comprendiendo el duelo
DESCRIPTION
Esta publicación es un instrumento pedagógico que permitirá comprender cómo en la sociedad afectada por el conflicto armado se elaboran las pérdidas ocasionadas por la violencia, a través de un proceso de duelo que cuenta con particularidades por el contexto colombiano y su conflicto interno. Esta cartilla permitirá comprender más detalladamente lo que sucede en la psiquis de un colombiano cuando se enfrenta a las consecuencias de la guerra. Programa de Atención a Víctimas del Conflicto Armado. Secretaría de Gobierno. Alcaldía de Medellín. Área: psicosocial. Género: Instrumento pedagógico. Año de publicación: 2010TRANSCRIPT
Serie Las huellas del conflicto armado
“Comprendiendo el duelo”Serie las huellas del conflicto armado
© Alcaldía de MedellínSecretaría de GobiernoPrograma de Atención a Víctimasdel Conflicto Armado: Cra. 52 #71-84 UPJ, Tel: [email protected]
Alonso Salazar JaramilloAlcalde de Medellín
Juan Felipe Palaú ÁngelSecretario de Gobierno
Primera edición: Noviembre del 2010ISBN: 978-958-8493-53-4Realización: Programa de Atención a Víctimasdel Conflicto ArmadoCoordinación Editorial: Jose Fernando Kerguelén CorralesCompilación: Carolina Gómez, David Vidal, Juan David González
Diseño y Diagramación: Lina María PérezImpresión: Punto tresImpreso y hecho en Colombia
Prohibida la reproducción total o parcial, con cualquier propósito o cualquier medio, sin la autorización de la Secretaría de Gobierno.
Reconociendo el dolor para entender el duelo
La violencia y la guerra en Colombia han dejado su huella sobre la sociedad de manera indeleble. No es posible hacer caso omiso al dolor que cargan los ciudadanos debido a los actos
sin sentido y deshumanizados del conflicto interno armado que ha desgarrado el tejido social de este país. En los años ochenta, empezamos un proceso de violencia creciente e implacable, con una institucionalidad de espaldas a esas realidades que iban irrumpiendo. El proceso de urbanización y secularización se detuvo; dejamos de ser un país que avanzaba hacia comportamientos más urbanos, más modernos, e involucionamos de manera dramática. Los costos de la desinstitucionalización, la cadena sucesiva y costosa de reemplazo de poderes legales por poderes ilegales, impidió entronizar durante mucho tiempo, de manera fuerte, sustantiva, la institucionalidad y el Estado. En los últimos años, Colombia ha dado todo para combatir la violencia; los hombres de las fuerzas armadas que han muerto en combates o erradicando cultivos ya suman miles, muchas organizaciones delictivas han sido golpeadas y desestructuradas, centenares de delincuentes han sido encarcelados o extraditados. Y en todo el territorio nacional, las víctimas de este conflicto tratan de superar la pérdida de sus seres queridos, y, muchas veces también la pérdida de su arraigo, del lugar en el que vivían, de los objetos que tuvieron que dejar atrás. Pero no todo es dolor, no todo está perdido. El proceso de duelo es el mecanismo con el cual cada ser humano puede enfrentar el dolor generado por el conflicto. De esta manera, entender el duelo es una acción fundamental para el trabajo con las víctimas del conflicto armado, debido a que existe una sensación de perplejidad e incomprensión ante el dolor vivido.
Lucia nos cuenta su historia
El Programa de Atención a Víctimas del Conflicto Armado de la Alcaldía de Medellín y Las Madres de la Candelaria: Caminos de Esperanza, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID), se ha dado a la tarea de construir este instrumento pedagógico, que permitirá comprender cómo en la sociedad afectada por el conflicto armado se elaboran las pérdidas ocasionadas por la violencia, a través de un proceso de duelo que cuenta con particularidades por el contexto colombiano y su conflicto interno. Los invitamos a acompañar a Lucía en su viaje por el dolor de sus pérdidas y la elaboración de su duelo, para comprender más detalladamente lo que sucede en la mente de una persona en nuestro país cuando se enfrenta a las consecuencias de la guerra.
