conociendo a dios · no sabemos todo lo que dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una...

25
VIAJE 1 CONOCIENDO A DIOS VidaEsperanzayVerdad.org El Dios del universo se revela a sí mismo en las páginas de la Biblia, y este Viaje de siete días le ayudará a descubrir quién es realmente ese Dios y por qué lo creó a usted.

Upload: others

Post on 01-Jul-2020

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

V I A J E 1

CONOCIENDO A DIOS

VidaEsperanzayVerdad.org

El Dios del universo se revela a sí mismo en las páginas de la Biblia, y este Viaje de siete días le ayudará a descubrir

quién es realmente ese Dios y por qué lo creó a usted.

Page 2: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

Querido lector:

Está a punto de embarcarse en el primero de cuatro Viajes diseñados para mostrarle algunas de las verdades más valiosas de la Biblia —verdades acerca del Dios Creador del Universo, su maravilloso plan para la humanidad y el lugar que usted ocupa dentro de ese plan.

Durante los próximos siete días, este primer Viaje le mostrará siete increíbles (¡pero ciertos!) aspec-tos del carácter de Dios. En cada estudio encontrará:

• La lectura del día.• Recomendaciones de lectura: versículos y capítulos bíblicos relacionados.• Material complementario de Vida Esperanza y Verdad para profundizar más en el tema del

día.

Sinceramente nos alegra que haya decidido hacer este Viaje a través de la Palabra de Dios y nos honra que nos haya elegido para guiarlo. Nuestro objetivo es que, al final de este Viaje, usted tenga un entendimiento más profundo acerca de quién es el verdadero Dios y por qué lo creó a usted.

¡Comencemos!

Cordialmente, Sus amigos de

C Ó M O H AC E R E S T E V I A J E

I N T R O D U CC I Ó N

Page 3: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 1 D I O S , E L Q U E E X I S T E P O R S Í M I S M O 4

D Í A 2 D I O S , E L I L I M I TA D O 6

D Í A 3 D I O S , E L PA S TO R 10

D Í A 4 D I O S , E L C E LO S O 13

D Í A 5 D I O S , E L M I S E R I C O R D I O S O 16

D Í A 6 D I O S , L A FA M I L I A 19

D Í A 7 E L D I O S D E A M O R 22

Page 4: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

4

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

Hay muchas razones por las que usted no está muerto en este momento.

Tomemos la atmósfera, por ejemplo. La atmósfera de la Tierra tiene un delicado equilibrio entre oxígeno y otros gases, que le permite tomar una bocanada de aire sin sofocarse y morir. La historia sería diferente si estuviera, digamos, en el espacio exterior o bajo el agua.

Pero eso no es todo. Las leyes fundamentales del Universo (como la gravedad y la fuerza nuclear) también están en un equilibrio tan preciso que impiden la implosión o el desorden caótico de todo lo que conocemos. Los telómeros de sus cromosomas son lo suficientemente largos para que sus células se dividan y se reproduzcan, y su cerebro y demás órganos vitales trabajan en perfecta armo-nía para realizar la infinidad de funciones que lo mantienen con vida.

La lista podría continuar. Cada factor que agregamos deja más y más en claro que toda nuestra exis-tencia depende de un sinnúmero de variables —todas equilibradas con perfecta precisión. Si una sola de ellas dejara de funcionar, nosotros también lo haríamos.

La cosa es diferente para Dios.

Dios no requiere de una atmósfera para sobrevivir; no depende de leyes físicas ni de circunstancias ambientales precisas. No envejece; no se enferma ni se debilita; no depende de absolutamente nada.

Piénselo por un segundo:

Nada.

No hay ninguna variable que pueda poner en peligro la existencia de Dios. Dios simplemente es. Sin restricciones, sin excepciones, sin dependencias. En el Salmo 102:25-27, el salmista lo expresa de una manera hermosa: “Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás; y todos ellos como una vestidura se envejecerán; como un vestido los mudarás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.”

D I O S , E L Q U E E X I S T E P O R S Í M I S M O

D Í A 1

Page 5: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

5

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 1D I O S , E L A U TÓ N O M O

Cuando Dios se identificó ante Moisés, le dio dos de sus nombres: “YO SOY EL QUE SOY” y “el Eterno [YHWH], el Dios” (Éxodo 3:14-15). En hebreo —el idioma en que se escribió el Antiguo Testamento— ambos nombres vienen de la raíz hayah, que significa simplemente “ser”.

En otras palabras, Dios es el Dios que es. Existe sin la ayuda de nadie ni de nada. El Universo mismo puede desaparecer, pero no Dios; Dios es inmutable, existe por sí mismo y es eterno.

Éstas son buenas noticias para nosotros. Como seres frágiles, temporales y de vida limitada, es animador saber que nuestro Creador no tiene ninguna de esas barreras. Tal vez nosotros estemos restringidos por cosas como el espacio y el tiempo, pero Dios no. El Dios que gobierna el Universo existe fuera del Universo.

