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Arte y Ciudad - Revista de Investigación
Nº 11 – Abril de 2017 (pp. 93 - 116) 93 ISSN 2254-2930 // e-ISSN: 2254-7673
http://dx.doi.org/10.22530/ayc.2017.N11.406
Tensiones entre la cultura “indepen-
diente” y la política pública cultural
de la Ciudad de Buenos Aires
Tensions between the "independent" culture and the
public cultural policy of the City of Buenos Aires
KARINA BENITO Instituto de Investigaciones Gino Germani. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Buenos Aires.
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Recibido: 31/01/2017
Aceptado: 23/03/2017
Resumen
Este trabajo tiene como objetivo analizar las iniciativas de la sociedad civil y se sostiene
como supuesto orientador que intervienen en la definición de la política pública cultu-
ral. Los artistas y gestores culturales son quienes se movilizan para que se sancione una
ley que proteja los espacios donde se desempeñan. Metodológicamente se ha trabajado
a través de la observación directa participativa y la etnografía, análisis de fuentes pri-
marias y secundarias en torno a la producción cultural en la Ciudad de Buenos Aires.
En el sector “independiente”, los artistas son los que logran visibilidad y presentan una
problemática encaminada a la importancia de una legislación específica para el sector
que regule su inspección por el organismo público pertinente como centros de cultura y
no como discotecas. En conclusión, se pudo constatar que son ellos quienes redactan
una ley que faltaba en la Ciudad para legislar su existencia como centros culturales.
Palabras clave
Sociedad civil, centros culturales autogestionados, fuerza de ley.
KARINA BENITO _____________________________________________________________________________________
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Abstract
This work has as aim treat on the initiatives of the civil society and is held as supposi-
tion orientador that they intervene in the definition of the public cultural politics. The
artists and cultural managers are those who are mobilized in order that there is sanc-
tioned a law that protects the spaces where they get out of a jam themselves. Methodo-
logically one has worked across the observation participant and the ethnography, re-
port of primary and secondary sources concerning the cultural production in the City
of Buenos Aires. The "independent" sector, the artists are those who achieve visibility
and present a problematics referred to the importance of a specific legislation for the
sector since they are inspected by a public organism as if they were discotheques and
not what they are. In the conclusion, one managed to state that they are they who write
a law that was absent in the City to legislate his existence of cultural centers.
Keywords
Civil society, self-managed cultural centers, force of law.
Referencia normalizada: BENITO, KARINA (2017): “Tensiones entre la cultura “inde-
pendiente” y la política pública cultural de la Ciudad de Buenos Aires”. Arte y Ciu-
dad. Revista de Investigación, nº 11 (abril), págs. 93-116. Madrid. Grupo de Investiga-
ción Arte, Arquitectura y Comunicación en la Ciudad Contemporánea, Universidad
Complutense de Madrid.
Sumario: 1.- Introducción. 2.- La tragedia de Cromañón, crisis de autoridad. 3.- Los
centros culturales autogestionados como iniciativas de la sociedad civil. 4.- Polifonía,
un nuevo movimiento social. 5.- Autoría de la ley, autoridad. 6.- Bibliografía.
__________
1. Introducción.
En primera instancia en este paper se analiza el contexto sociohistórico en re-
lación con lo que acontecía en el mundo del rock, específicamente en un local
donde tocaban grupos de música que un día se incendió y murieron 194 perso-
nas durante un recital. Las salidas de emergencias estaban cerradas y los bombe-
ros no podían abrirlas. Dicha tragedia presento el problema de la crisis de auto-
ridad, la crisis del mundo adulto responsable y sus instituciones. Entonces, el
Gobierno de la Ciudad prohibió el baile y empezaron a perseguir a los espacios
donde tocaban grupos de música, muchos espacios tuvieron que cerrar, el circui-
to de la música se volvió complejo. Asimismo, muchos espacios dejaban mucho
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que desear constructivamente y en relación a sus normas de seguridad. No obs-
tante, existían espacios genuinos que difundían artistas en un circuito no tan co-
mercial, los denominados centros culturales autogestionados. Muchos de ellos
tuvieron que cerrar, otros existieron clandestinamente y algunos con la forma
jurídica de asociación civil porque no existía una figura legal que los ampare. Es
decir, la Agencia Gubernamental de Control A.G.C. los inspeccionaba y sancio-
naba como si fuese boliches o discotecas, por ejemplo, pero no como centros cul-
turales específicamente porque tal normativa no existía y nada indicaba que se
fuese a legislar un cambio en tal sector. Entonces, los centros culturales autoges-
tionados de la Ciudad de Buenos Aires se unieron en el 2010 y crearon MECA
(Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos) organizándose alrededor de 19
espacios culturales y juntando más de cuarenta mil firmas. En 2014 sucedió algo
insólito al clausurar la A.G.C más de cien espacios culturales. Entonces, el movi-
miento se amplió con más artistas responsables de centros culturales, se creó una
solidaridad entre los espacios clausurados y un grupo de abogados culturales los
asesoró para levantar el cierre. Sin embargo, eso no fue lo más significativo sino
el cambio en el reportorio de acciones, su capacidad de influencia en las decisio-
nes políticas mediante presiones (manifestaciones, cortes de calle, conciertos fren-
te a la Legislatura porteña) en lugar de comprometerse directamente con la acti-
vidad política convencional. El trabajo metodológico fue el etnográfico, específi-
camente, la observación participante y la realización de crónicas en sus asam-
bleas entre agosto de 2014 y junio de 2016, así como las diversas manifestaciones
realizadas en la calle. No obstante, fue en las asambleas donde se constató la difi-
cultad del sector por aceptar una norma que los regulara, ya que no todos que-
rían una ley de centros culturales. Sin embargo, se observa en una asamblea la
posición del Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos de desear una ley
que les otorgue derechos y responsabilidades al sector, motivo por el cual de-
fienden con “fuerza de ley” en términos de Derrida la ley por ellos redactada
cuya legitimidad les otorga una autoridad ante un contexto crítico.
2. La tragedia de Cromañon, crisis de autoridad.
En la Ciudad de Buenos Aires eran frecuentes los recitales en ámbitos bas-
tante precarios a nivel de infraestructura y ediliciamente. Los jóvenes que allí
asistían no se preocupaban demasiado por esos detalles. La mayoría de las
bandas que allí tocaban eran de rock y su leit motiv siempre fue estar en contra
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del sistema. Por lo tanto, no se preocuparían por el decorado o ambientación
de esos espacios caracterizados por grafitis y pintadas de imágenes alusivas a
su música. A ellos sólo les interesaba tal vez seguir a su grupo de música.
