comercio exterior y crecimiento económico: el caso de...
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DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
“RELACIONES FUNCIONALES ENTRE COMERCIO EXTERIOR Y PIB:
LOS CASOS DE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS”
DISERTACIÓN PÚBLICA, QUE EN LA MODALIDAD DE REPORTE FINAL DE INVESTIGACIÓN
P R E S E N T A
JUAN CARLOS BALTAZAR ESCALONA 203382128
PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR EN ESTUDIOS SOCIALES
(ECONOMÍA SOCIAL)
DIRECTOR: DR. JULIO GOICOECHEA MORENO
JURADOS: DR. ALEJANDRO SEGUNDO VALDÉS DR. GERARDO FUJII GAMBERO
IZTAPALAPA, D. F., NOVIEMBRE DE 2010
II
Agradecimientos
Dedico esta tesis doctoral a mis padres, el Sr. Cointo Baltazar Tovar y a la Sra.
Guillermina Escalona de Baltazar, que en todo momento me brindaron su apoyo moral,
por haber sido tan pacientes conmigo y por su invaluable comprensión. Agradezco
mucho a mis hermanos su preocupación y su interés mostrado en mí.
Especialmente expreso mi más sincero agradecimiento al Dr. Julio Goicoechea Moreno
por su increíble paciencia, por haber creído en mí, así como por su constante estímulo
intelectual, que sin su apoyo no hubiera sido posible terminar este proyecto de tesis.
Agradezco al Dr. Alejandro Segundo Valdés sus valiosas sugerencias que permitieron
mejorar este trabajo y al Dr. Gerardo Fujii Gambero sus comentarios y su apreciable
interés mostrado por este trabajo.
Gracias a todos aquellos profesores del posgrado que de manera insistente me
expresaron sus opiniones, comentarios y sugerencias. No quisiera despedirme sin
antes agradecer a la Universidad Autónoma MetropolitanaUnidad Iztapalapa por
tantas alegrías y satisfacciones.
III
Resumen
En lo fundamental, este trabajo, analiza la conexión entre comercio exterior de bienes y el producto. El primer concepto comprende exportaciones e importaciones; el segundo hace referencia al PIB. Existe un antiguo debate sobre si el crecimiento del producto se alcanza vía disminución de las barreras comerciales, y quienes plantean un procedimiento opuesto, es decir, recurriendo a un proteccionismo económico. Ambas posiciones pasan por alto una cuestión sustancial. La pregunta obligada es si el comercio exterior es susceptible de incidir en el producto. Siendo la respuesta afirmativa, daría pie para examinar cual de las posiciones es válida. Sin embargo, este trabajo muestra que el comercio exterior no puede incidir en el producto, tanto en el caso de la economía mexicana como en la de Estados Unidos. Lo anterior se sustenta en pruebas de exogeneidad en el contraste de Hausman durante el periodo 1980-2006 utilizando observaciones trimestrales. Se pone de manifiesto que tanto las exportaciones como las importaciones, consideradas por separado, son estrictamente endógenas, mientras que el producto es estrictamente exógeno. Es decir, que al tomar comercio exterior y producto, las primeras son invariablemente determinadas, mientras que el segundo es determinante, particularmente por lo que se refiere a las exportaciones. De este resultado se derivan algunas cuestiones por demás relevantes. El esquema conocido de export-led growth, así como el import-led growth carecen de fundamento. Por añadidura, los acuerdos de libre comercio no conducen, per se, al crecimiento. En otras palabras, el debate entre aperturismo y proteccionismo como vehículo para crecer, adolece de base alguna. Más preocupante aún es que dicha ausencia de incidencia no esté abordada en la literatura, cuando es el parteaguas para dilucidar esta situación. Una vez determinadas las pruebas de exogeneidad se estiman tanto funciones de exportación como de importación. En el caso de México, se obtuvo un coeficiente elástico (2.41) de las exportaciones como función del PIB de Estados Unidos e inelástico (0.81) con respecto al del propio México. A su vez, las exportaciones e importaciones de México fueron inelásticas (-0.43 y 0.32 respectivamente) con respecto al tipo de cambio real del mismo país. Por otra parte, las importaciones de México son función del PIB de Estados Unidos (3.94), mientras que el PIB local carece de incidencia alguna en sus propias importaciones. En el caso de Estados Unidos, si bien sus exportaciones son elásticas (1.79) con respecto al PIB, presentan una inelasticidad cercana a cero (-0.15) con respecto al tipo de cambio real efectivo. Las importaciones de Estados Unidos son elásticas (2.29) con respecto al PIB, pero cercanas a cero (0.12) con respecto al propio tipo de cambio real efectivo. Una fuente de discrepancia de estos resultados con los de la literatura se asocia precisamente a la inexistencia de pruebas de exogeneidad, en las relaciones funcionales que plantean, con lo cual queda en entredicho la correcta especificación que utilizan.
IV
Índice
Resumen ………………………………………………………………………………………. III
Introducción …………………………………………………………………………………… VI
1. Teoría de libre comercio. Comercio exterior y eficiencia productiva …………..……… 1 1. 1. Referentes teóricos introductorios ………………………………….…………..….. 1 1. 1. 1. Ventajas absolutas ……………………………………………………..….. 2 1. 1. 2. Ventajas comparativas ………………………………………….…………. 6 1. 1. 3. Enfoque neoclásico ……………………………………………...………... 9 1. 1. 4. La llamada nueva teoría del comercio internacional …………………... 12 1. 2. Modelos de crecimiento inducido por el comercio (export- led growth) …….... 17 1. 2. 1. Causación acumulativa ………………………………………………...… 18 1. 2. 2. Restricción externa ……………………………………………………….. 25 1. 2. 3. Modelos de brecha (gap models) .…………………………………….... 35 1. 3. Estrategia ortodoxa de promoción de exportaciones ………………………...… 39 1. 3. 1. Consenso de Washington ………...…………………………………...… 39 1. 3. 2. Perfil de política económica global ….……………………………..…… 40 2. Apertura económica y comercio exterior …………………………………………...…... 47 2. 1. Bases teóricas ………………………………………………………………………. 47 2. 1. 1. Teorema de simetría de Lerner ……………………………………….... 47 2. 1. 2. Argumento de la industria creciente ………………………………...…. 48 2. 1. 3. El libre comercio como paradigma o dilema prevaleciente ………….. 49 2. 2. Análisis teórico - empíricos ……………………………………………………...… 51 2. 2. 1. Política comercial y volumen comercial ……………………………….. 51 2. 2. 2. Exportaciones y PIB ………………………………………………......…. 55 2. 2. 3. El índice de apertura tradicional ………………………………….…..... 56 3. El comercio exterior como determinante exógeno …………………………………….. 57 3. 1. Aperturismo ………………………………………………………………………..... 57 3. 1. 1. Análisis específicos, métodos y procedimientos ……………………... 58
Comercio exterior y crecimiento ……………………………….…........... 58
Correlación ……………………………………………………...……... 59
Causalidad ……………………………………………………........….. 62
Apertura y crecimiento …………………………………….…………....… 65
Corte transversal ………………………………………………........… 68 3. 2. El crecimiento con una perspectiva proteccionista …………………………...... 73 3. 2. 1. Restricción comercial y crecimiento ………………………..……...…… 73
Argumentos teóricos ....……………………………………………....…… 73
Proteccionismo y crecimiento ……….…………………………...…….… 76 3. 2. 2. Otros análisis específicos, métodos y procedimientos .…..…....…….. 79
V
4. Endogeneidad. Apertura y crecimiento económico …………………………………... 83 4. 1. Supuestos afines …………………………………………………………………...... 84 4. 1. 1. Instrumentación de variables …………………………………………….. 85 4. 1. 2. Análisis por heteroscedasticidad ……..……………………………...…… 88 5. El comercio exterior como inductor de crecimiento: análisis de variables ….………. 91 5. 1. Metodología ………………………………………………………………………….. 91 5. 1. 1. Problema de investigación ……………………………………………..… 92 5. 1. 2. Hipótesis nulas ..…………………………………………………………..... 93 5. 2. Modelo analítico y evaluación empírica ……….……………………………......... 95 5. 2. 1. Comercio exterior: ¿exogeneidad o endogeneidad?….………………... 95
Fundamentación del modelo de regresión lineal ..…………….……...… 95
Fundamentación del modelo de ecuaciones simultáneas ..................... 97
Planteamiento ………..………………………………………..………….. 101 5. 2. 2. Resultados .……………………………………………………………...… 103
México .………………………………………………………………….…. 103
Exogeneidad: comercio exterior y producto …...….…………….….. 103
Exogeneidad: comercio exterior y tipo de cambio real ……………...109
Estados Unidos …………………………………………………….……... 111
Exogeneidad: comercio exterior y producto .…...…………………... 111
Exogeneidad: comercio exterior y tipo de cambio real ……………...114 6. El producto como inductor del comercio exterior (growth-led trade) ...………..……. 117 6. 1. Comercio exterior: elasticidad ingreso y precio ...... ……………………..……... 117 6. 1. 1. Funciones de exportación ………………………………………..………117 6. 1. 2. Funciones de importación .……………………………………………..…118 6. 2. Resultados ………………………………………………………………………...…119 6. 2. 1. Elasticidad del comercio exterior de México ………………………....... 121
Exportaciones: elasticidades ingreso y precio ………….…….……..… 123
Importaciones: elasticidades ingreso y precio ………………….…...… 126 6. 2. 2. Elasticidad del comercio exterior de Estados Unidos ………………… 129
Exportaciones: elasticidades ingreso y precio …………………...….… 131
Importaciones: elasticidades ingreso y precio …………………..…….. 135 7. Conclusiones .…………………………………………………………………………..… 141 Bibliografía ………………………………………………………………………………… 145 ANEXOS ……………………………………………………………………………….….. 160 A. Acrónimos …………..……………………………………………………………..160 B. Modelo de Sachs y Warner ….…………………………………………………. 161 C. Una nota sobre las pruebas de exogeneidad ...………………………….……162 D. Prueba de los coeficientes de Wald ……....………………………………….. 165 E. Fuente de datos ……..………..………………………………………………… 169 F. Pruebas de raíces unitarias …….…..………………………………………..… 171 G. Pruebas de cointegración ……..……………………………………………..… 172
VI
Introducción
Este trabajo analiza la conexión entre el producto y comercio exterior de bienes. Para
analizar el comportamiento del primer concepto se utiliza PIB y para el segundo, las
exportaciones e importaciones. Se considera que dentro del comercio exterior, la
apertura comercial constituye un componente de política pública. Se recurre a las
teorías clásica y neoclásica, así como de la llamada nueva teoría del comercio
internacional para abordar la relación entre comercio y crecimiento. La relación entre
estos dos últimos se discute desde un punto de vista de comercio interindustrial o con
enfoque de oferta, o bien, desde un punto de vista de comercio intraindustrial o con
enfoque de demanda. Se considera que ambos enfoques constituyen antecedentes
teóricos del modelo export-led growth. Sin embargo, por lo que respecta a la demanda,
dicho modelo puede tomar la forma de causación acumulativa, de restricción externa e
inclusive de brecha de divisas. Más recientemente, dicho modelo se basa en la apertura
económica propuesto por el Consenso de Washington. Al respecto, existe una
indeterminación funcional que debe ser analizada y aclarada. Es decir, si es el comercio
externo el que determina al producto, o viceversa. Estos elementos teóricos se
desarrollan en el capítulo uno.
Utilizando como bases teóricas el teorema de simetría de Lerner, el argumento de la
industria creciente y el libre comercio como paradigma prevaleciente, en el segundo
capítulo, se discute específicamente la relación entre la política comercial aperturista y el
comercio exterior. Aquí se analiza la correlación entre las diferentes variables utilizadas
como una aproximación de la política de apertura y posteriormente si es que éstas
guardan alguna relación funcional o bien alguna correlación con el volumen comercial.
VII
Dos puntos relacionados con lo anterior es el de la exportaciones como componente del
PIB y la dificultad que estriba en el uso del índice de apertura tradicional.
En el tercer capítulo, se aborda primero, la literatura aperturista. Se procede
examinando la relación entre comercio exterior y crecimiento. Por una parte, se
cuestiona la correlación empírica entre éstos. Por otra, se examina la dirección de
causalidad tratando de encontrar una relación funcional. Sin embargo, el debate actual
se ha centrado en tratar de verificar, por un lado, cuál es el efecto de la política de
apertura comercial en el crecimiento del producto per cápita a través de la estimación de
modelos de corte transversal. Es decir, si la política comercial vía disminución de
barreras comerciales es capaz de redundar en un mayor crecimiento económico. Por
otro lado, se contrasta con el crecimiento visto desde una perspectiva proteccionista
destacando las bases teóricas, así como de la literatura referente al tema.
Con relación al capítulo previo, en el capítulo cuatro, se discute el problema de
endogeneidad relacionado con la apertura comercial y el crecimiento económico. Este
se refiere cuando una variable que se asume independiente puede comportarse como
dependiente incurriendo, en este caso, en posibles errores de especificación. En la
literatura, la endogeneidad es abordada a través del método de variables instrumentales
(VI). En otros casos, para su análisis se utiliza la técnica de identificación por
heteroscedasticidad (IH).
VIII
En el capítulo cinco, se propone un análisis utilizando pruebas de exogeneidad en el
contraste de Hausman con instrumentación de variables. Empíricamente se analizan los
casos de México y de Estados Unidos para el periodo de 1980 a 2006 con
observaciones trimestrales. Se busca evidenciar la endogeneidad del comercio exterior
en relación con el crecimiento. Necesariamente se contradice a los supuestos teóricos
de la teoría de libre comercio convencional y por ende de la apertura comercial como su
expresión inmediata. En el capítulo seis se estima la elasticidad del comercio exterior de
México y de Estados Unidos en función del producto y del tipo de cambio real.
Finalmente, en el capítulo siete se exponen las conclusiones.
1
1. Teoría de libre comercio. Comercio exterior y eficiencia productiva
En este capítulo a partir de los argumentos teóricos de la teoría convencional del
comercio internacional, así como de las de export-led growth se escudriña la relación
entre comercio y crecimiento. Es decir, la exposición que ofrece cada uno de estos dos
esquemas.
1.1. Referentes teóricos introductorios
Cuando se plantea por parte de la teoría convencional que existe un vínculo de
inducción del crecimiento por parte del comercio, es pertinente evaluar la naturaleza de
dicho vínculo, así como los elementos teóricos e incluso empíricos en los que esta
afirmación se basa. El argumento teórico establece que a través del libre comercio se
pueden obtener mayores beneficios económicos propiciados por la especialización, así
como de la mejor utilización de los recursos productivos. Según este argumento, todos
los países son ganadores del comercio. La ortodoxia plantea, sin embargo, que con la
mayor apertura comercial los países tienden a crecer más rápido.
Los postulados de los dos principios básicos, las ventajas absolutas y comparativas,
ofrecen un acercamiento preliminar para el análisis de la relación entre comercio y
crecimiento. Incluso desde el punto de vista de la concepción neoclásica. Estas teorías
de comercio inter-industrial con orientación hacia la oferta pueden considerarse como
antecedentes teóricos del export-led growth.
2
1.1.1. Ventajas absolutas
La doctrina mercantilista, predominante desde el siglo XVI hasta mediados del XVIII
sostenía que la base de la riqueza de una nación es el comercio superavitario.1 De
acuerdo a esto, la actividad económica externa se reduce a un juego de suma-cero. Es
decir, las ganancias económicas de una nación son en consecuencia las pérdidas para
otra (Appleyard y Field, 1995:19).2 Esta corriente de pensamiento, donde el Estado
desempeña un papel primordial, busca acceder a la forma de riqueza por excelencia en
la época al lograr un superávit comercial (Roll, 1994:58-59). Es decir, la riqueza está
constituida material y concretamente de metales preciosos. Según el mercantilismo,
medidas proteccionistas como la fijación de aranceles, cuotas y prohibiciones o a través
de subsidios a la exportación son instrumentales para mantener una balanza comercial
favorable (Adams, 1972:11). De acuerdo con lo anterior, Thomas Mun, uno de los más
destacados mercantilistas ingleses sostuvo en 1664 que el comercio exterior es el
vehículo de aumentar la riqueza, vendiendo más de lo que se importa.3 Estas ideas de
Mun lo colocan como uno de los primeros autores en proponer los argumentos teóricos
de lo que más tarde se llamaría export-led growth. Es decir, exportar para crecer.
1 La riqueza nacional se finca en una entrada neta de metales preciosos resultando en una acumulación.
Hume, en sus “Discursos Políticos” (1752), a través de su mecanismo de flujo-precio-especie busca demostrar que para una nación no era posible mantener un superávit en forma indefinida, aflorando una suerte de mecanismo de autorregulación (citado por Appleyard y Field, 1995:22-23). 2 Asumiendo exclusivamente la existencia de dos países, el superávit comercial de un país A equivale
necesariamente al déficit de otro país B:
1) (X M)A = Z
2) (X M)B = -Z donde X y M son exportaciones e importaciones y Z el saldo comercial. Implícitamente, los países exportadores o importadores netos se traducen en países ganadores y perdedores dependiendo del saldo comercial. 3 Mun (1954:57-58), tomado de la primera edición en español.
3
En contraposición a la corriente mercantilista, Smith en “La Riqueza de las Naciones”
(1776) propone el principio de las ventajas absolutas en tanto motor y guía del comercio
exterior. Según la visión de Smith, el libre comercio permite que cada país se
especialice en la producción y exportación de bienes en los cuales tiene una ventaja
absoluta. Es decir, producir aquellos bienes, en los que es más eficiente. Según esto
con la división de actividades específicas se permitiría incrementar la producción local
con menos horas de trabajo. En consecuencia, los países importarán aquellos bienes en
los cuales tienen una desventaja absoluta, pues son producidos con menor eficiencia
respecto a otras economías.4 Para Smith, según Salvatore (1998), se alcanzaría una
especialización internacional de los factores de producción. Según esto, se
incrementaría la producción mundial.
A diferencia de Ricardo, en Smith se distinguen dos clases de beneficios derivadas del
comercio internacional: i) las ganancias del comercio en términos de bienestar del
consumidor y ii) el efecto que el comercio pueda tener en términos de desarrollo
económico. Dichas aseveraciones aparecen en el siguiente pasaje de Smith:
“[…]. It gives a value to their superfluities, by exchanging them for something else, which may satisfy a part of their wants, and increase their enjoyments. By means of it, the narrowness of the home market does not hinder the division of labour in any particular branch of art or manufacture from being carried to the highest perfection. By opening a more extensive market for whatever part of the produce of their labour may exceed the home consumption, it encourages them to improve its productive powers, and to increase the real revenue and wealth of society ” (citado por Myint, 1977).
5
4 En términos de especialización y de la división internacional del trabajo significa que un país tiene una
ventaja absoluta en el bien x si una unidad de trabajo produce más de dicho bien de la que es producida con una misma unidad laboral en otro país. Aquí se estaría asumiendo homogeneidad del factor trabajo incluso a nivel internacional, sin que se proporcionen unidades de medida. Aunado a lo anterior, está la existencia de productos heterogéneos, o bien similares pero diferenciados. 5 Este pasaje puede encontrarse en Smith (1937:415).
4
En esta cita sobresalen dos ideas relevantes relacionadas con la ampliación del
mercado. Por un lado, se establece que el comercio internacional propicia la división del
trabajo e incrementa la productividad de los recursos de un país. Por otro, provee una
salida a la producción que excede al consumo local. Básicamente, los rasgos comunes
de la relación entre comercio y crecimiento son el uso de los insumos productivos con el
propósito de producir mercancías exportables, así como la creación y desarrollo de un
patrón de comercio internacional resultante (Theberge, 1968:255).6 Siguiendo a Myint, la
virtud esencial del enfoque de Smith es intentar dar un análisis unificado entre comercio
internacional y el desarrollo económico local, orientada hacia el problema del
crecimiento económico en el largo plazo. Al respecto, Thirlwall (2003:41-44) señala que
una de las mayores contribuciones de Smith es la noción de rendimientos crecientes
basados en la división internacional del trabajo o de la especialización. Asimismo que
esta división del trabajo y la extensión del mercado actúan como un proceso circular e
interdependiente. En otras palabras, la división del trabajo constituye el punto de partida
de la teoría del crecimiento económico del propio Smith. Sin embargo, tiene la
desventaja de que el crecimiento económico se contempla como un proceso continuo,
en tanto la cadena de causación no se rompa (Ekelund y Hebert, 1992: 126; 128).
A pesar de que a Smith no se le reconoce primordialmente como teórico del comercio
internacional, se le adjudican importantes aportaciones referente a los efectos
estimulantes del comercio en el crecimiento (Bloomfield, 1975). Asimismo, pone la
simiente de lo que habría de desarrollarse posteriormente como argumento fundamental
6 Según el argumento de Smith, el comercio exterior puede beneficiar directamente a una nación
permitiendo a los productores locales exportar sus productos excedentes (Kurz, 1992).
5
pro-liberalización comercial. Sin embargo, cabe destacar que la principal preocupación
de Smith no fue sólo la relación entre producción excedente y mercado externo sino del
uso eficiente de los recursos productivos. El problema que surge al aplicar el principio de
Smith es que un país terminaría produciendo la mercancía en la cual es más eficiente
(medido en menores horas de trabajo) y el resto del mundo no tendría porque producir
una sola mercancía. No obstante, para Kibritcioglu (2002) la idea de ventaja comparativa
fue originalmente concebida por Smith, aunque tal vez no en términos suficientemente
explícitos. Esta idea de ventaja comparativa puede hallarse en el siguiente pasaje:
“What is prudence in the conduct of every private family can scarce be folly in that of a great kingdom. If a foreign country can supply us with a commodity cheaper than we ourselves can make it, better buy it of them with some part of the produce of our own industry, employed in a way in which we have some advantage” (citado por Kibritcioglu, 2002).”
Según Kibritcioglu, Smith, con su noción de ventaja comparativa, permitió adelantarse a
Ricardo. Con base en lo anterior y de acuerdo a Blaug (1985: 89-90), la motivación
individual permitiría demostrar que el bienestar general se promueve mejor eliminando
todas las restricciones a las importaciones y exportaciones. Por consiguiente, con esta
idea central en defensa del libre comercio, Smith incurre en los mismos argumentos
mercantilistas al justificar las medidas proteccionistas en el caso de las industrias
crecientes y de las represalias contra los aranceles extranjeros. El principio de Smith de
ventajas absolutas se basa en argumentos de cuestionable utilidad teórica.
6
1. 1. 2. Ventajas comparativas
Según Blaug (1980:235), Ricardo en “Principios de Economía Política y Tributación”
(1817)7 descubrió que la causa del comercio internacional era la relativa inmovilidad del
capital entre los países. Dicha inmovilidad se estableció como condición para el
cumplimiento de las ventajas comparativas.8 En la visión de Ricardo de acuerdo a
Blaug, la composición del comercio mundial se explicaría a partir de las diferencias de
productividad del trabajo entre países. Ricardo asume una serie de supuestos
restrictivos por el simple hecho de presentar y formalizar la teoría de los costos
comparativos. Es decir, a diferencia de Smith, Ricardo basó su teoría en supuestos no
verificables empíricamente como: i) la movilidad del factor trabajo al interior de cada país
pero que es completamente inmóvil entre países; ii) ausencia de barreras comerciales;
iii) un sólo factor productivo, el trabajo; y iv) la ausencia de costos de transporte tanto
dentro de un país como entre diferentes países.
7 En dicha obra Ricardo muestra como dos países (Inglaterra y Portugal) produciendo los mismos bienes
(vino y algodón), donde el único costo de producción son los costos laborales, pueden beneficiarse del libre comercio. Puede consultarse la primera edición en español de la obra de David Ricardo (1959). 8 MacDougall (1952) al probar la teoría de los costos comparativos para países como Estados Unidos y el
Reino Unido llega a la conclusión de que existe una relación positiva entre exportaciones totales y productividad. Sin embargo, Leontieff (1953) es el primero que pone a prueba la teoría de las ventajas comparativas, posibilitado por la matriz de insumo-producto, constituida por él mismo. Con datos correspondientes a 1947, encontró que Estados Unidos exportaba mercancías intensivas en trabajo e importaba bienes intensivos en capital. En 1956, Leontieff repitió el ejercicio con datos de 1951, verificando que las importaciones eran más intensivas en capital que sus exportaciones. Esta conclusión echó por tierra la “teoría” de Heckscher–Ohlin (H-O) en cuanto a que un país exporta mercancías utilizando intensivamente su factor abundante. Baldwin (1971) concluye que las importaciones de Estados Unidos eran 27 por ciento más intensivas en capital que sus exportaciones. Tatemoto e Ichimura (1959) descubren que Japón, siendo en aquél entonces intensivo en trabajo, exportaba bienes intensivos en capital e importaba bienes intensivos en trabajo, patrón inconsistente con Heckscher-Ohlin. Similar caso para Canadá (Whal, 1961), en tanto las exportaciones de éste eran intensivas en capital. Sin embargo, Stolper y Roskamp (1961) encuentran resultados consistentes con H-O para Alemania Oriental. Bharadwaj (1962) encuentra que el patrón de comercio exterior de India es consistente con el esquema de H-O, pero el comercio entre Estados Unidos e India refutaba a H-O, pues las exportaciones de este último país eran intensivas en capital. La prueba empírica de Leontieff ha sido por demás fecunda, como se puede confirmar en el survey de Helpman (1999).
7
A juicio de Panagariya (2005), la teoría de Ricardo sigue siendo válida, toda vez que el
libre comercio permite mejorar la productividad con la exportación de bienes y servicios.
Incluso para Panagariya, el principio de ventajas comparativas y de las ganancias
asociadas al comercio no se invalida con el libre movimiento internacional de factores de
producción. Al respecto, Went (2000:657) discute si la movilidad internacional de
capitales es compatible con el libre comercio y con la estabilidad de los tipos de cambio.
Cabe recordar que Ricardo presentó la inmovilidad del capital como una condición
necesaria para el cumplimiento de su teoría. Según Went, este supuesto es olvidado,
descuidado y pasado por alto por los defensores del libre comercio.9 En otro sentido,
según Harinarayana (1977) el enfoque de Ricardo ya presentaba fuertes limitaciones
debido a que no se distingue el aspecto positivo del normativo en el comercio. El
aspecto positivo se refiere a la ventaja comparativa en términos neoclásicos. Es decir,
con el libre comercio una economía producirá tanto como le sea permitido por su
frontera de posibilidades de producción; el aspecto normativo se refiere a que un país se
beneficiará de la especialización de acuerdo a sus recursos abundantes en un esquema
de Heckcher-Ohlin (López Gallardo, 2005). El supuesto de que la distribución de los
beneficios del comercio debe ser proporcional entre socios comerciales se refiere a una
tasa de intercambio uno a uno (Hollander, 1979: 415). También se ha creído que la Ley
de Say influyó en Ricardo (Harinarayana, 1977).10 Sin embargo, no está del todo claro si
abandona por completo el aspecto de demanda del comercio. Es decir, no se puede
9 Si el capital fuera móvil implicaría un replanteamiento de la teoría de los costos comparativos. Es decir,
dicho principio puede no mantenerse, porque en todo caso la especialización internacional debe entonces estar determinada por los costos absolutos y no por los relativos como asumía Ricardo (Went, 2000: 672). 10
La Ley de Say establece un sistema armónico cuyo enunciado es: “toda oferta crea su propia demanda”. Según esto al realizarse el proceso productivo se distribuye una cantidad de ingresos suficientes para crear una demanda equivalente a los productos producidos. En un sentido amplio, el consumo mundial siempre será igual a la oferta mundial. Es decir, las cantidades que cada país exporta siempre serán compensadas con las que importa (Torres, 1991: 80).
8
inferir que haya prescindido por completo de dicha ley, en el sentido, de que únicamente
son los costos laborales los que explican el comercio.11 Considerando los supuestos
enunciados arriba, Ricardo establece que los países pueden beneficiarse del libre
comercio. Por tanto, el país con menores costos relativos, se especializará en la
producción y exportación del bien cuya desventaja absoluta sea menor, es decir, el bien
en el cual tiene una ventaja comparativa. Por consiguiente, importará el bien en el cual
su desventaja absoluta sea mayor, es decir, el bien en el cual tiene una desventaja
comparativa. Con base en las ideas de Ricardo, Pasinetti (1960) presenta una
formulación matemática de la relación entre comercio y crecimiento. Dicha teoría es
expuesta gráficamente en el sistema de Ricardo-Pasinetti, el cual busca dar un análisis
integrado de la ventaja comparativa, la distribución del ingreso y el crecimiento. La
debilidad de este esquema radica en que asume la competencia perfecta, así como la
igualdad entre la tasa de beneficios y la tasa de salarios en la producción de dos bienes.
Es decir, la cantidad de cada bien estará determinado por la condición donde el costo
marginal de oportunidad será igual a la relación de precios de los dos bienes en
cuestión. Es importante comentar que en gran parte de la obra de Ricardo, el principal
énfasis es puesto en la reducción de la renta y el aumento en la tasa de beneficios, y los
efectos benéficos que esto puede tener sobre el crecimiento económico, pero en
particular sobre la acumulación de capital, su objetivo prioritario (Findlay, 1974).
Utilizando los argumentos de Ricardo, según Naimuddin (1977), la política de libre
comercio puede ser poco satisfactoria para los países en desarrollo que presentan
desventajas comparativas. Para Dos Santos (2007:35), el libre comercio constituye una
11
En el modelo de Ricardo se asume la teoría del valor trabajo, en el sentido, de que el precio de una mercancía viene determinado por el número de horas de trabajo que lleve incorporadas (Bajo, 1991).
9
fuerte corriente de pensamiento que vincula crecimiento, comercio exterior y libre
cambio. Para este autor, no hay ninguna base histórica que respalde las correlaciones
entre ellas, dado que son consecuencia de un razonamiento puramente abstracto que
tiene sus raíces en la teoría de Ricardo. Cabe comentar que Dos Santos no aclara la
correlación entre qué variables, omitiendo aún cómo cuantificar el libre cambio.
1. 1. 3. Enfoque neoclásico
En este enfoque, el argumento de Ricardo se interpreta asumiendo que todos los países
se beneficiarán del libre comercio al exportar el bien cuyo costo de oportunidad es el
más bajo, comparado con sus socios comerciales.12 Es decir, según la interpretación
neoclásica una nación gana siempre con el comercio si puede exportar una parte de los
bienes que puede producir internamente a menores costos, o bien, importará aquellos
que le resulta más costoso producirlos internamente.13 Sin embargo, en esta visión
neoclásica, donde la relación real de intercambio se da a través de la igualación de las
pendientes de las curvas de indiferencia en forma individual (tasa marginal de
sustitución) con la curva de posibilidades de producción (tasa marginal de
transformación), se deduciría que pueden existir efectos positivos del libre comercio.
Esta aseveración ya había sido tratada por Leontief en su artículo de 1933 dentro de la
tradición de Marshall, Edgeworth y Pareto, pero en los cincuentas se deslinda de estos
supuestos de cuestionable utilidad teórica. En este sentido, resulta confusa la
12
El costo de producir una mercancía estará determinado por la producción alternativa a la que se ha de renunciar para producir otra. No obstante, la producción alternativa también involucra costos de producción. 13
El teorema de las ganancias del comercio establece que la producción y por ende del consumo puede ser maximizado con el libre comercio. Es decir, para que ello ocurra debe cumplirse, por un lado la condición de tangencia (la relación de precios debe ser tangente a la frontera de posibilidades de producción) y, por otro, la condición de convexidad (la producción debe ser convexa). Sin embargo, lo anterior enfrenta fuertes restricciones como competencia perfecta, rendimientos constantes a escala, así como completa especialización (Markusen et al., 1995:61-70).
10
explicación neoclásica de cómo el libre comercio puede influir en el bienestar económico
y mucho menos en términos de crecimiento.14 El modelo de Ricardo al no poder explicar
cómo el comercio impacta en la distribución del ingreso dentro de un país o qué
determina a la ventaja comparativa dio pie a otros modelos como el de Hecksher-Ohlin.
En la teoría neoclásica del comercio internacional, se expone que a través de una
asignación eficiente de los recursos de producción favorecida por el comercio se puede
alcanzar un incremento de la producción, por el lado de la oferta. La debilidad de este
enfoque radica en que se retoman los supuestos de competencia perfecta y de
rendimientos constantes a escala. En dicho enfoque, se asumen uno o dos factores de
producción, pero nunca tres o más15 siendo completamente móviles entre industrias
dentro de cada país e inmóviles entre países. Este es el caso, del teorema de
Heckscher-Ohlin, que fuera desarrollado posteriormente por Samuelson (1949),
denominado modelo de Heckscher-Ohlin-Samuelson.16 En las mismas circunstancias se
encuentran tres teoremas que derivan del anterior como el de la igualación de los
precios de los factores, el teorema de Stolper-Samuelson y el de Rybczynski. De
acuerdo con Bajo (1991), en el primero, un país exportará el bien relativamente factor-
intensivo e importará el bien relativamente factor-escaso; el segundo, establece que con
14
Está el problema no explícito de cómo se podrían establecer las curvas de indiferencia social, en tanto la utilidad marginal o total es inherente a cada individuo, es decir, puramente subjetiva. De ahí que no se hayan podido establecer empíricamente comparaciones interpersonales de utilidad. Parecería un esfuerzo imposible el especificarlas para todos los miembros de la sociedad, en tanto los problemas implícitos de agregación entre dos o más individuos, estén pendientes de resolverse. 15
Es decir, trabajo y capital. Es singular que invariablemente omiten explicitar un tercer factor, pues enfrentarían el problema de complementariedad o sustituibilidad entre éstos. Solamente se aborda la alternativa de sustituibilidad. Es por esto que dicha función plantea la posibilidad de producir absolutamente todo con un solo factor, excluyendo al otro. En el caso de Leontieff, todos los factores son complementarios, pero en un solo punto, debido a que se trata de un análisis expost. 16
El modelo de proporciones factoriales fue propuesto por Heckscher (1949) y Ohlin (1933). También puede revisarse a Jones (1956).
