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CERRO PAN DE AZÚCAR

RESUMEN EJECUTIVO

PROYECTO PLANES DE MANEJO Y GESTIÓN INTEGRAL Cerros Tutelares de Medellín

Marzo de 2006

Convenio Interadministrativo 4800000616

Corporación Académica Ambiental - Universidad de Antioquia Secretaría de Medio Ambiente de Medellín

Área Metropolitana del Valle de Aburrá

FORMULACIÓN DE LOS PLANES DE MANEJO Y GESTIÓN INTEGRAL DE LOS CERROS TUTELARES DE MEDELLÍN

Convenio Interadministrativo No. 4800000616 de 2004

SECRETARÍA DEL MEDIO AMBIENTE

PERSONAL DIRECTIVO

MARTHA RUBY FALLA GONZÁLEZ SECRETARIA DEL MEDIO AMBIENTE

ALEJANDRO GONZÁLEZ VALENCIA SUBSECRETARIO DE PLANEACIÓN AMBIENTAL

LIDA PATRICIA GIRALDO MORALES SUBSECRETARIA DE METRO RÍO

MAURICIO FACIO LINCE PRADA SUBSECRETARIO DEL SIMPAD

HERNÁN PORRAS GALLEGO SUBSECRETARIO DE CULTURA AMBIENTAL



SECRETARÍA DEL MEDIO AMBIENTE

EQUIPO DE INTERVENTORÍA

ALEJANDRO GONZÁLEZ VALENCIA INTERVENTOR

OLGA LUCIA BALBÍN MEDINA COORDINADORA DE INTERVENTORÍA

LUZ STELLA CARMONA APOYO A INTERVENTORÍA

TERESITA VÉLEZ ÁLVAREZ APOYO A INTERVENTORÍA

GABRIEL JAIME ESCUDERO MONTOYA APOYO A INTERVENTORÍA

ETHEL YULIANA TEJADA ROJAS APOYO A INTERVENTORÍA

OSCAR GABRIEL CÁRDENAS HERNÁNDEZ APOYO A INTERVENTORÍA

JUAN DAVID ALZATE TAMAYO APOYO A INTERVENTORÍA

CARLOS ARTURO BOZÓN PÉREZ APOYO A INTERVENTORÍA



EQUIPO TÉCNICO

DIRECTOR

CARLOS ALBERTO ZÁRATE YEPES DIRECTOR CORPORACIÓN ACADÉMICA AMBIENTAL

COORDINADOR GENERAL

JORGE LUIS VÁSQUEZ MUÑOZ INGENIERO FORESTAL

COORDINADORES TÉCNICOS

BIBIANA MERCEDES PATIÑO ALZATE DIMENSIÓN URBANÍSTICA

MARÍA CRISTINA PACHECO GARCÍA

DIMENSIÓN AMBIENTAL

ALBERTO HERNÁN ARCILA GAVIRIA DIMENSIÓN SOCIOCULTURAL

CARLOS ALBERTO ZÁRATE YEPES

DIMENSIÓN JURÍDICO – ADMINISTRATIVA

DIMENSIÓN SOCIOCULTURAL

JOSÉ DAVID BETANCUR PATIÑO TRABAJADOR SOCIAL

MAURICIO ALBERTO MUÑOZ ZAPATA

EDUCADOR AMBIENTAL

FREDY ALONSO VILLA VANEGAS ANTROPÓLOGO

MARCELA SÁNCHEZ ALZATE INGENIERA ADMINISTRATIVA

BYRON SIERRA FIGUEROA

ECONOMISTA



ADRIANA ZAFRA KIASUA TRABAJADORA SOCIAL

CAROLINA ZABALA GRANDA

TRABAJADORA SOCIAL

MYRIAM LUZ JARAMILLO GIRALDO HISTORIADORA

DIMENSIÓN URBANÍSTICA

CÉSAR AUGUSTO SALAZAR HERNÁNDEZ ARQUITECTO COORDINADOR TALLER

ELEAZAR GÓMEZ FERNÁNDEZ

ARQUITECTO COORDINADOR TALLER

ELKIN FERNANDO RODRÍGUEZ ARQUITECTO

CÉSAR AUGUSTO MARÍN CLAVIJO

ARQUITECTO

PAULA MÁSMELA DÍAZ ARQUITECTO

JAVIER ESTEBAN HENAO HERRERA

ARQUITECTO

ANGELA MILENA ALZATE NAVARRO ARQUITECTA

MÓNICA ELIZABETH MEJÍA ESCALANTE

ARQUITECTO DISEÑADOR

HUBERTO LEÓN ACOSTA RODÍGUEZ INGENIERO CIVIL

MIGUEL ANTONIO FRANKLIN MELÉNDEZ

INGENIERO CIVIL

DIMENSIÓN AMBIENTAL

LINA MARÍA RAMÍREZ VELÁSQUEZ INGENIERA AMBIENTAL



GUILLERMO SILVA PÉREZ TECNÓLOGO FORESTAL

ANA MARÍA MONSALVE CUARTAS

INGENIERA FORESTAL

HERNANDO LÓPEZ GONZÁLEZ INGENIERO GEÓLOGO

LUZ LILIANA PERÉZ MADRID

FITOPATÓLOGA

SISTEMA DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA

VALENTINA CASTELLANOS BERNAL INGENIERA AMBIENTAL, ESPECIALISTA EN SIG

LUZ ANDREA MONSALVE GARRO

INGENIERA AMBIENTAL, ESPECIALISTA EN SIG

DIMENSIÓN JURÍDICO – ADMINISTRATIVA

ANA YADIRA SALDARRIAGA ABOGADA

JUAN CAMILO MEJÍA WALKER

ABOGADO

SECRETARIA ADMINISTRATIVA

GLORIA PIEDAD MENESES GARCÍA TECNÓLOGA EN SISTEMAS

AUXILIARES

JUAN CARLOS MOLANO MESA AUXILIAR ING. GEOLÓGICA

ANA MARIA QUINTERO ELEJALDE

AUXILIAR ING. SANITARIA

HAMILTON BURITICÁ MANCO AUXILIAR ING. SANITARIA



LADY CRISTINA LÓPEZ BLANDÓN AUXILIAR ING. SANITARIA

JOHNNY DANN CORREA SIERRA

AUXILIAR GEODATABASE

LUIS FELIPE CASTAÑEDA GARCÍA AUXILIAR ING. SANITARIA

CONSULTORES

GABRIEL JAIME CASTAÑO VILLA ING. FORESTAL

GABRIEL JAIME COLORADO ZULUAGA

ING FORESTAL

MAURICIO ARROYAVE GIRALDO ING. FORESTAL

SILVIA NAVIA JARAMILLO

DISEÑADORA INDUSTRIAL

MARIANA QUINTERO ROBLEDO DISEÑADORA GRÁFICA

ROMÁN DARÍO DÍAZ MARTÍNEZ

DISEÑO 3D

GIOVANNY ANDRÉS HERNÁNDEZ POSADA DISEÑO 3D

ASESORES

MIGUEL ANTONIO RUIZ ARIZA COMUNICACIONES

IVÁN DARÍO PINEDA LONDOÑO FORMULACIÓN DE PROYECTOS

FELIPE MARTÍNEZ OCHOA GESTIÓN DE PROYECTOS

ANDRÉS FELIPE ESPINAL MONTOYA

HIDRÓLOGO



DIANA WIESNER CEBALLOS

ARQUITECTA PAISAJISTA

GUSTAVO WILCHES CHAUX EXPERTO EN GESTIÓN DEL RIESGO

GERMÁN CAMARGO P. DE LEÓN

ECÓLOGO URBANO

DIEGO FERNANDO FRANCO MORENO PLANIFICACIÓN TERRITORIAL



INTERVENTORÍA EXTERNA

COLOMBIA LIMPIA LIMITADA

MARÍA ALEJANDRA ECHEVERRI A. GERENTE COLNET LTDA.

ALEJANDRO GIL S.

DIRECTOR INTERVENTORÍA

JUAN CARLOS ROJAS C. COMPONENTE GEOLÓGICO

JUAN FELIPE HOYOS G.

COMPONENTE FORESTAL

DANIEL RUÍZ C. COMPONENTE HIDROCLIMATOLOGÍA

LUZ ELENA MARTÍNEZ

COMPONENTE ARQUEOLÓGICO

DIEGO A. FRANCO R. COMPONENTE SIG

JUAN DAVID CHAVARRIAGA G.

COMPONENTE JURÍDICO

RICARDO GUZMÁN L. COMPONENTE BIÓTICO

MYRIAM SUÁREZ S.

COMPONENTE SOCIO-ECONÓMICO

ANDRÉS ECHEVERRI L. COMPONENTE SIG Y AMBIENTAL



CONTENIDO

Pág.

PRESENTACIÓN 27

1 LOCALIZACIÓN 29

2 SÍNTESIS DIAGNÓSTICA 33

2.1 DIMENSIÓN SOCIOCULTURAL 33

2.1.1 Arqueología 33

2.1.1.1 Poblamiento y ocupación del valle de Aburrá 33

2.1.1.2 Investigaciones arqueológicas en los Cerros Tutelares: cerro Pan de Azúcar 35

2.1.1.3 Medidas de manejo arqueológico 36

2.1.2 Variable histórica 38

2.1.3 Estructura y Dinámica Poblacional 40

2.1.4 Aspectos económicos 43

2.1.5 Actores sociales 47

2.2 DIMENSIÓN URBANÍSTICA 48

2.3 DIMENSIÓN AMBIENTAL 53

2.3.1 Geología y geomorfología 53

2.3.2 Flora 56

2.3.3 Avifauna 58

2.3.4 Clima 59

2.3.5 Agua 60

2.3.6 Aire 63

2.3.7 Residuos Sólidos 64

2.3.8 Servicios ambientales 67

2.4 DIMENSIÓN JURÍDICA Y ADMINISTRATIVA 67

2.5 MATRIZ SÍNTESIS DEL DIAGNÓSTICO TERRITORIAL 68

3 FUNCIONES URBANAS Y OBJETIVOS DE MANEJO 73

4 PROSPECTIVA Y ZONIFICACIÓN DE MANEJO 77

4.1 CONSTRUCCIÓN DE ESCENARIOS PROSPECTIVOS 77

4.1.1 Escenario deseado por las comunidades locales 82

4.1.2 Escenario Deseado por los Actores Institucionales 84



Pág.

4.1.3 Escenario Objetivo 87

4.2 ZONIFICACIÓN 87

4.2.1 Zonas de Manejo 88

4.2.1.1 Zona de Recuperación para la Conservación 88

4.2.1.2 Zona de Recuperación Ambiental y Paisajística 89

4.2.1.3 Zona de Recuperación Ambiental y Paisajística en áreas de alto riesgo no recuperable 90

4.2.1.4 Zona de Uso intensivo 91

4.2.1.5 Zona de Consolidación de Borde 92

4.2.1.6 Zona de Consolidación de Borde en Alto Riesgo no Recuperable 93

5 ESTRATEGIAS, PROGRAMAS, Y PROYECTOS DEL PLAN DE MANEJO DEL CERRO PAN DE AZÚCAR 95

5.1 ESTRATEGIAS DE MANEJO PARA EL SISTEMA DE CERROS TUTELARES 96

5.2 DEFINICIÓN DE LOS PROGRAMAS DE MANEJO 99

5.2.1 Programa Urbanístico 99

5.2.2 Programa Ambiental 106

5.2.3 Programa Sociocultural 109

5.3 IDENTIFICACIÓN DE LOS PROYECTOS ESTRATÉGICOS 112

6 CONCLUSIONES 121



LISTA DE TABLAS

Pág.

Tabla 1. Parámetros climáticos para el cerro Pan de Azúcar. 60

Tabla 2. Ubicación del punto de análisis. 63

Tabla 3. Concentración de emisiones. 64

Tabla 4. Matriz Síntesis del Diagnóstico Territorial Integrado para el cerro Pan de Azúcar. 69

Tabla 5. Función principal y complementaria del cerro Pan de Azúcar. 74

Tabla 6. Calificación de influencia dependencia entre problemas, cerro Pan de Azúcar. 79

Tabla 7. Priorización de problemas por parte de líderes comunitarios, cerro Pan de Azúcar. 80

Tabla 8. Relación Problema – Zona de Manejo – Proyecto del Plan de Manejo. 113

Tabla 9. Proyectos del Plan de Manejo para el cerro Pan de Azúcar. 116



LISTA DE FIGURAS

Pág.

Figura 1. Localización del cerro Pan de Azúcar. 31

Figura 3. Esquema de problemas ambientales para el cerro Pan de Azúcar. 78

Figura 4 Zonificación de manejo para el cerro Pan de Azúcar. 94

Figura 5 Estructura del programa urbanístico. 101

Figura 6 Categorías de análisis en el programa ambiental para el cerro Pan de Azúcar. 108

Figura 7. Categorías de análisis, problemas estructurales y acciones estratégicas del Programa Sociocultural para el cerro Pan de Azúcar. 111

Figura 8. Proyectos del Plan de Manejo del cerro Pan de Azúcar. 119



PRESENTACIÓN

El proceso de formulación de los Planes de Manejo y Gestión Integral de los Cerros

Tutelares de Medellín ha llegado al final de su primera etapa, como quiera que al ser

asumido el Plan de Manejo y Gestión inicia el reto de su implementación.

Nos hemos ocupado intensivamente, por espacio de nueve meses, para entender cómo

se encuentran, cuáles son sus dinámicas, y cuales sus deseables desarrollos territoriales.

Nuestro deseo es que los cerros se incorporen armónica y efectivamente en la estructura

ambiental de la ciudad y en el mapa de los afectos sociales, para que el Plan de Manejo

se constituya en un instrumento útil para la administración municipal y la ciudad.

El proceso de estudio y análisis de estos sistemas ambientales, el desencadenamiento de

una estrategia de participación y el desarrollo de un ejercicio prospectivo y proyectivo, han

sido los pilares sobre los cuales se ha construido una mirada sobre estos ambientes de

tanto potencial para la ciudad.

El análisis y la prospectiva territorial para la construcción de una política ambiental

estratégica, exigieron un esfuerzo importante de síntesis diagnóstica y de puesta en

común de las múltiples miradas disciplinares del equipo de trabajo, así como de esas

aspiraciones y ambiciones de los diferentes actores sociales con interés en los sistemas

territoriales comprendidos por los Cerros Tutelares.

Generamos variados espacios de intercambio con los diferentes actores sociales, a través

de las comunidades y de sus representantes sociales, con las instituciones, técnicos y

funcionarios de la administración municipal, con agentes de procesos análogos de

planificación actualmente en curso y con algunos expertos visitantes. Esto nos permitió

incorporar nuevos datos al análisis, nuevos imaginarios y visiones que pusieron a prueba

nuestras consideraciones y juicios, derivados del estudio metódico del acervo técnico y

documental existente sobre los cerros, así como de la experiencia de indagación, estudio

e investigación en campo.


Convenio Interadministrativo No. 4800000616 de 2004 Página 28

En ese proceso hemos tratado poner en evidencia las problemáticas de mayor dinamismo

e impacto en los cerros, así como el modo en que interactúan y se relacionan. De esta

manera entendimos la lógica de operación de los conflictos y dilucidamos los modos y

estrategias proyectuales que contribuyan al desarrollo armónico del Sistema de Cerros.

Los objetivos de manejo propuestos, como orientación y énfasis de la proyectación, son la

consecuencia de sopesar y ponderar sus determinantes biofísicas, sociales y urbanas,

además de establecer esos usos y funciones recomendadas, que deberían comandar la

acción social e institucional. Esta no es una tarea sencilla en ámbitos que soportan tantos

intereses, presiones y conflictos territoriales y que están llamados a contribuir a la

solución de temas neurálgicos como el espacio público, el patrimonio ambiental, la

expansión y redensificación habitacional y las infraestructuras y equipamientos urbanos.

Lo expresado en el Plan de Manejo constituye entonces una apuesta, pues expone unos

criterios y refleja una opinión sobre aquello que consideramos importante, necesario,

deseable, y/o prioritario para el mejoramiento ambiental del cerro. El Plan lee, interpreta y

asume una postura frente a las posibilidades de mejoramiento ambiental del cerro. Pero

considera como premisa la inestabilidad de estos sistemas territoriales, ese mapa

tremendamente dinámico al que asistimos en Medellín, donde usos y discursos cambian

en el tiempo con una velocidad que hace muy complejo pensar prospectivamente y donde

es común asistir a la reevaluación de los paradigmas que edifican la construcción

simbólica de la ciudad. Sin embargo, las conductas colectivas permanecen sustantivas y

se expresan en la necesidad de espacios para el libre esparcimiento, de una vivienda

digna, de unas infraestructuras y equipamientos que den orden a un modo de

emplazamiento territorial, que den cobijo y amparo a un sistema de relaciones sociales.

Es ese el reto de cualquier proceso planificador: tratar de considerar todos los elementos

del sistema territorial en cuestión, tener la agudeza para ponderar sus niveles de

importancia, para entender sus modos relacionales y predecir e imaginar la evolución de

dichos factores, anticipándose en la medida de lo posible a las aspiraciones y demandas

futuras de la ciudad, concientes de ese afán de reinventarse que parece estimularla

continuamente. A eso es a lo que aspiramos con la Formulación del Plan de Manejo, que

sintetizamos en el presente documento.



1 LOCALIZACIÓN

La metodología desarrollada para delimitar físicamente cada uno de los Cerros Tutelares,

se llevó a cabo, haciendo uso de mediciones, análisis ambientales, urbanísticos,

administrativos y sociales, que fueron integrados y que complementaron el criterio

meramente físico y morfológico del Cerro Tutelar.

La localización del cerro Pan de Azúcar en la ciudad es la siguiente:

Zona de la ciudad: Centroriental, Comuna 8

Altura en la base: 1.698 msnm

Altura en la cima: 2.138 msnm

Extensión: 105,43 hectáreas

Entorno Territorial: Barrios Llanaditas, Villatina, Los Mangos, El Pinal, 13 de Noviembre, La Libertad, San Antonio, Las Estancias, Villa Turbay y Villa Lilliam.

Como resultado se definen para efecto de este Plan de Manejo los siguientes límites para

el cerro Pan de Azúcar:

Partiendo desde el cauce de la quebrada La Castro, a la altura de la cota 1.756 en el

punto X: 839.038,48 – Y. 1.181.964,10, siguiendo en dirección este-oeste (E-W) el

perímetro urbano hasta el punto con coordenadas planas X: 838.479,68 – Y:

1.181.885,68, descendiendo hasta el punto con coordenadas planas X: 838.444,74 – Y:

1.181.858,02 bordeando hacia el noroccidente los predios ubicados en el barrio Villatina

en la manzana 46 correspondientes a 570, 580, 590, 600, 610, y los predios ubicados en

la manzana 48 correspondientes a 150, 160, 170, 180, 190, 200, 430, hasta encontrar el

cruce de la carrera 16 con la calle 56D (X: 838.296,25 – Y: 1.182.085,46), por ésta hasta

el cruce con la carrera 17, ascendiendo por esta hasta la calle 56EE (X: 838.270,80 – Y:

1.18.2230,95), por ésta, hasta el cruce con la Carrera 17B (X: 838.140,78 – Y:

1.182.306,28), por ésta desciende bordeando todo el predio donde se encuentra el tanque

de agua Santa Helena y siguiendo por el borde del predio 002 en la manzana 41 del

barrio La Libertad hasta el cruce de la carrera 23 con la carrera 24AA (X: 837.962,95 – Y:



1.182.585,79), aguas arriba de la quebrada la Arenera hasta encontrar la carrera 17A (X:

838.264,97 – Y: 1.182.881,66), por ésta hasta el cruce con la calle 56H, por ésta

ascendiendo hasta el punto X: 838.303,72 – Y: 1.182.937,24, bordeando en dirección

norte el predio de CORVIDE hasta encontrar la quebrada Chorro Hondo (X: 838.357,26 –

Y: 1.183.036,20), por ésta aguas arriba hasta la cota 2.086 (X: 838.810,45 – Y:

1.183.093,79), ascendiendo por el camino en dirección oriente hasta la cota 2.128 (X:

838.947,40 – Y: 1.183.060,45), siguiendo por el camino de la cima en dirección sur hasta

la cota 2.122 (X: 838.909,61 – Y: 1.182.979,68), desde este punto el límite es paralelo a

7,5 m de distancia del camino que desciende hasta la cota 2.080 en el cauce de un

afluente de la quebrada La Castro (X: 838.902,10 – Y: 1.182.826,83), por éste aguas

abajo hasta encontrar la quebrada La Castro, por ésta aguas abajo hasta la cota 1.756

punto de partida (Figura 1 y/o Atlas adjunto).



Figura 1. Localización del cerro Pan de Azúcar.



2 SÍNTESIS DIAGNÓSTICA

2.1 DIMENSIÓN SOCIOCULTURAL

2.1.1 Arqueología

El ordenamiento presente del territorio también debe considerar la forma como nuestros

antepasados poseían y se apropiaban del territorio. La consideración de la variable

arqueológica tiene sentido en tanto recupera y trae al presente el conocimiento de las

formas y procedimientos de uso y manejo de los recursos ambientales por parte de

nuestros primeros habitantes.

Partimos del hecho histórico y territorial que los cerros no son unidades independientes o

aisladas de las dinámicas del valle de Aburrá y de los altiplanos, sino que se configuran

como parte de una relación sistémica, desde lo biofísico, lo sociocultural e histórico, por lo

tanto, referirnos a ellos significa configurar contextos históricos asociativos de usos,

ocupación y valoración socio ambiental.

Para el Valle de Aburrá y en particular para el municipio de Medellín, las investigaciones

arqueológicas dan cuenta de un proceso de ocupación prehispánica que se remonta

hacia los 6.000 años antes de Cristo. Los Cerros Tutelares El Volador y Pan de Azúcar

cuentan con investigaciones arqueológicas detalladas, para los demás cerros se conoce

del reporte de hallazgos arqueológicos durante el proceso de urbanización de la ciudad.

2.1.1.1 Poblamiento y ocupación del valle de Aburrá

Retomando el informe Técnico de Soporte para la adopción del Plan Especial de

Protección del Patrimonial Arqueológico del Municipio de Medellín, realizado por la

Universidad de Antioquia (2003) para la Secretaría de Planeación Municipal, se presenta

una síntesis de la información allí consignada, para dar cuenta del proceso de

poblamiento de la ciudad y de la región, en la que los cerros, como elementos destacados

del sistema orográfico de la ciudad, jugaron un papel importante.



Los estudios arqueológicos y la revisión de fuentes documentales, muestran que Medellín

y el Valle de Aburrá fueron áreas importantes para distintos grupos humanos que

ocuparon esta región desde tiempos prehispánicos hasta el presente, involucrando en su

desarrollo regiones distantes, como la cuenca del Cauca y el valle Medio del Magdalena.

Los estudios arqueológicos realizados en el Valle de Aburrá han permitido la definición y

datación de estilos cerámicos, la identificación de patrones de asentamiento y

enterramiento, el ordenamiento cronológico y espacial de los registros arqueológicos.

Para el área del municipio de Medellín pueden diferenciarse, desde la arqueología, dos

grandes períodos históricos en la época prehispánica, diferenciables por sus formas de

producción y de organización sociopolítica: periodo precerámico y agroalfarero.

Las evidencias sobre ocupaciones tempranas en el periodo precerámico, (grupos

productores de alimentos, cazadores y recolectores), en Medellín y el valle de Aburrá

(como en la Blanquita al suroccidente de la ciudad), permiten identificar la utilización de

una tecnología lítica para el aprovechamiento generalizado de los recursos.