Esto obviamente no es fácil de entender. Como seres humanos, tendemos a interpretar el mundo en términos de límites y restricciones. Esto es esto y no aquello; esto comienza aquí y termina acá. A Dios, por otro lado, no podemos meterlo en una caja. Él no tiene límites. Él es ilimitado en tiempo y en espacio, y existe “desde la eternidad hasta la eternidad” (Salmos 90:2, Reina Valera Actualizada, 2015). Sin restricciones. Sin excepciones.

Si queremos entender a Dios, tenemos que empezar por ahí —la verdad más básica:

Dios es.

Entonces, y sólo entonces, podremos empezar a entender quién es Dios realmente.

L E CT U R A A D I C I O N A L

Escrituras

Salmo 90 Éxodo 3

LifeHopeandTruth.com

¿Dónde está Dios?

VidaEsperanzayVerdad.org

Page 6: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

6

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

El problema de nosotros los seres humanos (bueno, uno de nuestros problemas) es que queremos definir todo con base en sus límites. Cuando le mostramos a alguien dónde está Tanzania en el mapa, también le estamos mostrando dónde no está. Como todos los países, Tanzania tiene fronte-ras que señalan su principio y su fin.

Lo mismo sucede cuando medimos el tiempo. Si usted está hablando del segundo jueves de sep-tiembre de 1874, todos sabemos que se refiere a un periodo definido de 24 horas con límites claros.

Es así como funcionamos. Miramos el mundo y lo que vemos son límites. Comienzos y finales, pau-sas y principios, límites en el tiempo y el espacio. Y eso es algo bueno. La vida sería una pesadilla si no tuviéramos sentido del tiempo, sentido de dónde empezamos y dónde terminamos. Necesita-mos una manera de comprender el universo que nos rodea. Necesitamos límites y necesitamos ser capaces de verlos.

Desafortunadamente, es por eso mismo que nos cuesta tanto entender a Dios; porque Dios es un Dios sin límites.

Desde la perspectiva humana, esto no tiene sentido. Sin embargo, es así como la Biblia describe una y otra vez a Dios. No es que Dios no tenga una apariencia, de hecho, la Biblia dice que fuimos hechos a su imagen (Génesis 1:26). Pero Él es un ser espiritual ilimitado que nuestra mente no puede comprender del todo. David pregunta: “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?” (Salmos 139:7), y Dios nos recuerda: “El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar…?” (Isaías 66:1). Dios tiene la capacidad de estar en cualquier lugar y en cualquier momento, sin impedimentos ni restricciones.

Y eso no es todo. Los discípulos del primer siglo también describieron a Dios como “Tú, Señor, que conoces los corazones de todos” (Hechos 1:24); y Él mismo lo confirma en Jeremías 17:10: “Yo el Eterno, que escudriño la mente, que pruebo el corazón”. No hay ningún lugar al que Dios no pueda llegar, nada que no pueda saber y, lo más importante, nada que le sea imposible. “He aquí que yo

D I O S , E L I L I M I TA D O

D Í A 2

Page 7: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

7

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 2D I O S , E L I L I M I TA D O

soy el Eterno, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?” (Jeremías 32:27). Jesús res-ponde: “para Dios todo es posible” (Mateo 19:26).

No podemos meter a Dios en una caja. Dios existe fuera del tiempo y el espacio. No tiene un comien-zo ni tendrá un fin; no hay ningún rincón del Universo al que no pueda ir, ni ninguna acción que no pueda hacer. Lo sabe todo y en todo momento —desde el número de cabellos que hay en nuestra cabeza, hasta los pensamientos más escondidos de nuestro corazón.

Con todo, hay ciertos límites que en su gran perfección y justicia, Dios se rehúsa a cruzar. La Biblia nos dice que entre otras cosas, Dios no puede —es decir, no quiere— mentir (Tito 1:2). Pero cuando se trata de nosotros y las dificultades que enfrentamos, el hecho permanece: el Dios del Universo no puede ser limitado por nadie ni nada.

¿Por qué nos cuesta tanto recordarlo?

Son los límites. Siempre los estamos buscando. Incluso con Dios; incluso cuando sabemos que no los tiene. En algún lugar de nuestra mente, algo nos dice que esos límites deben existir, así que los inventamos. Nos decimos por qué Dios no puede ayudarnos, por qué no puede vernos, por qué no puede llegar a tiempo, por qué no puede hacerlo funcionar, por qué no puede arreglarlo.

Pero todo eso es mentira.

Cuando una turba furiosa se acercó a Cristo para apresarlo, uno de sus discípulos decidió actuar. El discípulo sabía que Jesús era el Hijo de Dios, pero por alguna razón, también creía que el Hijo de Dios necesitaba de su ayuda. Se abalanzó con su espada, listo para defenderlo, pero lo único que se ganó fue la reprimenda inmediata de Cristo: “Vuelve tu espada a su lugar… ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?” (Mateo 26:52-53).

Dios no necesita de nuestra ayuda. Nosotros necesitamos la suya. Él tiene la perspectiva, la sabi-duría y el poder para hacer lo que nosotros no podemos; y no hay ningún escenario en el que sea incapaz de actuar.

