contextos no. 10

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CONTEXTOS No.10- 13 de febrero del 2015. Boletín semanal de la Rectoría de la Universidad Técnica Nacional. Esta semana con información sobre el tema: AMBIENTE: los efectos del cambio climático Costa Rica ya lidia con los efectos del cambio climático Informe mundial del Panel Intergubernamental de Expertos POR Michelle Soto M. / [email protected] - Enfermedades, escasez de agua y pérdida de alimentos, entre los impactos Lucha debe dirigirse a reducir vulnerabilidades y buscar adaptarse Las consecuencias del cambio climático no vienen, ya se están viviendo en todo el mundo y en Costa Rica, estas se reflejan en el desabastecimiento de agua, los recortes de electricidad y el incremento de enfermedades. En Centroamérica , la temperatura aumentó entre 0,7 °C y 1 °C desde 1970, mientras que las lluvias decrecieron un milímetro por día desde 1950.

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Información sobre cambio climático

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Page 1: Contextos No. 10

CONTEXTOS

No.10- 13 de febrero del 2015.

Boletín semanal de la Rectoría de la Universidad

Técnica Nacional.

Esta semana con información sobre el tema:

AMBIENTE: los efectos del cambio

climático

Costa Rica ya lidia con los efectos del

cambio climático

Informe mundial del Panel Intergubernamental de Expertos

POR Michelle Soto M. / [email protected] -

Enfermedades, escasez de agua y pérdida de alimentos, entre los impactos

Lucha debe dirigirse a reducir vulnerabilidades y buscar adaptarse

Las consecuencias del cambio climático no vienen, ya se están viviendo en todo el

mundo y en Costa Rica, estas se reflejan en el desabastecimiento de agua, los

recortes de electricidad y el incremento de enfermedades.

En Centroamérica , la temperatura aumentó entre 0,7 °C y 1 °C desde

1970, mientras que las lluvias decrecieron un milímetro por día desde 1950.

Page 2: Contextos No. 10

Esas condiciones más calurosas y secas propician que la distribución geográfica

del mosquito Aedes aegypti , transmisor del dengue, se amplíe. De esta manera, la

enfermedad ya está presente en lugares donde antes no era tan común porque el

frío le representaba una barrera natural.

Otro impacto de ese calor que favorece la evaporación y carencia de lluvias, se

relaciona con el abastecimiento de agua para consumo humano, la irrigación de

cultivos y la generación de electricidad. El 90% de esta producción viene de plantas

hidroeléctricas.

En el escenario futuro, estos y otros impactos podrían acentuarse porque se prevé

que la temperatura aumente entre 1,6 °C y 4,0 °C mientras que las lluvias podrían

disminuir hasta un 22% en 2100.

Así lo dio a conocer el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio

Climático (IPCC) en su informe Cambio climático 2014: impactos, adaptación y

vulnerabilidad .

Este fue redactado por el Grupo de Trabajo II del IPCC, integrado por 243 autores,

436 colaboradores y 66 editores de 70 países, quienes son expertos en ciencias

naturales y sociales, ingenierías, desarrollo y políticas públicas.

Este reporte corresponde a uno de los tres capítulos que integrará el Quinto Informe

de Evaluación del IPCC, el cual se dará a conocer al público en Dinamarca en el

mes de octubre.

Ya el Grupo de Trabajo I, encargado del capítulo científico, entregó su informe en

2013 y solo resta que el Grupo de Trabajo III, encargado de los temas de mitigación,

dé el suyo la segunda semana de abril.

Page 3: Contextos No. 10

Con el cambio climático viene un aumento de enfermedades respiratorias,

cardiovasculares e insuficiencia renal crónica, así como las transmitidas por

vectores (dengue, fiebre amarilla y malaria) y virus o bacterias asociadas al agua

(diarreas, cólera y rotavirus).

Vulnerables. Para el IPCC, no es solo que el cambio climático tiene sus impactos

sobre los ecosistemas, sino que estos pueden agravarse debido a las decisiones

tomadas por Gobiernos y personas.

Siguiendo con el ejemplo del dengue, no es solo que el mosquito está presente en

más lugares sino que si no se habilita la infraestructura sanitaria requerida y se

mejora la educación de las personas para eliminar los criaderos, la situación podría

derivar en un alza en el número de casos, convirtiéndose en una emergencia de

salud pública.

“La desigualdad económica se traduce en desigualdad en el acceso a agua, sanidad

y una vivienda adecuada, particularmente para los grupos más vulnerables, lo cual

deriva en menos capacidades de adaptación al cambio climático”, dicta el último

reporte del IPCC.

En este sentido, la lucha contra el cambio climático consiste en disminuir las

emisiones de gases efecto invernadero (GEI) que se liberan a la atmósfera y a

reducir las vulnerabilidades para para no empeorar las cosas.

Page 4: Contextos No. 10

“Esta es una historia con dos desenlaces, uno que habla de ‘inacción’ y otro ‘del

momento para hacer cambios’. El desenlace, sin duda, está determinado por

nuestras elecciones de hoy”, declaró la costarricense Christiana Figueres,

secretaria ejecutiva de la Convención del Clima de Naciones Unidas, a AFP.

El blanqueamiento de los corales en el Caribe, debido a la temperatura del mar,

dejará sin hábitat a especies de interés para la pesca. Asimismo, las inundaciones

y las sequías traerán consigo pérdida de cosechas.

Aprender a adaptarse. El cambio climático no se puede detener y por eso el IPCC

habla de adaptación para aprender a vivir en el nuevo escenario.

El informe señala la necesidad de que las ciudades modifiquen sus planes de

urbanismo y la infraestructura para tratar y distribuir el agua. En agricultura, se

deberán buscar variedades más resistentes a condiciones de sequía o lluvias

extremas.

Otra medida es fortalecer las áreas silvestres protegidas para seguir contando con

servicios ambientales como captura de GEI, protección de fuentes de agua y

biodiversidad.

La Tierra bajo presiones insostenibles

POR José Rodrigo Rojas M.

Page 5: Contextos No. 10

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), presentó el

décimo informe Planeta Vivo 2014, un esfuerzo que documenta y analiza el estado

de la biodiversidad, la salud global de los ecosistemas, la demanda de recursos

naturales de la humanidad y las perspectivas de revertir las tendencias actuales. El

instrumento de análisis es el Índice Planeta Vivo (IPV), desarrollado por el Dr. Ben

Collen y colaboradores del Instituto de Zoología de Londres. El método se basa en

un sistema multicriterio que evalúa y da seguimiento a la reducción de la

biodiversidad global mediante cambios en la abundancia poblacional de especies

indicadoras alrededor del orbe. El IPV resume los resultados de 2.337 publicaciones

y reportes de 3.038 especies terrestres, de agua dulce y marinas de las cinco

provincias biogeográficas del planeta.