Las ocupaciones de las sociedades agroalfareras, han sido definidas con base en sus

estilos cerámicos (formas y decoraciones): Ferrería, Marrón Inciso y Tardío.

Estos grupos se ubicaban en planos naturales sobre cimas de colinas y filos, y sobre

laderas que en algunos casos requirieron de la construcción de banqueos o

aterrazamientos. Las variaciones en la extensión de los sitios y la distribución espacial de

los vestigios, sugieren asentamientos nucleados y dispersos. Los sitios más extensos se

han encontrado en las partes bajas del valle, mientras que los asentamientos dispersos

debieron estar relacionados con unidades familiares pequeñas que ocuparon las laderas y

las vertientes altas del valle.

Al comparar las cronologías de los estilos Ferrería y Marrón Inciso se observa que ambas

coexistieron durante varios siglos, pero los datos registrados en los estudios realizados

hasta el momento, no han permitido aclarar las relaciones entre estas dos ocupaciones.



Estos grupos antecedieron la época de la conquista y ocupación española en el valle de

Aburrá, produciendo cambios sociales en las relaciones entre las comunidades ubicadas

en las regiones comprendidas por el cañón del río Cauca y el Valle de Aburrá, generados

por los cambios de la dinámica económica regional, los movimientos de población y las

nuevas políticas administrativas desde la ciudad de Antioquia y la dinámica de

poblamiento estuvo relacionada con la economía de la región del río Cauca.

2.1.1.2 Investigaciones arqueológicas en los Cerros Tutelares: cerro Pan de Azúcar

Las evidencias arqueológicas del cerro Pan de Azúcar son un aporte valioso para la

comprensión de la dinámica socio–cultural del valle y de las relaciones con áreas vecinas,

como el altiplano de Santa Elena, o distantes, como el Nare y el Río Magdalena, hasta

donde llegaban los antiguos pobladores de estas tierras.

Estas evidencias se recopilaron en el estudio denominado “Prospección Arqueológica

Cerro Pan de Azúcar”, llevado a cabo por la Universidad de Antioquia y Corvide; éste, se

incluye dentro del programa de recuperación del patrimonio histórico y cultural, del parque

ecológico cerro Pan de Azúcar, como una primera fase en el diseño de dicho parque.

A partir del estudio se reportan 32 estructuras en piedra, tales como muros, caminos y

drenajes, de los cuales, los caminos pueden tener uso y trazados prehispánicos con

muros de contención adyacentes y canales de conducción de agua.

Las estructuras en piedra consisten en dos caminos: uno discurre por el sector norte en

dirección Oeste – Este, denominado el “Camino antiguo muy Grande” “de Cieza de León”;

el otro camino denominado como “Camino del Cerro Pan de Azúcar”, asciende por la

ladera suroeste del cerro, con orientación aproximada suroeste – noreste, hasta llegar a la

cuchilla principal.

Los fragmentos de utensilios cerámicos recuperados se encuentran inmersos en una

matriz de suelo, con carbón asociado, por lo que se puede proponer una ocupación

humana entre el siglo II a.C. y el IV d.C.



Se localizó un depósito en una ladera de pendiente media, relativamente extensa, sobre

la margen norte de la quebrada La Castro. Además, se recuperaron evidencias

cerámicas en una estructura vertical ubicada en la cuchilla superior, en su parte plana,

dentro de la banca del camino que comunica la cima principal con el llamado “Camino de

Cieza”, y en recolecciones superficiales en diversas unidades de prospección. Los

anteriores datos, permiten plantear, de manera provisional, que los depósitos en los que

se halla la cerámica en el cerro Pan de Azúcar pudieron haberse formado dentro de

contextos ambientales y culturales similares a los depósitos reportados para la cerámica

del estilo Ferrería, en la ladera opuesta del valle. Esto estaría indicando que el cerro Pan

de Azúcar hizo parte de la misma dinámica de ocupación de los “grupos agroalfareros

Tempranos” asociada a este estilo cerámico (Ferrería), dentro del valle de Aburrá y las

laderas que lo enmarcan en sus sectores centro y suroccidental.

A este hecho se suman las cronologías obtenidas, las cuales son asumidas como de la

formación antrópica del suelo. Las cronologías de tales eventos datan de 2080 40 años

BP y de 1540 40 años antes del presente; permitiendo plantear de manera provisional,

que los depósitos en los que se halla la cerámica en el cerro Pan de Azúcar pudieron

haberse formado dentro de contextos ambientales y culturales similares a los depósitos

reportados para la cerámica del estilo Ferrería, en la ladera opuesta del valle. Esto

estaría indicando que el cerro Pan de Azúcar hizo parte de la misma dinámica de

ocupación de los “grupos agroalfareros Tempranos” asociada a este estilo cerámico

(Ferrería), dentro del Valle de Aburrá y las laderas que lo enmarcan en sus sectores

centro y suroccidental.

2.1.1.3 Medidas de manejo arqueológico

Como principio cautelar, antes de cualquier tipo de intervención de tipo civil en zonas o

sitios de interés arqueológico se debe tener la autorización del Instituto Colombiano de

Antropología e Historia. En el primer caso a través de obras de adecuación para uso

agrícola y eventos deportivos de alto impacto como carreras de motociclismo, y en el

segundo caso a través de obras de adecuación de espacios recreativos en inmediaciones

del Centro de Emergencia localizado en el flanco suroriental del Cerro El Volador.



Como recomendación general, toda obra de infraestructura, de espacio público y vivienda

a desarrollarse en zona de influencia arqueológica (para nuestro caso la zona 2A

correspondiente al cerro Pan de Azúcar) se ajustará a la normatividad consagrada en el

POT, los usos del suelo reglamentados, y el Plan Especial de Protección o Plan de

Manejo Arqueológico, de conformidad con lo dispuesto en la Ley 397 de 1997 y el Decreto

833 de 2002. Deberá así mismo ser consecuente con lo propuesto en este Plan de

Manejo, en cuanto a la Funcionalidad Urbana del Cerro, a sus Objetivos de Manejo, y a la

Zonificación de Manejo propuesta.

De conformidad con el decreto 833 de 2002, se debe ejecutar un Plan de Manejo

Arqueológico, que debe ser realizado previamente a la ejecución de las obras civiles,

conteniendo el conjunto de medidas que permitan compensar o mitigar los impactos

generados por obras de infraestructura al patrimonio arqueológico. Este Plan de Manejo

Arqueológico debe diseñarse a partir de los resultados obtenidos en un reconocimiento o

prospección arqueológica, y de la evaluación de la afectación que pueda producir la obra

sobre los contextos y los vestigios arqueológicos identificados.

Como un aporte en este sentido, el proceso de Formulación de los Planes de Manejo y

Gestión Integral de los Cerros Tutelares ha elaborado dos proyectos que adoptan y

fomentan la difusión responsable de los valores culturales asociados al patrimonio

arqueológico de los cerros tutelares. Son estos los proyectos “Estrategia de Educación

Ambiental para generar conciencia hacia los Cerros Tutelares de Medellín” y

“Fortalecimiento de la identidad y promoción de los cerros tutelares para su

reconocimiento y disfrute”. En las diferentes actividades planteadas, son explícitos los

contenidos asociados al valor cultural en sentido amplio, y a la condición patrimonial de

las evidencias arqueológicas existentes en el Valle de Aburrá y en los cerros tutelares en

cuestión.

Adicionalmente, en la serie de cartillas pedagógicas de los Cerros Tutelares, realizadas

en el marco de este proyecto, la mención y descripción de los valores ambientales y

culturales de los cerros es tratada de modo claro y sencillo, con la aspiración de que los

elementos del patrimonio ambiental y cultural de la ciudad y de la región, comiencen a



hacer parte consistente del discurso ambiental de la educación formal y no formal, así

como de los imaginarios colectivos de la ciudadanía.

Consideramos necesario aumentar el nivel de conocimiento sobre la posibilidad de hallar

vestigios arqueológicos, especialmente en las áreas que aún no han sido ocupadas por

los desarrollos urbanísticos. Es importante igualmente legislar cuanto antes, normas y

restricciones de carácter regional para la protección y preservación de nuestro patrimonio

cultural, en consideración a su gran valor histórico.

El Cerro Pan de Azúcar sólo cuenta hasta el presente con un estudio de reconocimientos

y valoración de su potencialidad arqueológica. El área de esta zona, por su cercanía al

centro de Medellín, soporta una gran presión por parte de invasores que construyen

viviendas en sus laderas y talan el bosque para emplear la madera en la construcción y

como combustible. Este proceso de invasión y utilización del cerro Pan de Azúcar ha

generado procesos erosivos severos que contribuyen a que buena parte del área sea

considerada hoy como de alto riesgo.

De los sitios arqueológicos identificados en el único estudio de prospección arqueológica

del Cerro Pan de Azúcar, se presenta que para la delimitación del área en el presente

estudio algunos de los sitios están por fuera de su jurisdicción, pero localizándose en su

área de influencia inmediata. El cerro Pan de Azúcar ha sido sectorizado en siete zonas

de manejo, de las cuales solo tres registran sitios arqueológicos.

2.1.2 Variable histórica

El paisaje de Medellín en el siglo XIX, es el resultado de las modificaciones impuestas por

los españoles durante la conquista y la colonia, por los cambios de uso y las modalidades

de tenencia de la tierra, resultado a su vez de la adjudicación de tierras a los primeros

españoles asentados en estos territorios. El sistema de adjudicación o encomienda

incluía a los indígenas como mano de obra, cultivos y herramientas, para empezar a

cambiar el paisaje con el establecimiento de cultivos, y convertir estas áreas en pastizales

o para abandonarlos a fin de iniciar la sucesión secundaria.



Para la segunda década del siglo XX, los suelos presentaban una vocación “natural” para

acoger el hecho urbano, debido a que existían suelos aptos para abastecer la región de

víveres incluyendo carnes, el clima medio tenía una vocación agrícola y existía una red de

caminos y cruces importante.

Estas características ayudaron a crear una estructura dada por el río, donde el casco

urbano se situaba alrededor de la plaza de Berrío y se extendía hacia el oriente, evitando

poblar lugares muy altos y bajos. De esta manera, a finales del siglo XX, la ciudad

constaba de 114 manzanas, 7 plazas (5 de ella de la Colonia), y 4 plazuelas (dos de ellas

de la Colonia). En ella, se levantaban diversas instituciones educativas, religiosas y

culturales, de gran importancia para la ciudad, con vías amplias y rectas, manzanas

cuadradas.

Entre 1939 y 1951, el número de habitantes de Medellín se había incrementado

notablemente. La escasez de vivienda para la población originó la ocupación de laderas

sobre zonas de alto riesgo. Un cinturón de miseria de los expulsados del campo se

consolida en esas tierras altas, pues es por esta época que surgen el mayor número de

asentamientos no regularizados en Medellín, ubicados en áreas periféricas, en algunos

casos rurales, visibilizando con ello lugares que antes no existían para la ciudad, o

cambiando su uso, como el “viejo camino a Guarne”, el morro del Picacho, y el cerro Pan

de Azúcar.

Puede decirse que, en cierta forma el cerro Pan de Azúcar sigue la misma tipología de

Santo Domingo, en tanto se hace visible por efectos de un desastre. Aunque,

supuestamente es uno de los cerros con mayor tradición por ser un presunto volcán, las

fuentes secundarias, incluso las crónicas sobre Medellín en el siglo XIX y primera mitad

del XX, apenas si lo mencionan.

Para comienzos del siglo XX, Tomás Márquez, en una descripción del Valle de Medellín,

dice que “está cercado por dos ramales de la cordillera occidental y coronado por los

cerros Pan de Azúcar y Santa Elena. El Pan de Azúcar es un referente físico para unos

cuantos, que el aviso de Coltejer permitió identificar por muchos años, y que el derrumbe

de Villatina visibilizó en 1987, y a raíz del cual la ciudad, la Institución, puso sus ojos en él,



por haber pasado de cerro, de mirador a “zona de alto riesgo”, efecto de los procesos de

invasión de las laderas de Medellín.

“El cerro Pan de Azúcar, cuyas pendientes y debilidad del suelo, incrementadas por la

inadecuada conducción de agua para el consumo humano a través de la construcción de

acequias sin revestimiento y con exceso de caudal, hacen vulnerable a situaciones de

deslizamientos, procesos erosivos, desprendimiento de rocas, empozamiento,

acumulación de coluvios, entre otros, que en sinergia con una cada vez mayor densidad

de población, convierten al cerro, y su área de influencia, en zona de alto riesgo” Estos

son los antecedentes del cerro que plantea el proyecto de “Educación ambiental y difusión

Parque Ecológico Cerro Pan de Azúcar”, planteado por Corvide en 1996, ante la

inminencia de un nuevo desastre.

El ritmo de urbanización de las laderas centro-orientales de Medellín se intensificó en los

años 50 a 80, a través de los denominados barrios de invasión. Asociados a la historia

reciente del Cerro Pan de Azúcar se fundaron los barrios Llanaditas (1950), Villatina

(1960), La Sierra, La Libertad, Villa Turbay (1970), 13 de Noviembre, Las Letras, Las

Golondrinas (1980); identificados como “formas de poblamiento ilegal”. En 1987, con el

deslizamiento de Villatina, se hace manifiesto el cerro junto con la necesidad de su

recuperación, así que se plantean algunos proyectos, como el mencionado del parque

ecológico, y otros proyectos que pretenden y propenden por la recuperación del cerro,

como un lugar para la recreación, la cultura y el medio ambiente; proyectos que pretenden

la participación de la comunidad no sólo local, sino a nivel municipal.

2.1.3 Estructura y Dinámica Poblacional

Al cerro Pan de Azúcar pertenecen los barrios Llanaditas (32,83 ha), Los Mangos (47,4

ha), El Pinal (41,5 ha), 13 de noviembre (17,6 ha), La Libertad (31,5 ha), Villatina (41,8 ha)

y San Antonio (15,1 ha), donde se cuenta con una población total de 77.133 habitantes y

se clasifican en el estrato bajo–bajo y bajo. El Pinal es el barrio que presenta una

condición más crítica de habitabilidad, ya que cuenta con el mayor número de personas

por unidad de área (274 habitantes/ha); al contrario de Llanaditas (25,5 habitantes/ha),



que refleja una situación privilegiada si se considera el alto nivel de densidad dentro del

cerro.

En el cerro Pan de Azúcar, el 74% de la población tiene acceso a algún nivel educativo,

siendo los barrio Los Mangos y El Pinal los más desarrollados en este aspecto. El nivel de

primaria básica es al que tienen más acceso, disminuyendo notablemente en los niveles

de formación superior, pero sólo un porcentaje muy bajo de sus habitantes tienen acceso

a la educación universitaria (menos del 1% de la población, siendo del 1,5% en el barrio

Los Mangos). Es de resaltar que los barrios Llanaditas y San Antonio, son los que tienen

los más altos niveles de analfabetismo (32%), seguidos por el barrio 13 de noviembre

(29%) y La Libertad (27%). En general, el nivel de educación de los habitantes de los

cerros oscilan entre primaria y secundaria como máximo y de acuerdo a los resultados

arrojados por la estrategia de participación, dicha escolaridad no proporciona

herramientas de educación ambiental que generen proyectos escuela, campañas

sostenibles de rehabilitación ambiental que trascienden de las aulas escolares y permitan

una participación activa de varias instancias de las comunidades.

La cobertura total de salud del cerro es muy baja, teniendo en cuenta que la mayoría de la

población se encuentra ubicada en el estrato 1 y 2 y que de 77.133 habitantes sólo 12.939

tienen acceso a los servicios de salud. Más del 70% de la población total del área del

cerro no cuenta con ningún tipo de afiliación a los servicios de salud, siendo los barrios

Llanaditas y San Antonio, los que presentan el mayor déficit en este aspecto (80 y 78%,

respectivamente).

En el cerro Pan de Azúcar las tensiones por hacinamiento son muy similares entre los

barrios de influencia; siendo en el barrio La Libertad donde se presentan mayor número

de familias y de integrantes por vivienda (1,5 y 5,1 respectivamente) y en El Pinal el

menor número (1,42 y 4,45), lo que supone un estado “normal” de hacinamiento para este

último.

Con relación al saneamiento básico, en promedio el 16% de la población total no cuenta

con el servicio de acueducto y alcantarillado municipal, pero el barrio Llanaditas presenta

una condición más grave en este aspecto, ya que el 54% de sus habitantes no posee este



servicio. Además, es el barrio que más dispone de modo inadecuado las aguas

residuales (15,4% no tienen sanitario o alcantarillado municipal), y los desechos sólidos

(30,6% viviendas arrojan la basura a campo abierto o en basureros públicos). El barrio

Los Mangos se encuentra en mejores condiciones de saneamiento básico para el sector

(3,2% de las viviendas hacen uso inadecuado de desechos sólidos; 4,7% de las viviendas

disponen mal las aguas residuales y 5% no cuentan con acueducto y alcantarillado

municipal).

La forma en que se disponen los desechos sólidos y las aguas residuales, incide

negativamente sobre el cerro, por lo que a mediano plazo puede aumentar el riesgo de

procesos de deslizamientos importantes.

La mayoría de los núcleos familiares no poseen vivienda propia (68,9%), siendo el barrio

Los Mangos donde se mantiene la mayor proporción de núcleos familiares sin casa propia

(74,2%) y el barrio San Antonio donde se encuentran menos núcleos familiares en esta

misma condición (64,7%). La ocupación de tierras de manera ilegal en zonas de ladera y

de alto riesgo, tiene como común denominador la construcción de viviendas con

materiales inadecuados, lo que agrega vulnerabilidad a las familias de estos sectores.

Los diferentes aspectos evaluados en la estructura poblacional, muestran que la

población del cerro Pan de Azúcar convive en su mayoría con la marginalidad y la

pobreza; disminuyendo las posibilidades de acceder a los servicios básicos que afectan el

desarrollo integral de sus habitantes (educación y salud). De esta manera, la baja

cobertura en salud, sumada al bajo poder adquisitivo, agudiza el problema, afectando

principalmente la población infantil.

En la dinámica poblacional, las condiciones de hacinamiento, influyen en la calidad de

vida de los habitantes y en las formas de relación interpersonal y con el entorno, lo cual se

manifiesta en la pérdida de valores como la tolerancia, la resolución de conflictos, el

diálogo, entre otros. Además, el hecho que predominen tantos habitantes sin vivienda

propia afecta negativamente la forma de percibir el cerro, ya que tienen menos sentido de

pertenencia hacia él y van a participar poco en campañas que conlleven a la rehabilitación

ambiental del mismo.



Las condiciones anteriores unidas al desempleo, crecimiento de la población y la poca

presencia estatal son factores detonantes que generan detrimento del desarrollo social de

esta comunidad y por ende, inciden en el mantenimiento de la estructura ambiental del

cerro.

2.1.4 Aspectos económicos

En el cerro Pan de Azúcar la población pertenece principalmente al estrato bajo y bajo –

bajo, por lo que sus condiciones económicas son precarias, lo que se traduce en un tipo

de presión social sobre los recursos naturales de los cerros, en la medida en que muchos

hogares deben recurrir a la leña como fuente de combustión y en algunos casos se

incremente la demanda de maderas y espacios, ya sea para construir vivienda o

usufructuarse económicamente.

Además de esto, la situación de abandono por parte del Estado, se traduce en formas de

apropiación de los cerros desde iniciativas privadas y en muchos casos ilegales, en la

medida en que grupos al margen de la ley, asumen el control territorial y el ordenamiento

de los espacios en función de sus propios intereses (definen quien y donde se asientan

los nuevos pobladores y quienes deben irse), consolidando de este modo un estado de

organización y de relaciones espaciales que hacen difícil incidir en ellos, a menos que se

cuente con su aprobación, lo que limita y complica la intervención por parte del Estado,

haciendo que se presenten bajos niveles de gobernabilidad.

De acuerdo con el índice de desarrollo humano – IDH – la situación para la comuna de

Villa Hermosa, que es la comuna a la que pertenece este cerro, se califican como de nivel

medio (0,754); no obstante, se encuentra conformada por barrios localizados en zonas de

laderas y en la periferia urbana, con carencias en infraestructura física, servicios públicos

básicos y vivienda; adicional al hecho de que sus habitantes, enfrentan principalmente

problemas de bajos ingresos, por desempleo o empleo de baja calidad, ya que en muchos

de los casos laboran en actividades del sector informal de la economía.

El cerro Pan de Azúcar, deja ver de alguna manera, unas condiciones desfavorables en

cuanto a los niveles de educación del hogar, a la calidad de la vivienda, el acceso a los



servicios públicos y el nivel de ingresos de sus habitantes. Situación que requiere ser

tenida en cuenta y atendida de manera urgente, ya que se trata de una población

altamente vulnerable por los sitios en los que se encuentran asentadas y por la deuda

histórica que se tiene para con ellos, por años de abandono y marginalidad.

En esta zona, la economía en su conjunto se encuentra jalonada por el sector micro

empresarial, sin embargo, la información catastral, deja ver que se desarrollan en un alto

porcentaje de los predios, actividades eclesiásticas, deportivas, culturales y sociales,

entre las cuales se especifican, las juntas de acción comunal de los barrios 13 de

noviembre, La libertad, Llanaditas y Villatina, Asociación Cultural Horacio, Asociación

Mutual Santa Mónica, Club Polideportivo El Pinal y por el contrario, muy pocas actividades

de los otros sectores.

Como actividades económicas y/o usos que se han identificado en el cerro Pan de Azúcar

se tiene:

Residencial: Es el uso mas extendido en el entorno del cerro, en el se encuentran los

barrios de llanaditas, los Mangos, 13 de noviembre, El Pinal, La Libertad, San Antonio,

Villatina, Villa Liliam y Villa Turbay, muchos de estos barrios aún continúan en proceso de

construcción y algunos se hallan en zonas de alto riesgo no recuperable, sobre todo

aquellos que se encuentran en la base del cerro.

Debido a que estos barrios se construyeron por iniciativa de las comunidades que los

habitan, su trazado no obedece a un diseño planeado por lo que adolecen de espacios

públicos y de suficientes vías que permitan el fácil acceso de vehículos y sean pocos los

espacios destinados a equipamientos urbanos. Las altas pendientes y la forma

espontánea como se construyeron estos barrios, hace que no se dispongan las viviendas

en manzanas, sino que obedezca a un trazado orgánico en el cual el acceso para llegar a

las viviendas más altas sea a través de escalinatas.

Industrial: Este sector está representado por pequeñas empresas de transformación

caseras o fami y micro-empresas, por lo general se trata de la producción de alimentos

que se distribuyen en las tiendas del sector o que son vendidas en el centro de la ciudad,



por miembros de la misma familia. Dentro de sus actividades industriales, se encuentran

las relacionadas específicamente con las confecciones en algunos casos bajo la

modalidad de maquila, así como la elaboración de alimentos, calzado y muebles.

Comercial: El sector comercial está representado por una variedad de pequeños sitios de

distribución de todo tipo de mercancías donde se destacan tiendas o graneros,

panaderías, carnicerías, droguerías, depósitos entre otros; por lo general, se encuentra

concentrado en lugares aledaños a terminales de transporte y en torno a las principales

vías de comunicación. La mayoría de las veces, los negocios se encuentran en los

primeros pisos de las construcciones, dejando los segundos y terceros para las viviendas

o dormitorios.

El sector comercial es el más representativo con actividades propias a la comercialización

al detal de productos surtidos, en todo tipo de establecimientos; el 55% del total de

establecimientos estudiados, desarrollan actividades propias de este sector Existe

además una gran cantidad y variedad de pequeños negocios de carácter ambulante,

donde se vende todo tipo de mercancías y que se convierte en una opción de empleo

informal para muchos habitantes que buscan a través de estos el sustento diario.