Es cierto que a veces Dios decide no actuar. A veces no responde nuestras oraciones en el momento y la forma que quisiéramos; pero eso no significa que no nos esté escuchando. No significa que no le importe y ciertamente no significa que no sea capaz.

Page 8: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

8

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 2D I O S , E L I L I M I TA D O

Hay muchas razones por las que Dios puede no responder una oración de la forma en que nos gus-taría. Tal vez esté preparando algo mejor para nosotros —algo que no podemos ver desde nuestra perspectiva— o tal vez le estemos haciendo una petición que a la larga nos perjudicará, aunque en ese momento no veamos cómo.

También es posible que nuestras decisiones nos estén alejando del Dios a quien oramos. Como dijo Isaías: “He aquí que no se ha acortado la mano del Eterno para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pe-cados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír” (Isaías 59:1-2).

En otras palabras, cuando se trata de entender cuándo y por qué Dios decide actuar, las respuestas no siempre serán tan claras como probablemente quisiéramos. Hay muchas variables involucradas, y no todo tendrá siempre sentido desde nuestra perspectiva. No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente no puede.

Al fin de cuentas, todo se reduce a la fe.

La fe es algo difícil porque significa aceptar que Dios sabe lo que hace, a pesar de lo que vemos y pensamos. Significa creer en algo que no tiene sentido en nuestro mundo de límites y restricciones; y significa mirar lo imposible aceptando que con Dios no sólo es posible, sino plausible.

La fe requiere creer en un Dios ilimitado.

Y obviamente nada de eso nos es natural. Es una lucha constante y está bien que lo sea. Dios en-tiende. En cierta ocasión, un padre desesperado le llevó su hijo a Jesús para que lo sanara y le rogó: “si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad” (Marcos 9:22-24).

Muchas veces a nosotros nos pasa lo mismo. Tenemos fe, pero a la vez dudamos. Confiamos, pero miramos con escepticismo. Estamos atrapados en una lucha interna entre lo que vemos con nues-tros ojos y lo que creemos en nuestro corazón, y no hay nada de malo en pedir ayuda a Dios.

La claridad empieza a llegar en el minuto en el que desechamos los límites en los que intentamos meter a Dios. Dejemos ir eso que creemos que Dios no puede hacer. Hagamos borrón y cuenta nue-va y permitámonos creer en un Dios que puede hacerlo todo, saberlo todo y serlo todo.

Page 9: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

9

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 2D I O S , E L I L I M I TA D O

Sólo cuando hacemos a un lado esos límites podemos empezar a ver a Dios como realmente es, y no como creemos que debe ser.

Como descubriremos, Dios es un Dios verdaderamente increíble.

L E CT U R A A D I C I O N A L

Escrituras

Isaías 40:10-31 1 Corintios 1:18-31 Lucas 12:6-7

LifeHopeandTruth.com

El poder y la grandeza de Dios

VidaEsperanzayVerdad.org

Page 10: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

10

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

Pocas cosas son tan frustrantes como las cercas arbitrarias —reglas y límites que no parecen existir por una buena razón. A nadie le gusta escuchar: “No puedes hacer eso”, pero aún más exasperante es que la única razón sea: “Porque yo lo digo”.

Es difícil que nos conformemos con eso. Los niños son bien conocidos por sus constantes pregun-tas acerca de cómo funciona el mundo —siempre quieren saber por qué las cosas son como son y tienen un sexto sentido para notar cuando algo huele a injusticia o parcialidad. Quieren un mundo que tenga sentido.

Luego, a medida que crecemos y el mundo deja de ser tan nuevo y confuso, dejamos de hacer tantas preguntas como antes. Pero, en el fondo, aún queremos un mundo que tenga sentido. Que-remos reglas justas, imparciales y basadas en la razón, y las reglas que existen “porque alguien lo dijo” nos parecen exactamente lo contrario a lo que buscamos: arbitrarias, injustificadas e irracio-nales.

Incluso la Biblia puede sonar así a veces. Las Escrituras están llenas de “haz esto, no hagas esto” y “esto está bien, esto está mal”, pero las explicaciones no siempre son tan accesibles como quisié-ramos. A simple vista, algunas de estas reglas pueden sonarnos a obstáculos arbitrarios que Dios quiere que saltemos, y nosotros seguimos luchando con esa insistente pregunta tan grabada en nuestra naturaleza:

“Pero ¿por qué?”

¿Por qué Dios estableció tales leyes en particular? ¿Por qué se aplican a todos por igual? ¿Por qué no diseñó reglas que se adapten y evolucionen con los valores culturales de la época?

La respuesta —la más obvia y concisa respuesta— es exactamente la que no queremos oír:

“Porque Dios lo dice”.

Podemos resistirnos a ella, pero es la verdad: como el Creador y Sustentador del Universo, Dios tiene todo el derecho de crear las reglas que quiera, sin importar el porqué. Las reglas son las reglas sencillamente porque Dios lo dice.

D I O S , E L PA S TO R

D Í A 3

Page 11: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

1 1

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 3D I O S , E L PA S TO R

Afortunadamente, la historia no termina ahí, pero para saber cómo continúa, debemos estar dis-puestos a buscar.

