copia de 19 (2) 1984 · 90 revista medica hospital nacional de niklos dr. carlos saenz herrera...
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Rev. Med. Hosp. Na/. NIños Costa RIca 19 (2):87-106,1984
REVISION DE PARAGONIMUS y PARAGONIMIASISEN CENTROAMERICA y PANAMA+
Dr. Rodrigo Brenes*, Dra. Gabriela Hangen**, Dr. Gustavo Duarte***
INTRODUCCION
Nos hemos propuesto realizar una revisión sobre Paragonimus y p3ragonimiasisen Centroamérica y Panamá, desde 1946 a la fecha con la intención de aclarar algunos conceptos, ideas y opiniones relacionadas con estudios taxonómicos, aspectosmorfológicos, ciclos de vida, epidemiología y patología humana de este tremátodo.
Se han analizado todos los trabajos presentados a Congresos o publicaciones por
dive rsos autores del área inte resadas en este tema.Creemos que nuestro trabajo ha de servi r de base para futuros estudios a otros in
vestigadores que, en una u otra forma, se dediquen a la investigación del parásito y
la infermedad. Así mismo, pretendemos en esta investigación indicar que Jos estu
dios de 1968 en Costa Rica sobre una posible nueva especie de Paragonimus, resultóser posteriormente P. mexicanus.
GENERALIDADES
La paragonimiasis es una enfermedad parasitaria que afecta moluscos, crustáceosy mamíferas. Las especies de Paragonimus {Braun 189~H utilizétfl moluscos opercula-. .
dos como primeros huéspedes intermediarios; crustáceos decápodos, principalmentecangrejos y langostinos de agua dulce como segundos huéspedes intermediarios. Lasformas adultas viven principalmente en los pulmones o se localizan ectópicamenteen el huésped definitivo: hombre y otros mamíferos. En el Cuadro 1 se observan lasespecies de Paragonimus que han sido descritos en Centroamérica y Panamá y quecorresponden a P. rudis, P. calíensis, P. mexícanus y P. peruvíanus.
los casos humanos autóctonos de paragonimiasis en Centroamérica y Panamá,posiblemente ocasionados por una sola especie; P. mexicanus, se observan en elCuadro 2. Llama la atención que no se hayan ¡reportado casos humanos en Guatemala y Panamá, a pesar, de que existen todas las condiciones ecológicas para lainfección humana.
+Pres<Jntado en el V Congreso Nacional de Parasitología. Simposiuln Parayonlmlasls. puebla,
Pue., México, octubre 1982 .
.. Departamento de Parasitología, Facultad de MicrObiología, Universidad de Costa Rica, San
José, Costa Rica .
.... Laboratorio de CIencias Forenses, Poder Judicial, San José, Costa Rica.
*** Laboratorio Clínico, Hospital Nacional de Nll'los, Dr. Carlos Sáenz Herr"ra, CCSS, San
José, Costa Rica.
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88.REVISTA MEDICA HOSPITAL NACIONAL DE NIf'lOS DR l.ARLu~ '>AENZ HERRERA
Cuadro 1
Especies de Paragonimus informados en Centroamérica y Panamá
Especie de AÑO AUTORES PAISParagonimus
P. rudis 1946 Caballero, E. Guatemala1956 Caballero, E. Costa Rica1961 Caballero, E., Montero, F. Costa Rica1961 Montero, F., Vargas R.,
Chinchilla, M. Costa Rica1967 Thatcher, V. Panamá
P. caliensis 1976 Rojas, G., Monge, E. Costa Ricay Brenes, R.
1979 Rojas, G. Costa Rica
P. mexicanus 1972 Miyazaki, 1. Panamá1974 Miyazaki, 1. Costa Rica1975 Malek, Eo, Brenes, R., y
Rojas, G. Costa Rica1980 Brenes, R., Zeledón, R. y
Rojas, G. Costa Rica1980 Miyazaki, l., Kifune, T. Guatemala
P. peruvianus 1972 Miyazaki, 1. Panamá1974 Miyazaki, 1. Costa Rica1980 Brenes Ro, Zeledón, R.,
y Rojas, Go Costa Rica1980 Miyazaki, l., Kifune, T. Guatemala
Cuadro 2
Casos humanos autóctonos de paragonimiasis enCentroamérica y Panamá (Posiblemente P. mexlcallus)
AUTOR AÑO PAIS
Larach, Co
Brenes R., little, Mo, Randales, O.,Muñóz, G. y Ponce, C.
1966
1982
Honduras
Honduras
Costa Rica
El Salvador
Costa Rica
Costa Rica
Costa Rica
Costa Rica
1976
1982
1968
1976
1976
Platero, Fo
Morera, P.
Brenes, R., Monge, Eo, Ouarte, G.,López, F. Y Rojas, G.
Ouarte, G., Monge, E., y Rojas. G.
Brenes, R., Mange. E., Guevara, Jo,Valeria, J. y Rojas, G.
Brenes, R., Rodríguez, B., Vargas, G., 1982Mange, E~. y Ruíz, F.
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Brenes. R ct al.: PARAGONIMUS V PARAGONIMIASIS 89
De las especies señaladas anteriormente, se conocen en Latinoamérica únicamente los ciclos de vida de P. caliensis y P. mex;canus, como se observa en el ClIadro 3.
Cuadro 3
Especies de Paragonimus de Latinoamérica en quese han confirmado los ciclos de vida
Especie de AÑO AUTORES PAISParagonimus
P. ca/iensis 1973 Little, M., Epler, G. Colombia
P. mexicanus 1968 Brenes, R., Zeledón, R. y Costa RicaAojas, G.
1975 Malek, E., Brenes, R. y Rojas, G. Costa Rica1980 Brenes, R., Zeledón, R. y Costa Rica
Aojas, G.
Nosotros revisamos ejemplares de Paragonimus de Guatemala y Costa Rica quefueron clasificados por el Dr. Caballero et al. como P. rudis (11, 12, 13, 31). Alrevisar este material en el Instituto de Biología de México en 1982 observamos queen la mayoría de estos ejemplares no se puede definir con claridad el ovario y lostestículos, lo que posiblemente hizo pensar al distinguido investigador mexicanoque se tratase de P. rudis. Al comparar este material con nuestros ejemplares llegamos a la conclusión de que la mayoría de los especímenes corresponden a formasadolescentes (P. rudis ?) y pocos adultos de P. mexicanus y P. caliensis.
Posteriormente en un nuevo hallazgo de Caballero y Montero-Gei (13), en queseñalan el hallazgo de P. rudis en un nuevo huésped en Costa Rica, consideramostambién que se trata de P. mexicanus. Es interesante señalar que por medio de unanota personal que aparece en el trabajo el Prof. Lauro Travassos del Instituto Oswaldo Cruz, Río de Janei ro le comunica al Dr. Caballero la presencia de P. rudis en pulmones de Dide/his marsupia/is aurita (Wied) yen los de otro pequeño marsupial, enBelén, Estado Do Para, '3rasil.