Servicios: Este sector cada vez más extendido y dinámico comprende pequeñas

empresas prestadoras de servicios diseminadas en los sectores de mayor dinámica

comercial y de afluencia de personas, algunos de ellos con un carácter ambulante. Entre

los que más se destacan están los servicios de telefonía celular, talleres de

mantenimiento y reparación de vehículos automotores, el revelado de fotografías, los

servicios de Internet y de computación, peluquerías y la reparación de electrodomésticos.

Institucionales: Este uso se encuentra representado por una gran cantidad de predios de

propiedad del Estado como Instituciones educativas, de salud (Metrosalud), Corvide,

Inurbe, Municipio de Medellín-Fondos comunes y Empresas Varias, entre otros. Estos

predios además de ser fundamentales como prestadoras de servicios del Estado,

constituyen una base de predios que sirven a futuros desarrollos.



Religiosos: Este uso está representado por la Arquidiócesis de Medellín, Comunidad de

Hermanos Misioneros, Fe y Alegría de Colombia, Iglesia Cristiana Esperanza, Iglesia

Cristiana Pentecostés, entre otras.

En el área rural que comprende la vereda Piedras Blancas, la cobertura está conformada

por plantaciones de Acacia en una siembra reciente, pastos, algunos cultivos y en la

ladera más próxima al cerro un aumento preocupante del área urbanizada.

Agrícola: Existen pequeñas parcelas de productos agrícolas que se han establecido en la

base del cerro sobre todo en la ladera oriental, en estas se cultiva hortalizas como tomate,

cebolla y yuca. Muchos de estos cultivos surgen por iniciativas particulares y en algunos

como parte del programa de “Solares Ecológicos” que adelanta la Secretaría del Medio

Ambiente como una estrategia de educación ambiental y manejo de residuos.

Si bien la agricultura en el cerro se puede considerar como una producción marginal

dadas las limitaciones de baja calidad del suelo y las pendientes pronunciadas, es una

alternativa válida, si y sólo si es implementada con estrategias de participación

comunitaria, apoyo institucional y con innovación tecnológica mediante terraceos,

implementación de sistemas silvo-agrícolas, agricultura orgánica y conservación de suelo,

de tal modo que se establezca un cinturón productor y protector, que actúe como barrera

de contención urbana, como opción económica, seguridad alimentaria y fortalecimiento

comunitario e institucional.

En la cuenca alta de la quebrada La Castro, así como en sus vertientes sur, en áreas del

entorno inmediato del Cerro Pan de Azúcar, es preocupante el avance de la ocupación de

tierras para actividad agrícola. Cultivos de café, caña y plátano se establecen en laderas

de altas pendientes, en ocasiones inmediatamente después de la quema incontrolada de

rastrojos y coberturas naturales de interés..

Pecuaria: En la parte alta del cerro se encuentran pastos que son utilizados para la

alimentación de ganado bajo la modalidad de muy extensiva y la crianza de especies

menores (aves de corral) con el establecimiento de 2 ó 3 galpones y a pequeña escala en

los solares de algunas viviendas.



Extractiva: Este tipo de actividad hace referencia a la extracción de maderas para la

construcción de viviendas o como combustible de leña y en menor medida a musgo,

chamizos y frutos para adornos navideños en la época decembrina.

Al evaluar los parámetros de estratificación socioeconómica y el índice de desarrollo

humano, se muestra que el cerro Pan de Azúcar tiene una condición socioeconómica

baja, pues gran parte de la población tiene bajos niveles de ingreso y poca calidad de

vida, y se encuentra habitando viviendas con carencias en servicios públicos, muchas de

ellas sin distribuciones y cuyas especificaciones van desde lo puramente funcional e

indispensable. El nivel económico de la población se puede calificar como bajo, ya que

sólo el 29% de ésta recibe algún tipo de ingreso.

2.1.5 Actores sociales

En el cerro Pan de Azúcar, se logró identificar y caracterizar los actores sociales claves,

que ejercen presencia directa, con el desarrollo de actividades ambientales,

principalmente: Corporación Ambiental Amigos del Cerro Pan de Azúcar, Corporación

Democracia, Coraspaz, Corporación Vida Ambiental –Coravid, Mesa Barrial de

Convivencia “Los Mangos”, Asociación Mujeres Triunfantes “Amutriga”, Cooperativa

asociada de trabajo – Omega, Grupo Orquídeas y la líder cívica, Sara Alejandra Álvarez.

El actor más cualificado es la Mesa Barrial de Convivencia “Los Mangos”, seguido por la

Corporación Democracia y Sara Alejandra Álvarez. Estos actores ejercen presencia

directa en el cerro a través de acciones ambientales y/o educativas; son reconocidos por

su gestión, tienen buenas relaciones con otros actores y son actores estratégicos durante

todo el proceso. Aunque la Corporación Ambiental Amigos del Cerro Pan de Azúcar

también es un actor muy cualificado, tiene poca relación con otros actores y su grado de

prioridad es de prioritario, ya que es clave en algunas etapas del proceso; además en este

momento se encuentra inactiva y se reconoce como importante la gestión de su fundador

Gustavo Adolfo Celis.

Los demás actores, poseen atributos que los cualifican dentro del cerro, aunque tienen

pocas relaciones entre ellos, están dispuestos a trabajar por el cerro; por lo que se hace



necesario consultarlos para la toma de decisiones. Algunos de estos actores tienen un

nivel de pertinencia de baja participación (Grupo Orquídeas y Coraspaz), los otros tienen

un nivel importante; por lo tanto, la participación de todos los grupos aunque no es

estrictamente necesaria, puede ayudar significativamente en ciertas etapas del proceso.

Es de resaltar que todas las organizaciones que hacen presencia en el cerro son de

carácter comunitario, (sólo Sara Alejandra Álvarez tiene carácter privado), y ninguno de

ellos, tiene una relación en pugna con el cerro, lo cual favorece los procesos de gestión

que en él se desarrollen.

2.2 DIMENSIÓN URBANÍSTICA

Bajo esta dimensión del análisis, el Plan de Manejo del Cerro Pan de Azúcar tiene como

énfasis principal la evaluación del nivel de integración del cerro al sistema de espacio

público de la ciudad, sistema abierto y dinámico que reconoce en su complejidad los

diferentes estratos que configuran y estructuran lo urbano.

La posibilidad de utilizar ciertos espacios protegidos como espacios públicos reta la

imaginación de planificadores y diseñadores urbanos que más que ampliar las

posibilidades de su utilización, deben velar por la conservación de los atributos que son

inherentes a ellos: ecológicos, lúdicos, recreativos, educativos, paisajísticos, ya que estos

espacios tienen como función principal la de recrear en la ciudad, el disfrute de los valores

de la naturaleza.

Los estratos que se reconocen como de mayor incidencia en la configuración de lo urbano

son: las Infraestructuras de vías para la movilidad y el acceso, los Equipamientos como

dispositivos para los servicios que demandan los diferentes actores urbanos, los

Asentamientos como las configuraciones residenciales y de aglomeración urbana, y las

Espacialidades Públicas como estructuras del comportamiento colectivo.

Movilidad: en el cerro Pan de Azúcar se diferencian cuatro zonas de movilidad: 13 de

noviembre y Llanaditas, sector Villatina, sector vereda Piedras Blancas y sector San

Antonio, en las cuales predomina una trama no lineal e irregular sobre condiciones



topográficas de fuertes escarpes y altas pendientes (en algunos casos superando el

30%), que limitan el desarrollo vial; observándose por esta condición, una gran cantidad

de vías muy estrechas. En general, este es el cerro que presenta el mayor déficit en

estructuras viales y relacionándolo con los otros cerros del Sistema, el Pan de Azúcar

califica como el cerro con más dificultades para ser accedido.

Prevalece una buena movilidad peatonal (98,6%) gracias a una densa red de caminos y

senderos, que supera enormemente a la vehicular (1,4%). No obstante, las fuertes

pendientes hacen difícil alcanzar ciertas zonas del cerro, aunque son notables algunas

manchas extensas de buena accesibilidad peatonal en zonas del costado norte, la parte

oriental detrás del cerro, hacia la laguna de Guarne y en menor proporción algunas zonas

del costado noroccidental. La movilidad peatonal se hace a través de senderos y

escaleras construidas. Además, existe una red de caminos importantes que genera

conexiones entre la vereda Santa Elena, el barrio La Sierra, Llanaditas, Isaac Gaviria,

Villatina y la quebrada La Castro, entre otros.

Las zonas de accesibilidad peatonal media y alta se encuentran ubicadas principalmente

hacia el sector de Villatina, donde las vías que estructuran la trama se encuentran en la

carrera 16 por donde asciende el transporte de servicio público hasta la calle 56EE en la

base del cerro.

Equipamiento: en el cerro Pan de Azúcar sobresalen los equipamientos educativos y

recreativos; en menor proporción se encuentran de infraestructura, nodos de actividad,

transporte e institucional. Pero a diferencia de los otros cerros se caracteriza por no

presentar ninguna relación directa con respecto al sistema de centralidades, originando

una débil vinculación con la estructura urbana.

La relación más baja de concentración de equipamientos se dá en el costado norte (uno

de los puntos más importantes de acceso al cerro), a través de un equipamiento de

infraestructura, en el sector “El Plan” y en el costado sur sector “La Granja”, mientras que

en la zona centro occidental en el sector del colegio Sol de Oriente se encuentra la de

mejor grado de equipamiento, el cual podría consolidar programas con énfasis en

educación ambiental.



Los equipamientos en el área de influencia del cerro se caracterizan por tener una

influencia y cobertura baja, que no sobrepasa por lo general el nivel barrial, vecinal y de

comuna (sólo la Corporación universitaria Lasallista es de tipo metropolitano), sin ningún

tipo de articulación entre ellos. Existe a su vez una fragmentación en la relación entre los

equipamientos de borde de cerro y las partes bajas en las inmediaciones de la quebrada

Santa Elena, que son zonas de mejor nivel de equipamiento y centralidades.

La propuesta debe ir orientada a complementar el plan de regularización urbanística y su

formulación de recomposición en la estructura urbana de los barrios ubicados en el

entorno del cerro a partir de la consolidación de los puntos de accesibilidad y sus

respectivos equipamientos al sistema de centralidades de la ciudad.

Asentamientos: en el cerro Pan de Azúcar existe una alta tendencia a la expansión

urbana, especialmente en las zonas de alto riesgo a borde del cerro, la cual está asociada

a un tratamiento urbanístico de intervención, ya sea por Consolidación Nivel 3 o

Mejoramiento Integral.

En general, los procesos de ocupación tienen una consolidación media–baja y baja,

siendo más común la redensificación por subdivisión o adición de predios en barrios

abiertos de 1 a 4 pisos. En la zona de más baja consolidación, debido a las altas

pendientes y a la mínima accesibilidad al cerro, es posible utilizar como estrategia de

intervención, el mejoramiento integral de construcciones al borde del “camino de la

convivencia”, la reubicación de asentamientos al lado opuesto del mismo camino y

potenciar éste para que se convierta en barrera a la expansión.

La evaluación de la situación de asentamientos y urbanización permite calificar al cerro

como de una alta tendencia a la expansión y con la más alta tendencia a los procesos de

consolidación en el cerro y en sus zonas de borde.

Espacio Público: de acuerdo con el decreto 1504 de 1998, el cerro Pan de Azúcar

puede reconocerse como un elemento constitutivo natural del espacio público. No

obstante, esto no es suficiente para que el área de este cerro cumpla la función de

elemento de integración espacial en cuanto al sistema de espacialidades públicas se



refiere; por lo que dicho espacio debe conectarse con los más próximos y adyacentes,

siendo necesaria la existencia de ciertas condiciones de accesibilidad y de libre tránsito

para asegurar su incorporación a la estructura urbana y su conexión con los elementos

constitutivos naturales en suelo rural.

Espacio público construido. Entre los espacios construidos los que más sobresalen son

los parques infantiles y los escenarios deportivos, en los diferentes barrios de influencia

del cerro; los cuales se encuentran en diferentes condiciones físicas y se jerarquizan a

nivel barrial, principalmente. Es importante señalar que estos escenarios se encuentran

estructurados medianamente al espacio público, pero con acciones estratégicas

extenderían dicha integración hacia los extremos norte y suroriente del borde, en los que

se localizan espacios públicos que marcan el acceso al cerro (cancha de fútbol del barrio

San Antonio, sector “el vivero”, parque infantil Pacífico, parque infantil recreativo y placa

deportiva Isaac Gaviria).

La mayoría de estos escenarios públicos se encuentran ubicados entre los barrios 13 de

noviembre, El Pinal y Villatina, disminuyendo considerablemente en los barrios Llanaditas

y San Antonio, que se ubican en los extremos del borde y en los que la actividad

expansiva es continua.

Los escenarios deportivos, parques infantiles y miradores, circunscritos a los barrios 13 de

Noviembre y Villatina presentan una mejor integración al sistema de espaico público,

debido a la conexión que posibilita la carrera 23 y la calle 16, respectivamente en cada

barrio. Además en el barrio 13 de Noviembre es apreciable la ya insinuación de un eje

transversal, o corredor barrial, la calle 56F que ordena la aparición de espacios públicos

que aunque de jerarquía barrial, marcan un ascenso más frontal al cerro rematando en el

tanque Isaac Gaviria, sitio privilegiado para la contemplación del paisaje.

No obstante, es notable la falta de conexión y relación del espacio público y los senderos

poco estructurados de la zona (muchos de estos dispersan los flujos, no tienen un remate

concreto y no alcanzan la cima del cerro), los cuales llevan a debilitar el sistema espacial;

siendo necesario tomar medidas como la demarcación y adecuación de los senderos



principales que también facilitan el ascenso al cerro, o la incorporación de espacios

intermedios para el descanso en el trayecto que conduce al cerro.

Espacio público natural. Atravesando los senderos que van desde base del cerro hasta

su cima, se encuentra el área con mejor integración del espacio público natural, ya que se

tienen miradores naturales a lo largo de ellos y conducen a algunas zonas de barrios (13

de noviembre, Villatina y la Libertad).

La parte alta del cerro posee excepcionales condiciones paisajísticas. Sobresale el

sendero a la Laguna de Guarne, con gran valor histórico y natural a lo largo del camino

“real”; aunque su considerable distancia con respecto a la estructura urbana sólo permite

valorarla como medio alta en cuanto a su integración al Sistema de Espacio Público.

Los miradores naturales se encuentran en el barrio 13 de noviembre, área de menor

estructuración al sistema de espacio público, y tienen una jerarquía de ciudad,

necesitando una estrategia de intervención que aumente la apropiación de quienes

recorren, caminan y vivencian estas áreas en el cerro.

Es de resaltar la presencia del paraje natural Charco “La Nevera”, en el cauce de la

quebrada La Castro; con una alta estructuración al sistema de espacio público, y

alcanzado a través del Sendero de la Convivencia y es parte importante de los habitantes

de la zona para el disfrute, la recreación e incluso para algunos usos domésticos (lavado

de ropa).

A partir de los parámetros evaluados en la dimensión urbanística, fue posible caracterizar

el cerro Pan de Azúcar con una alta calificación en visibilidad y muy alta en expansión

urbana; y una calificación muy baja en accesibilidad, redensificación y cobertura en

equipamientos. Las características de este cerro hacen necesaria una intervención

basada en la consolidación de los espacios naturales y los valores paisajísticos,

mejorando su accesibilidad vehicular, readecuando y señalizando algunos senderos

peatonales, y regulando el intenso fenómeno urbanizador del borde del Cerro.



2.3 DIMENSIÓN AMBIENTAL

Los cerros de Medellín son, en esencia, espacios públicos. Pero además de esto, son

ecosistemas estratégicos de escala metropolitana. Y si lo estratégico se fundamenta en

los servicios ecosistémicos o naturales, podemos definirlos como espacios que aseguran

la sostenibilidad de algunos bienes y servicios ambientales demandados por el sistema

urbano. Los cerros hacen parte de los elementos que constituyen esta categoría, se

distingue su valor ambiental como suelos de protección, cumpliendo una función

ecológica equilibrante entre el medio natural y el espacio urbano construido.

2.3.1 Geología y geomorfología

El cerro Pan de Azúcar se encuentra subyacido casi en su totalidad por rocas

metamórficas del tipo dunitas, sobre las cuales reposan principalmente en el piedemonte

del cerro, variados depósitos de vertiente. Los suelos derivados a partir de estas rocas,

se componen esencialmente de olivino, con contenidos menores de cromita y magnetita,

con alteraciones parciales a minerales del grupo de la serpentinita, de color gris oscuro,

negro, verde oscuro o café cuando están meteorizadas, estructura masiva y

pseudobandeamiento, presentan un intenso fracturamiento asociado con esfuerzos

tectónicos. Desarrolla suelos limoarcillosos de color pardo rojizo intenso y poco espesor.

Los suelos derivados de rocas ígneas del tipo Stock de Las Estancias, cuando está en

afloramiento, se observa la roca fuertemente meteorizada, con desarrollo de suelos

residuales que pueden alcanzar hasta 30 ó 35 m de espesor con textura de gruss y

estructura granular media. Los horizontes saprolíticos presentan una alta susceptibilidad

a la erosión laminar y concentrada.

Las dunitas abarcan la totalidad del cerro, desde la quebrada La Castro al sur, hasta la

quebrada Chorrohondo al norte, prolongándose desde sectores del corregimiento de

Santa Elena al este, hasta inmediaciones de los barrios Villa Tina, La Torre y Villa Liliam,

definiendo un área de forma irregular. Hacia el sur, las dunitas son claramente intruidas

por el Stock de Las Estancias y hacia el W se encuentran recubiertas por numerosos

depósitos superficiales de tipo coluvial.



Las rocas ígneas intrusivas denominadas aquí Stock de Las Estancias afloran en el

costado sur del cerro desde la quebrada La Gallinaza en inmediaciones del barrio Villa

Tina y San Antonio, prolongándose hacia el SE por otros barrios como Las Mirlas, Las

Estancias, Santa Lucia y la parte baja de Villa Turbay, entre otros. Exhibe una forma

irregular debido a que se encuentra suprayacido por depósitos superficiales. Están

constituidas por rocas ígneas plutónicas ácidas a intermedias, principalmente las

cuarzodioritas con textura fanerítica de grano medio a grueso.

Los depósitos superficiales recubren parcialmente las dunitas del cerro Pan de Azúcar y

las rocas adyacentes. Existen diversos tipos: a) flujos de lodo y/o de escombros maduros

(Qfm), sobre las partes bajas del cerro y cuya composición corresponde a bloques

rocosos heterométricos de dunita parcialmente meteorizados, inmersos en una matriz

granular a limosa; b) depósitos coluviales (Qc), dispersos sobre el cerro, asociados a

zonas de cambio de pendiente y constituidos por acumulaciones de bloques y fragmentos

de roca dunítica inmersos en una matriz compuesta por acumulaciones de suelo orgánico

removilizado, mezclado con saprolitos meteorizados de dunita, por lo que suele presentar

acumulaciones de bloques y facies terrosas; c) antrópicos (Qan), compuestos por

acumulaciones de tierra y escombros producto, al parecer, de la intensa actividad

antrópica de construcción de viviendas.

En cuanto a estructuras geológicas el cerro Pan de Azúcar muestra numerosos

alineamientos en dirección NE-SW, que alinea el cerro con protuberancias por encima y

debajo de él. Esta tendencia se evidencia tanto al NW como al SE del cerro. Otra

tendencia importante es perpendicular a la anterior con dirección SE- NW, evidenciándose

principalmente sobre la cuenca de la quebrada La Castro donde se observan trazas de

una falla; sin embargo, en campo no se observaron evidencias en tal sentido.

Geomorfológicamente, el Pan de Azúcar no es propiamente un cerro, sino una

protuberancia sobresaliente o geoforma de peldaño localizada en la unidad denominada

“escarpe oriental”. Posee forma cónica con cima suave y vertientes largas y escalonadas

culminadas por otras protuberancias menores, tanto en el sentido SW cono hacia el SE.

No obstante, vista desde la parte baja del valle, su configuración y localización altitudinal

la asemeja a la forma de cerro.



Las unidades geomorfológicas que se separaron son:

“Escarpe oriental” con vertientes escarpadas a moderadas, largas, rectas e

irregulares, con un sistema de drenajes rectilíneo que las incisan fuertemente hasta definir

cauces encañonados en forma de “V” profunda y estrecha. Su fuerte pendiente limita en

extremo su uso urbanístico, sin embargo se encuentra fuertemente intervenida en su

parte baja por asentamientos humanos, algunos de ellos en condiciones de riesgo como

el barrio La Torre donde se observan deslizamientos recientes completamente activos.

Vertientes moderadas con escarpes rocosos, fuertemente disectadas hacia los bordes

de las áreas sobre dunitas y moderadamente sobre las áreas cubiertas por depósitos de

vertiente. Su drenaje es incipiente con patrones subparalelos con cierto control

estructural, los valles son cortos y estrechos, poco profundos en forma de V. En general

esta unidad se encuentra afectada por procesos erosivos puntuales y extensivos entre los

que se destacan la erosión concentrada, la erosión en surcos, la socavación de cauces y

la multiplicidad de intervenciones antrópicas.

El cerro Pan de Azúcar presenta una zona de alto riesgo no recuperable que se extiende

desde el suroriente a lo largo de la cuenca de la quebrada La Castro y los barrios Villa

Turbay, San Antonio, Villa Liliam, Villa Tina (Parte alta), incluyendo el sector de la

quebrada La Arenera desde la Unidad Básica Beato Domingo Ituarte hacia abajo, así

como el sector de la invasión Isaac Gaviria al oriente del barrio 13 de Noviembre, el barrio

La Torre, en especial los flancos E y NE del campo deportivo, prolongándose hasta el

norte sobre los barrios Los Mangos y Llanaditas (Parte alta).

Esta condición obedece a la alta susceptibilidad al deslizamiento, por factores como la

pendiente, la litología, el alto fracturamiento de las rocas y la presencia de niveles

freáticos cercanos a la superficie. Cabe mencionar que es excepcionalmente alto el

riesgo por deslizamiento que existe en el costado noroccidental del cerro Pan de Azúcar,

más específicamente en el sector la Torre, donde en la actualidad existe un deslizamiento

activo y otros dos inactivos que pueden reactivarse si se desencadenan los agentes

detonantes. Las situaciones más críticas corresponden a una nueva invasión en el



costado NW del cerro, Sector El Pacífico, el cual se encuentra limitado inferiormente por

una corona de deslizamiento.

2.3.2 Flora

La cobertura vegetal existente en el cerro Pan de Azúcar, es el resultado de múltiples

intervenciones antrópicas como las actividades de quema, que eliminan toda la cobertura

vegetal, la falta de prácticas silviculturales apropiadas, la baja calidad del material vegetal

utilizado, el uso de especies exóticas en los programas de reforestación y la incidencia de

plagas y enfermedades.

A partir de fotografías aéreas se separaron dos tipos de cobertura, plantación y pastos

enmalezados con arborización escasa; sin embargo, después de realizar recorridos

completos por todo el cerro, se detallaron más estas coberturas: pastos enmalezados–

plantación de acacia (15,7 ha), pastos enmalezados–árboles aislados (36,6 ha),

reforestación con monocultivos maderables como pino, acacia y ciprés (0,79 ha) y

plantación de pino (35,39 ha).