Deterioro ecosistémico. Esta edición documenta el dinamismo de la vida en el globo,

la extrema modificación de los ecosistemas y la demandante irracionalidad del

hombre por recursos naturales. Todos los índices monitoreados coinciden en que la

Tierra está siendo arrinconada y sometida a presiones insostenibles. Los resultados

admiten poco margen de duda sobre el deterioro ecosistémico que ha ocurrido en

cuatro décadas y, aunque es un lapso insignificante para la evolución de la Tierra,

ha sido suficiente para que las últimas dos generaciones humanas reduzcan a la

mitad el tamaño de las poblaciones de fauna.

El impacto es especialmente alarmante en América Latina, donde se ha

documentado una dramática disminución de 83% del IPV, dato significativamente

mayor al 52% del IPV global. Entre 1970 y 2010, el IPV de las especies terrestres

disminuyó un 39%, una tendencia que se agravó por la pérdida de hábitats, la

ausencia de planificación del uso del territorio, la cacería, la pesca ilegal y la

contaminación de cuerpos de agua.

Debido a contaminación por sedimentos urbanos, ausencia de planes de desarrollo

con visión de cuenca, pérdida y fragmentación de hábitats e introducción de

especies invasoras, el IPV promedio de las especies de agua dulce cayó en 76%.

Respecto a las especies marinas, el IPV bajó un 39%, los descensos más marcados

ocurrieron en los trópicos y en el Océano Antártico y entre las especies más

vulnerables sobresalen las tortugas, tiburones y aves migratorias.

Tareas y desafíos. El informe nos desnuda y evidencia la falta de medidas efectivas

de conservación del patrimonio natural latinoamericano, y aunque no es específico

para Costa Rica, tenemos tareas y desafíos. Superamos la biocapacidad promedio

mundial por persona, que es 1,7, y estamos en el lugar 68 con 2,5 hectáreas

globales per cápita. Usamos más hectáreas globales porque 1) abusamos del

Page 6: Contextos No. 10

acceso a los recursos naturales; 2) seguimos siendo ineficientes en el uso del agua

y energía; 3) aumentamos, aunque marginalmente, el porcentaje de participación

mundial en la huella de carbono al quemar más combustible fósil para

transportarnos y generar electricidad, especialmente en época seca; 4) producimos

un mayor volumen de residuos sólidos y es probable que ríos y tributarios arrastren

más basura hacia las zonas costeras del Pacífico Central y del Caribe, impactando

negativamente ecosistemas marinos y sitios claramente documentados, como

hábitats marinos esenciales con especies que mantienen la cadena trófica y que

son de importancia comercial; 5) sistemáticamente sometemos el territorio nacional

a un uso insostenible; en la última década cada costarricense consumió un 11%

más de la biocapacidad y sobrepasó lo que el territorio puede proveer, y 6)

engrosamos la “lista roja” de la Unión Internacional para la Conservación de la

Naturaleza (UICN), con el ingreso de ocho nuevas especies declaradas en peligro

crítico.

El futuro de la humanidad. Los esfuerzos de la “agenda verde nacional”, aunque

exitosos, son insuficientes. Seguimos ignorando alertas y comprometiendo nuestro

futuro como especie dentro del tejido ecosistémico del planeta. Si continuamos

tomando del ambiente más de lo que naturalmente puede reponer, entonces ¿cuál

desarrollo sostenible estamos predicando o practicando?

Si usamos los regalos de la naturaleza como si tuviéramos más de un planeta a

nuestra disposición, ¿cuál será el legado que dejaremos a las futuras generaciones?

Nuestra forma de vida arriesga la seguridad alimentaria, la estabilidad social y el

futuro de la humanidad.

Sin duda, la Tierra ha entrado en un nuevo ciclo, el Antropoceno, donde las

actividades humanas representan el mayor riesgo de alterar abrupta e

irreversiblemente las condiciones de vida. Es impostergable asumir la

responsabilidad de que solo tenemos un planeta, que estamos conectados, y que

los recursos y espacios son limitados. Es urgente la necesidad de proteger nuestro

capital natural, de producir y consumir de forma sostenible y de reorientar los flujos

financieros de manera que los costos ambientales sean realmente reflejados en las

políticas y gobernanza pública, y donde el desarrollo sostenible no dependa del PIB.

Los indicadores de una sociedad exitosa, perdurable y feliz deben ser la defensa y

la conservación de la vida en todas sus formas y en todos los ambientes.

Page 7: Contextos No. 10

Situación climática mundial sigue

empeorando

POR AP -

El planeta está más caluroso, más contaminado con gases de efecto invernadero,

más atestado y con un clima más imprevisible

Washington

En las más de dos décadas desde que los líderes mundiales se reunieron por

primera vez para tratar de solucionar el calentamiento global, la vida sobre la Tierra

ha cambiado, y no solo el clima. El planeta está más caluroso, más contaminado

con gases de efecto invernadero, más atestado y con un clima más imprevisible.

Las cifras son alarmantes. Las emisiones de anhídrido carbónico han subido 60%.

La temperatura global ha aumentado seis décimas de grado Fahrenheit. El planeta

ha aumentado en ese lapso su población en 1.700 millones de habitantes. El nivel

del mar ha subido 7,5 centímetros. Las manifestaciones de clima extremo se han

incrementado en un 30% en Estados Unidos. Las capas de hielo en Groenlandia y

la Antártida han disminuido en 4,9 billones de toneladas de hielo.

"En pocas palabras, estamos modificando el planeta y empezando a sentir las

consecuencias" , advirtió Michael Oppenheimer, profesor de geociencia y asuntos

internacionales en la Universidad de Princeton.

Diplomáticos de más de 190 naciones iniciaron el lunes las conversaciones en una

conferencia de las Naciones Unidas en la capital de Perú para sentar las bases de

un tratado internacional que esperan concretar el año próximo.

Para establecer cuánto ha cambiado el mundo desde la primera conferencia

internacional de ese tipo —la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992— AP

revisó datos de todo el mundo. El análisis, que incluyó datos desde 1983, se

concentró en intervalos de diez años con término en 1992 y 2013. Esto se debe a

que los científicos indican que los cambios de años individuales pueden ser

engañosos y que las tendencias a más largo plazo son más reveladoras.

Page 8: Contextos No. 10

Clima imprevisible. Desde 1992 ha habido más de 6.600 desastres climáticos

mundiales con más de 600.000 muertos y $1.600 billones en daños, según el Centro

de Investigación de la Epidemiología de los Desastres, de Bélgica, que rastrea las

catástrofes en el mundo.