Antes de entrar a la Tierra Prometida, Moisés les preguntó a los israelitas: “¿qué pide el Eterno tu Dios de ti, sino que temas al Eterno tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas al Eterno tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos del Eterno y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?” (Deuteronomio 10:12-13). Y un par de capítulos después, agrega: “Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos del Eterno tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre” (Deuteronomio 12:28).

Las reglas de Dios no son en absoluto arbitrarias. Todo lo que nos pide, lo pide por una razón; y la razón es nuestro propio bien. Como el Creador de todo, Dios sabe cómo todo funciona en un nivel que nosotros apenas podemos comprender. Es por eso que en Isaías 55:9 nos dice: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamien-tos más que vuestros pensamientos”.

Aunque nos cueste admitirlo, usted y yo no siempre sabemos qué es lo mejor. No tenemos la pers-pectiva de Dios y no podemos mirar el Universo desde arriba como Él. Dios, en cambio, siempre puede ver el panorama completo y, cuando nos da una orden, lo hace sabiendo que la necesitamos.

Él conoce los límites dentro de los cuales podemos tener una vida plena y, con ese conocimiento, establece las reglas para nosotros.

Dios es un pastor.

En cierta ocasión Jesús les dijo a sus discípulos: “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen…También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor” (Juan 10:14, 16). Estas palabras reiteran un pasaje del Antiguo Testamento, donde Dios promete: “Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil… Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios” (Ezequiel 34:16, 31).

Dios se preocupa mucho por sus ovejas —por nosotros. Y, cuando nos alejamos del rebaño, cuan-do nos vemos atrapados y abrumados en terrenos peligrosos, va amorosamente a buscarnos. Nos

Page 12: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

12

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 3D I O S , E L PA S TO R

carga de regreso si estamos demasiado heridos o enfermos para hacer el viaje nosotros mismos, y luego nos cuida hasta restaurar nuestra salud.

Otra vez, Dios nos pone límites y reglas porque los necesitamos. Son cercas que nos protegen de los lobos y ladrones de alrededor.

Sin embargo, no impide que saltemos esas cercas. No nos detendrá si queremos desobedecer sus límites y romper las reglas que puso por nuestro propio bien, y tampoco evitará que cosechemos las consecuencias de nuestras decisiones. Si queremos vivir fuera de su cerca, no nos obligará a hacer lo contrario. Siempre seremos dueños de nuestro libre albedrío, así como Dios siempre será el pastor de su rebaño.

Tal vez no siempre entendamos la razón de las reglas de Dios, pero podemos estar seguros de que siempre tienen una buena razón. Como dice la Biblia, “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28). No siem-pre tendremos la claridad para ver cómo un límite en particular encaja dentro de todo el panorama, pero podemos confiar en que Dios siempre tiene esa claridad.

Y una vez que aceptemos a Dios como nuestro omnisciente y amoroso Pastor, algo increíble comen-zará a suceder: nos daremos cuenta de que “porque Dios lo dice” es la mejor razón posible.

L E CT U R A A D I C I O N A L

Escrituras

Juan 10:1-16 Salmo 23 Apocalipsis 7:13-17

LifeHopeandTruth.com

El hijo pródigo: una parábola con un significado que se pasa por alto

VidaEsperanzayVerdad.org

Page 13: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

13

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

Hoy en día los celos generalmente se entienden como algo negativo. Son una señal de inmadurez, codicia o lujuria, o bien una muestra de descontrol emocional y un carácter infantil. Vemos a las personas celosas como escépticas, desconfiadas e incapaces de desarrollar relaciones profundas, y tal vez por eso nos parezca tan sorprendente que Dios se atribuya a sí mismo esta característica en la Biblia: “no te has de inclinar a ningún otro dios, pues el Eterno, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es” (Éxodo 34:14).

Muchas personas se detienen ahí. ¿El Dios de la Biblia dice abiertamente que es celoso? ¿Por qué servir a un Dios que se confiesa infantil y se enorgullece de ello? ¿Por qué involucrarse siquiera con alguien así?

Pero detenerse ahí es un error —nos impide hacer las preguntas realmente importantes: ¿por qué dice Dios que es celoso y qué quiere decir exactamente?

Comencemos con un poco de contexto.

El versículo que acabamos de leer es en realidad un paréntesis dentro de un texto mucho mayor. Los israelitas estaban a punto de entrar a Canaán (un país lleno de pueblos paganos que adoraban a sus dioses con sacrificios de niños y prostitución ritual) y Dios les estaba dando instrucciones al respecto. Parte de estas instrucciones fue:

“Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al amorreo, al ca-naneo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo. Guárdate de hacer alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean tropezadero en medio de ti. Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera. Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues el Eterno, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es. Por tanto, no harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus dioses, y ofrecerán sacrificios a sus dioses, y te invitarán, y comerás de sus sacrificios; o tomando de sus hijas para tus hijos, y fornican-do sus hijas en pos de sus dioses, harán fornicar también a tus hijos en pos de los dioses de ellas” (Éxodo 34:11-16).

