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“CENTRO DE ESTUDIOS COGNITIVOS ”
UEP N° 166 “ INSTITUTO SUPERIOR DE NEUROPSICOLOGÍA”
2013-2014
Muchiut, Álvaro; Vaccaro, Paola; Pietto, Marcos.
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 2
“EFECTOS DE LA EXPOSICIÓN DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN
NIÑOS DE PREESCOLAR”
Resumen:
Con la creciente exposición a la televisión en la población infantil menor de 6 años, han surgido
preguntas sobre los posibles efectos positivos y negativos. El presente trabajo realiza una
revisión de la evidencia actual con el objetivo de contribuir a determinar las implicancias de los
medios de comunicación en el desarrollo de la edad preescolar. La muestra contó con 17
jardines de Resistencia, Chaco, públicos y privados con niños entre 4 y 6 años de edad,
conformando una muestra total de 464 niños. El instrumento utilizado ha sido un cuestionario
elaborado al efecto de indagar hábitos de exposición. Se pudo visualizar que el 51% miran en
promedio entre 2 y 4 horas, seguido de un 29% que miran entre 4 y 6 horas; no hallándose
diferencias significativas entre varones y mujeres; a su vez al contrastar las salas se aprecia un
mayor consumo en los niños más pequeños. Asimismo según las actividades laborales de los
padres, se han encontrado diferencias en relación al tipo de trabajo que desempeñan y el
tiempo de exposición del menor a la TV. Los efectos posibles en preescolares son tema de
discusión en varias investigaciones que evidencian implicancias negativas y también positivas.
Palabras claves: Medios de comunicación. Televisión. Preescolar.
Abstract:
With increased exposure to television in the child population under 6 years, questions have
arisen about the possible positive and negative effects. This paper makes a review of current
evidence in order to help determine the implications of the media in the development of
preschool age. The show featured 17 gardens of Resistencia, Chaco, public and private with
children between 4 and 6 years old, making up a total sample of 464 children. The instrument
used was a questionnaire developed to investigate the effect of exposure habits. It was
visualized watch 51% on average between 2 and 4 hours, followed by 29% looking between 4
and 6 hours; finding no significant differences between men and women; turn to contrast the
rooms increased consumption seen in younger children. Also according to the work activities of
the parents, we found differences in the type of work performed and the exposure time of less
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 3
than TV. The possible effects on preschoolers are topic of discussion in several studies that
show negative and positive implications.
Keywords: Media. Television. Preschool.
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Tema:
“EFECTOS DE LA EXPOSICIÓN DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN
NIÑOS DE PREESCOLAR”
Problema:
¿Cuáles son los posibles efectos de la exposición de los medios de comunicación en
niños de preescolar de la educación formal?
Objetivo General:
Determinar los efectos potenciales de la exposición de los medios de comunicación en
niños de preescolar.
Objetivos específicos:
Indagar hábitos de exposición a la televisión mediante la confección y administración de
una encuesta dirigida a padres de niños de preescolar.
Describir y analizar los hábitos de exposición a la televisión en la muestra considerada
discriminados por sexo y sala a la que asisten.
Describir y relacionar los datos obtenidos con investigaciones que abordan los efectos
de la exposición a la televisión en preescolares, así como su vínculo con “cerebro social”
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JUSTIFICACIÓN
La televisión es actualmente un factor al cual la sociedad le atribuye un gran valor, tanto así
que puede considerarse un agente socializador. Muchos artículos periodísticos consideran que
influye en el comportamiento, el pensamiento, la cultura, los valores, y la formación personal
de cada individuo. Tiene en sí, diversas funciones, como el entretenimiento, la promoción de
productos, el aprendizaje, y la información.
Entonces, si pensamos en este medio de comunicación como agente de socialización es
necesario pensar también los posibles efectos (positivos y negativos) de la creciente exposición
a la televisión en la población infantil menor de 6 años.
El presente trabajo realiza una revisión de la evidencia actual con el objetivo de contribuir a
determinar las implicancias de los medios de comunicación en el desarrollo de la edad
preescolar.
Partiendo con un sondeo estadístico en jardines de la ciudad de Resistencia – Chaco, pudiendo
abordar de este modo características particulares de nuestro contexto sociocultural; y la
relación existente entre los hábitos de exposición a la televisión y las habilidades sociales y el
cerebro social.
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MARCO TEÓRICO
Medios masivos de comunicación : la televisión
Los medios masivos de comunicación constituyen una herramienta que nos permite
mantenernos informados acerca de lo que pasa a nivel nacional o internacional. Se trata de
canales que nos entregan información, noticias e imágenes sobre cómo es el mundo en que
vivimos.
La televisión es un medio de comunicación masiva, inventado en la década de 1930 por John
Logie Baird (1888-1946), que tiene la capacidad de transmitir imágenes y sonido. Fue en la
década de 1950, cuando este aparato, llamado comúnmente TV, comenzó a hacerse popular,
esto es después de la segunda guerra mundial.
Entre los antecedentes de la televisión se destaca el disco de Nipkow (dispositivo mecánico que
permite analizar una escena de manera ordenada), creado y patentado por Paul Nipkow
(alemán), en el año 1884. Mientras que Baird se ocupó de elaborar este aparato tan utilizado
actualmente y que forma parte de la vida cotidiana, el ingeniero Guillermo González Camarena
(1917-1965), se preocupó por brindarle color, y así es que hoy en día existe la televisión a color,
patentada en 1940.
La noción de televisión surgió con la combinación del vocablo griego tele (“distancia”) y el
término latino visio (“visión”). El concepto permite referirse tanto al sistema de transmisión
como al dispositivo que permite la visualización de las imágenes (también llamado televisor), la
programación televisiva y la emisora de televisión.
Educación Inicial - Jardines de infantes
Según la Ley de Educación Nacional 26.606 art.18: “La Educación Inicial constituye una unidad
pedagógica y comprende a los/as niños/as desde los cuarenta y cinco (45) días hasta los cinco
(5) años de edad inclusive, siendo obligatorio el último año”
Es “El Estado Nacional, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la obligación
de universalizar los servicios educativos para los/as niños/as de cuatro (4) años de edad."
(Art.19)
Art. 23: “Están comprendidas (…) las instituciones que brinden Educación Inicial:
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a) De gestión estatal, pertenecientes tanto a los órganos de gobierno de la educación
como a otros organismos gubernamentales.
b) De gestión privada y/o pertenecientes a organizaciones sin fines de lucro, sociedades
civiles, gremios, sindicatos, cooperativas, organizaciones no gubernamentales,
organizaciones barriales, comunitarias y otros.”
Cerebro Social
Consideramos conveniente relacionar la información obtenida con los conocimientos
vinculados a lo que se denomina actualmente “cerebro social”; entendiendo tal denominación
como un nuevo modo de pensar el cerebro humano.
En los últimos años, la idea de que los seres humanos somos fundamentalmente sociales y que
vivimos incrustados en complejas redes sociales ha cobrado una importancia central.
