a

    ser

    dignos de

    nuestros padres-

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    9/23

    480

    CUADRO.S Y

    FASES

    DF. LA

    VIDA ARGENTINA

    Mas

    no ha de

    confundirse la gloria

    con la

    vanagloria,

    el

    patriotismo

    con

    la

    patriotera. ste

    es la

    torpe jactan-

    cia

    de los

    dbiles

    e

    incapaces; aqul,

    el

    esfuerzo

    callado

    y

    potente de

    los

    que trabajan

    y

    obran.

    Lo uno

    es

    femenino

    apego

    al

    oropel

    y

    ai

    fausto

    ; lo otro, fuerza de

    varn

    y

    pujanza

    de

    hroe.

    Cubrios

    de

    hierro como

    los

    caballeros

    de

    los

    siglos

    medios,

    y

    no

    de

    brocados

    y

    encajes como

    las

    damas.

    En

    la

    palestra

    de la vida,

    los fuertes

    no

    son

    espectadores,

    sino

    luchadores.

    Se

    dice

    que

    el amor

    a

    la patria

    es

    un sentimiento l-

    rico

    ,

    sin valor en

    la

    vida prctica

    del individuo... Nunca

    error

    ms

    torpe

    La grandeza de

    la

    patria

    constituye

    para

    el

    individuo

    la ms pura

    y

    fecunda fuente de goces,

    y

    su

    derrota, principio de

    inagotables

    penas

    y

    hasta

    de fsicas

    penurias. Vivir

    en

    tiempos

    de

    derrota es

    vivir

    en

    la indi-

    gencia,

    la tristeza,

    la

    sombra.

    En

    cambio,

    los

    triunfos

    de

    la

    patria

    son

    la

    luz

    y

    el aire para las

    almas

    de

    los

    ciudadanos,

    buenos

    o

    malos.

    Seamos

    patriotas

    hasta

    por

    egosmo

    La

    patria

    nos

    devuelve

    con

    creces

    nuestros

    servicios

    y

    homenajes. De

    su

    poder

    y

    felicidad

    dependen

    el poder

    y

    felicidad

    de

    cada

    uno. Seamos,

    pues,

    como los

    pmpanos,

    que

    cobijan

    y

    protegen

    amorosamente

    los

    dulces

    racimos

    de la

    madre

    vid.

    Si

    el

    culto

    de

    la

    patria

    es

    el

    culto

    de

    lo

    mejor

    de

    nos-

    otros

    mismos, el

    amor

    a

    la

    patria

    se funda en

    el

    conoci-

    miento

    de

    nuestra historia.

    Es nuestro

    pasado

    lo

    que nos

    une

    para

    defender

    nuestro porvenir.

    Suprimid

    el

    recuerdo

    de

    nuestras

    glorias

    y

    de nuestros

    hombres,

    y

    la

    nacin

    se

    disgregar

    como

    las

    perlas de

    un

    collar

    cuyo,

    hilo

    se

    desata

    o

    se

    corta.

    Somos

    grandes

    por la memoria

    de

    lo

    que

    juntos

    hemos

    hecho, y

    fuertes,

    por

    la

    esperanza

    de

    lo

    que

    juntos

    hemos

    de hacer.

    Amar

    a

    la

    patria es

    servirla.

    Y no hay

    ms

    que un

    medio

    de servirla

    :

    el

    trabajo. Para

    que el

    trabajo

    sea arm-

    nico

    y

    congruente,

    no

    hay ms

    que un

    sistema:

    que

    cada

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    10/23

    LA NACIN

    481

    uno

    siga

    su

    lnea,

    como los

    soldados

    cuando

    marchan

    en

    formacin

    hacia

    el campo

    de

    batalla.

    Si codeamos a

    nuestro

    vecino

    o

    nos

    apartamos

    de

    nuestro

    puesto,

    el

    ejrcito

    perder

    su

    cohesin

    y

    el enemigo

    puede

    sorprendernos

    en

    el

    desorden.

    El

    trabajo con

    que

    sirvamos a

    la patria

    no

    ser

    eficaz

    si

    no

    se

    respeta

    la

    ley.

    La

    ley

    dispone

    lo

    necesario

    para

    que

    cada ciudadano pueda

    realizar sus

    fines

    particulares

    y

    tiene

    por

    objeto

    la felicidad

    de

    todos.

