¿cómo participar en un festival cinematográfico?

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¿Cómo participar en un Festival Cinematográfico? Festivales Cinematográficos Un festival cinematográfico es un evento en el cual se presentan diferentes films ya sean cortometrajes o largometrajes. En estos eventos se reúnen diferentes personas del medio cinematográfico a juzgar las cintas participantes. Los directores, actores y actrices son parte importante del evento ya que son una atracción para el público y la prensa. ¿Usted sabe en qué se diferencian los Festivales Cinematográficos de los premios al cine? Pues que en los festivales podemos ver la obra antes de premiarla. Inclusive se llegan a exhibir estrenos mundiales, dependiendo en algunos casos de la importancia y el renombre del festival. Numerosas personas de todo el mundo se reúnen para presenciar, visualizar, juzgar, opinar, premiar y hasta adquirir cine. La diversión también es parte de la jornada. En 1932 se fundó el festival europeo de Venecia, el más antiguo de los festivales internacionales vigentes. Podemos mencionar otros importantes eventos similares a Venecia como Cannes, Toronto y Berlín. Según el escritor inglés Stephen Follows, Estados Unidos es el mayor organizador de este tipo de encuentros cinematográficos pero los tradicionales europeos son los que más atraen a la crítica, al glamour y al poder. Otro dato que nos proporciona Follows, es que solo el 1.8% de Festivales son sudamericanos, lo que es tremendamente bajo en comparación del 69.7% que organiza Estados Unidos. La periodista peruana de cultura, Francesca Varda, menciona tres interesantes festivales en nuestra región: Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana (Cuba), Festival Internacional de Cine de Cartagena y el Festival de Cine de Lima. El Festival de Cine de Lima es presentado anualmente en la quincena de agosto y desde su primera edición en 1997, ha acumulado grandes críticas convirtiéndose en la actualidad en uno de los más importantes de América Latina. Aunque sabemos bien que el cine en América Latina no goza de mucho apoyo de

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¿Cómo participar en un Festival Cinematográfico?

Festivales Cinematográficos Un festival cinematográfico es un evento en el cual se presentan diferentes films ya sean cortometrajes o largometrajes. En estos eventos se reúnen diferentes personas del medio cinematográfico a juzgar las cintas participantes. Los directores, actores y actrices son parte importante del evento ya que son una atracción para el público y la prensa. ¿Usted sabe en qué se diferencian los Festivales Cinematográficos de los premios al cine? Pues que en los festivales podemos ver la obra antes de premiarla. Inclusive se llegan a exhibir estrenos mundiales, dependiendo en algunos casos de la importancia y el renombre del festival. Numerosas personas de todo el mundo se reúnen para presenciar, visualizar, juzgar, opinar, premiar y hasta adquirir cine. La diversión también es parte de la jornada.

En 1932 se fundó el festival europeo de Venecia, el más antiguo de los festivales internacionales vigentes. Podemos mencionar otros importantes eventos similares a Venecia como Cannes, Toronto y Berlín. Según el escritor inglés Stephen Follows, Estados Unidos es el mayor organizador de este tipo de encuentros cinematográficos pero los tradicionales europeos son los que más atraen a la crítica, al glamour y al poder. Otro dato que nos proporciona Follows, es que solo el

1.8% de Festivales son sudamericanos, lo que es tremendamente bajo en comparación del 69.7% que organiza Estados Unidos. La periodista peruana de cultura, Francesca Varda, menciona tres interesantes festivales en nuestra región: Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana (Cuba), Festival Internacional de Cine de Cartagena y el Festival de Cine de Lima. El Festival de Cine de Lima es presentado anualmente en la quincena de agosto y desde su primera edición en 1997, ha acumulado grandes críticas convirtiéndose en la actualidad en uno de los más importantes de América Latina. Aunque sabemos bien que el cine en América Latina no goza de mucho apoyo de

parte de sus gobiernos, con mucho esfuerzo de los cineastas, en los últimos años se ha apreciado una gran cantidad de cintas de alto nivel en nuestro idioma. Perú en cine

 