Todo esto parte de la idea de que “el ser humano necesita, desde su nacimiento, de otros que
le busquen, le muestren su interés y le hagan sentirse seguro”, como indica la asociación “Social
Brain”. La noción del cerebro como un órgano social emergió durante la década de los 70. Kling
y Steaklis, en 1976, observaron que monos con determinadas lesiones cerebrales tenían
conductas socialmente inapropiadas y perdían estatus dentro del grupo. Esto no significa que
haya una sola zona dedicada a la cognición social, ya que esta es fruto de la acción combinada
de diversos sistemas sensoriales, motores, cognitivos y emocionales. (Llavina, 2013)
En este sentido, la neurociencia ha descubierto que el diseño mismo del cerebro humano lo
hace sociable e inexorablemente atraído a un íntimo enlace cerebro a cerebro cada vez que nos
relacionamos con otra persona. "Ese puente nervioso permite hacer impacto en el cerebro, y
por ende, en el cuerpo de cualquier persona con la que interactuamos, así como lo hacen esas
personas en nosotros", precisa Daniel Goleman - psicólogo estadounidense, autor del famoso
libro “Inteligencia Emocional” (1995), investigador y profesor de la Universidad de Harvard,
editor de sección Neurociencias del New York Times – en un artículo periodístico publicado en
2006.
Según Goleman “el cerebro social es la suma de los mecanismos nerviosos que instrumentan
nuestras interacciones, además de nuestros pensamientos sobre las personas y nuestras
relaciones; de modo que cada vez que nos relacionamos con otro ser humano cara a cara, o voz
a voz, o piel a piel nuestros cerebros sociales se entrelazan.” Dicho experto comenta que existe
una clase de neurona recientemente descubierta, la célula fusiforme, que actúa más
rápidamente que ninguna, guiándonos en decisiones sociales inmediatas, y su presencia ha
resultado más abundante en el cerebro humano que en otras especies.
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Este “cerebro social” es el que nos posibilita llevar una “vida social competente”, lo que
involucra “percibir de manera instantánea el estado interior de otra persona, comprender sus
sentimientos y pensamientos con empatía, sentir con los otros, leer las señales emocionales no
verbales, así como escuchar con absoluta receptividad, armonizar con una persona, comprender
los pensamientos, los sentimientos y las intenciones de nuestros semejantes"
Según Anna Lucía Campos, el cerebro social tiene dos funciones básicas: 1) aprender del
entorno y 2) controlar el comportamiento social. En este sentido, la autora se basa en el
fundamento de que el entorno va moldeando nuestro cerebro.
Posicionándonos desde estos aspectos teóricos, el lector podrá conocer en este estudio las
posibles vinculaciones entre la temática del mismo y dicho “cerebro social”.
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ESTADO DEL ARTE
Al momento de abordar un tema de investigación se hace perentorio tener presentes sus
antecedentes por lo que, seguidamente, el lector podrá acceder a las reseñas de diferentes
estudios científicos relacionados con nuestra temática de investigación:
En Cuba, Valdivia Álvarez,I., Gárate Sánchez, E., Regal Cabrera, N., Castillo Izquierdo,
G., Sáez, Z. (2014) evaluaron la exposición a la tv como un factor de riesgo en el desarrollo del
lenguaje.
En Colombia, en la ciudad de Timbio – Cauca se efectuó una investigación documental
(anónimo, 2008) con el objetivo de establecer la influencia que ejerce la televisión en la
conducta violenta del niño.
En New York, el psicólogo Jeffrey Johnson publicó en 2002 un estudio en el que
trataba de establecer una relación entre el tiempo dedicado a ver televisión y las conductas
agresivas de los individuos observados. El proyecto involucró un seguimiento de la conducta
como televidentes de las familias y la revisión de los datos de los archivos del Estado de New
York y de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que registraban las detenciones y
acusaciones de conducta criminal en los años del estudio.
En un artículo periodístico Willingham (2010) cita un estudio publicado en Pediatrics
por científicos de la Universidad de Bristol, Reino Unido; en el que observaron a mil niños de 10
a 11 años, registrando el tiempo que realizaron actividades recreacionales, incluyendo el
tiempo sedentario y el dedicado a actividades físicas.
Siguiendo la misma línea, al año siguiente, Wade cita otro estudio publicado en
Pediatrics, llevado a cabo por el Instituto de Investigación de Seattle, Washington liderado por
la dra Michelle Garrison; en el que se analizaron los hábitos de televisión y los problemas de
sueño de más de 600 niños en edad preescolar.
En un estudio longitudinal de la Universidad alemana de Würzburg, se examinaron
durante cuatro años a más de 350 niños de 4 a 8 años de edad con diversos consumos de TV
(alto: 117 minutos diarios, medio: 69 minutos diarios y bajo 35 minutos diarios), con el fin de
observar su influencia en habilidades de lectura (comprensión) y en el rendimiento académico.
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En la misma línea, profesionales de la Universidad de Columbia y el Instituto
Psiquiátrico del estado de Nueva York, en los Estados Unidos, recopilaron datos de 678 familias
al respecto de sus hábitos de exposición a la televisión.
Un estudio (Nathanson, Alade, Sharp, Rasmussen, & Christy, 2014) realizado en la
universidad de Ohio investigó la relación entre la exposición a la televisión de niños en edad
preescolar y el desarrollo de las funciones ejecutivas (FE). Padres de niños en edad preescolar
proporcionaron información sobre algunos hábitos relacionados con la exposición de sus hijos a
la televisión (cantidad de horas, exposición de fondo, exposición a determinados contenidos, y
edad a la que habían sido expuestos por primera vez a la televisión). Por otro lado fueron
evaluadas las funciones ejecutivas de los preescolares a través de entrevistas a cada uno de
ellos.
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METODOLOGÍA
Tipo de investigación
Se emprende una investigación cuantitativa, debido a que es el enfoque de investigación que
favorece la recolección de los datos fundamentada en la medición (Hernández Sampieri, R.,
Fernández Collado, C., Batista Lucio, P, 2006), posibilita cumplimentar con los objetivos
planteados en el presente proyecto. Asimismo se persigue la generalización de los resultados.
Se emprenderá un estudio transversal, ya que se recolectan los datos en un solo momento, en
un tiempo único, siendo su objeto describir variables y analizar su incidencia e interrelación
en un momento dado. (Hernández Sampieri et als, 2006)
Alcance
Se inicia como un estudio de alcance exploratorio, debido a que en la Ciudad de Resistencia no
se han realizado estudios semejantes y se cuenta con poca información de ésta índole; y con la
pretensión de concluir en una investigación descriptiva, ya que se pretende justamente
describir, analizar y relacionar la información obtenida sobre los hábitos de exposición a la
televisión de niños de preescolar con investigaciones acerca de las implicancias de dicha
exposición y su vinculación con el cerebro social. Al respecto Sampieri y als (2006) afirman que
“los estudios descriptivos buscan especificar las propiedades, las características y los perfiles de
personas, grupos, comunidades (…) miden, evalúan o recolectan datos sobre diversos
conceptos, aspectos, dimensiones o componentes del fenómeno a investigar (…) para así
describir lo que se investiga” (Sampieri y als., 2006, p.102)
Acercamiento al campo
La aproximación a los diferentes jardines se realiza a partir de la obtención de una lista del
Ministerio de Educación, en la que se cuenta con la dirección y número telefónico de los
mismos. Seguidamente se presentan notas informativas solicitando la colaboración del jardín, y
en aquellos que han decidido participar se informa a los docentes pidiéndoles colaboración
para la entrega de las encuestas a los padres de sus alumnos.
