cómo tratar una hernia desde casa
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Cómo Tratar Una Hernia Desde CasaTRANSCRIPT
Cómo tratar una hernia desde casa4 partes:Cambios en el estilo de vida Ejercicios Prevención de hernias futuras Conoce cuál es tu estado
Las hernias se forman cuando un órgano empuja por un espacio en el músculo o
tejido que lo mantiene en su lugar. Son más comunes en el abdomen.[1] Sin
embargo, también pueden aparecer en el muslo superior, en el ombligo y en la
zona de la ingle. Aunque la mayoría de las hernias no constituyen una amenaza
para la vida, no desaparecerán solas y se tendrá que recurrir a la corrección
quirúrgica para evitar posibles complicaciones peligrosas. Dicho esto, existen
ejercicios que puedes hacer en casa y cambios en el estilo de vida que puedes
aplicar para mejorar tu estado; el punto de partida será el paso 1:
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Parte 1 de 4: Cambios en el estilo de vida
1.
1Come comidas pequeñas con frecuencia. Se recomienda comer 6 comidas
frecuentes por día: 3 comidas principales y 3 refrigerios en intermedios.[2] No se
recomiendan las comidas pesadas o abundantes ya que pueden provocar reflujo
de los contenidos del estómago, sobre todo en casos de hernia hiatal. El ácido
llega hasta el esófago porque una parte del estómago sobresale por el diafragma y
llega hasta el pecho.
Esta no es excusa para no volver a comer. Los refrigerios deben ser
complementarios a las comidas más pequeñas. Comienza con la mitad o tres
cuartos de tu plato hasta que te acostumbres a las raciones adecuadas.
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2.
2Evita algunas comidas. En caso de una hernia hiatal, evita lo picante, las
bebidas con cafeína y todo lo que pueda alterar el contenido gástrico del
estómago.[3] Las comidas que antes disfrutabas pero que luego resentían de algún
modo tu organismo, ahora deben evitarse por completo para reducir el estrés en el
aparato digestivo y el cuerpo.
Esto incluye algunos tés, bebidas gaseosas y café. También es bueno que evites
algunos jugos de frutas para mantener en equilibrio los niveles de acidez
estomacal.
Tomar antiácidos una vez al día antes de las comidas también ayudará controlar
los síntomas de la hernia hiatal, sobre todo si llegas a consumir por accidente algo
que pueda resentir a tu estómago.
3.
3Después de comer, evita lo siguiente: acostarte, agacharte o ser activo justo
después de haber comido. Estas actividades pueden provocar reflujo estomacal
como lo comentamos anteriormente. Al evitar hacer lo mencionado, puedes
contribuir en la prevención de daños y lesiones futuros en la zona afectada.
4.
4
Baja de peso. Tener sobrepeso aumenta la presión en la cavidad abdominal y
hace que el intestino sobresalga y en consecuencia se produce una hernia. Para
lograr este objetivo puedes recurrir a una dieta saludable (que incluya pequeñas
comidas frecuentes) y a ejercicios adecuados para ti.
Antes de cambiar tu dieta y tu rutina de ejercicios de forma drástica, consúltalo con
el médico. Será él o ella quien te dará las instrucciones adecuadas para perder
peso sin comprometer tu salud.
5.
5Toma analgésicos. Estos bloquean e interfieren con las señales de dolor que se
envían al cerebro. Si la señal de dolor no llega al cerebro, entonces el dolor no se
interpretará ni se sentirá. Aunque puedes pedirle el médico que te recete algo más
fuerte, puedes optar por analgésicos de venta sin receta médica. Hay dos las
clases de analgésicos que debes tomar en cuenta:
Los analgésicos simples: que por lo general son de venta sin receta médica y
pueden aliviar ciertos dolores. Un ejemplo común es el paracetamol. La dosis
apropiada se determina según el peso y el estado. Pregúntale al médico cuál es la
dosis adecuada para ti.[4]
Los analgésicos fuertes: que serán necesarios si el dolor no es aliviado con
analgésicos simples. Sin embargo, se deben tomar algunas precauciones ya que
pueden ser adictivos y sus efectos podrían deteriorarse con el tiempo. Algunos
ejemplos de estos son la codeína o el tramadol, que solo se pueden comprar con
receta médica.