A pesar de que Yokogawa, (41) Mazzotti et al. (22) Miyazaki et al. (23) Little,(19) Miyazaki et al. (25), consideran a esta especie de juicio como Nomen nudum,nosotros tenemos los suficientes elementos de juicio para no aceptar tal aseveracióny considera a P rudis (Diesing, 1850) Stiles y Hassall, 1900, como especie válida,que se reportó por primera vez en el mundo parasitando los pulmones de Pteronurabrasiliel/sls brasiliel/sis Simmerman, 1777, en el Matto Grosso, Brasil.
Esta especie fue reportada por primera vez, en 1850 por Diesing (14} y posteriormente el mismo autor en 1855 (15) realiza una corta descripción con tres figurasdel parásito,: DistomulJ rude*; especie encontrada sólo una vez el 18 de setiembrede 1928 en el Matto G rosso en los pulrlJones de (Lutra brasiliensis -c:c PterOl1ura bra-
• E.ll latín: "Corpus <.:lIiptlcunl craSSUIll. supra cOllvcxiusculum, subtus pla~nlllsculum. Os termin~le clrucularP.. AcetalJululll 1l1iJIJIlitudlne oris, subcentrale SIl¡Jurum. apertura clrcularl.Apertura q~nitalls pone acctabulum. LOlIlll!. &", latltl 3"; crasslt. al!. 2'. Distomun rude.HabltaclJlunl: !'ulra briJsiliensis 111 1J"1""'''UII' P'H'''lCll111nat''. 'jumll1a f"llIculo Inclusa, SepI <.:lIltlrl , 111 BraSilia (Netteror) .....
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siliensis brasiliensis) (Lutra Pteronura brasiliensis) de donde se colectaron 14 ejemplares.
Braun, en su trabajo de 1899 (1), se refiere a Distomun compactum, Distomunwestermani y Distomun rude, realiza la diferenciación entre los géneros Dístomun yClinostomun, indicando entre otras características, que el primero vive en pares enlos pulmones de mamíferos, formando así un grupo natural y fácilmente separablede Clinostomun, por lo que el autor propone para evidenciar más la diferencia entrelos dos géneros, el nombre de Paragonimus n. g. y D. westermaní como tipo; sin embargo, no hizo las nuevas combinaciones del género y especie. En 1900 Stiles yHassall (38), en relación al género propuesto por Braun en 1899 (11 de diciembre)y no al de Polvsarcus propuesto por looss en el mismo año, pero en fecha diferente(30 diciembre), .dan las nuevas combinaciones del género con las especies válidashasta esa fecha: Paragonímus rudís (Diesing, 1850) Stiles y Hassall, 1900; Paragonimus compactum Cobbold, 1859) Stiles y Hassall, 1900 y Paragonimus westermani(Kerbert, 1878) Stiles y Hassall, 1900.
Braun 1901 (2) redescribe la especie Paragonímus rudís (tipo de la especie deDiesing), descripción bastante completa y clara, especímenes con el número 522 x626 y que se conservan en la colección del Museo de Viena. lo único que no pudodeterminar el autor fUe el ovario y el cirro, señalando que, aunque la descripciónpuede dejar algunas dudas, la investagación se realizó en ejemplares completos, como lo describe en las cuatro figuras de su trabajo.
Posteriormente anota que P. rudís es muy cercano al P. westermani no sólo anatómica sino biológicamente ya que ambas especies viven en quistes en los pulmonesde mam(feros.
De acuerdo al Código Internacional de Nomenclatura Zoológica (17)* adoptada por el XV Congreso de Zoología, "Nomen nudum" es aquel nombre que publicado antes de 1931 no satisface las disposiciones en sus artículos 12 y 16 o que publicado después de 1931, no se ajusta a las disposiciones del artículo 13 a.
De este análisis bibliográfico podemos concluir que Paragonimus rudis es una especie válida y no "Nomen nudum", ni species inquírenda considerado por algunosespecialistas, a excepción de los Drs. Travassos y Caballero. la mayoría de ellos,como se anota al principio, lo señalan como Nomen nudum y luego como speciesinquirenda (Miyazaki, l., (27), Sogandares-Beranl, F. et al. (37), Miyazaki I (28),Miyazaki, 1. et al. (29).
Nosotros al observar este cambio de Nomen nudum a specíes inquirenda concluímos que desde 1850 hasta ahora sigue siendo el P. rudis un "enigma" con baseen una serie de interpretaciones personales de los diferentes autores cuya tendenciaha sido poner en duda la validez de la especie.
Recientemente Voelker y col. (40) efectúan una investigación en Vila Bela(Matto Grosso) Brasil, sitio en donde Natterer encontró el material que estudiópor primera vez Diesing en 1850 de P. rudís. los autores examinan 354 cangrejosde agua dulce procedentes de 24 localidades diferentes de esa misma región, encon-
* Como nuestro caso se refiere a la publicación antes de 1931 sería Interesante anotar qué diceal respecto el artículo 12: "Un nombre publicado antes de 1931 debe satisfacer las disposiciones del artículo 11 y además, el haber sido acompanado de una descripción, deflnlc16n oIndicación (ar!. 16)". Etn la descripción de P. rudís se satisface en su totalidad el art. 11 encuanto a lengua y nomenclatura binomial se refiere. En relación al art. 16 set'lalarnos lo queconstituye una Indicación. La palabra Indicación en el sentido del presente articulo se aplicaúnicamente a lo que sigue: referencia bibliográfica a una descripción, definición o figuraprudentemente publicada.
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trando 25% de infectados con 7 clases de larvas de tremátodos, sin hallar la metacercaria de Paragonimus y sin obtener respuesta a la pregunta: ¿Qué eS Paragonimus
rudis ?
Creemos que el no hallar material de Paragonimus podría ser debido a que transcurridos 150 años han cambiado enormemente las condiciones ecológicas con ladesaparición de los huéspedes naturales intermediarios y definitivos de la zoonosis ola posibilidad de que la nutria en que Natterer encontró los ejemplares de P. rudis seinfectó en otro sitio o región. Además los autores revisan los trabajos originales deDiesing y de Braun sin interpretarlos en la forma correcta, anotando que esta especie debe considerarse Nomen nudum. Nosotros anteriormente habíamos dado nuestro punto de vista en relación a esta interpretación. Asímismo creemos que debieron haber investigado la presencia de P. rudis en Dide/phis marsupia/is y en otrosmarsupiales (13).
EPIDEMIOLOGIA
En el trabajo de Sogandares et al. {351, sobre la metacercaria de Paragonimus enPseudothephusa tristani de Costa Rica, no indican la morfolgía ni la localización dela metacercaria (tejido u órgano) y si estaba o no enquistada, lo único que presentanes su dibujo a escala. A pesar del respeto que nos merecen los autores, creemos quees un tanto difícil obtener de cangregos muertos y preservados por un tiempo encolecciones de museo, metacercarias de Paragonimus para su estudio e identificación.