D I O S , E L C E LO S O

D Í A 4

Page 14: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

14

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 4D I O S , E L C E LO S O

Así de sencillo, las respuestas comienzan a aparecer. El celo de Dios no tiene nada que ver con complejos infantiles de inferioridad, y Él no necesita que nadie lo adore para reafirmar su autoesti-ma. Pero si los israelitas no destruían los altares e ídolos de los dioses falsos de Canaán, se verían tentados a aceptarlos e integrarlos a su vida, adorándolos con las mismas costumbres horribles de los pueblos paganos. Por eso mismo Dios les advierte más adelante: “No harás así al Eterno tu Dios; porque toda cosa abominable que el Eterno aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses” (Deuteronomio 12:31).

Lamentablemente, esto fue justo lo que sucedió. Israel ignoró la advertencia de Dios, siguió a los dioses falsos de Canaán y, luego de varios siglos, llegó a ser tan corrupto como los cananeos a quie-nes Dios había sacado para entregarles la tierra a ellos (2 Reyes 21:10-13).

Obviamente, los dioses paganos de la antigüedad son más bien reliquias en nuestro mundo mo-derno. Quemos, Dagón y Moloc ya no tienen la misma fama de antes, y Balder y Hermes están sim-plemente pasados de moda. Pero ¿existe aún algún riesgo de que cometamos el error que cometió Israel? ¿Hay alguna razón por la que Dios pudiera seguir siendo un Dios celoso?

La respuesta es sí: un gran y resonante sí.

Los seres humanos somos criaturas sorprendentemente versátiles y tenemos la capacidad de ado-rar a muchas más cosas que imágenes talladas o estatuillas de tiempos antiguos. De hecho, hoy en día corremos el peligro de servir a una gran cantidad de dioses falsos modernos, como el dinero, las posesiones, los amigos, la familia, e incluso nosotros mismos; y si adoramos a alguno de estos dioses, podemos acarrearnos todo tipo de daños innecesarios.

Ésa es la clave del celo de Dios: no es Él quien sufre cuando ponemos otra cosa delante o al mismo nivel que Él; somos nosotros quienes sufrimos.

Tomemos el dinero, por ejemplo. La Biblia dice claramente que la “raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolo-res” (1 Timoteo 6:10). El dinero en sí no es el problema, sino el amor al dinero. Cuando Dios no es lo primero en nuestra vida, comenzamos a encontrar razones para desobedecer sus reglas perfectas y le abrimos paso a toda clase de malas decisiones —decisiones que pueden lastimarnos a nosotros mismos y a los demás.

Sí, Dios es un Dios celoso. Pero la razón por la cual Dios no admite rivales es que sabe cuánto daño nos harán. Como Cristo advirtió: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro” (Mateo 6:24).

Page 15: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

15

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 4D I O S , E L C E LO S O

Dios es todopoderoso y no necesita nada de nosotros. No necesita que lo pongamos primero en nuestra vida, pero nosotros sí lo necesitamos a Él. Servir a un dios falso nos dejará vacíos y traspa-sados de muchos dolores, y eso no es lo que nuestro Padre quiere para nosotros.

Dios quiere que tengamos lo mejor; por eso es un Dios celoso. Y por eso deberíamos estar agrade-cidos.

L E CT U R A A D I C I O N A L

Escrituras

Deuteronomio 6:10-25 2 Corintios 11:1-4 Éxodo 20:1-6

LifeHopeandTruth.com

¿Un Dios celoso?¿Qué significa eso?

VidaEsperanzayVerdad.org

Page 16: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

16

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

Durante los cuatro días pasados hemos explorado algunas de las características que definen el ca-rácter de Dios. Hemos visto que existe por sí mismo, que no tiene límites, que se preocupa pro-fundamente por nosotros, que define los límites que necesitamos para vivir plenamente, y que no quiere vernos ir tras cosas que pueden lastimarnos.

Pero hay un problema.

Aún sabiendo todas estas cosas, usted y yo fallaremos. No es una posibilidad, es un hecho inelu-dible: eventualmente haremos algo incorrecto. Cruzaremos alguno de esos límites; romperemos alguna de esas reglas; seguiremos a alguno de esos dioses falsos.

Tal vez sea por un error sincero, un lapso de falta de criterio o nuestra naturaleza humana jugán-donos una mala pasada; pero nada cambiará el hecho de que, en algún momento, haremos algo contrario a la voluntad de Dios.

¿Qué pasará entonces?

En primer lugar, habrá consecuencias. No hay manera de evitarlo. Dios estableció reglas “para que [tengamos] prosperidad” (Deuteronomio 10:13), y es simplemente razonable que si las rompemos obtengamos el efecto contrario. Y mientras más rompamos esas reglas, mayor será el impacto nega-tivo en nuestra vida y la vida de los demás.

Pero eso no es todo. La Biblia también nos dice que “el pecado es infracción de la ley” (1 Juan 3:4) y “la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). En otras palabras, quebrantar la ley de Dios (pecar) es sinónimo de perder la vida.

