claudio bombarnac - jules verne

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  • 8/17/2019 Claudio Bombarnac - Jules Verne

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    {\rtf1{\info{\title Claudio Bombarnac}{\author Jules Verne}}\ansi\ansicpg1252\deff0\deflang1033{\fonttbl{\f0\froman\fprq2\fcharset128 Times New Roman;}{\f1\froman\fprq2\fcharset128 Times New Roman;}{\f2\fswiss\fprq2\fcharset128 Arial;}{\f3\fnil\fprq2\fcharset128 Arial;}{\f4\fnil\fprq2\fcharset128 MS Mincho;}{\f5\fnil\fprq2\fcharset128 Tahoma;}{\f6\fnil\fprq0\fcharset128 Tahoma;}}{\stylesheet{\ql \li0\ri0\nowidctlpar\wrapdefault\faauto\rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \af25\afs24\alang1033 \ltrch\fcs0 \fs24\lang1033\langfe255\cgrid\langnp1033\langfenp255 \snext0 Normal;}{\s1\ql \li0\ri0\sb240\sa120\keepn\nowidctlpar\wrapdefault\faauto\outlinelevel0\rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \ab\af0\afs32\alang1033 \ltrch\fcs0 \b\fs32\lang1033\langfe255\loch\f1\hich\af1\dbch\af26\cgrid\langnp1033\langfenp255 \sbasedon15 \snext16 \slink21 heading 1;}{\s2\ql \li0\ri0\sb240\sa120\keepn\nowidctlpar\wrapdefault\faauto\outlinelevel1\rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \ab\ai\af0\afs28\alang1033 \ltrch\fcs0 \b\i\fs28\lang1033\langfe255\loch\f1\hich\af1\dbch\af26\cgrid\langnp1033\langfenp255 \sbasedon15 \snext16 \slink22 heading 2;}{\s3\ql \li0\ri0\sb240\sa120\keepn\nowidctlpar\wrapdefault\faauto\outlinelevel2\rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \ab\af0\afs28\alang1033 \ltrch\fcs0 \b\fs28\lang1033\langfe255\loch\f1\hich\af1\dbch\af26\cgrid\langnp1033\langfenp255 \sbasedon15 \snext16 \slink23 heading 3;}{\s4\ql \li0\ri0\sb240\sa120\keepn\nowidctlpar\wrapdefault\faauto\outlinelevel3\rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \ab\ai\af0\afs23\alang1033 \ltrch\fcs0\b\i\fs23\lang1033\langfe255\loch\f1\hich\af1\dbch\af26\cgrid\langnp1033\langfenp255 \sbasedon

    15 \snext16 \slink24 heading 4;}{\s5\ql \li0\ri0\sb240\sa120\keepn\nowidctlpar\wrapdefault\faauto\outlinelevel4\rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \ab\af0\afs23\alang1033 \ltrch\fcs0 \b\fs23\lang1033\langfe255\loch\f1\hich\af1\dbch\af26\cgrid\langnp1033\langfenp255 \sbasedon15 \snext16 \slink25 heading 5;}{\s6\ql \li0\ri0\sb240\sa120\keepn\nowidctlpar\wrapdefault\faauto\outlinelevel5\rin0\lin0\itap0 \rtlch\fcs1 \ab\af0\afs21\alang1033 \ltrch\fcs0 \b\fs21\lang1033\langfe255\loch\f1\hich\af1\dbch\af26\cgrid\langnp1033\langfenp255 \sbasedon15 \snext16 \slink26 heading 6;}} {\~\par\pard\plain\hyphpar} {El reportero Claudio Bombarnac es asignado por el rotativo Twentieth Century para cubrir el viaje del gran tren transasi\u225?tico que viaja desde Uzun Ada en T

    urkest\u225?n hacia Pek\u237?n en China. Lo acompa\u241?an en esta traves\u237?a un interesante grupo de personajes. Claudio espera que uno de ellos sea el h\u233?roe de su historia. Se le a\u241?ade m\u225?s acci\u243?n al viaje cuando unauto especial, custodiado por varios soldados y del cual se dice que trae los restos de un gran mandar\u237?n, comienza a formar parte de la carga del tren. Elgran mandar\u237?n resulta ser una gran consignaci\u243?n que retorna a China proveniente de Persia. Finalmente antes de que el viaje termine, Claudio encuentra al h\u233?roe de su historia.\par\pard\plain\hyphpar} {\par\pard\hyphpar }{\page } {{\qc SPECIAL_IMAGE-OEBPS/Images/EPL_logo.png-REPLACE_ME \par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {{\qc

    Jules Verne\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {\s1 \afs32{\b{\qcClaudio Bombarnac\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {{\qc{\bViajes Extraordinarios (38)}\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {{\qc{\b

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    ePub r1.0}\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {{\qc{\bWebfish} 12.12.13\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {\par\pard\hyphpar }{\page } {{\qlT\u237?tulo original: {\iClaudius Bombarnac}\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {{\qlJules Verne, 1892\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {{\qlEditor digital: Webfish\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {{\qlePub base r1.0\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {{\qc SPECIAL_IMAGE-OEBPS/Images/ex_libris.png-REPLACE_ME \par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {\par\pard\hyphpar }{\page } {\s1 \afs32{\b{\qcI\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {{\iClaudio Bombarnac, reportero del Siglo XX Tiflis, Transcaucasia}.\par\pard\plain\hyphpar} {Tal es la direcci\u243?n del despacho que encontr\u233? el 13 de mayo al llegar

    a Tiflis.\par\pard\plain\hyphpar} {He aqu\u237? el contenido del telegrama:\par\pard\plain\hyphpar} {\u171?En desocup\u225?ndose para la fecha del 5 del corriente, Claudio Bombarnac se encontrar\u225? en el puerto de Ouzoun-Ada, litoral este del Caspio; all\u237? tomar\u225? tren directo Gran Transasi\u225?tico entre frontera Europa y capital Celeste Imperio. Deber\u225? transmitir impresiones, forma cr\u243?nicas, celebrar {\iinterviews} personajes distinguidos en su camino y se\u241?alar los menores incidentes por cartas o telegramas, seg\u250?n necesidades de un buen periodismo. {\iSiglo XX} cuenta con el celo e inteligente actividad de su corresponsal, a quien abre cr\u233?dito ilimitado\u187?.\par\pard\plain\hyphpar} {Era la misma ma\u241?ana en que yo acababa de llegar a Tiflis, teniendo la inten

    ci\u243?n de pasar en ella tres semanas, despu\u233?s de visitar las provinciasde Georgia, para provecho de mi peri\u243?dico y de sus lectores, seg\u250?n esperaba.\par\pard\plain\hyphpar} {He aqu\u237? las sorpresas, las precipitaciones de la vida de un corresponsal de prensa.\par\pard\plain\hyphpar} {En esta \u233?poca, los ferrocarriles rusos estaban unidos a la l\u237?nea georgiana de Poti-Tiflis-Bak\u250?. Despu\u233?s de un largo e interesante trayecto por las provincias de la Rusia meridional, hab\u237?a franqueado el C\u225?ucaso, y contaba con descansar en la capital de Transcaucasia. Y he aqu\u237? que la imperiosa direcci\u243?n de {\iEl Siglo XX} no me conced\u237?a m\u225?s que medio d\u237?a de descanso en esta ciudad. Apenas desembarcado, me ve\u237?a obligado a partir de nuevo, sin haber tenido tiempo de deshacer mi maleta\u8230? \u161?Qu\u233? quer\u233?is! Preciso

     es satisfacer las exigencias del periodismo y las modernas necesidades de la {\iinterview}.\par\pard\plain\hyphpar} {Estaba cuidadosamente preparado, y adem\u225?s bien aprovisionado de documentosgeogr\u225?ficos y etnol\u243?gicos relativos a la regi\u243?n transcauc\u225?sica. Tomaos, pues, el trabajo de saber que el gorro de piel, en forma de turbante, con que se cubren los monta\u241?eses y los cosacos, se llama {\ipapakha}, que el gab\u225?n, sujeto a la cintura, de donde cuelgan las cartucheras laterales, se llama {\itcherkeska}, por los unos, y {\i

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    bechmet} por los otros. Estad en condiciones de afirmar que en Georgia y Armenia se cubren con una toca en forma de pil\u243?n, que los mercaderes visten la {\itouloupa}, especie de pelliza de piel de carnero, que el kurdo o el parsi llevan todav\u237?a la {\ibourka}, capa de peluche, convertido en impermeable por su especial preparaci\u243?n. Y que en su peinado usan las bellas georgianas el {\itassakravi}, formado de una ligera cinta, un velo de lana, o de muselina, que forma marco en sus lindas caras, y que sus vestidos son de colores vivos, con amplias mangas, vestidos de varias faldas; su abrigo de invierno es de terciopelo guarnecido de piel y de orfebrer\u237?a a lo brandeburgo; que su mantilla es de algod\u243?n blanco; que usan el {\itchadr\u233?}, que oprimen estrechamente con sus codos; en fin\u8230? todas lasmodas apuntadas en mi cartera.\par\pard\plain\hyphpar} {Sab\u237?a tambi\u233?n que las orquestas nacionales se componen de {\izournas}, flautas de sonido destemplado; {\isalamouris}, especie de chillones clarinetes; mandolinas de cuerdas de cobre, yque se tocan con una pluma; {\itchianouris}; violines que se tocan verticalmente; {\idimplipitos}, especie de c\u237?mbalos cuyo sonido semeja el ruido del granizo sobre los vidrios.\par\pard\plain\hyphpar} {Sab\u237?a tambi\u233?n que el {\ischaska} es un sable colgado de una bandolera adornada con remaches y bordados de plata; que el {\ikindjall}, o {\i

    kandjiar}, es un pu\u241?al puesto al cinto, y que el armamento de los soldadosdel C\u225?ucaso se completa con un largo fusil adamasquinado, con adornos de metal cincelado.\par\pard\plain\hyphpar} {Sab\u237?a tambi\u233?n que el {\itarantas} es una especie de berlina montada sobre cinco piezas de madera flexible, con dos ruedas muy separadas y de mediana altura, y que este carruaje es conducido por un {\iyemtchik}, encaramado en la parte anterior, desde donde gu\u237?a los caballos,a los que se agrega un segundo postill\u243?n, el {\ifaletre}, cuando es necesario tomar un cuarto caballo en casa del {\ismatritel}, el maestro de postas de los caminos cauc\u225?sicos.\par\pard\plain\hyphpar} {Sab\u237?a tambi\u233?n que la versta equivale a un kil\u243?metro sesenta y sie

    te metros; que las diversas poblaciones n\u243?madas de los gobiernos de Transcaucasia los componen las siguientes tribus: calmucos, descendientes de los eleutas, quince mil; kirghizes, de origen musulm\u225?n, ocho mil; t\u225?rtaros de Koundrof, mil cien; t\u225?rtaros de Sartof, ciento doce; nogais, ocho mil quinientos, y turcomanos, cerca de cuatro mil.\par\pard\plain\hyphpar} {As\u237?, despu\u233?s de haber estudiado tan a fondo la Georgia, una orden me obliga a abandonarla. No tendr\u237?a casi tiempo para visitar el monte Ararat, el lugar donde se detuvo, a los cuarenta d\u237?as del Diluvio, el arca de No\u233?. Preciso era renunciar a publicar mis impresiones de viaje por Transcaucasia; perder mil l\u237?neas por lo menos, y para las que ten\u237?a a mi disposici\u243?n las treinta y dos mil palabras de nuestra lengua, actualmente reconocidaspor la Academia Francesa\u8230? Es cruel, pero no hay que discutirlo.\par\pard\plain\hyphpar} {

    Bien. \u191?Y a qu\u233? hora sale el tren de Tiflis para el Caspio? La estaci\u243?n de Tiflis es un nudo de l\u237?neas f\u233?rreas: la l\u237?nea del oeste, que termina en Poti, puerto del mar Negro donde desembarcan los pasajeros procedentes de Europa; la del este, que muere en Bak\u250?, donde embarcan los pasajeros que han de atravesar el Caspio, y, por \u250?ltimo, el ferrocarril que acaban de trazar los rusos sobre una longitud de ciento setenta y cuatro kil\u243?metros entre Circaucasia y Transcaucasia, de Vladikarkaz a Tiflis atravesando la garganta de Arkhot, a cuatro mil quinientos pies de altura, y que une la capital de Georgia con los ferrocarriles de Rusia meridional.\par\pard\plain\hyphpar} {Corriendo me dirijo a la estaci\u243?n y entro en la sala de espera y pregunto:\

