celebración del padre

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Celebración del padre «El sueño del héroe, es ser grande en todas partes y pequeño al lado de su padre». Víctor Hugo

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Page 1: Celebración del padre

Celebración del padre

«El sueño del héroe, es ser grande en todas partes y pequeño al lado de su padre».

Víctor Hugo

Page 2: Celebración del padre

Franz Kafka ( 1883-1924)

«Como es natural, las cosas no pueden encajar unas con otras en la realidad como encajan las pruebas en mi carta, la vida es algo más que un rompecabezas; pero con la corrección que resulta de esa objeción, una corrección que no puedo ni quiero exponer con detalle, se ha llegado, a mi juicio, a algo tan cercano a la verdad que nos puede dar a ambos un poco de sosiego y hacernos más fáciles la vida y la muerte».

Carta al padre, 1919

Page 3: Celebración del padre

Pablo Neruda (1904 – 1973)

Padre tus ojos dulces nada pueden,como nada pudieron las estrellasque me abrasan los ojos y las sienes.

Crepusculario , 1923

Page 4: Celebración del padre

Ciro Alegría ( 1909 – 1967)

«De repente venía gente del pueblo, ya sea indios, cholos o blancos pobres. De a diez, de a veinte o también en poblada llegaban. «Don Calixto, encabécenos para hacer ese reclamo». Mi padre se llamaba Calixto. Oía de lo que se trataba, si le parecía bien aceptaba y salía a la cabeza de la gente, que daba vivas y metía harta bulla, para hacer el reclamo. Hablaba con buena palabra. A veces hacía ganar a los reclamadores y otras perdía, pero el pueblo siempre le tenía confianza. Abuso que se cometía, ahí estaba mi padre para reclamar al frente de los perjudicados. Las autoridades y los ricos del pueblo, dueños de haciendas y fundos, le tenían echado el ojo para partirlo en la primera ocasión. Consideraban altanero a mi padre, quien no los dejaba tranquilos. Él ni se daba cuenta y vivía como si nada le pudiera pasar. Había hecho un sillón grande, que ponía en el corredor. Ahí solía sentarse, por las tardes, a conversar con los amigos. «Lo que necesitamos es justicia», decía. «El día que el Perú tenga justicia, será grande».

Lázaro ,1973

Page 5: Celebración del padre

Mario Benedetti (1920-2009)

(…) Por eso es que no puedo despeinarte el joponi ayudarte con la tabla del nueveni acribillarte a pelotazos.

Vos ya sabés que tuve que elegir otros juegosy que los jugué en serio.

Y jugué por ejemplo a los ladronesy los ladrones eran policías.

Y jugué por ejemplo a la escondiday si te descubrían te matabany jugué a la manchay era de sangre.

Botija aunque tengas pocos añoscreo que hay que decirte la verdadpara que no la olvides.

Por eso no te oculto que me dieron picanaque casi me revientan los riñonestodas estas llagas, hinchazones y heridasque tus ojos redondosmiran hipnotizadosson durísimos golpesson botas en la carademasiado dolor para que te lo oculte

demasiado suplicio para que se me borre.

Pero también es bueno que conozcasque tu viejo callóo puteó como un locoque es una linda forma de callar.

Que tu viejo olvidó todos los números(por eso no podría ayudarte en las tablas)y por lo tanto todos los teléfonos.

Y las calles y el color de los ojosy los cabellos y las cicatricesy en qué esquinaen qué barqué paradaqué casa.

Y acordarse de vosde tu caritalo ayudaba a callar.

Una cosa es morirse de dolory otra cosa es morirse de vergüenza.

Poemas de otros (1974)

Hombre preso que mira a su hijo

Page 6: Celebración del padre

Mi padre

(…) La tropa se levantó rápida como un resorte. Y la sala se llenó con ruido de sables, movimientos de pies y golpes de taco.El viejecito, deslumbrado con los honores que le hacían a su hijo, sin acordarse del canasto y de la gallina, con los brazos extendidos, salió a su encuentro. Sonreía con su cara de piel quebrada como corteza de árbol viejo. Temblando de placer, gritó:—¡Mañungo!, ¡Mañunguito…!El oficial lo saludó fríamente.Al campesino se le cayeron los brazos. Le palpitaban los músculos de la cara.El teniente lo sacó con disimulo del cuartel. En la calle le sopló al oído:

— ¡Qué ocurrencia la suya…! ¡Venir a verme…! Tengo servicio… No puedo salir.Y se entró bruscamente.Yl campesino volvió a la guardia, desconcertado, tembloroso.Hizo un esfuerzo, sacó la gallina del canasto y se la dio al sargento.

— Tome: para ustedes, para ustedes solos.Dijo adiós y se fue arrastrando los pies, pesados por el desengaño. Pero desde la puerta se volvió para agregar, con lágrimas en los ojos:

— Al niño le gusta mucho la pechuga. ¡Denle un pedacito…!

Nuevos cuentos militares , 1924

Olegario Lazo ( 1878 -1964 )

Page 7: Celebración del padre

Mi padre, un zapatero

Tenía un gran taller. Era parte del orbe. Entre cueros y sueños y gritos y zarpazos,

él cantaba y cantaba o se ahogaba en la vida.

(…) Fue bueno, y yo lo supe a pesar de las ruinas que alcancé a acariciar. Fue pobre como muchos,

luego creció y creció rodeado de zapatos que luego fueron botas. Gran monarca su oficio, todo creció con él. La casa y mi alcancía y esta humanidad.

Pero algo fue muriendo, lentamente al principio; su fe o su valor, los frágiles trofeos, acaso su pasión,

algo se fue muriendo con esa gran constancia del que mucho ha deseado.

Y se quedó un día, retorcido en mis brazos, como una cosa usada, un zapato o un traje,

raíz inolvidable quedó solo y conmigo.

Nadie estaba a su lado. Nadie. Más allá de la alcoba, amigos y familia,

qué sé yo, lo estrujaban.

Murió solo y conmigo. Nadie se acuerda de él. "

Retorno a la creatura ,1957

PABLO GUEVARA MIRAVAL (1930 – 2006)

Page 8: Celebración del padre

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Elaborado por Gloria Pachas https:/www.facebook.com/editorial.imago