comport a mien to animal

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COMPORTAMIENTO ANIMAL: DONDE ESTAN LOS CIERVOS ? Generalidades Alimentacin, terreno, reparo y la temperatura La temperatura El reparo La bsqueda La bsqueda La sistematizacin de la bsqueda La alimentacin Los bosques, la presin baromtrica y las tcnicas de caza Los bosques La presin baromtrica Las diferentes tcnicas de cacera

COMPORTAMIENTO ANIMAL: DONDE ESTAN LOS CIERVOS ?La distribucin territorial de los ciervos depende de las siguientes variables: temperatura, presin atmosfrica, presencia de agua, comida, refugio, predadores e insectos. Texto y Fotografas: Daniel Stilmann.

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Bajo el ttulo de Comportamiento Animal iremos publicando una serie de artculos que hacen referencia especfica a ese comportamiento, pero teniendo en cuenta de como podemos valernos de ello para nuestro provecho cinegtico. En otras palabras, trataremos de aprovechar ese comportamiento de los animales para hacer ms sencilla nuestra cacera. Para aquellos que han andado en pos de crvidos, en particular el, en lugares tan bastos como el continente Americano, a solas, sin gua ni perros, en medio de bosques y montaas que visitan por primera vez, hallar la presa anhelada puede convertirse en un juego de azar frustrante. Pero como todas las cosas en la vida, el juego se aprende rpidamente, y con el tiempo la bsqueda puede ser sistematizada con buenos resultados. Si nuestros antepasados, con sus armas y artes primitivas lo lograron, nosotros con nuestra moderna tecnologa tambin tendramos que poder hacerlo, aunque ms no sea para demostrar que an somos capaces.

3 La caza mayor es un deporte sencillo. Primeros se localiza a la presa, luego se traza un plan de accin y por ltimo, si la suerte est de nuestro lado, se la abate. Presentado de sta manera, el problema parece de fcil solucin. Pero, lo es realmente? Quiz de estas tres reglas o pasos bsicos, la ms difcil de llevar a cabo sea la primera; para poder cazar un trofeo es necesario ubicarlo. De all la pregunta que hace de ttulo para ste captulo, dnde estn los ciervos? Antes de responder ste interrogante, hagamos una comparacin con otro mamfero con un comportamiento harto familiar para todos nosotros. El Homo Sapiens. Suponga que Ud. desea localizar al gerente de su banco para pedirle un crdito. Se le ocurrira llamarlo por telfono a su oficina, un da domingo a las 9 de la maana? Ud. conoce la repuesta y tambin sabe los por que de ese "no" rotundo. Los gerentes de bancos concurren a sus oficinas de lunes a viernes de 10 a 17 horas, y para obtener un crdito es necesario presentarse en persona. Si bien el Banco es el lugar, por telfono, y un domingo por la maana, no es el momento ni la forma adecuada para encontrarlo y lograr su objetivo. Lo mismo ocurre con los ciervos. Tienen sus horarios, lugares y motivos para estar en ste u otro lugar a determinadas horas. Si desea encontrarlos tendr que buscarlos en el lugar correcto, dentro del horario que suelen frecuentarlo y, adems de esto, saber como atraparlos. Esto es lo que se denomina sistematizar o estandarizar una tarea. Y al igual que los gerentes bancarios, los ciervos pueden que estn disponibles, o no estarlo. Ambos suelen ser escurridizos por una cuestin de supervivencia. De manera que esta inocente primera pregunta de rigor ante cualquier salida al campo con intenciones venatorias, dnde estn los ciervos? nos conduce automticamente a dos nuevos interrogantes; cuando y como localizarlos. Las repuestas a estas tres preguntas, dnde, cmo y cuando, requieren una serie de conocimientos que afortunadamente suele poseer el gua de caza, pero que los novatos carecen. Pero esto no tiene por que ser necesariamente as. Cualquiera puede aprender, ya sea para no pasar como un verdadero ignorante ante el gua de caza, o por el simple deseo de superarse en su deporte.

Generalidades

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Si se tiene en consideracin que el territorio de uno de estos animales abarca de 7 a 10 hectreas cuadradas, que su "living room" no supera la hectrea cuadrada, y que utilizan partes de ste territorio con distintos fines y en diferentes horas del da, an para el conocedor las cosa pueden ponerse difciles. Pero en algn lugar se encuentran, y para localizarlos existen reglas que pueden ayudarnos. Estas reglas estn basadas en el comportamiento de los ciervos y nos permite entender los motivos por las cuales estos animales tienen predileccin por reas de caractersticas definidas en determinados momentos. Sin embargo, siendo la caza mayor un deporte que se ve afectado por mltiples variables que inciden sobre los animales, entre ellos el hecho de que los ciervos tengan costumbres que difieren de las de los gerentes de bancos, este anlisis debe de ser tomado slo como una gua y punto de partida. Veremos entonces aqu los tres factores que ms inciden sobre el cmo, cuando y dnde; la alimentacin, los factores climticos y las caractersticas de terreno.' Los factores que determinan en que lugar cazar y cmo y cuando hacerlo dependen de tres factores: El tipo de terreno dnde habitan. Los reinantes. La distribucin de los alimentos.

5 Esto se debe a que la vida de los ciervos, como la de cualquier otro mamfero, est regida por la disponibilidad de comida y bebida, que les aportan las caloras necesarias para sobrevivir, y por el reparo que les ofrece el medio ambiente, que junto a la temperatura reinante les ayuda a regular la temperatura corporal.

Alimentacin, terreno, reparo y la temperatura.

La alimentacin y el tipo de terreno. Los estudios actuales sobre el ciervo colorado indican que estos animales seleccionan como lugar de residencia reas con una distribucin caracterstica de la flora, y que poseen muy buenas razones para ello. Estas reas presentan una relacin de bosque / pasturas de 40 y 60% respectivamente. Los bosques que presentan condiciones ideales para el reparo, pero no para la alimentacin, son aquellos preferentemente de hojas perennes (conferas) y de al menos 10 metros de alto, ya que este tipo de rbol, con la altura mnima mencionada, presenta las condiciones adecuadas para la formacin de una Los espacios abiertos colindantes, como las praderas, estn destinados a la alimentacin y tambin presentan caractersticas propias. Estos espacios abiertos son terrenos de transicin, donde pueden coexistir pastos bajos con arbustos de mediana altura y forman reas naturales de alimentacin, que son preferidas por los ciervos antes que las tierras cultivadas o modificadas por el hombre (siembras, quema o tala parcial) en una proporcin de cuatro a uno. El motivo para esto es la variedad de pastos que ofrecen estas extensiones y la proteccin visual contra los predadores que le brindan los arbustos.

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La temperatura.ste es un factor crtico en el cual el cazador raramente piensa y que desconoce cmo utilizar a su favor. Durante el invierno, los ciervos colorados tienden a buscar refugio en reas donde la temperatura ronda los 7 C, por lo general dentro de los bosques. Esta es la temperatura a la cual obtienen el mximo rendimiento de sus caloras desde el punto de vista de conservacin de las mismas. En el verano, cuando la temperatura al sol supera a los 12 C, buscan la proteccin de la sombra. En ambos casos la repuesta a la termorregulacin se halla dentro del monte, que los cobija del calor como del fro. Lo que se deduce de todo esto es que los animales se hallan en su apogeo a temperaturas que se hallan en una franja que va desde los 7 a los 12 C. Fuera de este rango se congelan o se asan. Y es esta "incomodidad trmica" la que en parte determina donde se encontrarn nuestros amigos. Por esto la idea de tener un pequeo termmetro a mano durante la cacera no es mala. Pero, qu representa esto desde el punto de vista prctico para el cazador, especialmente durante la brama? Aunque los machos deambulan ms durante este perodo, lo cual los hace ms fciles de ubicar, es a las hembras a quien debemos tratar de localizar. En sus cercanas se hallar indefectiblemente a los Romeos. Y las hembras no alteran su ritmo diario, ni an durante el perodo de celo. Durante la brama las temperaturas an son altas, lo que significa que las encontraremos comiendo en los primeros y ltimos minutos del da en las sendas abiertas por el hombre dentro de los bosques (picadas) y los lugares abiertos naturales. Luego, cuando el sol se levanta, buscarn el reparo del monte, y detrs de ellas irn los machos. Este concepto es vlido para la poca de brama solamente, ya que durante el resto del ao, machos y hembras no comparten los mismos territorios.

El reparo.Los lugares de reparo de invierno y verano difieren entre s solamente en la altitud con respecto al mar en las que se hallan ubicados. Por lo general todos estos lugares se caracterizan por presentan reparo trmico, contra el viento, la indiscrecin de la mirada de los predadores, y comida. Durante el invierno los refugios se hallan en los valles y zonas ms bajas de las cordilleras, mientras que en el verano son desplazados hacia las veranadas, ms altas. El resto de las caractersticas de estos lugares son similares; bosque de hoja perenne, achaparrado, con un rea de transicin cercana destinada a la alimentacin, ubicada dentro de un radio promedio de 400 metros desde el refugio.

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La bsqueda.

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La bsqueda.An armados con esta pequea informacin, 10 hectreas son mucho terreno para revisar al azar y andar jugando a las escondidas con estos animales, que son maestros en el juego de desaparecer. Entonces, por dnde, cuando y cmo se comienza la bsqueda? Bien, la repuesta es simple; en su casa con una fotografa area o una imagen satelital del lugar. Extienda la misma sobre la mesa y comience por buscar las zonas de bosques dentro de la propiedad en la que piensa cazar. Fjese que reas poseen la relacin aproximada de bosque / pradera de 40/60 que mencionamos previamente. Si no hay agua dentro de la zona no es tan importante. Los ciervos caminan grandes distancias por la misma. Pero, si existe una charca o un arroyo en las cercanas del lugar seleccionado, puede estar seguro de que los animales habrn elegido este lugar para asentarse. Es una simple cuestin de lgica. Al igual que nosotros, los ciervos son mamferos amantes de la ley del mnimo esfuerzo, la cual tambin tiene su razn de ser. Se la denomina ley de conservacin de la energa. Ahora tiene una buena idea por donde comenzar. Pero espere un poco an; falta algo ms. Antes de internarse en el campo en una bsqueda no organizada, dibuje sobre la fotografa la direccin de los vientos que prevalecen. Basado en esta informacin trace un plan de accin que le permita mantener siempre el viento en su cara, o mejor an transversal a su recorrido. Mientras elabora su plan, tenga presente lo siguiente. Los ciervos descansan dentro del bosque durante las horas de luz y salen del mismo al atardecer para ir a comer. Por lo general vuelven a su lugar de reparo con las primeras luces del da. Esto le indica como y cuando cazar. Puede hacerlo al acecho, a la vera de las praderas o de alguna aguada solitaria, al anochecer y al amanecer. Dentro del bosque, al rececho, durante el resto del da, ya sea utilizando las tcnicas de "still hunting" o de "stalking", o s prefiere hacer un descanso apostado sobre un rbol en las inmediaciones de los senderos que estos animales emplean. En realidad lo que hemos hecho hasta ahora fue sistematizar la bsqueda basados en el porcentaje de posibilidades de hallar a los animales en tal o cual lugar. Este porcentaje, no est dado al azar, sino por las caractersticas del terreno y de la temperatura ambiente, las que a su vez desencadenan ciertas conductas en el animal. Si uno desea achicar ms el crculo de bsqueda se puede intentar averiguar que estn comiendo los animales en esa poca del ao. Esto es factible algunas veces, pero recuerde que los ciervos son verdaderos gourmets. Comen de alrededor de cincuenta variedades de plantas diferentes, lo que hace muy difcil determinarlo con exactitud. Lo que s se puede hacer es fijarse que reas en general presentan ms plantas verdes y cazar en su cercana.