También integrada por jóvenes en la mayoría de sus casos. Pero un día acon-
teció una fatalidad. En un local en Once, una zona estratégica de la ciudad
porque es céntrica y muy cercana a la estación de trenes de la línea Oeste lla-
mado República de Cromañón cuando tocaba un grupo de música denomi-
nado “Callejeros” se incendió. Una tela de tipo medio sombra colocada en el
techo y los paneles de poliuretano que cumplían una función acústica en el
local se prendió fuego al impactar una bengala que alguno de los jóvenes del
público habría tirado. Esto ocurrió un 30 de diciembre de 2004 y el lugar esta-
ba coordinado por Omar Chabán, un empresario del espectáculo que ya había
estado a cargo de otro espacio contra el que se habían multiplicado las de-
nuncias de los vecinos por ruidos molestos y disturbios.
La expareja del empresario, una figura del espectáculo pertenenciente a
una encumbrada familia de Argentina, poco tiempo antes del hecho decía
sin tapujos en televisón que todo lo que ocurriese de la puerta para afue-
ra de estos locales (ruidos o disturbios) era un problema del “Gobierno
de la Ciudad” y no de los propietarios (Murillo, 2008: 259).
Estos espacios apenas tenían control en el interior, pero en los exteriores
eran frecuentes los disturbios descontrolados. Juan Nicolas Provéndola afir-
maba en una nota de prensa (Provendola, 2015):
Luca Prodan1 subiendo a cantar con Los Redondos2 o dos topadoras
irrumpiendo entre la gente. Un asado en pleno escenario o los baños re-
1 Luca George Prodan (Roma, Italia; 17 de mayo de 1953 – Buenos Aires, Argentina; 22 de di-
ciembre de 1987) fue un músico italo-escocés, que a comienzos de los ’80 se radicó en Argenti-
na donde formó el grupo de rock Sumo. El último recital fue en el estadio del Club Atlético Los
Andes el 20 de diciembre de 1987. Según el cantante de la banda Los Violadores, Pil Trafa,
diría: "Luca estaba muy flaco y pálido". Sus ex compañeros recordaron más tarde que esa no-
che, momentos antes de interpretar una poderosa versión de Fuck you, Luca dijo: "ahí va la
última". Dos días después, el martes 22 de diciembre de 1987, lo encontraron muerto en la habi-
tación de la casa ubicada en la calle Alsina 451 en el barrio de San Telmo, que compartía con el
músico Marcelo Arbiser. Había sufrido un paro cardíaco debido a una grave hemorragia inter-
na causada por una cirrosis hepática. Fuente: wikipedia [en línea]. [consulta: 17 de enero del
2017]. Disponible en: <https://es.wikipedia.org/wiki/Luca_Prodan>
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basando de meo. Omar Chabán conteniendo punks amenazantes en la
puerta o parejas cogiendo en medio de un recital. Cemento3 atravesó eta-
pas en sus 20 años, pero hubo una característica nuclear que definió al
lugar más allá de los tiempos y las tendencias: la sensación de que, en
cualquier momento, algo fuera de lo común podía suceder sobre el esce-
nario, entre el público, dentro de los camarines o cerca de la boletería.
Cuando la inocencia aún no representaba riesgos, lo impredecible consti-
tuía un hecho cultural.
El intento es no estigmatizar, ni homogeneizar, no se puede caracterizar a
todos por el funcionamiento de algunos. Se trataban de espacios para jóvenes
y siempre se les niega a los jóvenes su potencia. Algunos de ellos lucraban
con las expectativas de los jóvenes artistas y de su público. Es decir, para to-
car en algunos espacios era necesario la venta anticipada de una gran canti-
dad de entradas que se aseguraban de ese modo un monto de dinero fijo por
noche. Esto sucedía generalmente con aquellos que tenían sus primeras expe-
riencias en determinados espacios y no eran reconocidos en el circuito musi-
cal como sí sucedía con Callejeros que tenía un público masivo. Es decir, allí
no estaba sólo un grupo de amigos y conocidos como se suele decir “hacién-
doles el aguante”4 para que se expresen. Allí murieron 194 personas, asfixia-
2 Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, o simplemente Los Redondos, fue una banda argenti-
na de rock, oriunda de la ciudad de La Plata y liderada por Carlos Alberto «Indio» Sola-
ri, Eduardo «Skay» Beilinson y Carmen "La Negra Poli" Castro. La banda creó con su música
una original estética del rock, alcanzando masividad sin entrar en el circuito cultural oficial;
manteniéndose independiente al margen de la industria musical durante sus 25 años de activi-
dad y transformándose en la única banda que, por principios, jamás se apoyó en los medios
para difundir su trabajo. 3 Con veinticinco años de existencia (desde el retorno de la democracia) fue considerado un
sitio emblemático y de culto del Rock argentino. Es visto como el local más antiguo, con más
anécdotas y en el cual crecieron la mayor parte de las bandas más importantes promocionadas
por el empresario mencionado. 4 Según Pablo Alabarces el problema es que, en el momento en que la pasión se convierte en
eso que no se puede explicar, se producen prácticas violentas. Lo que no se puede explicar, lo
puro, lo irracional... eso es una coartada para la violencia. Utiliza el término “el aguante” para
explicar en el fútbol como la barra maneja varios capitales. Uno por ejemplo es el social: a quién
conocés, etc. Y otro capital es aguante, el modo que tienen de hacerlo es demostrándose uno a
otro quién tiene más aguante. Eso tiene que ser violento. Nosotros tomamos la categoría nativa
encontrada en sus investigaciones para explicar la relevancia de la amistad, en esa posición de
“hacer el aguante” a los conocidos o amigos.
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das y envenenadas por los gases que se desprendían de los materiales del te-
cho del local al prenderse fuego. No obstante, el responsable del espacio diría
que lo que sucedería en el espacio no era responsabilidad suya sino que acu-
saría a quien arroja la pirotecnia, a los músicos y al Gobierno de la Ciudad. En
relación a tales materiales se podría decir que estaban prohibidos por las
normas de habilitación de este tipo de locales.
La principal salida de emergencia del local estaba cerrada con candados y
alambres, y tuvo que ser abierta desde fuera por los bomberos. La cantidad
de gente dentro del local superaba con creces la capacidad del mismo: es-
taba habilitado para albergar a 1.031 personas y, según informes, esa noche
había allí más de tres mil. En la jornada de la masacre, pese a los supuestos
controles por parte de los encargados de la seguridad del establecimiento,
el público ingresó fuegos artificiales. Y si bien el responsable del local ex-
hortó a la gente a no disparar bengalas, y le advirtió que podría producirse
una tragedia, permitió que el grupo que brindaba el recital continuara con
el show con lanzamientos de pirotecnia. (Murillo, 2008: 260) (…) La Policía
Federal sabía que el local de modo habitual estaba excedido en su capaci-
dad (Murillo, 2008: 262)
El Jefe de Gobierno, en una entrevista realizada entonces aduce:
Cromañón pasó a pesar de todo el esfuerzo que hicimos para controlar.
