ciclo a domingo iii de adviento «¿eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

25

Upload: herminia-almeida

Post on 28-Jan-2016

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»
Page 2: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Ciclo ADomingo III de Adviento

«¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?» «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Page 3: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Santos del Día

• Beato Carlos Steeb. Alemania ( †1856 ) Fundador, Sacerdote • Celiano. Mártir • Santa Cristiana. • El Profeta Daniel • Beata María Victoria Fornari. Italia( †1617 ) Fundadora, Viuda • Santa María Crucificada de Rosa. Italia ( †1855 ) Fundadora • Beato Marino. ( †1170 ) Abad • San Maximino. Francia. Abad• San Urbicio. Francia ( †802 ) Monje, Sacerdote • San Valeriano. ( †460 ) Mártir, Obispo • Beata Virginia Centurione Bracelli. Italia ( †1651 ) Fundadora, Viuda

Page 4: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Daniel formaba parte de la tribu de Judá, que había sido capturada y permanecía en Babilonia cuando Nabucodonosor II destruyó la ciudad de Jerusalén.

Daniel se convirtió en consejero del rey al ganar su confianza interpretando un sueño que no entendía, también se ganó su admiración porque con sus ayunos y oraciones se mantuvo fiel a su fe frente a las tentaciones.

Lo nombró gobernante sobre todo el distrito jurisdiccional de Babilonia y el prefecto principal sobre todos los sabios de Babilonia (Da 2:48).

Diferentes animales representaron en sus visiones a las potencias mundiales que se irían sucediendo hasta el tiempo en que serían destruidas y se daría la gobernación celestial a alguien como un hijo del hombre (Da 7:11-14).

El Profeta Daniel

Ruega por nosotros

Un ángel le reveló lo que sucedería a su pueblo para los días venideros que aún no ha llegado (Da 10:14.)La Biblia cita a Daniel como prototipo de santidad (EZ.14) y de sabiduría (Ez. 28 3)

Page 5: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

† En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén

Espíritu Santo dame un corazón humilde para recibir la Palabra de Dios, y hazme dócil a sus divinas enseñanzas.

Page 6: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

1 ¡Regocíjese el desierto y la tierra reseca, alégrese y florezca la estepa!

2 ¡Sí, florezca como el narciso, que se alegre y prorrumpa en cantos de júbilo!

Le ha sido dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón.

Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.

3 Fortalezcan los brazos débiles, robustezcan las rodillas vacilantes;

4 digan a los que están desalentados:

«¡Sean fuertes, no teman: ahí está su Dios! Llega la venganza, la represalia de Dios:

él mismo viene a salvarlos!».

5 Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos;

6 entonces el tullido saltará como un ciervo y la lengua de los mudos gritará de júbilo.

Porque brotarán aguas en el desierto y torrentes en la estepa;

10 volverán los rescatados por el Señor; y entrarán en Sión con gritos de júbilo,

coronados de una alegría perpetua: los acompañarán el gozo y la alegría, la tristeza y los gemidos se alejarán. Te alabamos Señor

Primera Lectura - Isaías 35,1-6a.10

Palabra de Dios

Page 7: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

«Dios viene en persona y os salvará»

Tras la destrucción de Edom, convertida en desierto, viene la salvación del Israel, con la animación del desierto. Fuerte contraste en la acción de Dios. Su presencia trae la vida. Su ausencia siembra la muerte. Sin embargo, Dios no ama la muerte; Dios vigila por la vida.

La esperanza lo anima todo; la imaginación lo embellece y salta de gozo el corazón.

Tras la destrucción de Edom, convertida en desierto, viene la salvación del Israel, con la animación del desierto. Fuerte contraste en la acción de Dios. Su presencia trae la vida. Su ausencia siembra la muerte. Sin embargo, Dios no ama la muerte; Dios vigila por la vida.

La esperanza lo anima todo; la imaginación lo embellece y salta de gozo el corazón.

Page 8: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Brotarán aguas abundantes, florecerá la estepa. Sus labios no sentirán la sed, la fronda cobijará sus cabezas; una mullida alfombra de flores acariciará sus pies.