10 Recuerde que cuanto ms verde y tierno sea el alimento seleccionado, ms alto contenido de glucosa tendr, y que tambin ser ms palatable para el animal. Hay otra regla general que tambin ayuda. Durante la primavera y el verano la fuente principal de alimentacin son los pastos tiernos y los retoos de los rboles. En el otoo y el invierno las escasas hojas an verdes, bellotas y bayas (si estas ltimas se encuentran disponibles), representan el plato fuerte del men por su alto contenido en grasas. Preste atencin entonces a los lugares que presenten dicha seleccin de platos y cace en sus alrededores. En cuanto a la bebida, s la zona presenta mltiples cursos de agua es casi imposible determinar en cual de ellos bebern. Esto es completamente diferente cuando las aguadas son escasas, en cuyo caso las probabilidades de que el animal se dirija a ese lugar se multiplican. Otro signo importante a prestar atencin durante el estudio de la fotografa, son los caminos. Estos facilitan el deambular de los humanos, por lo cual los animales rehuirn sus cercanas. Evitando escoger reas adyacentes a vas de entrada fciles, como autopistas y caminos secundarios, es una manera de aumentar las posibilidades de xito. Realmente es asombroso la cantidad de informacin que una mirada rpida a una fotografa area, un mapa termmetro ofrecen. Los mapas viales son importantes para darnos una idea cabal de la distribucin de caminera y ubicar las reas alejadas de las mismas.

La sistematizacin de la bsqueda.Veamos ahora en detalle en que se basa la sistematizacin de bsqueda a la cual nos hemos referido al comienzo. Esta no se reduce a revisar en forma metdica cada palmo de terreno disponible, sino a buscar en esos lugares y momentos en los cuales tenemos mayores probabilidades de hallar a los animales. Estos lugares pueden ser considerados como aquellos en los cuales nuestra presa tiende a buscar forzosamente refugio o alimento. Hemos visto que los ciervos no viven su vida en un libre albedro, ya que la misma se encuentra profundamente influenciada por factores externos a los cuales reaccionan de una manera estereotipada. Que nosotros no comprendamos estos factores, y por ende las conductas que generan en los animales, es la causa principal de nuestros fracasos en el campo, lo que puede evitarse conociendo unos pocos hechos fisiolgicos de estos animales. Partiendo del hecho de que estos animales se van forzados a utilizar los accidentes naturales como refugio, y a comer con una frecuencia determinada para mantener una temperatura corporal y nivel de glucemia adecuada, podemos trazar un plan de bsqueda coherente.

11 Cuales son los factores a tomar en consideracin para preparar una estrategia de bsqueda correcta?

La alimentacin.El factor principal sobre el cual se construye el plan de cacera son los hbitos de alimentacin del animal. La idea es la de localizar a estos animales de la misma manera que intentaramos encontrar a un amigo a la hora del almuerzo o la cena. Seguramente lo buscaramos en su hogar o restaurante favorito, ya que es all dnde tendremos las mejores oportunidades de hallarlo. Estos hbitos alimentarios condicionan a los ciervos volvindolos predecibles en sus acciones, al igual que lo hace la temperatura ambiente, la presencia o ausencia de nubes y viento, la cantidad de insectos presentes en el medio ambiente, como tbanos y moscas, y la posicin del sol respecto a la topografa local. Los crvidos presentan una dieta mixta de pastos, hojas de rboles y nueces o bellotas. Las gramneas son la fuente principal de caloras y se hallan representadas por pastos tiernos y verdes, que obtienen en praderas y valles, caracterizados por presentar pocos rboles y por ende escasa proteccin visual para los animales. Esto es particularmente cierto para los crvidos de escasa estatura, como la corzuela, mientras que aquellos de mayor envergadura, como el colorado y el axis, reparten su dieta entre el ramoneo y las pasturas. Las hojas, retoos y bellotas son producto de la espesura, donde si bien la calidad de la comida disminuye se compensa permitiendo una mxima proteccin visual y auditiva contra los predadores. Es esta distribucin de las diferentes fuentes de caloras, y la particular proteccin que cada zona brinda a los crvidos, es lo que determina sus patrones de alimentacin, incidiendo directamente sobre nuestra tcnica de caza. En ausencia de predadores, y ste es un dato a mantener presente, los ciervos presentan durante el da dos picos de alimentacin que se llevan a cabo en espacios abiertos entre las 8 y las 12 y las 17 y las 21 horas. El lapso entre estos dos perodos los animales se mantienen bajo la proteccin de la espesura, como una forma de evitar la depredacin y para ayudar al control trmico.

Los bosques, la presin baromtrica y las tcnicas de caza.

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13 La temperatura ambiente. La temperatura ambiente acta como un regulador fino en los horarios de alimentacin diurna. Por encima de los 12 C los ciervos tratarn de alimentarse en los extremos del da, evitando dentro de lo posible exponerse al calor, para lo cual buscan el reparo de los rboles desde una hora y media despus del amanecer. Esto hace que los animales se dirijan a las praderas para comer con los primeros y ltimos minutos de luz. En la medida en que la temperatura descienda, la permanencia en lugares abiertos se extender gradualmente. En reglas generales esto ocurre en terrenos llanos, pero no en regiones montaosas, dnde la posicin del sol con respecto a los cuatro puntos cardinales de una montaa modifica su rutina. En el hemisferio norte, durante el mes de septiembre, en que comienza la brama, el sol calienta primero las laderas oeste y sur de una montaa, para recin a media da afectar la parte norte y este de la misma. Con temperaturas por encima de los 12 C, los animales se retirarn primero de las praderas y espacios abiertos ubicados al oeste y sur, mientras que permanecern hasta ms tarde en los otros dos. Por el contrario, en los das de fro de la post berrea, ser ms fcil ubicarlos hasta ms tarde comiendo y asolendose, tratando de ganar calor hasta altas horas de la maana, generalmente en el linde entre el bosque y la pradera. La presencia de nubes no solo determina la temperatura ambiente hacindola disminuir. En los das nublados la actividad de las moscas y otros insectos, que abundan durante la berrea, afecta severamente la distribucin territorial de los ciervos, permitiendo a los animales descender a cotas ms bajas en busca de alimento, mientras que durante los das soleados tratan de ascender, en un esfuerzo de ganar terrenos ms fros y liberarse as de los insectos. La temperatura sigue ciertos patrones que dependen de la topografa y que es necesario conocer para explotar a nuestro favor. Al amanecer el aire se calienta en el fondo de los valles creando corrientes trmicas ascendentes. A medida que la temperatura aumenta los ciervos comienzan a ascender por las laderas buscando las zonas ms fras. Cuanto ms entrado nos hallemos en el da, ms arriba en la ladera se encontrarn los ciervos. La forma en que el cazador puede aprovechar el fenmeno es ubicndose al acecho en la parte ms alta de la montaa, antes de que los animales comiencen a escalarla. De sta manera la masa de aire ascendente no arrastrar su olor hacia ellos delatndolo. Por la tarde el fenmeno trmico se invierte, y la masa de aire fro superior desciende, arrastrando los olores de arriba hacia abajo. En ste momento la pocin ideal para el acecho se encuentra a media ladera o hacia el fondo de los valles, esperando el descenso de la manada.

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Los bosques.Otro factor considerar en nuestra estrategia es la distribucin local de la flora. Los bosques juegan un triple papel en la vida de los ciervos, brindndoles proteccin contra los predadores, raciones de comida y actuando como un colchn trmico, tanto contra el fro como contra el calor. El bosque es por lo tanto utilizado como un moderador trmico, dependiendo de la cantidad de luz y la temperatura reinante. Es sencillo imaginarse en condiciones de calor como funciona esto. Las sombras ayudan a mantener la temperatura corporal sin elevarse excesivamente. Algo similar ocurre bajo condiciones de lluvia, nieve y fro intenso, ya que por debajo de las copas de los rboles de hojas perennes, como los pinos, se forma un colchn de aire caliente, mientras que la tierra se mantiene seca gracias a la capa de hojas secas que la recubren. Por lo tanto, en condiciones adversas, tendremos que buscar a la manda al reparo de este tipo de bosques. Algunos montes de hojas caducas producen bellotas, que es un alimento muy apetecido por los ciervos debido a su alto contenido en grasas. Estos lugares no son tomados como reas de refugio por la manada, ya que slo visitarn el lugar durante la poca en que los frutos se hallan en el piso, debido a que la proteccin trmica y visual que ofrecen estos bosques es menor que la que otorgan los de hojas perennes durante el otoo e invierno.

La presin baromtrica.Quiz el factor climtico que ms incidencia tiene en la distribucin territorial de estos animales son las variaciones de la presin baromtrica, las cuales detectan mediante censores de presin. sta extraordinaria habilidad les permite predecir cambios climatolgicos con 24 horas de anticipacin. Cuando lo hacen, y en anticipacin a la entrada de un frente fro, aumentan las horas dedicadas a la ingesta desde el da previo, exponindose a espacios abiertos durante ms tiempo. Esta bsqueda de alimentos primero, y refugio despus por parte de los ciervos puede ser pronosticada por el cazador con das de anticipacin, y para ello slo es necesario prestar atencin al parte meteorolgico local. En el momento en que se produce la cada de la temperatura los animales se retiran a sus refugios, por lo general en cotas ms bajas, mantenindose sin abandonar los mismos y llegando a permanecer hasta dos das sin mostrarse en lugares abiertos. Pasado este lapso, e independientemente de las condiciones climticas, los ciervos salen a buscar comida, aunque lo harn muy cerca del refugio, de manera de no exponerse en las praderas a prdidas de caloras que puedan superar a las aportadas por la comida. Es por este motivo que durante el primer da de un temporal la actividad en lugares abiertos cesa completamente y ser necesario buscar a las presas dentro de los bosques de conferas o en el lado opuesto al viento de cualquier ladera o refugio natural.