Siempre las cosas se pueden hacer mejor y en ese sentido debo decir que
la normativa era obsoleta, pero nadie había propuesto modificarla antes
de que sucediera. Y aun así, uno puede tener la mejor normativa y si se
arrojan 300 bengalas en un lugar cerrado y la policía recibe plata para mi-
rar para el costado, puede pasar lo peor.5
¿Qué pasaba con el control policial? ¿Por qué se mantenía una normativa
obsoleta? Ya en 2009 un tribunal oral condenó a Chabán a 20 años de prisión
por el delito de estrago doloso. Estrago significa provocar una catástrofe que
a su vez tiene como resultado al menos una muerte y doloso implica que la
situación podía preveerse. A los dos años, la Justicia modificó la condena a
ocho años de prisión por considerar que el estrago había sido “culposo”. Los
familiares de las víctimas apelaron y se le confirmó la prisión de 10 años a
5 Nicolás Lantos. “Se le puede ganar al macrismo en julio.” Página 12. 16 de abril del 2015. [en
línea]. [consulta: 24 de abril 2016]. Disponible en: <http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-
270641-2015-04-16.html>
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cumplir en la cárcel de Marco Paz. Mientras estaba preso se le encontró un
cáncer que le provoco un gran deterioro, por lo que la Justicia le concedió pri-
sión domiciliaria en su departamento. Tras pasar por varios centros de aten-
ción, en septiembre de 2014 quedó internado hasta que el 17 de noviembre de
ese mismo año falleció. Para algunos él hizo historia con el nacimiento de
grupos de música internacionalmente conocidos como Soda Stereo, Sumo, Di-
vididos, Massacre, La Portuaria, entre muchas otras bandas que dieron sus pri-
meros recitales en sus locales desde Café Einstein6 hasta Cemento o Die Schule7,
ya que lo consideraron uno de los principales difusores del rock de los años
‘80 y ‘90 en los que Chabán difundía grupos rockeros “alternativos” que re-
chazaban el circuito comercial de la música. Sin embargo,
(…) los sobrevivientes y familiares centraron sus acusaciones en el em-
presario y especialmente en el Jefe de Gobierno comunal. Pero por razo-
nes que no he podido establecer, jamás mencionaron en sus manifesta-
ciones callejeras a las empresas a las que el gerenciador Chabán estaba
vinculado aparentemente. Algunos comenzaron a hacerlo en los medios,
luego de que el Jefe de Gobierno comunal fuera destituido. Según tras-
cendidos de la prensa argentina y uruguaya (los periódicos Página 12 y
Brecha respectivamente), la Inspección General de la Justicia (IGJ) habría
determinado que el local de la masacre, así como otros lugares de Buenos
Aires pertenecen a “dueños fantasmas”. Los propietarios de edificio se-
rían dos sociedades extranjeras cuyos dueños serían anónimos. (Murillo,
2008: 265).
Según Susana Murillo un changarín uruguayo se habría ganado unos pesos
por aparecer en la fundación de la sociedad que ahora es dueña del edificio
donde aconteció la tragedia. Una empresa offshore y un famoso estudio de abo-
6 El Café Einstein era una vieja casa ubicada en un primer piso al que se accedía por escalera.
Los dueños eran Omar Chaban y Sergio Aisenstein (que luego fue el dueño de Nave Jungla) y
un desciente de alemanes llamado Helmut. Verduro Kosida [en línea]. [consulta: 17 de enero
del 2017]. Disponible en:<http://verdurokosida.blogspot.com.ar/2009/06/cafe-einstein.html> 7 Otro espacio coordinado por el empresario mencionado en la zona del Congreso con capacidad
para 600 personas. “El espacio es bien grande, reproduce el clima oscuro y berlinesco de Cemento
aunque con mayores espacios y comodidades. Hay dos o tres ámbitos distintos, puedes estar en
el recital o quedarte en la barra o en los extraños reservados con ventanas y paredes falsas, hay
escaleras, barra grande y mucho personaje raro dando vuelta. Hay teatro, rock and roll y menos
aglomeraciones que en Cemento (Revista El Cazador, octubre, 1992) Esteifiri. [en línea]. [consulta:
16 enero 2016]. Disponible: <http://www.esteifri.com/2009/08/die-schule.html>
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gados uruguayo, dedicado a operaciones de sociedades financieras de inver-
sión, fueron mencionados en relación a una trama oculta tras Cromañón. Para la
IGJ, a cargo de redactar el preinforme de las sociedades vinculadas con Chabán
para el juez de la causa madre, lo sugestivo de aquella transacción no fue sólo
la participación de una offshore, sino los montos que se barajaron. La expresión
offshore implica que una empresa radicada en Montevideo por ejemplo actúa
fuera de estos sitios, por ejemplo en Argentina. El edificio de República Cro-
mañon y el de un hotel lindero habrían sido comprados en 2.200.000 dólares en
1997 y vendidos el 4 de febrero de 1998 en sólo 708.000 dólares. Los datos de las
transacciones se encontrarían archivados en Montevideo, protegidos por leyes
de sociedades comerciales que cubrieron casos famosos de lavado de dinero,
como lo recordó el informe elaborado por la comisión parlamentaria que presi-
dió la entonces diputada Elisa Carrio (República Argentina, Informe de la Co-
misión Espacial Investigadora sobre Hechos Ilícitos vinculados con el Lavado
de Dinero en la Argentina). Según la información, publicada por el semanario
Brecha y reproducidos por Página 12 en Buenos Aires, dos empresas investiga-
das por la justicia que están ligadas a República Cromagñón, Central Park Ho-
tel S.R.L. y Lagartos S.A. son las dueñas del título de habilitación comercial del
espacio, ambas estarían vinculadas a una oscura red de empresas offshore. En
esas condiciones se hallarían 16.000 edificios de Buenos Aires. Las propiedades
suelen estar en las calles más exclusivas de la Ciudad. El entonces titular de la
IGJ. Dr. Ricardo Nissen, concluyó que todos esos edifcios son “virtuales Cro-
mañon”: se trata de pantallas de propietarios que con la transferencia de bienes
eluden responsabilidades civiles, tributarias o penales. Se trata de una “ciudad
fantasma” en la que se hallan no sólo los grandes evasores. El titular de la IGJ,
siguiendo las investigaciones de Susana Murillo, dijo que buena parte de los
verdaderos dueños anónimos de las propiedades en manos de supuestos offsho-
re son argentinos que tenían dinero en el exterior y que compran un inmueble
para traerlo al país. No obstante, inventan una empresa originada en países
cuyas legislaciones les permiten obtener acciones al portador para preservar el
anonimato. Este tipo de sociedades pantalla está doblemente protegida, no sólo
funciona como un sello y con la garantía del anonimato de las empresas offsho-
re. Todas ellas de acuerdo con la IGJ hicieron las operaciones de compra invo-
cando la figura de “acto aislado”, un tecnicismo que permitía a las empresas
extranjeras hasta octubre del 2003 operar en el país sin inscribirse. El “acto ais-
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lado” fue pensado originalmente como una “herramienta de promoción indus-
trial”: servía, por ejemplo, para que una empresa extranjera que sólo deseaba
realizar un acto comercial -como comprar un inmueble- tuviese facilidades si
decidía hacerlo, concluía el Dr. Nissen. El “acto aislado” no se refería al hecho
de realizar regularmente operaciones comerciales; no obstante, invocando esa
figura, las sociedades offshore adquirieron edificios, inmuebles, etc. El año 2003
marca un punto de inflexión, cuando la IGJ comienza a producir legislación
para limitar sus acciones.