Jose F. Kerguelén Corrales
Coordinador Área PsicosocialPrograma de Atención a Víctimas del Conflicto ArmadoSecretaría de GobiernoAlcaldía de Medellín 2010
¡Hola! Mi nombre es Martín, yo estaré acompañándote en esta cartilla donde
trabajaremos el tema del duelo. Con esta cartilla podrás resolver algunas dudas sobre las pérdidas, entenderás qué es el duelo y
cómo te afecta a ti y a tu familia.
Yo soy Lucía y quiero contarles que hace un tiempo me
tuve que venir del campo con mis hijos por tanta violencia. Un día empezamos a ver gente
extraña en el pueblo y en la vereda. Los veíamos con armas y uniformes, hacían retenes, nos pedían
comida, se escuchaban balaceras y explosiones. Empezaron a amenazar a mis vecinos, se llevaban los más jóvenes de las casas y
luego aparecían muertos o quedaban desaparecidos. Teníamos
mucho miedo.
La noche de un domingo estaba comiendo con mi
esposo y con mis hijos, llegaron unos hombres armados y se llevaron a mi esposo. Mis hijos y yo estábamos muy asustados. Al rato se escucharon unos disparos, me dijeron
que mi esposo estaba muerto y que nos teníamos que ir de por allá.
Lucía actualmente vive en la ciudad de Medellín, con sus
tres hijos: Luisa, John y Félix. Como muchas mujeres de
la ciudad ella trabaja por días en casas de familia para
sostener su hogar. Antes de vivir en Medellín Lucía
vivía en la Vereda Los Naranjos cerca al Municipio
Riachuelo. Allí su vida era distinta, vivía con su
esposo, trabajaban la tierra, tenían una huerta,
gallinas y dos vacas.
¿Qué pasó el día que se desplazaron?
Lucía, tu historia es muy triste, desafortunadamente también ha sido la historia de muchos
colombianos. Pasaste de tener una vida normal y feliz a perderlo todo. Tus pérdidas fueron varias: perdiste a tu esposo, tu finquita
y todas tus pertenencias, perdiste tu tranquilidad, a tus
vecinos y la vida en comunidad.
La pérdida de un ser querido es dolorosa,
pero también lo es la pérdida de un bien
material, como la casa de toda una vida, o
la pérdida de la amistad, la confianza o la
ilusión en alguien, la pérdida del empleo, el
desarraigo –como en un desplazamiento–,
el cambio de barrio o de escuela para los
niños, la pérdida de una parte del cuerpo.
que es duelo?
? A veces me pongo pensativa, pienso en lo que pasó, lo recuerdo a él, aun lo veo en mis
sueños, me parece verlo sentado esperándome, o le sirvo la comida, esperando que regrese, recuerdo
mucho la vida que tenía y lo que perdí, lo feliz que era en ese momento. Cuando pienso en esas cosas me dan ganas de llorar y también siento rabia. La vida
aquí en la ciudad es muy dura. Todavía no he olvidado eso que me pasó; a veces
me despierto aburrida, sin ganas de pararme de la cama, se me quita el hambre y se
alborota la gastritis y me dan mareos. Cuando me miro al espejo me veo distinta, como más
acabada. Definitivamente fue algo que me marcó, en lo más profundo de mi ser.
Lucía, ¿cómo es ahora tu vida después del suceso?
Lo que estás viviendo es conocido como duelo. Es una respuesta normal, con unos síntomas y
características específicas, relacionado con la muerte de un ser querido u otras pérdidas. Al principio suele
manifestarse como un estado de “shock” caracterizado por aturdimiento, confusión y no saber qué hacer con lo ocurrido. Aparecen también expresiones de dolor y
malestar como desespero y llanto.
Generalmente el duelo dura entre seis meses y un año, algunos signos
y síntomas pueden persistir por mucho más tiempo y es posible que algunos sentimientos y conductas relacionados con el duelo persistan durante toda la vida. Por lo general
los síntomas agudos del duelo se van suavizando entre el primer y segundo mes posterior a la pérdida. Después
de un tiempo el duelo se resuelve y la persona vuelve a un estado de
relativa tranquilidad.