15 Resumiendo se puede decir que cazaremos al acecho y en las cercanas de los campos dedicados a pastar en los extremos del da, mientras que durante las horas intermedias lo haremos al rececho dentro del bosque. Como hemos visto, la altura sobre el nivel del mar y las diferentes caras de una montaa en la cual buscaremos nuestra presa depender de la posicin del sol y de las condiciones climatolgicas presentes. Si bien la mezcla de variables dadas por tipos de forrajes, condiciones climticas, la presencia o no de insectos, y la posicin del sol con respecto a los puntos cardinales puede parecer confusa, no los tanto. Slo se requiere pensar dnde buscara refugio un ciervo ante el panorama climtico presente. Una rpida mirada a la distribucin de la flora local y la topografa nos permitir intuir dnde, cuando y dnde encontraremos a los animales. El resto como se suele decir, es mucha prctica y un poco de suerte.

Las diferentes tcnicas de cacera.Hasta aqu hemos visto como distintos factores como el tipo refugio, alimentacin y condiciones climticas inciden en la distribucin territorial de los ciervos, lo cual nos permite trazarnos un plan de bsqueda. Ahora, que sabemos dnde potencialmente podemos ubicar a nuestra presa, es necesario coordinar la informacin disponible para trazar un plan de cacera viable, escogiendo para ello una de las dos tcnicas de caza ms frecuentes; acecho y rececho, o, s el cazador es lo suficientemente flexible y posee el conocimiento para ello, podr cambiar sobre la marcha su plan de bsqueda original, alternando entre ambas tcnicas segn se presente la oportunidad. La descripcin de las diferentes tcnicas de cacera ser tratada en detalle en los captulos correspondientes. |ciervos| |comportamiento animal| |cervidos| |ciervo rojo| |comportamiento de los ciervos| |caza mayor| |el tipo de terreno| |factores climaticos| |distribucion de los alimentos| |condiciones ideales| |capa termica por debajo de el.| |errenos de transicion| | proporcion de cuatro a uno| |proteccion visual| |predadores| |termorregulacion| |brama| | periodo de celo| |fotografia aerea|

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COMPORTAMIENTO ANIMAL MAAS DE JABAL VIEJO LA ANCDOTA INSLITA; CINCO VACAS Y UN ALAMBRE EL

COMPORTAMIENTO ANIMAL. MAAS DE JABAL VIEJO.Realato de una caceria llevada a cabo por el autor en la provincia de La Pampa, y del astuto macareno que fuera su actor principal. Texto y fotografas: Daniel Stilmann.

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El padrillo tendra unos cuatro aos. Como sus hermanos de lechigada, hacia ya un ao que se haba apartado de la piara. Si bien a esa edad no poda considerarse un trofeo excepcional, ya tena algunas de las maanas que caracterizan a los jabales viejos. Saba jugar a las escondidas. Al menos lo haba hecho con un amigo mo unas noches atrs. Dentro del monte se mova a gusto, sintindose seguro. La vida no era mala en su espesura, ya que siempre haba alguna papa de monte o bayas de caldn a mano para picotear. Tampoco faltaban insectos y otros animales pequeos para suplir el men. El hambre, atrado por estos pensamientos, le apareci de golpe, y record los granos de maz que saba lo estaran esperando en el tajamar. A regaadientes emprendi el camino. Haba aprendido a desconfiar de todo, y el tajamar era un lugar demasiado abierto para su gusto. No estara a ms de trescientos metros del mismo, pero recorrer esa distancia mientras que se va tomando unos bocados aqu y otros por all le llevara al menos una hora. Mientras tanto podra asegurarse que el lugar estuviese libre de sorpresas. De todos modos tena planeado entrar al maz cuando fuese noche cerrada. No antes. Ignorante de lo que transcurra, me encontraba en el apostadero, esperando su arribo. Quiz esta noche tuviese un poco ms de suerte y pudiese verlo. El da anterior haba bajado y nos haba dejado sus huellas frescas como carta de presentacin. El tajamar donde me haba apostado presentaba una playa de unos 40 metros de ancho, sobre la cual y cerca del agua haba cavado unos pozos bastante separados entre s, directamente frente al apostadero. En los mismos enterr un puado de maz. Esto

18 evitara que los pjaros comiesen el grano y retendra al jabal por ms tiempo en el lugar, ya que tendra que hozar para obtener su premio. El sol comenzaba a caer. El horizonte se haba teido de naranja por el ocaso y reinaba un silencio absoluto, roto ocasionalmente por el trinar de algn pjaro solitario. Un par de patos sobrevolaron la charca y luego aterrizaron en la misma con su caracterstico vuelo rasante. En el agua se reflejaban algunos rboles cercanos que daban unas sombras oscuras, quebradas aqu y all por el naranja rojizo del cielo. En conjunto se tena la sensacin de armona y nada pareca indicar que la misma fuese a ser rota en algn momento. El animal alcanz el borde del bosque con los ltimos rayos de luz. An haba demasiada claridad para su seguridad, por lo que decidi permanecer bajo la proteccin del mismo un rato ms. Durante todo ese tiempo se mantuvo cubierto por las sombras, sin mostrarse en terreno abierto, venteando y escuchando. En realidad no tena prisa. Parte de su apetito haba sido saciado con unos bocados tomados al paso. Su plan consista en aproximarse al maz desde viento abajo. De esta manera la ventaja estara de su lado. Si bien su visin no le alcanzaba para chequear el terreno enfrente de s, su olfato y odo compensaban con creces esta falta. La oscuridad, cuando llegase, hara el resto. Desde donde estaba, el jabal poda olfatear el maz y el olor de los vacunos que haban bajado a beber. Unos pocos patos nadaban en la laguna, mientras los teros deambulaban en paz, de aqu para all. Para l, todo pareca estar tranquilo, en orden. An as, se mantuvo observando desde su escondite, sin exponerse. Estaba esperando por algo ms. Que la luna de octubre fuese tapada por las nubes, al igual que la noche anterior. As podra cubrir los ltimos metros entre el bosque y los cebaderos, sin ser visto y con total seguridad. Ni el jabal ni yo estbamos plenamente seguros de que el otro estuviese en las cercanas. Si el animal hubiese pensado por un minuto que podra haber alguien acechndolo, no hubiese entrado. Todas las precauciones que haba tomado son las que toma por rutina. An as, no estaba contento. Por eso suelen llegar a viejos los muy ladinos. Por otro lado yo no poda tampoco saber si el animal estaba en las cercanas y si se acudira al cebadero. Solo poda confiar en que lo hiciese, pero nada ms. De la misma manera que el padrillo tendra que confiar en su suerte si quera comer esa racin extra. Esa sera para m la oportunidad ansiada; para l podra terminar en un susto o un desastre, dependiendo de mi puntera. El apostadero era slido y cmodo. Para hacerle ms difcil a los jabales poder ventear al cazador, se hallaba sobre elevado. Ubicado en noventa grados con respecto a la direccin del viento y semi oculto por unos rboles, haca casi imposible ser detectado. Desde el mismo se tena una amplia visin de la charca y de los cebaderos. El rifle descansaba orientado hacia los mismos, sobre una baranda diseada a tal efecto, con bala en recmara y seguro puesto. El viejo Mauser, un Obendorff deportivo de doble gatillo, estaba cargado con municin Norma de 180 grains, de punta blanda. El can, un Madsen dinamarqus en calibre 7,65 X 54, tendra su debut esa noche, si todo sala bien.

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LA ANCDOTA INSLITA; CINCO VACAS Y UN ALAMBRE.

M UNICION DE TIRO DEPORTIVO CALIBRE 7,65 X 54 PRODUCICA POR FABRICACIONES MILITARES. Cada cacera tiene una ancdota, que puede ir desde lo cmico hasta lo curioso. La ma fue de terror primero y cmica despus, lo cual para m fue toda una novedad. El apostadero sobre el cual me hallaba tiene cuatro tientos de alambre que le ofrecen estabilidad extra frente a los fuertes vientos regionales. Una hora antes de que se hiciese noche escuch a mis espaldas ruido de ramas rotas dentro del monte. Tomando el rifle me prepar para lo mejor. Pens que estaban bajando temprano, lo cual era una suerte. Como la pared posterior del refugio es slida y sin ventanas, tena que esperar a que, fuese lo que fuese me rodease para poder verlo. De todos modos me extra la direccin de aproximacin del animal. Por unos minutos no pas nada. Pens que me haba venteado y huido. Estaba en medio de esas cavilaciones, cuando de pronto todo el apostadero se sacudi, inclinndose hacia un lado, al mismo tiempo que se escuchaban unos pasos apresurados sobre el barro. Luego el silencio envolvi todo. Picado por la intriga trat de entender que estaba pasando. Luego escuch otros pasos, seguidos por otro sacudn. Ahora ya estaba seguro. Esto tena que ser una broma de algn cretino de dos patas, pues no tena otra explicacin. Que yo sepa ningn jabal tropieza dos veces con el mismo obstculo.

20 Cmo ya no tena sentido no hacer ruido, abr la puerta del apostadero para poder ver al gracioso. Me tom unos instantes comprender lo que ocurra. Frente a m haba cinco vacas que se acercaban al agua por un sendero. Uno de los vientos de sostn lo cruzaba casi al ras del piso, y los animales al no poder verlo se lo llevaban por delante, con la consiguiente sacudida que esto produca en el otro extremo. Ya haba sufrido dos conmociones. An quedaban tres vacas ms por pasar. Cerr la puerta, volv a sentarme firmemente en la silla asegurando el rifle, me arm de paciencia y ped que la estructura aguantase. Tres terremotos despus todo volvi a la normalidad, o eso me pareci a m. Vaca que bebi vaca que vol dice el refrn, y adivine Ud. por dnde salieron un rato despus. Al menos lograron que mi espera fuese cualquier cosa menos aburrida. Todo este bochinche parece haber sido parte de la rutina de cada da, pues cuando finalmente las nubes cubrieron la luna, el jabal entr al trote firme al cebadero ms cercano al linde del bosque. Poda escucharlo moverse, pero era imposible verlo. El animal haba esperado el momento adecuado para hacer su movida. Durante un buen rato estuvo masticando granos de maz impasiblemente. De repente el viento increment su intensidad. Si las nubes se corran tendra mi oportunidad, pero para cuando finalmente hubo suficiente luz para ver, la playa estaba desierta. Se haba ido como vino. Al trotecito y sin luz. Esta era la segunda noche que nos haca su pequeo acto de magia. Probablemente pens que era un chiste. Pero esta vez yo estaba seguro, o deseaba estarlo, de que volvera ms tarde. Lo haba hecho el da anterior; por qu no hoy? Decidido a esperarlo, me arm de paciencia, acomod mi cuerpo en la silla y.... me dorm. De algo estoy convencido. No debo de haber roncado. De haber sido as ni un jabal sordo entraba a ese tajamar. Me despert el ruido del maz al ser triturado por los dientes. Todava entre dormido intent verlo, pero no era posible, al menos a simple vista. Con mucho cuidado levante los largavistas. Despus de buscar un rato y guiado por el ruido, lo encontr. Con la escasa luz reinante era imposible decir que era rabo y que jeta. Dej los largavistas y empu el rifle, dirigindolo en la direccin del animal. Slo poda esperar a ver si las condiciones de luz mejoraban. Los minutos transcurran rpidamente y tema que abandonase el lugar nuevamente. Las nubes cedieron un poco su ceida red y la intensidad de la luz aument como para permitirme ver el contorno del animal en la mira y orientarme en cuanto a su posicin espacial. Increble. Estaba dndome su flanco. Ubiqu su trompa como pude y, estimando la posicin de los pulmones, dispar. Cuando el ruido del disparo se acall todo volvi a la normalidad anterior. El silencio era absoluto y la playa estaba desierta. Rastrear un animal herido de da en los montes pampeanos es tarea difcil, pero no imposible. Rastrear de noche un jabal, presumiblemente herido, y dentro de ese monte, no es ni posible ni aconsejable. Probablemente lo nico que uno logre sea empujarlo a

21 correr ms, s es que est herido. Es mejor dejarlo en paz un rato y luego buscar un perro. De todos modos no tena intenciones de hacer nada en ese momento.