Más allá de esta “ciudad fantasma” que descubrimos detrás del inmueble
de República Cromañón es importante entender qué sucedió con esta ciudad,
anónima, donde nadie se hacía cargo. Las fabulas sobre el rock se desmorona-
ron, la ciudad envejeció de golpe y se volvió más adulta, más consciente, más
preocupada por su público y por el espacio donde tocaban los grupos de mú-
sica. Pero también se lanzo una “cacería de brujas” y los espacios empezaron
a ser perseguidos cerrándose muchos de ellos. Los grupos de música ya no
encontraban lugares donde tocar y los bares tenían el cartel colgado de prohi-
bido bailar.
Sergio Marchi (2005) sostiene que en el caso de la ciudad de Buenos Aires,
el gobierno exigió una serie de condiciones que excedían lo necesario para
que un lugar pueda funcionar, aniquilando todo un circuito de lugares chi-
cos, en donde frecuentaban las bandas más nuevas. Ésta serie de requeri-
mientos, según el mismo autor, obligó a los lugares a cerrar o a cambiar de
rubro (Cingolari, 2011).
Mientras se iba configurando un movimiento llamado el de los sobrevivien-
tes, las víctimas encontraban modos de agruparse para reclamar a la justicia
pero algo se había perdido para siempre y en este relato Ezequiel, un sobrevi-
viente lo narra:
(…) en la época en que Callejeros empezaba a crecer, los recitales en el in-
terior se vivían como verdaderos rituales. Acompañarlos en sus giras era
una forma buenísima de conocer gente muy copada y del mismo palo.
No existía el porteño, ni el cordobés, ni el santafecino. Todos éramos par-
te de un solo ser. El de Callejeros. ¿Y qué era ser callejeros? Nada. Ser lo-
cos por los asados, fanáticos del fútbol, valorar muchísimo la amistad, es-
tar todos pendientes de todos para que ninguno se perdiera el show, dis-
frutar cada momento tal como éramos.
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El rock producía un lazo social que otras prácticas no lograban. La frase
queda resonando, “tal como eramos”. La pregunta es: ¿Cómo éramos todos
como sociedad en esta Ciudad de Buenos Aires? Callejeros dice en una de sus
letras: “Voy caminando por un colectivo, será que es un colectivo imagina-
rio, son trampas de la vida, cosas que me hacen estafar, al corazón como las
ansias del rocanrol”.
¿Cómo fueron las ansias del rock and roll en esta “ciudad fantasma”?
Cromañon presentó el problema de la crisis de autoridad, la crisis del mundo
adulto responsable y sus instituciones. También, como narra el libro Pensar
Cromañon de Diego Rozengardt, se habla de la corrupción y la impunidad de
un Estado donde opera un sistema trucho cuya tarea es gestionar la existencia
de manera precaria. Asimismo, se relaciona con la ciudad ilegal que se vincula
con un sistema inseguro y de dueños anónimos. Y también con un problema
donde el arte no queda fuera, la mercantilización de la cultura y el rock como
un consumo donde ya no es baluarte de la lucha antisistema.
El éxito del rock radica en su poder de provocación, crítica y convocato-
ria; la particularidad de este fenómeno es que estos atributos se realizan
desde la industria cultural; aún aquellos artistas que construyen su au-
tenticidad artística cuestionando la mercantilización de la música están
dentro de los circuitos comerciales (Salerno, 2008).
El rock representa para una cantidad de jóvenes un modo de expresión, un
refugio de identidad que expresa la necesidad de soñar, y que sirvió como
espacio cohesionador de una generación que se fue convirtiendo en una for-
ma un poco precaria de esa representación.
3. Los centros cuturales autogestionados como iniciativas de la sociedad civil.
Tras Cromañón las clausuras se ejercieron por toda la Ciudad de Buenos Ai-
res, pero hay algunos espacios que sobrevivieron, los centros culturales auto-
gestionados. Algunos funcionaron clandestinamente, a puerta cerrada y otros
con reglamentaciones de teatros independientes ya que no existía una normati-
va para los centros culturales. Por centros culturales se entiende espacios mul-
tipropósito cuyo objetivo es una finalidad artística o cultural hasta incluso con
cierta atención de demandas de barrio o territoriales. Generalmente, ofrecen el
espacio para que se expresen pequeños grupos de arte, se expongan fotografías,
pinturas u otras artes audiovisuales, hay ciclos de cine o poesía, se presentan
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perfomances u otras expresiones de las artes escénicas y se realizan fiestas temá-
ticas, entre otras cosas, como espacios de sociabilidad en el tiempo libre. Sobre
el término autogestión es importante aclarar que:
(…) proviene de la traducción del término servio-croata “samoupravlje”, que
se compone de samo, que equivale al prefijo griego auto (por sí mismo) y
upravlje, que se traduce como gestión. Del serviocroata, lengua principal de
Yugoslavia, pasó al francés y con la misma grafía (más el acento ortográfico
en la última vocal) al español (Iturraspe, 1986: 30, en Hudson, 2010).
Henri Arvon (1980) aclara que el término autogestión fue introducido en
Francia a finales de los años setenta con el fin de nombrar la experiencia yugos-
lava instaurada a partir de 1950. Para los anglosajones el término autogestión se
corresponde con dos nominaciones: el self-government, que implica la voluntad
ciudadana para participar en el funcionamiento democrático de la sociedad, y
el self-management, que implica la voluntad de transferir el poder decisorio a
todos los integrantes de una empresa. Entre tanto, Francisco Iturraspe (1986:
31) entiende la autogestión como el movimiento social, económico y político
que tiene como método y objetivo que la empresa, la economía y la sociedad en
general estén dirigidas por quienes producen y distribuyen los bienes y servi-
cios generados socialmente. La autogestión propugna la gestión directa y de-
mocrática de los trabajadores, en las funciones empresariales de planificación,
dirección y ejecución. Bourdet y Guillerm (en Arvon, 1980: 8) analizan la auto-
gestión como una transformación radical, no sólo económica sino también polí-
tica, en el sentido en que destruye la noción común de política (como gestión
reservada a una casta de políticos) para crear otro sentido de esta palabra: a
saber, la toma en sus manos, sin intermediarios y a todos los niveles, de todos
‘sus asuntos’ por todos los hombres.