    Quien

    falta

    a

    la

    ley,

    ataca

    a

    los

    dems.

    Si

    los

    ataca, no los

    ama,

    y

    no

    amar a

    los

    conciudadanos

    implica

    no

    amar

    a

    la

    patria.

    La

    Repblica

    Argentina

    es

    un pas

    grande

    y

    rico.

    Pero

    el

    pueblo argentino,

    aunque

    noble

    y

    generoso,

    es

    todava

    relativamente

    chico

    y

    pobre. Es

    chico,

    por

    su

    escasa

    poblacin respecto

    de su vasto

    territorio.

    Es

    pobre,

    porque

    debe muchos

    millones de

    deuda externa,

    y

    sus

    empresa^

    ms

    lucrativas

    estn

    explotadas por

    capitalistas

    extranjeros.

    Hay,

    pues,

    que

    poblar

    el

    pas

    y

    que

    pagar

    esa

    deuda

    externa

    y

    rescatar

    esos

    capitales Cmo?

    Por la dedicacin

    al

    trabajo

    y

    el

    respeto a

    la

    ley.

    No

    olvidemos, ah ,

    no

    olvidemos la

    leccin

    de aquel

    sabio

    anciano, padre de siete

    robustos

    mancebos,

    que

    vivan

    en la

    indiferencia

    y

    la discordia. No

    olvidemos

    que

    desunidos seremos dbiles

    y

    miserables,

    y

    que

    unidos

    seremos

    fuertes

    y

    poderosos. No

    olvidemos que

    slo

    un

    sentimiento

    podr

    ligarnos

    y

    dar

    cohesin

    a

    nuestros

    esfuerzos:

    el patriotismo. Y

    as en

    las horas

    de lucha

    como

    en

    las

    horas

    de

    triunfo,

    as

    en los

    recuerdos como

    en

    las

    esperanzas,

    as

    en

    la vida

    como

    en

    la

    muerte,

    elevemos

    siempre

    los

    corazones

    para

    clamar todos con

    una

    sola voz:

    Viva la Patria .

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    11/23

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    12/23

    NDICE

    Los

    arffcutos

    que

    llevan el

    signo

    *

    son

    poesas.

    Los artculos

    que no

    llevan

    firma,

    salvo

    los

    romances

    y

    proverbios

    populares,

    son

    originales

    del

    autor.

    PARTE

    PRIMERA

    La

    tradicin

    y

    la

    historia

    del

    pueblo

    argentino

    N6m.

    pg.

    1.*

    Ofrenda

    a la Patria

    1

    I.

    La leyenda de

    Amrica

    2.*

    Atlntida

    (fragmento

    i

    O.

    V.

    Andrade

    2

    3. La

    leyenda

    de

    la

    Atlntida 2

    4*

    Amrica

    ( fragmento)

    Jos

    Mrmol 4

    II.

    La

    cuitara indgena

    5.

    La

    leyenda

    de

    Manco-Capac

    Digenes

    Decoud

    5

    6.

    La

    cultura

    quichua

    Segn

    y.

    V Gonzlez

    6

    7.

    La cultura quichua

    de

    los Luies

    Segn

    P.

    Groussac

    8

    8.

    Restos

    de

    la

    cultura

    calchaqu

    Segn

    y.

    B.

    Ambrosetti

    10

    III.

    El

    pueblo

    espaol

    9.*

    Entrada del

    rey Wamba

    en

    Toledo, para

    coronarse rey

    (romance

    annimo)

    13

    10.*

    El Cid

    y

    el

    moro Abdalla (romance

    annimo)

    14

    11*

    Elogio

    del

    Cid (romance

    annimo)

    15

    12.*

    El

    hombre

    que

    perdi

    su

    sombra

    15

    13.

    Hidalgua

    espaiiola

    17

    14.*

    Las

    dos

    grandezas

    E.

    de

    la

    Barra

    18

    15.*

    Felipe II

    y

    la

    noticia

    de

    la batalla

    de

    Lepante

    (romance annimo)

    20

    1

    6. El genio

    espaol

    20

    IV.

    El descubrimiento

    y

    la conquista

    17.

    Coln

    y

    el

    descubrimiento

    del Nuevo Mundo

    Segn

    M.

    A. Pelliza

    23

    18.'

    A

    Coln (soneto)

    Bartolom Mitre

    25

    19.