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    par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?A qu\u233? hora sale el tren para Bak\u250??\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Va usted a Bak\u250?? \u8212?pregunta el empleado.\par\pard\plain\hyphpar} {Y por la ventanilla me dirige esa mirada, m\u225?s militar que civil, que brilla siempre bajo las viseras de las gorras moscovitas.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Acaso est\u225? prohibido ir a Bak\u250?? \u8212?pregunto, tal vezdemasiado vivamente.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?No \u8212?me replica con tono seco\u8212?, siempre que lleve usted un pasaporte en regla.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Lo tengo \u8212?respond\u237? a este funcionario feroz, que, como todos los de Rusia, me parece un gendarme.\par\pard\plain\hyphpar} {Vuelvo a preguntarle a qu\u233? hora sale el tren para Bak\u250?.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Seis de la tarde.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Y se llega?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Al d\u237?a siguiente, a las siete de la ma\u241?ana.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?A tiempo para tomar el barco de Ouzoun-Ada?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?A tiempo.\par\pard\plain\hyphpar} {Y el hombre de la ventanilla respondi\u243? a mi saludo con otro de precisi\u243?n mec\u225?nica.\par\pard\plain\hyphpar} {

    La cuesti\u243?n del pasaporte no era cosa que deb\u237?a preocuparme. El c\u243?nsul de Francia ya me dar\u237?a los informes necesarios para la administraci\u243?n rusa.\par\pard\plain\hyphpar} {\u161?Seis de la tarde, y todav\u237?a son las nueve de la ma\u241?ana! \u161?Bah! Cuando ciertos itinerarios os permiten explorar Par\u237?s en dos d\u237?as,en tres Roma y Londres en cuatro, no ser\u237?a extraordinario poder visitar Tiflis en medio d\u237?a. Yo sab\u237?a ver frente a frente\u8230? \u161?Qu\u233? diablo! O ser reportero o no serlo.\par\pard\plain\hyphpar} {No hay que decir que si mi peri\u243?dico me ha enviado a Rusia, es porque hablo correctamente el ruso, el ingl\u233?s y el alem\u225?n. Exigir de un cronista el conocimiento de decenas de idiomas que sirven para expresar el pensamiento enlas cinco partes del mundo, ser\u237?a un abuso. De entre ellos, con poseer lastres lenguas citadas y la francesa, se va muy lejos por entre los dos continente

    s. Verdad es que existe el turco, del que no he entendido m\u225?s que algunas frases, y el chino, del que no comprendo una palabra; pero no hay que temer no poder entenderse en el Turquest\u225?n y en el Celeste Imperio. No faltar\u225?n int\u233?rpretes en el camino, y cuento con no perder un solo detalle de cuanto vea. Soy de los que creen que todo es asunto de cr\u243?nica; que la Tierra, la Luna, el universo no han sido hechos m\u225?s que para suministrar art\u237?culos de peri\u243?dicos, y mi pluma no se detendr\u225? por falta de asuntos.\par\pard\plain\hyphpar} {Antes de visitar Tiflis terminemos con la cuesti\u243?n del pasaporte. Felizmente, no se trata de obtener el {\ipoderojnaia}, antes indispensable a cualquiera que viajase por Rusia.\par\pard\plain\hyphpar} {Era entonces la \u233?poca de los correos, de los caballos de posta, y grados a

    su influjo, aquel permiso oficial allanaba todas las dificultades, aseguraba los m\u225?s r\u225?pidos tiros de postas, los mayores cumplimientos de los postillones, la mayor rapidez en los transportes, hasta el punto de que un viajero bien recomendado pod\u237?a franquear en ocho d\u237?as y cinco horas las dos mil setecientas verstas que separan a Tiflis de San Petersburgo. \u161?Pero cu\u225?ntas dificultades para proporcionarse ese pasaporte!\par\pard\plain\hyphpar} {Un simple permiso de circulaci\u243?n es hoy d\u237?a suficiente; un permiso que acredite que uno no es un asesino, ni un condenado pol\u237?tico, sino lo que se llama un hombre honrado en un pa\u237?s civilizado. Gracias al auxilio que meprestar\u225? nuestro c\u243?nsul en Tiflis, no tardar\u233? en estar en regla c

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    on la administraci\u243?n moscovita. Esto es asunto de dos horas y dos rublos. Me consagro entonces, con mis cinco sentidos, a la exploraci\u243?n de la capital georgiana, sin tomar un gu\u237?a. Les tengo horror. Hubiera sido capaz de conducir a cualquier extranjero por los d\u233?dalos de esta capital, tan minuciosamente estudiada antes. Esto es un don natural.\par\pard\plain\hyphpar} {He aqu\u237? que caminando al azar veo, primero la {\iduma}, o sea el ayuntamiento, donde reside el {\igolova}, que es el alcalde. Si me hubierais hecho el honor de acompa\u241?arme,os hubiera dirigido hacia el paseo de Krasnoia-Gora, en la ribera izquierda delKoura, los Campos El\u237?seos, algo como el T\u237?voli de Copenhague o la feria del bulevar de Belleville, con sus {\ikatchelis}, deliciosos columpios cuyo balanceo produce un mareo semejante al del barco; y por todas partes, por entre el laberinto de barracas, las mujeres conropas festivas, con la cara descubierta, y por consiguiente georgianas o armenias pertenecientes al credo cristiano. Los hombres parecen Apolos de Belvedere, sencillamente vestidos, con aire altivo, y yo me pregunto si descender\u225?n de pr\u237?ncipes\u8230? Ya habr\u225? lugar de ocuparse de genealog\u237?a\u8230? Continuemos nuestra visita lo m\u225?s aprisa posible. Un minuto perdido son diez l\u237?neas de correspondencia, y diez l\u237?neas son\u8230? esto depende de la generosidad del peri\u243?dico y de su consejo de administraci\u243?n.\par\pard\plain\hyphpar} {\u161?Pronto a la posada!\u8230? All\u237? pernoctan las caravanas que vienen de todos los puntos del continente asi\u225?tico\u8230? Llega una, compuesta de mercaderes armenios, y otra sale, formada de traficantes de Persia y del Turquest\

    u225?n ruso. Hubiera querido llegar con la una o partir con la otra\u8230? No es posible, y lo lamento.\par\pard\plain\hyphpar} {Desde la inauguraci\u243?n de los ferrocarriles transasi\u225?ticos apenas si se encuentran esos interminables y pintorescos desfiles de viajeros a pie y jinetes, caballos, camellos, asnos y carretas. \u161?Bah! No temo que mi viaje por elAsia Central peque de falta de inter\u233?s. Un corresponsal de {\iEl Siglo XX} sabr\u225? hacerlo interesante.\par\pard\plain\hyphpar} {He aqu\u237? los bazares, con los mil productos de Persia, de China, de Turqu\u237?a, Siberia y mogolia; la profusi\u243?n de telas de Teher\u225?n, de Chiraz,Kandahar o Kabul, maravillosos tapices de brillantes colores, sedas\u8230? que no valen lo que las sedas de Lyon.\par\pard\plain\hyphpar} {\u191?Comprar\u233? algo? No: llevar bultos en mi viaje al Caspio y al Celeste Imperio ser\u237?a muy molesto\u8230? \u161?No! La maleta en la mano, el saco en

    bandolera, y mi traje de viaje bastar\u225?n\u8230? \u191?Ropa blanca? Ya me laprocurar\u233? en el camino\u8230? A la inglesa\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {Deteng\u225?monos delante de los c\u233?lebres ba\u241?os de Tiflis, cuyas aguas termales pueden alcanzar sesenta grados cent\u237?grados. All\u237? se practican los \u250?ltimos perfeccionamientos del {\imassage} y toda la mecanoterapia. Me acuerdo de lo que ha dicho nuestro gran Dumas, en cuyas peregrinaciones no han faltado nunca incidentes; los inventaba seg\u250?n los necesitaba aquel precursor genial del periodismo.\par\pard\plain\hyphpar} {Pero no tengo tiempo para hacerme masar.\par\pard\plain\hyphpar} {\u161?Calla! {\iHotel de Francia}. \u191?D\u243?nde no hay un Hotel de Francia?\u8230? Entro y pido de almorzar. Un almuerzo georgiano, regado con un vinillo de Kachelie que ti

    ene fama de no emborrachar nunca, siempre que no se aspire al tiempo de beberlo, haciendo uso de unas botellas de anchos cuellos, en que la nariz entra antes que los labios. \u201?ste es el procedimiento m\u225?s del gusto de los naturalesde la Transcaucasia. En cuanto a los rusos, generalmente sobrios, parece que les basta la infusi\u243?n de t\u233?, no sin cierta adici\u243?n de vodka, que esel aguardiente ruso por excelencia.\par\pard\plain\hyphpar} {Yo, franc\u233?s, y gasc\u243?n por a\u241?adidura, me contento con beber mi botella de Kachelie, como bebimos en otro tiempo nuestro rico Ch\u225?teaux-Lafitte, y cuando el sol brillaba a\u250?n sobre las costas de Pauillac. En realidad, ese vino del C\u225?ucaso, aunque un poco agrio, acompa\u241?a convenientemente a

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     la gallina cocida con arroz, llamado pilau, y permite encontrarle un sabor especial. Concluyo de almorzar y pago mi cuenta.\par\pard\plain\hyphpar} {Acabemos de mezclarnos a los sesenta mil habitantes que contiene actualmente lacapital de Georgia. Perd\u225?monos por el laberinto de calles de poblaci\u243?n cosmopolita. \u161?Cu\u225?ntos jud\u237?os que se abrochan sus vestidos de derecha a izquierda, lo mismo que escriben, lo contrario de la raza aria! \u191?Esque aqu\u237? los hijos de Israel son tambi\u233?n los amos, como en todas partes? Dice un proverbio local que se necesitan seis jud\u237?os para enga\u241?ar a un armenio: \u161?y hay tantos armenios en estas comarcas trans\u225?sicas!\par\pard\plain\hyphpar} {Llego a una plaza enarenada, donde hay centenares de camellos con cuello extendido y las patas delanteras dobladas. Antes estas centenas eran millares; pero despu\u233?s de la construcci\u243?n del ferrocarril Transcaspiano, que data de algunos a\u241?os, la cifra de estos gibosos animales ha disminuido en una proporci\u243?n notable. \u161?Id a hacer competencia a los furgones del tren con tan pesados animales!\par\pard\plain\hyphpar} {Bajando la pendiente de las calles desemboco en los muelles del {\iKoura}, cuyo lecho divide la ciudad en dos partes desiguales; a ambos lados \u225?lzanse las casas en forma de anfiteatro. En las m\u225?rgenes est\u225?n situados los barrios del comercio. All\u237? hay gran movimiento de mercaderes vinos, con sus odres inflados como globos, y aguadores con sus recipientes de piel deb\u250?falo, a los que se ajustan tubos semejantes a trompas de elefantes.\par\pard\plain\hyphpar} {Despu\u233?s, h\u233?me aqu\u237? errando a la ventura. {\i