La autogestión, es antes que nada esa liberación de las fuerzas instituyentes.
Medio siglo más tarde, algunos psicosociologos, proporcionaron sin propo-
nérselo, la prueba experimental que la autogestión, podía ser no un riesgo de
desorden improductivo, sino, al contrario, una condición de mejor rendi-
miento-respondiendo así a quienes colacaban el problema del rendimiento y
de la productividad en el primer plano de las dificultades atribuidas a las so-
luciones de la autogestión en la producción (Lapassade, 1986).
Las definiciones esbozadas coinciden en un mismo punto: la autogestión
implica la asunción directa por parte de un conjunto de personas—sin inter-
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mediarios ni sectores especializados— de la elaboración y de la toma de deci-
siones en un espacio dado. Bajo estas coordenadas se encuentran muchos cen-
tros culturales en la Ciudad de Buenos Aires, con lógicas cooperativas y toma
de decisiones asamblearias se podría decir que horizontalizan las prácticas y
eliminan altos grados de burocratización volviendo a estos espacios flexibles
y dinámicos en sus lógicas organizativas. Sin por ello renegar de roles y fun-
ciones específicas, incluso de liderazgos en sus dinámicas grupales.
Los espacios culturales autogestionados fueron perseguidos por la Agencia
Gubernamental de Control del Gobierno de la Ciudad después de la tragedia
de Cromañón y en el año 2014 se produjo algo insólito clausurando más de 100
centros culturales exigiendo normativas que no se correspondían con tales es-
pacios, sino que los inspeccionaban como si fueran “boliches” o, dicho de otro
modo, discotecas. La música y el baile estaban penalizados. Gorenman dice que
“hay picos de clausura” y que en el último año esos picos fueron álgidos. La
pregunta es por qué. Y la respuesta se divide en dos. “Nosotros lo asociamos a
una política recaudatoria. Cada clausura implica una sanción de por lo menos
6.000 pesos para levantarla” explica el representante de MECA. Esas sanciones
provocaron el cierre definitivo de muchos espacios de cultura. “Se vuelve todo
muy complicado” y cuando un espacio tiene varias clausuras encima, muchas
veces no puede volver a abrir sus puertas. El otro por qué de las clausuras es
el vacío legal. No hay una ley que contemple y regule a los centros culturales.
Las inspecciones, normas de seguridad y requisitos para habilitación son igua-
les que las de cualquier bar comercial. Entonces, a la hora de clausurar siempre
aparecen fundamentos técnicos. “Primero estás haciendo una actividad para la
que no tenés permiso, como tener música en vivo o dar una clase de danza.
Pero en general son cuestiones muy pequeñas por las que se clausura, cues-
tiones que no ponen en peligro la seguridad de la gente”, asegura Gorenman,
para quien mucho de lo que sucede tiene que ver con la “deficiente política
cultural” del gobierno porteño”8. Por ejemplo, el Café de los Patriotas, una
cooperativa situada en el barrio de la Paternal fue clausurada porque corrie-
ron las mesas del bar y en ese espacio estaban por dictar una clase de tango.
8 Cecilia Toledo. “El gobierno porteño clausura un centro cultural por día”. INFO NEWS. 27 de
agosto del 2014. [en línea]. [consulta: 24 de abril del 2015]. Disponible en:
<http://www.infonews.com/nota/159341/el-gobierno-porteno-clausura-un-centro-cultural-por-
diacentro-cultural-por-dia.php >
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Argumentaron desde la AGC que tenían que pedir que los declarasen acade-
mia de tango para poder bailar. Asimismo, el Teatro del Perro que estaba regi-
do por la normativa de teatros independientes que regulaba la asistencia de
50 espectadores fue clausurado porque en su sala había 57 personas. Entre
ellas se encontraban los actores, es decir que contabilizaron a los actores de
una obra de teatro como parte del público y por eso los clausuraron.
Las noticias sobre centros culturales clausurados se multiplicaron en el
último mes. El Café de los Patriotas en la Paternal, Vuela el pez y La casa de
Teresa, en Villa Crespo, Víctor Jara y Compadres del horizonte en Parque Pa-
tricios. A esa lista se suma La casa del pueblo, que fue clausurada mientras
emitía un documental sobre diversidad sexual y tantos otros espacios de
cultura que prefieren no identificarse9.
No obstante, los centros culturales autogestionados sabían que no tenían
una normativa que los amparara y por eso se habían nucleado en el 2010 en
un movimiento denominado MECA para revertir tal situación. El movimiento
MECA (Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos) está integrado por
los siguientes espacios culturales autogestionados: Teatro Mandril, Casa
Brandon; club de cultura queer, Club Cultural Matienzo, El Emergente; club
de música, El Surco, La Brecha, Vuela el Pez, La Senda, La Bisagra, Casa Pre-
sa, El Quetzal, San Nicolás Social y Cultural, La Casa del Árbol, Señor Dun-
can, Rincón Casa Cultural, Multiespacio Pasco, Archibrazo, El Pacha y La Vie-
ja Guarida. En su página web proclaman lo siguiente:
Paredes que reúnen y protegen. Escenarios donde se canta, se baila, se
crece, se aprende y se actúa. Salas donde se hacen nuevos amigos, se ar-
man proyectos, se aplaude y se disfruta de la vida. Somos espacios donde
se produce y difunde la cultura popular, en muchos barrios de la Ciudad.
Producimos espacios de formación y reflexión, y participación de muchí-
simos jóvenes en la cultura. Los representantes de los espacios de arte y
cultura de la Ciudad de Buenos Aires nos unimos. Porque nuestros espa-
cios son paredes escritas con historia pero sobre todo pintarrajeadas de
presente, nos resistimos a desaparecer. En nuestra ciudad no existe una
figura para habilitar un espacio de arte y cultura, bajo una norma que
contemple realmente las características de estos lugares. La legislación ac-
tual nos obliga a tener que escondernos, a pedirle a los artistas que no
9 Idem.
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comuniquen sus eventos, a los periodistas que no difundan nuestro con-
tenido y, por sobre todo, a que la cultura independiente exista para los
pocos que conocen qué timbres tocar. Sin embargo, los espacios existen,
porque quienes los hacemos creemos en ellos y les dedicamos nuestras
vidas. Somos los espacios que hacen que Buenos Aires sea una de las ca-
pitales culturales del mundo. Los que llevamos adelante la premisa de la
Constitución de fomentar el desarrollo cultural. Por eso nos congregamos
en un movimiento. Movilizados por las mismas inquietudes y atravesa-
dos por problemáticas similares, los espacios unidos nos encontramos
con la necesidad de generar una ley que nos reconociera como lo que so-
mos. Después de tres años de trabajo, finalmente conseguimos terminar
de redactar un proyecto que, estamos convencidos, cambiará radicalmen-
te la forma de hacer cultura en Buenos Aires10.
