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Red de Huerteras y Huerteros RosarioTRANSCRIPT
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Organizaciones sociales de agricultores urbanos/as. Modelos de gestin y alianzas innovadoras para la incidencia pblica
Estudio de caso
Consolidacin de la Red de huerteras y huerteros de la ciudad de Rosario
Elaborado por:
Lattuca, Antonio (Director Programa Agricultura Urbana, Municipalidad Rosario)
Lemos, Custodio (Tcnico Programa Agricultura Urbana, Municipalidad Rosario - CEPAR)
Mazzuca, Andrea (Tcnica Programa Agricultura Urbana Municipalidad Rosario)
Oru, Mario (Promotor Huertero Programa Agricultura Urbana Municipalidad Rosario)
Ponce, Mariana (Tcnica Programa Agricultura Urbana Municipalidad Rosario)
Ramos, Tomaza (Promotora Huertera Programa Agricultura Urbana Municipalidad Rosario)
Terrile, Ral (Tcnico Programa Agricultura Urbana Municipalidad Rosario - CEPAR)
Rosario, Argentina, Noviembre de 2005
PROMOCIN DEL
DESARROLLO SOSTENIBLE
PROMOCIN DEL
DESARROLLO SOSTENIBLE
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ndice del Documento del Estudio de Caso
ndice pg. 2
ndice de cuadros pg. 4
ndice de fotos y grficos
Siglas
RESUMEN DEL CASO pg. 5
CONTENIDO
PARTE 1
1. Ubicacin y contexto en el que se desarrolla la experiencia Pg. 9
1.1 Ubicacin y contexto pas (del Estado, Regin, Provincia o Departamento)
1.1.1 Ubicacin del pas, Estado, Regin, Provincia, Departamento
1.1.2 Principales caractersticas de su poblacin 1.1.3 Contexto socio-econmico
1.1.4 Organizacin institucional y poltica
1.2 Ubicacin y contexto local (Municipio) 1.2.1 Ubicacin del Municipio
1.2.2 Principales caractersticas de su poblacin
1.2.3 Contexto socio-econmico 1.2.4 Organizacin institucional y poltica
1.2.5 Marco legal y normativo 1.2.6 Mapeo de Actores
PARTE 2
2. Descripcin y caracterizacin de la experiencia Pg. 25
2.1 Perfil de los integrantes de la OSAUP
2.2 Perfil de la OSAUP
2.2.1 Origen de la OSAUP 2.2.2 Objetivos, escala de intervencin y tipo de actividad(es)
2.2.3 Organizacin y funcionamiento 2.2.4 Infraestructura y situacin financiero/contable
2.2.5 Intereses comunes y participacin
2.2.6 Fechas clave
2.3 Alianzas (puntuales y estratgicas) establecidas por la OSAUP para la incidencia poltica y el acceso a recursos, insumos y mercados
2.3.1 Objetivos y motivos que llevaron al establecimiento de las alianzas
2.3.2 Actores involucrados y mecanismos utilizados 2.3.3 Temas y tipos de alianzas priorizados
2.3.4 Beneficios mutuos alcanzados 2.3.5 Participacin de las mujeres, jvenes y ancianos
2.3.6 Problemas identificados y formas de solucionarlos
2.4 Estrategias desarrolladas por la OSAUP para la incidencia poltica y el acceso a recursos, insumos y
mercados 2.4.1 Principales estrategias y acciones desarrolladas
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2.4.2 Incidencia poltica de la OSAUP 2.4.3 Participacin de las mujeres, jvenes y ancianos
2.4.4 Problemas identificados y formas de solucionarlos
PARTE 3
3. Anlisis de las alianzas y estrategias Pg. 50
3.1 Anlisis de las principales alianzas establecidas (puntuales y estratgicas) 3.1.1 Tipos de alianza establecidas (puntuales y estratgicas)
3.1.2 Cumplimiento de los objetivos y efectividad de las alianzas establecidas 3.1.3 Relacin de la OSAUP con sus aliados
3.1.4 Duracin y evolucin en el tiempo de las alianzas 3.1.5 Participacin efectiva de las mujeres, jvenes y ancianos
3.1.6 Papel de las/os lderes en el establecimiento de alianzas
3.1.7 Fortalezas y debilidades para el establecimiento de alianzas 3.1.8 Dificultades y mecanismos utilizados para superarlas
3.2 Anlisis de las principales estrategias desarrolladas
3.2.1 Tipo y efectividad de las estrategias y acciones desarrolladas
3.2.2 Logro de los objetivos 3.2.3 Participacin efectiva de las mujeres, jvenes y ancianos
3.2.4 Papel de las/os lderes en el desarrollo de las alianzas 3.2.5 Fortalezas y debilidades para el desarrollo de las estrategias y acciones
3.2.6 Dificultades y mecanismos utilizados para superarlas
PARTE 4
4. Resultados alcanzados en el establecimiento de alianzas y el desarrollo de estrategias
Pg. 57 4.1 Resultados alcanzados en el establecimiento de alianzas
4.1.1 Resultados para los miembros de la OSAUP
4.1.2 Resultados para la OSAUP con relacin a su organizacin, funcionamiento e incidencia poltica
4.2 Resultados alcanzados con el desarrollo de las estrategias
4.2.1 Resultados para los miembros de la OSAUP
4.2.2 Resultados para la OSAUP con relacin a su organizacin, funcionamiento e incidencia poltica
PARTE 5
5. Lecciones aprendidas y recomendaciones Pg. 61
5.1 Lecciones aprendidas con relacin a la organizacin, funcionamiento e incidencia poltica
5.2 Recomendaciones con relacin a la organizacin, funcionamiento e incidencia poltica
Bibliografa consultada Pg. 66
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ndice de Tablas
Tabla N Tema Pag
1 Parmetros climticos: Valores medios anuales para la dcada 1980-1990 12
2 Valores medios anuales de das de ocurrencia de los fenmenos meteorolgicos 13
3 Distribucin de la poblacin de la ciudad de Rosario, estimada al 30 de junio de 1998,
clasificada por Distritos Municipales
13
4 Poblacin econmicamente activa 16
5 Porcentaje de huerteras y huerteros por edad y sexo 26
6 Roles asumidos por las mujeres 28
7 Trabajos que opinan las mujeres que pueden desarrollar ellas, varones o ambos 28
8 Opinin de huerteras sobre responsabilidad de grupo 29
9 Niveles de alfabetizacin 29
10 Nivel de instruccin 30
11 Cantidad de hijos/as 23
12 Datos de la situacin habitacional - Barrio Molino Blanco 31
13 Unidades con bao conectado a la red cloacal Barrio Molino Blanco 31 14 Viviendas con piso de madera, ladrillo, tierra o contrapiso Barrio Molino Blanco 31 15 Viviendas segn revestimiento y materiales techo Barrio Molino Blanco 31 16 Ingreso mensual mnimo por productores/as AU en las ferias 32
17 Ingreso mensual de productores dedicados a AU tiempo completo 32
18 Comparativo de opinin de los consumidores respecto a calidad, precio y variedad 52
19 Alianzas con financiadores no gubernamentales vinculadas al CEPAR 58
20 Alianzas con financiadores gubernamentales 58
ndice de planos
Cuadro
N
Tema Pag
1 rea de cobertura de la ciudad con servicio de agua potable 14
2 Ubicacin espacial de las huertas en la ciudad 30
ndice de cuadros
Cuadro
N
Tema Pag
1 Organigrama Programa de AU Municipalidad de Rosario 21
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RESUMEN DEL CASO
Ubicacin y contexto
Rosario es la tercera ciudad ms poblada de Argentina. Su ubicacin dentro de la regin pampeana y
su condicin de ciudad portuaria la convirtieron en una de las ms importantes de la regin. Histricamente, ha tenido una buena oferta laboral apoyada en empresas vinculadas a las actividades
agropecuarias, pequeas y medianas empresas de diversos rubros, por disponer de buena
infraestructura y ofrecer servicios de salud y educacin de calidad. Estas condiciones la posicionan como una ciudad atractiva para familias pobres provenientes de otras
provincias, principalmente del norte, noroeste y noreste del pas, especialmente para quienes habitan regiones en donde la pobreza se ha convertido en una variable estructural.
Sin embargo, a partir de la dcada de los `80, su perfil se ha modificado. La aplicacin sistemtica de polticas neoliberales provocaron el quiebre de gran parte de las industrias instaladas y la desaparicin
de las pequeas y medianas empresas dinamizadoras de la economa local y empleadoras
significativas de mano de obra. En la zona rural, las migraciones del campo a la ciudad se han incrementado a partir de la
implementacin de un modelo de produccin agropecuario basado en paquetes tecnolgicos que requieren de alta tecnificacin, generan alta dependencia de insumos externos, promueven
monocultivos y expulsan la mano de obra.
Los expulsados del sistema laboral formal y excluidas del mercado, pasaron a integrar los enormes asentamientos irregulares que circundan los centros urbanos. Rosario no escap a esa realidad. En
este contexto se iniciaron las actividades de Agricultura Urbana (AU) como una estrategia de produccin y acceso a alimentos y de generacin de ingresos genuinos.
El antecedente mas visible de promocin de la AU en la ciudad se remonta al ao 1988, por iniciativa de la ONG CEPAR, que trabajaba con organizaciones a nivel barrial la produccin de hortalizas en
huertas comunitarias, como una estrategia para la produccin de alimentos sanos y accesibles, que
generaran ingresos con su venta. Esta iniciativa tom fuerza con la generacin de programas oficiales: a nivel municipal la creacin del Departamento de Huertas (1991-1995) y a nivel nacional con la
creacin del programa de Seguridad Alimentaria Pro Huerta INTA. Desde esta poca, los/as productores/as vienen desarrollando distintas estrategias de organizacin
informal y de alianza con los programas oficiales. Incluso se lleg a conformar una cooperativa, que
hoy se encuentra ms ligada a las actividades que desarrolla uno de los lderes de aquel proceso. La experiencia no pudo sobrevivir como organizacin, frente a la disolucin del Programa de Huertas
Comunitarias en 1997. Le falt consolidarse en cuanto a la escala productiva y a lograr autonoma (tanto en lo poltico como en lo econmico).
En Diciembre de 2001 frente a la aguda crisis que sufri Argentina y la regin que aument la indigencia y la pobreza a casi un 61%, la AU volvi a mostrarse como una estrategia vlida para
superar la emergencia. Es a partir de esta profunda crisis que se encuentran la accin de buena parte de la poblacin,
buscando una opcin laboral a su alcance, y la municipalidad, que a travs del Programa de Agricultura Urbana (PAU) ofreca recursos, capacitacin y organizacin para canalizar la necesidad y
las ganas de salir delante de los sectores ms postergados.
