CATEQUESIS 6LA RAZONABILIDAD

DE LA FE EN DIOS

* Caminamos en este año de la fe con la esperanza de redescubrir la alegría de creer y, por lo tanto, de encontrar el entusiasmo de comunicar a todos las verdades de la fe.

* Estas verdades van más allá de un mensaje de Dios o una información particular sobre Él. Estas verdades son encuentro de Dios con los hombres; un encuentro salvífico y liberador. Es un encuentro que realiza las aspiraciones más profundas del hombre: sus ansias de paz, fraternidad y amor.

* La fe lleva a descubrir que el encuentro con Dios valora, perfecciona y eleva lo que hay de verdadero, bueno y bello en el hombre.

* Cuando Dios se revela y se deja conocer, el hombre, conociéndole, se descubre a sí mismo: su origen, destino, grandeza y dignidad.

* La fe nos lleva a un conocimiento auténtico

sobre Dios que implica nuestra vida.

Es un saber, un conocer, que da sabor a

la vida, un gusto de existir, una forma alegre

de estar en el mundo.

* La fe se manifiesta

también en la entrega a los demás, en la

fraternidad solidaria, en la

capacidad de amar.

* El conocimiento de Dios por la fe no es sólo intelectual, sino vital. Conocemos al Dios Amor a través de su mismo amor y ese amor de Dios amplía nuestras perspectivas, que ya no se quedan en la estrechez del individualismo y sujetivismo.

* El conocimiento

de Dios es una

experiencia de fe que

abarca tanto aspectos

intelectuales como

morales. Si el

Espíritu de Jesús está en

nosotros, superamos

nuestros egoísmos y

nos abrimos a los

verdaderos valores de la

existencia.

* La tradición católica ha rechazado el fideísmo, es decir, el creer contra la razón. Dios no es absurdo; Dios es misterio Y el misterio es sobreabundancia de sentido, de significado y verdad.

* Si ante el misterio la razón ve oscuridad, no es porque no haya luz, sino porque hay demasiada; como cuando miramos directamente al sol.

* La fe permite contemplar a Dios, porque se acoge su revelación y, así, el creyente se llena de la luz del misterio de Dios que se acerca al hombre, le ofrece su conocimiento, aun con el límite de su razón por ser criatura.

* Dios, con su gracia, ilumina la razón y le abre horizontes nuevos, infinitos. Por eso la fe es estímulo para buscar y descubrir la verdad y la realidad. Es falsa la afirmación de algunos intelectuales de que la razón del hombre estaría bloqueada por los dogmas de la fe.

* Al contrario, como lo han demostrado grandes maestros de la tradición católica

* SAN AGUSTÍN Es un buscador de la verdad a través de las filosofías de su tiempo, y no queda satisfecho. La búsqueda racional es un camino para el encuentro con la Verdad de Cristo.

* Su experiencia se concentra en su afirmación: “Comprende para creer y cree para comprender” Intelecto y fe no son extraños compañeros de camino y menos antagonistas ante la Revelación.

Ambos son necesarios para comprender dicha Revelación, para recibir el mensaje auténtico, para acercarnos al humbral del misterio. * San Agustín es testigo de una fe que se ejercita en la razón, que piensa e invita a pensar.

* SAN ANSELMO Nos dirá que la fe católica necesita de la búsqueda de la inteligencia para dar el paso de la fe.

* SANTO TOMÁS DE AQUINO Se confronta con la razón de los filósofos y demuestra cómo queda enriquecido el pensamiento humano unido a los principios y verdades de la fe cristiana.

* La fe cristiana es razonable y alimenta también la razón humana.

* Ya el Concilio Vaticano I afirmaba que la razón es capaz de conocer la existencia de Dios por la vía de la Creación, pero sólo a la fe corresponde conocer “fácilmente, con absoluta certeza y sin error” las verdades referidas a Dios.

El conocimiento de la fe no está contra la recta razón “La razón del hombre no queda anulada ni se envilece dando su asentimiento a los contenidos de la fe, que en todo caso se alcanzan mediante una opción libre y consciente” (Juan Pablo II – encíclica “Fides et ratio” – nº 43).

* Deseamos fuertemente la verdad. Una relación armónica entre fe y razón es el camino que conduce a Dios y a la realización personal.

* Dios salvó al mundo no mediante un acto de poder sino mediante la humillación del Hijo. Esto no cabe dentro de la mentalidad griega. Con todo, la cruz de Cristo tiene su razón: “la palabra de la cruz” (1 Cor 1, 18)

El término “palabra” (“logos”) indica la palabra y la razón, es decir, expresa verbalmente lo que la razón elabora.

* En la carta a los Corintios San Pablo nos dice: “Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría: pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles” (1 Cor 1, 22-23).

* Para San Pablo, la cruz no es algo irracional, es un hecho salvífico que tiene su propia racionabilidad cuando es iluminada por la luz de la fe.

* San Pablo confía en la razón humana y se sorprende que muchos se obstinen en no creer en Dios, a pesar de ver sus obras: “Lo invisible de Dios, su eterno poder y divinidad son perceptibles para la inteligencia a partir de la creación del mundo y a través de sus obras” (Rom 1, 20)

* Y San Pedro escribe a los cristianos de la diáspora: “glorificad

a Cristo el Señor en vuestros corazones, dispuestos para dar siempre explicación

a todo el que os pida una razón de vuestra

esperanza” (1 P 3, 15).

* En los momentos difíciles, de persecución, cuando es más necesario dar testimonio de nuestra fe, se nos pide justificar con razones fundamentales, dando razón de nuestra esperanza, la adhesión a la palabra del Evangelio.

* El comprender y creer nos ilumina a cerca de la relación entre ciencia y fe. La investigación científica nos lleva a conocer verdades sobre el hombre y el cosmos. El camino de los descubrimientos científicos no puede prescindir de la fe si se busca el verdadero bien de la humanidad.

* Hay que animar las investigaciones puestas al servicio de la vida y de la curación de enfermedades. También son necesarias las investigaciones que llevan a descubrir los secretos del planeta y del universo, sabiendo que el hombre está en el vértice de la creación para custodiarla y hacerla habitable.

La fe, vivida realmente, no entra en conflicto con la ciencia; coopera con ella, le ofrece criterios para que busque el bien de todos, pidiéndole que renuncie a aquello que se opone al proyecto originario de Dios ya que, entonces, todo se puede volver contra el hombre.

* Si la ciencia es aliada de la fe para ayudarnos a comprender el plan de Dios en el universo, la fe permite al progreso científico que se lleve a cabo para el bien y la verdad del hombre, fieles siempre al plan de Dios.

* Es decisivo para el hombre abrirse a la fe, conocer a Dios y su proyecto de salvación en Jesucristo. En el Evangelio se inaugura un nuevo humanismo, una auténtica “gramática” del hombre y de la realidad.

“La verdad de Dios es su sabiduría que rige todo el orden de la creación y del gobierno del mundo. Dios, único creador del cielo y de la tierra es el único que puede dar el conocimiento verdadero de todas las cosas creadas en su relación con Él” (C.I.C. nº 216).

* Que nuestro empeño en la Evangelización ayude a devolver la centralidad del Evangelio en la vida de las personas de nuestro tiempo. Oremos para que todos puedan encontrarse con Cristo, sentido de la existencia y fundamento de la verdadera libertad. Sin Dios, el hombre se extravía.

* Muchos han dedicado su vida al Evangelio a lo largo de la historia de la Iglesia y su vida confirma la verdad de Dios. Es razonable creer. Vale la pena gastarse por Cristo. Él llena nuestros deseos de verdad y bien en esta vida y en la futura.