Para este cerro se identificaron aproximadamente 44 especies vegetales, de las cuales 22

se registraron durante las labores de muestreo, siendo las más abundantes P. patula, P.

ellioti y acacia japonesa (Acacia melanoxylon); de las especies no exóticas, el chilco

blanco (Baccharis sp) y el nigüito (Miconia sp), fueron las más representativas, seguidas

por el guayabo.

Las plantaciones de pinos tienen entre 6 a 8 años, presentan evidencias de hasta cuatro

quemas, una recurrencia muy alta y bastante destructiva. Sin embargo, es notoria la

regeneración de noro (Byrsonima cumingana) entre pinos; tal vez el registro más alto para

esta especie típica del bosque seco tropical; también se encuentra abundante

regeneración de espadero (Myrsine sp) y helecho marranero entre las acacias.

En este muestreo sólo se reportan 17 especies nativas como noro, yarumo, chucho, uvito

de monte, nigüito, guayabos, arrayanes, entre otros; que en general, corresponden a una

comunidad incipiente con regeneración de especies pioneras nativas y juveniles de las



familias melastomatáceas, piperáceas y las labiadas, que pueden tener si se les garantiza

su sucesión, un alto impacto sobre las especies animales que dependen de componentes

estructurales para obtener su alimento, para sus rituales de cortejo, construcción de nidos

o refugiarse contra factores externos.

La estructura de la vegetación en el cerro Pan de Azúcar está fuertemente influenciada

por la actividad antrópica debido a los incendios provocados y a la extracciones de

madera para la construcción de vivienda de poblaciones desplazadas, evitando el avance

de la sucesión secundaria.

El principal deterioro de las especies arbóreas establecidas en este cerro, obedece a

causas antrópicas, por las quemas frecuentes que han afectado gran parte de la

población de pinos (Pinus sp). Los árboles de acacia japonesa (A. melanoxylon)

manifiestan síntomas de amarillamiento, puntos cloróticos y se encontraron evidencias de

mala plantación (siembra muy profunda), y en menor proporción daño ocasionado por

insectos comedores de follaje, de los cuales no se encontraron individuos.

En el cerro Pan de Azúcar, una parte de sus coberturas vegetales se puede clasificar

como cobertura vegetal seminatural (rastrojos), lo que implica que exista cierto grado de

naturalidad a nivel urbano, por lo que se tiene en cuenta para evaluar su conectividad con

las áreas verdes vecinas.

El cerro Pan de Azúcar ocupa 105 ha, el segundo en extensión de los cerros analizados,

de estos 88,7 ha presentan cobertura vegetal en la cual prevalece el pasto enmalezado

con algunas zonas incipientes de rastrojo bajo y plantaciones de pino y acacia. Aunque

posee una baja riqueza de especies de flora y fauna, el cerro cumple una función de servir

como barrera natural, y evitar la intervención sobre los ecosistemas ubicados en la

cabecera de la microcuenca La Castro, en el Parque Arví y Piedras Blancas.

Este cerro se identificó como un fragmento, aunque no posee fragmentos vecinos en 200

m a la redonda, lo cual indica que se encuentra aislado espacialmente; además, tampoco

se encuentra conectado a los espacios verdes clasificados como corredores, ya que las



distancias entre el cerro y éstos supera los 200 m. De esta manera, la conectividad

ecológica del cerro tiene un valor de cero.

Este resultado evidencia la necesidad de generar acciones que permitan que el cerro Pan

de Azúcar sea un hábitat adecuado para las especies de fauna (especialmente para O.

colombiana, especie endémica), garantizar que cumpla la función de protección,

diseñando y desarrollando corredores ecológicos asociados a la red de drenaje del área,

para que las especies de flora y fauna de las zonas de protección se puedan movilizar y

tengan mayores posibilidades de colonización transitoria o permanente del cerro.

2.3.3 Avifauna

Se registró un total de 25 especies, asociadas a 14 de las 87 familias reportadas para

Colombia. El 72% de las especies son poco comunes; algunas de éstas, como Ortalis

columbiana, Grallaria ruficapilla, Henicorhina leucophrys y Myadestes ralloides, prefieren

hábitats boscosos y rastrojos altos de las laderas altas del valle. De manera contraria,

fueron muy comunes Columba livia y Columba fasciata, siendo la primera una especie

introducida. En inmediaciones de la quebrada La Castro se registraron vocalizaciones de

O. columbiana que es una especie endémica de Colombia pero que de acuerdo con las

listas rojas no cuenta con ningún tipo de amenaza.

Este cerro presenta una combinación equilibrada en las proporciones de especies

asociadas a hábitats urbanos, rurales y áreas verdes urbanas (32, 36 y 32%,

respectivamente); aunque se presentaron tres especies con distribución exclusiva a este

cerro: Piculus rubiginosus, O. columbiana y M. ralloides. Además, se presentaron dos de

las cuatro especies de pájaros carpinteros (familia Picidae) presentes en la totalidad de

los cerros tutelares (Piculus rubiginosus y Colaptes punctigula) lo singular de encontrar

estas dos especies juntas es que P. rubiginosus habita sólo en las partes altas del valle,

donde aparentemente reemplaza a C. punctigula, pero en Pan de Azúcar se encuentran

las dos, puede que a la altura de este cerro se encuentre el límite altitudinal de la

distribución de estas dos especies.



En el cerro existen factores que limitan el establecimiento y permanencia de la avifauna,

entre los que cabe mencionar el tipo de vegetación dominante (plantas gimnospermas, sin

flores), que no ofrecen recursos alimenticios para la dieta de la fauna y las amenazas

antrópicas como basuras principalmente en las cuencas de las quebradas La Arenera y

La Castro, depredadores como ratas, competidores de la fauna silvestre como las

palomas, la presión sobre los recursos naturales para la construcción de viviendas o leña

y la expansión urbana no planificada.

Lo anterior establece de manera drástica que cualquier plan para la conservación y

potenciación de la avifauna de esta localidad debe enfocarse en el aumento de la

diversidad florística; además, es clave tener en cuenta la cercanía de coberturas en la

quebrada La Castro, para los procesos de colonización de especies. También es

necesario crear barreras para la expansión urbana.

En general este cerro se ubica dentro de una prioridad media para la conservación de la

avifauna asociada a esta localidad, debido a su baja riqueza de especies, el poco número

de especies exclusivas (prevalecen especies comunes) y de especies que pertenezcan a

diferentes gremios tróficos (sobresalen las aves insectívoras y granívoras). No obstante,

cualquier especie desde una perspectiva ética y humana debe ser conservada y

protegida.

2.3.4 Clima

Los pisos térmicos que comprenden esta zona son el templado que se localiza entre

1.400–2.000 msnm, con una temperatura de 17 a 24C y el piso térmico frío se localiza

entre 2.000–2.700 msnm, con una temperatura de 12–17C.

Para el estudio de la precipitación media multianual se realizó un análisis de las

estaciones pluviométricas ubicadas en este sector las cuales son: Chorrillos, Villa

Hermosa y Estación Mazo; de estas estaciones se observa que existe un comportamiento

bimodal, siendo los meses de septiembre y octubre aquellos con mayores precipitaciones.



Los valores de las variables climáticas analizadas en el cerro Pan de Azúcar se presentan

en la Tabla 1.

Tabla 1. Parámetros climáticos para el cerro Pan de Azúcar.

Altura (msnm)

Patm (hPa)

T (ºc) Td (ºc) e

(hPa) es

(hPa) HR

Evtp (mm/año)

Evtr (mm/año)

2.138 787,83 16,378 13,125 15,106 18,633 0,811 1.108,634 912,062 2.000 800,53 17,220 13,855 15,841 19,656 0,806 1.139,658 930,213 1.990 801,45 17,281 13,908 15,896 19,732 0,806 1.141,940 931,530 1.970 803,31 17,403 14,013 16,005 19,884 0,805 1.146,517 934,166 1.950 805,18 17,525 14,119 16,115 20,038 0,804 1.151,112 936,803 1.930 807,05 17,647 14,225 16,226 20,193 0,804 1.155,725 939,441 1.910 808,92 17,769 14,331 16,338 20,349 0,803 1.160,358 942,079 1.890 810,79 17,891 14,436 16,450 20,506 0,802 1.165,008 944,719 1.870 812,68 18,013 14,542 16,562 20,664 0,802 1.169,678 947,359 1.850 814,56 18,135 14,648 16,676 20,823 0,801 1.174,366 950,000 1.800 819,29 18,440 14,912 16,963 21,225 0,799 1.186,168 956,606

Donde: Patm: presión atmosférica; T: temperatura; Td: punto de rocío; e: presión de vapor del agua en la atmósfera; es: presión de vapor de saturación del agua a la temperatura del aire; HR: humedad relativa; Evtp: evapotranspiración potencial; Evtr: evapotranspiración real.

2.3.5 Agua

El Cerro Pan de Azúcar se encuentra ubicado en la zona centroriental de Medellín, en la

vertiente norte de la cuenca de la quebrada Santa Elena. Con relación al paisaje, esta

cuenca presenta gran variedad de elementos, entre los cuales se destacan una zona de

acumulación de materiales donde se observan peldaños descendidos, cerros aislados

(Pan de Azúcar), cañones amplios y profundos. Posee una red de drenaje un poco

densa, en relación al resto de los Cerros Tutelares, esta red, al igual que en el cerro Santo

Domingo Savio, se caracteriza por estar acompañada de aguas subterráneas, que

probablemente afloran en la parte baja del cerro, sin que para este estudio haya logrado

corroborarse.

Sobre uno de sus flancos se encuentra la quebrada La Castro, la cual tiene no sólo aguas

permanentes, sino que es utilizada por los residentes del lugar como baño público por sus

charcos. Sobre el cerro Pan de Azúcar, en jurisdicción del parque Arví, se identifican

algunos lugares propicios para el empozamiento de aguas superficiales, a manera de



pequeños estanques, los cuales aparecen comúnmente sobre la parte alta del cerro

extendiéndose hacia el nororiente, donde se encuentra la conocida Laguna de Guarne.

En la zona de influencia del cerro Pan de Azúcar se analizaron las cuencas de las

quebradas La Castro, Chorrohondo y Caño Central, los cuales se tuvieron en cuenta

debido a que presentan caudal permanente (Castro) o áreas con alta capacidad de

concentración de escorrentía superficial (Caño Central y Chorro Hondo).

Cuenca de la quebrada La Castro: esta cuenca se encuentra al suroriente del cerro

Pan de Azúcar, entre el cerro y la quebrada Santa Elena. La cuenca posee un patrón de

drenaje Subdendrítico con una dirección NE / SW y presenta orden 3. El área aproximada

en la zona de estudio es de 967.220 m2.

La quebrada bordea el área de estudio, aparece en la cota 1.825 y se extiende hasta la

cota 1.704 para una longitud de aproximadamente 560 m en distancia horizontal. En su

parte alta La Castro presenta un cañón amplio con pendientes escarpadas, labrado en la

roca que aflora in situ muy fracturada. El lecho es angosto y presenta bloques de roca

angulosos producto del desprendimiento desde las vertientes.

En la zona de estudio, es decir la parte media de la cuenca, el cañón es profundo con alto

grado de incisión, con vertientes semiverticales formando una especie de garganta. En

adelante el cañón se amplia un poco lo que posibilita en la zona asentamientos urbanos

de tipo espontáneo que han invadido los retiros de la quebrada.

Cuenca de la quebrada La Castro 1: esta cuenca se encuentra ubicada en la

vertiente sur del cerro Pan de Azúcar y la conforman dos cauces bien definidos, que para

efectos de la caracterización las hemos llamado como Castro 1: ramal A y ramal B.

En conjunto estos dos ramales hacen parte de esta cuenca que se caracteriza por tener

un patrón de drenaje subparalelo, de orden 2 y presenta un área de 176504 m2. Los dos

ramales dan origen a la quebrada Castro 1, como se conoce localmente.



Estos ramales discurren por una vertiente de pendientes fuertes y escarpadas hasta

juntarse en la media vertiente, formando un solo cauce hasta confluir en la quebrada La

Castro, uno de los principales afluentes de la quebrada Santa Elena.

El ramal A, aparece dentro del área de estudio en la cota 2.026 hasta la 1.830 donde

confluye con el cauce del ramal B. Posee una longitud en este tramo de 577 m en

distancia horizontal, su cauce es lineal bien definido con una orientación dominantemente

en sentido NW / SE.

El ramal B es el cauce principal de esta cuenca, aparece en la zona de estudio en la cota

2.110 y se extiende hasta la cota 115, con una longitud de 842 m en distancia horizontal,

posee un cauce bien definido y lineal con una orientación paralela al ramal A.

Esta cuenca se caracteriza por poseer cañones labrados en la roca, que debido a la

disposición de los bloques rocosos en algunos tramos se han formado una serie de

escalones. Estos tienen altas pendientes que llegan a ser de tipo escarpado lo cual le da

un carácter torrencial a estos cauces. Tienen un buen tramo con abundante cobertura

vegetal, sobre todo en la parte alta.

Cuenca de la quebrada Chorrohondo: esta cuenca se encuentra ubicada al

occidente del cerro Pan de Azúcar. Posee un patrón de drenaje Subdendrítico con una

dirección SE / NW y presenta orden 2. El área aproximada en la zona de estudio es de

233725m2.

Esta quebrada bordea el área de estudio y aparece en la cota 2.078 y se extiende hasta la

cota 1.818 para una longitud de aproximadamente 820 m en distancia horizontal.

Se caracteriza por que en su parte alta el cañón es estrecho y con profundidades de hasta

decenas de metros, pero a medida que avanza hacia la cuenca media y baja el cañón se

amplía pero la pendiente se acentúa y el cañón se muestra poco incisado.

Cuenca del Caño Central: hemos denominado esta cuenca como Caño Central, por

ausencia de una toponimia, siendo meritorio considerarla en esta breve caracterización



por su importancia, en términos de magnitud de su área y longitud, presentando la

capacidad de concentrar agua de escorrentía superficial en una zona sujeta a muchas

presiones de orden ambiental y urbano.

La cuenca se encuentra ubicada en la vertiente occidental del cerro Pan de Azúcar.

Posee un patrón de drenaje lineal con una dirección NE / SW y presenta orden 1. El área

aproximada en la zona de estudio es de 112.028 m2.

El caño central aparece en la cota 2.104 y se extiende hasta la cota 1.700 para una

longitud de aproximadamente 1.015 m en distancia horizontal. El Caño muestra un cañón

en forma de V desde la parte alta hasta la parte baja en el barrio Villatina donde ha sido

modificado por la ocupación urbana.

Los drenajes identificados en el cerro Pan de Azúcar, son aprovechados para las

actividades de tipo doméstico y comercial, generando un uso indiscriminado de agua,

siendo relevante el alto número de tomas ilegales de los sistemas de conducción la falta

de equipamientos para la medición de los caudales de salida. Por lo tanto, la

problemática en este cerro se encuentra enfocada a los conflictos relacionados con la

demanda y presión sobre el recurso agua; aunque también, se identificaron problemas de

orden geológico asociados fundamentalmente a dinámicas hidráulicas.

2.3.6 Aire

En la Tabla 2 se presenta la ubicación de los sitios de muestreo para el análisis de la

calidad del aire en el cerro Pan de Azúcar.

Tabla 2. Ubicación del punto de análisis.

Punto Altura

(msnm)

Coordenadas Ubicación

X Y

Más Alto 2.138 838.670,73 1.182.803,14 Cima

Más Bajo 1.800 838.080,00 1.182.695,62 Paradero de buses El Plan

Los resultados obtenidos de las mediciones, se muestran en la Tabla 3.



Tabla 3. Concentración de emisiones.

Concentración

NO2 NO O3 CO SO2 CH4

Punto

ppb Mas Alto 8,36 2,86 58,9 1600 0,089 1,24

ppb Mas Bajo 8,36 2,69 60 1590 0,0981 1,16

g/m3 Mas Alto 15,7 3,502 115,4 1828,6 0,24 0,8

g/m3 Mas Bajo 15,7 3,294 117,6 1817,1 0,27 0,8

Fuente: Modelación realizada por la Ing. Maria Victoria Toro, UPB.

Las concentraciones halladas para el CO en una hora de muestreo no superan los límites

máximos establecidos por el decreto 02/82 y la EPA (5.000 y 4.000 g/m3

respectivamente). De igual manera ocurre con el ozono, el cual no presenta valores

superiores a los permitidos en ambas normas en ninguno de los dos puntos modelados,

sin embargo se presenta un leve aumento en el sitio El Plan.

De la revisión de los datos modelados con las categorías de la calidad del aire, se puede

observar que el cerro Pan de Azúcar esta dentro de la categoría de buena, sin embargo el

O3 presenta un pequeño aumento, sin causar algún deterioro aún en la calidad del aire. La

diferencia que se puede observar en los dos puntos modelados, es muy pequeña, lo que

nos puede indicar que aunque el paradero afecta negativamente el hábitat local, no

genera un impacto significativo para la salud de la población y para las condiciones del

cerro en general.

2.3.7 Residuos Sólidos

El acelerado proceso de urbanización que se ha presentado últimamente en algunos

sectores de Medellín, ha generado una problemática importante en cuanto a la forma

desordenada como se expande la ciudad llevando consigo ciertos problemas como la

accesibilidad, la cual es uno de los factores de mayor incidencia en el cubrimiento del

servicio de aseo.

La producción de carácter orgánico debido a residuos domésticos es de importancia en

los bordes del cerro, puesto que es en estos sectores donde el proceso de urbanización

se presenta de manera acelerada y el servicio de recolección de basura no alcanza un



alto porcentaje, y es allí donde se genera una alta presión sobre el cerro convirtiéndose

en una factor delicado debido a la fragilidad que posee este cerro a nivel ecológico.

En Pan de Azúcar la producción de residuos es en gran parte por actividades de

recreación y algunas actividades agrícolas que se están generando en estos momentos la

cual es en su mayor parte de carácter orgánico, con una posibilidad amplia de manejarlos

para su aprovechamiento.

La generación de residuos en el cerro y su entorno inmediato es de aproximadamente

22,2 toneladas diarias, por una población de 40.345 habitantes, para los cuales se posee

un dato de producción per cápita de generación de 0,55 Kg-hab/día, el cual es tomado

como referencia para el municipio de Medellín. Aunque este dato es tomado de estudios

realizados por EEVV, se puede tomar como una aproximación a la generación real,

puesto que este sector se ha caracterizado por un acelerado proceso de redensificación

de población, lo que genera por tanto una mayor producción per cápita de residuos

sólidos.

Actualmente se cuenta con un número bajo de canecas públicas colocadas por EEVV,

ubicadas en los límites del Cerro, contiguos a los barrios Villatina, 13 de Noviembre,

Llanaditas, sin embargo en el cerro se observaron 4 canecas públicas colocadas por la

Secretaria de Medio Ambiente en el sector del barrio Villatina.

El servicio de recolección, transporte y disposición final es prestado por EEVV. El Cerro

Pan de Azúcar se encuentra en la zona de operación número 3, la cual opera en las

comunas 8, 9 y 10, ofreciendo una frecuencia de recolección de dos días por semana,

martes y viernes sin contar con un horario determinado.

El servicio de recolección no cuenta con una cobertura de recolección del 100%, siendo

los sectores de mayor marginalidad los que no cuentan con este servicio como:

Chococito, parte alta de Llanaditas, Pacífico. No se cuenta con servicio de barrido.

En la zona se identifico la “Red Ambiental Comunitaria” que tiene su radio de acción en

los barrios 13 de Noviembre y Villatina (Campo Santo), esta organización tiene un



proyecto para el manejo de orgánicos mediante lombricultivo denominado “Lombrilandia”

de esto se han realizado pruebas piloto, en el momento espera gestionarse ante la

Secretaria de Medio Ambiente para la implementación definitiva de este proyecto.

Esta Red Ambiental desde hace dos años venia trabajando con EEVV en un programa de

recolección en la zona, el contrato tiene por objeto recoger la basura en los lugares a

donde no puede llegar vehículo recolector en los barrios 13 de noviembre y Camposanto y

separarlo. Los recuperadores ponen la basura en el centro de acopio. Cada año EEVV

destina un total de 22´000.000 millones de pesos para la ejecución de este proyecto en la

actualidad no hay renovación de este programa.

Los principales problemas se presentan por la actitud de la gente frente a la disposición

de basuras, en su gran mayoría los habitantes del lugar sacan las basuras hasta con un

día o mas de anterioridad provocando que los animales, transeúntes, niños, etc., rompan

las bolsas generando olores, obstrucción de las redes colectoras de aguas lluvias,

cebaderos para insectos, ratas, perros, etc., que pueden convertirse en vectores de

enfermedades en las poblaciones mas vulnerables y empobrecimiento paisajístico del

lugar.

Los habitantes del cerro, en especial los que habitan los lugares más altos no cuentan con

servicio de recolección de basuras por la falta de acceso vehicular, por lo que, las

practicas más frecuentes de disposición son: quemas a cielo abierto, arrojarlas fuera de

sus casas en lotes baldíos, en solares o espacios verdes colectivos u arrojarlas en fuentes

de agua.

Una problemática detectada en el cerro es la forma de disposición de escombros, se

presenta una alta dinámica de establecimiento de viviendas, en el momento en que se

realizan los terraplenes se generan tierras y escombros que en la mayoría de los casos no

son alejados del lugar, se dejan acumular o se tiran ladera abajo convirtiendo esto en una

amenaza para la zona, presentándose desestabilización del suelo y daño a otras

viviendas.



2.3.8 Servicios ambientales

Actualmente, el cerro se califica como de medio valor en la generación de servicios

ambientales, siendo los más relevantes, las barreras para la expansión urbana, los

miradores naturales y la apreciación social del paisaje. De regular importancia se tienen

valores como soporte a la conectividad ecológica, la regulación y el abastecimiento

hídrico, regulación climática, el servir como espacio para la educación ambiental y la

conservación de la biodivesidad. Con más bajo valor ambiental se calificó la protección

de suelos, la recreación y la fijación de carbono y gases de invernadero.

Sin embargo, el cerro posee valores ambientales con alto grado de funcionalidad, que

pueden aumentar (especialmente servicios ambientales calificados como de valor medio),

si se corrigen o mitigan los impactos negativos de ciertas prácticas inadecuadas, las

cuales generan una problemática ambiental que, afecta en diferente grado los valores

identificados en el cerro; siendo los incendios forestales recurrentes, el aspecto que más

influye en el deterioro del paisaje, la pérdida de coberturas vegetales y los cambios en las

propiedades físico-químicas y biológicas de los suelos. De esta manera, los impactos

ocasionados por los incendios, ganan en magnitud, limitando, considerablemente el

hábitat de especies y dejando el suelo descubierto, contribuyendo así, a los

deslizamientos y por ende aumentando el riesgo para las poblaciones asentadas en su

ladera.

2.4 DIMENSIÓN JURÍDICA Y ADMINISTRATIVA

De acuerdo con la información catastral, se encuentran 146 predios en el barrio 13 de

noviembre y ocho en la vereda Piedras Blancas, sobresaliendo los ubicados en la zona

urbana (145). También es notable que predominan los predios con matrículas ficticias

(asentamientos ilegales o posesiones), ya que hay 142 matrículas ficticias (titularidad del

dominio), sobre 12 reales (propietarios con títulos de propiedad debidamente registradas).

En cuanto al tipo de propiedad, es mayor el número de propietarios catalogados como del

sector público (83) y el resto (70), son de personas naturales y sólo un predio pertenece al

sector privado. Comparado con los otros cerros, éste es el que más predios públicos



posee, de los cuales, la mayoría pertenecen a bienes de uso público de Corvide – BUPC

(69), en menor proporción le siguen Corporación de Vivienda y Desarrollo – Corvide (7),

Bienes de uso público – BUP y Municipio de Medellín (3 cada uno) y Empresas Públicas

de Medellín (1).