11
el comercio internacional la igualación del precio de los bienes llevaría a una igualación
del precio de los factores; el tercero, afirma, que dados los precios de los bienes, el
incremento de un factor llevará a un incremento de la producción del bien factor-
intensivo y a una disminución del otro bien; el cuarto, establece que un incremento en el
precio del bien de importación17 llevará a un incremento en la remuneración del factor
escaso y a una disminución en la remuneración del factor abundante.18 De acuerdo con
Ruffin (1999) el modelo de Heckscher-Ohlin describe una situación en la que cada país
presenta las mismas limitaciones tecnológicas donde los factores de producción tienen
el mismo grado de desarrollo. En este sentido, se estaría asumiendo una función de
producción idéntica en todos los países. Un caso particular sería el modelo de factores
específicos propuesto primeramente por Jones (1971) y Samuelson (1971). Este modelo
presenta las mismas limitaciones que el anterior. La diferencia estriba en que sólo un
factor de producción19 tiene movilidad entre sectores. Mientras tanto el otro factor se
considera como específico. Según este enfoque, un país exportará el bien capital
abundante-específico, asumiendo dotaciones idénticas de trabajo. Debido a los
supuestos de competencia perfecta y de rendimientos constantes a escala hizo que, por
un lado, Leontief, refutara a las funciones de producción (Cobb-Douglas y CES) y, por
otro, Linder (1961), con su hipótesis de la estructura de la demanda– utilizado como una
aproximación al ingreso per cápita– sustituyera a las teorías de oferta (dotación de
factores) previamente descritas. Los hallazgos de Linder son consistentes con la
17
El incremento en el precio del bien de importación puede ocurrir si se impone un arancel en dicho bien. 18
Un análisis más profundo de estos cuatro teoremas puede revisarse en Ethier (1983) y Markusen et al. (1995). 19
Es decir, el trabajo puede ser el factor movible y el capital el factor específico o viceversa.
12
paradoja de Leontief.20 En contraste, la llamada nueva teoría del comercio internacional
que a continuación se describe plantea que la ventaja comparativa se puede desarrollar
independientemente de la dotación de factores de los países.
1.1. 4. La llamada nueva teoría del comercio internacional
Esta nueva teoría se concentra en analizar el comercio internacional desde el punto de
vista de la demanda.21 Esta teoría a diferencia de la neoclásica abandona el supuesto
de competencia perfecta y de rendimientos constantes a escala. En este caso, asume la
competencia imperfecta y los rendimientos crecientes a escala, admitiendo la posibilidad
del cambio tecnológico. Ante las limitaciones teóricas de los modelos de comercio inter-
industrial para explicar el patrón comercial, entre países,22 se recurre a teorías
alternativas del comercio internacional fundamentadas en el comercio intra-industrial.
La teoría de Posner (1961) constituye uno de los estudios preliminares dentro de las
nuevas teorías del comercio. Este autor modifica a uno de los supuestos del modelo de
Hecksher-Ohlin. Por ejemplo, el modelo de dotaciones factoriales asume que la misma
tecnología de producción está disponible en todos los países.23 En su lugar, considera
los siguientes supuestos: i) la misma tecnología no está disponible en todos los países;
ii) existe retraso en la difusión tecnológica de un país a otro; iii) el nuevo producto
aparece primero en el país con mayor avance tecnológico; y iv) existe un retraso en la
demanda, es decir, entre la aparición del producto en un país y su aceptación por los
20
Sobre esta paradoja véase la nota a pie de página ocho. 21
Es decir, aquí el nivel de ingreso desempeña un papel fundamental entre los países. 22
Modelo de Smith, Ricardo, Heckscher-Ohlin y factores específicos. 23
Es decir, en un modelo de dos bienes y dos países, la misma tecnología de producción está disponible en cada país. En este caso, esta tecnología presenta rendimientos constantes a escala.
13
consumidores de otro. El aspecto central de la teoría de Posner, caracterizada por el
retraso en la imitación tecnológica, es que el comercio se basa en nuevos productos. La
teoría del ciclo del producto desarrollada por Vernon (1966) constituye una derivación de
la hipótesis del retraso en la imitación tecnológica de Posner. Básicamente, la teoría del
ciclo del producto se relaciona con el ciclo de vida de un nuevo producto y su impacto
en el comercio internacional concentrada en bienes manufacturados, por un parte, y en
países desarrollados, por otra. Según Vernon, el ciclo de vida del producto se divide en
tres etapas: la aparición del nuevo producto, su maduración y la estandarización del
mismo. Esta teoría describe una ventaja comparativa dinámica debido a que las
exportaciones cambiarán en función del ciclo de vida del producto.
Por lo que se refiere a la teoría de Linder (1961), ésta se concentra en la composición
del comercio de los países. Uno de sus postulados fundamentales es el fuerte
condicionamiento impuesto por los gustos de los consumidores en razón de sus niveles
de ingreso. En este caso, los niveles de ingreso per cápita generan un patrón particular
de consumo. Según la teoría de Linder, los gustos de los consumidores favorecen la
demanda a la vez que estimulan la producción de las empresas. El tipo de bienes
producidos estará condicionado por el nivel de ingreso per cápita de un país
constituyendo la base de sus exportaciones. La similitud entre la teoría del ciclo del
producto y la de Linder es que ambas se basan en patrones de demandas similares. Sin
embargo, los países que exportan e importan artículos provenientes de una misma
clasificación incurren en comercio intra-industrial. De hecho la idea del comercio intra-
industrial es un aspecto de la teoría de Linder.
14
La teoría del comercio intra-industrial se fundamenta en la diferenciación de productos,
así como en la introducción de economías de escala crecientes. La teoría distingue
entre bienes funcionalmente homogéneos y bienes diferenciados.24 También es
consistente con las diferencias tecnológicas y el ciclo del producto. Fue primeramente
formulado por Grubel y Lloyd (1975) como un cociente entre la proporción del comercio
total después de deducir el comercio inter-industrial y el comercio total:
| |100
( )
i i i i
i
i i
X M X MB
X M (1)
donde Bi es el índice relativo de comercio intra-industrial para el país i; Xi, Mi son las
exportaciones e importaciones; (Xi - Mi) es el valor absoluto del comercio inter-
industrial.
Alternativamente, con base en Appleyard y Field (1995:185), el índice de comercio intra-
industrial (ICI) se formula como:
1
1
1
ni i
i
ni i
i
X M
X MICI
X M
X M
(2)
24
Respecto a los primeros se menciona a: bienes comercializados en la frontera de un país, como minería, cuyos costos de producción, están altamente influenciados por la distancia entre el sitio de producción y su destino; bienes cíclicos, como son los perecederos, cuyo precio, muestran variaciones estacionales; y bienes complementarios como trigo y cebada. Mientras tanto los bienes diferenciados pueden ser agrupados en dos grandes dimensiones: por la substitución de los insumos y su uso. Por ejemplo, el petróleo refinado y el gas natural, ambos derivados del petróleo crudo pertenecen al primer grupo; mientras el mobiliario de acero para muebles y la madera, ambos, pertenecen al segundo.
15
donde iX
X
, iM
M
es el porcentaje de las exportaciones (importaciones) del país en la
categoría del bien i. Así,
i iX M
X M es el valor absoluto de la diferencia entre la
proporción de exportaciones e importaciones y
i iX M
X Mes la suma de la
proporción de esas exportaciones e importaciones en la categoría referida.
De la ecuación (2), un valor del índice cercano a la unidad implica mayor actividad de
comercio intra-industrial. En este caso, el valor de las exportaciones es
aproximadamente igual al de las importaciones en cada categoría i de productos. Un
valor del índice cercano a cero corresponde únicamente al valor de las exportaciones, o
bien, al de las importaciones, pero no ambas.
Otras razones pueden justificar el comercio intra-industrial. Por ejemplo: costos de
transporte y localización geográfica; grado de agregación del producto; y diferentes
niveles de ingreso entre los países. Es importante distinguir que el comercio inter-
industrial se refiere a la exportación, así como de la importación de productos de
diferentes industrias. El comercio intra-industrial representa el comercio internacional
dentro de industrias más que entre industrias (Ruffin, 1999). La característica importante
del primero es que se basa en la ventaja comparativa; mientras que el segundo, se basa
en la explotación de economías de escala crecientes.25 Para Krugman (1981) la fuerza
convencional de la ventaja comparativa opera en grupos de productos, es decir, entre
diferentes industrias aumentando la especialización inter-industrial. En este sentido, la
teoría de la ventaja comparativa no ofrece una explicación adecuada del comercio
25
También llamadas economías por tamaño. Éstas se refieren a la disminución de los costos promedio a largo plazo de una empresa a medida que se incrementa el nivel de producción y el tamaño de la planta.
16
mundial, particularmente, manufacturera (Krugman, 1983). Sin embargo, con la
introducción de economías de escala cada país producirá sólo una sub-serie de
productos dentro de cada grupo aumentando la especialización intra-industrial.26 De
acuerdo con lo anterior, en presencia de rendimientos crecientes de escala, se favorece
un incremento en la producción de bienes a menores costos. Esto implicaría una mayor
cantidad de bienes destinados al comercio exterior. Según esta aseveración se estaría
propiciando un incremento en el bienestar económico (por el mayor número de bienes
disponibles) en países desarrollados, pero restringido en países de menores ingresos.
Es evidente que Smith y Ricardo propusieron el libre comercio bajo una perspectiva de
ganar-ganar, donde los países desarrollados a menudo son los mayormente
beneficiados (Went, 2000). McGaughey (1992), en su análisis del acuerdo de libre
comercio entre Estados Unidos-México-Canadá, considera que el modelo export-led
growht es un esquema de comercio neo-mercantilista. Es decir, puede ser viable en
países pequeños como Singapur o Hong Kong que funcionan como enclaves, pero no
en países grandes y densamente poblados como México. Según McGaughey, dicho
modelo es económicamente inestable debido a que no propicia el acoplamiento entre
producción y consumo.27 Lo anterior puede ser una consecuencia del modelo export –
led growth cuya naturaleza estática se basa en la teoría de ventajas comparativas. Bajo
26
Gráficamente bajo condiciones de competencia imperfecta y de la presencia de economías de escala crecientes implica una curva de posibilidades de producción convexa al origen, y además se pueden observar situaciones de especialización incompleta. Es decir, cada país que comercia entre sí puede especializarse en la producción, por ejemplo, de los bienes X y Y. 27
Una situación de esta naturaleza es tal donde la producción toma lugar en un país pero el mercado de consumo primario está localizado en otro. En este caso, si empresas externas ingresan a un país sólo para explotar su mano de obra barata para luego vender en otro, ello agota un mercado sin crear otro (McGaughey, 1992: 27). Por ejemplo, todo parece indicar que la industria maquiladora de exportación, establecida oficialmente desde 1965, encuadraría dentro de la primera instancia. Son justamente los enclaves en México a los que McGaughey se referiría cuando alude a Singapur y Hong Kong.
17
estas circunstancias, el libre comercio no es una situación de ganar-ganar sino más bien
una de ganar-perder. Los países desarrollados estarían vinculados a menores costos
unitarios dada una mayor relación capital-trabajo manufacturera, mientras que la ventaja
de los subdesarrollados radicaría en procesos intensivos en trabajo derivado de costos
menores de mano de obra.28 El beneficio mayor de los desarrollados, radicaría en el
logro de un superávit comercial a la par de fuertes déficit comerciales en los países en
desarrollo. Shaik (2003:15) señala que los desequilibrios comerciales cubiertos con
entradas de capital foráneo son un componente del comercio internacional entre socios
comerciales. Según Shaik, el libre comercio más que generar efectos proporcionales
entre los países ha llevado a desigualdades económicas. Harinarayana (1977:118)
plantea que esta desigualdad es lo que ha permitido, históricamente, a la consolidación
de los países desarrollados. La teoría de los costos comparativos no representaría una
ecuación, en el sentido, de que todos los países se vean beneficiados del comercio.
Más bien, dicha teoría, predice una relación de desigualdades entre países que
comercian entre sí. El planteamiento de la teoría de libre comercio, el cual considera
tanto factores de oferta como de demanda, no aborda como el comercio puede propiciar
el crecimiento económico.
1.2. Modelos de crecimiento inducido por el comercio exterior
Los modelos export-led growth como es el caso del de causación acumulativa, el de
restricción externa y aún el de brecha de divisas (foreign exchange gap), así como el del
llamado CW si bien relacionan al comercio con el crecimiento ignoran la ausencia
teórica de cómo el primero puede propiciar al segundo.
28
Recuérdese que esto está en debate, a partir de las aportaciones de Leontieff (1953 y 1956).
18
1. 2. 1. Causación acumulativa
En Kaldor (1966) se contempla el modelo de crecimiento inducido por las exportaciones
(export-led growth), el cual pretende explicar teórica y empíricamente la relación entre
comercio, crecimiento y restricción de balanza de pagos. Este modelo es retomado por
Thirlwall (1979). Kaldor es uno de los primeros autores en abordar la asociación entre el
crecimiento del PIB manufacturero y las exportaciones manufactureras. Destacó que en
razón de esta asociación, no es posible entender el proceso de desarrollo y crecimiento
sin distinguir entre actividades con rendimientos crecientes y actividades con
rendimientos decrecientes. En el primer caso estaría la industria manufacturera, y en el
segundo, las actividades agrícolas y mineras.29 A continuación se destacan las llamadas
tres leyes de Kaldor que postulan esa relación teórica entre comercio y crecimiento
(Thirlwall, 2003a):
1) Existe una fuerte relación de causalidad del crecimiento del producto
manufacturero hacia el crecimiento del PIB total;30
2) Hay una fuerte relación de causalidad positiva que va del crecimiento del
producto manufacturero hacia el crecimiento de la productividad en dicho
sector;31
29
Por una parte esta dicotomía de Kaldor deja fuera de lugar al supuesto de rendimientos constantes, puntal de la teoría neoclásica, y de sus elaboraciones sobre comercio exterior. Por otra parte, el hecho de que la agricultura y la minería estén invariablemente sujetos a rendimientos decrecientes da pie a debate. En principio, las funciones neoclásicas no son útiles para estas pruebas, pues asumen lo que se busca probar. Grabowski y Sánchez (1986) encuentran lo contrario. Es decir, para el periodo de 1878 a 1940 la agricultura japonesa operó bajo rendimientos crecientes. Krasachat (2000) encuentra que la eficiencia técnica en algunas regiones del sector agrícola de Tailandia fue considerablemente baja para el periodo de 1972 a 1994. Ramcharran (2001), encuentra una productividad del capital decreciente y creciente en cuanto al trabajo para el caso de la industria textil de Estados Unidos en el periodo de 1975-1993. 30
Hansen y Zhang (1996) ofrecen evidencia de esta ley para algunas regiones de China. Sin embargo, a juicio de Thirlwall (2003) para que el sector manufacturero sea considerado como un aspecto especial, se necesita mostrar que el crecimiento del PIB total no está estrechamente relacionado con el crecimiento de otros sectores como la agricultura, la minería o los servicios. 31
Fue Verdoorn (1949) quien evidenció esta relación causal mejor conocida como la Ley de Verdoorn. Posteriormente fue probada para diversos países (Kaldor, 1966; Michl 1985), así como para diversas
19
3) Finalmente existe una fuerte relación de causalidad del propio sector
manufacturero hacia la productividad del sector no manufacturero (agrícola). Esta
ley asume que el sector no manufacturero presenta rendimientos decrecientes.
Asimismo, en la medida en que recursos del último sector mencionado se utilicen
en manufacturas, la productividad media aumentará.32
En el modelo de Kaldor, el sector manufacturero es el motor de crecimiento, con lo cual
obviamente se constituye en el sector más dinámico de la economía. En este caso,
conforme avanza el proceso de crecimiento, el sector manufacturero crece por encima
del promedio de la economía y se convierte en generador de externalidades positivas.
Es decir, el PIB manufacturero se ajustará al nivel de la demanda por exportaciones en
relación a la propensión a importar conforme al multiplicador de comercio exterior de
Harrod. Entre la tasa de crecimiento de las exportaciones y del producto se establecerá
un proceso acumulativo a través del nexo entre el crecimiento del producto
manufacturero y el crecimiento de la productividad en dicho sector (De la Rosa
Mendoza, 2006). El modelo de Kaldor al plantear efectos de retroalimentación entre las
exportaciones manufactureras y el producto total encierra una indeterminación funcional
entre comercio exterior y crecimiento. Partiendo de esta noción de causación
acumulativa, Kaldor (1970) desarrolla un modelo export-led growth, dentro del cual pone
un especial interés en las exportaciones como principal componente de la demanda
regiones tanto de países desarrollados como en desarrollo (McCombie y De Ridder, 1983; Fingleton y McCombie, 1998; León-Ledesma, 2000a) y entre industrias (McCombie, 1985a). 32
Esta tercera Ley es probada con el modelo de dos sectores de Kaldor a través de los intercambios de equilibrio en ambos sectores al buscar maximizar el crecimiento de la economía (Kaldor ,1996; Thirlwall, 1986). Según, Thirlwall (2003a) un sector industrial naciente requerirá de la agricultura como el sector externo más inmediato. En este sentido, radica la importancia de incrementar la productividad en la agricultura.
20
(Jayme Jr., 2001). Thirlwall (2003a) retoma el modelo de Kaldor, dentro del cual se
puede definir, primeramente, el producto como:
( )t tG X (3)
donde G es el producto y X las exportaciones en el periodo t; , es la sensibilidad del
producto con respecto a las exportaciones. Al derivar con respecto al tiempo la anterior
ecuación, se obtienen las tasas de crecimiento:
( ) t tg x (4)
donde g es la tasa de crecimiento del producto ( Gg
G
) y x es la tasa de crecimiento
de las exportaciones ( Xx
X
) en el periodo t; , es la sensibilidad de la tasa de
crecimiento del producto con respecto a la tasa de crecimiento de las exportaciones.
De la ecuación (4), el crecimiento del producto puede ser inducido por el de las
exportaciones. Sin embargo, en el modelo de Kaldor, resulta que el crecimiento de las
exportaciones también es determinado por el producto. Con esto, Kaldor caería en una
ausencia de causalidad, o en una aparente circularidad, con referencia a las dos
variables mencionadas. Al concentrarse en la función de demanda por exportaciones
con elasticidad constante se tiene:
21
*
t t
PX A Z
EP (5)
donde A es una constante y Z el ingreso foráneo en el periodo t; P, los precios locales;
E , el tipo de cambio nominal; P*, los precios foráneos; , la sensibilidad de las
exportaciones con respecto al tipo de cambio real; y , la sensibilidad de las
exportaciones con respecto al ingreso foráneo.
Si a la anterior ecuación (5) se toma logaritmos ( ln ln (ln ln ln *) ln( )t tX A P E P Z ) y se
deriva con respecto al tiempo se obtiene la fórmula en tasas de crecimiento:
( *) ( )t tx p e p z (6)
donde p es la tasa de crecimiento de los precios locales; p *, la tasa de crecimiento de
los precios foráneos; e , la tasa de devaluación; z , la tasa de crecimiento del ingreso
foráneo; ( 0) es la sensibillidad de la tasa de crecimiento de las exportaciones con
respecto a la tasa de depreciación real y ( 0) es la sensibilidad de la tasa de
crecimiento de las exportaciones con respecto a la tasa de crecimiento del ingreso
foráneo.
La debilidad del modelo de Kaldorcomo en el caso del modelo de Ricardoradica en
que asume que los precios internos están basados en los costos del trabajo por unidad
de producto. Considerando un porcentaje del aumento del precio (mark up), su ecuación
es como sigue:
22
( )
tt t
t
WP T
R (7)
donde P son los precios locales, W son los salarios monetarios, R el producto medio
del trabajo y T es igual a uno más un porcentaje del recargo (mark up) sobre los costos
laborales unitarios en el periodo t.33
Expresando la ecuación (7) en tasas de crecimiento:
t t t tp w r (8)
Así, p es la tasa de crecimiento de los precios locales; w , la tasa de crecimiento de los
salarios; r , la tasa de crecimiento del producto medio del trabajo; , la tasa de
crecimiento en que cambian los costos laborales unitarios durante el periodo t.
Asumiendo que la productividad depende del producto a través de los rendimientos a
escala estáticos y dinámicos (Ley de Verdoorn) se especifica esta otra ecuación:
a ( ) tt tR R G (9)
33
Los costos laborales unitarios se definen como la compensación nominal por hora (C/H) divida por la productividad del trabajo (Q/H) o el producto por hora, ajustado con el índice de precios implícitos del PIB. Por lo tanto, implícitamente, los costos laborales unitarios están formados por el salario nominal o real (w) dividido por el producto nominal o ajustado por el índice de precios al consumidor (Q).
. . . .
23
donde R es la productividad; taR es la productividad autónoma; y G es, como antes, el
producto en el periodo t; y , el coeficiente de Verdoorn.
En tasas de crecimiento de la ecuación (9):
a ( ) tt tr r g (10)
donde r es la tasa de crecimiento de la productividad; ar es la tasa de crecimiento de la
productividad autónoma y g la tasa de crecimiento del producto en el periodo t.
La ecuación del modelo de Kaldor se obtiene por la sustitución, primero, de (10) en (8).
Posteriormente, de (8) en (6) y esta última en (4), lo cual al simplificar arroja la siguiente
ecuación:
a[ ( *) ( )]
1
tt t tt
w r e p zg (11)
donde g es la tasa de crecimiento del producto; w , la tasa de crecimiento de los
salarios; ar , la tasa de crecimiento de la productividad autónoma; , la tasa de
crecimiento en la que cambian los costos laborales unitarios; e , la tasa de devaluación;
*p , la tasa de crecimiento de los precios foráneos; z , la tasa de crecimiento del
producto foráneo; , la sensibilidad de la tasa de crecimiento del producto local con
respecto a la tasa de crecimiento de las exportaciones; , la sensibilidad de la tasa de
24
crecimiento de las exportaciones con respecto a la tasa de depreciación real; y es el
coeficiente de Verdoorn.
El modelo de causación acumulativapor lo que se refiere a la segunda ley de Kaldorse
relaciona con la teoría de las ventajas comparativas. Es decir, por un lado, se asume
que la productividad inducida por el crecimiento del producto y este último causado por
las exportaciones induce a su vez el crecimiento de las exportaciones. El efecto de la
productividad en las exportaciones ya había sido corroborado empíricamente por
McDougall (1952). En este sentido, la Ley de Verdoorn abre la posibilidad de un círculo
virtuoso de crecimiento entre el producto, las exportaciones y la productividad.
25
1. 2. 2. Restricción externa
En McCombie (1985b), el modelo de export-led growth puede ser interpretado a través
del multiplicador de comercio exterior de Harrod y el super-multiplicador de Hicks. En el
primero, puede asumirse la variación del crecimiento de las exportaciones (efecto
directo) y en el segundo, la variación de otros componentes del gasto autónomo (efecto
combinado). Si se parte del modelo keynesiano ortodoxo de demanda agregada, en
forma simplificada:
1( )
oo o o oY C I G X Mk
(12)
donde Y es el nivel de ingreso; oC , oI , oG , oX y oM es el gasto autónomo ( aE ) en
consumo, inversión, gasto público, exportaciones e importaciones de bienes. Mientras
que el multiplicador de comercio exterior keynesiano es 1
k, donde k = + 1 - b + bt. De
esta última expresión, es la propensión marginal a importar, b es la propensión
marginal a consumir y bt es la recaudación impositiva del ingreso.
La tasa de crecimiento en el nivel de ingreso es proporcional a la tasa de crecimiento de
cada uno de los componentes del gasto autónomo. En forma reducida separando a las
exportaciones del gasto autónomo:
26
a1
y x ek
(13)
donde y es la tasa de crecimiento del ingreso; x , la tasa de crecimiento de las
exportaciones; ae , la tasa de crecimiento del gasto autónomo.
Manteniendo los otros componentes del gasto autónomo constantes, la ecuación (13) se
reduce a:
1
y xk
(14)
Esta ecuación representa a la tasa de crecimiento del ingreso, si la tasa de crecimiento
del gasto autónomo viene dado únicamente por la tasa de crecimiento de las
exportaciones. Si se asume que el ingreso se gasta en bienes de consumo o
importaciones, se garantiza la condición de equilibrio comercial (X=M). Si la ecuación de
importaciones es M=M0+Y, donde M0 son las importaciones autónomas y es la
propensión marginal a importar, entonces, X=M0+Y. Resolviendo esta última expresión
para Y, y derivando con respecto a X y M0 se obtiene el multiplicador de comercio
exterior de Harrod 1
. El super-multiplicador de Hicks opera cuando el crecimiento de
las exportaciones hace que otros componentes del gasto se incrementen permitiendo
que el ingreso se incremente lo suficiente como para inducir un incremento en
importaciones equivalente al de la tasa inicial de exportaciones (Thirlwall, 2003b).
27
Un enfoque que aborda al crecimiento económico a partir de esta perspectiva de
demanda es el conocido enfoque de Thirlwall (1979, 2003a). Teóricamente considera a
las exportaciones como el componente más importante de la demanda, puesto que
puede financiar el contenido importado de los otros componentes del gasto. La teoría
asume que los países en desarrollo presentan una restricción externa al crecimiento.
Esto último es básicamente, por que las exportaciones no crecen lo suficiente como
para poder compensar la elevada elasticidad ingreso de las importaciones. Planteada
así, la ley de Thirlwall, establece la existencia del export-led growth.
A partir de las funciones de exportación e importación, así como de la condición de
equilibrio de la balanza comercial se puede derivar el modelo de crecimiento siguiendo
el procedimiento de Thirlwall. Por simplicidad, el modelo considera una economía
abierta que intercambia bienes. Es decir, en base a la definición de balanza comercial se
procede como sigue:
*PX EP M (15)
donde P es el precio en moneda local de las exportaciones; X, las exportaciones; E, el
tipo de cambio nominal; P*, el precio en moneda foránea de las importaciones; y M, las
importaciones.
Expresando la ecuación (15) en términos de tasas de crecimiento:
28
* p x e p m (16)
donde p es la tasa de crecimiento de los precios locales; x , la tasa de crecimiento de
las exportaciones; *p , la tasa de crecimiento de los precios foráneos; e , la tasa de
devaluación; y m , la tasa de crecimiento de las importaciones.
Además se asume que las funciones de exportación e importación dependen del
producto foráneo y local respectivamente, así como del tipo de cambio real. Esta última
variable se refiere a los diferenciales de precios local y foráneo ajustados con el tipo de
cambio nominal:34
*
PX A Z
EP (17)
*
EPM B Y
P (18)
donde X y M son exportaciones e importaciones; A y B son constantes; P y P* son el
precio local y foráneo respectivamente; E , el tipo de cambio nominal; Z e Y son el
ingreso local y foráneo respectivamente; y son la sensibilidad de las exportaciones,
así como de las importaciones con respecto al tipo de cambio real; es la sensibilidad
de las exportaciones con respecto al ingreso foráneo; , la sensibilidad de las
importaciones con respecto al ingreso local.
34
El tipo de cambio real (Er) utilizado en la función de importaciones del modelo de Thirlwall se
especifica como: *
PE
P. El inverso de ésta se utiliza en la función de exportaciones: 1
*
P
E P, donde P y
P* son el índice de precios al productor local y foráneo, y E es el tipo de cambio nominal.
29
Expresando la ecuación (17) en términos de tasas de crecimiento:
( * ) ( ) x p p e z (19)
donde x es la tasa de crecimiento de las exportaciones; p y *p son la tasa de
crecimiento de los precios locales y foráneos respectivamente; e , es la tasa de
devaluación; z , es la tasa de crecimiento del ingreso foráneo; , la sensibilidad de la
tasa de crecimiento de las exportaciones con respecto a la tasa de depreciación real; y
, la sensibilidad de la tasa de crecimiento de las exportaciones con respecto a la tasa
de crecimiento del ingreso foráneo.
En forma análoga, la ecuación (18) en tasas de crecimiento es:
( * ) ( ) m e p p y (20)
donde m es la tasa de crecimiento de las importaciones; p y *p son la tasa de
crecimiento de los precios locales y foráneos respectivamente; e , es la tasa de
devaluación; y , es la tasa de crecimiento del ingreso local; , la sensibilidad de la tasa
de crecimiento de las importaciones con respecto a la tasa de depreciación real; y , la
sensibilidad de la tasa de crecimiento de las importaciones con respecto a la tasa de
crecimiento del ingreso local.
30
Sustituyendo la ecuación (20) y (19) en la ecuación (16) se obtiene la condición que
garantiza el equilibrio de balanza comercial en el tiempo:
( *) ( ) * ( * ) ( ) p p e p z e p e p p y (21)
Resolviendo para y , es posible derivar la tasa de crecimiento del ingreso que es
compatible con la condición de equilibrio comercial:
(1 )( * ) ( )p p e zy
(22)
Asumiendo que la tasa de depreciación real ( * p p e ) y/o la condición de Marshall-
Lerner (1 ) se mantienen constantes, en el largo plazo, la ecuación se reduce a:35
( )
zy (23)
En forma equivalente, si ( * ) p p e se asume constante (ver ecuación 19), la ecuación
de Thirlwall es:
xy
(24)
35
La condición de Marshall-Lerner establece un criterio para devaluar la moneda local de un país, con el objetivo de reducir un déficit de balanza comercial, por ejemplo. Para cumplir con este objetivo, dicha condición supone que la suma de los coeficientes de elasticidad de la demanda de las exportaciones e importaciones de bienes con respecto al tipo de cambio real, en términos absolutos, debe ser mayor a la unidad (Marshall, 1923; Lerner, 1944).
31
donde x es la tasa de crecimiento de las exportaciones y es la sensibilidad de la tasa
de crecimiento de las importaciones con respecto a la tasa de crecimiento del ingreso
foráneo.
El enfoque de Thirlwall establece que el crecimiento del producto en el largo plazo está
determinado por la relación inversa entre la tasa de crecimiento de las exportaciones y
la elasticidad ingreso de las importaciones. Es decir, según la ecuación (24), el
crecimiento se puede alcanzar por dos vías: i) un incremento en la tasa de crecimiento
de las exportaciones; o ii) una reducción en la elasticidad ingreso de la demanda por
importaciones. Según este enfoque, dado que tradicionalmente las importaciones
tienden a crecer más de lo que lo hacen las exportaciones se incurrirá en un deterioro
del déficit comercial. Este hecho deja entrever la relación inversa (trade off) entre el
producto y el déficit comercial. Esto significa que el crecimiento del producto se asociará
a un incremento del déficit comercial. Inversamente, el intento de mejorar una situación
deficitaria será a costa de menor crecimiento. Se postula que la base teórica más
adecuada para explicar el funcionamiento del export-led growth es el super multiplicador
de Hicks a través del multiplicador de comercio exterior de Harrod mencionado
previamente (McCombi, 1985b).
Krugman (1988) retoma la ley de Thirlwall e invierte el sentido de causalidad entre la
tasa de crecimiento del producto y la relación de las elasticidades ingreso. Asume, por
un lado, que el déficit comercial no constituye una restricción al crecimiento y, por otro,
al igual que Thirlwall, el tipo de cambio real permanece constante. Básicamente,
Krugman demuestra que las elasticidades tanto de las exportaciones como de las
32
importaciones con respecto al nivel de ingreso están sistemáticamente relacionadas con
las tasas de crecimiento, mismo que puede apreciarse por la conocida regla de 45.
Según el enfoque de Krugman, lo que muestra la regularidad empírica es que las
elasticidades ingreso de la demanda por exportaciones e importaciones de un país
están sistemáticamente relacionadas con su tasa de crecimiento en largo plazo. Según
esto, los países de rápido crecimiento presentan elevadas elasticidades ingreso de la
demanda por sus exportaciones, teniendo a la vez bajas elasticidades ingreso de la
demanda por importaciones. Lo inverso es cierto para países de lento crecimiento.
Krugman, plantea que el crecimiento de las exportaciones e importaciones depende de
las elasticidades ingreso. Asimismo parte de las funciones de exportación e importación,
así como de la balanza comercial para ejemplificar su enfoque:
( *, ) rX X Y E (25)
( , ) rM M Y E (26)
donde X y M son los volúmenes de exportaciones e importaciones. Aquí, las
exportaciones depende del nivel de ingreso foráneo ( *Y ), y las importaciones del local (
Y ). Asimismo ambas dependen del tipo de cambio real ( rE ). El tipo de cambio real es
definido como: *
rP
E EP
donde E es el tipo de cambio nominal; *P y P son los
niveles de precios tanto foráneo como local respectivamente.
En términos funcionales, la balanza comercial se puede exponer como:
33
( *, ) ( , ) r rB X Y E M Y E (27)
Para obtener la tasa de crecimiento de la ecuación (27), puede derivarse primero, la
ecuación (25) y (26) con respecto al tiempo, cuyas tasas de crecimiento, se exponen
como:
( *) ( ) rx y e (28)
( ) ( )( ) rm y e (29)
donde x y m son la tasa de crecimiento de las exportaciones, así como de las
importaciones; y es la sensibilidad tanto de la tasa de crecimiento de las
exportaciones como de las importaciones con respecto a la tasa de depreciación real;
re es la tasa de depreciación real; y es la sensibilidad de la tasa de crecimiento del
ingreso tanto foráneo como local; *y e y son las tasas de crecimiento del ingreso
foráneo y local respectivamente.
Así, la tasa de crecimiento de la ecuación (27) es:
( *) ( ) ( )( ) rb y y e (30)
Si se parte del supuesto de una balanza comercial inicialmente en equilibrio ( 0b ), y si
se asume que la condición de Marshall-Lerner se mantiene constante, la ecuación (30)
34
se reduce a: ( *) ( ) 0 b y y . Finalmente, reordenando los términos, la
ecuación medular del enfoque de Krugman es:
*
y
y (31)
La relación entre la sensibilidad de la tasa de crecimiento de las exportaciones con
respecto al ingreso foráneo ( ) y la de la tasa de crecimiento de las importaciones con
respecto al ingreso local ( ) es equiproporcional a la tasa de crecimiento del ingreso de
un país ( y ) relativa a la de otro ( *y ).
En la ecuación (31) se destaca dos aspectos importantes: por un lado, las elasticidades
ingreso son dependientes de las tasas de crecimiento. Esto significa que los países que
enfrenten menores elasticidades ingreso de la demanda por exportaciones con respecto
a la de las importaciones presentarán problemas en sus respectivas balanzas
comerciales siempre que intenten expandirse; por otra parte, los diferenciales en las
tasas de crecimiento afectan a los flujos comerciales de tal manera que ocasionan
diferencias en las elasticidades ingreso. Según Krugman, hay un elemento de oferta en
las diferencias de elasticidades de la demanda que los países enfrentan.
35
1. 2. 3. Modelos de brecha (gap models)
Desde otro ámbito de la teoría del export-led growth, existen modelos alternativos que
permiten analizar el crecimiento económico a partir del análisis del sector externo de los
países. Particularmente, estos modelos conocidos como de brecha (gap models), tienen
relación con el enfoque de la teoría de Thirlwall comentada previamente.