En este marco se comenz a conformar la Red de Huerteras y Huerteros, organizacin que va tomando cuerpo y se va fortaleciendo en un proceso continuo sin poder precisar una fecha precisa en
la que inici sus actividades. A partir del proceso de investigacin-accin desarollado con el presente proyecto se ha promovido su
estructuracin y se encuentra en un proceso de conformacin de sus canales formales de
funcionamiento.
Perfil de las/os huerteros y de la Red
Sus integrantes se caracterizan como huerteras y huerteros que pueden pertenecer o no a alguna organizacin barrial, partido poltico, grupo religioso, etc. En general participan de alguna otra
actividad complementaria que no necesariamente esta vinculada a la huerta, siendo la mayora de sus
integrantes mujeres (63%).
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En numerosos casos son beneficiarias/os de planes sociales, siendo los ms comunes aquellos que asisten a desocupados jefes de hogar (mujeres o varones) con hijos menores a cargo.
Una condicin que les es comn es que la mayora son desocupados excluidos del mercado formal de
trabajo. Por lo tanto conocen del sacrificio y la presin que significa lograr algn recurso para la familia y el desaliento de no poder conseguirlo. Muchos de ellos/as son migrantes provenientes de las
provincias del noreste del pas, identificndose descendientes de indgenas (de comunidades Tobas, wichis y Mocoves mayoritariamente).
En general se encuentran en situacin de pobreza estructural, ya sean migrantes internos, expulsados
del campo o de centros urbanos ms pequeos, o desempleados urbanos. Algunos poseen conocimiento del trabajo con la tierra, por lo que se valoran y rescatan sus saberes
populares, aplicndolos a los sistemas de cultivo. Tambin existen desocupados que no han tenido experiencia alguna de trabajo con la tierra y que hoy
se asombran de los logros alcanzados, ya que se encuentran produciendo en sus parcelas para consumo propio y en algunos casos participando exitosamente de las ferias semanales.
Hoy los une el sentirse nuevamente valorados, integrados socialmente y la posibilidad cierta de vivir
de la Agricultura Urbana.
La Red se caracteriza por su funcionamiento informal. Marcada en su nacimiento por ser una organizacin que pretenda funcionar con una lgica diferente a las conocidas, basada en la libertad
para opinar, el respeto y el compaerismo. Todo esto requiere un esfuerzo importante de sus
integrantes y un compromiso en cuanto a las prcticas que se establecen. Sus actuales acciones tendientes a su formalizacin, la estructuracin de sus canales de
funcionamiento y los mecanismos que garanticen los valores enunciados como principios, dan cuenta de ello. Las huerteras y los huerteros promueven una organizacin slida y basada en el respeto e
inters grupal de sus integrantes.
Alianzas puntuales y estratgicas establecidas por la Red
La alianza ms fuerte que ha desarrollado y sostenido la organizacin es con el PAU de la
Municipalidad, caracterizada por establecer una relacin diferente entre una organizacin de la sociedad civil y el estado. En primer trmino porque se da protagonismo a los sectores ms
vulnerables en el proceso de encontrar una solucin a sus necesidades, con lo cual se reconoce las
potencialidades que tiene cada uno. Y por otra parte, por promover un ejercicio distinto en las prcticas de poder del estado (en este caso municipal), apoyando una iniciativa concreta de
generacin de alimentos y de trabajo genuino sin apelar al clientelismo. Esta alianza ha permitido establecer acuerdos con otros actores gubernamentales y alianzas
estratgicas con otras reas municipales y actores sociales.
A nivel no gubernamental la alianza ms importante es la que establece con la ONG CEPAR, vnculo que le permite desarrollar estrategias de relacionamiento con otros organismos internacionales as
como instancias de asesoramiento tcnico. Tambin ha construido alianzas con otras organizaciones no gubernamentales, organizaciones
barriales, centros comunitarios, agrupaciones, etc. como la Universidad, con quien han efectuado trabajos sobre temas especficos, destacndose el grupo de Energas Alternativas de la Facultad de
Ingeniera de la UNR y el CEAH, Centro de estudios del Ambiente Humano, de la Facultad de
Arquitectura, Planeamiento y Diseo de la UNR. Estas alianzas han contribuido a su validacin ante la sociedad y han facilitar su trabajo concreto.
Estrategias desarrolladas por la Red
La lnea de accin llevada adelante por los huerteros/as a lo largo de su desarrollo ha sido: ocupar terrenos, negociar, presionar, legitimar, legalizar, participar en un proceso junto a las instituciones y
organizaciones que le dieron protagonismo y espacio para un trabajo conjunto. Tambin han sabido aprovechar los espacios de participacin polticas a disposicin u ofrecidos para incidir en el logro de
mejores condiciones de vida y trabajo. La principal estrategia ha sido la de participar de manera masiva en las distintas instancias de
participacin existentes, logrando mejorar su visibilidad y captando la atencin a su problemtica.
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El desarrollo de la alianza estratgica con el PAU y el CEPAR, sumado a la colaboracin del Pro Huerta le ha permitido participar de un proceso conjunto de produccin, procesamiento y comercializacin de
su produccin.
No obstante, a nivel de sus integrantes, se registra un ejercicio de participacin que, si bien no es uniforme, se apoya en la idea comn de luchar por lo que creen que les corresponde y en una gran
facilidad para reclamar ante los diferentes niveles de representacin del gobierno local (como son el Concejo Deliberante, Secretara de Promocin Social o incluso la misma Intendencia) y a nivel
provincial.
Resultados alcanzados en el establecimientos de las alianzas y en el desarrollo de
estrategias
Si se toma como referencia la situacin de los huerteros y huerteras en el ao 2001 en plena crisis y se las compara con la situacin actual, es posible afirmar que las mejoras alcanzadas son evidentes.
La alianza con el gobierno local, el CEPAR y el Pro Huerta desarrollada como parte del proceso de
implementacin del PAU les ha permitido a acceder a espacios productivos, de elaboracin y comercializacin de sus productos, inexistentes hasta el momento de iniciarse esta relacin. Les ha
posibilitado la generacin de ingresos genuinos, asimismo les ha permitido constatar la validez de la propuesta para crecer de manera personal y grupal. Y, seguramente lo mas importante, tener
expectativa de consolidarse en la actividad como su principal fuente de ingresos.
Todo este proceso descripto ha tenido un resultado tangible que ha sido la construccin colectiva y progresiva de la Red de Huerteras y Huerteros de la ciudad de Rosario, que concluye en esta ltima
etapa con la estructuracin y fortalecimiento de la Red, en el que mucho ha influido el presente proyecto de investigacin-accin.
Las estrategias seguidas por los miembros de la organizacin de negociacin, presin, participacin en procesos de investigacin-accin, participacin en foros de discusin poltico con el gobierno local, etc.
le permiti ganarse un espacio en las mesas de negociaciones y ser partcipes en los proyectos,
programas y acciones directamente relacionadas con la AU en la ciudad de Rosario. De esta manera, las huerteras y huerteros se han integrado como socios en el PAU organizados en
una red productiva. Han mejorado su calidad de vida, a travs de un proceso de desarrollo local que tiene como premisa el cumplimiento de los objetivos mltiples en los que se basa la agroecologa.
Lecciones aprendidas
Para la Organizacin: - La consolidacin de la Red de Huerteras y Huerteros se basa en la obtencin de logros concretos
y avanzar en la medida de que la organizacin pueda atender a las expectativas y necesidades
de sus miembros. - Una organizacin de las caractersticas de la Red, integrada por personas de escasos recursos,
estar en condiciones de ser responsable de su propio destino en la medida que pueda tener desarrollada las siguientes capacidades: 1) de equipamiento e infraestructura de todo el proceso
necesaria para producir en cantidad y calidad, 2) sociales, en relacin a que sus miembros se fortalezcan para integrarse a un proceso participativo, de co-gestin, con compromiso, en pos de
un objetivo comn, 3) organizativa, en cuanto al grado de funcionamiento democrtico, de
igualdad de oportunidades de sus miembros, que de respuesta a los valores sealados por los miembros de la organizacin.
- La estrategia desarrollada por los miembros de la Red en una situacin de emergencia ha demostrado ser vlida. Dicha estrategia basada en la ocupacin de los espacios en forma pacfica
para acceder a un recurso clave como es el suelo, permiti legitimar la accin al tratarse de un
recurso necesario para producir alimentos y luego luchar por su legalizacin en un proceso participativo logrando la tenencia segura de los terrenos.
- La fortaleza que se logra como organizacin, a partir de la unin de todos los huerteros/as se apoya en su capacidad de negociacin y la visibilidad de su actividad ante la sociedad, a partir de
un trabajo coordinado entre sus miembros y otros actores socios. - La experiencia demuestra la importancia de trabajar a nivel de grupos productivos, la igualdad de
oportunidades entre varones y mujeres, la construccin de nuevos liderazgos con el fin de
democratizar el acceso equitativo a los recursos.
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- Tambin ha sido muy importante la experiencia adquirida y la valoracin del trabajo lograda en la relacin directa alcanzada con los consumidores en las ferias.
- Asimismo resulta clave, el crecimiento personal y colectivo logrado por los miembros de la Red al
trabajar en un proceso donde se ha reconocido su aporte y se han sentido participes del mismo.
Para el funcionamiento de la Red - El proceso de construccin de las organizaciones necesita de un tiempo de maduracin que es
preciso acompaar hasta que puedan consolidar su funcionamiento.
- Es importante que todos/as los miembros de la organizacin en el proceso, hayan asumido responsabilidades y compromisos en tareas de planificacin de actividades, en la toma de
decisiones y participen activamente en instancias de gobernabilidad como un ejercicio de permanente aprendizaje necesario para democratizar la misma.
- El aprendizaje proveniente de sus organizaciones de origen en cuanto a liderazgos fuertes han obstaculizado el crecimiento de sus miembros y de la organizacin misma. Por este motivo han
optado por un sistema de conduccin colegiada con representatividad territorial
- Es necesario desarrollar mecanismos de comunicacin amplios y masivos para que la informacin llegue a todos los miembros de la Red, de manera que no se generen inequidades en el manejo
de la misma por parte de personas o grupos.