Estos espacios nucleados en MECA son iniciativas de la sociedad civil que
redactan una ley de centros culturales que no existía para que se los reconoz-
ca específicamente como lo que son, ni parte del mercado y su industria cul-
tural ni tampoco política pública de la cultura. Aranovich dice:
Es una cuestión social, una red que nos represente, permita unir fuerzas y no
dividir. Los artistas pasan por todos lados, cada espacio tiene una particula-
ridad, una tonada. Compramos matafuegos todos juntos para que se haga
más barato y tratamos de sobrevivir en un contexto que no nos ayuda11.
Se podría definir cuales son las conceptualizaciones de sociedad civil. Se-
gún Acuña y Vachieri se entiende que refieren a organizaciones con objetivos
que interesan o deberían interesar a alguna otra gente además de sus miem-
bros; en este sentido pueden considerarse públicas. Para dichos autores la
definición destaca atributos de la estructura y sus funciones, dicho de otro
modo. Estas organizaciones son formalmente organizadas, privadas (institu-
cionalmente independientes del Estado), autogobernadas, no distribuyen be-
neficios entre sus miembros (aunque pueden generar beneficios derivados de
la venta de bienes o servicios) y voluntarias. Otra característica que resalta
Jenkis (citado en Gonzalez Bombal, 2003) acentúa la capacidad de las organi-
zaciones de la sociedad civil para representar a grupos que carecen de repre-
10 http://www.movimientomeca.com.ar [en línea] [consulta: 24 de abril del 2015]. 11 Dolores Moreno. “Cinco centros culturales porteños” en Rolling Stone. 14.01.2013. [en línea].
[consulta: 24 de abril del 2015]. Disponible en: < http://www.rollingstone.com.ar/1545670>
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sentación en otros espacios político institucionales. Incluso, algunas organiza-
ciones de la sociedad civil pueden, efectivamente, canalizar la participación o
la influencia de grupos que de otro modo quedarían marginados de la toma
de decisiones. Los autores destacan que no todas las organizaciones de la so-
ciedad civil tienen estas características, y también señalan que no existe nin-
gún motivo teórico fuerte para esperar que las organizaciones de la sociedad
civil estén en mejores condiciones que cualquier otro tipo de organización
para representar a esos grupos. Asimismo, mencionan que no es necesario
que las organizaciones de la sociedad civil traigan una “nueva voz” al proce-
so político o a la deliberación pública para que sus intervenciones sean políti-
camente relevantes. Es cierto que en un sentido muy abstracto y remoto todas
las actividades de todas las organizaciones de la sociedad civil tienen alguna
consecuencia políticamente relevante. Ahora bien, estas organizaciones que
hemos estudiado nucleadas en torno a MECA que esperan la sanción de una
ley de centros culturales enfrentan desafíos muy distintos a los que enfrentan
otras organizaciones que ya tienen una legislación específica que las ampare.
Por lo tanto, la lucha que ha emprendido MECA será definido de ahora en
adelante como la de un nuevo movimiento social.
4. Polifonía, un nuevo movimiento social.
La polifonía (del griego πολις [polis] = "muchas" y φονος [phonos] = "soni-
dos, melodías") proviene del campo de la música, es un tipo de textura musi-
cal en la que suenan a la vez múltiples voces melódicas que son en su mayo-
ría independientes o imitativas entre sí, de importancia similar y ritmos di-
versos. Se considera que el nuevo movimiento social MECA tiene un carácter
polifónico por la diversidad de voces independientes entre sí que alberga.
Tarrow define a los movimientos sociales como desafíos colectivos planteados
por personas que comparten objetivos comunes, y solidaridad en una interac-
ción mantenida con las elites, los oponentes y las autoridades. Ahora bien,
intentemos dilucidar qué se entiende por lo colectivo y ese “desorden social”
que provocan los movimientos sociales que según Ana Fernández se desplie-
gan cuando aparecen nuevos organizadores de sentido, una revuelta social
implica un proceso disruptivo que violenta universos de significaciones ima-
ginarias sociales preexistentes y eventualmente da lugar a la invención de
nuevos imaginarios, que en tal situación serán instituyentes.
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Los nuevos organizadores de sentido y las prácticas sociales que los ha-
cen posibles refieren a lo imaginario radical instituyente que da cuenta de
los deseos que no se anudan al poder, que desordenan las prácticas, des-
disicplinan los cuerpos, deslegitiman sus instituciones. Esta dimensión
radical de los imaginarios sociales en sus instancias o momentos institu-
yentes da cuenta de las líneas de fuga de deseos que resisten a la captura
de los dispositivos de disciplinamiento social. En tal sentido, establecen
la relación entre imaginarios sociales radicales, deseos y producción de
ilusiones y esperanzas colectivas. (Fernández, 2008: 92).
¿Cuáles son los organizadores de sentido en este movimiento social? ¿Qué
instituciones quedan deslegitimadas ante la presentación de una nueva ley
gestada “desde abajo”? ¿Qué deseos no se anudan al poder? ¿Cuál es la espe-
ranza colectiva? Para responder a estas preguntas remitimos a Tarrow, cuya
definición de movimiento social tiene cuatro propiedades empíricas que ex-
plicaremos según la experiencia analizada, estas son: desafío colectivo, objeti-
vos comunes, solidaridad e interacción mantenida. Se explicará, a continua-
ción, cada una de ellas según el autor y se articulará con la experiencia.
Desafío colectivo: Los movimientos plantean sus desafíos a través de una ac-
ción directa disruptiva contra las elites, las autoridades u otros grupos o
códigos culturales. Aunque lo más habitual es que esta alteración del or-
den sea pública, también puede adoptar la forma de resistencia personal
coordinada o de reafirmación colectiva de nuevos valores. Los desafíos co-
lectivos como es el caso de MECA suelen caracterizarse por la interrup-
ción, la obstrucción o la introducción de incertidumbre en las actividades
de otros como fue la movilización realizada el miércoles 13 de agosto de
2014 a las 17 hs. frente a la Jefatura y Ministerio de Cultura donde cortaron
la calle con un camión que fue escenario de diversas propuestas artísticas
junto a otras organizaciones12 de peñeros y milongueros que dieron en
12 Estos son los espacios La Estación de los Deseos // Peña Corazón de Valle // Peña del Encuentro
// La Calladita // La Resentida Peña // La callejera del Parque // Peña Paola Bermejo // Los peñeros
de los Sábados // Centro Cultural Gardel de Medellín // Elvis Chacarera Band // Club Premier //
Los peñeros de los Sábados // Peña Sombra Blanca // Abrazo Abierto Folklore y Danza // Comu-
nidad El Bagual // Toro Shelo // Para Segur Bailando // El Metejon Tango // Tierra y fuego Ex-
Olimpo // MECA – Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos // Club Cultural Matienzo //
El Emergente // Centro Cultural Ehuney // Setenta Locos y Ningún Balcón // Para seguir bailando
// Peña Lázaro Fest // Peña sombra blanca // Agrupación La Playita // Multiespacio Korova // Ay!