Selección de los sujetos
Se configuró una muestra probabilística, estratificada y por racimos; es decir todos los
elementos de la población tenían la misma posibilidad de ser seleccionados, se toma el estrato
niñez (4 a 6 años de edad) y los racimos se constituyeron por los jardines de infantes.
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De un total de 78 instituciones educativas de nivel inicial de la ciudad de Resistencia- Chaco se
ha seleccionado un porcentaje representativo para que constituya la muestra, representando
éste aproximadamente un 20% de la totalidad, y se contó con la participación de 17 jardines,
conformando una muestra total de 464 niños.
Herramientas de recolección de datos
Se elaboró una encuesta cerrada (Muchiut, Tentor, Vaccaro, 2013) dirigida a los padres de los
niños preescolares. Dicha encuesta titulada “Encuesta Socioambiental- Nivel Inicial” explora
diferentes aspectos; además del que aquí nos interesa que es indagado bajo la denominación
de “tiempo dedicado por el niño a la TV y computadora”, esos otros aspectos son:
conformación familiar, nivel educativo y ocupación de los padres, tipo de vivienda, recepción de
planes sociales, hábitos lectores de los adultos que habitan en el hogar, etc.
Técnicas de análisis y sistematización de datos
Los datos se procesaron con el Programa Computacional para las Ciencias Sociales SPSS y se
emplearon planillas de Excell a fin de representar los datos obtenidos a través de gráficos.
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ANÁLISIS DE RESULTADOS
Tras haber analizado los datos obtenidos a partir de la administración de la encuesta “Encuesta
Socioambiental- Nivel Inicial” (Muchiut, Tentor, Vaccaro, 2013) a 464 padres de niños de 4 a 6
años de edad de nivel inicial de la educación formal, en la ciudad de Resistencia- Chaco, se han
arribado a los resultados que se irán presentando a continuación, iniciando con la exposición de
estadísticos descriptivos, a fines prácticos de caracterización de la muestra tomada:
ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOS: Caracterización de la muestra
Los estadísticos descriptivos evidencian que del total de instituciones que conformaron la
muestra, un 62% representa a jardines de gestión pública/estatal y el restante 38% jardines de
gestión privada; tal y como podemos observar en el gráfico:
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T ip o d e g e s tió n
g e s tió n
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P ú b lic a
P r iv a d a6 2 %
3 8 %
Según las salas, el 46% corresponde a las de 4 años (213 niños) y el 56% a las de 5 años (251
niños). Su análisis se puede conocer en mayor detalle en el inciso c).
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S a la
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S a la d e 4
S a la d e 54 6 %
5 4 %
En cuanto al género es posible ver que un 55% representa a los varones (255 niños) y el 45% a
las mujeres (209 niñas). El lector apreciará el análisis en cuanto a esta variable en apartado b).
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G é n e r o
g é n e ro
%
V a ro n e s
M u je re s
5 5 %
4 5 %
Aunque no es una variable que inicialmente nos propusimos explorar, se obtuvieron resultados
interesantes respecto de la variable ocupación de los tutores de los niños en relación con la
variable que aquí nos ocupa. Por lo que presentamos al lector los estadísticos descriptivos en
dicha variable (y su posterior análisis en el apartado d).
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P ro fe s io n a l
E m p le a d o
C o m e rc ia n te
In d e p e n d ie n te
D e s o c u p a d o
1 6 %
5 9 %
1 0 % 9 %4 %
El porcentaje mayor corresponde a los padres que trabajan en calidad de empleados (59%), y
en la misma situación las madres (33%). Con una amplia diferencia con respecto a aquellas
madres que se encuentran desocupadas (35%) en contraste a los padres que se hallan en ésta
situación (4%).
Asimismo es dable apreciar que sólo un 16% de los padres ejercen su ocupación como
profesionales, en contraposición a un 25% de madres que se desempeñan como profesionales.
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O c u p a c ió n d e la s m a d re s
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E m p le a d a
C o m e rc ia n te
In d e p e n d ie n te
D e s o c u p a d a
2 5 %
3 3 %
5 %3 %
3 5 %
Por otra parte, si consideramos aquellos que se dedican al comercio, vemos que es una
actividad mayormente llevada a cabo por los padres (10%) que por las madres (5%); similar
situación se presenta al respecto de trabajos independientes (9% padres y 3% madres).
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ANÁLISIS ESTADÍSTICO Y RESULTADOS: Hábitos de Exposición de
Preescolares a la Televisión
La televisión es una ventana al mundo que les permite a los niños desarrollar una gran
sensibilidad y conocimiento, como por ejemplo por la ecología y el mundo animal; es parte
integral de nuestra sociedad, y no solamente es informativa sino que también entretenida y
permite además entregar educación ya sea directa o indirectamente en diversas aéreas
incluyendo temas de salud pública. Los videojuegos y la TV son un entretenimiento "seguro",
sin riesgo de accidente y permite a los padres realizar otras labores con tranquilidad.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el desarrollo neurológico y emocional del niño
es distinto del adulto. La maduración cerebral finaliza alrededor de los 18 a 20 años y este
proceso a nivel cortical ocurre desde aéreas posteriores hacia anterior, es decir, las áreas
prefrontales son la ultimas en madurar. La corteza prefrontal (CPF) juega un papel crucial en
funciones cerebrales superiores como la cognición, el control de la conducta, reflexión, juicio,
etc.
En niños menores de 5 años existe una marcada capacidad de fantasía y perciben las imágenes
de la TV como reales y verdaderas. A diferencia del adulto, antes de los 10 años la capacidad de
razonamiento crítico y relacional está limitado. Por lo anterior los menores de 10 años no
deberían estar expuestos a telenovelas ni noticieros de TV cuyo sensacionalismo y crudeza de
imágenes pueden provocar trastornos del sueño y miedos que alteran su diario vivir. Como
alternativa podrían acceder a noticias a través de medios escritos que tienen un impacto
emocional menor que la “pantalla”
Hacía los cuatro o los seis años, los niños pasan bastante tiempo hablando de personajes
imaginarios y, se interesan extraordinariamente por los cuentos y los personajes que aparecen
en ellos. No es raro que el niño nos pregunte todo tipo de detalles acerca de las brujas o de los
fantasmas para añadir a continuación: pero no existen.