ELDespus del disparo todo fue quietud. Como el fogonazo del disparo tiene la virtud de anular la visin nocturna, no haba podido observar ninguna reaccin del animal. No saba si haba conectado o no.

RESTOS DE CAMISAS DE COBRE EXTRAIDAS DE TROFEOS. EN ESTE CASO LA MUNCION FALLO AL PRODUCIRSE LA SEPARACION ENTRE EL NUCLEO Y LA CAMISA DEL PROYECTIL. Con mucha tranquilidad y placer, encend un cigarrillo. Retir la vaina servida y coloqu un cartucho fresco en la recmara. Luego busqu la linterna. Estaba decidido esperar una media hora antes de moverme, de manera que me puse cmodo, pero esta vez no me dorm. Pensaba ir hasta el lugar donde el animal haba estado comiendo cuando dispar y buscar rastros, sin revolver mucho. El Profesor Tommy no llegara hasta las doce, hora en que me pasaban a buscar y no era conveniente alterar el escenario hasta su arribo. Rifle y linterna en manos, a paso tranquilo, cubr los 80 metros hasta los cebaderos. Las hozaduras frescas me sealaron con exactitud en cual haba estado comiendo. Alentado por esto comenc a buscar huellas que me indicasen la direccin de partida. Finalmente las encontr. En particular se destacaba una, donde se haba afirmado para pegar el primer salto y salir arando en su loca carrera hacia el corazn del monte. No encontr nada ms. De

22 sangre ni hablar. Ni en el pasto ni en los arbustos cercanos a la altura del trax. Lo nico positivo era la direccin de las primeras huellas. El resto era una incgnita. En estos casos es conveniente no alterar mucho el lugar hasta la llegada de los perros, o hasta que se disponga de buena luz. Si el animal est herido, aunque no deje rastros como en este caso, es probable que "rompa monte", dejando detrs de s alguna mnima huella de su pasar. Estas suelen ser ramas quebradas o alguna mancha de sangre sobre las hojas del pasto, a la altura de la herida. Lamentablemente cuanto ms se demore la recuperacin, ms posibilidades existen de que la carne se arruine. Pensando en todo esto volv al apostadero. Una vez arriba me acomod en la silla, prend otro cigarrillo y me puse a repasar todo. No haba forma de estar seguro que haba pasado. La oscuridad me haba impedido ver algo. Por otro lado, la cercana al blanco hace imposible escuchar el impacto sobre el animal. A tan poco metros este sonido es tapado por el ruido de la detonacin, haciendo que el cazador no lo escuche. Me dorm tratando de resolver la incgnita. Esta vez fue el ruido de la camioneta de Richard, el dueo del campo, lo que me despert. Prepar todos mis brtulos y descend del apostadero. Ahora comenzaba el trabajo. Junto a mi amigo se hallaba el Profesor Tommy. Este perro posee una personalidad particular. Afable, alegre, afectuoso y amante de las perdices, parece haber sido destinado por su dueo a rastrear chanchos debido a su gran habilidad al respecto. De all lo de "Profesor". Y lo hace muy bien, aunque se encarga de hacerle notar a todos que ese animal pestilente, grosero y carente de plumas llamado jabal, no es una presa digna de rastrear. No tard ms que unos segundos en levantar el rastro, y de paso nos ense dnde haba dejado una gotas de sangre. De alguna manera sabe cuando un animal est herido y lo demuestra. Su actitud es clara. Pega la nariz a tierra y parte sin titubear. Para no perderlo es necesario ponerle una cuerda, ya que no espera por nadie. Le gusta terminar rpido, sobre todo aquellas tareas que considera denigrantes para su estatus de perro de plumas. Habremos tardado unos 10 minutos en encontrar al padrillo. La demora se debi a la lentitud de Richard y la ma para movernos dentro del monte. Haba alcanzado a correr unos doscientos cincuenta metros antes de desplomarse. Cuando llegamos a su lado se hallaba duro sobre un charco de sangre. Tommy nos mir como preguntando suficiente con este juego ya? Acto seguido parti ofendido hacia la camioneta, a continuar con su interrumpido descanso. Despus de todo era ya ms de la medianoche. El disparo haba perforado los dos pulmones, arriba, un poco por detrs y arriba del codillo y salido por el lado opuesto. Mortal pero un poco alto, casi unos dos dedos debajo de la columna vertebral. Un poco ms arriba y el animal hubiese quedado tieso en el lugar, pero no fue as.

23 Por una simple cuestin de gravedad, las regiones mejor irrigadas del pulmn son las bajas. Esto no ayud mucho con el sangrado. El orificio de salida no era grande, lo cual me extra. Tan solo un poco mayor que el de entrada, como constataramos despus. La piel lo haba auto sellado, algo bastante frecuente. Como el proyectil haba perforado limpiamente, no tuvimos la oportunidad de recuperarlo para evaluar su comportamiento. De todos modos no tenamos muchas dudas con respecto a su capacidad para realizar la tarea encomendada. Haba dejado al jabal tieso, como un mudo testigo de su letalidad. Posteriormente, cuando carneamos al animal comprendimos por que la punta no expandi totalmente. Tanto al penetrar como al salir no haba roto costillas, las cuales le habran opuesto alguna resistencia hacindolo expandir. Tampoco haba tocado algn hueso grande como para iniciar la deformacin y expansin. Esto, sumado a la corta distancia de disparo, 80 metros, hizo que la punta penetrase a muy alta velocidad, lo cual ocasion la sobre penetracin. Para aquellos que prefieren este tipo de desempeo, la punta fue eficaz en un 100%. El hecho de que dejara un rastro de sangre tan escaso y que no supe encontrar se debi a dos hechos fortuitos; la altura del impacto en los pulmones y a que la sangre se acumulara por debajo de la piel. El padrillo acus unos cien kilos y cuatro aos de edad. Los colmillos son los de la foto. Como trofeo y juzgndolo solamente por sus medidas, es aceptable. En cuatro aos ms hubiese sido admirable. Particularmente los lomos probaron ser tiernos, cosa que tiempo despus no hubiese sido el caso. Preparados con salsa de vino tinto y cebolla y servidos con arroz blanco hicieron un plato excelente.

CAZA MAYOR. TCNICA DE ACECHO DEL JABAL.

Texto: Daniel Stilmann. Fotografas: Doctari, Carlos Coto y Daniel Stilmann.DESCRIPCIN DE LA TCNICA DE ACECHO, DE LOS DIFERENTES CEBOS EMPLEADOS, Y DE LA COSNTRUCCIN Y EMPLAZAMIENTO DE LOS APOSTADEROS. ACECHANDO AL JABAL.

24 De las tres modalidades de caza del jabal que se practican en nuestro pas, cada una de ellas posee particularidades y un marcado estilo propio que las hace nicas. El acecho requiere de paciencia, resistencia a las inclemencias climticas y, por sobre todas las cosas, no es para personalidades ansiosas. Por otro lado, la caza con perros y cuchillo en mano, exige coraje, habilidad en el manejo del cuchillo, y un buen estado fsico, adems de tener slidas nociones sobre equitacin, mientras que el rececho demanda astucia, conocimiento y persistencia. A pesar de sus diferencias las tres poseen algo en comn; son apasionantes.

CEBADEROS Y CHARCAS.El acecho consiste en algo ms que apostarse en el primer lugar de nuestro agrado, esperando que la suerte nos regale un padrillo de aquellos. Exige mucho ms que eso, ya que es preciso saber como, cuando y dnde.

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Cebadero con maz montado sobre una pequea charca. Ntese la carpa montada sobre el rbol del fondo. No cualquier lugar es bueno para armar un apostadero. Hacerlo, por simple que parezca, tiene sus secretos. No menos importante es el poseer una nocin cabal de cuando apostarse. Adems de esto, el jabal es capaz de desplegar una cantidad de trucos y maas que uno debe conocer para poder anticipar sus movimientos. Comencemos analizando el comportamiento de nuestro invitado de honor, el jabal, motivo de ms de una noche de fro y ansiedad en esas tierras de La Pampa. Basados en su comportamiento, intentaremos disear una estrategia de caza coherente.

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VIRTUDES DE CHANCHOS.Sus scrofa, como se le conoce cientficamente, es un animal lleno de virtudes.

C hancho jabal cazado a caballo y con lanzas, algo no muy frecuente en nuestro pas. Entre lsus virtudes ms notorias tenemos las siguientes; taimado, rencoroso, paciente, audaz, gil, tozudo, inteligente, valiente y desconfiado, pero por sobre todas las cosas, con un olfato y odo como para hacer palidecer los nuestros. De lo nico que carece es de una buena visin de guila, pero se supone que tan mala como se suele decir no es. Su hbitat preferido es el de los montes bajos, de hojas caducas, achaparrados y sucios por debajo. En este lugar el jabal es rey. All encuentra proteccin durante el da, al igual que comida. Si dentro del monte existe una fuente de agua, es probable que el animal nunca abandone el lugar. Si lo hace ser de noche, y slo por motivos valederos para l como comer, beber, asearse en un revolcadero por la presencia de una hembra en celo. Estos dos datos deben de ser tenidos en cuenta, ya que forman los pilares de la estrategia de la caza de acecho. No hay otros. Su diseo anatmico le da la apariencia de un cilindro cono robusto, con un poderoso tren delantero, rematado por una aguda jeta y fuertes y cortas patas. Todo el conjunto se halla recubierto de una piel gruesa y resistente. Si bien este amorfo prototipo de la naturaleza nunca ganar premio alguno en concursos de belleza, su extravagante diseo es muy conveniente para lograr un desplazamiento rpido dentro de lugares sucios. Cuando es necesario cubrir terreno rpidamente, el jabal simplemente apunta hacia delante y perfora el monte, dejando atrs, cansado y malherido, a cualquier perseguidor.