Definitivamente el cine peruano ha alcanzado una mejor posición internacional estos últimos años con respecto a una época en la que solo un director lograba recabar historias moderadamente exitosas y con una taquilla aceptable. Nos referimos a la época dorada de Francisco Lombardi y un evidente monopolio cinematográfico. Ahora en una etapa con diferentes rostros, forzosamente debemos de mencionar a la premiada producción de la directora Claudia Llosa, La Teta Asustada (2009), la cual nos ha representado en diversos festivales internacionales, inclusive ganando dos importantes premios en el Festival de Berlín y siendo nominada al Oscar como Mejor Película Extranjera. Como muchos saben, la cinta de Llosa, es una coproducción peruano-española por lo que contó con el respaldo de una industria cinematográfica importante como la del país europeo, el cual tiene en su haber numerosos éxitos en el cine mundial. Al igual que España, Argentina es otra industria cinematográfica que año a año se supera. Si hacemos una comparación con nuestra historia de cine peruano, podemos darnos cuenta de que estamos con un atraso enorme en cuanto a organización, información y producción. Partamos de ello. Cine Peruano en Festivales Internacionales Participar en un festival de cine internacional es una experiencia que todo cineasta debería tener. ¿Qué beneficio puede traer? Visibilidad y la oportunidad de exhibir nuestro cine a diferentes personas y expertos del séptimo arte mundial. Otro punto a favor es la interacción de los cineastas con diferentes personas del medio y el aprendizaje que extraen de cada encuentro. Inclusive tener la visión y la percepción de otra persona con diferente idiosincrasia a la nuestra. Sin embargo, la industria de cine peruano carece de uniformidad en

cuanto a la manera de obtener información para participar de estos importantes festivales. Esta falencia puede costar mucho a un cineasta. Rossana Díaz Costa aprendió con mucho esfuerzo lo que es exportar una producción peruana. Su ópera prima “Viaje a Tombuctú”, fue exactamente para ella eso, una aventura de aprendizaje sobre producción y post producción. Aparte de la rica experiencia que tuvo como directora y guionista, Díaz tuvo el lujo de, sin querer, cursar una especie de maestría en distribución de cine para que su obra se vea en varias partes del mundo. La cineasta y profesora universitaria recuerda vívidamente el periplo y el costo personal que sufrió por encontrarse en una industria de cine nacional que no ofrece a sus artistas la información debida sobre cómo exportar su trabajo.

“Yo cometí el error de presentar mi película sola. Debí mover la cinta para conseguir un distribuidor internacional pero en esa época no tenía claro eso. Mi error fue presentar la cinta en el Festival de Cine de Lima yo solita, sin un distribuidor. Para empezar a mover tu película, debes conseguir un agente de ventas o un distribuidor internacional”, relató.

A pesar de haber obviado esta importante etapa de la industria cinematogràfica, la cineasta logró con su propio afán, colocar su película en varios festivales, como Chicago, San Diego y San Francisco. Su trabajo también fue visto en Uruguay, España y Argentina. Este último país compartió la producción de “Viaje a Tomboctú” con Perú, lo cual demostró a la cineasta lo avanzado del país hermano en cuanto a organización de sus productoras y su cine.

“La coproducción de mi película fue en Argentina. Ahí me doy cuenta cómo no funcionamos acá. No tienen idea de toda la información que me llega al correo. Me llegan hojas de vida de argentinos que no saben que mi productora está en Perú. Pero estamos en la lista de productoras que han hecho películas argentinas. Un joven que se gradúa ya tiene acceso a toda esa información muy ordenada”, comentó. “Me envían tablas para actualizar los datos de mi empresa, les digo que no soy argentina y me dicen que no importa. Mi información está ordenada en Argentina y no en Perú. Acá no”, explicó.

Lo que NO tenemos ¿A qué se debe que un cineasta no tenga claro cómo participar en un Festival Internacional de Cine? Parte de la diferencia de Perú con otros países sería que no contamos con una Comisión de Cine (Film Commission). Estas comisiones son parte de la industria en más de 100 países y se caracterizan por ser sin fines de lucro. Muchas de estas organizaciones son manejadas por los gobiernos, de esta manera se impulsa el trabajo cinematográfico en el país, hay más uniformidad en los procesos, y los cineastas tienen una base de datos a la cual recurrir a la hora de buscar información sobre trámites para los festivales de cine o locaciones para filmar. Sebastián Zavala Khan es comunicador y miembro de la APRECI, (Asociación de Prensa Cinematográfica). A pesar de que Zavala asegura haber tenido una muy buena formación técnica sobre cine en la universidad, sabe bien que faltó obtener estudios sobre cómo llevar su proyecto más allá de la producción.

“Siento que a pesar de haber tenido una excelente formación técnica, no obtuve mayor información o curso con respecto a cómo vender un proyecto, cómo difundirlo, cómo hacer para que llegue a salas de cine, a festivales. Hacerlo más comercial. No solo debemos aprender cómo hacer películas, si no cómo financiarlas y distribuirlas. Creo que los estudiantes y los mismos cineastas no saben cómo manejar estos temas porque no se difunde la información. No la encuentras en periódicos, en televisión, en medios masivos. Si quieres información tienes que recurrir a la investigación y a buscarla por Internet o preguntando a personas con experiencia”, confesó.