    Agudeza

    de

    Atahualpa Segn

    El

    Inca

    Garcilaso

    de

    la

    Vega

    25

    20.

    El

    descubrimiento

    del

    ro

    de

    la

    Plata

    Segn

    L. L. Domnguez

    26

    21.

    La

    tradicin

    de Luca

    Miranda

    Segn

    G.

    Funes

    y

    y.

    M.

    Gutirrez

    28

    22.

    La

    fundacin

    de

    Buenos

    Aires

    I.

    La

    primera

    fundacin Segn

    L. L..

    Domnguez

    32

    II. La

    comarca

    P.

    Groussac

    35

    III.

    La segunda

    y

    definitiva

    fundacin

    J.

    L.

    Cantilo

    36

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    13/23

    484

    NDICE

    V. Leyendas

    indgenas

    y

    coloniales

    N6m.

    PAg

    23.

    Una

    leyenda

    indgena y

    colonial

    Segn

    A,

    Qairoga

    I. La leyenda

    indgena

    J/.

    s/))ra

    106

    49.

    La

    lealtad

    de

    San

    Martin

    Segn

    /.

    yW.

    Espora

    107

    50.

    La

    declaracin de la Independencia...

    Segn

    V.

    F.

    Lpez

    y

    B.

    Mitre

    108

    51.*

    La

    Independencia

    (soneto)

    G

    Guido

    y

    Spano

    111

    52.*

    El

    paso de

    los

    Andes

    (fragmento)

    O.

    V. Andrade

    112

    53. El

    paso de

    los Andes

    y

    Chacabuco

    J.

    M.

    Gutirrez

    I.

    El paso

    de los

    Andes

    113

    II.

    Chacabuco

    115

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    14/23

    NDICE

    485

    PG.

    51*

    A

    la

    victoria

    de

    Chacabuco

    (fragmento)

    E.

    de

    Luca

    y

    Patrn

    116

    55.*

    En

    la

    Victoria

    de

    Maipo

    (abreviado

    V.

    Lpez

    y

    Planes

    118

    56. Paralelo

    ^entre

    Bel

    Jrano

    y

    San

    Martn

    Bartolom

    Mitre

    119

    57.*

    Buchard

    (soneto)

    D.

    Torres

    Fras 122

    VIH.

    La

    poca

    de

    la

    Organizacin

    nacional

    58.

    Los 3.000

    pesos de

    Donego

    122

    59.

    Rivadavia

    y

    sus

    reformas

    Segn

    J.

    M.

    Gutirrez 1

    25

    60*

    Alegora

    de la

    victoria

    de

    Ituzaing

    /.

    C.

    Vrela

    129

    61.

    Perder

    a

    ia

    patria,

    salvndola

    130

    62.

    El

    general

    Paz

    y

    el

    caudillaje

    J

    V.

    Uonzlcz

    131

    65

    Al

    general LaValle

    O.

    V.

    Andrade

    134

    64. La

    personalidad

    moral

    de

    Rosas

    J.

    M.

    Ramos

    Mefia 135

    65. La

    presidencia

    de

    Urquiza.

    I.

    Antecedentes

    '37

    II. La

    administracin en

    la

    presidencia

    de

    Urquiza

    140

    66. La

    democracia

    argentina

    143

    67.

    El

    federalismo

    argentino

    -

    145

    68.

    La

    Constitucin

    Nacional

    148

    69.

    El

    nombre

    de

    la

    Repblica

    Argentina.

    I.

    Origen

    del

    nombre del ro

    de

    la

    Plata

    Segn

    E.

    Madero

    150

    II.

    Origen

    del

    nombre

    de

    la

    Repblica

    Argentina

    151

    70.

    Nuestra

    pairia

    y

    las

    dems

    naciones

    152

    PARTE

    SEGUNDA

    La

    poesa

    argentina

    71*

    La

    poesa

    argentina

    158

    I.

    La poesa

    popnlar

    72.

    La

    poesa

    gauchesca

    158

    73.

    Anastasio

    el

    Pollo

    165

    74.

    El

    gaucho

    Martn

    Fierro.

    I.

    El

    gaucho

    malo

    166

    II.

    Martn Fierro

    '70

    II.

    La

    poesa

    artstica

    75.

    El

    Himno

    Nacional

    Argentino

    y

    su

    autor

    172

    76. La

    muerte

    de

    Esteban de

    Luca

    176

    77.