Posteriormente Sogandares et al. (36), en otro estudio en relación a paragonimiasis en América aportan nuevas observaciones sobre la presencia de Para[}onimus encangrejos de agua dulce de Costa Rica y la susceptibilidad de estos cangregos a la infección por P. Ke//icotti. Nosotros, en un principio, al igual que estos investigadores posiblemente confundimos la verdadera metacercaria de Paragonimus de CostaRica, ya que en el corazón de estos crustáceos aparecen con regularidad metacercarias enquistadas de otros parásitos, pero ninguna de ellas corresponden al Paragoni
mus sp. Esto lo corroboramos al inocular por vía oral y experimentalmente con 50o más de esas metacercarias enquistadas en el corazón de esos cang rejos, a cinco gatos domésticos, sin lograr obtener a los 6 meses adultos o adolescentes en migración, (inédito). Pensamos además, que se prejuiciaron con las metacercarias de P.Ke//icotti que sí están enquistadas y se localizan únicamente en el corazón de langostinos (Procambarus clarkii). Los autores mencionados reiteradamente afirmanque las "metacercarias" de Paragonimus por ellos obtenidas se encontraban únicamente en el corazón de los crustáceos, en uno de quince de P. tristani y dos de trecede P. magllus. Nos sorprende además, que no la describen claramente, no indicantamaño ni morfología c8raeter~sticas; losl hepatopáncreas de estos mismos cangrejos están infectados únicamente con metacercarias de Mícrofa/ídeos.
En relación a la infección experimental de un ejemplar de P. tristani de CostaRica con cercarias de P. Kel/icotti, los investigadores (36)* esperaban, en base al
• Todo lo anterior ~., confirma al revIsar el trabajo de Soyalldare~ et al. (37). "In Costa Rlc;aand México wO llave found tlle metacercarlae of Paragonlmu5 assoclated wltll tilo crab Ileartand Its meml>t'dIlOS. Thase metacercarla(; rnay be those of-I'. nle.xlcanulI.'·
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número de cercarias utilizadas, obtener una infección entre 30 y 100 metacercarias
en cangrejos, encontrando en uno de cinco únicamente tres formas larvales, lo que
confirma aún más la posible confusión con las metacercarias de P Ke/licotti, con
la simple explicación de que posiblemente este cangrejo ya era portador en forma
natural de las tres metacercarias. Referente al gato infectado con tres metacercariasde "Paragonimus" obtenidas de infección natural de los cangrejos, señalan que los
huevecillos de Paragonimus aparecieron en las heces a los 67 días y desaparecieron
a los 202 días. Cuando el animal fue necropsiado se encontraron dos manchas
hemorrágicas en los pulmones pero no fUe posible hallar vermes en ése o en otrosórganos. Todo esto parece un argumento aclaratorio muy ambiguo, especialmente
cuando manifiestan que los posibles parásitos podrían localizarse en un quiste
peduncular protrusible en el tracto intestinal, que al romperse se eliminaron los
yermes a través del intestino por medio de las heces. Es necesario y oportuno que
nosotros manifestamos el haber infectado más de 50 gatos domésticos con la verda
dera metacercaria de P. mexicanus y jamás observamos esa particularidad en la eli·
minación de los huevecillos, la que siempre fue constante y regular desde un prin
cipio hasta la necropsia del animal; insistimos de nuevo, en que dichos autores con
fundieron la metacercaria del Paragonimus de Costa Rica y nos extraña aún más la
observación de los huevecillos. Asimismo con respecto a la infección natural de las
metacercarias en los crustáceos, anotan en el texto que está confinada a la provincia
de Alajuela, con una elevación I de 450-580 m y que formas juveniles y adultos de
Ptychophallus tumimanus y Potamocarcinus magnus son susceptibles a la infecciónnatural por estas metarcercarias. En referencia a la incidencia e intensidad de las in
fecciones naturales por Paragonimus, en cangrejos de agua dulce de Costa Rica, se
aprecia que los autores examinaron cuatro machos y dos hembras de P. wmimanus
con "resultado negativo".
Thatcher, (39) reporta el hallazgo de P. rudis obtenido de los pulmones de variosanimales de Achiote, Prov. Colón, Panamá: Dide/phis marsupia/is, Phi/ander opos
sum, Nasua narica, Fe/is onca, Fe/is ca tus, Canis fami/iaris (solamente huevecillos en
heces y metacercaris en Pseudothe/pusa richmondi. Nosotros no tuvimos la oporunidad de revisar este material, pero el Dr. M. D. Little nos manifestó que al revisar
el material de Thatcher, observó que algunos de sus ejemplares clasificados como
"Paragoi1Ímus rudis" correspondían a P. mexicanus y a P. ca/iensis.
Brenes et al. (3) comunican el hallazgo de Paragonimus sp. en mamíferos, can
grejos y moluscos en Costa Rica. Por primer vez se trata de describir en Latinoamérica el ciclo de vida de un \Paragonimus, posiblemente "una nueva especie". Lamen
tablemente, señalamos el ciclo de vida en una forma simple y sencilla, tanto en la
naturaleza como experimentalmente (infección natural del cangrejo; natural yexpe
rimanteal en el molusco y experimental del gato). Analizando detalladamente algunos aspectos de esta publicación, podemos asegurar, que a nivel mundial, habíamos
encontrado por primera vez una metacercaria diferente del género Paragonimus que
aparecía "moviéndose libremente" en el hígado de estos cangrejos, lógicamente sinla presencia de membrana qu ística, tal y como fue presentado en 1968 (10). Este
hallazgo era el carácter principal para la determinación de la "nueva especie". Sin
embargo, a pesar de ello, no la describimos en ese año y seguimos por mucho tiem
po disectando cangrejos para estudiar más detenidamente esa interesante forma lar
val y su infección experimental en mamíferos. Sin duda alguna constituye hasta
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1968, el primer y único reporte de húesped molusco natu ral con paragonimiasis enMéxico, Centro y Sur América.