Sobre la relación de la propiedad, sobresalen los propietarios únicos sobre los otros tipos

de relación (usufructo, dueños de lote, nudo propietario proindiviso).

En el área del cerro Pan de Azúcar se encuentran 154 predios ubicados en zonas de alto

riesgo no recuperable, con una infraestructura deficiente de acueducto y alcantarillado,

conformando asentamientos ilegales que se ubican principalmente en las fajas de retiro

obligatorio de las corrientes de agua, zonas con restricciones geotécnicas y en zonas de

espacio público.

2.5 MATRIZ SÍNTESIS DEL DIAGNÓSTICO TERRITORIAL

En la Tabla 4 se presenta la matriz de síntesis diagnóstica del cerro Pan de Azúcar,

donde se muestra de forma simplificada, y a través de la consideración de 21 variables

del análisis territorial, el nivel de criticidad territorial del cerro, como expresión de la

situación actual de este ecosistema urbano frente a los otros cerros que integran el

conjunto de Cerros Tutelares. Asume los datos, hallazgos y resultados de todas las

categorías de análisis contempladas para la caracterización y diagnóstico, y los usa para

establecer una clasificación comparativa del sistema de cerros.

Para su elaboración se usaron las variables más relevantes del análisis territorial, 21 en

total, pertenecientes a 4 dimensiones del análisis: Lo Sociocultural, Lo Ambiental, Lo

Urbanístico y Lo Jurídico. Se establecieron clasificaciones de Criticidad Territorial para

cada una de dichas variables, a través de una calificación simple: se juzgó con mayor

valor (+7) el cerro que presentaba la condición MÁS CRÍTICA, mientras aquel cerro que

tuviera la condición MÁS FAVORABLE fue calificado con el valor de uno (+1). La suma

de los valores parciales ofrece entonces una Síntesis del Nivel de Criticidad Global del

Ecosistema Urbano, entendida como el cúmulo de factores que obran negativamente para

un total desarrollo de las potencialidades de los Cerros Tutelares y de su efectiva



integración a la estructura urbana y a la vida pública de la ciudad. Adicionalmente este

ejercicio permite realizar una valoración por dimensiones específicas del análisis y

establece el uso de ponderadores de las variables del análisis territorial, según su

importancia relativa para el Sistema de Cerros Tutelares.

Tabla 4. Matriz Síntesis del Diagnóstico Territorial Integrado para el cerro Pan de Azúcar.

Variables del análisis territorial Factor

ponderador Valor

absoluto Valor

ponderado

Situación Socioeconómica 0,30 5 1,50 Organización Social 0,25 2 0,50 Uso Educativo 0,15 2 0,30 Valor Histórico 0,10 5 0,50 Valor Arqueológico 0,10 2 0,20 Reconocimiento Ciudadano 0,10 4 0,40 Subtotal Dimensión Sociocultural 1,00 20 3,40 Presión habitacional sobre los bordes 0,25 7 1,75 Espacio Público Natural 0,20 4 0,80 Accesibilidad 0,20 7 1,40 Adición-subdivisión de predios 0,15 1 0,15 Espacio Público Construido 0,10 2 0,20 Equipamientos 0,10 6 0,60 Subtotal Dimensión Urbanística 1,00 27 4,90 Amenaza geológica 0,25 7 1,75 Riqueza de flora 0,25 6 1,50 Naturalidad del ecosistema 0,15 3 0,45 Riqueza de la avifauna 0,10 7 0,70 Valor ecológico de la avifauna 0,10 7 0,70 Calidad del aire 0,05 1 0,05 Situación del recurso hídrico 0,05 6 0,30 Manejo de residuos 0,05 4 0,20 Subtotal Dimensión Ambiental 1,00 11 5,65 Situación Predial 5,00 Subtotal Dimensión Jurídica 5,00 Total Criticidad Global del Ecosistema 63 18,95

Clave de lectura de la criticidad territorial

Muy Alta

Alta Media Alta

Media Media

Media Baja

Baja Muy Baja



El análisis parcial, según las dimensiones consideradas, arroja los siguientes resultados

síntesis y permite interpretar los aspectos puntuales de mayor peso en la situación y las

tensiones actuales del Cerro Pan de Azúcar:

Esta calificación ubica al cerro en un nivel de criticidad medio-bajo en la dimensión

sociocultural, alto en la dimensión urbanística, muy alto en la dimensión ambiental,

medio-alto en la situación predial y alto en la criticidad territorial global.

La escasez y desestructuración de los equipamientos existentes, así como la carencia de

espacio público, tanto natural como construido, y los fenómenos de expansión en zonas

de alto riesgo no mitigable, obran a favor del alto nivel de criticidad urbanística del Cerro.

Lo que compete a la evaluación de la criticidad ambiental del Sistema de Cerros, ve a los

Cerros Pan de Azúcar y Santo Domingo como los ámbitos donde esta es más aguda.

Esta valoración es producto de la influencia que ejercen la amenaza y el riesgo geológico,

pues ambos cerros presentan serios problemas al respecto, por causas naturales

(naturaleza litológica y procesos morfodinámicos) y antrópicas (malos manejos de aguas,

reducción de la cobertura vegetal, ocupación y densificación urbana). Los incendios y

talas reiterativas en un caso, y la alta ocupación en otro, hacen que estos cerros

adolezcan de condiciones de naturalidad importantes, si bien a escala zonal (Santo

Domingo) y a escala metropolitana (Pan de Azúcar) posean un alto potencial ambiental.

Del análisis, se desprende la consideración de los Cerros Santo Domingo, Pan de Azúcar

y Picacho, como aquellos donde efectivamente existe un mayor nivel de fragilidad y

tensión ambiental global. Estos espacios, de reciente conformación urbana en relación

con los demás cerros, están sufriendo los procesos derivados de su estructuración y

consolidación inicial, y por ello, presentan la mayor dinámica y complejidad. En todos

ellos, abundan las expresiones de su alta criticidad territorial, manifiestas en la

precariedad de los asentamientos, en las bajas condiciones de accesibilidad y en las

presiones ambientales por el uso de sus recursos. Son además, lugares de un

excepcional valor paisajístico en ambientes de borde, donde el mundo rural-urbano es rico

en manifestaciones híbridas, y donde las tensiones entre uso intensivo del espacio público

y conservación de los recursos ambientales y paisajísticos son más evidentes.



Del análisis de dependencia-influencia realizado por el equipo técnico del Proyecto, se

identificaron los siguientes problemas estructurales, que actualmente afectan las

posibilidades de desarrollo sostenible, limitando la función que el Cerro Pan de Azúcar

puede cumplir como espacio público natural:

Alta vulnerabilidad a incendios forestales

Deterioro ecológico por especies exóticas

Prácticas silviculturales inadecuadas

Servicio deficiente e inadecuado de acueducto

Fragmentación ecológica

Deterioro del suelo por procesos erosivos

Conflicto por el uso de la tierra

Presión habitacional sobre los bordes

Alta vulnerabilidad en los procesos de convivencia pacifica

Bajo número y perfil de los programas de educación ambiental

Contaminación de fuentes hídricas

Baja calidad de los equipamientos e infraestructuras del espacio público

Alta vulnerabilidad de los registros arqueológicos

Baja articulación al sistema de espacio público de la ciudad

Incumplimiento de la normativa urbanística

Deficiente señalización del cerro

Baja gobernabilidad

Débil intervención institucional

Baja estructuración de los espacios recreativos al interior del cerro

Inseguridad y estigmatización del cerro

Restricción al uso público del espacio público



Debilidad de las organizaciones comunitarias para el manejo del cerro

Baja conciencia ambiental en la comunidad local

Estas problemáticas, así como las cualidades territoriales del cerro Pan de Azúcar,

expresadas en términos de sus potencialidades y amenazas, dan lugar a las funciones

deseables para el cerro dentro del contexto urbano, así como a definir sus objetivos de

manejo y gestión.



3 FUNCIONES URBANAS Y OBJETIVOS DE MANEJO

Los Cerros Tutelares, elementos estructurantes del sistema de espacios públicos de la

ciudad se comportan como entidades complejas, en su interior las relaciones ambientales,

urbanas y sociales se tejen de formas diversas haciendo de cada uno de ellos un

elemento único, parte vital del sistema por la posición que ocupan, la función que cumplen

y el valor que poseen como elemento autónomo y a la vez dependiente de las relaciones

de demanda y oferta existentes entre los ciudadanos y sus espacios naturales.

Cada uno de los cerros participa de las tensiones y funcionalidad de los espacios

ubicados en sus áreas de influencia. Estas relaciones de mutua dependencia permiten

caracterizar de forma funcional cada uno de los cerros, desde los más ligados a

actividades masivas de carácter cultural, pasando por los estructurados a espacios

educativos de distintos niveles, metropolitanos o barriales, hasta los más “marginales” o

apartados, estructurados a espacios dedicados a la protección ambiental y la recreación

pasiva.

Como producto de la síntesis diagnóstica y de acuerdo con las características y dinámicas

territoriales del cerro Pan de Azúcar, se presenta su “deber ser”, entendido como función

dentro del ámbito urbano como espacio público (Tabla 5).



Tabla 5. Función principal y complementaria del cerro Pan de Azúcar.

Función principal

Función complementaria

Justificación

Conservación ecológica, ambiental y arqueológica

Recreación Pasiva Educación Ambiental

Hito geográfico con alta visibilidad desde distintos sitios de la ciudad.

Hábitat potencialmente importante para Ortalis colombiana, ave endémica de Colombia.

Cerro de buena extensión, lo que representa una potencialidad para usos conservativos y para la generación de servicios ambientales.

Excepcional mirador de la ciudad y corredor con alto valor histórico y paisajístico

Bien de Interés Cultural de la Nación (Resolución 0797/98 de MinCultura).

Obstáculo natural a frentes activos de expansión urbana

Hace parte de un corredor con alto valor paisajístico, y es considerado centralidad ambiental de acuerdo con Arbeláez y Vélez (1999)

Alta fragilidad del ecosistema frente a usos intensivos del suelo.

Cerro con un alto potencial como prestador de servicios ambientales (barrera para la expansión urbana, mirador natural, protección de suelos, recreación pasiva, educación ambiental, conservación de la biodiversidad)

Incluido en el Proyecto Parque Arví con función forestal protectora, y amplias posibilidades de recuperación si se promueve la conectividad ecológica.

Referente social e histórico por los eventos que han sucedido en su zona de influencia (Villatina) y por la red de senderos que lo une con caminos prehispánicos.

Clasificado en el POT como suelo de protección con vocación forestal protectora y como área de importancia ambiental y paisajística.

Uso coincidente con el escenario deseado de la comunidad



Las funcionalidades se definen y justifican bajo los siguientes criterios:

Accesibilidad y visibilidad.

Valores ambientales

Parámetros de importancia ecológica

Iniciativas de manejo y adecuación

Coincidencia con el escenario deseado de la comunidad

Las funciones definidas dan origen a los objetivos de manejo, como norte de la actuación

sobre ambos cerros. Es así como de aquí en adelante, se debe apuntar siempre a dar

cumplimiento a éstos de manera que desde ellos se aporte al mantenimiento de la

Función Principal y Complementaria.

Los Objetivos de Manejo son el fundamento para la gestión de los Cerros Tutelares. La

acción estratégica deberá estar orientada a garantizar que dichos objetivos se logren, a

través de proyectos y programas que cumplan los propósitos prefijados, con miras a

superar las dificultades operativas, normativas y gestionales para un desarrollo adecuado

de las potencialidades territoriales de estos ecosistemas.

Los objetivos de manejo establecidos para el Cerro Pan de Azúcar se pueden resumir del

siguiente modo:

Reestablecer la conectividad ecológica del cerro Pan de Azúcar con ecosistemas de

carácter regional, específicamente las cuencas altas de Santa Elena y Piedras Blancas,

mediante la inducción de procesos de regeneración natural, garantizando así el flujo

genético de especies de flora y fauna.

Promover procesos de revegetalización en las zonas de alto riesgo no recuperable y

las zonas con cobertura predominante de pastos y plantación de pinos como aporte a la

estabilidad y los procesos de recuperación de hábitat y funcionalidad ecológica de las

mismas, con énfasis en Ortalis colombiana, ave endémica de Colombia.



Propiciar espacios adecuados para la recreación, educación ambiental y el disfrute de

las comunidades vecinas y la ciudad en general como aporte a la consolidación del

corredor paisajístico del proyecto de Parque Arví.

Conservar los hallazgos de valor arqueológico y fomentar su uso sostenible.

Fomentar la educación ambiental y la investigación científica.

Consolidar el Cerro como ecosistema estratégico para el Valle de Aburrá por su alto

valor ambiental como generador de servicios ambientales (barrera para la expansión

urbana, mirador natural, apreciación del paisaje, protección de suelos, recreación pasiva,

educación ambiental, conservación de la biodiversidad).

Garantizar el uso regulado de sus áreas de influencia y de las zonas de mayor

fragilidad visual.



4 PROSPECTIVA Y ZONIFICACIÓN DE MANEJO

4.1 CONSTRUCCIÓN DE ESCENARIOS PROSPECTIVOS

La construcción de escenarios prospectivos, se realizó con la integración de la

información generada en el diagnóstico, de manera que se contara con claridad suficiente

sobre las situaciones actuales de manejo del cerro.

Con base en esta información, se precisaron los problemas y zonas de atención

prioritaria, de tal forma, que se facilitara posteriormente la definición de los escenarios

futuros, que son la base de la formulación de proyectos, como procedimiento para la

solución de la problemática actual y la modificación de tendencias negativas.

Los problemas identificados por el equipo técnico del proyecto en sus diferentes

dimensiones de análisis para el cerro Pan de Azúcar se ilustran en la Figura 3 y se listan a

continuación.


Servicio ineficiente e inadecuado de acueducto


Deterioro ecológico por plantaciones de especies exóticas


Deterioro de suelos por procesos erosivos




Inseguridad y/o estigmatización de los Cerros Tutelares


Alta vulnerabilidad en procesos de convivencia pacífica



Figura 3. Esquema de problemas ambientales para el cerro Pan de Azúcar.




Baja gobernabilidad

Conflictos en el uso del suelo





Baja articulación al Sistema de Espacios Públicos de la ciudad




A partir de la identificación de los problemas en el cerro Pan de Azúcar, el análisis de

influencia–dependencia ayudó a comprender las relaciones de causalidad de los

problemas como parte de sistemas ecológicos y territoriales, donde unos fenómenos y/o

problemas son consecuencia de unos y causa de otros (Tabla 6).

Tabla 6. Calificación de influencia dependencia entre problemas, cerro Pan de Azúcar.

# Problema Dependencia Influencia

1 Alta vulnerabilidad a incendios forestales 22 14 2 Deterioro ecológico por especies exóticas 12 9 3 Prácticas silviculturales inadecuadas 6 8 4 Servicio deficiente e inadecuado de acueducto 11 3 5 Fragmentación ecológica 13 3 6 Deterioro del suelo por procesos erosivos 17 10 7 Conflicto por el uso de la tierra 23 28 8 Presión habitacional sobre los bordes 23 30 9 Alta vulnerabilidad en los procesos de convivencia pacifica 18 27 10 Bajo número y perfil de los programas de educación ambiental 9 29 11 Contaminación de fuentes hídricas 20 3 12 Baja calidad de los equipamientos e infraestructuras del espacio público 24 21 13 Alta vulnerabilidad de los registros arqueológicos 29 0 14 Baja articulación al sistema de espacio público de la ciudad 11 14 15 Incumplimiento de la normativa urbanística 19 13



Tabla 6. Continuación.

# Problema Dependencia Influencia

16 Deficiente señalización del cerro 14 2 17 Baja gobernabilidad 5 33 18 Débil intervención institucional 10 40 19 Baja estructuración de los espacios recreativos al interior del cerro 27 6 20 Inseguridad y estigmatización del cerro 20 26 21 Restricción al uso público del espacio público 22 7 22 Debilidad de las organizaciones comunitarias para el manejo del cerro 25 19 23 Baja conciencia ambiental en la comunidad local 27 29

Validación del ejercicio con los líderes comunitarios: la priorización de los problemas

listados, se validó con líderes comunitarios de trascendencia, a través de una calificación

como se muestra en la Tabla 7.

Tabla 7. Priorización de problemas por parte de líderes comunitarios, cerro Pan de Azúcar.

Problemas identificados Escala

Valorativa Promedio

Alta vulnerabilidad a incendios forestales 15 3 Deterioro ecológico por especies exóticas 15 3 Prácticas silviculturales inadecuadas 11 2,2 Servicio deficiente e inadecuado de acueducto 15 3 Fragmentación ecológica 15 3 Deterioro del suelo por procesos erosivos 15 3 Conflicto por el uso de la tierra 14 2,8 Presión habitacional sobre los bordes 13 2,6 Alta vulnerabilidad en los procesos de convivencia pacifica 14 2,8 Bajo número y perfil de los programas de educación ambiental 15 3 Contaminación de fuentes hídricas 15 3

***Problemas adicionales propuestos

En síntesis, la distribución de las problemáticas bajo el análisis realizado es el siguiente:

Sector 1 – ZONA DE PODER:


Baja gobernabilidad




Sector 2 – ZONA DE CONFLICTO O TRABAJO:

Conflicto por uso de la tierra


Alta vulnerabilidad en los procesos de convivencia pacifica

Inseguridad y estigmatización del cerro




Sector 3 – ZONA DE SALIDA:


Deterioro del suelo por procesos erosivos






Sector 4 – ZONA DE PROBLEMAS AUTONOMOS:

Baja articulación al sistema de espacio público de la ciudad




Deterioro ecológico por especies exóticas


De acuerdo con el análisis anterior, encontramos que los problemas que se ubican en el

primer y segundo cuadrante son aquellos relacionados con lo institucional y lo estructural.

Son estos problemas los que están determinando el comportamiento de los demás,

ubicados en los sectores 3 y 4, por lo que requieren atención especial y una solución

gradual “a largo plazo” para incidir positivamente sobre el resto de problemáticas. Otro

elemento de análisis es que no son problemas de competencia única del Municipio, sino



también de entidades de otros caracteres y en algunos casos incluso de entidades de

carácter regional y nacional como el Ministerio de Cultura, el ICAN, CORANTIOQUIA,

Área Metropolitana.

Los problemas ubicados en los cuadrantes 3 y 4 están totalmente condicionados por

aquellos de los cuadrantes 1 y 2, así que con la solución de los primeros, se influenciaría

positivamente a los problemas de los cuadrantes 3 y 4, lo que lograría la mitigación y

erradicación de estos problemas, pero como ya se dijo arriba, estos problemas

“estructurales” son de solución en el largo plazo, por lo que se debe trabajar

simultáneamente en estos últimos para evitar la degradación de los pocos recursos aún

existentes.

Como puede verse, los problemas ubicados en los cuadrantes 3 y 4 son los más visibles,

a menudo los que provocan efectos más perjudiciales o los que están generando un

mayor impacto y en un alto grado coinciden con aquellos que los líderes, a través del

ejercicio de priorización, consideraron más importantes para la comunidad. Esta última,

es otra razón para considerarlos con carácter de urgencia, si se quiere contribuir

paulatinamente a la solución de los problemas estructurales.

Se puede evidenciar que en los cuadrantes 3 y 4 están ubicados los problemas más

agudos desde el punto de vista ambiental y urbanístico, como: el mal manejo de residuos,

la fragmentación ecológica, los problemas de contaminación hídrica, la presencia de focos

erosivos, el incumplimiento a la normativa urbanística, la presión sobre los bordes para

uso habitacional, etc., problemas que requieren una solución inmediata “a corto plazo”,

permitiendo amortiguar la afectación que tienen los de cuadrantes 1 y 2 aportando

soluciones parciales, evitando además que los recursos se agoten en el corto plazo.

4.1.1 Escenario deseado por las comunidades locales

La comunidad aledaña al cerro Pan de Azúcar manifiestan que su primer y constante

sueño está relacionado con la continuidad de poder seguir haciendo uso constante de

este lugar; los procesos de pacificación de la zona, son en parte lo que ha posibilitado que

propios y extraños al sector puedan recorrerlo nuevamente, es por esta razón que el



planteamiento del escenario deseado del cerro esta mediado por fenómenos de carácter

socio-políticos como la pacificación y desmovilización de grupos armados que estaban

asentados en el cerro.

En la reforestación se tiene considerado establecer un cerco de árboles como límite al

crecimiento urbano, que ayudaría a contener los procesos de invasión hacia los que se ve

amenazado constantemente el cerro, pero es importante que este cerco se complemente

o se acompañe de una normatividad ambiental reconociendo que no se puede ocupar

desordenadamente el cerro. Unido al proceso de reforestación se espera poder recuperar

y/o proteger los nacimientos y cuencas hidrográficas que son de gran importancia para la

vida de la fauna y flora del cerro.

Como estrategia complementaria se tiene considerado construir o promover una gran

dinámica de ecoturismo en la cual se podrá integrar la comunidad adyacente como

protagonista del desarrollo, a través de instituciones o personas que actúan directamente

sobre el cerro. La estrategia pretende generar empleos mediante el comercio y guías

turísticos estimulando el ecoturismo nacional e internacional, haciendo del cerro un

mirador natural. Para brindar una gama más amplia de eco-turismo se le sumaría la

posibilidad de conservar, adecuar y potenciar la articulación de lo urbano y Piedras

Blancas, mediante los muchos caminos hispánicos que comunicaban a Medellín y el

oriente antioqueño y el vallado de piedra (chambas). Esta propuesta de desarrollo

requiere adecuaciones de carácter urbanístico entre las que se tiene considerado: un plan

de desembotellamiento de acceso a la base del cerro, señalización de acceso al cerro,

caseta de información con guías que expliquen al turista los caminos y las panorámicas,

senderos en madera para que se hagan recorridos, como ocurre con algunas escuelas

que suben los alumnos. Se debe considerar que antes de iniciar cualquier tipo de obra se

debe dar el estudio de carga del cerro.



Resultados frente a las acciones a realizar para convertir los sueños en posibles

perfiles de proyectos para la “Formulación de los Planes de Manejo y Gestión de

los Cerros Tutelares de Medellín”

Reforestación.

Recuperación y protección de cuencas.

Manejo de desechos

En lo educativo reforzar el sentido de pertenencia y de arraigo mediante una cultura

de la preservación.

En investigación la estación metereológica, parcelas permanentes y reforestación.

Convivencia y respeto.

4.1.2 Escenario Deseado por los Actores Institucionales

Primer Taller con Actores Institucionales

Carácter y Uso de los Cerros Tutelares: de la consulta e interacción realizada con los

actores institucionales interesados en el Sistema de Cerros Tutelares se deriva que, los

usos que se establezcan como prevalentes para cada uno, deberían resaltar ante todo su

condición natural de miradores y sitios paisajísticos.

En el Cerro Pan de Azúcar, esto se espera obtener a través de actividades de

recreación pasiva y protección ambiental. Esta es una visión compartida por los actores

institucionales consultados, sin embargo algunos le atribuyen además condiciones para

soportar un uso más intensivo, a través de actividades deportivas y de recreación activa.

Administración de los Cerros Tutelares: El organismo que las diferentes entidades de

orden municipal identifican como pertinente para que administre y coordine la gestión del

Sistema de Cerros Tutelares parece ser la Secretaría de Medio Ambiente. Sin embargo,

a menudo se propusieron también la Secretaría de Obras Públicas, el Área

Metropolitana, y Corantioquia.



Algunos establecen una suerte de división entre cerros recreativos y cerros ambientales.

