cdg nº 01

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as clases empezaron e chegou CALDOdeGALLINA

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Número de octubre

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Page 1: CdG nº 01

as clasesempezaron

e chegou CALDOdeGALLINA

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caldodegallina

Editadepasxuventude.org

Equipo editorialJavier GarcíaMarita González Javier PorroFernando Tomé

Equipo de redacciónJavier AguadoPablo AguadoAna María CorreaAlmudena OteroCristina OteroJavier Pérez Olalla RodríguezAndrea RollingsLidia SantiagoFernando Tomé

Director de arteFernando Tomé

ColaboradoresLuis GarcíaPablo LodeirosInma Tamayo

Corrección de estiloOlalla Rodríguez

FotografíaMiguel CastañoInma Tamayo

IlustraciónManuel MuñozAntón RequejoFernando Tomé

AgradecimientosFreddy PazGaby PazPedro Pablo PouManuel Vázquez

Depósito legalC 1059-2012

ImprimeTórculo

CaldodeGallinaAptdo. de correos 3715704 Santiago dC *Karol Józef Wojtyla

El 23,7% de los jóvenes españoles ni estudia ni trabaja

Aos mozos correspóndelles a difí-cil, pero excitante tarefa de trans-formar os “mecanismos” funda-mentais que, nas relacións entre individuos e nacións, favorecen o egoísmo e o abuso, e facer nacer estruturas novas, inspiradas na verdade, na solidaridade e na paz.*

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Ya lo sé… Ya sé que piensas que es un rollo que el verano se haya termi-nado… Y que sólo pensar en el curso que amenaza lluvia y temporales

–por no hablar de las clases aburridas-, te da un cierto “yuyu”.Pero atrévete a “otoñear”, a disfrutar de las luces de un octubre que te lanza a paseos de atardeceres dorados y despertares siempre renovados.… No seas “muermo” y enróllate con este otoño que pronto olerá a manza-nas asadas y a magostos.Otoñear rima con soñar y tú sabes que a sueños de ilusión nadie te gana. Lo tuyo, en el fondo, es tener un máster en esperanzas que no defraudan.Otoñea, sí, y cuando mires al sol que se oculta, amarilleando hojas en el parque, no olvides que hay una Luz que no se apaga. Está esperando que te enganches a su red.

¡Por Dios, que merece la pena otoñear en los paisajes de la creación!

Javier AguadoFotografía: Miguel Castaño

otoñear

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Joeri Dockx Bélgica

It was a great adventurein every way. I learneda lot about myself andmy emotionThe Tower Pierce FamilyUSA

A wonderful, verymeaningful familyadventure on theCamino!Kim DongHyeon and Kim HeeBumCorea

Tina BalantEslovenia

Encuentro la tranquilidad interior que necesito a diarioen mi vidaa

santiago voy lig

erito cam

inando

impresiones delcamino desantiago

Inma Tamayo

con

mi p

arag

üita

s po

r si l

a llu

via

me

va m

ojan

do

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The Pike Johnson FamilyAustraliaOur relationships grew stronger... More paths are yet to bediscovered by our familyAmerican BishopsUSAThe pilgrim experience has focussed our attention on the meaning,direction and purpose of life: Jesus Christ, who is the Way, the Truth and the LifeAmigos del Camino de SantiagoJapónHemos dejado atrás el terremoto y el tsunami y hemos aprendido a caminar siempre hacia adelanteJucar, Juventud carmelitaEspañaBendito el momento en el que cada uno de nosotros decidió venir a compartir una de las mejores experiencias de nuestras vidas con personasinolvidablesPaul and JacobAustriaNow we are in Santiago and we look back on great journey and we are very happy to be here

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Son ya cuatro meses desde que mis pies volvie-ron a pisar España. Cuatro meses en los que he

cambiado el amarillo del sol de Brasil por el precioso gris que sólo los santiagueses somos capaces de disfrutar.

Está claro que la situación actual en España no es todo lo esperanzadora que debería ser, y que Brasil parece presentar una salida y para muchos una esperanza. Desde fuera parece que Europa está en caída libre y que el futuro está en Brasil. Esto es así, pero también todo lo contrario.

Pensar en Brasil es pensar en playa y sol, samba y bossa, carnaval y fiesta. Pero también es pensar en favela y pobreza, inseguridad y violencia. Los preconceptos son casi siempre peligrosos.

Vivir en Brasil es, como mínimo, diferente. Sentirte en casa a 9.000 km de distancia es complicado, pero yo lo he conseguido. He tenido la suerte de poder cruzarme en mi camino con gente maravillo-sa. Personas que, en ausencia de los míos, me han hecho sentir como si fuese de los suyos y me han convencido de que la gente es buena por naturale-za, a pesar de que haya muchos que se empeñen en demostrar lo contrario.

Brasil respira bossa-nova y huele a samba. La música está presente en todos sus rincones y en cada uno de los genes de su gente. Es muy difícil describir Brasil con palabras, pero muy fácil con canciones.