También he tenido sensación de debilidad, no me da hambre y estoy más
delgada. Me cuesta concentrarme, y tengo dificultades para dormir. Cuando logro dormirme
tengo sueños con mi esposo o me despiertan las pesadillas. Eso que estás
mencionando también hace parte del duelo.
¿Cuándo se recupera una del
duelo?
MANIFESTACIONES DEL DUELO
a) Sentimientos: Tristeza, soledad,
añoranza, ira, culpabilidad, auto-
reproche.
b) Sensaciones físicas: estómago vacío,
opresión en el pecho o garganta, alta
sensibilidad a los ruidos, debilidad,
sensación de ahogo, boca seca.
c) Pensamientos: Incredulidad, confusión,
preocupación, presencia del fallecido,
sentirse como en un sueño,
alucinaciones visuales y auditivas.
d) Comportamientos: Soñar con el fallecido,
trastornos del apetito por defecto o por
exceso, conductas no meditadas dañinas
para la persona (conducción temeraria),
aislamiento social, suspiros, actividad
excesiva o parsimonia (lentitud), llorar,
frecuentar los mismos lugares del fallecido.
Pero, ¿para qué sirve el duelo?
El duelo es un proceso que nos sirve para aceptar la realidad de la pérdida, elaborando los sentimientos, creencias y comportamientos. Es
un tiempo durante el cual sufrimos la pena y dolor emocional, nos acostumbrarnos a la vida sin la persona que murió o sin los objetos perdidos y
generamos nuevos proyectos de vida.
Al principio todo fue muy rápido, no podía
creer que esto me estuviera pasando a mí, no sabía qué hacer, no tuve
tiempo de nada, ni de llorar, estaba confundida, con mucho dolor pero no podía expresarlo.
El duelos y sus momentos
El duelo es un proceso que tiene unos momentos, comienza desde el instante en que se vive la
pérdida. Al principio, como tú lo relatas, aparece la incredulidad ya que la persona se debate entre la aceptación y la negación de la dolorosa realidad. Es normal que sientas confusión, inquietud, culpa, y pensamientos repetitivos recordando la manera
como ocurrió la pérdida. Es posible que te sea difícil realizar actividades de la vida diaria.
Cuando llegué a Medellín me di cuenta de todo lo que había perdido: mi
esposo, mi finquita, los animales, mis cosas y mis amigos. Pasaba días en los que no me provocaba nada,
me pesaba el cuerpo y me sentía débil. Estaba muy triste, como deprimida, nada me hacía sentir bien. Los
que más sufrieron fueron mis hijos porque ellos cargaban con toda mi tristeza y toda mi rabia.
Pasé momentos de mucha soledad, los días se me
hacían largos, y no encontraba nada que me hiciera sentir bien. No quería
afectar a mis hijos, así que me encerraba en el baño a llorar.
Lucía, ¿Cómo has vivido tu duelo?
Lucía, en ese momento empezaste a tener conciencia de lo perdido, comenzaste a reconocer el verdadero impacto que tiene la ausencia de la persona y los objetos perdidos.
Esto causa un gran desorden emocional donde aparece malestar por la separación, desasosiego, estrés prolongado, irritabilidad, rabia e intolerancia; también puede aparecer la culpa como reacción ante lo incomprensible de la pérdida.
Aparece un momento en el que la experiencia del dolor se transforma, perdiendo intensidad y permitiendo la reconstrucción del sentido de vida. Al igual que con las heridas físicas, el proceso
del duelo implica la cicatrización de la herida producida por la pérdida. Lucía, después de este tiempo has sido capaz de retomar
el control de tu vida, se nota que te has recuperado y por eso has podido realizar nuevamente tus actividades diarias. Has
experimentado una disminución de los efectos del duelo y un aumento de
tu energía física y emocional.
Esto que mencionas es un momento de vivencia de la tristeza, se presenta el aislamiento y la soledad, la desesperación, el recuerdo repetitivo sobre lo ocurrido. También se experimenta sensación de vacío, agotamiento físico y mental. Es normal que en esos momentos sintieras que el duelo nunca iba a acabar, llegando a creer que no iba a ser posible recuperarte.