No todos los incidentes climáticos pueden atribuirse al cambio climático provocado

por los seres humanos. Pero el clima extremo ha aumentado visiblemente, dice

Debby Sapir, que dirige el centro. De 1983 a 1992 el mundo promediaba 147

desastres climáticos por año. En los últimos diez años, la cifra ha subido a un

promedio de 306 anuales.

Es este aumento el que es "mucho más temible" que el simple aumento de

temperaturas, señala el científico Donald Wuebbles de la Universidad de Illinois.

Temperatura. Es casi seguro que el 2014 será el año más caluroso en 135 años de

registros climáticos, dicen los meteorólogos de la Administración Nacional de la

Atmósfera y el Océano (NOAA por sus siglas en inglés) . De confirmarse, sería el

sexto año desde 1992 en que el mundo establece o iguala una nueva marca anual

de calor. El mundo ha establecido seis récords mensuales de calor en 2014 y 47

desde 1992. El último récord mensual de frío fue en 1916.

La temperatura anual en el 2014 es de unos 14.6 grados centígrados , en

comparación con 14.1 c en 1992.

Océanos. El nivel de los océanos ha subido 7,5 centímetros desde 1992 y se ha

tornado más ácido debido a las reacciones químicas causada por la absorción de

anhídrido carbónico, dicen científicos de la NOAA y la Universidad de Colorado.

Cada año la cubierta de hielo se reduce a un mínimo anual en el Artico en

septiembre, una medida que se considera un indicador clave de cambio climático.

De 1983 a 1992, el menor nivel que alcanzó promedió 6,79 millones de kilómetros

cuadrados (4,74 millones de millas cuadradas) , según el Centro Nacional de Nieve

y Hielo.

Page 9: Contextos No. 10

Tierra. La población mundial en 1992 era de 5.460 millones de habitantes. Hoy es

casi un tercio mayor, con 7.180 millones. Eso significa más contaminación con

carbón.

Algunos de los mayores cambios en tierra son cerca de los polos, donde la gente

no suele verlos. Entre 1992 y 2011, la capa de hielo de Groenlandia perdió 3,35

billones de toneladas de hielo, según cálculos en base a datos del satélite Grace de

la NASA. La Antártida perdió 1,56 billones de toneladas de hielo en el mismo

período.

Aire. Los científicos señalan las emisiones de gases de efecto invernadero,

principalmente anhídrido carbónico, que forman una capa que atrapa calor.

La contaminación por anhídrido carbólico ha aumentado paulatinamente en un 60%

entre 1992 y 2013. En 1992, las emisiones fueron de 24.900 millones de toneladas,

y ahora ascienden a 39.800 millones, según el Proyecto Mundial de Carbón, un

consorcio internacional.

China ha triplicado sus emisiones de 3.000 a 11.000 millones de toneladas anuales.

Estados Unidos ha pasado de 5.400 millones de toneladas a 5.800. India ha

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aumentado de 860 millones a 2.600 millones. Solo las naciones europeas han

disminuido sus emisiones, de 4.500 millones de toneladas a 3.800 millones.

Tormentas aumentarán 50% por efecto

del cambio climático

POR AFP -

Investigadores determinaron que por cada grado que aumente la temperatura se

presentarán un 12% más de tormentas

Los científicos analizaron 11 modelos climáticos para llegar a las conclusiones

(AFP.)

Washington

Científico s californianos aseguraron, este jueves, que el cambio climático podría

provocar un aumento del 50% en el número de tormentas a finales del siglo, lo que

desencadenaría más incendios y causaría más víctimas mortales.

"Con el calentamiento, las tormentas serán más explosivas", aseguró el científico

David Romps, profesor de biología en la Universidad de California, Berkeley y

principal autor de este trabajo publicado en la revista estadounidense Science.

"Este fenómeno se explica por el crecimiento del vapor de agua en la atmósfera,

que alimenta el movimiento de las corrientes de aire caliente", explicó. La subida de

estas corrientes calientes hacia las masas de aire frío, cargadas de partículas de

hielo, provoca que haya más descargas eléctricas.

Page 11: Contextos No. 10

"Ya sabemos que cuánto más deprisa suben las masas de aire caliente a la

atmósfera, más rayos hay. Y cuántas más precipitaciones haya, más rayos habrá

también", añadió el científico.

La mayor frecuencia de estas tormentas eléctricas causaría más heridos y víctimas

mortales, teniendo en cuenta que hoy en día alrededor de 1.000 personas mueren

al año en Estados Unidos por esta causa.

Con esta investigación, los científicos pudieron determinar que el nivel de las

precipitaciones y la velocidad de subida de las masas de aire caliente a la atmósfera

eran buenos indicadores para predecir la frecuencia de las tormentas.

El 77% de las tormentas pueden predecirse a partir de estos dos parámetros.

Después de haber analizado 11 modelos climáticos diferentes, estos investigadores

determinaron que, por cada grado de aumento de la temperatura, crecerían en un

12% el número de tormentas sobre la Tierra.

Los científicos estimaron que, de aquí al final del siglo, la temperatura subirá cuatro

grados de media si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen a este

ritmo, por lo que habría un 50% más de tormentas en 2100.

Expertos urgen detener aumento en

temperatura

Informe sobre cambio climático del IPCC

POR Michelle Soto M. / [email protected] POR | agencias - Actualizado el 3 de

noviembre de 2014

Tiempo para evitar calentamiento global mayor a los 2 °C se acaba, dice reporte

De superar el umbral de los 2 °C, los impactos del cambio climático serán

irreversibles.

Page 12: Contextos No. 10

Esa es la principal conclusión del Quinto Informe de Evaluación del IPCC,

presentado ayer en la ciudad de Copenhage (Dinamarca).

Este informe reúne lo mejor de la ciencia climática disponible a la fecha y su autoría

recae en más de 800 científicos de 80 países.

Los expertos urgen frenar el aumento en la temperatura.

“No nos queda mucho tiempo antes de que la ventana de oportunidad de seguir en

el margen de los 2 ºC de calentamiento se cierre”, dijo Rajendra Pachauri, quien

preside el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus

siglas en inglés).

Para aumentar las posibilidades de permanecer por debajo de esos 2 ºC a costos

razonables, se deben reducir las emisiones entre un 40% y 70% a nivel mundial

entre 2010 y 2050, y disminuirlas hasta un nivel nulo o negativo en 2100.

“Tenemos la oportunidad, y la elección está en nuestras manos”, declaró Pachauri.