En realidad, lo que existe y lo que no existe no aparece en los niños con caracteres tan nítidos
como aparece en los adultos. Nosotros estamos acostumbrados a diferenciar claramente, al
menos en teoría, dos ámbitos diferentes: el de la realidad objetiva, el de las cosas cuya
existencia es exterior a nosotros y, el ámbito de la fantasía o de la imaginación. Pues bien, esta
distinción entre la realidad y la fantasía, entre el mundo que existe y lo que se imagina, no
aparece tan clara en los niños, e incluso esas dos esferas de la realidad se confunde en ellos.
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 17
El niño ignora esa diferencia entre la imaginación contrastada que sería la realidad y la
imaginación no contrastada y todo presenta simultáneamente un carácter objetivo y subjetivo.
Las cosas se mezclan seriamente y se confunden.
a) PRESENCIA Y HORAS DE TV
En relación a las encuestas, en primera instancia se interrogó acerca de si las familias contaban
con al menos un televisor en el hogar, a lo que la totalidad de la muestra ha respondido
tenerlo, seguidamente se preguntó la cantidad de horas estimativas que sus niños concurrentes
al jardín de infantes lo miraban.
Como se puede apreciar en el gráfico siguiente, más de la mitad (51%) de la muestra total
miran en promedio entre 2 y 4 horas, seguido de un 29% que miran entre 4 y 6 horas.
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2 h
ora
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h o ra s d e tv
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1 2 %
5 1 %
2 9 %
8 %
Si consideramos jardines públicos por un lado y jardines privados por el otro, podemos ver que no
existen grandes diferencias en los distintos porcentajes obtenidos; ya que en ambos tipos de
instituciones la mayoría de los padres respondieron que sus hijos miran tv de 2 a 4 hs diariamente,
seguidos de niños que la observan de 4 a 6 hs y los que miran de 0 a 2 hs, siendo un porcentaje menor
el que mira la televisión por más de 6 hs.
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J a r d in e s p r iv a d o s
H o r a s d e T V
h o ra s d e tv
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1 0 %
5 2 %
2 9 %
9 %
b) HÁBITOS de EXPOSICIÓN a la TV según SEXO
Del total de la muestra - 464 sujetos preescolares- son 255 los varones y 209 las mujeres que
participaron. Representando los varones el 55% y las mujeres el 45% de la muestra.
Al analizar los resultados obtenidos en relación al tiempo de exposición a la televisión en
función del género, se pudo apreciar que tanto niños como niñas en su mayoría dedican entre
2 y 4 horas de su día a mirar televisión. Seguido por un porcentaje inferior de niños y niñas que
ven TV entre 4 y 6 horas; y aun menor el promedio que mira más de 6 horas de televisión.
Siendo el mínimo el porcentaje de preescolares que está expuesto a la televisión con un
máximo de 2 horas.
Entonces, el tiempo de exposición a la televisión no presenta variación según género de los
preescolares; por lo que no se puede afirmar –por ejemplo- que las niñas miran más TV que los
niños o inversamente. Tal y como es dable observar en las representaciones gráficas
siguientes.
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M u je r e s
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5 3 %
2 4 %
1 0 %
En relación a la variable género, encontramos un estudio llevado a cabo en Chile en el que
indagaron preferencias contenidos animados y sus autoras señalaron que:
“en el caso de los niños, sus preferencias se encuentran entre aquellos que poseen más
acción, aventura, misterio y una cuota de fantasía: así como también influye en esta
selección características como los colores más definidos y llamativos que presentan estos
dibujos, lo cual puede influir que sientan emociones y sensaciones más fuertes. En cambio
las niñas tienden a ver dibujos animados con una cuota menor de agresividad, con sonidos
y colores más suaves pero igualmente llamativos” (Domínguez Aguila, L. y Schade
Yankovic, N., 2005)
c) HÁBITOS de EXPOSICIÓN a la TV según SALA
En concordancia con nuestros objetivos, analizamos el hábito en función de la variable sala a la
que asisten los niños, teniendo en cuenta que a la sala de 4 asisten en su mayoría niños de 4
años, con algunos casos aislados (5 sujetos) de 3 años y; que en la sala de 5 años no sólo asisten
los de 5 años sino que hay también algunos niños de 6 años (13 sujetos).
Según la muestra total (464 niños), el 54 % (251 niños) se encuentra representando la sala de
5 años y el 46% restante (213 niños) a la sala de 4 años.
Al igual que en función de la variable género se observa que el mayor porcentaje de niños mira
televisión entre 2 y 4 horas, independientemente de la sala a la que asistan. Dicho de otro
modo, tanto la mayoría de los niños y niñas de la sala de 4 como los de la sala de 5 ve
televisión por un tiempo promedio de entre 2 y 4 horas por día, seguido por los que ven tv
entre 4 y 6 horas, y los que se encuentran expuestos a este medio con un máximo de 2 horas
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 20
diarias. Siendo el porcentaje inferior de niños de sala de 4 los que ven TV por encima de 6
horas y en el caso de los chicos de sala de 5 años que se exponen a la TV por este tiempo igual
que el grupo que mira TV con un máximo de 2 horas. Veamos los gráficos siguientes para una
mejor comprensión:
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s
4 <
6 h
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s
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Prestemos atención a los gráficos precedentes, es factible visualizar que – si bien los
porcentajes varían – los niños más pequeños (sala de 4) tienden a mirar TV en mayor
porcentaje de entre 2 y 4 horas igual que los niños de sala de 5; pero si nos detenemos en el
intervalo de exposición a TV entre 4 y 6 horas los niños más pequeños son los que representan
mayor promedio al contrastarlos con los más grandes. Al mismo tiempo es apreciable que
existe un mayor porcentaje de niños pequeños (3 y 4 años) que mira como máximo 2 horas de
televisión por día en comparación con los de la sala de los más grandes (5 y 6 años) que
presenta un porcentaje igual que el grupo que ve TV por más de 6 horas diarias.
En una investigación desarrollada por la dra Michelle Garrison, para indagar la relación entre
los hábitos de televisión y los problemas de sueño en niños de igual franja etárea que la que
aquí tomamos de muestra, se determinó que si los niños veían durante el día programas de tv
con contenido adecuado a su edad no presentaban problemas para dormir, a diferencia de los
que miraban contenidos violentos, presentando dificultades de conciliación del sueño también
aquellos niños que veían tv antes de acostarse. La Dra Garrison hace hincapié en que niños
pequeños de entre 3 y 5 años no se han desarrollado cognitivamente como para comprender la
diferencia entre la violencia “ficticia” y la real, así como tampoco pueden entender el humor
que pueden implicar algunos programas; a diferencia niños mayores a 7 años de edad que ya si
son suficientemente maduros y están –por lo tanto- evolutivamente “preparados” para captar
tales diferencias. (Wade, 2011)
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 21
La investigación precedente es sólo un ejemplo que nos muestra una de las posibles
afectaciones que puede involucrar la exposición a la tv de niños tan pequeños. Entonces en
relación a este estudio y a los datos obtenidos en esta investigación es posible enfatizar la
importancia de contemplar qué edad tiene el infante antes de exponerlo a la TV, en cualquier
horario (día o noche), ante cualquier contenido (violento, apropiado/inapropiado) y por una
cantidad excesiva de horas (entre 2 y 6 horas, más o menos horas).