    Errare humanum est}, como dicen los colegiales de Burdeos cuando pasean por losmuelles del Gironda.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Se\u241?or \u8212?me dice un jud\u237?o jovencillo, mostr\u225?ndome cierta casa de ordinario aspecto\u8212?. \u191?Es usted extranjero? \u8212?\u161?Esclaro!\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Entonces no pase usted delante de esa casa sin detenerse un instante y admirarla.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Y qu\u233? tiene de admirable?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Que en ella vivi\u243? el c\u233?lebre tenor Satar, que daba el {\ido} de pecho.\par\pard\plain\hyphpar} {\u161?Y qu\u233? bien le pagaban!\par\pard\plain\hyphpar} {Le deseo que d\u233? un {\ido} de pecho y se lo paguen a\u250?n mejor que al tenor y subo por la derecha de

    l Koura a fin de contemplar la vista general.\par\pard\plain\hyphpar} {En lo alto de la colina, y sobre una meseta donde un declamador recita a gritosversos de Saadi, el poeta favorito de los persas, me abandono a la contemplaci\u243?n de la capital transcauc\u225?sica. Lo que hago all\u237? propongo volverlo a hacer en Pek\u237?n dentro de quince d\u237?as; pero mientras llegan las pagodas y los yatnens del Celeste Imperio, he aqu\u237? lo que Tiflis ofrece a mis miradas: muros de ciudadelas, c\u250?pulas y campanarios de templos de cultos diferentes; una iglesia metropolitana con su cruz griega, casas de construcci\u243?n rusa, persa o armenia; pocos tejados y en cambio muchas terrazas; pocas fachadas adornadas, pero muchos balcones volados; dos zonas divididas: el barrio bajo, donde se ha refugiado el elemento georgiano, y el alto, m\u225?s moderno, atravesado por un extenso y hermoso bulevar plantado de copudos \u225?rboles, entre los que se divisa el palacio del pr\u237?ncipe Bariatinsky. All\u237? hay todo un

     relieve incorrecto, caprichoso, imprevisto, una maravilla de irregularidad, limitado en el horizonte por el grandioso marco de las monta\u241?as.\par\pard\plain\hyphpar} {Pronto ser\u225?n las cinco; no tengo tiempo de entregarme al torrente de las frases descriptivas. Apresur\u233?monos a volver a la estaci\u243?n.\par\pard\plain\hyphpar} {All\u237? hay bastante afluencia de gente\u8230? Armenios, georgianos, mingrelianos, t\u225?rtaros, kurdos, israel\u237?es y rusos de las orillas del Caspio. Los unos vienen a tomar billetes directos para Bak\u250?, los otros para las estaciones intermedias.\par\pard\plain\hyphpar} {

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    Aquella vez estaba yo en regla. Ni el empleado con cara de gendarme, ni los mismos gendarmes, hubiesen podido poner obst\u225?culo a mi partida.\par\pard\plain\hyphpar} {Me entregan un billete de primera clase, valedero hasta Bak\u250?. Bajo al anden siguiendo mi costumbre, voy a instalarme en el rinc\u243?n de un departamento muy confortable. Algunos viajeros suben a mi coche, en tanto que el populacho cosmopolita invade los vagones de segunda y tercera clase. Efectuada la visita delrevisor, ci\u233?rranse las portezuelas. Un \u250?ltimo silbido anuncia que el tren va a ponerse en marcha. De pronto se oyen gritos desesperados y entre ellosdistingo estas palabras en alem\u225?n:\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u161?Parad!\u8230? \u161?parad!\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {Bajo el cristal, y miro.\par\pard\plain\hyphpar} {Un hombre gordo, con la maleta en la mano, sombrero casco en la cabeza y con las piernas enredadas entre los pliegues de su hopalanda, va corriendo hasta perder el aliento. Llega retrasado.\par\pard\plain\hyphpar} {Los empleados quieren sujetarle\u8230? pero \u161?id a detener una bomba en mitad de su trayectoria! Aquella vez el derecho es vencido por la fuerza.\par\pard\plain\hyphpar} {La bomba teut\u243?nica describe una curva muy bien calculada y va a el compartimiento vecino del nuestro, penetrando por la p\u243?rtezuela que un viajero complaciente tiene abierta.\par\pard\plain\hyphpar} {El tren arranca en aquel momento. Las ruedas de la locomotora patinan al principio; despu\u233?s la velocidad se acelera. Partimos.\par\pard\plain\hyphpar} {\par\pard\hyphpar }{\page } {\s1 \afs32

    {\b{\qcII\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {Y para hablar con precisi\u243?n, con tres minutos de retraso\u8230? Un corresponsal que no precisa, es como el ge\u243?metra que descuida llevar sus c\u225?lculos hasta la d\u233?cima decimal. Este atraso de tres minutos ha permitido al alem\u225?n ser nuestro compa\u241?ero de viaje\u8230? Tengo la idea de que este buen hombre me proporcionar\u225? asunto\u8230?; pero no es m\u225?s que un present\u237?miento.\par\pard\plain\hyphpar} {En aquella latitud, y en el mes de mayo, a las seis de la tarde, es de d\u237?a. Consulto un horario, y el mapa que lo acompa\u241?a me hace conocer todo el itinerario, estaci\u243?n por estaci\u243?n, entre Tiflis y Bak\u250?. No saber qu\u233? direcci\u243?n lleva la locomotora, si el tren sube por el nordeste o baja

     por e sudeste, ser\u237?a insoportable; tanto m\u225?s, cuanto que, llegada lanoche, no ver\u233? nada, no siendo nict\u225?lope como los b\u250?hos, las lechuzas y los murci\u233?lagos. Mi indicador me dice que la v\u237?a f\u233?rrea sigue casi paralela a la carretera de Tiflis al Caspio, pasando por Saganlong, Poily, Elisabethpol Karascal, Aliat y Bak\u250?, atravesando el valle de Koura. Elferrocarril sigue siempre en lo posible la l\u237?nea recta; as\u237? sucede enTransgeorgia\u8230? Entre aquellas estaciones hay una, Elisabethpol, que hubiera visitado con gusto. Antes de recibir el despacho de {\iEl Siglo XX}, hab\u237?a formado el prop\u243?sito de permanecer en ella una semana. \u161?Hab\u237?a yo le\u237?do descripciones de este punto tan llenas de atractivos! \u161?Y no poder hacer alto m\u225?s que cinco minutos, y esto entre las dos y las tres de la madrugada! En vez d encontrarme una ciudad resplandeciente bajo los rayos del sol s\u243?lo ver\u237?a un vago conjunto, confusamente en

    trevisto a los p\u225?lidos rayos de la luna. Despu\u233?s de hojear el indicador, examin\u233? a mis compa\u241?eros. Somos cuatro. No hay que decir que cada uno est\u225? en un \u225?ngulo. Yo voy de cara a la marcha y en la entrevia\u8230? En los dos \u225?ngulos opuestos se han sentado dos viajeros que deben de ser georgianos. Apenas han entrado, se han calado sus gorras y se han envuelto en sus mantas\u8230? Parecen pertenecer a esa raza privilegiada de los que duermen en el ferrocarril, y no se despertar\u225?n antes de la llegada a Bak\u250?\u8230? \u161?De \u233?stos, pues, nada sacar\u233?! Para ellos el vag\u243?n es una cama. Frente a m\u237? hay un tipo muy distinto, que no tiene nada de oriental: de treinta y dos a treinta y cinco a\u241?os, cara con barbilla rojiza, mirada vi

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    va, nariz de perro de caza, boca que pide hablar, manos prestas a todos los apretones; fuerte, vigoroso, ancho de hombros y de poderoso torso. En la manera como se ha acomodado, despu\u233?s de haber colocado su saco de viaje y desdoblado su pa\u241?uelo, de vistosos colores, he reconocido al {\itraveller} anglosaj\u243?n, habituado a los largos viajes, y que vive m\u225?s en los ferrocarriles y a bordo de los barcos que en el {\iconfort} de su {\ihome}, admitiendo que tenga casa. Debe de ser un viajante de comercio\u8230? Observo que lleva bastantes alhajas, sortijas, alfiler de corbata, gemelos con vistas fotogr\u225?ficas, muchos dijes en la cadena del reloj\u8230? Aunque no tiene pendientes en las orejas ni anillo en la nariz, no me extra\u241?ar\u237?a quefuese americano, un yanqui. Ahora a mi negocio. \u191?Acaso no es un deber de corresponsal que busca {\iinterviews}, saber qui\u233?nes son sus compa\u241?eros de viaje, de d\u243?ndevienen y a d\u243?nde van?\u8230? Voy, pues, a comenzar por mi vecino de enfrente, lo que no me parece dif\u237?cil, pues no piensa ni en dormir, ni en contemplar el paisaje iluminado por los rayos del sol poniente. Si no me enga\u241?o, debe de tener los mismos deseos de responderme que yo de preguntarle\u8230? Voy alanzarme\u8230? Un temor me detiene\u8230? \u191?Y si este americano (porque apostar\u237?a que lo es) resulta un cronista o corresponsal por cuenta de un {\iWorld} o de un {\iNew-York Herald} y encargado de acompa\u241?ar el tren directo del Gran Transasi\u225?tico? Esto me disgustar\u237?a\u8230? Todo menos un rival. Mi vacilaci\u243?n se prolonga\u8230? \u191?Le preguntar\u233? o no? La noche se aproxima\u8230

    ? Al fin me dispongo a abrir la boca cuando mi compa\u241?ero me dice en mi lengua natal:\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Es usted franc\u233?s?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?S\u237?, se\u241?or \u8212?le respondo en la suya.\par\pard\plain\hyphpar} {Decididamente nos entenderemos. El hielo est\u225? roto\u8230? Y se intercambian preguntas y respuestas entre nosotros. Hay un proverbio en Oriente; dice: \u171?M\u225?s preguntas har\u225? un loco en una hora, que sabio en un a\u241?o\u187?. Pero como ni mi compa\u241?ero ni yo tenemos pretensiones de sabios, nos abandonamos a las preguntas mezclando los idiomas.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?{\iWait a bit{\super[1]}} \u8212?me dice mi americano.\par\pard\plain\hyphpar} {

    Subrayo esta frase, que constituye una muletilla del americano.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?{\iWait a bit}. Apostar\u237?a diez contra uno a que es usted corresponsal de alg\u250?n peri\u243?dico\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Y ganar\u237?a usted. S\u237?, se\u241?or\u8230? Del {\iSiglo XX}\u8230?, y para seguir las peripecias de este viaje.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Va usted hasta Pek\u237?n?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Hasta Pek\u237?n.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Como yo.\par\pard\plain\hyphpar} {\u161?Esto era la que yo me tem\u237?a!\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Un colega, eh? \u8212?pregunto frunciendo el entrecejo con aire poc

    o simp\u225?tico.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?No\u8230?, tranquil\u237?cese usted\u8230? No haremos el mismo art\u237?culo.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Claudio Bombarnac, de Burdeos, que tiene mucho gusto en viajar con usted.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Fulk Ephrinell, de la casa {\iStrong-Bulbul and Co.}, de Nueva York, estado de Nueva York, U.S.A.\par\pard\plain\hyphpar} {Perfectamente a\u241?adido lo de U.S.A.\par\pard\plain\hyphpar} {Nos hemos presentado mutuamente. Yo como corresponsal de prensa, y \u233?l como

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    corredor\u8230? \u191?de qu\u233?? Es lo que me falta saber.\par\pard\plain\hyphpar} {Contin\u250?a la conversaci\u243?n. Fulk ha viajado un poco por todas partes, ya se sabe\u8230? Un poco y algo m\u225?s, seg\u250?n \u233?l dice. Conoce ambas Am\u233?ricas y casi toda Europa; pero va a Asia por primera vez\u8230? Habla\u8230? habla siempre con sus {\iwait a bit}, que lanza con facundia inagotable. \u191?Acaso el Hudson tiene la misma propiedad que el Garona de hacer a la gente larga de lengua? He estado escuchando dos horas; casi no me ha dejado o\u237?r el nombre de las estaciones en cada parada; Saganlong, Poily y otras\u8230? Yo hubiese querido examinar el paisaje, d\u233?bilmente iluminado por la luna, y tomar algunos apuntes; felizmente,mi compa\u241?ero ha atravesado aquellas provincias y me indica los lugares, las poblaciones, los r\u237?os y las monta\u241?as que se perfilan en el horizonte\u8230? Pero apenas si las veo\u8230? \u161?Malditos ferrocarriles! Se parte, sellega, y no se ha visto nada del camino. Entonces yo exclamo:\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u161?Cu\u225?nto m\u225?s encantador es viajar en posta, en troika, en tarantas; con lo imprevisto del camino, la originalidad de las posadas, la charla consiguiente en las paradas, el trago de vodka de los yemtchiks\u8230?, y de cu\u225?ndo en cu\u225?ndo el encuentro con los honrados ladrones, cuya raza acabar\u225? por extinguirse!\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Se\u241?or Bombarnac \u8212?me pregunta Fulk\u8212?: \u191?Pero se lamenta usted en serio de esas cosas?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Muy en serio\u8230? Con las ventajas de la l\u237?nea recta del ferrocarr

    il perdemos lo pintoresco de la l\u237?nea curva de las carreteras de otros tiempos\u8230? \u191?Acaso la lectura de los relatos de viaje de hace cuarenta a\u241?os por estas regiones no le agrada a usted? Viajando en ferrocarril, \u191?c\u243?mo voy a ver una de esas aldeas donde viven los cosacos, mezcla de labriegos y soldados? \u191?C\u243?mo voy a asistir a uno de esos espect\u225?culos que encantan al viajero, esos {\idjiquitovkas} ecuestres, con sus jinetes esgrimiendo sus sables descargando suspistolas y que os escoltan cuando os ven en compa\u241?\u237?a de un alto funcionario moscovita, o de un coronel de la Staniza?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Sin duda hemos perdido esas bellezas \u8212?repuso mi yanqui\u8212? perogracias a estas cintas de hierro, que acabar\u225?n por rodear nuestro globo como los flejes de un barril, vamos en trece d\u237?as de Tiflis a Pek\u237?n; si ha contado usted con incidentes para divertirse\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {

    \u8212?Ciertamente, se\u241?or Ephrinell.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u161?Ilusiones, se\u241?or Bombarnac! Nada nos suceder\u225?, {\iwait a bit!} prometo a usted el viaje m\u225?s mon\u243?tono, m\u225?s prosaico, el m\u225?s sopor\u237?fero y m\u225?s insustancial\u8230?; en fin, el menos variado\u8230? Tan llano como las estepas del Karakorum que el Gran Transasi\u225?tico atraviesa en el Turquest y las llanuras del desierto de Gobi, que atraviesa en China.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Pues all\u225? veremos \u8212?dije yo\u8212?, porque viajo para solaz demis editores.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Mientras que yo viajo sencillamente para mis propios asuntos.\par\pard\plain\hyphpar} {Y a tal respuesta sospecho que Fulk no ser\u225? el compa\u241?ero de viaje queyo hab\u237?a so\u241?ado. El tiene mercader\u237?as que vender, y yo no tengo n

    i que comprar. Veo, desde luego, que de nuestro encuentro no resultan mayor intimidad en el trayecto. Debe de ser el tal uno de esos yanquis de los que se han podido decir: \u171?Cuando tienen un d\u243?lar entre los dientes imposible es arranc\u225?rselo\u8230?\u187?. Y yo no he de ser el que se lo arranque.\par\pard\plain\hyphpar} {Sin embargo, si yo s\u233? que \u233?l viaja por cuenta de la casa {\iStrong-Bulbul and Co.} de Nueva York, ignoro lo que es \u233?sta casa. De dar cr\u233?dito al corredor americano, parece ser que la raz\u243?n social {\iStrong-Bulbul and Co.} debe de ser conocida del mundo entero; pero entonces \u191?c\u243?mo es que no la conozco yo, yo disc\u237?pulo de Chincholle, nuestro ma

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    estro? Estoy sobre ascuas, puesto que yo no he o\u237?do hablar jam\u225?s de la casa {\iStrong-Bulbul and Co.} Me propon\u237?a interrogar a Fulk sobre este particular, cuando me dice.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Usted ha visitado los Estados Unidos de Am\u233?rica, se\u241?or Bombarnac?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?No, se\u241?or.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Ir\u225? usted alguna vez a nuestro pa\u237?s? \u8212?Es posible.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Pues entonces no olvide usted explorar en Nueva York la casa {\iStrong-Bulbul and Co}. \u191?Explorar?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Esa es la palabra.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Bueno, lo har\u233?.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?All\u237? ver\u225? usted uno de los m\u225?s notables establecimientos industriales del nuevo Continente.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?No lo dudo; pero \u191?podr\u237?a yo saber?\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?{\iWait a bit}, se\u241?or Bombarnac \u8212?repuso Fulk Ephrinell anim\u225?ndose\u8212?. Fig\u250?rese usted un taller colosal, amplios edificios para montar y piezas, una m\u225?quina con fuerza de mil quinientos caballos, ventiladores que dan seiscientas vueltas por minuto, generadores que consumen toneladas de carb\u243?n diarias, una chimenea de una altura de cuatrocientos cincuenta pies, inmensos cobertizos para el almacenaje de productos fabricados, y que hacemos circular

     por las cinco partes del mundo. Un director general, dos subdirectores, cuatrosecretarios, ocho subsecretarios, un personal de quinientos empleados y de nueve mil obreros, una legi\u243?n de corredores como un servidor de usted, que recorren, Asia, \u193?frica, Am\u233?rica, Ocean\u237?a; en fin, un n\u250?mero de negocios que pasa anualmente de cien millones de d\u243?lares. Y todo esto, Bombarnac, todo esto para fabricar por millares\u8230? s\u237?, por millares\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {En este momento, y bajo la acci\u243?n de los frenos autom\u225?ticos, la velocidad del tren disminuye. Al fin aqu\u233?l se detiene.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u161?Elisabethpol! \u161?Elisabethpol! \u8212?gritan el conductor y losempleados de la estaci\u243?n.\par\pard\plain\hyphpar} {Nuestra conversaci\u243?n queda, pues, interrumpida. Yo, deseoso de estirar laspiernas, bajo el cristal de mi lado y abro la portezuela. Fulk Ephrinell baja.\p

    ar\pard\plain\hyphpar} {H\u233?me aqu\u237? en el and\u233?n de una estaci\u243?n bien iluminada. Unos diez viajeros se han apeado. Cinco o seis de los georgianos se agolpan en los estribos de los coches. Diez minutos de parada. Es lo que el horario marca. A las primeras campanadas subo de nuevo al vag\u243?n, y despu\u233?s desde la portezuela, veo que mi sitio est\u225? ocupado. S\u237?; frente al americano se ha instalado una viajera, con esa despreocupaci\u243?n infinita, pro-anglosajonas. \u191?Es joven o vieja? \u191?Es guapa o fea? La oscuridad no me permite apreciarlo.De todos modos, la galanter\u237?a francesa me impide ocupar mi antiguo puesto,y me siento junto a la viajera, que no trata de excusarse. En cuanto a Fulk Ephrinell, parece que duerme, y he aqu\u237? c\u243?mo me he quedado sin saber lo que fabrica por millares la casa {\iStrong-Bulbul and Co.} de Nueva York.\par\pard\plain\hyphpar} {

    Parte el tren. Ya hemos dejado muy atr\u225?s Elisabethpol. Y bien, \u191?qu\u233? he visto de esta encantadora ciudad de veinte mil habitantes, situada a ciento setenta kil\u243?metros de Tiflis, sobre el Gandjat-chai, un tributariodel Koura, y que yo hab\u237?a procurado estudiar antes de mi llegada? Nada hab\u237?avisto de sus casas de ladrillo, ocultas en la espesura; nada de sus curiosas ruinas; nada tampoco de su soberbia mezquita, construida en los comienzos del siglo XVIII, ni de su plaza del Maid\u225?n. Tampoco he podido contemplar los admirables pl\u225?tanos poblados de cuervos y mirlos y que mantienen una temperatura soportable durante los rigurosos calores del est\u237?o. Apenas he visto las altas ramas iluminadas por los rayos de la luna. Tampoco he visto las argentadas y m

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    urmuradoras aguas del r\u237?o a lo largo de la calle principal, y apenas si hevislumbrado algunas casa con sus jardinitos, y semejantes a peque\u241?as fortalezas almenadas. S\u243?lo me queda el recuerdo de alguna indecisa silueta sorprendida entre las volutas de vapor de la locomotora\u8230? \u191?Y por qu\u233? esas casas est\u225?n siempre a la defensiva? Es que Elisabethpol era una plaza fuerte, expuesta en otro tiempo a los frecuentes ataques de los lesgios del Chirv\u225?n, y estos monta\u241?eses, a dar cr\u233?dito a las historias m\u225?s ver\u237?dicas, parecen descender directamente de las hordas de Atila.\par\pard\plain\hyphpar} {Era entonces cerca de la medianoche. El cansancio me invitaba al sue\u241?o, y,sin embargo, como buen corresponsal, no quer\u237?a dormir m\u225?s que cerrando un ojo y un o\u237?do.\par\pard\plain\hyphpar} {No obstante, ca\u237? en esa especie de somnolencia que produce la trepidaci\u243?n de un tren en marcha, mezclada con silbidos desgarradores, con el ruido de los frenos y el fragor de los trenes que cruzan. \u211?yense los nombres de las estaciones durante las breves paradas, y el golpear de las portezuelas que se abren y cierran con sonidos met\u225?licos\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {\u161?Geran, Varvara, Oudjarry, Kiourdamir, Klourdane! En seguida Karasoul, Navagi\u8230? Me levanto; pero como mi sitio de antes est\u225? ocupado me es imposible mirar a trav\u233?s del cristal.\par\pard\plain\hyphpar} {Entonces me pregunto qu\u233? habr\u225? bajo aquel mont\u243?n de faldas y velos que veo en mi sitio usurpado. Pregunta sin respuesta. \u191?Ser\u225? aquellamujer mi compa\u241?era de viaje hasta el t\u233?rmino del Gran Transasi\u225?tico? \u191?Cambiar\u233? con ella mi saludo en las calles de Pek\u237?n? Mi pensa

    miento va, de mi compa\u241?era, a mi compa\u241?ero, que ronca en competencia con los ventiladores de la casa {\iStrong-Bulbul and Co.} \u191?Y qu\u233? diablos se fabricara en aquella inmensaf\u225?brica? \u191?Puentes de hierro o de acero? \u191?Locomotoras? \u191?Planchas de blindaje? \u191?Calderas de vapor o bombas de misas? Por lo que mi americano me ha dicho, me la figuro como una rival de {\iZeusot}, {\iCokerill} o {\iEssen}; alg\u250?n formidable establecimiento industrial de los Estados Unidos de Am\u233?rica, a no ser que lo que me ha contando \u8230?porque Fulk no pareceser {\ivert}, como se dice en su pa\u237?s, lo que significa que no es un inocente.\par\pard\plain\hyphpar} {

    Me parece que ahora me duermo poco a poco con un sue\u241?o de plomo\u8230? Sustra\u237?do a las influencias exteriores, ya no oigo ni la estent\u243?rea respiraci\u243?n de mi yanqui. Llega el tren a la estaci\u243?n de Aliat\u8230? Diez minutos de parada; y sin que me d\u233? cuenta de ello, vuelve a partir. Lo siento, por que Aliat es un puertecito donde hubiera podido contemplar la primera vista del Caspio\u8230? entrever aquellas comarcas arrasadas por Pedro el Grande\u8230? Como si dij\u233?ramos, que all\u237? hab\u237?a tema para dos columnas decr\u243?nica hist\u243?rico-fant\u225?stica, con ayuda del Bouillet y del Larousse\u8230? Aun no habiendo visto nada de aquel pa\u237?s, ni de su capital, no es dif\u237?cil dar rienda suelta a la imaginaci\u243?n.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u161?Bak\u250?! \u161?Bak\u250?!\par\pard\plain\hyphpar} {Estos gritos me despiertan. Son las siete de la ma\u241?ana.\par\pard\plain\hyphpar} {\par\pard\hyphpar }{\page } {\s1 \afs32

    {\b{\qcIII\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {El barco no deb\u237?a salir hasta las tres de la tarde. Los compa\u241?eros deviaje que se dispon\u237?an a atravesar el Caspio se apresuraron a correr haciael puerto. Se trataba, en efecto, de lograr un camarote y de procurarse sitio en los salones del paquebote.\par\pard\plain\hyphpar} {Fulk Ephrinell me ha dejado precipitadamente, dici\u233?ndome:\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?No puedo perder un instante. Tengo que ocuparme del transporte de mi equi