En la incidencia poltica
- Es necesario valorar la metodologa del PAU, que no busc exclusivamente resolver necesidades bsicas insatisfechas (que podran resolverse con los programas asistenciales de distribucin de
alimentos), sino que por el contrario, gener oportunidades laborales para los pobres urbanos, promoviendo su capacidad de organizacin y consolidando una progresiva autonoma que les
permiti su crecimiento individual y grupal. - Las ONGs juegan un rol clave contribuyendo a la interpretacin de las necesidades y demandas de
una sociedad civil, en principio no organizada, y asumiendo un rol en la promocin y enlace con el
estado y otros organismos. - La recuperacin y apropiacin de los espacios pblicos por parte de la sociedad civil y las
organizaciones populares, tanto los relacionados con la posibilidad de expresarse en foros de participacin ciudadana ha sido un mecanismo exitoso para ejercer la ciudadana de una manera
plena y democrtica.
- Es preciso mejorar la coordinacin de los tiempos polticos e institucionales de los gobiernos, con los vinculados a proyectos provenientes de organismos donantes, con los ciclos productivos
locales y con las necesidades reales de los miembros de la Red que se manejan con otras lgicas distintas a las burocrticas.
- El proceso de fortalecimiento y consolidacin de la Red de Huerteras y Huerteros se desarroll en
el marco de una plataforma poltica impulsada por el gobierno local de manera integrada y donde las instancias de participacin se desarrollan en distintos niveles.
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1. UBICACIN Y CONTEXTO EN EL QUE SE DESARROLLA LA EXPERIENCIA
1.1 Ubicacin y contexto pas (del Estado, Regin, Provincia o Departamento)
1.1.1 Ubicacin del pas, Estado, Regin, Provincia, Departamento
La Repblica Argentina tiene una superficie de 2.766.889 km2, a los que se aaden 966.000 km2 de territorio continental antrtico, y varios grupos de islas en el Atlntico Sur. Limita al noroeste con
Bolivia, al norte y noroeste con Paraguay, al este con Brasil, Uruguay y el Ocano Atlntico, y al oeste
con Chile. La longitud de las costas en el ocano Atlntico es de 4.725 km. El relieve argentino es muy diverso, desde la cordillera andina, la ms importante del continente sudamericano que forma frontera
natural con Chile; la gran llanura de la Pampa y la Patagonia con innumerables mesetas; hasta valles, sierras y caadas con vegetacin estepea. Dada la gran extensin del pas, el clima vara entre
semidesrtico en el norte, subtropical en el noroeste y subrtico en el extremo meridional. La capital Buenos Aires tiene un clima templado con una temperatura que varia de 23,5 en Enero/Febrero a
10,9 en Julio/Agosto.
1.1.2 Principales caractersticas de su poblacin
El pas cuenta con una poblacin de 36.260.130 (IDEC, 2001). Con una densidad poblacional de 13,0 hab./km2 y una tasa de crecimiento poblacional de 1,26% (INDEC. 2001). Argentina se caracteriza por
tener una poblacin joven, en la que el 61.6%, tiene entre 15-64 aos, el 28.9% es menor de 14
aos, y tan solo un 10% mayor de 65 aos. Aproximadamente el 85% de su poblacin es de ascendencia europea, principalmente espaola e italiana, aunque tambin hay un nmero significativo
de inmigrantes de Europa Central y del Este. El 15% restante lo forman mestizos y, en menor nmero, indgenas y descendientes de inmigrantes de Oriente Medio, principalmente de Siria y Lbano.
El idioma oficial es el espaol (castellano), aunque en algunos lugares del pas se hablan diversas
lenguas como el aymara, guaran, toba, wichi y mapuche, por lo que existen escuelas de
funcionamiento bilinge.
En lo que respecta a educacin, el 76,5% de los alumnos estn matriculados en centros estatales frente al 23,5% que cursan estudios en centros privados. Se registra una alta tasa de migracin
interna, principalmente de las reas rurales a los centros urbanos. La distribucin geogrfica de la
poblacin del pas es heterognea. El alto nivel de concentracin de poblacin en algunos puntos del pas y la gran cantidad de municipios refleja una situacin muy particular. El 82.3% de los municipios
tiene menos de 10.000 habitantes; del 60% de la poblacin vive en los pocos municipios de ms de 100.000 habitantes y ms de la tercera parte habita en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires y los
diecinueve partidos del conurbano bonaerense. Por este motivo se superponen dos realidades a nivel
local: un alto grado de urbanizacin y una gran heterogeneidad en la distribucin de la poblacin.
1.1.3 Contexto socio-econmico Histricamente, Argentina bas el desarrollo de su economa en la produccin y exportacin de granos
y carnes, con base en un modelo netamente agro exportador que se intent modificar implementando un proceso de sustitucin de importaciones en la dcada de 1950. Sin embargo, las sucesivas crisis
institucionales, polticas y econmicas, nacionales e internacionales que se sucedieron a partir de la
dcada de 1960, contribuyeron a dividir y polarizar las fuerzas polticas y econmicas sin que se llegara a un acuerdo que garantizara el desarrollo ms integrado y equilibrado del pas. Los gobiernos
militares consolidaron la destruccin del aparato productivo nacional, el endeudamiento y la preponderancia del sector financiero por sobre el productivo, a la vez que atacaron las formas
organizativas y participativas, vaciando las organizaciones sociales.
A partir de 1983 con la recuperacin de la democracia se inicia un proceso de reconstruccin de los
vnculos sociales, aunque en el marco de un modelo econmico que genera exclusin en forma continua y ascendente. Durante los dcada de 1990, no se cumplieron los objetivos de redistribuir
ingreso, disminuir el desempleo y atenuar la pobreza. Por el contrario la situacin social se agrav. Entre 1990 y 1999 la riqueza se concentr mientras la brecha entre ricos y pobres creca en la misma
medida en que el Producto Bruto Interno (que en el perodo se increment en un 57%). El
crecimiento econmico result regresivo para vastos sectores de la poblacin, ya que no fue acompaado de polticas que garantizaran su redistribucin social. En dicho perodo tuvo lugar un
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proceso de modernizacin, tanto en el sector privado como en el pblico que dio lugar a la apertura econmica, la reforma del Estado con un alto contenido privatizador, el fortalecimiento del sector
financiero y la formacin del Mercosur. Se adopt un sistema de convertibilidad fija de la moneda con
respecto al dlar, que deriv en una apreciacin de la primera y en una prdida de competitividad de la economa. La crisis de la convertibilidad provoc la crisis de 2001, sumado a la imposibilidad del
pas de cumplir con el pago de los servicios de la deuda externa.
En este contexto, Argentina sufri una de las crisis ms grandes de toda su historia en el perodo
entre 2001-2002, desde el punto de vista econmico, social y poltico. Una crisis que para muchos signific una ruptura en la historia y un cambio de paradigmas, particularmente por el
empobrecimiento de grandes capas de la poblacin.
El informe del PNUD Aportes para el Desarrollo Humano en la Argentina 2002 destaca que En un ao la pobreza aument considerablemente. De afectar al 32% de la poblacin de 36 millones pas al 53 %. Y entre los pobres, el 22% es indigente, es decir no tiene ingresos para cubrir una canasta bsica de alimentos (...) Los ndices de hambre, pobreza e indigencia se duplican o triplican desde hace unos pocos aos, incluyendo a nuevos grupos altamente vulnerables como: nios, jvenes, mujeres y ancianos (Clarn 2002). Actualmente, Argentina ocupa el lugar 34 en el ranking mundial de desarrollo humano y es el primer pas de Amrica Latina (ndice de Desarrollo Humano, 2002) con un
valor del IDH de 0,844 comparado con el 0,767 de la regin.
Los indicadores sociales y de pobreza reflejan un nivel muy superior si se lo compara con la situacin
latinoamericana. Su Producto Bruto Interno per cpita (el poder de compra paritario) es el mayor a nivel regional en dlares (U$S 10.880 en 2002) y en los indicadores de educacin y esperanza de vida
supera el promedio regional.
La economa argentina ha crecido entre 2003 y 2004 a una tasa anual del 9%. Se prev para 2005 un
crecimiento algo menor aunque importante, del orden del 6%. Sin embargo, en un pas que en el pasado mostraba un alto "equilibrio social", similar al de los pases desarrollados (en 1983 solo el 6%
de desempleo y un 12% pobres), hoy cuenta con un 41% de su poblacin por debajo de la lnea de pobreza (calculada en un ingreso de $ 776 por unidad familiar, aunque la canasta bsica de alimentos
y servicios es de aproximadamente $ 1.500 mensuales). Un poco menos de la mitad de los pobres son
indigentes. Si bien la situacin fue ms aguda a fines de 2001, hoy no se han logrado restablecer los niveles de ingresos alcanzados antes de la crisis.
Los empleados pblicos, que suman 1.500.000, reciben sueldos promedio de $ 900; los trabajadores
asalariados registrados del sector formal de la economa, unos 4.000.000 de personas, reciben un
salario promedio de $ 1.100 ; mientras que los trabajadores asalariados sin aportes sociales (sector informal), que alcanzan otros 4.000.000 reciben, en el mejor de los casos, remuneraciones promedios
de $ 800 mensuales En sntesis, 9.500.000 de trabajadores asalariados de todas las categoras, que corresponden al 70% de la Poblacin Econmicamente Activa (PEA), viven con ingresos inferiores a la
canasta bsica. A dichas remuneraciones -que son promedios generales de todas las actividades y de todo el pas- hay que descontarles la inflacin ocurrida despus de la devaluacin (Encuestas
permanente de hogares, 2002).
Los planes de subsidios al desempleo ("Jefas y Jefes de Hogar") y otros subsidios han disminuido de
1.600.000 (2002) a 1.200.000 beneficiarios, y otorgan remuneraciones de $ 150 mensuales que equivalen a unos U$S 55 por mes.
La economa argentina se encuentra fuertemente condicionada por su nivel de endeudamiento externo. Asimismo presenta una demanda insuficiente y una desequilibrada distribucin de la riqueza:
en el segundo semestre de 2004, el 10% ms rico de la poblacin tena ingresos 28 veces superiores a los del 10% ms pobre. Estos datos pareceran confirmar que la valiosa recuperacin econmica
(2003-2005) vino unida a una fuerte concentracin del ingreso ya que el 20% de los hogares ms pobres viven con $ 54 mensuales por cada miembro de familia; otro 20% vive con entre $ 150 y $
300 mensuales por miembro; un 30% con $ 500 por miembro (clase media y el 10% de los
asalariados registrados) y el resto (otro 30%) vive con ingresos de $ 1.000 o mas por miembro. En sntesis, un 40% de la poblacin vive en la pobreza, un 30% satisface sus necesidades pero sin poder
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progresar econmica y socialmente, y solo un 30% satisface sus necesidades pudiendo ahorrar y progresar. El sistema de redistribucin de la riqueza en Argentina provoca exclusin social a gran
escala, especialmente con los nios. En el Gran Buenos Aires, en 2004, el 63% de los nios menores
de 14 aos vivan en hogares pobres, y 100.000 de ellos trabajaban en la calle (Encuesta Permanente de Hogares. 2004). En un pas como Argentina, con un pasado de igualdad con importantes niveles de
bienestar social, es inevitable que la situacin actual genere todava permanente inquietud y malestar social y poltico.