    Florencio

    Balcarce,

    el

    poeta

    adolescente

    177

    78. Juan

    Cruz

    Vrela,

    el

    poeta

    clsico

    179

    79.

    Echeverra,

    el

    poeta

    romntico

    182

    80.

    Mrmol,

    el

    poeta

    proscripto

    189

    81. Juan

    Mara

    Gutirrez, el

    maestro

    poeta

    193

    82.

    Juan

    Chassaing,

    el

    poeta

    soldado

    '96

    83. Ricardo

    Gutirrez,

    el

    poeta

    cristiano

    197

    84.

    Andrade,

    el

    poeta

    fantstico

    199

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    15/23

    486

    NDICE

    PARTE TERCERA

    En

    el

    pas

    argentino

    NM.

    PG

    85.*

    El

    tesoro

    del

    pas argentino

    '2'2

    I.

    Ed

    la regin

    oriental

    86.*

    El

    Paran

    y

    el

    Uruguay

    L.

    L.

    Domnguez

    203

    87.

    La

    formacin

    del

    Paran

    y

    de

    sus islas

    Segn

    E. L

    Holmberg

    204

    88.

    El Tempe argentino

    Segn

    M.

    Sastre

    208

    89.

    Peludiando

    en

    el Pas

    de

    los

    Matreros

    Segn./.

    S.

    Alvarez

    (Frc,y

    Mocho)

    211

    90.

    La

    Mesopotamia

    argentina

    213

    91.*

    La

    vuelta

    al

    hogar

    O V.

    Andradc 215

    92.

    Los gauchos

    judos

    A. Gerchunoff

    I.

    El Himno

    Nacional

    216

    II.

    La

    trilla

    220

    93.

    Escena

    de una

    creciente

    del ro

    Paran

    en

    Corrientes

    Segn

    y.

    G.

    Guaslavino

    222

    94.

    La selva

    misionera

    L.

    Lugoncs

    223

    95.

    La maravilla

    de

    Amrica

    '/.

    Bernrdez

    229

    il.

    En

    la

    Pampa

    96.*

    El

    Desierto (fragmento)

    .

    Echeverra 232

    97.*

    Al

    Pampero

    R.

    Obligado

    234

    98.

    El Omb

    (abreviado)

    L.

    L. Domnguez

    254

    99.*

    En

    la

    Pampa

    (soneto)

    .-1.

    do

    Estrada (hijo)

    236

    100.

    Lluvia

    en la

    Pampa

    /?.

    /

    Pa^r

    236

    101.

    Los nidos

    de

    los

    cuervos

    pampeanos

    Segn

    R.

    Senet

    239

    102.

    La

    yerra

    Martniano Leguizamn

    243

    103.

    El

    gaucho

    245

    I.

    Semblanza

    del

    gaucho.

    II.

    Vida

    y

    costumbres

    del

    gaucho

    247

    III.

    El

    payador 251

    IV.

    Decadencia

    y

    significacin

    del

    gaucho

    253

    III.

    En

    el

    interior

    1 04.

    El

    pas

    de

    las colonias

    /. Alvarez

    I.

    El pas

    257

    II.

    La

    poblacin

    indgena

    y

    la

    colonizacin

    espaola

    260

    III.

    La

    colonizacin argentina

    261

    105.

    Las

    sierras

    de

    Crdoba 263

    106. La sierra

    puntana

    ./.

    \/.

    Gcz

    267

    107.

    Los

    bosques

    de

    Santiago del

    Estero

    Segn

    L.

    Fazio

    269

    108.*

    fucumn

    (fragmento)

    E.

    Echeverra

    272

    109. Panorama de

    Tucumn

    P.

    Groussac 273

    110.

    Frente al

    Aconquija

    Segn

    M.

    Bernrdez

    275

    111.

    Tipos clsicos

    del

    campo D. F.

    Sarmiento

    277

    I.

    El

    rastreador

    277

    II El

    baquiano

    280

    III.

    El

    cantor 283

    1 12.

    El arriero

    de

    la

    llanura

    interior C.

    Jbarguren

    285

    113. La

    vuelta de

    la

    zafra

    Segn

    M.

    Bernrdez

    288

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    16/23

    NDICE 487

    IV.

    En

    la

    regin central andina

    WftM.

    PG

    1

    14.