El objetivo del reporte es servir de insumo para la toma de decisiones y por ello, el

IPCC recibió el Nobel de la Paz en 2007.

En los últimos 13 meses, el IPCC fue adelantando los tres capítulos del quinto

informe ( bases físicas , mitigación y adaptación ).

Ayer presentó la síntesis, la cual será clave en la Conferencia de las Partes de la

Convención del Clima (COP 20), por realizarse en diciembre en la ciudad de Lima,

Perú.

“La ciencia ha hablado. No hay ambigüedad en su mensaje. Los líderes deben

actuar. El tiempo no está de nuestra parte”, dijo Ban Ki-moon, secretario general de

Naciones Unidas.

Causa humana. Desde 1950, los cambios en la atmósfera y el océano no han tenido

precedente en otros períodos de la Tierra.

“Nuestra evaluación concluye que la atmósfera y el océano se han calentado, los

volúmenes de nieve y hielo han disminuido, el nivel del mar se ha elevado y las

concentraciones de dióxido de carbono han aumentado hasta niveles sin

Page 13: Contextos No. 10

precedentes desde hace, por lo menos, 800.000 años”, declaró Thomas Stocker,

uno de los autores del informe del IPCC.

Así, y con un 95% de certeza, los científicos responsabilizan en mayor medida a las

actividades humanas por el calentamiento observado desde mediados del siglo

pasado, dada la alta emisión de gases efecto invernadero (GEI) a la atmósfera.

Escenarios. El informe incluye cuatro escenarios de emisiones al 2100. En el más

optimista, la temperatura promedio del planeta aumentaría entre 0,3 y 1,7 ºC, lo que

conduce a un incremento entre 26 y 55 centímetros en el nivel del mar.

En el escenario más alarmista, la temperatura aumentaría entre 2,6 y 4,8 ºC, lo cual

derivaría en que el nivel del mar se eleve entre 45 y 82 centímetros.

“Si se mantienen las tendencias actuales, el cambio climático tiene más

probabilidades de exceder los 4 ºC de aquí a 2100, en relación con los niveles de la

era preindustrial (utilizada como base)”, advierten los expertos del IPCC.

Acción contra el cambio climático

EDITORIAL

Actualizado el 26 de septiembre de 2014 a: 12:00 a.m.

La cumbre de la ONU ha generado presiones y compromisos de importancia

Es impostergable un acuerdo vinculante para sustituir el Protocolo de Kyoto

Page 14: Contextos No. 10

Por convocatoria de su secretario general, Ban Ki-Moon, el pasado martes se dieron

cita en las Naciones Unidas más de 120 jefes de Estado y de Gobierno, además de

otros representantes del más alto nivel técnico y político, para comprometerse con

una causa de la cual dependerá, en gran medida, el futuro de la humanidad: frenar

e, idealmente, revertir el cambio climático.

La reunión, que contó con la presencia del presidente, Luis Guillermo Solís, como

jefe de la delegación nacional, tuvo múltiples propósitos, entre los cuales destacan

tres. La finalidad más general fue elevar el nivel de conciencia universal –

particularmente, entre quienes toman decisiones– sobre los graves efectos actuales

y tangibles del cambio climático y los enormes riesgos que plantea a futuro, incluida

la supervivencia misma de países y poblaciones. Además, se propuso impulsar a

Gobiernos, empresas e instituciones, a asumir compromisos concretos, entre ellos

de apoyo financiero, en torno a acciones que puedan reducir o mitigar las emisiones

que generan el calentamiento global.

Los dos aspectos anteriores, a su vez, serán claves para el éxito del tercer objetivo

de la reunión: generar ímpetu en el complejo proceso negociador que, en el 2015,

debería desembocar en un nuevo acuerdo global sobre cambio climático, que

reemplace el fallido Protocolo de Kyoto, adoptado en 1997 y vigente, sin carácter

universal, desde el 2005.

La aspiración con el nuevo documento es que, al igual que su predecesor,

establezca claros límites para reducir el calentamiento global, y que estos sean

vinculantes para los países suscriptores. Las negociaciones se dan en el contexto

de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, suscrita en 1992

en la “Cumbre de la Tierra” celebrada en Río de Janeiro. Para nuestro país es un

orgullo que su Secretaría General esté encabezada por la costarricense Cristiana

Figueres, quien ha realizado ingentes y eficaces esfuerzos en este complejo

proceso. Este año, la reunión de la Convención se celebrará en Lima, Perú, pero el

encuentro clave será el próximo en París.

Todo indica que, en sus dos primeros objetivos, la Cumbre de la ONU fue exitosa.

Su impacto en la conciencia universal ha sido evidente y generará una presión

ineludible sobre los líderes políticos y empresariales; además, muchos de los

compromisos suscritos tendrán indudable incidencia en bajar el atroz ritmo del

cambio climático: poco antes de la reunión se dio a conocer que la acumulación en

la atmósfera de dióxido de carbono (uno de los gases que más influyen en el efecto

invernadero) creció en el 2013 al más alto nivel registrado en 30 años. Es decir, el

Page 15: Contextos No. 10

tiempo se está acabando para evitar desastres de enorme magnitud, que se añadan

a otros que ya se han producido.

Reconocemos, como dijo acertadamente el presidente Solís en su discurso, que la

principal acción contra esta tendencia tiene que ser nacional, y que las decisiones

voluntarias, si son amplias y están bien orientadas, podrán tener importantes

efectos. Sin embargo, será casi imposible frenar y revertir la marcha del

calentamiento global sin un compromiso internacional vinculante, con metas

absolutamente claras, cuantificables y verificables, que sea ratificado y aplicado por

todos los países, en particular los principales emisores.

La mayor responsabilidad histórica por el estado actual de la atmósfera, sin duda,

corresponde a los países más desarrollados, que se industrializaron y adoptaron

sus pautas de consumo en un mundo sin conciencia sobre el cambio climático. Entre

ellos están Estados Unidos, Europa Occidental y Rusia. Ellos deben hacer los

mayores esfuerzos. Sin embargo, la responsabilidad presente también es enorme

para los grandes países emergentes. El primer lugar lo ocupa China, que se ha

convertido en el mayor emisor universal. Aunque, ciertamente, ha aplicado medidas

importantes para reducir la tasa de crecimiento de gases con efecto invernadero,

todavía apuesta masivamente al carbón como fuente de energía. Fue

decepcionante que su presidente, Xi Jinping, no asistiera a la reunión de la ONU.

India y Brasil también tienen un gran compromiso con la humanidad, sobre todo el

primero.