El trabajo pionero de Chenery y Bruno (1962) permite visualizar un enfoque de doble
brecha (two gap model), dentro del cual se analiza conjuntamente el papel del sector
externo, por un lado, y del ahorro, por otro. El primero, conocido como de brecha de
divisas (foreign exchange gap) o déficit externo, se refiere a la restricción ejercida por la
disponibilidad de divisas para adquirir importaciones de bienes de capital.36 El segundo,
se conoce como de brecha de ahorro (savings gap) y ocurre cuando la restricción es
ejercida por la disponibilidad de ahorro interno para inversión. Estos dos conceptos
actúan como limitantes del crecimiento económico en el largo plazo. Otros análisis
incorporan a la restricción fiscal como una tercera brecha a analizar (fiscal gap). Este
último actúa limitando la expectativa de crecimiento de economías en desarrollo
36
Findlay (1984: 215-218) propone la siguiente ecuación diferenciada con respecto al tiempo, para
mostrar la brecha de divisas (foreing exchange gap):
dY gtXe Y
dt, donde Y es el producto local, X
son las exportaciones, es la propensión a importar bienes de capital y es la relación producto-capital. Asimismo se asume que las ganancias por exportaciones se incrementan en el tiempo a una tasa constante g. Esta última ecuación muestra que la tasa de crecimiento del producto se aproximará a la tasa de crecimiento de las exportaciones hasta cierto límite. Este modelo es consistente con el enfoque de export-led growth.
36
altamente endeudadas.37 Bacha (1990), Solimano (1990) y Taylor (1994) ofrecen un
análisis conjunto de estas tres brechas (gaps), el cual recibe el nombre de modelo de
triple brecha (three-gap model). En dicho enfoque, Bacha considera el impacto de las
transferencias externas (R): (E – S) donde E y S son las entradas y salidas de capital en
la economía de un país a través de la interacción de estos tres gaps. Bacha analiza el
crecimiento del producto sujeto a una serie de restricciones tales como: el equilibrio
entre el ingreso y la absorción; la estabilidad de la balanza de pagos; la restricción
presupuestaria y el equilibrio entre la oferta y la demanda de dinero. Otras como: el
ingreso actual no puede ser más alto que el ingreso potencial; las exportaciones del
periodo no pueden exceder la demanda por exportaciones; la inversión privada se
relaciona positivamente con la inversión pública. Sin embargo, en el presente trabajo
sólo se discutirá el modelo de restricción de divisas.
Chenery y Bruno, analizando los límites del crecimiento en el caso de Israel, destacan
que los modelos de crecimiento para países desarrollados generalmente incluyen
aspectos como: la oferta de factores de producción; la tasa de crecimiento de la
población; la tasa de ahorro; la eficiencia en el uso de los factores. En cambio, en el
análisis de crecimiento de los países menos desarrollados, se consideran aspectos
sobre todo de demanda como: el déficit comercial cubierto con entradas de capital
foráneo, así como la composición presente y futura de la demanda. Según Chenery y
Bruno, estos aspectos de demanda constituyen límites principales en el crecimiento de
países menos desarrollados. De esta manera, la composición de la demanda, así como
37
Una política fiscal adversa impone una restricción sobre la disponibilidad de recursos para financiar la inversión pública requerida para sostener un nivel dado de producto.
37
los límites en la producción interna de bienes particulares pueden forzar a las
economías a ser más autosuficientes. Para la exposición del modelo de la restricción de
divisas se toma como base el trabajo de Iqbal (1995). Primeramente, si se considera la
identidad básica de cuentas nacionales como:
Y = C + + X – M (32)
donde de izquierda a derecha se representa el ingreso nacional (Y), el consumo público
y privado (C) y las exportaciones e importaciones de bienes respectivamente.
Despejando a la inversión de la ecuación (32) se tiene:
= (Y - C) + (M - X) (33)
donde del lado izquierdo, la primera expresión es el ahorro interno (Y-C) que puede ser
desagregado en público y privado, y la segunda expresión el déficit comercial (M-X).
De acuerdo con Bacha, se desprende que el ahorro externo se especifica como:
S* = (M – X) – R (34)
donde M y X son las importaciones y exportaciones de bienes respectivamente; y R, las
transferencias externas netas.
38
La expresión anterior (34) permite representar el gap de divisas. En este sentido, Iqbal
especifica el ahorro externo (S*)el déficit en cuenta corrientecomo:
* ( ) BK BI BCS M M M X R (35)
donde BKM son las importaciones de bienes de capital; BIM , las importaciones de bienes
intermedios; BCM , las importaciones de bienes de consumo; X , las exportaciones; R ,
las transferencias externas netas.
De la ecuación anterior (35) se asume que las importaciones de bienes intermedios y de
consumo están en función de la capacidad de utilización ( CU ) y del tipo de cambio real
( rE ). Las importaciones de bienes de capital en función del producto nacional potencial
( PY )38 y del tipo de cambio real. Las exportaciones en función de la demanda mundial (
*Y ) y del tipo de cambio real.39 Sustituyendo estas funciones en la ecuación (35) y
reordenando se deriva la siguiente:
*0 1 2 3 4* P
rS E CU Y Y R (36)
De la ecuación (36), resolviendo para el producto potencial ( PY ):
38
El producto potencial puede ser definido como el máximo nivel de producto que puede ser producido con la capacidad de producción instalada: Y
P = Y[1 + g(U - U
n)] donde g es la tasa de crecimiento del
producto potencial (conocido como el coeficiente de Okun). U es la tasa de desempleo abierto actual definido como la diferencia entre la fuerza de trabajo total (FT) y la fuerza de trabajo empleada (FE) o la
fracción de la fuerza de trabajo total:
FT FEU
FT. U
n es la tasa natural de desempleo abierto. La
capacidad de utilización puede ser calculada como el cociente entre el PIB actual y el PIB potencial: CU = Y / Y
P (Iqbal, 1995).
39 0 1 2BI rM CU E ; 0 1 2BC rM CU E ; 0 1 2
PBK rM Y E ; 0 1 2* rX Y E .
39
*0 1 2 4
3
1*
PrY S E CU Y R (37)
La ecuación (37) explica la tasa máxima de crecimiento del producto potencial
restringida por divisas (foreign exchange gap) impuesta por la balanza de pagos. Un
incremento en las transferencias externas puede acelerar el crecimiento de una
economía debido a la mayor disponibilidad de divisas para financiar las importaciones
de bienes de capital. La depreciación real puede incrementar el producto a través de un
incremento en las ganancias netas por exportaciones. Un incremento en la capacidad
de utilización puede fomentar las importaciones de bienes de consumo para un nivel
dado de financiamiento externo y exportaciones. Un recorte en las importaciones de
bienes de capital implicará una declinación del crecimiento económico. Según el
modelo, la falta de crecimiento estriba en la fuerte restricción de divisas para la
formación bruta de capital fijo.
1. 3. Estrategia ortodoxa de promoción de exportaciones
1.3.1. Consenso de Washington
El término CW que fuera acuñado por John Williamson en 1989 fue introducido como
una respuesta de la crisis económica de mediados de los setentas y de pleno auge de la
teoría keynesiana. En su lugar, el neoliberalismo económico, promovido por las
administraciones Reagan y Thatcher en Estados Unidos y en el Reino Unido
respectivamente, vino a ser la nueva ortodoxia (Mavroudeas y Papadatos, 2005). Según
Willianson (2004: 6-7), el CW se ha interpretado como nuevo imperialismo o como la
creación de la economía global del laissez-faire. De acuerdo con este autor, también se
40
le identifica para referirse a las políticas de las instituciones de BW como el FMI, WB y la
OMC o a las políticas de Estados Unidos más las instituciones de BW. Asimismo se le
relaciona con políticas neoliberales o fundamentalismo de mercado (Ferrer, 1997;
Stiglitz, 2002: 104).
1.3.2. Perfil de política económica global
Ante la respuesta de diversos problemas macroeconómicos, como la crisis de deuda de
principios de los ochentas que enfrentaron diversos países en desarrollo,40 se
emprendió la búsqueda de nuevas políticas que les permitieran retomar su crecimiento.
De esta manera, la corriente ortodoxa propuso la recuperación económica con un
cambio hacia estrategias de desarrollo orientadas al exterior y diseñadas para retomar el
crecimiento a través de las exportaciones (Sachs, 1988). Esta nueva ortodoxia, proponía
diez reformas de política económica global para los países menos desarrollados, que en
resumen se refieren a la disciplina macroeconómica, economía de mercado y a la
apertura de la economía.41 Originalmente, el documento presentado contenía las
siguientes propuestas económicas de crecimiento (Williamson, 1990):
1) Imposición de disciplina fiscal;
2) Redirección de las prioridades del gasto público hacia otros campos;
3) Implementación de una reforma impositiva que pueda disminuir las tasas
marginales y ampliar la base gravable;
4) Liberalización de la tasa de interés;
40
En el propósito de servirla, al menos parcialmente cubriendo parte de los intereses, aunque no necesariamente todo el principal. 41
Dicho de otro modo, de acuerdo con Stiglitz (2002: 185) los principales ejes de acción del FMI se centran en la estabilización, privatización y liberalización del mercado de capitales. Según este autor, no representan un programa de crecimiento. La apertura de la economía además incluía a la liberalización comercial.
41
5) Tipo de cambio competitivo;
6) Liberalización comercial;
7) Liberalización de la inversión extranjera directa;
8) Privatización de empresas de propiedad estatal;
9) Desregulación de las actividades económicas;
10) Creación de un ambiente seguro para los derechos de propiedad (privada).
De acuerdo con estas diez políticas de ajuste, los argumentos ortodoxos se
fundamentan en el retiro del Estado de la economía y la instauración de una libre
operación del mercado. La disciplina fiscal se basa en un gasto equilibrado, lo cual es
opuesto al déficit keynesiano y/o gasto expansivo. La operación del sistema financiero,
las tasas de interés, así como del tipo de cambio debía fijarse de acuerdo con las
prerrogativas de la libre operación y las fuerzas del mercado, y no de las políticas
estatales (Mavroudeas y Papadatos, 2005). Para complementar las medidas ortodoxas,
se puso un mayor énfasis en la liberalización del comercio internacional, los
movimientos de capitales y las actividades financieras. Es decir, se hace un constante
pronunciamiento reclamando la abolición de las políticas proteccionistas en favor del
libre comercio. Se apunta hacia un sistema económico mundial basado en el mercado y
es a partir de dicho consenso que se opta promover y profundizar la apertura económica
en diferentes latitudes. En consecuencia, según lo anterior, el único camino que deben
seguir los países para superar sus diversos problemas económicos y falta de
crecimiento sería abrirse al exterior a través de acuerdos comerciales o regionales. En
este sentido, organismos internacionales como la OMC, el otrora GATT, se ha
pronunciado a favor de esta política de liberalización comercial mundial en respuesta al
42
proteccionismo que tanto caracterizó a las economías del mundo en los periodos de
entreguerras (1918 a 1939).
Sosa (2001) expone un enfoque para ejemplificar el modo de operar de la estrategia
ortodoxa de exportaciones, que por cierto tiene mucha similitud con el enfoque de Iqbal
(1995) mostrado en la sección previa 1.2.3. Así, desde un punto de vista
macroeconómico, el sector externo puede afectar tanto a países desarrollados como en
desarrollo en su ritmo de crecimiento tanto por el lado de la demanda como de la oferta.
Por el lado de la demanda puede analizarse a partir de la tradicional identidad básica
keynesiana:
Y C I X M (38)
donde Y se refiere al PIB; I es la inversión;C es el consumo tanto público como
privado; X M es el saldo comercial.
La ecuación anterior puede ser utilizada para desglosar las importaciones de la
siguiente manera:
( ) ( ) ( ) BK CF BIY I M C M X M (39)
donde BKM , CFM y BIM representan las importaciones de bienes de capital, de
consumo final e intermedios. De la ecuación (39) se deriva esta otra:
43
BK BC BIY I im I C im C X im X (40)
donde ; ; BK BC BI
BK BC BI
M M Mim im im
I C X.
Bajo el supuesto de que los coeficientes sectoriales de importación fueran iguales entre
sí, es decir, BK BC BIim im im imy factorizando los términos de la ecuación (40)
se obtiene la ecuación medular de crecimiento, descrita por Sosa, bajo una perspectiva
de demanda:
( )(1 ) Y I C X im (41)
donde im representa el coeficiente de importaciones a producto interno bruto.
Esta última ecuación refleja la relación inversa que vía demanda se establece entre el
coeficiente im de importaciones y el PIB. Dado el nivel de exportaciones, la inversión y
el consumo (público y privado), la disminución del coeficiente de importaciones conduce
a un incremento de la demanda agregada debido a la relativa reducción de las compras
al exterior. Sin embargo, las variaciones a la baja de este coeficiente rebasan el enfoque
de demanda, pues involucran cambios en el aparato productivo que pueden ser
examinados por el lado de la oferta.
44
De la ecuación (38)donde en C e se incluyen a los bienes de origen nacional, así
como importadoslas importaciones mexicanas ( M ) comprenden a los bienes
intermedios ( BIM ), así como de bienes de consumo ( CFM ) y de capital ( BKM ). De
acuerdo con lo anterior, al considerar a los diversos bienes importados se obtiene la
siguiente expresión: ( ) BC BK BIY C I X M M M . Despejando la inversión
de esta última expresión se obtiene:
( ) ( )I Y C M X (42)
En forma equivalente, la anterior ecuación (42) se puede representar como:
i eI A A (43)
donde ( ) iA Y C y ( ) eA M X representan el ahorro interno y el saldo neto del comercio
exterior, el cual Sosa se refiere como al ahorro externo respectivamente.42
Sosa recurre al enfoque de Kalecki (1976: 20-22) donde se establece que el crecimiento
del PIB, en una economía limitada por la oferta, se determina a partir de los
componentes de la acumulación productiva. Si el incremento del ingreso nacional se
especifica como función de la inversión y del ingreso nacional de un año dado:43
42
En base a la ecuación (43), Sosa señala que un valor positivo en ( ) eA M X , tal como fue el caso de
la mayoría de las economías latinoamericanas en el periodo de expansión de la posguerra evidencia la captación de ahorro externo. 43
Si se sustituye el valor de k en la ecuación (44) y se divide ambos miembros por Y se obtiene la tasa
a la que crece el ingreso nacional:1
YI u a
Y K. El producto productivo de la inversiónes decir, la
cantidad en que aumenta el ingreso nacional como resultado de la inversiónes 1
IK
.
45
Y kI uY aY (44)
donde k es la razón producto-capital ( Y
kK
), es decir, el desembolso de capital por
unidad de incremento en el ingreso nacional; y u es un parámetro de mejoras en el
aprovechamiento del aparato productivo. El ingreso nacional puede disminuir en una
cantidad ( )aY a causa de una contracción de la capacidad productiva debido a la
depreciación del capital ( )a . Por tanto, al introducir la ecuación (43) en (44) se tiene:
( )i eY k A A uY aY (45)
De esta manera un incremento del excedente de importaciones ( eA ) permitirá un
aumento del producto por encima del que permitiría el ahorro interno. En este sentido, el
ahorro externo materializado por bienes intermedios importados hace posible que el
producto se expanda a pesar de un mayor déficit comercial. Desde esta perspectiva si
BIY
BIMim
Y donde BIYim es la proporción de insumos intermedios importados en el valor
agregado, y despejando para Y , se tiene la ecuación BI
BIY
MY
im. Según esta última
ecuación, las compras externas de bienes importados inciden sobre el ingreso. Es decir,
con un coeficiente, BIYim dado, el crecimiento del ingreso (Y ) depende del incremento de
los insumos intermedios importados ( BIM ).
46
Sosa, pone en tela de juicio a la estrategia ortodoxa de promoción de exportaciones, el
cual argumenta que la condición de estabilidad inherente a la doctrina del laissez-faire
juega un papel de estancamiento.44 Es decir, las políticas de ajuste impuestas a los
países menos desarrollados, particularmente la liberalización comercial, han tenido
como resultado un pobre desempeño en términos de crecimiento económico. El enfoque
de Sosa viene a exponer el caso import-led growth, dentro del cual se asume que el
crecimiento para un país en desarrollo puede ser conducido por las importaciones y no
por sus exportaciones propiamente.
Ferrer (1997) señala que a partir de una serie de hechos económicos dominantes de la
globalización del orden mundial se ha construido una ficción de la realidad.45 En este
sentido, se ha formado una visión fundamentalista del mercado. Esto significa, por un
lado, que el dilema del desarrollo en un mundo global ha desaparecido; por otro, que las
decisiones principales no las adoptan hoy las sociedades y sus estados sino los agentes
transnacionales. Las dudas que se han generado acerca del libre comercio han sido
consecuencia de los efectos adversos de la globalización. Sin embargo, a menudo se
muestra a las políticas comerciales orientadas hacia fuera (outward-oriented trade
policies) como exitosas en promover el crecimiento que las políticas comerciales
orientadas hacia dentro (inward-oriented trade policies). En este sentido, Went (2000),
pone como ejemplo, la inexistencia de convergencia entre países ricos y pobres y el
colapso del modelo de desarrollo de los países asiáticos. En particular, Sarkar (2007),
44
De acuerdo con Sosa ésto puede ser explicado por lo que él considera círculo vicioso conformado por devaluación-expansión-inflación-desequilibrio externo-contracción. 45
Las ficciones a las que hace referencia Ferrer son: la revolución tecnológica, el comando de recursos, las condiciones de la competencia, y la misma globalización sin precedentes.
47
señala que el llamado éxito de los países del Este Asiático (“East Asian Miracle”) ha sido
exhibido como un logro tanto del libre comercio como de las políticas orientadas a las
exportaciones.46
2. Apertura económica y comercio exterior
En el presente capítulo, se analiza la relación entre la política comercial de apertura
entendida como una disminución de las barreras arancelarias y/o no arancelarias, por
una parte, y el incremento de los volúmenes comerciales, por otra.
2.1. Bases teóricas
2.1.1. Teorema de simetría de Lerner
Primero se examina bajo que fundamentos es que una disminución de las barreras
comerciales incide en un aumento de los volúmenes comerciales. Teóricamente, la
relación entre la política comercial y el comercio exterior se puede analizar a través del
teorema de simetría de Lerner (Lerner, 1936; Jones, 1969), donde toda restricción
comercial arancelaria o no arancelaria en las importaciones conlleva a una disminución
de las exportaciones (Ethier, 1983). Por ejemplo, supóngase que se impone un arancel
ad-valorem t sobre un bien importado sin afectar a las exportaciones.47 Si *
MP es el
precio del bien importado que se paga en el exterior y MP es su precio local, se tiene:
46
Un análisis sobre lo que se consideró como el “Milagro Asiático” puede revisarse en el estudio desarrollado por el WB (1993). Sin embargo, una característica de dicho desarrollo ha sido el intervencionismo de los gobiernos locales a partir de la década de los sesentas para consolidar grandes conglomerados privados aunados a una fuerte regulación salarial y asignación de flujos crediticios. Véase por ejemplo a Robert Wade (2003). 47
Los aranceles ad-valorem constituyen impuestos establecidos como proporción del valor de los bienes importados o exportados. Los aranceles específicos son una cantidad fija exigida por cada unidad física del bien importado.
48
* (1 ) M MP P t (46)
Se asume que el precio que se paga externamente por las exportaciones ( *XP ) es igual
al precio local ( XP ). Por tanto, M
X
Pq
P será el precio relativo local de las importaciones
en términos de las exportaciones y *
*
M
X
P
P es el precio relativo foráneo. Por tanto, si
*X XP P se tiene que,
*
*1
M M
X X
P Pt
P P
, o en forma equivalente:
(1 )q t (47)
Por tanto, el impacto de un arancel busca que el precio relativo local exceda al precio
relativo foráneo. Por otro lado, si el arancel se impone a las exportaciones, dejando a las
importaciones libres del impuesto arancelario se llega a la misma ecuación (47). En este
caso, un impuesto arancelario sobre las importaciones es equivalente a un impuesto
sobre las exportaciones. Teóricamente, con la disminución de las barreras comerciales,
arancelarias o no arancelarias, se entiende que causaría un incremento en los flujos
comerciales y viceversa.
2. 1. 2. Argumento de la industria creciente
Paralelamente desde la perspectiva de las políticas proteccionistas, el argumento de la
industria creciente (infant-industry) permite analizar si la política comercial tiene un
efecto estimulante en el comercio. Por un lado, el motivo principal es promover a la
49
industria nacional buscando darle suficiente tiempo para poder superar sus múltiples
problemas económicos, pudiendo con esto desarrollarse y competir. Por otro, el objetivo
es la expansión de la producción local en las industrias protegidas, beneficiando a
productores y trabajadores. Incluso los gobiernos pueden, a su vez, beneficiarse por
concepto de ingresos arancelarios (Coughlin et al., 1988).48 En principio, la imposición
de un arancel sobre un bien importado causará que el precio en el país local se
incremente excediendo al precio mundial. Esta política ocasiona dos efectos: uno es la
disminución del consumo local; otro, es que los productores locales disminuyan su
producción debido a un incremento en los costos de los insumos importados (Gandolfo,
1987:108). Inversamente, con la eliminación de aranceles disminuiría el costo de los
insumos, así como del precio de los bienes que compra el consumidor final.
La ambigüedad entre el teorema de simetría de Lerner y el argumento de la industria
creciente implica que una disminución (incremento) de las barreras comerciales no
necesariamente incide en un aumento (disminución) del comercio exterior.
2. 1. 3. El libre comercio como paradigma o dilema prevaleciente
El paradigma prevaleciente argumenta que la apertura posibilita un incremento en los
volúmenes comerciales propiciando incluso un mayor crecimiento. Sin embargo, los
argumentos de la teoría del comercio internacional vistos en la sección (1.1) y en la
previa (2.1) no especifican el vínculo entre política comercial y volúmenes comerciales y
por ende con el crecimiento. En este sentido, la teoría del comercio internacional
48
Sin embargo, esta afirmación de Coughlin et al. no es del todo exacta, pues todo gobierno, independientemente del tipo de que se trate, es representante de la sociedad en su conjunto o, alternativamente de una clase o fracción de clase. En este sentido, no busca o persigue beneficios propios, sino invariablemente para terceros.
50
contiene un vacío conspicuo. No proporciona orientación sobre el papel de la política
comercial en promover el crecimiento a pesar de que la evidencia indique importantes
vínculos entre éstas.
Krueger (1980), considera que las políticas comerciales de los países en desarrollo
pueden ser clasificadas de acuerdo a su orientación comercial. Es decir, por un lado, los
países que adoptaron políticas de sustitución de importaciones divergieron del criterio de
optimalidad debido a que protegen su industria local; por otro, los países que recurrieron
a la promoción de exportaciones fomentaron el crecimiento de sus exportaciones más
allá de dicho criterio.49 Según este último argumento, los países que adoptan estrategias
comerciales generalmente experimentan un rápido crecimiento en las exportaciones
tradicionales comparado con las no tradicionales. Un estudio posterior por Krueger
(1984: 520-521) muestra que la optimalidad del libre comercio puede entenderse en
varios sentidos: i) es aceptada como una política maximizadora del bienestar de un país
bajo un régimen de laissez-faire; ii) es defendida como una serie de políticas
maximizadora del bienestar mundial; iii) es defendida como la mejor de otras políticas
alternativas; y iv) puede mostrarse como una política local óptima lejos de los supuestos
restrictivos de la teoría tradicional del libre comercio.
Con base en el párrafo anterior, se argumenta que el desempeño del crecimiento ha
sido más satisfactorio bajo la estrategia de promoción de exportaciones que bajo la de
sustitución de importaciones. Los problemas encontrados para tratar de explicar cómo
están relacionados la política comercial y el comercio exterior, o la política comercial y el
49
Tasa marginal de transformación internacional equivalente a la tasa marginal de transformación local.
51
crecimiento implican diferentes especificaciones de la relación entre comercio exterior y
crecimiento. Dos Santos (2007:38) señala que una situación de libre comercio puede ser
benéfica para un país que sepa aprovecharla para aumentar su productividad. Según
esto, la clave del comercio se encontraría en la productividad y no en la política
arancelaria. Sin embargo, el autor argumenta que no hay correlación entre volúmenes
comerciales y libre comercio, ni una relación entre ambos y el crecimiento económico.
Incluso, Krueger (1998) se contradice cuando señala que una estrategia comercial
orientada al exterior es aquella en la cual, la estrategia de desarrollo misma, se basa en
el crecimiento de la actividad económica local en respuesta a los incentivos de los
productores respecto a los precios internacionales. Es decir, el rápido crecimiento de
una industria posibilita un incremento de las exportaciones, en tanto los productores
locales encuentren mejores alternativas de producción en la economía global.
2. 2. Análisis teórico - empíricos
Los siguientes estudios ofrecen evidencia de que los diferentes indicadores que miden
la apertura están: a) pobremente correlacionados entre sí, o bien, b) no tienen relación
alguna, o c) están pobremente correlacionados con los índices que miden los volúmenes
comerciales, así como de su incidencia en el crecimiento. Cabe aclarar que un análisis
de correlación no permite cuantificar efecto entre variables. Por esta razón, aún sigue
pendiente estimar el efecto de una política arancelaria en los volúmenes comerciales.
2. 2. 1. Política comercial y volumen comercial
Algunos autores han considerado que el análisis de correlación entre las diferentes
medidas de política comercial utilizadas como una aproximación para medir la apertura y
52
su efecto en los volúmenes comerciales constituye un primer paso para el análisis de la
relación entre apertura y crecimiento. Al respecto, en la relación entre apertura comercial
(política comercial vía disminución arancelaria)comercio exteriorcrecimiento, autores
como Wälde y Wood (2004) sugieren que los estudios empíricos deben primero
investigar cual es el vínculo entre la política comercial de apertura y los volúmenes
comerciales. Es decir, si dicho vínculo puede establecerse tanto teórica como
empíricamente, entonces el existente entre el volumen de las exportaciones o
importaciones y el crecimiento se puede establecer. Como afirman estos autores, el
hecho es que en la literatura existente, no se establece con claridad cuáles son esos
vínculos entre los instrumentos de política comercial y el crecimiento económico. En
este sentido, muchos estudios que basan su análisis en regresiones, establecen a priori
una fuerte correlación (valores positivos superiores a 0.8) entre comercio exterior, sean
exportaciones o importaciones, y crecimiento. Aparte del “eslabón perdido” entre los
instrumentos de política comercial hacia el crecimiento, no proporcionan suficiente
información de causalidad. De esto último, no está claro si hay más crecimiento debido a
más comercio o lo inverso.
En Pritchett (1996), el que el desempeño económico se vea impulsado positivamente
por la apertura comercial, dependerá del grado de asociación entre las diferentes
medidas de dicha apertura, así como de su viabilidad para capturar los aspectos
comunes de la política comercial. En este sentido, Pritchett examina la relación de seis
medidas de política comercial. Entre éstas se encuentran: la frecuencia de las barreras
comerciales no arancelarias (NTBF) y el nivel arancelario promedio (AVGT); la
53
intensidad comercial de estructura ajustada (SATI) y el índice de apertura de Leamer
(LOPX) en tanto medidas del flujo comercial de la política de apertura; así como una
medida de distorsión de precios (PRDS)50 y el índice de distorsión comercial de Leamer
(LTDI). En general sus resultados no muestran asociación lineal entre las variables
debido a la nula correlación entre ellas. Por ejemplo, entre LOPX y AVGT el coeficiente
de correlación fue de -0.53 y entre el NTBF y AVGT fue de 0.38. Para el resto de las
variables, sus coeficientes de correlación son aún mucho más bajos.51 Según Pritchett,
el hecho de que varios indicadores de política comercial no estén correlacionados
sugiere que las diferentes dimensiones de dicha política, pueden tener diferentes
efectos en el crecimiento. Sin embargo, el análisis por Pritchet no dice nada acerca del
efecto de la política comercial en el crecimiento. En el mismo sentido, Harrison (1996)
examina la relación de siete medidas de apertura, entre ellas: dos diferentes índices de
liberalización comercial; el tipo de cambio del mercado negro; el índice de apertura
utilizado por el WB; un índice de precios internacionales; una versión modificada del
índice de distorsión de precios de Dollar (1992); y un indicador que mide la tendencia
indirecta de la protección del sector industrial contra el sector agropecuario y la
sobrevaluación del tipo de cambio. Sus resultados revelan sistemáticamente la falta de
una asociación entre estas medidas. Es decir, de acuerdo con Harrison, el que no haya
correlación entre estas medidas indica que no capturan los mismos aspectos de la
apertura. Como en el caso de Pritchet, en el análisis de Harrison lo único que se revela
es como las medidas de política comercial están relacionadas entre sí sin registrar
50
Basada en las comparaciones de los niveles de precios entre países. 51
En el análisis de Pritchett, el signo esperado de la correlación es positivo si las dos variables en comparación tienen el mismo signo, negativo si difieren los signos. Un signo positivo (negativo) indica un incremento (decremento) en la variable, el cual se refiere a más (menos) liberal/apertura/política comercial orientada hacia fuera.
54
alguna relación con el incremento en los volúmenes comerciales y menos con el
crecimiento.
Yanikkaya (2003), sin embargo, al analizar la relación de ocho indicadores de apertura
comercial, entre medidas de intensidad y restricción comercial, encuentra que éstas
están correlacionadas positivamente. Es decir, la elevada correlación entre estas
medidas, significa que las restricciones comerciales pueden reducir el volumen
comercial. El análisis de Yanikkaya muestra que las barreras comerciales pueden tener
repercusiones negativas en el crecimiento al reducir el tamaño del sector externo de un
país. El hecho es que mientras no se demuestre de que manera las políticas
comerciales puedan afectar a los propios flujos comerciales no se puede determinar si a
su vez también afectan al crecimiento.
Rodríguez y Rodrik (2000:3) señalan que la política comercial puede afectar a los
volúmenes comerciales, aunque para ello no ofrecen evidencia empírica alguna.
Apuntan, que no hay razón para esperar que el efecto de la política comercial de
apertura en el crecimiento sea cuantitativamente (o incluso cualitativamente) similar al
aumento en los volúmenes comerciales debido a la reducción en los costos de
transporte o a un incremento en la demanda mundial. Winters (2004:7), por ejemplo,
hace suponer que la apertura está directamente relacionada con un régimen comercial
liberal más que con un incremento en los volúmenes comerciales. Sin embargo, Pritchett
(1996:309), apunta un tanto ambiguamente que la apertura puede ser definida como la
intensidad comercial de una economía. Es decir, la apertura así definida dista de ser una
55
medida de política económica, puesto que la intensidad comercial varía entre los países
por razones que son totalmente independientes de la política comercial.
2. 2. 2. Exportaciones y PIB
Al analizar el efecto del comercio exterior en el crecimiento se arguye que las
exportaciones son un componente de la demanda agregada debido a que están
contenidas en el PIB.52 Sin embargo, este aspecto no ha sido suficientemente
cuestionado. En esta lógica de pensamiento, Baldwin (2003:30) considera que el
incremento de las exportaciones bien puede ser la consecuencia del crecimiento
económico, en vez de la causa. Según la aseveración de Baldwin sería contradictorio
utilizar a las exportaciones como variable independiente para medir su efecto en el
PIB.53
Balassa (1978), examinó la relación entre el crecimiento de las exportaciones y el
crecimiento del producto nacional bruto deduciendo de este último a las exportaciones
netas de importaciones. El error de Balassa radica en suponer una relación funcional
cuando no la hay. Según esto, la correlación de estas variables proveería una indicación
de los efectos directos e indirectos de las exportaciones en el crecimiento. Un estudio
más reciente, en el caso de la India, muestra que aún cuando se utilizó el PIB en la
misma forma que lo hace Balassa, se encontró que el crecimiento no es causado por las
exportaciones (Sharma y Panagiotidis, 2005). Baldwin fundamenta la debilidad de que el
52
Según esto el PIB = Cp + Cg + FBK + (X – M)BS donde los componentes del miembro derecho de la ecuación son el consumo privado, consumo de gobierno, formación bruta de capital y el saldo comercial de bienes y servicios. 53
La medida usual del crecimiento económico.
56
comercio exterior y por ende de la apertura comercial pueda influir en el crecimiento
económico.
2. 2. 3. El índice de apertura tradicional
Otro de los grandes problemas que ha generado una fuerte confusión es cómo medir la
apertura. Por un lado, ha permanecido la dificultad para evaluar el efecto del comercio
en el crecimiento. Por otro, se ha constatado que no hay un procedimiento simple para
medir el grado de apertura comercial de los países. Harrison (1996), por ejemplo,
reconoce que si bien las medidas del flujo comercial muestran una asociación positiva
con el crecimiento del producto, éstas más bien actúan como una aproximación
imperfecta del efecto de la política comercial.54 El índice de apertura ha sido muy
cuestionado, puesto que no son las exportaciones las que originan el crecimiento. Es
decir, debido a que suma una causa (importaciones) con un efecto (exportaciones),
pierde su pertinencia para explicar el crecimiento (Salama, 2008).55 Kanbur
(2004)citado por Salama–considera que este índice más que ser un indicador de
política económica (“abrirse para crecer”) es una variable dependiente, y su aumento no
depende necesariamente de la reducción arancelaria sino del clima de negocios y de la
eficiencia institucional. Adicionalmente, Salama considera que el índice de apertura
54
Las medidas de flujo comercial a las que se refiere Harrison son: el índice de apertura, X M
PIB
; las tasas
de crecimiento de las exportaciones, así como de las importaciones con relación al PIB. 55
Sobre este punto Salama se basó en el trabajo de Rodrik (1994). Este último autor, considera que medir el grado de apertura por el cociente antes referido y deducir que este índice incide en el crecimiento del PIB puede ser erróneo. Es decir, tomando como ejemplo los casos de Corea del Sur y Taiwán, Rodrik mostraba que hay un desfase entre el desarrollo del crecimiento y el aumento del PIB en los años cincuenta, cuando estos países iniciaban su proceso de industrialización a marchas forzadas. Rodrik hace entrever que la aceleración de la tasa del crecimiento del PIB precede a la de las exportaciones no lo inverso. Según lo anterior son las importaciones las que impulsan el crecimiento a la vez que las exportaciones se ven influenciadas positivamente en dicho proceso.
57
resulta confuso puesto que no mide la evolución de la apertura, sobre todo para los
países menos desarrollados. Esta confusión estriba en que el índice relaciona, en el
numerador, al comercio total (X+M), y en el denominador, lo que sería la absorción
(C+G+I) y el saldo de los intercambios externos (X-M). Asumiendo dos países idénticos,
basta con que uno acepte un déficit a consecuencia de sus intercambios externos para
que aparezca como más abierto, en comparación con otro que rechazara dicho déficit.