En este sentido se considera que los cerros asignados a Metroparques sean aquellos que

tienen una prioritaria destinación recreativa, como cerros y parques de integración a la

comunidad y aquellos donde la protección ambiental sea dominante en los objetivos de

manejo, de la Secretaría de Medio Ambiente.

Limitantes al Desarrollo e Integración Urbana de los Cerros Tutelares: Dentro de los

factores o elementos que han limitado la integración de los Cerros Tutelares a la ciudad

se identifican la inseguridad, las dificultades de acceso, y la falta de promoción y

operación institucional. Otro factor de peso mencionado fue la condición presente en

varios de ellos, como zonas de alto riesgo no recuperable.

Otro aspecto resaltado es que “en la planificación de la ciudad no se han definido

debidamente los Cerros y su correspondiente área de amortiguación y/o influencia. Su

uso y manejo ha dependido básicamente de las decisiones de cada administración

presentando algunas saturaciones de usos y elementos y otros un casi total abandono”.

Se dice además que el Plan de Espacio Público debe posicionarlos con las instituciones,

la empresa privada y los pobladores, para que esta integración a la ciudad sea efectiva.

En el caso del Pan de Azúcar, los factores o elementos que han limitado la integración

del Cerro obedecen igualmente a la inseguridad y a la falta de promoción institucional.

De otra parte las dificultades de acceso y la condición de poseer zonas de alto riesgo no

recuperable.

Segundo Taller con Actores Institucionales

A continuación se presenta la sistematización de lo sucedido en el segundo taller

desarrollado con actores sociales institucionales, quienes en representación de las

diferentes Secretarias del Municipio hicieron parte del ejercicio. El objetivo de dicho

encuentro era socializar y empezar a convalidar la propuesta de zonificación construida

por el equipo técnico del Proyecto Planes de Manejo y Gestión de los Cerros Tutelares de



Medellín, además se tenía presupuestado conocer sus apreciaciones de prospectiva de

los cerros, considerando los diferentes perfiles que tienen las Secretarias.

Para la construcción de este documento se tomó como insumo principal las apreciaciones

de los asistentes, las cuales fueron consignadas en un formato preelaborado, destinado

para tal fin. Las variables que se abordaron fueron: función principal y complementaria del

cerro, objetivos de manejo, problemas encontrados y zonificación del manejo.

Funciones principales y complementarias: se pudo establecer a través del desarrollo

del taller, que existe una aceptación y aprobación generalizada, con relación a la

propuesta de función principal y complementaria de los Cerros Tutelares, realizada por el

equipo técnico del proyecto. Se aprecia que dichas propuestas tienen sincronía con los

lineamientos de desarrollo de las diferentes secretarías y dependencias. Se destaca que

en las observaciones y recomendaciones, los funcionarios únicamente hacen

apreciaciones que detallan la forma como debería cumplir su función urbana, pero no se

oponen a la función como tal.

Objetivos de Manejo de los Cerros Tutelares: en esta categoría se encontró que las

recomendaciones hechas por los asistentes, son acciones con prospectiva o tendencia a

proponerse como proyecto; las recomendaciones se enmarcan en los siguientes ejes

temáticos principales:

Se hace alusión a fomentar la investigación, especialmente de carácter

arqueológico, considerada una estrategia para afianzar y consolidar el valor

patrimonial en los cerros Volador y Pan de Azúcar.

También se propone realizar obras de infraestructura, como: adecuaciones de

senderos, vías, accesos, terminación de obras, miradores y en general obras de

adecuación para el confort y el uso del espacio público.

Desde la variable social se propone la construcción de tejido social en los barrios

aledaños desde la articulación de elementos como la recreación pasiva y el

fortalecimiento de las organizaciones comunitarias, como base para el desarrollo

sostenible de los cerros.



El componente jurídico se retoma haciendo énfasis en proponer una figura que

regule, en donde se promueva el desarrollo de los cerros considerando la articulación

a la normatividad ambiental y velar por el cumplimiento de las mismas. Se considera

para todos los cerros la regulación del uso del suelo, la redensificación en altura y

densidad.

Problemáticas de los Cerros Tutelares: Considerando las apreciaciones de los

funcionarios se puede afirmar que su sentir en relación a los todos los problemas

existentes en los cerros son factibles de ser mejorados; la ruta propuesta para lograrlo

está centrada en la inversión de recursos económicos y fomento de procesos educativos,

en unos cerros más que en otros, pero todos los problemas, desde su lógica son

solucionables. Argumentan que un elemento que agudiza los problemas radica en que los

programas y proyectos ejecutados en esos lugares son discontinuos y desprovistos de

seguimiento de logros, lo que dificulta la consecución o consolidación de los objetivos

propuestos.

4.1.3 Escenario Objetivo

El escenario objetivo es aquel que sirve de traductor político de las aspiraciones sociales,

las consideraciones técnicas y las miradas institucionales alrededor de cada uno de los

Cerros Tutelares. La construcción de dicho escenario recoge los objetivos de manejo (Ver

Numeral 3) y se materializa en la formulación de unas zonas de manejo para el Cerro,

como definición y concreción espacial de las diferentes intenciones, énfasis y tratamientos

proyectuales que consideramos oportunos, necesarios, y/o urgentes para el mejoramiento

ambiental de este ámbito de tan alto valor para la ciudad.

4.2 ZONIFICACIÓN

La zonificación se plantea a partir de la integración de propuestas formuladas desde las

dimensiones ambiental, urbanística y valorado el trabajo con la comunidad y los actores

institucionales; de esta manera, se orientan las posibilidades y necesidades de acción,

intervención y restricción al uso público y privado de dichas áreas, según la potencialidad

y fragilidad ecológica, ambiental y paisajística identificada.



Las propuestas de zonificación han tenido como punto de partida la revisión y articulación

con las propuestas de usos y restricciones establecidas en el Plan de Ordenamiento

Territorial, el Plan de Desarrollo Municipal y con las orientaciones sobre planeación y usos

del suelo establecidas por Corantioquia y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá,

atendiendo a conceptos del Consejo de Estado en el sentido de que cuando se trata del

ordenamiento ambiental del territorio, las autoridades ambientales y los municipios deben

buscar ante todo la concertación y articulación en las propuestas de zonificación y

manejo. Por lo tanto, según las categorías definidas en la parte técnica de esta

propuesta, se acató los mandatos legales y constitucionales a favor del interés público y

social, en clara correspondencia con las funciones que en tal sentido le asigna la

Constitución Política de Colombia y la Ley a los Municipios.

4.2.1 Zonas de Manejo

4.2.1.1 Zona de Recuperación para la Conservación

Extensión: 51,62 hectáreas (48,95% del área)

Condición: Corresponde a las coberturas de pasto enmalezado y plantaciones de pinos y

a los retiros de las quebradas limites (Chorrohondo y La Castro) donde se presentan

procesos de regeneración natural representados en pequeños parches de rastrojo bajo. El

área que corresponde a esta zona se encuentra actualmente fuertemente deteriorada por

actividades antrópicas como incendios forestales, tala para construcción y leña, ha

consecuencia de esto se ha perdido la conectividad con ecosistemas importantes y se ha

alterado fuertemente la composición y funcionalidad de las coberturas naturales

empobreciendo y disminuyendo los habitáts de especies endémicas presentes en

fragmentos de bosques, rastrojos altos y bajos localizados en el área del proyecto de

parque Arví. En esta zona se localizan sitios de valor arqueológico en proceso de

prospección.

Intención de Manejo: Recuperación mediante acciones de restauración asistida para

inducir y conformar estructura, composición y funcionalidad ecológica con especies

nativas, conservar las zonas con algún valor arqueológico, recuperación de suelos y



zonas de retiro, como aporte a la recuperación de la conectividad ecológica entre el cerro

y el Parque Arví y la preservación de los sitios de interés arqueológico.

El uso principal de esta zona corresponde al forestal protector y sus usos

complementarios relacionados con la oferta escénica, educativa, investigativa, de

recreación pasiva se podrán desarrollar siempre y cuando la ejecución de obras y el

desarrollo de tales actividades asociadas a estos usos, no pongan en riesgo su función

protectora.

Tratamientos: Para el caso de las plantaciones forestales protectoras con especies

exóticas se podrá emprender acciones para sustituir gradualmente dicha vegetación a

través de la tala selectiva de árboles e inducción de regeneración natural, tomando en

consideración parámetros técnicos y metodológicos de restauración de ecosistemas. En

las zonas de interés arqueológico propiciar el reconocimiento y la conservación mediante

acciones educativas y de investigación arqueológica que promuevan la apropiación,

conservación, el rescate del patrimonio arqueológico y el disfrute del espacio por parte de

la comunidad.

Se debe considerar la susceptibilidad de esta zona a los incendios forestales y al

aprovechamiento inadecuado del recurso forestal, por lo que se deben emprender

medidas para el control de dicha situación a través de: disminución de la cobertura de

plantación de pinos y pastos, acompañados por campañas educativas que permitan

concientizar a la comunidad sobre la importancia de la flora en el cerro por su ubicación

para mitigar el riesgo de erosión y por su funcionalidad ambiental. También se deben

emprender acciones para disminuir la contaminación en las fuentes hídricas (campañas

educativas, recolección de desechos y eliminación de pastos en los cauces).

4.2.1.2 Zona de Recuperación Ambiental y Paisajística


Condición: Zona altamente degradada por actividades antrópicas, cobertura vegetal

correspondiente a pastos y plantaciones de pino. Es el área con condiciones de mayor



visibilidad y con mayor apropiación de la comunidad local. En esta zona igualmente se

localizan sitios de valor arqueológico en proceso de prospección.

Intención de Manejo: Recuperación de la zona para uso de recreación pasiva y

esparcimiento, protección de suelo, protección del patrimonio cultural, mejoramiento

escénico, generación de servicios ambientales e incremento de la calidad escénica

mediante el manejo de senderos, parajes, manchas de cobertura vegetal nativa y exótica,

identificación de hitos, recorridos, zonas de especial interés para la comunidad y zonas

con altas pendientes.

Tratamientos: Para el caso de las plantaciones de pinos se podrán emprender acciones

silviculturales como remociones, podas, trasplantes y establecimiento de especies nativas

forestales, arbustivas y de cobertura baja que incrementen por su ubicación las

condiciones del cerro para ser mirado desde la ciudad, y recorrido e incrementar su

potencial ambiental y de valor escénico. En el caso de los pastos con árboles aislados se

propone sustituir paulatinamente dicha vegetación a través del manejo de manchas de

vegetación nativa en diferentes estados de sucesión considerando los senderos,

acequias, hitos y pendientes presentes en la zona. Para las zonas arqueológicas se

proponen adelantar las acciones de prospección para la identificación y valoración del

sitio, acciones educativas y de investigación arqueológica que promuevan la apropiación,

conservación, el rescate del patrimonio arqueológico y el disfrute del espacio por parte de

la comunidad.

4.2.1.3 Zona de Recuperación Ambiental y Paisajística en áreas de alto riesgo no recuperable


Condición: Corresponde a la zona de alto riesgo no recuperable de acuerdo a lo

designado por el POT y expresado en el diagnóstico del presente proyecto. La

vegetación presente en esta zona (plantaciones y cobertura de pastos) no contribuye a la

disminución del riesgo, en el pasado se han realizado reubicación de viviendas

establecidas en esta zona.



Intención de Manejo: Por el riesgo que representa para las comunidades vecinas debe

ser objeto de restricciones a cualquier tipo de uso diferente al de conservación, por lo

tanto, se debe propiciar el establecimiento de coberturas vegetales protectoras

apropiadas.

Tratamientos: Adquisición de los predios por parte del Municipio y/o reubicación de las

comunidades asentadas, medidas de protección que consiste en la mitigación del riesgo

mediante obras civiles de contención y el establecimiento de vegetación apropiada

árboles y arbustos de bajo volumen y sistema radicular que contenga el suelo y lo proteja

de la erosión por escorrentía

4.2.1.4 Zona de Uso intensivo


Condición: Corresponde al sistema de senderos de alta carga que estructuran la red de

accesos y direccionan la forma de recorrer y disfrutar el cerro, hacen parte igualmente de

estas zonas los miradores principales y algunos espacios abiertos dedicados a prácticas

recreativas de alta intensidad.

Intención de Manejo: Consolidación y adecuación de la red de espacio público

construido representado en los accesos, senderos y miradores para el mejoramiento de

las calidades escénicas y paisajísticas del cerro. Aumento de la capacidad de soporte del

cerro para atender las demandas de uso público en lugares apropiados para tal fin,

evitando el uso masivo y conflictivo de las áreas de preservación y conservación.

Tratamientos: Se promueve sobre estas áreas acciones inmediatas mediante el

mejoramiento y adecuación de senderos, implementación, generación de corredores de

uso activo que contengan la demanda directa de las zonas de recuperación para la

conservación y preservación.

Generar una red que soporte el flujo peatonal del cerro permitiendo el disfrute de las

actividades recreativas de uso colectivo, a la vez que promuevan la contemplación y



valoración de las áreas verdes que componen este espacio público, elevando así la oferta

de espacios naturales para el uso público.

Identificar y garantizar el acceso a la red de parajes y miradores que constituyen el

sistema de espacios públicos construidos al interior de cada cerro, incrementando el

control social de estos espacios por apropiación y valoración.

4.2.1.5 Zona de Consolidación de Borde


Condición: Corresponde al borde nororiental del cerro, en relación a los barrios Isaac

Gaviria, Trece de Noviembre y Villatina, todos estos en procesos primarios de

consolidación y altas densidades que exigen estrategias adecuadas para la contención y

consolidación del borde urbano.

Intención de Manejo: El objetivo prioritario para el manejo de estas zonas es el

establecimiento de áreas o corredores de borde que sirvan simultáneamente como

barreras físicas para la expansión urbana, espacios públicos de uso activo y límites

visibles que faciliten la vigilancia y el control de cualquier tipo de ocupación ilegal.

Tratamientos: Implementación de corredores de borde compuestos por franjas de

alamedas o parques lineales, franjas arborizadas con alto valor paisajístico y barreras

forestales. Los accesos deben estar claramente definidos y su tratamiento urbanístico y

el de los parques de borde debe estar regido por los parámetros establecidos en la Guía

de Componentes del Espacio Público para los Cerros Tutelares, propuesta por este

proyecto.

El mejoramiento integral de las áreas inmediatas a esta zona debe contemplar la

implementación de los equipamientos básicos como servicios públicos e infraestructuras

de transporte y comunicación que garanticen la conectividad de los cerros al sistema de

espacios públicos de la ciudad.



4.2.1.6 Zona de Consolidación de Borde en Alto Riesgo no Recuperable


Condición: Corresponde a las áreas donde se superponen la zona de consolidación de

borde con las áreas de alto riesgo no recuperable, identificadas por el POT y ratificadas

por este estudio. En estas áreas identificamos espacios afectados por desastres naturales

en vías de reocupación y áreas reubicadas sin intervenciones físicas contundentes que

las convierten en blancos fáciles para su reocupación.

Intención de Manejo: Consolidación y control de la expansión, mitigación de los riesgos

que la condicionan como no recuperable, son el objetivo principal de manejo en estas

áreas.

Tratamientos: Todas las áreas de alto riesgo no recuperable, dentro de la zona de

consolidación de borde están destinadas exclusivamente a usos públicos con predominio

de las zonas verdes, corredores ecológicos, sistemas de alamedas o parques lineales.

Los diseños propuestos en estas áreas estarán condicionados por la estabilidad y

capacidad portante del suelo, tanto como a la coordinación con las actividades de

reubicación de las personas aquí asentadas, proyecto que se debe ejecutar

paralelamente al de intervenciones físicas de mitigación, espacio público o recuperación

paisajística.

En la Figura 4 se presenta la zonificación para el cerro Pan de Azúcar.



Figura 4 Zonificación de manejo para el cerro Pan de Azúcar.



5 ESTRATEGIAS, PROGRAMAS, Y PROYECTOS DEL PLAN DE MANEJO DEL CERRO PAN DE AZÚCAR

Definir las estrategias de manejo para los Cerros Tutelares de Medellín exigió en primer

lugar el desencadenamiento de un proceso de integración del diagnóstico realizado desde

todas las dimensiones del territorio, con sus diversas variables y categorías del análisis,

que permitió dar cuenta del estado y valor actual de estos ecosistemas urbanos y en

consecuencia, de sus necesidades y posibilidades de mejoramiento y restauración. La

labor de identificar los roles urbanos de los Cerros Tutelares y de fortalecerlos o

revertirlos, fue entonces consecuencia directa de ponderar y entender sus funciones en el

sistema municipal, metropolitano, e incluso regional.

Estas funcionalidades urbanas, pueden resumirse así:

Los Cerros como componente fundamental del sistema de Espacio Público, en

cuanto ámbitos naturales de soporte al sistema de espacialidades públicas de la ciudad, y

por ello, sujetos a suplir demandas de ocio, disfrute paisajístico, recreación y cultura.

Los Cerros como Ecosistemas Estratégicos de escala local, que les confiere la

característica de generar algunos servicios ambientales de importancia para la ciudad.

Estos roles urbanos, aparentemente dicotómicos, no son excluyentes, por el contrario,

aparecen como una oportunidad estratégica –e histórica– de posicionar en la ciudad,

componentes del sistema natural, como soporte o integradores fundamentales de su

carácter (clúster diferenciador) y por ello, de la civilidad, el encuentro colectivo y la

deseable ambición de una ciudad equilibrada y sostenible.

Un trabajo detallado de lectura y percepción ambiental del territorio, de comprensión de

los subsistemas urbanos ordenadores, y de entendimiento de sus dinámicas

socioespaciales, fue útil para concretar la línea base de manejo del Sistema de Cerros

Tutelares.



Como consecuencia de dicha valoración territorial, de los roles y funcionalidades de los

cerros en el sistema ambiental urbano y de las potencialidades identificadas, se pudo

establecer los tipos de énfasis de acuerdo con la dominancia específica de considerarlos

como Espacios Públicos o Ecosistemas Estratégicos.

En correspondencia, el cerro Pan de Azúcar debe manejarse con un énfasis

dominantemente ambiental de la intervención, gracias a los atributos naturales, a los

potenciales valores ecológicos, a su singularidad geográfica y a la posición que ocupa en

el contexto territorial metropolitano, verificándose como una centralidad de alta jerarquía

en la ciudad. Es un cerro donde se debe privilegiar el respeto por las condiciones

ecológicas y culturales del sitio. En consecuencia, la intervención está orientada a la

implementación de equipamientos para la recreación pasiva, al mejoramiento de la

calidad escénica del paisaje, a la readecuación de senderos peatonales y al control de la

redensificación urbana, así como a la reprogramación de equipamientos existentes y al

fomento de la pedagogía y la formación ambiental.

Así concebidas, estas orientaciones globales para el manejo del cerro Pan de Azúcar,

deben marcar y dirigir las voluntades políticas de intervención, a través de acciones,

programas y proyectos, contemplados en una gestión integral que considere los

determinantes socioespaciales y ambientales de su estructura y función urbana.

5.1 ESTRATEGIAS DE MANEJO PARA EL SISTEMA DE CERROS TUTELARES

Se definen aquí algunas líneas estratégicas de manejo para los siete cerros tutelares de

Medellín, considerados como elementos de un sistema ambiental que amerita un

tratamiento con miras a su gestión integral.

Como consecuencia del énfasis de intervención anteriormente expuesto, así como de las

perspectivas y posibilidades reales del uso social del espacio, de las capacidades de

carga de estos territorios en contraste con sus demandas hacia el uso recreativo

intensivo, de las urgencias de la gestión ambiental y los problemas centrales por

dimensión en cada uno de los cerros, se configuran algunas estrategias de intervención

en el Sistema de Cerros Tutelares, que sumariamente deben contemplar:



Estrategia 1: Configuración de los cerros tutelares como sistema. Entender y

posicionar los cerros no como hechos puntuales, sino como elementos isomórficamente

interrelacionados con los demás componentes de la estructura ecológica de soporte del

sistema territorial del Valle de Aburrá.

Estrategia 2: Preservación y restauración ecológica. Coadyuvar procesos de

restauración ecológica en las áreas con deterioro de los valores ambientales y preservar

los reductos en los cuales estas aún mantienen características de valor.

Estrategia 3: Protección y recuperación de las calidades visuales de los cerros.

Garantizar la protección y preservación del atributo territorial más significativo de los

cerros; esto es, de su carácter tutelar; rescatando y poniendo en valor su uso

consuetudinario como miradores e hitos dominantes de la forma urbana de la ciudad, y de

la condición geográfica del Valle.

Estrategia 4: Calidad y cobertura urbanística de los cerros y sus áreas de

influencia. Emprender acciones de mejoramiento, preservación y/o restauración de la

estructura urbana y habitacional que define el entorno de los cerros y a ellos en sí

mismos, para alcanzar indicadores adecuados de calidad y cobertura urbana, que

garanticen el equilibrio de estos sistemas interdependientes (cerro/ área aferente).

Estrategia 5: Incorporación de los cerros a la estructura urbana de la ciudad.

Generar las condiciones urbanísticas necesarias para la adecuada integración de los

cerros a la estructura urbana, en términos de conectividad, accesibilidad, visibilidad,

publicidad; esto es, con su condición pública, patrimonial y de memoria.

Estrategia 6: Pedagogía y formación ambiental urbana. Generar estrategias

pedagógicas que permitan desde la educación ambiental, garantizar la incorporación de

los cerros en el imaginario ciudadano, hacia la potenciación de sus calidades, la

preservación de sus valores, la autogestión y corresponsabilidad colectivas en su

sostenibilidad y disfrute.



Estrategia 7: Manejo y gestión administrativa del sistema de Cerros Tutelares.

Definir un mapa para la gestión, manejo y sostenibilidad del sistema de cerros apalancado

en las fortalezas de la SMA, el Área Metropolitana, CORANTIOQUIA, las secretarías y

entidades descentralizadas del Municipio; que incentiven la participación,

corresponsabilidad e inversión del sector privado y la comunidad medellinense.

Estrategia 8: Sostenibilidad financiera del sistema de Cerros Tutelares. Definir e

implementar mecanismos, estrategias y herramientas de gestión financiera que permitan

garantizar la sostenibilidad del sistema de cerros tutelares, desde una plataforma mixta

entre el estamento público y los privados.

Estrategia 9: Fortalecimiento de las redes sociales en torno a los cerros.

Sensibilizar, capacitar y fortalecer el perfil de las organizaciones sociales y comunitarias,

así como de los diferentes actores locales y de ciudad con incidencia en el sistema de

cerros, hacia la preservación, puesta en valor y uso sostenible de los mismos.

De otra parte, se pueden identificar algunas acciones de necesaria implementación en

todo el Sistema de Cerros Tutelares, en el corto y el mediano plazo, para garantizar su

adecuado uso y gestión:

Garantizar las labores culturales de mantenimiento de las coberturas vegetales.

Garantizar la correcta operación de unos comités de emergencia locales.

Garantizar el mantenimiento de las infraestructuras y los servicios básicos de

saneamiento y aseo.

Garantizar la seguridad, la vigilancia y el control social en toda la extensión del

Cerro.

Asumir estos principios rectores de la intervención territorial en el cerro Pan de Azúcar

obraría positivamente en su recuperación, restauración y mejoramiento ambiental global.

La deseable ambición de integrar estos cerros entre sí y con sus entornos urbanos y de

explotar adecuadamente sus funciones como espacialidades públicas, puede encontrar

eco en el corto y mediano plazo, sí y solo sí, se asume la necesidad de fortalecer



procesos de cohesión y organización social alrededor de ellos y de estimular algunos

intereses masivos sobre su suerte y destino. Esta es una labor que compete a la

ciudadanía en su conjunto, pero que la administración municipal, y específicamente la

Secretaría de Medio Ambiente debe tomar como bandera de su acción estratégica,

mirada a la preservación y el incremento de los factores de confort y bienestar ambiental

de los ciudadanos.