Pero por mis hijos me tocó ponerme a trabajar. Aunque tenía mucha tristeza saqué
fuerzas y me puse las pilas para ponerlos a estudiar. A veces me siento muy mal y siento que no voy a ser capaz de salir adelante, pero he encontrado motivos para continuar mi vida. He conseguido amistades en el barrio, trabajo por días y voy a unas clases en la acción
comunal. Participar de estas actividades me ha ayudado mucho a mi recuperación.
Sé que mi proceso aún no ha terminado, pero
tengo esperanzas y sé que me voy a poder recuperar. Uno nunca olvida lo que le pasó, pero ahora sé que puedo
recordar sin tanto dolor.
Tienes razón, después de todas estas etapas llega un momento de renovación,
en el que logras la recuperación a partir de tu aceptación de las pérdidas,
reconstruyendo tu vida sin el otro, surgiendo así una forma de verte a tí misma y al mundo, con una nueva
perspectiva de cara al futuro.
Es importante señalar que cuando hay
fechas especiales, como cumpleaños,
aniversario de la muerte, festividades
tradicionales, entre otros, es común que
se recuerde a la persona con tristeza y
dolor, reviviendo sentimientos anteriores.
Esto se puede vivir como un retroceso en
el proceso de elaboración del duelo, pero
es una reacción normal la cual es pasajera.
Lucia nos cuentaque ha hecho con su duelo
Al principio yo no hacía nada porque me encerré
mucho, no quise salir, no quería hablar con nadie porque tenía mucha tristeza, pero también
tenía mucho miedo. Lloraba mucho, pero no quería que mis hijos sufrieran más, así que
lloraba sola y en silencio para que no me vieran.
Hubo un tiempo en que me tomé unas pastillas
que una amiga me dio. Esas pastillas me dejaban toda sonsa y me hacían dormir mucho. También me refugié en la bebida para olvidar lo que me había pasado, para ahogar las penas, pero descubrí que los
problemas seguían ahí.
Lucía, toda persona tiene diferentes estrategias para afrontar su duelo, ¿qué has hecho tú durante este tiempo para recuperarte?
Hay personas como tú que ante una pérdida suelen encerrarse y no tener contacto con otros, puedes pensar que la gente no va a entenderte, va a juzgar tu situación o te va hacer daño. Si bien el encierro es común y permite la reflexión sobre la pérdida, es muy importante expresar el dolor por medio de la palabra, desahogarse y buscar apoyo
social en amigos, familiares o grupos en tu comunidad.
Lucía, las personas utilizan medicamentos (antidepresivos, pastillas para el sueño, entre otras), bebidas alcohólicas o
drogas ilegales (marihuana, cocaína, etc.) como una forma de evadir el dolor y alejarse de la realidad. Fue muy riesgosa tu decisión porque pudiste llegar a perjudicar tu salud física y mental, y además retrasaste la confrontación con el dolor.
Los medicamentos bajo supervisión médica, pueden ser una ayuda para controlar ciertos síntomas que pueden surgir en el proceso de duelo, pero debes evitar la automedicación y el abuso porque desconoces
cómo va a reaccionar tu cuerpo.
Una de mis vecinas me recomendó asistir a los talleres
psicosociales del Programa de Atención a Víctimas de Conflicto Armado de la Alcaldía de
Medellín. Al participar en estos grupos pude hablar mucho sobre lo que me pasó, desahogarme, compartir mis vivencias con otros, y además
estuvieron muy pendientes de mí yde mi familia.
Si Lucía, el poder hablar con otras personas, hacer amistades y unirse a grupos, permite un apoyo social en el proceso del duelo. Esto se debe a que hablar de lo sucedido sin temor a ser juzgado o criticado permite desahogarse y también encontrar apoyo. Otras actividades, como el deporte y el trabajo, ayudan a superar el dolor. En ocasiones será
necesario recurrir a ayuda profesional, como al psicólogo o al psiquiatra, sobre todo cuando se siente que el duelo es una situación que se hace extremadamente difícil de superar.