Sobre el uso de este mismo índice como medida de liberalización, Samman (2005)
señala que las reformas comerciales por lo regular son emprendidas en conjunción con
otras políticas de liberalización dificultando aislar el efecto de alguna política en
particular. Como resultado, el incremento del comercio puede ser una consecuencia de
políticas específicamente no relacionadas con el comercio. En este caso, los recortes
arancelarios y el incremento en los volúmenes comerciales no están fuertemente
conectados.
3. El comercio exterior como determinante exógeno
De manera sistemática en la mayoría de la literatura se trata al comercio exterior y en su
caso a la apertura comercial como variables exógenas en relación al crecimiento. En el
presente capítulo se contrasta el aperturismo con el proteccionismo.
3.1. Aperturismo
Existe una abundante corriente de autores que sostiene que la apertura económica,
particularmente la comercial, incide en el crecimiento del producto. A este respecto, las
barreras arancelarias se perciben como una obstrucción al comercio internacional. Es
decir, constituyen obstáculos comerciales que pueden inhibir las potencialidades de
58
crecimiento al dificultar que las economías de los países exploten sus ventajas
comparativas.
A continuación se revisan diferentes modelos teórico-empíricos presentados de acuerdo
a la técnica utilizada. Inicialmente se exponen los modelos de asociación simple de
variables utilizando pruebas de correlación. La mayor parte de la literatura se concentra
en relaciones funcionales utilizando técnicas tanto de corte transversal como datos de
panel. Por lo que se refiere a series de tiempo, las incursiones en este tema se centran
básicamente en pruebas de causalidad. Cabe comentar que en la literatura alusiva
existe un común denominador. Los diversos autores asumen que la apertura comercial
está correlacionada con el crecimiento económico, lo cual se verifica con las pruebas
estadísticas correspondientes. Incluso van más allá y asumen que la propia apertura
induce dicho crecimiento.
3. 1. 1. Análisis específicos, métodos y procedimientos
3.1.1. 1. Comercio exterior y crecimiento
En la relación entre comercio exterior y crecimiento, los diferentes estudios empíricos
encuentran que estas dos variables aparecen altamente correlacionadas o bien que la
primera causa a la segunda. Sin embargo, Rodrik (2000:4) ofrece cierta evidencia
expuesta en su modelo causal de desarrollo. Según su esquema causal, ni la política
comercial, por un lado, ni los volúmenes comerciales, por otro, tienen un impacto en el
crecimiento. Lo anterior independientemente de que comercio y crecimiento económico
estén correlacionados. Al respecto, todo evento que causa al crecimiento del producto
necesariamente redundaría en un aumento en el comercio exterior.
59
3. 1. 1. 1. 1. Correlación
Al recurrir al análisis de correlación simple, uno de los problemas teóricos que ha
generado gran controversia es la relación entre comercio exterior y crecimiento
económico. Esta situación crea mucha confusión con el establecimiento de políticas
económicas encaminadas a promover el crecimiento económico a partir del comercio, o
incluso, de la promoción del comercio a partir del propio crecimiento. De acuerdo con
Friedrich (1974:172) existe una relación en doble sentido entre comercio y crecimiento
económico. Es decir, mientras el crecimiento económico puede incidir en el comercio de
bienes, éste a su vez redunda en el crecimiento. Como se vio en sección previa (1.2.1),
el análisis de Kaldor (1967) plantea esta misma situación. A este respecto, algunas
investigaciones preliminares, se centraron en examinar si existe una asociación lineal
entre exportaciones y PIB. Uno de los primeros trabajos sobre esta cuestión es el de
Michaely (1977). El autor se basó en coeficientes de correlación (Sperman Rank)
utilizando como variable la tasa de cambio tanto de las exportaciones como del
producto. Particularmente, para los países más desarrollados (dentro de los cuales
ubica a 23), el coeficiente de correlación fue positivo (0.53), mientras que para los
menos desarrollados (18 naciones) fue prácticamente de cero (-0.04). Los resultados de
Michaely muestran nula correlación entre ambas variables para una muestra de 41
países en el periodo 1950-1973. De una muestra de 20 países, Stein (1971), sin
embargo, reporta un coeficiente de correlación entre las importaciones y el PIB de 0.77 y
entre este último y las exportaciones de 0.67 para el periodo 1961-1966. Este resultado
60
por Stein sugiere una mayor asociación entre las importaciones y el crecimiento. Agosin
(1973), por su parte, considera que la correlación entre el PIB y el crecimiento de las
importaciones puede no ser suficiente para capturar la fuerza de esta asociación. En
particular, para los periodos 1950-1968 y 1960-1968, con datos para 62 países en
desarrollo, encuentra que el crecimiento del PIB es inelástico con respecto a la tasa de
crecimiento de las importaciones con coeficientes de 0.46 y 0.47 respectivamente.
Emery (1967) llega a una conclusión muy diferente a la de estos autores, al no encontrar
una correlación positiva. En los casos de Stein y Emery, las conclusiones son endebles,
ya que establecer la asociación entre las variables no alude a una relación funcional. En
el estudio de Agosin, a pesar de que sus resultados revelan la no incidencia de las
importaciones en el PIB, sus coeficientes fueron estimados en niveles. Esto implica que
las series no sean estacionarias.
Balassa (1978), elige 10 países que desarrollaron una base industrial entre 1960 y 1973.
Específicamente examina si las políticas orientadas a las exportaciones conducen a un
mejor desempeño en el crecimiento, comparado con aquellas que favorecen la
sustitución de importaciones. Su estudio se centra, por una parte, en la relación entre las
exportaciones totales y el PIB y, por otra, entre las exportaciones manufactureras y el
propio PIB manufacturero. Encuentra que las variables anteriores están correlacionadas
analizando diferentes periodos. Así, las correlaciones con respecto a las primeras
fueron: 1960-1966 (0.82); 1966-1973 (0.93); 1960-1973 (0.89). Para las segundas:
1966-1973 (0.85) y 1960-1973 (0.71); salvo por el resultado de 1960-1966 (0.40), el cual
no se aprecia correlación alguna. El error de Balassa consiste en asumir que se pueden
obtener beneficios de la orientación comercial comparada con las políticas de sustitución
61
de importaciones omitiendo establecer una relación funcional. En contraste con este
estudio, Tyler (1981) analiza 55 países en desarrollo de medianos ingresos y otros 49
países en desarrollo no pertenecientes a la OPEP para el periodo 1960-1977. Estima
coeficientes de correlación de Pearson (r) y de Spearman Rank (rs) y según sus
resultados no se observa una correlación entre la tasa de crecimiento de las
exportaciones y la del crecimiento del PIB. Es decir, para el primer y segundo grupo de
países encuentra correlaciones como: r(0.49) y rs(0.47); r(0.55) y rs(0.50). Las
correlaciones entre la tasa de crecimiento del PIB y la tasa de crecimiento de las
exportaciones manufactureras para los dos grupos de países referidos para el periodo
1963-1976 es: r(0.38) y rs(0.43); r(0.46) y rs(0.57). Por lo que respecta a Kavoussi
(1984), para evidenciar un mejor resultado en términos de robustez extiende su análisis
para una muestra grande y heterogénea de 73 países para el periodo 1960 - 1978. Por
sus bajos coeficientes de correlación no se aprecia asociación lineal entre las tasas de
crecimiento económico y las exportaciones. Éstos son sus resultados: para la muestra
total (0.54); países de bajos ingresos (0.41); países de medianos ingresos (0.54); países
exportadores de bajos ingresos de productos primarios (0.36); países exportadores de
medianos ingresos de productos primarios (0.42). Con la excepción del estudio de
Balassa, en los otros estudios previos se aprecia que aún cuando se asume que las
exportaciones son un componente del PIB, éstas no se correlacionan entre sí.56
Un punto importante es que la elevada correlación entre las variables de comercio y del
producto puede no ser la misma cuando se consideran sus tasas de crecimiento. El
análisis de correlación si bien es un método estadístico válido para verificar la
56
Sobre este punto véase “Exportaciones y PIB” de la sección 2. 2. 2.
62
asociación lineal entre estas dos variables, la deficiencia radica en que la correlación no
puede establecer una determinación funcional y por ende no se puede establecer la
validez del export led-growth.
3.1. 1. 1. 2. Causalidad
Otro ámbito de análisis para investigar la vinculación entre comercio internacional y
crecimiento lo constituyen las pruebas de causalidad. Se recurre a esta metodología
para establecer la direccionalidad entre especificar al crecimiento del producto como
función de las exportaciones o a estas últimas como función del producto. La mayoría de
los estudios que utilizan dichas pruebas generalmente concluyen que el PIB es una
variable causada y las exportaciones una variable causal, sin proporcionar más examen
sobre su comportamiento. Valga agregar que la causalidad a la que se refiere este
apartado es de naturaleza estadística, es decir, en el sentido de Granger (1969). En
otras palabras, es útil para establecer si una variable expresada como serie de tiempo,
es determinada por otra.
En Chow (1987), se considera al sector manufacturero como marco de referencia para
validar empíricamente la existencia de una relación causal entre el crecimiento de las
exportaciones y el crecimiento del producto para ocho países en desarrollo durante la
década de los sesentas y setentas. Sus resultados empíricos indican que para la
mayoría de los países bajo estudio existe una relación de causalidad recíproca. Es decir,
para Brasil, Hong Kong, Israel, Corea del Sur, Singapur y Taiwán las pruebas de
causalidades muestran un resultado positivo, causándose de manera recíprocamente.
Este hallazgo trae a colación el grado de indeterminación del efecto del comercio en el
crecimiento, sugiriendo incluso una de las primeras evidencias del problema de
63
endogeneidad existente en las exportaciones y en las importaciones. En el caso de
Argentina no se presentó un proceso causal estadísticamente significativo; es decir, que
el país podía promover su industrialización sin recurrir al crecimiento de sus
exportaciones. Este otro hallazgo confirma el anterior resultado sobre la irrelevancia de
exponer a las exportaciones como variable independiente. En particular para México, el
estudio de Chow mostró que la relación de causalidad fue unidireccional. Es decir,
transita de la expansión de las exportaciones manufactureras hacia el producto
manufacturero, en el sentido de Kaldor. Esto último se expone como evidencia de que
dichas exportaciones causaron el desarrollo de las industrias manufactureras mexicanas
y no a la inversa.57 Sin embargo, el no reportar coeficientes de elasticidad justamente
para medir el desempeño de las exportaciones manufactureras en el desarrollo industrial
mexicano, deja incompleto el trabajo, debilitando las conclusiones. El estudio de análisis
de causalidad de Jung y Marshall (1985: 10) incluyó treinta y siete países en desarrollo
para el periodo de 1950 a 1981. Sus resultados fueron muy variados. Es decir, en
países como Indonesia, Egipto, Costa Rica y Ecuador se cumple la hipótesis de la
promoción de exportaciones;58 curiosamente los resultados de seis países (Sudáfrica,
Corea del Sur, Paquistán, Israel, Bolivia y Perú) apoyan la hipótesis de que las
exportaciones pueden no ser una fuente de crecimiento (export-reducing growth); tres
países (como Irán, Kenia y Tailandia) proveen evidencia a favor de la hipótesis de que
las exportaciones son generadas internamente; dos países (Grecia e incluso Israel),
sustentan la hipótesis de que las exportaciones pueden no ser causadas por el
57
Sin embargo, no evalúa los resultados para el sector agrícola ni para el minero, independientemente de la información disponible. Por otra parte, el sector manufacturero en México se puede considerar como atípico dada la dependencia que tiene de componentes importados para producir, y por ende, su positivo desempeño ante sobrevaluaciones de la moneda local. 58
La relación de causalidad va del crecimiento de las exportaciones hacia el crecimiento del producto.
64
crecimiento (growth-reducing exports); finalmente, tres países (incluyendo Corea del
Sur, Taiwán y Brasil) no proveen sustento estadístico para apoyar la hipótesis de la
promoción de exportaciones.59 Considerando los resultados de Jung y Marshall se
sugiere que el crecimiento de las exportaciones puede ser causado por el producto
como caso de growth-led export. Bahmani-Oskooee et al. (1991) se centra en una
muestra de veinte países. Reportan que cinco países presentaron una relación de
causalidad del crecimiento de las exportaciones hacia el crecimiento del producto
(República Dominicana, Indonesia, Corea del Sur, Taiwán y Tailandia); otros cinco
países caracterizados por sus políticas de ISI presentaron ausencia de causalidad del
crecimiento de las exportaciones hacia el crecimiento del producto (El Salvador,
Paraguay, Perú, Brasil y Ecuador).
Serletis (1992) estima la relación entre el crecimiento de las exportaciones totales y el
crecimiento del producto agregado canadiense, para el periodo 1870-1985 con pruebas
de causalidad de Granger. Sus resultados refuerzan la estrategia export-led growth. En
este caso particular, el aumento del producto canadiense es causado por el crecimiento
de su sector exportador. En el mismo sentido que Jung y Marshall (1985), diez años
más tarde, Riezman et al. (1995), al analizar la relación causal entre las exportaciones y
el producto controlando el efecto del capital humano encuentran evidencia de la
hipótesis growth-led export. Es decir, de las exportaciones inducidas por el crecimiento.
Por tanto, utilizando la misma acepción de estos autores puede tratarse como caso de
growth-led trade. Es decir, del comercio exterior inducido por el crecimiento.
59
Es decir, aquí las exportaciones no causan al crecimiento.
65
Cuadros (2000) analiza el impacto de la apertura comercial en México en el periodo
1983-1997. No encuentra relación de causalidad entre exportaciones y producto. Sin
embargo, el crecimiento del producto agregado sí es causado por el crecimiento de las
importaciones totales.60 Cuadros pone de manifiesto, que si bien la apertura comercial
influyó en el producto, ésta lo hizo a través de las importaciones constituyéndose como
un importante determinante del crecimiento económico. Este resultado de Cuadros, al
omitir estimar coeficientes de impacto, no puede considerarse como un caso de
crecimiento inducido por importaciones (import-led growth).
3.1. 1. 2. Apertura y crecimiento
Se han propuesto diversos indicadores que por su debilidad no miden adecuadamente
el grado de apertura comercial. Por un lado, están los que miden los volúmenes
comerciales como es el caso de los índices de orientación comercial de Leamer (1987).
Este autor construye nueve indicadores de orientación comercial y con base en una
muestra de 30 países en desarrollo en el periodo 1970-1982, encuentra que aquellos
que están más abiertos al comercio internacional crecen más rápido.61 La debilidad de
este estudio consiste en que compara los niveles de barreras comerciales en un mismo
punto en el tiempo que es una característica de los modelos de corte transversal.
60
Metodológicamente, no se entiende cómo es que las importaciones totales, que incluyen artículos de consumo final, y que en todo caso estimulan el comercio importador de estos bienes, pueden incidir en un sustancial crecimiento económico. Se podría entender si el peso de estos bienes que es menor al del intermedio mayoritario con los bienes de capital dominan el efecto. 61 Leamer define a la intensidad del comercio ajustado (ICA) como proporción del producto (PIB):
ICA = (j Nij - j N*ij) / PIBi donde Nij y N*ij es la intensidad del comercio actual y la intensidad del comercio predicho respectivamente; PIB es el producto local del país i.
66
Otros autores como Brahmbhatt y Dadush (1996) han propuesto indicadores para tratar
de medir la rápida integración de un país al comercio internacional, deduciendo de aquí
que se puede así alcanzar el crecimiento.62 Éstos índices son: i) la inversión extranjera
directa con relación al producto; ii) las calificaciones de riesgo crediticios; iii) las
exportaciones manufactureras con relación al producto. Con base en estos indicadores,
los autores clasifican a noventa y tres países bajo cuatro categorías de integración: i)
rápida; ii) moderada; iii) débil; y iv) lenta. Encuentran que el crecimiento de los países de
Asia del Este se vincula con el crecimiento de sus exportaciones.63 Por lo que se refiere
a otras medidas de orientación comercial, el WB (1987) clasificó a un grupo de cuarenta
y uno países en desarrollo de acuerdo a su orientación comercial. Por una parte, una
orientación hacia fuera y otra hacia dentro, ambas clasificadas como fuerte o moderada.
De acuerdo con este estudio, el desempeño económico de los países con orientación
hacia fuera ha sido superior a la de economías con orientación hacia dentro. Moon
(1997) contradice los resultados del WB llegando a otras conclusiones. Primero, los
países caracterizados por seguir la estrategia de desarrollo orientada hacia fuera no
comercian más que aquellos países orientados hacia dentro. Segundo, los países
orientados hacia fuera no expanden su comercio a una tasa mayor a la de otros países.
Tercero, la expansión de las exportaciones no aparenta ser la principal fuente del
desempeño macroeconómico de aquellos países orientados hacia fuera.
62
Uno de los índices que proponen éstos autores es el índice de volumen comercial como la suma de exportaciones más importaciones en relación al PIB, que fuera discutido en la sub-sección 2. 2. 3, y que es utilizado como medida de apertura. 63
Estos países son Japón, Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Hong Kong, Malasia, Indonesia y Tailandia que en promedio crecieron en seis por ciento por año desde 1965. El crecimiento alcanzado por estos países es mostrado por el estudio como un éxito del libre comercio y del laissez-faire.
67
Por otro, se destacan medidas de política comercial. Dada la dificultad que encierra
medir la apertura y ante la falta de datos de series de tiempo disponibles, en la literatura
se ha intentado solucionar el problema a través del uso subjetivo de ponderadores en la
construcción de variables. Es decir, a través de la construcción de índices de política
comercial utilizados como una aproximación para medir el efecto de la apertura en el
crecimiento. En este sentido, suponiendo el siguiente esquema arancelario:
1 2 1 (48)
donde, 1 son artículos con impuesto ad–valorem y 2 constituyen artículos con cuota.
Construir variables de política comercial, por un lado, 1, para artículos con impuesto ad
- valorem, y por otro, 2, para artículos con cuota, implica que se les puede imputar
valores a cada ponderador. La suma de las fracciones arancelarias se encuentra en un
intervalo abierto entre cero y uno (0 1). Es decir, los valores que ,, puede tomar
pueden ser un número infinito. Luego entonces 1 y 2 no responden necesariamente a
una selección objetiva, pues dependen de la decisión personal del analista. Dicho de
otra manera, depende de la decisión personal del investigador. Debido a la limitación o
en ocasiones inexistencia longitudinal de datos de política comercial de series de
tiempo, resulta atractivo para muchos autores utilizar modelos de corte transversal e
incluso en algunos casos resulta más propicia la utilización de variables dicotómicas al
incorporar diferentes criterios de política comercial.
68
3. 1. 1. 2. 1. Corte transversal
Posterior a 1989 cuando se pública el documento de diez reformas de política
económica por el CW empieza a cobrar fuerza una posición que defiende y da por
hecho que la apertura de las economías es imprescindible para el crecimiento
económico.64 Los siguientes estudios asumen esta cuestión.
Con base en la compilación de las comparaciones internacionales de los niveles de
precios por Summers y Heston, Dollar (1992) desarrolla un índice de corte transversal
de la distorsión del tipo de cambio real y otro de variabilidad de dicho tipo de cambio.
Según Dollar, las economías de Asia generalmente tienen bajos niveles de precios,
mientras los países de América Latina, precios moderadamente altos y las economías
de África, niveles de precios extremadamente altos. Los altos niveles de precios indican
fuerte protección e incentiva un cambio hacia la producción local, mientras los bajos
niveles de precios reflejan una protección relativamente modesta e incentiva un cambio
orientado hacia los mercados externos.65 En este sentido, se argumenta que la
orientación hacia fuera puede ser benéfica para el crecimiento económico.66 Se ha
encontrado que la debilidad del estudio de Dollar deriva, principalmente, en que su
medida de la orientación hacia fuera asume el cumplimiento de dos supuestos: (i) el
teorema de igualación del precio de los factores y (ii) la teoría de la paridad del poder de
compra.
64
Véase la sección 1. 3: “Estrategia ortodoxa de promoción de exportaciones”. 65
La orientación hacia fuera puede ser alcanzada a través de un bajo nivel de protección y con un tipo de cambio real estable. 66
Dollar (1992) estima la regresión del PIB per cápita en función de los dos índices del tipo de cambio real construidos por el autor y de la tasa de inversión. Abarca una muestra de 95 países en desarrollo para el periodo 1976-1985.
69
Un estudio más riguroso para probar una infinidad de variables es el de Levine y Renelt
(1992). Éstos, investigan la vinculación entre tasas de crecimiento y una variedad de
indicadores económicos, políticos e institucionales sugeridos por la teoría económica.
Básicamente, analizan la sensibilidad de las regresiones de crecimiento de corte
transversal. Es decir, si las correlaciones son o no robustos ante cambios pequeños de
una lista de variables independientes.67 Reportan una correlación positiva y robusta
entre las tasas promedio de crecimiento y de la inversión como proporción del PIB, así
como entre la inversión como proporción del PIB y el comercio total como proporción del
PIB utilizado como índice de apertura. Encuentran que una amplia variedad de medidas
de política comercial no están correlacionadas robustamente con el crecimiento cuando
se incluye a la inversión como proporción del PIB en la ecuación. Levine y Renelt
intentan demostrar que la apertura puede incidir en el crecimiento del producto per
cápita a través de la inversión. Harrison (1996) integra varias metodologías como
pruebas de correlación, datos de panel e incluso el análisis de sensibilidad del tipo
Levine y Renelt, así como pruebas de causalidad de Granger. Prueba siete diferentes
medidas de política comercial y de tipo de cambio.68 Entre sus principales conclusiones
encuentra que si el crecimiento del producto per cápita es afectado por las medidas de
apertura dependerá si la especificación es con datos de panel o corte transversal.
67
Según la definición de Levine y Renelt (1992: 947) una variable es robusta si provee la suficiente información. Lo de fragilidad se refiere a cuántas variables adicionales necesitan ser agregadas antes de que la variable de interés sea o no estadísticamente significativo. 68
Estas medidas son: (i) índice anual de liberalización comercial (TRI) para el periodo de 1960-1984; (ii) índice de liberalización comercial (TRII) para el periodo de 1978 – 1988; (iii) black market premium (BMP); (iv) índice de apertura comercial del Banco Mundial [(X+M)/PIB]: (v) índice de los movimientos de precios internacionales (MTIP); (vi) una versión modificada del índice de distorsión de precios de Dollar (DOLLAR); (vii) índice que mide la tendencia indirecta de la protección del sector industrial respecto a la agricultura y la sobrevaluación del tipo de cambio (INDIRECT).
70
Empleando este último método encuentra algunos resultados a favor del efecto positivo
de la política comercial en el crecimiento.
El trabajo de Sachs y Warner (1995) destaca al utilizar una variable dicotómica como
recurso novedoso para medir el efecto de la apertura en el crecimiento de los países
que se integran a la economía mundial. En este caso, su variable es igual a la unidad
para referirse a economías abiertas, mientras que es igual a cero con cualquiera de los
siguientes criterios de política comercial, en cuyo caso se consideraría como economía
cerrada: (i) barreras no arancelarias cubriendo 40 por ciento o más del comercio; (ii)
tasas arancelarias promedio del 40 por ciento o más; (iii) un tipo de cambio real de
mercado paralelo al tipo de cambio oficial depreciado por más del 20 por ciento (black
market premium); (iv) pertenencia previa a un sistema económico socialista; y (v) la
existencia de un monopolio estatal sobre las exportaciones. Adicionalmente, consideran
diez variables de control en su modelo.69 Sachs y Warner concluyen que los países en
desarrollo que se integran al comercio mundial tienden a crecer más rápido que los
desarrollados durante el periodo 1970-1989. Dichos autores ponen de relieve la
importancia de la apertura para crecer.
69
Estas variables son la tasa de crecimiento del PIB real per cápita para el periodo de 1970-1989 como variable dependiente (G7089); el PIB real per cápita para la década de los años setenta (LGDP70); una variable dicotómica compuesta para “represiones políticas” (POL); tasa de matrícula de escuela secundaria (SEC70); tasa de matrícula de escuela primaria (PRI70); gasto de consumo de gobierno como proporción del PIB (GVXDXE); número de revoluciones y golpes de estado por año en promedio para el periodo de 1970 – 1985 (REVCOUP); número promedio de asesinatos por millón de personas en 1970 – 1975 (ASSASSP); precio relativo de los bienes de inversión (PPI70DEV); inversión bruta (pública y privada) con respecto al PIB en promedio para el periodo de 1970 – 1989 (INV7089); y la densidad de población en 1960 (POB60/LAND).
71
Wacziarg y Welch (2003), así como Warner (2003) ofrecen nueva evidencia respecto del
estudio de Sachs y Warner (1995). Específicamente, Wacziarg y Welch se centran en
examinar la relación entre liberalización comercial y crecimiento. En particular,
actualizan la variable dicotómica de Sachs y Warner para el periodo de 1990–1999.
Asimismo, construyen una variable definida para fechas de liberalización comercial.
Wacziarg y Welch sugieren que una variable dicotómica de apertura compuesta no es
significativa para periodos recientes como lo fue en el caso de la década de los noventa.
Sin embargo, encuentran que los periodos de liberalización comercial tienen un
importante efecto positivo y robusto en el incremento de la apertura, así como en el
crecimiento a través de su efecto en la acumulación de capital físico. Esto último
previamente fue sugerido por Levine y Renelt (1992), remarcado posteriormente por
Harrison (1996). Por otro lado, Warner (2003) ofrece pruebas adicionales en respuesta
al argumento de Rodríguez y Rodrik (2000). Este argumento se refiere a la tenue
relación negativa entre las restricciones comerciales (o la protección) y el crecimiento.
En este sentido, Warner considera que con el tipo de medida de restricción comercial
utilizada por estos autores,70 un país altamente proteccionista, paradójicamente puede
parecer como abierto.71 Las pruebas de Warner consistieron en probar una vez más la
relación entre apertura y crecimiento agregando algunas modificaciones a su variable
dicotómica de apertura. Sus resultados muestran que la significancia de la variable de
apertura no se ve afectada agregando otras variables como instituciones y educación
secundaria e incluso aún modificando la variable dicotómica de apertura.
70
Tarifas arancelarias a las importaciones como porcentaje de dichas importaciones (import duties as % of imports) 71
Según la opinión de Warner, los elevados aranceles pueden deprimir a las importaciones, de modo que los ingresos por concepto de divisas sobre los bienes importados al ser divididos por las importaciones totales hace que la restricción comercial parezca menor.
72
Rodríguez y Rodrik (2000) ponen en tela de juicio la utilidad de los modelos de corte
transversal, en el sentido, de su debilidad para explicar el crecimiento a partir de la
apertura comercial. Estos modelos enfrentan la restricción que en sus análisis no se
cubre toda la información relevante que proporcionaría cada observación como sería en
el caso de los análisis de series de tiempo en un periodo específico. Sobre este asunto,
se reprodujo el modelo de corte transversal de Sachs y Warner (1995), únicamente, con
respecto a su variable dicotómica de apertura que aparece en la sección del anexo B.
La tasa de crecimiento del producto per cápita fue calculada, por estos autores,
tomando en cuenta el valor del año de 1970 y el de 1989, el cual no necesariamente
registra la tasa de crecimiento ocurrida año tras año comprendida en este periodo de
análisis.72 Los resultados que aparecen en el apéndice de la sección señalada
correspondiente a la estimación propia se obtuvieron considerando 107 observaciones,
cuyos coeficientes, en el sentido de Sachs y Warner y de Rodríguez y Rodrik, fueron de
1.28 y 1.65 respectivamente. El primer resultado fue obtenido siguiendo la metodología
de Sachs y Warner; el segundo, el criterio de Rodríguez y Rodrik. Estos últimos
consideran que el poder predictivo de la variable dicotómica de apertura deriva de la
combinación del tipo de cambio del mercado negro (BMP) y del monopolio estatal sobre
las exportaciones (MON) encontrando coeficientes de 2.51 y -2.02 respectivamente. Es
decir, la desventaja de utilizar este tipo de modelos radica en su naturaleza estática.
Esta debilidad deriva de su reducción a un solo punto en el tiempo. Esto no sucede con
las series temporales, en cuyo caso, son modelos dinámicos y su análisis abarca un
conjunto de puntos en el tiempo.
72
La tasa de crecimiento del producto real per cápita por año, según Sachs y Warner, se calculó como: G7089=[ln(GDP89) – ln(GDP70]/19 donde GDP70 es el PIB real per cápita en 1970 y GDP89 es el PIB real per cápita en 1989.
73
3. 2. El crecimiento con una perspectiva proteccionista
3. 2. 1. Restricción comercial y crecimiento
En la sección anterior y en la precedente (2. 2. 3) se discutió la dificultad para tratar de
medir la apertura y por ende su efecto en el crecimiento del producto per cápita. La
misma problemática se presenta cuando se busca cuantificar el efecto de una política
proteccionista en el crecimiento del producto per cápita e incluso del producto total.
3. 2. 1. 1. Argumentos teóricos
O’Rourke (1997) señala que la evidencia empírica de la relación entre una política
comercial proteccionista y crecimiento no es satisfactoria. Esto es debido a que la mayor
dificultad es cómo cuantificar el nivel de protección en una economía. O’Rourke propone
al índice de restricción comercial de Anderson y Neary- como opción teórica para medir
la protección. Este índice se define como un arancel uniforme. Sin embargo, tiene el
inconveniente que plantea el mismo efecto estático de bienestar como la estructura de
cuotas y aranceles. Esto significa que una cuota es equivalente a un arancel, en el
sentido, de que tanto el primero como el segundo medirían la misma pérdida de
bienestar.
En un estudio pionero, Hagen (1958) sugiere que el proteccionismo pudo haber
acelerado el desarrollo económico de ciertos países. Por ejemplo, está la hipótesis de
que el Reino Unido alcanzó inicialmente su desarrollo económico, bajo un esquema de
proteccionismo. Este fue el mismo caso para países como Estados Unidos y Japón, y en
un contexto diferente para países latinoamericanos como Brasil y México durante el
modelo de ISI. El nivel de ingreso de estos países aumentó posiblemente gracias a su
alto nivel de protección. Según esto, el proteccionismo incrementó el nivel de ingreso a
74
través del efecto del argumento de la industria creciente o de economías externas. En
Johnson (1964) se encuentra uno de los análisis preliminares de la relación entre
proteccionismo y crecimiento. Considera que los argumentos favorables para la
protección como medio de aumentar el ingreso real se puede explicar a través del
arancel óptimo y de la fijación de diferentes aranceles. El primer principio es una
aplicación de la teoría de Pareto sobre la maximización del bienestar; el segundo, es
una aplicación de la teoría de la segunda mejor alternativa (second best theory).
Argumentos no económicos en favor de la protección descritos por Johnson plantean,
por un lado, el aumento de la producción interna a través de los subsidios; por otro, la
autosuficiencia como la imposición de un arancel que permite reducir las importaciones
limitando el consumo interno.73 Según el análisis de Johnson, el proteccionismo implica
dos situaciones: i) el grado de protección varía inversamente con la posición neta de las
exportaciones industriales en los mercados internacionales; y ii) el mejoramiento de la
ventaja comparativa en la producción industrial de un país reducirá el grado de
protección y viceversa.74 Es decir, según Johnson, los países más competitivos en los
mercados mundiales tenderían hacia el libre comercio, mientras que aquellos cuya
competitividad se está deteriorando deberían considerar un incremento del
proteccionismo. Guillén (2005:191-193) plantea que México y otros países
latinoamericanos recurrieron a argumentos a favor del desarrollo hacia dentro (o de lo
que se conoce como ISI) a partir de los años cuarenta, mismos que clasifica en
argumentos de orden externo y e interno. Los primeros se basan en una crítica de la
73
Un análisis más detallado de estos argumentos pueden revisarse en Theberge (1968:410-416). 74
Según la aseveración de Johnson incluso la incorporación de economías de escala en la producción permitiría reducir el grado de protección.
75
teoría estática de la especialización75 y de los efectos dinámicos esperados de las
exportaciones, entre ellas: i) la inestabilidad de los precios de los productos primarios; ii)
el deterioro de los términos de intercambio de los países subdesarrollados; y iii) los
déficits de la balanza de pagos. En cuanto a los segundos se destacan: i) el desempleo;
ii) la industria creciente; iii) la naturaleza dinámica de la dotación de recursos; y iv) la
integración económica.
Para Shaikh (2003), el principal problema que enfrenta la política aperturista ortodoxa,
por ejemplo del CW, es de carácter teórico. El tener como fundamento el principio de los
costos comparativos resulta en fuertes limitaciones y contradicciones en sus resultados.
En el mismo sentido que Hagen, Shaikh puntualiza que el Reino Unido e incluso otros
países como Estados Unidos y Alemania, en un principio, se basaron en políticas
proteccionistas para crecer. De tal manera que una vez alcanzada la senda del
crecimiento ahora presionan a los países menos desarrollados a integrarse al comercio
mundial. Krugman (1994:12) consideraal referirse al éxito económico alcanzado por las
economías del Este Asiático (en los años sesentas)falaz el tradicional enfoque del libre
comercio conocido como “laissez-faire”.76 El crecimiento de estas economías más bien
mostró la efectividad en el diseño de una política industrial sofisticada y de un claro
proteccionismo selectivo. A juicio de Salama (2008), la apertura comercial no debe ser
impuesta sin considerar ciertas medidas de protección. Estas pueden ser indirectas,
75
Ricardo, Hecksher-Ohlin-Samuelson. 76
Rodrik, en un trabajo publicado en 1993 sobre comercio y la reforma de la política industrial en los países en desarrollo, concluye que economías como Taiwán y Corea del Sur prosperaron en ambientes políticos caracterizados por restricciones comerciales cuantitativas, subsidios selectivos e incentivos discrecionales. Según esto, el proteccionismo propició el crecimiento de estos países bajo determinadas condiciones.
76
transitorias y acompañadas con políticas industriales específicas que permitan proteger
a la producción local. De este modo, siguiendo el argumento de la industria creciente, en
el largo plazo, la industria local estará destinada a las exportaciones. Según Salama,
esto ha sucedido en algunos países asiáticos, por ejemplo, China.
Los argumentos teóricos señalados previamente enfatizan la posibilidad de un efecto
favorable en el crecimiento económico de los países que recurren al proteccionismo. Sin
embargo, la evidencia al respecto, todavía es poco concluyente como para sustentar
que el proteccionismo promueve el crecimiento económico de los países. Prueba de ello
se muestra en la siguiente sección.