5.2 DEFINICIÓN DE LOS PROGRAMAS DE MANEJO

El Plan de Manejo y Gestión Integral de los Cerros Tutelares de Medellín busca contribuir

a la construcción del espacio público y de sus valores naturales como elemento

estructurante de la ciudad, factor clave del equilibrio ambiental y de la construcción de

ciudadanía.

El Plan de Manejo del cerro Pan de Azúcar busca contribuir a lograr los cerros tutelares

estructurados al sistema de espacio público natural de la ciudad de Medellín y articulados

en un sistema de programas y proyectos de manejo y gestión integral.

Su propósito central es que el cerro Pan de Azúcar sea un referente para la ciudad,

destinado a la conservación, el disfrute del paisaje, la interacción con la naturaleza y la

recreación pasiva.

El Plan de Manejo del cerro Pan de Azúcar se constituye de tres programas:

5.2.1 Programa Urbanístico

Propósito: El cerro Pan de Azúcar como espacio público estructurado, dotado de altas

calidades escénicas para el disfrute pasivo.

El programa urbanístico más que un simple ejercicio de ordenación debe convertirse en

una herramienta óptima para espacializar los objetivos propuestos por el plan de manejo e

identificar mediante ejercicios de simulación los impactos socioeconómicos y ambientales

de las intervenciones propuestas, permitiendo la evaluación de las autoridades públicas y

de los actores que directa o indirectamente están relacionados con las transformaciones



de su entorno, pues son las conclusiones de este proceso, las que darán inicio al

momento siguiente: el proyecto propiamente dicho.

Aunque el ideal del programa urbanístico es su materialización en intervenciones

contundentes, proyectos tan complejos como el de los Cerros Tutelares de Medellín,

exigen considerar varios componentes que expliquen las relaciones directas e inducidas

entre las acciones físicas y las no físicas. Asumiendo la realidad urbana de nuestra

ciudad y el valor ambiental y paisajístico de los siete cerros tutelares que nos concentran

en esta propuesta no podríamos pensar en un proyecto que se reduzca por estrategia o

por táctica a la (re)construcción de infraestructuras y del espacio público, realizando o

recalificando los encuentros entre distintas áreas, no se puede considerar como un simple

proyecto sectorial (de ingeniería municipal o de paisajismo) ya que su fin es producir

efectos sobre espacios integrados al imaginario colectivo.

El programa urbanístico se constituye en un proceso de ejecución para el espacio público

con un conjunto de reglas procesales o formales para los elementos urbanos que se

espera que puedan ser inducidos por la intervención. Este ejercicio exige una propuesta

urbana definida por proyectos de intervención adaptable a la autonomía de sus

componentes. No se trata de un programa que defina todo al mismo tiempo y al mismo

nivel, subestimando los procesos y el factor tiempo, ni de otro que defina intenciones o

coordenadas de referencia para proyectos parciales que subestimen la importancia de la

configuración y de la continuidad espacial.

Atendiendo a los alcances de los Planes de Manejo y Gestión Integral de los Cerros

Tutelares del Municipio de Medellín, es pertinente la elaboración de un programa

urbanístico que teniendo en cuenta el análisis de la realidad urbana del sistema ambiental

de los cerros, elabore una propuesta de lineamientos urbanos estructurantes, la

programación de proyectos específicos y la revisión de instrumentos de normatividad

urbanística.

La formulación del programa urbanístico de los Cerros Tutelares del municipio de Medellín

debe tener por objeto dar viabilidad a una propuesta integral para la expedición de

proyectos específicos, su coherencia se soporta en la Figura 5.



Figura 5 Estructura del programa urbanístico.

Espacio Público Equipamientos Asentamientos Movilidad

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Las categorías de análisis, utilizadas para la lectura sistemática de los cerros como

espacios urbanos se encadenan directamente a la identificación de cuatro problemas

estructurales a estos espacios asociados, ya listados en el numeral 5 del Plan de Manejo.





Baja articulación al sistema de espacios públicos de la ciudad

Deficiente señalización en los cerros



A continuación, se definen las acciones en que se enmarcan los proyectos propuestos

para la intervención urbanística en el cerro Pan de Azúcar. Estas nueve acciones se

constituyen en la respuesta estructural a las problemáticas halladas y se materializan en

los proyectos más adelante presentados.

Acciones del programa urbanístico del Plan de Manejo del cerro Pan de Azúcar

Adquisición, regularización, reubicación o afectación de predios

En miras a la consolidación de los Cerros Tutelares como espacios públicos de alta

calidad ambiental y paisajística, es necesario emprender acciones para el control de las

formas de habitar y asentarse de la comunidad en sus bordes. Durante las diferentes

fases del proyecto, diagnóstico, prospectiva y zonificación y esta última de formulación, se

han encontrado diversas situaciones que exigen acciones jurídicas y normativas para el

avance de los proyectos en el cumplimiento de los objetivos de manejo:

Adquisición de predios (a propietarios a poseedores)

Regularización de asentamientos

Reubicación por alto riesgo no recuperable

Reubicación por afectación del programa urbanístico

Afectación por utilidad pública

Implementación de instrumentos de gestión territorial (integración inmobiliaria,

declaratoria de desarrollo o construcción prioritaria, compensaciones, transferencia de

derechos de construcción y desarrollo, etc.).



Consolidación del borde

Los Cerros Tutelares de Medellín son espacios públicos naturales subsumidos en un

sistema urbano creciente y desbordado que ejerce presión constante sobre ellos, por

tanto sus bordes se convierten en lugares mixtos donde se deben mitigar las acciones

constantes de esta presión, donde deben convivir las distintas formas de expresión del

paisaje, donde se sufre ese gradiente formal y funcional entre la caótica dinámica urbana

y el pausado ritmo de lo natural.

La transformación en los bordes no es meramente física, la secuencia parte de una

transformación mental, de las categorías bajo las cuales se perciben, clasifican y valoran

los elementos y relaciones con estos espacios, sobre los cambios culturales, es decir, de

los consensos, los símbolos y valores que conllevan a los cambios físicos. Gracias a la

influencia del entorno y a su propia inercia estructural estas franjas son las más creativas,

donde se puede permitir el encuentro con los usos más intensivos y la diversidad

programática, donde se permite la implementación de equipamientos colectivos que

preserven el vínculo constante de la comunidad con el cerro en busca de su

reconocimiento como espacio activo en la dinámica urbana y cultural de la ciudad.

Los espacios de borde exigen acciones urgentes de contención, conexión, mitigación,

activación, pero esencialmente de consolidación, deben convertirse en franjas “estables”

que contengan y absorban los flujos y las demandas funcionales de la ciudad urbanizada

y las programáticas de la comunidad ávida de espacios para el encuentro cultural,

educativo y recreativo.

Mejoramiento de las vías de acceso

Continuidad espacial y funcional son uno de los mayores retos de estos espacios

“marginados” del sistema urbano y en muchos casos de la memoria colectiva, las

posibilidades de uso y apropiación de estos espacios públicos están directamente ligadas

a las posibilidades de acceso ofrecidas por la estructura urbana dominante.

Las infraestructuras y formas de transporte deben garantizar el acceso constante y

adecuado de la comunidad a estos espacios públicos, la coherencia del sistema



estructurante de la movilidad, su adecuación a las condiciones paisajísticas naturales y la

implementación de sistemas de transporte apropiados para la incorporación de estos

cerros a las rutas deportivas, culturales y recreativas son garantías de su uso y

reconocimiento como estrategia activa de conservación.

Implementación y adecuación de accesos

Esa línea tenue entre lo público y lo privado, entre lo natural y lo artificial debe ser

representada sinuosamente en espacios de tránsito que concentren de forma eficiente la

información que cualquier visitante requiera para el aprovechamiento máximo de un

espacio con altas calidades ambientales y paisajísticas. La generación estratégica de un

sistema de accesos más que restringir, debe promover la igualdad en las posibilidades de

uso de estos espacios de las diferentes áreas de la ciudad, al mismo tiempo que,

direccionan de forma estimulante el uso de las rutas internas diseñadas para mayores

cargas en beneficio de los espacios con altos niveles de naturalidad que exigen un uso

más restringido para su conservación.

Implementación y adecuación de miradores

La característica de hacer parte del sistema de miradores de la ciudad es propia y

representativa del sistema de Cerros Tutelares, la implementación de un sistema de

miradores de diferente capacidad de carga que se adapte a los lugares más privilegiados

para mirar hace parte de las acciones más estratégicas a implementar en miras del

reconocimiento y potenciación de uso de estos espacios.

La posibilidad de mirar y ser mirado hacia y desde cada uno de los demás cerros

garantiza un estímulo constante para la consolidación de un sistema integrado que

reconoce estos espacios como privilegiados para la observación de la ciudad y su devenir

no solo ambiental sino también cultural.

Implementación y adecuación de espacios recreativos

El bajo índice de espacio público y la baja calidad de algunos de los equipamientos que la

ciudad y en especial el que la población infantil utiliza para ejercer su derecho a la



recreación y el deporte, obligan a generar espacios de calidad en ambientes cualificados

para el desarrollo de estas actividades.

Generar posibilidades de uso, apropiación y recreación en consonancia con actividades

de contemplación propias de la conservación, exige el diseño y la implementación de

espacios recreativos con un alto nivel de adaptación a las condiciones propias del lugar

donde se emplazan, que sin agredir estimule el uso intensivo de ciertos espacios

destinados para tal fin, concentrando o dirigiendo de forma indirecta la intensidad y las

formas de apropiación de los cerros como espacios públicos abiertos a suplir las

demandas de recreación activa y pasiva de la ciudad y sus habitantes.

Tratamiento paisajístico

La calidad ambiental y paisajística de estos espacios naturales se convierte más allá de

su principal servicio ambiental en uno de los valores más llamados a conservar, el

equilibrio entre los espacios naturales y construidos, la calidad escénica y el valor

simbólico de los espacios naturales en una ciudad, se convierten hoy día en parámetros

de ecoeficiencia y competitividad, el turismo, la recreación y el ocio son actividades

altamente productivas en un sistema de competencia global.

La contención natural en miras de la prevalencia de lo público, la demarcación de límites

entre estos espacios naturales y sus entornos altamente urbanizados es uno de los

objetivos concretos de las intervenciones urbanísticas que integran el paisajismo como

una de sus mejores herramientas.

Aplicación de la Guía de los Componentes del Espacio Público para los Cerros

Tutelares

La adecuación de estos espacios naturales para el soporte de la demandas del uso

público exige una interpretación y ampliación de los elementos y parámetros existentes en

el Manual de Espacio Público de Medellín, la incorporación de nuevas posibilidades

formales, nuevos materiales y nuevos conceptos, es necesaria a la hora de proyectar los

diferentes sistemas que estructuran estos espacios, miradores, senderos, parajes, cruces,

se convierten en espacios aptos para la educación y formación ambiental.



La incorporación de señales educativas, preventivas e informativas deben responder a las

exigencias del entorno natural que las adopta, la calidad escénica del paisaje natural se

convierte en la mayor exigencia para implementar cualquier elemento ajeno a su

estructura, el minimalismo, la contundencia funcional y la capacidad de mímesis hacen

obligado el ejercicio proyectual de los elementos de arborización, mobiliario y señalética

que se pretenden incorporar a la estructura general de cada uno de los cerros.

La posibilidad de construir una imagen que represente a los Cerros Tutelares dentro de la

iconografía mental de los ciudadanos de la ciudad, se convierte en objetivo estratégico de

este Plan de Manejo, la conservación de estos espacios como relictos naturales y

paisajísticos dentro de la trama urbana obedece directamente a la capacidad que se tenga

de hacerlos parte de los imaginarios e intereses colectivos.

Implementación y adecuación de una red de senderos

La configuración de una red jerarquizada de senderos más que garantizar el uso efectivo

de los espacios del cerro, se debe convertir en una medida para el direccionamiento de

las formas e intensidades de uso de estos espacios, la disposición formal y paisajística de

los recorridos permitirá limitar la apropiación de espacios más frágiles y vitales para la

conservación ambiental del cerro.

El manejo de materiales, las formas de adaptación a las pendientes, las calidades

escénicas y climáticas condicionan de forma contundente las posibilidades de apropiación

y formas de uso, su adecuado manejo puede permitir también ampliar el espectro de

usuarios o restringirlo, según sea la intención o el objetivo de manejo de cada cerro.

5.2.2 Programa Ambiental

Propósito: El cerro Pan de Azúcar consolidado como ecosistema estratégico y con alta

calidad de servicios ambientales para la ciudad.

Entendido este Plan de Manejo como un instrumento que orienta el manejo y la gestión

del cerro Pan de Azúcar, armonizando los diferentes intereses presentes, de acuerdo a

las características y potencialidades propias de cada uno de ellos, el componente



ambiental da las bases para la comprensión de las dinámicas ecológicas y ambientales,

que determinan la función de los cerros en términos de la definición de valores de

conservación desde la perspectiva de la generación de servicios para el municipio.

La puesta en marcha del programa ambiental se logra mediante la formulación de

proyectos que contribuyan a lograr la intención de manejo expresada en la zonificación.

Estas acciones corresponden directamente a la condición ambiental de cada cerro. Sobre

cada una de las zonas se formulan proyectos específicos que deben orientar la gestión de

las instituciones con competencias en las áreas de estudio.

El Programa Ambiental es un eje estructural del ordenamiento ambiental de los Cerros

Tutelares, que se establece atendiendo a los siguientes objetivos:

Sostener y conducir los procesos ambientales esenciales, garantizando la

generación de servicios ambientales en cada uno de los cerros.

Elevar la calidad ambiental y balancear la oferta ambiental en correspondencia con

la función de cada uno de los cerros.

Promover la apropiación sostenible y disfrute público de la oferta ambiental por parte

de la ciudadanía, a partir de la integración con los demás componentes, mediante la

formulación de proyectos concretos.

Las categorías de análisis evaluadas para dictaminar sobre el estado ambiental del Cerro

Pan de Azúcar (Figura 6), se encadenan directamente a la identificación de los problemas

estructurales asociados a estos ecosistemas urbanos:



Deterioro de suelos por procesos erosivos


Fragmentación Ecológica



Deterioro ecológico por monocultivos de especies exóticas


Deterioro ecológico por monocultivos de especies exóticas

Manejo inadecuado de residuos


Figura 6 Categorías de análisis en el programa ambiental para el cerro Pan de Azúcar.

Las acciones en que se enmarca el abanico de proyectos propuestos para la intervención

ambiental en el cerro Pan de Azúcar son las siguientes:

Recuperación de la funcionalidad ecológica

Manejo vegetal para la recuperación paisajística

Mitigación de incendios



Manejo vegetal en zonas de alto riesgo no mitigable

Estas acciones se constituyen en la respuesta estructural a las problemáticas halladas y

se materializan en los proyectos más adelante presentados.

5.2.3 Programa Sociocultural

Propósito: Habitantes de Medellín reconocen, se apropian y disfrutan de la oferta

ambiental del cerro Pan de Azúcar y participan de sus procesos de gestión y manejo.

Las aspiraciones del programa sociocultural para los Cerros Tutelares, conformado por

tres proyectos de carácter fundamental para el buen desarrollo de los Planes de Manejo,

se pueden sintetizar del siguiente modo:

Mantener a las Organizaciones comunitarias interrelacionadas y participando de los

procesos de concertación, planeación y desarrollo emprendidos por la municipalidad, a

través de espacios de análisis, concertación y diálogo permanente frente a la situación de

los Cerros Tutelares.

Motivar en las comunidades la inserción de una cultura de lo ambiental y lo público

que se traduzca en el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias generando

credibilidad y confianza en sus líderes e impulsando procesos de gestión social que las

beneficien y que garanticen la permanencia de los cerros como unos espacios públicos de

ciudad que sean ambiental, social y económicamente sostenibles.

Desarrollar en los líderes de las organizaciones comunitarias y sociales de los barrios

del entorno inmediato de los cerros, un conocimiento y valoración de estos, bien como

patrimonio cultural, histórico y arqueológico, bien como patrimonio ambiental de la ciudad.

Estimular procesos de formación y pedagogía ambiental de las cualidades y virtudes

ambientales de los Cerros Tutelares, que contribuyan a su valoración y preservación

como espacios públicos con calidad ambiental para la ciudad.



Generar una corriente de opinión pública favorable al uso sostenible de los Cerros

Tutelares, a través de actividades, eventos y diversas propuestas temáticas y

programáticas.

Propiciar la generación de conocimientos sobre los factores de riesgo ambiental que

amenazan la vida para buscar alternativas de habitabilidad no riesgosa.

Propiciar la simbolización del patrimonio natural ambiental como hito urbano que

favorece la identidad ciudadana, el sentido de pertenencia y la convivencia para

transformarlo en espacios públicos para el encuentro, la recreación y la comunicación

ínter barrial.

Las categorías de análisis evaluadas para dictaminar sobre el estado y la dinámica

sociocultural de el cerro Pan de Azúcar (Figura 7, se encadenan directamente a la

identificación de los problemas estructurales asociados a estos ecosistemas urbanos, ya

mencionados y descritos en el numeral 5 del Plan de Manejo:

Alta vulnerabilidad de los procesos de convivencia pacífica

Baja promoción de actividades de esparcimiento y encuentro ciudadano


Inseguridad y estigmatización de los cerros tutelares



Figura 7. Categorías de análisis, problemas estructurales y acciones estratégicas del Programa Sociocultural para el cerro Pan de Azúcar.



Bajo reconocimiento y apropiación ciudadana de los cerros

Inseguridad y estigmatización de los cerros tutelares



Bajo reconocimiento y apropiación ciudadana de los cerros



Acciones del Programa Sociocultural del Plan de Manejo del Cerro Pan de Azúcar

Fortalecimiento de las Organizaciones Comunitarias para la Gestión Ambiental

Identidad y promoción de los Cerros Tutelares para el reconocimiento ciudadano

Educación para el Fortalecimiento de la Conciencia Ambiental en los Cerros

Los programas urbanístico, ambiental y sociocultural del Plan de Manejo para el Cerro

Pan de Azúcar se concretan a través de las propuestas proyectuales que a continuación

se identifican y relacionan.

5.3 IDENTIFICACIÓN DE LOS PROYECTOS ESTRATÉGICOS

A continuación, se relacionan los proyectos a formular dentro del Plan de Manejo del cerro

Pan de Azúcar, haciendo evidente su relación con la zona de manejo en la que se inscribe

y con los problemas detectados durante la fase de caracterización y diagnóstico.

Dicha exploración, que se alimenta de las relaciones de causalidad entre los problemas,

permite que los proyectos formulados contribuyan significativamente a la solución de las

situaciones negativas que afectan ambos cerros, conservando de este modo, la

coherencia necesaria en un instrumento de pensamiento y planeación territorial.

La viabilidad técnica y administrativa de los proyectos formulados en los Planes de

Manejo se construye considerando cuatro niveles de análisis:

Coherencia con las funciones recomendadas, esto es, la formulación de proyectos

como respuesta a una intención global que apunta al logro de los objetivos de manejo.

Consecuencia de la zonificación de manejo, que se constituye en premisa y enfoque

de la intervención territorial.

Correspondencia con el análisis estructural; es decir, con los problemas que el análisis

de dependencia-influencia realizado por el equipo técnico del proyecto, ayudó a identificar

como estructurales y/o prioritarios.



Sintonía con las situaciones que las comunidades de base y los actores institucionales

identificaron en el marco de la Estrategia de Participación del Proyecto, como claves para

la intervención territorial.

En la Tabla 8 se presenta la relación Problema–Zona de Manejo–Proyecto, que hace

explícito el proceso de concepción de los proyectos, mostrando la consecuencia y

coherencia de los mismos, con las zonas de manejo y con las tensiones y problemáticas

detectadas en fase de diagnóstico.

Tabla 8. Relación Problema – Zona de Manejo – Proyecto del Plan de Manejo.

Problema Zona de manejo Proyecto

Conflictos por el uso del suelo Consolidación de Borde

en Alto Riesgo no Recuperable+ Recuperación Ambiental y Paisajística + Uso Intensivo

PARQUE LINEAL MIRADOR DE LA CRUZ Presión habitacional sobre los bordes

Alta vulnerabilidad de los registros arqueológicos Baja calidad de equipamientos e infraestructuras del espacio público Baja estructuración de los espacios recreativos al interior del cerro Baja articulación al sistema de espacios públicos de la ciudad Alta vulnerabilidad a incendios forestales Recuperación para la

Conservación ENRIQUECIMIENTO DE LA COBERTURA VEGETAL Deterioro ecológico por plantación de especies

exóticas Prácticas silviculturales inadecuadas Fragmentación ecológica Alta vulnerabilidad a incendios forestales Recuperación para la

Conservación + Recuperación Ambiental y Paisajística

DISMINUCIÓN DE LA VULNERABILIDAD A INCENDIOS FORESTALES EN EL CERRO PAN DE AZÚCAR

Deterioro ecológico por plantación de especies exóticas Prácticas silviculturales inadecuadas Fragmentación ecológica Alta vulnerabilidad a incendios forestales Recuperación para la

Conservación

DISMINUCIÓN DE LA FRAGMENTACIÓN ECOLÓGICA ENTRE EL CERRO PAN DE AZÚCAR Y LA CUENCA ALTA DE PIEDRAS BLANCAS MEDIANTE EL ESTABLECIMIENTO DE CORREDORES BIÓTICOS EN LAS ZONAS DE RETIRO DE LAS QUEBRADAS

Deterioro ecológico por especies exóticas Prácticas silviculturales inadecuadas Fragmentación ecológica Deterioro del suelo por procesos erosivos Conflicto por el uso de la tierra Contaminación de fuentes hídricas





Conflicto por el uso de la tierra Consolidación de Borde

+ Consolidación de Borde en Alto Riesgo no Recuperable

CONSOLIDACIÓN DEL BORDE URBANO EN EL SECTOR DEL HUEVO Y SOL DE ORIENTE PARQUE DE LA MEMORIA VILLATINA

Presión habitacional sobre los bordes Baja calidad de los equipamientos e infraestructuras del espacio público Prácticas silviculturales inadecuadas Baja articulación al sistema de espacio público de la ciudad Incumplimiento de la normativa urbanística Débil intervención institucional Baja estructuración de los espacios recreativos al interior del cerro Conflicto por el uso de la tierra Recuperación

Ambiental y Paisajística

CONSOLIDACIÓN BORDE LA FORTALEZA Presión habitacional sobre los bordes

Baja calidad de los equipamientos e infraestructuras del espacio público Baja articulación al sistema de espacio público de la ciudad Incumplimiento de la normativa urbanística Débil intervención institucional Baja estructuración de los espacios recreativos al interior del cerro Conflicto por el uso de la tierra Consolidación de Borde

en Alto Riesgo no Recuperable + Recuperación Ambiental y Paisajística en Alto Riesgo no Recuperable

CONSOLIDACIÓN DEL BORDE URBANO Y ADECUACIÓN DE BARRERA NATURAL SECTOR EL PACÍFICO

Presión habitacional sobre los bordes Baja articulación al sistema de espacio público de la ciudad Incumplimiento de la normativa urbanística Débil intervención institucional Restricción al uso público del espacio público Conflicto por el uso de la tierra Recuperación

Ambiental y Paisajística + Uso Intensivo + Recuperación para la Conservación

PARQUE LINEAL SENDERO GRANJA LA FORTALEZA –LA CIMA

Presión habitacional sobre los bordes Baja calidad de los equipamientos e infraestructuras del espacio público Prácticas silviculturales inadecuadas Baja articulación al sistema de espacio público de la ciudad Incumplimiento de la normativa urbanística Débil intervención institucional Baja estructuración de los espacios recreativos al interior del cerro Restricción al uso público del espacio público





Deterioro ecológico por especies exóticas Consolidación de Borde

en Zona de Alto Riesgo no Recuperable

MITIGACIÓN DEL RIESGO MEDIANTE LA REVEGETALIZACIÓN CON ESPECIES DE PORTE MEDIO EN ZONA DE ALTO RIESGO NO RECUPERABLE EN EL CERRO PAN DE AZÚCAR



Conflicto por el uso de la tierra




Por su parte, en la Tabla 9 y la Figura 8 se identifican y proponen los proyectos para el

cerro Pan de Azúcar, enmarcados en los diferentes programas y estrategias. Es

importante aclarar que aunque un proyecto esté inscrito en una estrategia específica, su

puesta en marcha contribuirá con mucha probabilidad al desarrollo de otras estrategias,

gracias a la integralidad en la concepción y formulación de los mismos.