1.1.4 Organizacin institucional y poltica El Estado argentino es republicano, representativo y federal con dos niveles institucionales
representados por la federacin y los estados miembros. El Poder Ejecutivo est representado por el Presidente de la Repblica, que llega a su cargo por eleccin directa y dura 4 aos en sus funciones.
El Poder Legislativo est integrado por dos Cmaras: la de Diputados (representantes de la Nacin) y la de Senadores (representantes de las Provincias y a la Ciudad Autnoma). De esta manera, los
ciudadanos de cada estado miembro de la federacin (Provincias) deben cumplir las leyes especficas
de su Provincia, adems de las leyes promulgadas por las instituciones federales. Existe una fuerte autonoma provincial que se plasma en las distintas constituciones provinciales.
Argentina cuenta con 23 provincias (jurisdicciones intermedias) y la Ciudad Autnoma de Buenos
Aires, que corresponden a los Estados Federados, y ms de 2.112 municipalidades (jurisdicciones de
nivel local) (Indec. 2002). Los municipios argentinos son muy heterogneos, con diferentes esquemas organizacionales y un bajo nivel de desarrollo comparado con el de las provincias. El nivel local goza
de cierta autonoma pese a que son las provincias quienes estn a cargo de los temas subnacionales.
La Constitucin establece en el art. 107 que Los municipios son organizados por la ley sobre la base: - De un gobierno dotado de facultades propias, sin otras injerencias sobre su condicin o sus actos
que las establecidas por esta Constitucin y la ley - constituido por un intendente municipal, elegido directamente por el pueblo y por un perodo de
cuatro aos, y por un Concejo Municipal, elegido de la misma manera, con representacin minoritaria, y renovado bianualmente por mitades, y
- con las atribuciones necesarias para una eficaz gestin de los intereses locales, a cuyo efecto la ley los proveer de recursos financieros suficientes.
A este ltimo fin, pueden crear, recaudar y disponer de recursos propios provenientes de las tasas y dems contribuciones que establezcan en su jurisdiccin. Tienen asimismo participacin en gravmenes directos o indirectos que recaude la Provincia, con un mnimo del cincuenta por ciento del producido del impuesto inmobiliario, de acuerdo con un rgimen especial que asegure entre todos ellos una distribucin proporcional, simultnea e inmediata (Tamburri, 2005). Argentina ha profundizado su proceso de descentralizacin desde el inicio de la transicin
democrtica. En la ltima dcada la relacin entre el gobierno central y los subnacionales se ha pautado por el tema fiscal. Al respecto, es difcil hablar de una negociacin real, ya que son los
objetivos y polticas de la Nacin las que determinan al final los resultados y las medidas a tomar. Rosario ha reivindicado desde hace tiempo el reconocimiento de su autonoma, e incluso ha
identificado ese propsito como una de las lneas de accin del Plan Estratgico de la ciudad.
1.2 Ubicacin y contexto local (Municipio)
1.2.1 Ubicacin del Municipio
La ciudad de Rosario se ubica en Latitud 32 5218 Sur y 33 0222 Sur y Longitud 60 3644 Oeste y 60 47 46 Oeste, a 22.50 24.60 mts. Su clima es templado pampeano (temperatura promedio anual mxima media 23.4, mnima media 11.6) con precipitaciones abundantes que
alcanzan un promedio anual de 933,1 mm1. Los valores medios anuales de los distintos parmetros meteorolgicos para la dcada 1980 y 1990 se resumen en las tablas 1y 2:
1 Los parmetros meteorolgicos ms importantes del rea de influencia fueron suministrados por el Servicio Meteorolgico Nacional - Estacin Fisherton - Rosario
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Tabla 1: Parmetros climticos: Valores medios anuales para la dcada 1980-1990
PARMETROS VALOR MEDIO ANUAL
Presin a nivel de la estacin [hPa] 1011
Temperatura [C] 17
Tensin de Vapor [hPa] 15
Humedad Relativa [%] 76
Viento-intensidad [km/h] 16
Temperatura mxima [C] 23
Temperatura mnima [C] 11
Precipitacin [mm] 933
Fuente: Servicio Metereolgico Nacional. Estacin Fisherton. Rosario (2003)
Tabla 2: Valores medios anuales de das de ocurrencia de los
fenmenos meteorolgicos
PARMETRO DAS DE OCURRENCIA
Precipitacin igual o mayor a 0,1 mm 87,0
Nieve 0,0
Granizo 0,4
Niebla 45,0
Cielo cubierto 79,0
Cielo claro 137,0
Tormenta 52,4
Viento mayor a 43 km/h 77,0
Helada 18,1
Ventiscas 0,0
Tempestad de polvo o arena 1,5
Fuente: Servicio Metereolgico Nacional. Estacin Fisherton. Rosario (2003)
La Provincia de Santa Fe, es una de las provincias ms ricas del pas. Se encuentra en la regin pampeana, tiene una superficie de 133.007 km2 (el 3,5% del total nacional) y est dividida
polticamente en diecinueve departamentos. La ciudad de Rosario se ubica en el centro de Argentina en la Provincia de Santa Fe, sobre las mrgenes del Ro Paran, a 300 km. al norte de la ciudad de
Buenos Aires. Con una superficie de 178,69 km2, una poblacin 908,399 habitantes (Censo Nacional
de Poblacin y Vivienda. 2001) y una densidad de 5.661 hab/km2. El rea metropolitana, conocida como el Gran Rosario, con 1.164.800 habitantes, concentra el 53% de la poblacin total de la
provincia (Censo INDEC. 2001).
1.2.2 Principales caractersticas de su poblacin
Si bien la ciudad de Santa Fe (capital provincial) concentra la actividad administrativa, la ciudad de Rosario constituye el territorio con mayor concentracin demogrfica y econmica de la provincia,
siendo el municipio con mayor volumen de actividad productiva y comercial. La ciudad de Rosario se organiza en 6 distritos municipales:
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Tabla 3: Distribucin de la poblacin de la ciudad de Rosario, clasificada por Distritos Municipales
(estimacin al 30 de junio de 1998)
Distritos Municipales Superficie
[km2] Densidad [hab/ km2]
Total
Centro 20,37 13.926 283.672
Noroeste 44,14 3.571 157.633
Norte 35,02 4.048 141.752
Oeste 40,21 2.899 116.585
Sudoeste 20,19 5.607 113.196
Sur 18,76 9.329 175.007
Fuente: Municipalidad de Rosario. Direccin General de Estadstica. Ao 2003
Su poblacin es bsicamente urbana (99%) con un 52% de mujeres y un 48% de hombres. La
esperanza de vida es de casi 73 aos, la tasa de crecimiento poblacional es del 1,1% y el 37,1% de su poblacin tiene entre 15 y 39 aos.
El Gran Rosario ha sido y sigue siendo un lugar de arribo de numerosas familias que, escapando de
las crisis regionales, se convierten en pobladores urbanos. Mayormente la poblacin migrante, que
proviene de provincias vecinas2, no ha tenido acceso a los mercados formales de tierra y vivienda ocupando el suelo urbano de manera informal tanto en lo legal como en lo fsico-territorial, en predios
libres y marginales como en los de bajo valor de mercado para el desarrollo urbano formal3, constituyendo la expresin urbana de la pobreza sustentada en una economa informal. De acuerdo a
los datos aportados por el Servicio Pblico de la Vivienda de la Municipalidad, existen en Rosario 91
asentamientos con 22.006 familias que totalizan 110.212 habitantes. Dichos asentamientos representan un 12,1% de la poblacin total municipal, en tanto que en 1992 representaba el 10,4%
del total de la poblacin. Su presencia condiciona fuertemente la organizacin del conglomerado urbano, interfiriendo en el desarrollo de la trama urbana, especialmente en los tendidos viales, las
instalaciones correspondientes a las redes de infraestructura y el acceso a los servicios. Tambin
condicionan el uso de los espacios vacantes, ya que se pierde buena parte de la posibilidad de destinar determinados sitios a usos no residenciales requeridos por la ciudad4.
Saneamiento y GRSU. En cuanto a la infraestructura de servicios de agua potable, Rosario tiene el
90% del rea urbana servida. El agua de red es extrada del Ro Paran, aunque en algunos casos especiales el agua se extrae de las napas subterrneas. Los servicios de cloacas cubren el 45 % de la
ciudad. La recoleccin de residuos domiciliarios cubre casi la totalidad de la poblacin, estimndose
una generacin de 600 ton/da de residuos5. El servicio de recoleccin y disposicin final se encuentra privatizado, con un relleno sanitario para residuos domiciliarios, una planta de compost basada en
residuos verdes y un sector para escombros.
2 De acuerdo a un estudio de procedencias en asentamientos irregulares, sobre una muestra de 450 familias se supo que el 23,6% provena de la provincia de Corrientes, el 22,7% de la misma Santa Fe y 33,3% era procedente de la provincia del Chaco y Entre Ros.4 3 Gestin de Hbitat y Gobiernos Locales. Rosario Hbitat, S.P.V. Municipalidad de Rosario y BID. 2002. 4 Asentamientos Irregulares de la Ciudad de Rosario. Fundacin Banco Municipal de Rosario. 1996. 5 http://www.rosario.gov.ar/sitio/servicios/residuos
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Plano 1: rea de cobertura de la ciudad con servicio de agua potable
Fuente: Proyecto Optimizacin Uso de Suelo para la AU, 2003
Aspectos sanitarios. Con respecto al riesgo sanitario, uno de los mayores problemas de la ciudad es el riesgo de inundaciones con sus secuelas de daos y perjuicios materiales, sociales y econmicos,
agravados al considerar la contaminacin de las aguas. Pese a las prohibiciones establecidas, son
usuales las descargas cloacales e industriales clandestinas. Las mrgenes de los arroyos Luduea y Saladillo conforman reas inundables en las que se han asentado barrios marginales con viviendas
muy precarias y poblacin susceptible al desarrollo de enfermedades infectocontagiosas y crnicas.