3. 2. 1. 2. Proteccionismo y crecimiento económico
La regla general siempre ha sido la de promover el libre comercio. No obstante, también
se ha recurrido de manera unilateral a medidas proteccionistas como alternativa de
protección de las economías nacionales ante la competencia externa. Alfred K. Ho
señalaba en 1977, refiriéndose al éxito de la liberalización comercial de Japón en los
años sesentas, que antes de recurrir a esta política, los países en desarrollo, deben de
cumplir, primero, ciertas condiciones: (i) la liberalización comercial no es recomendable
cuando un país presenta problemas de pagos internacionales; (ii) la producción local
debe de alcanzar el nivel de eficiencia técnica para competir con las importaciones; (iii)
las empresas locales deben tener la capacidad para administrar los recursos
económicos y tecnológicos para expandir la producción local, así como el comercio de
exportación; (iv) las industrias locales deben ser protegidas para expandirse con la
posibilidad de exportar; y (v) es necesaria una buena relación de trabajo entre gobierno
77
y empresas. Takacs (1981) encuentra que la protección comercial puede ser el
resultado de factores macroeconómicos como bajos niveles de actividad económica, alto
desempleo, capacidad no utilizada, así como de otras variables como déficits
comerciales y el incremento de las importaciones como proporción del producto. Otros
estudios se centran en analizar la correlación entre políticas proteccionistas77 y
crecimiento.78 Por ejemplo, O’Rourke (2000) encuentra que las tasas arancelarias están
positivamente correlacionadas con el crecimiento para un estudio de diez países
desarrollados entre 1875 y 1914.79 O’Rourke viene a confirmar las observaciones de
Hagen y Shaikh al señalar que países como Estados Unidos y Alemania adoptaron
políticas proteccionistas a finales del siglo XIX experimentando un fuerte crecimiento, el
cual estuvo vinculado con el desarrollo de la industria creciente detrás de elevadas
barreras arancelarias. Clemens y Williamson (2001) encuentran evidencia para apoyar
la paradoja entre aranceles y crecimiento. Según lo anterior, la protección estuvo
asociada a un crecimiento más rápido antes de la Segunda Guerra Mundial y con un
crecimiento más lento después. Obtienen coeficientes de elasticidad del producto per
cápita con respecto a la tasa arancelaria promedio de -2.88 para el periodo 1950-1998 y
de -1.39 para el periodo de 1970-1990. Esto significa que la protección comercial estuvo
asociada con un lento crecimiento después de 1950. En contraste obtienen coeficientes
77
Como una aproximación para medir una política proteccionista se utiliza las tasas arancelarias promedio impuestas sobre las importaciones. 78
Bairoch (1972) fue uno de los primeros autores en analizar el vínculo entre aranceles y crecimiento. Arguye que los países proteccionistas crecieron más rápido en el siglo XIX. Una década después Capie (1983) confirma el resultado de Bairoch con una muestra de cuatro países europeos: Alemania, Italia, Reino Unido y Rusia. En otro estudio, Bairoch (1993) examina las tasas de crecimiento del producto agrícola, industrial y total de Francia en un periodo de libre comercio (1860-1891) y las compara con periodos proteccionistas (1824-1859 y 1892-1913). Concluye que el libre comercio en realidad fue malo para el crecimiento francés. 79
Australia, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Noruega, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.
78
de 0.58 para el periodo de 18651908 y 1.31 para el periodo de 1919-1934. Estos
resultados establecen que el proteccionismo estuvo asociado con un crecimiento más
rápido antes de 1939. Contrariamente, Irwin (2001) al analizar individualmente la
experiencia de varios países para el periodo 1870-1913 encuentra que sus resultados
no son consistentes con el punto de vista de que la sustitución de importaciones
promueve el crecimiento. Según Irwin en el caso concreto de países como Argentina y
Canadá, los cuales mantuvieron los más altos aranceles en dicho periodo, crecieron no
debido a políticas comerciales proteccionistas sino a su mayor acceso a los mercados
mundiales de bienes y de capitales. Esto a su vez ayudaría a estimular el crecimiento de
estos dos países a través de la exportación de bienes de primera necesidad. Un estudio
más reciente por Irwin (2002) parece confirmar lo anterior. Es decir, los aranceles a las
importaciones no fueron un factor crítico en la experiencia de crecimiento a finales del
siglo XIX, aún cuando encuentra una correlación positiva entre aranceles y crecimiento.
Desde luego, la correlación no orienta acerca de la causalidad entre ambas variables
como tampoco de que el crecimiento sea inducido por políticas proteccionistas o de
apertura comercial.
Otros autores presentados a continuación, en contraposición de la apertura, sugieren
explorar el papel de la protección comercial, sin que necesariamente se identifiquen
propiamente como partidarios del proteccionismo.
79
3. 2. 2. Otros análisis específicos, métodos y procedimientos
En el análisis crítico de la evidencia a favor de la política comercial aperturista,
Rodríguez y Rodrik (2000), primeramente, recurren a las pruebas de correlación.
Encuentran una relación lineal entre crecimiento y medidas de restricción comercial
básicamente horizontal y con pendiente negativa. Esto les permite adelantar un
considerable escepticismo acerca de los modelos de corte transversal.
La mayor contribución de Rodríguez y Rodrik en tanto oponentes de la apertura fue
detectar la debilidad de los modelos de corte transversal, así como de los indicadores de
política comercial para explicar el crecimiento. Una peculiaridad de dichos autores
consiste, en reproducir la metodología de una buena parte de la literatura proclive a la
apertura, lo que les da pié para identificar varios errores. Por ejemplo: (i) los indicadores
de apertura constituyen medidas muy pobres de barreras comerciales o bien están
altamente correlacionados con fuentes alternas del mal desempeño económico; (ii) los
métodos utilizados, como es el corte transversal para analizar el vínculo entre política
comercial y crecimiento tienen serios defectos conceptuales. En otras palabras, las
herramientas teóricas utilizadas no son las más adecuadas o no se aborda el
mecanismo preciso a través del cual la expansión de las exportaciones afecta al
crecimiento. Deraniyagala y Fine (2001:817) reafirman que en muchos estudios de corte
transversal el efecto de la liberalización sobre el crecimiento es ambiguo y complejo. Es
decir, mientras algunos países muestran un mejoramiento en su desempeño económico,
otros muestran un marcado deterioro. Sarkar (2007), por ejemplo, hace un contraste
entre análisis con datos de panel y series de tiempo para analizar la vinculación entre la
apertura comercial y el crecimiento. Paradójicamente con este último método muestra
80
que la mayoría de los países cubiertos en la muestra incluyendo los países del Este
Asiático no experimentaron un mayor crecimiento con la apertura económica durante el
periodo de 1961 a 2002. Según Sarkar, estos resultados arrojan considerables dudas
acerca del paradigma neoliberal del CW. Es decir, en cuanto a que la apertura comercial
en realidad promueva el crecimiento.
Tomando en cuenta la debilidad que han mostrado los estudios de corte trasversal para
analizar el efecto de la apertura sobre el crecimiento, Rodríguez y Rodrik (2000) resaltan
la posibilidad de que el proteccionismo pueda ser un vehículo de crecimiento
económico.80 A este respecto, sostienen que el índice de distorsión de Dollar (1992)
presenta serios defectos conceptuales como medida de restricción comercial, mientras
el de variabilidad, es más bien un índice de inestabilidad económica. Sin embargo,
cuando examinan el trabajo de Sachs y Warner (1995), descubren que el poder
predictivo de la variable dicotómica de éstos deriva principalmente de una combinación
de las variables black market premium, así como de la presencia de un monopolio
estatal de exportaciones. No obstante, Harrison y Hanson (1999) ya habían analizado la
robustez de la variable dicotómica de Sachs y Warner sugiriendo que las variables que
se relacionan más con la política comercial no explican el crecimiento. Incluso, las
distorsiones del tipo de cambio pueden relacionarse negativamente con el crecimiento.
Al respecto del trabajo de Harrison (1996), destacan, que el método empleado tiene la
desventaja que las series de tiempo disponibles son muy cortas, requiriendo el uso de
80
En lo referente a proteccionismo, Rodríguez y Rodrik (2000:62) advierten lo siguiente: “…We do not want to leave the reader with the impression that we think trade protection is good for economic growth. We know of no credible evidence – at least for the post-1945 period – that suggests that trade restrictions are systematically associated with higher growth rates.”
81
datos anuales o periodos promedios de cinco años. Por último, Rodríguez y Rodrik
encuentran que los resultados de Edwards (1998) dependen de sobremanera de la
ponderación que se haga de las regresiones de productividad de los factores. En todo
caso, como señalaba Baldwin (2003: 23), al ponderar el logaritmo del producto per
cápita o si se usa el método White para tratar el problema de heteroscedasticidad, se
obtendrían menos indicadores de apertura estadísticamente significativos.81
Rodríguez (2006) hace una nueva revisión de la literatura de apertura y al no encontrar
la suficiente evidencia de que la política comercial aperturista impacte positivamente en
el crecimiento, pone de relieve de que ésta no es importante para tal fin. Por ejemplo,
señalaba que el índice de apertura construido por Frankel y Romer (1999), actúa más
bien como mera aproximación de los efectos geográficos sobre el crecimiento y que está
más relacionado con cuestiones climáticas, transmisiones tecnológicas, así como con
patrones de especialización. Del trabajo de Warner (2003) destaca que una política
comercial que proteja a las industrias de bienes de consumo puede no ser dañina al
crecimiento, pero la que protege a la industria de bienes intermedios y de capital sí lo
es.82 Samman (2005) al examinar el trabajo de Dollar y Kraay (2003) encuentra que los
países clasificados como no globalizados tienen el mayor índice de apertura en
promedio que los globalizados. Esto significa que las economías incorporadas en el
estudio en Dollar y Kraay con mayores índices de apertura y bajas tasas arancelarias
crecieron más lentamente que aquellos países con menor índice de apertura. Es decir,
81
Al menos con un nivel de significancia del 90 por ciento. 82
De hecho, los esquemas proteccionistas tradicionalmente han protegido la producción de artículos de consumo final, mientras que la laxitud para importar bienes de capital e insumos intermedios, asociados incluso a tipos de cambio sobrevaluados, ha sido frecuentemente la norma. Es decir, la protección requiere un perfil selectivo.
82
según Samman, el incremento en el índice de apertura puede ser resultado de políticas
no precisamente relacionadas con el comercio. Cuando Dollar y Kraay señalan que
muchos de los problemas de variables omitidas y simultaneidad de los modelos de corte
transversal pueden ser corregidos utilizando la estimación en primeras diferencias,
Rodríguez (2006) considera que el principal problema con estos análisis es la pérdida de
información, pudiendo incrementar el error de medición.
Los estudios que defienden la apertura e inclusive la postura que asumen Rodríguez y
Rodrik (2000), Samman (2005) y Rodríguez (2006) constituyen análisis parciales. Es
decir, no examinan el problema en su totalidad. Esto significa que pasan por alto la
naturaleza misma de la relación entre comercio y crecimiento. En otras palabras, omiten
cuestionar el carácter exógeno de las variables de comercio exterior en las regresiones
de crecimiento. A pesar de las fuertes críticas de los autores arriba señalados a los
aperturistas, aquellos se abstienen de refutar que el comercio exterior tenga incidencia
en el crecimiento económico, lo cual parecería el paso consecuente.
Otros estudios ofrecen evidencia a favor de la apertura, así como de la protección
comercial. Este es el caso de Vamvakidis (2002). En algunas de sus pruebas, no
encuentra un efecto positivo estadísticamente significativo de la apertura hacia el
crecimiento. Particularmente, el periodo de entre guerras (1920–1940) ofrece evidencia
de que la protección arancelaria incide positivamente en el crecimiento. Sin embargo,
para Vamvakidis, la incidencia positiva del libre comercio en el crecimiento sólo tuvo
sentido temporalmente para el periodo de 1970 a 1990. Otro caso sería el de Yanikkaya
(2003). Examina una amplia variedad de indicadores de apertura comercial clasificadas
83
entre medidas de volumen y política comercial. Con respecto a las primeras, encuentra
evidencia de que el comercio promueve el crecimiento a través de canales como
transferencias tecnológicas y economías de escala. Por lo que se refiere a sus
indicadores de restricción comercial, en contra de la visión aperturista, sus resultados
sugieren la existencia de una relación positiva y significativa entre las barreras
comerciales y el crecimiento. Desde luego, esto no implica que los países en desarrollo
puedan beneficiarse de las restricciones comerciales promoviendo el crecimiento.83
Un problema latente de la dicotomía entre políticas proteccionistas y la reducción
arancelaria como política de apertura que no ha sido cuestionado es el de la
endogeneidad del comercio exterior, punto que se discute a continuación.
4. Endogeneidad. Apertura comercial y crecimiento económico
Por lo regular en los diversos estudios de corte transversalbasados en una infinidad de
indicadores de política comercial para tratar de demostrar que por medio de la apertura
comercial los países alcanzan el crecimientoestá presente el problema de
endogeneidad en las variables utilizadas como independientes. Es decir, erróneamente
se opera con variables que siendo endógenas, se les utiliza como si fueran exógenas,
cometiendo un error fundamental de especificación.
83
Como en casos anteriores, cabe tener presente que la correlación, por definición, carece de validez alguna acerca de la causalidad entre ambas variables.
84
4. 1. Supuestos afines
Un criterio que debe seguirse, particularmente por quienes intentan analizar el efecto de
la apertura sobre el crecimiento, es la perspectiva de hacer evidente el comportamiento
endógeno del comercio exterior o en su caso de la apertura comercial en vez de
controlar o evitar dicho problema. Es decir, cuando se intenta controlar por
endogeneidad (causación inversa)84 o bien por omisión de variables se busca
comprobar la incidencia positiva del comercio en el crecimiento. Éste es el propósito de
VI.85 Sin embargo, lo anterior implica que los errores de especificación no son
corregidos y, por tanto, los análisis de regresión son inconsistentes y parciales. Antes de
intentar estimar regresiones del crecimiento con respecto a la apertura en sus muy
diversas formas de medición, es indispensable someter a las variables de comercio
exterior a pruebas rigurosas de exogeneidad en el contraste de Hausman (1978) o si se
prefiere a las pruebas de exogeneidad fuerte o débil de acuerdo con Engel, Hendry y
Richard (1983). En este caso, si se demuestra el comportamiento endógeno de tales
variables no es justificable estimar dichas regresiones de crecimiento.
Otro método relacionado con el anterior se conoce como IH. A diferencia del previo, no
se requiere de la instrumentación de variables. Este método permite mostrar que, a
través del tiempo, la heteroscedasticidad es muy alta tanto en las tasas de crecimiento
como en el grado de apertura de los países. Dicho método asume que mientras más
correlacionados estén ambas variables mayor es el problema de endogeneidad.
84
Por ejemplo, se tienen dos variables x e y donde x causa y, es decir, x y. Por causación inversa se
entiende la posibilidad de que y cause a x, es decir, y x. 85
Es decir, de la construcción de variables utilizadas como instrumentos.
85
Las anteriores dos metodologías violan al menos uno de los supuestos del modelo de
regresión lineal. El método de instrumentar variables, así como el de
heteroscedasticidad son utilizados por ciertos autores aperturistas para corregir o
identificar el problema endógeno.
4.1.1. Instrumentación de variables
Edwards (1998) se basa en un modelo de panel y estima una función de producción
agregada de corte neoclásico para el crecimiento de la PTF. Sus estimaciones
comprenden periodos promedio de diez años para el crecimiento de PTF tanto para
países en desarrollo como desarrollados. Utiliza estas estimaciones para construir una
segunda serie en la cual incluye una variable de capital humano. Edwards utiliza una
serie de variables instrumentales para confirmar si sus nueve indicadores de apertura
explican el efecto de la política comercial o si capturan el efecto de variables omitidas.86
Entre éstas considera el papel de las instituciones, así como variables de inestabilidad
política y macroeconómica para confirmar el efecto de la política comercial en el
crecimiento de la productividad. Concluye que los países más expuestos a la apertura
tenderán a experimentar un crecimiento más rápido en la PTF.
Desde un ángulo diferente, Frankel y Romer (1999) utilizan un modelo de gravedad del
comercio exterior, dentro del cual se considera el aspecto geográfico como un poderoso
determinante del comercio bilateral. Construyen un componente comercial el cual se
86
Los índices que incluyó Edwards en su modelo son: (1) el de apertura de Sachs y Warner (OPEN); (2) uno de “orientación hacia fuera” del Reporte del Desarrollo Mundial (1987) por el WB (WDR); (3) el de apertura de Leamer (LEAMER); (4) el black market premium promedio (BLACK); (5) aranceles promedio a las importaciones de manufacturas (TARIFF); (6) coberturas promedio de barreras no arancelarias (QR); (7) el Heritage Foundation Index de distorsiones en el comercio internacional (HERITAGE); (8) relación de tasas comerciales recaudadas (CTR); (9) el índice de distorsión de las importaciones de Wolf.
86
supone que incluye el efecto de variables omitidas que se relacionan con el comercio.
Sus resultados sugieren que el comercio tiene un efecto positivo en el ingreso per
cápita. Sin embargo, la variable instrumental que utilizan mide el aspecto geográfico y se
relaciona más con el comercio que con el nivel de ingreso. Es decir, las variables que
incorporan los aspectos geográficos, según la literatura de los modelos de gravedad,
pueden más bien emplearse para explicar el comercio y no el crecimiento (Yan Lee et
al., 2004). Un caso semejante aparece en Dollar y Kraay (2003). Su objetivo consistió
en investigar el efecto del papel de las instituciones, así como del comercio internacional
en el crecimiento del producto per cápita. Consideran que debido a problemas de
multicolinealidad, los modelos de corte transversal no son del todo adecuados para
explicar la importancia relativa comercial e institucional a largo plazo. Para evitar lo
anterior recurren a la estimación de regresiones de variables instrumentales. En éstas
introducen variaciones promedio de diez años del crecimiento del producto per cápita,
como variable dependiente, con respecto a su valor rezagado y ante variaciones con el
mismo promedio del índice de apertura comercial y de la calidad institucional. Asimismo
introducen estas dos últimas variables con periodos de rezago como instrumentos de
control para evitar la posible causalidad reversible entre la variable dependiente y las
variables independientes. Su principal argumento consistió en que los países con
mejores instituciones y que se integran al comercio mundial tienden a crecer más rápido.
Para evitar el problema endógeno, en ciertos estudios, se ha tomado como alternativa,
la influencia de la liberalización comercial de los países desarrollados. Es decir, la
disminución de las barreras arancelarias en los países desarrollados podría aumentar el
crecimiento de los países en desarrollo, gracias a que éstos logran un mayor acceso a
87
los mercados internacionales. Tal es el caso del estudio de Romalis (2007), quien
considera que la expansión del comercio mundial inducido por la disminución de las
restricciones comerciales de países desarrollados causa una aceleración en las tasa de
crecimiento de los países en desarrollo. Romalis utiliza los datos de las tasas
arancelarias de la nación más favorecida de Estados Unidos como instrumento para la
apertura de los países en desarrollo en las regresiones de crecimiento con respecto a la
apertura. Concluye que las tasas de crecimiento de los países en desarrollo podría
incrementarse si otros países desarrollados disminuyen en mayor medida sus barreras
comerciales. Sin embargo, el estudio de Romalis tiene el inconveniente de que utiliza
como variable de apertura comercial al índice representado por [(X+M)/PIB]. Sin
embargo, es ostensible que de hecho lo que está midiendo es simplemente el volumen
comercial relativo a una proxy del ingreso.
Por último, Estevadeordal y Taylor (2007) también recurren a la instrumentación de
variables. Su estudio consistió en analizar el desempeño económico de los países antes
y después de lo que ellos llaman el experimento de la gran liberalización que inició a
partir de 1990. Primeramente, le dan a la apertura un tratamiento discreto que consiste
en seguir la metodología de Sachs y Warner (1995), dentro del cual consideran una
variable dicotómica para países que se han liberalizado (liberalizados = 1) respecto de
los que no se han liberalizado (no liberalizados = 0). En segundo lugar, le dan a la
apertura un tratamiento continuo, para lo cual utilizan tres diferentes medidas de
aranceles: i) promedio (t); ii) sobre bienes de capital (tk); y iii) sobre bienes de consumo
(tc). Sus dos variables instrumentales para medir las reducciones arancelarias son
construidas tomando como referencia la Ronda de Uruguay del GATT entre 1985 y
88
2000. En este caso, los países con elevados aranceles que se integraron al GATT
fueron objeto de un mayor recorte arancelario debido a las presiones tanto interna como
externa.87 Concluyen que hay un sustento a favor de la política de liberalización
comercial del CW.88 La debilidad del estudio de Estevadeordal y Taylor deriva en que
toman como modelo la teoría estática de ventajas comparativas de Ricardo. Es decir,
asumen que los países se especializan exclusivamente en bienes de consumo, o
alternativamente, en bienes de capital.
4.1. 2. Análisis por heteroscedasticidad
Ante la dificultad que ha generado el método de VI con la perspectiva de sustentar los
efectos benéficos de crecimiento de la apertura se ha recurrido a la utilización de
métodos estadísticos alternos. En este caso, el problema endógeno existente entre la
apertura y crecimiento puede ser analizado a partir de la IH. Este método consiste en
identificar la variación de los términos de error en las ecuaciones de crecimiento. Es
decir, si los términos de error no presentan una varianza constante hay presencia de
heteroscedasticidad, el cual puede indicar endogeneidad entre las variables. Los
estudios presentados a continuación examinan este punto.
Yan, Ricci y Rigobon (2004) consideran que la correlación entre la apertura y las tasas
de crecimiento eleva el problema de endogeneidad. Para ello, siguiendo el método de
Rigobon (2003) y abstrayéndose de otros controles se concentran en un sistema de
87
Las dos variables instrumentales construidas por Estevadeordal y Taylor (2007) son: GATT Potencial 1= ln(1+tariff1985) x [GATT miembro en 1985] GATT Potencial 2= ln(1+tariff1985) x [No. promedio de embajadas del G7 y consulados] 88
Como se ha observado previamente, el CW afirma que la disminución arancelaria puede promover el crecimiento de los países en desarrollo.
89
ecuaciones simultáneas. Es decir, por un lado, analizan la ecuación de crecimiento, la
cual mide el efecto de la apertura en el propio crecimiento. Por otra parte, analizan la
ecuación de apertura, la cual describe cómo el crecimiento afecta el grado de apertura
de la economía. Los coeficientes de elasticidad de ambas ecuaciones será la cuestión a
analizar.89 El problema radica que cuando se estima el efecto de la apertura sobre el
crecimiento ocurre que este último también puede tener una importante incidencia en la
apertura. En particular, los autores utilizan al PIB real per cápita como su variable de
crecimiento y cuatro variables de apertura: i) el índice de apertura [(X+M)/PIB]; ii) un
indicador arancelario; iii) impuestos arancelarios sobre las importaciones (import duties);
y iv) el black market premium (BMP). Sus resultados sugieren que las medidas de
política comercial pueden tener un efecto positivo sobre el crecimiento cuando se
controla por endogeneidad. Es decir, se busca evitar el efecto del crecimiento hacia la
apertura. Encuentran que tanto el controversial indicador de apertura y el tipo de cambio
del mercado negro (black market premium) son robustos en varias de sus
especificaciones. Desafortunadamente, se sigue teniendo el inconveniente de que la
primera medida no expresa el grado de apertura y la segunda si bien mide mejor la
apertura captura el efecto de distorsiones económicas y políticas como había sido
señalado con anterioridad por Rodríguez y Rodrik (2000). En conclusión, según sus
resultados, la apertura tiene un efecto positivo sobre el crecimiento. Sin embargo, su
análisis de heteroscedasticidad también describió un efecto robusto del crecimiento
hacia la apertura. Yan, Ricci y Rigobon (2004) si bien ofrecen una alternativa para
89
Yan, Ricci y Rigobon (2004) utilizan el siguiente sistema de ecuaciones:
yt = ot + t;
ot = yt + t
donde yt es la tasa de crecimiento y ot es el grado de apertura
90
analizar la relación ampliamente discutida entre apertura y crecimiento, no especifican
claramente que este último tenga un desempeño exógeno y el comercio (o la apertura)
un papel endógeno. Un análisis similar fue llevado a cabo por Rigobon y Rodrik (2004)
quienes insisten en relacionar la apertura con el crecimiento. Básicamente analizan la
determinación conjunta de cuatro variables que consideran endógenas: (1) el PIB per
cápita); (2) las instituciones económicas, plasmado en el reglamento de leyes; (3) las
instituciones políticas, referidas como a la democracia existente; y (4) la integración
económica, plasmada en el comercio. Sus variables exógenas fueron la distancia del
Ecuador, la población y el área territorial. Dentro de los resultados de mayor importancia
está que la apertura comercial [(X+M)/PIB] tiene un impacto negativo en los niveles de
ingreso, pero controlando el efecto de sus variables tanto geográficas como
institucionales. Este resultado, contradice al previamente obtenido por Frankel y Romer
(1999), el cual basándose en un modelo de gravedad para estimar un componente
geográfico de comercio y utilizado como instrumento, encuentran que el comercio tiene
un efecto positivo sobre el nivel de ingreso.
En contraste con la literatura de los capítulos tres y cuatro previos, en la siguiente
sección se analiza una cuestión fundamental. Es decir, si el comercio exterior es
exógeno con relación al crecimiento económico. Dicho de otra manera, si el comercio
exterior es capaz de incidir en el crecimiento económico, antes de entrar a
consideraciones sobre la magnitud y el sentido de dicho impacto. Es decir, se examina
si procede siquiera plantearse la eventualidad de que el comercio sea capaz de influir en
el crecimiento.
91
5. El comercio exterior como inductor de crecimiento: análisis de variables
En esta sección se pone un mayor acento en la característica exógena que en principio
se asume presenta el comercio exterior. Se destaca la metodología a seguir, la forma de
hacer operativas las hipótesis, así como la evaluación empírica dentro del cual se
examinan los resultados.
5. 1. Metodología
Para analizar los vínculos entre comercio exterior y PIB, se suele recurrir a las pruebas
de causalidad apareadas de Granger. Sin embargo, éstas no establecen
adecuadamente la direccionalidad de las variables involucradas, pudiendo dar pié a
cierta confusión. Otra alternativa son las pruebas de exogeneidad. Éstas consisten en
verificar los errores de especificación de las ecuaciones estimadas. Afortunadamente,
este último procedimiento ofrece mayor precisión para dilucidar la relación que existe
entre comercio y crecimiento una cuestión que data desde Adam Smith y David
Ricardo.90 Por esta razón antes de intentar medir el efecto del comercio exterior en el
producto se considera imprescindible realizar las correspondientes pruebas de
exogeneidad en el contraste de Hausman. Para ello, en este trabajo, se sigue como
metodología el uso de VI no con el propósito de corregir sino de evidenciar la existencia
o no de endogeneidad. Las pruebas referidas se aplican a los casos específicos de
México y Estados Unidos.
90
Véanse las secciones 1. 1. 1. y 1. 1. 2 supra.
92
5. 1. 1. Problema de investigación
A lo largo de esta investigación se ha venido cuestionando que tanto teórica como
empíricamente comercio y crecimiento están fuertemente vinculados o que pueden
causarse mutuamente. El hecho de que ambas variables se causen en el sentido de
Granger plantea de por si un problema de investigación. Esta ambigüedad en doble
sentido ha creado una confusión insistente, en el sentido, de que se ha utilizado a la
política comercial aperturista con la expectativa de alcanzar un mayor crecimiento. Es
decir, la especificación dominante en las diversas investigaciones empíricas es que el
crecimiento puede ser alcanzado poniendo mayor acento en el comercio internacional.
Bajo esta perspectiva, se ha aceptado en forma generalizada que la apertura comercial
impulsa el crecimiento económico de los países.
Por otra parte, con base en las pruebas de exogeneidad, se puede analizar el fenómeno
opuesto. Es decir, si es que el producto tiene un comportamiento exógeno para
estimular el comercio exterior. Esto determinará la validez de evaluar o no el impacto de
las exportaciones, así como el de las importaciones en la expansión del producto. Esto
último bajo los paradigmas del export-led growth e import-led growth. En contraste con
lo anterior se analiza otro ámbito de la relación. Es decir, se mide el efecto del producto,
así como del tipo de cambio real en cada una de las variables del comercio exterior
referidas.
93
5. 1. 2. Hipótesis nulas
Las hipótesis nulas se plantean tomando como base los planteamientos teóricos sobre
los vínculos entre tres variables fundamentales. Es decir, comercio exterior el cual se
manifiesta en exportaciones e importaciones y el producto, plasmado en el PIB. Las
hipótesis presentadas a continuación se refieren a la economía de México, por una parte
y a la de Estados Unidos, por otra.
Considerando la literatura citada del capítulo tres, por lo que se refiere al comercio como
determinante exógeno, en primer lugar, se describen las hipótesis a lo que puede
considerarse como caso de trade-led growth. Es decir, crecimiento inducido por
comercio exterior:
Por un lado, se intenta demostrar si el planteamiento teórico conocido como export-led
growth, el cual hace referencia al crecimiento del PIB inducido por las exportaciones,
tiene validez para México, por una parte, y para Estados Unidos, por otra. Es decir, en
tanto hipótesis nula:
H0. 1:
Las exportaciones inducen el crecimiento del PIB
Adicionalmente, se analiza si el import-led growth se cumple. En otras palabras si es
plausible alcanzar el crecimiento inducido por importaciones. Se esperaría que sea más
propicio para un país en desarrollo como México que para uno desarrollado como
Estados Unidos. La hipótesis se enuncia como:
94
H0. 2:
Las importaciones inducen el crecimiento del PIB
En segundo lugar, de acuerdo con la literatura del capítulo cuatro en referencia al
tratamiento de la endogeneidad del comercio se describen las hipótesis a lo que puede
considerarse como la existencia de un growth-led trade. Es decir, comercio exterior
inducido por el crecimiento del producto. Así, con la siguiente hipótesis se intenta
comprobar un caso de growth-led export referido a exportaciones inducidas por el
crecimiento del PIB:
H0. 3:
El PIB induce a las exportaciones
En una cuarta, se intenta demostrar un growth-led import donde las importaciones son
inducidas por el crecimiento del PIB:
H0. 4:
El PIB induce a las importaciones
Cabe mencionar que las cuatro hipótesis nulas aquí enunciadas implican cuatro
relaciones funcionales fundamentales entre comercio exterior y crecimiento del
producto.
95
5. 2. Modelo analítico y evaluación empírica
5. 2. 1. Comercio exterior: ¿exogeneidad o endogeneidad?
En esta sección se discute en qué consiste la fundamentación del modelo de regresión
lineal, así como el de ecuaciones simultáneas. Posteriormente, se describe el
procedimiento estadístico para analizar el comportamiento de exogeneidad, en
contraste, con el problema de endogeneidad entre comercio y crecimiento.
5. 2. 1. 1. Fundamentación del modelo de regresión lineal
Una característica recurrente e invariable de los estudios empíricos examinados en las
secciones tres y cuatro es el pasar por alto las pruebas de exogeneidad. Es decir,
utilizan tal o cual variable sin examinar de antemano si son exógenas, o endógenas, con
lo cual se corre el riesgo de una incorrecta especificación.91 La relevancia de dichas
pruebas radica en que dilucidan el sentido de la funcionalidad. Esto constituye un primer
paso obligado para especificar las regresiones a estimar. Estos resultados indicarán si
es a través del comercio exterior (apertura económica) que se puede lograr el
crecimiento del producto. Alternativamente, si es que es el crecimiento del producto, la
vía para lograr una expansión en el comercio exterior.
En este trabajo se argumenta que en las diversas ecuaciones de crecimiento de corte
transversal por los aperturistas, donde se expone al PIB per cápita en función de la
política comercial de apertura, se ha pasado por alto al menos uno de los supuestos
importantes del modelo clásico de regresión lineal. Al respecto, Kennedy (1997)
describe los siguientes supuestos fundamentales:
91
Se diría que la especificación de las variables obedece a la intuición de los analistas o de los teóricos que plantearon los esquemas que los primeros siguen. En cualquier caso ignoran la fundamentación estadística a la que deben someter las relaciones funcionales a estimar.
96
1) Evitar errores de especificación en la ecuación de regresión;92
2) El valor esperado del término de perturbación o error debe ser cero. Es decir, es
igual a cero la media de la distribución de donde se extrae el término de
perturbación;
3) Los términos de perturbación deben tener la misma varianza y no correlacionarse
entre sí;93
4) Las observaciones de la variable independiente deben considerarse fijas en
muestras repetidas. Es decir, se puede repetir la muestra con las mismas
variables independientes.94
Siguiendo estas cuatro condiciones fundamentales de regresión lineal se plantea que el
crecimiento económico puede afectar a las exportaciones o a las importaciones y no
éstas al crecimiento. En este sentido, se opta por el análisis de modelos
uniecuacionales,95 en cuya estimación se utilizan series temporales empleando la
metodología Box-Jenkins.96 Con ésta se evalúan los planteamientos aperturistas
92
Estos errores de especificación suelen ser por ejemplo: a) La omisión de variables independientes relevantes o la inclusión de variables independientes
irrelevantes; b) Cuando no es lineal la relación existente entre las variables dependientes y las independientes;
c) Cuando los parámetros () no permanecen constantes durante el periodo en el que se recolectan los datos.
93 La violación de este supuesto normalmente conduce a problemas de heteroscedasticidad o de
autocorrelación. A este respecto, la heteroscedasticidad se refiere cuando no todas las perturbaciones tienen la misma varianza. En cambio la autocorrelación se presenta cuando las perturbaciones se correlacionan entre sí. 94
El planteamiento de los modelos de ecuaciones simultáneas constituye una violación de este supuesto. Otras violaciones al supuesto cuatro son los errores en las variables, que se refiere a errores en la medición de las variables independientes; y los modelos autorregresivos los cuales se refieren al uso de un valor retrasado de la variable dependiente como una variable independiente. 95
Los modelos uniecuacionales se refieren a que una variable dependiente está en función de una o más variables explicativas. 96
Según la metodología Box-Jenkins, en los modelos de series temporales, una variable como Yt puede ser explicada por sus valores pasados o rezagados, y por los términos estocásticos de error. De acuerdo con esta especificación, los modelos ARIMA reciben también el nombre de modelos ateóricos debido a que no son derivados de teoría económica alguna. Mientras que los modelos de ecuaciones simultáneas toman como base a las teorías económicas (Gujarati, 2003: 811). Al respecto son tres los antecedentes teóricos de la construcción de los modelos de ecuaciones simultáneas (Loría, 2007: 37 - 38): (a) los modelos de equilibrio general que tuvieron su inicio con Walras y posteriormente con Pareto; (b) los modelos de ciclo económico desarrollados en los años treinta por Frisch y Kalecki; (c) la teoría de Keynes, y más tarde los desarrollos de modelos estructurales por la Cowles Commission.