    Mendoza,

    la

    moderna

    ciudad de

    los

    Csares

    289

    115.

    Las

    alboradas en

    la

    ciudad

    de

    Mendoza

    5.

    Estrada

    293

    116.

    Travesa

    de la

    cordillera

    de

    los

    Andes por

    el

    paso del

    Portillo

    Segn

    5.

    Estrada

    293

    117.

    Valles

    vecinos

    a

    la ciudad

    de

    San

    Juan..

    Segn

    M.

    Bernrdez

    299

    118.

    Una

    bodega

    301

    119. La

    noche en las

    montaas

    de

    La Rioja

    Segn

    y.

    V.

    Gonzlez

    303

    120-

    El

    valle

    de

    Catamarca Segn

    F.

    Espeche

    305

    V.

    En

    el

    Norte

    121. Panorama

    de

    la

    ciudad

    de Salta.'

    Segn

    M.

    Bernrdez

    306

    122. Los

    tajaretes

    de

    Salta

    313

    123. Los ros

    de

    Ju)uy

    Segn

    E.

    A. Holmberg

    (hijo) 314

    121*

    El

    indio viejo

    (romance)

    M.

    Glvez

    316

    125.

    Una

    aventura

    en

    el

    Chaco

    316

    VI. En el Sor

    126.

    Los faros

    de

    las costas

    argentinas

    321

    127.

    La

    Australia

    argentina

    Segn

    C.

    M.

    Moyana

    y

    R.

    J.

    Hayr

    323

    128.

    La Suiza

    Argentina

    Segn

    F.

    P.

    Moreno

    I.

    Paisaje

    del

    lago Nahuel-Huap 324

    II.

    La

    Suiza

    Argentina

    326

    129.

    Navegacin

    en

    los

    canales de

    Tierra del Fuego.. Segn

    R.

    J.

    Payr

    3^''

    PARTE

    CUARTA

    Cuadros

    y

    fases

    de

    la vida

    argentina

    130*

    Nuestra

    vida

    332

    I.

    El

    hogar

    131.*

    El consejo maternal

    O.

    V. Andrade

    332

    132.

    Amor

    paterno

    Vctor

    Mercante

    334

    133.*

    En

    el

    hogar

    /'/I/

    Aowe>

    C. Guido

    y

    Spano

    338

    134.

    La

    obediencia

    de

    los

    hijos

    340

    135.

    La

    asistencia

    de

    los hijos 341

    136.

    Los

    hermanos

    malos

    y

    el

    buen hermano

    342

    137.*

    La

    mujer /.

    M. Gutirrez

    545

    138.

    La

    familia

    Segn

    /.

    M.

    Torres

    I.

    La

    constitucin

    de

    la

    familia

    344

    II.

    El

    matrimonio

    344

    III.

    El

    gobierno

    de

    la familia 3

    15

    II.

    La

    casa

    y

    la haerta

    1 39.

    La

    casa

    parterna

    . h. Sarmiento

    346

    140.*

    El ratoncillo (fbula)

    351

    141.

    El naranjo

    A.

    de Estrada

    (hijo)

    351

    142.

    Las aves

    de

    corral

    o54

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    17/23

    488

    ndice

    III.

    El

    nio

    mu.

    P^

    143.

    Recuerdos

    de

    la

    infancia.

    I.

    Los

    primeros

    recuerdos

    356

    II.

    Los

    primeros

    entusiasmos

    361

    III.

    Las

    primeras lecciones

    366

    IV.

    Los primeros

    experimentos

    374

    V.

    Conclusin

    378

    144. Los

    juegos

    de

    los

    nios

    381

    IV.

    La

    Nataralezi

    145.*

    Adivina,

    adivinador

    383

    146.

    La

    bendicen

    del

    aire

    .

    Bunge

    584

    147.*

    La

    madrugada

    E.

    del

    Campo

    (Anastasio

    el

    Pollo) 388

    148.*

    Las

    cuatro estaciones

    389

    149.

    La vida de

    un

    zorro

    C

    Onelli

    390

    150.

    Los

    nidos de

    las

    aves

    394

    151.*

    Pobre

    Juan

    (soneto)

    :....

    P.

    fl. A'a/ac/os

    (Almafuerte) 397

    152.

    El

    firmamento

    Sg^^u

    Martin Gil

    397

    V.

    La

    Eicaela

    153.*

    El

    colegial..