Si en algo coinciden los expertos, es que antes de siquiera pensar en aplicar a algún festival de cine, el cineasta debe investigar qué tipo de festivales son los que reciben los temas de su cinta. Una película no puede estar en todos los festivales, pues cada

organización se caracteriza por recibir cierto tipo de cine. Por ejemplo Rossana Díaz Costa comenta que el famoso Festival de Rotterdam proyecta un tipo de película que es más cercana a lo experimental, no muy narrativa. Las cintas

clásicas no son consideradas para Rotterdam. Diaz aconseja profusamente conocer el producto antes de enviarlo a los organizadores al exterior.

 

Entender a fondo el producto ayuda enormemente a la hora de investigar sobre los festivales internacionales. ¿Cuál es el beneficio? El ahorro de tiempo y dinero. No sirve de nada enviar una cinta clásica a un festival de cine de terror. Además los gastos de envío y tiempo no son reembolsables, obviamente. Una vez estando seguros a qué festival dirigirse, pueden proceder a la investigación sobre los requisitos. Cada organización tiene distintas políticas. Lo favorable es que hoy se tiene al alcance toda esa información por Internet, en cada página oficial de los mismos festivales. Hay que tener en cuenta un punto también muy importante a la hora de considerar aplicar a algún festival. Lo que más atrae a este tipo de organizaciones es la primicia, el estreno y la novedad. Como cineasta interesado en lanzar un estreno en un festival, se debe tener bien claro el calendario de eventos, de esa manera eliges uno importante, que llegue a la mayor cantidad posible de espectadores. Un festival que atraiga mucha crítica y cobertura periodística, de esa manera más personas ven el trabajo, se difunde mejor y tiene más posibilidades de ser elegido por alguna productora grande para ser distribuido. Otra opción es que la película sea considerada para la televisión, que tampoco es nada despreciable. La idea es que el cineasta sepa a dónde se dirige para tratar de evitar consecuencias negativas en el proceso. Para la directora de Viaje Tombuctú, su primer festival fue una experiencia valiosa de aprendizaje y tenacidad. Pero también de consecuencias. “Las principales consecuencias por la falta de información a la hora de aplicar a un festival internacional de cine, son la pérdida de tiempo y de dinero. Personalmente considero que he sido muy afortunada porque sin saber sobre esto, he aplicado a festivales que me han salido bien. Entre los diez y quince festivales a los que presenté mi película, pude participar en siete. Eso sí, me llevé la sorpresa que todos tenían distribuidora menos yo. La gente también se sorprendía de cómo llegué ahí.”

Aunque “Viaje a Tombuctú” pudo ser exhibida en varios festivales por la perseverancia de su directora, si hubiese tenido una mayor información o algún ente intermediario nacional especializado en este tipo de procesos, la cinta hubiese podido estar en el doble de salas de las que estuvo. Doble cantidad de espectadores, de crítica, de oportunidades y doble exhibición del Perú en el mundo. Comisión del Cine en Perú (Film Commission) Es evidente que con el crecimiento de nuestra industria cinematográfica también debería de crecer el apoyo del gobierno en cuanto a proveer de información y de respaldo. El siguiente paso sería tener una organización que se dedique exclusivamente a comercializar nuestro cine en el exterior, mantener informados a nuestros cineastas y estudiantes sobre las oportunidades que tienen en cuanto a concursos, financiamientos, festivales, locaciones, equipo de producción, etc. Sebastián Zavala aduce la falta de una Film Commission al poco interés de la comunidad del cine y al insuficiente presupuesto del estado. El comunicador asegura que sería beneficioso para el cine una organización de este tipo en el Perú. “De todas maneras debería de existir un Film Commission. Cuando ves a otros países, como Argentina, con una Comisión de Cine y ves que producen cintas tan buenas y de tan alta calidad, te hacen ver que este tipo de organizaciones en verdad ayudan”, expresó. Una comisión que se dedique exclusivamente a impulsar el cine peruano, sería un excelente primer paso para crear una industria cinematográfica sólida y con miras a un futuro en el que podamos ser también reconocidos por nuestra calidad, como parte del cine mundial.