Yo creo que no todo lo que hice fue
malo. Después de un tiempo de vivir en el barrio comencé a conocer a mis vecinas, hice amistades, ellas me ayudaron
mucho a salir adelante, así tuve con quien hablar y desahogarme
un poco. Por medio de ellas descubrí que había grupos en la comunidad que ayudaban a las
personas no solo con mercados y ayudas materiales, sino
con actividades como talleres, capacitaciones y
asesorías.
Yo pensaba que a la única que le afectaba la muerte de mi esposo y el desplazamiento era a mí. Por estar tan metida en mi dolor no me di cuenta que ellos también sufrían. Pero luego me di cuenta que también mis hijos cargaban con mucho dolor y tristeza. Yo no pensé que los niños vivieran el duelo. Después de lo que nos pasó me di cuenta
que Félix ya no hablaba tanto y se mantenía muy triste. A Luisa le empezó a ir muy
mal en el colegio y no dormía bien. John cambió su comportamiento, pasó
de ser un niño muy calmado a ser muy agresivo con los hermanitos y con los otros niños del barrio.
el duelo en la familia
Lucía, los niños y niñas crean una idea de la muerte a partir de su experiencia
de vida y de su relación con otras personas. Los niños conocen los
sentimientos que se producen cuando sucede una pérdida y también sufren por la ausencia de sus seres queridos.
Como el adulto no suele tener en cuenta su dolor, los niños suelen
manifestar el sufrimiento de otras maneras. Por ejemplo tus hijos, a causa de la muerte de su padre, cambiaron
su comportamiento. Aparece el silencio y el aislamiento, el bajo rendimiento
escolar y la agresividad.
¿Cómo han vivido este proceso tus hijos?
Martín, y entonces como madre ¿qué debo hacer?
Es importante tener en cuenta que los niños también viven el duelo. Los adultos suelen no comprender los sentimientos que se
mueven en su interior, no tienen en cuenta que ellos también tienen que vivenciar y
afrontar su dolor.
EDAD REACCIONES COMUNES
Antes de los 3 años
Llanto, apego desmedido, dificultades del
sueño y la alimentación.
De 3 a 5 años
Miedo a la separación de los padres y otros seres queridos, rabietas e irritabilidad, llanto, aislamiento y conducta
regresiva (se orina en la cama, se chupa
el dedo). Pesadillas, dificultad para dormir
solo, incremento en los temores usuales
(oscuridad, monstruos).
De 6 a 9 años
Comportamiento agresivo, negación,
irritabilidad, culpa, cambios en el
estado de ánimo, miedo a la separación, a estar solo o a que se
repita la pérdida, aislamiento. Malestar físico (dolor de estómago
o de cabeza) y problemasescolares (dificultades académicas
y dificultades de concentración).
De 9 a 12 años
Llanto, nostalgia, agresividad, irritabilidad, resentimiento, tristeza,
aislamiento, miedos, ansiedad, negación, culpa y vergüenza. Trastornos del sueño, malestar físico, problemasacadémicos, trastornosde memoria y necesidadde atención.
La muerte y otras pérdidas a causa de la violencia trascienden
la vida privada, ya que son hechos sociales que marcan a una
comunidad. Para estos casos es importante generar espacios de
solidaridad en los que se pueda compartir el dolor y en los que
a través de la unión se pueda sobrellevar el miedo y la tristeza.
Estos actos comunitarios hacen que el duelo no sea una vivencia
individual sino un hecho social que necesita ser vivido por toda
la comunidad para superar el dolor, conocer la historia y servir
de aprendizaje para no repetir. Es el equivalente social de la
elaboración del duelo personal.
Debes hablar con los niños de lo que les está pasando, compartir los sentimientos y permitir que ellos expresen lo que les está sucediendo,
pues dependiendo de las edades, hay unas reacciones típicas que es necesario conocer.
Me he dado cuenta que yo no he sido la única persona que ha
tenido pérdidas a causa del conflicto armado. En el pueblo mis vecinos han pasado situaciones
similares. Me dicen que han sentido miedo, tristeza y desesperación. ¿Acaso el duelo
también puede ser comunitario?