    A. Menchaga

    401

    154.

    Ref I

    anes

    aplicables

    a

    los

    estudios

    '

    402

    155.

    Fernando

    en

    el

    colegio

    Se^inn

    R.

    Rivarola

    402

    156.

    El

    maestro

    de

    escuela

    Segn

    D.

    F.

    Sarmiento

    404

    157.

    La

    eleccin

    de

    compaeros

    407

    VI.

    La Conciencia

    158.

    Preceptos

    y

    proverbios.

    I.

    Preceptos

    408

    II.

    Proverbios

    409

    159.'

    La

    conciencia

    (fbula)

    409

    160.

    El deber

    oel aseo

    409

    161.

    La modestia

    415

    162.

    La

    crueldad

    413

    163.*

    La

    beneficencia

    417

    164.

    El

    ladrn

    420

    165.*

    Los

    dos

    gatos

    (fbula)

    422

    166.

    El

    honor

    422

    167.

    Encuentro

    con

    un

    antiguo condiscpulo

    M.

    Canet

    425

    168.

    Los jvenes

    y

    los

    viejos

    426

    169.*

    Adelante

    (soneto)

    P. B.

    Palacios

    (Almafuerte) 426

    170.

    El

    enfermo

    y

    la

    Muerte

    427

    VII. 1 campa

    171.*

    Del

    campo

    Rubn

    Daro

    427

    172.*

    Adelante

    C.

    Guido

    j

    Snano

    428

    173.*

    Consejos del

    viejo

    Viscacha (fragmento)

    /

    Hernndez

    430

    174.

    Estancias

    y

    colonias

    451

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    18/23

    NDICE

    489

    VIH.

    La

    cindad

    Ndm.

    PI5.

    175.

    La

    ciudad

    436

    176.

    Historia

    de un

    libro

    442

    177. Una

    visita

    al

    Jardn

    Zoolgico

    446

    178.

    Una

    visita

    al Museo Histrico

    nacional

    451

    IX.

    La NaciB

    179.

    Nuestra

    lengua

    458

    180*

    A

    mi

    bandera

    J

    Chassaing

    460

    181.

    La Libertad.

    I.

    Definicin

    de la

    libertad

    J. J.

    de Urqniza

    460

    II

    Libertad

    y

    responsabilidad

    5.

    M.

    del

    Carril

    461

    III.

    La

    libertad

    y

    la

    pub.icidad

    Segn

    O.

    Garn'gs

    462

    IV.

    La

    libertad

    del silencio

    /.

    B.

    Albcrdi

    462

    V. La distribucin

    del poder Segn

    N. Oroo

    462

    VI. Los

    partidos

    polticos

    JE.

    Torrenl

    463

    182.

    El

    periodismo

    J

    Figueroa Alearla

    463

    183. El

    deber de

    votar

    464

    184. El

    patriotismo

    ./

    Figueroa Alcona

    466

    185.*

    A

    la

    Patria

    E. del

    Campo

    (Anastasio el Pollo)

    467

    186.*

    Patria

    C

    Oyuela

    468

    187. La patriotera

    y

    el

    patriotismo

    470

    188. Qu

    es la

    Patria?

    /

    /

    Gorrili

    y

    E.

    Echeverra

    472

    189. El

    hombre

    sin

    patria 472

    190.

    Viva

    la Patrial

    478

    NDICE PARA

    LA

    ENSEANZA DE LA

    MORAL

    Moral

    indiTidaal

    146. La bendicin del aire A. Bunge

    384

    150. Los

    nidos

    de

    las

    aves

    394

    159.*

    La

    conciencia

    (fbula)

    409

    160.

    El

    deber

    del

    aseo

    409

    161. La

    modestia

    413

    1

    62.

    La crueldad

    413

    166.

    El

    honor

    422

    169

    Adelante

    (soneto) P.

    B.

    Palacios

    (Almafuerte)

    426

    1

    70.

    El enfermo

    y

    la

    Muerte

    427

    172.*

    Adelante

    .

    C.

    Guido

    y

    Spano

    428

    Moral

    domstica

    131.*

    El

    consejo

    maternal

    O. V. Andradc

    532

    132.

    j.mor

    paterno

    Viciar Mercante

    334

    133

    En

    el

    hogar

    (Al

    home)

    C.

    Guido

    y

    Spano

    338

    134.