Es tiempo de que esos tres países, y otros emergentes –por ejemplo, Indonesia y

Malasia–, dejen de utilizar el concepto de “responsabilidades comunes, pero

diferenciadas” para eludir una parte de sus deberes con el resto de la humanidad, y

que asuman compromisos más concretos para reducir la producción de gases con

efecto invernadero. Por su parte, los que subsidian el consumo de hidrocarburos,

como Nigeria, Venezuela y todos los productores de petróleo árabes, deben cesar

esas políticas. Y los países desarrollados, además de sus compromisos nacionales,

deben brindar un apoyo relevante a las acciones de prevención y control de impacto

en los países menos desarrollados, incluidos los de ingreso medio.

Page 16: Contextos No. 10

Los gases de efecto invernadero

alcanzaron un nuevo máximo en 2013

POR AFP -

Ginebra, Suiza.

Los gases de efecto invernadero alcanzaron niveles récord de concentración en

2013, los cuales están perjudicando la atmósfera y los océanos, advirtió la

Organización Meteorológica Mundial (OMM).

"La alarma está sonando", dijo a la prensa Michel Jarraud, secretario general de

esta agencia de Naciones Unidas, al presentar el último boletín sobre concentración

de gases de efecto invernadero.

"Sabemos con certeza que el clima está cambiando, y que las condiciones

meteorológicas se están volviendo más extremas a causa de las actividades

humanas, como la explotación de combustibles fósiles", añadió Jarraud.

Las observaciones de la OMM señalan que las concentraciones de dióxido de

carbono (CO2), metano (CH4) y protóxido de nitrógeno (N20) "alcanzaron nuevos

máximos en 2013".

Además, la tasa de aumento del dióxido de carbono atmosférico entre 2012 y 2013

representó el mayor incremento interanual del período 1984-2013.

Page 17: Contextos No. 10

A pesar del cambio climático, la mayoría de los países contaminantes siguen

pagando poco o nada por sus emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, dice

científico de la Universidad de Gotemburgo en Suecia.

En 2013, la concentración de CO2 en la atmósfera representaba el 142% más de la

que había en la época preindustrial (año 1750). Las concentraciones de metano y

protóxido de nitrógeno representaban respectivamente un 253% y un 121%

respecto a entonces.

El boletín de la OMM indica igualmente que la capacidad de la Tierra de conservar

la energía solar o hacerla rebotar hacia el espacio, un fenómeno que contribuye al

calentamiento global, aumentó un 34% entre 1990 y 2013, a causa de los gases de

efecto invernadero como el CO2, el CH4 y el N20.

El océano absorbe en la actualidad una cuarta parte de las emisiones totales de

CO2, y la biosfera otro cuarto, lo que limita el incremento de este gas en la

atmósfera.

No obstante, advierte la OMM, la mayor cantidad de gases en los océanos "tiene un

impacto de gran alcance", ya que contribuye a la acidificación, dañina para los

ecosistemas marinos, y por extensión para la pesca, el turismo o el modo de vida

de poblaciones autóctonas.

Page 18: Contextos No. 10

Cada día, los océanos absorben unos cuatro kilos de CO2 por persona, detalla la

OMM, y afirma que el ritmo de acidificación no tiene precedentes en los últimos 300

millones de años.

"El dióxido de carbono se mantiene durante cientos de años en la atmósfera y

todavía más tiempo en el océano. El efecto acumulado de las emisiones pasadas,

presentes y futuras de este gas redundará a su vez en el calentamiento del clima y

la acidificación de los océanos", advirtió Jarraud.

Todos estos datos apuntan a que el cambio climático "se va a amplificar en el

futuro", advierte el profesor de meteorología William Collins, de la Universidad de

Reading.

El dióxido de carbono es el principal responsable del calentamiento del clima. Su

concentración en la atmósfera aumentó en 2013 en 2,9 ppm (partes por millón), lo

que representa el mayor incremento interanual desde 1984. El CO2 se origina con

la combustión de materias fósiles y con la deforestación.

El metano es el segundo gas de efecto invernadero más importante. Alrededor del

40% de las emisiones de dicho gas en la atmósfera son de origen natural (zonas

húmedas, termitas, etc) y el 60% de origen humano (ganadería, cultivos de arroz,

explotación de combustibles fósiles, vertederos, etc).

El informe fue publicado días antes de la cumbre del clima del 23 de septiembre en

Nueva York, convocada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, para

preparar las negociaciones del año que viene en París, donde se espera alcanzar

un acuerdo histórico que entre en vigor en 2020.

La ONU quiere limitar el calentamiento global a dos grados centígrados respecto a

la época preindustrial. Sin embargo, muchos científicos afirman que, a la vista de

los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas habrán

aumentado al final de este siglo en más de cuatro grados respecto a la época

preindustrial.

El efecto dominó en el clima

Page 19: Contextos No. 10

POR Paul Krugman -

Tal vez sea yo, pero los predecibles chillidos de indignación de la derecha respecto

a las reglas sobre el carbono propuestas por la Agencia de Protección Ambiental

(EPA, por las siglas en inglés) de los Estados Unidos parecen extrañamente débiles

y desenfocados. Hablo de que estas mismas personas fueron las que crearon

indignación nacional respecto a paneles de la muerte que no existían. Ahora la

administración Obama sí está haciendo algo que en verdad causará aunque sea

algo de dolor a algunas personas. ¿Dónde están las llamativas y falsas historias de

horror?

Por lo que valen, sin embargo, los ataques contra las nuevas reglas involucran

principalmente las tres C: conspiración, costo y China. Es decir, los derechistas

alegan que no hay tal calentamiento global, que todo consiste en un engaño

promulgado por miles de científicos de todo el mundo; que tomar acciones para

limitar las emisiones de gases de efecto invernadero devastaría la economía; y que,

de todas formas, la política estadounidense no puede lograr cosa alguna porque

China sencillamente seguirá lanzando cosas a la atmósfera.

No quiero decir mucho respecto a las teorías de la conspiración, excepto para hacer

notar que cualquier intento por hallar sentido a la política estadounidense actual

tiene que tomar en consideración este indicador especial de la caída del Partido

Republicano en un estado de locura. Sin embargo, hay mucho que decir en lo que

respecta al costo y a China.

Sobre el costo. Es razonable argumentar que nuevas reglas dirigidas a limitar las

emisiones tendrían algún efecto negativo sobre el producto interno bruto y los

ingresos de las familias. Hasta eso no es necesariamente cierto, en especial en una

economía deprimida, donde las regulaciones que requieren nueva inversión podrían

terminar por crear empleos. Sin embargo, es probable que la acción de la EPA, si

llega a hacerse efectiva, lastimará aunque sea un poquito.