En nuestro próximo Viaje, “El problema de la maldad”, hablaremos con más detalle acerca de los peligros del pecado, pero por ahora la pregunta apremiante es: ¿qué podemos hacer para arreglar-lo? Y la respuesta es: nada.

D I O S , E L M I S E R I C O R D I O S O

D Í A 5

Page 17: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

17

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 5D I O S , E L M I S E R I C O R D I O S O

No hay nada que usted y yo podamos hacer para “deshacer” el pecado. No podemos contrarrestarlo con buenas obras, y no podemos cubrirlo o hacer como si nunca hubiera ocurrido. El pecado no es un problema que usted y yo podamos solucionar.

Afortunadamente, Dios sí puede solucionarlo.

En la antigua mitología, la idea de un dios misericordioso era un concepto extraño. Las religiones de antes tal vez creían en uno o dos dioses compasivos, pero bastaba con ofenderlos o cometer algún error para que sacudieran el cielo y la Tierra en una vengativa muestra de ira. Eran dioses, después de todo —deidades supremas, inefables y con inimaginable poder. ¿De qué otra manera iban a res-ponder a las ofensas de la insignificante raza humana?

La Biblia, sin embargo, describe a Dios (el verdadero Dios, Creador del Universo) de una manera muy diferente: “tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericor-dia” (Nehemías 9:17).

Miqueas pregunta: “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia” (Miqueas 7:18). Joel dice que Dios “misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo” (Joel 2:13). Y Pedro además afirma que Dios es “paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9).

Increíble, ¿no? Mucho más que increíble. Dios no sólo perdona nuestros pecados, sino que siem-pre está dispuesto a perdonar. No quiere que ninguno de nosotros muera y, aunque no soportará el pecado para siempre, es muy paciente —más paciente de lo que podemos comprender, y más misericordioso de lo que merecemos, especialmente si consideramos el gran precio de esa mise-ricordia.

En Romanos 5:7-8, Pablo explica: “apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Éste es otro tema del que hablaremos más en nuestro próxi-mo Viaje, pero sin duda es claro que limpiar nuestros pecados tuvo un precio muy alto para Dios: la vida de su propio Hijo, quien vino a la Tierra para morir en nuestro lugar.

Ninguno de nosotros merece ese tipo de misericordia y jamás podríamos merecerla. Sin embargo, Dios nos la da, porque Él es el Dios perdonador, clemente y piadoso, tardo para la ira y grande en misericordia.

Page 18: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

18

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 5D I O S , E L M I S E R I C O R D I O S O

¿Por qué? O en palabras del rey David: “¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?” (Salmos 8:4). Con toda su grandeza y poder, ¿por qué Dios se pre-ocupa del insignificante ser humano? ¿Y por qué se tomó la molestia de crearnos en primer lugar?

Las respuestas a estas preguntas son fundamentales para entender la razón de su existencia, y pro-bablemente sea la información más importante que jamás escuchará.

Es tiempo de conocer a Dios, la familia.

L E CT U R A A D I C I O N A L

Escrituras

Salmo 86 Lucas 6:27-36 Salmo 8

VidaEsperanzayVerdad.org

Agradecidos por la bondad y misericordia de Dios

Page 19: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

19

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

El primer capítulo de la Biblia incluye un versículo bastante confuso: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Génesis 1:26).

¿Hagamos? ¿Nuestra? ¿Con quién estaba hablando Dios en este pasaje? Luego, el siguiente versí-culo dice: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (v. 27).

Vaya enigma. Primero Dios está hablando con alguien que comparte su imagen y su poder de crear vida, y al momento siguiente vemos a un Dios singular creando a la raza humana. Todo pareciera indicar que Dios estaba hablando con … ¿otro Dios? Pero eso es imposible. ¿Cuántas veces la Biblia nos recuerda que “no hay más Dios que yo” (Isaías 45:21)? Debe haber otra explicación.

Sin embargo, a medida que nos adentramos en las Escrituras, descubrimos la increíble verdad: no hay otra explicación. Dios literalmente estaba hablando con otro ser, a quien la Biblia también des-cribe como Dios. ¿Cómo puede ser?

La respuesta es que Dios en realidad es una familia. Y, lo que es más importante, una familia en la que usted puede entrar.

Al comienzo de su Evangelio, Juan explica un poco más acerca del primer capítulo de Génesis dicien-do: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:1-3).

Ahora comenzamos a entendernos. El Verbo del que Juan habla existía con Dios y era Dios a la vez. Éste puede ser un concepto difícil de comprender, pero irá cobrando sentido a medida que avanza-mos. Más adelante, Juan dice: “aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros” (Juan 1:14); es decir, el Verbo —ese ser que estaba con y era Dios desde el principio— es quien vino a la Tierra como Jesucristo.

D I O S , L A FA M I L I A

D Í A 6

Page 20: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

20

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 6D I O S , L A FA M I L I A

Los discípulos de Jesús también llegaron a comprender esta verdad con el tiempo, reconociendo que “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16). Y ante esta afirmación, Jesús respon-dió: “no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos” (v. 17).