En la misma línea que la investigación de la Dra. Garrison, hallamos otra investigación
efectuada por Souza (2011) en Chile, donde expone - al respecto de la producción de
contenidos- que los programas infantiles están clasificados dependiendo a grandes rasgos de
la etapa del desarrollo cognitivo y social de los niños, por lo que la industria televisiva distingue
3 categorías: preescolares (0 a 5 años), niños y niñas de 6 a 9 años; y niños y niñas de 10 a 12
años. Sin embargo, “en general en la mayoría de los países latinoamericanos la programación
infantil está dirigida a los grupos de 6 a 9 y 10 a 12 años” (Souza, 2011, p.4) Y a raíz de esto
podemos apreciar cómo –desde el vamos- NO existen contenidos apropiados ni pensados para
niños tan pequeños.
La misma autora (Souza, 2011) cita diferentes investigaciones que afirman que los infantes de
corta edad tienen capacidad de comprensión respecto de contenidos semánticos y que –en
efecto- el contenido es relevante. Asimismo expone que el acceso a programación inadecuada
para cada etapa del desarrollo puede provocar problemas conductuales, pudiendo los
contenidos cuando no están acordes a la edad del niño resultar perjudiciales en particular
cuando contienen violencia, erotismo o alguna temática que escapa a la comprensión y
madurez emocional del menor. Como “contrapartida” Souza (2011) afirma que “los programas
generados especialmente para preescolares mejoran el nivel sensorio perceptual y aportan un
ambiente cultural” (op.cit. p. 5)
d) HÁBITOS de EXPOSICIÓN a la TV en relación a la OCUPACIÓN de los
TUTORES
Aprovechando la riqueza de los datos obtenidos en esta muestra representativa de la ciudad de
Resistencia-Chaco, nos hemos tomado el atrevimiento de cruzar dos variables que han llamado
nuestra atención, a saber ocupación de los padres y horas que el niño pasa frente a la tv. Y
hemos encontrado diferencias significativas en la cantidad de horas que el niño pasa frente a la
televisión en base a la variable ocupación que desempeñan las madres (H = 13.42, p = .01) y los
padres (H = 9.55, p =.05); observemos los siguientes gráficos:
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 22
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En los gráficos anteriores se puede apreciar una notable similitud entre las ocupaciones de los
padres y las de las madres con respecto a las horas por día que sus niños miran televisión.
Observemos en el caso de las madres qué sucede en cuanto al tipo de actividad laboral y el
promedio de horas que el infante pasa frente al televisor.
Los niños de las madres que se desempeñan en una actividad comercial y una actividad de
relación de dependencia pasan en promedio más horas delante de la televisión con respecto a
los infantes con madres que trabajan de manera independiente (comerciante vs independiente:
U = 62.00, p = .05; empleada vs independiente: U = 387.50, p = .01). De la misma manera los
sujetos con madres en relación de dependencia miran más horas en promedio que los sujetos
con madres profesionales (empleada vs profesional: U = 6393.50, p < .01).
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 23
Observemos ahora en el caso de los padres qué sucede en cuanto al tipo de actividad laboral y
el promedio de horas que el infante pasa frente al televisor: al igual que en el caso de las
madres, los niños con padres que desarrollan actividades en relación de dependencia pasan
más horas delante de la televisión que los niños con padres profesionales (U = 7452.00, p = .01).
A su vez los infantes con padres comerciantes pasan más horas frente a la televisión que los
niños que tienen padres profesionales (U = 1103.50, p = .01).
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En los casos de las madres que desempeñan actividades de tipo comercial, profesional y las que
trabajan en relación de dependencia (empleadas) se observó que el mayor porcentaje lo
representan los sujetos que ven tv de 2 a 4 hs, seguidos de los que observan la misma de 4 a 6
hs. Aquellas madres que desarrollan actividades laborales independientes presentan un
porcentaje superior en la variable de 0 a 4 hs de sus niños frente a la televisión, siendo 0% el
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 24
promedio de niños con madres que desempeñan este tipo de actividad que observan tv por
más de 6 horas.
En todos los casos restantes, si bien los porcentajes no han sido los más elevados con respecto
de la totalidad de la muestra, han mencionado en porcentajes mínimos que sus niños miran
televisión por un promedio diario superior a 6 hs.
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Si prestamos atención al promedio de horas diarias de televisión del infante en el caso de
madres que no desarrollan actividad laboral alguna podemos apreciar que – al igual que las
madres comerciantes, empleadas y profesionales – el promedio mayor se haya representado
por niños que ven tv de entre 2 a 4 hs y de 4 a 6 hs; seguidos de los que ven hasta 2 hs de tv por
día. Situación que genera nuevas inquietudes a corroborar en investigaciones futuras, a saber
¿es determinante realmente la actividad laboral de los padres en cuanto a la cantidad de horas
que pasa el niño frente a la televisión?, ¿se relaciona la variable ocupación laboral con la
variable tipo de entretenimiento de los niños?...
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 25
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e) IMPLICANCIAS/EFECTOS de EXPOSICIÓN a la TV según
lNVESTIGACIONES
Teniendo en cuenta la cantidad de horas que la muestra tomada evidenció ver televisión se
procedió a indagar acerca de hallazgos científicos relacionados al tema con el fin de
vislumbrar los posibles efectos que puede acarrear este hábito en la primera infancia.
Hallamos diversos estudios que, si bien constituyen antecedentes de la presente
investigación, son ricos en sus aportes al momento de esta instancia de análisis, sirviéndonos
asimismo a nuestro objetivo principal. Así por ejemplo:
* En Cuba, Valdivia Álvarez, I., Gárate Sánchez, E., Regal Cabrera, N., Castillo Izquierdo, G.,
Sáez, Z. (2014) evaluaron la exposición a la tv como un factor de riesgo en el desarrollo del
lenguaje, tomando como población a niños entre 18 meses y 5 años de edad que fueron
atendidos por consultas de retardo en su lenguaje; emprendieron un estudio analítico caso-
control, considerando también un grupo de niños sanos. Como resultado arribaron a que “el
retardo primario del lenguaje es más frecuente en niños procedentes de familias de nivel universitario en más del
80 %, que presentan una exposición más prolongada y precoz a la televisión.”
Concluyeron que la exposición a la tv antes de los dos años de edad y por más de dos horas al
día se considera factores de riesgo para el retardo primario del lenguaje. (Valdivia Álvarez,I. y
cols, 2014)
* En Colombia, en la ciudad de Timbio – Cauca se efectuó una investigación documental
(anónimo, 2008) con el objetivo de establecer la influencia que ejerce la televisión en la
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 26
conducta violenta del niño, para lo cual emplearon la observación directa, encuestando a
niños y niñas de 5 y 6 años de edad con sus respectivos padres de familia.