Distrito de negocios de Pekín, China. Cuando los países ricos emprendan acciones

para limitar las emisiones de gases del efecto invernadero, podrían gravar bienes

importados de países que no lo hagan. | G. SABRIE/THE NYT

Las afirmaciones de que los efectos serán devastadores, no obstante, no solo son

erróneas, sino inconsistentes con lo que los conservadores afirman creer. Pregunte

a los derechistas en qué forma se las va a arreglar la economía de los Estados

Page 20: Contextos No. 10

Unidos con suministros limitados de materias primas, tierra y otros recursos, y ellos

responden con gran optimismo: la magia del mercado nos llevará a soluciones. Pero

de manera abrupta pierden la fe en la magia del mercado cuando alguien propone

límites a la contaminación; barreras que se impondrían mayoritariamente en formas

amigables con el mercado, como sistemas de fijación de límites máximos e

intercambio de derechos de emisión. Repentinamente, insisten en que las empresas

serán incapaces de ajustarse, que no hay alternativa para hacer todo lo relacionado

con la energía exactamente de la forma en que lo hacemos ahora.

Eso no es realista y no es lo que dice un análisis cuidadoso. No es siquiera lo que

dicen estudios pagados por personas que se oponen a la acción climática. Como

expliqué la semana pasada, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos encargó

recientemente un informe que estaba dirigido a mostrar los terribles costos de la

política venidera de la EPA –un informe que hizo las menos favorables de las

presunciones posibles en un intento por hacer parecer que los costos eran

mayores–. Aun así, empero, los números salieron embarazosamente bajos. No

tomar medidas drásticas con el carbón no va a lesionar la economía de los Estados

Unidos.

Pero, ¿qué hay en cuanto al aspecto internacional? En este punto, Estados Unidos

es responsable de solamente el 17% de las emisiones mundiales de dióxido de

carbono, mientras que a China corresponde el 27% y esa cifra aumenta

rápidamente. Por eso es cierto que Estados Unidos, actuando a solas, no va a salvar

al planeta. Necesitamos cooperación internacional.

Sin embargo, esa es precisamente la razón por la que necesitamos la nueva política.

Estados Unidos no puede esperar que otros países tomen acciones rigurosas contra

las emisiones al tiempo que rehúsa hacer algo de su parte, por lo que las nuevas

reglas son necesarias para poner el juego en marcha. Y es bastante seguro que la

acción en los Estados Unidos va a conducir a acción correspondiente en Europa y

Japón.

El factor ‘China’. Nos queda China y en días recientes se han producido muchas

afirmaciones cínicas respecto a que aquel país sencillamente seguirá adelante y

quemará cualquier carbón que nosotros no consumamos. Y es un hecho que no

queremos contar con el altruismo chino.

Pero no tenemos que hacerlo. China es enormemente dependiente del acceso a los

mercados de los países avanzados –buena parte del carbón que quema se puede

atribuir, directa o indirectamente, a su actividad exportadora– y sabe que pondría

Page 21: Contextos No. 10

en riesgo este acceso si rehúsa desempeñar cualquier papel en la protección del

planeta.

Más específicamente, cuando los países ricos emprendan acciones serias para

limitar las emisiones de gases del efecto invernadero, es muy probable que

empiecen a imponer “gravámenes por carbono” a los bienes importados de países

que no hayan emprendido medidas similares.

Tales impuestos deben ser legales de acuerdo con las reglas existentes –la

Organización Mundial de Comercio (OMC) probablemente declarará que los límites

de carbono son efectivamente un impuesto para los consumidores, que se puede

cobrar sobre importaciones tanto como sobre producción local–. Lo que es más, las

reglas de comercio dan consideración especial a la protección del ambiente. Así las

cosas, China se encontraría con fuertes incentivos para empezar a limitar las

emisiones.

La nueva política del carbono, entonces, se supone que sea el principio, no el fin,

de un efecto dominó que, una vez que empiece, debe dar inicio a una reacción en

cadena que lleva, finalmente, a pasos globales para limitar el cambio climático.

¿Sabemos que funcionará? Por supuesto que no, pero es vital que hagamos el

intento.

Traducción de Gerardo Chaves para La Nación

Paul Krugman es profesor de Economía y Asuntos Internacionales en la Universidad

de Princeton y Premio Nobel de Economía del 2008

Nuestra última oportunidad para salvar el

planeta

POR Jeffrey Sachs -

MELBOURNE – La humanidad ya casi se ha quedado sin tiempo para abordar el

cambio climático. Los científicos han señalado que un aumento de la temperatura

de dos grados centígrados por encima de los niveles preindustriales colocará a la

Page 22: Contextos No. 10

Tierra en un terreno peligroso y desconocido. Sin embargo, actualmente vamos

camino de un aumento de cuatro grados o más en este siglo. Ha llegado la última

oportunidad para actuar.

Dicha oportunidad se producirá en diciembre del 2015 en París, cuando los

Gobiernos del mundo se reúnan para la vigésima primera cita anual de las Naciones

Unidas sobre el cambio climático, pero esa vez será diferente. O los Gobiernos

acuerdan la adopción de medidas decisivas, como han prometido, o volveremos la

vista atrás y veremos el 2015 como el año en el que la salud climática se nos deslizó

entre los dedos.

En 1992, los Gobiernos del mundo aprobaron la Convención Marco de las Naciones

Unidas sobre el Cambio Climático y prometieron evitar “la peligrosa interferencia

antropogénica [inducida por el hombre] en el sistema climático”, reduciendo la tasa

de emisión de los gases que provocan el efecto de invernadero, en particular el

dióxido de carbono, pero, aunque el tratado entró en vigor en 1994, la tasa de

emisiones de dichos gases, incluido el CO2, ha aumentado en realidad.

En 1992, con la combustión mundial de carbón, petróleo y gas, más la producción

de cemento, se lanzaron 22.600 millones de toneladas de CO2 al aire. En el 2012,

el año más reciente sobre el que disponemos de datos comparables, las emisiones

ascendieron a 34.500 millones de toneladas. En lugar de controlarlo, la humanidad

ha acelerado el cambio climático inducido por el hombre.

Ahora ese es el mayor problema moral de nuestro tiempo. La utilización de

combustibles fósiles en todo el mundo amenaza a los pobres, que son los más

vulnerables al cambio climático (aunque los ricos son la causa principal), y a las

generaciones futuras, que heredarán un planeta ya inhabitable en muchos lugares

y con el abastecimiento de alimentos sometido a crisis en gran escala.