Miyazaki (27), revisa el material que le envía el Dr. Thatcher y determina quenueve ejemplares corresponden a P. mexicanus y uno a P. caliensis. Al visitar Panamá en 1971 en el Gorgas Memorial Laboratory examina además nueve cangrejosPseudothelphusa .richmondi: en cinco encuentra dos metacercarias en cada unoy enuno una sola larva; 10 en el hígado y una en un vaso de la branquia. Dos de estasmetacercarias son "inmaduras", las otras nueve metacercarias las sep.ara morfológicamente en dos especies: especie A con vesícula excretora larga y ancha, con su extremo anterior que alcanza la bifurcación intestinal, intestino amarillo, gránulos rojos en la superficie ventral del cuerpo; especie B con vesícula excretora corta y angosta, anteriormente a la mitad entre la ventosa ventral y la bifurcación intestinal,intestino sin color, gránulos rojos en el lado dorsal y ventral. Cuatro metacercariascorresponden a la especie A y cinco a la B. Ninguna pared quística rodea el cuerpode las dos especies. Después de la fijación con formalina, los gránulos rojos desaparecen rápidamente en ambas especies, permaneciendo por más de dos meses el coloramarillo en la especie A. Según el autor la morfología de la especie A Correspondea la metacercaria de P. peruvianis, pero la especie B no corresponde a ning~na metacercaria reportada. Sin embargo, Miyazaki (23) obtiene cinco tremátodos adultosde mamíferos procedentes de Achiote, entre 1964 y 1965 que se encontraban en lacolección del laboratorio Dr. Octavio Sousa; cuatro especfmenes provenientes·dezorro, con características específicas de P. peruvianus y el ,otro de un ZOrro cuatroojos (Phílander sp) correspondiente a P. mexicanus. Concluye el auto r que P. peruvianus, además del Perú, ocurre también en Panamá y agrega que P. mexicanus existe en Panamá y que la metacercaria de la especie B corresponde a esta especie.También señala que no encuentra metacercarias ni adultos de P. Kellicotti. Final-·mente el autor tonsidera a P. rudis como species inquirenda. Nosotros consideramos que sería interesante saber, a cuál de las dos especies de metacercarias A O B deMiyazaki corresponden las dos formas "inmaduras" que él obtuvo. Además, cuál ocuáles son las características diferenciales (morfológicas y estructurales) para definirla inmadurez de estas metacercarias A y B. Además cre.emos que difícilmente puede uno obtener especímenes de Paragonimus de animales y órganos que han sidoconservados por largo tiempo en formalina y realizar en esas condiciones la diferencia específica entre dos especies de Paragonimus, que nosotros definimos como lamisma cosa, y que fueron establecidas como especies diferentes por este investigador. Asocia, muy simplemente la especie B con P. mexicanus, por no haber encontrado esta metacercaria anteriormente. Posteriormente a través'de nuestras investi·gaciones hemos deducido que ambas especies de metacecarias son la misma cosa yque P. peruvianus es igual. a P mexicanus.
Miyazaki, f. (28) con la ayuda del Dr. Morera y sus asistentes colectó cangrejosde agua dulce en quebradas de dos localidades: Balsa de Mora y El Fierro, cerca deSan José, Costa Rica, encontrando sólo una metacercaria en uno de 16 cangrejosen Balsa de Mora, y seis larvas en cinco de 30 cangrejos de El Fierro.
Cinco de los cangrejos infectados se identificaron como Ptyc/¡ophallus tristani yel otro como Potamocarcinus magllL/S, indicando que existe cierta confusión en laidentificación de los cangrejos infectados, por lo que no se puede establecer laprevalencia de infección en cada especie.
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Morfológicamente las siete metacercarias fueron idénticas y se movían 'ibremente en el hígado (sin quiste). presentan intestino amarillo, y la extremidad anteriorde la vesículas excretora alcanza la bifurcación intestinal con gránulos rojos exclusivamente en el lado ventral. Después de la fijación con formalina, los gránulos rojosde la larva desaparecen rápidamente, pero el color amarillo del intestino permanecepor largo tiempo. Considera el autor que las características de la presentelmetacercaria están de acuerdo con las encontradas en Panamá y Cajamarca, Perú, sin lograrobtener los correspondientes vermes adultos experimentalmente. El Dr. Miyazak,ilamenta, además, no haber encontrado la metacercaria de la forma B en este trabajo. Presenta los resultados de su investigación en un seminario.
los Ors. R. Brenes y R. Zeledón de la Universidad de Costa Rica, le enfatizanque P. peruvianus es sinónimo con P. mexicanus y que el tremátodo pulmonar deCosta Rica debe tener este último nombre. Además se le aclara y afirma que la metacercaría de su forma A y la B son la mísma cosa, y que ambas se han encontradono solamente en Costa Rica y Panamá sino también en Comala, Colima, México,lugar en donde se encuentra el tipo de P. mexicanus. El mismo Miyazaki estuvoparticularmente interesado en que la forma B de la metacercaria fue encontradapor nosotros en Colima, ya que él cree que esta misma forma pertenece a P. mexicanus. Señala finalmente que P. peruvianus está ampliamente distrubuído en AméricaCentral y en la parte noreste de Sur América y sospecha que causa la paragon;mias;shumana en algunos países como Perú, Ecuador y Costa Rica.
Se le comunicó además en el mencionado seminario, titulado" Aspectos biológicos de paragonimiasis en América" en la Universidad de Costa Rica, 1974, que seinfectaron gatos experimentalmente con sus dos formas supuestamente diferentesde metacercarias A y B Y encontradas por nosotros en Costa Rica, obteniendo siempre adultos de P. mexicanus y, con las mismas formas (A y B) que habíamos traídode México, al infectar un gato, obtuvimos también P. mexicanus.
En esta forma le señalamos claramente sin ninguna duda la validez de P. mexicanus y la sinonimia de P. peruvianus.
Con el fin de consolidar y complementar nuestro punto de vista, años atrás elmismo Miyazaki (24), señala: ..After examining sorne specíes from Guatemala and
Panamá, the same authors (Miyazaki, Ishii, 1968) noted the Paragonimus mexicanusmight be ocurring also in these countries. Recently, the author received a specimenfrom Costa Rica and he ídentified it as Paragonimus mexicanus(unpublished)"loque confirma nuestras aseveraciones previas y defnitivas en torno a la validez deP. mexicanus y la sinonimia de P. peruvial7us.
Malek et al. (21) encuentran en quebradas de agua dulce en Costa Rica, un pequeño molusco hidrohideo Aroapyrgus costarricensis. que resultó ser el huésped intermediario de P. mexicanus.
En base a la morfología de la concha y las partes blandas del molusco se clasifica
como una nueva especie: Aroapyrgus costarricensis Morch sp. nov. Fácilmente semantiene en el laboratorio, la hembra es ovovivípara llevando más de 40 embrionesen la bolsa de la cría y el ciclo de generación es de 10 Semanas. la infección naturalcon redias y cercarias de P. mexicanus es menor del 1'f,·. la mayoría de los moluscos, infectados naturalmente, son de tamaño mediano (2 mm de altura) pero todoslos tamaños (edades) pueden ser infectados experimentalmente. la microcercariade P. mexicanus emergen de A. costarricensis a los dos meses de haberse llevado a
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cabo la penetración del miracidio; tal proceso se realiza al final de la tarde yen lanoche. Lo~ autores describen y completan el ciclo de vida de Paragonimus sp. =
(P mexicanus) reportado por Brenes et al. en 1968 y señalan a Aroapygrus costar;censis como el huésped intermedio de P. mexicanus en Costa Rica.