Esta investigación demostró que el 100% de los niños ven televisión y que la mayoría de su
tiempo la pasan frente a un televisor hasta altas horas de la noche, provocándoles así
comportamientos agresivos, de igual manera adquiriendo actitudes negativos y malos hábitos
para su desarrollo; concluyendo también que los niños prefieren ver más películas con
contenido violento y dibujos animados, que programas educativos. Resultados que
representaron en los gráficos que se presentan a continuación (Anónimo, 2008):
“El 20% de los niños ven televisión entre 1 y 2 horas, que el otro 20% de los niños ven televisión entre 2 y 4 horas y
el siguiente 20% de los niños ven televisión entre 4 y 6 horas, por último el 40% de los niños ven televisión entre 6
y 8 horas, siendo, este el porcentaje mayor de un 100%”
“el 30% de los niños ven televisión en la mañana y el 70% ven televisión en la noche del 100% siendo este el
mayor porcentaje”
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 27
“el 30% de los niños ven dibujos animados, el otro 30% ven programas educativos y un 40% de los niños ven
películas del 100% siendo este el mayor porcentaje”
“el 30% de los niños no juega a imitar lo que ve en televisión y el 70% si juega a imitar lo que ve en televisión del
100%, siendo este el mayor porcentaje”
En este sentido, según la teoría Cognitiva Social de Albert Bandura el ambiente, en el proceso
de maduración cerebral, modela la conducta. El investigador demostró en numerosos estudios
experimentales que los niños que observan conductas agresivas recompensadas suelen
repetirlas posteriormente con mayor frecuencia que aquellos que observan esa misma
conducta castigada.
El psicólogo Jeffrey Johnson, del New York Psychiatric Center, publicó en Science el año 2002 un
estudio de 707 casos, analizados a lo largo de 17 años, a partir de 1975. Se trataba de
establecer una relación entre el tiempo dedicado a ver televisión y las conductas agresivas de
los individuos observados. El proyecto consideraba un seguimiento a la conducta como
televidentes de las familias y la revisión de los datos de los archivos del Estado de New York y
de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que registraban las detenciones y acusaciones de
conducta criminal en los años del estudio. El resultado de la investigación reportó una relación
significativa entre la cantidad de tiempo que se pasó viendo televisión durante la adolescencia y
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 28
el inicio de la edad adulta, y la probabilidad de actos agresivos posteriores contra terceros,
relación que se mantuvo incluso después de controladas variables como la conducta agresiva
anterior, el abandono infantil, el ingreso familiar, la violencia en el barrio la educación de los
padres y afecciones psiquiátricas.
* En un artículo periodístico Willingham (2010) cita un estudio publicado en Pediatrics por
científicos de la Universidad de Bristol, Reino Unido; en el que observaron a mil niños de 10 a
11 años, registrando el tiempo que realizaron actividades recreacionales, incluyendo el
tiempo sedentario y el dedicado a actividades físicas. Concluyeron que los niños que pasan
mucho tiempo frente a la televisión o la pantalla de la computadora presentan una tasa más
elevada de dificultades psicológicas; inclusive si son físicamente activos.
Dicha conclusión tuvo lugar a partir de que los resultados arrojaron que los niños que miraban
televisión o pantallas de computadoras por más de dos horas al día tuvieron mayores
puntajes en dificultad psicológica, sin importar cuánto tiempo hubieran participado en
actividad física. Sin embargo, los niños que pasaron más tiempo en actividades
sedentarias, como haciendo la tarea, leyendo libros, o en cualquier otra actividad
recreacional, tenían mejor puntaje psicológico en general. (Willingham, V., 2010)
* Siguiendo la misma línea, en el año 2011, Wade cita otro estudio publicado en Pediatrics,
llevado a cabo por el Instituto de Investigación de Seattle, Washington liderado por la dra
Michelle Garrison; en el que se analizaron los hábitos de televisión y los problemas de sueño
de más de 600 niños en edad preescolar en la ciudad mencionada; encontraron que cuando
los niños veían televisión apropiada para su edad en la mañana o tarde no tenían problemas
con su sueño, pero cuando los programas contenían violencia, los pequeños eran más
propensos a tener pesadillas y despertarse con sensación de cansancio. En palabras de la dra.
Garrison: “Un niño de 7 a 10 años de edad está realmente en un punto cognitivo donde
pueden captar que no es violencia real y pueden ver el humor en ello; no es alarmante para
ellos. Pero entre los 3 y 5 años de edad, no tienen ese desarrollo todavía”.
Además hallaron que ver televisión justo antes de acostarse dificultó a los niños conciliar el
sueño, lo cual significó más pesadillas y despertares durante la noche, incluso si los programas
eran educativos y dirigidos específicamente para niños pequeños. Concluyeron que lo que los
niños pequeños ven y cuándo lo ven también puede hacer una diferencia. (Wade, 2011)
*Reforzando los estudios precedentemente expuestos; Erausquin Alonso M. (2000) menciona
que “Los niños son muy sensibles a los mensajes transmitidos y aquellos que son expuestos
constantemente presentan un aumento de la violencia y la agresividad en general y un déficit
grande en horas de sueño”.
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 29
*En relación al aprendizaje, la TV, videojuegos, etc, desplazan el tiempo dedicado a lectura y
tareas escolares. Muchos estudios bien controlados han mostrado que aún 1 ó 2 horas por día
de TV no supervisada en niños escolares provoca un significativo efecto deletéreo en
rendimiento académico, especialmente en lectura. En un reciente estudio de la Universidad
alemana de Würzburg, tras examinar durante cuatro años a más de 350 niños de 4 a 8 años de
edad con diversos consumos de TV (alto: 117 minutos diarios, medio: 69 minutos diarios y bajo
35 minutos diarios), los investigadores concluyeron que el exceso de televisión entretenida
tiene una clara y negativa influencia en la capacidad de los pequeños a la hora de comprender
lo que leen y, por ende, en su rendimiento académico.
*Mirar televisión durante tres o más horas diarias repercute en la capacidad de atención de
niños y adolescentes favoreciendo el desarrollo de diversos problemas de aprendizaje. A esta
conclusión arribaron los profesionales de la Universidad de Columbia y el Instituto Psiquiátrico
del estado de Nueva York, en los Estados Unidos, luego de recopilar datos de 678 familias y
concluir que más tiempo frente a la tele implica menos para el estudio.
*Otros investigadores han encontrado que los entretenimientos electrónicos están llevando a
una perturbadora declinación en la capacidad de juegos imaginativos entre los niños. Niños que
tienen más capacidad imaginativa, desarrollan mayor destreza en su vocabulario en relación a
niños que dedican menos tiempo a juegos creativos. El desarrollar precozmente estas
destrezas, predice la habilidad para ser creativo y generar alternativas de soluciones en los
problemas de la vida diaria.