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    paje.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Tiene usted mucho?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Cuarenta y dos cajas.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u161?Cuarenta y dos cajas! \u8212?exclamo.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Lo que siento es no tener el doble. Con permiso de usted\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {No hubiera mostrado m\u225?s apresuramiento si hubiese tenido que hacer una traves\u237?a de ocho d\u237?as, en lugar de veinticuatro horas, atravesando el Atl\u225?ntico, en vez del Caspio.\par\pard\plain\hyphpar} {Pod\u233?is creerme si os digo que el yanqui no pens\u243? un instante en ofrecer su mano a nuestra compa\u241?era para ayudarla a bajar del vag\u243?n. Yo lo hago\u8230? La viajera se apoya en mi brazo y salta\u8230? No: pone lentamente el pie en tierra. Por toda recompensa, recibo un {\ithank you, sir}, pronunciado con voz seca, y de marcado acento brit\u225?nico.\par\pard\plain\hyphpar} {No s\u233? d\u243?nde ha dicho Thackeray que una dama inglesa bien educada es la m\u225?s completa de las obras de Dios en la tierra. No deseo m\u225?s que comprobar dicha galante afirmaci\u243?n en mi compa\u241?era. Se ha levantado el velo\u8230? \u191?Es joven o vieja? Con estas inglesas no se sabe nunca. Parece tener veinticinco a\u241?os: el color de las hijas de Albi\u243?n, desgarbada; falda pomposa como una marea equinoccial; aunque por sus azules ojos parece miope, no usa gafas. La saludo inclin\u225?ndome, y ella me honra con un movimiento de cabeza que no pone en juego m\u225?s que las v\u233?rtebras de su largo cuello, y con paso regular se dirige hacia la puerta de salida. Probablemente me la encon

    trar\u233? junto al paquebote. Por mi parte no pienso llegar al puerto hasta lahora de partir. Tengo medio d\u237?a para visitar Bak\u250?, y ya que el azar me ha tra\u237?do en mis peregrinaciones aqu\u237?, no pienso perder una hora.\par\pard\plain\hyphpar} {Es posible que el nombre de Bak\u250? no despierte la curiosidad del lector si le digo que Bak\u250? es la villa de los {\iguebres}, la ciudad de los {\it\u237?rsis}, la metr\u243?poli de los adoradores del fuego, es posible que su imaginaci\u243?n se inflame.\par\pard\plain\hyphpar} {Circundada de triple muralla negruzca y ahumada, dicha poblaci\u243?n est\u225?situada junto al cabo Apcheron y las \u250?ltimas estribaciones de la cordillera del C\u225?ucaso\u8230? Bueno, vamos a ver: \u191?estoy en Persia o en Rusia? Puesto que Georgia es provincia rusa, en Rusia estoy, a no dudar; pero dado el as

    pecto de Bak\u250?, es de creer que estoy en Persia. All\u237? visito un palacio de los khanes, de puro estilo arquitect\u243?nico de tiempo de Schahsar y de Scheherazade, {\ihija de la Luna}, su espiritual narradora; un palacio cuyas finas esculturas est\u225?n tan frescas cual si acabasen de recibir a \u250?ltimo golpe del cincel.Ya no se ven aquellos ventrudos tejados de k\u225?osc\u250? la Santa, sino que all\u225? lejos diviso esbeltos minaretes en las espinas de una antigua mezquita, donde se puede penetrar sin quitarse el alzado; pero es cierto que el muec\u237?n ya no recita los vers\u237?culos del Coran al toque de oraci\u243?n. Los barrios de Bak\u250? son rusos en su aspecto y en sus costumbres, con sus casas de madera sin resto alguno de color Kiental; tiene una estaci\u243?n imponente, digna de una gran ciudad de Europa o de Am\u233?rica, y al final de sus calles un puerto de aspecto moderno, cuya atm\u243?sfera se llena de los humos de hulla arro

    jados por las chimeneas de los paquebotes. Ocurre preguntar: \u191?por qu\u233?usar este carb\u243?n en la ciudad del petr\u243?leo? \u191?Por qu\u233? aquel combustible, puesto que el suelo \u225?rido y pelado del Apcheron, del que no sale m\u225?s que el ajenjo del Ponto, es tan rico en hidrocarburo?\par\pard\plain\hyphpar} {Fen\u243?meno verdaderamente maravilloso: \u191?quer\u233?is un aparato instant\u225?neo de alumbrado o calefacci\u243?n? Nada m\u225?s sencillo. Haced un ag\u252?ero en el suelo, el gas brota, encendedlo. Es un gas\u243?metro natural, al alcance de todas las fortunas. Hubiera deseado visitar el famoso santuario de Atesh-Gah; pero est\u225? a 22 {\i

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    verstas} de la ciudad, y me falta tiempo. All\u237? brilla eternamente el fuego, conservado desde hace muchos siglos por sacerdotes parsis, procedentes de la India, y a los que les est\u225? prohibido comer carne. En otros pa\u237?ses estas personas ser\u237?an tratadas de vegetarianas.\par\pard\plain\hyphpar} {Esta palabra me recuerda que no he almorzado, y como suenan las once, me dirijohacia la fonda de la estaci\u243?n, donde seguramente no pienso conformarme conel r\u233?gimen alimentario de los parsis de Atesh-Gah. En el momento en que entro en el comedor, sale de \u233?l precipitadamente Fulk Ephrinell.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?No almuerza usted? \u8212?le pregunto.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Ya lo he hecho.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Y sus paquetes?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?A\u250?n me quedan veintinueve que llevar a bordo. Cr\u233?ame usted, notengo un instante libre. Cuando se representa a la casa {\iStrong-Bulbul and Co.}, que expide semanalmente cinco mil cajas de sus productos\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Vaya usted, vaya usted, se\u241?or Ephrinell; ya nos encontraremos a bordo. Un momento: \u191?ha encontrado usted a nuestra compa\u241?era de viaje?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Qu\u233? compa\u241?era? \u8212?pregunta Fulk.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?S\u237?, hombre, aquella se\u241?ora joven, que ocup\u243? mi sitio en el vag\u243?n.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u161?Ah! \u191?Pero hab\u237?a una se\u241?ora joven con nosotros?\par\p

    ard\plain\hyphpar} {\u8212?S\u237?, se\u241?or.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Pues, amigo Bombarnac, ahora lo s\u233?.\par\pard\plain\hyphpar} {Y el americano abre la puerta, atraviesa el umbral y desaparece. Creo que antesde llegar a Pek\u237?n sabr\u233? cu\u225?les son los productos de la casa {\iStrong-Bulbul and Co.} de Nueva York.\par\pard\plain\hyphpar} {\u161?Cinco mil cajas por semana! \u161?Qu\u233? fabricaci\u243?n y qu\u233? despacho! Concluido el almuerzo, me pongo en marcha. Durante mi paseo, he podido admirar algunos magn\u237?ficos {\ilesghiens} con su {\itcherkesse} gris, sus cartucheras, su {\ibechmet} de seda roja viva, sus polainas bordadas de plata, alpargata, el {\ipapak} blanco a la cabeza; el largo fusil al hombro, el {\i

    schaska}, y el {\ikandjiar} a la cintura. Un hombre arsenal, en suma, como hay hombres orquesta. De soberbio aspecto, deben de causar un efecto maravilloso en las revistas ante el emperador de Rusia.\par\pard\plain\hyphpar} {Son ya las dos: debo dirigirme hacia el embarcadero; pero antes he de pasarme por la estaci\u243?n donde he dejado mi equipaje.\par\pard\plain\hyphpar} {H\u233?me aqu\u237? ya con mi maleta en una mano y el bast\u243?n en la otra, yme encamino por una de las calles que bajan hacia el puerto. Al volver plaza y cerca del lugar en que la muralla da acceso al muelle, llaman mi atenci\u243?n, no s\u233? por qu\u233?, dos personas. Es una pareja con ropa de viaje: el hombre representa de treinta a treinta y cinco a\u241?os; la mujer, de veinticinco a treinta. El primero es moreno y de pelo ya canoso, horrible fisonom\u237?a, mirada viva, audaz, f\u225?cil, y con cierto balanceo de caderas. La mujer es una rub

    ia, a\u250?n bastante linda, y de cabellos alborotados, que cubre una capota. Lleva un guardapolvo que no es de buen gusto, ni por su corte anticuado ni por suextra\u241?o color. Al parecer, esta pareja es un matrimonio que acaba de llegar por el ferrocarril de Tiflis; y si mi instinto no me enga\u241?a, son dos franceses. Les observo con curiosidad; ellos no hacen caso de m\u237?. Van muy ocupados para verme. Llevan en las manos y en los hombros sacos, cojines, mantas, bastones, paraguas y sombrillas; todo lo que se pueda imaginar en bultos peque\u241?os, que no quieren facturar en el paquebote. Siento vivos deseos de ayudarles. \u191?Acaso no es una feliz y rara coincidencia encontrar franceses fuera de Francia? En el momento en que voy a hablarles, aparece Fulk, y me arrastra consigo,

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    dejando detr\u225?s a la pareja. No importa. Ya me los encontrar\u233? en el paquebote y haremos conocimiento de la traves\u237?a.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Y bien \u8212?pregunto al yanqui\u8212?: \u191?C\u243?mo va ese embarquede su cargamento?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Vamos con la caja treinta y siete, se\u241?or Bombarnac.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Y no ha habido novedad?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Ninguna.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Y qu\u233? lleva usted en las cajas?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u161?Ah! \u191?Qu\u233? qu\u233? tienen? \u161?La treinta y siete! \u161?Hasta luego!\par\pard\plain\hyphpar} {Y corre al encuentro de un cami\u243?n que desemboca en el muelle.\par\pard\plain\hyphpar} {Hay all\u237? un movimiento considerable; toda la animaci\u243?n de las partidas y las llegadas. Bak\u250? es el puerto m\u225?s frecuentado y seguro del Caspio. No puede temer la competencia de Derbent, situado m\u225?s al norte. Bak\u250? absorbe casi todo el tr\u225?fico mar\u237?timo de dicho mar, o, por mejor decir, de dicho gran lago, sin comunicaci\u243?n con otros mares. No hay que decir que el establecimiento de Ouzoun-Ada, en el litoral opuesto, ha centuplicado el tr\u225?nsito por Bak\u250?; el ferrocarril transcaspiano, abierto para la circulaci\u243?n de viajeros y mercanc\u237?as, es la nueva v\u237?a que une Europa con el Turquest\u225?n.\par\pard\plain\hyphpar} {En un plazo pr\u243?ximo quiz\u225?s, un segundo camino seguir\u225? por la frontera persa, enlazando los ferrocarriles de la Rusia meridional con los de la Ind

    ia inglesa, lo que evitar\u225? a los viajeros la navegaci\u243?n por el Caspio; y en cuanto este inmenso lago se haya desecado por la evaporaci\u243?n, \u191?por qu\u233? no ha de poderse tender una v\u237?a f\u233?rrea por el arenoso lecho, que permita ir dos trenes, evitando el trasbordo de Bak\u250? a Ouzoun-Ada? En tanto se realiza este {\idesider\u225?tum}, es necesario embarcarse, y esto es lo que me dispongo a hacer en numerosa compa\u241?\u237?a. Nuestro paquebote se llama {\iAstara}, de la compa\u241?\u237?a C\u225?ucaso y Mercurio. Es un gran vapor de ruedas que hace aquella traves\u237?a tres veces por semana. Ancho de casco, est\u225? dispuesto para poder transportar gran cantidad de mercanc\u237?as, y parece que al construirlo se ha tenido m\u225?s en cuenta la comodidad de los fardosque la de los pasajeros. Pero, en fin, no hay lugar para mostrarse exigente, trat\u225?ndose de una navegaci\u243?n de veinticuatro horas.\par\pard\plain\hyphpa

    r} {Cerca del embarcadero, gran tumulto de gente, unos que parten y otros que ven partir, de la poblaci\u243?n cosmopolita de Bak\u250?. Observo que la mayor partede los viajeros son turcomanos. Seremos unos veinte europeos, algunos persas y dos prototipos del Celeste Imperio, que van, seguramente, a China.\par\pard\plain\hyphpar} {El {\iAstara} est\u225? literalmente lleno de mercanc\u237?as; la cala no ha bastado,y ha habido que utilizar la cubierta para acomodar el cargamento. La popa es para los pasajeros. Echado el puentecillo hasta la proa, resulta todo hacinado de fardos, resguardados con lonas embreadas contra los golpes de mar. All\u237? est\u225?n los bagajes de Fulk Ephrinell. Ha mostrado la en\u233?rgica actividad deyanqui decidido a no perder de vista un precioso material constituido por cajas

    c\u250?bicas de una altura de dos pies, recubiertas de cuero cuidadosamente barnizado, y sobre el que se leen estas palabras en letras de molde: {\iStrong-Bulbul and Co.}, de Nueva York.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Est\u225?n ya todas sus mercader\u237?as a bordo? \u8212?pregunto al americano.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Ahora llega la caja cuarenta y dos \u8212?me responde.\par\pard\plain\hyphpar} {En efecto, un mozo que entra por la puerta del embarcadero la lleva a la espalda. Se me antoja que aqu\u233?l anda algo inseguro\u8230? Debe de haber bebido mucho vodka.\par\pard\plain\hyphpar} {