Rojas et al. (34), demuestran que Paragonimus caliensis no infecta natural ni experimentalmente a Felis domesticus, Canis familiaris y Cebus capucinus. Se reportade Chirres, Parrita, Puntarenas. Las metacercarias características (19) se encontraron en el hígado, branquias y musculatura de Ptychophallus tristani y Potamocarcinus magnus. Solamente se encontró un adulto de P. ca/iensís en Dide/phis marsupia/is.
En un nuevo aporte Rojas (33), señala la presencia de P ca/iensis en dos nuevoshuéspedes naturales, los mamíferos Procyon lotor y Chironecter minima. Pareceque en el mismo lugar, Gamalotillo de Puriscal, Prov. de San José, encuentra ademásAroapyrgus costarícensis infectado por redias y cercarias de Paragonimus sp.
Sjn embargo, el mismo autor con miracidia de P. caliensis realiza con éxito la infección experimental en A. costaricensis, 28 de 60 resultan positivos (45%) con redias y cercarias, a los 90 días después de la infección. Por otra parte, trata de infectar con metacercarias de P. caliensis, por vía oral, a Rattus rattus y Canis fami/iaris,con resultado negativo a los 87 días después de la infección. En esta forma el autorrealiza observaciones sobre el ciclo en la naturaleza y experimental de P. caliensis enCosta Rica. Anota además el hallazgo de P. mexícanus en Conepatus semistria tus yen Canis familiaris que son dos huéspedes natu rales nuevos para esta especie.
Asímismo observa formas de metacercarias de P. mexicanus en 13 de 40 cangrejos (Ptychopha//us xantasi) de Palmar Norte, Prov. de Puntarenas, con lo que resultó ser un nuevo huésped intermediario natural para P. mexicanus en Costa Rica.
Miyazaki et al. (29) colectaron 240 ejemplares de cangrejos de 18 localidades deGuatemala: Pseudothe/phusa cobanensis = P. bacourti; P. porpinqua y P. tuber c!:J-.lata.. Unicamente en las dos primeras especies encontró P. mexicanus. El presenteaporte señala por primera vez la metacercaria del tremátodo pulmonar en Guatemala y establece tres nuevas localidades en su distribución geográfica (Finca El Rincón;Escuintla y El Baúl) y de dos nuevos huéspedes intermediarios, no solamente de P.mexicanus, sino también del "génro Paragonimus". Metacercarias aisladas de P. cobanensis y P. propinqua son llevadas a Japón para infección experimental en dosperros: se trata de infectar a un perro con 40 larvas, después de 173 días el resultado es negativo, al otro con 33 larvas y se encuentra un simple verme, en cavidadpleural, después de 165 días de infección. El parásito es maduro y corresponde a P.mexicanus. Analizando esta investigación nos sorprende la pobre infección por P.mexicanus en el perro, en relación a su poca susceptibilidad para infectarse y eltiempo necesario para obtene r un solo ejemplar.
Nosotros, en seis experimentos para infectar perro con metacercarias de P. mexicanllS (6) hemos obtenido formas adultas a los tres meses de infección. Además,nos llama la atención, la comunicación de que P. propinqua y P. cobanensis seantambién huéspedes intermediarios para el género Paragonimus, puesto que los autores especifican que la metacercaria observada en estos cangrejos corresponde únicamente a P mexicanus, sin embargo nos extraña que no señalan la localización exacta de la metacercia de P meXlcallllS en el cangrejo (hígado, quela, branquias, mu~cu'latura) ni sus características morfológicas específicas.
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En la discusión general y reSumen de ese trabajo, el punto más importante esaquél en donde los autores manifiestan que el nombre de P. peruvianus en Costa Rica y Panamá debe cambiarse a P mexicanus. Nosotros creemos que no revisarondetenidamente los estudios del mismo Miyazaki (24) en que reconoce y clasifica enuna de nuestras preparaciones, su especie P mexicanus en Costa Rica, de materialproveniente de un gato. Además la metacercaria redescrita por Miyazaki et al. (26).tanto en Pseudothelphusa ch;lensis como en P. peruvianus, corresponde exactamente a la encontrada por Brenes et al. en 1968 (3) (sin quiste) y moviéndose libremente en el hígado de cangrejos de agua dulce de Costa Rica. Esta metacercaria es considerada como la forma larval de P. mexicanus. Además los miracidia de P. mex;canus infectan fácilmente a A. costarícensís en el laboratorio, indicando una alta susceptibilida y grado de compatibilidad entre A. costarícensis y P. mexicanus (Maleket aL) (21).
También la metacercaria que nosotros encontramos en Comala, Colima, Méxicoy los adultos obtenidos experimentalmente con este material en gatos y perros sonidénticos a los de Costa Aica: P. mexicanus.
Algo extraño para nosotros resulta ser que el reporte en este mismo trabajo dePseudothelphusa dilatada como huésped intermediario de P. mex;canus en Comala,Colima, México ya que ellOr. A. E. Smalley clasifica a los cangrejos colectados pornosotros en ese mismo lugar sitio del adulto holotipo de P, mexicanus, como Pseudothelphusa (P.) americana belliana (33) infectado con las metacercarias típicas deP. mexicanus sin quiste, que se localizan en el hígado, branquias, músculo de las patas, quelas y en el cuerpo. Asímismo por infección experimental con este material,,como ya se indicó con anterioridad se obtienen formas adultas de P. mexícanus ycon mi racidia de estos adultos, se infectan 200 de 250 A. eostarícensis comportándose el material mexicano trabajado experimentalmente como nuestro P. mex;canus(Malek etl al. 1(21 ,.
Por otra parte en relación a P. calíells;s, parece que los autores no consultaron lostrabajos de Rojas (33) y Rojas et al. (34), en relación a la presencia de esta especieen Costa Rica.
Brenes et al. (6) por infección experimental en animales demuestra que P. mexlcallus y P. peruvianus son la misma especie. Un Paragon;mus de Costa Aica se identifica con esta especie y se redescribe. Tres especies de carnívoros salvajes, dos marsuapiales y el gato doméstico se encuentran naturalmente infectados en Costa Ricacon P. mexicanus. Perros, gatos y dos especies de monos se infectan experimentalmente. Una nueva especie de molusco hidrobideo Aroapyrgus costaricens;s, es elprimer huésped intermediario y Se encontró naturalmente infectado: de 5299 A.costar;censís solamente nueve fueron positivos por la microcercaria de P mexicanus.