*Un estudio (Nathanson, Alade, Sharp, Rasmussen, & Christy, 2014) realizado en la universidad
de Ohio investigó la relación entre la exposición a la televisión de niños en edad preescolar y el
desarrollo de las funciones ejecutivas (FE). Los datos fueron recogidos de 107 padres de niños
en edad preescolar que proporcionaron información sobre algunos hábitos relacionados con la
exposición de sus hijos a la televisión (cantidad de horas, exposición de fondo, exposición a
determinados contenidos, y edad a la que habían sido expuestos por primera vez a la
televisión). Por otro lado fueron evaluadas las funciones ejecutivas de los preescolares a través
de entrevistas a cada uno de ellos.
Los autores observaron que varias formas de exposición eran relacionadas negativamente a las
FE. Específicamente los niños que habían tenido un mayor número de horas acumuladas viendo
la televisión tenían FE más pobres que los niños que tenían menos horas acumuladas. En
segundo lugar los niños que comenzaron a ver la televisión a edades más tempranas tenían FE
más débiles de aquellos que se convirtieron en espectadores a edades más avanzadas.
Asimismo la visión de programas con contenidos educativos se relacionó positivamente con las
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 30
funciones ejecutivas mientras que la visión de programas de entretenimiento para niños se
relacionó con un peor rendimiento en las FE. Otro hallazgo que va más allá de los objetivos del
estudio fue la relación positiva encontrada entre las horas de sueño y las FE. En fin, éste estudio
sugiere que la exposición a la televisión está relacionada con los procesos cognitivos de alto
nivel y que la exposición a este medio de comunicación durante la infancia puede ser
especialmente problemática para las funciones cognitivas y sociales en años más tarde.
*Una investigación desarrollada en Chile, (Domínguez Aguila, L. et al., 2005) concluye que si
bien es cierto que los preescolares pasan muchas horas frente a la tv, se hace evidente que el
infante no hace suyo todo lo que ve en la pantalla. Sus autoras aseguran que los programas de
tv le dan la oportunidad de explorar y conocer realidades que van más allá de las experiencias
que les brinda el medio donde se desarrollan.
Este estudio –además- se orientó a indagar el impacto de los dibujos animados en el desarrollo
cognitivo de los menores preescolares , aplicaron a tal efecto una entrevista individual
compuesta por preguntas dirigidas a sondear distintos aspectos que estarían influenciando el
proceso perceptivo que realiza el niño(a) al captar los estímulos provenientes del dibujo
animado, entre los cuales se encuentran: características propias del estímulo; atención,
memoria, esquemas cognitivos, teoría de la mente y aprendizaje social que lleva a cabo el
preescolar.
f) HÁBITOS de EXPOSICIÓN a la TV y CEREBRO SOCIAL
Considerando las conceptualizaciones entorno a lo que se conoce actualmente como “cerebro
social o inteligencia social” y el hecho de que supone una modificación a nivel biológico –
inclusive-, nos posicionamos en la hipótesis que plantea que el ambiente va moldeando
nuestro cerebro, a fin de exponer las posibles vinculaciones con la temática aquí investigada.
Hasta aquí se ha tomado conocimiento de cómo la exposición a la televisión de niños en edad
preescolar puede influir en su desarrollo, lenguaje, funcionamiento cognitivo, etc. Ahora
analicemos cómo puede influir en su cerebro social, contemplando que éste implica la
posibilidad de “conectarse” con otros de un modo asertivo y entramos así en el terreno de las
relaciones interpersonales y las habilidades sociales.
Observemos el siguiente gráfico:
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 31
Aquí es posible ver claramente cómo “se influyen” mutuamente cerebro y ambiente. Por lo que
el hábito de exposición a la televisión no puede escapar de ser pensado en función a ésta
hipótesis del cerebro social. Hipótesis que muestra tal influencia, ya que propone que “el
característico aumento (de tamaño) observado en la neocorteza cerebral humana es un
producto de incrementos en la complejidad del medioambiente social durante la historia
evolutiva de los primates” (Dunbar, 1998, citado en Montiel – Castro, A.; Martínez Contreras, J.,
2012)
Relacionado a lo que aquí consideramos, Cembranos Díaz (2003) plantea que
“El fácil acceso a la visualización de la televisión en comparación con otras actividades de
relación, la dificultad para retirar la mirada de la pantalla una vez que se posa la atención en
ella, la dificultad que el cerebro tiene para distinguir entre realidad y realidad virtual y la
incompatibilidad de ver la televisión con el desarrollo de procesos cognitivos complejos y de
comunicación, producen una retirada de las personas del territorio y de las interacciones
entre ellas, desplazando sus intereses hacia las propuestas de la pantalla … la visualización a
gran escala de la televisión desarticula relaciones interpersonales, disminuye la diversidad de
perspectivas y soluciones que los seres humanos necesitan para adaptarse …” (Cembranos
Díaz, 2003, p.21)
Entonces, si la atracción que genera la televisión es tal para una persona en edad adulta,
imaginemos para un niño de corta edad que tiene mucho aún por descubrir y muchas cosas por
las cuales sorprenderse o que le brindan entretenimiento con mayor facilidad que a un adulto;
pensemos en el ámbito de las relaciones interpersonales; la comunicación verbal inclusive. En
términos simples, el relacionarnos con los niños mientras miran la tv, o se encuentran
Aprende del
Moldea el
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 32
concentrados o “sumergidos” en su contenido, podría llegar a influir en la efectividad de la
comunicación que se establece con el otro. Se plantea la hipótesis de que si a tan corta edad
del niño el tiempo de exposición a la tv es prolongado o de muchas horas diarias pudiera
repercutir en el desarrollo de un “cerebro social competente”, es decir que pueda captar
asertivamente los intereses, deseos, sentimientos, conductas, intencionalidades de los demás
seres humanos; suponiéndose –a la vez- que esto podría repercutir (positiva o negativamente)
en un futuro próximo en la modalidad de establecimiento de relaciones interpersonales.
Planteamos aquí una hipótesis que queda a investigar en estudios futuros para ser corroborada
o refutada.
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 33
CONCLUSIONES
“Los medios de comunicación social y en especial la televisión constituyen parte importante en la
vida cotidiana de los niños. Este hecho adquiere gran relevancia si consideramos que el ser
humano nace en un entorno simbólico, en donde la televisión está presente en todo momento y a
lo largo de su desarrollo y que se ha constituido en un punto de referencia obligado en la
interacción social” (Domínguez Águila, L. et al., 2005)
Basándonos en los datos obtenidos en relación a hábitos de exposición a la televisión de
preescolares de la ciudad de Resistencia- Chaco, así como en la información e investigaciones
consultadas, pudiendo cumplimentar con los objetivos planteados inicialmente, a saber:
determinar los efectos potenciales de la exposición a dicho medio de comunicación, arribamos
a las siguientes conclusiones:
En relación a los datos obtenidos para la Ciudad de Resistencia – Chaco:
La mayoría (51%) de los niños preescolares de la ciudad de Resistencia miran
televisión en promedio entre 2 y 4 horas, seguido de un 29% que miran entre 4 y 6 horas.