Pero Brasil también tiene otra cara algo más oculta, aunque tampoco demasiado. Esa cara resignada a la pobreza. A la marginalidad y abandono de las favelas, esas favelas en donde viven auténticos héroes que se enfrentan a su vida -sobre todo los niños- con una sonrisa en la cara. Una vida que nos aterrorizaría vivir aunque sólo fuese durante un día.Es de esa marginalidad de donde saca tajada la mi-noría. La favela es un refugio idílico para delincuen-tes, un sitio perfecto donde esconderse, protegerse y abastecerse, un lugar olvidado por el Estado y donde un poco de ayuda puede significar la diferen-cia entre la vida y la muerte.

Tristemente, es de esa necesidad de donde los de-lincuentes sacan tajada. Comprando almas a base de ocuparse de las responsabilidades abandonadas por el Estado.

Pablo Lodeiros

olha que coisa mais linda

en ausencia de los míos me han hecho sentir como si fuese de los suyos

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Angola es, por definición, alegría en estado puro. Como casi todo el continente africano. Algo

mágico y, al mismo tiempo, contradictorio, teniendo en cuenta las condiciones de vida de muchas de las personas que encontré allí (con un voluntariado técnico de larga duración en la Sede Central de los Salesianos en Luanda, capital de Angola, durante 12 meses a través de la ONGD Jóvenes y Desa-rrollo), con las dificultades a las que se enfrentan a diario en un país lleno de sonrisas bipolares, de caras dulces que afrontan con ilusión el futuro y de caras amargas que viven en uno de los lugares más empobrecidos y corruptos del planeta. Angola, país rico en muchísimas cosas, no sólo en petróleo y diamantes, también en gente que desborda espe-ranza, valentía, fuerza, vitalidad, coraje y, por enci-ma de todo, mucha alegría. Tan inmensa como su superficie en km².

La cara dulce. Dicen que una sonrisa vale más que mil palabras. Aquí en Angola, no hay palabras que describan las sonrisas porque por sí mismas valen un mundo. Sobre todo las de las niñas y niños. Esas no se pagan con nada. Hay que vivirlas. Ale-gría, en ocasiones desbordante, que te hace pensar por qué aquí te da la impresión de que la gente es más feliz que en otros lugares. Ser pobre pero feliz, gran paradoja; no tener prácticamente nada y compartir lo poco que se tiene con una sonrisa. Siempre. Vayas por donde vayas, pases por donde pases, hables con quien hables, la sonrisa siempre está presente. Sonrisas contagiosas que muestran una felicidad que en otros lugares con muchas más facilidades para vivir no existe. Ese sentimiento único que se manifiesta, por ejemplo, al hacer una simple foto a cualquier niño para luego poder verse en la pantalla de la cámara y reírse de uno mismo. Y luego se repite esa sonrisa porque les gusta tanto verse retratados como que sigas haciéndoles más fotos. Y así hasta aburrirse. ¡Qué grandes! Sonrisas inmensas que se conforman con muy poco y que muestran una felicidad indescriptible. Pura esencia de instantes únicos.

La cara amarga. Sonrisas de un mundo cercano pero tan lejano, semejante pero tan diferente y lleno de contrastes que te hacen pensar que vivir mejor o peor depende en gran medida del lugar donde

hayas nacido. Un país rico, pero con tanta pobreza que ocupa el lugar 146 de un total de 169 estados en el ranking mundial de Índice de Desarrollo Huma-no de 2011. Un país con un crecimiento económico anual de más del 11% previsto para 2012, pero donde un lujo excesivo y sin escrúpulos convive con una miseria resignada e indignante en pleno siglo XXI. Un país con mucho dinero, pero mal gestiona-do por sus gobernantes, una élite política orgullosa que sólo mira su interés personal, olvidándose de los que sufren las consecuencias de la mala distri-bución de esa riqueza que se exporta al extranjero. Un país bipolar, con dos caras en una misma sonri-sa, con significados tan diferentes pero tan unidos.

Luis García

dos caras de la misma

sonrisa

las sonrisas

por sí mismas

valen un

mundo

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06 continuará...

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“Llegará un día ...” -me contaba un día un amigo- “... en que, cuando lleguemos al Cielo, nos encontraremos en la puerta a alguien disfrazado de san Pedro, pero que no se parecerá a san Pedro; y, cuando le preguntemos si podemos pasar, nos dirá que su tiempo es oro y nos preguntará qué le ofrecemos para pasar.Entonces, como es normal, le diremos que muchas buenas acciones; porque ¿qué otra cosa tiene más valor que eso en el Cielo? Y… ¿sabes? Ese falso san Pedro se reirá de tal ofrecimiento, dicién-donos que eso ya no tiene ningún valor en el Cielo; que los tiempos cambian y, con ellos, las priorida-des de los valores. Como consuelo, nos sugerirá que con eso se puede entrar en el Infierno.Entonces, según los nuevos tiempos y los nuevos valores, echaremos mano de nuestra cartera, y po-bre de aquel que no la tenga bien provista porque, como no tenga ni buenas acciones, ni al Infierno podrá ir. ¡Que te lo digo yo! Si no, tiempo al tiempo...”