27 Ventaja que emplea sabiamente buscando las zonas ms impenetrables para residir. Por ello, y porque rara vez se deja ver durante el da, intentar atraparlo al rececho, o de a pi y sin perros en estos lugares, tiene un destino incierto, por no decir que es una prdida de tiempo. El jabal tiende a desplazarse siempre bajo cobertura y con las sombras. Su estrategia consiste en moverse despacio, viento en contra, con su olfato y su odo funcionando en el mximo grado de alerta. Esto le da la oportunidad de escuchar o ventear a un predador en movimiento.

LAS BAAS CON GASOIL, ACEITE E INSECTICIDAS.Para lograr sacar al jabal del monte se le puede ofrecer comida, bebida sexo, aunque un buen bao de lodo con gasoil, aceite quemado o algn insecticida, da buenos resultados pero NO en cualquier poca.

Apostadero precario armado a ras de tierra con una ramas y palos. No son tan seguros como los apostaderos elevados. Pero sta estrategia, si bien altamente efectiva, presenta puntos vulnerables; el hambre y/ el deseo sexual, y el hecho de que el jabal depende de la emisin de olores sonidos por parte de sus enemigos para poder detectarlos. Y estas fisuras son las que se pueden s aprovechar a favor. Pero para ello es preciso poder atraerlo hacia un lugar abierto utilizando algn seuelo, donde la ventaja visual est de lado del cazador, apostndose fuera del alcance de sus agudos sentidos.

28 Con referencia al empleo de insecticidas o sustancias irritantes cmo el gasoil, funciona mejor cuando los animales se ven ms afectados por las pulgas y otros insectos, esto es al comienzo de la primavera, cuando hacen eclosin. La tcnica consiste en simplemente arrojar el elemento escogido y mezclarlo con agua y tierra, preferentemente cerca de algn comedero o fuente de agua, aunque lo suficientemente retirado como para no contaminarlos. El seuelo, sea cual fuera el elegido, debe de estar ubicado en lugar abierto, cerca dentro del monte. El jabal que se sabe perseguido no es animal de praderas abiertas. Ese mismo lugar debe dejarnos espacio como para montar un apostadero a una distancia variable entre 40 y 100 metros, de manera que le resulte difcil ventearnos o escucharnos. Por esto la locacin escogida debe de contemplar la direccin del viento y en lo posible estar sobre elevada.

EL SEUELO UNIVERSAL Y LS REGLAS DE JUEGO.El maz es considerado como el seuelo universal, entre otras cosas por lo prctico que resulta armar un cebadero con el mimsmo.

Una luna como sta tiende a reducir el movimiento de los animales, al menos el de los padrillos, que desconfan de la misma. El seuelo empleado ms frecuentemente es la comida. Esto puede ser desde granos de maz hasta la carcasa de un animal muerto. De estos dos, el maz es el ms prctico y no requiere de un perodo de "estacionamiento" como ocurre con la carne, adems de ser ms fcil de manipular. Montar un cebadero con ste elemento es sencillo. Con una pala de puntear se hacen ocho o diez pozos formando un semicrculo frente al apostadero. Los mismos estarn separados por un metro entre s, lo cual obliga a los animales a separarse sin son muchos, o a recorrerlos de uno en uno si es un padrillo solitario. En cualquiera de las dos circunstancias, lo que se busca es un mayor tiempo de exposicin por parte de los animales a nuestra mira, adems de obligarlos a presentarnos distintos ngulos de tiro. La intencin es simplificar al cazador la eleccin de la presa adecuada. Una vez hecho el pozo, de una sola palada de profundidad, se arroja un puado de maz dentro del mismo y se lo cubre con la tierra extrada. Durante la construccin del cebadero hay que recordar de no dejar colillas de cigarrillos en los alrededores, evitar hacer ruido y de alimentar estos cebaderos diariamente, hasta que los animales comiencen a utilizarlos.

29 Estos tres puntos son de importancia, en especial el ltimo. Armar un cebadero nuevo y apostarse esa misma noche a cazar, es una excelente receta para el fracaso. Antes de que nuestro desconfiado amigo comience a comer con regularidad en el lugar, lo investigar a fondo, desde lejos y sin mostrarse, para estar seguro de que no hay trampas. Y esto puede tomar su tiempo. No hay que olvidar que sus scrofa es desconfiado. Pero una vez que lo ha comenzado a visitar, se puede contar con su puntual asistencia. Si hay algo que el jabal tiene es una buena memoria. Una vez que encontr comida, no olvidar el lugar. Y esta es la oportunidad l cazador. Pero an conociendo el emplazamiento de la comida, por el slo hecho de encontrarse la misma en un espacio abierto, hay ciertas reglas que no quebrar. La primera de ellas es evitar regalar su perfil a plena luz de la luna en un lugar sin cobertura. Esperar por las sombras de las nubes para hacer su movimiento, o a que el movimiento de rotacin del astro arroje sombras sobre el rea dnde se encuentra la comida.

RESISTENCIA AL IMPACTO.ste es el tipo de resultados desastrosos que terminan en rastreos prolongados y prdida de animales mal heridos.

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La segunda regla consiste en que se acercar al lugar donde piensa comer unas dos horas antes del anochecer, pero no asomar la jeta a campo abierto hasta no haberlo rodeado e investigado, todo esto sin abandonar su cobertura y sin dejar de comer . Para ese momento el cazador ya debe de estar apostado, esperando fuera del alcance de su olfato u odo.

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SUS SCROFA NO ES UN ACORAZADO.El .45 Colt, obsoleto y lento como es, resulta ideal para las condiciones de tiro desde apostaderos. Otros cartuchos similares son el .444 Marlin, .45-70 Government, y el .44 Magnum.

Pero, lo dicho hasta ahora es conocido por cualquier cazador de jabals desde el momento que dej de usar pantalones triangulares(paales). Veamos entonces aquellas facetas menos conocidas de nuestro amigo, como su anatoma y su sicologa de supervivencia. Suponiendo que los dioses estn de lado del cazador y logra la oportunidad tan esperada, an le quedan algunos puentes por cruzar antes de poder sacarse la foto con el trofeo. El primero de ellos est relacionado con la particular estructura herclea de nuestro amigo; el segundo con su desagradable persistencia por mantenerse vivo. En oposicin a la creencia popular, que manifiesta lo opuesto. el jabal est dotado de una piel de escasa resistencia al impacto, a pesar de ser algo ms gruesa sobre su trax y cuello. Lo que nos obliga a que el emplazamiento del primer disparo sea impecable es su gruesa masa muscular y duros huesos, capaces de alterar el curso de un proyectil o despedazarlo antes de que alcance los rganos nobles. Y por lo general eso es lo nico que dar, la oportunidad para un solo tiro. Despus, todo ser una loca carrera, monte adentro y en medio de la noche, dependiendo la longitud de esa carrera de la habilidad del cazador para colocar ese primer impacto crucial y del poder de detencin de su cartucho. Y todo cazador desea fervientemente que esa carrera sea lo ms corta posible. De lo contrario hay que rastrear, lo cual no siempre resulta fructfero. An en caso de ser as, cada metro lineal de ms que cubra el animal en su fuga, ser un metro para arrastrarlo fuera del monte y un metro cuadrado ms para buscarlo. Qu podemos hacer para evitar estas penurias? Varias cosas. Por empezar se debe seleccionar el cartucho y las puntas a emplear cuidadosamente. Las distancias de disparo en las aguadas o abrevaderos son cortas, no superando los 100 metros. Por lo tanto los cartuchos rasantes de alta velocidad no son necesarios. Lo que uno desea es algo de grueso calibre, con mucha superficie de choque para transmitir la energa que acarrea el proyectil, pesado y lento. Con que desarrolle 1.500 pies por segundo (dependiendo del peso), es suficiente. Esto no significa que un cartucho como el .308 con una punta de 180 grains a 2.600 pies por segundo est desaconsejado, pero en estas condiciones, de muy cerca, sin

32 poder hilar fino dnde hacer impacto, y con un monte inmenso y un paso del animal, un .45-70 con una punta de 400 grains a 1800 es mucho mejor remedio. Un tarugo de esos, pegue dnde pegue, penetrar hondo, destruyendo lo que encuentre a su paso, descargando un mazazo terrible. En cuanto a las puntas a escoger cuando se emplean cartuchos de la clase .30, que abarca al 7,62, el .30-06 y el 7,65 entre otros, se deben de evitar aquellas de peso inferior a los 180 grains, a muy altas velocidades. Lo ideal es elegir puntas de expansin controlada, preferentemente de nariz redonda, de base plana y lanzarlas a velocidades intermedias, como las Barnes X, Speer, Sierra, etc. Estas puntas pueden ser recargadas o se encuentran en la municin "Premium" de diferentes fabricantes. Ya sea que el cazador escoja recargar o no, le ser necesario emplear un proyectil con buena penetracin lineal, resistente al impacto contra huesos y con la energa suficiente como para alcanzar la piel del lado opuesto. Por qu tantos requerimientos de dureza y energa cuando estamos hablando de un animal que en nuestro pas no supera los 120 kilogramos de promedio y que dijimos que su piel no es particularmente dura?

LAS HERIDAS COMBINADAS.Las heridas combinadas al hombro por destruccin de la escpula, costillas, pulmones y en ocasiones la mdula espinal, son la mjor chance de evitar un rastreo prolongado cuando se dispara de noche.

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Arriba, a la izquierda, el tipo de puntas que en lo posible deben de evitarse en los disparos a cortas distancias. El formato de la punta de la derecha representa el concepto que se desea transferir al lector. La explicacin radica en las pobres condiciones de iluminacin en las cuales el cazador se obligado a disparar. Esto hace que impactos dirigidos a la cabeza y el cuello, capaces de producir que el animal se desplome sobre su sombra, estn descartados. Hay veces que es simplemente imposible localizar estos blancos con exactitud. Lo cual deja solamente la zona del trax, mucho mayor en tamao y que alberga rganos vitales ms voluminosos. S bien las heridas en esta regin son mortales, tanto si afectan pulmn, corazn o ambos, permiten que el animal corra antes de morir. Y la distancia que puede cubrir en estas condiciones va desde los 100 a los 250 metros, lo cual representa un enorme pedazo de terreno a explorar, particularmente de noche. Entonces que? Una manera de resolver el problema consiste en generar una herida combinada, donde se vea afectado el aparato de locomocin y el sistema cardio respiratorio en un mismo tiempo, la que se logra disparando con un cartucho de grueso calibre, con una punta pesada y apuntando a fracturar cualquiera de los dos huesos del miembro anterior, en particular el omplato.

34 Apuntando a la paleta (ver esquema) se intenta fracturar la misma y penetrar luego a la cavidad torcica. ste hueso plano, triangular, localizado arriba y por detrs del codillo, es ms frgil que el hmero, adems de presentar una mayor superficie.