97
enfocados al uso de modelos de corte transversal e incluso datos de panel. En este
caso, su relevancia estriba en el análisis de la relación causa-efecto en un solo sentido.
Al respecto existen argumentos lógicos y empíricos que pueden ser verificables como se
verá más adelante al especificar las funciones de exportación e importación. La
condición cuatro merece especial atención por el énfasis que se les da a los modelos de
ecuaciones simultáneas.
5. 2. 1. 2. Fundamentación del modelo de ecuaciones simultáneas
Particularmente, en la sección 5.1.1., se destacaba que en los planteamientos teóricos
del libre comercio puede encontrarse una relación confusa, pues plantea en doble
sentido el vínculo entre el comercio internacional y el crecimiento económico. Es decir,
mientras que se aduce que el primero induce el crecimiento, este último, a su vez puede
impulsar al comercio. La ambigüedad de esta relación bidireccional, estaría sugiriendo
un modelo de ecuaciones simultáneas. Dichos modelos se refieren a la determinación
conjunta o simultánea de las variables dependientes (o endógenas) entre varias
relaciones funcionales. Esto hace que la distinción entre variables dependientes y
explicativas tenga un valor dudoso. Además estos modelos presentan la debilidad
estadística de que no pueden ser estimados aplicando la metodología de Box-Jenkins.97
Pérez (2006: 564) argumenta que cuando los modelos de ecuaciones simultáneas
involucran series temporales, la presencia dinámica de tales series puede constituir una
mejoría con respecto a su modalidad estática, aunque no ofrece evidencia alguna. Sin
embargo, no descarta problemas en lo relativo a la presencia de raíces unitarias o a la
falta de estacionariedad de series temporales agregadas. Aún cuando puedan aplicarse
97
Véase la nota a pie de página previa (96).
98
logaritmos e incluso primeras diferencias en las variables de cada una de las ecuaciones
del sistema, los resultados pueden ser estadísticamente no significativos. Por tanto, sin
las pruebas de estacionariedad correspondientes y la dificultad que ello implica ajustar el
modelo mediante términos AR y MA, los resultados serían espurios.98 Esta
indeterminación funcional constituye un elemento fundamental a cuestionar en la
presente investigación.
En un sistema de ecuaciones, no es posible estimar los parámetros de cada ecuación,
aisladamente, sin tener en cuenta la información proporcionada por las demás
ecuaciones del sistema. En caso de que los parámetros sean estimados se estaría
violando uno de los supuestos fundamentales del método de MCO. El supuesto cuatro
antes referido, indica que las variables explicativas no son estocásticas (aleatorias) o
pueden estar distribuidas independientemente del término de perturbación o error. En
tanto todas las variables endógenas si pueden ser aleatorias. De acuerdo con Kennedy
(1997), un cambio en cualquier término de perturbación cambia todas las variables
endógenas, puesto que se determinan simultáneamente. Es decir, debido a que en un
modelo de ecuaciones simultáneas cada ecuación tiene por lo menos una variable
endógena como independiente, no encaja en el modelo de regresión lineal. Esta
variable endógena no puede considerarse fija en las muestras repetidas. En cambio,
valga la redundancia, las observaciones de las variables independientes deben
considerarse fijas en muestras repetidas.99 El resultado es que los estimadores
obtenidos por el método de MCO no solamente son sesgados sino también
98
El que los resultados sean espurios puede deberse a la no estacionariedad de las variables. 99
El análisis del modelo clásico de regresión lineal es un análisis de regresión condicional. Es decir, condicionado a los valores dados del (los) regresor (es) X.
99
inconsistentes. Significa que a medida que el tamaño de muestra aumenta
indefinidamente, los estimadores no convergen hacia sus verdaderos valores
poblacionales (Gujarati, 2003). De esta manera, los modelos de ecuaciones simultáneas
constituyen una de las violaciones al planteamiento del modelo clásico de regresión
lineal.
En los modelos de ecuaciones simultáneas se busca la evasión del supuesto al que se
hacía referencia previamente. El mayor problema que enfrentan dichos modelos es que
no pueden ser estimados por el método antes referido de regresión lineal. En este
sentido, se busca como solución la forma estructural o reducida del sistema de
ecuaciones. En decir, una ecuación en forma reducida es aquella que expresa
únicamente una variable endógena en términos de las variables predeterminadas y las
perturbaciones (estocásticas). No obstante, lo anterior conlleva a lo que se conoce como
problema de identificación. Éste consiste en verificar si los parámetros de una ecuación
estructural pueden obtenerse de la forma reducida. De ser esto posible, se dice que la
ecuación está identificada; en caso contrario, la ecuación no estará identificada o bien
subidentificada cuando se carece de suficiente información económica. Una ecuación
estará exactamente identificada cuando se cuenta con el número de restricciones
suficientes; estará sobreidentificada cuando se sobrepasa el número de restricciones.
Algunas reglas comunes para saber si una ecuación estructural está identificada son las
llamadas condiciones de orden, así como de rango de identificación. Esto puede ocurrir
con los modelos de corte transversal cuando se recurre a la construcción de variables
utilizadas como instrumento para evitar el problema de causación reversible entre la
variable dependiente y la independiente. En los modelos de ecuaciones simultáneas se
100
recurre a métodos como el de MCI cuando la ecuación estructural está exactamente
identificada, o bien, al de MC2E con instrumentación de variables en el caso de que la
referida ecuación esté sobreidentificada. Se supone que ambos métodos se utilizan para
evitar el problema de simultaneidad entre las variables. Sin embargo, al aplicar el
método de MC2E, básicamente, se está reemplazando a la variable endógena que
actúa como explicativa por una combinación lineal de variables predeterminadas. Esta
combinación lineal será la variable explicativa que se utiliza como instrumento o variable
representante de la variable endógena. Según la aplicación de las dos metodologías
anteriores, se asume que las estimaciones obtenidas serán consistentes. Según esto, a
medida que el tamaño de muestra aumenta indefinidamente, las estimaciones habrán
de convergir hacia sus verdaderos valores poblacionales.
Una vez especificadas las anteriores condiciones se identifica que en los modelos de
corte transversal se violan los supuestos uno y tres, antes indicados. Por ejemplo, sin la
realización previa de pruebas de exogeneidad, se pueden cometer errores de
especificación cuando se antepone al comercio exterior ante la posibilidad de que no
sea variable independiente. En otras situaciones se incurre en problemas de
heteroscedasticidad cuando los términos de error (o perturbación) no mantienen una
varianza constante en todas las observaciones como lo indica la metodología de la IH.
Estos errores cometidos se intentarán enmendar a partir del uso y no de la construcción
de variables instrumentales. Para evitar cometer los mismos errores, valga la
redundancia, se realizarán pruebas de exogeneidad en el contraste de Hausman.
101
5. 2. 1. 3. Planteamiento
El método de VI permitirá analizar la exogeneidad del comercio exterior. Es decir, el
objetivo será demostrar que un modelo de crecimiento del producto en función de las
exportaciones o de las importaciones está incorrectamente especificado. Teóricamente,
el comercio exterior se especifica en función del producto. Según esto, las exportaciones
son función del producto foráneo y las importaciones, usualmente, se exponen en
función del producto local (Chacholiades, 1992; Rivera-Batiz et al., 1994).100 Para
determinar lo anterior, se verifica, la naturaleza de las exportaciones, así como de las
importaciones analizando la exogeneidad del producto. Se utiliza como variable
instrumental una variable no relacionada con las anteriores. Es decir, una variable ajena.
En el caso de México como de Estados Unidos se eligió como variable instrumental a la
temperatura media de cada país.101
El procedimiento que se sigue para analizar la exogeneidad del productocon el
propósito de verificar su comportamiento exógeno para inducir a las
exportacionesconsiste en estimar, primero, una regresión auxiliar:
0 1 1 tPIB z (49)
100
Rivera-Batiz y Rivera-Batiz (1994: 336-337) especifican a las funciones de exportación e importación como: X = f(q, Y*) M = f(q, Y) done X = exportaciones; M = importaciones; q = precios relativos (q = eP*/P) donde e es el tipo de cambio nominal, P* es el precio de los bienes foráneos y P el precio de los bienes locales); Y* = ingreso real foráneo; Y = ingreso real local. También es conveniente revisar las funciones de exportación e importación especificadas por Thirlwall (2003) y las formuladas por Krugman (1988) de la sección 1. 2. 2: “Restricción externa”. 101
Una nota sobre las pruebas de exogeneidad puede revisarse en la sección C de los anexos.
102
donde PIB es el producto de México102 y z es la variable instrumental. El paso siguiente
es crear la variable de residuos que resulta de estimar al PIB con respecto a su variable
instrumental z, es decir, la ecuación (47). Finalmente, para comprobar la exogeneidad
del producto se estima la ecuación de las exportaciones incorporando a la variable de
residuos estimada:
0 1 2 2
tX PIB (50)
De esta ecuación (50), se analiza la significancia de la variable de residuos estimados.
Si dicho coeficiente no es estadísticamente significativo, el PIB se considera como
exógeno. En caso contrario, endógeno.
De manera similar, siguiendo el procedimiento especificado por la ecuación (49) se
analiza la exogeneidad del producto, pero ahora estimando la regresión de las
importaciones incorporando a una nueva variable de residuos estimada:
0 1 2 2
tM PIB (51)
Como antes, si el coeficiente de los residuos es estadísticamente no significativo, el
producto se considera exógeno. En caso contrario, se considera endógeno.
102
Se realiza la misma prueba para el producto foráneo (referido al PIB de Estados Unidos).
103
5. 2. 2. Resultados
Adicional al análisis de exogeneidad del producto se aplica el mismo para el tipo de
cambio real bilateral de México-Estados Unidos, así como para el tipo de cambio real
efectivo siguiendo el procedimiento explicado por las tres ecuaciones previas de la
sección 5. 2. 1. 3. Estas dos últimas variables se definen en el capítulo seis. El periodo
de análisis para los casos tanto de México como de Estados Unidos es del primer
trimestre de 1980 al cuarto trimestre de 2006. Todas las variables son estimadas en
forma logarítmica y en primeras diferencias.
5. 2. 2. 1. México
En la presente sección, primero, se analiza la exogeneidad del producto tanto local
como foráneo. Posteriormente, el papel del tipo de cambio real bilateral con respecto al
comercio exterior mexicano.
5. 2. 2. 1. 1. Exogeneidad: comercio exterior y producto
Como se mencionó en la sección 1. 3. 2., México ha seguido una política de apertura
comercial desde principios de los años ochenta ingresando al GATT en 1986, hoy OMC.
A partir de entonces se han suscrito 13 tratados de libre comercio con 42 países (Trejo,
2007).103 Dicho proceso pareciera continuar hasta la fecha con el objeto de promover el
crecimiento económico. Sin embargo, en razón de lo anterior, el análisis de exogeneidad
demuestra que el PIB de México es una variable exógena. Es decir, no puede ser
103
Los diversos acuerdos comerciales que México tiene firmados hasta la fecha son: ALADI, 1981; Estados Unidos y Canadá (TLCAN), 1994; Colombia y Venezuela (G3), 1995; Costa Rica, 1995; Bolivia, 1995; Nicaragua, 1998; Chile, 1999; Unión Europea (25 países), 2000; Israel, 2003; Salvador, Guatemala y Honduras (Triángulo del Norte), 2001; Islandia, Noruega, Liechtenstein y Suiza (Asociación Europea de Libre Comercio), 2001; Uruguay, 2004; y Japón, 2005.
104
especificada como dependiente en función del comercio exterior. El resultado se expone
en el cuadro uno adjunto.
Cuadro 1. Variable dependiente: exportaciones (1980:1-2006:4)
Nota: El valor del estadístico t se encuentra entre paréntesis. La significancia es: ( )***, 99%; ( )**, 95%; ( )*, 90%.
De acuerdo con el cuadro uno, se estimó la regresión de las exportaciones en función
del PIB de México incluyendo a los residuales como segunda variable. Así al utilizar a la
temperatura media como variable instrumental, el coeficiente de los residuos es
prácticamente de cero, el cual no fue estadísticamente significativo (0.58). Este
resultado indica la existencia de exogeneidad para el producto. La prueba de los
coeficientes de Wald confirma este resultado. Según esta prueba, con un nivel de
significancia del 99% se concluye que el PIB de México es exógeno.104 En consecuencia
no se puede aceptar que las exportaciones mexicanas puedan tener incidencia alguna
en la propia producción de México. En contraste autores como Blanco (1994) y Aspe
(2005) resaltaban que el mejor camino para que un país como México retomara el
crecimiento- haciéndolo más atractivo al exterior y alcanzara su eficiencia económica-
era a través del modelo de desarrollo orientado hacia fuera vía la apertura comercial.105
104
Ecuación 1.1 del anexo D. 105
Al respecto Aspe (2005: 141; 142-143) afirmaba: “…contar con un sistema comercial menos proteccionista representa en la práctica un prerrequisito para poder avanzar en la integración a la economía mundial”; “[…] La sola apertura comercial no es una herramienta suficientemente poderosa como para inducir un mayor crecimiento y una mejor asignación de recursos”. Según Aspe, esta última afirmación, debía venir acompañada de otras medidas de política económica de corte neoliberal.
No de ecuación
Constante Variable de prueba: PIB
(México)
Valor de la variable de los residuos R
2 D. W.
Resultado de la prueba Variable instrumental coeficiente p-value
(1) 0.02
(1.85)*
0.84 (3.57)***
Temperatura media (México)
-0.00000209 (- 0.55)
0.58
0.11
2.28
exógena
105
Desde luego, las pruebas de exogeneidad que dichos autores justamente omiten, no
permiten apoyar tal argumento.
Kwan y Kwok (1995) llegan a un resultado diferente al analizar el caso de China para el
periodo 1952-1985. Siguiendo la estrategia de Engle y Hendry para pruebas de
exogeneidad débil y superexogeneidad encuentran que las exportaciones son exógenas
en una ecuación de crecimiento.106 Este resultado les permite validar la hipótesis export-
led growth para el caso de China.
Por otro lado, el PIB de Estados Unidos es una variable exógena con relación a las
exportaciones mexicanas. Se estimó la regresión de las exportaciones en función del
PIB de Estados Unidos, así como de la variable de residuos. Esto se verifica al utilizar a
la temperatura media de este último país como variable instrumental, cuyo coeficiente
de los residuos es cero y estadísticamente no significativo (0.86) como se muestra en el
siguiente cuadro.
Cuadro 2. Variable dependiente: exportaciones (1980:1-2006:4)
Nota: El valor del estadístico t se encuentra entre paréntesis. La significancia es: ( )***, 99%; ( )**, 95%; ( )*, 90%; y e. n. s. se refiere a estadísticamente no significativo.
106
Kwan y Kwok (1995) utilizan a la variable de residuos estimados para la prueba de exogeneidad débil y esta misma al cuadrado para la prueba de superexogeneidad. Finalmente, estiman una ecuación de crecimiento incluyendo a estas dos variables como regresores adicionales analizando su significancia mediante la prueba F.
No de ecuación
Constante Variable de prueba: PIB
foráneo (EU)
Valor de la variable de los residuos R
2
D. W.
Resultado de la
prueba Variable instrumental coeficiente p-value
(2) 0.002
(0.14) e. n. s.
3.07 (2.08)***
Temperatura media (EU)
-0.0000974 (0.46)
0.86
0.04
2.48
exógena
106
El resultado de la prueba de exogeneidad del cuadro dos significa que el PIB de
Estados Unidos es una variable independiente con respecto a las exportaciones
mexicanas. La misma prueba de los coeficientes de Wald permitió confirmar el anterior
resultado. Al rechazar la hipótesis nula, con un nivel de significancia del 99%, se
concluye que el PIB de Estados Unidos es una variable exógena.107
Contrario a los resultados de endogeneidad encontrados por la literatura, erróneamente
se le asigna a las exportaciones mexicanas la capacidad para incidir en el producto
local. En un inicio, Tornell et al. (2004) argüyen que el menor desempeño del
crecimiento económico de México en los últimos años no implica que la liberalización
comercial y el TLCAN hayan sido la causa de tal resultado. Sin embargo, posteriormente
afirman que el crecimiento del PIB pudo haber sido menor sin la liberalización comercial.
Con lo anterior están planteando que el comercio exterior incide en el PIB.108 Kose et al.
(2004) le adjudican beneficios al comercio exterior en el PIB. Afirman que si bien el
crecimiento de la economía mexicana disminuyó, ésta se desempeñó mejor después
que antes del TLCAN.109 Otro estudio, el Congress of the United States (2003), por
ejemplo, reveló que el incremento de las exportaciones mexicanas hacia los Estados
Unidos contribuyó al incremento del PIB de México. Como evidencia plantea que en el
2001, aquellas aumentaron cerca del dos por ciento. Zabludovsky (2005) incluso
considera que el TLCAN ha sido una parte importante, por un lado, en la política de
107
Ecuación 1. 2 del anexo D. 108
Según Tornell et al., la causa se relaciona más con la falta de reformas estructurales después de 1995 y por el impacto en la restricción del crédito local que afectó severamente al sector de bienes no comercializables generando “cuellos de botella”. Esto, a su vez, obstaculizó el crecimiento del sector de bienes comercializables contribuyendo así a la disminución de las exportaciones. 109
Esto lo sustentan especificando un aumento en el producto promedio anual, pasando éste de 2 a 4 por ciento entre los periodos 1980 y 1993, por una parte, y 1996 y 2002, por otra.
107
comercio exterior, y por otro, como instrumento de política económica de largo plazo de
México. El común denominador de la literatura mencionada es la de plantear, directa o
indirectamente, que las exportaciones inciden en el producto local. Necesariamente
omiten el problema de endogeneidad que caracteriza al comercio exterior.
Blecker (1996) considera que ante la falta de un estímulo interno para crecer, México,
buscó la promoción de exportaciones. Sin embargo, señalaba que estas no pueden
servir como motor de crecimiento, en tanto, la política cambiaria opere con propósitos
opuestos. Manifiesta que con la devaluación, si bien se estimula las exportaciones y se
permite una mejoría de la balanza comercial, no es posible promover una rápida
expansión de la economía, o bien que opere el expor-led growth. Weisbrot et al. (2004)
al replicar un estudio llevado a cabo por el WB demuestran que el TLCAN más bien
redujo el crecimiento económico de México. Según este organismo, el TLCAN
incrementó el producto per cápita de México en cuatro por ciento al final del 2002. Para
los autores referidos, éste fue de uno por ciento. Ello implicó que la tasa de crecimiento
anual debió haber sido menos de 0.5 por ciento sin el TLCAN. Pacheco López (2005)
puntualiza que el crecimiento económico de México está limitado por su sector externo.
Según la autora, esta situación vino acentuarse más con la entrada en vigor del TLCAN.
En este sentido, si bien las exportaciones se duplicaron, las importaciones crecieron
más del doble.
108
El análisis de exogeneidad demostró que tanto el PIB como las importaciones de México
son variables endógenas.110 Es decir, las importaciones no estimulan el crecimiento de
México. Sin embargo, el PIB de Estados Unidos es manifiestamente exógeno con
relación a las importaciones de México cuando se utiliza a su variable instrumental
obteniéndose un coeficiente de los residuos de cero y estadísticamente no significativo
(0.74).111 Básicamente, se estima la regresión de las importaciones mexicanas en
función del PIB de Estados Unidos y de la variable de residuos especificada. El
resultado para esta prueba aparece en el cuadro tres.
Cuadro 3. Variable dependiente: importaciones (1980:1-2006:4)
Nota: El valor del estadístico t se encuentra entre paréntesis. La significancia es: ( )***, 99%; ( )**, 95%; ( )*, 90%; y e. n. s. se refiere a estadísticamente no significativo.
La evidencia empírica de las pruebas de exogeneidad del producto con respecto a las
importaciones refuta la incidencia de éstas en el PIB. No obstante, Bosworth et al.
(1993) señalan que el PIB puede estar relacionado con un mayor monto de
importaciones a través de una mayor entrada de capitales, para un país como México.
Incluso ni siquiera las pruebas de causalidad permiten comprobar lo anterior como lo
110
Este resultado se comprueba con la prueba de los coeficientes de Wald. En este caso, al ser ligeramente mayor el valor crítico de la prueba F que el estadístico de prueba, con un nivel de significancia del 99%, el PIB de México no es exógeno. Aquí se siguió el procedimiento de Hausman (1978). En la estimación de la variable de residuos se incluyeron como instrumentos al PIB de México rezagado uno y dos trimestres, y el tipo de cambio real (véase la ecuación 1.4 del anexo D). 111
Alternativamente se puede verificar este resultado aplicando la prueba de significancia global, dentro del cual se confirma que el PIB de Estados Unidos es exógena. Aquí en la estimación de la variable de residuos estimada se incluyeron como instrumentos el PIB de Estados Unidos rezagado uno, dos y tres trimestres (véase la ecuación 1.3 del anexo D).
No de ecuación
Constante Variable de prueba: PIB foráneo (EU)
Valor de la variable de los residuos R
2
D. W.
Resultado de la
prueba Variable instrumental coeficiente p-value
(4) - 0.002
(- 0.11) e. n. s.
2.70 (1.61) e. n. s.
Temperatura media (EU)
0.0002 (0.33) e. n. s.
0.74
0.03
1.96
exógena
109
establece el estudio de Cuadros (2000). Según este autor, existe una relación de
causalidad positiva de las importaciones mexicanas al PIB de México.
5. 2. 2. 1. 2. Exogeneidad: comercio exterior y tipo de cambio real
Las pruebas de exogeneidad permiten comprobar que el tipo de cambio real es una
variable exógena con relación a las exportaciones mexicanas, así como a las
importaciones. En el primer caso, se estima la regresión de las exportaciones en función
del tipo de cambio real y de la variable de residuos. Al utilizar la variable instrumental se
obtuvo un coeficiente de los residuos de -0.50, pero estadísticamente no significativo
(0.28). El resultado se muestra en el cuadro cuatro.
Cuadro 4. Variable dependiente: exportaciones (1980:1-2006:4)
Nota: El valor del estadístico t se encuentra entre paréntesis. La significancia es: ( )***, 99%; ( )**, 95%; ( )*, 90%; y e. n. s. se refiere a estadísticamente no significativo.
El resultado del cuadro cuatro confirma que el tipo de cambio real es una variable
independiente ante las exportaciones mexicanas. En el segundo caso, se estima la
regresión de las importaciones en función del tipo de cambio real y de su variable de
residuos. Utilizando la variable instrumental se obtiene un coeficiente de los residuos
positivo (0.48) estadísticamente no significativo (0.37). El cuadro cinco describe este
resultado.
No de ecuación
Constante Variable de prueba: Er
Valor de la variable de los residuos R
2
D. W.
Resultado de la
prueba Variable instrumental coeficiente p-value
(3) 0.02
(2.15)***
- 0.17 (-1.54) e. n. s.
Temperatura media (México)
-0.50 (-1.08)
0.28
0.03
2.50
exógena
110
Cuadro 5. Variable dependiente: importaciones (1980:1-2006:4)
Nota: El valor del estadístico t se encuentra entre paréntesis. La significancia es: ( )***, 99%; ( )**, 95%; ( )*, 90%; y e. n. s. se refiere a estadísticamente no significativo.
Por tanto, el tipo de cambio real es variable independiente con respecto a las
importaciones de México. En este sentido, el comercio exterior mexicano también puede
ser afectado por el tipo de cambio real.
El comercio exterior de bienes de México desglosado en exportaciones es estrictamente
dependiente del producto tanto local como foráneo. Esto es debido a que el PIB de
México como el de Estados Unidos al resultar exógenas con respecto a dichas
exportaciones son invariablemente independientes. Sin embargo, en contra de lo
esperado, las importaciones son dependientes del PIB de Estados Unidos.
Un análisis alternativo, aplicando la prueba de Wald, en cuanto a cómo se comportan las
exportaciones en relación al PIB de México permitió comprobar, en efecto, que éstas
son endógenas (cuadro D1.1.1, anexo D). No fue el mismo caso para las importaciones
mexicanas, el cual se muestra que éstas son exógenas y el PIB local endógeno
estableciendo un problema de indeterminación funcional entre ellas (cuadro D1.1.2,
anexo D). Las pruebas de exogeneidad determinaron que no es ni económica ni
estadísticamente aceptable estimar efecto alguno de las exportaciones o de las
importaciones en el crecimiento del PIB. Por ende, no existen argumentos estadísticos
para sustentar el export-led growth o incluso el import-led growth para México. El mismo
No de ecuación
Constante Variable de prueba: Er
Valor de la variable de los residuos R
2
D. W.
Resultado de la
prueba Variable instrumental coeficiente p-value
(5) 0.02
(1.62)*
0.17 (1.42) e. n. s.
Temperatura media (México)
0.48 (0.91)
0.37
0.03
2.08
exógena
111
razonamiento puede aplicarse cuando se intenta medir el efecto de una política
comercial, independientemente de que ésta sea por disminución arancelaria o por
restricción comercial, con el objetivo de incidir en el producto.
5. 2. 2. 2. Estados Unidos
En esta sección se analiza, primero, la exogeneidad del producto de Estados Unidos.
Posteriormente, se extiende el análisis para el tipo de cambio real efectivo con respecto
al comercio exterior del mismo.
5. 2. 2. 2. 1. Exogeneidad: comercio exterior y producto
Dentro de la clasificación de Sachs y Warner (1995), Estados Unidos es una economía
abierta, a pesar de estar sujeta a constantes cuestionamientos por implementar fuertes
restricciones comerciales. Estos autores consideran que la apertura comercial ha
incidido en el crecimiento del producto per cápita norteamericano. Sin embargo, si se
toma como referencia al PIB, el análisis de exogeneidad de dicha variable la revela
como exógena. Es decir, el PIB de Estados Unidos no se puede especificar como
dependiente en función de su comercio exterior. De este modo, primero se estimó la
regresión de las exportaciones en función del PIB de Estados Unidos y de la variable de
residuos. Utilizando a la temperatura promedio de ese país como variable instrumental
se obtuvo un coeficiente de los residuos de cero estadísticamente no significativo (0.38).
El resultado se muestra en el cuadro seis.
112
Cuadro 6. Variable dependiente: exportaciones (1980:1-2006:4)
Nota: El valor del estadístico t se encuentra entre paréntesis. La significancia es: ( )***, 99%; ( )**, 95%; ( )*, 90%.
Dicho resultado significa que el PIB de Estados Unidos es variable independiente con
relación a sus exportaciones. Este mismo resultado es consistente cuando se utiliza la
prueba de los coeficientes de Wald. Es decir, al rechazar a la hipótesis nula, con un nivel
de significancia del 99%, dicho PIB es exógeno.112 No obstante que las importaciones y
exportaciones de Estados Unidos son variables endógenas y el PIB exógeno, en la
literatura se afirma la incidencia de los primeros en términos del segundo. Por ejemplo,
Griswold (2002) afirma que el TLCAN no tuvo un fuerte impacto en la economía de
Estados Unidos. En rigor, no tendría por qué tenerlo, pues el comercio exterior de
Estados Unidos no puede incidir en el crecimiento.113
Según, el Congress of the United States (2003:21-22), la disminución de las barreras
comerciales derivadas por el TLCAN, condujeron a un incremento en el PIB de ese
país.114 Independientemente de que los resultados alcanzados por este estudio
sostienen un efecto relativamente menor de la apertura comercial como para estimular
el crecimiento económico de acuerdo a los postulados de la teoría del export-led growth,
las pruebas de exogeneidad aplicadas al caso de Estados Unidos refutan dichas
112
Véase la ecuación 2.1 del anexo D. 113
Lo anterior independientemente de las heterogeneidades en cuanto a la magnitud del PIB de los tres países involucrados. 114
Según el estudio, los resultados del efecto del TLCAN en el PIB de Estados Unidos en miles de millones de dólares son: en 1994 pasó de 0.1 a 0.4 por ciento; en 1995 de 0.1 a 0.7; en 1996 de 0.2 a 1.3; en 1997 de 0.3 a 2.0; en 1998 de 0.3 a 2.4; en 1999 de 0.4 a 3.0; en 2000 de 0.5 a 3.6; y en 2001 de 0.5 a 3.6 por ciento.
No de ecuación
Constante Variable de prueba: PIB
(EU)
Valor de la variable de los residuos R
2
D. W.
Resultado de la
prueba Variable instrumental coeficiente p-value
(6) 0.005 (1.62)*
1.15 (3.63)***
Temperatura media (EU)
0.0001 (0.88)
0.38
0.12
1.56
exógena
113
conclusiones. En contraste con el estudio previo, Hornbeck (2004:4) afirma que el
TLCAN incrementó ligeramente el crecimiento del producto de Estados Unidos. Este
autor precisa que una taxativa del estudio referido radica en que se basó en un modelo
limitado para estimar los efectos del comercio en el PIB, dentro del cual el TLCAN
incrementó el crecimiento del PIB en los Estados Unidos en no más de 0.04 por ciento, y
a lo sumo en 0.08 por ciento para México. Lederman et al. (2005) estimando un modelo
estructural de series de tiempo para el periodo 1961:4 a 2002:4 encuentran la existencia
de convergencia en el crecimiento del producto entre las economías de Estados Unidos
y México, favorecido por el TLCAN. Según sus resultados, la liberalización comercial no
unilateral tuvo un impacto positivo significativo sobre la rapidez de convergencia
productiva. Sin embargo, los coeficientes estimados por lo que se refiere a cada una de
las dicotómicas de liberalización comercial tanto unilateral como no unilateral de México
son todos cercanos a cero.115
Por otro lado, se estimó la regresión de las importaciones de Estados Unidos en función
del PIB de dicho país, así como de la variable de residuos estimada. Se encuentra que
el PIB de Estados Unidos es una variable exógena. Este resultado se fundamenta al
obtenerse un coeficiente de los residuos prácticamente de cero y estadísticamente no
significativo (0.60) cuando se utiliza a la temperatura media como variable instrumental.
El resultado referido aparece en el cuadro siete.
115
El modelo que utilizó Lederman et al. es como sigue:
0 0 1 1 1 1* * * 82t Lib NAFTA t Lib t NAFTA t tequila tg g g Lib g NAFTA tequila g tequila dum
donde gt es el logaritmo del gap del ingreso per cápita entre Estados Unidos-México; tequila es una dicotómica para la crisis de 1994/95 (1994:4-1995:1); Lib*gt-1, NAFTA*gt-1 y tequila*gt-1 son dicotómicas para la liberalización comercial unilateral de México (1986:1-2002:4 y 1994:1-2002:4); la crisis del efecto tequila interactúa con el gap de ingreso rezagado; Dum82 es una dicotómica para 1982:1.
114
Cuadro 7. Variable dependiente: importaciones (1980:1-2006:4)
Nota: El valor del estadístico t se encuentra entre paréntesis. La significancia es: ( )***, 99%; ( )**, 95%; ( )*, 90%; y e. n. s. se refiere a estadísticamente no significativo.
En este caso, el PIB de Estados Unidos debido a su condición de variable exógena
constituye una variable independiente con respecto a las importaciones de bienes. La
prueba de Wald también se utilizó para este caso y se encontró que dicho PIB es
efectivamente exógeno con un nivel de significancia del 99%.116 Este resultado
contradice al estudio del Congress of the United States (2003), dentro del cual se
destaca que el incremento en el PIB, a su vez, resulta del aumento en las importaciones.
Asimismo, se afirma que el propio incremento del PIB para expandir a las exportaciones
está sujeto a un aumento de las propias importaciones. De acuerdo a las pruebas de
exogeneidad, no es posible que el PIB de Estados Unidos pueda estar determinado por
las importaciones dado que esta última es una variable endógena.
5. 2. 2. 2. 2. Exogeneidad: comercio exterior y tipo de cambio real
El tipo de cambio real efectivo es una variable exógena en relación al comercio exterior
de Estados Unidos. Ésta característica se confirma tanto para las exportaciones como
para las importaciones. En el primer caso, cuando se utiliza a la temperatura media de
ese país como variable instrumental se obtiene un coeficiente de los residuos de cero
estadísticamente no significativo (0.95). El cuadro ocho muestra el resultado de la
regresión analizada:
116
Véase la ecuación 2. 2 del anexo C.
No de ecuación
Constante Variable de prueba: PIB
(EU)
Valor de la variable de los residuos R
2
D. W.
Resultado de la
prueba Variable instrumental coeficiente p-value
(7) 0.001
(0.42) e. n. s.
2.15 (6.63)***
Temperatura media (EU)
- 0.0000646 (0.53) e. n. s.
0.60
0.30
2.35
exógeno
115
Cuadro 8. Variable dependiente: exportaciones (1980:1-2006:4)
Nota: El valor del estadístico t se encuentra entre paréntesis. La significancia es: ( )***, 99%; ( )**, 95%; ( )*, 90%; y e. n. s. se refiere a estadísticamente no significativo.
El anterior resultado muestra que el tipo de cambio real efectivo es variable
independiente. En un segundo caso, al utilizar la variable instrumental estimada se
obtiene recurrentemente un coeficiente estadísticamente no significativo (0.93) y de
cero. En el cuadro nueve se exponen los resultados:
Cuadro 9. Variable dependiente: importaciones (1980:1-2006:4)
Nota: El valor del estadístico t se encuentra entre paréntesis. La significancia es: ( )***, 99%; ( )**, 95%; ( )*, 90%; y e. n. s. se refiere a estadísticamente no significativo.
De esta manera, el tipo de cambio real efectivo es independiente ahora con relación a
las importaciones de Estados Unidos.
El comercio exterior de bienes de Estados Unidos, tanto por lo que se refiere a sus
exportaciones como a sus importaciones, es estrictamente endógeno. Valga la
redundancia, las pruebas de exogeneidad permitieron comprobar que el PIB de dicho
país es variable exógena. Esto significa que es invariablemente independiente. Para
analizar el comportamiento de las exportaciones en relación al PIB de Estados Unidos,
la prueba de Wald comprobó su naturaleza endógena (cuadro D2.1.1, anexo D). Fue el
No de ecuación
Constante Variable de prueba: Er
Valor de la variable de los residuos R
2
D. W.
Resultado de la
prueba Variable instrumental coeficiente p-value
(8) 0.013
(4.86)***
- 0.18 (- 0.30) e. n. s.
Temperatura media (EU)
0.04 (0.07)
0.95
0.03
1.34
exógeno
No de ecuación
Constante Variable de prueba: Er
Valor de la variable de los residuos R
2
D. W.
Resultado de la prueba
Variable instrumental coeficiente p-value
(9) 0.02
(6.18)***
0.02 (0.24) e. n. s.
Temperatura media (EU)
0.000014 (0.09) e. n. s.
