Declaración finaladoptada por la

Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos en su conferencia anual de 2016

"RETOS ACTUALES PARA LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS"Ginebra, 23 de marzo de 2016

El 23 de marzo de 2016 las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (INDH) de todas las regiones del mundo se reunieron en Ginebra para la Conferencia Anual titulada "Retos actuales para la protección de los derechos humanos". La Conferencia fue organizada por la Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (GANHRI) - antes conocida como el Comité Internacional de Coordinación de Instituciones Nacionales para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos (ICC) en cooperación con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos humanos (ACNUDH).

Las INDH de todas las regiones, junto con expertos internacionales, los Estados miembros y representantes de la sociedad civil discutieron los problemas de los derechos humanos como resultado de los conflictos, el desplazamiento masivo y la intolerancia, el racismo y la xenofobia y cómo las INDH podrían hacer frente a estos retos mediante la aplicación de sus mandatos en virtud de los Principios de París.

Las INDH participantes en la Conferencia adoptaron la siguiente Declaración:

Nosotros, la Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (GANHRI) como la asociación internacional de INDH independientes, guiados por los Principios de París de las Naciones Unidas y representando a más de 100 INDH de las cuatro regiones del mundo - África, América, Asia y el Pacífico y Europa -, aprovechamos esta oportunidad para expresar colectivamente nuestra profunda preocupación con respecto a los efectos devastadores que las situaciones de conflicto armado generalizado, el desplazamiento masivo de personas, así como el aumento del racismo y la intolerancia a menudo conduce al extremismo violento sobre la protección de los derechos humanos en todas partes del mundo.

Al mismo tiempo, nos sentimos alentados por una cada vez mayor e interconectada sociedad civil global que está comprometida con la visión de las Naciones Unidas hacia un planeta de paz y libertad, donde la promesa de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 (DUDH) es cumplida y donde todos los miembros de la familia humana gozan de sus derechos inherentes, inalienables e indivisibles.

Plenamente consciente de la complejidad de los retos actuales y también de la naturaleza compleja de las respuestas a estos desafíos, establecemos con seguridad que los derechos humanos y sus principios subyacentes, tales como la participación, la responsabilidad, la no discriminación, la transparencia y el Estado de Derecho, ofrecen orientación a la búsqueda de soluciones y el equilibrio adecuado en situaciones de crisis. En este contexto, instamos en particular a todos los agentes estatales y no estatales en todo el mundo a poner en práctica los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), adoptados en 2015 con el espíritu y sobre la base de los derechos humanos. Mediante la adopción del año pasado de la Declaración de Mérida sobre el papel de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos

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en la aplicación de la Agenda de 2030 para el Desarrollo Sostenible, GANHRI y sus miembros han documentado su compromiso con los ODS y harán su parte en el proceso de implementación de los ODS, de acuerdo con su mandatos como actores independientes para la promoción y protección de las normas internacionales de derechos humanos. Esto incluirá el asesoramiento sobre políticas, la formación en derechos humanos y la sensibilización, el análisis y las evaluaciones de impacto, así como la gestión de las quejas individuales. GANHRI y sus miembros invitan a todos los actores estatales y no estatales a abordar activamente "su" INDH o red de INDH y entablar un diálogo y a beneficiarse de la experiencia de los derechos humanos de las INDH.

Hemos examinado y discutido las experiencias de esas instituciones, los instrumentos y la cooperación para la preservación de los derechos humanos a la hora de afrontar (1) situaciones de violaciones masivas de los derechos humanos en el contexto de los conflictos armados, (2) un desplazamiento continuo masivo en todo el mundo de personas que resulte en altos niveles de vulnerabilidad para las personas y familias desarraigadas, y (3) el creciente nacionalismo, intolerancia, racismo y xenofobia, que amenazan con socavar la visión y logros una vez desencadenados por la Declaración universal de Derechos Humanos. Como resultado de este examen y la discusión, hemos identificado las siguientes funciones, tareas y acciones de las NHRI, cuando realicen las tres áreas de interés:

(1) Con respecto a las grandes violaciones masivas de los derechos humanos causados o relacionadas con los conflictos armados,

Reafirmamos nuestro compromiso expresado en la Declaración de Seúl sobre el papel de las INDH respecto al mantenimiento de los derechos humanos durante el conflicto y la lucha contra el terrorismo de 2004 y la Declaración de Kiev sobre el papel de las INDH en situaciones de conflicto y post-conflicto de 2015.