Tres especies de cangrejos de Costa Rica y uno de México estaban infectados conla metacercaria típica moviéndose libremente no enquistada de Paragonimlls, De729 Ptychophallus trístaní un 22,9% presentó la metacercaria moviéndose libremente en el hígado sín quiste. Por trituración de partes separadas de 639 cangrejos dela misma especie, la infección aumentó a 70'lt. Las metacercarias sin quistefueron encontradas principalmente en los músculos del Cuerpo, luego en hígado,músculos de las quelas, patas y branquias. El ciclo completo de P mexicanus se realiza en el laboratorio. Se señala la hipótesis que esta especie sea la responsable de
Brenes, R. et al.: PARAGONIMUS y PARAGONIMIASIS 97
los casos humanos al menos en seis países Latinoamericanos.Monge et al. (30), determinaron el grado de infección de los crustáceos Phycho
phallus tristani presentes en una área endémica de Paragonimus mexicanus, encontrándose que de un tutal de 182 cangrejos, 161 resultaron positivos (88,5% ) pormetacercarias. Al comparar la infección entre machos y hembras no se encontródiferencias estadísticamente significativas y en relación a su tamaño se observó unarelación directa entre tamaño, porcentaje y grado de infección. Se estableción queno existen diferencias significativas en relación a la época del año en que los cangrejos fueron capturados, lo que epidemiológicamente es importante pues indica quelas fuente~ de infección permanecen potencionalmente activas durante todo el año.
PATOLOGIA
Larach (18), reporta el primer caso en Centroamérica y Panamá de paragonimiasis pulmonar en Honduras, en una mujer de 23 años residente en el Departamentode Copán, que presentaba episodios de hemoptisis y dolor pleurítico izquierdo, conconvulsiones a repetición a la edad de 15 años, al igual que su tío y hermano. Lomás interesante es que hasta el presente no se ha encontrado reporte de algún otrocaso en que los huevecillos aparecen abundantemente en el esputo, que es de aspecto herrumbroso y achocolatado (huevecillos que identifica el mismo Larach comosimilares a P. westermani. Se trató con cloroquina vemetina.
Morera (32), a pesar de que en el título de su trabajo se refiere a "Trematodiasispulmonae", varias veces en el texto hace mención a paragonimiasis. Sogandares lital. (35) señala el hallazgo de crustáeeos (P. trístaníl e indica que en esta especie yase había encontrado la metacercaria de Paragonimus en Costa Rica. Nuestro estudio al respecto demostró no ser la metacercaria de Paragonimus.
Brenes et al. en 1985 (9) reportan el primer caso de paragonimiasis errática humana en el litoral Atlántico de Costa Rica en un niño de 6 años 9 meses, del Vallede la Estrella, Limón. Presentaba tumoración inguinoescrotal izquierda, leucocitosis de 50.000/m3 con eosinofilia de 15% y radiografía de tórax con acentuación dela ~rama vascular pulmonar. Se realiza biopsia de la túnica que envuelve el testículo, lo cual se encuentra engrosada y edematosa, y presenta gran cantidad de granulomas constituídos por células epiteliales, histiocitos y células gigantes. Estos granulomas aislan y encierran gran cantidad de huevecillos grandes de cutícula gruesa color amarillento, que presentan un opérculo prominente. El tejido se encuentra infiltrado por polimorfonucleares de predominio eosinófilo. Se observaron huevecillostípicos de P. mexicanus, además de cristales de Charcot-Leyden.
Se realizó intradermorreacción con antígeno de P. mexicanus con lo que se obtuvo una pápula con pseudópodos V eritema en el sitio del antígeno y sin ningunareacción con el control. El estudio serológico realizado en el COC (Atlanta), revelóla positividad del suero con una fijación de complemento para Paragonimus sp.:título positivo 1/8.
Este es un caso importante porque es la primera vez que Se encuentra paragonimiasis humana en la zona Atlántica de Costa Rica, estableciéndose así dos franjasgeográficas bien definidas en Ia distribución de esta zoonosis.
98 REVISTA MEDICA HOSPITAL NACIONAL DE NIÑOS DR. CARLOS SAENZ HERRERA
CASOS HUMANOS DE PARAGONIMIASIS HUMANA ESTUDIADOS Y
PRESENTADOS A CONGREOS
Caso No. 1:
Brenes et al. (4) describen un caso de Paragonimiasis en un paciente masculino,
12 años de Santiago de Puriscal, Prov. de San José, expediente No. 21-36·72; Hos
pital Nacional de Niños. Diagnóstico: Meningitis de etiología desconocida. Las
heces por parásitos y el LCR por bacterias y M. tuberculosis fueron negativos. La
intradermorreacción por Paragonimus fue muy positiva. Control negativo.
Se investigan moluscos, crustáceos y mamíferos del lugar de residencia del pa
ciente, observándose formas larvales y adultos de P. mexicanus en estos animales.
Caso No. 2.:Brenes et al. (5) señalan otro caso en un paciente masculino, 5 años de Buenos
Ai res de Puntarenas, internado en el Hospital Nacional de Niños, con diagnóstico de
una masa tumoral en pared abdominal de ocho días de evolución. Biopsia de tejido
subcutáneo abdominal: infiltración inflamatoria aguda y cortes de un helmi,pto,
tremátodo (Paragonimus). En el lugar de procedencia se realizaron en los familiares
pruebas intradérmicas con antigeno de Paragonimus mexicanus con resultado posi
tivo; en cangrejos Se encontraron las formas larvales de P. mexicanus y en Felis do
mesticus formas adultas en el pulmón de la misma especie del tremátodo. (Trabajo
enviado para su publicación, al Am. J. Trap. Med. Hyg. en colaboración con el Dr.M. D. Rittle).
Caso No. 3.:Duarte, G. et al. :( 16) describen el 30 e.aso en un paciente masculino, seis años,
Mercedes Sur de Puriscal, Prov. de San.José, expediente 19·71-79, diagnóstico: neu
monía basal derecha, fiebre 38°C, tos, con dolor torácico y anorexia. Heces con
huevecillos de Trichuris sp. y Paragonimus sp. Intradermorreacción muy positiva
por Paragonimus, igualmente en miembros del núcleo familiar. Se encontró Aroa
pyrgus costaricensis en raíces de Anacardium excelsum (espabell y Prychophallus
tristani con la forma larval de este parásito,
COMENTARIO
En estos tres casos humanos, por nosotros investigados y diagnosticados como para
gonimiasís, es interesante señalar la bondad del uso de la prueba intradérmica en
que utilizamos antígeno de P. mexicanus. Uno de estos casos, presentó un cuadro
agudo de meningitis con eosinofilia en LCR, que fUe negativo por agentes bacteria
nos, inclusive por M. tuberculosis. En otro Se observó una masa tumoral en pared
abdominal, en el Que se pudo corroborar el diagnóstico afirmativo por medio debiopsia (corte transverso oblicuo de Paragonimus) que constituye el primer caso
cutáneo, sin otra localización tisular del parásito en Latinoamérica (sin publi
carl.El tercer y último caso: presentó neumonitis de etiología desconocida, en el que
pudimos observar, por primera vez en nuestro país, un huevecillo de Paragonimus
en heces
Brenes, R et al PARAGONIMUS y' PARAGONIMIASIS 99
Todos estos casos fueron posiblemente por P mexlcanus. ya que en los sitios deorigen de los pacientes, siempre encontramos formas adultas de esta especie en gatos domésticos y las cCJrrespondientes metacercarias en P tristam y Potamocarcinusmagnus Observamos además la presencia constante de Aroapvrgus costaricensis enlas raíces del espabel.