LAS PUNTAS DE CAZA.Las puntas de nariz trunca o redondas y con base plana son ideales para disparar a corta distancia sobre el jabal. Por su diseo transfieren grandes cantidades de energa al animal apenas penetran a las cavidades corporales del mismo.

ste es el tipo de diseo de puntas que se busca, chatas, pesadas y de base plana. Adems de esto, cubre la parte anterior de los pulmones y la una porcin de la columna vertebral, de manera que si la punta resulta desviada por el impacto, tiene an grandes posibilidades de afectar alguno de los otros dos rganos nobles. A esto se le suma la deformacin que sufre el proyectil al chocar contra el hueso, generando un amplio tnel de herida dentro del tejido pulmonar, haciendo que la hemorragia sea mayor. Si, an as el animal logra correr, la fractura retrasar su huida, obligndolo a dejar una huella ms fcil de detectar. Por otro lado, al huir teniendo que realizar un esfuerzo extra, lo agotar en un lapso menor. Si el animal se desploma con un disparo ubicado en este lugar, es posible que se haya afectado la mdula espinal, lo que se traduce como una falta de locomocin. Pero esta parlisis puede ser transitoria, por lo que es conveniente efectuar inmediatamente un segundo disparo de seguridad dirigido al trax. Si durante la espera, el silencio de la noche puede es roto por el chillido de las aves, en particular el tero, se tomar como un aviso claro de que algo se est moviendo en el

35 monte, probablemente un jabal. Este el momento para asegurar que aquellos objetos ms necesarios, como los binoculares y el rifle, estn al alcance de la mano y que nos sea factible utilizarlos sin ruido alguno.

OTRAS MAAS DE LOS JABALS.La aguada, lugar natural para montar la espera para muchos animales.

Cuando al cebadero entra un grupo de animales compuestos por madres y cras, es casi seguro que el padrillo no se hallar entre ellos. Estos animales demoran su aparicin rondando el lugar hasta estar seguros de que no hay peligro, por lo que no se debe apresurar el tiro. Suelen aparecer hasta horas despus de que los dems animales terminaron de comer. La decisin de disparar o esperar es difcil, ya que no hay garantas de ninguna clase y si uno se equivoca no hay reclamos. Los elementos que pueden ayudar a decidir son pocos. El hecho de haber encontrado huellas frescas de un animal grande antes de apostarse, es quiz el nico. El resto es una cuestin de azar y la decisin es personal. Un animal que entra slo y tarde a un cebadero una aguada, tampoco es garanta de que represente al seor de la zona. En caso de no serlo, dos son las alternativas ms frecuentes. Que el primer animal en entrar, a pesar de ser un macho adulto, sea el "escudero" del padrillo, que tardar en aparecer. La otra alternativa es que sea una "chancha seca", sin cras al pi. Una vez ms, de noche y con pocas chances de identificar al animal por su sexo, la decisin de disparar o no se torna en una ruleta. Una tcnica refinada, e irresistible para el jabal, consiste en atar una cerda domstica en celo y utilizarla como cebo. Esto indudablemente, requiere de ciertas comodidades, como disponer del animal en ese estado sexual, un medio de transporte adecuado para

36 el mismo, y contar con su cooperacin. Pero para aquel que logra reunir estos requisitos, las chances de salir victorioso tras una espera se multiplican. Los animales muertos son otra atraccin para el jabal, en ste caso de tipo gastronmica. Una vez que el cadver ha entrado en descomposicin franca, para lo cual suelen transcurrir al menos un par de das, los jabals comenzaran a visitarlo hasta acabar con el mismo. En ste caso hay que ser doblemente cuidadoso dnde se monta la espera con respecto al viento. El viento es el ltimo elemento que consideraremos con respecto al armado de apostaderos en ste artculo. La regla con respecto al mismo es sencilla. Los jabals intentarn rodear cualquier lugar abierto antes de aventurarse en el mismo, por lo que lo del viento es relativo, en particular s el apostadero est armado a nivel de tierra. Sin embargo el consejo es apostarse a esperar siempre en una posicin en la cual el viento corra transversal a nosotros o nos de en el rostro, y dentro de lo posible lo ms alto que nos sea factible con respecto al cebo. Un viejo truco para engaar el olfato de los macarenos consiste en colocar cerca del cebadero o aguada una prenda personal y dejarla por varios das, de manera que los animales se acostumbren al olor de la misma y no desconfen s eventualmente nos olfatean la noche en que estamos apostados. El truco es bueno, para hay que disponer del tiempo para montarlo, lo cual no es siempre lo que nos sobra. Tan importante como no ser olfateado es no ser escuchado, por lo que el silencio, y la inmovilidad forman parte de lo que se debe de hacer sin necesidad de ser mencionado. Bien, estas son las bases de las esperas. El resto como suele decirse, es suerte. Espero que la tenga.

o o o o

COMPORTAMIENTO ANIMAL ANATOMA DEL PRIMER DISPARO LAS HERIDAS TORCICAS LOS DISPAROS A LOS MIEMBROS LOS DISPAROS AL ABDOMEN

COMPORTAMIENTO ANIMAL. ANATOMA DEL PRIMER DISPARO."En caza mayor, el emplazamiento correcto del primer disparo es ms importante que el calibre o la energa del mismo".

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38 La importancia del primer disparo radica en que dependiendo de la lesin infligida depender que tengamos que rastrear a no un animal herido, o peor an, tener que evadir la carga de un animal peligroso. Cdigo de colores. Amarillo: caja craneal y columna vertebral Verde: huesos de los miembros. Crculo rojo: corazn. Crculo azul: pulmones. El crculo azul, a veces denominado crculo letal, incluye al tringulo vital (en celeste), parte del corazn y los grandes vasos y el tejido pulmonar. Generalidades. Para que ste primer disparo cuente, es necesario poseer algunos conocimientos mnimos de la anatoma de cada una de nuestras presas, la profundidad a la que se encuentran sus rganos vitales, y el tipo de proteccin que presenta cada uno de estos rganos desde los diferentes ngulos de disparo. Tambin es conveniente tener una tener una idea de las diferentes reacciones de fuga (o de agresin) que desencadena cada tipo de herida sobre la presa. De esto depende no solamente la seguridad del cazador, sino cmo, cuando y hasta dnde ser necesario rastrear a la presa. Por lo general no es la presa quien decide que distancia o en que direccin correr luego del impacto. La distancia que una res herida recorrer antes de caer o de detenerse a descansar est determinada por la regin anatmica que ha sido afectada y por la actitud posterior al disparo del cazador, mientras que la direccin en la cual correr est dada por factores cmo el tipo de terreno, la posicin en el mismo y la actitud del cazador, y en ocasiones, el cuadrante desde donde sopla el viento. Antes de entrar en detalles sobre lo que ocurre ante cada tipo de herida, es importante recordar que la conducta de un animal herido es diferente al de uno que no lo est. sta modificacin se debe al intento de la presa por controlar la situacin. Un ciervo herido tratar de poner la mayor distancia posible entre l y su agresor, mientras que uno que no lo est puede rodear al cazador con el fin de ponerse viento abajo del mismo y mantenerlo bajo su vigilancia. Esto ltimo es lo que har un bfalo herido, pero con la intencin de emboscar y atacar desde atrs a su perseguidor. A su vez, la repuesta de una animal herido vara ampliamente. S la presa ha logrado relacionar el ruido con el cazador y su dolor, tender a huir. S esto no ha ocurrido, y el animal slo acus el dolor del impacto, que a veces suele ser mnimo, puede quedarse en el lugar tratando de dilucidar que fue el ruido escuchado. La tabla I es una generalizacin de las reacciones ms comunes ante los tres tipos de heridas principales, sin embargo las distancias dadas son muy aproximadas a la realidad y los comportamientos constantes en su aparicin. Tabla I Regin anatmica. Reaccin inicial al impacto y distancia de fuga aproximada.

39 Trax Levanta las manos o salta; corre unos 150 a 200 metros hasta desangrarse. Abdomen Cocea, corre 300 metros y para a descansar si no es perseguido inmediatamente. Extremidades Cojea, pero se mantendr caminando indefinidamente s se lo persigue. Al igual que con las heridas, el rastreo de un animal herido puede ser sistematizado sobre la base de las reacciones fisiolgicas y de comportamiento que presenta cada animal. Sobre las observaciones remarcadas en el cuadro anterior, que determinan que tipo de herida hemos infligido, es que se toma la primer decisin antes de iniciar el rastreo de la pieza. En otras palabras. Conocer que efecto tiene cada tipo de herida sobre los animales nos permite abatirlos con mayor celeridad y menor sufrimiento, lo cual debe de ser el objetivo de todo cazador. Pero en caso de que los resultados no sean los esperados, es el conocimiento del tipo de herida que hemos infligido lo que nos dicta cuando, cmo y dnde empezar a rastrear y cuales son las probabilidades de xito. La municin. La resistencia al impacto por parte de la piel, msculos y huesos que rodean a los rganos nobles puede ser tan importante, que los fabricantes de municin deportiva proveen al menos tres tipos diferentes de puntas (perforante slida, de expansin controlada o retardada y de expansin brusca), especialmente diseadas para lograr la correcta penetracin y expansin en cada caso. Evidentemente estas diferentes puntas son de uso muy especfico, y es parte de las obligaciones del cazador conocer cuando y como utilizarlas. Pero para saber cmo escoger el proyectil adecuado es necesario tener una idea previa de la resistencia que se desea vencer, y de la profundidad a la cual es necesario alcanzar desde al menos tres ngulos de disparo; anterior, lateral y posterior. Todos los crvidos, (en el grupo se puede incluir al puma y el jabal), poseen una estructura anatmica bsica semejante, y las pocas diferencias estn dadas por el tamao del animal y algunas caractersticas morfolgicas de escasa importancia, particulares de cada familia. La piel de estos animales, incluyendo a la mtica coraza del jabal, ejerce escasa resistencia a la penetracin de los proyectiles modernos, no as sus huesos y msculos, que en ocasiones suponen barreras infranqueables, o que pueden deflectar un proyectil. Conceptos generales de las diferentes heridas. Los cuatro tipos de heridas principales, torcicas, abdominales, del sistema nervioso y de los miembros, tienen reglas generales, las cuales sern desarrolladas a continuacin. Recuerde que son reglas, y que toda regla tiene su excepcin (o milagro cuando se trata de heridas). La primera dice que las heridas torcicas que afecten corazn, pulmones o grandes vasos producen la muerte por hemorragia y la concomitante anoxia cerebral dentro de los 150 a 200 metros y en un lapso menor a los 5 minutos.