Nosotros, por lo tanto, abrazamos la Iniciativa "Los derechos primero" del Secretario General de la ONU y nos esforzaremos - individual y colectivamente - por sistematizar y hacer más eficaz nuestra función como mecanismos de alerta temprana, entre otras cosas, profesionalizando aún más nuestro conocimiento interno y externo e intercambiando información, mediante la intensificación de nuestra función de control interno y facilitando una cultura de diálogo sobre derechos humanos en los planos nacional, regional y local.

Subrayamos además la importancia de asegurar que las instituciones nacionales, mientras se opera en situaciones de conflicto, puedan seguir trabajando de forma independiente, libres de represalias y otros actos de intimidación y libres de violencia e interferencias indebidas.

(2) Con respecto al desplazamiento masivo de personas,

Renovamos nuestros compromisos expresados en la Declaración de Santa Cruz sobre el papel de las instituciones nacionales y la migración de 2006.

Damos la bienvenida a los compromisos expresados en la Declaración de Belgrado sobre la protección y promoción de los derechos de los refugiados y los migrantes de 2015, según se especifica en el Plan de Acción Regional de Tesalónica en la Crisis y Derechos Humanos de los Refugiados/Migrantes en febrero de 2016,

También tomamos nota de la Declaración de Malta sobre la migración adoptada el 10 de marzo 2016 a los 28 miembros de la Asociación de Ombudsman del Mediterráneo,

Afirmamos nuestra intención de hacer uso de todas las funciones y el instrumento que nuestros respectivos mandatos nos proporcionan, con el fin de

(a) mantener y hacer realidad los derechos humanos garantizados por los instrumentos de derechos humanos internacionales y regionales, así como la Convención de Ginebra (con especial énfasis en el principio de no devolución), para todos los migrantes, refugiados, solicitantes de asilo y personas desplazadas en todo momento, a su llegada, durante los procedimientos de asilo, devoluciones, y su estancia, tanto en el país de llegada como los estados receptores, y

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(b) captar la atención de los responsables legales y políticos hacia las medidas de protección para los más vulnerables entre los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo.

Alentamos a los gobiernos, parlamentos y cada servidor público a ver y tratar a todos los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo como un individuo que tiene derecho a que su caso sea analizado y estudiado de forma individual. A la luz del principio de la no discriminación, el derecho internacional de los derechos humanos no permite la categorización arbitraria, la generalización o la expulsión colectiva y, por lo tanto, prohíbe la selectividad, así como el uso de estrictas limitaciones numéricas en relación con el acceso al procedimiento de asilo.

(3) Con respecto a la intensificación de la intolerancia, el nacionalismo, el racismo y la xenofobia en muchos países, a menudo se combina cada vez más con un estilo de odio-abastecimiento de combustible del debate público, nos tomamos muy en serio el Plan de Acción del Secretario General de la ONU para prevenir el extremismo violento y contribuiremos a a través de nuestras acciones internas. Aquí, también, vamos a traer todos los elementos de nuestros mandatos, con especial atención a la sensibilización y la creación de capacidad para el personal de los medios de comunicación, con el fin de (re) establecer formas de debate que se basen en el respeto mutuo y la dignidad humana. Consideramos que es nuestra responsabilidad fortalecer la narrativa de los derechos humanos en el debate público.

Estas tres áreas de interés son interdependientes y están interrelacionadas. Un enfoque coherente y sistemático de los derechos humanos en cada área promete tener un impacto positivo en los demás. A la luz de esto, vemos nuestra tarea en la incorporación de los derechos humanos en todos los ámbitos de la política, lo que facilita las alianzas y asociaciones entre los actores estatales y no estatales, y la celebración de los gobiernos y parlamentos para tener en cuenta. El cumplimiento de esta tarea incluirá traer problemas de la esfera doméstica a la ONU y las organizaciones regionales y, a su vez, traerá las opiniones, recomendaciones y decisiones en la esfera internacional. En este contexto, renovamos nuestro compromiso de promover la ratificación y aplicación de todos los tratados internacionales de derechos humanos por parte del Estado. Como las NHRI de conformidad con los Principios de París, nos encontramos en una posición única para asesorar, cooperar con todos los actores y titulares de derechos, investigar, controlar e informar, y cooperar a nivel regional, regionales cruzados y globales a través de nuestras redes de coordinación. Vamos a cumplir con nuestras responsabilidades con la mejor de nuestras capacidades, y a alentar a los gobiernos, los parlamentos, los jueces, los agentes de la sociedad civil, el sector empresarial y las demás partes interesadas a hacer lo mismo - con el espíritu de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

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