Casos Publicados:Brenes et al. 1982 (7) presentan los tres primeros casos en Latinoamérica de le
siones cerebrales debido a P. mexícanus, que provocan la muerte en dos de los pacientes y obligan a tratamiento quirúrgico de emergencia al tercero.
Caso No. 1.:Niño de cinco años, procedente de Aranjuecito; Puntarenas, que ingresa al Hospi
tal Monseñor Sanabria,exp. 1-73-14121, por dolor periumbilical persistente connáuseas y constipación. Una radiografía de tórax muestra cardiomegalia grado 111,derrame pleural izquierdo y neumonía basal derecha. Presenta leucocitosis sineosinfilia. Se diagnostica "pericarditis" y egresa por mejoría clínica. Un mes después, reingresa con cefalea intensa de predominio derecho y vómito. Al momentode la autopsia se observa un ¡pericardio engrosado con depósito abundante de fibrina. Histológicamente presenta una pericarditis severa con infiltrado eosinofílico ypresencia de granulomas con huevecillos operculados de P. mexicanus y cristales·deCharcot- Leyden. En el cerebro se observa necrosis hemorrágica en lóbulo parietalderecho con numerosos eosinófilos.
Caso No. 2.:Niños de 8 años, procedente de Palmar Norte, Puntarenas, que ingresa al Hospi
tal Nacional de Niños, exp. 29-81-50, con cefalea derecha súbita, vómitos en pro-yectil y pérdida de conocimiento. Al momento de la autopsia se observa una hemorragia en hemisferio cerebral derecho. Histológicamente presenta gran cantidad deeosinófilos. En el hígado y pulmón, al corte se observan numerosos granulomaseosinofílicos con abundantes cristales de Charcot~Leyden y huevecillos opercul~osde P mexicanus.
Caso No. 3.:Niña de 8 años, residente de Coto Brus, Puntarenas que ingresa al Hospital Na
cional de Niños, exp. 31-98-88, durante dos meses presentó cefalea, vómitos, fiebrey crisis convulsivas generalizadas. Su hemograma presenta leucocitosis sin eosinofilia. A la luz de una angiograffa, se le practica una craneotom(a y se encuentra unhematoma subdural en región temporo-parietal izquierda.
Histológicamente revela un tejido fibroso, vascularizado con infiltrado eosinofíIico, cristales de Charcot-Leyden, células gigantes multinucleadas y huevecillosoperculados de P. mexícanus. Se le realiza una intradermorreacción por Paragonímus que da fuertemente positiva. En este caso de nuevo se manifiesta la bondadde la prueba intradérmica en el diagnóstico de paragonimiasis errática debido a P.mexn:anus.
Brenes et al. (8l, describen en 1982 otro caso: paciente masculino, 31 años deedad. con diagnóstico cHnico de fibroadenoma de glándula mamaria derecha. Leslon removida quirúrgicamente: 7 cm. de largo; 4 cm. de ancho; 3 cm. de profun-
100 REVISTA MEDICA HOSPITAL NACIONAL DE NIKlOS DR. CARLOS SAENZ HERRERA
didad. Eosinofilia 29% . El diagnóstico patológico inicial es: granuloma alérgico,sin embargo uno de nosotros (Brenes, R.) revisando las secciones histológicas, observa la presencia de Paragonimus sp. El verme encontrado en el presente caso no sepudo identificar hasta especie porque es inmaduro y las pocas secciones no incluyenel ovario y los testículos.
El parásito presenta un máximo de anchura de 1,85 mm, lo que indica que al menos ha triplicado su tamaño, después de haber penetrado al tejido. La metacercariade P. mexicanus obtenida de cangrejo tiene 1,39 mm de largo por 0,59 mm de anocho, y las de P. calíensís miden 0,96 mm de largo por 0,48 mm de ancho.
El estudio de ejemplares de Paragonimus sp. en mamíferos naturalmente infectados en Colombia, P. westermani y P. ke/licotí de perros infectados experimentalmente, revelan que en general parásitos de 3 mm o más de ancho son formas maduras con huevecilios en el útero, mientras que de 1,5 mm o menos de ancho son inmaduros. Aunque el útero esté desarrollado como en este caso, no contiene hueveci1I0s. El desarrollo de ovario y testículos se observa en vermes de 1,5 mm o menosde ancho, pero no se evidencian las vitelógenas. Esto explica por qué las glándulasvitelinas no se observan en estos cortes. En otro caso reportado de Honduras, losparásitos se identificaron en pulmón y la infección fue asociada con síntomas pulmonares y los huevecillos se observan en esputo.
Paragonimiasis ectópicas se han reportado en sistema nervioso, escápula, conjuntiva, cara, cuello, hombros, tórax, espalda, abdomen, mano, planta del pie, hígado,pericardio, cerebro y testículos. Este es el segundo caso cutáneo de paragonimiasisen América Latina, sin compromiso pulmonar.
CONCLUSIONES
Este trabajo representa, en lineas generales, el esfuerzo y el interés de un grupode investigadores costarricenses que, a partir de 1956 (12) inician el estudio sobreparagonimiasis y señalan el primer aporte en el año 1968 (3), fecha en que trata dedilucidar la especie de Paragonímus que se encuentra en algunos mamíferos. Por primera vez, se trata de describir en Latinoamérica el ciclo de vida de un Paragonimus,
posiblemente una "especie nueva". Es interesante hacer notar, que en esta publicación, a nivel mundial, se encuentra por primera vez una metacercaria del géneroParagonímus, que se observa "moviéndose libremente" en el hígado de los cangrejos,sin la presencia de quiste alguno. Este hallazgo obviamente es suficiente para ladeterminación de la nueva especie; se tienen todas las formas larvales del ciclo, lafase experimental de infección en el gato con esta metacercaria y las formas adultasmadu ras en los .pulmones.
Ya que nosotros no realizamos la publicación de la "nueva especie" en 1968,permite que otros investigadores describan "especies nuevas" de Paragonimus enLatinoamérica: P. mexicanus en 1968, se establece como una nueva especie sinhaber encontrado la correspondiente forma de metacercaria.