La tierra entera sonríe generosa a los desterrados que vuelven.

Brotarán aguas abundantes, florecerá la estepa. Sus labios no sentirán la sed, la fronda cobijará sus cabezas; una mullida alfombra de flores acariciará sus pies.

La tierra entera sonríe generosa a los desterrados que vuelven.

Volverán los rescatados del Señor; vendrán con cánticos a Sión. Esa es la noticia consoladora, la buena nueva. Un nuevo Éxodo; un caminar envuelto en maravillas.

También el desierto está por medio esta vez. Pero no les va a ser hosco y duro.

Page 9: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Dios ha eliminado las limitaciones humanas: la salvación está cerca. La pena, la aflicción, la muerte, serán radicalmente exterminadas, cuando el hombre sea plenamente transformado en Cristo resucitado.

Dios ha eliminado las limitaciones humanas: la salvación está cerca. La pena, la aflicción, la muerte, serán radicalmente exterminadas, cuando el hombre sea plenamente transformado en Cristo resucitado.

Dios ha perdonado a su pueblo; están limpios. Nada que recuerde su anterior estado de postración permanece en ellos. El ciego comienza a ver, el cojo brinca sueltamente; el falto de lengua cantará al

Señor. Las consecuencias del pecado no tienen por qué existir, si Dios ha borrado la culpa de su pueblo.

Page 10: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

7 Y su justicia da a los oprimidos y da pan a los hambrientos.

El Señor libera a los cautivos, 8 abre los ojos de los ciegos

y endereza a los que están encorvados.

9 El Señor protege a los extranjeros y sustenta al huérfano y a la viuda;

8c el Señor ama a los justos y entorpece el camino de los malvados.

10 El Señor reina eternamente, reina tu Dios, Sión, a lo largo de las generaciones.

¡Aleluya!

Salmo 146(145)7-10

Page 11: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

«Ven, Señor, a salvarnos»

La alabanza a Dios surge espontáneamente de la contemplación de sus obras o del recuerdo de sus maravilla. Unas veces es la creación la que motiva la loa; otras, las intervenciones de Dios

señaladas en la historia. A este grupo se acerca el motivo desarrollado en este salmo.

La alabanza a Dios surge espontáneamente de la contemplación de sus obras o del recuerdo de sus maravilla. Unas veces es la creación la que motiva la loa; otras, las intervenciones de Dios

señaladas en la historia. A este grupo se acerca el motivo desarrollado en este salmo.

Page 12: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

La idea central del salmo es la confianza en Dios, de quien únicamente puede venir el auxilio seguro al ser humano. El espíritu humano, consciente de su debilidad e impotencia, cortado por límites en todas

direcciones, clama a Dios confiado. Sólo el Dios de Jacob puede inspirar verdadera confianza, pues es el mismo que ha formado los cielos y la tierra.

La idea central del salmo es la confianza en Dios, de quien únicamente puede venir el auxilio seguro al ser humano. El espíritu humano, consciente de su debilidad e impotencia, cortado por límites en todas

direcciones, clama a Dios confiado. Sólo el Dios de Jacob puede inspirar verdadera confianza, pues es el mismo que ha formado los cielos y la tierra.

Es una anunciación de la maravillosa y condescendiente postura de Dios para con los hombres, en especial para los más necesitados: da pan a los hambrientos, sustenta al huérfano y a la viuda,

protege al peregrino, abre los ojos al ciego. Su misericordia es eterna, así como su fidelidad en practicarla.

Page 13: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

7 Tengan paciencia, hermanos, hasta que llegue el Señor.

Miren cómo el sembrador espera

el fruto precioso de la tierra, aguardando pacientemente hasta que caigan

las lluvias del otoño y de la primavera.

8 Tengan paciencia y anímense, porque la Venida del Señor está próxima.

9 Hermanos, no se quejen los unos de los otros, para no ser condenados.

Miren que el Juez ya está a la puerta.