Las desigualdades sociales se expresan en las principales causas de muerte y en el perfil de morbi-
mortalidad del Gran Rosario. De acuerdo a un estudio realizado por el equipo de epidemiologa municipal6, es posible observar que la distribucin geogrfica de los problemas de salud presentan un
comportamiento desigual, en correspondencia con la disponibilidad de agua potable, adecuada disposicin de residuos, condiciones de saneamiento, contaminacin ambiental, y control de vectores,
entre otros factores urbanos y sociales. As, la mayor frecuencia de enfermedades se dan en forma coincidente con las seccionales policiales 11, 18 y 21, que forman un cordn que sigue los lmites de
la ciudad en la zona sur, caracterizada por un insuficiente desarrollo de servicios bsicos y una alta
concentracin de asentamientos irregulares. En el Distrito Sur, en el Censo 2003 se comprob un franco descenso de la prevalencia de talla baja, como indicador biolgico de condiciones
desfavorables. El Distrito presentaba altos ndices en aos anteriores (6.5% muy baja en 1997 y 4,1%
6 Boletn de Epidemiologa. Ao 10 Nro 1. 2000. pp23-31. Municipalidad de Rosario
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en el 2003 para la misma categora),lo que podra responder a decisiones polticas de implementar acciones para mejorar las condiciones de vida7.
Hay estudios epidemiolgicos focalizados en enfermedades de transmisin hdrica como diarreas, hepatitis A y clera8. Otra de las enfermedades con prevalencia en la regin es la leptospirosis. El
agua contaminada con este germen proveniente de la orina de animales infectados es una importante fuente de infeccin para el hombre. En 2001 se demostr que Santa Fe posee la ocurrencia mayor de
casos en el pas. El estudio socioeconmico de los pacientes urbanos mostr que las personas
infectadas fueron de escaso nivel de instruccin, con trabajos ocasionales y abundantes roedores en el domicilio su entorno. La estructura de sus viviendas era precaria, con deficiente eliminacin de
excretas. Las fuentes de infeccin se relacionan con presencia de roedores, enfermedad ocupacional, y condiciones de pobreza9.
La tasa de mortandad infantil fue en Rosario del 24,3 para 1992 y de acuerdo a los datos elaborados por la Direccin General de Estadstica de la Municipalidad de Rosario para el ao 1998, la
misma haba descendido al 14,33. La tasa bruta de mortalidad fue en ese mismo ao del 8,68 , y la tasa bruta natalidad del 14,41. La mortalidad infantil de la ciudad de Rosario tiene su mayor peso en la mortalidad neonatal.
En el ao 2000, entendiendo a la maternidad adolescente como un problema social, vemos que los
embarazos en menores de 18 aos han bajado apenas sus porcentajes de frecuencia del 18% en 1996, al 15.3%10. En el ao 2001, el promedio de hijos nacidos vivos por mujer fue de 1,8 para el Departamento Rosario14.
Aspectos educativos. Rosario se carateriza por tener una muy amplia oferta educativa con una poblacin que posee un alto nivel de escolaridad, muy por encima del promedio latinoamericano. En
relacin a los niveles educativos, Rosario contaba en 1997 (Direccin General de Estadstica) con 306
establecimientos de nivel pre primario que prestaban servicios educativos a 31.219 alumnos; 500 establecimientos nivel primario que atendan a 161.609 alumnos, y 220 unidades de nivel terciario con
una poblacin de 83.678. Los tres niveles concentran el 23% del total de los establecimientos educacionales provinciales y ms del 36% del total de alumnos de la provincia.
1.2.3 Contexto socio-econmico Su ubicacin en el pas es considerada estratgica por estar enclavada en la regin pampeana
(productora de cereales y oleaginosos exportables) y por su condicin de ciudad portuaria. Esta caracterstica tuvo como contrapartida ser el escenario del modelo agroexportador histricamente
adoptado por la Argentina, que asociado a polticas liberales provoc una situacin de desigualdades
sociales y econmicas, expulsando de mano de obra y concentrando capitales. Hace unos aos, el cordn industrial de Rosario constitua uno de los principales polos productivos de la provincia y el
pas, pero con la crisis prolongada de los ltimos 30 aos, buena parte de sus industrias quebraron, desapareciendo muchas pequeas y medianas empresas.
En 1995, en el Gran Rosario 1 de cada 5 habitantes (el 18% de su poblacin), se encontraban con
Necesidades Bsicas Insatisfechas (NBI) y ms del 50% habitaba en asentamientos irregulares
consolidados. En el ao 2004, las estadstica indican que el 42% de los rosarinos est por debajo de lnea de pobreza, contra el 43,3% nacional y que el 16,5% son indigentes, respecto del 17% a nivel
nacional11.
7 Situacin Nutricional de Escolares, Rosario 2003. UNICEF y Municipalidad de Rosario.
8 Condiciones Ambientales y Salud en la ciudad de Rosario. Grupo de Estudio. Fundacin Banco Municipal de Rosario. 1994. 9 Leptospirosis en la Provincia de Santa Fe. Descripcin Epidemiolgica, Clnica y Socioeconmica. U. O Martin, A. Sensevy, J. Colombo, V. Tramontin
Programa Provincial de Control de Zoonosis y vectores, Ministerio de Salud y Medio Ambiente, Santa Fe. MEDICINA (Buenos Aires) 2002; 62: 136-140. 10 Boletn Atencin Primaria de la Salud. Indicadores del ao 2000. Dpto. Estadstica. Municipalidad de Rosario. 11 Diario La Nacin, Pag. 8 El Peso de la Deuda Social. 17 de octubre de 2004.
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De acuerdo al estudio recientemente presentado sobre el Producto Bruto Geogrfico (PBG) del Gran Rosario (realizado sobre el rea metropolitana tal como la considera el INDEC en el diseo del Censo
Econmico), la regin registra -para el ao 1997, en miles de pesos a moneda corriente de 1993- un
Valor Agregado Bruto de 7.503 millones entre los sectores industrial, comercial y de servicios, que representa aproximadamente un 44,7% del producto provincial. A su vez, Rosario es responsable del
85,5% del producto del rea metropolitana. Del total del PBG del Gran Rosario, el 21,7% lo constituye el sector manufacturero y el 78,3% el sector terciario. Como dato ilustrativo debe sealarse la
preponderancia de las micro, pequeas y medianas empresas de organizacin familiar, cuya
produccin est orientada casi con exclusividad al mercado interno. Pese al ritmo inusitado de la recuperacin econmica nacional, la desocupacin aument del 14,4 al 14,8% entre el primer y
segundo trimestre de 2005.
De acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), de octubre de 2000, el Gran Rosario tena una Poblacin Econmicamente Activa (PEA) de 532.739 personas, de las cuales solo 349.236
personas estaban ocupadas(cuadro 4).
Tabla 4: Poblacin Econmicamente Activa
Tipo poblacin Numero hab. Ocupada 349.236
Desocupados 95.069
Subocupados 88.424
Total 532.739
Fuente: Encuesta Permanente de Hogares, Octubre de 2000
Mientras que algunas empresas se tecnificaron y ganaron mercados en el exterior, especialmente en
el Mercosur, otras (como las industrias agroalimentarias) no pudieron hacer frente a las exigencias de
la globalizacin de la economa, y experimentaron un proceso de achicamiento o directamente cesaron en su actividad, generando as un pronunciado incremento en el ndice de desempleo, con
especial nfasis en el Gran Rosario y el Gran Santa Fe. Asimismo, el crecimiento en la demanda de mano de obra en la construccin podra constituir un foco de atraccin a nuevos migrantes del interior
del pas, generando nuevos asentamientos irregulares o aumentando los que ya existen.
Cierto sector de los analistas econmicos locales argumentan que el crecimiento de la construccin se
explica y se vincula al precio de la soja. Advierten que se puede producir una sobreoferta en la construccin de carcter efmero, sojadependiente, con lo cual esta actividad podra posteriormente
comenzar a decaer. La produccin de los denominados commodities conlleva el riesgo de utilizar
tecnologas de insumos que dependen mayoritariamente de la importacin de materiales y tecnologa de alto valor agregado cuyo precio es determinado en su lugar de origen, generando una situacin
productiva insumo-dependiente de riesgosa sostenibilidad, con precios de producto referenciados en los mercados extranjeros. En este contexto, puede considerarse el riesgo de que Rosario se oriente
hacia una economa que genere expectativas pero con escasa sustentabilidad debido a la baja diversificacin.
El pas y la regin se encuentran en un momento histrico singular en el que mas que nunca se esta cumpliendo el rol internacional de proveedor de insumos bsicos (modelo agroexportador basado en
commodities), que nos ubica en un contexto macroeconmico aparentemente favorable, donde se beneficia el sector productor. Sin embargo, a nivel local y regional (microeconoma) se evidencian
severas deficiencias para generar puestos de trabajo genuinos, erradicar la pobreza, la desnutricin o
mejorar la situacin de aquellas familias que no logran satisfacer sus necesidades bsicas (NBI). En este marco y en trminos de planificacin territorial, mas all de los indicadores positivos que muestra
Rosario, los problemas sociales estn muy lejos de ser superados
1.2.4 Organizacin institucional y poltica Por Ley Provincial N 2756/39 Orgnica de las Municipalidades (Cap. 1, Art. 1) se establece que
"Todo centro urbano en que haya una poblacin mayor a los 10.000 habitantes, tendr una municipalidad". La Municipalidad es, por consiguiente, el gobierno de una ciudad, vale decir, un centro urbano de ms de 10.000 habitantes, instituido para dar respuesta a necesidades materiales y
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culturales de la poblacin y propiciar el crecimiento y la mejor calidad de vida de los habitantes. Las Municipalidades son independientes en el ejercicio de las funciones que les son propias: definen sus
rentas y pueden establecer impuestos, tasas, derechos o contribuciones sobre los ramos y materias
que se determinen y administran libremente sus bienes. Pueden celebrar contratos y enajenar en pblica licitacin sus bienes. Segn la ley sancionada en 1858, en el captulo 11, art. 23 "Cada Municipalidad se compondr de un Departamento Ejecutivo y un Concejo Municipal".
Departamento Ejecutivo. Lo dirige el Intendente que llega a su cargo por eleccin directa y dura 4
aos en sus funciones. El Rosario, el actual intendente es el Ingeniero Roberto Miguel Lifschitz, su periodo de gobierno se inici el 10 de diciembre de 2003 y finalizar el 10 de diciembre de 2007. El
Poder Ejecutivo esta compuesto por las secretarias de: Gobierno, General, Planeamiento, Obras Pblicas, Produccin y Comercio Exterior, Hacienda y Economa, Salud, Servicios Pblicos y Medio
Ambiente, Cultura y Educacin, Promocin Social. las Direcciones Generales de: Servicio Pblico de la Vivienda y Comunicacin Social. Cada Secretara se organiza en Subsecretaras, Direcciones y
Coordinaciones. Para mejorar la planificacin municipal Rosario dispone de distintos instrumentos
como el Plan Estratgico (PER) y el Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
Legislativo Municipal. Se denomina Honorable Concejo Deliberante y lo conforman los concejales elegidos directamente que duran en funciones 4 aos. Rosario, por su condicin de municipio de
primera categora se integra con 18 concejales por los primeros 200.000 habitantes, a los que se le
agrega uno ms por cada 30.000 o fraccin no inferior a 15.000. Los Concejos Municipales, se renuevan cada dos aos por mitades. Rosario tiene actualmente 32 concejales. Actualmente, el
bloque mayoritario es Justicialista (9 concejales) seguido del Partido Socialista (al que pertenece el Intendente, con 8 bancas) y un conjunto de partidos menores entre los que se encuentran la Unin
Cvica Radical (4 concejales), el Partido Progreso Social, el Partido Socialista Autntico y partidos locales.