Tabla 9. Proyectos del Plan de Manejo para el cerro Pan de Azúcar.

Propósito del Plan de Manejo: El cerro Pan de Azúcar como referente para la ciudad, destinado a la conservación, el disfrute del paisaje, la interacción con la

naturaleza y la recreación pasiva. Programa Urbanístico: El cerro Pan de Azúcar como espacio público estructurado, dotado de altas calidades escénicas para el disfrute pasivo.

Programa Ambiental: El cerro Pan de Azúcar consolidado como ecosistema estratégico y con alta calidad de servicios ambientales para la ciudad.

Programa Sociocultural: Habitantes de Medellín reconocen, se apropian y disfrutan de la oferta ambiental del cerro Pan de Azúcar y participan de su manejo y

gestión.

Estrategia Programa Proyecto Objetivo Beneficiarios Nivel de

formulación

Calidad y Cobertura Urbanística de los Cerros y sus Áreas de Influencia

Urbanístico 1. Implementación Parque Lineal Mirador de la Cruz en el Cerro Pan de Azúcar

Sendero constituido como Parque Lineal con parajes naturales para la contemplación del paisaje y el reconocimiento del patrimonio arqueológico

Población de la Comuna 8 (102.325 habitantes) y del Valle de Aburrá

1

Urbanístico 6. Adecuación Parque Lineal

Sendero la Granja - la Cima Cerro Pan de Azúcar

Borde suroriental consolidado como un espacio natural para la contención de la expansión residencial y como espacio dedicado a la educación ambiental


3

Urbanístico 4. Consolidación del Borde

Natural Sector La Fortaleza Borde suroriental consolidado como un espacio natural para la contención de la expansión residencial y como espacio dedicado a la educación ambiental


3

Urbanístico 5. Consolidación del Borde

Urbano y Adecuación de una Barrera Natural para la Contención en el Barrio Isaac Gaviria

Borde noroccidental del cerro estructurado al sistema urbano y consolidado como estrategia de contención a la expansión


3





formulación

Incorporación de los Cerros a la Estructura Urbana de la Ciudad

Urbanístico 2. Consolidación del Borde Urbano en el Sector del Huevo Cerro Pan de Azúcar

Consolidar el borde en su estructura urbana y articularlo al sistema de espacio público de la zona centroriental de la ciudad.


3

Urbanístico 3. Implementación Parque de la

Memoria Barrio Villatina Consolidar el borde del cerro como espacio público para el uso intensivo como estrategia de contención a la expansión residencial.


3

Preservación y restauración ecológica

Ambiental 7. Disminución de la vulnerabilidad a incendios forestales mediante el manejo vegetal, la prevención y aumento de la capacidad de reacción

Vulnerabilidad de Incendios forestales reducida o controlada

Población del Valle de Aburrá 1

Ambiental 8. Disminución de la

fragmentación ecológica, entre el cerro Pan de Azúcar y la cuenca alta de Piedras Blancas, mediante el establecimiento de corredores bióticos en las zonas de retiro de las quebradas

Conectar ecológicamente el Cerro Pan de Azúcar con la cuenca alta de la Q. Piedras Blancas

Población del Valle de Aburrá 3

Ambiental 10. Recuperación de la

funcionalidad ecológica de la zona de recuperación para la conservación mediante plantación pionero-clímax

Restaurar la funcionalidad ecológica de la cobertura vegetal degradada y mejorar los servicios ambientales a la comunidad de Medellín


1



Tabla 9¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.. Continuación.


formulación

Protección y recuperación de las calidades visuales de los cerros

Ambiental 9. Manejo de coberturas en zona de recuperación ambiental y paisajística, mediante sustitución gradual de especies exóticas y enriquecimiento con especies nativas

Aumentar la calidad paisajística y ambiental de la zona de recuperación ambiental y paisajística del Cerro Pan de Azúcar


3

Ambiental 11. Mitigación del riesgo,

mediante la revegetalización con especies de porte medio en zona de alto riesgo no recuperable

Mitigar el riesgo por deslizamientos en el borde occidental del cerro Pan de Azúcar


3

Configuración de los Cerros Tutelares como Sistema

Sociocultural 12. Fortalecimiento de la identidad y promoción de los cerros tutelares para su reconocimiento y disfrute

Fortalecer la identidad, reconocimiento y uso adecuado de los cerros tutelares como espacio público

Población del Valle de Aburrá (3.093.000)

1

Fortalecimiento de las Redes Sociales en torno a los Cerros Tutelares

Sociocultural 13. Fortalecimiento de las organizaciones comunitarias de los barrios del entorno inmediato de los cerros tutelares de Medellín para la gestión ambiental

Organizaciones comunitarias interrelacionadas y participando en los procesos de planeación, concertación y desarrollo emprendidos por las comunidades y la municipalidad, en donde la cultura ambiental, el uso y respeto por el espacio público se refleje en cada uno de los cerros tutelares.

Organizaciones Comunitarias de los Cerros Tutelares

1

Pedagogía y Formación Ambiental Urbana

Sociocultural 14. Estrategia de educación para generar conciencia ambiental en los cerros tutelares de Medellín

Desarrollar una estrategia de educación ambiental que incluya las comunidades y representantes institucionales con el fin de mejorar la conciencia ambiental en las mismas.

Directos: 45 docentes y 180 miembros de la comunidad de los cerros; Indirectos: 2500 estudiantes

1



Figura 8. Proyectos del Plan de Manejo del cerro Pan de Azúcar.



6 CONCLUSIONES

En primer lugar se debe resaltar la importancia práctica que significa para el Manejo y

Gestión del Cerro Pan de Azúcar la definición de unos límites claros, pues brinda

seguridad técnica y jurídica a la administración para la intervención político–administrativa

del mismo. Estos límites, así como la zonificación de manejo propuesta pueden ser

incluidos en la actual revisión del POT de Medellín para efectos de ordenación y manejo.

El cerro se localiza en la zona centroriental de la ciudad, y presenta una altura de 440

metros, entre los 1698 y los 2138 msnm, ocupando un área de 105,43 hectáreas, en

jurisdicción de la Comuna 8 (zona urbana) y la Vereda Piedras Blancas Sector Matasanos

(zona rural). Su entorno territorial está definido por la presencia de los barrios Llanaditas,

Villatina, Los Mangos, El Pinal, 13 de Noviembre, La Libertad, San Antonio, Las

Estancias, Villa Turbay y Villa Lilliam.

La escasa cobertura vegetal que posee y los frecuentes incendios forestales que padece,

lo hacen muy susceptible a procesos erosivos intensos entre los que sobresalen los

deslizamientos y movimientos en masa que hacen parte de la dinámica actual y pasada

del cerro y son los responsables de las grandes acumulaciones coluviales del pie del

cerro, algunas de ellas de reciente formación, como el deslizamiento del barrio Villa Tina

ocurrido en la época de los ochentas y causante de gran cantidad de víctimas humanas.

En general el cerro muestra todo tipo de pendientes entre los 0 y 90 grados, pero se

observa que menos del 5% del área del cerro posee condiciones aptas de pendiente para

el desarrollo urbano. El resto de las áreas se consideran abruptas a muy abruptas, con un

elevado porcentaje de zonas escarpadas de superficies sub verticales, las cuales

alcanzan el 18,6%.

El Cerro Pan de Azúcar presenta una zona de alto riesgo no recuperable que se extiende

desde el suroriente a lo largo de la cuenca de la quebrada La Castro y los barrios Villa

Turbay, San Antonio, Villa Liliam, Villa Tina (Parte alta), incluyendo el sector de la

quebrada La Arenera desde la Unidad Básica Beato Domingo Ituarte hacia abajo, así



como el sector de la invasión Isaac Gaviria al oriente del barrio 13 de Noviembre, el barrio

La Torre, en especial los flancos E y NE del campo deportivo, prolongándose hasta el

norte sobre los barrios Los Mangos y Llanaditas en la parte alta.

Cabe mencionar que es muy alto el riesgo por deslizamiento que existe en el costado

noroccidental del cerro Pan de Azúcar, más específicamente en el sector la Torre, donde

en la actualidad existe un deslizamiento activo y otros dos inactivos pueden reactivarse si

se desencadenan los agentes detonantes.

En lo relativo a la flora, el Cerro Pan de Azúcar posee un alto potencial de conectividad

ecológica con el Parque Arví, pero la recurrencia del fuego degrada su vegetación que ya

es poco variada, lo cual representa una amenaza constante. La presencia de especies

nativas de establecimiento espontáneo, bajo plantaciones de pinos es un importante

recurso que se debe usar para recuperar la vegetación propia del cerro y con ello, sus

cualidades ecológicas y ambientales. Es indispensable la educación ecológica y ambiental

de la comunidad establecida en las laderas y el piedemonte del cerro.

De las 215 especies registradas en los cerros tutelares durante este proceso, sólo 41 se

identificaron en el Pan de Azúcar, lo cual resulta un indicador de alarma frente al estado

de esta biota. La vegetación está compuesta principalmente por plantaciones de pinos y

acacias, afectadas severamente por incendios y por extracciones de madera para la

construcción de vivienda y como fuente energética. Las especies nativas encontradas

fueron sólo 17, muy poca para un cerro de su extensión y que se encuentra incluido en el

Parque Arví. Esta baja riqueza de especies no está desligada de la importante función

que puede cumplir este cerro como barrera natural a la intervención sobre los sistemas

boscosos ubicados en la cabecera de la microcuenca La Castro, en el Parque Arví y

Piedras Blancas y una función protectora para la fauna que persiste en los bosques y

rastrojos de esta zona.

No obstante, en la evaluación realizada acerca de la funcionalidad ecológica de la

vegetación presente en el cerro actualmente, y de su relación con áreas vecinas, se

encontró que el fragmento correspondiente al cerro Pan de Azúcar no tiene fragmentos

vecinos en 200 m a la redonda, lo cual indica que se encuentra aislado espacialmente,



también se evaluó si la cercanía de este cerro era menor o igual a 200 m para los

corredores más cercanos, encontrando que las distancias superan los 200 m a este

fragmento por lo cual no resultan enlaces ecológicos posibles.

En consecuencia, se deben generar acciones que permitan que el cerro Pan de Azúcar

sea un hábitat adecuado para la especie endémica reportada (O. columbiana), para varias

especies comunes en los bosques de las laderas altas del valle, del Parque Arví y la zona

de Piedras Blancas, garantizar que cumpla la función protectora (barrera viva) de la fauna,

diseñando y desarrollando corredores ecológicos especialmente asociados a la red de

drenaje presente en esta área para que las especies de flora y fauna de las zonas de

protección se puedan movilizar y logren colonizar nuevas áreas en el cerro.

La evaluación de la avifauna presente en el cerro ubica al Pan de Azúcar dentro de una

prioridad media-baja para la conservación de esta localidad. Esto se debe a que es un

área con una baja riqueza de especies (entre 25 y 40), en su mayoría comunes en todos

los cerros, excepto tres especies que únicamente fueron registradas en esta localidad

(Piculus rubiginosus, O. columbiana y M. ralloides), lastimosamente, estas especies se

encuentran asociadas a la vegetación de ribera de la quebrada La Castro y no a la escasa

vegetación arbórea natural que se encuentra al interior del cerro.

El índice utilizado para valorar la avifauna en cada uno de los cerros se estimó a través de

la valoración de la riqueza de especies en función de diversas variables (gremio trófico,

estrato de forrajeo, distribución, etc.), por lo cual un cerro con una baja riqueza como el

Pan de Azúcar no obtiene un alto valor para su conservación. No obstante, al identificarlo

con una valoración media-baja para la conservación en ningún momento se está

afirmando que no tenga valor para ello, ya que cualquier especie debe ser desde una

perspectiva ética y humana conservada y protegida. Esta valoración es una

consecuencia de su situación actual, lo que no puede ocultar el alto potencial ecológico

que presenta este cerro, fuertemente presionado por la expansión urbana pero aún con

grandes áreas susceptibles de ser tratadas como áreas verdes de importancia

metropolitana y como ecosistemas estratégicos, asumidos incluso como parte de

propuestas regionales de conservación como el proyecto Parque Arví.



En lo relativo al recurso hídrico, el aumento de la población que se presenta actualmente

en los barrios aledaños al cerro, trae consigo actividades de tipo doméstico y comercial

que han generado un aprovechamiento indiscriminado de agua. No se posee un dato

exacto de la demanda que se genera en estos sectores, debido al alto número de tomas

ilegales (lo que aumenta las situaciones de amenaza por movmientos en masa) de los

sistemas de conducción de carácter ilegal y la falta de equipamientos para la medición de

los caudales de salida.

En materia de hidráulica, se presentan problemas de estructuras insuficientes y en

sectores carencia de ellas. La mayor problemática se presenta en el Barrio San Antonio,

donde además de no poseer unas redes eficientes, las existentes no son mantenidas con

regularidad, lo que implica un deterioro en las mismas redes, senderos, caminos y en la

estructura del pavimento donde ésta existe. En el sector de La Granja y hacia la

quebrada La Castro, se encuentran una serie de canales artificiales revestidos y en tierra,

que conducen el agua de las partes altas del cerro en el costado nororiental. A medida

que esta corriente desciende las tuberías de desagüe de las viviendas aledañas vierten

las aguas servidas al cauce contaminándolo.

Se cuenta con dos sistemas de abastecimiento de agua en el área, las cuales cubren los

sectores el 13 de Noviembre, sector El Plan, Llanaditas, Las Gaviotas, Pacífico y La

Torre, realizada por la Corporación de Acueducto Isaac Gaviria y la Junta de Acción

Comunal de Llanaditas. El resto del área es atendida por EPM, pertenecientes al circuito

de acueducto La Cascada. Se presenta el fenómeno del fraude en acometidas, tanto de

uso domiciliar, como para uso comercial, como es el caso de los parqueaderos de buses y

colectivos de Villatina y El Pinal. En el caso de los fraudes para uso domiciliar, estos son

realizados de manera muy deficiente, lo que induce al deterioro de las redes, además de

generar fugas y socavación en el terreno.

La red de alcantarillado es prácticamente inexistente dentro del área delimitada para el

Cerro Pan de Azúcar. En los barrios asentados en el borde y sus alrededores EPM ofrece

redes de alcantarillado con diferentes grados de consolidación; es así, como el barrio

Villatina parte inferior, presenta redes muy consolidadas en concordancia con la forma de

asentamiento y el grado de consolidación urbanística. Por el contrario, en el barrio San



Antonio estas redes son poco consolidadas e incluso inexistentes. En el barrio 13 de

Noviembre sectores de Tres Esquinas y El Plan el nivel de consolidación es medio, con

tuberías de recolección en tramas indefinidas y desordenadas, lo que va en consecuencia

con la manera orgánica de estos asentamientos poco planificados.

Los principales problemas de residuos sólidos se presentan por la actitud de los

pobladores, que disponen los residuos con mucha antelación a su recolección. En

muchas zonas los vehículos colectores no tienen acceso, por lo que las personas acopian

el material en diferentes puntos que dependen de su comodidad, esto se observó en

muchas áreas del entorno del cerro. Los habitantes de las zonas más inaccesibles no

cuentan con servicio de recolección de basuras por la falta de acceso vehicular, por lo que

las practicas mas frecuentes de disposición son: quemas a cielo abierto, disponerla en

lotes baldíos, solares, o en fuentes de agua.

La matriz de calificación ambiental muestra que el cerro actualmente presenta calificación

media en la generación de servicios ambientales, circunstancia dada por la poca

cobertura vegetal que presenta debido principalmente a las quemas recurrentes. Con

medidas adecuadas de manejo que impliquen recuperación de coberturas preferiblemente

con especies nativas el cerro llegaría a un nivel alto en la generación de servicios

ambientales consolidándose como ecosistema estratégico para la ciudad.

La calificación ambiental realizada muestra cómo los mayores impactos son los asociados

a incendios forestales provocados: deterioro del paisaje, pérdida de coberturas vegetales

y cambios en las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos, aumento de los

factores de amenza por movimientos en masa.

El ejercicio de síntesis diagnóstica realizado, comparativo de la situación urbanística,

sociocultural y ambiental del sistema de cerros, ubica al Pan de Azúcar en un nivel de

criticidad medio-bajo en la dimensión sociocultural, alto en la dimensión urbanística, muy

alto en la dimensión ambiental, medio-alto en la situación predial y alto en la criticidad

territorial global.



En el aspecto sociocultural, el cerro Pan de Azúcar presenta una precaria situación,

expresada en su baja estratificación socioeconómica, y en sus deficientes condiciones de

hábitabilidad, lo que origina una mayor presión social sobre los recursos del cerro. No

obstante esta situación, el cerro presenta cualidades y situaciones interesantes, como su

numerosa y calificada participación social organizada, su patrimonio arqueológico

(validado por una declaratoria de orden nacional emanada por el Ministerio de Cultura

para toda la zona de influencia de la cuenca alta de la Q. Piedras Blancas), su uso

educativo y el reconocimiento e importancia que tiene como hito geográfico del

centroriente de la ciudad.

En la dimensión urbanística, la escasez y desestructuración de los equipamientos

existentes, la baja accesibilidad, la carencia de espacio público, tanto natural como

construido, y los fenómenos de expansión en zonas de alto riesgo no recuperable, obran

en favor del alto nivel de criticidad urbanística del Cerro.

Lo que compete a la evaluación de la criticidad ambiental del Sistema de Cerros, ve a los

Cerros Pan de Azúcar y Santo Domingo como los ámbitos más problemáticos. Esta

valoración es producto de la influencia que ejercen la amenaza y el riesgo geológico, pues

ambos cerros presentan serios problemas al respecto, por causas naturales (naturaleza

litológica y procesos morfodinámicos) y antrópicas (malos manejos de aguas, reducción

de la cobertura vegetal, ocupación y densificación urbana).

La situación ambiental del cerro es preocupante, extenso en área pero pobre en su

composición y estructura vegetal, presentando tan sólo 40 especies de flora y 25 especies

de aves, haciendo que adolezca de condiciones de naturalidad importantes, por causa de

incendios y talas, asociadas a falta de conciencia amiental y a la alta presión por suelo

para uso agrícola y residencial. Reviste particular importancia la degradación ambiental

originada por vertimientos de aguas residuales en la cuenca de Chorrohondo y La Castro,

las dos principales cuencas en relacion con el cerro.

En la evaluación predial se destaca el cerro Pan de Azúcar como uno de los más

conflictivos, pues posee 142 matrículas ficticias de un total de 154. No obstante, el amplio



dominio de la propiedad pública, puede representar, si manejada adecuadamente, una

situación favorable para su evolución territorial.

Del análisis, se desprende la consideración del Pan de Azúcar, junto con Santo Domingo

y El Picacho, como aquellos cerros donde efectivamente existe un mayor nivel de

fragilidad y tensión ambiental global. Estos espacios, de reciente conformación urbana en

relación con los demás cerros, están sufriendo los procesos derivados de su

estructuración y consolidación inicial, y por ello, presentan la mayor dinámica y

complejidad. En todos ellos, abundan las expresiones de su alta criticidad territorial,

manifiestas en la precariedad de los asentamientos, en las bajas condiciones de

accesibilidad y en las presiones ambientales por el uso de sus recursos. Son además,

lugares de un excepcional valor paisajístico en ambientes de borde, donde el mundo rural-

urbano es rico en manifestaciones híbridas, y donde las tensiones entre uso intensivo del

espacio público y conservación de los recursos ambientales y paisajísticos son más

evidentes.

Producto del análisis ambiental, urbanístico y sociocultural realizado, se encontraron 23

tensiones territoriales en el Cerro Pan de Azúcar: alta vulnerabilidad a incendios

forestales, deterioro ecológico por especies exóticas, prácticas silviculturales

inadecuadas, servicio deficiente e inadecuado de acueducto, fragmentación ecológica,

deterioro del suelo por procesos erosivos, conflicto por el uso de la tierra, presión

habitacional sobre los bordes, alta vulnerabilidad en los procesos de convivencia pacifica,

bajo número y perfil de los programas de educación ambiental, contaminación de fuentes

hídricas, baja calidad de los equipamientos e infraestructuras del espacio público, alta

vulnerabilidad de los registros arqueológicos, baja articulación al sistema de espacio

público de la ciudad, incumplimiento de la normativa urbanística, deficiente señalización

del cerro, baja gobernabilidad, débil intervención institucional, baja estructuración de los

espacios recreativos al interior del cerro, inseguridad y estigmatización del cerro,

restricción al uso público del espacio público, debilidad de las organizaciones

comunitarias para el manejo del cerro, y baja conciencia ambiental en la comunidad local.



Así mismo se determinó la función urbana principal del Cerro Pan de Azúcar la

conservación ecológica y arqueológica, y las funciones urbanas complementarias están

asociadas a la recreación pasiva y la educción ambiental.

Se definieron además 6 zonas de manejo para el Cerro Pan de Azúcar: Zona de

Consolidación de Borde (4,88 ha), Zona de Consolidación de Borde en Alto Riesgo no

Recuperable (8,63 ha), Zona de Recuperación Ambiental y Paisajística (27,78 ha), Zona

de Recuperación Ambiental y Paisajística en Alto Riesgo no Recuperable (3,55 ha), Zona

de Recuperación para la Conservación (51,62 ha), y Zona de Uso Intensivo (8,96 ha).

Para el Plan de Manejo del Cerro Pan de Azúcar se han formulado tres programas: uno

ambiental, uno sociocultural, y uno urbanístico. Estos adquieren concreción a través de

proyectos cuya viabilidad técnica y administrativa se construyó considerando cuatro

niveles de análisis:

Coherencia con las funciones recomendadas, esto es, la formulación de proyectos

como respuesta a una intención global que apunta al logro de los objetivos de manejo.

Consecuencia de la zonificación de manejo, que se constituye en premisa y enfoque

de la intervención territorial.

Correspondencia con el análisis estructural; es decir, con los problemas que el análisis

de dependencia-influencia realizado por el equipo técnico del proyecto, ayudó a identificar

como estructurales y/o prioritarios.

Sintonía con las situaciones que las comunidades de base y los actores institucionales

identificaron en el marco de la Estrategia de Participación del Proyecto, como claves para

la intervención territorial.

Finalmente, fueron formulados 14 proyectos, 5 de ellos ambientales, 6 urbanísticos, y 3

transversales a todo el sistema de cerros, incluidos en el Banco de Proyectos del Cerro

Pan de Azúcar, anexo a este Plan de Manejo.

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