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llamar a la movilización multicultural como “La cultura no se clausura.”
Así mostraron la capacidad de presión que tienen como colectivo por la ma-
sividad de un evento en el que circularon más de 3.000 personas. Enfocando
claramente a su oponente que es la política pública contemporánea que con
el organismo Agencia Gubernamental de Control en vez de reglamentar di-
chas prácticas que le otorgan un dinamismo cultural a la Ciudad que la dis-
tingue como Capital Cultural Latinoamericana las persigue y las clausura
sin distinguirlas de los espacios de los denominados discotecas o boliches.
Para demostrar su rechazo a la política pública le colgaron una faja de clau-
sura a la Jefatura de Gobierno en la que decía “por obstruir el acceso a la cul-
tura. Art. 32 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires.”
Objetivo común: Se han propuesto muchas razones para explicar por qué la
gente se adhiere a los movimientos sociales entre ellas el deseo juvenil de
desafiar a la autoridad. Y si bien como es el caso de este movimiento están
marcados por un espíritu lúdico y festivo ya que la propuesta, por ejemplo,
inicial que cortó la calle en Avenida de Mayo fue una clase de folklore para
que todos los que allí estaban presentes bailaran y participaran, otros reflejan
el sombrío frenesí de la turba pero existe un motivo más habitual por el que
la gente se aglutina. Este es el caso de plantear exigencias comunes a sus ad-
versarios a los gobernantes y a las elites. Este es el objetivo común de este
movimiento que en su manifestación cantan al final de la movilización tanto
los responsables de la convocatoria como los allí presentes participando de
Carmela Casona de artistas // Sinditcato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de la Educa-
ción Popular // Casa Jungla // El Quetzal // Espacio Dínamo” // Espacio Terranova // Rincón Casa
Cultural // Señor Duncan // La Vieja Guarida // Teatro Mandril // La Quince // Casa Brandon //
Soho milonga // Zum practica de tango // Milonga 10 // Milonga Club de Arquitectura // La Viruta
tango” // Floreal milonga” // El motivo milonga // Peña para seguir bailando // Organizadores,
orquestas y profes argentinos // Peña Sombra Blanca” // Escuela de Música Rio de la Plata y estos
son sus adherentes Sobrevivientes de Cromañon // Ley Nacional de la Danza // Circo Abierto //
Abogados Culturales // FECA (Festival de Cultura Autogestionada) // ENECA (Encuentro Nacio-
nal de Espacios Culturales Autónomos) // ESCENA (Espacios Escénicos Autónomos) // Centro
Cultural Teresa Israel // TRAMA (Trabajadores Artistas por la Música en Acción) // UMI (Union
de Músicos Independientes) // INAMU (Instituto Nacional de la Música) // Colectivo Música de
Todos // Músicos de la Calle // Diversidades Bolivianas en Argentina // Seamos Libres Movimien-
to Popular // CC El Surco // CC La Brecha // CC La Bisagra // CC La Senda // La Quince Espacio
Cultural // CC El Ceibo // CC Charrúa // CC El Furgón // La Casita de Kiki // Espacio de Salud
Comunitaria La Mestiza // CC El Querandí // Café de los Patriotas...
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la manifestación; “Macri13 decime qué se siente tener cultura en la ciudad
aunque pasen los años no nos vas a clausurar porque la vamos a luchar.”
Cantan abrazando la bandera argentina en una clara disputa simbólica.
Solidaridad e identidad colectiva: El denominador común de los movimientos
sociales es, por tanto, el interés, aunque dicho interés no es más que una
categoría objetiva impuesta por el observador. Es el reconocimiento de una
comunidad de intereses lo que traduce el movimiento potencial en una ac-
ción colectiva y en esta experiencia el interés ronda en torno a una ley que
los regule, quieren presencia del Estado no persecutoria sino reguladora.
Por eso la solidaridad es efectiva en cada asesoramiento que se brindan en-
tre sí para resistir a las clausuras o para comprar matafuegos todos juntos y
que les salgan más baratos. Según Tarrow son los responsables de la movi-
lización del consenso quienes desempeñan un importante papel en la esti-
mulación colectiva. No obstante, los líderes sólo pueden crear un movi-
miento social cuando explotan sentimientos más enraizados y profundos
de solidaridad e identidad. Tal es el caso de la creación de símbolos en
torno a la ley propuesta por MECA quienes han creado remeras y pecheras
con tal inscripción lo cual le da una pertenencia visual a los responsables
en las movilizaciones. Así como aquellas también inscritas con el slogan
“la cultura no se clausura” a quienes se suman los adherentes y otros espa-
cios como un signo de identidad del movimiento.
Interacción mantenida: Un episodio de confrontación sólo se convierte en un
movimiento social merced al mantenimiento de la actividad colectiva fren-
te a los antagonistas. Según el autor los objetivos comunes, la identidad co-
lectiva y un desafio identificable contribuyen a ello, pero, a menos que
consiga mantener dicho desafio contra sus oponentes, el movimiento se
desvanecerá en ese tipo de resentimiento individualista que James Scott
llama “resistencia”. El movimiento social es muy joven y si bien han reco-
lectado 40.000 firmas, lo que implica una gran adhesión, se sabe que los
movimientos sociales que han dejado una impronta más profunda en la
historia lo han logrado porque consiguieron mantener con éxito la acción
colectiva frente a sus oponentes mejor equipados y que en esta experiencia
lo constituye la Agencia Gubernamental de Control.
13 Actual Presidente de la República Argentina.
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5. Autoría de la Ley, Autoridad.
El movimiento social tal como ya se ha explicitado es una polifonía porque
está integrado por organizaciones diversas, pero para formar parte tuvieron
que consensuar en una esperanza colectiva y era que todos deseaban la ley
como un organizador de sentido. Sin embargo, en las primeras asambleas esto
no era aceptado por todos sus miembros y existieron variadas discusiones
que a continuación se detallarán.
Crónica de la Asamblea del 2 de agosto del 2014: La convocatoria se realiza a partir
de un email en el que se nos convoca a una asamblea en un centro cultural que se
encuentra en Almagro y que presenta un cierto deterioro. Al arribar hay unos
pocos jóvenes reunidos en ronda hablando sobre la asamblea que se realizó con
anterioridad. Básicamente discuten que en la asamblea no se los escuchó y que
los puntos de un comunicado que ellos habían redactado no tuvieron lugar y que
además dijeron sin banderas políticas y ellos se sienten excluidos porque llevan
banderas políticas. Llegan después de un rato los integrantes del MECA y se su-
man a la ronda, que se amplía. Los responsables de MECA llegan con una pro-
puesta. Dicen que conforman la comisión de relaciones institucionales y que su
propuesta era incluirlos a ellos a través de un texto que les leen desde un celular
y que la consigna es para pedir una audiencia. Después de la lectura del texto
uno de los integrantes del centro cultural en Almagro se manifiesta en contra
porque no dice el texto en ningún lado que están en contra del cierre y clausura
de espacios. Los integrantes de MECA le contestan que está implícito y que para
ese tema es el pedido de audiencia. Otro tema que manifiestan es que ellos si no
pueden llevar sus banderas no van porque es justamente por los que los clausu-
raron, por tener ideas diferentes a las del gobierno y que eso sería censurarlos.