Descentralizacin. La descentralizacin se inici en el ao 1995 buscando generar un gobierno ms eficaz, eficiente y cercano a las vecinas y vecinos de la ciudad. El proceso promueve un desarrollo
ms armnico y democrtico de la ciudad organizada en seis Distritos municipales. La definicin de los Distritos descentralizados (actualmente seis) constituy un primer paso fundamental en la
determinacin de la nueva organizacin territorial concebida como una base comn para reordenar las
polticas urbanas y sustentar un nuevo modelo de administracin, planificacin y gestin. Cada Distrito es considerado una unidad de planificacin en la que se pueden desarrollar proyectos que permitan
transformar y cohesionar los espacios locales.
La descentralizacin se apoya en el funcionamiento de los Centros Municipales de Distrito (CMD), espacios comunitarios en los que se ejecutan diversos programas y actividades, y se facilita la coordinacin de las polticas que implementan las reas ejecutivas (Planeamiento, Produccin,
Promocin Social, Salud, Cultura, Deportes, Vivienda entre otras). Al mismo tiempo, se coordinan acciones municipales con otros organismos oficiales, entidades comunitarias y operadores privados
para favorecer el desarrollo de emprendimientos concretos. Los Centros facilitan la participacin ciudadana, son lugares de encuentro y debate de las organizaciones y entidades barriales, y permiten
canalizar las mltiples inquietudes de las vecinas y vecinos interesados en el desarrollo de la ciudad.
Actualmente se encuentran en funcionamiento los CMD Oeste, Norte, Suroeste, Sur y Centro, en proceso de construccin el CMD Noroeste. Desde 2003, los mbitos permanentes de participacin
ciudadana en Rosario son denominados Consejos Participativos de Distrito (CPD), siendo antecedidos durante el 2002 por las llamadas Comisiones Promotoras de los Consejos Participativos en cada
Distrito.
Presupuesto Participativo. En Rosario el Presupuesto Participativo permite distribuir una parte del
Presupuesto Municipal con la participacin directa de la poblacin en la definicin de prioridades. En el ao 2003 se asign mediante este sistema el 8,21% del presupuesto municipal. Tiene como marco
legal la Ordenanza 7326/02 que faculta al organismo ejecutivo para la puesta en marcha del PP y fue emitida en el marco del Programa de Descentralizacin y Modernizacin del Estado Municipal que
comenz en el ao 1996. Las vecinas y vecinos de cada barrio participan a travs de Asambleas
Barriales en las que definen necesidades y eligen a los Consejos Participativos de Distrito (CPD) (50% mujeres y 50% varones). Los CPD analizan, reciben y elaboran proyectos que den respuestas a las
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problemticas planteadas. En una segunda ronda los CPD presentan en stand los proyectos que son votados por los vecinos y vecinas, desde el ao 2004 con asignacin directa de los montos que se
afectan para su ejecucin. En una tercera ronda el Departamento Ejecutivo de la Municipalidad
convoca a reunin de los/as consejeros/as del PP de todos los Distritos para realizar un Informe y Balance de todo lo actuado en el ao y presentar los compromisos asumidos para el prximo. El ciclo
finaliza con la aprobacin del presupuesto general del Municipio que incorpora el PP, por parte del Honorable Consejo Municipal.
Para los huerteros y huerteras es un espacio de participacin y ejercicio de ciudadana que les permite hacer visible su trabajo frente a sus vecinos, adems de lograr presupuesto genuino para el desarrollo
de obras y mejoras necesario para fortalecer la actividad.
Estructura municipal vinculada a la AUP. La AUP se encuentra institucionalizada en la Municipalidad de Rosario a partir de la creacin del Programa de Agricultura Urbana (PAU) dependiente de la Secretara
de Promocin Social en enero de 2002 (formalizada mediante el Decreto 0808/03). Inicialmente el
PAU se integraba a la Direccin de Empleo y Emprendimientos Sociales, pero a partir de 2003 se llevo adelante una reestructuracin en la Secretara de Promocin Social crendose la Subsecretara de
Economa Solidaria de la que depende el citado Programa. El PAU es dirigido por un Coordinador General y cuenta con coordinadores y responsables tcnicos por distritos y promotores barriales.
Asimismo existen responsables para cada componente y emprendimiento del PAU: Ferias,
Agroindustrias de verduras y cosmtica natural, Produccin de Plantas Aromticas y Medicinales.
La metodologa de trabajo adoptada por el PAU, se basa en el trabajo en equipo. Una forma no convencional para las organizaciones corrientes en la esfera pblica. Si bien existen responsables del
funcionamiento del programa, se contempla que hasta ciertos niveles, las decisiones se debatan grupalmente. Otro aspecto de esta metodologa es el acompaamiento en terreno a las/os grupos de
huerteras/os por parte del equipo tcnico y de promotores. Este acompaamiento es integral, y
consiste en informar, escuchar, facilitar y participar en las actividades que requiere el funcionamiento de la huerta as como del grupo que trabaja en ella.
Las unidades de produccin se denominan Huertas Grupales Productivas. Si bien cada integrante es
responsable de una parcela, la infraestructura se utiliza grupalmente. El trabajo se realiza sobre
terrenos fiscales, terrenos cedidos o terrenos vacantes ocupados pacficamente. La condicin de que las huertas sean grupales se relaciona con el ejercicio cotidiano de construccin de prcticas sociales
comunitarias y solidarias, promoviendo formas creativas de organizacin grupal.
El programa se asienta sobre tres dimensiones fundamentales: una dimensin productiva, una
dimensin educativa y una dimensin poltica. La dimensin productiva se enmarca en la produccin agroecolgica de alimentos y plantas aromticas, que garantiza el acceso a alimentos sanos, trabajo
genuino para los productores y cuidado del medio ambiente. La dimensin educativa esta basada en reconocer y valorizar las potencialidades que cada una/o posee sobre el trabajo de la tierra
garantizando la inclusin de todas las personas interesadas, incluido el conocimiento tcnico. Esta dimensin garantiza el acceso de las/os huerteros al conocimiento necesario que permite que sean
gestores de su propio bienestar (o bien vivir). Adems tiene un efecto multiplicador en lo social al
sensibilizar a la sociedad en su conjunto. La dimensin poltica permite visibilizar a sectores sociales empobrecidos como nuevos agentes econmicos, participantes activos en la economa local, capaces
de generar ingreso y crear trabajo. Las /os huerteras /os son reconocidos como actores polticos, con capacidad para asociarse y organizarse. Este caso prctico muestra la importancia del rol de
mediacin y promocin del estado para generar polticas pblicas activas para el desarrollo local.
En correspondencia con la organizacin descentralizada que promueve la municipalidad, en cada
Distrito trabaja un coordinador de Distrito, un asistente tcnico y dos promotores. El coordinador tiene como funcin planificar y monitorear el trabajo en terreno del equipo. Junto al grupo de trabajo de su
zona debe acompaar a los productores asistindolos tcnicamente (por ejemplo informndoles las tareas semanales, mensuales y de temporada que deben realizar las/os huerteras/os para lograr una
buena produccin en cantidad y calidad) y propiciar formas organizativas grupapes que promuevan un
mejor desarrollo de sus actividades (por ejemplo organizarse para participar de la feria). Tambin cumplen una tarea de promocin social, de estmulo y atendiendo a otras problemticas sociales que
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se coordinan con otras reas especficas de la Secretara de Promocin Social. Las/os promotores son huerteros/as que por su buen desempeo y su insercin en el barrio participan como agentes de
promocin del PAU en la comunidad. Realizan un acompaamiento en terreno a los/as huerteros/as
visitando una vez a la semana cada jardn y huerta grupal.
Las otros componentes del programa son: - Administracin: Se encarga de las tareas administrativas necesarias para el funcionamiento
operativo del programa. Tiene a su cargo la atencin al pblico, los registros de la distribucin de
semillas y los trmites referidos a terrenos productivos. - Plantas aromticas y medicinales: Esta integrado por un grupo de tcnicos (bioquimica,
farmaceutica y tcnicos/as productivos), promotores/as y grupos productivos (aproximadamente treinta en toda la ciudad). La produccin cubre dos aspectos: el cultivo de plantas aromticas y
medicinales y la elaboracin de cosmtica natural. En 2005 se construy una agroindustria para el procesamiento de las plantas y la produccin de cosmtica natural, concretando un espacio
comn que facilita el trabajo coordinado de los grupos productivos. Los grupos con el apoyo del
PAU y vinculados con el ICEI (Instituto de Cooperacin Econmica Internacional) desarrollaron una marca comunitaria (Rosario Natural) y se encuentran trabajando para posicionar sus
productos en la ciudad. - Ferias: Nacen frente a la necesidad de crear un espacio que permita a las/os huerteros ofrecer sus
productos para generar ingresos genuinos. Estas ferias fueron creadas por el PAU, eran
inexistente en la ciudad. Constituyen los espacios de comercializacin que permiten el encuentro social directo entre productores y consumidores. A partir de este espacio se dan procesos de
reconstruccin de lazos solidarios y de reconocimiento de las capacidades de las personas. Sobre todo se estimula el acercamiento entre las personas y la posibilidad de pensarse construyendo
juntos un nuevo espacio social con una nueva economa. El trabajo de coordinacin de las ferias se realiza desde el PAU. Existe una coordinador general y cada feria tiene un responsable a cargo.
Se realizan reuniones con los feriantes y se acuerdan criterios bsicos de funcionamiento.