Escuchando su pequeña e imaginativa reflexión sobre los tiempos actuales, sólo pude llegar a una conclusión: que, con los tiempos que nos está tocando vivir, muy desencaminado no iba, no.

Texto e ilustración: Manuel Muñoz

Una reflexion sobre los tiempos actuales caldodegallina

Nos hemos enterado de que te gusta el comic y de que tienes una cámara profesional porque eres un apasiona-do de la fotografía y también sabemos que tienes vocación de periodista, y de escritor, y de poeta, y de... Pues quiero decirte que estás de en-horabuena ya que en esta revista tus trabajos e ideas pueden tener cabida.

atrévete a salir del huevo!Si quieres participar esporádicamente o más habitualmente escríbenos, te acogeremos con las alas abiertas:

[email protected]

También puedes ver más CdG en nuestro blog:

caldodegallina-santiago.blogspot.com

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la alegria del didierdrogba

os pedimosde rodillasque os perdonéislos unos a los otros

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La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?

El mundo del deporte profesional es muchas veces absurdo y lejano a las personas que

practican deporte de forma cotidiana, por diver-sión y por pasión. Y el absurdo está en que mu-chas de las prácticas de futbolistas, baloncestis-tas, jugadores de béisbol, de carreras… terminan siendo “antideportivas” y no estamos hablando de realidades que ocurran en sus actuaciones depor-tivas.

A comienzos del mes de septiembre, Cristiano Ronaldo -jugador del Real Madrid- indicó que estaba triste, y que por ello no celebraba los goles contra el Granada, y que no haría declaraciones a la prensa. Es solamente la punta de un iceberg que muestra que muchos deportistas no ven su condición de privilegiados. Nadie les quitará el derecho a estar tristes, a sufrir, como todo ser humano. Pero son, ante todo, un ejemplo y una imagen para la sociedad entera. Las palabras, los gestos y los hechos que digan se ven magnifica-dos y analizados al detalle y, por ello, han de ser especialmente cuidadosos.

La tristeza de verdad está en otros lugares, en otros acontecimientos. Y muchas veces, el depor-tista, cegado por su posición y por el mundo que le rodea, no ve lo que él significa de verdad y lo que él puede llegar a hacer por el mundo desde su posición privilegiada. Y hay muchos que no sólo no están tristes, sino que callada y desintere-sadamente eliminan la tristeza del mundo. Ponga-mos un ejemplo de un futbolista de primer nivel, mediático y exitoso: Didier Drogba, estrella y mejor jugador de la final de la Champions League que ganó para su equipo, el Chelsea FC. Alto sueldo, posición cómoda, exitosa… mientras que, callada-mente oculta tras sus goles, está su labor humani-taria, de muchos años, de toda una vida. Porque se sabe privilegiado, se sabe agraciado por Dios y sabe que esos talentos tiene que usarlos, que puede cambiar muchas cosas desde su posición.

Drogba es “Embajador de Buena Voluntad” de las Naciones Unidas -la ONU- en su programa para el desarrollo. Pero además, dirige una fundación destinada a cuidar, en hospitales y escuelas, la sa-lud y la educación de los niños en particular y de la gente de su país natal, Costa de Marfil, azotado en este siglo XXI por una guerra civil. Mucho de su dinero particular, y mucho de lo que gana por la publicidad que realiza como estrella de fútbol o por los partidos amistosos que organiza, lo cede a esta Fundación, o bien a emergencias humanita-rias en África. Pero callada, ocultamente. Su ami-go John Terry, capitán del Chelsea, a quien Drog-ba implicó en estas acciones, lo definía así: “Didier está haciendo un trabajo magnífico. Le han tocado el corazón los niños enfermos, no se puede decir cuánto se preocupa y cuánto quiere ayudar. Ama a su país, y su país le ama a él.”

Aunque -sin duda- lo más grande de Drogba, el hecho que puede marcar a un país, a toda una nación, ocurrió un 8 de octubre de 2005. Ese día Costa de Marfil se clasificó por vez primera para un Mundial de Fútbol, aunque el día será recor-dado porque, en medio de la euforia, Drogba y sus compañeros hicieron un gesto que les honra. Desde el vestuario, hicieron un llamamiento al país entero, todos arrodillados, mientras Drogba pedía la paz: “Ciudadanos de Costa de Marfil, del norte, sur, este y oeste, os pedimos de rodillas que os perdonéis los unos a los otros. Un gran país como el nuestro no puede rendirse al caos. Dejad vues-tras armas y organizad unas elecciones libres”. Y la ansiada paz del país nació de ese momento, de esa súplica de un futbolista…

Pablo AguadoIlustración: Felix+Fernando Tomé

elefante

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Si Bruce Lee,¿Por qué tú no?