6.
6También podrías tomar AINE. Son antiinflamatorios no esteroideos (AINE) que
se consumen por vía oral. Estos medicamentos bloquean químicos del cuerpo
específicos que pueden hacer que el área afectada se inflame. Algunos ejemplos
comunes son ibuprofeno, naproxeno y aspirina.
Con estos medicamentos se aplican principios similares en cuanto a la dosis. La
cantidad y la frecuencia con que tengas que tomar AINE se determinarán según tu
estado. Consúltale al médico y sigue las instrucciones del envase para acabar con
el dolor y evitar sobredosis innecesarias.
7.
7Usa un braguero. Sobre todo si se aproxima una cirugía, el profesional de la
salud podría presionar la hernia manualmente para devolverla a su lugar y podría
recomendar el uso de un cinturón especial (llamado braguero) para mantener la
hernia en su lugar hasta la realización de la cirugía. Aunque no se ha demostrado
por completo, usar un braguero después de haber metido la hernia manualmente
puede ayudar.
Sin embargo, debes saber que este puede ser un procedimiento doloroso y muy
incómodo, así que debes estar listo para tomar analgésicos de venta sin receta
médica, como paracetamol, si llega a ser necesario.
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Parte 2 de 4: Ejercicios
1.
1
Haz levantamiento de pierna en banco inclinado. Como se dijo anteriormente,
una zona debilitada como la pared abdominal puede tener como resultado que un
órgano o intestino sobresalga formando una protuberancia. Entonces, como
solución, haz ejercicios para ayudar a fortalecer la parte del cuerpo en que se
desarrollan las hernias. EL levantamiento de piernas en banco inclinado es un
buen punto de partida. Aquí te enseñamos cómo hacerlo:
Primero, acuéstate derecho, con la cabeza por encima del nivel de los pies.
Lentamente levanta ambas piernas unos 36 cm (14 pulgadas) o de 30° a 40°. Para
generar mayor resistencia, puedes intentarlo con una persona que aplique presión
leve en tus piernas mientras las levantas y las abres un poco.
Mantén esa postura por unos cuantos segundos y luego vuelve a la postura
original. Comienza con cinco repeticiones y luego auméntalas de forma gradual
hasta diez.
2.
2Prueba el ejercicio del pedaleo acostado. Se recomienda evitar ejercicios o
actividades que impliquen levantar cargas pesadas, jalar o empujar ya que pueden
contribuir en el desarrollo de hernias. Por esa razón, el pedaleo acostado es una
buena opción. Se hace así:
Acuéstate con los pies por encima de la altura de la cabeza y con las manos a los
costados.
Flexiona en las caderas y eleva las rodillas para acercarlas al cuerpo.
Con ambas piernas, empieza a hacer un movimiento circular. Cuando sientas una
sensación de calor en el abdomen, detén el ejercicio.
3.
3Aprieta almohadas. Es otro ejercicio que puede fortalecer tu abdomen; sin tener
que invertir en ningún equipo de gimnasio costoso. Se hace así:
Acuéstate con la cabeza por debajo de la altura de los pies y con las rodillas
flexionadas. Pon una almohada en medio de las rodillas y sostenla ahí.
Comienza inhalando. Cuando exhales, usa los muslos para apretar la almohada.
No levantes la pelvis. Luego de exhalar, deja de ejercer presión con los muslos.
Puedes comenzar con un set de diez repeticiones y aumentarlas gradualmente a
tres sets.
4.
4Prueba mini abdominales. Este ejercicio también fortalece las paredes de los
músculos abdominales. Si no estás acostumbrado a los abdominales normales,
prueba con la versión mini:
Acuéstate con la cabeza a una altura inferior a la de los pies y con las rodillas
flexionadas.
Comienza flexionando el torso solo a 30° mientras aprietas los músculos
abdominales. Mantén esta postura por un momento y luego vuelve a la postura
original lentamente.
Comienza con un set de 15 repeticiones y aumenta gradualmente a tres sets.
5.