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    \u8212?{\iWait a bit!} \u8212?grita Fulk; y despu\u233?s, para ser mejor comprendido, dice en buen ruso:\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u161?Cuidado!\u8230? \u161?Mucho cuidado!\par\pard\plain\hyphpar} {Consejo excelente, pero tard\u237?o. El mozo acababa de dar un traspi\u233?s, yla caja cae felizmente por encima de la borda del {\iAstara}. Se abre en dos partes y una gran cantidad de paquetitos cuya envolturase desgarra, esparcen su contenido por el puente. \u161?Qu\u233? grito de indignaci\u243?n ha lanzado Fulk Ephrinell! \u161?Y buen pu\u241?etazo ha administrado al torpe mozo!\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u161?Mis dientes! \u161?Mis dientes! \u8212?repite con voz desesperada.Y se arrastra para recoger los peque\u241?os pedazos de marfil artificial esparcidos por all\u237?.\par\pard\plain\hyphpar} {Yo, en tanto, no puedo contener la risa. \u161?S\u237?!\u8230? \u161?Son dientes lo que fabrica la casa {\iStrong-Bulbul and Co.}, de Nueva York! \u191?Para proveer de ellos a las cinco partes del mundo es para lo que funciona la gigantesca f\u225?brica, que remite cinco mil cajas por semana? \u161?Aquella m\u225?quina de mil quinientos caballos consume cien toneladas de carb\u243?n diarias, fabrica la primera materia paralos dentistas del Antiguo y Nuevo Continente, hasta para los de Chica! \u161?Esto s\u237? que es americano!\par\pard\plain\hyphpar} {Vamos a ver: \u191?no se dice que la poblaci\u243?n del globo es de mil cuatrocientos millones de almas? Pues bien, a treinta y dos dientes por individuo hacencerca de cuarenta y cinco mil millones; si hay, pues, ocasi\u243?n para reemplaz

    ar todos los dientes naturales por los artificiales, la casa {\iStrong-Bulbul and Co.} no podr\u225? dar abasto.\par\pard\plain\hyphpar} {Mas dejemos a Fulk Ephrinell correr junto a los odontol\u243?gicos tesoros de su caja cuarenta y dos. Suena el \u250?ltimo toque. Todos los pasajeros estamos abordo. El {\iAstara} va a largar amarras\u8230? De repente, se oyen gritos hacia el muelle. Los reconozco porque los he o\u237?do en Tiflis cuando iba a salir el tren de Bak\u250?\u8230? Es el alem\u225?n de entonces\u8230? Ya viene sofocado\u8230? Corriendo\u8230? No puede m\u225?s\u8230? La pasarela ha sido retirada y el paquebote empieza a moverse. \u191?C\u243?mo se va a embarcar aquel pasajero retrasado?Felizmente, un calabrote echado a popa del {\iAstara} mantiene a\u250?n el barco junto al muelle. El alem\u225?n aparece en el momento en que dos marineros maniobran con las amarras. Le dan la mano y le ayu

    dan a saltar a bordo.\par\pard\plain\hyphpar} {Decididamente, aquel grueso alem\u225?n est\u225? acostumbrado a tales lances. Mucho me sorprender\u225? que llegue a su destino.\par\pard\plain\hyphpar} {Ya repuesto, el {\iAstara} se pone en marcha, y bajo la acci\u243?n de sus potentes ruedas muy pronto est\u225? fuera del canalizo. A unos cuatrocientos metros se agita la superficie del agua con una especie de hervor profundo. Yo me hallaba entonces cerca del costado de babor, a popa, con un cigarro en la boca, y contemplaba c\u243?mo iba despareciendo el puerto tras el cabo Apcheron, mientras la cordillera del C\u225?ucaso sub\u237?a al oeste del horizonte. Apuro entre los labios la punta demi cigarro, y despu\u233?s de las \u250?ltimas fumadas, lo arrojo por encima dela borda. En el momento de caer al agua, una s\u225?bana de fuego se propaga entorno al casco del buque. Es que aquel citado hervor proviene de un manantial su

    bmarino de petr\u243?leo, y aquel fragmento de cigarro ha sido suficiente para inflamarlo\u8230? Se oyen algunos gritos\u8230? El {\iAstara} rueda en medio de volutas de fuego; pero un golpe de tim\u243?n nos aleja de aquel manantial terrible y el peligro desaparece. El capit\u225?n ha venido hacia popa, y se limita a decirme con tono fr\u237?o:\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Ha cometido usted una imprudencia.\par\pard\plain\hyphpar} {Yo respondo, como se tiene por costumbre en semejantes circunstancias.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Capit\u225?n\u8230? No sab\u237?a\u8230? Le aseguro a usted que no sab\u237?a\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {

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    En esto, detr\u225?s de m\u237? suena una voz seca y desabrida, que me dice:\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Hay que saber de todo, se\u241?or.\par\pard\plain\hyphpar} {Me giro\u8230? Es la inglesa quien me ha dado esta lecci\u243?n.\par\pard\plain\hyphpar} {\par\pard\hyphpar }{\page } {\s1 \afs32{\b{\qcIV\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {Suelo desconfiar de las impresiones de viaje. Estas impresiones son subjetivas (empleo esta palabra porque est\u225? de moda, aunque nunca he sabido lo que significa). Un hombre alegre, ver\u225? alegremente las cosas; un hombre triste lasver\u225? tristemente.\par\pard\plain\hyphpar} {Si a Dem\u243?crito se le hubiesen antojado encantadoras las m\u225?rgenes del Jord\u225?n y las playas del Mar Muerto, Her\u225?clito, en cambio, hubiera encontrado feos los panoramas de la bah\u237?a de N\u225?poles y de las playas del B\u243?sforo. Soy feliz por naturaleza (perd\u243?neseme el que hable de m\u237? mismo). Es raro que la personalidad del autor no aparezca en lo que escribe; y si no, veanse Hugo, Dumas, Lamartine y tantos otros. Shakespeare es una excepci\u243?n \u8212?pero yo no soy Shakespeare, como tampoco Lamartine, Domas o Hugo\u8212?.\par\pard\plain\hyphpar} {Sin embargo, por enemigo que yo sea de las doctrinas de Schopenhauer y de Leopardi, he de confesar que las orillas del Caspio me han parecido mon\u243?tonas y trist\u237?simas. En aquel litoral no hay vegetaci\u243?n ni aves; no parece quese est\u225? en el mar. Y si bien el Caspio no es otra cosa que un lago a veinti

    siete metros bajo el nivel del Mediterr\u225?neo, no dejan de agitarlo violentas tempestades. All\u237?, como dicen los marinos, un barco no tiene escape. \u161?Y que es un centenar de leguas de ancho! Pronto se est\u225? en la costa haciael oeste o hacia el este, y ni en la parte de Asia ni en la parte de Europa haygran n\u250?mero de puertos de refugio.\par\pard\plain\hyphpar} {A bordo del {\iAstara} vamos unos cien pasajeros; no pocos de ellos oriundos del C\u225?ucaso,que comercian con el Turquest\u225?n, y que s\u243?lo nos acompa\u241?ar\u225?nhasta las provincias orientales del Celeste Imperio.\par\pard\plain\hyphpar} {Ya hace algunos a\u241?os que el ferrocarril transcaspiano corre entre Ouaoun-Ada y la frontera china, y s\u243?lo entre dicho puerto y Samarkanda hay m\u225?sde sesenta y tres estaciones. En este trayecto deben de dejar el tren la mayor parte de los viajeros. Nada me importan \u233?stos, y no me ocupar\u233? en estud

    iar sus personas. Suponed que uno de \u233?stos sea interesante: \u191?a qu\u233? molestarme en estudiarle hasta el fondo, si a lo mejor me deja?\par\pard\plain\hyphpar} {No: reservo toda mi atenci\u243?n para los que hagan el viaje completo. Ya tengo a Fulk Ephrinell, y quiz\u225?s a la encantadora inglesa, que me parece que vaa Pek\u237?n. Y encontrar\u233? m\u225?s compa\u241?eros de viaje en Ouzoun-Ada. En lo que concierne a la pareja francesa, a\u250?n no puedo decir nada; pero antes de acabar la traves\u237?a ya procurar\u233? saber algo respecto de ella. Tambi\u233?n tengo a los dos chinos, que van a su pa\u237?s, evidentemente\u8230?Si yo conociese s\u243?lo cien palabras del {\iKouan-hoa}, que es la lengua que se habla en el Celeste Imperio, quiz\u225? pudiese sacar alg\u250?n partido de las curiosas caras de abanico de estos chinos. Pero lo que me hac\u237?a falta era un personaje algo legendario, alg\u250?n h\u2

    33?roe misterioso que viajase de inc\u243?gnito, gran se\u241?or o bandido\u8230? En fin, no olvidemos nuestro doble papel de corresponsal para los hechos, e {\iinterviewer} para las gentes\u8230? a tanto la l\u237?nea, teniendo cuidado en la elecci\u243?n; de una buena elecci\u243?n depende una buena suerte.\par\pard\plain\hyphpar} {Bajo por la escalera a popa: all\u237? no hay sitio; los camarotes est\u225?n ya ocupados por los pasajeros y las pasajeras, temiendo al mareo y al vaiv\u233?n. Acostados desde su entrada a bordo, no se levantar\u225?n hasta que el barco atraque en los muelles de Ouzoun-Ada. A falta de camarotes, otros viajeros se han

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    instalado en los divanes; rodeados de bultos y paquetes, dif\u237?cilmente pueden moverse. \u161?Vayan ustedes a buscar un tipo novelesco entre estos durmientes amenazados de mareo! Por mi parte, tengo la intenci\u243?n de pasar la noche en cubierta, y subo por la chupeta; all\u237? est\u225? el americano acabando de ordenar su caja rota.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Querr\u225? usted creer \u8212?exclama\u8212?, que el t\u237?o borracho aquel ha tenido el valor de pedirme propina?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Se le ha perdido a usted algo, se\u241?or Ephrinell?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?No, felizmente.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Y d\u237?game usted: \u191?cu\u225?ntos dientes lleva usted a China en esas cajas?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Un mill\u243?n ochocientos mil, sin contar las muelas del juicio.\par\pard\plain\hyphpar} {Y Fulk Ephrinell se r\u237?e de aquella broma, que ha debido de repetir muchas veces. Le dejo, y me voy por el puentecillo. El aspecto del cielo es hermoso; corre un norte fresco. A lo largo se ven bandas verdosas en la superficie del mar.Puede que la noche sea m\u225?s dura de lo que se supon\u237?a. A proa se ven numerosos pasajeros, turcomanos andrajosos, kirghizes, mujiks sin duda emigrantes, pobre gente, en fin, echada sobre la obra muerta. Casi todos fuman, o comen las provisiones que han llevado para la traves\u237?a. Otros buscan en el sue\u241?o un descanso a sus fatigas; quiz\u225?s la manera de enga\u241?ar el hambre.\par\pard\plain\hyphpar} {Me dan ideas de irme a pasear por entre aquellos grupos\u8230? Parezco un cazado

    r que mueve los matorrales para levantar pieza. All\u237?, entre los montones de paquetes, semejo un carabinero en funciones.\par\pard\plain\hyphpar} {Una caja muy grande, de madera blanca y recubierta de lona, atrae mi atenci\u243?n. Tendr\u225? una altura de un metro ochenta, por otro de anchura y profundidad. La han colocado all\u237? con el cuidado que exigen estas palabras escritas en ruso en sus tapas:\par\pard\plain\hyphpar} {\u171?Espejo. Fr\u225?gil. Cuidado con la humedad\u187?; y las indicaciones: \u171?Alto-bajo,\u187? que han sido observadas. Despu\u233?s, la direcci\u243?n deeste modo: Se\u241?orita Zinca Klork, Avenida Cha-Coua, Pek\u237?n, Provincia de Petchili, China.\par\pard\plain\hyphpar} {Esta Zinca Klork, como su nombre indica, debe de ser una rumana que aproveche el tren directo del Gran Transasi\u225?tico para que le env\u237?en espejos. Y yome pregunto: \u191?es que en los almacenes del Imperio del Medio falta este art\

    u237?culo? Entonces, \u191?c\u243?mo hacen las bellas hijas del Celeste Imperiopara admirar sus rasgados ojos y el edificio de su cabellera?\par\pard\plain\hyphpar} {La campana da el toque para la comida de las seis de la tarde. El {\idining-room} est\u225? en proa. Bajo, y encuentro la mesa ya dispuesta con unoscuarenta comensales.\par\pard\plain\hyphpar} {Fulk Ephrinell se ha instalado hacia el centro del sal\u243?n. Me hace se\u241?as para que me siente a su lado en un sitio libre, y yo me apresuro a ello.\par\pard\plain\hyphpar} {No s\u233? si ser\u225? casualidad; pero la viajera inglesa est\u225? sentada ala izquierda de Fulk Ephrinell, que habla con ella, y que cree deber present\u225?rmela.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Miss Horacia Bluett \u8212?me dice.\par\pard\plain\hyphpar} {