Poco a poco, la imagen completa comienza a aparecer. La Biblia habla de dos seres que llevan el título de Dios: uno de ellos es el Padre y el otro, el Hijo. En conjunto, ambos conforman la familia divina y, a medida que seguimos indagando, más descubrimos acerca de la familia de Dios.

Pablo, por ejemplo, dice que dobla sus rodillas “ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra” (Efesios 3:14-15). Este comentario sobre “toda” la familia nos da otra pista acerca de una de las mayores verdades de la Biblia:

La familia de Dios se está expandiendo.

Así es. Ésa es la razón por la que usted está aquí, y todos estamos aquí. Dios está creando una fami-lia y quiere que usted forme parte de ella.

Como Juan explica: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios… Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro” (1 Juan 3:1-3, énfasis añadido).

Quienes sigan y obedezcan a Dios fielmente, algún día serán como Él es. ¡Qué verdad tan increíble, tan maravillosa, tan inimaginable!

Pero ¿qué significa exactamente?

La familia de Dios es un grupo íntimamente unido, y no sólo porque ahora se compone de sólo dos miembros. Cristo dijo claramente: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30), y luego le pidió a Dios que sus futuros discípulos “sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad” (Juan 17:22-23).

Estos versículos nos revelan que la familia divina está completamente unida en propósito, mente y actuar —todos sus miembros quieren lo mismo sin importar de qué se trate. Y si nosotros queremos formar parte de esa familia, debemos tener la misma sintonía, lo cual definitivamente no es parte de nuestra naturaleza. Después de todo, “el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritual-mente” (1 Corintios 2:14).

Page 21: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

21

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 6D I O S , L A FA M I L I A

Pero ese es justamente el punto: no tenemos que ser “hombres naturales” para siempre. Dios nos da la oportunidad de cambiar; de crecer; de recibir su Espíritu y comenzar a transformarnos en algo mucho más maravilloso de lo que podríamos llegar a ser por nuestra propia cuenta. El apóstol Pablo describe este increíble proceso explicando que “todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos… Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad” (1 Corintios 15:51-53).

Hay mucho más que podríamos decir sobre este tema —y lo haremos en nuestro tercer Viaje, “El plan de Dios”— pero por ahora, el punto importante es que Dios, el inmortal, ilimitado, todopodero-so y autónomo, es en realidad una familia.

Una familia que se está expandiendo.

Y una familia de la que usted puede ser parte.

El jefe de esa familia es nada menos que Dios el Padre —el Dios del que hemos estado aprendien-do durante los pasados seis días— y a su mano derecha se encuentra Jesucristo, su Hijo, quien ha existido junto al Padre por la eternidad como el Verbo.

Jesucristo y el Padre están tan sincronizados que en cierta ocasión Jesús dijo: “Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto” (Juan 14:7). Esto signi-fica que conocer a un miembro de la familia divina es como conocerlos a todos, porque todos tienen la misma mente y el mismo carácter.

Pero antes de llegar al fin de este Viaje hay una característica de Dios que aún nos queda por cono-cer —la característica probablemente menos comprendida (y más importante) de todas.

Acompáñenos mañana para conocer al Dios de amor.

L E CT U R A A D I C I O N A L

Escrituras

Juan 17 Mateo 12:46-50 Efesios 3:14-21

LifeHopeandTruth.com

Su relación con Dios

VidaEsperanzayVerdad.org

Page 22: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

22

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor” (1 Juan 4:7-8, énfasis añadido).

Más que una de sus cualidades, el amor es la esencia misma de Dios. Es lo que define su carácter. Y, mientras no entendamos lo que el amor es —mientras no lo entendamos realmente— no podremos entender a Dios del todo.

Lamentablemente, esta tarea es más difícil de lo que parece. La palabra “amor” se ha usado y enten-dido mal durante cientos (sino miles) de años, y seguramente si hoy le preguntamos a cien personas distintas cómo se define amor, obtendremos cien respuestas diferentes. Para algunos, el amor es un sentimiento confuso e indescriptible. Para otros, una fuerza que no se puede controlar, algo que nos atrapa y nos suelta, que anda en el aire y que actúa por voluntad propia. Y aún hay quienes no saben distinguir entre el amor, la lujuria y la infatuación.

Por otro lado, la Biblia es mucho más clara al respecto. 1 Corintios 13:4-8 nos dice: “El amor es sufri-do, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser”.

Lo que estos versículos dicen sin duda es muy importante, pero igualmente importante es lo que no dicen acerca del amor:

No dicen que el amor lo acepta todo.

No dicen que el amor lo aprueba todo.

Y no dicen que el amor lo apoya todo.

El amor tiene ciertos estándares. Se regocija en la verdad, y la verdad requiere de una distinción entre el bien y el mal. No hace nada indebido, pero sabe qué es indebido y cómo evitarlo. No se goza de la injusticia, porque sabe que la injusticia no produce nada bueno. Y, lo más importante, nunca

E L D I O S D E A M O R

D Í A 7

Page 23: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

23

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 7E L D I O S D E A M O R

deja de ser —el amor permanece, inquebrantable y sin vacilar, aún cuando todo lo demás colapsa y nuestro mundo parece caerse a pedazos.