5Haz ejercicios en piscina. Esos ejercicios aumentan la resistencia y hacen que
sea un poco difícil mantener el equilibrio. Esto ayuda incluso más en el
fortalecimiento de la zona abdominal. Si tienes acceso a una piscina, toma en
cuenta estos ejercicios:
Comienza caminando en el agua: de tres a cinco vueltas en la piscina.
Cuando termines, haz 30 repeticiones de aducción y abducción, y extensión y
flexión de caderas.
Por último, haz 30 repeticiones de sentadillas.
6.
6Camina. Al caminar fortaleces el abdomen superior e inferior y la base pélvica.
Solo camina por al menos 45 minutos por día a paso ligero, aunque no es
necesario que hagas los 45 minutos de forma seguida. Caminar, incluso solo 10
minutos por vez, puede ser efectivo y, además, muy relajante.
Considera hacer pequeños ajustes, como estacionarte más lejos de las entradas,
sacar a pasear al perro una vez más en la mañana o llevar tu almuerzo al parque y
caminar un poco para despertar el apetito.
7.
7Haz yoga. Consulta con el profesional de la salud antes de intentar cualquier
ejercicio extenuante. El yoga no es recomendable para algunas personas.
Asimismo, haz las posturas bajo la supervisión de un instructor de yoga
capacitado para que te pueda guiar. Si te permiten hacer yoga, puedes probar con
las siguientes asanas (posturas de yoga), pues se cree que alivian la presión
abdominal, fortalecen los músculos de esa zona y comprimen el canal inguinal:[5]
Sarvangasana (postura con hombros como base de apoyo)
Matsyasana (postura del pez)
Utthanpadasana (postura con piernas elevadas)
Pawanmuktasana (postura de liberación gaseosa)
Paschimottanasana (inclinación hacia adelante)
Ushtrasana (postura del camello)
Vajrasana (postura del diamante)
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Parte 3 de 4: Prevención de hernias futuras
1.
1Evita cargar objetos pesados. Para no ejercer presión en los músculos y el
abdomen, es imperativo que no cargues objetos pesados. O, si es inevitable que
lo hagas, considera una mecánica corporal adecuada. Levanta objetos con las
rodillas, no con la espalda.
Esto significa que tienes que agacharte antes de levantar algo, pero con las
rodillas. Carga los objetos poniéndolos cerca al torso para distribuir su peso. Así,
puedes usar todos tus músculos sin tener que ejercer demasiada presión en un
grupo muscular específico.
2.
2Deja de fumar. Fumar puede provocar más deterioro, no solo en los músculos,
sino también en otros tejidos del cuerpo. Si no lo haces por tu corazón, pulmones,
cabello, piel y uñas, hazlo para mejorar tu estado actual.
Además, es bueno para los que te rodean. Trata de cambiarte a parches o chicles
de nicotina para disminuir las ansias. Reduce tu dependencia de manera gradual,
no tienes que hacerlo de golpe.
3.
3Pon de tu parte para evitar enfermarte. Al estornudar, toser, vomitar y defecar
pones en estrés a los intestinos y a la cavidad abdominal. Y aunque son funciones
normales que el cuerpo tiene que hacer, debes poner de tu parte para no
enfermarte y así evitar estos problemas.
Evita hacer esfuerzos durante los movimientos intestinales para que no ejerzas
demasiada presión en la zona abdominal, si es posible. Y si tienes tos persistente,
ve al médico de inmediato para evitar que los músculos abdominales hagan más
esfuerzo.
4.
4Considera someterte a cirugía. Si las otras medidas no surten efecto, es posible
que se requiera de cirugía para hacer desaparecer la hernia. La cirugía se llama
"herniorrafía" y se puede llevar a cabo con los siguientes métodos:
Cirugía laparoscópica: se utiliza una cámara diminuta y equipo quirúrgico en
miniatura para corregir la hernia con pequeñas incisiones. Para corregir la hernia
se sutura el orificio para cerrar la pared abdominal. También se utiliza una malla
quirúrgica para parchar el orificio. La cirugía laparoscópica hace menos daño en
los tejidos circundantes y demanda un periodo de recuperación más breve que la
cirugía abierta. Aun así, existe un riesgo de recurrencia.