- Agroindustrias: actualmente existen, una planta de procesamiento de verduras en la que se realizan tareas de seleccin, cortado y envasado de las verduras, y otra planta de elaboracin de
cosmtica natural a partir de plantas aromticas. Ambas permiten el agregado de valor a la produccin primaria beneficiando a los productores/as. Cada una de las agroindustrias cuenta con
un equipo de trabajo encargado de las actividades productivas. Estn proyectadas otras dos
plantas de procesamiento en los distritos Oeste y Suroeste votadas por los/as vecinos/as en instancias del Presupuesto Participativo, como una forma de descentralizacin y democratizacin
de las oportunidades de acceder a esta actividad. - Parques huertas: Tienen a cargo el desarrollo de nuevos espacios pblicos como espacios
recreativos, productivos y educativos. El diseo de los mismos responde a una integracin de
elementos paisajsticos y productivos. Para el 2006 se proyecta la instalacin de 5 parques en distintos distrititos de la ciudad que integrarn 15 hs. a fines productivos. De esa manera se
produce una apropiacin de dichos espacios por parte de sectores excluidos para su utilizacin como espacio de produccin e integracin social. Se encuentran trabajando en este componente
la coordinacin general, promotores, tcnicos, estudiantes de la carrera de agronoma as como huerteras y huerteros.
El PAU ha generado un vnculo cercano con los productores/as que ha marcado la relacin de la Red de Huerteras y Huerteros con el programa. De all que una de las alianzas ms fuertes que tiene la
Red a nivel de estado municipal sea el PAU. Esto se debe a que existe un reconocimiento primero del PAU hacia las/os huerteras/os como actores polticos, capaces de organizarse. En este sentido el rol
del estado municipal, materializado en el programa consiste en estimular la conformacin de la Red y
su consolidacin. Desde esa perspectiva es que por momentos se encuentran muy cercanos los intereses de uno y otro actor. El proceso por el cual se vinculan estrechamente el desarrollo del
programa y la consolidacin de la Red de Huerteras y Huerteros, tiene que ver con la institucionalizacin de la AU como poltica pblica municipal y su legitimacin a partir de los
beneficiarios de esta poltica.
La Red funciona como un actor poltico que legitima la institucionalizacin de la Agricultura Urbana. A
su vez, su propia existencia y el rol que desempea, se encuentran determinados por la existencia de huerteras y huerteros capaces de organizarse, que la conforman y le dan entidad. Se puede asimilar a
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un proceso simbitico de crecimiento. El desafo para la red consiste en lograr un nivel de autogestin y autonoma que le permita la independencia de los vaivenes polticos partidarios que se expresan en
los gobierno de turno, as como la identificacin clara de sus objetivos y las formas de alcanzarlos. Por
su parte, para el Estado, el desafo consiste en promover polticas pblicas permanentes y sustentables que tiendan a la inclusin social y a la gestin conjunta con otros actores sociales
(organizaciones, ong, etc).
Cuadro N 1: Organigrama del Programa de Agricultura Urbana
Intendencia
Secretara de
Promocin Social
Subsecretara de Accin Social
Subsecretara de
Economa Solidaria
Programa de
Agricultura Urbana
Coordinacin General
Coordinacin Distritos
Coordinacin Ferias
Coordinacin Plantas A. y M.
Coordinacin Agro-industrias
Coordinacin
Parques Huerta
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1.2.5 Marco legal y normativo Para regular el uso de los espacios pblicos y privados para actividades de Huertas Comunitarias, en
el ao 1989 el Concejo Municipal sancion la Ordenanza 4713/89, que ordena la puesta en
funcionamiento de un programa de Huertas Comunitarias, plantea que las mismas se podrn implementar en terrenos privados y pblicos, invita a propietarios a ceder de manera gratuita sus
terrenos para ser afectados a tal fin por un plazo mnimo de dos aos y exime el pago de la Tasa General de Inmuebles y Sobretasa a terrenos baldos que fije el Cdigo Tributario, a ttulo de
compensacin. La citada Ordenanza le otorg competencia para su aplicacin a la Secretara de
Promocin Social de quin dependa el Programa de Huertas Comunitarias; mientras que la Secretara de Planeamiento y a la Direccin de Parques y Paseos deban expedirse sugiriendo la conveniencia o
no de la cesin de terreno en cuestin. Entre 1991 y 1997 la Municipalidad de Rosario implement el programa de Huertas Comunitarias.
Con el fin de darle un marco legal al nuevo proceso que se inici en la ciudad a partir del ao 2002, el
Concejo Municipal aprob la Ordenanza 7341/02 creando el Programa de Desarrollo Municipal de la
Agricultura Orgnica dependiente en su implementacin de la Secretara de Promocin Social, a travs de su Programa de Agricultura Urbana. El citado programa se institucionaliza mediante Decreto del
Poder Ejecutivo N 0808 con fecha de 6 de mayo de 2003 con el fin de generar formas participativas y solidarias de produccin, transformacin comercializacin de alimentos utilizando tcnicas ecolgicas que contribuyan a lograr soberana alimentaria. Mediante la Ordenanza 7358/02 se crea en 2002 el Programa de Promocin de los Emprendimientos
Productivos Sociales con el fin de Promover la generacin de emprendimientos productivos dentro del marco de polticas activas locales generadoras de actividad econmica y empleo. La Ordenanza regula la comercializacin de los productos de la AU, posibilitando el funcionamiento de las ferias. Se crea de ese modo un nuevo espacio de comercializacin inexistente hasta ese momento en la ciudad.
Se dispone la creacin de un Registro Municipal de Emprendedores Sociales. Dicha ordenanza le
brinda competencia al Instituto del Alimento como agente de control bromatolgico para los productos alimenticios elaborados por los emprendimientos sociales y comercializados en la ciudad de Rosario.
Producto del trabajo desarrollado en el marco del Proyecto de Optimizacin de Uso de Suelo para la
AU12, de manera participativa se propusieron pautas de mejoramiento de las Ordenanzas que regulan
la cesin de terrenos para uso de la AU. Las reas tcnicas municipales integradas en los llamados talleres interreas que reunieron a las Secretaras de Planeamiento, Promocin Social, Direccin de
Catastro, Parques y Paseos, Servicio Pblico de la Vivienda y al Centro de Estudios Ambientales y Humano de la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseo de la UNR, concluyendo que el marco
legal existente era abarcativo y completo. Para incorporar la visin de los huerteros/as era suficiente
con reglamentar las Ordenanzas en vigencia, por lo que el Area de Asuntos Legales y el PAU elaboraron el Decreto N 2561/04 que regula y reglamenta las ordenanzas 4713 y 7341, incorporando
las observaciones recogidas de los talleres participativos e interreas relativas a: La creacin de un banco de suelos administrado por el PAU de propiedad privada y pblicos
destinados para actividades de AU. La simplificacin de trmites de gestin de terrenos y el establecimiento de una ruta de los
expedientes gil, donde los casos vinculados a cesin de terrenos privados se resuelvan en la
Secretara de Promocin Social con intervencin de la Direccin de Topografa y Catastro y Direccin de Gravmenes. Se prev solicitar la intervencin de la Secretara de Planeamiento
cuando se proyecten obras en terrenos pblicos, y de la Direccin de Parques y Paseos cuando se afecten el uso de espacios verdes urbanos, reservas ecolgicas y parques recreacionales.
La Secretara de Promocin Social se designa como la responsable de establecer los convenios respectivos entre esta y el propietario del terreno en cuestin y con el grupo productivo que har uso del mismo.
Los requisitos a cumplir por los grupos productivos para ser beneficiarios de los terrenos establecen que:
- El emprendimiento agroproductivo deber ser de carcter social, grupal o comunitario.
12 Proyecto desarrollado en el ao 2003 con una metodologa participativa y por el cual se identificaron espacios vacantes para la AU y se elaboraron propuestas para lograr una tenencia segura del suelo.
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- Los beneficiarios prioritariamente debern ser personas excluidas del mercado formal de trabajo: desempleados/as, jvenes, jubilados/as, personas con capacidades diferentes.
- Las tcnicas de produccin debern ser de naturaleza ecolgica, sin uso de insumos de sntesis
qumicas (fertilizantes qumicos, biocidas como insecticidas, herbicidas, fungicidas, etc.).
Otras Ordenanzas que regulan el uso de suelo urbano - ORDENANZA N 6492/97: de Urbanizacin y Subdivisin de la Tierra que rige el uso del suelo en
la ciudad de Rosario desde 1997.
- DECRETO N 43058/71, ORDENANZA N 4557/88 que rige el uso del suelo en el rea correspondiente a la planicie de inundacin del Arroyo Saladillo
- ORDENANZA N 6288/96 que rige el uso del suelo en el rea correspondiente al rea de planicie de inundacin del Arroyo Luduea y los Canales Ibarlucea y Salvat.
- ORDENANZA N 6.493
- Fondo Municipal de Tierras en la Ciudad de Rosario - Dispone la incorporacin de tierras pblicas para rehabilitacin urbana y vivienda de inters social,
e incluye consideraciones del Programa para la Recuperacin Ecolgica y Urbanstica en ciudad.
La normativa respecto de la cesin de uso del suelo vacante fue elaborada tomando en cuenta las
recomendaciones surgidas de los talleres realizados en el marco del Proyecto Optimizacin de Uso de suelo vacante para la AU (ao 2003), y pone de manifiesto la importancia del rol del Estado como agente intermediario y garante. La municipalidad acta como intermediario reconociendo socialmente
como grupo productivo a huerteras y huerteros que trabajan en huertas grupales productivas. De esta manera logran un status que les permite ser beneficiarios de un convenio de uso de suelo vacante,
asumiendo la responsabilidad en forma grupal y pudiendo reconocerse como actor econmico. Dicho convenio se celebra entre el grupo y la municipalidad.
Por otra parte, la municipalidad funciona como garante frente a los propietarios de terrenos cedidos para ser utilizados por dichos grupos, realizando con ellos un convenio de cesin de uso. Los
propietarios pueden ser particulares (en ese caso existe la excensin de pago de la tasa municipal por el tiempo que dure la cesin) u otras reas de la administracin pblica, municipal, provincial o
nacional (en tal caso el compromiso es sobre el uso que se da las tierras cedidas refrendada por
convenio). Existen distintos modelos de convenio que contemplan la diversidad de situaciones existentes.
A partir de la experiencia concreta de elaborar normativa que contemple las recomendaciones de los
grupos que son beneficiarios directos de la misma, cabe destacar:
La necesidad de garantizar la participacin de los grupos involucrados en la gestin de las polticas pblicas.
La capacidad de pensar estrategias grupales para incidir en la gestin pblica por parte de los sectores ms excluidos cuando se dispone del espacio y de la informacin necesaria.
La importancia de generar desde el estado y desde la sociedad espacios de circulacin de informacin en trminos accesibles para facilitar la elaboracin de propuestas concretas.
La importancia de que el estado promueva espacios de participacin y discusin para la definicin de sus acciones.