Mira Lucía, cuando se vive en un ambiente de violencia donde el homicidio, el desplazamiento, la desaparición, las lesiones en el cuerpo, se vuelven situaciones cotidianas que atemorizan la gente, la comunidad tiende a vivir el duelo de manera individual. En estos ambientes las personas no
pueden expresar públicamente su dolor por miedo a nuevas amenazas, por juicios condenatorios de
los demás o por falta de apoyo social.
Pero Martín, ¿qué son conmemoraciones?
Las conmemoraciones son ceremonias que realizan las personas o las
comunidades como una manera de recordar los seres queridos o los hechos importantes. Un ejemplo de esto es el que tiene como objetivo hacer pública la pérdida y que la familia, los amigos
y la comunidad se puedan apoyar mutuamente en su dolor.
Conmemoraciones para elaborar el duelo
Una manera de favorecer el proceso de elaboración
del duelo, tanto a nivel personal como
comunitario, es a través de las conmemoraciones.
Ah! Entonces es lo mismo que uno hace con la
velación, el entierro y las novenas a los difuntos.
Tienes razón Lucía, lo que mencionas son las tradiciones de la comunidad para despedir a sus seres queridos. También las personas realizan visitas al cementerio, celebraciones religiosas,
conmemoraciones por aniversarios, recordatorios y en algunos casos monumentos públicos.
Martín, pero yo no pude hacer la velación y el entierro de mi esposo porque tuve que salir corriendo
desplazada por la violencia y aunque me hubiera gustado poder hacerlo, me he conformado con dedicarle unas misas, hacerle un altar, hacer oraciones. En el pueblo están pensando en realizar un monumento por las victimas de la violencia y a mí me gustaría que el
nombre de mi esposo quedara allí.
Lucía, ha sido muy importante lo que has hecho ya que esa ha sido tu forma de conmemorar y con todos esos actos te ayudas para aliviar el
dolor. También hay que animarse a participar de los eventos que hace la comunidad para recordar los seres queridos y los hechos importantes ya que sirven para hacer duelos colectivos y que la sociedad construya su historia para no repetirla.
EJEMPLOS de rituales
comunitarios
·∙ Velación
·∙ Novenas
·∙ Misas en conmemoración
·∙ Visita al cementerio
·∙ Conmemoraciones de
aniversario
·∙ Altares y recordatorios
·∙ Monumentos, murales
Recomendaciones generales para el duelo
Si usted está atravesando un duelo o necesita acompañar a alguien a superar esta situación existen algunas estrategias que le pueden servir.
Es necesario expresar los sentimientos de dolor y tristeza, hablar de lo que se siente por la pérdida del ser querido o el objeto perdido, sin forzar la expresión de las emociones. El acompañamiento a una persona en proceso de duelo debe ser constante, dado que este es continuo y es un consuelo sentir el apoyo de otros. En ocasiones hay que tomar la iniciativa a la hora de acompañar al doliente dado que es posible que estos se aíslen y no busquen ayuda. Las relaciones sociales (amigos, familiares, etc.) contribuyen a la recuperación de la persona que vive el duelo. Es importante estar informado sobre el duelo y de esta manera podrá brindar un acompañamiento más oportuno. Se debe tener una escucha abierta ante el dolor, la tristeza, la rabia, la frustración, la soledad y otros sentimientos que acompañan la aflicción. Respetar las formas individuales de vivir y expresar el dolor, pero estando atento a aquellas reacciones que puedan causar daño a la salud propia o la de los demás, pues en estas ocasiones hay que buscar ayuda profesional.
Espero que mi historia sirva para ayudar
a otras personas que han vivido lo mismo que yo. Siento también que haber hablado de esto con usted me
ha calmado un poco y me ha ayudado a expresar algunas cosas que antes no podía decir con tranquilidad. Hoy me
siento más fuerte que ayer.
Lucía, muchas gracias por haber compartido tu historia. Has sido
una persona muy valiente, que ha pasado por un proceso muy duro, pero a pesar de eso has logrado enfrentar tu pérdida con todas
las dificultades que esto conlleva, saliendo adelante con tu familia.