Dios es amor. Pero no la clase de amor que imaginan los escritores de Hollywood ni del que hablan tantas canciones modernas. Dios es un amor mucho más profundo y trascendente de lo que la men-te humana puede imaginar.

La palabra griega traducida como “amor” en 1 Corintios 13 (y en muchas otras escrituras importan-tes) es agape. Este término se utiliza varias veces en el Nuevo Testamento para describir el amor de Dios, y su significado nos dice mucho acerca de la manera en que Dios nos ama y cómo debemos amarnos unos a otros.

En 1 Juan 3:16, el apóstol Juan, por ejemplo, dice: “En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”. Y en Juan 15:10, Jesús mismo explicó que: “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”. En otras palabras, amar —demostrar agape— implica acción. El amor de Dios no es confuso ni es algo que simplemente existe de una forma vaga e intangible. Por el contrario, es un amor real, activo y que nunca deja de ser.

Si usted pudiera saber el resultado de todas sus decisiones antes de tomarlas, ¿cambiaría su forma de vivir? Si pudiera ver el futuro y saber cómo sus elecciones afectarán su propia vida y las de sus seres queridos, ¿sería más cuidadoso?

Muy probablemente sí.

Conocer el final del camino antes de tomarlo sin duda haría una gran diferencia. Cambiaría muchas de nuestras decisiones y el por qué de lo que hacemos. De hecho, probablemente haríamos muchas cosas de manera diferente, nuestras vidas serían más felices y obtendríamos los beneficios de tener esa visión del futuro.

Pero, sabiendo esto, ¿por qué rechazamos a Dios tan rápido cuando nos ofrece justamente ese regalo?

Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros. Su Hijo vino y murió en nuestro lugar para que pudié-ramos llegar a ser parte de su familia. Dios es un Dios misericordioso, omnisciente y todopoderoso

Page 24: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

24

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 7E L D I O S D E A M O R

que desea nuestro bien y quiere guiarnos a través del confuso laberinto de la vida hacia un maravi-lloso futuro.

Y justamente porque nos ama, no nos obliga a seguirlo. Dios nos deja tomar nuestras propias de-cisiones libremente y también permite que cosechemos las consecuencias de nuestros actos. Pero su Biblia —su Palabra preservada para nosotros— tiene todas las advertencias e instrucciones que necesitamos para vivir una vida plena.

Nada nos impide decidir que nuestro propio camino es mejor y empezar a caminar por él. Pero, ¿realmente piensa que puede encontrar un mejor mapa de la vida que el que nos muestra el Dios del Universo?

Durante los pasados siete días, hemos estado descubriendo más acerca de ese maravilloso Dios —un Dios que existe por sí mismo e ilimitado que nos guía con celo y misericordia, y que nos ha creado para que nos convirtamos en parte de su amorosa familia. Usted ha comenzado a explorar la Palabra de Dios para tener una mejor idea que quién es su Creador y ahora es tiempo de tomar una decisión.

¿Seguirá explorando?

Este Viaje podrá haber durado sólo siete días, pero establecer una relación con Dios es un proceso de toda la vida. Cada día es una nueva oportunidad para conocer y darse a conocer al Dios que lo ama, tiene un plan para usted y tiene el poder y la visión para llevar ese plan a cabo.

La decisión es sólo suya. Cuando Dios lo llama, usted no está obligado a contestar. Puede dejar que el viaje termine aquí y se convierta en nada más que conocimiento sin acción. Ése es su derecho —y sería su pérdida.

Pero si sigue avanzando, si sigue buscando la verdad y haciéndola parte de su vida, encontrará mu-cho más que sólo conocimiento. Encontrará significado y propósito y, como resultado, encontrará una satisfacción, dirección, riqueza y profundidad en la vida que no hallará en ninguna otra parte.

Ahora, puede que tras leer todo esto una pregunta surja en su mente:

Si Dios es todas estas cosas —todopoderoso, amoroso y benigno para con nosotros— ¿por qué entonces el mundo está como está? ¿Por qué permite Dios que el mal exista? ¿Y por qué tan pocas personas lo conocen y entienden?

Para responder estas preguntas, tendremos que embarcarnos en un segundo Viaje, donde investi-garemos en las Escrituras todo acerca de “El problema de la maldad”.

Page 25: CONOCIENDO A DIOS · No sabemos todo lo que Dios sabe y no podemos ver todo lo que ve, pero hay una enorme diferencia entre creer que Dios a veces decide no actuar y creer que simplemente

25

VidaEsperanzayVerdad.orgC O N O C I E N D O A D I O S

D Í A 7E L D I O S D E A M O R

L E CT U R A A D I C I O N A L

Escrituras

1 Juan 4:7-21 Deuteronomio 30:15-20 Romanos 5:6-11

LifeHopeandTruth.com

Dios es amor

VidaEsperanzayVerdad.org

¿ Q U É S I G U E ?

Continúe con nosotros en el “Viaje 2: El problema de la maldad”, disponible en el Centro de Apren-dizaje de VidaEsperanzayVerdad.org.