0.93
0.00
1.36
exógeno
116
mismo caso para las importaciones (cuadro D2.1.2, mismo anexo). Por esta razón
resulta estadísticamente incorrecto evaluar el efecto de las exportaciones y de las
importaciones en el producto de Estados Unidos. En consecuencia, el enfoque de export
- led growth como el de import-led growth tampoco opera para Estados Unidos. Lo
anterior permite afirmar que carece de fundamento tanto estadístico, y por ende
económico, estimar el efecto de la política comercial de apertura en el crecimiento del
PIB. Si se recurre al proteccionismo comercial y se pretende concluir cualquier efecto en
el producto norteamericano, se estaría incurriendo en la misma incongruencia.
117
6. El producto como inductor del comercio exterior (growth-led trade)
En esta sección se especifican las funciones de exportación e importación tanto para
México como para Estados Unidos. Posteriormente se exponen los coeficientes de
elasticidad obtenidos.
6. 1. Comercio exterior: elasticidad ingreso y precio
6. 1. 1. Función de exportación
Las exportaciones de México son función del producto local, producto foráneo y tipo de
cambio real:
*, ,
rX f PIB PIB E (52)
donde X son las exportaciones, PIB es el producto de México y PIB* el producto de
Estados Unidos; Er es el tipo de cambio real. Ésta última variable se refiere al tipo de
cambio real bilateral México–Estados Unidos, el cual se define como: 0
*
r
p
eE
pdonde p
representa al índice de precios local, p* al índice de precios foráneo y e0 al tipo de
cambio nominal.
Los signos mostrados en la parte de arriba de cada variable del lado derecho de la
ecuación (52) indican la relación que se espera con respecto a las exportaciones. Es
decir, se esperan coeficientes de elasticidad positivos y mayores a la unidad con
respecto al producto local y al producto foráneo. En el caso del tipo del cambio real, se
espera un coeficiente negativo que puede ser mayor o menor a la unidad.
118
Las exportaciones de Estados Unidos son función del producto y tipo de cambio real
efectivo:
,
rX f PIB E (53)
donde X son las exportaciones y el PIB corresponde al producto de Estados Unidos.
Aquí, Er hace referencia al tipo de cambio real efectivo. Esta última variable es calculada
como un promedio geométrico ponderado de los tipos de cambio reales bilaterales entre
el país local y sus socios comerciales (Bayoumi et al., 2006).117
En la ecuación (53), se espera un coeficiente de elasticidad positivo y mayor a la unidad
con respecto al producto. En el caso del tipo de cambio real efectivo, se asume que el
coeficiente sea negativo sin especificar si es mayor o menor a la unidad.
6. 1. 2. Función de importación
Las importaciones de México son función del producto foráneo y tipo de cambio real
bilateral. En el caso de Estados Unidos son función del producto y tipo de cambio real
efectivo:
117
Considerando una serie de ponderadores para el país i con respecto a sus socios comerciales (Wij para j ≠ i), la fórmula de Bayoumi et al., ( 2006) es:
ijW
i ii j i
j j
PRE
P R
donde j se refiere a los socios comerciales; Pi y Pj son los índices de precios al consumidor (productor); Ri y Rj son los tipos de cambio nominales bilaterales del país i y j con respecto al dólar de Estados Unidos (dólares U. S. por moneda local).
119
*,
riM f PIB E (54)
donde M son las importaciones y PIB* es el PIB de Estados Unidos en referencia al
producto foráneo. Eri es el tipo de cambio real i (con i = 1, 2). Es decir, i = 1 se refiere al
tipo de cambio real bilateral; i = 2 representa al tipo de cambio real efectivo.
Se espera un coeficiente positivo y mayor a la unidad con respecto al producto. En el
caso del tipo de cambio real tanto bilateral como efectivo se espera un coeficiente
positivo que puede ser mayor o menor a la unidad.
6. 2. Resultados
El periodo utilizado en las relaciones funcionales para México es de 1980 a 2006 con
observaciones trimestrales. Los datos referidos excluyen la industria maquiladora de
exportación. A partir del 2006 no es posible desglosar dentro de las exportaciones de
bienes, los maquilados de los no maquilados.118 Para Estados Unidos se utiliza el mismo
periodo de análisis. El PIB de México fue deflactado con el índice de precios implícitos
de dicho PIB en pesos y el de Estados Unidos con el deflactor de precios implícitos del
PIB en dólares. Las exportaciones e importaciones de México se deflactaron con los
correspondientes índices de precios implícitos en pesos. En el caso del comercio
exterior de Estados Unidos se utilizaron los índices de precios de exportaciones e
importaciones en dólares. En el cálculo del tipo de cambio real bilateral, previamente
definido, se utilizó el índice de precios al por mayor de México como variable de precios
118
El primero de noviembre de 2006 se publica este decreto con el propósito de fomentar la industria manufacturera, maquiladora y de servicios de exportación (IMMEX).
120
local y el índice de precios al productor de bienes terminados de Estados Unidos como
variable de precios foráneo, así como del tipo de cambio promedio del periodo como tipo
de cambio nominal (unidades de moneda local/unidades de moneda foránea).
La fuente de las variables aparecen en el anexo E. En el anexo F se muestran los
resultados de las pruebas de raíces unitarias y en el G, los resultados de las pruebas de
cointegración. Todas las variables utilizadas resultaron ser estacionarias en primeras
diferencias. Las pruebas de cointegración indican que están relacionadas en el largo
plazo.
121
6. 2. 1. Elasticidad del comercio exterior de México
Cuadro 10. México. Elasticidad del comercio exterior de bienes (1980:1-2006:4)
Variables dependientes
Variables independientes
X M
(PIB*i/pj)
2.41 (13.34)*** con j = -1
3.94 (2.81)***
(PIBi/pj) 0.81
(12.18)*** ----
(pi/e0j/p*k) - 0.43 (- 11.57)**
con i = - 3, j = - 2 y k = - 3
0.32 (6.33)***
con i y k = - 1 AR (8)
---- 0.90 (41.1)***
MA (2) - 0.52 (- 13.29)***
----
MA (8) ---- - 0.94
(- 49.50)***
Ecuación de varianza
ARCH (1) 1.45 (4.11)***
0.34 (2.19)**
C 0.002 (2.79)***
0.004 (5.62)***
R
2
0.18 0.55
D. W. 2.48 1.68
Nota:
se refiere a la primera diferencia de la variable El valor del estadístico z está entre paréntesis La significancia es: ( )*, 90%; ( ) **, 95%; ( ) ***, 99%
122
Notación: IAEEU = índice de actividad económica de Estados Unidos QEU = índice de producción industrial de Estados Unidos QMEX = índice de producción industrial de México PIB = PIB de México PIB
* = PIB de Estados Unidos
PNBEU = producto nacional bruto de Estados Unidos Er = tipo de cambio real bilateral e0 = tipo de cambio nominal RP = relación de precios
Cuadro 11. Elasticidades ingreso y precio de las exportaciones e importaciones de México
Autor Periodo
(Frecuencia) Método
Exportaciones Importaciones
Ingreso Precio Ingreso Precio
Estimación propia
Trimestral 1980:1-2006:4
1. Pruebas de Exogeneidad (Hausman) 2. Series de tiempo (ARMA y ARCH)
(PIB*)
2.41 (PIB)
0.81
(Er) -0.43
(PIB*)
3.94 (Er)
0.32
Clavijo y Gómez (1977) Anual 1960-1975
Primeras diferencias
(IAEEU) 1.41
(RP) -466.06
(PIBMEX) 2.0
(RP) -0.20
Peñaloza (1988)
Trimestral 1982:1-1987:3
Lineal logarítmica
(PNBEU) 4.14
(e0) 0.12
Tapia y Cervantes (1988a)
Trimestral 1975:1-1987:4
Doble logarítmica (Ecuaciones simultáneas)
(QMEX) 0.86
(Er) 0.78
(QMEX) 1.03
(e0) -0.82
Tapia y Cervantes (1988b)
Trimestral 1977:1-1988:2
Doble logarítmica (Ecuaciones simultáneas)
(QMEX) 1.05
(e0) 0.87
(QMEX) 1.21
(e0) -0.85
Faini et al. (1988)
Anual 1966-1985
OLS de dos etapas (Cross-country)
(PIBMEX)
1.29 (RP)
-1.12
Clavijo y Faini (1990)
Anual 1967-1987
OLS de dos etapas (Cross-country)
(PIBMEX)
1.21 0.48
(RP) -1.04
Dornbush y Werner (1994)
Trimestral 1984:1-1993:2 1984:1-1992:4
OLS (variables instrumentales)
(PIBEU) 0.66
(PR) 1.5
(PIBMEX) 1.25
(RP) -0.30
Senhadji (1997) Anual 1960-1993
Series de tiempo Raíces Unitarias (Cross-country )
(PIBMEX)
1.35 (RP)
-0.64
Moreno-Brid (2002)
Anual 1970-1996
Primeras diferencias
(PIBMEX)
1.46 (RP)
-0-95
Goicoechea (2003)
Trimestral 1980:1-2001:2
Series de tiempo
(Modelo ARMA)
(Er)
-0.96
(Er) 0.54
Garcés (2008)
Mensual 1990-2000
Cointegración (Johansen)
(QEU) 2.80
(Er) 0.32
(QMEX) 0.94
(Er) -0.41
123
6. 2. 1. 1. Exportaciones: elasticidades ingreso y precio119
La elasticidad de las exportaciones de México con respecto al PIB de Estados Unidos,
con el deflactor del PIB retrasado un trimestre, fue de 2.41. Este coeficiente pone de
manifiesto la contracción de las ventas al exterior de los bienes mexicanos ante una
caída del producto de aquel país. Al mismo tiempo, la recuperación de las exportaciones
mexicanas cuando el producto norteamericano repuntara. Sin embargo, las
exportaciones fueron inelásticas con respecto al PIB de México, cuyo coeficiente fue
ligeramente inferior a la unidad (0.81). Queda de manifiesto que el PIB local opera en un
segundo plano en contraste con el de Estados Unidos. Las exportaciones mostraron un
coeficiente negativo e inelástico (-0.43) con respecto al tipo de cambio real, con tres
trimestres de retraso en los índices de precios y dos para el tipo de cambio nominal. El
efecto de una subvaluación (sobrevaluación) cambiaria es por demás reducido y
viceversa. Estos resultados estimados (cuadro 10), se cotejan con los previamente
obtenidos por otros autores dentro de la literatura para México (cuadro 11). Más
adelante se hace lo mismo con los obtenidos de las importaciones.
Clavijo y Gómez (1977) encontraron un coeficiente elástico (1.41) de las exportaciones
de México con respecto al índice de actividad económica de Estados Unidos entre 1960
y 1975. Su elasticidad obtenida con respecto al cociente entre el índice de precios al por
mayor de México y el de Estados Unidos (-466.06) es por demás cuestionable. En el
estudio de Peñaloza (1988) se obtiene un coeficiente elástico y positivo (4.14) de las
exportaciones mexicanas con respecto al PNB de Estados Unidos considerando el
periodo 1982:1-1987:3. Utilizando al tipo de cambio del dólar con respecto al peso, el
119
La ecuación de exportaciones fue ajustada con un término MA y un modelo ARCH.
124
coeficiente fue inelástico (0.12). El objetivo de Peñaloza es mostrar que en el corto plazo
tanto la actividad económica foránea como el tipo de cambio nominal contribuyen en el
comportamiento del sector exportador de México. Sin embargo, el referido tipo de
cambio mostró un coeficiente cercano a cero.
Alternativamente, Tapia y Cervantes (1988a) encuentran que en el periodo 1975:1-
1987:4, la elasticidad de las exportaciones del sector privado con respecto al índice
estimado de producción industrial mexicano es positivo e inelástico (0.86). Una
actualización muestra una elasticidad unitaria (1.05) de dichas exportaciones con
respecto al índice de producción industrial, para el periodo 1977:1-1988:2 (Tapia y
Cervantes, 1988b). Argumentan que la apertura comercial beneficia a la producción
local a través de la reducción de los precios de importación y que por ende
incrementaría a la actividad exportadora.120 En ambos estudios, el efecto cambiario en el
sector de exportaciones mexicano es muy parecido tanto cuando se incluyen los precios
(local y foráneo) como cuando no se incluyen. Reportan coeficientes con respecto al tipo
de cambio real de 0.78 y de 0.87 con respecto al tipo de cambio nominal. Dornbush y
Werner (1994), en el periodo 1984:1-1992:4, obtienen un coeficiente inelástico de las
exportaciones mexicanas con respecto al PIB de Estados Unidos (0.66). Las
exportaciones son elásticas (1.5) con respecto al cociente del índice de precios de las
exportaciones no petroleras y el índice de precios al consumidor mexicano. Utilizan
variables instrumentales con el objetivo de evaluar cómo las ventas foráneas pueden
120
Esta situación puede ser congruente con el “teorema de simetría de Lerner”. Es decir, la protección comercial no sólo desalienta a las importaciones sino a las exportaciones también. En lo referente a este punto puede consultarse la sección 2.1.1.
125
cambiar cuando cambia el tipo de cambio. Su cociente de precios no incluye el efecto
del tipo de cambio nominal.121
Los coeficientes de Clavijo y Gómez fueron estimados en primeras diferencias. Tapia y
Cervantes plantean un modelo de ecuaciones simultáneas donde se asumen variables
exógenas que se comportan como endógenas. Sus coeficientes, así como los de
Peñaloza, Dornbush y Werner fueron estimados en niveles. Esto sugiere que los
coeficientes obtenidos pueden ser espurios debido a la no estacionariedad de las series.
Garcés (2008) analiza la evolución de los flujos comerciales de México. Ante la dificultad
de estimar un modelo para todo el periodopor posibles cambios estructurales o
modificaciones metodológicasel autor lo divide, aparentemente,122 a conveniencia en
dos subperidos: 1980-1989 y 1990-2000.123 Su estudio no presenta pruebas de
exogeneidad con variables instrumentales antes de especificar su función de
exportación, así como de importación. Estima coeficientes de elasticidad con base en
pruebas de cointegración. Pudiendo considerar todo el periodo de 1980 a 2000, Garcés
reduce su análisis al periodo 1990-2000 obteniendo un coeficiente elástico (2.80) de las
exportaciones estimadas en dólares con respecto al índice de producción industrial de
Estados Unidos. Su estimación en dólares estaría circunscribiéndose a la lógica de
inflación y a la moneda de Estados Unidos y no a la de México, que es el país al cual
121
Dornbusch y Werner obtuvieron estos resultados utilizando como variables instrumentales a las importaciones de Estados Unidos y al índice de precios al productor del mismo país 122
Esta discrecionalidad en fragmentar periodos pudiera abrir la puerta a objeciones de data mining construyendo series temporales a modo. 123
Como justificación del autor, la relevancia de dichos periodos radica en que se destacan cambios institucionales importantes como la incorporación de México al GATT (1986) y el inicio del TLCAN en 1994.
126
está estimando. Obtiene un coeficiente positivo e inelástico (0.32) de dichas
exportaciones utilizando a los índices de precios al consumidor para el tipo de cambio
real. La utilización de este tipo de índices es objetable, pues incorpora el sesgo del
comercio local de ambos países, el cual necesariamente es ajeno a las transacciones
foráneas. Goicoechea (2003), con un modelo univariado, obtiene un coeficiente elástico
(-0.96) de las exportaciones de México en pesos con respecto al tipo de cambio real
ajustado con los índices de precios al productor. Este autor utiliza variables
estacionarias ajustadas con un modelo ARMA para el periodo 1980:1-2001:2. Su
resultado es compatible con el obtenido de la estimación propia (-0.43) por el tipo de
variable utilizada y método de análisis (ver cuadro 11).
6. 2. 1. 2. Importaciones: elasticidades ingreso y precio124
La elasticidad de las importaciones mexicanas con respecto al PIB de Estados Unidos
registró un coeficiente elástico (3.94). Es decir, el ritmo de importaciones mexicanas es
función del producto norteamericano, pero no del de México. Esto significa que las
importaciones de México están supeditadas al PIB de Estados Unidos. Una singularidad
del presente trabajo consiste en excluir por infundado el PIB de México como
determinante de las importaciones mexicanas, como ya se planteó previamente. La
especificación de ecuaciones por intuición propia o por recurrir a las que genera la
“teoría” asumiendo que las importaciones mexicanas son función del PIB del mismo
país, es un error recurrente en la literatura sobre comercio exterior. Es decir, son
simplemente reportados sin mayor examen sobre su justificación. El tipo de cambio real,
124
La ecuación de importaciones se ajustó con un modelo ARMA y uno ARCH.
127
con los índices de precios retrasados un trimestre, tiene reducida incidencia en las
importaciones mexicanas registrando un coeficiente inelástico (0.32).
Para este sector, Clavijo y Gómez (1977) obtienen un coeficiente elástico con respecto
al PIB de México (2.0). Las importaciones son inelásticas (-0.20) con respecto al
cociente entre el índice de precios al por mayor de Estados Unidos y el de México. En
tal estudio se omite el efecto del tipo de cambio nominal para ver el efecto completo de
los precios. Tapia y Cervantes (1988a y 1988b) enfatizan que se ha incrementado la
elasticidad de las importaciones mexicanas entre los periodos 1975:1-1987:4 y 1977:1-
1988:2 con respecto al índice de producción industrial de México (pasando de 1.03 a
1.21 respectivamente). Sus coeficientes con respecto al tipo de cambio nominal fueron
similares (-0.82 y -0.85 respectivamente). Como en el estudio de Peñaloza, estos
últimos coeficientes no miden el efecto real, puesto que no se toma en cuenta el efecto
de los precios.
Según Faini et al. (1988), una ecuación de demanda de importaciones puede estar mal
especificada si no se incluye el efecto de las restricciones cuantitativas o controles de
importación. Consideran que las elasticidades ingreso son generalmente mayores a la
unidad en los países en desarrollo. Obtuvieron un coeficiente elástico (1.29) de las
importaciones totales de bienes y servicios de México con respecto al PIB local, para el
periodo 1966-1985. Los precios relativos de importación en relación a los locales arrojó
un coeficiente unitario (-1.12).125 Un estudio posterior por Clavijo y Faini (1990), tomando
como periodo 1967-1987, mostró que la elasticidad secular de las importaciones con
125
Utilizan como instrumentos a la recaudación de divisas y al nivel real de reservas.
128
respecto al PIB de México es mayor (1.21) que su elasticidad cíclica (0.48).126
Encuentran que los precios relativos pueden desempeñar un papel importante en la
demanda de importaciones (-1.04). Dornbusch y Warner (1994), obtienen una
elasticidad de las importaciones con respecto al PIB de México (1.25) muy parecida a la
de Faini et al., y a la de Tapia y Cervantes, en el periodo 1984:1-1993:2. Su coeficiente
de elasticidad de las importaciones con respecto a los precios relativos fue relativamente
menor (-0.30).
Senhadji (1997) aborda el problema de la no estacionariedad como condición de
cointegración de las variables. Para el periodo 1960-1993, encuentra que las
importaciones con respecto al PIB de México son elásticas (1.35). La elasticidad de las
importaciones con respecto al cociente entre el deflactor de precios de las importaciones
y el del PIB fue inelástico (-0.64).127 Moreno-Brid (2002), primeramente, analiza
diferentes especificaciones de la ecuación de demanda de importaciones en niveles no
llegando a resultados satisfactorios. Posteriormente, en primeras diferencias, encuentra
una elasticidad mayor de las importaciones con respecto al PIB de México (1.46). La
elasticidad con respecto a los precios relativos de las importaciones fue menor (-0.95).
En estos dos resultados no utiliza términos AR y MA para su estimación para el periodo
1970-1996. Garcés (2008) centrado en los análisis de cointegración obtiene un
coeficiente de 0.94 con respecto al índice de producción industrial de México. Su
resultado para el tipo de cambio real, arrojó un coeficiente inelástico (-0.41).
126
Las elasticidades cíclicas y seculares se refieren a las elasticidades de corto y largo plazo respectivamente. 127
La variable de actividad económica de este autor es computada como el PIB menos exportaciones.
129
Los nueve estudios previos adolecen del mismo error, al reportar coeficientes
infundados resultantes de una especificación sin base estadística y en conformidad con
la teoría económica. Un error adicional es que omiten incluir al PIB de Estados Unidos
como determinante de las importaciones mexicanas. Prueba de ello, como se puede
constatar en el cuadro (11), la elasticidad de dichas importaciones con respecto al PIB
de Estados Unidos es mayor a tres (3.94). El coeficiente de elasticidad obtenido por
Goicoechea (2003) con respecto al tipo de cambio real (0.54) resulta más congruente
con el obtenido de la estimación propia (0.32). En ambos coeficientes, se utilizó la
misma definición de tipo de cambio real.
6. 2. 2. Elasticidad del comercio exterior de Estados Unidos
Cuadro 12. Estados Unidos. Elasticidad del comercio exterior de bienes (1980:1-2006:4)
Variables dependientes
Variables independientes
X M
(PIBi/pj) 1.79
(7.29)***
2.29 (1.73)*
Con i = -1 y j = -4
(Eri) - 0.15 (- 2.16)** con i = - 3
0.12 (1.97)**
con i = - 7 AR (2) 0.82
(7.48)*** ----
MA (2) - 0.78 (- 5.76)***
----
R
2
0.29 0.32
D. W. 1.78 1.68
Nota:
se refiere a la primera diferencia de la variable El valor del estadístico t está entre paréntesis La significancia es: ( )*, 90%; ( ) **, 95%; ( ) ***, 99%
130
Notación: IPNBP = índice del producto nacional bruto ponderado de países seleccionados IPNBEU = índice del producto nacional bruto ponderado de Estados Unidos QMEX = índice de producción industrial de México PIB = PIB de Estados Unidos PIBi = PIB del país i PIBP = PIB ponderado del resto del mundo PIBRP = PIB real per cápita Qi = índice de producción industrial ponderado del país i PNB = producto nacional bruto de Estados Unidos PIBF= PIB del socio comercial AEF = actividad económica foránea Er = tipo de cambio real bilateral Eri = tipo de cambio real bilateral de Estados Unidos con respecto al país i e0i = tipo de cambio nominal bilateral de Estados Unidos con respecto al país i e0 = tipo de cambio nominal PR = precios relativos
Cuadro 13. Elasticidades ingreso y precio de las exportaciones e importaciones de Estados Unidos
Autor Periodo
(Frecuencia) Método
Exportaciones Importaciones
Ingreso Precio Ingreso Precio
Estimación propia
Trimestral 1980:1-2006:4
1. Pruebas de exogeneidad (Hausman) 2. Series de tiempo (Modelo ARMA)
(PIB) 1.79
(Er) -0.15
(PIB) 2.29
(Er) 0.12
Houthakker y Magee (1969) Anual 1951-1966
Doble logarítmica (IPNBP)
0.99 (PR)
-1.51 (IPNBEU)
1.51 (PR)
-0.54
Marquez (1988) Trimestral 1973:1-1985:2
Doble logarítmica (Qi)
1
(e0i)
1
(PNBEU)
1
(PR)
o 1
Marquez (1995) Anual 1890-1992
Primeras diferencias
(PNB)
1.43 (PR)
-0.21
Fullerton et al. (1997) Trimestral 1981:1-1994:4
Cointegración (Johansen)
(QMEX) 2.94 2.45
(e0) -0.49 -0.41
(PIB) 2.58 1.82
(e0) 0.45 0.32
Senhadji (1997) Anual 1960-1993
Series de tiempo (Raíces Unitarias) Cross-country
(PIB)
2.51 (PR)
-0.50
Senhadji y Montenegro (1998) Anual 1960-1993
OLS (Raíces Unitarias) Cross-country
(PIBF) 1.43
(PR) -0.35
Marquez (1999) Trimestral 1967-1997
Cointegración (Johansen) 1. Mdlo Price Bias 2. Mdlo Immigration
(PIBRP)
1.18 1.14
(PR) -1.18 -0.48
Bahmani-Oskooee y Brooks (1999) Trimestral 1973:1-1996:2
Cointegración (Johansen)
(PIBi)
1
(Eri)
1
(PIB)
1
(Eri)
o 1
Hooper et al. (2000) Trimestral 1956-1996
1. Johansen (Largo plazo) 2. MCE (Corto plazo)
(AEF) 0.8
1.8
(Er) -1.5
-0.5
(PIB) 1.8
2.3
(PR) -0.3
-0.6
Congress of the U. S. (2003) Trimestral 1970-1993 1989-2001
Primeras diferencias
(QMEX) 1.06 1.51
(Er) 0.38 0.26
(PIB) 1.45 2.92
(Er) -0.30 ----
Chinn (2005) Trimestral 1975:1-2001:2
Cointegración (Johansen)
(PIBP) 1.99
(Er) 0.87
(PIB) 2.26
(Er) -0.30
Artus (2009) Anual 1996-2009
n. e. (Er)
0.38
(Er) 0.15
131
6. 2. 2. 1. Exportaciones: elasticidades ingreso y precio128
En el periodo del primer trimestre de 1980 al cuarto del 2006, las exportaciones de
Estados Unidos son elásticas (1.79) con respecto al PIB de dicho país. El PIB
norteamericano, con su dinamismo, puede incidir en el crecimiento del sector exportador
de bienes. Por otro lado, las exportaciones de bienes son inelásticas con respecto al tipo
de cambio real efectivo (-0.15) retrasado tres trimestres. El efecto de una subvaluación
del dólar en dichas exportaciones es reducido. A continuación se hace una revisión de la
literatura cotejando estos resultados obtenidos (cuadro 12) con los previamente
estimados por otros autores (cuadro 13). Posteriormente se hace lo mismo con los
obtenidos de las importaciones.
En el estudio de Houthakker y Magee (1969), considerado un trabajo pionero, se obtiene
una elasticidad unitaria (0.99) de las exportaciones de Estados Unidos con respecto al
índice del PNB ponderado.129 Sin embargo, el cociente entre el índice de precios de las
exportaciones norteamericanas y el compuesto de 26 países exportadores incide en las
exportaciones (-1.51). Los resultados de Houthakker y Magee fueron estimados para un
periodo corto de 1951 a 1966. Marquez (1988) muestra que en el periodo 1973:1-1985:2
se alcanzan coeficientes de las elasticidades de las exportaciones bilaterales de
Estados Unidos con respecto al índice de producción industrial de países seleccionados
mayores a la unidad. Los coeficientes obtenidos con respecto a países como Canadá,
Alemania, y el Reino Unido fueron de 2.01, 1.95, y 4.11 respectivamente. Las
elasticidades respecto al tipo de cambio bilateral del dólar con relación a las monedas
locales de los tres países referidos son unitarios (-0.99, -0.89 y -0.88 respectivamente).
128
La ecuación de exportación se ajustó con un modelo ARMA. 129
El índice del PNB se compone de 26 países importadores.
132
Marquez trae a colación la presencia de simetría estructural de las elasticidades
ingreso.130 Una cuestión que ya había sido señalada por Houthakker y Magee.
De los resultados expuestos en el párrafo anterior se pueden destacar tres aspectos
importantes: i) las funciones de exportación no son el resultado de pruebas de
exogeneidad; ii) fueron estimados en niveles; y iii) debido a la no estacionariedad de las
variables, los coeficientes pueden ser espurios. Otros estudios como los que se
comentan a continuación se basan únicamente en el método de cointegración de
Johansen.
Fullerton et al. (1997) analizan los flujos comerciales bilaterales entre Estados Unidos y
México para el periodo 1981:1-1994:4. Encuentran que las elasticidades de largo plazo
son similares a las de corto plazo. Así, las exportaciones de bienes y servicios de
Estados Unidos con respecto al índice de producción industrial de México arrojó
coeficientes de 2.94 y 2.45 respectivamente. Las elasticidades de estas exportaciones
con respecto al tipo de cambio nominal (dólar por pesos) fueron de -0.49 y -0.41
respectivamente. Bahmani-Oskooee y Brooks (1999) analizan el comercio bilateral de
Estados Unidos con seis de sus mayores socios comerciales en el periodo 1973:1-
1996:2. Con base en la estimación de los vectores de cointegración obtienen los
siguientes resultados: i) las exportaciones de Estados Unidos con la excepción de Italia,
pueden verse afectadas por el PIB de Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido y Francia
con coeficientes de 2.02, 1.17, 1.22, 1.93 y 1.66 respectivamente; y ii) el efecto del tipo
130
Según esto, tanto las exportaciones como de las importaciones mundiales tendrían las mismas elasticidades ingreso.
133
de cambio real bilateral,131 en algunos casos, es lo suficientemente grande para justificar
una depreciación del dólar. Éstos coeficientes con respecto al tipo de cambio real son:
-0.45 (Canadá), -0.60 (Japón), -0.48 (Alemania), -1.02 (Reino Unido), -0.88 (Francia) y
de -1.07 (Italia). Hooper et al. (2000) hacen un nuevo análisis de elasticidad del
comercio de bienes y servicios, dentro del cual se destaca el caso de Estados Unidos
para un periodo más extenso, 1956:1-1996:4. Las elasticidades ingreso de corto plazo
son mayores que las de largo plazo. Aquí, la elasticidad de las exportaciones de
Estados Unidos con respecto a la actividad foránea es de 1.8 y 0.8 respectivamente.
Contrariamente, la elasticidad precio de largo plazo es mayor que la de corto plazo. Es
decir, la elasticidad de las referidas exportaciones con respecto al tipo de cambio real es
de -1.5 y -0.5 respectivamente.132 Estos últimos resultados de Hooper et al., parecerían
sustentar el segundo resultado de Bahmani-Oskooee y Brooks de la depreciación del
dólar. Una cuestión que puede ser improcedente es que con base en el enfoque de
máxima verosimilitud de Johansen se pueda identificar una función de exportaciones por
la simple cointegración de las variables. Chinn (2005) asume esta situación tomando
como periodo 1975:1-2001:2. Encuentra que las exportaciones de bienes y servicios de
Estados Unidos con respecto al PIB ponderado del resto del mundo son elásticos (1.99)
y con respecto al tipo de cambio real, inelásticos (0.87).133 En la mayoría de los cuatro
casos previos, la elasticidad ingreso es mayor que la elasticidad precio. El efecto
positivo de la depreciación real del dólar sobre las exportaciones norteamericanas es
reducido.
131
Es el tipo de cambio real bilateral del dólar con respecto a su socio comercial definido como: (PUS E/Pi) donde PUS es el deflactor de precios del PIB de Estados Unidos, E es el tipo de cambio nominal bilateral (unidades de moneda foránea por dólar) y Pi es el deflactor de precios del PIB del país i. 132
El tipo de cambio real está ajustado con el índice de precios de las exportaciones en moneda local y el deflactor del PIB foráneo (en dólares). 133
Se utilizan los índices de precios al productor en la definición de tipo de cambio real.
134
Las exportaciones de Estados Unidos, así como las variables de ingreso y precio
utilizadas por los cuatro estudios previamente mencionados pueden estar relacionadas
en el largo plazo, pero no se puede inferir a partir de ahí una relación funcional. Para
ello, en este trabajo, se insiste en las pruebas de exogeneidad para definir una función
de exportaciones. En otro sentido, se sigue como técnica de series de tiempo a las
pruebas de raíces unitarias como es el caso siguiente.
Senhadji y Montenegro (1998) analizan el problema de no estacionariedad en el periodo
1960-1993. Según este estudio, en la mayoría de los casos, las variables que ingresan
en la función de exportaciones son estacionarias en primeras diferencias prediciendo un
modelo de cointegración entre exportaciones, producto y la variable de precios.
Siguiendo el método de Phillips-Hansen,134 encuentran que las exportaciones de bienes
y servicios de Estados Unidos con respecto al PIB del socio comercial son elásticas
(1.43).135 Dichas exportaciones son inelásticas con respecto al cociente del índice de
precios de las exportaciones de Estados Unidos y el índice de precios del socio
comercial (-0.35). Lo anterior asume una relación funcional sin un análisis previo para
inferir sobre el comportamiento exógeno de las variables.
Un caso diferente como el del Congress of the United States (2003) aborda el comercio
de Estados Unidos con relación a México para el periodo 1970:1-2001:4. Dicho
organismo considera factible analizar dos periodos bajo el argumento de que el
134
El estimador de Phillips-Hansen permite corregir el problema de simultaneidad, así como el de autocorrelación que presenta el método de mínimos cuadrados (OLS). 135
La variable de actividad económica es computada como un promedio ponderado del PIB del socio comercial menos sus exportaciones.
135
comercio entre los dos países cambió a finales de los años ochentas. En primeras
diferencias, el estudio reporta elasticidades de las exportaciones de bienes de Estados
Unidos con respecto al índice de producción industrial mexicano de 1.06 para el periodo
1970:1-1993:4 y uno de 1.51 para el periodo de 1989:1-2001:4. La elasticidad de estas
exportaciones con respecto al tipo de cambio real son de 0.38 para el primer periodo y
de 0.26 para el segundo.136 Dos cuestiones merecen destacarse de este estudio: i) la
función de exportaciones no se sustenta con pruebas de exogeneidad; y ii) no se utilizan
términos AR y MA para ajustar su modelo. Artus (2009) obtuvo el mismo coeficiente
inelástico (0.38) de las exportaciones con respecto al tipo de cambio real considerando
un periodo más reciente, pero con observaciones anuales, 1996-2009.137
6. 2. 2. 2. Importaciones: elasticidades ingreso y precio
La elasticidad de las importaciones de Estados Unidos con respecto al PIB local es de
2.29. En esta estimación, el PIB a precios corrientes fue ajustado con un trimestre de
retraso y con cuatro el deflactor de precios del PIB. Por otra parte, el tipo de cambio real
efectivo se ajustó con siete trimestres de retraso. Las importaciones fueron inelásticas
alcanzando un coeficiente cercano a cero (0.12). Esto implica que la sobrevaluación del
dólar tiene un efecto por demás reducido en las importaciones de bienes.
Houthakker y Magee (1969) encuentran que las importaciones de Estados Unidos con
respecto al índice del PNB de dicho país fue elástico (1.51). La elasticidad de las
importaciones con respecto al cociente del índice de precios de las importaciones de
136
El tipo de cambio real está ajustado con el índice de precios al por mayor de México y el índice de precios de las exportaciones de Estados Unidos considerando un tasa arancelaria para exportaciones. 137
El tipo de cambio real del dólar de Artus (2009) es uno de comercio ponderado.
136
países seleccionados y el índice de precios al por mayor de Estados Unidos fue
inelástico (-0.54). Según los resultados de Houthakker y Magee, las importaciones
tienden a responder más al producto, mientras que responden menos a la relación de
precios para el periodo 1951-1966. En el estudio de Marquez (1988), las importaciones
bilaterales de Estados Unidos procedentes de Canadá, Alemania y Reino Unido con
respecto al índice del PNB norteamericano alcanzaron coeficientes elásticos (1.87, 2.90
y 2.67 respectivamente). Las elasticidades de dichas importaciones con respecto al tipo
de cambio nominal bilateral del dólar fueron de -0.80, -1.70 y -0.34 respectivamente.