40 Por su lado, las heridas abdominales, salvo aquellas en que se produce estallido heptico, renal o perforacin de una arteria mayor (hemorragias masivas), hacen que el animal huya para detenerse en un radio de 300 metros. En ste caso el deceso no es rpido ni indoloro, y puede tomar hasta 36 horas, pero una vez perforado el peritoneo y vsceras huecas la muerte resulta inevitable por la peritonitis que se desarrolla. En cuanto a la regla sobre las heridas de los miembros es que no hay reglas fijas, ya que el resultado es una ruleta rusa que depende de que se haya afectado piel, piel y msculos, piel msculos y huesos, y de la importancia de la articulacin envuelta. Pero un animal herido en las extremidades sangra poco, camina mucho y a lo sumo nos dejar la huella de su cojera para seguirlo por das. Raramente una herida de ste tipo produce la muerte a corto plazo, y cuando lo hace es por la incapacidad funcional que solamente resulta mortal a los meses de producida. Reconocer ste ltimo tipo de heridas adquiere importancia para el cazador en terrenos montaosos, dnde una herida del cuarto posterior hace que un animal tenga forzosamente que descender, mientras que las heridas de las manos lo obligan a ascender, ya que para hacerlo solamente necesita la fuerza de su cuarto posterior, y a la inversa. En stos casos poder determinar dnde est herido el animal representa saber hacia dnde se encaminar, lo cual al momento de rastrear es una ayuda importante. Las heridas del sistema nervioso, tanto al sistema nervioso central (cerebro), cmo el perifrico (mdula espinal), pueden producir la muerte instantnea, parlisis de dos de los miembros, de los cuatro de ellos, desvanecimiento con recuperacin posterior. Pero el animal siempre cae aparatosamente en el lugar, dando la oportunidad al cazador de asegurar su presa con un disparo al trax, que es lo que se debe de hacer en forma rutinaria ante ste tipo y cualquier otro tipo de heridas.

LAS HERIDAS TORCICAS.El secreto para colocar correctamente el primer disparo radica en poder "ver" la anatoma de la presa desde cualquier ngulo de presentacin.

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42 Cdigo de colores. Verde: cerebro y columna vertebral. Amarillo: huesos de los miembros. Rojo: rea cardaca. Azul: rea pulmonar. Evidentemente ste tipo de heridas representan el grupo de mayor inters para el cazador. El disparo al rea vital formada por el corazn y los pulmones es el preferido sobre cualquier otro por la consistencia de los resultados obtenidos y por el generoso margen de error que permite la zona. Lo que es cierto es que los disparos a sta regin anatmica no son los ideales para parar la carga de un animal peligroso. Salvo honrosas excepciones, los disparos al trax se realizan con municin de punta expansiva y no slida. Estas ltimas se reservan para los disparos frontales a la tabla del crneo, en los disparos desde atrs a la unin entre la cadera y la columna vertebral, y en los disparos laterales a los huesos que conforman el hombro. La idea de utilizar puntas expansivas de diferente dureza es la de perforar piel, huesos, msculos y eventualmente una costilla, para luego penetrar al trax, y recin una vez dentro del mismo expandir. Cuanto mayor sea esa expansin (dentro del trax), y cuanto ms violenta, ms rpido se producir el deceso. Para presas cmo los ciervos, pumas o jabals, lo ideal es que en la municin prevalezca la expansin sobre la penetracin y que la punta no perfore a la res saliendo por el lado opuesto. Cuanto ms energa ceda dentro del animal, mayor ser la hemorragia por los dos mecanismos habituales, y que veremos a continuacin. En el caso de que el proyectil sea tan duro cmo para perforar a la res, la energa se perder contra un rbol cincuenta metros ms all, o sea terminar desperdicia en la nada. Los diferentes mecanismos de hemorragias. Las hemorragias por disparos de arma de fuego se producen por dos mecanismos diferentes, que pueden actuar o no concomitantemente. El primero de ellos se produce por la destruccin y corte de tejidos y vasos sanguneos que produce el proyectil a su paso, en una especie de tnel de herida. Estos cortes se ven incrementados por las esquirlas que se desprenden de los huesos y del mismo proyectil. S el disparo afecta rganos nobles, cmo pulmones o el corazn, las hemorragias terminan siendo lo suficientemente importantes cmo para producir el deceso en corto tiempo. No ocurre lo mismo s lo que se ve afectado es un grupo de msculos, dnde la hemorragia es mnima. El resultado de estas lesiones es lo que se observa inmediatamente al abrir la presa, ya sea en forma de tejidos con hemorragias o sangre suelta en las cavidades. El segundo mecanismo es ms sutil, no se aprecia a simple vista, y parte de sus efectos se producen a distancia de la zona dnde se ha hecho impacto. Pero sus consecuencias son tan devastadoras cmo las del tnel de herida, o peores. Una vez que el proyectil penetra la coraza externa constituida por piel y msculos, y recin dentro de un rgano rico en agua cmo los pulmones, se produce la expansin violenta de la punta, lo cual tiende a desacelerar la misma y reducir la penetracin. A cambio de esto se produce una sbita y masiva transferencia de energa desde el

43 proyectil hacia el agua de los tejidos, particularmente a la que se encuentra en forma de sangre dentro de los capilares. El resultado de sta transferencia de energa es un aumento sbito de la presin dentro de los pequeos vasos. sta onda de presin se transmite a lo largo de los mismos, hacindolos estallar a distancia del lugar de impacto, y tan lejos cmo en el cerebro. El resultado es similar a disparar directamente contra ste rgano, con la diferencia que la destruccin se produce de adentro hacia fuera y no a la inversa. El primer mecanismo de hemorragias es el resultado del uso de municin de alto peso, expansin lenta y gran penetracin (Nosler Partition y similares), ideal para el tratamiento de animales de piel dura y peligrosos. En oposicin a esto, la municin del tipo de la Ballistic Tip, de ms bajo peso pero siempre de alta velocidad es responsable por las hemorragias a distancia. sta municin est reservada para animales de piel fina y para disparos sobre regiones anatmicas que opongan escasa o nula resistencia. El esqueleto torcico. La arquitectura del trax de estos tres animales es simple y muy similar. Imagnese un tonel acostado sobre un lado, sin tapa ni fondo, y que est suspendido de un palo que pasa por su interior. Las costillas representan las paredes del tonel, mientras que la columna vertebral representa al traviesa que pasa por su interior y de la cual "cuelga" el tonel. En realidad las costillas "nacen" de las vrtebras. ste conjunto de huesos est recubierto por piel y msculos, que ofrecen muy poca resistencia al impacto, al igual que las costillas, huesos planos relativamente frgiles. No as el miembro (mano) anterior, que con sus gruesos huesos provee de un fuerte escudo a la porcin anterior del trax. Por detrs del mismo se halla parte del corazn y los pulmones, as cmo la raz de los grandes vasos sanguneos. La mano o miembro anterior est constituido por la paleta escpula (tringulo negro en la foto), el hmero y el primer hueso de la mano. Los dos primeros huesos mencionados forman los dos lados de un tringulo de base anterior (en amarillo) de nominado tringulo vital (no confundir con zona letal que es un concepto que se utiliza para graduar las miras pticas). Dentro del tringulo se encuentran el corazn, los grandes vasos que nacen del mismo y parte de los pulmones. Un disparo ligeramente [r delante de dicho tringulo romper articulacin escpulo humeral, la columna cervical, las costillas o los tres elementos. Lo mismo ocurrir si resulta ligeramente elevado, en cuyo destruir la escpula y los otros dos elementos mencionados, y afectando en ambos los pulmones. En estos huesos duros que forman el tringulo vital radica parte del problema, as cmo del fracaso de los disparos al trax. Dependiendo del ngulo de incidencia del proyectil y de su resistencia a la deformacin, en las ocasiones en las que se cuenta con municin expansiva dura (Nosler Partition, Barnes X, etc.), es conveniente tratar de fracturar primero alguno de estos huesos, para que recin el proyectil ingrese a la cavidad torcica ya deformado.

44 El resultado es una herida combinada, con destruccin de la articulacin o huesos de la mano, junto con una herida en forma de tnel que afecta pulmones y/o corazn, y que adems del dao que produce el proyectil la lesin se ve agravada por la accin de las mltiples esquirlas de hueso que ingresan en la cavidad y que actan como proyectiles secundarios. Estas heridas son altamente invalidantes, ms an s se logra romper los dos hombros al mismo tiempo, pero presentan el problema de destruir enormes porciones de tejido edible. Por estos motivos estos disparos se reservan solamente para aquellos animales considerados cmo trofeos, dnde su cornamenta, colmillos piel tiene ms valor para el cazador que la carne obtenida. Por el contrario, s uno dispone de municin expansiva blanda, (Sierra GameKing), o de un cartucho mgnum con puntas duras, pero el disparo ser tomado a muy corta distancia, digamos 50 metros, en lo posible hay que evitar incidir sobre el miembro anterior, y tratar de penetrar a la cavidad torcica por el centro del tringulo, rompiendo slo una costilla, o mejor an, pasando entre dos de ellas. De esa manera evitaremos que la municin "estalle" (por su alta velocidad o por su falta de dureza) contra alguna superficie resistente, creando una herida de escasa profundidad que nos garantizar un largo pisteo. Ubicacin del disparo. El blanco de eleccin en la cacera de crvidos es el tringulo mencionado. Lo ideal es colocar el disparo en el centro del mismo, justo por detrs del miembro anterior y un poco por arriba del codo. A esa altura se halla ubicada la parte superior del corazn y la salida de los vasos mayores, y rodeando todo esto est el tejido pulmonar. Bastar con romper cualquiera de estas tres estructuras para generar una hemorragia importante, que acabar, en mayor o menor tiempo, o dentro de los 150 a 200 metros con la vida del animal. Los disparos que se ubican de la parte media del trax hacia abajo producen hemorragias ms intensas, ya que por gravedad la sangre se acumula en las zonas ms bajas de los pulmones. En oposicin, los impactos a la mitad superior del trax, que slo est ocupada por tejido pulmonar menos irrigado, permiten una mayor sobrevida (medida en minutos). No es raro ver animales con ambos ventrculos cardacos "pinchados" correr un centenar de metros, mientras que otros con la misma lesin se desploman cmo s se les hubiese quitado el piso de los pies. Esto depende de otro hecho fisiolgico; que el corazn se encuentre lleno de sangre que est vaco al momento del impacto. En el primer caso, y por la enorme transmisin de energa hacia la sangre, las cmaras cardacas estallan, produciendo una hemorragia que sustrae en forma instantnea el 25% del volumen sanguneo. El cerebro simplemente colapsa por falta de oxgeno y el animal es incapaz de dar un paso ms. La misma herida, con el mismo tipo de municin pero con el corazn vaco produce la muerte en un lapso algo mayor.

45 Por ltimo nos quedan por analizar las heridas torcicas con compromiso neurolgico, cmo cuando es afectada la columna vertebral y por ende la mdula. Esta heridas se producen por disparos al trax muy altos, afectando la regin de los "lomos", destruyendo de paso gran cantidad de tejido de nombre homnimo, lo cual es un crimen. La cada del animal es aparatosa, ya que dependiendo a que altura se seccion la mdula el animal puede perder solamente la traccin de los miembros anteriores, o de los cuatro simultneamente. Pero estas lesiones deben de evitarse, ya que las probabilidades de fallar en el intento son grandes. Cmo sea, ante una presa que cae como fulminada ante uno de estos impactos, es necesario asegurarla inmediatamente con un segundo disparo al trax. Para que el animal no sufra, para que no pueda agredirnos al acercarnos, y para que no se levante y huya, cmo ocurre en ms de una ocasin. En estos ltimos casos lo que ocurre es que el proyectil pasa por arriba o por debajo de la columna vertebral, sin tocarla, perforando solamente piel y msculos. La onda de presin que se produce al paso del proyectil genera una seccin medular reversible, y el animal puede recuperarse en pocos minutos. Bien, son todas estas variantes descriptas las responsables por las diferentes conductas al impacto, pero lo importante a recordar es que en la mayora de las veces una presa herida en el trax alzar sus manos o saltar con sus cuatro miembros en hiper extensin, para luego correr por unos 150 metros y desvanecerse por la prdida de sangre. La muerte sobreviene en escasos minutos.