Cirugía abierta: es la opción adecuada en casos en que parte de los intestinos se
van hasta el escroto. La cirugía abierta demanda un proceso de recuperación más
prolongado. Puedes volver a tus actividades diarias normales seis semanas
después de la cirugía.[6]
Ambas cirugías se llevan a cabo con anestesia local o general. El cirujano reubica
el tejido herniado y, si se produjo estrangulación intestinal, retira la parte del
órgano que estuvo privada de oxígeno. Este tipo de cirugía se lleva a cabo como
procedimiento ambulatorio.
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Parte 4 de 4: Conoce cuál es tu estado
1.
1Averigua si padeces de hernia inguinal. Es el tipo de hernia más común. Tanto
en hombres como en mujeres, el canal inguinal se encuentra en las ingles. En los
hombres, es la zona donde el cordón espermático, que sostiene los testículos,
viene del abdomen al escroto. En las mujeres, el canal inguinal contiene un
ligamento que ayuda a mantener al útero en su lugar. Entre los síntomas de las
hernias inguinales tenemos:[7]
Un bulto en uno de los lados del pubis, que se siente más al estar de pie.
Dolor, punzadas o incomodidad en la zona de la protuberancia, en el abdomen
inferior, al agacharse, toser o levantar peso.[8]
Las hernias inguinales son comunes en hombres porque el canal inguinal no se
cierra adecuadamente, lo cual puede dejar un punto débil propenso a ser afectado
por una hernia. Por lo general, los testículos de los hombres descienden por el
canal inguinal poco después del nacimiento y el canal se cierra casi por completo
detrás de ellos. Las hernias inguinales se desarrollan cuando los intestinos
empujan por el canal inguinal.[9]
2.
2
Averigua si tienes hernia hiatal. Esta se produce cuando parte del estómago
sobresale por el diafragma y llega hacia el pecho. Las hernias hiatales son más
comunes en personas de 50 años.[10] Las hernias hiatales provocan reflujo
gastroesofágico, lo cual provoca una sensación de ardor debido al escape del
contenido estomacal que va hacia el esófago. Los síntomas de las hernias hiatales
son:
Reflujo gastroesofágico: es una sensación de ardor que se produce cuando el
ácido estomacal llega hasta el esófago porque parte del estómago sobresale por
el diafragma y hacia el pecho.
Dolor en el pecho: el reflujo del contenido y del ácido estomacal provoca un dolor
ardiente en el pecho.
Dificultad para tragar: la protuberancia de parte del estómago provoca un reflujo
de los contenidos estomacales y produce en la persona la sensación de que la
comida está atascada en el esófago.
Los defectos congénitos pueden hacer que el niño también contraiga esta
condición.
3.
3Averigua si tienes hernia incisional. Las hernias incisionales suceden cuando
los intestinos empujan por la cicatriz de una incisión o un tejido debilitado producto
de una cirugía abdominal.
El único "síntoma" en el área del abdomen sometida a cirugía es una
protuberancia o una inflamación. Los intestinos empujan por la cicatriz de una
incisión o por un tejido debilitado y en consecuencia se produce una protuberancia
o inflamación.
4.
4Averigua si tu hijo tiene hernia umbilical. Los bebés de menos de seis meses
de edad desarrollan hernias umbilicales si sus intestinos se sobresalen por la
pared abdominal, cerca al ombligo.
Una señal que podría indicar que el niño tiene una hernia umbilical es si llora
constantemente y se observa un bulto o inflamación cerca al ombligo del niño.
Si la pared abdominal no se cierra, se generaría un punto débil que provocaría el
desarrollo de una hernia umbilical.[11] Por lo general, esta clase de hernias
desaparece cuando el niño llega al año de edad. Si a esa edad la hernia sigue
presente, lo mejor será recurrir a la cirugía para corregir el problema.[12]
5.
5Conoce las causas de las hernias. Se pueden desarrollar de forma abrupta o
gradual. Pueden ser causadas por debilidad en los tejidos musculares y estrés en
el cuerpo.