Dicen que lo que se ha clausurado en Parque Patricios es un espacio político
aunque digan que es una peña. Se da una dura discusión al respecto y los inte-
grantes del MECA dicen que lo tendrán que hablar con el resto porque lo votado
es no banderas políticas que eso ya se acordó por unanimidad. Incluso habló un
muchacho de la tendencia en ese momento oficial en el país que se sentía orgu-
lloso de poder decirlo pero que si tenía que ir sin bandera así lo haría.
Entonces, los del centro cultural vuelven a criticar el actual texto que está en
proceso aún, para nada cerrado y es fruto de la comisión de relaciones institu-
cionales y dicen que ellos hicieron un comunicado y quieren que sea respetado.
Los integrantes del MECA les replican que su consigna podrá ser leída el día de
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la movilización (miércoles 13) en el escenario que se armará y que nadie se va a
sentir ofendido por eso, pero su consigna no puede ser la convocatoria a la mo-
vilización porque el lema ya está y es “la Cultura no se clausura” y que el texto
que acompañará no puede ser hecho por una asamblea aparte de un solo centro
cultural sino por una comisión, plural, horizontal y consensuada.
La tensión existente entre los del centro cultural y MECA no se distiende
aunque esgrimen que participarán de la movilización del 13 de agosto, no
obstante señalan que lo pensarán porque hay que evaluar las propuestas para
después del 13 ya que ellos funcionan sólo con la normativa de asociación
civil y no necesitan la ley de habilitación ya que la ley no los ayuda. No obs-
tante, para ellos el texto tiene que decir que tiene que haber reapertura de los
centros culturales, partidas presupuestarias para mitigar los riesgos y una
cláusula de compromiso de no más cierres. El integrante de MECA defiende
la ley de centros culturales y anota todo esto en su teléfono móvil y se los lee
una vez para ver si están de acuerdo. Les reitera que el plan es presentarse
unificados y que no haya un montón de convocatorias dando vueltas sino que
sea una sola para una movilización que albergue la diversidad pero sin man-
tener múltiples consignas. Otra vez los del centro cultural discuten sobre su
comunicado y quieren difundirlo también. Dicen que ellos al flyer de la con-
vocatoria a la movilización cultural quieren agregar su comunicado en sus
redes sociales. Otra vez discuten por el comunicado y los alcances del mismo.
Los integrantes de MECA dicen que ellos quieren que esté presente el mate-
rial que se trabaje en la asamblea general que se realiza en el espacio denomi-
nado la Estación de los Deseos que es abierta y plural pero que una consigna
no puede salir de una asamblea particular. Después discuten cómo se firma.
Otra vez aparece la tensión, hay que firmar como colectivo cultural y no como
partido. Luego de eso quieren resolver lo de la audiencia pidiendo asistir al
menos 5 de ellos porque tienen que estar todos los centros culturales que han
sido clausurados más otros integrantes. Finalmente, los del MECA los disua-
den de que falta mucho para la audiencia y que podrán pensar colectivamen-
te luego quienes van a la audiencia.
Pareciera que con ciertos acuerdos terminan una asamblea bastante tensa
entre la que existía una clara rivalidad entre los del centro cultural hacia ME-
CA y una inclusión desde MECA y la ley por ellos redactada pero sin par-
tidsmos en la lucha. Es decir, sin aceptar que se hable de ellos y nosotros por-
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que lo que pretenden construir es un “nosotros” inclusivo que en la diversi-
dad y heterogeneidad de propuestas las albergue a todas.
Lo que se deduce como resultado es que lo que MECA realizó en esta asam-
blea fue defender la ley redactada por ellos, es decir, quieren matafuegos, sali-
das de emergencias claras, planos de evacuación, estudio de impacto acústico.
No quieren la normativa sólo de asociación, quieren una norma específica que
los regula y les otorgue tanto derechos como responsabilidades. Siguiendo el
proceso podría decirse que fue precursora en términos de lo que Derrida llama
“to enforce the law” (“aplicar la ley”) y que hace alusión directa, literal a la
fuerza, desde el interior, es decir, viene a recordarnos que el derecho es siempre
una fuerza autorizada, una fuerza que se justifica o que está justificada al apli-
carse en esta experiencia como ya se ha visto por todo un movimiento. Según
Derrida la “enforceability” no es una posibilidad exterior o secundaria que
vendría o no vendría añadida, suplementariamente, al derecho.
Es la fuerza esencialmente implicada en el concepto mismo de justicia
como derecho, de la justicia en tanto que se convierte en droit, de la ley
como «droit» (puesto que quiero insistir inmediatamente en reservar la
posibilidad de una justicia, es decir de una ley que no sólo excede o con-
tradice el derecho, sino que quizás no tiene ninguna relación con el mis-
mo o mantiene una relación tan extraña que lo mismo puede exigir el
«droit» que excluirlo). La palabra «enforceability» nos recuerda que no
hay derecho que no implique en él mismo, a priori, en la estructura analí-
tica de su concepto, la posibilidad de ser «enforced», aplicado por la
fuerza. Hay ciertamente leyes no aplicadas, pero no hay ley sin aplicabi-
lidad, y no hay aplicabilidad, o «enforceability» de la ley, sin fuerza, sea
esta fuerza directa o no, física o simbólica, exterior o interior, brutal o su-
tilmente discursiva, coercitiva o regulativa, etc (Derrida, 1997).
Hay una fuerza de ley en el movimiento social MECA y la reunión de or-
ganizaciones en torno a “la cultura no se clausura” por ser ellos quienes re-
dactaron la ley junto a un grupo de abogados culturales cuya legitimidad, se
encuentra en sus prácticas, en sus centros culturales autogestionados disemi-
nados en todos los barrios de la Ciudad de Buenos Aires. De la autoría de la
ley creada desde abajo hacia arriba viene la autoridad para hablar al respecto
y deslegitimar a las políticas públicas por su falta de regulación en el sector.
Luego de tantas conceptualizaciones, asambleas y manifestaciones, se puede
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decir que como resultado existe una fuerza de ley que posibilitó no sólo la
discusión señalada sino que los centros culturales autogestionados de la Ciu-
dad de Buenos Aires tienen su ley desde el 18 de diciembre del 2014 ya pro-
mulgada, incluso, por las políticas públicas.
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