Estamos causando ese daño en una época en la que los adelantos tecnológicos

permiten al mundo sustituir los peligrosos combustibles fósiles por fuentes

energéticas con escasas emisiones de carbono, como, por ejemplo, la eólica, la

solar, la nuclear y la hidroeléctrica, y reducir las repercusiones de los combustibles

fósiles utilizando la tecnología para la captura y el almacenamiento de carbono. El

papa Francisco recientemente lo ha expresado perfectamente: “Salvaguardar la

Creación”, ha dicho, “porque, si destruimos la Creación, ¡la Creación nos destruirá

a nosotros! ¡No debemos olvidarlo nunca!”.

Page 23: Contextos No. 10

Sin embargo, para los muchos intereses poderosos existentes, el cambio climático

sigue siendo un juego cuyo objetivo es retrasar lo más posible la adopción de

medidas. Las gigantescas compañías de combustibles fósiles han seguido

presionando entre bastidores contra el paso a la utilización de una energía con

escasas emisiones de carbono y han utilizado su inmensa riqueza para comprar

informaciones en los medios de comunicación destinadas a sembrar la confusión.

El imperio de medios de comunicación de Rupert Murdoch en los Estados Unidos,

el Reino Unido, Australia y otras partes destaca por el papel particularmente cínico

que desempeña en la difusión de propaganda anticientífica.

Aun así, la política del cambio climático puede estar cambiando para mejor, como

lo refleja el contundente mensaje del Papa. El fin del estancamiento podría llegar

ponto por las seis razones siguientes:

En primer lugar, el mundo está dándose cuenta de la calamidad que estamos

causando. Aunque la máquina de propaganda de Murdoch produce un torrente

diario de falsedades anticientíficas, el público ve también sequías prolongadas

(ahora en partes de Brasil, California y el Sudeste asiático, por citar solo algunos

lugares), inundaciones enormes (recientemente en Bosnia y Servia) y olas de calor

letales (en muchas partes del mundo).

En segundo lugar, los ciudadanos del mundo no quieren morir en medio de las

llamas. La opinión pública ha logrado hasta ahora bloquear la construcción del

oleoducto Keystone XL, que aceleraría la producción de arenas petrolíferas del

Canadá, perspectiva escandalosa en vista de que ni Canadá ni los EE. UU. se han

comprometido aún con un plan climático.

En tercer lugar, puede ser que nos esperen crisis climáticas más graves. Este año

podría haber un muy intenso fenómeno de El Niño, cuando las aguas del Pacífico

oriental se calientan y provocan trastornos climáticos mundiales. Un gran El Niño

ahora sería aún más peligroso de lo habitual, porque se sumaría a la tendencia

general al aumento de las temperaturas mundiales. De hecho, muchos científicos

creen que un gran El Niño podría hacer que el 2015 fuera el año más cálido de la

Tierra.

En cuarto lugar, tanto los EE. UU. como China, los dos mayores emisores de CO2,

están empezando por fin a ponerse serios. El gobierno del presidente Barack

Obama está intentando parar la construcción de dos nuevas centrales eléctricas de

carbón, a no ser que estén equipadas con tecnología para la captura y el

almacenamiento de carbono. Por su parte, China ha comprendido que su profunda

Page 24: Contextos No. 10

dependencia del carbón está causando una contaminación y una niebla tóxica tan

devastadoras, que está provocando una pérdida enorme de vidas, pues la

esperanza de vida se ha reducido nada menos que en cinco años en las regiones

con un enorme consumo de carbón.

En quinto lugar, las negociaciones de París están comenzando por fin a atraer la

atención mundial, tanto del público como de los dirigentes mundiales. El secretario

general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha pedido a los dirigentes políticos

que asistan a una cumbre especial en setiembre del 2014, es decir, 14 meses antes

de que se celebre la reunión de París, para lanzar unas negociaciones intensivas.

La red de expertos de las Naciones Unidas que yo dirijo –Red de Soluciones para

el Desarrollo Sostenible– hará público un importante informe, el próximo mes de

julio, sobre cómo puede descarbonizar su sistema energético cada una de las

economías más importantes.

Por último, los avances tecnológicos en materia de sistemas energéticos con

escasas emisiones de carbono, incluidos los sistemas fotovoltaicos, los vehículos

eléctricos, la captura y el almacenamiento de carbono, las centrales nucleares de

cuarta generación con dispositivos de seguridad enormemente perfeccionados,

contribuyen a la transición a una energía de bajo costo y escasas emisiones de

carbono tecnológicamente realistas, con unos enormes beneficios consiguientes

para la salud humana y la seguridad planetaria.

A partir de este otoño, la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible creará

una plataforma, con el fin de que todos los ciudadanos del mundo participen en la

ardua misión de salvar el planeta. La Red ofrecerá en línea, y gratuitamente, un

curso introductorio al cambio climático y después organizará en línea una

“negociación” mundial sobre un acuerdo climático planetario.

Esperamos que centenares de miles, tal vez millones, de ciudadanos interesados

de todo el mundo participen en línea para indicar el camino a los políticos. El control

del cambio climático es un imperativo moral y una necesidad práctica, demasiado

importantes para dejarlos en manos de los políticos, las grandes compañías

petroleras y sus propagandistas de los medios de comunicación.

Jeffrey D. Sachs es profesor de Desarrollo Sostenible, profesor de Política y Gestión

de la Salud y director del Instituto de la Tierra en la Universidad de Columbia.

También es asesor especial del secretario general de las Naciones Unidas sobre

los Objetivos de Desarrollo del Milenio. © Project Syndicate.

Page 25: Contextos No. 10

Cambio climático aún sin solución

POR Robert Samuelson

Sería saludable —en el sentido de promover la honestidad— que todo informe que

advierta sobre el calentamiento global y el cambio climático (ambos términos son

intercambiables) se presentara con el siguiente descargo: A pesar de nuestra

creencia de que el calentamiento global presenta amenazas catastróficas para

muchos de los 7.000 millones de habitantes del mundo, reconocemos que ahora

carecemos de las tecnologías adecuadas para detenerlo. Pero no hay seguridad de

que eso vaya a suceder, y puede gastarse mucho tiempo y dinero en esfuerzos

vanos y poco económicos.

No soy optimista. Nuestros debates sobre el cambio climático confunden más de lo

que clarifican. Siguen un guion ritualista que ahora vuelve a usarse.

Primero apareció un deprimente informe del Panel Intergubernamental para el

Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), un grupo internacional de

científicos creado por las Naciones Unidas. Halló que la temperatura global se ha

calentado durante décadas, que las emisiones creadas por el hombre constituyen

la causa principal (se dice que las concentraciones atmosféricas son las más

elevadas en 800.000 años) y que, entre sus efectos, se encuentran el ascenso del

nivel del mar, el derretimiento de bancos de témpanos y más olas de calor.