 

Imàgenes: S. Follows. Foto: blog Francesca Varda Foto: Twitter Claudia Llosa Foto: La República Rossana Diaz Costa Foto: Punto Edu Sebastián Zavala Foto: JMB Rodaje “Viaje a Tombuctú”- Foto Cinencuentro Festival de Cannes 2014 Foto: CDN

  Comentario de la redactora: Nuestro tema acerca del cine peruano y la desinformación sobre la forma de participar en festivales internacionales, pretende hacer conocer un simple proceso que sería mucho más simple si es que hubiese una información formal al respecto. Normalmente las temporadas de premios cinematográficos se llevan a cabo a finales de cada año. No es ningún secreto que Estados Unidos y Europa, son los que se llevan el protagonismo en los festivales y premiaciones año a año. Con aportes de Argentina o Brasil, Sudamérica no va más allá en cuanto a visibilidad internacional se refiere. Se hace cada vez más obvia la ausencia de filmes latinoamericanos y específicamente de cine peruano. ¿Hacia dónde nos conduce tener éxito en un festival internacional de cine? Podemos mencionar la exposición del país ganador ante los ojos del mundo, el ingreso de presupuesto en premios, demanda internacional para transmitir la cinta en diferentes partes del mundo y, ¿por qué no?, llegar a despejar levemente el sendero para otros cineastas del mismo país. Si es que se llega a producir un material de tanta calidad que opaque a otras producciones y logre llevarse algún galardón o mención. ¿Pero cómo pretendemos ganar un premio internacional de cine cuando ni los mismos directores de cinematográficos saben cómo empezar a participar en uno? Si bien hemos crecido en producciones anuales, la calidad y lo exportable que son estas cintas aún no logran cruzar la línea trazada para el cine internacional. Por ende, los ingresos no llegan. Apuntemos a las grandes industrias. Aceptamos que nuestra cinematografía no está ni entre las 20 primeras del mundo. Si compara el cine deportes como nuestro mediocre futbol, que no alcanza un campeonato mundial desde hace más de 30 años, la diferencia está en que el balompié cuenta con una Federación exclusiva para este deporte. El cine peruano solo cuenta con algunos gremios dispersos que no llegan a aportar lo que verdaderamente se necesita para alcanzar a las medianas industrias del cine mundial. Rossana Díaz Costa (directora de cine) nos contó cómo ve reflejada a la sociedad peruana en nuestro cine, cómo nuestros miembros de la industria cinematográfica peruana están tan diseminados y aislados entre sí, al igual que nuestra misma sociedad. Todo esto conlleva a no tener una organización que se encargue netamente de llevar al Perú a la mira internacional en cine. Esto repercute en las producciones, algunas se convierten en cintas irrelevantes y con baja calidad de producción, y en épocas peores no muy lejanas, no llegaban a producir nada. Es evidente que debemos imitar un poco los procesos y organizaciones de países hermanos como Argentina o Colombia, países que tiene una alta calidad en producción de cine y

reconocimiento internacional. El gobierno debe de apoyar al Ministerio de Cultura y juntos crear una Comisión de Cine en la que expertos en la industria y comunicadores, mantengan informados a estudiantes y cineastas sobre todo tipo de concepto, sea locaciones, hojas de vida de actores, coproducciones con otros países y definitivamente que sean nuestro respaldo a la hora de optar por participar en un festival de cine internacional. Una vez que tengamos un ente que nos proporcione lo necesario para continuar con nuestro desarrollo, ya podremos ver mejoras continuas en cuanto a la industria y a sus miembros. Los interesados tendrían una base de datos de todas las productoras peruanas, de esa manera otros países que deseen filmar en Perú, acceden a esta información y coproduce con nosotros su película. La industria crece y las productoras pueden ganar importancia internacional. Inclusive, podrían empezar a generarse gremios de actores, directores, guionistas, etc. Lo que motivaría a más personas y a la empresa privada a involucrarse con una industria de cine más formal y sólida. Esta Comisión de Cine debería apoyarse también en los institutos y en las universidades para que puedan instruir a nuestros futuros cineastas acerca de la importancia de mantenerse informados y también a ser proactivos en cuanto a ir tras la búsqueda del objetivo. La idea tampoco es limitar a nuestros artistas solo a lo que abarca los estudios técnicos si no también formarlos y desarrollar su sentido comercial otorgándoles las herramientas de soporte que requieren. En otras palabras, el cine como cualquier otra carrera, necesita de la seriedad y del apoyo del estado, lamentablemente sin ese soporte, nuestra industria cinematográfica se podría convertir en una rama más de la mediocridad peruana. Por: Jimena Mosquera