Se realizan innumerables excursiones durante ailos a diferentes lugares del paíspara cazar mamHeros, colectar crustáceos y moluscos. Es Interesante señalar el hecho de que por primera vez en Latinoamérica se encuentran moluscos naturalmenteinfectados con formas de Paragonimus y todo esto se relaciona a nuestra supuesta"nueva especie" de Paragonimus en Costa Rica. Al pasar el tiempo se describenotras dos nuevas especies Paragonímus, una de ellas. P /.iJ/II-'I/\/\ ILlttle, 1968) (19),en que llenan el requisito de la forma adulta y la correspondiente metacercarla.
Brenes. R. et al.: PARAGONIMUS y PARAGONIMIASIS 101
P. mexicanus, Miyazaki & Ishii (23) como se indica anteriormente no llena ese requi
sito y los mismo autores en su descripción original (23), en la pág. 451 señalan:
"For taxonomy of the genus Paragommus it is very important to investigate larval
by forms,particulary the metacercaria". y sin embargo no lo hacen y olvidan lo que
ellos mismos preconizan. Otra especie es P. peruvianus (25) que sí llena el requisito
de la forma adulta con la correspondiente metacercaria: forma larval ovalada, en
vuelta "en un quiste". en Pseudothe/phusa chilensis, sin señalar su localización exac
ta. tres metacercarias desenquistadas son llevadas al Japón 'para su estudio. Los au
tores indican que probablemente sea la metacercaria de la especie nueva P. peruvianus pero no se prueba experimentalmente. Además, los mismos autores anotan que
es similar a P. ca/iensís en morfología ya que posee un solo quiste.
Resulta ser que hasta 1971. Miyazaki et a/. (26) estudian otra vez la metacercaria
de P. peruvianus, encontrada de nuevo en el hígado del mismo cangrejo. sin quiste
alrededor de la larva y que se mueve activamente, al infectar gatos obtienen P. peruvianus. Nos extraña que en la descripción de P. peruvianus (25) describen la meta
cercaria en su aspecto morfológico y localización (con quiste yen branquia), lo que
no sólo nos sorprende, sino que ponemos en duda este hallazgo. En la discusión de
este trabajo muestran la sorpresa que la metacercaria de P. peruvianus no es equistada y la enmienda, ya q.ue en todas las especies conocidas de Paragonimus, la meta~
cercaria está en uno o dos quistes. En estas circunstancias y al parecer con las
"nuevas especies" se trata de determinar a cuál especie corresponde la nuestra. Para
definir nuestra especie se trata de completar, con nuestro material, el ciclo de vidaen la naturaleza y experimentalmente. al comparar las formas larvales en los huéspe-
des intermediarios natural y experimentalmente infectados y de los adultos oobteni
dos en esas mismas condiciones y con material de Guatemala, México, Colombia yPerú.
En 1975 (21) definimos por primera vez y por prioridad, como especie válidaP mexicanus y a P. peruvíanus como sinónimo. El Paragonímus reportado por
Brenes et al, en 1968 /3, 10) es ahora considerado como P. m exicanus. Miyazaki en
1974 (28) sostiene el concepto de dos metacercarias diferentes, una para P. peruvianus y la otra para P. mexicanus, que él mismo denomina respectivamente, especie A
y especie B. Sin lugar a duda quedó demostrado que nos la misma cosa, especial
mente al efectuar la infección experimental en gato y obtener de Comala, Colima,
México las dos supuestas diferentes metacercarias que también, por infección expe
rimental en gato se obtienen en Costa Rica formas adultas de P. mexicanus.De uno y otro caso, se infecta experimentalmente Aroapyrgus costarícensis. A
través de la observación natural y experimental del ciclo de vida hemos llegado a la
conclusión de que aquella especie posiblemente nueva, corresponde a P. mexícanus,P. peruvianus como sinónimo.
En América Latina existen únicamente dos especies de Paragonimus en las que se
ha realizado el ciclo de vida: P. ca/iensís (little y Epler, 1973) (20), P. mexicanus(Brenes e1 al.. 1968) (3, 10); (Malek et aL. 1975) (21); (Brenes et al.. 1980) (6).
Finalmente consideramos que para describir una nueva especie de Paragonimus,especialmente en nuestro continente americano. la descripción debe basarse en un
exhaustivo examen de las variaciones morfológicas de los adultos, determinar bien
las variaciones individulaes en una misma población. y particularmente después de
la mfección experimental en huéspedes apropiados con la correspondiente metacer
caria. La reproducción del ciclo de vida es determinante para esos propósitos.
l02REVISTA MEDICA HOSPITAL NACIONAL DE NIr\iOS DR. CARLOS SAENZ >-iERRERA
RESUMEN
Se hace una exhaustiva recopilación y análisis científico de todo lo InvestigadoV escrito sobre Paragon;mus sp. V Paragonim;as;s en Centroamérica V Panamá.
Haciendo una revisión de la literatura en relación a P rud;s y las diferentes apreciaciones que hacen numerosos investigadores, sobre la validez o no, de esta especie,consideramos que es especie válida, sin aceptar las afirmaciones de Nomen nudumo species ;nquirenda, con que se quiere nominar a P. rudis. Anotamos las principalesespecies descritas en esta región P. msx;canus y P. caliensis, junto con sus huéspedesintermeriadiarios y definidos, natural o experimentamente infectados. Se analiza elreporte del hallazgo por primera vez en nuestro país de una metaeercaria del géneroParagonimus, que aparecía moviéndose libremente en hlgado de los cangrejos sinmembranaquística y se describe, una nueva especie de molusco, Aroapyrgus costarícens;s, que sirve de huésped intermediario de P. mexicanus en Costa Rica.
Uno de los autores (R.B) demuestra por primera vez, que P. mex;canus y P. peru·v;anus son la misma especie, quedando como especie válida por prioridad P. mex;canus, en estudios realizados en base a características morfológicas, ciclo de vida e infección natural y experimental. Igualmente se realiza por primera vez en Costa Ricael ciclo de vida natur.al y experimentaln:'ente de P. mex;canus.
En América Latina existen únicamente dos especies de Paragon;mus en los que seha realizado el ciclo de vida: P. ca!iensis y P. mex;canus.
Finalmente se hace un resumen de los casos humanos de paragonimiasis reportados en Centroamérica y Panamá.
AGRADECIMIENTO
Deseamos expresar nuestro sincero agradecimiento por su colaboración y ayudaen nuestra investigación a los siguientes investigadores:
Dr. E. Caballero y Caballero {+} Instituto de Biología, México. UNAM.
Dr. Lauro Travassos (+) y a la Dra. Ana Kohn, Instituto Oswaldo Cruz, Brasil.
A los Ores. P. Ch. Beaver, M.O. Little, A.E., Malek VA. E. Smalley de la Universidad de Tulane, New Orleans, USA
Dr. Octavio Sousa, Gorgas Memorial Laboratory, Panamá.
Al Dr. Misael Chinchilla C" Decano de la Facultad de Microbiología, Universidadde Costa Rica.
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