Después llegó la Evaluación Nacional Norteamericana del Clima, un estudio

realizado por 300 expertos norteamericanos, que es más alarmante que el informe

IPCC. Comienza:

El cambio climático, que en una época se consideraba como un asunto del futuro

distante, se ha trasladado firmemente al presente.

Los norteamericanos ya sufren el cambio climático. Las inundaciones son más

frecuentes; los incendios forestales son más difíciles de controlar; las lluvias son

más violentas.

Page 26: Contextos No. 10

Será necesario un impuesto al carbono para ayudar a financiar y estimular las

políticas de ahorro energético y nuevas formas de energía. | JORGE ARCE

Naturalmente, los escépticos (alias los “negadores de la realidad”) denunciaron los

informes. Las pruebas eran exageradas, escogidas convenientemente o ambas

cosas, dijeron Paul Knappenberger y Patrick Michaels, del Cato Institute, un centro

de investigaciones libertario. Consideremos, dijeron, un estudio contrastante

encabezado por un investigador de Harvard. Halló que las muertes a causa del

calor, en 105 ciudades de Estados Unidos, descendieron desde fines de la década

de 1980.

El pimpón retórico —argumento versus contra argumento— sugiere una lucha por

la opinión pública. En realidad, no. Correcta o incorrectamente, el público ya cree

en el calentamiento global. Una encuesta de Pew, de 2013, halló que el 67% de los

norteamericanos ve “pruebas sólidas” de que la tierra se está calentando.

Aunque ese porcentaje ha descendido de un 77% en 2006, el margen es aún

amplio. Los demócratas creen en él más que los republicanos, porque el apoyo del

Tea Party es bajo.

Para los grupos del medio ambiente es útil tener “negadores” del calentamiento

global (y, por supuesto, detrás de ellos las siniestras compañías petroleras) como

complemento. El mensaje subliminal es que una vez que terminemos con estos

neanderthals, podremos adoptar políticas sensatas para “hacer algo” sobre el

calentamiento global.

Page 27: Contextos No. 10

La realidad es otra. La verdad para una política gubernamental es que: “No tenemos

solución”.

Una mejor opción. Entre 2010 y 2040, la Administración de Información Energética

de Estados Unidos proyecta que las emisiones globales aumentarán casi un 50%.

Alrededor del 80% de la energía global proviene de combustibles fósiles (carbón,

petróleo, gas natural), que son también las principales fuentes de las emisiones de

anhídrido carbónico (CO2). En este momento, no tenemos un reemplazo práctico

para esa energía. Ningún gobierno sensato sacrificará la economía hoy en día –

reduciendo drásticamente la utilización de combustibles fósiles– por los inciertos

beneficios de la reducción del calentamiento global en un futuro nebuloso. (El foco

del informe norteamericano sobre el calentamiento global en el presente, parece

dirigido a salvar esa brecha.)

Y lo que es peor, casi todos los aumentos proyectados en las emisiones globales

provienen de países más pobres, la mitad, solo de China. En cambio, se proyecta

que las emisiones de Estados Unidos (y las de la mayoría de las naciones ricas) se

mantendrán estables en las tres décadas siguientes. El crecimiento económico se

está ralentizando; la eficiencia energética está aumentando, y en Japón y algunos

países europeos, la población está declinando. Puesto que, como es comprensible,

los países más pobres no abandonarán sus esfuerzos para aliviar la pobreza, todo

recorte adicional de las emisiones de Estados Unidos podría ser contrarrestado por

incrementos en China y otras partes. Ese hecho atenúa su atractivo político y

ecológico.

La única esperanza real de neutralizar estos conflictos es con nuevas tecnologías.

Hasta el momento, no ha surgido ninguna solución mágica. Aunque están

aumentando, la energía solar y eólica representan una diminuta porción de la

energía global. “La captura y almacenamiento del carbono” —colocar bajo tierra las

emisiones de CO2 de las centrales eléctricas— se ha discutido durante años.

Hasta el momento, no es viable comercialmente.

En medio de la retórica, hay enorme incertidumbre sobre cuánto calentamiento se

producirá, qué cambios (para bien o para mal) traerá, y con qué facilidad (o no) nos

adaptaremos. Mi preferencia, a menudo declarada, es el establecimiento de

políticas que reduzcan el calentamiento global pero que contemplen también otros

problemas. La idea más obvia es un impuesto al carbono para ayudar a financiar al

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Gobierno y estimular las tecnologías de ahorro energético y las nuevas formas de

energía sin carbono.

Si estas tecnologías se utilizaran en todo el mundo, la brecha entre los países ricos

y pobres se reduciría.

No pretendo decir que sería una medida popular ni que las tecnologías deseadas

se materializarán. No obstante, es nuestra mejor opción y tiene la virtud agregada

de ser honesta.

Robert Samuelson inició su carrera como periodista de negocios en The Washington

Post, en 1969. Además fue reportero y columnista de prestigiosas revistas como

Newsweek y National Journal.

Aumento de calor amenaza con liberar

CO 2 en el Ártico

Penetra en el permafrost

POR Michelle Soto M. / [email protected]

El permafrost, capa del suelo que está permanentemente congelada en las regiones

polares, constituye la mayor reserva de carbono orgánico en el planeta.

Ahora, la mayoría de ese carbono yace en los suelos a menos de tres metros de la

superficie y, por tanto, son vulnerables al deshielo.

“El permafrost se está calentando más rápidamente que la temperatura del aire del

Ártico, tanto como de 1,5 a 2,5 grados centígrados en los últimos 30 años”, dijo

Charles Miller, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL de NASA).

“Cuando el calor de la superficie terrestre penetra en el permafrost, amenaza con

movilizar estas reservas de carbono orgánico y liberarlo a la atmósfera en forma de

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dióxido de carbono y metano, alterando el equilibrio del carbono del Ártico y

agravando enormemente el calentamiento global”, agregó .

El calentamiento global aceleró el deshielo en el Ártico. |

Así lo alertó Miller, líder de la misión Carbon in Arctic Reservoirs Vulnerability

Experiment (Carve) de la NASA, en un comunicado de esta agencia espacial.

Con esta misión, la NASA busca estudiar cómo el cambio climático está afectando

el ciclo del carbono en el Ártico.

“El cambio climático ya está ocurriendo en el Ártico, más rápidamente de lo que los

ecosistemas puedan adaptarse. Observar el Ártico es como mirar a un canario en

una mina de carbón de todo el sistema de la Tierra (porque sirve de advertencia)”,

explicó Miller.