El rol del estado como agente promotor de prcticas polticas participativas y horizontales. Una de los temas pendientes a trabajar se vincula con la necesidad de atender a la precariedad
impositiva y jurdica que tienen la Red y sus miembros como emprendedores sociales. Actualmente se
est trabajando en la elaboracin de propuestas de organizacin asociativas, nuevas formas legales de asociacin que contemplen las caractersticas de estos emprendimientos y faciliten la
implementacin de empresas sociales. Esta iniciativa consolidar a la Agricultura Urbana como una opcin laboral con respaldo, estable, ms cercana, concreta y viable.
1.2.6 Mapeo de Actores
Este Mapa de Actores identifica los principales socios vinculados al desarrollo de la experiencia, y es
parte de una reflexin posterior que incluye aquellos actores identificados por los/as miembros de la
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Red y con los cuales mantienen alianzas. En relacin con los Huerteras y huerteros de la ciudad de Rosario se identifican:
Organizaciones sociales. Centros comunitarios, movimientos de piqueteros, de desocupados,
vecinales, agrupaciones. Trabajan en los barrios cumpliendo una misin social importante y muchas veces complementarias a la del estado en la asistencia a los vecinos/as. Funcionan en los mismos,
comedores populares, emprendimientos y actan como gestores de subsidios y trmites ante los distintos niveles de gobierno. Asumen tambin manifestaciones de lucha en defensa de mejores
condiciones de vida. Tienen una prctica de presin y dilogo.
Gobierno local. Municipalidad de Rosario Secretara de Promocin Social Programa de Agricultura Urbana. Desde la SPS, la Municipalidad desarrolla una poltica de asistencia social a travs de la subsecretara de Accin Social y de Promocin de Emprendimientos Productivos a travs de la
subsecretara de Economa Solidaria a la que pertenece el Programa de AU.
reas municipales vinculadas a la AU: Secretara de Planeamiento, Plan Estratgico Metropolitano,
Instituto del Alimento. La Secretara de Planeamiento tiene la misin de planificar la ciudad y ejecutar las obras de infraestructura, el PEM desarrolla acciones de planificacin a mediano y largo plazo y en
la ultima gestin ha integrado al conurbano de la ciudad como rea de accin. El Instituto del Alimento es el encargado de supervisar en la ciudad todo lo vinculado a la comercializacin de
alimentos desde el punto de vista bromatolgico. Ha desarrollado una accin no solamente de
inspeccin sino fundamentalmente educativa. Para habilitar cada emprendimiento exige un curso que ellos mismos dictan sobre Buenas Prcticas de Manufacturas. A los emprendimientos sociales no se les
cobra arancel de inscripcin o habilitacin.
Gobierno nacional: Ministerio de Desarrollo Social de la Nacin. Es el responsable de la poltica social del gobierno nacional y tienen una lnea de proyectos de promocin de emprendimientos sociales, por
la cual han tomado contacto con el PAU y la Red de Huerteros/as.
Universidad: Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseo; Facultad de Cs. Exactas, Ingeniera y
Agrimensura, Facultad de Bioqumica y Farmacia. Pertenecen a la Universidad Nacional de Rosario, de carcter estatal. Si bien no hay una lnea poltica de vinculacin con los proyectos de tipo social del
gobierno o las organizaciones de base, se ha establecido contacto con grupos de trabajo de ctedras
que les interesa desarrollar lneas de investigacin de tipo social y realizar ensayos juntos a los productores urbanos.
Organizaciones No Gubernamentales: CEPAR, anderoga, Nacimiento. Organizaciones vinculadas a la
produccin agroecolgica de Rosario y de todo el pas. Promueven emprendimientos sociales y de
educacin popular en terreno. Tienen una buena relacin con las organizaciones de base y cumplen una funcin importante en servir de nexo entre los miembros de la OSAUP y el gobierno local.
Tambin con organismos de financiamiento que de otra manera les seria muy difcil de llegar por cuenta propia a organizaciones como la Red de huerteros/as. Han aportado adems una visin de
desarrollo basado en los recursos locales que ha actuado como estrategia de accin.
Organismos de cooperacin internacional: Programa de Gestin Urbana de Naciones Unidas (PGU-
ALC/UN-HABITAT); Instituto de Cooperacin Econmica Internacional (ICEI); Instituto Canadiense de Investigacin y Desarrollo (IDRC); Promocin del Desarrollo Sostenible (Lima, IPES), Fundacin
ETC/RUAF (investigacin en AU y forestal), la Universidad de McGill (Canad). Tienen como misin promocionar procesos locales sistematizando experiencias e interactuar con las autoridades locales en
apoyo de las organizaciones que actan como socias y anclaje. Han actuado en un principio
relacionados con el CEPAR con el que tenan una experiencia previa de trabajo y luego existi un vnculo ms directo con el gobierno local y los miembros de la Red. Han sido muy importantes durante
la etapa de institucionalizacin de la AU en la ciudad aportando a la sistematizacin del trabajo desarrollado por el PAU. Su apoyo contribuy a validar la AU dentro del ejecutivo municipal y en la
proyeccin internacional.
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2. DESCRIPCIN Y CARACTERZACIN DE LA EXPERIENCIA
2.1. Perfil de los integrantes de la Red de Huerteras y Huerteros
2.1.1. Origen socio-cultural, tnico y geogrfico
La mayora de las huerteras y huerteros de Rosario son migrantes internos oriundos del norte del pas (Corrientes, Chaco, Formosa, Norte de Santa Fe, Santiago del Estero, Norte de Entre Ros). El
desmonte, el fin del cultivo tradicional, la tecnificacin agrcola, la falta de tierras propias y de
servicios bsicos, como el acceso a agua potable, hacen que muchas familias lleguen a Rosario atradas por la posibilidad de lograr mejores condiciones de vida, de oportunidades laborales, de
servicios de salud y educacin. Provienen de regiones donde la crisis de las economas regionales no ha logrado integrarlos, generando nuevos focos de pobreza estructural, y con actividad econmica
basada en producciones industriales vinculadas al cultivo del algodn, caa de azcar y madera, con un uso intensivo de la mano de obra, baja retribucin de salarios y un alto porcentaje de trabajadores
sin cobertura social. Muchos provienen de regiones que poseen un clima ms tropical que el de
Rosario, con temperaturas mayores donde las estaciones del ao son menos marcadas. Esto adquiere importancia en relacin a su cultura de trabajo y al vnculo con la tierra que se manifiesta en las
prcticas de cultivos y las especies utilizadas, distintas a las que se aconsejan por las condiciones agroecolgicas de Rosario.
El perfil de quienes trabajan la tierra es de minifundistas que acostumbran a diversificar su produccin y sus ingresos. Las familias que arriban a Rosario, tienen antecedentes de haber trabajado en
actividades agropecuarias, ya sea como peones asalariados o produciendo su propio alimento (maz, mandioca, zapallos, legumbres, entre otros). Llegan con antecedentes de un trabajo de sacrificio y
pesado que no ha diferenciado el tema de gnero
Esta realidad se refleja en algunos testimonios de huerteros y huerteras y que sirven de ejemplo.
Tomaza Ramos, hoy tcnica promotora del PAU, vive en Rosario desde el ao 1990, proviene de Quemado Grande cerca de Castelli (Provincia de Chaco, en la frontera con la Repblica del Paraguay)
que nos cuenta En el Chaco el trabajo era distinto. las tareas que haca eran: tumbado y colocacin de postes. Usaba la motosierra, sacaba lea del monte, cargaba los hornos y los quemaba (para la produccin de carbn)13. Manuela Saucedo (huertera zona Oeste) testimonia que naci el 26 de marzo de 1942, en la ciudad de Esquina, de la provincia de Corrientes. En Rosario hace 20 aos que vive, siempre en el mismo barrio de la zona oeste de la ciudad. Se vino a Rosario porque se qued
sola con sus hijos chiquitos y sus hijos ms grandes ya vivan en esta ciudad, all es ms difcil si no tens para trabajar y all tens para trabajar en la tierra nicamente. Agrega, Trabajaba en el campo, araba, rastrillaba con los caballos, estroncaba rboles grandes para hacer la chacra, tenia que revolcar la tierra para sembrar maz, zapallo, batata, mandioca, tabaco y algodn . Su mam falleci cuando Manuela era muy chiquita, por lo cual no pudo ir ms a la escuela y por ese motivo no
sabe leer ni escribir y aprender ahora se que no es difcil pero no tengo paciencia14.
Provenientes del norte del pas se encuentran tambin representantes de comunidades indgenas (Mocoves, Wichis y Tobas) que conservan y promueven el respeto por sus culturas. Los migrantes del
norte generalmente se radican en los asentamientos (agrupados por provincia de la que provienen y
ncleo familiar). Tienen como lgica de sobrevivencia la implementacin de actividades productivas relacionadas con la clasificacin de la basura para su posterior comercializacin a los recicladores, la
construccin (informal y precaria) y en el trabajo domstico.
Como parte de la poblacin que conforma la base social de los miembros de la Red de huerteros/as,
se suma a lo citado, los desempleados del cordn industrial (ex peones, operarios y empleados de industrias metalrgica, construccin, frigorfica, empresas privatizadas, textil, portuaria, etc.). Por lo
general buscan insertarse en la actividad laboral como cuentapropistas vinculados a pequeos comercios barriales (Kioscos, tiendas de alimentos, etc.), oficios de servicios independientes como el
de albail, electricistas, etc. en funcin de su calificacin y experiencia. ltimamente, ante la situacin de recesin y la falta de poder adquisitivo de la clase media demandante de estos servicios, pasaron a
13 Visin de las Mujeres Huerteras de Rosario, sobre su Rol y la tenencia segura del suelo productivo, (2003). 14
Visin de las Mujeres Huerteras de Rosario, sobre su Rol y la tenencia segura del suelo productivo, (2003).
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constituir uno de los mayores demandantes de actividades productivas en relacin al uso del suelo urbano. Requieren de mucha asistencia y capacitacin por carecer de conocimientos especficos.
Algunos se plantean estrategias laborales desarrollando emprendimientos asociados a la AU, como
proveedoras de insumos (herreros que fabrican herramientas manuales para la AU, albailes que fabrican postes para cercar los terrenos, fabricantes de compost a partir de aprovechar los residuos,
elaboradores de pan a partir de la instalacin de hornos, etc.).
Arcadio Gonzlez de 50 aos, conocidos por todos como Pila cuenta su experiencia que sirve para ilustrar la situacin socioeconmica comentada. Lleg Rosario en el ao 1974 desde su ciudad natal, Bandera en la provincia de Santiago del Estero (al norte del pas). All era agricultor, sembraba algodn, maz... trabajaba con mi padre y mi abuelo. El trabajo s