    Enfrente veo a la pareja francesa, muy ocupados ambos leyendo el men\u250?. Al otro extremo de la mesa, y en la parte por donde vienen los platos (lo que le permite servirse el primero), est\u225? el viajero alem\u225?n. Hombre robusto, decara llena, pelo rubio, barba rojiza, manos hinchadas, nariz larga que recuerdala trompa del elefante. Tiene ese aire {\isui generis} de los oficiales de la {\ilandsturm}, y le amenaza una obesidad precoz. Yo le digo a Fulk Ephrinell:\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Esta vez no se ha retrasado.\par\pard\plain\hyphpar} {A lo que el americano me responde:\par\pard\plain\hyphpar} {

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    \u8212?En el imperio alem\u225?n no se falta nunca a la hora de comer.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Sabe usted c\u243?mo se llama ese alem\u225?n?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?S\u237?; es el bar\u243?n Weissschnitzerd\u246?rfer.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Y va con ese nombre hasta Pek\u237?n?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Hasta Pek\u237?n. Como el mayor ruso que se ha sentado junto al capit\u225?n del barco.\par\pard\plain\hyphpar} {Miro al personaje en cuesti\u243?n. Tipo marcado moscovita, de unos cincuenta a\u241?os, canoso, fisonom\u237?a agradable. Pienso: \u171?Yo s\u233? ruso; \u233?l sabr\u225? franc\u233?s. Quiz\u225? sea ese el compa\u241?ero de viaje que busco\u187?.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Y dice usted que es un mayor?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?S\u237?. M\u233?dico del ej\u233?rcito ruso. Se llama Noltitz.\par\pard\plain\hyphpar} {Decididamente el americano, aunque no es corresponsal de prensa, esta mejor informado que yo. Todos comen con gran comodidad, pues el balanceo es poco sensible. Fulk Ephrinell est\u225? muy embebido en la conversaci\u243?n con miss Horacia. Comprendo que hay alguna aproximaci\u243?n entre ambos temperamentos anglosajones. En efecto: si Fulk es corredor en dientes, la otra es corredora en pelo. Miss Horacia Bluett representa una importante casa de Londres, la casa {\iHolmes-Holme}, a la quee expide el Celeste Imperio dos millones de cabelleras femeninas anualmente. Dicha se\u241?ora va a Pek\u237?n a fundar un despacho por c

    uenta de a casa {\iHolmes-Holme}, almac\u233?n general de los productos recogidos de las cabezas de las s\u250?bditas\u8230? y sin duda tambi\u233?n de los s\u250?bditos del Hijodel Cielo. Este negocio se presenta en condiciones tanto m\u225?s favorables, cuanto que la sociedad secreta del {\i\u171?Loto azul\u187?} tiende a la supresi\u243?n de la coleta, emblema de los chinos y de los t\u225?rtaros manch\u250?es. Y a mi se me ocurre lo siguiente. \u171?Vamos, es un cambio muy equitativo: China env\u237?a su pelo a Inglaterra, Am\u233?rica le env\u237?a los dientes; ventajas del librecambio\u187?. Hace un cuarto de hora que estamos a la mesa. No ha sobrevenido accidente alguno. El viajero barbilampi\u241?o y su rubia compa\u241?era parecen escuchar cuando hablamos en franc\u233?s; muestran evidente satisfacci\u243?n y visibles deseos de mezclarse en nuestra conversaci\u243?n. De suerte que no me he enga\u241?ado, son com

    patriotas; pero \u191?qu\u233? gente ser\u225??\par\pard\plain\hyphpar} {El balanceo aumenta; se mueven los platos en los huecos de la mesa, los cubiertos entrechocan, las copas vierten parte de su contenido, las lamparas colgantes oscilan, buscando la vertical; o, por mejor decir, es la mesa, nuestros sitios, los que obedecen a los caprichos del vaiv\u233?n; efecto curioso de observar cuando se tiene el coraz\u243?n bastante marino para no sufrir.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Parece que el buen Caspio empieza a sacudirse las pulgas \u8212?me dice el americano.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Se marea usted? \u8212?le pregunto.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Yo\u8230? \u8212?me dice\u8212?, no m\u225?s que un delf\u237?n \u8212?ydirigi\u233?ndose a su vecina, a\u241?ade:\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Y usted, {\i

    miss}?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Nunca, responde ella.\par\pard\plain\hyphpar} {Enfrente de nosotros la pareja cambia algunas palabras en franc\u233?s.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?\u191?Te pones mala?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?No, Adolfo; todav\u237?a no; pero si esto contin\u250?a, me parece\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Bueno, Carolina; ser\u225? preciso subir al puente. El viento ha saltadoal este, y el {\iAstara} no tardar\u225? en meter el pico entre sus plumas.\par\pard\plain\hyphpa

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    r} {Esta manera de expresarse indica que el se\u241?or Caterna, que as\u237? se llama, es marino, o ha debido de serlo.\par\pard\plain\hyphpar} {Ahora se comprende el movimiento que hace con las caderas cuando anda.\par\pard\plain\hyphpar} {Aumenta m\u225?s el balanceo, y la mayor parte de los comensales no pueden soportarlo. Pasajeros y pasajeras, en n\u250?mero de unos treinta, se han levantado de la mesa para ir sobre cubierta a respirar el aire libre. Eso les pondr\u225? bien.\par\pard\plain\hyphpar} {Quedamos en el comedor unas diez personas, contando al capit\u225?n, con el cual habla tranquilamente el mayor Noltitz. Fulk Ephrinell y miss Bluett parecen hallarse muy habituados a los accidentes de la navegaci\u243?n. El bar\u243?n alem\u225?n come y bebe como si estuviera sentado en una cervecer\u237?a de Munich ode Frankfurt; con el cuchillo en la mano derecha y el tenedor en la izquierda, cortando pedacitos de carne bien llena de sal y de pimienta, y remojada en salsa, que va introduciendo entre sus labios peludos con el extremo de su cuchillo\u8230? \u161?Puf! \u161?Qu\u233? ordinario! De todas maneras, \u233?l engulle y nopierde un bocado de la comida, a pesar de todas las sacudidas del barco.\par\pard\plain\hyphpar} {Un poco m\u225?s lejos se hallan los dos hijos del Celeste Imperio. Los observocon gran curiosidad: el uno es joven, de aire distinguido, de unos veinticinco a\u241?os, de fisonom\u237?a agraciada, no obstante su cara amarillenta y sus rasgados ojos. Sin duda debe a su permanencia durante algunos a\u241?os en Europa,haber tomado de ella sus maneras y hasta su traje. Su bigote es sedoso, espiritu

    al su mirada; su peinado, m\u225?s franc\u233?s que chino. Me parece hombre de car\u225?cter jovial, y, empleando una met\u225?fora de su pa\u237?s, sospecho que no debe de subir con frecuencia a la Torre de los Pesares. Por el contrario, su compa\u241?ero tiene aspecto burl\u243?n, y parece enteramente un mu\u241?ecode porcelana, de cabeza movible; de cincuenta a cincuenta y cinco a\u241?os, deaspecto canijo, lo alto del occipucio medio rasurado; por la espalda le cuelga la trenza. El traje tradicional con su falda, su t\u250?nica, su cintur\u243?n, su pantal\u243?n bombacho, sus babuchas multicolores. Este hombre pertenece a laclase {\iverde} china. No puede resistir el mareo, y despu\u233?s de una sacudida violenta de la embarcaci\u243?n, se levanta y desaparece por la escalera. El joven chino grita, tendi\u233?ndole un librito que ha dejado sobre la mesa:\par\pard\plain\hyphpar} {

    \u8212?\u161?Cornaro!\u8230? \u161?Cornaro!\par\pard\plain\hyphpar} {\u191?Qu\u233? significa esta palabra italiana en boca de un oriental? \u191?Acaso este chino habla la lengua de Boccaccio? {\iEl Siglo XX} tiene derecho a saberlo, y lo sabr\u225?.\par\pard\plain\hyphpar} {La se\u241?ora Caterna se levanta muy p\u225?lida y va en direcci\u243?n a cubierta, seguida por su esposo. Acabada la comida, dejo en conversaci\u243?n a FulkEphrinell y miss Bluett, que hablan de corretajes y precios, y me voy a pasear por la popa del {\iAstara}. Es noche casi cerrada. Algunas nubes corren r\u225?pidamente, barridaspor el viento del este, y all\u225?, en las altas zonas del cielo y a trav\u233?s de los jirones, apuntan algunas estrellas. La brisa refresca. El farol del trinquete se balancea; su luz tiembla, y los dos fanales, obedeciendo al movimiento, proyectan sobre las olas sus alargadas luces verdes y rojas.\par\pard\plain\hy

    phpar} {Pronto se re\u250?ne conmigo Fulk Ephrinell. Como Horacia se ha ido a su camarote, \u233?l va en busca de un sitio en el div\u225?n, al sal\u243?n de popa. Nosdamos las buenas noches y nos separamos. Yo, por mi parte, envuelto en mi manta, me acurrucar\u233? en cualquier rinc\u243?n del puente y dormir\u233? como un marinero franco de servicio.\par\pard\plain\hyphpar} {Son las ocho. Enciendo un cigarro, y con las piernas muy separadas para asegurar el centro de gravedad contra el balanceo, me paseo. En la cubierta no hay pasajeros de primera; as\u237? es que casi me encuentro solo. Sobre la cubierta pasea el segundo de a bordo, vigilando al timonel, que se halla junto a \u233?l, en e

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    l gobernalle.\par\pard\plain\hyphpar} {Las paletas de las ruedas baten el agua con violencia, produciendo ruido de truenos. Un humo espeso sale del tubo de la chimenea, entre penachos de chispas. A las nueve la oscuridad es total. Trato de indagar con la mirada para ver si a lolargo se divisa la luz de alg\u250?n barco. Nada\u8230? El Caspio es poco frecuentado. S\u243?lo se oyen gritos de aves marinas, gaviotas y otras que se abandonan a los caprichos del viento. As\u237? las cosas, y mientras estoy paseando, me asalta una idea. \u191?Terminar\u233? mi viaje sin poder sacar cosa de provecho para el peri\u243?dico? La direcci\u243?n me exigir\u237?a responsabilidad, y con raz\u243?n. \u191?Qu\u233?? \u191?No va a pasar nada de Tiflis a Pek\u237?n?Evidentemente, ser\u225? culpa m\u237?a. Estoy decidido a todo para evitar semejante fracaso.\par\pard\plain\hyphpar} {Cuando voy a sentarme en uno de los bancos de popa del {\iAstara} son las diez y media. Pero con la fuerte brisa que se levanta, no es posible permanecer all\u237?\u8230? Me voy, pues, a proa, cogi\u233?ndome a la borda; bajo el puente, entre los tambores, el viento me sacude con tal violencia, que tengo que buscar refugio a lo largo de la muralla de fardos recubiertos de lona. All\u237? busco un lugar a prop\u243?sito; me abrigo bien con mi manta, y apoyando la cabeza en la embreada lona, no tardo en dormirme. Pasado cierto tiempo, que no puedo precisar, me despierta un ruido extra\u241?o. \u191?Qu\u233? es eso? Escucho con atenci\u243?n. Parece un rugido a mi lado.\par\pard\plain\hyphpar} {\u8212?Alg\u250?n pasajero de proa\u8230? \u8212?preciso\u8212?. Se habr\u225? metido entre las cajas, bajo la lona, y duerme como un bendito en su camarote imp