Las funciones de importación de los dos estudios previos tampoco fueron el resultado
de un análisis de exogeneidad. Adicionalmente, las variables utilizadas no son
estacionarias. En los siguientes estudios, con la excepción del trabajo de Artus (2009) el
cual no especifica la metodología utilizada, las funciones de importación fueron
estimadas en primeras diferencias por el método de mínimos cuadrados.
Marquez (1995) extiende su periodo de análisis para cubrir los años de postguerra
(1890-1992) y demostrar que tanto el PNB como el precio relativo de las importaciones
afectan a las importaciones de Estados Unidos. Las importaciones son elásticas con
respecto al PNB (1.43). Son inelásticas con respecto al precio relativo de las
importaciones (-0.21). Con observaciones trimestrales para el periodo de 1970 a 1993,
el Congress of the United States (2003) encontró que las importaciones de Estados
Unidos (excluyendo petróleo crudo) con respecto al PIB del mismo país fueron elásticas
(1.45). A su vez, las importaciones fueron inelásticas con respecto al tipo de cambio real
(-0.30). Para el periodo 1989-2001, la elasticidad de las importaciones respecto al PIB
137
norteamericano es mayor (2.91). Analizando el efecto del tipo de cambio real en las
referidas importaciones, Artus (2009) obtiene un coeficiente inelástico (0.15). Dado que
esta elasticidad de las importaciones es baja, Artus cuestiona el proteccionismo de
Estados Unidos debido a que la sustituibilidad entre productos locales e importados es
baja.
Los resultados de Marquez y los del Congress of the United States fueron estimados en
primeras diferencias sin incluir términos AR y MA o modelos ARMA. En otros casos, se
aborda la elasticidad ingreso y precio de las importaciones de Estados Unidos desde el
punto de vista de la cointegración de las variables.
Fullerton et al. (1997) reporta que la elasticidad de largo plazo es mayor que la de corto
plazo. Así, para el periodo 1981:1-1994:4, la elasticidad de las importaciones de bienes
y servicios de Estados Unidos con respecto al PIB de dicho país fueron elásticos (2.58 y
1.82 respectivamente). La elasticidad de las referidas importaciones con respecto al tipo
de cambio nominal fueron inelásticas (0.45 y 0.32 respectivamente). Según Fullerton et
al., estos resultados confirman el juicio convencional de que la respuesta de las
exportaciones e importaciones de Estados Unidos a cambios en el ingreso es mayor con
respecto a los cambios en el tipo de cambio nominal. En referencia al trabajo de
Houthakker y Magee, Marquez (1999) considera que existe una confusión en la forma
de estimar la elasticidad ingreso de Estados Unidos. Marquez procede abordando esta
cuestión estimando un modelo que incorpore la propensión a la sustitución de los
138
precios de importación y otro que incorpore el supuesto del agente representativo.138 En
el primero, encuentra que las importaciones son unitarias (1.18) con respecto al PIB real
percápita. A su vez éstas son unitarias (-1.18) con respecto al cociente entre el precio de
las importaciones y el deflactor del PIB. En el segundo, las importaciones también son
unitarias (1.14) con respecto al PIB percápita, pero inelásticas (-0.48) con respecto a
dicho cociente de precios. Según Marquez, en ausencia de incremento de precios, los
Estados Unidos pasarían de ser una economía ampliamente autosuficiente a otra
imposibilitada de pagar sus importaciones. Según esto, las importaciones excederían al
nivel de ingreso de Estados Unidos. En el estudio de Bahmani-Oskooee y Brooks
(1999), las elasticidades ingreso de las importaciones de Estados Unidos son
significativamente más altas con relación a las exportaciones. En este caso, las
importaciones bilaterales norteamericanas procedentes de Canadá, Japón, Alemania,
Reino Unido, Francia e Italia son elásticas con respecto al PIB de Estados Unidos (2.26,
3.84, 2.32, 2.37, 2.65, y 4.62 respectivamente). Éstas importaciones son inelásticas con
respecto al tipo de cambio real bilateral de cada uno de estos países con la excepción
de Italia (0.30, 0.78, 0.42, 0.68, 0.21 y 2.77 respectivamente). De acuerdo con Bahmani-
Oskooee y Brooks, los resultados de la elasticidad ingreso de las importaciones
sugieren que la economía de Estados Unidos puede influir en el crecimiento económico
de otras economías.
138
La propensión a la sustitución se refiere a la exclusión de los precios de nuevos productos en las medidas de precios oficiales (particularmente de aquellos que proceden de países en desarrollo). El supuesto del agente representativo se refiere a la fuerte presencia que tiene la inmigración en los Estados Unidos.
139
Al contrario de las exportaciones en el estudio de Hooper et al. (2000), la elasticidad
ingreso como de la elasticidad precio de las importaciones de Estados Unidos son
mayores a corto que a largo plazo. Es decir, la elasticidad de las importaciones con
respecto al PIB de Estados Unidos es de 2.3 y 1.8 respectivamente. La elasticidad de
dichas importaciones con respecto al cociente del precio de las importaciones y el
deflactor de dicho PIB fueron inelásticas (-0.6 y -0.3 respectivamente). Hooper et al.,
destacan que la elasticidad ingreso no ha cambiado en el sentido que mejore la posición
comercial de Estados Unidos. En este sentido consideran que una depreciación real del
dólar podría ser más propicia. Chinn (2005) viene a reforzar el coeficiente de elasticidad
ingreso a corto plazo de las importaciones obtenido por Hooper et al. En este caso, el
coeficiente de las importaciones norteamericanas con respecto al PIB de Estados
Unidos es de 2.26. Esto sin considerar el cambio estructural de 1995:1 identificado por
Chinn. Sin embargo, este autor destaca que la elasticidad precio es significativa,
únicamente cuando se excluye computadoras de las importaciones. De esta manera, la
elasticidad de las importaciones con respecto al tipo de cambio real es inelástica (-
0.30).139 Según lo anterior, Chinn considera que una función de demanda de
importaciones estable puede ser detectada. En otras palabras, que existe una ecuación
cointegrante.
Según el método seguido por los cinco estudios previos, las importaciones y las
variables de ingreso y precio utilizadas aparecen relacionadas a largo plazo. Si lo
anterior puede definir una función de importación es conveniente verificar su
139
Chinn reconoce ciertas dificultades para modelar a las importaciones agregadas de Estados Unidos con respecto a la medida de tipo de cambio real utilizada.
140
especificación con base en pruebas de exogeneidad. En otros casos no sería suficiente
con sólo plantear la estacionariedad de las variables como lo establece el estudio
siguiente.
Senhadji (1997) considera que puede derivarse una función de importaciones
abordando el problema de no estacionariedad. En este sentido, estima una ecuación de
demanda de importaciones para un amplio número de países para el periodo 1960-
1993. Encuentra que las importaciones de Estados Unidos son elásticas (2.51) con
respecto al PIB del referido país. Las importaciones son inelásticas (-0.50) con respecto
al cociente del deflactor de las importaciones y el del PIB. Senhadji antepone la
estacionariedad como condición de independencia de las variables que deben ingresar
en una ecuación de demanda de importaciones.
En resumen de los estudios previos, en la estimación de la elasticidad ingreso, así como
de precio tanto de las exportaciones como de las importaciones de Estados Unidos se
asume la formulación de las funciones de exportación e importación propuesta por la
teoría económica. Su método de estimación se basa tanto en niveles y en primeras
diferencias como en pruebas de raíces unitarias y de cointegración. En este trabajo, sin
embargo, dichas funciones fueron el resultado de un análisis de exogeneidad para
determinar qué variables son las independientes y cuáles las dependientes.
Adicionalmente, se incluyeron las anteriores técnicas de series de tiempo, así como de
la metodología de Box-Jenkins. En este sentido, la estimación propia y las estimaciones
por otros autores difieren en el procedimiento y metodología, y en algunos casos en el
tipo de variable utilizada (ver cuadro 12 y 13). Teniendo presente estas diferencias, se
141
estimaron los coeficientes de elasticidad destacando que la elasticidad ingreso del
comercio exterior de Estados Unidos es mayor con relación a su elasticidad precio. El
producto de Estados Unidos afecta elásticamente tanto a las exportaciones como a las
importaciones de bienes. Una subvaluación del tipo de cambio real efectivo del dólar
tendrá un efecto menor en las exportaciones, mientras que el de una sobrevaluación en
el caso de las importaciones también será menor.
7. Conclusiones El libre comercio al fundamentarse en el principio de ventajas absolutas o en la de
ventajas comparativas recurre a supuestos cuestionables tanto en el plano teórico como
en su verificación empírica. El enfoque neoclásico y la llamada nueva teoría del
comercio internacional plantean el efecto positivo del libre comercio en términos de
bienestar, pero no de crecimiento económico. En contraposición a la relación comercial
conocida como de “ganarganar” donde se asume que todos los países resultan
ganadores, en su lugar, prevalece una que sería de ganarperder. Es decir, no todos los
países resultarían beneficiados. El libre comercio no genera efectos simétricos entre
países que comercian entre sí (desarrollados y en desarrollo). Por ende el libre comercio
resulta en disparidades comerciales en perjuicio de unos y en beneficio de otros. En
ninguna de las cuatro teorías aquí mencionadas, ya sea con factores de oferta o de
demanda, se aborda explícitamente la relación entre comercio y crecimiento económico.
Las teorías con enfoque de demanda basadas en el export-led growth soslayan el
análisis de cómo el comercio podría propiciar el crecimiento. Dichas teorías son: i) la
causación acumulativa entre las exportaciones del sector manufacturero y el producto
142
manufacturero; ii) la restricción externa al crecimiento por déficit de balanza comercial o
bajo la forma de brecha de divisas (foreign exchange gap); y iii) la promoción de
exportaciones vía eliminación de barreras comerciales (estrategia ortodoxa). Al mismo
tiempo, cuando el comercio es explicado a partir del crecimiento económico, como
sucede en el enfoque de Kaldor, se incurre en una ambigüedad funcional. En este
sentido, se omite especificar qué variable es la dependiente y cuál la independiente.
No se puede asumir que la apertura comercial consistente en una reducción arancelaria
incida en el crecimiento económico sin antes preguntarse si el propio crecimiento
determina cambios en el comercio exterior. Estudios tanto a favor como en contra de la
apertura comercial pasan por alto este deslinde. Es decir, dan por sentado el papel
exógeno del comercio exterior evadiendo el análisis de su comportamiento
exclusivamente endógeno.
De acuerdo con las pruebas de exogeneidad en el contraste de Hausman, en el periodo
de 1980 a 2006 con observaciones trimestrales, el comercio exterior no incide en el
producto tanto para las economías de México como de Estados Unidos. Se encuentra
que las exportaciones, por un lado, y las importaciones, por otro son estrictamente
endógenas, mientras que el producto es estrictamente exógeno. Esto quiere decir que
tanto exportaciones como importaciones son, en efecto, las determinadas y el producto
el determinante, pero no viceversa. A consecuencia de este resultado, por una parte,
carecen de sentido tanto el enfoque de export-led growth, como el import-led growth.
Por añadidura, los acuerdos de libre comercio no conducen, per se, al crecimiento. Por
otra parte, el debate entre aperturismo y proteccionismo carecería de base alguna, pues
143
la premisa de que el comercio exterior incide en el producto no se fundamenta en
pruebas estadísticas. Más preocupante aún es que dicha ausencia de incidencia no se
aborde en la literatura.
Se encuentra que las exportaciones de México están definidas en función del PIB tanto
de Estados Unidos como de México y del tipo de cambio real. Las importaciones son
función específicamente del PIB de Estados Unidos y del tipo de cambio real. Sin
embargo, el PIB de México no determina a las importaciones mexicanas, debido a su
indeterminación funcional. Las exportaciones mexicanas, son elásticas (2.41) con
respecto al PIB de Estados Unidos. Este coeficiente pone de manifiesto la contracción
de las ventas al exterior de los bienes mexicanos ante una caída del producto de aquel
país. Al mismo tiempo, la recuperación de las exportaciones mexicanas sería resultado
de un repunte del producto norteamericano. Por otro, las exportaciones mexicanas
resultan inelásticas (0.81) con respecto al PIB de México. Esto pone de manifiesto que
el PIB local opera en un segundo plano cuantitativo, en contraste, con el de Estados
Unidos. Las importaciones mexicanas son elásticas (3.94) con respecto al PIB de
Estados Unidos. Es decir, las compras foráneas de México quedan supeditadas al
producto de Estados Unidos. La literatura muestra que, en algunos casos, la variable de
precios utilizada puede incidir en el comercio exterior de México. Sin embargo, utilizando
el tipo de cambio real bilateral, en este trabajo, se demuestra que es por demás
reducido el efecto de una subvaluación en las exportaciones (-0.43) como de la
sobrevaluación en las importaciones de México (0.32).
144
Las pruebas de exogeneidad permiten demostrar que las exportaciones, así como de
las importaciones de Estados Unidos son función del producto y del tipo de cambio real
efectivo. En respuesta a lo anterior se verifica que las exportaciones de Estados Unidos
son elásticas (1.79) con respecto al PIB de dicho país. El crecimiento del PIB incide en
el crecimiento de las ventas foráneas y viceversa. En el caso de las importaciones, es
mayor su elasticidad (2.29) con respecto al PIB referido. Es decir, es más pronunciado el
efecto que el PIB puede ejercer en las compras foráneas. En razón de lo anterior, en
algunos casos, la literatura muestra la posibilidad de una depreciación del dólar con el
propósito de mejorar la posición comercial de Estados Unidos. Sin embargo, el tipo de
cambio real efectivo tiene un efecto negativo relativamente inelástico para estimular a
las exportaciones (-0.15). En este sentido, el efecto de una subvaluación del dólar en
dichas exportaciones es reducido. Del mismo modo, las importaciones de Estados
Unidos son inelásticas (0.12) con respeto al tipo de cambio real efectivo. Ello implica que
la sobrevaluación del dólar tiene un efecto por demás reducido en las importaciones de
bienes.
Las pruebas de exogeneidad constituyen un procedimiento indispensable con el fin de
obtener, por una parte, coeficientes lógicamente consistentes. Por otra parte, permite
evitar caer en problemas de causación inversa, al asumir erróneamente que es el
comercio exterior el que incide en el producto.
145
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160
ANEXOS
A. Acrónimos
Abreviación Término
ALADI Asociación Latinoamericana de Integración
AR Auto Regresivos
WB Banco Mundial
BW Bretton Woods
CW Consenso de Washington
FMI Fondo Monetario Internacional
GATT Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio
IH Identificación por Heteroscedasticidad
IMMEX Industria Manufacturera y Maquiladora de Exportación
ISI Industrialización por Sustitución de Importaciones
MA Medias Móviles
MCO Mínimos Cuadrados Ordinarios
MCI Mínimos Cuadrados Indirectos
MC2E Mínimos Cuadrados en dos Etapas
OMC Organización Mundial del Comercio
OPEP Organización de Países Exportadores de Petróleo
PTF Productividad Total de los Factores
VI Variables Instrumentales
TLCAN Tratado de Libre Comercio de América del Norte
161
B. Modelo de Sachs y Warner (1995) El modelo que a continuación se presenta se reprodujo estimando al producto per
cápita, únicamente, con respecto a la variable dicotómica de apertura construida por
estos dos autores. En lo que corresponde a la estimación personal se consideraron
todas las observaciones, que en este caso fueron de 107. Cabe aclarar que algunos
países se incluyeron faltando, por lo menos, la información de un criterio de los cinco
que comprende la variable dicotómica de apertura.
Efecto de la política comercial en el crecimiento (1970-1989)
Nota: a
Aquí solamente se muestra uno de los resultados de Sachs y Warner (regresión 5 de su estudio). En la estimación de esta variable dicotómica de apertura consideran cinco criterios de política comercial a saber: 1) barreras comerciales de más del 40 por ciento (TAR); 2) barreras no comerciales de más del 40 por ciento (NTB); 3) un tipo de cambio del mercado negro depreciado por más del 20 por ciento (BMP); 4) si el país en consideración perteneció a un sistema económico socialista (SOC); y 5) si en dicho país impera un monopolio estatal sobre las exportaciones (MON). b
Este resultado es la re-estimación que Rodríguez y Rodrik (2000) hacen de la variable OPEN del modelo de Sachs y Warner (1995). c Separando cada uno de los criterios de política comercial, Rodríguez y Rodrik demuestran que el poder
predictivo de la variable OPEN deriva principalmente de la combinación de las variables BMP y MON. d Esta es la estimación que se obtuvo considerando los cinco criterios antes mencionados.
e Aquí se estima la variable OPEN considerando únicamente las variables BMP y MON de acuerdo con el
criterio de Rodríguez y Rodrik.
Autor Sachs y Warner
a
(SW)
Rodríguez y Rodrik
b
(RR)
Rodríguez y Rodrik
c
(RR)
Estimación propia
SW
d
RR
e
Variable dependiente
PIB per cápita PIB per cápita PIB per cápita PIB per cápita PIB per cápita
Constante 9.54 (3.85)**
- - - - - - - - - - 7.24 (111. 30)***
- 0.79 (- 3.08)**
OPEN 2.45 (5.40)***
2.44 (5.83)*
- - - - - 1.28 (12.95)***
1.65 (4.44)***
BMP -1.70 (-3.65)*
MON -2.02 (-2.84)*
SOC -1.27 (-1.39)*
NTB -0.45 (-0.81)
TAR -0.13 (-0.18)
Observaciones 79 79 71 107 107
R2 0.54 0.59 0.64 0.34 0.16
162
C. Una nota sobre las pruebas de exogeneidad
Las pruebas de exogeneidad tienen una aplicación general. Es decir, aplicando dichas
pruebas se puede analizar si una variable x es exógena, o en su caso, endógena. Para
ello se requiere de la incorporación de una o más variables adicionales conocidas como
instrumentales. Una variable instrumental z puede estar o no altamente correlacionada
con la variable x que se quiere probar. Por ejemplo, sean dos variables x e y , dentro
del cual se desea saber su naturaleza exógena de una de la otra. Se toma como modelo
la siguiente ecuación:1
0 1 1ty x u (1)
De la ecuación (1), se asume que la variable ( x ) puede estar correlacionada con el
término de error ( )u de la variable y, el cual origina un problema de endogeneidad.
Entonces el objetivo es probar si x es exógena o realmente endógena en dicha
ecuación. El criterio de exogeneidad de la variable x puede establecerse utilizando una
variable instrumental z estimando una regresión auxiliar:
0 1 i tx z (2)
donde z es la variable instrumental i. En este sentido, el contraste de Hausman es
equivalente a contrastar la significancia individual de ( )u , el cual se refiere a los
residuos de la variable x sobre su variable instrumental utilizada z .2 Finalmente, para
verificar la exogeneidad de la variable x se estima la ecuación (1) incorporando la
variable de residuos que fue estimada en la ecuación (2):
0 1 2ty x u u
(3)
1 Esta forma de exponer el contraste de Hausman puede consultarse en Pérez (2006:424 - 426).
2 La variable de los residuos estimada queda compuesta como: 0 1( )t tt x z
.
163
De la ecuación (3), si el coeficiente de los residuos estimados es estadísticamente
significativo, la variable x se considera endógena. En caso contrario, exógena. Por
tanto, si x no se correlaciona con el término de error será justificable estimar esta
ecuación por el método de mínimos cuadros ordinarios (MCO). Es decir, significa que
está bien especificada la ecuación. Si se correlaciona con el término de error significa
que no puede estimarse esta ecuación o está mal especificada.
Una técnica poco común para implementar la prueba de Hausman, es estimar, la
ecuación (1) para obtener el primer estimador (0). Posteriormente, utilizando el método
de mínimos cuadrados ordinarios de dos etapas, al incluir una variable instrumental iz ,
se obtiene el segundo estimador (1).3 Esta variable instrumental explicativa se refiere a
aquella variable (o variables) que se supone está correlacionada con la variable
explicativa principal ( x ) y no correlacionada con el término de error. En seguida se
considera la diferencia de estos dos estimadores 0q
. Asimismo se requiere del
coeficiente de correlación al cuadrado entre x y z . Finalmente, se utiliza la desviación
estándar al cuadrado de la variable x por MCO. Ahora se especifica el estadístico de
prueba de Hausman ( m ):4
0
2
21
q r
m
r V
(4)
donde
q
= es la diferencia de 1 0
3 Hausman (1978) propuso un contraste para detectar si hay errores de medida. Es decir, bajo la hipótesis
de que no hay errores de medida, tanto el estimador de mínimos cuadrados, b, como el estimador de
variables instrumentales bIV, son estimadores consistentes de , aunque el estimador de mínimos cuadrados es eficiente y el de variables instrumentales es ineficiente. Pero si esta hipótesis es falsa sólo bIV es consistente. El estadístico de contraste examina la diferencia entre b y bIV (Greene, 1999: 384 - 385). Una exposición similar sobre el contraste de estimadores puede revisarse en Johnston y Dinardo (2001: 297 - 298). 4 Para esta representación se tomó como base a Maddala (1992).
164
r = coeficiente de correlación entre c y la variable instrumental iz
0V
= desviación estándar al cuadrado de 0
estimada
Según la expresión (4), para definir si la variable x es exógena o endógena, utilizando el
valor de m como una ji-cuadrada (2) y un grado de libertad, el criterio es: si 2 > m , x
es exógena; si m > 2, x es endógena. Sin embargo, es importante comentar que al
ejecutar las pruebas de exogeneidad siguiendo este procedimiento puede conllevar a
resultados heterogéneos y confusos.
165
D. Prueba de los coeficientes o prueba de Wald Para las pruebas de significancia global es necesario estimar el estadístico de prueba (Pindyck y
Rubinfeld (2001):
R NR
calculadoNR
SCR SCR n kF
SCR q
donde SCR
R es la suma de cuadrados de los residuos del modelo restringido y SCR
NR del no restringido; n
es el número de observaciones totales; k el número de regresores; y q el número de restricciones.
Asimismo se requiere el valor crítico de la distribución ( , )q n kF .
El criterio que se sigue es si el Fcalculado F (q, n-k) se rechaza la hipótesis nula, pero si el F (q, n-k) Fcalculado
se acepta la hipótesis nula.
D1. México Para verificar la exogeneidad del producto tanto local como foráneo con respecto a las exportaciones e importaciones se utilizaron algunos trimestres de rezago en cada una de estas variables. Todas las variables son estimadas en logaritmos y en primeras diferencias. La ecuación general es X = f (Xt-1, PIBt-1)
log X = 1 log X-1 – 2 log X-2 – 3 log X-3 – 4 log PIB -1 (1.1)
– 5 log PIB -2 - 6 log PIB -3 + µ
H0: 4=0, 5=0, 6=0
H1: 4≠0, 5≠0, 6≠0 Fcalculado = 2.912479
F(q, n-k) = F99%(3, 98) = 2.912452
Dado que el Fcalculado F (q, n-k) se rechaza la hipótesis nula y se concluye que el PIB de México causa a las exportaciones en el sentido de Granger. Esto quiere decir, que es exógeno con un nivel de significancia del 99%. Por tanto, se considera una variable independiente con respecto a las exportaciones. La ecuación general es X = f (Xt-1, PIB
*t-1)
log X = 1 log X-1 – 2 log X-2 – 3 log X-3 – 4 log PIB* -1 (1. 2)
– 5 log PIB* -2 - 6 log PIB* -3 + µ
H0: 4=0, 5=0, 6=0
H1: 4≠0, 5≠0, 6≠0
166
Fcalculado = 6.187023
F(q, n-k) = F99%(3, 97) = 6.187022
Dado que el Fcalculado F (q, n-k) se rechaza la hipótesis nula y se concluye que el PIB de Estados Unidos causa a las exportaciones en el sentido de Granger. Esto significa que es exógeno con un nivel de significancia del 99%. Por tanto, se considera una variable independiente con respecto a las exportaciones. La ecuación general es M = f (Mt-1, PIB
*t-1)
log M = 1 log M-1 – 2 log M-2 – 3 log M-3 – 4 log PIB* + 4
+ µ (1. 3)
H0: 4=0
H1: 4≠0 Fcalculado = 5.762454
F(q, n-k) = F99%(1, 98) = 5.762435
Dado que el Fcalculado F(q, n-k) se rechaza la hipótesis nula y se concluye que el PIB de Estados Unidos es exógeno con un nivel de significancia del 99%. Por tanto, se considera una variable independiente con
respecto a las importaciones. En la variable de residuos estimada ( ) se incluyeron como instrumentos el
PIB de Estados Unidos rezagado uno, dos y tres trimestres. La ecuación general es M = f (Mt-1, PIBt-1)
log M = 0 – 1 log M-1 – 2 log M-2 – 3 log PIB + 4
+ µ (1. 4)
H0: 4=0
H1: 4≠0 Fcalculado = 11.97263
F(q, n-k) = F99%(1, 100) = 11.97264
Dado que el F(q, n-k) Fcalculado se acepta la hipótesis nula y se concluye que el PIB de México no es exógeno con un nivel de significancia del 99%. Por tanto, se considera una variable endógena o
determinada. En la variable de residuos estimada ( ) se incluyó como variables instrumentales el PIB de
México rezagado uno y dos trimestres, y el tipo de cambio real.
167
D2. Estados Unidos Aquí se verifica la exogeneidad del producto local con respecto a las exportaciones e importaciones. Se utilizaron algunos trimestres de rezago en cada una de estas variables. Las variables son estimadas en logaritmos y en primeras diferencias. La ecuación general es X = f (Xt-1, PIBt-1)
log X = 0 + 1 log X-1 – 2 log X-2 – 3 log PIB-1 (2.1)
– 4 log PIB-2 - 5 log PIB-3 + µ
H0: 3 =0, 4 =0, 5 =0
H1: 3 ≠0, 4 ≠0, 5 ≠0 Fcalculado = 3.55
F(q, n-k) = F99%(3, 98) = 3.44
Dado que el Fcalculado F(q, n-k) se rechaza la hipótesis nula y se concluye que el PIB de Estados Unidos es exógeno con un nivel de significancia del 99%. Por tanto, se considera una variable independiente con respecto a las exportaciones. La ecuación general es M = f (Mt-1, PIBt-1)
log M = 0 + 1 log M-1 – 2 log M-2 – 3 log PIB-1 (2. 2)
– 4 log PIB-2 - 5 log PIB-3 + µ
H0: 3 =0, 4 =0, 5 =0
H1: 3 ≠0, 4 ≠0, 5 ≠0 Fcalculado = 16.99
F(q, n-k) = F99%(3, 98) = 13.70
Dado que el Fcalculado F(q, n-k) se rechaza la hipótesis nula y se concluye que el PIB de Estados Unidos es exógeno con un nivel de significancia del 99%. Por tanto, se considera una variable independiente con respecto a las importaciones.
168
D1. 1. México. Análisis de exogeneidad para X e M en relación al PIB Cuadro D1. 1. 1. La ecuación general es PIB = f (PIBt-1, Xt-1):
PIB X Fcalculado F (q, n- k) Criterio: rechazo/aceptación de la Ho
Resultado de la prueba para
X No
rezagos No
rezagos
R NRSCR SCR n k
NR qSCR
F99% (3, 97)
3
3 3.86749288 3.867505 Se acepta Ho Endógena
Cuadro D1. 1. 2. La ecuación general es PIB = f (PIBt-1, Mt-1):
PIB M Fcalculado F (q, n- k) Criterio: rechazo/aceptación de la Ho
Resultado de la prueba para
M No
rezagos No
rezagos
R NRSCR SCR n k
NR qSCR
F99% (3, 97)
3
3 14.68609677 14.68592 Se rechaza Ho Exógena
D2. 1. Estados Unidos. Análisis de exogeneidad para X e M en relación al PIB Cuadro D2. 1. 1. La ecuación general es PIB = f (PIBt-1, Xt-1):
PIB X Fcalculado F (q, n- k) Criterio: rechazo/aceptación de la Ho
Resultado de la prueba para
X No
rezagos No
rezagos
R NRSCR SCR n k
NR qSCR
F99% (3, 97)
3
2 4.541309669 4.545427 Se acepta Ho Endógena
Cuadro D2. 1. 2. La ecuación general es PIB = f (PIBt-1, Mt-1):
PIB M Fcalculado F (q, n- k) Criterio: rechazo/aceptación de la Ho
Resultado de la prueba para
M No
rezagos No
rezagos
R NRSCR SCR n k
NR qSCR
F99% (3, 97)
3
3 2.617035892 2.620453 Se acepta Ho Endógena
169
E. FUENTE DE DATOS
CUADRO 1. E. MÉXICO. VARIABLES ECONÓMICAS
VARIABLE DENOMINACIÓN UNIDAD PERIODO FUENTE
PIB Producto interno bruto
Miles de pesos a precios corrientes
1980:1 – 2006:4 1
IPIPIB
Índice de precios implícitos
del PIB
1993 = 100 1980:1 – 2006:4 1
X
Exportaciones de bienes no
petroleras
Miles de pesos a precios corrientes
1980:1 – 2006:4 1
IPIX
Índice de precios implícitos
de las exportaciones
1993 = 100 1980:1 – 2006:4 1
M
Importaciones de bienes por
destino económico
Miles de pesos a precios corrientes
1980:1 – 2006:4 1
IPIM
Índice de precios implícitos
de las importaciones
1993 = 100 1980:1 – 2006:4 1
e0
Tipo de cambio promedio del
periodo
Pesos por dólar 1980:01 – 2006:12 2
p
Wholesale Price Index –
Producer Price Index
2000 = 100 1981: 1 – 2006:4 3
TEM Temperatura promedio
Grados C°
1980:01 - 2006:12 4
Especificación:
1. INEGI (www.inegi.org.mx)
2. Banco de México (www.banxico.org.mx)
3. International financial Statistics (www.imfstatistics.org)
4. Servicio Meteorológico Nacional. Comisión Nacional del Agua (www.smn.cna.gob.mx)
170
CUADRO 2. E. ESTADOS UNIDOS. VARIABLES ECONÓMICAS
VARIABLE DENOMINACIÓN UNIDAD PERIODO FUENTE
PIB Gross Domestic Product
Billones de dólares
corrientes
1980: 1 – 2006: 4 1
DPIB Implicit price deflators (PIB)
2000 = 100
1980: 1 – 2006: 4 1
X Exports of goods
Billones de dólares
Corrientes
1980: 1 – 2006: 4 1
IPX Price index for exports
2000 = 100
1980: 1 – 2006: 4 1
M Imports of goods
Billones de dólares
corrientes
1980: 1 – 2006: 4 1
IPM Price index for imports
2000 = 100
1980: 1 – 2006: 4 1
p*
Producer Price Index – Commodities Stage of
processing finished goods 1982 = 100 1980: 01-2006:12 2
Er Real Effective Exchange Rate
2000 = 100
1980: 1 – 2006: 4 3
TEMUS Average Temperature
Degree (F)
1980: 01-2006:12 4
Especificación:
1. Bureau of Economic Analysis (www.bea.gov)
2. Bureau of Labor Statistics (www.bls.gov) 3. International financial Statistics (www.imfstatistics.org)
4. National Climatic Data Center (www.ncdc.noaa.gov)
171
F. PRUEBA DE RAICES UNITARIAS
Se utilizó la prueba aumentada Dickey-Fuller (Dickey y Fuller, 1981). En dicha prueba se
rechaza la hipótesis de raíz unitaria, cuyas variables son estacionarias en primeras
diferencias, o bien, siguen un proceso integrado de orden uno I(1). Las pruebas de
Phillips-Perron confirman la estacionariedad de las variables (Phillips y Perron, 1988).
Los resultados se muestran en el cuadro (1. F) adjunto.
Cuadro 1. F. Prueba Augmented Dickey-Fuller (ADF) y Phillips-Perron (P-P)
Valor crítico Sin intercepción, tendencia e
intercepción*
1% -2.59
5% -1.94
10% -1.61
*
Todas las variables pasaron la prueba ADF y P-P con intercept, trend and intercep y none. Esta última
es la que se incluye en el cuadro anexo tres.
País
México Estados Unidos
Prueba Variables
ADF P-P ADF P-P
Exportaciones
-12.14 -12.07 -3.06 -6.38
Importaciones
-4.08 -10.04 -2.63 -6.89
PIB de México
-2.33 -19.37 - - - - - -
PIB de Estados Unidos
- - - - - - -2.90 -4.83
Tipo de cambio real
bilateral
-11.38 -11.38 - - - - - -
Tipo de cambio real
efectivo (multilateral)
- - - - - - -8.06 -8.24
172
G. PRUEBAS DE COINTEGRACIÓN (JOHANSEN)
Los cuadros (1. G) y (2. G) adjuntos muestran los resultados de las pruebas de
cointegración de Johansen. Estas pruebas permiten establecer una relación de largo
plazo o combinación lineal entre variables no estacionarias (Engle y Granger, 1987;
Johansen, 1988). Se encontró que existe al menos una ecuación cointegrante entre las
variables en cuestión con el 99 y 95 por ciento de significancia.
Cuadro 1. G. México. Series: X, M, PIB (México), PIB (Estados Unidos), Er (tipo de cambio real bilateral)
*(**) denota el rechazo de la hipótesis nula a un nivel de significancia de 5% (1%). La prueba de traza indica cinco ecuaciones cointegrantes a un nivel de significancia de 5 y 1 por ciento.
Cuadro 2. G. Estados Unidos. Series: X, M, PIB (Estados Unidos), Er (tipo de cambio real efectivo)
*(**) denota el rechazo de la hipótesis nula a un nivel de significancia de 5%(1%). La prueba de traza indica cuatro ecuaciones cointegrantes a un nivel de significancia de 5 por ciento y tres ecuaciones cointegrantes a un nivel de significancia de 1 por ciento.
H0 r = 0** r ≤ 1** r ≤ 2** r ≤ 3** r ≤ 4**
Eigenvalores 0.43 0.35 0.30 0.18 0.09
Estadístico traza
168.75 110.78 66.38 30.21 9.68
Valor crítico (5%) 68.52 47.21 29.68 15.41 3.76
Valor crítico (1%) 76.07 54.46 35.65 20.04 6.65
H0 r = 0** r ≤ 1** r ≤ 2** r ≤ 3**
Eigenvalores 0.35 0.25 0.20 0.06
Estadístico traza
101.89 57.96 28.62 6.50
Valor crítico (5%) 47.21 29.68 15.41 3.76
Valor crítico (1%) 54.46 35.65 20.04 6.65