10 Tomen como ejemplo de fortaleza y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.

Palabra de Dios

Te alabamos Señor

Segunda Lectura - Santiago 5,7-10

Page 14: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

«Manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca»

Después de reprochar severamente las injusticias de los ricos, se vuelve a los pobres oprimidos, recomendándoles la paciencia, porque la venida del Señor y el día en que ha de dar a cada opresor

el castigo merecido llegarán pronto e infaliblemente. Entonces cesará el escándalo de la prosperidad de los impíos y la injusticia será castigada. Los pobres recibirán el premio de su paciencia

y los opresores recibirán el castigo merecido por sus injusticias.

Después de reprochar severamente las injusticias de los ricos, se vuelve a los pobres oprimidos, recomendándoles la paciencia, porque la venida del Señor y el día en que ha de dar a cada opresor

el castigo merecido llegarán pronto e infaliblemente. Entonces cesará el escándalo de la prosperidad de los impíos y la injusticia será castigada. Los pobres recibirán el premio de su paciencia

y los opresores recibirán el castigo merecido por sus injusticias.

Page 15: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

La paciencia es una virtud cristiana porque el cristiano se hace solidario de la paciencia del Señor. Dios es paciente. El Señor, Cristo, es paciente; los profetas del Señor han dado también

muestras de paciencia.

Cristo hubo de superar la prueba; los profetas, las calamidades de su tiempo. Muchos murieron sin haber visto el cumplimiento de sus palabras.

Arrojaron la semilla; a otros les tocó cosechar.

Cristo hubo de superar la prueba; los profetas, las calamidades de su tiempo. Muchos murieron sin haber visto el cumplimiento de sus palabras.

Arrojaron la semilla; a otros les tocó cosechar.

Page 16: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Lo mismo que el labrador, que aspira a recoger los frutos de la tierra, espera con paciencia la llegada del tiempo oportuno para que caigan las lluvias tempranas y las tardías,

así también los cristianos oprimidos han de esperar que el Señor, con su venida, realice sus más íntimos anhelos.

Lo mismo que el labrador, que aspira a recoger los frutos de la tierra, espera con paciencia la llegada del tiempo oportuno para que caigan las lluvias tempranas y las tardías,

así también los cristianos oprimidos han de esperar que el Señor, con su venida, realice sus más íntimos anhelos.

Page 17: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

10 El es aquel de quien está escrito: "Yo envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el camino".

11 Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.

2 Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos

para preguntarle:

3 «¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?».

4 Jesús les respondió: «Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven:

5 los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen;

los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.

6 ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de escándalo!». 7 Mientras los enviados de Juan se retiraban,

Jesús empezó a hablar de él a la multitud, diciendo:

«¿Qué fueron a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 8 ¿Qué fueron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que se visten de esa manera viven

en los palacios de los reyes. 9 ¿Qué fueron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta.

Lectura del Santo Evangelio - Mateo 11,2-11

Page 18: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Gloria a Ti, Señor Jesús

Palabra de Dios

Page 19: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

«¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Juan sigue atento el desarrollo de los acontecimientos. Su misión, está por acabar. Y ahora, cuando su hora al parecer se acerca, le asaltan e inquietan serios pensamientos.

El Mesías apocalíptico resulta ser un manso cordero. Juan no duda; Juan, más bien, no ve las cosa claras; busca una aclaración.

Juan sigue atento el desarrollo de los acontecimientos. Su misión, está por acabar. Y ahora, cuando su hora al parecer se acerca, le asaltan e inquietan serios pensamientos.

El Mesías apocalíptico resulta ser un manso cordero. Juan no duda; Juan, más bien, no ve las cosa claras; busca una aclaración.

Page 20: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Las palabras de Isaías se cumplen en Jesús de Nazaret; y además de forma maravillosa. Lo que en el primero tenía un sentido metafórico, adquiere ahora sentido real: realmente los ciegos ven y los cojos andan. La acomodación es perfecta y sorprendente. A eso llamará Cristo el «cumplir la Escritura».

Las palabras de Isaías se cumplen en Jesús de Nazaret; y además de forma maravillosa. Lo que en el primero tenía un sentido metafórico, adquiere ahora sentido real: realmente los ciegos ven y los cojos andan. La acomodación es perfecta y sorprendente. A eso llamará Cristo el «cumplir la Escritura».