    rovisado.\par\pard\plain\hyphpar} {A la luz que se filtra por la parte inferior del farol de bit\u225?cora, no veonada\u8230? Escucho de nuevo\u8230? El ruido ha cesado\u8230? Miro otra vez\u8230? Nadie hay en aquella parte del puente; los pasajeros de segunda se han acostado en la proa\u8230? Vamos, habr\u233? so\u241?ado\u8230? Vuelvo a echarme\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {\u161?Caramba!\u8230? Ahora no hay error posible. De nuevo el gru\u241?ido\u8230? Y seguramente sale de la caja en que apoyo la cabeza\u8230? \u161?Vive Dios!,me digo; ah\u237? dentro hay un animal.\par\pard\plain\hyphpar} {\u161?Un animal! \u191?Un perro? \u191?Un gato? No. \u191?Para qu\u233? iban a meter un animal dom\u233?stico en esa caja? \u191?Entonces ser\u225? una fiera? \u191?Una pantera? \u191?Un tigre? \u191?Un le\u243?n? Me lanzo sobre esta pista. \u191?Acaso son fieras para alguna colecci\u243?n o para alg\u250?n sult\u225?n

     del Asia Central?\u8230? \u191?De forma que aquello es una jaula?\u8230? \u191?Y si se abre, y la fiera se precipita sobre cubierta?\u8230? \u161?Qu\u233? peripecia! Ya tengo original para el peri\u243?dico. Y ved adonde puede llegar la excitaci\u243?n cerebral de un corresponsal en ejercicio\u8230? Es preciso, cueste lo que cueste, que yo sepa a qui\u233?n se env\u237?a esa fiera\u8230? Si va destinada a Ouzoun-Ada o a China misma. La direcci\u243?n debe estar escrita en el caj\u243?n. Saco una cerilla larga, la froto, y como el viento me da de espaldas, la llama se mantiene recta\u8230? \u191?Qu\u233? es lo que veo? Pues\u8230? nada; que el caj\u243?n que contiene la fiera, es precisamente el mismo en que dice: \u171?Se\u241?orita Zmca Klork, Avenida Cha-Coua, Pek\u237?n-China\u187?.\par\pard\plain\hyphpar} {\u161?La fiera {\ifr\u225?gil}! \u161?{\i

    Cuidadito con la humedad} para el le\u243?n! \u191?Con qu\u233? prop\u243?sito la se\u241?orita Zinca Klork (y que debe de ser bonita, porque es rumana, sin duda es rumana); con qu\u233? objeto se la expide una fiera metida en una caja y con aquella direcci\u243?n?\u8230? Razonemos, en vez de divagar. Es evidente que el animal que hay ah\u237? tiene que comer y beber\u8230? Ahora bien: desde Ouzoun-Ada hasta la capital de China se emplean once d\u237?as en atravesar Asia. \u191?Qui\u233?n le va a dar de comer y de beber, si no debe salir de la jaula? Los empleados del Gran Transasi\u225?tico s\u243?lo tendr\u225?n para dicha fiera las atenciones delicadas que el transporte de un espejo exige, puesto que as\u237? va declarado, y morir\u225? de inanici\u243?n. Todas estas cosas se agitan en

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    mi esp\u237?ritu, y mis ideas se embrollan. \u171?\u191?Esto es un sue\u241?o oestoy despierto?\u187?, como dice la Margarita del Fausto en una frase m\u225?sl\u237?rica que l\u243?gica. Resistir el sue\u241?o me es imposible. Cada p\u225?rpado me pesa dos kilos. Me dejo caer sobre la lona, me envuelvo bien en la manta, y me duermo profundamente.\par\pard\plain\hyphpar} {\u191?Cu\u225?nto tiempo he dormido? Quiz\u225? tres o cuatro horas: lo que s\u233? es que a\u250?n no era de d\u237?a cuando me despert\u233?. Despu\u233?s defrotarme los ojos, me levanto y voy a apoyarme sobre la obra muerta. El {\iAstara} es menos sacudido; el viento ha saltado al nordeste. La noche es fr\u237?a; procuro entrar en calor dando grandes paseos por espacio de media hora. Ya no pensaba en la fiera, cuando de repente viene el recuerdo. \u191?No ser\u237?aconveniente llamar la atenci\u243?n del jefe de estaci\u243?n en Ouzoun-Ada, sobre ese peligroso caj\u243?n? \u161?Bah! Despu\u233?s de todo, eso no es cuenta m\u237?a; ya veremos lo que pasa\u8230? Consulto mi reloj\u8230? No son m\u225?sque las tres\u8230? Otra vez a mi puesto. Y apoyando la cabeza contra el caj\u243?n, cierro los ojos\u8230? Otra vez el ruido\u8230? No hay duda\u8230? Un estornudo medio ahogado ha hecho temblar las tablas del caj\u243?n\u8230? As\u237? no estornuda ning\u250?n animal\u8230? \u191?Pero es posible?\u8230? \u191?Un serhumano oculto en aquella caja? \u191?Y se hace transportar de contrabando con destino a la linda rumana? \u191?Ser\u225? un hombre, o una mujer?\u8230? El ruido del estornudo me ha parecido de hombre\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {Ya no puedo dormir. \u161?Ah! \u161?Cu\u225?nto tarda en amanecer! \u161?Cu\u225?nto tarda el que yo pueda examinar ese bulto! \u191?No quer\u237?a yo incidentes? Pues ya hay uno\u8230? Y si no saco quinientas l\u237?neas\u8230?\par\pard\pl

    ain\hyphpar} {Empieza a despuntar el alba. Las nubes del c\u233?nit reciben su primera coloraci\u243?n\u8230? El sol parece mojado por el beso de las olas\u8230? Yo miro\u8230? S\u237?: aqu\u233?l es el caj\u243?n con destino a Pek\u237?n\u8230? Observociertos agujeros ac\u225? y all\u225?, sin duda respiraderos. Quiz\u225? por estos dos ojos esp\u237?an lo que pasa fuera\u8230? No hay que ser indiscreto.\par\pard\plain\hyphpar} {A la hora del almuerzo se sientan a la mesa aquellos que han podido librarse del mareo, y que son el joven chino, el mayor Noltitz, Fulk Ephrinell, miss Horacia Bluett, el se\u241?or Caterna, el bar\u243?n Weissschnitzerd\u246?rfer, y siete u ocho pasajeros m\u225?s. Me guardo muy bien de decirle al americano el secreto del caj\u243?n; a la menor indiscreci\u243?n, \u161?adi\u243?s a mi art\u237?culo!\u8230?\par\pard\plain\hyphpar} {

    A medio d\u237?a se se\u241?ala tierra al este. Una tierra plana y amarillenta,sin rocas, ligeramente ondulada y en la que se dibuja en las cercan\u237?as de Krasnovodsk.\par\pard\plain\hyphpar} {A la una estamos a la vista de Ouzoun-Ada, y a la una veintisiete mis pies pisan tierra asi\u225?tica.\par\pard\plain\hyphpar} {\par\pard\hyphpar }{\page } {\s1 \afs32{\b{\qcV\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar}\par\pard\plain\hyphpar} {Inicialmente, los viajeros desembarcaban en Mikha\u239?lov, puertecito que formaba el origen de la l\u237?nea del Transcaspiano; pero apenas tiene suficiente fondo para buques de mediano calado, raz\u243?n por la cual el general Annenkof concibi\u243? el proyecto de crear el nuevo ferrocarril, lo que tambien le hizo fu

    ndar Ouzoun-Ada, abreviando notablemente la dureza de la traves\u237?a del Caspio. De los puntos de mi pluma ha de salir m\u225?s de una vez el nombre de este ingeniero eminente. La inauguraci\u243?n de dicta estaci\u243?n, construida en tres meses, se efectu\u243? el 8 de mayo de 1886.\par\pard\plain\hyphpar} {Felizmente, he le\u237?do la memoria del ingeniero Boulangier, referente a prodigiosa obra del general Annenkof; de manera que ya en este trayecto del ferrocarril entre Ouzoun-Ada y Samarkanda no ir\u233? sin saber nada de sus circunstancias. Adem\u225?s, cuento con el mayor Noltitz, que esta al corriente de estos trabajos. Tengo el presentimiento de que vamos a ser buenos amigos, y, a despecho del proverbio que dice \u171?al amigo y al caballo no cansallo\u187?, me prometo c

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    ansar a mi compa\u241?ero de viaje en provecho de mis lectores.\par\pard\plain\hyphpar} {Se habla con frecuencia de la rapidez desplegada por los americanos en la construcci\u243?n de la v\u237?a f\u233?rrea por las llanuras de {\iFar-West}; pero es de justicia que se sepa que los rusos no son menos diligentes en este punto, si es que no lo son m\u225?s en celeridad y atrevimientos industriales.\par\pard\plain\hyphpar} {Nadie ignora lo que fue la aventurada campa\u241?a del general Skobeleff contralos turcomanos, campa\u241?a cuyo \u233?xito definitivo asegur\u243? la creaci\u243?n del ferrocarril transcaspiano. Desde entonces el estado pol\u237?tico de Asia Central ha sufrido profundas modificaciones, y el Turquest\u225?n no es masque una provincia de la Rusia asi\u225?tica, cuyas fronteras confinan con las del Celeste Imperio; y aun el mismo Turquest\u225?n chino experimenta los efectosde la influencia rusa, cuya marcha civilizadora no han podido contener las vertiginosas alturas del Pamir.\par\pard\plain\hyphpar} {Voy, pues, a lanzarme por ese pa\u237?s que Tamerl\u225?n y Gengis-Khan asolaron en otro tiempo; esas fabulosas comarcas de las cuales los rusos poseen desde 1886 seiscientos quince mil kil\u243?metros cuadrados y un mill\u243?n trescientos mil habitantes. La parte meridional de dicha regi\u243?n forma hoy la Transcaspiana, dividida en seis distritos: Fort-Alejandrovski, Krasnovodsk, Askhabad, Karibent, Merv y Pendeh, gobernados por coroneles y tenientes coroneles rusos.\par\pard\plain\hyphpar} {Compr\u233?ndese f\u225?cilmente que una hora baste para visitar Ouzoun-Ada, cuyo nombre significa {\i

    isla larga}. Es casi una ciudad, pero una ciudad moderna, con calles tiradas a cordel sobre un ancho tapiz de amarillenta arena. Algunos monumentos, algunos recuerdos\u8230? Pontones de madera y casas de madera tambi\u233?n, aunque ya empiezan a construirse de piedra. Se puede prever lo que ser\u225? dentro de cincuenta a\u241?os aquella primera estaci\u243?n del Transcaspiano: una gran ciudad, despu\u233?s de haber sido una gran estaci\u243?n.\par\pard\plain\hyphpar} {No cre\u225?is que faltan hoteles; entre otros, est\u225? el hotel del Zar, conbuena mesa, buenas habitaciones y buenas camas, aunque la cuesti\u243?n de la cama no tiene que preocuparme, puesto que el tren parte el mismo d\u237?a a las cuatro de la tarde. Desde luego me apresuro a telegrafiar a {\iEl Siglo XX}, por el cable del Caspio, dando parte de mi llegada a Ouzoun-Ada. Hecho esto, ocup\u233?monos de mi contabilidad de corresponsal. Nada m\u225?s f\u225?cil: se reduce a abrir una cuenta de informaciones con los que debo estar en

     relaciones durante el viaje. Es mi sistema, y no me ha ido mal con \u233?l; y en espera de los desconocidos, inscribo a los conocidos en mi cartera, con su n\u250?mero de orden:\par\pard\plain\hyphpar} {N\u250?m. 1. Fulk Ephrinell, americano.\par\pard\plain\hyphpar} {N\u250?m. 2. Miss Horacia Bluett, inglesa.\par\pard\plain\hyphpar} {N\u250?m. 3. Mayor Noltitz, ruso.\par\pard\plain\hyphpar} {N\u250?m. 4. Se\u241?or Caterna, franc\u233?s.\par\pard\plain\hyphpar} {N\u250?m. 5. Se\u241?ora Caterna, francesa.\par\pard\plain\hyphpar} {N\u250?m. 6. Bar\u243?n Weissschnitzerd\u246?rfer, alem\u225?n.\par\pard\plain\hyphpar} {Aqu\u237? no figuran a\