El tiempo de exposición a la televisión no presenta variación según género de los
preescolares; por lo que no se puede afirmar que las niñas miran más TV que los niños o
inversamente.
El mayor porcentaje de niños mira televisión entre 2 y 4 horas, independientemente
de la sala a la que asistan. El intervalo de exposición a TV entre 4 y 6 horas, evidencia que
los niños más pequeños representan mayor promedio de exposición prolongada al
contrastarlos con los más grandes.
Se hallaron diferencias significativas en la cantidad de horas que el niño pasa frente
a la televisión en base a la variable ocupación que desempeñan las madres y los padres. La
mayor exposición del infante ante el televisor se presenta en familias con madres que se
dedican a actividades comerciales y/o alguna actividad laboral en relación de dependencia,
en comparación de los niños de madres que trabajan de manera independiente. De igual
manera ocurre al comparar niños con madres profesionales y niños con madres con
trabajos en relación de dependencia. En el cuanto a la actividad laboral paterna, al igual que
en el caso de las madres, los niños con padres que desarrollan actividades en relación de
dependencia pasan más horas delante de la televisión que los niños con padres
profesionales y, a su vez, los infantes con padres comerciantes pasan más horas frente a la
televisión que los niños que tienen padres profesionales.
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 34
Implicancias o efectos potenciales, según investigaciones consultadas:
En relación a los contenidos de televisión, el acceso a programación inadecuada para
cada etapa del desarrollo puede provocar problemas conductuales, pudiendo los contenidos
resultar perjudiciales en particular cuando contienen violencia, erotismo o alguna temática
que escapa a la comprensión y madurez emocional del menor. Como implicancia positiva se
resalta que “los programas generados especialmente para preescolares mejoran el nivel
sensorio perceptual y aportan un ambiente cultural” .
Los menores de 10 años no deberían estar expuestos a telenovelas ni noticieros de
TV cuyo sensacionalismo y crudeza de imágenes pueden provocar trastornos del sueño y
miedos que alteran su diario vivir.
La distinción entre la realidad y la fantasía, entre el mundo que existe y lo que se
imagina, no aparece tan clara en los niños, e incluso esas dos esferas de la realidad se
confunde en ellos.
La exposición a la tv de menores de 2 años de edad, durante más de dos horas diarias
se constituye como un factor de riesgo para el retardo primario del lenguaje. (Valdivia
Álvarez,I. y cols, 2014)
Comportamientos agresivos, adquisición de actitudes negativas y malos hábitos
para el desarrollo del infante pueden ser efectos de estar frente a la televisión hasta altas
horas de la noche, junto a la elección de programas con contenidos violentos. (Anónimo,
2008)
Existe relación significativa entre el tiempo de exposición a la tv - durante la
adolescencia y el inicio de la edad adulta – y la probabilidad de cometer actos agresivos
contra otras personas. (Johnson, 2002)
La tasa de dificultades psicológicas aumenta cuando los niños que pasan mucho
tiempo frente a la televisión o la pantalla de la computadora; inclusive si son físicamente
activos. (Willingham, V., 2010)
El horario, la cantidad de horas de exposición, la programación y contenidos
consumidos y la edad de la persona que mira tv son determinantes, en función de que
pueden ser causa –por ejemplo – de problemas de sueño, pesadillas y/o despertarse con
sensación de cansancio cuando los sujetos son niños en edad preescolar; quienes además
no presentan un desarrollo cognitivo “apto” para diferenciar violencia real de la ficticia.
Asimismo lo que los niños pequeños ven y cuándo lo ven también puede hacer una
diferencia. (Garrison citado en Wade, 2011)
La exposición aún 1 ó 2 horas por día de TV no supervisada en niños escolares
provoca un significativo efecto deletéreo en rendimiento académico, especialmente en
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 35
lectura. El exceso de televisión entretenida tiene una clara y negativa influencia en la
capacidad de los pequeños a la hora de comprender lo que leen y, por ende, en su
rendimiento académico.
Mirar televisión durante 3 o más horas diarias repercute en la capacidad de atención
de niños y adolescentes favoreciendo el desarrollo de diversos problemas de aprendizaje.
Varias formas de exposición están relacionadas negativamente al desarrollo de las
funciones ejecutivas. A la vez que, la visión de programas con contenidos educativos se
relaciona positivamente con las funciones ejecutivas mientras que la visión de programas de
entretenimiento para niños se relaciona con un peor rendimiento en las FE. Se sugiere que la
exposición a la televisión está relacionada con los procesos cognitivos de alto nivel y que
dicha exposición durante la infancia puede ser especialmente problemática para las
funciones cognitivas y sociales en años más tarde. (Nathanson, Alade, Sharp, Rasmussen, &
Christy, 2014)
El infante no hace suyo todo lo que ve en la pantalla, más allá del tiempo prolongado
de exposición. Los programas de television le dan la oportunidad de explorar y conocer
“realidades” que van más allá de las experiencias que les brinda el medio donde se
desarrollan. (Domínguez Águila, L. et al., 2005)
Al respecto de lo que conocemos como CEREBRO SOCIAL, arribamos a la conclusión de
que la exposición desmedida a la TV, de niños en edad preescolar, puede llegar a afectar
y/o generar dificultades en el establecimiento adecuado de relaciones interpersonales;
planteándonos la hipótesis de que dicha exposición puede repercutir en el desarrollo de un
“cerebro social competente”. Hemos considerado el hecho de que nuestro entorno moldea
nuestro cerebro, por lo que dejamos abierto un interrogante por explorar, a saber ¿qué
tanto influyen los hábitos diarios de exposición a la tv, específicamente en el cerebro social
del niño en edad preescolar? O dicho de otro modo ¿qué tanto se va moldeando el cerebro
del preescolar con este hábito?
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 36
DISCUSIÓN
“Existe acuerdo en la necesidad de limitar el tiempo de consumo y exposición de los niños a
la televisión, evitando que la pantalla televisiva se transforme en el telón de fondo y
promoviendo la selección de la programación, mediada por el entorno familiar” (Souza,
2011)
En sintonía, destacamos la importancia de realizar un adecuado control por parte de los adultos
y generar en los jardines espacios de reflexión en torno a esta problemática. Los medios de
comunicación son un fenómeno complejo en la vida de los niños, que requiere ser modulado
por los padres a fin de potenciarla como una instancia que favorezca el desarrollo y reducir los
potenciales efectos negativos.
Los profesionales de la salud mental debemos estar atentos al rol que interpretan los mismos
en nuestra población infantil, a fin de proteger y asegurar el sano desarrollo ya desde las
edades más tempranas.
Muchiut, A., Vaccaro, P. Pietto, M.– Centro de Estudios Cognitivos 37
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