Las causas comunes de la debilidad en los tejidos musculares son:[13]
La edad
Tos crónica
Daños causados por lesiones o cirugías
El hecho de que la pared abdominal no se cierre adecuadamente en el vientre
(defecto congénito)
Los factores que pueden estresar el cuerpo y causar hernias son:
Ascitis (fluidos en el abdomen)
Estreñimiento
Embarazo
Levantamiento de grandes pesos
Tos y estornudos persistentes
Aumento de peso repentino
6.
6Conoce también los factores de riesgo. Muchos factores aumentan el riesgo de
desarrollar hernia, por ejemplo:
Estreñimiento crónico
Tos crónica
Fibrosis quística (daña el funcionamiento de los pulmones y provoca tos crónica)
Obesidad o sobrepeso
Embarazo
Historial familiar o personal con casos de hernias
Fumar
Algunos de estos factores de riesgo están dentro de tu control. Como las hernias
son recurrentes, es mejor que elimines los factores que puedas para reducir las
posibilidades de que esta enfermedad reaparezca.
7.
7Conoce cómo te diagnosticarán. Cada tipo de hernia se diagnostica de manera
diferente. Los diagnósticos se llevan a cabo de la siguiente manera:[12]
Hernia inguinal o incisional: el diagnóstico consistirá de un examen físico. El
profesional médico buscará un bulto en el abdomen o en las ingles; este se
volverá más grande cuando te pongas de pie, tosas o hagas fuerza.
Hernia hiatal: una radiografía de bario o una endoscopía se llevarán a cabo para
diagnosticar hernias hiatales. En el caso de una radiografía de bario, el paciente
tragará una solución líquida de bario y se tomará una serie de imágenes de rayos
X del tracto digestivo. En el caso de una endoscopía, se utiliza una pequeña
cámara unida a un tubo y se introduce por la garganta hacia el esófago y
estómago. Estas pruebas le permiten al médico observar la ubicación del
estómago en el cuerpo.
Hernia umbilical: un ultrasonido usa ondas de sonido de alta frecuencia que crean
una imagen de las estructuras internas del cuerpo para diagnosticar una hernia
umbilical en el niño. Las hernias umbilicales en bebés se curan solas en un lapso
de cuatro años. Aquellos que nacen con esta condición solo requieren de control
cercano de parte de los médicos a medida que pasa el tiempo.
8.
8Conoce las posibles complicaciones de una hernia. Aunque en un principio no
suelen ser graves, si no se las trata pueden crecer y volverse extremadamente
dolorosas. Lo mejor es consultarle al médico ante la primera señal de cualquier
tipo de hernia. Pueden suceder dos cosas si no se aplica tratamiento:
Obstrucción en los intestinos: puede causar dolor agudo, estreñimiento y náuseas
cuando la porción del intestino queda atrapada en la pared abdominal.
Estrangulamiento: puede suceder cuando el intestino no puede recibir un flujo
sanguíneo suficiente. El tejido intestinal puede infectarse y sus funciones pueden
resultar dañadas; eso puede constituir una emergencia médica letal para la vida.
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Consejos Hay hernias que no manifiestan síntomas a menos que se descubran durante un
examen físico o médico de rutina.
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Referencias1. ↑ http://www.healthline.com/health/hernia#Overview
2. ↑ http://www.med.nyu.edu/content?ChunkIID=11792
3. ↑ http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/hernia.html
4. ↑ http://www.drugs.com/cg/inguinal-hernia.html
5. ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3276927/
6. ↑ http://kidshealth.org/teen/sexual_health/guys/hernias.html
7. ↑ http://www.hernia.org/types-of-hernia/inguinal-hernia/
8. ↑ Quinn, E., 16 de mayo de 2014
9. ↑ http://www.mayoclinic.com/health/inguinal-hernia/DS00364
10.↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmedhealth/PMH0002122/
11.↑ Medical News Today, 22 de mayo de 2010
12.↑ 12,0 12,1 http://www.webmd.com/digestive-disorders/understanding-hernia-treatment
13.↑ http://www.webmd.com/digestive-disorders/understanding-hernia-basics
Acerca del artículoCategorías: Salud alternativa
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