La verdad es que Juan está todavía en el Antiguo Testamento y no ha visto separadas las dos facetas de Mesías: Salvador paciente y Juez soberano. Ha visto esta última y así lo ha descrito. Jesús responde

a Juan dándole una pista valiosa: Juan debe consultar la palabra de Dios, el cumplimiento de la escritura.

Page 21: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Le tocó como a tal señalar con el dedo al hijo de Dios, y tocar con la mano el comienzo del Reino Nuevo del Señor. La palabra de Malaquías encuentra en Juan apropiado cumplimiento:

Juan es el precursor de Señor. Hombre de temple, de voz autorizada y convincente; asceta, decidor de verdades y cumplidor exacto de la misión de precursor.

Le tocó como a tal señalar con el dedo al hijo de Dios, y tocar con la mano el comienzo del Reino Nuevo del Señor. La palabra de Malaquías encuentra en Juan apropiado cumplimiento:

Juan es el precursor de Señor. Hombre de temple, de voz autorizada y convincente; asceta, decidor de verdades y cumplidor exacto de la misión de precursor.

Todo el mundo, aun el más eximio profeta, debe dejar a un lado su opinión personal respecto al Mesías, si no concuerda con la manifestación que el mismo Mesías hace de sí mismo.

Juan es un profeta; el mayor de los profetas.

Page 22: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

El más pequeño en el Reino de los Cielos, es mayor que él. Y es que la Nueva Economía supera en naturaleza a la Antigua. Se habla de posiciones y planos, no de méritos personales.

Dichoso, pues, aquel que llegue a formar parte del Reino de los Cielos.

El más pequeño en el Reino de los Cielos, es mayor que él. Y es que la Nueva Economía supera en naturaleza a la Antigua. Se habla de posiciones y planos, no de méritos personales.

Dichoso, pues, aquel que llegue a formar parte del Reino de los Cielos.

Juan, sin embargo, cae dentro de la Antigua Economía, pertenece al Antiguo Testamento. De ahí la falta de perspectiva en el anuncio del Mesías. Con ser su posición privilegiada,

dista con mucho de la «gracia» de los que pertenecen al Reino que ahora comienza.

Page 23: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Señor, concédenos, por tu gran misericordia, ser partícipes del Reino de los Cielos.

Gracias Señor por tu Palabra purificadora, que ilumina, alimenta, enriquece, alegra, consuela y compromete.

Concédenos vivir conforme a ella.

Page 24: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

"OH Inmaculada, reina del cielo y de la tierra,refugio de los pecadores y Madre nuestra amorosísima,

a quien Dios confió la economía de la misericordia. Yo, pecador indigno, me postro ante ti, suplicando que aceptes

todo mi ser como cosa yposesión tuya.

A ti, Oh Madre, ofrezco todas las dificultadesde mi alma y mi cuerpo, toda la vida,

muerte y eternidad. Dispón también, si lo deseas, de todo mi ser, sin ninguna reserva,

para cumplir lo que de ti ha sido dicho:

"Ella te aplastará la cabeza" (Gen 3:15), y también:"Tú has derrotado todas las herejías en el mundo".

Haz que en tus manos purísimas y misericordiosasme convierta en instrumento útil para introducir

y aumentar tu gloria en tantas almas tibias e indiferentes, y de este modo, aumento en cuanto sea posible el bienaventurado

Reino del Sagrado Corazón de Jesús.

Donde tú entras oh Inmaculada, obtienes la gracia de la conversión y la santificación, ya que toda gracia que fluye del Corazón de Jesús para nosotros,

nos llega a través de tus manos”. Ayúdame a alabarte, OH Virgen Santay dame fuerza contra tus enemigos.” S. Maximiliano Kolbe

Page 25: Ciclo A Domingo III de Adviento «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Los archivos del mes los puedes descargar en:http://siembraconmigo.blogspot.com

Si deseas recibir el Evangelio del Domingoenvía un correo a:

[email protected]

Con el título:“Suscripción a Siembra Sagrada”

Para cancelar esta suscripción sigue las mismas instrucciones:[email protected]

Servicio Gratuito con Fines Educativos