LOS DISPAROS A LOS MIEMBROS.La regla general dice que los disparos a los miembros deben de ser evitados. Los crvidos son cuadrpedos, y que la fractura o lesin de uno de sus miembros no es garanta de inmovilidad bajo ningn concepto, y menos an de letalidad.

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47 Emplazamiento correcto con municin expansiva del primer disparo sobre un bfalo no alertado. Para la misma presa, pero adrenalizada y cargando, se emplea municin slida la cual se dirige al testuz al corazn. Ntese la sangre en medio del crculo amarillo. Hasta aqu habamos analizado las lesiones torcicas. Nos queda entonces revisar los otros tres tipos de lesiones; de los miembros, al sistema nervioso y las heridas abdominales. Para hacer al lector ms sencilla la interpretacin del texto sobre la anatoma, por favor remtirse a las fotografas previas con los diseos anatmicos incluidos en las mismas. Sin embargo estas heridas son un recurso extraordinario que sirve para restar movilidad a la presa mediante un segundo disparo y para evitar la fuga o el ataque del animal, bien cmo dao colateral intencional en el primer disparo desde una posicin lateral a la presa, cuando ste es emplazado en la paleta el codillo, con el propsito de quebrar estos huesos, y alcanzar adems la cavidad torcica. El otro disparo deliberado a los miembros es aquel que se hace a la grupa de un animal en fuga, y que va dirigido a la unin entre la cadera y la columna vertebral (articulacin sacro ilaca). Estos disparos, conocidos cmo disparos al corazn al estilo tejano, deben de hacerse con municin slida o expansiva dura, para garantizar la lesin de la mdula espinal y la fractura de la articulacin, con el fin de restar inmovilidad al animal. El lugar de referencia para emplazar el proyectil es sobre la lnea media entre los dos glteos, ligeramente por encima del ano del animal. En caso de que el disparo salga desviado ligeramente hacia un costado, an queda la posibilidad de fracturar la cadera o el fmur de ese lado. La otra alternativa es que el proyectil no toque ningn hueso grande, pero que continu hacia delante, generando un amplio tnel de herida a lo largo de toda la cavidad abdominal, para terminar en el corazn o los pulmones. Para ste tipo de "carambola" se necesita municin slida que acarree la mayor cantidad de caballo vapor posible (lase mgnum, nitro express, etc.). Otra cuestin son los disparos accidentales a los miembros, que terminan por lo general en una pesadilla para el cazador y su presa. A menos que se produzca extenso dao funcional, con al menos la destruccin de una articulacin o un hueso importante, raramente anclarn a la res, produciendo lesiones que le permiten mantenerse en movimiento por das, y que s producen la muerte despus de un lapso de tiempo prolongado, fuera de la vista y el alcance del cazador. Lo importante de recordar es que una lesin de ste tipo, acompaada o no de fractura, obligar al animal a descansar para reponerse, lo cual har s no se siente acorralado o perseguido. Ante la sospecha que una presa est herida en uno de sus miembros, lo mejor es esperar hasta 6 horas antes de iniciar el rastreo. Esto le dar suficiente tranquilidad al animal para echares a descansar. Una vez que el animal se recost comienza el proceso fisiolgico de reparacin, se instaura una fuerte contractura muscular, muy dolorosa, destinada a impedir la movilizacin del miembro afectado y ayudar a su recuperacin. Cuando esto ocurre la

48 movilidad de la presa se ve seriamente afectada, hasta el punto de que a veces le es imposible ponerse de pie nuevamente, dndonos una mejor oportunidad de recuperar al animal. ste fenmeno no es iniciado s no se permite que la res descanse, cmo cuando se comienza la persecucin inmediatamente, siendo ste el motivo por el cual en estos casos se debe de esperar tanto tiempo antes de comenzar el rastreo. El codillo y el hombro. Los disparos a sta regin anatmica deben de ser limitados a situaciones en las cuales se trata de abatir trofeos, en particular aquellos peligrosos de piel gruesa, siempre y cuando se est disparando municin pesada, slida o muy dura. Por supuesto que en estos casos preservar la carne de las paletas para consumo no es una prioridad. Bajos otras condiciones, cmo ser proyectiles livianos a alta velocidad, existen las posibilidades de que la punta sea desviada por un hueso duro estalle en superficie, generando una herida superficial. La intencin de los disparos dirigidos intencionalmente a sta zona es la de romper la articulacin entre la paleta y el hmero entre ste ltimo y el primer hueso largo de la mano. Con municin adecuada suelen tener el mismo resultado que los que afectan la zona letal, pero en un porcentaje mucho menor. En los casos en que los resultados son los esperados, se debe a que el proyectil rompe la articulacin y huesos, restndole an energa suficiente como para perforar las costillas que se hallan por detrs, para recin ingresar a la cavidad torcica. Pero s el proyectil es deflectado o detenido, y por lo tanto no logra interesar dicha cavidad, lo ms probable es que se termine rastreando por un largo trecho a una presa de mal humor con slo una herida superficial. A an en el caso de haberse producido fractura de huesos, sta lesin no ser capaz de detener la huda del animal, que suele perecer das despus por la infeccin o la incapacidad motriz. La computadora y su blindaje. Los sistemas nerviosos central y el perifrico, compuestos por el cerebro y la mdula espinal respectivamente, se hallan alojados y protegidos por una fuerte estructura sea; el crneo y la columna vertebral. Por esta razn, por lo pequeo de su superficie que aumenta las posibilidades de marrar el disparo, por la proteccin sea y muscular que presentan, y por la posibilidad de daar el trofeo en los disparos dirigidos a la cabeza, los disparos intencionales a estos lugares, para cualquier animal de caza mayor, estn desaconsejados. Sin embargo, existen algunas excepciones. Los disparos frontales al cerebro estn reservados como ltima instancia para parar la carga de un animal peligroso, lo cual no es el caso del ciervo. La segunda excepcin son los disparos al cuello, intentando fracturar la columna vertebral, ya sea desde adelante a desde un costado y que se utilizan en contados casos cuando la presa no da tiro. La columna vertebral no sigue en su recorrido una lnea recta como lo hace con los humanos. Desde su salida en la base del crneo se dirige hacia abajo y atrs hasta alcanzar la entrada del trax, lugar donde se torna horizontal hasta terminar en la cola del animal. Es exactamente esa acodadura la que se busca alcanzar y fracturar con los disparos dirigidos un poco adelante y arriba del codo, pero es difcil determinar su posicin exacta. Adems de esto, la columna est cubierta por una gruesa capa muscular

49 que la protege. Como referencia anatmica externa se puede tomar el ngulo que forman la unin anterior del hmero con la paleta. A esta altura, la columna vertebral en los ciervos se halla unos cinco centmetros por delante y por arriba de dicho reparo anatmico. La tercera excepcin a la regla est dada por los disparos a la unin de la columna vertebral y los huesos de la cadera, lo cual ya hemos mencionado. Lateralmente se puede alcanzar tambin dicha articulacin, pero son disparos que requieren de una minuciosidad de cirujano y suelen tener resultados errticos. Como regla general es necesario recordar que los disparos al sistema nervioso, ya sea perifrico o central, deben de ser evitados, y que en caso de ser necesarios hay que emplear para los mismo proyectiles slidos que garanticen la destruccin y penetracin de los duros huesos que protegen al sistema.

LOS DISPAROS AL ABDOMEN.Los disparos dirigidos a la cavidad abdominal deben ser evitados ms an que los disparos a los miembros.

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51 Estos impactos raramente logran derribar en el momento a la presa, permitiendo que la misma recorra herida y con dolor grandes distancias, lo cual es indigno de un cazador, y con los consabidos resultados: presas heridas que no son recuperadas y que perecen das despus. La obligacin moral de todo cazador es abstenerse de disparar si la nica oportunidad que se le presenta es la de hacerlo sobre sta regin anatmica. No existe otra alternativa al respecto. Ddigo de colores de la fotografa: En blanco rea aproximada que ocupan los rganos abdominales. Amarillo: huesos de los miembros. Rojo: corazn. Verde: columna vertebral y cerebro. Sin embargo, para aquellos que poseen un conocimiento adecuado de la anatoma de su presa, es posible alcanzar los rganos alojados en la cavidad torcica a travs del abdomen. El disparo debe de ser dirigido en forma oblicua al animal, desde atrs hacia delante, incidiendo en el abdomen inmediatamente por detrs de la ltima costilla. De sta manera la punta no encontrar a su paso grandes resistencias que la deformen, perforando el diagrama (msculo que separa el abdomen del trax), y alcanzando posteriormente los rganos torcicos con la energa adecuada. Las heridas abdominales son altamente contaminantes por la perforacin del peritoneo y el derrame del contenido intestinal que producen, invadiendo con bacterias hasta zonas tan alejadas como los grupos musculares de los miembros en menos de una hora. El detalle merece ser tenido en consideracin cuando se desea preservar las partes comestibles para uso humano. La muerte por herida abdominal es larga y dolorosa, por lo que debe de evitarse de cualquier manera hacer impacto en el rea. Primero se produce una peritonitis con intenso dolor que paraliza al animal entre las 6 y 12 horas despus de haber sido herido. Finalmente sobreviene la deshidratacin y los dolores. El deceso se produce dentro de las 36 a 48 horas iniciales. S el animal puede se dirigir a alguna fuente de agua, dnde se puede esperarlo para terminar con su sufrimiento, pero es una jugada de largo aliento. Puede ser que nunca llegue a la misma. Por lo tanto el rastreo de una pieza herida en el abdomen no se comienza hasta pasadas 6 horas de haber sido lesionada. Lo ms probable es que debido a un reflejo involuntario el animal cocee, para luego correr unos trescientos metros antes de detenerse, lo cual har s constata que no es perseguido y se siente a salvo. Una vez que se recueste a descansar, y s hubo derrame del contenido gstrico al peritoneo por perforacin del aparato intestinal, sobrevendr en poco tiempo una contraccin particularmente dolorosa de los msculos de la pared abdominal que le impedir continuar la marcha. Particularmente con ste tipo de heridas, y por razones que desconozco, despus del disparo el ciervo afectado tiende a apartarse de la direccin en que corre el resto del grupo. Algunas otras especies de animales presentan el mismo fenmeno, pero no es constante.

52 En las heridas torcicas ocurre algo similar, pero esto se debe a la cada brusca de la p