    La

    obediencia

    de

    los

    hijos

    340

    135.

    La

    asistencia

    dlos

    hijos

    341

    136.

    Los

    hermanos

    malos

    y

    el

    buen

    hermano

    342

    138.

    La

    familia

    Segn./..)/.

    Torres

    544

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    19/23

    490

    ndice

    Moral social

    NM.

    PG

    49.

    La

    lealtad

    de

    San

    Martn

    Segn

    J.

    M.

    Espora

    107

    58. Los 3.000

    pesos

    de

    Doirefo

    122

    93. Escena

    de

    una

    creciente

    del ro

    Paran

    en

    Corrientes

    .'

    Segn

    y.

    G.

    Guaslavino

    2-22

    156.

    El maestro

    de

    escuela

    Segn D.

    F.

    Sarmiento

    404

    157.

    La

    eleccin

    de

    compaeros.

    .

    .

    407

    158.

    Preceptos

    y

    proverbios

    408

    163.

    La

    beneficencia

    419

    164.

    El

    ladrn

    J

    420

    165.*

    Los

    dos

    gatos (fbula)

    M.

    422

    168.

    Los

    jvenes

    y

    los viejos

    ff'

    428

    Moral cvica

    I.*

    Ofrenda

    a

    la

    Patria

    '.

    1

    37. Libertad

    e

    Igualdad

    1/

    Moreno

    90

    40.

    El deber del

    marino'

    95

    47.

    El

    marinero

    y

    el capitn

    106

    48.

    Cumplir

    la co

    isigna

    Segn

    J.

    M.

    Espora

    106

    61. Perder a

    la patria, salvndola

    130

    85

    *

    El tesoro del

    pas

    argentino

    202

    183.*

    A mi

    bandera

    ./

    Chassaing

    460

    181.

    La

    libertad

    J

    J

    de

    Urquiza

    y

    otros 460

    182.

    El

    periodismo Jos

    Figueroa

    Alearla

    463

    183. El

    deber

    de votar

    464

    184.

    El

    p

    ttriotismo

    Jos

    Fiu.uera AlcorUi

    4o6

    187.

    La patriotera

    y

    el

    patriotismo 470

    188

    Qu es la

    Patria?

    J.

    L. Gorrili

    y

    E.

    Echeverra

    472

    189.

    El

    hombre sin

    patria

    472

    190.

    Viva la Patria

    478

    poesas

    para

    cantar

    1.*

    Ofrenda

    a

    la

    Patria

    1

    25.

    El

    alma del

    payador

    R.

    Obligado

    49

    44.*

    Himno

    Nacional

    Argentino

    V. Lpez

    v

    Planes

    101

    71

    *

    La poeba

    argentina

    ^^jl^siti^

    158

    15

    I.*

    El

    colegial

    aJlCSSlEA^^^^'^'''

    *0'

    NDICE

    DE

    LAS

    LAMn|UA^P

    / J

    Aspecto

    fsico de

    los

    valles

    Calchaques

    y^O^SBtl^...y/.....

    i

    I

    Combate

    d^^l

    Cid

    y

    el

    moro

    Abdalla

    ^^^L^^ ^.^T.

    14

    Las

    carabelas de

    Sols en

    el

    ro

    de la

    Plata

    'i^

    Un

    convoy

    de

    carretas

    en

    la Pampa

    59

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    20/23

    NDICE

    491

    Pie.

    Ante

    el Cabildo

    de

    Buenos Aires,

    el

    25 de

    Mayo

    de

    1810

    87

    El

    Escudo

    Nacional

    100

    /-

    Una

    payada

    de

    contrapunto

    151

    .

    '

    /r

    fh'f

    '

    Vista

    del ro Paran

    203

    /

    Un

    paisaje del

    Tigre

    210

    La selva

    misionera

    226

    La

    cascada

    del

    Iguaz

    231

    Ganado

    Vacuno,

    en

    el campo

    244

    El

    dique

    de San Roque

    264

    Frente

    a

    un

    jaguar

    519

    a,

    En los

    canales de

    Tierra

    del

    Fuego

    328

    Ganado

    caballar, en el campo

    435

    Una

    trilladora

    435

    Diagonal

    Presidente

    Senz

    Pea

    43d

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    21/23

  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    22/23

    /

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  • 7/23/2019 Carlos Octavio Bunge. El hombre sin patria

    23/23

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